para reír en serio, manolo "el catalino" (primeras páginas)

22
Para reír en serio MANOLO “el catalino”

Upload: exlibric

Post on 22-Mar-2017

40 views

Category:

Art & Photos


0 download

TRANSCRIPT

ISBN: 978-84-16848-24-9

Para reír

Para

reí

r en

ser

io

en serio

MANOLO “el catalino”Manuel Ramos Muñoz nace en Antequera el 21 de junio de 1965. Creció al sur del Torcal y fue obteniendo su aprendizaje en la escuela de la vida.

Desde muy jovencito, y de forma natural, dominaba el arte de hacer reír. Esto le llevó a pisar muchos escenarios siendo muy valorado y querido por el público.

En este libro apreciarán un estilo propio contando sus historias de forma llana y directa por lo que la risa está asegurada.

PARA REÍR EN SERIO

PARA REÍR EN SERIO

EXLIBRIC

ANTEQUERA 2016

MANOLO “EL CATALINO”

PARA REÍR EN SERIO© Manolo “El Catalino”© de la imagen de cubiertas: Manolo “El Catalino”© de las ilustraciones del interior: Sandra Pérez LópezDiseño de portada: Dpto. de Diseño Gráfico Exlibric

Iª edición

© ExLibric, 2016.

Editado por: ExLibricc/ Cueva de Viera, 2, Local 3Centro Negocios CADI29200 Antequera (Málaga)Teléfono: 952 70 60 04Fax: 952 84 55 03Correo electrónico: [email protected]: www.exlibric.com

Reservados todos los derechos de publicación en cualquier idioma.

Según el Código Penal vigente ninguna parte de este ocualquier otro libro puede ser reproducida, grabada en algunode los sistemas de almacenamiento existentes o transmitidapor cualquier procedimiento, ya sea electrónico, mecánico,reprográfico, magnético o cualquier otro, sin autorizaciónprevia y por escrito de EXLIBRIC;su contenido está protegido por la Ley vigente que establecepenas de prisión y/o multas a quienes intencionadamentereprodujeren o plagiaren, en todo o en parte, una obra literaria,artística o científica.

ISBN: 978-84-16848-24-9Depósito Legal: MA-1391-2016

Impresión: PODiPrintImpreso en Andalucía – España

Nota de la editorial: ExLibric pertenece a Innovación y Cualificación S. L.

PARA REÍR EN SERIO

MANOLO “EL CATALINO”

Dedicado a todos aquellosque estén faltos de risa.

PARA REÍR EN SERIO

11

PRÓLOGO

A veces nos llevamos sorpresas, y eso es lo mejor de la vida, que siempre puede sorprendernos. Nos sorprende en este caso porque nunca se nos ocurre pensar que una persona que pudo disfrutar poco del colegio porque la vida lo obligó a ser adulto antes de tiempo, que no pudo acceder al mundo del conocimiento y de la cultura como sin duda hubiese deseado, aparece un día diciendo que quiere escribir un libro con el único fin de llevar una sonrisa al mayor número posible de personas.

Y entonces descubrimos que desconoce las normas del lenguaje, pero que conoce perfectamente el talento de la expresión acertada, directa, del genio que puede esconderse en el interior de cualquier ser, haya sido o no instruido en la escuela. Y esto sucede porque al genio innato unimos la es-cuela de la vida, esa de la que unos aprenden más que otros, aunque todos, todos, pasen por ella.

Este es el caso del autor de este libro, Manolo, un hombre joven, un niño grande, que desde siempre ha llevado dentro el gusanillo del espectáculo, la capacidad creativa que se mueve como un “parece que no estoy, pero estoy” entre los miembros de esta gran familia. Muchos son los artistas que tenemos, y muchos los que se preparan para serlo. La creatividad es lo que nos hace diferentes, originales, lo que nos aleja de los animales irracionales, lo que nos hace humanos. Creando hacemos arte, porque todo lo que se crea no existía antes, y por ello, todos los creadores son genios, y todo lo que se crea es arte cuando no tiene una finalidad práctica en sí misma, cuando su único fin es hacer disfrutar a los demás, proporcionarles placer que por un momento los aleje de cualquier tristeza real.

Y porque su finalidad es hacer un poco más felices a sus lectores, sin otra pretensión que la de despertar sonrisas donde no las había, por eso Manolo es un creador, generoso y entregado.

Aquí, en estas páginas, no encontraréis grandes lecciones magistrales de filosofía, pero encontraréis la verdadera filosofía de la vida, la filosofía a pie de calle, esa que todos entienden porque todos viven.

MANOLO “EL CATALINO”

12

Encontraréis la risa, tan necesaria en todos los tiempos, y más en estos que vivimos, la risa que siempre ha sido la mejor medicina del alma. Encontraréis las palabras de un chiquillo del campo, que se convirtió en un adulto del mundo, y que con gran esfuerzo, ha querido traspasar los límites impuestos por la realidad, para mostrar a todos que no hay límites, si somos valientes y logramos sobreponernos a lo que nos viene impuesto.

Por todo ello, con orgullo os dejo libres para que os sentéis cómodos, al fresquito de la noche de verano estrellada o al calor de la chimenea del hogar, y os riais un rato, o muchos ratos, porque sé que así, solo así, el autor de este libro, sentirá que ha cumplido su propósito, y sentirá que ha sido un éxito, su éxito.

Teresa Muñoz.

PARA REÍR EN SERIO

13

PRESENTACIÓN

Yo soy Manolo “el catalino” y os explico mi profesión, de chico fui ganadero,más tarde labrador,y también fui esparraguero. Ya desviando mi suerte, intenté hacerme torero; no sé si es que me dio miedo de la muertecuando le dije a un becerro:“ahí te quedas, hasta luego, no tendras apaño de cogerme”.Luego me dediqué a la construcción, fui domador de caballosy licenciado como pintor.Porque todos tenemos un sino, yo os tengo que decirque lo más bonito en mi camino fue poder hacer reir. Hacer reir a la criaturas,en ello encuentro cierta hermosura.Y porque esto serán cosas del destino, atentamente los saludavuestro amigo, Manolo “el catalino”.

Soy consciente de no haber recibido cuanta cultura hubiese deseado, por el poco tiempo que pude acudir al colegio. Solo pude asistir cinco años a una escuela rural donde mi profesora no tardó en descubrir aquella chispa humorística que yo llevaba dentro.

MANOLO “EL CATALINO”

14

Cuando la maestra por algún motivo tenía que abandonar la clase, los chiquillos se desmadraban alborotando mucho. Para que aquello no sucedie-ra, la profesora me ordenaba ocupar su mesa y contar historias a los demás alumnos, teniendo así la confianza de que mientras estaban riendo, ninguno abandonaba su pupitre.

Fue tal la importancia que aquella buena profesora, junto a otras, le dieron al tema, que lo pusieron en conocimiento de la directora de colegios del obispado, desplazándose esta desde Madrid hasta el colegio rural Cortijo del Cerro, en la provincia de Málaga. Dando ella muestras de impresionada, manifestó que veía en mí a un posible artista con don de palabra y gancho hacia los demás.

Cuarenta años más tarde, acordándome de ellas he decidido asentar mis historias en este libro, para que puedan llegar a la vista de todo aquel que las desee, con el único objetivo de que sean entendibles y del agrado de mis posibles lectores.

Dios guarde digo cuando llego,y adiós cuando me vaya.Sé que habrá humoristas más buenos.También se escuchan cosas más malas.Yo hago siempre lo que puedo.

PARA REÍR EN SERIO

15

HISTORIAS DE MI NIÑEZ

Os voy a mostrar una serie de historias desde lo más profundo de mi humildad, que es como se ha de ser en la vida según mi forma de entender. Por ello digo que todo aquel que no camina humildemente es un equivocado.

Un día se encontraron cuatro amigos que llevaban veinte años sin verse. Contentos por el reencuentro, decidieron tomar unas copas. Uno de ellos dijo a los demás:

−Señores, yo antes de tomar nada tengo que ir al baño a echar una meada.Los otros tres emprenden una conversación sobre los hijos, diciendo el

primero: −Mi hijo tuvo suerte en la vida. Se colocó en una obra, los empresarios

ya se han puesto viejos y como él es una buena persona, le han puesto la em-presa a su nombre. Hoy está ganando mucho dinero y mira si le van las cosas bien que le ha regalado a su mejor amigo una casa con mil metros cuadrados.

A esto dijo otro: −Pues el mío también tuvo suerte. Se colocó en la BMW, le hicieron

accionista, hoy también gana mucho dinero y mira si le van bien las cosas que le ha regalado a su mejor amigo un BMW con todos los extras.

A esto también manifiesta el tercero:−Señores, esto son coincidencias de la vida. El mío también se colocó en

Iberia, en esto de los aviones con la suerte que en poco tiempo le hicieron accionista. También está ganando muchísimo dinero y fíjate si le van bien las cosas, que le ha regalado a su mejor amigo una avioneta.

Llegó el otro y le dijeron los tres:−¿Tú también tenías un hijo?−Sí, yo lo tengo.−¿A qué se dedica?−Es bailarín −dijo.−¿Dónde trabaja?−Trabaja en una sala de fiestas, porque es gay.−¿Te sentirás avergonzado, verdad?

MANOLO “EL CATALINO”

16

Alegremente, contestó el padre: −¡Qué va hombre!, yo lo quiero mucho porque es mi hijo y me siento

orgulloso de él porque es una buena persona. Hoy día está ganando mucho dinero y fíjense si le van bien las cosas que ahora, días pasados, ha recibido de regalo una casa, un coche y una avioneta de los tres novios que tiene.

De antemano, quiero que ustedes sepan que en esto que yo hago, la chispa o la gracia no está en lo que yo diga, sino en lo que ustedes entiendan.

Una campestre mujer y de pocos conocimientos acudió a una clínica con intención de hacerse un aumento de pecho. Al ser corta en palabras, simplemente le dijo al médico:

−Quiero que me diga lo que me cuesta engrandarme las tetas.Y este le pregunto:–¿Y su marido la apoya?–No, de momento las tetas nada más.

Para que ustedes me vayan conociendo, lo menos que puedo hacer es contaros algunas cosas de mi vida.

A mucha honra tengo que decir que vengo de una familia de campe-sinos. Siendo yo muy pequeño, mi padre trabajaba en el campo. Un día se encontró un nido de mirlos y me trajo un mirlillo chico para que yo jugara con él. Aquella noche, en mi entretenimiento con aquel pájaro negro, ya lo pongo aquí, ya lo pongo allí, arrastró un vuelo bajo y tortoleando al pasillo llegó al cuarto de baño, que no tenía puerta, solo una simple cortina, donde se estaba duchando mi prima, que ya tenía sus dieciocho años. Al entrar yo, de repente, ella se puso las manos en aquella parte más íntima. Yo me quedé mirando al punto que escondía y le digo:

–Dame el mirlo.Ella respondió:–Yo no tengo el mirlo.–Sí lo tienes.–No lo tengo.–Quítate las manos.–No me las quito.

PARA REÍR EN SERIO

17

–Porque lo tienes.Ella quiso convencerme quitándose las manos con suavidad y me dijo: –Ves como no lo tengo yo.Me quedo mirando un poco agazapado y le digo: –Tenerlo sí lo tienes, pero tanto lo has apretado que le has arrancado la

cabeza.Debido a aquel entorno, que era una zona rural de escasa población, pues

no tenía colegio pero sí había un cura que se dedicaba a ir recorriendo cor-tijos, enseñando a los niños, al menos a leer y escribir. En aquella casa donde yo me crie, el dinero nunca estuvo sobrado, pero de comer nunca me faltó. Siempre se contaba con dos o tres cochinos cebados, las cabras para la leche y el queso, garbanzos, patatas y otras cosas. No servían comidas finas, pero como la barriga es tonta llenándola de comida de lo que sea ella se conforma.

Debido a que las otras familias eran menos pudientes, el cura empren-día un recorrido y a la hora de almorzar procuraba llegar a mi casa. Al día siguiente recorría su camino pero a la hora de almorzar allí y un día le dice mi hermano el pequeño:

–Padre, ¿el cielo está muy lejos? Y dice el cura: –Si uno pudiera subir al cielo y tirar una piedra para abajo, tardaría años

y años en llegar a la tierra.Y le dice mi hermano: –Pues yo creo que a usted se lo llevan al cielo y a la hora de almorzar

ya está aquí en mi casa.

A poco después de aquello, me fui a una higuera con mi intención de comer unas brevas. Aquella higuera estaba en el borde de un río y se encon-traba rodeada de adelfas. Estando yo en lo alto de aquel verde y tupido árbol, asomó una pareja de novios río abajo y se metieron debajo de la higuera, ya que aquel era un sitio tranquilo, solitario y oculto. Yo me quedé pegado a una rama. Ellos, con la confianza de que se encontraban solos, enseguida empezaron a hacerse cositas, ella tumbada para atrás y él encima. Ella tenía los ojos cerrados. Yo, que estaba pegao de la vida, pensaba que ella estaba dor-mida, que se había quedado frita y estaba teniendo una pesadilla porque de cuando en cuando ella decía:

MANOLO “EL CATALINO”

18

–¡Ay! ¡Ay!Encontrándose aquello en plena acción abrió un ojo y dijo: –¡Un niño!Y contestó: –Que sea niño o niña, lo que hace falta es que venga bien.Aquella higuera tuvo historia en aquella vecindad. Una joven se echó

novio y tras un largo tiempo de noviazgo, ella se empezó a escamar un poco al notarlo un tanto frío, ya que en ningún momento conseguía despertarle el apetito sexual. Ella contó el caso a una mujer de más edad y con más expe-riencia. Esta veterana mujer le explicó que había hombres tímidos, los cuales se deben sonsacar hasta dar ese primer paso y, al mismo tiempo, le aconsejó que lo invitara a una merienda en algún sitio solitario donde poderlo provo-car para descubrir la reacción. La joven apañó una cestita repleta de comida y se fueron debajo de la higuera que antes mencioné. Aquella joven tendió una manta en el suelo y soltó la cesta encima, la cual este destapó y empezó a comer dándose esta cuenta que a él solo le interesaba la cesta. Dijo:

–Niño, yo tengo mucho calor, ¿me quito la camisa?Él contestó:–Quítatela si quieres.Y sin pensarlo, ella se despojó de la ropa quedando a la vista aquel llama-

tivo pecho, al cual él no miró siquiera. Momentos después, volvió a insistir:–A mí no se me quita el calor, yo me voy a quitar la falda.Se despoja de ella y él sigue pendiente de la comida. Y sin querer darse

por vencida le dice:–Vamos a hacer una guarrería y contesta él:–Venga.Y fue y se cagó en la manta.

Cuando volvieron de regreso a la casa, la mujer mayor le preguntó a la joven que cómo le había ido y ella le contó. La vieja le aconsejó darle un poco de celos.

Al día siguiente estaba la pareja hablando y pasó el tonto del pueblo. Ella dijo al novio:

–¿Ves a ese que va por ahí?Él contesto:

PARA REÍR EN SERIO

19

–Sí, lo veo.La joven se señaló por la parte baja y seguidamente dijo:–Pues ese me la mete por aquí.A esto el novio se puso en pompa diciendo:–Y a mí por aquí.El resultado de este fue el mismo de otro caso que os cuento.Una noche llegué yo a un bar y me dio por decir:–Camarero, deme un cafelito que vengo que le doy por el culo a un

mosquito.Y se me pegó uno muy cerquita del oído y dijo.–¡Viiiiiiiiiii!

Mis padres decidieron llevarme a un colegio con la intención de darme alguna cultura y quitarme de aquellos campos donde solo estaba aprendiendo cosas de bandolero.

Mi primera profesora era la mujer más fea que jamás nadie ha podido ver. Recuerdo un día que estábamos dando los verbos y me preguntó:

–Manolito, si yo te digo que fui una mujer muy rica ¿a qué tiempo pertenece?

Yo contesté: –Eso es tiempo pasado.–Muy bien, –dijo ella– Y si te digo:–Yo estoy buscando novio, ¿qué tiempo es? Y yo contesté:–Eso es tiempo perdido.

Otro día dijo la profesora: –Hoy vamos a decir frases que rimen. María, empieza tú.Y dice María:–Yo estoy en la orilla y me llega el agua a la rodilla.–Muy bien, –dijo la profesora–. –Ahora tú, Manolito. Y monté mi frase diciendo:

MANOLO “EL CATALINO”

20

–Yo estoy en los peñones y me llega el agua a la rodilla.La profesora dijo:–Hombre, eso no pega.–Y yo le dije:–Pues entonces espera que suba la marea.Debido a que yo era un chaval muy travieso y ella las tenía malas en

cuanto a novios, no sé cómo, pero terminé emparejado con la profesora fea. La primera novia que tuve era maquilladora de muertos y aquella era como un muerto sin maquillar.

La primera vez que fui a su casa era en Semana Santa y me contó que el día anterior había ido con su amiga a ver la procesión, y que un hombre la había comparado con la virgen. Sorprendido, le pregunté que cómo fue. Ella respondió contándome que estaba apoyada en una esquina y venían dos hombres. El que venía delante se quedó mirándola, dio un bandazo y dijo:

–¡La madre de dios!En aquel mismo momento, decidí terminar con la relación dejándola

para siempre. Supongo que en algún momento habrán oído decir que nunca falta un tiesto para una maceta y tal vez por eso ella se casó con otro. Miren como sería la leona que un día le dijo al marido:

–¿Qué te juegas que me escondo y no me encuentras?Y contestó el marido: –¿Qué te juegas tú a que te escondes y ni te busco?

Aquella mujer era algo inigualable, ya que todo lo que tenía de fea lo tenía de fogosa.

Un día su hijo pequeño estaba diciendo en la plaza: –Mi madre siempre tiene la gripe.Un hombre que lo escuchó comentó:–Eso es imposible, no puede ser.El niño respondió: –Pues yo escucho a mi padre que le dice todas las noches: estas caliente.

El chiquillo un día dijo a su madre:–¿Tú por qué no dejas que mi padre utilice la puerta del patio?La mujer, un poco asombrada, preguntó a su hijo:

OOOOHHH!!!!Sentimos no poder mostrarte más páginas de muestra,

si te has quedado con ganas de más, entra en

tienda.exlibric.com