pablo arteche

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ARCHERY FOCUS Nº 1 Febrero 2009 4,00 € el deporte la disciplina el arte

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Trabajo de maquetación de Pablo Arteche

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Page 1: Pablo Arteche

ARCHERY FOCUSNº 1 Febrero 2009 4,00 €

e l d e p o r t e l a d i s c i p l i n a e l a r t e

Page 2: Pablo Arteche

Archery Focus España

Editor y directorPablo Arteche González

Web MasterRuben Iglesias Capel

PublicidadOscar Ortiz

RedactoresConcepción Coca Maite MoratinosGonzalo CaballeroMarcos HallionCelia RodriguezColaboradoresRick McKinneyJason Butler

Fotografías(Banco de imágenes Club

Deportivo Arco Santander)Pablo ArtecheCesar RadoEduardo de AndrésSergio Cuesta

Archery Focus España

C/Gutierrez Solana nº 7-E 9ºD39011 SANTANDER

CANTABRIA(34) 942 01 98 56

E-mail:[email protected]

Las opiniones de los articulistas no son necesariamente compar-tidas por Archery Focus España. Prohibida la reproducción parcial y o total por cualquier medio sin la autorización expresa y escrita del Director de Archery Focus España

Dep Legal S-79/2009

Page 3: Pablo Arteche

Editorial

Indice

Arco tradicional. Técnica de tiro adecuada

Ganar desde el punto de vista del espectador

Guerra psicológica. Rick McKinney

Aprendiendo cuando se pierde. Rick McKinney

Caza con arco. Calculando las distancias

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Los tiempos van avanzando, y las tecnologías se ponen al servicio de todos nosotros para mejorar nuestra comuni-cación y los servicios. Y uno de los medios más revoluciona-rios en este siglo ha sido Internet y todo lo que ello ofrece. Archery Focus, como no podía ser menos y desde nuestra creación estuvimos convencidos de crear nuestra propia página web, artesana y con un único espíritu, informar del contenido de nuestra revista.

Pero hemos dado otro paso adelante y hemos adheri-do otros objetivos a nuestra web. En primer lugar hemos creado un nuevo diseño, más fácil e intuitivo para todos, sin demasiado volumen para poder descargar la información rápidamente y sin largas esperas. En nuestra web conoce-rá lo que es Archery Focus, nuestras secciones, los números atrasados y el contenido de cada número, los links más in-teresantes con otras páginas de arquería, el rastrillo de las flechas (ese rincón de segunda mano tan solicitado), artícu-los interesantes que no han sido publicados, fotos de tiro con arco, el numero actual, las tiendas de arquería en España, una interesante posibilidad de preguntar y saber a través del foro, etc.

En la primera página informaremos el día en el que sale publicado el siguiente numero, por lo que tendrán informa-ción puntual de cuando se ha enviado su revista y conocerá de cualquier noticia importante para nuestra revista. Visite nuestra página web:

www.archeryfocusesp.com

Editorial

Page 4: Pablo Arteche

Una vez preparado el material apropiado a cada arquero es hora de meterse en el aspecto técnico del tiro con arco. La técnica de tiro adecuada es tan importante como las buenas condiciones del arco para conseguir pre-cisión y consistencia en el tiro. Es evidente que el esti-lo de tiro varía entre los dis-tintos individuos, pero todo tirador que sea constante en precisión utilizará la técnica adecuada de tiro.

Si se utiliza una técnica de tiro adecuada en cada suelta, el resultado no será una sola flecha directa al objetivo, sino que consegui-remos agrupaciones de fle-chas bastante importantes, ya que en cada tiro estare-mos utilizando la misma téc-nica correcta o cometiendo

los mismos errores, lo que nos dará como resultado flechas tiradas de igual ma-nera una y otra vez (la única diferencia entre ambas es que con una técnica correc-ta seremos más regulares en competiciones de larga duración). Al comienzo, es muy importante aprender y practicar la técnica de tiro adecuada con el objetivo de ayudar a construir unos buenos conocimientos para convertirse en un tirador instintivo de categoría.

Al principio, cada movi-miento debe ser deliberado, pensado y exagerado, con el fin de que se desarrolle la memoria muscular, con-virtiendo esos movimientos exagerados en naturales. Hay que tener en cuenta lo siguiente:

Una técnica de tiro adecuada es básica si se quiere conseguir un tiro efectivo, y más en esta

modalidad que no hay ayudas a la hora de apuntar ni de la suelta, modalidad en la que casi todo depende de la técnica del arquero

Técnica de tiro adecuadaTiro con arco instintivo tradicional

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Postura

Su postura, o el modo en que se dirige al objeti-vo, es junto con la suelta y el anclaje el aspecto más relevante en la técnica de tiro, porque será la forma en la que nos encararemos al objetivo. Si la posición es incorrecta, a parte de dar como resultado un tiro incorrecto y fallido podrá provocar diferentes lesio-nes.

Si es diestro nos coloca-remos con el tronco en per-pendicular al plano formado por el blanco, estando el pié izquierdo más cerca del objetivo. Los pies se encon-trarán a la misma altura que las caderas (en lo relaciona-do a apertura), para que las piernas no resulten forzadas. La posición de los pies podrá variar dependiendo de cada arquero, pero preferiblemen-te nunca se retrocederá el pie derecho más atrás del tronco,

ya que nos enconraremos más inestables en el tiro.

Es preferible no cargar los gemelos, es decir, a ser posible hay que desbloquear las rodillas ya que cuantas menos partes del cuerpo tengamos tensas a la hora de realizar el tiro este sal-drá con más naturalidad.

La cabeza deberá diri-girse al blanco, de forma natural y sin tensión, ya que de existir tensión esta será transmitida al tiro.

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Para conseguir buenas agrupaciones, lo más importante es una buena postura, ya que sin ella, el desarrollo de la técnica será inútil.

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Empuñadura

Si agarra el arco con demasiada fuerza corre el riesgo de torcerlo y, como consecuencia, de empeorar el vuelo de la flecha y des-viarse del objetivo hacia cualquier dirección. Si no lo agarra con suficiente fuerza, se le puede resbalar al sol-tar la flecha. La empuñadu-ra debe ser firme con la ven-tana del arco alineada con la muñeca y el antebrazo. Si sigue la dirección de la ven-tana hacia atrás, esta línea imaginaria debería coincidir con la línea ósea de la mu-ñeca. Los arcos pueden pre-sentar una empuñadura con la muñeca hacia arriba, en posición intermedia o hacia abajo.

Brazo del arco firme

El brazo del arco es como el visor frontal de un rifle. Si ha tensado completamente el arco y el brazo se balan-cea o se mueve demasiado, el vuelo de la flecha se verá afectado y no impactará en lo que apuntaba. Una vez que ha tensado y anclado el arco, el brazo debe estar fir-me como una roca hasta que la flecha golpee su objetivo. Debe flexionar ligeramen-te el codo para facilitar el desplazamiento del antebra-zo fuera del trayecto de la cuerda. Al flexionar el codo también ayuda a liberar el exceso de tensión en esta articulación, lo que podría causar algún tipo de lesión.

Anclaje y punto de anclaje

Si tira con un dedo sobre la flecha y dos por debajo, pruebe a colocar el dedo co-razón en la comisura de los labios, no todos los tiradores tienen la misma fisonomía, así que cada uno tendrá que determinar cuál es su mejor punto de anclaje. Lo impor-tante es que se utilice siempre el mismo punto, puesto que de esta forma, la precisión tam-bién será siempre igual.

Posición correcta tras la suelta

Esta posición no consiste sino en dejar que la mano que ha tensado el arco se desplace hacia atrás de forma natural después de la suelta. El bra-zo que sostiene el arco debe permanecer firme hasta que la flecha impacte en el obje-tivo. Habrá que evitar alejar la mano a otra dirección que no sea hacia la espalda, ya que provocará una desviación acusada de la flecha.

Si se utiliza una técnica de tiro adecuada en cada suelta, el resultado no será una sola flecha directa al objetivo, sino que conseguiremos agrupa-

ciones de flechas bastante importantes, ya que en cada tiro estaremos utili-zando la misma técnica correcta o cometiendo los mismos errores

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El tensado

Existen varias escuelas de pensamiento con res-pecto a cómo tensar el arco adecuadamente. Algunos ti-radores optan por comenzar con el arco apuntando hacia abajo y elevarlo conforme tensan y anclan el arco. Otros apuntando hacia abajo y elevarlo conforme tensan y anclan el arco. Otros defien-den que el mejor método es comenzar con el arco en una posición de aproxima-damente 40 grados y bajar-lo conforme se tensa y ancla al arco.

Mi preferencia y reco-mendación es la siguiente: comience con el arco y la flecha apuntando directa-mente al objetivo y tense el arco hacia atrás de forma suave y deliberada hasta alcanzar el punto de an-claje. Al implicar muy poco movimiento se trata de un buen método si es cazador con arco. Casualmente es además un buen método para ver si alguien intenta tirar con un arco con dema-siada potencia. En este caso el arquero no podrá evitar apuntar hacia el cielo y rea-lizar bruscos giros mientras intenta tensarlo completa-mente. Por tanto, si no lo puede tensar al máximo con suavidad y decisión, la po-tencia del arco es excesiva.

La cuerda del arco se debe posicionar en el plie-gue de la primera falange de los tres dedos utilizados para tensar la cuerda, estando es-tos tres pliegues alineados.

Si no se puede con-seguir una suelta limpia cuando tira con la cuerda en los pliegues de las pri-meras falanges, compruebe que el guante o dactilera no forma ningún tipo de surco al entrar en contacto con la cuerda. Dicho surco se puede ir definiendo con el tiempo y provocar que se enganche la cuerda in-cluso cuando la suelta es

perfecta. Si percibe algún surco en el guante o en la dactilera es momento de reemplazar cualquiera de ellos.

Si aún no consigue realizar una suelta limpia, pruebe a desplazar la cuer-da un poco hacia la punta de los dedos. En este caso, tendrá que realizar más fuerza con los dedos y el brazo y prestar más aten-ción para ejercer la misma presión en la cuerda con los tres dedos.

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Al igual que todos los miembros federados de la NAA, he recibido la nueva revista de Sport Ilustrated “Para Mujeres” (Si, ftr Wo-man) que ha promocionado el Comité Olímpico USA. Cuando descubrí cierto ar-tículo contando una historia me quedé horrorizado por el título del artículo. “La agonía de la derrota” (por no mencionar la humilla-ción pública, los perjuicios financieros y el trauma de larga duración en la mente y el ánimo), con el subtítulo, “Hay un destino peor que quedar el ultimo en los Jue-gos Olímpicos, y es finalizar el segundo’: por Stacy Per-man.

Sólo el título hizo que mi sangre hirviese. ¿Cómo puede alguien disgustarse con una medalla Olímpica de plata? Cuando me calmé algo, me dije a mi mismo que al menos le iba a dar al autor del artículo el beneficio de la duda y al menos lo leería por encima. Después de todo, el sensacionalismo es lo que se supone que deben ofrecer los periodistas, sobre todo algunos, y que estos títulos se venden mejor que aquellos más sinceros y simples.

desde el punto de vista del espectadorGanar

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Obviamente, la autora se centró en algunos casos con-cretos de deportistas famo-sos que se vieron fracasados con un segundo puesto en los JJOO. Los medios de co-municación hicieron de estos atletas unos superhumanos y que no tenían otra opción en los Juegos que ganar el oro. Eran los verdaderos favoritos, sin lugar a dudas. Cuando consiguieron la pla-ta, esta no representaba un éxito, sino una verdadera derrota.

El artículo ofrecía la his-toria de algunos deportistas

que entraron en una pro-funda depresión y un gran bache deportivo durante varios años después de su “medalla de plata” Olímpi-ca. Habla sobre cómo esa medalla de plata les arruinó la vida y cómo, unos 15 o 20 años después, han sobrelle-vado este hecho y aquella dura derrota. Me imagino que esto se puede definir como el nuevo “Síndrome de Depresión Mental de la medalla de Plata” y unido al apartado de desórdenes de déficit de Atención y otros desórdenes de este tipo.

Yo creo que he asimila-do mi medalla Olímpica de Plata de una manera muy diferente. Si, en un principio me sentí un poco defraudado y deprimido. Pero como era lo normal, con el tiempo, llegué a apreciar el autén-tico valor de esta “plata” y valoré en la justa medida lo afortunado que había sido por haber podido alcanzar ese gran nivel contra los mejores arqueros del mun-do. Lo que es extraño sin embargo y es algo diferente a estos casos es que experi-menté esa misma sensación después de ganar mi primer título de Campeón del Mun-do. Recuerdo que estuve exhausto después de ganar el oro. Tenía la sensación de que me había centrado en ser el mejor del mundo du-rante mucho tiempo y cen-trado mi vida en ello y que después de unos cortos 13 años había conseguido este objetivo. Sentí que mi carre-ra deportiva se había acaba-do. No había nada más que probar ni a lo que apuntar o aspirar. Esto hizo que revisa-ra y pensara seriamente en mis objetivos y en las ilusio-nes y deseos que tenía en el deporte del tiro con arco. Lo

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que encontré en mi reflexión es que estaba centrado en los objetivos equivocados, y por ello apareció esta extra-ña depresión.

Si, el ganar es un deseo constante en todo depor-tista competidor y si, los deportistas de élite se fijan objetivos muy altos y con un deseo muy fuerte, in-cluso enfermizo, obsesivo. Como es normal, para poder conseguir estos deseos uno debe mirar hacia su interior y encontrar qué es lo que le

hace “tic”, y que es lo que le motiva exactamente’. Si eres una persona que bus-ca el éxito, el glamour, y. el potencial exito económico y financiero, entonces los Jue-gos Olímpicos solo represen-tan más “combustible para el fuego”. Sin embargo, si eres de esas personas que no les gusta el éxito, la fama y el glamour, ser seguido por los medios de comunicación y la gente, entonces los Jue-gos Olímpicos representarán uno de los retos más largos y difíciles a los que te pue-des enfrentar.

Centrarse en los objeti-vos equivocados le dará una tensión y presión adicional, y que muchos atletas no se-rán capaces de controlar ni digerir. Para todos aquellos que seguisteis los ultimas Juegos Olímpicos de Invier-no de Salt Lake City, Mi-chele Kwan es un perfecto ejemplo del deportista que no rinde bien bajo la presión de unos JJOO. No hay duda alguna que era una de las mejores patinadoras de los

“La mayoría de la gente pierde por el propio miedo a fallar y por estar centrado en el pasado

y en el futuro, y que no se puede controlar”

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Juegos, y durante el progra-ma corto demostró su gran valía, su gracia, su hermo-sura, sus posibilidades del oro, pero al igual que hace 4 años, en el programa lar-go se centró tan duramente en no perder y mantener el liderazgo que volvió a en-contrarse con el peor miedo en el momento de la com-petición, estaba bloqueada. Deportistas jóvenes con un espíritu libre y sin miedos, como Sarah Huges, tenían la agresividad, la valentía y el espíritu de arriesgar y que les hicieron brillar en los Juegos. No tenían nada que perder y mucho que ganar. Por ello, Sarah salió a la pista relajada, y patinó y se divirtió con su actuación ... y ganó el oro.

El tema de fondo de este artículo es que, si un arquero desea ganar, debe dar lo me-jor de sí, pero que no lo tome como un tema demasiado se-rio. Que recuerde y reviva sus entrenamientos diarios. Que se divierta y disfrute del momen-to. Cuando esté centrado en

la ejecución de su tiro y esté en el presente, solo entonces las posibilidades de éxito se incrementan sustancialmente. Mucha gente pierde, o no con-sigue su nivel debido al propio miedo que tienen a fallar y a que sus pensamientos van constantemente del pasado al futuro y viceversa. Recuerde que está donde está en este momento, por que disfrutaba del tiro con arco y de su prác-tica, del tiro. Disfrutaba de la competición y, especialmen-te disfrutaba del momento.

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Guerra Psicológicapor Rick McKinney

Hay muchas personas que le miran o le van a mirar en el camino del éxito a lo largo de su vida deportiva. Inten-tarán que no se dé cuenta de ello, pero le estarán mirando con detalle. Como siempre, dependerá de su estado men-tal y de su personalidad el sa-ber qué será lo más correcto a hacer para usted ante este hecho. En este punto se me viene a la memoria una de mis primeras competiciones internacionales en los que estuve mirando a uno de los

¿Cómo debería actuar usted con sus contrarios o competidores? ¿Debería jactarse de sus puntuaciones

en los entrenamientos? O bien ¿Debería parecer que no está preparado suficientemente bien para

ese torneo? Cuando llega al campo de competición, ¿debería hacer sus mejores tiros para mostrar a sus competidores de lo que es capaz?, o bien ¿debería

disparar al azul para darles una impresión equivocada de su nivel? ¿O debería irse a una zona alejada y no mostrar cómo se encuentra su forma de

tiro y que nadie le vea calentar?

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arqueros favoritos y durante todo el día estuvo disparan-do las flechas sin precisión ni agrupaciones claras. Hacía viento y realmente creí que estaba teniendo problemas. La mayoría de nosotros po-díamos apuntar a un color de la diana y seguir man-teniendo los grupos de las flechas cercanas al amarillo. Casi todos creímos que este arquero no sería capaz de manejar esta situación de viento en la propia compe-tición. Está claro que no. Al

día siguiente, ya en compe-tición, este mismo arquero nos estaba destrozando en los 90 metros. Nada cambió respecto al día anterior en las condiciones climatoló-gicas, y solo cambió que él sabía perfectamente donde apuntar con este viento. El día anterior, simplemente estaba apuntando al centro de la diana y dejando que sus flechas se fuesen donde el viento las llevase. Y así llegó a conocer cuánto se despla-zaban las flechas con cada

ráfaga de viento. Estuvo es-tudiando varias banderas y referencias del campo y eje-cutaba su tiro. Así, aunque no estaba jugando con nosotros (éramos nosotros solos los que jugábamos a este juego de adivinar cómo estaba su nivel de tiro), sí que estaba aprendiendo las condiciones del campo y lo que sucedía exactamente en las diferen-tes condiciones del viento.

Y recuerdo a otro arquero que solía jactarse de su gran nivel en los entrenamientos

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previos de los torneos. Les decía a todos que le querían escuchar que había estado tirando excelentemente bien (normalmente unos 50 pun-tos más que cualquier otro de los que estábamos allí). Esto hacía que algunos de los arqueros abandonasen sus esperanzas de ganar, incluso antes de haber comenzado a competir, ya que pensaban que no tenían opción alguna. Habitualmente este arquero no se acercaba, ni de lejos, a las puntuaciones de las que presumía. Incluso cuando le preguntabas en la competi-ción cómo le iba y esperabas un �no está mal�, o �bueno, normal�, podías prepararte para oír unas marcas increí-bles (y que no eran ciertas, por supuesto). Esto lo utilizó en ciertas ocasiones como táctica en las competiciones. En otra competición del alto nivel, recuerdo a otro arque-ro que durante las prácticas oficiales previas realizaba unas medias cercanas a los 54 y 55 puntos en sus seis flechas en los 90 metros. Ver esto era desesperante. ¿Cómo podía alguien batir un elemento de ese nivel y con esa precisión? En cada serie, podías mirar a su diana y ver todas sus flechas dentro del amarillo, o muy cerca del mismo. Grupos de flechas que hacían del amarillo un punto oscuro. Muy descorazonador para aquellos que con mucho esfuerzo llegábamos a hacer 50 puntos como mucho. Pero, como suele suceder en esos casos, en la competición de verdad, este arquero no aca-bó ni entre los 10 primeros.

En mi primer Campeo-nato del mundo no quería entrenar frente a mis ad-versarios o de cualquier otro arquero. Pero no ha-bía manera de encontrar un sitio en donde tirar sin compañía. Por ello simple-mente decidí hacer “turis-mo” y visitar el campo de tiro y los alrededores sin entrenar en las prácticas de los días previos. Dejaba que los arqueros se figura-sen cual podría ser mi ni-vel de tiro.

En aquellos años, los ar-queros Norteamericanos éra-mos considerados los “top” y el mejor equipo del mundo. A mí me dijeron esto al lle-gar al equipo y yo lo acepté así como un hecho. Por ello, creía que los únicos a los que debía tener en cuenta eran a mis propios compañeros de equipo.

En toda la semana no fui al campo de entrenamiento. El capitán del equipo USA me preguntó que cuándo pensaba ir a entrenar y le

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desespera a la mayoría de los oponentes, ya que se creen que uno se encuentra tirando muy bien. Como casi todos sabemos, cuando un arquero de los favo-ritos se encuentra tirando mal y lo demuestra, esto da un empuje y ánimo a los demás arqueros, posiblemente porque crean que hoy es el día de poder batirle y que ellos puedan ser mejores en ese día. Si uno ve a un arquero de estos “top” sonriendo y dis-frutando de la competición solo puede pensar que te está des-trozando y que no tienes opción alguna. Esto te desmoraliza y es una pequeña victoria para el arquero que “sonríe”, incluso si no está disparando al nivel es-perado o habitual.

Así que, ¿a qué nos lleva todo esto como conclusión? Todo se reduce en cómo se siente uno consigo mismo en las competiciones y cuánto con-fía en sus capacidades. Cuanto más sepa uno sobre si mismo, más cómodo se sentirá con lo que esté realizando y haciendo en sus tiradas, sean como sean. Recuerdo lo que un excelente psicólogo deportivo me dijo en una ocasión, “¿No es fenome-nal el saber que has entrenado mucho y bien, para que cuando te vengan las dudas en el mo-mento más inesperado puedas apoyarte en la confianza que tienes en ti y en tus capacidades por las muchas flechas que has disparado perfectamente en tus entrenamientos?”

Ignore la competición y haga lo que le apetezca hacer, lo que más le convenga en fun-ción de lo que conoce de sí mismo. Dispare tiros buenos en calidad y sienta la buena sensación del buen tiro.

dije que en el propio día de los entrenamientos oficiales ya tomaría las alzas en los disparos. Y en ese día, sólo disparé 6 flechas a cada dis-tancia y di por finalizado mi entrenamiento de toma de visores. Esto enojó a mi capi-tán de equipo, pero realmen-te no me importó lo que pen-sase mi capitán. De lo único que estuve pendiente en todo momento era en asegurarme que mis medidas de cada dis-tancia estuviesen bien toma-das y marcadas, y de sentir

mi tiro muy bien ejecutado. Me conocía a mi mismo que tenía total confianza en mis posibilidades de victoria y en lo que estaba haciendo (¡es curioso observar como un capitán de equipo que apenas te conoce desde hace dos semanas puede llegar a creer que sabe lo que más te conviene para tirar bien!)

Una de nuestras mejo-res arqueras del equipo tenía una gran “filosofía” mientras competía. Ella decía “sonríe siempre”. Esto habitualmente

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Un arquero campeón aprende de sus errores. Cuando tira mal, busca la causa de ese tiro defectuoso e intenta eliminar el problema

dominando de nuevo su tiro. Parece simple, pero la mayoría de las personas quieren olvidar que incluso pueden tener algún problema, e intentan

que se resuelva por si solo a base de tiras más flechas. Un arquero de élite busca eliminar los

problemas en el tiro para que los dieces y nueves se conviertan en normales.

Supongamos una situa-ción habitual, como una competición en la que un arquero está tirando bien y entonces hace un tres. En ese momento tiene una elec-ción. Puede analizar el tiro y hacer la corrección técnica o actitudinal necesaria para que no vuelva a repetirse de nuevo este mismo fallo, o bien enfadarse, desanimarse y perder el control de las emociones y por tanto de los tiros siguientes, lo cual le conducirá a más treses. Esto no significa quedarse en los “treses”. Intenta analizar rápidamente que es lo que ha pasado en ése tiro erró-neo. Digamos que has de-jado caer el brazo de arco. Una vez analizado (sentir la caída del brazo es impor-tante), entonces el arquero debería ordenarse a sí mis-mo el mantener el brazo de arco durante los siguientes tiros. (Objetivo técnico de los tiros siguientes). La con-centración está en el brazo de arco y es una meta posi-tiva. Hay que estar prepara-

[APRENDIENDO CUANDO SE PIERDE]

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do para tirar las siguientes flechas concentrándose en mantener ese brazo de arco arriba. Las flechas vuelven a ir al centro y el problema se habrá solucionado. El arquero debería continuar concentrándose en el brazo de arco hasta que otro pro-blema aparezca y lo despla-ce a un segundo término. Si ha eliminado el problema del brazo de arco y no ha surgido ninguno nuevo, en-tonces la concentración de-berá centrarse en sentir “su

tiro” para poder identificar el posible “problema nuevo” que surja, en poder sentirlo, identificarlo y en centrarse en cómo corregirlo.

No olvide que los ar-queros de élite continúan teniendo problemas sim-ples a lo largo de toda la competición y de su amplia

vida deportiva. Ellos lo en-tienden, lo aceptan como parte del tiro con arco y les divierte el reto de identifi-car esos problemas y hacer las correcciones necesarias tan rápidamente como les sea posible. Un capeón tiene tantos problemas como el arquero novato que compite a su lado. La diferencia es que el campeón es capaz de analizar los problemas con más velocidad y precisión que el novel y hacer las co-rrecciones necesarias con

Tras el disparo debemos seguir atentos a la sensación que nos

da la suelta

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más decisión, confianza y mejor precisión.

Tenemos que aceptar que somos seres humanos y que siempre habrá algún problema que resolver. Eso es lo que nos diferencia del resto de criaturas vivientes de la tierra. Así que ¿Por qué no aceptar ese reto con tranquilidad y humor y per-seguirlo agresivamente?

Y ahora nos preguntaos, ¿cómo puede uno encontrar esos problemas con rapidez y como puede hacer que es-tas correcciones sean exac-tas y precisas, tanto como sea posible?. De nuevo vol-vemos al hecho fundamen-tal, el “sentir” el tiro. Si el arquero puede aprender a sentir su tiro, será capaz de saber y ser consciente de lo que nota bien o mal en cada disparo, si presta la atención necesaria. Se tarda mucho tiempo en aprender esto. Pero puede hacerse, mientras manten-ga su atención en su tiro, y nunca en el impacto ni en la diana.

Sentir

Ser capaces de sentir el tiro es muy importante. Cuando un arquero llega a un nivel de competición, tiene que ser capaz de sen-tir su tiro para saber así lo que está pasando con exac-titud en cada disparo. Un entrenador puede ayudarle en un cierto punto, pero sentir la diferencia entre un tiro “bien o mal” no puede ser grabado en vídeo. Los mejores puntos de referen-cia para la sensación de una técnica correcta de un determinado arquero se en-cuentran en la sensación, su sensación (sensación pro-pioceptiva). El entrenador puede ayudarle en conse-guir la información objetiva (lo que se ve) de esa sensa-ción del disparo, pero nunca puede llegar a ser los ojos del arquero más allá de un mínimo punto. El arquero debe mirar internamen-te, para conseguir así ese punto “extra” que necesita para ganar.

Por lo tanto, ¿qué signifi-ca sentir el tiro?. En un prin-cipio el arquero debe ser ca-paz de concentrarse “dentro de su cuerpo” tanto como le sea posible. Debe ser capaz de sentir la presión de los dedos en la cuerda el equi-librio de sus pies, la tensión de su espalda frente a la de su brazo, el movimiento continuo mientras se salta el clicker, la relajación de la mano y dedos de arco. Es sorprendente lo que el cuer-po puede detectar cuando uno aprende a escucharse a sí mismo. También es muy importante saber que uno no debería intentar sentir todo eso a la vez. Normalmente, el arquero puede comenzar a concentrarse en un área de cada tiro o en cada sesión de entrenamiento. Por lo tanto, sean pacientes y aprendan a cómo triunfar en el arte de sentir. Paso a paso hasta for-mar la sensación completa del tiro.

La mejor forma de em-pezar, es el tirar cerca del parapeto y sin diana, y tra-bajar concentrándose inter-namente en el tiro. Concre-tamente en las sensaciones que nos da nuestro cuerpo a través del tiro. El primer esfuerzo es ponerse a unos 5 ó 10 pies del parapeto. Ponga la flecha y tense el arco. Cierre los ojos y dispa-re unos cuantos tiros. Lo que notará enseguida es que uno puede concentrarse y sentir mejor con los ojos cerrados. El arquero se dará cuenta que puede sentir, y que ha estado sintiendo, pero no se había dado cuenta hasta ese

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momento. Cuando dispare, preste atención a la mano de arco. ¿Está relajada?, ¿pue-de mover los dedos?. Cuan-do dispara la flecha, puede sentir el arco tirando de la dragonera durante “la con-tinuación del tiro”?. Estas son las cosas que necesitan ser aprendidas y sentidas.

Trabaje una sola cosa cada vez. Después de trabajar con la mano de arco, compruebe su hombro de arco. Entonces valla de uno a otro, de la mano del arco al hombro. La sensa-ción de los detalles en los que se está trabajando tienen que continuar a lo largo del tiro. Sólo por el hecho de que el clicker salte, no significa que la mente deba relajarse y desco-nectar en las sensaciones. Sólo significa que uno necesita estar seguro de continuar en lo que está haciendo y sintiendo hasta que la flecha llegue a la diana.

Después de aprender la sensación con los ojos cerra-dos, ábralos y mire a ver si todavía puede sentir lo mismo pero con los ojos abiertos. Normalmente no ocurre todo de una vez y de manera auto-mática. Cierre los ojos y sien-te otra vez “su tiro”. Haga esto unas cuantas veces, y con el tiempo será capaz de sentir con los ojos abiertos tan bien como con los ojos cerrados. Después de haber aprendido esto, vuelva a una distancia corta y sitúe una diana. Inme-diatamente se dará cuenta de que se concentrará al 100% en la diana, y no en las funcio-nes internas y sus sensaciones. Vaya de uno a otro ejercicio de manera progresiva hasta que triunfen las sensaciones

de las funciones internas a las de apuntar a la diana.

Con el tiempo, el arquero debería aleatoriamente com-probar cada parte de su técnica de tiro como una acción auto-mática. Yo lo llamo “manteni-miento preventivo”. Mantenga una comprobación constante de su técnica y estilo de tiro, y conseguirá excelentes resulta-dos.

Otro elemento importan-te de la sensación es el de comprobar y constatar lo que ocurre si el arquero hace algo mal. Primero, debería ser capaz de notar la diferencia. Realice unos tiros con algún fallo concreto de manera mencionada. Una vez que esto se consiga, es entonces cuando está experimentando y sintiendo los tiros “malos” y ver la incidencia del impacto en la diana. No es necesario hacer esto demasiadas veces, ya que puede desembocar en desarrollar malos hábitos y entrenar errores, que pueden crearnos problemas de los que merece la pena sentir. Pero experimentarlos en algunos ti-ros nos dará más ventajas que inconvenientes.

Mientras entrena, intente agarrar el arco y mire donde le van las flechas. Después intente algo distinto. Puede ser el “dejar caer” el brazo del arco. Baje el hombro de la cuerda para ver a donde clavan las flechas. Con el tiempo, el arquero tendrá una buena idea del porqué una flecha va a caer a cier-to sitio. Cuando entrene, o tire en una competición, el arquero será capaz de con-centrarse en cómo hacer el

cambio adecuado para ir a mejor. Pero como ya he dicho anteriormente, el ar-quero debe tener cuidado en no entrenar demasiado esto. Nunca desestime el poder de las sensaciones. Realmente el arquero puede conseguir su forma de tiro y técnica ade-cuada con facilidad si persiste en buscar sus sensaciones.

Comience a sentir su tiro y busque los aspectos fuertes de su tiro. Busque lo mismo cada día y disfrute de este trabajo.

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Fallar un tiro fácil y abierto debido a un incorrecto cálculo de la distancia representa la mayor pesadilla para la mayoría de los

cazadores con arco.

Calcular mentalmente la correcta distancia de tiro re-presenta probablemente el reto más importante con el que los cazadores con arco tienen que enfrentarse en situaciones de caza real. Una adecuada combinación de las miras del arco ajustadas con precisión, una buena postura y las mejo-res técnicas de apuntado son imprescindibles para una caza con éxito, pero no valdrán un comino si no eres capaz de cal-cular las distancias “a ojo” con una gran precisión en el campo y en el lance.

Calcular el numero de metros que te separan de un animal de caza mayor, y que no solamente vive y respira, sino que también tiene la adrenali-na circulando por su cuerpo, y que a su vez se mueve sin parar, no es nada fácil. Incluso cuando pienses que estás totalmente relajado y que las condiciones te parecen favorables, el acer-tar la distancia es un riesgo en cualquier situación. La mayo-ría de las veces te encontrarás obligado a marcar la distancia “a ojo”, abrir el arco rápida-mente y disparar sin dudar. La secuencia entera durará sola-mente unos pocos segundos. Es una única oportunidad. Queda muy poco tiempo para calcular la distancia dos o tres veces.

Una de las soluciones es el uso de un telémetro láser de “ultra precisión”. Los teléme-tros actuales son fiables, fide-dignos y razonables en precio. Mi opinión personal es que cada arquero cazador debería tener uno consigo. Incluso si no tiras a más de 20 metros durante la caza, puedes practi-car el calcular las distancias “a

Calculando las distanciasDedíquese a estimar las distancias de tiro

con frecuencia y benefíciese en el lance

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ojo”, y luego verificar el calcu-lo inicial con el telémetro. Esta práctica ayuda a aumentar la confianza mental y mediante la repetición conseguir aproxima-ciones más exactas, incluso en las distancias cortas.

Pero ahora viene “la pega” los telémetros necesitan tiem-po y esfuerzo en el momento de la verdad, cuando este cier-vo o macho está ahí, al descu-bierto y mirando directamente hacia ti. Yo diría que por lo menos la mitad de los lances de caza ocurren con demasia-da rapidez como para darte el tiempo suficiente como para coger el telémetro que tienes colgado del cuello (o bien fija-do a la cadera), situar la flecha en la cuerda y disparar. Raras son las veces que un animal se quede quieto en todo este rato, por lo que normalmente en este instante la situación suele cambiar, y normalmente pasa, dejándote con “la miel en los labios” si no has practicado tus habilidades y técnicas del cál-culo de las distancias “a ojo”.

También hay ocasiones, más propias de los cazadores de ciervos de cola blanca, y que tiran desde puestos fijos o “tree stand”, en donde la pre-paración avanzada de la po-sible distancia de tiro es algo común. Te subes arriba, te co-locas con comodidad, sacas el telémetro y empiezas a mar-car el paisaje cercano con lec-turas, memorizando los sitios y referencias los posibles lances del día. En teoría, es una ex-celente idea, y la mayoría de las veces funciona perfecta-mente. La única desventaja de este método es ese “repetido” término deportivo que empie-

za con la letra A (adrenalina). No te sorprendas si llegado el momento de la verdad tienes algunos problemas en recordar tu propio nombre, y con ello, ni hablar de las numerosas distan-cias que calculaste hace unas horas antes o incluso días, tarea casi imposible.

He recogido tres distintas situaciones de tiro a las que probablemente te enfrentarás en el bosque. Si practicas mu-cho el cálculo de distancias, con seriedad y constancia, dentro de las diferentes situaciones de caza que te expongo a con-tinuación, te aseguro que vas a cobrar con tu arco más piezas de caza mayor que en tu vida, y además los tiros fallidos des-aparecerán progresivamente.

Laderas

Tirar cuesta arriba y cuesta abajo representa un gran problema para algunos arqueros. Típicamente, las miras del arco están alinea-das para tiros horizontales, y por lo tanto cuando tires en pendiente o cuesta, los valores de la trayectoria va-rían algo. La mayoría de los arqueros tienen la tendencia de tirar en estas situaciones un poco alto. Parece que mu-chas veces los cazadores so-breestiman la distancia cuan-do un animal está por encima o por debajo de la horizontal. Incluso la ladera más suave puede aumentar la dificultad de una correcta lectura de

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la distancia ¿quieres saber porqué?

La respuesta se reduce a las leyes físicas de la gra-vedad. Cuando estás tirando hacia un blanco situado en una cuesta o en pendiente, si puntas a la distancia real del animal, fallarás total-mente, o lo que es peor aún, lograrás un mal impacto. La distancia horizontal puede ser mucha más corta que la distancia en línea recta del ojo al animal cuando estas mirando cuesta abajo o cues-ta arriba. Es simplemente una cuestión de aprender a compensar esto mantenien-do el arco algo bajo. Si no, tendrás el vicio de tirar por arriba, incluso cuando hayas calculado la distancia exacta hacia el animal.

La Madre Naturaleza

Mientras empeora la visi-bilidad debido a las condicio-nes meteorológicas, que sue-len ser de todo, menos ideales, el fallar un tiro por un erróneo cálculo de la distancia es algo muy fácil. La niebla, la lluvia, la penumbra, todos estos fac-tores pueden engañar hasta al ojo más experimentado y dotado. La clave de nuevo, es la práctica en estas condicio-nes ¿Cuántos arqueros salen al campo para practicar el cál-culo de distancias cuando está lloviendo o anocheciendo?

De nuevo sucede en la mayoría de los casos que los arqueros tienden a tirar largo (tiros altos) bajo condiciones como estas. Sin embargo, existen maneras de ajustar este problema. Como dice el refrán, “la práctica es oro”. Si no inviertes tiempo en practi-car, nunca podrás tirar como “Dios manda”. Intenta pasar el mayor tiempo posible en el campo de tiro de prácticas bajo condiciones semejantes a las que te vas a encontrar en la caza real. No hay nada como probar y cometer los errores de primera mano en circunstancias como estas, para asegurarte que tu arco tira perfectamente incluso cuando aparecen condiciones meteorológicas adversas.

El Tamaño del blanco

Para el preciso cálculo de la distancia, se deberán tomar en cuenta factores importantes como el verdadero tamaño del animal. Aunque parezca menti-ra, el tamaño del animal tiene

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está en el bosque, y esto te funciona perfectamente, pues bravo.

Pero para los “otros” cazadores que como yo, que cuando un animal se nos ofrece con facilidad y que ese lance soñado, nos solemos ponernos demasiado nervio-sos e incrédulos, les acon-sejo practicar las técnicas de calcular las distancias “a ojo”, y además hacerlo va-rias veces por semana, las 52 semanas al año. Si no fuese por la práctica, estoy seguro que fallaría la mayoría de las flechas que tiro, tanto por malos tiros como por cálcu-los incorrectos. Pase lo que pase, sea el que sea el estilo que eliges, asegúrate de que estés listo para usarlo cuando llegue la hora.

un efecto enorme en la estima-ción inicial de la distancia. La “sabiduría convencional” en esto de calcular distancias nos dice que los blancos más pe-queños parece que están más alejados de lo que realmente están, y que los blancos más grandes parece que están más cerca que lo que están en la realidad. Debes recordar esto cuando estés tirando animales de distintos tamaños.

Colusión

La capacidad de calcular con precisión la distancia hacia cualquier tipo de pie-za que se pone a tiro en el bosque, y que nos ofrece la oportunidad de un buen tiro, representa la fantasía de cualquier cazador con arco. ¿Será posible hacerlo rea-lidad? Puede que sí. Pero solamente lo lograrán aque-llos que estén dispuestos a trabajar con constancia y dedicación en el cálculo de distancias, bajo condiciones de caza reales y en cualquier condición meteorológica y situación de tiro, y durante todo el año. La mayoría de los cazadores no son dema-siado buenos en esto de cal-cular las distancias. Algunos incluso menos de lo que pre-sumen. Se necesita tiempo, mucho tiempo, y hace falta mucha paciencia y esfuerzo el adquirir una buena des-treza en ello. Y no olvides que cada minuto que pases practicando tu tiro técnico, también ayuda enormemen-te. Si eres uno de esos caza-dores que depende estricta-mente del telémetro cuando

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