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COMIENZA UNA NUEVA ETAPA EN TU VIDA ESPIRITUAL. La RED MUNDIAL DE ORACIÓN DEL PAPA es un camino espiritual que ayuda a crecer y madurar en la fe. Te invitamos a descargar la app ClickToPray e iniciar tu camino espiritual o descarga las oraciones en PDF para rezar todos los días. Para descargar el PDF ingresa en www.apostor.org.ar en el ícono de DESCARGAS, luego en el link ORACIONES ClickToPray y haz CLICK en ORACIONES DE JULIO.

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El ritmo de oración de los miembros

del Apostolado de la Oración tie-

ne, al menos, tres momentos espe-

cíficos al día. Para vivirlos, cada

cual elige la modalidad que más le

inspire y le ayude a estar más dis-

ponible al Señor Resucitado. Pue-

den valerse de una imagen de Je-

sús, de un crucifijo, puede ser un lugar especial del ho-

gar, recitando tal o cual oración sugerida, puede ser

usando medios digitales, etc.

Proponemos en este documento una guía para cada

uno de los momentos diarios de oración.

En julio te proponemos peregrinar por la senda de los

Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. Los Jesui-

tas son conocidos por la labor maravillosa en las misiones

“jesuíticas” que realizaron en Argentina, Brasil y Paraguay.

Todavía hoy es recordada la hazaña de estos hombres,

como un ícono de la evangelización desde el corazón

de un pueblo respetando sus costumbres e identidad. En

este mes el Papa Francisco nos invita a rezar para que los

pueblos indígenas sean respetados en su identidad. Esta

intención de oración es también un llamado a todos no-

sotros a sensibilizarnos con las necesidades de los pueblos

indígenas que sufren la indiferencia de los gobiernos. La

experiencia de los Ejercicios Espirituales movió a aquellos

hijos de San Ignacio a amar y servir en tierras muy lejanas

y entre gente muy distinta. ¿Te animas a dejarte cautivar

por Dios?

Nuestro ritmo diario de oración

Viernes 1 de Julio Viernes de la semana XIII del Tiempo Ordinario

Am 8, 4-6. 9-12; Sal 118; Mt 9, 9-13

“No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Sal 118)

Con Jesús por la mañana Hoy… sígueme. Comienzas un nuevo peregrinar interior junto a muchos otros en la Red Mundial de Oración del Papa. Jesús te invita a caminar con Él este mes. Quiere ser parte de tu vida en esta nueva etapa que comienzas. Quiere acompañarte en tu día a día. Jesús está a tu lado y mientras vas de camino te irá dando señales para descu-brir la belleza que tiene la vida. Comienza la mañana ofreciendo tu día a Jesús, para que Él en ti pueda mani-festar a los demás el amor que les tiene. Reza por las intenciones del Papa de este mes. Hoy pídele a Él que te

descubra su mano a lo largo de tu historia, que sea Él quien te muestre su pre-sencia en tu vida. ¿Sientes a Jesús compañero de camino? (Mt 9,9-13) [Padre Nuestro]

Con Jesús durante el día. «Cuando se iba de allí vio Jesús a un hombre lla-mado Mateo sentado junto a la mesa de recauda-ción de los impuestos. Le dice: -Sígueme. Él se levantó y le siguió» (Mt 9, 9). ¡Detente un momen-to! Piensa. ¿Hacia dónde estás conduciendo tu vida? ¿Está Jesús contigo? «Señor, siguiéndote nunca me perderé».

Con Jesús por la noche. Al cerrar el día agradezco a Dios. ¿Pude reconocer la mano de Dios en mi historia? Pido perdón, ma-ñana seré agradecido por el don de la vida y en especial de la mía. Pido para que los pueblos aborí-genes sientan que Dios los acompaña en el camino. [Ave María]

Sábado 2 de Julio Sábado de la semana XIII del Tiempo Ordinario

Am 9, 11-15; Sal 84; Mt 9, 14-17

“Dios anuncia la paz a su pueblo” (sal 84)

Con Jesús por la mañana Alegría de ser amado. La vida, caminada con el Señor, es una fiesta. La alegría honda se debe a que somos incondicionalmente amados por Él, y que nada de lo que hagamos hará que Él nos ame menos. El Señor nos ama en cada acontecimiento, en cada situación a través de las personas que nos quieren bien y que han compartido nuestra histo-ria. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. ¿Sientes el amor que Dios te tiene? ¿Es para ti

motivo de alegría honda sentirte amado/a por Dios? [Padre Nuestro] Mt 9,14-17

Con Jesús durante el día. «¿Pueden los invitados a la boda estar tristes mien-tras el novio está con ellos?» (Mt 9,15). ¡Detente un momento y piensa! Dios te está amando ahora. De-muestra tu alegría de sentir su amor con un gesto de amor a otras personas, una palabra de aliento, una sonrisa, un agradecimiento sincero.

Con Jesús por la noche. Al cerrar el día agradezco a Dios. ¿Pude sentir-me alegre por el amor que Dios me tiene? Pide perdón. Mañana seré mensajero de la alegría de ser amado por Dios. Pido para que los pue-blos aborígenes sientan la alegría del Amor in-condicional de Dios. [Ave María]

Domingo 3 de Julio Domingo XIV del Tiempo Ordinario

Is 66, 10-14c; Sal 65; Gál 6, 14-18; Lc 10, 1-12. 17-20

“Aclamad al Señor, tierra entera” (Sal 65)

Con Jesús por la mañana Santo Tomás Apóstol. Somos de Dios. ¿A dónde vamos tan apurados en esta vida? ¿Detrás de qué propósitos? Nuestro corazón ansía siempre más, un fin mayor, un propósito más grande que lo contenga y lo llene, pues al final de los muchos logros seguimos sintiendo hambre de más. Si tu nombre está en el cielo, tu rostro siempre está delante de la mirada de Dios, junto a los nombres y los rostros de todos los hombres y mujeres de

todos los tiempos. Hemos sido llamados a una alegría más honda y duradera, la que deriva de ser amados y elegidos de Dios. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. ¿Qué lugar tiene Dios en mi proyecto de vida? ¿Qué lugar le hago a la felicidad de los demás? [Padre Nuestro] Lc 10,1-12/17-20

Con Jesús durante el día.

«Alégrense de que sus nombres están escritos en el cielo» (Lc 10, 20). Piensa, ¿qué sacrificio puedo hacer hoy para los demás? Renunciaré a una pe-queña comodidad para hacer sentir más a gusto a algún miembro de mi familia, compañero de traba-jo, personas cercanas en el día.

Con Jesús por la noche. Al cerrar el día agradezco a Jesús. ¿Pude demos-trar a otros que su felicidad me importa? ¿Hice lugar a Dios en mi vida hoy? Pido perdón. Maña-na incluiré a Dios y a mis hermanos en mi agen-da diaria. Pido para que los pueblos aborígenes encuentren un espacio en el mundo para ser felices y proyectarse con dignidad. [Ave María]

Lunes 4 de Julio Lunes de la XIV semana del Tiempo Ordinario

Os 2, 16. 17b-18. 21-22; Sal 144; Mt 9, 18-26

“El Señor es clemente y misericordioso” (sal 144)

Con Jesús por la mañana Soltar amarras. Las cosas de este mundo nos atraen, por el áurea que generan, hasta llegar a hipnotizarnos. A veces con tanta intensidad que perdemos de vista el fin mayor al que hemos sido llamados, Dios. Cosas, personas, situaciones se transforman en fines, nos poseen, pues buscamos en ellas esos falsos sustitutos de la plenitud que sólo Dios puede dar. Él es fin y la verdadera fuente de vida, todo lo demás es medio. Ofrezco mi día

por las intenciones del Papa. ¿Qué cosas me obsesionan? ¿En qué relaciones o situaciones pierdo libertad? [Padre Nuestro] Mt 9,18-26

Con Jesús durante el día. «Con sólo tocar su manto quedaré sana» (Mt 9, 21). Soltaré y dejaré partir aquellas realidades que no me ayudan a vivir en plenitud, que me quitan vida, paz y libertad.

Con Jesús por la noche

Doy gracias a Jesús por el día. ¿Pude reconocer las cosas que me atan o estoy apegado/a? ¿Pude soltar y liberarme? Pido perdón. Mañana comen-zaré a soltar todo aquello que me quita libertad. Pido por la libertad y vida plena de los pueblos aborígenes. [Ave María]

Martes 5 de Julio Martes de la XIV semana del Tiempo Ordinario

Os 8, 4-7. 11-13; Sal 113B; Mt 9, 32-38

“Israel confía en el Señor (Sal 113B)

Con Jesús por la mañana Un mundo sufriente. Dios nos quiere felices, libres, plenos. Su deseo es que todas las personas viva-mos en libertad y desarrollemos todo nuestro po-tencial. Pero ese deseo de Dios tiene obstáculos en este mundo que nosotros mismos ponemos. Nues-tro mundo sufre, las personas padecen daño, vio-lencia, maltrato, explotación. El dolor de muchos se nos hace patente y cercano. El deseo de poder,

de dinero, de figuración, de manipulación de unos sobre otros muchas veces no encuentra límite ni aún en la muerte que provoca. Ofrezco mi día por las inten-ciones del Papa. ¿Cuántas vidas inocentes se cobran el mal y la injusticia en el mundo? ¿Qué sentimientos me despierta el mal en el mundo? [Padre Nuestro] Mt 9,32-38

Con Jesús durante el día. «Viendo a la multitud, se conmovió por ellos, porque estaban maltratados y abatidos, como ovejas sin pastor» (Mt 9, 36). No participaré en ninguna situación que alimente daño, crítica, do-lor, enemistad a mi alrededor. Si es prudente tendré una palabra de amor y compasión para sembrar paz y perdón.

Con Jesús por la noche. Agradezco a Jesús el día vivido. ¿Reconozco el daño y el dolor del mundo, incluso el cercano a mí? ¿Pude suavizar situaciones de sufrimiento o conflicto e incluso evitarlo? Pido perdón. Mañana no alimentaré el daño y el conflicto. Pido para que cese el sufrimiento ocasionado por la marginación de los pueblos indígenas. [Ave María]

Miércoles 6 de Julio Miércoles de la XIV semana del Tiempo Ordinario

Os 10, 1-3. 7-8. 12.; Sal 104; Mt 10, 1-7

“Buscad continuamente el rostro del Señor” (sal 104)

Con Jesús por la mañana Yo hago sufrir. Todos colaboramos con el mal y el sufrimiento del mundo. Todos erramos, aun queriendo obrar bien, las cosas muchas veces salen mal, fallamos en el blanco apuntado. Ha-cemos sufrir a otros, causamos daño, somos causantes de discordias, de divisiones, en defi-nitiva, pecamos. Y el pecado nos aleja de Dios y de los demás, nos quita dignidad y libertad, nos desenfoca del fin, nos desequilibra, nos centra

en nosotros mismos y nos hace perder la paz y el rumbo. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. ¿Qué siembras con tus acciones y con tus palabras? ¿Siembras a Dios? [Padre Nuestro] Mt 10,1-7

Con Jesús durante el día. «Y de camino proclamen que el reino de los cie-los está cerca» (Mt 10, 7). Presta atención de cómo impactan en los demás tus conversaciones, tonos, modos, gestos, palabras. Reconoce qué cosas hacen daño a otros.

Con Jesús por la noche. Al cerrar el día doy gracias a Jesús. ¿Pude darme cuenta cómo y en qué lastimo a los demás? Pido perdón. A partir de mañana corregiré esas cosas que hacen sufrir a otros. Pido para que cese el avasallamiento que sufren los pueblos indígenas. [Ave María]

Jueves 7 de Julio Jueves de la XIV semana del Tiempo Ordinario

Os 11, 1-4. 8c-9.; Sal 79; Mt 10, 7-15

“Que brille tu rostro, Señor, y nos salve” (Sal 79)

Con Jesús por la mañana Misericordia quiero. Infinitamente más grande que todo el sufrimiento del mundo y que todos los pecados, es la ternura de Dios. Nada, absoluta-mente nada, hará que Dios nos ame menos. Él es misericordia y sólo puede amarnos con locura. Dios perdona siempre, mucho y con ganas. Ese amor se reconoce en que Dios nos sostiene con vida, nos regala innumerables situaciones de sen-tirnos amados y queridos por tantas personas, en

cada gesto y detalle de belleza y bien que tiene nuestra vida. Dios perdona y nos cura de las dolencias que anidan en el corazón. Ofrezco mi día por las intencio-nes del Papa. ¿De qué quiero pedir perdón a Dios? ¿Qué culpa arrastro de la que quiero liberar el corazón? [Padre Nuestro]

Con Jesús durante el día. «Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien a los leprosos, expulsen a los demo-nios» (Mt 10, 8). ¡Detente un momento y piensa! ¿Qué te aprisiona el corazón? Perdonaré si me han ofendido y pediré perdón si dañé a alguien.

Con Jesús por la noche. Al cerrar el día me detendré con atención en agradecer a Dios por el don de la vida y por to-do lo vivido hoy, por su locura de amor y su perdón. ¿He podido concretar mis propósitos de dar y pedir perdón? A partir de mañana pe-diré y daré perdón con el estilo de Jesús. Pido para que los pueblos indígenas sientan la mise-ricordia de Dios a través de la aceptación de sus hermanos de culturas diferentes. [Ave María]

Viernes 8 de Julio Viernes de la XIV semana del Tiempo Ordinario

Os 14, 2-10; Sal 50; Mt 10, 16-23

“Mi boca proclamará tu alabanza, Señor” (sal 50)

Con Jesús por la mañana ¿Quieres venir conmigo? ¿Alguna vez pensaste que Jesús te llama a caminar con Él, qué eres una persona elegida por Jesús y que quiere con-tar contigo para trabajar con Él? Eres llamado por Dios tal y como eres. Con todo tu potencial y toda tu debilidad trabaja ayudando a que ca-da persona y cada situación alcance a ser todo lo bella y buena que pueda ser. Da lo mejor de ti en este mundo, todo tu amor y tu bondad.

¡Qué maravilloso llamado te hace Jesús! Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. ¿Te sientes llamado y elegido por Dios? [Padre Nuestro]

Con Jesús durante el día. «Miren, yo los envío como ovejas en medio de lo-bos: sean astutos como serpientes y sencillos como palomas» (Mt 10, 16). Deja que resuenen estas preguntas en ti, ¿Soy astuto para hacer el bien o para sembrar cizaña? ¿Me considero una persona sencilla o complicada?

Con Jesús por la noche. Al cerrar el día doy gracias a Jesús. ¿Pude darme cuenta que Dios quiere invitarme a trabajar con Él? Pido ayuda a Jesús. Mañana ahondaré en la conciencia de este llamado personal. Pido para que los pueblos indígenas sientan que son lla-mados personalmente por Dios a vivir en pleni-tud. [Ave María]

Sábado 9 de Julio Sábado de la XIV semana del Tiempo Ordinario

Is 6, 1-8; Sal 92; Mt 10, 24-33

“El Señor reina, vestido de majestad” (Sal 92)

Con Jesús por la mañana Contigo a donde me lleves. María también fue llamada y su respuesta fue “sin demora”. Aunque no tengamos claro en todo momento la tarea concreta a que nos llama Jesús, una cosa es segura, con Él estamos seguros, se trata de ir con Él de camino en esta vida. Como María que con su viaje a lo de su prima Isabel comenzaba a vivir su “sí a Dios”. Confiemos que con Jesús nuestra vida será plena. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. ¿Acepto caminar con Jesús en esta vida y trabajar con Él para el bien y la felicidad de mis hermanos? [Padre Nues-

tro] Lc 1,39-47

Con Jesús durante el día. «Entonces María se levantó y se dirigió apresu-radamente a la serranía, a un pueblo de Ju-dea» (Lc 1, 39). Repite durante el día: “Contigo, Jesús, a cualquier parte, sin Ti a ningún lugar”. Estaré disponible para ayudar a quién necesite de mí.

Con Jesús por la noche. Agradezco por el día de hoy. ¿Estoy disponible para caminar con Él? ¿Pude decir a Jesús que quiero vivir plenamente y ayudar a otros a vivir así tam-bién? Pido ayuda al Espíritu Santo para que me asista en mi camino. Mañana caminaré de la mano de Jesús. Pido para que los pueblos indígenas co-nozcan a Jesús. [Ave María]

Domingo 10 de Julio Domingo XV del Tiempo Ordinario Dt 30, 10-14; Sal 68; Col 1, 15-20; Lc 10, 25-37

“Humildes, buscad al Señor y revivirá vuestro corazón” (sal 68)

Con Jesús por la mañana Junto a María. Decirle sí a Jesús es decirle como María que lo amamos con toda nuestra vida y que Él ocupa el centro de nuestro corazón, aunque a veces no sepamos bien a dónde nos lleva el ca-mino. A María se le anunció un imposible, estaba embarazada del mismo Dios y sería la Madre del Salvador. Ella creyó sin saber bien a dónde la lleva-ría su “sí”. A veces el camino es incierto y la reali-dad, insegura y oscura. María sabe de estas cosas.

Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. ¿Cómo sobrellevas tus incertidum-bres? ¿Dónde pones tu confianza? [Padre Nuestro] Lc 10,25-37

Con Jesús durante el día. «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, con toda tu mente y al prójimo como a ti mismo» (Lc 10, 27). Habla con María durante tu día. Haz un acto de confianza en el Amor incondicional de Dios. Brinda confianza a otros en tus gestos y tus pala-bras de hoy.

Con Jesús por la noche. Agradezco a Jesús el día. ¿Pude poner mi con-fianza en Dios en las situaciones que no tienen explicación? ¿Transmití confianza a otros? Pido Perdón. Mañana confiaré en que el amor de Dios sostiene mi vida. Pido para que los pueblos indígenas descubran el amor incondicional de Dios que los sostiene aún ante la incertidumbre de su realidad frente al avance de otras culturas. [Ave María]

Lunes 11 de Julio San Benito, abad. Fiesta Prov. 2, 1-9; Sal 33; Mt 19, 27-29

“Bendigo al Señor en todo momento” (Sal 33)

Con Jesús por la mañana Hacerle lugar a Jesús. Desde que Jesús se hizo uno de nosotros y vivió como hombre hasta el extre-mo, ninguna realidad es profana, todo es puerta a lo sagrado. Es decir, todo acontecimiento es opor-tunidad para hacerle lugar a Jesús en ella y darle cabida para que la transforme y la plenifique. Ma-ría y José le hicieron lugar en sus proyectos, y la salvación fue posible. El nacimiento no es algo que pasó hace más de dos mil años, es algo que

pasa hoy cuando dejamos que Jesús entre en nuestra vida y nazca en cada reali-dad que nos toca vivir. Recibirlo cada día es Navidad. Ofrezco mi día por las in-tenciones del Papa. ¿Qué lugar haces a Jesús en tu vida? ¿Dónde nace y dónde quiere Jesús nacer en tu vida y no encuentra lugar? [Padre Nuestro] Mt 10,34-42 11,1

Con Jesús durante el día. «Quien me recibe a mí, recibe al que me envió» (Mt 10,40). Reflexiona, ¿Me importa la vida de los de-más? ¿Eres consciente que la felicidad y el sufri-miento de los demás, en parte, es una responsabili-dad tuya? Hazle lugar en tu día a un compañero, amigo o familiar que requiera algo de ti.

Con Jesús por la noche. Agradezco a Jesús el día. ¿A qué le hago lugar en mi vida? ¿Le hago lugar a la felicidad de los que Dios me ha confiado, o estoy más pendiente de mis mundillos? Pido perdón. Mañana seré recep-tivo a los demás. Pido para que Jesús nazca en medio de los pueblos indígenas. [Ave María]

Martes 12 de Julio Martes de la XV semana del Tiempo Ordinario

Is 7, 1-9; Sal 47; Mt 11, 20-24

“Dios ha fundado su ciudad para siempre” (Sal 47)

Con Jesús por la mañana Sencillo y oculto. Y Jesús vivió como uno de noso-tros, disfrutando, aprendiendo, sufriendo, descu-briendo en la vida cotidiana cuál sería la invitación que Dios Padre tenía para Él, ser el Mesías, el Sal-vador. La mayor parte de su vida pasó sin estri-dencias, mezclado entre amigos, quehaceres en el taller de José, ayudando a María y ganando el dinero necesario para sostener el hogar… pura, vida de familia, y allí se gestó la salvación. A Jesús

lo conocemos por lo que hizo por amor a nosotros, no sólo en su vida pública sino mientras nadie conocía de Él. «La sabiduría se conoce por sus obras» (Mt 11, 19). Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. Reflexiona, ¿Qué dice tu vida cotidiana de ti? [Padre Nuestro] Mt 11,10-24

Con Jesús durante el día. «El que encuentre su vida la perderá; y el que pierda su vida por mí la encontrará» (Mt 10, 39). Vive intensamente, entrégate y sé generoso con tu tiempo. Pon energía en tu trabajo, en tus en-cuentros, en cada momento que te toque vivir. Disfruta del «hoy» como si fuera tu último día: ¡Ama!

Con Jesús por la noche. Agradezco el día a Jesús. ¿Pude entregarme ple-namente a las tareas de hoy? ¿o viví con reta-ceos? Pido perdón. Mañana seré generoso con mi vida, entregándome a otros. Pido para que los pueblos indígenas sientan el respeto de todos por sus tradiciones y culturas. [Ave María]

Miércoles 13 de Julio Miércoles de la XV semana del Tiempo Ordinario

Is 10, 5-7. 13-16; Sal 93; Mt 11, 25-27

“El Señor no rechaza a su pueblo” (Sal 93)

Con Jesús por la mañana Elegir – Decidir. Jesús eligió un estilo de vida senci-llo. Entre varios estilos posibles para su misión eligió el de la pobreza, el servicio y la humildad. Muchas veces nos encontramos frente a la deci-sión de tomar un camino u otro. Elegir entre un modo u otro de proceder, entre una tarea u otra que emprender. Algunos caminos nos atraen más que otros. Sin embargo, hay elecciones que nos

plenifican, nos ponen al servicio de los demás y otras elecciones que nos cen-tran en nosotros mismos. ¿Cómo decidir? Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. Reflexiona, ¿Qué decisión se parece más a la que hubiera tomado Jesús? ¿Qué haría Él en mi lugar? [Padre Nuestro] Mt 11,25-27

Con Jesús durante el día. «Te alabo Padre, Señor de cielo y tierra, porque ocultando estas cosas a los sabios y entendidos, se las diste a conocer a la gente sencilla. Sí, Padre, esa ha sido tu elección» (Mt 11,25). Elige ser sencillo. Realiza tareas que impliquen un servicio sencillo, desinteresado, humilde y te abran a los demás.

Con Jesús por la noche. Agradezco a Jesús el día. ¿Elegí el servicio senci-llo y humilde, o busqué ser el centro de atención de los demás? Pido perdón. Mañana seré más consciente para decidir sin mirarme el ombligo. Pido para que los pueblos indígenas sean servi-dos por sus hermanos de otras culturas. [Ave María]

Jueves 14 de Julio Jueves de la XV semana del Tiempo Ordinario

Is 26, 7-9. 12. 16-19; Sal 101; Mt 11, 28-30

“El Señor desde el cielo se ha fijado en la tierra” (Sal 101)

Con Jesús por la mañana Apegos que agobian. Vivir con un pie levantado, listos para hacer cambios en nuestra vida, cam-biar actitudes, incursionar en nuevos proyectos, animarnos a nuevos desafíos, significa estar dispuestos a cambiar para crecer. Sin embargo, vivimos apegados y aferrados a realidades, per-sonas, cosas, recuerdos, tristezas, que nos ha-cen contrapeso, que nos quitan libertad y nos agobian. Da el paso para liberarte de todo el

lastre que te aprisiona para aferrarte sólo a Dios. Ofrezco mi día por las inten-ciones del Papa. Reflexiona ¿qué cosas amarran tu corazón y te hacen perder libertad? [Padre Nuestro] Mt 11,28-30

Con Jesús durante el día. «Vengan a mí los que están cansados y agobiados y yo los aliviaré» (Mt 11, 28). Piensa por un mo-mento, ¿A qué estoy aferrado? ¿Qué me impide dar un paso hacia adelante? Ofrece a Jesús una oración para que te disponga de tomar esa deci-sión que te haría libre. ¡Libera el corazón de tus ataduras!

Con Jesús por la noche. Agradezco a Jesús el día. ¿Fui consciente de mis apegos? ¿Pude entregar ese peso que me agobia? Pido perdón. Mañana lo intentaré nuevamente. Pido para que los pueblos indí-genas y otras culturas convivan en un marco de respeto y libertad. [Ave María]

Viernes 15 de Julio San Buenaventura, Obispo y Doctor Is 38, 1-6. 21-22. 7-8; Is 38, 10-12. 16; Mt 12, 1-8

“Señor, detuviste mi alma ante la tumba vacía” (Is 38)

Con Jesús por la mañana Con el estilo de Jesús. Mira cómo se comportó Jesús, lo que hizo y cuál fue el estilo de vida que eligió. Estuvo atento a las necesidades de los que llegaban hasta Él. Pasó haciendo el bien en toda situación. No debemos apegarnos a las leyes y su cumplimiento, si lo que está en juego es la digni-dad y el bien del ser humano. No podemos rele-gar o discriminar a nuestros hermanos en nombre de Dios; Él mismo nos mostró cómo proceder

ante la ley cuando está en juego la dignidad de una persona. Antes que nada, está el alivio del que sufre, del que necesita compasión y amor. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. ¿Practicas la misericordia en tus relaciones con los demás? ¿Sabes esperar o atropellas a otros? [Padre Nuestro] Mt 12,1-8

Con Jesús durante el día. «Si hubieras comprendido lo que significa aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio, no con-denarías a los que no tienen culpa. Porque el Hijo del Hombre es Señor del sábado» (Mt 12,7-8). Vive lo que el día te traiga. Presta atención al aquí y el ahora de tu vida. El amor es concreto, como la vida y las personas lo son. Vive plenamente y ama.

Con Jesús por la noche. Agradezco el día a Jesús. ¿Pude disfrutar de los detalles de este día? ¿Me quejé por lo que no fue, lo que no recibí o lo que no me dieron? Pido perdón. Mañana viviré con sencillez lo cotidiano. Pido para que los pueblos indígenas reciban trato de hermanos. [Ave María]

Sábado 16 de Julio Nuestra Señora del Carmen

Miq 2, 1-5; Sal 9; Mt 12, 14-21

“No te olvides de los humildes, Señor” (Sal 9)

Con Jesús por la mañana Con la mirada en el Padre. Jesús vivió mirando a su Padre y dejándose mirar por Él, y su misión fue darnos a conocer el Amor de su Padre. Pero ese camino no estuvo libre de dificultades, Jesús es tentado a desviarse y elegir otros caminos para hacer conocer su mensaje. Él conoce la tentación a la que nosotros también estamos expuestos. El maligno nos tienta con pensamien-tos, con sentimientos y hasta con actitudes que

siembran desamor, discordia, división, aunque tengamos poca conciencia de ello. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. Reflexiona, ¿Te das cuenta cómo eres tentado a sembrar división, enemistad y discordia? [Padre Nuestro] Mt 12,46-50

Con Jesús durante el día. «Cualquiera que haga la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano, mi hermana y mi ma-dre» (Mt, 12, 50). Combate la tentación de la enemistad y la división. Ayuda a la persona con quién no tienes mucha afinidad. ¡Vence el mal con el bien!

Con Jesús por la noche. Agradezco a Jesús el día. ¿Pude reconocer los pensamientos, sentimientos o actitudes que siembran división o discordia? ¿Pude luchar con la tentación? Pido perdón. Mañana pediré ayuda a Dios suplicando “Dios mío ven en mi auxilio”. Pido para que los pueblos indígenas puedan in-tegrarse a la convivencia con otras culturas en un marco de respeto y libertad. [Ave María]

Domingo 17 de Julio Domingo XVI del Tiempo Ordinario Gén 18, 1-10a; Sal 14; Col 1, 24-28; Lc 10, 38-42

“Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?” (Sal 14)

Con Jesús por la mañana Con Jesús que llama. Jesús no realizó su misión en soledad, sino que se rodeó de amigos, sus discípulos. Un grupo de hombres, entre los que había también mujeres, a quienes llamó para compartir su misión con él. Eran doce, pero también tenía otros discípulos como María, Marta, Lázaro y muchos otros que vivían su mensaje en la vida cotidia-na. En su corazón eran verdaderos discípulos. Lo recibían en su casa, se alegraban con su presencia, compartían con Él sus vidas. Jesús también nos llama hoy a estar con Él y vivir en lo cotidiano como discípulos y apóstoles.

Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. Si Jesús te encontrara hoy y te pre-guntara, «¿Qué buscas?», ¿qué responderías? [Padre Nuestro] Lc 10,38-42

Con Jesús durante el día. «Yendo de camino, entró Jesús en un pueblo. Una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa» (Lc 10, 38). ¿Sabes? ¡Tú buscas a Dios! y tu corazón no ten-drá descanso hasta que Dios habite en ti. ¿Dónde buscas a Dios? ¿Qué buscas en los demás? Deja que resuenen estas preguntas en tu corazón.

Con Jesús por la noche. Agradezco el día a Jesús. ¿Qué me dejan las pre-guntas de hoy? ¿Es Dios el centro de mis búsque-das? ¿Me busco a mí mismo? ¿Qué busco cuando me acerco a otros? Pido perdón. Mañana empeza-ré a poner a Dios en el centro de mi vida. Pido por los pueblos indígenas y por las necesidades que tienen. [Ave María]

Lunes 18 de Julio Lunes de la XVI semana del Tiempo Ordinario

Miq 6, 1-4. 6-8; Sal 49; Mt 12, 38-42

“Al que sigue buen camino le haré ver la salvación de Dios” (Sal 49)

Con Jesús por la mañana Como Jesús ama. Jesús no se acomodó, ni intentó agradar, respondió con libertad y verdad, pero con respeto y amor. Firme en las respuestas y amoroso en el modo. La presencia de Jesús es transformado-ra, en sus encuentros con Él las personas recons-truían sus vidas, se sentían amadas, valoradas, sos-tenidas, encontraban sentido a vivir. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. Tú eres discípulo lla-mado a transparentar en tu vida los mismos valo-

res que Jesús y a responder como Él lo hace. ¿Qué siembras? ¿Qué respondes y cómo lo haces? [Padre Nuestro] Mt 12,38-42

Con Jesús durante el día. «Maestro, queremos que nos hagas ver un signo» (Mt 12,38). ¡Haz tú el milagro! Habla con suavidad sin agredir, ten una palabra de reconoci-miento hacia los demás, valora la tarea de los otros. ¡Tú eres un milagro de Dios, manifiéstalo!

Con Jesús por la noche. Agradezco el día a Jesús. ¿Pudiste actuar con el modo de Jesús? ¿Reflejaron amor tus maneras de dirigirte a los otros? Pido perdón. Mañana trataré a los demás con ternura. Pido para que los pueblos indígenas sean tratados con amor y respeto. [Ave María]

Martes 19 de Julio Martes de la XVI semana del Tiempo Ordinario

Miq 7, 14-15. 18-20; Sal 84; Mt 12, 46-50

“Muéstranos, Señor, tu misericordia” (Sal 84)

Con Jesús por la mañana Jesús y aquellos que no cuentan. “Porque se ha fijado en la humillación de su esclava… colma de bienes a los hambrientos… socorre a Israel su sier-vo” (Lc 1, 48/53/54). Jesús se hizo amigo de los últimos, vino al mundo por una mujer, que en la sociedad de Jesús no cuenta. Frecuentó con peca-dores, con pobres, comió con recaudadores de impuestos y no tuvo reparos en permitir que las prostitutas estuvieran entre sus seguidores. Jesús

miró con amor a los últimos, se acercó a ellos y los perdonó, los alivió, los aten-dió en sus necesidades. Ofrezco mi día a Jesús. ¿Cuál es mi actitud con los últi-mos de la sociedad? ¿Cómo los miro? ¿Me acerco a ellos? [Padre Nuestro] Mt 12,46-50

Con Jesús durante el día. «El que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ése es mi hermano» (Mt 12, 50). ¿Te privas de algo por el bien de los demás? Haz un pequeño sa-crificio por aquel que necesita de ti. Que tus gestos de amor sean igual al que Jesús tiene contigo. ¡Ama sin buscar recompensa!

Con Jesús por la noche. Agradezco a Jesús el día. ¿Cómo viví el sacrificio en favor el prójimo? ¿Pude acercarme a los más olvidados? Pido perdón. A partir de mañana haré propósito firme de integrar a mi vida los últimos de la sociedad. Pido para que los pueblos indíge-nas sean integrados a la sociedad respetando sus tradiciones y su cultura. [Ave María]

Miércoles 20 de Julio Miércoles de la XVI semana del Tiempo Ordinario

Jer 1, 1. 4-10; Sal 70; Mt 13, 1-9

“Mi boca contará tu salvación, Señor” (Sal 70)

Con Jesús por la mañana Con Jesús que siembra. Jesús se compadece de los que lo siguen porque están como ovejas sin pas-tor. Se detenía cada vez a enseñarles con lenguaje sencillo, con imágenes que todos entendían por-que hablaba de lo que vivían cotidianamente. Je-sús siembra semillas de amor, de sanación, de fraternidad, de comunión entre los hermanos. Enseñó que la grandeza del hombre está en su generosidad para compartir, en la capacidad de

compadecerse del que sufre, en perdonar las ofensas, y pedir perdón a quien se ofendió. Jesús quiere que las semillas del evangelio sean sembradas también por nosotros en nuestra vida. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. ¿Cuánto fruto dan las semillas sembradas por Jesús en mi vida? ¿Qué siembro yo? [Padre Nuestro] Mt 13,1-9

Con Jesús durante el día. «Les explicó muchas cosas con parábolas: - Salió un sembrador a sembrar» (Mt 13, 3). Lo que siem-bras es lo que cosecharás. ¡Detente! Piensa un momento. ¿Qué semillas estás sembrando? Lo que siembras refleja quién eres. Siembra semilla del buen humor ante las dificultades.

Con Jesús por la noche. Agradezco mi día a Jesús. ¿Con qué palabras sem-braste el corazón de los demás? ¿Pude darme cuenta que estoy llamado a fecundar una semilla que me es regalada? Pido perdón. Mañana ayuda-ré en la misión de hacer germinar las semillas que Jesús siembra en mí y en mis cercanos. Pido para que los pueblos indígenas sean fecundos en per-donar por el descuido que sufren. [Ave María]

Jueves 21 de Julio Jueves de la XVI semana del Tiempo Ordinario

Jer 2, 1-3. 7-8. 12-13; Sal 35; Mt 13, 10-17

“En ti, Señor, está la fuente de vida” (Sal 35)

Con Jesús por la mañana El liderazgo de Jesús. Jesús dedicaba tiempo a los que le seguían. Sabía lo que necesitaban, los sana-ba en sus dolencias, en sus vínculos rotos, desva-necía su ignorancia, explicaba su falta de entendi-miento, fortalecía su fragilidad, curaba sus enfer-medades. Fue servidor de todos, dio su tiempo, su energía, su amor y hasta su vida por nosotros. Pero no todos lo entendieron. Incluso hasta sus propios discípulos discutían entre ellos por ocupar

el primer puesto más cercano a su maestro, mientras su maestro ocupaba el último atendiendo a los demás. Jesús lideró desde el servicio gratuito a todos. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. ¿Soy consciente de que influyo en los demás? ¿Qué impacto genero? ¿Qué busco cuando hago algo por otros? [Padre Nuestro] Mt 13,10-17

Con Jesús durante el día. «Por eso les hablo contando parábolas porque mi-ran y no ven, escuchan y no oyen ni compren-den» (Mt 13,13). Ayuda al que tienes cerca, es tu hermano, y tiene necesidad de ti. Da de tu tiempo para oír su pena y consolar su corazón. ¿No te gus-taría acaso que procedieran así contigo?

Con Jesús por la noche. Agradezco el día a Jesús. ¿Qué agradeces en el día de hoy? ¿Pude servir desinteresadamente? Pido perdón, mañana ayudaré a una persona cercana sin esperar nada a cambio. Pido para que los pue-blos indígenas sean ayudados en sus necesida-des, porque son nuestros hermanos. [Ave María]

Viernes 22 de Julio Santa María Magdalena

Jer 3, 14-17; Jer 31, 10-13; Jn 20, 1. 11-18

“El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño” (Jer 31)

Con Jesús por la mañana Servidor de mis hermanos. María Magdalena se pone en marcha para anunciar que Jesús ha resu-citado. La comunidad que es el lugar del encuen-tro con el resucitado y del servicio generoso a los hermanos. «En esto conocerán que son mis discí-pulos, en el amor que se tengan unos a otros» (Jn 13, 35). Jesús había dado el ejemplo en la última cena de la que ella seguramente había participado, lavando los pies a sus amigos. El amor ha de po-

nerse más en gestos que en palabras, dice San Ignacio. El liderazgo es servicio. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. ¿Cómo expreso el amor que tengo a otras personas? ¿Qué gestos concretos de amor tengo para con ellos? [Padre Nuestro] Jn 20,1-3/11-18

Con Jesús durante el día. «Ve a decirle a mis hermanos. Subo a mi Padre, el Padre de ustedes, a mi Dios, el Dios de uste-des» (Jn 20,18). ¡Sonríe! La vida es mejor si te lo tomas con una sonrisa. Sé una persona disponible si alguien te pide ayuda. No pongas excusas ni retacees la atención hacia ella. Busca que tu re-compensa venga del cielo, no reclames por lo que das a otros.

Con Jesús por la noche. Agradezco a Jesús el día. ¿Qué sentimientos me deja el servicio? ¿Espero que me agradezcan y me reconozcan? Pido perdón. Mañana pediré un co-razón grande que valore la gratuidad como centro del servicio. Rezo porque los pueblos indígenas reciban el cuidado y atención que necesitan. [Ave María]

Sábado 23 de Julio Santa Brígida

Gál 2, 19-20; Sal 33; Jn 15, 1-8

“Bendigo al Señor en todo momento” (Sal 33)

Con Jesús por la mañana La cizaña de la traición. En el grupo de amigos de Jesús también estaba Judas, quien lo traicionó por sus proyectos personales. En el corazón de cada uno de ellos también creció la cizaña de la traición y el abandono. Sin embargo, sabiendo Jesús que sería traicionado y abandonado no los culpó, ni los expulsó, ni los corrió de su grupo por su desleal-tad. A amigos y traidores, elegidos y desleales,

llamados y cobardes, el corazón de Jesús los perdonó, los siguió invitando a su lado. Vivió el dolor de la traición que creció como cizaña en su grupo de amigos y en el corazón de cada uno de ellos. Pero Él se ocupó de hacer crecer aún más el trigo que de arrancar la cizaña. Ofrezco mi día por las intenciones del papa. ¿He traicionado a otros? ¿Me he sentido traicionado? ¿Puedo perdonar para que crezca la misericordia y la caridad? [Padre Nuestro] Mt 13,24-30

Con Jesús durante el día. «Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha» (Jn 13, 30). ¡No desesperes! ¡No te castigues! Aprende a aceptar la ambigüedad y el misterio que es cada uno: crece la cizaña junto al trigo. Cultiva tu trigo y verás disminuir la cizaña.

Con Jesús por la noche. Doy gracias a Jesús por mi día. ¿Reconocí el trigo en mi corazón y en los grupos y comunidades que frecuento? ¿Me di cuenta que es de mayor provecho hacer crecer el trigo que arrancar la cizaña? Pido perdón. Mañana cultivaré el trigo. Rezo porque reconozcamos el valor y belleza de los pueblos indígenas. [Ave María]

Domingo 24 de Julio Domingo XVII del Tiempo Ordinario Gén 18, 20-32; Sal 137; Col 2, 12-14; Lc 11, 1-13

“Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste” (Sal 137)

Con Jesús por la mañana Perdonar el daño y acompañar a otros. Jesús perdonó a quienes lo estaban martirizando en la cruz, a los que lo escupían y se burlaban, a los que le dieron muerte. Ante el espantoso sufri-miento de la cruz regaló el cielo a buen ladrón, entregó a María como madre nuestra, y pidió a su Padre el perdón para sus verdugos. Jesús conoció el dolor de cerca por eso conoce nues-tro dolor ante las injusticias y el daño que nos

causan. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. ¿Cómo vivo el dolor que otros me causan? ¿Cómo reacciono frente al daño que otros me hacen? [Padre Nuestro] Lc 11,1-13

Con Jesús durante el día. «Perdona nuestras ofensas como también noso-tros perdonamos a los que nos ofenden» (Lc 11, 4). ¿Te victimizas? ¿Recurres a la culpa para mar-tirizar a los demás? Reflexiona sobre el perdón que ofreces a los demás antes de reclamar que te pidan perdón por el daño que te ocasionan. Busca acompañar a otros en el dolor.

Con Jesús por la noche. Agradezco a Jesús el día. ¿Pude salir de mis molestias y acompañar el dolor y el sufrimien-to de otros? ¿Me miro el ombligo y no me doy cuenta que otros necesitan cobijo en su do-lor? Pido perdón. Mañana acompañaré a los demás y dejaré de pensar en mis dolores. Pido por los pueblos indígenas para que sean acompañados en sus penas y por el descuido que tenemos hacia ellos. [Ave María]

Lunes 25 de Julio Santiago, Apóstol

Hch 4, 33; 5, 12. 27-33; 12, 2; Sal 66; 2Cor 4, 7-15; Mt 20, 20-28

“Oh Dios, que te alaben los ueblo, que todos los pueblos te alaben” (Sal 66)

Con Jesús por la mañana La muerte de Jesús. Jesús dio la vida por ti y por mí, se entregó libremente por amor para resca-tarnos de la muerte. La muerte en la cruz quita el velo de los ojos de los discípulos que habían en-tendido mal el mensaje. Sin embargo, a los pies de la cruz, María y las mujeres, esperan y confían, cuando los doce miraban de lejos y desespera-ban. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa y pido al Apóstol Santiago que me haga un servidor

de Cristo. Mirando a Jesús que da la vida por mí pondré a los pies de la cruz, mis miedos, mis incertidumbres mis penas. [Padre Nuestro] Mt 20,20-28

Con Jesús durante el día. «Lo mismo que el Hijo del Hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos» (Mt 20, 28). ¿Sabes que hay cosas que debes dejar morir en ti para vivir? ¿Estás dis-puesto a vivir? ¿Qué debe morir en mí a los pies de la cruz para que Cristo lo haga nacer a la vida nue-va? Pido ayuda a Santiago Apóstol que vivió la ex-periencia de la cruz del Señor.

Con Jesús por la noche. Agradezco a Jesús el día. ¿Deje morir aquello que Jesús quiere resucitar en mí? Pido perdón. Mañana acompañaré el camino del Señor para que su camino sea el mío. Pido por los pueblos indígenas para que el Señor los conforte en sus penas. [Ave María]

Martes 26 de Julio San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María

Jer 14, 17-22; Sal 78; Mt 13, 36-43

“Líbranos, Señor, por el honor de tu nombre” (Sal 78)

Con Jesús por la mañana Jesús resucita. Jesús resucita de la muerte y sale al encuentro a sus amigos para quienes la pre-sencia de su maestro al comienzo no fue eviden-te, sino signo de confusión y desentendimiento. Así lo vivieron los discípulos de Emaús. Sin em-bargo, hace brillar para ellos una versión diferen-te de la historia que ellos contaban de su maes-tro que no habían reconocido. Ilumina sus histo-rias con un brillo desconocido hasta entonces.

Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. ¿De qué otro modo pueden ser vistos los acontecimientos que vivo a los ojos de Dios? ¿Puede existir una ver-sión diferente a los ojos de Jesús? [Padre Nuestro] Mt 13,36-43

Con Jesús durante el día. «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hom-bre» (Mt 13, 37) Cambia la queja por la pregunta. Si preguntas a Jesús no busques tus propias respues-tas, escucha en el silencio de la oración la voz del Señor. ¿Qué puedo aprender de lo que estoy vivien-do?

Con Jesús por la noche. Agradezco mi día a Jesús. ¿Pude abrirme a un nuevo entendimiento de esa historia que me pesa? ¿Logré dejar que Jesús reinterprete los acontecimientos de mi vida? Pido perdón. Ma-ñana buscaré aprender otras perspectivas en lugar de juzgar apresuradamente lo que vivo. Pido para que todos los pueblos aprendamos que la diferencia enriquece, y no condenemos

excluyendo a las minorías. [Ave María]

Miércoles 27 de Julio Miércoles de la XVII semana del Tiempo Ordinario

Jer 15, 10. 16-21; Sal 58; Mt 13, 44-46

“Dios es mi refugio en el peligro” (Sal 58)

Con Jesús por la mañana Jesús Resucitado mi tesoro. El encuentro de los discípulos con Jesús resucitado cambió sus vidas para siempre. A partir de ese momento comprendieron todo. Le entrega-ron sus vidas y todo fue de otra manera. Volvió el sentido de sus vidas y encontraron el propósito para vivir. Con sus gestos anunciaron que Jesús, su Maestro, había resucita-do. El anuncio del Amor de Jesús acabó por ir dejando su huella en todo lo que hicieron. Ofrezco mi día por las in-tenciones del Papa. ¿Cuál es mi tesoro donde tengo pues-to mi corazón? ¿Qué o quién me enamora? [Padre Nues-

tro] Mt 13 44-46

Con Jesús durante el día. «El Reino de los Cielos se parece a un tesoro es-condido en un campo» (Mt 13, 44). Tú sabes dónde está lo que verdaderamente es valioso, ¿por qué malgastas tu tiempo y energía en lo que no te enriquece como persona? Reflexiona en ello. Cuida el tesoro que tienes y deja todo lo demás.

Con Jesús por la noche. Agradezco mi día a Jesús. ¿Es el amor a Jesús y a mis hermanos el motor que mueve mi vida? ¿Amé con gestos a los demás? Pido perdón. Mañana pedi-ré ayuda a Jesús para enamorarme más de Él. Pido para que los pueblos indígenas conozcan y se ena-moren de Dios. [Ave María]

Jueves 28 de Julio Jueves de la XVII semana del Tiempo Ordinario

Jer 18, 1-6; Sal 145; Mt 13, 47-53

“Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob” (Sal 145)

Con Jesús por la mañana Alcanzar el amor. ¿Te has puesto a pensar que tu vida es una historia de amor tejida entre el Señor y tú? Jesús, te llama e invita a ser amigo suyo. Te ama. Tu historia de amor con Dios está tejida des-de siempre pues el Señor te ha pensado y deseado desde la eternidad con tanta fuerza que te creó sólo para amarte. Anímate a pensar que Dios no tiene otra cosa más importante que hacer que amarte a ti. En los momentos difíciles de tu vida,

aunque tú no lo hayas notado, Él te ha sostenido. Ofrezco mi día por las inten-ciones del Papa. ¿Te animas a contar tu historia desde el amor y no desde el dolor? [Padre Nuestro] Mt 13,47-53

Con Jesús durante el día. «El Reino de los Cielos se parece a una red que se echa al mar y recoge toda clase de pe-ces» (Mt 13, 47). Mira los acontecimientos más difíciles de tu vida. Piensa que Dios te ha sosteni-do. ¿Qué ves ahora?

Con Jesús por la noche. Agradezco a Jesús por el día y por lo que he vivi-do hoy. Agradezco la presencia del Amor de Dios en mi vida. ¿Pude sentirlo? Pido ayuda a Dios para sentir siempre su amor desde mañana y para siempre en todos los acontecimientos que me toque vivir. Pido para que los pueblos indígenas se sientan amados por Dios. [Ave Ma-ría]

Viernes 29 de Julio Santa Marta

Jer 26, 1-9; Sal 68; Jn 11, 19-27

“Que me escuche tu gran bondad, Señor” (Sal 68)

Con Jesús por la mañana Buscar y encontrar a Dios en todas las cosas. Las amigas de Jesús sentían su compañía en sus labo-res y quehaceres. Recibían al Señor en su casa y lo hacían parte de sus actividades. Así Dios se nos hace presente en todo acontecimiento y en todas las personas, todo es don de Dios. El Señor está en la vida real, en las personas reales, en los acontecimientos reales de todos los días. ¡Descúbrelo! Ofrezco mi día por las intenciones

del Papa. Pido ayuda a Santa Marta para descubrir y encontrar a Dios en medio de mis tareas. ¿Te miras a ti mismo y a los demás como don de Dios? [Padre Nuestro] Lc 10,38-42

Con Jesús durante el día. «María sentada a los pies del Señor escuchaba sus palabras. Marta se ocupaba en los quehaceres de la casa» (Lc 11, 39-40). Reconoce en los demás el rega-lo que Dios te hace recibiendo con agrado la compa-ñía de los que se te acerquen. Sé tú mismo un regalo para otros.

Con Jesús por la noche. Agradezco mi día a Jesús. ¿Descubro a Dios en los acontecimientos de mi vida? ¿Siento que Dios llena mi vida de bendiciones en lo que me da a vivir? Pido perdón. Mañana seré agradecido con el Señor que se me regala en todo lo que vivo. Pido para que los pueblos indígenas sean visto como don de Dios para todas las culturas

del mundo. [Ave María]

Sábado 30 de Julio Sábado de la XVII semana del Tiempo Ordinario

Jer 26, 11-16. 24; Sal 68; Mt 14, 1-12

“Escúchame, Señor, el día de tu favor” (Sal 68)

Con Jesús por la mañana Dios trabaja por mí. ¿Alguna vez has pensado que Dios trabaja por ti? Considera que Dios mantiene con su poder creador toda la realidad, la transfor-ma, la renueva y te la regala para que te ayude en tu diario vivir. Dios se mete y se compromete con tu historia y trabaja para tu bien y tu plenitud. El amor de Dios es la fuerza que mueve la vida. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. ¿Te comprometes a trabajar con Dios por tu vida y por

la de tus hermanos, ayudándolo a Él y haciendo lo que a Él le agrada de ti? [Padre Nuestro] Mt 14,1-12

Con Jesús durante el día. «Miren cómo crecen los lirios, sin trabajar ni hi-lar» (Lc 12, 27). Tu vida crece y se fortalece por la acción de Dios. ¡Créelo! Ofrece tu tiempo para trabajar con Jesús en su misión en este mundo. ¡Haz que el cielo descienda al ver tus obras bue-nas!

Con Jesús por la noche. Agradezco a Jesús mi día. ¿Pude entregarme a Dios para servirlo a Él y a mis hermanos? Pido ayuda a Jesús para sumarme a su proyecto desde hoy. Pido para que los pueblos indígenas reciban el trabajo desinteresado de sus hermanos. Pido para que los pueblos indígenas experimenten a Dios que trabaja para ellos a través de sus herma-nos de otras culturas. [Ave María]

Domingo 31 de Julio Domingo XVIII del Tiempo Ordinario

Ecl 1, 2; 2, 21-23; Sal 89; Col 3, 1-5. 9-11; Lc 12, 13-21

“Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación” (Sal 89)

Con Jesús por la mañana San Ignacio de Loyola. ¿Es Cristo el centro de mi vida? La Compañía de Jesús (jesuitas) celebra hoy a su santo fundador, San Ignacio de Loyola. Él dirigió a su amigo Francisco Javier esta frase del evange-lio con la que acabó por ganar su corazón y su entrega para el Señor. «De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si se pierde a sí mis-mo?» (Lc 9, 25). Cristo fue el centro de la vida de

Ignacio, quien entregó su vida a Dios Nuestro Señor. Se puso al servicio del Rey Eterno y se entregó al servicio de sus hermanos para la Mayor Gloria de Dios. Ofrezco mi día por las intenciones del Papa. Pido, por intercesión de San Ignacio, la gracia de vivir con la mirada sólo puesta en Jesús. [Padre Nuestro] Lc 12,13-21

Con Jesús durante el día. ¿Quieres vivir en plenitud? Repite con san Ignacio: «Tomad Señor y recibid, toda mi libertad, mi me-moria, mi entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer. Vos me lo disteis a Vos, Se-ñor lo torno, todo es tuyo, disponed a toda vuestra Voluntad, dadme vuestro amor y gracia, que ésta me basta. Amén».

Con Jesús por la noche. Agradezco mi día a Dios. Doy gracias a Dios por este peregrinar de la mano de los Ejercicios Espi-rituales de San Ignacio en este mes de julio. Pido ayuda en adelante para ser fiel a las gracias reci-bidas para la Mayor Gloria de Dios. Que los pue-blos aborígenes reciban los cuidados y atenciones que necesitan. [Ave María]

El Video del Papa es una iniciativa global desarrollada por la Red Mun-dial de Oración del Papa (Apostolado de la Oración) para colaborar en la difusión de las intenciones mensuales del Santo Padre sobre los desa-fíos de la humanidad. Mes a mes acompañaremos al Papa Francisco en sus pedidos de ora-ción. Te invitamos a sumarte.

NOTAS

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