oración de david

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Oración de David (Cf. 2 S 7, 18b-29)* “¿Quién soy yo Señor, y qué mi corazón, que me trajiste hasta aquí? Y aún esto es poco a tus ojos, Señor, que hablas también al corazón de tu servidor. Y ésta es la ley del hombre, Señor. ¿Qué más podré añadir yo a estas palabras? Tú me conoces, Señor. Has realizado todas estas grandes cosas según tu palabra y tu corazón, para dárselo a conocer a tu servidor. Por eso eres grande, Señor; nadie como tú, no hay Dios fuera de Ti, como oyeron nuestros oídos. ¿Qué otro pueblo hay en la tierra como tu comunidad a quien has ido a rescatar para hacerle tu Iglesia, darle renombre y hacer en su favor grandes cosas...? Tú has constituido a tu Iglesia para que sea tu comunidad para siempre, y Tú, Jesús, eres su Dios. Y ahora, Dios, mantén firme eternamente la palabra que has dirigido a tu servidor y a su corazón y haz según tu voluntad. Sea tu nombre por siempre engrandecido; que se diga: Cristo es Dios de la Iglesia; y que el corazón de tu servidor subsista en tu presencia, ya que Tú Jesucristo, Dios de la Iglesia, has hecho esta revelación a tu servidor diciendo: “yo te concedí un corazón”; por eso tu servidor ha encontrado valor para orar en tu presencia, pues tú, Señor, has hablado y con tu bendición el corazón de tu servidor será eternamente bendito.” Oración de David (Cf. 2 S 7, 18b-29)*

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Oracin de David (Cf. 2 S 7, 18b-29)*

Quin soy yo Seor, y qu mi corazn, que me trajiste hasta aqu?

Y an esto es poco a tus ojos, Seor, que hablas tambin al corazn de tu servidor.

Y sta es la ley del hombre, Seor. Qu ms podr aadir yo a estas palabras?

T me conoces, Seor. Has realizado todas estas grandes cosas segn tu palabra y tu corazn, para drselo a conocer a tu servidor.

Por eso eres grande, Seor; nadie como t,

no hay Dios fuera de Ti, como oyeron nuestros odos.

Qu otro pueblo hay en la tierra como tu comunidad a quien has ido a rescatar para hacerle tu Iglesia, darle renombre y hacer en su favor grandes cosas...?

T has constituido a tu Iglesia para que sea tu comunidad para siempre,

y T, Jess, eres su Dios.

Y ahora, Dios, mantn firme eternamente la palabra que has dirigido a tu servidor y a su corazn y haz segn tu voluntad.

Sea tu nombre por siempre engrandecido; que se diga: Cristo es Dios de la Iglesia;

y que el corazn de tu servidor subsista en tu presencia, ya que T Jesucristo, Dios de la Iglesia, has hecho esta revelacin a tu servidor diciendo: yo te conced un corazn;

por eso tu servidor ha encontrado valor para orar en tu presencia,

pues t, Seor, has hablado y con tu bendicin

el corazn de tu servidor ser eternamente bendito.

Oracin de David (Cf. 2 S 7, 18b-29)*

Quin soy yo Seor, y qu mi corazn, que me trajiste hasta aqu?

Y an esto es poco a tus ojos, Seor, que hablas tambin al corazn de tu servidor.

Y sta es la ley del hombre, Seor. Qu ms podr aadir yo a estas palabras?

T me conoces, Seor. Has realizado todas estas grandes cosas segn tu palabra y tu corazn, para drselo a conocer a tu servidor.

Por eso eres grande, Seor; nadie como t,

no hay Dios fuera de Ti, como oyeron nuestros odos.

Qu otro pueblo hay en la tierra como tu comunidad a quien has ido a rescatar para hacerle tu Iglesia, darle renombre y hacer en su favor grandes cosas...?

T has constituido a tu Iglesia para que sea tu comunidad para siempre,

y T, Jess, eres su Dios.

Y ahora, Dios, mantn firme eternamente la palabra que has dirigido a tu servidor y a su corazn y haz segn tu voluntad.

Sea tu nombre por siempre engrandecido; que se diga: Cristo es Dios de la Iglesia;

y que el corazn de tu servidor subsista en tu presencia, ya que T Jesucristo, Dios de la Iglesia, has hecho esta revelacin a tu servidor diciendo: yo te conced un corazn;

por eso tu servidor ha encontrado valor para orar en tu presencia,

pues t, Seor, has hablado y con tu bendicin

el corazn de tu servidor ser eternamente bendito.