Una Publicación de la CEIPHMAutor: Lic. Oscar CuevasDiseño Editorial: Joel PereiraIlustraciones: Noelia GómezCorrección: Norma de RamírezAsesor: Dr. Rafael ZarachoNoviembre 2018Módulo 3

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PRESENTACIÓN

PLENITUD DE VIDA EN CRISTO

LA LIBERTAD EN CRISTO

PRESENTACIÓN

B ienvenido al tercer módulo de estudios del Programa de Dis-cipulado En los Pasos del Maestro. Tenemos el privilegio de presentarle esta nueva serie de estudios que denominamos “La

Plenitud de Vida en Cristo”.

Este módulo está preparado para guiarle a un nuevo nivel de crecimien-to, madurez y realización en su caminar con Cristo. Te ayudará como discípulo de Jesús a conocer y a experimentar la verdadera libertad es-piritual.

La Palabra de Dios nos dice que Cristo nos hizo libres para disfrutar de una vida abundante y plena. Sin embargo, a menudo vemos que existen muchos creyentes en las iglesias a quienes les cuestan alcanzar a vivir una vida cristiana plena. Viven aún afligidos por muchos conflictos emocionales, patrones de pensamientos negativos, conductas y hábitos pecaminosos de los cuales no pueden liberarse.

Además, a través de ésta serie de estudios podrás aprender a identificar aquellas heridas y ataduras productos de las experiencias traumáticas de la vida que dificultan la sanidad interior. Y en especial a comprender y a de-sarrollar una de las fuerzas fundamentales en el proceso de la sanidad que es el Perdón. Cuántos males y situaciones terribles se han dado en el seno de la sociedad por la falta del perdón. En este módulo le brindaremos las herramientas necesarias para practicar y disfrutar de sus beneficios. Al finalizar este módulo, como discípulo de Jesús estarás preparado y con las herramientas necesarias para vivir y desarrollar una vida cris-

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tiana sana y plena practicando el amor de Cristo, la sanidad y la libertad como hijo de Dios.

Rogamos al Señor que en el trascurso de cada estudio, el Espíritu Santo esté mi-nistrando su vida y obrando grandes y maravillosas obras de milagros y trans-formación para ser La Mano Visible de Dios en este mundo.

Dios lo Bendiga.

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Plenitud de Vida en Cristo

LA LIBERTAD EN CRISTO

Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdade-ramente libres…” Juan 8:35-36

“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez suje-tos al yugo de esclavitud” Gálatas. 5:1

NUESTRA META: COMPRENDER QUE CRISTO NOS HIZO LIBRES PARA DISFRUTAR DE UNA VIDA PLENA Y DE SERVI-CIO EN SU REINO.

INTRODUCCIÓN

Cuando hablamos de libertad, frecuentemente existe una confusión, pues muchos entienden que libertad es sinónimos de libertinaje. Soy libre de hacer lo que quiero, dicen algunos. Por otro lado, está el pen-samiento de que el cristianismo o la religión es sinónimo de esclavitud y aburrimiento.

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PLENITUD DE LA VIDA EN CRISTO

En esta lección vamos a analizar el concepto bíblico de la libertad en Cristo. Un concepto muy importante para la plenitud en la vida Cris-tiana a fin de alcanzar nuestra visión de ser La Mano Visible de Dios.

A. ESCLAVOS DEL PECADO

En Juan 8:32-34, Jesús entra en un debate interesante con los judíos sobre este tema.

Identifica las dos posturas encontradas en el texto:

Evidentemente, aquellas personas no comprendían lo que Jesús les es-taba diciendo.

Ellos estaban enfocados en un aspecto diferente de la libertad, no en el que Jesús tiene en mente. Por lo que Jesús, en v. 34 les expone su punto. Explica la respuesta de Jesús

Lo que Jesús está diciendo es que, como pecadores cada persona es es-clava del pecado.

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PLENITUD DE LA VIDA EN CRISTO

Jesús hace una analogía de la relación entre un esclavo y su amo para darnos a entender que un esclavo obedece a su amo porque es de su pro-piedad. Los esclavos no tienen voluntad propia, están literalmente bajo el yugo de sus amos. De la misma manera, cuando el pecado es nuestro amo, somos incapaces de resistirlo. Lo que significa que el pecado no es solo una mala acción, sino un poder oculto en nuestros corazones que nos lleva a practicar las malas acciones. Es decir, pecamos porque somos pecadores. Nuestra esclavitud es una esclavitud a su poder en nosotros.

Como seres humanos hemos nacido en esclavitud, sujetos a las ten-dencias pecaminosas que heredamos de nuestros padres, las cuales nos arrastran al mal, a la autodestrucción, a la muerte y a la condenación eterna.

Cuántas personas en este mundo viven siendo esclavos de las bajas pa-siones, los vicios, las amarguras y las perversiones que sistemáticamente los destruyen y los llevan al infierno.

Lee los siguientes textos y escribe lo que nos enseñan al respecto.

Romanos 5. 12, 14; 6:23:

Santiago 1.15:

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PLENITUD DE LA VIDA EN CRISTO

Todos los días podemos observar los efectos destructivos del pecado en nuestra sociedad. Por ejemplo, el dolor y la amargura en una fami-lia donde hay un padre alcohólico. El sufrimiento de una madre cuyo hijo vive en la sombra de la drogadicción. Los efectos terribles de la pornografía en la sociedad, la promiscuidad sexual, la violencia, la co-rrupción, etc.

Es lamentable la situación moral de nuestra sociedad actual, y más aun sabiendo que, nada puede hacer por sí mismo, pues sólo el poder de Dios puede cambiar esa realidad.

Sólo en Jesús hay libertad y es nuestro privilegio y nuestra responsabili-dad demostrar y testificar de esta libertad a nuestros amigos y familiares que aún viven bajo la esclavitud del pecado.

¿Conoces a alguien que necesita conocer a Jesús para ser libre? Prepá-rate orando al Señor por esa persona, escribe un breve testimonio de dónde o de qué esclavitud Dios te ha liberado por medio de Jesús y lue-go comparte con esa persona el plan maravilloso de Jesús para libertar y salvar del poder y los terribles efectos del pecado.

B. LIBRES EN JESÚS

Así lo dice Juan 8.36: “Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamen-te libres” (NTV).

La libertad espiritual, es el resultado de lo que Cristo ha hecho por nosotros. Al creer en Jesús y confiar en su obra en la cruz, reconocer nuestra condición de es-clavos del pecado y pedir el perdón y la misericordia de Dios, recibimos la libertad. La redención por su sangre.

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PLENITUD DE LA VIDA EN CRISTO

Por medio de la fe en Cristo y el arrepentimiento, recibimos el perdón de nuestros pecados y el poder del Espíritu Santo que viene a vivir den-tro de nosotros para ayudarnos a resistir al poder del pecado.

Lee y explica el pensamiento de Romanos 5. 8 y 18-21.

En Gálatas 4. 3-7 el Apóstol Pablo nos da otro ejemplo respecto a la libertad en Cristo. Resume el texto en tus propias palabras.

Esta libertad no es meramente un concepto abstracto. No se refiere a la libertad política ni económica, ni a la libertad de vivir de cualquier ma-nera que se nos plazca. Al contrario, es una libertad que está cimentada en nuestra relación con Jesucristo. Es decir, en Cristo somos libres de la esclavitud del pecado, de la opresión del Diablo y de la muerte eterna.

A continuación, lee los siguientes textos y cita todas las implicancias de nuestra libertad en Cristo.

Romanos 6.14, 18

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PLENITUD DE LA VIDA EN CRISTO

Romanos 8.1

1 Corintios 15.56-57

Gálatas 1.4

Colosenses 1.13-14

C. LIBRES PARA SERVIR

La Libertad espiritual que nos ofrece el evangelio, in-cluye tanto lo que Cristo ha hecho por nosotros al liberar-nos de la esclavitud del peca-do, del mundo y del Diablo, como también el modo en que somos llamados a vivir nuestra nueva vida en Cristo. Jesús nos libró del mal para hacer el bien.

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En Romanos 6.18 Pablo declara el propósito de nuestra libertad. ¿Cuál es?

Así como antes de conocer a Jesús servíamos voluntariamente a los pro-pósitos destructivos del pecado, ahora en Cristo debemos dar lo mejor de nosotros para servir a los propósitos del Reino de Dios combatiendo contra el poder del pecado y sus terribles consecuencias en el mundo; y la mejor manera de hacer es proclamando el mensaje de salvación y li-bertad por medio de Jesucristo en todas nuestras esferas de influencias.

A continuación, lee los textos y anota lo que los escritores afirmaban de sí mismos al ser libres en Cristo. Romanos 1.1; Tito 1.1; Santiago 1.1

Cada uno entendió perfectamente que al ser libertados por Jesús, volunta-riamente se convertían en esclavos y mensajeros de la justicia. De la misma forma debemos comprender nosotros, somos libres del pecado para ser siervos (esclavo) de Cristo. Nuestra libertad no es para tener autonomía propia sino para una esclavitud (servicio) voluntaria a Jesús fundamenta-dos en la gratitud y el amor a Dios.

Es decir, comprendemos que la obra de Dios es tan grande en nosotros al librarnos del poder del maligno, del pecado y la condenación, y que nos ha regalado por su gracia el perdón y la salvación eterna que nos sentimos comprometidos con Dios para ser sus siervos testificando a otros acerca del amor y el poder de Dios para libertar.

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PLENITUD DE LA VIDA EN CRISTO

Reflexiona y escribe sobre qué acciones prácticas podes hacer para demos-trar tu gratitud y corresponder así al amor de Jesús que te dio la libertad.

Pero es importante recordar siempre que, para disfrutar esa libertad te-nemos que mantenernos firmes en sus enseñanzas y disfrutar de una re-lación plena y sincera con él, teniendo cuidado de que nuestra libertad tampoco caiga presa del legalismo ni del libertinaje.

Cristo no nos liberó para que nos sirviéramos a nosotros mismos, sino para que pudiéramos entregar nuestra vida para servir al prójimo y a la causa del Reino de Dios. Nos liberto para que seamos su familia; una familia que ama, bendice y sirve.

CONCLUSIÓN

Jesús ha dado su vida en la cruz por no-sotros para que seamos libres y tenga-mos la capacidad de renunciar al pecado y la maldad. Él derramó su sangre para que ya no tengamos que vivir bajo nin-gún tipo de esclavitud del pecado. Dios quiere que cada uno de sus hijos seamos libres para disfrutar de una vida plena, abundante y de servicio en su Reino ( Juan 10.10).

Que podamos cambiar una vida de do-lor, de amargura, de soledad y separa-

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PLENITUD DE LA VIDA EN CRISTO

ción por una vida de amor, gozo y paz en el corazón.

Que aprendamos a valorar a las personas que tenemos alrededor, a per-donar, a hacer el bien, a estar lleno de la presencia de Dios, a levantar al caído, sanar al herido, a ver la vida como un regalo precioso de Dios que podemos invertir para proclamar el evangelio a la gente necesitada mientras mantengamos la esperanza firme que un día nos encontrare-mos con nuestro Salvador y recibiremos la recompensa eterna. Enton-ces nuestra completa abundancia se cumplirá por que estaremos disfru-tando con El en la eternidad.

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