nardone giorgio - hipnosis y terapias hipnoticas

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HIPNOSIS Y TERAPIAS " . La hipnosis es un instrumento perfecto para mejorar y una técnica potente y eficaz para ayudar a nuestro paciente ;:1desbloquear las propias percepciones rígidas y disfuncionaJes de 'la realidad. La hipnosis no es, como dicen los mitos y prejuicios; un,.. . estado de pérdida de la conciencia, sino al contrario una.' .., condiciÓnnatural que se integra en la vigilia. A veces ... atravesamos estados de sugestión o de trance que ayudan > <1gestionar mejor la realidad circundante. El trance' . hipnótico no se induce de manera mágica y misteriosa; ,.. . . sino que lo hace el propio sujeto, mientras el rdl del' :." hipnotizador es sólo el de facilitar el proceso. Este libro./.' - hace un análisis completo de la hipnosis: sus usos, 'su '.; historia, los procesos que la desencadenan y la regulan.' . Uur::i!te más dc:'diez aii.os los autores, cuatro famosos terapeutas, han estudiado sus características Y'están desarrollando un nuevo método para utilizarla con éxito ell el campo de la Terapia Breve. Sirve para ayudar a los p;::CÜ:~lltc:'S a liherarse de sus propios comportamientos patolÓgicc ~ gracias a la autopersuasión, sin ninguna imposiriÓn e.~tema. Giorgio Nardone, Camillo Loriedo, Jeffrey Zeig y Paul Watzlawick HIPNOSIS y TERAPIAS HIPN ÓTIC~f\S .' 1 1 Una guía que desvela el verdadero poder de la hipnosis .. [email protected]

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Page 1: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

HIPNOSISY TERAPIAS"

.

La hipnosis es un instrumento perfecto para mejorar yuna técnica potente y eficaz para ayudar a nuestro paciente;:1desbloquear las propias percepciones rígidas ydisfuncionaJes de 'la realidad.

La hipnosis no es, como dicen los mitos y prejuicios; un,.. .estado de pérdida de la conciencia,sino al contrario una.' ..,

condiciÓnnatural que se integra en la vigilia. A veces ...

atravesamos estados de sugestión o de trance que ayudan ><1gestionar mejor la realidad circundante. El trance' .

hipnótico no se induce de manera mágica y misteriosa; ,.. . .

sino que lo hace el propio sujeto, mientras el rdl del' :."hipnotizador es sólo el de facilitar el proceso. Este libro./.' -hace un análisis completo de la hipnosis: sus usos, 'su '.;historia, los procesos que la desencadenan y la regulan.' .

Uur::i!te más dc:'diez aii.os los autores, cuatro famososterapeutas, han estudiado sus características Y'estándesarrollando un nuevo método para utilizarla con éxitoell el campo de la Terapia Breve. Sirve para ayudar a losp;::CÜ:~lltc:'Sa liherarse de sus propios comportamientospatolÓgicc ~ gracias a la autopersuasión, sin ningunaimposiriÓn e.~tema.

Giorgio Nardone, Camillo Loriedo,Jeffrey Zeig y Paul Watzlawick

HIPNOSISy TERAPIASHIPN ÓTIC~f\S

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1

1Una guía que desvelael verdadero poder de la hipnosis

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Page 2: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

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Giorgio Nardone, Camillo Loriedo;Jeffrey Zeig y Paul \Vatzla\vick

HIPNOSISYTERAPlASHIPNÓTICASUna guía que desvelael verdadero poder de la hipnosis

integral

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Page 3: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

índice

Hipnosis y terapias hipnóticas

Prólogo ... 9

Título original: Ipnosi e terapie ipnoticheAutores:Giorgio Nardote, Camillo Loriedo,Jeffrey Zeig )' PaulWatzlawickDisei'1ode cubierta: Estitxu

Compaginación: Marqués

Capítulo 1 - Del «sueño mágico» a la NuevaHipnosis ..............

Introducción histórica ...

Del «sueño mágico» al magnetismo ............

Del magnetismo a la psicoterapia hipnótica

MiltOn H. Erickson y los fundamentOs de la«nueva hipnosis» .........................................

El nuevo concepto del trance ~.......

El cambio en el rol del hipnotizador..........

El rapport ... ...

La hipnosis ericksoniana y el cambio del

setting de la psicoterapia .......................

El nuevo conceptO de la resistencia y laneutralidad del terapeuta .......................

La relación técnica/proceso .......................

El verdade;ro interés por la persona ...........

@ d~ la traclucción:.lordi Bargalló Chaves@ 2006. Ponte alle Grazie sr! - Milano

iD ti<:esta edición: 2008, [~13ALibros, S.A.l'érez Galdós, 36 . 08012 Barcelonawww.rbalibros.com/[email protected]

Primera ediciÓn: abril 2008

.eservados todos los derechos.

Ninguna parte de esta publicaciónpuede.: ser reproducida, almacenadao tr.lI1smitida en modo alguno o por ningún mediosin permiso previo del editor.

Ref.:OADI'045

ISBN-I3: 9788498671612

Depósito legal: 13-15.516-2008

Impreso por Novagrafik (Barcelona)

Capítulo 2 - Inducción hipnótica ...................

Hipnosis tradicional ,.................

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Page 4: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

Características del trance ...............................

La fenomenología de la hipnosis ....................

Alteraciónde la atención ...........................Variaciones de intensidad ..........................Disociación ................................................

Cambios en la sensibilidad .........................

Métodos indirectos .........................................

El «yes set» ..................................................

Las órc;lenes integradas ...............................

Las afirmaciones de disociación .................El causativo implícito .................................

El modelo ARE ................................................La absorción .....

Estrategias adicionales de absorción ..........El lenguaje de la hipnosis ...........................

Ratil!cación ... ......

EstimuIación ... ... ............

Capítulo 3 - Hipnosis indirecta: técnicas yestrategias .............................................

La observación................................................

Utilizar los recursos ........................................Crear las condiciones favorables al cambio ....

La inducción y el proceSo hipnótico ..............

Capítulo 4 - Una pequeña «magia»: dejar de["umar con la hipnosis .................................

Capítulo 5 - Hipnoterapia sin trance. Volver«mágicas» las palabras .................................

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495050515254545555565759606162

Sugestiones y alteraciones perceptivasTécnicas de comunicación sugestiva .............Técnicas no verbales ......................................

La lnirada ....................................................

Prosodia y tono de la voz ...........................Prosémica, postura y movimientos del

cuerpo ....................................................La sonrisa y la mímica facial .......................

Estrategias lógicas y modelados lingÜísticos ..Sintonizarse para evocar nuevas

percepciones. ....... Las preguntas estratégicas ..........................

El lenguaje evocador ..................................Crear la armonía de las redundancias ........

Redefinir resumiendo .....................................

Capítulo 6 -Volver«mágicas»las palabras enacción ..........................................................

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E P í1 o go . . .. .. .. .. .. . .. .. .. . .. .. .. .. .. .. . .. . . . . . .. . .. . .. . .. .. . . . .. .

Referencias bibliográficas ...............................

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Page 5: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

,<\v PrólogoGiorgio Nardone

La hipnosis disfruta desde siempre de una fama peli-grosa: en el mejor de los casos ha sido consideradasinónimo de manipulación. Dérdida de conrrol, altera-ción de la voluntad, y e.. ~peor una experienciasobrenatural, incluso esotérica. Sin embargo, pocosconocen la historia del concepto científico y poquísi-mos saben que, en realidad, la hipnosis es una expe-riencia repetida en la vida de los seres humanos:0:!.!1estado de altegciQn de las p~rcepcion~s y de la__~on-~ que, en dlstintos n~~~tes de _L.Q..t.~ps~sLad,acom-paña constantemente nuestra relación cón la realidadcircundant~No es un estado que alguien nos impo-ne desde fuera, sino un efecto de nuestras caracterís-

ticas psicológicas y fisiológicas.Sin ser conscientes de ello, en la vida cotidiana

pasamos continuamente a través de estados de suges-tión, si no de trance real. Esto no significa que seamosvíctimas de fenómenos psicofisiológicos inconscien-

tes, sino que, de vez en cuando, y (le forma tOtalmen-

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Page 6: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

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.'

te natural, entramos en un eswdo alterado de con-

ciencia atenta que nos hace más capaces de gestionarnuestras reacciones en la realidad circundante. Por

ejemplo, le ha sucedido a cualquiera que use a menu-

do el coche, el llegar a su destino, al final de un viaje,

sin recordar lo nÜs mínimo el recorrido realizado,

pero sintiéndose del todo lÚcido y totalmente relaja-cia. Es más, quizás le habrá sucedido que mientras con-ducía, en este estac!o de trance natural. la reacción

ante un evento imprevisto haya sido más rápida y efi-caz de lo que hubiera sido en un estado normal de

vigilia. Bien, son éstOs los modos en los que se entre-

teje la hipnosis en la experiencia cotidiana, ampliandonuestras capacidades de percepción y relación frentea la realidad, ya sea interior o exterior, Reconocerla

como fenómeno natural es el primer paso para des-pejar el campo de mitOlogías, de prejuicios y desupersticiones que hacen que sea considerada erró-

neamente como un instrumentO de manipulación, fas-

cinante pero peligroso.

Precisamente porque se trata de un eventO del

tOdo comÍln, si se utiliza bien la hipnosis puede tenerefectOs extraordinarios; de éstOs trataremos en los artí-

culos que siguen. Tras haber recapitulado el recorridohistórico r científico del conceptO de hipnosis yhaber examinado sus características, pasaremos a con-siderar los usos especíticamente terapéuticos.

Como veremos, cada fenómeno hipnótico es en

realidad autohipnótico: un trance puede inducirse en

cuanto la propia persona se lo induce, y el rol del hip-

notizador es Únicamente el de facilitar un proceso que

es, de por sí, autosugestivo. Desde el punto de vista dela comunicación no existe manipulación por parte delhipnotizador, pero sí que desarrolla más bien una for-ma de autOengaño comunicativo en el que la persona

en hipnosis es estimulada a autoinducirse una serie dealteraciones de percepciones y de consciencia. Esteestado puede ser utilizado, por el paciente mismo opor su terapeuta, como un vehículo para provocarcambios de otro modo difíciles de obteneq~s fácilcomprender que la hipnosis es un instrumento for-miqable para mejorarse a sí mismo y las capacidadespropias y,para nosotros los terapeutas, es también unade las técnicas más potentes y eficientes para ayudara nuestro paciente a desbloquear las propias rígidaspercepciones disfuncionales de la realidad, que lo vin-culan a reacciones patológicas.

Para los autores, este libro tiene un valor particular

porque representa el frutO y de alguna manera (dafotografía» de un trabajo comÚn que se ha desarrolla-do a lo largo de más de diez años, En este tiempo Paul,]eff, Camillo y yo, de hecho nos hemos encontrado almenos una vez al año para llevar a cabo un seminariosobre nuestros estilos hipnóticos y terapéuticos: no setrataba de una mera exposición didáctica, prolongadaen el tiempo, sino de una comparación constante ycolaboradora entre diferentes perspectivas teóricas ypersonales. Con el tiempo y la experiencia, sin ningÚnforcejeo, nuestras variadas modalidades operativas ylos puntOs de vista diferentes se han desarrollado de

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Page 7: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

modo armónico y complementario: los escritos quepresentamos aquí son una prueba del recorrido lleva-do a cabo y de los resultados obtenidos.

La evolución sincrética de nuestros enfoques impli-ca también una síntesis de diferentes tradiciones en el

campo de la psicoterapia: la Escuela de Palo Alto y lapragmática de la comunicación; el enfoque puramen-te ericksoniano; la rigurosa evolución de la hipnosismédica; la aplicación en la terapia breve de experi-mentadas y rigurosas éstratagemas hipnóticas. Todo lo

que sigue no es, pues, sólo un tratado sobre la hipno-sis y sobre las terapias hipnóticas, sino también ysobre todo una contribución innovadora para la psi-coterapia porque sintetiza, armonizándolos, diferentesmodelos conocidos y apreciados. de intervenciónsobre los problemas humanos.

Una Últin1aanotación sobre el estilo. Escribía KarlPopper que todo pensador o científico debería volvera formular o escribir sus propias teorías hasta hacerlas

comprensibles para cualquiera; hasta que no consigueeste resultado es mejor no exponerlas. En la redacciónde los textos que componen este libro, hemos inten-

tado mantener un estilo accesible y de lectura agra-dable, poniendo ejemplos claros y comprensibles, tan-tO en su estructura técnica como en su desarrollo,incluso para el lector no especializado. Creemos quetambién Popper nos habría dado el permiso de pasar,ahora, a la exposición.

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\y .

~tCapítulo 1

Oe! «sueño mágico» a laNueva HipnosisCamilla Loriedo*

Introducción histórica

Del ~(sueiiomágico» al magnetismo

Lautilización de la hipnosis para el tratamiento de pro-blemas y del sufrimiento humano es probablementetan antiguo como la historia de los intentos del hom-bre por curar a sus semejantes (Watkins,1987). Aunque

¡ con formas y nombres diferentes, la hipnosis era cono-t, cida también por los más antiguos pueblos primitivos,1. que la utilizaban como objetivo no únicamente tera-I

~ péutico, sino también adivinatorio:los fenómenos det la hipnosis leídos como dones o poderes de lo divinor y aplicadosen las situacionesmás dispares a travésdel¡ profeta, del chamáh o del médico sacerdote. En las anti-¡ guas civilizaciones mediterráneas la utilización tera-1, péutica de la hipnosis se describe como «sueño mági-f

¡ co»por los egipcios, los griegos y los romanos.;

. En este capítulo ha colaborado Gianluca Monacelli.

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Page 8: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

En general, el origen del desarrollo de la moderna

hipnosis, y también el de la psicoterapia, se vincula--a

la obra del médico vienés Anton Mesmer ea partir de1775), pero tenemos indicios y conocimientos su.fi-cientes para afIrmar que toda forma de civilización ha

desarrollado formas de terapia que hoy no dudaría-mos en definir como hipnóticas.

Por lo que respecta a los pueblos primitivos, comotambién en l,asantiguas civilizaciones tibetanas, austra-lianas, indias cuyos ritos de curación han sido descritos

y documentados (Ellenberger, 1976), se puede deduqr--c()~:_~uficiente c~_0.:~_zaque los prit~c_~p~~~.!~~?~~~.ge

C~!0lción era~_!_~:.apaci~~d sug~s_iiva y la cap_a~!d~9_de

act!~~~._re~re~en~~!~9-_~~Ja1Í.tás!ic~, que el c.~.ra~~er<? o

sacerdote lograba ~c!ucir en el creyen~~.e~~iente.Wang Tai, fundador de la medicina china (s. xx,

a.c.), enseí'iaba a sus seguidores una técnica terapéu-

tica que utilizaba el encantamiento y el pa~2..Q~J~s__..ma1]..os~~bre el cuerpo 9~1paciente.

En elAntiguo Testamento y a menudo en los Evan-gelios se hace referencia a casos de curación obteni-

dos limitándose a pasar las manos sobre la parte enfer-ma ~.~ toql_l_~.!._~al)o c.o~En!?:1J:rad_a,el mismo método

utilizado para hacer profecías (Pavesi y Mosconi,1974; Gravitz, 1991;Watkins, 1987).

En este concepto se reanuda el uso de la imposi-ción de las manos, que más tarde se transformará en

los llamados «pasos»,tacamientos y roces sugestivos_. ~." . . ~-------

que indican una i~te.~~~n~¡9.n.~~p~zde st01'!!i.r.!.~relr.naLDifundidaen la época romana (cuando incumbía

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alpater familias) y en la medieval (cuando incumbíaal rey o al señor) la imposición de las manos aún estáen uso en algunas religiones.

La hipnosis del pasado, que durante muchos siglosse había basado sobre todo en concepciones misticasy en el poder obtenido mediante intervencionessugestivas que a su vez se fundaban en la autoridad yen el carisma, era una hipnosis construida de formaartificial y esencialmente sobrenatural. Con el paso deltiempo la terapia hipnótica, sin embargo, ha vivido unproceso de transformación que a continuación se haconvertido precisamente en otra forma de psicotera-pia. De forma gradual se ha ido redimensionando elrol preeminente ejercitado por la sugestión y la hip-

nosis se ha vuelto cada vez más parecida a un proc.e-so natural, capaz de respetar la cualidad humana de lapersona y de restituirle la fuerza en sus propios recur-sos.

En el curso de los Últimos cincuenta años la hip-nosis tiende a afirmarse como un estado natural muydifundido, que en una observación superficial nosiempre es fácil de distinguir del estado de vigilia, yque puede presentarse espontánea y repetidamenteen el transcurso de la jornada. Lo que una vez era con-siderado el estado de excepción se convierte en unestado de cada día, el common every day trance(Haley, 1978) que se alterna y se integra al estado devigilia,pasando a través de una gama riquísima de gra-dos intermedios (Edelstein, 1982).

Desde el punto de vista psicoterapémico, la nueva

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comofondatore ante litteram de la historia modernade la hipnosis (Sarteschi, 1982) y,al mismó tiempo, de

la psicoterapia dinámica (Ellenberger, 1970).Mesmer introduce un método terapéutico fundado

en el magnetismo animal, una especial de fluido vitalque, según el autor, estaba presente en todo el uni-verso y capaz de invadir cualquier tipo de material,determinando, con las propias variaciones de con-centración, la propiedad de los cuerpos. Gracias a estefluido los hombres podían entrar en relación entreellos y con los cuerpos celestes. Si este fluido no esta-ba distribuido de forma homogénea en el interior delcuerpo humano, podían resultar graves alteraciones yenfermedades.

En 1775, Mesmer publica en la revista NouveauMercure Savant d'Altona su primer trabajo en el queintenta sistematizar una teoría general del magnetis-mo animal, sobre la base de sus observaciones clíni-cas. En el artículo, titulado Carta a un médico extran-

jero, se sosterua que los efectos terapéuticos delmagnetismo se debían a la acumulación de un fluidouniversal en el interior del cuerpo. Los imanes o losotros medios usados no eran más que instrumentos

con los que este fluido se propagaba por el cuerpo.Esta conclusión puso fin a la amistad enr"reMesmer yHell,un contemporáneo suyo que utilizaba los imanes

para el tratamiento de algunas afecciones nervios~s,según el cual el efecto magnético estaba ligado a losimanes y no al fluido magnético (Laurence y Perry,1988, p. 5).

...;- ):/IJipnosis, que se funda en este concepto naturalista

t / del :stado de trance, ya no propóne al hipnotiZaddr(- '--.pcomo figura autoritaria y carismática que aplica de

forma artificial procedimientos rituales, sino que se')-

~ es~erza sobre todo en reconocer y respetar las carac-~:> - - _.~--,_.- -~----S terísticas de la persona. -" -.-.---..-..-----.--

Esta última no asume un papel pasivo y sometido,

sino que se c.QQ.~i~Eteen protagonista activo del pro--

ceso inductivo en el que participa. El trance es una. _..----

experiencia de r~_!ación,natural y fisiol~ca, cotidia-na antes que extraordinari~ capaz de movilizar recur-sos y capacidades que parecían inaccesibles.

Para comprender las razones que han llevado a lahipnosis a ser considerada cada vez más como unestado natural del ser humano!. en lugar de unamaniobra llevada a cabo con artificios misteriosos,queremos examinar algunos pasajes históricos quehan llevado, desde Mesmer en adelante, a su gradualredefinición conceptual desde fenómeno místico-mágico a actividad fundada en sólidos presupuestosfisiológicos y en avanzados conocimientos científicos.

Entre los siglos xvm y XIXse formula la teoría delmagnetismo animal y nace la hipnosis científica, de laque se tiende enseguida a reconocer los aspectos psi-cológicos y psicoterapéuticos. Franz Anton Mesmer(1734-1815) se sirve de la teoría física del magnetismopara destacar,más de lo que nunca se había hecho ante-riormente, los componentes psicológicos y la impor-tancia de la relación interpersonal en la experienciaterApéutica.Por eso Mesmer es, en buena ley,señalado

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Page 10: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

Para Mesmer, la relación magnética explicaba tam-bién la sensibilidad particulm' de la pel"sonaIrenteal 1nagnetizad01", pero al cabo de unos pocos ai10stambién empezó a creerse posible lo contrario, tantoque en 1784 se acui1ó la expresión reciprocidad mag-nética. Estas teorías anticipan, por lo menos en unsiglo, los estudios de Sigmund Freud y el descubri-miento de fenómenos de transferencia y contratrans-ferencia; además, históricamente son la primera men-ción de una relación recíproca y simétrica en el cursocle una psicoterapia y abren el camino a la revolución

ericksoniana que se llevará a cabo en el campo de lahipnosis. El hipnotizador que influencia, pero quetambién es influenciado, corresponcle a un conceptOprofundamente diferente respectO a la figura, autori-taria e inalcanzable, de aquel 'que induce el trance enla persona con el poder de la sugestión.

En poco tiempo los resultados obtenidos por Mes-mer ganaron amplio consenso y su reputación crecióhasta el punto de que le era imposible satisfacer lasdemandas de tOdos aquellos que solicitaban el trata-miento magnético. Por estO Mesmer ideó, junto a lasterapias individuales, también un auténtico enfoquede grupo. Una de las técnicas que utilizaba era elbaquet, un gran recipiente conectado, a través de unaserie de imanes que estaban sumergidos, a un ciertonúmero de personas que formaban un grupo de «mag-netizados».

Siguiendo el principio del baquet, otro gran estu-dioso del magnetismo. Amand Marie]acques De Chas-

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--~

tener, marqués de Puységur (1751-1825), magnetizóun gran árbol situado en la plaza mayor del pueblo.

Bajo la copa del árbol se reunían diferentes personasque, siguiendo sus instrucciones, lograban un estadode crisis que se caracterizaba por la tranquilidad y elsilencio. .

En mayo de 1784, De Chastener hizo una observa-ción destinada a revolucionar el concepto mismo del

magnetismo animal: se dio .cuenta de que un trabaja-dor suyo afectado de un problema pulmonar, VíctorRace, mientras era magnetizado, presentó una crisis

. de carácter insólito, en la que no se manifestaban lashabituales convulsiones o las implosiones descoordi-nadas de movimientos, sino un extraño sueii.o en el

que se mostraba más vigilante y atento de lo que esta-ba en estado de vigilia.

En este estado, aunque la persona parecía profun-damente dormida, era capaz de seguir las indicacionesdel magnetizador, hablaba en voz alta con gran segu-ridad y parecía disponer de mayores informaciones einteligencia de la que demostraba normalmente.Ade-más, una vez fuera de este estado inducido, no recor-daba lo sucedido -fenómeno que hoy se define

como amnesia posthipnótica. Puesto que el com-portamiento se parecía en algunos aspectos al sonam-bulismo, Puységur lo denominó «sonambulismo artifi-cial».

Puységur se diQcuenta de que en este estado, indi-cado también con el nombre de «crisis perfecta», la

persona sonámbula estaba dispuesta a hablar de for-

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Page 11: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

ma espontánea de las cosas que hacían referencia a.ella, tras lo cual se sentía más aliviado y prestaba-más

atención a las opiniones que el magnetizador expre-saba en e! curso de, podríamos decir ahora, la sesiónpsicoterapéutica.. De Chastener se detuvo, además, sobre la que le

parecía una especie de dependencia infantil delpaciente con e! terapeuta. Su enfoque, que hoy defi-niríamos \de tipo regresivo, tema por objeto reprodu-cir la relación madre-hijo, con el fin de interrumpir,gracias a la sucesiva intervención terapéutica, la ten-dencia a la dependencia propia de la persona. Tam-bién esta intuición puede considerarse una anticipa-ción del concepto de transfert y de sus posiblesimplicaciones terapéuticas.

Los estudios de Puységur y de sus seguidores per-mitieron determinar algunas características psíquicasdel estado hipnótico de tipo sonambúlico: la capaci-dad de volver a evocar recuerdos y detalles que pare-cían olvidados (bipennenesia); la amnesia postso-nambúlica, que permitía olvidar todo lo sucedido enel urso de la experiencia hipnótica; la regresión dela edad, que permitía revivir, con fuerte intensidad

emocional, experiencias precoces de la persona.Al contrario de Mesmer, Puységur no creía del todo

necesario el fluido como mediador físico en la relación

en tre la persona y e! magnetizador; según él, para obte-

ner e! resultado terapéutico eran fundamentales, en

cambio, la intención del magnetizador y la voluntad de

curación de la persona (Gulotta, 1980, pp. 24-25).

20

Finalmente Puységur recogió a la perlección la ideadel rapport, la peculiar relación terapéutica que sedesarrolla en el curso de la hipnosis, que se convertiría

en un punto de referencia esencial en el conceptomoderno y determinó también una connotación cua-litativa posterior, la de la exclusividad. Hoy sabemosque esta cualidad específica de la relación hipnótica esuna peculiaridad del rapp01"t hipnótico, por la quesolamente el magnetizador que lo ha establecido conla persona puede mantenerse en comunicación conésta en el transcurso del trance.

. Fran<;ois Joseph Noizet, un magnetizador contem-

poráneo de Puységur, se dio cuenta de que «el efectode! árbol era inexistente y que lo que ocurría a la som-bra del árbol se debía a la confianza puesta en las vir-tudes magnéticas» (Noizet, 1854).

Noizet destacó también la fuerza ejercitada por la

sugestión, que era capaz de crear una expectativafavorable y una confianza recíproca entre magnetiza-dor y paciente. Estas conclusiones fueron retornadasmás tarde por Liébeault y,juntO a las contribucionesdel Abate Faria, constituyeron los presupuestos teóri.cos generales de una de las más importantes escuelasfrancesas de hipnosis, la Escuela de Nancy.

Ya en 1785, Tardif de Montrevel destacaba, como

por otra parte ya había reconocido el mismo Puysé-gur, que la persona que se prestaba al sueí'ío magnéti-co era capaz de resistir las prescripciones inmoralesdel magnetizador sin escrúpulos. Quedaba desmen-tido de este modo e! prejuicio muy común según e!

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Page 12: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

cual en estado de hipnosis la voluntad de la personaera anulada.

Poco tiempo después,Jules Charpignon introdujootro importante concepto, el de sugestión posthip-nótica, que consiste en la sugerencia que el hipnoti-zador da en el estado de trance, pero que se realizapor la persona al despertarse. Hoy sabemos que estetipo de sugestión tiende a reproducir en la persona unestado de microtrance, que por sus características de

tipo sonambÚlico es raramente reconocido por obser-vadores no entrenados.

Fue elAbate Faria quien propuso por primera vez,.hacia la segunda década de] siglo XIX,el concepto desudio lÚcido, que sustituía, a tOdos los efectOs, el con-

ceptO de magnetismo; este último quedó gradual-mente abandonado.

SegÚn Faria, el sueii.o lúcido es provocado por la per-sona misma. Además, este tipo de sueño no cliJiere sus-

rancialmenre del suerlo natural y,por tanto, no se deri-vará de la voluntad del magnetizador sino de la

«complacencia» de ]a persona frente a éste. Faria colo-

caba a las personas en sueño lúcido sin rituales prepa-ratorios: hacía que sujetaran su propia mano, abierta

delante de los ojos, y les repetía varias veces que «se dur-mieran».

Hay que recordar también la obra de ]ohn Elliotson

(1794-1868) y de los colaboradores de su Escuela,porel estudio de la anestesia magnética, así como la del

cirujano Esdaile (1808-1859): aplicando el magnetis-mo en el curso de las operaciones quirúrgicas, estOs

2

médicos obtuvieron una significativa reducción del

índice de mortalidad operatoria )' de la percepcióndel dolor.

Sobre la huella de los resultados obtenidos porElliotson y Esdaile,]ames Braid, un oftalmólogo esco-cés, comenzó sus estudios sobre el magnetismo hacia1840. Braid se opuso con decisión a la teoría de losfluidos de Mesmer, considerando el trance como unfenómeno de naturaleza puramente psicológica debi-do a la sugestión. Intentó volver a definir el fenóme-no sobre base neurológica acuñando el término «neu-robipnotismo» o «sueño nervioso».

Convencionalmente, se atribuye a Braid el méritOde haber introducido por primera vez la actUal defi-nición de hipnosis, aunque muchos estudiosos noestán de acuerdo (Watkins, 1987;Widmann, 1976;Gra-vitz, 1991). Según estos autores, hay que reconocer alfrancés Etienne FelL'Cd'Henin de Cuvillers el hecho de

haber añadido ya en 1820 el prefijo «hypn» a algunaspalabras utilizadas en el curso del proceso mesmérico(Gravitz & GertOn, 1984).

Del magnetismo a la-psicoterapia hipn6tica

','"

Elpapel llevado a cabo por Braid en el desarrollo de lahipnosis moderna no se limita, sin embargo, a la con-trovertida paternidad del término hipnosis. Primero,sirviéndose de sus experiencias precedentes de oftal-mólogo, conjeturó que el trance se producía por la fati-

23

--

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Page 13: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

ga de los músculos del párpado superior, de los glóbu-los oculares y de los centros relacionados. A continua-

ción, se convenció cada vez más de que, para que elestado hipnótico se instaurara, era determinante laconcentración en una sola idea que denominó, en 1847,monoideisl120. El monoideismo era, según Braid, elmecanismo psicológico necesario para poder volver laimaginación tan vívida que hiciera que una idea,espontánea o sugerida, asumiera para la persona elvalor de una experiencia real.

A análogas conclusiones sobre la importancia de laimaginación había llegado también muchos añosantes D'Elson, que en 1780 se preguntaba provocati-vamente: «Sila medicina que se basa en la imaginaciónes la mejor, ¿por qué no adoptada?»,

Por orra parte, Paracelso, que conocía muy bien losaspectos psicológicos y de relación de los fenómenosmagnéticos, mucho tiempo antes había afirmado condecisión: «5uprimidla imaginación y la confianza y noobtendréis nada... Tanto si el objeto de vuestra fe esverdadero como si es in1aginario,obtendréis el mismoresultado» (Chertok, 1965, p. 26).

Después de este importante periodo, caracterizadopor grandes intuiciones y por la atenta observación dela fenomenología hipnótica, durante cerca de veinteaños la hipnosis recibió una consideración menor, has-

ta que se convirtió en dominio público el trabajo clí-nico de Liébeault en Nancy. Liébeault era un médicorural que, tras haber dudado largamente entre la teo-ría de la sugestión y la del fluido magnético, decidió

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atribuir mayor importancia a la utilización clínica dela hipnosis que a la solución de sus dudas teóricas.

Liébeault continuó creyendo firmemente en el hip-

notismo y lo practicó con sus pacientes. A todos aque-llos que se mostraban reacios, les ofrecía la posibilidadde escoger entre el magnetismo gratuito o la praxismédica oficial de pago (Estabroocks, 1962,p.153) de

modo que, en poco tiempo, el nÚmero de pacientesque aceptaba someterse a las curas hipnóticas creciónotablemente.

Sobre la base de la considerable experiencia clíni-

ca.así adquirida, Liébeault llegó a la conclusión de queel sueño hipnótico no era diferente del natural, másque porque podía ser inducido medianre sugestión,haciendo enfocar la atención de la persona en la ideadel sueño.

En 1882,un caso clí.nicoséguido durante seis mesessin resultados por Bernheim, que dirigía la Clí.nicaPsi-quiátrica de la Universidad de Nancy, se trató con éxi-to por Liébeault. Bernheim, poco entusiasmado porencontrarse en una situación embarazosa que amena-

zaba su prestigio de profesor universitario, decidió ir alencuentro de Liébeault con el objeto de reunir ele-

mentos que le pusieran en dificultades. Sin embargo,cuando entró en contacto con el trabajo de Liébeault,

se contagió de la pasión por el hipnotismo y eligió, encambio, adoptar los métodos, introduciéndolos amplia-mente en el hospital universitario de Nancy.

Bernheim era de la opinión de que la.hipnosis se

debía a la sugestión -que él definía como «ladispo-

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sición para transformar una idea en acción»- y la,consideraba como "un estado de acentuación de la

sugestionabilidad inducido por sugestión», presente,segÚn él, en cualquier persona aunque en diferente

medida. Bernheim consideraba la hipnosis un estado

psicológico normal y, con el paso del tiempo, decidióutilizar cada vez menos el estado hipnótico, teorizan-

do que los mismos resultados obtenidos con la hip-nosis se podían lograr con la simple sugestión, en esta-

do de vigilia: un procedimiento que no mucho tiempodespués sería denominado, por la misma Escuela deNanc)', «psicoter~pia».

Entre los muchos visitantes que se acercaron a ver

a Bernheim y su grupo de estudiosos estuvo también

Sigmund Freud, que en 1889 estuvo un tiempo resi-

diendo en Nancy tras haber visitado durante algunosmeses, entre 1885 y 1886, la otra célebre escuela fran-

cesa de hipnosis, la de Salpetriére de París, que estabadirigida por Jean-Martin Charcot. Respecto a esta

experiencia parisina, Freucl quedó muy impresionado

por el !lecho de que, segÚn Bernheim, no tenía queverificarse necesariamente una amnesia posthipnóti-ca completa, como se había creído erróneamente has-

ta aquel momento; por el contrario, él creía posible

hacer recordar a la persona su experiencia hipnóticamediante ¡as preguntas Oportunas.

Contrariamente a Bernheim, la escuela de la Salpe-triére tendía a considerar la hipnosis como un estado

más cercano a la patología que élla psicología, hasta lle-

gar a definirla, con Babinsky, como una especie de neu-

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rosis artificial.A pesar de estos supuestos, Charcot con-siguió que la terapia hipnótica fuese aceptada por l'A-cadén'lÍe des Sciences, que en los cien años anterioreshabía negado tres veces cualquier dignidad científicaal magnetismo. La rivalidad científica entre las dosescuelas se había resuelto finalmente a favor de la de

Bernheim, que fue más conocida y aceptada, no sóloen Francia sino también en el extranjero. Las observa-ciones de la Escuela de Nancy, así como algunos prin-cipios que se habían derivado de éstas, se mostrarondotadas de un fundamento científico más sólido.

. Sin embargo, aunque indicaron un significativopaso adelante respecto al magnetismo de Mesmer y alas tesis del grupo de Charcot, no todos los principiosde la Escuela de Nancy demostraron la misma solidez.Algunos fueron rebatidos por Pierre ]anet, un estu-dioso cuyas intuiciones, muy por delante de su tiem-po, esbozaron ya a grandes rasgos las posiciones quecaracterizarían mucho tiempo después la llamadanueva hipnosis, cuyo. desarrollo formalizado noempezará sino hacia la mitad el siglo xx.

En primer lugar,]anet ponía en duda el papel ejer-cido por la sugestión en la obtención de respuestashipnóticas, considerado en cambio preeminente porBernheim y sus colaboradores. En Nevmses et ideesji:xes,]anet sostiene, en efectO:

«No sólo la sugestión no explica todos los hechosque tienen lugar en el tratamiento hipnótico, sinocomo he repetido a menudo, exige ella misma serexplicada» (po 33)0

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-

En 1886, cuando Janet publica el caso de U:onie, evi-dencia «yasea la catarsis como mecanism0 curativo,ya sea la importancia de la relación que se estableceentre el hipnotizador y el paciente». Por lo tanto, estáciertamente entre los primeros en sostener, comohace en L'automatisme psychologique, el papel «fun-damental» de la relación entre el paciente y el hipno-tizador en el proceso terapéutico.

~demás,Janet, esta vez en sintonía con los princi-pios enunciados por la Escuela de Nancy, destaca laimportancia de la utilización de los recursos perso-nales del paciente hipnótico; este concepto natura-lista del trance es del todo parecida a lo que MiltonErickson detlnirá como common everyday trance, elestado de trance natural y fisiológico que se verifica adiario en todas las personas. .

Lainfluencia de PierreJanet se extiende también a lahipnosis clínica americana: a principios de siglo, entre1904 y 1906, imparte en Estados Unidos una serie deconferencias sobre sus descubrimientos. En particular,presenta los sorprendentes resultados obtenidos con lacura catártica y se declara contrario a la teoría de Freudsobre los sueÍi.osy sobre los orígenes sexuales de lasneurosis. En su clásico trabajo Las curas psicológicasGanet, 1919), dedica gran atención al fenómeno delautomatismo psicológico, un estado eri el que se veri-ficaba una disociación que llevaba al desarrollo de unnúcleo subconsciente.Janet denominó a este fenómeno

disociación y creía que lahipnosis podía facilitar su apa-rición.

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Los estudios de Janet sobre la hipnosis y sobre ladisociación alimentaron las siguientes investigaciones

de Morton Prince y Boris Sidis,en Boston, sobre laper-sonalidad múltiple. Después de Janet, sin embargo, elconcepto de disociación Yel estudio de su relacióncon la hipnosis fueron abandonados para ser más tar-de retomados e investigados en los 9.ñossetenta, porel gran hipnotizador norteamericano Ernest R.Hilgard.

Mientras tanto, a principios de 1920, empezaban a

emerger en el amplio escenario de la comunidad hip-nótica norteamericana Clark R. Hull (1844-1952) YMilton Erickson (1901-1980).

Hull había escogido el camino de la metOdología

experimental para investigar la naturaleza de la hip-nosis y de sus fenómenos. Con este fin, llevó a cabouna sorprendente serie de experimentos de laboratO-rio en la Universidad de Wisconsin.

Milton Erickson, que en aquella época era un estu-diante suyo, se convierte enseguida en su principalcolaborador.

La cooperación entre ambos estaba, sin embargo,amenazada por un profundo desacuerdo que nacía deuna visión radicalmente diferente del proceso hipnó-tico. Erickson no aceptaba el énfasis puesto por Hull'en la figura del hipnotizador, cuyo papel éste consi-,'deraba preeminente, y en el valor de la adopción sis-temática de técnicas de inducción estandarizadas para

utilizar en la investigación de laboratorio. Erickson, encambio, atribuía una importancia determinante alcomplejo proceso interno que se desarrollaba en la

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persona en estado de hipnosis y en la necesidad deadaptar (tayloring) los métodos inductivo~ a las carac-terísticas individuales de cada uno.

,Mi/ton li Erickson y los fundamentos de la (muevalJijJnosis»

El concept<) ericksoniano del estado de trance intro-duce una pronmda innovación, e igualmente inno-vador es el modo en que Erickson ha modificado elproceso terapéutico, y las técnicas utilizadas tradicio-

nalmente por los hipnotizadores antes que él. Estarevolución ue la perspectiva hipnótica ha inducido aDaniel Araoz (985) a definir el modelo ericksonianocomo «nueva hipnosis" y numerosos autores han reco-nocido esta definición (Loriedo, 1999).

El nuevo concepto del trance

Como hemos visto, el estado de trance es considerado

por Erickson un estado natural, que se verifica espon-táneamente en diferentes momentos de la vida diaria(common everyday trance), y que puede ser induci-da artü1cialmente por el hipnotizador, con igual natu-ralidad y en pleno respeto de las exigencias y las capa-cidades de la persona.

Desde sus primeras investigaciones, Erickson no

concebía el trance ligado a técnicas particulares hip-

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~..;,

nóticas o a sugerencias para su inducción, sino comoun estado obteruble en condiciones muy similares a las

que se instauraban de forma natural cuando se desa-rrollan ciertas tareas. Pero, sobre todo, la adquisiciónde este estado, que hasta poco tiempo antes se enco-mendaba exclusivamente a la aparición de determina-dos fenómenos que constituían la «sei'íah,del trance (ycuya ausencia indicaba, por tanto, ausencia de trance),para 'Erickson se basa, en cambio, en una particularmodalidad de actuación de determinadas tareas.

¡f, Elestado de consciencia hipnótico se considera,pues,~.

W:'_ muy diferente al suei'ío y, al contrario, estrechamentecontiguo al de vigilia;tanto que, en algunos casos, resul-ta'dificildistinguir claramente entre las dos condiciones(Edelstein,1982).

Otra importante diferencia: en la nu.eva hipnosis,al contrario que ,en la hipnosis tradicional, ya no seconsideran necesarios para identificar el estado de

, trance lasseñales de relajaciónfísicay mental,la desa-celeración en las respuestas, la amnesia por la expe-riencia hipnótica y la sensación de pérdida más omenos completa del control consciente. Sin estos fac-tores, una vez considerados típicos de la experienciahipnótica, el trance se acerca aún más al estado devigilia,.confIrmándose como un estado fisiológico delorganismo. '

,¡: La:distinción entre las dos condiciones no se hace

menos valorable, se convierte en más sutil, Únicamen-

te gracias a pequeños detalles (minimal cues), que elhipnotizador ha de conseguir para obtener la máxima

~k:1:

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ventaja terapéutica de la variación no evidente delestado de consciencia.

Para Erickson el estado hipnótico implica «la pér-dida de orientación frente a la realidad externa y elestablecimiento de una nueva orientación frente a

una realidad conceptual abstracta» (Erickson, 1964a).La diferencia entre el modo en que el paciente entrance responde a la propia realidad personal y aque-llo en qu.e responde a la realidad no hipnótica que lerodea se convierte, pues, en el parámetro de referen-cia para valorar la existencia y la profundidad del tran-ce. Lanueva definición del estado hipnótico ya no estáligada a las maniobras realizadas para obtenerlo,ni a lapresencia, a veces aleatoria, de fenómenos extraordi-narios e insólitos, sino que tiene en cuenta la res-puesta más o menos intensa de la persona a las repre-sentaciones que la hipnosis es capaz de evocar.

El cambio en el 'roldel hipnotizador

En la hipnosis ericksoniana cambia también radical-mente el rol del hipnotizador, que anteriormente esta-ua vincnlac.iosobre todo a su figura carismática, a suposición autoritaria o a su capacidad de producir efec-tos sugestivos.

Para la nueva hipnosis es fundamental restituir alpaciente en trance su dignidad de persona activa y dota-da de cualidad y potencial que el hipnotizador tiene eldeber de investigar activamente, reconocer y respetar.

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." Esta redefmición de los roles comporta una parti-

cipación recíproca en el trance: es esencial la presen-cia del rapport, la particular y selectiva relación bila-teral en la que el hipnotizador está intensamente

implicado, manteniendo un enfoque exclusivo frentea la persona. La determinación del rapport y la sensi-bilidad recíproca entre hipnotizador y paciente (Ban-yaí, 1982) constituye la prueba de que el trance es unfenómeno relacional, antes incluso que una expe-

riencia subjetiva inducida por el poder supedor suges-tivo del terapeuta.

"~'o ~ contrario de lo que sucedía en la hipnosis místi-. ea,en la que era el poder del sacerdote o de la divini-

dad lo que provocaba la curación y en oposición al rolfundamental tradicionalmente reservado al magnetis-.;mopersonal o a la fuerte personalidad del hipnotiza-dor, el poder del terapeÚta queda, de este modo, redi-

:D,1ensionadoy puesto al servicio del paciente. En este.nuevo concepto del trance, en efectO,la persona con-'.'sigueabandonar su propia resistencia para colaboraren la terapia solamente cuando se siente reconocidaen su identidad y en sus necesidades personales.

El rol del hipnotizador, en cambio, entre otras cosaslimita su intervención a las preguntas que le vienen

.dirigidas por el paciente sin intentar producir modifi-_,caciones no deseadas, indica también un conceptodiferente del poder del terapeuta.Todo está al serviciodel paciente, incluso según Erickson, este poder exis-te solamente en cuanto esta última, al sentir que su

-identidad y sus necesidades personales son reconoci-

'.

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das, está dispuesta a colaborar con todas sus fuerzas

en una 'lDorlÚngalliance con el terapeuta. :,.

Por consiguiente, también el concepto de resisten-cia se vuelve a proponer en una acepción completa-mente nueva respecto a la que predominaba en laépoca: Erickson la considera, de hecho, una forma decolaboración ton la terapia, coherente con las nece-

sidades del paciente. Por lo tanto, según una concep-ción practerÍstica del enfoque ericksoniano, la resis-tencia:

"Ha de ser respetada, en vez de considerarla comouna intención activa y deliberada, o también incons-ciente, de oponerse al terapeuta. Laresistencia habráeJe aceptarse abiertameme, más bien aceptada cor-tésmeme, dado que se trata'de una comunicación deesencial importancia» (Erickson, 1964b).

Según algunos seguidores cle Erickson, su habilidad

terapéutica tenía únicamente un aspecto directivo ymanipulador, tanto que se habló de tácticas de pode-,.del terapeuta (Baley, 1990). Sin embargo, esta habili-dad, sobre la que se ha puesto mucho énfasis, es en

realidad el fruto de una observación atenta, de un

estudio profundo dedicado a cada paciente de forma

individual para ponerla en condición de reasociar yreorganizar la propia complejidad psicológica interior

y utilizar lo mejor posible, en la vida diaria, las propiascapacidades personales.

Como destaca Erickson, es importante que estosuceda en función de las necesidades de la persona,.

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prescindiendo de las satisfacciones narcisistas delterapeuta:

..-

"Cierto, la sugestión directa puede provocar la alte-ración del comportamiento del pacieme y la cura-ción, al menos temporal, del síntoma. Sin embargo,esta "curación" es una simple respuesta a la sugestióny no comporta la reasociación y reorganización deideas, modos de ver y recuerdos que son esencialespara la verdadera curación. Es esta experiencia de re-asociación y reorganización de la propia vida experi-mental la que produce finalmente la curación, no lamanifestación de! comportamiento sensible que, ene! mejor de los casos, puede satisfacer solamente alobservador» (Erickson, 1948),

El rapport

Larelación hipnótica es tan exclusiva que merece unadenominación específica: rapport.

, Erickson defme el rapport de este modo:

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«El estado en el cual la persona responde sólo alhipnotizador y parece incapaz de oír, ver, percibir oresponder a nada, a menos de que reciba la ordensuya. En la práctica, la concentración y la conscienciade la persona están dirigidas únicamente al hipnoti-zador y a cuanto e! hipnotizador desea insertar en lasituación de trance, con el efecto de disociar a la per-sona misD,1ade cualquier otra cosa» (1984, p. 36).

Este estado particular, típico de la relación terapéuti-

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ca en curso de trance, tiene notable valor diagnóstico

y terapéutico porque exalta la sensibilidad del pacien-te frente al hipnotizador. Gran parte de la habilidad deErickson consiste precisamente en su capacidad decoger de inmediato la presencia del rapport y utili-zado en sentido terapéutico. Estas características delrapport especificadas por él constituyen la cualidadmás significativa de la hipnosis y hacen' evidente ladiferencia respecto a otras formas de psicoterapia.

Erickson siempre se dio cuenta de la bilateralidaddel rappo1-t:el hipnotizador participa' intensamenteen el trance de la persona y mantiene a SUvez un enfo-que exclusivo en relación con ésta. En otras palabras,es la instauración del rapport y de la recíproca sensi-bilidad entre hipnotizador y paciente lo que determi-na, como ya se ha dicho, la naturaleza relacional, antesque personal, del trance,

La hipnosis ericksoniana y el cambio del setting dela psicoterapia

Erickson empezó su práctica clínica a finales de losaños veinte, un periodo en el que la psicoterapia esta-ba aún en sus albores, a la búsqueda de una estructu-

ra formal propia. Las reglas del tratamiento y el settingen que había de tener lugar, aunque todavía en vía dedefinición eran, al menos, los de la ortodoxia psicoa-nalítica y,de todas formas, acuñadas a la observanciaestrecha de un ceremonial rígido y repetitivo.

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Elnúmero de sesiones, su duración, el contexto en

que tenían lugar, las reglas del pago de la terapia, el,comportamiento neutral del terapeuta, la actitudhacia la resistencia, la confidencialidad del contenido'de las sesiones, se basaban en reglas inflexibles a las

que todos los psicoterapeutas de la época tenían que,atenerse.

Sin embargo, la convicción de Erickson de que el

terapeuta ha de adoptar cualquier método que sedemuestre útil para el paciente siempre prevaleció

,sobre cualquier regla preestablecida; por estO el, modelo ericksoniano siempre se ha sitJ.,ladofuera de

cualquier tipo de ortodoxia psicoterapéutica. Por otraparte, el instrumento hipnótico, gracias a su versatili-dad y a la inmediatez con la que se podía obtener larespuesta deseada, se prestaba a llna forma de psico-

, terapia ágil, breve y eficaz, más que a rituales repetiti-vos de larga duración.

En las intervenciones hipnoterapéuticas de Erick-

son, el número de sesiones, su frecuencia y su dura-ción podían variar increíblemente: hay terapias de unasola sesión y otras en las que el tratamiento se pro-longa, con intervalos muy largos, en la vida del pacien-te; las sesiones pueden concentrarse en una única jor-nada o diluirse en el tiempo, incluso a años dedistancia una 'de la otra; pueden haber sesiones relám-

',pago, que duran unos pocos segundos u otras demayor duración: una de éstas parece ser que llegó a lasdieciséis horas.

El tiempo ha mostrado que la hipnosis ericksonia-

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na ha introducido modificaciones sustanciales, quehan revolucionado gradualmente el mundo de la psi-coterapia, reforzando el naciente movimiento de las

Psicoterapias breves, gracias a la introducción de unamentalidad éstratégica en la elección de la forma de

tratamiento más adecuada para cada paciente singular.Otro elemento fundamental de flexibilidad deriva de

la variabilidad del contexto en el que tenía lugar lapsi-cOterapia. Para Erickson la sesión hipnótica podía lle-varse élcabo en el hospital o en su estudio, pero tam-bién en el salón de la casa del terapeuta o en el del

paciente, o incluso en la calle o en cualquier otro lugarpúblico, indicando que la posibilidad de conseguir elcambio no debía estar sujeta a ninguna limitación deespacio. Estaadaptabilidad alConteXtoeXterno tiene suorigen en el concepto naturalista del trance, que Erick-son ha hecho explicita al hablar del trance común de

tOdos los días, y de la convicción de que el estado hip-nótico expresa una eficacia terapéutica por sí misma,prescindiendo de la intervención del terapeUta.

Por 10que respecta a la modalidad de pago de laterapia, Erickson la consideraba un aspecto importan-te del tratamiento, no porque creyese este últimoindispensable como motivación al cambio, sino másbien porque aspiraba a hacer que el pago (y ta~biénel no-pago, ya que en un buen número de casos en los

que sus pacientes no tenian la posibilidad de hacerlo,Erickson deciqía no pedir ningún tipo de compensa-ción) se convirtiese también en un instrumento de lamisma terapia.

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Así, en algunos casos, la retribución se pedía sola-mente después de que el problema se hubiera resuel-

to,mientras que en otros el paciente tenía que pagarsi no mejoraba; algunas personas fueron invitadas a fir-mar cheques por cifras muy importantes, con el fin deincrementar las motivaciones, mientras que para otros

. se trataba solamente de cantidades simbólicaso sóJo.tareas para llevar a cabo.

El nuevo concepto de la resistencia y la neutralidaddel terapeuta

Muy a menudo Erickson conseguía permanecerescondido entre bastidores durante la terapia, dejandoal paciente libre de desarrollada a su manera, mientrasque en otros casos llegaba a influenciarla directa-mente dándole órdenes muy precisas y ejerciendo suautoridad con toda su fuerza.

Su visión de la neutralidad del terapeuta asumeqU<lcterÍsticasmuy diferentes de las que eran compar-tidas generalmente por sus contemporáneos: paraErickson no existen otros limites a la directividad del

.' terapeutamásque losque ha puesto lapropia persona.En otros términos, el actuar terapéutico puede ir

,(iesde la observación pasiva hasta prescripciones u.:órdenes,porque se tratasiempre de comportamientos;:"~~,l!geridos;explícita o implícitamente, por el paciente.. '~iel terapeuta no sabe recoger estas sugerencias, su

intervención acaba por activar la resistencia de la per-

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sana. Por lo tanto, también el concepto de resistenciase vuelve a proponer, como ya hemos hec1J.onotar, en

una acepción completamente nueva respecto a la pre-dominante en la época de Erickson.

La psicoterapia en general debe mucho a este estU-dioso y a su modo de entender la terapia hipnótica. Erick-son consiguió que se aceptara universalmente el princi-pio de la eficacia de la intervención, prescindir de laorientación teórica del terapeuta, enseñando a dar valorI

no tantO a las especulaciones teóricas sino, sobre todo, a

los resultados obtenidos, superando todo tipo de limita-

ción arbitraria y sometiendo las impostaciones rígidas de'

la psicOterapia hasta hacerlas lo suficientemente flexibles.

para poder respetar la individualidad de cada paciente.

La relación técnica/proceso

Las técnicas de Erickson, ya sea las formalmente hip-nóticas o las que lo son sin parecerio, son, desde lue-go, la parte más conocida de su trabajo, no sólo por-que son innovadoras, sino porque tienen ampliasposibilidades de uso, en la hipnosis o en otros enfo-ques psicoterapéuticos. Sin embargo, el interés susci-tado por la técnica de la confusión, por la técnica dela diseminación y por las otras numerosas técnicasinventadas por Erickson han dejado en segundo planosu atención al Gestalt tOtal de la terapia, al procesoterapéutico considerado tanto en su conjunto comoen las diferentes fases que lo componen.

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Un conocimiento más atentO de la obra de Erick-

son, que se base sobre sus mismas descripciones delas intervenciones más que sobre las anécdotas no

siempre fiables de algunos de sus entusiastas segui-dores, puede permitir entender esta atención suya a laevolución del caso entero, antes que a los instrumen-

tos terapéuticos utilizados.El tiempo dedicado a la observación del paciente,

el desarrollo de una sólida relación terapéutica; la

paciente y meticulosa preparación de la inducciónestrechamente ligada a la propia terapia, la cuidadaobservación de los fenómenos del trance y la utili-zación terapéutica de los comporta~ientOs indivi-duales, el cuidado dedicado a la fase del despertar y

';' elmantenimiento del rol terapéutico hasta el momen-. to de la despedidq, testimonian esta capacidad no

común de seguir constantemente la marcha del pro-

.t ceso terapéutico en tOdas sus fases, y de dirigirlo conI~!

';;~. wn maestría.Al mismo tiempo es evidente que la.~hipnoterapia ericksoniana está continuamente puesta

~:al.servicio de la persona que la recibe y se lleva a caboen. armoIÚa con la evolución personal que ésta atra-viesa en el tiempo.

. El verdadero interés por la persona

:' Los pacientes de Erickson son siempre particular-

. mente interesantes para el observador o para el lec-tor de sus escritos porque el autor sabe coger los pun-

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tos destacados de la personalidad y de la historia de

cada paciente individual y esbozarlos sintétieamente,pero sin volverlos banal es. En otras palabras, lospacientes de Erickson tienen un rol de protagonistasy están descritos con participación y benévolo inte-rés.

La capacidad de representar al paciente individualcon pocas y sencillas palabras hace a menudo imper-ceptible el notable trabajo de observación que Erick-son sabía llevar a cabo con gran atención y paciencia.La sabia construcción de la arquitectura diagnósticanecesaria para realizar la intervención terapéuticacontenía siempre no sólo la curiosidad del estudiosoy del terapeuta, sino un genuino sentimiento de inte-rés: el paciente descrito no era u.nsimple caso clínico,sino una persona, de la que resaltaba su dimensiónhumana.

Si este componente del trabajo de Erickson con lospacientes resulta evidente en sus escritos, no es difi-cil imaginar el efecto que su visión positiva debíatener sobre éstos: favorecía la construcción de la W01--IGingalLiance, uno de los puntos clave de la interven-ción terapéutica.

Por desgracia, precisamente este componente fun-damental de la !lipnosis ericksoniana es el más dificilde reproducir (y ciertamente el menos reproducido),porque puede resultar creíble, y por lo tanto útil, sólocuando es auténtico. El interés por el paciente y por lasolución de sus problemas no puede ser el fruto de un

artificio extemporáneo, sino que deriva de la adquisi-

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ción de una profunda capacidad de empatía, que pres-~cindede toda forma de estrategia y está acompañada

tanto por una visión del mundo razonablementeposi.~iva,como por un equilibrio interior capaz de preve-nir la competitividad y el cinismo frente al paciente.

Un buen terapeuta, utilice o no la hipnosis, no. debería cansarse de cultivar estas dotes. Adquirirlasno es fácil, sin embargo, pueden revelarse mucho másimportantes que aquellas técnicas sofisticadas que, en

-el ámbito de la terapia ericksoniana, han acabac'o porasumir una importancia excesiva.

Todavía hoy no se conoce ni comprende a fondoel rol fundamental, en el modelo terapéutico de la hip-nosis ericksoniana, del interés real por el paciente; aeste propósito recordamos una entrevista a Erickson,citada por Jay Haley (1973, p. 19).

Erickson explicaba alguna de las preguntas «nocomunes» que había hecho a una paciente suya y,enlos compases finales del coloquio, el entrevistador

.-inquiere: «¿Cómoes que le ha hecho esta pregunta?».Erickson contesta: «Parahacerle entender que de ver-dad me interesaba». El entrevistador no se da por ven-cido e, intentando dar una explicación puramente.estratégica a la intervención, apremia: «¿Parapoderseunir a usted en esta situación?»,pero Erickson le reba-

.!::,.-tecon convicción: «No,para hacerle entender que deverdad me interesaba».

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Capítulo 2Inducción hipnótica

Jeffrey Zel9

LComenzaruna inducción hipnótica es un poco como;hacer que una persona se enamore. I

. Nadie puede suscitar un estado de enamoramien-to entonando: «Caeprofundamente en el enamora-miento» (<<Yahora,enamórate profundamente»).

. Análogamente, nadie puede estimular el estado de

hipnosis dando al paciente inactivo la orpen: «Caepm-fundamente en trance» (<<yahora, pmfundamente,cae en trance»).

He utilizado la palabra clave estimular porque la

.~pnosis es estimulada,o[).oinducida (a pesar de la eti-queta «inducción",2JErnest Rossi (1976) ha expuestO

.:,sabiamente el modelo de la estirnulación en numero-sos libros suyos escritos en colaboración con MiltonErickson, incluidQ Realidad Hipnótica.

La palabra inducción hace pensar en un «transva,se" de sugestión al interior de un paciente pasivo:t19.palabra estimÚlación evoca, en cambio, la esencia del

~'procesocon el cual elliIj?notizagor construyelascon-,,", 0.

. dic~.que activan o hacen emerger en el paciente

componentes de ~~~ncelat~;;t~s.-._---_.-". h. _'.._._.._..._____

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Page 24: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

o.- Hipnosis tradicional.~.\ \ i /'Id (?( :('l....

Antes de describir la evolución del enfoque erickso-niano, examinaré el modelo tradicional, basado en cin-

co fases lineales:L?reinducción, inducción, profundi-dad, terapia e interrupciónJLa técnica escogida es lade las sugestiones dire.~_tas,de la cual la descripciónque sigue es solamente una simplificación.

0-) -En el estado de ipreinducción' l}ip_nótica,el espe-é'ialista'construye la~reiación, d~fine el-~blema, des-n~itifica la hipno~is y utili~~E~_pr~~~9.asclásicas desugestionabilidad para val~~~J3 capa~i0ad _~!EE?tica-- .c~~.U~~Ei~~te.

(2; En e~est~~~ciÓ-!l, el especialista general-mente utiliza su propio repertorio hipnótico basado almenos en las sugestiones de relajación y fascinación."" __"_o ___ ...

(3) En la fase d~.ErofLlndidad, el hipnotizador aumenta'-(;\ intensidad de la experiencia a través de técnicas

específicas, como la sugestión directa (<<Pmfunda-mente, cada vez más profundarnente») , el recuento

(<<AboraemjJezm-é a contar de 1 a 10,)1 a m.edida

que aVClnce tÚ entrarás cada vez más en profundi-

dad»), la imaginería (por ejemplo, la escena de la «pla-ya»,la técnica de la «escalinata»). También.son posi-bles

las conminaciooes, por ejemplo "Tus ojos están fueiA-1em.ente cen'ados,' si intentas abrirlos lo notarás».--::: ",

(:t.J En ]a~ de la terapia el hipnotizador ofr~~e_~~~&~__<\ ,J~' tio..!l_e~tas, normalmente p()sitivas (<<Enel avión

'~\('~)',.I ,,,estarás relajado») o negativas (<<Loscigarrillos ten-\"., ---..".\c r ' drán un sabor borribte»).

.-,::.'

. '.''-.~.

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46

...

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Ic:......L.

\ , .. '50 (,; ~.\-. c(.J'

(I¿¡\!. 0 o ) Ir-;\ \..0 '-\tJEn la fase de la interrupción, el hiP_~~_~~:_~=~~.~'I~~,~-

rienta al paciente, le ofrece sugesti6í1es constructivas-- - !

~o (<<Tú__eresuna bl!!!l:~~_p_e.E::.)_onCl, capE_!:_~!~JE!T_e:.

glártelas solo en todas las sítuaciOJ1_?::,-»)y restablece- -. ..---_...la relación. ;i. ~ ~ -\- 'i

El1lasfasesde inducción, proful1Uidady terapia la rela-ción se considera implícita con la mente inconsciente.

\l,a inducción hipnótica tradi.90nal es lineal. Esunamanera de instaurar el trance.

El modelo ericksoniano, en cambio, ~~_!~lexi~l.e:yconstruido sOQr:.~Q.¡llide.nte,y no_e~.~lJ.!eal, si~!~_C:!?!l~-.-- --..

puesto y articulado sobre va~ios l~iY-eles.Para entender. laevolución ericksoniana es necesario comprender

primero la fenomenología d~~__r..~'.l.!1Ce., -

.',

,.,.

.''''

Características del trance

If.~:.

Volviendo a la analogía anterior, un amante que quie-

ra suscitar en su pareja sentimientos de amor prepara

un «repertorio» propio y lo enriquece con «materialescénico». Por ejemplo, un hombre podría ofrecer a su

amada flores o poemas, o hacer otros gestOs romÚnti-

cos que la induzcan a experimentar tiernos senti-mientos eri sus relaciones.

_Ela!p'or puede ser considerado una constela,ciónespecífica de fenómenos, como respeto, admiración,._d_ __odeseo, alegría y ca!:.ill9:para suscitarlos el amante pre-

para la esceña y asume un rol muy preciso, el de ena-morado.

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[email protected]

Page 25: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

J' '-'<. (/

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, , '(' " <'T' [CL di:.' r

A.nálogamente, puede considerarse el trabajo del

hipnotizador como el de un «director de eséeria;;que---pr'Epara el escenario en el teatro psíqui!:o y social del

paciente con el objetivo de suscitar determinadosfenómenos.

La fenomenología de la lJipnosis

¿Cuáles son las características fenomenológicas de la

hipnosis?Los fenómenos descritos por pacienteS hipnotiza-

dos a los que se les ha pedido que especifiquen su

experiencia entran en cuatro categorías principales:

() ..- Alteraciones de la atenciónW - Variaciones de intensidad(~) ~ Sensaciones de disociación(;¡;)_ Cambios en la sensibilidad (cf. Zeig, 1988)-/

De hecho, estas cuatro categorías no son del todoexhaustivas. En efecto, los pacientes que han estado

bajo hipnosis relatan a menudo vivencias de otro tipo,como por ejemplo ~na sens~.~ión susI:~E5iida entreexperi~~1cia n~í.~~icae ir~~ali<:lad.

Por otra parte, un factor adicional de trance es elcondicionamiento social que atañe a la definición mis-ma de la situación como «hipnótica» (Barber, 1969),

que puede influenciar el modo en que la persona hip-

notizada ~lCogelas sugerencias del hipnotiz<J,9Qr.- -. '. .' -' ,-

48

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/fj \)0.\(\(,.(.. ~,)A.. de _\ /,J¡UI.,C ~ rjc\ jy I

/'/) 'S"' )' i

\ --') , <!.,,\.;, 6...C' c,~ d , c~, "c.C.\ / e ; .,,'"-' . .r_"'" '--',",\

Los cuatro factores destacados arriba son, de todas

formas, predominantes Y pueden ser considerados

como la fenomenología primaria de la hipnosis; todos

los demás son factores secundarios. Las características

primarias Ysecundarias de una experiencia hipnóticadependerán de la interacción entre las tendencias delpaciente y las del hipnotizador.

Para construir la inducción más eficaz el clínico

,debe coger la fe[1omenología hipnótiq propia del- .= -paciente, articulada en las cuatro características feno--menológicas primarias.

l'

t,r,

"

,'(")AlteraciÓn de la atención _~ o', -~" t..:'yfi:,CU '').A'I, ((:0 (,: : --: {G,I-~;\J

En la hipnosis, la atención de la persona se altera habi-tualmente de dos maneras: se dirige hacia el interior

y se concentra.Sería más apropiado hablar en plu~al,de «alteracio-

nes» de la atención, porque en algunas sitUaciones clí-nicas la hipnosis puede tener mayor eficacia estimu-lando una atención difusa y exterior. Sin embargo, eltema nos llevaría demasiado lejos, y además la mayo-ría de los pacientes entrevistados, cuando habla del

propio proceso de atención en hipnosis, describeexplícitamente su propia atención como dirigidahacia el interior, Ymás bien concentrada que impre--- -- ~ , _..-cisa.

'.

..

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r"o~'( 49

[email protected]

Page 26: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

(!/ Variaciones de intensidad;

/"1"/ (. l' (/C i 'J '1'1~ ~f j ¡-'.J I c:{ (;,¡ .~

Hay dos direcciones en las que la intensidad de las

percepciones puede ser alterada -se puede aumen-tar o bien disminuir.

Pacienres con experiencia en hipnosis refieren a

menudo percepciones más vívidas, como por ejemplo

una profl.lllda sensación de relajación u otras expe.rien~ias sensoriales fuertes, entre las cuales destacan

cambios en la percepción táctil, visual, auditiva, P!:9-pioceptiva y en los sentidos químicos del gusto y del°Lfu~o. L;$ sensaciones (:Tercue~po--í;'~leden ser más

vivas y también los sonidos, la percepción del tiempoque pasa, etcétera,

Por otra parte, los pacientes hipnotizados explican

a veces una remarcable ~lsencia de experi~cia encada esfera sensorial. Un paciente puede explicar qlleno ha vfs{ü"l1loldo nada de lo que sucedía a su alre-dedor, que no ha percibido olores, sabores,sensacio.

nes táctiles o la posición de sus propios brazos en elespacio. Las distorsiones sensoriales pueden ser tam-bién de otros tipos: sentir los brazos más grandes omás pequeilo~, advertir los sonidos más cercanos omás distantes de lo que son,

Dos son los aspectos de la disociación: la sensación de

estar al mismo tiempo "dentro de)) y "fuera de)) una

...,.

experiencia, y la sensación de que é?_t~_~~<;~~c~(l~)~deforma automática. Es comÚn que pacientes hipnotiza-

dos relaten:t.Estaba aquí en el despacho, pero en rea-lidad estaba en otro lugar, absorto en mis fantasía~J'~~automaticidad de una experiencia puede ser mental- ._ ...~_. . . 0--.__...

adel~1ás de JIs.ica: i111ág~.1.1eso recuerdos pueden «pre-sentarse)) exactamente como puede suceder con los

movimientos, como en el caso de la levitación de unbrazo.

."...."

~."

I

I

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(3; Cambi~S en la sensibil~dad ::~~'';>CL~C1 C'1.~~\. .::.\. '"Su5e,'~'c.,(",> \.':1,/(:;' \L\ "'\ \0.:>\0-'\ '-\ \c,t \-"1(11(([/:".,.',

I

Los pacientes en estado de hipnosis reaccionan I

comÚnmente también a las sugestiones más leves -la 11alusión y la implicación-.A este tipo de comporta-miento se le ha dado el nombre de «sensibilidacl él

sugerencias mínimas)). Por ejemplo, si el_l~iEnotizaclor

propone: «Durqnte el trance puede sucecler ql,~.e_lacabeza se !!!:?lel!a~l:?ar¿~qqe{q.7!_~e)),el paciente en esta.do de hipnosis por acción de la sugestión podríacomo toda respuesta mover la cabeza hacia delante.

Además, los pacientes en estado de !~!J?no~s a~

van a menudo una int~nsa ~Úsquecla del..:'?ignificado,

yendo a localizar en la conmin~ció}~~~~!_:i.!~riotiza¿¡orsignificados profundos ligados a su propia vida i\lte--rior y a su experiencia. Si por ejemplo el terapeuta- .

cuenta una historia ambigua, las personas en estado

de hipnosis tienden a personali~arla más de lo que. . ,, :.-= =;:~.,-- ~_.

harían en estado de vigilia. '- -.-.--

'<;.

"lo'

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Page 27: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

Es dificil conocer para cada paciente la fenomeno,logía específica capaz de conducido a decir «estOyhipnotizado». Se puede considerar que si en una situa-ción hipnótica el paciente refiere fenómenos relativosa las cuatro características primarias, éste estará de

acuerdo en haber alcanzado el estado de hipnosis.Algunos pacientes afirman, sin embargo, haber alcan-zado el trance hipnótico aún habiendo experimenta-do ¡Jolamente un fenómeno individual, por ejemplo laconcentración de la atención hacia el interior. El arte

del hipnotizador es, entre otras cosas, el de coger lascaracterísticas fenomenológicas apropiadas que en unpaciente determinado indican la existencia del trance.

Como ya se ha dicho, la tarea del hipnotizadoresla de disponer en el escenario psicosocial del pacien-te el material adecuado para que éste, «jugando»,pue-da estimular su propia fenomenología hipnótica. Alinducir el primer trance hipnótico, el terapeuta puededisponer en la escena del paciente el material relati-vo a las cuatro áreas de fenómenos, dando a cada una

de ellas sugestiones específicas, y observar qué juegosson particularmente irresistibles al nuevo paciente.Para estO sirven los métOdos indirectOs.

Métodos indirectos

L1.importancia fundamental de los métodos indirectospara la hipnosis es particularmente evidente en rela-

ción con el área de la fenomenología. Lasdos primeras

52

'.

categorías de fenómenos, alteraciones de la atención yvariaciones de intensidad, pueden ser evocadas me-

diant.ela sugestión directa. Para la disociación y la sen-sibilidada mínimas sugerencias, en cambio, la sugestiónindirecta es más eficaz. No se puede decir al paciente«levantauna mano» y esperar el movinlientO involunta-rio.Se necesita un cierto grado de no directividad para

provocar el automatismo.Al construir la sensibilidad, el hipnotizador puede

utilizar la sugestión directa -«cierra los ojOS»-. Sinembargo, para favorecer respuestas a sugerencias mí-nimas durante el proceso de estimulación hipnótica,han de darse sugestiones cada vez más indirectas,

espaciando órdenes integradas, como «TÚpuedes...levanta la mano», con la narración de anécdotas que

tengan que ver con el actO de levantar la mano, comoel estudiante que hace una pregunta en clase o el niño

que quiere una galleta, levantadas por una creencia,hasta que se obtiene la respuesta de la !evitación delbrazo.

Las sugestiones indirectas refuerzan el trance pre-cisamente porque hacen más fácil la obtención de losfenómenos deseados. Erickson creó un muestrario de

sugestiones indirectas, y sus colaboradores, como Ros-si (1976) han categorizado los tipos de sugestión indi-recta que éste adoptó. Citamos cuatro ejemplos c!esugestión indirecta dirigidas a inducir una respuestafenomenológica específica; consideraremos detalla-damente su estructura y su valencia específica dentro

del proceso de inducción.

.-

'.

~..

53

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Page 28: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

l' El "yes set»

"-.' La órdenes integradas\ Las afirmaciones de disociación

~':',El causativo implícito

. I(~t.,;, <.~-(/1 ,. r:J

El (~Jles set»

El"yesset» se construye formulando una secuencia deL~_~~ntes, por ejemplo:

"Túpuedes oír los sonidos del exterior»«Túpuedes escucbar mi voz»

«Túpuedes sentir tu prOPia ¡"espiración»

"y puedes notar cómo cambian/os sonidos cuan-do te concentras dentro de ti»

Este método de sugestión indirecta está particular-mente indicado para estimular respuestas de fenóme-

nos de atención guiada. En el ejemplo citado, el «yesset» guía la atención a la esfera auditiva, progresiva-"- .-.--------mente de la realidad exterior a la interior."--...-.---

¿ UD ('

L9:eando una pausa y m.?~t~!?}19Pl~ vo~ <:i~..?Q~~ésdeun ~iibo'-iiiodaTqlle \i.!idical)'ermiso)se puede crearla llamada orden integrada, especialmente en la len-

gua inglesa donde el verbo que sigue está en impera-tivo. Por lo tanto, el enunciado «Puedes ent1"ar en

trance» con la forma de orden integrada se convier-

te en "Puedes... entra en trance». El verbo entrar

- ,. --"...~

~~

puede estar más o menos enfatizado para destacar laorden.

Las órdenes integradas corren el riesgo de confun-dir un poco al paciente porque trabajan en dos nive-les y no siempre está claro si el terapeuta está dandoinformaciones o más bien, pidiendo, una respuesta.

Entre otras finalidades, las órdenes integradas pue-den utilizarse para suscitar el fenómeno de variacio-

. nes de intensidad, por ejemplo «TÚpuedes... vive IJlq-namente la sensación de confort».

r

l/Vas afirmaciones de di.>ociación ke,~ .~"-':.\- V:>Vl::'\E.A~_ '\ 'I-\(;'-~\-P \:/\ c"'_. c. \.

' '-- - '-'VL> \ ~ "\--<Las afinnaciones de disociación se presentan e'nmuchas formas, como «su mente consciente escucha

mi voz mientras su mente inconsciente puede fluc-

tuar; en efecto es tan interesante realizar experienciasdiferentes».

Con las afirmaciones de disociación es posibleorientar el fenómeno de la disociación, aquel por el

que las cosas «suceden» y aquel en que se está al ~:1is~ma tienlPo «dentro de» y «fuera de» una experiencia.

'-----...

:0 E!causativo implícito ~ t ,7(0 "'.,O,'j:;' ('-,j

. )'( J')C, (ic,-'fG'" c:..l-l\Jc,( le, 'S <:J'.c,>\'0\ \, r.~(" JEl cClusativo implícito es el nexo lógico contenido enfrases con esta estnlctura: "cuando X entonces y.",clon-

de X puede ser un comportamiento e Y un estac!o, o

[email protected]

Page 29: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

,j\...,r.,. .~

\. \.:0\ ~<.. /"\" . /

-'::'. ;/

~/.:/ viceversa; por ejemplo, «cuando respires profunda-

~ / mente, entonces podrás entrar en trance»,'6 «cuan-

do tú entres en trance, podrás respirar profunda-mente»:\ÉIcausativo implícito se Utilizap~ activar lasensibilidad, una de las cuatro características fenome-.--nológicas primarias,

Estos cuatro ejemplos de sugestión indirecta repre-seritan de cualquier manera el lenguaje de la hipnosisy pasal1a formar parte de la «inducción» como materialr-----Útilpara producir los fenó111enosdeseado~.Por otra par-'-. ". ~'-" .. ",-'. -."--. ........-...-.......--.-.

te, las sugestiones indirectas actúan también en la"c --i>inclucción .11~~~itjl1i~~i,~~ti~~~;doen el paciente la bús--~ --- ~. ~--., - o..

queclacle significados personaJes. '- ..-.

Examinemos ahora la estructura de la inducción

usada en la Fundación Erickson, para entender mejor' ,

cómo se Utiliza el lenguaje de la hipnosis;

---",

(~''''-\;'(.L~-CA.\-I/,6s0ydO-V'1 o \"'-"'f('co.uo.;'El modelo ARE - 'R"-'.-+:;¡;¡~..<:'-<:\ct" (1::>,~,c..\-te_)

( .\,~ á i... e .:.--\.<...,.)- "Es-\, ",,",vlC\.c.:,c , .

En el ámbito del programa de entrenamiento intensi-

vo de la Fundación M. Erickson, Bent Geary y yohemos desarrollado un modelo general ericksoniano.Enseñamos un procedimiento en tres fases medianteel cual se pone el material hipnótico en la escena delpaciente. Hemos llamado a este procedimiento de

inducción modelo ARE:A de absorber, R de ratificar yE de elicitar.

Los terapeutas pueden Utilizar el modelo ARE en

secuencia. La absorción (o implicación) es estimula-

56

da gracias a técnicas especializadas, muchas de ellas

indirectas. La ratificación se realiza de un modo másdirecto. La estimulación también es indirecta.

",

¡:.',

<:"- "

, La absorción -.\"

/1,~ .-

.~ .~(

Por lo que respecta a la absorción tenemos que tratar "~~T'

con estrategias y con técnicas. Un posible recurso de j "-cJ..1----,

la absorción consiste en implicar al paciente en una 'Y,

-~

--r-"sensación o p,ercepción, un fenómeno hipnótico, \lna ~ ;;"-.0.fantasía o una memoria. Un clínico expertO no dejará ~ '::,'':f'a la casualidad la elección de un recurso de la absor- .::-,...: --c

-el ~

ción, sino que 10 seleccionará a partir de las caracte- ,_:.:() : ,

rísticas del paciente, del objetivo a alcanzar, del tipo ::- .; ~:;.J .-

de inducción y de la terapia. La elección de los reClIr- .~.~-:

50S de la inducción, sin embargo, va más allá del obje- ¡::;; Ld

.1

' / Ato e este capltu o. -¡- v 0 S-- v <J,(\'/f"

Para estin1lllar la absorción existen numerosas téc>>- ""..:;,:.:;.'1.- ) v" ...

nicas primarias y secundarias. Las tésnicas prir~~rias " .. l.: ,"

incluyen la l!tilización del tiempo p~nte, la el~S:_0(?P ,(,de ciertas p~labras, la exhaustividad de los detalles pro- '? ,1,pQrcionados. Entre las téC~1.ic_ajsecundarias se hallan ~ f:los cambios del tono de voz, las pausas y la entOnación :: .,'

de la voz. En efectO, la distiri'ció[; entre-técnicas -de ~- ,,';

absorción primarias y secundarias. es un artificio y "o ' -_ .~, ,~,.,.

depende sobre todo de !~ ~ay-?r o n,!~nor frecl~el~cia ,~con que 3e las aplica. -' .2 7,-, _h__ ._. . \J

Pongamos un ejemplo: ell1.ipnotizador elige como ..i .,recurso de absorción una sensación, por ejemplo el .3~

~. ~.~

57

[email protected]

Page 30: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

calor. Puede, por 10 tanto, describir la sensación de

calor, hablando en presente de los detalles y de lasposibilidades.

«Apenas cierras los ojos, y te concentras, consi-gues percibir sensaciones de calOl~No sé si sentiráseste calor en la parte anterior o posterior del cuer-

po. Las sensaciones de calor pueden parecer fuerteso débiles... Quizás, puede parece7-te que hay unae~1Jeciede esterilla. y estas sensaciones de calOl-

jJodrían ser interesantes. y tú pOdrías notar queestas sensaciones de calor empiezan a cambim:Pue-den el71peZal-a moverse. Pueden empezar a desa-rrollarse dentro de ti.Pueden em.pezar a cambiar de

fonna. " y no es necesario que tú notes todas lassensaciones. . .))

Durante la fase de la absorción el hipnotizador, al

describir detalles y posibilidades, enfatiza las expe-

riencias fenomenológicas. Como hemos dicho, dispo-ne el material escénico sobre el escenario psicológicoy social del pacienre. Las repeticiones redundantes de

la fase de la absorción ayudan al paciente asoncentrar~ ~- --- ----------la atención, a dirigirla hacia el interior ya vivir las sen--- ~ ' ",--o ____

'saciones de forma más o menos vívida. Como se verá,, " - -" -------..

en estas sugestiones puedeñ intercalarse tam.bién lasde la disociación. Se nota que el hipnotizador no for----mula órdenes, sino que sugiere al pacienre la posibili-' . .~ -...-.

da<:!_9.~_~}~_'?~ón.Cuando el padente se activa en la

dirección del fenómeno sugerido, se alc~~~a ~.~l!!p-nosis."----

58

V/ o .J,

\;I

Estrategias adicionales de absorción

Lafase de la absorción hace posible maniobras poste:riores. Por ejemplo, durante la fase de absorción el-terapeuta puede empezar a echar las semillas de laterapia con vagas alusiones que tiene en programa y

, con esta anticipación aumenta la respuesta al blanco,,' terapéutico. (para profundizar este aspecto: Zeig, 1990y Giary,1994)

Durante la fase de absorción, el clínico puede adop-.Jar técnicas y recursos' adaptados al esrilo ~!ldiviclual

"i;: - ~ ~. "__u_o'

<del paciente, contribuyend~ ~.~L~_ crear la relac~?n. '- "- ..- ~ . ~- . -- - ~_..........-..

',. Además, puede utilizar la técnica'-ae'fa 'conexi~n,'explotando las conjunciones -como «y»y «0»- para-----.crear un flujo entrelazado de ideas que re!}~já la real-----.-.---experiencia interior~

Gracias a la absorción, además, también es posible

ofrecer directric~s terapéuticas más allá de las expec-,tativas. La fase de la absorción no es simplemente un

medio para establecer el trance, sino-5l~~~.~c_~lacomo ~~~do de terapia. A través del el::.parejami:n-to de l,:s técnicas y la utilización ~e lac:.~icaciónconcentrada el especialista ofrece una rica matrizniultinivel que puede facilitar ya sea el proceso deinducción como los objetivos de la terapia. Aquí estála diferencia respecto a la inducción tradicional, quees únicamente un vehículo lineal para establecer elestado de trance.

59

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Page 31: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

\.3"\~.

EL Lenguaje de la hipnosis -. 50"'. kc \.; (4 j

.J"'-d., Y"~~. .

~icas indirectas pertenecientes al lenguaje de

la hipnosis pueden ser utilizadas en las fórmulas ~pe-t!ti'Y~s de la inducció_n para facilitar posteriormente

los objetivos fenomenológiCos. Por ejemplo, «la induc-....---ción del calor» puede ser modificada como sigue:

«Cuando cierras los ojos y te concentras, puedespercibir sensaciones de calor. Y no sé si notarás estecalor delante o detrás de tu cuerpo. Las sensacionespueden parecer amplias o localizadas... Quizás, cuan-do notes estas sensaciones de calor, puede parecerteque hay como una especie de esterilla. y quizás tesientes como si pudieras reposar fácilmente sobre unaesterilla agradable de verdad. Y puedes notar el calor

en tus pies. Y puedes notar el calor en tus piernas. ypuedes notar el calor en tu cuerpo. y puedes... notasel calor que progresa. (<<yesset» y orden integrada). yestas sensaciones de calor pueden ser muy interesan-tes. Y tú podrás notar que las sensaciones de calorempiezaÚ a cambiar. Pueden empezar a moverse. Pue-den empezar a progresar dentro de ti. Y tu menteconsciente puede notar el calor mientras tu mente

inconsciente puede participar de los progresos (afir-maciones de disociación). Pueden empezar a cambiarde forma... y no es necesario que notes todas las sen-saciones. Pero cuando se empieza a notar el calor, sepuede respirar profundamente y sentir de verdad el

confort que se va a experimentar (causativo implica-do)>>.

60

."

Como se ve, la utilización del lenguaje de la hipno-

sis produce la inducción «multinivel» y aumenta laposibilidad de obtener la fenomenología prevista.Mezclando el lenguaje de la hipnosis con el lenguajecomún, se colocan nuevos objetos fenomenológicos

en la escena del paciente. Las directrices terapél!~cas

pueden insertarse ta~1bién en la inducción utilizal}dolas formas directas e indirectas del lenguaje.~-- ----------

Durante la fase de ratificación, el hipnotizador utiliza

una serie de simp1e~}'ativas para ratificarel trance recapitulaÚdo los cambios producidos en elpaciente desde el inicio del proceso de estimulación.Se nota que en la fase de ratificación el hipnotizadorno describe más posibilidades, sino hechos. Por ejem-

plo, puede decir: *:"\1"/'-~"1-'\ o«Mientras yo bablaba contigo, se p;-oducían ccun-

bias;tu respiración cambiaba; tu pulso cambiaba; tureflejo de deglución cambiaba; tu percepción de tucuerpo puede ser dístínta».

Lasafirmaciones en la fase de ratificación incluyenlas respuestas del paciente, que a su vez son o altera-ciones «hipnóticas» o indicaciones de que el paciente,está experimentando las alteraciones hipnóticas co-rrectamen te.

61

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Page 32: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

Estimulación

La fase de estimulación está formada por ~res aspec-tos:

.~o Activación de la disociación//) Activación de la sensibilidad

,;~ Activación de los recursos\ / /'-.-/

1. Activación de la disociación ~- J ¡} y ,,1..¡iC.). ., \ \ \ -.L C', _U -\. '. i '. ?_!::.-~'.c\ .~ '\ CJ

La activación de la disociación puede producirse a tra-

vés de téc~~~as .S§Ii<:.~tivas,como las afIrmaciones diso-ciativas. Puede también ser estimulada mediante fenó-

menos hipnóticos, como ~a levitación del brazo, lacatalepsia, las. alucinaciones positiyas y negativas,todosestos fenómenos basados e-;un cierto grado de

disociación, que varían para cada persona. Por ejem-plo, el hipnotizador puede sugerir: «Puede pareCe1"teque eres mente sin cu.erpo. . . fluctuando en el espa-

cio, ./luctuando en el tiempo». Los fenómenos hipnó-ticos en el curso de la fase de estimulaciónfavorecen

la experiencia de la disociación, dado que esta últimaes parte integrante de cada fenómeno hipnótico. (para

una discusión detallada sobre fenómenos hipnóticos:Eclgerre & Edgerre, 1995)

En la fase de estimulación se añaden las instruc-

ciones disocia tivas, para que el paciente experimenteaÚn más la disociación que, como hemos visto, semanifiesta con alguna cosa que «sucede» y/o con la

62

---

",

1.sensación de estar al mismo tiempo «dentro de» y «fue~

'-' ' "..-

ra de» alguna cosa. .--;.--------..~.

2. Activación de la sensibilidad i (~~ F~-\-\!-\u \(.~ ¡' ¿ \ ')0(\ /.).\.\\,1;:

i,' -5<,=<,:;' b, \, ¿ c.J

t'

Tras haber estimulado la disociación, el terapeuta pos-~ ,- ".. "T""'".-.--

teriormente 1?roduce la sel~sib~~~~0.Por ejemplo, enel estilo de ErlCksoíi',er-esp-écialista podría sugerir:

«Apenas haya pronunciado la palabra «ahora»,puedeshacer una respiración profunda, ahora...» De estemodo, estimulado la respuesta del paciente a una

. sugestión inesperada, el terapeuta logra construirmodalidades específicas de respuesta a las propiasindicaciones directas e implícitas. El mayor propósito

de la hipnosis es precisamente el de establecer un (.li--o: ~-.-...-......--

m~~ cooperación en la sensibilidad......-....---..--.--.----.-

3. Activación de los recursos '\)" 1v\c.' fe, \ rD l) '~c. ~\''-c') O

~ \.c.. .\-l f V\.o~vc~ P ~ c' . -

Una vez que el terapeuta ha estimulado las respuestas,__. ,___~ 0'__'". ......-.

especialmente a las sugeren<:!~~~I.1i!:!l.mas.El procesode «inducción» ha térmTñ'acfo.,Activarlos recursos es

el objetivo de la hipnoterapia. Sin embargo, estas pági-. -nas se concentran en el proceso de «inducció~», por

lo que alargarse en la activación de los recu~sos esta-ría fuera de lugar. En general, el terapeuta puede utili-zar sugestiones indirectas, como anécdotas o metáfo-.- - .---~, para estimular los recursos latentes del paciente.: --.--

Por ejemplo, pacientes con una fobia específica, como- ---el miedo a volar, poseen muchos otros recursos que

63

[email protected]

Page 33: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

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les permiten afrontar bien situaciones que para mu-

chos resultarían difíciles. Pueden ser, por ejemplo, per-sonas hábiles hablando en público:' Los que comen

demasiado tienen e! recurso de saber controlar mejorlos movimientos de sus manos. En general, el trabajodel terapeuta es ayudar a los pacientes a acceder a suspropios recursos latentes, experimentándolos e inda-

gándolos hasta poder utilizados para-resolver o afron-~ ...-

tar e! problema para el cual piden el tratamiento.El primer intento de la inducción es el de poner a

punto la escena para la terapia siguiente. Si el tera-peuta escoge utilizar las técnicas indirectas -como

meráforas, anécdotas o símbolos- para ayudar al'paciente a estiñ1UIarlos fenómenos propios de! cam-bio, entonces la inducción abre el camino para la esti-mulación indirecta de la fenomenología hipnótica.

Tres son las fenomenologías implicadas en la hip-noterapia: la del problema, la de la hipnosis y la_stela

~ , -- ,--

solución. En la fase en que se valora la terapia, el espe-~

cialista analiza e! síntoma de! paciente en sus especí-ficos componentes fenomenológicos. Pensemos enun paciente depresivo. La depresión puede verse

'como uña experT~ia fenomenológica cOmPuesta,.. ,

en su conjunto, por la concentración inte~ de laatención, negatividad, orientación al pasado, inactivi-6,-- __ __.dad,aus~ncia de esperanza yfalta de objetivos.

El terapeuta construye, por lo tanto, una fenome-nología nueva, formada por las características prima-rias y secundarias que hemos enumerado. Claramen-te, si el paciente es capaz de cambiar de rtImbo una

64

vez su propia fenomenología, podrá también reorien-tada una segunda vez, en una dirección aÚn más posi-tiva.

En la Üise de la terapia hipnótica (determinación de

los recursos y estimulación), el terapeuta trabaja para

ayudar al paciente a construir la fenomenología de lasolución.

Por ejemplo, la fenomenología de la felicidad sediferencia de la de la depresión por las característi~as

de extroversión, positividact, actividad, esperanza,

capacidadctecrear objetivos .construcÜ;';:os ')n:5ríéi1ta-----.-----.dos al futuro." ~.

En estOstérminos, la iQ,ducción hipnótica es uns- ~_.---puente entre ~l problema y sus soh.lci~!!es.El pacien-te que se presemi-eí1i:el'apra-sepiesenta «al revés»,experimentado la fenomenología del problema.Entonces, el hipIJ,otizador pone e! material en la esce-na del paciente para dade la posibilidad de intentarmoverse en la «neutralidad», el estado de hipnosis. El

terapeuta, por tanto, ayuda al paciente a estimular «elprimer engranaje» haciénclole experimenrar la teno-menología del cambio o de la superación. Los «engra-najes» pues ros en movimiento de este modo clan alpaciente el impulso para aumentar la propia satisfac-ción y la capacidad personal de activar a conrinuaciónlos recursos en la vida cotidiana.

65

.'.

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Page 34: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

- - - - -- -----

Capítulo 3Hipnosis indirecta: técnicas yestrategias. La descripción deuna sesión: de las fases delproceso hipnótico a laconstrucción del rapport

Camillo Loriedo*

~.',.. «Loque Ericksonhacía era,construir la terapiapaso a

paso, así que cuando llegaba al punto en el queel paciente estaba preparado para cambiar,

esto era sencillamente lo último de una

serie de peldaii.os ya dispuestos previamente»CE,Rossi)

Las fases del proceso hipnótico, a través de las cuales

se puede inducir un trance, según los autores que lashan descrito, son unas doce o trece. Sin embargo,-- -,...,según el modelo ericksoniano,para guiar el procesoun hipnotizador IIeva a cabo esencialmente tres

pasos: o~.s.~1"varpara identificar las «7nini7nal cues» yI f.o,'--'

. En este capítUlo ha colaborado Antonella Selvaggio.

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Page 35: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

los recursos de la persona, utilizar .los recursos y,finalmente, crear las condiciones fa%rables para queel cambio se manifieste. QJ

En la demostración que sigue hemos intentadoidentificar las trece fases del proceso hipnótico y, enla medida de lo posible, también estos tres pasos. Enalgunos puntos, un observador atento podría identifi-car igualmente los puntos destacados, a través de loscuales. la persona traslada gradualmente su atenciónde la realidad fáctica a la hipnótica y entra en hipno-sis.

Lo que vamos a describir no es una intervenciónterapéutica, sino una demostración. A pesar de que ladiferencia entre los dos tipos de hipnosis (y de impli-cación terapéutica) es enorme, en la aplicacióndemostrativa, de todas formas, han de quedar intactoslos principios fundamentales del enfoque ericksonia-no. Uno de ellos es dejar la iniciativa en manos deljJaciente; el proceso hipnÓtico ha de estar constante-mente guiado por una éuidadosa observación delpaciente )', por lo tanto, por una actitud de grane::,juerzopersonal por parte del hipnotizador. Un ter-cer principio, fundamental también en el caso de unasencilla demostración es la atenta protección de lapersona respecto a riesgos que una demostración encualquier forma comporta; un cuarto es el énfasisconstante sobre sus recursos, y no sobre sus proble-mas y sus dificultades.

68

La observación

,"

\!!a ob~rvación "esel fundamento indispensable paraconstruir las partes más complejas del edificio hipnó-tico: sin ella no es posible construir una forma óptimade rapport con el paciente. Sin embargo, también losprimeros pasos de la experiencia hipnótica, aquellosen los que se obtiene el paso gradual de la vigilia altrance, no pueden prescindir de una observaciónatenta, necesaria para aprovechar los cambios que unpoco cada vez se instauran en la persona, hasta con-seguir plenamente el estado hipnótico.

No es raro que estas pequeii.as variaciones escapena la observación del que no está entrenado a darsecuenta de los cambios mínimos del comportamiento

del paciente; y no sólo esto, sino que pueden esca-parse también a hipnotizadores no particularmenteatentos. En semejantes casos a veces se intenta obte-ner un trance que ya se ha verificado, con el resulta-do de que se interrumpe sin darse c{¡enta de ello e,incluso, se cree que la persona no es l1ipnOtizable.

Será la observación la que permita al hipnotizadoridentificar los recursos peculiares de cada paciente:no sólo aquellos que ya posee antes del trance, sinotambién los que la hipnosis hace surgir y que antesestaban profundamente calmados o sencillamenteescondidos.

En la hipnosis ericksoniana se controlan con pC\rti-cular atención, sobre todo los comportamientos ver-

bales y no verbales habitualmente considerados de

..

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Page 36: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

escasa importancia, mientras que a las modificacionesimponentes y espectaculares se les atribuye menorimportancia, cuando no se las mira con suspicacia.

En el caso que vamos a describir se puede notarque el trance parece llegar sin inducción o, mejordicho, a través de una serie de intervenciones indi-

rectas, De este modo, paradójicamente, el ingreso enel estado de trance es finalmente más rápido y la per-sona siente poder participar activamente en el even-tO,puede escoger como entrar en trance, y contribu-ye a la consecución elelos objetivos que ella misma haestablecido. Es la persona quien dirige y,de hecho, elhipnotizador no ha de hacer más que seguirla.

Utilizar los reew-sos

Una vez alcanzado el trance será todavía el paciente elque dirija la .danza hipnótica, a trávés de las indicacio-

-....--.--nes que elirecra 'tJIñillrectamente ofrece al hipnotiza-dor. Este Último se limita a utilizar todos los datos reco-

gidos y continÚa esforzándose en observar mucho yhacer poco. Será la propia persona quien indique losobjetivos e, incluso, el modo de alcanzarlos. Entre los

recursos de que dispone encontraremos, en efectO, la

capacidad de comprender lo que necesita y también la

de recordar cómo apareció el problema. Algunas veceseste conocimiento no es accesible en el estado de vigi-lia, pero lo es apenas se produce el trance.

Son recursos de la persona las características de su

lO

personalidad, las costumbres, el modo de pensar, Sll

mismo lenguaje y también la capacidad cle tOclos estos. aspectOs de modificarse en el transcurso del trance,dando lugar a una fenomenología hipnótica que esdistinta para cada uno y que constituye un extraordi-nario punto de fuerza para orientar el cambio.

Se convierte así en accesible una gran variedad derecursos, por el simple hecho de que el trance loshace emerger de forma automática: entre estos, laamnesia, la analgesia, o bien las distorsiones tempora-les, las alucinaciones hipnóticas positivas y negativas,,y muchas otras modificaciones ele las capacidadescognitivas y conductuales ordinarias de la persona.

Crear las condiciones favombles al cmnbio

'.'

Alcanzada esta fase, es necesario crear las ame/ieio-." ~-nes favorables para que pueda producirse el camhio--que la persona desea. En la hipnosis ericksoniana éste,

de hecho, es producido por la vía que ha elegido y latarea del terapeuta es sencillamente la de aett'Val" el' ~~~--------ínconscientf!., para que éste le devuelva los recursosnecesarios para llevar a cabo el recorrido previsto.

Otro modo para crear las condiciones ideales quecondÚcen al cambio consiste en construí¡- una fuer-te expectativa de que algo importante puede suceder:de este modo, también la persona poco motivadaencuentra buenas razones para activarse. Se puede

alcanzar este resultado también trabajando sobre el

71,

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Page 37: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

rapport, la especial relación que se establece en elcurso del trance y que permite el desarrollo de unafuerte sensibilidad recíproca.

Gracias al rapport, puede suceder que mientras elpaciente ya no se da cuenta de los rumores del tráfi-co, de otras personas que hablan o de su misma pre-sencia, mantenga llna sintonía perfecta con la voz delhipnotizador y esté particularmente sensible a cual-quier comportamiento suyo.

Para Erickson el rapport es un estado de plenaarmonía entre el paciente y el hipnotizador, en el cualse desarrolla una especie de orientación común, delimitación compartida del campo de consciencia en elcurso de la cual son mucho más fáciles los cambios.

Para alcanzar este estado, puede ser muy útil construirun contexto lJul'norístico, de modo que terapeuta ypaciente, riendo juntos, puedan desdramatiz'!f el pro-- ~ -----...-

blema y enéaminarlo hacia la solución, gracias a lar -~

interrupción del modo habitual en el que el paciente

piensa en sí mismo y en sus dificultades. El humor per-

mite, indirectamente, perisar en la vida desde. un pun-to de vista completamente diferente; es una maneraalternativa de considerar los acontecimientos en los

que se participa. Naturalmente, un humorísmo quepueda definirse como terapéutico pone al terapeuta

en el est~_de «reír con» el paciente, en neta contra-

pOSició~_del ~~~.í~~~~~:~.~~,que podría inducir a éste asentirse burlado y no respetado...---, ~._----_._._._-------

,.. /'./", x:\

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l..) .~ .).....

72,1"'.'

/¡~ inducción y el proceso bipnótico

.

En la transcripción que sigue buscaremos determinarlas diferentes/ases del proceso bipnótico. Se trata, eneste caso, de un único encuentro entre paciente e hip-notizador, pero las fases del proceso hipnótico resul-tan en gran medida aplicables, aunque a veces no sepresentan en el orden acostumbrado.

Lo mismo ocurre en las terapias reales, en las quecada sesión tiene una estructura análoga a la del tra-tamiento entero, vuelve a proponer las fases y parece

. que es una reproducción en miniatura, más que sola-mente una etapa del recorrido complejo que llevaráa la solución del problema.

Esta demostración está precedida por una breveintroducción que ha de entenderse como una ilustra-ción de los principios de la hipnoterapia indirecta,pero también y sobre todo como parte fundamentaldel procedimiento hipnótico. El discurso inicial no.sólo contiene los mensajes inductivos indirectos quellevarán al trance, sino también, de forma más o menosvisible, muchos de los temas que se desarrollarán enel transcurso de la sesión. Este proceso de siembra(seeding) pone las bases para la construcción del rap-port y aspira a estimular el surgimiento de los recur-sos que serán utilizados más tarde en el trance.

'.LORlEDO:En esta demostración intentaremos utilizar

preferentemente un enfoque indirecto. Enla hipnosisericksoniana es preferible utilizar este tipo de enfo-¡"o

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Page 38: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

que,principalmente porque las respuestas que se pue-

den obtener utilizando el lenguaje directo son muy

limitadas, mientras que ]a gama de respuestas que se

consiguen con el enfoque indirecto es casi infinita y,

en mayor medida, imprevisible.¿Hay alguien que quiera venir? [Indica la silla desti-

nada a] eventual voluntario] Podemos hacer la demos-

tI'ación con una sola persona o, si lo prefieren, con unafamilia.

En cada caso, trabajar con una persona sola no

siempre significa que solamente ésta participe en el

trance. Una de las características específicas del enfo-que indirectO es precisamente la posibilidad de que,

clIando una sola persona es inducida en hipnosis, tam-bién entren en trance otras que están a su alrededor,

Hemos visto cómo sucedía durante la hipnosis de Jef-frey Zeig: alguien, en el auditorio, ha entrado en un

estado de trance aún más profundo que la personaque se había ofrecido para ]a demostración.

La parte J'1'lásimportante del proceso hipnóticoindirecto es el momento de la observación. Si se lograllevar a cabo un buen nÚmero de observaciones, ]aintervención resulta relativamente fácil. Para estas

observaciones de detalles aparentemel1te irrelevan-tes, pero profundamente significativos, Erickson intro-dujo un conceptO fundamental para la terapia erick-soniana: las llamadas minimal eu.es.

En el pasado, la hipnosis tendía a considerar rele-vantes sobre todo los grandes cambios, las manifesta-

ciones hipnóticas vistosas y teatrales: el paciente no se

consideraba en trance si no se comportaba de modoinsólito, extraordinario. Por ejemplo, se esperaba que

émpezase a hablar en inglés aunque nunca lo hubie-ra estudiado, o que lograra tocar el piano sin haberIohecho nunca anteriormente; en genera], se intentabainducido a que hiciera cosas que no pudiera hacerdespierto.

Por el contrario, en la hipnosis ericlcsoniana la aten-ción se concentra en los detalles mínimos, que élpri-

mera vista pueden parecer insignificantes pero que,en cambio, una vez determinados, nos dan informa-ciones de extraordinaria importancia para la com-

prensión de la persona. Otro valor de las m.inimalcues consiste en la posibilidad de reconocer de forma

precoz los cambios y servirse de ellos para compren-der anticipadamente qué otros cambios, más visibles,tendrán lugar a continuación.

Algunos detalles mínimos pueden ser importantí-simos en la vida diaria, pero parecen tan banales queescapan a la atención de! observador; no es raro queesta «invisibilidad» se convierta en una ventaja tera-

péutica. Por ejemplo, si una persona agorafóbica con-sigue desarrolla~ en e! momento oportuno un tranceque los demás no logran percibir, podrá atravesar unlugar muy frecuentado sin que nadie se dé cuenta desu estado de hipnosis y conseguir, al mismo tiempo,no experimentar ansiedad. Naturalmente, un buenhipnotizador debería, en cambio, saber distinguir,sobre la base de los detalles que los demás no obser-van, este estado en relación COI1el de vigilia.

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Page 39: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

[Mientras tantO Z, sin hablar, ha atravesado la sala y seha sentado en la silla que estaba disponible para uneventual voluntario y desde hace unos minutos estáescuchando en silencio J

Por lo tanto, en este caso...

La intervención inicial de la hipnosis ericksoniana es

una fase de preparación que ha de predisponer alpaciente a pensar preferentemente en el e.stado hip-nótico (Fase 1 - Preparación del paciente / orienta-ción del paciente hacia el trance). Se constituye deeste modo lo que ha sido defInido como monoideis-

mo: una idea que asume cada vez mayor importancia.hasta convertirse en central en la mente de la personay a ocupar buena parte de su espacio mental disponi-ble. Ya en esta fase pueden ponerse de manifiestomaniobras útiles que tienden a concentrar la aten-ción en conceptos hipnóticos (ver Fase V).En cadacaso, el hipnotizador ha de obtener que el pacientepermanezca absorto, durante un periodo moderado,en reflexionar sobre múltiples aspectos de un mismotema, hacia el cual acabará por orientarse intensa-mente. En este caso, para orientar la atención de lapersona, se habla de hipnosis casi por casualidad,como si el tema no le concerniera, efecto reforzado

por el hecho de que el discurso parece dirigido sólohacia el auditorio. Se crea así una especie de «lengua-je doble» que permite a la persona escuchar, pero sinestar implicada directamente en primera persona enlo que se dice.

76

~~". ,'lo';

"

1"'.

En realidad, el paciente está sentado en la silla «ade-

cuada» desde hace ya unos minutos y su cuerpo seestá inmovilizando progresivamente. Gracias a las

sugerencias indirectas, muestra fenómenos de trance

aún antes de que se le pregunte su nombre e, incluso,

antes de que le sea dirigida la palabra. Otro momentoimportante para dirigir la orientación de la personahacia el trance será cuando, algo más adelante, el hip-

notizador le pregunte: «¿Ha estado ya en hipnosisantes de esta vez?>'.Además de crear una evidente ilu-

sión de alternativas, este tipo de preguntas orienta al

. paciente hacia el trance evocando experiencias ante-riores: vuelve a proponer, en efecto, un estado yaexperimentado.

LORlEDO:¿Nuestra voluntaria, cómo se llama?VOLUNTARIA: Z

L: Ahora les pido que observen atentamente paradecirme si Z está en trance o no. Naturalmente, se.han dado cuenta de que no he intentado ningunaforma de inducción, ni siquiera le he hablado y nohe hecho nada de particular más que hablar de lahipnosis indirecta. Por lo que concierne a mi expe-riencia también una exposición muy generalpodría haber producido un estado de trance,por lotantO,hemos de verificar si existe o no un estado detrance en acción.

Obviamente nuestra observación podría tambiénhacernos concluir que no existe, pero por elmomento lo que más nos interesa es llevar a cabo

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Page 40: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

una observación atema y profunda para captar laeventual presencia de fenómenos particularesreconducibles en el trance. Para ayudarle en laobservación les pregunto si han notado en Z algúnfeqómeno que inicialmente no existía. Los detalles

que hacen el comportamiento que precede alingreso en el estado de trance diferente del que lesigue son, en general, los indicadores más intere-santes para descubrir la presencia del trance. Por lo

tanto, ¿qué ha cambiado en Z en el periodo en quehemos podido observarla?

LaFase 1I,que consiste en la observación del pacien-te, tiene un desarrollo transversal, en el sentido de quetiene que ver con el proceso terapéutico entero. Enuna terapia real esta fase tiene un inicio, pero no unverdadero final, en el sentido ele que se prolongadurante tOda la relación terapéutica. En este punto dela entrevista que estamos refiriendo, la observación

resulta evidente y ~s destacada por la repetida pre-gunta a los participantes de que determinen compor-tamientos específicos.

Otras veces la observación parece interrumpirse,pero en realidad resulta sencillamente menos visible.

No únicamente es el apoyo indispensable de todasaquellas informaciones que el observador recogesobre la base de los datos que percibe, sino que tam-bién es un modo importante para transmitir al pacien-te el propio interés y la propia participación.

7.'3

d_

UNAVOZDELGRUPO:Presenta una cierta inmovilidad...

L: Nos hace falta una observación aún más precisa.¿Qué parte del cuerpo presenta inmovilidad?

UNPARTICIPANTE:Ha quedado progresivamente inmo-vilizada de cuello para abajo.L: Bien, podemos decir que desde hace unos minutos

Z presenta una inmovilidad evidente en la parteinferior del cuerpo. Y,desde el momento en queeste estado de inmovilidad antes no existía, mien-tras que ahora se manifiesta de forma continuadadesde hace un ciertO tiempo, estamos asistiendo aun fenómeno que podría tener algÚn valor paradeterminar el estado que estamos discutiendo.Además, habitualmente, la persona hipnotizadatiende a no atribuir gran importancia a las cosasque suceden en el ambiente que le rodea. Encon-trándose en estado de trance, de hecho, está orien-

tado hacía la realidad hipnótica frente a la cual pre-senta un fuerte grado de abS01"ción,mientras queestá poco o casi nada interesado por la realidad quele rodea.Estos dos factores están a menudo en estrecha rela-ción el uno con el otro: se han reducido notable-

mente los movimientos y,puesto que estOs movi-mientos representan los pequei'ios y grandesajustes que la persona realiza para responder alcambio de la realidad que le rodea, podemos igual-mente concluir que ha disminuido la orientaciónhacia esta realidad.

Como sabemos, en el estado de vigilia, una perso-

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Page 41: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

na tiende habitualmente a girar el cuerpo y a orien-tarse en el espacio hacia la fuente de mayor interés.Por ejemplo, si sucede cualquier cosa a mi derecha, yasea mi mirada ya sea mi cuerpo tienden a trasladarse

hacia la derecha. Esto no ocurre en una persona queha desarrollado una condición de trance suficiente-mente profunda.

En el trance hipnótico el interés por la realidadexternaose reduce muchísimo o cesa por completo. Lapersona en hipnosis está interesada sobre todo o úni-

camente en la realidad que forma parte de su estadohipnótico y esta variación de orientación, que losobservadores no adiestrados en general no advierten,permite darse cuenta de que ha ocurrido un cambioimportante.

Observadores atentos podrían, sin embargo, soste-ner que se trata de una hipnosis ligera porque la per-sona presenta tOdavía pequeños movimientos; bien,no estamos hablando de una hipnosis vistosa y espec-tacular, hacia la cual no tenemos gran interés, sino de

una hipnosis no evidente y sin embargo importante yeficaz. Además, no debemos dar mucha importanciaélla ausencia de movimiento, sino más bien al hecho

el<..que los movimientos eventuales respondan a la rea-lidad hipnótica, más que a la realidad circundante.

En la Fase IlJ, se formula la diagnosis biPnótica, quepermite observar que el comportamiento típico severifica en una persona determinada. Su finalidad es

captar las características esenciales de la persona y

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o.

valorar si ésta prefiere guiar o ser guiada, si está másorientada hacia un pensamiento concentrado o difu-so, si se encuentra más a su aire con sensaciones cines-tésicas, visuales, auditivas, etc. En nuestro caso se valo-

ran las características del trance, las señales objetivas,como la inmovilidad prolongada, la orientación haciala realidad circundante y el grado de absorción.

Más adelante el paciente proporcionará otros indi-cios sobre su manera de ser cuando diga: «Megustaríanotar cómo se siente uno concentrándose solamente

en percepciones internas y perdiendo de vista las per-sonas que tengo alrededor».

,.0

L: Una hipnosis en apariencia muy superficial, dada lapersistencia de movimientos más o menos eviden-tes, puede revelarse particularmente profunda por-que la persona no reacciona del todo a lo que suce-de materialmente a su alrededor, sino que más bienresponde a los contenidos que se .desarrollan den-tro de su estado de trance.

No es raro que en una observación superficial, untrance que parece profundo y altamente sensiblese muestre ligero e inadecuado en conseguir unbuen resultado terapéutico, mientras que un tranceque ni tan siquiera se reconoce pueda demostrar-se particularmente profundo y eficaz.Conocemos dos formas de bipnosis profunda: la .

que produce estupor y la sonambúlica. La primera,que se manifiesta en un estado que incluso se haparangonado al coma y con un comportamiento

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[email protected]

Page 42: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

extremadamente inhibido y pasivo, a menudo se con-

sidera deseable y como consecuencia del efecto de

una inducción perfectamente conseguida. La otra, que

comporta la posibilidad de mantener el movimiento yuna capacidad de actuar y hablar no sustancialmente

diferente de la de la persona despierta, es normal-mente considerada como el efecto de una incapaci-

dad para producir el trance o de una resistencia por

parte de la persona.Sin embargo, basta preguntarse si hay que consi-

derar que está más profundamente hipnotizado er que

consigue atravesar una calle y trabajar mientras está

en trance, o el que está inmóvil, acostado y con los

ojos cerrados, sin moverse y sin hablar.

Creo que la hipnosis más profunda es la de la pri-

mera persona, porque aunque parece despierto con-

sigue hacer tareas que ni siquiera pueden tomarse enconsideración por una persona en estado de estupor.Por lo tanto, las personas sonámbulas tienen un tran-ce extremadamen,.te utilizable, pero el problema es

distinguir este estado del de vigilia, al cual se parecemucho. Para realizar una distinción tan neta, es funda-

mental saber percibir la presencia de ciertos com-

portamientos particulares que responden exclusiva-mente al estado de trance que se ha desarrollado.

Sobre la base de estas convicciones, podremos con-

siderar que Z se encuentra ya, desde hace unosminu-tos, en un estado de trance profundo. En efecto,

hemos podido observar la inmovilidad de la parte

inferior de su cuerpo, la reducida movilidad de sus

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.~,

. --..

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..'.

manos, como también de la cabeza y de la cara, perohemos de observar que aÚn resulta capaz de sonreír

y también de hablar con nosotros, que representamosmuy poco resp'ectO a la realidad hipnótica, predomi-nante para ella, que está viviendo.

[Se dirige a Z] Normalmente yo no tomo en consi-deración, en mis demostraciones, ninguna situaciónterapéutica, mientras que estoy dispuesto a afrontartodo lo que hace referencia a la experiencia hipnóti-ca, y en particular a algÚn fenómeno que quisieraexperimentar o aprender a conseguir. Por lo tanto, si,hay algo que quisiera experimentar. ..PERSONA:Lo primero que me pasa por la cabeza es que

quisiera adelgazar, pero quizás este sería un objeti-vo terapéutico...

L: Efectivamente, sería un objetivo tal vez demasiado

terapéutico.PERSONA:Tengo también un tic que me fastidia mucho.L: También esto sería terapia.PERSONA:Me parece que todo puede ser terapia... ¿Y

entOnces, qué se puede hacer?L: No lo sé, pero tendría que tratarse de una expe-

riencia que quisiera hacer, o de algo que quisieraaprender sobre la hipnosis...

PERSONA:Me gustaría notar cómo se siente uno con-centrándose sólo en las percepciones internas y

perdiendo de vista a la gente que tengo alrededor.L: ¿Perder de vista a la gente que hay alrededor sería

ya una señal de hipnosis para ti?PERSONA: Sí.

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[email protected]

Page 43: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

El elemento crucial de toda sesión de hipnosis, asícomo de tOdo proceso terapéutico hipnótico, consis-te en la Fase IV: establecer el rapport. El rapport per-mite al paciente sentirse comprendido y decidir, sobrela base de su propia experiencia, qué grado de con-fianza puede establecerse con el hipnotizador. Natu-ralmente, el rapport es una relación en continua varia-ción, que se modifica y consolida con el tiempo. Elusode ton0S calmados y tranquilizadores y de. una comu-nicación no verbal partícipe favorece por sí misma lainstauración del rapport, pero en la parte recién des-crita de la sesión de demostración, el rapport se hapreparado cuidadosamente mediante una actitud pro-tectOra hacia la persona. Esto, en efectO, propondríauna auténtica intervención terapéutica, pero se indu-ce, en cambio, con la determinación de no exponeraspectos personales ante un auditorio más bienamplio y compuesto por desconocidos.

Más adelante, para reforzar la construcción del rap-port el hipnotizador detecta las contradicciones apa-rentes, que a menudo el mismo paciente no observa,y se las indica con comprensión y suavidad: Loriedo:¿Querrías decirme cómo estás? ¿Qué está sucediendo?/ Persona: No sé lo que está sucediendo, pero me sien-to tranquila. / Loriedo: ¿No sabes lo que está suce-diendo y sonríes? ¿Teocurre a menudo? / Persona: Sí./ Loriedo: ¿Sonríes a menudo sin motivo? / Persona:

Quizás no soy consciente de cuál es la razón, pero meva esto de sonreír por mi cuenta...

84

.;.

Hemos anticipado este intercambio, que tendrá lugarmás adelante en la sesión, para mostrar que la repeti-ción de trozos de frases ya pronunciadas por la per-

sona y la utilización de verdades evidentes contribu-

yen a hacer que la persona se sienta comprendida y

que, por tanto, se pueda establecer el rapport.

'/'

L: [Se dirige al auditOrio] ¿Les parece que Z tiene un

modo de hablar particular? ¿han notado la presen-

cia de alguna seii.al específica no verbal?UNPARTICIPANTE:Tiene los ojos dirigidos hacia arriba.

L: Sí, la mirada está dirigida hacia arriba. Y el restO del

cuerpo, ¿cómo se ha comportado mientras tantO?AUDITORIO: Asentía.

L: ¡Asentía! Daba seí1ales de asentimientO, a través delos movimientos del cuerpo. Estas señales dadas

moviendo partes del cuerpo se llaman respuestasideomotrices. La persona que tiene una respuestaideomotriz está indicando algo ití1portante. Las res-

puestas ideomotrices de asentimientO nos permiten

comprender de inmediato qué intervenciones

podemos utilizar con un paciente y cuáles seríamejor evitar. En particular Z nos ha pedido no serconsciente de las personas que tiene alrededor [setrataría de una alucinación negativa], como sei'ial de

que está en trance. Así que, habéis notado también

que la mímica de la cara ahora parece menos e~pre-siva. ¿Y qué otra cosa?

ALGUIENDELAUDITORIO:Z parece haber activado loscanales visuales, los guiii.os son frecuentes.

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Page 44: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

L: Z parece mirar en una dirección precisa y los gui-¡ios son frecuentes. Sin embargo, ¿qué indica unguiño muy frecuente? Que la persona prefierecerrar los ojos. Naturalmente podemos encontrartambién pacientes que prefieren mantener el con-

trol y que, por lo tanto, prefieren tener los ojosabiertOs.

Por ejemplo, recuerdo haber tenido como pacien-tes a dos hermanas que hacían hipnosis juntas. Lamenor entraba inmediatamente en trance sin nin-

guna dificultad, mientras que la mayor parecíamucho más resistente y quería mantener el controlpara verificar lo que le sucedía a su hermana. Poresto tenía los ojos bien abiertos durante toda lasesión. No quería en absolut.o decir que la hermanamayor no estuviera en trance, porque al poco tiem-po perdía por completo el reflejo del guiño, a vecesincluso durante una hora. Esta pequeña señal meindicaba que el trance era profundo, pero en unaforma que permitía continuar mirando en unadirección específica, para mantener la certeza deque no sucedería nada indeseable a la hermanamenor.

Quisiera también hacerIes notar que Z presenta otrofenómeno, que para los que están más lejos será difí-cil de observar. En los ojos de Z se puede notar unabundante lagrimeo que no produce llantO,pero losvuelve particularmente lúcidos.Se trata de otra señalindirecta de la presencia del trance, así como lo es

el enrojecimiento de la esclerótica, Cuando la per-

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:';¡¡¡~,

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sana presenta un enrojecimiento de la escleróticaque persiste durante algunos minutos sin producirsensaciones apreciables de molestia, podemos dedu-cir tranquilamente que está en trance.En este punto, podrían preguntarme si las sei1alesde que disponemos son suficientes para poderintervenir. Ahora puedo responder que sí sin dudar-lo mucho, porque hemos extraído informacionessuficientes para trabajar con nuestra persona enhipnosis. Sin embargo, dado que la persona ba ade-lantado una demanda específica, quizás podríamoshacer alguna cosa más...[Se dirige de nuevo a la persona] ¿Ha estado ya enhipnosis antes de esta vez?

PERSONA:Ayer durante la clase.

L: [Dirigiéndose otra vez al auditorio] Ésta es otra pre-

gunta que comporta una ilusión de alternativas

implícita. «¿Has tenido ya una experiencia de hip-

nosis antes de ésta?» quiere decir que ésta ya es unaexperiencia hipnótica.[Hablando de nuevo a Z] Por lo tantO, ¿cómo

entraste ayer en hipnosis?PERSONA:No sé ni tan siquiera cómo lo hice.

L: Tú misma no sabes explicar cómo sucedió. . .

PERSONA:Fue una experiencia que fluctuaba...L: Algo que fluctuaba. .. ¿Te gustaría volver a conec-

tarte con aquella experiencia o partir de algo com-pletamente nuevo?

PERSONA:No, qLfisiera partir de algo completamentenuevo.

'....

87

[email protected]

Page 45: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

L: ¿Adónde te gustaría ir?PERSONA:Arriba. ..

En la hipnosis tradicional la Fase V;que consiste en la

concentración de la atención, se obtiene por lo gene-

ral mediante la fijación de la mirada en un punto o enun objeto. Al mantener suficientemente la atención

en una única dirección se puede, pues, obtener el

paso gradual hacia el monoideismo que comporta lainstauración del estado de trance.

En la hipnosis indirecta la fijación de un objeto ode un punto es sustituida por la concentración de la

atención en una idea o en un concepto abstracto, quese puede obtener también sin la indicación explícitadel hipnotizador, pero sobre todo escogiendo un tema

de particular interés para el paciente y tratándoloextensamente dentro de una conversación informal.

En la situación que estamos describiendo, la aten-

ción de la persona ya ha sido fijada en la fase inicial,de la demostración, a través de una larga digresiónexplicativa sobre la hipnosis indirecta, sobre laobservación y sobre los minimal cues. A continua-

ción la atención ha sido fijada posteriormente a través

de otras explicaciones detalladas sobre la hipnosisprofunda y sobre las señales del trance reconocibles

en el comportamiento de la persona. El hecho deque el destinatario explícito de estas mismas ilustra-

ciones fuera el auditorio ,no ha quitado nada a su efi-cacia en atraer y concentrar la atención de la perso-na que, no habiéndose sentido llamada en causa

directamente, ha podido escoger con toda libertad

88

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cuánta atención dedicar a los temas tratados y cuán-

to dejarse implicar. La posibilidad de identificarsesimultáneamente con el rol de paciente y con el deun participante más, que desea observar y aprenderlo más po~ible de la situación en curso, ha favoreci-do el desarrollo de comportamientos de disociaciónhipnótica que se están manifestando de forma cadavez más clara en la sesión.

La preparación precedente simplifica y hacemucho más rápido el presente paso recién observado,de la concentración de la atención, que sirve para lle-gar inmediatamente después a la inducción hipnóticamás evidente.

Hemos visto que la atención ha sido atraída sobre«cómo entrar en hipnosis», tema que no puede dejarde suscitar interés a la persona que se ha ofrecidovoluntariamente para la demostración y que esperan-do desde hacía tiempo, después dJ: las explicacionessobre la hipnosis y sus fenómenos, que se puedaempezar «laparte oficiah de la experiencia hipnótica.

..

L: Entonces, ve arriba...

PERSONA:¿Tengo que cerrar los ojos?L: Si quieres, si te molesta tenerlos abiertos... Puedescerrar los ojos.

[Permanece en silencio por un instante, luego, ape-nas Z cierra los ojos, se dirige al auditorio]. Me he

permitido decirle a la persona que cerrara los ojos

porque la respuesta de querer ir «arriba» es un cier-

to tipo de respuesta, y porque sei1ales como el

89

[email protected]

Page 46: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

aumento del lagrimeo y la intensa frecuencia deguii10s indican que la persona prefiere cerrarlos.Quisiera que estuviera claro que, también cuandose utiliza la hipnosis indirecta, se puede emplearsin ningún problema un enfoque directo, cada vezque la persona ha hecho entender con claridadcuáles son sus deseos.

'Como hemos dicho, tras una preparación indirectatan amplia, el paso a la inducción hipnótica (Fase VI,inducción del trance), se vuelve mucho más sencilloy breve. Son suficientes dos órdenes directas, «Enton-

ces, ve arriba. ..»y «Puedes cerrar los ojos»para obte-ner inmediatamente el trance. En este caso el uso oca-

sional del enfoque directo permite tener respuestasmás evidentes y,sobre todo, más inmediatas. Sin embar-go, se trata sólo de una inducción .«visible»;los fenó-menos de trance ya identificados demuestran que lasconversaciones generales con el público ya han per-mitido obtener otras inducciones invisibles.

Lapersona responde a las dos órdenes entrando enel trance (inducción)' con gran tranquilidad, pero tam-bién sin ir arriba (profundización) como había pedi-do. Para obtener este segundo resultado y empezar unviaje sorprendente, casi «surrealista»,serán necesariosotros pasos.

L: Ahora les pido que observen con atención el com-

portamiemo de Z. ¿Notan algo particular? .

UN PARTICIPANTE:Tiene el rostro distendido y son-ne..,

90

--""

.;;wr;:'''-Z,':

3u.,

.?f:

..."

L: ... tiene el rostro distendido y sonríe... Ahora les

pregunto si hay alguna cosa aquí entre nosotrosque pueda justificar esta sonrisa.

AUDITORIO: No.

L: Por lo tanto, no puede ser otra cosa que la res-puesta a una realidad hipnótica: puedo, pues, esta-blecer que la persona está en estado de hipnosis,quizás profunda. Podemos, en efecto, valorar la pro-fundidad del trance sobre la base de la diferenciaentre la adherencia a la realidad externa y la adhe-rencia a la realidad hipnótica. Notamos que estapersona no se muestra significativamente influen-ciada de lo que sucede a su alrededor, mientras quees evidente que continúa respondiendo a la reali-dad hipnótica, tanto que provoca los fenómenosque hemos observado.¿Qué he hecho yo para llegar a este punto? Comohan visto, nada de particular. Sencillamente heconstruido una relación hipnótica, el mpport quevincula a paciente e hipnoterapeura. Es una rela-ción particularmente fuerte, en la que existe unasensibilidad recíproca y selectiva que tiende aintensificar mucho los efectos de cada acto singu-lar de uno respecto' al otro. Por lo tanto, las cosasque me conciernen afectan a la persona muchomás intensamente que a ustedes.Podría limitarme a esto, porque se trata de unademostraCión, pero quiero mejorar la comunica-ción hipnótica yreforzar la relación... y entonces,puedo pedir a Z: ¿qué está sucediendo en este

!¡I¡IIIIII,¡I

f

!!

91

!,1~_.- . ~

[email protected]

Page 47: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

momento? [tras algunos segundos de atenta obser-vación, se dirige a Z para hacerle la pregunta]. ¿Que-rrías decirme cómo estás? ¿Qué está sucediendo?

PERSONA:No sé lo que está sucediendo, pero me sien-to tranquila.

L: ¿No sabes lo que está sucediendo y sonríes? ¿Tesucede a menudo?

PERSONA: Sí.

L: ¿Sonríes a menudo sin motivo?PERSONA:Aveces no soy consciente de cuál es la razón,

pero me va esto de sonreír por mi cuenta...L: .,. ¿te va el sonreír por tu cuenta? Por lo tanto,

podría ser una experiencia de las que te va el son-reír por tu cuenta, o podría ser una experienciadebida a la hipnosis. Hay diferentes posibilidades.¿Cómo hacemos para saber cuál es la correcta?

PERSONA:¿Me lo ha de decir usted?L: Te lo he de decir yo. . .Yo sé que te he de decir que

vayas arriba y no sé si has ido.PERSONA:No, no he ido.

L: ¿No has ido y estO no hace que te sientas contra-riada?

PERSONA:No, porque pensaba que aún no había empe-zado.

L: Tienes razón, porque aún no he hecho nada...PERSONA:En efecto.

L: Esperabas una seilal.. .PERSONA:Sí, porque de todas formas. . .

L: Ha de haber un principio. Entonces, ¿vas arriba?PERSONA: Sí.

92

,..

En la fase anterior habíamos llegado a la conclusión deque se había instaurado un estado hipnótico, pero aúndudábamos de que se tratase de hipnosis profunda;aquí descubrimos, en cambio, que en realidad ya hemosentrado en laFase VII,la de laprofundización del tran-ce. Sin embargo, como antes, a las primeras de cambionos encontramos frente a una profundización invisible.En efecto, dado que la persona está sólo relajada y hablatranquilamente de su estado, podría deducirse que esteestado es aún de hipnosis ligera. Sin embargo, tambiénhemos observado que la persona está respondiendointensamente a una realidad que no es la exterior, y estOnos hace comprender que ya hemos obtenido la hip-nosis profunda. Esto será evidente enseguida, cuandoaparezcan fenómenos hipnóticos cle mayor importan-cia y empiece el «irarriba».Se vuelve a conJiÚnar así el

. rol fundamental cle la observación que permite reco-nocer desde indicios pequeños y aparentemente irre-levantes algo que estaba escondido a una valoración

superficial. Naturalmente, tras haber observado estOs

indicadores precoces de trance profunclo el hipnotiza-

dor no se arriesgará a comprometer sus efectos y poclrápasar a aumentar la eficacia.

De todo lo que dice la persona, parece que estetipo de profundización requiere una referencia explí-cita: Loriedo: ¿No has ido y esto no hace que te sien-

tas contrariada? / Persona: No, porque pensaba queaún no había empezado... / Loriedo: Tienes razón,

porque aún no he hecho nada... / Persona: En efecto

I LoriecIo: Esperabas una sei1al. . . / Persona: Sí, porque

''''-'

93

[email protected]

Page 48: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

de tOdas formas... Sin embargo, notemos que la sei'íal

ya había sido dada anteriormente y la persona pareceno recordarlo: esto nos confirma que el trance ya era

profundo.

L: [Dirigido al auditorio]. La persona puede pedir,como ha sucedido en este caso, una sugerencia

directa y es importante que la reciba. Naturalmen-te, hay que tener presente que es ella quien lo pide:

algunas personas necesitan que se les diga lo que

tienen que hacer, aunque ellos mismos lo hayanestablecido. Sin embargo, desean que alguien les

diga que lo hagan. [Dirigido a Z]. ¿Consigues hablarcon los ojos cerrados? ¿Dónde estás ahora?

PERSONA:Estoy casi en el techo ahora...L: Bien, ¿Ahora cómo se hace para ir más arriba?

PERSONA:Hay un agujero. . .L: ¿Estás segura de poder pasar?PERSONA:No.

L: ¿Puedes intentarlo? ¿O es mejor primero que lo

hagamos más srande?PERSONA:Se ha agrandado.

L: ¿Se ha agrandado solo? ¿Yahora?PERSONA: EstOy fuera.. .

L: ¿Y fuera que hay?PERSONA:Me emociono [En el rostro de Z aparece una

expresión de intensa emoción].L: ¿Te emocionas? Oyes a la gente que estaba en la

habitación?

PERSONA:No, ya no hay. ..

El momento en que el hipnotizador y la persona veri-fican que el trance está en curso corresponde a laFase VIII, la ratificación del trance. Con algunas per-sonas, esta fase representa también un momento par-ticularmente significativo porque puede permitirlesuna nueva intuición. Por ejemplo, para un pacienteque tenga problemas en ceder el control, darse cuen-ta, aunque sólo al abrir los ojos por un instante, de queSll brazo se encuentra en estado de levitación puedecomportar una experiencia nueva de sí mismo y el ini-cio de una percepción diferente del propio cuerpo.

En este caso notamos que la ratificación ha sidopreparada desde el principio de la sesión, pidiendo ala persona lo que deseaba experimentar en el trance:Loriedo: ¿Perder de vista a las personas que tienes alre-dedor sería ya llna seii.alde hipnosis para ti? / Persona:Sí.

En efecto, cuando se le pregunta: «¿Oyes a la gente

que estaba en la habitación?», Z responde «No, )'<1nohay.. .». Esta respuesta corresponde a la ratificación,

pero al mismo tiempo es la sei'íal de que el objetivo de

la sesión hipnótica acordado con la persona ha sidoalcanzado.

L: ¿Te gusta lo que pasa allí arriba o quisieras <lIgodife-rente?PERSONA:No lo sé...

L: ¿Necesitas alguna cosa en particular?PERSONA:No [Empieza a 11orar].L: En definitiva, hablas sola, lloras sola, ríes sola...

94 95

[email protected]

Page 49: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

PERSONA:Tengo un nudo en la garganta.

L: Tienes un nudo en la garganta, pero consigues

volar igual, aunque con un nudo en la garganta.PERSONA:Estoy en la silla.

L: Estás en la silla, y vuelas incluso con el nudo. TÚ, la

silla y el nudo... Sin embargo, ¿este nudo lo quieresllevar contigo o quieres librarte de él?

PERSONA:Me gustaría librarme de él.

..

Una vez que el trance ha sido profundizado es nece-sario utilizarIo pasando, por lo tanto, a la Fase IX, la dela utilización del trance. Para que el trance pueda tra-ducirse en algo Útil es necesario determinar los fenó-

menos hipnóticos y los recursos personales que cons-tituirán la estructura maestra del cambio al que lahipnosis debe conducir.

En esta fase se utilizan muchos de estosrenóme-nos. Elvuelo, el reír, el llorar, la silla, el nudo, etc. Dadoel modo en que se presenta, este Último podría corres-ponder a un área problemática de la persona, pero nopor esto es necesario hacer preguntas para compren-der el significado real, y tampoco se necesita inter-pretarIo como la expresión de un conflicto incons-ciente; el «lludo» se utiliza sencillamente decidiendo

qué hacer con él, «¿Sinembargo, este nudo lo quiereslleva?'contigo Ote gustaría librarte de él?))y,sin des-ciJrar explícitamente el-significado (protección de lapersona) empezanuo a trabajar sobre las consecuen-cias que comporta y sobre el grado de apego que lapersona muestra frente a él.

96

-

:¡jI~..foI.'

'.~1_.

.la;;;, L: Entonces, dado que estás arriba... Es muy fácillibrarse de algo cuando se está arriba.

PERSONA:Basta tirarlo fuera. ..

1: Basta tirarlo fuera. ¿Dónde queremos hacer caereste nudo?

PERSONA:En el río.

L: ¿Ya ti te gustaría tirar al río un nudo de este tipo?PERSONA:Sí, porque el río se lo lleva.. .

L: ... se lo lleva. ¿Pero, estás segura de que quieres

tirarlo? Me pareces que le tienes cariii.o a este nudo.PERSONA:¡Eh! Quizás podría sencillamente suavizar-

se.

L: Entonces, ¿quieres que el nudo se suavice o te quie-res librar de él? No 10 he entendido.

~.

".1.,

,...

,;:,:

El apego al «nudo» por parte de Z parece más eviden-

te, después de un momento en que parecía dispuestaa librarse de él con faciJidad y,por tanto, es necesario

pasar a la Fase X, que consiste en la mod~ficadón delos comportamientos babituales. Es necesario dar al

nudo el lugar más adecuado a los intereses personalesy emocionales de la persona, para lo que se intentan

una serie de soluciones que sirven paw proteged a a

ella y a sus elecciones, y también para hacer que el«nudo» se pueda gestionar y localizar.

... PERSONA:Quiero que se suavice.L: Lo entiendo. Quieres continuar teniéndolo.

PERSONA:[Sonríe]. Podría enterrarJo en cualquier lu-gar.

,_., 97

"

[email protected]

Page 50: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

L: Entonces tenemos que bajar para enterrado.PERSONA:Podemos enterrarIo en cualquier parte, en un

agujero.L: Alque puedes ir a buscarlo cuando quieras. Podrías

decir: «Hoy voy a buscar el nudo, voy a ver el agu-jero, en donde está el nudo». Luego podrías hablar-le y decir: «Hola,nudo». Ahora escoge un punto algue podamos bajar para ir a enterrar el nudo... ¿Lohas escogido?

PERSONA:[Sonríe]. Hay un río, un árbol. .. Es todo muybonitO.

L: Así el nudo estará a gusto. ..AJ10raqueremos ver siel nudo puede quedarse precisamente allí... ¿Endónde quieres enterrarIo?

PERSONA:Bajo un árbol.

L: Bien, bajo un árbol. Así podemos acordamos per-fectamente donde está el nudo. El nudo ha sido

enterrado bajo eJ árbol donde habías bajado. ¿Y elagujero es grande y profundo o apenas justO paraque quepa el nudo?

PERSoNA:Apenasjusto para que quepa el nudo.

I.: ... justo para que quepa el nudo. Ok, el nudo esta-

rá bien... Ahora, ¿quieres volver a volar? ¿Sí?..Podrías decir "Adiós nudo» y ver si hay alguna otracosa que re gusraría hacer.

PERSONA:No. Es difícil.

L: ¿Quieres decirme que el viaje con el nudo era fácilde hacer, mienrras que ahora, sin el nudo, tOdo hacambiado?

PEHSONA:Sí.Hay un hilo que me ata al nuelo.

98

'-,~

.;-Ir. L: ¿Lo quieres cortar o quieres dejarIo así? Por su erre

no lo hemos echado al río y lo hemos puesto bajo

el árbol, en un punto en que podemos volver a

encontrado cuando quieras... ¿Eres capaz de inten-tar cortar el hilo?

PERSONA:Sí [Sonríe]

L: Entonces hazlo [Pausa]. Ahora el nudo está bien. Ha

encontrado su sitio, bajo un árbol, en un lugar muybonito. Y tú has logrado volar.. .

PERSONA:Sí [Sonríe]. Ahora estoy sobre un escollo.L: ¿Un escollo?PERSONA:¡Eh! El nudo ha vuelto a subir.

L: Entonces es un nudo volador, que consigue volar

fuera de su sitio, bajo el árbol. ..

PERSONA:No quiere morir...

L: ¿Qué puedes hacer entonces?

PERSoNA:Aúnno había cortado los hilos.AJ10ra podríacortados.

L: ¿Y después?PERSONA:Lo dejo allí.

L: ¿Y después? .PERSONA:Lo echo del escollo.

L: Entonces acabaría en el mar, no en su agujero.PERSONA:No. También desde aquí puedo lanzado pre-

cisamente en su agujero.L: Ok [Pausa]. ¿Lo has hecho? ¿Estás satisfecha?PERSONA:Sí. Perfectamente satisfecha.

'I:~;..

~f.'.

."

I$o'

"

..1.

".

LaFase XI, la de la.reorientaci6n del paciente, es muydelicada porque el hipnotizador se esfuerza en con-

99

[email protected]

Page 51: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

ducir a la persona fuera de la experiencia de un modo

que no cause «traumas» al despertar. Aquí la reorien-tación se hace de un modo tan indirecto que parece

que casi no esté sucediendo. Además, la iniciativa dela salida y sus tiempos parecen encomendados com-

pletamente a la elección de la persona.

L: ¿AÚn tienes alguna cosa que hacer?PERSONA:¡No! [Lentamente vuelve a abrir los ojos]

JJ

En el momento en que la persona sale del trance,entra en la llamada Fase gris, un periodo de algunosminutos en el curso del cual mantiene todavía el mp-

PO¡'ty alguno de los fenómenos hipnóticos que tenía.durante el trance. Para no interferir con estos fenó-menos, en la Fase XII, la de la valoración del trance

y de sus resultados, es preferible limitar las preguntas,pero puede ser oportuno recibir de la persona algúnbreve comentario o sacar ventaja de la parcial conti-nuación del trance, enviando algún mensaje indirecto

que pueda ser útil a los fines que el paciente se habíapropuesto.

..

L: Gracias. ¿Quieres decir algo? ¿Te due1ealguna par-te del cuerpo?

PERSONA:Sí,la nalga izquierda. ¿Cómo lo sabe?L: ¿Cómo lo sé? A veces los recuerdos de una expe-

riencia agradable dejan una seii.al en alguna partedel cuerpo. Sobre tOdo si se ha estado sentado

durante cierto tiempo sobre un escollo... Gracias.

100

I; j,.

. ;.

,.

PERSONA:[Sonríe]. Gracias...

[Se estrechan la mano]

'Sóf','.

Cuando una sesión concluye, se decide cómo y cuán-

do proseguir el tratamiento, pero dado que ésta hasido sólo una demostración no habrá una auténticacontinuación. En cada caso, en la hipnosis indirecta,cuando se llega a la Fase XIII, la de la despedida delpaciente, el hipnotizador tiene el deber de continuardemostrando un interés y una capacidad de observa-ción no menores a las presentes en las fases iniciales.En este caso, el interés genuino del hipnotizador que-da demostrado' por la pregunta sobre la presenciaeventual de un dolor en alguna parte del cuerpo. La

persona queda visiblemente sorprendida por la pre-gunta y por la capacidad del hipnotizador de detectarun dolor que no había sido mencionado, pero sobretodo parece complacida por la atención demostradatambién .en este momento final.

Como sucede a menudo también en terapia, la

atención del hipnotizador se revela como el mejoranestésico para el dolor que puede acompañar a uncambio importante obtenido por el paciente. Final-mente, para preparar la reelaboración presente y futu-ra de la sesión, el dolor se define, una vez más, de for-ma indirecta, como transitorio y como testimoniosignificativo de una «agradable exper.iencia». .

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~'I':

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[email protected]

Page 52: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

Capítulo 4Una pequeña «magia»:dejarde fumar con la hipnosis

Paul WatzlawickGiorgio Nardone

Ésta es la transcripción literal de la demostración deuna técnica específica de hipnoterapia, efectuada porPaulWatzlawick durante una conferencia. Los comen-

tarios de la fase de] tratamiento y de las maniobras par-ticulares son de Giorgio Nardone.

Creemos que este ejemplo ilustra mejor que unadisertación las características de una intervención

hipnótica y estratégica sobre un problema tan difun-dido y a menudo difícil de resolver.

Fase l' preparación a la inducción hipnótica y entre-

vista estratégica relativa al problema y a su persistencia.

[El paciente se estira en el diván. El profesorWatzla-wick está sentado a 5Ulado en una silla]

W:Podemos comenzar, ¿verdad? ¿Cuánto tiempo hace

que fuma?

103

[email protected]

Page 53: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

r: Catorce años.

W:Catorce ai'íos. ¿Y qué es lo que ha hecho hasta aho-

ra para dejarlo?P: Lo he intentado con los parches, luego me han

dado pastillas, que he de tomar hasta seis, siete aldía y luego... nada.

W: [Ríe]

P: He intentado... Me han dado una medallita paraponer encima de la fotografía. .. pero... [Ríe].

w: [Ríe] .

P: Me han dado una medalla... un pranoterapeuta. . .

para que tenga encima de la fotografía... la mía...w: ¿Eh?

r: Pero nada. Fumo dos paquetes de cigarrillos al día.

w: ¿Dos paquetes?P: Sí, dos.

W:¿Por qué quiere acabar, terminar... dejarlo, ahora?

P: Porque al haber dejado de hacer una actividad

deportiva, me doy cuenta de que tengo; . es decir,me siento incómodo, al hacer también un poco dedeporte liviano me encuentro enseguida con difi-cultades. Por la noche tengo a menudo dolor de

cabeza, precisamente necesito... se sabe que esmalo... Lo he intentado con mucha buena volun-

tad, pero. . .

W:Precisamente, le quería preguntar precisamenteesto: ¿qué ha hecho hasta ahora?

r: He hecho todo esto que le he dicho. A veces meesfuerzo y consigo fumar un paquete en lugar de

dos, pero dura una semana, luego... [hace un ges-

104

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to de desconsuelo con los brazos]. Me pongo ner-vioso... cuando disminuyo los. cigarrillos... menoto muy, muy nervioso. ..

w: En su entorno, ¿quién le insiste más para que lodeje?p: Sobre todo yo.W:¿Sí?p: Sí.

W:¿Yquién más?p: y además mi novia, mis padres, y además tengo

algunos amigos médicos... que me dicen «yolo hedejado de esta manera, yo lo he dejado de esta otra,inténtalo». Pero si los resultados no vienen...

w: ¿Entonces usted tiene mucho poder sobre su entor-no?

r: Sí... en determinadas cosas sí.Sin embargo, en estecaso no lo he conseguido. Por lo que respecta altabaco lo he intentado pero no... Hace ya tres ocuatro años que lo estoy intentando de todas lasmaneras. El ai'ío pasado tuve una broncopulmonía,en junio, ya pesar de todo he continuado fumando.Estuve una semana con fiebre y continué fumando.Me doy cuenta de que me perjudica, pero. .. Estámal hablar así,pero. .. no lo sé, no lo consigo.

W:Si lo he entendido bien, hay personas en su vida

que insisten, que intentan ayudaf-Ie,también. .p: Sí,sí, sí.w: Bien. ¿De qué manera?P: Me dicen que lo deje explicándome que el tabaco

hace daño, ¡como si uno no lo supiera!... Incluso

105

[email protected]

Page 54: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

en casa, tengo sobrinos pequei1os, me dicen «nofumes delante de los niilos, que a ellos también lesmolesta», pero no lo consigo.

La primera fase de la inducción del trance se ha con-

centrado en la indagadón de los intentos fallidos porresolver el problema y en hacer emerger las posiblesventiajas de relación de la persistencia del mismo.Todo esto ha servido para valorar las posibles resis-tencias al cambio y para predisponer a la persona, gra-cias al contacto establecido, a confiar y a aceptar lasindicaciones que seguirán. Esta fase preliminar esimportante porque sirve para crear los presupuestospara el éxito de la auténtica intervención terapéutica.

Fase 11:crear la expectativa del cambio

\Y/:¿Ya ha tenido alguna experiencia con la hipnosis?P: No.

w: Explíqueme brevemente cómo ve usted este fenó-meno.

P: Bah, he venido aquí aconsejado por el profesor Nar-done. Me ha dicho que me ayudaría a resolver este

problema. He venido consciente de conseguir dar

este paso, ya que es la primera experiencia de hip-nosis, por tanto, no sé como reaccionaré. Esto no losé...

\\-':Tampoco lo sé yo.

10:Espero de todo corazón que funcione [mueve lacabeza].

106

"

Con un rápido intercambio, Paul crea una comunica-

ción ambivalente respecto a los posibles resultados dela intervención; de este modo moviliza la colabora-

ción activa del paciente, aumentando las expectativasprecisamente gracias a un aparente escepticismo.

Fase III: inducción al trance hipnótico

w: ¿Estácómodo?P: Sí,sí.

w: Uno de los errores más comunes es pensar que lahipnosis es un fenómeno provocado solamentepor el hipnotizador... pero no es así. El hipnotiza-dor no tiene una fuerza capaz de cambiar el com-portamiento de una persona... No, toda hipnosises autohipnosis, «soyyo quien la hace, no él».Estoes importante porque muchísimas personas, repi-to, creen que el hipnotizador es un gUn1que tienefuerzas, poderes específicos o fantásticos. Yo notengo nada de todo esto. Creo que la tarea del hip-notizador es precisamente la de demostrar cómo sepuede producir un estado de autohipnosis. Bien,entonces, me gustaría empezar. [Habla muy lenta-mente y espera que el paciente cumpla las indica-ciones]. Quisiera que usted pusiera los ojos lo másarriba posible y, ctejándolos allí arriba, los cerraralentamente. Muy lentamente, cerrar, cerrar. . .y aho-ra respire profundamente una vez por la nariz,reténgalaun poco y luego relaje los ojos y respirenormalmente. Muybien.Y con esto ya ha aIcanza-

107

[email protected]

Page 55: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

to que cuando intente ahora bajar tu mano dondeestaba antes, será contra la resistencia de la mano

y del brazo. Mira, ¿ves? [Watzlawick empuja hacia

abajo el brazo del paciente que, sin embargo, vuel-ve a subir apenas lo suelta]. Y si usted ha conse-

guido ponerse en un estado de autohipnosis, aho-ra permita a sus ojos que se cierren de nuevo [el

paciente vuelve a cerrar lentamente los ojos] .., sí,bien, bien...

Fase V:prescripción del ritual autohipnótico y formu-lación sugestiva orientada a construir sensaciones deaversión en relación al tabaco. En otras palabras, elproceso empieza con el trance para convertirse enautOhipnosis y finalmente en ritual sugestivo.

W: ... y ahora quisiera decide tres frases que usted uti-lizará para llegar al punto que quiere llegar, esdecir, a liberarse de esta necesidad de fumar. Usted

repetirá este ejercicio y cuando llegue al puntodonde está ahora, repetirá tres frases: «Para micuerpo, no para mí, para mi cuerpo fumar es vene-no»; «Necesito mi cuerpo para disfrutar de la vida»;

«Le debo a mi cuerpo este respetO y esta protec-ción». EstO es todo lo que tiene que hacer. EstOdurará menos de diez minutos y lo repetirá varias

veces al día. Y después, al acabar estas. .. de repe-tir en su cabeza estas tres frases, estas tres... sí...

que le acabo de decir, usted después hará un

pequeI10 movimiento con su mano izquierda: arri-

110

ba y abajo... depende... a la izquierda - a la dere-cha... no importa... es su sensación habitual de la

mano izquierda, del brazo izquierdo. . . volverá aba-

jo, y usted abrirá los ojos... ~speramos hasta quesea ligero este... y este es el final, el final de este

ejercicio autohipnótico [el paciente baja lenta-mente el brazo]... bien, bien. Puede abrir los ojos.

¿Cómo se siente? [El paciente al abrir los ojos rea-liza una serie de movimientOs como si se acabara

de despertar, después de lo cual asiente con lacabe'za]. ¿Sí,está bien?

r: Sí, sí... [Luego estira los brazos, sobre tOdo el

izquierdo] .

FaseTI:después de despertarse del trance, para reforzar. en el paciente la sensación de poder reproducir todo

estO,Paulle hace hablar de la experiencia vivida y sobreposibles cuestiones. Enfatizando el hecho de que ha sidoun proceso autOh.ipnótico que él podrá reproducir confacilidadprecisamente porque depende solamente de ély no del hipnotizador.

W:Bien... [dirigido hacia el paciente]... preguntas,

explicaciones.. .P: ¿Cómo es que cuando me ha hecho abrir los ojos la

mano había... [representa el movimiento de la

mano que se levanta]... subido... .W:Sí,sí, estaba arriba... .P: ... ¿y cómo es?w: Este es el resultado de su autohipnosis.

111 .'

[email protected]

Page 56: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

P: Ha ido así... [Riendo se toca el brazo, casi incrédu-lo] .

Fase VII: repetición de la experiencia para reforzar el

efecto y la sensación por parte del paciente de que tie-ne el control.

W:Bien, bien... Ahora repitamos una vez más y des-pués, después de esto... [el paciente continúatocándose la mano. Watzlawick se detiene a mirar-lo].

P: Sí... controlaba... [sonriendo].W:... ahora otra vez con los ojos abiertos, ponga los

ojos lo más arriba posible, lentamente, bajando lacabeza, manteniendo los ojos arriba. .. bien, empie-za otra vez a sentir la ligereza en su mano izquier-da... muy bien... empieza a subir... y esto es parausted la indicación de que la autohipnosis hacomenzado de nuevo... ligeramente más arriba...arriba... más y más ligero... más y más ligero...bien... y... su codo aquí en la silla, pero el brazoempieza a girar, la mano continúa, sube, sube... unpoco más, un poco más... bien, bien... así ustedgradualmente volverá a una elevación de casinoventa grados... más, más ligero... cada vez más,cada vez más esta sensación interesante de la lige-reza de la mano, del brazo... Y así vuelve a entrarahora en esta zona donde usted puede dar a sucuerpo instrucciones, puede cambiar ciertos hábi-tos: «Para mi cuerpo, no para mí, para mi cuerpo

112

'..

fumar es veneno»; «Necesito de mi cuerpo para dis-

frutar de la vida»; «Le debo a mi cuerpo respeto y

protección». Esto es todo lo que tiene que hacer.Ahora, de nuevo, con los ojos. cerrados, ¿ok?, ponga

los ojos hacia arriba, arriba, apriete la mano, así, ydeje que la mano baje, el brazo, y luego abre losojos poco a poco y está completamente despierto,

Muy bien. ¿Preguntas?p: No [sonríe].

w: Bien, bien.

P: Noto mucho... una sensación de tranquilidad.

Fase VIII: se vuelve a conminar el ritual terapéuticoanticipando sus efectos. La prescripción se formulacomo una profecía que se autorrealiza en virtud de larepetición del ritual sugestivo.

W:Ah, sí, sí, sí. Mire, éstas son las tres frases que deberepetir, ¿no?, y es necesario hacer este ejerciciocada dos horas.

P: Tengo que repetir estas. ..W:Sí,las aprenderá de memoria y ha de repetidas una

vez que la mano empiece a subir. Usted repite estastres frases y luego cierra la mano, la baja y se aca-ba. Cada dos horas. No por la noche, naturalmente,cuando se va a la cama duerme, ¿no? Cuando note

que este, este deseo de encender una sola vez uncigarrillo empieza a ser men~s fuerte, usted podráprescindir de estos ejercicios. hasta que ya nofume. Le ruego que se dé cuenta de que un no

113

l.!"":.

t,¡

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Page 57: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

fumador no es una persona que fuma sólo dos otres cigarrillos, ¿no? Un no fumador quiere decircero, cero, ¿no?

r: No, no, además yo... es decir... siempre he... dos-tres, dos-tres, dos-tres y después... durante algunosdías, luego volvemos a las habituales...

W:No, no, ve, usted ha de tOmar este momento de suvida como el final de fumar, ¿no? [Sonríe]. Cuandohayan pasado dos horas y tenga que hacer unaautohipnosis, y se esté con otras personas, en el tra-bajo, entonces, en este caso basta con cerrar losojos y repetir e~tas... estas [indica el papel con lasfrases].Sin embargo, cuando sea posible ha de cum-plir el ritual completo.

Algunos meses después el paciente se presentó ennuestro Centro de Terapia Estratégica, con un regalosimbólico: su colección de cigarros.

114

Capítulo 5Hipnoterapia sin trance,Volver '«mágicas» las palabras

. Giorgio Nardone

Sugestiones y alteraciones pe1'ceptivas

Una vez hecha la luz sobre el fenómeno de la hipno-sis y sobre sus características concretas y aplicacionesreales, hace su aparición otra dimensión por explorar,que en ciertos aspectos puede ser aÚn más misterio-sa y fascinante, la hipnosis sin trance.

Este fenómeno se presta aÚn más a interpretacio-nes esotéricas porque es un fenómeno escurridizo ymucho más difícil de circunscribir que el trance hip-nótico, en cuanto no se tienen referencias fisiológicasprecisasmensurables o alteraciones evidentes en elestado de la persona, sino únicamente una serie deindicadores del estado de sugestión de ésta. Seránsolamente los efectOs de las conminaciones sugeridaslas que verifiquen si se ha obtenido el estado de hip-nosis sin trance. En otras palabras, mientras que conla hipnosis con trance se pueden tener indicacloresclaros, concretos y rigurosos, por lo que respecta a la

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Page 58: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

hipnosis sin trance, la única medida concreta estárepresentada por su eficacia, es decir, la posibilidad dedar indicaciones y aclaraciones que la persona;si noestuviese en estado de trance, no aceptaría.

La hipnosis sin trance puede describirse como unestado de fuerte sugestión a continuación de manio-bras comunicativas que permiten a la persona aban-donar el estado de rigidez, dilatando su capacidad depercibir. En una observación externa, la persona eneste estado se muestra con una postUra relajada, sinningún signo de agitación, con los ojos bien abiertos,las pupilas dilatadas y la presencia eventual de movi-mientos rítmicos en los párpados; su' voz es clara,ralentizada en el ritmo y las palabras bien pronuncia-das; su atención se concentra en el tema de discusión

o en la acción en curso sin ninguna señal de distrac-ción o fuga cognitiva. Sentidos y mente activados alunísono y de manera complementaria y no en oposi-ción. Y es precisamente esta dimensión de relajaciónla que permite a la persona superar sus resistencias obloqueos.

Tenga presente el lector que los grandes artistas,los grandes atletas y los grandes inventores tienen lacapacidad, natural o construida, de producir este esta-do alterado de conciencia en el momento en que sededican a su actuación y,gracias a esto, ir más allá delos límites ordinarios. También, en las antiguas, disci-plinas marciales, orientales u occidentales, existe unaserie de procedimientos para entrenarse' en adquirir

rápidamente este estado de amosugestión poco antes

116

de un combate. Por ejemplo, Stanislavski indica para laformación de un actor dramático una serie de ejerci-cios realmente autosugestivos.

Milton Erickson narra que muchas veces, cuandotenía que tratar con una situación pará él difícil deafrontar, se inducía un estado de autohipnosis sin tran-ce, con el objetivo de liberar sus recursos bloqueadospor la tensión.

Se trata, pues, de un estado alterado de conscienciasin la presencia de un trance hipnótico formal, repre-sentado por una dilatación de las capacidades per-ceptivas en un estado de relajación, por el que la per-sona puede influenciarse o ser influenciado con másfacilidad. '

Ha de quedar claro que este estado no es de por síni mágico ni terapéutico: será la utilización que sehaga de esta dimensión particular de contacto conuno mismo y con la realidad circundante lo que podráconducir a efectos terapéuticos aparentemente mági-cos.

La capacidad de sugestión o autosugestión se con-vierte en instrumento útil sólo si se orientan hacia

fmes específicos, de otro modo son meras formas derelajación y meditación. Alejandro Magno, antes decada batalla, procedía a una serie de rituales autosu-gestivos para introducirse en un estado de ampliaciónde sus capacidades de combate. Leonardo Da Vincipracticaba a diario ejercicios autosu~estivos paraampliar sus propias percepciones. Los Maestros de lasgrandes religiones han utilizado estilos cle comunica-

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Page 59: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

ción fuertemente sugestivos al hablar a sus propiosdiscípulos: pensemos en las parábolas de Cristo, losdilemas de Buda, las anécdotas de Mahoma al razonar

con aforismos típicos en algunos textos sagrados.Estas estratagemas son conocidas desde la antigua tra-dición retÓrica, son estrategia.s de comunicación per-suasiva, capaces de sugestionar al auditorio o al lector.

Si además se analiza el proceso de construcción deuna creencia por parte de las sectas religiosas o eso-téricas, podemos observar conminaciones sugestivasverbales y la ejecución de ritos de comportamiento,que refuerzan la creencia sobre la base de la cual sepractican. En otras palabras, lo que podría parecer unalibre elecciÓn de fe es, de hecho, el efectO de un pro-ceso ejepersuasión, basado en una serie de conmina-

ciones sugestivas y de acciones vinculadas a éstas, queen su ejecución repetida confirman y refuerzan la cre-encia. El mejor ejemplo lo representa la indicación de

Pasc;-¡!a los cristianos en crisis con su fe:«Comportaoscomo si creyeseis... Lafe no tardará en llegar» (Elster,1983;Watzlawick, 1980;Nardone, 1985).

En este punto, el lector podrá sentirse confundido,porque de la descripción de un fenómeno particularcomo la hipnosis sin trance se ha llegado a discutir derealidades tan amplias y generales como las creencias

o la fe religiosa. Elobjetivo es poner de manifiesto quelos fenómenos de sugestión hipnótica no acompaña-dos cleun estado formal de trance no son algo excep-cional sino fenómenos muy difundidos que influen-cian desde siempre las acciones y las convicciones

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humanas. Estas líneas no quieren ser un sermón polé-mico contra las estrategias de comunicación sugesti-

vas y persuasivas practicadas ep la historia tambiénpor el que se presenta partidario de la pureza y hones-tidad de espíritu y de intención, sino solamente unmodo de resaltar lo importante que es conocer estosfenómenos y apropiarse de los instrumentos y de lascompetencias que nos permiten utilizar sus efectos o,al menos, no padecerlos.

Es evidente que describir las características de lasugestión nos lleva de forma inevitable a tratar de lacomunicación y de sus efectos pragmáticos, ya sea anivel personal, o interpersonal y social. Teniendo encuenta que «esimposible no comunicar» (\Vatzlawick,1969), es también imposible evitar influenciar o serinfluenciado, así como es inevitable sugestionar o sersugestionado. Una vez aclarado esto, se deriva que elconocimiento y la adquisición de estas técnicas decomunicación y de comportamiento representa unacompetencia fundamental para cualquiera que quie-ra mejorarse a sí mismo, a los demás o a] munclo. Dehecho, en cualquier campo en que me mueva, nopodré eludir los efectos sugestivos de mi comunica-ción con los demás y conmigo mismo. Que yo sea unterapeuta o un directivo, un profesor o un investiga-dor, la capacidad de utilizar competencias de comu-nicación capaces de sugestionar y sugestionarme sur-ge como un instrumento fundamental para hacer máseficaz mi trabajo y el de aquellos que están a mi alre-dedor.

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Page 60: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

Antes de pasar a una exposición detallada de las

técnicas, me parece importante subrayar que el fenó-meno de hipnosis sin trance tiene que ver con todolo que hace referencia a la comunicación sugestiva ypersuasiva. Ambas cosas son interdependientes, den-tro de este universo de reciprocidad circular quecaracteriza la relación que cada uno de nosotros tie-

ne constantemente consigo mismo, con los demás ycon el mundo. Tratar de comunicación persuasiva esal mismo tiempo discutir de hipnosis e hipnoterapiasin trance, así como tratar de estrategias de comuni-cación orientadas a [mes específicos significa discutir(le la utilización estratégica hipnótica. Las técnicas dehipnosis e hipnoterapia sin trance coinciden con lastécnicas de comunicación estratégica: utilizar ellen-guaje verbal y no verbal, junto a procedimientos deproblem-solving, para obtener cambios en las per-cepciones y en las acciones de nuestros interlocuto-res o de nosotros mismos. Dicho de otro modo: comovolver «mágicas»las palabras.

Técnicas de cOl11.unicación sugestiva

Para explicar las técnicas que se pueden utilizar parainducir y Utilizar un estado de sugestión en nosotrosmismos o en los demás, creo que es útil empezar porrocloaquello que no es verbal, para después pasar a lastécnicas ligadas al lenguaje y al razonamiento. Recor-demos, de todas formas, que también durante un inter-

120

,.'1rR..o;,

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O'

cambio verbal los aspectos no verbales de la comuni-cación actúan de un modo consistente.

Durante un diálogo, la comunicación no verballle-ga siempre antes que la verbal. «Elefecto de la prime-ra impresión», por ejemplo, influencia fueÍ-temente lasopiniones que tenemos sobre la persona con la cualestamos hablando.

Los estudios sobre la comunicación no verbal (Pat-terson, 1982; Ricci Bitti, 1983; Nardone, 1994) coinci-den en resaltar factores muy identificables que se pue-den utilizar para influenciar la persuasión que el otrotendrá de nosotros, ya sea en los primeros contactos,como en el resto de la conversación. Lo que sigue esun breve resumen de estos actos de comunicación yde su posible uso estratégico.

Técnicas no verbales

La 111.irada

Lamirada representa un fenómeno comunicativo que,también a los ojos del no especialista, aparece comoalgo realmente relevante en la interacción con el otro.Una mirada puede provocamos, puede seducirnos,puede molestamos, puede enfermamos, puede crear-nos dudas, puede confIrmamos certeza, etc. Lalista delos posibles efectos de un intercambio de miraclas es.casi tan ilimitada como lo pueclen ser nuestras sensa-ciones y,como decía Santo Tomás de Aquino, «No hay

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nada en el intelectO que antes no pase por los senti-

dos»,no podemos ignorar lo importante que es la ges-tión de la mirada para establecer una buena relación.Uno de los primeros mitos que hay que desmontartOtalmente es que el mejor contacto visual es mirar fija-mente a los ojos de nuestro interlocutor con una mira-da cargada de asertividad. Esta forma, no sólo no facili-ta un contacto agradable, sino que crea malestar en elinterlocutor que, si se trata de una persona tranquila ysumisa, se sentirá sometido y casi violentado, y tende-rá a evitar la relación; por el contrario, si se trata de una

persona segura de sí y emprendedora, se sentirá pro-vocada y establecerá una especie de duelo, respon-diendo con una mirada directa a la recibida, creandoasí una oposición simétrica a la «agresión»sufrida.

Como prueba de todo estO, basta un detalle etoló-

gico: si miras fijamente a los ojos de un perro segurode sí y con tendencia a reaccionar, éste te atacará paradefenderse, porque esta comunicación representa unauréntico desafío agresivo.

EstOno quiere decir que tenga que evitarse el con-tacto ocular, porque si yo evitO mirar a los ojos a miinterlocutOr, le estOycomunicando rechazo o le mues-

tro mi malestar. La manera más eficaz para hacer quenuestro interlocutor se sienta a gusto y hacer agrada-ble su contacto con nosotros es mirarle alternativa-mente a los ojos y a otras partes de su rostro, comocuando contemplamos la belleza de una obra de artede la que intentamos apreciar los detalles y la globali-dad. Esta atención fluctUante, sin una marcada con-

-- - - -

centración de la mirada, en las primeras fases de un

contacto interpersonal hace que el otro se sientaaceptado, apreciado, pero que al mismo tiempo noconsiga «capturar» nuestra mirada y que se esfuerceen hacerlo. Se crea de este modo una especie de inten-to de acercamiento y captura por parte del interlocu-tor,y así éste entra en un estado de sugestión agrada-ble.

Todo esto vale, sin embargo, sólo para las primerasfases de un contacto interpersonal ya que, a continua-ción, durante el diálogo, una vez que se ha creado elacercamiento relacional, la mirada se podrá concentrar,más bien tendrá que serio, sobre todo en los momentosen que se quiera enfatizar un aspecto importante o unconcepto, comunicado con palabras o con gestos. Estoes particularmente importante en una situación clínicacuando, después de las primeras fases del diálogo tera-péutico, se quiere aumentar el efecto evocador de unaconminación. En estas siruaciones,el contacto ocular hade ser intenso y la mirada concentrada. Elhecho de queel paciente mantenga el contacto ocular y muestre lasseñales de sugestión,indica al terapeuta que hay muchasposibilidades de que la maniobra terapéutica sea eficaz.A este respecto, en nuestro instituto (Centro de TerapiaEstratégica), desde principios de los años noventa, gra-

. cias a las grabaciones en vídeo de las sesiones con lospacientes, ha sido posible estudiar algunos efectos de lacomunicación no verbal asociada a la verbal y a la estra-tegia de solución de problemas aplicada. En otras pala-bras, hemos podido observar que cuando se aplicaba

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Page 62: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

llna técnica, como por ejemplo W1areestructuración en

el diálogo con el paciente o una prescripción al final dela sesión, la presencia continuada y constante del con-

tactO ocular estaba relacionada con el cumplimiento delas indicaciones. . .

La misma prescripción dirigida al paciente conidéntica formulación verbal resultó cumplida al pie dela letra en los casos en que durante la prescripciónhubo un contactO ocular persistente. Por el contrario,se observó una clara falta de adhesión y cumplimien-tO de las indicaciones en los casos en que durante laconminación no hubo un contacto ocular constante.

Esto nos indica que la mirada desarrolla un papelimportante en la eficacia de una intervención tera-

péutica. Además, estO indica que el modo de mirar yutilizar el contactO ocular con fines sugestivos cambiadependiendo de la fase del diálogo y del objetivo. Enlas fases iniciales de un encuentro, la mirada no debe-rá ser entrometida, ni directa, como hemos descritoen las líneas anteriores y tendría que ser del mismotipo mientras hacemos las preguntas. Tendrá que cam-biar, volviéndose más concentrada e intensa en los

momentos en que ordenemos alguna cosa, ya sea unaparáfrasis a las respuestas recibidas, una imagen meta-fórica o una prescripción directa.

Estáclaro que la mirada y el contactO ocular deberánestar sintonizados con los demás aspectOs de la comuni-cación para ser de verdad W1instrumento eficaz para lacreación de tUlestado de sugestión y de influencia.

124

Prosodia y tono de la voz

Un segundo factor de la comunicación no verbal lorepresenta lo que Roman ]acobson define como«aspectos suprasegmentales del lenguaje», es decir, lasvariaciones en el tOno de la voz, las pausa~, el ritmo deldiálogo y todos los otros tipos de interpretación, en elsentido de auténtica actuación, del enunciado verbal.

Es evidente, también para el no experto, porque esuna experiencia cotidiana en todos nosotros que unmensaje verbal dado con cierro tOno de voz producee~ectos diferentes que si se da con un tono distintO. Siyo digo una cosa muy importante, que quisiera quequedara grabada en mi interlocutor, en un tono dis-tendido o huidizo, muy probablemente el efectO seríacontrario al deseado. Por el contrario, si quiero evitarque mi interlocutor se detenga en un tema incómodo,tendré que citarlo en un tono leve, sin ninguna impor-tancia. Si quiero que el interlocutOr preste muchaatención a lo que voy a decir, estará bien anteponeruna pausa de silencio para crear en éste una expecta-tiva: si, en cambio, quiero que no se le dé importan-cia, estará bien. evitar pausas prosódicas.

Éstos son algunos ejemplos de cómo, durante undiálogo, los aspectOs de la enunciación no puramen-te inherentes al lenguaje hablado, sino a su marco,pueden ampliar, reducir o incluso transformar supotencial y su efecto.

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Page 63: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

ProsémJca, postura y movi1nien.tos del cuerpo

Otro aspectO importante de la comunicación no ver-

bal lo representa el conjunto de posiciones y movi-

mientOs de todo el cuerpo, que indican el estado emo-

cional de la persona más que la mirada o la voz, puestOque son menos controlables. Por desgracia, la mayoría'de los estudios solamente considera alguno de estOsfactOres y tiende a sei1alar el efecto aislado en vez dela interacción de este elementO con los demás.

Analizar un solo factOr y sus posibles efectOs, sin

considerar el contextO y su interacción con el fluir

consistente del comunicar, es una operación reduc-

cionista y poco útil al conocimiento operativo efectivode esta parte de la comunicación no verbal. Nosotros

trataremos, por lo tanto, en el mismo párrafo, algunosfactores como la distancia que se asume frente al inter-locutor y sus variaciones, la postura y el fluir de los

movimientos del cuerpo, en particular los movimien-

tos de las manos y de la cabeza duranre el diálogo.Lo primero que constatamos, observado en nues-

tros estudios sobre la eficacia en la comunicación, es

precisamente el hecho de que el conjuntO de estOsfactores debe hacerse de manera suave, relajada y sin-tonizada con las diferentes fases prosódicas. En otraspalabras, postura, desplazamientOs, movimientOs delas manos y de la cabeza tienen que armonizarse conlos cambios del tono de voz, las pausas, las acelera-ciones y desaceleraciones del diálogo, reforzando así

los efectos sugestivos del habla y de la mirada.

......

Si el lectOr tuviese una duda sobre la real eficacia

sugestiva de los elementos tratados aquí, tendría quepensar que existe una prueba verdaderamente irrefu-table, la sugestión y la hipnosis aplicada a los anima-les en la cual la parte esencial de la inducción se haceprecisamente con los movimientOs del cuerpo, de lasmanos y de la cabeza.

El ejemplo más brillante de esto lo representan losencantadores de serpientes, que no encantan a 1.lcobra con la música -el animal es sordo- sino con

los movimientos de la cabeza. Se sabe que los movi-mientos oscilatOrios rítmicos al cabo de un cierto

tiempo crean un efecto sugestivo-hipnótico en elobservador.

Surge ahora un aspectO crucial: para ser capaces desintonizar el lenguaje de nuestro cuerpo con nuestravoz y nuestra mirada, hay que ser ciertamente capazde relajarse y liberar toda tensión durante un inter-cambio comunicativo; en otro caso, nuestro cuerpoindicará también la mínima forma de rigidez. Estoquiere decir que no puede haber ficción, en cuanto ode verdad se es capaz de entrar en este estado fluidoy relajado, o nuestras tensiones se dejarán notar. Y conesto abrimos un tema muy apreciado en la tradiciónde la nueva hipnosis ericksoniana, pero aún más apre-ciado por la antigua tradición de la formación delsabio y del guerrero, es decir, la capacidad personal deinducir en uno mismo aquello que se quiere induciren otro.

Dicho de otro modo, es difícil ser sugestivos sin ser

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capaces de autosugestionarse; tanto que, un poco entodas las antiguas tradiciones, la elevación de la per-sona a través del aprendizaje, la capacidad de autoin-ducirse un estado alterado de consciencia sin caer en

un trance formal, representa desde siempre el cami-no para aumentar las propias capacidades sensorialesy mentales, así como la capacidad de llevar a caboactuaciones, físicas o mentales, fuera de lo común.

La sonrisa y Lam.ímica faciaL

El último de los factores está representado por lamímica facial o aquel conjunto de mensajes que seenvían a través de las modificaciones de nuestra cara,empezando por la sonrisa. Es obvio afIrmar que reci-bir una sonrisa serena atenúa las posibles tensiones ypredispone al contacto interpersona1. Así como losgestos de confirmación de quien nos está escuchandonos hacen sentir seguros y gratificados. Por el contra-rio, la mínima mueca del rostro del interlocutor noscrea malestar o nos irrita. También en este caso como

en los anteriores, vale la regla de que la mímica facialy la sonrisa han de estar armonizadas con el resto de

la comunicación verbal y no verbal para que sean ele-mentos de comunicación realmente eficaces.

Sin embargo, por lo que respecta a la mímica facial,a veces su contraste, su contradicción, o el hecho deser paradójica respecto a la verbalización puede serde gran impacto comunicativo.

128

En particular existen situaciones en que comunicarde manera ambivalente puede servir para desbloquearla rigidez del interlocutor. Como por ejemplo deciralgo cortante con una sonrisa serena, un gesto relaja-do o una mirada dulce. Este contraste hará aceptableun mensaje que, si se hubiera comunica.do de formacoherente, a nivel verbal y no verbal, probablementehubiera sido inaceptable.

La mímica facial representa el instrumento princi-pal de formas de comunicación ambivalenres o para-dójicas, porque las señales que provienen de la expre-sión de nuestro rostro son recogidas al unísono connuestras palabras y su significado.

El estudio sistemático (Rampin, Nardone, 2002) del

trabajo de algunos grandes terapeutas conocidos porsu capacidad de influenciar sugestivamente a suspacientes -Milton Erickson,]ohn Weakland, Steve deShazer, Cloe Madanes y el propio autor de estas lí-neas- han evidenciado que éstos, en su comunica-ción, recurren a menudo a ambivalencias comunicati-vas, más que a una constante lógica coherente.

En la aparente magia de su comunicación, segúnMatteo Rampin, que ha dirigido este minucioso traba-jo comparando los estilos de comunicación de estOsterapeutas, se ha observado precisamente la capa-cidad de oscilar entre coherencia y ambivalencia, .contradicción y paradoja, en particular entre el signi-ficado de las palabras y los mensajes no verbales aso-ciados.

Todo esto desmiente también una c.~reenciamuy

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arraigada dentro de la psicología cognitiva, o el hechode que coherencia, congruencia o contradicción en-

tre el significado de lo que quiere expresarse, comu-nicación verbal y no verbal, es la más eficaz de las for-mas de comunicación.

EstrateCJias IÓf{icas ]/ modelados lin g Üísticos. ~ ~

Al pasar a la expos4ción de los aspectOs verbales de lacomunicación sugestiva y estratégica, la elección ha

sido la de unificar las técnicas de comunicación y loscriterios lógicos adaptados. Una comunicación socio-afectiva potente en el plano de sugestión y persuasiónnecesita, de hecho, ser estructurada no sólo en cuan-to a la forma sino también en relación con un conte-

nido que sea estratégicamente evocador. Lo que siguees un resumen de las estrategias fundamentales surgi-das de nuestro trabajo de investigación y clínica a lolargo cleveinte ailos sobre técnicas sugestivas.

Sintoniza¡'se pa1"Clellocar nuevas percepciones

En la tradición de la hipnosis ericksoniana, de la tera-

pia estratégica y de la programación neurolingÜÍsticase le ha clado mucha importancia a la técnica de

:1.prencler a utiliz:1.r el lenguaje del cliente. Bandler yGrincler la han definido como la técnica de «calcado»,

entendiendo con eIJo el calcar el lenguaje del interlo-

130

cutor para crear un clima de relación sugestivo yprehipnótico. Otros autores utilizan el término t1-a-cing, refiriéndose no sólo a la codificación lingÜísticasino también a.la lógica de la persona. De Shazer se hareferido al joining como el conjuntO de actitudes ycomportamientos, verbales o no, concentrados en cre-ar oposición y acuerdo con el otro. John Weaklanclsugería asumir unaposición relacional complementa-ria a la de nuestro interlocutor.

Esta lista, que podría ser aún más extensa, indicacuánta importancia se ha atribuido a la capacidad de.sintonizarse con el lenguaje, las actitudes y las opi-niones del interlocutOr, con el fin de crear el contex-tOsugestivo y evitar la hipotética resistencia de éste.

Sin embargo, desde mi punto de vista, se ha pues-tOdemasiado énfasis en recalcar el lenguaje o en «sin-tOnizarse» en la lógica de quien queremos «capturarsugestivamente» e inducirle al cambio. A veces, clehecho, estO puede ser incluso contraproducente. Cre-ar sintonÍa quiere decir acercarse al otro, pero estopuede conseguirse también asumiendo posicionesdistintas y ütilizando modalidades lingÜísticas dife-rentes, complementarias respecto a las del interlocu-tor. No hay que olvidar que la armonía se puede creartambién por la:interacción entre opuestos y este tipode armonía puede implicar mucho más que la que seda entre iguales. Goethe, no por casualidad, afirmabaque «11110asocia por afinidad» no por semejanza. Éstees un concepto muy importante y se ha de tener pre-sente: no hay que querer parecerse a nuestro interlo-

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I

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Page 66: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

cutOr para serie agradablemente sugestivo. Hay queutilizar un lenguaje que concuerde con el suyo yasu-mir actitudes que armonicen con las suyas. Si, porejemplo, estoy hablando con una persona que usa unlenguaje muy articulado y argumentaciones comple-jas, tendré que utilizar enunciaciones breves y fulgu-rantes. En efecto, si me pusiese a hacer lo mismo queél, el resultado sería un duelo de verborrea intelectual

y se establecería una simetría relacional, mientras quelos comentarios rápidos y tajantes penetran sugesti-vamente en este tipo de interlocutor.

Es importante diferenciar la técnica del «sintoni-

zarse» con las modalidades de la otra persona y asumirel lenguaje del interlocutor. Sin ella este ejemplo nofunciona porque no tiene que ver con la forma sinoque es una mezcla de forma y contenido.

Si, por ejemplo, tengo que tratar con un pacientedeprimido que, como suelen hacer estas personas, selamenta de su incapacidad de reaccionar a su malestarasumiendo lU1aposición de víctima, la manera verdade-

ramente eficaz para inducirle a salir de su estado depre-sivo no será sencillamente apoyar su posición, sinodeclarar que su reacción comprensible a las miserias dela vidaparece ser la renuncia, aunque la «renuncia es unsuicidio cotidiano". Esta reestructuración de las percep-ciones y reacciones del paciente, primero se alinea conél para después introducir una rompedora imagen evo-cativa. En otras palabras, primero se apoya la visión dela persona deprimida y luego se añade algo que con-duzca esta visión a una evolución autodestructiva.

132

El efecto será hacer sentir a nuestro paciente unafuerte sensación de aversión hacia su propio enfoqueanterior frente al malestar experimentado.

En este caso se trabaja al mismo tiempo sobre elnivel sugestivo de la forma de comunicar y sobre el delos significados atribuidos a los acontecimientos. Todoello mediante una técnica refinada que c¡ea en la per-sona no sólo una posible alternativa a sus anterioresreacciones perjudiciales, sino también una inevitablereorientación de éstas hacia la dirección terapéutica.

Si esta maniobra no fuese bastante rompeclora,siempre utilizando la misma estrategia sugestivo-evo-cadora pero incrementando su impacto, podemosañadir: «usted me recuerda a Frank Kafl(a cuando

escribe sobre un prisionero que desde su celda ve queestán construyendo un patíbulo en el patio de la pri-sión. Convencido de que es para él, intenta escaparsedesesperadamente. Por la noche consigue salir de sucelda, corre al patio, sube al patíbulo y se ahorca».

Lasuma de las dos reestructuraciones consigue nor-malmente crear en el paciente depri.mido un estado dealteración perceptivo-emocional, connotado por lainducción de sugestión indicada usualmente por lasseñales no verbales de estado hipnótico sin trance: esdecir, la persona dilata la mirada y parece un gato fren-te a los faros de un coche por la noche. Este estado dealteración de la posición de la persona puede permitirguiada mediante indicaciones directas a que modifiquelas modalidades disfuncionales con las que gestiona sutrastorno y abrir así un espacio al cambio terapéutico.

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Page 67: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

Si analizamos bien la secuencia de este acto decomunicación terapéutico, basado en el recurso de una

serie de imágenes evocadoras, se puede observar que:primero se crea una sintonía y luego se añaden facto-res de sugestión que van a modificar la ruta hacia el

cambio de las anteriores modalidades perceptivas dela persona. Las resistencias no se contrastan directa-

mebte sino que se Utilizan como energía que empujehacia la modificación de las reacciones existentes.

Queda claro que ~n recurso al lenguaje hipnóticosin una concreta)' subyacente lógica estratégica, queguíe la selección de las formulaciones específicas delos enunciados, será solamente un mero ejercicio decapacidad sugestiva. De hecho, el paso de la hipnosisél la hipnoterapia sin trance prevé el recurso a unalógica estratégica rigurosa. Así como el paso de lamera retórica al lenguaje terapéutico prevé una lógi-ca del cambio que guíe la selección de las formasespecíficas de comunicación.

Las preguntas estratégicas

Al proceder a la descripción de las formas evolucio-

nadas de hipnoterapia sin trance surge como aspectocrucial lo relativo no sólo a la forma de la comunica-

ción sino también a sus contenidos y a sus efectosestratégicos.

El estudio sistemático y la prolongada experienciaen la aplicación de técnicas sugestivas nos han lleva-

134

do a elaborar una síntesis evolucionada cle comunica-

ción estratégica. Este método, definido como diálogo- estratégico (Nardone,Salvini,2004),representa la for-mulación esencial de una forma de conversación

sugestiva y evocadora orientada de forma estratégica.Una de sus particularidades es el estudio de la técni-ca de hacer preguntas que induzcan al interlocutOr, através de sus respuestas, a descubrir nuevas perspec-tivas respecto a sus asunciones anteriores. Un diálogoestratégico correctamente desarrollado conduce a lapersona, a través de una especie de recorrido en for--ma de embudo, con preguntas calculadas sobre lasrespuestas, a realizar un personal y autónomo proce-so evolutivo, ya que se funda sobre sus respuestas y nosobre las directrices recibidas, el cambio de sus per-cepciones y reacciones en relación con el problemapresentado.

Es evidente que la formulación de las preguntas, yasea en el plano de expresión sugestiva como de con-tenido estratégico, se convierte en un aspecto esen-cial.

Además, las respuestas que se obtienen, gracias apreguntas orientadas estratégicamente, reducen demodo drástico las resistencias en el interlocutor, pues-to que éste no se siente forzado sino más bien el pro-tagonista del cambio.

El primer paso en el hecho de construir preguntasde este tipo lo representa el consultar cosas lo másgenerales posibles respectO al problema en discusión.

Como por ejemplo: «¿su problema le implica sola-

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..

mente a usted o también a otras personas? ¿Este pro-blema lo ve solamente usted o también otras personas?».

De las preguntas más generales se pasará, después,a las más específicas a partir de las respuestas obte-nidas, en una especie de espiral que se estrecha len-tamente hasta el punto que rompe la rigidez de lapersona, rigidez que alimenta la persistencia del pro-blema. Dicho de otro modo, serán las respuestas a pre-guntas cada vez más específicas las que le inducirána descubrir las alternativas de resolución.

No queriendo aquí repetir cosas ya expuestas enotros escritos (Nardone, Salvini,2004; Nardone, 2005),remito al lector al primer ejemplo del capítulosiguiente que proporciona un ejemplo concreto deesta técnica evolucionada. En cambio, por lo que hacereferencia a la presente exposición, es importantesubrayar que el arte de hacer preguntas representauna de las capacidades fundamentales para quienquiera recurrir al uso de estrategias de hipnoterapiasin trance. Preguntar antes que afIrmar induce a la otrapersona a participar directamente en el diálogo, cre-ando de inmediato el contexto indispensable para larealización de una conversación sugestiva.

Además, como ha sido elaborado con la técnica deldiálogo estratégico, se busca constantemente haceremerger el acuerdo sobre las respuestas obtenidas, seconstruye una progresiva y sugestiva serie de peque-i'íos acuerdos hasta el acuerdo mayor. Una sintoníaentre los interlocutores que exalta la atmósfera desugestión agradable en el contexto interpersonal.

136

A este respecto, un aforismo parece iluminador: «ladiferencia entre alguien inteligente y un sabio lorepresenta el hecho de que el primero da respuestascorrectas y el segundo hace preguntas correctas». Ennuestra elaboración de la preguntas estratégicas se hapuesto también particular atención a su forma, ade-más de a su contenido y a la secuencia en forma deembudo.

Lo que ha surgido, de la experimentación empíri-ca primero y de la prolongada aplicación después, esla extrema eficacia del recurso, en la constitución for-

mal de las preguntas, a una muy cono<:ida técnica dellenguaje hipnótico: la ilusión de alternativas (Watzla-wick, 1979; Nardone,Watzlawick, 1990, 1997,2005).

Las preguntas, antes que solicitar respuestas abier-tas, proponen ya alternativas de respuesta. Como afir-maba Delacroix, parafraseando a Protágoras: «Laspre-guntas del hombre sabio contienen al menos la mitadde la respuestas».

Una secuencia en forma de embudo compuesta.

por preguntas de esta especie que guíen al interlocu-tor de los aspectos más generales a sus dinámicas per-sonales más particulares, representa a tOdos los efec-tos un procedimiento de inducción autOhipnótico yautopersuasivo (Servillat, 2004). Como se especificarámás adelante, se tiene de esta manera el paso de for-mas directamente manipuladoras de comunicaciónhipnótica a la inducción de sugestiones y autOe¡iJ.ga-ños estratégicos. La persona ya no es objeto de lainfluencia directa del comunicador sino que se con-

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[email protected]

Page 69: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

cia de forma sugestiva no requiere obligatoriamenteeste tipo de actuación retórica y teatral. Puede ser sufi-ciente, como en el caso de la técnica del diálogo estra-tégico (Nardone, Salvini, 2004), parafrasear de mane-ra sistemática las respuestas de nuestro interlocutor

partiendo siempre de la primera respuesta hastaalpnzar la última. Esto para repetir, ordenándola deforma distinta, la secuencia de las respuestas obteni-das como en una esÍ)ecie de estribillo con variacionessobre el tema. .

Actuando así, el efecto de la redundancia se crea

sobre las mismas palabras que la persona nos ha pro-porcionado y no sobre las que nosotros le propone-mos. El proceso de redundancia y la edificación deacuerdos se convierte en una co-construcción. Unapartitura escrita e interpretada a cuatro manos, aun-que dirigida por el más experto de los dos autores.Para terminar debería quedar claro que no existenlímites para crear redundancias sugestivas, en cuantolas posibles combinaciones poéticas y musicales soninfinitas. Lo que es importante es que se haga una uti-lización dirigida al cambio y que no se trate de unamera expresión artística.

Redefinir resu111.iendo

Tras esta excursión por las prerrogativas esenciales de

una comunicaciÓn sugestiva, capaz de crear un estado

alterado de consciencia sin trance hipnótico formal,

142

y sus u~os terapéuticos, no queda más que ponerle elmarco a este cuadro.

Creo que el mejor modo es utilizar otra técnicasugestiva, o «resumir para reclefinir» (Narclone, Salvini,2004).. La utilización de la hipnoterapia sin trancerequiere una notable preparación por parte del tera-

. peuta, que ha de ser capaz de gestionar estratégica-mente toda una serie de elementOs de su comunica-

ción, de su intuición y de su razonamientO. Ha de sercapaz de armonizar sus palabras y sus gestOs,su mÍmi-ca y los significados expresados, la forma y el conte-nido de sus enunciados, hacer sus palabras musicalesy cargadas de significado. En otras palabras, ser intér-prete y autor a! mismo tiempo de !a obra que se repre-senta, al mismo tiempo directOr y protagonista de laescena. Sin embargo, para obtener tOcloestO el tera-peuta debe formarse y modelarse a imagen)' seme-janza de su arte. Y esto prevé «convertirse en lo quequeremos que sea el mundo», parafraseando las pala-bras de Gandhi. Esto significa que no se puede ser sóloficción artística: por otro lacio,en la antigua tradicióndel teatro griego se dice que el autor, a fuerza deponerse máscaras, se convierte él mismo en la máscá-ra y pierde su identidad. El terapeuta ha de perfeccio-nar a través de un entrenamiento prolongado, bajouna superVisión experta, sus capacidades utilizando almáximo sÚs recursos personales, para ser capaz deefectuar consigo mismo lo que quiere efectuar conotro. No es casualidad que al principio de este capí-tulo he hecho refei-encia a la importancia de saber

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Page 70: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

. aumentar las propias capacidades de percepción y dereacción él través de la autoinducción de un estadohipnótico sin trance.

Por lo demás, como escribe Cioran: «El psicólogotendría que ser tan elástico que pudiera rotar cons-

tantemente en torno a su propio eje y hacer de losejes ajenos otros tantos puntos de gravedad».

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Capítulo 6Volver<~~ág¡cas» las palabrasen acclon

Tras haber descrito las características esenciales de la

. hipnoterapia sin trance me parece indispensable,conel fIn de hacer la exposición más clara y concreta, pre-sentar ejemplos reales.

El primero de ellos es relativo a una sesión de psi-coterapia breve estratégica desarrollada como demos-tración pública; el segundo, en cambio, es la trans-cripción de una «actuación extrema» que pone a lavista el potencial realmente sorprendente que la téc-nica posee.

Dicho de otro modo, el primer ejemplo representala actividad cotidiana de quien practica psicOterapiaadoptando la técnica descrita; el segundo caso es unasituación excepcional que requirió una prestaciónextraordinaria.

.Este ejemplo de hipnoterapia sin trance es la trans-

cripciónde una sesión realizada durante un seminariocon una colega que se presentó para una demostra-

ción en público de la técnica.

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Fase 1: Indagar acerca del problema que se quiereresolver mediante preguntas estratégicas en forma deembudo.

NARDONE:¿Cómo es que te han venido ganas de hablarconmigo?

PACIENTE:Es un problema ligado a la comida, en el sen-ticlo que descuido el hecho de comer, me olvido decomer.

N¡ ¿Te olvidas voluntariamente o te olvidas involunta-riamente?

P: Las dos cosas.

N: ¿Y cuando decides olvidarte voluntariamente, con-

sigues saltarte la comida?

P: Se me cIa muy bien el olvidarme voluntariamente.

hfse Ir: ParMrasis de ]as respuestas para crear unacuerclo.

N: 01\:... Corrígeme si me equivoco, tÚ eres una per-sona muy buena olvidándote voluntariamente de la

necesidad de comer, y así te saltas continuamentelas comidas.

r: A menudo me salto las comidas.

Fase 111:Las preguntas se concentran más respecto ala intención de la persona con su problema.

N: ¿Y re sucede muchas veces que te obligas a comero evitas obligarte a comer?

-

P: Me obligo a comer.N: "¿Yte obligas a comer porque tienes miedo de adel-

gazar demasiado o porque tienes miedo de estarmal?

P: Porque tengo miedo de estar mal, no tengo sufi-ciente energía, no le echo gasolina al cuerpo.

N: ¿Yte obligas a comer cuando notas que tu gasoli-na se ha acabado o te obligas antes con un rigor sis-temático?

P: Ambas cosas.

. Fase IV: Primera paráfrasis C011reestnIcturación relati-

. va al funcionamiento del problema. Nótese que el tera-peuta utiliza la lógica del paciente reorientándola deforma que hace surgir su evidente sensación de fraca-so respecto a los objetivos de la persona que la utiliza.

N: Por tanto... Si no estoy equivocado, si lo estoy

corrígeme, tÚ eres una persona que consiguevoluntariamente olvidarse de comer, y estO lohaces tan bien que logras saltarte muchas comidas,pero luego en ciertos momentos te asustas porquecrees que tienes menos energía y te obligas acomer.

P: Precisamente así.

N: ¿Cuándo te obligas a comer experimentas placer omolestia?

FaseV:Laspreguntas se concentran en las sensacionesevocadasanteriormente: miedo y placer,y su control.

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Page 72: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

r: Noto placer, no molestia. Noto placer o siento laconsciencia de que estOy haciendo algo útil parami cuerpo.

N: ¿Y qué es lo que te asusta más, cuando notas pla-cer o cuando notas que te comportas bien con tucuerpo?

r: Ninguna de las dos cosas me asusta.N: ¿Estás segura?P: Sí.

N: ¿Cuando notas placer al comer, te lo concedes o alcabo de un poco lo has de bloquear?

P: Me lo concedo.

N: ¿Cuándo te lo concedes, lo haces hasta el puntO deque comes demasiado o siempre te controlas?

P: Mi «demasiado» es una comida normal para otraspersonas.

Fase VI:Paráfrasis evocadora respectO a la gestión con-traproducente de las sensaciones de placer y de mie-do. Se nota que gradualmente se construyen acuerdossugestivos en relación con el funcionamientO del pro-blema y con su gestión intentada.

N: Ok, corrígeme si me equivoco, me estás diciendo

que te concedes el placer de comer, pero tu placer

es un placer controlado, porque lo que tú te pue-

des conceder, y que haces sólo a veces, es algo quelos demás hacen normalmente en cada comida.

P: Sí, es así.

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Fase VII: Las preguntas se orientan a hacer emergercómo es concretamente el intentO de control que le

hace perder el control.

N:Y si una persona se concede el placer controlado,según tú, ¿lo hace porque este placer le asusta oeste placer es algo que le gusta mucho?

P: [No contesta, se ruboriza y se muestra agitada].N: Quizás he hecho una pregunta demasiado difícil o

demasiado entrometida.p: No lo noto mucho.

N: Cuando experimentas placer al comer, ¿cómo esque lo fr~nas? ¿Tienes miedo que estO te hagaengordar o tienes miedo de perder el control?

P: El estómago es pequeño, no cabe todo, es suficien-te lo que como que me gusta, pero no demasiadoporque no cabe tOdo.

Fase VIII: Resaltando la capacidad de la persona, el

terapeuta enuncia una hipótesis sobre como el equi-librio disfuncional se ha edificado y se mantiene. O el

placer del control del placer.

N: Si no lo he entendido mal, de otro modo corrí-

geme, tú has sido tan buena controlándote, con- .trolándote y controlándote que ahora no puedeshacer otra cosa. También tu organismo ha apren-dido a hacerla, también tu estómago y te da sen-

saciones de que estás llena muy rápidamente, y

tú no puedes avanzar porque si no empiezas a

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Page 73: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

transformar una cosa agradable en otra desagra-dable.

P: Ok, es así.

Fase IX:Al llegar a una serie de acuerdos e informa-

ciones claras relativos a la formación y persistenciadel problema, se resume todo para evocar al mismotiempo sensaciones de aversión frente a la gestión dis-funcional del miedo y del placer mediante ei intentode su control, así como el placer de transformar suscapacidades de fallidas en constructivas. Todo de for-

ma que se prepara el terreno para las sugestionessiguientes orientadas al cambio.

N: Ok, déjame resumir: tÚ eres una persona que haaprendido a controlarse, controlarse, controlarsecon la comida, hasta aprender a olvidar comer deforma voluntaria.

P: A posponer.

N: Posponer, aplazar...

r: Como dice un proverbio zen, dormir y comerpoco.

N: Ok. Por lo tantO has aprendido a aplazar, a pospo-ner la comida y el descanso.

r: [Asiente].

N: Así que has sido tan buena aprendiendo a contro-

larte y a esforzarte, a controlarte y a esforzarte, que

no consigues dejar de hacerlo, y también tu orga-nismo va en esta dirección y te envía mensajes con-

tinuos de que estás llena. Has conseguido transfor-

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mar el vacío en lleno. Así que realmente lo hashecho muy bien. Y posiblemente has logrado trans-formar la fatiga en un estado de éxtasis, y muy bue-na aprendiendo a evitar concederte la relajación yel placer...

P: [Sonríe y asiente].N: Casi nunca soy tan entrometido. ¿Así que lo he

entendido bien?

P: [Asiente seriamente].

Fase X: Tras haber construido el acuerdo final se pro-cede sugiriendo una relectura analógica y metafóricade toda la narración, pero introduciendo en la tramaelementos evocadores que puedan influenciar haciael posible cambio; todo ello desenvolviendo la narra-ción sin alterar sus características de fondo.

N: Por la tanto,penruteme lUlaimagen.Erescomo uno delos antiguos guelTeros que se ha construido una cora-za formidable para ir a la guerra y estar segura de quequeda protegida de cualquier ataque. Más bien, una

coraza que hace que seas capaz de moverte mejor; nouna coraza antigua sino futura, un traje de Mat17'.:x,

que te permite hacer cosas excepcionales, cosas quemuchas personas no soñarían nunca poder hacer, yhas sido muy buena en esto, y esto es algo que te gus-ta demasiado para dejar de hacerla. Sin embargo, esta

armadura, este traje mágico, t<'l.mbiénes tu cárcel: cmU1-

to más te protege, más te aplisiona,cuanto más te ayu-da para que seas capaz de ir a la guerra, más te limita

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Page 74: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

para que puedas relajarte, para que puedas conceder-te comer con placer.

P: Sí,es cierto.

Fase XI: Búsqueda de acuerdo sobre la necesidad decambio, evidenciando las dotes de la persona con dul-zura y provocación, o hacer de la prescripción un des-cubrimiento conjunto más que una directriz.

N: Lo que me gustaría pedirte es... ¿crees que podríasser también tan buena en otra dirección?

P: 01 course.

Fase XII: Confección metafórica de la prescripciónterapéutica.

N: Se trata de construirse una armadura nueva. Tú

sabes que en la Edad Media y en la antigua Chinautilizaban armaduras pesadísimas que protegíanpero aprisionaban. Si un guerrero se caía al agua seahogaba a causa del peso de su armadura; cuandolos caballeros fueron a proteger el templo sagradoy atravesaron desiertos, murieron abrasados dentrode sus armaduras. Así que las armaduras han cam-biado, se han convertido en chalecos de cuero, node metal, capaces de proteger de los cortes dejan-do el cuerpo libre para moverse, y sin apretarIo enalgo que les aprisione. De este modo los caballerospueden atravesar desiertos sin quemarse y caer alagua sin ahogarse. .

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Fase XIII: Utilización de la provocación paradójica

para evocar la reactividad terapéutica.

N: Tendremos que hacer algo parecido contigo, peroesto requiere mucho esfuerzo, mucha diligencia,mucha constancia y yo no sé si tu serás capaz. Escierto que has sido muy buena en una dirección..Quizás podrías también serio en la otra, pero nopuedo saber si lo serás.

P: Normalmente consigo hacer lo que quiero.

Fase XIV: Tras haberse puesto se acuerdo sobre lanecesidad del cambio y haber creado de forma inevi-table la puesta en acción del modo para llevarlo acabo, se sugiere una prescripción consrruida a medi-da para el paciente y su problema.

N: Para empezar a construir esta armadura nueva qui-siera pedirte que hicieras un experimento diario:buscar en tu jornada, tres veces, cada mai1ana,cadamediodía y cada noche, una pequei1a trasgresión atu orden. Tú sabes que el orden demasiado metó-dico es un sistema que se muere porque no evolu-ciona; tOdo sistema necesita un pequei10 desordenpara evolucionar hacia un orden superior. Es lo quellamamos entro pía de los sistemas vivientes, y tú laconoces bien. Quisiera pedine que imrodujeras entu orden algún desorden pequei1.ísimo, tres desor-denes pequeños al día. Sin embargo, hay un truco,

porque hay que utilizar una estratagema con tu

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Page 75: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

mente, )' estO)' convencido de que puedes usarla,porque eres muy buena olvidando voluntariamen-te.

Dos trasgresiones tendrán que ser voluntarias y unainvoluntaria.

Escoges con la comida una trasgresión pequeña yagradable, y otra pequeña trasgresión con el des-.canso. Sin embargo, la más importante será la invo-luntaria. Así que quisiera dos pequeñas transgre-siones: concédete una pequeñísima trasgresiónalimentada con algo que te guste mucho, volunta-riamente; una trasgresión a tu orden, a tu fatiga,voluntariamente. Por ejemplo, concédete una cho-colatina o un postre que te guste, o algo salado, algoque te guste mucho, en un momento alejado de lascomidas, voluntariamente cada día, así como esco-ge voluntariamente evitar cumplir una tarea, stop,por un momento evita hacer algo que tendrías quehacer como obligación, voluntariamente. Cuandohayas hecho estas dos cosas voluntariamente, pres-ta mucha atención durante el resto del día paracuando llegue espontáneamente el que tú faltes atu obligación, cuando un pequeño desorden apa-rezca de forma espontánea.

r: Ok, el experimento me gusta.

Fase XV: Se ha utilizado la necesidad de control

poniéndolo contra el intento fallido de control, cre-

ando al mismo tiempo una alternativa que ofrece un

tipo de control más elevado. Sin ernhargo, esta nueva

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modalidad lleva al descubrimiento del placer de la

espontaneidad y del placer mismo como elementosfundamentales para el control de las propias sensa-ciones y emociones. En términos metafóricos y delarte de la estratagema se ha «creado de la nada» y se hahecho «subir al enemigo al desván para después qui-tarle la escalera».

Nuestra colega nos ha enviado un correo electrónicodespués de algunas semanas: «Gracias por habermehecho capaz de tener una coraza elástica y agradablede llevar».

Este ejemplo requiere, para no ser malinterpretado,una breve introducción. Hace algunos ai10s fui con-tratado por la RAI para participar en una retransmi-sión dedicada a los deportes extremos y a experien-cias de este tipo.

Mi rol tenía que ser el de hablar del miedo a la altu-ra, la llamada acrofobia, explicar su estructura e ilus-tra,rlos modos de superada.

Elcapítulo del programa se desarrollaba en la terra-za de la Torre Carnegie en Nueva York a más de tres-cientos metros de altura.

Algunos atletas de deportes de riesgo participaronen el capítulo exhibiéndose en sus especialidades: tre-par por las paredes del rascacielos o tirarse al vacíopara en el último momento abrir un paracaídas, ocaminar por una cuerda colocada entre las dos TorresGemelas.

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Page 76: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

La casualidad quiso que uno de los dos presenta-dores estuviese afectado precisamente de acrofobia yquedase paralizado por el miedo, incapaz de asomar-se a la terraza ni de acercarse a la barandilla.

Probablemente la presencia de todos estos depor-tistas de riesgo me sugestionó hasta tal punto queintenté una terapia también de riesgo. Los directoresquedaron muy contentos con el cambio en el progra-ma que hacía el capítulo más espectacular, tanto si yolo conseguía como si fracasaba.

Por lo que parece, mi estado de sugestión funcio-nó muy bien: lo que sigue es la transcripción literal dela intervención estratégica sobre la presentadora, quefue transmitida en directo.

PACIENTE:Bien... yo ahora tengo... tengo que pedir un .

momento algo al doctor Nardone. Doctor Nardone,creo que le necesito verdaderamente en este mo-.mento porque...

NARDoNE:Veamossi puedo hacer alguna cosa.l': Eh, hoy le he requerido muchas veces porque he

vivido emociones muy fuertes, cuando he visto alimbo ya Andrew de pie allí... allí fuera. No sé siusted también los ha visto...

N: Sí.

r: Seguramente... me sentía muy mal. Casi tenía dolorde estómago. Precisamente dolores aquí, muy fuer-tes. Además,Mauricio,Mauriciocuando... cuando .

ha subido... ahí de verdad que tenía miedo demorirme. Es decir, tenía una sensación casi, era casi

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un deseo de tirarme abajo, pero no conseguía ver-

lo precisamente.,'. era una cosa tremenda...

Fase 1: Comunicación tranquilizadora pero ambiva-

lente. El objetivo de esta maniobra inicial es la captu-ra sugestiva de la persona y la movilización de su par-

ticipación activa en el evento sugestivo.

N: Quizás puedo ayudarie.P: ¿Sí?

N: Quizás. Sólo si está dispuesta a hacer algo muyextraño ahora. Algo que en apariencia es ilógico,que después le explicaré.

Fase 11:Inicio de la inducción hipnótica sin trancemediante un ritual de acción en apariencia absurdo. Elobjetivo es el de trasladar la atención de la persona dela escucha de su miedo a los efectos de esta extrai1asituación.

N: Por ejemplo, cruce los dedos así,bien, como yo. Veaque el pulgar va encima. Gírelo, ponga el otro pul-gar debajo, y ahora empiece a apretar con fuerza,fuerte, fuerte, hasta que le duela. Y ahora, hablando,venga conmigo... [Giorgio Nardone y la presenta-dora se dirigen del centro de la terraza hasta el bor-de. Lapresentadora camina con las manos cruzadasapretando los dedos como le ha sido prescrito].

P: No siento ni el frío que hace.

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Page 77: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

Fase III: Conminación de fantasía paradójica. Sobre la

base de la experienCia en el tratamiento de las fobias

y del pánico, el terapeuta aplica una técnica definidacomo «la peor fantasía»*,para inducir el efectO para-dójico de calmar el miedo buscando evocado volun-tariamente.

N: Empezamos a iillaginar que se está asomando, queve el vacío debajo suyo, que tiene miedo, miedo.

Imagínese lo peor que puede sucederle: que es

atraída por el vacío, que se tira, que puede lanzar-

se... y mientras tantO comenzamos a ir hacia...

P: Tengo que imaginarme las cosas peores...N: Cierto, las cosas peores. Vamos y veamos si logra-

mos hacer algo distinto [Se dirigen hacia la baran-

cliBa].Bien.

P: Del tipo... ¿no será que quiere que me tire?N: No, no, no. Sólo quiero hacer una terapia extrema,

se lo dije. Así que puede bajar, bien. .,

P: ¿Tengo que apretar siempre así, eh?

Fase IV: Una posterior estratagema sugestiva. Paraincrementar su estado de hipnosis sin trance, el tera-

peuta añade otro ritual en apariencia sin sentido.

N: Sí, sí, sí. Bien.Apriete fuerte, fuerte.Ahora, cuando

baje el Último escalón, dése la vuelta, dé se la vuel-

. Para tina derallada descripción de la técnica de la .peor fantasía» seremite a Nardone (199.\ 2001. 2003).

158

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ta porque tiene que andar hacia atrás. Bien, sígame,hacia atrás, hacia atrás, todavía, todavía, bien, bien,muy bien, todavía, todavía, todavía...

P: ¿Pero he de cerrar los ojos o tenerlos abiertos?N: No, como quiera, como quiera. Ahora, apóyese, apó-

yese, hemos llegado a la barandilla.P: Eh.

Fase V: Conminación del ritual sugestivo unido a latécnica de peor fantasía. En el momento crucial en elque la persona tendrá que experimentar la experien-cia emocional correctiva del miedo, se carga al máxi-mo la sugestión uniendo las dos técnicas utilizadas: lade desviar la atención y la de la conminación paradó-jica.

N: Ahora puede hacer una respiración profunda,

apriete, apriete, apriete, apriete, apriete, apriete, ypiense en todo lo peor que podría sucederle: que el

vacío le atrae, que se tira. . .

P: Sí, pero yo siento que la pared no está.N: Bien, ahora. . .

P: ¿Está seguro de que estoy cerca de la pared?

Fase VI:Primera experienda de contacto con la reali-dad amenazadora. Giorgio Nardone desvía la atención

pidiéndole permiso para pasar del Usted al TÚ en eldiálogo, con la doble finalidad de distraer y reforzar la

relación con la persona que se está confiando.

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Page 78: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

N: Sí.Un poco más cerca [la lleva a que toque la baran-dilla] , tOquémosla. Ahora puede darse la vuelta.¿Puedo tratarte de tú?

r: Sí.

FaseVIl:Inicio del ritual de paso de la sensación de páni-co alplacer del descubrimiento de mirar desde lo alto. Ola construcción de la experiencia emocional correctiva.

N: Bien, Bárbara, ahora puedes darte la vuelta, puedesmirar rectO hacia el horizonte [Ella se da la vueltacon los ojos cerrados]. Bien, muy bien.

r: Ahora tengo que mirar.

Fase VIII:posterior ritual sugestivo de descubrimien-tOde sensaciones agradables.

N: Si, ciertO. Pero quisiera que antes mirases haciadelante... A la derecha... A la izquierda... luego

podrás bajar la mirada y ver lo bonito que es desde

aquí arriba...r: Pero es una locura. No, es realmente extraño...

yo... yo... consigo mirar. Veo los coches abajo. Esincre:ble. Es la primera vez en mí vida que mirohacia abajo, jeh!

Fase IX: Estabilización y concretización de la nuevapercepción. Tras haber provocado el cambio de sen-saciones, se concretizan en el plano de conscienciacognitiva.

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160

N: Y sin miedo, ¿verdad?

P: Sí, sí... sin miedo.

N: ¿Y te gusta mirar los coches?P: ¡Sí! Los techos de los coches.

N: Muy bien;muy bien.

P: Es increíble esto. ¿Pero cómo es posible? ¿Ahora mepuedo animar?

Fase X: Se cumple el ritual y se hace repetir la expe-riencia sin sugestión. El objetivo es el de hacer que lapersona sea la protagonista real de la experiencia decambio.

N: Cierto. Ahora puede liberar las manos.P: Sí.N: Bien. Puede abrir las manos...

P: Pero, dice que si ahora abro las manos y miro, ¿loconseguiré?

N: Sí,creo que sí. [Bárbara se asoma y mira hacia aba-jo tranquila y complacida].

Fase XI: Prescripción de repetición de la experiencia.Para evitar que vuelva el pánico y consolidar el resul-tado obtenido.

N: De ahora en adelante siempre podrá hacerla, bastaque se entrene de vez en cuando.

P: O sea, que de vez en cuando me he de acordar dehacerla, de asomarme desde lo alto.

N: Sí,sí.

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p: ¿Qué es lo que me ha hecho? ¿Qué es, desviar laatención...? Porque no lo entiendo...

Fa.seXII: Explicación de la técnica utilizada para des-pejar el campo de cualquier idea de magia y, sobretodo, para que la persona sea consciente de sus recur-

sos reales antes bloqueados por el pánico.

N: No es magia. Es una estratagema terapéutica queutilizamos desde hace muchos años para los mie-dos más graves, para las fobias que bloquean, comolos ataques de pánico, el miedo al vacío, la agorafo-bia; tOdas aquellas fobias que hacen que la personasea incapaz de hacer algo. Hay que desviar la aten-ción de la persona hacia una tarea en apariencia iló-gica, absurda, pero que requiera mucho esfuerzo yque, por tanto, no dé motivo a la persona para quedesencaden~ su miedo, y se convierta en pánico.

P: Cierto.

N: Como decía antes el especialista...P: Como decía antes el especialista, que...

Fa.seXIII: Normalización de la experiencia. Se expli-ca aÚnmás detalladamente lo que ha ocurrido y cómose ha producido.

N: Tener miedo es racional, el pánico inmoviliza. Enotras palabras, he utilizado un poco de sugestión;como te has dacio cuenta he hablado de una cierta

manera, te he guiado de una cierta manera, he uti-

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!izado un lenguaje y he puestO en funcionamientolo que los antiguos chinos llamaban «surcar el marsin que el cielo lo sepa». He desviaclo tu atenciónhacia la tarea y tú ya no has tenido la reacción fóbi-ca que normalmente tenías.

P: Me gustaría saber... sabía que normalmente estosmiedos vienen de experiencias traumáticas, ¿no?Como yo...

Fase XIV: De la experiencia vivida se pasa a hablar deaspectos más generales del miedo. Se implica al otropresentador, que al ser un «deportista de riesgo», per-mite añadir el marco final al ritual del paso realizadoque ha conducido a Bárbara del miedo al placer demirar desde la altura.

N: En nuestro Centro de Terapia Estratégica deArezzo,

desde hace más de diez años, investigamos sobre

formas graves de miedo con la intención de poner

a punto tratamientos específicos para este tipo detrastornos, así que hemos estudiado las fobias gene-ralizadas más importantes y hemos observado queen su formación el trauma existe solamente en

poquísimos casos.

P: De hecho, yo no he padecido traumas, es decir, noes que. . .

N: En la mayoría de los casos las personas comienzana tener la duda: «Podría tener miedo, o podría seratraída por el vacío, o podría tirarme, o podría...podría sucederme algo. Siguiendo los pasos de esta

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duda empiezan a poner en acción intentos paracontrolar las propias reacciones. Estos intentos porcontroladas crean una auténtica paradoja por loque las reacciones, en cambio, se acrecientan.

P: ExactO.Una Última cosa, ¿cómo es que en la mon-taí'ía no me sucede, en cambio me ocurre enestos... en los edificios o en las escaleras?

N: Sencillamente porque en la montaña la extensióndel espacio te da una percepción diferente. Aquíexiste la percepción de «podrías tirarte abajo»,«podrías ser atraída»; es una percepción particular.Es muy interesante también reflexionar sobre elhecho de que vosotros, personas que lleváis a caboexperiencias muy particulares y,por tanto, defini-das como personas valientes que van más allá delos límites, no creo que no tengáis miedo, creo quelo tenéis pero que lo conseguís al prescribiros unporcentaje de ir más allá y transformar a veces losescalofríos del miedo en escalofríos de excitación

agradable.P: ¿Es así Robert? .

R: Seguro que es asÍ, también nosotros tenemos mie-do como tOdo el mundo, pero quizás logramos ges-tionarlo un poco mejor porque lo conocemos, ledamos un nombre, un cuerpo.

N: OSlo concedéis, podéis superado y yendo más alláluego resulta agradable.

Algunas semanas después de esta experiencia, Bárba-ra descendió al vacío, permaneciendo sujeta a una

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cuerda juntO a un espeleólogo, en una profunda gru-ta de más de cuarenta metros. Contactó conmigo paradarme las gracias diciendo que siempre se acordaríade mí y de aquella extraí'ía experiencia en laTorre Car-negie de Nueva York.

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Epílogo

Llegados al fInal de este viaje al interior del universode la sugestión, de la hipnosis y de su aplicación tera-péutica, surge una duda: ¿habremos sido realmentecapaces de alcanzar nuestro objetivo? ¿habremos des-montado los mitos y desvelado los misterios del artehipnótico?

Lo que es cierto es que hemos intentado sacar a laluz las características de esta realidad y las técnicasmás evolucionadas para Utilizarlas con fines terapéu-ticos.

Hemos omitido polemizar y criticar los usos y losabusos de la hipnosis como instrumento de espectá-culo o de:manipulación fraudulenta de una persona,no por olvido, sino porque creemos que hablar de elloya es darle una importancia que no merece. Por lo tan-to, la elección de presentar la mitad iluminada de laluna es una manera de exaltar sus aspectos (le encan-to poético, de pOsitiva fascinación y de concreta Utili-dad, evitando de este modo hacer su oscuridad mo1'-bosamente atractiva.

Quizás la mejor manera efedisentir realmente de

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Page 82: Nardone Giorgio - Hipnosis Y Terapias Hipnoticas

alguna cosa no es criticar sino callar, hacer que des-cienda sobre ella un sugestivo silencio.

Giorgio Nardone

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