museo naval y marítimo

Museo Naval y Marítimo

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N A V I G A R E N E C E S S E E S T

PRÓLOGO .............................................................................................5

EDIFICIO ..................................................................................................9GÉNESIS DEL MUSEO NAVAL Y MARÍTIMO .......................................11PLANO DEL MUSEO ............................................................................17HISTORIA NAVAL DE CHILE SIGLO XIX: .............................................19 LA INDEPENDENCIA ..................................................................................19 GUERRA CONTRA LA CONFEDERACIÓN PERÚ BOLIVIANA .................29 INCORPORACIÓN DE MAGALLANES .......................................................31

GUERRA CONTRA ESPAÑA ......................................................................32 GUERRA DEL PACÍFICO ............................................................................34

INCORPORACIÓN DE ISLA DE PASCUA ..................................................41

GUERRA CIVIL DE 1891 ............................................................................42SALAS TEMÁTICAS: .............................................................................45 SALA CAPITANES DEL CABO DE HORNOS .............................................45 SALA HERMANDAD DE LA COSTA ...........................................................47

SALA ALMIRANTE MERINO .......................................................................49

SALA INFANTERÍA DE MARINA ................................................................51

PATIO DEL ANCLA ................................................................................53

Índice


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Prólogo

Chile es un país de una condición geográfi ca esencialmente marítima. El mar - patrimonio na-

tural invaluable, insustituible y de insospechadas proyecciones – ha ejercido desde el período

precolombino, su infl uencia y gravitación en la formación de nuestra identidad, nuestra idiosin-

crasia, nuestro sentido de pertenencia y nuestra cultura, lo que se manifi esta en las distintas

expresiones y testimonios propios que han venido a constituir el Patrimonio Cultural de Chile.

El mar, vital para nuestra subsistencia, crecimiento y desarrollo, se ha convertido en una opción

de vida, en un medio de comunicación y en una fuente de recursos. La Armada de Chile, desde

su nacimiento, ha sido una institución fundamental del estado en la promoción y respaldo de los

intereses nacionales, participando activamente en los confl ictos que el país ha enfrentado, en

la consolidación territorial y en el desarrollo cultural, científi co y tecnológico nacional.

Los Bienes Culturales, son todos aquellos bienes que constituyen la expresión o el testimonio,

de la creación humana o de la evolución de la naturaleza a los que se les reconoce un valor

excepcional (estético, arquitectónico, histórico, intelectual, simbólico) o son muestra de la riqueza de una sociedad determinada.

Estos bienes pueden ser materiales o tangibles, que son los objetos que tienen sustancia física. También existen los bienes es-

pirituales o intangibles, que son el conjunto de valores sin sustancia física (tradiciones orales, literatura, baile, música, creencias,

etc.).

Patricio E. Valenzuela SotomayorCapitán de Navío

Director Museo Naval y Marítimo

Valparaíso

CATÁLOGO MUSEO NAVAL Y MARÍTIMO


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El Museo Naval y Marítimo de Valparaíso, tiene como tarea principal, preservar las colecciones en custodia y difundir el Patri-

monio Naval y Marítimo de Chile con el propósito de contribuir a incrementar la conciencia marítima nacional. Estas colecciones

consideran, entre otros, los bienes tangibles de carácter documental, bibliográfi co y museológico. Asimismo, la Historia Naval de

Chile, constituye un bien intangible que forma parte de nuestro patrimonio y de nuestra cultura marítima.

Este catálogo tiene por objeto registrar y difundir la Muestra Permanente que actualmente tiene el Museo, cuyo contenido refl e-

ja – principalmente - una síntesis de los acontecimientos y personajes más relevantes que han constituido la Historia Naval de

Chile durante el siglo XIX. Se incluyen además, algunas salas temáticas que se han venido desarrollando desde que el Museo

fue reinaugurado en el año 1988 en el actual edifi cio. Se debe tener presente que esta Muestra, es solo la primera etapa de un

ambicioso proyecto que el Museo se encuentra desarrollando, quedando pendiente por incorporar el Mar en todos sus ámbitos,

la Historia Marítima de Chile y la Marina de Chile en su contribución al desarrollo nacional.

Es conveniente destacar, que el guión museológico que se exhibe al público hoy en día, obedece a la concepción museológica

de don Walter Grohmann Borchers (Q.E.P.D.), quién con su ímpetu, su particular impulso, sabiduría y experiencia, hizo posible

consolidar el inicio de este gran proyecto, cuya visión fue que este Museo, de alguna manera cumpliera las características pro-

pias de una Academia, un Santuario y un Templo. No obstante, esta iniciativa no se habría podido llevar a efecto, si no se hubie-

se contado con el decidido apoyo del entonces Almirante, Comandante en Jefe de la Armada, don José Toribio Merino Castro

(Q.E.P.D.). Su convicción de que la rica y fecunda Historia Naval y Marítima de Chile debería ser conocida por todos, nacionales

y extranjeros, y que debería ser mantenida en la memoria colectiva nacional, lo llevó a asignar todos los recursos que fueran

necesarios para llevar a feliz término la primera etapa de este proyecto.

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Además de la concepción museológica ya mencionada, don Walter Grohmann, consideró la necesidad de contar con un Centro

de Documentación y con una sala para el desarrollo de actividades de extensión, tales como, seminarios, jornadas, conferencias

y otras. Fue así, como el año 1990 se inaugura el Salón Auditorio de la Armada y en el año 1997 se inaugura el Archivo y Biblio-

teca Histórica de la Armada.

En el año 1998, fue creada la “Corporación Protección y Desarrollo del Patrimonio Histórico Naval y Marítimo”, que tiene por

objetivo, “constituir una asociación de hombres de buena voluntad que, por un ideal de servicio desinteresado apoyen las activi-

dades de conservación, investigación y difusión del Patrimonio Naval y Marítimo, a través de los Museos Navales y Marítimos

administrados por la Armada de Chile, tanto existentes como por desarrollar, en benefi cio del público en general”.

Esta Corporación, ha cumplido con creces sus objetivos y ha superado las expectativas que se había propuesto, al efectuar

consistentes aportes, en pro del desarrollo de la cultura naval y marítima. Por otra parte, esta Corporación está haciendo posible

que se continúe con el desarrollo de las otras etapas pendientes del Museo, fi nanciando todos los estudios de especialidades del

así denominado Proyecto “BICENTENARIO”, el cual tiene por objetivo, lograr que el Museo Naval y Marítimo de Valparaíso en

el año 2010 se constituya en el principal referente nacional en el ámbito de la Historia Naval y Marítima y en uno de los Museos

mas importantes del área regional sudamericana.



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La construcción del edifi cio que hoy alberga al museo comen-

zó durante el gobierno de don Domingo Santa María, ante la

necesidad de contar con un espacio propio y defi nitivo para

albergar a la Escuela Naval, hecho que se había tornado una

necesidad tras el término de la Guerra del Pacífi co, donde la

Armada jugó un rol de gran importancia en la obtención del

triunfo.

El mayor impulso para su construcción lo recibió durante el

gobierno de José Manuel Balmaceda, siendo inaugurado el 5

de marzo de 1893 por el presidente de la República, almiran-

te Jorge Montt Álvarez, como sede para la formación de los

futuros ofi ciales de la Armada de Chile.

Fue construido en el espacio donde estaba ubicado el cuartel

de artillería del Fuerte San Antonio Alto, actual Paseo 21 de

Mayo. Los planos fueron diseñados por el arquitecto e inge-

niero Carlos Von Molkte, quien después estuvo a cargo de

todo el proyecto.

El edifi cio albergó a la Escuela Naval hasta junio de 1967,

fecha en la cual ésta fue trasladada a sus actuales dependen-

cias, y recibió el nombre de Vicealmirante Luis Uribe Orrego,

en honor a quien fuera su primer director.

Varias reparticiones de la Armada han tenido el privilegio de

ocupar estas dependencias desde entonces. Sin perjuicio de

lo anterior, el edifi cio continuó albergando a entusiastas alum-

Edifi cio

Vista aérea del edifi cio Vicealmirante Luis Uribe Orrego.

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nos ya que fue sede de la Escuela de Submarinos, Abastecimiento y Servicios de la Armada hasta

1977, año en el cual los submarinistas se trasladaron a Talcahuano.

Posteriormente, en 1999, la Escuela de Abastecimiento y Servicios también dejó el edifi cio.

En el íntertanto, un sector fue especialmente acondicionado para albergar al Museo Naval y Marí-

timo que se encontraba en Viña del Mar y, en 1997 se inauguró en estas mismas dependencias el

Archivo y Biblioteca Histórica de la Armada.

Imágenes de la antigua Escuela Naval.

Sala de lectura del Archivo yBiblioteca de la Armada.



Génesis del Museo Naval y Marítimo

“Chile es una tierra de océano.Un país que por su estructuray su posición geográfi cano tiene mejor objetivo,ni mejor riqueza,ni mejor destino,ni otra salvación que el mar.Para el mar nació;del mar se alimentaron sus aborígenes;por el mar se consolidó su conquista;en el mar se afi anzó su independencia;del mar deberá extraer su sustento;sin el mar, no tiene sentido su comercio.”

Benjamín Subercaseaux

“Tierra de Océano”

Chile es un país tri-continental:América, Oceanía y la Antártica forman parte del Estado y,

uniendo todo el territorio, está su espacio marítimo.

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El 30 de abril de 1915 se decretó la creación de un museo naval a bordo del monitor Huáscar, para

conservar los objetos navales que tenían valor histórico y que fuesen útiles para la instrucción y

educación cívica de la Marina. Posteriormente el buque debió destinarse para servir de alojamiento

a las tripulaciones de los submarinos que se encontraban en Talcahuano. El Director General de la

Armada, vice almirante Joaquín Muñoz Hurtado, determinó que los objetos que se encontraban a

bordo fuesen trasladados al edifi cio de la Escuela Naval, donde, gracias a la gestión de su subdi-

rector, Capitán de Fragata Lautaro Rosas Andrade, se acababa de instalar una galería de objetos

históricos y una colección de armas y piezas antiguas. El 14 de agosto de 1917 se dio forma en-

tonces al Museo Naval, anexo a la Escuela Naval, en el Cerro Artillería.

Como consecuencia del aumento de cadetes navales, en 1928 la muestra fue trasladada al piso

bajo del Cuartel Silva Palma, actual Academia de Guerra, donde permaneció hasta fi nes de los

años cuarenta. En esa época, para dar a conocer la colección de piezas y elementos náuticos a la

civilidad y hacer más accesible la visita a un Museo Naval abierto al público, éste fue trasladado al

área del Parque Italia, en el plan de Valparaíso. Debido al precario estado de conservación en que

se encontraba el edifi cio, en 1960 el museo fue nuevamente trasladado, esta vez al Castillo Wulff

de Viña del Mar, a orillas del océano.

En la década de los ochenta, el número de visitantes había aumentado considerablemente, a la

vez que la muestra se había incrementado por medio de la donación de elementos históricos de

gran valor. Pero la cercanía al océano generaba problemas de temperatura y humedad, por lo que

Busto de Lautaro Rosas.

Vista del Castillo Wulff.



se llevó a cabo un ambicioso proyecto museológico, basado

en las ideas de don Walter Grohmann.

El 23 de mayo de 1988, el Comandante en Jefe de la Armada,

don José Toribio Merino Castro reinauguró el Museo Naval y

Marítimo de Valparaíso en las antiguas dependencias de la

Escuela Naval, específi camente en el ala norte del edifi cio.

Fueron los grandes navegantes de los mares los que permitie-

ron conocer el planeta, entre ellos cabe destacar a Cristóbal

Colón que descubrió América y a Hernando de Magallanes,

quien fuera el primero en avistar el territorio chileno tras cru-

zar el estrecho que hoy lleva su nombre. Su viaje constituyó

además la primera circunnavegación alrededor del planeta.

En la actualidad, navegar sigue siendo tan importante como

siempre para las comunicaciones y el comercio y estamos en

la nueva era de los descubrimientos a través de la navega-

ción espacial.

Navigare Necesse Est.

Don Walter Grohmann. Estatua del Almirante Merinoubicada en el frontis del edifi cio.

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La misión del museo es preservar las colecciones en custodia y

difundir el Patrimonio Naval y Marítimo de Chile

con el propósito de contribuir a incrementar la Conciencia Marítima Nacional.

La colección museográfi ca de momento gira principalmente en torno a la historia naval de Chile

durante el siglo XIX, rescatando sus eventos más destacados, para mantener vivo el recuerdo de

nuestros grandes héroes.

Nómina de los fallecidos el 21 de mayo de 1879 en el transcurso del Combate Naval de Iquique y Punta Gruesa.

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Edifi cio



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Cañón revólver Hotchkiss de 37 mm. usado por elcrucero Presidente Errázuriz desde 1891.

Torre de mando del blindado Almirante Cochranede destacada participación durante el combate naval de Angamos.

Ametralladora Gatling de 11 mm. instalada en la cofa mayor del blindado Blanco Encalada en 1885.

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Plano del Museo

ARTILLERÍACARAMPANGUE

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MUSEO NAVAL Y MARÍTIMO

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Plano del primer piso.

Plano del segundo piso.

Ubicación del Museo.



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Historia Naval de Chile siglo XIX

LA INDEPENDENCIA

Durante los albores de la emancipación, las fuerzas patriotas

no contaron con un poder naval. Esto permitió que el virrey

del Perú, Fernando de Abascal tuviera libertad de acción para

enviar a Chile por vía marítima, las expediciones necesarias

para derrotar al ejército patriota, culminando así el período de

la Patria Vieja.

José Miguel Carrera había iniciado las gestiones para que

Chile adquiriera las primeras naves. Se arrendó la fragata

“Perla” y compró el bergantín “Potrillo”. Desgraciadamente,

cuando se enfrentaron a la fragata “Warren” el 2 de mayo de

1813, la “Perla“ traicionó a los patriotas. Durante la reconquis-

ta, Carrera logró equipar una pequeña fl otilla en EEUU, que le

fue confi scada en Buenos Aires.

En 1817, tras la victoria de Chacabuco, Bernardo O’Higgins

señaló: “Este triunfo y cien más se harán insignifi cantes si

no dominamos el mar”. Esta visión del Director Supremo se

convirtió en la estrategia de las guerras de la independencia:

el éxito patriota sólo podía alcanzarse si Chile contaba con

un poder naval poderoso que asegurara las vías marítimas

General José Miguel Carrera. Tazas del generalJosé Miguel Carrera.

Copia del primer reglamento de uniformes.

Estatua del general Bernardo O`Higgins.

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y terminara con la armada española en el Pacífi co Sur, inmovilizara sus ejércitos y consolidara la

independencia de Iberoamérica.

En febrero de 1817 recaló en Valparaíso un bergantín español del cual se apoderaron las auto-

ridades chilenas. Al mando de Raimundo Morris, joven marino irlandés que servía en el Ejército

Libertador como ofi cial de artillería, el “Águila“ zarpó con pabellón chileno rumbo a Juan Fernández

para rescatar a los patriotas desterrados durante la reconquista.

Poco después fue capturado otro bergantín español en San Antonio, que ingresó a la escuadra

nacional con el nombre de “Araucano”.

La adquisición de la fragata Lautaro, el navío “San Martín” y la corbeta “Chacabuco” permitieron

conformar la Primera Escuadra Nacional.

Mientras tanto, la batalla de Maipú, el 5 de abril de 1818, selló la independencia nacional en el

espacio terrestre. Faltaba aún el dominio del mar.

O’Higgins no se limitó sólo a la adquisición de buques, sino también a establecer la infraestructura

necesaria para el apoyo de la Escuadra, dictándose un reglamento provisional de Marina y fi jándo-

se sueldos y grados de ofi ciales y gente de mar.

Problemática resultó la formación de las dotaciones de los buques de la Escuadra. Dos tercios de

los ofi ciales fueron marinos extranjeros de origen inglés, norteamericano y francés. La mayoría

Bergantín Águila.

Bergantín Araucano.

El 4 de agosto de 1818, O’Higgins decre-tó la fundación de la Academiade Jóvenes Guardiamarinas,

actual Escuela Naval.

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de los marineros con experiencia eran extranjeros. Entrenar

y preparar las tripulaciones presentó extraordinarias difi culta-

des.

Superándose paulatinamente los obstáculos, se fue confor-

mando la Escuadra, cuya primera misión fue interceptar y

apresar un convoy que, enviado por el rey Fernando VII des-

de España, traía refuerzos al virrey del Perú.

La victoria coronó los esfuerzos de la primera escuadra al

capturar la fragata “Reina María Isabel“ y gran parte de los

buques que transportaban 2000 soldados españoles, demos-

trando así que Chile tenía un poder naval que podía controlar

las aguas del Pacífi co. El 17 de noviembre la escuadra re-

gresó a Valparaíso con gloria y honor, siendo aclamada con

entusiasmo por la población.

En diciembre de 1818 arribó a Chile Lord Thomas Cochrane,

ilustre marino británico, contratado por el gobierno para asu-

mir como comandante en jefe de la escuadra con el grado de

vicealmirante, secundado por el ahora contralmirante Manuel

Blanco Encalada.

El 27 de abril de 1818, la fragata Lautaro, al mando del británico Jorge O’Brien logró

levantar el bloqueo que sostenía sobreValparaíso la fragata española Esmeral-

da.

El 10 de octubre de 1818, al mando del capitán de navío Manuel Blanco Encala-

da, zarpó la escuadra rumbo al sur.

La fragata española Reina María Isabel fue capturada en Talcahuano y pasó a

formar parte de la escuadra nacional con el nombre de O’Higgins.

Bala disparada en Talcahuano en 1818, durante la captura de la María Isabel.

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Cochrane organizó la Marina, reorganizó la escuadra en dos divisiones y asumió la ofensiva en el

mar para interrumpir las líneas de comunicaciones marítimas de los realistas en las costas ameri-

canas del Pacífi co, misión importante para preparar una ofensiva terrestre sobre el virreinato del

Perú, única forma de consolidar la independencia de Chile.

Insatisfecho con los logros alcanzados, a principios de 1820 Cochrane concibió un plan para asal-

tar las fortifi caciones de Corral, Niebla y Mancera y tomar la ciudad de Valdivia, el puerto español

más seguro del Pacífi co. Emplazado en un recodo del río Calle Calle, era necesario ingresar a ella

por la bahía de Corral, fuertemente fortifi cada.Réplica del uniforme de almiran-te usado en la primera Escuadra

Nacional.

Réplica del uniforme de marinero usado por las primeras tripulacio-

nes de la Escuadra Nacional. Mesa de la fragata Reina María Isabel.

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Tras hacer un reconocimiento de Corral, Cochrane contó con

el apoyo del coronel Ramón Freire, jefe militar de Concep-

ción, quien ofreció parte de su ejército para conformar una

fuerza de desembarco.

En un brillante y osado asalto, los patriotas se fueron apode-

rando de las baterías de la defensa de la bahía con el apoyo

de las unidades navales, cayendo toda la defensa en la ma-

ñana del 4 de enero de 1820.

Maqueta de la captura de Corral y Valdivia.

Lord Thomas Alexander Cochrane.

Réplica del uniforme de Artillero de Marina.

Teniente Coronel Guillermo Miller.

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Los realistas que alcanzaron a escapar se fueron a refugiar a Chiloé, último reducto español en

territorio chileno.

Mientras tanto se estaba preparando la Expedición Libertadora del Perú. Era necesario enviar un

ejército poderoso que se adentrara en el corazón del virreinato para derribar el sistema colonial.

Al mando del general José de San Martín, la expedición zarpó desde Valparaíso el 20 de agosto

de 1820.

La fuerza naval, compuesta por 25 buques (que conformaban la escuadra más 17 transportes),

llevaba 6030 hombres abordo, la mayoría de ellos chilenos.

Goleta Moctezuma Bergantín Intrépido.Navío San Martín.Pistolas del almirante Cochrane.

Taza de Lord Cochrane.

Empleados para trasladar las tropas de desembarco en Corral y Valdivia.

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La escuadra al mando del almirante Cochrane tuvo como mi-

sión escoltar el convoy y apoyar las operaciones terrestres

desde el litoral. Cochrane además estableció el bloqueo de

El Callao. La inactividad del bloqueo hizo que el almirante se

propusiera, en una audaz acción, capturar la fragata ”Esme-

ralda“, fondeada al pie de las fortifi caciones de El Callao.

Hasta fi nes de 1822, la escuadra chilena persiguió los buques

de guerra españoles que se encontraban en el litoral del Pací-

fi co, llegando hasta California, para regresar fi nalmente a Chi-

le cuando la situación de O’Higgins como Director Supremo

se había deteriorado. Esto hizo que Cochrane decidiera partir

rumbo a Brasil, dado que su tarea estaba cumplida.

El 28 de enero de 1823, para evitar una guerra civil, el general

Bernardo O’Higgins abdicó. Luego embarcó rumbo a Perú, de

donde no habría de volver. Poco después, el general Ramón

Freire fue designado Director Supremo.

Las autoridades del gobierno de Chile habían priorizado la

En la noche del 5 al 6 de noviembre de 1820, los patriotas capturaron la fragata Esmeralda, que ingresó a la Escuadra con el nombre de Valdivia.

Espada de Bernardo O’Higgins.

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liberación del Perú por sobre la conquista de Chiloé, pero, tras desarmarse la Escuadra a fi nes de

1822, el gobernador español de la isla organizó operaciones corsarias que dañaban el comercio

marítimo chileno. El gobierno de Ramón Freire dispuso la reactivación de la escuadra bajo el man-

do del almirante Manuel Blanco Encalada. Tras apoyar las últimas acciones bélicas que consolida-

ron la independencia del Perú, la escuadra se dispuso a capturar la isla.

El 22 de enero de 1826 se fi rmó el Tratado de Tantauco, integrándose Chiloé a la República de

Chile.

Ante un nuevo Congreso Nacional elegido en 1826, Freire renunció a su cargo. La asamblea de-

Captura de Chiloé. Sillón en que falleció el almirante Blanco Encalada en 1876.



Maletín y audífono que pertenecieron al almirante Blanco Encalada.

signó a Manuel Blanco Encalada como jefe del gobierno, con

el título de presidente de la República.

Bala encontrada en el fuerteAmargos, disparada por la

escuadra de Cochrane.

Réplica de la insignia deCochrane, usada en la Primera

Escuadra Nacional.

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Proyectiles usados hacia los años 1800 – 1830.

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GUERRA CONTRA LA CONFEDERACIÓNPERÚ BOLIVIANA

En 1836, durante el segundo mandato del presidente Joaquín

Prieto, su ministro, Diego Portales, consideró que la unión po-

lítica de Perú y Bolivia rompía el equilibrio de las fuerzas ame-

ricanas y dejaba a Chile expuesto a una agresión, por lo cual

era preciso destruir la Confederación que estaba interfi riendo

en las actividades comerciales y políticas chilenas.

En el puerto de El Callao, tras capturar los buques del Pro-

Diego Portales consideraba que Chile debía basar su porveniren la expansión económica y comercial sobre el Pacífi co.

Campana de la corbeta Valparaíso, uno de los buques de la escuadra chilena.

Sable que perteneció alcomandante Roberto Simpson.

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La escuadra chilena logró rechazar a los corsarios franceses al servicio de Santa Cruz en el combate naval de Casma, el 12 de enero de 1839.

tector Andrés de Santa Cruz, se formó una escuadra chilena al mando del comandante Roberto

Simpson, que apoyó al Ejército en las dos campañas terrestres.

La segunda expedición, al mando del general Manuel Bulnes, logró ocupar Lima en 1838.

Poco después, el 20 de enero de 1839, las tropas de Bulnes derrotaron al ejército Perú-boliviano

en la batalla de Yungay, consolidándose el sentimiento de patriotismo y unidad nacional.

Medalla otorgadaa los héroes de Yungay.



Brújula del capitán de fragata Juan WilliamsWilson, quien llegó a Chile en 1824.Era Gobernador Marítimo de Chiloécuando llevó a cabo la misión encomendadapor el gobierno de Chile.

INCORPORACIÓN DE MAGALLANES

En 1843, el gobierno de Manuel Bulnes, haciendo eco de las

recomendaciones de O’Higgins, dispuso la ocupación del Es-

trecho de Magallanes. El notable incremento de expediciones

científi cas extranjeras indicaban que la región era foco del

interés internacional.

A bordo de la goleta ”Ancud”, el capitán de fragata Juan

Williams tomó posesión del Estrecho en nombre del gobierno

de Chile y fundó el Fuerte Bulnes.

Tabula Magallánica.

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GUERRA CONTRA ESPAÑA

Construida especialmente para Chile, llegó a fi nes de 1856 la corbeta a vapor ”Esmeralda”, que,

junto al ”Maipo” eran los únicos buques de los que disponía la Armada cuando se declaró la guerra

contra España.

Una escuadra española compuesta de 8 unidades se presentó en el Pacífi co para arreglar cuentas

pendientes con Perú. Un apasionado sentimiento americanista determinó la participación chilena

en un confl icto esencialmente marítimo para el cual no contaba con el potencial necesario.

La corbeta Esmeralda.

Bala de cañón de la Esmeralda extraída del casco de la Covadon-ga después del combate naval de

Papudo.

Medalla otorgada a los ofi cia-les participantes del combate

naval de Papudo.



La escuadra española bloqueó los puer-

tos chilenos. El capitán de navío Juan

Williams Rebolledo llevó a cabo una

exitosa acción ofensiva que permitió la

captura de la ”Covadonga”, buque que

pasó a integrar la Escuadra nacional

con el mismo nombre.

Poco después, la escuadra peruana

se unió a la chilena en Chiloé para

preparar una ofensiva contra la escua-

dra española. Dos de las fragatas españolas se aventuraron

hacia el sur y, tras un duelo artillero que se prolongó durante

dos horas, optaron por retirarse rumbo a Valparaíso.

La escuadra española, ahora al mando del capitán de navío

Casto Méndez Núñez determinó bombardear el indefenso

puerto de Valparaíso como represalia por la participación chi-

lena en el confl icto.

Antes de retirarse de las costas chilenas, los españoles ade-

más incendiaron los buques mercantes chilenos que tenían

apresados en Caldera.

El 7 de febrero de 1866, en el combate naval de Abtao,la fuerza aliada chileno-peruana rechazó a las naves españolas.

Abandono de Valparaíso antes del bombardeo.

2600 bombas y granadas causaron irreparables daños al principal puerto del Pacífi -

co de la época.

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GUERRA DEL PACÍFICO

El confl icto contra España fue decisivo para que se ordenara la construcción de dos corbetas blin-

dadas en Inglaterra, se compraran buques auxiliares y se fortifi cara el puerto de Valparaíso. Era

importante que el país no se encontrara nunca más sin una marina de guerra capaz de defenderlo

de una agresión extranjera.

Desde la creación de Bolivia en 1825, el límite norte de Chile se había convertido en un objetivo

para esa nación mediterránea. Según el Uti Possidetis de 1810, Chile limitaba al norte con Perú,

lo que no impidió que Bolivia se estableciera en nuestro territorio. Tras una serie de diferencias

con Bolivia, y, a raíz de la guerra contra España, se fi rmó el tratado de 1866, en el cual Chile le

cedió a Bolivia el territorio que éste país estaba ocupando y se estableció un límite entre ambos

en el paralelo 24, acordándose ciertas condiciones que fueron difíciles de cumplir. En 1874 se

fi rmó un nuevo tratado, en el cual Bolivia sólo se comprometía a no aumentar las contribuciones a

los capitales e industrias chilenas que operaban en ese sector durante 25 años. En el intertanto,

sin que Chile supiera, en 1873 Perú y Bolivia habían suscrito un pacto secreto de alianza, lo que

obligó posteriormente a Perú a entrar en la guerra. En 1878, Bolivia aumentó el impuesto al quintal

de salitre, rompiendo el tratado de 1874. Para impedir el remate de los bienes de la Compañía de

Salitre y FFCC, Chile ocupó Antofagasta el 14 de febrero de 1879.

El 5 de abril de 1879, el presidente de Chile, Aníbal Pinto, declaró la guerra a Bolivia y a Perú,

estableciéndose el bloqueo de Iquique.

Sable abordaje.

Carabina.

Hacha.

Yatagán.

Corvo.

Armas empleadas durantela Guerra del Pacífi co.



Navegando de Antofagasta rumbo a Iquique con urgentes

despachos para el comandante en jefe de la Escuadra, almi-

rante Juan Williams, el 12 de abril, la cañonera ”Magallanes”,

al mando de Juan José Latorre se batió con las corbetas pe-

ruanas ”Unión” y ”Pilcomayo” a la cuadra de punta Chipana,

dejando a la Unión con serias averías, retirándose los buques

enemigos hacia el norte.

El 16 de mayo, el Almirante Williams decidió zarpar con la es-

cuadra rumbo a El Callao para atacar a la escuadra enemiga,

Campana y trozo de madera de la cañonera Magallanes. Sable del comandante Juan José Latorre,héroe del combate naval de Chipana.

La escuadra chilena en 1879. Reproducción fotográfi ca del óleo de Thomas Somerscales,

que se encuentra en el Museo Histórico Nacional.

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dejando en la bahía de Iquique a la corbeta ”Esmeralda” y la cañonera ”Covadonga”, al mando de

Arturo Prat y Carlos Condell respectivamente.

El 21 de mayo de 1879, el monitor Huáscar y la fragata Independencia se presentaron en Iquique.

Al verse enfrentado a los poderosos buques peruanos, el comandante Prat optó por desafi ar la

muerte y combatir sin rendir el pabellón. El combate entre la ”Esmeralda” y el ”Huascar” duró 3 hrs.

40 min. falleciendo 141 de los 202 hombres que se encontraban a bordo de la gloriosa nave.

Mientras tanto, la ”Covadonga”, hábilmente gobernada por Carlos Condell, obtuvo un gran triunfo

en Punta Gruesa, haciendo encallar a la ”Independencia”, obligándola a rendirse y reduciendo así

notablemente el poder naval peruano.

Reloj Esmeralda.

Vitreaux del Comandante Arturo Prat. Combate naval de Iquique, óleo sobre tela de Thomas Somerscales.

Maqueta de la Esmerada hundida.



Al conocerse los hechos del 21 de mayo, el país entero se

conmocionó. Desde entonces y hasta hoy, los chilenos han

admirado este cuadro de heroísmo masivo que fue decisivo

en el resultado de la guerra. Todos se levantaron resueltos a

emular a aquellos héroes que prefi rieron la muerte antes que

entregarse al enemigo.

El ”Huáscar” se convirtió en el principal objetivo chileno, para

conquistar el dominio del mar. El Almirante Williams renunció

y asumió como comandante en jefe de la escuadra el capitán

de navío Galvarino Riveros.

Uniforme del guardiamarina Arturo Prat Chacón.

Medallas otorgadas a los héroes de la Guerra del Pacífi co.

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El 8 de octubre, el ”Huáscar” y la ”Unión” navegaban rumbo al norte cuando el blindado ”Cochrane”,

al mando de Juan José Latorre, se interpuso en su camino. Tras una hora de cañoneo, se unió el

”Blanco” al mando de Riveros, dañando al ”Huáscar”. Tras la muerte del comandante Miguel Grau, el

buque enemigo se rindió y pasó a integrar la escuadra chilena.

El control marítimo estaba ahora en manos de los chilenos y la acción se volcó hacia la ocupación

de Tarapacá.

Válvula de achique de aguade la fragata Independencia.

Objetos personales del comandante Carlos Condell.

Maqueta del Huáscar. Campana del Huáscar.



El 18 de noviembre, el comandante Riveros capturó la caño-

nera peruana ”Pilcomayo”.

Durante 1880 la escuadra y los transportes chilenos desem-

barcaron al ejército en Pacocha sin que se les opusiera resis-

tencia. Fueron ocupando todo el litoral peruano y apoyando al

ejército en las campañas de Tacna-Arica y Lima, contando con

el libre uso del mar. La escuadra fue esencial en las batallas de

Arica, Chorrillos y Mirafl ores.

Cuando Lima y una parte de Perú fueron ocupados por el

ejército chileno, quedaron bajo la autoridad de Patricio Lynch,

Sombrero apuntado del comandante Galvarino Riveros.

Charreteras del comandante Galvarino Riveros.Gorra del comandante Francisco Vidal Gormaz.

Rueda de timón de la cañonera Pilcomayo.

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quien ejerció el poder por más de tres años, en espera de que se formase en el país un gobierno

con el cual fi rmar la paz. Derrotado el ejército enemigo en la batalla de Huamachuco, se fi rmaron

los tratados con Perú en 1883 y con Bolivia en 1884.

Tintero con madera del Huáscar.Espada del Vicealmirante Patricio Lynch. Bandera del monitor Manco Capac.

Réplica del uniforme de Artillero de Marina.



LA INCORPORACIÓN DE ISLA DE PASCUA

La adquisición de isla de Pascua se debió a la iniciativa del

capitán Policarpo Toro Hurtado. Sin su intervención, interés y

sacrifi cio personal, la anexión no habría sido posible. Durante

el gobierno de Manuel Balmaceda se aprobó el proyecto del

capitán Toro, ofi cializándose la adquisición de la isla el 9 de

septiembre de 1888.

Capitán Policarpo Toro Hurtado.

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GUERRA CIVIL DE 1891

El presidente José Manuel Balmaceda destinó fondos para la construcción del edifi cio de la

Escuela Naval y la modernización de los blindados, incluyendo el ”Huáscar”. Llegó el ”Esmeralda”,

el crucero más rápido del mundo. A cargo del programa de construcción naval en Europa, de dos

cruceros livianos, dos cazatorpederos rápidos y un blindado quedó el almirante Latorre.

El presidente sin embargo iba perdiendo de a poco su popularidad y, al producirse graves des-

acuerdos entre el Ejecutivo y el Legislativo, la Escuadra aceptó el Acta de Deposición del Congre-

so, embarcando a las autoridades congresistas, llevándolas al norte. Ahí se formó una Junta de

Gobierno encabezada por el comandante Jorge Montt.

El dominio de la rica zona salitrera fue el objetivo de las fuerzas congresistas.

Detalle del sable del almirante Jorge Montt.

Trozo de berduguete del blindado Encalada.

Estadímetro y abre cartas del almirante Latorre.



El 7 de marzo, el triunfo en la batalla de Pozo Almonte y el

hecho de contar con el dominio del mar, fueron decisivos en

la victoria del Congreso. Luego, el 22 de abril, los caza torpe-

deros ”Lynch” y ”Condell”, leales al presidente, hundieron al

blindado ”Blanco Encalada” en Caldera.

El 20 de agosto la escuadra congresista apareció frente a

Quintero. Desembarcó tropas y ayudó con sus cañones a la

derrota de las tropas balmacedistas en Concón. Días mas tar-

de las fuerzas del gobierno fueron defi nitivamente derrotadas

en Placilla.

Cañón de tiro rápido que pertenecióal blindado Blanco Encalada.Cruz de San Jorge, otorgada al Almirante Montt.

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Salas Temáticas

SALA CAPITANES DEL CABO DE HORNOS

La última generación de navegantes de los grandes buques a

vela que cruzaron por el extremo austral de América fundó la

Cofradía de los Capitanes del Cabo de Hornos: A.I.C.H., Ami-

cale Internationale de Captains au Long Cours Cap Horniers,

en Saint Maló, Francia, en 1937.

La cofradía se internacionalizó después de la Segunda Gue-

rra Mundial y, en 1987, Chile fue el primer país americano que

ingresó.

La organización escogió como su símbolo el albatros, que

la mitología marina reconoce como el alma de los marinos

muertos en el mar, en alusión a los caídos en demanda del

Cabo de Hornos.

Jacob Le Maire y Willem Schouten avistaron el promontorio

que marca el extremo austral de América el 31 de enero de

1616, bautizándolo con el nombre de Cap Hoorn. Con este

descubrimiento se demostró que Tierra del Fuego era una isla,

que no formaba parte de la Antártica como se creía a la fecha

El Eendracht, que al mando de Willem Schoutendescubrió el Cabo de Hornos en 1616.

Reproducción fotográfi ca del óleo pintado por el capitán Hans Peter Jurgens.

El albatros, símbolo de la cofradía.

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y que, además del Estrecho de Magallanes, existía otro paso entre el Atlántico y el Pacífi co.

El 26 de octubre de 1995 se inauguró la Sala Capitanes del Cabo de Hornos, completamente equi-

pada por la cofradía chilena, y dedicada a los numerosos cruces efectuados a través de la historia

por esta temida ruta oceánica.

Un sector de la sala está dedicado al descubrimiento del Cabo de Hornos y expediciones en el área

austral de Chile, mientras que el otro ilustra sobre los diferentes países marítimos que tienen cofra-

días, destacando su relación con el Cabo de Hornos y el origen de esa sección.

Maqueta del Cabo de Hornos.

CATáLOGO GENERAL DE OBJETOS

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SALA HERMANDAD DE LA COSTA

Inspirados en la cofradía de piratas del Caribe del siglo XVII,

cuyo bastión estuvo en la Isla Tortuga, en el romanticismo que

tocó la vida de aquellos aventureros y en su irrestricto apego

al mar y lealtad hacia su capitán, la Hermandad de la Costa

fue fundada en Santiago de Chile el 4 de abril de 1951.

Con el transcurso de los años se internacionalizó y hoy tiene

presencia en 24 países. Además de las reuniones propias de

cada sede, desde 1986 se llevan a cabo “zafarranchos” mun-

diales cada cuatro años.

Barco Pirata.

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La Hermandad de la Costa es una comunidad espiritual formada por quienes aman el mar. Su ob-

jetivo fundamental es fortalecer en sus asociados este amor, apoyar las ciencias y técnicas que se

dedican al mejor aprovechamiento práctico del océano para el bien de la humanidad y estimular el

arte que se inspira en el paisaje marino.

Coraza y sables de abordaje. Bandera de cofradía.

Pirata del Caribe.

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SALA ALMIRANTE JOSÉ TORIBIO MERINO CASTRO

Inaugurada el 15 de diciembre del año 2000, como un pós-

tumo homenaje a quien fuera el Comandante en Jefe de la

Armada en el período comprendido entre el 11 de septiembre

de 1973 y el 8 de marzo de 1990, esta sala cuenta con aproxi-

madamente cien objetos personales del Almirante que fueron

donados por su esposa.

Vista general de la sala. Óleo del Almirante José Toribio Merino Castro.

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Las vitrinas de la sala muestran distintos aspectos de su vida, sus condecoraciones, reconocimien-

tos y hobbies, los que reconstituyen en parte su vida personal y brillante carrera naval.

Sillón favorito del Almirante.

Escritorio del ofi cial artillero del aco-razado “Almirante Latorre”, donde el Almirante Merino se concentraba en su trabajo. Sobre el mueble se encuentra el crucifi jo que siempre lo acompañaba durante su labor.

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SALA INFANTERÍA DE MARINA

Los Soldados del Mar han formado parte integral de la Arma-

da desde sus albores, recibiendo distintas denominaciones a

lo largo de la historia. En sus inicios como Artilleros de Marina

embarcados en los primeros buques de la Escuadra, sus obli-

gaciones eran disparar los fusiles desde las cofas, manejar

el machete en los abordajes y la bayoneta y cañones en los

desembarcos.

El Batallón de Artilleros de Marina se convirtió en Regimiento

al declararse la Guerra del Pacífi co en 1879. Posteriormente

se convirtieron en la Brigada de Rifl eros de la Armada, cuerpo

militar destinado a cubrir las guarniciones de los buques de la

Armada, hospitales y prisiones navales.

A comienzos del siglo XX se constituyeron como el Regimien-

Esta sala exhibe en sus vitrinas la trayectoria del Cuerpo de Infantería de Marina, su participación en las grandes acciones navales del siglo XIX, sus grandes

héroes, su participación en misiones de guerra y de paz y sus actuales funciones.

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to de Artillería de Costa y en 1940 éste pasó a denominarse Cuerpo de Defensa de Costa. Desde

1964 y hasta la fecha forman el Cuerpo de Infantería de Marina.

Sargento Juan de Dios Aldea. Armamento usado por elCuerpo de Infantería de Marina.

Uniforme usado por el Cuerpo de Infanteríade Marina hacia 1960-1970.

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En el patio interior del museo se pueden apreciar piezas de

armamento antiguo como torpedos, minas submarinas, ame-

tralladoras y cañones de diversos calibres, entre los que des-

tacan dos cañones de la corbeta “Esmeralda”.

Patio del Ancla

Banderas de Chile: a la izquierda, la bandera usada durante la Patria Vieja(1812 -1814), al centro la bandera actual y a la derecha la bandera de transición

usada entre febrero y octubre de 1817.

Vista aérea del Patio del Ancla.

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Cañón Armstrong para desembarcos.

Cañón de la Esmeralda, instalado durante la construcciónde la corbeta en Inglaterra.

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Torpedo remolcado Harvey.

Torpedo empleado por los destructores clase Serrano.

Editor y Autor CorporativoMuseo Naval y Marítimo, Valparaíso

Coordinación GeneralPatricio E. Valenzuela Sotomayor

InvestigadoraVivian Sievers Zimmerling

Pre diagramaciónDoris Valdeavellano T.

Auspicio y PatrocinioCorporación Protección & Desarrollo

del Patrimonio Histórico Naval y Marítimo

DiseñoErna Becerra G.

ImpresiónImprenta de la Armada

museo naval y marítimo

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