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 Muse. Capitulo 1: Un sueño. “Sé que nacerás… te tengo esperanza…” Eso me dijo esa vez. Una ocasión que jamás olvidaré, tal vez a!a sido un simple sue"o, pero. #o sé, esa voz $emenina, tan cálida como el arrullo de una %adre, la cual despertó una parte de mi alma que cre& perdida, 'que a(rá querido decir) Solo recuerdo su voz, su celestial voz que al escucarla la parte muerta en mi alma volv&a a ser como antes. Es como cuando está nu(lado una tarde de verano ! de repente sale el sol ! el pasto se ve más verde, esa sensación de vida que se siente al despertar una ma"ana de primavera escucando aves preparando su nido. #o sé quien es ella ! menos sé si es que realmente e*iste, pero lucaré por encontrarla. + eso espero, ella es mi musa… reo que $ue as&. Si es que no $ue de esa $orma, mas adelante trataré de recordar. -ecuerdo que esta(a durmiendo cuando %ar&a me despertó. %ar&a es mi mejor amiga, la conozco desde los a"os. /a conoc& en la escuela, ella me a!uda(a en clase de ciencias donde no entend&a nada. 0ora a los 12 a"os somos mejores amigos. 345aniel, despierta, llegaremos tarde a la $acultad63 5ijo ella con urgencia ! me desperté. Está(amos en una plaza, el pasto se ve&a más verde de lo normal, tan verde que pod&a encandilar. Era una plaza no mu! amplia, con un estanque de esos clásicos que se ven en pel&culas estadounidenses con un puente en medio, el puente era azul (rillante con detalles (lancos de una madera que siempre parecida (arnizado ace minutos. 7a(&a pocos ár(oles, algunos sin ojas ! sin energ&a para vivir ! otros mu! $rondosos llenos de vida los cuales te alegra(a solo al verlos. 0demás de a(er pasto por todas partes, de eco el pasto esta(a ganándole terreno como en una guerra sin piedad a los caminos de piedra que a(&a en el parque. uando recuperé la conciencia, le agarré la mano a %ar&a, una joven de pelo casta"o mu! pulcro ! piel tan (lanca como el vestido de un ángel, ojos color plata pulida. #o mu! alta ! medianamente delgada. Ella me a!udo a pararme ! tuvimos que correr para as& dirigirnos a la $acultad que no esta(a mu! lejos de aquella plaza seg8n recuerdo. 9asamos al lado de una iglesia que esta(a al otro lado de la calle, parec&a de esas iglesias episcopales con muco detalle en la que parec&a que se u(ieran tomado una vida armándola, la verdad, una maravilla. :oda la gente esta(a esperando para entrar a la iglesia, todos misteriosamente vestidos de negro,

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Muse.

Capitulo 1: Un sueo.

S que nacers te tengo esperanza

Eso me dijo esa vez. Una ocasin que jams olvidar, tal vez haya sido un simple sueo, pero. No s, esa voz femenina, tan clida como el arrullo de una Madre, la cual despert una parte de mi alma que cre perdida, que habr querido decir? Solo recuerdo su voz, su celestial voz que al escucharla la parte muerta en mi alma volva a ser como antes. Es como cuando est nublado una tarde de verano y de repente sale el sol y el pasto se ve ms verde, esa sensacin de vida que se siente al despertar una maana de primavera escuchando aves preparando su nido. No s quien es ella y menos s si es que realmente existe, pero luchar por encontrarla. O eso espero, ella es mi musa

Creo que fue as. Si es que no fue de esa forma, mas adelante tratar de recordar.

Recuerdo que estaba durmiendo cuando Mara me despert. Mara es mi mejor amiga, la conozco desde los 8 aos. La conoc en la escuela, ella me ayudaba en clase de ciencias donde no entenda nada. Ahora a los 19 aos somos mejores amigos.

-Daniel, despierta, llegaremos tarde a la facultad!- Dijo ella con urgencia y me despert.

Estbamos en una plaza, el pasto se vea ms verde de lo normal, tan verde que poda encandilar. Era una plaza no muy amplia, con un estanque de esos clsicos que se ven en pelculas estadounidenses con un puente en medio, el puente era azul brillante con detalles blancos de una madera que siempre parecida barnizado hace minutos. Haba pocos rboles, algunos sin hojas y sin energa para vivir y otros muy frondosos llenos de vida los cuales te alegraba solo al verlos. Adems de haber pasto por todas partes, de hecho el pasto estaba ganndole terreno como en una guerra sin piedad a los caminos de piedra que haba en el parque. Cuando recuper la conciencia, le agarr la mano a Mara, una joven de pelo castao muy pulcro y piel tan blanca como el vestido de un ngel, ojos color plata pulida. No muy alta y medianamente delgada. Ella me ayudo a pararme y tuvimos que correr para as dirigirnos a la facultad que no estaba muy lejos de aquella plaza segn recuerdo.

Pasamos al lado de una iglesia que estaba al otro lado de la calle, pareca de esas iglesias episcopales con mucho detalle en la que pareca que se hubieran tomado una vida armndola, la verdad, una maravilla. Toda la gente estaba esperando para entrar a la iglesia, todos misteriosamente vestidos de negro, pero no estaban tristes, conversaban de lo ms bien. No pude fijarme ms en aquella iglesia puesto que estbamos corriendo. bamos y poda ver casas, muchas casas. Todas parecan tener buen estatus econmico, casas de 2 pisos y con mucho verde. Cuando llegamos a la facultad ya se haba nublado, Mara se detuvo para recuperar el aire un poco y dijo: Entremos rpido. La facultad era un edificio blanco con manchas de tierra casi imperceptibles a la vista. De construccin algo surrealista bastante moderno con varias ventanas en el segundo piso. No era muy grande puesto que no iba mucha gente a estudiar ah porque era una facultad para gente de alto rendimiento. La verdad es que no se qu hago en esa facultad.

Tenamos clases separadas, no s por qu, puesto que siempre bamos juntos a clase. Fuimos a salas diferentes. Desde ese momento del sueo no volv a ver a Mara. Entr a la sala, algo lgubre y me sent en mi puesto. Generalmente Mara se sentaba a mi derecha y otro amigo llamado David, que conoc cuando entr a la facultad, un tipo alto, rubio de pelo largo con ojos color jade bastante simptico que se sentaba a mi izquierda, pero en este caso Mara no estaba entonces qued vaco el puesto.

Pero segundos antes de que el profesor cerrara la puerta para que no entrara nadie ms. En ese momento lleg una agraciada mujer que justo corriendo desesperada para que no le impidieran la entrada, el profesor benevolente la dej pasar. Cuando la vi me sent ofuscado por ella. Con mediana estatura, su moderada delgadez, su larga cabellera de un color extrao y natural que jams haba presenciado. Era entre rubio y castao. Ojos color caf claro que recordaban a la miel. Se notaba que era algo desprolija puesto que tena puesta ropa que no combinaba, y algo extrao; tena corazones de diferentes colores pintados en las uas lo cual apuntaba a que tal vez podra ser algo perfeccionista. Adems de muchos brazaletes de goma de diferentes colores que daban la imagen de un arcoris fosforescente y unos audfonos de color rosado colgando de su cuello en los cuales se poda escuchar msica pesada a un volumen despampanante.

El profesor le orden que se sentara donde sola sentarse Mara. De manera torpe pero delicada se sent junto a m y me salud. No saba que decirle, la verdad. Al empezar la clase empez a volverse todo confuso, el profe hablaba y pareca otro idioma lo que deca, no reconoca una sola palabra que sala de su boca eran sonidos extraos y algo guturales, en este momento mir a mi derecha y vi a esa agraciada mujer haciendo dibujos algo aburrida. Sus dibujos parecan de un infante, muy coloridos y alegres, ella se volte, me vio mientras sonrea y dijo: Me llamo Nadia, y t, Cmo te llamas? de una forma muy tierna. Le contest: Daniel y desde ese momento no me dej en paz a lo largo de la clase, me hablaba, me pasaba mensajes y me molestaba. De alguna manera u otra la sobrellevaba. Algo me dijo que tena que hablarle y le pregunt:

-De dnde eres?- Y ella dijo:- De (sonido extrao)- Contest.Yo en el sueo pareca entenderle pero no logro recordar lo que dijo en algunas partes. En ese momento me agarr de la mano y empez a inspeccionarla y sigui hablando:-Veo que te lavas mucho las manos, las tienes daadas.-S, soy algo obsesivo con eso- Le contest avergonzado.-Eso me dice que eres de fiar- La mir extraado y le dije:-Qu tiene eso que ver?-Si algn da me das comida, sabr que est limpia- y me sonri. Al verla se me bloque el pensamiento y no supe que ms decirle. De repente empec a entender lo que deca el profesor y empez a decir:-Eso es todo por hoy, el resto de la informacin que tena para la clase se me qued en casa, ruego que me perdonen- Todos extraados, salimos.

Yo sal con David conversando sobre la clase, lo que lo llev a decir:-Te vi conectando con la nueva, eh?- me puse nervioso y le contest:-Eh, no solo hablamos- y l me mir con cara de risa.-No me puedes engaar, de hecho decid no hablarte en la clase porque estuviste todo el rato con ella- yo me sorprend y le contest:-Ella era la que me hablaba, despus decid seguirle el juego- -Mira! Se acerca y te est mirando, mejor me voy- Se aleja sonriendo y yo me quedo paralizado.

Despus, trato de seguir caminando ignorando lo que sucede y escucho un grito llamndome. Era ella, Nadia, que se acercaba casi corriendo hacia m. Yo me puse muy nervioso mientras ella precipitaba su caminata hasta que llegamos a chocar. Ella se recuper rpido y me dijo que conoca un lugar que mora por mostrarme. Me insisti y despus me agarr de la mano muy fuerte arrastrandome hasta su auto. Un vehculo de no estoy muy seguro de su marca y era azul, de esos modelos parecidos a los taxis, no muy vistoso y desprolijo. Me dijo que me subiera de copiloto mientras ella se suba y encenda el auto mientras aada diciendo que no me arrepentira.Poco rato en el vehculo ella me empez a hablar, supongo que para que no sea muy incmoda la situacin, puesto que se notaba que yo era tmido.-Qu edad tienes?- me pregunt-Tengo 19-Mira t, yo tambin tengo 19-Que te hizo estudiar Qumica y Farmacia? No te ves muy cientfica.- Pregunt-Cosas del destino, creo- Dijo con una mirada soadora.- Estamos llegando, mira hacia afuera, es muy lindo este lugar y pensar que no hemos salido de la ciudad.

Recuerdo que haba un paisaje hermoso, pero al ser un sueo, no recuerdo mucho detalle del lugar. Recuerdo que haba mucho verde y que haba un olor en el aire a naturaleza que calmaba.

-Dnde estamos?- Le pregunt, mientras observaba la inmaculada belleza del lugar.-En un mirador que descubrimos con mi padre cuando era una nia. Hay muchos lindos recuerdos aqu mirando las estrellas.- Dijo ella algo melanclica.-Es muy lindo la verdad-Si- AsintiLlegan a un mirador en un cerro desde el que pueden mirar toda la ciudad estando en el ocaso, la vista era radiante. Nos bajamos del vehculo y lo primero que ella hizo fue sentarse encima de la parte delantera del vehculo.-Sabes?, Nunca traje a alguien a este lugar. Siempre fue mi lugar privado.-Enserio? Y qu te hizo traerme hasta ac?-No se cuando te vi, sent que eras alguien diferente.- Me mir y sonri-La verdad no s qu decirte.- Dije perturbado.-Solo disfruta, siente el viento, mira la ciudad y ve como las luces se van encendiendo a medida que avanza la tarde-Eres bastante potica-Mi padre antes de morir era Poeta, me ense mucho.-Lo siento por eso.-No te preocupes- Y me vuelve a sonrer.-Promteme una cosa-Que te prometo?-pregunt-No me olvides- Dijo penetrndome con la mirada.-No lo har-Y siempre recuerda una cosa- Dijo mostrndome un dedo.-Qu cosa?- Le pregunt-Despierta.

Despus de eso se puso todo en blanco, vea imgenes de mi vida y escuch algo. Algo que ya les habl:

S que nacers te tengo esperanza.

Despus de eso me despert, escuchaba a mi madre llorando sentada en una silla lejos de m, estaba en una cama y Mara algo desaliada parada mirndome con cara de preocupacin y agarrndome de la mano casi llorando diciendo: Despierta, Despierta, Despierta! cada vez ms desesperada.

Resultaba que haba estado en coma una semana, despus de un accidente vehicular. Despus de ese da deje de ser el mismo.

Capitulo 2: El despertar.

Y despert, me trat de levantar y Mara grit de espanto diciendo Despert, despert!, mi madre, una mujer alta de pelo castao ojos color avellana con ojeras y una mirada cansada en la que se notaba que no haba dormido bien en das, adems de que estaba vestida de una forma al borde del caos, dejaba claro que haba estado ac hace das esperando.

-Hijo!- y fue corriendo hacia m y me abraz. Yo estaba adolorido y no saba que decir cuando Mara dijo:-Nos diste un susto de muerte! El doctor hace 20 minutos vino y dijo que tal vez no despertaras! Estaba muy preocupada- le cae una lagrima-So algo muy raro, y tu Mara, Estabas ah!-Daniel, todos soamos, es lo menos que debemos preocuparnos ahora, lo que importa es que ests bien- Dijo Mara.-No, este sueo fue especial, Mara- Le dije

En ese momento la enfermera nos interrumpi. Una mujer no muy alta y rasgos de vejez muy notorios con el pelo gris y pajoso que te recordaba a un montn de alfileres peinados. Dijo que necesitaba descansar tranquilo y pidi que se fueran, aunque mi madre no estaba feliz con eso tuvo que acceder para no causar problemas. Cuando Mara y mi madre dejaron la habitacin la enfermera me habl con una voz ronca y spera como una alfombra, me dijo:

-Tuvo un accidente feo seor Hoffmann- Mientras cerraba cortinas para que no entrase tanta luz.-Me puede explicar que me pas?- le pregunt.-Bueno, lo que sucedi fue que en una interseccin pasaron y otro pas en luz roja a toda velocidad, en ese vehculo haban 2 personas, una desconocemos el paradero o condicin de esas personas. La polica dice que a usted lo encontraron fuera del auto inconsciente y a su madre casi intacta, fue un milagro la verdad.-Sal volando por el parabrisas?- pregunt asombrado casi en shock.-No lo s con certeza, recuerde que yo no estuve ah- me rezong de forma brusca.-Bueno- Suspir tratando de superar lo sucedido.-Lo importante es que est bien, le traer algo de comer, vuelvo en un momento- y sale de la habitacin.

Despus de eso, algo adolorido me tumb en la cama y me puse a pensar en Nadia hacindome una serie de preguntas como: Quin es ella? De dnde Sali? Ser Real? Despus de me volte y me fij que en la sala solo estaban la cama, bastante simple y fra como una roca en pleno invierno, una mesita junto a la cama, algo lgubre y desabrida de madera con mi ficha encima adems de una carta, la cual no dud en agarrar, en el sobre no tena nada escrito ms que un corazn dibujado con lpices de colores. La abr y la le:

Daniel, soy yo, Mara! te escribo esto porque siento que me haces falta, no es lo mismo ir a la facultad si no ests t a mi lado, tus bromas, cuando me molestabas junto con David. Cuando al salir de la facultad nos invitas a tomar algo y pasamos horas conversando y rindonos, ahora todo es aburrimiento en clases.

Extrao cuando te tena que explicar todo porque no entendas, cuando me protegas del profesor cuando me pillaban haciendo cosas que no deba o cuando me daba por gritar de felicidad en la sala. Somos como hermanos, Daniel y me da mucho miedo perderte. Pensar que te conozco desde los 8 aos! Ya son casi 11 aos de amistad que realmente no cambiara por nada Espero que despiertes pronto as podremos salir a divertirnos una vez ms

Te quiere mucho, Mara.

Mara, esa mujer siempre fue ms que una amiga para mi, siempre estuvo en todo, no importa que fuese, la conoc en la escuela, un da estaba frustrado porque no lograba entender ciencias y ella se sent al lado mo y de una manera muy tierna me ense. Desde ese entonces no hay cosa que no hagamos juntos, Despus apareci David, quien siempre fue un estudiante promedio, con un humor negro y con gustos para molestar, aun que seamos buenos amigos, no solemos salir tanto como lo hago con Mara, ella es una verdadera amiga.

Despus de leer la carta la dej en su lugar y me acost en la cama y me puse a pensar en esta extraa y misteriosa mujer del sueo, y Qu habr querido decir con S que nacers te tengo esperanza? Era muy probable que fuera alguna incoherencia que haya inventado mi mente, pero s que es imposible que la mente invente rostros y personas, a esa mujer la tuve que haber visto en algn lado. Nadia. No saba nada ms de ella, solo su nombre, realmente era algo para volverse loco si lo pensabas mucho.

Despus de tanto pensar lleg otra enfermera. Joven, algo esbelta y delgada, se senta amabilidad brotando de ella, algo as como una margarita. Pelo castao no muy largo y su vestido de enfermera blanco. Lleg con la comida, la cual no tena muy buen olor pero la tuve que comer de todas formas, estaba muerto de hambre.

-Ac tienes jovencito- dijo la enfermera de forma muy amable.-Muchas gracias, una pregunta seorita.- Intervine con cara de confusin.-Dgame joven.-Tengo que hacer algo despus? O solo quedarme postrado en esta cama?-Que yo sepa, tendr que hacer rehabilitacin, tratar de caminar y le van a hacer unos exmenes para ver cmo va su recuperacin, obviamente todo eso es despus de que se alimente.-Bueno, muchas gracias seorita.- Le sonre.-No hay de que, presione este botn cuando termine de comer as empezamos con el tratamiento- se va alegre del lugar.- Dejando un control remoto color plomo con un botn bastante desabrido.

Despus de comer quise saber qu hora era, ya que siempre a las 6 de la tarde en este hospital permitan visitas, recuerdo eso porque una vez a Mara le vino pulmona y qued internada en este hospital y la vena a ver siempre que poda. Mir todas las paredes y no encontr ningn reloj, pero haba una ventana en la que se poda ver el sol, me fij que estaba en atardecer as que supuse que eran ms o menos las 5, as que Mara y mi Madre vendran en cualquier momento, si tena suerte Mara me acompaara a caminar un rato por el hospital. Pens bien las cosas y en vez de apretar el misterioso botn, esperara un poco para que Mara me pudiera acompaar.

Y as fue, esper una media hora y me di cuenta que sera muy sospechoso si segua esperando, as que apret el botn, ms o menos un minuto despus vinieron las 2 enfermeras anteriores, una con una muleta para que me ayudara a caminar y la otra enfermera se llevara la bandeja con la comida.

Al pararme sent un dolor bestial en el cuerpo pero pude aguantarlo y trat de caminar, poco despus de que sal de la habitacin vi en la entrada a Mara con mi madre entrando al hospital, apenas Mara me vio grit y corri hacia m.-No puedo creer que ya ests caminando! Daniel, te despertaste hace unas horas y ya ests de pie. Me alegra eso la verdad, eres un hombre fuerte- me golpea suavemente en el hombro.-Ay! Me duele eso Mara, No ves que me estoy recuperando?-Saluda a Eleanor, Tambin estuvo muy preocupada por ti!-No me llames por mi nombre Mara, suena feo- le rezong mi Madre

Mara desde los 14 aos dej de llamar Seora Hoffmann a mi madre y empez a llamarla por su nombre, lo que a mi madre no le agradaba mucho la verdad pero tuvo que acostumbrarse.

-Mara, Daniel, salgan a caminar, yo los espero- Dijo mi madre con ternura.-Ya oste a tu madre, vamos a caminar, as te recuperas ms rpido.-Bueno- le dije yo, preocupado internamente por mi madre.

Ella me agarr de la mano fuerte, se notaba que se haba preocupado demasiado por m. Realmente es difcil creer que tenga a alguien que se preocupa tanto por m. Es, no s, extrao.

-Y Mara, Qu has hecho en mi ausencia?-No mucho, Leste mi carta?- Pregunt ruborizada.-S, est muy linda.-Me alegra saberlo, Despus de que te vena a ver, en la facultad todos preguntaban por ti, sabes?-Enserio?- Le pregunt impresionado-S, nos tenas a todos preocupados, sobre todo-hm? Sobre todo qu?-A mi- Mirando hacia el suelo sonrojada y triste.

Caminamos por horas en un silencio incomodo. Despus de eso, me tom la libertad de fijarme en los detalles del hospital. Era un lugar frio y lgubre, lleno de habitaciones hasta que llegaba a parecer un laberinto, doctores y enfermeras pasando de un lado al otro. De repente me empec a sentir frio y mi visin fallaba y ca al suelo, lo ltimo que o fue a Mara gritando y llamando por una enfermera, despus de eso me desmaye.

An no es el momento, despierta

Escuch esa voz, era Nadia, despus abr los ojos y estbamos en un lugar totalmente blanco y ella estaba parada enfrente mo, me sonri y me despert en mi habitacin junto a Mara.

-Daniel, despertaste!- exclam Mara preocupada.-Qu pas? Me duele la cabeza.- dije algo mareado.-Te desmayaste, el doctor dijo que fue una recada, que an no te habas recuperado bien como para caminar.-Y estoy bien?-Eso creo- se sienta en mi cama dndome la mano.-Tu madre est hablando con los doctores para saber cundo te podemos llevar a casa, ojal sea pronto.-Ojal, no me gusta estar ac.- le dije con tono de queja.-No creo que a alguien le guste.-Nadia, eh, Mara, tengo que hablar contigo sobre algo.-Nadia? De qu se trata?- Pregunt extraada.-En mi sueo, haba una mujer, una mujer que no conozco.-Enserio?-Se llamaba Nadia, desde que so con ella, no puedo dejar de pensar en ese sueo.- Mara algo extraada y un poco celosa contest:-Es solo un sueo, de seguro no es nada.-Y si lo es?- Pregunt preocupado.-Eso nadie lo sabe.- Dijo mara algo seria.-Eso es verdad, y Mara En la facultad qued muy atrs?-Desde que ocurri el accidente empec a tomar apuntes especiales para ti, as no te quedes atrasado. Nunca dudes de m, siempre estoy un paso adelante- sonrindome

En ese momento entr mi madre algo alterada junto al doctor. Ella se puso enfrente de mi cama y el doctor se qued en una esquina.

-Hijo, el doctor dice que si prometo cuidarte muy bien, pasado maana te vas a casa con nosotras para que nosotras te cuidemos, pero tambin tienes que prometer que te cuidars mucho as el doctor no se arrepienta de lo que dijo, bueno?

Le asent. Mi madre siempre fue muy cuidadora conmigo, pero desde que conoc a Mara todo cambi. Ella como que le confi mi existencia a ella, desde ese entonces ellas 2 me cuidan con su vida, la verdad nunca entend a Mara por que se preocupaba tanto por m, pero le estoy muy agradecido.

En ese momento que mi madre habl, los ojos de Mara se pusieron radiantes con la iluminacin de una estrella, se notaba que estaba emocionada por el hecho que pronto volvera a casa.

-Viste Daniel? Prtate bien y despus nosotras te cuidamos.- Sonriendo.-Maana por la maana te haremos exmenes para ver si es posible darte de alta.-Van a salir bien.- dijo Mara en un todo confiado.-Eso espero- Dijo mi madre y el doctor contesta:-El desmayo que tuvo Daniel fue por cansancio, nada ms.-Eso es un Alivio- Contesta mi madre.-Ya est, siendo las 9 de la tarde, me temo que tendrn que irse.- Mara se pone triste.-Bueno Daniel, Adis.- Mara me abraza y me aprieta con fuerzas.-Ay! Eso duele!- le dije algo enojado.-Perdn, no me contuve.- Despus mi madre se acerca hacia m y me abraza con delicadeza-Adis hijo, confo que estars bien.-Lo estar madre, lo estar.- Le contest.-Ms te vale.- dijo Mara amenazante.-Adis.- Me dicen las dos mujeres al mismo tiempo.

Despus de eso el doctor me da un frmaco para dormir para que durmiera tranquilo, me dio un vaso de agua y me tom el remedio. 5 minutos despus ca dormido.

Te estuve esperando

- Nadia?- abr los ojos, estbamos en el mirador.-Tardaste mucho, te estuve esperando toda la tarde.

No saba que decirle y pareca que estaba enojada conmigo. Unos instantes despus me agarr de la mano y me dijo:

-Mira, te llevar por un camino que solo yo conozco.- Me dijo Nadia entusiasmada.-Eh, bueno.

Nadia me arrastr por un camino de tierra que estaba oculto en el mirador tapado por arbustos y rboles, era un camino rupestre hermoso pero por ser sueo no recuerdo muchos detalles. Cada vez subamos mas el cerro, hasta que tuvimos que subir por una parte empinada donde ella se resbalo y cay, pero antes de que pasara algo la agarr de la mano y la sub, ella como agradecimiento me da un beso en la mejilla. En ese momento todo se torn ms claro, los colores ms fuertes con tal brillo que llegaban a estimular la visin, despus de eso seguimos subiendo hasta que llegamos a la punta del cerro, ella se qued con una mirada que nunca haba visto antes, observando todo, ya haba anochecido y se vean las estrellas de una forma extraordinaria.

-No es hermoso?- Me pregunt alegre.-La verdad es que lo es.- Mirando impresionado al firmamento.-Mi padre me sola traer ac en verano.- Dijo Nadia nostlgica.-Era un Buen padre?-S, Lo era. La verdad lo era.-Y, Por qu t haces esto por m?- Cambindole el tema.-A qu te refieres?- Pregunt extraada.-En traerme al lugar ms mgico que conoces, confiar tan rpido en mi.-Ya te dije, desde que te vi, siempre supe que eras alguien diferente.- Contest Nadia con una sonrisa.

Despus un gran silencio nos invadi, yo me sent a observar la belleza de las luces del cielo y de la ciudad, mientras ella cerraba los ojos y se pona a sentir el viento. Poda sentir la armona de la presencia de Nadia, era como estar sentado frente a un lago en total calma.

-Por qu no te conoc antes?-No lo s, cosas del destino supongo.- Dijo Nadia muy relajada y poniendo su cabeza en mi hombro.- Y Tu quien eres, Daniel?- Dijo casi dormida.-Un estudiante de qumica y farmacia, de 19 aos, algo mediocre, de hecho dependo de mi mejor amiga para salir adelante en temas acadmicos.-Ella hace todo por ti?- Dijo abriendo mucho los ojos.-Algo as.- le conteste no muy orgulloso de la respuesta.-Por lo menos tienes amigos. Desde que muri mi padre he estado sola.-Sola? Y porque?- Pregunt preocupado.-Me aisl, de hecho no me acercaba a nadie en aos, hasta que llegaste t.- Dijo acurrucndose en mi hombro.

En ese momento me puse muy nervioso. No estaba seguro que senta, eso s saba que todo iba a terminar pronto y no quera eso.

-Promteme otra cosa.- me dijo-Qu cosa?-No me dejars sola nunca.- Le sonre y le dije:-Har lo posible.

No siempre me vas a recordar

Escuch eso de ella y todo se torn blanco, vi ese bello lugar desvanecerse de mi mente. Despus de eso me despertaron las enfermeras para llevarme a mis exmenes, yo me senta como si hubieran arrancado el alma a pedazos, me sent destruido. Yo quera volver al sueo, no quera mas realidad, tena curiosidad por Nadia, me nublaba el pensamiento saber que tal vez no la volvera a ver.

Rato despus logre superar un poco lo del sueo y segu a las enfermeras a lo largo del hospital para hacerme los exmenes. Me llevaron a hacer un escner cerebral, estuve muy tranquilo mientras hacan esos exmenes, una parte de mi ya saba que yo ya me haba mejorado.

-Listo, tus exmenes estn hechos, te daremos los resultados cuando tu madre venga a la hora de visita. Eres libre de pasear por el hospital con una enfermera acompandote siempre para asegurarnos de que ests bien.

Me levant de la cama de los exmenes y fui a la cafetera del hospital, era bastante limpia, desabrida, con el blanco y el gris como colores predominantes, repleta de mesas metlicas. Con gente variada. Algunos eran pacientes, otras enfermeras y otros doctores. Me sent en una mesa y le ped a la enfermera que me trajera algo de comer, vi la hora y eran las 3:30, an faltaba para que me vinieran a ver. De pronto 2 pacientes se sentaron en mi mesa, una chica de ms o menos 16 aos que era muy esbelta para su edad, con el pelo caf claro tan largo como la eternidad tomado en una cola de caballo y unos ojos grandes y color caf claro con el color muy marcado, tanto que te llaman la atencin y el otro un joven de ms o menos 18 aos rubio de ojos verdes claro brillantes como esmeraldas, pelo rubio y con falta de color, corto y con ojeras marcadas dando a parecer que no hubiera dormido hace das.

-Qu haces aqu?- pregunt la joven.-Estoy aqu porque tuve un accidente, pero parece que me estoy recuperando ms rpido de lo normal.-Cmo te llamas?- pregunt el Joven.-Daniel, Y ustedes?-Yo me llamo ngela- Dijo la Joven.-Y yo Klaus- Contest el Joven.-Yo estoy aqu por un accidente y me dae las piernas, ahora estoy en recuperacin, pero ya estoy mucho mejor- Dice ngela de forma algo perturbada.-Yo estoy aqu por un tema neurolgico, pase unos das sin dormir, pero ya estoy mejor y me voy maana.-Dijo Klaus, se le vea algo nervioso.-Curioso.- le dije algo impresionado.

Seguimos hablando sobre unas trivialidades hasta que lleg mi enfermera con un sndwich. Empec a comerlo mientras hablbamos.

-Bueno, es hora de que me tenga que ir a hacer exmenes.- Dijo Klaus.- Nos vemos.-Adis.- Dijimos ngela y yo juntos.-Y tu cuando te tienes que ir?- pregunt ngela-Si es que tengo suerte, maana.-Ah.- dijo algo decepcionada.-Qu sucede?-Es que me voy en una semana y no quera estar sola, mi madre no viene siempre a verme.

Me dio algo de lastima, verla as la verdad.

-Ya vers, de seguro alguien va a aparecer y te va a acompaar en tu estada, ya vers.- Y le sonre.

En ese momento la cara de ella se ilumin. Me sent feliz por haber ayudado en alegrarle el da a alguien.

-Eres una buena persona Daniel, Sabas?-Es bueno saberlo.- Dije sonrindole.

Despus de eso como que ella me agarr cario y me mostr todo el hospital, habremos estado unas 2 horas paseando hasta que vi a Mara entrar junto a mi madre por la puerta del hospital, en ese momento Mara me vio junto a ngela y parece que se enoj, fue directo hacia m y trat de apartarla, me tom de la mano y yo impresionado por eso, no supe que hacer.

-As est mejor. Te extra Daniel.- Dijo Mara.-Eh.- la mir con cara de espantado.

Desde que tuve el accidente Mara se puso cada vez ms controladora conmigo, la verdad es que no entenda por qu. Supuse que era por el miedo que pas.

Del espanto ngela dijo: Creo que me debo ir, y se fue rpidamente sorprendida y aterrada por lo que pas. Me sent mal por eso, pero no pude hacer nada. Y Mara dijo:

-Vamos a ver a tu madre, est con el doctor. De seguro tiene buenos resultados.

Fueron directo a mi habitacin en el hospital, ah estaba mi madre y el doctor, estaban conversando, mi madre se vea feliz as que de seguro eran buenas noticias.

-Daniel, llegaste! El doctor te tiene buenas noticias.-S, tus exmenes dicen que ests mejor.- Dijo el Doctor.

Mara fue la que ms se alegr en ese momento. Se puso a gritar de alegra y me abraz con todas sus fuerzas, supongo que fue por alivio. De alguna manera ese abrazo fue mgico, sent su alegra traspasada a m.

-O sea que me voy maana?- Pregunt-S, pero tienes que cuidarte, no queremos que te pase algo malo.- Contest el Doctor.-Nosotras lo cuidaremos.- Dice Mara entusiasmada.-Solo tendr que tomar estas pldoras, hay que darle una si se le presenta dolor en el cuerpo, aun que lo dudo.-Bueno, se las dar.- Dijo mi madre guardando la prescripcin en su cartera.-Yo con Daniel iremos a pasear en la cafetera, tengo hambre.-Dijo Mara y mi madre le levant el dedo pulgar para decirle que valla.

En ese momento Mara me agarr de la mano y me llev hacia la cafetera. En el camino se detiene, me mira y me dice:

-Tienes las manos ms sanas, te las has lavado menos?- Me dijo algo impresionada.-Estuve en coma una semana y en este hospital no he tenido la oportunidad de lavrmelas.- Contest.-Oh, verdad. Sigamos.- Dijo Mara y fuimos hacia la cafetera.

Ella fue a comer algo, yo mir hacia los lados a ver si estaba ngela, al darme cuenta que no estaba sent un alivio porque tena miedo de que peleara con Mara por su comportamiento. Despus de que Mara consigui un sndwich, me llev a una mesa donde nos pusimos a conversar.

-Cuntame de esa tal Nadia. La de tu sueo.- dijo Mara con la boca llena.-Fue raro la verdad, no siento que sean sueos. Son ms bien mensajes, como si quisiera comunicarse conmigo.-No creo en esas cosas la verdad- Contest Mara con la boca llena.-Yo tampoco crea la verdad, pero ahora s creo.- en eso Mara se limpia la boca y dice:-Cuntame del sueo.- Me dijo con seriedad.-Todo inicia en el parque Saint George, t me despiertas y me dices que hay que ir a la facultad, vamos, al llegar t te desapareces y ah aparece Nadia, ella como que se ve atrada en algo por mi y decide llevarme a un lugar secreto que ella solo conoca, la verdad era un lugar hermoso, me hizo prometerle algo y despus despierto, ah empieza toda la historia en el hospital.-Curioso.- Dice con la boca llena.-La verdad es que no se qu pensar ya sobre el tema.

De pronto en la mirada de Mara se poda ver que se le haba ocurrido algo, no logr contenerse y me dijo:

-Pero si estbamos en el Parte Saint George, tu sueo fue ac, en esta ciudad. O sea que ese lugar mgico que viste en tu sueo, existe de verdad. O eso creo.- dice Mara con emocin.-Podra ser. Cuando me recupere bien me quieres acompaar a ese lugar?- Le pregunt.-Tmalo como hecho.- dice Mara con alegra.

Despus de unos momentos Mara se termin su Sndwich y empez a hablar ms fluido.

-Ojal exista ese lugar, si dices que es hermoso, es que debe serlo.-Ojal exista.- le dije esperanzado.

Despus un pequeo silencio y mi madre entr con el doctor a la cafetera buscndonos, Mara no dudo el levantar el brazo y gritar: Aqu!. Mi madre sonri y fue hacia m y me abraz.

-Maana como a las 10 te vendr a buscar junto a Mara y nos iremos a casa ya?- Dijo mi Madre.-Bueno.- Le dije sonrindole.-Ahora nos debemos ir, y t tienes que ir a dormir para despertar temprano. Ya quiero que sea maana.- dijo mi Madre emocionada.

En ese momento Mara me abraza y dice:

-Te veo maana.

Despus de esa despedida se fueron. Al rato me volvieron a dar ese calmante y me enviaron a dormir.

Todava Queda

Eso fue lo nico que o esa noche en sueos por parte de Nadia.

Capitulo 3: Un nuevo da.

Hubo un momento entre sueos en el que pude pensar claramente, y pareca que el tiempo no avanzaba y pareca que nunca despertara, era un sueo lucido al parecer. Haba ledo algo de ellos, podas hacer lo que quieras puesto que tenas el control de tus sueos, o algo as, no recuerdo mucho. Era extrao porque no haba imgenes, era yo flotando en un espacio aparentemente infinito, todo negro como la muerte misma. Me puse a pensar en Nadia, a medida que mas pensaba en ella iban apareciendo algunas imgenes de ella en ese gran y oscuro espacio. De a poco empec a entender que mientras pensaba las cosas, imgenes venan representando lo que pensaba. En ese momento pens, Uno no siempre recuerda sus sueos en totalidad, Podr abrir partes de mi mente en este sueo?, vala la pena intentar. Me concentr y pens, S que es imposible que la mente invente rostros y personas, Ella debe existir!, Ella debe haber estado en algn lado! Aun que sea en una cafetera hace 10 aos, ella tuvo que haber estado en algn momento, aun que haya sido una actriz que haya salido en un comercial, De pronto se vinieron millones de imgenes, la mayora de mi Madre, Mara y David, tambin personas que vi por unos segundos en las calles, todo. Despus de ver todas esas imgenes, las cuales me dejaron bastante exhausto, no haba rastros de Nadia. Cuando vuelva a casa, si llego a tener tiempo, averiguar sobre personas desconocidas en sueos.

De pronto empiezo a escuchar voces en el lugar.

-Despierta! Ya te han venido a buscar!

En ese momento me despert y vi a una enfermera que estaba parada al lado de mi cama tratando de despertarme, a Mara en frente de mi cama con cara de preocupacin y a mi madre sentada tranquila al parecer chateando en su celular.

-Djalo tranquilo, si quiere dormir, lo esperaremos.- Dijo mi madre regaando la desesperacin de Mara.-Pero - Mara se voltea hacia mi madre.- Ha dormido mucho, Y llevamos un par de horas esperando!- En ese momento la enfermera dice:-Se ha despertado, o eso creo.- Mara se emociona al ver que abr los ojos y se sienta en la cama.-Ya es hora de irnos? - Pregunt somnoliento.-Si.- Dijo Mara.-Tengo que hacer unos trmites e iremos a casa- Dijo mi madre tranquila.- As que aprovecha de despedirte si es que conociste a alguien por ac.

En ese momento pens en ngela, la tierna chica que se senta sola en este lugar. Lo menos que poda hacer era despedirme de ella.

-S, tengo a alguien de quien despedirme.- En ese momento la cara de Mara cambi y dijo:-Te acompao, no quiero dejarte solo por ahora.

Record en ese momento el arrebato que Mara le hizo a ngela cuando me vio con ella. En ese instante supe que no iba a ser fcil despedirme de ella.

Me levante de la cama me vest con la ropa que trajo mi madre para salir del hospital y Mara enseguida me llev donde estaba la secretaria del hospital para preguntar en que habitacin dorma ngela.La secretaria con unos grandes lentes rojos y cara de amargada nos mir y dijo:

-Que desean?- Pregunt con una voz ronca y antipatica. Yo apoy los brazos en la barra que nos separaba a la secretaria de nosotros y le dije:-Sabe cul es la habitacin de una chica llamada ngela?-ngela cuanto? Tenemos 2 chicas con el nombre ngela internadas.- La mir con una mueca y le pregunt:-Me puede dar la informacin de las 2 chicas?-Habitaciones 201 y 103.- Contest indiferente.-Muchas gracias.- Le dijo Mara con una sonrisa angelical.

Mara me agarra de la mano y me lleva a buscar la habitacin 103, en el primer piso del hospital, al llegar a la puerta pude divisar que deca ngela Anderson, tocamos la puerta y entramos, haba una mujer postrada en la cama con muchas maquinas, se poda sentir la muerte susurrante en ese lugar y se notaba que deba de tener entre 25 y 30 aos, en ese momento supe que la ngela que buscbamos estaba en el segundo piso.

Mara algo espantada por haber visto esa imagen, me agarr de la mano y me llev rpidamente a las escaleras. Se not que esa imagen perturb la mente de Mara.

Al llegar divis que la puerta deca ngela Kingsleigh, pens enseguida Valla apellido, Mara rpidamente toco la puerta y la abri y vimos a ngela acostada en su cama viendo cosas en su celular un tanto aburrida. En el momento que vio que entr a la habitacin puso una sonrisa de oreja a oreja hasta que vio que tambin Mara estaba conmigo, ah puso cara de No me mates!.

-Que desean?- pregunt ngela aterrada.-Solo quera despedirme- Le sonre-Ah.- Se para con algo de dificultad.

En ese momento trat de abrazarla pero se neg puesto que tena miedo de que Mara hiciese algo y me dio un beso en la mejilla. Fue curioso porque lo nico que hizo Mara fue quedarse en una esquina callada. Creo que en algn momento libre que tuvo, debi pensar al respecto.

-Adis, cudate mucho y ojal encuentres a alguien con quien estar en el hospital.-Gracias.- Me Sonre. Y en ese momento Mara interrumpe:-Debemos irnos, de seguro tu madre termin los quehaceres para sacarte de ac.-Bueno.- Le dije-Adis Daniel.- Dijo ngela algo sonrojada.-Adis.

Al salir de la habitacin veo a Mara algo molesta pero tratando de mantener la compostura. Bajamos las escaleras y llegamos a la recepcin con mi madre esperando con mis cosas.

-Tardaron.- Dijo mi madre algo molesta-Lo lamento, pero no fue fcil encontrar a la chica de la cual me tena que despedir.- le dije.-No hay problema, vamos.- Dijo cambiando la cara.

Salimos del hospital y pude ver lo verde que era el lugar, extraaba el respirar el aire fresco de las afueras. Nos subimos al auto, un Volvo bastante lujoso de color rojo oscuro, no lo reconoc y me pareci extrao que nos subisemos a ese auto.

-Y este auto?- Pregunt.-Me lo prestaron mientras ven si pueden reparar el otro.- contest mi madre.

Caminamos y cuando intent subirme en la parte de copiloto me vino como un miedo incontrolable, grit y le pregunt a Mara si me dejaba ir atrs esta vez. Mara algo preocupada no tuvo problemas y dej que me sentara antrs.

Mi madre encendi el auto y partimos hacia mi casa, en el viaje aprovech de hacer preguntas:

-Y qu han hecho mientras yo estaba en el hospital?-Mara me acompa todos los das despus del accidente a ayudarme a hacer los quehaceres de la casa mientras yo estaba con dolor de cabeza, la verdad es que no hicimos mucho. Hablamos mucho de ti, eso s. Vimos que al accidente sali en televisin, pero no quisimos recordar lo sucedido y le cambiamos al televisor.-No recuerdo nada del accidente.- Dije, algo preocupado.-Y ser mejor que se quede as.- Contest Mara.- Eleanor, Qu comeremos hoy?-No lo s, no tengo ganas de cocinar, as que pedir comida china.-Ok.- contesta Mara y enseguida me pregunta:-A la tarde, si te sientes mejor, Me quieres acompaar al Parque?-Bueno.- Le contest.

Poco despus de eso llegamos a mi casa. Una casa bastante grande con un amplio jardn, era parecida a esas que se pueden ver en los suburbios de ciudades en Estados Unidos. Con unos flamencos de decoracin en la parte delantera. Siempre los odi, pero a mi madre le gustaban.

Nos bajamos en frente de la casa y Mara enseguida corri a tirarse al pasto del jardn. Mi madre la mir con ternura y entr a llamar al restaurant chino al que siempre llambamos los fines de semana cuando Mara se quedaba a comer.

Mientras mi madre llamaba me qued en la acera mirando a Mara estar tirada en el pasto sonrindome. Se le vea muy aliviada, para m que para ella se estaba cerrando un capitulo duro, puesto que si me perda a m, su vida tomara un cambio muy grande, de seguro pas mucho miedo y preocupacin. Con los 2 siempre fue as, ambos dependemos mucho del otro, pero de formas diferentes.

-Sabes? Creo que creciste unos centmetros desde el accidente.- Dice Mara relajada en el pasto.-Crees eso?- Mientras me tocaba la cabeza.- Yo me siento igual.-Eso parece.- Cada vez su voz se oa ms relajada hasta que cerr los ojos y qued dormida.-Creo que se merece dormir un poco. Estuvo demasiado preocupada por muchos das.- Dije.

Me sent en el pasto al lado de ella a mirar los autos pasar mientras llegaba la comida china. Mara era una chica excepcional, siempre preocupada y atenta. Siempre estuvo a mi lado, algunas veces muy protectora y maternal. Nunca entend eso, nunca fui un chico inmaduro como para que me agarrara ese cario tan extrao.

Me puse a ver la cara de Mara durmiendo, tena una sonrisa. Me alegr saberlo. Era como ver a un ngel durmiendo en mi jardn. Despus me qued esperando hasta que vi que la motocicleta del restaurant Chino estaba llegando por la esquina de la calle. En ese momento despert a Mara y fui a avisarle a mi madre que haba llegado el repartidor. Mi madre me pas el dinero mientras Mara reciba la comida.

Al recibirla, mi madre la racion para los 3 y dijo:

-Ustedes vallan arriba a comer, divirtanse, jueguen algo.- Con una sonrisa.-Pero, te dejaramos sola.- Dije preocupado.-No importa, divirtanse. Eso me hara feliz.-Bueno.-Gracias, Eleanor.- dijo Mara.

Subimos las escaleras y nos sentamos en la habitacin donde yo y Mara solamos jugar videojuegos antes del accidente. Mara al principio siempre perda, pero me es imposible ganarle actualmente en esos juegos.

Era una habitacin grande con un silln mirando hacia una tele sobre un mueble con varios objetos, tales como juegos, cuadernos y cosas as. En la pared haba varios dibujos pegados hechos por Mara. Mara era excepcional para el dibujo, a los 14 aos particip en un concurso de dibujo donde sali cuarta, desde eso solo dibuja con amigos. En la pared de enfrente haba una pizarra en la cual desde que ramos jvenes hacamos dibujos, conceptos y tareas. Realmente en esta habitacin haba mucha historia entre ella y yo.

-Sabes Mara? Me siento mejor, despus de esto vallamos al parque.- Ella feliz contest:-Bueno, ah podremos divertirnos ms.- Sonriendo.- Pero primero, descansaremos un poco.--Ok.- le contest.

Despus me par y prend la televisin para que no estuviera tan silencioso el lugar. Mara me exigi el control remoto y se puso a navegar en los canales hasta quedarse en su canal favorito. Un canal en el que pasaban comedias todo el da. Ella siempre fue de humor simple, se rea con mucha facilidad y eso a ella le encantaba. Se rea de chistes en televisin los cuales nadie se rea.

Mientras ella coma y vea televisin, yo disfrutaba or cmo se rea. Siempre tuvo una risa un tanto extraa y muy contagiosa.

-Y David sigui molestndote en la facultad?- Le pregunt.-No, desde el accidente se qued como indiferente al tema.- Contest.-Qu extrao, y yo que empezaba a pensar que le gustabas.- Le dije.-No creo. No es de esos chicos que se fijaran en alguien como yo.- Dijo y la mir con curiosidad.-El, Te gusta?- Le pregunt-Ests loco!? El es un idiota, le faltan cientos de aos de madurez como para que me pueda interesar.-Eres un laberinto, Mara.- Le dije y ella se ri.-T no me molestes, tu amas a ngela, La chica del hospital!- La mir con cara de risa y le dije:-Tu sabes que no es as! Solo dices eso para defenderte!

Mara en ese momento me gru e hizo un puchero.

-Vamos, no te enojes!- le dije, pero no hubo caso, estuvo as unos minutos hasta que escuch un chiste en la televisin y le dio un ataque de risa, eso le arregl el humor y seguimos conversando.

-Ahora que te sientes bien, podramos maana iniciar la bsqueda de ese lugar que decas en el sueo tuyo- Dijo Mara.-Puede que s, veamos el clima de maana y empezamos la bsqueda.

Despus de haber terminado de comer vimos la hora y eran las 3 de la tarde, Decidimos que era temprano para ir al parque as que decidimos tomar una siesta, yo en mi habitacin y ella en la habitacin de invitados que prcticamente ya era su habitacin.

Cuando entre a mi habitacin, sent una paz increble. No era una habitacin muy arreglada, solo una cama, un escritorio y un lienzo en la pared que me hizo Mara para cuando cumpl 18 aos. Me acost y sent la comodidad de mi cama una vez ms, pensando en eso me qued dormido prcticamente sin darme cuenta.

No recuerdo si so algo. Recuerdo haber escuchado la voz de Nadia pero eran susurros, no entend nada de lo que me dijo.

Me despert y vi a Mara sentada en mi escritorio haciendo caricaturas. Le encantaban los ratones y siempre hacia caricaturas sobre ratones. Uno poda saber su afn por los ratones cuando entrabas a su habitacin en su casa, lleno de peluches de ratones y cosas as, de hecho tena un ratn de laboratorio de mascota llamado Bigotes, el cual ella adora.

-Mara?- Le pregunt algo somnoliento.-Dime?- contest concentrada.-Sobre qu dibujas?-Sobre un ratn comprando queso en el mercado.- Contest.-Ah

Me levant y puse mi mano en el hombro de Mara y le dije:

-Vamos?-Ok, djame guardar esto.- Mara agarra el papel de su caricatura y lo guarda en uno de mis cajones y se para.

-Vamos en auto o caminando?- pregunta ella.-Caminando, es ms sano.- le contest.

Vi la hora y eran las 4 y media, bajamos las escaleras, nos despedimos de mi madre y nos fuimos.

Mara en el camino se puso a cantar sobre lo que vea en el camino, era algo desafinada pero con unas ocurrencias en la letra bastante cmicas. Me re mucho en el camino con ella. Siempre fue algo en ella eso de ser alegre. Su alegra se contagiaba y eso creo que me mantuvo de pie todos estos aos, ya que siempre he sido de naturaleza algo depresiva. Ella siempre fue como un ngel, y no soy el nico que opina eso.Una vez llegamos al parque, vimos que haba unos nios jugando de un lado del parque, as que nosotros fuimos al otro lado y nos acostamos en el pasto a ver las nubes.

-Esa parece una sierra.- dijo Mara.-Una sierra? Ests loca.-Hey! No me digas loca!- Me reclam.-Y pensar que aqu empez mi sueo.-Otra vez con tu sueo? Desde que despertaste pareciera que es lo nico que te importa.- dice en tono de queja.-Mira quien se queja, la ms obsesiva del grupo.- Le contest y me gru.- Gruona.- Le dije en tono de protesta.-Mira quien se queja, el ms grun del grupo.- Dice Mara en tono burlesco.

Y as seguimos una media hora peleando por idioteces y rindonos por esas mismas.

-Vamos a ver a David?- Pregunt Mara.-Para qu?- Pregunt.-El no sabe que hoy salas del hospital.-Enserio?- le pregunt impresionado.-Si.- dijo ella.-Hm, Bueno vamos.- le dije.

David viva como a 2 cuadras del parque, no era muy lejos en realidad.

-Y has visto a David mientras estaba en el hospital?-No. Solo en la facultad, pero la verdad es que no hablamos mucho.-Ah

Despus de eso no se me ocurra nada que decirle, as que decid quedarme en silencio hasta llegar a la casa de David, pero antes de llegar Mara me pregunt:

-Sabes cuando vuelves a la facultad?-Creo que mi madre tiene esa informacin en los documentos que le dieron en el hospital- Contest yo.-Bueno, eso me lleva a otra pregunta.-Dmela.- le contest.-Me puedo quedar a dormir en tu casa? Es la nica excusa que me viene para tener la oportunidad de preguntarle a Eleanor sobre eso.-Por m, no hay problema. Tienes que preguntarle t. Sabes que a ella le gusta que las preguntas para ella, sean para ella.-Si.- Contest Mara.-Bueno, ya llegamos.- Dije con satisfaccin. Ambos estbamos parados en la entrada a su casa. -Quien toca el timbre?- Pregunt.-Uf! Las preguntas que haces!- Se queja Mara y toca el timbre.

Esperamos unos instantes y enseguida la madre de David nos abri la puerta. Una mujer Rubia de ojos verdes medianamente alta de apariencia joven bastante amable.

-Que desean?- Pregunt ella.-Queremos ver a David- le contest.-Ah! Ustedes son los amigos de David. Pasen.- dijo sorprendida.

Entramos a su casa y haba olor a galletas, lo ms probable es que su madre estuviera preparando. El ambiente de casa de David siempre fue calmado, con una madre muy consentidora. Esas cosas explican algunas veces por que David es inmaduro en ciertas ocasiones.

Despus de un rato de espera, yo ya estaba con hambre por el olor. Baj David algo despeinado, lo que no era muy comn en el.

-Oh! Daniel! Cmo ests?- Dijo David con un tono clido.-Bien, sal hoy del hospital. La verdad es que estoy mucho mejor.-Vamos, Vamos cuntame lo sucedido- dijo David guindonos a la sala de estar donde haba una mesita rodeada de sillones de cuero.-Ehm.- No saba por dnde empezar.-El Accidente, no recuerdo nada de l, solo recuerdo que bamos en la calle, cruzamos un semforo en verde y todo negro.-Adems de que Daniel tuvo un sueo- Intervino Mara.-S! Dicen que sueas cosas raras cuando ests en esa especie de coma. Cuntame de tu sueo.- Dijo David emocionado.

Le cont de mi sueo y la verdad que qued bastante impresionado.

-Esa mujer ha de ser una metfora de tu subconsciente.- Dijo David-Metfora?-Preguntamos yo y Mara al mismo tiempo.-S, una metfora. Algo te quiso decir tu subconsciente con eso.-Podra ser- Dijo Mara en tono reprochante mirndome.-No creo.- Contest.

En cambio a lo que deca David, yo crea que Nadia era real. Que no era un simple sueo, que de alguna forma ella trataba de conectarse conmigo.

De pronto la madre de David amablemente viene con un plato grande de galletas hechas por ella para que comamos mientras pasamos el rato ah.

-Muchas gracias seora Sturm.- Dije con cortesa.-No hay de que, llmame Stelle.- Respondi la madre.-Gracias Stelle!- Agreg Mara con alegra.-Cuando quieran! - y se retir del lugar.-Mmm! Estas Galletas son muy buenas!- Exclam Mara.-S, son una receta de la familia Sturm.-Hablando de Sturm, Y tu padre, David?-Mi padre est trabajando, ha de llegar como a las 7 de la tarde- Dijo David comiendo una galleta.-Eso es en media hora, David.- Dije con cara de Me ests molestando?.-Tan rpido pas el tiempo?!- exclam David.-Al parecer si- Dijo Mara.-Wow, siempre pasa el tiempo rpido con ustedes.- dijo sorprendido-Al parecer si.- le contest

El Seor Sturm o Jack Sturm es un vendedor de renombre en la ciudad, se dice que la empresa que toca se vuelve oro gracias a sus ventas. Adems de ser buen vendedor, es un gran hombre, la verdad es que es muy amable y simptico, con una habilidad increble para entender a los jvenes, es un padre envidiable la verdad.

De pronto sentimos un auto estacionarse y David levant la mirada como un suricato, era el seor Sturm llegando. Los 3 nos quedamos en silencio esperando que abriese la puerta. Cuando la abri salud a la seora Sturm y dirigi su mirada hacia nosotros. El seor Sturm era un hombre alto rubio con el pelo largo tomado en una cola de caballo, lentes para ver mejor, vestido con una camisa y pantalones de vestir.

-Hola chicos! Cmo estn?-Bien!- Contest Mara.

Hasta que se dio cuenta que yo estaba ah.

-Daniel? Eres t?- Pregunt Jack.-S, seor.- Contest.-Cmo ests? David me cont lo sucedido. Te Recuperaste bien?-Al parecer me recuper ms rpido de lo normal, y s, estoy bien. Gracias por preguntar.

El seor Sturm siempre fue muy preocupado por m, ya que me vio algo inadaptado en la sociedad. Siempre le tuve afecto por eso, fue como un padre en varios momentos, aun que no fueran muchos ya que solo conoca a David por un poco lapso de tiempo.

-Veo que estn comiendo de las famosas galletas.- dice Jack.-Si.- Contesta Mara alegremente.-Que les ponen? Estn muy buenas.- contesto comiendo una.-Es un secreto.- contesta Jack mientras David re por el tema.-Bueno, me tengo que ir a hacer diapositivas para un proyecto. Suerte, Daniel.- Dice Jack sacudindome el pelo en forma cariosa.

Ah el seor Sturm se retir tarareando una cancin.

-Ah, antes de que se me olvide, Trajiste la caricatura?- le pregunta David a Mara.-Siempre lo traigo, ya que nunca se cuando te voy a ver y cuando no.- Mara saca una memoria para computador.

Resulta es que David es uno de los pocos que adora en su mxima expresin las caricaturas de ratones de Mara y siempre le pide que le traiga una nueva cada vez que se ven. Mara hace eso con gusto ya que le alegra que haya gente que valore sus caricaturas que hace con tanto cario. Recuerdo el da que una vez me hizo llorar de la risa con uno, Mara con el tiempo ha tomado mucha habilidad para crear caricaturas y comics, lo nico repetitivo es que siempre son ratones.

-Te va a encantar este.- Dice Mara alegremente.-Si? Anso verlo.- contesta David.-Es de los mejores.- Dijo Mara con tono de confiada.-Ya, relajen con el tema de la caricatura, me estn cansando.- Dije yo-Ve la hora.- Dijo Mara.-Las 8.- Dijo David.-Es hora de irse.- Dije con un tono de cansado.-Bueno.- Contest Mara.

En ese momento nos paramos, me desped personalmente del seor Sturm y despus de David y su Madre.

Caminamos con Mara, se empezaba a ver la luna creciente muy radiante, empezaba a hacer frio as que tratamos de llegar rpido. Mientras caminbamos miraba la luna salir mientras Mara trataba de poner tema de conversacin.

-Que bella que est la luna.- Dijo Mara nostlgica.-Siempre ha sido bella la luna la verdad.-Eso es cierto. La luna es una de las maravillas del universo.-S.- Contest

Pasamos por la casa de Mara, pero yo me qued fuera de la casa para no tener que saludar. Ella al salir sali con un pijama rosado con flores en la mano para pasar la noche en mi casa, la verdad esa imagen de ver a Mara salir por la puerta con ese pijama fue muy tierna.

Al rato llegamos a mi casa y Mara se desapareci por un momento mientras yo le comentaba a mi madre que habamos comido muchas galletas as que no deba preocuparse por cocinar, lo cual la alivi mucho. Despus escuch a Mara bajar las escaleras y la vi, estaba con ese pijama que al parecer era nuevo y lo estaba estrenando.

-Como me veo?- Pregunt Mara.

No saba que decirle, se vea linda, pero rara vez acostumbro decirle si se ve linda o no. En realidad no s por qu ser.

-Me encant tu Pijama!- dijo mi madre.

Y de ah se quedaron hablando sobre el pijama en cosas como Dnde lo compraste? y cosas as.

-Ah, antes de que se me olvide.- Dijo Mara.-Qu sucede?- pregunt mi madre con curiosidad.-Cuando vuelve Daniel a la Facultad?-La prxima semana termina su licencia.

Hoy era mircoles y terminaba todo el prximo mircoles. Tena tiempo para averiguar sobre el tema de Nadia, eso me alivi.

Pas el rato y nos fuimos a dormir ya que yo estaba agotado. Al acostarme en mi cama y preparndome para dormir siento que alguien abre la puerta.

-Quien est ah?- pregunt con voz cansada.-Yo.- Contest una voz.

Reconoc en ese momento que era Mara. Ella siempre fue as, le gusta hablar antes de ir a dormir.

-Que necesitas?- Pregunt mientras ella se sentaba en mi cama despus de prender la luz.-Quiero hablar.-De qu?- pregunt-De que quiero que me prometas algo.-Qu cosa?- Pregunt cansado.-Va a haber un concurso de caricaturas el lunes y quiero que ests t ah para apoyarme.

Era complejo eso. Ella nunca haba asistido a un concurso de caricaturas desde los 14 aos por ese trauma de no haberlo ganado. Me preocupaba de que le fuera mal pero conocindola ella iba a ganar ahora as que decid decirle que s.

-Estar ah, lo prometo. Ahora djame dormir.-Gracias!- Salta y me da un beso en la mejilla y se va saltando.-Nunca entender a esta mujer.- Dije ya con la cara sobre la almohada.

Y me qued dormido una vez ms.

Capitulo 4: El Compromiso.

Estuve unos momentos flotando en la nada hasta que aparec en una gran plaza donde haba una iglesia episcopal muy hermosa, an ms hermosa y grande que la que vi en mi primer sueo, se notaba que estbamos en otoo, en la plaza todos los rboles estaban anaranjados y se senta el viento fresco correr moviendo las hojas de un lado al otro. Yo estaba con un traje de etiqueta muy lujoso con detalles de costuras muy finas y tan suaves como el ptalo de una flor. Estaban todos mis conocidos, los cuales no eran muchos. Mi madre estaba algo mayor con canas y arrugas. Ella estaba muy feliz, como si algo grande fuera a pasar. La pregunta sera, Qu cosa iba a pasar?

David estaba a mi lado, estaba grande y muy parecido a su padre. No vea a Mara en ningn lado.

-Ests listo?- Me pregunt David.-A qu te refieres?- Le pregunt-Al Matrimonio. Idiota.- Contest preocupado y enfadado.-Quien se casa?- pregunt de forma ingenua.

En ese momento la cara de David pasa a ser de Indignacin.

-Tu! Quin ms?

Me qued congelado. Casarme? Tengo 19 aos, no estoy en edad de casarme. Algo raro sucede aqu pens. Y me atrev a preguntar:

-Con quin me caso?-Ests de broma, no? Con Nadia, la Chica de tus Sueos!

Y pens Nadia?.

-Y dnde est Nadia?- pregunt-An no llega, de todas formas tu matrimonio es maana. Hoy vamos a tener una cena formal en un restaurant cercano y decidimos reunirnos ac para ver la Iglesia antes del Matrimonio. Acaso tienes amnesia?- Pregunt David con indignacin y algo de preocupacin.

Pens: Que raro, no logro recordar nada.

-Y cuando llega Nadia?-En cualquier momento, sali hace 15 minutos a buscar una cosa que olvid en casa.

Poda ver que estbamos en el centro de la ciudad, yo no conoca nada de la zona puesto que yo siempre viv en los suburbios.

De pronto despus de tanto mirar los edificios me fij que un auto negro muy lujoso con detalles plateados y los vidrios polarizados, se estacion cerca.

-Ah viene ella.- Dice David.

En ese momento me puse muy nervioso. No saba qu hacer y casi salgo corriendo de los nervios.Del auto sale Nadia. Estaba hermosa, grande y al parecer un poco ms alta, con un vestido de esos de seorita de los 40, amarillo con detalles rojos y su pelo estaba un poco ms rojizo de lo que recordaba. Ella al verme se le vio una sonrisa algo eufrica. Corri hacia m y me abraz diciendo:

-Amor mo. Por fin te veo.

La verdad es que no saba qu hacer. Realmente me iba a casar con Nadia?

-Qu te pasa? Te veo algo raro hoy.- Me dice Nadia algo preocupada.-No, no me pasa nada.- Dije nervioso.-Yo te conozco, s cuando te pasa algo.- Me contesta Cortantemente.-Nada, enserio. Solo estoy un poco nervioso.-Ah.- Dice algo desconcertada.- David nos puedes dejar solos un rato? Quiero caminar con l.-No hay problema.- Contesta David.

Nadia me llev a un lugar apartado de la plaza donde al alejarnos me tomo de la mano.

-Se que algo te sucede, Daniel. Y quiero que me lo digas.- Dice Nadia sin cambiar su tono normal de voz.-Estoy nervioso. Nada ms. Me cuesta asumir que maana me casar.-No lo ests.- Me dice sonriendo.-Pero-Pero nada.- Me interrumpi.- Maana ser el da ms feliz de nuestras vidas, en eso te debes enfocar.

Sus dulces palabras me calmaron un poco. Pero segua estando nervioso. Una parte de mi no entenda que suceda.

-Vamos. Tu familia nos espera para esa cena. Todo va a salir bien. Te lo prometo.- Me dijo Nadia con un tono muy clido.-Bueno. Vamos.- Dijo un poco ms tranquilo.

Algo haba cambiado en ella desde la ltima vez que la recordaba. Era ms clida y cariosa, tambin ms madura.

Caminamos en un ritmo bastante lento hasta el resto. Pareca que Nadia quera disfrutar cada segundo conmigo como si pensara que me fuera a perder. Poda sentir su cario irradiar de su presencia.

Llegamos hasta donde estaba David y mi Madre y fuimos a los vehculos. David fue solo en su vehculo y yo con Nadia fuimos en el de mi madre. Una vez dentro del auto empezamos a hablar.

-No recuerdo muy bien como se conocieron.- Dijo mi Madre.-En la facultad. Fue todo muy extrao.- Dijo Nadia.- Pero estoy feliz que eso haya ocurrido.

En ese momento Nadia me tomo con fuerzas la mano.

-A qu Restaurant vamos?- Pregunt-Al (Sonido Extrao). Acaso no recuerdas?- Contest Nadia.-Perdn. Es que sigo nervioso.- Contest avergonzado.

-Me hace tan feliz que por fin haya encontrado a alguien.- Dijo mi Madre alegremente.-Y a m me hace feliz haberlo encontrado a l.- Dice Nadia con una cara que transmita armona y amor.

Claramente Nadia ha madurado mucho. No logro recordar nada como para saber que la hizo cambiar.

-Y Seora Hoffmann--Llmame Eleanor.- Interrumpe mi madre.-Bueno. Eleanor, Qu vestido crees que debera usar? Tengo uno negro y otro blanco. Ambos son hermosos.-Te veras mas angelical de blanco.- Intervine.-Eso es verdad.- Aadi mi Madre.-Blanco ser entonces.

De pronto llegamos al restaurant y unos minutos despus lleg David. Era un restaurant gigantesco y muy lujoso, con detalles de madera en las paredes y mesas con manteles negros y pauelos blancos. Nos sentamos todos en una mesa familiar y Mi madre junto con David empezaron a hacerle preguntas a Nadia. Al parecer no la conocan mucho.

-Cuando se dieron cuenta que estaban enamorados?- Pregunt David.-Creo que al vernos la primera vez ya se torn evidente. Era extrao. Al verlo supe que poda confiar en l. Empezamos a Salir sin decirle a nadie unos 3 meses despus.- Contest Nadia- Pero hubo una poca difcil, cuando me tuvieron que internar por problemas emocionales. Daniel siempre estuvo a mi lado y me ayud a tomar prcticas para armonizarme.-Prcticas?- pregunt mi madre.-Artes Marciales y Meditacin.- Contest Nadia.

Eso explica por qu es tan serena ahora. pens.

-Pero bueno, esos son temas para otro da.- Dijo mi madre.-Ahora estoy feliz con mi Daniel.- Dijo Nadia abrazndome un brazo.

En el momento que ella me dice eso todo se torna blanco con imgenes movindose por todos lados con Nadia frente a m.

-Daniel.- Dijo Nadia tranquila.-Dnde Estoy?- Pregunto.-Daniel!- Exclam Nadia ms nerviosa.-Qu Sucede?- Vuelvo a Preguntar pero ms exaltado.

Despus se escucha un grito desgarrador indescriptible el cual me asusta.

-Nadia?-No me olvides.- Dice con una voz dbil, como si estuviera herida, pero sin moverse de su posicin inicial.

Despus de eso despert. Pero sabiendo que si me mova Mara ira a saber que estaba despierto as que no me mov por unos minutos para pensar al respecto.

Capitulo 5: La bsqueda.

-No te hagas el dormido.- Dijo Mara de forma reprochante.-Cuando te diste cuenta?- Le pregunt somnoliento.-Hace unos minutos.

Resulta que Mara haba despertado hace un buen rato y estaba observndome mientras esperaba que despertara.

-No me mires tanto.- Dije yo, levantndome de mi cama.-No tena otra cosa que hacer.- Contest ella jugando con su pelo.

En ese momento me levanto y Mara se para y me da un abrazo.

-Me da tanto gusto que ests de vuelta.

Le Sonre y fui a buscar ropa para ir a baarme. Aun que suene extrao, con Mara tenemos el habito de que cuando uno de los dos se baa el otro se sienta al lado de la puerta del bao esta estando entre abierta y solemos conversar.

-Y cmo planeas ayudarme a buscar el mgico lugar de mi sueo?-En mi casa tengo un mapa de la ciudad. Perdn, pero como describas ese lugar? Eso nos puede ayudar a encontrarlo.-Era en un Cerro. Un mirador, segn recuerdo.-Un Mirador- Dice Mara.-No alcanc a ver como estabas vestida. Ya te duchaste?-S. Estoy con mi chaqueta favorita y unos jeans.

Ella siempre usaba esa chaqueta. Una chaqueta de cuero sinttico color caf claro que se ajustaba bien a la forma de su figura. Le gustaba usarla cuando haba ocasiones especiales.

-As que iremos a tu casa.- Dije saliendo del bao ya vestido.-S.-Bueno. Entonces vamos.

Bajamos las escaleras y fuimos a la cocina donde mi Madre.

-Van a salir?- Pregunt Eleanor.-S, Vamos a casa de Mara y despus vamos a buscar un lugar en la ciudad. Tal vez volvamos a la noche.- Le dije.-Promteme que te vas a cuidar.-Estar bien.- Contest.

Le di un abrazo a mi madre y nos fuimos en direccin a casa de Mara, la cual no quedaba lejos.

-Qu haremos si ese lugar es real?- Pregunt.-No s. Sera extrao. Seguro que no fuiste a algn Mirador cuando ms pequeo antes de que nos conociramos?-Seguro.

Al llegar a la casa pude ver que en la entrada deca Familia Candlelight. El apellido de Mara que siempre encontr que le vena mucho a su personalidad. En aquella casa viva Su Madre y su Hermana. Su padre viva en otro lugar ya que sus padres estaban separados.

Llegamos a la puerta y nos abri su hermana. Sabrina Candlelight, la hermana menor de Mara, una chica algo sombra de forma de ser con el pelo teido negro. Su apariencia recordaba a un Vampiro. Sola estar encerrada en su pieza escuchando msica pesada en volumen alto. De todas formas detrs de esa apariencia se encontraba una chica dcil y amable, pero nunca tanto como Mara.

-Daniel, estaba preocupada por ti!- Exclam Sabrina, mientras me daba un abrazo.- Cmo te encuentras?-Mucho mejor, gracias.- Le contest-No me vas a saludar a mi?- Dijo Mara de forma regaante.-Hola.- Contest Sabrina con un tono frvolo.

Sabrina era as con sus familiares. Bastante fra, un tempano era caliente comparado con ella. Pero con las otras personas poda ser muy adorable o tambin muy agresiva, dependiendo de quien fuese.

Sabrina era muy similar de cara a Mara pero tena el pelo ms largo adems de ser negro y con ropa negra y con los mismos bellos ojos.

-Qu desean?- Pregunta Sabrina.-Venimos a ver unas cosas y despus tenemos que salir.-Nuestra Madre est?- Pregunt Mara.-No, sali a comprar unas cosas y vuelve enseguida.- Dijo Sabrina algo desganada.

Sabrina se movi y nos dej entrar. La casa de Mara era muy pulcra, se poda sentir el olor a cloro y desinfectantes que emanaba del suelo. Todo muy limpio a excepcin de la habitacin de Sabrina. La casa era de un piso y Mara posea 2 de las 5 habitaciones para ella. Una de esas era un estudio donde ella hacia dibujos y escriba y la otra era su habitacin. Saba que una era la habitacin de Sabrina y otra de su madre, pero haba una enigmtica habitacin que nunca supe para que era.

-Vamos a mi estudio. Ah tengo el Mapa.- Dijo Mara.-Bueno.- Contest.

El estudio tena un escritorio con varias luces y lpices de diferentes tipo y del otro lado del lugar haba una mesa con 2 sillas de esas acolchonadas, de cuero negro y sin respaldo, en las cuales si pasabas mucho tiempo sentado se te adheran los pantalones a ellos. Haba un extrao olor a marcador de pizarra y pinturas en el ambiente.

Nos sentamos en esas sillas y Mara puso el mapa. Se notaron solo 3 cerros en este sector de la ciudad.

-El Cerro Saint George, El Cerro Saint Gabriel y el Cerro Stern. Tenemos tiempo para visitarlos todos.- Dijo Mara relajada.-Primero al Saint George porque queda ms cerca y al final el Cerro Stern.-En orden de lejana. Me Parece.- Dice Mara.- Pero primero almorcemos ac para ir con ms energa.Y as fue. Minutos despus lleg la Madre de Mara. Juliet Candlelight, aun conservando su apellido de casada. Era una mujer extraamente ms alta que Sabrina y Mara. Con los mismos grandes y radiantes ojos plateados, adems del pelo un poco ms oscuro que el de Mara.

-Daniel! Qu agrado de verte de vuelta!- Exclam.-Muchas gracias seora Candlelight No le molestara que me quedase a almorzar?-No hay problema, siempre eres bienvenido aqu.- Dijo amablemente y luego aadi- De Todas formas est todo listo as que vallan a sentarse.

Pasaron por mi mente esas palabras y como un misil fui directo al bao a lavarme las manos con velocidad para poder estar listo para comer. Me las habr lavado unas 3 veces para sacarme la sensacin de suciedad mientras Mara me miraba con desaprobacin.

Al volver nos sentamos en la mesa. Yo me sent al lado de Sabrina y frente a Mara Mientras Mara sentada al lado de su madre.

Nunca me haba sentado al lado de Sabrina y eso hizo que ella se ruborizara. Siempre estuvo el problema que yo aparentaba gustarle y lo cual pona de un humor iracundo ms all de mi comprensin a Mara.

-Y a donde van a salir?- Pregunt la Madre de Mara.-A buscar algo relacionado a un sueo que tuvo Daniel cuando estuvo en el hospital.- Contest Mara.-Un sueo?-Pregunt Sabrina muy Curiosa.-Un sueo que pareca muy real.- Dije con nostalgia.-Yo s mucho de sueos.- Dijo Sabrina con la voz temblorosa y muy nerviosa.- He ledo muchos libros al respecto.-No tenemos tiempo para eso.- Interfiri Mara algo celosa.-Bueno Me tienes ac si un da me necesitas.- Dijo Sabrina nerviosa.-Gracias. Lo tendr en mente.- Le contest.

Ella me sonri. No era muy comn ver a la pequea Sabrina sonriendo.

Al Rato terminamos de comer, y fuimos a buscar el auto de la madre de Mara que nos haba prestado para poder ir a los diferentes lugares que tenamos que visitar.

Primero era el Cerro Saint George que curiosamente se llamaba de la misma forma que el parque que solemos frecuentar con Mara. De todas formas estaban bastante cerca el uno del otro y podran estar relacionados.

Fuimos y cuando empezamos a subir por el camino me vino un recuerdo casi como un rayo atravesando un rbol:

Estamos llegando, mira hacia afuera, es muy lindo este lugar y pensar que no hemos salido de la ciudad

En ese momento mir hacia afuera y vi que el lugar no se pareca. Pero quien sabe, tal vez mi memoria fallaba.

-Pas algo?- Pregunt Mara mientras conduca.-Nada. Todo est bien.

-Te parece familiar el lugar?- Pregunt Mara.-No. Creo que no es aqu.- Contest.-No hay problema, pasaremos un rato para conocer de todas formas.- Me Dijo con una sonrisa optimista.-De todas formas es lindo el lugar.- dije.

Era un camino en medio del bosque precioso. Era irreal y absurdo que tanta belleza se pudiera encontrar dentro de la ciudad, lleno de arboles vivaces y alegres. Un verde ofuscante y la vista de los suburbios de la ciudad a los alrededores.Despus llegamos al mirador del cerro en donde nos bajamos.

-Es muy linda la vista.- Dice Mara con un brillo radiante y contagioso de alegra en su mirada.-Si encuentras este lugar bello. Cuando veas el de mi sueo te impresionars.-Ojal sea real.- Dijo Mara ilusionada.-Eso solo el destino lo puede decir.

Mientras Mara se quedaba emocionaba contemplando la vista yo me quedaba viendo los mapas para saber cmo podamos llegar al cerro Saint Gabriel. De ah record la vista que tena desde el mirador en el sueo y tanto como el Cerro Stern y el Cerro Saint Gabriel tenan vistas similares, pero de diferentes perspectivas. As que ambos eran posibles.

Me estoy acercando. Pens.

-Daniel, ven! Mira!- Exclam Mara con mucha energa.-Qu pasa, Mara?-Las nubes se pusieron y se pueden ver los rayos del sol.- Dijo emocionada.

Fui donde ella y nos pusimos a ver. Se poda ver como unos rayos de luz caan del cielo sobre la ciudad, se vean tan ntidos que pareca que uno poda agarrarlos. Ella de la emocin me empez a apretar la mano. Le encantaban los fenmenos de luz que ocurran cada cierto tiempo.

Pasaron unos minutos y Mara me tom del brazo. Nunca le haba dejado hacer eso, pero esta vez se lo permit. Habremos estado unos minutos as hasta que record que el da no era eterno y que tenamos que ir al siguiente cerro.

-Mara, es hora de irnos.- Le dije.-Si.- Contest algo melanclica.-Vamos, tenemos todo el ao para volver aqu. Ahora tenemos algo que hacer.-le aad tratando de animarla.-Bueno.- Dijo alegre.- Pero promteme que volveremos.-Promesa.

Nos subimos al auto, Mara como conductor y nos fuimos de ah contemplando ese bello lugar.

-Impresionante que hayan lugares tan bellos en la ciudad y que no los conociramos.- Coment Mara.-S. Deberamos salir a explorar ms seguido.- Aad.-Cambiando de tema. Qu tienes con mi hermana?- Dijo Mara de forma algo interrogante y amenazante.-Nada. La conozco de aos y le tengo cario. Nada ms.- Le dije algo sorprendido con la pregunta.

Mara me gru con esa ira celosa que suele tener. La verdad es que no entiendo mucho a Mara. Por qu ser ella tan celosa conmigo?

Momentos despus logramos salir del cerro y fuimos directo al siguiente lugar.

-En algn momento me dejars hablar con Sabrina sobre los sueos?- Pregunt-No.- Contest con un tono cortante y no me volvi a contestar otra pregunta similar.

Mara. Una chica difcil. Siempre fue as conmigo. Recuerdo que tena una pretendiente cuando tenamos 14 aos. Mara logr asustar a aquella chica. Recuerdo que eso fue por que termin pasando ms tiempo con ella que con Mara, lo cual no le gusta.

Llegando al cerro las nubes se fueron y empez a hacer ms calor. Era extrao que el clima cambiara tan bruscamente la verdad.

Entramos a un camino de tierra que daba la subida del lugar. Al adentrarnos nos dimos cuenta que este cerro estaba descuidado. Seco con las plantas algunas sin vida y otras muy cansadas con las ramas dando al cielo como si fuera una plegaria para pedir agua. Desde este cerro haba ms visin de la ciudad ms que nada. Se poda sentir el abandono si uno pona el odo a escuchar el ambiente, carente de aves, animales y de vida en s.

Llegamos a un mirador algo abandonado que daba depresin verlo, la verdad. Estacionamos y nos bajamos a estirar las piernas de todas formas.

-Ac no es, de eso estoy segura.- Dijo Mara.-Ests en lo correcto.- Contest.-Ojal sea el Cerro Stern. Si no esto habr sido un desperdicio.-No lo creas. Pasamos un momento bastante lindo en el cerro Saint George.- Me dijo con una sonrisa.-Eso es verdad.- Le aad.

-Quieres encontrar a Nadia Verdad?- Pregunt Mara preocupada-No lo s.- le dije, algo afligido por el ltimo sueo.-Vamos al Cerro Stern?- Pregunt Mara emocionada.-Vamos.- Le contest.

Bajamos por el camino y fuimos directo al Cerro Stern. Me puse a leer en la gua y deca que el Cerro Stern era conocido por su espiritualidad y porque era un lugar privilegiado para ver las estrellas. Un momento! Ver las Estrellas?

-Dnde Estamos?-En un mirador que descubrimos con mi padre cuando era una nia. Hay muchos lindos recuerdos aqu mirando las estrellas.

Record ese fragmento de conversacin con Nadia. Era el cerro Stern y ahora estoy seguro de eso.

-Que pas, Daniel? Tu cara se ilumin como nunca antes.- Dijo Mara sorprendida.-Es el Cerro Stern. De eso estoy seguro.- Dije confiado.-Veremos.- Me dijo con una sonrisa.

Empezamos a subir por el Cerro Stern entrando por un parque de proporciones picas de una belleza inmaculada. Tena un estanque con cisnes y unas estatuas de ngeles hechas de mrmol con un moho subiendo de una manera reptante. Baj la ventana y poda sentir la humedad en el aire, era verdaderamente relajante. Cerr los ojos y empec a sentir las aves volando en los alrededores y anidando en rboles, el canto de los cisnes y el sonido del viento. Ese parque era algo ajeno a la realidad, realmente pens que estaba soando de nuevo.

Mara estaba tan emocionada como yo y algo rabiosa por nunca haber venido a este lugar antes.

Empezamos a subir el cerro y llegamos a un lugar con 2 caminos. El de la izquierda que era ms empinado y no pareca haber usado en mucho tiempo puesto que tena daban una sensacin de abandono y el de la derecha, un camino que al parecer todos ocupaban.

-Qu camino, Daniel?- Pregunt Mara.

Me qued sin moverme un momento y sent que una parte de mi me deca qu camino tomar.

-El de la izquierda y no me cuestiones.- Le dije de forma cortante.-Bueno.- Dijo algo sorprendida.

Subimos y llegamos al mirador de mi sueo. La verdad es que me qued atnito por unos segundos. No lo poda creer. So con un lugar que nunca haba visto en mi vida y era exactamente igual al de la realidad. Era un mirador que no tena sillas ni nada. Un espacio de tierra rodeado por bosques desde los que se poda ver toda la ciudad en su mximo esplendor. Una belleza intachable e incuestionable. Y haba de ser ms bello durante la noche.

Nos bajamos del vehculo, ambos boquiabiertos.

-Es ac. Cierto?- Dijo Mara an sorprendida.-S. Es ac.- Le contest con voz temblorosa.-Cmo puede ser?- Pregunt.-No lo s. Lo nico que se, es que esto es real.- Le repliqu.-Pero si tu sueo es real. Ella ser real?- Dijo sorprendida.-No lo s.- Respond ponindome las manos en la cara en seal de impresin.-Comamos algo?- Pregunt Mara cambiando el tema.- Me ofreci de forma tierna.-Cundo trajiste comida? No te vi entrarla al auto.- Le pregunt algo sorprendido.-Hago muchas cosas sin que te des cuenta, Daniel.

En ese momento Mara saca dos sndwiches que tena guardados en un lugar del auto que no alcanc a ver.

-Jamn y queso. Siempre sabes lo que me gusta.- Le dije sonriendo.-Pongo mucha atencin en tus gustos. No me sentira buena amiga si no fuese as.- Me respondi sentada en la parte delantera del auto mientras se coma su sndwich.-Ahora que encontramos este lugar. Qu hars? Supongo que esto te motivar a encontrar a esa mujer No?- Dijo comiendo su sndwich con una pasin que solo le veo tener cuando come algo muy bueno.-No lo s. Tengo que pensarlo. Pero el siguiente paso va a ser importante, solo s eso.

De un momento al otro record que en el sueo Nadia me llevaba a por un camino secreto oculto entre arbustos hasta un camino rupestre, hasta llegar a la cima.

-Mara, sgueme.- La tom de la mano y la llev por los arbustos por el camino del sueo hasta que llegamos a la cima. Llegamos cansados y ya iba a anochecer.

Se vea la luna brillar en el ocaso desde donde se poda ver la ciudad entero en su mximo esplendor. Tanto como Mara y yo quedamos perturbados por la belleza de la vista del lugar. Cuando Mara se puso a decir cosas sobre lo bello que estaba todo, yo empec a verlo todo borroso y frente mo se apareci la imagen de Nadia.

-Llegaste. No puedo creerlo. Empezaba a perder la fe.- Dijo Nadia con un tono extrao.-Nadia?-Ests cerca, Daniel. No tanto como me gustara, pero lo ests.- Me afirm. Su voz se escuchaba con poca fuerza.-Nadia

En ese momento se desvaneci y pude ver a Mara a unos cinco centmetros de mi rostro con cara de preocupacin abismal.

-Ests bien?- Pregunt con preocupacin.-Eh. S, creo que estoy imaginando cosas.- Contest algo aturdido.-Se hace tarde, creo que deberamos irnos.- Dijo sonrindome.

Bajamos hasta el mirador en silencio. Se vea que Mara tena dudas sobre lo que haba pasado pero no dijo nada.

Al llegar al mirador, Mara me pidi unos minutos para ella hablar por telfono. No pude averiguar que estaba hablando pero se notaba tranquila, as que no me preocup.

Despus de eso nos subimos al auto y empezamos a hablar en el camino.

-Daniel?-Que sucede?- Pregunt-Ya lo habl con mi madre. Me quedar a dormir a tu casa una vez ms porque estoy preocupada por ti.- Me dijo en tono maternal.-Por qu? Yo estoy bien.-Se que no es as, osino no te hubieras quedado congelado cuando llegamos a la cima.- Me reprendi.- Pero de todas formas si estuvieras bien, quiero asegurarme.-Bueno. De todas formas me hace bien tu compaa.

Mara me sonri y se qued callada el resto del viaje.

Habr sido Nadia de verdad? O solo fue una alucinacin? Pues yo lo vi muy real. No s qu pensar.

Al entrar con el vehculo en los suburbios pens: Por qu yo? y la verdad es que no puedo contestar eso. Senta en mi corazn que la obsesin por Nadia iba aumentando.

-Llegamos. Son ms o menos las 9:30 as que saludamos a tu madre, hacemos algunas cosas y a dormir.- Dijo Mara con un tono entre maternal y aliviada.-Hoy fue un da largo la verdad.-S, lo fue.- Contest.

Mientras Mara estiraba sus msculos fuera del auto yo fue a tocar la puerta ara que mi madre nos abriese.

-Daniel! Cmo te fue?- Pregunt mi madre al abrir la puerta y verme.-Bien, encontramos lo que queramos.- Le dije feliz.-Eso es bueno. Vienes con Mara?-S, est en el auto y se quiere quedar a dormir.- Le contest.-Entren, que est empezando a ponerse fresco.

Mara, mi madre y yo entramos a la casa. De pronto vi que Mara subi las escaleras y se desapareci temporalmente mientras yo me tomaba un vaso de jugo con mi madre.

-Donde fue Mara?- Pregunt mi madre extraada.-Ya sabes cmo es.- Le contest.

De pronto baj con un pijama que usaba yo cuando ms pequeo. Un pijama de color negro con dibujos de naves espaciales, estrellas y planetas, que haba sacado de mis cosas.

-Te queda bien, Mara.- Le dije sonrojado.-Gracias.- Contest haciendo una reverencia, de seguro estaba jugando.-Dnde lo encontraste?- Pregunt mi madre extraada. Hace aos que no veamos ese pijama en uso.-Entre las cosas de Daniel. Lo vi hace tiempo y siempre me lo quise probar.-Si quieres qudatelo.- Dijo mi madre de forma amable.-Me encantara pero no sera capaz. Gracias de todas formas, Eleanor.- Contest Mara con una sonrisa.

Unos instantes despus Mara bosteza con una fuerza descomunal, la cual nos asusta a mi madre y a m.

-Vamos a dormir, Daniel?-Bueno, estoy muy cansado.

Me desped de mi madre y Mara me toma de la mano llevndome hasta arriba.

-Esta noche no me sentar a hablar contigo. Estoy muy cansada.-Bueno.- Le contest con los ojos entrecerrados.

Mara se fue a su habitacin y yo me fui a dormir con la ropa puesta. Estaba muy cansado para cambiarme.

Capitulo 6: Una Noticia.

Me despert porque me ca de la cama, lo curioso es que ca sobre Mara que se haba quedado dormida en el suelo junto a mi cama. Al caer sobre ella, Mara chill como animal en matadero.

-Pero qu haces!?- Exclam Mara.-Eso debera preguntrtelo yo! Qu haces en el suelo!?- Le reclam algo iracundo y enseguida ella se sonroj quedando con el color similar a una manzana.-Esto me qued dormida esperando que te despertaras.- Dijo avergonzada.

Despus me percat que an segua sobre ella, me puse nervioso y me levant.

-Ten ms cuidado con los lugares donde te quedas dormida, Mara.- Dije de forma reprochante.-Y tu empieza a despertarte ms temprano!- exclam enfadada.-Qu culpa tengo yo de que no me despertaras? Solo te quedaste mirndome de seguro, siempre lo haces.- Dije defendindome mientras la cara de Mara se sonrojaba.-Te trat de despertar miles de veces!- Me reclam con una voz ensordecedora sonando similar al gruido de una loba defendiendo a sus cras.

Me sonroj reconociendo mi error y Mara extendi su brazo para que la ayudase a levantarse. Mara acostumbraba a gritarme y reclamarme a menudo. Pero ella y yo sabemos que nunca nos enojamos enserio.

-Mara? Perdn por insistirte, pero-Dime.- Me interrumpi.-Podemos ir a ver a Sabrina? Me ayudara mucho si es que en realidad sabe de sueos.- Dije rogndole al borde de ponerme de rodillas.-Tanto significa para ti verla?- Pregunt celosa.-Ms de lo que crees.- Dije mirndola con ternura, tratando de convencerla.-Bueno, vayamos. Pero primero tenemos que baarnos.- Dijo con los brazos cruzados y mirando en otra direccin.

Despus de decir eso la abrac en seal de agradecimiento.

-Gracias.- Le dije.-Ah- Balbuce Mara sonrojada.- Mejor vamos a ducharnos.- Aadi recuperando la compostura.-Bueno.- Le contest.

Hicimos como solemos hacer, uno se ducha y el otro se sienta junto a la entrada del bao con la puerta entreabierta para poder hablar. Yo me duch primero.

-Qu quieres de mi hermana?- Pregunt Mara celosa.-Eso ya lo sabes y te lo dije. Dijo que tiene un libro sobre sueos ya que quiero averiguar lo de Nadia.- Dije algo molesto por la pregunta.-Seguro que es por eso?- Pregunt an celosa.-T sabes bien que es por eso

Mara se qued en silencio un momento y yo sal del bao ya vestido.

-No desconfes tanto de mi, Mara, somos amigos.- Le dije dndole la mano para que se levantara.-Para tu eres - Contest Mara sin terminar la frase sonrojndose despus de haberse fijado en que iba a decir.-Para ti yo soy qu?- Pregunt curioso.-Nada. Olvdalo.- Dijo Mara exaltada.- Me ir a duchar.- Aadi nerviosa y titubeante mientras entraba al bao con prisa.-Empieza a confiar ms en mi, Mara, Bueno?- Le dije a Mara preocupado.-Lo har.- Afirm Mara.-Promesa?-Promesa.- Me confirm con un tono de voz clido.

Nos habremos quedado en silencio unos minutos despus de eso y Mara sali de la ducha solo cubierta por su toalla, en ese momento me quera morir, Cmo podra reaccionar? S que la he visto as en veces anteriores, pero siempre ha sido complicado para mi reaccionar en esas situaciones.

-Qu sucede, Daniel?- Pregunt Mara de forma ingenua.-Nada, tu ve a cambiarte.- Le dije perturbado.-Bueno.- Me dijo dndome un beso en la mejilla, pude sentir la humedad de su piel, lo cual me molest de alguna manera.

Momento antes de que Mara fuese a cambiarse de ropa, mi madre subi las escaleras y al verme a m y a ella en esas condiciones hicieron que quedara totalmente atacada.

-Daniel, no deberas ver a Mara as!- Exclam indignada.-No te preocupes, Eleanor. Somos casi como hermanos.- Dijo Mara con una sonrisa.-De todas formas no deberas Bueno, a lo que vena, David llam y dijo que si lo podas ir a visitar a la tarde, Qu le digo?- Pregunt mi madre.-Dile que iremos.- Dijo Mara sin dejarme hablar.-Ok, le dir. Ustedes sigan con lo suyo.- Finaliz perturbada e indignada por la situacin, despus baj las escaleras.-Ahora me ir a vestir.- Dijo Mara.-S, antes que le des un infarto a mi madre.- Dije y Mara ri.

Rato despus de esperarla, Mara sali vestida de una forma muy adorable. Una remera blanca con las mangas moradas adems de un corazn rosado en el centro de la remera y una falda blanca con detalles morados, negros y rosados rodeando toda la prenda de forma aleatoria.

-Te ves bien.- Dije nervioso y lo que hizo que Mara abriera mucho los ojos.-Nunca me dices que me veo bien, Sucede algo?- Pregunt asombrada.-Creo que debo cambiar ese hbito Eres mi amiga de todas formas.- Dije con una sonrisa.-Si lo somos.- Dijo Mara con mirada de ternura.- Mejor vamos donde mi hermana.-Bueno.- Dije an sonriendo.

Bajamos las escaleras, nos despedimos de mi madre la que nos pregunt:

-Van a tu casa Mara?-S, vamos a mi casa, volveremos tarde yo creo, por que despus de ir a mi casa iremos donde David cmo acabamos de acordar.- Contest Mara.-Envenle mis saludos a Juliet y entrguenle este sobre de mi parte.- Dijo mi madre de forma tierna.-Lo haremos.- Contest de forma cortante pero no aptica a mi madre.

Despus de eso nos fuimos en direccin a casa de los Candlelight.

Mi madre y Juliet Candlelight, la madre de Mara, son amigas desde que se conocieron a travs de nosotros cuando ramos ms jvenes. Se suelen enviar sobres prestndose dinero o envindose cartas, siempre, actualmente somos como una sola familia que vive en casas diferentes.

Camino a casa de Mara pas una ambulancia a toda velocidad, al verla, me vinieron millones de imgenes y sonidos indescriptibles a la cabeza los cuales me dejaron algo aturdido por unos minutos, aun que trat de mantener la compostura para que Mara no se preocupara.

Caminamos en silencio todo el viaje, yo estaba algo distrado y se vea que Mara tambin.

Al llegar a casa de Mara nos encontramos con Sabrina con uno de sus clsicos vestidos negros, regando el pasto del jardn de enfrente de la casa. Ella estaba escuchando msica a un volumen estridente desde su celular a travs de sus audfonos. No importa cunto intentamos de hablarle, ella no se daba cuenta de que estbamos ah hasta que Mara la tom del brazo, en ese momento ella se asust y chill a una frecuencia ensordecedora.

-Calma Sabrina, somos nosotros!- Le dije tratando de calmarla.-Oh, Daniel, Mara, Qu hacen aqu?- Pregunt Sabrina algo avergonzada por lo sucedido.-Vine a verte.- Le dije, lo que ocasion que Sabrina se sonrojara a ms no poder.-Eh, Qu necesitas?- Pregunt titubeante.-Tu conocimiento. Dijiste que tenas un libro que hablaba de sueos. Necesito verlo.- Le dije de forma bastante seria. Segundos despus se le pudo ver una sonrisa a Sabrina y dijo:-Ir a buscar el libro, mientras tanto, entren a la casa y esprenme en el living.

Al entrar a la casa, nos encontramos con la madre de Mara la cual me recibi con un abrazo, le entregu el sobre que entreg mi madre, lo que hizo que se alegrara y se fue a llamar para que trajeran sushi para que comiramos mientras hablbamos con Sabrina sobre los sueos.

Una vez que Juliet se fue a llamar por el sushi, yo con Mara nos sentamos en el living a esperar a Sabrina mientras yo me mareaba con el fuerte olor a cera para pisos que haba en el lugar.

-Hasta tenido ms sueos que ese que tuviste en el hospital, Daniel?- pregunt Mara curiosa.-S, e igual de impactantes, pero trato de que no me afecten tanto.- Dije algo perturbado por los recuerdos.- Adems que me han pasado cosas extraas desde entonces.-Hm- Refunfu Mara en tono de preocupacin.- Me gustara poder apoyarte ms de lo que estoy haciendo ahora, pero no s cmo.-Lo ests haciendo bien, no te preocupes.- Contest con una sonrisa.-Por qu se demora tanto mi hermana?- Pregunt Mara poniendo su mano contra su cara de forma pensadora.-Ha de tener el libro bien guardado.- Contest.-Tal vez.- Finaliz Mara.En ese momento, Sabrina sali de su habitacin con un gran libro negro con letras doradas bastante ttrico, pero iba bien con el estilo de Sabrina.

-Ac est el libro, se llama Conexiones en Sueos de Klaus Glaubenstein. Habla de conexiones espirituales con otras personas a travs de sueos.- Dijo Sabrina mostrando el libro.-Vamos a verlo.- Dije emocionado.

En ese momento, Sabrina abri el libro, tena muchas ilustraciones y explicaciones variadas sobre los sueos y explicaba como suceda una conexin de una persona a la otra a travs de un cordn que mantiene nuestras almas amarradas al cuerpo. Y haba un captulo especial que hablaba del coma y sueos largos, donde deca que nuestras almas se confundan y empezaban a vagar. Puede ser que ah me haya encontrado con Nadia por casualidad, hasta Mara qued impresionada, pero tambin algo decepcionada y no estoy muy seguro el por qu de eso. Ahora tena la certeza de que Nadia era real y no un invento de mi mente. Solo tena que ir a buscarla. Lo nico que me detena era el miedo de daar a Mara por una obsesin. A medida que fuimos leyendo me fui aterrando ms y ms por pensar en Mara, lo frgil que es, y lo celosa que es conmigo. Tengo que tomar una decisin pronto, pens.

-Y bueno, que te pareci el libro?- Pregunt Sabrina algo curiosa.-Me sirvi mucho para despejar mi mente, te agradezco que lo hayas compartido conmigo.- Contest y ella me sonri.-Cuando llega la comida?- Dijo Mara interrumpiendo y destruyendo el clima mstico que se haba creado mientras leamos el libro.-Ha de llegar pronto, hermana.- Dijo Sabrina algo enojada.

En ese momento Mara algo alterada por la comida sali al jardn delantero topndose con el repartidor de alimentos. Mara le pag y comimos.

Ahora qu vas a hacer, Daniel?- Pregunt Sabrina mirndome con una mirada un tanto mstica.-No lo s, creo que tendr que averiguar de gente que sepa ms sobre lo que hablaste en el libro.- Contest mirando al techo con mirada soadora.-T sabes que te acompaar a donde sea.- Aadi Mara tratando de agarrar un bocado de sushi con los palitos repetidamente sin lograrlo.- Siempre me ganan estas cosas!-Paciencia, Mara, Paciencia.- Le dije poniendo mi mano en su hombro.

Cuando le dije eso, al parecer Mara se molest y empez a comer con la mano.

-Si es que llego a conseguir algo