muntanola thornberg la arquitectura como lugar

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  • La arquitectura como lugar

    Josep Muntaola Thornberg

  • Introduccin a la segunda edicin 5

    Introduccin a la segunda edicin

    Han pasado ya veinte aos desde la publicacin de este libro sobre la arquitectura como lugar y, apesar de este lapso tiempo, o quizs gracias a l, sus ideas siguen siendo, en mi opinin, tiles a losarquitectos y a los profesionales o a las personas interesadas en las relaciones entre cultura yterritorio.

    El tema del medio ambiente, por ejemplo, ha irrumpido en la vida pblica con fuerza, y, sin embargo,en el ao 1970 apenas si empezaba a desarrollarse desde la ecologa. Este libro indica con claridadlas races comunes de una teora del medio fsico y de una teora de la arquitectura.

    El objetivo de esta segunda edicin es doble. Por un lado, mantener ntegramente el original comosi fuera una memoria histrica, o mejor, una iniciativa histrica, con toda la fuerza que le otorga lahermenutica contempornea a este trmino "iniciativa". Por otro lado, quisiera comprobar eldesarrollo de los diferentes captulos de la bibliografa final y de las tres partes del libro, en estosveinte aos. Y quisiera comprobarlo de forma sucinta, breve, sin duplicar el esfuerzo de sntesis queya ha generado muchos libros ms. Por ello me limito a escribir unas breves notas al principio decada una de las tres partes, y un anexo bibliogrfico breve y muy seleccionado de cada uno de losapartados de la bibliografa original (Bibliografa Dos).

    Por ltimo, en un anexo de bibliografa propia (Bibliografa Tres) adjunto como disquete al final dellibro, aprovecho para colocar los libros y artculos escritos por m durante estos veinte aos, con laposibilidad de guiarse en la selva de temas y ttulos por medio de un ndice temtico.

    Josep Muntaola Thornberg. Barcelona 1995

  • 7Especial agradecimiento me merecen: Jonas Langer,Catedrtico de Psicologa en la Universidad de California enBerkeley, conjuntamente con sus condiscpulos, y ThelmaHans, Directora del Centro Experimental de EducacinPreescolar en Berkeley.

    Por otra parte, este trabajo ha sido realizado con ayudaeconmica por parte de la Fundacin Juan March y de laUniversidad de California en Berkeley.

    A todos los nios de Berkeley -1973-

    A todos los alumnos del curso dedoctorado: "Proyecto y contextocultural" (1985-1995)

  • Introduccin general 9

    Los nmeros entre parntesis se refieren al apartado correspondiente de la bibliografa.1

    Introduccin general

    A principios de este siglo XX, Borissavlievich (3.4.III) lanz el reto de una posible y necesaria1

    ciencia psicolgica de la arquitectura que l prevea ya "en puertas". A fines casi del siglo XX, lapsicologa de la arquitectura est todava naciendo a pesar de los esfuerzos inauditos de un Frankl(3.4.III). En 1963, Alexander volvi a anunciar que haba de perderse la inocencia en la arquitectura,puesto que bajo esta pretendida inocencia se escondan las mayores atrocidades polticas, ecolgicasy sociales de nuestro siglo. Pocos aos despus, en 1971, el mismo Alexander anunciaba que la teorade la arquitectura era mucho ms complicada de lo previsto, y ahora, en 1973, est convirtiendo estateora en metafsica (3.4-73), incluso antes que empiece a nacer como ciencia. Algo raro estocurriendo con la arquitectura y sus teoras, algo raro que es, aqu, en los edificios y en las ciudades,mucho ms grave, al parecer, que en otras realidades humanas. Este hecho podra estar conectadocon el enorme precio de las obras arquitectnicas en relacin con otros objetos, y, por otra parte, noes un hecho nuevo en nuestra historia, si bien es verdad que la poca industrial ha convertido enproblemas gigantescos a todos los problemas congnitos de la cultura occidental.

    En el presente ensayo sobre la epistemologa y la arquitectura pretende explicar, o empezar aexplicar, el porqu de esta situacin de una forma un tanto indirecta y a partir de la psicologaepistemolgica. Es decir, doy en parte la razn a Borissavlievich, aunque soy menos triunfalista quel sobre las posibilidades de una psicologa de la arquitectura. El hecho de atacar el malestar de undiseo y teora arquitectnicos de forma indirecta se debe a la complejidad y sutileza de objeto deestudio, en el que se cruzan las dimensiones sociales y fsicas, o, si se quiere, las superestructurasy las infraestructuras. Esta complejidad del lugar sociofsico fue ya enunciada por Herodoto y porAristteles y, sin temor a equivocarme, puedo afirmar que la nocin de lugar es una de las nocionesbsicas de cualquier filosofa. Existe un punto especialmente delicado en todo anlisis psicolgicodel lugar, y es el de la mezcla de perspectivas histrico-individuales e histrico-colectivas. Ya, desdeahora, quiero aclarar que mi postura se aleja tanto de la identificacin entre ambas posturasdiacrnicas, lo que destruira o la historia o el individuo, como de la postura que situase laarquitectura en una u otra perspectiva por separado, resolviendo de entrada el problema msespecfico e importante de toda teora de la arquitectura. Me adhiero, pues a las definiciones de A.Moles y E. Rohmer sobre este punto (3.3), aceptando una dualidad indisociable entre la perspectivahistrico-individual y la histrico-colectiva. En mi opinin, la forma con que cada terico de la

  • La arquitectura como lugar10

    arquitectura resuelve esta dualidad entre lo diacrnico individual y lo diacrnico colectivo es ya lahiptesis esencial de su teora arquitectnica. Desde ahora mi postura ser consecuente con estepostulado inicial.

    En cada una de las tres partes en las que he dividido este ensayo preliminar sobre la epistemologade la arquitectura ir manifestando mis hiptesis acerca de la significacin del hecho arquitectnico.En la primera parte analizar la nocin de lugar a un nivel general. En la segunda aplicar las teorasde Jean Piaget al proceso de disear lugares para vivir en la infancia. La tercera y ltima parteagrupa una lista preliminar de aplicaciones de la epistemologa al diseo arquitectnico, sobre todoen su aspecto pedaggico. Aunque las tres partes estn slidamente enlazadas, cada una de ellaspuede ser leda por s misma, dando una comprensin sectorial, pero no intil, de la arquitecturacomo lugar. Sera absurdo pretender que un ensayo tan amplio como el presente es algo acabado. Porel contrario, yo lo considero un mero punto de partida: esto es todo lo que puede pedirse, hoy porhoy, a la epistemologa de la arquitectura.

    Berkeley, agosto de 1973

  • ndice 11

    ndice

    Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar

    Nota a la segunda edicin de la primera parte. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .15I-0 Introduccin. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .17I-1 La lgica de la nocin de lugar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .23I-2 La nocin sociofsica de lugar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .33I-3 Ejemplos de lugares sociofsicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .47I-4 Comentario final sobre la nocin de lugar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .53

    Segunda parte: La nocin de lugar para vivir en la infancia y preadolescencia

    Nota a la segunda edicin de la segunda parte. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .61II-0 Introduccin. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .63II-1 La psicologa epistemolgica y la nocin de lugar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .67II-2 El mtodo utilizado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .75II-3 El anlisis de las fases evolutivas. Fase I. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .79II-4 Fase II. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .99II-5 Fase III . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .117II-6 Fase IV. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .143II-7 Conclusiones sobre la epistemologa de la nocin de lugar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .157

  • La arquitectura como lugar12

    Tercera parte: La arquitectura como lugar: aplicaciones preliminares

    Nota a la segunda edicin de la tercera parte. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .167III-0 Introduccin. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .171III-1 La nocin de lugar en la pedagoga. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .173III-2 Apuntes de epistemologa y semitica del lugar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .179III-3 La pedagoga del diseo arquitectnico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .185III-4 Las normas, el poder y el lugar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .201

    Bibliografa Uno(primera edicin). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .203

    Bibliografa Dos(segunda edicin). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .223

    Bibliografa Tres(bibliografa del autor 1963-1996, con su ndice temtico)(ver disquete adjunto). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .233

  • Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 13

    Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar

    "No se puede ser arquitecto de un mundo sin ser al mismotiempo su creador" (Kant).

  • Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 15

    Nota a la segunda edicion de la primera parte

    La filosofa del lugar no ha sufrido en este veinte aos la revolucin que supuso a principios desiglo la teora de la relatividad y la explosin de las corrientes fenomenolgicas, estructuralistasetc hasta el ao 1970. Lo ms caracterstico de estos ltimos aos del siglo XX, ha sidodesgraciadamente un escepticismo hacia una teora de la arquitectura, escepticismo inclusoagresivo, intimidatorio y despreciativo. Basta con estudiar el drstico cambio de las editorialesinternacionales de la arquitectura con respecto a la publicacin de reflexiones tericas entre 1970y 1990.

    Esta tendencia se ha inflexionado recientemente con el debate sobre la deconstruccin y sobre elsignificado hermenutico de la arquitectura. De forma potica, La arquitectura como lugarsealaba como filosofa predominante a nivel epistemolgico, el pensamiento del profesor holandsVan Esbroeck, que ya anunciaba a la hermenutica como nica alternativa posible ante la doble ydialctica confrontacin entre la fenomenologa y el estructuralismo. Esta postura premonitoria seha cumplido sobradamente, y lo ms interesante en relacin a las teoras del lugar nos ha venidode las teoras sobre la narracin, la ficcin y la historia cultural del lugar. Ello se refleja en losapartados de la Bibliografa Dos, en los que selecciono muy brevemente, lo que, en mi opinin,ha sido lo mejor.

    Con mis libros posteriores a 1973 se puede seguir puntualmente esta irrupcin de las"hermenuticas" hoy en da vivas. Pero no podra acabar esta breve nota, sin citar un libroexepcional: el tratado de Metaforologa aristotlica del filsofo italiano Bernab Maj de Ferrara.Ojal, este libro excelente y denssimo sirviera para despejar, una vez por todas, lo que PaulRicoeur seala como error pertinaz y persistente, de considerar la mmesis griega como copia y lametfora como un pariente pobre del concepto, incompatible con la modernidad.

    Barcelona. 1995

  • Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 17

    I-0 Introduccin

    El lugar es algo que acompaa al hombre; sobre esto todos estamos de acuerdo. En cambio, sobrela definicin de la estructura del lugar existen una infinidad de teoras opuestas entre ellas, ya desdeel lejano mundo cultural griego.

    Si como indica Aristteles (4.2) e insiste Hegel (4.2-71), el lugar es siempre lugar de algo o dealguien, lo que me interesar poner de manifiesto son la interrelaciones entre este algo o alguienque habita el lugar y el lugar en s. Adems, la capacidad de construirse el lugar desde el lugarmismo es privativa del hombre. (La capacidad de espaciarse un espacio dira Heidegger, 4.2-5.1).Hasta hoy, ningn animal ha podido representar a sus congneres al igual que un nio de tres aosdibuja a un hombre con ojos, manos, piernas y pelo. Si solamente el hombre llega a estacoordinacin entre el cerebro, las manos y los ojos ser por algo que ha de ser muy importante parala humanidad en su conjunto. La frase de Heidegger de que la comunicacin lingstica en elhombre est supeditada a su "ser en el mundo" que es espacial, fue una sabia sentencia que sequed en sus libros. Pero indica justamente Ricoeur (4.2) que Heidegger sigue el camino corto dela filosofa, y que hay que seguir tambin el camino largo, el que lenta y trabajosamente descifraejemplos y situaciones.

    Bajo el punto de vista sugerido por las afirmaciones precedentes es desde el que hay que leer laspginas que siguen. Es decir: como intento de descubrir la potencia transformadora de la realidadescondida entre las diferentes interpretaciones del lugar siguiendo a veces el camino corto y a vecesel camino largo. Si la arquitectura consigue lugares para vivir no los conseguir nunca "sobre elpapel" sino que es, al fin y al cabo, mediante la transformacin de la materia fsica gracias a lo queel nuevo lugar emerge. y esta transformacin no puede estar muy lejos del "espaciarse un espacio"heideggeriano. Pero si este lugar y esta arquitectura se nos manifiestan, por todo ello, como testigossilenciosos, no son, ni mucho menos, unos testigos insignificantes. Esto es lo que hay quedemostrar.

    Los diagramas I-1, I-2, I-3 son unos cuadros informativos acerca de la nocin de lugar. El diagramaI-1 es una clasificacin convencional de las ciencias del lugar tal como hoy en da se encuentranestructuradas; la bibliografa recopilada al final de este libro est ordenada atendiendo a estediagrama I-1. El diagrama I-2 es una lista de los filsofos o de los pensadores que han expresadocon ms claridad los paradigmas o nociones de lugar en nuestra cultura occidental; las obras de

  • La arquitectura como lugar18

    estos autores estn recogidas en la bibliografa. Por ltimo, el diagrama I-3 es una lista de lasetimologas de la palabra lugar, y de sus sinnimos, en diferentes idiomas. Aunque Heidegger (4.2-7.1) y Bollnow han iniciado sus estudios sobre el lugar humano con anlisis etimolgicos, sualcance cientfico es muy limitado y es fcil caer en asociaciones significativas triviales o errneas.

    El mtodo que he seguido en esta primera parte de la arquitectura como lugar es enormementeflexible y libre. El captulo I-1 trata de la lgica del lugar o tpica (en trminos filosficos vaseFerrater, 4-2-41), que es un aspecto de la lgica muy poco tratado, pero que sigue siendo la piedrade toque de muchas lgicas modernas (Bachelard, 4.2-37, Viullemin, 4.2). El captulo I-2 analizala nocin sociofsica del lugar sobre la que tenemos afortunadamente algunos estudios buenos yrecientes. Mi intencin es demostrar que los problemas y los avances de la lgica del lugar no sonindependientes de la sociofsica del lugar. Por tanto, el lugar, y la arquitectura, son objetosprivilegiados de estudios en el sentido analizado por Husserl (4.2) de que "la razn y la historiano son ms que una dialctica entre el sedimento y la construccin de sentido". O en otraspalabras: el lugar y la arquitectura son objetos privilegiados para estudiar la dialctica entre lalgica del lugar y la experiencia que tenemos de l.

    Mi postura rechaza de entrada el estudio de la arquitectura como mquina de vivir o como purosmbolo natural e independiente (Hegel, 4.2-54), y acepta la posibilidad de concebir la arquitecturacomo un proceso permanente de reinterpretacin creativa, sensible y racional, de nuestro habitar.En esta reinterpretacin creativa nada est mgicamente predestinado ni a degenerar ni aregenerarse, sino que todo depende del uso que el hombre haga de sus propias energas, evitandoponer el destino de unos hombres en las manos, en la sensibilidad, o en la cabeza de otros hombres.

  • Va Operativa Figurativa Semitica Sin va predominantepredominante

    de anlisis

    Objetode anlisis

    La persona humana Antropometra Psicoanlisis Psicologa Pedagoga1.1 1.2 1.3 1.4

    epistemolgica

    La sociedad Sociometra Antropologa Sociologa Historia2.1 2.2 2.3 2.4

    El medio ambiente Ecologa Tecnologa Ecologa humana Teora de lahumano Arquitectura y del

    3.1 3.2 3.3 3.4

    Urbanismo

    Sin medio ambiente Ciencias exactas Filosofa Teora de los signos Ciencias Econmicas ypredominante Polticas

    4.1 4.2 4.3 4.4

    Diagrama I-1 Las ciencias del lugar

  • La arquitectura como lugar20

    Siglo Operativos Figurativos Lingsticos

    XVI Galileo (1564)

    XVII Spinoza (1632)

    XVIII Euler (1707)

    XIX Mach (1838) Hegel (1770)

    Descartes (1596)

    Boscovich (1711)

    Boole (1815) Kant (1724)

    Pointcar (1854)

    DArcy Thopmson (1860)

    Rusell (1872)

    Einstein (1879)

    Nicod (1900)

    Leibniz (1646)

    Husserl (1854)

    Cassirer (1874) Saussure (1857)

    Bachelard (1884) Guillaume (1883)

    Minkowski (1885) Sapir (1884)

    Heidegger (1889)

    Merleau-Ponty (1908)

    Humbolt (1767)

    Hjemslev (1899)

    Diagrama I-2: Seleccin de autores sobre la filosofa del lugar (Ao de nacimiento).

  • Latn Griego Snscrito Espaol Ingls Francs Otros idiomas

    Locus: Col. loco: echar Manicomio, Sthala: lugar de Luego, Lugar, Locus (geom- Lieu, Milieu Cataln: Lloc. Italiano:(Stalocus) parte de un juego y diversin. Locomocin trico) Luogo. Loculus: atad. discurso, Loco: Placer. genitales

    Platea: Lugar ancho. Lugar pblico Pratu: des- Plaza, Place. Place. Alemn: Platz. Italiano:y abierto. parramado. emplazar, Piazza.

    abrir paso.

    Situs: Lugar de destino, Consumirse Ksinati: dejar de Sitio, Site: Sitio, Siege.lugar para sentarse, agotarse lado, dejarse ir. Posicin, Tristeza, Penaabandonar. Destino, (ingls

    Situacin. antiguo)Spatium: Lugar de Lugar de Espacio Space Espace Cataln: Espaicarreras y de lucha. carreras

    atlticas.

    Habeo: Habitare. Tomar, Engaarse, Habitar, Habiter. Italiano: Abitareabrazar, tener Perderse. Hbito,

    Habilidad.

    Mos-is: costumbre Morar, Moral, mores Moral, Alemn: Moral, Mohendemorar, Demeurer.moral

    Aedificare: Aedes: Dio-sa Edificar, dar Edifier.del fuego. Facere: hacer ejemplo.Otras palabras Dwell: Batir. Alemn: Bauen

    Habitar, (construir) Raum:persistir, Espacio cerrado. Ort:engaar. Lugar preciso, abrir

    espacio, punta.

    Diagrama I-3 Cuadro de etimologas de palabras relacionadas con el concepto de lugar.

  • Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 23

    I-1 La lgica de la nocin de lugar

    Entre el amasijo de ciencias que se entremezclan en la cultura occidental moderna existe un puntosingular que puede definirse como: la lgica del lugar. Es difcil delimitar a qu ciencia perteneceo ha pertenecido la lgica del lugar. Basta echar una ojeada sobre la lista de trabajos recopiladosen la bibliografa final para darse cuenta de que todas las ciencias pueden relacionarse de un modou otro sobre este tema. El inters de este punto singular entre el amasijo de las ciencias modernas,con respecto a la arquitectura como lugar, reside en la naturaleza del hecho bien comn derepresentar lugares. Sin la representacin de lugares, la arquitectura hubiese sido imposible encualquier cultura, por la sencilla razn de que, sin representacin, uno se expone a que le falte osobre material (dificultades de medida) o a que el resultado no sea en algunos aspectos esencialesel que se esperaba (dificultades de evocacin). El hecho de que el medio usado en el proceso derepresentacin sea un dibujo, un modelo tridimensional, o un computador electrnico, no cambiaesencialmente la naturaleza bsica del proceso, representativo como tal. Incluso en el caso de quese construya sin plano, sin maqueta y sin programa fijo, es preciso suponer un mnimo deanticipacin representativa, aunque slo sea la simple preconcepcin de un crculo o de uncuadrado.

    En la segunda parte de este libro sobre la arquitectura como lugar explicar con detalle lasdiferentes estructuras mentales involucradas en el proceso de representacin de lugares. El objetivode este captulo es nicamente analizar el desarrollo histrico-crtico que ha seguido la lgica dellugar en nuestra cultura occidental.

    El lugar aristotlico

    El primer tratado sobre la lgica occidental del lugar, que nos consta, se debe a Aristteles, querecopil en l muchos estudios previos, unos para reafirmarlos y otros para negarlos. Voy a resumirsus ideas sobre la lgica del lugar expresadas en el tomo IV de su Fsica (4.2). Phisis en griegosignifica naturaleza y no ciencias fsicas, o naturaleza fsica, en un sentido contemporneo. Estohay que tenerlo bien presente a lo largo de la argumentacin aristotlica. Asimismo, Aristteleshabla del lugar fsico en particular refirindose al lugar que contiene objetos; no obstante, a pesarde esta delimitacin propia del pensar de su poca, su concepto de lugar adquiere hacia el final dela argumentacin una extrema generalidad lgica.

  • La arquitectura como lugar24

    Para entender correctamente la concepcin aristotlica del lugar hay que empezar por considerarque Aristteles afirma:

    a) Que en orden a entender la naturaleza fsica (natural) del mundo no hace falta postularla existencia real del vaco absoluto, ya que de existir sera siempre un conceptoambiguo y, adems, intil.

    b) Que la extensin infinita existe asimismo "en potencia" y nunca "en acto" (o de hecho).Por infinito "en potencia" se entiende la posibilidad de dividir "ad infinitum" una lneay su infinita extensin ideal.

    c) Consecuentemente, el espacio no existe sin cuerpos que lo definan.

    Con el fin de "definir" el lugar, Aristteles esgrime un largo argumento que aboca a la siguienteconclusin:

    El lugar es la primera envoltura interior, en reposo, que posee el cuerpo envolviente (o sea, elcuerpo que conforma el lugar).

    Y sigue ms adelante:

    El lugar est en algn lugar, pero no como una cosa est en un lugar, sino como el lmite est enlo que limita.

    Un cuerpo est en un lugar si tiene otro cuerpo que lo envuelve, sino no.

    En estas definiciones hay que observar lo siguiente:

    a) El lugar no es una forma ni una materia, aristotlicamente hablando.

    b) El lugar no es un intervalo ni un vaco espacial sin que intervenga lo que llena el lugar.Por el contrario, es un "intervalo corporal" (Aristteles) que puede ser ocupadosucesivamente por diferentes cuerpos fsicos y que est creado por el lugar en smismo.

    c) La definicin de lugar empleada por Aristteles pretende evitar los errores quemotivara la no aceptacin de los dos precedentes postulados.

    Los puntos crticos de la teora aristotlica son dos: a) el concepto de envoltura lmite; b) lainmobilidad de esta envoltura lmite o de este intervalo corporal. En el fondo, los dos problemasson el mismo. Una envoltura lmite en la cual coinciden la frontera interior de lo que conforma ellugar y la frontera exterior del cuerpo movible que est en el interior del lugar es un concepto queparece ambiguo. Sin embargo, no es ms ambiguo ni ms difcil de comprender que nuestrospostulados matemticos de "punto frontera" o de "relacin entre", que estn en la base de lasciencias exactas actuales. La nocin de Aristteles es pues "modernsima", ya que, en la nocin de

  • Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 25

    lmite, lo que importa no es la inmovilidad o la movilidad del lmite en s, sino la coincidenciapermanente entre las dos fronteras descritas. El limite es inmvil porque existe una "constancia devecindad" entre lo que envuelve y lo envuelto en el lugar, o entre continente y contenido.

    Lo que Aristteles no pudo imaginar fue la visin de una nueva teora de la relatividad, en la quesu universo circular y esfrico con centro en la tierra y en eterno giro sobre s mismo (y, por lotanto, inmvil como lugar figurado), se complica considerablemente, sin descubrirse por ello elmisterio del universo en su totalidad que sigue siendo un problema cientfico no resuelto.Aristteles precis (y ste es el punto ms importante de su argumentacin) que la envoltura lmite,que es el lugar, no forma parte de lo que envuelve y lo envuelto, como es el caso de la manoperteneciente al cuerpo, sino que est como desligada y no obstante formar parte de los dos (lo queenvuelve y lo envuelto). As, el lugar se identifica con la nocin de contacto como lmite de doscuerpos en afinidad, determinndose un equilibrio, por lo dems variable, y cada vez ms difusocomo nocin a medida que nos alejamos de nuestra escala humana y nos sumergimos en el espacio-tiempo gravitatorio o en el atmico elemental.

    Las paradojas platonianas del lugar

    Llegados a este punto es til considerar dos citas extradas de los dilogos de Platn (4.2.2). Laprimera pertenece al dilogo Timeo y la segunda a Parmnides.

    ... Debemos pues aceptar que una clase de ser tiene que ser una forma tal que no cambia y que esinvisible a todo sentido que no sea la inteligencia en s misma. Existe otra naturaleza del mismohombre, pero percibida por los sentidos y siempre en movimiento, tomando ser en un lugar ydesapareciendo, que es aprehendida por opinin junto con los sentidos. Pero existe una terceranaturaleza, que es el espacio, que es eterna, que no admite destruccin, que ofrece casa a todaslas criaturas creadas, y que es aprehendida, en ausencia de todo sentido, gracias a cierta raznepicrea que es como un sueo. Porqu la imagen, ya que la realidad con la que est modeladano pertenece a ella, y dado que existe como sombra de otra realidad (es decir, el espacio), debeentenderse que existe otra realidad. Por la razn mantiene que dos cosas (espacio e imagen) nopueden ser, a la vez, iguales y distintas. Por lo tanto afirmo que: el ser, la generacin y el espacio(la razn, la percepcin y el espacio) existen de tres modos diferentes ante el cielo.

    Al parecer: exista o no exista el Uno, ambos el Uno y los Otros, de la misma manera son y noson, aparentan y no aparentan ser, toda clase de cosas a travs de cualquier punto de vista, tantocon respecto a ellos mismos como con respecto a uno con otro.

    Estas dos citas de Platn hablan de la lgica del lugar. El dilogo Parmnides tiene como objetivoanalizar las consecuencias lgicas de las famosas paradojas espacio-temporales de Zenn, que anhoy en da acaparan la atencin de los filsofos y matemticos de la realidad fsica (Grnbaum, 4.2-68). Por otra parte, la respuesta de Aristteles al desafo platoniano pretende resolver todos losproblemas planteados por Zenn. El espacio "limitado", en el lugar, intenta huir tanto de unaidentificacin con la percepcin como de una identificacin con la razn sin caer por ello en el"sueo" de Platn: un lmite no es un sueo aunque sea difcil o imposible de percibir y de razonar.Sin embargo, Parmnides, como indica Singevin (4.2.3), sigue siendo el aguijn de la filosofa e

  • La arquitectura como lugar26

    incluso descubre contradicciones en el mismo Aristteles, este ltimo, pionero de una vidainteligible que sigue siendo un elemento motor, bien a favor bien en contra, de la lgica moderna.

    El lugar de Hegel

    Veintids siglos despus, Hegel (4.2-71) intenta de nuevo enfrentarse con la nocin de lugarapoyndose en los avances lgico-filosficos de los siglos anteriores. Intentar resumir surazonamiento, que es ya, de por s, enormemente conciso. Pero antes convendrn unas aclaracionesterminolgicas.

    La estructura de la lgica hegeliana, con relacin a datos empricos, est siempre formada por sutpica estructura triangular en la que una cosa a, es negada en favor de una cosa b, y as se estableceuna nueva negacin de la negacin en c que retorna a a y al mismo tiempo garantiza el nacimientode un significado nuevo entre las tres cosas. Esta trialctica hegeliana est llena de palabrasalemanas difcilmente traducibles y una de ellas es el verbo: aufhegen, traducida al ingls como:sublate, palabra, al parecer, especialmente acuada para Hegel (otra traduccin ms popular sertake up). En espaol, las palabras "cuidar, proteger, apartar, elevar, absorber, comprometer, ocupar,etc.", son todas ellas posibles. El meollo significativo reside en las analogas existentes entre losdos significados fundamentales de aufheben: di-ferenciar y pre-ferenciar. El curarse deheideggeriano no est muy lejos de la dialctica entre : "diferenciar preferenciado y preferenciardiferenciado" (Piaget dira relatividad perceptiva y relatividad inteligible). Tanto la lgica empricacomo la ideal-conceptual se basan en la nocin (begriff). La begriff es una categora filosficaamplsima, en Hegel, bajo la que se agrupan procesos significativos muy diferentes. A lo largo delpresente estudio epistemolgico sobre la nocin de lugar he mantenido esta amplitud significativaque en pocos "lugares", como en el lugar en s mismo, tiene ms justificado su uso. Hechas lasprecisiones terminolgicas paso a resumir la nocin de lugar en Hegel.

    Segn Hegel, el espacio y el tiempo no existen separadamente, sino siempre en estrechacoordinacin. El "espacio es pura exterioridad en s misma". Esta posicin es diferente a la de Kant,por su "objetivismo" opuesto al "subjetivismo" kantiano; sin embargo, entre un puro subjetivismoy un puro objetivismo espacial, definidos como pura posibilidad de diferencia o de indiferenciaabsoluta, apenas si existe diferencia lgica. Hegel y Kant parten de un mismo conceptointerpretndolo de forma contrapuesta. La negatividad del espacio es el tiempo, y gracias a estetiempo podemos construir en el espacio. La imagen ms pura del tiempo ser, pues, un punto(como unidad matemtico-geomtrica). Con todo este planteamiento no estamos tan lejos de larealidad cotidiana como podra suponerse si pensamos que todos los nios del mundo empiezana dibujar dibujando puntos. Existe otra posibilidad de construir espacio con la misma originalidadque el punto, y es la divisin del espacio absoluto en dos subespacios mediante un plano. O sea,que podemos "construir" un complejo espacio-temporal de dos maneras: A) Desde el punto a lalnea, y al plano como sntesis entre lnea y punto. B) Desde el plano pasar a la lnea uniendo losdos espacios que define el plano, y, finalmente, el punto como interseccin entre la lnea y el plano.La manera o mtodo A es por integracin a partir de infinitos puntos, la manera o mtodo B es pordiferenciacin en elementos finitos en nmero. Hegel indica que el mtodo B es ms correctocuando se define una lnea como un punto en movimiento, un plano generado por lneas, etc. (lasdos vas A y B reflejan la dualidad previamente descrita del aufeheben. La nocin de lugar caeahora por su propio peso. Lugar es tiempo en espacio. Este en (posited en ingls) puede substituirsepor: emplazado, depositado, situado, delimitado, etc. Lo que ocurre es que en todos los casoscaemos en una tautologa del tipo: lugar es tiempo "lugarizado" en espacio, lo que nos dice mucho

  • Tiempo Materia Espacio

    Movimiento

    Lugar

    Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 27

    sobre las relaciones entre el lenguaje y el lugar como lenguaje, implcitas en Aristteles y Hegel,y explcitas a partir de Husserl (4.2.2). El lugar es, en Hegel: "Una unin del espacio y el tiempo,en la que el espacio se concreta en un ahora al mismo tiempo que el tiempo se concreta en unaqu". El lugar slo es espacio en cuanto es tiempo, y slo es tiempo en cuanto es espacio. Ademsdel lugar existen dos uniones ms entre el espacio y el tiempo hegelianos. La primera es elmovimiento, que es el paso del espacio al tiempo y del tiempo al espacio, y que puede definirsetambin como cambio de lugar. La segunda unin espaciotemporal es la materia, que es la idnticay existente unin del espacio y del tiempo, por una parte, y del lugar y del movimiento, por otraparte.

    La figura o esquema adjunto expresa las tres uniones espacio-temporales definidas por Hegel. Laingeniosidad de su modelo es enorme, y no estar de ms hacer notar la idea de relatividad espacio-temporal implicada en su equilibrio entre el lugar, la materia y el movimiento. Este mismoequilibrio es el que est implicado en la teora de la relatividad de Einstein.

    Esquema de la nocin de lugar en Hegel

    Los lugares prehegelianos

    Hegel, al igual que Aristteles, no concibi su nocin de lugar de la nada. Es importante cotejarsus ideas con algunas citas de filsofos de los siglos XVI y XVII, filsofos que le sirvieron de tilprecedente, y cuyos nombres siguen siendo familiares tres y cuatro siglos despus: Spinoza (4.2.3),

  • La arquitectura como lugar28

    Descartes (4.2.1), Leibniz (4.2.2) y Kant (4.2.2) (ver en el diagrama I-2 su situacin cronolgicay su relacin con otros filsofos anteriores o posteriores).

    Despus de que el hombre empezara a formarse ideas generales concibiendo ciertos tipos de casas,torres, etc., y prefiriendo unos tipos a otros, sucedi que cada hombre llam perfecto lo que vioque estaba menos de acuerdo con su propia idea general y llam imperfecto lo que vio que estabamenos de acuerdo con su proconcepcin de lo que es un tipo de casa ideal... Por perfecto yo quierodecir lo que conocemos como til para nosotros mismos... Todo lo que tiene que ver con laproporcin de movimiento y reposo que las partes del cuerpo humano poseen mutuamente esperfecto; contrariamente, todo lo que cambia esta proporcin es imperfecto. Porqu lo que guardaesta proporcin ayuda al cuerpo humano a ser afectado de muchas maneras tambin; por elcontrario, la muerte no es ms que la perturbacin de esta proporcin entre movimiento y reposoen el cuerpo.

    (Esta frase fue la base filosfica de la arquitectura moderna)

    (Spinoza)

    Para conocer objetos slo son necesarias dos cosas: nosotros y los objetos... Y slo cuatrofacultades pueden ser usadas: intelecto, memoria, imaginacin y sensacin... Cuando el intelectoestudia cosas que no son corpreas no puede ser asistido por las dems facultades, pero cuandose propone examinar algo que puede relacionarse con el cuerpo, debera producir la idea ms claraposible en la imaginacin y el objeto debera exponerse a los sentidos exteriores... Y esta ideadebera ser lo ms sencilla posible a fin de preservar solamente lo mnimo que la memorianecesita.

    La idea de lmite no es ms simple que la idea de una figura, pero puede aplicarse a aspectos dela realidad que la figura no puede, como por ejemplo, a movimientos, sonidos, formas, etc.

    (Descartes)

    El lugar no es ms que un orden de coexistencia entre el espacio y el tiempo... No solamente losobjetos se distinguen gracias al espacio y al tiempo, sino que los objetos nos ayudan a discernirun espacio-tiempo propio.

    (Leibniz)

    No se puede ser arquitecto de un mundo sin ser al mismo tiempo su creador.

    (Kant)

    Todas las citas precedentes expresan un creciente relativismo en la idea del "lugar como lmite" deAristteles. Este relativismo toma diferentes formas: "proporcin" en Spinoza, "orden de coexistencia" en

  • Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 29

    Leibniz, "mnimo esquema-idea necesario para recordar" en Descartes, etc. Sin embargo, en Kant, lahistoria ha malinterpretado sus aportaciones tachndole de "subjetivista" a ultranza (Beth, 1.3.3-619). Elsubjetivismo kantiano hay que matizarlo a travs de las propias palabras de Kant:

    Espacio y tiempo son sin duda adquiridos, como abstrados no directamente de las sensacionesque nos llegan de los objetos (las cuales nos transmiten materia y no forma) sino por la accin dela mente coordinando estas sensaciones, como si fuera un tipo inmutable conocido al mismotiempo de forma intuitiva.

    Este "como" ha sido muchas veces suprimido en contra de la idea kantiana. Entendido as, elsubjetivismo kantiano se transforma, al menos en parte, en un constructivismo que est firmementeapoyado por la epistemologa moderna. Kant crea una categora adquirida (y, por lo tanto, noinnata), y al mismo tiempo, intuida (como innata en cierta forma). De hecho, esta ambigedad deKant se mantiene en el aufheben de Hegel, y, como veremos, es la piedra de toque de laepistemologa psicolgica actual, y tambin de la semitica.

    Con esta abertura a un relativismo moderno, la filosofa de los siglos XVI al XIX es unapreparacin a la expansin fulminante de las ciencias fsicas y matemticas y a sus aplicacionestecnolgicas. Este proceso no estuvo exento de dificultades, incluso polticas. Si leemos lasbiografas de sus autores (incluyendo a Galileo) nos daremos cuenta de que, hasta Kant, latransformacin de la estructura lgica del lugar era una empresa fsicamente peligrosa a causa delo aferrados que estaban los poderes religioso-civiles constituidos a las condiciones econmico-polticas existentes.

    El lugar semiolgico moderno: la intuicin de Bachelard

    Desde la segunda mitad del siglo XIX y hasta mediados de este siglo XX, la lgica del lugar sufrilos embates de todas las ciencias modernas. El cambio esencial est acertadamente reflejado en lassiguientes frases de Bachelard (4.2.1-37):

    Si llegamos hasta el fondo de las experiencias por las cuales el filsofo realista pretendecomprobar su metafsica, uno se da cuenta inmediatamente que estas experiencias se apoyan enun conocimiento ingenuo del espacio y de que el realismo sobre las cosas se apoya, en ltimotrmino, en un realismo sobre la extensin... Para el xito del realismo es esencial que el lugar seafijado de antemano. El lugar aparece as como la primera cualidad existencial, cualidad por la quetodo estudio debe empezar y acabar... El realismo slo pone en juego una realidad topolgica: lade contenido con el continente. Por ello multiplica las envolturas alrededor de una realidad fija,encerrando lo real para estabilizarlo. Pero ah est su error: porqu el contener geomtrico sloes un caso general del contener fsico, y una concepcin cientfica de la realidad debe sumar lofsico y lo geomtrico... El principio de vecindad est en la base de toda nocin de distancia y esmucho ms general y fructfero que el principio de las envolturas sucesivas y concntricas deAristteles. A travs de l, concretamos nuestros axiomas convencionales y, al mismo tiempo,racionalizamos nuestra experiencia... El homo faber se libera as de su espacio intuitivo que leprotegi en sus primeros pasos y gestos. Guiado por el nuevo espritu cientfico, el hombre depensamiento se prepara a fabricar todo: incluso el espacio.

  • La arquitectura como lugar30

    Con estas palabras, Bachelard define magistralmente la ltima revolucin esencial en la lgica dellugar. Respecto a esta revolucin, a travs de la cual la intuicin pierde su primordialidad en lalgica del lugar y se instaura una axiologia del lugar, Hegel ocupa una posicin intermedia, es elltimo intuitivo y, a la vez, es el primer axilogo, al menos respecto a aspectos importantes. Todaslas ciencias modernas han tenido que enfrentarse con el debate que plantea Bachelard. Voy areferirme escuetamente a algunas de ellas con el nico objeto de mostrar la amplitud y la enormerepercusin cultural que ha tenido la revolucin aximatica de la lgica del lugar.

    El lugar semiolgico moderno: definiciones contemporneas

    Las nuevas ciencias exactas. Las ciencias exactas, incluyendo la topologa (topos es lugar engriego) estn lanzadas a una loca carrera, nadie sabe hacia dnde. Lo que s se sabe es que contrams corran ms necesario ser desarrollar una epistemologa que analice los progresos esencialesque tienen lugar. Husserl ya vio esta necesidad y la obra conjunta de Piaget y Beth (1.3.3-61),sobre epistemologa matemtica y psicolgica, ha demostrado una vez ms su existencia. Entrelas tres estructuras-madres de la matemtica moderna (Bourbaki): las estructuras algebraicas o degrupo, las estructuras de orden: redes, o Lattices, y las topolgicas, sern lgicamente las ltimaslas ms esenciales a los cambios en la nocin de lugar. Y esto es precisamente lo que ha ocurrido:la topologa ha sido la ciencia exacta con un desarrollo ms espectacular en el siglo XX. Lostrabajos de Thom (4.1.1), por ejemplo, son una prueba de las infinitas aplicaciones que puede llegara tener una lgica exacta del lugar (una topologa) que ya est concebida de lleno dentro de unalgica axiolgica.

    La ruptura histrica. Desde una perspectiva histrica, Mumford (2.4) "localiza" el inicio de laruptura del lugar concntrico intuitivo entre los siglos XIV y XVII:

    Entre los siglos XIV y XVII una transformacin radical revoluciona la concepcin del espacio enEuropa occidental : el espacio como jerarqua de valores fue reemplazado por el espacio comosistema de medidas. Uno de los sntomas de esta nueva orientacin fue el estudio de los objetosen el espacio, el descubrimiento de las leyes de la perspectiva, etc. La perspectiva, por ejemplo,convierte la relacin simblica de los objetos en una relacin visual. Lo visual, a su vez, conviertelo observado en cuantitativo. En esta situacin el tamao no significa lo divino o lo humano, sino,simplemente, la distancia.

    La ruptura semiolgica. En un libro que analiza este mismo cambio, pero a partir de un anlisislingstico, Lyotard describe agudamente las estructuras esenciales de un lugar axiolgico, en estecaso de un trozo de escritura (4.2.2):

    Uno puede ocuparse de la "buena forma" de las letras en una pgina, y esto es algo que los buenosimpresores no han olvidado nunca. Pero hay que admitir que esta "buena forma" est en el "cruce"de dos exigencias opuestas: la de la significacin articulada y la del sentido plstico. La primeraapunta a la facilidad de lectura, la segunda a lo expresivo-figurativo de lo grfico en s. Es fcilver que lo que se pierde aqu se gana all...

  • Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 31

    La ruptura filosfica. Finalmente, es Ricoeur el que por boca de Nabert (4.2.2 y 4.2.3) nos apuntaal corazn filosfico del problema de la axiologia del lugar:

    Si existe una diferencia entre la conciencia que se promueve y la conciencia que se mira es quela existencia en s misma est constituida por esta diferencia. Esta desigualdad de la existenciarespecto a s misma procede de la pluralidad de lugares de reflexin, y expresa la alternancia dedos movimientos: el de concentracin en s misma, en el origen, y el de expansin en el mundo(de la conciencia)... De ah que el paso del acto al signo sea la causa simultnea de una nuevacapacidad de representacin y de una ocultacin en al signo del deseo originario a travs de larepresentacin en s misma... La reflexin no es nunca una intuicin en s misma a travs de smisma, sino que hemos de apropiarnos de ella a travs de nuestras mltiples expresiones del deseoa existir...

    El diagnstico del lugar de Husserl. Los cuatro ejemplos precedentes, y muchos otros que podranaadirse, nos demuestran la profundidad y amplitud del cambio que comporta una axiologa nointuitiva del lugar. Esta transformacin progresiva desde el lugar concntrico aristotlico hasta latopologa axiolgica actual ha sido resumida por Husserl, que ser el ltimo autor que quiero citaren estos apuntes sobre la lgica del lugar:

    As, de una parte, el mundo -del cual hablamos y podemos siempre hablar- y el lenguaje, estnindisociablemente entrelazados y siempre ya ciertos en la unidad de su correlacin, aunquehabitualmente estn implcitos en horizonte. En la conexin de la comprensin a travs dellenguaje, la produccin originaria y el producto inventado por un solo individuo, pueden seractivamente recomprendidos por los dems... De ah que exista la exigencia moderna de unfundamento epistemolgico de toda ciencia... La historia y la razn no son ms que una dialcticaentre el sedimento y la construccin de sentido... Por ello, comprender la geometra es yacomprender su historicidad.

    La lgica del lugar como un histrico vaciarse

    Recapitulando. Deca al principio de estos apuntes sobre la lgica del lugar, que la razn principalpor la que los haba colocado como entrada al presente anlisis epistemolgico de la arquitecturacomo lugar era la importancia y la complejidad del hecho de "representar lugares". Ahora ya puedeverse con ms claridad lo que quera indicar, ya que la lgica del lugar nos ha conducidoinexorablemente hasta el corazn de la cultura occidental y de su evolucin. La lgica del lugarcoincide siempre, en lneas generales, con el paradigma que en cada poca el hombre ha tenidosobre las interrelaciones entre s mismo y su medio ambiente.

    La evolucin de este paradigma ha estado manifestada en los diferentes modelos de lugar desdeAristteles hasta Thom, y la caracterstica comn a todos estos modelos ha sido la simultaneidadque existe, en la lgica del lugar, entre una representacin de s mismo y una representacin delmundo que envuelve a este "s mismo". En efecto, el lmite de Aristteles, la relatividad espacio-temporal de Hegel, la "nocin de vecindad" de Bachelard y las estructuras de bifurcacin dePointcar-Thom (4.1.1), implican todas ellas colocarse a la vez en dos posturas contrapuestas

  • La arquitectura como lugar32

    respecto al lugar; Nabert defini estas dos posturas, y tanto Kant como Hegel trataron desintetizarlas en sus escritos. Es decir: nunca la lgica del lugar ha podido identificarse ni con unpuro movimiento conceptual, como sera el de una operacin matemtica pura (conciencia que sepromueve en Nabert), ni tampoco ha podido identificarse con una figura estticamente consideradaa travs de una ojeada instantnea , como sera la visin de una circunferencia a dos dimensiones,o dibujo. Por el contrario, desde el lmite que no est en ninguna parte de Aristteles, hasta losaxiomas basados en una nocin de vecindad de Bachelard, que nos "permiten concretar nuestrosaxiomas convencionales y, a la vez (o al mismo tiempo) racionalizar nuestra experiencia", la lgicadel lugar ha luchado denodadamente por concebir o encontrar un origen neutral, "lugar de nadie",que ofreciese un pie seguro a una axiomtica universal del lugar. Los avances en este sentido,cuando se han producido, no lo han sido nunca ni en un campo puramente figurativo, ni en uncampo puramente conceptual, sino en un campo ambiguo: semifigurativo, semiconceptual,semifsico y semigeomtrico, semiespacial y semitemporal. A esta misma inconfortable conclusinhan llegado Piaget y Garca (1.3-71) en su anlisis de los modernos conceptos y nociones sobre larelatividad fsica y matemtica.

    Con todo ello no quiero disminuir la importancia de la revolucin de la axiomtica moderna, peros quiero "ponerla en su lugar", delimitando su excesivo optimismo. El mismo Bachelard nos indicacon su "al mismo tiempo" que la pesadilla de un neokantianismo semiintuitivo y semirracionalizadono ha hecho ms que empezar. Desde su perspectiva de lgico a ultranza, Carnap, ha puntualizadolo mismo cuando ha demostrado que toda axiomtica comporta un equilibrio entre "las sintaxis"y "las semnticas" que es capaz de generar. En otras palabras, que cada nocin de vecindad (odefinicin de homorfismo, analoga, sistema de transformaciones, isomorfismo, etc.) comportaunos lmites, o sea unos lugares o unos sistemas de lugares determinados. Los problemas deAristteles en su fsica los tenemos ahora nosotros en el estructuralismo antropolgico, laepistemologa o la semitica, Consecuentemente, Vuillemin (4.2.3) en su estudio-crtica sobre lalgica del mundo sensible siguen teniendo este equilibrio relativo entre los axiomas o nociones departida del lgico y la objetividad del espaciotemporal que generan. Dicho de otro modo: no existeel lugar-neutral-tierra-de-nadie y absoluto vaco; slo existe un progresivo vaciarse.

    La lgica del lugar nos expresa en su propia estructura la dialctica entre razn e historia, por ellola lgica de representar lugares siempre ha comportado un equilibrio entre experiencia yracionalozacin. El lugar, como lmite, es ms que nunca un balance rtmico entre razn e historia;ya que, el tiempo depositado en espacio, o sea el lugar, siempre refleja en su misma estructura elequilibrio existente entre un aumento de movilidad atrs y adelante en el tiempo (razn), y unalejamiento progresivo del lugar originario (historia). Acuerdo febril entre movilidad conceptualy forma figurativa (entre movimiento y reposo, dira Spinoza), la lgica del lugar marca siemprela medida bajo la cual la humanidad es capaz de representarse a s misma. Y as empezamos a estarmuy cerca del corazn de la arquitectura como lugar para vivir.

  • Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 33

    I-2 La nocin sociofsica de lugar

    1.2.1 Introduccin

    La compleja estructura lgico-espacio-temporal que construye nuestro cuerpo con relacin al lugarque ocupa, que he analizado escuetamente en el captulo anterior (I-1), tiene una aplicacin y unaampliacin inmediata en la nocin sociofsica de lugar. Ferrater as lo ha visto (4.2-68) en suanlisis de la estructura de lo que hay. Por una parte, confirma la superioridad de una estructura degrupo, jerarquizada, como estructura lgica ptima con relacin a la estructura de lo que hay. Eneste punto coincide, pues, con Pointcar y con Piaget. Por otro lado, el autor argumenta ydemuestra ampliamente la imposibilidad de tener un nico criterio espaciotemporal que abarquetoda la realidad sociofsica:

    Existen realidades estrictamente fsica y seres humanos; pueden tomarse cada una de estas dosrealidades como "extremos" que hay que tomar conjuntamente a modo de direcciones que seentrecruzan y complementan. El extremo fsico ser el ontolgicamente ms lejano al hombre, conel humano en posicin inversa, y otras realidades (como la orgnica) en posicin intermedia. Vistacada forma desde la opuesta y complementaria tiende a ser a la vez fsica y humana, en el sentidode que lo fsico puede llegar a ser ingrediente de una situacin humana, o con lo humano, queaunque humano tiene una dimensin fsica. De este modo la integracin es ms unentrecruzamiento de direcciones que una concatenacin de modos espaciales y temporales.

    El doble criterio espacio-temporal no hace ms que insistir en la misma caracterstica deirreductibilidad del lugar analizada en el captulo anterior. La tentacin de reducir estairreductibilidad a un todo orgnico (Alexander, 3.4-73) no me parece adecuada con respecto allugar y a la arquitectura como lugar. Ni lo uno ni lo otro son realidades orgnico-naturales, sinoclaros artefactos artificiales que responden a otro nivel de entrecruzamiento sociofsico, que no esel orgnico. Al menos ste ser mi punto de partida.

    El anlisis de este entrecruzamiento sociofsico lo har sucesivamente a tres niveles diferentes. Enel apartado I-2-2 analizar el lugar como acontecimiento sociofsico. En el apartado I-2-2analizar lo que debera ser un estudio del lugar como estructura sociofsica. Por ltimo, en elapartado I-2-4 analizar la nocin sociofsica de lugar como sntesis entre estructura yacontecimiento. Con esta metodologa se ver que sigo el mismo camino que en el captulo I-1.

  • La arquitectura como lugar34

    1.2.2 El lugar como acontecimiento

    El laberinto del acontecer heideggeriano

    Las intuiciones de Husserl sobre las relaciones entre el mundo y el lenguaje han sido hbilmenteexplotadas por partida doble en la fenomenologa y en el estructuralismo.

    El anlisis filosfico ms completo es el de Heidegger en su Ser y el Tiempo, al que sigui elestudio ms modesto de Minskowski (4.2.2). Es curiosa la simultaneidad de ambos libros, unoempezando en el espacio para acabar en el tiempo y otro (el de Minskowski) empezando en eltiempo para acabar en el espacio. Esta simultaneidad es una buena ilustracin de la idea de Hegelde que el movimiento es tanto paso del espacio al tiempo como del tiempo al espacio. Minskowskislo tuvo tiempo de poner una modesta nota en su libro diciendo que acababa de enterarse de laimportante obra de un "autor-filsofo alemn" sobre su mismo tema.

    Cindome a la obra ms amplia de Heidegger, lo mejor ser seguir su particularsima exgesissobre como el hombre "se descubre un espacio en el tiempo".

    Para este autor, el "ser en el mundo", o sea, el hombre, "cura de" las cosas en el mundo, a partirde lo "a la mano" o sea, a partir de la manipulacin del mundo de forma directa. Este "curarse de",se desarrolla en dos lneas simultneas: a) en un des-alejar, o en un hacer ms y ms asequible yamplio un campo de actuacin, b) en un dirigir o en un encontrar sentidos privilegiados en estecampo de actuacin. Por otra parte, este des-alejar y este dirigir que se originan desde lo "a lamano", tambin se originan desde "ante los ojos", frase bajo la cual Heidegger designa la realidad.

    El espaciarse un espacio en cuanto "dirigido" es con igual originalidad un des-alejar algo desdelo "a la mano" y desde lo "ante los ojos".

    El mundo no est "ante los ojos" en el espacio, mas ste (el espacio) no se deja descubrir ms quedentro de un mundo... Por esto lo semntico del lenguaje depende tanto de representacionesespaciales. Esta primaca del espacio no depende de un especial poder que l mismo tiene, sinode la manera de ser del hombre, que no se limita a ver en torno desde lo "a la mano", sino que usalo que as descubre (a la mano) como hilos conductores de la articulacin entre lo comprendidoe interpretable en el comprender en general.

    No es difcil ver las conexiones de estas frases con la cita de Kant en la pgina 30. Es decir: eldirigirse, el desalejar, lo "a la mano" y lo "ante los ojos" estn trabajando solidariamente ennuestro paulatino construirnos un lugar en el tiempo.

    El cotidiano ser en el mundo, viendo en torno, ha de menester de claridad, es decir, de laposibilidad de ver, para poder andar en torno, curndose de desde lo "a la mano" dentro de "antelos ojos". Por lo tanto, el tiempo no est ante los ojos ni en el sujeto ni en el objeto, ni dentro nifuera, sino que es anterior a toda subjetividad y objetividad.

  • Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 35

    Heidegger cita ahora la misma exposicin de Hegel sobre el lugar que he citado en el captuloanterior, indicando su conformidad en su nocin espacio-temporal, pero no en como Hegel ve alhombre ontolgicamente situado respecto a esta misma nocin. L que me interesa nicamentedestacar aqu es la insistencia con que Heidegger trata de relacionar lo "a la mano" con lo "ante losojos" gracias a la simultaneidad de un "dirigir" o preferenciar caminos, y un "des-alejar" oaumentar el campo de actuacin en su totalidad. Esta relacin la consigue finalmente sobre la basede un habitar, que ha sido objeto de textos ms tardos (4.2-71). el habitar de Heidegger slo puededesarrollarse si: se construye desde el habitar y se piensa por el hecho de habitar. Con esta fraseel mismo autor nos ha indicado una aplicacin a la arquitectura como lugar de su paradigmaesencial del "desalejar construyendo", y del "privilegiar pensando", los cuales se estructuransimultneamente en el "habitar".

    No hay que asustarse del galimatas verbal de la filosofa hedeggeriana que no deja en ningnmomento de ser existencial a su manera. Es decir: su filosofa es una descripcin de lo que pasa.Como lo que pasa es bastante complicado, de ah sus sutiles argumentaciones llenas de ideasinteresantes, pero difciles de entender en su totalidad.

    Es altamente sugestivo constatar que, desde un campo antropolgico, la doble gnesisheideggeriana ha sido tambin detectada, como lo demuestra la siguiente cita de Leroi-Gourham(2.2-64):

    En la concepcin del lugar humano existen dos tipos de estructuras: "el espacio itinerante", y el"espacio radiante" (el lugar radiante y el lugar itinerante). Uno dinmico, que consiste en recorrerel espacio tomando conciencia de lo que se recorre, el otro esttico, que permite, inmvil, elreconstruir los crculos sucesivos que se amortiguan hasta los lmites de lo desconocido. En elprimero la imagen del mundo es un itinerario, en el segundo la imagen se integra en dossuperficies opuestas, la del cielo y la de la tierra que se unen en el horizonte. Estos dos modos deaprehender el lugar existen en todos los animales, juntos o separados, En el hombre amboscoexisten y han dado lugar a una doble representacin simultnea del mundo, pero, al parecer, enfuncin inversa antes y despus de la sedentarizacin. El espacio o lugar itinerante parecefisiolgicamente ms relacionado con las propiedades musculares y el lugar radiante con la visin.

    A partir de este momento adapto las dos denominaciones da lugar radiante e itinerante, y tendrocasin de demostrar su utilidad, tal y como las define Leroi-Gourham, que, como hemos visto,no se aleja mucho de Heidegger.

    El lugar como acontecimiento en Kaufmann

    Con todos sus defectos ha sido Kaufmann el primero que se ha enfrentado directamente con lanocin sociofsica del lugar como acontecimiento (1.2). Su ventaja (y sus inconvenientes) sobreHeidegger provienen de su visin psicoanaltica con la que trata de cubrir el abismo que mediaentre el lugar individual y el lugar colectivo. Por su parte, Heidegger trata de la problemticapsicosocial en su idea del "Uno", de forma tambin muy vaga (siguiendo a Parmnides).

  • La arquitectura como lugar36

    Kaufmann indica en la introduccin de su libro que su intencin es la de balancearse entre lafilosofa antropolgica y la antropologa experimental, en una actitud que se muestra comopeligrosa a travs del libro, pero al mismo tiempo, interesante con respecto a la nocin sociofsicade lugar. La obra est dividida en tres captulos que voy a parafrasear uno a uno. Excuso esteaburrido procedimiento de largas citas, pero sera imposible resumir de otro modo las ideasfundamentales de Kaufmann sin cambiar el sentido de su lenguaje original.

    Captulo I: La experiencia emocional del espacio. En 135 pginas Kaufmann nos describe laestructura de la experiencia emocional del espacio repasando una a una las diferentes clases deemociones y su expresin en el lugar sociofsico.

    (pg. 93) Desde un punto de vista antropolgico lo real de la emocin, o causa si se prefiere, esla carencia del otro a proporcionar al sujeto una constitucin autnoma del espacio.

    (pg. 133) en las diversas emociones podemos reconocer la impotencia del sujeto a darse en supropio cuerpo como lugar de identificacin, y la carencia del otro a ofrecerle esta funcin designificacin.

    (pg. 93) el miedo testimonia, o manifiesta, nuestra duda en podernos preservar un lugar en elotro, la clera: un lugar para el otro, la alegra: un lugar a travs del otro.

    (pg. 72) La existencia a travs de s misma, tiene como centro a nuestro organismo intencional,la existencia a travs de otro se funda, por el contrario, en la situacin invisible que es el sujetoatrado por el ser emocionado. Esta existencia es alteridad.

    (pg. 123) El acceso a la autonoma exige abandonar el propio lugar y as acceder a un nuevocampo de significaciones; si algunos bienes son abandonados en este movimiento el sujeto puedetener compensacin, pero nada pude compensar su "separacin local", o este abandono de supropio cuerpo, abandono que, no obstante, le ha investido de autonoma... De ah que todaemocin sea una defensa contra la angustia, que trata de inscribirse simultneamente en el campode la intencionalidad y de alteridad... Inversamente, buscar la base de angustia de toda emocinno es slo acceder a la inherencia espacial del sujeto sino a la tensin que surge con el otro sobrela base de esta misma inherencia.

    Con estas precisiones, Kaufmann aade ms complejidad estructural a la doble gnesisespaciotemporal anunciada por Heidegger y Leroi-Gourham. Su conclusin respecto a la lgica dellugar es de gran inters para la arquitectura como lugar. Kaufmann concluye que el lenguaje verbales un medio para relacionar lo intencional y lo alterativo cuando existe pertenencia local precisa,es decir, cuando los dos que hablan estn en diferentes lugares fsicos y hablando. Pero cuando setrata del mismo lugar en relacin consigo mismo lo verbal pierde eficacia, ya que el otro, al quehay que hablar, no puede estar, a la vez, en otro lugar y en el lugar en que est el que habla. Esdecir: dos cuerpos no pueden estar al mismo tiempo exactamente en el mismo lugar.Consecuentemente, el lugar comunica en la "ausencia del otro", o sea, en el silencio de la emocin.Hay que recordar que "el otro" es aqu una categora filosfica que tanto puede significar otrapersona o yo en cuanto otro, o yo vindome a m mismo en otro tiempo, o en otro lugar. (Estehecho no estn raro como pueda parecer a primera vista, basta pensar en como dos personas en una

  • Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 37

    habitacin discuten sobre la futura posicin de los muebles, normalmente acaban callando ycolocndose alternativamente en los mismos puntos de vista, diciendo, nicamente despus dehaberse colocado: "No est mal" o "Me gusta ms desde all", "Ves a verlo", etc.)

    Captulo II: Las categoras emocionales. En el esfuerzo por captar la estructura de la emocin,Kaufmann se enfrentar con todas las dificultades de una lgica del lugar para vivir, vemoslo:

    (pg. 134) Es tomar la causa por efecto el pensarse que un fracaso de adaptacin motriz est enel origen de la emocin: para el sujeto significante (el hombre) la emocin est causada por elvaco que causa la ausencia del otro y, por lo tanto, la falta de apoyo en su propio proceso designificacin.

    (pg. 134) La experiencia arquitectnica ocupar respecto a las categoras de la emocin el mismopapel que la experiencia emocional ocupaba respecto a la autonoma orgnica del sujetoemocional...

    (pg. 143) Excluido del organismo intencional originario por la angustia y por la ausencia del otrodel lugar en el que el propio sujeto se encuentra, ste imagina la solucin de una espaciabilidado lugar que tenga una categora intermedia: ni intencional ni alternativa... lo importante aqu esver la naturaleza de la nueva discriminacin que introduce esta categora intermedia... El sujetoen s no emociona sino que emociona por lo que representa... Tanto si partimos de unaperturbacin del medio sensible pata llegar a la estructura intersubjetiva social que la causa, comosi partimos de un sentimiento de disonancia o asonancia social intersubjetiva para llegar a lasmodificaciones del campo prctico que les son solidarias, en ambos casos obtenemos la mismaestructura emocional intermedia... La emocin se debate entre el yo solo en ningn lugar y yo conalguien en algn lugar...

    (pg. 212) La distancia de un sujeto a s mismo est ya premanifestada en la imagen de lasdistancias entre objetos... Por lo tanto el lugar emociona en al modo y en la medida con que elporvenir abierto a los undividuos en su acceso a la existencia se ve calificado originariamente enel medio considerado.

    Kaufmann aboca, pues, este captulo al siguiente. Es decir, las emociones no tienen categoras fueradel sujeto ms que como signos representativos de un destino sociofsico.

    Captulo III: El sujeto emocional. Kaufmann afirma aqu, de entrada, su propsito, diciendo queesta estructura intermedia no puede ser otra cosa que "lo visible del otro", de la misma manera queun objeto puede ser percibido por m y por otro.

    (pg. 269) La obra arquitectnica se expresa precisamente por lo que se nota a faltar en lo querepresenta... Estamos englobados por un lugar, pero estamos englobados slo en la medida en queestamos excluidos de la experiencia del otro... el edificio nos excluye del mundo exterior, pero node cualquier manera: la forma como lo hace es precisamente su esttica, o sea, la forma bajo lacual nuestra capacidad de anticipacin y de ver estn "pautadas"... La superficie interior deledificio cumple una funcin doble: por una parte, constituye los puntos de referencia a partir delos cuales el sujeto se constituye como centro intencional, por otra parte, es, en su conjunto, una

  • La arquitectura como lugar38

    pantalla visual que me dirige a una visin prefijada por el otro. De este modo el sujeto estinstruido de qu manera y modo est excluido de un espacio o lugar exterior.

    (pg. 327) La universalizacin de la esttica y la llegada del ego transemocional son dos aspectosdel mismo fenmeno. El ego es ya ego-pensante cuando acepta que el otro est para siempre fuerade su experiencia individual. Pero las emociones que ello acarrea no se aniquilan, por el contrario,se transforman en seales de presencia de lo ausente, es decir, en valores estticos... El lugar sepromueve en esttico en la medida y en el modo en que la individualidad privilegiada por el otrose propone como campo intermedio comn al sujeto y al otro, sobre el fundamento de su mismaseparacin aceptada como inevitable...

    Con todo ello Kaufmann ha abierto un camino a medias, pero sus aportaciones me sern muy tilesen el campo de la epistemologa psicolgica a pesar de su vestidura psicoanaltica.

    El lugar como acontecer estructural

    Siguiendo con los anlisis de la nocin sociofsica de lugar como acontecimiento, quiero citarbrevemente el trabajo de De Tollenaere (4.2.3) y el trabajo pstumo de Merleau-Ponty. El primerautor no se separa lgicamente de Heidegger si bien le recrimina su reduccin de la "conciencia"a algo puramente individualizado. Indica que: "La inmovilidad del lugar sociofsico viene de lasrelaciones del sujeto con los otros sujetos, que a su vez estn interpenetradas con las relaciones conlos otros a travs del lugar en su aspecto fsico". Como vemos, es otra manera de expresar lomismo que dice Kaufmann. Es interesante la contraposicin que Tollenaere hace entre"inmovilidad" del lugar e "irreversibilidad" del movimiento, diciendo que son nociones paralelasen ciertos sentidos. Aristteles y Hegel han dicho lo mismo al contraponer lugar y movimiento,no obstante deducir uno del otro.

    Merleau-Ponty se lamenta (4.2-70) de que todava sea tan difcil el describir el paso de un cuerposensible a un cuerpo sensible "plus" lenguaje: "Es como si la sensibilidad dejase emigrar suvisibilidad propia, no afuera de todo cuerpo, pero s a otro cuerpo ms transparente y menospesado, quedando as exenta pero no libre de toda condicin".

    Si, como dice Husserl toda filosofa consiste en restituir un poder significativo al lenguaje, y si,como dice Valry, el lenguaje lo es todo, puesto que las piedras tienen tambin en l su voz.Entonces entre estas dos ideas no hay inversin dialctica, no tenemos que sintetizarlas porque sondos aspectos de la irreversibilidad en s misma que es verdad ltima.

    Prefiero dejar los comentarios y la sntesis de estas visiones sobre el lugar sociofsico para el apartado I.2.4.

  • Metforas culturales

    Capacidad estructuradora del hombre

    Estructurasprofundas del:

    Lenguaje Mito Parentesco

    Habla o discurso Mitos Tipos de parentesco

    Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 39

    1.2.3 Lo que debera ser el lugar como estructura

    Es sintomtico que el autntico forjador del lugar como estructura, Lvi-Strauss, haya hecho tan poco usode su mtodo respecto al lugar con la excepcin de la aldea de los "bororo" (Brasil), ejemplo del que "echamano" siempre que necesita una base para sus ideas (2.2-55). Leroi-Gourham (2.2-64) y Boudon 82.2-64)han dedicado algn esfuerzo a este problema, pero sin pasar de algunas intuiciones, al menos por ahora.

    Probablemente, hasta que los deseos de Rapoport (2.2-73) y de Leach (4.3.2) se cumplan, y tengamos unbuen conjunto de datos empricos, las esperanzas puestas en estructuras como las que sealaba el diagramaI.4 quedarn sobre el papel.

    Diagrama I-4 Hiptesis bsicas del estructuralismo antropolgico

    Las ideas de todos estos antroplogos y semilogos, incluyendo Levi-Strauss, han puesto en clarolo que "debera hacerse", pero la empresa prctica ni ha sido, hasta ahora, posible. Una cosa espostular la existencia de un paralelismo entre lenguaje, ritos, etc., y otra muy diferente es probareste paralelismo con datos empricos. El artculo de Rapoport (2.2-72) que comentar en el captulo

  • La arquitectura como lugar40

    I.3 es un caso excepcional, a pesar de ser un anlisis estructural antropolgico realizado en unacultura nmada y totalmente inmersa en la estructura mtica tribal. El paralelismo existente en eldiagrama I.4 parece ser, pues, real. No obstante, la naturaleza de este paralelismo parece cambiarcon el paso a la sedentarizacin. De todo ello nos faltan datos concretos ms que planteamientostericos, a fin de poder hacer comparaciones interculturales sobre los diferentes paralelismosestructurales existentes entre culturas con respecto al lugar, y con respecto a su significado en lacultura considerada.

    Por otra parte, los estudios como el de Buti (2.2) nos abren un campo estructural y antropolgicocomplementario que puede llegar a trabajar conjuntamente con la semitica del lugar. En este casoel acento est puesto no en la sincrona estructural dentro de una cultura, sino en los procesoshistrico-constructivos a travs de los siglos dentro de un mismo lugar geogrfico. Es, pues, unaautntica historia de los tipos lo que intenta Buti, aun sin decirlo, y ste es el camino de Glaissie(4.3.2) en su anlisis de los tipos de casa rural en Amrica del Norte )costa oeste), en los dosltimos siglos. Paradjicamente, estos estudios diacrnicos parecen ms fciles de emprender quelos anlisis completos de una situacin cultural concreta sincrnicamente considerada, aunque laparadoja disminuye si pensamos en la lgica del lugar como tiempo depositado en espacio. Y sinms, paso a la sntesis entre la estructura y el acontecimiento sociofsico.

    1.2.4 La nocin sociofsica de lugar como sntesis progresiva entre acontecimiento yestructura

    La sntesis de una fenomenologa y de un estructuralismo es un sueo de muchos filsofosactuales: Ricoeur (4.2), Piaget (1.3-69-2), etc., aunque todos a una afirman que ser algo realmentedifcil. Ms que sintetizar, lo que aqu puedo manifestar son las condiciones de esta sntesis y suinters con respecto a la arquitectura como lugar.

    El diagrama I-5 resume las argumentaciones de Van Esbroeck (4.2.3) sobre la sntesis entrehermenutica y estructuralismo que pueden sernos tiles justamente ahora. Teniendo estasargumentaciones a la vista, veamos cmo Cassirer nos explica a su manera el entrecruzamientosociofsico, del cual estamos ahora buscando su naturaleza ntima:

    La diferenciacin de lugares sirve, a la vez, de base a una diferenciacin de los objetos fsicosentre ellos (esto y aquello), y a una diferenciacin entre personas (yo-t-l). El lenguaje arrancadesde este mismo punto.

    La divisin entre los dos factores de la representacin: lo representado y lo que representa(significado y significante), lleva en s el germen de una intuicin espacial. Cuando la concienciacapta el tiempo a travs de esta intuicin espacial, el carcter nico al tiempo de lairreversibilidad, deber permanecer oscuro.

  • Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 41

    El hecho hermenutico El derecho estructuralista

    Estudio de un acontecer sincrnica y Estudio de una sociedad sincrnicamente, ydiacrnicamente. diacrnicamente. (Estruc.).Punto de vista interior en lo diacrnico que se Punto de vista exterior de la culturavaloriza, punto de vista exterior de la sincrona diacrnicamente considerada (acontecimiento)en una situacin social que reduce al que es reabsorbida en la estructura. Punto deacontecimiento generalizado. vista interior a la sincrona cultural de unaEncadenamiento de smbolos. sociedad particular que sirve para generalizar

    Campo diacrnico del acontecimiento a travs Campo sincrnico de la sociedad como espaciodel cual comprender lo sincrnico a suficiente significativo a travs del cual tomar distanciadistancia. ante los acontecimientos histricos.

    Bases emprico-sacrificiales. (Mitos totmicos).(Mitos histrico-bblicos). Encadenamiento de estructuras.

    los presupuestos universales.

    Bases emprico-totmicas.

    Sntesis entre conocimiento y estructura: hecho y derecho

    Anlisis sincrnico interior y exterior, y anlisis diacrnico interior y exterior. Hay que situarse, ala vez, en el interior y el exterior del acontecimiento y en el interior y el exterior de la cultura comoestructura particular sincrnica. Hay que cruzar el smbolo como acontecimiento en el que lodiacrnico se ve desde dentro, con el smbolo como estructura en el que lo diacrnico se ve desdefuera, como posible camino en el seno de una smbolo materializado.Hay que encontrar una interpretacin que no distorsione la realidad en hechos y derechos, sino quela explique como sntesis de ambos. Lo mismo con respecto a una estructura.El signo, como interrelacin entre acontecimiento y estructura, es el que sintetiza ambas, pero:Qu dimensiones significativas tendr tal signo?

    Diagrama I-5 Sntesis de Van Esbroeck.

    Si unimos estas precisiones de Cassirer (4.2-53) con todo lo dicho hasta aqu sobre la naturalezasociofsica del lugar, tendremos una confusa realidad que podra representarse con el diagrama I-6.

    Es decir, nuestro medio fsico se estructura simultneamente con nuestro medio social a partir deun mismo origen, y entremedio (por decirlo as), de ambos medios, crecen solidariamente los dostipos esenciales de actuacin mental del sujeto, es decir, la conceptualizacin, autoregulada por elpropio sujeto y no representativa de por suyo, y la figuracin, siempre representativa y sujeta aextraer informacin del medio sensible exterior o interior al sujeto. Lo importante es observar que,en este caso, el centro del diagrama I-6 no es directamente un individuo concreto, sino elentrecruzamiento de un habitar y de un hablar, entrecruzamiento que puede ser visto a travs de unacontecimiento o a travs del estudio de una cultura en su totalidad como estructura.

  • Medio fsico

    Medio social

    La arquitectura como lugar42

    Diagrama I-6 Esquema del lugar

    Todava podemos ver algo ms en el diagrama I-6. El lugar ocupado, sociofsico, puede ser elresultado de tres tipos de polaridades estructurales y funcionales: la polaridad habitar-hablar, lapolaridad figurar-conceptualizar y la polaridad medio-fsico-medio-social. Cada una de laspolaridades presupone las otras dos, y, a la vez, las integra, tal como puede verse en el diagramaI-7, que es una pura ilustracin visual de lo que estoy diciendo.

    Dicho de otra manera: la diferenciacin progresiva de lugares produce una diferenciacin en elmedio fsico y en el medio social y, a la vez, como indica Cassirer, un "despegue" del hablar desdeel habitar. Por ltimo, y en la misma medida en que el hablar se "despega" del habitar la figuraciny la conceptualizacin se desarrollan conjuntamente en un proceso de representacin de lugares.Como veremos en la segunda parte, al analizar la nocin sociofsica de lugar en la infancia y en laadolescencia, este triple crecimiento no es simultneo de la misma manera en las diferentes edades,sino que cada edad tiene su propia lgica de lugares, o tpica, la cual puede ser descubierta a travsde cualquiera de las tres polaridades definidas.

  • Figurar

    Hablar

    Habitar

    Conceptualizar

    Habitar

    Hablar

    Medio social

    Medio fsico

    Conceptualizar

    Medio social

    Medio fsico

    Figurar

    SIGNIFICACIN TIPO A

    SIGNIFICACIN TIPO B

    SIGNIFICACIN TIPO C

    Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 43

    Diagrama I-7 Las tres dimensiones significativas

  • La arquitectura como lugar44

    A estas tres polaridades las llamo las dimensiones significativas del lugar, y puede verse fcilmenteque coinciden con las tres clases de significaciones definidas por Ferrater (4.2-41), o sea A) Lapolaridad de hablar-habitar en el sentido originario inherente a todo proceso comunicativo si setoma en su generalidad. B) La polaridad medio-fsico-medio-social es el significado situacional,que puede ser emocional, en el sentido de Kaufman, o simblico si promediamos la "situacin" deuna colectividad, individual o colectivamente, o tambin podramos hablar de los valores de unasituacin, etc. C) La polaridad conceptualizacin-figuracin nos lleva a la ltima y tercerasignificacin formal, que puede ser sintctica o semntica, pero que en todo caso nos define lasignificacin propiamente lgica segn la nomenclatura hasta aqu usada.

    Si volvemos brevemente a las conclusiones del captulo I-1 notaremos que la dialctica entre razne historia, en el sentido de Husserl, encontraba en el lugar un objeto privilegiado de estudio. Ahora,las tres significaciones cumplen el mismo papel si las equiparamos a la historia, al lugar comosituacin y a la razn progresivamente integrada en las diferentes estructuras o sistemascomunicativos existentes en una cultura.

    Por otra parte, cada una de las tres dimensiones significativas de la realidad sociofsica entrecruzande diferente modo el espacio y el tiempo. El sentido o significacin-A ser siempre un paso delespacio al tiempo y del tiempo al espacio, y ser esencialmente un movimiento. La significacin-Bnos exige contemplar una situacin atrs y adelante en el tiempo sobre un espacio fijo, tomandola "forma" de un lugar. La significacin-C, en s misma, y como equilibrio entre la A y la B deberidentificar movimientos y lugares a travs del doble juego figurativo-conceptual de nuestracapacidad humana mental; es un tanto paradgico decir que la significacin-C se nos manifiestaen ltimo trmino como material, pero incluso en el caso de que la materia sea nuestro axioma devecindad sociofsica (o nuestros patterns), la verdad es que solamente identificando tiempo yespacio de algn modo u otro conseguimos poner en marcha significaciones tipo-C.

    Otra manera de caracterizar estas dimensiones significativas espaciotemporales es la conocidaclasificacin de Peirce en sntomas, smbolos y signos, haciendo yo mismo una traduccinconvencional de sus categoras. Sin embargo, la confusin que reina en la semitica actual respectoa estos trmites aconseja su abandono provisional gasta que se despejen algo los ruidoscomunicativos y las dobles o triples interpretaciones.

    En otras palabras: la nocin sociofsica de lugar como sntesis entre acontecimiento y estructuraslo podr ser real, en la medida en que las interrelaciones entre las tres significaciones descritassean analizadas tanto a nivel biogrfico individual como a nivel colectivo, tanto en el sujeto comoen el objeto. Si tenemos bien presente que cada una de estas tres significaciones expresa un tipode entrecruzamiento sociofsico fundamental a travs del cual el medio interno al cuerpo (o mediosociofsico interno) se relaciona con el medio exterior al cuerpo (o medio sociofsico externo),podremos comparar este paradigma con otros muchos existentes en el confuso campo de lasrelaciones entre hombre y medio ambiente. El modelo parsoniano de accin, contemplacin yevaluacin (o juicio) tiene, por ejemplo, una forma similar, pero el paradigma que acabo dedescribir rechaza el lugar de una evaluacin adems de la accin y de la contemplacin.

  • Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 45

    Antes de pasar a una exgesis ms explcita de cmo puede entreverse un funcionamiento globalde las tres significaciones creo interesante e explicar slgunos ejemplos de lugares sociofsicosextrados de la historia empezando por el descrito recientemente por Rapoport sobre los aborgenesaustralianos.

  • Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 47

    I.3 Ejemplos de lugares sociofsicosEn la historia del lugar existen todava muchos puntos oscuros. La nica idea que parece fundadaes que los pueblos que han vivido o viven una vida nmada se han estructurado un lugar teniendoen cuenta especialmente el aspecto itinerante del lugar sociofsico, mientras que los pueblos conuna economa agrcola sedentaria han concebido un lugar predominantemente radiante. Poritinerante y radiante entiendo la divisin estructural establecida y definida por Leroi-Gourham(vase pg. 34).

    Por lo dems, todos los pueblos han tenido que equilibrar lo itinerante y lo radiante del lugar sinlo cual su movilidad hubiese sido, sociofsicamente hablando, nula. La cultura como procesocomunicativo no es ms que este intento de equilibrio, diferente si cambiamos de lugar en lahistoria. Lo que parece ser muy difcil es la regresin a una vida de pura caza una vez la agriculturaha sido establecido culturalmente, las excepciones han exigido una destruccin de la culturaagrcola por causas naturales o sociales. Los ejemplos que voy a recoger aqu se refierenprincipalmente a lugares nmadas en los que la vida en contacto con la naturaleza era esencial: setrata de lugares itinerantes-naturales, para distinguirlos de modernos estilos de vida con unaitinerancia que, aunque tendiendo a lo natural, tienen como marco primordial las autopistas y lasciudades que no son naturales precisamente en el sentido corriente del trmino.

    El lugar simblico de los aborgenes australianos

    El primer ejemplo es un extracto de interesante estudio de Rapoport sobre las tribus aborgenesaustralianas (2.2-72) . El autor empieza por definir la nocin de lugar:

    La esencia del lugar reside en la cualidad de estar aqu y no all: los arquitectos que han analizadoesta cualidad, como Van Eyck y Charles Moore, acentan la separacin entre el interior y elexterior. La idea de envoltura es esencial en el lugar...

    Rapoport justifica su inters en un caso tan alejado de nuestra cultura como el de los aborgenesaustralianos, indicando que, precisamente por carecer de envoltura artificial construida (edificios),el caso de los pueblos nmadas sin casas es importante. Cul ser el sentido del lugar para unacultura que tiene slo la naturaleza como envoltura?

  • La arquitectura como lugar48

    Las caractersticas de esta definicin de un lugar en el seno de la naturaleza son las siguientes:

    1. Las tribus australianas tienen una cultura compleja totalmente deducida de losacontecimientos naturales.

    2. Las cabaas que construyen a veces para defenderse del clima adverso no definen ellugar y son totalmente provisionales.

    3. El fuego es ms importante que las cabaas para orientarse en el lugar, no obstante yno servir la mayora de las veces para cocinar, sino para ahuyentar los malos espritus.

    4. El simbolismo del espacio est ms influido por la forma de la tierra natural que por loshechos tcnico-sociales.

    5. Existen 9 tipos de reas definidas como lugares sociofsicos.

    a) Algunos asentamientos humanos o terrenos;b) localidades sin nombre;c) ttems;d) la situacin de los jefes de clan en cada momento;e) cuevas y abrigos naturales;f) campos de ceremonias;g) caminos;h) lugares de reunin;i) fuentes, lagos, etc.

    Cada lugar natural est definido a travs de una estructura simblica complejsima que llega adeterminar el valor de cada roca y de cada rbol.

    El concepto de posesin de la tierra es completamente diferente del nuestro: no es la gente la queposee la tierra sino que es la tierra la que posee a la gente. Las propiedades nunca se miden, sonconocidas, pero nunca en extensin. Cada hombre est eternamente ligado a su tierra: no importala riqueza de la tierra contigua, nadie puede mudarse de tierra ya que est posedo por ella.

    El sueo es realidad y la realidad es sueo, todo tiempo es un ahora, todo espacio es un "aqu".

    Existe una estructura de objetos sagrados enterrados, de forma invisible, relacionada con lasceremonias y los ritos de iniciacin.

    La relacin entre la realidad fsiconatural y lo simblico-colectivo est asegurada por:

  • Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 49

    1. Una vida en la que lo mental y lo fsico estn siempre en relacin directa sinintermediarios.

    2. El sueo y la fantasa son, a la vez, su estructura religiosa: la realidad se suea y lo quese suea es realidad.

    3. La existencia de lugares totmicos con ceremonias especiales.

    4. Movimientos rituales en las ceremonias repetidas una y otra vez.

    La definicin de lugar se consigue gracias a la coincidencia del lugar simblico mtico y el espacio-tiempo fsico natural. Las estructuras que aseguran esta coincidencia, o entrecruzamiento, son"rutas mticas", o itinerarios, que enlazan diversos puntos de medio ambiente natural. Son"anclajes" de estas rutas mticas o "puntos de referencia", y son:

    1. Los sueos tenidos en lugar determinado.

    2. Rutas mticas fsicamente semideterminadas repetidas una y otra vez de generacin engeneracin (ver diagrama I-8, pgina 48).

    3. Pinturas rupestres, seales en rboles, tatuajes, etc.

    4. Ceremonias y lugares "tab".

    5. Los objetos sagrados (estatuillas) enterrados en lugares sagrados.

    6.Lugares sagrados en los que se puede acampar.

    7. La situacin de los fuegos.

  • Primera parte: Apuntes sobre la nocin de lugar 51

    El lugar sagrado de los nativos de Norteamrica

    Antes de comentar brevemente este trabajo de Rapoport ser interesante citar algunas frasespronunciadas en ocasiones solemnes por los indios americanos que son otro famoso ejemplo denomadismo integral, y, a la vez, de refinamiento cultural:

    Cuando la memoria de mi tribu sea un mito entre los hombres blancos, las calles de vuestrasciudades retronarn con los espritus de los que en otro tiempo ocuparon y todava ocupan estebello lugar. Los hombres blancos no podrn nunca vivir solos. Sed amables con mi pueblo, porquela muerte no es impotente (1874).

    Podrais pensar que como no tenemos el arte de escribir nuestras promesas morirn con nosotros.Pero nosotros tenemos mtodos para transmitirlas de padres a hijos y veris como nuestras futurasgeneraciones estarn enteradas de lo que ha pasado, y que nunca ser olvidado mientras esta tierraexista (1777).

    Mucho se habla de civilizacin entre vosotros, pero, decidme: Porqu el hombre blanco no cazay vive como nosotros? (1736).

    El nico camino para evitar la guerra es la unin de los indios y el comn acuerdo de que la tierrapertenece a todos, como fue antes, porque nunca fue dividida y perteneci siempre a todos. Nadietiene derecho a venderla: Vender la tierra! Por qu no el sol y las estrellas? (1810).

    Nuestro pas es un bello pas que el Gran Espritu ha colocado en el lugar exacto. No hay otrolugar como l (1833).

    Yo no abandonar jams este sitio, las pisadas de mis antepasados estn todava frescas en estoscaminos (1854).

    Cada trozo de terreno, cada matorral, cada yerba ha sido cubierta alguna vez por algn tristeacontecimiento, Este polvo reacciona a las plantas de mis pies de un modo diferente a las tuyas,y mis pies descalzos sienten simpata por l (1854).

    El lugar miticoitinerante

    Estos dos ejemplos de lugares sociofsicos mticos nos muestran la estructura preponderantementeitinerante de su cruce entre lo fsico-natural y lo simbolicosocial. La historia de un habitar seperpeta en un hablar, no escrito, pero, por ello mismo, vivo de generacin en generacin.

    En este lugar mtico los hechos naturales tienen tanta iniciativa como los hechos sociales, por loque es esencial el mantener un equilibrio natural-ecolgico, y una posesin feliz y tranquila de latierra. El caso de los indios americanos, con cientos de tribus con cientos de idiomas conviviendoen la misma tierra, es (o era) un ejemplo claro. bast la llegada del hombre blanco con sus armas,sus caballos, etc., para destruir el delicado equilibrio mtico y provocar un desastre cultural, delcual los escasos indios supervivientes todava ni es han recuperado. No se trata de juzgar qu

  • La arquitectura como lugar52

    cultura es la ms progresiva, si la urbana o la nmada, mi intencin es nicamente la de poner derelieve las caractersticas esenciales de un lugar sociofsico miticonatural.

    La experiencia del hombre sumergido en este lugar mtico es muy diferente de la nuestra,especialmente porque, como indica Rapoport, nosotros tenemos muchos intermediarios entre larealidad fsica y la realidad simblico-cultural; por el contrario, para estos pueblos nmadas, lossmbolos se adaptaban a la estructura de la misma naturaleza: el hablar y el habitar se unan en elmismo movimiento de sus caminos y danzas rituales.

    El lugar mitologicorradiante

    Nadie como L. Mumford (3.2) ha dedicado tanto esfuerzo en demostrar las calamidades que unasedentarizacin mal orientada han aportado a la humanidad. Los imperios de Mesopotamia, Egipto,etc., han sido analizados por este autor en comparacin constante con nuestra "megacivilizacin"industrial en un intento de concienciacin que nos salve del desastre social y fsico. Lo que es biencierto es que los enormes edificios y obras arquitectnicas de la antigedad vinieron con laagricultura y sus culturas urbanas e imperios. Mumford indica algunas caractersticas esencialesde este cambio del neoltico:

    a) La centralizacin administrativa y el uso burocrtico de la escritura.b) La rutina de un horario fijo de trabajo.c) La identificacin