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Programa Físico– Movilidad I – Nuria Ferres

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Índice

1. La Movilidad en el Estadio I

1.1. Ambiente ideal para el arrastre

1.2. El programa de arrastre

- Sesiones cortas en las que animamos al bebé a moverse

- Períodos largos en los que el bebé está en posición prona sobre el suelo

1.3. Apéndice A: Posición del bebé para dormir

1.4. Apéndice B: Cómo construir una pista de arrastre



La Movilidad en el Estadio I

El primer estadio, el Estadio I, empieza en el nacimiento. El bebé puede mover

sus extremidades y su cuerpo pero no puede utilizar estos movimientos para desplazar

su cuerpo de un lugar a otro, es decir, es un movimiento sin movilidad.

Estadio Referencia Temporal Movilidad

I Tronco

encefálico y

médula

(tempranos)

Superior: Nacimiento a 0,5 meses Movimiento de brazos y piernas

sin movilidad del cuerpo.

Respuesta refleja

Media: Nacimiento a 1 mes

Inferior: Nacimiento a 2 meses

Cuando colocamos al recién nacido sobre su espalda (posición supina) vemos el

movimiento libre de sus cuatro extremidades. Estos movimientos al azar son totalmente

de naturaleza refleja y ocurren sin pensarlo. Estos movimientos reflejos hacen que el

bebé doble y estire sus piernas y mueva sus manos y pies.

Si colocamos al bebé boca abajo, es decir sobre su vientre (posición prona)

veremos que estos movimientos que antes eran libres en el aire, ahora tienen un sentido:

empujar sus manos y pies contra el suelo.

Con la repetición y la práctica el bebé perfeccionará estos movimientos de

brazos y piernas; sus movimientos se convertirán en una actividad propulsora al

empujar contra el suelo y descubrirá que esos movimientos, al azar, empujan su cuerpo

hacia atrás, hacia la derecha, hacia la izquierda o hacia adelante. También se dará cuenta

de que, debido a que su cabeza y sus ojos están enfrente de su cuerpo, es ventajoso

reproducir esos movimientos que lo empujan hacia adelante. Habrá aprendido a

moverse hacia adelante, es decir, habrá pasado del movimiento al azar de brazos y

piernas sin movilidad a usar ese movimiento para arrastrarse hacia adelante. Habrá dado

el paso para iniciar el Estadio II en el que desarrollará sus habilidades de arrastre.

En cambio, colocar al bebé boca arriba, no sólo no le permite iniciar el

movimiento de arrastre, sino que retrasa (en mayor o menor medida) su desarrollo físico

y cognitivo porque por una parte, no puede descubrir que sus movimientos reflejos

tienen un motivo, por tanto no puede aprender a usar sus brazos y piernas para

arrastrarse. No sabrá arrastrarse o lo hará mucho más tarde, como les sucede a muchos

bebés. Y por otra parte, fortalecerá menos sus brazos y piernas al no poder empujarlos

contra el suelo con lo que ejercerá menos presión sobre el suelo aplicando menos fuerza

en sus movimientos.

El Estadio I hay bebés que lo aprenden rápidamente, siendo capaces de asimilar

todo lo que hay que aprender en un tiempo muy corto, podemos decir que son bebés con

una elevada inteligencia motora. Puede en cambio, que otros recién nacidos necesiten

dos meses para hacerlo o más, con lo que podríamos decir que tienen una baja

inteligencia motora, por el momento (esto no quiere decir que no podamos

incrementarla, pero sí que empiezan con desventaja).



¿Qué puede marcar esta importante diferencia entre dos bebés sanos?

La oportunidad que tenga el bebé de estar en posición prona, es decir, sobre su

vientre desde que nace. De este modo, no sólo se va a desarrollar su musculatura sino

también su cerebro.

“La rapidez con que un recién nacido aprende a mover sus brazos y piernas a

propósito, en vez de hacerlo al azar, determina la velocidad con que se desarrollará la

musculatura que utiliza para llevar a cabo esos movimientos y lo adecuado de su

crecimiento, y aún lo más importante, determinará lo bien y lo rápido que se

desarrollarán las áreas sensoriales y motoras de su cerebro que controlan dichas

funciones.” Glenn Doman

Cuanto menor es el bebé desde que le empezamos a proporcionar el mayor

número de oportunidades de estar en posición prona (sobre su vientre), antes logrará el

crecimiento y desarrollo del cerebro para llegar al siguiente estadio de función cerebral.

El cerebro crece a una velocidad tremenda desde el nacimiento hasta los treinta

meses, a alta velocidad desde los treinta meses hasta los 6 o 7 años aproximadamente y

a partir de ahí en adelante el crecimiento del cerebro es menor en cada año de vida

siguiente. Por tanto, es evidente que los primeros meses, semana y días son los más

preciosos de todos.

Si aumentamos el número de horas en las que un bebé está libre en el suelo en

posición prona (sobre su vientre) mientras es un recién nacido, disminuiremos el

número de días que necesitará estar en el suelo arrastrándose cuando sea un bebé porque

habremos acelerado el crecimiento y desarrollo de su cerebro.

Cuanto menos esté un bebé en el suelo, más difícil le resultará moverse. De

hecho, cada día que pasa sin darle la oportunidad de moverse significa que tardará más

tiempo en hacerlo. Y el problema se hace mayor debido a que los recién nacidos tienden

a aumentar rápidamente de peso. Y si no va adquiriendo la musculatura necesaria al

mismo tiempo, le resultará muy difícil moverse, arrastrarse y gatear con el consiguiente

retraso en el desarrollo y organización cerebral.

Con el ejercicio físico, que en el caso de un bebé recién nacido consiste en estar

sobre su vientre empujando sobre el suelo con brazos y piernas para arrastrarse, la leche

materna que ingieren se convierte en músculos y no engrasa. El resultado es un bebé

mucho más capaz.

El crecimiento del cerebro es el resultado de su uso constante. Y en este estadio,

como más usa el cerebro tu bebé es estando en posición prona (sobre su vientre).

“Arnold Gesell, antiguo estudioso de los bebés, dijo hace mucho tiempo: “El

suelo es el mejor campo atlético del niño”, y tenía mucha razón.” Glenn Doman.

Una vez dicho esto, el problema es que darle a un bebé la oportunidad de

arrastrarse al nacer y en los siguientes meses (mirar referencia temporal de los estadios I

y II) no es tan fácil como parece.



Ambiente ideal para el arrastre

Al bebé le cuesta un gran esfuerzo arrastrarse, pero sabiendo lo importante que

es para él esta etapa, nuestra misión es proporcionarle el mayor número de

oportunidades en un ambiente seguro y que le facilite en lo posible el movimiento para

que pueda conseguir arrastrarse con menos esfuerzo.

El ambiente ideal es un suelo que cumpla los siguientes requisitos: que sea

seguro, limpio, cálido, liso, flexible y plano.

Seguro: Por ejemplo, que no tenga cerca enchufes eléctricos, ni lámparas o partes de

mobiliario que pudieran caer sobre él si las toca por abajo. Que no haya astillas en

muebles, suelo o superficies que toque.

Limpio: se puede limpiar la superficie sobre la que el recién nacido se arrastra con un

agua y un jabón suave. Para desinfectar es suficiente frotar con alcohol.

Cálido: para poder dar al bebé libertad para

mover sus brazos y piernas, no podemos

confinarlo dentro de mantas o ropa restrictiva. La

solución es calentar su ambiente cercano, evitar

las corrientes de aire y los suelos que son fríos por

naturaleza.

El bebé tiene que ir vestido de modo que sus

brazos y piernas queden descubiertos; por

ejemplo, con el pañal y una camiseta o un

pequeño bodi.

Liso: Es importante que el suelo sea liso si queremos facilitarle el aprendizaje de los

movimientos. Conviene que la superficie sobre la que se coloca al bebé sea tersa para

que le sea más sencillo moverse como resultado de los movimientos reflejos de brazos y

piernas. Las superficies de vinilo proveen una superficie similar a la de la piel, sin que

la fricción sea excesiva y sin que el bebé resbale.

Flexible: el bebé hasta el momento de nacer ha estado viviendo en un mundo flexible

que daba de sí mientras el doblaba y estiraba sus brazos y piernas. Él encuentra más

fácil moverse en una superficie flexible similar. El vinilo es flexible y puede pegarse

sobre una gomaespuma o alfombra. Así se aísla del suelo con lo que queda más caliente

y proporciona una superficie con la suficiente flexibilidad y amortiguación como para

facilitar la tracción. Conviene grapar o pegar el vinilo y la gomaespuma sobre una

superficie dura como la madera para que no se doblen cuando el bebé mueva sus brazos

y piernas y evitar que estos pliegues formen pequeñas colinas que el bebé no podría

sobrepasar.

Plano: Es conveniente que el suelo esté nivelado porque subir por pendiente es algo

demasiado difícil y desalentador para un recién nacido.



Tenido en cuenta todos estos factores, en los Institutos para el Logro del

Potencial Humano han desarrollado la pista de arrastre infantil que se utiliza durante

todo el Estadio I y el Estadio II, es decir, desde que el bebé nace hasta que tiene de 1 a 5

meses aproximadamente según el momento en que sea capaz de iniciar el Estadio III del

gateo.

Veamos aquí un ejemplo:

Esta pista de arrastre se puede adquirir directamente en los Institutos o se puede

encargar. Sólo aceptan encargos por teléfono, este es el número: +1 215 233 2050 (ext.

2525). Es una pista construida de polietileno y se dobla por la mitad por razones de

portabilidad y almacenaje. Una vez abierta, las medidas exteriores son: 49 cm de ancho

x 17 cm de alto x 109 cm de largo. El ancho interior por el que se arrastra el bebé es de

unos 35 cm.

Por supuesto la pista de arrastre se la puede construir uno mismo o encargarla a

un carpintero. Las claves esenciales son:

- Que el ancho de la pista sea el

suficiente para permitir al bebé

mover sus brazos y piernas

fácilmente, pero lo bastante

estrecha como para permitir que

el bebé pueda empujar contra los

lados con sus pies. Unos 35 cm.

- Que sea recta, lo que permite al

bebé avanzar hacia adelante en

lugar de hacia atrás o dando

círculos cuando empiece a ser

capaz de desplazarse.

- Que tenga unas barreras protectoras a los lados para proteger al recién nacido de

corrientes de aires o golpes.

- Que la superficie sea fácil de limpiar con agua y jabón suave y se pueda

desinfectar con alcohol. Por ejemplo el vinilo.



Si estás interesado en construirla, en el Apéndice B: Cómo construir una pista de

arrastre al final de este documento, encontrarás más información.

Aquí te muestro variados ejemplos de padres que han construido sus propias

pistas de arrastre para sus bebés:

Por supuesto no es imprescindible tener una pista de arrastre, es solo que es el

ambiente ideal para tu bebé en sus primeros días, semanas y meses, pero si por el

motivo que fuere decides no tener una pista de arrastre, pues simplemente procura

ofrecerle un ambiente similar en el suelo y colocando a tu bebé en posición prona (sobre

su vientre). Como hemos explicado, así se irá haciendo más capaz cada minuto que

pase.



Si en lugar del ambiente ideal, el bebé tiene que estar sobre una superficie que

dificulte su movimiento, como una cama suave o una alfombra de pelo grueso, no

solamente significará una pérdida de tiempo valioso, sino que le enseñará al recién

nacido que el movimiento es mucho más difícil de lo que realmente es.

La recomendación es tener al bebé en la pista de arrastre la mayor parte del

tiempo, en lugar de tenerlo en una hamaca que lo hace estar boca arriba, o en cualquier

otro artefacto como cochecito o parque donde están restringidos sus movimientos, de

nuevo sería una pérdida de tiempo demasiado valioso para tu bebé en estos momentos

de su vida.

Se trata de que estés con tu bebé la mayor parte del tiempo, así que lo ideal es

trasladar la pista de arrastre al sitio de la casa donde estás mayoritariamente, no solo

para vigilarle y protegerle sino también para hablarle y animarle a que se mueva por la

pista. Si se siente sólo en el suelo o en la pista no le gustará, se sentirá abandonado,

bueno de hecho ese sentimiento lo podría tener también estando en un cochecito.

Que estés con tu hijo es lo que él más necesita, pero si puede ser en el suelo o en

la pista de arrastre en posición prona (sobre su vientre), entonces además de darle amor

le das la estimulación neurológica que necesita en estos momentos.



El programa de arrastre

Consta de dos partes:

Sesiones cortas en las que animamos al bebé a moverse.

Periodos largos en los que el bebé está en posición prona sobre suelo seguro (a

ser posible pista de arrastre) y tiene libertad total de movimientos.

Sesiones cortas en las que animamos al bebé a moverse

En el Estadio I, si puedes hacer diez sesiones cortas al día mejor. La duración

entre unos 10 y 30 segundos, en los cuales debes animar a tu bebé para que recorra la

pista de arrastre. El objetivo establecer, mejorar o reforzar la capacidad de movimiento

de brazos y piernas.

En este estadio es conveniente inclinar la pista de arrastre suavemente (entre 15

y 60 cm) para disminuir el esfuerzo que tiene que hacer tu bebé para avanzar. La

inclinación debe ser la mínima que permita al niño moverse hacia adelante cada vez que

utilice sus brazos y piernas para arrastrarse.

En el siguiente enlace puedes ver un vídeo que los Institutos para el Logro del

Potencial Humano de Glenn Doman han instalado en YouTube para divulgar la

importancia del arrastre. Merece la pena que lo veas: podrás ver como un bebé puesto

boca arriba es como una tortuga puesta al revés y como puesto sobre su vientre puede

usar sus brazos y piernas para moverse. En el vídeo, el hijo de Glenn Doman, Douglas

Doman, muestra una pista de arrastre y finalmente la inclina para facilitar el arrastre del

bebé. Puedes hacer clic en este enlace para verlo: http://youtu.be/xbyBXKiL0LU

Recuerda acabar cada sesión mostrándole todo tu amor y felicitándolo por su

esfuerzo. El crecimiento del cerebro del bebé en esta etapa es resultado de la

oportunidad que tenga de arrastrarse y de ser recompensado, es decir, de ser amado por

su esfuerzo.

Periodos largos en los que el bebé está en posición prona sobre suelo

Se trata de planear estos períodos como modo de vida. Lo ideal es que sean

dentro de la pista de arrastre pues ahí el bebé está protegido, como hemos dicho es el

ambiente ideal. Pero si no puede ser, pues en el suelo puedes procurar un ambiente

apropiado para tu bebé, tal y cómo hemos explicado: seguro, limpio, cálido, suave,

amortiguado y plano.

Estos períodos irían bien que fuesen de entre 3 a 4 horas diarias.

Cuantas más oportunidades tenga tu recién nacido de arrastrarse, mejor será

físicamente, mayor será el desarrollo de su cerebro, más alta su inteligencia motora y

más pronto llegará al siguiente estadio, el Estadio II, para seguir con el proceso de su

desarrollo.

http://youtu.be/xbyBXKiL0LU



Un indicador aproximado de cuando el bebé pasa al Estadio II en el que su

cerebro pasa ya a desarrollar las áreas subcorticales tempranas se produce cuando puede

arrastrarse de 60 a 90 centímetros deteniéndose ocasionalmente. Aunque necesite unos

diez minutos para hacerlo. Que el bebé lo consiga antes del mes de haber nacido solo va

a suceder si ha estado mucho tiempo en el suelo y desde recién nacido. Sin importar la

edad que tenga tu bebé cuando lo consiga, va a ser un logro importantísimo en su

desarrollo y verdadero motivo de alegría y celebración.



Apéndice A: Posición del bebé para dormir

El recién nacido se mueve mucho mientras duerme. Probablemente habrás

apreciado como, al volver al cuarto de tu bebé al cabo del rato, lo has encontrado en un

lado de la cuna. Simplemente ha llegado ahí arrastrándose mientras dormía. De hecho,

en las primeras semanas de vida muchos bebés se mueven más mientras duermen que en

sus periodos de vigilia. Este es un tiempo precioso para el bebé pues mientras duerme

aprende y mejora su arrastre, pero esto solo es posible si duerme en un ambiente

adecuado para hacerlo.

Teniendo este factor en cuenta, voy a explicarte lo que recomiendan en los

Institutos de Glenn Doman y lo que hace el personal y muchos padres de los Institutos,

pero permíteme antes recordarte que no hagas nada que no te apetezca hacer. Lo

fundamental es que decidas con conocimiento de causa, que sepas la importancia de que

el bebé pase mucho tiempo en el suelo boca abajo. Pero si después de todo lo explicado

en este documento, no te sientes a gusto con tener a tu recién nacido en el suelo,

definitivamente no debes ponerlo ahí. Sigue tus propios instintos y no te sientas forzado

a hacer nada que te disguste porque tu bebé sabe perfectamente cuándo te sientes a

gusto y cuándo estás molesto. Incluso los recién nacidos se dan cuenta de esto y cuando

la madre está incómoda, el bebé no disfruta sus actividades, las hace a disgusto y no se

siente feliz. Una vez dicho esto y dejando claro que, una vez informado, siempre es

mejor que seas tú quien decides lo que debes hacer o no por el bien tuyo y de tu bebé, te

comentaré cómo duermen muchas familias que han visitado los Institutos:

En primer lugar, ponen su propio colchón de matrimonio directamente sobre el

suelo (como los japoneses). A continuación

colocan la pista de arrastre en el suelo, junto a

su propia cama. Esa es la “cuna” del bebé, al

que cubren con una mantita. El principal

propósito de hacer esto es dar al bebé una

mayor oportunidad para arrastrarse, además

de que resulta cómodo para las madres al no

tener que salir de la cama para atender al bebé

si fuera necesario. Este sistema para dormir

es sencillo, seguro y excelente para la

movilidad del bebé.

Se han hecho muchos estudios sobre la relación que pueda existir entre la

posición del bebé al dormir y el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). En

1994 se inició la campaña Bebés Bocarriba por recomendación de la Academia

Americana de Pediatría que consistía en colocar a los niños en una posición distinta del

cúbito prono (boca abajo), por el riesgo de SMSL.

Posteriores investigaciones científicas desafían dicha campaña por la validez

cuestonable de las estadísticas y porque la campaña tiene más de experimentación

humana que de terapia preventiva confirmada. Citaremos sólo un par:

En el 2003 los científicos Hunt y cols. informaron de varios resultados asociados

con la posición en la que duermen los niños y descubrieron que síntomas no

identificados como tos, congestión nasal, flemas, vómitos, diarrea, fiebre o problemas



respiratorios aumentaban significativamente entre los niños que dormían en posiciones

distintas de la posición de decúbito prono (bocabajo).

En 2005, la publicación científica The Scientific World Journal publicaba el

artículo “Una reevaluación de la Campaña Bebés Boca Arriba SMSL” por el doctor

Ralph Pelligra (director médico y jefe de Revisión del Ames Research Center de la

NASA), por Glenn Doman (fundador de los Institutos para el Logro del Potencial

humano) y por el doctor Gerry Leisman (profesor de Ergonomía Clínica, Rehabilitación

y Neurociencia Aplicada en la facultad de Tecnologías de Ingeniería en la Universidad

estatal de Nueva York). En dicho artículo se documenta que la campaña de Bebés

Bocarriba debe tratarse como una investigación y no como un tratamiento preventivo

confirmado. Por el contrario, se indica que poner a los bebés bocarriba para dormir, no

sólo no es garantía contra el SMSL, sino que además aporta riesgos asociados como

deformidades posicionales de la cabeza, desarrollo motor retrasado y patrones de sueño

perturbados. El artículo explica cómo desde que se aplicó la Campaña de Bebés

Bocarriba, hay indicios de un rápido crecimiento en la población de niños que muestran

anomalía en el desarrollo como resultado a la exposición prolongada a la posición

supina (bocarriba): “Estos niños no tiene la oportunidad de levantar la cabeza cuando

se despiertan para explorar el entorno que les rodea. Un pobre desarrollo de los

músculos extensores de antigravedad conduce a retrasos motores generales y a

dificultad en la adquisición de bases fundamentales como girar, sentarse solos y

arrastrarse. Aunque se dice que estas anomalías son transitorias y tienden a

normalizarse en aproximadamente 18 meses, las pruebas que apoyan este punto de

vista son escasas y no se han llevado a cabo estudios clínicos aleatorios a largo plazo”.

(…) En este contexto la decisión de colocar a un niño en la posición de decúbito prono

o supino para dormir debería ser una elección personal y ética, que corresponda a los

padres debidamente informados y no al profesional de la salud”.



Apéndice B: Cómo construir una pista de arrastre

Material:

- 1 tabla de madera de contrachapado de 2 cm de

grosor, 40 cm de ancho y la longitud la puedes hacer

como quieras, por ejemplo 2’5 metros.

- 2 tablas de madera de 2 cm de grosor, 15 cm de ancho

(será la altura de las paredes de la pista) y 2’5 metros de

largo.

- Gomaespuma y tela de vinilo para cubrir toda la pista.

- Grapadora y pegamento.

Se trata de pegar la gomaespuma a la madera de

contrachapado y encima de la gomaespuma pegar

la tela de vinilo.

Finalmente el vinilo se grapa a la parte inferior

de la madera.

Teniendo en cuenta el grosor de la

gomaespuma y del vinilo, el ancho interior por

el que se arrastra el bebé es de unos 35 cm.

http://4.bp.blogspot.com/_MJUBpw7F4ng/S3DBid4coAI/AAAAAAAABJs/Prg-0gavcfY/s1600-h/DSC01197.JPG

http://2.bp.blogspot.com/_MJUBpw7F4ng/S3DBjFUHSlI/AAAAAAAABJ0/-KV_WDWNcH4/s1600-h/DSC01202.JPG

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