mobiliario de un amor

92
Mobiliario de un amor Carlos Vaio

Upload: carlos-vaio

Post on 23-Jun-2015

488 views

Category:

Art & Photos


0 download

DESCRIPTION

Cancionero compuesto por sesenta poemas.

TRANSCRIPT

Page 1: Mobiliario de un amor

Mobiliario de un amor

Carlos Vaio

Page 2: Mobiliario de un amor
Page 3: Mobiliario de un amor

Presentación

Hay un sentimiento que, de una forma u otra, todos hemos experimentado. Un

sentimiento tan universal como único, y siempre contradictorio, que nos hace temerosos

y temerarios, vulnerables e invencibles, pero sobre todo nos hace humanos: el amor. Ese

concepto tan difícil de definir y que a su vez nos define a nosotros.

El presente poemario relata en verso el vía crucis de una relación desde que dos

desconocidos se conocen hasta que más tarde los ahora conocidos ya no se reconocen.

La historia de dos personas que se encuentran y luego se pierden. Y es que este

cancionero no se limita al mero anhelo ni al ya tan explotado amor platónico, pues a lo

largo de sesenta poemas podremos apreciar el amor en su máxima expresión; el

deseado, el conseguido, el perdido. En definitiva, el real. Ése con el que todos podemos

identificarnos, pues todos hemos vivido.

Un viaje por las luces y sombras del corazón. La calma y la tempestad vistas desde

dentro. El mobiliario de un amor.

Page 4: Mobiliario de un amor

Mobiliario de un amor · Carlos Vaio

Page 5: Mobiliario de un amor

Hoy me rompo a cachos para ver

cómo todas mis piezas

se van juntando otra vez

de manera diferente a la primera;

de manera que no me vuelva a romper.

Carmen Robles

Page 6: Mobiliario de un amor

Introducción

Mobiliario de un amor

El espacio entre nuestras bocas juntas,

el palacio del recuerdo perdido,

las peleas con lágrimas adjuntas,

las preguntas que no hemos respondido,

la flecha de Cupido que caduca,

la mecha de la bomba del adiós,

el amor maquillado y con peluca,

la ruin nuca de un ruiseñor con tos,

las heridas que no se van ni en broma,

las palomas de humo de la esperanza,

los sueños que despiertan ya del coma;

forman parte del triste mobiliario

de un amor que ahora está de mudanza

vencido por el sucio calendario.

6

Page 7: Mobiliario de un amor

1

Sin mirarme

Sin mirarme tus ojos me han herido

y al mirarte yo y ver tanta dulzura,

sumergido en el mar de la locura

espero que me salves del olvido.

Si Amor tan fácilmente me ha vencido

es porque al verte, una mañana oscura,

me deslumbró la luz de tu hermosura,

incluso antes de habernos conocido.

Por ti mi corazón ya no es esquivo,

el fuego poco a poco entra en mi piel

y el sentimiento se vuelve abrasivo.

Si en tu nombre ahora se amarra aquel

corazón, ayer náufrago hoy cautivo,

es porque su hogar ha encontrado en él.

7

Page 8: Mobiliario de un amor

2

Tu espalda

Sólo puedo ver tu espalda, sólo eso,

porque al cruzarnos bajo la mirada,

pues mi cabeza se vuelve pesada

y de mis propios nervios caigo preso.

Siento el aire cada vez más espeso

cada vez que adivino tu llegada,

y en mi corazón una llamarada

hace que en él vayas ganando peso.

Es increíble que reaccione así,

con los ojos sordos ante tu cara

desde que por ellos fui puesto en ti,

y aunque ahora el silencio nos separa

llegará el día en que expíe de mí

esta cobardía que me enmascara.

8

Page 9: Mobiliario de un amor

3

Tus ojos

Ya no veo tu espalda solamente;

por tus ojos he sido atravesado,

y la huella que en mi pecho han dejado

en tan profunda como persistente.

Mi pasado temor está presente;

sentirme vulnerable y desarmado

sin saber lo que en ti ha provocado

verme así de sincero y transparente.

Verme como ni yo me había visto;

pues los nervios de antes ahora son fuego

y lo que ayer me aliviaba hoy me muerde.

Intento resistir pero desisto,

porque el amor es el único juego

en el que quien no arriesga siempre pierde.

9

Page 10: Mobiliario de un amor

4

El momento

Antes de saber tú de mi existencia

ya eras dueña única de esta locura,

pues al verte, en lo que un instante dura,

mi corazón impuso la sentencia.

Mis desvelos son de tu pertenencia,

lo que digo y callo es de tu hermosura,

si no estás de tu ausencia es mi amargura

y si estás acaba mi penitencia.

Mis pasos son cada vez más errantes

y siento que si no avanzo cuanto antes

ante mis ojos pasará el momento;

el momento que todo lo decida,

aquel que podría cambiar mi vida,

porque donde estás tú sopla mi viento.

10

Page 11: Mobiliario de un amor

5

Quiero ser

Quiero ser quien haga cortos tus días,

por quien llegues a perder la cabeza,

a quien busques cuando sientas tristeza

y con quien compartas tus alegrías.

Quiero ser quien acepte tus manías,

quien toque con las manos tu belleza,

con quien también puedas mostrar flaqueza

y cuando estés mal ser por quien sonrías.

Quien esté a tu lado si algo te duele,

quien antes de dormirte te desvele

y un buen motivo para despertar.

Estar ahí en las buenas y en las malas,

ser tu seda y tu chaleco antibalas

y con quien puedas y quieras contar.

11

Page 12: Mobiliario de un amor

6

Como el sol

Si tuviera que hablar de un verde auténtico

con mencionar tus ojos bastaría

y si de una nube buscara idéntico

color en tu sonrisa lo hallaría.

No hay cosa que tu belleza no iguale,

más bien todo desmerece a tu lado,

pues ni lo más valioso nada vale

si contigo, mi amor, es comparado.

Y aún así a pedir tus besos oso,

ya no hay temor en el que me resguarde,

pues mi amor es, y lo digo orgulloso,

como el sol, que más brilla si más arde,

pero el astro rey de mi cielo abdica

cada vez que tu ausencia me salpica.

12

Page 13: Mobiliario de un amor

7

Líricos deslustres

Ni Ovidio ni Garcilaso ni Dante

ni Quevedo ni Lope ni Petrarca

escribieron sobre amor semejante

al que de este mundo hoy me desembarca,

pues ni los escritores más ilustres

con su pluma y arte te han alcanzado,

ni han sufrido los líricos deslustres

que he sufrido yo al haberte ilustrado.

Afortunados ellos por topar

con otras mujeres en su ventura,

desventurado yo por retratar

a quien con las palabras hace usura,

pues al intentar describir tu esencia

como poeta quedo en evidencia.

13

Page 14: Mobiliario de un amor

8

Cegado

Lo peor de estar ciego es ser consciente

de estar bajo semejante ceguera,

si cegado por completo me viera

sería algo más fácil. Diferente.

Pero ciego siento tan claramente,

pues si lo que no viera no sintiera

pudiera ser que sí y no te quisiera,

mas no es así, y lo que siento no miente.

Sin ver nada de todo me he escondido

y Amor de su ira echó sobre mí el peso

por, con mi ceguera, haberle ofendido,

y ahora, que esta oscuridad sopeso,

en las sombras algo sí que he aprendido;

ciego te veo y ciego estoy por eso.

14

Page 15: Mobiliario de un amor

9

La fuente de tus fallos

La fuente de tus fallos deshidrata;

tu cara, bondad solamente augura;

tus gestos, origen de esta locura;

tu pelo, a este amor aún más me ata;

tus ojos verdes, la belleza innata;

tus manos, los guantes de la dulzura;

tu cuerpo, patria para la hermosura;

tu sonrisa, del dolor me arrebata;

tu andar, cada paso más elegante;

tu voz, oasis en días de pena;

tu aroma, eco de alivio resonante;

tu presencia, bien que me enajena;

tu boca, oro en la alquimia del amante;

y tú, sol en noches de luna llena.

15

Page 16: Mobiliario de un amor

10

Cerebro y Corazón

Batido estoy en fiero y férreo duelo

con mi más severo enemigo; yo,

buscando una tregua hasta el desvelo,

una tregua que nadie firma, no.

Cerebro y Corazón están en guerra;

Cerebro no quiere más sufrimiento

y el otro, queriéndote, a él se aferra

dando lugar a tal enfrentamiento,

pues Corazón, rey de mi parte interna,

te lleva dentro aunque el otro de queje,

mas Cerebro, que el exterior gobierna,

hace que Corazón de ti se aleje.

Y así, cayendo yo por ese abismo,

sigo en guerra feroz conmigo mismo.

16

Page 17: Mobiliario de un amor

11

No saber actuar

Mi no saber actuar y mi letargo

te han dado sobre mí una hegemonía

que me hace tuyo, mas no te hace mía

y de esta historia eso es lo más amargo.

Por el camino de tu ausencia cargo

con la esperanza de tu cercanía,

mirando atrás y viendo la porfía

que ha hecho que sea cada vez más largo.

Y aunque nunca lo quisiera aceptar

todo cambió cuando te conocí,

todo cambió y no lo pude evitar,

pues tamaño fuego ardió de improvisto

desde el momento exacto en que te vi

como nunca debiera haberte visto.

17

Page 18: Mobiliario de un amor

12

Tachones

Mis días se miden por lo que escribo,

Tiempo ha perdido la noción de mí,

sólo en estos versos me siento vivo;

fuera de ellos estoy lejos de ti.

Pero tacharía todo lo escrito

porque al fin tu corazón al mío abras.

Por ti todo lo borraría. Admito

que estás por encima de las palabras.

Pídeme que no escriba un solo verso

y rasgaré todos los anteriores,

en el pasado quedará este inmerso

y ya jamás tendrá más sucesores.

Por un beso partiría la pluma.

Dámelo antes de que ésta me consuma.

18

Page 19: Mobiliario de un amor

13

Consuelos al desconsolado

Todo lo que me mantenía erguido

se rompió en tus palabras al decir

que entre tú y yo no habría porvenir,

ya que mi amor no era correspondido.

Tú estás en mi memoria, yo en tu olvido,

situación que no quieres invertir,

pero no me tienes porqué venir

con consuelos después de haberme herido.

"No quiero que nuestra amistad se pierda,

esto no tiene porque acabar mal",

lo que dices con lo que haces discuerda,

haz el favor de no ser tan banal

o por lo menos sólo esto recuerda:

Entre nosotros nada será igual.

19

Page 20: Mobiliario de un amor

14

Solo y cansado

Tu corazón siempre ha sido un misterio,

intenté entrar en él de mil maneras.

Quiero saber si me tomaste en serio.

Preferiría que no respondieras.

Tu amor escondías y llegué yo,

te lo pedí una, otra y mil veces más.

Lo busqué como nadie lo buscó,

como nadie lo buscará jamás.

No te imaginas lo que por un beso...

lo que por un beso hubiese yo dado.

Invertí toda mi energía en eso

y acabé sin nada, solo y cansado.

Pero si tengo que serte sincero

lo cierto es que a pesar de ti te quiero.

20

Page 21: Mobiliario de un amor

15

Amigos

¿Cómo quieres que siga siendo Amigo

cuando Amigo es Nada y yo quiero Todo?

Pues mi Todo es tu Nada y lo digo

sabiendo que tú lo ves de otro modo,

pero tu Todo es mi Nada y para ti

Amigo es Todo, más es demasiado,

pero Nada es Amigo para mí,

más es Todo, todo lo más buscado.

Tu amistad nunca fue del todo Nada,

pero para nada Todo ésta fue,

porque Amigo es cosa por mí apreciada

y sin ser más que amigos disfruté.

Pero si no ves en mí nada más

entonces ya Nada de mí verás.

21

Page 22: Mobiliario de un amor

16

Malditos ojos

Malditos seáis ojos miserables

por haberme vuelto así de maldito,

por hacerme leer lo nunca escrito

y ser de esta debilidad culpables.

Malditos seáis ojos implacables

por no escuchar mi desgarrado grito,

por ver lo que no tengo y necesito

y hacer mis sentidos tan vulnerables.

Malditos sois por haberos cruzado

con quien fuera mejor nunca haberlo hecho

haciendo que tenga que maldeciros,

y malditos por haberme cegado,

invitándola a vivir en mi pecho,

donde es artesana de mis suspiros.

22

Page 23: Mobiliario de un amor

17

Buscando llaves

He pasado mil noches desvelado

y mil días tras el velo de esos suaves

pensamientos donde sólo tú cabes,

mas los tuyos guardas bajo candado.

Temo que llegue el día, ya cantado,

en que deje de buscar esas llaves,

pues antes de que tú conmigo acabes

seré yo quien dé esto por acabado.

Mas la parte de mí más temeraria

ni acepta tu ausencia ni a ti renuncia

ni piensa en consecuencias ni en mi error,

y la discreta; la razón, hoy paria,

ya no pesa tanto ni se pronuncia,

pues su voz es callada por mi amor.

23

Page 24: Mobiliario de un amor

18

Tu conciencia

Cuando tu veredicto pronunciaste

sentí mil muertes en sólo una vida

y para que la pena no me aplaste

decidí alejarme de ti en seguida.

Me sentí realmente miserable

al pensar en el daño que te haría,

pero nada de eso, fuiste implacable,

pues tú volabas mientras yo caía.

Qué idiota fui al creer que te importaba

y al lamentar no poder serlo ya,

y hoy, que el dolor mi corazón socava,

dices querer saber cómo me va.

Si por mí preguntas sé que en esencia

más que por mí lo haces por tu conciencia.

24

Page 25: Mobiliario de un amor

19

El cuarto Reich

El primer Reich fue un mal golpe bien dado

y a priori no lo supe asimilar,

sabía que me había derribado,

pero al final me pude levantar.

El segundo Reich fue algo menos duro

y sirvió como golpe orientativo

de lo que pasaría en un futuro,

pero tampoco fue definitivo.

El tercer Reich sí fue demoledor,

mis esperanzas cayeron conmigo

y en las sombras colmado de dolor

sin saber cómo salir de ellas sigo.

No habrá cuarto, estoy harto y plañidero,

pues Reich, el Reich tercero fue el postrero.

25

Page 26: Mobiliario de un amor

20

Nueve meses

Nueve meses ya desde aquella flecha

en la espalda de un corazón perdido

por parte de un ruin arco que ha sabido

batirme manteniéndome en la brecha.

Nueve meses desde hoy a aquella fecha

en la que fui tan mortalmente herido

por quien a mi voluntad ha prendido,

por quien a este mundo me ata y de él me echa.

Nueve meses de estar en este estado,

buscando la forma de ser feliz

y a una esperanza que de mí se esconde,

pues en este tiempo sólo he gestado

el fruto de una enorme cicatriz

por un amor que no me corresponde.

26

Page 27: Mobiliario de un amor

21

Nuestro último silencio

Cuando pienso en lo que pudo haber sido,

en lo que perdí antes de conseguir,

tambaleo después de haber caído

y no hallo en mí fuerzas para seguir.

Me pierdo por donde ya me he perdido,

puse en sus manos todo mi vivir,

alegará no habérmelo pedido,

pero yo tampoco pude elegir.

A adiós sonó nuestro último silencio,

recuerdo que con tristeza sentencio,

y vi el destierro en su última mirada

de un mundo que a mis pies creí tener,

mas sin ella no significa nada

y sobre mí no cesa de caer.

27

Page 28: Mobiliario de un amor

22

Mi venda

Cuando Amor puso en mis ojos su venda

sólo pude distinguir sus destellos

y así fue como yendo detrás de ellos

me alejé tanto de mi antigua senda.

No hay nadie ajeno a esto que comprenda

de Amor la fuerza de sus atropellos

ni hay en este mundo atajos aquellos

que hagan que uno su camino reprenda.

Vuelvo la vista para ver lo andado

y saboreo aquellos sinsabores

que hasta este triste punto me han portado.

Miro adelante y no hay cosas mejores,

sino las consecuencias de un errado

camino que seguí a base de errores.

28

Page 29: Mobiliario de un amor

23

Vivir sin ti

En un infierno caído del cielo

quedé yo tras verte por vez postrera,

pues en ese entonces supe que lo era,

pero ardiendo aparenté ser de hielo.

De aquel tiempo sólo queda el anhelo

de haberme entregado de tal manera

para que al final todo se perdiera

y no quedara más que el desconsuelo.

Y aunque lo creyera una estupidez

es cierto que el tiempo todo lo cura,

lección que a duros golpes aprendí.

Pues superada por fin la locura,

estoy naciendo por segunda vez;

estoy aprendiendo a vivir sin ti.

29

Page 30: Mobiliario de un amor

24

Cerebro y Corazón (Desenlace)

Cerebro y Corazón no hallaron paz

y se fue haciendo más fuerte esa lucha;

Cerebro cruel y Corazón falaz,

aquél siempre grita, éste nunca escucha.

Corazón, de Amor defensor cabal,

y Cerebro, patrón de la cordura,

se enfrentaron de un modo tan fatal

que esa guerra, ya acabada, aún dura.

Pero al final ganó quien siempre gana;

Amor a Cordura otra vez se impuso

y Corazón de Cerebro se ufana

por tenerlo en el olvido recluso,

pues cuando hizo valer su potestad

Cerebro perdió toda voluntad.

30

Page 31: Mobiliario de un amor

25

La canción de la noche esperanzada

La noche endulza sus cantos

con su luz de luna llena,

y con su brisa serena

seca alegre tristes llantos.

Ya no llueven más quebrantos,

do ayer crecían rastrojos

vuelan hoy pétalos rojos

y un sueño antes cojo danza

sutil con una esperanza

que al fin le mira a los ojos.

Bailan inquietas las rosas

al compás de aquella brisa

que embellece su sonrisa

y las muestra más hermosas.

Las nubes miran celosas,

desde el día, con anhelo

a una noche cuyo cielo,

tan imponente y oscuro,

se muestra piadoso y puro,

majestuoso en su desvelo.

La luna altiva gobierna

en un reino que regala

una luz que nada iguala,

ese alo de paz eterna.

La vida se vuelve tierna,

ha perdido su fiereza

y el camino que aquí empieza

ha dejado atrás aquellas

31

Page 32: Mobiliario de un amor

noches negras sin estrellas

nubladas por la tristeza.

No hay lugar para el dolor,

ya ha exhalado el frío viento,

triste, su último lamento

y se pierde en su rencor.

Hoy el cielo es el amor,

las estrellas sus encantos,

la noche endulza sus cantos

con su luz de luna llena,

y con su brisa serena

seca alegre tristes llantos.

32

Page 33: Mobiliario de un amor

26

Promesas al alba

Voy a descorchar mi mejor sonrisa, voy a purgar todas tus lágrimas;

voy a darte en un solo beso los besos que nadie te dio;

voy a echar a patadas los sueños que malviven en mis sábanas;

voy a besarte con los ojos porque sólo sé mirarte con el corazón;

voy a ser tu sol, por si me nublo quieras que vuelva a salir;

voy a jugar con la tristeza a la ruleta rusa;

voy a darte penas, voy a pedirte lo mejor de mí;

voy a saciar mis manos con la miel de tu cintura;

voy a buscar en tus ojos lo que no encuentro en el cielo;

voy a despegar mis suelas del suelo enterrándome en tu aroma;

voy a respirar tu voz para vivir de tu aliento;

voy a escupir mi orgullo y aceptar de ti cualquier limosna;

voy a tatuar noches de sudor compartido en tus muslos;

voy a anclar mis dedos en los siete mares de tu piel;

voy a leer los versos de tu mirada entre suspiros tartamudos;

voy a enseñarte lo que nunca supe aprender;

voy a ser la luz que apagas al acostarte;

voy a fertilizar tu sonrisa con sonrisas de verdad;

voy a ser tus ilusiones para que me uses antes de tirarme;

voy a perderte por si me quieres encontrar.

33

Page 34: Mobiliario de un amor

27

Un amor que aflora

Te miro a la cara y en tu mirada

oigo un dulce canto de ruiseñores,

y tus ojos reinventan los colores

con los que Primavera fue dotada.

Tu sonrisa, flor elísea robada

de un imposible de níveos fragores,

es de una boca que esconde sabores

que apelan al deseo y es deseada.

Tu voz aterciopela lo que dices,

que suena como un sueño, y tu silencio

embriaga a quien lo que callas ignora.

La hermosura que ahora en ti presencio

sazona dulcemente las raíces

de un amor que al fin entre tú y yo aflora.

34

Page 35: Mobiliario de un amor

28

Alzar el vuelo

Igual que el ave Fénix, que alza el vuelo

una vez en sus cenizas ha ardido,

yo te encontré, hallándome perdido,

y vencido seguí batido en duelo.

Por ti elevé, mi amor, los pies del suelo

y tras varias veces haber caído

bajaste a rescatarme de tu olvido

poniéndole consuelo al desconsuelo.

El tiempo no erosiona sino lima

el amor que en mi pecho tú has forjado.

No arrojes el puñal que me lastima

si contra mí ya lo has utilizado

y deja que suba hasta tu alta cima

hasta que yazga en ti ya desangrado.

35

Page 36: Mobiliario de un amor

29

Marcado a fuego

A fuego está en mi corazón marcado

tu mirar desde que por vez primera

por el abismo de éste yo cayera

y perdido en él te hubiera encontrado.

Mil veces, cariño, me he levantado,

por muy honda que la caída fuera

buscando sin descanso la manera.

Mil veces, ¡sí!, por estar a tu lado.

Me he helado en tu sol y he ardido en tu nieve,

pero de nada de eso me arrepiento

tras saber lo que en tu boca es un beso.

Te quiero y mi querer todo lo mueve;

te quiero y mi querer para hasta al viento;

te quiero y no hay nada más grande que eso.

36

Page 37: Mobiliario de un amor

30

Amanecer

Cuando te veo el tiempo en mí se para

y a mi alrededor calla todo ruido;

tu mirada del mundo me separa

y vencido no me doy por vencido;

contigo cerca ningún mal me alcanza

y la melancolía me es ajena;

la espera se convierte en esperanza

y toda pena merece la pena;

si tú estás el cielo baja a la tierra

y pierdo la cabeza con razón;

quererte es un fallo que nunca yerra

y encontrarte es mi mayor perdición.

Cuando el sol en mi vida olvida arder

en ti y sólo en ti hallo mi amanecer.

37

Page 38: Mobiliario de un amor

31

Me gusta

Me gusta coger tus besos al vuelo

y que tú cojas los que yo te tiro;

beber, amor, de ese dulce suspiro

y batirme con tus labios en duelo.

Me gusta ver en tus ojos el cielo

y en el cielo verme cuando te miro;

sentir que tu presencia es mi respiro,

saber que si tú estás no hay más anhelo.

Y es que me gustas tanto que por medio

de estos versos proclamo que, preciosa,

te quiero con locura y sin remedio.

Te quiero como el rocío a la rosa

que cuando el frío asecha con su tedio

su manto de cristal en ella posa.

38

Page 39: Mobiliario de un amor

32

Confesión

19 de abril de 2012, en algún recoveco de la razón.

Para la chica que me hizo perder el norte

y le puso una brújula a mi corazón:

Te sorprenderá que te escriba esto

después de tanto tiempo sin escribirte nada,

después de que dejara que aquellos versos

empapados en la fuente de tus besos

en el tintero se secaran.

Pero esto es lo más duro que nunca te he escrito;

es mi confesión y confieso que te necesito.

Y es que nuestra relación por momentos tambalea,

y nosotros no hacemos más que mirar para otro lado,

dándole la espalda a la realidad, pero ésta nos rodea,

y noto cómo poco a poco nos vamos alejando,

y bajamos los brazos en lugar de dar pelea.

Soy el gran culpable de que esto sea así, lo reconozco,

pero esto no me hace feliz, sino que me rompe del todo.

Sé que últimamente no he sido el mejor,

estoy lejos de aquel del que te enamoraste,

me miras a los ojos y sólo ves frustración;

mi perdición me la busqué yo

y ahora no sé cómo encontrarme.

Me siento como un barco hundido,

no he hecho ni lo más mínimo por no venirme abajo,

tampoco he sabido contar contigo

y poco a poco te he ido apartando.

Supongo que es mi manera de protegerte

de este agujero negro;

39

Page 40: Mobiliario de un amor

me he convertido en un embudo

y lo último que quiero es absorberte,

y aunque no te lo diga muy a menudo

eres lo mejor que tengo,

pero veo cómo empiezo a perderte,

y en lugar de buscarte me quedo quieto

y en lugar de llamarte me quedo mudo,

y me vuelvo manco para deshacer el nudo

de tristeza que con tanta destreza até a mi cuello.

Sé que sufres mi sufrimiento,

y de verdad, cariño, que lo siento.

Imagino que ya te habrás planteado

cómo sería tu vida sin mí a tu lado,

y entiendo perfectamente que lo hayas pensado,

pero temo que quieras dar pronto ese paso.

Sólo te pido un poco de paciencia, sólo un poco más,

volveré a ser el que era, me voy a levantar.

Sé que este trato no es justo para ti,

que mientras tú eres mi tabla de salvación

yo soy el ancla que no te deja seguir,

pero yo también detesto esta situación

y me pierdo buscando y rebuscando una solución.

También te quiero pedir perdón

por las veces que te he decepcionado,

últimamente es lo único en lo que soy constante.

Sólo te pido que aguantes un poco más a mi lado,

ya verás, mi sol, que saldremos adelante.

Sólo tú me das momentos de claridad

y sólo en ti encuentro luz entre tanta oscuridad,

pues siempre has sabido estar

en el momento y el lugar adecuados.

Tú, que todo lo cambiaste y todo lo has mejorado,

me has dado siempre fuerzas para luchar.

Y yo, que soy tan absurdamente orgulloso

40

Page 41: Mobiliario de un amor

y pienso que es mejor desmoronarse solo,

ahora te estoy pidiendo ayuda;

te estoy pidiendo que simplemente sigas ahí

y que entiendas que yo nunca quise sentirme así.

Créeme si te digo que te quiero con locura

aunque muchas veces no esté a la altura.

Eres buena y me lo demuestras cada día,

y soy consciente de que no siempre soy la mejor compañía.

Pero de sobras sabes que

tu nombre sangra tinta desde mi alma hasta mi piel.

Haré lo que haga falta para ponerme en pie,

por favor no te vayas, sé que todo saldrá bien.

Y aunque lo demuestre poco: te quiero mucho, mucho, mucho.

Y aunque me muestre ajeno a todo: sigo siendo tuyo.

41

Page 42: Mobiliario de un amor

33

El tiempo traicionero

Te metes en la cama antes que yo

para no compartir conmigo la intimidad del colchón,

pero sé que cuando llego finges estar dormida,

cuando antes luchabas contra el sueño para que no acabase nuestro día,

pero hoy cada instante que pasa ya no suma, ahora resta,

y es hora de recoger la casa y reconocer que se acabó la fiesta,

pues la resaca siempre ha sido mala,

pero no por dormir más conseguirás evitarla.

¿Por qué lo que fue tu hogar se ha convertido en tu trinchera?

¿Por qué yo que tanto te he querido te hago llorar de esa manera?

Porque estaba cantado pero no escrito,

porque ayer todo me lo diste y hoy todo te lo quito.

Pues esta es la crónica de una separación anunciada,

porque estás incómoda a mi lado y ya casi ni hablamos

y cuando lo hacemos no nos decimos nada,

y destruimos lo que tanto nos costó crear,

pues antes éramos capaces de levantar en el aire castillos

y ahora somos aves rapaces peleándonos hasta hacernos picadillo.

Ya no te mueres por mis huesos, ya no encuentras paz entre mis brazos

y has cambiado aquellos besos por los que antes suspirabas

por el silencio del ocaso de un amor que acaba.

El tiempo traicionero aceleró el minutero de nuestro reloj

y le puso fecha de caducidad, sin perdón ni piedad, a nuestro corazón.

Me meto en la cama después que tú,

esa cama que ayer fue nuestra nube hoy es nuestro ataúd,

pero sabes que cuando me quedo no es porque no quiera dormir,

simplemente espero a que te duermas tú primera para ir,

y en este entierro tú y yo cara a cara no levantamos la vista del agujero

42

Page 43: Mobiliario de un amor

que en el suelo nos separa y esperamos que traigan al muerto,

y así, en lugar de salvar a la víctima

nos limitamos a esperar que muera y le echen tierra encima.

¿Por qué en una cama para dos en la que somos dos hay tanto vacío?

¿Por qué quien me daba tanto calor me hace ahora sentir tanto frío?

Porque estaba escrito pero no cantado,

porque ayer fuiste lo mejor y hoy un error de mi pasado.

Pues en este tira y afloja cada cual tiene sus motivos,

y en la cuerda floja o discutimos violentamente

o nos mostramos completamente esquivos.

Buscamos en el pasado para ver qué podemos cambiar,

pero el pasado es un templo cuyos cimientos son inmutables,

ojalá el corazón tomase ejemplo y fuese un poco menos inestable.

Ya no me duelen tus dolores, ya nunca te hecho de menos

y he cambiado aquellas flores que bailaban en mi lengua

por el sucio veneno de un amor que mengua.

El tiempo traicionero aceleró el minutero de nuestro reloj

y le puso fecha de caducidad, sin perdón ni piedad, a nuestro corazón.

43

Page 44: Mobiliario de un amor

34

Cicatrices

Herimos a quien nos quiere,

esa persona también nos hiere

y empezamos una guerra fría.

Semejante mano a mano,

nos condena y vuelve vano

cualquier intento de amnistía.

Porque el amor es un juego

que consiste en mantener el fuego

lo máximo que se pueda,

pero una vez éste se apaga

por mucho que se haga

ceniza es siempre lo que queda.

Y el tiempo traicionero

es el único bombero

que puede apagar esa flama,

y siempre llega antes de hora,

sin prisa ni demora

y cuando nadie le llama.

No sé porqué resulta

que debemos pagar una multa

cuando queremos ser felices.

Todavía me pregunto

hasta qué postrero punto

crecen nuestras cicatrices.

44

Page 45: Mobiliario de un amor

35

¿Pensando?

Cuando el amor se interrumpe por el cansancio y la duda

y el dolor irrumpe en tu cama, tan viuda de alegrías,

el mísero drama de la melancolía se anuda

en una garganta desnuda en noches de penas frías.

El sol siempre se marcha entre resquicios resplandecientes,

pero el fuego que se ha apagado nunca más vuelve a arder.

La vida es más pesada cuanto más vacía la sientes

y el alquitrán de la mirada no para de crecer.

Ves como vuestra luna mengua, cosa que te hace daño,

pero la noche no suele dar otra oportunidad,

mejor es prepararse cuanto antes para el desensaño

de cuán pequeños son los sueños ante la realidad.

Tarde o temprano el amor termina y es inexorable.

Hace tiempo que lo sabes y hoy te pasa por encima

que la sustancia de la pasión ya no sea inflamable

y la arrogancia a reconocerlo es lo que más lastima.

Tus sábanas saben bien de lo que hablo en este momento,

pues son testigo de las lágrimas de tu corazón,

y toda esa confusión, esa tristeza, ese lamento

son ángeles errantes que encontraron tu perdición.

No entiendo que estés pensando; sólo actúa, no lo pienses,

porque si has de hacerlo es el fin, y cuando el amor se trunca

por mucho que lo intentes y las cuerda del reloj tenses

como llegó a ser alguna vez no volverá a ser nunca.

45

Page 46: Mobiliario de un amor

36

Telarañas en el corazón

Abrimos mundo a nuevos amores

dejando atrás los que no nos quieren,

olvidando así aquellos dolores

que ya no están pero aún nos hieren.

Intentamos crear puentes

que atravesar con sigilo

donde penden de un hilo

los asuntos pendientes.

Y a pesar de nuestros pesares

a veces la esperanza

se equivoca y nos espera,

haciendo juegos malabares

con los sueños y la añoranza

de quien roza y no alcanza su quimera.

Cuando la soledad empaña las ventanas

y la necesidad desordena el armario

ya no doblan las campanas

de quien se hace trampas al solitario.

Y así avanzamos con rumbo fijo

hacia quién sabe dónde

buscando un escondrijo que se nos esconde

dejándonos el alma sin cobijo.

Y la rutina que araña

las buenas intenciones

que tiene la pasión

46

Page 47: Mobiliario de un amor

cuelga su telaraña

en todos los rincones

de nuestro corazón.

47

Page 48: Mobiliario de un amor

37

Dos amantes derrotados

Un sueño que de a dos se sueña

y por ser dos en uno se ha partido en mil,

un largo suspiro compartido y febril

que en un silencio se despeña.

Una caricia que agoniza,

un reflejo en un espejo con puntos muertos,

un mismo barco que se hunde en distintos puertos,

una mirada quebradiza.

Y el cielo rompe el llanto ahogado

que en la garganta de los amantes se anuda

mientras miran al vacío buscando ayuda

para un amor ya condenado.

Y debería estar prohibido

que dos personas que comparten corazón

se vean de repente contra el paredón

por lo mucho que se han querido.

Ambos, por la vida olvidados,

buscan recíproco consuelo en sus miradas,

pero el cansancio las mantiene congeladas;

son dos amantes derrotados.

48

Page 49: Mobiliario de un amor

38

El peso de su ausencia

La mujer que con tanta fuerza amaste

y que a su vez a ti tanto te ha amado

se ha ido finalmente de tu lado

y hoy lloras lo que en tu vida lloraste.

Que el peso de su ausencia no te aplaste,

pero es tarde, amigo, ya te ha aplastado,

y recoger te toca el llanto ahogado

de una pena que sin querer sembraste.

Unos se van apenas han venido,

otros se quedan habiéndose ya ido,

pero todos dejan el mismo anhelo.

Procura no hacer ruido en la caída,

haz de agachar la cabeza en tu herida;

no hay llanto en esta tierra que oiga el cielo.

49

Page 50: Mobiliario de un amor

39

Lluvia de abril

Inspirado en la canción November Rain, de Guns N’ Roses.

No comprendimos que no nos teníamos hasta que nos perdimos;

hasta que al fin llegó el fin.

Cuando descorrimos el velo bajo un claro de cielo

entre la fría lluvia de abril.

Todos buscamos la otra mitad, rellenar el vacío con el que nacemos,

sabiendo que no hay más oportunidad que aquella que perdemos,

pero quien sea capaz de curar un corazón herido

le habrá devuelto sus alas a un ángel caído.

Los dos sabemos cómo duele tener un incendio dentro

y por fuera pretender ser de hielo,

porque al final, y pasa siempre,

el hielo se derrite y se convierte en agua, y con ésta el fuego se apaga,

y al final, y pasa siempre, al final no queda nada,

y por mucho que lo niegues el dolor no desaparece del alma,

sino que pasa a formar parte de ella, y esa sombra se refleja en la mirada.

Pero, ¿para dónde hay que mirar

cuando mirar para atrás es torturarse

y adelante no hay más que oscuridad?

¿Cómo puede uno avanzar cuando cada paso que se da

es un paso para atrás y olvidar es engañarse?

Es negar la realidad.

Nos encontramos sin querer, nos perdimos queriéndonos;

de nada sirve tratar de comprender, de menos sirve comprenderlo.

Nunca sabremos si esa persona era de verdad la idónea;

la que es puesta en nuestra vida para quedarse para siempre,

pues cuando perdemos a alguien no sabemos a quién perdemos realmente.

Con el alma en carne viva somos carne de cañón.

Sigues siendo tú, sigo siendo yo,

50

Page 51: Mobiliario de un amor

pero ya no somos dos.

Ya no somos los dos.

¿Quién nos da una explicación?

Aún así no olvides, no, que el amor contenido

con el tiempo se convierte en un fruto podrido,

y también recuerda que hasta la más hermosa de las rosas tiene espinas

y que sangrar lo suficiente es la única forma en que realmente se cierran las heridas.

Porque al fin y al cabo el corazón es un puño ensangrentado,

pero una vez abierto deja al descubierto la pureza de la palma de su mano.

Y puede que todo se reduzca a eso;

a que cuando entregas tu corazón siempre te lo acaban devolviendo,

y siempre en un estado peor del que lo habías dado,

pero no por eso, amor, tengas miedo a seguir dándolo.

A volver a dármelo.

Mientras tanto nos vamos alejando.

Todo el mundo necesita estar solo. Todo el mundo necesita a alguien.

No somos los primeros, después de todo, que se asfixian por exceso de aire,

pero cuando recuperes tu sol pásate por mí

y seca de mi corazón esta fría lluvia de abril.

51

Page 52: Mobiliario de un amor

40

El punto sin retorno

Aún estás a tiempo de volver sobre tus pasos

sacrificando, a cambio, tu impertinente deseo

o causando, de lo contrario, irreparables daños

que del alcance de tu poder llegarán más lejos.

El camino que con tu errado andar aquí comienza

te llevará sin duda alguna al más fiero desastre,

el abismo tras tus pies te impedirá dar la vuelta

y más hondo se hará cuanto más sigas adelante.

Te diriges sin saberlo hacia un punto sin retorno,

pero sólo lo reconocerás cuando allí llegues,

cuando sientas que definitivamente estés roto,

porque te romperás y eso será ya para siempre.

Es hora de que dejes de consumirte y lo asumas;

ya no existe aquello que te mantiene en esta lucha.

52

Page 53: Mobiliario de un amor

41

En la palestra

Hoy vuelvo con el boli entre los dientes

a poner mis penas en la palestra.

Triste desencantador de serpientes

que sólo lo hace bien con la siniestra.

Aquí me armo, me desarmo y me escudo,

y mis sueños besan la realidad,

donde grito cuando me quedo mudo

y nunca olvido decir la verdad.

Vuelvo a escribir, a sacar la basura,

a hurgar en mí, a purgar mi pasado

desde el otro lado de la locura,

donde siempre llueve sobre mojado.

De nuevo de lo amargo saco miel

mientras me desangro sobre el papel.

53

Page 54: Mobiliario de un amor

42

Ingenuo

¿Que ahora de tu mente me disipo

para que tengas espacio para él?

¿Ése, quien según tú no era tu tipo,

realmente es quien tira de tu cordel?

¿Que hoy te besas con él cuando conmigo

te besabas hasta hace pocos días?

¿Con ese que no era más que un amigo

y que de él solamente eso querías?

¿Que ahora le dedicas tu mirada

y sonríes cuando te la responde?

¿Él, por quien decías no sentir nada,

es quien en tu gris corazón se esconde?

Si algo lamento es mi falta de astucia;

no entiendo cómo no te sientes sucia.

54

Page 55: Mobiliario de un amor

43

Enséñame

Tú que haces que sea tan fácil fingir

y que eres capaz de no sentir nada.

Tú que desconoces lo que es sufrir

y aprendiste a mentir con la mirada.

Tú que sabes enséñame a olvidar,

a cambiar de color el corazón,

a quemar el pasado y avanzar,

a ponerle a la locura razón.

¿Cómo se juega con los sentimientos?

¿Cómo se evitan los remordimientos?

¿Dónde se aprende a dar besos de Judas?

Tú que del engaño ya eres maestra

y haciendo daño te has vuelto ambidiestra;

tú que puedes resuélveme estas dudas.

55

Page 56: Mobiliario de un amor

44

Juego de tres

Como mosca caí en tus telarañas

y no haberlas tejido aún alegas,

pero ni me la juegas ni me engañas,

he aprendido, ya no voy a ciegas.

Nunca creí que en tu vida otro hubiera,

pero siendo embustera te creía,

mas creer es ignorar, es fe rastrera,

y hoy pago cara la ignorancia mía.

De haberte conocido me arrepiento,

mi viento ya no sopla donde estés,

el sentimiento hoy es resentimiento

y he abandonado aquel juego de tres,

pues sé cuál es mi sitio en este podio,

mas tú no sabes con qué fuerzas te odio.

56

Page 57: Mobiliario de un amor

45

Supernova

¿Quién le pone al amor precio?

¿Quién es el necio que lo paga?

¿Quién me cambia calor por frío desprecio?

¿Quién me hunde en el pecho esta daga?

Al borde del colapso,

a un paso del despeño,

con la ponzoña en la mirada

y ahogándome en mi propio veneno,

donde no hay clavo que saque este clavo,

y pasar página no sirve de nada

tras comprobar que eres el libro entero

reescribo el testamento de un amor desheredado

reviviendo un pasado que me mata verso a verso.

Y aún sabiendo que, a estas alturas y malherido,

tal tortura está acabando conmigo

no consigo, por mucho que lo intento,

salir de este círculo en el que me encuentro.

Y es que no puedo evitar sentirme estafado

al ver que después de todo lo que he dado

al final me haya quedado esto.

Te llevaste de mí todo lo mejor,

te llevaste mi luz y mi candor,

pero olvidaste llevarte el resto.

Para ti fue muy fácil superarlo,

te bastó con dar el cambiazo,

tocar un botón y olvidar,

con paso firme y nunca lento,

sin culpas ni remordimientos,

sin mirar atrás.

57

Page 58: Mobiliario de un amor

Yo, sin embargo, me quedé a medio camino

entre mis recuerdos y tu olvido

buscando la forma de comprender.

Pensando que al haberte ido

todo lo había perdido

y así fue como me fui echando a perder.

Y en honor a la verdad

admito que esto es lo más banal que he escrito,

pero también lo más real.

Por eso hoy me permito prescindir de tantos artificios.

Llegó el momento de estallar.

Una estrella, una explosión...

Cuando me quité la venda

mi corazón ya estaba en tus manos;

pobre náufrago a merced de la tormenta,

no quiere darse cuenta

que no piensas rescatarlo.

Cuando te quitaste la máscara

y dejaste ver lo que había debajo

busqué la venda arrojada

para que la realidad no me dañara,

pero ya me había atravesado.

Y es que el amor es ciego y sordo,

y cuanto más herido más temerario,

lo que lo hace peligroso.

Nadie habla de lo que hay al otro lado,

de lo difícil que es mantener la cabeza fría

cuando el corazón está ardiendo;

cuesta imaginar lo que puede uno aguantar

dentro de este incendio.

Pero esta es mi descarga

de dolor y de rabia,

58

Page 59: Mobiliario de un amor

mi tormenta imperfecta,

mi final infeliz aquí comienza,

el otro lado de la lágrima,

la única forma que encuentro

de ponerle carne y huesos

a un alma lastimada.

Todo porque me rompiste el corazón

y convertí esa sangre en tinta

para sazonar la desazón

de la experiencia más dolorosa de mi vida.

Pero lo cierto es que todo es mentira;

sangrar no limpia las heridas, tan sólo debilita.

Aunque estoy seguro

de que estarás satisfecha con todo esto,

pues me dejaste moribundo,

y yo a cambio te inmortalicé con estos versos.

No está mal el trato, y tú sabes cómo hacerlo,

pues parece que sales ganando cada vez que yo me pierdo.

Un agujero negro dentro del corazón...

Mi fallo fue ver en ti una aguja en un pajar,

más tarde comprendí que eran mis ojos los que te hacían brillar,

que estaba dentro de mí lo que te hacía especial.

Mi fallo fue pensar que podía contar contigo

cuando te necesitara como tú contaste conmigo

cuando me necesitaste,

mostrarme con mis fallas y debilidades,

pero tras una apariencia condescendiente y amable

tú buscabas la salida de emergencia

y mientras me venía abajo abandonaste.

Me pareció normal que lo hicieras,

me sentí incluso hasta culpable.

Entonces me propuse salir del agujero como fuera,

59

Page 60: Mobiliario de un amor

todo para que me quisieras como antes,

y al final lo conseguí, no sabría decir cómo,

sólo sé que fui capaz de levantarme solo,

y me pulí, me reinventé a mí mismo,

volví de las sombras con más brillo,

y todo lo hice por ti, absolutamente todo.

Todo para que pudiéramos ser felices,

y mientras yo pasaba por ese purgatorio

tú estabas de todo menos triste;

tú estabas con otro, tú nunca me quisiste

y si lo hiciste lo olvidaste pronto.

Dime qué fui para ti, de verdad que no entiendo

cómo puedes ser tan fría

para que se te dé tan bien jugar con fuego,

para acabar haciendo también de mí un témpano de hielo,

cada vez más duro, sí, cada vez más gélido.

Hoy soy un iceberg del que sólo se ve el pico,

lo que hay debajo no lo sé ni yo mismo.

Imagino que es difícil mantenerse en un barco que se hunde,

pero tú, al hacerme creer que aguantarías conmigo tras el timón,

conseguiste que olvidara que las ratas son las primeras que huyen.

Dime en qué punto del camino perdiste el corazón.

Estoy dispuesto a ir a buscarlo, no para quedármelo,

sino para devolvértelo y que seas capaz de sentir algo.

Un destello de aquello que vivimos...

De muchas cosas me arrepiento

que aún así no cambiaría,

pero lo que sí lamento

es haber puesto mis cartas boca arriba,

haberme mostrado como un libro abierto,

no sé en qué punto ocurrió o si fue un proceso,

pero al final me entregué por completo.

60

Page 61: Mobiliario de un amor

Dime que no fue un error hacerlo,

o mejor no digas nada

que en tu caso ha quedado claro

que en un sentido van las palabras

y los hechos en el contrario.

Ojalá hubieses sido un poco menos falsa,

prefiero una verdad desgarradora

a tus malditas mentiras piadosas,

por no hablar de las artimañas que utilizas

para no sentirte culpable

y tener la conciencia tranquila,

pues distorsionas tu imagen de mí

para que te resulte más fácil olvidarme

y así tu mente me convierte en uno que no fui

y justifica que me dañes.

Sé al menos realista, sólo eso,

y reconoce que en todo esto

no tienes nada que reprocharme,

después de todo, y ambos lo sabemos,

fuiste tú la que cambiaste,

y no para mejor, así que no te engañes más

que ya tienes bastante con engañar a los demás.

¿Cómo podré volver a confiar en alguien

después de haber confiado en ti?

Tú que sabes dime cómo se hace

para cambiar de corazón así como así.

Un estruendo en medio del vacío...

Me convertiste en el payaso de tu circo

y sólo hiciste malabares conmigo,

y yo, funámbulo de tus sentimientos,

me confié tanto de tus besos

que avancé sin una red debajo,

61

Page 62: Mobiliario de un amor

y cuando aflojaste la cuerda floja

no me quedó otra que recoger mis pedazos.

Con más corazón que cabeza

-maldito sea el ultraje que el deseo hace con la razón-

vi un ángel donde había una serpiente hambrienta,

y, por supuesto, acabaste devorándome sin compasión.

Bien es cierto que no puse mucha resistencia.

Te serví de aprendizaje y me diste una lección.

Y es que la princesa salió rana

y aprendió a saltar de charca en charca,

y el lobo solitario se volvió un perro abandonado

que rascando la puerta sigue esperando que le abras,

y lo peor no es que volvería a tu lado

tan sólo con que me llames;

lo peor es que lo sabes.

Me has visto de pie, me has visto de rodillas,

me has visto arrastrándome.

Esto último ha subido tu autoestima

y te ha dado alas para hacer lo que te diera la gana

pensando que estaré siempre esperándote,

y si me muevo un ápice

encima me acusas de ser inestable,

pero tengo que recordarte

que fuiste tú la que me montaste sin preguntar

en esta montaña rusa emocional

de la que ahora no sé cómo bajarme.

Paso del amor al odio en un segundo,

de la pena a la rabia,

con la misma facilidad cierro mis puños

que dejo brotar mis lágrimas.

Aprieto los dientes y en mi garganta se hace un nudo,

doy un paso al frente y nuevamente me derrumbo.

Una estrella, una explosión;

62

Page 63: Mobiliario de un amor

un agujero negro dentro del corazón;

un destello de aquello que vivimos;

un estruendo en medio del vacío.

Si te hubieras tomado el trabajo

de tener dos dedos de frente y no debajo

tal vez hubieras sido más sincera,

pero tristemente no es el caso.

Cuando la mosquita muerta

se convirtió en viuda negra

tú te quitaste la máscara y yo la venda.

La realidad no siempre agrada,

pero, ¿que agreda de esta manera?

Aún así prefiero que lo haga sin anestesia.

La cruz de la moneda

pesa tanto como la cara,

no dejaré que mi suerte dependa

del lado en que decidas que caiga,

pues contigo siempre me la he jugado,

ya lo sabes, a todo o nada.

No quise quedarme a medias.

Ésa nunca fue una opción.

Las limosnas que me has dado

te las quedas, te las guardas.

Te las devuelvo reconociendo

que en su momento fui yo quien te las pidió.

Ahora ni yo me pierdo ni tú me ganas.

Ahora te empato un rato

y mano a mano y cara a cara

hacemos cuentas y recupero

lo poco que me queda de corazón

pagando las consecuencias de tus causas;

la calma tras la explosión.

Por fin veo cómo nuestra estrella se apaga,

63

Page 64: Mobiliario de un amor

aunque hace tiempo que se apagó.

64

Page 65: Mobiliario de un amor

46

Llegará Tiempo

Llegará Tiempo y borrará los daños

que me han hecho llegar a estos extremos,

y así, viéndonos como dos extraños,

en recíproco olvido ambos caeremos.

Arribará Tiempo, mañoso sastre,

con su vuelo a ras de suelo y herida,

para ordenar, como él sabe, el desastre

que hizo Amor al irrumpir en mi vida.

Vendrá Tiempo y ya nada quedará

de lo que hizo que en nada yo quedase,

pues lo que ayer tuvimos hoy no está;

Tiempo consiguió que eso se esfumase.

Mas estos versos son férreos y eternos,

tú y yo no, no volveremos a vernos.

65

Page 66: Mobiliario de un amor

47

Mazmorra

Mazmorra, fría y lúgubre mazmorra,

¿por qué en tu oscuridad ahora me encierras

y no permites que mi tiempo corra?

Tú, que en ti has vivido tantas guerras.

Amar ha sido mi único pecado;

un pecado que no quiero expiar,

pues si un hombre por eso es condenado

poco de este mundo habrá de esperar.

Derrumbaré los muros que me oprimen

luchando con y por mi corazón.

El dolor es aquí el único crimen

y no el amor, que es la liberación,

aunque al irse sólo nos deje penas

que el corazón arrastra cual cadenas.

66

Page 67: Mobiliario de un amor

48

Recuerdos

Recuerdo tanto el suave tacto de tus manos,

tus ojos al mirarme con dulzura,

tus labios abrazándose a mis labios,

mi mirada refugiándose en la tuya.

Recuerdo también el vaivén de tu cuerpo,

mis brazos al rodearlo y los tuyos al mío,

cuando me entregaste la llave de tus secretos,

lo poco que tardé en acostumbrarme a tanto brillo.

Recuerdo con fervor el calor que sentía contigo cerca,

lo fácil que te resultaba sacar mi mejor parte,

la paz que me ofrecía tu presencia,

sentir que contigo al lado no había mal que pudiera alcanzarme.

Y son estos recuerdos los que desde dentro me corroen,

pero si son tan buenos, ¿cómo no querer seguir viviendo en aquel entonces?

67

Page 68: Mobiliario de un amor

49

Nuestra playa

Hoy he vuelto a la playa que fue nuestra en otros tiempos,

tiempos hermosos y felices, tiempos que se han ido.

Hoy he vuelto y, la verdad, no sé para qué he vuelto.

Daría lo que fuera porque estuvieras aquí conmigo.

Una ligera brisa me hace sentir bien, incluso demasiado.

Los últimos rayos de sol dibujan dulces sensaciones en el cielo,

pero al final oscurece y sólo queda la tenue luz del viejo faro.

Vuelvo a la realidad; solo me he quedado y solo me siento.

Los restos del naufragio entre la arena busco,

pero el frío me recuerda que ya se me ha hecho tarde.

El rugido del oleaje con la calma de convierte en murmullos;

son los fantasmas del presente que vienen a buscarme.

En este mar que un día compartimos hoy de ti me desahogo,

pero la marea viene y va sin llevarse consigo tu abandono.

68

Page 69: Mobiliario de un amor

50

El final de los finales

Después de la despedida definitiva,

de ponerle un punto final al corazón,

comenzó mi epopeya autodestructiva;

un recorrido épico hacia la perdición.

Llamando a las puertas del desastre

donde cumplen condena los ángeles caídos

condenados al arrastre de no poder soltar lastre,

donde el sentido común es el más común de mis olvidos.

Hoy me he despertado donde era mejor dormir,

he estado aquí mil veces, pero jamás más desorientado,

pues algo se ha roto dentro de mí

y ha hecho demasiado ruido para ignorarlo.

¿Cómo se escapa del ayer cuando éste te ha quitado el mañana?

¿Quién no salta al vacío cuando se ha hecho añicos una mirada de cristal?

Cuando se hacen malabares con cuchillos sin saber hacerlos con manzanas

sólo puede haber un final.

La velocidad es incontrolable y no la controlo,

¿cómo voy a hacerlo si no logro controlarme ni yo?

Nadie podrá detenerme, esta vez sí que estoy solo.

Lo siento, no he podido perdonarme, esta vez no.

Me pesa el alma en el pie, ¿qué más da?; carretera y malta,

la línea continua en mi mirada serpentea,

ojalá no sobrara tanto lo que tanto me falta,

pero la realidad no tiene piedad cuando abofetea.

Esta situación ya la he vivido en otra ocasión,

pero esta vez todo es distinto;

esta vez el ratón se cansó de buscar la salida del laberinto,

esta vez ganó el instinto de la no conservación,

perdí la pasión en una apuesta y cuesta mantener el calor con ese fuego extinto.

Esta vez me han roto el corazón.

69

Page 70: Mobiliario de un amor

Voy al son de la desolación de una luna menguante,

el cling de las botellas en el suelo, el crack de mis esperanzas y mis sueños,

y según la noche avanza el frío se nota y ni la rabia me echa un guante,

empeñé hasta mi último abrigo en derrotas y despeños.

Me despojo de complejos; de espinas y laureles,

es lo bueno que tiene no tener nada que perder,

algo huele a libertad, pero la verdad es que algo duele,

y duele de verdad no tener un hogar al que volver.

Dejé mi as de la manga en el descarte

y en un espejismo perdí el reflejo,

voy con decisión hacia ninguna parte,

sólo sé que mejor cuanto más lejos.

Pero los cantos de sirena de la noche me obligan a parar;

"Tienes una oportunidad más para buscar una salida.

Has tenido muchas, ésta no es la única, pero te puedo asegurar

que desde luego es la última. No la dejes pasar. Sólo olvida".

70

Page 71: Mobiliario de un amor

51

Cinco años

Hoy se cumplen cinco años desde el día

en el que un fogonazo me cegó;

el momento que me congelaría

fue el mismo que luego me derritió.

Cinco años con la pena y la alegría

de ganarte a ti a cambio de mi yo;

fue aquel, más tarde lo comprendería,

el instante que todo lo cambió.

Doce de septiembre de dos mil siete:

me diste dos alas más un grillete

y yo a ti mis frenos menos las ruedas.

Doce de septiembre de dos mil doce:

entre amor y odio, entre dolor y goce

el tiempo pasa y tú... y tú te quedas.

71

Page 72: Mobiliario de un amor

52

Café amargo

El camino de vuelta será largo,

pero sólo pienso en irme de aquí.

Un cenicero lleno y café amargo,

sigo a tu lado, pero ya me fui.

Un rayo de sol se filtra entre el humo,

pero la culpa rara vez me olvida.

Al filo de la cama me consumo

y mientras tanto tú sigues dormida.

Perdón si busqué en tu boca sus besos;

por un momento pareció real.

Es la soledad, que caló en mis huesos;

no quiero, en serio, hacerte sentir mal.

Te miro y eres realmente muy bella.

Te miro, pero sigues sin ser ella.

72

Page 73: Mobiliario de un amor

53

No saber parar

Mi no saber parar y mi insistencia

me han hecho recibir tantos mazazos

que, al final, cansado, bajé los brazos

y arrodillado supliqué clemencia.

No me di por vencido ante tu ausencia;

me venciste tú a base de zarpazos

y tuve que acabar hecho pedazos

para tomar de mis fallos conciencia.

Es cierto que ya es tarde para todo,

pues lo que escribimos a cuatro manos

tú luego lo borraste con el codo.

Y yo, que intenté reescribir la historia,

apelé a tiempos buenos y lejanos,

quedando así preso de la memoria.

73

Page 74: Mobiliario de un amor

54

Odio

Al final lo has conseguido;

he dejado de quererte,

tanto bien que tenía para darte,

tanto bien que se ha secado.

Ahora lo único que siento es odio.

Por que te odio, de verdad que te odio.

Sólo espero que llegue la indiferencia

y borre de mí todo el daño,

pero no llegará nunca.

Esa mancha es permanente.

Lo único permanente que en ti había

en mí tenías que dejarlo.

Qué mezcla de rabia y pena

lo que de mí has hecho;

una sombra, una esquiva y torpe sombra

que en la oscuridad se esconde.

Nunca podré perdonarte,

lo sé porque lo he intentado.

Ya no te quiero, pero eso no duele.

Mi duelo es sentir odio.

Por que te odio, de verdad que te odio.

Y preferiría no sentir nada

a ver como mi alma se ennegrece,

pero me temo que ya es tarde.

La carcoma del rencor me consume

y no tan poco a poco como debiera.

Se ha perdido el bien que yo tenía

y te lo debo a ti, por lo que me lo debes,

pero ya no puedes devolvérmelo.

Se ha perdido.

74

Page 75: Mobiliario de un amor

Qué dolor odiar después de haber amado.

Qué laberínticos los sentimientos.

Una mirada pura acaba por enturbiarse

cuando el monstruo que llevamos dentro

se cansa de jugar al escondite y sale.

Hubo un tiempo en que no quería quererte y te quería,

y ahora que no quiero odiarte te odio.

Porque te odio, de verdad que te odio.

75

Page 76: Mobiliario de un amor

55

Bendito ladrón

Bendito ladrón

que te has llevado aquel veneno

que yo daba por bueno

y me aletargaba el corazón.

Quería devolverte los favores,

así que permíteme que te aconseje

para que no repitas mis errores

y ella de ti no se aleje

y vuelva a mí arrepentida,

que ahora que por su presencia ya no rezo

no puedo permitirme un tropiezo

que me lleve a una recaída.

Para empezar voy a explicarte

que en cuanto al aspecto físico se refiere

no hará falta que te esmeres

demasiado en cuidarte.

Ella no es nada superficial,

sólo busca lo material,

por eso procura

que tu cartera nunca se quede vacía

o verás qué poco dura

en su cara la alegría.

A fuerza de talonario

su amor tendrás que comprar

y de regalos la habrás de colmar

aunque ella te diga que no es necesario,

pues si no obvias ese comentario

verás que pronto echa a volar.

Deberás darle tu calor de la forma más precisa

cuando fría y calculadora

76

Page 77: Mobiliario de un amor

cual caja registradora

te jure amor para toda la Visa.

Vigila entonces tu fuente de ingresos;

es directamente proporcional a sus besos,

pues si te quedas sin liquidez,

de modo, esta vez gratuito,

le dará a tu corazón finiquito

con sazón e inmediatez.

No la prives de exigencia alguna,

el más mínimo error

será recordado con fervor

en la discusión oportuna

que ella sabrá provocar,

entonces antepón su opinión a la tuya,

y aunque no tenga razón mejor callar

si no quieres que su amor disminuya.

Si tienes amigos deséales que les vaya bien;

los suyos serán los tuyos también,

y aunque no lo sean aprenderás a fingir.

No querrás que la cama sea sólo para dormir.

Y ya que saco el tema

he aquí otro problema:

al dilema del sexo evoco,

pero pensándolo un poco

es una falta de respeto,

yo ahí mejor no me meto

(y ya verás cómo tú tampoco).

Y es que no le basta con una cama,

tendrás que darle un techo,

ella solamente ama

a los hombres de provecho

de los cuales de aprovecha,

pero a cambio en el lecho

será algo menos estrecha.

77

Page 78: Mobiliario de un amor

En cuanto a la sinceridad

recuerda que aunque mienta

siempre cuenta la verdad,

pero si eres tú quién inventa

prepárate para la tempestad,

y nunca le lleves la contraria,

para ella será completamente innecesaria

en ti cualquier tipo de personalidad.

Si empieza a hablarte de algún otro ten cuidado,

es que va a cambiarte en poco si aún no te ha cambiado,

y si por lo que sea está triste algún día

ofrécele tu apoyo incondicional,

pero no la molestes con ninguna tontería

cuando seas tú quién esté mal.

No busques en ella consuelo,

pero ten a mano siempre un pañuelo

aunque sólo sea por si acaso;

siempre puede darle una de esas lloreras que le dan tantísimo,

y cuando te diga que te quiere muchísimo

no le hagas demasiado caso.

Y hasta aquí hemos llegado,

bendito ladrón condenado,

espero haberte ayudado

para que llegue a quererte

y puedas enamorarla.

Me despido deseándote suerte.

Vas a necesitarla.

78

Page 79: Mobiliario de un amor

56

Mal de amores

Naufragio, desencuentro, perdición,

amargura, venganza, lejanía,

abandono, desconfianza, apatía,

insomnio, desamparo, desazón,

desvelo, inseguridad, rendición,

desconsuelo, malestar, agonía,

ira, desaliento, melancolía,

mentira, desengaño, frustración,

desolación, fragilidad, crudeza,

enajenación, complejos, ansiedad,

culpabilidad, vacío, flaqueza,

desesperación, frío, soledad,

desasosiego, despecho, aspereza,

cautiverio, fiereza, realidad.

79

Page 80: Mobiliario de un amor

57

Naufragio

Busqué la estela de un faro apagado

para ir a un puerto que ya no existía,

perdí la dirección en el pasado,

quedándome sin brújula ni guía.

Naufragué creyendo el rumbo claro,

luego encallé viéndome en movimiento,

encaré la tormenta con descaro

y mis velas cedieron con el viento.

Y así seguiste adelante sin mí

mientras yo me quedé atrás y me hundí

buscando en lo perdido mi lugar.

La lluvia de abril nunca se secó,

pues dentro de mis ojos se estancó;

no supe seguir, no aprendí a olvidar.

80

Page 81: Mobiliario de un amor

58

Tiempo perdido

Ya no volverá el tiempo que he perdido

buscando su espina entre tantas flores,

pero quedarán todos los errores

que en dicho tiempo, hoy muerto, he cometido.

Lamento sobre todo el haber sido

en uno solo tantos impostores.

Mi amor propio se volvió mal de amores

y en otro del que fui me he convertido.

Cansado estoy de tanto tambaleo

al borde del abismo de una historia

que ayer fue fuego y hoy tan sólo es humo.

No decores ya mis yerros, memoria,

que ahora que al fin mis errores veo

agacho la cabeza y los asumo.

81

Page 82: Mobiliario de un amor

59

Arrepentimiento

Vestí mi dolor con remordimiento

y por no quererme te llegué a odiar,

pero lo que tuviste que pasar

no fue fácil y créeme que lo siento.

Buscaste hasta el más hondo sentimiento

sintiéndote culpable por no hallar

aquel que correspondiera mi amar

y de no haber visto eso me arrepiento.

Tus ojos, tus hermosos ojos verdes,

se dilataron de tristeza al ver

el daño que tu corazón me hacía.

Llegará el día que no me recuerdes,

que un extraño en tu vida pase a ser,

pero tú siempre arderás en la mía.

82

Page 83: Mobiliario de un amor

60

Es hora de despertar

Deja ya de torturarte,

no tiene ningún sentido,

ya has tenido bastante,

mucho más de lo debido.

No vale la pena lamentarte

por lo que pudo haber sido,

no busques más culpables

y no seas tan cruel contigo.

Date cuenta que ya es tarde

para seguir ese camino.

Joven soñador, es hora de despertar

que vida no hay más que una

y la estás dejando pasar.

El sueño en el que vives

es la realidad en la que mueres;

el reloj que tiempo atrás detuviste

es tu nunca jamás, no tu para siempre.

Deja ya de torturarte

y perdónate a ti mismo,

eso por ti no lo hará nadie,

no mereces tal castigo.

Deja el ayer en el antes,

cuelga ya ese viejo abrigo,

con tus complejos haz las paces,

no seas tú tu peor enemigo.

Date cuenta que ya es tarde

para seguir ese camino.

83

Page 84: Mobiliario de un amor

Joven soñador, esto no es una pesadilla,

no despertarás donde fuiste feliz.

Si quieres volver a serlo

este es el momento

y el momento está aquí.

Te mereces un respiro

y te pido que respires.

Pareces muy cansado,

realmente debes estarlo,

y en tu mirada triste

también hay mucho cansancio.

Vete a dormir ya

como no lo haces hace tiempo

que mañana al despertar

volverás a estar entero

en el mundo real,

donde realidad se hacen los sueños.

84

Page 85: Mobiliario de un amor

Epílogo

Un momento de claridad

No sé si este momento de claridad

es porque la tempestad ha pasado

o si sigo en el ojo del huracán

y aún queda un último bandazo.

No sé si es un oasis en medio del desierto

o si el dolor me abandona de una vez,

tal vez haya llegado ya a algún puerto

tras tanto naufragar en un barco de papel.

Por no romper con el pasado,

por poco destrozo mi futuro,

ni tan duro ni tampoco tan blando,

tan sólo de carne y hueso, que ya es mucho.

La lluvia, el naufragio, la soledad,

la pérdida, el rencor, el abandono

han llevado a mi tintero a rebalsar,

pero conseguí vaciarlo poco a poco.

Vencí al papel en blanco una y cien veces,

algo tenía que salir ganando después de todo,

las palabras que nunca dije jamás desaparecen,

pero escribirlas me reconcilia con mis demonios.

He llorado lo que no está escrito

y he escrito hasta secar mi llanto,

fue la bendición de un corazón maldito,

fue como la herida dejó de doler tanto.

85

Page 86: Mobiliario de un amor

Tuve un hogar y perdí las llaves,

tuve un camino y perdí el control,

provoqué un incendio cuando quemé mis naves,

el sol que me alumbraba anocheció.

Cuando comenzó este viaje

volé en un cielo hermoso,

pero el tiempo se cobró su peaje

y el aterrizaje fue forzoso.

Qué peligroso pensar que nunca acabaría,

qué cómodo creer volar estando cayendo.

Abrí la caja de los truenos sabiendo que tronaría

y ensordecí entre tanto estruendo.

Fui constante en mi andar,

pero olvidé que el mundo siempre gira,

y cuando lo que me rodeaba empezó a cambiar

tomé la realidad por una mentira.

Seguí una dulce voz sin descanso

hasta el último recoveco de la desolación,

pero no era más que un eco lejano;

ya se había acabado esa canción.

Las intenciones siempre fueron las mejores,

aunque no siempre supe ejecutarlas bien,

porque de repente nos hicimos mayores,

pero nuestros errores también.

Muchas veces me dejé llevar

por instintos animales,

otras veces no supe reaccionar

y simplemente perdí los modales.

86

Page 87: Mobiliario de un amor

Debí haber sabido

dónde estaba el límite;

es triste conocerse a uno mismo

y luego arrepentirse.

He aprendido durísimas lecciones

que me acabaron marcando,

he sentido en mí mil corazones;

uno solo no pudo haberse roto tanto.

Aprendí que las mujeres vienen y se van,

pero todas dejan un verso,

intenté escribirlo con tal

de inmortalizar la fugacidad de un beso.

Fui mendigo para ganar

y poco caballero en la derrota,

pero cuando me tuve que desangrar

no me dejé una gota.

No sé si fui valiente o temerario,

pero sí que jamás fui cobarde,

rompí en mil pedazos el calendario

para que nunca se me hiciera demasiado tarde.

Mi resistencia no hizo que los golpes dolieran menos

sino que pudiera encajar más,

olvidé, quién sabe dónde, los frenos

y jamás di marcha atrás.

Me he visto al borde del abismo

y hasta el fondo no paré,

lo perdí todo, incluso a mí mismo,

87

Page 88: Mobiliario de un amor

tendré que rehacerme, pues no me encontraré.

Cerrarán las heridas, quedarán las cicatrices,

sufriré más despedidas, más deslices, más caídas,

recaídas, puñales y finales infelices,

pero no volveré a perder la sonrisa.

Cuando ella me pidió que le devolviera su abrigo,

en el ayer me quedé congelado,

jugué con un arma de doble filo,

pero jugué, aunque me acabara cortando.

Para mí fue una condena no poder

contener la rabia desmedida,

pero más duro fue reconocer

que perdí a la mujer de mi vida.

Intenté parar el tiempo con las manos

para que ella se quedara para siempre,

y al final fui yo el que se quedó parado

viendo cómo se alejaba lentamente.

Debí haber comprendido mucho antes

que ella no siempre me iba a querer,

pero no quise desprenderme de aquellos instantes

que tan feliz me hicieron alguna vez,

y así fui presa fácil del abatimiento

por no querer cerrar ciertas puertas

por las que sólo entró sufrimiento

mientras las mantuve abiertas

por escribir tanto como escribí

después de haber perdido los papeles,

88

Page 89: Mobiliario de un amor

por romperme intentándolo y aún así

no conseguir salvar los muebles.

89

Page 90: Mobiliario de un amor

Índice

Introducción: Mobiliario de un amor...............................................................................6

1. Sin mirarme.................................................................................................................7

2. Tu espalda....................................................................................................................8

3. Tus ojos........................................................................................................................9

4. El momento...............................................................................................................10

5. Quiero ser...................................................................................................................11

6. Como el sol................................................................................................................12

7. Líricos deslustres.......................................................................................................13

8. Cegado.......................................................................................................................14

9. La fuente de tus fallos...............................................................................................15

10. Cerebro y corazón...................................................................................................16

11. No saber actuar........................................................................................................17

12. Tachones..................................................................................................................18

13. Consuelos al desconsolado......................................................................................19

14. Solo y cansado.........................................................................................................20

15. Amigos.....................................................................................................................21

16. Malditos ojos...........................................................................................................22

17. Buscando llaves …..................................................................................................23

18. Tu consciencia.........................................................................................................24

19. El cuarto Reich........................................................................................................25

20. Nueve meses............................................................................................................26

21. Nuestro último silencio...........................................................................................27

22. Mi venda ….............................................................................................................28

23. Vivir sin ti................................................................................................................29

24. Cerebro y Corazón (Desenlace)..............................................................................30

25. La canción de la noche esperanzada........................................................................31

26. Promesas al alba......................................................................................................33

27. Un amor que aflora..................................................................................................34

28. Alzar el vuelo...........................................................................................................35

29. Marcado a fuego......................................................................................................36

Page 91: Mobiliario de un amor

30. Amanecer.................................................................................................................37

31. Me gusta..................................................................................................................38

32. Confesión.................................................................................................................39

33. El tiempo traicionero...............................................................................................42

34. Cicatrices.................................................................................................................44

35. ¿Pensando?..............................................................................................................45

36. Telarañas en el corazón...........................................................................................46

37. Dos amantes derrotados...........................................................................................48

38. El peso de su ausencia.............................................................................................49

39. Lluvia de abril….....................................................................................................50

40. El punto sin retorno.................................................................................................52

41. En la palestra...........................................................................................................53

42. Ingenuo....................................................................................................................54

43. Enséñame.................................................................................................................55

44. Juego de tres............................................................................................................56

45. Supernova …...........................................................................................................57

46. Llegará Tiempo........................................................................................................65

47. Mazmorra................................................................................................................66

48. Recuerdos................................................................................................................67

49. Nuestra playa...........................................................................................................68

50. El final de los finales...............................................................................................69

51. Cinco años...............................................................................................................71

52. Café amargo............................................................................................................72

53. No saber parar..........................................................................................................73

54. Odio.........................................................................................................................74

55. Bendito ladrón.........................................................................................................76

56. Mal de amores.........................................................................................................79

57. Naufragio.................................................................................................................80

58. Tiempo perdido........................................................................................................81

59. Arrepentimiento.......................................................................................................82

60. Es hora de despertar.................................................................................................83

Epílogo: Un momento de claridad.................................................................................85

Page 92: Mobiliario de un amor