micropropagaciÓn de lophophora williamsii (lem. ex s.d...

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UNIVERSIDAD MICHOACANA DE SAN NICOLÁS DE HIDALGO FACULTAD DE BIOLOGÍA MICROPROPAGACIÓN DE Lophophora williamsii (Lem. ex S.D.) COULT. Tesis Que presenta: CELIA PÉREZ GARIBAY COMO REQUISITO PARCIAL PARA OPTAR POR EL TÍTULO PROFESIONAL DE B I Ó L O G A DIRECTORES DE TESIS: M. C. MIGUEL ALVARADO RODRÍGUEZ D.C. RAFAEL SALGADO GARCIGLIA MORELIA, MICHOACÁN, MÉXICO ENERO, 2010.

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UNIVERSIDAD MICHOACANA DE

SAN NICOLÁS DE HIDALGO

FACULTAD DE BIOLOGÍA

MICROPROPAGACIÓN DE Lophophora williamsii

(Lem. ex S.D.) COULT.

Tesis

Que presenta:

CELIA PÉREZ GARIBAY

COMO REQUISITO PARCIAL PARA OPTAR POR

EL TÍTULO PROFESIONAL DE

B I Ó L O G A

DIRECTORES DE TESIS: M. C. MIGUEL ALVARADO RODRÍGUEZ

D.C. RAFAEL SALGADO GARCIGLIA

MORELIA, MICHOACÁN, MÉXICO

ENERO, 2010.

El presente trabajo se realizó en el Laboratorio de

Biotecnología Vegetal de la Unidad de Agronomía de la

Universidad Autónoma de Zacatecas bajo la dirección del

M.C. Miguel Alvarado Rodríguez. Asimismo, se contó con

la asesoría del D.C. Rafael Salgado Garciglia del Instituto

de Investigaciones Químico Biológicas de la Universidad

Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

Dedicatoria

Este trabajo se lo dedico a Simitrio mi esposo, por su amor y su apoyo

incondicional. A mis hijas Azalea y Larissa porque ellas son mi inspiración. A mis padres Roberto Pérez Gil y Rosario Garibay Arias (finada). A mis abuelitos Abraham y Rita y a mis queridas tías Guadalupe, Margarita,

María, Teresa, Alicia, Luz María, Hermila y Elena. Y a mis hermanos Hermila, Roberto, Abraham y Rita.

Agradecimientos

Le agradezco a Dios por permitirme realizar este sueño tan importante

para mí y por haber puesto en mi camino a mis dos asesores:

Al Maestro Miguel Alvarado Rodríguez que tuvo la paciencia para

enseñarme todo lo hoy sé de Cultivo de tejidos vegetales y corregirme

cuando fue necesario como cuando le decía citocina a la citocinina y me

abrió un espacio en su laboratorio para llevar a cabo este trabajo.

Al Dr. Rafael Salgado Garciglia por aceptar ser mi asesor aún cuando

no me conocía y al darme todo su apoyo me he sentido muy afortunada por

esto. Para ellos es mi agradecimiento infinito.

Agradezco también a la Universidad Michoacana de San Nicolás de

Hidalgo, en especial a la Facultad de Biología, por la formación y estudios

brindados. A los profesores Dr. Alejandro Martínez Palacios y M.C. Javier

Robles del Valle, por sus atinados comentarios y sugerencias durante la

escritura de la tesis. Mil gracias.

Les agradezco también al maestro Chano, a la Maestra Lety, y a Meña

por su apoyo y su amistad.

ÍNDICE

Página ÍNDICE DE CUADROS ÍNDICE DE FIGURAS RESUMEN

i

ii

iii

1.

INTRODUCCIÓN

1

2.

ANTECEDENTES

4

2.1.

LA BIOTECNOLOGÍA VEGETAL

4

2.1.1.

Cultivo de tejidos vegetales

4

2.1.2. Macronutrimentos 5 2.1.3. Micronutrimentos 6 2.1.4. Agentes quelatos 7 2.1.5. Vitaminas 7 2.1.6. Aminoácidos 8 2.1.7. Reguladores del crecimiento vegetal 8 2.1.8. Carbohidratos 9 2.1.9. Agentes gelificantes 9 2.1.10. Agua 10 2.2.

MICROPROPAGACIÓN

10

2.3.

CACTÁCEAS

12

2.3.1.

Cultivo in vitro de cactáceas

14

2.4.

PEYOTE (Lophophora williamsii)

15

2.4.1.

Importancia religiosa

16

2.4.2. Importancia etnobotánica 17 2.4.3. Distribución geográfica 17 2.4.4. Características de las poblaciones de peyote 18 2.4.5. Clasificación taxonómica de Lophophora williamsii 18 3. JUSTIFICACIÓN 20 4.

OBJETIVOS

21

4.1.

OBJETIVO GENERAL

21

Página

4.1.1. Objetivos Específicos 21 5.

MATERIALES Y MÉTODOS

22

5.1

SITIO DONDE SE REALIZÓ EL ESTUDIO

22

5.2.

MATERIAL BIOLÓGICO

22

5.3.

MEDIOS Y CONDICIONES DE CULTIVO

23

5.4. ESTABLECIMIENTO IN VITRO

23

5.5. FORMACIÓN DE BROTES

24

5.6. ENRAIZADO DE BROTES, TRASPLANTE YACLIMATACIÓN 26

5.7. ANÁLISIS ESTADÍSTICO 27 6.

RESULTADOS

28

6.1.

ESTABLECIMIENTO Y GERMINACIÓN IN VITRO

28

6.2.

MICROPROPAGACIÓN

30

6.3.

ENRAIZAMIENTO

34

6.4.

ACLIMATACIÓN

36

7.

DISCUSIÓN

38

8.

CONCLUSIONES

42

9.

LITERATURA CITADA

43

i

ÍNDICE DE CUADROS

Página

Cuadro 1. Constituyentes y preparación del medio de cultivo 24 MS (Murashige y Skoog, 1962). Cuadro 2a. Tratamientos con diferentes concentraciones de 25 Benciladenina y Ácido Indolbutírico para inducir brotación adventicia múltiple de L. williamsii. Cuadro 2b. Tratamientos con diferentes concentraciones de 26 Cinetina y Ácido Indolbutírico para inducir brotación adventicia múltiple de L. williamsii. Cuadro 3. Registro del comportamiento de las 200 semillas de 29 L. williamsii, 21 días después de la siembra en el medio de cultivo. Cuadro 4. Resultados de la comparación de medias mediante la 33 prueba de Diferencia Mínima Significativa, de los brotes obtenidos en explantes de la parte apical de L. williamsii. Cuadro 5. Tratamientos utilizados para inducir raíces en los 34 brotes obtenidos de L. williamsii. Cuadro 6. Calidad relativa de las raíces de plántulas in vitro de 35 L. williamsii, generadas en los diversos tratamientos. Cuadro 7. Eficiencia relativa de enraizamiento in vitro de brotes 36 L. williamsii

ii

ÍNDICE DE FIGURAS Página

Figura 1. Respuestas generadas en los cultivos in vitro por las 9

auxinas y citocininas.

Figura 2. Planta de Lophophora williamsii en el desierto zacatecano. 19 Figura 3. Semillas de L. williamsii. 22 Figura 4. Semillas de L. williamsii germinando en condiciones de 28 cultivo in vitro (MS, 30 g/L sacarosa, 12 g/L agar). Figura 5. Plántula de L. williamsii, 5 meses después de la germinación 30 in vitro (MS, 30 g/L sacarosa, 12 g/L agar). Figura 6. Número de brotes/explante en segmentos de parte apical 31 e intermedia de plántulas de L. williamsii cultivados en MS con diferentes concentraciones de BA a las 8 semanas. Figura 7. Brotes de los dos tipos de explantes (apicales y basales). 32 Figura 8. Explante apical con un solo brote, en el medio 32 nutritivo MS suplementado con 1.0 mg/L BA y 0.2 mg/L de AIB. Figura 9. Resultados cualitativos del proceso de brotes de 35 Regenerados in vitro de L. williamsii. Figura 10. Plantas micropropagadas de L. williamsii en proceso de 37 aclimatación, bajo cultivo en invernadero. Figura 11. Planta micropropagada de L. williamsii, después de 37 dos meses de aclimatación.

iii

PÉREZ-GARIBAY CELIA. 2009. MICROPROPAGACIÓN DE Lophophora williamsii (Lem. ex S.D.) COULT. Tesis de Licenciatura, Fac. De Biología, UMSNH. 46 p.

RESUMEN

Se desarrolló una metodología para propagar in vitro la especie Lophophora

williamsii (Lem. ex S.D.) Coult, 1894, a partir de 200 semillas colectadas en el

semidesierto norte del estado de Zacatecas. Se utilizó el medio nutritivo de

Murashige y Skoog, con diversas concentraciones de benciladenina (BA) y

cinetina (KIN) con ácido indol butírico (AIB). La germinación de semillas se efectuó

en un periodo entre 9 y 21 días. Se realizó escarificación física para aumentar el

índice de germinación; la contaminación no fue significativa, sin embargo más del

25% de las semillas no fueron viables. La tasa de multiplicación más alta (4.87) se

logró con el tratamiento 1.5 mg/L de BA sin auxina. Para el enraizamiento, la

producción de un sistema radical más vigoroso y/o con la forma típica de la

especie, se obtuvo al cultivar los brotes en dos diferentes medios de cultivo, en

MS ½ sin reguladores del crecimiento vegetal, y en MS completo con 0.6 mg/L de

AIB. Para la aclimatación se utilizó como sustrato una mezcla de arena y suelo de

labranza en relación 1:1, lográndose un 88% de supervivencia.

1

1. INTRODUCCIÓN

Las cactáceas conforman una de las familias botánicas más importantes en el

contexto de la flora nacional, ya que es en México donde alcanzan su

representación más significativa, además de los mayores endemismos registrados

para América, continente del cual son originarias. Su importancia se refleja en la

fusión que tienen con la vida del mexicano, pues son varias las especies que

intervienen en su bienestar ya sean como fuentes de alimento, para la obtención

de fibras, jabones, pegamentos, además de colorantes como los que se extraen

de la cochinilla de la grana (Dactylopius coccus), insecto que parasita algunos

nopales. Algunas son consideradas como plantas sagradas y elevadas a la

categoría de dioses por varios grupos étnicos como los tarahumaras, tepehuanes,

coras y huicholes (Bravo y Sánchez, 1989).

La familia Cactaceae comprende unas 2000 especies, de las cuales alrededor de

715 especies de cactáceas existen en México y de éstas el 80% son endémicas

(Sánchez y Hernández, 2002).

Dentro de las plantas superiores amenazadas de extinción, las cactáceas ocupan

desafortunadamente un sitio preponderante según la International Union for

Conservation of Nature (IUCN, 1983). Si además de este hecho se considera que

México es centro de diversidad genética y principal nicho ecológico de esta familia,

se comprenderá la importancia que para nuestro país tiene el análisis y eventual

solución del problema que pende sobre este grupo taxonómico (Rubluo, 1990).

Es bien sabido que las principales presiones que disminuyen la tasa de

supervivencia de las especies son: 1) la destrucción de sus hábitats naturales y 2)

tal vez con un mayor peso, la mencionada depredación criminal e inconsciente

que con fines de lucro se mantiene sobre aquellas plantas que su belleza o

constitución rara hace que alcance elevadas cotizaciones en el mercado mundial

(Oldfield, 1985).

2

En el área de la Biotecnología Vegetal existen diferentes técnicas que pueden

lograr un claro impacto en el rescate de especies en extinción, la principal de ellas

es la micropropagación llamada también cultivo in vitro o propagación por cultivo

de tejidos vegetales (CTV), la cual utiliza el principio de la totipotencialidad celular

para obtener grandes cantidades de individuos en un tiempo menor que el que

usualmente se requeriría en la naturaleza (Rubluo, 1990).

Con esta herramienta biotecnológica se ha logrado la propagación in vitro de un

sinnúmero de especies vegetales, de interés ornamental u hortícola, medicinal,

forestal y de aquellas que se encuentran en alguna categoría de riesgo de

extinción. Entre estas últimas plantas, la familia Cactaceae tiene un lugar

preponderante, ya que debido al gran número de especies en riesgo de

desaparecer, se han establecido sistemas de micropropagación de especies de

Astrophytum, Cephalocereus, Coryphantha, Echinocactus, Echinofossulocactus,

Ferocactus, Mammillaria, Nyctocereus y Stenocactus, entre otras más. En el caso

de cactáceas es importante considerar las ventajas de la presencia de las areolas,

las cuales constituyen en si la característica esencial de la familia y contienen

centros meristemáticos capaces de generar yemas axilares, espinas (hojas

modificadas) y yemas florales, siendo esta una característica muy útil en la

micropropagación (Rubluo, 1990).

En nuestro país, es una necesidad la conservación de este tipo de plantas, debido

a su vulnerabilidad y a su extracción masiva del hábitat, como es el caso del

peyote (Lophophora williamsii) una cactácea importante del semidesierto

zacatecano, catalogada con protección especial (Pr) en la Norma Oficial de

Ecología de México (NOM-059-ECOL-2004) y como especie vulnerable por el

CITES (Convención sobre el Tráfico Internacional de Especies de Flora y Fauna

Amenazadas) que la incluye en el apéndice II (Arias et al., 2005). Se encuentra

distribuida en Zacatecas además de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila,

Chihuahua así como en el estado de Texas en los Estados Unidos (Glass, 1998).

3

El peyote ha despertado interés mundial por los efectos singulares que produce en

el organismo cuando se ingiere. Su sabor es amargo, debido a la presencia de

unos 60 alcaloides, donde el principal de ellos es la mezcalina, Esta sustancia

actúa en el cuerpo humano de la misma manera que lo hace el neurotransmisor

norepinefrina y su ingestión provoca alteración de la conciencia. Es tóxica en dosis

mayores a 0.5 gramos y produce síntomas como náusea severa, vómito,

taquicardia, ansiedad e hipertensión arterial (Batis y Rojas-Aréchiga, 2002). Las

sustancias activas que contiene son consideradas como drogas peligrosas y su

posesión es ilegal excepto para los indígenas huicholes en México y la Iglesia

Nativa Americana en Estados Unidos. En el resto del mundo no es penalizada su

posesión (Glass, 1998).

El peyote tiene muchos usos en la medicina tradicional: para tratar la influenza, la

artritis, la diabetes, los desórdenes intestinales, la mordedura de serpiente, el

piquete de escorpión y el envenenamiento por Datura sp. Los tarahumaras

consumen cantidades pequeñas de peyote para combatir el hambre, la sed el

agotamiento mientras van a cazar y cuando corren detrás de un ciervo durante

días sin comida, agua o descanso alguno (Batis y Rojas-Aréchiga, 2002).

Por ello, como una alternativa para conseguir la conservación de esta cactácea,

es propósito de la presente investigación el establecer un sistema de propagación

masiva a través del uso de cultivos in vitro de L. williamsii, a partir de segmentos

de plántulas establecidas in vitro.

4

2. ANTECEDENTES

2.1. LA BIOTECNOLOGÍA VEGETAL

La biotecnología vegetal tiene como una de sus bases el cultivo de tejidos

vegetales, que consiste en una serie de técnicas que permiten cultivar y

manipular, bajo condiciones artificiales y controladas, células, tejidos y órganos

vegetales. Entre las aplicaciones del cultivo de tejidos vegetales se tiene la

micropropagación de plantas, la producción in vitro de compuestos naturales de

alto valor en cultivos de células o órganos vegetales, la obtención de materiales

mejorados mediante la selección in vitro u otras técnicas, la conservación de

germoplasma vegetal mediante la criopreservación o almacenamiento de mínimo

crecimiento, la selección de variantes somaclonales y mutantes, la obtención de

metabolitos secundarios a escala industrial, la producción continua y controlada

de sustancias difíciles de obtener por extracción o por síntesis química y el cultivo

de brotes y raíces principalmente para la obtención de aceites esenciales y

compuestos que requieren de cultivo de tejido de cultivos diferenciados (Pierik,

1990).

2.1.1. Cultivo de tejidos vegetales

En el cultivo de tejidos vegetales se manejan tres principios básicos que definen el

éxito de los experimentos: la elección del explante (órgano, tejido o segmento

vegetal) que será utilizado para iniciar y por regla general entre más joven y

menos diferenciado esté, más fácil será su adaptación y respuesta al cultivo in

vitro. La elección del medio es otro principio, el cual tiene otros dos componentes

importantes: elementos o nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo, y

sustancias denominadas reguladores del crecimiento vegetal, que determinan el

tipo de respuesta y el éxito del establecimiento in vitro. El último principio es la

condición aséptica del medio con la esterilización del mismo y del material

vegetal. Estos tres principios determinan la respuesta del tejido que puede

5

presentarse, como la organogénesis (formación de órganos como raíces y brotes),

la embriogénesis somática y la formación de tejido calloso o simple desarrollo del

tejido. Una respuesta no deseable es la muerte del tejido, necrosis (Pérez-Molphe

et al., 1999).

Para mantener los cultivos in vitro, se requiere la presencia de varios elementos

que naturalmente las plantas necesitan, de los cuales se han identificado más de

60 elementos, incluyendo oro, planta, plomo, mercurio, arsénico y uranio.

Obviamente, no todos los elementos presentes en las plantas son esenciales. Los

elementos llamados micronutrientes son requeridos en cantidades muy pequeñas,

en concentraciones iguales o menores a los 100 mg/kg de materia seca y los

macro nutrientes son requeridos en concentraciones de 1,000 mg/kg de materia

seca (Raven et al., 1999).

2.1.2. Macronutrimentos

Además del carbono, hidrógeno, y oxígeno, los elementos más demandados por

las plantas son: nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre. El nitrógeno

es importante porque forma parte de las estructuras proteicas, ácidos nucléicos,

porfirinas que intervienen en la fotosíntesis, y es un elemento esencial porque

determina en gran medida la tasa de crecimiento del tejido; comparado con el ion

nitrato NO3- (es la forma más oxidada del nitrógeno), el ión amonio, NH4- es la

forma más reducida; las plantas utilizan nitrógeno reducido para su metabolismo, y

dentro de la planta el nitrógeno existe casi en su mayor parte en la forma reducida

(Salgado-Garciglia, 2003).

El fósforo interviene en la estructura de moléculas nucleicas y en la síntesis de

compuestos de alta energía, además de que participa en la activación de diversas

enzimas; el fósforo es adsorbido por la planta en forma de iones de fosfato. El

potasio es necesario para la división celular normal, síntesis de carbohidratos,

clorofila y asimilación de nitrógeno importante en la apertura de estomas, es un

6

activador de enzimas en la síntesis de ciertos péptidos, de proteínas y de

carbohidratos; los iones de potasio son rápidamente transportados a través de las

membranas y dos de sus funciones más importantes son regular el pH y el

ambiente osmótico dentro de las células (Salgado-Garciglia, 2003).

El calcio es un constituyente de la pared celular en forma de pectato de calcio y

está involucrado en la plasticidad de las células, ya que la remoción de calcio

incrementa la permeabilidad y la plasticidad de la membrana, entre otras

funciones también están la organización de cromatina en la mitosis, activador de

enzimas (fosfolipasa, arginina-cinasa, ADP fosfatasa y adenil cinasa), número de

mitocondrias y en la translocación de carbohidratos (CHOs).

Magnesio es importante en los procesos de fotosíntesis y metabolismo de

carbohidratos, es un constituyente de la clorofila, activador de enzimas (biosíntesis

de CHOs, síntesis de ADN y ARN, fijación de CO2-RUBISCO y PEP carboxilasa) y

agente de unión de ribosomas (síntesis de proteínas) (Salgado-Garciglia, 2003).

El azufre está presente en algunas proteínas en forma de aminoácidos azufrados

y constituyentes de vitaminas (tiamina y biotina), coenzima A, enzimas (grupos

sulfhidrilos), síntesis de esteroles y lignina, importante en la fotosíntesis (síntesis

de ferrodoxina); el azufre es absorbido por la planta como SO4-2 (Pérez-Molphe et

al., 1999).

2.1.3. Micronutrimentos

Los más importantes son fierro, manganeso, zinc, boro, cobre, cobalto y

molibdeno, estos últimos cinco son fundamentales para la síntesis de clorofila y la

función de los cloroplastos (López, 1990). El fierro es requerido para la formación

de los precursores de la clorofila, tiene incorporación en citocromos y ferrodoxina,

y es componente de varias flavoproteínas (peroxidasas y catalasas). El

manganeso es necesario para el mantenimiento de ultraestructura y el proceso

7

fotosintético (la actividad del fotosistema II es proporcional al contenido de

manganeso), esencial en los pasos de transferencia de electrones, activador de

enzimas en: ciclo de Krebs, reducción de nitratos y oxidación del ácido

indolacético (AIA). Cobre y zinc se requieren en la oxidación e hidroxilación de

compuestos fenólicos, el zinc además participa en la síntesis de AIA, a través de

la síntesis de triptofano. Molibdeno y fierro forman parte de las enzimas nitrato

reductasa y nitrogenasa, Cobalto es el metal componente de la vitamina B12, la

cual se involucra en la síntesis de ácidos nucléicos. Boro es necesario para el

mantenimiento de la actividad meristemática, está involucrado en la síntesis de

bases nitrogenadas, en particular uracilo, interviene en el transporte de

carbohidratos dentro de la planta y facilita transporte a través de membranas

(George, 1993).

2.1.4. Agentes quelatos

Son moléculas que retienen un ión de metal con varias uniones químicas

formando un complejo en forma linear o de anillo (EDTA=ácido etilendiamino tetra-

acético) (López, 1990; George, 1993).

2.1.5. Vitaminas

Se requieren en la realización de una serie de reacciones catalíticas en los

sistemas enzimáticos y se emplean en pequeñas cantidades. Las más utilizadas

son: tiamina (vitamina B1) es la única realmente esencial en casi todos los tejidos

vegetales, ácido nicótico (niacina), piridoxina (vitamina B6), ácido pantoténico

ayuda en el crecimiento de ciertos tejidos, ácido fólico, disminuye la proliferación

de tejido en la obscuridad, mientras que en la luz la aumenta, riboflavina, inhibidor

del crecimiento de raíces, vitamina E ayuda a la formación de callos (López, 1990;

Salgado-Garciglia, 1999).

8

2.1.6. Aminoácidos

Se utilizan como fuente de nitrógeno; glicina es el único aminoácido usado en

medios de cultivo para células vegetales; caseína hidrolizada se emplea para

enriquecer en nitrógeno el medio de cultivo; otros arginina, L-metionina, glutamina

y asparagina (Salgado-Garciglia, 1999).

2.1.7. Reguladores del crecimiento vegetal

Las fitohormonas o reguladores de crecimiento vegetal actúan en concentraciones

muy bajas (μmol hasta máximo mmol por litro) sobre el crecimiento y la

diferenciación celular. El transporte de estas sustancias puede ser apolar o polar,

el primero es por difusión a lo largo de un gradiente, y el segundo es más

específico y depende de la energía metabólica, se transportan por xilema y floema

(Lüttge et al., 1993). Las fitohormonas en pequeñas cantidades, fomentan, inhiben

o modifican cualquier proceso fisiológico vegetal (Weaver, 1990). En la actualidad,

las auxinas, citocininas, giberelinas, etileno, ácido salicílico, triacontanol,

brasinoesteroides, turgorinas y poliamidas, son considerados dentro del grupo de

hormonas y reguladores de crecimiento. En cultivos in vitro solo son utilizadas las

auxinas (ácido naftalenacético, ANA; ácido indolbutírico, AIB; ácido indolacético

AIA; etc.), las citocininas (benciladenina, BA; cinetina, KIN; y zeatina, ZEA) y las

giberelinas (ácido giberélico, GA3) (Salgado-Garciglia, 1999).

En los procesos de morfogénesis in vitro, son elementales estos tres tipos de

reguladores de crecimiento (auxinas, citocininas y giberelinas), ya que estimulan la

elongación y división celular, según la combinación y concentración de éstos,

como se muestra en la figura 1. Los reportes de regeneración in vitro, indican que

dependiendo del tipo de regulador de crecimiento y las dosis utilizadas, es la

respuesta del tejido, la cual es diferente para cada especie vegetal, por lo que no

existe una regla general para una respuesta morfogenética. Aunque no se debe

9

olvidar que la respuesta de un tejido in vitro es el producto de la interacción de

reguladores de crecimiento endógenos y exógenos (Castro-Gallo, 2001).

Figura 1. Respuestas generadas en los cultivos in vitro por las auxinas y citocininas.

2.1.8. Carbohidratos

Se utilizan como fuente de energía y reguladores osmóticos. La sacarosa es la

mejor fuente de carbono (George, 1993), y es el azúcar más empleado, le siguen

la glucosa, maltosa, rafinosa, fructosa, galactosa, manosa y lactosa (López, 1990).

Se adiciona usualmente en cantidades de 20 a 45g/L (Salgado-Garciglia, 1999).

2.1.9. Agentes gelificantes

El agar se ha empleado como soporte en los medios sólidos y semisólidos, es un

derivado de un alga marina; es un polisacárido con una elevada masa molecular

que tiene capacidad de gelificar los medios (Pierik, 1990). Generalmente se

emplea agar-agar en una concentración de 0.5 a 0.6% (Caña et al., 1999).

RESPUESTA

PRODUCCIÓN DE RAÍCES

EMBRIOGÉNESIS

TEJIDO CALLOSO

BROTES ADVENTICIOS

PROLIFERACIÓN DE YEMAS

NULA ALTA

ALTA NULA

CONCENTRACIÓN CONCENTRACIÓN DE AUXINAS DE CITOCININAS

10

2.1.10. Agua

El agua constituye el 95% del medio de cultivo, por lo tanto la purificación es

necesaria, misma que se lleva a cabo por destilación, por intercambio de iones y

por ósmosis inversa (George, 1993).

2.2. MICROPROPAGACIÓN

La micropropagación es la propagación asexual de plantas utilizando las técnicas

de cultivo de tejidos in vitro (Pérez-Molphe et al., 1999). Salgado-Garciglia y

colaboradores (1997) definen micropropagación como el incremento masivo de

especies por medio de su fragmentación y el posterior desarrollo de plantas

completas a partir de dichos fragmentos en un medio aséptico.

Existen tres vías diferentes para la regeneración de plantas in vitro: la brotación y

proliferación de yemas, la embriogénesis somática y la organogénesis. El primer

caso se parte de meristemos ya formados para la obtención a partir de ellos de

una o varias plantas completas, mientras que en la embriogénesis somática y la

organogénesis se parte de tejidos no meristemáticos y se requiere de un proceso

de desdiferenciación y rediferenciación de los tejidos para dar lugar a embriones

somáticos o brotes adventicios. Otra diferencia básica es que en el primer sistema,

las nuevas plantas se originan a partir de estructuras multicelulares mientras que

en los sistemas de embriogénesis somática y órgano génesis las nuevas plantas

se originan a partir de una sola célula (Pérez-Molphe et al., 1999).

La potencialidad de las células vegetales para su regeneración In vitro se explica

debido a su totipotencialidad, lo que permite su propagación, de tal manera que a

partir de células desdiferenciadas (callos) puede inducirse la producción de brotes

(organogénesis) o de embriones somáticos (embriogénesis somática), de esta

manera se obtienen plantas completas (plántulas) (Salgado-Garciglia, 2003).

11

El desarrollo del cultivo de tejidos puede conducir selectivamente a un proceso de

clonación o a un proceso con alta probabilidad de producción de mutantes

(variación somaclonal). Los mecanismos de selección están dados por el origen

del explante: cuando se utilizan meristemos, la clonación es el efecto dominante,

en tanto que al utilizar cualquier otro explante (tallos, hojas, epicotilos, etc.) que

induzcan callo de forma abundante, se favorece la aparición de la variación

somaclonal (Rubluo, 1990).

La importancia de la micropropagación está basada en las siguientes ventajas

(Hartmann et al., 1997; Dodds y Roberts, 1995).

a) Permite la obtención de plantas de alto registro fitosanitario, ya que al

someter al tejido vegetal a este sistema de cultivo se eliminan totalmente

las enfermedades de tipo bacteriano y fúngico y en unas ocasiones las de

tipo viral.

b) Las plantas obtenidas por este sistema son réplicas exactas entre si y fieles

copias de la planta progenitora.

c) El número de individuos obtenidos por este método es muy superior al

obtenido por cualquier otro método de propagación, por unidad de

propágulo.

d) En algunas ocasiones es posible acortar los tiempos de producción de

plantas.

e) Permite tener en un espacio relativamente pequeño un gran número de

plantas.

f) Facilita el almacenaje y transporte de plantas reales o potenciales. Estos

dos últimos son de gran importancia tanto en el establecimiento de bancos

de germoplasma como en la reducción de costos por concepto de manejo,

almacenaje y transporte de plantas.

12

g) Elimina los problemas adicionados por largas cuarentenas a que son

sometidas las plantas en las fronteras cuando se trata de introducirlas de

una nación a otra.

h) Es un método de propagación que hace posible a corto plazo establecer la

uniformidad genética de una población.

Consta de varias etapas:

1. La selección de la planta madre, se escoge el genotipo ideal.

2. El establecimiento de los culticos axénicos.

3. Manipulación del tejido, activación de las yemas axilares y generación de

brotes.

4. Elongación y enraizamiento, adquisición de raíces por parte de los brotes.

5. Adaptación a condiciones ambientales.

2.3. CACTÁCEAS

Las cactáceas son autóctonas del Continente Americano y se distribuyen en zonas

áridas y semiáridas principalmente. En México se alberga la mayor cantidad de

especies (Bravo-Hollis, 1997), pero se han diversificado ampliamente y también

pueden encontrarse en regiones tropicales y subtropicales, templadas, frías y

hasta nevadas (Arias, 1997).

Las cactáceas son plantas perennes que pueden vivir varios años, presentan

formas que van desde un aspecto globoso hasta columnares y algunas otras son

subterráneas (Anderson, 2001). Pertenecen al grupo de las dicotiledóneas, con la

presencia de tejidos muy desarrollados para el almacenamiento de agua y

nutrimentos. Los tallos y las raíces están adaptados para soportar sequías y

carecen de hojas laminares para reducir o eliminar el área de contacto con el

medio. La reproducción de las cactáceas tiene lugar por medio de semillas o por

13

multiplicación vegetativa y aún cuando los frutos producen numerosas semillas,

muy pocas son las que llegan a germinar y formar nuevas plantas ya que sirven

como alimento a algunos animales como aves y mamíferos (Bravo-Hollis y

Sánchez-Mejorada, 1991).

La mayoría son terrestres, también las hay epífitas y rupícolas. Generalmente son

solitarias con raíces que pueden ramificarse y con tallos articulados (capaces de

enraizar y originar nuevos individuos). El tallo forma el cuerpo de la planta, es

verde pues realiza la actividad fotosintética, muestra gran diversidad morfológica y

presenta tubérculos o mamilas con disposición helicoidal. La areola es una

estructura vegetativa distintiva en este grupo y se encuentra sobre las costillas

formadas por la fusión de los tubérculos, ésta es una zona de crecimiento y las

areolas desarrolladas poseen múltiples pelos o tricomas. Las cactáceas poseen

espinas que son hojas modificadas para la protección contra predadores,

producen sombra, condensan la humedad y la dirigen a la zona de absorción. Las

espinas se disponen de diversas maneras en la areolas y tienen además

diferentes formas: aciculares, cónicas, sublobuladas, plumosas suaves, etc., por

su ornamentación pueden ser lisas, anilladas, acanaladas y envainadas. Los frutos

en su gran mayoría son comestibles (Arreola, 1997).

Otra adaptación muy importante de esta familia es que en estas plantas la

apertura de los estomas ocurre principalmente durante la noche cuando la

temperatura es más baja, de esta manera evitan la pérdida de agua mientras

ocurre la toma de CO2, esto conduce a una acidificación gradual del tallo, la

senda CAM (metabolismo ácido de las crasuláceas). Esta senda se presenta más

o menos en el 6% de las especies vegetales. Entre las plantas CAM se

encuentran las piñas, las suculentas de las zonas áridas y semiáridas, las epífitas

tropicales no parásitas, como la mayoría de las orquídeas, los agaves y más o

menos el 98% de los cactos (en todos excepto en las especies con hoja del

género Pereskia y otros cuantos). La fijación inicial de CO2 en las plantas CAM

involucra a la enzima fosfoenolpiruvato carboxilasa (PEPCasa) que fija HCO3-- y

14

como ya se mencionado ocurre en la noche, mientras que en plantas C3 y C4

ocurre durante el día. Las plantas CAM también fijan CO2 durante el día, pero gran

parte de él proviene de los compuestos dentro de las plantas que ya incorporaron

este gas durante la noche anterior. La fijación diurna del CO2 en las plantas CAM

usa la enzima Rubisco (ribulosa-1, 5-bifosfato carboxilasa/oxigenasa) y la senda

fotosintética C3 (Nobel, 1998).

2.3.1. Cultivo in vitro de cactáceas

Al revisar la literatura mundial, se puede constatar que comparativamente este

grupo ha recibido poca atención en cuanto al cultivo in vitro, sin embargo de los

trabajos publicados se puede concluir que las cactáceas ofrecen amplias

perspectivas para su cultivo in vitro, y que los resultados hasta ahora permiten

vislumbrar aplicaciones de impacto para la propagación masiva de estas plantas y

su rescate de la extinción, así como un uso racional de esta riqueza (Rubluo,

1990).

Dentro de los estudios de micropropagación en cactáceas destacan los siguientes:

Havell y Kólar en 1983, trabajaron con Turbinicarpus krainzianus; Escobar y

colaboradores en 1986, reportaron un trabajo de micropropagación en Opuntia

amyclea e hicieron hincapié en la aplicación del cultivo de tejidos vegetales en

cactáceas con el fin de investigar la biosíntesis de alcaloides, inducción de la

proliferación de brotes y la realización de estudios morfogenéticos fisiológicos;

Vyscot y Jára en 1984, trabajaron con especies del género Mammillaria; Martínez-

Vázquez y Rubluo en 1989, realizaron un trabajo sobre la micropropagación con

Mammillaria san-angelensis que es una especie en peligro de extinción y por tanto

el principal objetivo fue el rescate de esta especie.

Asimismo, Infante en 1992 realizó un trabajo sobre la proliferación de brotes y

embriogénesis en Mediocactus coccineus (pitaya amarilla). Apreciada de Olivera y

colaboradores, en 1995, realizaron un trabajo acerca de las condiciones de

15

inducción y mantenimiento del tejido calloso en Cereus peruvianus Mill. con el

propósito de regenerar la planta completa. Malda en 1998, reportó la inducción de

embriogénesis somática y la regeneración de plántulas de Obregonia denegrii. En

este mismo año Pérez-Molphe-Balch y colaboradores (1999), reportaron la

micropropagación de 21 especies de cactáceas mexicanas de los siguientes

géneros: Astrophytum, Cephalocereus, Coryphantha, Echinocactus,

Echinofossulocactus, Ferocactus, Mammillaria, Nyctocereus y Stenocactus.

Meza-Rangel en el 2000, citado por Castro-Gallo (2001), reportó el desarrollo de

sistemas de cultivo y propagación in vitro de cinco especies: Atrophytum ornatum,

Coryphantha bumamma, Mammillaria bocasana, Mammillaria oteroi y Thelocactus

hexaedrophorus. Castro-Gallo y colaboradores en el 2002 reportaron la

propagación in vitro de 10 especies mexicanas de cactáceas. Pérez-Molphe-Blach

y Dávila-Figueroa en 2002 también reportó la propagación in vitro de tres

especies columnares de cactus del Desierto de Sonora. Pérez-Molphe-Balch y

Dávila-Figueroa en este mismo año trabajaron con la micropropagación in vitro de

Pelecyphora aselliformis y P. strobiliformis. Para plantas del género Stenocereus,

Morales-Rubio y col. (2004), señalan el éxito solamente para la regeneración de

brotes en S. gummosus y en S. queretaroensis. Más actualmente, se ha

reportado la micropropagación de ocho especies de Turbinicarpus (Dávila-

Figueroa et al., 2005), de Aztekium hintonii (Bejarano-León et al., 2005) y de

Stenocereus quevedonis (Villalobos-Jarquín et al., 2007).

2.4. PEYOTE (Lophophora williamsii)

Fray Bernardino de Sahagún fue el primero en describir esta planta en 1560 al

referirse al uso que daban los chichimecas mexicanos a la raíz de “peiotl”, peyote

y peyotl son modificaciones de esta palabra. Los indígenas tanto de México como

de Estados Unidos que hacen uso del peyote también le han dado nombres en

sus propios lenguajes a continuación se mencionan algunos (Anderson, 1980).

16

En México:

Cora-huatari

Huichol-hícouri, híkuli, hícori, y xícori

Tarahumara-híkuli, híkori, houanamé, y híkuli wanamé, entre otros.

Tepehuan-kamba ó Kamaba

Otomi-beyo

En Estados Unidos:

Comanche-wokowi ó wohoki

Delawere-biisung

Mezcalero –Apache- ho

Navajo-azee

2.4.1. Importancia religiosa

El continente americano es el espacio geográfico donde se ha registrado mayor

diversidad de plantas que contienen principios psicoactivos (más de 100

especies). Estas plantas contienen sustancias químicas -alcaloides- capaces de

promover estados anormales de conciencia que ocasionan alteraciones visuales,

auditivas, táctiles, olfativas e incluso gustativas. Por esta razón son vistas por

algunas culturas como portadoras de inteligencia y son consideradas instrumentos

divinos, fuente de una profunda y misteriosa sabiduría y de belleza e inspiración,

así como un medio para mantener la identidad cultural. Algunas de las prácticas

rituales se conservan entre los tarahumaras, tepehuanes coras y huicholes, etnias

de México cuyas leyendas, tradiciones e historia están asociadas de manera

importante las cactáceas y sobre todo al peyote el más famoso de los cactos

alucinógenos (Batis y Rojas- Aréchiga, 2002). Un ejemplo de cómo el peyote es

parte elemental de la tradición religiosa de los huicholes es el siguiente párrafo:

“Aunque el culto del peyote pertenece al ciclo de la temporada seca es tan grande

su importancia dentro de la religión huichol, que no debe sorprender que también

17

abarque cosas tan vitales como lo son el nacimiento de un niño, su salud

crecimiento y la procreación o multiplicación de animales...” (Zingg, 1982).

2.4.2. Importancia etnobotánica

El peyote tiene muchos usos en la medicina tradicional como ya se había

mencionado anteriormente: para tratar la influenza, la artritis, la diabetes, los

desórdenes intestinales, la mordedura de serpiente, el piquete de escorpión y el

envenenamiento por Datura. Durante cientos de años los huicholes han frotado el

peyote en las heridas para prevenir la infección. Se ha probado que la hordenina

muestra una acción inhibitoria contra un espectro amplio de bacterias resistentes a

la penicilina. También actúa para combatir el hambre y el agotamiento. En la

actualidad se prescribe como un emético (induce el vómito) como un estimulante

cardiaco y como un narcótico (reduce o alivia el dolor) (Batis y Rojas- Aréchiga,

2002).

2.4.3. Distribución geográfica

Esta planta se encuentra distribuida en los estados mexicanos de San Luis Potosí,

Zacatecas, Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua, así como el estado de

Texas en los Estados Unidos. En su mayoría forman parte del Desierto

Chihuahuense, representativo de un tipo de vegetación llamado matorral xerófilo

con suelos predominantemente de tipo calizos, con un pH desde 7.9 a 8.3. Estos

suelos se caracterizan por tener más de 150 ppm (partes por millón) de calcio. En

el semidesierto zacatecano se la encuentra en compañía de la gobernadora

(Larrea tridentata), el hojasén (Fluorencia cernua), la Mariola o guayule (Partenium

incanum), el mezquite dulce (Prosopis glandulosa), la cholla (Opuntia imbricata),

yucas (Yucca carnerosana, Yucca filifera) y agaves como la lechuguilla (Agave

lechuguilla) entre otros (Glass, 1998).

18

2.4.4. Características de las poblaciones de peyote

La apariencia de L. williamsii varía mucho. En algunos casos las plantas se

presentan en forma individual pero también exhiben formas cespitosas, formando

montículos que pueden alcanzar hasta 2 metros de diámetro. El número y arreglo

de costillas varía ampliamente resultado tanto de la edad como una respuesta al

medio ambiente, así en ejemplares jóvenes se pueden observar de 4-5 costillas

mientras que en plantas maduras alcanzan hasta más de 14. Presentan los dos

tipos de reproducción sexual por semilla y asexual con brotes laterales desde las

areolas o cuando es cortada la corona y es reemplazada por dos o más y cuando

la raíz sufre algún daño brotan raíces adventicias y se pude regenerar la planta

(Anderson, 2001).

2.4.5. Clasificación taxonómica de Lophophora williamsii

La Familia Cactaceae comprende tres subfamilias: Pereskiodeae, Opuntioideae y

Cactoideae. Dentro de esta última se encuentra el género bajo estudio,

Lophophora que presenta solo dos especies (L. diffusa y L. williamsii). Ha habido

mucha confusión en cuanto a la ubicación taxonómica de L. williamsii y ésta ha

transitado por varios géneros como Echinocactus, Ariocarpus y Mammillaria hasta

que en 1894 Coulter propuso un nuevo género para el peyote: Lophophora

(Guzmán et al., 2003):

Reino Plantae Haeckel, 1866

División Magnoliophyta Cronquist, Takht & Zimmerm., 1966

Clase Magnoliopsida Cronquist, Takht & Zimmerm., 1966

Orden Caryophyllales

Familia Cactaceae A. L. Juss, 1789

Subfamilia Cactoideae Eaton, 1836

Género Lophophora J.M.Coult., 1894

Especie L. williamsii (Lem. ex S.D.) Coult. 1894

19

Descripción de Lophophora williamsii (Lem. ex Salm-Dyck) J.M. Coult. (Contr. U.

S. Nat. Herb. 3:131.1894).- Son plantas verde azuladas, de forma globular

achatada o aplanadas en la parte apical, de 5 a 8 cm de diámetro, con una raíz

engrosada de hasta 10 cm o más; costillas de 7 a 13, verticales o irregulares,

tuberculadas; flores centrales, las cuales están rodeadas por una masa de pelos

largos, flores blancas o rosa pálido de 2.5 cm de diámetro cuando están

totalmente abiertas, con tubo en forma de embudo; el perianto presenta

coloraciones verdes en la parte del envés, con un endurecimiento en la punta; los

filamentos son mucho más cortos que el perianto, blancos; el estilo es blanco

amarillo rosado en la parte de arriba, más corto que el perianto; los lóbulos del

estigma son 5, lineares y rosados; el ovario en forma de bastón; fruto de más o

menos 2 cm, semillas de 1 mm de diámetro, con un ancho hilo basal (Britton y

Rose,1963) (Figura 2).

Figura 2. Planta de Lophophora williamsii en el desierto zacatecano.

20

3. JUSTIFICACIÓN

Después de observar que no existe literatura acerca de investigaciones sobre la

propagación masiva de Lophophora williamsii, y a que existe la necesidad para su

conservación dado el valor que tiene esta especie no solo como elemento

importante en el semidesierto zacatecano, sino también en los ámbitos cultural y

religioso, el realizar trabajos que lleven a establecer sistemas de propagación, es

una alternativa para ayudar a su conservación. La propagación in vitro de L.

williamsii apoyaría de manera indirecta a su conservación.

21

4. OBJETIVOS

4.1. OBJETIVO GENERAL

Establecer un sistema de propagación masiva a través del uso de cultivos in vitro

de Lophophora williamsii. (Lem. ex S.D.) Coult a partir de segmentos de plántulas

establecidas in vitro.

4.1.1. Objetivos Específicos

1. Determinar el balance de la concentración de los reguladores del crecimiento

vegetal más adecuados para la fase de establecimiento e inducción de brotación

múltiple adventicia in vitro de L. williamsii.

2. Definir la composición adecuada del medio de cultivo y balance hormonal para

inducir el enraizado de brotes de L. williamsii.

3. Evaluar las condiciones para realizar la aclimatación de las plantas

micropropagadas de L. williamsii.

22

5. MATERIALES Y MÉTODOS

5.1. SITIO DONDE SE REALIZÓ EL ESTUDIO

La presente investigación se realizó en el Laboratorio de Cultivo de Tejidos

Vegetales, de la Escuela de Agronomía de la Universidad Autónoma de

Zacatecas.

5.2. MATERIAL BIOLÓGICO

Para establecer los cultivos in vitro se partió de 200 semillas de Lophophora

williamsii obtenidas de frutos maduros recolectados directamente en su hábitat

natural en el municipio de Mazapil, Zacatecas, a finales de agosto, 2007. En la

figura 3 se muestra el tamaño de las semillas.

Figura 3. Semillas de L. williamsii.

23

5.3. MEDIOS Y CONDICIONES DE CULTIVO

Se utilizó el medio de cultivo MS (Murashige y Skoog, 1962), suplementado con

reguladores del crecimiento vegetal (auxinas y citocininas) en diferentes

concentraciones. Para la preparación del medio de cultivo se partió de soluciones

concentradas o stock de macronutrimentos, micronutrimentos, fierro-EDTA y

vitaminas; además, de agar y de sacarosa (Cuadro 1).

5.4. ESTABLECIMIENTO IN VITRO

La germinación de las semillas in vitro se indujo sembrándolas en el medio de

cultivo MS sin reguladores del crecimiento. La esterilización superficial de las

semillas, previa a su incubación se realizó de acuerdo a la siguiente rutina de

asepsia:

-Se lavaron 5 veces con 1.0% de Extran® y se enjuagaron con agua corriente.

-Se colocaron dentro de un matraz kitazato de 500ml, con 100 ml agua destilada,

50 µl de Tween® y 0.2 g del fungicida Nitrasán D por 20 min. Agitando de manera

continua y dando un minuto de vacío cada 5min.

- Se enjuagaron con agua destilada y a continuación, bajo condiciones de asepsia

(campana de flujo laminar) se depositaron en una solución de alcohol etílico al

70% en volumen durante 1 min. Nuevamente se enjuagaron con agua destilada.

-Después, se pasaron las semillas a una solución de hipoclorito de sodio comercial

(Cloralex®) al 10, 15 y 20% durante 10, 20 y 30 min, para su esterilización externa

y se enjuagaron 3 veces con agua destilada estéril.

-Se sembraron 5 semillas en frascos con 30ml de medio MS ajustado a un pH de

5.7 y solidificado con 12g/L de agar (Sigma, Co.®).

-Finalmente los frascos se taparon y sellaron con película adherible y se

mantuvieron bajo luz continua a 25±2ºC.

24

Cuadro 1. Constituyentes y preparación del medio de cultivo MS (Murashige y Skoog, 1962).

MACRONUTRIMENTOS 20X

(Tomar 50 mL/L de medio) FÓRMULA

mg/L

(Requerimient /L) P.M. Stock (g)

(1 L)

Nitrato de Amonio NH4NO3 1,650.00 80.05 33.00

Nitrato de Potasio KNO3 1,900.00 101.11 38.00

Cloruro de Calcio dihidratado CaCl2. 2H2O 440.00 147.03 8.80

Sulfato de Magnesio heptahidratado MgSO4.7H2O 370.00 246.50 7.40

Fosfato diácido de Potasio KH2PO4 170.00 136.09 3.40

MICRONUTRIMENTOS 500X (Tomar 2 mL/L de medio)

Stock (mg) (100 ml)

Sulfato de Manganeso monohidratado MnSO4.H2O 16.90 169.01 845.00

Sulfato de Zinc heptahidratado ZnSO4.7H2O 8.60 287.56 430.00

Ácido Bórico H3BO4 6.20 61.84 310.00

Ioduro de Potasio KI 0.83 166.00 41.50

Molibdato de Sodio dihidratado Na2MoO4.2H2O 0.25 241.95 12.50

Sulfato cúprico heptahidratado CuSO4.7H2O 0.025 249.70 1.25

Cloruro de Cobalto hexahidratado CoCl2.6H2O 0.025 237.95 1.25

FIERRO-EDTA 200X (Tomar 5 mL/L de medio)

Stock (g) (500 ml)

Sal disódica (Etilendiaminotetracético disódico) Na2EDTA 37.30 372.20 3.73

Sulfato Ferroso heptahidratado FeSO4.7H2O 27.80 278.03 2.78

VITAMINAS 200X (Tomar 5 mL/L de medio)

Stock (mg) (100 mL)

Tiamina HCl 0.10 2

Ácido Nicotínico 0.50 10

Piridoxina HCl 0.50 10

Mio-inositol 100.00 2,000

Agar 12.0 g/L

Sacarosa 30 g/L

5.5. FORMACIÓN DE BROTES

Para la inducción de la formación de brotes mediante la activación de areolas en

segmentos de plántulas de L. williamsii, se hizo un experimento preliminar con el

fin de seleccionar la concentración y tipo de reguladores del crecimiento vegetal,

se tomó la parte apical de las plántulas (explante apical) y la parte superior de la

raíz (explante basal) que es donde según la literatura se encuentran meristemos

25

de crecimiento, para obtener explantes transversales en forma de rodajas. Éstos

se cultivaron en 5 diferentes tratamientos con 6-bencil-aminopurina o

benciladenina (BA) (0, 0.5, 1.0, 1.5 y 2.0 mg/L), con 12 réplicas.

Una vez observado el comportamiento de los explantes en las diferentes

concentraciones de BA en el experimento anterior se diseñó el segundo

experimento donde las citocininas utilizadas fueron BA y cinetina (KIN). Las

concentraciones utilizadas para BA 0, 0.5, 1.0, 1.5, y 2.0 mg/L, que fueron

adicionadas solas o en combinación con la auxina ácido indolbutírico (AIB), en una

concentración de 0.2mg/L (Cuadro 2a). Las de cinetina fueron 1.0, 1.5 y 2.0 mg/L

en combinación con 0.2 mg/L de AIB (Cuadro 2b). En todos los casos se utilizaron

de 10 explantes por tratamiento, manteniendo los cultivos bajo una temperatura

constante de 25±2°C y un fotoperiodo de 16 h de luz (2000 lux de intensidad

luminosa), en un cuarto de cultivo.

Se determinó el porcentaje de explantes que presentaron brotes, así como el

número y tamaño de éstos. Se analizó cuál balance hormonal generó más brotes y

más vigorosos. Para identificar los mejores tratamientos, los resultados se

sometieron a un análisis de varianza (ANDEVA).

Cuadro 2a. Tratamientos con diferentes concentraciones de BA y AIB para

inducir brotación múltiple de L.williamsii.

BA (mg/L)

AIB (mg/L)

0 0.5 1.0 1.5 2.0

0 T1 T2 T3 T4 T5

0.2 T6 T7 T8 T9 T10

26

Cuadro 2b. Tratamientos con diferentes concentraciones de KIN y AIB para inducir brotación múltiple de L. williamsii.

KIN (mg/L)

1.0 1.5 2.0

AIB(mg/L) 0.2 T11 T12 T13

5.6. ENRAIZADO DE BROTES, TRASPLANTE Y ACLIMATACIÓN

Para el enraizado de los brotes generados in vitro en el proceso anterior, se

eliminó la parte basal y se colocaron en posición vertical en el medio de

enraizamiento.

Para este fin se probaron 5 tratamientos:

1) medio MS, 2) medio MS pero con 50% de macronutrimentos, 3) medio MS más 2.5g/L de carbón activado, 4) medio MS más 0.6 ó 1mg/L de ácido indolacético (AIA), 5) medio MS más 0.6 ó 1mg/L de ácido indolbutírico (AIB).

Se colocaron 10 brotes por tratamiento. Se registró la presencia o ausencia de

raíces y se obtuvo el porcentaje de enraizamiento para cada tratamiento.

En la transferencia a suelo de las plántulas micropropagadas, se retiró el sello y se

aflojó la tapa de los recipientes con las plántulas enraizadas, esto con el fin de

iniciar la adaptación al medio externo. Después de una semana las plántulas se

sacaron del frasco, se eliminaron con agua totalmente los restos de medio de

cultivo; se colocó la parte basal de la plántula durante 1 min en una solución de

AIB a una concentración de 20 mg/L. Posteriormente se sembraron en macetas

con una mezcla de arena y suelo. Se cubrieron 3 días con bolsas de plástico

transparente para conservar la humedad, después se hicieron perforaciones en las

bolsas, diariamente para obtener una humedad relativa similar a la externa. Se

determinó el porcentaje de supervivencia.

27

5.7. ANÁLISIS ESTADÍSTICO

En el cultivo de tejidos vegetales cada una de las unidades experimentales

(frascos con medio de cultivo y tejido vegetal) se mantuvieron en condiciones

físicas y químicas homogéneas. Esto se considera así porque son pocos

tratamientos (menos de 30), y el número de repeticiones, aunque al principio fue

igual para todos los tratamientos (10), varió por un problema de contaminación.

Por lo anterior, en este trabajo se utilizó un diseño estadístico no equilibrado

completamente al azar, para realizar la comparación de respuesta en lo referente

a las siguientes etapas:

1. Establecimiento del cultivo in vitro 2. Multiplicación 3. Enraizamiento

El análisis de varianza es un método mediante el cual se determina la variación

con respecto a los diversos tratamientos, para establecer si al menos uno de ellos

es diferente a los demás.

La prueba de hipótesis que se consideró es la siguiente:

Hipótesis nula H0: T1=T2=T3=…Tn Los tratamientos T tienen

la misma respuesta

Hipótesis alternativa HA:Ti ≠ Ti’, i≠i’,donde:

i, i’ € {T1, T2, T3…,Tn }

Existen cuando menos

dos tratamientos T con

diferente respuesta

Cuando al menos uno de los tratamientos fue diferente a los demás, los datos se

sometieron a la prueba estadística llamada Diferencia Mínima Significativa (DMS),

para jerarquizar las respuestas en cada uno de los tratamientos.

28

6. RESULTADOS

6.1. ESTABLECIMIENTO Y GERMINACIÓN IN VITRO

La germinación de semillas de Lophophora williamsii cultivadas in vitro inició a los

9 días después de la siembra, con observación visual del rompimiento de la testa.

El proceso de germinación no fue homogéneo ya que se presentó en un rango de

entre los 9 y los 21 días, germinando solamente el 48.5% de las semillas (97/200).

En la figura 4 se muestra la germinación heterogénea de las semillas.

Figura 4. Semillas de L. williamsii germinando en condiciones de cultivo

in vitro (MS, 30 g/L sacarosa, 12 g/L agar).

Al resto de las semillas se les practicó escarificación mecánica en condiciones de

asepsia, utilizando pinzas y bisturí, auxiliándonos con microscopio estereoscópico.

En este proceso se eliminó la mayor cantidad de la testa, procurando no dañar el

endospermo ni el embrión. La escarificación se realizó para asegurar un mayor

29

número de semillas germinadas. Después de tres semanas de cultivo in vitro se

tuvo un registro de 135 semillas germinadas (67.5%).

La contaminación al momento de la siembra no fue significativa, ya que solo se

presentó un 5% (10/200 semillas), mayormente por hongos, aunque también se

observó la presencia de bacterias. Las semillas que no germinaron mostraron

tejido con necrosis, indicativo de muerte. En la cuadro 3 se muestra el

comportamiento de la totalidad de las semillas durante el proceso de germinación.

Cuadro 3. Registro del comportamiento de las 200 semillas de L. williamsii, 21 días después de la siembra en el medio de cultivo.

Semillas Comportamiento

No. Germinación (%)

97 48.5 Germinadas de manera natural

38 19.0 Germinadas mediante escarificación mecánica

10 5.0 Contaminación (hongos y/bacterias)

55 27.5 No germinaron

Debido a que la germinación no se presentó de manera uniforme, el crecimiento y

desarrollo de las plántulas también fue desigual, pues mientras algunas de ellas a

los 38 días alcanzaron 6 mm de largo, otras solamente alcanzaron los 2 mm de

longitud.

A los 5 meses de cultivo las plantas registraron en promedio 7mm de largo y 4mm

de diámetro con elongación del tallo (Figura 5).

30

Figura 5. Plántula de L. williamsii, 5 meses después de la germinación in

vitro (MS, 30 g/L sacarosa, 12 g/L agar).

6.2. MICROPROPAGACIÓN

En el experimento preliminar con los tratamientos de solo BA (0, 0.5, 1.0, 1.5 y 2.0

mg/L) a las dos semanas, pudo observarse el inicio de la brotación en algunos

explantes, apreciándose también en este proceso que la emisión de brotes

también presentó una alta heterogeneidad, al igual que en la etapa de

germinación. El conteo final del número de brotes se realizó a las 8 semanas. La

formación de brotes fue mínima, con tan solo un brote por explante en la mayoría

de los tratamientos, sin embargo puede observarse en la figura 6, que la respuesta

de los explantes provenientes de la parte apical de la plántula en el mejor de los

tratamientos presentaron una tasa de multiplicación promedio de 1.1; mientras que

en los explantes de la parte intermedia mostraron la respuesta mayor con 1.92

brotes/explante, al ser cultivados con 1.5 mg/L de BA sin auxinas.

31

Figura 6. Número de brotes/explante en segmentos de parte apical e intermedia de plántulas de L. williamsii cultivados en MS con diferentes concentraciones de BA a las 8 semanas.

Segundo experimento.- Con base a la respuesta observada en el experimento

anterior, los explantes de L. williamsii fueron cultivos en el medio nutritivo MS bajo

la combinación de benciladenina (BA, 0, 0.5, 1, 1.5 y 2 mg/L) con ácido

indolbutírico (AIB, 0, 0.2 mg/L) y la combinación de cinetina (KIN, 1, 1.5 y 2 mg/L)

con AIB (0.2 mg/L), obteniendo un total de 13 tratamientos. También se

inocularon los dos tipos de explantes, parte intermedia y parte apical. La cantidad

de brotes correspondientes a los explantes intermedios no se reporta, ya que en

este experimento el 17.4% presentaron vitrificación, y el 25.4% presentaron

necrosis, estos dos problemas frecuentes en el cultivo de tejidos vegetales

impidieron tener resultados confiables. Sin embargo es conveniente señalar, que

en los explantes intermedios que no mostraron los problemas antes señalados,

presentaron brotes aparentemente más vigorosos, como se puede apreciar en la

Figuras 7 y 8.

32

Figura 7. Brotes de los dos tipos de explantes considerados. El de la izquierda corresponde a un explante apical, mientras que el de la derecha a un explante intermedio

Figura 8. Explante apical con un solo brote, en el medio nutritivo MS

suplementado con 1.0 mg/L BA y 0.2 mg/L de AIB.

33

En este experimento se mantuvieron los explantes 16 semanas, ya que se

consideró que en el experimento anterior no se le dio el tiempo suficiente para que

todos los explantes tuvieran una respuesta. Al realizar un análisis de varianza de

los resultados obtenidos en este experimento, se demostró que existían

diferencias significativas en el conjunto de tratamientos.

Posteriormente se realizó una comparación de medias, para un nivel de

significancia de 0.05, se utilizó la prueba llamada Diferencia Mínima Significativa,

confirmándose que el mejor tratamiento para inducir brotación múltiple en L.

williamssii es el número 4 (1.5 mg/L BA) como se muestra en el Cuadro 4.

Cuadro 4. Resultados de la comparación de medias mediante la prueba de Diferencia Mínima Significativa, de los brotes obtenidos en explantes de la parte apical de L. williamsii.

TRATAMIENTOS MEDIA

T4 (1.5 mg/L BA) 4.875 A

T10 (2.5 mg/L BA+0.2mg/L AIB) 4.667 AB

T11(1.0 mg/L KIN+0.2mg/L AIB) 4.333 ABC

T3(1.0 mg/L BA) 3.333 ABC

T7(0.5 mg/L BA+0.2mg/L AIB) 2.875 ABC

T5(2.0 mg/L BA) 2.500 BC

T2(0.5 mg/L BA) 2.111 C

T6(0.2 mg/L AIB) 2.200 C

T1(Sólo medio MS) 2.200 C

T13(2.0 mg/L KIN+0.2mg/L AIB) 2.200 C

T12(1.5 mg/L KIN+0.2mg/L AIB) 1.833 C

T8(1.0 mg/L BA+0.2mg/L AIB) 1.625 C

T9(1.5 mg/L BA+0.2mg/L AIB) 1.500 C

Nivel de Significancia = 0.05

34

6.3. ENRAIZAMIENTO

Una vez que los brotes alcanzaron un tamaño de 7 mm o más, se separaron del

explante que les dio origen, se sometieron al proceso de enraizamiento,

incubándolos en 7 diferentes tratamientos, señalados en el cuadro 5. La

experimentación de enraizado se realizó con 70 brotes (10 por cada tratamiento),

seleccionándose los que presentaron una apariencia vigorosa y con un diámetro

de 7 a 8 mm. Los resultados de enraizado se registraron semanalmente durante 8

semanas. Las primeras raíces se presentaron a las dos semanas en algunos

tratamientos aunque el registro final se hizo a las 8 semanas.

Cuadro 5. Tratamientos utilizados para inducir raíces en los brotes obtenidos de L. williamsii.

Suplementos

0

AIB (mg/L) AIA (mg/L) C activado

(2.5 g/L) 0.6 1.0 0.6 1.0

MS (basal) T1 T2 T3 T4 T5 T6

½ MS

(50%

macronutrimentos)

T7

Los resultados cualitativos del proceso de enraizamiento se indican en la cuadro 6.

Donde se considera una escala de 0+ para cuando no hubo enraizamiento, hasta

4+ para las raíces más vigorosas y con la forma típica de L. williamsii. Los valores

1+, 2+, 3+ se consideraron de manera estimativa dentro de los extremos de esta

escala para los datos intermedios. La V corresponde a cuando las plantas se

vitrificaron. Lo anterior se puede apreciar en la última foto de la figura 9.

35

Cuadro 6. Calidad relativa de las raíces de plántulas in vitro de L. williamsii, generadas en los diversos tratamientos.

T1 T2 T3 T4 T5 T6 T7

4+ 3+ 3+ 2+ 0+ 0+ 4+

4+ 1+ 0+ 1+ 3+ 0+ 4+

4+ 3+ 4+ 1+ 3+ 0+ 0+

1+ 3+ 2+ 0+ 2+ 0+ V

2+ 3+ 2+ 0+ 1+ 2+ 0+

0+ 3+ 0+ 2+ 2+ 0+ 4+

1+ 3+ 2+ 2+ 1+ 0+ 0+

0+ 2+ 2+ 2+ 3+ V 4+

4+ 1+ 1+ 2+ 2+ 0+ 4+

1+ 0+ 0+ 1+ 2+ 0+ 4+

Figura 9. Resultados cualitativos del proceso de enraizamiento de brotes regenerados in vitro de L. williamsii.

36

Cuadro 7. Eficiencia relativa de enraizamiento in vitro de brotes de L. williamsii.

6.4. ACLIMATACIÓN

En la etapa de aclimatación se seleccionaron 50 plantas que tuvieran un sistema

radicular bien desarrollado, y con la forma de raíz característica de L. williamsii

(napiforme), a las cuatro semanas se realizó una evaluación. Se utilizó como

sustrato una mezcla de 50% de arena de río y 50% de suelo de labranza. Al

término de las cuatro semanas se tuvo un registro de 44 (88%) plantas

aclimatadas (Figuras 10 y 11).

A las 8 semanas las 44 plantas se mantuvieron en buen estado. En las plantas

que no lograron aclimatarse se apreció la presencia de hongos en el sustrato. Lo

anterior se debió al exceso de humedad, y a que no se aplicó fungicida.

TRATAMIENTO MEDIA

T7 (1/2 MS) 2.4 A

T2 (MS + 0.6 mg/L AIB) 2.2 A

T1 (MS) 2.1 A

T5 (MS + 1.0 mg/L AIA) 1.9 A

T3 (MS + 1.0 mg/L AIB) 1.6 A

T4 (MS + 0.6 mg/L AIA) 1.3 AB

T6 (MS + 2.5g/L de carbón activado) 0.2 B

Nivel de Significancia = 0.05

37

Figura 10. Plántulas micropropagadas de L. williamsii en proceso de aclimatación, bajo cultivo en invernadero.

Figura 11. Planta micropropagada de L. williamsii, después de dos meses de aclimatación.

38

7. DISCUSIÓN

Las cactáceas presentan una estructura particular denominada areola, donde se

encuentra el meristemo, órgano a partir del cual se pueden producir hojas, flores

tallos y espinas (Bravo-Hollis, 1978), consecuentemente las areolas tienen la

capacidad de producir brotes que se desarrollen en plantas completas (Rubluo,

1990). De acuerdo a lo anterior se logró el establecimiento del cultivo in vitro de L.

williamsii, de manera exitosa. La estimulación de brotes in vitro, es un sistema con

una menor eficiencia que la organogénesis y la embriogénesis somática, no

obstante, el procedimiento de proliferación múltiple de brotes permite la

generación de plantas clonadas con relativa facilidad.

El número promedio de brotes de 4.8 en el tratamiento con 1.5mg/L de BA que

fue el tratamiento que mejor respondió para L. williamsii está dentro del rango

que reportan Castro-Gallo y col. (2002) para 10 especies de cactus mexicanos de

2.15 a 17.5 brotes por explante, con de 1 a 2mg/L de BA y KIN de 2 a 4mg/L.

Aunque Starling (1985) obtuvo hasta 25 brotes en Leuchtenbergia principis con10

mg/L de BA sin auxinas. Pérez-Molphe Balch y col. (1998) tuvieron un rango de

brotación de 0.9 a 4.5 brotes por explante con BA y 2iP, en 21 especies de cactos

mexicanos observándose que existen especies que generan pocos brotes por

explante. Los mismos autores, mencionan que ha quedado demostrado que cada

especie responde de manera diferente al cultivo in vitro, por lo que resulta

necesario establecer las condiciones para la multiplicación, enraizamiento y

adaptación a suelo para cada especie de cactácea que se desee micropropagar.

Con respecto al periodo de apreciación de resultados, Rubluo (1990) señala que la

observación y evaluación del proceso de regeneración y micropropagación debe

ser seguida por periodos de entre 1-6 meses, después de establecidos los

cultivos, efectuando subcultivos si es necesario, para nuevamente realizar las

39

observaciones y evaluaciones, hacer comparaciones y determinar si se repiten los

resultados o si hay diferencias en cada subcultivo. En el caso de L. williamsii a

partir de que se incubaron los explantes en los diversos tratamientos, el tiempo

que transcurrió para iniciar el registro de resultados de brotación adventicia fue de

cuatro semanas en el primer experimento, y de 16 semanas para el segundo.

En cuanto a los reguladores del crecimiento vegetal todos los autores revisados

concuerdan en que hay que incorporar estas fitohormonas al medio de nutritivo, de

preferencia citocininas, especialmente BA, KIN y 2-iP en un rango de

concentración de entre 1-10 mg/L, para inducir la proliferación de brotes. Respecto

a las auxinas se recomienda el uso de AIA y AIB, pero en rangos de concentración

mucho más bajos, entre 0.02-2mg/L (Rubluo, 1990).

Con base a las consideraciones antes mencionadas, en los experimentos de

brotación adventicia de L. williamsii en el medio de cultivo se usaron 2 citocininas:

BA y KIN en concentraciones de 0.5-2.0 y 0.2 de AIB y se pudo confirmar que el

BA sin auxinas es suficiente para estimular la brotación de las yemas axilares

como lo mostró el experimento previo donde sólo se utilizó BA y en el experimento

definitivo donde la media del número de brotes más alta fue en el tratamiento que

contenía solamente 1.5mg/L de BA. Esto coincide con los resultados obtenidos

por Escobar (1986), Starling (1985), Martínez-Vázquez y Rubluo (1989) y Clayton

y col. (1990). Aunque el tratamiento con 2 mg/L de BA y 0.2 mg/L de AIB fue la

segunda media más alta y un explante con mayor cantidad de brotes (10) se

presentó en este balance hormonal, y esto concuerda con Mauseth (1977) quien

menciona que el crecimiento óptimo de plantas in vitro ocurre en presencia de

auxinas y citocininas. Sin embargo es conveniente señalar que los brotes

obtenidos cuando se usó 1.5 mg/L BA sin auxina, se apreciaron con menor vigor,

respecto a cuando se usó la combinación 2 mg/L de BA y 0.2 mg/L de AIB.

En lo referente a la diferencia entre el número de brotes inducidos en explantes

apicales y basales, nuestro experimento previo nos muestra que el segundo tipo

40

de explante genera mayor cantidad de brotes. Esto se pude deber según Infante

(1992) a la carencia de la zona principal de producción de auxinas (zona apical)

reduciendo la dominancia apical de manera que hay una mejor respuesta a la

citocinina exógena; aunque por otra parte se observó que al tener mayor área de

contacto a través del corte con el medio se genera una mayor tendencia a la

vitrificación y a la necrosis de manera particular en L. williamsii.

Observando los trabajos de micropropagación la mayoría coinciden en que una

relación aproximada de 10:1 entre una citocinina y una auxina respectivamente

augura los mejores resultados para brotación múltiple. Esto coincide con nuestros

resultados 2:0.2 de BA y AIB como segunda media más alta en cuanto al número

de brotes.

Diversos autores entre ellos Pérez- Molphe y col. (1999), señalan la utilidad de

agregar alguna auxina o carbón activado al medio de cultivo para el

enraizamiento. Escobar y col. (1986), mencionan que aunque obtuvieron

resultados óptimos de enraizamiento utilizando AIB, basta con la auxina endógena

para tener buenos resultados en este proceso. Asimismo, Vyskot y Jára (1984)

trabajando con Mammillaria carmenae y Astrophytum miryostigma utilizaron

indistintamente un medio suplementado con AIA (1mg/L) o un medio sin hormonas

para este mismo fin, no obteniendo diferencias significativas en ambos

tratamientos.

Los resultados obtenidos en la presente investigación coinciden con lo anterior, ya

que las raíces más vigorosas se obtuvieron en el tratamiento que no contenía

auxinas, sin embargo, para el caso de L. williamsii el 30% de los brotes no tuvo

respuesta. También es conveniente señalar que el tratamiento con 0.6 mg/L de

AIB produjo raíces en el 100% de los brotes, aunque no tan vigorosos como en el

primer caso.

41

Finalmente, el 88 % de supervivencia obtenido en la fase de aclimatación se

encuentra dentro del rango que reportan Vyskot y Jára (1984), aunque como se

mencionó en los resultados, es posible aumentarlo, mediante el uso de algún

agente fungicida que evite la proliferación de hongos en las dos primeras semanas

a partir de iniciado el proceso de aclimatación.

42

8. CONCLUSIONES

Se logró desarrollar un sistema de regeneración in vitro y por consiguiente la

micropropagación de Lophophora williamsii vía activación de yemas axilares.

El promedio más alto de brotes (4.87) fue obtenido en explantes apicales de

plántulas cultivadas in vitro de Lophophora williamsii, en MS con 1.5mg/L de

benciladenina.

El enraizado de los brotes se consiguió al cultivarlos en medio nutritivo MS con la

mitad de la concentración de sales correspondientes a los macronutrimentos y sin

reguladores de crecimiento. Bajo este tratamiento se indujo la formación de raíces

tipo napiforme.

Se logró un 88% de supervivencia en las plantas micropropagadas de

Lophophora williamsii al cultivarse en condiciones de vivero.

43

9. LITERATURA CITADA

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