memoria a largo plazo
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Memoria a largo plazo (MLP), que es la más similar al almacenamiento permanente de un
ordenador. Al contrario que los otros dos tipos, la MLP es relativamente permanente y
prácticamente ilimitada en términos de su capacidad de almacenamiento. Se dice que tenemos
bastante espacio en nuestra MLP como para memorizar cada número de teléfono de los Estados
Unidos y todavía funcionar normalmente a la hora de recordar lo que hacemos. Obviamente, no
utilizamos ni una fracción de este espacio de almacenaje.
Existen varias subcategorías de MLP.
1. Memoria declarativa. Los recuerdos sobre datos, acontecimientos de la vida, y la información
sobre nuestro ambiente se almacena en la memoria declarativa. Esta incluye la memoria
semántica, conocimiento objetivo como el significado de palabras, conceptos, y nuestra
capacidad para las matemáticas y la memoria episódica, o recuerdos de los acontecimientos y
las situaciones.
2. Memoria no declarativa o implícita. La segunda subcategoría no siempre se considera como
memoria porque se refiere a información interna, más que a información externa. Cuando te
cepillas los dientes, escribes tu nombre, o te frotas los ojos, haces esto con facilidad porque
almacenaste estos movimientos y puedes recordarlos fácilmente. Se trata de recuerdos que
hemos almacenado debido a la práctica, condicionando, o hábitos.
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Ejercicios Para La Memoria La memoria es necesaria para el trabajo, los estudios o la vida cotidiana, la capacidad de la memoria es una herramienta de la que dependemos aunque no queramos. Su poder de
almacenamiento es tal, que a veces es deslumbrante, en otras nos fallas inesperadamente. Para desarrollar nuestra memoria podemos recurrir a ejercicios para reforzarla.
La memoria es un mecanismo de grabación, archivo y clasificación de información que luego puede ser recuperada cuando queramos, como se sabe, existen básicamente dos tipos vinculados al
tiempo, la de corto y largo plazo.
No es lo mismo recordar lo que acaban de decirte, que lo que te comentaron ayer y mucho menos
lo que conversaste hace una semana o un mes. Y es que la memoria es selectiva, va guardando y descartando lo que no considera necesario.
Para acordarte de algo debes tener un sustento sobre el cual pueda anclarse. Según los
especialistas indican que el primer factor es que la información este asociada a algo ya conocido o
ya dado; el segundo, que este relacionada con un principio significativo; y el tercero, quesea repetitivo, es decir que los datos almacenados se repitan a través de diferentes y variados canales.
Todos estos puntos hay que considerarlos a la hora de hablar de ejercicios para mejorar la
retención de datos. Situaciones diversas condicionan una buena o mala memoria, depende, entre
otras causas, de la capacidad de concentración, nivel de estrés, dieta, edad, tendencia genética, calidad del sueño, hábitos tóxicos y actividad intelectual.
Su desarrollo y facultad de conservar imágenes se modifica a partir de los 30 años, cuando
comienza un declive de las capacidades intelectuales que se acelera con la vejez. Los olvidos
pueden darse por interferencia, al haber mezclado los datos en la fase de registro, por falta de atención en esa misma etapa, por desuso, por desmotivación y por el paso de los años.
Esta habilidad puede ser ejercitada, por ejemplo, con los llamados juegos de memoria, son excelentes para desarrollar la retención visual de los niños. Estos consejos pueden ayudarle para
que se acuerde de todo:
• Guarda algo para tener un pensamiento organizado. Esto fuerza a hacer un recuento de todos los
acontecimientos que se produjeron antes, durante y después de aquello que se almaceno y así de lo que se quiera recordar.
• Intenta recordar palabras raras o inusuales por la asociación con cosas sencillas e incluso
absurdas.
• Practica con cosas simples, haz crucigramas, memoriza la lista de la compra, recuerda detalles de
una película o un libro, lo que has desayunado o que ropa te pusiste la noche anterior.
• Comienza a retener dígitos, palabras, números telefónicos y aumenta las cantidades.
• Repasa la información que deseas guardar en tanto la hayas adquirido. Repite lo mismo un día
después y luego a la semana.
• Emplea el sentido del humor e introduce apreciaciones cómicas. Nos cuesta menos recordar las
cosas que nos hacer reír.
• Anota la información, los datos se retienen con más facilidad si se escriben.
Estos ejercicios pueden ser muy útiles para desarrollar y reforzarla memoria, es recomendable
aplicarlos en los niños para que puedan aprovechar al máximo todas sus habilidades y se haga un hábito hasta llegar a convertirse en adultos.