mÁs dinero o mÁs eficacia

2
¿MÁS DINERO O MÁS EFICACIA? Proverbios tales como: “El emprendedor tiene que hacer mucho con poco” “El que es fiel en lo poco, en lo mucho se le pondrá” “Árbol que da fruto se le poda para que lleve más fruto” Frases como éstas engendran grandes verdades de efectividad. Las autoridades de gobierno al asumir el poder se prestan al jueguito de solicitar al Jefe del Ejecutivo: MÁS DINERO. Consideran que la falta de los recursos económicos es la causa primordial de la pronosticada ineficacia de sus gestiones. La señora Fiscal General y Jefa del Ministerio Público, motivada por los resultados exitosos al desarticular “líneas de corrupción de gran impacto social”, aprovecha la oportunidad para solicitar al Congreso de la República “un mayor presupuesto para dicha dependencia”, llamándole este petitorio como fortalecimiento del aparato de justicia. Actualmente goza de Q. 1,100 millones, con una de las estructuras físicas y humanas más grande del Estado. Sin embargo, todos reconocemos que la intervención de la CICIG ha sido la gran diferencia de eficacia en la desarticulación de aparatos de corrupción. Permítame hacerle las siguientes preguntas mi estimado guatemalteco: ¿Considera usted que los fiscales del Ministerio Público son realmente eficaces en el desempeño de sus obligaciones? ¿En relación porcentual a los cientos de fiscales, qué porcentaje considera usted que son efectivos en la resolución de los casos encomendados? ¿Cuál es el tiempo promedio de los casos para ser resueltos? ¿Cuántos casos se resuelven con eficacia en relación a la cantidad de denuncias propiciadas por la sociedad civil? ¿Tenemos fiscales enteramente capacitados en criminología, ciencia forense, lógica filosófica, ciencias hermenéuticas, ciencias sociales, ciencias generales, entre otras? Si las respuestas a las preguntas anteriores fueron negativas entonces estamos ante un personal inoperante. Los ciudadanos comunes sufrimos la victimización en sus diferentes formas mecanicistas para la investigación, sin embargo, experimentar una y otra re-victimización por las constantes citaciones a Declaraciones Testimoniales, la falta de iniciativa creativa en la búsqueda de pruebas, la poca habilidad para hacer deducciones lógicas, y en el peor de los casos la politización que alimenta una impunidad flagrante. En suma, nos deja una enorme interrogante: ¿Vale la pena ampliar el presupuesto del Estado para el Ministerio Público? o por pleno defecto, ¿La sociedad civil debemos exigir mayores resultados mediante el perfeccionamiento de eficacia? Que lamentable caso es verificar los constantes cambios de fiscales responsables de la investigación en un mismo caso. El modus operandi se ha constituido en el retraso malicioso bajo el ardid de que “están saturados de casos” o “no pueden tomar decisiones propias porque tienen que esperar

Upload: dawn-harris

Post on 15-Jul-2016

138 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

¿Vale la pena ampliar el presupuesto del Estado para el Ministerio Público? o por pleno defecto, ¿La sociedad civil debemos exigir mayores resultados mediante el perfeccionamiento de eficacia?

TRANSCRIPT

¿MÁS DINERO O MÁS EFICACIA? Proverbios tales como: “El emprendedor tiene que hacer mucho con poco” “El que es fiel en lo poco, en lo mucho se le pondrá” “Árbol que da fruto se le poda para que lleve más fruto” Frases como éstas engendran grandes verdades de efectividad. Las autoridades de gobierno al asumir el poder se prestan al jueguito de solicitar al Jefe del Ejecutivo: MÁS DINERO. Consideran que la falta de los recursos económicos es la causa primordial de la pronosticada ineficacia de sus gestiones. La señora Fiscal General y Jefa del Ministerio Público, motivada por los resultados exitosos al desarticular “líneas de corrupción de gran impacto social”, aprovecha la oportunidad para solicitar al Congreso de la República “un mayor presupuesto para dicha dependencia”, llamándole este petitorio como fortalecimiento del aparato de justicia. Actualmente goza de Q. 1,100 millones, con una de las estructuras físicas y humanas más grande del Estado. Sin embargo, todos reconocemos que la intervención de la CICIG ha sido la gran diferencia de eficacia en la desarticulación de aparatos de corrupción. Permítame hacerle las siguientes preguntas mi estimado guatemalteco: ¿Considera usted que los fiscales del Ministerio Público son realmente eficaces en el desempeño de sus obligaciones? ¿En relación porcentual a los cientos de fiscales, qué porcentaje considera usted que son efectivos en la resolución de los casos encomendados? ¿Cuál es el tiempo promedio de los casos para ser resueltos? ¿Cuántos casos se resuelven con eficacia en relación a la cantidad de denuncias propiciadas por la sociedad civil? ¿Tenemos fiscales enteramente capacitados en criminología, ciencia forense, lógica filosófica, ciencias hermenéuticas, ciencias sociales, ciencias generales, entre otras? Si las respuestas a las preguntas anteriores fueron negativas entonces estamos ante un personal inoperante. Los ciudadanos comunes sufrimos la victimización en sus diferentes formas mecanicistas para la investigación, sin embargo, experimentar una y otra re-victimización por las constantes citaciones a Declaraciones Testimoniales, la falta de iniciativa creativa en la búsqueda de pruebas, la poca habilidad para hacer deducciones lógicas, y en el peor de los casos la politización que alimenta una impunidad flagrante. En suma, nos deja una enorme interrogante: ¿Vale la pena ampliar el presupuesto del Estado para el Ministerio Público? o por pleno defecto, ¿La sociedad civil debemos exigir mayores resultados mediante el perfeccionamiento de eficacia? Que lamentable caso es verificar los constantes cambios de fiscales responsables de la investigación en un mismo caso. El modus operandi se ha constituido en el retraso malicioso bajo el ardid de que “están saturados de casos” o “no pueden tomar decisiones propias porque tienen que esperar

órdenes de sus inmediatos superiores” o “simplemente incumplen con su deber, pues hay grado de colusión para proteger a ciertos sujetos de investigación”. Eficacia señores, eficacia es los que todo aparato gubernamental necesita. Capacidad, prontitud e integridad de actos esto nos lleva a la EFICACIA. Levantemos esta plataforma fundamental para luego solicitar ampliación presupuestaria. Lic. John F. Del Salto C. PRESIDENTE DE CCNyA