margarita nelken cacion. rés sitio la obra de.julio montés...

15
La obra de.Julio Montés, se nos ofrece con una madurez, en lo subjetivo, no sólo de gran inte- rés sitio -dé alta categoría. ¿Pintura abstracta? Sería inexacta la clasifi- cacion. Julio Montes es una, revelación. Montes concibe el Tema a grandes rasgos y en su realización deja correr la imaginación y va transformando gradualmente lo que era ilusión óptica en otra ilusión, en que lo óptico y lo suges- tivó, se dan la mano con éxito expresivo. Jorge J. Crespo de la Serna El equilibrio en este.artista, procede siempre de la seguridad conque sabe asociar las manchas sueltas, un poco a la manera de Wels o de Schnei- der, dejando a cada tono su elocuencia peculiar y unificándolos todos en un sentimiento distinto del color y de su escala de valores. Margarita Nelken Enrique F. Gúal Cuando el arte del color se_ resuelve como lo resuelve Julio Montes, por aciertos plásticos y cro- máticos en una sinfonía expresiva altamente poé- tica, es cuando estamos en la mayor seguridad de constatar que su creador es un excelente artista. P. Fernández Márquez

Upload: others

Post on 15-Mar-2020

7 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Margarita Nelken cacion. rés sitio La obra de.Julio Montés ...hispanista.org/revista/norte/n1969/229/vers/229c.pdfBRAULIO SANCHEZ SAEZ Añoré siempre desde mi ju-ventud visitar

La obra de.Julio Montés, se nos ofrece con unamadurez, en lo subjetivo, no sólo de gran inte-rés sitio -dé alta categoría.

¿Pintura abstracta? Sería inexacta la clasifi-cacion.

Julio Montes es una, revelación.

Montes concibe el Tema a grandes rasgos y ensu realización deja correr la imaginación y vatransformando gradualmente lo que era ilusiónóptica en otra ilusión, en que lo óptico y lo suges-tivó, se dan la mano con éxito expresivo.

Jorge J. Crespo de la Serna

El equilibrio en este.artista, procede siemprede la seguridad conque sabe asociar las manchassueltas, un poco a la manera de Wels o de Schnei-der, dejando a cada tono su elocuencia peculiar yunificándolos todos en un sentimiento distinto delcolor y de su escala de valores.

Margarita Nelken

Enrique F. Gúal

Cuando el arte del color se_ resuelve como loresuelve Julio Montes, por aciertos plásticos y cro-máticos en una sinfonía expresiva altamente poé-tica, es cuando estamos en la mayor seguridad deconstatar que su creador es un excelente artista.

P. Fernández Márquez

Page 2: Margarita Nelken cacion. rés sitio La obra de.Julio Montés ...hispanista.org/revista/norte/n1969/229/vers/229c.pdfBRAULIO SANCHEZ SAEZ Añoré siempre desde mi ju-ventud visitar

1

Page 3: Margarita Nelken cacion. rés sitio La obra de.Julio Montés ...hispanista.org/revista/norte/n1969/229/vers/229c.pdfBRAULIO SANCHEZ SAEZ Añoré siempre desde mi ju-ventud visitar

"Va hede ziat Alhaquime"

BRAULIO SANCHEZ SAEZ

Añoré siempre desde mi ju-ventud visitar a Córdoba. Otrasciudades de Andalucía, entreellas Sevilla, Granada, Málaga yCádiz, ya las conocía desde tem-prana edad cuando no se puedeaun apreciar sus valores, huma-nos y artísticos. Faltábame en elconjunto de los solares andalucesla humilde Almería, tan en olvi-do siempre y Córdoba, en su re-catado silencio como señora so-berana del mundo, tapiz repletode sabiduría a través de su rei-nado mahometano.

Por lecturas bien sabía quese encontraba casi en el centro

geográfico de la región andalu-za, y que su porte era de recata-da señoría, diferenciándose mu-cho de la alegre y tumultuosa Se-villa y de la señera y gentil Gra-nada, como de la soleada y mo-runa Málaga, que pese al tiem-po, marca aun su perfil morenoy arrogante, soñando tal vez enlos ritos de sus hermanos fron-terizos que adistancia ese marcasi de un azul profundo y deun cielo color de oro y rosas .. .

Pero Córdoba era otra cosa.La cálida emoción se plasma deuna infinidad de sutilezas y deemociones recónditas que, comosu cantar dice:

"Córdoba, serena y sola..."

A través de lecturas marca sutradición culta y poderosa. Pri-mero en su abolengo a través delas diversas razas que pueblansus dominios; en la romaniza-ción, nos ofrece su grandeza alser denominada "Colonia Patri-cia Romana", la capital de laEspaña ulterior, que fuera cortede pretores, llegando, incluso aacuñar su propia moneda, cuan-do anduvo indecisa en las gue-rras civiles entre César y Pom-peyo, y ensalzada al finalizar lacontienda, por el vencedor JulioCésar. Y allí florecen ambos Sé-necas, Lucano y otros ilustresromano-hispanos, que dan a lacultura y filosofía del Imperio,normas y tradiciones de la cultu-ra del mundo. Luego, en el ocasode los factos imperiales, al ini-ciarse la decadencia de las águi-las dominadoras y la invasión delos hombres del norte, es allí pre-cisamente en el año 572 cuandollega victorioso el rey Leovigildoy sienta en la gloriosa ciudad suestandarte y su apogeo, elevando

NORTE/39

Page 4: Margarita Nelken cacion. rés sitio La obra de.Julio Montés ...hispanista.org/revista/norte/n1969/229/vers/229c.pdfBRAULIO SANCHEZ SAEZ Añoré siempre desde mi ju-ventud visitar

con su corte el esplendor gótico.Luego en la dominación maho-metana en 711, cambia de rum-bo y fue el Emir Abderraman I,el que la elevó a capital de suimperio, escindido de Oriente.Allí dominaron los Abderrama-nes, Hixemenes y Alhakennes,con sus cortes que envidiaron elmundo. La mezquita es una desus maravillas aún perennes. Ysiempre esa ciudad fue guardan-do su señorial continencia: "Cór-doba serena y sola ..."

El viajero siente una profun-da emoción cuando la visita. Cal-ma, silencio hondo y grave. Re-corre sus calles, estrechas, llenasde intimidad y contempla sus in-comparables patios, donde flore-cen y dulcifican las plantas másbellas y de cautivante perfume.Patios con sus cortinas de verdenaturales, con sus fuentes, suspájaros cantores, sus mujeres,sensibles y graciosas, que mues-tran sus razgos orientales a tra-vés de los tiempos, como un sig-no de racialidad suprema. Los

pasos del viajero se detienen acada instante encontrando insu-perable variedad en cuanto susojos contemplan. Un cantar a me-dia voz, un rasgueo de guitarra,un ave que desea imitar las so-noridades que se filtran a travésde los patios y de las habita-ciones: "Córdoba: serena y so-la..."

La prodigiosa ciudad cuentacon maravillas, granees aveni-das como la del Gran Capitán,del Alcázar; sus paseos admira-bles, palacios como el de la Di.putación, el Museo de BellasArtes; sus iglesias entre éstas lade San Jacinto, de San Lorenzo,la de San Pedro, la de la Magda-lena, la Catedral, su Cristo de losFaroles, el Santuario de la Fuen-santa, de San Nicolás y la má-xima gloria de su Mezquita. Elpuente que cruza el Guadalqui-vir, la Torre de la Calahorra; laserena majestad de todo; sí, porser todo en Córdoba, silenciosoy sereno, como una copla de pe-na y amargura recóndita.

En España la ciudad de Cór-doba es un cierre de exaltacio-nes; cierre por no haber otracosa que pueda comparársele. Sediferencia del bullicio flamenccde Sevilla, del sol marinero deCádiz, de la exaltación de Gra-nada, por su Alhambra y su Ge-neralife; de Almería por su nos-tálgica ensoñación; de Málaga ensu agitada y pintoresca algarabíay es, por lo tanto, "Unica y so-la..."

El viajero siente en esa ciu-dad una calma perdida en otroslugares las aguas cristalinasse deslizan quietas y mansas ensus fuentes y surtidores de susincomparables patios, cantan si-lenciosamente su canción eterna.La misma gente que transita porla urbe, serios, calmosos, levan-tada frente, mano cariñosa yde acción emotiva y sin recelo.cuando estrechan la mano delamigo.

Vivir en Córdoba es recupe-rar la calma perdida en otroslugares; es sentirse muy adentrode cada ser, en la paz tan añora-da y de tan difícil conquista.

"Córdoba : única y sola .. -"

Page 5: Margarita Nelken cacion. rés sitio La obra de.Julio Montés ...hispanista.org/revista/norte/n1969/229/vers/229c.pdfBRAULIO SANCHEZ SAEZ Añoré siempre desde mi ju-ventud visitar

1

n

Page 6: Margarita Nelken cacion. rés sitio La obra de.Julio Montés ...hispanista.org/revista/norte/n1969/229/vers/229c.pdfBRAULIO SANCHEZ SAEZ Añoré siempre desde mi ju-ventud visitar

Es evidente que la libertadde elección y acción es necesariapara que cualquier ser humanose desarrolle intelectual, moraly espiritualmente. Sin embargo,el ejercicio efectivo de este de-recho está determinado por fac-tores hereditarios y medioam-bientales sobre los cuales el in-dividuo tiene escaso o nulo con-trol.

La mayor parte de nosotrosquisiéramos saber qué tan libressomos. Pero cuando pensamossobre la libertad, nos impresio-namos por la fuerza de los argu-mentos que existen en su contra.Es difícil encontrar fundamen-tos puramente racionales paracreer en la libertad, sin embargo,la mayoría de nosotros estamosfirmemente convencidos de quesomos libres. Existe una contra-dicción entre nuestra convicciónconnatural de la libertad y laaparente irrefutabilidad de losargumentos opuestos a ella.

Motivo de la elección

Consideremos que Cada even-to en el universo es el efecto ne-cesario de una causa precedente.Si esta apropiación es correcta,lo que motiva nuestra elección esel carácter y el medio ambiente.Si conociéramos todo lo que po-siblemente se puede conocer delcarácter y medio ambiente deuna persona, podríamos prede-cir lo que ésta eligiría realizar.

Este argumento está basadoen la ley de las causas y susefectos la cual tiene validez uni-versal. Se supone, no obstante,que Dios a quien se le atribuye

por W . H. MACKINTOSH

la omniciencia sabe precisamen-te lo que cualquier persona rea-lizará en cualquier circunstan-cia. Si esto es verdad el com-portamiento humano está prede-terminado.

Estos argumentos ciertamen-te difíciles de refutar o rebatirmenoscaban aparentemente lacreencia en la libertad. Empero,intuitivamente nos damos cuen-ta de que de algún modo somoslibres de elegir y actuar, y quemás allá de la influencia heredi-taria y medioambiental, existeun ser inmaterial e inmortal cu-yo derecho inalienable es hacerlo que se le viene en gana, omás bien, como un ser moral-mente responsable de sus actoslo que su conciencia le permite.Este ser tiene el poder de dirigiry controlar sus acciones indepen-dientemente de la necesidad.

Es casi imposible proporcio-nar pruebas de la verdad de es-ta libertad intuitiva. Y es igual-mente impcsible demostrar quetodo lo que hacemos está pre-determinado. En el primero delos casos sería cuestión de tra-zar el curso de cada evento enel universo y seguir retrospecti-vamente a través del tiempo lasecuencia de causas y efectoshasta llegar al principio de todaslas cosas. Obviamente esto esimpracticable.

No estamos obligados

Se puede alegar, claro está,que existe incompatibilidad enla elección cuando ésta es librey determinada. Lo opuesto a unaelección libre no es una elección

determinada, sino la que se lle-va a cabo en contra de nuestravoluntad. Por lo tanto, a nadaconduce preguntarse cuándo unaelección es determinada y cuán-do no lo es. Lo que si cabe con-siderar, en relación con cual-quier elección es que si ésta selleva a cabo de acuerdo o encontra de nuestra voluntad. Elcarácter y el medio ambientepueden influir o afectar nuestraselecciones, pero esto no nos obli-ga necesariamente a actuar deuna manera particular.

Como hemos visto, la apa-rente incompatibilidad entre eldeterminismo y la libertad noconstituye realmente un proble-ma. El considerarlos incompati-bles sería crear una falsa anti-nomia. Normalmente nosotrosactuamos sin considerar siquierala posibilidad de que nuestraselecciones estén predetermina-das, ya que todos los valores hu-manos están fundamentados so-bre esta libertad de elección.

Muchas veces, a nuestro pe-sar, encontramos obstáculos casiinsuperables que nos impidenhacer uso de esta libertad, to-mando en cuenta que somos res-ponsables de nuestras acciones.Solamente la deteriorización dela razón nos libera de esta res-ponsabilidad.

Ahora consideremos, después

de haber establecido que la li-bertad no es una ilusión sinouna realidad, su condición en elsistema capitalista y en el sis-tema comunista. Está general-mente admitido que el medioambiente juega un papel muyimportante en el desarrollo dela libertad. Cada hombre, encierto sentido, es el producto dela época y de la sociedad en queha nacido. La contribución alprogreso del género humano decualquier orden económico y so-cial, se valora precisamente porsu preservación de la libertad.Estimemos los méritos respecti-vos del comunismo y del capita-lismo, sin adscribir ingenuamen-te todo lo bueno a uno y todo lomalo a otro. Ambos tienen susvirtudes y sus defectos, sin em-bargo, de ninguno se puede de-cir que su principal propósito esel de promover la libertád.

La raisan d'étre del capita-lismo es el interés pecunario.Nada tiene valor si no se puedevender obteniendo la mayor uti-lidad posible. La adquisición dela riqueza es el supremo fin de

42/NORTE

Page 7: Margarita Nelken cacion. rés sitio La obra de.Julio Montés ...hispanista.org/revista/norte/n1969/229/vers/229c.pdfBRAULIO SANCHEZ SAEZ Añoré siempre desde mi ju-ventud visitar

la vida, y se considera la ener-gía gastada si no es utilizadapara este fin.

El capitalismo ha tenido éxi-to en producir en gran escalauna diversa serie de comodida-des. Esto ha traído un alto nivelde prosperidad material, perotambién la degradación moral yla injusticia social. El deseo in-moderado de poseer riquezas queengendra el capitalismo no sólose manifiesta en los medios pro-ductivos y sociales, sino tambiénen la especulacign, el juego y elcrimen. En los Estados Unidos,nación capitalista por excelenciae indudablemente la más avan-zada de estas sociedades, se hanvenido desarrollando estas acti-vidades antisociales, de tal for-ma, que la misma civilizaciónamenaza con desaparecer.

Mientras más se estime laobtención de la riqueza en cual-quier sociedad, más intensamen-te los miembros que no la hanlogrado, sufrirán de angustia yresentimiento. Muchos de ellosabrumados por un sentimientode insuficiencia, abandonan elcamino legítimo de la libre com-petencia por otros más fáciles ydudosos de hacer dinero.

Debido a su deseo obsesio-nante de ganancias materiales,el capitalismo no puede evitar elflorecimiento del crimen y la vio-lencia. En la sociedad capitalistala libertad se convierte en liber-tinaje y como la historia lo hademostrado éste siempre condu-ce a la tiranía.

El comunismo proclama quepor medio de la ciencia y la ac-ción social creará un orden idealen el cual los deseos del hombreserán satisfechos completamente.Pretende transformar la econo-mía y por ende la sociedad mis-ma quitándole al éxito económi-co su relativa influencia en elcomportamiento social. Su finprincipal e inmediato es la re-volución política, no obstante suverdadero fin es la transforma-ción de todos los valores.

Al aetivo para la juventud

Las cualidades éticas y emo-cionales del comunismo se pue-den considerar como la esenciade la fe religiosa. Poseen unatractivo sicológico inmenso alcual responde la juventud idea-lista. Empero existe una dife-rencia enorme entre la teoría yla práctica del comunismo.

Este sistema se convierte rá-pidamente en una opresión to-talitaria por parte de la oligar-quía del partido. Lo que se su-pone ser la dictadura del prole-tariado se convierte en la dicta-dura de los líderes del partido.Debido a que es completamentetotalitario en su práctica, el co-munismo no permite a los indi-viduos mucha libertad de elec-ción.

Ni el capitalismo ni el comu-nismo porporcionan las condicio-nes favorables para el desarrollode la libertad. Uno abusa del de-recho a la libertad y el otro losofoca. Ambos sistemas contie-nen demasiados errores intelec-tuales, ceguedad moral y per-versidad social como para ser unsistema paradisíaco.

El capitalismo, para unos,una institución divina; no poseeninguna significación espiritual.El comunismo, a pesar de la li-bertad espiritual proporcionadaa muchos que han vivido bajo suférula, está nulificado por el dog-matismo del partido, por su in-diferencia hacia el sufrimientohumano y por su rudeza paradestruir a los que se le oponeno duden de su autoridad.

LAS MEJORES HORAS DE DESCANSOSE LAS PROPORCIONA FABRICAS BARRERA

DISTRIBUIDORES EN EL D.F.

Mueblería Olimpia

Artículo 123 No. 46

Tel. 18-37-59

Colchonería Ruiz

Puebla y Monterrey

Col. Roma

Av. Universidad No. 936-0-1

(Aurrer á Universidad)

Tel. 34-53-59

Av. Cuauhtémoc No. 787 "A"

Col. Narvarte

Tal. 43-27.33

Sonora No. 32

Col. Roma

Av. M. Avila Camacho No. 491-L-4

(Aurrerá Lomos)

B. BARRERA Y CIA. DE MEXICO, S. A.REAL DEL MONTE 13 COL. VALLE GOMEZ

TELEFONOS: 17-66-19 Y 17-67-38MEXICO 2, D. F.

COI7('HONES FINOS

DE MEXICO, S. A.

116 PONIENTE N0. 6T4

INDUSTRIAL VALLEJO

CONCESIONARIOS EXCLUSIVOS DEHOLLAN , MICHIGAN , U.S.A.

NORTE/43

1

Page 8: Margarita Nelken cacion. rés sitio La obra de.Julio Montés ...hispanista.org/revista/norte/n1969/229/vers/229c.pdfBRAULIO SANCHEZ SAEZ Añoré siempre desde mi ju-ventud visitar

"MIRANDONIANAS"DE MARIO BRICEÑO

PEROZOpor

El distinguido historiador yfino poeta Don Mario BriceñoPerozo ha tenido la excelenteidea de recopilar quince ensa-yos sobre El Precursor de laIndependencia de América: DonFrancisco de Miranda.

El título que llamará la aten-ción a todos: "Mirandonianas",fue expresión "raro adjetivo"inventado por los periódicos yel público de 1806. Mirandonia-no, es sinónimo de libertad, dedignidad, de idealidad y quijo-tismo. La lengua inglesa, a mijuicio, fue la utilizada para crearel adjetivo que hoy está al fren-te de este grupo de ensayos de

Carlos Miguel LOLLETT C.

Mario Briceño Perozo. Cuandoen castellano decimos -ista, eninglés dicen -ian. Mirandista, Mi-randonian.

Deberemos declarar el albo-rozo que este libro nos produ-ce, pues es siempre poco lo quelos venezolanos hemos hechopor el más ilustre de los vene-zolanos del siglo xviii. En lasCortes Europeas dos hombresvan a señalar la presencia civily culta del Hemisferio Occiden-tal: Francisco de Miranda yBenjamín Franklin.

Cuando el Banco del Caribe,puso en manos de los venezola-

44/NORTE

nos, ahora en lengua castellana,el notable libro de Parra Pérez:Miranda en la Rci'oluuclión Fran-cesa, experimentamos el mismoíntimo gozo, de saber que lamagnitud del hombre podríaser conocida. Resulta que porunas u otras razones, la imagendel Ilustre Caraqueño, se mues-tra mustia, frustrada, fracasaday el inmenso esfuerzo del ilus-tre hombre, perdido. No sólo nues así, es más: La Independen-cia de América la concibe, fra-gua y ejecuta Miranda, a nivelcontinental. Así lo entienden loshistoriadores de la misma Amé-rica Hispana, inclusive el Brasil.

Mario Briceño reseña lasoportunidades y motivos de laelaboración de los ensayos aquírecopilados.

El fervor mirandoniano deMario Briceño Perozo, no es hu-mo de pajas, es materia aquila-tada y pepita de oro en algunosmomentos. Quiero antes de co-mentar lo sobresaliente del libroun buido detalle: Los epígrafesa los diversos capítulos de laobra.

Hay un libro que me produjoduradera impresión, "L'ArmeéModerne" de Charles de Gaulle.Fue un libro polémico y lleno

de vaticinios. Lo que más im-presiona de ese libro son sus

epígrafes a cada capítulo. Sonmaravillosas síntesis del texto.Son oportunos los epígrafes acada capítulo en esta obra. Nosé por qué en Venezuela hay an-timirandistas. A la larga sí te-nemos la suerte de contar con elGenio, con el Inmortal SimónBolívar, por qué no fomentar laimagen correcta del Precursor.Tenemos una supremacía ideo-lógica y ejecutiva en la Améri-ca Hispánica. El Precursor de laIndependencia y El Libertador,su ejecutor y Padre de la Pa-tria.

A mi juicio, es ya la hora dela unidad de pensamiento nacio-nal y de la ejecución de esacuantiosa y hermosa herenciahistórica: El esfuerzo Mirandi-no y su valor real para América.

El primer ensayo se encami-na al comentario sobre el librode James Biggs, que fue vertidoal castellano en 1950.

El segundo ensayo viene pre-cedido de un fragmento deBiggs: "El 3 de agosto de 1806,la bandera de Colombia ondeópor primera vez en territoriovenezolano". El texto en un rá-

1

Page 9: Margarita Nelken cacion. rés sitio La obra de.Julio Montés ...hispanista.org/revista/norte/n1969/229/vers/229c.pdfBRAULIO SANCHEZ SAEZ Añoré siempre desde mi ju-ventud visitar

pido y emocionado decir de laaventura coriana de Miranda,sólo vale mucho. La cita opor-tuna del dicho de Miranda a lospresos criminales es sumamenteacertada porque conduce a laetopeya he Tenido no a rompersino a mantener las leyes bajoun gobierno más equitatit•o yracional.

El tercer ensayo se dedicaa la "bandera nacional" y el epí-grafe es un soneto de E.. Alva-rez de Lugo . Tiene especial in-terés este ensayo, pues su cau-dal bibliográfico acrisola el tex-to y lo hace vivir. El poema deAntonio Spinetti Dini, que noconocíamos , cierra con fanfa-rria triunfal el ensayo. El cuar-to ensayo se refiere al "Día dela Bandera ". Debería instituirsecomo fecha de obligatorio re-cuerdo al Precursor , al explicaren las escuelas por qué la ban-dera de Venezuela es amarilla,azul y roja.

El quinto ensayo se refiere aMiranda en la "Mesa Redonda"celebrada en Caracas en 1961con motivo de la conmemoraciónde la Independencia.

Este capítulo señala la ac-ción de Miranda en todo el Con-tinente, sus corresponsales yagentes, y por último la decisiónde la Asamblea de erigir una es-tatua a Miranda en Buenos Ai-res.

El sexto capítulo se concretaa "Homenaje de España a Mi-randa". En este ensayo se vuel-ve a ver una actitud de Mirandapoco estudiada y de mucha tras-cendencia . Su conducta frente ala España Peninsular. Uno delos oradores españoles dijo: "Via-jero incansable, extraordinarioobservador , gran caudillo mili-tar, verdadero sabio, lleno devida y de alegría de vivir". Suspalabras son un monumento glo-rioso.

El capítulo siete es de granvalor informativo y documental."El Archivo del Precursor". Aldoctor Caracciolo Parra Pérez,de grata memoria , debe Vene-zuela la posesión y el uso delarchivo de Miranda . Hoy debe-remos honrar a quienes en 1927honraron a Miranda.

Si bien se publicaron los 24tomos impresos, no se ha publi-cado en toda su integridad. Porrespeto al Precursor , al gran hu-manista que fue el Precursor,deberá publicarse en su totali-dad. La ra? n es doblemente útil

y obligante: qué cosas atraían elinterés del Precursor, cuáles fue-ron sus intereses intelectuales,cuáles los sucesos de la épocaque le llamaron la atención. Séque entre la parte no publicadahay un manuscrito venerable"Manejo de una Hacienda deCacao o de Café ..."

El aluvión cultural que con-tiene el Archivo del GeneralMiranda es empresa de supremoesfuerzo y dedicación.

El Magisterio indoibero deMiranda, es indudablemente elmás atrayente para la juventud.Es un hermoso trabajo, lleno degracia y de generosidad. Correc-to y ajustado, especialmente enla página 103, con dos expresio-nes que vale la pena señalar:

a) La afirmación de Pemánsobre la estatura humanísti-ca de Miranda: Mirandaafirma, José María Pemánque está en la fila de los másgrandes humanistas españo-les: Vitoria, Suárez, Soto,Bañez y Las Casas.Y todavía en Venezuela sehabla de los "amasijos deharina" de Don Sebastián'.!!!b) La razón viene inmediatay oportuna.

Con gran valor y experien-cia práctica, el historiador dice:

"Es lamentable que enalgunos de estos países delMediodía de América, se re-vivan y hasta se inventen ri-validades estériles y se zum-be a unos héroes contra otros,como acontece con esa riñanada constructiva en que si-túan a Bolívar versus Miran-da, a Bolívar versas SanMartín y a San Martín ver-sus O'Higgins. Esto no esnada conveniente, por vacuoe inelegante. Si la historia serevisa, ha de hacerse la re-visión con un criterio peda-gógico, formativo, sin resu-citar añejas discrepancias ysituaciones superadas ya porel tiempo. Es menester pen-sar en la muchachada que selevanta y alentarla con lasfuerzas morales que destilanlos arquetipos. De nada valeactualizar errores con el solofin de dividir, de confundir,de sembrar el caos en desdo-ro de las egregias figuras delpretérito.

Cuán despropositado re-sulta hoy cobrar a Bolívarsu participación en el arrestode Miranda, la madrugadatriste del 31 de julio de 1812,en La Guaira, si ni los pro-pios hijos del Precursor lorealizaron en su tiempo.Leandro y Francisco se vi-nieron de Inglaterra y actua-ron lealmente bajo las órde-nes del Libertador en la GranColombia; y este comporta-miento se ajusta a la noble-za heredada del padre; elideal de servicio estaba porencima del resquemor perso-nal. Ellos veían en la obra deBolívar la obra de su proge-nitor".

El capítulo dedicado a Puey-rredón es admirable, al actual, aCarlos, el editor insigne de la"Campaña de Los Andes".

Considero de especial inte-rés el capítulo: "Miranda y Po-pham".

Aquí se revela una vez másel valor esencial del Archivo delGeneral Miranda. La Indepen-dencia de América tiene su par-tida de nacimiento en una comu-nicación del General Miranda el7 de abril de 1807.

Para los venezolanos este esun libro ejemplar. Para los Mi-randistas, un apoyo para su ac-titud y para los patriotas de Ve-nezuela, una insignia moral.

Nuestra América requiere delaliento de libros como éste, po-sitivo, veraz, bien escrito y cui-dadosamente documentado.

Dios le pague este favor quese ha hecho a la Historia de Ve-nezuela con sus "Mirandonia-nás". El futuro del país será dis-tinto si se sabe qué clase de pa-dres tiene: Don Simón Bolívar yDon Francisco de Miranda.

Para concluir deberé decirque el libro de Mario BriceñoPerozo está ampliamente docu-mentado. Cualquier afirmaciónque hace tiene la oportuna y cla-ra explicación.

El libro está enriquecido conun índice analítico de nombres,lo que facilita la investigaciónhistórica y la labor del futurohistoriador.

Valorar en lo que se puedaponderar la actuación de Mi-randa, lejos de opacar la laborinsigne de Bolívar, deberá sermateria que los venezolanosjuntos deberemos buscar.

NORTE/45

Page 10: Margarita Nelken cacion. rés sitio La obra de.Julio Montés ...hispanista.org/revista/norte/n1969/229/vers/229c.pdfBRAULIO SANCHEZ SAEZ Añoré siempre desde mi ju-ventud visitar

Vives se halla lejos de Espa-ña. Lejos de Valencia. Pero enella, en su ciudad natal, perma-nece idealmente su espíritu. Lodescubriremos al leer uno cual-quiera de los capítulos que com-ponen su inmortal libro: "Diá-logos". Por ejemplo, cuando porartificio de su personaje Cente-llea, escribe:

"... iremos por la calle de laTaberna del Gallo, que quierover la casa donde nació mi ami-go Vives".

¡Qué argucia tan sutil pararecrearse en la evocación de tanideal paseo! Pues el gran huma-nista, por aquellos entonces, ra-dicaba en la ciudad de Brujas.

¿Cuáles circunstancias fue-ron las que le llevaron a expa-triarse por siempre? Razonesmuy poderosas debieron ser. Zo-na oscura que, ahora, según cu-rioso y documentado libro titu-lado: "Proceso inquisitorial con-tra la familia judía de Juan LuisVives", de M. de la Pinta y J. M.Palacio, ha servido para escla-recer ese misterio.

Dicho queda, pues, que Vivesera judío. Su familia toda supode la tremenda sentencia inqui-

por Victor MAICAS

sitorial. Y, por ello, Juan LuisVives partirá hacia el exilio, vo-luntario exilio. En el discurrir desu existencia el eminente filó-sofo conocerá momentos de an-gustiosas penurias y también deamarguras espirituales. Pero,existe algo en aquel hombre ilus-tre que merece admiración, nosólo por su inmensa talla inte-lectual, sí que también por laintegridad de su carácter.

Juan Luís Vives es hombrehonesto, tanto en su vida priva-da, como en su quehacer cultu-ral. Sin embargo, la malqueren-cia de los poderosos le acarrearásinsabores y duelos. La defensaque hace de Catalina de Aragón,esposa de Enrique VIZ,de Ingla-terra, le llevará a ser encarce-lado durante seis semanas. ¡Tris-te sino del intelectual íntegro!Es por eso que escribirá ciertaspalabras candentes que al ser leí-das, transcurridos siglos, todavíaproducen escalofrío: "Vivimos enunos tiempos difíciles, en que nose puede hablar, ni tampoco ca-llar sin peligro".

¡Cuán extraordinaria fue lafortaleza espiritual de este hom-bre ejemplar! Su mente, lúcida,

la había puesto al servicio de laverdad. De esa verdad, que porsuya y elaborada por su porten-tosa inteligencia, no admitía fue-se avasallada por nadie. Aún ariesgo de ser sometido a prisión.La Corte inglesa le rechaza. Asu ciudad natal no puede volver,pues de hacerlo corre el peligrode verse envuelto en los proce-sos de la Inquisición. No olvidaque su padre "fue procesado porla Inquisición y quemado en1524". Igualmente recuerda que"..los restos de su madre, Blan-quina March, muerta en la pestede 1508, fueron desenterrados en1530 y quemados" ...

Juan Luís Vives, pues, sien-te en su propia carne, ;cómo nosentirlo en tan fina sensibilidad!,el tremendo ultraje cometido conlos de su sangre. Y Vives, lejosde España, no retornará a Va-lencia.

En Brujas contraerá matri-monio con la dulce Margarita deValdaura, también de familia ju-día. Es, como dirá Marañón, "unespañol fuera de España". Pero,en Vives la resonancia de suamada Valencia constantementevibrará en su corazón.

Yo le imagino, en los brumo-sos atardeceres, en Brujas, cru-zando lentamente los puenteci-tos sobre los canales, mientrasva tejiendo sus nobles pensa-mientos que luego, llegado al ho-gar, plasmará en las blancascuartillas. Tal vez en sus nostál-gicas paseatas, entornando losojos, "verá", idealmente, el lím-pido cielo azul de Valencia, ja-más olvidada, y ¡quién sabe sitambién "aspirará" la fraganciade los huertos valencianos enflor!

Si nos lleva a la admiraciónsu maravilloso intelecto, uno delos más altos de su época, no me-nos la hemos de experimentarante la ejemplaridad de su ca-rácter. La inteligencia, si se de-dica al servicio de una causa jus-ta, cual lo hiciere Vives defen-diendo los derechos de Catalinade Aragón, da la medida de unHombre. La dará, igualmente,cuando siendo hondamente cris-tiano deberá renunciar a vivirbajo el cielo de su patria para nosentir en sus carnes y en su es-píritu los brutales zarpazos dela incomprensión y la intoleran-cia. Males que a lo largo de lahistoria todavía se mantienen vi-gentes en muchas partes delmundo.

NORTE/47

Page 11: Margarita Nelken cacion. rés sitio La obra de.Julio Montés ...hispanista.org/revista/norte/n1969/229/vers/229c.pdfBRAULIO SANCHEZ SAEZ Añoré siempre desde mi ju-ventud visitar

LEOPOLDO ALASNARRADOR

por José María MARTINEZ CACHERO

Cada día que pasa gana es-timación crítica y beneplácitoentre los lectores la obra narra-tiva de Leopoldo Alas, integradapor novelas, novelas cortas ycuentos. Puede que los méritosintrínsecos, excepcionales, deesos relatos (de su conjunto) nohayan sido vistos adecuadamente:en su tiempo, cuando el crítico"Clarín", incisivo y combativo,se dejaba sentir con poderosidad1se ha dicho que, a la manera deStendhal, Alas fue un extranje-ro en su siglo literario. Pero des-de hace algún tiempo las cosashan cambiado bastante.

Tempranamente comenzó aejercitarse el talento narrativode Alas: en el Juan Ruiz (1868a 1869) encontraba Adolfo Po-sada, tal vez el único lector mo-derno de este periódico uniper-sonal y manuscrito, cuatro rela-tos breves. Hasta los últimos díasde su vida pensó "Clarín" en lacomposición de novelas y decuentos, proyectando continuarSu único hijo o reuniendo el ma-terial del volumen El gallo deSócrates. Afición, pues, siempremantenida y bien dilecta, apo-yada por relevantes dotes parasu cultivo y feliz logro.

48/NORTE

Si hojeamos Solos de "Clarín"(1881), que recoge trabajos decrítica literaria, llamará nues-tra atención el hallazgo de hastacinco piezas que no son tal cosay si, más bien, cuentos. Avan-zando en el tiempo, advertire-mos que otro tanto sucede enSer m n perdido (1885), en Pa-lique (1894) y en Siglo pasado(1901). ¿Por qué tal mezcla?,nos preguntamos. Quizá porqueen el ánimo del autor tales pie-zas guardaban alguna relacióncon el tono específico de los vo-lúmenes en que se integran: suaspecto de sátira-crítica puedefundamentar semejante creen-cia. Pero también -en el casode Solos..., debido a que el au-tor pretendió una cierta varie-dad en los temas y en la estruc-tura de esos conjuntos, variedadque beneficiase al presunto lec-tor. Pudiera pensarse, asimismo,que por ser estas narraciones debase argumental bien inmediatay libresca, retratos más que crea-ción personal, el autor, conscien-te de lo que podía hacer en lamodalidad, no estimó oportunoconcederles vida exenta.

Sea lo que sea, la sátira-críti-ca es lo que prepondera en talesnarraciones. Son malas costum-bres, encarnadas en seres huma-nos poco recomendables por logeneral, lo que, con vigor y ra-bia, se saca a relucir. Una in-tención españolista ha de seña-larse y por ello más de una vezhe creído advertir el rastro deLarra, preocupado costumbris-ta. Estamos en una como prime-ra época de Leopoldo Alas, épo-ca del humor impiadoso (aun-que no puede silenciarse que Pa-lique es volumen de fecha mástardía) ; es, diremos para enten-dernos aproximadamente, la épo-ca de la implacable novela deVetusta, La Regenta. Se trata,sin embargo, de efusiones suyasen las que cerebro y corazón tie-nen su parte; responden a suenemiga declarada a los sendosy a la confusión, a su deseo deexigencia rigurosa para que, co-mo consecuencia, se abra paso yse imponga la verdad.

Los relatos agrupados en Pi-pá (1886) caen todavía dentrode esa atmósfera satírico-críticadonde el figurón y el esperpentoencuentran acomodo propicio.No quiere decir esto que la cali-dad se resienta, pues difícilmentepuede darse dentro de sus espe-cíficos límites narración tan es-

1

Page 12: Margarita Nelken cacion. rés sitio La obra de.Julio Montés ...hispanista.org/revista/norte/n1969/229/vers/229c.pdfBRAULIO SANCHEZ SAEZ Añoré siempre desde mi ju-ventud visitar

pléndida como la que abre ynombra la colección; Arecilla yZurita tampoco son piezas paramenospreciar. Pero es el casoque me parecen relatos compues-tos desde afuera o desde muypor encima de los personajesprotagonistas, si bien con donCasto Avecilla se inicia la ga-lería "clariniana", tan pobladay humanísima, de pobres gen-tes, juguetes de los demás y dela vida. Alas no se ha derrama-do en aquellos o se ha derrama-do con restricción notable y,desde luego, no ha convertido enestímulo narrativo vivencias pro-pias como las que dan cuerpo yalma incomparable a tantos re-latos de Cuentos morales. Aun-que pueda parecer intrascenden-

te, creo no lo es el hecho de queel paisaje asturiano, con su pe-culiar ternura, con el universode sus gentes campesinas, aúnno hace acto de presencia otor-gando al conjunto poesía y jugo-sidad, erigiéndose a veces -ca-so de ¡Adiós, Cordera! (que estambién, en novela corta, el deDoña Berta)- en personaje na-da desdeñable. Mas el lento pro-ceso evolutivo continúa ascen-dente.

Por todo ello, y acaso ademáspor algunos valores estilísticos,las colecciones narrativas deLeopoldo Alas que poseen mayorrelevancia son las aparecidas en1893 (El Señor y lo demás soncuentos) y 1896 (Cuentos mora-les). Añadir que son las más ge-nuinamente suyas tal vez fueraponer en olvido la indesgarrableunicidad de su talante vital y es-tético, donde ternura e ironía al-ternaban compensándose; verasy burlas son por igual propias deAlas, vertientes unidas en la raízde arranque, y aunque luego se-paradas distintamente, impreg-nándose bastantes veces en re-cíproca y fecunda interacción.Además, retoños de esa anterioratmósfera satíricocrítica se ha-llan en el volumen póstumo de1901, El gallo de Sócrates, encompañía de relatos de signoharto diferente.

Leopoldo Alas, cerebro y co-razón (o viceversa) en entraña-ble ser único, se puso más porentero él mismo en estos rela-tos de la última década del si-glo. En títulos como Cambio deluz (inserto en El S(,iíor...), oViaje redondo y Un grabado (deCuentos morales) aparece cla-ro que comunicó al respectivo

protagonista ( Jorge Arial, el hi-jo, el doctor Glauben ) sus pro-pios pensares y sentires, sus es-tados de conciencia . Cuando sepublicó en la prensa ( año 1896)el cuento El gallo de Sócrates,Unamuno , de talante a veces nomuy disímil al de nuestro autor,le escribía s: "me dio muchasinsinuaciones (...) Y me haparecido evocar en mí al leerloel estado de conciencia en queusted lo escribiría , por haberpasado yo.por estados muy aná-logos".

Hablar de sí propio en abier-to y efusivo desahogo y comu-nicarse por este medio a losotros , sugiriéndoles, inquietán-dolos, utilizar como telón de fon-

do o, más exactamente, como

personaje vivo paisajes que re-sultaban dilectos, entrañables;otorgar a cuanto ahora relatauna atmósfera más fresca y res-pirable, trae como consecuenciael que la pluma de Leopoldo Alascamine con intrépida y jugosaalegría. Una expresión fluyentey matizada , llena de nobleza yde poesía , impar , desde luego,en su tiempo. Es entonces cuan-do se alcanza evidente su con-dición de poeta esencial o radi-cal a quien la forma rimada sele resistía ; ciertamente no le pa-saba lo que a " muchos particu-lares que hasta ahora jamás sehabían creído con aptitudes parainventar fábulas en prosa con elnombre de novelas , que han rotoa escribir cuentos, como si en lavida hubieran hecho otra cosa.Creen que es más modesto el pa-pel de cuentista y se atreven conél sin miedo. Es una aberración.El que no sea artista, el que nosea poeta, en cal alto sentido, nohará un cucnl o ... ".'

Doña Berta y sus compañe-ras en el volumen de 1892 sonnovelas cortas, pero no las úni-cas muestras de cultivo por L.Alas de semejante modalidad na-rrativa; Pipá o El cura de Veri-cueto, pongo por caso, aunqueagrupadas en tomos de cuentos,son, dada su extensión materialy el desarrollo obtenido por elargumento. novelas cortas caba-les. Acaso haya en las coleccio-nes atrás consideradas más pie-zas que pudieran presentarseasimismo como novelas cortas,lo cual testimonia en el narradorLeopoldo Alas una amplia varie-dad de registros. Era perfecta-mente hacedero que en sus ma-

nos asuntos muy pensados, muyelaborados, fueran ocupando, sintruncamiento ni desorden, pági-nas y páginas, dejando de ser laceñida historia de un momentoo anécdota para convertirse enel sincopado panorama de unaexistencia vista desde alguno desus instantes decisivos. Excelen-tes son, por lo general, las nove-las cortas de Alas; alguna deellas -Doña Berta- puede es-timarse modelo de la especie.

Narraciones sólo un tanto di-versas entre sí son las que inte-gran el dicho volumen de 1892,y la salvedad restrictiva se ate-nuaría aún más si del conjuntoexcluyéramos a Cuervo. A algúncomentarista le ha parecido queCuervo es un relato fracasado, ylo explica habida cuenta de queel autor no experimentó al com-ponerlo esa corriente de simpa-tía indispensable para un logrofeliz; podría argüirse diciendoque otros relatos de Alas tampo-co acusan por parte de éste es-tado creacional de simpatía yson, no obstante, relatos felices.Cierto que Cuervo se nos apa-rece como trunco, menesterosode ulterior desarrollo y acasollamado a tenerlo, pero una líneade puntos suspensivos es lo quesirve de remate. Inferior, desdeluego, a sus compañeros, estahistoria de una extraña maníarepresenta una faceta de la per-sonalidad de su autor que no hade ponerse en olvido.

Una línea común, atadura in-disoluble de las tres narraciones,creo podría indicarse. No es otraque la presentación y corrobora-ción por vía de sucedidos vero-símiles del radical devalimientodel ser humano frente a la exis-tencia implacable y sin entra-ñas, lo que determina los sufri-mientos de doña Berta de Ron-daliego, enfrentada con su asom-bro y su sordera nada menosque a la urbe populosa y ajenaque, en imagen de tranvía, aca-bará por aplastarla; o, en Su-perchería, las congojas, a su mo-do la de cada uno, de NicolásSerrano y de Catalina Porena,traídos y llevados por la vida sinque encuentren fijo y grato re-poso; o (¿por qué no?) la maníanecrológica de Angel Cuervo, elcaso máximo de desvalimiento,quien se enfrenta día a día conuna temerosa e inesquivable rea-lidad igualadora. Producen hondapena las vicisitudes de los prota-gonistas de estas tres historias,

NORTE/49

Page 13: Margarita Nelken cacion. rés sitio La obra de.Julio Montés ...hispanista.org/revista/norte/n1969/229/vers/229c.pdfBRAULIO SANCHEZ SAEZ Añoré siempre desde mi ju-ventud visitar

si bien la de doña Berta diríasemás natural y eficazmente po-seedora del don de las lágrimas.

Dada la época de su compo-sición no sorprende advertir enDoña Berta y en Superchería al-gunos de los rasgos que dijimosdistintivos de los cuentos "ela-rinianos" de la última décadadel siglo xix. El paisaje campe-sino de Guimarán, donde el au-tor se refugiaba gustoso durantelas vacaciones estivales, es elmismo de Susacasa y alrededo-res, jugosa y amorosamente des-crito, elevado en el relato a lacategoría de personaje familiar,silencioso confidente de la pro-tagonista, opuesto al ajeno y rui-doso báratro urbano de la ca-pital de España, adonde la se-ñora habrá de trasladarse en posde su apasionada manía; Leo-poldo Alas ha puesto en el apla-namiento madrileño de la Ron-daliego el propio aplanamientode sentimental adolescente re-cién llegado a la villa y corte pa-ra cursar en su Universidad. EnSuperchería es la delicada e ino-cente presencia del niño Toma-succio, bien pronto maltratadopor la vida; o es Catalina Pore-na, otro caso de pobre gente que,como algunos de sus compañe-ros de galería, se gana el panque come con actuaciones faran-duleras; y es, por último, el fi-lósofo Nicolás Serrano, en cuyoespíritu, solidario en medio dela vida, para él acaso más duraen virtud de su inteligencia ysensibilidad, puso Alas bastantescosas de su propio ánimo. Au-tobiografismo que moja y calajugosamente, conmovedoramenteeste par de narraciones, elogia-das ya en su día por OrtegaMunilla en las prestigiosas co-lumnas de El Imparcial.

Publicada su segunda novelaextensa, Su único hijo (1890),Alas remitió ejemplar a Menén-dez Pelayo, cuyas autorizadaspalabras atendía siempre, sir-viéndole en ocasiones de ayuda yy confortación en la tarea em-prendida desde Santander, donMarcelino respondió elogiosa-mente al envío : " (...) en lacual [en la novela que nos ocu-pa ] admiré de nuevo el talento yla penetración psicológica de suautor, si bien por ser yo más op-timista que usted encontré lanovela un poco dura y despiada-da con las necedades y torpezasdel pobre género humano, y ex-cesivamente saturada de triste-

50/NORTE

za decadentista. Pero en mediode todo, bien se ve que al autorle queda mucha poesía en el al-ma y mucha fe en el ideal, yotra cosa creo que han de mos-trarse más libremente en la se-gunda y tercera partes de estatrilogía novelesca (...) ".4 Ta-les asertos pueden servirnos deintroducción al comentario de lanovela.

El autor ofrece sin contem-placiones el espectáculo de unasaburridas y envilecidas gentesprovincianas a las que se unenalgunos miembros de una tro-nada compañía de ópera, nove-dad refrescante en un principioy, después, ganados por la ciu-dad, incorporados a su ambien-te. El grupo humano así forma-do no es muy copioso y, social-mente hablando, es distinguido;grupo desagradable, sí, pero na-da inverosímil. Tanto o más queasco y desprecio, lo que con sushechos y actitudes producen ta-les gentes es honda tristeza,compasión. Quizá lo que másirrita es ver cómo los del grupomaltratan al protagonista. Bo-nifacio Reyes. "un alma de Dios",mejor que ellos, superior a sumodo, el cual comunica a la no-vela esa poesía e idealidad queimpregna tantas de sus páginas,efusión del autor como señalabaMenéndez Pelayo. La potente ca-

pacidad satírica de Alas zaran-dea a estas sus criaturas, quese mueven en tragicómica dan-za; no siente el autor simpatíapor estos seres mezquinos y en-lodados; los contempla desdearriba, a sus pies, como muñe-cos risibles. Del conjunto se sal-va, y cada vez más a medida quela acción transcurre, Bonis. por-que una inocente sinceridad hu-mana ha comenzado a invadirle.

Notas

1 He aquí algunas curiosas mues-tras de esa incomprensión contempo-ránea. Sobre Su único hijo escribíaEmilio Bobadilla, "Fray Candil", ensu libro Triquitraques: "Pudiera re-ducirse a la mitad de la mitad, y to-davía sobra. ¡Qué cansada, qué gris,qué fastidiosa es! Parece escrita poralguien que, habiendo sido hortera ensu juventud, diese en la flor de hacernovelas en las postrimerías de su vi-da..." Por su parte, Luis Bonafouxen Huellas literarias menospreciabaasí las tres novelas cortas de Alas:Doña Berta, Cuervo, Superchería, sonagradables cuentos de Oviedo, a loJuan Bobo y Bertoldo, excelentes pa-ra pasar las largas veladas del in-vierno en familia, cerca de la camillaolorosa a espliego". Bien conocida re-sulta la injusta denostación del agus-

tino Blanco García relativa a La Re-

genta, "disforme relato de dos mor-tales tomos que alguien calificó dearca de Noé, con personajes de todaslas especies, y que si en el fondo re-bosa de porquerías, vulgaridades y ci-nismo, delata en la forma una pre-miosidad violenta y cansada, digna decualquier principiante cerril".

2 Carta fechada en Bilbao a 28-IX-1896; páginas 68-69: MenéndezPelayo, Unamuno, Palacio Valdés,Epistolario a "Clarín" (Madrid, 1941).

Pág. 29 de Palique.

4 Su. único hijo era el volumenprimero de una tetralogía novelescacontinuada por Una medianía, prose-

guida en Juanito Reseco -desenfa-dado periodista que aparece fugaz-mente en las páginas de La Regen-

tu- y cerrada por Speraindeo, ami-gos ambos personajes de AntonioReyes, la "medianía", el hijo de Bo-nifacio Reyes.

("La Estafeta Literaria", Nos. 402-404, 15 de septiembre de 19(8).

1 1

Page 14: Margarita Nelken cacion. rés sitio La obra de.Julio Montés ...hispanista.org/revista/norte/n1969/229/vers/229c.pdfBRAULIO SANCHEZ SAEZ Añoré siempre desde mi ju-ventud visitar

11111111

ini

Las artes dependen delejercicio y disposición delcuerpo . Se sabe que notodas las artes pueden seradquiridas por la mismapersona, pero aquél quese dedica a una sola, conrapidez se hace el mejorejecutante.

Descartes.

Frederick W. Taylor es unade las personalidades más discu-tidas del siglo xx , debido a que

fue el creador de la Administra-ción Científica en las empresas.

Mucha gente le ha dado porllamarlo un productivista. Si en-tendemos que la productividades el único medio de elevar elnivel de la vida de los pueblos;y este hecho trae por consecuen-cia el bienestar general parala humanidad; entonces a Taylordebemos considerarlo como unode los más grandes humanistas.

Taylor fue un hombre de ex-tracción de clase media, empezótrabajando como aprendiz en untaller en Filadelfia y paulatina-mente ascendió por todos los ni-veles jerárquicos hasta llegar aser el gerente del mismo. Duran-te su vida patentó más de 50 in-venciones referentes a máquinasy herramientas, muchas de lascuales estaban relacionadas conel corte rápido de diferentes ace-ros. Este descubrimiento de porsí creó una revolución dentro dela técnia industrial.

Taylor como hombre de ac-ción fue encontrando a través desu experiencia varios principiosque le normaron toda su vidacomo fue el triunfo de la perse-verancia, el placer de trabajar,la influencia del ejemplo, el mé-rito de la voluntad. Nos dice:"Aprendí a brindar resultados yno buenas razones". "Decidí nodebilitar mi carácter con quejasy mal humor". "Aprendí que lomás importante en cualquier ne-gocio son las buenas relaciones".Fue la primera persona que lehizo ver a toda una sociedad lagran cantidad de pérdidas y des-pilfarros que su país estaba su-friendo debido a: "La ineficien-cia de casi todas nuestras ac-ciones cotidianas".

Cuando estableció los funda-mentos de la administración cien-tífica, expresó que "el objetoprincipal de la administración hade ser el de asegurar la máxi-ma prosperidad para los accio-nistas, conjuntamente con la má-xima prosperidad para cada unode los empleados". Encontró lafórmula para hacer posible dar-le al trabajador lo que más de-sea, que son salarios elevados ya los accionistas lo que más pre-tenden, que es el costo reducidode mano de obra para sus fábri-cas. Esta prosperidad se teníaque llevar a cabo llevando al tra-bajador a su más alto estado deeficiencia para que diera un ma-yor rendimiento diario. La ma-yor prosperidad no puede existirsino como resultado de la mayor

productividad posible de hom-bres y máquinas de un estable-cimiento dado. De esto se infiereque el objeto más importantetanto de los trabajadores comode la dirección, "ha de ser eladiestramiento y formación decada individuo del establecimien-to, de manera que pueda haceral ritmo más rápido y con la ma-yor eficiencia, el tipo más ele-vado de trabajo para lo que sucapacidad le permita".

En aquellos días se encontra-ba Taylor que debido a la anar-quía administrativa que prevale-cía en los negocios, el obrero tra-bajaba lo menos posible, es de-cir, hacía las cosas lentamente apropósito para no hacer todo eltrabajo correspondiente a unajornada. Este es el mal que afli-gía a los trabajadores tanto deInglatera como a los de EstadosUnidos. El bajo rendimiento deltrabajador estaba afectando di-rectamente la prosperidad de to-da la colectividad.

Había que conseguir a comodiera lugar, la extirpación de losprejuicios obreros para poder se-guir adelante, y éstos eran lossiguientes: "1.-La mentira quedesde tiempos inmemoriales hasido causa universal entre lostrabajadores de que todo aumen-to material en el rendimiento deltrabajador o de cada máquina dela industria, había de tener co-mo resultado final dejar sin tra-bajo a un gran número de obre-ros. 2.-Los defectuosos siste-mas de administración que sonde uso corriente y hacen necesa-rio que todo trabajador rebaje surendimiento, para proteger susintereses. 3.-Los ineficientesmétodos establecidos que toda-vía imperan casi universalmenteen todos los oficios y en cuyoejercicio malgastan parte de susesfuerzos la mayor parte denuestros trabajadores".

La obra de Taylor nos de-muestra los enormes beneficiosque resultaron por el cambio delas sistemas improvisados porlos métodos científicos. Nos diceTaylor que: "Mientras que an-tiguamente cada trabajador com-praba acaso un par de zapatoscada cinco años y la mayor par-te del tiempo iba descalzo, nollevándolos puestos más que co-mo un lujo o como una necesi-dad, hoy casi todos los hombres,mujeres y niños de la clase tra-bajadora compran uno o dos pa-res de zapatos al año".

Estos hechos íntimamente co-

52/NORTE

Page 15: Margarita Nelken cacion. rés sitio La obra de.Julio Montés ...hispanista.org/revista/norte/n1969/229/vers/229c.pdfBRAULIO SANCHEZ SAEZ Añoré siempre desde mi ju-ventud visitar

1

la

ten que aquél haga su trabajomejor y más aprisa". Ya en 1915había en Estados Unidos unoscincuenta mil trabajadores labo-rando bajo el sistema científico,los cuales recibían salarios 30 %más altos que los del promedio.

Los cuatro principios básicosde la administración de Taylorfueron: 1.-El establecimientode una verdadera ciencia. 2.-Laselección científica del trabaja-dor. 3.-Su educación y forma-ción científicas. 4.-La colabo-ración estrecha y amistosa entrela administración y los trabaja-dores.

En el primer punto se infie-re la sustitución del criterio deltrabajador por una ciencia. Enel segundo después de que cadatrabajador ha sido estudiado encuanto a sus cualidades y des-trezas para colocarlo en un lu-gar donde pueda desarrollar sumáximo y pueda prosperar. Enel tercero se le enseña y adies-tra, si fuera menester, despuésde estudiar sus aptitudes y ha-ber estudiado el trabajo que éste

desarrolla. Y en el cuarto paraque tanto la administración co-mo los trabajadores proyecten eltrabajo de acuerdo con las leyescientíficas en lugar de dejar lasolución de cada problema enmanos de cada trabajador.

Nos preocupamos demasiadopor dos de los factores de laproducción que son el capital yel trabajo, pero la mayoría delas veces nos olvidamos del fac-tor más importante que segúnTaylor es "El consumidor quecompra el producto de las otrasdos partes y que, al final decuentas es el que paga tanto lossalarios de los trabajadores co-mo los beneficios de los accio-nistas".

Frederick W. Taylor vislum-bró el estado de gran subdivi-sión, cada vez mayor, del traba-jo, en la que cada hombre seespecializa en una clase de la-bores relativamente pequeña. Elprevió que la adopción generalde la administración científicamultiplicaría la productividadindustrial de su país, ya pensan-do en la posibilidad de acortarla jornada de trabajo, en el au-mento de oportunidades para laeducación, la cultura y el espar-cimiento. Se eliminarían casi to-das las causas de conflicto y des-acuerdo entre capital y trabajo.Habría una más sana competen-cia, una ampliación de los mer-cados nacionales e internaciona-les en beneficio del consumidory del país, un aumento en laprosperidad general y una dis-minución de la pobreza.

A F. W. Taylor se le puedeconsiderar como un revoluciona-rio humanista mucho más en-cumbrado que Marx, porque es-te último encontró la soluciónpara los problemas de los obre-ros mediante la creación de unestado capitalista el cual no tie-ne el control necesario para su-pervisar hora con hora las milesde líneas de producción que sedesarrollan diariamente en unpaís industrializado; mientrasTaylor estableció un sistemacientífico para que cada peque-ña empresa ejerciera un auto-control y operara dentro de lospostulados de la administracióncientífica. Esta revolucionariaadministración científica ha traí-do como consecuencia que laeconomía norteamericana, den-tro de un régimen neoliberal, seatres veces más fuerte que la eco-nomía dirigida de la Unión So-viética.

NORTE/53

nocidos por los ingenieros indus-triales, se quejaba Taylor, se ha-bían dejado "En manos de losagitadores obreros (muchos delos cuales están mal informadoso mal orientados) y de sentimen-talistas que ignoran cuáles sonlas reales y verdaderas condi-ciones de trabajo".

Para llevar adelante un planpreconcebido para el aumentode la productividad al nivel deproducción nos dice Taylor que:"Entre los diversos métodos einstrumentos utilizados en cadaelemento de un oficio hay siem-pre un método y un instrumentoque son más rápidos y mejoresqué cualquiera de los demás".Para llegar a este mejor sistemaera menester un estudio y unanálisis científico de todos losinstrumentos y procedimientosen uso, junto con un estudio detiempo y movimiento que seapreciso y minucioso. "Casi cadauno de los actos del trabajadorha de ir precedido por uno o másactos preparatorios por parte dela administración, que posibili-

1