mapas mentales de la españa autonómica

Upload: paula-milana

Post on 03-Apr-2018

214 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    1/43

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    2/43

    S E R I E G E O G R A F I C A

    D E P A R T A M E N T O D E G E O G R A F I A

    U N I V E R S I D A D D E A L C A L A D E H E N A R E S

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    3/43

    Editada por el Departamento de Geografa de la Universidad de Alcal de Henares

    CONSEJO DE REDACCIONJoaqun Bosque Sendra, Director de SERIE GEOGRAFICAMara Angeles DiazMuoz, Secretaria del Consejo de RedaccinElena Chicharro FernndezFernando Moreno Sanz

    Servicio de canje, adquisicin y suscripciones: Departamento de Geografa. Universidad de Alcal deHenares. c/ Colegios, 2.Alcal de Henares. Madrid 28801.

    Impreso por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alcal de Henares.Grfico de la portada: Mapa dinmico. Elaborado por Antonia Vela Gayo

    I.S.B.N. 84-86981-43-3Depstio Legal M-25536-1 91

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    4/43

    SERIE GEOGRAFICA1

    GEOGRAFIAS PERSONALES

    La seleccin de trabajos y la coordinacin de este nmero sobre Geoarafaspersonales ha estado a cargo de:

    Joaqun Bosque Sendra y Mara Angeles Dz Muoz

    DEPARTAMENTO DE GEOGRAFIAUNIVERSIDAD DE ALCALA DE HENARES

    1991

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    5/43

    SUMARIO

    Presentacin........................................................................................................eografas personales, por Joaqun Bosque y Mara Angeles DazMuoz

    Mapas mentales de la Espaa autonmica, por Constancio de CastroAguirre y Joaqun Bosque Sendra .......................................................Encuestas de percepcin: la poblacin mayor en Alcal de Henares.Experiencias a partir de un trabajo de campo, por Francisco JavierEscobalMartr'i,ez................................................................................................Percepcin de localizaciones en la ciudad de Alcal de Henares, porJoaqun Bosque Sendra y Francisco Javier Escobar Martnez ...........................Qu hay acerca de las personas en la Ciencia Regional?, por TorstenH w s t r a n d . ......................................................................................................Reflexiones sobre Qu hay acerca de las personas en la CienciaR e g i o n a l ? , p o r T o r s t e n H a g e r s t r a n d

    Sobre el comportamiento, la accesibilidad y la produccin, por BoLenntorp................................................... !.......................................................Unas notas sobre las posibilidades docentes y aplicaciones de la....................................eografa del Tiempo, por Mara Angeles Daz Muoz

    PAG9

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    6/43

    SERIE GEOGRAFICA DE LA UNIVERSIDAD DE ALCAIA DE HENARES

    En los ltimos aos el Departamento deGeografa de la Universidad de Alcal deHenares ha ido adquiriendo un tamao y undesarrollo importante, que se ha ido plasmandoen numerosos trabajos de investigacin,muchos de ellos ya publicados, que tratan decuestiones del entorno mas cercano delDepartamento: la ciudad de Alcal de Henaresy las comarcas cercanas.

    Igualmente el nmero de alumnos, enespecial en los cursos superiores, Doctorado yPostgrado, se ha ido haciendo cada vez msimportantey, al mismo tiempo, se ha empezadoa notar la ausencia de materiales escritos ygrficos necesarios para una enseanza decalidad.

    Presentacin

    En este sentido han aparecido ya variaspublicaciones de trabajos del Departamentollevadas a cabo por el Servicio de Publicacionesde la Universidad de Alcal de Henares. Porejemplo, la tesis doctoral de la profesora MaraAngeles Daz Muoz, sobre Diferenciacinsocioesr>acialen la ciudad de Alcal de Henaresy la publicacin de un vdumen sobre lascomarcas agrarias espadas, formando unnmero de la Revista de la Universidad deAlcal, llevado a cabo por el profesor JosSancho Comns y un amplio conjunto decdaboradores. Este ltimo texto se puedeconsiderar como el mas claro precedente de lanueva publicacin, SERIE GEOGRAFICA, quedDepartamento de Geografa de la Universidadde Alcal de Henares ha decidido iniciar.

    Los objetivos que esta nuevapublicacin geogrfica pretende cubrir sonesencialmente los siguientes:a) Proporcionar materiiles escritos para

    la docencia universitaria, en especial para elDoctorado y los estudios de postgrado.b) Hacer pblicos los resultados de lasinvestigaciones llevadas a cabo en elDepartamento, en especial de las que estnrelacionadas con la ciudad de Alcal deHenaresy su entorno. Sern de especial intersla edicin de colaboraciones de los estudiantesy recin licenciados en Geografa por laUniversidad de Alcal.Por todo esto, el formato seleccionadopara la publicacibn ser ligeramente distinto alde las revistas clsicas. Cada ao se realizarun solo vdumen de carcter monogrfico,

    insistiendo en todos ellos en los aspectosdidcticos y en la claridad de exposicin de lostemas.Para terminar, slo aadir quedeseamos que esta pequea aportacinsignifique una ayuda al desarrollo de losconocimientos geogrficos sobre nuestro pasen general, pero muy especialmente sobre laciudad de Alcal, de todo el corredor delHenares y de sus zonas de influencia. En eseespfritu lo hemos pensado y esperamos poder

    cumplir adecuadamente con estos objetivos.El Consejo de Redaccin

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    7/43

    MAPAS MENTALES DE LA ESPANA AUTONOMICA: Una nueva ex~loracingeogrfica.

    Constancia de Castro ~guirre'y Joaquin Bosque ~ e n d d

    Resumen: Junto a a una descripcin de los estereotiposexistentes en relacin a la percepcin de las Comunida-des autonmicas espaolas, se realiza una amplia discu-

    que se guardan en la mente yel corazn de los hombres.

    sin metodol6gicay tecnica sobre cuales son los procedi-mientos ms adecuados para obtener informacin sobre El discurso fue recogido despus en ellos mapas mentales. Igualmentese discuten los metodos volumen 37 de los Anales en el siguiente aode elaboracin de encuestas de percepcin espacial que bajo Un ttulo tan osad0 Como sugestivo Tenserespondan adecuadamente a lo ya conocido por la Psicolo- Inc~gnitae: he Place of the lmagi@tion ingia experimental y la Wicofisica sobre el modo de proce- Geographf (WRlGHT 1947). Creemos un actosar la informacin en la mente humana. de elemental justicia reconocer que lo que hoyMENTAL MAPS OF SPAIN'S REGIONS proponemos como "nueva exploracin geogrfi-ca' fue anunciado hace casi medio siglo.ABSTRACT: This paper describe the stereotypes foundin the perception of Spain's regions and disnisses the En 1961 otro gegrafo no menos distin-rnethodology to obtain the appropriate information for guido, David LOWENTHAL retomaba las pala--- . . .mental maps. The methcds to perform perception surveys bras de WRIGHT invocnddas en los primerosshould take into account the knowledge of the experimen- prrafos de un trabajo que intentaba abrir unatal Rychology and Psycophysics relative o mental proces- reflexin episterndgica a fa Geografa (LO-ses of the human mind.-- - WENTHAL 1961). Nuestro propsito actual noes el de reivindicar una va epistemolgica.LA SUBJETlVlZAClON DEL TERRITORIO

    Al habernos amparado bajo este enca-bezamiento (Una exploracin geogrfica) senti-mos la necesidad de algunas palabras quesirvan de excusa y justlicacin al mismo tiem-po. Excusa en primer lugar porque hace ms decuarenta aos un distinguido gegrafo norte-americano, John K. WRIGHT, cerraba el discur-so presidencial de la Asociacin Americana deGegrafos con las siguientes palabras:

    Las ms fascinantes temeincwnitae entre todas son las

    Pretendemos con menos bagaje filosfico quelos que nos han antecedido y con una mayoratencin ai traba'jo metoddgico incorporaraquellas mismas ideas. Esta vez hemos venidoa una nueva pista de despegue y ah quizsradica lo nuevo que estamos proponiendo.Algunas palabras de LOWENTHAL podranresultar prximas a quienes estamos esgrimien-do el enfoque comportamental. Deca LO-WENTHAL:

    Esta visin de la Geografaresulta ser un tpico manosea-do del pensamiento contempo-rneo. Ms que la Fisica o la

    ' Departamento de Geografa e Historia. Universidad Pblica de NavarraDepartamento de Geografa. Universidad deAlcalA de Henares

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    8/43

    Fisidoga, que la Psicdoga ola Poltica, a Geografa observay analiza los aspectos del me-dio ambiente sobre la mismaescala y bajo las mismas cate-goras con las que dichos as-pectos se afrontan en la vidacotidiana. (LOWENTHAL1961, pg. 241)Acercndonos al tema que va a ser

    nuestro objeto de estudio hemos practicadouna abundante lectura por las publicacionesgeogrficas. En una primera aproximacincreemos importante recoger algunos conceptosde uso comn en los manuales contempor-neos. Vase por ejemplo el siguiente texto dePeter HAGGETT. Corresponde a una publica-cin divulgativa de gran xito editorial. Extrae-mos el texto de la versin espada hechasobre la tercera edicin de 1983. Dice asf:

    Tres palabras que utilizan losgegrafos con gran frecuenciason 'espacio'. 'localizacin' y"lugaf. Puesto que estaspalabras se utilizan tambin enel lenguaje corriente, necesi-tamos estar seguros del senti-do que adquieren cuando seutilizan en un contexto geogr-fico. Esmcio significa exten-sin o rea, expresado normal-mente en trminos de la super-ficie de la Tierra ...Localizacinsignifica una posicin particulardentro del espacio, normalmen-te una posicin sobre la super-ficie de la Tierra ... Luaar signi-fica tambin una posicin par-ticular sobre la superficie de laTierra; pero, en contraste conla localizacin, no se utiliza enun sentido abstracto sino que

    se confina a una localizacinidentificable sobre la que car-gamos ciertos valores. Demodo que una localizacin seconvierte en un lugar cuandonos damos cuenta de queposee un cierto contenido deinformacin. Algunas veces elcontenido es un hecho fsico ...En otros casos la informacincontenida es una experienciahumana.El autor se extiende en ejemplos que

    ilustran perfectamente las diferentes facetas deinformacin que cubren el lugar geogrficodotndolo de identidad para su reconocimientopor parte del hombre.

    Por ejemplo, dice, latitud 27grados 59 minutos N, longitud86 grados 56 minutosS es unalocalizacin abstracta que tanslo reconocemos como unlugar una vez que sabemosque describe la posicin delmonte Everest, el punto msalto de la superficie de la Tierra

    Pero evidentemente la informacin quecaracterizaa los ugares geogrficos no siemprees exclusivamente fsica. HAGGETT hace suyauna cita traida por YI-FU TUAN para redondearbrlantemente la idea que tiene entre manos:

    Lo que proporciona a un lugar-prosigue diciendo- su identi-dad particular fue una cuestinque se plantearon los fsicosNiels BOHR y Werner HEISEN-BERG cuando visitaron el casti-llo de Kronberg en Dinamarca.BOHR dijo a HEISENBERG:

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    9/43

    "No resulta extrao el modoen que cambia este castillocuando pensamos que Hamletlo habit? Como cientficoscreemos que un castillo estformado slo por piedras, yadmiramos el modo en que elarquitecto las reuni. Las pie-dras, el techo verde con suptina, las tallas en madera dela iglesia orman la totalidad delcastillo. Nada de ello debealterarse por el hecho de queHamlet vivi all, y sin embargolo cambia totalmente. De re-pente los muros y murallas seexpresan en un lenguaje bas-tante distinto. El patio de ar-mas se convierte en universo yun rincn oscuro nos recuerdala oscuridad del alma humanamientras omos a Hamlet mur-murar T o be or not to be". Sinembargo todo lo que conoce-mos de Hamlet es que su nom-bre apareca en una crnica delsiglo Xlll. Nadie pudo probarque realmente vivi, y muchomenos que viviera en este lu-gar. Pero todo el mundo co-noce la pregunta que SHAKES-PEARE puso en su boca, laprofundidad humana que fuecapaz de transmitir, y por lotanto tambin Hamlet debehabitar en un lugar de la tierra,aqu en Kronberg. Una vezque conocemos todo esto,Kronberg se nos convierte enun lugar muy distinto" (HAG-GET 1988, pg. 5).

    gegrafos YI-FU TUAN y HAGGETT. Tienen elresplandor de la belleza y la sublimidad delpensamiento propias de los hombres de cien-cia. Pero fueron sin duda tiles en la conside-racin de los gegrafos y lo son en nuestrocaso particular de hoy. De la mano de gegra-fos ilustres nos estamos acercando al plantea-miento deseado. En un lenguaje ms prximoa la perspectiva que aqu preconizamos pode-mos decir que el lugar geogrfico es sobre todoescenario del com~ortamientohumano. Elproducto final que tejemos con los sutiles hilosde nuestra experiencia vital contribuye a laidentificacin del lugar geogrfico. Hasta aquresulta vlido el paralelismo con los comenta-rios de HAGGETT.

    Pero hay que sealar tambin comootro hecho palmario de nuestra vida cotidianaque en no pocas ocasiones identificamos err-neamente el lugar geogrfico. Este hecho nosplantea cuestiones que hasta hoy se han consi-derado ajenas al debate y esclarecimientogeogrficos. Cabe considerar en efecto si esajeno al anlisis geogrfico preguntarse por qulas personas cometen errores en el desplaza-miento urbano cuando tratan de alcanzar unpunto concreto. Todos somos testigos de queaun en el medio cotidiano en que nos desenvol-vemos identificamos mal en ocasiones deter-minados lugares. Quin no ha experimentadoque al deambular por mbitos conocidos hacometido equivocaciones?. Pareceria puescuerdo y sensato introducir la nocin de "im-genes mentales" en nuestro diario enfrentamien-to con el escenario geogrfico. Tales imge-nes podran sorprender la ingenuidad del ge-grafo que mantiene sobre el lugar geogrficohiptesis muy alejadas de referencias comporta-mentales. He aqu por donde nos abocamos aun tema de actualidad en la Geografa: &Smarras mentales.

    Estas palabras no se produjeron con laintencin que posteriormente les dieron los

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    10/43

    QUE SON LOS MAPAS MENTALES?Aun para aquel que se limite a docu-

    mentarse en la literatura geogrfica espaola nole debe resultar desconocido el tema de losmapas mentales. Por orden de aparicincitaremos os trabajos siguientes: CAPEL (1973),BOSQUE MAUREL (1979), ESTEBANEZ (1979),y nuevamente ESTEBANEZ (1981). Los dosprimeros y sobre todo el primero hacen lacrnica de la Geografa Perceptual con proliji-dad y detalle. CAPEL dedica expresamentediez pginas documentadas al eplgrafe "Indicesde medida e imagen mental" (CAPEL 1973, 75-84). Los trabajos de ESTEBANEZ ilustranacerca de los procedimientos de obtencin y elanlisis consiguiente de datos incurriendo enalgunas aplicaciones de mbito espaol. Peroa quien desee entrar ms a fondo en el tema leresulta imprescindible acudir a las fuentesanglosajonas.

    Hay un nombre indescartable en estapesquisa: Peter GOULD. El fue sin duda elpadre de la idea y el que acu el concepto en1966. El trece de abril de 1966, en Brighton, yante una audiencia convocada por la MichiganInter-University Community of MathematicalGeographers pronunci GOULD su famosaconferencia bajo el tiulo "On Mental Maps".Por cierto encabezaba su conferencia con unainterrogante entresacada de un libro de BARZI-NI que deca "Puede la geografa mezclarsecon la Psicologa ...?". El aprecio que se le hamostrado a la conferencia de GOULD habla pors solo. ENGLISH y MAYFIELD lo incluyeronen su compilacin de lecturas (1972); al aosiguiente volvi a ser publicado, esta vez conun postscriptum del autor, en el libro deDOWNS y STEA (1973). Finalmente el Instituteof Mathematical Geography con sede en AnnArbor (Michigan) lo acaba de reproducir en1986 junto con otros trabajos que en su dafueron presentados ante la misma audiencia, la

    Michigan Inter-University Community of Mathe-matical Geographers (NYSTUEN 1986).

    El marco de audiencia que tuvo eltrabajo de GOULD en su presentacin no dejalugar a dudas acerca de sus pretensiones deaportacin a la metodologa cuantitativa. Senos ocurre, a imitacin del epgrafe de BARZlNlque GOULD antepuso a su conferencia, otrainterrogante parecida: "Qu tienen que ver lasMatemticas con las imgenes mentales delespacio geogrfico?". Es nuestra pretensinque al doblar la ltima pgina de este trabajo,con buena suerte antes, el lector haya asumidola pertinencia de la cuestin.

    La estela de GOULD en el tema de losmapas mentales es prolongada y luminosa. En1968 publica en asociacin con WHlTE losresultados de una encuesta practicada enInglaterra bajo el mismo corte que la originariade EEUU (GOULD & WHlTE 1968). En 1970ampla la experiencia a un pas africano, Nigeria,dndole al estudio una validez transcultural(GOULD & OLA 1970). La informacin recogi-da y las hiptesis que va tejiendo en torno a losmecanismos explicativos acumulan suficientematerial para un libro que ver la luz bajo lasprensas de Pelican en 1974 (GOULD & WHlTE1974). Un ao sabtico en la Universidad deLund le permite la veriiicacin de algunas hip-tesis; nace el libro "People in nformation Space"que lleva por subttulo "The Mental Maps andInformation Surfaces of Swedenu GOULD 1975).La evolucin de los mapas mentales en la

    trayectoria vital de la niez a la edad adulta serotra faceta a contemplar (GOULD 1977). Lasmismas hiptesis de Suecia las pondr a prue-ba en Canad, esta vez en comportamientosque se perfilan bajo la presin de grupos tni-cos (GOULD & LAFOND 1979). En un libro re-ciente de estimulante lectura en donde relata laperipecia del quehacer geogrfico GOULD hadescrito a tarea de los mapas mentales bajo un

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    11/43

    escandaloso epgrafe 'Mapas mentales y presio-nes geogrficas' (GOULD 1985, pgs. 239-252).En esta ltima dcada vuelve con una segundaedicin del libro de Pelican, cuya sdicitud haido creciendo en las listas de lectura obligadapara los cursos de Geografa (GOULD& WHlTE1986).

    Con esta introduccin al tema y alprotagonista principal nos disponemos a desen-traarlo y a ofrecerlo en breve sntesis dandorespuesta a la pregunta que nos est acechan-do: Qu son los mams mentales?. El ge-grafo no puede ignorar que la vida de los hurna-nos rebosa de imgenes. Imgenes que nostraducen la realidad extra-mental al lenguajeinterior que necesitamos para darle algn senti-do a nuestro comportamiento. Entre ese caudalde imgenes no son las menos importantes lasde los lugares geogrficos. Porque a diario elhombre necesita la referencia al lugar geogr-fico se le hace imprescindible interiorizarlo, o loque en otros trminos llamamos cultivar su ima-gen. El hombre tiene una visin mental delmbito fsico en que le toca vMr. En esa visinfiguran el lugar de domicilio, el lugar de trabajo,las vas frecuentadas para acudir de uno a otrolugar, etc. ... Pero nuestras imgenes mentalesno se cien al teatro cotidiano de las experien-cias; poseemos una capacidad de sobrevolarlos estrechos linderos de la escena cotidiana.Sucede asi que albergamos una imagen mentalaun de aquello que no hemos visto con los ojoscotidianos de la experiencia; regiones o pasesque nunca hemos visitado guardan en nuestrosarchivos mentales algn rastro o huella que nospermite imaginarlos. Las imgenes mentalestienen por tanto algo de universalidad a la parque arrojan su sombra inevitable sobre la vidahumana; nos siguen por doquier convirtindoseen nuestros inseparabies compaeros de viaje.

    Sin embargo las imgenes mentales nopueden considerarse mapas sin ms. El mapa

    le aade a la imagen, que en si misma pertene-ce al museo interior de nuestras vidas, un soplode vida, un impulso hacia la luz exterior. C-mo puede exteriorizarse la imagen que posee-mos de la ciudad, de la regin, del pals?. Espreciso atajar que no estamos pensando en ladestreza de ciertas personas para dibujar yrepresentar sobre un trozo de papel la visininterior que poseen del lugar geogrfico. Hasido muy frecuente este recurso al dibujo demapas siguiendo los dictados de la memoria ode la visin mental del lugar. Sobre todo se hautilizado entre psiclogos ambientales y arqui-tectos que seguan la tradicin de LYNCH (LEE1973; LYNCH 1960)y ha encontrado fervorosossimpatizantes entre los gegrafos (APPLEYARD1970; POCOCK 1976). POCOCK llega inclusoa sugerir alguna dependencia entre familiaridadcon el lugar y estilo del mapa. Elabor paraello una fina taxonoma en el trazado de mapasprofundizando las ideas de APPLEYARD. Ennuestra opinin el recurso al trazado de unmapa, por muy libre que sea su realizacin,est fuertemente mediatizado por una capaci-dad desigualmente repartida en la poblacin.Estamos pensando por estas razones en dise-ar procedimientos que no establezcan distin-cin de capacidad o talento entre individuos yque sean accesibles a la cdectividad humana.Tales procedimientos parecen estar bien diluci-dados en la rbita de la Psicometra o de laPsicofsica y a ellos acude en su momentoPeter GOULD. Peter GOULD le recordaba a suaudiencia, altamente cualificada sin duda, que

    sabemos muy poco sobre lasimgenes espaciales, los ma-pas mentales que existen en lamente de los hombres. Perosabemos menos an acerca decmo se han formado. el gradoen que pueden considerarsenicas o generales y la maneracomo inciden y se reflejan en

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    12/43

    las decisiones que toman loshombres. En la medida en queel gegrafo humano sale desus tradicionales fronteras ha-cia otras ciencias sociales ycomportamentales se acrecien-ta la conviccin de que la ex-plicacin plenamente satisfac-toria para su bsqueda vienede enfatizarel aspecto humanotanto o ms que el aspectoaeoarfico. (Ver GOUL 1966,pg. 1-21

    PARA QUE LOS MAPAS MENTALESEstamos a punto de entrar en la consi-

    deracin de las tbcnicas que permiten esbozarlos mapas mentales. Pero antes vamos a sa-tisfacer una curiosidad. Para au los mamsmentales? Cul es d beneficio que puedenaportarle al gegrafo moderno?. La respuestade GOUL tampoco se deja esperar

    El paisaje humano, ya sea ensu realidad fsica o abstraldo ymodelado a la manera de unmapa no es ni ms ni menosque una expresin espacial dedecisiones humanas. (GOUL1966, pg. 2)En esa estrecha vinculacin hacia el

    mundo de las decisiones que se plasman sobreel espacio ha cifrado GOUL la importancia deestudiar los mapas mentales. Los anlisis delocalizacin que se han desarrollado en laGeografa parece, segn se dice hoy, que hanasumido impllcitamente condiciones absoluta-mente irreales tales como la posesin de uninformacin plena y las pautas de un comporta-miento racional. La informacin de que serodea el ser humano en la mayora de sus

    acciones est lejos de ser plena y satisfactoriay asimismo las decisiones se maduran en unaatmsfera de utilidad subjetiva. Por dondecuriosamente si queremos orientar d anlisisgeogrfico hacia un plano de realismo y seve-ridad objetiva tendremos que acudir al mapamental.

    Hay otra consideracin que nos pareceigualmente vlida. Uno de los fenmenoscentrales de la Geografa es sin duda el desda-zamiento. Se desplazan los bienes materiiales ytangibles; se desplaza la noticia; se desplaza elhombre. En el desplazamiento humano elprotagonista del desplazamiento adopta unperfil indito en los restantes desplazamientos.El hombre actor del desplazamiento se perfilacomo tal en una conducta resolutiva sobre eles~acio. Tales conductas tienen carctercotidiano y a veces estn dominadas por larutina: el camino al colegio de los nios, lassalidas del ama de casa para efectuar la com-pra, el itinerario al trabajo de los adultos, etc. ...Pero existen a veces desplazamientos menosrutinarios en donde el protagonista tiene queresdver y decidir el camino que le ha de llevaral punto de destino. Tales desplazamientos sellevan a cabo en un contexto de informacinque procesa la mente humana perrnanentemen-te. Brota aqui con carcter de axioma d si-guiente principio inolvidabie para el gegrafo: elprincipio de que todo desrilazamiento im~licapreviamente un de~dazamient0mental. Estoocurre en todas las escalas en que se efectanlos desplazamientos, sea por ejemplo a escalaintraurbana, sea a escala interregional e inclusotambin a escala internacional. La conductaresolutiva de carcter espacial se da en todaslas escalas. Unas veces el desplazamientoadopta forma peatonal; otras veces se realizamediante vehlculos automotores, en transportepblico, por va area, etc. ... Siempre el prota-gonista del desplazamiento tiene mentalmenteprefijada la ruta y cuando depende de lneas de

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    13/43

    transporte establecidas tiene que decidir lasconexiones de antemano.

    Una modalidad de los mapas mentaleslanzada pord mismo GOULD bajo la denomi-nacin de 'superficies de informacin' hacebien patente la utilidad de estos mapas parailuminar toda suerte de prejuicios regionales.Resaltan los ejemplos aducidos sobre Dinamar-ca y Suecia en donde las distancias fsicasexistentes no justifican la desigual distribucinde la informacin (GOULD 1985, pgs. 243-244). A poco que se estudien y profundicenestos anlisis encontraremos un paso impercep-tible desde las desigualdades de informacinhacia las preferencias y rechazos que puedenser decisivos a la hora de programar el turismovacacional.

    EL ESTEREOTIPO GEOGRAFICO. PROPUESTATEORICA Y METODOLOGICATIPOS DE MAPAS MENTALES

    Pensamos que es necesario algnesfuerzo orientado a ordenar d panorama delos mapas mentales. A partir de GOULD losdatos preferenciales han invadido este recintode la Geografa. GOULD ha insistido en reco-ger datos de preferencia residencial a travs detodos sus colaboradores internacionales, lo cualha inspirado tambin las rplicas llevadas acabo en nuestro pals por ESTEBANEZ y otrosautores. Sin embargo no parece correctodetenerse exclusivamente en esta veta deobservaciones para alumbrar los mapas menta-les de la investigacin geogrfica. La imagineramental no est forzosamente circunscrita aestos mapas que, estrictamente hablando, secien a unas expresiones desiderativas acercade los lugares geogrficos. Existen por ejemploimgenes mentales en conexin con la actividad

    cognlm que no contemplan necesariamentedatos preferenciales. El mismo ESTEBANEZrecoga algunos datos de asociacin espont-nea de palabras con ugares geogrficos (ESTE-BANEZ 1979)que no los representaba despusen mapas a la manera de los datos preferencia-6Jes. Quizs esta sea la razn primordial quemantiene a los datos preferenciales en unaposicin de privilegio; nos referimos a su facili-dad de representacin cartogrfica difundida apartir de los trabajos de GOULD.

    Las dos tribunas importantes de quehoy dispone la Asociacin Norteamericana deGegrafos, Annals y Professional Geographer,con frecuencia nos brindan contribuciones decarcter empirico en esta problemtica. Conmenos recuencia aparecen estudios conceptua-les o metodolgicos. Uno de esos estudios sepublicaba en Annals en1982 bajo la rbrica deRobert LLOYD, profesor de Geografa en laUniversidad de Carolina del Sur. quien muestraun currculum activo en lo concerniente a ma-pas mentales. El estudio titulado -A Look atImages' conduh con las siguientes palabras:

    Existen dos razones por lasque el estudio de imgenes hasuscitado dificultades a losgegrafos. En primer lugarhemos carecido de estructurastericas que nos pudieran faci-litar un diseo para realizar in-vestigaciones significativas yevaluar resultados empiricos.En segundo lugar tammcohemos contado con la metodo-lwa necesaria para verificaradecuadamente la existenciainfluyente de las imgenes.Cuestionarios y otra dase deprocedimientos introspectivosque se han utilizado con profu-sin ni han ofrecido confiabili-

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    14/43

    dad alguna ni han proporciona-do los datos deseables para lacomprobacin rigurosa dehiptesis (LLOYD 1982. pg.544-545)

    Hemos subrayado las dos apreciaciones tajan-tes de UOYD a las que es nuestro propsitoresponder en el ensayo metoddgico que pre-sentamos.

    Cul es la estructura terica quesubyace a los mapas mentales?. Algo hemosapuntado en prrafos anteriores sobre esteparticular al hablar de la universalidad de lasimgenes. El mundo extra-mental se procesaen la mente. El lugar geogrfico tambin. Ellargo texto de HAGG que reproducamos alcomienzo nos hablaba de una identificacin d dlugar geogrfico. Ahora bien, todas las caracte-rsticas de identificacin espacial pueden agru-parse bajo dos categoras; estn por un lado lascaractersticas que responde al 9d6nde" sesitan los lugares y estn tambin las caracte-rsticas que responden al 'cmo" son los luga-res. Esto es lo mismo que decir que existendos categoras de atributos para identificar ellugar geogrfico; unos son atributos locativos,los restantes se definen por contraposicin a losprimeros como ndocativos. Nuestro trabajo vaa estar delimitado por los atributos ndocativos.

    Los psiclogos distinguen entre lasactividades mentales bajo el criterio siguiente.Unas son actividades cognoscitiias para que elsujeto est siempre orientado frente al entorno;otras son actividades de eleccin que son enbuena parte las responsables de la toma dedecisiones. La preferencia pertenece a estaltima clasificacin. En la preferencia entran enjuego no sdo representaciones cognitiias sinotambibn intereses, motivos, impulsos de todandole; recurdese que GOUU) hablaba delchauvinismo de los estudiantes americanos

    cuando sacaban a primer plano las preferenciaslocales. La identificacin y el reconocimientoson sin duda actividades orientativas aunque,como queda dicho, ellas sdas no agotan la vidade la mente. El variado espectculo que elmundo extra-mental le ofrece a nuestra vida leincita a una actividad cognosclia. El primerpeidafo de tal actividad consiste en ponerlesnombres a las cosas. He ahi la razn de porqu los lugares geogrficos llevan un nombre.Tambin GOULD hizo una aproximacin a estavertiente comportamental cuando elaboraba elconcepto de "superficies de informacin". Elncleo central de este concepto reside en elconocimiento mutuo que se tienen entre si laslocalidades pertenecientes a una determinadaextensin geogrfica. GOULD recoga entre losescolares escandinavos las menciones quelibremente hacan de lugares recordados.Concretamente anotaba los nombres de locali-dades que aparecan citados con alguna indica-cin de su frecuencia, observando que en tomoal foco originario de los esmiares las cotas deinformacin adoptan niveles decrecientes.Nuestro actual objetivo trata de explotar esta viacognitiva pero ntroduciendoalgunacaracteriza-cin adicional al mero nombre dd ugar.

    Lo dicho hasta aqui nos sugiere por depronto que entre los mapas mentales podra-mos distinguir los mams coanitivos y losm-pas desiderativos o referencial les como catego-ras bsicas. Qu representan unos y otros?.Trataremos en lo que sigue de perfilar unateora para ambos, algo que hemos echado demenos en la literatura geogrfica y que nosaventuramos a sugerir en la medida de nuestrasfuerzas.

    Una teora de los maws cw n l i o sEst claro que el mapa cognitio intenta

    reconocer una realidad extra-mental aunquehabilitando para ello ciertos esquemas de

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    15/43

    simplificacin. Nuestra mente no admite laacumulacin ilimitada de rasgos descriptivos deun lugar. Laactividad mental es poderosamen-te selectiva, es decir, de todo lo que tienedisponible en su entorno selecciona una mnimaparte. De igual manera hay que insistir en elhecho de que la informacin que la menteprocesa acerca de los lugares geogrficos noest limitada al campo visual sino que alude auna trama de experiencias que hacen sianificati-vo un lugar. Hay pues un entrecruce de expe-riencias en nuestros archivos mentales y es conellos que nuestra mente trabaja como unatejedora incansable. De todo ese entorno ricoy variadlsimo la mente selecciona ciertos ele-mentos y dispone de los mismos a manera declaves inter~retativas e la realidad.

    Hay una razn biolgica y neurona1para esta actitud selectiva de nuestra mente. Laimagen mental del lugar es selectiva no por unazar caprichoso sino por una imperiosa necesi-dad que emana de nuestra naturaleza finita.Solamente en el campo visual se estima quediez millones de unidades ("bits") de informa-cin por segundo brotan del entorno ambiental;nuestra mente apenas tiene capacidad paraabsorber sino veinticinco unidades por segundo(citado en GOLD 1980, pg. 48). Existe en elfondo una barrera limitante para el manejo deinformacin mental, algo que fue brillantementeexpuesto por George Armitage MILLER. Ellector puede disponer del artculo reproducidoen multitud de compendios universitarios y bajoun ttulo un tanto enigmtico que deca "TheMagical Number Seven, Plus or Minus Two:Some Limits on Our Capacity for ProcessingInformation" (MILLER 1956). De este techolimitante que configura nuestra actividad deprocesar informacin se deriva un hecho degran trascendencia para la vida perceptual delos humanos, a saber, el hecho de que nuestramente requiere la sujecin a ciertos esauemassim~lificadores e la realidad. El mundo exte-

    rior se nos presenta en nuestra pantalla mentala modo de esquema reduciendo fantsticamen-te su exuberancia. Consistentes con esta lneade comportamiento adoptamos hbitos de mirarel mundo en derredor. Profundizando en lamisma Inea nos encontramos tambin conlimitaciones para sensibilizarnos al cambio en ladimensin temporal. De ahl que por la mismafuerza congnita de nuestra finitud necesitamospercibir el mundo exterior en armoniosa con-tinuidad, sin graves fisuras. Este lmpetu naturalse plasma en definitiva en una rutina de hbitosque permite a nuestra mente instalarse conforta-blemente frente al mundo exterior cambiante.Sin dicha rutina nuestra vida mental se verlaacosada por una zozobra permanente y acaba-ra aniquilada. Resumiendo, la vida nos haarrojado a un mundo de sobrestimulacin yexceso; nuestro cerebro nos conduce mediantela habilitacin de esquemas y rutinas, comoquien gua un automvil en la selva virgen yabigarrada, hacia la supervivencia.

    El mapa cognitivo representa por consi-guiente no el mundo extra-mental conforme a loque sera una ingenua pretensin de la Geogra-fa sino una percepcin del mismo. Esa repre-sentacin tiene la fuerza de constituirse, comoms arriba hemos mencionado, en una claveinterpretativa de la realidad. El mapa cognitivoacenta este rasgo y lo subraya con nfasis.Estas claves interpretativas tienen mucho declich y estereotipo. De ahC que las imgenesque adoptamos del lugar geogrfico deban serconsideradas como estereotims del luaar. Laimagen que tenemos de Alemania, de Rusia yde Estados Unidos son ciertamente imgenesestereotipadas del lugar geogrfico, al igual quelo tenemos de sus gentes. Los psiclogossociales nos hablan hablado con minuciosidadde estos estereotipos de las gentes, pero no hasucedido lo mismo con los gegrafos.

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    16/43

    Se observar que hablamos de paseslejanos, lo mismo que pudieramos hablar denuestras regiones vecinas. Posiblemente nossorprenda el hecho de que tenemos alguna ideade cmo son los lugares geogrficos aunquenunca los hayamos visitado. El gegrafo tradi-cional ha pasado por alto este hecho tan fre-cuente y comn de nuestra vida social. Ama-rrado a una concepcin de trato fsico con ellugar geogrfico el gegrafo confiere validez ala imagen mental del mismo siempre y cuandosea una reproduccin en miniatura de losaspectos fsicos que proporcionan un reconoci-miento y un acceso al trato fsico. En estesentido acepta como criierio de bondad objetivalo que le dictan sus ojos de caminante. La foto-grafa sera por tanto el criterio de mximavalidez cuando el lugar aludido le resulta inal-canzable al trato fsico de su experiencia decaminante. Segn esto no tendran muchovalor las imgenes mentales tal como las esta-mos describiendo; a lo sumo un valor literario oesttico, pero nunca un valor geogrfico. Estamanera de ver la geografa persiste en ignorarlas leves aue reaulan el com~ortamiento uma-no, entre ellas el comportamiento perceptualguiado en todo momento por la presencia delestereotipo.

    Deberemos asumir sin duda que unanueva ptica est siendo introducida para elgegrafo a travs de los mapas cognitivos.Esta ptica nos sita ante el mundo tal cual lopercibimos, y posiblemente ello nos aleja de lapretensin radicional del gegrafo que anterior-mente calificabarnos de ingenua. A cambio dearrinconar las pretensiones de ingenuidad losmapas cognitivos tratarn de prestar mayoratencin al mundo que nos compromete adiario en nuestras vidas. A su vez no olvidemosque ese mundo configurado en los mapascognitivos perdura en la sociedad moldeando alas generaciones sucesivas a travs de unaherencia cultural que sobrevive y permanece.

    Una teora de los mams referencial lesComo ya dijimos en prrafos anteriores,

    la actividad mental no se agota en la vertientecognitiva. En otras palabras la subjetividad nose limita a percibir. Lo que como sujetoshumanos hacemos con los lugares geogrficosno es solamente dibujados conforme a nuestroshbitos de mirar. Tenemos tambin una imagende valor acerca del lugar geogrfico. Puestosa exteriorizar estas imgenes de valor brotan losmapas desiderativos o preferenciales. Expresanestos mapas algn tipo de escalamiento encuanto a deseabilidad o preferencia referido alugares geogrficos.

    El estereotipo perceptual podra definir-se operacionalmente como sigue: si ante ungrupo de N sujetos existenMmaneras distintasde percibir un mismo lugar decimos que elestereotipo existe en la medida en queM tiendaa ser mucho menor que N. En otras palabrasestamos diciendo que el estereotipo haceconverger lasNpercepciones ndividuales en unesquema aceptable para la mayora. Ese es-quema es una simplificacin de la realidad quesin embargo puede ser orientativa. La imagende valor aporta otros elementos de considera-cin que no son estrictamente perceptuales. Laimagen de valor aporta una mayor subjetiviza-cin, de manera que resulta legtimo hablar deuna subjetivizacin progresiva del territorio quecomienza en los hbitos de mirar y se profundi-za en los juicios de valor. Cuando un sujetoexpresa que la regin A goza de temperaturasms benignas que la regin B incurre en unaimagen cognitiva. Pero si lo que dice el sujetoes que la regin A goza de un clima muy acep-table est incurriendo en una imagen valorativadel lugar. Por supuesto que la segunda afirma-cin implica algn tipo de conocimiento respec-to del clima de las regiones y adems de esoimplica la referencia a un conceDto de clima

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    17/43

    ideal. Estas nociones ideales son una posesinel sujeto que en principio no deben confundir-

    se con una percepcin. La percepcin esta-blece una rdacin de la mente con la realidadextra-mental; la nocin ideal est libre de dicharelacin. Es el sujeto quien asume por enterola responsabilidad de la nocin ideal.

    En los Estados Unidos se han populari-zado durante los ltimos aos informes quetratan de suministrar ciertos indicadores obje-tivos para guiar los juicios de valor sobre luga-res geogrficos (Ver BOYER R. & SAVAGEAUD. 1985). Uno de los juicios subjetivos msfrecuentes es el relativo a la bondad climtica.El ideal climtico de un sujeto es en principioalgo intransferible, pero en trminos pragrnti-cos sucede que limando aristas diferencialespueden coincidir los ideales de dos personas yhasta de un grupo abultado de personas. Estosucede en el fondo porque existen muchosmenos lugares geogrficos, urbanizados yhabitables se entiende, que personas. Surgeaqui una cuestin que roza con el zarandeadoproblema de la unicidad y generalidad de laspreferencias. El lugar decidido como deseablepara un sujeto posiblemente 'dista' de la nocinideal pero en definitiva su decisin es unaespecie de pacto o compromiso con la realidad.Asi sucede que las nociones ideales son todasnicas, lo cual puede considerarse tambin unaforma de expresar que carecemos de una vade acceso directo y pblico a las mismas.Pertenecen a la interioridad ms absoluta delser humano y son incomparables de sujeto asujeto en la misma medida que son pblica-mente inabordables. Desde el momento en quelo que cuentan son esos pactos o compromisoscon la realidad confrontamos el hecho de quelas decisiones de las personas pueden serplenamente coincidentes respecto a la deseabi-lidad de los lugares geogrficos. La cuestinde buscar la generalidad en las preferencias fuelo que condujo a GOULD al planteamiento del

    anlisis factorial (Gould, 1974). Es por lo tantouna teora de raz psicomtrica sobre la activi-dad del juicio y la eleccin la que puede ilumi-nar nuestros pasos en la elaboracin de losmapas preferenciales.

    Aunque histricamente se han difundidolos mapas de deseabilidad residencial, es claroque puede haber muchos tpicos capaces degenerar deseabilidad. Ms arriba nos refera-mos al clima; de la misma manera puedendefinirse tpicos como la higiene y salud, laeducacin, las oportunidades de diversin, etc.... todos susceptibles de posicionamiento pti-mo o ideal por parte de los sujetos. Es ascomo el lugar geogrfico admite una caiifica-cin de acuerdo a su proximidad con la posi-cin ideal de cada sujeto. Si un determinadolugar reincide en la ms alta calificacin porparte de un grupo de sujetos, lo que importadestacar es el hecho de esta mxima proximi-dad a los ideales; aun cuando estos idealessean de suyo inobservables.

    Las observaciones que pertenecen aesta categora de los juicios de valor o califica-cin no puntuanuna magnitud sino una ordena-cin. Cuando un determinado sujeto otorgauna mxima calificacin lo que cuenta no es lamagnitud de esa calificacin sino el hecho deque sea mxima. Al psiclogo ayde COOMBSdebemos la idea de que las calificacionespueden considerarse como jaiones de acerca-miento a un punto ideal. Ese punto cuya posi-cin se desconoce sirve sin embargo paradeterminar una ordenacin de las calificacionesefectuadas. Es ms, el punto ideal puede estarconcebido conforme a una suma de criteriosque ni sabemos cules son ni son los mismosseguramente de persona a persona. Estoquiere decir que cuando las personas estable-cen el ideal de educacin, o d ideal de higiene,etc. ... seguramente entra ms de un criterio enla consideracin de cada ideal y con gran

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    18/43

    probabilidad los criterios van a ser distintos depersona a persona. En otras palabras, la 'idea-lizacin" es una operacin de carcter multidi-mensional y complejo que se reduce a unesquema unidimensional absurdo cuando lascalificacionesse transportan a magnitudes unili-neales. Con estas consideraciones nos acerca-mos al planteamiento metodolgico de la pro-puesta.

    UN METODO A LA LUZ DEL LABORATORIOPSlCOFlSlCO

    A la vista de las crticas que se puedenaducir al mtodo del anlisis factorial utilizadopor GOULD (Castro y Bosque Sendra, 1991)nos proponemos un procedimiento de mayortransparencia para el anlisis de los mapasmentales. La transparencia en su ms altaexpresin se logra cuando no se ha obstruidoel camino de ida y vuelta de los datos a lasolucin final y viceversa. Lametodologa rei-nante en las Ciencias Comportamentales halogrado ahuyentar el fantasma de variablesconstructos o variabies hipotticas; busca acambio la definicin de estructuras sin violentarlos datos de partida. Uno de estos logrossintomticos ha sido el desplazamiento delanlisis factorial por la puesta en escena delescalamiento multidimensional. El productofinal del escalamiento multidimensional permitereconstruir la posicin de los datos originarios,lo cual era impensabie desde los resultadosfactoriales. Aun cuando estamos mencionandouna tcnica que en estos dlas sustituye conxito al anlisis factorial, no es nuestra intencinsin embargo aplicarlo aqul por el momento. Laidea que preside este ensayo de metodologaes la de extraer al mximo la informacin conte-nida en los datos sin recurrir al procedimientode la 'caja oscura' (o black box). La cajaoscura consiste en lo siguiente: se lanza unahiptesis sobre los datos, los datos se someten

    a una manipulacin numrica en donde sepierde la referencia a los datos observables,finalmente el producto manipulado arroja unosresultados plausibles con la hiptesis.

    Nos proponemos en primer trminoensanchar el campo de observaciones yendoms all de las preferencias regionales. elmapa regional de Espaa constituye para cadaespaol un vivero de dichs e imgenes este-reotipadas acerca del lugar geogrfico. No setrata de que cada espaol tenga informacinmas o menos acertada sobre los lugares geo-grficos que denominamos regiones autonmi-cas; mucho menos se trata de que tenga expe-riencia viajera rica. Se trata simple y llanamentede que tiene unas imgenes, las cuales sonproducto de sus experiencias escolares y de lavida social entera. De acuerdo con los princi-pios que hemos trazado para una teora de losmapas cognitios, esas imgenes renen lascondiciones esquematizantes del clich oestereotipo. Desvelar esos dichs, dibujar dealguna manera su silueta interpretativa obtenien-do el cuadro comparativo entre los mismosconstituye ,una tarea por desarrollar entre losgegrafos espaoles. Conviene introduciralguna aclaracin a este respecto. Los tratadosde Geografa e Historia ambin nos han legadociertos clichs. Asl por ejemplo cuando se noshabla de la Espaa rabe frente a la Espaacristiana; de la Espaa atlntica frente a laEspaa mediterrnea; de la Espaa seca frentea la Espaa hmeda, etc. ..., en todas esasinterpretaciones hay un poderoso clich a lamanera culta del historiador o del gegrafo. Noes esta visin la que pretendemos buscar ennuestras indagaciones sino otra mucho mscallejera y popular.

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    19/43

    El rewrtorio de rasaos mra caracterizar elestereoticm

    Evidentemente existen muchos rasgosque pueden caracterizar a nuestras regiones;entre estos hemos escogido unos pocos quesuelen andar de boca en boca en las conversa-ciones habiluales del hombre de la calle. Setrata de tpicos que de alguna manera descri-ben el bienestar o la calidad de vida. Asi porejemplo, expresiones como la de que 'el dinerocorre bien', 'la gente tiene disponibilidadesu,etc. ... aluden sin duda a un concepto que loseconomistas tienen fijado bajo el lndice de'renta por cabeza o por habitante'. De acuerdoa datos de fuentes institucionales podemosestablecer esas cifras de 'renta por cabeza' encada comunidad autnoma. Pero lo que ahoraperseguimos no es eso sino la idea que lagente tiene sobre las distintas regiones cuandohabla en su conversacin nformal. Estos emasse convierten frecuentemente en objeto dedisputa, lo que pareciera indicar que se trata detemas ms proclives a la discrepancia que alacuerdo. Examinaremos con cuidado esteextremo para determinar si existen realmenteimgenes colectivas ms all de las expresionesindividuales. Nuestra investigacin se proponetrazar algn mtodo para recoger datos en elsentido indicado y analizados despus comoconfiguradores de un mapa cognitwo.

    Hemos abordado la construccin de unrepertorio estereotipico por dos vas. En primerlugar nos sometemos al trazado de unas pocasvariables socioeconmicas de amplia difusin.Son las siguientes:

    (i) disponibilidad de ingresos(ii) disponibilidad de telfonos

    (iii) disponibilidad de automviles(w) disponibilidad de mdicos(v) disponibilidad de maestros

    Hemos optado por esta seleccin detpicos por las razones siguientes. Primera,porque se trata de tpicos que aparecen en losmedios de comunicacin de masas con granprofusin y en consecuencia la gente tieneideas al respecto. No buscamos en nuestrainvestigacin a la gente bien nformaday muchomenos tratamos de perseguir la exactitud de lainformacin, tal como ms arriba dijimos yrepetimos ahora nuevamente. Todos tenemosideas sobre la abundancia o escasez de auto-mviles, de telfonos y aun de mdicos ymaestros en las regiones espaolas. Inclusosomos capaces de defender acaloradamente asideas que tenemos. Para tener bien afianzadala imagen regional no es necesario siquiera quehayamos visitado el lugar, cosa que venimossubrayando. Esas ideas e imgenes parecerantener vida propia e independiente y lo de menoses que se constituyen o no en una informacinfidedigna. Con objeto de resaltar estos hechosnos apoyamos en una segunda razn para laeleccin del repertorio. La segunda raznestriba en la posibilidad de tener fuentes esta-dlsticas que puedan servimos de teln defondo.

    Existe una segundavaque proporcionaabundante material de apoyo a las imgenesmentales del lugar geogrfico. La imagen dellugar geogrfico es un producto de la subjetivi-dad. Sin que esto quiera decir que los ingre-dientes con los que se ha amasado la percepcbn subjetiva sean en sl mismos una fantasia.La riqueza material y los recursos humanosdisponibles en una regin son un hecho contun-dente que se expone ante los ojos de la expe-riencia cotidiana. Con las variables socioecon-micas hemos pretendido cubrir estos ingredien-tes de la imagen mental. Pero existen sin dudaotros ingredientes cuya composicin y facturaes diferente a la anterior; nos referimos a losjuicios de valor o evaluacin subietiva de loslugares geogrficos que constituyen la otra cara

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    20/43

    de los mapas mentales. La evaluacin. quepudieramos llamar tambiin calificacin subjeti-va, se diferencia de la simde verce~cin ue seobtena respecto de las variables socio econ-micas. Se introduce aqui la sutil elaboracinanteriormente apuntada a propsito de la teorapara los mapas de deseabilidad o preferencia yque consiste en evaluar conforme a un&lsubietivo. La presencia de este ideal no setoma en cuenta en la percepcin ySIparececomo referencia indiscutible en la valoracin delos lugares geogrficos. Las expresiones popu-lares dan cuenta de este fenmeno cuandohablan de lugares dotados de un clima ideal, depaisajes de ensueo, de lugares de diversin,etc. ... Induimos en nuestro repertorio comoelementos de evaluacin subjetiva los siguien-tes:

    (i)dima agradable(ii) paisajes recreativos(iii) oportunidades de diversin(N) eceptMdad hacia el forastero

    El ideal que cada persona tiene sobre cada unode estos elementos le permite evaluar las regio-nes con ms o menos puntuacin.Con la elaboracin de este repertorio

    pretendemos una aproximacin al mapa mentalde las autonomas espaolas. Es indudabie quela reciente administracin poitica se presta aestudios diversos. lnduso sin salimos delmbito de intereses geogrficos caben otrasperspectivas. En ningn momento buscaremospolemizar por la exdushridad de nuestra pro-puesta. A trav6s del presente ensayo queremosnicamente aliviar la carencia a la que aluda elgegrafo espaol MARTINEZ DE PISON cuandodecla:

    La carencia -por incomunica-cin entre los gegrafos y elresto de la sociedad- de imge-

    nes, saberes, razones, pticas,modos de mirar geogrficos enlas representaciones del espa-cio que tiene la cdectividad esun hecho desgraciadamenteextenso, que puede agravarsems. (MARTINEZ DE PISON,1978, pg. 766).

    Diseo de la toma de datosTenemos el conjunto de las diecisieteregiones autonmicas de Espaa y tenemostambin el repertorio de rasgos que vana lumi-nar su descripcin ante la pantalla mental de losespaoles. En correspondencia con 'los treslotes del repertorio hemos diseado tres acce-sos diferentes para la toma de informacin.Nos guan en este diseo algunas directrices

    que se vienen forjando durante los ltimosaosen los Laboratorios Psicoflsicos. Los tresaccesos mencionados para la obtencin dedatos son:Juicios de estimacin comparativa entreregionesJuicios de dificacin subjetivaOrdenacin de regiones segn prefe-rencia (no estudiado en este trabajo)

    A) Juicios de estimacin commrativaUna idea bsica que tenemos sobre lasregiones autonmica es la de su diferente nivelde bienestar. En otras palabras no todas lasregiones disponen de los mismos logros econ-

    micos y sociales. habitualmente cuando larealidad social que reclama nuestra atencinpresenta diferencias d inmediato recurso aemplear es la comparacin. La comparacinentre regioneses comn en las pginas econ-

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    21/43

    micas, en el anlisis social y geogrfico. Parauna adecuada comparacin introducimos gene-ralmente algn artefacto estadlstico. En unaprimera aproximacin se buscan variableshomogneas enel conjunto regional y la com-paracin entre regiones resulta de gran simpli-cidad para cada variable aisladamente consi-derada. Si se quiere una comparacin deslntesis habr que construir un lndice comriues-to para lo cual se arbitran procedimientos deponderacin que afectan a cada una de lasvariables. Las tcnicas correspondientes hansido divulgadas con profusin desde el InstitutoNacional de Estadlstica a los informes banca-rios. Es el caso por ejemplo de la obra 'ProMemas de la Medicin del Bienestar y ConceptosAfines' (PENA TRAPERO1977)o el .Anuario delMercado Espad' que todos los aos publicaBANESTO. El gegrafo est habituado a estetipo de trabajos pero seguramente no estigualmente familiarizado con el trabajo dellaboratorio psicoffsico.

    En una recientlsima publicacin elconocidogegrafo de Ginebra Antoine BAlUYse pronunciaba a favor de ciertas evaluacionessubjetivas para la configuracin de indicadoressociales en las mediciones sobre calidad devida (BAIUY 1987). Su aproximacin al temano deja de ser interesante, pero carece de lams minima alusin al planteamiento de lasubjetividad en el laboratorio psicoflsico. Siguevigente la brecha que separa a las CienciasComportamentales del resto de las CienciasSociales y concretamente de la Geografa.Mientras esto siga sucediendo no ser fciltrazar llneas de trabajo en el campo de losmapas mentales. No ser fcil perseguir lainformacin que procesa la mente humanaacerca de la regin o el territorio. Mientrassigamos desconociendo los mecanismos men-tales de ese proceso no ser posible sacara laluz el producto latente en la mente de lasperso-nas.

    Estamos persuadidos por nuestra partede que el cientfico social de las prximasdcadas tratar de indagar con una mayorcuriosidad todo lo que acontece de puertasadentro en el mundo mental. No tiene muchosentido dar la espalda a la psicdisica sensorialcuando estamos interesados en precisar yevaluar el alcance de nuestra percepcin social.Vanse por ejemplo las palabras de BerndWEGENER, director del Centro de EncuestasMtodos y Anlisis de Mannheim

    Puede el conocimiento adqui-rklo en la Psicoflsica sensorialser aplicado a la evaluacin delas actitudes sociales?. Se nosviene encima este planteamien-to cuando la Psicdisica senso-rial se encuentra tan avanzadacon respecto a la teora de lasactitudes sociales que parecelegltimo preguntarse cuando seva a obtener un provecho de lautilizacin de aquella en esta...Debe entenderse que al hacerasi desaparecer la distincinentre sensaciones y actitudesexcepto la que se deriva delhecho de que las primerassurgen ante eventos flsicos ylas segundas ante eventossocioculturales. (WEGENER1982, Pg. 2)

    El citado autor trata de construir una plataformaestructural que de cabida a una Psicoffsica quesea conjuntamente sensorial y social. En suspropias palabras

    esta teora no es sino un clcu-lo muy abstracto que expresalas relaciones cualitativas quedebe satisfacer una escala quese construya a partir de datos

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    22/43

    ordinales. (WEGENER 1982,pg. 37)Tomando d hilo de nuestro problemaconcreto estamos ante la siguiente situacin.Los rasgos que describen el cuadro regional &etraducen mentalmente a una idea y esa ideajuega con comparaciones de regin a regin.Veamos ahora d sustrato psicofsico existentepara tales comportamientos comparativos. Lospsiclogos han definido un concepto centralpara este proceso bajo el trmino "cross moda-lity matching processnque pudieramos verter alcastellano como 'procedimiento equiparativo

    entre modalidades*. Los psiclogos hablan eneste caso de informaciones provenientes dedistintasmodalidadessensoriales: nformacionesvisuales, auditivas, tctiles, etc. ... pero todasellas conducentes a una informacin unitariapara la mente. El asunto tiene hondas races enla filosofa de occidente. Aristteles por ejemplohablaba de ciertos atributos comunes a lossentidos y sta ha sido una tradicin ininterrum-pida. En nuestro tiempo esta doctrina vuelve aalcanzar vigencia, pero esta vez expresada enmoldes experimentales de laboratorio. El hallaz-go, no muy difundido ms all de la disciplinapsicolgica, se debe a la escuela de STEVENSen los laboratorios de Hatvard durante la dca-da del 60 (STEVENS 1975, pgs. 99-133). Elsujeto humano en estas experiencias desarrollala capacidad de equiparar intensidades desonido con intensidades lumnicas o de vibra-cin o de presin epidrmica. Es decir lamente humana cabalga sobre las distintasmodalidades sensoriales traducindolas avalores unitarios. De aqu que el mundo extra-mental aparentemente diverso por la va decaptacin sensorial es susceptible de unalectura unitaria para la mente humana. Lossentidos por muy variados y distintos queparezcan en cuanto a su capacidad de captar laestimulacin del mundo exterior construyenpara la mente humana un lenguaje unitario.

    Este descubrimiento aporta un innegable valoral p a ~ ele los sentidos como t lata forma infor-mativa Y mtrica.

    Las aportaciones de la Psicofisica en lasltimas dcadas han sido muy ricas y de granalcance para d devenir de todo conocimientoque se jacte de estar enraizado en la observa-cin de los sentidos y la experiencia. Vamos aintentar caracterizarlas mediante una brevesuma de notas. Hdas aqu. Primero, todacaptura perceptual se realiza en la mente poruna va relacional. Seaundo: los sentidosmanejan la vafiable intensidad, comn a todoslos datos sensoriales, en trminos distintos a lasmagnitudes extensas. Tercero: el manejonumrico, como creacin abstracta de la mente,se adeca en estas primeras instancias decontacto con el mundo a un comportamientosensofial.La doctrina esbozada sobriamente enestos puntes tiene consecuencias fulminantes.Por ejemplo viene a decimos que los estmulosdel mundo extra-mental no se instalan en eldominio subjetivo de la mente uno a uno sinomediante una o~eracin ommrativa. Es decir,los estmulos adquieren presencia mental empa-rejndose a travs de lo que el hombre delaboratorio denomina 'la ratio sensorialw. C-mo sucede esto? Cuando STNENS promul-gaba su famosa ley vena a decimos que lafuerza subjetiva o intensidad de un estmulo esproporcional a la fuerza fsica elevada a unapotencia. En otras palabras, esto equivale adecir que se da una equiparacin de cocientes;cocientes entre dos fuerzas fsicas y cocientesentre sus intensidades sensoriales co-rrespondientes. En segundo lugar cmo se

    establece un patrn subjetivo de carcter nicopara toda la realidad extra-mental? Sucede enefecto que el organismo sensorial, siendo comoes aparentemente una ventana abierta a toda lariqueza de matices visuales, sonoros, etc. ...,

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    23/43

    fabrica un patrn unitario de intensidad paramedir el mundo. De acuerdo a este patrn lamente humana construye esquemas mtricospeculiares y en conformidad con los mismoconfigura los datos del entorno ambiental. Seempalma asi con las ms recientes teoras de lamedicin axiomtica, segn las cuales la medi-cin no es propiamente la constatacin de unhecho fisico, no es un hallazgo de algo dado enla naturaleza sino una invencin de la mentehumana que le proporciona autonoma y podersobre la naturaleza. La Psicoflsica nos enseiiatambin -y esta es la tercera consideracin- asituar d manejo de los nmeros como unaprendizaje de la mente ceido a las mismaspautas del equiparamiento entre modalidadessensoriales. Es decir, si el individuo humano escapaz de equiparar una intensidad de luz conuna intensidad tctil o sonora, en esa mismatrama comparativa puede entrar y entra dehecho d continuo numrico.

    Acudiremos a la narracin original deSTEVENS

    En un procedimiento diseadopara determinar cmo el brilloaparente crece con la energade la fuente lurninica, se pre-senta en orden aleatorio unconjunto de estlmulos de mag-nitud variable. Se solicita d dsujeto que a partir de una referencia asigne nmeros propor-cionales al resto. El procedi-miento ha recibido el nombrede estimacin de magnitudes,lo cual tiende a distraer la aten-cin respecto a la semejanzade este procedimiento conotros en donde la operacin deaparear puede parecer msrelevante. A travs de ellos lotipico es que una persona ajus-

    ta la intensidad de sonido per-cibido en unos audfonos parahacerla corresponder con laintensidad de vibracin percibi-da mediante algn aparato. Elapareamiento de las dos sen-saciones. sonido y vibracin,es obvio y trivial. De hecho sehan emparejado en el laborato-rio niveles de sonido con otrosdiez continuos perceptualesdiferentes (ver grfico anexo) ...Uno de los diez continuos quese han emparejado con la in-tensidad de sonido ha sido elcontinuo numrico ... Ya seaque el sujeto trate de emDarejar sonidos con vibraciones ocon nmeros el resultado esesencialmente d mismo ... Eljuicio que envueive la llamadaestimacin de magnitudes per-tenece a la dase de operacio-nes que se llevan a cabo en dapareamiento transversal ocruzado entre continuos per-ceptuales. (STEVENS 1966.Pgs -1De aqul que el descubrimiento estricta-

    mente psicofisico de STEVENS desborda ellaboratorio y se aplica a todas las abstrac6ionesdel mundo social y econmico. Es decir, la rna-nera como la mente humana procesa las infor-maciones de valor social o econmico tiene surak en las percepciones sensoriales. Ilustramosa continuacin con d grfico anteriormentealudido.

    Para una documentacin actual reco-mendamos un reciente trabajo que traza elparalelismo existente entre el juicio social atrav4s de un escalamiento de ratones y el trata

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    24/43

    miento de las magnitudes sensoriales (DAW-SON 1982). Descendiendo al caso que nosocupa, la comparacin entre regiones para lasvariables socio-econmicas que hemos escogi-do tiene lugar de la siguiente manera. Se lepropone al sujeto a consideracin una deterrni-nada variable, por ejemplo disponibilidad deingresos. Se establece despus una regincomo dato de referencia con un valor hipotticode 100. Aqu se estn introduciendo doscosas; por un lado se establece el nexo reiacio-nal para las regiones; por otro lado se introduceel continuo numrico con un valor de equipara-cin. Las restantes regiones el sujeto las valorapor encima o por debajo de 100 de acuerdo ala idea que abriga en su mente. El paralelismocon el manejo de sensaciones es total. Escomo si se partiera de una equivalencia arbitra-ria entre una intensidad de luz y una sonora y acontinuacin se pidiera para diferentes intensi-dades lumnicas estimar las correspondenciassonoras. Lo que en el dominio de las sensacio-nes es la produccin de un estimulo luminico

    en el dominio de las abstracciones socio econ-micas viene dado por la presentacin de unaregin. La correspondencia sonora aqu sesustituye con la correspondencia de un valor enel continuo numdrico.

    Para un grupo de sujetos cada una deestas correspondencias adopta distintas estima-ciones; se calcula la estimacin global delgrupo mediante un promedio geomtrico.Existen razones formales para este clculo quevamos a detallar a continuacin. Ya dijimosantes que el mecanismo comparativo de lapercepcin se produca a travs de la ley depotencia formulada por STEVENS. Se tienesegn esto

    $ = qPien dondeS: intensidad de la sensacinE: energa del estimulo

    i: un sujeto dadoa, b: parmetros numricos

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    25/43

    Si a partir de la toma de informacin correspon-diente a un sujeto se quiere obtener la informa-cin global de un grupo de sujetos, lo importan-te es que la funcin que se vaya a calcularsobre estas medidas individuales siga rnanteniendo tambin lamisma forma de expresin, osea una potencia. JANEZ ha elaborado lademostracin que conduce a la media g e o dtica como nica aiternativa posible para dichafuncin (JAEZ 1979). De igual manera laestimacin socio econmica realizada por ungrupo de sujetos se promedia a travbs de lamedia geombtrica. Tendremos por esta ylatantas estimaciones globales como gruposqueramos definir en la toma de informacin.Los prop6sitos que animan nuestra investiga-cin aconsejan en principio un s6io grupo conla totalidad de estudiantes encuestados. Existesin embargo un matiz. Dado que el objetosobre el que recae la estimacin es una comu-nidad autdmica, existirn en total diecisieteobjetos. Para cada objeto hemos optadoexcluir en este anlisis los sujetos pertenecien-tes al mismo. Es decir, hemos querido conesto eliminar el efecto de chauvinismoalque sereferaGOULD evitando en las estimaciones hcontaminacin del mismo.B) Los iuicios de calificacin.

    Lo que se ha descrito hasta aqui carecede valor alguno para los juicios de calificacin.Es verdad que como en todo juicio sigue iatien-do la trama bina* relacional. Pero esta vez elpar no se va a constituir mediante dos estimu-los igualmente observables tal como sucedaanteriormente (dos magnitudes en el continuode sonoridad; dos regiones en la apreciacinsocioeconmica). Esta vez uno de los elemen-tos del par ser en si mismo inobservable;concretamenteel elemento de referencia para laestimacin comparativa pasa a ser aqul unemeideal, el cual solamente existe por definicin ena mente del sujeto autor de la calificacin.

    En pginas anteriores hemos habladocon suficiencia del trnsito que efectuamosdesde la percepcin comparativa a otra opera-cin mental netamente evaluativa. La evalua-cines unprocesoque profundizay culmina lasubjetivizacin del territorio. Envirtud de tal lareferencia comparativa esta vez dejar de tenerun asidero observable y se refugia en el santua-rio impenetrable del sujeto. Todo esto sucedecuando se evala un territorio tomando comoreferencia algo que pertenecea la intimidad delsujeto; cuando se evala por ejemplo unaregin conforme al dima aoradable, conformea las owrtunidades de diversin, etc. ... Estasnociones de clima agradable. de oportunidadesde diversin solemos decir que en cada sujetosondistintas, lo cual no esenteramente exacto.Quizs esta sea una forma de expresar lo quehay de intransferiblee inaccesible en la perso-nallsima entidad de estas nociones. No se tratatanto de que sean distintas en cada sujeto, cosaque a ciencia cierta desconocemos, sino de quesonnetamente inobservabies e inaccesibles a laexperiencia.

    En el repertorio que hemos confeccio-nado anteriormente tenemos definidas de estamanera cuatro nociones que adquieren esaatmsfera de existencia ideal. Lo que proponemos ahora para h toma de datos es un juiciode calificacin; es decir, ante cada nocin elsujeto atribuir una puntuacin a las regiones,estableciendo de antemano un techo mximo.Si como criterio se adopta la nocin de climaagradable. ya sabemos que no se puede pe-netrar en el santuario de la intimidad mental ydesvelar dicha nocin. Pero hay algo que elsujeto hace y que si se expone como N opblico; concretamente las puntuaciones queotorga a las distintas regiones. Cul podrla serla relacin entre el dato pblico, ciento porciento observable, y la nocin ideai, ciento porciento inaccesible a la observacin?. Nuncatuvo respuesta adecuada esta pregunta hasta

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    26/43

    que un da en la mente privilegiada de ClydeCOOMBS se encendi una chispa de geniali-dad. Fue el da en que naci la famoca Teorade Datos (COOMBS 1964). En esta teora setraza por vez primera una va de acercamientoal problema y de feliz solucin. COOMBS utilizaun lenguaje geom6trico para desentraar lasolucin.

    Imaginemosdice COOMBS- un espaciode dimensiones no definidas en un principio.En4 se sitan puntos que representan entes dedoble procedencia. Unos son los entes obser-vables de nuestro problema; es decir la califica-cin otorgada a las regiones. Otros son losentes inobservables, es decir las nocionesideales de cada sujeto. Para facilitar la com-prensin de esta idea podemos pensar en uncriterio y un sujeto. Para darles cabida nonecesitaremos en este caso ms de una dimen-sin. Imaginemosa nocinde dima agradabiecomo criterio. Si la situamos en un punto delsegmento, ese punto representar el techomximo de la calificacin. Es decir los puntosde la calificacidn habrn de situarse a un lado uotro del punto ideal, pero no en ambos. Ladisposicin de los puntos en el segmentoestarorientada en una direccin. Si damos entradaa ms de un criterio o ms de una personanecesitaramos para alojarlos a todos un espa-ciomultidimensional. En dicho espacio tendra-mos un punto origen a partir del cual podramostrazar llneas vectores con un punto terminal queidentificara a nocinideal. En el camino haciaesa nocin ideal tendramos los puntos decalificacin.

    COOMBS da un segundo paso inteli-gente en este problema cuando piensa en lainformacin de carcter m6trico que es posibieextraer de las calificaciones. Un alto nivel deinformacin m6trica requiere a su vez en losdatos una estructura muy severa. Por ejemplo,un nivel de medicin extensiva como el que

    ocurre con las longitudes flsicas asume unaunidad constante y la posibilidad de determinardiferencias de inteivalo. A faha de estas seguri-dades en la estructura latente de los datossedecide por una mtrica ordinal. Ques lo queest asumiendo con ello?. De acuerdo a estam6trica cada puntuacin expresa una mayor omenor cercana respecto a la posicin ideal; enotras palabras cada puntuacin expresa unaproximidad. En ningn momento piensa COO-MBS que las puntuaciones puedan someterse auna mhtrica extensiva asumiendo unidades eintervalos de diferencia intercambiables desujeto a sujeto. Por el contrario cada sujetoexpresa medianted conjunto de puntuacionesotorgadas una ordenacin de oroximidades.

    Laordenacin de proximidadessignificaordenacin de parejas. En esas parejas haysiempre un elemento constante para cadasujeto, concretamente la nocin ideal puestacomo punto de referencia. De donde resultaqueh ordenacin de proximidades viene a darsimple y llanamente una ordenacin de loselementos Variables en las parejas, es decir laordenacin de las regiones en nuestro caso.He aqul por donde la informacin til qued e m o s extraer en los juicios de calificacines la ordenacin aue conllevan. Por ejemplo,elsiguiente cuadro nos ilustra sobre particular

    RegionesSujetos A B C------- -- -- --

    sl 35 28 40

    Ambos sujetos -S, y % - proporcionan la mismaordenacin de las regiones, aun cuando estnutilizando cifras que magnitudinalmente sondistintas. En otras palabras ambas informacio-nes proporcionadas por los sujetos son ordinal-mente invariantes. De esta manera se fija

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    27/43

    tambin un principio orientado al tratamientoglobal del cdectivo de sujetos en el sentido deque es legtimo obtener la ordenacin que ad-quieren las regiones mediante la suma de pun-tuaciones. Es decir, para cada regin el co-lectivo le otorga una suma con las calificacionesde todos los sujetos del cdectivo. Este proce-dimiento permitir ordenar las regiones deacuerdo con la calificacin cdectiva, lo cualconstituir nuestra pauta en el anlisis de datos.Consideraciones sobre la validez de la muestrade suietos

    En los trabajos geogrficos ha sido unprincipio tcitamente aceptado el de recogerexhaustivamente los datos referidos al tema deanlisis. Si de migraciones se trata el gegraforecoge el volumen total de migrantes. Si deproducciones agrarias se trata referentes a unaregin hay que recoger igualmente la totalidadde datos de siembra y cosecha, etc. ... Enalgunos anlisis no tiene sentido ciertamente elobtener una muestra parcial; por ejemplo, si elproblema entre manos es el de caracterizar elcomercio de una calle es aconsejabie agotar ladescripcin completa del lugar. En otros casosser aconsejable obtener la muestra; por ejem-plo, si se quiere caracterizar el nivel socioeconmico de una manzana edificada no espreciso registrar una por una las familias resi-dentes. Qu criterios existen para guiar eltrabajo de campo en la Geografa mediante laexplotacin de muestras?.

    Aun tratndose de una digresin tericavamos a aportar alguna reflexin sobre el pro-blema. Un criterio que no hemos visto explicita-mente declarado en los estudios geogrficospara optar o no a la elaboracin del rnuestreopodraser el siguiente. Creemos que algo tieneque ver en el lo el carcter eminentementelocativo del individuo geogrfico. Cuando lalocalizacin ndividual de los elementos constitu-

    tivos del fenmeno que se estudia es signi-ficativa para el resultado del anlisis no sepuede prescindir de la misma. En consecuen-cia como el conjunto de elementos viene deter-minado por una localizacin individual corres-pondiente a cada elemento, he aqul que noser aconsejable prescindirde ningn elemento,o lo que es lo mismo de ninguna localizacin.La localizacin individual del tipo de comercioa lo largo de una calle puede ser significativa.La existencia de locales continuos y casi adya-centes dedicados a una misma actividad es unhecho que merece resaltarse y de la mismamanera las variaciones de actividad a lo largode los distintos tramos de la calle deben sertomadas en cuenta. No asl en cambio la locali-zacin individual de la familia en el marcorestringido de una manzana. Est sobreenten-dindose aqui que acumular informacin defamilias a partir de cierto nmero no aadevariacin respecto al estrato socioeconmico dela manzana.

    Otra consideracin decisiva en favor oen contra del uso de muestras estriba en que elestudio sea de carcter confirmatorio o decarcter ms bien exploratono. Los estudiosconfirmatorios parten de hiptesis bien estructu-radas que suelen ser generalmente un resultadode muchas observaciones pacientemente acu-muladas a lo largo de aos. En estos casoslas hiptesis se formulan con alguna seleccinde variables puestas en juego que, a su vez, seentrelazan mediante funciones bien definidas.En los estudios exploratorios las ideas queguan el estudio no tienen el carcter de unahiptesis formulada en las condiciones antedi-chas; se trata simplemente de abrir algn carni-no a la discusin de ideas. Por supuesto losanlisis confirmatorios tratan de buscar unosdatos muy selectos y por eso acuden a unmuestreo en el trabajo de campo.

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    28/43

    El trabajo que presentamos aqul es unaexploracin bsicamente orientada a la puestaen marcha de algunos mtodos. Tras la criticaefectuada a las investigaciones existentes,hemos lanzado una propuesta de alcanceterico y metodolgico. Hemos lanzado unateora del estereotipo geogrfico pero no hemosfijado cul sea el estereotipo de las reaionesesmolas. No hemos traido a examen ningunahiptesis sustantiva acerca de la representacinmental concreta que los espaoles tienen de lasdistintas regiones espaolas. A partir de aqusin embargo aspiramos a que pueda fijarse unhito de referencia para los gegrafos aficiona-dos a estos temas. Tras los resultados aquiobtenidos tal vez sea ms fcil trazar algunashiptesis acerca de cmo los espaoles vemosnuestro entorno regional. El carcter funda-mentalmente expioratorio y metodolgico de lainvestigacinque ahora presentamos no necesi-ta en ningn momento que la muestra de suje-tos reDresente a alan seamento de la ~obla-cin esmola. Ni siquiera pretendemos repre-sentar al segmento universitario de dondeprocede toda la informacin de la encuesta.Hemos tomado una muestra universitaria porsernos ms accesible, pero de igual modo noshubiera servido cualquier otra muestra depoblacin para nuestros fines. Con estasobservaciones damos por enteramente vlidacualquier muestra de personas adultas con unbagaje escolar mlnimo que les permita leer losdiarios y revistas de circulacin.

    En un apndice se encontrar la proce-dencia de los sujetos encuestados. Esta proce-dencia se refiere exclusivamente al emplaza-miento universitario de los mismos.

    LOS HALLAZGOS DEL PRESENTE ESTUDIOEl rnam eswol del desarrollo al iniciarse losaos 80

    Nos vamos a referir a una interpretacinfrecuente de la Geografa espaola, apuntaladaen cifras y resultados de la vida econmica. Enuna revista de divulgacin econmica (Perspec-tivas y Mercado, agosto 1980) el economistaJulio ALCAIDE presentaba un reportaje titulado"Las Tres Espaas' que sintetizaba en el mapaque se muestra a continuacin. A falta de unaexplicacin detallada del autor desconocemosel criterio preciso que ha guiado el estableci-miento de los tres bloques de distribucin.

    EL DESARROLU) ECONOMlCO EN ESPAA EN 1980(Segn Julio Alcaide)

    17-Es-m-o

    El mapa ofreca la informacin de unavariable econmica aislada como es la rentapor cabeza. En nuestra consideracin seradeseable la conjuncin de variables adicionalespara mostrar un cuadro ms cercano a larealidad. Segn esta versin 'economicista" seda un bloque perfectamente sddado en elnordeste espaol en la proa del desarrollo.Unicamente Madrid rompe la contigidad espa-cial acompaando al grupo de proa. Vienedespus la mitad noroccidental en un intento deacercamiento. Finalmente todo el sur de Espa-a arrastrando la pobreza. Repetimos que setrata de una interpretacin unilateraly simplistacomo es la ofrecida por el ndice de los ingre-sos per &pita. Nos inquieta la excesiva simpli-

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    29/43

    ficacin que puede esconder otros matices delnivel de vida y del bienestar.Respondiendo a esta inquietud mostra-

    remos a modo de mosaico del bienestar loscinco elementos indicadores que se han elegidopara nuestro repertorio. El dinero disponible;automviles disponibles; disponibilidad detelfonos, maestros y mdicos. Como se veintentamos cubrir una gama de disponibilidadesmateriales y de recursos humanos, atendiendoal rea de la salud, de la educacin, de lascomunicaciones y del transporte adems de lasdisponibilidades de dinero propiamente tales.He aquf los resultados conforme a cifras publi-cadas en el Anuario El Pais de 1982. Hemosefectuado una distribucin ordenada de lasregiones agrupndolas en tres bloques; laordenacin y el agrupamiento se repite a travsde las cinco variables. Frente a la formacin delos Moques compactos en la versin del econo-mista ALCAIDE nos aparece aquf una mayorfragmentacin espacial. Pero adems de esose ponen de manifiesto ciertas disparidadesentre las variables. Es decir, la idea del bienes-tar cifrada en unaperfectacongruencia a travsde las cinco disponibilidades mencionadasresulta ser una idea utpica. El comn denomi-nador de bienestar le compete sin duda a mu-chos ms elementos de la vida social y econ-mica: los que aquf presentamos sin ningn afnde rnaximizar la representatividad proporcionanuna informacin suficiente de cara a la comple-jidad del fenmeno. Veamos todo ello conalguna minuciosidad.

    A) DISPONIBILIDAD DE INGRESOSLa disparidad regional de los ingresos

    es notoria. La regin ms rica, Madrid, disponems del doble de la regin ms pobre, en este

    INGRESOS PO R HABITANTEFuente: Anuario EL PAIS

    0-

    caso Extremadura. La disparidad cuantitativano aparece reflejada en la trama cartogrfica, lacual solamente nos seala bajo tres tramasdiferentes algo asl como tres Moques sucesivosde la ordenacin. Nos interesa subrayar unaidea global con la finalidad de que sirva deteln de fondo a los mapas mentales que seofrecern ms adelante.

    B) DlSPONlBlUDAD DE AUTOMOVllESLa disponibilidad de automviles mues-

    tra alguna variacin respecto del mapa anteriorde ingresos. El Pais Vasco pasa al Moqueintermedio mientras Canarias sube a esta mis-ma posicin. Asimismo Castilla-Lendesciendede su Moque para encaramarse Andaluca.Estos movimientos dan a veces una idea muytosca del baile de cifras que representan. Serams correcto decir que Andaluca sufre unempujn desde los ltimos puestos de la orde-nacin hasta el puesto sexto. Debemos recor-dar que se trata de diecisiete regiones y dieci-siete puestos por tanto en la ordenacin. Lascifras del Anuario El Pais siguen constatando lagran disparidad de los extremos: Baleares en lapunta de la distribucin duplica holgadamentea Extremadura en el escatn ms bajo. Pasa-mos al siguiente mapa.

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    30/43

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    31/43

    El nico punto que despierta dudasaqul es la cifra de Castilla-La Mancha, la cual nose compadece con el resto de la distribucin.Pensamos que puede haberse deslizado algnerror tipogrfico en el Anuario pero carecemosde otra fuente capaz de detectado. Salvo estaobservacin el mapa ofrece nuevamente undesplazamiento claro en el bloque de proa,mantenindose idntico el bloque de cola en laordenacin.

    EL ESTEREOTIPOGEOGRAFICO DEL BIENES-TAREstereotipo es un vocablo compuestocon dos races griegas (Stereos Typos) quesignifican directamente 'rndde o tipo endure-cido'. En el argot de la impresin periodlsticasignific la plancha de metal que imprima unapgina completa. Un periodista norteameri-cano, Walter UPPMANN, di6 al trmino unvuelco metafrico para significar "imgenesendurecidas en nuestra mente" (UPPMANN,

    1949; versin espaola 1964; ver 'Estereotipos'67-120). Aslfue como este terminoM onquis-tado una parcela importante en las investigacio-nes que los psiclogos conducen sobre lapercepcin social. Oigmosle directamente aUPPMANN el siguiente relato:

    "Hay una isla en medio del ocano en donde vi-van. en 1914, algunos ingleses, franceses yalemanes. El telgrafo no llega a la isla y unpaquebote britnico hace escala en ella cadasesenta das. Todava no haba llegado en elmes de septiembre de ese ao y los isleos co-mentaban el ltimo peridico con noticias delprximo juicio a la seora Caillaux, la asesinade Gastn Caimette. Por fin un da, a mediadosde septiembre se reuni toda la cdonia en elmuelle, con ms entusiasmo que el de cos-tumbre, para oir de boca del capitn cul habasido el veredicto. Se enteraron en cambio deque desde haca ms de seis semanas losingleses y franceses, defendiendo la inviola-bilidad de los tratados, se hallaban en guerracon los alemanes. Durante aquellas seis extra-as semanas se haban comportado como ami-gos, cuando en realidad eran enemigos'.Y concluye ms adelante:

    El problema de estos hombresno era tan distinto del de lamayora de los habitantes deEuropa. Para ellos el errorhaba durado seis semanas: enel continente el intervalo fuequiz tan slo de seis das, ode seis horas, pero tambinhubo intervalo. Durante unmomento, la irnaaen de Euro-m, segn la cual los hombresmanejaban comode costumbresus asuntos, no correspondipara nada a la Europa queestaba por sembrar el desor-den en sus vidas ...

    Con trazo magistral describe UPPMANN elalcance mundial de la discrepancia entre unmundo imaainado v un mundo real en estacoyuntura histrica.

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    32/43

    Por todo el mundo los hom-bres seguan fabricando mer-cancas que ya no podranexportar, compraban otras queles sera imposible importar,proyectaban estudios, conside-raban negocios, vivan esperan-zados y a la expectativa,--re en la creencia de aue el

    mundo aue conocian era elmundo real. (LIPPMANN 1964,13-14)

    INGRESOS POR HABITANTEValores percibidos

    En pginas anteriores hemos vistorepresentado en coropletas el mapa de lasregiones espaolas de acuerdo al tema delbienestar. Los ndices estadsticos nos hanproporcionado una visin compleja, irreductibleal esquema monocorde. Cinco mapas repre-sentando otras tantas facetas de ese ampliomosaico del bienestar. Hemos podido apreciarcmo la posicin de las regiones es cambiantea travs de los cinco tpicos de consideracin.Es incluso muy llamativo el hecho de queciertas regiones como Extremadura o Balearesofrezcan contrastes tan acusados al sucedersela gama de disponibilidades. La presentacinde estos mapas respetuosos de la realidadestadstica tiene como finalidad, segn venimosrepitiendo, servir de teln de fondo a los mapasmentales que se van a ver a continuacin. He-los aqu: se ofrecen seguidos los cinco mapas

    porque apenas muestran diferencias dignas decomentar entre unos y otros.

    NUMERO DE AUTOMOVlLES POR HABITANTEValores percibidos

    A diferencia de las realidades estadsti-cas los mapas mentales muestran la imagen oestereotipo conforme al filtro perceptual de losespaoles. Est claro que los espaoles perci-ben una imagen estereotipada e inalterable queseguramente poco tiene que ver con la realidadgeogrfica extra-mental. De acuerdo con estaimagen persisten en posicin sobresalienteCatalua, Levante, Madrid y Pais Vasco sinmatizacin alguna para los distintos indicadores.Enel extremo inferior del desarrollo arrastran elestigma de la pobreza la Espaa interior, ex-cluida Madrid, junto con Andaluca y Galicia.Puede que la realidad socioeconmica se re-bele frente a dicho esquema, pero el esquemaimpera como en la narracin de UPPMANNsobre los negociosy la conducta de las gentes.S610 una catstrofe Mica es capaz de barrerde la vida cotidiana las imgenes estereotipa-das.

    Cuando hemos expuesto el mtodo, eldenominado juicio equiparativo, para la obten-cin de cifras comparativas entre las regiones,no nos ha guidado en ningn momento un afnde buscar valores de aproximacin a la realidadsocio econmica de las regiones. Hemos trata-do de destacar el valor intrnseco de la per-cepcin ajustndonos en el mtodo a una

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    33/43

    dinmica propia de la conducta perceptual.Pero tampoco se crea por esto que estamosahuyentando de la investigacin geogrfica elinters por las realidades socio econmicas quese plasman en el espacio. Apuntaremos unaidea que pertenece al bagaje comn de loscientficos sociales segn la cual el desarrolloregional se yergue no slo sobre las condicio-nes materiales sino tambin sobre la atmsferaintangible que las envuelve. El tejido social secompone tanto de los datos factuales como delas creencias sobre esos datos proyectadas.Estas ideas empalman con lo que en su mo-mento dijimos acerca de la utilidad de lasimgenes mentales. En estos das se insistemucho en los apriorismos que han guiado lasinvestigaciones geogrficas; uno de ellos el quese refiere a la informacin que manejan losprotagonistas de las decisiones sobre el espa-cio. Los mapas mentales del bienestar tal vezsirvan para seiialar los niveles de informacinsubjetiva en posesin de las gentes. Resulta enconsecuencia que la Geografa Perceptual es unbagaje inevitable del comportamiento cotidiano,tanto como pueden serlo las cifras estadsticasdel lugar.

    Las cifras cuya ordenacin se ha vertidoen los mapas adjuntados son promedios de laestimacin efectuada por un grupo de varioscentenares de estudiantes. El cuestionarioreproducido en el Apndice se pas entre 801

    alumnos de Geografa pertenecientesa estudiosuniversitarios. El promedio calculado ha sidogeomtrico por razones que ya se expusieronanteriormente y lo que se ha vertido en losmapas es el efecto de ordenacin resultante dedichos promedios. De todos modos es intere-sante resaltar algunos hechos que nos parecensignificativos porque abundan en lo mismo; esdecir, en la revelacin de la imagen estereo-tipada que arrastran las regiones espaolasrespecto del tpico d d bienestar. En los trestpicos de disponibilidad material (ingresos,automviles y telfonos) las cuatro regiones deproa que son Madrid, Pais Vasco, Catalua yValencia no han recibido una sda estimacinindividual Dor debaio de 100. Recurdese que100 era la magnitud equiparada a la regin dereferencia. En esos tres tpicos las regiones dereferencia recaan en Asturias, Cantabria y Riojarespectivamente. En los tpicos siguientes quealuden a disponibilidad de recursos humanoslas regiones de referencia fueron Valencia yCatalua (disponibilidadde mdicos y maestrosrespectivamente). Cuando la referencia fueValencia las estimaciones individualesrebasaronel valor 100 para Madrid, Pais Vasco y Catalua.Cuando la referencia ue Catalua la mayora deestimaciones rebasaron el valor 100 para Ma-drid, pero no hubo unanimidad como en loscasos anteriores.

    NUMERO DE MEDICOS POR HABITANTEValores percibidos0-E-mu l o

    *

  • 7/28/2019 Mapas mentales de la Espaa autonmica

    34/43

    Resumimos estos datos en un cuadroque refleja el rango de las estimaciones efectua-das para cada tpico. El rango se especificamediante la indicacin de los valores mnimo ymximo que han arrojado los sujetos de laencuesta.

    MIN MAX1 CATALUA ..... 5 1 . . . . . . 2 2 8N EUZKADI ...... 4 1 . . . . . . 1 9 4G MADRID ...... 4 9 . . . . . . 2 2 4R VALENCIA......111......143A CATALUNA ..... 6 2 . . . . . . 2 5 2U EUZKADI ..... 3 9 . . . . . . 2 0 8T MADRID ..... 7 8 . . . . . . 2 6 7O VALENCIA ..... 2 9 . . . . . . 1 7 6

    M CATALUNA...... o o . . . . . . i o o......EUZKADI 8 1 . . . . . . 98......MADRID 9 8 . . . . . . 1 2 1S V AL EN CIA .... .. 7 8 . . . . . . 9 2M CATALUNA ...... 4 7 . . . . . . 1 8 0E EUZKADI ....... 1 7 . . . . . , 1 5 5D MADRID........ 4 6 . . . . . . 1 9 81 VALENCIA.. .... 0 0 . . . . . . 1 0 0

    Valores percibidos

    Qu interpretacin puede darse a estos da-tos?. Ante todo, parece claro que no suscita uncomportamiento parejo en los distintos tpicosla regin puesta como referencia. Obswese lacondicin de techo de referencia que conllevanCatalua y Valencia y el freno que imponen alas estimaciones, cosa que