mama papa que es la muerte es (1)

7/24/2019 Mama Papa Que Es La Muerte Es (1)

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La Gua para padres de

Meridiano, Compaa de Seguros

mam, papqu es

la muerte?


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contenidos gua mam, pap qu es la muerte?pag. 12-15 pag. 20-23 pag. 28 pag. 30-31pag. 6-9pag. 4-5 pag. 10-11 pag. 16-19 pag. 24-27 pag. 29

Introduccin Cmo

entiendeny afrontanlos niosla muerte.Diferenciasen funcinde la edad

Infuencia

delparentescoy cercana

en larespuestadel nioante lamuerte

Cundo

y cmocomunicarlesla malanoticia

Fases

del dueloen losnios y

consecuenciasemocionales

Cmo

volver ala rutinaen casa

y en elcolegio

Claves

paradiferenciarun duelo

correcto deun duelocomplicadoen nios

Sobre

Meridiano,Compaade Seguros

Sobre

losautores

Bibliografa

recomendada


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1Son muchos los padres y madres que en ocasiones tienen que

enfrentarse a una situacin delicada: contarle a sus hijos el

fallecimiento de algn ser querido, y es en este momento cuando

les invaden las dudas. Cundo y cmo se lo digo?, cmo

reaccionar?, debo implicarle en los actos de despedida?, qu

pautas seguir para la vuelta a la rutina del nio?

Como experto en seguros de decesos y en su continuo afn de

apoyar a las familias y ofrecerles un servicio completo en todo

momento, Meridiano, Compaa de Seguros, ha elaborado la GuaMam, Pap qu es la muerte?, un completo manual para ofrecer

ayuda a los padres y madres a la hora de abordar la muerte de

un familiar, que ha realizado el equipo de psiclogos liderado por

Nuria Javaloyes, Migul Snchez y Lara Botella.

Casi inevitablemente los adultos tenemos la tendencia de proteger a

nuestros hijos del dolor. Sin embargo, en la actualidad sabemos que

hablar de la muerte y el dolor con ellos no slo no les perjudica, sino

que les ayuda en su desarrollo emocional de manera positiva.

Numerosos estudios demuestran que los nios generalmente

tienen los recursos sucientes para asimilar las prdidas de forma

adecuada. De hecho, sabemos que cuando callamos, ocultamos

informacin o dejamos sin atender determinadas demandas,

inquietudes o temores del nio estamos propiciando una malaconsecucin del duelo, que puede llegar a convertirse en fuente

de sufrimiento o malestar.

Con esta gua, desde Meridiano, Compaa de Seguros, te ofrecemos

la ayuda necesaria proporcionndote los recursos necesarios para

mejorar la seguridad y conanza en la difcil tarea de acompaar a

un nio en estos momentos tan delicados.

Sabemos que hablarde la muerte y eldolor con los nios

les ayuda ensu desarrolloemocional de

manera positiva

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Introduccingua mam, pap qu es la muerte?


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Lo primero que debemos plantearnos es cmo entienden los

ms pequeos la muerte y es que en este aspecto la edad es

un factor clave. Cada tramo de edad requerir atender a ciertas

particularidades de forma especca:

De 0 a 2 aosIncluso los nios menores de 2 aos son capaces de sentir

la ausencia de una persona con la que existe un vnculo. Si se

experimenta el sentimiento de prdida, el nio puede dar respuestaa ello con irritabilidad, cambios en el llanto, alteraciones en el ritmo

de las comidas, etc.

Qu hacer?En esta etapa lo ms importante es mantener susrutinas, horarios y ritmos, procurndole un entorno de seguridad

y estabilidad, cogindole en brazos, tocndole muy a menudo y

hacindole sentir a salvo.

De 2 a 6 aosPara los nios de entre 2 y 6 aos la muerte es algo reversible

y temporal como estar dormidos, llegando a imaginar que la

persona fallecida puede volver si lo desea en cualquier momento.En esta etapa, no son capaces de entender el concepto de

irreversibilidad, por ello puede ocurrir que el nio muestre

indiferencia o inexpresividad.

Qu hacer?En esta edad los nios ya cuentan con la posibilidadde hablar, por tanto es importante que utilicemos un lenguaje claro

y preciso para contestar a sus preguntas; Por qu no viene?,

dnde est?, t tambin te vas a morir? Contestaremos de forma

A la hora dedarles la noticiaes aconsejable

evitar eufemismoscomo se ha ido,est de viaje oest dormido

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Cmoentienden

y afrontanlos niosla muerte

gua mam, pap qu es la muerte?


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breve y concisa teniendo en cuenta que, entre 5 y 10 minutos despus de haber comenzado

nuestra explicacin, el nio dejar de prestarnos atencin. Con nuestras respuestas le

estamos ayudando a entender que la muerte es irreversible, universal y que tiene un porqu.

Por ejemplo, les transmitiremos que nosotros tambin moriremos cuando seamos muy muy

mayores o estemos muy muy muy enfermos. Adems debemos evitar utilizar eufemismos

como se ha ido, est de viaje, est dormido, etc.

De 6 a 10 aosDesde los 6 aos el nio va avanzando al concepto adulto de muerte, buscando respuestasen razonamientos ms objetivos. Al nal de esta etapa el nio ya sabe que la persona que

muere no va a volver, comprendiendo los conceptos de irreversibilidad (no hay retorno) y

universalidad (todos moriremos algn da).

Qu hacer? En este punto pueden aparecer miedos, temores o angustias en torno ala posibilidad de que las personas queridas puedan sufrir algn dao o morir. El miedo a

la muerte es normal por lo que animaremos al pequeo a hablar sobre ello con nosotros.

Adems, en esta etapa es especialmente importante atender las preguntas del nio, dado

que el nivel de sosticacin en su capacidad de razonar es mayor.

Por otra parte, suele ser a partir de esta edad cuando el nio puede tener la iniciativa de

querer participar en los rituales de despedida. Para ello, es importante anticiparle en qu va

a consistir y permitirle que participe si as lo desea, orientndole en las diferentes formas en

que puede hacerlo (poema, carta, cancin, dibujo, etc.).

De 10 a 13 aosEn la preadolescencia el concepto de muerte se entiende completamente, pero eso no

implica saber afrontarla. El preadolescente no tiene todava los recursos emocionales y

comunicativos de un adulto, por lo que en ocasiones preere no hablar de ello, siendo habitual

que adopten actitudes y busquen actividades de desconexin con todo lo que tenga que ver

con la muerte, el duelo y el sufrimiento.

Adems, es justo en esta etapa donde coincide el desarrollo de s mismo, por lo que el

adolescente puede tener problemas de identidad, tal vez tratando de asumir roles que no lecorresponden o buscando una autoarmacin desde conductas de tipo rebelde o evitativo.

Qu hacer? En esta etapa es aconsejable que participen en los ritos funerarios de lamisma forma que el resto de sus familiares. La transmisin de nuestras experiencias previas

facilita a los preadolescentes un modelo able de cmo sobrellevar esos momentos y seguir

adelante. En esta etapa debemos mostrarnos accesibles y cercanos, respetando sus tiempos

y proporcionndoles seguridad para el futuro.



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La intensidad de un duelo es directamente proporcional a la

intensidad del vnculo, por lo tanto, no es tan importante el grado

de parentesco como el grado de vinculacin afectiva del menor

con la persona fallecida. En este sentido, por ejemplo, la prdida

de un abuelo con el que no se tiene mucho contacto puede llevarse

ms fcilmente que en casos donde el nio tiene una relacin ms

cercana o incluso ha compartido domicilio con l. No obstante, la

prdida de personas mayores es transmitida por los adultos como

algo ms natural (ley de vida), por lo que este tipo de prdidas

no suelen habitualmente constituir duelos complicados en nios.

Sin duda la muerte de uno de los progenitores constituye para el

menor una experiencia que afectar a su forma de estructurar la

visin de s mismo y del mundo. De este modo, el padre/madre

superviviente acta como modelo transmitiendo cmo afrontar la

muerte. No es recomendable, en ningn caso, que el nio sienta

que adems de su propio duelo tiene que hacerse cargo del duelo

del progenitor, es decir, un nio no debe ser el punto de apoyo en

el que el adulto deposita su sufrimiento.

En el caso del fallecimiento de un hermano/a es fundamental que

el nio no sienta la expectativa sobre l de sustituir en cierto modo

al fallecido. Tampoco es adecuado transmitir, ni siquiera de manera

indirecta, comparaciones en ningn sentido entre ellos. En este

caso los padres deben estar atentos de no sobreproteger al hijo vivoya que, sin pretenderlo, estaremos generando efectos indeseados

en el bienestar emocional del menor. Suele ser frecuente que el

nio tenga un sentimiento de intensa culpa por haber deseado

la muerte o la desaparicin de su hermano de manera inocente

(deseo que en su fantasa se ha visto cumplido pero del que se

arrepiente profundamente). En este sentido, el nio va a necesitar

de nuestra aceptacin y comprensin incondicional para poder

superar este sentimiento.

No es recomendableque el nio tengaque hacerse ademscargo del duelo del

progenitor

10 11

Parentescoy cercana



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Pese a que nuestro impulso inicial sea proteger a los nios

apartndolos de lo que ha ocurrido, la muerte del ser querido se ha

de comunicar lo antes posible. La noticia tiene que ser trasmitida

por alguien de conanza con quien el nio tenga un vnculo afectivo

fuerte. La mejor opcin si es posible ser uno de los padres.

Pero la pregunta que surge es y qu le decimos? Le decimos

la verdad, graduada y adaptada a su capacidad de entender, sin

utilizar eufemismos que pueden confundirle, perdiendo el miedo a

utilizar la palabra muerte.

Intentaremos, segn la edad, ponerle ejemplos cercanos de

fallecimientos que ya han ocurrido (el abuelito de su amiga, el

perro del vecino, etc.) para que el nio pueda asociar conceptos

y entender la irreversibilidad de la muerte. Es importante adems

que le hablemos de lo que signica estar muerto, el nal de la vida,

no poder ver, ni or, etc. Asimismo, intentaremos darle esperanza

explicndole que el vnculo con esa persona sigue vivo en el

recuerdo.

Adems intentaremos proporcionarles un entorno de seguridad y

tranquilidad, sin dar toda la informacin de golpe. Tanto la excesiva

informacin, por ejemplo de detalles morbosos, como el defecto

de la misma, por ejemplo decir que pap se ha ido de viaje,

no son recomendables. Por ello, para saber la justa medida dela informacin, el nio necesita que estemos muy atentos a sus

preguntas tanto en el momento como tiempo despus. Observar

al nio es el mejor termmetro para saber qu necesita en cada

momento y poder adaptarnos a sus necesidades.

Debemoscomunicrselocuanto antes,

alguien cercanoy d ici ndole laverdad, adaptada

a su edad ycapacidad deentender

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Cundoy cmo

comunicarlesla malanoticia



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Manu quiero decirte una cosa importante, ven sintate conmigo. Mira, t yasabes que el abuelito estaba muy malito desde hace tiempo verdad? Y quelos mdicos han intentado curarle con todas las medicinas que tenan, por esoha estado muchos das en el hospital verdad? Pues los mdicos ya no tenanms medicinas para darle porque han usado todas las que podan curarle y elabuelito esta maana se ha muerto. Eso quiere decir que ya no vamos a podervolver a verle como antes le podamos ver. Ahora el abuelito ya no vive, no

puede vernos ni hablar

Lo entiendes? Yo estoy muy triste por saber que no vamos a poder verle ms,pero sabes que? yo creo que, a partir de ahora podemos verle en nuestraimaginacin si cerramos los ojos y pensamos mucho en l. Yo creo que podemosvolver a decirle cosas aunque no nos pueda contestar y pensar eso me ayudaa no estar tan triste, incluso mira, me he puesto esta foto del abuelito en lacartera para que no se me olvide nunca

Si mientras le damos la mala noticia se nos escapan las lgrimas lo utilizaremos para

normalizar y legitimar la tristeza, explicndole que es muy normal sentirnos tristes, pero s

evitaremos desbordarnos delante del nio con un llanto incontrolado.

Es muy posible que despus de decirle lo que ha pasado, el nio nos haga preguntas

diferentes segn su edad, pero en cualquier caso difciles de contestar; Por qu le ha

pasado a l? Por qu ha tenido un accidente? Me voy a morir yo tambin? Te vas a morir

t? A algunas de estas preguntas no tenemos respuesta y podemos decrselo sin rodeos,

aceptando que nosotros tampoco entendemos ciertas cosas y que en la vida hay cosas muy

difciles de comprender.

Si pap se ha muerto t tambin te puedes morir? Pap ha tenido unaccidente y se ha muerto porque han usado todas las medicinas para curarle yno han podido, pero es muy muy muy difcil q ue eso me pase a m tambin. Yoquiero cuidar de ti mucho mucho tiempo.

Y yo tambin me puedo morir? Marta todos lo que estn vivos se puedenmorir, los animales, las plantas Pero eso solo pasa cuando estn muy muy

malitos y ya no hay medicinas, o son muy muy mayores y tu eres pequea yests muy sanaEn los nios a partir de los 6 aos se recomienda que participen si quieren en el tanatorio, ceremonia

o funeral. Con ello conseguimos que se sientan uno ms de la familia y sern tambin receptores

del consuelo y apoyo del resto de amigos y familiares que acuden a los diferentes ritos.

Si decidimos preguntarle si quiere venir, previamente le explicaremos lo que va a pasar, a

donde vamos a ir, quien va a estar, etc., anticipndole que puede haber manifestaciones de

dolor, dejndole libertad para que sea l el que tome la ltima decisin y asegurndole que

en todo momento estar acompaado por alguien de conanza. Los nios y los adolescentes

tambin necesitan despedirse.

En los meses posteriores incluiremos al nio en nuestras conversaciones sobre la persona

fallecida. No hablar de ella slo complica ms el proceso. Debemos ayudarles a que

compartan sus emociones y recuerdos para que puedan hacer la tarea ms importante del

duelo que es recordar al fallecido, y la mejor manera de hacerlo es que nos vean como

modelo. As le damos herramientas para que ellos mismos puedan gestionar adecuadamente

lo que estn sintiendo.


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El duelo es para los nios, al igual que para los adultos, un proceso

adaptativo que atraviesa diferentes etapas. No se trata de una lnea

recta en la que se van superando obstculos, sino un camino donde

se avanza y se retrocede, hasta que va progresando lentamente y

llega a su resolucin.

Las fases son distintas entre adultos y nios hasta aproximadamente

los 13 aos, y la intensidad con la que el nio lo procese depender

de su edad y de su desarrollo emocional y social. Las diferentes

fases por las que pasa un nio en su proceso de duelo son tres:

1. ProtestaSe trata de una respuesta inmediata de negacin, una fase de

protesta, en la que el nio echa en falta la presencia del familiar

fallecido. Los nios pequeos pueden manifestar su protesta

llorando amargamente y mostrando de una u otra manera sus

quejas en seal de espera a que el fallecido vuelva.

Esta fase puede durar varios das, siempre dependiendo de la

edad. Suelen mostrar una gran irritabilidad y se mantienen alerta

ante cualquier seal o estmulo auditivo o visual, puesto que estn

esperando que regrese.

El duelo esun proceso

adaptativo querequiere tiempo.Los nios yadolescentes

tambinnecesitan

tiempo para

despedirse

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Fasesdel dueloen nios yconsecuenciasemocionales



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2. DesesperanzaTranscurridos unos das el nio deja de esperar que su familiar ausente aparezca de nuevo.

Las muestras de irritabilidad y llanto dejan de ser tan constantes y se abre paso a una fase

de apata y retraccin. Por ejemplo, en esta fase podemos observar como el nio tiene menor

actividad fsica, se divierte menos o maniesta menos ilusin por realizar los planes que le

proponemos.

Es normal que el nio proyecte estos sentimientos mediante juegos simblicos. Y en

determinadas edades pueden aparecer sentimientos de tristeza, miedo, culpa y cambios dehumor.

3. Transformacin del vnculoAl cabo de un tiempo, que ser diferente para cada caso, el nio empieza a aceptar la

dolorosa realidad de la prdida de su ser querido. Se empieza a trasformar poco a poco

el vnculo emocional que tena con esa persona. Es a partir de esta fase donde vuelve la

normalidad en la vida emocional del nio y a partir de este punto empieza a mostrar inters

por el mundo que le rodea.


Transcur ridos unos da s e l n io dejade esperar que su familiar ausenteaparezca de nuevo y se abre paso

a la fase de Desesperanza, dondees normal que el nio se diviertamenos o manifieste menor ilusin

por realizar nuevos planes

Al cab o de un tiempoel nio empieza a aceptarla dolorosa realidad de laprdida de su ser querido


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El proceso de vuelta a la cotidianeidad del nio es una cuestin

que preocupa a la mayora de padres y educadores requiriendo

necesariamente que entren en juego tanto la familia como el propio

colegio de forma coordinada.

Hemos de tener en cuenta que de manera inherente al propio

proceso de duelo, el menor ha experimentado una gran sacudida

en la forma de sentir su relacin con las diferentes personas de

su entorno afectivo: no slo es el hecho de sentir la ausencia del

fallecido, es posible que algunos de los adultos se muestren ms

distantes con l, dada la situacin de angustia, dolor, etc., e incluso

es frecuente que haya alguna gura nueva (tos, abuelos, etc.) que

se hace ms presente para suplir las ausencias y ocuparse de

atender las necesidades del nio.

En todo este escenario de cambio es muy importante que las

rutinas del menor varen lo mnimo posible. En ningn caso es

recomendable alejar al menor del entorno familiar para protegerlo

del dolor o de las vivencias de la familia, ya que ste puede vivir

este alejamiento como angustioso.

El mantenimiento de rutinas, costumbres y horarios es una forma

de armonizar el mundo interior del nio a travs de su mundo

externo. Eso s, siempre con cierta exibilidad, sobre todo durante

los primeros das, ya que es habitual que necesiten ayuda en sustareas cotidianas y que experimenten cierta ansiedad a la hora de

separarse de sus seres queridos para acudir a algn lugar.

En lo que respecta al mbito del colegio, es recomendable que

el profesorado conozca la situacin y establezca un canal de

comunicacin estable con el entorno familiar del nio, con objeto

de minimizar los posibles problemas de descenso del rendimiento

escolar o de inadaptacin.

20

Es importante quelas rutinas delmenor varen lomenos posible

y coord ina rse con

el colegio parael seguimientodel menor

21

Cmovolver ala rutinaen casa

y en elcolegio



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Tanto el profesorado como la familia deben ser conscientes de que en este tipo de procesos

la capacidad de atencin y concentracin del nio se ver afectada en alguna medida y le

costar seguir el ritmo de las clases o tareas.

Adems, casi por norma general, el nio o preadolescente en duelo va a mostrar conductas

de tipo ansioso (mostrarse suspicaz, irritable, preocupado, obsesivo o incluso desaante) y

episodios de llanto repentinos.

Los profesores pueden mantener una reunin con los familiares o cuidadores del nio y

as poder preparar una pequea charla al resto de compaeros sobre la situacin que el

menor ha vivido. Esto facilitar que todos los nios tengan una versin lo ms clara y veraz

posible, evitando as que a su vuelta tenga que sufrir rumores, preguntas incmodas o malos

entendidos.

Adems el profesor puede y debe educar al resto de alumnos en qu cosas pueden decir y

que cosas no en estas situaciones. Adems, ser oportuno que el maestro facilite un turno

de preguntas con los alumnos para poder expresar aquellas cosas que les pueden estar

preocupando.

Asimismo, se pueden tomar ciertas medidas para facilitar su ajuste al centro como por ejemplo

permitirle realizar llamadas a sus seres queridos durante el horario escolar, permitirles salir

de clase o ir al bao si estn angustiados, cambiarles las fechas de los exmenes o trabajos,

o asignarle una persona para que pueda desahogarse cuando lo necesite, creando espacios

de soporte emocional a nivel individual y reduciendo su nivel de estrs.


En ningn caso esrecomendable alejar al menordel entorno familiar o las

vivencias de la familia

Durante este tipo de procesostanto la familia como el

profesorado deben ser conscientesque la capacidad y concentracin

del nio se ver afectadaen alguna medida

l t ?


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La mayora de los nios aprenden a elaborar sus duelos sin grandes

complicaciones, sin embargo, en determinadas circunstancias

de dicultad o carencia afectiva el proceso de duelo puede

suponer un problema provocando que el desarrollo normal se vea

comprometido. A continuacin enumeramos algunos de los factores

que indican que, por algn motivo, el nio no puede elaborar su

duelo y se convierte en un duelo complicado.

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Claves paradiferenciarun duelo

correcto deun duelocomplicado

Correcto Complicado

Se encuentran llenos de vitalidad

y energa y todo lo que les rodea

les suscita una gran curiosidad.

Que hagan preguntas es lo normal.

Cuando pierden totalmente el inters por su entorno,

manteniendo la mirada perdida y mostrndose

poco activos. Algunas de las manifestaciones ms

comunes son el enlentecimiento psicomotor, se

encuentran inhibidos, sus movimientos son lentos

y se mueven poco, lo que os indica que est

bloqueado. La prdida de control de esfnteres y

la imposibilidad de desarrollar un juego simblico

tambin indican un bloqueo emocional en el nio.

2-6 aos

El nio har preguntas para

entender lo que est pasando.

Adems, puede querer participar

de los rituales de despedida.

Puede aparecer un indicador de duelo complicado

como la regresin. El nio puede realizar determinadas

conductas que seran propias de edades ms

tempranas y que ya haba dejado atrs (enuresisnocturna, encopresis, rabietas, etc.).

6-10 aos

Es normal que busquen actividades

de desconexin que les alejen de

lo que est pasando.

Si adopta un comportamiento demasiado maduro,

adoptando un papel protector con algunos de sus

familiares.

Pre-adolescentes

Cuando se muestra irritado, llora,

o realiza conductas para llamar

la atencin.

Cuando deja de buscar y mantener el contacto

visual con el cuidador de forma constante, no imita

los gestos que ve, o deja de emitir seales para

llamar la atencin del adulto o para comunicarse.

Beb


En determinadascircunstacias de

dificultad o carenciaafectiva el procesodel duelo puede

suponer un problema,provocando que el

desarrollo normal sevea comprometido

gua mam pap qu es la muerte?


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Es muy importante enseara los nios a expresar susemociones, eso les ayudar

a desarrollarse por smismos y superar la prdida

26 27

Qu hacer en el caso de un duelo complicado?Consultar a un psiclogo para analizar las dicultades del nio, crear un plan de

trabajo y valorar si es necesario que el nio acuda a la consulta.

Ensear a los nios a expresar sus emociones y a manejarlas de una forma adecuada

para ellos. Respetarlos, valorarlos y ofrecerles una mirada de reconocimiento y

conanza.

Ensearles a vivir en relacin a su prdida, ofrecindoles los recursos necesariospara que puedan desarrollarse por s mismos y para que algn da puedan seguir su

vida sin nosotros. Sus adultos de referencia son los mejores modelos.




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9Sobrelos autoresEsta Gua ha sido editada por Meridiano, Compaa de Seguros, encolaboracin con un equipo de expertos psiclogos, liderados por

Nuria Javaloyes, con el objetivo de ofrecer a las familias una Gua

prctica y sencilla para ayudarles a superar el duelo de sus hijos u

otros nios de su entorno cercano.

La misin de Meridiano, compaa de seguros especializada en

el ramo de decesos, es asistir a las personas, proporcionndoles

ayuda, conanza y tranquilidad en los momentos ms duros,

a travs de un claro compromiso con los clientes y la sociedad,

apoyndose en los valores de humildad, respeto, responsabilidad,

trabajo en equipo y vocacin de servicio.

La edicin de esta Gua est disponible de manera gratuita en

la web de Meridiano, www.segurosmeridiano.com, y en las 65

ocinas de Meridiano repartidas por el territorio nacional.

28 29

Sobremeridiano,compaade seguros

Nuria Javaloyes Berncer. Psicloga. Coordinadora de la GuaLicenciada en Psicologa por la Universidad de Valencia (1996), Master

en Psicooncologa por la Universidad Complutense de Madrid (2004),

ha desarrollado su carrera profesional en al mbito de la PsicoterapiaIntegrativa Relacional, la Psicologa de la Salud, la Psicooncologa y el

Acompaamiento en el Duelo en diferentes hospitales de la Comunidad

Valenciana y Catalua. Actualmente trabaja como Psicloga de la Salud

y Psicooncloga en la Plataforma de Oncologa del Hospital QuirnTorrevieja y coordina los Grupos de Atencin a la Prdida y al Duelo (GAP)

de la provincia de Alicante en los tanatorios del Grupo ASV (Alicante,

Elche y Orihuela).

Miguel Snchez Barredo. PsiclogoLicenciado en Psicologa por la Universidad de Valencia (2002), hadesarrollado desde entonces su carrera profesional en el mbito de

la Psicoterapia Integrativa, la Psicooncologa y la Neuropsicologa

Clnica, en diferentes hospitales y centros de la provincia de Alicante,

especializndose en el abordaje emocional de las enfermedadesavanzadas y trabajando tanto con pacientes como con sus familiares en

las distintas fases del proceso de enfermedad, incluidos los procesos de

duelo post-fallecimiento. En la actualidad es Neuropsiclogo en el Hospital

Quirn Torrevieja y Responsable del Servicio de Atencin Psicolgica alDuelo en el tanatorio Vega Baja del Grupo ASV.

Lara Botella Mira. PsiclogaLicenciada en Psicologa por la Universidad Jaume I de Castelln (2010),Mster en Psicologa Clnica y de la Salud por la Universidad de Valencia

(2011), Postgrado en Counselling y Salud por la Universidad de Valencia(2012), Mster en Psicooncologa por la Universidad Complutense de

Madrid (2014), ha desarrollado su carrera profesional en el mbito de la

Psicologa de la Salud, la Psicooncologa y el Acompaamiento en Duelo.

Actualmente trabaja como Psicloga de la Salud en el Hospital QuirnTorrevieja y es responsable del Servicio de Atencin Psicolgica al Duelo

en el tanatorio de Alicante del Grupo ASV.




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mama papa que es la muerte es (1)

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