Maltrato verbal o cmo destruir una autoestima

En nosotros las emociones son fundamentales y omnipresentes, como el respirar, aunque las ignoremos como a veces olvidamos que respiramos.

Las emociones necesitan un campo social para su desarrollo y segn sea ste incidir en toda la persona, tanto en su salud fsica como en su salud mental y social. Un cerebro tambin precisa estimulacin afectiva para desarrollarse.

Con las emociones positivas respecto a uno mismo es como se genera el desarrollo de una buena autoestima y una pregunta recurrente es cmo mejorar la autoestima?Siempre he tratado de responder a esta pregunta con un smil gstrico "teniendo una buena alimentacin emocional", tratando de hacer cosas tiles para uno mismo y para los dems, permitiendo que nos quieran, para lo cual tenemos que permitir que nos conozcan, tenemos que abrir nuestro corazn y no esconder nuestros sentimientos detrs del sarcasmo, la burla, el silencio o la indiferencia, que son las seales ms fuertes de una personalidad insegura (el que se re de todo y de todos, el que jams muestra debilidad, generalmente es el ms dbil, porque se adelanta a los posibles ataques (generalmente imaginarios) que pueden hacerle los otros; incluso llega a sentir esa aversin hacia los seres queridos, y eso es un arma poderossima contra el amor familiar).Pero me he dado cuenta de que tal vez ayude ms conocer aquello que hipotticamente puede destruirnos, para as poder evitarlo, o al menos darnos cuenta que podemos estarlo sufriendo en nuestras propias carnes sin haber cado en la cuenta de cuan mortfero puede ser el veneno que nos suministran gota a gota. Un envenenamiento brusco puede poner en marcha procesos policiales y a la justicia, pero si se hace gota a gota, puede minar la salud de la vctima y pasar desapercibido, mxime si esas gotas son psicolgicas y se administran con discrecin pero con constancia, como "la gota malaya".

El resultado de este envenenamiento es la muerte psquica de la persona, su autodesvalorizacin, la destruccin de su iniciativa, de su crtica, de su juicio, de su autonoma, de su libertad. Provoca la sensacin de inseguridad, de culpa permanente que desemboca en ansiedades y en miedos que anulan la voluntad.

Llegu a la idea de que si lo positivo para tratar de mejorar no llegaba fcilmente, tal vez planteando lo negativo, lo que nos destruye, fuera ms fcil reconocer si se est afectado, ya sea ejecutando el papel de vctima o de verdugo. Porque aunque no lo parezca, hay tanto vctimas como verdugos que no saben que lo son.

Es por ello que he estado unos das recordando situaciones, actitudes, hechos, etc., por medio de los cuales se puede destruir a una persona. No con el nimo de crear un manual para torturadores o terroristas psicolgicos, sino para ayudar a identificar algunas situaciones perniciosas en las que podemos vernos metidos, ya sea como espectadores o participantes, como vctima o como verdugo inconsciente, como ejecutor de violencia de gnero masculino o femenino, de tan lamentable actualidad.

Las claves que se ofrecen ms adelante son de uso preferente entre las mujeres, ya que ellas no necesitan el uso de la fuerza fsica, aunque es bueno disponer de una lengua rpida, o de un silencio aplastante.

No se trata de aumentar la crueldad, sino de ser conscientes de lo que hacemos o recibimos de los dems para as poder actuar adecuadamente.

El tono agresivo, la brevedad, el gesto y la concisin aumentan su potencial, como se podr comprobar si se leen en voz alta.

Consejos al verdugo.1. No haga nunca aprecio de ninguna virtud patente.

2. Si alguien va a hablar bien de su vctima, intervenga inmediatamente, cambie el rumbo de la conversacin y hable sobre sus propias virtudes.

3. No mencione ni d lugar a que se hable de los problemas del otro, usted siempre tendr muchos ms.

4. Cuando entre en la estancia de su vctima, ignrela, haga como que no le ha visto. Mejor si tropieza con ella como con un mueble.

5. Jams tenga tiempo para escucharlo. Usted est siempre muy ocupada.

6. Si alguna vez se ve entre la espada y la pared y su vctima osa empezar a contarle sus problemas, contraataque, cuntele los suyos y procure que le quede claro que los de l son una tontera.

7. Acsele de lo que sea, no es necesario comprobar el delito. Con una vez que acierte usted ya tiene una justificacin ms que sobrada.

8. No desaproveche detalle para researle su ineptitud e incapacidad.

9. Jams hable con l ni con nadie de sus virtudes, si es que tuviera alguna.

10. No dude ni un momento de que su vctima est para servirle y de que adems estar agradecida de poder hacerlo. Servirle a usted le engrandece a ella y usted hace una obra de caridad.

11. Menosprciele con regularidad, tanto en su fsico, como en sus acciones, capacidades, aptitudes, actitudes, ideas, gestos. Todo puede ser til como arma arrojadiza, incluso lo que el infeliz hubiera pensado que era bueno y valorable.

12. Si descubre algn complejo o sentimiento de inferioridad, cbese en ello para resaltrselo hasta que se convierta en humillacin.

13. La desnudez de la alcoba ofrece ocasiones nicas de mofa, desprecio y burla. No desaproveche ni una, antes de que piense que es usted dbil y entregada. Rase o bromee con lo que sea, antes de que l vaya a decir algo malo de usted.14. Ataque todos los frentes. Su familia, su trabajo, sus amigos, su perro... Todo lo suyo es inequvocamente dudoso.

15. Si alguna vez su vctima le gimotea debido a su manifiesta debilidad, aparente un poco de compasin para que no huya del todo, e inmediatamente vuelva a la carga.

16. Ridiculcele en pblico. Est usted tranquilo, que si ha hecho bien su trabajo hasta ahora, l no contestar.

17. Piense en todo momento que cuanto ms pequeo es l, ms grande es usted.

18. Tmese el trabajo con calma. La destruccin del otro es un arte que requiere tiempo, se ha de hacer poco a poco y con constancia. Si se trata de su cnyuge tendr tiempo de sobra.

19. Tngalo siempre ocupado aunque sea con actividades intiles. Que se entere quin manda!20. No dude en recurrir al llanto o al chantaje emocional con tal de doblegar su voluntad. Lo importante es que usted se salga con la suya. El mtodo es lo de menos.

21. Hgalo sentir culpable por no conocer sus deseos y por no satisfacerlos inmediatamente.

22. Crguelo de expectativas, hgale sentir lo importantes que son para usted y cmo se frustrar si no las realiza. A fin de cuentas la dama, por ser mujer, lo merece todo y tiene todo permitido, y al mismo tiempo no est obligada a dar ni sacrificar nada. 23. Para dirigirse a l, ignore su nombre, use un mote, aunque tenga apariencia de carioso, con el tiempo se har odioso.

24. Haga que le acompae para cargar con sus compras. l se lo agradecer. Usted le est haciendo el favor de hacerlo servir para algo.

25. Si le invita a cenar, qujese de todo, de la comida, del sitio. Amrguele la cena. Usted se merece mucho ms. Eso s, para no confundirle, jams le invite usted.

26. No reflexione nunca sobre nada, mucho menos sobre sus propios errores, eso podra ser visto como un signo de debilidad que usted, Ser del Centro Universal, no se puede permitir.

27. Si l tiene una buena idea, hgale saber que eso ya lo haba pensado usted.

28. Si se dirige a usted para hablar de lo que sea, aproveche para hablar de usted mismo.

29. Si alguien alaba a su vctima sin que usted pueda evitarlo, introduzca algn "pero" en su contra o al menos siembre la duda sobre su supuesta virtud.

30. Si l obtiene algn triunfo que usted no haya podido evitar, aluda a su suerte, jams a su mrito.

31. Su tono de voz ha de ser siempre superior al de su vctima y, si su naturaleza no se lo permite, al menos sea ms insistente, o guarde ese silencio que mata a cualquiera.

32. Si todava se resiste, acuda a los insultos, primero a los genricos, ya sabe... "eres un tal ... eres un cual..", "nunca puedes esto o lo otro", y si es insuficiente use la informacin ntima que tenga sobre l ... "no me extraa que no tengas amigos", ... "fallas ms que una escopeta de feria"... Aproveche todo lo que le pueda hacer dao. A estas alturas usted ya es un maestro.

33. Hgale ver que usted ya le ha explicado muchas veces cmo es, cmo quiere las cosas, y que a estas alturas ya debe conocerlo, y que si le agrede es porque su tozudez le hace perder los nervios ("t me pones as").34. Siempre que pueda llmele tonto, aunque sea cariosamente... "tontn", rase a carcajadas de sus ms mnimos tropiezos y trtelo condescendientemente, como a un nio, incluso en las cosas en las que l necesita una mnima demostracin de respeto, al fin y al cabo se trata de un hombre que est a su disposicin y no es necesario que usted muestre debilidad.35. Cuando tenga que ser condescendiente piense "es que no da para ms".

36. Acsele de no tener iniciativas y si presenta alguna, ridiculcesela.

37. Pregntele su opinin, pero jams la tenga en cuenta.

38. Trtelo de modo sarcstico y si es en pblico mejor.

39. Recuerde que en ocasiones lo mejor es una mirada fulminante acompaada de un gesto despectivo; es la mejor seal que l puede tener para saber que es momento de empezar a suplicar.40. Limite sus movimientos todo lo que pueda, mantenindole a su sombra para que no reciba influencias equivocadas, o que piense que usted se ha exaltado. La frialdad y seguridad ante todo.41. Si alguien le pregunta algo a su vctima, responda usted antes que l. Si es frente a su familia, mejor, y tambin busque destacar, mostrarse toda confianza y ser el centro de atencin incluso dentro de su crculo ms cercano, que se vea quin manda.

42. Critquele que exprese sus sentimientos, sean positivos o negativos, y nunca, por ningn motivo, hable usted de sus propios sentimientos, buenos o malos, eso es de dbiles.Estas relaciones vctima - verdugo, se dan entre personas que estn fsicamente cercanas, ya sean padres e hijos, cnyuges o familiares en general. Tanto el verdugo como la vctima tienen sus propios problemas. El verdugo depende de su vctima para mantenerse en el centro de la escena, para sentirse importante y superior a costa de degradar a otro, ya que ser el centro por s mismo sera ms trabajoso e ntimamente duda de sus propias posibilidades en caso de competencia leal. Si no despreciase a su vctima se convertira en su igual, algo que le resultara insoportable.

El objetivo de la vctima es lograr el reconocimiento del otro, pues ese reconocimiento es el que le da carta de existencia. Podra lograrlo de cualquier otra persona, pero se queda enganchado en la esperanza de lograrlo de esa persona que es tan importante para ella y que sin embargo la desprecia o no es capaz de expresrselo. Est atrapada en un empeo imposible al que no quiere renunciar y que le costar la mayor parte de su vida. Mejor hara en disfrutar del aprecio de las personas que s se lo dan, pero su obsesin por ser escuchado, entendido, valorado y respetado no le permite percatarse de ello.