maltrato infantil winnicott

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Universidad de Buenos Aires- UBA Facultad de Psicología Carrera de especialización en psicología clínica de niños y adolescentes ESTUDIO DE CASO UNICO ESTUDIO DE CASO UNICO Maltrato Infantil y sus consecuencias en la adolescen Maltrato Infantil y sus consecuencias en la adolescen cia. cia. Alumna: Ana del Carmen Ferrufino Cortez Tutor: Prof. Graciela Paolicchi Buenos Aires, Argentina – 2015

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maltrato infantil

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Universidad de Buenos Aires- UBAFacultad de PsicologíaCarrera de especialización en psicología clínica de niños y adolescentes

ESTUDIO DE CASO UNICOESTUDIO DE CASO UNICO

Maltrato Infantil y sus consecuencias en la adolescenMaltrato Infantil y sus consecuencias en la adolescencia.cia.

Alumna: Ana del Carmen Ferrufino Cortez

Tutor: Prof. Graciela Paolicchi

Buenos Aires, Argentina – 2015

INTRODUCCIÓNINTRODUCCIÓNA continuación se presenta el caso de una adolescente de 15 años, quién manifestó a su madre que fue abusada sexualmente en su infancia por un familiar cercano.

La develación no fue considerada por las instancias judiciales a las que acudieron por lo que no se inició una indagación dentro de una instancia penal.

En el caso, se puede inferir la existencia de una relación entre las dificultades actuales de la adolescente y la presencia de una historia vital enmarcada por acontecimientos relacionados con el maltrato infantil: eventos de abandono y el maltrato infantil: eventos de abandono y carencias, dinámicas violentas dentro de la familia, como también el impacto de carencias, dinámicas violentas dentro de la familia, como también el impacto de un abuso sexual en la infancia por un miembro intrafamiliar sin sanción por parte un abuso sexual en la infancia por un miembro intrafamiliar sin sanción por parte de la familia ni de la justicia. de la familia ni de la justicia.

Dado que son muchos los temas que se podrían desarrollar en este caso, y Dado que son muchos los temas que se podrían desarrollar en este caso, y debido a la necesidad de concreción, el análisis del caso se enfocará en el debido a la necesidad de concreción, el análisis del caso se enfocará en el desarrollo de aspectos vinculados al maltrato infantil y sus consecuencias en la desarrollo de aspectos vinculados al maltrato infantil y sus consecuencias en la adolescencia, haciendo referencia a lo decisivo del cuidado materno, los efectos adolescencia, haciendo referencia a lo decisivo del cuidado materno, los efectos de sus fallos o interrupción en la infancia, los duelos por el cuerpo y el pasaje a la de sus fallos o interrupción en la infancia, los duelos por el cuerpo y el pasaje a la adolescencia.adolescencia.

RELATO DEL CASO CLÍNICORELATO DEL CASO CLÍNICO

Conforme a los datos de la historia clínica facilitados por encargados del programa de Conforme a los datos de la historia clínica facilitados por encargados del programa de Extensión de Clínica de niños y adolescentes de la Facultad de Psicología de la Universidad de Extensión de Clínica de niños y adolescentes de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) ubicada en Sede Avellaneda Centro Regional Sur.Buenos Aires (UBA) ubicada en Sede Avellaneda Centro Regional Sur.

Apellido y nombre: Marta

Edad: 15 años

Derivación: por la escuela

La adolescente mostraba comportamientos impulsivos- agresivos hacia sus compañeros/as como también burlas a sus profesores. Además se la notaba a la defensiva, con mucho enojo, y ataques de llantos e ira ocasionales.

Además, la joven había perdido la motivación para sus estudios, no se concentraba y decía sentir deseos de morir por haber sido abusada sexualmente.

DATOS DE FILIACIÓN

MOTIVO DE CONSULTA

De acuerdo a los datos referidos, la adolescente comenzó a sentirse angustiada desde el

año mismo del abuso, sintiéndose con ira, ganas de morir a partir de los 12 años; las

conductas impulsivas y agresivas fueron apareciendo gradualmente luego del suceso

traumático.

A la edad de ocho años fue abusada sexualmente por el hermano de su padrastro,

quien, manoseó su cuerpo, y tocó sus genitales.

Al cumplir ella once años, ésta misma persona, también abusó sexualmente de su

hermana menor, a quien llamaremos “Lucía”, la cual tenía aproximadamente 9 años.

MOMENTO DE APARICIÓN DE LOS SÍNTOMAS

HISTORIA CLÍNICA

M. rompió el silencio hasta que su hermana Lucía le dijo a su madre que había

sido abusada (esto fue tiempo después de ocurrido).

La familia al saberlo intentó realizar una denuncia, sin embargo, en la Institución

de Justicia a la cual acudieron, les dijeron que no se podía considerar abuso

sexual a un manoseo encima de la ropa interior a una menor de edad (no se

llevó un proceso penal con respecto a los casos).

Según los datos, al parecer Marta se sintió muy culpable de haber guardado

silencio, pues al parecer hubiera deseado impedir que le pasara lo mismo a su

hermana Lucía.

La madre de la paciente refirió, no haber podido cuidar a Marta en sus

primeros años de vida, únicamente estuvo el primer año ( desde que tenía un

año de vida a los 8 años de edad aproximadamente) por motivos de trabajo.

De esta forma, fue la abuela materna quien atendió a Marta desde los dos

hasta los 8 años de edad.

RELACIÓN CON PROBLEMAS DE LA PACIENTE Y SU FAMILIA

Aclaró la madre de la paciente, que cuando Marta cumplió 8 años, regresó con su hija para que vivieran de forma independiente a la abuela.

La pareja de la madre comenzó a vivir bajo el mismo techo con ellas, convirtiéndose este en el padrastro de la niña. En la historia clínica se indica que fue en el año que empezaron a vivir juntas, cuando la niña fue abusada sexualmente por el hermano del padrastro, al quedarse Marta en varias ocasiones al “cuidado” de éste.

De acuerdo a la historia Clínica, Marta luego de romper el silencio sobre el abuso, hacía mucho tiempo que no tenía contacto con el hermano de su padrastro, pues había perdido la comunicación con él, pero señaló en las entrevistas, que en ocasiones lo miraba a lo lejos, ya que él vivía en su mismo barrio.

Un dato importante agregado por Marta en las entrevistas, es que su abuela materna, había fallecido por padecer cáncer unos meses atrás del momento de la consulta, lo que la hacía sentir muy triste. Con respecto a la abuela y su relación con la joven, no se otorgaron más datos.

Según los datos, la madre de M. se sintió muy molesta con su pareja con quien convivía desde hace 11 años, pues él, al enterarse de que su hermano había abusado de las adolescentes, no había hecho nada al respecto, y éste al parecer no creyó, sino que dijo que llevarán a la su hija a un psicólogo para ver si lo que decía era cierto.

La adolescente expresó sentirse enojada con su madre por haber confiado en el hermano del padrastro para que cuidara de ella (Justo en el año que la conoció y comenzaron a vivir juntas).

Por su lado, Marta al parecer, expresó en las sesiones a las que asistió, que llevaba una relación difícil y problemática con su madre, pues sentía que la había abandonado en los primeros años de su vida. También, dijo sentir que al regresar su madre, el cuidado de esta para con ella y su hermana había sido negligente, por lo que expresó que su principal sentimiento hacia su madre era de enojo.

Con respecto al padre biológico de la joven, la madre de la paciente dijo haber Con respecto al padre biológico de la joven, la madre de la paciente dijo haber perdido contacto con él desde que Marta era muy pequeña, ya que éste las perdido contacto con él desde que Marta era muy pequeña, ya que éste las abandonó y nunca se responsabilizó del cuidado de M.abandonó y nunca se responsabilizó del cuidado de M.

En cuanto a las hermanas menores de M. (hijas tanto de la madre como del padrastro) se refiere que son: “Lucía” de 12 (quien también fue abusada), “Flor” de 10, “Natalia” de 4 y “Priscila” de 3 años. Todas con edades respectivas al momento de la consulta y con un nombre sustituto con fines de confidencialidad.

Marta fue la hija primogénita de la madre.

Se refirió que la madre de la paciente planificó su embarazo y tuvo control médico una vez por mes. Asimismo, al parecer tuvo buenas condiciones físicas y emocionales durante ese tiempo.

Se indica también, que el parto fue normal y a término, realizándose en un Hospital de la ciudad con la asistencia médica adecuada.

Según la historia clínica, Marta en su primer año de vida (año que estuvo presente la madre), fue alimentada con leche materna, mamadera y puré de verduras.

Se indicó además (por referencias de la abuela materna) que Marta dominó el lenguaje aproximadamente los dos años de edad, caminó a los 14 meses y controló esfínteres a los 3 años; aprendizaje que realizó con la abuela.

HISTORIA VITAL DE LA ADOLESCENTE (embarazo, parto, primer año de vida)

Marta comenzó a ir a la escuela a los seis años de edad, y al momento de la consulta se encontraba cursando octavo grado, habiendo repetido dos veces séptimo grado.

Indicó tener novio, y tener en ocasiones algunos problemas con él, porque su novio quería tener relaciones sexuales y ella no, debido a que sentía que el abuso sufrido le afectaba para relacionarse sexualmente con alguien.

Refirió haber estado fumando con sus amistades mucha marihuana y tabaco sin embargo debido a que una vez su madre la encontró fumando y la golpeó y castigo, ella expresó que iba a dejarlo para que su madre no le perdiera la confianza.

De acuerdo a la historia clínica, Marta expresó en las sesiones que tenía ganas de morir, y que de forma frecuente pensaba en el suicido. Al parecer, ese pensamiento se agudizaba más al pelear con su madre, por lo que en esos momentos le daban ganas de “tirarse por la ventana”.

A Marta le costaba llegar a las sesiones terapéuticas. En una ocasión expresó: “Ya está, lo que pasó quedó atrás, si lo hablo es peor, la voy a pasar llorando”. El total de las sesiones a las que asistió a las terapias fue de 13.

OTROS DATOS IMPORTANTES DEL CASO

Definición de Maltrato Infantil

Según la OMS (2015) el maltrato infantil se define como los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder. La exposición a la violencia de pareja también se incluye a veces entre las formas de maltrato infantil.

REVISIÓN SOBRE ESTUDIOS SOBRE MALTRATO INFANTIL

Se realizó una revisión de estudios sobre el Maltrato Infantil, a continuación se presentan algunos, es conveniente advertir que las investigaciones presentadas difieren tanto en metodologías de estudios, como en fechas de realización. Sin embargo, arrojan datos relevantes sobre la temática:

ESTADO DEL ARTE

Un estudio realizado en Argentina en el año 2005 por Raquel Klein, expone el caso de una paciente de 30 años, víctima de violencia y abuso sexual incestuoso durante la infancia con el cual, tras ser analizarlo desde una postura psicoanalítica freudiana, se concluyó que las experiencias de abuso sexual incestuoso en la infancia fueron un elemento importante en la continuación de la violencia en etapas posteriores de la vida, debido a la culpa edípica que este evento provocó y el subsecuente castigo superyoico (Klein, R. 2005).

Asimismo, la autora Bringiotti, M. (2010) concluyó en su revisión sobre estudios longitudinales que el tiempo, duración y cronicidad del maltrato pueden influenciar la probabilidad de que la víctima presente en el futuro comportamientos violentos y dificultades académicas. De esta forma indicó que las consecuencias del maltrato, se potenciarían cuando el mismo fue crónico y mostró su comienzo en la Infancia.

Desarrollo emocional temprano de acuerdo a Winnicott Desde el autor, cuando la madre no es “lo suficientemente buena”, el pequeño

no logra iniciar la maduración de su ego o bien, de hacerlo, el desarrollo del ego forzosamente sufrirá deformaciones y probablemente puede sufrir de una angustia inconcebible (Winnicott, D. 1962).

De acuerdo a Winnicott, D. (1962) las necesidades tempranas del niño se agrupan en: sostén, manipulación y presentación del objeto, y requieren del cuidado de la madre y su presencia en los primeros momentos de vida del bebé.

Sostén: sostenerlo con los brazos, abrazarlo, alimentarlo, higienizarlo y con el tiempo se incluyen horarios de vigilia, sueño, actividades. ( ayuda vivencia integradora del cuerpo del bebé) / Manipulación (handling) contribuye a que se desarrolle en el niño una asociación psicosomática (la unidad psique-soma) (dificultades afecta la capacidad de disfrutar la experiencia corporal y la de ser / presentación del objeto, van mostrándole gradualmente los objetos de la realidad, de ésta forma en el bebé con se va desarrollando el impulso creativo (se puede ver bloqueado el desarrollo de la capacidad del bebé para sentirse real.

Para el autor, el cuidado y la presencia de la madre es especialmente importante al principio de la vida del bebé. Desde su perspectiva, todo fallo del cuidado, sea cual fuere la fecha que se produzca, está relacionado, con algún fallo en la constitución psiquica y en el desarrollo emocional primitivo (Winnicott, D. 1945).

MARCO TEÓRICO

Deprivación y psicología de la separación Winnicott, D. (1958) plantea que cuando se separa la figura parental del

bebé o el niño de corta edad, en un lapso demasiado prolongado se da una angustia de separación. En este aspecto, señala que existe una relación entre la deprivación y la tendencia antisocial.

Describe que la enfermedad no deriva de la pérdida en sí, sino de que esa pérdida haya ocurrido en una etapa del desarrollo emocional de niño o bebé en que éste no podía reaccionar con madurez debido a que el yo inmaduro es incapaz de experimentar el duelo.

Winnicott , D. (1958) señala que cuando un niño pierde a la madre, se da más odio del normal debido a que la pérdida de la madre y su pecho crea una situación en la que el bebé pierde no sólo el objeto, sino también pudiera aparecer la desesperaza de redescubrir el objeto perdido y de salir en busca del objeto.

Según el autor, los actos antisociales del niño o adolescente indican que existe una esperanza de redescubrir una madre suficientemente buena, un hogar suficientemente bueno, (sensación de una deuda percibida por lo perdido).

Adolescencia

Aberastury, A. y Knobel, M. (1970) indican que cambios psicológicos que se producen en este período y que son el correlato de cambios corporales, llevan a una nueva relación del adolescente con los padres y con el mundo. Sin embargo, indican que ello sólo es posible si se elabora lenta y dolorosamente el duelo por el cuerpo del niño, por la identidad infantil y por la relación con los padres de la infancia (Aberastury et al., 1970).

a) El duelo por el cuerpo infantil perdido b) el duelo por el rol y la identidad infantiles, que lo obliga a una renuncia de la dependencia c) el duelo por los padres de la infancia a los que persistentemente trata de retener en su personalidad buscando el refugio.

Quiroga, S. (2007) por su lado, habla específicamente de la adolescencia media y menciona que se da entre los 15 y los 18 años, caracterizándose por terminar de estabilizar el proceso de crecimiento, lo que le permite al joven poder salir en busca del otro, mediante un proceso de desplazamiento de investiduras libidinales desde el propio cuerpo hacia el objeto, buscando un vínculo de intimidad.

La familia y el adolescente

De acuerdo a Quiroga, S. (2007) la rigidez parental precipitará al adolescente hacia desenlaces cada vez más patológicos, por ello en familias desintegradas, donde existen padres con características narcisistas, se puede ver obstaculizado en los hijos adolescentes la oferta transicional debido a que les resulta difícil entender “quien es el otro”.

También señala que en estas familias se pueden generar procesos patológicos de salida exogámica, debido a la dificultad de los adolescentes de manifestar la imposibilidad de elaborar el desprendimiento de los padres (intentos suicidas y abuso de drogas).

Menciona con respecto a algunas manifestaciones patológicas, que en algunos adolescentes, generalmente asociado a un contexto familiar no “contenedor”, la tramitación de las pulsiones podrían volcarse contra el Yo como manifestaciones de la pulsión de muerte (Quiroga, S. 2007).

Abuso sexual en la Infancia Toporosi, S. (2003) plantea que un niño o adolescente que ha

empezado a vivir una situación de abuso, presenta cambios bruscos en la conducta: retraimiento, llanto reiterado, cambios en el rendimiento escolar, en el sueño, pesadillas, hiperactividad que tiene que ver con exceso de excitación imposible de metabolizar.

Menciona que en algunos casos aparecen fantasías de querer morir o actos suicidas dado que se hace insoportable para el psiquismo mantener todo el tiempo la presencia traumática, que no puede transformarse en recuerdo y olvido, y el psiquismo estalla. Menciona con respecto a los “actos suicidas y autodestructivos” que lo que se observa no es un deseo de muerte sino dejar de sufrir por la presencia permanente de imágenes traumáticas (Toporosi, E. 2003).

Por otro lado, de acuerdo a Miotto, N. (2001) el niño abusado queda ubicado por el victimario en el lugar de quien es complaciente y mantiene el secreto, con lo cual puede proteger a sus hermanos de las aproximaciones sexuales, e incluso a la madre de la desintegración psíquica, quedando ubicado como quien preserva la seguridad del hogar.

Puede suponerse que durante el tiempo que Marta fue cuidada por su madre (el primer año de vida) ya se venía estableciendo un vínculo entre ellas, el cual con la separación se ve fracturado de forma abrupta. A partir de esta ruptura, podría inferirse que Marta siendo una bebé pudo haber experimentado perturbaciones en su sensación de continuidad existencial en un momento evolutivo de difícil tramitación psíquica con lo que también quedó latente el vacío de la partida de la madre como lo plantea Winnicott.

Esta separación podría haber acarreado en Marta dificultades en la capacidad del aparato psíquico para sobrellevar pérdidas y carencias debido a que sin duda no tenía suficiente madurez para comprender intelectualmente la separación y realizar un duelo. Esto generaría como consecuencia la producción en Marta de agresividad en forma reactiva, la cual insuficientemente expresada y vuelta contra sí misma podría haber tenido como efecto posterior el consumo de sustancias tóxicas y las ideas suicidas manifestadas en la adolescencia.

ANALISIS DEL CASO CLÍNICO

Pese a que la madre de Marta no estuvo en sus primeros años de vida, se puede inferir que tal vez fue la abuela el sustituto materno quien de alguna manera brindó una presencia constante desde el primer año hasta los 8 años de la niña. Este vínculo sustituto pudo haber sido un factor protector en el desarrollo psíquico y emocional de la niña.

Por otro lado, al parecer Marta no estableció relación con su padre biológico, debido a que éste no estuvo presente desde su nacimiento.

Dado que fue a los 8 años que conoció al padrastro (en el momento del reencuentro con la madre), es posible que la función paterna (si se estableció) haya quedado dañada por la actitud de éste de no aceptar el relato sobre el abuso sexual que la adolescente les transmitió. A partir de esta experiencia es probable que nuevamente se instalara en M. la frustración y desconfianza sobre esa figura y la ausencia de protección.

De forma similar, al parecer Marta se ha sentido desprotegida por parte de su madre, tanto por el abandono en el primer año de vida como por que no le cuidó del riesgo del abuso.

Por ello podría suponerse que esta desprotección percibida pudo haber generado en M. la existencia de sentimientos ambivalentes de amor –odio de manera más intensa hacia su progenitora, los cuales por un lado podrían incluir una anhelo y búsqueda de amor (desde la carencia de protección en la infancia) como de odio intenso por el doble abandono que le significó el abuso sexual.

Una interrogante surgida respecto a la madre de M. y que no se logra aclarar en el historial clínico es si existía en ella la presencia de alguna historia previa de violencia y/o abuso sexual, debido a que al parecer la señora no lograba vislumbrar ni sospechar situaciones de riesgo en que dejaba a sus hijas.

Es evidente en el caso de Marta, el impacto psicológico por la falta de sostén afectivo emocional de los padres. Si bien de pequeña quedó a cargo de una figura como la abuela cumpliendo la función materna, es indudable que hubo una figura significativa (la madre) que se ausentó, lo que se considera un hecho traumático.

Puede observarse la repetición de un hecho traumático cuando vuelve la madre y la deja nuevamente en un estado de indefensión, en este caso con el tío quien la abusa.

Por otro lado, tomando en cuenta que la edad del abuso sexual fue a los 8 años, en el periodo psicosexual de latencia, se puede inferir que tanto el abuso sexual sufrido en esta etapa como la experiencia temprana de carencia relativa a sus figuras parentales, pudo haber facilitado el hecho de que Marta guardara silencio sobre el abuso como una forma de evitar posiblemente otra temida pérdida parental, o el ser castigada y culpabilizada como lo indica Kuitca, M. (2011) en la siguiente cita:

“Cuando se trata de un niño en edad de latencia que sufrió carencias afectivas tempranas, podría darse la ocultación de hechos abusivos reiterados que conducen a la cronicidad, en virtud de obtener una compensación a estas carencias. También el ocultamiento puede deberse a que ya registra conscientemente las consecuencias dramáticas de su denuncia” (pág. 295).

Latencia: están comenzando a operar los diques verguenza, culpa y moral

Cabe suponer además, (conociendo que Marta rompió el silencio hasta conocer el abuso sufrido por su hermana) que quizá Marta buscaba de forma inconsciente evitar que el agresor también se aproximara sexualmente a Lucía, y de que su familia al conocer la verdad, pudiera culpabilizarla o retirarle el afecto en forma de castigo.

Por ello, el hecho que M. se haya visto expuesta a padres abandónicos y con una dinámica desestructurante desde la infancia, hace inferir que en su adolescencia pudiera estar presentando dificultades en la elaboración del duelo referido al desprendimiento de los padres infantiles, manifestando cierta dependencia emocional a la madre en una forma de buscar la aprobación y protección de la que careció, como también comportándose de forma evasiva frente a la agresión materna, finalizando con consumo de sustancias o ideas suicidas.

Puede inferirse también, que las pulsiones de ira y agresividad que Marta no lograba efectivamente dirigir a sus padres con el afán de desprenderse, pudiera haberlas llevado hacia sí misma de manera destructiva o hacia los maestros y compañeras de la escuela, como puede observarse en la historia clínica cuando se burla de los profesores.

Asimismo, pude suponerse que los comportamientos agresivos manifestados pudieran tener relación con la sensación de deprivación y cierto odio contra el mundo, (como una forma de búsqueda de la recuperación ambiental y de hacer notar la deuda parental percibida).

A a pesar de que Marta tuviera novio (con el cual hacía un intento de desinvestir a sus figuras parentales), la presencia del trauma pudo haber afectado la vivencia de su propio cuerpo y de su sexualidad generando una inhibición en el desarrollo.

Además, la presencia de dificultades de estudio y concentración en M. probablemente tendrían una relación con la situación traumática que le impactó a partir del periodo de latencia, lo que traería una afectación en el desplazamiento de la energía psíquica a las tareas intelectuales y de aprendizaje.

CONCLUSIONES

Podría suponerse que en el periodo de la adolescencia, tiempo del establecimiento de la propia identidad de Marta, tanto las ideas suicidas, las dificultades de concentración en el estudio, los comportamientos violentos hacia sus compañeras(os) y maestros, podrían haber sido una manifestación de la dificultad del trabajo subjetivo en el que se encontraba, ya que al parecer su energía psíquica estaba en “lo traumático”, como en lo que no lograba procesar y elaborar con respecto a su propia sexualidad herida, a la percepción de fragmentación de su cuerpo y a la revictimización.

Se puede suponer que las marcas del trauma en la subjetividad relacionadas con el abandono temprano, el abuso sexual y la revictimización pudieran manifestarse en la adolescencia a través de esta violencia hacia otros como un intento de desembarazarse de los conflictos intrapsíquicos y externos no elaborados, escenificando de forma activa aquello que sintió que padeció de forma pasiva.