luxdomini antiguadalupanos y antiaparicionistas

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    p://www.luxdomini.com/_gpe/contenido1/guadalupe_impugnadores.htm[08/12/2012 12:54:23 p.m.]

    . Investigacin Documental sobre la Virgen de Guadalupe .

    Revista de Impugnadores

    Anotaciones sobre otros personajes que han buscado refutar el Acontecimiento Guadalupano

    En los estudios precedentes, hemos dirigido la apologa guadalupana principalmente contra losargumentos expuestos por el seor Joaqun Garca I cazbalceta . Y yo personalmente no tengo nadacontra el sr. Icazbalceta. A l se le deben publicaciones histricas muy importantes, como las Cartas deReligiosos de Nueva Espaa (1539-1594) , la importante biografa Don Fray Juan de Zumrraga, laBibliografa Mexicana del Siglo XVI. l hizo una edicin de la Historia Eclesistica Indianade fr. Jernimode Mendieta, y posey una descripcin del arzobispado de Mxico de 1570 que public su hijo LuisGarca Pimentel.En resumen, el sr. Icazbalceta fue un historiador prestigioso y fecundo, adems de catlico convencido,al grado de hacer amistad con obispos como Mons. Labastida y Dvalos y Mons. Carrillo y Ancona.Agregar ms datos en una resea biogrfica de Icazbalceta.

    Por ahora, lo que quiero explicar es que no tengo ninguna animosidad contra tan ilustre historigrafo.Si publiqu todas las respuestas a su Cartaque pude conseguir y copiar, no es motivado por molestiahacia Icazbalceta. Lo es contra quienes, abusando de su buen nombre y de su buena fe, han usado la

    Cartaescrita por l, presentndola de distintos modos. He visto publicaciones donde hasta se dan ellujo de titularla como "Estudio cientfico" o "Documento que cierra la discusin sobre la historicidad delas apariciones". Cuando el propio Garca Icazbalceta, en su Carta, dice que no es una disertacinhistrica sino apenas unos apuntes, y le da categora de carta privada, dirigida nica y exclusivamenteal arzobispo de Mxico D. Pelagio Antonio Labastida y Dvalos. [ 1 ]

    Debido a la difusin de la Carta, en libros, publicaciones impresas y ahora a travs de pginas deInternet, es que me he dedicado a publicar las respuestas que se dieron a Icazbalceta, con justorespeto al trabajo de quienes leyeron la Cartay le hicieron crtica histrica, refutndola.

    En segunda instancia respond al pastor protestante Jos Lu is Mont eci l los, porque en su Historia de laIglesia de Cristose presentan tantas erratas histricas en contra de la Iglesia Catlica, que consider

    necesario responder aunque fuera a una parte de su obra. Sus argumentos, siendo protestantes, sondistintos de los de Icazbalceta, impugnador catlico. Por todo eso me interes contestarle.

    Con Danie l Sapia (protestante tambin), adquir una deuda que data del ao 2003, cuando me pedarespuestas que yo -por ignorancia- no poda darle. Argumentos como los de Sapia son irrelevantes,comparados con los de otros impugnadores de mayor talla, pero esa deuda quera yo pagarla y as direspuesta tambin al artculo antiguadalupano de mi ex-interlocutor bautista.

    Buscando informacin en Internet, me encontr con esa pgina analisisdoctrinal.com, sitio deinformacin de la Iglesia Luz del Mundo, donde tuve ocasin de leer dos artculos antiguadalupanos,uno sin firma, y otro de Arm ando Maya Cast ro , a los que tambin di respuesta en sus principalesobjeciones.Las impugnaciones por las que me consult mi amigo Jos Miguel Arraiz estn publicadas originalmenteen wikipendia.org. Escasas, mal documentadas, fueron respondidas tambin.

    Sin embargo, considero importante hablar tambin de otros impugnadores, que desde el siglo XVI hastanuestros das, buscan combatir la creencia en la Aparicin de Mara Santsima de Guadalupe en el

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    Tepeyac, en 1531, y tambin el carcter sobrenatural de la imagen estampada en la tilma de JuanDiego, conservada en la Baslica de Guadalupe.Por respeto a ellos es que quiero hablar de sus personas, de su trabajo y de sus argumentos; aunquepor supuesto, como guadalupano, me toca comentar los errores o inexactitudes que vea en sustrabajos.Me resultara imposible dedicar a cada uno de ellos tanto tiempo como he dedicado al sr. GarcaIcazbalceta, pero procurar no resumir mucho, sino slo lo necesario, concediendo a los impugnadoresun espacio digno y bien ganado en la Investigacin Guadalupana.

    Por orden de antigedad, comentar sobre:

    Fray Franc isco de Bustam ante , provincial franciscano en el siglo XVI

    Juan Bau t i s t a Muoz , cronista de Indias

    Fray Serv ando Teresa de Mier , promotor de la Independencia de Mxico

    Eduar do Snchez Cam acho , antiguo obispo de Tamaulipas

    Vicen te de Pau la Andrade , cannigo de la Colegiata de Guadalupe

    Fran cisco De la Maza , crtico de arte del siglo XX

    Ed m u n d o O Go r m a n , historiador del siglo XX

    Sta f fo r d Poo le , sacerdote e historiador estadounidense

    Gui l l e rm o Schu lenburg , ex-abad de la Baslica de Guadalupe

    Manue l O l imn No lasco , sacerdote y profesor de la Universidad Pontificia de Mxico

    Leonc io Garza- Va lds , microbilogo estudioso de la Sndone de Turn

    Fray Francisco deBustamante

    Informaciones de 1556

    De l ya hemos hablado en varios artculos precedentes. Especialmente en el que toca al primer siglode culto guadalupano. Fue provincial de los franciscanos en la poca en que lleg a Mxico el arzobispofray Alonso de Montfar, sucesor de Zumrraga.Enterado del sermn guadalupano pronunciado por Montfar el 6 de septiembre de 1556, dos dasdespus, en la fiesta de la Virgen, Bustamante pronunci un sermn en el que tachaba de idoltrica ladevocin del Tepeyac, afirmaba que la imagen a la que se le atribuan milagros era en realidad obra deun indio al que llam "Marcos". Acus tambin al arzobispo Montfar de propagar dicha devocin y losmilagros que se le atribuan.

    El sr. Montfar levant una informacin por la cual se tomaba nota de lo predicado por Bustamante,informacin que se suspendi. Bustamante fue enviado por un tiempo al convento de Cuernavaca, y deah regres a ser nuevamente provincial.El suceso no pas a mayores, y fue callado por todos los historiadores de la poca, por lo cual seignoraba hasta que en 1888 se public la informacin levantada por Montfar. De las impugnaciones deBustamante, podemos decir que no pudo comprobar casos especficos de idolatra, sino que se limit ageneralizar pensando que todos los indios atribuan milagros a la imagen y no a la Virgen.

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    Su segunda afirmacin, que la imagen fue pintada por el indio Marcos pintor, tampoco fue comprobada.Se ha especulado que ese "indio Marcos" era un Marcos de Aquino mencionado por Bernal Daz delCastillo en el captulo 91 de su Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva Espaa[ 2 ] , al que sinembargo, no volvi a mencionar, aunque algunos consideran que el "Andrs de Aquino" de su captulo209, es el mismo Marcos [ 3 ] . Hay tambin quienes piensan en Marcos Cipac, mencionado en los Analesde Juan Bautista, y que sin embargo, por los mismos Anales aparecera desmentida la afirmacin, puesJuan Bautista asienta que la imagen se apareci y no que fue pintada.Esta afirmacin sobre el indio Marcos fue refutada por uno de los propios franciscanos, fray Bernardinode Sahagn, quien escribiendo sobre la Tonantzin del Tepeyac, en el Apndice sobre Supersticiones de

    su Historia General de las Cosas de Nueva Espaa, afirma que "no se sabe de cierto", el origen de esaTonantzin y esa devocin. Si la imagen fuera pintura del indio Marcos, Sahagn lo sabra al igual queBustamante, pero no solamente no lo dice, sino que ni siquiera menciona en su Historia, al susodichoMarcos.

    Bustamante es casi con toda seguridad el primer impugnador del evento del Tepeyac, y el nico delsiglo XVI del que tenemos noticia.Muchos creen ver en Sahagn a otro impugnador. Pero Sahagn nunca neg las apariciones en elTepeyac. Declar ignorar el origen de tal devocin, con su "no se sabe de cierto", y en general semuestra suspicaz respecto de la misma, pensando que los indios confunden a la Virgen de Guadalupecon la antigua diosa Coatlicue-Tonantzin. Pero no es hostil a la devocin cristiana, como se lee msadelante, donde declara que no es su intencin que les impidan a los indios ir al Tepeyac a la ofrenda.

    Slo pide que alguien les explique que su antigua devocin a Coatlicue-Tonantzin es diferente a la de laVirgen Mara [ 4 ] .

    Juan Bautista Muoz

    Memoria sobre las apariciones y el culto deNuestra Seora de Guadalupe

    Nacido en Valencia en 1745 y fallecido en Madrid en 1799, se doctor en teologa y fue designado por elrey Carlos III como cosmgrafo mayor de Indias. En 1779 recibi el encargo real de redactar unaHistoria del Nuevo Mundo, cuyo primer volumen se imprimi en 1793 y el segundo permanece inditoen los archivos de la Real Academia de la Historia en Madrid. Reuni adems una coleccin de fuenteshistricas que se public como Catlogo de la coleccin de don Juan Bautista Muozen 1954.

    Su obra antiaparicionista es un breve ensayo que redact aprovechando documentos como los escritosde Sahagn y la carta del virrey Enrquez, la llam Memoria sobre las apariciones y el culto de nuestraSeora de Guadalupe de Mxico, que escribi en 1794, pero que permaneci indita hasta 1817.

    Inicia su obra con unas notas teolgicas, provenientes de su formacin doctoral influenciada por elpositivismo del siglo XIX, en las que afirma que si bien son posibles los prodigios divinos despus decerrado el Canon de las Escrituras, es ms conveniente dudar de ellos, y limitarse a aceptar losartculos de fe propuestos dogmticamente por la Iglesia. [ 5 ]

    Despus afirma que no se habl de la aparicin guadalupana hasta mediados del siglo XVII, enlistandoautores como Zumrraga, Torquemada, Motolina, Mendieta y Cisneros, siendo el primero en hacernotar el "silencio" que se convertira en argumento principal de todos los posteriores antiaparicionistas.

    Se muestra escptico con respecto a los documentos citados por Boturini, habla del culto guadalupanocitando a Enrquez y Sahagn, afirma que tal culto surgi a pocos aos de la conquista de Mxico,estando ya muy difundido cuando lleg el arzobispo Montfar. La historia de las apariciones, segn"sospecha", la inventaron los indios por los aos de 1629 a 1634, contradiciendo con ello a posterioresimpugnadores como Icazbalceta o De la Maza, que prefieren creer que la tradicin se remonta hasta1648.

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    En su Memoriani siquiera habla de las Informaciones jurdicas de 1666, y no parece tener noticia de lasgestiones del jernimo fray Diego de Santa Mara ante Felipe II. No parece haber ledo ni a Snchez ni aLasso de la Vega, a quienes slo menciona como "escritores de las apariciones". Desconoce asimismonumerosos testimonios histricos como los que citara Icazbalceta.Su Memoria, por lo tanto, es una impugnacin dbil en comparacin con otras, pero importante por serla primera publicada y difundida. Entre sus contestadores, podemos citar a Manue l Gmez Mar n y suDefensa Guadalupana, obra de 1819, a Jos Migue l Gur id i y A lcocer , en Apologa de la Aparicin deNuestra Seora de Guadalupe de Mxico, en respuesta a la disertacin que la impugna, 1820. CarlosMar a de Bustam ante con La Aparicin de Nuestra Seora de Guadalupe de Mxico, comprobada porla refutacin del argumento negativo que presenta D. Juan B. Muoz fundndose en el testimonio defray Bernadino de Sahagn, 1840. Jos Ju l in Torne l y Mend iv i l , La Aparicin de Nuestra Seora deGuadalupe de Mxico, com probada con documentos h istricos y defendida de las impugn aciones que sele han hecho, Orizaba, 1849. Fran cisco Javier Conde y Oquedo , Disertacin histrica sobre laaparicin de la port entosa im agen de Mara Sma. de Guadalupe de Mxico, 1852. Esteban An t i co l i , LaVirgen del Tepeyac, 1884, Jos Anton io Gonzlez , Santa Mara de Guadalupe, Patrona de losmexicanos. La verdad sobre la Aparicin de la Virgen del Tepeyac, 1884, Luis G. Duar t e , Impugnacina la Memoria de Muoz, 1892, Al fonso A lca l A lva rado , El Antiguadalupanismo y la crtica histrica(Siglos XIX- XX) , 1983, entre otros.

    Fray Servando Teresa deMier

    Sermn Guadalupano y Cartas a D. JuanBautista Muoz

    De l hay mucho que decir, pues es uno de los personajes destacados en la historia de Mxico, naci enMonterrey en 1763 y muri en Mxico en 1827. Se orden dominico, y por su fama de predicador se lepidi pronunciar un Sermn sobre la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre de 1794, en la Colegiata,estando presentes el Virrey y el Arzobispo.Su sermn result una sucesin de fantsticas teoras sobre el suceso guadalupano, y caus grandisgusto en sus oyentes. Mier fue juzgado por la Inquisicin y enviado a Espaa para ser recluido en lasCaldas y en Burgos. De ah escap a Pars, donde pidi y obtuvo su secularizacin. En 1797, enteradode la Memoriade Muoz, le envi varias voluminosas Cartas sobre el suceso guadalupano, en las queincurre en errores histricos, de traduccin del nhuatl y se contradice repetidamente.Volvi a Espaa, donde fue detenido nuevamente, y entonces huy a Londres, donde conoci aFrancisco Javier Mina, a quien propuso luchar contra el absolutismo de Fernando VII en el escenario de

    la Guerra de Independencia de Mxico, iniciada en 1810 por el cura Hidalgo. Desembarc con el ejrcitode Mina en Soto la Marina, pero fue nuevamente apresado y remitido sucesivamente a la crcel dePerote y a la Inquisicin, que lo proces y lo volvi a enviar a Espaa. Pero en La Habana consiguifugarse y dirigirse a Filadelfia, EEUU, regresando a Mxico hasta 1822, ya consumada la Independenciade Mxico.Fue opositor del imperio de Iturbide, por lo que a la cada de ste fue miembro del CongresoConstituyente, participando en la firma de la Constitucin de 1824, muriendo tres aos despus.

    -Sus escritos: Aparte del sermn y de las cartas a Muoz, redact una Historia de la revolucin deNueva Espaay unas Memorias, que son su autobiografa, y una Carta de un americano al espaol,donde escribe sobre la emancipacin del publicista Blanco White.

    -Su personalidad: Fray Servando era bastante vanidoso, de "semichiflado" lo tach Al fonso Junco [ 6 ] ,y de "simptico mitmano", el p. Jos Lu is Guerrer o [ 7 ] . Un impugnador moderno, el p . Sta f fo r dPoole , lo llama "one of the more extravagant figures in Mexican history" y de alocada imaginacin. Paral fue una injusticia y un abuso el proceso que le inici el arzobispo Alonso Nez de Haro y Pera l tacon motivo de su sermn.

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    -Su impugnacin: En su Sermnde 1794 no impugn el milagro guadalupano, sino que lo deform yexager, afirmando que la imagen de Guadalupe haba estado en el Tepeyac desde tiempos muyanteriores a la Conquista, siendo llevada por el apstol Santo Toms, quien predic el Evangelio a losindgenas. Estos veneraban a la Virgen con el nombre de Tonantzin, pero luego la mayora apostat desu fe, y los indios cristianos escondieron la imagen, y que la Virgen mand a Juan Diego con su imagen-ya existida desde mucho antes-, para restituir el culto mariano en el Tepeyac.Para probarlo citaba a "las historias del Per", afirmando que Jesucristo es lo mismo que Huitzilopochtli,que segn l significa "seor de la espina en el costado" [ 8 ] . Se siente una autoridad en nhuatl,dndose el lujo de descalificar a Becerra Tanco en su conocimiento de dicha lengua, y afirma cosascomo que tomat l, no significa "tomate" sino "agua de Toms", que "mexi" significa lo mismo en nhuatly hebreo, y "Mxico", por lo tanto, es "donde es adorado Cristo".

    En cambio, sus Cartasa don Juan Bautista Muoz, que fueron seis, son impugnaciones y divagacionessobre el milagro. En la primera afirma por ejemplo que ni l mismo crey el aserto de la capa de SantoToms. Afirma en la segunda que la tradicin guadalupana no existi entre 1531 y 1648, aunquereconoce el Nican Mopohuacomo de Antonio Valeriano, llamndolo "comedia, novela, o autosacramental". Pero despus afirma que dicha tradicin corra entre "el vulgo credulsimo" de los indios,as que ya no sera Valeriano el "inventor".

    Comete un claro error histrico en su 2a. Carta, donde afirma que Valeriano escribi su relato 80 aosdespus de la fecha asignada a las apariciones. Segn esto, Valeriano escribi en 1611... habiendofallecido seis aos antes, en 1605. [ 9 ]

    Intenta impugnar al Nican Mopohuaafirmando que en 1531 no haba convento en Tlatelolco, siendoque el Nican Mopohuapara nada habla de convento, y s, en cambio, es respaldado por Motolina, quienda fe de la instruccin a los indios en Tlatelolco, en la pgina 78 de su Historia de los Indios de NuevaEspaa.Sobre las informaciones de 1666, en su 5a. Carta, las despacha en un abrir y cerrar de ojos, diciendoque "con testigos de odas no hay fbula que no se pudiera probar", y asigna a los indios el calificativode "mentirossimos", al tiempo que acusa y critica al arzobispo Haro y Peralta.Y finalmente, en su 6a. Carta dice que l no niega la tradicin de Guadalupe, acusando de malavoluntad y de contradiccin a los guadalupanos.

    En resumen, sus argumentos son fantsticos unos, inverosmiles e insuficientes otros. No me ha faltado

    ocasin de ver quienes se refieren a los dichos de fray Servando como interesantes impugnaciones -unescrito las calificaba como "irrefutables"-. Es una pena, habiendo impugnadores mejores.

    Eduardo SnchezCamacho

    Carta a los Editores de El Universal, y Ecos de

    la Quinta del Olvido

    l ha sido nombrado por algunos como "mrtir del antiaparicionismo". Naci en Hermosillo, Sonora, en1838, se orden sacerdote en 1862, maestro del Seminario Mayor de Guadalajara y capelln decapuchinas. El 3 de diciembre tomaba posesin de la dicesis de Tamaulipas. De ideologa liberal,celebr snodos diocesanos en 1882, 1883 y 1885 donde intentaba adaptar a las disposicionesdiocesanas las Leyes de Reforma de Jurez. El Vaticano no revis ni aprob las actas sinodales.

    En 1887 con la coronacin de la Guadalupana promovida por Mons. Labast ida y Dva los, el obispo deTamaulipas expres su desaprobacin, y fue reprendido por la Suprema Congregacin de la Inquisicin.Snchez Camacho declar que se plegaba al dictamen de la congregacin, pero despus siguiexpresndose antiaparicionista. Esta reincidencia, aunada a su liberalismo juarista y a vicios personalesque de l se reportaron, le valieron que la Santa Sede lo depusiera del cargo episcopal en 1896, y l seretir a su finca El Olvido, cerca de Ciudad Victoria, Tamaulipas, donde falleci el 15 de diciembre de

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    1920.

    Tenemos razones suyas en una carta enviada a los editores del peridico El Universal, fechada el 23 deagosto de 1896, antes de ser removido de su cargo. En ella se refiere a la Cartade Garca Icazbalceta,descalificando una respuesta que dio a la misma el periodista Tr in idad Snchez San tos. Cita asimismola carta de Icazbalceta al obispo de Yucatn Crescencio Carr i l lo y Ancona , publicada por ste ltimoen 1896. Dice que esa carta "corrobora las razones del Sr. Icazbalceta", cuando en realidad la cartademuestra que Icazbalceta en 1888 ya no consideraba vlidas sus objecciones histricas.Por ltimo, dedica un buen espacio de su carta a quejarse del clero mexicano, acusndolo de ensaarsecontra l.

    El Ecos de la Quinta del Olvido, firmado en 1906, lo tom de una pgina web de "fraternidad espiritual".Es un texto pequeo, donde el autor despliega una serie de invectivas, insultos y reproches a la IglesiaCatlica en general, llamando "charco hediondo" al Papado. Declara firmemente no creer ni haber credonunca en la aparicin del Tepeyac, y extiende una serie de "respuestas" al arzobispo de Puebla Mons.Ramn I ba r ra y Gonzlez, quien -vale la pena decirlo-, ha sido uno de los personajes ms insignes yrespetables del estado de Puebla y de la Iglesia mexicana, al grado de que est abierta su causa debeatificacin. En estas "respuestas" se incluyen objecciones antiguadalupanas como:

    -No hay una sola palabra en la Historia de Mxico que se refiera a la aparicin de la Madre de Cristo en el Tepeyac.

    -Tal vez Marcos Cipac, autor de la imperfectsima pintura del Tepeyac, la puso fuera de la ermita que all haba y fue recogida por los

    empleados de dicha ermita o Capilla para que hiciera milagros.-Ningn historiador del siglo XVI ha dicho nada de esa aparicin; luego no sucedi.

    -Cita el texto de Zumrraga en Regla Cristiana y habla de las suspicacias de Sahagn sobre el culto del Tepeyac.-Los sacerdotes Don Miguel Snchez y Don Luis Lazo de la Vega convirtieron en historia lo que en su origen fue una ficcin.

    -No sabe el Ilmo. Sor. Ibarra que la pintura, mona o mueca del Tepeyac, pintada por el indio Marcos Cipac o de Aquino es lo ms

    imperfecto y mal hecho que puede haber en gnero y especie de pinturas?

    Muy insultante hacia la propia Virgen de Guadalupe, a quien llama "la mona del Tepeyac", y hacia elIlmo. Ibarra y Gonzlez, a quien gratuitamente llama "un zote o el hombre ms perverso y perniciosoque puede haber en Mxico".Voy a ser franco: Ese textito de "Ecos de la Quinta del Olvido" est tan lleno de palabras malsonantes,de injurias y de calumnias, que me permito poner en duda que sea realmente de Mons. EduardoSnchez Camacho, quien en su Carta de 1896 se muestra escptico, pero no descorts ni ofensivo. Nome consta de que el "Ecos..." sea suyo, quienes lo digitalizaron slo pusieron su nombre; pero si no lofuera, sera muy grave atribuirle tantas ofensas y groseras como las que tiene el texto. Por lo tanto,

    para m por el momento es annimo.

    Con respecto a las objeciones del texto; la primera es casi graciosa. A lo largo de la historia de Mxicohan habido y siguen saliendo estudios sobre las Apariciones Guadalupanas.De la segunda, no consta que "Marcos Cipac" haya pintado la imagen; el autor la llama "imperfectsima"gratuitamente, pues estudios modernos, como el de Homero Illescas de la proporcin dorada, o deCallagan y Smith de su composicin, la califican de sorprendente por su perfeccin artstica y por sulogro en la tela del ayate. Y si realmente los "empleados" de la ermita la hubieran colocado, no tendranrazn de ser las suspicacias de Sahagn.De la tercera objecin, tanto Surez de Peralta como Ixtlilxchitl, historiadores, hablaron de laAparicin. Valeriano, sin ser historiador, la relat en el Nican Mopohua. La tradicin de la misma corraentre los indios, y as la saban los testigos de 1666, segn reconoce el propio Icazbalceta.

    De la quinta, Snchez y Lasso de la Vega escribieron la historia tomando como base la relacin deValeriano, pero sta no es ficcin, sino historia, como se determina por las Informaciones de 1666, queinvestigan hechos histricos, no ficciones de indios. Y de la ltima, agradecemos al autor su opinin,donde sencillamente nos dice que la Guadalupana es "lo ms imperfecto y mal hecho" que puede haberen pintura. No est muy instruido en arte el autor de esta simpleza.

    Insisto: No me parece que sea Snchez Camacho el autor del panfleto, a menos que estuviera afectadoen su juicio por desesperacin o impotencia -lo cual reducira la calidad de su argumentacin-. En suCarta de 1896 habla con respeto y decoro del obispo Carrillo y Antona. En el "Ecos...", el autor (seaquien sea) se expresa muy mal de todos los obispos mexicanos, y a Mons. Ibarra y Gonzlez -de mslustre aun que Carrillo y Ancona- se le infieren serios insultos, que no corresponden con la urbanidad desu anterior Carta.El estilo no es el mismo. En su Carta de 1896 omite los ttulos dados a los obispos, tales como "Ilmo.",

    "Rvdo.", etc. En el "Ecos..." exagera los ttulos, con un afn evidentemente sarcstico, lase porejemplo la siguiente expresin:

    Juzgo que su Excelencia Ilustrsima y Reverendsima y Dignsima debe pagar mis buenos servicios con algunos miles de pesos de los

    que reciba. Los Ilmos. Digmos. y Reverendsimos Sres. Arzobispos y Obispos de Mxico, van a tener, por lo que yo he dicho, un

    grande incremento de piedad en sus fieles, y esa piedad se traduce en plata y oro. Nada cuesta a Sus Seoras Ilustrsimas y

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    Reverendsimas, mandarme siquiera el diezmo de ese aumento de piedad argentina y dorada. E1 Ilmo. y Rmo. Sor. Arzobispo de

    Guadalajara, ignorante y pretencioso como es...

    Cuando en su carta se limita a dar el tratamiento de Sr. obispo de Yucatn a Carrillo y Ancona, y el deSr. Lic. a Trinidad Snchez Santos. [ 1 0 ]

    Sea como sea, el caso es curioso.

    Vicente de Paula Andrade

    Estudio histrico sobre la leyenda gu adalupana,y anotaciones varias

    Nos encontramos ante un caso particular de antiaparicionismo. Nacido en 1844 y fallecido en 1915, fuecannigo de la Baslica de Guadalupe, bibligrafo y ensayista histrico. Es autor del Ensayo Bibliogrficomexicano del siglo XVII, publicado en Mxico en 1900.

    Su obra antiguadalupana consisti principalmente en su Estudio histrico sobre la LeyendaGuadalupana, conjunto de notas impresas en Mxico, Imprenta de Buznego y Len en 1908. En 1888hurg en el escritorio de Fran cisco de l Paso y Troncoso , hurtndole una copia de la Carta de GarcaIcazbalceta, la cual tradujo a un mal latn y la public annimamente con el ttulo de De B.M.V.Apparitione in Mexico sub titulo de Guadalupe, exquisitio historica. Apunta Ed m u n d o O Go r m a n quefue impresa en Mxico, Imprenta de Epifanio Orozco. [ 1 1 ]

    En diciembre del mismo ao, Andrade coste una edicin de las Informaciones de 1556 con notasantiaparicionistas suyas, de Del Paso y Troncoso y de Jos Mara Agreda y Snchez. La publicacin dice"Madrid, Imprenta La Guirnalda", pero en realidad fue impresa en Mxico, en la Imprenta de AlbinoFeria. En 1890 public unas notas antiaparicionistas que despus insert en una edicin de lasInformaciones de 1556 realizada en 1891.

    En 1892 For t ino H ip l i to Vera public una refutacin a la Carta de Icazbalceta, su Contestacinhistrico-crtica, donde traduca al espaol la publicacin latina hecha por Andrade. ste tom latraduccin de Vera, le quit las refutaciones, y la public nonimamente en 1893, con el ttulo Exquisitiohistorica. Anonimo escrito en latn sobre la aparicin de la B.V. de Guadalupe, Traducido al espaol porFortino Hiplito Vera, cannigo de la In signe y Nacional Colegiata de Guadalupe, Jalapa, Tipografa deTalonia. Lo cual es falso, pues en realidad no existe ninguna "Tipografa de Talonia", sino que fue

    impresa por Albino Feria en la ciudad de Mxico. [ 1 2 ]

    Y todava en 1896 tuvo el descaro de protestarcontra sus propias publicaciones de la Carta deIcazbalceta, junto con el Cabildo de la Colegiata. Podemos ver, por lo tanto, que tuvo una obsesivaaversin a la tradicin guadalupana, que public annimamente panfletos antiaparicionistas y quepretendi cubrirse "protestando" por ello.

    Alfonso Junco, en El m ilagro de las rosas, lo califica de servandesco, psicopatolgico y amigo de lamasonera [ 1 3 ] . En el Apndice sptimo de su Destierro de sombras..., Edmundo OGormanproporciona muchos datos sobre las maniobras de Andrade. Fue efectivamente una fea actitud la suya,ms siendo cannigo de la Colegiata, y no es un buen ejemplo a seguir para los antiaparicionistas. Lasinceridad de Garca Icazbalceta contrasta con la hipocresa y cobarda de Andrade, quien nunca dio lacara por sus publicaciones.

    Sus objeciones: Se dedica a impugnar que S.S. Benedicto XIV haya dicho Non fecit taliter omni nationi,en referencia a la Guadalupana, manifiesta su aversin hacia Mons. An ton io P lancar te y Labast ida ,acusndolo de intrigar en el asunto de la "corona borrada" en 1895. Contra Juan B. Muoz afirma quela ermita del Tepeyac la construy Montfar y no Zumrraga. Descalifica a las Informaciones de 1666,

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    sugiriendo que "se prohiban". En sus "aditamentos" a las Informaciones de 1556 que public en 1888 y1891, no hace sino repetir muchos de los argumentos de Garca Icazbalceta, al mismo tiempo que creeque efectivamente el indio Marcos pint la imagen original.

    Refutando a Garca Icazbalceta se refuta a Andrade en casi todos sus puntos, a la vez que se hacenfasis en que Sahagn desminti a Bustamante al decir que "no se sabe de cierto" el origen de esaTonantzin, descartando con ello la autora de Marcos.

    Francisco De la Maza

    El guadalupanismo mexicano

    Francisco De la Maza fue historiador y crtico de arte, en especial del novohispano, nacido en San LuisPotos en 1913 y muerto en la ciudad de Mxico en 1972. Fue profesor de la Universidad NacionalAutnoma de Mxico, discpulo del destacado profesor Manuel Toussaint. Su obra El guadalupanismomexicano, de 1953, es la que comentar en este apartado.

    El libro me result un tanto desconcertante, pues De la Maza, al tiempo que admira a la Guadalupana,su culto y la poesa sobre ella, delata poco a poco su antiaparicionismo, como veremos por notasespecficas. No niega explcitamente el milagro guadalupano, pero s lo hace implcitamente. Evitacuidadosamente la negacin directa, del milagro, pero no pudo evitar la negacin indirecta. En elPrlogo de su obra dice "ni ataco ni defiendo", al tiempo que habla con desdn del pueblo mexicano, alque critica por no poder leer "ni siquiera novelas, menos erudiciones histricas", diciendo que su obraes "para intelectuales y no para el pueblo".

    Comentarios especficos-En su p. 16, pone nfasis en que las Informaciones de 1556 no llaman aparecidaa la imagen, y que niuna sola voz se levant contra la afirmacin de Bustamante de que el indio Marcos pint la imagen.

    -Despotrica contra las explicaciones que han dado los apologistas a las palabras de Sahagn, diciendoque Sahagn no necesitaba respetar a Bustamante, sino que deba decir que la imagen era aparecida.[ 1 4 ]

    -En su p. 25 afirma taxativamente que "todos los franciscanos del siglo XVI no slo dudaron del milagro

    guadalupano, como quiere Bravo Ugarte, sino que lo negaron franca y abiertamente", y esto, cuandofranciscanos como Mendieta, Motolina y Gante ni siquiera mencionan a la Guadalupana, luego nonegaron el milagro "franca y abiertamente".

    -En su p. 28 habla del documento llamado Mapa de Boturini, diciendo "No cabe duda que es uninteresante dato... iconogrfico", como queriendo decir, con los puntos suspensivos, que un datoiconogrfico no resulta til en la historiografa guadalupana.

    -En su p. 31 hace mofa de la indagacin del p. Mar iano Cuevas , sobre los Anales de Mxico y suscontornos, donde sita la aparicin en 1531 debido a que registran la aparicin del cometa Halley(estrella humeante), que pas en 1531. Compara esto con Kepler hablando de la estrella de Beln enreferencia a la conjuncin de Jpiter y Saturno.

    -En la 32, refirindose al testamento de don Esteban Tomeln (el nombre correcto es Sebastin), y alde Francisco Verdugo Quetzalmamalitzin, dice entre parntesis "No s que puedan probar estostestamentos". No prueban las apariciones, cierto, pero s prueban la existencia e importancia del cultoguadalupano en 1573 y 1575, contra la aseveracin de Icazbalceta de que el culto de 1556 fuecediendo "hasta desaparecer".

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    -En sus pgs. 74 a 79 se dedica a defender la idea de que la historia original de las apariciones laescribi Lasso de la Vega en 1648, y no Anton io Va le r iano a mediados del siglo XVI. Tena quedefender su tesis de que "de Miguel Snchez parten, quirase o no, todos los dems relatos de lasapariciones"[ 1 5 ] . Defendiendo la autora de Lasso de la Vega , llega hasta acusar de "increbleceguera" a Pr im o Fel iciano Velzquez y Mariano Cuevas . Pero que Valeriano escribi el NicanMopohua, lo confirman numerosos expertos, como Al fonso Junco en Un radical problema guadalupano,Lauro Lpez Bel t r n en La Protohistoria Guadalupana, el antiaparicionista Ed m u n d o O Go r m a n , yfinalmente cito al autor -moderno y experto en nhuatl- d r . M iguel Len - Po r t i l l a, en TonantzinGuadalupe, obra de 1999.

    -En un frase que abarca el final de la p. 94 y el principio de la 95, habla de la frase Non fecit taliteromni nationi, atribuida a S.S. Benedicto XIV, y sobre esta frase dice De la Maza: "la orden" (Franciscode Florencia) reproducir en las estampas que grab de la guadalupana, que tanto xito tendraposteriormente y que se convertira en la divisa de la leyenda guadalupana. Esta expresin, "leyendaguadalupana", es la que define claramente a De la Maza como impugnador y antiaparicionista.

    -En su p. 95, habla del p. Fran cisco de F lorencia , de su Estrella del Nort e de Mjicoy de lasexplicaciones que da sobre el "silencio" de historiadores y cronistas espaoles. Dice textualmente:"Trata de disculparlos con razones tan infantiles como las de los actuales aparicionistas", en referencia alos citados Velzquez y Cuevas, adems de Garca Gutirrez, Vera, De la Rosa, etc. Para esto nadamejor que leer las obras de los mismos, y podr observarse la seriedad, lgica y solidez de sus anlisis.

    Esa acusacin de infantilismo que les hace De la Maza no est justificada.

    -Ya al final de su obra, en la p. 186, dice: "De esa necesidad interna, esencial, de u n pueblo quecomienza a ser; de la fe y el esfuerzo de los criollos del siglo XVII; de la intuicin potica; de laexaltacin or atoria; de la im aginacin creadora que anhela su propio smbolo, nace Nuestra Seora deGuadalupe...". Y a menos que esa "imaginacin creadora" sea la de Dios mismo, se est negando casidirectamente que la Guadalupana sea milagrosa.

    Francisco De la Maza es manifiestamente opositor de los aparicionistas de principios del siglo XX, a lavez que tacha de insuficientes y defectuosas a las Informaciones de 1666. Por todo esto lo coloco entrelos impugnadores.

    Edmundo OGorman

    Destierro de sombras, luz en el origen de laimagen y el culto de Nuestra Seora deGuadalupe

    Edmundo OGorman fue un historiador contemporneo (nacido en 1906 y fallecido en 1995), trabaj enel Instituto de Investigaciones Histricas de la Universidad Nacional Autnoma de Mxico (U.N.A.M.), ypublic varias obras histricas como Historia de las div isiones territ oriales de Mxico(1937), Crisis yporvenir de la ciencia histrica(1947), Fundamentos de la historia de Amrica(1951), La invencin deAmrica(1958), La supervivencia poltica novohispana (1961), Mxico, el trauma de su historia(1977).

    En 1986 redact una nueva obra titulada Destierro de Sombras, luz en el origen de la imagen y el cultode Nuestra Seora de Guadalupe. Esta obra es declaradamente antiaparicionista. En ella OGormaneligi refutar principalmente la tesis que expuso el p . nge l Mar a Gar ibay K in tana en La maternidad

    espiritual de Mara en el mensaje guadalupano, discurso pronunciado el 10 de octubre de 1960 en elCongreso Mariolgico, mismo que fue publicado por Editorial Jus en 1961.

    En su tercer captulo, por ejemplo, habla extensamente del Nican Mopohua. Afirma contra otrosimpugnadores como De la Maza y Stafford Poole, que el relato original de las apariciones es de An ton ioValer iano , y que la tradicin de las apariciones no parte de Miguel Snchez en 1648:

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    "Los historiadores aparicionistas tienen razn en oponerse a la idea de que la tradicin de las apariciones surge a partir de lapublicacin del libro de Miguel Snchez. Es la tesis del padre Mier. Pero no es vlida la inferencia de que, por ser anterior la tradicin

    a ese libro, se prueba la verdad histrica de su contenido. Lo evidente es que la tradicin se origin en el Nican Mopohua y que no

    tiene ms credibilidad histrica que la que pueda concederse a ese relato, es decir, ninguna" (Destierro..., p. 61)

    Afirma que Valeriano inventel relato, y que la imagen tiene su origen en los aos de 1555-56 comoafirman algunos anales de los que se citan como testimonios histricos. No explica por qu Valerianopuso el suceso en 1531, y adems lo refuta el d r . M iguel Len - Po r t i l l a, quien opina que Valerianocondens una tradicin ya existida de las apariciones, y que Juan Diego exista, ligado a las mismas

    [ 1 6 ] . Don Juan Bautista Muoz tambin contradice a OGorman, pues afirma que la devocin comenz"a pocos aos de la Conquista", y que cuando el arzobispo Montfar lleg, en 1554, ya encontr muydifundida la devocin guadalupana en la ermitilla del Tepeyac.

    OGorman sigue a Garca Icazbalceta y Antonio Robles en el dicho de que hacia 1648 el cultoprcticamente haba desaparecido, ignorando aqu el asunto de la construccin de la nueva iglesia por elarzobispo De la Serna, y la traslacin de la imagen en 1629 a la Catedral y en 1634 al Tepeyac.

    Otro punto manejado por OGorman es cuando trata el sermn que pronunci el arzobispo Montfar el6 de Septiembre de 1556, donde inici diciendo Beati oculi qui vident quae vos videtis "Dichosos losojos que ven lo que vosotros vis", y que desde sus oyentes hasta nuestros das, se entiende comoreferencia al prodigio de la Virgen de Guadalupe. Pero OGorman, sencillamente, se limita a decir que"invoc aquellas palabras del evangelista para felicitarse y felicitar a sus oyentes por estar viendo laespectacular devocin que haba inspirado en los vecinos espaoles de la ciudad de Mxico la imagendel Tepeyac" (p. 222) No parece as si consideramos que en la informacin consta, junto con estaspalabras de Montfar, que compar a la Guadalupana con imgenes milagrosas (sobrenaturales), comola Virgen de la Pea de Francia, de Loreto y de Montserrat. [ 1 7 ]

    En un extenso apndice se aplica a impugnar el valor testimonial de la Relacin Primitiva, documentoatribuido el p. Juan Gonzlez , traductor de Zumrraga. En mi opinin le dedic ms espacio del querequera, siendo adems que no todos los apologistas citan o conocen a la Relacin Primitiva.En su Apndice 4 descalifica a las Informaciones de 1556 como proceso formal, las llama "documentoque el prelado(Montfar) se fabric a su gusto".El Apndice quinto lo dedica a comentar y analizar el contenido de estas Informaciones.

    Su obra incluye un valioso Apndice (el 7), que consiste en las Efemrides de 1846 a 1897, relativas ala publicacin de obras guadalupanas, de las Informaciones de 1556 y de las ediciones de la Carta deGarca Icazbalceta.

    Stafford Poole

    Our Lady of Guadalupe. The Origins andSources of a Mexican National Symbol

    El padre Poole es sacerdote vicentino, ordenado en 1956 y doctorado en Historia de Mxico por la SaintLouis University, autor de la obra Pedro Moya de Contreras: Catholic Reform and royal power in NewSpain, en la que trata del tercer arzobispo de Mxico. Su obra antiaparicionista es el libro Our Lady ofGuadalupe, The Origins and Sources of a Mexican National Symbol, 1531 - 1797, publicado por laUniversidad de Arizona en 1995. No he podido tener acceso a su libro, as que comentar sobre el

    mismo utilizando la extensa refutacin que le hace Mons. Jos Luis Guerrero en El Nican Mopohua, unIn tento de Exgesis.

    En su libro Poole deplora que el archivo y biblioteca de la Baslica estn "cerrados actualmente" a losinvestigadores. Desconozco si en 1995 lo estaban, pues yo he accesado a la biblioteca de la Baslica

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    ms de una vez.Sostiene que no fue Valeriano sino Lasso de la Vega el autor del Nican Mopohua, que no huboconversin masiva de los indios despus de 1531, que la Virgen de Guadalupe fue un smboloenarbolado por los criollos contra los espaoles, para justificar su diferencia de ellos yconsiguientemente la Independencia de Mxico.Repite igualmente el argumento del "silencio" de fray Juan de Zumrraga, enlista los Cdices que secitan en la documentacin indgena y los descalifica a todos, arguyendo que no son prueba suficiente,tacha de ambigua la referencia de Surez de Peralta en Noticias Histricas, critica a las Informacionesde 1666, insinuando que "pudo" haber errores en las copias que se hicieron de las mismas, y dando laimpresin de que los testigos respondan bajo consigna, y que la Investigacin Capitular fue

    "cuidadosamente ensayada y montada".

    El p. Guerrero comenta ampliamente y por captulos la obra de Poole. Primeramente demuestra contestimonios histricos de la poca que s hubo conversin masiva de los indios; Poole, en cambio, selimita a afirmar que "no la hubo", sin probar su tesis. [ 1 8 ]Asimismo se refuta la idea de que la ermita "la fund Montfar", por medio de testimonios tanconocidos como la carta del virrey Enrquez y el mapa de Upssala.

    Da razn del por qu del "silencio" documental del siglo XVI, explicando que los espaoles de la pocano pudieron darle la importancia que hoy le damos los guadalupanos. Defiende tambin la importanciade las Informaciones de 1666, demostrando que valen ms de lo que Poole les concede.Es un apndice bastante grueso, en el que Guerrero refuta a Poole, pero interesante para quienes

    quieran leer las conclusiones del ltimo y las deficiencias en que incurri.

    Tambin tengo a la vista un breve texto del mismo Poole, publicado en La Bsqueda de Juan Diego, deManuel Olimn Nolasco con el ttulo Una nueva polmica en la controversia guadalupana, en el quecritica al libro El Encuentro de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego, compilacin de informacinmandada a Roma con motivo de la canonizacin de Juan Diego. Acusa a sus autores -Chvez, Gonzlezy Guerrero-, de hacer polmica mas que historia, de agresividad contra los antiaparicionistas. Repiteque el silencio "es universal", aunque ya ha sido demostrado innumerables veces que no fue tal. Noest seguro de si los autores "hacen a un lado el silencio", o si "pretenden esgrimirlo como pruebafavorable". En concreto no hace ms que enumerar deficiencias que ve en dicho libro, afirmando almismo tiempo que la canonizacin de Juan Diego "presenta un verdadero reto para la credibilidad yautoridad de la Iglesia".

    Bien dice Jos Luis Guerrero que Stafford Poole no aporta en realidad objeciones nuevas.

    Guillermo SchulenburgPrado

    Cartas a El Vaticano, y entrevistas

    Hace apenas unos aos, cuando mi fe catlica no estaba muy slida, me enter por los medios decomunicacin de unas declaraciones polmicas, en el sentido de que la Virgen no se haba aparecido enel Tepeyac en 1531, que la imagen en la tilma no tiene nada de milagrosa, y que, finalmente, el indioJuan Diego no existi. Mi sorpresa fue mayscula cuando supe que el autor de tales declaraciones erani ms ni menos que el propio Abad de la Baslica de Guadalupe, Mons. Guillermo Schulenburg Prado.

    No slo yo, sino los millones de mexicanos devotos de la Virgen de Guadalupe no lo podamos creer;pareca mentira que el mismo Abad del santuario, custodio de la imagen venerada y supuestamentepromotor de su devocin, hubiera negado la misma raz de dicha devocin: las apariciones de Mara enel Tepeyac como un hecho histrico acontecido.

    Espero hablar ms adelante, y con mayor extensin del escndalo desatado por las declaraciones de

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    Schulenburg. Por el momento slo har un resumen de sus declaraciones, impugnaciones, y tratar deexplicarme su actitud.

    Desde 1990, con motivo de la beatificacin del vidente Juan Diego, Schulenburg empez a hacerdeclaraciones en el sentido de que no era segura la existencia histrica de Juan Diego. El hecho de queS.S. Juan Pablo II beatificara a Juan Diego en 1990, no lo hizo darse por vencido, sino que declar enprensa (a la revista Ix tus), que la beatificacin era "de un smbolo, no de una persona". Susdeclaraciones (hechas en 1995) causaron incomodidad no slo entre el clero mexicano, sino en elmismo pueblo. Schulenburg aadi despus la declaracin de que la imagen era obra completamentehumana, sin ningn rasgo sobrenatural, arguyendo unos "estudios" que realizaran restauradores de arte

    como Jos Sol Rosales y Antonio Flores Gmez. [ 1 9 ]

    Pese a sus declaraciones, continu como Abad hasta 1997, cuando por cuestiones cannicas fueremovido y sustituido por Diego Monroy Ponce. Recibi duras crticas por haber vivido 30 aos de laslimosnas de la Baslica siendo que no crea en la aparicin, y todava insisti en sus declaraciones en el2002, dado que desde tiempo antes la Congregacin para la Causa de los Santos trabajaba en elproceso de canonizacin del beato Juan Diego. Varios prelados, con Schulenburg a la cabeza,mantuvieron correspondencia con El Vaticano pidiendo que se detuviera el proceso de canonizacin. Endichas cartas aseguran que no hay evidencia histrica de la existencia de Juan Diego. La Congregacinpidi explicaciones a los investigadores y postuladores de la causa, quienes elaboraron un gruesocompendio de informacin enviado a Roma, gracias a lo cual en Julio de 2002 Juan Pablo II canoniz aJuan Diego en su quinta visita a Mxico.

    La act i tud de Schu lenbur g

    Es Schulenburg un hipcrita, qu e fingi creer en las apariciones para ser Abad, pero luego sali con su"Domingo 7" de que no crea?-esta pregunta me la hice varias veces, igual que varias personascercanas a m. Las crticas sobre l son numerosas. Efectivamente, inici su cargo de Abad de la Baslicaen 1963. Si no crea en la aparicin guadalupana y en la existencia de Juan Diego, fue sumamentedeshonesto al fungir como Abad durante tantos aos, para salir finalmente con que "siempre no". Pormi parte me gusta pensar bien del prjimo, y en lo posible procuro no aventurar juicios sobre otraspersonas sin algn conocimiento preciso de su actitud.En el caso de Schulenburg, quiero pensar que, como Icazbalceta, crey en la Aparicin de la Virgen deGuadalupe a Juan Diego, y que despus, por causas que desconozco, dej de creer en la misma y se

    convenci sinceramente de la falsedad del milagro.

    As puedo explicarme anteriores actitudes suyas, donde se evidencia que crea (o al menos as lomanifestaba), en las Mariofanas del Tepeyac. Voy a citar algunos ejemplos.

    Schu lenburg y la const rucc in d e la Basl i ca Nueva

    En 1976, con motivo de la construccin de la Baslica Nueva (en la que ahora est el ayate), se editun lbum Guadalupano, y con el producto de su venta se colaboraba en la construccin de la Baslica.Al principio el lbum trae una nota explicativa firmada por el Arzobispo de Mxico Cardenal MiguelDaro Miranda y Gmez y por el Abad Schulenburg. En la nota encontramos palabras como:

    "Se remonta al mes de Diciembre del ao de 1531 la iniciacin de ese dilogo amoroso entre Mara y el pueblo de Mxico. En la

    fecha antes mencionada, la siempre Virgen Mara se dign acercarse al humildsimo indio Juan Diego y hablarle en su propia lengua

    con acentos profundamente humanos, y al mismo tiempo, de alto significado sobrenatural"

    Una persona honesta no firmara semejante nota a menos que estuviera de acuerdo con ella. De ahdeduzco que en 1976 el sr. Schulenburg s crea en la Aparicin.

    Schu lenburg y la co ronac in guada lupana en Jerusa ln

    Siguiente ejemplo: En 1977 se llev a cabo la coronacin de la Virgen de Guadalupe en Jerusaln,promovida por el p. Lauro Lpez Beltrn. La misa fue presidida por el patriarca ortodoxo de Jerusaln,Mons. Giacomo Giussepe Beltrini, y el rito de coronacin lo realiz Mons. Guillermo Schulenburg. Perono es la coronacin lo que me interesa para el tema, sino las palabras que pronunci en su alocucinde inicio. La crnica de la celebracin corri a cargo del p. Aureliano Tapia Mndez, recogida por el p.Lauro Lpez Beltrn en su lbum de la Coronacin Guadalupana en Jerusaln, donde encuentro lassiguientes notas:

    "Hizo una sntesis de la historia de las Apariciones del Tepeyac, colocando frente a frente, como caminos de encuentro con Cristo, por

    medio de Mara Santsima, la Colina del Calvario y la Colina del Tepeyac" (en la pg. 153) "Monseor Guillermo Schulenburg Prado,

    XXI Abad de la Insigne y Real Colegiata y ahora Baslica de Guadalupe, en uso de la palabra. En su discurso inaugural habl de Juan

    Evangelista, el guila de Patmos, que contempl en la Isla de Patmos a la Virgen Apocalptica, vestida de sol y ornamentada con doce

    estrellas en su cabeza; y de Juan Diego, el guila del Tepeyac, que tambin admiro exttico a la Virgen Tepeyacana..." (pg. 163)

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    Est claro. En 1977 Schulenburg s crea en las apariciones y en la existencia de Juan Diego. Muestro acontinuacin fotografas del evento:

    Mons. Guillermo Schulenburgrociando con agua bendita la corona

    Schulenburg, en el momento de coronar a la Guadalupana

    Schu lenburg y los encuen t ros nac iona les guada lupanos

    Tengo a la vista cuatro libros que recopilan las conferencias dadas en los Cuatro Encuentros NacionalesGuadalupanos, en 1976, 77, 78 y 79. En dichas conferencias se tratan, entre otros puntos, lahistoricidad de las Apariciones Guadalupanas. En ellas, toc a Mons. Schulenburg hacer la oracincomunitaria de ingreso. Coloc aqu extractos de la oracin del Tercer Encuentro de 1978 y del Cuarto,en 1979.

    "Seor Jesucristo... te suplicamos ardientemente ilumines nuestra inteligencia con la claridad de tu luz y enciendas nuestros corazones

    con el fuego de tu amor, para que podamos avanzar fructuosamente en el conocimiento slido e inteligente de las marav i l l as

    rea l i zadas por tu p rov idenc ia en favor de la evange l i zacin de es te pueb lo t uyo , aqu en la Co lina de l Tepeyac ." (5 de

    diciembre de 1978)

    "Te suplicamos humildemente, Dios Todopoderoso y Eterno, que ilumines nuestras inteligencias en la bsqueda paciente y tenaz de la

    verdad para conocer ms a fondo los designios amorosos de tu Providencia al concedernos la gracia especialsima de la presenc ia

    e x c ep c io n a l d e M a r a e n t r e n o s o t r o s a t r a v s d e l c o n j u n t o d e h e ch o s a d m i r a b l e s q u e f o r m a n e l m i s t e r i o d e l T e p ey a c ." (4 de

    diciembre de 1979)

    Pero no habra "maravillas obradas por Dios", ni "presencia excepcional de Mara" si no hubieraAparicin y tilma milagrosa. As que en 1978 y 1979 Schulenburg todava crea en el milagro.

    Schu lenburg y e l Congreso Mar io lg ico de 198 1

    En 1981 se celebr un Congreso Mariolgico con motivo del 450 Aniversario de la Aparicin. Hasta1983 public Guillermo Schulenburg las conferencias de dicho Congreso. Puesto que en 1982 se realizel estudio de Jos Sol Rosales donde supuestamente demostr que la imagen es obra humana, supongo

    que Schulenburg todava se resisti a creerlo, pues si no, no hubiera publicado ponencias que tratan delas Apariciones y las defienden como hecho real.Es ms, sus propias palabras lo manifiestan. Ese 1983 todava escribe, en la Presentacin del libroCongreso Mariolgico:

    "El mes de diciembre del ao de 1981, culminaron en nuestra Baslica de Santa Mara de Guadalupe, las celebraciones que con

    motivo del 450 Aniversario de la presencia de Mara en la Colina del Tepeyac, tuvieron lugar en todos los rincones de la patria... Sin

    duda, l os hechos de l Tepeyac tuv ie ron u n s ign i f i cado de suma t rascendenc ia para la evangelizacin y la conversin de nuestras

    razas aborgenes al cristianismo. En efecto, en los planes provinciales de Dios, la noticia de la redencin del gnero humano y la

    aceptacin de la fe habra de calar profundamente y fructificar entre nosotros, a travs de la figura incomparable de Mara, fue Ella la

    que hizo fecunda la abnegada y humanista accin de los misioneros en Mxico, de manera que s i n t i t u b e o s p o d e m o s a f ir m a r q u e

    Santa Mar a de Guada lupe es nues t ra evange l i zadora por exce lenc ia "

    Si todava poda afirmar "sin titubeos" que la Virgen de Guadalupe es la evangelizadora excelente de

    Mxico, significa que no haba hecho mucho caso a los "estudios" de Sol Rosales, pues habla de laaparicin como verdadera y de la presencia de Mara en el Tepeyac, que alude al ayate. Mara noestara ah presente si la imagen fuera una simple pintura humana.

    Pero de pronto, en 1986, Schulenburg enva una carta fechada el 18 de noviembre de ese ao al

    http://www.luxdomini.com/_gpe/contenido1/schulenburg3.jpghttp://www.luxdomini.com/_gpe/contenido1/schulenburg2.jpg
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    prefecto de la Congregacin para la Causa de los Santos. En esa carta enva una tesis del Pbro. Jos deMartn Rivera con el ttulo Precisiones a la pretendida historicidad del Nican Mopohua[ 2 0 ] . En estacarta ya se impugna el hecho guadalupano. Se dice que el Nican Mopohuaslo se ubica hasta el sigloXVII con Lasso de la Vega, que en 1531 no haba convento en Tlatelolco y que s lo haba enCuauhtitln.As que entre 1983 y 1986 Schulenburg empieza a moverse hacia el antiaparicionismo, y finalmente,diez aos despus, ya es un antiaparicionista ostensible. Desde 1999 empieza a enviar, junto con otrosprelados e investigadores, cartas al Vaticano intentando frenar la canonizacin de Juan Diego. Algunasde sus cartas estn publicadas en La Bsqueda de Juan Diego, de Manuel Olimn Nolasco... con lo quepasamos al siguiente impugnador.

    Manuel Olimn Nolasco

    La Bsqueda de Juan Diego

    Es un impugnador interesante, pues al igual que De la Maza, elogia a la tradicin guadalupana; aunquesus comentarios tienden a negar la historicidad de la misma. Su libro La Bsqueda de Juan Diego,publicado por Plaza&Jans en 2002, me llen de curiosidad por las reseas que lea del mismo, y decidadquirirlo.Un detalle curioso de Olimn, es que dice que no debe hablarse de "aparicionistas" y"antiaparicionistas"... aunque a esto decimos que hay quienes creen en el milagro guadalupano -comose cuenta-, y quienes no. Los primeros son los aparicionistas, y los segundos los antiaparicionistas.Inicia su libro diciendo: "...la mayora de edad de los catlicos mexicanos exige el tratamiento serio yabierto de temticas como la presente", aunque cualquiera podra discutir si los catlicos mexicanosaun no alcanzan mayora de edad, o si ya la alcanzaron desde hace bastante tiempo.

    El grueso de su libro lo dedica a criticar el trabajo de Fidel Gonzlez, Eduardo Chvez y Jos LuisGuerrero, llamado El Encuentro de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego, compendio de informacinenviado a El Vaticano con motivo de la canonizacin de Juan Diego, y en respuesta a las peticiones dedetener el proceso.Da argumentos por los cuales considera errnea la "interdependencia objetiva" que utilizan los autores.Apoyndose en investigadores como Stafford Poole y Xavier Nguez, el p. Olimn repite impugnacionescomo tachar de insuficientes las Informaciones de 1666, los testimonios histricos, y minimizar lavalidez del Cdice Escalada. No afirma directamente que Juan Diego no existi, sino que dice que hay"serias dudas" sobre su existencia, y todos los testimonios citados por los apologistas, hasta Gonzlez,

    Chvez y Guerrero, no lo convencen.Sobre las Informaciones de 1666, a las que siempre pone entre comillas, dice que "la edad(de lostestigos) en este caso, ms bien aboga en contra la firmeza de sus declaraciones, sin decir por qu.

    Publica varios apndices, en primer lugar un artculo suyo publicado por El Universalel febrero de 2002,luego un escrito de Stafford Poole, Observaciones acerca de la historicidad y beatificacin de JuanDiego, en las que se limita a repetir viejas impugnaciones, a criticar al Cdice Escalada, e incluso aafirmaciones ya refutadas, como que la ermita original la fund Montfar, que el Nican Mopohua loescribi Lasso de la Vega y acusa de alteraciones y tergiversaciones al p. Mariano Cuevas. Del mismoPoole publica Una nueva polmica en la controversia guadalupana, ya comentado en el apartado sobreel autor. Vienen luego Algunas consideraciones sobre el llam ado " Cdice Guadalupano de 1 548", deRafael Tena, donde, pese a su inseguridad, dice que lo ms probable es que la pieza sea "apcrifa".

    Vienen por ltimo unas notas crticas de Francisco Miranda sobre el Encuentrode Gonzlez, Chvez yGuerrero.

    A continuacin, Olimn publica varias cartas, que voy a enlistar:

    -Carta del 4 de Febrero de 1998 dirigida a Giovanni Battista Re de la Secretara de Estado del Vaticano.

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    En ella se expresan reservas sobre la existencia de Juan Diego. Firman Carlos Warnholtz, GuillermoSchulenburg y Esteban Martnez de la Serna. [ 2 1 ]

    -Carta del 15 de Diciembre de 1999 dirigida a Norberto Rivera Carrera, Arzobispo de Mxico. Elremitente, Carlos Warnholtz, arcipreste de la Baslica, se disculpa por el carcter ofensivo que hayanpodido tener declaraciones suyas, pero al mismo tiempo insiste en que el Nican Mopohua "puede" sermera leyenda, y que la imagen "puede" ser obra humana.

    -Carta del 20 de Junio de 2001 dirigida a Alejandro Junco de la Vega, director del peridico Reforma.En ella Manuel Olimn Nolasco tacha de insuficientes a las pruebas del culto dado a Juan Diego.

    -Carta del 5 de Octubre de 1998 dirigida a Giovanni Battista Re. En ella se critican las actividades deFidel Gonzlez Fernndez, enviado por Roma a organizar una Comisin Histrica para la causa de JuanDiego. Curiosamente se elogia a Vicente de Paula Andrade, a quien se califica de "investigador serio ycrtico" (!!!). Instan a "no acelerar" la causa de canonizacin de Juan Diego. Firman Carlos Warnholtz,Esteban Martnez, Guillermo Schulenburg, Stafford Poole, Rafael Tena y Xavier Nguez [ 2 2 ] .

    -Carta del 27 de Septiembre de 1999 dirigida al cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado delVaticano. Se duelen los autores de la beatificacin de Juan Diego en 1990. Critican a la Positiode labeatificacin, a Juan Diego lo llaman "indio legendario". Injustamente dicen que el Encuentropadece"las mismas inexactitudes" de la Positio, cuando Francisco Miranda en sus notas se muestra alegre deque el Encuentrosea ms moderado que la Positio. Afirman que ellos y unos "tcnicos en conservacin

    de obras de arte", notaron que la imagen es obra humana y no divina. Firman Guillermo Schulenburg,Carlos Warnholtz y Esteban Martnez de la Serna.

    -Carta del 9 de Marzo de 1998 dirigida a Alberto Card. Bovone, pro-prefecto de la Congregacin para lacausa de los santos. Citando a Stafford Poole y Xavier Nguez, afirman que las aparicionesguadalupanas "histricamente hablando no pueden probarse", y que la imagen es "una pintura muyprobablemente de mediados del siglo XVI". Simplificando las cosas, dicen del Nican Mopohuaque"algunos... se la atribuyen a un indgena llamado Antonio Valeriano. Ninguna de estas cosas puedeprobarse desde el punt o de vista histrico; y de ello estn document almente seguros los autorescontemporneos". Pues no son "algunos" sino muchos, los que se la atribuyen a Valeriano, y confundadas razones. Entre los autores contemporneos, recientemente Miguel Len-Portilla aadi nuevosargumentos para probar la autora de Valeriano [ 2 3 ] , cuatro aos despus de esta Carta.

    Hacen elogio de Garca Icazbalceta y de OGorman, manifiestan estar angustiados por la canonizacinde Juan Diego. Sobre los testimonios histricos, con cuatro palabras los despachan, "son una verdaderainvencin", dicen. Firman Stafford Poole, Rafael Tena, Carlos Warnholtz, Xavier Nguez, GuillermoSchulenburg y Esteban Martnez de la Serna.

    -Carta del 28 de Enero de 2002 dirigida a Norberto Rivera Carrera, Arzobispo de Mxico. Es una cartapersonal del arcipreste Carlos Warnholtz al arzobispo, en la que le pide que le permita continuarviviendo de la Baslica. Debido, segn la carta, a que Mons. Rivera recibi peticiones de retirar aWarnholtz de la misma y gir instrucciones en ese sentido. As mismo, Warnholtz asegura en su cartaque desde 1982, al ver la imagen de cerca, se convenci de que era obra humana (a m me parece queuna simple observacin no basta para tanto), y que despus que S.S. Juan Pablo II firm el decretoque aprueba el milagro para la canonizacin, declar aceptar la decisin papal. Yo ignoro en qutermin el asunto, pero lo cierto es que Carlos Warnholtz aparece actualmente entre los Cannigos y

    Sacerdotes del santuario, junto con Guillermo Schulenburg, en el sitio web de la Baslica de Guadalupe.

    -Carta del 14 de Mayo de 2000 dirigida a Mons. Tarcisio Bertone, secretario de la Congregacin para laDoctrina de la Fe (de la que era director Joseph Ratzinger). Se elogia al p. Stafford Poole, acusando desuperficiales a los autores del Encuentro, quienes refutan en su libro varios argumentos de Poole.Reafirman que en 1982 se realiz una observacin -as la llaman- a la tilma, y que "todo pareceindicar" que no es sobrenatural, contradiciendo en conjunto a Callagan y Smith, los numerososoftalmlogos que examinaron la imagen, y a Aste Tnsmann. Firman Stafford Poole, Esteban Martnezde la Serna, Manuel Olimn Nolasco, Carlos Warnholtz, Guillermo Schulenburg, Francisco Miranda,Xavier Nguez, Rafael Tena y Luis Gonzlez de Alba.

    -Carta del 4 de Diciembre de 2001 dirigida al cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado del

    Vaticano. Se quejan al cardenal de la mucha publicidad dada a la canonizacin de Juan Diego. Antesafirmaron que "t odo parece indicar" que la imagen es pintura humana; en esta carta ya estn segurosde ello, pues "nos consta que la imagen de la Santsima Virgen Mara, por nosotros altamentevenerada, es una pintura realizada por mano humana". Insisten en que los autores del Encuentronorefutaron a TODOS los impugnadores contemporneos, de los que citan a De la Maza, OGorman,Poole, Richard Nebel, Xavier Nguez y David Brading. Acusan al arzobispo Rivera de "satanizar" a los

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    negadores de la existencia de Juan Diego, como ellos mismos. Firman Carlos Warnholtz, EstebanMartnez de la Serna, Manuel Olimn Nolasco y Guillermo Schulenburg.

    Como observacin personal: En ninguna carta aparecen firmas de los "restauradores" quesupuestamente determinaron que la imagen no es milagrosa. Faltan firmas de Jos Sol Rosales o deAnton io Flo res Gmez . Si slo se enviaron este tipo de cartas al Vaticano, no es sorprendente que laSanta Sede haya dado preferencia a estudios anteriores como los de Callagan y Smith, Torija Lavoignet,Enrique Graue, Aste Tnsmann, y aun dictmenes dieciochescos como el de Miguel Cabrera.Es algo que voy a censurar mientras permanezca as; estos impugnadores de siglo XX-XXI, Poole,Schulenburg, Nolasco, Nguez, Warnholtz, Garza-Valds, etc., no parecen enterados de los estudios

    anteriores. De ellos voy a hablar extensamente en artculos futuros, baste por ahora decir que mientraslos impugnadores no afronten el reto de contradecir los dictmenes cientficos favorables al milagro, suimpugnacin es defectuosa, y no puede pesar mucho. Esto explica que El Vaticano haya decididocanonizar a Juan Diego.

    Enton ces, qu hay con esta co r r espondenc ia env iada a l Va t i cano?: Es claro; las objecionesresultaron insuficientes contra toda la evidencia histrica. De esta, merecen particular atencin lasInformaciones de 1666, que para los impugnadores resultan aburridas. En las cartas mencionadas,continuamente se dice que los postulares "no presentan ningn documento nuevo"... y si descontamosel Cdice Escalada, esto es cierto. Pero es cierto tambin que los documentos presentados no han sidorefutados, simplemente descalificados. Presentan las Informaciones de 1666, y los impugnadorestampoco emiten argumentos nuevos contra la veracidad de dichas Informaciones. En resumen, que las

    impugnaciones no pasan de ser eso, objeciones, cuestionamientos, pero nunca pruebas odemostraciones.

    Leoncio Garza-Valds

    Tepeyac, Cinco Siglos de Engao

    Ya hace unos tres aos le en un peridico y posteriormente en Internet, una curiosa entrevistarealizada por el periodista antiguadalupano Rodrigo Vera, al microbilogo Leoncio Garza-Valds,publicada en la revista "Proceso" con fecha 25 de Mayo de 2002. Segn esta, Garza-Valds examin laimagen guadalupana y "descubri" por medio de fotografa ultravioleta, que debajo de la actual imagende la Guadalupana hay otras dos imgenes, de lo cual Garza-Valds deduce dos cosas; que Juan Diegono existi y que la imagen guadalupana es de factura humana.

    Leoncio Garza-Valds es microbilogo titulado por la Universidad de San Antonio Texas; ha investigadola Sndone o Sudario de Turn, y ha descubierto unas bacterias "bioplsticas", es decir, que producenplstico. Examin la tilma, segn la entrevista, en 1999, y como producto de sus observaciones publicun libro llamado Tepeyac, Cinco Siglos de Engao, publicado por Plaza&Jans en 2002, un volumen de370 pginas.

    Vamos a su libro: En l no hay ninguna imagen, ni fotografa, ni grabado, bosquejo o cono. La nicaimagen es la de la portada y una fotografa del autor al principio del libro. Si realmente descubri esas"3 imgenes", no se entiende por qu no public alguna prueba de ello.De su "descubrimiento", habla como platicndolo, en menos de 10 pginas, algo muy diferente a laextensin, lenguaje de informe cientfico, y fotografas de Callagan y Smith, de los oftalmlogos, y de

    Tnsmann.

    Segn l, la primera imagen data de 1556, firmada por "M.A.", con lo que automticamente supone quefue "Marcos de Aquino", y dice que es idntica a una imagen del coro del santuario de Guadalupe deExtremadura. La segunda sera de 1625, firmada por "Juan de Arrue Calzonzi", y la tercera la ubica"probablemente" en 1632.

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    Anacron ismo de Garza- Va lds: Sobre la imagen del coro de Extremadura; ciertamente se parece a laGuadalupana, pero no tanto como para confundir una con otra, la postura es diferente, y la del corotiene un nio en brazos, as que si entre 1556 y 1625 hubo una "imagen del coro" en la tilma, serauna imagen distinta a la que hoy conocemos.Hay pocas reproducciones guadalupanas entre 1556 y 1625, pero las suficientes como para rastrearentre ellas a una "imagen del coro". Pero en contra de la teora de Garza-Valds, las pocas imgenesque se conocen, son iguales a la Guadalupana actual, y diferentes, por lo tanto, de la "imagen delcoro".Para muestra pongo tres ejemplos. La imagen guadalupana del estandarte de Andrs Doria en la batalla

    de Lepanto, es una copia del original que cuando mucho, data de 1571, y es igual a la actual. Otra esla imagen de una placa de metal del grabador Samuel Stradanus, que imprima estampas con motivo dela construccin del templo de 1622. Su fecha, por lo tanto, no puede ser posterior a 1622, peromuestra a la Guadalupana como es hoy, y un esgrafiado en madera annimo que se fija ya a fines delSiglo XVI o principios del XVII, que igualmente muestra a la Virgen como es hoy:

    Imagen del coro del santuariode Guadalupe de Extremadura,

    de 1499, similar a la

    Guadalupana de Mxico

    Estandarte de Andrs Doria, quepor la concordancia de fechascasi seguramente llev en su

    galera capitana en la jornada de

    Lepanto, en 1571

    Pintura y esgrafiado en madera.Annimo, Su fecha se fija entrefinales del Siglo XVI y principios

    del XVII

    Imagen guadalupana de la Placa deSamuel Stradanus. Aqu se muestra

    la imagen impresa a partir de laplaca. Su fecha mxima de hechura

    pudo ser 1622

    El estandarte de Lepanto, la placa de Stradanus y el esgrafiado en madera, se hicieron tomando comomodelo a la imagen original. Si la imagen original fuera como la del coro de Extremadura, entoncesestandarte, placa y grabado seran como la del coro. Pero no. Son como la imagen que se observaactualmente en el ayate. Aqu encuentro por lo tanto una seria objecin a la hiptesis de Garza-Valds,y con ms razn si l no muestra fotografas de su "descubrimiento".Hay que recordar que Garza-Valds no realiz su examen slo; fue acompaado por el dr . G i lber t oAgu i r re y el fotgrafo Leste r Rosebrook , quienes en el artculo Test of faith, publicado en SanAntonio, Texas el 2 de Junio de 2002, disienten de las conclusiones de Garza Valds, dice Aguirre:

    "Dr. Garza- Valdes and I have the same images, but our conclusions are entirely different. I can t f indanyone who agrees with Dr. Garza-Valdes. Secondly, he claims to not only see two other paintings,but a nude baby Jesus in the arms of the Virgin, as well as the init ials M.A. and t he date 1556. I havestudied t hese photos, but I do not see t hese things."Traduzco: "El dr. Garza Valds y yo tenemos lasmismas imgenes, pero nuestras conclusiones son completamente diferentes. Yo no puedo encontrarninguna que concuerde con el Dr. Garza-Valds. En segundo lugar, l no slo afirma ver otras dospinturas, sino un nio Jess desnudo en brazos de la Virgen, as como las iniciales M.A. y la fecha de1556. He estudiado estas fotos, pero no veo estas cosas".

    Asimismo, examin a la imagen con e l c r i s t a l p r o tec to r . Esto obstaculiza la calidad del examen,adems de que la fotografa ultravioleta no sirve para el caso como la fotografa infrarroja queemplearon Callagan y Smith.

    En fin, el autor, dedicando poco espacio a su "descubrimiento", dedica el grueso del libro a publicardocumentos y antiguas impugnaciones. Publica, por ejemplo, cinco documentos de fr. Juan deZumrraga:

    http://www.luxdomini.com/_gpe/contenido1/stradanus.jpghttp://www.luxdomini.com/_gpe/contenido1/pintura_madera.jpghttp://www.luxdomini.com/_gpe/contenido1/estandarte_Lepanto1.jpghttp://www.luxdomini.com/_gpe/contenido1/coro_extremadura.jpg
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    -Ejecutorias y acta de posesin de fray Juan de Zumrraga (Agosto 29 de 1533)

    -Instruccin de fray Juan de Zumrraga a sus procuradores ante el "Concilio Universal Lateranense",febrero de 1537.

    -Carta a los obispos de la Nueva Espaa a Su Majestad, Diciembre 4 de 1537.

    -Carta de fray Juan de Zumrraga al emperador Carlos V, fines de marzo de 1547.

    -Carta de fray Juan de Zumrraga al licenciado Sandoval del consejo de Su Majestad Carlos I de

    Espaa, 2 de noviembre de 1547.

    Dice que en ninguna de ellas habla Zumrraga del evento guadalupano, lo cual es verdad; porque en laprimera, su toma de posesin, Qu tenan que hacer all las apariciones guadalupanas?, la segunda meresulta extraa, porque no hubo ningn Concilio en Letrn en tiempos del arzobispado de Zumrraga (elV Lateranense termin en 1517), y hasta 1545 se inaugur el de Trento, as que ignoro de qu"Concilio Universal" hable la carta, que de todos modos no exigira la mencin de las apariciones. Latercera trata de detalles sobre clrigos, iglesias, matrimonios, aspectos prcticos -y no especiales- de laNueva Espaa. En la cuarta pondera, aboga y habla sobre el clrigo presbtero Alonso Garca, lo cual nopide mencin del suceso guadalupano, y la quinta es personal al Lic. Sandoval, donde no trata deasuntos guadalupanos.

    Jzquese la solidez de Garza-Valds con el siguiente texto suyo (Tepeyac, Cinco Siglos de Engao,pgs. 101-102):

    "Se ha reportado muchas veces que los documentos en que el obispo fray Juan de Zumrraga report la aparicin de la Virgen deGuadalupe en el cerro del Tepeyac se han extraviado. Esta posicin, que es incorrecta y difcil de mantener, ha sido uno de los

    principales obstculos para aclarar la verdad... esta posicin absurda de algunos aparicionistas es dolorosa, pues su terquedad daa

    sin duda la credibilidad de mi religin. Si Zumrraga hubiera sabido, indiscutiblemente habra hablado de ella en todos sus escritos

    por el resto de su vida".

    Sin ms, dice que la posicin de que se hayan extraviado los autos originales "es incorrecta y difcil demantener", sin explicar para nada el por qu de su "incorreccin y dificultad de mantenerse". Deabsurdos y tercos califica a los aparicionistas, como si hubiera que pensar como l para no ser "terco"ni "absurdo". Y fcilmente afirma que Fray Juan de Zumrraga tendra que haber escrito sobre la

    aparicion en todos sus escritos por el resto de su vida. Y esto para l, es "indiscutible". Punto, nadiepuede replicarle, por ejemplo, que en la tercera carta de Zumrraga que publica en su libro, el obispode Mxico se dedica a abogar por Alonso Garca ante el emperador... Por qu tendra que mencionarall la aparicin guadalupana?

    Desde el principio, asume la postura de que "Juan Diego no existi", como si esto estuviera biencomprobado, a diferencia de Olimn, que prefiere mantener la discusin abierta. Cualquier argumentoaparicionista es despachado con la simple y llana afirmacin de que "Juan Diego no existi".Y finalmente, para darle ms grosor al libro, publica las cartas de fray Diego de Santa Mara al reyFelipe II, la Carta antiaparicionista de Joaqun Garca Icazbalceta, y la Carta del obispo EduardoSnchez Camacho a los editores de El Universal. He aqu una resea de este impugnador.

    Con esto concluyo esta breve revista de impugnadores. Espero hablar ms ampliamente de algunos enotros artculos. Por ahora, me basta para tener a la mano un resumen de los principales, de susimpugnaciones y de sus errores.

    NOTAS

    [ 1 ] JOAQUN GARCA ICAZBALCETA, Carta acerca del origen de la Imagen de Nuestra Seora deGuadalupe, nms. 69 y 70:69.-"He concluido, Ilmo. Sr., con el examen de la historia de la Aparicin bajo el aspecto histrico. No he querido hacer una

    disertacin, sino unos apuntes para facilitar V.S.I. el camino si gustase, de examinar por s mismo este grave negocio." Y 70.- "Si

    he escrito aqu acerca de ella, ha sido por obedecer el precepto repetido de V.S.I. Le ruego, por lo mismo, con todo el encarecimiento

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    que puedo, que este escrito, hijo de la obediencia, no se presente a otros ojos ni pase a otras manos: as me lo ha prometido V.S.I."

    [ 2 ] BERNAL DAZ DEL CASTILLO, Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva Espaa, cap. 91:"Vamos adelante a los grandes oficiales de asentar de pluma y pintores y entalladores muy sublimados, que por lo que ahora hemos

    visto la obra que hacen, tenemos consideracin en lo que hasta entonces labraban; que tres indios hay en la ciudad de Mxico, tan

    primos en su oficio de entalladores y pintores, que se dicen Marcos de Aquino y Juan de la Cruz y el Crespillo, que si fueran en tiempo

    de aquel antiguo e afamado Apeles, y de Miguel ngel y Berruguete, que son de nuestros tiempos, les pusieran en el nmero dellos"

    [ 3 ] Ibidem, cap. 209:

    "... no harn con sus muy stiles pinceles las obras de los esmeriles, ni relicarios que hacen tres indios grandes maestros de aqueloficio, mexicanos, que se dicen Adrs de Aquino y Juan de la Cruz y el Crespillo".

    [ 4 ] FRAY BERNARDINO DE SAHAGN, Historia General de las Cosas de Nueva Espaa, Apndice sobreSupersticiones, nm. 11:"...les ha hecho sonar a Santa Mara y a Santa Ana, y a San Juan Evangelista, o Bautista, y en lo interior de la gente popular que all

    viene est claro que no es sino lo antiguo, y no es mi parecer que les impidan la venida ni la ofrenda; pero es mi parecer que los

    desengaen del engao que padecen, dndoles a entender aquellos das que all viene la falsedad antigua, y que no es aquello

    conforme a lo antiguo, y esto deberan de hacer predicadores bien entendidos en la lengua y costumbres antiguas que ellos tenan, y

    tambin en la Escritura divina".

    [ 5 ] JUAN BAUTISTA MUOZ, Memoria..., nm. 1:"Somos obligados a creerlo as en general; pero en particular tenemos libertad para dudar de cualesquiera doctrina y hechos no

    comprendidos en los libros cannicos ni en la tradicin primitiva universal y constante. Ms dir, tenemos obligacin de no cautivarnuestro entendimiento por semejantes cosas, ni prestarles aquel obsequio que es debido a las que la Iglesia propone a los fieles como

    artculos y dogmas de fe divina".

    [ 6 ] ALFONSO JUNCO, El m ilagro de las rosas, cap.3, p. 26:"Mi paisano fray Servando era un tipo singular, inquieto, vanidoso, combativo, amante de politiquear, atrayente en su trato, boquiflojo,

    megalmano, de cultura vastsima y brillante pero sin coherencia ni profundidad, amigo de la democracia pero con grandes nfulas

    aristocrticas, copioso en extravagancias pintorescas y a la vez en rotundos estallidos de sentido comn; en suma, un hombre

    contradictorio, original, dinmico, con algo y aun algos de chiflado"

    [ 7 ] JOS LUIS GUERRERO, El Nican Mopohua, un intento de exgesis, Ap. 12:"Es difcil juzgar a este personaje, pero, como quiera que se le califique, y por ms que no se quiera juzgar su conciencia, no se puede

    menos de evaluar su credibilidad, y sta difcilmente podra ser ms baja: Se trata de alguien tan infantilmente vanidoso, que hasta ce

    simptico; cuando habla de s mismo, (y lo hace continuamente), es un megalmano que linda en lo paranoico: de sangre nobilsima,genio indiscutido, todos en torno a l o lo exaltan o lo envidian y persiguen... y en fn, que para evaluarlo tiene que tomarse en cuentasu mitomana, tan exagerada que si de veras fue antiguadalupano, esto no podra redundar ms que en desprestigio del

    antiguadalupanismo... pero ni siquiera puede decirse que lo fu, pues bande y se contradijo al ritmo de su conveniencia. "

    [ 8 ] Se pueden leer semejantes asertos en "Sermn Guadalupano" de Fray Servando Teresa de Mier, enTestimonios Histricos Guadalupanosp. 743-744:"Mas de dnde se infiere que est pintada en la capa de Santo Toms apstol? Para probar esto necesitamos recurrir a las historias

    del Per... Est dicho que Jesucristo es el mismo Huitzilopochtli o Seor de la espina en el costado y que as su Madre Santsima esMadre de todas estas gentes... Se llamaba Coyolxauqui, esto es, la que el Coyote o Santo Toms adorna con flores, de cuyo ejemplo

    viene a los indios poner tantas flores a las imgenes, llambase tambin Coatlicue, y he aqu ya la prueba de que nuestra Seora est

    pintada en la capa del apstol..."

    [ 9 ] 2a. Carta a Juan Bautista Muoz, en Testimonios Histricos Guadalupanosp. 768:"Todo lo que he dicho concurre contra la tradicin de Guadalupe, y yo har ver que efectivamente no existi en 117 aos, hasta que en1648 comenz a nacer de los autores impresos: que stos no tuvieron otro fundamento que un MS. mexicano del indio D. Antonio

    Valeriano, natural de Atzcapotzalco, escrito unos 80 aos despus de la poca asignada a la aparicin, y lleno de anacronismos,

    falsedades, contradicciones, errores mitolgicos e idoltricos. En una palabra, que es una comedia, novela o auto sacramental, a estilo

    de aquel tiempo..."

    [ 1 0 ] EDUARDO SNCHEZ CAMACHO, "Escritos Antiaparicionistas", Carta a los Editores de El Universal, enTestimonios Histricos Guadalupanosp. 1281, 82 y 83:"... el actor, Sr. Lic. don Trinidad Snchez Santos, no presenta ms agumentos que algunos errores histricos en que incurri el Sr.

    Icazbalceta... Respetamos al Sr. Snchez Santos por su saber, pero no lo consideramos capaz de juzgar al Sr. Icazbalceta, y menos de

    hacerlo con imparcialidad... se publica una carta del Sr. obispo de Yucatn Sr. don Crescencio Carrillo y Ancona, en el estilo moderado

    que usa siempre ese seor... Yo respeto al seor Carrillo por su prudencia (no conozco sus virtudes morales y puede que sea como uno

    de tantos de nosotros), como gegrafo, como escritor y algo como historiador; pero como lgico, como telogo y como canonista, no

    creo que sea una notabilidad."

    [ 1 1 ] EDMUNDO OGORMAN, Destierro de sombras..., Ap. 7, p. 270, nm. 36:"1888 [Joaqun Garca Icazbalceta]. Annimo, De B.M.V. Apparitione in Mexico sub t itulo de Guadalupe, exquisitio historica, sin pie deimprenta ni fecha.

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    p://www.luxdomini.com/_gpe/contenido1/guadalupe_impugnadores.htm[08/12/2012 12:54:23 p.m.]

    Se trata de la traduccin latina, parcial y deformada de la carta de Garca Icazbalceta al arzobispo, vid. supra, 20. Sirvi de originaluna copia que posea Francisco del Paso y Troncoso sustrada subrepticiamente de su escritorio por el cannigo Vicente de Paula

    Andrade, y a ste y al padre Antonio Icaza se debe la versin latina, psima. Se sabe que fue impresa en 1888 en Mxico, imprenta de

    Epifanio Orozco, calle de las Escalerillas, nm. 13. El propsito de Andrade fue tratar de impedir que se concediera el nuevo oficio y

    misa propia de la Virgen de Guadalupe, y a ese efecto envi ejemplares a los miembros de la Congregacin de Ritos y a otras

    personas"

    [ 1 2 ] Ibidem, p. 273, nm. 55:Edicin clandestina hecha por el cannigo Vicente de P. Andrade. Reproduce la traduccin espaola de la Carta de Garca Icazbalcetaque hizo y public Vera en su Contestacin histrico-crtica... . El libro se imprimi en la ciudad de Mxico por Albino Feria, no en Jalapa

    ni en la "Tipografa de Talonia", que no es sino el segundo apellido del padre Vera.

    [ 1 3 ] ALFONSO JUNCO, El m ilagro de las rosas, cap. 6, p. 87, 88 y 90:"Con la honradez del p. Vera, erudito serio y slido, contrasta la actitud del "servandesco" Andrade, quien se apresur a publicar,segregada y sin aclaracin alguna, la traduccin castellana incorporada por Vera para refutarla en su Contestacin histrico crtica,como si ste la editara por gusto y aprobase su contenido...

    El de Andrade es todo un caso psicopatolgico que invita a sabroso estudio, y lo aguarda. Cmo explicarse en sacerdote bueno,

    caritativo, y por otros conceptos intachable, estas aberraciones contra la probidad? Cmo entender en quien era precisamente cannigo

    de la Colegiata de Guadalupe, este linaje de frenes por combatir -incluso con armas feas y prohibidas- el origen prodigioso que es base

    de la gloria y singularidad de aquel santuario?...

    Toda la actitud de Andrade y consocios -entre los cuales no estaba Icazbalceta- es de masonera y conspiracin, trampa y ardid, frente

    a la incorruptible probidad cientfica de un Vera, de un Carrillo y Ancona, de un Plancarte y Navarrete".

    [ 1 4 ] El Guadalupanismo Mexicano, cap. 1, p. 24:"Vanas resultan, a mi modo de ver, las explicaciones ante tan tremenda negacin, desde las extraas y mal urdidas por don Carlos

    Mara de Bustamante, hasta las del obispo Vera, quien se explica este ataque de Sahagn debido al "respeto" que tena a su provincial

    Bustamante, el primer inimicus homo de las apariciones. Como si necesitara Sahagn, por respeto a un provincial que lo haba sido

    quince aos antes y ya estaba muerto, decir lo que con toda sinceridad y con toda firmeza se ha visto que escribi!"

    [ 1 5 ] Ibidem, cap. 7, p. 56.

    [ 1 6 ] MIGUEL LEN-PORTILLA, Tonantzin Guadalupe, cap. 1, p. 45 y 46:"Valeriano compondra entonces su relato, a la vez de gran fuerza teatral, en torno a un indio macehual, hombre del pueblo, cuyonombre hubo de dar. De no haber existido ste, su relato corra el peligro de ser tenido desde un principio como mera fantasa. Cabe,

    por tanto, pensar que el nombre de Juan Diego estuvo vinculado desde antes con la seora venerada en el Tepeyac... Esto no implica

    que Valeriano hiciera traicin a s mismo queriendo hacer pasar como histrico el relato sobre los orgenes de la pintura y su culto en elTepeyac. En realidad, mas que inventar una historia, pudo conjugar varias tradiciones... No pareca alejado de la verdad que hubiera -

    como en otros muchos relatos- un intermediario entre la Virgen y quien deba ordenar se cumpliera su deseo de que se le edificara un

    santuario... Ello deja entrever que, efectivamente, as como concurra mucha gente a la ermita del Tepeyac desde bastantes antes de

    1556, tambin se haba difundido una tradicin que hablaba de Juan Diego y de apariciones de Tonantzin."

    [ 1 7 ] INFORMACIONES DE 1556, Testigo Juan de Salazar; Folio 11A:Preguntado si oy el sermn que tres dias antes Su Seoria Rma., predic en esta ciudad y cmo, en l, procur de persuadir a todo el

    pueblo a devocin de Nuestra Seora, diciendo cmo Su Hijo precioso en muchas partes pona devocin a la imagen de su Madre

    preciosa en los pueblos y despoblados y para esto seal a Nuestra Seora la Antigua y de los Remedios y Nuestra Seora de

    Monserrrate y de la Pea de Francia y nuestra Seora de Lorito (sic).

    Dixo que este testigo se hall presente al sermn que le es preguntado que hizo el Seor Arzobispo, y las mismas palabras y por el

    mismo orden que le es preguntado, se las oy decir..."

    [ 1 8 ] El p. Jos Luis Guerrero es un guadalupanlogo profundo y minucioso. En su obra citada, El NicanMopohua, un intento de exgesis, dedica un captulo completo a tratar de "algo" que pas en Mxico en1531. Para el asunto de la conversin de los indios cita extensamente a Robert Ricard, Motolina,Mendieta, fray Pedro de Gante, fray Martn de Valencia y Muoz Camargo, entre otros. Estudiando lasconclusiones del p. Poole, sobre que "no hubo tal conversin masiva", el p. Guerrero comenta:"Esta tesis del P. Poole, que reitera a lo largo de su obra, pero que nunca prueba y ni aun discute, es tan contraria a la reconocida

    evidencia histrica que francamente desconcierta. No tiene l por qu aceptar que esa conversin se debiera a la aparicin, pero, aun

    no aceptando sta ltima, no puede negarse el hecho histrico, clamorosamente documentado por los misioneros, de que, "no los

    compeliendo nadie", los indios corrieron en avalancha a solicitar el Bautismo a partir de 1532. (Cfr. captulo I)."

    [ 1 9 ] En su nmero 1343, la revista Proceso public la entrevista de Rodrigo Vera a Antonio FloresGmez, en la que ste declara "haberse dado cuenta" de que la imagen no era producto de un milagro.En cuanto al "estudio" de Sol Rosales, no he podido ubicarlo, slo he visto declaraciones sueltas endiversos sitios de Internet.

    [ 2 0 ] JOEL ROMERO SALINAS, en su libro Juan Diego, su peregrinar a los altares, proporciona una resea

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