luces - las extrañas luces asesinas de parnarama r-006 nº113 - mas alla de la ciencia - vicufo2

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LA§ EXTNATNS LUCE§A§ A principios de los años ochenta 9l pánico cun' dió entñ los habitantes de la región de Parna- rama, en el estado brasileño de Maranhao, en plena selva amazónica, cuando extraños gbie- tos luminosos -muchos de forma rectangular y no más grandes que una puerta- sobrevolaron la zona disparando rayos que provocaron en unas ocasidnes quemaduras de diversa consi- deración a los naiivos y en otras, incluso, vícti- mas mortales. $orprendidos por tales relatos, decidimos visitar los lugares de los hechos. Texto y fotos: PABLO VILLARRUBIA ACE ahora quince años ocho cazadores murieron entre Parnarama Y Mato- es -ciudades brasileñas ubicadas a 30 kilómetros de distancia entre sí- en circunstan- cias que nunca se pudieron aclarar, siendo los últimos muertos cuyos nombres aparecieron en los archi- vos de ufólogos como Jacques Va- llée o Bob Pratt como Presuntas víctimas de luces identificadas por algunos como OVNls. Pero, ¿fue eso así? Con el fin de averiguarlo, uÁs nuÁ DE LA clENClA ha re- gresado al escenario de los hechos, descubriendo algunos detalles des- conocidos de los ataques de los chupa-chupa o apareios (aparatos), nombres con los que los lugareños bautizaron a esas temidas "luces" que, según algunos, incluso han de- sangrado a sus víctimas. VII\JE A PARNARAMA. Parnarama es un pueblo aislado al que pudimos acceder desde la ciudad de Teresina (en el estado de Piauí) tras recorrer 140 kilóme- tros por un camino de tierra que discurría a lo largo del río Parnaí- ba. Al otro lado, los habitantes de Parnarama no sólo recordaban to- davía la muerte de los cazadores, sino que también nos Pusieron al corriente de algunos casos recien- tes de apariciones de objetos lu- minosos de forma alargada. Reginaldo Barros era nuestro guía. Amigo de Amauri Barbosa Ri- beiro, catedrático de lngeniería de la Universidad Federal de Piauí (en cu- yas tierras había caído un objeto desconocido en 1995, cerca de Par- narama), nos llevó directamente a la casa de María dos Reis, viuda de una de las últimas víctimas del chu- pa-chupa: José Batista Lima, alias Zé Romao. -No me gusta hablar de eso, me pongo muy mala -nos diría nada más abordarla María-. Pero os contaré lo que sé sobre la muerte de mi marido. Fue un martes, el 26 de Agosto de 1982, cuando salió a cazar con otros tres amigos, lle- vándose consigo una hamaca Y una escopeta. -¿Una hamaca? -la interrumPí. -Bueno, los cazadores de por aquí cuelgan la hamaca entre los árboles para quedarse tranquila- mente esperando a los venados por la noche. María dos Reis nos explicó a continuación que cada cazador se instala a una cierta distancia del si- guiente y esperan a que la suerte les sonría. Y eso es, sencillamente, lo que hacíaZé Romao aquella ma- drugada. Sin embargo, al alba, uno de sus amigos, Pedro Curto, se acercó al árbol en el que estaba José Batista, intrigado por su com- pleto silencio. Y lo encontró. -Mi marido estaba de cuclillas en el suelo, muy sudado, con la ro- pa mojada, e intentaba atar con manos temblorosas un venado que acababa de cazar; pero no tenía fuerzas. Sólo comentó que se sen- tía muy agobiado, que le faltaba ai- re. Se apoyó entonces en Pedro Y luego se tomó una aspirina con un poco de agua. Al cabo de unos mi- nutos echó lacabeza sobre su bra- zo izquierdo y murió. No chilló, ni gritó en ningún momento. -¿Su marido estaba bien de salud? -lba a cumplir 41 años Y no ha- bía padecido nunca ninguna en- fermedad. -¿Qué cree que Pudo haberle matado? 64

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LA§ EXTNATNS LUCE§A§A principios de los años ochenta 9l pánico cun'dió entñ los habitantes de la región de Parna-rama, en el estado brasileño de Maranhao, enplena selva amazónica, cuando extraños gbie-tos luminosos -muchos de forma rectangular yno más grandes que una puerta- sobrevolaronla zona disparando rayos que provocaron enunas ocasidnes quemaduras de diversa consi-deración a los naiivos y en otras, incluso, vícti-mas mortales. $orprendidos por tales relatos,decidimos visitar los lugares de los hechos.

Texto y fotos: PABLO VILLARRUBIA

ACE ahora quince añosocho cazadores murieronentre Parnarama Y Mato-es -ciudades brasileñasubicadas a 30 kilómetros

de distancia entre sí- en circunstan-cias que nunca se pudieron aclarar,siendo los últimos muertos cuyosnombres aparecieron en los archi-vos de ufólogos como Jacques Va-llée o Bob Pratt como Presuntasvíctimas de luces identificadas poralgunos como OVNls. Pero, ¿fueeso así? Con el fin de averiguarlo,uÁs nuÁ DE LA clENClA ha re-gresado al escenario de los hechos,descubriendo algunos detalles des-conocidos de los ataques de loschupa-chupa o apareios (aparatos),nombres con los que los lugareñosbautizaron a esas temidas "luces"que, según algunos, incluso han de-sangrado a sus víctimas.

VII\JE A PARNARAMA.

Parnarama es un pueblo aisladoal que pudimos acceder desde laciudad de Teresina (en el estadode Piauí) tras recorrer 140 kilóme-tros por un camino de tierra quediscurría a lo largo del río Parnaí-ba. Al otro lado, los habitantes deParnarama no sólo recordaban to-davía la muerte de los cazadores,sino que también nos Pusieron alcorriente de algunos casos recien-

tes de apariciones de objetos lu-minosos de forma alargada.

Reginaldo Barros era nuestroguía. Amigo de Amauri Barbosa Ri-beiro, catedrático de lngeniería de laUniversidad Federal de Piauí (en cu-yas tierras había caído un objetodesconocido en 1995, cerca de Par-narama), nos llevó directamente a lacasa de María dos Reis, viuda deuna de las últimas víctimas del chu-pa-chupa: José Batista Lima, aliasZé Romao.

-No me gusta hablar de eso, mepongo muy mala -nos diría nadamás abordarla María-. Pero oscontaré lo que sé sobre la muertede mi marido. Fue un martes, el 26de Agosto de 1982, cuando salió acazar con otros tres amigos, lle-vándose consigo una hamaca Yuna escopeta.

-¿Una hamaca? -la interrumPí.-Bueno, los cazadores de por

aquí cuelgan la hamaca entre losárboles para quedarse tranquila-mente esperando a los venadospor la noche.

María dos Reis nos explicó acontinuación que cada cazador seinstala a una cierta distancia del si-guiente y esperan a que la suerteles sonría. Y eso es, sencillamente,lo que hacíaZé Romao aquella ma-drugada. Sin embargo, al alba, unode sus amigos, Pedro Curto, seacercó al árbol en el que estaba

José Batista, intrigado por su com-pleto silencio. Y lo encontró.

-Mi marido estaba de cuclillasen el suelo, muy sudado, con la ro-pa mojada, e intentaba atar conmanos temblorosas un venado queacababa de cazar; pero no teníafuerzas. Sólo comentó que se sen-tía muy agobiado, que le faltaba ai-re. Se apoyó entonces en Pedro Yluego se tomó una aspirina con unpoco de agua. Al cabo de unos mi-nutos echó lacabeza sobre su bra-zo izquierdo y murió. No chilló, nigritó en ningún momento.

-¿Su marido estaba bien desalud?

-lba a cumplir 41 años Y no ha-bía padecido nunca ninguna en-fermedad.

-¿Qué cree que Pudo haberlematado?

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I§ITA§ DE PANTARA]IA

A la izda., vista panorúmica de la selvaamazónica entre Parnarama y Matoes,Arriba, el autor del artículo óruzando el ríoPamaíba, donde las extrañas luces hanperseguido varias veces a los pescadores.Aba.jo, el autor bajando al cráter de Pamarama

María dos Reis no dudó.-La noche de la cacería, sus amigos

y un tal Viejo Tonio, más alejado delgrupo, vieron una luz merodeando al-rededor de la zona en la que estaba mimarido. Apareció entre las diez y lasdoce de la noche, y ya entonces co-mentaron que podría ser el chupa-chu-pa.Pero no le hicieron mucho caso...

-¿Tenía alguna marca en elcuerpo, alguna señal de agresión?

-Su cuerpo estaba amoratado ypresentaba algunas venas muy dila-tadas. La enfermera que le bañó y lequitó toda la tierra que tenía encimaaseguró que no tenía un sólo araña-zo, salvo en las manos.

-¿Y qué diieron los médicos?-Ningún médico le examinó. Aquí,

en elfin del mundo, vienen muy pocos.Sin embargo, el Dr. Vanderley, que fir-mó su acta de defunción, dijo que po-

dría haber muefto a causa de un ata-que cardiaco, aunque nadie le creyó.

Las autoridades locales tampocoarrojaron mucha luz a aquella muer-te. De hecho, cuando localizamos aManuel Umbelino de Barros, alcal-de de Parnarama en la época de lossucesos, éste nos confirmó que lamuerte de José Batista Lima estuvo,efectivamente, rodeada de circuns-tancias extrañas. "Yo nunca vi nada-confesó-, pero muchas personasdel pueblo y de la selva afirman quesí y no lo dudo. En los años 80 apa-recieron muchos'chupas', aunquedespués fueron desapareciendo".

UNA LUZ ASESINA

A treinta kilómetros de Parnaramase encuentra Matoes, otro pueblo alque llegamos en leep por una carre-

tera escabrosa. Allí nos entrevista-mos con la viuda de otra víctima delchupa o apareio: María José Souza.La encontramos en su choza, acom-pañada por sus dos hijos y todavíalloraba al recordar la muerte de sumarido, Raimundo Souza, que tuvolugar el 16 de Septiembre de 1981 .

-Fue aquícerca -nos contG. Los ni-ños habían ido a la escuela cuandoRaimundo salió a cazar. Al día siguien-te, sus compañeros le encontraronmuerto, estirado en el suelo, con unamano sobre el pecho y el machete fue-ra del cinturón, como si hubiera tratadode defenderse de algo. Encontraron suescopeta tirada a pocos metros de dis-tancia y todavía tenía el cuerpo calien-te. Su piel estaba muy amarilla y, la ver-dad, no lo entendía: pocas semanasantes había ido a hacerse un chequeomédico en Teresina y estaba bien.

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I

Arriba, una de las extrañas luces, fotografiada por el Ejército delAire brasileño en 1977. A la dcha., vista parcial de Parnarama.Debajo, a la izda., el profesor Amauri Barbosa (con gorra blanca)junto a los peones que sccav(tn en el cráter. Al lado, el difunto JoséBatista Lima, alias Ze Romao, muerto en Pannarama víctima delchupa-chupa; a su dcha,, la viuda de éste, María dos Reis.

-¿Y de qué murió?-No lo sé. Lo enterraron sin que

ningún médico le hubiera examina-do. Lo único raro que vi en su cuer-po fueron unas ampollas que le aPa-recieron de madrugada, como cuan-do uno se quema con agua caliente.También recuerdo que un chico dijoque vio una luz volando sobre los ár-boles donde mi marido cazabayque salió corriendo muy asustado.

María Souza estaba todavía muyalterada y a duras penas terminó surelato. Añadió, sin embargo, queotras ocho personas habían fallecidoen un corto espacio de tiempo encondiciones semejantes.

-Nunca habían muerto tantos ca-zadores en tan pocas semanas. Mu-chos dejaron de cazar por miedo. Lagente del pueblo no salía a la callepor la noche. Estábamos todos ate-rrorizados -añadiría.

Otra de las víctimas -cuyos pa-rientes o amigos no pudimos locali-zar- fue Abel Boró, que falleció el17 de Octubre de 1981 , un mes des-pués de Flaimundo Souza. Junto a élestaba su amigo Ribamar Ferreira,que vio cómo una extraña luz vela-

dora se cernía sobre su víctima. Era

-nos diría- una especie de neumáti-co, como los de un camión, que gi-raba velozmente sobre sí mismo yque disparó un haz de luz fluores-cente sobre el'cuerpo de Abel. Riba-mar corrió a buscar ayuda, pero alregresar su amigo ya estaba muerto.

José Vitorio y Dionizio Generalson los nombres de otras dos pre-suntas víctimas del chupa-chupa.Pero sólo pudimos averiguar que elúltimo de ellos agonizó durante tresdías antes de morir y que estuvoacompañado en todo momento porJosé dos Santos, quien aseguró ala policía de Parnarama que el chu-pa-chupa le había disparado un ra-yo. Benedito Maximino y un talFranga son otros nombres de vícti-mas que no aparecieron citadosnunca en las investigaciones deotros ufólogos y que recogimos en-tre los habitantes de Matoes.

LADRONES DE SANGRE

Finalmente, antes de abandonar elpueblo encontramos a otra mujer, Al-zenira da Conceigao, que nos contó

la enésima extraña historia del lugar.-Pasó en la zona conocida como

Carreira D'Agua, cerca de aquí, tam-bién a principios de los 80. Dos an-cianas que vivían en una haciendasalieron por la noche y, de pronto,una luz muy fuerte les deslumbró. Lamás ágil corrió y se escondió detrásde un matorral, pero la otra se que-dó paralizada mientras se la acerca-ban dos hombrecitos de rostro ma-rrón cubiertos por un mono y que lasacaron sangre con una jeringuilla.

Otra mujer, Santana de Moura,vecina de Parnarama, nos amplia-ría los detalles. Según ella, el su-ceso tuvo lugar en 1989 y al pare-cer el comportamiento de aquellosdos seres, que salieron del interiorde un objeto del tamaño de unanevera, era -según calificaría ellamisma- "robótico".

Por nuestra parte, decir que aun-que no nos fue posible localizar alas víctimas, algunos meses des-pués, en la provincia de Tucumán,en el noroeste de Argentina, descu-brimos el caso de una pastoia quehabía sido paralizaóa por dos "hom-brecitos" de rbstro "marrón" quehabían salido de una esfera lumino-sa de pequeñas dimensiones y a laque también extrajeron sangre conuna jeringuilla. Empero, ambos inci-dentes tuvieron lugar en regionesmuy aisladas y a centenares de kiló-metros de distancia.

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MATOHS¡ INVA§IÓN OVNI

También en la región de Matoesentrevistamos a varios cazadores ypescadores. Uno de ellos, JoséMarcos, nos relató cómo se encon-tró con un objeto volador con as-pecto de nevera hace exactamenteuna década. "Despedía luz de unacosa parecida a un brazo Y tenía to-dos /os colores -nos diría-. Salí co-rriendo para esconderme entre lasplantas de la orilla de la laguna Ypreparé mi cuchillo para defender-me... hasta que desapareció".

Por su parte, José Soares deMoura, otro cazador de Matoes,nos facilitó también algunos deta-lles de su encuentro con uno deestos extraños objetos en 1992."Estaba cazando armadillos cuan'do lo vi a lo leios -conlaría'. Erauna luz de la que salía otra, comouna linterna que rastreaba el suelo.Se colocó encima de mí. PreParéla escopeta para disPararle, Perovenía tan rápido que eché a correrdel susto. Sentí que la luz me ce-gaba y me empuiaba. Logré es-conderme debaio de unas Palrne-ras, aunque e/ chupa las rodeó,tratando de cazarme". El miedoparalizó entonces a Soares hastaque, repuesto del susto inicial, re-accionó. "Cuando se aPartó unpoco, corrí a refugiarme hasta unacasa de madera, aunque un burrogue se quedó allí fuera sufrió mu-cho. El chupa le disparó su rayovarias veces y vi cómo el animal secaía al suelo y se levantaba. Esacosa emitía un ruido Parecido aldel motor de una nevera, de inten-sidad muy baia".

Otros testigos, tanto de Matoescomo de Parnarama, describieronin<iistintamente a estos "visitantesmortales", además de con aspec-to de "nevera", como si fueran"aviones sin alas, con ventanasiluminadas desde dentro" (testi-monio de Lauro Barros) o "comoel mismísimo demonio" (testimo-nio de Jorge Pereira).

Aruiba,y de izda. a dcha.,Manuel Umbelino

de Barros,María José de

Souza-viuda de

Raimundode Souza,

a quien vemosen el ataúd

abajo junto. a su DNI-,

Alzenira daConceiqao yJosé Marcos

(sín camiseta).

OVNIs Y LOCURA

Regresamos al estado de Piauí,cruzando nuevamente el río Par-naíba. En un pueblecito llamadoPalmeirais encontramos nuevostestigos de los chupas y más ca-sos de agresiones. El albañil y excazador Raúl Gongalves da Sil-va, de 64 años, nos lo describió"como una bombona de gas, decolor oscuro, un poco más baioque la puerta y con unos piececi-tos hacia abajo". Y añadiÓ algu-nos detalles más, por ejemPloque "en su base poseía una suer-te de linterna que iluminaba fuer-temente el suelo y se movía enfodas las direcciones. A lo largotenía como un tubo de luz blancay algunas lucecitas alrededor queparpadeaban todo el rato".

Sin embargo, el caso máschocante que investigamos lo vi-vió Benigno Pereira de Souza,alias Joáo Carpinteiro, de 75

años, hace casi dos décadas. Suencuentro con un OVNI le dejósecuelas de por vida aunque aBenigno le costó mucho hablar-nos de aquella traumatizante ex-periencia. Entre llantos, su espo-sa tuvo que intervenir ofrecién-dole un vaso de agua con azÚcarpara que se calmara.

-Yo iba caminando para cazarhacia un lugar llamado Buritizinhocuando vi sobre mí aquella cosacomo una llanta de camión, com-pletamente iluminada, que hacíaun ruido semejante al viento sobrelas hojas de palmeras. Entoncescorrí durante unos 500 metros Y

volvía mirar hacia arriba. Y cuandola tuve sobre mí, desfallecí. Al des-pertar, todavía estaba oscuro Y te-nía la mitad del cuerpo dormido,completamente mojado, como sihubiera estado en el agua; cuandome incorporé, tuve incluso dificul-tades para caminar.

-Continúe...

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Sobre estas líneas, a la i1da., José Soares de Moura; a su lado,Lauro Barros; a la dcha., el autor de este artículo -Pablo

Villarubia- junto a Benigno Pereira de Souz.u (a su lado) y otroshabitantes del lugar, y a quien también podemos ver en lafoto

inferior dcha. Al lado, a la izda., Raúl Gongalves du Silva.

-Logré llegar a la casa de un ve-cino. Después me llevaron a unmédico que me dijo que estabacon la pres¡ón sanguínea alta. Alcabo de poco tiempo sufrí un de-rrame. Con mucha dificultad, volvía trabajar en el arado del campo y

haciendo algunas chapuzas parapoder alimentar a la familia.

Su esposa interviene en la con-versación en ese momento.

-Benigno llegó con toda la roparasgada. Lo primero que pensé esque alguien le había dado una pali-

za. Se quejaba de un fuerte dolor decabeza y fiebre, aunque era un hom-bre fuefte. La gente dice que fue elchupa quien le atacó.

Sea como fuere, Joáo Carpinteiro sa-be que la sueñe Ie sonrió aquel día. Por-que no todos pueden decir lo mismo.

EL E.!ÉTTGTTO DEL AIRE INVESTTGANTRE 1977 y 1978el Esiado de Pará yde Maranhao (Ama-

zonia brasileña) fueron"invadidos" por OVNIs co-nocidos popularmente en-tre los indígenas comochupa-chupas. La FuerzaAérea brasileña, a travésdel I Comando Aéreo Re-gional (2" sección), asen-tado en la ciudad de Be-lém (Pará), creó entoncesla Operación Plato desti-nada a estudiar discreta-mente las misteriosasapariciones que provoca-ron el pánico en variospueblos de la selva y de lacosta. Pues bien, el ex co-mandante Uyrange BolÉvar Soares Nogueira, jefedel Servicio de Operacio-nes e lnformación y coor-dinador de OperacionesEspeciales en la selva,concedió recientementesobre ello su última entre-vista al director de la re-vista brasileña "UFO",Ademar Gevaerd, así co-mo a Marcos Petit. Y de-cimos bien: la última,pues una semana des-pués se suicidó.

Estas son, sin comen-tarios por nuestra parte,

algunas de sus significa-tivas declaraciones:* "Yo era escéptico alrespecto (sobre los OV-Nls)... Hablé con variosufólogos, entre ellos el ge-neral Uchoa, y fui bus-cado porpersonasde Esta-dos Uni-dos. Ha-blamosmucho enof'f. Mi po-sición co-mo militarpondría alMinisteriode la Ae-ronáuticaen una situación difícil deexplicar. Además, habíaseveras am o nestac i o nespara quien tratase el asun-to sin autorización. Yo notenía autorización de micomandante y mucho me-nos del Ministro. En esaépoca era solamente uncapitán y recibía ordenes".* "Nosotros teníamosun equipo y yo era su je-fe. Teníamos cinco agen-fes, fodos sargentos, quetrabajaban en la segundasección del Comando

Aéreo Regional de Be-lém, en el estado de Pa-rá. Además de muchosinformantes, contába-mos con personas en loslugares de las aparicio-nes que nos ayudaban.

A vecesdividía elequipoen dos ofres posi-cionesde obser-vación enla selva yestábamossiempreen con-tacto porradio".

* "Era siempre la mismacosa: una luz venía de lanadayseguíaaalguien,generalmente una mujer,que era herida en el senoizquierdo. A veces eranhombres que se quedabancon marcas en los brazos yen las piernas. De cadadiez casos, ocho eran mu-jeres y dos hombres".* "Un ciudadano mebuscó para contarme quecerca de su casa habíaaparecido una luz que lan-zó un rayo brillante hacia é1.

Se quedó tan aterrorizadoque corrió hacia la casa,cogió una escopeta yapuntó hacia la luz. Enton-ces vino otra aún más fuer-te y le hizo caer. El pobrehombre oasó quince díascon problemas muscula-res. Parece que la naturale-za de esa luz es una ener-gía muy fuerte que deja alas personas paral izadas. "* "En la isla del Mos-queiro, en la Bahía do So/(estado de Pará) aparecióuna luz, procedente delNorte, en nuestra direc-ción, y se acercó. Se defu-vo algunos momentos, hi-zo un círculo alrededor dedonde estábamos y semarchó. Era impresionan-te. fue en Noviembre de1977, en el inicio de laoperación. El objeto poseíauna luz que parecía un sol-dador de metales, comoun soldador eléctrico."

* "En muchas de las foto-grafías no aparecían las lu-ces de /os objetos, pero sí suparie sólida. Quizá esto sedebiera al tipo de emisión deondas electromagnéticas, nosé... Hicimos más de qui-nientas fotografks".

6B

P. V.

ffiffiffiffiffiffiR#e>ac«>grá§ñeqp F§e e5iú#fÉ*SS. Fe'e:c§*s §ffiÚ Ptás" qEl,fÁ ñB'Bcñu¡d€!!

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"CUARENTA SIGLOS OS CONTEMPLAN"Durante este mes de Julio se cumple el segundo centenario de lallegada de las tropas de Napoleón a Egipto cuya campaña diolugar a los inicios del actual movimiento conocido como "egipto-manía". Pero lo que pocos saben es qqe el mismísimo Napoleónvivió una extraña experiencia en el interior de Ia Gran Pirámide.Nacho Ares nos recuerda el suceso.

EDWIN ALDRIN: "JAMÁS HE CONTADO LO QUE VIEN LA LUNA"El 21 de Julio de 1969 tres astronautas norteamericanos pisabanpor vez primera el suelo lunar. Tres décadas más tarde, uno de los '

protagonistas de aquella aventura, e! cosmonauta Edwin Aldrin, enuna entrevista exclusiva realizada por Carlos Matías para nuestrarevista, recrea las experiencias de aquel viaje y contesta a pregun-tas sobre si hubo o no contacto extraterrestre,

EL HOMBRE DE LA SÁBANAMás de dos millones de peregrinos han visitado en dos meses IaSíndone tras reservar su plaza. A los que hay que añadir otros300.000 más que vieron la Sábana desde lejos y al propio JuanPablo ll, que la visitó el pasado 24 de Mayo. En este dossier elabo-rado por Javier Sierra evaluamos la que, sin duda, ha sido la mayorperegrinación de finales de siglo.

HELENA HAWLEY: uSí, ME COMUNTCO MENTAL-MENTE CON ANIMALES"Con ocasión de la presentación en España de su Iibro El mensajede Io9 animales, la singular médium británica Helena Hawley,entrevistada por Miguel Seguí, nos desvela el contenido de suscomunicaciones telepáticas con diversas especies animales y cuáles el mensaje que, según ella, pretenden transmitirnos.

LAS DROGAS NO SON NI ÍfBUENAS'' NI (ÍMALAS"El pasado mes de Mayo se celebró en Barcelona las lll Jornadassobre enteógenos, en las que se dieron cita farmacólogos, quí-micos, psiquiatras y antropólogos a fin de estudiar las posibilida-des terapéuticas de las drogas que, adecuadamente utilizadas,pueden convertirse en una valiosa herramienta. Miguel Seguí¡ealiza la crónica de lo que allí se dijo.

II,NGERTR HOIVGOS ALUC//NÓGETIIOS 'VOS

PER-MITE ENFRENTAB'VOS A NUESTFOS MIEDOS,rvcorusc tENTEsnÉl antropólogo Jose María Fericgla es uno de los poquísimosespañoles que ha pasado por una experiencia personal de ini-ciación con los jíbaros. Experto en chamanismo y en el uso deplantas psicoactivas, en esta entrevista -realizada por AlfonsoSerra- e! antropólogo aborda Ia relación entre alucinógenos yseres mitológicos y desvela sus vivencias con los "hongosmágicos".

54 DISTINTAS RESPUESTAS PARA LAS M¡SMAS PRE.GUNTASPese a que muchos insisten en subrayar la unidad, los misteriosde la vidá, et universo y la mente son abordados de manera dis-tinta, y a veces contradictoria, por las diversas religiones delmundo. Víctor Arenas pasa revista a las más significativas res-puestas de la religión y Ia ciencia a los problemas de nuestrabspecie. ¿Cuál de lás dos está meior capacitada para sobrevivir alfuturo?

LA MAGIA DE LOS SABIOS AMAUTASLas grandes montañas de los Andes continúan en nuestros tiem-pos álbergando la antigua sabiduría de quienes_se declaran here-deros diréctos de lor incas, los quéchuas y los aymaras, doscomunidades en las que existe una escuela de sabios y todavía esposible encontrar la magia del pasado. Antonio cerdán estuvo allí ynos cuenta lo que vio.

LAS EXTRAÑAS LUCES ASESINAS DE PARNARAMAA principios de los años ochenta los habitantes de la región brasileña dePárnardma pudieron observar cómo extraños objetos luminosos, deforma rectarigular y no mayores que una puerta, sobrevolaban-el cielo ylanzaban sobie ellós rayos que les provocaron quemaduras e incluso lamuerte. ¿Qué se escoáde rLalmente tras estos enigmálicos ataques?pablo Villarrubia viajó al lugar de los hechos para buscar la respuesta.

GURANDO A TRAVÉS DE LA LUZA partir de los últimos avance§ médicos en el campo de- la energíahumana y de lo aportado por las tradiciones esotéricas, el investiga-dor alemán Peter Mandel ha diseñado una particular forma de diag-nosticar y curar mediante el color. El creador de la Ilamada 'omedicinaesogéticá,' visita periódicamente nuestro país para formar a médicosy teíapeutas. En él transcurso de una de sus cortas estancias, Miguel$eguí lo entrevistó para nuestra revista.

LA MIEL, UN HOSPITAL EN LA NATURALEZAEleva Ia rásistencia del organismo a las enfermedades, prolonga lavida y la iuventud, es un poderoso cicatrizante, antibiótico y anticata-rral y sus cuatidades pará mejorar la salud parecen no tener fin. JuanR. Villaverde nos revéla los secretos de la miel, alimento de dioses ytambién de hombres.

oRDE-NADORES, ¿PUERTAS DE COMUNICACIóN CONEL MAS ALLA?Prácticamente todos los aparatos electrodomésticos modernoshan servido como soporte b instrumento de variados fenómenosparanormales. Ahora'también los ordenadores han pasado ator'inar parte del arsenal tecnológico de los transcomunicadores.Carlds G. Fernández nos revela en este reportaie las más singu-lares experiencias de psicofonías y psicoimágenes obtenidas porordenador.

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¿vlo ALGo ALDRIN EN LA LUNA?ESULTA inconcebible que a puntq de Óumpl¡rse 30 añosde la llegada del hombre a la Luna, Edwi-n Aldrin,. eJ s9'gundo sér humano que puso sus pies en;la superficie deñuestro satélite, siga sin querer aclarar qué sucedió en

aquel histórico 21 de Julio. Aldrin, que esluvo en España

invitado por l; Universidad lnternacional SEK, tuvo la deferencia deconcedernos en exclusiva la entrevista que pub¡icamos en este nú-

-MÁS ALLA DE LA CIENCIA,es una publicación de J. C.

FDICIONES. S, A.Prohibida ta reproducción total

o parcnl de los textos ei m ágenes sí n auto rizac í ó n

expresa por escnto.

mero. Pero lo cierto es que las expectativas que nos an¡maban en el

sentido de poder por f¡n aclarar lo realmente acaecido aque¡la iorna-da volvieron a quedar defraudadas. "¿De verdad pretende Usted

-respond¡ó a nuestro compañero Carlos Matías- que le cuente de

forma breve y respondiendo a cuatro preguntas Ia gran exclusivamundial que na h-e contado iamás a nadie en todos estos años?"Respuesta con la que dio Ia clara impresión de que, efectivamente,habia cosas importántes que no podía desvelar. De no ser así, ¿quésent¡do tenía que él mismo calificara !o que no estaba dispuesto acontar de ,,gran exclus¡va mundial"? lmpresión que luego, sin embar-go, en una-especie de ambigüedad calculada, pareció desmentir al

át¡i.ut que él no v¡o nada extraño y que la transmisión televisiva del

acontecimiento se dio en directo y no hubo cortes en la comun¡ca-ción ni ningún tipo de incidentes extraños. Con lo que entonces se

entiende aún menos su actitud: porque s¡ no hay ni ha habido nunca

nada que ocultar, ¿a cuento de qué lo de la "exclusiva mundial"? ¿Ypor qué nunca re§ponde lisa, diiecta y llanamente que allí no pasó

nada'de lo que Se cuenta? Es evidente que la comunicac¡ón que re-

producimos'en el recuadro adiunto del artículo, captada por dist¡ntosiadioaficionados y que fue lo que a¡ertó a todo el planeta, exist¡ó'Luego, ¿a qué negarla? Porque esa negat¡va induce a.pensar que s¡

mieñte én parte, ¿qué impide suponer que pueda también mentir en

lo demás? Por otra pa*e, a no está en cond¡ciones de asegurar si la

transmisión televisiva Se dio o no en directo; sólo'puede aseverarque así se lo dijeron sus superiores. No olvidemos además que Aldrins'e lraua su¡eto a las leyes de su país y puede estar obligado a guar-

dar silenció. ello explióaría sus contradictorias declaraciones, frutoquizá de la tensión interna entre su deseo de contar de una vez loocurrido y la d¡screción impuesta. Porque eso 1í, de lo- que no cabeduda algüna es de Su exacerbadc, patr¡otismo. Sólo así se exp!¡ca el

panegíri-co que nos hizo de Estados Unidos, "nación que ha hechoianti por ta humanidad, que ha arriesgado tanta p?l todo el mun'do.,.,,. un patr¡otismo -¿patrioterismo?- incomprensible a estas altu-ras -en su caso y en el de cualgu¡era- pero que explicaría el papel

que hoy representa en sus viaies por todo el mundo' ¿O no?,dr,lAsAU.ADE LACIRICI¡\, e51áconffi porh O. J' D.

ftinted in Spain -3ll do Julio de 1990 " D. L.: M.3.482-1 989.

R-006MASALLA

No113

Pertenece a: Víctor Fco. Carrasco Ferradalnvestigador OVNI

En Scribd me encuentras en/comoVictor Francisco Carrasco Ferrada,en VICUFO, en VICTOR o VICUFO2

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