los romances españoles en nicaragua

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Los romances españoles en Nicaragua Jorge Eduardo ARELLANO Universidad Centroamericana. (UCA). Managua 1. INVESTIGACIONES De la existencia de romances españoles tradicionales en América, negada en varias historias literarias del siglo XIX, sólo el colombiano Rubino José Cuervo confesaba en 1874 haber oído los romances de «Ber- nardo el Carpio» y de los <‘Infantes de Lara», recitados por un campesino. Y no fue sino hasta 1905 que Ramón Menéndez Pidal, en su viaje por varios países sudamericanos, recogió muestras de romances españoles que luego estudiada en «Los romances tradicionales de América», ensayo publicado en revista’, inserto posteriormente en volumen con título seme- jante 2. Investigaciones más cuidadosas surgieron en Argentina y México. Cu- ba y República Dominicana, Puerto Rico y Costa Rica; entre los nicara- gtlenses, las recolecciones promovidas por el movimiento de vanguardia desde 1931. llevadas a cabo por Pablo Antonio Cuadra y Francisco Pérez Estrada, Salvador Cardenal Argílello y Ernesto Mejía Sánchez, dieron fru- to en el estudio y antología Romances y corridos nicaragúenses (México, Imprenta Universitaria, 1946) del último investigador3. II. FUENTES Durante la década de los cuarenta se conservan, más o menos vivas, versiones nicaragúenses de romances tradicionales. Sin la influencia arro- 1. Cultura Española, Madrid, núm. 1, febrero. 1906, Pp. 72-111, 2. Los romances de América y otros estudios. Madrid, Espasa Calpe. 1958, (Coleccio- nes Austral, y. 55). 3. A treinta años de su primera edición, fue reproducido por la Colección Cultural Banco de América (Serie Ciencias Humanas, y. 3). Quinto centenorio, núm. 16. Edit. Univ. Complutense. Madrid. 1990

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Page 1: Los romances españoles en Nicaragua

Los romancesespañolesen Nicaragua

JorgeEduardoARELLANOUniversidadCentroamericana.(UCA). Managua

1. INVESTIGACIONES

De la existenciade romancesespañolestradicionalesen América,negadaen varias historias literarias del siglo XIX, sólo el colombianoRubinoJoséCuervoconfesabaen 1874 haberoído los romancesde «Ber-nardoel Carpio»y de los <‘Infantesde Lara»,recitadospor un campesino.Y no fue sino hasta1905 que Ramón MenéndezPidal, en su viaje porvariospaísessudamericanos,recogiómuestrasderomancesespañolesqueluego estudiadaen «Los romancestradicionalesde América», ensayopublicadoen revista’, insertoposteriormenteen volumencon título seme-jante2.

Investigacionesmáscuidadosassurgieronen Argentinay México. Cu-ba y RepúblicaDominicana,PuertoRico y CostaRica; entrelos nicara-gtlenses,las recoleccionespromovidaspor el movimiento de vanguardiadesde1931.llevadasa cabopor PabloAntonio Cuadray FranciscoPérezEstrada,SalvadorCardenalArgílello y ErnestoMejía Sánchez,dieron fru-to en el estudioy antologíaRomancesy corridos nicaragúenses(México,ImprentaUniversitaria, 1946)del último investigador3.

II. FUENTES

Durante la décadade los cuarentase conservan,más o menosvivas,versionesnicaragúensesde romancestradicionales.Sin la influenciaarro-

1. Cultura Española,Madrid, núm. 1, febrero. 1906, Pp.72-111,2. Los romancesdeAméricay otros estudios.Madrid, EspasaCalpe. 1958, (Coleccio-

nesAustral, y. 55).3. A treintaañosde su primeraedición,fue reproducidopor la ColecciónCultural

Bancode América (SerieCienciasHumanas,y. 3).

Quinto centenorio,núm. 16. Edit. Univ. Complutense.Madrid. 1990

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lladoradel cine y la penetraciónde la radio,quellegaron después,erafre-cuenteescucharlasen los departamentosde la región del Pacífico, enChontalesy las Segovias,principalmenteen las zonas rurales,durantecasamientos,velorios, serenatas,«amanesqueras»,fiestas patronalesydemáscelebraciones.Tambiénse cantabancomoarrurrús para dormir alos niños.

Comolo indicaMejía Sánchez.en el manuscritodel siglo XVIII de ElGíÁegúencesehacereferenciasasonesy corridoscomoya el pueblollamabaa los romancestradicionales;y de los testimoniosde los viajerosdel siglopasado,el mismo investigadortranscribedoscuriosasanécdotas:unapro-tagonizadapor el norteamericanoPeter E. Stout y otra por el alemánJuliusFroebel,autoresrespectivamentedeNicaragua: Past, PresentandFu-ture y Sevenyears, in travel on CentralAmérica; ambosestuvieronen 1850 ypublicaronsuslibros en 1859.

Stoutoyó a unagranadinade ojos negrosun romancedel Cid. Al pre-guntara la joven dóndelo habíaaprendido,la respuestafue: «Meloenseñómi madre»; ¿«yella dóndelo aprendió»?—insistió el viajero—.«Oh,aquíennuestratierra», le respondióla muchacha.Y Froebel,de pasopor Tipitapa,vio a los dueñoslevantados:«y la joven señora—escribe—estabacantan-do en voz bajalosversosdela viuda, la canciónfavorita del país>’. Se referíaal romance«Lasseñasdel esposo»quetenía másde doce versiones.

En plenaGuerraNacionaL-un sargentodel barrio El Calvariode Masa-ya recitaba<‘versos,historias,romances,refranesy dichosagudos»,informaSalvadorCalderónRamírezen unade susobras4;y en Elviaje a NicaraguaRubénDarío, refiriéndosea las damasqueasistíana los paseoscampes-tres y a las reunionesa la orilla de los lagos y balnearios,escribía:«Allícantany danzangallardamentevivossonesdelpaíso alegresfandangosy músi-cosdeEspaña,quequedaronde la épocade la colonia»5.

Ya en nuestrosiglo, Salomónde la Selva recreóen inglésel romance«Pelgadina»;conestetítulo, y dedicadoa Daniel E. Wheeler.fue incluidoen su primer libro de versos6.

III. CINCO ROMANCES PROFANOS

Hastaaquílas fuenteshistóricasde los romancestradicionalesen Nica-raguaquetienen la forma métricade susoriginales:cuartetosoctosílabosconrimaasonanteen losversospares;y delos cuales,en su antología.Me-jía Sánchezpublicó dieciséis:siete profanos,cinco religiososy cuatro in-

4. AlrededordeWalker SanSalvador,Ministerio de InstrucciónPública,1929, p. 45.5. El viaje a Nicaragua. Libro del mesde R.C.PC., núm.65, febrero, 1966, p. 22.6. Tropical townandotherpoems.NewYork, JohnLaneCompany,1918.PP. 128-131.

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fantiles7. Pero aquí transcribiretnosúnicamentecinco profanos: <‘Lasseñasdel esposo»,«La esposainfiel», «La amiga de Bernal Francés»,«Blanca flor y Filomena»,y «Delgadina»,tomadosdel citado libro deMejía Sánchez.Este recogió en Granadala siguienteversiónde «Lasseñasdel esposo»:

—Yo soy la reciéncasadaquenadieme gozará,queabandonéa mi maridopor amarla libertad.

—Caballerode fortuna,no me ha visto a mi marido?—Señora,no lo conozco.demealgunasseñasde él

—Mi marido es alto y blanco,tiene tipo de francés.y en el puño e la camisalleva el nombrede Isabel.

—Por las señasque me ha dado,su marido ha muertoya,en la calle del Sitiadolo mató un traidorfrancés.

—Yo me visto e luto negro.ml marido ha muerto ya,y si acasono apareceyo me quedocon usté.

De «Las señasdel esposo»,habíatreceversionesen Nicaragualocali-zadasen Granada,Masaya,Malacatoya,Managua,Rivas,Juigalpay Jino-tega;ademásde las quetranscribimos,otrasnueveversionesnicaragtien-ses prescindendel temaoriginal de fidelidad convirtiéndolo en infideli-dad.En unadelas dosversionesgranadinas,recogidasen el barriodeJal-teva, la viuda hace la siguientedescripción:

7. El último de éstos,«SanPedro».todavialo oímosdurantela infanciaen Mana-gua,perocon el personajesustituido—enlugar de San Pedro.Calvino— y algunosverososvariados:«EstabaCalvino/sentadoen el soL/conel calzón roto/defueraun coyoi/Pasaronlas niñas/ylepreguntaron/quéeseso. C’alvino?/quéeseso. mi amor2,!Estaesla car-ga/demismuniciones/yestaesla escopeta/conquetiro ya/EstabaJulián/arriba elbalcóñ/Calvino hijo eputa/zurcí tu calzón».

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—Mi maridoes alto y rojotiene tipo de leonés8.yen el púño de su manolleva el nombrede Isabel. -

En otrade la mismaciudad,el marido «... en elpuñodela espada/llevalas armas del r~»9. En la de la haciendarivense El Menco, se agreganvarioselementosde la vida campesina:

—Su caballoes tordillo.su monturaplateada.su cilindro es de aceroy su gorra engalanada.

Y en la de Malacatoya.la infidelidad se recalcaen doscuartetosmás,perteneciendola última al corrido «El Zopilote»: -

—Mi marido está en sucamay yo al lado e su cabeceracon el rosarioen la manorongándolea Dios quemuera.

—Mi marido ya murióya lo llevana enterrar.échenlebastantetierra.no vayaa resucitar.

Por último, en la versiónde Juigalpalas mujeresañadenunacuartetafinal:

—Todaslas mañanitasme voy a venderverdurasparaquediga la gentequéhermosaquedóla viuda!

Del romance«La esposainfiel» seobtuvieroncuatroversiones:unadelas doschontaleñasdel primero,recogidapor PabloAntonio Cuadraen eldepartamentode Chontales,es la que transcribimosa continuación:

8. Esteversotienesu explicaciónenlasimpatiadelos jaltevanoshacialos leoneses,originadade la guerracivil de 1854durantela cual las fuerzasde Máximo Jerezsitia-ronGranadadurantenuevemesesdesdeel barriodeJalteva,tradicionalmenteno muyafectoal &ntro granadino.

9. Evidentemente,autentificala procedenciacolonial de estaversion.

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—Paseándomeuna mañana.por las orillas del mar.me encontróunajoven bellay la empecéaenamorar.

Ella meagarrala mano.asu casame llevó,en conversaciónestábamoscuandoel marido llegó.

—Tu marido: iTu marido!¿a dóndemeescondoyo?—Metetebajo la cama.mientrasmedisculpo yo.

—Abrime las puertas,cielo.abrimelasquesoy yo.—Tus llaves se me han perdidoen mi rico tocador.

—De plata las tienes tú,deacerolas tengoyo.Cuandoél abrela puerta.él memira la color

—Oesquetienescalenturaoesquetienesnuevoamor.—Yo no tengocalenturani tampoconuevoamor.

—Es el viento de la nochequecon frío me dejó.—De quién es esecaballoqueen corral relinchó?

—Esecaballoes muy tuyo.mi papáte lo mandó,para quevayasa las bodasde mi hermana,la menor

—Paraquéquierocaballo,si caballotengoyo?Lo quequieroes eseamiguitoqueen mi camase acostó.

—Aquí no se acuestanaidecuandousréandapor allálos únicosquese acuestanson su hermanay su mama.

—No te sigasdisculpandoque ya estoymuy enojado,a mi no medentrael peinecuandoandoenmarañado.

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Viene y le agarrala mano.al suegose la llevó:—Suegro,aquíle traigo a suhijaqueuna traición me jugó.

—Si unatraición te ha jugado¡no tengo la culpayo!Viene y le agarrala mano,y al monte se la llevó.

FI galán murió a la una,la hermosamurió a lasdos.hincaditade rodillascinco balazosle dió,

Pongancuidadomuchachas.esasqueseestáncasando.cuidadocon resbalones,¡miren lo queestápasando!

Peroentodaslas versionesel tono del habladel esposoesmuy «nícara-gúense»,sobretodo en la versiónde Granadadictadapor JuanFranciscoAlemán Ruiz:

—Ya no te estésdisculpandoporqueyo estoyenojadoa mi no medentrael peinecuandoestoyenmarañado

Las cuatroversionestambiénterminan con una cuartetaen que seaconsejaa las muchachas:esasquese están casando.

La máscompletade nuestras-versionesdel romance«Laamiga de Ber-nal Francés»,que inspiró traduccionescatalanasy portuguesas,es la reco-pilada por PabloAntonio Cuadraen el departamentode Rivas:

Al fin del plan de un barranco,sin sabercómo ni cuándo,allí fué dondeencontróBenignoal francésFernando.

Benigno allí lo mató.porquelo estabaesperandoparavengarcon la sangreel amor quele ha golpeado.

—Abrime la puerta.Elena.sin ntngunadesconfianza,quesoy Fernandoel francésqueha venidode la Francia.

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A la medio abrir la puertase les apagael candil,se tomaronde las manosy se acuestanadormir.

A la mitad de la nocheElenale dice así:—Porqué, Fernandoel francés,tú no me hablasa mí:

—O tienesamoresen Franciao quieresa otra másquea mt.O le temésa mi maridoquese halla lejos de aquí.

—No tengoamoresen Francia,nt quieroa otra másquea ti.no le temo a tu maridoquese hallaal lado de ti.

—VálgameDios en desgracia,desgraciadaqueyo fui,hablandocon tu maridoni la hablale conoct,

—ConfiésateconDios, Elena,quetu vida llegó hastaaquíte creescon don Fernando,con don Fernandohasde ir.

—Perdoname.esposomío,mt desgraciadaaventura,ya no lo hagaspor mihacelopor tus creaturas.

—Criadacogéaesosniñitos,lleváselosa mi madre,si preguntanpor Elenadecileque no sabés.

Preguntanlos chiquititos—a dóndequedósu madre.respondenlos grandecitos:—La mató mi señorpadre.

Vuela, vuela,pajarillo,no detengasel volido,a ver, a ver a la Elena,a ver quéle ha sucedido.

Pobrecitade la Elena.en quémartirio murió,con tresheridasde filoquesu marido le dió,

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y aquí termina el corridode la mujer que faltó:y aquí termina el corridode la mujer que faltó.

En el original españolBernal Francés,personajehistórico, es el autorde la venganza;masen nuestrasversiones,como en la catalana,el maridovengadores otro. La de Granadavaria de sitio que se confundecon unpájaro:«Allá en el guardabarranco»,y en susegundacuartetase indica laforma del hecho:

Echaronmanosal hombrodel númerodiez y seisse dieroncuatrobalazos:Benignomató al frances.

La versión de las Segoviases menosestropeada:

Echaronmanoa susarmascon rifles dea dieciséisy se dieronde balazosBenignocon don Fernando. -

Estamisma versión termina con otra advertenciamoral: «Vengantodaslas casadas/atomarejemploaquí/quesisondesarregladas/lespasarálo queamb>; final del quecarecenlas otrasversiones.

Derivadade una fábula clásica,el romancetradicional en el que elcaballerodon Tarquínviola a suenamoraday le corta la lengua,titulado~<BlancaFlor y Filomena»,teníaporlo menosdosversionesen el departa-mentode Granada;la de Nandaime,sinalgunosversos,es la quereprodu-cimos:

SantaFe estabasentadaa la luz de una candela,con susdoshijos queridos.BlancaFlor y Filomena.

Llega el galánde Turquíse enamorade una de ellas.—Casatecon Blancaflor.perono con Filomena.

Linda estabaBlancaflorperomejor Filomena,y el galán quela mirabaya estápenandopor ella.

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Blanca Flor ya se casó.A su tierra sela lleva.Nuevemesesde casadoy vuelve dondesu suegra.

—Buenosdías tengael yerno.queviene de tierra ajena,

demerazónde su esposa.

—Mi esposano estámuy buenaporquede parto quedó.y le mandaa suplicarque le prestea Filomena

—Corre, corre. Filomena.andA, vestitede color.que te ha mandadoa llamartu pipita Filomena.

Ya seviste Filomenaa caballoya montó.por delantese la echapara llevarlamejor.

allá por medio caminode Filomenagozó.

Pero el galán de Turquí,paraocultar su traición.con su cuchillo de platala lenguase la trozo.

Filomenaya no puededecirlo quele pasó.con la sangrede susvenasuna cartale escribió.

Blanca flor cuandola leepor el dolor malparió.y el hijo que le ha nacidoen la olla lo cocio

—Quéme diste tansabroso,que mediste.BlancaFlor?

—Es la carnede tu hijoel queanochenació:no quierohijo del ingratoque a mi hermanitamató,

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Para terminar, en 1966 oímos con músicade tanto una de las cuatroversionesconocidasdel «terrible romancede Delgadina»: la de SábanaGrande, departamentode Managua.quea continuación reproducimos:

Delgadinase paseabacon susalasbien cuadradas,con su mantode hilo de oroque en su pechole brillaba.

—Levántate.Delgadinaponeteel vestido Blancoque todo ya está en mudanza.

Cuandoveníade misasu papálo platicaba—Delgadina,hija mía.yo te quieroparadama.

—No lo permitaDios,ni la ReinaSoberana,porquetú eresmi padrey mi madre tu mujer.

—Venga dosesclavos!Echenpresaa Delgadinaremachandosuscandadosqueno se le oiga la voz.

—Papacitode mi vida,tu castigoestoycumpliendo,regalameun vasode aguaquede sedme estoy muriendo.

—Cuandole llevaron el agua,Delgadinaestabamuerta.con sus ojitos cerrados.su boquita muy abierta.

Ya con esta me despidocon la flor de clavelinaaquí terminala historia.la historia de Delgadina’0.

lO. Estaversiónla escuchamosencasadel Dr. FranciscoPérezEstradaa un amigode éste.

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CONCLUSION

Los romancesde la penínsulaeran cantadospor los españolesenAmérica ya durante los primerosañosde la conquista.Con el tiempo,adquirieron en estastierrasnuevavida persistentey, en la provincia deNicaragua.sirvieron de materiarecreativaal pueblo que los modificaba,tntercalandodichosy frasesparticulares.Por algo, de todaslas expresio-nestradicionalesde España,el romancefue unadelas quemásejemplifi-có la forma en quela lenguaespañolasevio afectadaporla«nicaraguani-zación».