los piratas de malasia · 2020. 4. 25. · contra mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase...

258
Los Piratas de Malasia Por Emilio Salgari

Upload: others

Post on 26-Mar-2021

5 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

LosPiratasdeMalasia

Por

EmilioSalgari

Page 2: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

I.Naufragiodel«Young-India».

—ContramaestreBill,¿dóndeestamos?

—EnplenaMalasia,queridoKammamuri.

—¿Tardaremosmuchoenllegaranuestrodestino?

—¿Esqueteaburres?

—Aburrirme,no,perotengoprisayporesomeparecequeelYoung-Indiamarchadespacio.

Elcontramaestre,unmarineroquecontaríacuarentaaños,demásdecincopiesdealto,americanodepurasangre,miródereojoasucompañero.Eraesteun arrogante indio de veinticuatro a veinticinco años, alta estatura, tezmuybronceada,faccionescorrectasynobles,yadornábaseconpendientes—enlasorejas—yconcollaresdeoroquelecaíangraciosamentesobreeldesnudoyrobustopecho.

—¡Mil truenos!—gritóelamericano, indignado—.¡QueelYoung-Indiamarchadespacio!Estoesuninsulto.

—Paraquien tieneprisa,contramaestreBill,hastaunbuquecorsarioquenavegueaquincenudosporhoravadespacio.

—Diablo, ¿aquéobedecerá todaesaprisa?—preguntóel contramaestre,rascándose furiosamente la cabeza—. ¡Hola, pícaro! ¿Tienes que cobraralgunaherencia?Enesecaso,mepagarásunfrascodeginodewhisky.

—Unaherencia…siustedsupiese…

—Cuenta,muchacho.

—Noleentiendobien.

—Comprendo;quiereshacerteelsordo.¡Hum!…Talvezelsecretoestáenloscamarotesdeabajo…Esachiquillaquevacontigo…¡Hum!

—Pero…diga,contramaestre,¿cuándollegamos?

—¿Adónde?

—ASarawak.

—ElhombreproponeyDiosdispone,hijo.Podríasorprendernosuntifónymandarnosatodosabeberenlatazagrande.

—¿Yademás?

—Además, nos podrían atacar los piratas y enviarnos al diablo con dos

Page 3: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

brazasdecuerdaporcorbatayunkrissplantadoenmitaddelpecho.

—¡Eh!—exclamóelindio,haciendounamueca—.¿Haypiratasporaquí?

—Comohayestranguladoresentupaís.

—¿Habladeveras?

—Miraallá,haciaelbauprés.¿Quéves?

—Unaisla.

—Bien;esaislaesunnidodepiratas.

—¿Cómosellama?

—Mompracem.Sóloelnombrehaceestremecer.

—¿Deveras?

—Allí,hijomío,viveunhombrequehaensangrentadoelmardeMalasiadeNorteaSur,deEsteaOeste.

—¿Quiénes?

—Llevaunnombreterrible.SellamaelTigredeMalasia.

—Ysinosasaltase,¿quéocurriría?

—Nospasaríaacuchillo.Esehombreesmásferozaúnquelostigresdelaselva.

—¿Ynointentanlosinglesesdestruirle?—preguntóelindio,sorprendido.

—Destruir a los tigres de Mompracem es cosa muy difícil —dijo elmarinero,metiéndoseenlabocaunpedazodetabaco—.Hacealgunosaños,en mil ochenta cincuenta y dos, los ingleses, con una poderosa flota,bombardearonlaisla,laocuparonehicieronprisioneroalterribleTigre,peroantesdellegaraLabuán,elpirata,nosesabecómo,escapó.

—¿YvolvióaMompracem?

—En seguida, no. Durante dos años no se supo nada de él; luego, aprincipiosdemilochocientoscincuentaycuatro,reaparecióalacabezadeunanuevabandadepiratasmalayosydayakosdelamástemibleraza.Asesinarona lospocos inglesesestablecidosen la isla, se instalaronenella, reanudaronsussangrientasempresas…

En aquel momento un silbido resonó en el puente del Young-India,acompañadodeungolpedevientoquehizogemiralostresmástiles.

—¡Oh!¡Oh!—exclamóBill,levantandolacabezayescupiendoeltabaco—.Dentrodepocobailaremosdesesperadamente.

Page 4: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿LocreeUsted,contramaestre?—preguntóelindio,coninquietud.

—Veo allá una nube negra y de bordes cobrizos, que de seguro nopronosticacalma.Tragaremosráfagasdeviento.

—¿Corremospeligro?

—ElYoung-India,hijomío,esunbarcosólidoqueseríedelosgolpesdemar.Ea,alamaniobra;latazagrandecomienzaahervir…

Elcontramaestrenoseengañaba.ElmardeMalasia,hastaentoncestersocomo un cristal, comenzaba a arrugarse como agitado por conmociónsubmarinayatomaruntinteplomizoquenoprometíanadabueno.

Al Este, hacia la enorme isla de Borneo, alzábase una negra nube,ribeteadaderojo,yque,pocoapoco,oscurecióelsol,próximoasuocaso.Enel espacio, gigantescos e inquietos albatros revoloteaban, rozando las olas ylanzandoroncosgritos.

Elprimergolpedeviento fueseguidodeunaespeciedecalmaquepusomayorzozobraenlosánimosdetodaaquellagente;luego,hacialapartedelEste,comenzóaoírsetronar.

—¡Dejadelpuentelibre!—gritóelcapitánMac-Clintock,dirigiéndosealospasajeros.

Todos, de mala gana, obedecieron, desapareciendo por las escotillas deproaapopa.

Uno,sinembargo,permaneciósobreelpuente;eraelindioKammamuri.

—¡Largodeaquí!—exclamóconimperiosoacentoMac-Clintock.

—Capitán —dijo el indio, avanzando con paso firme—, ¿corremospeligro?

—Losabráscuandopaselatempestad.

—EsprecisoqueyodesembarqueenSarawak,capitán.

—Desembarcarás,sinonoshundimos.

—Peroyonoquierohundirme,micapitán.EnSarawakhayunapersonaque…

—¡Eh,contramaestre!Llévatedeaquíaestehombre.Elmomentonoseprestaaperdereltiempo…

Elindiofuearrastradoyarrojadoporlaescotilladeproa.

ElvientocomenzabaasoplardeOrientecongranviolencia,rugiendoporentre el aparejo de la nave. La nube negra había tomado proporciones

Page 5: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

gigantescas, cubriendo casi por completo el cielo. En sus entrañas rugía sincesareltrueno,rodandodesenfrenadodeLevanteaPoniente.

ElYoung-Indiaeraunmagníficobarcodetrespalosquellevababastantebiensusquinceañosdeservicio.

Era ligero, pero sólido. La superficie vélica que podía desplegar eraverdaderamenteenormeysuarmaduraapruebadeescollos,recordabaaunodeaquellosaudacesvioladoresdebloqueoquetomaronpartetanactivaenlaguerraamericana.

HabiendosalidodeCalcutael26deagostode1856,conuncargamentodeviguetasdehierrodestinadosaSarawak,llevabaabordodosoficiales,catorcemarinerosyseispasajeros;graciasasuvelocidadya losvientosfavorables,llegóenmenosdetrecedíasalasaguasdeMalasia,yprecisamenteavistadelatemidaisladeMompracem,laguaridadepiratasqueeranecesarioevitar.

A las ocho de la tarde la oscuridad era casi completa. El sol habíadesaparecido tras losdensosnubarronesy elviento comenzabaa soplar congranviolencia,dejandooírformidablesbramidos.

El mar subía rápidamente. Olas enormes, coronadas de espuma,formábanse como por encanto, chocando entre sí, cayendo y deshaciéndosecontraMompracem, cuya negra y sombríamasa elevábase enmedio de lastinieblas.

La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose sobre la cima deverdaderasmontañas de agua, ora sepultándose en los abismos que abría elmaryqueparecíanqueselaibanaengullir.

El Young-India corría velozmente, ora lanzándose sobre las moviblesmontañascomoparadesgarrarconsusvelaslacaliginosamasadenubes,oraprecipitándoseenlosabismosdedondecongranesfuerzopodíasalir.

Losmarineros,descalzosyconlacabezadescubiertayexpuestaalafuriade loselementos,estabansobrecubiertaosubidosa losmástiles, listosparaefectuar lasmaniobras que iba ordenando el capitán.Una horamás tarde elvelero eraunacáscaradenuezque luchabadesesperadamente contra elmarparaquenolosdeshicieracontralascostasdeMompracem.

Elcontramaestrenoseengañaba.ElmardeMalasia,hastaentoncestersocomo un cristal, comenzaba a arrugarse como agitado por conmociónsubmarinayatomaruntinteplomizoquenoprometíanadabueno.

Al Este, hacia la enorme isla de Borneo, alzábase una negra nube,ribeteadaderojo,yque,pocoapoco,oscurecióelsol,próximoasuocaso.Enel espacio, gigantescos e inquietos albatros revoloteaban, rozando las olas ylanzandoroncosgritos.

Page 6: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Elprimergolpedeviento fueseguidodeunaespeciedecalmaquepusomayorzozobraenlosánimosdetodaaquellagente;luego,hacialapartedelEste,comenzóaoírsetronar.

—¡Dejadelpuentelibre!—gritóelcapitánMac-Clintock,dirigiéndosealospasajeros.

Todos, de mala gana, obedecieron, desapareciendo por las escotillas deproaapopa.

Uno,sinembargo,permaneciósobreelpuente;eraelindioKammamuri.

—¡Largodeaquí!—exclamóconimperiosoacentoMac-Clintock.

—Capitán —dijo el indio, avanzando con paso firme—, ¿corremospeligro?

—Losabráscuandopaselatempestad.

—EsprecisoqueyodesembarqueenSarawak,capitán.

—Desembarcarás,sinonoshundimos.

—Peroyonoquierohundirme,micapitán.EnSarawakhayunapersonaque…

—¡Eh,contramaestre!Llévatedeaquíaestehombre.Elmomentonoseprestaaperdereltiempo…

Elindiofuearrastradoyarrojadoporlaescotilladeproa.

ElvientocomenzabaasoplardeOrientecongranviolencia,rugiendoporentre el aparejo de la nave. La nube negra había tomado proporcionesgigantescas, cubriendo casi por completo el cielo. En sus entrañas rugía sincesareltrueno,rodandodesenfrenadodeLevanteaPoniente.

ElYoung-Indiaeraunmagníficobarcodetrespalosquellevababastantebiensusquinceañosdeservicio.

Era ligero, pero sólido. La superficie vélica que podía desplegar eraverdaderamenteenormeysuarmaduraapruebadeescollos,recordabaaunodeaquellosaudacesvioladoresdebloqueoquetomaronpartetanactivaenlaguerraamericana.

HabiendosalidodeCalcutael26deagostode1856,conuncargamentodeviguetasdehierrodestinadosaSarawak,llevabaabordodosoficiales,catorcemarinerosyseispasajeros;graciasasuvelocidadya losvientosfavorables,llegóenmenosdetrecedíasalasaguasdeMalasia,yprecisamenteavistadelatemidaisladeMompracem,laguaridadepiratasqueeranecesarioevitar.

A las ocho de la tarde la oscuridad era casi completa. El sol había

Page 7: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

desaparecido tras losdensosnubarronesy elviento comenzabaa soplar congranviolencia,dejandooírformidablesbramidos.

El mar subía rápidamente. Olas enormes, coronadas de espuma,formábanse como por encanto, chocando entre sí, cayendo y deshaciéndosecontraMompracem, cuya negra y sombríamasa elevábase enmedio de lastinieblas.

El Young-India corría velozmente, ora lanzándose sobre las moviblesmontañascomoparadesgarrarconsusvelaslacaliginosamasadenubes,oraprecipitándoseenlosabismosdedondecongranesfuerzopodíasalir.

Los marineros descalzos, con los cabellos al viento y contraídos lossemblantes, maniobraban en medio del agua que no encontraba suficientesalida. Voces de mando y juramentos mezclábanse a los silbidos de latempestad.

A las nueve, el barco, juguete de las olas, hallábase en aguas deMompracem.

Noobstantelosesfuerzosdelcontramaestre,queserompíalasmanosenlacañadeltimón,elYoung-Indiafuearrastradotancercadelacostaerizadadeescollos, de islas madrepóricas y de bajos fondos, que se temió el choquecontraellos.

ElcapitánMac-Clintock,llenodeansiedad,descubriónumerosaslucesenlassinuosidadesdelaplaya,yalbrillodeunrelámpago,depieenlacumbrede una roca gigantesca que caía a plomo sobre el mar, vio también a unhombredeelevadaestatura,losbrazoscruzadossobreelpechoeimpasibleenmediodelosdesencadenadoselementos.

Losojosdeaquelhombre,quefulgurabancomocarbonesencendidos,sefijaron enMac-Clintock de extrañamanera.A este se le figuró además quelevantaba un brazo y le hacía una amistosa señal. La aparición duró brevessegundos.LastinieblasvolvieronahacersemásespesasyunaráfagadevientoalejóalYoung-Indiadelaisla.

— ¡Dios nos proteja! —exclamó Bill, que había visto también a aquelhombre—.EseeselTigredeMalasia.

Su voz fue sofocada por un espantoso trueno. Aquel trueno inició unamúsicaensordecedoraindescriptible.ElespacioseinflamódeNorteaSur,deEste a Oeste, como si el universo entero se incendiase, iluminandosiniestramenteeltempestuosomar.

Los rayos, brillando un momento, caían describiendo en el espacio milángulos caprichosos, mil curvas diversas, sepultándose en las ondas ocorriendo vertiginosamente en torno de la nave, seguidos de fragores que

Page 8: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

aumentabanenintensidad.

El océano, como si quisiera competir con aquellos truenos, alzóseimponente. Sus aguas no formaban ya olas, sino líquidas montañas que seelevaban con furia hacia el cielo, como atraídas por fuerza sobrehumana, ycabalgabanunassobreotras,cambiandodeformaydatamaño.

Elvientotomótambiénparteenaquellaespantosacontienda,rugiendoconrabiaylanzandoturbonadasdetibialluvia.

Elbarco, inclinándoseviolentamente,yadeestribor,yadebabor, apenaslograba mantener la estabilidad. Gemía como si se quejase de aquellosterribles golpes de mar que lo cubrían de proa a popa, derribando a latripulación; alzábase, vacilaba, azotaba el agua con el bauprés, unas vecesimpulsado hacia el Norte y otras hacia el Sur, a pesar de los desesperadosesfuerzosdeltimonel.

Losmarinerosignorabansisepondríadenuevoafloteoseiríanapique;tangrandeeralamasadeaguaquepenetrabaporlasmediodeshechasbordas.

Para colmo de desgracias, al mediar la noche, el viento que soplabaconstantedelNorte,saltódeimprovisodelEste.

Ya no era posible luchar. Seguir avanzando con el tifón que asaltaba laproa,eratantocomotentarlamuerte.TodavezqueningúnlugarderefugiosepresentabaenlavíadelOeste,elcapitántuvoqueresignarseamantenersealacapa y a huir con toda la velocidad que le permitían las escasas velasdesplegadas.

Dos horas pasaron después de que el Young-India viró de bordo,perseguidoporlasolas,queparecíanhabersepropuestoacabarconél.

Los relámpagos eran bastante escasos y la oscuridad tan densa, que nopermitíaveradoscientospasosdedistancia.

Alcabodeunratoelcapitánpercibióesefragorcaracterísticodelasondasal romperse contra la escollera, fragor que los marinos distinguían aún enmediodelasmásespantosasborrascas.

—¡Miradaproa!—gritó,dominandoconsuvozelestrépitodelmaryelsilbidodelviento.

—¡Mardeshecho!—exclamóotravoz.

—¡Losescollos!¡Truenos!…—seoyódespués.

El capitán dirigióse a proa, agarrándose al estay de la trinquetilla paraizarsehastalaborda.

No se veía nada; sin embargo, a través de las ráfagas de viento, se oía

Page 9: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

claramenteelmugirdelaresaca.Noeraposibleengañarse.Apocasbrazasdelanavesurgíaunacadenadeescollos,talvezderivacióndeMompracem.

—¡Listosparavirar!—gritóMac-Clintock.

Bill, reuniendo toda su energía imprimióunviolento esfuerzo a la ruedadeltimón.

Casienelmismoinstantechocóelbarco.

Elgolpe,sinembargo,apenasfuesensible.Sólounapartedelafaisaquillahabíatocadoenlasagudaspuntasdelasmadréporasqueformabanlacimadelarrecife.

Desgraciadamente,elvientoseguíasoplandodepopaylasolashacíanqueelbarcoavanzase.

La tripulación,queconservabauna sangre fría extraordinaria, logróvirardebordo.ElYoung-Indiaconsiguióalejarsedoscientosmetros,huyendodelaescolleraen tomode lacual rugían lasolas.Parecíaque todo ibaamarcharbien. Arrojada la sonda, acusó catorce metros de profundidad a proa. Laesperanza de salvar el buque comenzaba a renacer en el ánimo de latripulación.

Derepente,elfragordelaresacavolvióadejarseoírhaciaproa.

Elmarse levantabaconmayorviolenciaqueantes,señalandounanuevabarreradeescollos.

—¡Otravuelta,Bill!—ordenóelcapitán.

—¡Laescollerabajoproa!—gritóunmarineroquehabíabajadohastaelbotalóndelbauprés.

Suvoznollegóapopa.Unamontañadeaguadesplomósesobrelabandade estribor, inclinó violentamente a la nave sobre la de babor, derribó a latripulaciónagarradaalosbrazosdelasvelasydestrozólaslanchascontralosescollos.

Oyóse un mugido formidable, un chasquido como de maderas que serompían, y luego un golpe espantoso que hizo oscilar al aparejo de popa aproa.

El Young-India, al chocar con las agudas puntas de los escollos quedódestrozado,estrellándosecontraelarrecife.

II.Lospiratas

Page 10: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Paraelinfortunadobarcohabíallegadolaúltimahora.

Aprisionado entre dos rocas que apenas asomaban sus negras puntas,agujereado por mil partes a causa del movimiento de las aguas, abierto elcasco y destrozada la quilla, no era ya más que un montón de tablasimposiblesderepararyqueprontoelmartrituraríaydispersaría.

Elespectáculoeramagníficoyalmismotiempoespantoso.

Alrededor, el océano revolvíase furioso, estrellándose contra la escollera,arrastrando fragmentos de las bandas, leñas y lanchas del barco que serompíanconmilcrujidos.

Sobre lanave, los supervivientes, locosde terror, corríandeproaapopalanzandogritos,blasfemias,invocaciones.Unotrepabaalasvergas,otrosubíahasta la cofa, el de más allá saltaba como si pisase carbones encendidos,llamando a Dios y a la Virgen, este intentaba ponerse un salvavidas, aquelpreparabaunabalsaparaocuparlatanprontocomoelbarcosehundiese.

Elcapitányelcontramaestre,quesehabíanencontradoenpeorestrances,eranlosúnicosqueconservabanalgunacalma.

En vista de que el barco permanecía inmóvil, bajaron a la bodega. Enseguidacomprendieronquenoquedabaesperanzaalgunadeponerloa flote,puesestaballenodeagua.

—Bueno—dijo Bill, conmovido—, el pobrecito ha exhalado su últimosuspiro.Nohayastillerocapazdereparartanespantosasmutilaciones.

—Tienesrazón—respondióelcapitán,másconmovidoaún—.Estaes latumbadelvalienteYoung-India.

—¿Quéharemos?

—Esperaraqueamanezca.

—¿Resistiráalosgolpesdelmar?

—Creoquesí.Losescolloshanentradoensuvientrecomoelhachaeneltroncodeunárbol.Meparecequeseráimposiblemoverlo.

—Vamos a dar ánimos a los que están en el puente. Tienen muchomiedo…

Losdoslobosdemardirigiéronseallugarindicado.Marinerosypasajeros,con los rostros contraídos por el terror, precipitáronse a su encuentrointerrogándolesconansiedad.

—¿Estamosperdidos?

—¿Nosvamosapique?

Page 11: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Hayesperanzadesalvación?

—¿Dóndeestamos?

—Calma,muchachos—dijoelcapitán—.Porahoranocorremospeligro.

Kammamurielindio,quehabíamostradotantaprisaporllegaraSarawak,seacercóaljefe.

—Capitán—exclamó—,¿iremosaSarawak?

—Yavesquenoseráposible,Kammamuri.

—Sinembargo,yotengoqueir.

—Noséquédecirte.

—Miamomeesperaallí,capitán.

—Aguardará…

La centelleante mirada del indio se oscureció y su rostro, que revelabafiereza,setornósombrío.

—Kalileproteja—murmuró.

—Aúnnosehaperdidotodo,Kammamuri—dijoelcapitán.

—¿Nonoshundiremos,pues?

—He dicho que no. Vaya, calma,muchachos.Mañana sabremos en quéisla o escollera hemos naufragado y veremos lo que puede hacerse; yogarantizovuestravida…

Laspalabrasdelcapitántranquilizaronalosmarinos,quienescomenzaronaconfiarensusalvación.Losquetrabajabanenlabalsaabandonaronlatarea;los que habían trepado a los mástiles, descendieron. La calma no tardó envolverareinarsobreelpuentedelbuque.

Atodoesto,laborrasca,despuésdehaberalcanzadolamáximaintensidad,comenzabaaceder.Losnubarrones,desgarradosaquíyallá,dejaronentreverde vez en cuando el trémulo fulgor de las estrellas. El viento apaciguábasepocoapoco.

Sin embargo, el mar seguía agitado. Olas gigantescas corrían en todasdirecciones,embistiendoconfurialaescollerayestrellándosecontraellaconespantoso estruendo. El barco, sacudido de popa a proa, gemía, dejándosearrebatartrozosdelasbandasofragmentosdeladestrozadaquilla.Enciertosinstantes, además, oscilaba tanto, que parecía próximo a ser arrancado delbancodemadrepórico.

No obstante permaneció firme, y los marineros, a pesar del inminente

Page 12: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

peligroydelasoleadasquebarríanlacubierta,pudierondormiralgunashoras.

Alascuatrodelamañanacomenzóaclarear.Elsolsurgíaconesarapidezpropia de los países tropicales, anunciado por un magnífico color rosa. Elcapitán,depieenlacofadelpalomayor,teniendoasuladoalcontramaestre,fijaba los ojos en el Norte, donde se elevaba, a menos de dos millas dedistancia,unamasaoscuraquedebíadeserunaisla.

—Bueno—preguntóBill,quemasticabarabiosamenteuntrozodetabaco—,¿conoceustedesatierra?

—Creoquesí.Esmuydenochetodavía,perolosarrecifesquelarodeanmehacensospecharqueesaislaesMompracem.

—ByGod!—murmuróelamericano,haciendounamueca—.Noshemosrotolaspiernasenmalsitio.

—Mucholotemo,Bill.Laislanogozadebuenafama.

—Comoqueesunnidodepiratas.HavueltoelTigredeMalasia,capitán.

— ¡Cómo! —exclamó Mac-Clintock, estremeciéndose—. ¿El Tigre deMalasiahavueltoaMompracem?

—Sí.

— ¡Es imposible, Bill! Hace algunos años que ese hombre ferozdesapareció.

—Pues ha vuelto.Hace cuatromeses que asaltó alArghilah deCalcuta,quepudohuirconmilfatigas.Unmarineroqueconocíaalsanguinariopirata,medijoquelohabíavistoenlaproadeunpraho.

—Entoncesnohayremedio.Notardaráenatacarnos.

—ByGod!—rugióelcontramaestre,quedándosedeprontopalidísimo.

—¿Quésucede?

—¡Mire,capitán!¡Mireallá…!

—¡Losprahos,losprahos!—gritóunavozdesdeelpuente.

Elcapitán,nomenospálidoquesucontramaestre,dirigiólavistahacialaislaydescubriócuatroembarcacionesquedoblabanuncercanocabo.

Eran cuatro grandes prahos malayos, ligerísimos, esbeltos, con ampliasvelasdeformaalargada,sostenidaspormástilestriangulares.

Estos barcos, que navegaban con sorprendente rapidez y que, gracias alcontrapesocolocadoasotaventoyalsosténquetienenabarlovento,desafíanlos huracanes más tremendos, son generalmente usados por los piratas

Page 13: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

malayos, quienes con ellosno temenasaltar a losbuquesdemayor tonelajequeseaventurenenlosmaresdeMalasia.

Elcapitánnoloignoraba,demodoqueapenaslosdescubrióapresuróseabajaralpuente.Enpocaspalabrasinformóalatripulacióndelpeligroqueseavecinaba.Sólounaencarnizadaresistenciapodíasalvarlos.

Laarmeríadeabordonoestabamuybienprovista.Loscañonesfaltaban,los fusiles, casi inservibles, en su mayor parte, eran insuficientes para lamarinería.Quedabansablesdeabordaje,algunaspistolasybastanteshachas.

Todos loshombres, armados lomejorposible,precipitáronsehaciapopa,que,porencontrarsesumergida,podíaofrecerfácilescalada.LabanderadelosEstadosUnidossubiómajestuosamentealolargodelastayelcontramaestrelaclavó.

Loscuatroprahosmalayos,queerantanvelocescomopájaros,nodistabanmás que setecientos u ochocientos pasos y preparábanse a asaltar al pobrebuque.

Elsol,queenaquelmomentoseelevabasobreelhorizonte,permitióverconclaridadalosqueibanenlasembarcaciones.

Eran ochenta o noventa hombres, semidesnudos, armados de enormescarabinas incrustadasdemadreperlasy láminasdeplata;degrandesparangsde finísimo acero, de cimitarras, de kriss en forma de espiral con la puntaindudablemente envenenada en el jugo del upas y de hierros larguísimos,conocidos con el nombre de campilanes, que manejaban cual si fueranligerísimosbastoncitos.

Algunoseranmalayosde tezaceitunada,membrudosyde ferozaspecto;otros,arrogantesdayakosdeelevadaestatura,cubiertosbrazosypiernasconanillosdecobre.

Veíanse también varios chinos, fáciles de reconocer por sus cráneos,peladosybrillantescomoelmarfil,yunoscuantosmacasaresesyjavaneses.Todosaquelloshombresteníanlosojosfijosenelbarcoyagitabanlasarmas,sin cesar de dar gritos. Parecía como si antes de venir a las manos sepropusiesenespantaralosnáufragos.

Acuatrocientospasosdedistanciaoyóseuncañonazodisparadodesdeelprimerpraho.Labalatronchóelbauprés,cuyapuntasehundióenelmar.

— ¡Ánimo, muchachos! —gritó el capitán—. Esta es la señal de quecomienzaladanza.¡Fuego!…

Siguieron a la voz de mando algunos disparos de fusil. Una espantosagriteríaestallóabordodelasprahos,señalinfalibledequenotodoelplomosehabíadesperdiciado.

Page 14: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

— ¡Esto va bien, muchachos! —rugió el contramaestre—. Disparad enmitaddelgrupo.Esoshocicudosno tendránvalorpara llegarhastanosotros.¡Fuego!…

Suvozfueapagadaporunaseriedeformidablesdetonaciones.Partíandelospiratas,queempezabanelataque.

Los cuatro prahos parecían inflamados cráteres vomitando hierro.Disparabanloscañones,disparabanlascarabinas,disparabanlasespingardas,derribando,destruyéndolotodoconunaprecisiónmatemática.

Pronto cuatro náufragos quedaronmuertos sobre la toldilla.El trinquete,rotoporbajodelacofa,precipitósesobreelpuente,cubriéndolodevelasydecabos.Algritodetriunfosucedióotrogritodeespanto,yoyéronsegemidosyestertoresdeagonía.

Era imposible resistir el huracán de hierro que se desencadenó conespantosarapidez,haciendosaltarmástilesytrozosdelcasco.

Despuésdedisparar sieteuochoveces los fusiles singran resultado, losnáufragos, viéndose perdidos a pesar de las voces del capitán y delcontramaestre,abandonaronsupuesto,huyendohaciaestribor,resguardándosetraslosbotes.Algunossedesangrabanylanzabandesgarradoresgritos.

Al cabo de un cuarto de hora los piratas, protegidos por su artillería,llegaronalapopadelbuqueeintentaronsubirabordo.

El capitán intentó rechazar el abordaje, pero una descarga demetralla lederribó almismo tiempoque a tres de sus hombres.En el espacio vibró unterriblegrito:

—¡VivaelTigredeMalasia!

Los piratas, empuñando las cimitarras, las hachas, las masas, los kriss,lanzáronseintrépidamentehacialaborda.Algunostreparonporlosmástilesdelosprahos,corrieroncomomonosa lo largode lasvergasy sedejaroncaersobre la cubierta del buque náufrago. En poquísimo tiempo, los escasosdefensores,vencidosporelnúmero,rodaronapopa,aproayporelalcázar.

Únicamente,juntoalpalomayor,quedódepieunhombre,armadodeunlargoypesadosabledeabordaje.

Estehombre,elúltimodelYoung-India,eraKammamuri,quesedefendíacomounleón,rechazandolosataquesdelenemigoyrepartiendotajosentornosuyo.

Unmazazolerompióelarma.Dospiratascayeronsobreél,derribándolo,apesardesudesesperadaresistencia.

—¡Socorro!¡Socorro!…—gritóelvalienteindio.

Page 15: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¡Alto!—gritódeimprovisounavoz—.¡Eseindioesunhéroe!

III.ElTigredeMalasia

El hombre que pronunció aquellas palabras tendría, aproximadamente,treintaydosotreintaycuatroaños.

Era alto, de piel blanca, facciones aristocráticas, ojos azules, dulces, ynegrobigotequesombreabasussonrienteslabios.

Vestíacongranelegancia:chaquetade terciopelocastañoconbotonesdeoro,sujetaalacinturaporampliafajadesedaazulada,pantalonesdebrocatel,botasaltasdepielcolorderosa,conlaspuntaslevantadas,yanchosombrerode paja deManila. Llevaba una magnífica carabina india y al costado unacimitarra,conempuñaduradeoro,rematadaconundiamantetangruesocomounaavellana,deunbrilloadmirable.

Despuésdeordenaralospiratasquesealejasen,acercósealindio,quenopensabaen levantarse—tangrandeera su sorpresaalversevivoaún—y lemiródurantealgunosmomentosconatención.

—¿Quédices?—lepreguntóalegremente.

—¿Yo?—preguntóKammamuri.

—¿Tesorprendeteneraúnlacabezasobreloshombros?

—Mesorprendetantoquenosésiesciertoquetodavíaestoyvivo.

—¡Claroqueloestás!

—¿Nomematarán?

—Sinohepermitidoque lohicieranantes,no séporquéhedepermitirquelohagandespués.

—¿Yaquésedebeesto?—preguntó,ingenuamente,elindio.

—Antetodo,aquenoeresblanco…

Kammamurihizoungestodeasombro.

—¡Ah!¿Odiaustedalosblancos?—exclamó.

—Sí.

—Entonces…¿noesUstedblanco?

—¡PorBaco,soyportuguésdepurasangre!

Page 16: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Entoncesnocomprendoporqué…

—Alto,Joven.Nosoyamigodehistorias.

—Bueno,¿yentonces?…

—Eresunhéroeyyoaprecioaloshéroes.

—Soymaharato—dijoelindio,conorgullo.

—Una raza que lleva un buen nombre. Dime, ¿te gustaría ser de losnuestros?

—¡Yopirata!

—¡Porquéno!Seríasunbuencompañero.

—¿Ysimenegase?

—Noresponderíadetucabeza.

—Sisetratadesalvarlapiel,meharépirata.Talvezirsetengacuenta.

—Bravo,muchacho.¡Hola,Kotta!Vamosabuscarunabotelladewhisky.Losamericanosnoviajannuncasinllevarbuenaprovisión…

Un malayo bajó al camarote del pobre Mac-Clintock, y pocos minutosdespuésvolvíaconunpardevasosyunabotellapolvorienta,a lacualhizosaltarelcuello.

—Whisky—leyóelmembrete—.Laverdadesqueestosamericanossonexcelentespersonas…

Vaciódosvecessuvasoyalargóelotroalindio,preguntándole:

—¿Cómotellamas?

—Kammamuri.

—Atusalud,Kammamuri.

—Alasuya,señor…

—Yáñez—dijoelhombreblanco.

Ybebieronalmismotiempo.

—Ahora,muchacho—exclamóYáñez,siempredebuenhumor—,iremosenbuscadelcapitánSandokán.

—¿QuiéneselseñorSandokán?

—¡PorBaco!ElTigredeMalasia.

—¿Ymellevaráustedaveraesehombre?

Page 17: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Claro, y se alegrará muchísimo de recibir a un maharato. Vamos,Kammamuri…

Elindionosemovió.Parecíaconfusoymirabaalospiratasyalapopadelbarco.

—¿Quépasa?—preguntóYáñez.

—Señor…—contestóelmaharato,titubeando.

—Habla.

—¿Nolatocaráusted?

—¿Aquién?

—Conmigovieneunamujer.

—¿Unamujer?¿Blancaoindia?

—Blanca.

—¿Ydóndeestá?

—Latengoescondidaenlabodega.

—Tráelaalpuente.

—¿Nolatocaráusted?

—Tedoymipalabra.

—Gracias,señor—dijoelmaharato,conmovido.

Corrióhaciapopaydesaparecióporlaescotilla.Pocosmomentosdespuésvolvíaalpuente.

—¿Dóndeestálamujer?—preguntóYáñez.

—Yaviene;peroniunapalabra,señor.Estáloca.

—¿Loca?…Pero¿quiénes?…

—Aquíestá—interrumpióKammamuri.

Elportuguésvolviósehaciapopa.

Una mujer de maravillosa belleza, envuelta en amplia túnica de sedablanca,saliódelaescotilla,deteniéndosejuntoalpalodemesana.

Tendría quince años. Su talle era elegante, gracioso, flexible; su pielsonrosada e incomparable; los ojos, grandes y negros, revelaban infinitadulzura; la nariz era pequeña y recta, los labios, rojos como el coral,contraíanseenunasonrisaquedejabaverdoshilerasdeminúsculosdientesdedeslumbrante blancura. La cabellera, espléndida y negrísima, le caía por la

Page 18: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

espaldaylellegabahastalacintura.

Lajovencontemplóaloshombresarmadosyaloscadáveresquecubríanelpuentesinqueniunacontraccióndeespantoodecuriosidadsedibujaseensubellorostro.

— ¿Quién es esta mujer? —preguntó Yáñez, cogiendo una mano aKammamuriyapretándoselaconfuerza.

—Miama—contestóelmaharato—.LaVirgendelaPagodadeOriente.

Yáñez se adelantó hacia la loca, que conservaba la inmovilidad de unaestatua,ylamirófijamente.

—¡Quéparecido!…—exclamó,palideciendo.

Volvióse rápidamente haciaKammamuri y cogiéndole de nuevo lamanoañadióconalteradavoz.

—¿Estamujeresinglesa?

—HanacidoenlaIndia,peroeshijadeingleses.

—¿Porquésehavueltoloca?

—Esunahistorialargadecontar.

—LaexplicarásanteelTigredeMalasia.Ahoraembarcaremos,maharato,y vosotros, cachorrillos, saquead el esqueleto de este barco y luegoincendiadlo.ElYoung-Indiahadejadodeexistir.

Kammamuriacercósealaloca,lacogiódelamanoylahizobajaralprahoportugués.Lajovennoopusoresistencia,nihabló.

Yáñezempuñabalacañadeltimón.

El mar, poco a poco, se había calmado. Solamente alrededor de losescolloscontinuabanlevantándosegrandesoleadas.

El praho, gobernado por aquellos hábiles e intrépidosmarinos, pasó porencimadel arrecife, saltandoybrincando sobre lasolas comounapelotadegoma,ysealejóconfantásticarapidez,dejandoníveaestela,enmediodelacualjugueteabanlostiburones.

Alcabodediezminutos,llegóalapuntaextremadelaisla;allígiró,sinacortarlavelocidad,ynavegóconrumboaunaamplísimabahíaqueseabríaanteunarisueñaaldea.Componíaseéstadeveinteomáschozasmuysólidasyhallábase defendida por una triple línea de trincheras provistas de gruesoscañonesydenumerosasespingardas,por altas empalizadasyporprofundosfososerizadosdeagudaspuntasdehierro.

Unos cien malayos medio desnudos, pero armados hasta los dientes,

Page 19: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

salieron de la trinchera, y dirigiéndose a la playa, dando salvajes gritos yesgrimiendo alegremente los kriss envenenados, las cimitarras, hachas,carabinasypistolas.

—¿Dóndeestamos?—preguntóKammamuri,coninquietud.

—Ennuestraaldea—respondióelportugués.

—¿AquíviveelTigredeMalasia?

—Vivedondeondealabanderaroja…

El maharato levantó la cabeza y en lo más alto de una gigantesca rocacortadaapicosobreelmar,descubrióunagrancabañadefendidatambiénporempalizadas; en lo alto flotabamajestuosamente una bandera roja en la quehabíabordadaunacabezadetigre.

—¿Vamoshaciaallí?—preguntóconciertaemoción.

—Sí,amigo—contestóYáñez.

—¿Cómomerecibiráesehombretanterrible?

—Comosedebeacogeraunvaliente.

—¿Vendráconnosotrosmiama?

—Ahorano.

—¿Porqué?

—Porqueseparecea…

Interrumpióseylosojosselehumedecieron.

Kammamurilonotó.

—Estáustedemocionado,señorYáñez—dijo.

—Teequivocas—respondióelportugués,imprimiendounmovimientoaltimónparaevitarlapuntaextremadeunarrecifequeasomabaenlabahía—.Desembarquemos,Kammamuri.

Elprahoanclóconlaproahacialacosta.

Elportugués,Kammamuri,lalocaylospiratassaltaronatierra.

—Llevadaestamujeralamejorhabitacióndelaaldea—exclamóYáñez,dirigiéndosealospiratasyseñalándolesconeldedoalaloca.

—¿Leharándaño?—preguntóKammamuri.

—Nadieseatreveráatocarla—respondióYáñez—.LasmujeressonaquímásrespetadasaúnqueenlaIndiayqueenEuropa.Ven,maharato…

Page 20: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Dirigiéronse hacia la gigantesca roca y subieron por una escalera muyestrecha,labradaenlapiedraydefendidaporcentinelasarmadosdecarabinasydecimitarras.

—¿Porquétantasprecauciones?—preguntóKammamuri.

—PorqueelTigredeMalasiatienecienmilenemigos.

—¿Demodoqueelcapitánnoesamado?

—Nosotrosloidolatramos,perolosdemás…Sitúsupieses,Kammamuri,cómoloodianlosingleses…Yahemosllegado;notemas…

Hallábanse ante la choza, defendida también por trincheras, cestones,fosos,cañones,morterosyespingardasdelpasadosiglo.

Elportuguésempujódiscretamenteunapuertademaderadeteca,capazderesistir a la artillería, e introdujo aKammamuri en una estancia tapizada desedagranate, adornada con carabinas deEuropa,mosquetes indios y persas,bocinas, pistolas, cimitarras, hachas, riquísimas telas, yataganes turcos,puñales, frascos, blondas, porcelanas de laChina y del Japón,montones deoro,barrasdeplatayvasosllenoshastaelbordedeperlasydediamantes.

En medio de la sala, tumbado sobre un tapiz de Persia, hallábase unhombrevestidoostentosamentealaoriental,contrajedesedarojabordadoenoroycalzadoconaltasbotasdepiel,tambiénroja,conlaspuntaslevantadas.

Aquelindividuonorepresentabamásdetreintaycuatrootreintaycincoaños.Eraalto, asombrosamente fuerte, soberbiacabezacubiertadeespesoyonduladocabellonegro.

Teníaojoscentelleantes,labiosdelgados,contraídosporsonrisaindefinibleymagnífica barbaque comunicaba a su rostro cierta fierezaque infundía almismotiemporespetoytemor.

Seadivinabaqueaquelhombreposeíalaferocidaddeltigre,laagilidaddelcuadrumanoylafuerzadeungigante.

Apenasvioentraralosdospersonajes,incorporósedeunsaltoysesentó,fijandoenellosunamiradaquepenetrabahastalomásprofundodelcorazón.

—¿Quémetraes?—preguntó,convozmetálicayvibrante.

—Ante todo lavictoria—contestóelportugués—.Además,hehechounprisionero…

Lafrentedelhombreseoscureció.

—¿Eseindio?—preguntó.

—Sí,Sandokán.¿Tedisgusta?

Page 21: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Yasabesquerespetotuscaprichos,amigomío.

—Losé,TigredeMalasia.

—¿Yquépretendeshacerconesehombre?

—Convertirloenuncachorrodetigre.Lohevistobatirse,esunverdaderovaliente.

Lamiradadeljeferelampagueó.

—Acércate—dijoalindio.

Kammamuri,sorprendidoalhallarseanteellegendariopirataquedurantetantos años había hecho temblar a los pueblos deMalasia, avanzó algunospasos.

—¿Tunombre?—preguntóelTigre.

—Kammamuri.

—¿Eres?…

—Maharato.

—Entonceshijodehéroes.

—Sí,TigredeMalasia—respondióelhindúconorgullo.

—¿Porquéhasdejadotupaís?

—ParairaSarawak.

—¿ConeseperrodeJamesBrooke?—dijoelTigre,conodio.

—NoséquiénesJamesBrooke.

—Mejor.¿QuiénhayenSarawakquetelleveallá?

—Miamo.

—¿Quées?¿Soldadodelrajá?

—No,prisionerodelrajá.

—¿Prisionero?¿Porqué?

Elindionocontestó.

—Habla—ordenóelpirata—.Quierosaberlotodo.

—¿Tendráspacienciaparaescucharme?Elrelatoeslargoyterrible.

—Las historias terribles y sanguinarias me gustan mucho; siéntate yempieza…

Page 22: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

IV.Unterribledrama

Kammamuri sentóse en un montón de deslucidos terciopelos, llenos demanchas,encendióuncigarrillomicroscópicoquelealargaraelportugués,ydespuésdepermaneceralgunosmomentosensilencio,preguntó:

—TigredeMalasia,¿hasoídohablardelSunderbunddelsagradoGanges?

—Noconozcoesatierra—respondióelpirata—;peroséqueeseldeltadeunrío.¿Oterefieresalosbancosqueobstruyenelcaucedelagrancorriente?

—Sí,alosgrandeseinnumerablesbancos,cubiertosdecañasgigantescasy poblados de feroces animales que se extienden muchas millas en ladesembocaduradelHuglyyenladelGanges.Miamonacióallí,enunaislaquesellamalaSelvaNegra.Eraguapo,erafuerte,eravaleroso.Nadalehacíatemblar;nielvenenode laserpientedecoral,ni la fuerzade lapitón,ni lasgarrasdeltigredeBengala,niellazodesusenemigos.

—¿Cómosellama?—preguntóelpirata—.Quieroconoceresehéroe.

—Se llamaTremal-Naik,elcazadorde tigresydeserpientesde laSelvaNegra…

Elpirata,aloíraquelnombre,selevantó,mirandofijamentealmaharato.

—¿Cazadordetigres,hasdicho?—preguntó.

—Sí.

—¿Porquéeseapodo?

—Porquecazabatigresenlaselva.

—Un hombre que afronta a los tigres, tiene que ser intrépido. Sinconocerlo,sientoyaadmiraciónporesebravoindio.Sigue,estoyimpaciente.

—Unanoche,Tremal-Naik volvía de la selva.Era una nochemagnífica,verdaderanochedeBengala;elambienteestabaimpregnadodeperfumes,yelcieloaparecíadébilmenteestrellado.

»Habíarecorridolargotrechosinencontraranadie,cuandoselevantóanteél, a menos de veinte pasos, en medio de un matorral, una joven demaravillosabelleza.

—¿Quiénera?

—Unacriaturadepielsonrosada,cabellosnegrosyojosgrandes.

»Locontemplóuninstanteconmelancólicasonrisa,luegodesapareció.

Page 23: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

»Tremal-Naikexperimentótalimpresiónqueseenamoródelamuchacha.

»Pocos días después cometióse un delito en la ribera de una isla que sellamaRaymangal.Unode los nuestros, al ir a cazar tigres, apareciómuertoconunlazoalcuello.

— ¡Oh…! —exclamó el pirata—. ¿Quién podía haber asesinado a uncazadordetigres?

—Pronto lo sabrás.Tremal-Naikerahombreanimoso.Meordenóque loacompañaseyalmediar lanochedesembarcamosenRaymangal, resueltosavengaranuestroinfortunadocompañero.

»Alprincipiooímosmisteriososrumoressubterráneos,luego,deltroncodeun gigantesco banano, salieron muchos hombres desnudos, con extrañostatuajes.Aquelloshombreseranlosasesinosdelpobrecazadordetigres.

»Tremal-Naiknotitubeó.Undisparodecarabinabastóparaderribaraljefedeaquellosindios;enseguidahuimos.

— ¡Bravo, Tremal-Naik!—exclamó el Tigre, con entusiasmo—. Sigue.Mediviertomásoyendoestahistoriaqueasaltandounbarcocargadodemetalamarillo.

—Mi amo, para despistar a los enemigos, que se lanzaron en nuestrapersecución, separóse de mí y se refugió en una gran pagoda, dondeencontró…¿Noadivinasaquiénencontró?

—¿Alajoven?

—Sí,alajovenprisioneradeaquelloshombres.

—Pero¿quiéneseran?

—Losadoradoresdeunadivinidadferozquesólodeseavíctimashumanas.SellamaKali.

—¿Laterriblediosadelosthugsindios?

—Ladeidaddelosestranguladores.

—¡Esoshombressonmáscruelesquetigres!¡Oh!,losconozco—dijoelpirata—.Enmibandahetenidoalgunos.

— ¿Thugs en tu banda? —exclamó el maharato, estremeciéndose—.Estamosperdidos.

—Notemas,Kammamuri;enotro tiempofiguraronenmis filas,peroyano.Continúa.

La joven, que ya amaba a mi amo, enterada de los peligros que lerodeaban, le aconsejó que huyese, pero Tremal-Naik era incapaz de sentir

Page 24: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

miedo.Quedóesperandoa los feroces thugs, resuelto a luchar conellosy allevarsealaprisionera.

Pero, confió demasiado en sus propias fuerzas. Poco después, docehombresprovistosdelazosentrabanycaíansobreél;apesardesuresistenciafue atado y luego apuñalado por el jefe de los estranguladores, el ferozSuyodhana…

—¿Murió?—preguntóSandokán,convisibleinterés.

—No—continuóKammamuri;nomurió,porquemástardeloencontréenmediodelaselvaensangrentado,conelarmaenelpecho,perotodavíavivo.

—¿Yparaquélodejaronenmediodelaselva?—preguntóYáñez.

—Paraquelostigreslodevorasen.Lollevéanuestrachoza,yallílocuidé;perosucorazónestabaheridopor losnegrosojosde la jovencita,yno teníacuraposible.

»Undía,despuésdehaberevitadovariasasechanzasdelosthugs,resolvióvolver a Raymangal, decidido a ver de nuevo al objeto de su amor.Embarcamos de noche, durante una tempestad, bajamos la corriente delMangalyatracamosalaisla.

»Nadie vigilaba a la entrada del banano, y penetramos bajo tierra,internándonosenoscurísimoscorredores.Sabíamosquelosthugs,nolograndoarrancardelcorazóndelajovendelosojosnegroselamorhaciaTremal-Naik,habían resuelto quemarla viva, para calmar la ira de sumonstruoso dios, ycorrimosasalvarla.

—Pero¿porquénopodíaamaraquellamujer?—preguntóYáñez.

—Porque guardaba la pagoda consagrada a la diosa Kali y debíamantenersepura.

—¡Quécanallas!

—Continúo: después de atravesar largos corredores y de dar muerte alcentinela,nosencontramosenuninmensosalónsostenidoporciencolumnaseiluminadoporinfinidaddelámparasqueextendíanluzportodaspartes.

»Doscientos indios, con lazos en lamano, estaban sentados encorro.Enmedio,erguíaselaestatuadeladiosa,teniendodelanteeltazóndondenadaunpececillorojo,yque,segúnafirman,encierraelalmadeladeidad;algomáslejosveíaseunagranhoguera.

»A medianoche, apareció el jefe, Suyodhana, con sus sacerdotes, quearrastraban a la muchacha, embriagada ya con opio y con misteriososperfumes.Lapobreyanooponíaresistencia.

Page 25: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

»Un hombre encendió un hacha y los thugs entonaban la plegaria dedifuntos,cuandoTremal-Naikyyonoslanzamoscomoleonesenmediodelaturba.

»Derribaraquellamurallahumana,arrebataralajovendelasmanosdelossacerdotesyhuiratravésdelaoscuragalería,fueobradeunmomento.

»¿Adónde ir?Ningunodenosotros lo sabía.Sólo tratamosdeescapardelos thugs, quienes pasada la primera sorpresa, lanzáronse sobre nuestrashuellas.

»Durante una hora larga corrimos, internándonos cada vez más en lasentrañas de la tierra, hasta que nos encontramos en una caverna sin salida.Cuandoquisimoshuir,erademasiadotarde;losthugsnoshabíanencerrado.

—¡Maldición!—exclamóSandokán—.¿Porquénoestaríayoallíconmistigres?Habríahechounamermeladacon todosaquellos indios sanguinarios.Noteinterrumpas,maharato;tuhistoriaesinteresantísima.Dime,¿huisteis?

—No.

—Entonces…

—Nos sitiaron. Encendieron alrededor de la caverna inmensas hoguerasquenosquemabanvivos,luegolanzaronsobrenosotrosunchorrodeaguaalacual ibamezcladono séquénarcótico.Enel acto rodamosporel suelo, sinsentido,ycaímossinresistenciaenmanosdenuestrosenemigos.

»Estábamosya resignados amorir, porqueningunodenosotros ignorabaque los thugs no conocen la palabra piedad. Pero la muerte era demasiadodulce para aquellos hombres, y Suyodhana, el jefe de los estranguladores,concibió un terrible proyecto encaminado a arrancar del corazón de lamuchachaelamorporTremal-Naikyadesembarazarsedemiamo,quepodríaserenlofuturountemibleenemigo.

»En aquel tiempo un hombre valiente, resuelto, cuya hija había sidoraptadapor los thugs, hacía a estosuna encarnizadaguerra.Esehombre erainglésysellamabaelcapitánMacpherson.

»Cientos y cientos de thugs habían muerto a sus manos, y día y nocheperseguíaalosdemás,poderosamenteauxiliadoporelGobiernoinglés.Niloslazosdelosestranguladores,ni lospuñalesdelosmásfanáticossectarios,nilastramasmásinfernales,valíancontraél.

»Suyodhana,que le temíamucho,propusoaTremal-Naikque lematase,prometiéndole, como recompensa, la mano de la “Virgen de la Pagoda deOriente”, como llamaban a la joven tan amada de mi jefe. ¡La cabeza delcapitándebíaserelregalodebodas!

Page 26: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿YTremal-Naikaceptó?—preguntóelTigreconvivaansiedad.

—Amabaala«Virgen»yporlotantoaceptóelhorriblepacto.Notedirétodo lo que hizo ni los peligros que tuvo que afrontar para acercarse aldesgraciadocapitán.

»Unacasualidadleproporcionólosmediosdehacersepasarporunodelosesclavosdelcapitán,peroundía fuedescubiertoysevioengrandesapurospararecobrarlalibertadysalvarlavida.

»Sin embargo, no renunció al proyecto del jefe de los thugs, y en ciertaocasión logró embarcar en un buque que, capitaneado por Macpherson, sedirigíahaciaSunderbunds.

»La misma noche, mi amo, seguido de algunos cómplices, entró en elcamarote del capitán, resuelto a degollarlo. Su conciencia protestaba contrasemejantedelito,porqueaquelhombredebíasersagradoparaél,peroestabadecidido,todavezquesólomatandoalformidableadversariopodríalograrlamano de la joven, o al menos así lo creía, no conociendo todavía la ferozperversidaddelfanáticoSuyodhana.

—¿Ylomató?—preguntaronSandokányYáñez,inquietos.

—No—contestóKammamuri—.Enelinstantesupremo,elnombredesunovia escapóse de los labios demi amo y llegó a oídos del capitán que sedespertaba.

»Aquel nombre fue un rayo para ambos. Evitó un asesinato, porque elcapitáneraelpadredelaprometidademiamo.

— ¡Por Júpiter!… —exclamó Yáñez—. ¿Qué historia tan tremenda esesta?

Laverdad,señorYáñez.

—Pero¿nosabíatuamoelnombredelajoven?

—Sí,peroelpadrehabíatomadootroparaquenodescubriesenlosthugsqueluchabaporrecobrarasuhijayquetemíalamatasen…

—Continúa—dijoSandokán.

—Puedes Imaginarte lo que sucedió. Mi amo comprendió, al fin, lainfernalastuciadeSuyodhana.

»Ofrecióseaguiaralcapitánalacavernadelossectarios.Desembarcaronen Raymangal; mi amo entró en el templo subterráneo, fingiendo llevarconsigolacabezadeladversario,ycuandovolvióaveralamujeramada,losinglesescayeronsobrelosthugs.

»Sinembargo,Suyodhana logróescapar convidadel repentinoasaltode

Page 27: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

los enemigos, y mientras mi amo, el capitán, la joven y los soldadosabandonaban lossubterráneosparavolveralbuque, leoyerongritarconvozamenazadora:

»¡Enlaselvanosveremosdenuevo!…».

«Y aquel hombre cumplió su palabra. En Raymangal se habían reunidounoscuantoscentenaresdeestranguladores,enteradosyadelaexistenciadelaexpedicióndelcapitánMacpherson.

»GuiadosporSuyodhana, cayeron, ennúmeroveintevecesmayor, sobrelosingleses.Latripulacióndelbuqueacudióinútilmenteenauxiliodesujefe.

»Todosmurieronentrelasgigantescashierbasdelaselva,arrolladosporelnúmero, y el capitán fue uno de los primeros en caer. Hasta el barco fueapresado,incendiadoyvolado.

»Sólo Tremal-Naik y la muchacha lograron escapar con vida. ¿Sintióremordimiento Suyodhana y no se atrevió a matar a mi amo, o esperabaconvertirloenunthug…?Nolosé.

»Tresdíasdespués,miamo,quehabíaenloquecidoaconsecuenciadeunlicor que le hicieron beber, fue arrestado por las autoridades inglesas yencerrado en el fuerteWilliams. Había sido denunciado por un thug, y nofaltaron testimonios, puesto que hasta enCalcuta, la secta contaba con grannúmerodeprosélitos.

»Libróse de la muerte porque estaba loco, pero fue condenado adeportaciónperpetua en la isla deNorfolk, tierra que se encuentra al sur deunaregiónque,segúnmedijeron,sellamaAustralia.

— ¡Qué drama! —exclamó el Tigre, al cabo de algunos instantes desilencio—.¿TantoodiabaSuyodhanaaTremal-Naik?

—Eljefedelasectapretendía,haciendoquemiamodegollasealcapitán,destruirelamorquelaVirgendelaPagodasentíaporél.Aquelferozcaudillodelosthugseraunmonstruo.

—¿Perotuamoestáaúnloco?—preguntóYáñez.

—No,losmédicosingleseslograroncurarlo.

—¿Ynosedefendió?¿Nodijolaverdad?

—Intentó hacerlo, pero no le creyeron y siguieron tratándolo como a unloco.

—Pero¿porquéestáenSarawak?…

—PorqueelbuquequelollevabaaNorfolknaufragócercadeaquellugar.Desgraciadamente,noestarámuchotiempoenlasmanosdelrajá.

Page 28: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Cómolosabes?

—UnbarcohazarpadoyadelaIndia,ydentrodeseisosietedíasllegaráaSarawak.ElbarcovadirectamenteaNorfolk.

—¿Cómosellamaesebuque?

—ElHelgoland.

—¿Lohasvisto?

—Antesdezarpar.

—¿YadóndeibasenelYoung-India?

—ASarawak,asalvaramiamo—contestóKammamuri.

—¿Solo?

—Solo.

—Eresmuyaudaz,maharato—dijoelTigredeMalasia—.¿YquéhizodelaVirgendelaPagodadeOrienteelterribleSuyodhana?

—La tuvo prisionera en los subterráneos de Raymangal, pero la pobre,despuésdelsangrientoasaltodelosthugsenlaselva,enloqueció.

—¿Cómoescapódemanosdelosthugs?—preguntóYáñez.

—¿Escapó?—dijoSandokán.

—Sí.

—¿Dóndeestáahora?

—Más tarde lo sabrás. Dime, Kammamuri, ¿cómo huyó? —interrogóYáñez.

—Loexplicaréendospalabras—dijoelmaharato—.Yomequedéconlosthugs,yveléporlaVirgendelaPagoda.

»Al cabo de algún tiempo supe que mi amo iba deportado a la isla deNorfolk y que el barco que lo conducía había naufragado en Sarawak, ymeditélafuga.

»Compréunbote,loocultéenmediodeljuncal,yunanoche,cuandolosthugs,completamenteborrachos,nopodíansalirdelsubterráneo,medirigíalasacrapagoda,apuñaléalosindiosquelacustodiaban,cogíentremisbrazosalajovenyhui.

»AlamanecermehallabaenCalcuta,ycuatrodíasmástarde,abordodelYoungIndia.

—¿YlaVirgen?—preguntóSandokán.

Page 29: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—EnCalcuta—seapresuróacontestarYáñez.

—¿Esbella?

—Bellísima—dijo Kammamuri—. Tiene los cabellos negros y los ojosbrillantescomoascuas.

—¿Ysellama?

—LaVirgendelaPagoda,tehedicho.

—¿Notieneotronombre?

—Sí.

—¿Cuál?

—SellamaAdaCorissanth.

Aloírestenombre,elTigredeMalasiadiounsalto,almismotiempoquelanzabaungrito.

— ¡Corissanth!… ¡Corissanth!… ¡El apellido de mi pobre Mariana!…¡Diosmío!…¡Diosmío!…—exclamócondesesperación.

Después se derrumbó sobre la alfombra, con el rostro horriblementedescompuesto y las manos crispadas sobre el corazón. Ronco sollozo,semejanteaunrugido,desgarrósupecho.

Kammamuri,sorprendido,púsoseenpieparacorrerenauxiliodelpirata,perodosrobustasmanosledetuvieron.

—Una palabra —le dijo el portugués sujetándole fuertemente por elhombro—.¿Cómosellamabaelpadredelajoven?

—HarryCorissanth—respondióelmaharato.

—¡Cielos!…¿Yera…?

—Capitándecipayos.

—¡Saldeaquíenseguida!

Y leempujóbruscamentealotro ladode lapuerta,quecerró,dandodosvueltasalallave.

V.LacazadelHelgoland

El pirata deMompracem repúsosemuy pronto de tan extraña y terribleconmoción. Su rostro, aunque alterado aún, recobró aquella expresión que

Page 30: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

infundía respeto y terror a los más valientes, y por sus labios, algodescoloridos,errabaunasonrisamelancólica.

Gruesasgotasde sudorperlaban su frente, surcadapor ligeras arrugas,ysiniestras llamaradasbrillaban en aquellos ojos quepenetrabanhasta lomásprofundodeloscorazones.

—¿Hapasadolatempestad?—preguntóYáñez,sentándoseasulado.

—Sí—contestóelTigre.

—CadavezqueoyesaunodeesoshombresqueterecuerdanaladifuntaMariana,teexaltasyteponesenfermo.

—Amé mucho a aquella mujer, Yáñez… Su recuerdo, evocado tanbruscamente,mehahechomásdañoqueunabalaatravesándomeelpecho…¡Mariana,mipobreMariana!…

Unsegundosollozodesgarróelcorazóndelformidablehombre.

—Ánimo,hermano—dijoYáñez,muyconmovido—.NoolvidesqueereselTigredeMalasia.

—Ciertosrecuerdossontremendoshastaparauntigre.

—¿QuieresquehablemosdeAdaCorissanth?

—Hablemos,Yáñez.

—¿Creestodoloquehadichoelmaharato?

—Sí,Yáñez.

—¿Yquépiensashacer?

—¿Recuerdas—exclamóSandokán,convoztriste—loqueunatardemedijomimujerbajolafrescasombradeungigantescobanano?

—Sí, lo recuerdo; te dijo: «En la lejana India tengo una prima a quienquieromucho.Eshijadeunhermanodemimadre».

—Sigue,Yáñez.

—Continuaré:«Hadesaparecidoynohaynoticiasdesuparadero.Sediceque la robaron los indios thugs, Sandokán. Mi heroico esposo, sálvala,restitúyelaasupobrepadre».

— ¡Basta, basta,Yáñez!—interrumpió el pirata convoz entrecortada—.¡Oh!Estosrecuerdosmedestrozan.¡Novolvernuncaaveraaquellamujer!…¡Mariana,miMariana!…

Elpiratacogiólacabezaentre lasmanosyroncossollozoslevantaronsuatléticopecho.

Page 31: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Sandokán,séfuerte—dijoYáñez.

Elpiratalevantólacabeza.

—Soyfuerte—replicó.

—¿Quieresquesigamoshablando?

—Sigamos.

—Peroesnecesarioquetetranquilices.

—Metranquilizaré.

—¿QuéharásporAdaCorissanth?

— ¿Qué haré? ¿Y me lo preguntas? Correré a salvarla y luego iré aSarawakparadevolverlalibertadasuprometido.

—AdaCorissanthestáasalvo,Sandokán—dijoYáñez.

—¿Asalvo?…¿Asalvo?…—exclamóelpirata,poniéndosedepie—.¿Ydónde?

—Aquí.

—¿Aquí?…¿Porquénomelohasdichoantes?

—Porque esa jovencita se parece a tu esposa, aunque no tenga ni loscabellos de oro, ni los ojos azules como el mar. Temía que al verla teimpresionases.

—¡Quieroverla,Yáñez,quieroverla!

—Enseguida.

Abrió la puerta. Kammamuri, lleno de ansiedad, sentado en el suelo,esperabaaquelollamasen.

— ¡SeñorYáñez!—exclamó,dirigiéndose apresuradamente al encuentrodelportugués.

—Calma,Kammamuri.

—¿Salvaráustedamiamo?

—Loesperamos—contestóYáñez.

—¡Gracias,señor,gracias!

—Medaráslasgraciascuandolohayamossalvado.Ahorabajaalaaldeaytraealamuchacha.

Elindiodescendióporlaescalerillalabradaenlaroca,lanzandogritosdealegría.

Page 32: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¡Buenmuchacho!—murmuróelportugués.

Entró de nuevo en la choza y se acercó a Sandokán, que había vuelto asentarseyqueteníaelrostroocultoentrelasmanos.

—¿Enquépiensas?—lepreguntóafectuosamente.

—Enelpasado,Yáñez—contestóelpirata.

—No piensesmás en el pasado, Sandokán. Ya sabes que te hace sufrir.Dime,¿cuándopartiremos?

—Enseguida.

—¿ConrumboaSarawak?

—Si.

—Será un hueso duro de roer. El rajá de Sarawak es poderoso y odia amuertealospiratas.

—Losé,peronuestroshombressellamanlostigresdeMompracemyyoelTigredeMalasia.

—¿IremosdirectamenteaSarawak,opasaremosjuntoalacosta?

—Recorreremoslabahía.Antesdedesembarcar,esprecisoecharapiqueelHelgoland.

—Comprendotuidea.

—¿Laapruebas?

—Sí,Sandokán,y…

Derepentesedetuvo.LapuertaabriósedeprontoyenelumbralaparecióAdaCorissanth,laVirgendelaPagodadeOriente.

—¡Mírala,Sandokán!—exclamóelportugués.

El pirata se volvió. Al ver a aquella mujer, dejó escapar un grito yretrocedió,vacilando,hastalapared.

—¡Quéparecido!…—exclamó—.¡Quéparecido!…

La loca conservaba una inmovilidad absoluta, pero miraba fijamente alpirata.

Deimprovisoavanzódospasosypronuncióunapalabra:

—¿thugs?

—No—dijoKammamuri,quelaseguía—.No,señora,nosonthugs.

Lajovenmoviólacabeza,acercóseaSandokán,queestabacomoclavado

Page 33: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

enlapared,ylepusounamanoenelpecho.

Parecíabuscaralgo.

—¿Thugs?—repitió.

—¡No,no!—dijoelmaharato.

Ada abrió su amplia túnica de seda blanca, poniendo al descubierto unacoraza de oro constelada de gruesos diamantes; en medio veíase, en altorelieve,unaserpienteconcabezademujer.Miróduranteunratoelmisteriososímbolo de los estranguladores Indios y luego fijó la vista en el pecho deSandokán.

— ¿Por qué no lleva ese hombre la serpiente?—preguntó con voz algoalterada.

—Porquenoesunthug—contestóKammamuri.

—Kammamuri—exclamóYáñez,envozbaja—.¿Porquénolehablasdesuprometido?

—¡No,no!—interrumpióelmaharato,conterror—.Sufriríaunataque.

—¿Estásiempretantranquilacomoahora?

—Siempre;perohayqueevitarqueoigaelecodeunramsingaodeuntaréyqueveaunlazoounaestatuadeladiosaKali.

—¿Porqué?

—Porqueentonceshuye,ydurantevariosdíasdelira.

En aquel instante, la loca se volvió, dirigiéndose hacia la puerta.Kammamuri, Yáñez y Sandokán —este último con gran emoción—, lasiguieron.

—¿Quéquiere?—preguntóelportugués.

—Nolosé—contestóelmaharato.

La loca, una vez en el exterior, se detuvo, mirando con curiosidad, latrincheraylaempalizadaquedefendíanlacabaña;luegoseencaminóhaciaelbordedelagigantescaroca,fijoslosojosenelmar.

Alcabodealgunosinstantesseinclinó,comoparaoírmejorelruidodelasolas,yestallóenunaenormecarcajada,exclamando:

—¡ElMangal!

—¿Quédice?—preguntaronSandokányYáñez.

—CreoqueconfundeelocéanoconelríoMangal,quepasaporlaisladelosthugs.

Page 34: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¡Pobrecilla!—exclamóSandokán,suspirando.

—¿Lograráncurarla?—preguntóYáñez.

—Sí,loespero…—respondióSandokán.

—¿Dequémodo?

—TelodirécuandohayamosliberadoaTremal-Naik.

—¿VendráAdaconnosotros?

—Sí, Yáñez. Durante nuestro viaje los ingleses podrían caer sobreMompracemyllevársela.

—¿Cuándosalimos?—preguntóKammamuri.

—En seguida —replicó Sandokán—. Tenemos que andar mucho y elHelgolandtalveznosehallemuylejos.Bajaremosalaaldea…

KammamuritomóaAdadelamanoydescendióporlaescalera,seguidodelTigredeMalasiaydeYáñez.

—¿Qué impresión te causa esta desgraciada?—preguntó el portugués aSandokán.

—Una impresión dolorosa,Yáñez—contestó el pirata—. ¡Ojalá pudierahacerlafeliz!

—¡CómosepareceaMariana!

—Sí—exclamóSandokánconvozconmovida—.¡TienelamismacarademipobreMariana!…¡Basta,Yáñez,nohablemosmásdeella!¡Estomehacesufrirhorriblemente!…

Habían llegado a las primeras chozas de la aldea. En aquel precisomomentoentrabanenlabahíalosprahos,cargadosconelbotínarrancadoalYoung-India.

Lostripulantes,aldescubrirasujefe,losaludaronconentusiastasvítores,esgrimiendofrenéticamentelasarmas.

—¡VivaelinvencibleTigredeMalasia!—gritaban.

—¡Vivanuestrovalientecapitán!—respondíanlospiratasdelaaldea.

Sandokán,conunsolomovimientodelamano,congregóasualrededoratodos los piratas, que pasaban de doscientos, la mayor parte dayakos deBorneo y malayos, hombres intrépidos como leones y feroces como tigres,dispuestosahacersematarporsujefe,aquienadoraban.

—Escuchadme todos—dijo—.El Tigre deMalasia va a emprender unaexpediciónquetalvezcuestelavidaagrannúmerodenosotros.

Page 35: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

¡Tigres deMompracem! En la costa deBorneo reina un hombre de unarazaquetantodañonoshahechoyquetantonosodia;uninglés,enfin.Estehombre,quees el enemigomásencarnizadode lapirateríamalaya, tieneensusmanosaunamigomío,alprometidodeestapobrejoven,queesprimadeladifuntareinadeMompracem…

OyóseuninmensogriteríoentornoaSandokán.

—¡Losalvaremos!…¡Losalvaremos!…

—¡TigresdeMompracem,quierosalvaralprometidodeestainfeliz!

— ¡Lo salvaremos, Tigre deMalasia, lo salvaremos!… ¿Quién lo tieneprisionero?

—ElrajáJamesBrooke,elexterminadordelospiratas…

Estaveznofueungritoloquesurgiódelpechodelosbandidos,sinounrugidoestremecedor.

—¡MueraJamesBrooke!…

—¡Mueraelexterminadordepiratas!…

—¡ASarawak!…¡TodosaSarawak!

—¡Venganza,TigredeMalasia!

—¡Silencio!—ordenóeljefe—.¡Karaolo,venaquí!

Unhombregigantesco,de tezamarillenta,conlosmiembroscargadosdeanillosdecobreyelpechoadornadoconcuentasdevidrio,dientesde tigre,conchasytrenzasdecabellos,acercóseempuñandounpesadosable.

—¿Cuántoshombrescomponentubanda?

—Ochenta—respondióelpirata.

—¿TemesaJamesBrooke?

—Yonotemoanadie.CuandoelTigredeMalasiameordenecaersobreSarawak,emprenderéelataqueytodosmissoldadosmeseguirán.

—Embarcarás con tu gente en la Perla de Labuán. El praho debe irabarrotadodepólvoraydebalas.

—Perfectamente,capitán.

—Yyo, ¿qué debohacer?—preguntóUnviejomalayo, desfigurado pormásdeveintecicatrices.

—Tú,malayo,permanecerásenMompracemconlaotrabanda;dejaqueaSarawakvayanlosjóvenes.

Page 36: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Puestoqueloordenas,mequedaréaquíydefenderélaislamientrasenlasvenasconserveunagotadesangre.

Sandokán y Yáñez siguieron hablando un rato con los capitanes de lasbandas;luegosalierondelacabaña.

Lospreparativosfueronbreves.Ocultaronbajolosvestidosbolsasrepletasdegruesosdiamantes,queunidosrepresentabanunvalordedosmillonesporlomenos,searmarondepistolas,carabinas,cimitarrasykrissdepuntaagudayenvenenada,yseencaminaronalaplaya.

LaPerla deLabuán, cubierta de velas, balanceábase en la pequeña rada,impaciente por navegar. Sobre el puente veíanse formados a los ochentadayakosdeKaraolo,prontosamaniobrar.

—Tigres—dijoSandokán,alospiratasagrupadosenlaplaya—,defendedmiisla.

—Ladefenderemos—contestaronacoro,esgrimiendolasarmas.

Sandokán, Yáñez, Kammamuri y Ada embarcaron en una lancha yllegaronalanave,queenseguidalevóanclasysedirigióaaltamar,saludadaporlosgritosde:

— ¡Viva laPerla deLabuán!… ¡Viva elTigre deMalasia!… ¡Vivan lostigresdeMompracem!…

VI.DeMompracemaSarawak

LaPerladeLabuáneraunodelosmayores,mejorarmados,mássólidosyhermososprahosquesurcabanlosmaresdeMalasia.

Desplazabacientocincuentaocientosesenta toneladas,esdecir,el tripledelosprahosordinarios.Suquillaeraaguda,suformaesbelta,suproaaltaysólida,robustossusmástilesyenormessusvelas.

Convientofavorablevolabacontantarapidezcomounagolondrinademary se dejabamuy atrás a los steamers y a losmás veloces barcos veleros deAsiaydeAustralia.

Nada hacía sospechar que se trataba de un corsario. Ni cañones nitripulación se ofrecían a la vista. Parecía unmagnífico prahomercante, concarga preciosa en sus entrañas, en ruta para China o para la India. El másastutolobodemarsehabríaequivocado.

Sinembargo,quienbajasealabodegaveríalaclasedelasmercancías.No

Page 37: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

erantapices,nioro,niespecias,nité;eranbombas,fusiles,puñales,sablesdeabordaje y barriles de pólvora en tal cantidad, que bastaba para hacer quevolasendosgrandesfragatas.

Bajo el alcázar habrían podido observarse seis gruesos cañones; en suscureñas,prontosavomitarhuracanesdemetrallaydebalas,dosmorterosdebuencalibre,garfiosdeabordaje,hachas,hocesypesadosparangs,lasarmasfavoritasdelosdayakosdeBorneo.

Rodeando los arrecifes madrepóricos, que hacían inaccesible, para losbuques de alto bordo, la entrada en la pequeña bahía, la esbelta Perla deLabuánpusolaproahacialacostadeBorneo,yprecisamenteendirecciónalcabo Sirik, que cierra, por la parte occidental, la inmensa ensenada deSarawak.

El tiempo era espléndido y elmar estaba tranquilo; en el cielo, algunasnubesdecolordefuego;enelocéano,nada;niunavela,niseñaldehumoqueindicase la presencia de vapor. La inmensa extensión de agua, aparecíatranquila,apesardelfrescoyligerovientecilloquesoplaba.

Enmenosdeveinteminutoselbarco llegóa lapuntaextremade la isla,tras la cual había desaparecido el Young-India, y deslizóse veloz, inclinadocoquetonamenteababor,dejandotraslapopaunalíneaperfecta.

YáñezyKammamuri,despuésdeacomodara laVirgende laPagodadeOriente enelmejor camarotedepopa, subierona cubierta, dondeSandokánpaseaba,absortoensuspensamientos.

—¿Quéteparecenuestrobarco?—preguntóYáñezalindioque,apoyadoen el coronamiento de popa, contemplaba la abrupta costa deMompracem,quedesaparecíarápidamente.

—Norecuerdohaberviajadoenembarcacióntanrápidacomoesta,señorYáñez—respondióelmaharato—.Porlovisto,lospiratassabenescogerbiensusbuques.

—Tienesrazón.NohayvaporcapazdehacerfrentealavalerosaPerladeLabuán. Si el viento no cambia, en pocos días estaremos en la playa deSarawak.

—¿Sinluchar?

—Noesposiblesaberlo.Enestosmaresconocena laPerladeLabuánysonmuchoslosbarcosquerecorrenlascostasdeBorneo.PodríadarseelcasoquealgunodeellostuvieseelcaprichodemedirseconelTigredeMalasia.

—¿Ysiesoocurriese?

— ¡Pues aceptaríamos el desafío! ¡El Tigre de Malasia no rehúye los

Page 38: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

combates!

—Noquisieraquenosatacaseunbarcogrande.

—Notemas.Enlabodegatenemossablesyfusilesbastantesparaarmarauna ciudad de primer orden, bombas suficientes para hundir una flota y lapólvoranecesariaparavolarmilcasas.

—Perosólohayochentahombres.

—¿Sabestúcómosonnuestroshombres?…

—Séquesonanimosos,pero…

—Sondayakos,amiguito.

—¿Quésignificaeso?

—Que es gente que no teme arrojarse contra una muralla de hierrodefendida por cien cañones, cuando sabe que al otro lado hay cabezas quecortar.

—¿Cortarcabezas?

—Sí,muchacho.Losdayakosquevivenen lasgrandesselvasdeBorneosellamanhead-hunters,oseacazadoresdecabezas.

—Entoncessonunoscompañerosterribles.

—Formidables.

—Y también peligrosos. ¿Y si alguna noche tuviesen la mala idea dedecapitarnos?

—No te asustes, chiquillo. Nos respetan y nos temen más que a sudivinidad.BastaunasolamiradadelTigreparaamansarlos.

—¿CuándollegaremosaSarawak?

—Dentrodecincodías,sinohaycontratiempos.

—¿Unaborrasca,acaso?

—¡Bah!—replicóelportugués,encogiéndosedehombros—,laPerladeLabuán, dirigida por un lobo de mar como Sandokán, se ríe de los másformidablesciclones.Elpeligroestáenlosbuquesqueaperseguirnosvienendevezencuando.

—¿Sonmuchos?

—Abundan tanto como las plantas venenosas. Portugueses, ingleses,holandesesyespañolesnoshanjuradoguerraamuerte.

—Demodoqueunbuendíadesapareceránlospiratas.

Page 39: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

— ¡Oh, nunca! —exclamó Yáñez, convencido—. La piratería durarámientrasquedeunsolomalayo.

—¿Porqué?

—Porquelarazamalayaesrefractariaatodoprincipiodecivilización.Noconocemásqueelrobo,elincendio,elsaqueoyelasesinato,mediosterriblesquelesuministrancomidaenabundancia.

»La piratería malaya existe desde hace muchos siglos. Es una herenciasangrientaquesetransmitedepadresahijos.

— ¿No disminuye la raza? Los continuos combates abrirán grandesbrechasenella.

— ¡Poca cosa,Kammamuri, poca cosa!Losmalayos sonmuy fecundos,como los insectos dañinos.Muerto uno, nace otro y el nacido no esmenosvalientenimenossanguinarioquesupadre.

—Sandokán¿esmalayo?

—No,esdeBorneoydesciendedeunailustrefamilia.

—Dígame,señorYáñez.¿Cómounhombretanterriblequeasaltabarcos,que aniquila a tripulaciones enteras, que saquea e incendia ciudades, queextiendeelterrorportodaspartes,semuestratangenerosoyseofrecesalvaramiamo,aquiennisiquierahavisto?

—PorquetuamoeselprometidodeAdaCorissanth.

—¿Laconocía?—preguntóKammamuri,consorpresa.

—No.

—Entoncesnocomprendo…

—Lo comprenderás en seguida, Kammamuri. En mil ochocientoscincuentaydos,oseahacecincoaños,elTigredeMalasiahabíallegadoalacumbredesupoderío.Disponíademuchossúbditos,denumerososprahosyde multitud de cañones. Con una sola palabra hacía temblar a todos lospueblosdeMalasia.

—¿EstabaustedentoncesasociadoalTigre?

—Sí, desde muchos años antes. Un día Sandokán supo que en Labuánvivíauna jovenbellísima,ysintiódeseosdeverla.AcercóseaLabuán,perofuedescubiertoporunbuqueycayóherido.Solo,ycongrandesfatigas,pudointernarse en el bosque y desde allí llegar a una casa habitada por… ¿noadivinasporquién?

—No,señor.

Page 40: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Porlamuchachaaquienqueríaver.

—¡Oh,quéextrañacasualidad!

—HastaentonceselTigredeMalasianohabíaamadomásquelalucha,losestragos,lastempestades,pero,alveralajoven,seenamoróconlocura.

—¿Quién?¿ElTigre?¡Imposible!—exclamóKammamuri.

—Te digo la verdad —dijo Yáñez—. Amó a la joven, la joven lecorrespondióyconvinieronenhuirjuntos.

—¿Porquépensabaenlafuga?

—La joven tenía un tío, capitán demarina, hombre violento y enemigoencarnizadodelTigredeMalasia.Notehablarédeltremendocombatelibradoentre ingleses y piratas, de las desventuras que afligieron al Tigre, delbombardeodeMompracem,nide lafuga.Sólo tediréqueSandokán,al fin,logrócasarseconsuamadayrefugiarseenBatavia.Leseguimosunostreintahombres.

—¿Ylosdemás?

—Habíanmuertotodos.

—¿YporquévolvióelTigreaMompracem?

Yáñez no contestó, y el maharato, sorprendido al no recibir respuesta,levantólacabezaylevioenjugarseunalágrima.

—¡Llorausted!—exclamó.

—Noesverdad—dijoYáñez.

—¿Porquéloniega?

—Tienesrazón,Kammamuri.TambiényohevistodeshacerseenlágrimasalTigredeMalasia,quenohabíalloradonunca.

»CuandopiensoenMarianaGuillonk,sientoqueelcorazónsemeoprimeyquesemehaceunnudoenlagarganta.

—¡MarianaGuillonk…!—exclamóelmaharato—.¿Quiénes?…

—LajovenquehuyóconelTigredeMalasia.

—¿ParientadeAdaCorissanth?

—Prima,Kammamuri.

— ¡Por eso el Tigre ha prometido salvar a Tremal-Naik y a su futuraesposa!Dígame,señorYáñez,¿viveaúnMarianaGuillonk?

—No, Kammamuri —dijo Yáñez, con tristeza—. Hace dos años que

Page 41: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

murió.

—¿Ysutío?

—Vive,ysiguepersiguiendoaSandokán.LordJamesGuillonkhajuradoahorcarnosaélyamí.

—¿Dóndeestáahora?

—Nolosabemos.

—¿Temeustedencontrarseconél?

—Teconfesaréquetengounpresentimiento.Pero…yonocreoyaenlospresentimientos.

Encendióuncigarrilloycomenzóapasearporelpuente.Elindioobservóqueaquelhombrehabíadejadodeestaralegre.

—Acasolosrecuerdoslehayanentristecido—murmuróybajóalcamarotedeAda.

Elvientoseguíafavorable,contendenciaaalimentarsufuerza,acelerandomás ymás la carrera de la Perla deLabuán, que no tardó en alcanzar sietenudosporhora,velocidadquelepermitiríallegarmuyprontoalcaboSirik.

AmediodíadistinguiéronseababorlasRomades,grupodeislassituadoacuarentamillasdelacostadeBorneo,habitadoensumayorparteporpiratasamigos de los de Mompracem. Algunos prahos acercáronse a la Perla deLabuán,augurandobuenapresaalatripulaciónyasucapitán.

Duranteeldíadejóseveralgunavelalejana,algúnbergantínoalgúnjuncochino,peroelTigredeMalasia,quetemíallegardespuésqueelHelgolandyque no quería exponer a su gente en inútiles luchas, no se preocupó deaquellasembarcaciones.

Al amanecer apareció Whale, isla importante, ceñida de innumerablesescollos que la hacían de peligroso acceso. Una cañonera holandesa querecorría la costa en busca, sin duda, de algún buque corsario refugiado allídespuésdecometercualquierfechoría,apenasdescubrióalaPerladeLabuán,emprendió lamarcha a todamáquina.En un instante, el puente cubrióse demarineros armados con carabinas de largo alcance, mientras los artillerosllevabanhaciaestriboruncañóndegruesocalibre.

— ¡Oh! —exclamó Yáñez, acercándose a Sandokán, que contemplabatranquilamentealacañonera—.Hermano,esoshanolidoalgo,porque,segúnparece,sepreparanadarnoscaza.

—Nolocreo—contestóSandokán—.Secontentaránconseguirnos.

—Nomegustaquemevayapisandolostalonesunacañonera.

Page 42: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Tienesmiedo?

—No,hermano.Pero¿ysiesacañoneranossiguiesehastaSarawak?

— ¿Por qué había de seguirnos hasta allí? Si llego a sospecharlo lepresentobatallaylaechoapique.

—Desconfía, hermano.Mehan dicho que JamesBrooke dispone de unabuenaflotillaqueamenudocambiadebanderaparadarcazaalospiratas.

—Conozcolasastuciasdeesehombre.Séqueenocasiones,paraatraeralos enemigos, desarbola su barco, el Realista, y los ametralla en cuanto seponenatiro.

—¿EsciertoqueesediablodehombrehaexterminadoacuantospiratasrecorríanlascostasdeSarawak?

—Sí, Yáñez. Con su pequeño buque, El Realista, limpió la mitad de lacosta de Borneo, destruyendo todos los prahos, incendiando los poblados ycañoneando las fortalezas. Ese hombre tiene sangre en las venas, pero nopiensaeneldíaenquemistigresdesembarquenensuterritorio.

—¿Pretendeslucharconél?

—Sí. El Tigre asestará un golpe terrible, tal vez el golpe de gracia alexterminadordelospiratas.

—¡Oh!—exclamóelportugués.

—¿Quésucede?

—Miralacañonera,Sandokán.Nosinvitaaenarbolarnuestrabandera.

—Puesnoserálamíalaqueleenseñemos.

—Entonces,¿cuál?—preguntóYáñez.

—¡KaiMalu!Enséñalesaesoscuriososunabanderainglesa,holandesaoportuguesa…

PocosminutosdespuéselpabellóndePortugalondeabaapopadelpraho.

Lacañonera,satisfecha,emprendiódenuevosumarcha,noyaconrumboalaisladeWhale,quesedescubríaaúnenelhorizonte,sinohaciaelSur.

ElTigredeMalasiaysucompañero,alobservarlanuevaruta,fruncieronelentrecejo.

—¡Hum…!Estoquieredeciralgo…—murmuróelportugués.

—Lomismocreo.

—Esa cañonera va a Sarawak; estoy segurísimo. Apenas esté fuera delalcancedenuestravista,cambiaráelrumbo.

Page 43: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Loshombresque la tripulansonastutos.Hancomprendidoquesomospiratas.

—¿Yquéhacemos?

—Porahora,nada.Esacañonerasealejadenosotroscadavezmás.

—¿IráaesperarnosenSarawak?

—Esprobable.Talvezallí,conlaflotadeBrooke,sequedeenacecho,aladesembocaduradelrío.

—Lepresentaremosbatalla.

—Sólotenemosochocañones,Sandokán.

—Sí; pero elHelgoland tendrá seguramentemásquenosotros.Yaverás,portugués,cómonosdivertimos.

Durantedosdías,laPerladeLabuánrecorriótreintamillasdelacostadeBorneo,dominadapor lacimadelmontePatau,gigantescoconocubiertodeespesísimasselvasyqueseelevamilochocientosochentapiessobreelniveldelmar.

En lamañana del tercer día, dobló el cabo deSirik, promontorio rocosocoronado por algunas islas e isletas que por la parte meridional cierra laextensabahíadeSarawak.

Sandokán,temiendoencontrarsedeunmomentoaotroenpresenciadelaflotilladeJamesBrooke,ordenóquecargasendoscañones,queseocultarandosterceraspartesdelostripulantesyqueenarbolasenelpabellónholandés.Despuésdeesto,pusolaproahaciaelcaboTanjung-Datu,quecierralabahíaporlaparteoccidental,cercadelcualhabíadepasarelHelgoland,procedentedelaIndia.Almediodía,congeneralsorpresa,laPerladeLabuánseencontróconlacañoneraquetresdíasanteshabíavistoenaguasdelaisladeWhale.Sandokán,alobservarla,diounviolentopuñetazosobrelaborda.

—¡Otravezlacañonera!—exclamó,frunciendoelentrecejoymostrandolosdientes,blancosyagudoscomolosdeunchacal—.Pareceempeñadaenquehagabebersangreamistigres.

—Nosespía,Sandokán—dijoelportugués.

—Pueslahundiré.

—Nohagastalcosa.UncañonazopodríaseroídoporlaflotadeBrooke.

—Yomeríodelaescuadradelrajá.

—Séprudente,Sandokán.

—Lo seré, puesto que te empeñas, pero ya verás cómo la cañonera se

Page 44: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

quedaenacechoenladesembocaduradelSarawak.

—¿NoereselTigredeMalasia?

—Sí, pero llevamos a bordo a la Virgen de la Pagoda. Una bala podríamatarla.

—Leformaremosunescudoconnuestrospechos.

ElbarcoholandéshabíallegadoadoscientosmetrosdelaPerladeLabuán.Enelpuenteveíaseelcapitánprovistodeunanteojo,yreunidosaproa,másdetreintamarinerosarmadosdecarabinas.Apopaalgunosartillerosrodeabanungruesocañón.

Diodosvueltasalrededordelpraho,describiendounampliosemicírculo,luegoviródebordoponiendolaproahaciaelSur,esdecir,haciaSarawak.

Suvelocidadera tanta,queantesde trescuartosdehoranosedescubríamásqueunsutilpenachodehumo.

— ¡Maldición! —exclamó Sandokán—. Si vuelve a ponerse a tiro, lahundo. El Tigre, aun cuando está de buen humor, no consiente que se leacerquenimpunementetresveces.

—VolveremosaencontrarlosenSarawak,Sandokán—dijoYáñez.

—Esocreo,pero…

Ungritoqueveníadearribaleinterrumpió,bruscamente.

—¡Unsteameralavista!—dijoSandokán—.¿Dedóndeviene?

—DelNorte—contestóelvigía.

—¿Lovesbien?

—Sóloveoelhumoylapuntadelosmástiles.

—¡SifueseelHelgoland!—exclamóYáñez.

—¡Imposible!VendríadeOccidente,nodelNorte.

—PuedehabertocadoenLabuán.

—¡Kammamuri!—gritóelTigre.

El indio, que se había subido al coronamiento de popa, corrió hacia elpirata.

—¿ConocestúelHelgoland?—lepreguntó.

—Sí,señor.

—Pues,sígueme…

Page 45: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Treparon hasta la extremidad del palo mayor y fijaron los ojos en laverdosasuperficiedelmar.

VII.ElHelgoland

En el horizonte había aparecido de pronto un barco de tres palos, que apesar de la distancia, parecía ser de grandes dimensiones. De la chimeneaescapábaseunpenachodenegrohumoqueelvientoarrastrabamuylejos.Sumole,suestructura,susmástiles,dabanaconocerenseguidaqueaquellanaveeraunbuquedeguerra.

— ¿Lo ves, Kammamuri? —preguntó Sandokán, que lo contemplabaatentamente,comosiquisieradistinguirelpabellón.

—Sí—contestóelmaharato.

—¿Loconoces?

—Esperaunpoco.

—¿EselHelgoland?

—Aguarda…meparece…sí,sí,eselHelgoland.

—¿Noteequivocas?

—No, Tigre, nome equivoco.Veo su proa cortada en ángulo recto, susmástilesdeunapieza…Sí,Tigre,sí,eselHelgoland…

Enlosojosdelpiratabrillóunsiniestrorelámpago.

—¡Yahaytrabajoparatodos!—dijo.

Agarróseaunobenqueysedejócaersobrecubierta.

Los piratas, esgrimiendo las armas, le rodearon, interrogándole con lamirada.

—¡Yáñez!—llamó.

—Aquíestoy,hermano—dijoelportugués,que llegabaapresuradamentedepopa.

—Eligeseishombres,bajaalabodegayabreunabrechaenloscostadosdelpraho.

—¿Cómo?¿Destrozarelpraho?¿Estásloco?

—Tengounplan.Latripulacióndelotrobarcooiránuestrosgritos,ynosauxiliará como a náufragos. Tú serás un embajador portugués con rumbo a

Page 46: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Sarawak,ynosotrostuescolta.

—¿Yqué?

—Una vez a bordo, no será difícil, para hombres como nosotros,apoderarnosdelbuque.Dateprisa;elHelgolandseacerca.

—¡Hermano,eresungranhombre!—exclamóelportugués.

Ordenóquesearmasenseishombresybajóalabodega,atestadadearmas,debarrilesdepólvora,debalasydecañonesviejosqueservíandelastre.Treshombressedirigieronababorylosotrosaestribor.

— ¡Animo,muchachos!—dijo el portugués—.Dad firme, pero que losagujeros no sean demasiado grandes. Es preciso que el barco se hundalentamenteparaquenosirvamosdemeriendaalostiburones.

Losseishombrescomenzaron la tareadehoradar loscostadosdelpraho,queporloresistentesparecíandehierro.Diezminutosdespués,dosenormeschorros de agua se precipitaban ruidosamente en la bodega y corrían haciapopa.

Elportuguésylosseispiratassubieronapresuradamenteacubierta.

—Noshundiremos—dijoYáñez—.Vaya,muchachos,ocultadlaspistolasyloskriss.Mañanalosnecesitaremos.

—Kammamuri—gritóSandokán—.Llevaalpuenteatuama.

—¿Tendremosqueecharnosalagua,capitán?—preguntóelindio.

—Nolocreo.Sinembargo,encasonecesario,yosalvaréalamuchacha.

Elmaharatoprecipitósebajocubierta,cogióentrelosrobustosbrazosasuama,sinqueestaopusieralamáspequeñaresistenciaylallevóalpuente.

El vapor distaba aúnmás de unamilla, pero avanzaba con velocidad decatorceoquincenudosporhora.Pocosminutosdespuésdebíaencontrarseenaguasdelpraho.

ElTigredeMalasiaacercóseauncañónydisparó.

Ladetonaciónllegóhastaelbuque,queenelactopusoproaendirecciónalanavedelospiratas.

—¡Auxilio!¡Anosotros!—gritóelTigre.

—¡Socorro!¡Socorro!

—¡Noshundimos!

—¡Anosotros!¡Anosotros!—vociferabanlospiratas.

El praho, inclinado de estribor, hundíase lentamente, vacilando como un

Page 47: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

borracho.Enlabodegaseoíaelsordorumordelaguaqueseprecipitabaporlos dos orificios y el chocar de los barriles contra los costados del barco ycontraloscañones.Elpalomayor,aserradoporlabase,vacilóuninstante,yluegosecayóalmar,arrastrandovelasyobenques.

Paraque elvapor apresurase su carrera, en el prahohicieron seiso sietedisparosdefusil.

— ¡Al agua la artillería! —ordenó Sandokán, al notar que la nave sehundíabajosuspies.

Almarcayeron loscañones,y luego losbarrilesdepólvora, lasbalas,ellastredecubiertaylosmástilesderecambio.

Seis hombres atados con cuerdas, bajaron a la bodega para detener elímpetudelaguaqueentrabaconfuria,ensanchandomásymáslosboquetes.

El buque se hallaba a trescientos metros de distancia y se detuvo. Seisbotes tripulados por marineros separáronse de sus costados y se dirigieronapresuradamentehaciaelpraho.

—¡Socorro!¡Socorro!—gritóYáñez,quepermanecíadepieenlabandadeestribor,rodeadodetodoslospiratas.

—¡Ánimo!—dijounavozdesdeelbotemáspróximo.

Las pequeñas embarcaciones avanzaban con furia, hendiendorumorosamente el agua. Los timoneles, sentados a popa, con la barra en lamano, animaban a losmarineros, que bogaban con todas sus fuerzas y conperfectocompás,sinperderungolpederemo.

Eloficialquecapitaneabalaminúsculaescuadra,unmuchachoteporcuyasvenascorríaalgodesangreindia,saltóalpuentedelbarconáufrago.

Alveralaloca,descubriósecortésmente.

—Daosprisa—dijo—,primerolaseñora,luegolosdemás.¿Nohaynadaquesalvar?

—Nada,comandante—dijoYáñez—.Todolohemosechadoalagua.

—¡Embarquemos!…

La muchacha, primero; luego, Yáñez, Sandokán y algunos malayos ydayakos,precipitáronsehacia laembarcacióndeloficial,mientras losdemásseacomodabanlomejorposibleenlosotroscincobotes.

La escuadrilla alejóse apresuradamente, dirigiéndose hacia el buque, queavanzabaconlentitud.

Elaguallegabayahastaelpuentedelpraho,queoscilabadepopaaproa,

Page 48: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

sacudiendo el maltrecho trinquete. El pobre barco parecía luchar pormantenerseaflote.

Derepente, se levio inclinarsesobreel flancoderecho,volcarsey luegodesaparecer bajo las olas, formando un pequeño remolino que atrajo a losbotes, haciéndoles retrocedermás de veintemetros a pesar de los hercúleosesfuerzosdelosmarineros.

Una inmensa ola se lo llevó muy lejos, arrastrando algunos restos yestrellándose contra los costados del barco, haciéndole oscilar de babor aestribor.

—¡PobrePerla!—exclamóYáñez,sintiendoqueelcorazónseleoprimía.

— ¿De dónde vienen? —preguntó el oficial del Helgoland, que hastaentoncesnohabíahablado.

—DeVarauni—contestóYáñez.

—¿Algunabrechaenelcasco?…

—Sí,aconsecuenciadeun,choquecontralaescolleradelaisladeWhale.

—¿Quiénessonesoshombresdecolorquevienenconusted?

—Dayakos y malayos. Forman la escolta que me ha dado el sultán deBorneo.

—Entonces,ustedes…

—YáñezComerayMaranhao,capitándeSuMajestadCatólica, el reydePortugal,embajadorenlacortedelsultánVarauni…

Eloficialsedescubrió.

—Soytresvecesfelizporhaberlesalvado—dijo,inclinándose.

—Yyoseloagradezco,caballero—replicóYáñez, inclinándosetambién—.Sinsuayuda,aestahoraningunodenosotrosexistiría.

Los botes habían llegado junto al buque. Arrojada la escala, el oficial,Yáñez,Ada,Sandokánylosdemássubieronacubierta,dondelesesperabanelcapitánylostripulantes.

Eloficialhizo lapresentacióndeYáñezal capitándelbarco,unhombrearrogantedeunoscuarentaaños,conlargosbigotesypielcurtidaybronceadaporelsolecuatorial.

—Hasidounaverdaderafortunallegartanoportunamente,señor—dijoellobodemar,estrechandoconfuerzalamanoqueelportuguéslealargaba—.Sumergirseescosaqueproduceestremecimientoscuandosepiensaqueenelfondohayvoracísimostiburones.

Page 49: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Sí,miqueridocapitán.Mihermanahabríapasadoungransusto.

— ¿Es hermana de usted, señor embajador? —preguntó el marino,mirandoalajoven,quenohabíapronunciadoaúnunapalabra.

—Sí,capitán;perolapobrecillahacetiempoquehaperdidoeljuicio.

—¿Quéhaperdidoeljuicio?

—Sí,señor.

—¡Tanjovenytanbonita!—exclamóelcapitánmirandocompasivamentealaVirgendelaPagoda—.Estarácansada.

—Esocreo,capitán.

—SirStrafford,acompañeustedalaseñoraalmejorcamarotedepopa.

—Permita usted que su esclavo la siga —dijo Yáñez—. Acompáñala,Kammamuri.

Elindiocogiódelamanoalamuchachayechóaandartraseloficial.

—Tambiénusted,señor,sentirácansancioyhambre—exclamóelcapitán,volviéndosehaciaYáñez.

—Nodigoqueno,capitán.Llevodosnochessindormirydosdíasenqueapenasheprobadolacomida.

—¿Adóndeibausted?

—A Sarawak. Y, a propósito, capitán, permítame que le presente a suAlteza RealOrangoKahaiah, hermano del sultán deVarauni—dijoYáñez,presentandoaSandokán.

ElmarinoestrechóconefusiónlamanodelTigredeMalasia.

—ByGod!—exclamó—.¡Unembajadoryunpríncipeenmibuque!Estoes un acontecimiento. No he de decirles, señores, que mi nave está a sudisposición.

—Mil gracias, capitán —dijo el portugués—. ¿Lleva usted rumbo aSarawak?

—Precisamente,yharemoselviajejuntos.

—¡Quésuerte!

—¿VaustedavisitaralrajáJamesBrooke?

—Sí,capitán,tenemosquefirmaruntratadoimportantísimo.

—¿Conoceustedalrajá?

—No,capitán.

Page 50: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Yoselopresentaré,señorembajador.Tengalabondad,sirStrafford,deacompañar a estos señores a la cámara de popa ymandar que les sirvan decomer.

—¿Dóndesealejaránnuestrosmarineros,capitán?—preguntóYáñez.

—Enelentrepuente,siaustedleparece.

—Gracias,señor.

Yáñez y Sandokán siguieron al oficial que los condujo a una espaciosacámaradepopaprovistadedivanesyamuebladaconelegancia.

Las dos portillas, con gruesos vidrios y cortinas de seda, caían sobre laproadelanaveypermitíanqueentrasenlibrementelaluzyelaire.

—Sir Strafford —dijo Yáñez—, ¿quiénes son nuestros vecinos deaposento?

—Elcapitánaladerechayalaizquierdasuhermanadeusted.

—Perfectamente.Cambiaremosalgunaspalabrasatravésdelasparedes…

El oficial se retiró después de anunciarles que el steward llegaría muyprontoconlacomida.

—Bien,hermano,¿quétalmarchaelasunto?—preguntóYáñezcuandosequedaronsolos.

—Apedirdeboca—respondióSandokán—;esospobresinfelicesnoshantomadodebuenafepordospersonajesimportantes.

—¿Quédicesdelbarco?

—QueesdeprimerayqueharáunmagníficopapelenSarawak.

—¿Hascontadoaloshombresdeabordo?

—Sí,sonunoscuarenta.

—¡Oh!,exclamóelportugués,haciendoungesto.

—¿Tienesmiedodecuarentahombres?

—Nodigoqueno.

—Nuestragentenoespoca,Yáñez,ytodaescogida.

—Perolosinglesestienenbuenoscañones.

—YaheencargadoaHirundoquevengaainformarmedelasdefensasdequedisponeelbuque.Elmuchachoesastutoynoslodirátodo.

—¿Cuándodaremoselgolpe?

Page 51: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Esta noche. Mañana, a mediodía, nos encontraremos en ladesembocaduradelrío.

—Calla,aquíestáelsteward.

El hombre, ayudado por dos mozos, sirvió Una comida excelente. Dosbistecs chorreando sangre, unbudíny selectasbotellasdevino francésydeginebra. Sandokán y Yáñez, que tenían apetito, sentáronse a la mesa ydevoraron. Cuando atacaban el budín, oyeron en la parte exterior un ligerosilbido.

—Entra,Hirundo—dijoSandokán.

Unmuchachotedebronceadorostro,bienplantadoydeojosvivos,entró,cerrandotrassílapuerta.

—Siéntateyhabla—exclamóYáñez—.¿Dóndeestánlosnuestros?

—Enelentrepuente—respondióeljovendayako.

—¿Quéhacen?

—Acariciarlasarmas.

—¿Cuántoscañoneshayenlabatería?—preguntóSandokán.

—Doce,Tigre.

—Estos ingleses están bien armados. James Brooke tendrá que roer unhuesomuydurosileasaltaelcaprichodeabordarnos.ConunasoladescargaechamosapiqueasufamosoElRealista.

—Locreo,Tigre.

—Óyeme,Hirundo,yrecuerdabienmispalabras.

—Soytodooídos.

—Que,porahora,ningunodenuestroshombressemueva.Cuandolalunaseoculte,arrastradloscañoneslejosdelabateríaysubidenmasaalpuente,gritando: ¡fuego, fuego!Losmarineros, los oficiales y el capitán apareceránsobrecubiertay,sinoserinden,caeremossobreellos.¿Mehascomprendido?

—Perfectamente,TigredeMalasia.¿Tienesquedecirmealgomás?

—Sí,Hirundo.Cuando temarches de aquí entrarás en el camarote de laVirgen de la Pagoda, que está al lado de este, y dirás a Kammamuri queatranquesólidamentelapuertayque,mientrasdureelcombate,nosalga.

—Comprendo,TigredeMalasia.

—Puedesirte.

Hirundo,enelacto,entróenelcamarotedelaVirgendelaPagoda.

Page 52: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Losmataremosatodos?—preguntóelportuguésaSandokán.

—No,Yáñez,lesinvitaremosarendirse.Medesagradaríaquitarlavidaaestoshombresquenoshanacogidotangenerosamente.

Los dos piratas acabaron de comer, vaciaron unas cuantas botellas,saborearon el té servido por el steward y se tumbaron cómodamente en losdivanes,esperandocongrancalmalaseñal.

A lasocho,el soldesaparecióy las tinieblas seextendieronpocoapocoporlaextensasuperficielíquida.

Sandokánmiróporlaventana.

Ababor,agrandistancia,leparecióverunamasanegruzcaquesubíahastalasnubes:apopa,tambiénmuylejos,unavelablancasobreelhorizonte.

—Nos hallamos cerca del monte Mantag —murmuró—. MañanaestaremosenSarawak.

Acercósealapuertayprestóatención.

Oyóquedospersonasbajabanporlaescalera;luegoundébilcuchicheoyenseguidaabrirseycerrarsedospuertas:unaaladerechayotraalaizquierda.

—Bueno—murmuródenuevo—.Elcapitányelsegundodeabordohanentradoensusrespectivoscamarotes.Todomarchabien.

Encendióunchibuquíquetuvotiempodesalvardelnaufragio, lomismoquelaspistolas,lacimitarrayelkrissdeinestimablevalor,ycomenzóafumarconlamayortranquilidad.

Enelcamarotedelcapitánsonaron lasnueve, luegolasdiez,después lasonceelpirataestremeciósecomosihubiera tocadounapilaeléctricaysaltódeldiván.

—Yáñez—llamó.

—Hermano—contestósuamigo.

El Tigre de Malasia dio dos pasos hacia la puerta, apoyada la manoderecha en la empuñadura de la cimitarra. Un terrible grito retumbó en lasentrañasdelbarco,perdiéndoseenelmar.

—¡Fuego!¡Fuego!…

—¡Salgamos!—exclamóSandokán.

Losdospiratas,comotigres,lanzáronsesobreelpuente.

Page 53: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

VIII.LabahíadeSarawak

Algritode«¡fuego!»,elmaquinistamandópararelbarco,quesóloavanzóalgunosmetrosmásgraciasalúltimomovimientodelahélice.

Indescriptible confusión reinaba en el puente al aparecer los dos piratas.Del castillo de proa, medio desnudos o en camisa, salían los marineros,soñolientos aún, llenos de inmensa angustia, atropellándose, empujándose,cayendoylevantándose.

Loshombresdeguardia,nomenosaterrados,creyendoqueelfuegohabíatomado ya proporciones alarmantes, afanábanse por recoger los cubosesparcidosenelpuente.Encambio,delasescotillas,comomareaascendente,salían furiosos los tigres de Mompracem, con los kriss entre los dientes yempuñando laspistolas,dispuestosa la lucha,órdenes,gritos,maldicionesypreguntaselevábansede todaspartes,dominando lasvocesdemandode losoficialesdecuarto.

—¿Dóndeeselfuego?—interrogabauno.

—Enlabatería—contestabaotro.

—¿Quésequema?

—¡Alasantabárbara!¡Alasantabárbara!

—¡Formadlacadena!

—¡Alasbombas!

—¡Capitán!¿Dóndeestáelcapitán?

—¡Avuestrospuestos!—tronabaeloficial—.¡Ánimo,muchachos!¡Alasbombas!¡Avuestrospuestos!…

Deimproviso,unavibrantevozresonóenmediodelpuente:

—¡Amí!¡Amí!

El Tigre de Malasia apareció en medio de sus soldados. Con la manoderechaoprimíalacimitarra,quebrillabaalavagaclaridaddelosfanalesdeproa.

Retumbóungritoferoz:

—¡VivaelTigredeMalasia!

Lostripulantesdelbuque,sorprendidos,asustadosalveratodosaquelloshombresdispuestosaarrojarsesobreellos,precipitáronsehaciaproayhaciapopa.

Page 54: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¡Traición!¡Traición!—gritabandesdetodaspartes.

Los piratas, kriss en mano, se preparaban para derribar aquellas dosmurallashumanas.ElTigredeMalasialosdetuvoconunsilbido.

El capitán apareció en el puente y dirigióse resuelto hacia ellos con elrevólverenlamano.

—¿Quéocurre?—preguntóconimperiosoacento.

Sandokánsalióasuencuentro.

—Yaloves,capitán—contestó—.Mishombresatacanalostuyos.

—¿Quiéneres?

—ElTigredeMalasia,capitán.

—¿Cómo?…¿Otrohombre?…¿Dóndeestáelembajador?

—Ahí, empuñando una pistola y dispuesto a disparar sobre ti si no teapresurasarendirte.

—¡Canalla!

— ¡Calma, capitán!No se Insulta impunemente al jefe de los piratas deMompracem.

Elmarinoretrocedióalgunospasos.

—¡Piratas!—exclamó—.¿Soispiratas?…

—Ydelosmástemibles.

—¡Atrás!—rugió,levantandoelrevólver—,¡atrásodisparo!

—Capitán —dijo el Tigre, adelantándose—. Somos ochenta, todosarmadosydecididos a todo,y túnocuentasmásqueconcuarentahombresinermes.Noquierosacrificarosinútilmente;rendíos,pues,ytejuroquenotetocaréniuncabello.

—Pero¿quéesloquequieres?

—Tubarco.

—¿Parapiratearconél?

—No, para realizar una buena acción; para reparar una injusticia de loshombres.

—¿Ysimenegase?

—Lanzaríaamistigrescontrati…

—¡Loquepretendesesperderme!

Page 55: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Sandokánsedesatóuncinturónbienrepletoquellevababajolacasacayseloalargóasuadversario,diciéndole:

—¡Aquíhayunmillónendiamantes,toma!

Elcapitánsequedóaturdido.

—No comprendo…—exclamó—. Dispones de hombres con los cualespodríashacertedueñodelbuquesingrandessacrificios,yenvezdeapoderartedeélmeregalasesto.¿Quiéneres?

—Yatelohedicho:elTigredeMalasia—replicóSandokán—.Ríndeteomeveréobligadoaazuzarcontratiamigente.

—¿Yquévasahacerconmishombres?

—Embarcaránenlaslanchasylesdejaréenlibertad.

—¿Yadóndeiremos?

—LacostadeBorneonoestálejos.Dateprisa,decide…

El capitán vacilaba. Tal vez temía que los piratas se cebasen en latripulación.

Yáñez adivinó lo que pasaba por el cerebro de aquel hombre, y,adelantándose,dijo:

—Capitán,eresinjustoaldudardelapalabradelTigredeMalasia,porquejamásfaltóaloprometido.

—Tienes razón —dijo el marino—. ¡Hola, muchachos! Entregad lasarmas;todaresistenciaesinútil…

Los subordinados, que veían el asunto mal parado, arrojaron sobre elpuentehachas,cuchillosyespadas.

—¡Bravosmuchachos!—exclamóSandokán.

Aunaseñalbotaronalaguacincochalupas,despuésdeproveerlasbiendevíveres.

Losinermesmarinerosdesfilaronporentrelospiratasyseacomodaronenlasembarcaciones.Elcapitánsequedóelúltimo,ydeteniéndoseanteelTigredeMalasialedijo:

—Notenemosniunarmaparadefendernos,niunabrújulaparaguiarnos…

Sandokán,desenganchándosedeunacadenaquelependíadelpecho,unabrújuladeoro,alargóselaalmarino,exclamando:

—Paraquetesirvadeguía…

Quitósedelcintolasdospistolasydeldedounamagníficasortijaadornada

Page 56: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

conundiamantedelgruesodeuna avellana, y añadió, entregándole los tresobjetos:

—Esasarmasparaquetedefiendas,esteanillocomorecuerdoyestabolsarepletadediamantesenpagodelbarco.

—Eresunhombremuyextraño—dijoelcapitán,admitiendoelobsequio—.¿Ynopiensasquepodríadescargarestasarmassobreti?

—Noloharás.

—¿Porqué?

—Porqueeresunhombreleal.Ea,vete…

Elcapitánsaludóconlamanoybajóalaembarcación,queenseguidasepusoenmarcha,escoltadaportodaslasotras,dirigiéndosehaciaelOeste.

Veinte minutos después, el Helgoland abandonaba aquellos parajes,navegandorápidamenteconrumboalacercanacostadeSarawak.

—AhoravamosaveraKammamuriyasuama—dijoSandokán,despuésde indicar la ruta—. Supongo que ninguna desgracia le habrá ocurrido a lapobreAda.

BajólaescaladepopaseguidodeYáñezyllamóalapuertadelcamarotedelmaharato.

—¿Quiénes?—preguntóKammamuri.

—Sandokán.

—¿Hemosvencido?

—Sí.

—¡VivaelTigredeMalasia!—gritóelbravoindio.

Separólosmueblesquehabíaapiladodetrásdelapuertayabrió.YáñezySandokánentraron.

Elindioempuñabaunacimitarraysucinturónaparecíallenodepistolasydepuñales.

Tendidaenundivánvierona la loca,ocupadaenarrancar lospétalosdeunarosadeChinaqueacababadecogerdeunflorero.

AlnotarlapresenciadeSandokánydeYáñez,púsoseenpiedeunbrinco,mirándolosconojosquerevelabanprofundoterror.

—¡Thugs!…¡thugs!…—exclamó.

—Sonamigosnuestros,ama—dijoelmaharato.

Page 57: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

LajovencontemplóaKammamuribrevesinstantes;luegocayódenuevoenlapoltrona,volviendoasutareadedeshojarlaflorqueteníaenlamano.

—¿Lehanproducidoalgunaimpresiónlosgritosdeloscombatientes?—preguntóSandokánalmaharato.

—Sí—contestóeste—.Selevantó,gritando:«¡Losthugs!».Peroluegosecalmópocoapoco.

—¿Nadamás?

—Nadamás,capitán.

—Velaporella,Kammamuri.

—Nomesepararédesulado.

YáñezySandokánvolvierona cubierta.Enaquel instante, lospiratasdeguardiadescubrieronhaciaelSurunpuntorojizoquesemovíaconrapidez.

Yáñez y Sandokán se lanzaron a proa, mirando atentamente en aquelladirección.

—Debedeserelfanaldealgunanave—dijoelportugués.

—Seguramente.Ymeinquietabastante—contestóSandokán.

—¿Porqué,hermano?

—Porqueesebarcopuedeencontrarseconlaschalupas.

—¡Rayosytruenos!¡Esonosfaltaba!…

—Notepreocupes,Yáñez.ElHelgolandtienebuenoscañones.Pero…lanaveesdevapor.¿Noveslacolumnarojizaqueseelevaalcielo?

—¡PorJúpiter,tienesrazón!

—Sifuese…

—¿Quién?

— ¡A los cañones, muchachos! ¡A los cañones! —tronó el Tigre deMalasia.

—¿Quépasa?—preguntóelportugués,sujetándole.

—Eslacañonera,Yáñez.

—¿Quécañonera?

—Laquenosseguía.

—¡Diosmío!

—Laecharemosapique.

Page 58: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Estásloco?

—Pero¿nolavestú?

—Sí,laveo,perosilaatacas,enSarawaknoscañonearán.Sinosetiendealaprimeradescarga,correráadelatarnosalmalditoBrooke.

—¡PorAlá!—exclamóSandokán,sorprendidoanteelrazonamiento.

—Estémonosquietos,hermano—dijoYáñez.

—¿Ysiseencuentraconlaschalupas?

—No es fácil, Sandokán. La noche es oscura, las chalupas navegan conrumboaOccidente,y lacañonera, sinomeequivoco, tiene laproahaciaelNorte.Unencuentronoesprobable.

—Peromiraalacañonera…

—Calma;dejémoslaquesigahaciaelNorte.

La cañonera hallábase en aquel momento muy próxima. A babor y aestriborbrillabanlosdosfanalesverdesyrojos,yenelextremodeltrinqueteelblanco.Apopasedescubríaaltimonel.

CruzómuycercadelHelgoland,describiendounaespeciedesemicírculo,ydesaparecióconrumboalNorte,dejandotrassíunafosforescenteestela.

Nohabíantranscurridodiezminutoscuandoseoyóalolejosunavozquegritaba:

—¡Hola,lacañonera!…

SandokányYáñez,alescucharaquellaspalabras,sedirigieronalalcázarymiraronhaciaelNorte.

—¿Serálachalupa?—preguntóSandokán,inquieto.

—Noveomásquealacañonera—respondióelportugués.

—Sinembargo,esavozsonóadistancia.

—¿Habremosoídomal?

—Lodudo.

—¿Quéhacemos?

—Estemosprevenidos.

Sandokáncontinuóenelpuentecercadeunahora, esperandoalgúnotrogrito,perosólooyóelruidodelasolasqueseestrellabancontraloscostadosdelbuqueyelgemidodelvientoentrelaarboladura.

A medianoche, tranquilo, pero preocupado, descendía al camarote del

Page 59: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

capitán,dondeYáñezleesperabatendidoenunsofá.

El Helgoland seguía avanzando con rumbo a la bahía de Sarawak. Losmarinerosdeguardianoadvirtieronnadaextraordinario;solamentea lasdosde la madrugada vieron, por la borda de estribor y a cincuenta metros dedistancia, cruzar una sombra negra y desaparecer poco después. Todos latomaronporunprahoquenavegabasinfanales.

Alamanecer,elbarcohallábaseacuarentamillasdeladesembocaduradelSarawak,encuyaorilla,apocashorasdemarcha,selevantabalaciudaddelmismonombre.

El mar estaba tranquilo y el viento era favorable. Aquí y allá veíansealgunos prahos y algunos giongs con sus grandes velas, y hacia el OestedistinguíaseelmonteMalang,picogigantescoqueseelevaa2790piessobreelniveldelmarycuyasladerasaparecencubiertasdeverdesbosques.

Sandokán, que no podía estar tranquilo en aquel mar surcado por losbarcosdeJamesBrooke,elexterminadordelospiratasmalayos,mandóizarlabanderainglesaenelextremodelpalomayor,cargarloscañones,amontonarbombasenlasbaterías,abrirlasantabárbarayarmaratodasugente.

Alasoncedelamañana,asietemillasdedistancia,aparecíalacosta,muybaja,cubiertadevegetaciónydefendidaporextensosarrecifes.Almediareldía,elHelgolanddoblabalapenínsulaquedividealabahía,ypocodespuésfondeabaenladesembocaduradelrío,alotroladodelapuntadeMontabas.

IX.Labatalla

Ladesembocaduradelríoofrecíaunmagníficoespectáculo.Aderecha,aizquierda y sobre las dos márgenes, extendíanse soberbios bosques de«pisang» de gigantescas hojas y dorado fruto, de colosales mangos, depreciosas palmeras de cuyo tronco se extrae una fécula muy nutritiva, degambires,debetelesydeárbolesdealcanforencuyasramasgritabanmultituddemonosyenjambresdetucanesdeenormespicos.

Por el río iban y venían barcas, botes, prahos, gíongs javaneses con lasvelas pintadas, juncos chicos recios y pesados y pequeñas naves inglesas yholandesas; unas esperando carga y otras viento propicio que les permitiesesaliralmar.

En los arrecifes y en los bancos veíanse a dayakos medio desnudos,ocupadosenpescaralbatros,gigantescospájarosdegrandespicosquepuedenatravesar sin esfuerzo el cráneo de un hombre, y enjambres de rapidísimas

Page 60: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

avesmarinasllamadas«fragatas».

ApenaselHelgolandechóelanclaenbuenlugar,precisamenteenmediodelrío,quedescendíaalavezquelamarea,Sandokándirigióunamiradaalasnavesquelorodeaban.

Sus ojos cayeron en seguida sobre un pequeño schooner, provisto demuchoscañones.Alverloseleescapóunasordaimprecación.

—Yáñez—dijoasucamarada,queestabajuntoaél—,fíjateenelnombredeesebarco.

—ElRealistaestáescritoapopa.

—Nomeequivocaba.ElcorazónmedecíaqueeseeraelmismobarcoquesirvióaJamesBrookeparaexterminaralospiratasmalayos.

—¡PorBaco!—exclamóelportugués—.Tenemosunvecinoterrible.

—Alcualecharíaconmuchísimogustoapique.

—Peroesprecisoserprudente,hermano,siquieressalvaraTremal-Naik.

—Losé.

—Mira,unabarcavieneahí.¿Quiénseráesehombretanfeo?…

Sandokán inclinóse sobre la borda. Una barquichuela construida con eltroncodeunárbol, tripuladaporunhombredepielamarillentaqueportodotraje llevabaunpantaloncillorojoyqueseadornabaconanillosdecobreenlospiesylasmanos,ungorrodeplumasenlacabezayungigantescopicodetucánsobrelafrente,seacercabaalbuque.

—Esunbazir—dijoSandokán.

—Noséloquesignificaeso.

—UnministrodeDinataodeGiuwata:lasdosdivinidadesdelosdayakos.

—¿Quévendráabuscar?

—Querráobsequiarnosconalgúnestúpidopresagio.

—Puesnonoshacenfaltasuspresagios.

—Debemosrecibirlo,Yáñez.NosdaráinformesacercadeJamesBrookeydesuflota.

Elesquifehabíallegadojuntoalbuque.Sandokánmandóecharlaescalayelbazir,conpasmosaagilidad,subióhastaelpuente.

—¿Aquévienes?—lepreguntóSandokán,hablándoleenlenguadayaka.

—A venderte mis presagios —respondió el bazir, sacudiendo sus

Page 61: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

numerososanillos.

—Nolosquiero.Necesitootracosa.

—¿Qué?

—Óyeme bien, amigo mío. Deseo saber muchas cosas de ti, y si mecontestas tendrás un magnífico kriss y tanto tuwack (líquido embriagador),quenotelopodrásbeberenunmes.

Losojosdeldayakobrillarondecodicia.

—Habla—exclamó.

—¿Dedóndevienes?

—Delaciudad.

—¿QuéhaceelrajáBrooke?

—Sefortifica.

—¿Temealgunasublevación?

—Sí, de los chinos y de los sobrinos de Muda-Hassin, nuestro antiguosultán.

—¿HasvividofueradeSarawak?

—Nunca.

—¿HasvistollevaraSarawakunprisioneroindio?

Elbazirreflexionó.

—¿Unhombrenobleyfuerte?—preguntóalfin.

—Sí,nobleyfuerte—replicóSandokán.

—Lovidesembarcarhacealgunosmeses.

—¿Dóndeloencerraron?

—Nolosé;peroesopodrádecírtelounpescadorqueviveallí—replicóeldayako,señalandoconeldedohaciaunacabañadehojasqueselevantabaenlaorillaizquierda—.Esehombreacompañóalprisionero.

—¿Cuándopodréveralpescador?

—Ahoraestápescando,peroporlanochevolveráasucasa.

—Estábien.¡Hola,Hirundo!Regalatukrissaestehombreyponleensuembarcaciónunbarrildeginebra.

Elpiratano sehizo repetir laorden.Mandóque llevasena la canoaunabarricadeaquellicoryentregósukrissalbazir,quesemarchótancontento

Page 62: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

comosilehubiesenregaladounaprovinciaentera.

—¿Quépiensashacer?—preguntóYáñez,apenaseldayakoabandonóelpuente.

—Dentrodeunahoraserádenocheyenviaremosabuscaralpescador.

—¿Yluego?

—Cuando sepamos dónde está Tremal-Naik, iremos a buscar a JamesBrooke.

—¿AJamesBrooke?

—Noiremosyacomopiratas,sinocomograndespersonajes.Túserásunembajadorholandés.

—Corremosmuchopeligro,Sandokán.SiBrookedescubrelamentira,nosmandaráahorcar.

—Notemas,Yáñez.AúnnohantejidolacuerdaquehadecolgaralTigredeMalasia.

—Capitán—dijoenaquelinstanteHirundo,acercándose—.Seaproximanbarcos.

ElTigreyYáñezsevolvieronhacialadesembocaduradelríoyvierondosbergantinesdeguerraconbanderainglesaavanzarveloces,tratandodedoblarlapuntadeMomtabar.

—¡Oh!—exclamóYáñez—.¡Sonbarcosdeguerra!

—¿Tesorprende?—preguntóelTigre.

—Unpoco,hermano.Aquí,enesterío,bajolosojosdeBrooke,noestoyagusto.Dudodetodos.

—Hacesmalendesconfiar,Yáñez.Aquíhaysiemprebuquesingleses…

Alcabodemediahora,losdosbergantines,entraronenelrío,remolcadospor seis embarcaciones. Saludaron con dos cañonazos a la bandera del rajá,pasaronaestribordelHelgolandyfueronaecharelanclaelunoaladerechayelotroalaizquierdadeElRealista,aunadistanciadeveintemetrosescasos.Cuando terminó la maniobra, la noche cubría ya bloques, escollos, barcas,juncos,prahosylasaguasdelrío.

Sandokáneligióestemomentoparaenviarasushombresatierraybuscaralpescador.Botaronunabarca.Hirundoyotrospiratasseacomodaronenellay remaron hacia la orilla. Apenas se habían alejado unas cuantas brazas,cuandoelportuguéscorrióalencuentrodeSandokán,descompuestoelrostroylosojosllenosdeespanto.

Page 63: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¡Hermano!—exclamó.

—¿Quépasa?—preguntóelpirata—.¿Porquéesacaradeterror?

—Sandokán,setramaalgocontranosotros.

— ¡Imposible! —exclamó el Tigre, dirigiendo a su alrededor unaamenazadoramirada.

—Sí,Sandokán,preparanunataque.Miraalmar.

Elpirata, inquietoapesarsuyo,volviósehacia ladesembocaduradel río.Susmanosoprimieronelkrissylacimitarra.Unsordorugidoseleescapódesustemblorososlabios.

A lo lejos, junto a la escollera, descubríase Una masa negra, enorme,amenazadora,tendidadeformaqueobstruíalasalida.Nohacíanfaltagrandesesfuerzos para comprender que se trataba de un barco de guerra quepresentabaelflancoalHelgoland.

— ¡Rayos!—murmuró con reconcentrada rabia—. ¿Será verdad?… Sinembargo,nolocreo.

—¿Novesquenospresentalabocadesuscañones?—dijoYáñez.

—Pero¿quiénnoshabríadelatado?

—Talvezlacañonera.

—Noesposible.LacañonerallevabarumboalNorte.

—Peroa lasdosde lamadrugada losmarinerosdeguardiadescubrieronunasombraquecruzabavelozmentehaciaSarawak.

—¿Ysuponesque…?

—La cañonera nos habrá delatado —siguió Yáñez—. Tal vez habrárecogido a los ingleses de los botes, tal vez al hombrequegritó: «¡Hola, lacañonera!»,fuesealgúnmarineroenemigocaídoalaguaduranteelcombate…

Sandokán fijó los ojos en El Realista. La nave de James Brooke habíaancladoensupuesto,perolosdosbarcosinglesessehabíanacercadotantoalHelgoland,queloteníancogidoentredosfuegos.

—¡Ah!—exclamóelterriblepirata—,¿quieresbatalla?¡Puesteharéverquiénsoyalbrillodemiscañones…!

Aún no había terminado cuando un agudísimo grito partió de la orillaizquierda,enladirecciónquellevabaHirundo.

—¡Socorro!¡Socorro!…

Sandokán, Yáñez y los piratas saltaron como un solo hombre hacia

Page 64: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

estribor,tratandodeverloqueocurríaenlatenebrosaselva.

—¿Quiéngritará?—exclamóunpirata.

—¡QuéDinatamehagacortarlacabezasiesavoznoesladeHirundo!—dijoundayakodeatléticaestatura.

—¡Eh!¡Hirundo!…—gritóYáñez.

Resonarondostirosenelbosqueyluegoseoyóelgolpedecuatrocuerposquecaíanenelagua.

Por densa que fuese la oscuridad, los piratas descubrieron a cuatrohombresquenadabandesesperadamente,dirigiéndosehaciaelbarco.

—¡EsHirundo!—exclamóunpirata.

—¡Hola!¡Lacosaseponeseria!—añadióotro.

— ¿Quién se apuesta algo a que nos dan un disgusto? —preguntó untercero.

—Silencio,muchachos—interrumpióelTigre—.Arrojadcabos…

Loscuatrohombres,quenadabancomopeces,llegaronenpocosinstanteshastaelbuque.Agarrarsealoscabosytreparalabordafueparaelloscosadeunmomento.

— ¡Hirundo! —exclamó Sandokán, reconociendo en aquellos cuatrohombresalospiratasenviadospocoantesenbuscadelpescador.

—Capitán—dijoeldayakosacudiéndoseelagua—.Estamossitiados.

—¡Rayos!—rugióelTigre—.Dimeenseguidaloquehayasvisto.

—Hevistoalláabajo,enaquelbosque,alossoldadosdelrajá,armadosdefusiles, ocultos tras los troncos de los árboles y de losmatorrales. Parecíanaguardarunaseñalparaempezarelfuego.

—¿Estássegurodenohaberteequivocado?

—Haymásdedoscientoshombres.¿Nohasoídolosdosdisparosdefusilquehicieroncontranosotros?

—¿Quédecides,hermano?—preguntóYáñez.

—La retiradanoesposible.Estaremosprevenidos,yalprimercañonazotrabaremoslabatalla.¡Amí,valientes!…

Lospiratas,quesemanteníanarespetuosadistancia,avanzaron.Susojosdespedíanchispasysusmanosacariciabanlaempuñaduradeloskriss.Sabíandeloquesetratabaytemblabandeimpaciencia.

—Tigres de Mompracem —dijo Sandokán—, James Brooke, el

Page 65: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

exterminador de los piratas malayos, se dispone a atacarnos. Millares dedayakos asesinados por ese hombre claman venganza. ¿Juráis ante mívengarlos?

—Lojuramos—respondieronacorolossoldados,conterribleentusiasmo.

—PiratasdeMompracem—siguióSandokán—,somosunocontracuatro,peroelTigredeMalasiaestáconvosotros.Hierroyfuegohastaqueseagotenla pólvora y las balas a bordo. Es preciso que esa nochemostremos a esosperroscómosabencombatirlostigresdelaselvadeMompracem.¡Avuestrospuestos,muchachos!Amivozdemando:¡fuego!

Unsordorugidorespondióalasmágicaspalabrasdelcapitán.Lospiratas,con Yáñez a la cabeza, se precipitaron a las baterías, enfilando las negrasbocasdeloscañoneshacialasnavesenemigas.

Sobreelpuentesólopermanecierondospiratas,depiejuntoalaruedadeltimón,ySandokán,quedesdeelcastillodeproaespiabalosmovimientosdelenemigo.

Los cuatrobarcosque sepreparaban ahacer trizas alHelgolandcon suscuarentacañones,parecíandormirprofundamente.Enlospuentesnoseoíaelmás leve rumor, pero veíanse algunas sombras que se agitaban a popa y aproa.

—Se preparan para el ataque —murmuró Sandokán, con los dientesapretados—.Dentrodediezminutosse iluminaráestabahíaconelfuegodemásdecincuentacañones.

Deprontosilfrentesecontrajo.

— ¿Y Ada?—murmuró—. ¿Y si una bala la hiriese? ¡Sambigliong!…¡Sambigliong!…

Eldayakoquellevabaestenombreacudióenelacto.

—Aquíestoy,capitán—dijo.

—¿DóndeestáKammamuri?

—EnelcamarotedelaVirgendelaPagoda.

—Vete a buscarlo y amontona en las paredes del camarote todos losbarrilesytodoslostrozosdehierroqueencuentres.

—¿Setratadeprotegerdelasbalasaquellaestancia?

—Sí,Sambigliong.

—Confíaenmí.Losproyectilesnollegaránaaquellugar.

—Vete,amigomío.

Page 66: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Unapalabra,capitán.¿Deboquedarmeenelcamarote?

—Sí, y te encargarás de salvar a lamuchacha si nos vemos obligados aabandonarelbuque.Séqueereselmejornadadorde laMalasia.Dateprisa,Sambigliong.

Eldayakoseprecipitóhaciapopa.Sandokáncontinuómirandoalrío.

Enelbuqueancladoenladesembocaduraapareciódeprontounaluz.Casien el acto, en el puente deElRealista, brilló un relámpago, seguidodeunaformidabledetonación.

ElTigredeMalasiadiounbrinco,mientrasqueelextremodelpalomayor,tronchadoporunabaladeaocho,caíacongranestrépitosobrecubierta.

—¡Piratas!—gritó—.¡Fuego!,¡fuego!…

—¡VivaelTigredeMalasia!¡VivaMompracem!

Sucedióunsilenciobreve,amenazador; luego, lapequeñarada inflamósedeunextremoaotro.

Deloscuatrobarcosenemigossalíanbalasy llamaradasquerompían lastinieblasyelsilenciode lanoche;de laselva,nutridofuegodemosqueteríaqueextendíaseconincreíbleceleridadaderechayaizquierda.

Empezabala lucha.Loscincobuquescombatíanconindescriptiblerabia,relampagueando,tronando,vomitandohuracanesdehierroqueatravesabanelaireconestridentessilbidos.Lastripulaciones,ennegrecidasporlapólvorayebriasdeentusiasmo,cargabanydescargabanlaspiezassincesar,tratandodedestruirsemutuamente,animándosecongritossalvajes.

ElHelgoland,enmediodelabahía,ancladosólidamente,defendíase.

Tronaba a babor, tronaba a estribor, sin perder un disparo, respondiendocon metralla a la metralla, con bombas a las bombas, derribando mástiles,desmontando cañones, rompiendo baterías, perforando quillas, arrasando laselvaquedabaalberguealossoldadosdelrajá.

Parecíaunbarcodehierrodefendidoporunejércitodetitanes.

Caían sus velas, temblaba su arboladura, saltaban sus botes en pedazos,demolíanselasbordas,agujereábansesusflancos,moríansustripulantes,pero¿quéimportaba?Aúnhabíapólvoraybalasparatodos.

Acadadisparo,oíanseenlabateríaalospiratasgritar:

—¡VivaMompracem!

ElTigredeMalasia,depieenmediodelpuente,contemplabaelhorribleespectáculo.

Page 67: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

¡Quéimpresionanteestabaenelbarcoquetemblababajosusplantas,alaclaridaddecincuentacañones!Loscabellosalviento,loslabiosentreabiertosconterriblesonrisaylacimitarraenlamano.¡Quéhermosoaparecíaelpirataquecontemplabalaescenaconsatisfacción,entantoquelamuertesilbabaasu alrededor, mientras los mástiles caían delante y detrás de él, cuando lametrallarugíaensusoídos,arrancandolastablasdelpuente,almismotiempoquelasbombasestallaban!

Susenemigos,alverloenelheroicobarco, impasibleentreelhuracándehierro,sentíanseasaltadosdeunlocoimpulsodegritar:

—¡VivaelTigredeMalasia!¡Vivaelhéroedelapirateríamalaya!

El combatequedurabayamediahora, era cadavezmás tremendo, cadavezmásencarnizado.ElHelgoland,acribilladoporel incesantefuegodeloscincuentacañones,agujereadoportodaspartes,hechotrizasporlatempestadde bombas que caían cada vez más espesas, no era más que un esqueletohumeante.

Noteníanimástiles,nibandas,nimaderointacto.Eraunacriba,porcuyosagujerosprecipitábaseelaguadelrío.Seguíarespondiendoaaquelloscuatroenemigos que habían jurado echarlo a pique, pero pronto no podría yacontinuar. Diez piratas yacían sin vida en la batería, dos cañones quedabaninútiles,desmontadosporelfuegodeladversario,lasbombasescaseabanylapopa,llenadeagua,hundíasepocoapoco.Quinceminutosmás,talvezdiez,yelheroicoHelgolanddesapareceríaentrelasolas.

Yáñez, que disparaba un cañón de grueso calibre, diose cuenta de lagravedaddelasituación.

Arriesgándosea recibirunadescargademetrallaen lacabeza, lanzósealpuente,dondeestabaelTigredeMalasia.

—¡Hermano!—gritó.

—¡Fuego,Yáñez!…¡fuego!…—rugióSandokán—.Vanaabordarnos.

— ¡No podemos sostenernos! ¡El barco se hunde! ¿Qué hacemos? Losminutossonpreciosos.

Un formidablechasquidosofocósuvoz.Elcastillodeproa,hecho trizasporlaexplosióndeunagranada,cayódestrozandopartedelacubiertaydelacámaradelosmarineros.ElTigredeMalasiadejóescaparunaullidoderabia.

—¡Seacabó!¡Amí,tigres,amí!…

Dirigióseprecipitadamentehacia labateríadonde lospiratascontinuabanbombardeandoalosbarcosenemigos.Kammamurilecerróelpaso.

—Capitán—dijo—,elaguainvadeelcamarotedelajoven.

Page 68: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿DóndeestáSambigliong?—preguntóelTigre.

—Enelcamarote.

—¿ViveAda?

—Sí,capitán.

—Llévala alpuente,yprepárate a arrojarte al río. ¡Todoelmundo sobrecubierta!¡Elenemigosedisponealabordaje!

Los piratas dispararon los cañones por última vez y subieron a cubierta,llenademaderos.

Losbuquesenemigos,remolcadosporalgunaschalupas,acercábanseparaabordaralHelgoland.

— ¡Sandokán! —gritó Yáñez, al notar la falta de su compañero—.¡Sandokán!…

Comorespuestaoyóelclamoreodevictoriadelosenemigosyunacerradadescargadelospiratas.

—¡Sandokán!¡Sandokán!—repitió.

ElTigredeMalasiaaparecióenelpuenteconlacimitarraenunamanoyunaantorchaen laotra.TrasélmarchabanSambigliongyKammamuri,quellevabaenbrazosalaVirgendelaPagoda.

—¡TigresdeMompracem!—tronóSandokán—.¡Fuego!

— ¡Viva el capitán! ¡Viva Mompracem! —rugieron los piratas,descargandolascarabinascontraloscuatrobuques.

ElHelgolandvacilabacomounborracho,ysedeshacíarápidamentebajolascontinuasdescargasdelenemigo.

Porlasbrechasdeloscostadospenetrabaelaguaenenormescantidades.

Deproa,depopa,porlasescotillasyporlasportasdelasbaterías,salíancolumnasdedensohumo.

LavozdelTigredeMalasia,vibrantecomounclarín,dejóseoírunavezmásentreelestampidodeloscañones.

—¡Sálvesequienpueda!…¡Sambigliong,tíratealríoconlamuchacha!

El dayako y Kammamuri saltaron al agua con la joven que se habíadesmayado y tras ellos se precipitaron todos los demás, nadando entre lasnaves enemigas, que rozábanse ya con el destrozado buque en el que, sinembargo, permanecía un hombre. Era el Tigre de Malasia. En la derechaempuñabaaúnlacimitarrayenlaizquierdalaantorcha.Porsuslabiosvagaba

Page 69: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

unaterriblesonrisa.

—¡VivaMompracem!—seleoyótodavíagritar.

Un«¡viva!»,formidablerepercutióenelespacio.CienhombreslanzáronseconlasarmasenlamanosobreelpuentedelHelgoland.

Sandokán no los esperó. Con pasmosa agilidad saltó por encima de laborda,ydesaparecióentrelasaguas.

Casi en elmismo instante, se abrió el barco y una gigantesca llamaradaelevóse al cielo, iluminando el río, las naves enemigas, los bosques, losmontes,ylanzandoaderechaeizquierdamillaresdeincandescentesastillas.

Barcos y hombres desaparecieron entre el humo y las llamas delHelgoland,voladoporlaexplosióndelapólvora.

X.Latabernachina

—¡Hola,buenhombre!

—¡Milord!

—¡Déjatedemilores!

—Sir…

—Alinfiernolossires.

—Miamo…

—¡Idiota!

—Monsieur!…¿Señor?…

—¿Quéclasedecomidahayaquí?

—China,señor,chinacomolatienda.

—¿Ypretendesquecomacosaschinas?¿Quéanimalitossonesosquesemueven?

—CangrejosborrachosdelSarawak.

—¿Vivos?

—Pescadoshacemediahora.

—¿Yquieresquemetragueloscangrejosvivos?

—Cocinachina,señor.

Page 70: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Yesteasado?

—Perrojoven,señor.

—¿Quédices?

—Perrojoven.

—¡Bergante!¿Yquieresquecomaperro?¿Yaquelloquées?

—Ungato,señor.

—¡Truenosycentellas!¿Ungato?

—Bocadodemandarín,señor.

—¿Yeseplato?

—Toposfritosconmanteca.

—¡Perrochino!¿Tehasempeñadoenquereviente?

—Cocinachina,señor.

—Cocina infernal, querrásdecir.Cangrejosborrachos, topos fritos, perroasado…Simi compañero estuviese aquí, se desternillaría de risa.Vaya, nohayque andarse con ascos. Si los chinos comen estas cosas, también puedecomerlasunblanco.

Yelhombrequeasíhablabaacomodóseen lasilladebambú,sacóde lacinturaunmagníficokrissconempuñaduradeoro,esmaltadoconmagníficosbrillantes, y partió en trozos el perro asado, que despedía un apetitosoperfume.

Entrebocadoybocado,púsoseaobservarelsitioenqueseencontraba.

Erauna salamuybajade techo;en losmurosveíansepintadosdragonesmonstruosos, extrañas flores, lunas sonrientes y animales vomitando fuego.Alrededor había escabeles y esteras donde se tendían chinos de amarillentorostro, y coleta larguísimay lacios bigotes; aquí y allá, sin orden, aparecíanmesasdetodostamaños,ocupadosporfeísimosmalayosdeaceitunadocolorynegrosdientesyporarrogantesdayakosmediodesnudos,armadosdepesadosparangs,cuchillosquemedíanmediometrodelargoyqueprobablementeenlasgrandesselvasdelSurhabíancortadobuennúmerodecabezas.Algunosdeaquellos hombres masticaban el buyo, compuesto de hojas de betel y denuecesdeareca,lanzandosobreelpavimentounasalivaensangrentada;otrosbebíangrandesvasosdearakodetowak,yotrosfumabanpipascargadasdeopio.

— ¡Hum!—murmuró nuestro hombre, descuartizando el perro—. ¡Vayacaras feas!NosécómoesebribóndeJamesBrookeamparaaestospicaros.

Page 71: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Debedeserungranzorroyun…

Unagudosilbido,queprocedíadelexteriorlecortólapalabra.

—¡Oh!—exclamó.

Llevósedosdedosaloslabioseimitóelsilbido.

—¡Señor!—gritóeltabernero.

—¡QueConfucioteahorque!

—¿Hallamadoelseñor?

—Silencio.Déjameenpaz…

Un indio, alto, llevando un kriss suspendido del costado derecho, entró,dirigiendoatodaspartessusnegrísimosygrandesojos.Elhombrequeestabaroyendounapatadeperro,aldescubriralreciénllegadolevantóseydijo:

—¡Kammamuri!…

Ibaadejarsusitio,cuandounarápidaseñaldelindioacompañadadeunasuplicantemiradaledetuvo.

—Estoquieredecirquehaypeligro—volvióamurmurar.

El indio, después de un segundo de vacilación, sentóse frente a él. Eltaberneroacudióenseguida.

—Unatazadetuwack.

—¿Yalgodecomer?

—Tucoleta—dijoelindio,riendo.

El chinovolvió la espalda, haciendouna feísimamueca, y se apresuró aservirunatazayunvasodetuwack.

—¿Nosespían?—preguntóenvozmuybajaelhombrequeestabafrenteaél,mientrasseguíadevorando.

Elindiohizounaseñalafirmativaconlacabeza.

Yluegodijoenvozalta:

—¡Quéapetito,señor!

—Haceveinticuatrohorasquenocomo—contestónuestrohombre,que,comoellectorhabráimaginado,eraelbravoYáñez,elinseparableamigodelTigredeMalasia.

—¿Vieneusteddemuylejos?

—DeEuropa.¡Eh,tabernerodeldiablo!,unpocodetuwack.

Page 72: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Tomedelmío—dijoKammamuri.

—Acepto,joven.Siénteseamiladoypruebeestaporquería.

El maharato no se hizo rogar y colocó su taburete junto al portugués,empezandoacomersinmáscumplimientos.

—Podemoshablar—dijoYáñezalcabodeunorato—.Nadiesospecharáquesomosamigos.¿Ossalvasteistodos?

—Todos, señor—respondió Kammamuri—. Antes que amaneciese, unahoradespuésdelamarchadeusted,abandonamoslosbosquesdelariberaynos refugiamos en un pantano. El rajá envió soldados para explorar ladesembocaduradelrío,peronologródescubrirnos.

—¿Sabesqueescapamosoportunamente?

—Mediominutomásyhabríamosvoladotodos.Porfortuna,lanocheeratanoscura,quenuestrosenemigosnovieronnadahacialaorilla.

—¿Nohabrásufridonadalaprometidadetuamo?

—Nada, señorYáñez. Auxiliado por Sambigliong, pude llevarla a tierracontodafacilidad.

—¿DóndeestáahoraSandokán?

—Aochomillasdeaquí,enunaespesaselva.

—¿Damodoqueestáseguro?

—Nolosé.Hevistoalaguardiadelrajárondarporlosalrededores.

—¡Diablo!

—Yusted,¿nocorreningúnpeligro?

— ¡Yo! ¿Quién va a ser el loco que irle tome por un pirata? ¡Yo, uneuropeo!

—Usted, sin embargo, viva prevenido, señorYáñez. El rajá debe de sermuyastuto.

—Sí,peronosotroslosomosmásqueél.

—¿NosabeustednadadeTremal-Naik?

—Nada,Kammamuri.Hepreguntadoavariaspersonas,perosinresultado.

—¡Pobreamo!—murmuróelindio.

—Losalvaremos,teloprometo—dijoYáñez—.Estamismatardepondrémanosalaobra.

—¿Quéproyectausted?

Page 73: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Tratarédeacercarmealrajáymeharéamigosuyo.

—¿Cómo?

—Meharéelborracho,fingiréquereracogotaraalguienylograréquelaguardiadelrajámedetenga.

—¿Yluego?

—Cuandome hayan arrestado, Inventaré cualquier historia amena ymedaréaconocercomounnoblelord,comounbaronet…Nosreiremosmucho.

—¿Quédeboyohacer?

—Nada. Irás en busca de Sandokán y le dirás que todo marcha bien.Además,mañanarondaráselpalaciodelrajá.Talveztenganecesidaddeti…

Elindioselevantó.

—Un momento —dijo Yáñez, sacando una bolsa bien repleta yalargándosela.

—¿Quéhagoconesto?—preguntóelIndio.

—Para ejecutarmi proyecto es preciso que no lleve encima un céntimo.Dametukriss,quenadavale,ytomaencambioelmío,quetienemuchooroymuchos diamantes. ¡Eh, tabernero del demonio, seis botellas de vino deEspaña!

—¿Quiereustedemborracharse?—preguntóelmaharato.

—Déjamehaceryyaverás.Adiós,querido…

El indio echó sobre lamesaunchelíny salió,mientrasque el portuguésdescorchabalasbotellas.

Bebiódosotresvasos,yelrestoloofrecióalosmalayosqueestabanmáspróximos, a quienes les parecía increíble haber encontrado un europeo tangeneroso.

—¡Eh, tabernero!—volvióagritarelportugués—.Tráemeotraclasedevinoyalgúnplatodelicado.

El chino, contentísimo de realizar tan buen negocio y pidiendocordialmente al buen Budha que le enviase todos los días una docena deaventureros comoaquel, sirviónuevasbotellas y un tarrito dedelicadísimosnidosdesalangana,aliñadosconaceiteysal,manjarquesólolosricospuedenpermitirse.

El portugués, aunque había comido por dos, volvió a dar trabajo a susdientesyabeberyobsequiarconvinoatodoslosreunidos.

Page 74: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Cuando acabó, el sol se había ocultado y en la taberna encendierongigantescas linternas de talco, que esparcían sobre los bebedores esablanquecina luz tangrataa loshijosdelCeleste Imperio.Sacóuncigarrillo,examinósuspistolasyselevantómurmurando:

—Vámonos,queridoYáñez.Eltaberneroarmaráunescándaloendiablado,yogritarémásqueél,acudiránlosguardiasdelrajáymellevarándetenido.ASandokánseguramentenoselehabríaocurrido,unplanmejor…

Arrojó al aire dos o tres bocanadas de humoy se dirigió tranquilamentehacialapuerta.Enelmomentodesalirsesintiósujetoporlachaqueta.

—¡Señor!—dijounavoz.

Yáñezvolvióseyseencontródelantedeltabernero.

—¿Quéquieres?—preguntófingiéndoseofendido.

—Lacuenta,señor.

—¿Quécuenta?

—Elseñornomehapagado.Medebe tres libras, sietechelinesycuatropeniques.

—Vetealdiablo.Notengouncéntimo.

Elchino,deamarilloqueera,setornócolordeceniza.

—Peroelseñormepagará—gritóagarrándosealasropasdelportugués.

—Suéltame,canalla…—rugióYáñez.

—Elseñormedebetresesterlinas,sietechelinesy…

—Ycuatropeniques,yalosé.Peronotepagaré,bribón.Déjameenpaz.

—Elseñoresunladrón.Haréquelodetengan.

—Megustaríaverlo.

—¡Auxilio!¡Detenedalladrón!—exclamóelchino.

Cuatropinchesseprecipitaronenauxiliodesuamo,armadosdecacerolas,deollasydeespumaderas.Estoeraloquedeseabaelportugués.

Cogióaltaberneroporlagarganta,lolevantóapulsoylolanzófueradelapuertaparaqueserompieralanarizcontralaspiedrasdelacalle.Luegocargósobrelospinches,repartiendoconasombrosarapideztantospuntapiésqueenmenostiempodelquesetardaencontarlo,seencontraban,unossobreotros,juntoalamo.

Enseguidaseoyóunaullidoderabia.

Page 75: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¡Socorro,compatriotas!—gritóeltabernero.

— ¡Al ladrón! ¡Al asesino! ¡Sujetadlo! ¡Matadlo! —vociferaban lospinches.

XI.Unanocheenlacárcel

Aquel grito dado por chinos en un barrio chino, tenía que producir elmismoefectoqueproduceelsonidodeungongenlascallesdeCantónodePekín.

Antesdecincominutos,doscientoshijosdelCelesteImperio,armadosdebambúes,decuchillos,depiedrasydesombrillas,hallábansereunidosantelapuertadelataberna,lanzandopenetranteschillidos.

— ¡Muera el ladrón! —gritaban los unos, esgrimiendo bastones ysombrillas.

—¡Acabemosconelblanco!—gritabanlosotros,mostrandoloscuchillos.

—¡Arrojadloalrío!

—¡Descuartizadaesesinvergüenza!

—¡Cogedlo!¡Matadlo!¡Ahogadlo!¡Quemadlo!

Los parroquianos, asustados de aquella algazara y temiendo que losapedreasen,abandonaronapresuradamentelatienda.Sóloquedóelportugués,quereíahastareventar,comosiasistieseaunadivertidísimafarsa.

—¡Bravo!, ¡magnífico!—gritaba, aunqueamartillandoalmismo tiempolaspistolasysacandoelkrissdelcinto.

Un chino que armaba más ruido que todos sus compañeros, le tiró unapiedra,peroelproyectilfueadarenungranfrascodeginebra,cuyolicorseesparcióporelsuelo.

—¡Eh,granuja!—exclamóelportugués—.Queperjudicasaltabernero.

Recogiólapiedrayselatiróalagresor,rompiéndoleundiente.

Laalgarabíaaumentóyotroschinosacudieron,algunosdeellosarmadoscon viejos arcabuces. Tres o cuatro, animados por el tabernero, intentaronpenetrar en la tienda, pero al ver las pistolas conque el portugués apuntabahacia la puerta de fuera, apresuráronse a mostrar la suela de fieltro de suszapatillas.

—¡Apedreadlo!—dijounavoz.

Page 76: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Ymitaberna?—gimióeldueñodelfigón.

—¡Apedreadlo,amigos,apedreadlo!…

Una granizada de adoquines entró en la tienda, rompiendo linternas,frascos,botellas,tarrosyvasos.

Elportugués,aldarsecuentadequeel juegocomenzabaaponerseserio,descargóalairelasdospistolas.

A los disparos contestaron desde la calle siete arcabuzazos, sin másresultadoqueaumentarlaconfusión.

Deprontoseoyeronvariasvoces:

—¡Alto!…¡Alto!…

—¡Losguardiasdelrajá!

El portugués respiró. Aquel tumulto, aquellos bastones levantados,aquelloscuchillos,aquellagranizadadepiedras,aquellosmosquetazosyaquelincesanteaumentodelaturba,empezabanainquietarle.

—Ahoraquenohaypeligroalguno,hagamosruido—sedijo.

Lanzósehaciaunamesaylavolcó,rompiendotodoslosfrascos,copasybotellasqueteníaencima.

—¡Sujetadlo!¡Sujetadlo!—decíallorandoeltabernero—.Esehombremeloestárompiendotodo.

—¡Alto!¡Altoalaguardia!—gritaronalgunos.

Abrióse lamultitudyen lapuertade la tabernaaparecierondoshombresaltos,robustos,conchaquetaycalzonesdetelablancayarmadosdesables.

—¡Atrás!—gritóelportugués,apuntándolesconunapistola.

—¡Uneuropeo!—exclamaronlosdosguardias,llenosdeasombro.

—Deciduninglés—replicóYáñez.

Losdosguardiasenvainaronlossables.

—Noqueremoshacerleningúndaño,señor—dijounodeellos—.EstamosalserviciodelrajáBrooke,compatriotadeusted.

—¿Quépretendéis?

—Librarledeestaturba.

—¿Yconducirmealacárcel?

—Esolodecidiráelrajá.

Page 77: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Mellevaréisasupresencia?

—Claro.

—Siesasí,bueno.DelrajáBrookenotengonadaquetemer.

Los guardias colocáronse uno a cada lado y desenvainaron otra vez lossablesparaprotegeralpresocontralafuriadeloschinos.

—¡Paso!—gritaron.

Los hijos del Celeste Imperio desobedecieron la intimidación. Queríancolgaraleuropeo,yaquelosguardiasnolohabíanhecho.

Sin embargo, los dos policías no se desanimaron. Repartiendo palos yvigorosospuntapiés,lograronabrirsepasoycondujeronalprisioneroporunaestrechacallejuela,jurandomataracuantoslessiguiesen.

Laamenazaprodujoexcelenteresultado.

Los chinos, después de lanzar imprecaciones contra los guardias, contraYáñezycontraelmismorajá,aquienacusabandeprotegeralosladrones,sedispersaron,dejandosoloaltaberneroyasuscuatropinches.

Sarawaknoesunaciudadmuygrande,nitienemuchascalles,asíesquelosdosguardias,enmenosdecincominutosllegaronalpequeñopalaciodelrajá,construidodemadera,comotodaslascasasdelosblancos.

Enlapartemásaltaondeabaunabandera,quealportuguésleparecióroja,comolainglesa;alapuertaestabadecentinelaunindioarmadodebayonetayfusil.

—¿Mellevaréisenseguidaapresenciadelrajá?

—Esdemasiadotarde—respondióunodelosguardias—.Elrajáduerme.

—¿Ydóndepasarélanoche?

—Lellevaremosaunahabitación.

—¡Contalquenoseaaunacueva…!

—Auncompatriotadelrajánopodemosencerrarleenunacueva.

En efecto, el portugués, después de subir una escalera, se halló en unaestancia de regulares dimensiones, con ventanas defendidas por espesascelosíasdehojasdenipa,unahamacadefilamentosdecoco,algunosmuebleseuropeosyunalámparaencendida.

— ¡Por Júpiter!—exclamó, frotándose lasmanos alegremente—.Voy adormircomounamarmota.

—¿Deseaustedalgo?—lepreguntóunodelospolicías.

Page 78: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Quemedejéisenpaz.

Unguardiasalió,peroelotrosentóse juntoa lapuerta,metiéndoseen labocaunanuezdearecaenvueltaenunahojadebetel.

Elportuguésfruncióelceño,peroprontosetranquilizó.

—Aprovecharé la ocasión para hacerle hablar, ignoromuchas cosas queindudablementeestehombresabe.

Lio un cigarrillo, lo encendió, aspiró algunas bocanadas de humo y seacercóasucarcelero,preguntándole:

—Muchacho,¿©resIndio?

—Bengalés,señor.

—¿Hacemuchoqueestásaquí?

—Dosaños.

—¿HasoídohablardeunpirataquesellamaelTigredeMalasia?

—Sí…

Yáñezreprimióungestodealegría.

—¿EsciertoqueelTigreseencuentraenestaciudad?—preguntó.

—No lo sé, pero dicen que los piratas han asaltado un barco a veinte otreintamillasdelacostayqueluegohandesembarcado.

—¿Dónde?

—Noséexactamenteelsitio,peroprontonosenteraremos.

—¿Dequémodo?

—Elrajátieneexcelentesespías.

—¿Es ciertoquehace algunosmesesnaufragóunbuque inglés junto alcaboTanjung-Datu?

—Sí.EraunbuquedeguerraprocedentedeCalcuta.

—¿Quiénacudióensuauxilio?

—Nuestrorajá,consuschoonerElRealista.

—¿Sesalvaronlostripulantes?

—Todos,inclusounindiocondenadoadeportaciónperpetua.

— ¿Un indio condenado a deportación perpetua? —exclamó Yáñez,fingiendolamayorsorpresa—.¿Quiénera?

Page 79: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Yaselohedicho,señor;unindio.

—¿Sabessunombre?

Elbengalésmeditóalgunosinstantes.

—SellamabaTremal-Naik.

—¿Yquédelitohabíacometido?—preguntóYáñez,conansiedad.

—Medijeronquehabíaasesinadoamuchosingleses.

—¡Quéinfame!¿Ydóndeestáahora?

—Encerradoenelfortín.

—¿Encuál?

—En aquel que se levanta sobre la colina. En Sarawak no haymás queuno.

—¿Tieneguarnición?

—Sí,lodefiendenlosmarinerosdelbuquenáufrago.

—¿Sonmuchos?

—Unossesenta.

Yáñezhizounmohín.

—¡Sesentahombres!—murmuró—.Y,además,dispondrándecañones…

Encendióunsegundocigarrilloyempezóapasearporelcuarto.Trasdaralgunasvueltas,setumbóenlahamaca,suplicóalcentinelaqueapagaselaluzycerrólosojos.

Aunque prisionero y con muchas preocupaciones en la cabeza, elportuguéssedurmiócomosisehallaseabordodelaPerladeLabuánoenlacabañadelTigredeMalasia.

Cuandosedespertó,unrayodesolsefiltrabaatravésdelashojasdenipaqueservíandecortina.

Miróhacialapuerta,peroelcentinelanoestabayaensupuesto.Alverlodormido,sehabíamarchado,segurodequeunprisionerodeaquellaespecienosaltaríaporlasventanas.

—Perfectamente—sedijoelportugués—.Aprovechemoslaocasión…

Dejó la hamaca, arreglóse un poco el traje, y se acercó a una de lasventanas,respirandoaplenospulmoneselairedelamañana.

Sarawak presentaba un aspecto magnífico, con sus palacetes de maderarodeadosdeverdura;sucaudalosoríosurcadoporpequeñosprahos,esbeltas

Page 80: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

piraguasyligerosbotecillos;susextrañascasitasdelbarriochino,dearqueadotecho, pintadas con colores deslumbrantes; sus cabañas de hojas de nipa,asentadassobrepalosdeconsiderablealtura;suarrabaldayakoysuscallesycallejuelasllenasdechinos,deindiosydemacasareses.

El portugués, recorrió la ciudad con rápida ojeada y fijó la vista en lacolina. Como queda dicho, elevábanse en este lugar elegantes palacios demaderahabitadosporeuropeos.Másallálevantábaseunagraciosacapillita,ynomuylejosdeella,unfuertesólidamenteconstruidoyconmuchastroneras.

Elportuguéslomiróconprofundaatención.

—AllíestáTremal-Naik—murmuró—.¿Cómolelibertaremos?…

Enaquelmomentounavozpronuncióestaspalabras:

—Señor,elrajáespera.

VolvióseYáñezyseencontrófrentealbengalés.

—¡Ah!¿Erestú?—dijo—.¿CómoestáBrooke?

—Espera,señor…

—Iréadarleunapretóndemanos.

Salierondel cuarto, subieronotra escaleray entraronenuna salita cuyasparedesdesaparecíanbajounainfinidaddearmasdetodasformasytamaños.

—Entreustedenesegabinete—dijoelbengalés.

Yáñezseestremeció.

«¿Qué lediré?—pensó—. ¡Ánimo,portugués! ¡Tienesqueentendértelasconunviejozorro!…».

Empujólapuertay,resueltamenteentróenelgabinete,enmediodelcual,ante una mesa llena de cartas geográficas, se hallaba sentado el rajá deSarawak.

XII.JamesBrooke

James Brooke, a quien Malasia entera y la marina de ambos mundosdebíanmucho,merecequeledediquemosalgunaslíneasdehistoria.

Descendíaestehombreaudaz,delafamiliadelbaróndeVynes,que,bajoelreinadodeCarlosII,fuelordmayordeLondres.Muyjovenaún,sealistóenelejércitodelaIndiaconelgradodealférez,peroheridogravementeenunarefriega contra los naturales deBorneo, tuvo poco después que presentar la

Page 81: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

dimisióndesuempleoyseretiróaCalcuta.LavidatranquilanolegustabaaljovenBrooke,hombrefríoypositivo,perodotadodeenergíaextraordinariayentusiastadelasmásarriesgadasempresas.

Una vez curado de la herida, regresó a Malasia, recorriéndola en todasdirecciones. A estos viajes debió su celebridad, que más tarde llegó a sermundial.

Muy impresionado por los horribles estragos que causaban los piratasmalayos, e indignado por la trata de los hombres de color, propúsose, noobstante los graves peligros que tal empresa encerraba, hacer segura lanavegaciónylibertaraMalasia.

James Brooke era tenacísimo en sus proyectos, Vencidos los obstáculosque su gobierno opuso a la ejecución del atrevido plan, armó un pequeñoschooner,ElRealista,yen1838zarpabaconrumboaSarawak,pueblecillodeBorneo,queentoncesnocontabamásquecon1500habitantes.Desembarcóenmomentosmuycríticos.

La población de Sarawak, instigada por los piratas malayos, habíaserebelado contra su sultán Muda-Hassin, y la guerra ardía por todas partes.Brookeofreciósubrazoalsultán,púsosealacabezadelastropasy,despuésdenumerososcombates,enmenosdeveintemesesdominólainsurrección.

Terminada la campaña, hízose a la mar contra los piratas y loscomerciantesencarnehumana.Entrenadalatripulacióndespuésdedosañosde lucha, dio principio a los combates frente a frente, a la destrucción, alexterminio,al incendio.Noesposiblecalcularelnúmerodepiratasmuertospor él, ni el de buques y de prahos echados a pique, ni el de guaridasarrasadas.Fuecruelydespiadado.

Vencida la piratería, volvió a Sarawak. El sultán Muda-Hassin,reconociendolosgrandesserviciosprestados,lenombrórajadelpueblecilloydeldistrito.

En 1857, el año en que ocurren los acontecimientos que estamosrefiriendo,JamesBrookehabía llegadoa lacumbredesugrandeza,hastaelpuntodequeconunsologesto,hacía temblarhastaal sultándeVarauni,esdecir,alsultánqueposeíaelreinomásextensoenlagranisladeBorneo.

AloírelruidoqueYáñezhizoalentrar,elrajálevantóseInmediatamente.Apesardesuscincuentaañosydelasemocionesdesuvidaagitadísima,eraunhombrefuerteyrobusto,cuyaindomableenergíarevelábaseensubrillantemirada. Algunas arrugas que surcaban su frente y numerosas canas,anunciabanqueseaproximabaunavejezprematura.

—¡Alteza!—exclamóYáñez,inclinándose.

Page 82: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Seaustedbienvenido,compatriota—contestóelrajá,devolviéndoleelsaludo.

Laacogidaerabenévola.Yáñez,quealentrarenelgabinetesintióqueelcorazónlelatíaconviolencia,setranquilizó.

—¿Quéleocurrióayer?—preguntóelrajá,despuésdeseñalarleunasilla—. Mis guardias me han contado que disparó usted dos pistoletazos. Esprecisonoirritaraloscelestiales,querido,quesonaquínumerososynoamanaloshombresblancos.

—Había hecho un viaje larguísimo,Alteza, y estabamuerto de hambre.Encontrándomeanteunatabernachinaentréacomerybeber,auncuandonollevabaunchelínenelbolsillo.

—¡Oh!—interrumpióelrajá—.¿Uncompatriotamíosinunchelín?¿Dedóndeveníaustedyquémotivosletrajeronhastaaquí?ConozcoatodoslosblancosquehabitanenmiEstado,peroaustednolehevistonunca.

—EslavezprimeraquepongolospiesenSarawak—dijoYáñez.

—¿Ydedóndeviene?

—DeLiverpool.

—Pero¿enquébarco?

—Enmiyate,Alteza.

—¡Ah!¿Poseeustedunyate?¿Quiénesusted?

—LordGilesWelkerdeGlosebum—dijoYáñezsinvacilar.

El rajá le tendió la mano, y el portugués se apresuró a estrechárselaafectuosamente.

—CelebroinfinitorecibirenmiEstadoaunlorddelanoblezadeEscocia—replicóelrajá.

—Gracias,Alteza—dijoYáñez,inclinándose.

—¿Dóndehadejadoustedelyate?

—EnladesembocaduradelPalo.

—¿Ycómohallegadohastaaquí?

—Recorriendocercadedoscientasleguasportierra,atravésdebosquesyde pantanos, alimentándome de frutas y de serpientes como un verdaderosalvaje.

Elrajálemirósorprendido.

—¿Haperdidoustedeljuicio?—lepreguntó.

Page 83: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—No,Alteza.

—¿Acasounaapuesta?

—Tampoco.

—¿Entonces?…

—Unadesgracia.

—¿Naufragóelyate?

—No, fue echado a pique a cañonazos, después queme robaron todo loquecontenía.

—Pero¿porquién?

—Porlospiratas,Alteza.

Elrajálevantósedeunsalto.

—¿Lospiratas?—exclamó—.¿Nohansidoexterminadosaún?

—Parecequeno,Alteza.

—¿Havistoustedaljefedelospiratas?

—Sí—dijoYáñez.

—¿Cómoes?

—Un hombre arrogante con cabellos negrísimos, ojos inteligentes ybronceadocutis.

—¡Esél!—exclamóelrajá,conemoción.

—¿Quién?

—ElTigredeMalasia.

—¿ElTigredeMalasia?Yaheoídootravezestenombre—replicóYáñez.

—Esunhombremuypoderoso,milord,unhombrequeposeeelvalordelleón y la ferocidad del chacal y que guía una banda de piratas que a nadieteme.Estehombreechó,hace tresdías,elanclaen ladesembocadurademirío.

—¡Quéaudacia!—interrumpióelportugués,conteniendodifícilmenteunestremecimiento—.¿YVuestraAltezaloatacó?

—Sí, loataquéy loderroté.Pero lavictoriamecostócara,puesalversesitiado,trasunaluchaobstinadísimaenlaquemurieronsetentasoldadosmíos,prendiófuegoalpañoldelapólvorayvolósubuque,alavezqueunodelosnuestros.

Page 84: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Demodoquemurió?

—Lodudo,milord.Hehechobuscarsucadáver,peronohasidoposibleencontrarlo. Sospecho que está refugiado en los bosques con gran parte decompañeros.

—¿Sepropondráasaltarlaciudad?

—Es hombre capaz de Intentar el golpe, pero no me sorprenderá. Hedispuesto que tropas dayakas que me son adictas, y algunos indios de miguardia,vayanavisitarlaselva.

—VuestraAltezahacebien.

—Lomismocreo,milord—dijoelrajá,riendo—.Pero,continúeustedsurelato.¿CómoleatacóelTigredeMalasia?

—DosdíasantesdejéVarauni,poniendolaproahaciaelcaboSirik.AntesdevolveraBataviayluegoalaIndia,teníaintencióndevisitarlasprincipalesciudadesdeBorneo.

—¿Hacíaustedelviajederecreo?

—Sí,Alteza.Llevabaenelmaroncemeses.

—Prosiga,milord.

—Aloscurecerdeltercerdía,elyateanclabajuntoaladesembocaduradelrío Palo. Hice queme condujeran a tierra y me interné en la selva, con laesperanzademataruntigreounadocenadetucanes.Yallevabadoshorasdecamino,cuandooíuncañonazo,despuésotro,enseguidauntercero,yalfinunestrépitocontinuo.

»Asustado,volvícorriendohacialacosta.Erademasiadotarde.Lospiratashabían abordado mi yate, después de asesinar o hacer prisioneros a lostripulantes,yestabansaqueándolo.

»Permanecí oculto, hasta que mi barco se fue a pique y los piratas sealejaron;luego,meprecipitéhacialaplaya.Novimásquecadáveres,quelaresaca estrellaba contra los escollos, maderos flotantes y la extremidad delpalomayor,quesobresalíamediopiedelagua.

»Todalanochelapasédandovueltasyvueltasjuntoaladesembocaduradel río, llamando inútilmente amis pobresmarineros.Cuando amaneciómepuse en marcha, siguiendo la costa, atravesando selvas, pantanos y ríos, yalimentándome con frutas y con los pájaros que me proporcionaba micarabina.

»En Sendang vendí mi arma y mi reloj, la única riqueza que poseía, ydescansé cuarenta y ocho horas. Compré vestidos nuevos a un colono

Page 85: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

holandés,unpardepistolasyunkriss,volvíaponermeencaminoy lleguéaquí,hambriento,cansadoy,porañadidura,sinunchelín.

—¿Yahoraquépiensaustedhacer?

—En Madras tengo un hermano y en Escocia posesiones y castillos.EscribirépidiendoalgunosmilesdelibrasesterlinasyenelprimerbarcoquetoqueaquísaldréparaInglaterra.

—Lord Welker —dijo el rajá—, pongo mi casa y mi bolsillo a sudisposición,yharécuantoestéenmimanoparaevitarqueseaburraduranteeltiempoquepermanezcaenmiEstado.

UnrelámpagodealegríabrillóenlacaradeYáñez.

—Alteza…—balbució,fingiendoturbación.

—Loquehagoporusted,milord,loharíaporcualquiercompatriotamío.

—¿Cómopodrédemostrarmiagradecimiento?

—SialgúndíavoyaEscocia,yamepagaráusted.

—MiscastillosestaránsiempreabiertosaVuestraAltezayasusamigos…

—Gracias,milord—interrumpióelrajá,riendo.

Tocóunacampanilla.Sepresentóunindio.

—Esteseñoresamigomío—dijoelrajá,señalandoalportugués—.Pongoasudisposiciónmicasa,mifortuna,miscaballosymisarmas.

—Estábien,señor—respondióelindio.

—¿Dóndequiereustedirahora,milord?—preguntóelpríncipe.

—Pasearéun ratopor la ciudady, siVuestraAltezame lopermite, daréunavueltaporlosbosques.Soymuyaficionadoalacaza.

—¿Quiereustedcomerconmigo?

—Haréloposibleporllegaratiempo,Alteza.

—Pandif,acompáñaloasuhabitación.

AlargólamanoaYáñez,queselaestrechóvigorosamente,diciéndole:

—GraciasportodocuantoenobsequiomíohaceVuestraAlteza.

—Hastalavista,milord.

Elportuguéssaliódelgabinete,precedidoporelindio,yentróenelcuartoqueleestabadestinado.

—Puedes retirarte —dijo al criado—. Si necesito tus servicios ya te

Page 86: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

llamaré.

Cuandosequedósolo,Yáñezrecorriólaestanciaconunamirada.

Eraunapiezaamplia,alambradapordosventanasqueseabríanfrentealacolina,tapizadaconbellísimatunghoayamuebladaconlujo.Habíaenellaunbuen lecho, unvelador, varias sillas de ligerísimobambú,vasos chinos, unamagníficalámparadorada,procedente,sinduda,deEuropa,yarmasindiasymalayas.

—Muybien—murmuróelportugués, frotándose lasmanos—.MiamigoBrookemetratacomosifueraunverdaderolord.Yaverás,querido,quiéneslordWelker.¡Peroprudencia,Yáñez,prudencia!Tienesquehabértelasconunzorroviejo…

Enaquelinstanteunagudosilbidoresonóenlaparteexterior.Elportuguésseestremeció.

—¡Kammamuri!—dijo—.¡Quéimprudencia!

XIII.Bajolosbosques

Cerróconpestillolapuertayasomósealaventana.Acuarentapasosdelpalacio,bajolafrescasombradeunacolosalpalmera,hallábaseelmaharato,apoyadoenun largobambúarmadodeagudapuntadehierroenelextremoprobablemente envenenada. No sin sorpresa, el portugués vio junto a él uncaballo cargado con dos grandes cestos de nipa, llenos hasta los bordes defrutasdetodaespecieydepanesdesagú.

—Elmuchachoesmásprudentedeloqueyocreía—murmuróYáñez—.Pareceunproveedordelosmineros…

Liouncigarrilloy loencendió.ElresplandordelacerillaatrajoalpuntolasmiradasdeKammamuri.

—El chico me ha visto —se dijo el portugués—, pero no se mueve.Comprendequehayquemostrarprudencia…

Lehizounaseñaconlamano,y luegoseretiróde laventanayabrióuncajoncitodelvelador.Enélencontrópliegosdepapel,plumasyunabolsabienrepletaque,altocarla,despidióunsonidometálico.

—MiamigoBrookehapensadoentodo—exclamóYáñez,riendo—.Aquíhayflamantesesterlinas…

Cogió un pliego, lo partió por la mitad y escribió con menudísimos

Page 87: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

caracteres:

«Sécautoymirabienatualrededor.Espérameenlatabernadelchino».

Enrollóel trozodepapelyde lapareddescolgóunbastóncilíndrico,deduramadera,hueco,yrematadoenunodelosextremosporunhierrodelanza.Eraunsumpitan,especiedecerbatana,quemedíacercademetroymediodelargo y con la cual los dayakos lanzan a sesenta pasos y con precisiónextraordinaria,flechasimpregnadasenelvenenosísimojugodeupus.

«Aúntendréhabilidad»,pensó,examinandoelarma.

Sacóunaflechadeveintecentímetrosdelarga,envolvióenellaelpliegoescrito y la hizo entrar en la cerbatana. Un fuerte soplido bastó para quellegasehastaelmaharato,elcualseapresuróarecogerlayaleerelpapel.

—Y ahora salgamos—dijo Yáñez, cuando observó que Kammamuri sealejaba.

Echósealhombrounfusildedoscañonesysedirigióhacialapuerta.Elcentinelalesaludórespetuosamente.

Recorriendo calles y callejuelas, bordeando chozas junto a las cualesdormitabanperrosycerdosysaltabanmonos,desprendiendouninsoportableolor,llegó,enmenosdeuncuartodehora,alataberna,encuyapuertaestabaatadoelcaballodelmaharato.

—Preparemos las esterlinas —dijo el portugués—. Es de esperar unaborrascosaescena.

Miróalataberna.Enunángulo,sentadoanteunplatodearroz,hallábaseKammamuri; tras el mostrador, con gafas de cuarzo ahumado, veíase altabernero, entretenido en escribir en un libromuy grande con un pincel derespetablealtura.Elchinoocupábaseenarreglarlascuentas.

—¡Hola!—exclamóelportugués,entrando.

Eltabernero,aloír lavoz, levantólacabeza.Verlo,ponerseenpiedeunbrinco y lanzarse contra él, empuñando fieramente su monstruosa plumamojadaentintachina,todofueuno.

—¡Bribón!—gritó.

Elportuguésledetuvo.

—Vengo a pagarte—le dijo, tirando sobre lamesa un puñado de librasesterlinas.

—¡JustoBudha!—exclamóelchino,precipitándosesobrelasmonedas—.¡Ocholibras!Pidomilperdonesalseñor…

Page 88: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Bien,tráemeunabotelladevinodeEspaña.

El tabernerosirvió labotella,quepusoanteYáñez, luegoseacercóaungongcolgadoenlapuertayempezóagolpearlofuriosamente.

—¿Quéhaces?—lepreguntóelportugués.

—Salvaralseñor—contestóelchino—.Sinoadvirtieseamisamigosqueelseñormehapagado,noséloquedentrodealgunosdíasleocurriría.

Yáñezechósobrelamesaotrasdiezlibrasesterlinas.

—AvisaatusamigosquelordWelkerlesinvitaabeber—dijo.

—¡Elseñoresunpríncipe!—gritóelchino.

—Déjamesolo…

El hijo amarillo recogió las esterlinas y corrió en busca de suscompatriotas, que, llenos de sobresalto por aquellos precipitados golpes,acudíandetodaspartes,armadosdebambúesydecuchillos.

YáñezsentósefrenteaKammamuriydescorchólabotella.

—¿Quénoticiastienesquecomunicarme,querido?—preguntó.

—Malas,señorYáñez—contestóelindio.

—¿CorreSandokánalgúnpeligro?

—Porahorano,perodeunmomentoaotropuedeserdescubiertoguardiasy dayakos recorren las selvas. Ayer me detuvieron y me interrogaron; estamañanamehaocurridolomismo.

—¿Yquédijiste?

—Que era un proveedor de losmineros de Poma. Para engañarmejor aestosespías,meheproporcionadouncaballoyunoscestos.

—Eresastuto,Kammamuri.¿DóndeestáSandokán?¿Losabes?

—A seis millas de aquí, acampado junto a una aldea en ruinas. Estáfortificándose,temiendounataque.

—Iremosabuscarlo.

—¿Cuándo?

—Tanprontocomovaciemosestabotella.

—¿Hayalgunanovedad?

—Hesabidodóndeestátuamo.

Elmaharatodiounbrinco,locodealegría.

Page 89: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Dónde?¿Dónde?—preguntóconansiedad.

—Enelfortíndelaciudad,custodiadoporsetentamarinerosingleses.

El maharato se dejó caer en el banquillo, presa del más profundodesaliento.

—Losalvaremos,Kammamuri—dijoYáñez.

—¿Pronto?

—Cuando podamos.Voy a buscar a Sandokán para ponerme de acuerdoconélacercadelproyecto.

—Gracias,señor,gracias.

—Déjatedeagradecimientosybebe…

Elindioapuróelvaso.

—¿Quiereustedquenosvayamos?

—Ahora mismo —replicó Yáñez, arrojando algunos chelines sobre lamesa.

—Le advierto que el camino es largo y penoso y que para burlar a losespíashabránecesidaddealargarlomásaún.

—Yonotengoprisa.Lehedichoalrajáquevoydecaza.

—¿Sehahechoustedamigosuyo?

—Sí.

—¿Cómolohaconseguido?

—Mientrasandamostelocontaré.

Salieron de la taberna. El portugués marchó delante. Detrás ibaKammamuri,llevandoelcaballodelabrida.

—¡VivalordWelker!—gritóunavoz.

— ¡Viva el lord! ¡Viva el generoso blanco! —añadieron otras muchasvoces.

Volvióse Yáñez y vio al tabernero rodeado de una turba de chinos, convasosenlamano.

—¡Adiós,muchachos!—contestó.

—¡Vivaelgenerosolord!—exclamaronacoroloscelestiales,levantandoychocandolosvasos.

Abandonaronelbarrio,atravesandopormediodemontonesdepiezasde

Page 90: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

seda,decajasde tédeverlasclases,deabanicos,desombrillas,desillasdebambú, de linternasmicroscópicas y gigantescas, de armas, de amuletos, devestidos,de sandaliasyde todaclasedegénerosprocedentesde lospuertosdelCelesteImperio,yentraronenelbarriomalayo,quenoeramuydistintodeldayako,aunquesíalgomássucioymaloliente.

Alfinllegaronalosbosques.

—Ande usted con precaución —dijo Kammamuri al portugués—. Estamañanahevistoalgunasserpientesyhuellasdetigre.

—ConozcolasselvasdeBorneo—respondióYáñez—.Pormínotemas.

—¿HaestadoUstedaquíotrasveces?

—No,peroherecorridoconfrecuencialosbosquesdelreinodeVarauni.

—¿Peleando?

—Enmuchasocasiones.

—¿EraenemigosuyoelsultándeVarauni?

—Enemigoencarnizado.Odiabaa lospiratasdeMompracem,porqueentodoslosencuentrosvencieronasuflota.

—Dígame,señorYáñez,¿fuesiemprepirataelTigredeMalasia?

—No, hijo mío. En otro tiempo era un poderoso rajá del Borneoseptentrional,perounambicioso ingléshizoque las tropasy lapoblaciónserebelasen contra él y lo destronó, después de asesinar a sus padres y a sushermanos.

—¿Yviveaúneseinglés?

—Sí.

—¿Ynolohacastigado?

—Esmuyfuerte.Sinembargo,elTigredeMalasianohamuertotodavía.

—¿CómoestáustedasociadoaSandokán,señorYáñez?

—No estoy asociado a él, Kammamuri; fui hecho prisionero cuandonavegabaconrumboaLabuán.

—¿Sandokánnomataalosprisioneros?

—No, muchacho; el Tigre se mostró siempre feroz con sus másencarnizadosenemigos,perogenerosísimoconlosdemásyespecialmenteconlasmujeres.

—¿Yaustedletratósiemprebien,señorYáñez?

Page 91: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Mequierelomismoqueaunhermanooquizámás.

—CuandoTremal-Naikestéenlibertad,¿volveráustedaMompracem?

—Esprobable,Kammamuri.Cuandointentasofocarsudolor,elTigredeMalasiasufrecrisistremendas.

—¿Quédolor?

—EldehaberperdidoaMarianaGuillonk.

—¿Laqueríamucho?

—Hastalalocura.

—Resultaextrañoqueunhombretanterribleseenamorase.

—Yparacolmo,deUnainglesa—añadióYáñez.

—¿NohasabidoustednadadeltíodeMariana?

—Hastaahora,nada.

—¿Estaráaquí?

—Pudieraser.

—¿Letemeusted?

—Talvez…

—¡Alto!—gritóalguienenaquelinstante.

YáñezyKammamurisedetuvieron.

XIV.Narcóticosyvenenos

Dos hombres habían aparecido repentinamente tras un cetting, arbustotrepador,cuyojugoestanvenenosoqueenpocosinstantespuedemataraunbuey.Unodeelloseraun indio,alto,delgado,nervioso,vestidodeblancoyarmadode larga carabina con incrustaciones de plata; el otro, un dayakodemiembros cargados con anillos de hojalata y perlas de Venecia, y dientesennegrecidos por el cálido jugo del siuka. Un ciawat, pedazo de tela dealgodón, cubría sus costados y en la cabeza lucía un pañuelo rojo, pero encambio llevaba en la cintura un verdadero arsenal: la terrible cerbatana conflechas impregnadas de upas; el formidable parang, pesado sable de anchahoja, empleado para decapitar a los enemigos, y el lazo que saben emplearmejor tal vez que los thugs indios; tampoco faltaba el kriss de envenenadapunta.

Page 92: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¡Alto!—repitióelindio,adelantándose.

El portugués hizo una ligera seña a Kammamuri y avanzó, con el dedopuestoenelgatillodelfusil.

—¿Quéquieresyquiéneres?—preguntóalIndio.

—SoyguardiadelrajádeSarawak—contestóelinterpelado—.¿Ytú?

—LordGilesWelker,amigodeJamesBrooke,elrajá.

Elindioyeldayakopresentaronarmas.

—Milord,¿estáesehombreasuservicio?—exclamóelindio,señalandoaKammamuri.

—No—contestóYáñez—.Loheencontradoenlaselvaycomoelpobreteníamiedodelostigresmehasuplicadoqueledejeseguirme.

—¿Adóndevas?—preguntóelindioalmaharato.

—Ya tedije estamañanaque soyproveedorde losminerosdePoma—dijoKammamuri—.¿Porquévuelvesapreguntármelo?

—Porqueelrajáloordena.

—Dileaturajáquesoyunodesusmásfielessúbditos.

—Pasa…

El indio alcanzó a Yáñez, que seguía andando, en tanto que los espíasvolvíanaocultarsetraselarbusto.

— ¿Qué piensa usted de esos hombres, señor Yáñez? —preguntó elmaharato,despuésdeasegurarsequenopodíanoírleniverle.

—Puesqueelrajáestanastutocomounazorra.

—¿Nosapartamosdelasenda?

—Apartémonos,Kammamuri.Esosdosespíaspodríanconcebirsospechasyseguirnos.

—Borremosnuestrashuellas…

Kammamuri abandonó el estrecho sendero que hasta entonces habíarecorridoyseapartóalaizquierda,seguidodelportuguésydelcaballo.Muyprontolamarchasehizodificilísima.Millaresymiliaresdeárboles,derechoslosunosy retorcidos losotros,ymultituddeplantas trepadorasenlazábansehastaelpuntodeimpedirel|paso.

Por todas partes elevábanse colosales árboles del alcanfor, que diezhombres no habrían logrado abrazar; palmas sacaríferas que cuando se lespractica una incisión, dan un licor azucarado y embriagador; otras palmas

Page 93: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

enormes que se doblegan bajo el peso de sus dátiles, que forman grandesracimos;bellísimosmangos,tanaltoscomocerezos,cuyafruta,deltamañodeunanaranja,es lamásgustosay lamásdelicadaqueseconoce;yarecasdeanchísimas hojas, «uncaria», «cambir», «isonandra gutta» y «giunta wan»,plantasestastresúltimasqueproducenelcaucho.

Y como si todo esto no bastara a hacer el camino impracticable,desmesurados rotas —que en Borneo ocupan el lugar de lianas y de«nepentes»—,corríandeuntroncoaotro,formandoverdaderasredesqueelmaharatoyelportuguésseveíanobligadosacortaragolpesdekriss.

Anduvieron media milla, describiendo grandes curvas, saltando sobreárboles caídos, arrancando matorrales, tronchando raíces. Al fin llegaron albordedeuncanaldeaguacorrompida.Kammamuricogióunaramaymidiólaprofundidad.

—Dospies—dijo—.Subaustedacaballo,señorYáñez.

—¿Paraqué?

—Nosmeteremosenelcanaly^marcharemosunratoporél.Silosespíasnossiguen,noencontraránnuestrashuellas.

—Eresprevenido,Kammamuri.

Elportuguésmontóacaballoyelmaharatoalagrupa.Elanimal,despuésdevacilarunpoco,semetióenelagua,quedespedíaunhedorinsoportable,yconmuchadificultadavanzóporelcauce.

Cuando recorrió unos ochocientos pasos, volvió a la orilla. Yáñez y sucompañeroapeáronseysetendieronenelsueloconlaorejaapoyadaentierra.

—Nooigonada—exclamóKammamuri.

—Tampocoyo.¿Estámuylejoselcampamento?

—Porlomenosmillaymedia.Debemosapretarelpaso,señorYáñez.

Una veredita, abierta por el paso de los animales, desaparecía en laespesurade laselva.Losdospiratas lasiguieron.Mediahoradespués,otrosdos hombres levantáronse tras unos brezos e intimaron a los viajeros adetenerse.Kammamurilanzóunsilbido.

—Adelante—contestaronloscentinelas.

Eran dos piratas de Mompracem, armados hasta los dientes. Al ver aYáñez,dejaronescaparungritodealegría.

—¡Capitán!—exclamaron,corriendoasuencuentro.

—Buenosdías,muchachos—dijoelportugués.

Page 94: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Lecreíamosmuerto,capitán.

—Los tigresdeMompracem,hijosmíos, tienen lapieldura;¿dóndeestáSandokán?

—Atrescientospasosdeaquí.

—Tenedcuidado,amigos.Enelbosquehayespíasdelrajá.

—Losabemos;ayermatamosuno.

—Bravo,muchachos…

El portugués y el indio redoblaron el paso y muy pronto llegaron alcampamentolevantadojuntoaunkampongenruinas.Delaaldea,queenotrotiempotuvonumerososhabitantes,noquedabaintactamásqueunachozadehojasdenipa,asentadasobrepalosquemedíancercadetreintapiesdealtura,paraponerlaacubiertodelostigresytambiéndelosasaltosdeloshombres.

Los piratas estaban reconstruyendo las demás cabañas y plantando unaempalizadamuysólidaparadefendersedeunposibleataquedelastropasdelrajá.

—¿DóndeestáSandokán?—preguntóYáñez,entrandoenelcampamentoenmediodelasaclamacionesdetodalabanda.

—Allí,enlacabañaaérea—contestóunpirata—.¿Haysoldadosdelrajáenelbosque?

—Loquehedichoa loscentinelasos lo repetiréavosotros,muchachos.Estadenguardia,quelosespíasrondan.

—¡Quéseatrevanaasomarporaquí!—gritóunmalayo,empuñandounpesado«parangilang»—.Los tigresdeMompracemnotemena lossabuesosdelrajá.

—CapitánYáñez—dijootro—,siencontráramosaalgunosdeesosespías,les enteraríamos de que hemos acampado aquí. Hace cinco días que noluchamosylasarmasempiezanaenmohecerse.

—Dentrodepoco tendréis trabajo,hijosmíos—replicóYáñez—.Yomeencargodeenviarosgente.

—¡VivaelcapitánYáñez!—gritaronlostigres.

—¡Eh,hermano!—exclamóunavozdesdeloalto.

El portugués alzó los ojos y vio a Sandokán, de pie en la pequeñaplataformadelacabañaaérea.

—¿Quéhacesahí?—lepreguntóYáñez,riendo—.Parecesungorriónenlaramadeunárbol.

Page 95: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Sube.Tengoquecomunicartealgoimportante.

—Enseguida…

El portugués se dirigió hacia un elevado mástil que presentaba algunascortadurasyconsorprendenteagilidadllegóalaplataformadelacabaña.Unavezallíseencontróenungraveapuro.Elpisoeradebambúes,perodistantesunos de otrosmás de un palmo, demodo que los pies del pobreYáñez noencontrabanpuntodeapoyo.

—¡Estoesunaratonera!—exclamó.

—Construccióndayaka,hermanomío—respondióSandokán,riendo.

—¿Cómotienenlospiesestossalvajes?

—Tal vez más pequeños que los nuestros. ¡Un poco de equilibrio,caramba!

El portugués, vacilando y saltando de bambú en bambú, llegó hasta lachoza.

Estaerabastantegrandeyse©hallabadivididaen tresdepartamentosdecincopiesdealturayotros tantosdelargo;formabanelpavimentobambúesseparadosunosdeotrosvarioscentímetros,perocubiertosconesteras.

—¿Quétetraeporaquí?—preguntóSandokán.

—Muchasnovedades,hermano—contestóYáñez,sentándose—.Peroantetodo,dime,¿dóndeestálapobreAda,quenolahevistoenelcampamento?

—Estelugarnoesmuyseguro,Yáñez.Laguardiadelrajápuedeatacarnosdeunmomentoaotro.

—Comprendo;latienesocultaenalgúnlugar.

—Sí.Yáñez.Heordenadoquelallevenalacosta.

—¿Quiénestáconella?

—Doshombresdetodamiconfianza.

—¿Sigueloca?

—Sí.

—¡Pobremuchacha!

—¡Securará,yoteloaseguro!

—¿Cuándo?

—CuandoseencuentreanteTremal-Naik,experimentaráunaemocióntanviolenta,quesepondrábiendeltodo.

Page 96: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Creeseso?

—Estoyseguro.

—¡Ojaláserealicentusesperanzas!

—Dime,Yáñez,¿quéhashechoenSarawakduranteestosdías?

—Muchascosas.Helogradohacermeamigodelrajá.

—¿Cómo?Explícate,hermano.

El portugués, en pocas palabras, le informó de cuanto había ocurrido.Sandokánleescuchóatentamente,sininterrumpirle.

—De modo que eres amigo del rajá —dijo, cuando Yáñez terminó suhistoria.

Amigoíntimo,hermano.

—¿Habráconcebidosospechas?

—Nolocreo,perosabequeestásaquí.

—Hayqueapresurarsea liberaraTremal-Naik.¡Ah,sipudieraalmismotiempoaplastarparasiempreaesemalditoBrooke!

—Dejaenpazalrajá,Sandokán.

—Fuemuycruelconnuestroshermanos.Daríamisangrecontaldevengaralosmillaresdemalayosasesinadosporesehombreimplacable.

—Tencuidado,nodisponemosmásquedesetentahombres…

UnsiniestrorelámpagobrillóenlosojosdelTigredeMalasia.

—Túsabes,Yáñez,detodoloquesoycapaz—exclamó—.Túconocesmipasado.

—Lo sé, Sandokán. Sé que has desafiado la ira de los reinos y de losimperioseuropeos.Perolaprudencianuncaestádemás.

—Bien,seréprudente;mecontentaréconlibertaraTremal-Naik.

—Queesalgomásdifícildeloqueparece.

—¿Porqué?

—Enelfortínhaysetentahombresblancosyalgunoscañones.Yatelohedicho.

—¿Yquésignificansetentahombres?

—Espera,hermano.Meolvidabadecirtequeel fortínsehallamuycercadelaciudad.Alprimercañonazotendrásdelantealosblancosydetrásalas

Page 97: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

tropasdelrajá…

Sandokánmordióseloslabios.

—Sinembargo,hayquesalvarlo—dijo.

—¿Quémedioemplearemos?

—Nosvaldremosdelaastucia.

—¿Tienesalgúnplan?

—Creoquehedadoconlasolución.

—Habla.

—SoydeBorneo y, comomis compatriotas,me han atraído siempre losvenenos.Conunasolagotasemataaunhombreporfuertequesea;conotragota se le adormece. Yo conseguiré que le den por muerto o le haréenloquecer.Elveneno,comoves,esunarmaterrible.

—RecuerdoquedurantenuestraresidenciaenJavateocupastemuchodetóxicos.Yenciertaocasiónunnarcóticomuyactivotesalvódelahorca.

—Puesahoramisestudiosymisinvestigacionescomienzanaproducirsufruto.

Metió la mano en el bolsillo de la chaqueta y sacó una cajita de piel,herméticamentecerrada.Laabrióymostróalportuguésdiezodocefrasquitosmicroscópicosllenosdelíquidosblancos,verdososynegros.

— ¡Por Júpiter! —exclamó Yáñez—. Disponemos de un formidablesurtido.

—No es todo esto—replicó Sandokán, abriendo una segunda cajita quecontenía píldoras pequeñísimas que despedían un penetrante olor—. Aquítienesmásvenenos.

—¿Quépretendeshacerconesoslíquidosyesaspíldoras?

—Escúchame con atención, Yáñez. Me has asegurado que Tremal-Naikestáencerradoenlafortaleza.

—Escierto.

—¿Podrásentrarenellapidiendopermisoalrajá?

—Creoquesí.Aunamigonoseleniegaunfavortaninsignificante.

—Bien,irásymanifestarásdeseosdaveralprisionero.

—Ycuandolohayavisto,¿quéhago?

Sandokánsacódelasegundacajitatrespíldorasnegrasyselaspusoenla

Page 98: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

mano.

—Estas pastillas contienen un veneno que nomata; pero que paraliza lavidadurantetreintayseishoras.

—Ahoracomprendotuproyecto.OrdenaréaTremal-Naikquetragueuna.

—Oladisuelveseneljarrodelagua.Elprisioneronodaráseñalesdevida,supondrán que ha muerto y lo enterrarán. Luego, por la noche, iremos adesenterrarlo.

—Elproyectoesmagnífico,hermano—exclamóelportugués.

—¿Intentaráselgolpe?Yavesquenocorrespeligro.Sinotepermitieranlaentradasobornasacualquieradelossoldados.¿Tienesdinero?

Yáñezdesabrochóselachaquetayelchaleco,abrióselacamisaydejóveruncintobienrepleto.

—Llevodieciséisdiamantesque,entotal,valenunmillón.

—Si quieresmás, habla.Mi cinturón encierra el doble que el tuyo y enBataviatenemosorosuficienteparacomprartodalaescuadradePortugal.

—Yaséquenonosfaltadinero.Peroporahoramebastaconmisdieciséisdiamantes.

—Esconde las píldoras y los dos frasquitos —dijo el Tigre—. Uno, elverde, contiene un narcótico que no suspende la vida, pero que adormeceprofundamenteporespaciodedocehoras;elotro,elrosa,encierrauntóxicoquematasindejarhuella.Talvezpuedanserteútiles…

El portugués guardóse lo que el otro le entregaba, echóse el fusil a laespaldayselevantó.

—¿Temarchas?

—Sarawakestálejos,hermano.

—¿Cuándopiensasdarelgolpe?

—Mañana.

—¿MecomunicarásenseguidaelresultadopormediodeKammamuri?

—Nodejarédehacerlo.Adiós,hermano.

Bajóporlapeligrosaescala,saludóalosbandidosynuevamenteinternóseenlaselva,tratandodeorientarse.Llevabarecorridosseiscientososetecientosmetroscuandoelmaharatolealcanzó.

—¿Haynovedades?—lepreguntóelportugués,deteniéndose.

—Unaygrave,señorYáñez—contestóelindio—.Unpirataqueacabade

Page 99: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

llegar le ha dicho alTigre que a tresmillas de aquímovíase unapartida dedayakosmandadosporunancianodeblancapiel.

—Silaencuentroledesearébuenviaje.

—Espereusted—añadióKammamuri—.ElpirataañadióqueelviejoseparecíaalhombrequehajuradoahorcarlesalTigreyausted.

—¡LordJamesGuillonk!,exclamóYáñez,palideciendo.

—Sí,señor;esehombreseparecíaaltíodelamujerdeSandokán.

—¡Imposible!…¡Imposible!…¿Quiénlehavisto?

—ElmalayoSambigliong.

— ¡Sambigliong!… —balbució Yáñez—. Ese hombre nos acompañócuandoraptamosalasobrinadelordJames,y,silamemorianomeengaña,élmismofuequienhizofrenteaGuillonkcuandoyameibaapartirelcráneo.¡Estoyenungravepeligro!

—¿Porqué?—preguntóelmaharato.

—Si mi enemigo se halla en Sarawak, estoy perdido. Me verá, mereconocerá,aunquehayanpasadocercadecincoañosdesdelaúltimavezquenosencontramos,yharáquemeprendanymecuelguen.

—Peroelmalayonohadichoqueaquelancianofueraellord.Sóloaseguraqueseparecíaaél.

—¿TehaenviadoSandokánconesteencargo?

—Sí,señorYáñez.

—Puesveydilequeestaréenguardia,peroqueéltratedeapoderasedelviejo. Adiós, Kammamuri; mañana temprano te espero en la taberna delchino…

Elportugués,llenodezozobra,púsosedenuevoenmarcha,mirandoasualrededor,temerosodeencontrarseanteelviejo.

Afortunadamente la gigantesca selva estaba solitaria. Sólo de vez encuandorompíanelsilenciolosgritosdelosargos—magníficosfaisanesquerevoloteabanacentenares—,elgritonomenosagudodelascacatúasnegrasyelroncodelosmonosdelarganariz.

Elportuguéscaminódurantecincohoras,congrandesprecauciones,entreespesosmatorrales, ya torciendo a la derecha, ya a la izquierda.No llegó aSarawakhastaelatardecer,rendidoporlafatigayhambrientocomounlobo.Calculandoqueerayademasiadotardeparapresentarseacomerconelrajá,dirigiósealatabernachina.

Page 100: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Despuésdehacerunaabundantecomidaydevaciarunascuantasbotellas,volvió al palacio.Antes de entrar, preguntó al centinela si había llegado unancianoeuropeo,peroobtuvounarespuestanegativa.

Elrajásehabíaretiradoasushabitacionesalgunashorasantes.

—Mejor —murmuró Yáñez—. Un cazador que vuelve sin caza podríaalarmaraunviejotanastuto.

Encendióeltrigésimocigarrilloy,despuésdecolocarlaspistolasyelkrissbajolaalmohada,sefueadormir.

XV.Tremal-Naik

Apesardesucansancio,elbuenportuguésnopudocerrarlosojosentodalanoche.Laimagendelviejoqueibaalfrentedeunabandadedayakosyquetanto se parecía al tío de la esposa delTigre permanecía fija en sumente yllenábaleelalmadegrandeszozobras.

En vano hacía esfuerzos por tranquilizarse, repitiéndose que tal vez elmalayo se hubiera equivocado; que el lord estaba seguramente muy lejos,acasoenJava,quizásenlaIndiayquiénsabesienInglaterra.Parecíaleoírlavoz de aquel hombre en el inmediato corredor; parecíale sentir sus pasos;acercándoseasuestancia,parecíaleescucharchoquedeaceros.

Variasveces,nopudiendodominarlainquietud,saltódellechoyabriólaventana;yvariasveces seacercóa lapuertade lahabitación, temiendoquehubieseallícentinelasparaimpedirlelafuga.Porfin,alamanecer,sedurmióunpardehoras.

Despertósealoírlosecosdeungonggolpeandoenlacalle.

Se levantó, sevistió,cogiódospistolascortasydirigiósea lapuerta.Enaquelmismomomentogolpearonestaporlapartedefuera.

—¿Quiénes?—preguntóconansiedad.

—Elrajáesperaalseñorensugabinete—contestóunavoz.

A Yáñez le corrió un estremecimiento por todos los huesos. Abrió yencontróseanteunindio.

—¿Estásoloelrajá?—dijo,conlosdientesapretados.

—Solo,milord—respondióelindio.

—¿Quéquiere?

Page 101: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Esperaalseñorparatomarelté.

—Voy en seguida —replicó Yáñez, encaminándose al gabinete delpríncipe.

Elrajáhallábasesentadoanteunamesitaenlacualseveíaunserviciodetédeplata.AlentrarYáñez,levantóseconunasonrisaenloslabiosyletendiólamano.

—Buenosdías,milord—exclamó—.Ayervolvióustedmuytarde.

—PerdónemeVuestraAltezasifaltéalahoradelacomida,peronoesmíalaculpa—dijoYáñez,yatranquilo.

—¿Quélesucedióausted?

—Meextraviéenmediodelbosque.

—Y,sinembargo,llevabaustedguía.

—¿Guía?

—MedijeronqueleacompañabaUnindioquepasaporproveedordelosminerosdePoma.

—¿QuiénlehadichoesoaVuestraAlteza?—preguntóYáñez,haciendounextraordinarioesfuerzoparaconservarlaserenidad.

—Misespías,milord.

—VuestraAltezatienegentelistaasuservicio.

—Esocreo—replicóelrajá,sonriendo—.¿Encontróustedaesehombre?

—Sí,Alteza.

—¿Hastadóndeleacompañó?

—Hastaunpueblecitodedayakos.

—¿Adivinaustedquiéneraaquelindividuo?

—¿Quién?—preguntóYáñez,pronunciandoconesfuerzoestapalabra.

—Unpirata—dijoelrajá.

—¿Unpirata?…Imposible,Alteza.

—Seloaseguroausted.

—¿Ycómonointentóasesinarme?

—LospiratasdeMompracemalgunasvecessemuestrangenerosos,comosujefe.

—¿EsgenerosoelTigredeMalasia?

Page 102: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Eso dicen.Me han referido que en diversas ocasiones regaló enormesdiamantesapobresdiablosalosquepocoanteshabíaheridoasablazos.

—Entoncesresultaunpirataoriginal.

—Esvalienteygenerosoalmismotiempo.

—¿PeroVuestraAlteza está seguro de que el indio formase parte de labandadeMompracem?

—Segurísimo, porque mis espías lo vieron hablar con los piratas queacaudillaelTigredeMalasia.Peronovolveráahablarconellos.Aestahorahabrácaídoenmanosdemigente.

En aquelmomento oyéronse en la calle gritos agudos y luego un fuertegolpedegong.

Yáñez, agitadísimo, precipitóse hacia la ventana para ver lo que ocurría,peroantetodoparaocultarsuemoción.

— ¡Por Júpiter! —exclamé con voz entrecortada y palideciendo—.¡Kammamuri!

—¿Quépasa?—preguntóelrajá.

—Aquítraenalindio,Alteza—replicótranquilamente.

—Nomehabíaequivocado.

Inclinósesobreelalféizarymiró.

Cuatroguardias,armadoshastalosdientes,conducíanaKammamuri,quemarchaba fuertemente atado por los brazos con sólidas fibras de rota. Elprisioneronooponíaresistencia;parecíaaterrado.Andabadespacioymirabaalamultituddedayakos,chinosymalayosqueleseguíangritando.

—¡Pobrehombre!—exclamóelportugués.

—¿Locompadeceusted,milord?—preguntóelrajá,asombrado.

—Unpoco,loconfieso.

—Sinembargo,eseindioesunpirata.

—Lo sé, pero conmigo se portó muy bien. ¿Qué piensa hacer con élVuestraAlteza?

—Primerotratarédehacerlehablar.Si logroaveriguardóndeseocultaelTigredeMalasia…

—¿LeatacaráVuestraAlteza?

—Reuniréamiguardiayleatacaré.

Page 103: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Ysielprisioneroseobstinaennohablar?

—Ordenaréqueloahorquen—dijofríamenteelrajá.

—¡Pobrediablo!

—Todoslospiratasacabarándelmismomodo,milord.

—¿CuándolointerrogaráVuestraAlteza?

—Hoynopodré,porquetengoquerecibiraunembajadorholandés,peromañana,queestarédesocupado,hablaréconél.

EnlosojosdeYáñezbrillóunrelámpago.

—Alteza—dijo,despuésdeunmomentodevacilación—.¿Podréasistiralinterrogatorio?

—Silodesea…

—Gracias,Alteza.

El rajá tocóunacampanilladeplataqueestabasobre lamesa.Unchino,vestidodeamarillaseda,conunacoletaquemedíamásdeunmetrodelargo,entró,llevandounateteradeporcelanadeMing,llenadeté.

—Esperoquenoledesagradaráaustedestabebida—dijoelrajá.

—Dejaríadeseringlés—contestóYáñez,sonriendo.

Tomaronvariastazasdeldeliciosolíquidoyluegoselevantaron.

—¿Adóndepiensaustedirhoy,milord?—preguntóJamesBrooke.

—A visitar los alrededores de la ciudad —respondió Yáñez—. Hedescubiertounfortíny,convuestropermiso,lovisitaré.

—Allíencontraráustedcompatriotas,milord.

—¡Compatriotas!—repitióelportugués,fingiendocompletaignorancia.

—Recogidos por mí hace algunas semanas, cuando estaban a punto demorirahogados.

—¿Demodoquesonnáufragos?

—Ustedlohadicho.

—¿Yquéhacenenelfuerte?

—Esperanlallegadadeunanave.Entretantoguardanaunthugindioquetengoallíencerrado.

—¿Cómo?¿Unthug?¿Unthugindio?—exclamóYáñez—.¡Oh,querríaveraunodeesosterriblesestranguladores!

Page 104: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Lodeseausted?

—Ardientemente.

Elrajácogióunahojadepapel,trazóenellaalgunaslíneas,y,despuésdeplegarlaalargóselaalportugués,queseapresuróatomarla.

—Entréguesela al teniente Churchill —dijo el rajá—. Él le enseñará althugy,siaustedleplace,leacompañaráavisitarelfortín,queenrealidadnotienemuchoquever.

—Gracias,Alteza.

—¿Comeráustedconmigoestatarde?

—Seloprometo.

—Pueshastalavista,milord.

Yáñez,quedeseabasalircuantoantesdelgabinete,sedirigióasucuarto.

—Razonemos,Yáñez—murmuró,cuandoseencontrósolo—.Setratadedarungrangolpesinserdescubierto.

Encendióuncigarrilloyseasomóalaventana,sumiéndoseenprofundospensamientos.

Allípermaneciódurantediezodoceminutos,inmóvilyconlosojosenelfortín,arrugandodecuandoencuandoelentrecejo.

—¡Vaya!—exclamédepronto—.MiqueridoBrooke,elbuenodeYáñezte prepara una jugarreta que, si todo resulta como está calculado, serálindísima.¡PorJúpiter!…Sandokánquedarácontentodesuhermanoeuropeo.

Acercósealamesa,cogióplumayuntrocitodepapelyescribió:

Tu fiel Kammamuri me envía para salvarte. Tremal-Naik, sí quieres serlibreyverdenuevoatuAda,tomaalmediarlanoche,laspíldorasqueaquíencontrarás;aserposible,nolohagasniantesnidespués.

Yáñez,amigodeKammamuri.

Envolviólasdospíldorasenelpapelyocultóeste,hechounabolita,enelbolsillodelachaqueta.

—Mañana los ingleses le darán por muerto y cuando llegue la tarde leenterrarán—murmuró,frotándoselasmanos—.ParaavisaralTigreenviaréaKammamuri.¡Ah,queridoJamesBrooke,todavíanosabestúdeloquesomoscapaceslostigresdeMompracem!

Cubrióseconunsombrerodepaja,secolocóenlacinturasukrissysaliódelcuarto,bajandolentamentelaescalera.

Page 105: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Alatravesarunpasillo,vio,anteunapuerta,aunindioarmadodecarabinayconlabayonetacalada.

—¿Quéhacesaquí?—preguntóelportugués.

—Estoydeguardia—contestóelcentinela.

—¿Aquiénguardas?

—Alpiratadetenidoayer.

—Muchocuidado,noseteescape.Espeligroso.

—Tengolosojosmuyabiertos,milord.

—Bravo,muchacho.

Le saludó con la mano, bajó la escalera y salió a la calle. Una irónicasonrisavagabaporsuslabios.Susojossefijaronenseguidaenlacolinaqueseelevabafrenteaélyencuyacumbre,entreelverdeoscurodelosárboles,sedestacabalablanquecinaformadelfortín.

—Ánimo,Yáñez—murmuró—.Haymuchoquehacer.

Atravesólaciudad,invadidapornumerosaturbadesoberbiosdayakos,dehorribles malayos y de coletudos chinos que gritaban en todos los tonosvendiendo fruta, armas, vestidos y juguetes deCantón, y siguió un estrechosendero,sombreadoporaltísimasarecas,queconducíaalfuerte.

Amitad de camino encontró a dos marineros Ingleses que bajaban a laciudad, tal vez para recibir órdenes del rajá o acaso para averiguar si en ladesembocaduradelríohabíaancladoalgúnbarco.

—¡Hola,amigos!—dijoYáñez, saludándolos—.¿Estáarribael tenienteChurchill?

—Lehemosdejadofumandoenlapuertadelfortín—contestóunodelosmarineros.

—Gracias.

Siguióadelantey,despuésdeunlargorodeo,desembocóenunaplazamuyamplia, en medio de la cual se elevaba la pequeña fortaleza. En la puerta,apoyadoenelfusil,vioaunsoldadoinglésquemasticabaunahojadetabaco;apocospasos,tendidoenmediodelahierba,fumabauntenientedemarina,deelevadaestatura.Yáñezsedetuvo.

—¡Uneuropeo!—exclamóeloficial.

—Yquevienebuscándoleausted—dijoelportugués.

—¿Amí?

Page 106: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Sí,señor.

—¿Quédesea?

—TraigounacartaparaeltenienteChurchill.

—EltenienteChurchillsoyyo,señor—replicóelmarino,levantándoseysaliendoasuencuentro.

Yáñez sacó la cartadel rajáy se la alargóal inglés, el cual la abrióy laleyólentamente.

—Estoyasusórdenes,milord—dijoeltenientedespuésdeleerla.

—Quisieraveralthug.

—Loqueusteddesee.

—Acompáñeme,pues.Siemprehetenidoganasdeconoceraunodeesosterriblesestranguladores.

Eltenienteguardóselapipaenelbolsilloyentróenelfortín,seguidodeYáñez, que sonreía. Atravesaron un pequeño patio en medio del cual seenmohecían cuatro cañonesviejos, y se internaron en el edificio, construidoconfuertesmaderasde teca,capacesde resistira lasbalasdelcalibreseisyaunlasdelocho.

—Hemos llegado—dijo Churchill, deteniéndose ante una sólida puertacerrada—.Ahídentroestáelthug.

—¿Estranquilooferoz?

—Mansocomountigredomesticado—dijoelinglés,sonriendo.

—Entoncesesinútilentrarconarmas.

—Nonoshahechodañonunca,pero,sinembargo,nopaseustedsinsuspistolas.

Descorrió losdoscerrojosyabrióconprecaución lapuerta,asomando lacabeza.

—Duerme—dijo—.Entremos,milord.

Yáñez experimentó un estremecimiento, no porque sintiera miedo delestrangulador,sinoportemoraqueestelodelatase.Elindio,enefecto,podíarechazarelbilleteylosgránulosydescubrírselotodoaltenienteChurchill.

«Ánimo—sedijo—,yanoeshoraderetroceder».

Atravesóelumbralyentró.Encontróseenunapequeñaceldaconparedesde madera de teca, y alumbrada por un ventanillo protegido por férreosbarrotes.

Page 107: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Enunodelosángulos,tumbadoenunlechodehojassecasyenvueltoenuna corta túnica de seda, estaba Tremal-Naik, el amo de Kammamuri, elprometidodeAda.

Eraunarroganteindio,decincopiesyseispulgadasdealto.Supechoeraanchoyrobusto,susbrazosypiernasmusculosos,ysusfaccionesorgullosasycorrectas. Yáñez, que había visto chinos, malayos, javaneses, africanos,macasaresesytagalos,norecordabahaberencontradoningúnhombredecolortanbelloytanvigoroso.ÚnicamenteSandokánpodíasuperarle.

Elprisionerodormía,perosusueñonoeratranquilo.Supechosedilataba,su amplia frente se contraía, sus labios temblaban y sus manos, pequeñascomo lasdeunamujer, seabríanycerrabancomosiquisierancogeralgoytriturarlo.

—¡Guapomozo!—comentóYáñez.

—¡Silencio!Habla…—murmuróelteniente.

Roncaspalabrasseescapabandeloslabiosdelindio.

—¡Mía!…—dijo.

Unavenaquelesurcabalafrentesehinchódepronto.

—¡Suyodhana!—musitóelindio,conacentodeodio.

—¡Tremal-Naik!—exclamóeloficialinglés.

Aloírestenombre,elprisioneroseestremeció,saltócomountigreyfijóenelmarinosusojos,quefulgurabancuallosdeunaserpiente.

—¿Quéocurre?—preguntó.

—Unseñorquiereverte.

El indiomiróaYáñez,quesemanteníaaalgunospasosdedistancia.Ensuslabiossedibujóunadesdeñosasonrisaquepusoaldescubiertosusdientes,blancoscomoelnácar.

—¿Soyacasoalgunafiera?—preguntó—.Que…

De pronto se detuvo.Yáñez, que permanecía detrás del teniente, le hizounarápidaseñal.Elindio,comprendió,sinduda,quesehallabaenpresenciadeunamigo,ysiguiólacomedia.

—¿Cómoteencuentrasaquí?—ledijoelportugués.

—Comopuedeencontrarseunhombrequenacióyvivióenmediode laselva—contestóTremal-Naik,contristeza.

—¿Esciertoqueeresunthug?

Page 108: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—No.

—Sinembargo,hasestranguladoamuchaspersonas.

—Esverdad,peronosoythug.

—¡Mientes!…

Tremal-Naik irguióse, con los ojos fulgurantes, pero una señal delportuguésletranquilizó.

—Si me permites que te levante la túnica, veré si llevas el tatuaje quedistinguealosthugs.

—Levántalatú—dijoTremal-Naik.

—Noseacerque,milord—exclamóelteniente.

—Notengoarmas—dijoelindio—.Simuevounbrazodisparasobremítusdospistolas.

Yáñezseacercóallechodehojasyseinclinósobreelpreso.

—Kammamuri—murmuróconcasiininteligiblevoz.

Un relámpago brilló en los ojos del indio. Con un rápido movimientoalzóselatúnicayrecogióelpapelqueconteníalaspíldorasyqueelportuguéshabíadejadocaer.

— ¿Ha visto usted el tatuaje? —preguntó el oficial inglés, que porprecauciónteníaunapistolaamartillada.

—No—respondióYáñez,incorporándose.

—¿Demodoquenoesthug?

—¿Quiénpuedeasegurarlo?Los thugs, tienen tatuajesenmuchaspartesdelcuerpo.

—Yonolostengo—interrumpióTremal-Naik.

—¿Cuántotiempollevaestehombreaquí?—preguntóYáñezalteniente.

—Cercadedosmeses,milord.

—¿Adóndelellevarán?

—AcualquierpenitenciaríadeAustralia.

—¡Pobrediablo!Sigamos,teniente…

Elmarinoabriólapuerta.YáñezaprovechóaquelmomentoparavolverseyhaceraTremal-Naikunaúltimaseñaquesignificaba:«obedece».

—¿Quiereustedvisitarelfuerte?—preguntóeloficial,despuésdecerrar

Page 109: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

lapuertaydecorrerloscerrojos.

—Creoquenotienenadadeparticular—respondióelportugués—.Hastaquenosvolvamosaverencasadelrajá,caballero.

—Hastaentonces,milord.

XVI.LaliberacióndeKammamuri

Mientras Yáñez preparaba la salvación de Tremal-Naik, el pobreKammamuri, sintiendo mil temores y mil angustias, imaginaba multitud deproyectos para salir de la prisión. No temía ser ahorcado o fusilado comocualquier pirata vulgar; temía que lo sometiesen a algún espantoso suplicioqueleobligaseaconfesarlotodo,comprometiendoauntiempolavidadesuamo, la de la infelizAda, la del Tigre deMalasia, la deYáñez y la de losvalientespiratasdeMompracem.

Apenas lo encerraron intentó saltar por la ventana, pero la encontródefendida por sólidos barrotes de hierro, imposibles de romper sin unapoderosa lima o sin una maza; luego pretendió perforar el pavimento,esperandocaerenuncuartodeshabitado,perodespuésdedestrozarselasuñassevioobligadoarenunciaralaempresa.Porúltimopensóestrangularalindioque le servía la comida, pero cuando se hallaba a punto de realizar supropósito,otroindioacudióenauxiliodesucompañero.

Viendolainutilidaddesusesfuerzos,retiróseaUnángulodelaestancia,resuelto a morir antes que probar la comida, que podía contener algúnmisterioso narcótico y resuelto también a dejarse arrancar la carne trozo atrozoantesdepronunciarunasolapalabra.

Transcurrierondiezhoras sinqueel indio semoviese.Yael sol sehabíaocultado tras breve crepúsculo y las nieblas invadían la estancia, cuando unapagado silbido y un ligero golpe llegaron a sus oídos. Levantósesilenciosamente, dirigiendo a su alrededor una indagadora mirada y prestóatención. Sólo oyó los roncos gritos de los dayakos y de los malayos quecruzabanporlaplaza.

Acercósealaventanaymiróatravésdeloshierros.Alolejos,juntoaunagigantescapaimásacaríferaqueproyectabasusombrasobregranpartedelaplaza, vio a un hombre cubierto con amplio sombrero y que llevaba en lamanounaespeciedebastón.Alprimergolpedevistaloconoció.

—SeñorYáñez—murmuró.

Sacóunbrazoehizoalgunosmovimientos.Elportuguéslevantólasmanos

Page 110: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

ycontestóconvariasseñas.

—Mehacomprendido—dijoKammamuri.

Apartóse de la ventana y se dirigió a la pared opuesta. La observóatentamente,luegoseinclinóyrecogióunaflecha,encuyaextremidadestabasujetountrozodepapel.

—Aquí dentro está mi salvación—dijo—. Por lo visto, el señor Yáñezmanejabienlacerbatana…

Abriólacartayencontrólasdospildorillasnegras,quedespedíanunolorparticular.

—¿Venenoonarcótico?—sedijo—.Porlacartalosabré.

Acercósealaventanay,conlamayoratención,leyólassiguienteslíneas:

Todo marcha bien. Si no ocurren acontecimientos imprevistos, Tremal-Naik sehallarámañana en libertad.Laspildoritasque te envío, disueltas enagua,adormeceninstantáneamente.Buscaelmediodealetargaratuguardiánydehuir.Mañanaamediodíateesperocercadelfortín.

Yáñez.

—¡Buenapersona!—murmuróelindio,conmovido—.Piensaentodo.

Apoyóseenloshierrosdelaventanaymeditó.Unligerogolpedadoenlapuertaledistrajodesuspensamientos.

Acercóse rápidamente, pero sinhacer ruido, aunamesa sobre la cual seveían,juntoaunplatodearrozyotrodefruta,dosgrandesvasosdetuwack,yechóenunounadelaspíldoras,quesedisolvióinmediatamente.

—¿Quiénes?—preguntóluego.

—Guardiadelrajá—contestóunavoz.

Lapuertaseabrióyunindioarmadoconlargacimitarrayunapistolaconincrustacionesdemadreperla,entróconprecaución.Enunamanollevabaunalinternadetalcosemejantealasqueusanloschinosyenlaotraunacestadeprovisiones.

—¿No tieneshambre?—preguntóleelguardia,alver llenos losvasoseintactalafrutayelplato.

Elmaharato,envezderesponder,ledirigióunatorvamirada.

—Animo, amigo —continuó el guardia—. El rajá es clemente y no teahorcará.

—Peromeenvenenará—dijoKammamuri,confingidoterror.

Page 111: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Dequémodo?

—Conlacomidayconlabebidaquemeda.

—¿Poresonohasprobadonada?

—Claro.

—Notienesrazón.

—¿Porqué?

—Porquenieltuwack,nielarroz,nilafrutaestánenvenenados.

—¿Hasprobadoeselicor?

—No.¿Quieresquelohaga?

Kammamuricogiólacopadondehabíadisueltolapíldoradelportuguésyselaofrecióalcarcelero.

—Bebe—ledijo.

Elindiollevóselacopaaloslabiosybebióbuenapartedelcontenido.

—Pero…—exclamó,balbuciente—.¿Quéhanmezcladoaestetuwack?

—Nolosé—dijoelmaharato,queloobservabaatentamente.

—Sientoqueunasacudida…extrañaagita…misbrazos.¡Ah!Lacabezamedavueltas,mefaltanlasfuerzas,noveo,meparece…

No acabó la frase. Vaciló como si estuviese herido enmitad del pecho,levantólasmanos,cerrólosojosycayóalsuelo,quedandoinmóvil.

Kammamuri,dandounsalto,selanzósobreélylearrebatólapistolaylacimitarra.

Luegoacercósealapuertayprestóoído.

Temía que el ruido producido por el indio al caer atrajese a la guardia.Afortunadamente,nadaseoíaenelcorredor.

—Mehesalvado—dijo,respirando—.Dentrodediezminutosestaréfueradelaciudad.

Despojóalindiodeloscalzonescortos,lachaquetaylafajayenunabrirycerrar de ojos se vistió. Anudóse a la cabeza un pañuelo, de forma que leocultaba parte del rostro, ciñóse la cimitarra y colocó en el cinturón unapistola.

—Pasaréporunguardiadelrajá—murmuró.

Abriólapuertasinhacerruido,avanzóporelcorredor,queestabadesiertoyaoscuras,bajólaescaleray,pasandorápidamentejuntoalcentinela,salióa

Page 112: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

laplaza.

—¿Erestú,Labuck?—preguntóunavoz.

—Sí—contestó Kammamuri, sin detenerse, temeroso de ser reconocidoporelqueleinterrogaba.

—QueSivateproteja.

—Gracias,amigo.

Elmaharato, conveloz paso, ojosmuy abiertos y oído atento,marchabapegado a losmuros de las casas, ocultándose cuando en el fondode algunacalleocallejueladescubríaacualquierpersona.

Alcabodediezminutosencontróseenlafaldadelacolinaencuyacimaselevantabaelfortín.Sedetuvoyprestóatención.

De la parte del río elevábanse monótonas canciones entonadas por losbatelerosmalayosydayakos;delbarriochinollegabanagudosecosdeunyo—especie de flauta con seis agujeros— y las dulces notas de un kine,instrumentosemejantealaguitarra,concuerdasdeseda.

Delaplaza,dondesehallabaelpalaciodelrajá,nollegabarumoralguno.

—Estoyasalvo—murmuróelindio,despuésdeescucharbrevesinstantes—.Todavíanohandescubiertomifuga.

Internóseenlosbosquesdealtísimosmangos,debellísimaspalmerasyde«cettings».

Unasveces saltandodeun árbol aotro con la agilidaddeunmonoparaborrarlashuellas,otrasmetiéndose,conelmismoobjeto,enlospantanosdenegras y pútridas aguas, y en ocasiones atravesando por medio de losmatorrales, llegó en menos de una hora a distancia de Un tiro de fósil delfuerte.

Trepóaunárbolenormedesdedondepodíaveracuantaspersonassubíanybajabanporlacolinayesperópacientementelallegadadelportugués.

La noche transcurrió sin incidentes. A las cuatro de la mañana el solapareciódeprontoenelhorizonte,iluminandoalmismotiempoelrío,quesedeslizaba entre fértiles campiñas y enmarañadas selvas, la ciudad y lasplantacionesquelarodeaban.

Desde su observatorio, el maharato vio, algunas horas después, a dosblancosquesalíandelafortalezayatodocorrerselanzabanporelsendero.

—¿Quésucederá?—sedijoKammamuri—.Paracorrerdeesemodoespreciso que en la fortaleza haya ocurrido algo grave. ¡Por Siva! ¿Habránavisadomifugaaestoshombres?

Page 113: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Ocultóseenmediodelfollajeyesperó.

Unahoradespués,losdosinglesesvolvíanalfortínseguidosdeunoficialdelaguardiaydeuneuropeovestidodeblancoquellevabaunacajitanegra.

— ¿Será un médico? —preguntóse Kammamuri, palideciendo—. ¿Sehabrá puesto alguien enfermo? ¿Será mi amo?… ¡Señor Yáñez, por favor,deseprisa!

Dejósecaeratierrayseencaminóhaciaelsendero,resueltoapreguntaralprimeroquesepresentase.Afortunadamentedieronlasdoce,luegolauna,lasdosylastres,sinqueniguardiasnimarinerospasaranporallí.

Alascinco,aproximadamente,unhombreconampliosombrerodepajayun par de pistolas en el cinto, apareció en una revuelta del camino.Kammamurileconocióenseguida.

—¡SeñorYáñez!—exclamó.

Elportugués,quecaminabamuydespacio,mirandoatentamenteaderechae izquierda, como si buscase a alguien, se detuvo. Al ver a Kammamuriapresuró el paso, y cuando estuvo a su lado le empujó hacia un espesomatorral,diciéndole:

—Sialgúnguardiatedescubre,tecuelgan.Hayqueserprudente,querido.

—¿Ocurrealgograveenelfortín,señorYáñez?—preguntóelmaharato—.Tuveunasospechaydejéelescondrijo.

—¿Unasospecha?…¿Cuál?

—Quemiamopuedeestarmuriéndose.Hevistoentraraunblancoymeparecequeeramédico.

—Esverdad;tuamohapuestoenmovimientoalossoldadosdelfuerte.

—¿Miamo?…¿Demodoquemiamoestáahí?

—Sí,hijomío.

—¿Yestáenfermo?

—Hamuerto.

—¡Muerto!—exclamóelmaharato,vacilando.

—Noteasustes,chiquillo.Lesuponenmuerto,perovive.

—¡Ah,señorYáñez!,quésustomehadadousted.¿Lehaproporcionadoalgúnnarcótico?

—Lehe dado unas píldoras que suspenden la vida durante treinta y seishoras.

Page 114: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Ylesuponenmuerto?

—Esoes.

—¿Cómonosarreglaremosparasalvarlo?

Estatarde,sinomeequivoco,leenterrarán.

—Comprendo—dijoelmaharato—.Entoncesnosotrosledesenterraremosylopondremosenseguro.

—Hasadivinado,querido.

—Pero¿dóndelollevarán?

—Yalosabremos.

—¿Dequémodo?

—Alsalirdelfuertelesseguiremos.

—¿Cuándodaremoselgolpe?

—Estanoche.

—¿Nosotrosdos?

—TúySandokán.

—Entoncesdeboavisarlo.

—Claro.

—¿Yporquénovieneusted?

—Nopuedo.

—¿Quenopuede?

—No.

—¿Quiénseloimpide?

—Estanocheelrajácelebraunbaileenhonordelembajadorholandésy,comocomprenderás,nopodríafaltarsininfundirsospechas.

—¡Ah!—exclaméelindio,volviendolacabezahaciaelfortín.

—¿Quéocurre?

—Delafortalezasalenalgunoshombres.

—¡PorJúpiter!…

Apartóconlasmanosvariasramasdelaenmarañadaespesuraymiróhacialacumbredelacolina.

Page 115: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Habíansalidodoshombresconduciendoahombros,enunaparihuela,uncuerpohumanoenvueltoenunaespeciedehamaca.Trasellosmarchabandosmarineros,armadosdepicosyazadones,yunaguardiadelrajá.

—Preparémonosapartir—dijoYáñez.

— ¿Qué camino seguirán? —preguntó Kammamuri, con profundaansiedad.

—Bajanlapendientedelladoopuesto.

—¿Iránaenterrarloenelcementerio?

—Nolosé.Demoslavueltaalbosque,peroprocuranohacerruido.

Salierondelmatorralyseocultaronbajoelboscajequecubríacasitodalacolina. Saltando por encima de troncos derribados, arrancando brezos ycortando largas raíces, rodearon el fuerte y llegaron a la vertiente opuesta.Yáñezsedetuvo.

—¿Dóndeestán?—preguntó.

—Ahílostieneusted—dijoelmaharato.

En efecto, el grupo de hombres se hallaba a la vista. Bajaba por unaveredita que conducía a una explanada ceñida de árboles soberbios. En elcentro, rodeado por una empalizada muy baja, veíase un espacio lleno depiedrasydetablas.

—Esedebedeserelcementerio—dijoYáñez.

—¿Sedirigenhaciaallí?—preguntóKammamuri.

—Sí.

—Metranquilizo,señorYáñez.Temíaquearrojasenalríoamipobreamo.

—Tambiénamímeasaltóelmismotemor.

—¿Nosacercamos?

—Esinútil.Latierrareciénmovidanosindicarádóndelohansepultado.

—¿Deboirmeya?

—Esperaunpoco…

Los marineros entraron en el cementerio y se detuvieron en el centro,dejandoenelsueloaTremal-Naik.Yáñezlesviodarvueltasdurantealgunosmomentos, como si buscaran algo; luego, uno de ellos empuñó la azada yempezóacavar.

—Loenterraránahí—dijoelportuguésalmaharato.

Page 116: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Ynocorrepeligrodemorirasfixiado?—preguntóelindio.

—No,Ahora ve en busca de Sandokán y dile que reúna sus tropas, quevengaaquíyquedesentierreatuseñor.—¿Yluego?

—Volverás al bosque y mañana vendré a buscarte. Entonces podremosabandonarparasiempreestoslugares.Anda,dateprisa.

Elindionoaguardóaqueselorepitiera.Empuñólapistolaconlarapidezdeunaardillaydesaparecióbajolosárboles.

XVII.Yáñezcogidoenlatrampa

Cerca de las diez de la noche, Yáñez regresó a Sarawak y se quedósorprendidodel extraordinariomovimiento que reinaba en todos los barrios.Por todas partes pasaban y repasaban grupos de chinos en traje de gala,dayakos, malayos, macasareses, javaneses y tagalos, gritando, riendo,tropezandolosunosconlosotrosydirigiéndosetodoshacialaplazoletadondesealzabaelpalaciodelrajá.Sinduda,sehabíanolidolafiestaquesupríncipecelebraba y corrían en masa, seguros de divertirse y hasta de beber algopermaneciendoenlaplaza.

—Bueno —murmuró el portugués, frotándose las manos—. Sandokánpodrápasarjuntoalaciudadsinservistopornadie.Miqueridopríncipe,nosayudasmuybien.

Al cabo de cinco minutos llegó a la plaza. Innumerables antorchas deresina ardían aquí y allá, iluminando fantásticamente las casas, los altos ymagníficosárbolesyelpalaciodel rajá,queaparecía rodeadoporunadoblefiladeguardias.

Una considerable turba, en parte alegre y en parte embriagada, seaglomeraba en aquel espacio, lanzando endiablados gritos, mezclándose yconfundiéndose.LoshonradosciudadanosdeSarawak,al sonde laorquestaquetocabaenlossalonesdelpalacio,bailabanfuriosamente,chocandocontralascasasocontralosárbolesyrompiendolafiladeguardias,queenmásdeunaocasióntuvieronqueecharmanoalasarmas.

—Llegounpocotarde—dijoYáñez,riendo—.Elpríncipeestaráinquietopormí.

Diose a conocer a la guardia, subió la escalera y entró en su habitaciónparaarreglarse.

— ¿Se divierten? —preguntó al indio que el rajá había puesto a sus

Page 117: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

órdenes.

—Mucho,milord—contestóelinterpelado.

—¿Quiénessonlosinvitados?

—Europeos,malayos,dayakosychinos.

—¡Buenamezcla!Noseránecesarioquemeponga trajenegro;además,nolotengo.

Cepillóse los vestidos, se echó en el bolsillo una pequeña pistola, y sedirigióalasaladelbaile,encuyoumbralsedetuvo,convivasorpresapintadaenelrostro.

Lasalanoeragrande,peroelrajálahabíahechodecorarcongusto.

Numerosas lámparas de bronce pendían del artesonado, esparciendo luzeléctrica;grandesespejosdeVeneciaadornaban lasparedes;esterasdayakasde brillantes colores cubrían el suelo y sobre los veladores veíanse anchosvasos de porcelana de China, que encerraban peonías rojas y soberbiasmagnoliasqueperfumabanelambiente.

Los invitados no pasaban de cincuenta; pero ¡qué trajes y qué tipos tandiversos!Había cuatro europeosvestidosdeblanco, quince chinos cubiertosde seda, con cráneos tan relucientes que parecían de marfil; diez o docemalayosdepielverdeoscura;cincooseisjefesdayakosconsusesposas,másbien desnudas que vestidas, pero adornadas con brazaletes y collares dedientes de tigre. Formaban el resto, maeasareses, tagalos y javaneses, quegesticulabancomoposeídosyquevoceabancomolocosfuriososcadavezquela orquesta china, formada por cuatro tocadores de pienekia—instrumentocompuesto de dieciséis piedras negras— y veinte flautistas, dejaba oír unamarchaimposibledebailar.

—¿Quéfiestaesesta?—sedijoYáñez,riendo—.SilapresenciaseunodenuestrosseñoresdeEuropa,apostaríacienesterlinascontraunpeniqueaqueledabadospuntapiésaSuAltezaBrookeyaladiabólicaorquesta.

Despuésdeambulóentrelagente.

—Aquísedivierte lagente—ledijoal rajá,queestabahablandoconunchino.

— ¡Ah! —exclamó el príncipe, volviéndose hacia él—. ¿Usted aquí,milord?Yahacemásdedoshorasqueleespero.

—Hedadounpaseohastaelfortínyalvolvermeextravié.

—¿Haasistidoustedalosfuneralesdelprisionero?

—No,Alteza.Lasceremoniasfúnebresnomehacengracia.

Page 118: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Legustaaustedestafiesta?

—Meparecealgoconfusa.

—Querido,estamosenSarawak.Loschinos,losmalayosylosdayakosnosabenportarsemejor.Baileconalgunamujerdayaka.

—Conestamúsicaresultaimposible,Alteza.

—Tienerazón—dijoelrajá,riendo.

Enaquel instante, juntoa lapuerta,dejóseoírungrito,que fueahogadoporlaalgarabíaquereinabaenlasala.

Elrajásevolvióbruscamenteyalavezqueél,Yáñez.

ApenastuvierontiempodeveraunindividuodeSargabarbagris,elcualretrocedióenelacto.

—¿Quéocurre?—preguntóelrajá.

Algunas personas se dirigieron hacia la puerta, pero, en seguida,retrocedieron.

—Espéremeaquí,milord—dijoJamesBrooke.

Yáñeznosemovió.

Aquel grito le llegóhasta el fondodel alma.Ligera palidez le cubrió deprontoelrostro,ysusfacciones,ordinariamentetranquilas,sealteraron.

—¡Quégrito!—murmuróalfin—.¿Dóndeloheoído?…¿Ocurriríaunacatástrofeahoraquetodovatanbien?

Metióselamanoenelbolsillodelpantalónyamartillólapistola,resueltoaservirsedeellaencasonecesario.

En aquel momento volvió a entrar el rajá. Yáñez notó la arruga quesurcabasufrente.Estremecióseysuinquietudaumento.

—Buena, Alteza —dijo, haciendo un esfuerzo para aparecer sereno—.¿Quéhasucedido?

—Nada,milord—respondióelrajá,conindiferencia.

—Peroesegrito…—insistióelportugués.

—Lolanzóunamigomío.

—¿Porquémotivo?

—Porquesesintióenfermo.

—Sinembargo…

Page 119: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Qué?

—Queelgritonoeradedolor.

—Se equivoca usted… Vaya, invite a alguna dama dayaka y baile unapolka.

Elrajálevolviólaespaldaytrabóconversaciónconunodelosinvitados.Yáñezpermanecióenelmismositio,dirigiéndoleunainquietamirada.

—Haygatoencerrado—murmuró.

Hizocomoquesealejabayfueasentarsetrasungrupodemalayos.DesdeallínotóqueJamesBrookedirigíaunamiradaasualrededor,comosibuscaseaalguien.Yáñezvolvióaestremecerse.

—Mebusca—dijo—.Puesmira,miqueridoBrooke, te jugaréunamalapasadaantesquetúamí.

Levantóse,dioalgunasvueltasporelsalónyluegosedetuvoadospasosdelapuerta.Juntoaellapermanecíaunesclavodelrajá.Elportuguéslehizoseñasparaqueseacercase.

—¿Quiéneraelhombreque,hacepoco,dioungrito?—lepreguntó.

—Unamigodelrajá—contestóelindio.

—¿Sunombre?

—Loignoro,milord.

—¿Dóndeestáahora?

—Enelgabinetedelrajá.

—¿Estáenfermo?

—Nolosé.

—¿Puedoentraravisitarlo?

—No,milord.Alapuertadelaestanciahaydoscentinelasconordendenodejarquepasenadie.

—¿Esinglésesehombre?

—Sí.

—¿DesdecuándosehallaenSarawak?

Elindiomeditó,rascándoselacabeza.

—Llegó inmediatamente después del combate librado en ladesembocadura—dijoalcabodeunrato.

Page 120: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿ContraelTigredeMalasia?

—Sí,milord.

—¿EsenemigodelTigre?

—Debedeserlo,pueslehaestadopersiguiendoporlosbosques.

—Gracias,amigo—dijoYáñez,deslizándoleunarupiaenlamano.

Saliódelasalaysedirigióasuhabitación.Marchabapálidoypensativo.

Unavezdentro,cerrólapuerta,descolgódelaparedunpardepistolasyunkriss con la punta envenenada, y, abriendo la ventana, inclinóse sobre elalféizar.

Unadoblefiladeindios,armadosdefusiles,rodeabaelpalacio.

Enlaplaza,doscientasotrescientaspersonasbailabandesordenadamente,lanzandosalvajesgritos.

—Por aquí es imposible huir —murmuró Yáñez—. Sin embargo, deboirmecuantoantes.Presientoqueseavecinaunpeligrograveyque…

Detúvoserepentinamente.

—Aquelgrito…—añadió,volviendoapalidecer—.Sí,debióde lanzarlolordGuillonk,nuestroenemigo…Sambigliongaseguróquelehabíavistoalacabezadeunapartidadedayakos,enlaselvadondeseocultóSandokán…Esél,nohaydudaqueesél…

Dirigiósehacialamesayempuñóunapistola,diciendo:

—Yáñeznomataráal tíodeMarianaGuillonk,perodefenderásupropiavida.

Acercósealapuertaydescorrióelcerrojo,peronopudoabrirla.Apoyóenellalaespaldaehizofuerza,sinobtenermejorresultado.Sordaexclamaciónseescapódesuslabios.

—Mehanencerrado—dijo—.Ahorasíqueestoyperdido.

Buscóotrasalida,perolahabitaciónnoteníamásquedosventanas,ybajoellasveíansealosguardiasdelrajáyalamultitud.

—¡Malditaseaestafiesta!—exclamóconrabia.

Enaquelinstantellamaronalapuerta.Levantólapistola,gritando:

—¿Quiénes?

—JamesBrooke—respondióelrajádesdelapuertaexterior.

—¿Solooacompañado?

Page 121: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Solo,milord,ysinarmas.

—PaseVuestraAlteza—dijoYáñez,conironía.

Colocóse lapistolaenel cinto, cruzó losbrazos sobreelpechoy,alta lacabezayserenalamirada,esperóaquesuadversarioentrase.

XVIII.LordJamesGuillonk

Elrajállegabasolo,sinarmasyvestidotodavíadenegro.Sinembargo,noera ya el príncipe de Sarawak; era el exterminador de los piratas que seaprestabaaaniquilaraunodelosjefesmáspoderososdelapirateríamalaya.

Durante algunos segundos, permaneció inmóvil, dirigiendo a Yáñez unamirada,agudacomolapuntadeunpuñal.Luegoavanzótrespasos.Lapuertacerróseinmediatamentetrasél.

—Señor—dijoconásperoacento.

—Alteza—exclamóYáñez,enelmismotono.

—Supongoquecomprenderáustedelobjetodemivisita.

—Esprobable.RuegoaVuestraAltezaquetomeasiento.

ElrajásentóseenunasillayYáñezseapoyóenunamesitasobrelacualseveíaunkriss.

—Señor —empezó diciendo el rajá, con voz tranquila—. ¿Sabe ustedcómomellamanenSarawak?

—JamesBrooke.

—No,mellamanelExterminadordelospiratas.

Elportuguésseinclinó,sonriendo.

—Feoapodo,Alteza.

—Ahora que sabe usted quién es James Brooke, rajá de Sarawak,quitémonoslascaretasyhablemos.

—Muybien,Alteza.

—SiyodesembarcaraenMompracem…

—¡Ah!—exclamóYáñez—.VuestraAltezasabe…

—Déjeme usted acabar, caballero. Si yo, repito, desembarcara enMompracemypidiesehospitalidadalTigredeMalasiaoasulugarteniente,y

Page 122: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

luegoaveriguaranqueeraunodesusmásencarnizadosenemigos,¿quéharíanconmigo?

—SisetratasedeJamesBrooke,elTigredeMalasiaosulugartenientenovacilaríanenpasarleunacuerdaalcuello.

—Puesbien,señorYáñezdeGomara…

—¡SeñorYáñez!…—leinterrumpióelportugués—.¿QuiénhadichoquemellamoYáñezdeGomara?

—Unhombrequetienequesaldarunacuentapendienteconusted.

—¿Demodoquehesidovendido?

—Precisamente,estáusteddescubierto.

— ¡Quiero saber el nombre de ese individuo, James Brooke! —gritóYáñez,avanzandounpasohaciaelrajá—.¡Quierosaberlo!

—¿Ysiyonoselodijera?

—Yosabríaobligar…

Elrajáseechóareír.

—Me amenaza —exclamó—, y no piensa que tras esta puerta diezhombresarmadosesperanunapalabramíaparaentraryarrojarsesobreusted.Sinembargo,voyadarlegusto…

Diodospalmadas.Abrióse lapuertayentróunancianoalto, robusto,debarba blanca y rostro curtido por el sol de los trópicos. Yáñez no pudocontenerungrito.

Lohabíareconocidoenelacto.AquelhombreeralordJamesGuillonk,eltíodelaesposadelTigredeMalasia,elenemigoqueteníajuradocolgaralosdoscabecillasdelapiratería.

—¿Mereconoces,YáñezdeGomara?—lepreguntóconsordoacento.

—Sí,milord—contestóelportugués,recobrandoenseguidasuserenidad.

—Algo me aseguraba que algún día encontraría a los raptores de misobrinaMariana.

—¿Raptores?LadyMarianafuerobadaconsuconsentimiento.AmabaalTigredeMalasia,noloaborrecía.

—Pocome importasabersiamabauodiabaalpirata.Se la robaronasutío,yesomebasta.YáñezdeGomara,tehebuscadoduranteañossintomarunmomentodereposo.¿Sabesparaqué?

—No.

Page 123: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Paravengarme.

—Ya he dicho que lady Mariana no fue raptada. ¿De qué pretendesvengarte?

—Delmalquemehashechoalprivarmede laúnicapersonaquedemifamiliamequedaba,delashumillacionesquemehasimpuesto,delosdañoscausadosamipatria.Contéstame,ahora,¿dóndeestámisobrina?¿Esverdadquehamuerto?

—Tusobrina,omejordicho,laesposadelTigredeMalasia,descansaenelcementeriodeBatavia—respondióYáñez,contristeza.

—¿Asesinadaporsuinfameraptor?

—No, víctimadel cólera.Ypor si no lo sabes, te diré queSandokán, elsanguinariopiratadeMompracem,halloradoyllorarádurantemuchosañosaladyMarianaGuillonk.

—¡Sandokán!—exclamóellordconindecibleacentodeodio—.¿Dóndeestáesehombre?

—Tu sobrino político se encuentra en un lugar seguro del territoriodominadoporelrajádeSarawak.

—¿Quéhaceaquí?

—HavenidoasalvaraunhombreinjustamentecondenadoqueamaaAdaCorissanth,parientatuya.

—¡Mientes!—gritóellord.

—¿Quiénesesecondenado?—preguntóelrajá,poniéndoseenpie.

—Nopuedodecirlo—replicóYáñez.

—Lord Guillonk —exclamó el rajá—, ¿tiene Usted algún familiar quelleveelnombredeCorissanth?

—La madre de Mariana tenía un hermano que se llamaba HarryCorissanth.

—¿Dóndevivía?

—EnlaIndia.

—¿Viveaún?

—Mehandichoquemurió.

—¿TeníaunahijallamadaAda?

—Sí,perolaraptaronlosthugsindiosynosehavueltoasaberdeella.

Page 124: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Creeustedquepuedeestarviva?

—No,Alteza.

—Entonces…

—Esepiratanosengaña.

—Siyo jurasepormihonor—dijo el portugués, levantando la cabezaymirándolocaraacara—quecuantohedichoescierto,¿mecreerías?

—Unpiratanotienehonor—exclamólordGuillonk,condesprecio.

Yáñezpalidecióysumanooprimiólaculatadeunapistola.Luegodijo:

—Si no fueras tío de lady Mariana, a esta hora habría cometido unhomicidio.Eslacuartavezqueteperdonolavida,noloolvides.

—Pueshabla.Talvezconcedacréditoatuspalabras.

—Repito lo que aseguré hace poco. El Tigre deMalasia ha venido parasalvaraunhombreinjustamentecondenado,queamaaAdaCorissanth.

—Dimecómosellamaesehombre,yellugarenqueseencuentraAda.

—AdaCorissanthestáconelTigredeMalasia.

—¿Dónde?

—Ahoranopuedodecirlo.

—¿Porqué?

—Porque seríais capaces de caer sobre Sandokán y hacerlo prisionero omatarlo.Prometedmedejarlomarcharasuisla,yosdaréaconocerelsitioenquesehallayloquehaceenestemomento.

—Nosaldránuncademibocaesapromesa—dijoelrajá,interviniendo—.Ya es hora de que el Tigre de Malasia desaparezca para siempre de estosmares,quedurantetantosañoshaensangrentado.

—Y menos de la mía —añadió lord Guillonk—. Hace cinco años queesperovengarme.

—Puesentonces,hacedmesufrirmil torturas;mislabiosnopronunciaránniunapalabramás.

En aquelmomento, dos indios penetraron por la ventana y se acercaronsilenciosamentealamesa.Parecíaquesóloesperabanunaseñalparalanzarsesobreelpirata.

—¿Demodoquenoquiereshablar?—dijoel rajá,despuésdehacerunrápidogestoalosindios.

Page 125: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—No.

—Puesentonces,yo,JamesBrooke,rajádeSarawak,tedetengo.

Aloíraquellaspalabras, losdosguardiassearrojaronsobreelportugués,quenohabíanotadosupresencia,yloderribaron.

—¡Miserables!—gritóelprisionero.

Conunhercúleoesfuerzo,leshizocaer,perolograronponersedepieyenseguidaloatarondepiesymanosyloamordazaron.

—¿Lomatamos?—preguntóunodelosindios,desenvainandoelkriss.

—No—contestóelrajá—.Debehacerrevelaciones.

—¿Hablará?—preguntólordGuillonk.

—¡Yalocreo!—replicóBrooke.

Aunaseñalsuya,salióunodelosindios;alpocoratovolvióconunvasoHenodeunlíquidoverdoso.

—¿Québebidaesesa?—preguntóellord.

—Unalimonada—contestóelrajá.

—¿Paraqué?

—Paraqueelprisionerohable.

—Dudoqueesoseaposible,Alteza.

—Yaloveráusted.

—¿Llevaveneno?

—Unpocodeopioyalgunasgotasdeyauma.

—¿Esunabebidaindia?

—Sí,milord.

Aunaseñalde su jefe, losdosguardiasquitaronaYáñez lamordaza, leabrieronlabocaalafuerzaylehicierontragarlalimonada.

—Esté usted atento, milord—dijo el rajá—. Pronto sabremos dónde seescondeelTigredeMalasia.

Elprisionerofuenuevamenteamordazado,apesardesusdentelladasydesusviolentas sacudidas,paraquenoalarmaseconsusgritosa los invitados,queseguíanbailandoenelinmediatosalón.

Alcabodecincominutos,elrostrodeYáñezcomenzóacolorearseysusojos a brillar como los de una serpiente irritada. Sus retorcimientos y sus

Page 126: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

esfuerzossecalmaronpocoapoco,hastacesardeltodo.

—Dejadlereír—dijoelrajá.

Unindiovolvióaquitarlelamordaza.Cosarara:elportugués,queenesosmomentosparecíareventarderabia,ahoraamenazabareventarderisa.

Estallóenconvulsivascarcajadasytanestrepitosascomosiderepentesehubiera vuelto loco. Y por si esto no bastara, hablaba sin cesar, ora deMompracem,oradelospiratas,oradeSandokán,lomismoquesiestuvieraenpresenciadesusamigos.

—¡Estehombresehavueltoloco!—exclamólordGuillonk,enelcolmodelasorpresa.

—No, milord —dijo el rajá, sonriendo—. Es que la limonada le haceefecto. Los indios, como usted ve, disponen de bebidas realmentemaravillosas.

—¿NosdirádóndeseocultaelTigredeMalasia?

—Claro.Bastaráinterrogarlo.

—Amigo, Yáñez —dijo el lord, volviéndose hacia el portugués, quecontinuabariendo—.Habla.

Elpirata,libreyadelascuerdasquelesujetabanpiesymanos,selevantó.

—¿QuiénnombraalTigredeMalasia?—preguntó—.ElTigre…¡ja…ja!…ElTigredeMalasia…¿Quiénnoloconoce?¿Erestú,viejo,elquenosabedeél?¡NoconoceralTigre,alvalienteTigre!…¡Ja…ja…ja!…

—¿Estáquizásaquí?—lepreguntóelrajá.

—Sí,enelterritoriodeJamesBrooke,elrajádeSarawak.YeseestúpidodeBrookeloignora…¡Ja…ja!…

—EstehombreinsultaaVuestraAlteza—exclamólordGuillonk.

—¿Quéimporta?—dijoelrajá,encogiéndosedehombros—.Meinsulta,peropondráennuestrasmanosaljefedelosbandidosdeMompracem.Dime,Yáñez,¿dóndeestáSandokán?

—¿Nolosabes?…¡Ja…ja!…¡NosabedóndeestáSandokán!Puesaquímismo—dijoYáñez,ysiguióriendo.

—¿Peroenquélugar?

—En…

Se detuvo. Tal vez un relámpago de lucidez le iluminó el cerebro en elmismomomentoen,queibaatraicionarasuamigo.

Page 127: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Porquétedetienes?—preguntó.JamesBrooke—.¿Nolosabes?

Yáñezprorrumpióenunaconvulsivacarcajadaqueduróalgunosminutos.

—Vayasilosé—dijoluego—.EstáenSarawak.

—Noesverdad,Yáñez.

—Sí.Ynadie losabemejorqueyo.¡Ja…ja!…¡NosaberyodóndeestáSandokán!…¡Ja…Ja!…Tútehasvueltoloco.

—Puesdimeenquésitioseesconde.

—Enlaciudad,terepito…Sí,aestahorahabrállegadoparadesenterraralmuertofingido…ynosreiremos…nosreiremosdehaberlejugadounamalapasadaalestúpidodeBrooke…¡Ja…ja!…

ElexterminadordelospiratasylordGuillonksemiraron.

— ¡Elmuerto fingido!—exclamaron almismo tiempo—. ¿Quién es esemuertofingido?

—¿Quién?…¿Nolosabéis?…Tremal-Naik,elthugindio.

—¡Ah!—dijoelrajá—.Ahoracomprendo.Sigue,amigoYáñez.¿Cuándodesenterraránalmuerto?

—Estamismanoche…ymañananos reiremos. ¡Oh, sí, nos reiremos!…¡Ja…ja!…yTremal-Naikestarácontento…yseráfeliz.

—Bastaya—interrumpióJamesBrooke—.Resolvamosenseguidaloquedebemoshacer.Venga,milord.

Yseretiraronalgabinete,dondeesperabaelcapitándelaguardia,unindiode alta estatura, valor probado, sagacidad más que rara, único y antiguocompañerodearmasdelrajá.

—Kaliooíh—dijoelpríncipe—,¿decuántoshombresadictosdispones?

—Desesenta,todosindios.

—Dentrodediezminutosdebesestarpreparadoparapartirconellos.

—Estábien,rajá.¿Yluego?

—Dejarás cuatro centinelas en la habitación de Yáñez, con la orden dematarloalamenortentativadefuga.¡Vete!

Elindiosaludóysalió.

—¿Quiereustedir?—preguntóelrajáalordGuillonk.

—Nomeatrevíaasolicitarlo,Alteza—respondió—.YomaldigoalTigredeMalasia.

Page 128: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Sinembargo,essobrinosuyo,milord—dijoelrajá,sonriendo.

—Noleconozco.

—Estábien.Mañana,sitenemossuerte,lapirateríamalayahabráperdidoparasiempreasusdosjefes.

XIX.Enelcementerio

Mientrasenelpalaciodelrajáocurríanlosacontecimientosqueseacabandenarrar,Sandokán,enunióndelmaharato,acercábaseagrandespasosa laciudad,seguidodetodasuterriblebanda,dispuestaalalucha.

Eraunanocheespléndida.Millonesymillonesdeestrellasbrillabanenelcielo.Lalunavagabaenelespacio,esparciendosobrelos inmensosbosquessuazuladaluz.

Unsilenciocasiabsolutoreinabaportodaspartes,interrumpidodevezencuando por la suave brisa que soplaba delmar y que, con ligeromurmullo,inclinabalasramasdelosárboles.

Sandokán, con la carabinabajoelbrazo, losojosmuyabiertosyeloídoalerta,marchaba a la cabeza de su gente, escoltado por elmaharato a unospasosdedistancia.

Los piratas iban detrás, con el dedo en el gatillo del fusil, pisando conprecauciónlashojassecasyelramajemuerto,ymirandoaderechaeizquierdaparanocaerenningúncepo.

A las diez, en el momento de comenzar la fiesta del rajá, los piratasdejabanellímitedelavastaespesura.

Hacia Oriente centelleaba el río, y junto a sus orillas, blanqueaban lascasasychozasdelapoblación.

Enmediodeesta, lapenetrantemiradadeSandokánpercibió lamansióndeJamesBrooke,cuyasventanasaparecíaniluminadas.

—¿Distinguesalgoallálejos?—preguntóaKammamuri.

—Sí,capitán.Veolasventanas.

—ParecequebailanenSarawak.

—Seguramente.

—Estábien.MañanaJamesBrookesearrepentirá…

—Esocreo,capitán.

Page 129: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Ponte a la cabeza de la tropa y guíanos al cementerio. Procuramantenertealejadodelaciudad.

—Notemas,Sandokán.

—Adelante.

La banda salió de la selva y atravesó una vasta llanura cultivada.Esparcidos aquí y allá veíanse bellísimos grupos de cettings y de palmerassacaríferas.

De la población, cuando el viento soplaba con alguna fuerza, llegabanconfusosgritos,peroenelcamponoaparecíantropasnihabitantes.

Noobstante,elindioapresuróelpasoycondujoalabandaaotrobosquequeseextendíaalrededordelacolinadefendidaporelfortín.

Leconstabaqueelrajáteníamuchassospechasyquesusespíasrondabanporlaciudad,temiendounrepentinoataquedelospiratasdeMompracem.

Alcabodeveinteminutoshizoseñaalatropaparaquesedetuviera.

—¿Quéocurre?—preguntóSandokán,adelantándose.

—Noshallamoscercadelcementerio—dijoelmaharato.

—¿Dóndeestá?

—Mirahaciaelprado,capitán…

Sandokánvolviólosojosenladirecciónindicada.Lalunablanqueabalossarcófagosyarrancabachispasdelascrucesdehierrodelossepulcrosdeloseuropeos.

—¿Oyesalgo?—preguntóSandokán.

—Nada—contestó elmaharato—; sólo el rumor de la brisa que susurraentrelasramasdelosárboles.

Eljefelanzóunsilbido.Lospirataslerodearon.

—Oídme,tigresdeMompracem—lesdijo—.Talveznoocurranada,perohay que desconfiar. James Brooke es hombre perspicaz y astuto y daría sureinocon taldeaplastara lospiratasdeMalasiaya sucapitán.Adoptemosprecaucionesparaquenonosperturbeennuestratarea.Tú,Sambigliong,eligeochohombresyapóstalos en los alrededoresdel cementerio, amilpasosdedistancia.Tanprontocomoescuchesalgúnruidooveasgente,meavisas.

—Estábien,capitán—contestóelpirata.

—Tú, Tanauduriam, con seis hombres, te situarás también junto alcementerio,aquinientospasosdenosotros.Lomismoque tucompañero,en

Page 130: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

seguidaqueoigasoveasalgosospechoso,meadvertirás.

—Perfectamente,capitán.

—Y tú, Aíer-Duk, con cuatro camaradas, te colocas en la mitad de lacuestadeaquellacolina.Allíhayunfortínhabitadoypodríabajaralguien.

—Atusórdenes,TigredeMalasia.

—Idos, pues, y al primer silbido que lance, replegaos todos hacia elcementerio.

Las tresguerrillaspusiéronse enmarcha.Losdemáspiratas, guiadosporSandokányporKammamuri,bajaronhaciaelcamposanto.

—¿Sabesconexactituddóndefueenterrado?—preguntóelTigrealindio.

—Enmediodelcementerio—respondióelmaharato.

—¿Amuchaprofundidad?

—Nosé.Yáñezyyoestábamosalpiedelacolinacuandolosmarinerosloenterraron.¿Loencontraremosvivo?

—Desdeluego,peronoabrirálosojoshastamañana,despuésdemediodía.

—Cuandolohayamosdesenterrado,¿adóndeiremos?

—Volveremos a los bosques y, apenas se nos unaYáñez correremos enbuscadeAda.

—¿Yluego?

—Partiremos en seguida. Si James Brooke se entera de lo que hemoshecho,nosdarácaza.

—Peroestamossinpraho,capitán.

—Compraremosuno.Yáñezyyodisponemosdebastantedinero.

Enaquelmomentoentraronenelsagradorecinto.

—Porlovisto,estamossolos—dijoelTigre—.¡Adelante!

Dirigiéronsehaciaelcentrodelcementerioysedetuvieronanteunafosacubiertarecientemente.

—Aquídebedeser—exclamóelmaharato,emocionado—.¡Pobre!

Sandokán desenvainó la cimitarra y levantó con precaución la tierra.Kammamuriylospiratas,consuskriss,loimitaron.

— ¿Lo encerraron en un ataúd o lo envolvieron en una hamaca? —preguntóelcapitán.

Page 131: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Enunahamaca—contestóelmaharato.

—Entoncescavadconcuidado;podríaisherirle.

Excavando con prudencia y retirando la tierra con las manos,profundizaronhastaque lapuntadeunkriss tropezóconuncuerpobastanteduro.

—Aquíestá—dijounpirata,retirandobruscamenteelbrazo.

—¿Hasencontradoelcuerpo?—preguntóSandokán.

—Sí.

—Levantalatierra.

El bandido metió el brazo en la fosa e hizo volar la tierra a derecha eizquierda.EnseguidaapareciólahamacaqueenvolvíaTremal-Naik.

—Pruebadesacarlo—dijoeljefe.

Elpiratacogiólahamacay,reuniendotodassusfuerzas,comenzóatirar.Pocoapocoseparóselatierrayaparecióelcuerpo.

—¡Amomío!—murmuróelmaharato,emocionadísimo.

—Tráelo—dijoSandokán.

Empuñóelkrissydesgarróelresistentetejido,poniendoaldescubiertoelcuerpodeTremal-Naik.

El indio teníaelaspectodeunmuerto.Losmúsculosparecíanrígidos, lapiel brillante y de color gris, los labios abiertos y manchados con babasanguinolenta. Todos, al verle, habrían asegurado que aquel hombre habíafallecidovíctimadeunactivoveneno.

—¿Esverdad,capitán,quenohamuerto?—preguntóelindio.

—Telogarantizo—respondióSandokán.

ElmaharatoapoyólamanoenelpechodeTremal-Naik.

—¡Elcorazónnolelate!—exclamóconterror.

—Tedigoquenohamuerto.

—¿Nohaymaneradequeresuciteahora?

—Imposible.

—¿Ymañana?…

Elmaharatonoacabódeformularlapregunta.Enlallanurasedejóoírderepenteunagudosilbido:elsilbidodealarma.

Page 132: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Sandokán,queestabaarrodilladojuntoaTremal-Naik,púsoseenpiedeunsaltoymiróalosbandidos.

—Unhombreseacerca—dijo.

Unpirata,conlarapidezdeunciervo,corríahaciaelsagradorecinto.Enladiestra llevaba una cimitarra desenvainada que, a la luz de la luna, brillabacomosifuesedeplata.Enbrevesinstantes,despuésdesaltardeunbrincolaempalizada,llegóhastaSandokán.

—¿Eres tú,Sambigliong?—preguntóelTigredeMalasia, frunciendoelentrecejo.

—Sí,micapitán—contestóelpirata,convozentrecortadaporlacarrera.

—¿Quénoticiasmetraes?

—Estamosapuntodeseratacados.

Sandokán dio un salto. De repente se había transformado. Sus ojosdespedíanchispas,suscontraídoslabiosmostrabanlosdientesblancoscuallosdeunanimalcarnívoro.ElTigredeMalasiadespertaba.

—¿Atacadosnosotros?—repetía,oprimiendosuterriblecimitarra.

—Sí,capitán.Unpelotóndehombresarmadosacabadesalirdelaciudadysedirigehaciaestelugar.

—¿Cuántossoldadosson?

—Porlomenos,sesenta.

—¿Yvienenhaciaaquí?

—Sí,capitán.

— ¿Qué habrá ocurrido?… ¿Y Yáñez?… ¿Estará preso?… ¡Ay de ti,JamesBrooke,aydeti!…

—¿Quéhacemos?—preguntóSambigliong.

—Loprimero,concentraranuestroshombres.

Llevósealoslabiosunsilbato,ylospiratassecongregaronentornosuyo.

—Somos cincuenta y seis—dijo; pero todos valientes; cien hombres nonosharántemblar.

—Ni doscientos—dijo Sambigliong, envainando el acero—. Tan prontocomo el Tigre de Malasia lo ordene, caeremos sobre Sarawak y loincendiaremos.

—Por ahora no hay que llegar a ese extremo —replicó Sandokán—.Escucha.

Page 133: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Habla.

—Tú, Sambigliong, tomarás ocho hombres e irás a ocultarte tras deaquellosárboles.Tú,Tanauduriam,conotrostantos,teesconderásentreaquelgrupo de arbustos, frente a Sambigliong.Y tú,Aíer-Duk, con tres hombres,ocuparáselcentrodelcementerioyfingiráscavarunafosa.

—¿Paraqué?

—Paradejarque la tropaseacerquesin temor.Yomeocultaré trasde lacercaconelrestodenuestragentey,cuandollegueelmomentooportuno,darélaseñaldeataque.

—¿Cuálserá?—preguntóSambigliong.

—Untiro.Hechalaseñal,todosdescargaréislasarmassobreelenemigoyenseguidaloatacaréisconlascimitarras.

—¡Magníficopian!—exclamóTanauduriam—.Loscogeremosenmedio.

—¡Avuestrospuestos!—ordenóelTigre.

Sambigliong y sus compañeros fueron a emboscarse en la espesura;Tanauduriam,conlossuyos,ocultáronsealaizquierda.ElTigredeMalasiasearrodilló traselcercadoenuniónde lamayorpartede losbandidos,yAíer-Duk,consuscamaradas,acercóseaTremal-Naik,fingiendocavar.

En aquelmomento una doble fila de indios desembocaba en la pradera,precedida por un hombre vestido de blanco. Los soldados avanzabansilenciosamente,conlosfusilesenlamano,preparadosparalacarga.

—Kammamuri—dijoSandokán,queespiabaalabandaenemiga—,¿vesaesehombredeltrajeblanco?

—Sí,capitán.

—¿Puedesdecirmequiénes?

Elmaharatoenarcólascejasyobservóatentamente.

—Capitán—dijo,muyalterado—,apostaríaaqueeselrajáBrooke.

—¡Él…él!…¡Veniradesafiarme!…

—¿Pretendesmatarlo?

—Miprimerdisparoseráparaél.

—Nohagaseso,capitán.

ElTigredeMalasiavolviósehaciaKammamuri,mostrandolosdientes.

—¿Quiénmeloimpedirá?—preguntóconira.

Page 134: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—TalvezYáñezseencuentreprisionero.

—Esverdad.

—¿Noseríamejorquenosapoderásemosdelrajá?

—Tecomprendo.Querríashaceruncanje.

—Sí,capitán.

—Laideamepareceexcelente,Kammamuri.Peroodioaesehombre,quetantodañohacausadoalapirateríamalaya.

—…Yáñezvalemásqueelrajá.

—Tienesrazón.Sí,Yáñezhacaídoprisionero.Melodiceelcorazón.

—Enesecaso,¿quiénlelibertará?

—Nosotrosdos.Yahorasilencioyatención.

Losindioshabíanllegadoacuatrocientospasosdelcementerio.Temiendoque Aíer-Duk, que seguía cavando lo mismo que sus tres compañeros, lesdescubriesen,echáronsealsueloyavanzaronarrastrándose.

—Esperemosaqueadelantendiezpasosmás—murmuróSandokán—,yentonces le enseñaré cómo se bate el Tigre de Malasia en medio de loscachorrosdeMompracem.

Perolosindios,envezdeseguiravanzando,detuviéronseaunaseñaldelrajá,dirigiendolasmiradashacialosmatorralesquerodeabanalapradera.

Sindudatemíanalgunaemboscada.

Después de unos cuantos minutos, se extendieron, formando unsemicírculo,ycontinuaronsumarchaconmayorprudencia.

Derepente,Sandokán,sepusoenpie.

Echóselacarabinaalacara,miróasualrededordurantebrevessegundos,y al fin oprimió el gatillo.Un disparo repercutió en el espacio, turbando elprofundosilencioquereinabaenelcementerio.Unindio—elqueformabaalacabezadelacolumna—cayódeespaldasaconsecuenciadeunbalazoenlafrente.

XX.Elcombate

Aúnnosehabíaextinguidoelecodeladetonación,cuandounaespantosagriteríasedejóoírenlapradera.

Page 135: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Enseguidadiez,quince,veintedisparospartierondelaespesura.Dieciséiso dieciocho indios, muertos unos y heridos otros, rodaron entre la hierba,muchoantesdequehubieranpodidohacerusodelasarmas.

— ¡Adelante, hijosmíos!—gritó el Tigre deMalasia, saltando la tapia,seguidodeKammamuri,deAíer-Dukydelosdemásbandidos—.¡Caigamossobreesoscanallas!

SambigliongyTanauduriamsalierondelaespesurayconlacimitarraenlamanoselanzaronalacabezadesuspequeñosgrupos.

—¡VivaelTigredeMalasia!—gritaronunos.

—¡VivaSandokán!¡VivaMompracem!—gritabanotros.

Los indios, al ver que tantos hombres caían sobre ellos, concentráronserápidamente e hicieron una descarga cerrada. Tres o cuatro piratasensangrentaronelsuelo.

—¡Adelante,hijosmíos!—repitióelTigre.

Los piratas, animados por su jefe, arrojáronse contra las filas enemigas,hiriendosinpiedadacuantosseponíandelante.

El choque fue tan terrible que los indios replegáronse unos sobre otros,formandounacompactamasadecuerposhumanos.

ElTigredeMalasia,comounacuñaenel troncodeunárbol,penetróenlasfilasylasdividióendos.

Tres,cinco,diezpirataslesiguieronyatacaronporlaespaldaalosindios,los cuales, viendo ya perdida toda esperanza de vencer, corrían a derecha eizquierdatratandodeponerseasalvo.

Diez o doce semantenían firmes y enmedio de ellos se hallaba JamesBrooke.

Sandokánacometióalgrupo,resueltoaacabarconsuenemigo.

Kammamuri, Aíer-Duk, Tanauduriam y otros compañeros le seguían,mientrasSambigliongdabacazaalosfugitivosparaimpedirqueserehicieranyquevolvieranalacarga.

—¡Ríndete,JamesBrooke!—gritóSandokán.

Elrajárespondióconunpistoletazocuyabalahizoblancoenunpirata.

—¡Adelante,muchachos!—aullóSandokán,derribandoaunindioqueselepusodelante.

Enmenosquesedice,elgrupo,apesardesudesesperadaresistencia,fueabierto por las cimitarras y por los kriss envenenados de los tigres de

Page 136: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Mompracem. Kammamuri y Tanauduriam se arrojaron sobre el rajá,impidiéndole seguir a sus fieles, que huían acosados por Aíer-Duk y suscompañeros.

—¡Entrégate!—legritóKammamuri,arrancándolelapistolaylaespada.

—Meentrego—respondióBrooke, comprendiendoque la resistenciaerainútil.

Sandokán,conlacimitarraenlamano,avanzó.

—JamesBrooke—dijoconacentoirónico—,eresmiprisionero.

El rajá, sujeto por el férreo puño de Tanauduriam, miró al jefe de lospiratas,aquiennuncahabíavisto.

—¿Quiéneres?—lepreguntóconvozsofocadaporlaira.

—Mírame—respondióelpirata.

—¿Serásacaso…?

—…Sandokáno,mejordicho,elTigredeMalasia.

—Losospechaba.¿QuéquieresdeJamesBrooke?

—Antetodo,quecontestes.

Unasarcásticasonrisasedibujóenloslabiosdelrajá.

—¿Ycreesquelovoyahacer?—preguntó.

—Sí,yparahacertehablarhastaemplearéelfuego.JamesBrooke,teodio,¿me oyes?, pero te odio como sabe odiar el Tigre de Malasia. Has hechomucho daño a los piratas deMompracem y podría vengar a los que tú hasasesinadosinpiedad.

—¿Acasoyonoteníaderechoaexterminarlos?

—También yo tengo derecho a exterminar a los hombres de raza blancaquemehanmordidoelcorazón.Perodejémonosdederechosycontestaamipregunta.

—Habla.

—¿QuéhashechodeYáñez?

—¿Yáñez?—dijoelrajá—.¿Teinteresamuchoeseindividuo?

—Bastante.

—No te falta razón. Ese blanco posee un valor verdaderamenteextraordinarioypuedeprestarteinmensosservicios.

—¿Lohashechoprisionero?

Page 137: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Sí.

—Losospechaba.¿Ycuándo?

—Estanoche.

—¿Dequémodo?

—Eresmuycurioso.

—¿Noquierescontarlo?

—Sí,telodiré.

—Habla,pues.

—¿ConocesalordGuillonk?

Sandokánseestremeció.Unaprofundaarrugasemarcósobresufrente.

—Sí—dijo.

—Sinomeengaño,lordGuillonkestíotuyo.

Sandokánnocontestó.

—TutíofuequienreconocióaYáñezyquienlomandódetener.

— ¡Él!…—exclamó el Tigre—. ¡Siempre él!… ¿Y dónde se encuentraYáñez?

—Enmihabitación,atadosólidamenteybienguardado.

—¿Quéteproponeshacerle?

—Noloséaún;yalopensaré.

—¿Que lo pensarás?…—exclamó elTigre deMalasia, sonriendo, peroconrisaquecausabaestremecimientos—.¿Ynoves,JamesBrooke,queestásen mis manos? ¿No comprendes que te odio? ¿No te das cuenta de quemañanaalamanecerpodríasdejardeserelrajádeSarawak?

JamesBrooke,apesardequeposeíaunvalorextraordinario,aloírestaspalabraspalideció.

— ¿Intentas asesinarme? —le preguntó con tono que revelabaintranquilidad.

—Sinoaceptaselcanjetemataré—afirmóSandokán,resueltamente.

—¿Uncanje?¿Cuál?

—QuetussoldadosmedevuelvanaYáñezyyotedejaréenlibertad.

—¿Teinteresamuchoesehombre?

Page 138: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Bastante.

—¿Porqué?

—Porquesiempremehaqueridocomosifueseunhermano.¿Aceptasmiproposición?

—Acepto—dijoelrajá,despuésdeunmomento.

—Tienesqueconsentirqueteatenyteamordacen.

—¿Conquéobjeto?

—Tussoldadospodríanvolverenmayornúmeroyatacarnos.

—¿Adóndemellevarás?

—Alugarseguro.

—Hazloquequieras.

SandokándirigióunaseñaaKammamuri.Enseguidaunoscuantospiratasllevaron cuatro parihuelas, formadas con ramas. La primera estaba vacía, lasegundasehallabaocupadaporTremal-Naik,ylasotraspordosdayakosdelaguerrilladeSambigliong,gravementeheridos.

—Atayamordazaalrajá—dijoSandokánalindio.

—Estábien,capitán.

Sujetóalrajáconsólidascuerdas,loamordazóconunpañuelodesedaylocolocóenlaparihuelavacía.

—¿Adóndevamos?—preguntóasíqueacabósutarea.

—Alcampamento.

Llevósealoslabioselsilbatodeplataylanzótresagudasnotas.

Los piratas que perseguían a los indios retrocedieron velozmente conSambigliongyAíer-Duk.

Sandokánpasórevista.

Faltabanoncehombres.

—Hanmuerto—exclamóTanauduriam.

—Enmarchaentonces—ordenóSandokán,ahogandounsuspiro.

La tropa internóseen losbosques,describiendoun semicírculoalrededordelacolinadominadaporelfortín.Diezhombres,guiadosporTanauduriamySambigliong, abrían lamarcha con las carabinas bajo el brazo, dispuestos arechazarcualquierataque;seguíanlasparihuelasdelosheridos,conelrajáyconTremal-Naik.Aíer-Duk,conlosdemáspiratas,cerrabalamarcha.

Page 139: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Elviajefuecorto.Alascincodelamañana,sinhabertropezadoconindiosnicondayakos,llegabanaladerruidaaldea,defendidaporreciasempalizadasyportrincheras.

Sandokándistribuyóalgunoshombres,enprevisióndeunrepentinoataquede las tropas de Sarawak; después ordenó que desatasen al rajá, el cual,duranteelviaje,nohabíahablado.

—Sino te sirve demolestia, escribe, JamesBrooke—ledijoSandokán,presentándoleunpliegodepapelyunapluma.

—¿Quédeboponer?—preguntóelrajá,queparecíabastantetranquilo.

—QueestásprisionerodelTigredeMalasiayqueparasalvarteesprecisoqueponganinmediatamenteenlibertadaYáñez,mejordicho,alordWelker…

Elrajáempezóaescribir.

—Unmomento—dijoSandokán.

—¿Quémásquieres?—preguntóelinglés,enarcandolascejas.

—Añadirásque sidentrodecuatrohorasYáñezno seencuentraaquí, tecolgarédelárbolmásaltodelaselva.

—Estábien.

—Agrega otra cosa—dijo el pirata—. Que no intenten liberarte por lafuerza; tan pronto como sea que se acerque gente armada, te hago ahorcartambién.

—Parece que tienesmuchos deseos de vermemuerto—exclamó el rajá,conironía.

—Noloniego,JamesBrooke—replicóSandokán,dirigiéndoleunaferozmirada—.Escribe.

Elrajáconcluyólacarta,queentregóenseguidaalcapitán.

—Estábien—dijoeste,despuésdeleerla—.¡Sambigliong!

Elbandidoacudiópresuroso.

—LlevaestepliegoaSarawak—dijoelTigre—.Se loentregarása lordJamesGuillonk.

—¿Meharánfaltalasarmas?

—Nisiquieraelkriss.Andayvuelvecuantoantes.

—Correrécomouncaballo,capitán.

Elpirataocultólacartaenelcinturón,arrojóalsuelolacimitarra,elhachayelkrissyechóacorrer.

Page 140: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Aíer-Duk—dijoSandokán,volviéndosehaciaelbandido,quesehallabacerca—.Vigilaaesteinglés.Siseescapa,tefusilo.

—Puedesestartranquilo,capitán—contestóelpirata.

El Tigremontó la carabina, llamó aKammamuri, que estaba junto a sualetargado amo, y abandonó la aldea, dirigiéndose hacia una altura desde lacualveíaselaciudaddeSarawak.

—¿SalvaremosalcapitánYáñez?—preguntóelmaharato,queloseguía.

—Sí—respondióSandokán—.Dentrodedoshorasestaráaquí.

—¿Deveras?

—Nolodudes.ElrajávaletantocomoYáñez.

—Sin embargo, estemos enguardia, capitán.Los indios—yenSarawakabundan—soncapacesde atravesarunbosque sinproducir elmáspequeñorumor.

—Notemas,Kammamuri.Mispiratassonaúnmásastutosquelosindios.Ningúnenemigoseacercaráalaaldeasinserdescubierto.

—¿NosperseguiráJamesBrooke?

—Seguramente. Apenas vuelva a Sarawak reunirá a su guardia y a losdayakosyselanzarátrasdenosotros.

—Entonces,habráunasegundabatalla.

—No,porquenosiremosenseguida.

—¿Enquédirección?

—HacialabahíadondeseencuentraAdaCorissanth.

—¿Yluego?

—Como ya te he dicho, adquiriremos un praho y abandonaremos parasiempreestascostas.

—¿Yadóndellevarásamiamo?

—Adondeélquierair.

Enaquelmomentollegabanalaaltura,queseelevabaunoscuantosmetrosporencimadelosárbolesmáscopudosdelaselva.

Sandokáncubrióselosojosconlasmanosparadefendersedelosrayosdelsolymiróelpaisajevecino.

A diez millas extendíase Sarawak. El río se deslizaba entre las verdesplantacionesysemejabaunacintadeplata.

Page 141: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Mira hacia allí —dijo Sandokán, señalando a un hombre que corríacomoungamoendireccióndelaciudad.

—¡Sambigliong!—exclamóKammamuri—.Sicontinúaaesepaso,estarádevueltadentrodedoshoras.

—Esocreo.

Sentóse al pie de un árbol, y sacando un cigarrillo empezó a fumar,mirandohacialapoblación.Elmaharatoleimitó.

Transcurrióunahorasinquesucedieranada.Luegopasóotra.Finalmente,alasdiez,ungrupodepersonasapareciójuntoaunbosquecillo.

Sandokánselevantó.Ensurostroreflejábasevivaansiedad.AquelhombresanguinarioqueríaextraordinariamentealintrépidoYáñez.

— ¿Dónde? ¿Dónde?… —le oyó murmurar Kammamuri, con voztemblorosa.

—Veountrajeblancoenmediodelatropa.¡Mira!

—¡Sí,sí!—exclamóSandokán,conindescriptiblealegría—.EsYáñez.

Permaneció inmóvil, inclinado, fijos los ojos en el traje blanco; luego,cuandoelgruposeinternóbajolaespesaselva,corrióhacialallanura.

Dos piratas de los que custodiaban el bosque llegaron en aquel mismomomento.

—Capitán—gritaron—.YatraenaYáñez.

— ¿Cuántos hombres vienen? —preguntó el Tigre, que a duras penaspodíadominarse.

—Doce,contandoaSambigliong.

—¿Armados?

—No.

Sandokán llevóse el silbato a los labios y lanzó tres agudas notas. Enbrevesinstantestodoslospiratassecongregaronasualrededor.

—¡Preparenarmas!—ordenó.

—¡Porfavor!—exclamóJamesBrooke,quepermanecíasentadoalpiedeunárbol,vigiladoporAíer-Duk—.¿Quieresasesinaramigente?

Elpiratasevolvióhaciaelinglés.

—James Brooke—le dijo—. El Tigre de Malasia mantiene su palabra.Dentrodecincominutosestarásenlibertad.

Page 142: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

— ¿Quién vive? —gritó en aquel instante un centinela apostado adoscientospasosdelatrinchera.

—Amigos—contestóSambigliong—.Bajaelfusil.

XXI.LaresurreccióndeTremal-Naik

ElgrupocomponíasedeSambigliong,deunoficialdelaguardiadelrajá,dediezindiosinermesydeYáñez.

Sandokán, al descubrir a su amigo, corrió a su encuentro y, apartandoviolentamentealosindios,loabrazócongrancariño.

—¡Yáñez!…—exclamóconvozentrecortadaporlaalegría.

—Sandokán, ¡al fin vuelvo a verte! —gritó el portugués, no menosconmovido—.¡Creíquenovolveríaaabrazarte!

—Novolveremosasepararnos.

—Lo creo, hermano.Has tenido la bonísima idea de hacer prisionero alrajá.Siemprehedichoqueeresungrandehombre.¿YTremal-Naik?¿Dóndeestá?

—Apocospasosdenosotros.

—¿Vivo?

—Vivo,perotodavíaaletargado.

—¿Yahora?—preguntóenaquelinstanteunavoz.

Sandokán y Yáñez se volvieron. James Brooke se hallaba ante ellos,tranquilo,perounpocopálido.

—Ereslibre—dijoSandokán—.ElTigredeMalasiamantienesupalabra.

Elrajáseinclinóligeramenteysealejóalgunospasos;luegoretrocedió.

—TigredeMalasia—exclamó—,¿cuándonosvolveremosaver?

—¿Quiereseldesquite?—lepreguntóSandokán.

—JamesBrookenoperdona.

Elpiratalecontemplóensilencio,comosorprendidodequeaquelhombreseatrevieseadesafiarlo;después,extendiendoelbrazohaciaelmar,dijo:

—Allíhayunaisla:Mompracem.Elmarquelarodeaestátodavíarojodesangrey llenodenavesdeshechas.Cuando teacerquesaaquellacostaoirás

Page 143: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

los rugidos del Tigre, y sus cachorrillos te saldrán al encuentro. Pero no teolvides,JamesBrooke,dequeelTigreysugentesientenseddesangre.

—Iréabuscarte.

—¿Cuándo?

—Elañoqueviene.

Enloslabiosdelpiratasedibujóunasonrisa.

—Serádemasiadotarde—dijo.

—¿Porqué?—preguntóBrooke,sorprendido.

—Porque entonces ya no serás rajá de Sarawak. La revolución habráestalladoentuEstadoyelsobrinodelsultánMadaHassinocuparátupuesto.

Elingléspalidecióyretrocedióunpaso.

— ¿Por qué inventas esos acontecimientos? —preguntó con voz pocosegura.

—Noinventonada—replicóSandokán.

—Entonces,¿sabesalgo?

—Esprobable.

—Sitepidieraqueexplicases…

—Nomeexplicomás—interrumpióSandokán.

—Entoncesgraciasporelaviso.

Inclinóse de nuevo, reunió a su guardia y se alejó con paso rápido,dirigiéndosehaciaSarawak.

Sandokán, cruzados los brazos y el semblante sombrío, le siguió con lamirada.Cuandoloperdiódevista,unsuspiroseleescapódelpecho.

«Presientoqueesehombremetraeráladesgracia»—murmuró.

—¿Quéocurre?—lepreguntóYáñez,acercándose—.Parecesinquieto.

—Tengounmalpresentimiento—contestóelpirata.

—¿Cuál?

—Entrenosotrosyelrajánohaconcluidotodo.

—¿Temesquenosataque?

—Elcorazónmelodice.

—No creo en presentimientos, hermano. Dentro de dos o tres días nos

Page 144: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

alejaremos de estas costas y entonces nada tenemos que temer. ¿A dóndevamosahora?

—Alabahía.Aquínoestamosseguros.

—¿YTremal-Naik?

—Antesdemediodíavolveráensí.

Sandokándiolaordendemarcha,ylatropa,conlosheridosyconTremal-Naik, púsose de nuevo en camino, siguiendo un estrecho sendero abiertomuchosañosantesporloshabitantesdelaselva.

Llevaban recorridacercademediamilla, cuandoAíer-Duk,que sehabíaadelantado algunos pasos para explorar el camino, se detuvo de repente ymontólacarabina.SandokányYáñezapresuraronelpaso.

—Noosmováis—dijoeldayako.

—¿Quéhasvisto?—lepreguntóelcapitán.

—Unasombraqueatraviesaaquellosmatorrales.

—¿Unhombreounanimal?

—Meparecióunhombre.

—Talvezfueraalgúnpobredayako—dijoYáñez.

—Oacasounespíadelrajá.

—Aíer-Duk, elige cuatro hombres y recorre el bosque. Nosotrosseguiremosnuestrocamino.

El dayako llamó a cuatro compañeros y se internó en la espesura,tronchandoraíces,ramasdeárbolesybrezos.

—Adelante—ordenóSandokánasugente.

Emprendieron de nuevo la marcha a través de dos apretadas líneas desentar, especie de palmeras que, practicando una incisión en el tronco,desprendenciertojugoazucaradobastanteagradable;delashojasdeesteárbolservíanselospueblosdeMalasiaparaescribirsobreellas.

Pocodespués,Aíer-Dukysuscompañerosuniéronsealgruesodelatropa.Habíanrecorridolaselvaentodasdirecciones,perosóloencontraronhuellasrecientesdepieshumanos.

—¿Eranmuchas?—preguntóelTigre,inquieto.

—Cuatro—respondióeldayako.

—¿Depiesdesnudosocalzados?

Page 145: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Desnudos.

—Probablemente esos dos hombres serían dayakos. Apresurémonos,muchachos;aquínoestamosseguros.

La columna se puso enmarcha por tercera vez, observando atentamenteárbolesymatorrales,ydespuésdetrescuartosdehorallegóalaorilladeunagrancorrientedeaguaqueformabaunabahíabastanteamplia.

Sandokán indicóalportuguésuna isleta sombreadaporárbolesdel sagú,mangosypalmas,ydefendida,hacialapuntameridional,porunvetustoperosólidofortíndayako,construidoconpiedrasyconpalosde teca,madera tanduracomoelhierroyqueresistealasbalasdecañón.

—¿AllídescansalaVirgendelaPagoda?—preguntóYáñez.

—Sí,enelfortín—contestóSandokán.

—Nopudisteencontrarsitiomásapropósito.Labahíaesmuyhermosaylaislaestábiendefendida.SiJamesBrookeintentadarunasaltotienentrabajopararato.

—Elmarestáaquinientospasosdelislote,Yáñez—dijoelTigre.

—¿Quéquieresdecir?

—Queunbarcopuedebombardearelfortín.

—Nosotroslodefenderemos.

—Notenemoscañones.

—Peronuestroshombressonmuyvalientes.

—Sí,perotenencuentaquesonpocosy…

—¿Quépasa?

—¡Calla!…¿Hasoído?…

—¿Yo?…Nada,Sandokán.

—Meparecequehantronchadounarama.

—¿Dónde?

—Enmediodeaquelmatorral.

—¿Serátalvezunespía?…Empiezoaestarinquieto.

—También yo; apretemos el paso; sueño con elmomento de llegar a laislita.¡Aíer-Duk!

Eldayakoseacercó.

Page 146: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Quédate aquí con ocho hombres —le dijo Sandokán—. Si ves quealguienrondaporestoscontornos,meavisasenseguida.

—Puedesestartranquilo,capitán—respondióAíer-Duk—.Sinmipermisonadieseacercaráalabahía.

Sandokán, Yáñez y los demás piratas descendieron hacia la ría, cuyasorillas sehallaban cubiertasde espesavegetación, y llegaron aunapequeñacalajuntoalacualestabaocultaunachalupa.

ElTigredirigióunarápidamiradaasualrededor,peronovioanadie.Ensurostroreflejósevivaansiedad.

—Dospiratasdebíanguardarlaembarcación—dijo.

—Sehabránidoalfortín—exclamóYáñez.

—¿Yhandejadoabandonadaalachalupa?…Yáñez…sientoelcorazónoprimido…temo…

—¿Qué?

—QuehayanrobadoaAda.

—¡Esoseríahorrible!

—¡Calla!

—¿Seoyealgúnruido?

—Sí,sí—confirmaronlospiratas,empuñandolasarmas.Enlaespesura,acienpasosdelaorilla,seagitabanalgunasramas.

—¿Quiénvive?—preguntóSandokán.

—Mompracem—contestóunavoz.

Poco después un pirata salió delmatorral. Llegaba sudoroso y jadeante,comosihubieracorridomucho,yempuñabaunfusil.

—¡VivaelTigre!—exclamó,descubriéndose.

—¿Dedóndevienes?—lepreguntóSandokán.

—Delaselva.

—¿EndóndeestálaVirgendelaPagoda?

—Enelfortín.

—¿Estásseguro?

—HacecercadedoshoraslahedejadoalcuidadodeKoty.

Sandokánrespiró.

Page 147: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Cómoseencuentra?—dijo.

—Perfectamente.

—¿Quéhacía?

—Cuandoyoladejéestabadormida.

—¿Dedóndevienes?

—Delosbosques.

—¿Hasvistoaalguien?

—Yo,no,peroaKoty leparecióestamañanaqueunhombre recorría lacostayquemirabahaciaelfortín.Alnotarquelovigilaban,apresuróelpasoydesapareció.

—¿Ytúquehashecho?

—Lohebuscado,perosinencontrarlo.

—Talvezseaalgúnespíadelrajá—dijoYáñez.

—Esprobable—replicóSandokán.

—¿Vendránaatacarnos?

—¿Quiénpodríaasegurarlo?

—¿Quépiensashacer?

—Dejarestesitiolomásprontoposible.Embarquemos…

Losdosjefesysussoldadosentraronenlachalupa,atravesaronelbrazodemarydesembarcaroneneltorreóndondelesesperaraKoty.

—¿Duermetodavíalamuchacha?—lepreguntóSandokán.

—Sí,capitán.

—¿Haocurridoalgoextraordinario?

—Nada.

—Vamosaverla—dijoYáñez.

El Tigre señaló con el dedo a Tremal-Naik, tendido en un montón dehierbaydehojasverdes.

—Faltan pocos minutos para el mediodía —dijo—. Espera a que sedespierte.

Ordenó a su gente que entrase en el fortín y sentóse junto al indio, queseguíasindarseñalesdevida.Yáñezencendióuncigarrilloysetumbójuntoaél.

Page 148: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

— ¿Tardará mucho en abrir los ojos? —preguntó, después de arrojaralgunasbocanadasdehumo.

—No,Yáñez.Veoquelapielvarecobrandopocoapocosucolornatural.Esopruebaquelasangreyacircula.

—¿Veráenseguidaasunovia?

—Enseguidano,peroantesdequelleguelanoche,sí.

—¿Loreconocerálaloca?

—Talvez.

—¿Ysinoloreconoce?¿Ysinosecura?

—Securará.

—Lodudo.

—EnesecasointentaremosUnaprueba.

—¿Cuál?

—Asutiempotelodiré.

—¿Porqué?

—¡Calla!

UndébilsuspiroacababadelevantarelampliopechodeTremal-Naik;suslabiostemblaronligeramente.

—Sedespierta—murmuróYáñez.

Sandokáninclinósesobreelindioyleapoyóunamanoenlafrente.

—Yavuelveensí.

—¿Ahora?

—Ahoramismo.

—¿Hayquepincharle?

—Noespreciso.

Un segundo suspiro, más fuerte que el primero, levantó nuevamente elpecho de Tremal-Naik y sus labios volvieron a moverse. Luego cerró lasmanospocoapocoysuspiernassedoblaron.YalfinmiróatodaspartesysefijóenSandokán.

Asípermanecióbrevesinstantes,comosorprendidodeencontrarsetodavíaconvida;después,haciendounviolentoesfuerzo,sentóse,exclamando:

—¡Vivoaún!…

Page 149: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Ylibre—dijoYáñez.

Elindiomiróalportugués.Enseguidaloreconoció.

—¡Tú!…¡Tú!…—murmuró—.¿Peroquéhasucedido?¿Hedormido?

—¡PorBaco!—exclamóYáñez,riendo—.¿Norecuerdaslaspíldorasquetedienelfortín?

— ¡Ah!… ¡Sí, sí… ya recuerdo!… ¡Tú fuiste a buscarme! ¡Cuánto teagradezcoquemehayasdevueltolalibertad!…

Y se precipitó a los pies de Yáñez. Este lo levantó, abrazándoloafectuosamente.

—¡Québuenoeres!—exclamóel indio,queparecíahaberrecobradolasfuerzasyquenopodíaocultar su alegría—. ¡Libre!… ¡Estoy libre al fin!…¡Gracias,gracias!…

—A este hombre se lo debes, Tremal-Naik —dijo Yáñez, señalando aSandokán que, cruzados los brazos sobre el pecho, miraba, conmovido alindio.

Tremal-Naik se arrojó sobreSandokán, que lo estrechó entre sus brazos,diciendo:

—¡Desdeahoraeresmiamigo!

Enaquelmomentooyóseungritodejúbilo.Kammamuri,quehabíasalidodelfuerte,corríaconlarapidezdeunciervo,exclamando:

—¡Miamo!…¡Miqueridoamo!…

Tremal-Naiksalióalencuentrodelfielmuchacho,quesehabíavueltolocodealegría.Losdosindiosseabrazaronvariasveces,incapacesdepronunciarunapalabra.

— ¡Kammamuri, mi buen Kammamuri! —dijo al fin Tremal-Naik—.Creíaquenoibaavolveraverte.Pero¿cómoestásaquí?¿Notehanmatadolosthugs?

—No,no.Huiparabuscarte.

—¡Parabuscarme!¿Perosabíasqueestabaenestelugar?

—Sí, lo sabía. ¡Ah, cuánto te he llorado desde aquella noche fatal! Tetengo entremis brazos, y, sin embargo,me resisto a creer que estás vivo ylibre.Noteapartarásyanuncademilado,¿verdad?

—No,Kammamuri,nunca.

—ViviremosalladodeYáñezydelTigredeMalasia.¡Quéhombres,amo,

Page 150: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

quéhombres! ¡Si supieses cuánto han hechopor ti! ¡Si supieses cuánto hanluchado!…

—Alto, Kammamuri —interrumpió el portugués—. Otros hombres hanhechomásquenosotros.

—No, amo, nadie podría hacer más que el Tigre de Malasia y que elcapitánYáñez.

—¿Porquéosinteresáistantopormí?—preguntóTremal-Naik—.Yonooshevistohastaahora.

—PorqueundíafuisteelprometidodeAdaCorissanth—contestóelTigre—,yAdaCorissantheraprimademidifuntaesposa.

El indio retrocedió un paso, vacilando como si hubiera recibido unapuñalada en mitad del pecho. Luego cubrióse el rostro con las manos,murmurandoconvoztemblorosa:

—¡Ada!…¡Oh,miqueridaAda!…

Un sollozo levantó su pecho y dos lágrimas, tal vez las primeras queasomabanaaquellosojos,rodaronporsusbronceadasmejillas.

Sandokánseacercóy,estrechándolelasmanos,lepreguntódulcemente:

—¿Porquélloras,mipobreTremal-Naik?Hoyesdíadejúbilo.

—¡Ah!—murmuróelindio—.¡Sisupierascuántoaméaaquellamujer!…¡Ada!…¡Adamía!

Unsegundosollozodesgarróelpechodelindio.

—Cálmate,Tremal-Naik—dijoSandokán—.Adanohamuerto.

El indio levantó la cabeza, que tenía sobre el pecho.En sus negros ojosbrillabalaesperanza.

—¿Vive?

—¡Vive!…—dijoSandokán—.Yestáaquí.

—¡Ellaaquí!…¡aquí!…—exclamóTremal-Naik,lanzandoasualrededormiradas de asombro—. ¿Dónde está? ¡Quiero verla, quiero verla! ¡Ada!…¡Ada!¡Oh,miqueridaAda!

Hizoademándedirigirsehaciael fortín,peroSandokán le sujetócon talfuerza,quelecrujieronloshuesos.

—Cálmate—dijo—.Estáloca.

— ¡Loca!… ¡MiAda, loca!…—gritó el hindú—. ¡Quiero verla, quieroverla,aunquenoseamásqueuninstante!

Page 151: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Laverás,teloprometo.

—¿Cuándo?

—Dentrodepocosminutos.

—¡Gracias,gracias!

—¡Sambigliong!…—exclamóYáñez.

El dayako que rondaba por las inmediaciones del fortín, examinando laempalizadaconobjetodeasegurarsedesierabastantesólidapararesistirunasalto,acudióenseguida.

—¿DuermelaVirgendelaPagoda?—preguntóSandokán.

—No, capitán —contestó el pirata—. Hace algunos momentos que hasalidoconsusguardianes.

—¿Adóndesedirigió?

—Hacialaplaya.

—Ven, Tremal-Naik —dijo Sandokán, cogiéndole una mano—. Terecomiendomuchacalma,porqueestáloca…

XXII.Lasdospruebas

Eranlasdosdelatarde.

Elsolsereflejabaenlasazuladasaguasdelabahía,yunvientecillofrescoyligerosoplabadelmar,murmurandomisteriosamenteentrelashojasdelosárboles.Nien la teletani en labahía seescuchabaotro rumorqueelde lasolasqueseestrellabancontralacosta.

Tremal-Naik,Sandokán,YáñezyKammamuricaminabanconpasorápidohaciaelextremoseptentrionaldelaisla,ocultoporespesacortinadeárbolesdegomaydeplantastrepadoras.

Acuarentapasosdelacosta,unodelosguardianesdelaloca,queestabatendidotrasunmatorral,seincorporó.

—¿YAda?—lepreguntóTremal-Naik,precipitándoseasuencuentro.

—Enlaorilla—contestóelpirata.

—¿Quéhace?—dijoSandokán.

—Miraelmar.

Page 152: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Dóndeestátucompañero?

—Apocospasosdeaquí.

—Veabuscarloyretiraoslosdosalfortín.

Tremal-Naik,Sandokán,Yáñezyelmaharatoatravesaronlatupidacortinadeárbolesysedetuvieronalotro lado.De los labiosdel indioseescapóungrito.

—¡Ada!…—exclamó.

Sandokánlosujetóporunbrazo.

—Tranquilízate—ledijo—.Noteolvidesdequeesamujerestáloca.

—Metranquilizaré.

—¿Loprometes?

—Telojuro.

—Entonces,vete.Aquíteesperamos.

Yáñez, el Tigre y Kammamuri sentáronse en el tronco de un árbol yTremal-Naik, sereno en apariencia, pero en realidad muy emocionado, sedirigióalaplaya.

Apocospasosdelmar,alasombradeunsoberbioclavillero,cuyasfloresdesprendíanembriagadorperfume,estabalaVirgendelaPagoda,cruzadaslasmanos sobre la espléndida coraza de oro cubierta de numerosos diamantes,sueltoslosnegroscabellosyfijoslosojosenlasolasquecondulcemurmullollegabanhastabesarsuspies.

Nohablabani semovía.Cualquiera lahubiese tomadoporunabellísimaestatuacolocadaallíparaadornarlaplaya.

Tremal-Naik,casisinaliento,acercábaseconpasorápidoysilencioso.Sedetuvo a dos pasos de la joven, que parecía no haberse dado cuenta de supresencia.

—¡Ada!…¡Ada!…—exclamóderepenteelindio.

Lalocanosemovió.

—¡Ada!…¡Oh,miqueridaAda!…—repitióTremal-Naik,poniéndosederodillasantelajoven.

LaVirgendelaPagoda,alfijarseenelhombrequeletendíalasmanoscongestosuplicante,diounsalto.Miróalindioconfijezayluegoretrocediódospasos,murmurando:

—¡Losthugs!

Page 153: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Lamuchachanoreconocióasuprometido.

— ¡Ada!… ¡Mi Ada querida!… —gritó Tremal-Naik—. ¿No mereconoces?

—¡Losthugs!—repetíalainfeliz,emperosinmostrarterror.

Tremal-Naiklanzóunaexclamaciónderabiaydedolor.

— ¿No te acuerdas de mí, Ada?—preguntó, clavándose las uñas en lacarne—.¿No teacuerdasdelpobreTremal-Naik,delcazadorde tigresde laselvanegra?

—Vuelveati,Ada,vuelveati.¿Tehasolvidadodeaquellatardequemeencontrasteenelbosque?¿Tehasolvidadodeaquellanocheque tevien lasagradapagoda?¿Tehasolvidadodeaquellaotranocheenquelosthugsnoshicieronprisioneros?¡Ada,Adamía!

La loca le escuchaba, sin hacer el menor gesto. Indudablemente norecordabanada.

—¡Ada!—siguiódiciendoTremal-Naik,sinpodercontener las lágrimas—,míramealacara,mírame.Noesposiblequetehayasolvidadodemí.¿Porqué no me miras? ¿Por qué no te echas en mis brazos? ¿Es porque hanasesinadoatupadre?…Sí,asesinado…asesinado…

El indio, al evocar tan triste recuerdo, estalló en sollozos, ocultando elrostroentrelasmanos.

Derepente,laloca,quehabíacontempladoimpasibleladesesperacióndeaquel hombre, avanzó un paso, inclinándose hacia el suelo. En su rostro seoperóunbruscocambio;ysusnegrosojosrelampaguearon.

—¿Sollozas?…—murmuró—.¿Porquélloras?…

Tremal-Naik,levantólacabeza.

—¡Ada!…—gritó,tendiendolosbrazoshaciaella—.¿Mereconoces?

La loca lo contempló, frunciendo el entrecejo. Parecía como si intentaserecordardóndehabíavistoelrostrodeljoven.

—¿Sollozas?…—repitió—.¿Porquélloras?

—Porque túyanomeconoces,Ada—dijoTremal-Naik—.Fíjateenmí,fíjate…

Lajovenseinclinó,luegoretrocedióalgunospasosyseechóareír.

—¡Losthugs!¡Losthugs!—exclamó.

Despuésvolviólaespaldaysealejópresurosa,dirigiéndosehaciaelfortín.

Page 154: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

— ¡Gran Siva! —gritó el indio estallando en sollozos—. ¡Todo se haperdido!¡Nomereconoce!

Cayó de rodillas, pero en seguida se levantó de un brinco y se lanzó enpersecucióndelaloca,queibaainternarseenelbosquecillo.

No había recorrido cincuenta pasos, cuando dos férreos brazos ledetuvieron.

—¡Cálmate,Tremal-Naik!—dijounavoz.

EraSandokán,seguidodeYáñezyKammamuri.

—¡Ah!—balbuceóelindio.

—¡Cálmate!—repitóSandokán—.Aúnnosehaperdidotodo.

—Nomeconoce.¡Yyoquealcabodetantotiempo,detantasangustiasyde tantas torturas creía poder estrecharla entremis brazos! ¡Todo se acabó,todo!

—Todavíaquedaunaesperanza,Tremal-Naik.

—¿Porquéforjarseilusiones?Estálocaynocurará.

—Curaráestamismanoche;teloaseguraelTigredeMalasia.

Tremal-NaikmiróaSandokánconlosojosllenosdelágrimas.

—¿Entonceshayesperanza?—preguntó—.¿Escierto loquedices?Tú,que tan generoso te has mostrado conmigo, que tanto bien me has hecho,realizaahoraesemilagroymividaserátuya.

—Elmilagroserárealizado,teloprometo,Tremal-Naik—dijoSandokán.

—¿Cuándo?

—Yatehedichoqueestanoche.

—¿Dequémodo?

—Prontolosabrás.¡Kammamuri!…

Elmaharatoseadelantó.Elbuenmuchacho,comosuamo,teníalosojosllenosdelágrimas.

—Habla,capitán—dijo.

—LanocheenquetuamosepresentóenlacavernadeSuyodhana,¿estabaesteeneltemplo?

—Sí,capitán.

—¿Podríasrepetirmeloquedijeroneljefedelosthugsytuamo?

Page 155: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Sí,palabraporpalabra.

—Entonces,venconmigo.

—Ynosotros,¿quédebemoshacer?—preguntóYáñez.

—PorahoranoosnecesitoniatiniaTremal-Naik—contestóSandokán—. Idos a pasear y no volváis al fuerte antes de la noche. Os preparo unasorpresa.

—¿Quéserá?—preguntóTremal-Naikalportugués.

—Nosé;sindudaproyectaalgoextraordinario.

—¿EnfavordemiAda?

—Claro.

—¿Conseguiráquesepongabuena?

—Creo que sí. El Tigre de Malasia sabe mil cosas que nosotrosdesconocemos.

—¡Ah,silolograse!

—Lologrará,Tremal-Naik.Dime:¿viveaúnSuyodhana?

—Supongoquesí.

—¿Espoderoso?

—Poderosísimo.Mandaenmillaresymillaresdeestranguladores.

—Serádifícilaniquilarlo…

—Másbienimposible.

—Paratodos,peronoparaelTigredeMalasia.QuizásalgúndíaesteyelTigredelaIndiaseencuentrenfrenteafrente.

—¿Locrees?

—Tengoesepresentimiento.Oye,Tremal-Naik,¿ocupantodavíalosthugslaisladeRaymangal?

—Creoqueno.Cuandolosinglesesmeprocesaron,mealejarondellugardondehabitabanlosthugsyalgunasnavesfueronenviadasaRaymangal,perovolvieronsinhaberencontradounsoloestrangulador.

—¿Habíanhuido?

—Porlovisto,sí.

—¿Peroadónde?

—Nolosé.

Page 156: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Losthugssonricos?

—Riquísimos,porquenosecontentanconestrangular.Saqueancaravanasypaísesenteros.

—¡Quéenemigo tanexcelenteaquiencombatir!ElTigredeMalasiasedivertirá.¡Quiénsabesialgúndía,cansadosdeMompracem,iremosalaIndiaparamedirnuestrasarmasconSuyodhanayconsugente!

—¿TienesintencióndevolveraMompracem?

—Sí, Tremal-Naik —dijo Yáñez—. Mañana mandaremos algunoshombresaSarawakparaadquirirprahosyluegoregresaremosanuestraisla.

—¿Iréconvosotros?

—Siviniesesexpondríasa laVirgende laPagodaauncontinuopeligro.Yasabesquesomospiratasyquesiempretenemosquecombatir.

—Entonces,¿adóndevoy?

—Te destinaremos una escolta de valerosos piratas que te acompañaránhastaBatavia.AllítenemosunpalacioylohabitarásconAda.

—Esoesdemasiado—dijoTremal-Naik,conmovido—.Noosbastahaberexpuestolavidaporsalvarme,sinoque,además,queréisdarmeunacasa.

—Y un puñado de diamantes que valdrá unmillón,mi querido Tremal-Naik.

—Peroyonoloaceptaré.

—No hay que rehusar nada del Tigre de Malasia. Una negativa leofendería.

—Pero…

—Calla,Tremal-Naik.Paranosotros,unmillónnadasignifica.

—¿Taninmensamentericossois?

—Talvezmásquelosthugsindios.

Mientras hablaban, el sol se había ocultado. Yáñez miró el reloj a lainciertaclaridaddelasestrellas.

—Son las nueve —dijo—, podemos volver al fuerte. Vámonos ahoramismo.

Dirigióunaúltimamiradaaladesiertaría,ysealejóalacosta,penetrandoenelbosquecillo.

Tremal-Naik,conlacabezareclinadasobreelpecho,leseguía.

Page 157: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Pocosmomentosdespuéslosdoscompañerosseencontrabananteelfortín,encuyapuertaaparecióSandokán,fumandoconsupipa,tranquilamente.

—Osesperaba—dijo,saliéndolesalencuentro—.Todoestápreparado.

—¿Quéesloqueestápreparado?—preguntóTremal-Naik.

—Loque espreciso ejecutar paraque laVirgende laPagoda recobre larazón.

Cogiódelamanoalosdosamigosyloscondujoaunaenormecámaraqueocupabacasitodoelrecintodelfortínyqueenotrotiempoestuvodestinadaacontenerunaguarniciónygrancantidaddevíveresydemuniciones.

Tremal-NaikyYáñezdejaronescaparungritodesorpresa.

La anchurosa sala, habíase convertido, por obra de Sandokán, deKammamuri y de los piratas, en horrible caverna que a Tremal-Naik lerecordaba el templo de los thugs indios, donde el feroz Suyodhana habíarealizadosuespantosavenganza.

Resinosasantorchasesparcíanpor todaspartes su lívidaclaridad.Aquíyalláveíanseacumuladasenormesmasasderoca,troncosretorcidosdeárbolesque podrían pasar por columnas, monstruos de arcilla toscamente labrados,representandoalgunosaVisnú,eldiosconservadordelosindiosquetienesuresidencia en Vaicondu omar de leche de la serpiente Adissescieu, y otrasdeidades, gigantescos genios maléficos que, divididos en cinco tribus, vanerrando por el mundo, del cual no pueden salir ni alcanzar la felicidadprometida a los hombres, sino después de haber recogido cierto número deplegarias.

Enelcentrolevantábaseunaestatua,horriblementefea,tambiéndearcilla.Tenía cuatro brazos y una lengua enorme; sus pies se apoyaban sobre sucadáver.Anteaquelmonstruoveíaseunavasijadondenadabaunpececillo.

—¿Enquélugarnoshallamos?—preguntóYáñez,mirandoconestuporalasdeidadesyalasantorchas.

—Enunapagodadelosthugsindios—repusoSandokán.

—¿Quiénhafabricadoestosmonstruostanfeos?

—Nosotros,hermano.

—¿Entanpocashoras?

—Cuandosequieretodosehace.

—¿Aquiénrepresentaaquellahorriblefiguraquetienecuatrobrazos?

—A Kali, la diosa de los thugs —dijo Tremal-Naik, que la había

Page 158: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

reconocido.

— ¿Crees que esta pagoda improvisada se parece a la de los thugs?—preguntóSandokán.

—Sí,TigredeMalasia.¿Quétepropones?

—EstoyconvencidodequesolamenteunaimpresiónextraordinariapuedehacerqueAdarecobrelarazón.

—Soy de tumismo parecer, Sandokán—dijo Yáñez—, y ya adivino tupropósito.

—¿Deveras?

—QuieresrepetirlaescenaqueocurrióenlapagodacuandoTremal-NaikaparecióanteSuyodhana.

—Sí,Yáñez.Yoseréeljefedelosthugsypronunciarélasmismaspalabrasqueelhombreterriblepronuncióenaquellanochefatal.

—¿Cuándoempezamos?

—Enseguida.

—¿Ylosthugs?—preguntóTremal-Naik.

—Losthugsseránmishombres—replicóSandokán—.Kammamuriloshaaleccionado.

—Entonces,adelante.

ElTigreacercósealoslabioselsilbatodeplataylanzóunaagudanota.Enseguida,treintadayakosmediodesnudos,conunlazodefibrasderotaceñidoa laenturayunaserpienteconcabezademujerpintadaenmitaddelpecho,penetraronenlaestanciaysetendieronjuntoalamonstruosadivinidaddelosthugs.

—¿Porquéllevanesaserpienteenelpecho?—preguntóelportugués.

—Todoslosthugslucenuntatuajesemejante—respondióTremal-Naik.

—Porlovisto,Kammamurinohaolvidadoningúndetalle.

—¿Estáispreparados?—dijoSandokán.

—Todos—contestaronlosdayakos.

—Yáñez,teconfíounaparteImportante—dijoelTigre.

—Habla.

—Tú,queeresblanco, representarásalpadredeAda.Capitanearása lospiratas que desempeñarán el papel de cipayos indios y harás cuanto

Page 159: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Kammamuriteindique.

—Estábien.

—Cuandoyofinjaunataquealfortín,caeráscomomuertoanteAda.

—Confíaenmí.Cadacualasupuesto.

Tremal-Naik, Yáñez y Kammamuri salieron, mientras Sandokán secolocabajuntoaladiosaKali,ylosdayakos,querepresentabanalosthugs,seapiñabanasualrededor.

A una señal delTigre, un pirata golpeó doce veces una especie de gongcolocadoenunodelosángulosdelaestancia.

AlsonarelúltimotoqueabrióselapuertayentrólaVirgendelaPagodasostenidaporlosdayakos.

—Avanza, Virgen de la Pagoda—mandó Sandokán—. Suyodhana te loordena.

AloírelnombredeSuyodhana,lalocasedetuvo,soltándosedelosbrazosdelosdospiratas.Derepente,susojossedilataron;fijólavistaenSandokán,que estaba de pie en medio de la pagoda, luego en los dayakos queconservabanunainmovilidadabsoluta,yporúltimo,enladiosaKali.

Unestremecimiento sacudiósucuerpoyalgunasarrugas sedibujaronensufrente.

—Kali—murmuró,conacentodeterror—.Losthugs…

Avanzóalgunospasos,fijossiemprelosojosenSandokán,oenlospiratas,enlamonstruosadivinidadindia;despuéssellevódosotresveceslamanoala frente e hizo un supremo esfuerzo, como para evocar alguna horribleescena.

Depronto,Tremal-Naikpenetróenlapagoda,gritando:

—¡Ada!

La joven se quedó inmóvil; su rostro, palidísimo, revelaba inexplicableansiedad.Sumirada,seclavóenTremal-Naik.

—¡Ada!…—repitióesteconacentosuplicante—.¡Vuelveenti!…

Oyóseungritode:

—¡Fuego!

En el umbral de la pagoda sonaron unos cuantos disparos y varioshombres, capitaneados por Yáñez, entraron bruscamente, mientras losaleccionadosdayakoshuíanentodasdirecciones.

Page 160: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Ada seguía sin moverse. Al cabo de unos segundos se estremeció einclinóse hacia delante, como si tratase de percibir el eco de una nuevadescargaodealgunaotravoz.

Sandokán, sin perderla de vista, habíase detenido. ¿Comprendió lo queesperabaladesgraciada?Talvez,porque,convozdetrueno,comenzóagritar,comohabíagritadoelferozSuyodhana:

—¡Corred!…¡Volveremosavernosenlaselva!…

Apenas pronunció estas palabras, un estridente chillido se escapó de loslabiosdelamuchacha.

Adelantó un paso, desencajado el semblante y levantados los brazos, ycayóenlosbrazosdeYáñez.

—¡Muerta!…¡Muerta!…—gritóTremal-Naik,condesesperación.

—No—dijoSandokán—.¡Sehasalvado!…

ApoyóunamanoenelpechodelaVirgendelaPagoda.Elcorazónlatíadébilmente.

—Estádesmayada—añadió.

—Entoncessehasalvado—repitióYáñez.

—¡Ojaláseaverdad!—exclamóTremal-Naik,quereíayllorabaalmismotiempo.

Kammamuri se acercó con un jarro de agua. Sandokán roció con ella elrostrodelajovenyesperóaquevolvieseensí.

Pasaron algunos minutos; luego, un profundo suspiro se escapó de loslabiosdeAda.

—Yavuelveensí—dijoSandokán.

—¿Deboquedarme?—preguntóTremal-Naik.

—No —contestó el Tigre—. Cuando se lo hayamos contado todo, temandaremosllamar.

Elindiodirigióunapenetrantemiradaasunoviaysalió.

—¿Tienesesperanzas,Sandokán?—preguntóYáñez.

—Muchas—respondióelpirata—.Mañanaestosdosdesgraciadospodránunirseparasiempre.

—Ynosotros…

—Cállate,Yáñez;yaabrelosojos.

Page 161: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Lajovenvolvíaensí.Lanzóunsegundosuspiromáslargoqueelprimeroyabriólosojos,fijándoseenSandokányenelportugués.

Sumiradanoeralamismadeantes;eralamiradadeunamujernormal.

—¿Dóndeestoy?—preguntóconvozdébil,tratandodeincorporarse.

—Entreamigos—repusoSandokán.

—Pero¿quéhaocurrido?—murmuró—.¿Hesoñado?¿Quiénessois?

—Repitoqueestásentreamigos.Yanoestásloca.

— ¿Loca?… ¿Loca?… —exclamó la joven, con profunda sorpresa—.¿Locayo?…¿Nohesoñado?…¡Ah…recuerdo!…¡Eshorrible…horrible!

Unaexplosióndelágrimasahogósuvoz.

—Cálmate —le dijo Sandokán—. Aquí no corres peligro alguno.Suyodhana no existe ya y los thugs están lejos de este lugar. Estamos enBorneo,noenlaIndia.

Haciendo un violento esfuerzo, Ada se puso en pie, y estrechandofuertementelasmanosaSandokán,exclamóllorando:

—En nombre de Dios, dime lo que ha sucedido y quién eres. Nocomprendonada…

Eran las preguntas que Sandokán esperaba. Entonces, le contósucintamentetodoloocurridoprimeroenlaIndia,despuésenMompracemyporúltimoenBorneo.

—Ahora—concluyó el pirata—, si amas a Tremal-Naik, al hombre queportiharealizadomilagros,hazunaseñalycaeráderodillasatuspies.

—¿Siloamo?—exclamóAda—.¿Dóndeestá?…Déjamequelovea.

—¡Tremal-Naik!…—gritóYáñez.

ElIndioentróenlapagodaycayóalospiesdelajoven,exclamando:

—¡Mía!…¡Mía!…¡Ada,dimequeserásmiesposa!…

Lajovenpusolasmanosenlacabezadesuprometido.

—Sí, seré tu esposa—exclamó—. Mi padre me destinaba a ti y yo teamo…

EnelmismoInstanteunadescargacerradaretumbóenlaorilladelabahía.Enseguidaoyóseunavozquegritaba:

—¡Alerta,piratasdeMompracem!…¡Elenemigoseacerca!…

Page 162: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

XXIII.EldesquitedeBrooke

ElTigre deMalasia dio un salto hacia la puerta, lanzando un verdaderorugido.

—¡Elenemigoaquí!—exclamóconlosdientesapretados.

Desenvainólacimitarra,armaterribleenmanosdeaquelhombre,ysaliódelfortíngritando:

—¡Amí,tigresdeMompracem!…

Yáñez,lospiratas,Kammamuriyhastalosfuturosespososcorrierontrasélconlasarmasenlamano.Adaempuñabatambiénunacimitarra,dispuestaalucharalladodesusbienhechores.

Aíer-Duk y sus ocho hombres bajaron precipitadamente la cuesta queconducíaalaplaya.

Tras ellos, medio oculto entre los árboles, Sandokán vio un numerosodestacamentodehombresarmados,blancosunosyotrosnegrosydayakos.

— ¡Alerta, piratas de Mompracem! ¡El enemigo! —gritó Aíer-Duk,corriendohacialabarcaamarradaalaribera.

Retumbaron seis o siete disparos de fusil y algunas balas cayeron en elagua.

—¡LatropadelrajáBrooke!—exclamóSandokán—.¡Precisamenteenelmomentoenqueyocreíaterminadamimisión!¡Bueno,JamesBrooke,venadesafiarme!¡ElTigredeMalasianoteteme!

—¿Quéhacemos,hermano?—preguntóYáñez,sinquitarsedelabocaelcigarrilloencendidopocossegundosantes.

—Luchar—respondióelpirata.

—Nosbloquearán.

—¿Quéimporta?

—Estamosenunaisla.

—Perodentrodeunafortaleza.

Aíer-Duk y sus camaradas atravesaron velozmente el brazo de mar ydesembarcaronenlaisleta.YáñezySandokánsalieronalencuentrodelbravodayako,quellevabaunamanoensangrentada.

—¿Tehansorprendido?—lepreguntóelTigre.

Page 163: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Sí,capitán;perovuelvocontodosmiscompañeros.

—¿Cuántossonlosenemigos?

—Porlomenostrescientos.

—¿Quiénlosmanda?

—Unblanco,capitán.

—¿Elrajá?

—No,untenientedemarina.

—¿Unhombrealto,conlargosbigotesrubios?—preguntóYáñez.

—Sí—contestóeldayako—.Yvanconélcuarentamarineroseuropeos.

—EseltenienteChurchill.

—¿QuiéneseseChurchill?—preguntóSandokán.

—ElcomandantedelfortínquedominaalaciudaddeBrooke.

—¿Nohasvistoalrajá?—dijoelTigre,dirigiéndoseaAíer-Duk.

—No,capitán.

Elpiratarechinólosdientes.

—¿Quéocurre?—interrogóYáñez.

—Temoqueesecanallanosataquepormar—dijoSandokán—.AcasoElRealistanavegahacialabahía.

— ¡Por Júpiter! —exclamó el portugués, arrugando el entrecejo—.¡Entoncesnoscogeránentredosfuegos!

—Seguramente.

—¡Diablo!

—Pero lucharemos, y cuando se nos acaben las balas nos defenderemosconlacimitarrayconelkriss.

El enemigo, que se había detenido a seiscientos metros de la orilla,comenzaba a avanzar, ocultándose tras de los árboles y de los espesosmatorrales.Losdisparosdejáronseoírdenuevo.

—¡Miltruenos!—exclamóYáñez—.¡Empiezaagranizar!

—Retirémonos al fuerte—ordenó Sandokán—. Es sólido y resistirá lasbalasdefusil.

Lospiratas,Tremal-Naik,AdayKammamuri,despuésdeecharlabarcaapique, con el fin de que no pudiera utilizarla el enemigo para atravesar el

Page 164: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

brazodemar,entraronenlafortaleza.

Amontonaronenormespiedrastraslapuerta,abrieronnumerosastronerasen laempalizada,queera lo suficientementealtaparaevitarunescalo,yenseguida cada cual, a excepción da la muchacha, que fue conducida a laespaciosacámara,ocupóelpuestoquejuzgóconveniente.

—¡Fuego,tigresdeMompracem!—mandóSandokán,quehabíatrepadoaltechodelfortínconYáñezysieteuochodelosmásaudacespiratas.

A la orden respondió el grito de guerra de los piratas y una descarga defusilería.

—¡VivaelTigredeMalasia!¡VivaMompracem!…

El enemigo llegó a la playa.Algunos hombres intentaron derribar variosárboles,acasoconelpropósitodeconstruirunabalsaypasaralaisla.

Sin embargo, muy pronto comprendieron que no era empresa fácilacercarsealfortín.

Homicidasdescargaspartíandeledificioycontalrapidezyconprecisióntanmatemática,quepocosminutosdespuésquinceodieciséishombresyacíansinvida.

— ¡Fuego, tigres de Mompracem! —oíase gritar, a cada instante, aSandokán.

— ¡Viva el Tigre!… ¡Viva Mompracem! —contestaban los piratas, ydisparabanapuntandoalomáscompactodelamasaenemiga.

Lossoldadosdelrajásevieronobligadosaretrocederhastaelbosqueyaocultarsetraslostroncosdelosárboles.

Apenasseretiraron,enlaorillaopuestadelabahía,alainciertaclaridaddelasestrellasaparecióotracolumnaenemiga.

Unaterriblegranizadadebalascayósobreelfortín,encuyotecho,depieyfusilenmano,permanecíaSandokán.

—¡PorJúpiter!—exclamóelportugués,oyendosilbarelplomojuntoasucabeza—.¡Másgente!

—Ytambiénbarcas—añadióSambigliong,queestabacerca.

—¿Dónde?

—Allá,enelextremodelabahía.Sonsiete,unaverdaderaflotilla.

—¡Miltruenos!—rugióYáñez—.¡Eh,hermano!

—¿Quéteocurre?—preguntóSandokán,cargandolacarabina.

Page 165: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Nosvanapescar.

—¿Notienesfusil?

—Sí.

—¿Ykrissycimitarra?

—Porsupuesto.

—Puesentonces,hermano,lucharemos.

Trepóhastalomásaltodelatechumbre,sinpreocuparsedelasbalasquesilbabanasualrededor,ygritó:

— ¡Tigres deMompracem, venganza! ¡Se acerca el exterminador de lospiratas!¡Todosalaempalizadayfuegosobreesosperrosquenosdesafían!

Los piratas abandonaron precipitadamente las troneras y treparon por laempalizadacomogatos.

Tremal-Naik, Sambigliong, Tanauduriam y ATer-Duk los dirigían,animándolosconelejemplo.

Sereanudóelfuegomuypronto,peroconfuriaincreíble.Bajocadaunodelos árboles de la costa brillaba un relámpago, seguido de una detonación.Cientosycientosdebalascruzabanelespacio.

De vez en cuando, enmedio de aquel terrible estrépito, oíase la voz delTigredeMalasia,losgritosdelospiratas,lasvocesdemandodelosoficialesdelrajáylossalvajesaullidosdelosindiosydelosdayakos.Sinembargo,nosiempre eran gritos de triunfo ni aullidos de entusiasmo; eran desgarradorasexclamaciones,lamentosdeheridos,ayesdemoribundo.

De repente, hacia el mar, oyóse un fuerte estruendo que ahogó elestampidodelosfusiles.Eralapotentevozdelcañón.

—¡Ah!—exclamóelTigre—.¡Laflotadelrajá!…

Miróhaciaelocéano.Unamasanegra seacercabaal islote;dos fanales,verdeeluno,rojoelotro,brillabanensuscostados.

—¡Eh,Sandokán!—gritóunavoz—.¡Miltruenos!…

—¡Ánimo,Yáñez!—respondióSandokán.

—¡PorJúpiter!Tenemosunbarcoalaespalda.

—Siseacercaloasaltaremosy…

No acabó. Una llamarada brilló a proa de la nave que entraba en laanchurosabahíayunabalafueaestrellarsecontraeledificio.

—¡ElRealista!—exclamóSandokán.

Page 166: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Enefecto,elbuquequeacudíaenauxiliodelosasaltanteseraelschoonerdelrajáJamesBrooke,elmismoqueenladesembocaduradelSarawakasaltóyechóapiquealHelgoland.

—¡Maldito!—rugióelTigre,mirándoloconojosquedespedíanchispas—.¿Porquénotendréyotambiénunpraho?¡TeharíavercómosabenbatirselospiratasdeMompracem!…

Otrocañonazoretumbóenelpuentedelbarcoenemigoylabalafueaabrirunanuevabrecha.

ElTigredeMalasiaprofirióungritodedoloryderabia.

—¡Todosehaacabado!—exclamó.

Seguidodesuscompañeros,bajóprecipitadamentedeloaltodelfortín,entantoqueundiluviodemetrallacaíasobrela techumbredelfuerte.Elpiratasubió a la barricada que los bandidos levantaron a la entrada de la pequeñafortaleza,gritando:

— ¡Fuego, tigres deMompracem, fuego! ¡Demostremos al rajá cómo sebatenlospiratasdeMalasia!…

Laluchaadquiríaentoncesproporcionesespantosas.Las tropasdeJamesBrooke, que hasta aquel momento se habían mantenido ocultas entre losbosques, lanzáronsehacia laplayaydesdeallíhicieronunfuegoinfernal; laflotilla, que permanecía a distancia, al verse apoyada por los cañones delbarco,avanzóresuelta,conintencióndellegarhastalaisleta.

La situación de los piratas se hizo desesperada. Combatían con rabia,disparando sobre la nave, sobre la flotilla, sobre las tropas agrupadas en laplaya;animados siemprepor losgritosdelTigredeMalasia;peroeranmuypocosparahacerfrenteatantosenemigos.

Llovían lasbalasentrandopor las tronerasyderribandoa lospiratasquedisparabandesdeloaltodelaempalizada.

Ynoeransólobalassencillas,sinogranadasqueloscañonesdeElRealistavomitabanyquealestallarcon terribleviolencia,abríanespantosasbrechas,porlascualeselenemigo,asíquedesembarcase,podríapenetrareneledificio.

Alastresdelamadrugada,lossitiadoresrecibieronunnuevosocorro.Eraunesbeltoyatearmadoconunsolocañóndegrancalibre;enseguidarompióelfuegocontralaempalizada,abiertaportodaspartes.

— ¡Se acabó!—dijoSandokándesde lo altode la barricada, disparandosin cesar contra la flotilla, que seguía avanzando—.Dentrodediezminutostendremosquerendirnos.

Alascuatrodelamañananoquedabanenelfortínmásquesietepersonas:

Page 167: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Yáñez, Sandokán, Tremal-Naik, Ada, Sambigliong, Kammamuri yTanauduriam.Dejaronlabarricada,dondeladefensaeracasiimposible,yseretiraronalagranestancia,partedelacualestabadestruidaporloscañonazosdeElRealistaydelyate.

—Sandokán—dijoelportugués—.Nopodemosresistirmás.

—Mientrasnosquedenpólvoraybalas,nodebemosrendimos—contestóel Tigre de Malasia, mirando a la flotilla que, rechazada seis vecesconsecutivas,volvíaalacargaconintencióndedesembarcarasustripulantes.

—Noestamossolos,hermano.Nosacompañaunamujer, laVirgende laPagoda.

—Aúnpodemosvencerles,Yáñez.Dejemosquelosenemigosponganpieen tierra y luchemos con ellos cuerpo a cuerpo.Me siento capaz de pelearcontratodosesosmiserablesenviadosdelrajá.

—¿Ysiunabalahiriesealajoven?¡Mira,Sandokán,mira!…

EnaquelmomentoestallóunagranadadeElRealista,hundiendoungrantrozodelmuro.Algunosfragmentosdehierrocayeronenmediodelgrupodepiratas.

— ¡Qué matan a mi novia! —gritó Tremal-Naik, colocándose ante laVirgendelaPagoda.

—Hayquerendirseodisponerseamorir—dijoKammamuri.

—Rindámonos, Sandokán —exclamó Yáñez—. Se trata de salvar a laprimadeMarianaGuillonk.

El pirata no contestó. Asomado a una ventana, los ojos centelleantes,entreabiertos los labios y contraídos los músculos por la rabia, miraba alenemigo,queseacercabarápidamentealaisla.

—Rindámonos,Sandokán—repitóYáñez.

ElTigredeMalasiacontestóconunroncosuspiro.Otragranadaseestrellócontraelmuroesparciendoasualrededormultituddeenrojecidosfragmentos.

—¡Sandokán!…—gritóporterceravezYáñez.

—Hermano—murmuróelTigre.

—Esprecisorendirse.

—¡Rendirse!…—exclamóelpirataconacentoquenadateníadehumano—.¡ElTigredeMalasianoserindeaJamesBrooke!…¡Oh!…¿Porquénotengo un cañón para hacer frente a esosmiserables? ¿Por qué no dispondréahoradelosamigosquehedejadoenMompracem?…¡Rendirse!…¡Rendirse

Page 168: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

elTigredeMalasia!

—Debemossalvaraunamujer.

—Losé…

—Yesamujeresprimadetudifuntaesposa.Rindámonos,Sandokán…

Una terceragranada reventóen lamismaestancia,mientrasdosbalasdegrueso calibre hundían gran parte del techo. El Tigre volvióse ymiró a suscompañeros. Todos permanecían con las armas en la mano, dispuestos acontinuarlalucha;enmediodeellossehallabaAda.Parecíatranquila,peroensusojossereflejabalaansiedad.

—No queda esperanza—murmuró el pirata—. Dentro de diez minutos,ningunodeestosvalientesestaráenpie.Noquedamásrecursoquecapitular.

Cogióselacabezaentrelasmanos,yselaoprimióconviolencia.

—¡Sandokán!—gritóYáñez.

Un fragoroso ¡hurra!, ahogó su voz. Los soldados del rajá habíanatravesadoelmarysedirigíanhaciaelfuerte.

Elbandidoseestremeció.Empuñó la terriblecimitarraehizoademándelanzarsefueraparacerrarelpasoalosvencedores,perosecontuvo.

—¡Hasonado laúltimahorapara los tigresdeMompracem!—exclamócondolor—.Sambigliong,izalabanderablanca.

Tremal-Naikdetuvoalpirata,queestabaatandountrozodelienzoblancoen el cañón del fusil, y se acercó a Sandokán, llevando de la mano a suprometida.

—Siterindes—ledijo—,Kammamuri,Adayyonossalvaremos;perotú,queerespirata, serás ahorcadocon tus compañeros.Siquedaaúnesperanzaalgunadevencer,dilo,ynoslanzaremoscontraelenemigoalgritode«¡VivaelTigredeMalasia!¡VivaMompracem!…».

— ¡Gracias, amigos! —respondió Sandokán, conmovido, estrechandovigorosamente las manos de la joven y del indio—. El enemigo hadesembarcadoyaynosotrosnosomosmásquesiete.Rindámonos.

—¿Pero…?—preguntóAda.

—JamesBrookenomematará—dijoelpirata—.ElTigredisponeaúndemilrecursos.

—La bandera blanca, Sambigliong —exclamó Yáñez, encendiendo uncigarrillo.

Elbandido,desdeeltechodelfortín,agitóeltrozodelienzo.

Page 169: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

EnelactooyóseelecodeunabocinaenelpuentedeElRealistaydespuésun«¡viva!»,estrepitoso…

Sandokán,cimitarraenmano,atravesóelpatiocubiertodemaderosydecadáveres, de armas y de balas de cañón, y se detuvo junto a la deshechabarricada.

Doscientossoldadosdelrajáhabíandesembarcadoyhallábansepreparadosparalanzarsealasalto.UnachalupatripuladaporelrajáBrooke,lordGuillonkydocemarineros,separósedeloscostadosdeElRealistaydirigiósehacialaisla.

—¡Élymitío!—murmuróSandokán,contristeza.

Despuésdeenvainarlacimitarra,cruzólosbrazossobreelpechoyesperótranquilamenteasusdosencarnizadosenemigos.

La barca, vigorosamente impulsada por los remeros, llegó en pocosminutoshastaelfortín;JamesBrookeylordGuillonkpusieronelpieentierray,seguidosacortadistanciaporsuescolta,acercáronseaSandokán.

—¿Pidesunatreguaoterindes?—lepreguntóelrajá,saludándoloconlaespada.

—Merindo—contestóelpirata,devolviéndoleelsaludo—.TuscañonesytushombreshandomadoalostigresdeMompracem.

Unasonrisadetriunfoaparecióenloslabiosdelrajá.

—¡YasabíayoqueacabaríaporvenceralindómitojefedelospiratasdeMalasia!—dijo—.Ríndete.

Sandokán, al oír aquellas palabras, levantó orgullosamente la cabeza,dirigiendo al rajá una de esas miradas que hacen estremecer hasta a loshombresmásvalientes.

—Brooke—dijo con voz vibrante—. Tengo tras de mí cinco tigres deMompracem,sólocinco,perocapacesdesostenertodavíauncombatecontratodas tus tropas. Son cinco hombres que a una señal mía se arrojarían sinvacilarsobretiy tematarían,apesardelossoldadosqueterodean.Yosólomeentregaríacuandomiscompañerosdepusiesenlasarmas.

—¿Noterindes?

—Sí,peroconunacondición.

—Teadviertoquemis tropashandesembarcadoya; sois sieteynosotrosdoscientos cincuenta. Bastaría un solo gesto mío para que te fusilasen.Meparece extraño que el Tigre de Malasia, vencido, pretenda aún imponercondiciones.

Page 170: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—El Tigre de Malasia no ha sido vencido aún, Brooke —contestóSandokánconfiereza—.Todavíamequedanmicimitarraymikriss.

—¿Ordenoelataque?

—Cuandotehayadicholoquequiero.

—Habla.

—James Brooke; yo, el capitán Yáñez de Gomara y los dayakosTanauduriam y Sambigliong, todos ellos pertenecientes a la banda deMompracem,nosrendimosconestacondición:

—QuenosjuzgueelTribunalSupremodeCalcutayqueconcedasamplialibertadparaquevayanadondeestimenmásconveniente,aTremal-Naik,asuservidorKammamuriyaAdaCorissanth…

— ¡Ada Corissanth! —interrumpió lord Guillonk, acercándose aSandokán.

—Sí,AdaCorissanth—repitióelpirata.

—¡Esimposiblequeestéaquí!

—¿Porqué?

—Porquefueraptadaporlosthugsindiosynosehavueltoaoírhablardeella.

—Sinembargo,seencuentraenestefortín.

—LordJames—exclamóelrajá—.¿ConocióustedaAdaCorissanth?

—Sí,Alteza—respondióelviejolord—.LaconocípocosmesesantesdequefueserobadaporlosfanáticoscreyentesenladiosaKali.

—¿Silavieselareconoceríausted?

—Sí,yestoy segurodequeella tambiénme reconocería, aunqueyahantranscurridocincoaños.

—Puesentonces,seguidme—dijoSandokán,interviniendo.

Atravesaronlaempalizadayentraronenlacámara,enmediodelacualseveíanreunidosentornodeAda,conlosfusilesenlamanoyelkrissentrelosdientes,aYáñez,Tremal-Naik,Kammamuri,TanauduriamySambigliong.

Sandokán cogió de la mano a Ada y, presentándosela al viejo lord, lepreguntó:

—¿Lareconoces?

Dosgritoslerespondieron.

Page 171: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¡Ada!

—¡James!

Luego,elancianoylajovenseabrazaronysebesaronconefusión.

Sehabíanreconocido.

— ¿Cómo se encuentra Ada Corissanth en tus manos?—exclamó lordJames,volviéndosehaciaSandokán.

—Ellamismatelodirá—contestóelpirata.

— ¡Sí, sí, quiero saberlo!—añadió el anciano, que seguía abrazando ybesandoalajoven,llorandodealegría—.Quierosaberlotodo.

—Explícaselo,Ada—replicóSandokán.

La joven,sinaguardaraque le repitiesen la invitación,narróal lordyalrajálahistoriaquenuestroslectoresyaconocen.

—James—dijoAdacuandoterminó—,debomisalvaciónaTremal-NaikyaKammamuri;mifelicidadalTigredeMalasia.Abrazaaestoshombres…

Lord James acercóse a Sandokán que, con los brazos cruzados sobre elpechoyelsemblanteligeramentealterado,mirabaasuscompañeros.

—Sandokán—dijo el anciano, conmovido—.Me robaste a mi sobrina,peromedevuelvesaunamujer tanamadapormícomolaotra.Teperdono,¡abrázame,sobrino,abrázame!…

ElTigredeMalasiaseechóenlosbrazosdellordyalcabodetantosañosaquellosencarnizadosenemigossebesaron.

Cuando se separaron, gruesas lágrimas rodaban por las mejillas delanciano.

—¿Esverdadquetuesposahamuerto?—ledijoconentrecortadavoz.

Ante aquella pregunta, el semblante del Tigre de Malasia se contrajo.Cerrólosojos,cubrióseelrostroconlasmanosylanzóunroncogemido.

—Sí,hamuerto—contestócondoloridoacento.

—¡PobreMariana!¡Pobresobrina!

—¡Cállate,cállate!—murmuróSandokán.

¡ElTigredeMalasialloraba!

Yáñezseacercóasuamigoy,poniéndoleunamanoenelhombro,ledijo:

—¡Ánimo,hermano!ElTigredeMalasianodebemostrarsedébilanteelexterminadordelospiratas.

Page 172: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Sandokánenjugóselaslágrimasylevantólacabezaconfieroademán.

—RajáBrooke,estoyatudisposición.Miscompañerosyyonosrendimos.

—¿Quiénessontuscompañeros?—lepreguntóelrajá.

—Yáñez,TanauduriamySambigliong.

—¿YTremal-Naik?

—¿Cómo?…¿Teatreves?…

—Yo no me atrevo a nada —contestó James Brooke—. Me limito aobedecer.Tremal-Naikquedaráprisionerolomismoquevosotros.

—¡Alteza!…—exclamólordGuillonk—.¡Alteza!…

—Lo siento por usted, milord, pero no puedo conceder la libertad aTremal-Naik.Lohe recibidoendepósitoydeboentregarloa lasautoridadesinglesas,quenodejarándereclamarlo.

—PeroyahaoídoVuestraAltezalahistoriadeestenuevosobrinomío.

—Es cierto, pero no puedo infringir las órdenes recibidas de lasautoridades anglo-indias. Dentro de algunos días, un barco de deportadostocaráenSarawakytengoqueentregaralprisionero.

—¡Señor!…—exclamóTremal-Naik—.VuestraAltezanopermitiráquemeseparendemiAdaniquemeconduzcanaNorfolk.

—RajáBrooke.Cometesunainfamia—dijoSandokán.

—No; obedezco—replicó el rajá—.LordGuillonk podrá encaminarse aCalcuta,explicarloscrímenesdelosthugsysolicitarelindulto.Pormiparte,prometoapoyarsugestión…

Ada,quehastaentonceshabíapermanecidomuda,adelantóse,angustiada.

—Rajá—murmuró confusamente—. ¿Quiere Vuestra Alteza que yomevuelvalocaotravez?

—Le prometo que verá usted de nuevo a su prometido, señorita. Lasautoridades anglo-indias efectuarán la revisión del proceso y dejarán enlibertadaTremal-Naik.

—Entonces,permítameVuestraAltezaqueembarqueconél.

—¿Usted?…¿Quéestádiciendo?…¿Bromea,señorita?…

—Deseoseguirlo.

—¿Enunbarcodeforzados?…¿Asemejanteinfierno?

—Digoquequieroseguirlo—exclamólajoven,conexaltación.

Page 173: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

James Brooke la miró con cierta sorpresa. Parecía impresionado por laenergíadeaquellaniña.

—RespóndameVuestraAlteza—añadióAda.

—Es imposible, señorita—dijo luego—.El comandante del barco no laadmitiríaabordo.MejorseráquesigaustedasutíoalaIndia,paraalcanzarelindulto de su futuro esposo. Su testimonio bastará para que le devuelvan lalibertad.

—Escierto,Ada—agrególordGuillonk—.SitevasconTremal-Naikmequedaré soloy,para salvara tuprometido,me faltará ladeclaracióndemásfuerza.

—¡Todosseempeñanenqueloabandone!—exclamólajoven,estallandoensollozos.

—¡Ada!…—murmuróTremal-Naik.

— ¿Me concedes cinco minutos de libertad? —preguntó Sandokán,acercándosealrajá.

—¿Paraqué?—dijoJamesBrooke.

—IntentaréconvenceraAdaparaquesigaalordGuillonk.

—Puedeshacerlo.

—Perotupresencianoesnecesaria.Deseohablarlesintestigos.

—Teconcedoloquepides,peroteadviertoqueesinútilquepiensesenlafuga,porquetodalabahíaestáocupada.

—Losé.Seguidme,amigos…

Salierondelfortínysedirigieronalaempalizada.

—Escuchadme—dijoelTigrealosquelerodeaban—.Aúndispongoderecursosque,silosconociese,haríanpalideceralrajá.Ada,lordJames…

—No,lordJames,no,llámametío,Sandokán—leinterrumpióelinglés—.Eressobrinomío.

—Ciertamente, tío—añadió el pirata, conmovido—. Ada, renuncia a laideadeseguira tuprometidoa la isladeNorfolk.Encambio,procuraremosconseguir del rajá que retenga en Sarawak a Tremal-Naik hasta que lasautoridadesdeCalcutarevisenelproceso.

—Perolaseparaciónserálarga—dijolajoven.

—No;serábreve,yoteloaseguro.Intentoobtenerestodelrajáparaganartiempo.

Page 174: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

— ¿Qué quieres decir?—preguntaron a un tiempo Tremal-Naik y lordGuillonk.

LevesonrisaasomóaloslabiosdeSandokán.

— ¡Ah! —exclamó—. ¿Creéis que ignoro la suerte que me espera enCalcuta?…Losinglesesmeodian.Leshehechounaguerramuyencarnizadaparaconfiarenquemedejenconvida.Y,sinembargo,aúntengolaesperanzadeserlibre,deazotarelmar,deverotravezmisselvasdeMompracem.

—¿Quéproyectas?¿Enquéconfías?—preguntólordJamesGuillonk.

—EnelsobrinodeMuda-Hassin.

—¿DelsultándestronadoporBrooke?

—Sí, tío. Sé que conspira para reconquistar el trono y que, lenta, peroincesantemente,minaelpoderíodeJamesBrooke.

— ¿Qué podemos hacer nosotros? —preguntó Ada—. Te debo misalvaciónytedeberélalibertaddeTremal-Naik.

—IrenbuscadelsobrinodelsultánydecirlequelostigresdeMompracemestán dispuestos a prestarle auxilio. Mis piratas desembarcarán aquí, sepondránalacabezadelosvencidosyasaltarán,antetodo,nuestraprisión.

—Peroyosoyinglés,sobrino—exclamólordGuillonk.

—Nadaexijodeti,tío.Túnopuedesconspirarcontrauncompatriota.

—Entonces,¿quiéndesempeñaráesacomisión?

—AdayKammamuri.

—¡Ah,sí!—exclamóAda—.Dime,¿quédebohacer?

Sandokánsedesabrochólachaquetaysacódelafajaquellevabasobrelacamisadeseda,unabolsarepleta.

—BuscarásalsobrinodeMuda-Hassiny ledirásqueSandokán,elTigredeMalasia,leregalaestosdiamantes,quevalendosmillones,paraapresurareltriunfodelarevolución.

—Yyo,¿quéhago?—preguntóKammamuri.

Elpiratasequitóunasortijadeformaespecial,adornadaconunagruesaesmeralda,yselaalargó,diciéndole:

—IrásaMompracem,enseñarásamiscamaradasesteanillo,lesdirásquemehanhechoprisioneroy,enminombre,lesordenarásqueembarquenparaayudaralsobrinodeMuda-Hassin.Volvamos:elrajáesdesconfiado.

EntrarondenuevoenlaruinosaestanciadondeesperabaBrookerodeado

Page 175: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

desusoficiales.

—¿Ybien?…—preguntóbrevemente.

—Adarenunciaalaideadeseguirasuprometido,conlacondicióndequeVuestraAlteza retenga prisionero en Sarawak a Tremal-Naik, hasta que lostribunalesdeCalcutaveandenuevolacausa—contestóelancianolord.

—Sea —murmuró James Brooke, después de algunos instantes dereflexión.

EntoncesSandokán,arrojandoalsuelolacimitarrayelkriss,dijo:

—Soytuprisionero.

Yáñez,TanauduriamySambigliongtirarontambiénsusarmas.

LordJames,húmedoslosojos,seinterpusoentreelrajáySandokán.

—¿QuéseproponeVuestraAltezahacerdemisobrino?

—Leconcedoloquemehapedido.

—¿Yes?…

—Loenviaréa laIndia.ElTribunalSupremodeCalcutaseencargarádejuzgarlo.

—¿Cuándosaldrá?

—Dentrodecuarentadías;enelvapor-correoprocedentedeLabuán.

—Alteza…essobrinomíoyyohecooperadoasucaptura.

—Losé,milord.

—HasalvadoaAdaCorissanth,Alteza.

—También lo sé, pero nada puedo hacer. Ya sabéis que me llaman elExterminadordelospiratas.

—¿YsimisobrinoprometieseaVuestraAltezaabandonarparasiempreestosmares?…¿YsimisobrinojurasenovolvernuncaaMompracem?

—Calla—leinterrumpióSandokán—.Nimiscompañerosniyotememosa la justiciahumana.Cuandopara los tigresdeMompracemsuene laúltimahora,sabránmorircomovalientes.

Acercóse al anciano lord, que lloraba en silencio, y lo abrazó, mientrasTremal-NaikabrazabaaAda.

—Adiós—murmuróluego,estrechandolamanodelajoven,quesollozaba—.¡Tenesperanza!

Volviósehaciaelrajá,queesperabajuntoalapuerta,y,alzandolacabeza,

Page 176: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

ledijo:

—Estoyatusórdenes.

LoscuatropiratasyTremal-Naiksalierondel fuertey seacomodaronenlasembarcaciones.Cuandoestassoltaronlasamarras,elTigrefijó lamiradaenelislote.

EnlapuertadelfortínpermanecíaellordteniendoaAdaaladerechayaKammamurialaizquierda.Todoslloraban.

— ¡Pobre tío y pobre muchacha! —murmuró Sandokán, suspirando—.Perolaseparaciónserábreve,ytú,JamesBrooke,perderáseltrono.

XXIV.Abordode«ElRealista».

Diezminutosdespués,elpequeñoschoonerdeJamesBrookeabandonabalabahía,saliendoaaltamar.

Desplegadas las velas por la numerosa tripulación del rajá, la nave,impulsadaporlafrescabrisaquesoplabadetierra,corríavelozmentesobrelasazuladasylímpidasaguasdeBorneo,dejandoatrásunaníveaestela.

SandokányYáñez,depieapopa,perocustodiadosporcuatromarinerosconlabayonetacalada,teníanlosojosfijosenelislote,anteelcualveíaseaúnelyatedelordGuillonk.

Parecía como si todavía tratasen de distinguir los rostros de Ada y deKammamuri.

Cuando la distancia hizo imposible ver nada, elTigre se volvióhacia sufielcompañero,queencendióuncigarrilloycomenzóa fumarconsucalmaacostumbrada.

— ¡Esto se acabó!—le dijo conun suspiro—.Hemospagadomuy caraunabuenaacción,amigomío.

Elportuguéssecontentóconencogersedehombros.

—¿Notienesmiedo?—lepreguntó.

—No—repusoYáñez.

—Sinembargo,estamosenlasmanosdelexterminadordelospiratas.

—¿PeronoerestúelTigredeMalasia?¿Quiénesmásfuerte?

—Si fuese libre aún y tuviera mi cimitarra, te contestaría que el Tigrevenceríaalexterminador,peroahora…

Page 177: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Confíoenti,Sandokán.

Unatristesonrisasedibujóenloslabiosdeljefedelospiratas.

—Losvalientesquemeseguíanhansidoaniquiladosporelhierroyporelfuego—murmuróconvozronca.

—EnMompracemquedanotrosnomenos terriblescapacesdehacerquemuerdaelpolvoelmismoexterminador.

—Mompracemquedamuylejosynosotrosestamosprisioneros.

—Perotútesobraspararomperlascadenasyparaderribarlosmurosdeunaprisión—dijoYáñez.

—Antetodo,¿sabesquéharáconnosotrosJamesBrooke?

—Prontoloaveriguaremos;ahorasevienehaciaaquí.

El rajá, después de conferenciar con sus oficiales, subió a cubierta y seacercó a los prisioneros. Hizo seña a los cuatro guardianes para que sealejasen,yluego,volviéndosehaciaSandokánysuamigo,lesdijo:

—Seguidme.

—¿Quéquieres?—lepreguntóelTigre.

—Antes de que el sol se oculte, lo sabréis —respondió el rajá—. Misoficiales,reunidosenConsejodeGuerra,hanpronunciadovuestracondena.

—Nolesreconozcosemejantederecho.

—Loreconozcoyo,quesoyelrajádeSarawak.

— ¡James Brooke!… ¡El Tigre de Malasia no ha muerto aún! —gritóSandokán,entantoqueensuspupilasbrillabaunterriblerelámpago.

—¿Quéquieresdecir?

—Que algún día podré volver a tu reino al frente de los tigres deMompracem.

—¡Bah!Esedíaestámuylejano—replicóelrajá,consonrisairónica—.Dentrodeunmesoshallaréisenelgranocéano,entrevuestraislaylaotra…

—¿Quéotra?

—LadeNorfolk.

Sandokánhizoungestodeestuporydecólera,peroenseguida,convoztranquila,alparqueburlona,dijo:

— ¡Ah! ¿Quieres enviarnos con los forzados que Inglaterra y AustraliareleganenNorfolk?¡Tuideanoesmala,JamesBrooke!¿YseráElRealista

Page 178: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

quienemprenderátanlargoviaje?

—MinavemeserámásútilaquíqueenlosmaresdeAustralia.

—EntoncesseráenlaquedebeconducirallíaTremal-Naik.

—Sí.

—¿YhallegadoyaaSarawak?—preguntóelpirata,socarronamente.

—AyertardeanclófrenteaMatany.

—PuesvamosaNorfolk,salvoqueloimpidauncasoimprevisto.

—¿Quécaso?—preguntóelrajá,mirándolocondesconfianza.

—Enelmarnuncahayseguridaddellegaralpuertodedestino;esoyalosabes,JamesBrooke.

—Noqueríasdecireso.PerosiesperashuirantesdequeelbarcollegueaNorfolk,teequivocas.Ignorasaúnloqueesunafragatadestinadaaltransportedeforzados.

—Loaprenderémuypronto,puestoquetuRealistasehallaráestatardeenaguasdeMatany.

JamesBrooke locontemplófijamente,comosi leyeseensualma; luego,encogiéndosedehombrosyhaciendoungestodeindiferencia,exclamó:

—Seguidme.

— ¿Quieres colocarnos ya los grilletes? —preguntó Sandokán, siempreburlonamente.

—Mientras permanezcáis a bordo de mi barco, os trataré como ahuéspedes—replicóJamesBrooke,connobleza—.Venid.

Bajó al comedor, seguido del Tigre y de Yáñez, y se sentó a la mesa,espléndidamenteservida.

—Despuésdeuncombatetanlargoyterrible,vosotros,lomismoqueyo,sentiréishambre—dijo—.Sinoosdesagrada,hacedmecompañía.

—Conmuchogusto—respondióSandokán,en tantoqueelportugués seinclinabasilenciosamente.

Elrajáylosdoscabecillasdelapirateríamalayaempezaronacomerconexcelenteapetito,charlandocomosifuesenlosmejoresamigosdelmundo.

Rivalizaban en cortesía; hablaban de mares, de navegación, deconstrucciones navales, de armas y de abordajes, sin hacer lamás pequeñaalusiónasurivalidad,ninombraraNorfolkniaMompracem.

La nave, impulsada por viento favorable, dirigíase rápidamente hacia

Page 179: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Matany, cuya gigantesca cima, de dos mil novecientos metros, aparecía,doradaporlosúltimosrayosdelsol.

Elmarperdíapocoapocosusreflejosdefuego,tomandouncoloroscuro,confugacesresplandoresdeoro.

Algunas aves marinas revoloteaban, ya dejándose caer al agua, yalevantándose rápidamente con chillidos agudos. Eran golondrinas de mar ypetreles.

Enocasiones tambiéncruzabaunafragata,velozcomounaexhalación,osedejabaverungruesoalbatrosderobustopicoyblancasplumasorladasdenegroensusextremos.

Elrajáylosdospirataspasearoncercademediahora,yseguíancharlando,cuandoelprimerosedetuvobruscamente,mirandohaciaproa.Enmediodelastinieblas,descubriódospuntosluminososquebrillabanenladireccióndeMatany.

Su frente secontrajo,y su semblante,hastaentonces serenoyafectuoso,tomó de pronto un aspecto casi terrible. Volvióse hacia un marinero,diciéndole:

—Disparauncohete.

SandokányYáñeznodijeronnada.Sinembargo,susmiradaspermanecíanfijasenaquellosdospuntosluminosos,unorojoyotroverde,queindicabanlapresenciadeunbarco.

Pocos momentos después, un cohete partía de la popa de El Realista yestallabaenelespacio,esparciendounalluviadechispasdeoro.

El rajá no apartaba la vista de los puntos luminosos. Al cabo de uninstante,otrocohetehendíalastinieblashacialapartedeMatany,mostrandounalíneadepuntosazulados.

—Allíestáelbarco—dijoJamesBrooke.

Luego,volviéndosehaciaSandokányYáñez,añadióconciertadureza:

—Desde ahora dejáis de ser mis huéspedes y yo vuelvo a ser elExterminadordelospiratas.

—¿AquelbuqueeselquehadeconducirnosalosmaresdeAustralia?—preguntóelTigre,envozbaja.

—Sí—respondiósecamenteelrajá.

—Estamospreparados…

Los tripulantes de El Realista botaron al mar una chalupa y en ella se

Page 180: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

acomodaronunoficialyochomarineros,armadosdefusilesydesables.

Sandokán,antesdeponerelpieenlaescala,acercósealrajáy,mirándolofijamente,ledijoenvozlentaypausada:

—James Brooke, algún día volveremos a vernos; mi corazón no meengaña.

EnloslabiosdelExterminadorsedibujóunairónicasonrisa.

—¿Lodudas?—añadióelTigre.

—Sí.

—Hacesmal.GuárdatedelospiratasdeMompracemyguárdatetambiéndelosdayakos.

— ¿Qué pretendes dar a entender? —le preguntó el rajá, por cuyosemblantecruzóunasombradeinquietud—.LosdayakosdeMuda-Hassin,elsobrinodelsultán,estánsometidosyelpretendientesehallaentremismanos.

—Veremos si Muda-Hassin sigue mucho tiempo en tu poder. ¡Adiós,James Brooke! La lucha entre nosotros no ha terminado y tal vez al nomatarmecometasunerror,quelamentarás.

Y Sandokán bajó rápidamente la escala y se colocó entre los soldados,seguido de Yáñez, de Sambigliong y de Tanauduriam, que habían sidollevadosacubierta.

Aunabreveordendeloficial,lachalupasepusoenmarcha,dirigiéndosehacialosdosfocosluminososquebrillabanenlastinieblas.

Antesdealejarse,Sandokánlevantólacabezayvioalrajáque,inclinadosobrelaborda,lomiraba.

Con lamano le hizo una seña que quería decir adiós, pero que tambiénsignificabaunaamenaza;luegosentósejuntoaYáñez,quehabíaencendidouncigarrillo,ymurmuró:

—Vamosaverelbarcodelosforzados.

—Seráalegrecomounentierro—contestóelportugués,sonriendo.

—Más tarde será alegre como una fiesta —agregó el jefe de losformidablespiratas,enelidiomadeBorneo.

—¿Quéestástramando,Sandokán?

—Un golpe soberbio, Yáñez. Los forzados no son tontos y menoscobardes. Con tal de recobrar la libertad se hallarán dispuestos a todo.Esperemoslosacontecimientos.

Page 181: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Lachalupa,impulsadaportresparesderemos,sedeslizabamuydeprisasobrelasoscurasolas.

Lossoldados,conelfusilentrelasrodillas,sehabíansentadounosdelanteyotrosdetrásdeloscuatroprisioneros.Queríanevitarunaevasión,cosaporotrapartenadafácil,hallándoselabarcaamásdediezmillasdelacosta.

Unahoradespués,lalunaasomóporencimadelacumbredelMalangylamasa del barco se hizo visible. Era una gran fragata de tres palos y degigantescasformas;unadeaquellasviejasnavesdevelaqueformabanpartedelaescuadrainglesaen1830,buenasvelerasensuépoca,peroyafueradeuso.

El portugués y Sandokán la observaban, contemplando sus elevadosmástilesysuextensocasco;luego,miráronsesonrientes.

—Encontraremosnumerosacompañía—dijoelprimero.

Enaquelmomento,roncosgritos,quenadateníandehumanos,retumbaronenlasentrañasdelenormebuque,confragorsemejantealrugidolejanodeunamanada de bestias feroces; luego, bruscamente, los ecos se extinguieron, entantoqueunavoz,desdeloaltodelpuente,preguntaba:

—¿Quiénvive?

—Chalupadelrajá—contestóeloficialdeJamesBrooke.

La embarcación abordó a la fragata bajo la escala, que ya había sidoechada.

—Seguidme—ordenóeloficialdelachalupaaSandokányaYáñez.

Los dos jefes de la piratería obedecieron y subieron la escala escoltadosporcuatrosoldados.

Al llegar a cubierta, un oficial salió al encuentro del enviado del rajá,examinándoloalaluzdeunfanal.

—Heaquíamishombres—dijoalmarino—.JamesBrookeselosconfíaausted.

—¿Estossonlosdosfamosospiratas?—preguntóeltenientedelafragata,fijandounaescudriñadoramiradaaSandokányYáñez.

—Sí,señor.

—¿Peligrosos?

—Losvigilaráustedatentamente.

—Esocorredemicuenta,señor.MisrespetosaSuAlteza.

Page 182: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Sevausted?

—En seguida. El viento es favorable para alcanzar las costasseptentrionalesdeBorneo.

Entantoqueelemisariodelrajáysushombresvolvíanalachalupaylafragata viraba hacia el Norte, el teniente llamó a cuatro marineros, eindicándolesaYáñezySandokán,lesdijo:

—Encadenad a esos nuevos prisioneros y conducidlos bajo cubierta; sonpeligrosos.

Aloír talespalabras,Sandokánhizounmovimientodeenérgicaprotesta,peroelportuguésledetuvo,murmurando:

—Calma,hermano,oecharásarodartuproyecto.

—Tienesrazón—contestósucompañero,conlosdientesapretados.

Un marinero se acercó a ellos y, para impedir que anduviesen confacilidad,lescolocócadenasenlaspiernas;despuéslosempujóviolentamentehaciaproa,diciéndoles:

—Venid,bribones…

Aúnnohabíaterminadolafrase,cuandoladiestradeSandokáncaíasobresu espalda con tal ímpetu que estuvo a punto de hacerle rodar por elentarimado.

—¿Bribónyo?—gritóconrabia—.¿NosabesqueestamañanaeraeljefedelospiratasdeMompracemyquellevoenlasvenassangrereal?…¡Muchocuidado!…¡Soyhombrequemata!…

Elteniente,alverlaescenayaloíraquellaspalabras,acudiópresuroso.Envez de revolverse contra Sandokán, dio un puntapié almarinero, diciéndoleseveramente:

—EstosdoshombresestánbajolaproteccióndelrajádeSarawakynosonvulgaresmalhechores.Alque los insulte,mandaréque le ponganhierros enlospies.

—Renuncio a la protección de James Brooke —replicó Sandokán, conorgullo—.Pidoquesemetratelomismoquealosdemás,pero¡desgraciadodelquemeinsulte!…¡Vamos!…

Después de dirigir un ligero saludo al oficial, siguió almarinero, que leprecedíarascándoselaespaldacomositemieselavigorosamanoquelehabíahechocrujirloshuesos.

Bajaronporunaescalaypasaronalentrepuente,dondeYáñezySandokánsedetuvieron,haciendoungestoderepugnancia.

Page 183: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¡Miltruenos!—exclamóelportugués—.Nocreíacabarenunantroasí.Estoeselinfierno.

—Sí, pero un infierno que estallará como un volcán —exclamó sucamarada.

Luego,volviendohaciaelmarinero,lepreguntó:

—¿Cuálesnuestrositio?

—Allá,haciaproa.

—Puesvamos…

XXV.Elbuquede«LosForzados».

El entrepuentede aquelviejobuqueofrecíaun espectáculo repugnanteyhorrible.

Trescientos hombres, la hez de Inglaterra y de las colonias británicas deAsia, yacían amontonados en aquel lugar, encadenados unos a otros comobestiasferoces.

Veíanseallíjóvenesembrutecidosporelvicioyporlosdelitos,hombresenla plenitud de la vida y ancianos de blancos cabellos, pero que acasoregistraban en su existencia mayor número de infamias que los demás.Ladrones, incendiarios, borrachos incorregibles y asesinos, encontrábansejuntos, con rumboa la isla deNorfolk, el establecimientopenitenciariomáshorribledelOcéanoPacífico.

Veíansecolososdebestialesrostros,adolescentesdevoradosporla tisisoconsumidos por todo género de vicios, naturalezas vigorosas que resistíanmuchos años y que tal vez cometerían nuevos delitos, y organismos yaagotados en los cuales probablemente se extinguiría la vida antes dever lascopasdelosgigantescospinosdelaislamaldita.

Un morboso vaho, como de fieras, emanado de aquellos trescientoscuerpos, aspirábase en el entrepuente, a lavezqueun ronquido sonoro, quehacía vacilar hasta la llama de las dos linternas que alumbraban aquellainmensaprisiónoscilante,dejábaseoír, interrumpidodetardeentardeporellúgubretintineodealgunacadena.

Sandokán y Yáñez se detuvieron, mirando con asco aquel montón decarne.

— ¡Es horrible! —exclamó el portugués—. ¡Nunca había soñado

Page 184: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

semejante escena! Un campo de batalla bañado en sangre y cubierto decadáveresydemoribundosespreferibleaestacuevadebandidos.

—¡Venid!—ordenóbruscamenteelmarinero.

Losdosjefesdelapirateríaysuscompañeroslesiguieronsinhablarmás.Pasaron junto a aquel amasijo de durmientes, cuidando de no despertar aninguno,yllegaronapopa.

Elmarineroleshizoquesesentaranjuntoaotrastantasargollasdehierrofijasenelentarimado,ylesmandóquesedurmiesen.

—¿Notienesordendeatarnos?—preguntóSandokán.

—Es inútil —respondió el marinero, sonriendo—. Sois personas…respetables.Sinembargo,esteesvuestropuesto.

Ysealejó.

SandokányYáñezsemiraron.

—Estalibertadfavorecerámisplanes—dijoelprimero.

—¿Ylacadenaquellevamosenlospies?—preguntóYáñez.

—Enelmomentooportunocaerárota.

—¿Quétepropones?

—Pienso en la libertad, Yáñez. ¡Ah! ¿Supone James Brooke que voy adejar que me lleven a Norfolk? Se equivoca, amigo mío. Acasopresenciaremos unamatanza espantosa, pero antes de que el barco esté a lavistadelcaboSirik,seremosdueñosdeestaviejafragata.

—¿Piensasamotinaraestosgaleotes?

—Sí,Yáñez.

—¿Ycreesqueteobedecerán?

—¿Nodeseantambiénverselibres?

—¿Ylatripulación?

—Anteelformidableataquedeestasfieras,desencadenadaspornosotros,cederá.

—¿Yluego?…

—LuegovolveremosaSarawak.

—¿Otravez?…

—¿Crees que elTigre deMalasia puede resignarse con su derrota?No,Yáñez.Arrojarédel tronoaJamesBrooke.Muy tardehepensadoenMuda-

Page 185: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Hassin, pero ya tendremos ocasión de poner en juego al pretendiente y desublevarasusdayakos.

—¿ConocesaMuda-Hassin?

—Haceyamuchosaños.

—EssobrinodelsultándeSarawak,¿verdad?

—Sí, de aquel sultán que en vez de ceder el trono aMuda ha preferidodejárseloaBrooke.

—¿Dóndeestáelpretendiente?

—EnSedang,vigiladoporgentesadictasalrajá.

Enaquelinstanteunavoz,desdeelextremodelentrepuente,gritó:

—Silencio,uosharécallarconel«gatodenuevecolas».

—Es el centinela que vigila a proa —explicaron Sambigliong yTanauduriam,quesehabíantendidotrasdesusjefes.

—Cerremos los ojos —murmuró Sandokán—. Aún no ha llegado elmomento…

Loscuatropiratassetumbaronenelentarimado.Cerraronlospárpadosysedurmieronplácidamente,mecidosporlasolasqueazotabanloscostadosdelviejobuque.

DosotresvecesdurantelanochedespertóseSandokányseincorporóparaobservar a los forzados que reposaban junto a él. Sus miradas se fijaronsingularmenteenunhombredegigantescaestatura,anchopechoybrazosmuydesarrollados,indiciosdeunafuerzamásqueextraordinaria.

Aquelforzadopodríatenerunoscuarentaaños.Eraunhérculesdecabellojaroycrespo,frentebastanteespaciosayfaccionesregulares,quecontrastabanconlasferocesycruelesdesusvecinos.

Aunquellevabaeluniformedelosforzados,porsubronceadocutisyporelmodo de dormir, cualquier observador habría podido adivinar en él a unhombredemaroauncorredordebosques.

MásdeunavezasaltóaSandokánlaideadedespertarlo,peroledetuvoelmiedo a llamar la atención del centinela que vigilaba en el extremo delentrepuente,apoyadoenelfusil.

—Esteesunhombrequepuedesermeútil—murmuró—.Gigantesasísonobjetospreciosos.Mañanaveremos…

Y volvió a dormirse junto a Yáñez, con las manos en la faja, segúncostumbre,creyendoqueaúnteníaarmas.

Page 186: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Unensordecedorestrépitodecadenas,unidosagritosdedolor,learrancóbruscamentedesusueño,haciéndoleabrirlosojos.

Dos marineros recorrían el entrepuente, haciendo silbar en el aire doslátigosygritando:

—¡Canallas!…¡Enpie!…

Devezencuando losdos látigos caían sobreungrupode forzadosy enseguidadejábaseoíruncorodegritosydemaldiciones.

Ambos marineros manejaban aquellos terribles instrumentos sinmisericordia,sinmirardóndedaban.Hemosdichoterriblesinstrumentos:enlafrasenohayexageración,porquesetratabadelfamoso«gatodenuevecolas»,enusohastahacepocosañosenlamarinainglesayenlaspenitenciarías.

Estas especies de disciplinas, designadas con aquel nombre porque secomponendenueve correas sujetas a unmango cortoy terminadas enotrastantasbolitasdeplomo,son,sinduda,peoresqueelknutdelosrusosyqueelcour-basedepieldehipopótamodelossudanesesydelosabisinios.

Cadavezquecaen,lasbolasdejanunsurcosangrientoenlaespaldadelavíctima,ybastancincogolpes,yenocasionesmenos,paramataraunhombre.

Esincreíbleelpavorquesemejanteinstrumentoinspirabaalosmarinerosdelosbarcosdeguerrayalosrematadosdelaspenitenciaríasinglesas.

Puede asegurarse que producía miedo más grande que la horca. Paraacabar con la terrible banda de los estranguladores londinenses que durantevariosañosseensañóconpacíficostranseúntes,bastóconlaamenazadelosjueces de aplicar cincuenta azotes a los culpables, en vez de la horca, paraverlosdesaparecer.

Yáñez,TanauduriamySambiglionglevantáronseparanorecibiralgunadeaquellas brutales caricias. Sandokán, en cambio, después de enterarse de loquesetrataba,volvióatumbarse,cerrandolosojos.

Losdosmarineros,prosiguieronsucarrera,llegaronmuyprontohastaloscuatropiratas.AlverqueelTigrenohabíaobedecidolaordendedespertarse,unodeellosseinclinósobreél,gritando:

—¡Enpie!

Sandokánnosemovió.TanauduriamySambigliong,creyendoqueeljefeno había oído el mandato del marinero, se acercaron para sacudirlo. UnaterriblemiradadeYáñezlosdetuvo.

Elportuguéssehabíadadocuentadequesucamaradanodormía; luego,tendríasusmotivosparapermanecerconlosojoscerrados.

Page 187: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

— ¡En pie, bribón! —repitió el marinero, haciendo silbar en el aire ellátigo.

Alnotarquesuvoznoproducíaefectoalguno,dejócaerel«gatodenuevecolas»,hiriendoaSandokánenmitaddelpechoydesgarrándolelacamisadesedaverde.

Apenassintióelgolpedelasdisciplinas,elTigredeMalasiasepusoenpiedeunbrinco.Coger por la cintura almarineroy levantarlo a pulso como sifueraunmuñeco,fueobradeunsegundo.

Suvoztronócomouncañonazo,retumbandoenelentrepuente:

—¡Miserable!…¡Teatrevesapegarmeamí,alTigredeMalasia,aljefedelosformidablespiratasdeMompracem!…¡Voyamatarte!

Elmarinero,medioahogadoporaquellaenérgicapresiónquehacíacrujirsushuesos,lanzóungritodedolorydeimponenterabia.

Su compañero precipitóse sobre Sandokán con el látigo en alto. PeroSambigliong y Tanauduriam velaban por su jefe. Echándole la zancadilla,hicieronrodarporelsueloalmarineroylosujetaroncontraelentarimado.

El formidable pirata, dando prueba de su vigor extraordinario y de suaudacia, causó profunda impresión en aquellos hombres encallecidos en eldelito y habituados a sentir admiración por los seres animosos y resueltos.Además, laspintorescasyricasvestidurasdel jefedelapiratería,aquelgranturbantedesedablancayverde,adornadoconunmagníficodiamantequealarojizaluzdelalinternadespedíavivísimosresplandores,erancausassobradasparadarlesunaelevadaideadesucompañero,alqueconsiderabannocomounvulgarforzado,sinocomounpríncipedeBorneo.

Gritosdeestuporydeadmiraciónseescaparondetodosloslabios.

—¡Quéhombre!…

—¡Bravo!…¡Ahogaaesepícaro!

Unaagudavozgritóderepente:

—Camaradas…Ospropongoqueproclamemosreydelosforzadosaestevalientepríncipe.

Unestrepitosoaplausoacogiótanextrañaproposición:elecoseextinguióenseguida,ahogadoporelrumordecadenas.

El centinela había hecho la señal de alarma, y una docena demarinerosarmados de fusiles y con la bayoneta calada, invadieron el entrepuente,corriendoenauxiliode susdoscompañeros.Un teniente—elmismoque lanocheanteriorsehizocargodeSandokán—,mandabalatropa.

Page 188: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

— ¡Dejad libre a ese hombre! —gritó, amartillando resueltamente lapistolayapuntandoalpechodelTigredeMalasia.

TanauduriamySambigliong,aunaseñaldeYáñez,dejaronqueelsegundomarineroselevantara,perodespuésdequitarlelasdisciplinas.

Sandokán,aloírlaintimidacióndelteniente,sevolvió.

—¡Ah!¿Erestú?—dijo—.Ahítienesatusubordinado,peroteadviertoquesiseatrevealevantarotravezellátigocontramí,lomato.

Yempujandoviolentamentealmarinero,añadió:

—¡Vete!

—Te prometo que mientras permanezcas a bordo de esta nave nadie tetocará,porquetaleslaordendeSuAlteza—contestóentonocortéseloficial—.Noobstante,tengoqueencadenarte.

—Hazlo—contestóSandokán.

—Puedoevitartetalhumillaciónsimedaspalabradenovolverarebelartecontramissubordinados.

—Noprometosemejantecosa.

—Entonces,obedeced—exclamóelteniente,dirigiéndoseasussoldados.

Dos hombres acercáronse a Sandokán y sujetaron a la argolla delentrepuentelacadenaquellevabaalpie.Elpiratalosdejóhacer,peroluego,aferrandolacadenaconambasmanos,laretorcióyconunabruscasacudidalarompió,rodandolosanillosporelsuelo.

—Mira tucadena—dijo—.ParaelTigredeMalasiahace faltaotramásrecia.

Los forzados no respiraban siquiera. Miraban con una especie de terrorsupersticiosoaaquelhombreque,entanbrevetiempo,habíadadodospruebasde su fuerza extraordinaria y que parecía no temer a aquellos brutalesguardianesquesóloconsupresenciahacíantemblaratodos.

Eloficial,alverrotalacadena,contemplóconlamásprofundasorpresaalformidablehombre.

—¿Quéhashecho?—lepreguntó.

—Yaloves—repusoSandokán—.Memolestabalacadenaylaheroto.

Luego, levantándose fieramente y cruzando los brazos sobre el pecho,añadióconacentodesdeñoso:

—Llevo en las venas sangre real y, aunque tenga que luchar con todos

Page 189: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

vosotros,nosoportarésemejantehumillación.

—Temataré.

—El Tigre de Malasia no teme a la muerte; la he desafiado en cienabordajes. Déjame en paz y nome rebelaré contra tus subordinados. JamesBrookenoteautorizaparaquemeinsultesnimemaltrates.

—¿Tetranquilizarás?

—Sí—contestóSandokán,conciertaburla.

—Teprometoquenadietemolestará.

—Estábien.

YelTigrevolvióasentarseenmediodesuscompañeros,entantoqueeltenienteseretiraba.

Los presidiarios no se habían movido. Seguían contemplando conadmiraciónalterriblepirata.

En primera línea aparecía el gigante que había llamado la atención deSandokán.Revelabamayorsorpresaque losotrosynoapartaba losojosdeljefedelospiratasdeMompracem.

Lallegadadealgunosmarineroscargadosconenormesollasyconrimerosdeplatos,rompióaquellaespeciedefascinación.

—¡Elrancho!…—exclamaronalgunos.

Enelentrepuentesedejóoírgranruidodecadenas.

Comenzabaladistribucióndelranchomatutino.Losplatos,llenosdeunabazofia negruzca y humeante, circulaban con rapidez entre aquellosdesgraciados,quelosvaciabanconigualrapidez.

Cuando llegaron junto a los prisioneros de JamesBrooke, losmarineroscolocaronanteelloscuatroescudillas,añadiendo,seguramenteporordendelcomandante,unvasodevinoenvezdeagua,galletasyuntrozodejamón.

—¡Quélujo!—exclamóYáñez,queconservabasuinalterablebuenhumor—.Nuestroscompañerosdegalerasentiránenvidia.

—A su tiempo tendrán algo mejor —contestó Sandokán, que habíacomenzadoadevorarelranchoconexcelenteapetito.

—¿Piensasaúnentuproyecto?

—Porsupuesto.¿Creesqueibaaarmartalescándaloporelsolocaprichodelevantarenelaireaquelmarineroyparabuscarmeunlatigazo?

—¡Ah!Yalosospechaba.

Page 190: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—EsprecisoquelosforzadosseenterendeloquesoycapazyquesepanquemellamoelTigredeMalasia.Entreunpiratayunbandidoladiferencianoesmuygrande,hermano.Ahoraveráscómoestosgaleotesmeobedecen.

—Empiezo a creerlo, Sandokán. Esos hombres no temen más que a lafuerza.

—Ahítienesaunindividuo,talvezmásfuertequeyo.

—¿Esegigantequetenemosalladoyquenosmiradereojo?Meparecequeelpobresientevivísimosdeseosdeparticipardenuestroalmuerzo.

Sandokánvolvióse.Elhombrelosmirabaconojosquerevelabanimpulsosde arrojarse sobre los víveres que devoraban sus vecinos. Seguramente, alinfeliznolebastabalaescasaracióndelosforzados.

El Tigre comprendió en seguida que aquella era la mejor ocasión paratrabaramistadconelhércules.

—¿Quieres?—lepreguntó,alargándoleunagalleta.

Elforzadovacilóunmomento,avergonzadotalvezdequeaquelhombrele hubiera sorprendido en semejante actitud y de que hubiese adivinado sudeseo; luego, alargó rápidamente lamano, cogió lagalletay se la llevóa laboca,murmurando:

—¡Gracias!

Ydoslágrimasrodaronporsustostadasmejillas.

—La ración no te basta, ¿verdad?—le preguntó Sandokán, ofreciéndoleotrosbizcochosyunpedazodejamón.

—No;hacemásdesietesemanasquetengohambre—contestóelgigante,conrabia.

—Debesquejartealosoficialesoalcapitán.

—Estos señores tienen otras cosas más importantes que hacer. Hesuplicadomuchasvecesa losmarinerosqueañadiesenalgoa la racióny sehan reído de mí y me han llamado canalla… Sin embargo, soy másdesgraciadoqueculpable.

—¿Eresinglés?

—DelpaísdeGales.

—¿Marinero,quizá…?

—Delatripulacióndeunafragata;laScotia.

—¿Yporquéestásaquí,conrumboalaisladelosforzados?

Page 191: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

El gigante bajó los ojos; luego, con voz entrecortada por los sollozos,murmuró:

—Porquematéa…unhombre.

—¿Aalgúncamarada?

—Auncontramaestre.Eraunverdugoqueatormentabaamiscompañeros.No sé lo que pasó… Una tarde yo había bebido… Tuvo la audacia degolpearme…deabofetearme…amí,aJohnFulton…alhombremásfuertedeInglaterra…Perdílanocióndelascosas…nocomprendílaenormidadqueibaa cometer…Levanté el puñoy se lodejé caer sobre el cráneo…¡El infelizmurió pocosmomentos después!… ¡Maldita sea la tarde que convirtió a unhonradomarineroengaleote!

El atleta se cubrió el rostro con las manos. Entre los dedos le corríanabundanteslágrimas.

YáñezySandokánlocontemplabanensilencio.

— ¡Pobre madre mía a la cual he causado pena tan grande y acaso novolveráavermejamás!—añadióelgigante,contemblorosavoz—.¡Yoserélacausadesumuerte!…

— ¿Y no se te ha ocurrido pensar en la libertad? —le preguntórepentinamenteSandokán.

El inglés levantó la cabeza y clavó una mirada ardiente en el Tigre deMalasia.

—¡Lalibertad!…—exclamó—.¡Daríatodamisangreporrecobrarla,porverdenuevoamimadre,amiblancacasita,amialdea!Perono,esesueñoesirrealizableyacabarémividaenlamalditaisladelOcéanoPacífico.

—¿Ysihubieseunhombrecapazdedarteesalibertad?

—¿Dóndeestá?Mividaseríasuya.

—Soyyo—dijoSandokán.

— ¿Tú?… —exclamó el coloso, estupefacto—. ¿No eres tambiéncondenadoalaisladeNorfolk?

—¿Yquéimporta?

—EreselTigredeMalasia,elterriblejefedelospiratasdeMompracem.Durantemis viajes aBorneoheoídohablar de tus empresas; he visto, hacepoco,loqueerescapazdehacer,pero…quepuedesdevolvermelalibertad…perdona…lodudo…

—Mira en torno tuyo, John Fulton —dijo Sandokán—. ¿Crees que los

Page 192: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

hombresquenosrodeannosuspiran,lomismoquetú,porlalibertad?

—Seguramente.

—¿Yqueloarriesgaríantodoporconquistarla?

—Tambiénesverdad.

—Desencadenemosaestahordadehombresy losveráshacerprodigios,lanzarse contra la muerte comomis piratas deMompracem y rivalizar conellos en valor y en ferocidad. Colócate a la cabeza de los más resueltos,decididoatodo,ymedirássilaconquistadeestebarcoesimposible.

El coloso escuchaba en silencio. Sus ojos, poco antes húmedos por laslágrimas, despedían ahora relámpagos, mientras una oleada de sangre lecoloreabalasmejillasylafrente.

—¡Lalibertad!—rugió—.¡Sí,desencadenaraesoshombres,colocarsealacabezadeellos,atacaralatripulación,apoderarsedelbuque!Sierescapazdehacereso,mividaserátuya.

—Ante todo, dime: ¿tienes influencia entre los forzados?—le preguntóYáñez.

—Sí.Miprodigiosafuerza,queciertavezlesprotegiócontraunmarineroquelosmartirizabaagolpesconel«gatodenuevecolas»,mehavalidociertaautoridad.Poresomeobedecencomosifuerasujefe.

—Entonces explícales nuestros propósitos. Espero que ninguno de ellosnostraicionará.

—Por esa parte no hay que temer; entre condenados y guardianes existemuchoodio.

—¿Cuántoshombrescalculasquehayabordo?

—Ochentamarinerosycuatrooficiales.

—¿Ycañonessobrecubierta?—preguntóSandokán.

—Dosenelalcázar.

—Eso me inquieta —murmuró el Tigre, cuya frente se contrajo—. Alprimer asalto, la tripulación se atrincherará en el alcázar y nos ametrallarádespiadadamente.Seráprecisoclavarlos.

—EsImposible,Sandokán—dijoYáñez.Eneltimónhayguardia.

—Lo sé, pero temoque esas dospiezas de artillería causengran estragoentrenosotros.

Depronto,segolpeólafrente.

Page 193: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¡Ah!—exclamó.

—¿Quétepasa?

— ¡Por Alá! —exclamó el Tigre, mientras a sus labios asomaba unasiniestrasonrisa—.Talvezardalanave,peroelcaboSiriknosehallalejos.John Fulton, manos a la obra. Dentro de tres días, todos debemos estarpreparadosparalalucha.

XXVI.Elmotín

Mientraslosforzadospreparabanlarebeliónquehabíadedestruirlotodo,elbuquenavegabatranquilamenteconrumboalNordeste.

Impulsadoporfrescabrisa,habíayaatravesadoaquelpequeñomar,dandovistaalríoPaloyselanzóhaciaelNorte,paradoblarelcaboSirikyseguircosteandoelsultanatodeBorneo.

Aquella ruta podría parecer extraña a cualquiera porque, en vez dedisminuirlo, alargaba considerablemente el camino, pero el motivo erajustificado.Destinada la fragataa recoger todos los forzadosde lascoloniasindomalayassujetasaInglaterra,teníaquetocartambiénenLabuánparaqueembarcasenallíalosinfelicesdestinadosalaisladeNorfolk.

Si Sandokán y Yáñez hubiesen podido adivinar la verdadera ruta delbuque,nohubieranprovocadotanprontolarebelión,teniendolaprobabilidaddeacercarseasuisla.Ignorándoloytemiendoquelanave,unavezdobladoelcaboSirik,seinternaseenaltamar,decidieronprecipitarlosacontecimientos.Cuando se dieron cuenta de que habían dejado atrás el Palo y de que lapequeñaciudaddeRedingquedabaapopa,resolvierondarelaudazgolpedemanoquehabríadehacerlesdueñosdelbarco.

Lasediciónsehallabayasecretamenteorganizada.Lostrescientosgaleoteshabíanacatadolasórdenesdel jefede lapiratería,dispuestosa lucharpor lalibertad.

La fama de Norfolk era bastante mala para no impulsarlos a la pelea.Ninguno de los condenados ignoraba las torturas físicas y morales que lesaguardabanenaquellaisla,perdidaentrelasolasdelGranOcéano,enmediodelachusmadeforzadosdeAustralia.

John Fulton, que ejercía grandísima influencia, debido a su elevadaestatura y a sus prodigiosas fuerzas, había amenazado con aplastar de unpuñetazoalquedejasedetomarparteenelcomplotoseatrevieraadescubrirlaconjuración.

Page 194: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

AloscuatrodíasdelembarquedelospiratasdeMompracem,todoestabaorganizado. Los trescientos hombres, divididos en seis bandos, habíannombrado,asusjefes,elegidosdeentrelosmásvigorososydistinguidosporsu carácter resuelto, y tenían asignado ya el lugar que debían ocupar a laprimera señal de rebelión, para dividir a los tripulantes y derrotarlos másfácilmente.

—Esta noche daremos el golpe —había dicho Sandokán al inglés—.Adviérteles a todos que estén preparados. Luego, cuando toquen a silencio,darélasúltimasinstrucciones.

Elgigantecomunicólaordenasuvecinoparaqueestelatransmitiesealosdemás.Después,cuandolabocinadeabordoimpusosilencio,tendióseenelsuelo,demodoquesucabezatocaseconladeSandokányladeYáñez.

Los trescientos forzados tumbáronse junto a sus argollas y fingierondormir;sinembargo,devezencuandolevantabanlacabezayfijabanlosojosenelgrupoformadoporSandokán,Yáñezyelinglés.

—Escúchame —dijo el Tigre al gigante—. Eres capaz de romper lascadenasdetuscompañeros,¿verdad?

—Paramíesoescosadejuego.

—Puesempiezaporlatuya;luegoharáspedazosladeesemuchachoflacoqueduermeatulado,porquenecesitoutilizarlo.¿Leshasdichoalosotrosqueesténatentosanuestrosgritos?

—Sí;apenasoiganlavozde«¡fuego!»…selevantarán,resueltosaobrar.

—Rompetucadena.

El inglésdobló laspiernas;enseguidapasóambasmanosbajoelvientrepara que el centinela que velaba en el extremo del entrepuente no lodescubriera,yconungolpesecoabriólosanillosdelacadena.

—Yaestá-murmuró,volviendoasuprimerapostura.

—Ahora,tucompañero…

John Fulton miró al centinela. Aguardó a que volviese la espalda, einclinándosesobreeljovenqueteníacerca,lerompiólacadena,diciéndole:

—Acércatealjefe.

El forzado no se movió. Miraba al centinela, que volvía; apenas lo vioretirarse,deslizósehastaSandokán.

—¿Meoyes?—lepreguntóelTigre.

—Sí—respondióelmuchacho.

Page 195: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Tenecesito.

—Estoydispuestoatodo.

—¿Podrápasartucuerpoporeltragaluzdeladespensa?

Elforzadolevantólacabezaysusojos,parecidosalosdeungato,fueronaclavarseenunaestrechaaberturadestinadaadarventilaciónaladespensa.

—Conunligeroesfuerzo,pasaré—dijoluego.

—¿Tieneseslabónypedernal?

—No.

Metió lamanoenelbolsillodelportugués,sacóeslabónypedernalyunpedazodeyescayseloalargóaljoven.

—¿Quédebohacer?—preguntóeste,sorprendido.

—Unacosasencillísima—respondióSandokán—.Incendiarladespensa.

—¿Cómo?—exclamóelforzado,quecreyóhaberoídomal.

—Prenderásfuegoalbarco.

—Peroentoncesnosquemaremostodos.

—Porahora,noteocupesdeeso;obedeceycalla.

—Nodiscuto.¿Yelcentinela?

—Esperaaquevuelvalaespaldayobedecemisórdenes.

—Perfectamente.

Elforzadopermanecióinmóvil,fijossiemprelosojosenelmarinero,que,conelfusilalaespalda,paseabaporelextremodelentrepuente.

Aguardó a que volviese sobre sus pasos, y entonces, deslizándose comounaserpiente,atravesóelespacioqueleseparabadelagujero.Durantevariossegundos,se leviocontraersecomosihiciesedesesperadosesfuerzos, luegodesaparecióporeltragaluz.

—¿Entró?—preguntóYáñez,envozbaja.

—Sí—contestaronSandokányelinglés.

Transcurrieronalgunosminutosdeangustiosaespera.Elcentinelavolvióhastalamitaddelentrepuente.Enelmomentoenquereanudabasupaseo,elforzado apareció en la abertura. Salió con increíble celeridad y se unió algrupoformadoporloscuatropiratasyelInglés,murmurandoconalegría:

—¡Yaestá!

Page 196: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Ardebien?—preguntóelTigre.

—Heincendiadodoscajasdetocinoyheabiertounbarrildepetróleo.

En cuanto acabó de pronunciar aquellas palabras, una ráfaga de humonegroydensosallódeltragaluz,extendiéndoseporelentrepuente.

En los prisioneros, tumbados en el suelo y siempre en guardia, notóseligeromovimiento,acompañadodeunsordoruidodecadenas.

Elcentinela,sospechandoalgoInsólito,volviósebruscamente.Unalenguadefuegosurgióporelventanilloeiluminóelentrepuente.

Ungritoseescapódeloslabiosdelmarinero:

—¡Fuego!

LavozdelTigredeMalasiaretumbóentoncescomouncañonazo:

—¡Enpie!…¡Fuego!…¡Fuego!…

A este segundo grito respondió un rugido inmenso, ronco, salvaje, y unensordecedorestrépitodecadenas.

Los forzados se habían puesto en pie como un solo hombre, dispuestospara la lucha. Sus rostros reflejaban espantosa ferocidad; los tigres, hastaentoncesacobardadosporlosgolpesdel«gatodenuevecolas»,despertábanse.

Alverque las llamas surgían apopa, comenzarona retorcer las cadenasparadestrozarlas,aullandoymaldiciendoalmismotiempo.

Losmarinerosdeguardiaquesehallabansobrecubierta,precipitáronsealoír la voz de alarmadel centinela hacia el entrepuente.Eranunosveinte entotal,armadosalgunosdehachasyfusilesylamayorparteinermes.

Cuandovieronenpiealosforzados,retrocedieron,creyendoquesetratabadeunasublevación.Sinembargo,aldescubrirlasllamas,corrieronhaciapopa,saltandoporencimadelosgaleotesqueaúnpermanecíantendidos,alaespera.

AqueleraelmomentoesperadoporSandokán.

—¡Aellos!—gritó.

Y, seguido del inglés, deYáñez, de Sambigliong, de Tanauduriam y deljoven,avanzó.

El centinela, que se encontraba en la mitad del entrepuente, al ver queaquelloscincohombresseacercaban,echóseelfusilalacara.

Eltirosalió,yel jovendelgado,queenaquelmomentosecolocóanteelinglés,empuñandounpesadogarrote,cayóconelcráneodeshecho.

Sandokán se arrojó sobre el marinero y le sujetó el arma. Mientras le

Page 197: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

dejaba inerme, el inglés descargó sobre él su puño, que era una verdaderamaza.

Elcentinela,alrecibirelgolpe,vaciló;luegorodóporelsuelo.

Lostrescientosgaleotessujetaron,casienunmomento,aloshombresdeguardiaquesehabíanlanzadosobreaquelmontóndecuerpos.

En un segundo, los veinte hombres, vencidos por el número, fuerondesarmadosycasidesnudados.Algunosquedaronenelsuelo,otroslograronescapardeaquelloscentenaresdebrazosyseprecipitaronhacia laescaladeproa,gritando:

—¡Socorro!…

Unferozrugido,querepercutiódeunamaneraespantosaenelentrepuentey en las profundidades de la bodega, saludó a aquel inesperadoacontecimiento.

Mientras las llamas se extendían, encontrando alimento fácil en lasmateriasgrasasde ladespensa,enel tocino,enelaceiteyen losbarrilesdepetróleo ya destrozados, los galeotes, con las hachas arrancadas a losmarinerosdeguardia,cortabansuscadenasrápidamente.

No habían transcurrido veinte segundos cuando doscientos hombres seencontraban ya libres de las cadenas que durante tantos meses habíanoprimidosuspiernas.

Poco tiempomásy todos los forzados se encontraríandispuestospara lalucha.

Las armas escaseaban; no poseían más que el fusil del centinela, unadocenadedagas,variashachasycincoo seispistolas,peroelnúmero teníaquevencer.

Sandokán,Yáñez,el inglésylosdosmalayos,elprimeroarmadoconunhacha,elsegundoconelfusildelcentinelaylosotroscondaga,secolocaronalacabezadelacolumnadeforzadosparalanzarsesobrecubierta.

Elhumo,queinvadíaelentrepuenteamenazandoasfixiarlos,lesobligabaaobraratodaprisa.

—¡Adelante!—exclamóSandokán.

Encamináronsehacialaescaladeproa,mientrassuscompañerostratabandearrancar,agolpesdehacha,larejadehierrodelaescotillacentral,cuandoterriblesdescargasdejáronseoírenelextremodelentrepuente.

Cuarentamarineros,armadosdefusilyguiadosporelcapitándelbarcoyporunodelosoficiales,habíanrotoelfuego.

Page 198: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Algunosforzadoscayeron,en tantoque,comoola irresistible,sedejabanarrastrarporelTigredeMalasia,querepetíasincesar:

—¡Adelante!¡Alpuente!

Depronto,ungritodeterrorretumbótraslacolumnadelosasaltantesyenseguida se escucharon algunos disparos. Yáñez, Sandokán y el inglés,creyendoquelesatacabanporlaespalda,sedetuvieronyvolvieronlacabeza.

Aquellasdescargasnopartíandelacámaradelosoficiales,sinodelarejade hierro de la escotilla central. Algunos marineros que se hallaban sobrecubierta,fusilabanaloshombres,queafuerzadehachazospretendíanromperlasbarrasparainvadirlatoldillaporaquellaparte.

— ¡Si no nos desembarazamos de esos hombres que tenemos enfrente,estamosperdidos!—rugióelTigre.

Realmente, la situación de los forzados comenzaba a ser desesperada.Atacadosporarribaypordelante,confuegoalaespalda,quealcanzabayaalacámaradelosoficialesyalasparedesdelentrepuente,yenmediodelhumocadavezmásdensoquenoencontrabasalidasuficiente,corríanel riesgodemorir,obajolasbalas,oquemadosvivos,oasfixiados.

Por fortuna, todas las cadenas habían caído destrozadas y otra masa dehombresprecipitóseenauxiliodelaprimeracolumna.

—¡Alasalto!—gritóSandokán.

Elhumano torrente, enfurecidopor las cruelespérdidas sufridasypor elhumoquelerodeabaportodaspartes,lanzóseconirresistibleímpetu.

Nada podía frenar ya a aquellos trescientos hombres locos de rabia yansiososdelibertad;eranacasomástemiblesquelostigresdeMompracem.

Los marineros, agrupados en el extremo del entrepuente, hallábansedivididosendoscolumnas.

Lasdescargassucedíansesintregua,causandogrannúmerodebajasentrelos asaltantes. Los hombres, heridos por el plomo enemigo, caían, lanzandogritosdedolorqueterminabanenrugidosderabia.

¿Qué importaba quemuchos rodasenpor el suelo, nadando en su propiasangre? Los demás caían sobre losmarineros, trabando con ellos una luchadesesperada.Combatíanconlospuñosyconlasuñas,apatadasyamordiscos,animándoseconsalvajegriterío.

ElhachadeSandokányelpoderosobrazodelInglésabrieronunabrechaenlamasadelostripulantes.

—¡Ánimo!…¡Otroesfuerzo!…—exclamabaelTigre.

Page 199: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Elataquefuetanirresistible,quecuarentamarineroscayeronporelsuelo.Trataron de agruparse al pie de la escala y de rechazar a bayonetazos a lamarea humana, pero las armas les fueron arrancadas de las manos porcentenaresdebrazosysevieronobligadosasubirprecipitadamente,dejandoenelentarimadoaalgunoscompañeros,muertosapuñetazosoestrangulados.

Sandokán, al encontrar libre el paso, dirigióse a la escala. También elinglés logró apoderarse de un hacha, y le siguió, en tanto que Yáñez,SambigliongyTanauduriam,fusilenmano,disparabanconobjetodealejaralosmarinerosquesehallabanjuntoalarejadehierrodelaescotillacentral.

Losprisioneros,ebriosdesangre,ysegurosyadelavictoria,seagolpabantrasdesusjefeseinvadían,conespantosoclamoreo,lacubiertadelafragata.

En el buque, la oscuridad era completa porque los fanales de popa y deproasehallabanapagados.

El tiempo también se mostraba amenazador. Soplaba un cálido viento,mientrasqueelmarmugíaylasolasazotabanlaquilla.

Los galeotes se habían detenido. Sus ojos, deslumbrados aún por lasllamas,nodistinguíannada.

Sandokán, Yáñez y el Inglés, avanzaron sin encontrar resistencia. Latripulaciónhabíadesaparecido.

—¿Dóndeestarán?—preguntóelTigre,inquieto.

— ¡Mira hacia popa! —gritó en aquel momento el portugués—. Unassombrashumanascomienzanadibujarseconfusamenteatravésdelhumoquesalede laescotilla.Losmarinerosdelafragatasehanreunidoenelalcázar,tras las dos piezas de artillería, para ser dueños del timón y dominar lacubierta.Parecequenohanpensadoenelpeligroquetienenbajolospies.Lacámara de los oficiales está ardiendo y, de unmomento a otro, los puntalespuedencederyenvolverlosatodosenlasllamas.

—¡Adelante!—gritóSandokán—.Estánallí,frenteanosotros.

Cuandosedisponíaacorrerhaciaaquellugar,Yáñezlesujetóbruscamenteylehizocaersobrelatoldilla.

Unsegundodespués,doslenguasdefuegosurgieronaderechaeizquierdadelalcázar,iluminandolanoche,yunagranizadaterribledemetrallabarriólacubiertadepopaaproa.

Una terrible gritería hizo eco a las detonaciones de las dos piezas deartillería.

Muchoshombrescayeron,atrozmentemutilados.

Page 200: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Sandokánselevantóconelhachaenlamano.

—¡Gracias,Yáñez!—dijo.

Luegogritócontodassusfuerzas:

—¡Alasalto!

Los presidiarios no vacilaron; comprendían que si se retrasaban algunosinstanteslametrallalesbarreríaatodos,yporesoseadelantaron,resueltosadesalojar de su refugio a los tripulantes. De pronto, su arranque se viodetenidoporuninesperadoobstáculo.Unagigantescalenguadefuegosaliódelarejadehierrodelaescotillacentralyseextendióporlacubierta.Laveladelpalo mayor y la de la gavia, que permanecían desplegadas, incendiáronse,formandounaenormehoguera.

Lalonacayóapedazos,chamuscandoelrostroyelcabelloalosforzadosqueocupabanlaprimeralínea.

—¡Atrás!—gritóSandokán.

En elmismo instante, los dos cañones dispararon, haciendo que la viejafragata se estremeciese, y otra granizada de metralla atravesó la cortina defuegoyderribóainfinidaddeasaltantes.

Los fusiles de losmarineros concentrados a popa hicieron eco a los doscañonazosylasbalassilbabanentodasdirecciones.

Los galeotes esgrimían furiosamente las armas, pero se reconocíanimpotentesenpresenciadeaquelenemigo,quesehallabadefendidotambiénporelfuegoquesurgíadelaescotilla,formandounainfranqueablebarrera.

—¡Enretirada!—ordenóelTigredeMalasia.

Losprisionerosreplegáronseconfusamentehaciaproa,dejandolacubiertasembradademuertosyheridos.Agolpáronseenelcastillo,mientrasque losqueteníanlafortunadeposeerunfusilseocultabantraselpalodeltrinqueteytraselargano,intentandocontestar,lomejorposible,alalluviadebalasquelatripulacióndisparabasinpiedad.

Ladistancianobastabaasalvaraaquellamasadepersonasagrupadasenelextremodelanave.Elplomoenemigosecebabaenellasyportodaspartesveíansemontonesdeheridos.

Para no morir, era necesario desalojar la cubierta. Algunos forzados sedirigieronalacámaradelostripulantesparaorganizarladefensa,mientraslosdemásseprecipitabanhaciaelentrepuente,aunariesgodeperecerasfixiadosporelhumo.

Sandokán, Yáñez y el Inglés, protegidos por el argano, deliberaron

Page 201: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

brevementeacercadeloquesedebíahacer.

La situación comenzaba a ser insostenible. Los marineros ocupaban unlugarinexpugnableylafragataestabaapuntodeardercompletamente.

—¿Quéhacemos?—preguntóelinglés.

—Hayqueresistiratodotrance—respondióSandokán.

—Elbarcoarderápidamente—dijoYáñez.

—Pontealfrentedecienhombreseintentadominarelincendio.Ahítienesdos bombas y en la cámara de la tripulación no faltarán cubos—ordenó elTigre,dirigiéndoseasucamarada.

—Lasbombasestánexpuestasalfuegoenemigo,Sandokán.

—Harás que amontonen sobre cubierta toneles, maderos y todo lonecesarioparaformarunabarricada.

—¿Ynosotros?—preguntóelinglés.

—Apenasestécortadoelfuego,volveremosalacarga.

—Sólotenemosveintefusiles.

—El número suplirá las deficiencias del armamento. También nosotrosprocuraremos levantar una barricada entre el palo mayor y el trinquete yordenaremos que la ocupen los hombres que disponen de fusiles. Situviéramos chalupas, pensaríamos en un ataque por la espalda, pero esoscanallasselashanllevadoapopa.

—Quedaelrecursodeconstruirunabalsa.

—Perderíamos mucho tiempo. Además, nuestra gente tendría que estarexpuestamuchotiempoalosdisparosdeloscañones.Porotraparte,creoquelatripulaciónnoresistiráyamucho.

—¿Porqué?

—El fuego ha invadido la cámara de los oficiales y si los enemigos sequedan en el alcázar, acabarán por caer en el horno que arde bajo sus pies.Vaya,levantemoslabarricada.

MientrasYáñez,alacabezadecienhombresprovistosdecubos,afrontabavalerosamente el humo y las llamas que amenazaban destruir el barco,Sandokányelinglés,ayudadosporlosdemás,formabanlabarricadaentreelpalomayoryeltrinquete.

Laempresanoerafácil,porque lasdospiezasdeartilleríadisparabandevezencuandosobrecubierta,ydelpalomayor,enelquehabíahechopresaelfuego,caíancuerdas,trozosdelonaInflamadaypedazosdecofa.

Page 202: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Además, la fusilería causaba muchas bajas. Los cadáveres eraninnumerablesyenalgunoslugaresaparecíanamontonados.

A pesar del fuego y de los disparos de los defensores, los presidiarios,animados por Sandokán y por el Inglés, lograron levantar la barricada,acumulandocubos,vigas,cajas,cadenasyáncoras.

Unosveintehombresquehabíantenidolafortunadeapoderarsedefusiles,laocuparonyrompieronenseguidael fuegocontraelalcázar.Sinembargo,aquellos disparos no produjeron mucho efecto, pues la cortina de fuego yhumoquesalíade laescotilla les impedíandistinguira losmarinerosqueseaglomerabanapopa.

Cuandomásfuerteeraelbalanceodelbuque,peorpodíanhacerpuntería.Durante la lucha, el mar, cada vez más enfurecido, levantaba en grandesoleadas que iban a estrellarse contra los amplios flancos de la fragata,sacudiendobruscamenteelaparejo.

También el viento aumentaba. Impetuosas ráfagas estrellábanse en losmástiles,silbandoentrelascuerdasehinchandolaveladel trinquete,quenohabíasidoarriadaniorientada.

Aquellosgolpesdeviento,envezdeapagarelfuegoquedevorabaelpalomayor,loalimentaba.Lagigantescaantenaflameabacomoenormeantorcha,despidiendounanubedechispas.

Elmar,iluminadoporaquellallamarada,despedíavivísimosreflejos.

Entretanto, la tripulación, a pesar de la tenacidad de los forzados,manteníase firme. Aunque convencida de la imposibilidad de dominar elmotín, seguía defendiéndose, tratando de causar en los adversarios las másdesastrosaspérdidas.

No se preocupaba ya de la nave, que no podía reconquistar. Por esointentabademolerla, hacerla inservible, echarla a pique, con la esperanzadeahogar,comoabestiasferoces,alahordadepiratas.

Los dos cañones del alcázar no callaban un momento. Consumida lametralla,tirabanconbalarasa,destrozandolasbordas,deshaciendoelcastillode proa, derribando mástiles y destruyendo la cámara, abarrotada depresidiarios.

Un verdadero delirio destructor parecía haberse apoderado de aquelloshombres.Querían,antesdeabandonarla,dejarlanaveconvertidaenunacriba.El Incesante fuego, apoyado por las descargas de fusilería, originaba dañosenormesalosqueatacaban.Lasbalasdeloscañones,destrozandopartedelabarricada,obligaronalosforzadosaevacuarapresuradamentelacámaradelatripulación.

Page 203: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Por tres veces, el Tigre de Malasia, furioso al verse tenido a raya poraquellos cuarenta marineros, pretendió lanzar sus columnas al asalto delalcázar,perolamuralladefuegoqueseguíasaliendodelaescotillaledetuvo.

Algunos, más audaces, consiguieron atravesarla, pasando a través de lahoguera,peroantesde llegaralalcázar, todoscayeron,heridospor lasbalasenemigas.

La lucha duraba ya dos horas cuando, de repente, el fuego de losmarineros,queibadisminuyendogradualmenteenintensidad,cesó.

Temiendo un ataque imprevisto, Sandokán reunió sobre cubierta a todosloshombresdisponibles,dispuestoarechazarcualquierasalto.

Sin embargo, pasaron algunos minutos sin que ocurriese nada. A popareinabaunsilencioabsoluto.

—¿Quéproyectarán?—sepreguntóelTigre,coninquietud.

Avanzóhastaelpalomayor,desafiandolalluviadechispasquecaía,pero,acausade laespesahumaredaqueelviento impulsabahaciapopa,no logródescubrirnada.

Ibaaprecipitarseenmediodelanubedehumo,cuandoelingléslesujetóporunbrazo,gritándole:

—¡Atrás!…¡Elpalosecae!…

Sandokán, en dos brincos, se halló al otro lado de la barricada. El palomayor,consumidoensubasepor las llamas,sedesplomócongranestrépitosobrelabandadebabor.

Lafragata,anteaquelchoquerepentino,plegósesobreelcostado,mientraslasbordascaíantambién,deshechas;peroenseguidaselevantó,conservandosolamenteunaligerainclinación.

Elpalodemesana,rodóunminutomástarde.Pordesgracia,envezdedarsobreunauotraborda, fueacaera lo largode la toldilla,derribandoaunadocenadehombresydestrozandolascuerdasdeltrinquete.

Sin preocuparse de los gritos de los heridos, Sandokán y el inglés selanzaronhaciaelalcázar.Atravesaronpormediodelhumoqueseguíasaliendodelaescotilla,ysedetuvieronalpiedelaescala.

—¡Hanhuido!…—gritóelTigre.

Eraverdad.Lostripulantes,aprovechándosedelaforzosainaccióndelosrebeldesydelacortinadefuegoquelosenvolvía,botaronalmarlaschalupasy se dejaron caer a ellas, amparados por la nave. Antes de abandonarla,clavaronlosdoscañonesyarriaronlabandera.

Page 204: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Sandokányelingléssubieronrápidamentealalcázaryseinclinaronsobrelabordadepopa.

Algunos puntos luminosos, ya muy lejanos, brillaban en medio de lastinieblas,haciaelSur.

—Tratandealcanzarlacosta—dijoSandokán.

—¿Ynosotros?—preguntóelinglés.

—Siesposible,lesimitaremos—contestóelTigredeMalasia.

—¿Loconseguiremos?

—Elbarcoestádestruidoylamareasube.

—¿Noconfíasendominarelincendio?

—Creo que Yáñez lo conseguirá, pero ¿qué importa?… No podemoscontarmásqueconeltrinqueteyconnuestrosbrazos,pueslosgaleotesnoseocuparánseguramentenidelbuquenidelamaniobra.

—Supongo que entre ellos no habíamarineros; sin embargo, espero quenosayudarán—dijoelinglés.

—Mástardeloveremos—replicóelTigre.

Luego,levantandolavoz,gritó:

—¡Lanaveesnuestra!…¡Latripulaciónhahuido!

Uninmensorugidofuelarespuesta;despuésseoyóunaexclamación:

—¡Alostoneles!…¡Hayquecelebrarlavictoria!

—¡Sí,alostoneles!…—respondieroncienvoces—.Gin,brandy,arak…¡bebamos!

XXVII.Elnaufragio

La vieja fragata había sido conquistada, pero ¡a qué precio!… Decuatrocientos forzados, más de ciento cincuenta yacían sobre la toldillahorriblemente mutilados por la metralla y, otros, sesenta o setenta estabangravementeheridos.

La nave se hallaba en un estado deplorabilísimo. El incendio estabaextinguido,peroenpocashorashabíaoriginadoperjuiciosirreparables.

La despensa se encontraba completamente destruida, la cámara de losoficiales incendiada, el alcázar amenazaba ruina, los maderos de popa

Page 205: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

agrietadosyenalgunoslugaresabiertos,ycomosifuerapoco,elpalomayoryeldemesanahabíancaído.

Tambiénlaproasufriógravesdañosacausadelosproyectiles.Elcastillo,falto de sostén, estaba a punto de hundirse, el bauprés se hallaba casiinservibleylasbordasaparecíandestrozadasenmuchossitiosporlacaídadelospalos.

Elespectáculoqueofrecíalatoldillaerahorrendo.

Desde proa hasta el alcázar, veíanse amontonados los cadáveres de losgaleotesylasangrecorríaenabundanciaporlacubiertaenrojeciendoelaguaalrededordelbuque.

Deaquellamasaelevábansedevezencuandogritos,rugidos,maldicionesyalgunacabezaensangrentadaobrazomutiladoporlametralla.

Sandokán, al oír las exclamaciones de los penados que anunciaban elcomienzo de una repugnante orgía, lanzóse en medio de la turba que sedisponía a invadir el entrepuente para apoderarse de los barriles de licordestinadosalatripulación,empuñandoelhachacongestoamenazador.

—¡Alosheridos,canallas!—gritó.

Elingléscorrióensuauxilio,esgrimiendounabarradehierro,armaqueensusmanoseramásformidablequeunapiezadeartillería.

Losgaleotesrespondieronconunacarcajada.

—¡Aldiablolosheridos!…—dijeronunos.

—¡Tenemossed!…—añadieronotros.

Luego,todosacoro,vocearon:

—¡Gin!…¡Brandy!…¡Arak!…¡Bebamos,camaradas!…¡Vivalagalera!…¡Vamos!…

ElTigredeMalasialanzóunrugidodefuror.

— ¡Al que no me obedezca, lo mato! —tronó, cerrándoles el paso ylevantandoelhacha.

— ¡Al infierno ese negro!—gritó un forzado—.Veremos sime impidevaciarunbarrildearak.

Un hombrachón de mirada torva, cara angulosa, y que ostentaba en lafrenteunaprofundacicatriz,recuerdo,sindudadeunnavajazo,verdaderotipodemalhechorencanallecido, acercóseaSandokánblasfemandoyarmadodeunodeesoslargoscuchillosquelosnorteamericanosllamanbowie-knife.

—¡Omedejasbeberelarak,obeberétusangre!—exclamó.

Page 206: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¡Atrás,otemato!—respondióelTigre,conteniendoconunademánalinglés,quesedisponíaadescargarlabarradehierrosobreelgaleote.

— ¡Hola!…—exclamóesteúltimo, haciendounamueca—.Te advierto,lindosalvaje,quenoestamosdispuestosadejarnosdominar.

—¡Biendicho,Paddes!—aprobóunavoz.

ElforzadoarrojósesobreSandokán,gritando:

—¡Quierobeber!…

Sinterminarlafrase,cayóalsuelocomoheridoporunrayo.ElhachadelterriblejefedelospiratasdeMompracemhabíadivididoendoslacabezadelmiserable.

— ¡A los heridos!…—repitió Sandokán, amenazador—. Os he dado lalibertadymeobedeceréis.

Entre losgaleoteshubounmomentodevacilación,peroalver laactituddel Tigre y del inglés, y ver además a Yáñez que, con Sambigliong yTanauduriam,acudíanarmadosdefusiles,cedieron.Porotraparte,sabíanquesinel concursodeaquelloshombres, losúnicosquepodíanconducirlosa lacosta, difícilmente lograrían salir de aquella terrible situación, a pesar de lavictoria.

—Te obedeceremos —dijeron algunos—. ¡Camaradas!… Atendamos aesospobresdiablosqueestánapuntodemorir.

Los forzados se dispersaron por la toldilla, removiendo losmontones decadáveres y sacando de entre ellos a los heridos que gemíandesesperadamente. Los infelices fueron conducidos al entrepuente, donde sehallaban las hamacas de los tripulantes, y allí los curaron lomejor posible.Eranunossesentaycasitodosseencontrabanenestadotandeplorablequenopodíanpensarenalivio,sobretodosinasistenciadeunmédico.

Hecho esto, los galeotes corrieron en todas direcciones para saquear elbuque,buscandoantetodolasbebidasylosvíveres.

Sandokán juzgó su intervención inoportuna, comprendiendo que tendríaquerecurriranuevasviolencias,conpeligrodeverseaniquiladoporaquellahordadecriminales.Ademásteníaqueocuparsedelbarco,quecomenzabaamoverseamerceddelasolas,amenazandotumbarsesobreunadesusbandas.

El mar, durante el combate, encrespóse más y más, a causa del cálidovientoquesoplabadelSur,concrecienteviolencia.

Grandesolas,coronadasdeespuma,seentrechocabanconsordosmugidos,levantando impetuosamente el casco de la vieja nave, imprimiéndole talessacudidasquesuestabilidadseveíagravementecomprometidayhacíantemer

Page 207: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

queelpalodeltrinquete,faltodelapoyodelosotrosdos,cayese.

PorOrientebrillabanalgunosrelámpagos,recortandoenormesnubarronesqueelvientoarrastrabaatodavelocidadhaciaelOeste,ydetardeentardeeltruenoretumbabasordamenteenlasprofundidadesdelcielo.

Sandokán, ayudado por el inglés, Yáñez, los dos piratas y por algunosvoluntarios,arrojaronalmarelpalomayorparadescargarunpocolafragataporlabandadebabor;despuésarriaronlosjuanetesparanoforzardemasiadoelmástil,contentándoseconmantenerdesplegadalaveladeltrinquete.

Luegoizaronunaveladegaviaparadaralanavemayorestabilidad.

—¿Esperaspoderllevarelbarcohastalacosta?—lepreguntóelinglés.

—Sí —contestó Sandokán—. Probablemente tendremos que luchar; detodasformas,llegaremosalaplayadeBorneo.

—¿Sabesdóndenosencontramos?

—SupongoquefrentealcaboSirik.

—Unacostapeligrosa,segúncreo.

—Estállenadeescollos,peronoimportaqueelbuquesehagatrizas.Porahoracontentémonoscontocarentierra;mástardeveremosloqueconvienehacer.

—¿Noseecharánentonceslostripulantesencimadenosotros?

—Nomeinquietaeso;somosbastantenumerososparanotemerles.

—¿Sehabrándirigidohacialacosta?

—Nolocreo;elmarestácadavezmáspicadoylaschalupassondifícilesde gobernar. ¡Hola… ya vuelven esos bribones! Borrachos; así nos daránmenosquehacer.

Gritos de alegría resonaron en el entrepuente. Los galeotes habíandescubiertonuevasprovisionesdelicoresydevíveresysedisponíanafestejarla reconquistada libertadconunaorgíaquecon toda seguridadacabaría conembriaguezgeneral.

—Dejadlos que se diviertan —exclamó el Tigre, al observar queSambigliongyTanauduriamseapresurabanacogerlosfusiles—.Seguidmeapopayocupémonosdelbuque.

— ¿Y qué piensas hacer con todos esos bribones?—preguntóYáñez—.Empiezaaasustarmesucompañía.

—En cuanto podamos nos desembarazaremos de ellos —contestóSandokán—.NotengolamenorintencióndellevarlosaMompracem;prefiero

Page 208: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

amistigres.

—LancémosloscontraJamesBrooke.

—¿Creesquenosobedecerán?Apenastoquemosentierralosdejaremos.

—Noseréyoquienmeoponga,hermano.¡Aldiablocontodos!

En aquel momento los galeotes aparecieron sobre la toldilla como unabandadecondenados.Llevabanentriunfocuatrobarrilesdegin,descubiertosenel fondode labodega,unabotadevinodeEspañayenormecantidaddegalleta,tasajo,quesoytocino,salvadosmilagrosamentedelincendio.

Eraloquehabíanlogradoencontrar,ydisponíanseaconsumirlotodo,sinpreocuparsedeldíasiguiente.

Enunsegundo,aquellosinfamesimprovisaronunamesa,encendierongrannúmero de antorchas y lámparas que suspendieron de las cuerdas, ycomenzaron la orgía entre gritos, risas, blasfemias y brindis, sin pensarsiquiera que las olas comenzaban a azotar brutalmente la fragata y que elhuracánavanzabaamenazador.

Devoraban como lobos después de una semana de ayuno y atacaban sincesar los barriles ya horadados, alternando vasos de gin y vasos de vino,gritando a pleno pulmón, insultándose y abrazándose, pisoteando loscadáveresqueaúncubríanlatoldilla,resbalándoseavecesenlasangre.

Yáñez,Sandokán, el inglés y los dos piratas deMompracem, reunidos apopaalrededordelabarradeltimón,asistíanimpasiblesalamonstruosaorgía.

Toda su atención se concentraba en la costa que vieron dibujarsevagamente, a la luz de los relámpagos, hacia el Este, y que ignoraban sipertenecíaaunaislaoaBorneo.

Pudieronverlasólouninstante,peroaSandokányaYáñezlesbastóparamedirladistanciayorientarse.

—PuedeserelcaboSirik—dijoelportugués—oalgunodelosislotesquelerodeanporlaparteseptentrional.

—Opinoigual—respondióelTigre.

—Alamanecerpodemosencontrarnosallí; elvientonosempujahaciaelNorte,peronosarreglaremosdeformaquearribemosalaplaya.

—Sinembargo,noseráfácil,Yáñez,tenemospocasvelasdesplegadas;eltimónfuncionamal,yparacolmolasolassoncadavezmayores.

—Peorparaesosborrachos.

—Elvientoarrecia—indicóelinglés—yeltrinquetesufretalessacudidas

Page 209: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

quetemosevengaabajo.Yahancaídolosobenquesdebabor.

—Si cae, lo repondremos —replicó Sandokán—. Ve a proa conSambigliongyTanauduriam;Yáñezyyocuidaremosdeltimón.

—¿Yesosdesgraciadosquesiguenbebiendomientrasestamosapuntodenaufragar?

—Déjalos,John;seríapeligrosooponerseasusdeseos.

—¡Magníficaocasiónparaquevolvieranlaschalupas!

—Note inquietesporeso;probablementehabrán llegadoa laplaya. ¡Eh,Yáñez,gobiernasiempreasotavento!

EntantoqueloscuatropiratasdeMompracemyelinglésseocupabandeconducirelbuquealacosta,losforzadosseguíansuorgía.Despuésdedarfina las provisiones, comenzaron a beber desenfrenadamente, en medio de ungriteríoensordecedor,queaumentabademinutoenminuto.

Parecíaqueningunosediesecuentadelpeligroqueamenazabaalbuquenide la tempestad que iba a estallar. Tendidos sobre la toldilla, entre loscadáveres,lasmesasderribadas,ylosrestosdelasviandas,bebíanyasintasa,llenoslosvasosdelinfernallicor,cantando,haciendomuecasygesticulando.

Algunos,menosebrios,organizaronunbaileyconlasollasylascacerolasde a bordo improvisaron una orquesta diabólica, danzando locamente,empujándose,cayendoyrodandoentreloscadáveres.

Otros, en cambio, enfurecidos por la embriaguez, se dirigían insultos,golpesyamenazasconcuchillosyhachas;otrosarmaronunapartidadejuegopara quitarse mutuamente el dinero que robaron de los petates de losmarinerosydelacámaradelosoficiales.

Sinembargo,grannúmerodeellos,vencidosporlaborrachera,roncabanenelentarimadodelatoldilla,enelcastillodeproaobajoelalcázar,rodandoenmediodeloscadáveresconlosincesantesbandazosdelaviejafragata.

Un barco que hubiese pasado a breve distancia, seguramente se habríaabstenido de acercarse, pormiedo a tenérselas que haber con una banda deespíritusinfernalessalidosdelasprofundidadesdelmarjuntoconalgúnbuquenáufrago.

Durantelaorgíalatempestadsiguióenaumento.Lasolassesucedíanunasa otras, cada vez con mayor furia y crecientes mugidos, estrellándoserabiosamentecontralosamplioscostadosdelafragata.

Elvientotampocoamainabayseleoíasilbarconfuriaentrelasjarciasylaveladeltrinquete,amenazandotroncharelpalo.

Page 210: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

HaciaelSurseguíaelrelampagueoyelsordofragordelostruenos.

Sandokán empuñó el timón, en tanto que el inglés, Tanauduriam ySambigliongmaniobrabanenlasvelas.

¡Quéfantásticoaspectoofrecíaaquellanavecasidesarbolada,amerceddelas olas, iluminada por antorchas y lámparas y tripulada por una horda deborrachosqueparecíandesafiarlacóleradelmarydelcielo,ycuyosgritosseconfundíanconlosamenazadoresmugidosdelocéano!

Bruscamente cesaron las carcajadas, las imprecacionesy los cantos.Unaola,mayorque lasotras,despuésdepasarporencimade labandadebabor,extendióse por la toldilla, derribando a los hombres y apagando lámparas yantorchas.

Hasta aquel momento no se dieron cuenta los galeotes del peligro quecorríalafragata.Alestrépitoyalaalgazara,sucedióunalaridodeterror.

Losqueaúnpodían tenerseenpie, levantáronseymiraronconespantoalastremendasolas.

Elsilenciosiguióalaensordecedorabacanal.

TodoslosojossefijaronansiosamenteenelTigredeMalasia,cuyafiguraserecortabaenelalcázar,alaluzdedosantorchas.Aquelhombreformidabledesafiabaserenamentealhuracányguiabaimpávidoalaviejanave,sinquesecontrajeseunmúsculodesurostro.

Yáñez, sentado junto a él, en un cubo vuelto boca abajo, fumabaflemáticamente sueternocigarrillo,observandocon lamayor indiferencia elrevueltomar.

Un grito se elevó entre los forzados, enloquecidos, repentinamente, deterror:

—¡Sálvanos!…

Sandokánnorespondió.LevantólosojosylosfijóhaciaelEste,dondealaluzdeunrelámpagohabíavistoalmarrompersecongranviolencia.

Ungaleoteseadelantóhastaelalcázar,repitiendo:

—¡Sálvanos!…

Sandokánledirigióunamiradadedesprecio,diciéndole:

—¡Veteabeber!¡Estenoestusitio!

—¡Elbarcosehunde!

—Y los tiburones nos rodean —explicó Yáñez, riendo irónicamente—.Tienenhambre.

Page 211: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¡Noquieromorir!—gritóelforzado,palideciendo.

—Pues bien, coge el timón y encárgate de conducir el buque —dijoSandokán.

—Pero…

—¡Vetealdiablo!—rugióelTigre,furioso.

—Sí,veteadigerirtuginebra—añadióelportugués.

El penado juzgó prudente no insistir y volvió al lado de sus camaradas,diciendo:

—Camaradas,preparémonosparalagranzambullida.

—Enesecasobebamoshastareventar—gritóunavoz.

—¡Biendicho,Burthon!…

— ¡Así los tiburones se emborracharán cuando nos coman! —exclamóotro.

Unacarcajadaacompañólaterriblebroma.

—¡Sí,bebamos,bebamos!—rugierontodos.

Ibanareanudarlaorgía,cuandounasegundaola,yluegounatercera,seextendieronsobreelbuque,barriendolacubiertadebaboraestribor.

—¡Teneosfirmes!—gritóSandokán.

La fragata sebalanceabadeunmodoespantoso.Tanpronto levantaba laproa, cual si intentase desgarrar las nubes con el bauprés, como elevábasebruscamentelapopaenmediodelasolasyluegocaíaconsordoestrépitoquerepercutíaenlasprofundidadesdelacala.

Losgaleotescorríanentodasdirecciones,chocandolosunosconlosotros,mientras loscadáveres,arrastradospor lasolasyahaciapopayahaciaproa,rodabanysaltabancomosihubiesenrecobradolavida.

Elmar,entanto,parecíaaumentardemomentoenmomento.Sehinchaba,retorcíase,mugíaylanzabaoleadasentodasdirecciones.

Yáñeztiróelcigarrilloysepusoenpie.

—¿Quéocurre,Sandokán?—preguntó.

—Estamos entre los escollos —respondió el Tigre de Malasia, contranquiloacento.

—Nosestrellaremos.

—Esotemo,hermano;eltimónnoobedece.

Page 212: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Elinglés,TanauduriamySambigliongseacercaron.

—Noshallamosenplenoarrecife—dijoelmarinero.

—Losé—contestóSandokán.

—Yeltrinqueteestáenpeligro.

—Déjalocaer,John.

—Perolacostasehallamuylejos.

—Nada más que veinte millas, John, lo he visto ahora a la luz de unrelámpago.

—¿Ycómolaalcanzaremossielbarcosedeshaceenestosescollos?Elbotecilloquellevamosabordoapenaspuedeconteneratresocuatropersonas.

—Bastaráparanosotros—observóYáñez.

—¿Yesospobresdiablos?Nodebemosabandonarlos—dijoSandokán—.Noshanayudadoaconquistarlalibertad.

— ¡Valientes borrachos!Merecen una buena zambullida en el fondo delmar.

—AnoserporellosestaríamoscaminodeNorfolk.

—Esverdad.

—Procuraremos,pues,seragradecidos.¡Ah!…

Laviejanave,levantadaporlasolasqueseestrellabancontralosescollos,habíaexperimentadounaviolentasacudida,comosi laquillahubiese tocadoenalgúnfondo.

Yáñezyelingléscorrieronhaciaproa,dondeSambigliongyTanauduriam,auxiliadosporalgunosgaleotesmenosborrachosquelosdemás,desplegabanlatrinquetillaparahacerqueelbuquevirase.

Adoscientospasosdelbarcodescubríanseconfusamentelosescollosmáselevados, dispuestos en doble hilera y tras ellos aparecían otros dedimensiones gigantescas, formando como un minúsculo archipiélago deislotes.

El mar encrespábase furioso ante los arrecifes. Montañas de agua seprecipitaban,conímpetu irresistible,sobreellos,deshaciéndoseconmugidosensordecedores y dando lugar a ese mar de fondo tan temido por losnavegantes.

Elbarco,arrastradoporelvendaval,apesardelosesfuerzosdeSandokánydesuscompañeros,marchabahacialosbajos.Habíaenfiladoyalaespecie

Page 213: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

de canal abierto entre el caos de islotes sin tocar en ellos, pero no podíaavanzarasímuchotiempo.

Los forzados, dándose cuenta al fin del grave peligro que corrían,empezaronasentirmiedo.

Losqueaúnpodíantenerseenpie,seapresuraronaponerseadisposicióndeYáñezydelinglés.Losdemássecontentabancongritar,comosituvieranel agua al cuello, implorando auxilio. Pero ninguno se acordaba ya de lostonelesquerodabanporcubierta,chocandoconloscadáveresylosborrachos.

Derepente,enmediodelosmugidosdelasolas,delossilbidosestridentesdel viento y los ayes de dolor de todos aquellos hombres, se dejó oír lavibrantevozdelTigredeMalasia.

—¡Alerta!—gritó—.¡Vamosaestrellarnos!…

La fragata, impulsada por el oleaje, saltaba y cabeceaba por entre losescollos,haciendoaguaportodaspartes.

Desúbitoresonóungolpeespantosoylanavecrujiódesdelaquillahastael extremo del trinquete. El mástil, ya mal seguro, cayó sobre cubierta,aplastandoamuertosyvivos.

Luego se oyó un segundo golpe, más formidable que el primero, querepercutió sordamente en la cala, y el pobre barco, destrozadopor las rocasquepenetraronenelcasco, inclinósesobre labandadeestribor,apoyándoseen una roca en tanto que una ola gigantesca barría la cubierta después derompercontralaborda.

Entrelaespantosaalgarabíadeaquellospobresdiablosquecaíanrevueltosenlasolas,oyósetodavíalavozdelTigrequegritaba:

—¡Elbarcosehaestrellado!

XXVIII.¡Salvados!

Laviejafragatahabíadejadodeexistir.

Destrozadaporlosagudosescollos,noerayamásqueunmontóninformedemaderos,destinadoaserdestrozadopocoapocoosumergidotrozoatrozo.

Laquilla,partidaendosporefectodelsegundochoque,quedódesprendidayelaguainvadiólacala,derribandolospuntales.Lamasaenormedelcasco,doblementepesadaahoraporellíquidoqueocupabaysujetaporelescolloenqueseapoyaba,nocorría,momentáneamente,peligroalguno.

Page 214: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Lasoscilacioneshabíancesado,perolasolasseguíanazotandolacubierta,amenazandollevarsealosnáufragos.

Sandokán, Yáñez y el inglés, que no habían perdido la serenidad, nisiquieraenelterriblemomento,seapresuraronarefugiarseenelalcázarque,hallándosemuyalto,nopodíaserinvadidoporlasgigantescasolas.

Los forzados, comprendiendoque la salvación estaba allí, fueron poco apocoreuniéndoseenaquellugar,sinocuparsedesuscompañerosembriagadosquerodabanporcubiertajuntoconloscadáveres.

De trescientos no quedaban más que ciento treinta, porque los heridoshabíanmuertoporefectode las incesantessacudidasde lanave,oahogadosporelaguaalinundarelentrepuente.

Durante toda la noche aquellos desgraciados lucharon, entre la mayorangustia,contralamuerte,manteniéndoseagrupadosestrechamentealrededordeloscuatropiratasdeMompracemydelinglés,resistiendocontenacidadloscontinuosgolpesdemar.

Afortunadamente,cercade lasdosde lamañana,elvendavalcomenzóadisminuirenintensidadylasolassefueroncalmando.

YáñezySandokán,traslargosesfuerzos,lograrontreparalescollocontraelcualseapoyabalafragata,unarocagigantescaqueseelevabacercadecienmetrossobreelniveldelmar.

DesdeallíesperabandescubrirlacostadeBorneo,peroseencontraronconqueotrosescollos,muchomásaltos,haciaOriente, les impedíandominarelmarenaquelladirección.

—Noimporta—dijoSandokán—.Lacostanopuedeestarmuylejanaylaalcanzaremos.

—¿Dequémodo?—preguntóYáñez—.Abordonotenemosmásqueunbotecillo.

—Construiremosunabalsa.

—¿Yembarcaremosconnosotrosatodaestagentuza?

—No podemos abandonarla en esta escollera desierta que no ofrecerefugioalguno,niuntrozodeselva.

— ¿Y tú crees que encontraremos en la costa víveres suficientes paratantaspersonas?

—CercadelcabodeSirikhaytribusdayakas,queesperonosayudarán.

—Esosuponiendoquenonoscoman—replicóYáñez—.Noteolvidesdequeesossalvajesson,antetodo,antropófagos.

Page 215: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Si se muestran belicosos, los atacaremos y entraremos a saco en sukampong.

—Esperoquenomarcharemosconesosbandidos.

—No se me ha ocurrido tal cosa —dijo Sandokán—. En el momentooportunonossepararemosdeellosyprocuraremosvolveraMompracem.

—¿YJamesBrooke?

— ¿Crees que lo he olvidado? No, Yáñez; aún le daremos mucho quehacer.OrganizaremosunanuevaexpediciónyvolveremosaSarawak,unidosal sobrinodel sultán.Siento curiosidadpor saber lo queha sidodeTremal-Naikydemitío.

—YalosencontraremosenSarawak,Sandokán.

—Esoespero.

Mientrashablabaasí,empezabaaclarear.Elsolelevábaserápidamenteenel horizonte, proyectando sus rayos sobre los nubarrones que, poco a poco,cambiabansustétricastintaspormaravillososreflejossonrosados.

SandokányYáñezsevolvieronparadarsecuentaexactadelasituación.

Laviejafragataestabaenmediodeungrupodeescollosydeislotesqueformabanenel centrounpequeño lagoquecomunicabaconelmarpordoscanalestortuososcubiertosdebancoscoralíferos.

Lacasualidadhabíaarrastradoalanavehastaaquellaespeciedeestanque,estrellándolafrenteaunaislacubiertadeespesavegetaciónyqueseelevaba,enformadecono,cercadedoscientosmetrossobreelniveldelmar.

—Desdeallípodremosdescubrirlacosta—exclamóSandokán,señalandola isla—.Encuantosecalmeeloleaje, iremosaexplorarlayescalaremos lacumbre.

Cuandopusierondenuevoelpieenlaembarcación,elprimerrayodesolseextendíasobreelmar,tiñendodeorolasuperficie.

Losforzados,segurosyadesusuerte,pusieronmanoalaobradeconstruiruna balsa. El inglés, perito en la tarea, encargóse de dirigir el trabajo dedemolición,yaquehacíafaltamuchamadera.

Entretanto Sandokán y Yáñez, seguidos por Tanauduriam y algunosgaleotes, llevaronacabounarápidainspecciónenlabodegaparaasegurarsede si quedaban algunos víveres, puesto que la mayor parte habían sidoconsumidosenlanocheanterior,durantelaorgía.

Sus pesquisas dieron poco resultado. Aunque la despensa había sidototalmente destruida, pudieron encontrar en la cámara de los tripulantes

Page 216: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

algunas cajas de galleta y varias barricas de cerdo salado salvadasmilagrosamentedelincendio.

Lasdemásprovisionesfuerondefinitivamentearrebatadasporlasolas.

—Apenashaylonecesarioparacalmarelhambre—dijoYáñez—.Siesosbribones no hubiesen consumido en la orgía todas las cajas y barriles devíveres,habríamospodidoaguantarnosmuchosdías.

—Lamentacionesinútiles,Yáñez—afirmóSandokán—.Además,mañanallegaremosalacosta.

Almediareldía,calmadasyalasolasenelpequeñolago,losdosjefesdelos piratas y Tanauduriam y Sambigliong embarcaron en el botecillo paradirigirsealislotequeseelevabafrentealanave.

Estabansegurosdepoderdistinguir,desdelacimadeaquelcono,lacostadeBorneo,pueseramuchomásaltaquelaescolleraqueseextendíahaciaelEste.

La travesíadel lago fue realizada enpocosmomentos, a pesar deque lasuperficieestababastanteagitadaaúnacausadelasolasquepenetrabanporlosdoscanales.Eldesembarcoseefectuósindificultadenunaplayadesuaveinclinación.Vencejos,petrelesygaviotas,alnotarlapresenciadelosintrusos,volabanchillando,notanpronto,sinembargo,queimpidiesenaYáñezhacerunblancomagníficoenungruesopatosilvestre.

—Nosservirádealmuerzo—dijoelportugués.

Recogida lapresayamarrada laembarcación,elTigreysuscompañerosseinternaronenlaespesura,comenzandolaascensiónalcono.

Asícomolosdemásisloteseranáridos,aquelisloteestabacubiertodericayexuberantevegetación.Susfaldasestabanllenasdehelechosarborescentes,de áloes, de palmas y dematorrales espinosos; plantas todas que no podíanofrecerningúnfrutocomestible.

En medio del verdoso follaje veíanse innumerables lagartos, los cualeshuían lanzandoestridenteschillidos; estos reptiles sonmuysemejantesa losgehko,tannumerososenJavayenSumatra,quenohaycasaquenoestéllenadeellos.

Marchandolentamenteacausadelaespesura,Sandokánysuscompañerosllegaronalcabodemediahoraalvérticedelcono,elcualseerguíadespojadodelmás pequeño hierbajo.Desde allímiraron haciaOriente y distinguieronunacostabajaquesedibujabaenelhorizonte,defendidaporgrannúmerodeislotes.

—Está sólo a unas veinte millas —declaró el Tigre—. Mañana

Page 217: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

desembarcaremos.

—AquellapuntaqueseprolongahaciaelNortedebeserelcaboSirik—añadióYáñez.

—Lomismocreo—repusoSandokán.

Permanecieron allí algunosminutos, observando elmar con la esperanzade descubrir algún praho; luego descendieron y embarcaron, llevando conelloselgruesopato.

Alvolverabordoencontraronalosgaleotesdemoliendolaobramuertadelafragata,paradarprincipioalaconstruccióndelaalmadía.

Cuando se consideró suficiente el maderamen acumulado a popa,Sandokán, Yáñez y el inglés se encargaron de la dirección de la tarea,deseososdeque labalsa resultasesólida,capazde resistir lasolas,queeranviolentísimasenaquellascostaserizadasdebancosyderocascoralinas.

Arrojaronprimeramentealagua los restosdel trinquetey lasvergasparaformarelesqueleto;luego,tresmaderosquefueronenseguidaocupadosporvarioshombres,elegidosentrelosmásprácticoseinteligentes.

Estando el mar tranquilo, la construcción del esqueleto de la balsa fuerapidísimo. Los restos del mástil y las vergas quedaron pronto sólidamenteligados,formandounaespeciedeparalelogramo,sostenidoenlosángulosporbarricasvacíasqueencontraronenlacámaradelatripulación.

Enseguidaecharonalaguaelmaderamenarrancadoalaobramuerta,lastablas de la toldilla y los trozos de las bandas. Luego, los improvisadoscarpinteros, bajo la dirección del inglés y de los dos jefes deMompracem,dieronprincipioalaconstruccióndelaplataforma.

Habiendoencontradoapopalacajadelcarpintero,provistadenumerosasherramientas y de clavos de todas dimensiones, la segunda parte de la obramarchócontal rapidezque,antesde lapuestadelsol, labalsasehallabaendisposiciónderecibiralosnáufragosdelaviejafragata.

Apopacolocaronunlargotimón,formadoporunaespeciederemo,yenelcentrodelaplataformaizaronunpequeñomástil, formadoconelastadelbauprés.

A lasochode lanoche,mientras la luna se elevabaenelhorizonte, rojacomoundiscoincandescente,losforzadosembarcaron,llevandoconellosdoscajas de galleta, varias raciones de cerdo salado, algunos barriles de aguadulce, veinte fusiles con trescientos o cuatrocientos cartuchos—únicos quepudieronextraerdelaanegadasantabárbara—ycercadecuarentahachas.Elbotecillo,quepodíaserdegranutilidad,fuetambiéncolocadoenlabalsa.

Page 218: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

A las nueve, esta, impulsada por dos docenas de remos, abandonaba losrestosdelafragatayavanzabalentamenteporentrelosescollos.

Sandokán encargóse del timón, y Yáñez, el gigante, Sambigliong yTanauduriamcolocáronseaproaparaseñalarlosarrecifes.

La travesía del canal, que se dirigía hacia el Este, resultó más fácil decuantoimaginaronlosdosjefesdelospiratas,ymediahoradespuéslabalsa,con la vela desplegada, navegaba en dirección a la costa de Borneo,cabeceandopesadamentea causade lasgrandesolasquecorríandeNorte aSur.

—Sicontinúaestabrisa,mañana,aprimerahora, tocaremostierra—dijoSandokánaYáñez,queseacercabaapopa.

—Nosabemosloquenosesperaenlacosta—respondióelportugués—.Temosorpresasdesagradables.

—¿Porqué,Yáñez?

—Meatormentaunpensamiento,hermano.

—¿Cuál?

—Nosé,peroconstantementepiensoenlatripulacióndelachalupa.

—Seguramentesehallamuylejos.

—¿Ysinosesperanenlaplaya?Aquelloshombresestaránfuriososporeldescalabrosufrido.

—¡Bah!…SehabrándirigidoaSarawakoaSedang.

—Peoraún.SiJamesBrookeseenteradenuestrafuga,seembarcaráensumalditoschoonerparadarnoscaza.

—Llegarátarde,Yáñez.

—¿Tienesintencióndeabandonarprontoalosforzados?

—Mañanaporlanoche,mientrasduerman,losabandonaremos.

—¿Enquéembarcación?

—Enelbote.

— ¡Hum!…El viaje resulta unpoco largoy no está exentode peligros.EstamoslejosdeMompracem,hermano.

—EnUri encontraremos algún praho que nos llevará almenos hasta lasRomades.

— ¿Vendrá también con nosotros el inglés?… Sería una adquisiciónmagnífica,Sandokán.

Page 219: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Haprometidoseguirnos.Prefierenuestracompañíaaladelosgaleotes.

—¿YvolveremosluegoaSarawak?

—Sí—replicóSandokán,en tantoqueensusojosbrillabaunrelámpagosombrío—. He jurado destronar a James Brooke y lo conseguiré, aunquepierdaenlaempresamiúltimoprahoymiúltimosoldado.

Mientras tanto, la balsa, impulsada por ligera e irregular brisa, seguíaavanzando hacia el Este, en dirección a la playa, que Yáñez y Sandokándescubrierondesdelacumbredelislote.

Elmar seguía agitado, pero la balsa sosteníase bien.De vez en cuando,algunaola ibaaestrellarsecontra susbordes,bañandoa losgaleotesque sehallaban agrupados alrededor del mástil; pero la armadura, sólidamenteconstruida,ylaplataforma,resistíancontenacidadaquelloschoques.

Haciamedianocheelvientocomenzóacederylaalmadíapermaneciócasiinmóvil,aunquelasolasseguíansacudiéndolabrutalmente.

Cuando el sol surgió en el horizonte, la costa se hallaba aún a más dequincemillasdedistanciaylacalmacontinuaba.

Elmaraparecíadesierto.Porningunaparteseveíavelanipuntonegroqueindicaselapresenciadeunachalupa.

Sólo algunas aves marinas cruzaban el espacio, la mayor parte de ellasfragatasdevuelorápido,elegantesvoladoresdelmarqueseencuentransólojuntoalostrópicosycuyasalassonmásparecidasalasdeunhalcónquealasdelaspalmípedas.Nofaltabantampocolasinevitablesgaviotasygolondrinas,volátilesmuynumerososenlasaguasdeMalasia.

En el océano veíansemultitud de diodones, peces bastante extraños quevivenenlazonatórrida,quemuyamenudonadanconelvientrehaciaarribayque,devezencuando,absorbengrancantidaddeaireyaparecenredondos.

Son feísimos, y la forma de su cuerpo cubierto de espinas blanquecinasmatizadas de negro y de violeta hace que se parezcan a enormes granos dearroz.

Los galeotes, nada sobrados de víveres, probaron con buen resultado decazar a los peces aquellos utilizando los arpones que llevaban como armasdefensivas.

Alastresdelatardelabrisavolvióahincharlavela,ylabalsa,despuésdetantashorasdeinmovilidad,reanudólamarcha,hendiendorumorosamentelasolasqueembestíanlaproa.

Lacostadistinguíaseyaperfectamente.Describíaunaespeciedearco,queibadeNorteaSur,yaparecíacubiertadeenmarañadavegetación.Alolejos,

Page 220: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

sobreel luminosohorizonte,dibujábaseunacadenademontañas; talvezeraunaderivaciónde losMontesdeCristal,quecorrenparalelamentea lacostaoccidentaldelagranisla,serpenteandoalolargodelsultanatodeVarauni.

Gran número de pequeños escollos perfilábanse ante aquella especie deradaabierta,haciendodifícil,ytalvezpeligroso,elabordaje,sobretodoparaunaembarcacióntandeficientequenosiempreobedecíaalimpulsodeltimón.

—¡Preparaosparaarriarlavelaolabalsaseestrellará!—gritóSandokán.

Lasolas,alchocarcontraelobstáculodelosescollos,revolvíansecongranviolencia,imprimiendoalaalmadíaincesantessacudidas.

Sandokán y Yáñez, agarrados a la larga pala que les servía de timón,hacían esfuerzosdesesperadosparamantener la estabilidadde labalsa, perolosobstáculosaumentabanporinstantes.Ademásdelosescolloshabíabancosdearenaquenosiempreeraposibledescubriracausade laespumaque loscubría.

Los forzadospermanecíanenpie,dispuestosa lanzarsealagua.Algunosempuñabanlasarmas,otroscargaronconlosvíveres,noqueriendodeningúnmodoqueseperdiesen.

Lassacudidasdelabalsaerancadavezmásfuertes.Lasolaslagolpeabancontalviolencia,queloshombresnopodíantenerseenpie.

Sóloestabanyaaunostrescientosmetrosdelaplaya,graciasalahabilidaddeYáñezydeSandokán.

Derepente,unaolamayorquelasdemáscogióalabalsapordebajo,conextraordinariafuria,ylamantuvouninstanteenposicióncasivertical.

Un segundo después, la proa sufrió un choque terrible. La plataforma,desarticuladaporelgolpe,abriósebajolospiesdelosforzadosylastablassedeshicieronenelarrecife.

—¡Sálvesequiénpueda!…—seoyógritaralinglés.

Los ciento treinta hombres, enmenos que se dice, se encontraron en elagua;granpartedelasarmasydelosvíveresfueronarrastradosporlasolas.

Afortunadamente el fondo era muy bajo en aquel lugar. Los forzados,ayudándoseunosaotrosydejándosellevarporeloleaje,encontráronsepocomástardereunidosenlaplaya,dondeleshabíanprecedidoYáñez,Sandokán,elgiganteylosdospiratasdeMompracem.

XXIX.Ladestrucciónde«LosForzados».

Page 221: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Lacosta,quemilagrosamentehabíanalcanzado,parecíadesierta.

Noseadvertíahuellaalgunadeviviendahumananivestigiodesalvajes.

Lainmensaselvaterminabaallí,bañandoenlasaguasdelmarlasraícesdesusúltimosárboles.ComocasitodaslasselvasdeBorneo,estabaconstituidapor infinita variedad de plantas, cuyas frutas podían ser utilísimas a losnáufragos.

Abundaban sobre todo las plantas gomíferas, la giunta wan, gruesatrepadora perteneciente a la familia de las apocíneas y de la cual se extrae,aparte de excelente goma, una especie de liga usada por los malayos paracazarpájaros, la isonandragutta,de laqueseobtieneelcauchopor simplesincisiones practicadas alrededor de la corteza; pero abundan losmangos deexquisitafruta,losnaranjosdedoradosracimos,losnepeliosquedanunfrutosemitransparente,algoácido,ylosárbolesdelpan,cargadosdeenormesfrutosque,tostados,resultansabrosísimos.

Tampoco faltabananimales salvajes, quenodemostrabanespanto algunoporlaproximidaddetantoshombres.

Entre las espesas ramas de los naranjos, agitábanse infinitos budeng,hermososmonos tan grandes como el piteco, de pelo negro y brillantísimo,algo más claro en el hocico y en las manos, y con la cabeza cubierta porespesopeloqueseprolongabahastalabocaformandounaespeciedebarba.

Jugaban tranquilamente con sus pequeñuelos, realizando extraordinariosejercicios,manteniéndoseconlalargacolasujetosalasramas.

SandokányYáñez,despuésdeordenaralosnáufragosquepermaneciesenunidos y que improvisasen un campamento, porque el sol calentabademasiado, internáronse en la selva, escoltadospor el inglés,SambigliongyTanauduriam,armadostodosdefusiles.

Deseaban, ante todo, asegurarse de si la costa estaba realmente desierta,para no exponer a los forzados a un súbito ataque de los dayakos, salvajesaudacísimos y antropófagos, muy numerosos en las playas y bosquesoccidentalesdeBorneo.

Suexpediciónseprolongóhastaelatardecer,sinqueencontrasenaldeaniseñaldehabitantes.

Seguros ya de la ausencia de los peligrosos salvajes, regresaron alcampamento, levantado al borde de la selva, en una explanada que seprolongabahastalaplaya.

Durante la exploración de los tres jefes, los galeotes habían construido

Page 222: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

cabañas, utilizando las gigantescas hojas de algunos bananos silvestres yrecogieronmuchasfrutasdetodaespecie,vaciandolosárbolesquecrecíanalbordedelaselva.

Entretanto,otros forzadosdirigiéronsea losarrecifes,hicieronabundanterecoleccióndeesasgruesasostrasllamadasdeSingapur,veintevecesmayoresque las comunes, de grandes cefalópodos y haliotis, preciosas conchas degigantescas proporciones que ostentan todos los colores del arco iris y quecontienenunmoluscomuyapreciadoqueseexportaengrandescantidadesalosmercadoschinos.

También cogieron un par de tortugas marítimas, muy gruesas, queescarbabanlaarenaparaponersushuevos.

Tenían, pues, cena segura y suculenta, sin necesidad de tocar a lasprovisiones de carne, muy escasa, puesto que la mayor parte había sidoarrebatada por las olas que destruyeron la balsa. Mas, cuando los forzadosquisieron encender fuego, se encontraron con que no tenían eslabón nipedernal.

Siendo, además, necesario el fuego para mantener alejadas a las fieras,Sandokán y Yáñez encargaron a Sambigliong y a Tanauduriam que loprocurasen.

Lacosa,enrealidad,noeratandifícilcomopensabanlosforzados.Esfácilcomprender que no todos los pueblos conocen el uso del eslabón y delpedernal y, sin embargo, disponen del fuegonecesario para condimentar losalimentosyparacalentarsecuandolasnochessonhúmedasyfrías.

Losmalayosempleanunprocedimientomuy ingenioso.Cogenuna ramade bambú, planta que en sus selvas crece por todas partes, la cortan por lamitad, en sentido longitudinal, y en la superficie convexa practican unapequeñahendidura.

Elbordeagudodelaotramitadlofrotansobreaquellahendidura,primerolentamente,luegoconrapidez.

Elpolvilloquesedesprendedelafrotaciónardemuyprontoyelfuegosecomunicaaunfilamentodejuncocolocadodebajo.

Después de encender numerosas hogueras, los forzados cenaronalegremente;tendiéronseluegobajolasimprovisadastiendas,sincuidarsedecolocar centinelas alrededor del campamento, a pesar de los consejos deSandokán,deYáñezydelinglés.

—Si sentís miedo, vigilad vosotros—contestaron, y sin preocuparse demás,echáronseadormir.

—Que hagan lo que quieran —dijo el Tigre al portugués—. Se verán

Page 223: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

atacadosymorirántodos.

—Yasabíayoque,encuantopasaseelpeligro,nosepodríaobtenernadabueno de ellos. Mañana nos negarán obediencia y pasado mañana seríancapacesdeasesinarnos.

—Ciertamente—agregóelgigante—.Ahoraqueestánasalvoseburlarándenosotrosysesublevaráncontranuestraautoridad.

—Tanto peor para ellos —replicó Sandokán—. Nuestra misión haterminado.

—¿Partiremos,hermano?—preguntóYáñez.

—Encuantoseduermantodos.¿Sigueelboteenlaplaya?

—Loherecogidocuandoestabaapuntodeserarrastradoporlasolas.

—¿Tenemosmuniciones?

—Cercadecuarentacartuchos.

—Nos bastan para llegar hasta Uri —dijo el Tigre de Malasia—.Tendámonostambiényfinjamosdormir.Sisedierancuentadenuestrafuga,estossalvajesseríancapacesdeasesinarnos.

Tumbáronse los cinco bajo el ramaje de un cocotero gigantesco, atrescientospasosdelaplaya,yaparentarondormirprofundamente.

Algunosgaleotesvelabanaúnentornodelashogueras,narrandohistoriasespeluznantes;sinembargo,elsueñonodebíatardarmuchoenrendirlos.

Aesodelasonce,todosdormíanenelcampamento.Lasfogatas,faltasdecombustible,ibanpocoapocoextinguiéndose,lanzandofugacesresplandores.

Sandokán, para evitar el peligro de ser descubierto, esperó a lamedianoche;entoncessacudióasuscompañeros,diciéndoles:

—Hallegadolahora;vamos…

—¿Estássegurodequeduermentodos?—lepreguntóYáñez.

—Noveoanadie juntoa lashogueras;encambio,oigoroncarpor todaspartes.

—Si intentasen detenernos, responderemos a tiro limpio —replicó elportugués.

El gigante púsose en pie y, oculto tras el grueso tronco del árbol, miróatentamenteasualrededor.

Ningún hombre velaba ya junto a las casi extinguidas hogueras, y en laextremidad del campamento no se veía centinela alguno. Los galeotes,

Page 224: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

confiados,dormíanapiernasueltabajolaschozas,comosisehallasenaúnenlafragata.

—Partamos—murmuróelcoloso,empuñandoelfusil.

Losdosjefespiratas,SambigliongyTanauduriam,levantáronse,lanzaronunaúltimamiradaalcampamentoyluego,guiadosporelinglés,dirigiéronsesilenciosamente hacia la playa, escondiéndose tras algunos montículos dearena.

Oculto entre dos escollos encontraron el botecillo. El inglés lo habíaprovisto de un mástil, de una vela y de un par de remos y, como hombreprudente, había llevado un barril de agua. Faltaban víveres, pero tenían laposibilidaddeprocurárselosenlacosta.

—Embarquemos—dijoSandokán.

Yasedisponíaaacomodarseenelbancodepopa,cuandooyóunagudosilbido.

—¿Quépasa?—sepreguntó,deteniéndose.

—¿Seráalgunaseñal?—dijoYáñez.

—Razóndemásparaapresurarnos—exclamóelinglés.

—Talvezalgúngaleotenoshabráoídoyhadadolavozdealarma.

—¡Alosremos!—ordenóSandokán.

SambigliongyTanauduriamcomenzaronaremarvigorosamente,entantoque elTigre,Yáñez y el inglésmontaban los fusiles para estar dispuestos arechazarcualquierataque.

A pesar de sus temores, no se vio a ningún galeote levantarse ni correrhacialaorilla.

Elbotellegómuyprontoalaescolleracontralacualsehabíadeshecholabalsaysedirigióhaciaunpromontorioquecerrabaelhorizontepor laparteseptentrional.

Se hallaban ya los fugitivos a media milla del campamento, cuando desúbito estallaron espantosas vociferaciones en la playa que acababan deabandonar.

Sandokán,elgiganteyYáñezpusiéronseenpie.

Dospuntosluminosos,talvezdosantorchas,seveíancorrerporlalindedela selva, al mismo tiempo que numerosos relámpagos, seguidos de fuertesdetonaciones,brillabanalrededordelcampamento.

Gritosferocesyaullidosdedesesperaciónseoíanportodaspartes.Parecía

Page 225: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

comosielcampamentohubiesesidorepentinamenteasaltadoylosatacantesestuvieranacuchillandoatodoslosinfelicesgaleotes.

—¡Atacanalospresidiarios!—gritóelTigredeMalasia.

—Obiensezurranmutuamente—dijoYáñez.

—¿Nooyesesasexclamaciones?…Sonelgritodeguerradelosdayakos.¡Amigos,volvamos!…

—¿Adónde?

—Alcampamento,Yáñez.

—Dejaquelosmaten,Sandokán.

—No,hermano.Nopodemosasistirimpasiblesaesacarnicería.

—Volvamos, puesto que lo quieres. Temo, sin embargo, que lleguemosdemasiadotarde.

Sambigliong y Tanauduriam, auxiliados por el inglés, volvieron la proahaciaelSur,remandocontodassusfuerzas.

Parecía, en efecto, que el campamento había sido asaltado por algunahordadelosterriblesindígenasquepueblanlascostasoccidentalesdeBorneo,hombres vigorosos y enemigos encarnizados, no sólo de los blancos, sinotambiéndelosmalayos.

Los gritos ensordecedores, salvajes, retumbaban a lo largo de la costaahogando las detonaciones de las armas de fuego. Entre el clamoreo, aintervalos, oíanse los ayes de dolor de los infelices galeotes, apuñaladosdespiadadamente.

Talvezlosmásanimososhabíanintentadoorganizarlaresistencia,puesenunextremodelcampamentobrillabanrelámpagosysonabandescargas,peroesta resistencia no duró mucho. Las voces de los que atacaban, voces detriunfoydevictoria,denunciabanquelosgaleotesllevabanlapeorparte.

Elbotecillo,dejandoatráslaescollera,llegóprontofrentealcampamento.

Sólo entonces Sandokán y sus compañeros pudieron darse cuenta de laterriblesituaciónenqueseencontrabanlosforzados.

La playa estaba llena de salvajes armados de lanzas y de parangs. Eranvarioscentenaresyhabíanrodeadoporcompletoelcampamento,tratandodeaniquilar,confuriososasaltos,alaturbadepresidiarios.

Estos,yamediodestrozados,habíansecongregadoalrededordeungrupode árboles e intentaban oponer una resistencia desesperada con las escasasarmasdequedisponían.Devezencuandosonabanalgunostiros,perohubiese

Page 226: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

hechofaltauncañónpararechazaraaquelenjambredefierasqueselanzabanciegamentealataque.

ElTigredeMalasiaaprovechóunmomentodecalmaparagritar:

—¡Ánimo!…¡Vamosenvuestroauxilio!…

Enseguidasonaroncuatrotirosycuatrosalvajesrodaronporelsuelo.

Elbotecillosedispusoaatracar.

Los dayakos, al oír los disparos, se volvieron rápidamente y treinta ocuarentadeellos,alveravanzarlaembarcación,corrieronhacialaplayaparacerrarelpasoaaquelloscincohombresqueibanaatacarlosporlaespalda.

—Quememos todos nuestros cartuchos —exclamó el gigante—. No esfácilquelogremossalvaraesosdesdichados,pero,almenos,pagaráncarasuvictoria.

Protegidos por el bote, para librarse de la lluvia de flechas que caía portodas partes, Sandokán y sus compañeros abrieron un fuego acelerado,apuntandoalamasamáscompactadelosasaltantes.

—¡Fuego!—gritabasincesarelTigre—.Cuandoloshayamosrechazadodesembarcaremos.

Perolosdayakos,apesardelasdescargasdefusileríaqueabríangrandesbrechas en sus filas, no hacían intención de retirarse. Mientras suscompañeros, dando un último asalto más impetuoso que los anteriores,rematabanalosgaleotes,arrojáronsealaguaresueltamenteparaatacaranadoalapequeñaembarcación.

Paraevitaraquelpeligrosoabordaje,SambigliongyTanauduriamsevieronobligados a empuñar los remos y alejarse, mientras Yáñez, Sandokán y elinglésrechazabanatirosalosnadadores.Viendoquesusesfuerzosresultabaninútiles, los salvajes, después de un postrer intento para dar caza al bote,replegáronsehacialaorillachillandofuriosamente.

Laluchahabíayaterminadoenelcampamentoylossalvajesseretirabanprecipitadamentea la tenebrosaselva, llevándose lasarmasycabezasde losvencidos, pues los dayakos son los mejores coleccionistas de cráneoshumanos.

Cuando desapareció la última banda, Sandokán y sus compañerosdesembarcaron.

Unsilenciodemuertereinabaenelcampamento.

Enmediodelaschozaslevantadasporlosnáufragosyacíanmontonesdecadáveres horriblemente mutilados por los parangs y por las mazas de los

Page 227: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

salvajes. Aquellos infelices, completamente desnudos, habían sidodecapitados.

—¡Miltruenos!…¡Quéespantosacarnicería!…—exclamóelinglés.

—Seguramente ninguno de los galeotes habrá escapado con vida—dijoYáñez—.Hasidounafortunaparanosotroselhaberhuidoatiempo.Unahoraderetrasoytambiénnuestrascabezashabríanidoaadornarlaschozasdeesosantropófagos.Sandokán,vámonos;aquíyanadatenemosquehacer.

—Notanpronto,Yáñez—respondióelTigre.

—¿Quéesperas?

—Que alguno de estos desgraciados se haya librado de lamatanza y seencuentreocultoenlaselva.

—¿Vasainternarteenlaespesura?Acasoesténescondidoslosdayakos.

—Permaneceremos aquí, junto al bote, dispuestos ahacernos a lamar sinos amenaza algún peligro. Si algún forzado ha conseguido salvar la piel,volverá seguramente al campamento con la esperanza de encontrar armas ocompañeros.

—Es verdad —dijo el inglés—. ¿Habrán hecho algún prisionero losdayakos?

—Nolocreo—replicóSandokán.

—¿Quéleshabráimpulsadoadegollaraesospobresforzadosqueningúndañoleshabíanhecho?

—Eldeseodeapoderasedesusarmasydecosecharunabuenacantidaddecráneoshumanos.Losdayakos sonpeoresque lasbestias feroces, y cuandopuedenatacarporsorpresaaunenemigolohacensinvacilación.Elcráneodeun adversario es para ellosmuestra de valor y todos los guerreros procuranposeerelmayornúmeroposible.SoncomolospielesrojasdeAmérica.

—Conladiferencia,sinembargo,dequelospielesrojassecontentanconlacabelleradelvencido,mientrasqueestossalvajesquierentodalacabeza—dijoYáñez.

—¿Creesquevolverán?

—Nomesorprendería,John—replicóelTigredeMalasia—.Quedanaquímuchos cadáveres que les ofrecen copiosísimos banquetes. Cuando losdayakosdevorenloscuerposquesehanllevado,vendránabuscarmás.

—¡Miserables!—exclamóelcoloso—.¡Quélástimanohabertenidolosdoscañonesdelafragataparadarlesunaduralección!

Page 228: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Nonoshabríanservidoparanada—dijoelportugués—.Latripulaciónlosclavóantesdeabandonarlafragata.

—¿Quéocurre,Yáñez?—preguntóSandokán.

—Veounasombraquesedeslizasobreelmar.¡Miraallí!…

ElTigreyelcolosomiraronhaciaelmar.Dosformas,indecisasaún,peroquenodebíanserotracosaquedoschalupasocanoaslabradaseneltroncodeunárbol,habíanaparecidodeimprovisoenlaextremidaddelpromontorioquecerrabalaensenadaporlapartedelSur.

—Debenserdosembarcaciones—dijoSandokán.

—¿Sedispondránlosdayakosaatacarnospormar?—preguntóYáñez—.Esoesquehabíatambiénenemigosenelbosque.

—Yacasoespiándonos—añadióelgigante,coninquietud.

—Sí, son dos chalupas —confirmaron Sambigliong y Tanauduriam,dirigiéndosealaorilla.

—Sandokán, huyamos —dijo Yáñez—. Tal vez los salvajes se habránemboscadoenlaselvaysedispondránaatacarnosporlaespalda.

—Esasdoschalupasnosdaríancaza,Yáñez—respondióelTigre—.Enunabordajenosaldríamosbienlibrados.

—Entonces,¿quédecides?

—Fortificarnosencualquierescolloyquemartodosnuestroscartuchos.

—Solamentenosquedandiezodocedeellos—replicóelcoloso.

—Pues bien, nos defenderemos con las culatas de los fusiles y con lashachas—replicóSandokán—.¡Albote,enseguida!

Disponíase a correr hacia la playa, cuando Tanauduriam, que ya habíaembarcado,anunció:

—No son chalupas de salvajes. Veo a muchos hombres armados concarabinas.

—Talvezseannáufragos—dijoYáñez,deteniéndose.

—Pongámonosenguardiayesperemos—añadióelTigredeMalasia.

Las dos chalupas, que avanzaban rápidamente, se hallaban a unosdoscientos o trescientos pasos de la playa. Iban tripuladas por veinticuatromarinerosarmadosconhachasyfusiles.

SandokáninclinóserápidamentehaciaSambigliong,diciéndole:

—Noabandoneselboteyestatedispuestoatodo.

Page 229: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Elpiratasaltódentrodelapequeñaembarcaciónyseocultó.

Enaquelmomentounavozquepartíadelaprimerachalupapreguntabaeninglés:

—¿Quiénvive?

—Náufragos—respondióenseguidaSandokán.

— ¿Habéis sido atacados por los salvajes? Hemos oído las voces y losdisparos.

—Nossorprendieronmientrasdormíamosyhanasesinadoatodosnuestroscompañeros.

—¿Hanhuidolossalvajes?

—Sehanretiradoalaselva—repusoSandokán.

— ¿Queréis embarcar con nosotros?—preguntó el hombre que hizo laspreguntasanteriores.

—Nodeseamosotracosa.¿Sólotenéislachalupa?

—Enaltamartenemosungiog.

—Sinosadmitísabordopagaremoselpasaje.

Las dos chalupas llegaron entonces a la playa.Los veinticuatro hombresque las tripulabandesembarcaron sin abandonar las armasy sedirigieron algrupoformadoporSandokán,Yáñez,elinglésyTanauduriam.

Derepentelosveinticuatrohombresprecipitáronsesobrelostrespiratasyelcoloso,apuntándolesconlosfusiles,almismotiempoqueunavozordenabaconacentoamenazador:

—¡Entregaosoperdéislavida!…

Sandokán, sorprendido por aquel inesperado ataque, quedó inmóvil, sinpensarenhacerusodelfusil.

Unaexclamacióndelinglésleadvirtiódelpeligroquecorría.

—¡Mildemonios!…¡Lostripulantesdelafragata!…

Sandokán lanzó un rugido de furor y se lanzó contra los enemigosempuñando el fusil por el cañón, para utilizarlo como una maza; pero almomentofuesujetadopordiezmanosqueloderribaron,arrancándoleelarma.

Porsuparte,elingléslevantabaelhacha,dispuestoaherir;Yáñez,conlarapidezdelrelámpago,lecontuvo,diciéndole:

—¿Quiereshacertematar?

Page 230: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Los marineros apuntaban ya algunos fusiles al pecho del inglés, y sedisponíanadispararaquemarropa.

—Nosrendimos,hijitos—exclamóelportugués,quenohabíaperdidounátomodesuflemahabitual—.¡ViveDios!…¡Quéagradablesorpresa!

Adelantóseunhombre,ydirigiéndoseaYáñezlepreguntó:

—¿Meconoces?

—¡PorJúpiter!¡Eltenientedelafragata!

—En persona, amigoYáñez—rio el oficial—. Estaba seguro de que enalgunaplayanosencontraríamos,porquelafragatanopodíayatenerseaflote.

—Tuvistebuenolfato.

—Ytambiénbuenafortuna.¿Hanmuertotodoslosforzados?

—Nopuedoasegurarlo.Sinembargo,siquieresdarunpaseoporlaselvaytrabar amistad con los dayakos, te esperaremos aquí —replicó Yáñez, conironía.

—Loqueme interesaba eravolver a apoderarmedevosotros; los demásmeimportanpoco.Yasecuidaránlossalvajesdeacabarconellos.

—¡Ah!¿Tecorríaprisahacernosprisioneros?¿Yparaqué?

—ParallevarosdenuevoaSarawak.

—¿Enlaschalupas?

—No, hemos encontrado un giog que nos ha recogido. Pero no esperéisencontrarallíforzadosquesesublevencontranosotros.

—Talvezencontremosalgomejor…

Yáñezmiróa sualrededor; luego,alzando lavoz,demodoque leoyeseSambigliong,quenohabíasalidodelbote,dijoriendo:

—TalveznostropezaremosconelsobrinodeMuda-Has-sinoconciertoseñorSambigliong…

Después,observandoqueeltenientelemirabaconestupor,añadió:

—Teníaganasdebromear;vamosenbuscadeJamesBrooke.Sealegrarádevolveravernos.

Y se dejó conducir a la chalupa mayor, donde ya se encontrabanTanauduriam,Sandokányelinglés.

Page 231: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

XXX.ElyatedelordJames

Aún no se habían alejado trescientos metros las chalupas, cuando unacabeza humana surgió bruscamente del agua, ocultándose tras la popa delbotecilloquepermanecíaenlaplaya,enclavadoentredosescollos.

Aquella cabeza era de Sambigliong. El astuto pirata, aprovechando elmomento en que los tripulantes se arrojaban sobre Sandokán y suscompañeros, dejóse caer al agua y fue a esconderse tras un escollo queaparecíaabrevedistancia.Comprendiendoquesulibertadpodíasermásútilasusjefesquesuprisión,permanecióoculto.

Comoelescolloqueleocultabaestabaaunoscuarentapasosdelaorilla,oyóperfectamentelasúltimaspalabrasdeYáñez.

—El sobrino de Muda-Hassin… —murmuró—. Comprendo lo que elportuguésqueríadarmeaentender.Sí,elproyectodelTigreconsisteenpedirauxilioalpretendientealtronodeSarawak…Sambigliongesastutoyprontodaráfedevida…

Corrióalcampamentoybuscóalgoentreloscadáveresdelosforzadosyenlaschozas.

Sus pesquisas duraron poco y al volver al botecillo llevaba un barril deagua,frutaycarneenconserva.

Lo guardó todo en la minúscula embarcación y empuñó los remos,diciendo:

—Ante todoveamosadónde llevana los jefes; luegopondréproahaciaMompracem.Reuniréa todos lospiratasycaeremossobreSarawakdespuésdeatraeranuestracausaalsobrinodeMuda-Hassin.

Las dos chalupas habían doblado ya el promontorio meridional yavanzaban con rapidez. Sambigliong las siguió, manteniéndose a grandistanciaparanoserdescubierto,cosapocoprobableporquelanocheeramuyoscura.

Muypronto el pirata vio brillar dos puntos luminosos que semovían deNorteaSur,y luegodelinearseconfusamenteunvelero.Sinduda se tratabadelgiogquehabíarecogidoalostripulantesdelafragata.Sambigliongsoltólosremosyesperó,fijoslosojosenlanuevaembarcación.

Luegoobservóquelasdoschalupasatracabanasuscostadosyenseguidadesplegabalasampliasvelas.

—SedirigehaciaelSur—murmuróelpirata—.LlevanotravezalTigreyalportuguésapresenciadelrajá.

Page 232: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Cuandoelveleroemprendiódenuevolamarcha,conlaproahacialacostadeSarawak,SambigliongcomenzóaremarvigorosamenterumboalNorte.

«Acaso mañana pueda llegar a Uri —se dijo—. Allí es posible queencuentre algún praho que se encamine a lasRomades o aLabuán. Si todomarchabien,dentrodedossemanasJamesSrookevolveráaverensureinoalostigresdeMompracem».

Toda la noche el valiente y fiel Sambigliong remó, sin tomar más quebrevesmomentos de descanso, y al amanecer llegaba al caboSirik, elevadopromontorioque señalaunode losdospuntosextremosde lagranbahíadeSarawak.

Agotado completamente por tan largo y fatigoso ejercicio, pensabadirigirse a una de las islas que se extienden alNorte del promontorio, paracomeralasombradealgúnbanano,cuando,depronto,lellamólaatenciónunveleromagníficoqueavanzabadelSur,tratandodedoblarelcabo.

—¿Dóndeiráesebarco?—sepreguntóSambigliong—.ParecequevienedeSarawakytieneintencióndedirigirsealNorte.

Miróconmayoratenciónyungritoseleescapódeloslabios:

—¡Esunyate!…Elde…¿Esposible?…¡Seríademasiadafortuna!…

Empuñólosremosycomenzóaremarcontodassusfuerzasparacortarelpasoalvelero.Unrelámpagodealegríabrillóenlosnegrosojosdelpirata.

— ¡Sí, es el yate de lordGuillonk!—exclamó—.Tal vez estén a bordoTremal-Naik,AdayKammamuri.¡Quésuertetaninesperada!…¡ElTigredeMalasiayelcapitánYáñezsehansalvado!…

Remó, apelando a todas sus fuerzas, e hizo volar al botecillo sobre lasaguas.

ElyatehabíadobladoyaelpromontorioyseguíahaciaelNorte.Temiendono llegar a tiempo de abordarlo, Sambigliong abandonó los remos, montórápidamenteelfusilydisparóalaire.

Prontovioaalgunoshombresaparecerenelalcázarymirarconanteojos.Cargódenuevoelfusilydisparóporsegundavez;luego,sacandounpañuelo,loatóalcañóndesuarmayloagitódesesperadamente.

Esta señal de socorro fue comprendida por los tripulantes del yate.Probablemente lord JamesoKammamurihabían reconocidoal fielpiratadeMompracem.

Elyateviróentoncesydirigiósehaciaelbote.

Alllegaracienmetrosdedistanciaseoyóunavozqueexclamaba:

Page 233: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¡Eh!…¿Erestú,Sambigliong?

—¡Yosoy,Kammamuri!—contestóelpirata.

—¡PorSiva!¡EsSambigliong!

EnelpuenteseencontrabanlordJamesyAda.

Desdelabandadebaborarrojaronunacuerda.

—¿Cómoteencuentrasenesebote?—preguntaronalmismotiempolordGuillonkyKammamuri.

—¿QuélehapasadoaSandokán?—añadióAda.

—¿YalcapitánYáñez?—murmuróKammamuri.

—VancaminodeSarawak—contestóelpirata.

—¿DeSarawak?…—exclamarontodos.

—Otra vez prisioneros. Los sorprendieron anoche cuando intentabanmarcharaMompracem.

—Entonces,¿huyerondelbarcoquedebíallevarlosaNorfolk?—preguntólord James—. ¿Lo veis? Estaba seguro de que escaparían y de que losvolveríamosaencontrarenMompracem.Habla,cuéntalotodo,Sambigliong.

El pirata explicó con pocas palabras lo sucedido a bordo de la fragata.Cuando Ada y Kammamuri supieron lo ocurrido desde que zarparon deSarawak,lanzaronungrito:

—Nuestrodeberessalvarlos.

—No hay que precipitar los acontecimientos, sobrinos míos—dijo lordJames—.Brookenoeshombreaquiensepuedaburlardosveces.

—Milord, la intención del Tigre de Malasia era volver a Sarawak contodos lospiratasdeMompracemyvalersedel sobrinodeMuda-Hassinparaderribardeltronoalrajá—explicóSambigliong—.Losdayakossiguensiendofielesallegítimoherederodelsultán.

—Losé.

—Puesbien,pongamosenprácticaelproyectodeSandokán—dijoAda—.Ese hombre valiente y leal me ha devuelto a Tremal-Naik y me ha hechorecobrarlarazón,ynosotrospagaremosnuestradeudadandolalibertadaélyasuscompañeros.

—Sí,lointentaremostodo—afirmóKammamuri.

—Sin la banda deMompracem no podremos hacer nada—advirtió lordGuillonk.

Page 234: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Milord, estoy dispuesto a partir hacia el cubil de los tigres —dijoSambigliong—. Que me den una chalupa y algunos marineros y reuniré atodoslospiratasparaqueayudenalsobrinodeMuda-Hassin.

—Tengounachalupadevapor;lapongoatudisposición.

—Marcharéenseguida,milord.

—¿Yquéharemosentretantonosotros?—preguntóKammamuri.

—VolveremosaSarawak.

—Unapalabra,milord—dijoKammamuri.

—Habla.

—¿Noinfundiremossospechasalrajá?¿NoseríapreferiblehacerlecreerqueseguimosnuestroviajealaIndia?

—Esverdad—replicóel lord, sorprendidopor el razonamiento—.Podíasospechar que intentábamos la liberación de Sandokán y de Yáñez… Eresmuyperspicaz,Kammamuri.

—Soymaharato—contestóelindio,conorgullo.

—Milord—dijoSambigliong—.¿DóndeestáelsobrinodeMuda-Hassin?

—EnSedang.

—¿Libre?

—Concentinelasdevista.

—Sedang, si no me engaño, se halla junto al río del mismo nombre,¿verdad?

—Sí.

—Entoncesqueancleelyateenladesembocadurayprometoqueantesdedossemanasestaréallí con la flotilladeMompracem.Entretanto,el sobrinodelrajásepondráalcorrientedelossucesosqueseavecinan.

—Ese proyecto me parece mejor—dijo Kammamuri—. Así evitaremosqueelrajádesconfíe.

—Tienesrazón,Kammamuri—aprobólordJames—.¡Harry!…

El segundo de a bordo, hombre de elevada estatura, piel ligeramentebronceada, que delataba lamezcla de sangre india y europea, ojos negros yexpresivosyfaccionesenérgicasquerevelabanunasalvajefiereza,adelantóse,exclamando:

—Asusórdenes,milord.

Page 235: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Que boten al agua la chalupa de vapor y que pongan en ella víveres,armasyelcarbónnecesarioparacincodías.

Laordenfueejecutada inmediatamente.Cuatrohombresyunmaquinistaacomodáronseenlachalupa;elhornofueencendidoalmomento.

— ¿Cuáles son las últimas Instrucciones, milord? —preguntóSambigliong,antesdedescenderporlaescala.

—ArmarlaflotillaenteradeMompracemyquesereúnaconnosotrosenladesembocaduradelSedang.¿Cuántospiratasquedanenlaisla?

—Doscientos,milord.

—¿Haymuchosprahos?

—Unostreinta,armadosconcuarentacañonesysesentaespingardas.

—Alvolver,muchocuidado,afindeevitarunasorpresadelaescuadradelrajá.

—Silaencontramos,lahundiremos,milord.

—Ydaríaislaseñaldealarma.

—Esverdad.Obraremosconprudencia.

—Puesenmarcha.Losminutossonpreciosos.LachalupanavegaadieznudosporhorayendosdíaspuedesllegaraMompracem.

—Hastalavista,milord.

Sambigliongdescendióalachalupayenseguidadioordendemarcha.Uncuartodehoradespués,larápidaembarcaciónnoeramásqueunpuntonegro,apenasvisibleenlaazuladasuperficiedelmar.

El yate puso la proa hacia Oriente, alejándose de la desembocadura delSarawak, para no ser descubierto por los pequeños guardacostas del rajá yllegaraSedangsinqueleobservaran.

Durante la noche, el rápidovelero dejó atrás la estrechabahía encerradaentre lasdos largaspenínsulasque formanelantepuertode laciudad,ya lamañanasiguientedirigiósehacialacosta.

A las siete de la tarde, con viento bastante fresco, llegó al río, en cuyasorillasseelevalapequeñaciudaddeSedang.

Fondeóenunaminúsculadársena,medioocultaporaltísimaspalmasqueproyectabanoscurasombra.

—¿Sevealgo,tío?—preguntóAda,quehabíasubidoacubierta.

—Nada—respondióellord—.Sedangesunlugarpocofrecuentado.

Page 236: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿CuándoveremosalsobrinodeMuda-Hassin?

—Mañana;esprecisocambiardepiel.

—¿Quéquieresdecirconeso?

—Los hombres blancos llamarían en seguida la atención y el rajá notardaríaenserinformado.

—Entonces,¿quédebemoshacer?

—Con tal de salvar a Sandokán y a sus compañeros, estoy dispuesta atodo,tío.

—Hastamañana,Ada.

XXXI.ElgobernadordeSedang

Docehorasdespués,unachalupa tripuladapor seis indiosde ladotacióndelyate,porlordJames,AdayKammamuri,surcabaelríoparadesembarcarenSedang.

Losmarineroshabíanvestidosustrajesnacionales,consistentesencasacadevarioscoloresyunpequeñoturbante;AdaylordGuillonk, teñidosdeuncolorbronceado,envolvíanseenricastúnicas,sujetasalacinturaporampliafajadesedarosa,parahacercreerqueeranpríncipesindiosqueviajabanporpurorecreo.SóloKammamurihabíaconservadosuindumentariamaharata,locualnopodíainfundirlamenorsospecha.Elrío,nomuyanchoydecorrientebastante turbia, aparecía casi desierto. Sólo de cuando en cuando veíansealgunasdeesasgrandescabañassostenidasporreciosmástilesquemidendequinceaveintepiesdealtura.

Encambio,elevábanseespesosbosquesdeárbolesgemíferos,giuntawan,depipernigrum—cubiertosdebayassonrosadasqueencierrangranitosmuyaromáticos—, de gluga —cuya corteza macerada sustituye al papel—, deinmensosalcanforerosqueexhalanperfumepenetrante,ydebananos,arecasyrotas, plantas sarmentosas, que en algunos lugaresmiden trescientospiesdealtura.

Enmediodevegetacióntanespléndida,veíanseaveces,meciéndoseenlasramas de los árboles, monos de ancha nariz o calaos giganti, estrafalariosvolátilesde enormespicos, tangruesos comoel restodel cuerpo.Aparecíantambién bandadas de soberbios argos, adornados con larguísimos plumas,negras cacatúas y algunos de esos enormes murciélagos que los indígenasllamankulang,tangruesoscomounperrilloycuyasalasabiertasmidenhasta

Page 237: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

unmetroytreintacentímetrosdeenvergadura.

Al mediar el día, la chalupa, que navegaba aprovechando la marea,fondeabaanteSedang.

Apesardelpomposonombredeciudad,SedangnoesmásqueunaaldeasemejanteaKutsching,lasegundapoblacióndelreinodeSarawak.Enaquellaépoca componíase de ciento cincuenta cabañas plantadas sobre palos, casitodas ellas habitadas por dayachi-lannd, o sea dayakos costeros, de algunascasitasdearqueadostechos,pertenecientesaloschinos,ydelosedificiosdemadera, uno habitado por el sobrino deMuda-Hassin, que estaba guardadocomoprisionero, pues se sabía que aspiraba a la reconquista del trono, y elgobernador, persona muy afecta al rajá y que disponía de veinte indiosarmados.

No existiendo en Sedang ni lamásmodesta posada, el lord arrendó unapreciosacasitachinesca,situadajuntoalrío,enlaextremidadseptentrionaldelpoblado,condujoaellaaKammamuriyaAda,ydijoaestaúltima:

—Mi misión ha terminado aquí. Todo lo que podía hacer por ti, sincomprometermihonordemarinoinglésydecompatriotadeJamesBrooke,lohe hecho. No puedo intervenir en la guerra que tú y los piratas vais aemprender, aunqueelEstadodeSarawak sea independiente, y aunque tengaquedolermedelexcesivorigorempleadoporBrookeconTremal-Naik.Sigosiendotutíoyprotector,perocomoinglésdebopermanecerneutral.

—¿Nosdejasya?—preguntóAdacondolor.

—Esnecesario.Vuelvoamiyate,peronomealejarédeladesembocaduradel río hasta la ruptura de las hostilidades para poder socorrerte en casonecesario.Noteolvidesdemostrarteenérgicaparaobrarsolasiesnecesario.

—¡Oh,sí,tío!…Estoyresueltaatodo.

—Te dejaré cuatro marineros, para que te defiendan y auxilien. Sonhombres de un valor a prueba y de una fidelidad absoluta y te obedeceráncomoamímismo.Adiós;sialgúnpeligroteamenaza,avísameporunodelosmarineros.Miyateestábienarmadoyencuantohagafaltasurcaráelrío.

Despuésdeabrazarasusobrina,ellordvolvióaembarcarysedejóllevarporlacorriente.Lajovenpermanecióenlaorillaviéndolealejarse,sinfijarseenunguardiadel rajáqueseacercabaobservándolaconvivacuriosidad,noexentadeciertadesconfianza.

Nolonotóhastaqueaquelhombreestuvoasulado.

—¿Quiéneres?—lepreguntóelsoldado.

Lajovenclavóenelindiounamiradapenetranteyaltanera.

Page 238: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Quéquieres?—preguntóasuvez.

—Saberquiéneres—repusoelindio.

—Esonoteimporta.

—Eslaorden,puestoqueeresunaextranjera.

—¿Ydequiéneslaorden?

—Delgobernador.

—Noleconozco.

—PeroéltienequesaberquiéndesembarcaenSedang.

—¿Porqué?

—AquíviveelsobrinodeMuda-Hassin.

—Noséquiénes.

—UnsobrinodelsultánquereinabaantesenSarawak.

—Noconozcoalossultanes.

—Noimporta;yodebosaberquiéneres.

—Soyunaprincesaindia.

—¿Dequéregión?

—Delagrantribudelosmaharatos—contestóKammamuri,quesehabíaacercadosilenciosamente.

—¡Unaprincesamaharata!…—exclamóel soldado, estremeciéndose—.Tambiényosoymaharato.

—No, tú eres renegado —dijo Kammamuri—. Si fueses un verdaderomaharatoseríaslibrecomoyo,ynoesclavodeunhombrequepertenecealarazadenuestrosopresores,deuninglés.

Enlosojosdelsoldadobrillóunrelámpagodeira,peroaquelrelámpagoseextinguióenseguida,einclinandolacabezamurmuró:

—Esverdad.

—Vete —dijo Kammamuri—. Los maharatos libres desprecian a lostraidores.

El indio vaciló; luego, levantando los ojos, que aparecían húmedos,murmuróconvoztriste:

—No, no he olvidado ami patria, no se ha extinguido enmi corazón elodiohacialosopresoresdelaIndia;todavíasoymaharato.

Page 239: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¡Tú!…—exclamóKammamuri,conprofundodesprecio—.Dameunaprueba.

—Manda.

—Estamujeresmiama,princesadeunadenuestrasmásvalerosastribus.Si te atreves, júrale obediencia como se la jurarían los hijos de nuestrasmontañas.

Elindiodirigióasualrededorunarápidamiradaparaasegurarsedequenoleobservaban;luegocayóalospiesdeAda,diciendo:

—Manda: por Siva, Visnú y Brahma, las divinidades protectoras de laIndia,juroobedecerte.

—Ahorareconozcoentiuncompatriota—dijoKammamuri—.¡Sígueme!…

Entraron en la chinesca casita guardada por cuatro marineros del yate,armados de pistolas para defender a la sobrina de su amo de cualquieratentado, y se detuvieron en una pequeña estancia amueblada con sillas debambúyalgunasmesitasllenasdeteterasytazasdeporcelanacolorde«cielodespuésdelluvia»,elcolorfavoritodeloshijosdelCelesteImperio.

—Manda—repitióelindio,inclinándosenuevamenteanteAda.

Entonces la joven, fijando en él unamiradapenetrante, como si quisieraleerensualma,ledijo:

—¿Sabesqueodioalrajá?

—¿Tú?…—exclamóelmaharato,levantandolacabeza,estupefacto.

—Sí—añadiólajovenconenergía.

—¿Tehaofendido,acaso?

—No, pero le aborrezco, porque es inglés, porque soy maharata y élpertenecealarazadelosopresoresdelaIndiayporqueenotrotiempofiguróen las filas que destruyeron la independencia de nuestros rajáes. Nosotros,puebloslibres,juramosodioeternoaaquelloshombresdelalejanaEuropaynopudiendoaniquilarlosenlaIndia,procuramosacabarconellosdondequieraqueseencuentren.

—¿Tanpoderosaeres?—preguntóelindio,concrecienteestupor.

—Dispongodehombresvalerosos,denavesydecañones.

—¿Yvienesatraerlaguerra?

—Sí,puestoqueencuentroaquíauntiranodenuestrapatriaquehumillaaotroshombresdecolor,hermanosnuestros.

Page 240: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¿Quiénteayudaráenlaempresa?

—¿Quién?…ElsobrinodeMuda-Hassin.

—¿Él?…

—Él.

—Perosiestáprisionero…

—Lopondremosenlibertad.

—¿Sabequetratasdelibertarlo?

—No,perolehablaré.

—Yatehedichoqueestávigilado.

—Burlaremosasusguardianes.

—¿Dequémodo?

—Túloencontrarás.

—¿Yo?…

—Estaeslapruebaquedetiespero,sieresmaharatodeverdad.

—He juradoobedecerteyBangawadino faltaráasupalabra—afirmóelindio,consolemneacento.

—Veamos —dijo Kammamuri, que hasta entonces había permanecidosilencioso—.¿CuántoscentinelasvigilanaHassin?

—Cuatro.

—¿Nocheydía?

—Atodahora.

—¿Sinalejarsenuncadeél?…

—Jamás.

—¿Hayalgúnmaharatoentreesosindios?

—No,todossondeGuzerate.

—¿Fielesalgobernador?

—Incorruptibles.

Kammamurihizoungestodecontrariedadypareciósumirseenprofundospensamientos.

— ¡Ah! —exclamó después de algunos instantes—. ¿Quién es elgobernador?

Page 241: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Unmestizoanglo-bengalés.

—¿Noseríacapazdetraicionaralrajá?

—Deningúnmodo—afirmóelindio.

—Estábien.

Buscóenlafajaysacóundiamantetangruesocomounaavellana.

—Veenbuscadelgobernador—ledijo, tendiendolapiedraal indio—ydilequelaprincesaRaibhleofreceesteregaloyleruegaqueleconcedaunaentrevista.

—¿Quétepropones,Kammamuri?—lepreguntóAda.

—Luegotelodiré,ama.Vamos,Bangawadi;contamoscontujuramento.

Elindiocogióeldiamante,seprosternóporúltimavezantelajovenysalióconpasorápido.

Kammamurilesiguióconlamirada;luego,volviéndosehaciaAda,ledijo:

—Creoqueconseguiremosnuestroobjeto.

—¿Quéintentas?

—RaptaraMuda-Hassin.

—¿Cómo?

Envezderesponder,elmaharatosacódelafajaunacajitaymostróunaspíldorasqueexhalabanextrañoolor.

—Me las dio el capitánYáñez—dijo—, y conozco por experiencia susefectos. Basta dejar caer una en un vaso de vino o de café para adormecerinstantáneamentealapersonamásrobusta.

— ¿Y para qué pueden servirnos? —preguntó la joven, con profundasorpresa.

—ParaaletargaralgobernadoryaloscentinelasquecustodianlamoradadeHassin.

—Notecomprendo.

—En cuanto vea el regalo que le hemos enviado, el gobernador nosinvitaráacomer,oleinvitaremosnosotros.Yomeencargodehacerlebeberelnarcótico,ycuandoestédormidoiremosenbuscadeHassinyrepetiremoslasuerteconloscentinelas.

—¿Peronospermitiránlosindiosentrarenlaprisión?

—Bangawadiseencargarádeabrirnospaso,fingiendoqueharecibidodel

Page 242: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

gobernadorlaordendevisitaraHassin.

—¿Adóndellevaremosalprisionero?

—Al lugar que él desee, allí donde cuente con partidarios. Corre demicuentabuscarcaballosparanuestragente.

YasedisponíaasalircuandovioqueBangawadiregresaba.

Elindioparecíacontento,porqueasuslabiosasomabaunasonrisa.

—Elgobernadorosespera—dijo,entrando.

—¿Haagradecidoelobsequio?—preguntóKammamuri.

—Nuncalehevistotanalegrecomohoy.

—Vamos,ama—dijoelmaharato.

Salieronprecedidosporelsoldadoyseguidosporloscuatromarinerosdelyate,quehabíanrecibidoordendenoapartarsedeellaunsoloinstante.PocodespuésllegabanalpalaciodelgobernadordeSedang.

El edificio, llamado pomposamente palacio por los habitantes, era unamodestacasademadera,dedospisos,conel techocubiertode tejasazules,comolasviviendasdelbarriochinodeSarawak,ceñidaporunaempalizadaydefendidapordoscañonesenmohecidos,quenoservíanmásquedeadorno,puesnohabríanpodidohacerdosdisparosseguidossinreventar.Unadocenade indios, vestidos como los cipayos de Bengala, con casaca roja, calzonesblancosyturbante,perodescalzos,hallábansetendidosalrededordelacasaypresentaron armas, conmarcial apostura, a la princesa de losmaharatos. Elgobernadoraguardabaalajovenalpiedelaescalera,señalevidentedequeelmagníficoregalohabíaproducidosuefecto.

SirHunton,gobernadordeSedang, eraunanglo-indioquehabía tomadoparteenlassangrientascampañasdeElRealistacontralospiratasdeBorneo,comooficialdemarina.

No contaba aún cuarenta años, pero aparentaba tenermás por efecto delclima,pocosaludableparalosextranjeros.Eraalto,comotodoslosindividuosderazaindia,ymuyrecio;teníalapielligeramentebronceada,ojosnegrosybarbapobladacomolosindostanes.

Había dado pruebas de gran valor y de fidelidad, y fue encargado delmando de Sedang con la orden de vigilar atentamente al sobrino deMuda-Hassin, ya que JamesBrooke no ignoraba que tenía un temible y poderosorivalenelparientedeldifuntosultán.

SirHunton,alveralaprincesa,seadelantóasuencuentro,tendiéndolelamanoydescubriéndose;luegoleofreciógalantementeelbrazoylacondujoa

Page 243: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

unsaloncitoamuebladoconciertaelegancia.

— ¿A qué feliz casualidad debo el honor de esta visita, Alteza? —preguntó,sentándosefrentealajoven—.Esraroverllegaraestepueblecillo,perdidoenlafronteradelreino,aunapersonatandistinguida.

—Heemprendidounviaje de recreo a las islas de laSonda, señor, y noquiero dejar de ver también Sedang, ya que tengo ahora la posibilidad deadmiraraesosformidablesdayakos,llamadoscortadoresdecabezas.

— ¿Y ha venidoVuestraAlteza por pura curiosidad? ¿No será por otracosa?

—¿Porqué?

—PorveralsobrinodeMuda-Hassin.

—Noséquiénes.

—UnrivaldelrajáBrooke,quepasaeltiemposoñandoeneldesquite.

—¿Esunsujetointeresante?

—Talvez.

—Conelpermisodeustednodejarédevisitarlo.

—Acualquierotrapersonanoleconcederíasemejanteautorización,peroaVuestraAlteza,quevienede la Indiayque,por lo tanto,nopuede tenerenellootrointerésqueeldelacuriosidad,nolenegarésemejantefavor.

—Gracias,señor.

—¿SedetendráVuestraAltezamuchotiempoaquí?

—Algunosdías,mientrasseefectúanenmiyatealgunasreparaciones.

—¿HavenidoenyateVuestraAlteza?

—Sí,señor.

—¿EiráluegoaSarawak?

—Desde luego; quiero conocer al exterminador de los piratas, pues soyunadesusmásentusiastasadmiradoras.

—¡Esunvalienterajá!

—Desdeluego.

—¿VolveráalyateestatardeVuestraAlteza?

—No,healquiladounacasita.

—EntoncesesperoqueVuestraAltezamedispensaráelhonordeaceptarla

Page 244: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

hospitalidaddemimorada.

—¡Ah!…¡Señor!…

—EselmejordeSedang.

—Gracias,señor,peroprefierotenerlibertad.

—AlmenosconfíoenqueVuestraAltezapasaráeldíaamilado.

—Nopuedodejardecorresponderavuestraatención.

—Haréloposibleporproporcionarledistracciones.

—Por supuesto, me enseñará usted al real prisionero —dijo Ada,sonriendo.

—Despuésdecomer,Alteza.IremosatomareltéconMuda-Hassin.

—¿Eshombregalanteoesunsalvaje?

—Esastutoybieneducado,ynosdispensaráafectuosorecibimiento.

—Cuentoconusted,señor.

LevantóseaunaseñaldeKammamuri,quepermanecíaenunángulodelsalón.El gobernador la imitóy la acompañóhasta la puerta, donde la tropaindia le tributó los honores correspondientes a su jerarquía de princesaindostánica.

Al volver a su casa, seguida siempre por Kammamuri y por los cuatromarinerosdelyate,encontróaBangawadi,quelaaguardabaenlapuerta,enlaactituddeunhombrequeesperaconimpaciencia.

—¿Otravezaquí?—lepreguntó.

—Sí,ama—respondió.

—¿Hayalgunanovedad?

—HehabladoconHassin.

—¿Cuándo?

—Haceunmomento.

—¿Yquélehasdicho?

—Que hay personas que se interesan por su suerte y que tratan defacilitarlelaevasión.

—¿Yquéteharespondido?

—Queestádispuestoatodo.

—Eresunvaliente,Bengawadi.

Page 245: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Yloserásmássisiguesayudándonos—añadióKammamuri.

—Estoyavuestradisposición.

—Entonces ve y dile que esta tarde la princesa Raibh irá a visitarloacompañada por el gobernador y que procure estar solo, al menos en suhabitación.Dile tambiénquedejeamicuidado la tareadeprepararel tédelgobernador.

Luego,sacandodelafajaunpequeñodiamante,selodio,diciéndole:

—EstoparatiyparaqueconvidesabeberaloscentinelasquecustodianlacasadeHassin.Estatardepagoyo.

XXXII.LafugadeMuda-Hassin

SirHunton,quenodudabaenhaberinvitadoaunaprincesaindiaauténticayquenosentíalamásmínimasospechadelatramaurdidatanhábilmenteporel astutomaharato, hizo los honores de la casa con exquisita cortesía y sinrepararengastos,despuésderecibircomoobsequioundiamantequenovalíamenosdetreintamillibras.

Lacomidaqueofrecióalaprincesanopodíasermejor.Elcocinerohabíaagotado la despensa, los corrales de losdayakosy los viverosdepeces.Nofaltaban tampoco botellas legítimas de vino de España, que el gobernadorhabía recibido de un amigo suyo residente en Filipinas y que guardabacuidadosamenteparalasgrandesocasiones.

Adahizo loshonoresa lafiestayrivalizóenamabilidadconsirHunton.Procuró, sobre todo, hacerle bebermucho, con innumerables brindis: por laIndia, por la prosperidad de Sarawak, de Sedang, del rajá y de la viejaInglaterra.

Comenzabaaanochecercuandosedisponíanaempezarconeltradicionalbudín.

—ElpríncipeHassinsentiráansiedadpornovernos—dijoAda,despuésdemirarhacialaparteexterior—.Seacercalanoche.

—Ya está advertido de que iremos a tomar el té a su casa, Alteza —respondiósirHunton.

—Tratemosdenohacerleesperardemasiado.

—Entonces,salgamos.

—Unpaseoporlaorilladelríonossentarábien.

Page 246: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

Levantóselajovenycubrióselacabezaconunriquísimochaldesedaparadefenderse de la humedad de la noche,muy peligrosa en aquellas regiones.Kammamuri,quehabíatomadoparteenelbanquete,enclasedesecretariodelaprincesa,fueelprimeroensalir.

Dosmarinerosdelyateesperabanenlaorilladelrío.

—¿Estátodolisto?—lespreguntó.

—Sí—respondieron.

—¿Cuántoscaballoshabéisencontrado?

—Ocho.

—¿Dóndenosesperan?

—Alaentradadelbosque.

—Estábien,reuníosavuestroscompañeros.

En aquel momento Ada salía del brazo del gobernador. Kammamuri seacercóaellaycongestorápidoledioaentenderquetodoestabapreparado.

Lanocheeraespléndida.HaciaOriente,unanubesonrosada,quepocoapocosevolvíagris,indicabaellugardondeelsolhabíadesaparecido.Elcielosecubríarápidamentedeestrellasquesereflejabanenlasplácidasaguasdelrío.

En el espacio revoloteaban los murciélagos gigantescos, y por entre losmatorralesylosárbolesmiríadasdelagartosvoladores,entantoquelos«to-chi», otra variedad de lagartos, salían de las hendiduras de las casas paracomenzarsusatrevidasevolucionesbajo losartesonadosde lashabitaciones,lanzandolevesgritosde«¡to-chi!…¡to-chi!».

Enelrío,algunosbatelerosentonabanmonótonascanciones,mientraslosjuncos chinos, únicas naves que llegan hasta Sedang, encendían susmonumentaleslinternasdepapelodetalco.

De la vecina selva llegaban mil perfumes. Los árboles de alcanfor, losclavillerosylosmangosexhalabanpenetrantesaromas.

Adanodecíaunapalabrayapresurabaelpaso;elgobernador,quehabíabebidoconexceso,laseguía,haciendoesfuerzospormantenerseerguido.

Afortunadamente,elcaminoeracorto.Pocodespuésseencontrabanantelaviviendadelsultánprisionero,unamoradamuymodesta,porquenoeramásqueunacasitadedospisosrodeadadeunagaleríadescubiertayguardadaporcuatroindiosqueteníanelencargodevigilaratentamentealprisionero.

Después de hacerse anunciar, el gobernador condujo a la princesa a una

Page 247: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

salita adornada condivanesy tapicesmuyusados, convarios espejos y conuna mesita en la cual se veían amontonados en completo desorden, tazas,jicaras,teteras,bolasdemarfilagujereadasyotrasbaratijasporelestilo.

El sobrino deMuda-Hassin los aguardaba sentado en una vieja poltronacoronadaporunpequeñogavialdorado,emblemadelossultanesdeSarawak.

ElrivaldeJamesBrookesólocontabaenaquellaépocaunostreintaaños.Eradealtaestatura,aspectomajestuoso,hermosacabezacubiertadenegraylarga cabellera, rostro ligeramente bronceado, adornado de barba lustrosa yojosvivoseinteligentísimos.

Usaba el turbante verde de los sultanes deBorneo y amplia chaqueta desedablancasujetaporlargafajadesedarosa,entrecuyosplieguesasomabanlasempuñadurasdelosdoskriss,distintivodelosgrandesjefes;desucostadopendíaelgolok,pesadahachamalaya,largayafiladísima.

Alverentraralgobernador,sepusoenpie,haciendounaligerainclinacióndecabeza;luegofijólosojosconvivacuriosidadenlajoven,diciendo:

—Bienvenidosseanaestacasa.

—La princesa Raibh ha mostrado deseos de venir aquí y la heacompañado,con laesperanzadeproporcionarleaustedunasatisfacción—respondióelgobernador.

—Agradezcolacortesía.¡Sontanraraslasdistraccionesenestaciudad,ytanpocofrecuenteslasvisitas!…ElrajáBrookehasidoinjustodejándomeentancompletoaislamiento.

—Yasabeustedqueelrajádesconfía.

—Sin razón, porque yo no cuento ya con partidarios. La sabiaadministracióndelrajáBrookemeloshaarrebatadoatodos.

—Alosdayakossí,peroalosmalayos…

—Tambiénaesos,sirHunton,pero…dejemoslapolíticaypermítamequeleofrezcaunatazadeté.

—Me han asegurado que es excelente en realidad—dijo el gobernador,riendo.

—Verdadero té chino, se lo garantizo; mi amigo Tai-Sin me hace esteobsequiosiemprequetocaenSedang.

—Ahítieneustedunaocasiónmagníficaparareclutarpartidariosentreloschinos de Cantón. Apuesto cualquier cosa a que semejante empresa noresultarámuydifícilparaelproveedordeté.

Sombríorelámpagobrillóenlosprofundosojosdelfuturosultán,perono

Page 248: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

hizogestoalgunoquerevelasesucóleraexterior.

—Quesirvanelté—dijo.

Kammamuri, en el acto, pasó a una habitación inmediata donde se oíaruido de tazas, y poco después entró seguido por un pequeño malayo quellevabaunserviciocompletoenunabandejadeplata.

El astutomaharato escanció la deliciosa bebida y en la taza destinada algobernadordejócaerunapildoritaquesedisolvióenseguida.

Ofreció laprimera tazaasuama, la segundaasirHuntony la terceraalsobrinodelsultán;despuéspenetróenlaestanciacontigua.

Llenórápidamentecuatrotazasmás,echandoenellasotrastantaspíldoras,yselasdioalmalayo,almismotiempoqueledecía:

—Sígueme.

—¿Haymásinvitados?—preguntóelcriado.

—Sí—respondióelmaharato,conmisteriosasonrisa—.¿Hayalgunaotrasalida,sinnecesidaddepasarporelsaloncito?

—Sí.

—Indícala.

Elmalayolehizopasaraunatercerahabitaciónqueteníapuertaalacalle.Allívelabanloscuatrocentinelas.

—Muchachos—dijo el maharato, adelantándose—, mi ama, la princesaRaibh,osofrecetédeHassin.Bebedloasusalud;aquítenéisestepuñadoderupiasqueosruegaaceptéis.

Loscuatroindiosnosehicieronrepetirlainvitación.

Guardaronapresuradamentelasrupiasysebebierondeuntragoelté.

—Buenaguardia,muchachos—exclamóKammamuri,irónicamente.

Volvió al saloncito del sobrino del sultán.En aquel precisomomento, elgobernador, vencido por el poderoso narcótico, caía de su asiento y sedesplomabasobrelaalfombra.

—¡Quedescanses!—dijoelmaharato.

AdayHassinsepusieronenpie.

—¿Muerto?…—preguntóelsegundo,consalvajeacento.

—No,dormido—explicóAda.

—¿Ynodespertará?

Page 249: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Sí,perodentrodeveinticuatrohoras,yentoncesnoshallaremosyamuylejos.

—Entonces,¿esciertoquehavenidoustedparadevolvermelalibertad?

—Sí.

—¿Yparaayudarmeareconquistareltronodemisantepasados?

—Enefecto.

—¿Porquémotivo?…¿Quépuedohaceryoenfavordeusted,señora?

—Mástardeselodiré;ahorasetratadehuir.

—Estoyprontoaseguirla;ordene.

—¿Cuentaustedconpartidarios?

—Todoslosmalayosdemiparte.

—¿Ylosdayakos?

—SebatiránbajolabanderadeBrooke.

—¿Conoceunsitiosegurodóndepodamosaguardaraquesereúnansusadictos?

—Sí;elkampongdemiamigoOrango-Tuah.

—¿Sehallalejos?

—Juntoaladesembocaduradelrío.

—Vamos;loscaballosestánpreparados.

—Pero¿ylosguardias?

—Duermen,lomismoqueelgobernador—dijoKammamuri.

—Enmarcha—añadióAda.

El jovenpríncipe recogió las alhajas encerradas enun cofrecillo, armóseconun fusil y siguió aAday aKammamuri, despuésdedirigir unapostrermiradaalgobernador.

En la puerta yacían los cuatro indios, unos sobre otros, dormidosprofundamente.Kammamurilesquitólascarabinasylascartucherasyluegolanzóunsilbido.

DelbosquesalieronloscuatromarinerosdelyateyBangawadi, trayendolosochocaballos.

Kammamuriayudóasuamaasubirenunodelosmejores,yenseguidasaltóconagilidadalagrupadelotro,diciendo:

Page 250: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—¡Algalope!…

Los jinetes, guiados por el príncipe, que conocía mejor que nadie elterreno, pusieron las cabalgaduras al galope, bordeando la selva, que seextendíaalolargodelaorilladerechadelrío.

Derepente,enlariberaopuesta,seoyógritarunavoz:

—¿Quiénvive?

—Quenadieresponda—dijoelpríncipe.

—¿Quiénvive?—repitiólavoz,conacentoamenazador.

Alnorecibircontestación,elcentinela,queseguramentehabíadescubiertoalgrupodejinetesapesardelaoscuridaddelanoche,disparó,gritando:

—¡Alasarmas!…

Labalapasó silbandoporencimade los fugitivosy fueaperderseen laselva.

—¡Aprisa!—exclamóKammamuri.

Loscorcelespartieronalgalope,entantoque,hacialapartedelaciudad,seoíaalaguardiadelpalaciodelgobernador,quegritaba:

—¡Alasarmas!

Los jinetes siguieron la orilla derecha del río, luego lo vadearon a unamilla de la población y pasaron a la margen izquierda para seguir hasta lacosta.

—¿Nosperseguirán?—preguntóAdaalpríncipe.

—Sospecho que sí —respondió este—. Ya habrán encontrado algobernadory,enteradosdemifuga,selanzarántodostrasnuestrashuellas.

—Peronosonmásqueveintehombres.

—Dieciséis,porquecuatrodeellosduermen.

—Tantomejor;podremosrechazarlosfácilmente.

—Elcasoesqueiránabuscarauxilioenlasaldeasdelosdayakos,yantesdedocehorasnosperseguirándoscientosotrescientoshombresarmados.

—¿Llegaremosantesalkampong?

—Dentrodedoshorasnosencontraremosallí,ysiseatrevenaatacarnostendránqueroerunhuesomuyduro.Antesdedosdías,esperoreunircincooseismilmalayosyuncentenardeprahos.

—¿Armadosdecañones?

Page 251: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

—Algunos,nadamás.SeráninsuficientespararechazaralaflotadeJamesBrooke.

—Porfortuna,dentrodecuatroocincodías,recibiremosmuchaspiezasdeartillería.

—¿Piezasdeartillería?—exclamóelpríncipe,enelcolmodelestupor.

—Sí,servidasporlosmásformidablespiratasdeBorneo.

—¿Quiénes?

—LosdeMompracem.

— ¿De Mompracem?… ¿Viene en mi auxilio Sandokán, el invencibleTigredeMalasia?

—Élno,peroprobablementesubandanavegaaestashorasconrumboalabahíadeSarawak.

—¿DóndeestáSandokán?

—Enmanosdelrajá.

—¿Prisionero?…¡Imposible!

—Ha sido derrotado por fuerzas veinte veces superiores a las suyas,después de un terrible combate, y hecho prisionero a la vez que sulugartenienteymiprometido.Yparasalvarloshepreparadolafugadeusted.

—Pero¿dóndeestáahora?

—EnSarawak.

—Loslibertaremos,¡lojuro!CuandolosmalayossepanquelospiratasdeMompracemtomanparteenlalucha,sesublevarántodos.AJamesBrookelequedanpocosdíasdeautoridad.

—¡Alto!—gritóunavozenaquelinstante.

Elprínciperefrenóconviolenciaasucaballo,ysecolocóantelajovenconelgolokdesenvainado.

—¿Quiénvive?—preguntó.

—GuerrerosdeOrango-Tuah.

—AvisadavuestrojefequeelsobrinodeMuda-Hassinvieneaverle.

Luego, volviéndose hacia Ada e indicándole una masa oscura que seelevabaenelbordedelaselva,exclamó:

— ¡Ya hemos llegado al kampong…! Ahora podemos desafiar a lossoldadosdelgobernador.

Page 252: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

XXXIII.LaderrotadeJamesBrooke

El kampong de Orango-Tuah era una aldea malaya, fortificada paradefenderse de las correrías de las tribus del interior y especialmente de losdayakos,conloscualessehallabansiempreenguerra.

Componíasedetrescientascabañasdemadera,techadasconhojasdeñipa,defendidasporunaaltay sólidaempalizadaypor reciamuralladeespinosobambú,obstáculoscasiinsuperablesparalosdesnudospiesdelosindígenas.

Aparte de esto, los habitantes contaban con media docena de prahos,armadosconespingardasyancladosenunpequeñolagoquecomunicabaconelmarpormediodeuncanal.

Orango-Tuah —un robustísimo malayo de tez oscura, ojos oblicuos ypómulos salientes, antiguo corredor del mar antes de las sangrientasrepresionesdeJamesBrooke—,advertidooportunamente,apresuróseasaliralencuentrode supríncipe, seguidodegrannúmerode soldadosque llevabanramasderesinaencendidas.

Laacogidafueentusiasta.Todalapoblación,avisadapormediodel tam-tam,corrióafelicitaralfuturosoberanodeSarawak.

Orango-Tuahcondujoasushuéspedesalamejorchozadelaaldea;luego,enteradodequelaguardiadelgobernadorlosperseguía,apostóenlosbosquesvecinosacincuentahombresarmadosconfusiles.

Tomada esta medida, reunió a los cabecillas para que promoviesenrápidamentelainsurrecciónenlospobladosmalayosyparaque,antesdequela noticia de la fuga del príncipe llegara a Sarawak, formasen un ejércitoconsiderable.

Aquella misma noche, cuarenta emisarios partían para el interior y losprahossehacíanalamarparaadvertiralosmalayoscosterosdelaluchaquesepreparaba,mientrasotrosdosseencaminabanalcaboSirikparaprotegeralabandadeMompracem.

AdaenvióaunodelosmarinerosdelyatealadesembocaduradelríoparaenteraralordJamesdesusproyectos.

A la mañana siguiente comenzaron a afluir los primeros refuerzos alkampong. Eran partidas de malayos armados de fusiles y acudían de todaspartesparacombatirbajolabanderadesupríncipe.

Por mar, llegaban a cada instante prahos tripulados por multitud de

Page 253: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

combatientesyalgunaspiezasdeartillería.

Tres días después, siete mil malayos acampaban en torno del kampong.Sólo esperaban a la banda de Mompracem para ponerse en marcha haciaSarawakycaerdeimprovisosobrelacapital.

Todosloscaminosdelinteriorestabanocupadosporfuertesdestacamentosparaimpedirquelosdayakosparticipasenalrajálanoticiadelainsurrección.

Elquintodía,laflotilladeMompracemfondeabaenlaplayadelkampong.Componíasedeveinticuatrograndesprahos,armadosconcuarentacañonesysesenta espingardas y tripulados por doscientos hombres que, en valor y entácticaguerrera,valíanmásquemilmalayos.

Apenasdesembarcaron,SambigliongacercóseaAda,quepermanecíaenelcuartodeOrango-Tuah.

—LostigrecillosdeMompracem—ledijo—estándispuestosacaersobreSarawak.HanjuradolibertadaSandokányasuscompañeros,ohacersematartodos.

—Losmalayossóloesperanavosotros—contestóla joven—.JuradaquíquenocausaréisningúndañoaJamesBrookeyquesiesvencidolodejaréisenlibertad.

—Encasonecesario,protegeremossufuga.

Dos horas más tarde, el ejército malayo, guiado por el futuro sultán,emprendióelcaminodelacosta,mientrasquelaflotilladeMompracem,enlacualhabíaembarcadoAdayKammamuri,hacíasealavela,escoltadaporuncentenardeprahos,procedentesde lasaldeasedificadasen lavastabahíadeSarawak.

Habíansetomadotodaslasmedidasnecesariasparasorprenderalacapitaldelrajáyestabafijadoeldíaenqueseríaatacadasimultáneamenteportierrayporelrío.

Laescuadrilla,quenavegabaconlentitudparadartiempoaquelastropasavanzasen, reuníase todas las noches para esperar a los soldados deHassin.SambigliongteníaquehacergrandesesfuerzosparacalmarlaimpacienciadelostigresdeMompracem,queardíanendeseosdevengarladerrotadesujefe.

Para no estar sin hacer nada, daban caza a los veleros que se dirigían aSarawak,conelfindeevitarqueelrajátuvieraconocimientodelamarchadelaescuadra.

Cuatrodíasdespués,alatardecer, la flotilla llegóa ladesembocaduradelrío.AquellamismanocheelejércitodeHassindebíacaersobrelacapital.

Aíer-Duk,quecapitaneabaa los tigresdeMompracem,ordenóque,para

Page 254: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

noexponeralajovenaloshorroresdelabatalla,elprahoqueconducíaaAdapermaneciese oculto en una pequeña cala del río; pero Kammamuri, noresignándoseapermanecerinactivo,sepasóalbarcodeljefe.

—TráemeaTremal-Naik—ledijoAda,antesdesepararse.

—Podránhacermepedazos,peromiamosesalvará—respondióelbravomaharato—. Apenas desembarquemos, podremos sitiar al palacio del rajá.Tengolacertezadequeallíseencuentranlosprisioneros.

—¡Anda,valienteKammamuri,yqueDiosteproteja!

Aíer-Dukcomunicólasúltimasórdenes.Alacabezadelaescuadracolocóalosprahosmayores,armadosdecañonesydefendidosporlosmásintrépidospiratasdeMompracem.

Estosdebíansostenerelprimerchoque,ylosdemás,enmasa,lanzarsealabordaje.

Alasdiezdelanochelaflotasepusoenmarcha.Todaslasvelashabíansido arriadas para que los puentes estuviesen libres, y las pequeñasembarcacionesnavegabanaremo.

El río parecía desierto; ni a derecha ni a izquierda se veía nave alguna:tampocoenlaselva,tanapropósitoparadefenderse,seocultabansoldados.

Sinembargo,aquelsilencionoleparecíamuytranquilizadoraAíer-Duk.Juzgaba imposible que no se hubiera descubierto la insurrección que desdecincodíasanteshervíaenelreino,yqueelrajá,hombreastuto,audazybienservidoporlosdayakosyporlaguardiaindia,sedejasesorprender.Temíaunaemboscadajuntoalapoblación.

Al mediar la noche, la flotilla se encontraba a menos de una milla deSarawak.Lasprimerascasascomenzabanadistinguirsesobrelaoscuralíneadelhorizonte.

—¿Oyesalgo?—preguntóAíer-DukaKammamuri,queestabaasulado.

—Nada—contestóelmaharato.

—Estesilenciomeinquieta.

Hassinhabíallegadoyaseguramenteycomenzadoelataque.

—Talvezesperaráoírnuestroscañones.

—¡Ah!…

—¿Quéocurre?…

—¡Laescuadra!…

Page 255: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

En una revuelta del río apareció una imponentemasa que les cerraba elpaso.Eralaflotadelrajá,enlíneadebatalla,dispuestaarechazaralenemigo.

Derepente,quinceoveinterelámpagosbrillaronenmediodelastinieblasy se oyó un ruido espantoso. Los barcos de James Brooke rompieron uninfernalfuegocontralosdelenemigo.

Sedejóoírungritoterrible:

—¡VivaMompracem!…

—¡VivaHassin!…

Casi en el mismo instante, en la parte norte de la ciudad, retumbaronfuriosasdescargasdefusilería.LastropasdeHassincaíansobrelapoblación.

—¡Alabordaje,tigrecillosdeMompracem!—rugióAíer-Duk—.¡VivaelTigredeMalasia!…

Losprahos,apesardelametrallaquebarríalospuentesydelasbalasquecausabanmortandadhorrible, searrojaronsobre lasnavesdel rajá.Nadaeracapazderesistirelímpetudelataque.

En un instante, los barcos de Brooke se vieron rodeados por numerosasembarcaciones.

Tigres y malayos cayeron sobre las naves enemigas, las abordaron,invadieron los puentes, sitiaron a las tripulaciones, las desarmaron y lasencerraronenlasbodegasyenlasbaterías.LabanderadelrajáfuearriadayensulugarseelevóelpabellónrojodeMompracem,adornadoconlacabezadetigre.

—¡ASarawak!—gritóKammamuri.

Los prahos reanudaron su marcha hacia la ciudad. En las calles de lacapital, el combate empeñado por las tropas malayas seguía cada vez másencarnizado.

Entodoslosbarriostronabalafusilería.Oíanselosgritosdelosinvasoresqueavanzabanhacialaplazadondeseelevabaelpalaciodelrajá.

Algunascasasincendiadasendiversoslugares,esparcíanportodaspartessanguinolentos reflejos, mientras que en el espacio flotaban millones dechispasqueelvientoarrastrabamuylejos.

ATer-Duk y Kammamuri desembarcaron en el muelle, y al frente decuatrocientos hombres invadieron el barrio, cuyos habitantes también sehabíansublevado.

Dos columnas de indios de la guardia intentaron rechazarlos con dosdescargascerradas,pero los tigresdeMompracemlosatacaron,cimitarraen

Page 256: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

mano,ylospusieronendesordenadafuga.

—¡Apalacio!—ordenóKammamuri.

Yalacabezadeaquelformidableejército,llegóalaplaza.Lamoradadelrajá hallábase defendida por guardias, las cuales, tras breve resistencia, sedispersaron.

—¡VivaelTigredeMalasia!—vociferaronlospiratas.

Unavibrantevozsaliódelinteriordelpalacio:

—¡VivaMompracem!…

EraSandokán.Losbandidoslareconocieron.

Derribaronlapuerta,queestabacerradaconcadenaycerrojos,recorrieronlas habitaciones, y al fin en una de ellas, aparecieron Sandokán, Yáñez,Tremal-NaikyTanauduriam.

Nolesdejarontiempodehablar.Loscogieronenbrazosylosllevaronentriunfoalaplaza,enmediodeunensordecedorgriterío.

Enaquelmismoinstante,unaturbadeindios,rechazadosporlastropasdeHassin,llenólaplaza.

Sandokán arrebató la cimitarra a uno de sus compañeros y se arrojó enmediodelosfugitivos,seguidodeYáñez,deTremal-Naikydeveintepiratas.

Losindiossedispersaron,perounhombrepermanecióinmóvil;eraJamesBrooke, con losvestidosdestrozadosy el ensangrentado sable todavía en lamano.

—¡Eresmío!…—gritóSandokán,sujetándoleelacero.

—¿Tuyo?…—exclamóelrajá—.¿Otravez?…

—Medebíasestedesquite,Alteza.

— ¡Yme llamasAlteza!Mi reinoyano existeyyono soymásqueunprisioneroqueesperalavenganzadelsobrinodeaquelaquiendefendíconmiespada,yque,comorecompensa,mecedióuntronotaninseguro.

—No estás prisionero, James Brooke: eres libre —le dijo Sandokán,abriéndole paso entre los piratas—. Aíer-Duk, lleva a Su Alteza a ladesembocaduradelríoyvelaporsuvida.

ElexrajámiróconasombroaSandokán;luego,alverinvadidalaplazaporlos malayos de Hassin, que lanzaban gritos de muerte contra él, siguiórápidamenteaAíer-Duk,quehabíareunidoaunostreintapiratas.

—Ese hombre no volverá nunca a estas playas—dijo Sandokán—. ¡El

Page 257: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

poderíodeJamesBrookesehaeclipsadoparasiempre!

Sandokánfueprofeta:JamesBrookenovolvióaSarawak.Consumidoporlas fiebres, paralítico, privadodemedios, retiróse a Inglaterra, donde habríamuerto de miseria si sus compatriotas no hubiesen abierto una suscripciónpúblicaqueprodujoalgunosmillaresdelibrasesterlinas.FallecióenDevon,elaño1868,casidesconocido,despuésdehaberhechohablardesupersonaalmundoentero.

Conclusión

Al día siguiente, el sobrino deMuda-Hassin se instaló en el palacio deJamesBrooke,antiguaresidenciadelossultanesdeSarawak.

Lapoblación,quenohabíaperdonadoalvencidorajásuorigeneuropeo,apesar de la civilización y de las grandes mejoras introducidas por aquelhombreenérgico,animosoysabio,fraternizóconlastropasinsurrectas.

Elnuevorajánofueingratoconsusaliados;ofrecióaSandokán,aYáñezyaTremal-Naikhonoresyriquezas,ylesrogóquepermaneciesenensureino;perotodosrehusaron.

Dos días después, Tremal-Naik y Ada, casados al fin, embarcaron conKammamurienelyatedelordJames,poniendorumboalaIndia,ycargadosde magníficos regalos; Sandokán y Yáñez, acompañados de su banda,hiciéronsetambiénalamarpararegresaraMompracem.

— ¿Volveremos a vernos algún día?—preguntaronAda, Tremal-Naik ylordJamesalTigredeMalasia,antesdesepararsedeél.

—Tal vez—respondió Sandokán, abrazándolos—.La Indiame tienta, ypuede que algún día el Tigre deMalasia y el Tigre de los Sunderbunds seencuentrenenmediodelasdesiertasislasdelGanges.¡Suyodhana!…Heaquíunnombrequehacepalpitarmicorazón;heaquíunhombreaquienquisieraver.¡Adiós,amigos;esperadme!

FIN

Page 258: Los Piratas de Malasia · 2020. 4. 25. · contra Mompracem, cuya negra y sombría masa elevábase en medio de las tinieblas. La Joven India corría dando bordadas, ora elevándose

¿Tegustóestelibro?Paramáse-BooksGRATUITOSvisitafreeditorial.com/es