los instrumentos de pedernal en el tigre, campeche
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Tesis Licenciatura en ArqueologíaTRANSCRIPT
ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA
INAH SEP
Los Instrumentos de Pedernal ( tuk ‘tuunich) en El Tigre, Campeche.
Procesos de Explotación y Consumo
T E S I S
Que para optar por el título de
Licenciada en Arqueología
PRESENTA
Carolina Meza Rodríguez
Director de tesis: Dr. Ernesto Vargas Pacheco
México, D.F. 2008
2
ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS.................................... ......................................................... 4
INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 6
CAPÍTULO I. ANTECEDENTES.......................... .................................................. 8
ANTECEDENTES GEOLÓGICOS ................................................................................. 8 Formaciones geológicas .................................................................................. 8 Características del pedernal........................................................................... 12 El pedernal como materia prima .................................................................... 15
ANTECEDENTES ARQUEOLÓGICOS ......................................................................... 18 Trabajos arqueológicos en la región .............................................................. 18 Trabajos sobre tecnología de pedernal en el área maya ............................... 21 Trabajos sobre lítica en la región del río Candelaria ...................................... 27
YACIMIENTOS DE PEDERNAL Y OBTENCIÓN DE LA MATERIA PRIMA.............................. 30
CAPÍTULO II. LA PROVINCIA DE ACALAN ................ ....................................... 35
LA PROVINCIA DE ACALAN ..................................................................................... 38 Ubicación de la Provincia de Acalan dentro del área Maya ........................... 38 Entorno Ambiental: fisiografía de la región y áreas de sustentación.............. 43 Entorno cultural: La Provincia y su cabecera Itzamkanac .............................. 48 Organización político – económica de la provincia Acalan............................. 50
CAPÍTULO III. EXPLORACIONES EN EL TIGRE............ .................................... 55
Descripción general........................................................................................ 55 EL CENTRO CEREMONIAL ..................................................................................... 59
Estructura 1,2 y 3 ........................................................................................... 59 Estructura 4 y plataformas ............................................................................. 65
EXCAVACIONES DE LA ESTRUCTURA 4.................................................................... 85
CAPÍTULO 4. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA............. .............................. 90
PROBLEMÁTICA .................................................................................................... 90 Planteamiento del Problema .......................................................................... 92 Objetivo General ............................................................................................ 93 Objetivos particulares..................................................................................... 94 Hipótesis ........................................................................................................ 94
MARCO TEÓRICO.................................................................................................. 95 METODOLOGÍA ................................................................................................... 102
Clasificación morfológica .......................................................................... 104 Clasificación tecnológica .......................................................................... 106
3
Clasificación funcional .............................................................................. 107 Método tipológico ......................................................................................... 109 Proceso productivo....................................................................................... 113
Estadios que atraviesa el material ............................................................ 113 Identificación de contextos ....................................................................... 117
CAPÍTULO 5. SISTEMA CLASIFICATORIO................ ..................................... 120
INDUSTRIA LÍTICA ............................................................................................... 121 ESQUEMA DESCRIPTIVO ...................................................................................... 124 CÉDULA DE REGISTRO ........................................................................................ 128 ORDENAMIENTO DE LOS ARTEFACTOS LÍTICOS TALLADOS...................................... 129 CARACTERÍSTICAS DEL CONJUNTO DE ARTEFACTOS .............................................. 130
CAPÍTULO 6. CLASIFICACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS LÍTICOS ....... 138
DESCRIPCIÓN DE LAS OFRENDAS LOCALIZADAS EN LA ESTRUCTURA 2..................... 138 CLASIFICACIÓN FORMAL...................................................................................... 149
Lítica tallada ................................................................................................. 150 Lítica pulida .................................................................................................. 185
CAPÍTULO 7. ANÁLISIS ESTADÍSTICO Y RESULTADOS ..... ........................ 212
COMPARACIÓN DE CONCENTRACIONES LÍTICAS ..................................................... 218 Sectores de la Estructura 4 con concentraciones líticas .............................. 226 Concentraciones en la Estructura 2 ............................................................. 234 Distribución de hachas y cuchillos................................................................ 236
RESULTADOS ..................................................................................................... 239 Proceso productivo en “El Tigre”.................................................................. 240
Explotación y lugares de extracción ......................................................... 241 Lugares de manufactura........................................................................... 242 Edificios asociados ................................................................................... 246
Tipos de artefactos....................................................................................... 249 Asociación espacial de los instrumentos...................................................... 253 Asociación temporal de los instrumentos líticos........................................... 260
CONSIDERACIONES FINALES............................ ............................................. 262
NIVELES DE CONTROL PRODUCTIVO Y DISTRIBUCIÓN CON BASE EN EL COMERCIO .... 262 COMENTARIOS FINALES....................................................................................... 265
BIBLIOGRAFÍA ....................................... ........................................................... 268
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AGRADECIMIENTOS
Agradezco a la vida por darme la oportunidad de conocer personas maravillosas,
colegas, amigos, familia en lugares igual de maravillosos. A través de una
profesión que se ha vuelto mi forma de vivir, desde que supe que la arqueología
sería parte fundamental de mi vida.
Son tantas las personas a quienes agradezco su apoyo, que me faltarán
páginas para nombrarlas, pero saben bien que formaron parte importante en mi
formación tanto académica como humana y seguirán siendo parte de mi vida.
Además que llenan ese baúl e recuerdos que siempre nos permite voltear y nos da
fuerza para seguir el camino elegido. Todos saben lo importante que fue su
presencia y compañía en la ardua labor de concluir el primer trabajo de muchos
que vienen adelante.
Agradezco sobremanera la paciencia y aliento recibido de mi director
Ernesto Vargas, no hay palabras para describir la ayuda recibida de su parte, le
debo mi primer acercamiento con el trabajo arqueológico y sobre todo la
experiencia de conocer el área maya. Sin su apoyo difícilmente este trabajo
hubiera llegado a buen término.
Gracias a Mario y Laura por su amistad y las llamadas de atención, bien
merecidas, que me propiciaron. Esas largas charlas y el recordatorio constante de
la importancia que tiene concluir la primera etapa de nuestra profesión, siempre
empujándome para terminar la tesis.
A mi familia agradezco su comprensión y apoyo, a mis padres Margarita y
Rodrigo porque a pesar de tantos tropiezos confiaron en mi, a mis hermanos
Marisol, Joaquín y Blanca Estela que siempre me tendieron la mano para no
sucumbir ante cualquier adversidad, a mi prima y amiga Noemí le agradezco
infinitamente su apoyo y con este trabajo le demuestro que no fue en vano
ayudarme siempre que estuvo en sus manos hacerlo.
A mis siempre amigos Liana, Emanuel, Ulises, Osiris, Corina y Braulio, que
compartieron conmigo una vida de estudiantes única e inolvidable, aunque no se
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reviven siempre son gratos recuerdos todas nuestras experiencias conociendo la
arqueología desde la escuela y explorando el mundo que en su momento tuvimos
a nuestro alcance.
A las personas conocidas a lo largo del trayecto, entre el análisis de los
materiales: Angélica y Pía, a quienes agradezco sus comentarios y sobre todo las
platicas que me permitieron agregar el elemento humano a la labor arqueológica.
A los nuevos amigos que siempre se hacen en el camino, Cuauhtli y Víctor
gracias por las enseñanzas y por compartir su conocimiento conmigo, lo que me
legaron es de invaluable valor. A Sarita por escucharme siempre y por esas largas
horas de conversaciones, a Aurora por el animo y bromas que siempre nos hacen
sonreír.
Esta tesis la dedico a la memoria de una persona muy preciada, que
desafortunadamente se fue de este mundo precisamente cuando yo comencé el
camino en la arqueología, tía Elfega donde quiera que estés este trabajo es tuyo
también.
Gracias igualmente a todos los que no mencione por disculpar mi omisión.
6
INTRODUCCIÓN
La presente tesis aborda como tema central, el estudio de los materiales líticos
obtenidos mediante las excavaciones ejecutadas en El Tigre. La problemática
planteada tuvo dos fines: Primero, discernir las fases del proceso productivo que
atraviesa el material (principalmente el pedernal) hasta conformarse como un
instrumento acabado.
Segundo, mediante la asociación de los artefactos con el contexto, generar
propuestas sobre el control e intercambio como etapa final por la que pasan los
instrumentos líticos. Esto permite ahondar acerca del papel que jugó “El Tigre”
dentro de una región que integra diversas rutas de intercambio para las tierras
bajas mayas, que además se ha estudiado poco. La falta de atención a los
materiales líticos en la región fue el principal motivo para desarrollar la presente
investigación.
La mayoría de material lítico se obtuvo de la Estructura 4, aunque los
artefactos que componen las ofrendas pertenecen a la Estructura 2. Por lo tanto el
material que compone nuestra muestra pertenece básicamente a dos edificios. La
Estructura 4 es uno de los edificios más representativos del sitio arqueológico por
su forma y dimensiones; mientras que la Estructura 2 es el edificio más alto del
conjunto de estructuras que conforman el centro ceremonial de “El Tigre”.
La aportación de este trabajo es básicamente la definición de las etapas del
proceso productivo por el que atraviesa el material lítico, que permite inferir
distintas actividades económico – políticas, desarrolladas entorno a dicho proceso
dentro de una sociedad, de la cuál se conservan sólo restos materiales. Sumado a
la asociación del material con su contexto, se logra interpretar el significado que
tuvo —para dicha sociedad— la manufactura de cierto tipo de instrumentos
predominantes sobre los demás, que están asociados con cada estructura en
particular.
La presente investigación aporta nuevos datos a los pocos trabajos sobre
lítica en la región. Entre estos contamos con la investigación realizada por Nieto
Ugalde en Pozas de Ventura y Salto grande —dentro de la región de estudio— y
7
los trabajos realizados por investigadores extranjeros en diversos sitios de Belice,
como por ejemplo los realizados por Hester y Shafer (1991) en Colha Belice, Marc
Thompson (1991) en Becan, Campeche.
La razón para elegir el material lítico de ambos edificios, la Estructura 4 y la
Estructura 2, fue la sustancial diferencia en el tipo de artefactos recuperados de
ambas estructuras. Además, en la Estructura 4 se ha obtenido un número
considerable de artefactos líticos y desechos de talla. Sumado a lo anterior la
Estructura 4 es el edificio más grande del sitio, correspondiente a un gran
basamento que sirve de desplante a varias plataformas o edificios menores.
Otra consideración para la elección de los edificios mencionados, fue que
en el sitio hay tres ejemplos de construcciones parecidas a la Estructura 4, aunque
de dimensiones menores (Vargas, 2001:169) y la Estructura 2 es un edificio que, a
diferencia de los otros, está coronado por un templo sobre un basamento
piramidal. Por lo tanto, el material obtenido en ambas estructuras resulta una
interesante muestra.
A partir de los resultados se pretende determinar los motivos sociales que
propiciaron las diferencias de tipos de instrumentos líticos concentrados en las dos
estructuras. Para definir como se ejerció control sobre la producción y
reproducción de algunos instrumentos, dentro de la cosmogonía particular de éste
pueblo maya – chontal, considerando que El Tigre fue el principal asentamiento de
la región durante distintas épocas.
Al inferir los procesos que dan origen a un instrumento o implemento lítico
—común dentro de la región— e interpretar su posible función, se abren las
puertas para futuras discusiones que permitan ampliar el espectro de
interpretaciones fundamentadas entorno a dichos procesos. Mediante esta
investigación, se crea un documento útil para que estudios futuros en la región,
partan de un trabajo preliminar y generen nuevas propuestas. Así se inserta al
material en estudio dentro de la dinámica que tuvo un grupo cultural (como fueron
los mayas - chontales de la provincia de Acalan) dentro del área maya.
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CAPÍTULO I. ANTECEDENTES
ANTECEDENTES GEOLÓGICOS
Formaciones geológicas
Desde el punto de vista geomorfológico, se considera que la península de Yucatán
es una formación básicamente sedimentaria de gran espesor, donde la roca
volcánica original que formó la placa de Yucatán, se encuentra a gran profundidad
y cubierta —en toda su extensión— por calizas de distinta naturaleza y antigüedad
(Pereira, 2004: 6).
La geomorfología de la península dista mucho de ser monótona, refleja la
gran cantidad y diversidad de eventos geológicos por los cuales ha pasado la
formación original, para constituirse en lo que hoy es la parte emergida de la
península (Figura 1).
La península de Yucatán está formada por rocas calizas. Las rocas calizas
más jóvenes se ubican al norte de la península y corresponden al holoceno y
pleistoceno, mientras que al sur se identifican las rocas más antiguas
pertenecientes al Paleoceno-Eoceno (García Gil, 2004: 3-5).
Figura 1. Mapa geológico de la península de Yucatán, con la región del
Candelaria en amarillo.Tomado de Carta Geológica de la República Mexicana,
Servicio Geológico Mexicano, sexta edición de 2007.
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Las rocas calizas del paleoceno son calizas arcillosas, parcialmente
silicificadas, con presencia de nódulos de pedernal. Normalmente se encuentran
cubiertas por una capa de caliche y por arenas margosas (Figura 2). Estas rocas
corresponden al Cretáceo superior (Pereira, 2004: 4).
Los anteriores datos geológicos, abren la pauta para describir la
geomorfología correspondiente a la provincia geográfica de las tierras bajas
mayas, prestando atención particular al área del río Candelaria donde se ubica El
Tigre. Las características generales de la región son lomeríos cársticos copulares
con depresiones internas, dominados por calizas. La península es una plataforma
de estructura tabular con estratificación paralela, sin grandes cambios topográficos
(Ortiz, 2005: epomex.com).
TcCz-Mg=Caliza – marga del paleoceno
El Tigre
Candelaria
Figura 2. Mapa geológico de Campeche con acercamiento de Candelaria y El Tigre,
tomado de la Carta Geológico- Minera Ciudad del Carmen E15-6 Campeche y
Tabasco, Secretaria de Economía, 1998.
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La cuenca del río Candelaria forma parte de la llanura costera que se extiende a lo largo
del Golfo de México. La geología de esta región está formada por sedimentos del
Pleistoceno y del Cuaternario, que se asientan sobre mantos de caliza, arenisca y margas
del terciario, ascendiendo suavemente hasta entrar en contacto con los relieves de la
cordillera (Figura 3). Los ríos que descienden de la Sierra Madre Oriental han contribuido
poderosamente con sus aluviones a la formación de la llanura, así como de áreas
pantanosas y lagunas (Nieto, 2003: 913).
Las unidades litológicas abundantes en el área son: rocas sedimentarias del
tipo caliza asociadas con pedernal; la caliza juega el papel de roca huésped1 para
el pedernal (roca cripto-cristalina). Las características físicas tornan a la región un
lugar altamente potencial para la extracción de pedernal y, en consecuencia, la
elaboración de instrumentos diversos, o sea la explotación humano-económica del
recurso lítico con un fin social, ya sea este el abastecimiento local de instrumentos
utilitarios y rituales o el intercambio de la materia prima pura, semi-trabajada o
totalmente elaborada por medio del comercio local, regional o interregional.
1 Término utilizado por los geólogos para denominar a las rocas asociadas directamente como contenedoras de un tipo de roca menos abundante, en este caso las calizas se comportan como roca huésped del pedernal.
Figura 3. Paisajes Geomorfológicos de la cuenca del río Candelaria. Tomado de Gerardo Palacio Aponte 2005. http://epomex.com/
El Tigre
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Campeche se caracteriza, en lo concerniente a las clases de paisajes, por
la presencia de alturas bajas, lomeríos y una amplia variedad de planicies
(Chiappy J., 2000:37). El área aledaña al Tigre combina dos clases de paisaje, los
lomeríos bajos y una variedad de planicies conocida como “bajos”.
Las relaciones espaciales existentes entre estas dos distintas unidades de
paisaje2, se manifiestan claramente entre los bajos como partes que conforman
los humedales de la península y los lomeríos con predominancia de diferentes
tipos de selvas y matorrales. Caracterizando así la división existente en el uso
dado a las tierras de cada unidad de paisaje.
Además, existe un gradiente entre las relaciones espaciales de los
diferentes geocomplejos3, originado por la intensidad de transformación de los
mismos como consecuencia de la actividad humana (Chiappy J., 2000:36).
Una vez establecido el ambiente geológico, cabe mencionar otro aspecto
relevante en la región: el comportamiento hidrológico. Este repercute en la
distribución y dinámica de las poblaciones de flora y fauna, en las actividades
humanas y en la distribución de los asentamientos humanos (Pereira, 2004: 22).
Por lo tanto, permite inferir la planeación y desarrollo de los diversos grupos
humanos allí asentados a lo largo de la ocupación prehispánica.
La cuenca del río Candelaria es una región hidrológica prioritaria de alta
biodiversidad, ya que por su ubicación estratégica da continuidad a la flora y fauna
del resto de la península de Yucatán y del Peten Guatemalteco. Además que, a
principios del siglo XX, fue una región importante productora de chicle que utilizó
el río como ruta de comercio. Lo que permite suponer que en el río fue de igual o
2 Las unidades de paisaje, en tçerminos ecològicos, se consideran como porciones de la superficie terrestre provistas de limites naturales, donde los componentes físico-biológicos del medio forman un conjunto de interrelaciones e interdependencias distinguibles al ojo humano. Con el fin de comprender las complejas relaciones entre los diferentes componentes físicos, biológicos y culturales que interactúan sobre un territorio determinado, se define a los bajos y los lomeríos como unidades de paisaje diferentes pero interrelacionadas (http://sigeco.ecologia.campeche.gob.mx/Website/Documentos/Unipais.htm). 3 Los geocomplejos están determinados por la litología, el relieve y l uso del suelo de una unidad de paisaje dada. Además las unidades morfológicas del relieve son la base para el contorno físico de las unidades de paisaje (Prieto S. Ángel, Paisajes físicos-geográficos de la cuenca Lerma-Chapala, 2004:12).
12
mayor importancia como ruta de transporte, comercio e intercambio para la época
prehispánica.
La base geomorfológica de la cuenca del río Candelaria es importante para
comprender el comportamiento del curso que sigue el agua, surcando la cuenca
del río. Los antiguos pobladores tuvieron un conocimiento profundo de eventos
naturales que, seguramente, suscitaron cambios repentinos e intermitentes en la
presencia y curso del sistema hidrológico compuesto por el río Candelaria y los
bajos.
Características del pedernal
La materia prima que nos interesa definir y caracterizar en el presente trabajo, es
un tipo de roca muy particular: el pedernal (cuyo nombre en maya es tuk ‘tunich).
Antes de definir explícitamente el pedernal como materia prima susceptible de uso
en la fábrica de diversos instrumentos utilizados por el hombre en distintas
sociedades, haremos algunas observaciones acerca de su formación como roca y
las cualidades por las que ha sido utilizada como materia prima a lo largo del
desarrollo de la civilización humana en gran parte del mundo.
Una roca se caracteriza por contener distintos minerales en conjunto. Un
mineral es una sustancia natural, sólida (a excepción del mercurio) formada
mediante procesos inorgánicos. Se caracteriza por sus propiedades físicas y
químicas homogéneas y definidas, además de poseer una disposición atómica
típica y definida.
Las características principales a calificar en una roca o mineral son: dureza,
estructura, color, filo, rayado, fractura y lustre. Debemos diferenciar entre el
mineral más abundante que compone una roca y la roca misma, por ejemplo: la
jadeita es un mineral que se encuentra contenido abundantemente en la roca
conocida como jade. De los tipos de rocas —ígneas, sedimentarias y
metamórficas— nos interesa explicar brevemente el proceso de formación de las
rocas sedimentarias, puesto que el pedernal es una de ellas y tiene su génesis en
13
asociación con las rocas calizas que forman un grupo importante dentro de las
sedimentarias.
Las rocas sedimentarias son aquellas formadas por la acumulación o
deposición de materiales (minerales, rocas, organismos, etc.) en un medio
acuático o subacuático y se consolidan mediante procesos físico-químicos que
conocemos con el nombre de diagénesis (Chiappy J., 2000: 36).
Geomorfológicamente la península de Yucatán —además de gran parte de las
tierras bajas del sur— está constituida por una plataforma caliza. Estas rocas de
sílice (pedernal) se distribuyen ampliamente, pero de manera intermitente a través
del territorio de las tierras bajas (Peniche, 2004: 18).
Desde el punto de vista geológico el pedernal o sílex se define como una
roca sedimentaria, compuesta de cuarzo criptocristalino, mínimas cantidades de
cristales de cuarzo, ópalo e impurezas tales como óxidos de hierro, calcita,
dolomita y minerales arcillosos.
Generalmente el pedernal se presenta en bandas, lentes o nódulos que
forman depósitos secundarios en rocas huésped compuestas de carbonato de
calcio o caliza. El espesor de los nódulos puede variar desde milímetros hasta uno
o dos metros. El pedernal se forma bajo diversas circunstancias y está sujeto a
variadas influencias postdeposicionales que alteran su composición química.
El pedernal es una variedad amorfa del cuarzo, presenta estructura granular
y fractura concoidea perfecta, muy raras veces astillosa. Estos caracteres,
sumados a su gran dureza, explican el desarrollo e importancia que adquirió su
uso como material para la fabricación de diversos instrumentos (Garriga, 1949: 3).
Al ser el pedernal una roca sedimentaria no clástica o roca química, que
tiene como roca huésped a las calizas y se forma por precipitación de los
minerales —implicando que su formación es casi siempre en contextos marinos—,
tenemos que, en un mismo yacimiento de pedernal pueden encontrarse distintos
colores o formas del pedernal; presentándose, por lo regular, en nódulos o en
vetas dentro de la roca huésped y con una heterogeneidad que nos ha impedido
definir puntualmente el lugar exacto de su extracción.
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Una definición sintetizada, que resume lo expresado por diversos geólogos,
acerca de que es el pedernal la ofrece Jaime Torres:
El pedernal es una roca no clástica, dura, compacta, afanítica, quebradiza con fractura
astillosa a concoidea, traslúcida a opaca, subvítrea; de color, blanco, gris, café, amarillo, rojo,
magenta, rosácea, etc.; básicamente silícea, constituida por ópalo, calcedonia o cuarzo
criptocristalino o microcristalino (como minerales predominantes) y pequeñas cantidades de
otros minerales (Torres, 1996:17).
Esta descripción, justificada desde el punto de vista de formación geológica
del pedernal, nos interesa para diferenciar sus cualidades de las que otras rocas
—utilizadas en la industria lítica— tienen. Cabe señalar que las características del
pedernal como un material útil y abundantemente explotado, son su fractura
concoidea y su filo agudo y más durable que el de la obsidiana.
En términos generales, atributos como el color y la maleabilidad del material
lo vuelven muy noble a las manos del artesano, quien le da forma y logra
diversificarlo en distintos usos, desde un percutor para fabricar otros instrumentos,
un hacha de mano para cortar, cuchillos, esferas, excéntricos representando
formas abstractas (que simbolizan en parte a la cultura que las creó), hasta sillares
para la construcción de edificios.
Aunque aquí se maneje al pedernal como un solo tipo de roca, es pertinente
mencionar un ejemplo de las distinciones y diferencias que otros autores observan
en el material, además de la caracterización que permite distinguirlos.
Dentro de las diferencias que marcan algunos autores para diferenciar los
tipos de pedernal, J. F. Albert (1970) plantea una distinción de dos variedades de
pedernal (al que nombra sílex): el flint o sílex y el chert, dice que el primero se
presenta en forma de nódulos entre lechos sedimentarios y el segundo (chert) en
forma de depósitos masivos.
J.F. Albert presenta sus respectivas definiciones:
FLINT: Es un material microcristalino, muy duro y compacto que se presenta en forma
nodular, generalmente discoidal o elíptica. Ocasionalmente puede encontrarse en forma de
vetas. La fractura fresca es de un típico color gris, aunque también puede ser marrón o
incluso negro, cuando posee restos de materia carbonosa. La superficie de los nódulos
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expuestos a la intemperie posee una apariencia blanco-lechosa. Algunas veces teñida de
marrón debido a óxidos de hierro. Posee fractura concoidea, de superficies lisas y bordes
cortantes, en contraposición a la fractura astillosa e irregular del chert. La densidad del flint
es comparable a la de la calcedonia (Albert, 1970: 8).
CHERT: El color del chert es generalmente blanco-grisáceo, gris azulado, verdoso o rojizo.
Presenta las mismas características del flint, pero el tamaño de los granos suele ser más
tosco. El chert se presenta en forma de lechos sedimentarios de pocos centímetros a
varios metros de potencia, generalmente incluidos o intercalados con estratos de creta,
calizas o dolomías. Químicamente tanto el flint como el chert son iguales, solo es la
granulometría y color lo que los distingue (Albert, 1970: 9).
Con la anterior diferenciación se puede apreciar que son mínimas las
características que los hacen diferentes. En otro caso, la distinción se otorga
debido a la variedad de formación geológica que presente, además de tomar en
cuenta un atributo físico como es el color. Este es el caso de algunos autores
españoles, quienes utilizan el nombre de sílex para la calcedonia masiva
estratificada, mientras que el nombre de pedernal lo reservan para la variedad
nódular negra que frecuentemente se encuentra en la creta.
El pedernal como materia prima
El pedernal es un material que ha sido poco estudiado desde el punto de vista
geológico y arqueológico, pese a ser muy común e importante para algunas
industrias —hasta la actualidad—a nivel mundial. Hay un trabajo relativamente
reciente, presentado como tesis por el geólogo Jaime Torres, donde expone sus
preocupaciones acerca de la falta de estudios sobre este material y nos explica
sus principales inquietudes sobre ello.
Uno de los objetivos de su investigación —el que más nos interesa— fue
hacer énfasis en las propiedades físicas y químicas que le imprimen relevancia
como materia prima importante desde el origen mismo de la civilización, debido a
su utilidad en múltiples actividades humanas, siendo utilizado generosamente
hasta el siglo XIX (Torres, 1996; 12).
Existen dos tipos de estudios sobre el pedernal, los que explican su
formación-estructura geológica y los referentes a esta roca como material
16
arqueológico. De los primeros, Jaime Torres menciona dos estudios relevantes al
respecto: el primero es una publicación de Folk y Weaver (1952), donde analizan
el pedernal desde un punto de vista mineralógico, distinguiendo dos clases de
morfología denominadas novaculita y esponjosa. El segundo, de 1968, es el
trabajo denominado “conjunto de instituciones oceanográficas para el muestreo de
la tierra profunda” que generó un gran impulso para el conocimiento del pedernal
(Torres, 1996: 13).
En los estudios referentes al pedernal como material arqueológico las
temáticas predominantes son dos: clasificaciones formales y funcionales de los
objetos obtenidos en excavaciones y estudios sobre tecnología lítica con este tipo
de material. La presente investigación pretende combinar ambas tendencias,
porque dentro de la información rescatada mediante los datos arqueológicos que
arrojan las excavaciones, hay artefactos y desechos identificados en relación con
contextos arquitectónicos.
Debido a que en el sitio se encontraron concentraciones de materiales
líticos de pedernal, separadas por amplias distancias, se puede proponer la
especialización artesanal en la manufactura de instrumentos líticos, distribuido en
áreas específicas alrededor del centro ceremonial, combinando esto con la
clasificación formal de los instrumentos recolectados en las excavaciones dentro
del centro ceremonial, cabe señalar que este es un análisis preliminar de los datos
que se han obtenido en el proyecto arqueológico.
En este trabajo se unen las distintas concepciones sobre el pedernal, silex,
flint o chert, tratándolos como un sólo material, puesto que el objetivo de la
investigación radica en determinar la importancia de la roca como materia prima,
por lo cual es relevante mencionar lo complicado que ha sido estudiar el pedernal
desde el punto de vista geológico y arqueológico. Ahora, son las características
estructurales del material, las que lo vuelven una excelente materia prima para la
fabricación de artefactos con distintos usos, según el grado de desarrollo de la
sociedad, desde el periodo prehistórico hasta la actualidad.
17
Respecto al uso del pedernal en el área maya, la versatilidad y cualidades
del material —además de su abundancia en el área— le permiten ser una de las
materias primas más utilizadas en las distintas actividades económico – sociales –
religiosas de los grupos mayas prehispánicos que se asentaron a orillas del río
Candelaria, en este caso, El Tigre, Campeche. El pedernal forma parte del
conjunto de los recursos naturales, explotados intensivamente por los mayas
prehispánicos para la elaboración de sus variados instrumentos.
Gracias a los artefactos de pedernal recuperados en el registro
arqueológico se puede identificar diversas actividades realizadas por los grupos
que allí habitaron. Todavía es necesario investigar mucho respecto a los
artefactos de pedernal en las tierras bajas mayas, para llegar a inferencias o
interpretaciones de mayor precisión.
En este trabajo se utiliza como sinónimos los términos pedernal y sílex,
puesto que en la literatura, aunque algunos autores los diferencian, son utilizados
para referir la misma materia prima. Cabe mencionar, respecto a la literatura
arqueológica de estudios líticos, que en las tierras bajas del sur se utiliza
preferentemente el término pedernal, mientras que el vocablo sílex predomina en
la literatura de las tierras bajas del norte (Peniche, 2004: 16).
El material de la muestra presenta como característica peculiar, bandas de
distintas tonalidades que son propias de su formación como roca sedimentaria,
que indican los diferentes momentos y distintas combinaciones de minerales al
conformarse como pedernal.
El pedernal se encuentra casi siempre asociado a rocas calizas por lo que
es fácil obtenerlo en varias localidades, por ejemplo en el ejido Benito Juárez al
noroeste de Candelaria, en los bancos de caliza existentes en el lado poniente de
El Tigre y en general sobre la rivera del río Candelaria.
La relativa facilidad de obtención de este material permite sustentar porque
fue una de las materias primas más empleadas para la fabricación de
instrumentos tallados en el área maya. En la región del río Candelaria, el pedernal
18
se asocia a suelos tipo vertisol o ak’alches, localizado en las zonas de los bajos en
donde se acumula agua en las épocas de lluvia.
La distribución del pedernal no es homogénea a pesar de estar presente en
la mayor parte de la península; hay diferencias importantes en cuanto a la
cantidad y a la calidad. Fue un producto de intercambio, distribuido por
innumerables razones; probablemente sirvió al grupo gobernante o de elite como
material para instrumentos tanto utilitarios como suntuarios y/o ceremoniales.
ANTECEDENTES ARQUEOLÓGICOS
Trabajos arqueológicos en la región
Dentro de las referencias previas es relevante hacer una separación. Primero
revisaremos brevemente los trabajos que —sobre materiales líticos— se han
realizado en el área maya, poniendo especial atención en aquellos que refieran al
pedernal como la materia prima abundante o central dentro de su estudio.
Enseguida enunciaremos aquellas investigaciones realizadas únicamente
en las tierras bajas mayas, finalizando con las investigaciones en la región del río
Candelaria, para una mejor síntesis y comprensión de los trabajos que sustentan y
anteceden a la presente investigación.
Existen dos tendencias en los estudios del material lítico en el área maya.
Primero están los trabajos descriptivos, donde lo más importante es catalogar y
describir las piezas o instrumentos (porque las colecciones casi nunca contiene
material de otro tipo, solo instrumentos terminados). La segunda tendencia, es la
de las investigaciones entorno a la producción y aspectos tecnológicos,
relacionados fundamentalmente con la especialización artesanal (Cervera, 1996:
11).
Estos últimos recogen información de la producción y tecnología lítica
mediante el estudio de los desechos de talla, artefactos asociados a la producción
y posibles yacimientos o fuentes de extracción de la materia prima; a diferencia de
los primeros que fueron de índole mayormente descriptiva y donde lo más
importante son los atributos formales de los instrumentos.
19
Los primeros trabajos de análisis lítico en el área maya son reportes de
artefactos recuperados, básicamente descripciones de piezas líticas completas. El
aspecto morfológico ha sido eje de las investigaciones más frecuentes sobre el
material lítico y, de entre los artefactos recuperados, son los instrumentos
completos los que han tenido mayor atención, quedando en segundo término los
artefactos que conforman el desecho de talla y los instrumentos informales.
Aunque actualmente se han combinado ambos aspectos, ofreciendo estudios más
completos, que incluyen todos los atributos posibles para una buena investigación.
Entre estos estudios se mencionan los considerados relevantes por su
aporte. El estudio realizado por Edward H. Thompson (1987) acerca de artefactos
líticos encontrados en los chultunes de Labná; las de O. Ricketson (1931) en
Baking Pot y de O. Ricketson y E. B. Ricketson (1937) en Uaxactun; estas fueron
algunas de las primeras clasificaciones típicas y los primeros intentos de
implementar sistemas de análisis lítico.
Se nombran únicamente a los autores que han generado propuestas para la
continuidad y avance de los estudios líticos en el área maya, sin olvidar otros tipos
de investigación sobre materiales líticos. Por ejemplo, uno de los trabajos más
importantes, es el realizado por Alfred V. Kidder (1947) en Uaxactún; puesto que
aportó las bases para el análisis tipológico de los artefactos líticos mayas, fue el
primero en interesarse en la función de los artefactos y en elaborar un formato
para describirlos.
A partir de los 70`s se produce un fuerte interés en las investigaciones
acerca de los aspectos tecnológicos y de producción lítica, primordialmente
relacionadas con la especialización artesanal (Cervera, 1996: 11). Son estas
investigaciones las que han considerado al desecho de talla y otros artefactos, de
utilidad para obtener información sobre la organización económica de los mayas
prehispánicos. Estas investigaciones se remiten a los análisis tipológico-
tecnológicos.
En ésta segunda tendencia, es cuando inicia el interés de los arqueólogos
en el estudio de los artefactos líticos, centrando su atención en el análisis,
20
clasificación e interpretación de los instrumentos elaborados con obsidiana
(Gibson 1986:20). La preferencia se debe, a que los artefactos elaborados con
obsidiana, están presentes en casi todos los asentamientos prehispánicos de las
tierras bajas mayas, pese a que ninguno de ellos cuenta con afloramientos
naturales de esta materia prima (Braswell 2000:208). Sumado a su condición de
materia prima foránea, se le agrega la presencia de piezas altamente llamativas
como los excéntricos y, por supuesto, la disposición del material con la ubicación
exacta de su procedencia, mediante el análisis de elementos traza (Brockman
2000:90).
Los primeros autores que realizan este tipo de estudios en el área maya
son P. Sheets sobre obsidiana (1975-1978) y T. Hester (1975-1978) y los de H.
Shafer y T. Hester de sílex (pedernal). Un trabajo importante es el realizado por
Taschek (1994) de los artefactos de Dzibilchaltún, quien pone especial énfasis en
el contexto, asociación y frecuencias relativas de los artefactos, con la finalidad de
entender aspectos relacionados con la economía comunitaria, su estructura
interna y patrones de interacción externa (Cervera, 1996: 12).
Los estudios sobre materiales líticos —especialmente pedernal— en sitios
de Belice son abundantes, a diferencia de los existentes en México que, aunque
ya se han preocupado por este material, se han enfocado más en estudiar la
obsidiana y no así el pedernal. No obstante que éste sea la materia prima más
abundante en muchos sitios arqueológicos del área maya.
Aunque la contribución que aporta el estudio de los instrumentos de
obsidiana —para el conocimiento de las sociedades prehispánicas y la solución de
problemas relacionados con la tecnología lítica— es basta, la información que
proporcionan dichos estudios aún está incompleta, pues los estudios acerca de
instrumentos elaborados con otras materias primas como el pedernal, aún se
encuentran en estado incipiente.
De los autores que escriben sobre el pedernal tenemos que Andersen habla
sobre la producción de artefactos de pedernal en el norte de Belice. McSwain
(1982) en Cuello, estudia los instrumentos y el material de desecho; Shafer (1982)
21
describe la tecnología lítica de Kichpanhá, Minchum (1981, 1986) se enfoca en la
producción y distribución de los materiales líticos de Cerros, y Lewenstein (1987,
1991) ha conducido estudios experimentales sobre las funciones de los artefactos.
El primer proyecto diseñado con el objetivo de recuperar evidencias de la
producción lítica se realizó para el sitio de Colhá en Belice (Hester y Shafer 1980).
Los anteriores estudios proponen implícitamente que la recuperación sistemática y
el análisis de los elementos líticos (piezas completas, fragmentos y desechos), en
diferentes contextos, ayuda a explicar los procesos de intensificación agrícola y de
los sistemas económicos (Cervera, 1996: 13).
Así, los autores antes mencionados, han abierto el camino a
investigaciones novedosas dentro de lo efectuado para estudiar los materiales
líticos. Las propuestas son diversas y variadas, aunque la gran mayoría de las
investigaciones sobre el pedernal se han centrado en sitios de Belice, mientras
que en México sólo destacan estudios sobre pedernal mediante tesis elaboradas
durante los últimos años.
Con el estudio de la lítica se puede inferir como la economía maya estuvo
integrada a nivel local y regional. Lo anterior, sustentado por el tipo de
instrumentos que se obtiene de las diversas muestras estudiadas, en el que se
observan etapas del proceso de fabricación y se puede inferir —en porcentajes—
cual es de producción local y cuales materiales son foráneos (Cervera, 1996:13).
Lo anterior permite apreciar cómo los estudios bien dirigidos sobre el material lítico
arrojan información suficiente para este tipo de interpretaciones.
Trabajos sobre tecnología de pedernal en el área maya
Los restos líticos —ya sea como desechos o instrumentos— son uno de los
componentes que constituyen parte importante de la evidencia material
arqueológica de las sociedades prehispánicas. En las tierras bajas mayas, se ha
comenzado el estudio de los instrumentos elaborados con pedernal, debido a que
fue este material el principal recurso empleado para la elaboración de los
22
instrumentos funcionales, por ser uno de los materiales más abundante (Peniche,
2004: 14).
La existencia de instrumentos líticos elaborados con pedernal se ha
mencionado desde las fuentes, como en La Relación de las Cosas de Yucatán
donde Fray Diego de Landa menciona que debido a la falta de metales:
En esta tierra no se ha hallado hasta ahora ningún género de metal que ella de suyo tenga,
y espanta (que) no habiendo con qué, se hayan labrado tantos edificios porque no dan los
indios razón de las herramientas con que se labraron; pero ya que les faltaron metales,
proveyólos Dios de una sierra de (puro) pedernal contigua a la sierra que […] atraviesa la
tierra, y de la cual sacaron piedras de que hacían los hierros de las lanzas para la guerra y
los navajones para los sacrificios (de los cuales tenían buen recaudo los sacerdotes);
hacían los hierros para las saetas y aun los hacen, y así les servía el pedernal de metal
(Landa, 1986: 101).
Con lo anterior se puede explicar la importancia del material lítico
(básicamente el pedernal) como principal componente para la elaboración de
instrumentos que fungieron como “herramientas” (en su concepción occidental)
utilizadas en diversas labores económicas y rituales de la sociedad maya. Además
dentro de los materiales arqueológicos que son recuperados durante las
exploraciones ejecutadas en diversos sitios, la lítica es el segundo tipo de material
más recurrente que se registra al hacer recorridos o excavar en sitios
arqueológicos.
Actualmente los investigadores reconocen lo esencial del estudio de las
industrias líticas para el entendimiento profundo de la sociedad maya del periodo
Clásico (Rovner, 1991: 167). Además es bien sabido que, de los análisis de
artefactos de piedra, se puede obtener deducciones de procesos económicos y
sociales; aunque en el área maya son relativamente pocas las investigaciones que
buscan este tipo de información, ya existen estudios consistentes sobre el tema.
A continuación se enumeran algunos de los trabajos de investigación
realizados sobre materiales líticos de pedernal en el área maya. Un trabajo
general para México es el realizado por Joaquín García Bárcenas en su texto
titulado “La etapa lítica del sureste de México”. Aunque los de García Bárcenas
23
intereses versaban entorno a las sociedades precerámicas desarrolladas en el
sureste mexicano, menciona el sitio de la Concepción en Campeche, donde
identifica grandes cantidades de instrumentos de pedernal (García Barcenas,
1982: 400). La Concepción es un sitio —identificado por Engerrand a principios del
siglo XX— donde se aprecia en superficie instrumentos de pedernal y desechos
de talla. Entre los instrumentos se identificaron lascas utilizadas, raederas
cóncavas, pero principalmente bifaciales que fueron comparados con hachas de
mano.
Estudios de materiales semejantes realizados por diversos investigadores
indican que bifaciales similares a los de ese sitio se encuentran frecuentemente
asociados con materiales Preclásicos y Clásicos de las tierras bajas mayas
(García Bárcenas, 1982: 400). Para el sitio de La Concepción la lítica fue
abundante, en su mayoría de pedernal y manufacturada básicamente por
percusión directa, con acabados poco elaborados.
En los primeros informes de proyectos arqueológicos en las tierras bajas
mayas se trata a los hallazgos de implementos líticos como meros
descubrimientos incidentales. Colectando únicamente piezas calificadas por sus
particulares características formales como bellas o raras, además de ser piezas
completas en su mayoría. En cuanto a los desechos que se lograban identificar,
solo se recolectaban los que estuviesen asociados a entierros u ofrendas. Por otro
lado en este tiempo los investigadores no estaban muy interesados en realizar
estudios sobre la naturaleza de los sistemas económicos —producción,
distribución y consumo— de la sociedad Maya (Peniche, 2004: 13).
Al igual que en otros lugares, en las tierras bajas mayas, los primeros
métodos de descripción y análisis de datos, relegaban el material lítico en último
lugar. En particular los análisis de piedra tallada fueron mínimos (Peniche, 2004:
7). Este tipo de estudios fue recurrente previo a que Alfred Kidder propusiera un
sistema de clasificación tipológica diferente.
A partir de la obra de Kidder las colecciones líticas fueron tratadas como
objetos viables para interpretaciones histórico-culturales y arqueológicas. El mérito
24
de Kidder radica en proveer la primera tipología lítica para el área maya. Los
estudios líticos realizados durante el periodo denominado histórico cultural se
caracterizaron por ser esencialmente descriptivos. En estos momentos los
artefactos de lítica tallados, encontrados más comúnmente fueron ignorados:
lascas, navajillas, desechos de talla, y aún instrumentos fragmentados, como
hachas de mano (Peniche, 2004: 9). Otro estudio importante es el de Rovner
(1975) en su tesis doctoral. Éste es un estudio diacrónico de los instrumentos
líticos procedentes de tres sitios de las tierras bajas: Dzibichaltún (Yucatán),
Becan y Chicanná (Campeche). El trabajo es un análisis pionero ya que realiza
análisis tecnológicos, posteriormente pública un artículo (1989) donde sintetiza su
metodología.
Zachary Hruby (1991) realiza el estudio de los artefactos líticos del sitio de
Piedras Negras, ubicado en las tierras bajas mayas, al sur de la Laguna de
Términos y noroeste de Guatemala, sitio importante del Petén. Su objetivo fue
analizar los artefactos menores, para lograr entender las relaciones sociales que
se generan a partir de las actividades que las originan, como son los sistemas de
producción, ideológicos y de intercambio.
La fuente de pedernal ubicado debajo de Piedras Negras, en la margen
este del río Usumacinta, debió ser un factor decisivo para el poblamiento del sitio
puesto que “…todas las estructuras mayores del sitio son paralelas a los límites
del afloramiento y las piedras de color negro que dan nombre al sitio corresponden
a nódulos de pedernal”. Es posible que la cercanía de las estructuras con el
afloramiento sea una coincidencia o que conforme un símbolo de control del área
más rica en recursos de pedernal (Hruby, 1999: 234).
Además de los estudios arriba mencionados, entre los trabajos dedicados a
estudiar instrumentos elaborados en pedernal se tiene: Los análisis de la lítica en
el norte de Belice efectuados por Shafer (1993), Gibson (1986), McAnany (1987),
McSwain (1991), Shafer y Hester (1984), entre otros. Las realizadas en Becán por
Thompson (1991), en Chichén Itza por Potter (1987) y Sheets (1991), en Isla
Cerritos por Cervera (1996), en La Libertad por Clark (1988). También se han
25
realizado análisis sobre los artefactos de pedernal en La Florida (Valle y Suyuc
2003), en Tikal (Moholy-Nagy 1991, 2000, 2003), en Copán (Valdéz y Potter 1991)
y en Sihó (Peniche 2003). Además de las descritas arriba, realizadas por García
Bárcenas en la Concepción (1982), Rovner en Becán, Xpuhil y Dzibilchaltún
(1975), Kidder en Uaxactun (1947) y Piedras Negras por Hruby (1999).
Los trabajos de investigación realizados en el norte de Belice4 han
confirmado la importancia del pedernal como recurso para los antiguos mayas.
Entre los sitios de esa región en las tierras bajas mayas destaca el asentamiento
de Colhá, donde se realizó el primer proyecto arqueológico a gran escala en el
área maya, cuyo objetivo principal fue recuperar evidencias de la organización en
la producción lítica. Tal proyecto estuvo dirigido por Thomas Hester, Harry Shafer
y Jack Eaton (Peniche, 2004: 15).
Como resultado de las investigaciones en Colhá, se documentó la
explotación intensiva de los afloramientos naturales de pedernal. Se demostró que
en este sitio hubo producción lítica a gran escala y especialización artesanal
intensiva, puesto que durante las exploraciones se registraron altas
concentraciones de instrumentos y desechos de talla en probables talleres de
producción (Shafer y Hester, 1984: 35).
Por otro lado investigaciones en sitios aledaños a Colhá indicaron que sus
habitantes recibieron los instrumentos manufacturados en Colhá; la tecnología
lítica de estos sitios consistió en mantenimiento y reciclaje de los instrumentos de
pedernal importados (Peniche, 2004: 15).
Gracias a los análisis mencionados, hoy en día, se puede determinar de
donde se obtuvo la materia prima (en el caso particular de las obsidianas y con
altas probabilidades en el caso del pedernal) y en que lugares se efectuaron las
diferentes etapas de la producción, el uso y el reciclaje de los artefactos líticos.
También es posible identificar las industrias y los diversos modos de manufactura
de los instrumentos y el nivel de producción de los mismos (Peniche, 2004: 9). 4 El norte de Belice es el área de las tierras bajas mayas —especialmente Colhá— que cuenta con más estudios sobre los sistemas de producción, consumo e intercambio de los instrumentos de pedernal. Debido a eso, sólo se enlistan algunos de los trabajos de pedernal efectuados en esa área.
26
Algo más que se puede discernir son las diferencias que existieron en la manera
en que los sitios adquirieron y usaron los instrumentos líticos, además de las
conductas de mantenimiento y reciclaje para los instrumentos en los sitios
consumidores.
Por otra parte, con base en los estudios de las microhuellas de uso ha sido
posible determinar la función de los instrumentos de piedra (Lewenstein 1991,
Aoyama 1995). Como consecuencia del énfasis en los estudios sobre sistemas
económicos, los arqueólogos se han interesado cada vez más en las
excavaciones de unidades domésticas. Siendo las unidades habitacionales o
residenciales (tal vez palaciegas), de gran utilidad para estudiar sistemas
económicos, ya que proporcionan más datos relevantes (Peniche, 2004: 9).
En muchos de los estudios el énfasis se sustentó claramente en los
conjuntos de artefactos más que en el contexto. Excepto por los ejemplos aislados
de contextos especializados de instrumentos de piedra, las descripciones sólo
mencionaban el sitio de donde provenían los artefactos y no su ubicación exacta al
interior del asentamiento. Esto disminuye el potencial de información que puede
proporcionar el material. A pesar del interés sobre los artefactos líticos en este
periodo de tiempo, los análisis de este material siguen jugando un papel menor
dentro de las investigaciones arqueológicas en el área maya.
Aunque cabe reconocer que la variación temporal y espacial —en las
características morfológicas y tecnológicas de los instrumentos de piedra— es
muy limitada, lo que ha justificado la creencia de que los artefactos líticos son de
poco valor para entender las dinámicas espacio—tiempo, en comparación con otra
clase de materiales como la cerámica, que están sujetos a un mayor grado de
variación formal (Braswell, 1996: 134).
Quizás uno de los avances más significativos en los estudios líticos
recientes, ha sido el empleo de las tipologías tecnológicas del desecho de talla y
las fallas de manufactura, complementado con las descripciones morfológicas.
Dichas tipologías tienen como objetivo revelar la secuencia de producción o las
trayectorias tecnológicas empleadas por los artesanos (Peniche, 2004: 10).
27
Por ejemplo, en el sitio de Piedras Negras los instrumentos de pedernal
representados con mayor frecuencia son las hachas, —a los artefactos de
pedernal más comunes del área maya se les ha denominado arbitrariamente
hachas, en la mayoría de la literatura al respecto— y cuando estos instrumentos
estaban agotados se transformaban frecuentemente en percutores, tan comunes
en dicho sitio (Hruby, 1999: 235).
Son investigaciones recientes, las que han comenzado a considerar el
desecho de talla y otros artefactos de utilidad como medios para obtener
información sobre la organización económica de los mayas prehispánicos. Estas
investigaciones se remiten a los análisis tipológico-tecnológicos. En las tierras
bajas mayas se conoce muy poco acerca de las industrias del pedernal, ya que la
atención que se le presta a dichos estudios es muy baja todavía.
Trabajos sobre lítica en la región del río Candelaria
En la región del río Candelaria existen tres investigaciones relevantes. La primera
es producto de excavaciones y recorridos de superficie, realizados en Pozas de
Ventura y Salto Grande, durante 1999 por Gustavo Nieto Ugalde; la segunda son
los recorridos de superficie ejecutado al noroeste del poblado de Candelaria que
se produjeron dentro del proyecto arqueológico “El Chechén” dirigido por el
arqueólogo Ciprian Ardelen. Por último, la investigación realizada por Ivan
Urdapilleta —auspiciada dentro del proyecto de El Tigre— que dio como resultado
una tesis donde se definen los posibles yacimientos locales, explotados durante la
construcción de los edificios en el sitio.
El trabajo de Nieto es un análisis del material localizado en Pozas de
Ventura mediante excavaciones y en Salto Grande a través de recorridos de
superficie. Sustentado en una clasificación morfo-tecnológica, respaldada en tres
criterios fundamentales: la clasificación por materia prima, por criterios tecno-
funcionales y por atributos morfológicos. El resultado fue la interpretación del uso
cotidiano de instrumentos elaborados en pedernal, lo cual indica que —si bien
existieron especialistas en la tarea de talla de piedra— la mayoría de los
28
pobladores conocieron las diferentes técnicas, puesto que representaban los
medios de obtención de instrumentos de utilidad para el trabajo y sustento diario
(Nieto, 2003: 923).
Ardelen realizó un reconocimiento de superficie con el propósito de
identificar los sitios arqueológicos que conforman el área entorno a Salto Grande;
además de otros pequeños asentamientos aledaños. Como resultado de dichos
recorridos definió el sitio arqueológico denominado Isla Montuy, localizado al norte
del río Candelaria y a 300m al noroeste del Chechén. En este sitio, el arqueólogo
identificó áreas relativamente extensas, que contenían grandes concentraciones
de materiales líticos en superficie, supuesto producto de la elaboración de
instrumentos de pedernal (Ardelen, 2003: 37). Asumiendo de manera hipotética
que las áreas de concentración de núcleos y lascas de pedernal corresponden a
talleres donde se produjeron instrumentos líticos.
El sitio Isla Montuy corresponde a un área definida como terreno inundable.
Es una plataforma caliza que sobresale de los terrenos pantanosos, con una
extensión de 35Ha, de las cuales siete, las ocupa el sitio arqueológico (Ardelen,
2003: 37). El arqueólogo divide el sitio en dos grupos de edificios —cabe
mencionar que la altura de las estructuras identificadas no rebasan los dos
metros—, por lo tanto podemos considerar que se trata de un asentamiento
probablemente habitacional. Cada conjunto de edificios cuenta con un área de
concentración de desechos líticos que tiene como características principales
pequeños montículos cubiertos por núcleos, lascas y pequeñas astillas de
pedernal.
Las concentraciones líticas de Isla Montuy son un aspecto muy importante
del sitio, puesto que se han registrado casi 100 “chert mouns” (definidos así por
ser concentraciones de material lítico que forman pequeños montículos, este tipo
de acumulaciones se ha identificado también para Becan), presentándose en
mayor abundancia al oeste y suroeste del grupo A y sobre todo el grupo C
(Ardelen, 2004: 56).
29
Además el autor clasifica las concentraciones de material lítico en dos tipos:
las áreas dispersas de núcleos y amontonamientos de lascas pequeñas y las
acumulaciones de material que forman montículos como los chert mounds. Con
base en lo anterior, Ardelen propone, a manera de hipótesis, que en el sitio tiene
áreas de producción y áreas de almacenamiento de materia prima. Esto permite
reconocer el uso local del pedernal como materia prima o una probable producción
intensiva de instrumentos de pedernal que puede traducirse en intercambio
controlado sobre la ruta de comercio y transporte vía el río Candelaria.
Por último la investigación generada dentro del proyecto de El Tigre,
mediante la tesis de Iván Urdapilleta titulada “Las Canteras de Itzamkanac”, define
los posibles yacimientos locales de materia prima utilizada en la construcción de
los edificios existentes en el sitio (Figura 4).
Figura 4. Plano general de El Tigre con la localización de canteras. Tomado de Urdapilleta 2006, pág. 71.
30
Identificando dos posibles talleres de instrumentos líticos y algunos
afloramientos de pedernal-caliza que no se consideraron como canteras, sin que
esto signifique que no fueron explotados con fines distintos a la construcción.
El primer taller que localizó, en un principio supuso que fue utilizado como
cantera para la construcción de edificios, dato que él mismo refuta, tras recolectar
muestras de las lascas de desecho y encontrar preformas de raspadores y hachas
(Urdapilleta, 2006: 70-71). Aún así Incluyó los datos de localización del taller en la
tesis, por tratarse de un área que muestra la explotación de recursos líticos dentro
del sitio arqueológico. El segundo taller que identifica, se describe de forma
detallada en el apartado sobre yacimientos, en el capítulo del proceso productivo.
Las investigaciones sirven de base para reforzar la hipótesis de una
producción local de los implementos de pedernal, que se han identificado y
recuperado mediante excavaciones en el área central de El Tigre.
YACIMIENTOS DE PEDERNAL Y OBTENCIÓN DE LA MATERIA PR IMA
Esta etapa juega un papel primordial dentro del proceso de trabajo que se
pretende definir, dado que las características peculiares de los afloramientos y su
ubicación cerca o al interior del sitio (El Tigre), dan pauta para iniciar el análisis
morfológico-tecnológico de los artefactos que conforman la muestra, en asociación
con el posible lugar de origen como materia prima.
Los lugares de procedencia del pedernal en el área maya, particularmente
en nuestra región de estudio —la ribera del río Candelaria— son varios, aunque
no se ha realizado un sondeo exhaustivo de los lugares específicos de extracción,
se puede afirmar que el pedernal, como materia prima ha sido extraído de los
distintos bancos de materiales que circundan tanto El Tigre como otros sitios
aledaños a la ribera del río Candelaria, por ejemplo el sitio Isla Motuy (Ardelen,
2003:37). Siendo el área de lomeríos donde abundan los afloramientos rocosos
con calizas y pedernal.
Al noroeste del poblado de Candelaria en el ejido Benito Juárez se
identificaron afloramientos de rocas calizas con abundante pedernal, y al suroeste
31
en el poblado de Salto Grande se localizaron abundantes concentraciones de
pedernal, distribuido en diversos sitios arqueológicos que se ubican en la zona de
meandros del río. Del primero tenemos muy poca información, mientras que de
Salto Grande existen más datos por ser un área más estudiada.
Es probable que haya afloramientos de pedernal en los alrededores del
sitio, inclusive al interior, puesto que se registraron tres lugares de producción de
bifaciales durante los distintos recorridos efectuados.
En el último recorrido se identificaron desechos de talla en cantidades
sustanciales, además de nódulos de pedernal que indican la probable cercanía de
afloramientos locales. Mediante los colores identificados en los artefactos —café,
gris, blanco, rosa, rojo, amarillo, magenta—, se puede decir que probablemente
los habitantes de El Tigre obtenían la materia prima de yacimientos locales para
elaborar los instrumentos de mayor circulación, mientras que para los
instrumentos suntuarios utilizaban material obtenido a través del intercambio.
Un problema frecuente, para las investigaciones sobre materiales líticos de
pedernal en las tierras bajas, ha sido la dificultad para establecer de manera
precisa la fuente de los pedernales arqueológicos. Debido a eso, desde la década
de los 80`s arqueólogos y geólogos han analizado la química del pedernal con el
fin de caracterizar la materia prima en áreas de extracción conocidas y para
identificar las áreas de suministro, representadas por los artefactos de piedra
tallada en contextos arqueológicos (Peniche, 2004: 19).
Mark Tobey (1986) realiza un estudio de caracterización química del
pedernal basado en el análisis de activación de neutrones (AAN), demostrando
que es posible discernir entre los pedernales de distintos yacimientos, puesto que
logró aislar cuatro fuentes de tipos de pedernal dentro de una zona con
yacimientos en Belice.
Aunado a lo anterior, las diferencias macroscópicas visibles entre los
pedernales de distintos lugares de las tierras bajas son usadas para determinar la
procedencia de los materiales arqueológicos (Potter, 1991: 27). En gran parte
estos análisis se apoyan en la regionalización de las fuentes de pedernal
32
elaborada por Irwin Rovner (1981), donde propone tres zonas de recursos de
pedernal en las tierras bajas mayas, basándose en la variedad del color, la calidad
y la disponibilidad del material (Figura 5).
La división propuesta por Rovner separa el área de las tierras bajas mayas
en zona A, B y C, siendo en la zona B donde se localiza El Tigre, además de
cubrir el mayor territorio, correspondiente a la región del presente estudio.
Figura 5. Zonas de recursos de pedernal en las tierras bajas mayas.
Tomado de Rovner, 1981.
33
La zona B ocupa el centro y suroeste de las tierras bajas mayas, donde las
características de los recursos líticos de pedernal comprenden materiales de
mediana calidad, que según Rovner fueron destinados para la elaboración de
bifaciales burdos y lascas retocadas, aunque afirma que las piezas de lítica pulida
si eran de mayor calidad (Rovner, 1981:3). Existe una peculiaridad para la zona C,
por ser el área donde se ha identificado la mayor cantidad de artefactos
elaborados en pedernal café de muy buena calidad. Por lo que la zona (C) resulta
de gran importancia en la distribución de este tipo de material (pedernal café).
Una de las fuentes que los antiguos mayas pudieron aprovechar se
encuentra al sur de la sierra Puuc, donde el pedernal se asocia a los suelos tipo
vertisol localizados en las zonas bajas donde se deposita el agua en la época de
lluvia. En está zona se han reportado pedernales café, rosa, beige, púrpura y
blanco (Cervera, 1996:44).
En Río Bec se puede hallar pedernal de calidad variable. Los colores van
desde amarillo y blanco a gris azuloso, frecuentemente veteado con rosa,
variedades de rojo y café rojizo (Rovner y Lewenstein, 1997:111). En el área del
Petén, el pedernal blanco y el blanco grisáceo son los más abundantes, seguidos
por el rojo y el rosa, finalmente tonalidades de amarillo. La calidad del pedernal es
variable, pero la mayoría son de textura media a tosca, mientras el 20% de los de
color blanco son de textura fina (Peniche, 2004: 23). En el sitio de Piedras Negras,
Guatemala, se tiene conocimiento de un yacimiento de pedernal ubicado abajo del
sitio, con las estructuras mayores ubicadas paralelamente a los límites del
afloramiento de pedernal (Hruby, 1999:234).
El pedernal existente en la región de estudio presenta coloraciones como el
blanco, gris, negro, rosáceo, ocre, café, entre otros. Se utilizó tanto en la
construcción de muros de contención (mediante piedras que fueron cubiertas a la
vista con bloques de caliza perfectamente labrados), en rellenos durante las
remodelaciones y como instrumentos útiles en diversas actividades tanto
económicas (construcción, elaboración de objetos de uso común como hachas de
mano, pesas de red, pesas de balanza, entre otros) como político – religiosas
34
(manufactura de instrumentos de uso ritual como cuchillos, punzones u objetos
suntuarios).
En El Tigre se encontró un taller con abundantes restos de esta materia
prima en diversas variedades y algunas preformas de raspadores y hachas (Figura
6). Por los restos hallados se podría decir que se trata de un taller de artefactos
líticos de herramientas de uso cotidiano y posiblemente para la construcción
(Urdapilleta, 2006: 109).
Figura 6. Desechos líticos en el taller. Tomada de Urdapilleta, 2006.
35
CAPÍTULO II. LA PROVINCIA DE ACALAN
Dentro de este capítulo situamos espacialmente el lugar donde se desarrolla la
presente investigación, definiéndolo como una región particular dentro de un área
cultural mayor: el área maya (Figura 7).Lo anterior con la finalidad de definir y
delimitar el entorno geográfico – cultural donde se encuentra inmerso nuestro
objeto de estudio.
Para esto, se definen los conceptos principales que deben ser
comprendidos para la mejor lectura del texto, además que algunos serán utilizados
a lo largo del mismo, como geografía cultural, área de sustentación, área de
captación y región; dejando la definición de términos como cuchcabal (provincia),
batabil y cuchteel para el apartado de organización social y política de la provincia
de Acalan.
El Tigre
Figura 7. Plano general del área maya con la ubicación de El Tigre.
36
Geografía cultural. Es una expresión que encierra la definición de una
región en términos del desarrollo humano interrelacionado con el entorno natural.
Este término se deriva de la geografía humana (rama de la Geografía que se
especializa en el estudio de las colectividades humanas y las transformaciones
que sus actividades generan en la superficie terrestre). Su objeto de estudio son
los paisajes humanizados o antrópicos (http://www.agh.uji.es). La geografía
cultural en sus orígenes se interpretaba como una auténtica geografía regional o
del paisaje5, dado que éste era resultado de las modificaciones propiciadas por
distintas culturas.
Además la geografía cultural se interesa en todos los aspectos —de las
actividades humanas— relacionados con el ambiente físico o que se pueden
interpretar en términos espaciales (Paoletti, Marie Jeanne, en Rivero y Gutiérrez,
1993: 79).
Área de sustentación. Es el lugar o lugares donde el hombre se apropia de
los recursos naturales indispensables para abastecerse y cubrir las necesidades
básicas que la comunidad requiere para la subsistencia del grupo. Por ejemplo la
cercanía con afluentes diversos de agua para el abastecimiento del vital líquido,
además de los productos que ofrece para la economía de la comunidad o
sociedad que se apropie de estos. Pueden ser también bancos de arcilla como
yacimientos para la manufactura de vasijas cerámicas; áreas forestales usadas
para la obtención de recursos maderables. Aunque para nuestro estudio,
trataremos sobre el abastecimiento local del recurso lítico, como ya se ha
mencionado en el capítulo correspondiente a localización de yacimientos de
pedernal.
Áreas de captación. Éstas se refieren al abastecimiento local sumado a la
obtención de recursos foráneos, a diferencia del área de sustentación, éstas son
5 El paisaje, en un sentido amplio, es resultado y expresión de la interacción entre el medio natural y las transformaciones que ejerce la sociedad sobre el territorio. El concepto ha sido definido por Felipe Criado Boada dentro de la corriente teórica denominada arqueología del paisaje como: el producto socio-cultural creado por la objetivación, sobre el medio y en términos espaciales, de la acción social tanto de carácter material como imaginario (Criado, 1999: 5).
37
más amplias en lo referente al territorio6 que pueden ocupar, por que no sólo se
refieren a recursos obtenidos directamente, sino que incluyen todos los recursos
de que se dispone a través de las relaciones comerciales con grupos culturales
lejanos. Para El Tigre el área de captación es extensa gracias al uso del río
Candelaria como medio y vía de comunicación con regiones tan distantes como el
Petén Guatemalteco y el área de la costa en la Laguna de Términos.
Región. Es un espacio organizado de forma homogénea y de manera
diferenciada. La región se define de acuerdo a ciertos criterios para dar coherencia
al espacio7 y así definir las diferencias de una región a otra. Para delimitar
cualquier región se debe elegir un fenómeno dominante, éste queda determinado
como características significativas y propias dentro del paisaje, que permitan
asociar elementos fundamentales entorno a la región así como reconocer
elementos ajenos a la misma (hppt://es.wikipedia.com/wiki/Espacio-regional).
Dentro de las particularidades que definen y cohesionan a la región como
unidad, se tiene el medio físico —clima, orografía, hidrografía— en términos
ambientales. Por otro lado, los rasgos culturales se apreciarían en características
como: filiación lingüística, estilos arquitectónicos, cohesión territorial entorno a
grupos culturales definidos. La región también se puede definir como la porción de
un área cultural mayor, que por sus características poblacionales y por el medio
natural que engloba, permite diferenciarla de otras. Por lo tanto la región de
estudio queda delimitada en términos ambientales por los bajos y lomeríos entorno
al río Candelaria y en términos culturales por el tipo de asentamientos registrados
a lo largo de su rivera.
Existen dos términos más por mencionar, aunque ya se definieron en el
capítulo anterior, las unidades de paisaje y los geocomplejos, que se refieren
6 El concepto de territorio se refiere a la porción de terreno que puede ocupar en cuanto a espacio físico. Siendo el territorio aquel espacio que contiene ciertas características propicias para determinados usos, por ejemplo la cantidad de ríos que circulan, su orografía y tipos de suelo además del clima y vegetación predominantes. 7 Espacio se concibe como el lugar donde se realizan actividades sociales de diversa índole, tanto económicas como políticas y religiosas, o como un lugar útil a determinada sociedad, ya sea por su riqueza natural o por su ubicación estratégica, depende desde que perspectiva se aprecie el valor de un lugar.
38
básicamente a los diferentes ambientes de una región determinada (unidades de
paisaje) los cuales comparten características particulares que permiten
diferenciarlas entre sí, aunque se localicen en la misma región. Sumando la
formación geológica a la que pertenezca cada unidad de paisaje y geocomplejo,
se define una geomorfología con diferencias sustanciales según la el área.
Una vez definidos los términos que serán útiles para esclarecer ideas,
conceptos e interpretaciones, resta describir brevemente la ubicación y
características de la provincia de Acalan.
LA PROVINCIA DE ACALAN
Ubicación de la Provincia de Acalan dentro del área Maya
El área maya se divide geográficamente en tres zonas: sur, central y norte, esta
división se genera con base en los factores naturales, culturales y de desarrollo
histórico identificados. Además ha sido utilizada por diversos autores con la
finalidad de asociar y diferenciar —por similitud de características geográficas y
culturales— los diversos trabajos de investigación arqueológica realizada en los
distintos sitios o asentamientos prehispánicos que ocupan esta parte del territorio,
tomando en cuenta las diferencias geográficas y culturales que demarcan las tres
áreas (Figura 8).
La región de estudio queda inserta dentro de la zona central, llamada
también de las tierras bajas. Esta área se extiende desde la vertiente norte de las
serranías de Chiapas, Guatemala y Honduras, y tiene como centro la meseta de El
Petén en Guatemala, donde las aguas que bajan de las tierras altas forman dos
sistemas fluviales, al poniente el del río Usumacinta y al oriente el del río Motagua;
al norte comprende la zona de Belice, Tabasco, y la parte sur de los estado de
Campeche y Quintana Roo (Vargas, 1983: 276-279). Es la parte sur del estado de
Campeche la región que nos interesa describir y delimitar.
En términos de grupos culturales, existen diversas separaciones
lingüísticas, la región que nos ocupa pertenece al territorio demarcado (en el
periodo posclásico tardío) para el grupo cultural maya-chontal. Como menciona
39
Ernesto Vargas (1983) el área chontal como provincia lingüística coincide con una
zona que forma una entidad geográfico – cultural caracterizada por tierras bajas,
pantanosas, anegadas una gran parte del año, con un sistema hidrográfico
compuesto por multitud de ríos y estuarios, abundantes lagunas y salidas al litoral
marítimo (Vargas, 1983: 275).
Figura 8. División de las tierras bajas mayas en centro, norte y sur.
40
Así queda demarcada el área geográfica con su referente lingüístico, que
permite asociar las particularidades geográficas con un grupo cultural definido y
diferenciarlo del resto de grupos culturales distribuidos cerca de la región.
Retomando el orden de desarrollo que va de lo general a lo particular, el
siguiente paso es delimitar la región particular que se referirá con mayor detalle en
el texto. Dentro del área chontal, la zona noroccidental o tierras bajas
caracterizada por una mayor homogeneidad, con elevaciones que no rebasan los
100 msnm, una gran variedad de suelos y una amplia red hidrológica (Vargas,
1983: 276).
La división dada por Rands en la zona del Usumacinta separa el área en
varios sectores, son el bajo Usumacinta y la Chontalpa los sectores de más interés
(Vargas, 1983: 276).
La subárea del bajo Usumacinta se ha dividido en dos partes para su
descripción, la primera es Jonuta – Chontalpa y la segunda el sistema del
Candelaria, este último ofrece una zona ideal para vivir y fue una importante vía de
comunicación entre la región del golfo y el centro de la península (Vargas, 1983:
282). Es dentro del sector del bajo Usumacinta donde se localiza el río Candelaria
y específicamente sobre la rivera de este río se ubica la cabecera o capital de la
provincia de Acalan: Itzamkanac.
La división presentada hace énfasis en las características geográficas que
definen el contexto geográfico-cultural donde se inserta el grupo maya-chontal de
que habitó la capital de la provincia de Acalan: Itzamkanac. Por lo tanto se hace
una breve síntesis de lo escrito hasta el momento acerca del grupo chontal y su
distribución como entidad político-territorial dentro del territorio maya.
La región de Tabasco – Campeche jugó un papel importante como área de
tránsito para varios grupos humanos, entre los que habitaron la región están los
nahuas, zoques y por supuesto maya-chontales (Vargas 1998: 260).
De la región que habitaron los chontales se dice que poseían una posición
estratégica, puesto que el vasto sistema de rutas fluviales a través de los ríos
Grijalva, Usumacinta, Chacamax, San Pedro y San Pablo, San Pedro Mártir,
41
Palizada y Candelaria entre otros, fue aprovechado por ellos. Esto les permitió una
mejor comunicación con otros lugares del área maya, propiciando los intercambios
culturales y comerciales, además de su posible expansión como grupo cultural
(Vargas, 1998: 260).
En cuanto a la ocupación chontal en la región, Ernesto Vargas menciona
que se puede identificar al grupo chontal como tal durante el período Clásico
terminal (800 – 1100 a.C.); sustentando su propuesta en las características
particulares que presenta el grupo, como son: la producción de cerámica
anaranjada de pasta fina, la construcción realizada con ladrillos y su dominio de
las rutas de comunicación terrestre-marítimo-fluvial (Vargas, 1998: 261).
Durante el período Clásico tardío se da un crecimiento notorio en la
densidad de población para la región, reflejado por la gran cantidad de vestigios
encontrados. Además de las características que presentan algunos sitios,
mediante las cuales se conforma una tradición cultural característica del grupo
chontal. Tal vez los chontales florecieron desde la ocupación de Palenque y
llegaron a su máximo esplendor durante el siglo X d.C. (Vargas, 1998: 265).
Los chontales ocuparon un territorio llamado la chontalpa, como ya se
mencionó previamente. Su división político-territorial comprende por lo menos tres
provincias (según las fuentes históricas y diversos autores que han hecho uso de
las mismas). Las provincias son Tabasco, Xicalango y Acalan (Figura 9), para
cada provincia existe una cabecera o capital, respectivamente les corresponden
Potonchan, Xicalango e Itzamkanac (Vargas, 1998: 267). Estas ciudades además
de resguardar el poder político central de su provincia también fueron los
principales puertos de los chontales.
Los mayas – chontales de la provincia de Acalan se definen asimismos
como amactún o mactún y a su país le decían Tamactún, en tanto que los mayas
de Yucatán les dieron el nombre de putunes y al lugar Putuntan (Piña Chan, 1985:
176), cabe mencionar que el término chontal significa extranjero y debió
denominarles así algún otro grupo de la región.
42
Los chontales han sido estudiados por diversos autores y su existencia
como grupo cultural es bien sabida y se ha descrito desde el siglo XVI en diversas
fuentes como son las Cartas de Relación de Hernán Cortés (Quinta Carta 1969),
Sahagún (1938), Bernal Díaz del Castillo (1955), Oviedo (1959) y los papeles de
Paxbolom Maldonado, (Vargas, 1983: 275).
Entre los arqueólogos que hablan sobre los chontales, Piña Chan (1986)
dice que los chontales de Tabasco y Campeche fueron de estirpe maya, puesto
que se emparentaban con los mayas yucatecos y eran similares a los grupos
lingüísticos de Chiapas, que incluyen los tzeltales, tzotziles, cañabales y chujes;
que fueron algunos de habla chol o chorti, ésta es una lengua que se acerca más
al chontal.
Figura 9. Provincia de Acalan.
43
Entorno Ambiental: fisiografía de la región y áreas de sustentación
Actualmente, el ambiente que constituye la región de estudio cuenta con grandes
posibilidades de explotación de recursos, puesto que encierra una gran
variabilidad de ecosistemas que integran recursos útiles en función de las
necesidades humanas actuales. Por lo anterior, es posible referir el fuerte
potencial de recursos explotables que tuvo la región para las sociedades
prehispánicas que se asentaron en ese territorio.
La región de la provincia de Acalan se ha definido como una zona de ríos y
lagunas con una superficie casi plana, compuesta básicamente por rocas calizas.
Esta región, al suroeste del estado de Campeche, geológicamente se encuentra
en la zona de transición entre las calizas de la península de Yucatán y los terrenos
aluviales del sistema Grijalva-Usumacinta (Coll de Hurtado, 1975: 9).
Los factores ambientales más importantes para describir el medio físico de
la región son: el clima, la vegetación y los suelos. El clima es considerado como
parte integral del ambiente, debido a que determina —en cierta medida— el suelo
y la vegetación; además condiciona el drenaje y es factor importante durante la
formación y evolución geológica del relieve (Coll de Hurtado, 1975: 15).
El clima en la región del río Candelaria es del tipo Aw2, correspondiente al
clima más húmedo dentro de los cálidos subhúmedos (Figura 10). Éste se
presenta desde la desembocadura del río San Pedro, por un lado, y al este de la
laguna de Términos, desde Sabancuy hasta el río Candelaria, por otro (Carta de
climas de la república mexicana 1970).
Para la época de lluvias, se presenta un fenómeno natural de importancia
denominado actualmente norte, que sumado a los ciclones y tormentas tropicales
ocasionales (Coll de Hurtado, 1975: 17), propicia cambios ambientales bruscos —
constantes u ocasionales dependiendo de la intensidad del fenómeno— que
modifica el paisaje en temporadas donde se esperaba, tal vez el descenso de las
aguas anegadas, cambiando drásticamente las actividades humanas realizadas
periódicamente por los grupos asentados en la región.
44
Este tipo de modificaciones ambientales, causadas por fenómenos
naturales provocan un descontrol sobre el manejo de los recursos, en las áreas o
zonas habitadas dentro de la región, en este caso la provincia de Acalan,
mermando con ello la producción agrícola o la explotación de cualquier recurso
que necesite el descenso de las aguas para su ejecución. En una región el medio
físico determina, en cierta medida, el poblamiento que ahí se geste y por ende la
utilización viable de los recursos que ofrece.
Figura 10. Mapa de Climas. Tomado de
http://mapserver.inegi.gob.mx/geografia/espanol/estados/camp/clim.cfm
45
En cuanto a vegetación, la región cuenta con una gran porción de selva
baja subperennifolia —aunque actualmente se aprecia un territorio deforestado
debido al uso actual que se le ha dado a varios sectores de la selva, hoy en día se
ha sustituido la selva por amplios pastizales para la cría de ganado vacuno—; esta
selva se caracteriza por la presencia de zapote, pukte y chechén negro (Coll de
Hurtado, 1975: 24).
En esta zona del suroeste campechano domina el recurso hidráulico, por lo
que se pueden apreciar numerosos pantanos y terrenos anegados gran parte del
año denominados bajos . Esta característica propició un mayor aprovechamiento
de los recursos acuáticos por la facilidad con que se obtenían. Incluso también
provocó el atesoramiento de aquellos recursos que implicaban mayor gasto de
energía humana y tiempo para su obtención. Entre estos recursos, los
instrumentos líticos formaron parte importante, de estos la obsidiana se considera
como un bien obtenido mediante el comercio a larga distancia. Además cabe
mencionar que, en consecuencia, se desarrollaron distintos tipos de
infraestructura, según fuese el tipo de recurso que se deseara obtener,
transformar o transportar.
Las corrientes fluviales que alimentan o desembocan en la Laguna de
Términos pertenecen a distintas cuencas (Figura 11). La mayor es la del sistema
Grijalva-Usumacinta, a la que sigue en importancia la cuenca del río Candelaria
(Coll de Hurtado, 1975: 26).
El río Candelaria se forma en el Petén guatemalteco y tiene una trayectoria
general de sur a norte y en Campeche recibe por su margen derecha al río Caribe,
desembocando posteriormente en la laguna de Panlao que a su vez desagua en la
Laguna de Términos por la Boca de Pargos. Este río es, quizá, el más caudaloso
dentro de los terrenos calizos yucatecos (Coll de Hurtado, 1975: 29).
Existe en geografía una división geomorfológico otorgada al área de la
Laguna de Términos, ésta define tres regiones geomorfológicos importantes: Los
cordones litorales, la llanura fluvial y los terrenos calcáreos. La primera es una
región costera donde predominan formas modeladas en las arenas litorales; la
46
segunda corresponde a la llanura del sistema Grijalva-Usumacinta; y la tercera
incluye los karst y toda la superficie con afloración de roca caliza, en distintos
grados de evolución, de la plataforma yucateca (Coll de Hurtado, 1975: 33).
Nuestra región de estudio se localiza en una zona de transición entre la llanura
fluvial y los terrenos calcáreos, pero en general por su ubicación contiene la mayor
parte de terrenos calcáreos.
Con base en esta división y mediante la revisión exhaustiva de los mapas
geológicos y litológicos, es posible determinar un área de sustentación, que sea
viable según el medio o forma de transporte utilizado y hacer la relación de los
recursos explotables con que cuenta —y probablemente contó— el área.
Figura 11. Hidrografía de la región y ubicación de El Tigre (Piña Chan).
Tomado de Urdapilleta 2006.
47
Si como menciona Siemens:
Es muy frecuente que los estudios arqueológicos se enfoquen en sitios específicos y se
olviden del contexto, pero es necesario también examinar las inmediaciones y los espacios
entre sitios, ya que suelen ser zonas que los sostienen (Siemens, 2001: 17).
Es necesario tomar en cuenta el entorno geográfico del sitio en estudio para
comprender el comportamiento económico de cualquier grupo social que se
asiente en una región determinada, como en este caso la rivera del río Candelaria.
Existe una división para el río Candelaria donde se segmenta por
características topográficas, sumadas a aspectos culturales. El río se divide en
bajo, medio y alto Candelaria. El bajo Candelaria abarca a partir de la
desembocadura del río en la laguna de Panlao hasta el primer boquete o salto —
con cincuenta kilómetros de longitud aproximadamente— donde no reporta ningún
sitio arqueológico (Vargas, 2001: 131).
El medio Candelaria inicia desde el último punto citado en dirección sur
hasta Salto Grande, abarcando todos los saltos presentes en los distintos brazos
en que se bifurca el río sobre este sector, en total son alrededor de 67 saltos y
Vargas plantea esta región como un importante batabilob dependiente de
Itzamkanac —la cabecera de la provincia de Acalan— con Salto Grande como
sitio de mayor importancia en el área. En este sector se reporta la existencia de 20
sitios arqueológicos (Vargas, 2001: 131-136).
Por último el alto Candelaria abarca sesenta kilómetros desde Salto Grande
hasta Boca de Santa Isabel, donde propiamente nace el río Candelaria por la
unión de los ríos Caribe y San Pedro, éste viene del Petén guatemalteco. Una
característica particular de este sector son los ocho diques o compuertas
identificados. El primero cerca del poblado de Candelaria y los tres últimos,
próximos a Salto Grande (Vargas, 2001: 137-138).
En el alto Candelaria, en el tramo comprendido entre Salto Grande y los
diques se observa la mayor concentración de sitios arqueológicos, por lo tanto se
considera está zona como el área de mayor ocupación humana. También la
capital de la provincia (Itzamkanac) se localiza en ésta zona, río arriba.
48
La cabecera Itzamkanac se localiza en una zona de colinas bajas, que en
otra época correspondió a una selva subperennifolia y actualmente es un área de
pastizales debido a la creciente deforestación que se ha dado en toda la región,
aunque al este y oeste todavía se conserva parte de esa selva (Vargas y
Teramoto, 1996: 33).
El proyecto arqueológico “El Tigre”, durante su desarrollo ha colaborado con
la reforestación de áreas aledañas al sitio y, dentro de sus objetivos, incluye
también la conservación del ambiente y la recuperación paulatina del medio físico
original. A pesar de estos trabajos de reforestación, aún se observa un paisaje
alterado y deforestado por las áreas destinadas a pastizales para ganadería y las
usadas con fines agrícolas.
Flora y fauna
Por las necesidades económicas presentes en la región, la gente aún no ha
tomado la debida conciencia ambiental para proteger y recuperar una porción de
la selva. Sin embargo, todavía se aprecian especimenes de flora y fauna oriundos
de la región. Como describen Ochoa y Vargas durante su recorrido:
De la flora es posible apreciar algunas palmas de guano, jabín, jobo, chicozapote,
guásimo, ramón, cantemó y cedro principalmente. Sin que sean abundantes por ahí se
observan venados, puerco de monte, tigrillo, onzas, comadrejas, tepezcuintle y más
comunmente armadillo. Aves como garzas, chachalacas, patos y tucanes; en el río la
pesca es abundante: mojarra, tenguayaca, macabil, zacatera, robalo; así como lagartos y
tortugas de varias clases; no faltan por supuesto las víboras de cascabel, coralillo y
nauyacas (Ochoa y Vargas, 1985: 328).
Lo anterior permite el registro parcial del probable entorno natural que tuvo
el asentamiento durante los periodos de ocupación que comprendió.
Entorno cultural: La Provincia y su cabecera Itzamkanac
La zona del río Candelaria se considerada como frontera entre las tierras altas de
Guatemala y las tierras bajas de Yucatán (Pincemin, 1989: 257). Es una región
donde alternan los pantanos con tierras emergidas; sobre las elevaciones son
49
visibles aún gran cantidad de montículos (Vargas, 1983: 284), lo que denota el
nivel de ocupación en la región, remontándonos a grandes asentamientos con una
densidad de población considerable.
Esta área ocupa el lugar central y característico de lo que diversos autores
denominan La Provincia de Acalan(Figura 12). Los límites físicos del territorio
putún o chontal se extendían desde el río Copilco, cerca de Comalcalco, limitado
por los grupos mixe-zoques,mientras que por la costa se extendían a través del río
Grijalva, río San Pedro y San Pablo hasta la Laguna de Términos y la cuenca del
río Candelaria, y posiblemente hasta Champotón (Vargas, 1983: 272).
Figura 12. La provincia de Acalan (Izquierdo 1997). Tomada de Urdapilleta 2006.
50
La provincia de Acalan está delimitada geográficamente desde la Laguna
de Términos hasta Tenosique. Acalan fue llamada tanto la provincia como su
capital, nombrada también Itzamkanac.
En lo concerniente a la capital, el sitio arqueológico El Tigre ha sido
identificado por diversos autores como Itzamkanac y se dice que está ubicado
como un enclave estratégico por su localización sobre un conjunto de lomas,
desde donde se domina casi todo el río Candelaria (Vargas, 1998: 269).
Piña Chan menciona que:
Al parecer Itzamkanac estuvo dividido en cuatro barrios, pues cuando Cortés entró a la
ciudad, el gobernante Paxbolom Acha juntó a los cuatro hombre principales de Padzunun,
Atapan, Chabté y Tazacato, que no aparecen en la lista de pueblos, y que se cita eran
parte de la ciudad (Piña Chan, 1986: 9).
Organización político – económica de la provincia Acalan
Con los documentos históricos referentes al norte de la península de Yucatán se
ha tenido una gran participación en la reconstrucción de la estructura política de
los mayas del Posclásico, aplicándose de manera generalizada para el conjunto
de las Tierras Bajas. La organización social de la provincia de Acalan tiene
referencias para el periodo Posclásico tardío por las fuentes históricas como son
los Papeles de Paxbolom y las Relaciones Geográficas de Yucatán; esto ha
permitido sustentar las diversas investigaciones generadas entorno al tema de la
división político territorial de una extensa área, que incluye dos provincias más:
Xicalango y Potonchan.
La documentación analizada tanto en la provincia chontal de Acalan, como
aquella procedente de la región itzá, pone de manifiesto que la organización
política de los mayas (Figura 13) del Clásico se perpetuó en las Tierras Bajas
hasta la llegada de los españoles. Basada en formaciones hegemónicas que
englobaron bajo su dominio diferentes entidades políticas – algunas de ellas
organizadas en hegemonías políticas menores –, las cuales mantuvieron
diferentes grados de subordinación con respecto a un territorio político principal;
51
una práctica política plenamente integrada en la tradición cultural de la
Mesoamérica prehispánica (Ciudad Ruiz, 2001:29-30).
El estudio de Ernesto Vargas sobre la provincia de Acalan, ubicada dentro
del corazón del área de la Chontalpa, proporciona evidencia arqueológica de la
cual se puede discutir la organización política y el patrón de asentamiento maya
prehispánico, para sostener el modelo de tres bloques básicos de organización
jerárquica, que a su vez tiene que ver con el desarrollo constructivo de la entidad.
Este modelo incluye las unidades espaciales que van desde la básica
denominada cuchteel, el posible centro urbano local denominado batabil y la
jurisdicción regional-política mayor conocida como provincia o cuchcabal. Ernesto
Vargas argumenta que a través del tiempo, el sistema fluvial de la provincia de
Acalan fomentó la formación de alianzas y permitió compartir el control de la
región, entre personas del mismo rango. Al momento del contacto con los
Figura 13. Geografía política de la Chontalpa en el siglo XVI (Izquierdo 1997).
52
españoles, tres centros urbanos específicos o batabilob parecieron haberse
involucrado: Itzamkanak, Potonchán y Xicalango (Williams-Beck, 2003: 5).
En este caso se delimita la investigación a los aspectos sociales
concernientes únicamente a la cabecera de la provincia de Acalan, para derivar en
el tipo de organización que tuvo Itzamkanac. Identificada con el sitio arqueológico
El Tigre y que corresponde al sitio donde se obtuvo el material, objeto del presente
trabajo.
Se retoman las definiciones propuestas por Ernesto Vargas concernientes
las unidades político–sociales que determinaron el funcionamiento de la sociedad
maya-chontal asentada en El Tigre. Dentro de cada definición se hace hincapié en
la diferenciación jerárquica y funcional de cada unidad, hasta llegar a la unidad
básica de relaciones sociales.
Son tres las unidades político territoriales que conformaban la provincia de
Acalan: el cuchcabal, el batabil y el cuchteel, estas unidades jerarquizadas están
inmersas en una unidad mayor definida como región, aunque la región definida
como unidad jerárquica sólo sirve en términos de asociaciones más amplias,
correlacionando o comparando los rasgos generales de distintos sitios, en cuanto
a estilos arquitectónicos, patrón de asentamiento, cohesión territorial o filiación
lingüística se refiere.
El Cuchcabal o provincia es definido por Ernesto Vargas (1996) como el
espacio territorial donde se concentraban un conjunto de pueblos, caracterizada
por contar con un asentamiento principal que fungía como cabecera o eje rector
para el resto de los asentamientos (considerados de rango menor). Cabe
mencionar que la cabecera concentraba los poderes político-religiosos y por lo
tanto era habitada por los principales gobernantes de la provincia.
El término provincia ha sido utilizado por diversos autores en su acepción
de unidad territorial distinta, donde sus pueblos estuvieron unidos por algunos
vínculos que los ponían bajo un régimen político específico (Izquierdo, 1989:
1111). Además de esta acepción de provincia existen dos más: una en relación
con el topónimo de un lugar en donde residía el poder que gobernaba un territorio,
53
y la otra en relación con el patronímico de un linaje gobernante (Vargas, 1996:
113).
El nombre de la provincia de Acalan, es un nombre náhuatl que deriva de
acallí o canoa y significa el lugar de las canoas. Este nombre fue impuesto tal vez
por los mexicanos (Piña Chan, 1986: 9), por lo cual se le conoce así en todos los
escritos que la mencionan, desde los antiguos hasta los recientes.
La siguiente unidad política definida en orden jerárquico es el Batabil.
Determinado como cada uno de los poblados o centros rectores en un territorio
determinado, que se subordinaban directamente a la cabecera, aunque en
términos políticos y administrativos se convierte en el vínculo directo (a través del
batab) entre la población y los gobernantes principales o las deidades (Vargas,
1996: 105).
Por último el Cuchteel representa la unidad básica dentro de las categorías
político-territoriales definidas para los mayas chontales (retomadas de las
establecidas por Roys para los mayas yucatecos). Integrados en esta unidad se
tiene a los grupos de familias que juegan el papel de unidad básica residencial
localizada, unidad administrativa y de trabajo, unidad política mínima de las
provincias (Vargas, 1996: 105).
Es relevante resaltar la importancia de esta categoría para las
interpretaciones sobre el trabajo especializado de los materiales líticos
manufacturados como instrumentos.
Para Quezada (1993) la subordinación a un gobernante o a una cabecera
política es el elemento fundamental a tener en cuenta, mientras que algunas
provincias estuvieron definidas en función de particulares relaciones de
parentesco. Su división en unidades sociales es la misma, definida previamente
por otros autores, con la salvedad de que en el texto se han escrito en plural; se
puede notar que la lengua en que están escritos los términos es el maya yucateco.
Quezada define las unidades de la siguiente manera:
Las unidades mínimas de este sistema están ocupadas por diferentes cuchteelob’ o grupos
de familias extendidas y emparentadas entre sí por reglas de patrilinealidad ; los batabilob’
54
son unidades intermedias definidas por la subordinación política y administrativa de
determinados cuchteelob’ a un batab – un oficial que combinó funciones políticas, militares,
religiosas y judiciales. Desde la cabecera del batabil, el batab controló su dominio asistido
por un consejo de ah cuch cabob’. Algunos batabilob’ fueron independientes, mientras que
otros conformaron unidades políticas mayores subordinadas a un gran señor o halach
uinic, el cual no requirió de una burocracia especial para ejercer su poder, sino que tuvo
una organización similar a la del batabil, pero sí ejecutó funciones importantes de tipo
macropolítico, ya sea de carácter administrativo o religioso (Quezada 1993; Thompson
1999). En unos y otros modelos del Posclásico yucateco no se ha logrado definir el
concepto de hegemonía política, aunque en realidad en su diseño está implícito en los
términos que lo empleamos en este ensayo. Ello no obstante, se hace necesaria una
reevaluación de la macropolítica de los territorios políticos yucatecos a lo largo del
Posclásico. Fuera de la región septentrional, ciertos procesos políticos del periodo
Posclásico maya han sido calificados como hegemónicos en la medida en que, al igual que
en algunos casos bien documentados del periodo Clásico, un reino central extendía su
dominio sobre otros reinos – étnica y lingüísticamente relacionados o no –, pero sin
absorber a esos otros reinos supeditados haciéndoles perder su identidad política.
Ejemplos mencionados han sido la hegemonía quiché o la itzá. En el presente trabajo se
va a analizar el sistema político existente en la región chontal de Tamactún-Acalán en el
Posclásico Tardío, proponiéndolo como otro ejemplo de sistema político hegemónico
(Quezada, 1993: 57).
Lo anterior permite apreciar la congruencia entre las interpretaciones de los
distintos autores, donde se pretende homogenizar el conocimiento, contrastando
los documentos históricos con los materiales arqueológicos y la distribución de
espacios abandonados: las ruinas arqueológicas, que en su momento fungieron
como centros rectores de control de tráfico y traslado de mercancías entre
distintos pueblos que se comunicaban mediante sus comerciantes, desde el centro
de México hasta la parte más alejada del sur (probablemente el golfo de
Honduras).
55
Capítulo III. EXPLORACIONES EN EL TIGRE
Descripción general
Como ya se ha mencionado Itzamkanac se ha identificado como el sitio
arqueológico El Tigre, éste se localiza al sureste del estado de Campeche (Figura
14), dentro del recién creado municipio de Candelaria, 40 kilómetros río arriba del
poblado con el mismo nombre, sobre la margen izquierda del río Candelaria
(Vargas y Teramoto, 1996: 33).
Este sitio toma su nombre del poblado más cercano que es el ejido de El
Tigre, se ubica sobre lomeríos naturales de origen calcáreo que no exceden los
100 msnm (Vargas y Teramoto, 1975:33). Al norte limita con el río Candelaria, al
sur, este y oeste con el ejido Pablo García. La ocupación del sitio se había
definido hasta los bajos, cubriendo los terrenos del ejido El Tigre, con una
extensión de 500 Ha (Vargas, 2001: 162).
Figura 14. Localización de El Tigre.
56
Fisiográficamente el sitio se asienta entre dos medios distintos; el primero
corresponde a una zona de bajos, pantanosa que permanece inundada una parte
del año y propicia un medio acuoso que se extiende tierra adentro, sobre la
margen derecha del río frente al sitio. Por otro lado, justo en la ribera contraria,
donde se encuentra el mayor número de vestigios arquitectónicos del sitio, hay un
conjunto de lomeríos pequeños (Pincemin, 1987: 6). Es en esta zona donde se
erigió el núcleo o área central y también habitacional del asentamiento humano
que allí residió durante largos períodos de tiempo (los acalanes).
Durante 1996 se realizó el mapeo completo del sitio y se dividió —para su
localización específica— en cuatro grandes cuadrantes (Figura 15). Con el fin de
facilitar la descripción y ubicación de los elementos arqueológicos visibles sobre el
mapa, durante dicho levantamiento (Vargas, 2001: 163).
Lo más importante que se observa en el plano es la relación espacial entre
los distintos edificios, principalmente entre las estructuras de mayores
dimensiones que conforman el centro ceremonial.
Figura 15. Plano general de El Tigre, con retícula general y
localización del punto cero. Tomado de Vargas 2001.
57
La división en cuadrantes forma una amplia retícula de 100 por 100 metros,
que permitió el registro preciso de todos los elementos arquitectónicos. El punto
cero fue colocado en el ejido con la finalidad de contar siempre con un punto de
referencia estable para la ubicación de cualquier excavación en el sitio. Las
coordenadas UTM del punto cero son: N2005665 y E0729181, con respecto a este
punto se localizaron los talleres del cuadrante I y las estructuras del centro
ceremonial en el cuadrante II. El área que ocupa el asentamiento rebasa los cinco
kilómetros cuadrados y cuenta con un total de 1700 edificaciones, entre las que
destacan estructuras de 200m por lado, basamentos piramidales y plataformas de
pequeño, mediano y gran tamaño (Delgado, 2002: 20).
De los cuadrantes en que fue dividido el sitio para su registro, nos interesan
dos en particular: los cuadrantes I y II. En el primero se han localizado, mediante
recorridos, concentraciones con abundante material lítico (sobre todo de
pedernal), alrededor y sobre edificios de altura considerable, que por sus
dimensiones y ubicación con respecto al área central, seguramente tuvieron un
papel preponderante. En el segundo cuadrante se localiza el centro ceremonial,
área principal donde se han realizado las exploraciones y donde se obtuvieron los
materiales arqueológicos de la muestra analizada en esta investigación.
En la descripción de los cuadrantes, realizada por Ernesto Vargas,
podemos anotar que se refiere al cuadrante I como un área que presenta la mayor
concentración de montículos en los primeros 600 metros al este del punto cero, y
a partir de los 200 metros y hasta los 1300 metros, al sur del mismo punto
(Vargas, 2001:163). Menciona que parte del área central (el extremo E) se ubica
dentro del cuadrante I. Es importante señalar que en éste cuadrante se localizan
dos grandes edificios, el primero a 400 metros en dirección este y otro a un
kilómetro en dirección noreste con respecto a la Estructura 4 del centro ceremonial
(Vargas, 2001: 164). Es precisamente entre estos edificios donde se localizaron
las concentraciones de materiales líticos en abundancia, nombradas talleres.
Con respecto al cuadrante II, colinda al norte con el cuadrante IV, al este
con el cuadrante I, al sur con la laguna del Pato y al oeste con los bajos (Vargas,
58
2001: 166). En éste se concentran la mayor cantidad de montículos, además de
las estructuras que conforman el centro ceremonial.
Figura 16. Plano topográfico del centro ceremonial de El Tigre.
PROYECTO ARQUEOLOGICO EL TIGRE ITZAMKANAC CENTRO CEREMONIAL
I I A – UNAM Topografía y dibujo Ernesto Vargas P. y K. Teramoto Estructura 1: V.Palma, M. Guevara y A. Delgado Dibujo: Rubén Gomez Digitalizó: Cuauhtli Medina Romero
Estructura 2
Estructura 3
Estructura 1
Estructura 4 Juego de pelota
0m2 4 8 12 18 24 36 48m
59
EL CENTRO CEREMONIAL
El centro ceremonial (Figura 16) está conformado por cuatro estructuras de
grandes dimensiones, dos plazas, un juego de pelota frente a la Estructura 1 y otro
juego de pelota adosado al norte de la Estructura 4, además de pequeñas
plataformas dispersas entre las estructuras principales (Vargas, 2001: 167). Las
cuatro estructuras presentan distinta forma y tamaño, distribuidas entorno a dos
plazas.
En términos arquitectónicos el área central es heterogénea, puesto que no
se aprecia un estilo arquitectónico definido y las estructuras principales son
totalmente diferentes entre sí (Vargas, 2001: 168).
Se creo una nomenclatura basada en números, para el manejo de la
información arqueológica obtenida durante las exploraciones en las estructuras,
numerando solamente las construcciones principales, así se nombraron
Estructura 1, 2, 3, 4 a los edificios de mayores dimensiones y 5 al conjunto
formado por el juego de pelota.
Cabe señalar que sobre las estructuras desplantan pequeñas edificaciones
a las que se nombra plataformas, por lo que es importante diferenciar el uso de los
dos términos. Estructura se utiliza para
Estructura 1,2 y 3
Estructura 1
Localizada al suroeste de la Estructura 4 y sureste de la Estructura 2, es una
edificación (Figura 17) de nueve metros de altura, con la escalinata de acceso
principal por el lado norte. Sobre la estructura se extiende una pequeña plaza
integrada por cuatro plataformas de menores dimensiones y un edificio mayor en
el extremo sur correspondiente al templo principal, conformando la estructura
como si fuese de un solo cuerpo en el sector sur (Delgado, 2002: 23). Las
plataformas cuentan con un nombre que les fue asignado para su identificación
dentro de la planimetría y para el registro adecuado de los materiales
arqueológicos.
60
Así tenemos las Plataformas 1A (edificio circular ubicado al oeste), 1B
(plataformas al norte del 1A y al noreste de la pirámide principal), 1C (edificio
paralelo al 1B, ubicado en el lado este), 1D (pequeña plataforma, al parecer
habitacional al este de la plaza y noreste de la pirámide principal); al edificio
principal se le considera como parte integral de la estructura, denominado como
templo superior. Al noreste de la Estructura 1 se localiza la plataforma 1E, aunque
se localiza sobre la estructura, se le dio ese nombre por la cercanía con el edificio.
Figura 17. Estructura 1 y plataformas.
0m 2 4 8 12
1A
1B
1C
1D
1E
TEMPLO SUPERIOR
PALACIO HABITACIONAL
61
En el lado este - esquina noreste de la Estructura 1, se exploró un conjunto
habitacional desplantado sobre una plataforma que tiene la fachada principal por
el lado este (Vargas, 2001: 174). Éste se conforma de una serie de cuartos
desplantados sobre la plataforma con los accesos por la fachada este.
Cabe mencionar que este recinto palaciego se encontró en buen estado de
conservación, por lo que es factible apreciar gran parte de los elementos
arquitectónicos que lo conforman. Asociados a este recinto se excavaron cinco
pequeños altares.
Además, sobre la Estructura 1 se localizaron seis mascarones: dos en la
fachada norte del templo superior, dos más en la fachada sur de la plataforma 1C
y los otros dos en la fachada sur de la plataforma 1B. De estos, sólo tres se han
consolidado y restaurado para su exhibición in situ.
Durante las excavaciones en la Estructura 1 se identificaron tres etapas
constructivas, la más temprana pertenece al Preclásico tardío —200 a.C-50 d.C—
la siguiente perteneciente al Clásico terminal —700-950.d.C— y la última
perteneciente al Posclásico tardío —1200 -1557 d.C— (Delgado, 2002: 23).
Estructura 2
Localizada al noroeste de la Estructura 1 y al oeste de las Estructuras 3 y 4
(Figura 18). Esta estructura es la más pequeña del centro ceremonial, mide menos
de 100m por lado y tiene una altura máxima de 25m (Vargas, 2001: 176). La
estructura tiene un templo superior con la fachada principal orientada al este, al
frente tiene una plaza muy pequeña. Al lado sur de la pequeña plaza, se aprecian
los cimientos de una pequeña plataforma habitacional nombrada 2A.
El acceso principal es por el lado este del edificio, constituido por dos
escalinatas, una da acceso desde la plaza principal hasta la pequeña plaza sobre
la plataforma y la otra escalinata permite subir al templo. Sobre este edificio se
encontró una estela, justo en la pequeña plaza en el extremo noreste, al frente del
templo superior. En la Estructura 2 se encontraron las ofrendas de cuchillos que
también se analizan en éste trabajo.
62
Estructura 3
La estructura se localiza al este de la Estructura 2, oeste de la Estructura 4 y norte
de la Estructura 1. Es una plataforma de planta alargada con eje norte – sur.
Cuenta con cinco montículos piramidales desplantados sobre la plataforma y
unidos entre sí, la nomenclatura de estos montículos va de la A hasta la E y de
norte a sur (Fig.19). Por su ubicación es el edificio que cierra las dos plazas
principales del sitio, una conformada por las Estructuras 1 y 2, al sur y oeste de la
Figura 18. Planta de Estructura 2.
0 m 2 4 8 1 2
2A
Altar de Estela
TEMPLO SUPERIOR
63
plaza respectivamente y la otra en conjunto con la Estructura 4 al este. Esta
estructura aún no ha sido explorada.
Esta estructura es muy diferente al resto de edificios, no es característica de
la zona maya, los edificios de este tipo se encuentran reportados en la región
chontal de Tabasco y ésta de El Tigre (Vargas, 2001: 179).
Fig.19. Planta de la Estructura 3 sin explorar.
PROYECTO ARQUEOLOGICO EL TIGRE- ITZAMKANAC
CENTRO CEREMONIAL IIA – UNAM
Topografía y dibujo Ernesto Vargas P. y K. Teramoto Digitalizó: Cuauhtli Medina Romero
0m 2 4 8 12
3E
3D
3C
3B
3A
64
Estructura 5 ó Juego de Pelota
Se localiza al norte de la Estructura 1, en la plaza oeste que cierran las Estructura
2, 3 y 1. Son dos edificios pequeños de forma rectangular, que funcionaron como
los laterales del Juego de Pelota. Éste es del tipo abierto y debió constituir parte
importante dentro del conjunto de edificios que conforman la plaza principal
(Figura 20).
Otro juego de pelota se identificó en la esquina noroeste de la Estructura 4,
aparentemente se encuentra adosado a la estructura en el lateral sur y el lateral
norte está separado, parece del mimo tipo, pero continúa sin excavarse.
Figura 20. Planta y cortes del Juego de Pelota.
65
Estructura 4 y plataformas
Estructura 4
La Estructura 4 se localiza al oriente de la Estructura 3 y noreste de la Estructura
1. Es el basamento piramidal de mayores dimensiones, mide aproximadamente
200m por lado, es de forma cuadrangular, la plataforma se eleva 10m sobre el
nivel de la plaza formando un área casi plana en su superficie, sobre la cual
desplantan ocho edificios de diversas dimensiones; tres conjuntos de pequeños
altares o plataformas rectangulares que no rebasan los 50cm de altura y una
pirámide coronando la fachada este de la Estructura 4 (Figura 21).
Figura 21. Planta de la Estructura 4.
66
El montículo principal alcanza una altura de 28m sobre el nivel de la plaza
(Vargas, 2001: 180). Éste se orienta hacia el oeste cerrando la plaza junto a la
Estructura 3, cuenta con un conjunto de escalinatas que arrancan desde el nivel
de la plaza hasta la cumbre del montículo principal (4A). El templo que debió
coronar la plataforma piramidal 4A (Figura 22), solo conserva parte de los
cimientos.
En el lado norte de la Estructura 4, cerca de la esquina noroeste hay un
edificio rectangular paralelo a otro adosado a la estructura, con las mismas
características, formando los laterales de un Juego de Pelota. En la esquina
sureste —fuera de esta gran plataforma, pero a corta distancia— se aprecia otro
edificio muy parecido en forma a la Estructura 4, pero de menores dimensiones.
Conviene describir detalladamente la Estructura 4 y las plataformas que la
constituyen, puesto que el material analizado en la presente investigación proviene
de este edificio.
Figura 22. Estructura 4.
67
La Estructura 4 cuenta con tres niveles que forman explanadas sobre la
estructura, a manera de pequeñas plazas unidas por escalinatas de acceso o
desniveles. Estos niveles se distinguen de sur a norte por el espacio que ocupan y
las edificaciones8 que conforman cada uno de los niveles. Para su distinción
sobre la plaza los denominamos: sector sur, oriente y norte (Figura 23), la
ubicación es a partir de la plataforma 4A.
8 Se les llama “Estructuras” a las edificaciones mayores que conforman el centro ceremonial y “plataformas” a los edificios que desplantan sobre las anteriores (Vargas, Informe 2001).
Figura 23. Planta de la Estructura 4 con sectores a desnivel.
0m 2 4 8 12
SECTOR SUR
SECTOR ESTE
SECTOR NORTE
JUEGO DE PELOTA
68
El sector sur es el área de mayor extensión queda delimitada al sur por una
posible escalinata que desciende hasta el nivel de la plaza, al norte con la
plataforma 4E, que es la plataforma cercana al desnivel que divide el sector sur
del sector oriente, además como límite norte tiene la cara sur del montículo 4A,
entre ambas plataformas 4A y 4E se aprecia perfectamente el desnivel que cuenta
con un acceso conformado por dos o tres escalones.
La concentración de edificios en el sector sur se da principalmente en el
extremo sureste, donde se localiza la plataforma 4G, un conjunto de cinco altares
pequeños, dos edificios yuxtapuestos, uno con el acceso hacia el sur (plataforma
4H-1) y el otro con dos accesos uno al norte y otro al oriente (plataforma 4H-2).
También en este sector se encuentra la plataforma 4F, que tiene forma de altar,
aunque de mayores dimensiones a los cinco altares antes referidos.
El segundo nivel o sector oriente tiene como límite sur a la plataforma 4E
(plataforma rectangular alargado con orientación este-oeste este), al oeste con la
plataforma 4A; al oriente con la plataforma 4D (es un edificio que presenta
distintos momentos de ocupación, reflejados en las formas arquitectónicas y los
materiales de construcción), por último tiene al lado norte un pequeño altar
cuadrangular (plataforma 4C).
La división entre el sector oriente y el sector norte, consiste en un par de
pequeñas plataformas cuadradas (4B-1 y 4B-2) que tienen la escalera de acceso
hacia el oriente, formando parte del último nivel.
El sector norte queda conformado por un edificio de planta rectangular
situado en la esquina noroeste (plataforma 4B); un pequeño espacio plano al
centro y un conjunto de habitaciones adosadas a la cara norte de la plataforma 4A,
en el lado sur de este sector. Así quedan conformados los tres niveles y espacios
que componen la gran explanada sobre la Estructura 4.
En el frente poniente de la Estructura 4, a nivel de desplante del edificio, se
definió y consolidó una serie de altares pequeños de planta cuadrangular, que
forman parte del conjunto de la Estructura 4.
69
Plataforma 4A
Localizado en el lado poniente de la Estructura 4, es el montículo principal de la
estructura. La plataforma 4A desplanta del nivel de plaza y alcanza 28m de altura,
sobre la superficie de la gran plataforma (Estructura 4) es de 15m, la fachada
principal esta en el poniente y ocupa el centro de la estructura; es uno de los
montículos más altos del sitio (Vargas, 2003:13).
El edificio presentaba un alto grado de destrucción, por lo que la excavación
fue planificada en varias temporadas. La exploración inició por el lado oriente y
norte, finalizando en el poniente, éste corresponde a la fachada principal.
La plataforma 4A esta conformada a partir de cuatro cuerpos. Es
importante mencionar que la correspondencia entre los cuerpos no se puede
apreciar de forma homogénea, debido a las distintas etapas constructivas que —
por el grado de deterioro que presentaron los muros en las distintas fachadas—
quedaron expuestas.
Adosado a la base del lado este, hay una plataforma de forma rectangular
al centro cuenta con una escalinata de cuatro peldaños, ésta se denomina 4A-1
(Vargas: Informe 2000). Al sur de la plataforma 4A-1 se localizó otra plataforma,
que forma parte del acceso al segundo nivel de plaza sobre la Estructura 4,
denominada 4A-2, es de forma rectangular con el acceso formado tres escalones
en el lado sur (Vargas: Informe 2000).
El lado sur está formado por cuatro cuerpos. Adosado al muro del último
cuerpo, desplantando sobre el tercer cuerpo hay un cuarto (Vargas: Informe 2000).
Esta fachada fue la mejor conservada. Gracias a ello se pudo identificar varias
etapas constructivas del edificio, pertenecientes a distintos periodos de ocupación
(Figura 24).
El lado oeste o fachada principal (Figura 24), es el más complejo de todos
los costados. En este lado se aprecian los cuatro cuerpos que constituyen el
edificio principal. Además del conjunto de adosamientos de la escalinata y algunos
cuerpos conformando la fachada hasta el nivel de la plaza. Sumado a estos
70
elementos arquitectónicos hay algunos altares distribuidos en el espacio de la
plaza, sobre el primer y segundo cuerpo de la Estructura 4.
El resto de plataformas, que completan el conjunto del edificio 4A en la
fachada oeste, quedó enumero desde 4A-5 hasta 4A-14. La orientación de dichas
plataformas es variada, ya que algunas se orientan hacia el sur, otras al norte,
además de que sólo algunas tienen peldaños para acceder a la parte superior
(Vargas: Informe 2002).
Figura 24. Lado sur (arriba) y lado oeste de la plataforma 4A (abajo), fachada principal.
71
Tomando como eje central la escalinata de acceso principal en el poniente,
las plataformas o altares se distribuyen de la siguiente forma: al norte se localiza la
plataforma 4A-13 adosada al primer cuerpo del edificio. Esta presenta
ampliaciones o diferentes etapas constructivas en los muros que constituyen sus
cuerpos. Continuando en el lado norte de la fachada oeste tenemos las
plataformas 4A-7 y 4A-8 sobre la plaza.
Sumados a las plataformas 4A-5 y 4A-6 se localizan fuera de la estructura
principal, aunque con relativa cercanía (Figura 25). Las plataformas fueron
construidas en su mayoría con piedra de pedernal, por lo que su acabado es un
tanto burdo y pertenece al periodo más tardío de ocupación. Sus dimensiones son
variables, pero no superan los 8m de longitud mayor en sus lados, la forma de las
plataformas regularmente es rectangular, aunque pueden acercarse algunas a una
forma cuadrada, su altura oscila entre los 50cm y 1m.
Figura 25. Planta de plataforma 4A y altares.
72
En cuanto a las plataformas 4A-9, 4A-10 y 4A-11 se ubican sobre el primer
cuerpo en la fachada oeste de la Estructura 4, la plataforma 4A-12 sobre el
segundo cuerpo de la 4A, justamente al sur de la escalinata principal. La
particularidad de estas edificaciones es su forma cuadrada o rectangular. Los
muros en talud y el tipo de piedra utilizada en la construcción consiste en bloques
de pedernal de mediano y pequeño tamaño.
Por otro lado, se debe mencionar que el acceso principal se compone por
dos escalinatas correspondientes a distintos períodos de ocupación del edificio,
formada por aproximadamente 12 escalones con diferentes medidas en los
peraltes y huellas (Vargas: Informe 2002). Sumada a esta se tiene la escalinata de
acceso a la parte alta del edificio, la cual se forma de un solo cuerpo con
escalones consecutivos y sus respectivas alfardas (Figura 26).
Por último, en el lado norte se aprecian los mismos cuatro cuerpos, pero
con la salvedad de que ahí los muros presentaron mal estado de conservación,
por lo cual, en la consolidación se observan distintas etapas constructivas del
Figura 26. Vista general, fachada oeste de la Estructura 4.
73
edificio, algunas sobre un mismo cuerpo. Se adosan dos conjuntos habitacionales
denominados plataformas 4A-4 y 4A-3, pertenecientes probablemente a la última
etapa constructiva, los dos conjuntos habitacionales tienen el acceso en su lado
norte (Figura 27).
Plataforma 4B
Localizado al norte de la plataforma 4A. El edificio es de planta rectangular con el
acceso principal en el lado norte, constituido por una escalinata de cinco peldaños
(Figura 28). La plataforma 4B es una construcción homogénea, tiene simetría en
sus lados, una escalinata que permite el acceso a las habitaciones, pese a las
dificultades durante su exploración se pudo liberar el edificio, permitiendo mostrar
las cualidades arquitectónicas.
Es un edificio de esquinas redondeadas y construido con piedra caliza (de
sascab) perfectamente labrada con forma cuadrada (sillares) y ordenada en
alineamientos, presenta una ceja con el mismo tipo de piedra. Éste tipo de
acabado en los edificios es poco común en la región (Vargas: informe 2001). Los
muros de revestimiento en la plataforma 4B son similares a los identificados en la
región de Río Bec.
Figura 27. Lado norte de la plataforma 4A.
74
Por lo tanto, este edifico puede asociarse al estilo arquitectónico Río Bec,
por el trabajo que presentan los materiales utilizados en su construcción y también
por las formas de acabado que presenta.
Al lado sur de la plataforma 4B hay otra de menores dimensiones y altura,
denominada 4B-1, luego marcando el desnivel entre el segundo y tercer nivel
sobre la gran Estructura 4 hay un par de habitaciones (nombradas 4B-2) que
tienen la función de acceso al último nivel de la Estructura 4.
Figura.28. Planta y cortes de la plataforma 4B
75
Plataforma 4C
Ésta se ubica justo al extremo norte de la Estructura 4, entre las plataformas 4B y
4D. Corresponde a un altar de base cuadrada con escalones por los cuatro
costados (Vargas, Informe 2000). Es de piedras cuadradas de sascab, muy bien
labradas. Los escalones de los lados contrapuestos: norte-sur, este-oeste, son
similares (Figura 29).
Plataforma 4D
Se localiza en la esquina noreste de la Estructura 4. Es una plataforma de planta
rectangular con orientación norte-sur, flanqueado por cuatro escalinatas —una en
cada lado—, un cuerpo rectangular dividido en su extremo norte por una
plataforma de forma semicircular, la cual tiene adosado un pequeño altar en su
lado oeste, el cuerpo semicircular es probablemente una subestructura, lo cual
explica su ubicación y posición dentro del edificio (Vargas: informe 2002). Las
escalinatas se adosan al edificio rectangular, una en cada lado de la plataforma
4D (Figura 30).
Figura 29. Plataforma 4C, dibujo de planta y fotografía.
76
Además, en el lado oeste tiene dos habitaciones adosadas, pertenecientes
a la última etapa constructiva (Figura 31), aparentemente por el tipo de materiales
arqueológicos localizado durante las exploraciones, son las habitaciones de una
vivienda. Cabe mencionar que la orientación de estas habitaciones es diferente a
Figura 30. Plataforma 4D, planta. Tomada del informe 2004.
77
la del la plataforma, está desviadla noroeste, sus muros son apenas la huella de
los cimientos.
En la plataforma 4D se aprecian dos periodos de ocupación determinados
por los elementos arquitectónicos presentes en los lados liberados (Vargas:
informe 2004). En cuanto a elementos arqueológicos importantes, se localizó gran
cantidad de fragmentos líticos asociados con cerámica, instrumentos completos
como cuchillos, puntas y hachas de mano (fabricados con pedernal) ubicados en
lugares particulares como esquinas, escalones y rodeando los muros por el
exterior. En el extremo sur de este edifico, se localizó un relleno de lascas de
pedernal, las que al parecer son producto del desecho de talla (determinado así
por el tipo de lascas).
Plataforma 4E
Se ubica al oriente de la plataforma 4A, entre el primero y segundo desnivel de la
plaza sobre la Estructura 4. La plataforma 4E es de planta rectangular orientado
este- oeste. Si bien el acceso se localiza en el lado norte de la plataforma, esta
Figura 31. Vista general de la plataforma 4D.
78
constituido por un solo escalón (Figura 32). La plataforma esta conformada por
habitaciones, definidas así por las divisiones al interior de los muros.
Adosada a la plataforma hay una subestructura denominada 4E-sub, que se
localiza al oriente del edificio. Está presenta planta circular y presentó aplanado
casi en su totalidad. Por la ubicación y profundidad en que se localizó, es probable
que pertenezca a las etapas constructivas más tempranas. Es pertinente
mencionar que este edificio marca la separación entre el primero y segundo nivel
—de tres— en que está divida la gran Estructura 4.
Plataforma 4F
Se localiza al noreste de la plataforma 4G y al noroeste de la plataforma 4H-1. Es
una plataforma de forma rectangular con eje este-oeste y una saliente de muro al
PROYECTO ARQUEOLOGICO El Tigre Temporada 2003 Estructura 4, Plataforma 4E Planta. Dibujo: Ernesto Vargas Angélica Delgado.
Figura 32. Planta de plataforma 4E y 4E sub.
79
centro del edificio en dirección sur, este edificio fue construido con piedra de
pedernal y podría fecharse para uno de los periodos más tardíos (Figuras 33-34),
probablemente tenía el acceso en el lado oeste.
Plataforma 4G
Localizada en el extremo sur de la Estructura 4, al suroeste de la plataforma 4H-1.
Es una edificación de planta rectangular, en la esquina noreste tiene adosado otro
edificio de planta rectangular pero de dimensiones menores.
En la esquina sureste de la plataforma hay un conjunto de habitaciones al
interior del edificio (Figura 35). Los accesos a dichas habitaciones demuestran que
la fachada principal del edificio estuvo en el lado sur. Aledaña a este conjunto hay
un cuarto rectangular, separado del conjunto por un angosto pasillo (lado sur).
Paralelo a este cuarto hay otro en el extremo noroeste de la plataforma, es de
planta rectangular. Fue un edificio compuesto por diferentes espacios, definidos en
el interior y exterior del mismo.
En la plataforma, al oeste del conjunto de habitaciones, hay una explanada
delimitada por un muro perimetral que define un amplio espacio cerrando
solamente sus lados sur, este y oeste, dejando abierto el lado norte, donde se
Figura 33. Plataforma 4F.
Figura 34. Plataforma 4F, dibujo de planta.
80
ubican dos escalinatas de acceso, una que se dirige hacia la explanada y otra
hacia las habitaciones.
Al sureste de la plataforma 4G hay seis altares (Figura 36) ubicados entre la
plataforma 4G y 4H. Tres corresponden al edifico 4G, mientras que los otros tres
pertenecen al conjunto 4H. Pero, en realidad, los seis altares forman un solo
conjunto.
El edificio 4G representa distintos periodos de ocupación integrados en un
mismo espacio sin presentar superposiciones —por lo menos en los dos periodos
más tardíos— y permitiéndonos apreciar las diferencias arquitectónicas que la
conforman (Figura 37).
Figura 35. Planta de plataforma 4G.
Conjunto de habitaciones.
Muro perimetral De Explanada
Escalinata
Escalinata
Cuarto Sur
Plataforma adosada
81
Figura 37. Vista general de las plataformas 4G y 4F.
Figura 36. Conjunto de Altares entre la plataforma 4G y 4H-1.
4G-1
4G-2
4G-3
4H-4
4H-3
4H-5
82
Plataformas 4H-1 y 4H-2
Localizadas en la esquina sureste de la Estructura 4, al noreste de la plataforma
4G. Las plataformas 4H-1 y 4H-2 son los principales edificios de otro conjunto
(Figura 38), constituido por dos plataformas y tres altares.
En principio se creyó que el montículo era un sólo edificio. Pero durante el
transcurso de las exploraciones resultó que estaba conformado por dos edificios
yuxtapuestos, pertenecientes a temporalidades distintas. Lo cual se definió a partir
del tipo de piedra con que se construyeron y de la forma y distribución de los
espacios. La nomenclatura de los edificios quedo de la siguiente manera: 4H1,
4H2 (los edificios principales), 4H3, 4H4 y 4H5 (los altares en orden de
identificación).
Figura 38. Planta de las plataformas 4H-1, 4H-2 y los tres altares: 4H-3, 4H-4, 4H-5.
4H-1
4H-2
4H-5
4H-4
4H-3
83
El edificio 4H-1 es de planta rectangular mostrando mayor longitud en el eje
este-oeste. El acceso principal es por el lado sur. La plataforma es de esquinas
redondeadas, en el frente sur tiene una explanada de aproximadamente tres
metros hasta el desplante de la habitación superior, rematada por un escalón
adosado en el lado sur. La habitación tiene muros divisorios adosados al muro
norte, formando tres cuartos de las mismas dimensiones. Cada uno de los cuartos
cuenta con acceso propio.
Llama la atención el estilo arquitectónico que presenta la cara posterior o
norte, es un diseño de bloques labrados (sillares) con ceja en la parte inferior y
superior, sumado a tres conjuntos de tamborcillos elaborados con piedra caliza
blanda (denominada de sascab). El diseño lo conservó en todas sus fachadas,
aunque en algunos sectores más destruido que en otros.
Cabe mencionar que en la fachada sur se localizó los restos de unos
diseños en estuco, aparentemente el diseño de un cartucho con glifo (Figura 39).
Dadas las características de los materiales constructivos y los acabados, al edificio
se le ha situado dentro del estilo Río Bec.
Figura 39. Cartucho con glifo en la fachada sur de la plataforma 4H-1.
84
La plataforma 4H2 esta separada de la 4H-1 por un angosto pasillo. El
edificio 4H-2 es de mayores dimensiones, pero su composición arquitectónica no
es tan homogénea, ya que los muros de los cuatro costados presentan materiales
de fábrica diferentes, así como un acomodo de piedras irregular.
El lado sur de la plataforma 4H-2 está construido con piedra pequeña de
pedernal y caliza combinada bien acomodada y unidas con una argamasa de cal,
arena o sascab y arcilla (mezcla de alta compactación). El muro sur es recto a la
altura de la esquina suroeste donde tiene un talud pronunciado.
El lado oeste es un muro de piedra de pedernal grande y burda bien
alineada. El lado norte presenta uno de los dos accesos, combina dos tipos de
materiales distintos, al poniente es un muro de piedras de pedernal grandes y al
oriente piedras de sascab alineadas y de medianas dimensiones (30x20x15). Lo
anterior, nos hace pensar en las distintas modificaciones que sufrió el edificio. Por
último, en el costado este se recupero el desplante del muro este y algunos
alineamientos de diversas etapas, en este costado se ubica la segunda escalinata
de acceso a la plataforma 4H-2. Sin embargo, este lado es el más dañado.
En la parte superior del edificio 4H-2 hay desplantes de muros (de 20 cm de
altura) que dividen los espacios en cuartos (posiblemente habitaciones). En la
parte superior de la plataforma, subiendo por la escalinata del lado norte están las
dos habitaciones divididas por un muro y circundadas por otro muro corrido que
delimita el perímetro de las habitaciones para los lados sur, este y oeste, dejando
el norte como acceso principal.
El costado oeste tiene un muro perimetral que rodea parte del edificio en
forma de rectángulo que cubre una porción pequeña del edificio en el lado oeste.
Al parecer este cuarto rectangular se une a las habitaciones mediante un escalón
ubicado en un pasillo angostísimo que los separa. Por la complejidad de la fábrica
se puede inferir que fue un edificio importante por las múltiples modificaciones o
bien por la complejidad de la construcción y por estar unido a otro edificio.
Finalmente, como ya quedo dicho las tres plataformas restantes, son
edificaciones con forma cuadrangular o rectangular que se asemejan a altares,
85
estas plataformas conforman en conjunto con las tres asignadas a la plataforma
4G, el conjunto de seis altares. La similitud en la fábrica, permite apreciar la
homogeneidad de los muros en los altares, elaborados con pequeños bloques de
piedra labrada unidos con argamasa de tierra y cal, el tipo de revestimiento de los
muros es similar al conocido estilo Río Bec.
EXCAVACIONES DE LA ESTRUCTURA 4
El proceso de excavación sigue los lineamientos del proyecto, cuyo objetivo
principal es la investigación de la sociedad asentada en el antiguo emplazamiento.
Para concretar el objetivo se realizó la exploración y consolidación de los edificios
que conforman el centro ceremonial, concluyendo en la conservación del sitio
arqueológico. El sistema de excavación utilizado fue mediante pozos, calas de
aproximación y en algunos casos excavación extensiva, conforme lo requirió la
exploración.
Las exploraciones en el sitio arqueológico se iniciaron en 1984 con
excavaciones parciales sobre las Estructuras 1 y 2. Fue en 1997 que se reiniciaron
los trabajos arqueológicos en el sitio, excavando nuevamente la Estructura 1 para
concluir con los trabajos pendientes. En el 2002 se concluyó la exploración del
juego de pelota o Estructura 5. Concluyendo en 2005 con las excavaciones en las
Estructura 4 y 2. Las exploraciones de la Estructura 4 iniciaron en el 2000 y
concluyeron en 2005.
Durante las excavaciones en la Estructura 4 se obtuvieron cantidades
considerables de materiales arqueológicos como: fragmentos cerámicos en
grandes cantidades, material lítico abundante, huesos de animales, entierros,
ofrendas y/o diversos objetos completos definidos como ofrendas, por la ubicación
especial que tuvieron dentro del contexto arqueológico. En las dos últimas
temporadas se exploraron los edificios de mayores dimensiones de la Estructura
4, se obtuvo la mayor cantidad de artefactos líticos.
Uno de los objetivos de las excavaciones de la Estructura 4 fue definir la
fachada principal del edificio; las exploraciones en la fachada oriente permitieron
86
descartar la idea de que el acceso a la pirámide principal fuera por esta fachada,
resultando el acceso principal por la fachada poniente de la Estructura 4. Las
primeras exploraciones se realizaron en la plataforma 4A liberando el lado este,
sur y oeste (Figura 40).
En las exploraciones de la fachada oeste de la Estructura 4, se identificó la
escalinata de acceso principal y los pequeños altares distribuidos en la base de la
Estructura 4, en la explanada de la plaza principal, pero muy cercanos al edificio.
Las excavaciones en la fachada sur de la plataforma 4A, iniciaron con el
desplante de la pirámide sobre la gran plataforma. Posteriormente se excavaron
las plataformas 4C, 4D, 4E y 4E-sub.
Entre los materiales líticos obtenidos en estos sectores, sobresalen dos
pares de esferas perfectamente labradas con una protuberancia con forma de asa
o agarradera perforada, semejante a una pesa de red, pero de dimensiones
mayores, probablemente pesas de balanza. El peso de las esferas o pesas de
balanza fue de 3.5kg un par y 4.3kg el otro.
Figura 40. Plataforma 4A, al inicio de las exploraciones.
87
En la temporada 2001 se continuó con las exploraciones en la Estructura
4A. Además de excavar la plataforma 4B y 4B-1. Dichas exploraciones dejaron al
descubierto un edificio de estilo arquitectónico Río Bec —la plataforma 4B—,
además de un altar con cuatro accesos o escalinatas —la plataforma 4C— y un
edificio de poca altura —la plataforma 4E— que solamente muestra divisiones
internas de cuartos o habitaciones. Esta plataforma, a diferencia de las anteriores,
presenta una orientación distinta con respecto al eje de la Estructura 4. Como
parte de las exploraciones de la plataforma 4E, se identificó una subestructura de
forma circular, probablemente de temporalidad más temprana.
Para 2002 el objetivo principal fue liberar el lado oeste de la plataforma 4A
hasta la base de la Estructura 4 y concluir la excavación de los altares ubicados en
el frente oeste. Además de las excavaciones en el Juego de pelota y en la
plataforma 1E. Durante está temporada se excavaron y liberaron diez, la mayoría
presentó características constructivas similares, aunque en dimensiones y formas
mostraron ligeras variaciones que no rompen con la homogeneidad de las
pequeñas construcciones.
En la temporada 2003 se exploraron las plataformas 4G y 4F sólo
parcialmente, mientras se continuó con la excavación en el frente oeste de la
plataforma 4A, liberando la escalinata de acceso principal y la parte superior de la
pirámide. En esta temporada los trabajos se centraron en la plataforma 4A.
En 2004 se excavaron las plataformas 4B-2, 4D y 4E-sub (segunda etapa),
4F, 4G y se concluyó la consolidación de la escalinata de acceso principal a la
Estructura 4A. La plataforma 4D se reexcavó en la plataforma rectangular adosada
al sur del basamento circular. Las excavaciones en este edificio nos aportaron
datos relevantes, porque fue aquí donde se identificaron cantidades considerables
de desechos de talla, como un gran relleno de lascas de pedernal en el extremo
sur del edificio, usadas para el crecimiento del edificio mediante más cuerpos, en
distintas etapas constructivas.
88
Con la excavación de la plataforma 4B-2 se logró definir el acceso al tercer
nivel sobre la Estructura 4, en este nivel se localizan la plataforma 4A-1, 4A-2 y
4B.
Las plataformas 4F y 4G se exploraron en su totalidad. La excavación en la
plataforma 4G fue complicada debido a sus dimensiones; a pesar de no ser un
edificio de gran altura, es el de más grande en extensión en comparación con los
previamente explorados. Mientras que la plataforma 4F aparentemente es un altar
de grandes dimensiones.
Por último durante la temporada 2005 se exploraron los altares situados al
este de la plataforma 4G y otros tres localizados al oeste de la plataforma 4H-1. El
acceso principal de la plataforma 4H-1 es hacía el sur y el de la plataforma 4H-2
en el norte. Un dato importante relacionado con la fachada norte de la plataforma
4H-2 es que se logró identificar un basurero o tiradero y tres ofrendas.
En el basurero se identificó fragmentos y piezas completas de instrumentos
líticos, grandes cantidades de cerámica y diversos artefactos de hueso, concha y
piedras diversas. Las ofrendas se localizaron en las esquinas de las dos
escalinatas de acceso norte de la plataforma 4H-2. Al igual que en las plataformas
4D y 4G, en los edificios 4H-1 y 4H-2 se identificaron artefactos líticos del tipo
bifaciales: hachas de mano, cuchillos y puntas, entre otros, asociados a esquinas.
Los materiales de la muestra se obtuvieron de las diversas temporadas de
excavación en la Estructura 4, comenzando éstas en el montículo 4A y
concluyendo en los edificios 4H-1 y 4H-2. Así el proceso de exploración en este
edificio se ejecutó en distintos tiempos, logrando ampliar la colección de artefactos
que son objeto de estudio en esta investigación.
Con respecto a la exploración de la Estructura 2, las primeras
intervenciones se realizaron durante el proyecto de Piña Chan en los 80’s, quién
exploró la fachada este del templo superior (Figura 41) que corona la Estructura 2
y asimismo Piña Chan liberó parcialmente la escalinata del templo.
89
Durante el proyecto actual, las exploraciones de la Estructura 2
comenzaron en 2004, excavando el frente oriente en la base y desplante de las
escalinatas. Se liberaron la segunda y tercera escalinata, el templo superior, la
plataforma 2A y la explanada en donde se encuentra la estela.
Se exploraron los lados norte, oeste y sur del templo superior, definiendo
parcialmente los cuerpos que conformaron la fisonomía del templo. De las
exploraciones en este edificio, se obtuvieron las dos ofrendas de cuchillos
incluidas en la muestra de materiales, además de algunos bifaciales y puntas. En
comparación con el material obtenido en la Estructura 4, el perteneciente a la
Estructura 2 es un porcentaje bajo, salvó porque las ofrendas contienen una
cantidad considerable de artefactos líticos (únicamente cuchillos), conformando el
23.22% (222 piezas) de la muestra.
Figura 41. Templo superior de la Estructura 2, exploraciones.
90
CAPÍTULO 4. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
PROBLEMÁTICA
La problemática se sustenta en el análisis y asociación contextual del material
lítico extraído en varias temporadas de campo en el sitio arqueológico “El Tigre”.
Como es sabido:
El estudio de los artefactos líticos ha sido relegado a segundo plano, debido a la gran
importancia que se le otorga —en la practica arqueológica— a la excavación y restauración
de arquitectura monumental; a la búsqueda de tumbas y a los estudios de patrones de
asentamiento, actividades en las que muchas veces los artefactos líticos son productos
secundarios de investigación (Cervera, 1996:8).
Por esta razón se realizó la presente investigación, puesto que aborda el
tema de los procesos de producción y control sobre instrumentos líticos, en un
sitio de gran importancia como es “El Tigre”, dentro de una región que ha sido
poco estudiada.
Uno de los principales intereses fue reconstruir hipotéticamente los
diferentes estadios de manufactura que atraviesa el material lítico, hasta llegar a
constituirse en instrumentos como los que conforman el material en análisis;
específicamente el elaborado con pedernal (sílex, chert o flint), por ser ésta la
materia prima de mayor abundancia en la región.
Con base en la definición de dicho proceso productivo, se propone como el
grupo en el poder ejerció control directo sobre el manejo del recurso lítico —
instrumentos— durante las distintas fases del proceso (obtención de la materia
prima, elaboración y distribución).
Para dar sustento a las hipótesis se realizó la clasificación y el análisis
tipológico de los artefactos recuperados durante excavaciones en la Estructura 4 y
la Estructura 2, con la finalidad de proponer una interpretación acertada acerca del
significado que tiene la peculiar concentración de artefactos líticos sobre cada
edificio.
91
Si como menciona Ernesto Vargas:
…para poder utilizar los recursos naturales que el ambiente proporciona al hombre, éste
debe tener el conocimiento preciso de la materia prima, la forma y el tiempo en que debe
ser utilizada, cómo organizarse para efectuar el trabajo, y el ritual que corresponde a cada
actividad. Por lo tanto, en toda actividad está presente el conocimiento del mundo natural,
la organización social y del trabajo y el aspecto ritual (Vargas, 1993: 364).
Entonces es viable que, mediante la descripción e interpretación del
proceso productivo que da como resultado la elaboración de instrumentos líticos
de pedernal, se pueda inferir las actividades sociales resultantes del mismo, en
sus distintos ámbitos o niveles como son el económico-político y el ideológico-
religioso.
El estudio se centró en definir, describir y analizar los procesos económico-
sociales que se gestaron en los distintos espacios, desde los lugares de obtención
de la materia prima, los talleres y los edificios donde se prevé que se gestaba la
distribución y redistribución de los productos acabados.
Es pertinente mencionar que por su forma y dimensiones, los edificios son
representativos en el sitio arqueológico. Además pertenecen al conjunto de
estructuras que conforman el centro ceremonial de “El Tigre” (Vargas, 2001: 41).
El motivo por el cuál se eligió el material lítico de las Estructuras 4 y 2, es
porque de ambos edificios se obtuvo un número considerable de artefactos líticos
muy diferentes entre sí. Además de la probable función que tuvieron, una como
posible recinto de la élite gobernante (Vargas, 2001:165) y la otra como sede de
eventos primordialmente religiosos. Por lo tanto, resulta una interesante muestra,
para que, en asociación con la identificación de áreas de actividad o talleres, se
definan los procesos productivos y con base en ello determinar de que manera se
ejerció el control sobre los instrumentos líticos.
Al inferir los procesos que dan origen a un elemento lítico común dentro de
la región e interpretar su posible función, se abren las puertas para futuras
discusiones que permitan ampliar el espectro de interpretaciones fundamentadas
en torno a los mismos. Además de permitirnos entender el sentido de uno u otro
tipo de artefacto según el contexto donde se localizó, en este caso el edificio.
92
Planteamiento del Problema
A raíz de los intereses expresados con anterioridad es pertinente explicar el
seguimiento que tendrá la problemática. A continuación se formula mediante
preguntas concretas, que deberán ser contestadas durante el desarrollo de la
investigación.
¿Cómo se ejerció el control económico – político – ideológico sobre la
producción de los instrumentos de pedernal en El Tigre, Campeche?
Considerando la primera pregunta como eje de las siguientes, tenemos dos
bloques de interrogantes.
- 1A ¿Cuáles son los elementos líticos de mayor abundancia en la muestra,
principalmente de pedernal?
- 2A ¿De dónde se obtiene la materia prima?
- 3A ¿Cuáles son las diferentes fases que tiene el proceso de producción
lítica, básicamente para instrumentos de pedernal?
- 4A ¿Cuáles son las características principales que presentan los supuestos
lugares de manufactura en El Tigre? Caracterización de los yacimientos,
talleres y lugares de resguardo y uso de los artefactos líticos.
- 1B ¿Con qué elementos materiales e ideológicos se pueden asociar los
instrumentos líticos dentro del contexto, para determinar el significado y
función que tuvieron dentro de la sociedad?
- 2B ¿Qué representa en cada edificio, la abundancia de artefactos líticos, a
diferencia de la muestra obtenida en las exploraciones de la Estructura 1?
- 3B ¿Qué papel juega el pedernal y los artefactos de mayor abundancia
elaborados con este material, dentro de la ideología maya-chontal en
Itzamkanac?
- 4B Dentro de la producción ¿Cómo se puede percibir el control ejercido
sobre la elaboración y el manejo de un instrumento lítico de pedernal?
93
El orden adjudicado a los cuestionamientos responde a dos grupos de
ideas principales: el primero relativo a la producción (marcado como A) y el
segundo referente a las cuestiones ideológicas (marcado como B).
Mediante la reconstrucción hipotética de los estadíos de manufactura de
instrumentos de pedernal en la muestra y definiendo el proceso productivo se
puede proponer cómo el grupo en el poder o ciertos grupos dominantes, ejercieron
control directo sobre el manejo de la producción de instrumentos líticos en las
distintas fases del proceso productivo; dirigiendo nuestra atención sobre una
producción definida: los instrumentos de pedernal, en las diferentes fases
(obtención de la materia prima, elaboración y distribución).
Con base en lo anterior se puede inferir qué actividades sociales propician
o resultan de la ejecución de las distintas fases del proceso productivo, actividades
en dos niveles el económico-político y el religioso-ideológico.
Objetivo General
El objetivo principal es interpretar, en términos de la organización económica y de
la reproducción ideológica, el papel que jugó la industria lítica, principalmente de
pedernal, en El Tigre. La base y corpus de la interpretación la constituyen los
artefactos líticos localizados en dos edificios del centro ceremonial (Estructuras 2 y
4).
Por una parte, se persigue relacionar los artefactos (cuchillos) como componente
esencial de un ritual religioso, otorgándoles un significado estrictamente
ideológico. Por otra, argumentar el posible control ejercido por el grupo de élite
sobre la producción de cierto tipo de instrumentos (hachas), que al igual que los
cuchillos sirvió para sustentar su posición social dentro de la sociedad maya de
Itzamkanac.
Además de inferir cómo se dió el control y manejo del proceso productivo,
determinando los diversos estadíos por los que atraviesa el material lítico de una
región (alto Candelaria) dentro de la provincia de Acalan, mediante la identificación
de los espacios donde se realiza la manufactura de instrumentos líticos, con la
94
finalidad de definir los diferentes momentos dentro de dicho proceso,
determinando así cómo y quiénes ejercen el control sobre dicha producción y
reproducción.
Objetivos particulares
• Proponer los posibles lugares de extracción de la materia prima o
yacimientos. Con base en ello, identificar los lugares donde fueron
elaborados los instrumentos, incluyendo los sectores del centro ceremonial
donde se han encontrado desechos de talla (esto dentro o cerca de las
plataformas internas de la Estructura 4).
• Hacer el análisis comparativo (estadístico) con los materiales líticos
obtenidos en las exploraciones de ambos edificios (2 y 4).
• Identificar las industrias líticas.
• Detectar a qué etapas del ciclo de vida de los instrumentos corresponde
cada uno de los artefactos recuperados.
• Determinar qué tipo de instrumentos se produjeron, a qué nivel y qué
etapas del proceso de producción se encuentran representadas por los
diversos artefactos.
• Hacer una reconstrucción hipotética de los estadíos de manufactura de
instrumentos en la muestra mediante la definición del proceso productivo.
• Inferir qué actividades sociales propician o resultan de la ejecución de las
distintas fases del proceso productivo, actividades en dos niveles:
económico-político y religioso-ideológico.
Hipótesis
1. Si los lugares de fabricación de los instrumentos líticos se encuentran en
zonas específicas dentro del perímetro delimitado para el sitio
arqueológico y, además de esto, existen concentraciones de desechos
dentro del centro ceremonial (específicamente en algunas plataformas),
significa que existió control sobre la producción de dichos instrumentos
95
dentro de los talleres y la subsiguiente transportación al lugar donde se
realizaban los acabados finales a los artefactos, que es donde también
se da la distribución.
2. Si el pedernal es una materia prima abundante en la región del río
Candelaria dentro de la provincia de Acalan, entonces la cabecera de la
provincia que corresponde a Itzamkanac, jugó un papel relevante sobre
la producción de instrumentos elaborados con esta materia prima.
3. Si existen dos tipos de instrumentos líticos, de gran abundancia dentro
de la muestra, entonces se puede sostener que eran empleados en
distintas actividades sociales, regidas y controladas por los individuos
que ejercían el poder político-religioso sobre esta sociedad, efectuando
el control sobre la producción y distribución de los instrumentos de
pedernal.
4. Sí uno de los artefactos de mayor abundancia son hachas en la
Estructura 4, y una de las principales funciones del hacha como símbolo
es dar y quitar vida, se le asocia como símbolo del rayo asociado con la
lluvia y como instrumento es útil para talar y desmontar áreas
susceptibles de ser cultivadas. Y como la economía de un pueblo se
sustenta en controlar las actividades productivas. Entonces éste
elemento tiene un fuerte significado para el grupo en el poder y, más
aún, si se trata de quienes controlan la economía, como se supone son
los individuos que sustentan el poder político dentro de la sociedad.
5. Por otro lado, las concentraciones de cuchillos identificadas sobre la
Estructura 2 y la Estructura 1, habla de ciertos rituales que se realizaban
en los edificios, con instrumentos especiales.
MARCO TEÓRICO
En la presente investigación, se utilizan los conceptos e ideas generadas dentro
de los diversos estudios que hacen referencia directa a las divisiones político –
territoriales que se identifican en distintas áreas de Mesoamérica, con la finalidad
96
de insertarlo en un marco general, donde es necesario tener claro una definición
de cómo surgen las relaciones políticas, económicas y sociales dentro de una
sociedad basándose en la especialización del trabajo.
Se puede mencionar que para la región ya existe un trabajo que permite
apreciar como fue la estructura socio-política existente en algunos períodos de la
época prehispánica (Figura 42); Ernesto Vargas (Vargas, 2006:127) hace
explícitas las características más importantes para diferenciar los tipos de
entidades políticas existentes en el periodo Posclásico en la provincia de Acalan y
basado en esta diferenciación de dos entidades políticas “las segmentarias y las
centralizadas” coloca a la provincia de Acalan, dentro de la segunda categoría.
Define las principales instituciones mediante las cuales se organizaron y rigieron
los grupos chontales de esta provincia, además de los niveles jerárquicos o
puestos de importancia que tenían sus gobernantes y representantes.
Ernesto Vargas plantea los límites territoriales que debió tener la provincia
de Acalan, dividiéndola en una cabecera y cuatro batabil’obs, describiéndolos
conforme a una división territorial específica, donde el medio físico constituye
parte importante de esta división. Con esto, se infiere que los batabil pudieron
fungir como puntos estratégicos de control sobre el comercio que se realizaba vía
el río Candelaria, para conectar distintos puertos de tráfico de mercancías.
Figura 42. Cuadro cronológico de la región, que muestra los periodos de ocupación en El Tigre.
97
Con lo anterior se puede pensar en diversos tipos de control sobre los
bienes líticos producidos al interior de un grupo social. Estos tipos o formas de
control se han representado mediante diversos modelos, dirigidos principalmente a
la producción de artefactos cerámicos, pero que actualmente pueden aplicarse a
las producciones de instrumentos líticos. Existen varios modelos económicos
propuestos en la literatura arqueológica que se refieren a los tipos de producción
que se desarrollaban en las sociedades prehispánicas. Se menciona sólo dos
modelos que consideramos los más relevantes y pertinentes a la presente
investigación.
El primer modelo es el utilizado por Sheets en el sitio Joyas de Cerén, El
Salvador. Según este autor las actividades económicas dentro de la comunidad
se pueden dividir en tres categorías. La primera involucra algún grado de control
por parte del grupo en el poder, mientras que las dos restantes comprenden
actividades económicas igualitarias, cuyo control residió en los grupos domésticos.
En la primera categoría el sistema económico se denomina economía
vertical; ésta incluye artículos que los grupos domésticos obtienen de la élite o de
especialistas asociados al grupo en el poder o de elite. Son artículos controlados
por la élite, ya sea durante la producción, la distribución o el consumo. La
intervención de la élite en estos estadios permitió establecer relaciones de
desigualdad, que resultan en una mezcla de lealtad, deuda y dependencia de la
gente común con la élite.
La segunda categoría9 es la economía comunitaria. Ésta involucra
especialización de medio tiempo del grupo doméstico en la fabricación de
instrumentos, y un intercambio horizontal entre grupos domésticos distintos dentro
o fuera del sitio (Sheets, 2002:218). La tercera y última categoría es la economía
doméstica, la cual se enfoca en los instrumentos que se producen al interior del
grupo, para uso doméstico, que no necesitan asistencia de artesanos fuera del
grupo. Ésta correspondería a lo que el autor llama economía de subsistencia 9 En este caso, el concepto de categoría hace referencia al nivel jerárquico y tipo de actividad que se realiza al interior del grupo, cada categoría maneja el tipo de economía que se da al interior del grupo en su respectivo nivel social.
98
(Sheets, 2002:218). Lo importante de este modelo es quién controla la producción
o la distribución de los bienes.
La integración económica vertical y horizontal confrontada con el patrón de
asentamiento disperso de las comunidades mayas del período Clásico debió
requerir de sistemas de distribución para materias primas y productos terminados
de gran complejidad (Chase, 2001: 107).
Otro modelo es el llamado de la intensidad de producción, propuesto por
Boeke (1953 en Gibson, 1982:31); el cual integra cuatro formas de producción
artesanal dentro del sistema económico, las cuales se diferencian por la intensidad
de la manufactura de los bienes artesanales. El primer nivel lo denomina industria
doméstica, la producción en éste tiene como objetivo únicamente satisfacer las
necesidades de consumo doméstico, por ello la producción a esta escala se
encuentra desconectada del comercio.
El siguiente lo denomina artesanal (handcraft), los objetos producidos en
este nivel se destinan al intercambio local y se produce a partir de las necesidades
sin fines de acumulación; el intercambio es directo productor-consumidor. La
tercera categoría la denomina industria casera (Cottage). En este nivel los objetos
que se producen están destinados para el mercado. Aunque la producción entre
artesanos no les ocupa todo su tiempo y hay intermediación entre productor y
consumidor. En este nivel ya puede existir acumulación de bienes.
Por último, está la especialización artesanal intensiva. En este nivel se
produce de tiempo completo, volviéndose la actividad primordial de quienes la
realizan. La actividad de manufactura se realiza en un taller común, bajo
supervisión y con una división técnica de labores. Aquí el objetivo primordial es la
acumulación de bienes (Peniche, 2004: 34).
Los anteriores modelos son ejemplos que normalmente han sido aplicados
al material cerámico estudiado por los respectivos autores, pero que podría
ajustarse al segundo material más abundante que producen las excavaciones: la
lítica.
99
Aunque la mayoría se aplica siempre a estudios de obsidiana, —por la
rareza de este material en las tierras bajas mayas— ya existen algunos estudios
que se enfocan al pedernal y utilizan los modelos de producción para explicar la
naturaleza de la manufactura de los implementos de pedernal, en determinados
sitios.
Autores como: Potter y King en Colhá, Gibson en su tesis doctoral (1986)
aplica el modelo de Boeke (1953 en Gibson 1986:31), Valdez y Potter (1991)
también emplean el modelo propuesto por Boeke para determinar el nivel de
producción de instrumentos de pedernal en Copán durante el periodo Clásico,
Moholy – Nagy (2000) en Tikal utilizan un modelo propuesto por Stanley y
Kneebone. Todos ellos han utilizado alguno de los modelos de producción y
control propuestos para los materiales cerámicos, aplicando sus conceptos sobre
la producción de instrumentos elaborados en pedernal. No obstante es oportuno
mencionar que existen investigaciones que no utilizan ningún modelo en particular
(Peniche, 2004: 47).
En términos de interpretación acerca de la función social de los artefactos
líticos, se retoman los conceptos generados dentro de la antropología simbólica,
con las modificaciones o adecuaciones necesarias para los fines de este trabajo.
Es pertinente insertar las interpretaciones resultantes dentro del marco
teórico que ha producido la antropología simbólica, y por ende la arqueología
simbólica, porque otorga significado social a un conjunto de elementos
(instrumentos líticos) los que posiblemente jugaron un papel importante dentro de
la economía e ideología de un grupo humano (los mayas chontales de
Itzamkanac) que los creó y recreó dentro de su cosmovisión. Insertándolos en la
dinámica ideológica, en la cual pueden explicar parcialmente el sentido de
pertenencia a un todo, que en este caso es la cultura en la que fueron creados y a
la cual pertenecieron. Si como dice Marie-Odile Marion:
La antropología simbólica tiene como meta reconstruir la lógica interna generada por las
culturas, analizando y reconstruyendo los sistemas que se desprenden de la organización
social, del control y manejo de los recursos naturales (Marion, 1995: 7).
100
Entonces la interpretación de un elemento, como la lítica, que forma parte
de la cadena de sucesos o eventos que colaboran dentro del manejo de los
recursos naturales, genera un dato para esa gran meta que es “reconstruir la
lógica interna de una cultura que ya no está viva”, y a la cual sólo se puede
interrogar mediante el análisis de los datos materiales que la arqueología es capaz
de rescatar hasta el momento.
Pero si estas sociedades del pasado lograron plasmar su ideología a través
de los restos materiales a los que ahora tenemos acceso, entonces tenemos la
responsabilidad de generar las interpretaciones más cercanas a la realidad
pretérita, para así plasmar en lenguaje actual lo que fue una forma de vida en el
pasado.
Existe una idea muy importante que se maneja dentro de la arqueología
simbólica y nace en la teoría de sistemas. Ésta es que, cada parte del sistema
lleva un sentido y reproduce parte del todo (Marion, 1995: 7). Esto aclara la
importancia de que los instrumentos líticos como símbolo y representación parcial
de un todo, jueguen un papel importante dentro de la ideología de un grupo
humano.
Con base en los textos sobre antropología simbólica se definió lo que se
entiende por símbolo: éste es la representación de algo (que puede pertenecer o
no a la realidad material de una cultura), llámese este algo un evento natural, un
ser vivo del entorno natural, un objeto inanimado o cualquier abstracción que, al
ser creada, no tenga relación directa con la realidad material del ser humano, pero
que forma parte integral de la manera de ver al mundo, que tienen los hombres
pertenecientes a determinada cultura.
Respecto a los procesos de producción existen varias corrientes teóricas que
remiten a la explicación e interpretación de los mismos, integrando un corpus
teórico básico para la interpretación de datos.
Existen tres razones por las que los instrumentos de piedra resultan de
interés para distintas investigaciones. Primero, los artefactos líticos están bien
representados en la mayoría de los registros arqueológicos. Segundo, la lítica se
101
preserva en casi todos los contextos deposicionales. Tercero, las diversas
investigaciones —principalmente las realizadas en Norteamérica y Europa— han
demostrado que los artefactos líticos están sujetos a cambio gradual en tecnología
y morfología (Peniche, 2004: 8).
En los años 70’s surge un fuerte interés por cuestiones económicas entorno a
los materiales líticos de donde surge el concepto de tipología conductual
empleado por Payson Sheets (1975) en su estudio sobre la industria de navajas
prismáticas de obsidiana en el occidente de El Salvador. Este estudio proporcionó
la primera herramienta analítica para aproximarse a aspectos procesuales desde
la perspectiva de la tecnología lítica y el contexto de manufactura (Braswell 2000:
217).
No obstante que el aspecto morfológico fuese eje de las investigaciones más
frecuentes sobre el material lítico y, de entre los artefactos recuperados, sean los
instrumentos líticos completos los que han tenido mayor atención, se ha otorgado
atención a los estudios sobre tecnología lítica, basada en artefactos que
conforman el desecho de talla y los instrumentos informales (Peniche, 2004: 12).
Cabe mencionar que no se puede separar ambos aspectos de estudio porque
están vinculados entre sí. Por lo tanto el interés por estudios económicos sobre
materiales líticos recuperados durante las excavaciones, no deben limitarse a
clasificaciones de tipo tecnológico. Por el contrario deben complementarse con los
estudios de atributos morfológicos e intentar llegar a una interpretación funcional
de los artefactos en estudio.
Si bien existen ciertas limitaciones en los estudios de lítica, como la poca
implementación de una terminología consistente dado que hay confusión debido a
la variabilidad en los criterios de clasificación, falsedad en la determinación de la
función refiriéndonos específicamente a la nomenclatura dada a los distintos
artefactos, sin haberlos sometido al análisis y comparaciones pertinentes,
proporcionando nombres que de antemano pueden atribuirle una función y el
desarrollo de secuencias líticas independientes de las secuencias cerámicas, que
es el error más frecuente.
102
Es conveniente continuar aportando interpretaciones, metodologías,
tipologías, etcetera, con la intención de conjugar la información de diversas
investigaciones y lograr homogenizar criterios clasificatorios o, por lo menos,
criterios que dicten el seguimiento que debe tener cualquier estudio básico de
material lítico, por lo pronto en el área maya.
METODOLOGÍA
Es conveniente referir las bases teóricas, y señalar cuales clasificaciones se han
utilizado, además de determinar la metodología aquí empleada. Los sistemas de
ordenamiento o clasificatorios de los materiales, juegan un papel importante
dentro de cualquier estudio o investigación arqueológica, ya que permiten
procesar los datos recuperados durante las excavaciones en los sitios
arqueológicos, que facilitan las interpretaciones de conjuntos de piezas que
comparten atributos.
La clasificación se ha considerado como parte esencial en el proceso de
producción de información arqueológica. Pese a esto, en los estudios de
artefactos líticos existen serias inconsistencias en cuanto a la terminología
utilizada. Hay un uso indistinto entre términos que tienen significados distintos
pero se usan como sinónimos. Por ejemplo, se utiliza indiferentemente el término10
clasificación para designar tanto a la clasificación como a la tipología (Peniche,
2004: 51).
El agrupamiento y clasificación pertenecen a lo que Dunell (1977:49)
denomina arreglo. Éste es un procedimiento mediante el cual se ordenan los
fenómenos (artefactos en arqueología) en unidades. La clasificación destaca por
ser un procedimiento que produce información arqueológica, organizando y
unificando el mundo fenomenológico para que pueda ser explicado (Dunell
1977:44).
9 Es pertinente definir cada término utilizado a lo largo del texto, para tener claridad en las bases teóricas del
sistema de ordenamiento o clasificación utilizada en esta investigación.
103
La clasificación se define como la creación de unidades de significado o
clases mediante la estipulación de redundancias (Dunell 1977:44). En otras
palabras, las clases se crean mediante definiciones intencionales que establecen
las condiciones necesarias y suficientes para que un fenómeno pueda ser
asignado a dicha categoría (Dunell 1977: 139).
Las clasificaciones son independientes de los fenómenos que clasifican, por
lo que si se añade o se extrae, si hay o no artefactos que pertenezcan a una
categoría en particular, las reglas que definen las clases siguen siendo las
mismas. Para crear una tipología los arqueólogos emplean atributos extrínsecos,
relevantes, ya sean espaciales, cronológicos, económicos, sociales, funcionales,
entre otros (Peniche, 2004:54). Debido a eso, existen diversas tipologías en la
literatura.
Entre los criterios básicos hay que considerar qué se clasifica y para qué.
Una tipología debe tener en cuenta la naturaleza y las características del
fenómeno a ser clasificado, ya que una tipología universal para todas las
categorías de artefactos es imposible (Rovner y Lewenstein, 1997:10). Enseguida
se enlistan algunos criterios que se deben tomar en cuenta para la creación o
elección de una tipología para el análisis del material lítico:
1) Debido a que las tipologías son usadas para propósitos particulares, las
categorías en las que se ordenan los fenómenos deben tener relevancia y
significado respecto a dichos propósitos.
2) Los atributos que definen o describen a las categorías deben ser fácilmente
reconocibles, esto con el fin de que sea factible y fácil la identificación de
los fenómenos que correspondan a determinadas categorías.
3) Debe ser posible crear categorías de distintos grados de generalidad-
singularidad.
4) En la medida en que se obtienen nuevos materiales, la tipología debe
permitir la creación de nuevas categorías o subcategorías.
104
5) Se debe poseer la capacidad de elaborar sistemas suficientemente
comprensivos, como para ordenar conjuntos de características muy
diversas con el mismo procedimiento de manera que sean comparables.
6) Se deben desarrollar los procedimientos de mayor rendimiento.
7) Por último, la tipología debe facilitar la comunicación clara de la información
producida a partir de los materiales conocidos.
En el texto titulado “La clasificación arqueológica de artefactos líticos” de
Margarita Gaxiola, se resume la historia de las clasificaciones líticas en tres tipos:
la clasificación morfológica, la clasificación tecnológica y la clasificación funcional.
Como se ha comentado, los primeros estudios sistemáticos de lítica tuvieron como
eje de clasificación las características formales de los instrumentos, derivando de
la forma otras características como función. Posteriormente surge la necesidad de
establecer nuevos criterios de clasificación, que toman en cuenta —además de la
forma— la materia prima, la tecnología, el proceso de producción y la función
(Gaxiola, 1988: 275).
Clasificación morfológica
Son tres autores quienes instituyeron y aplicaron este tipo de clasificación en los
respectivos análisis. José Luís Lorenzo con el estudio de los materiales líticos de
Tlatilco, basándose en la forma y posible función del instrumento establece tres
categorías generales de separación de materiales: percusión, corte y desgaste,
aplicables tanto para agrupar herramientas con sus técnicas formativas como con
sus técnicas de empleo o uso. En otra clasificación del mismo autor, se generan
tres categorías: familia, tipo y variante. Los criterios que caracterizan a las familias
son funcionales, la característica de los tipos es un atributo particular que lo
diferencia de los de su familia y por último las variantes son características muy
particulares que diversifican un tipo (Gaxiola, 1988: 277).
Beatriz Braniff en el estudio de los materiales líticos de San Luis Potosí
propone que deben ser cuatro los criterios básicos de clasificación: técnica de
producción, forma, tamaño y función. Sin embargo, en la práctica el único criterio
105
que le permite tratar sistemáticamente el material es el criterio formal (Gaxiola, M.
1988: 278).
La tipología elaborada por Kidder (1947) es otro ejemplo de este modo de
clasificación tipológica. Kidder estableció una jerarquía de niveles analíticos.
Clasificación Rasgo Distintivo
1er nivel Material genérico
2º nivel Técnica de trabajo
3er nivel Función cultural
4º nivel Materia específica
ARTEFACTO Función específica
VARIEDAD Forma
Método Tipológico de Kidder: (Citado por Broockman 2000:65)
Sin embargo, a pesar de que los niveles analíticos están jerarquizados en
esta tipología, carecen de nomenclatura, por lo que los grados de separación
interna de la clasificación no quedan determinados con precisión.
Otro ejemplo es el análisis tipológico planteado por Ángel García Cook en
su obra “Análisis Tipológico de Artefactos”. García Cook (1967) propone un orden
para la descripción de las herramientas líticas, mediante la jerarquización de
cuatro niveles significantes: materia prima, tecnología, función y morfología. Esto
con el fin de alcanzar una caracterización socioeconómica de la sociedad que
produjo el conjunto de instrumentos líticos. Este método tipológico, en términos de
su autor, es “una clasificación tecno-económica basada principalmente en el
material, la forma en que fue trabajado y las funciones a las que fueron destinados
los artefactos” (García Cook, 1967: 36).
Clasificación Rasgo distintivo
Industria Material
Clase Técnica de trabajo
Uso Técnica de empleo (función genérica)
106
Categoría Técnica de empleo específica (función específica)
Familia Forma genérica
Tipo Forma específica
Variante Formas particulares
Sin embargo Gaxiola (1988) considera que el método no cumple con los
objetivos que se plantea, puesto que no existe rigor entre los objetivos
perseguidos y los criterios y atributos seleccionados. Este tipo de clasificación se
sustenta en que los únicos atributos que permiten agrupar consistentemente a los
instrumentos son los formales.
Bordes diferenciaba la tipología morfológica de la funcional, asignándoles a
ambas propósitos diferentes, señalando el carácter de complementariedad como
sistemas autónomos de clasificación. La mayor utilidad que ha tenido la
clasificación morfológica es la de poder establecer diferencias culturales y cambios
temporales, especialmente en la arqueología prehistórica (Gaxiola, 1988: 281).
Clasificación tecnológica
La técnica de manufactura ha sido planteada como un componente significativo
para el estudio de los instrumentos líticos. La importancia de este tipo de análisis,
es la concepción de la manufactura como un proceso, en el que intervienen
técnicas específicas y etapas definibles por métodos analíticos (Gaxiola, 1988:
284).
El estudio de los yacimientos y talleres de obsidiana y pedernal en
Mesoamérica, ha impulsado la utilización de métodos tipológicos, los que permiten
explicar el papel de la manufactura dentro de la economía de las sociedades
prehispánicas (Gaxiola, 1988: 284).
La tipología, basada en una clasificación tecnológica, es la indicada para
estudiar aspectos económicos como: la producción, consumo y/o distribución de
los materiales líticos en un sitio arqueológicos. Las tipologías que se enfocan en el
aspecto tecnológico se desarrollaron a partir de los años 70’s con el estudio de los
107
artefactos líticos de Chalchuapa realizado por Payson Sheets. Esta tipología
recibió el nombre de tipología conductual cuyo objetivo es determinar los
procedimientos usados para manufacturar los instrumentos a través del examen
de los mismos y del desecho de manufactura. Esto con la meta de establecer la
estructura de la industria lítica a través de un modelo general (Sheets, 1975: 372).
La tipología tecnológica es un esquema de clasificación que permite
agrupar los artefactos de acuerdo con la técnica de manufactura, el tamaño y la
forma, determinados por su posición relativa en la secuencia de reducción (Clark,
1988: 12). En este sentido “un tipo tecnológico” se define como:
Un grupo de artefactos que se caracteriza por una técnica específica de manufactura y por
una morfología distintiva, determinada por su posición relativa en la secuencia de
reducción (Clark 1988:87).
Todos los tipos de una tipología tecnológica se deben considerar como
mutuamente dependientes (Clark 1988: 87-88). Clark señala que el desarrollo de
las tipologías tecnológicas es posible gracias a las cualidades inherentes de las
piedras amorfas y criptocristalinas, y las características de la técnica básica
involucrada en la manufactura de instrumentos de piedra. Asimismo establece dos
modelos analíticos tecnológicos que esquematizan a dos industrias líticas de
pedernal: la de lascas bipolares y la de bifaciales. La primera fue establecida para
el análisis de los materiales de pedernal en la Libertad, Chiapas. La industria
bifacial de pedernal, por otra parte, fue elaborada para los artefactos recuperados
en La Libertad y en Yerba Buena, también en Chiapas.
La importancia de la tipología tecnológica radica en que es concebida como
un sistema de ordenamiento no inherente. La tipología conductual y la tecnológica
poseen el mismo objetivo: analizar el desecho de talla con el fin de determinar los
procedimientos que se siguieron para manufacturar los instrumentos.
Clasificación funcional
El trabajo de Semenov “La tecnología prehistórica”, abre el camino metodológico
para estudiar la función de los instrumentos. La aportación de éste trabajo fue
108
demostrar que la utilización de los instrumentos deja huellas o marcas
microscópicas para cada tipo de trabajo. El avance substancial de Semenov, fue la
identificación de cuatro categorías de huellas de uso: estrías, pulido, abrasión y
microlasqueos (microastillamientos). El estudio pionero en México, fue publicado
por Lorena Mirambell en 1974, quién determina algunas características
funcionales de instrumentos prehistóricos (Gaxiola, 1988: 285).
Este último, es el campo menos estudiado de los antes mencionados. El
problema con tipologías funcionales, estriba en que la definición de la función es
apriorística. En general estas tipologías líticas —morfológica y funcional— se
vinculan con el estudio de los llamados “artefactos completos” o “herramientas” —
término que preferimos cambiar por el de instrumento, debido al significado
etimológico que posee— (Brockman, 2000: 67).
En el caso de la presente investigación, la clasificación se sustenta en las
metodologías establecidas en estudios líticos, realizados con anterioridad, dentro y
fuera del área maya. En este caso la base son los trabajos realizados por Angel
García Cook (1967), Lorena Mirambell (1974), Constanza Vega Sosa (1976), Luis
Felipe Bate (1971), Margarita Gaxiola (1988), Joaquín García Barcenas (1982)
Andre Leroi (1972) y José María Merino (1980). Estudios realizados en el altiplano
central mesoamericano, Sudamérica y Europa respectivamente. Del área maya
(en Guatemala) tenemos trabajos como los de Kidder (1947) en Uaxactun, María
Elena Ruíz (1990) en Tikal; en México los trabajos de Akira Kaneco (1995) para
Yaxchilan y Domínguez Carrasco (1996) en Calakmul.
Pese a las críticas que el método de clasificación morfológico ha recibido,
su empleo es básico ya que el grueso de la muestra es de instrumentos completos
y semicompletos. Si bien después de este primer paso, el objetivo es definir la
relación de los artefactos con el contexto de deposición y los posibles espacios de
producción dentro del sitio arqueológico. Intentando rebasar la mera descripción,
combinando preceptos de la clasificación tecnológica en la medida de lo posible,
puesto que la muestra contiene poco material en proceso de manufactura.
109
Método tipológico
El método de análisis que se utiliza para la descripción de los instrumentos líticos
que conforman la muestra, se generó con base en la revisión exhaustiva de los
trabajos tipológicos arriba mencionados, que se han efectuado desde hace más de
30 años.
Se comenzó verificando algunos de los espacios que, según los restos
identificados, se definieron como lugares de manufactura y/o yacimientos. De
acuerdo con los materiales observados, se determinó la etapa del proceso
productivo al que llegaron los objetos en dichos lugares.
Enseguida se prosiguió a la clasificación del material lítico obtenido en las
excavaciones dentro del centro ceremonial. Realizando la descripción y
ordenamiento de los materiales líticos mediante el llenado de cédulas, registro
fotográfico y dibujo de piezas. Determinando la asociación de los materiales con el
contexto de donde se obtuvieron, y por último efectuando el análisis de los
objetos más comunes por forma y probable uso.
El proceso de estudio del material lítico consta de tres etapas generales:
Primero la recolección e inventario del material lítico durante las temporadas de
excavación. La segunda es la clasificación en laboratorio que corresponde a la
descripción y ubicación en contexto estratigráfico de los artefactos. Por último, la
asociación de los artefactos con el contexto arquitectónico en el que fueron
encontrados. De las etapas generales se derivan las siguientes etapas particulares
para el análisis:
1. Separación según la materia prima, en este caso se eligieron todos los
instrumentos elaborados con pedernal, por su abundancia dentro de la
muestra y porque son el eje de la investigación. Sin embargo, también se
tomaron en cuenta instrumentos elaborados en otros materiales como
piedra verde, basalto, caliza y obsidiana, que representan menos del 5%
del material. Los materiales escasos se incluyeron en la investigación por
ser foráneos y porque indudablemente son producto del intercambio a larga
distancia que se realizaba a través del río Candelaria.
110
2. Descripción con medidas y atributos formales semejantes o distintivos entre
las piezas. Sumando los datos de capa, ubicación y asociación con otros
materiales, para la caracterización formal y la asociación contextual.
3. La temporalidad del material se estableció con base en la cronología
cerámica preestablecida. La que a su vez queda determinada por los tipos
cerámicos en asociación con elementos arquitectónicos.
4. La procedencia de la materia prima se dedujo con base en el conocimiento
previo que se tiene sobre yacimientos en la península de Yucatán.
5. La función de los instrumentos se determinó a partir de la forma del
artefacto y por asociación con otros artefactos.
Posteriormente se elaboró una clasificación que relaciona los atributos
morfológicos con los tecnológicos. Así tras un análisis detallado de rasgos
considerados particulares, se logró generalizar las características de los
materiales (Bate, 1971: 4). Con la clasificación y la definición de espacios es
posible realizar una interpretación que se acerque a definir los aspectos sociales
que involucra un proceso de elaboración de instrumentos dentro de la ideología y
política de la sociedad maya-chontal que habitó El Tigre.
El hecho de que en uno de los edificios (4D), identificado sobre la
Estructura 4, se hayan recuperado desechos de talla, puede ser indicador de que
ese lugar fuera el espacio donde se ejecutó una de las etapas finales del proceso
de producción de instrumentos de pedernal. El hecho de haber recuperado
desecho de talla de pedernal en la plataforma 4D, abre la posibilidad de proponer
a la plataforma 4D como un área usada en la fase de fabricación de bifaciales
(probablemente hachas de mano y cuchillos) durante el proceso productivo. El
desecho también pudo ser resultado del mantenimiento de los instrumentos o
producto de las actividades de reciclaje.
Para afirmar que tal material es resultado de una actividad de producción,
mantenimiento o reciclaje, se examinaron detenidamente los artefactos en
cuestión mediante un análisis morfo-tecnológico. Este análisis se realiza
considerando siempre los procesos de formación del contexto (Schiffer, 1987), ya
111
que tienen un efecto profundo en nuestras inferencias debido a que se trata con
objetos portátiles.
La arqueóloga Peniche en su investigación sobre la industria lítica del sitio
arqueológico Sihó, utilizó una clasificación sencilla que permite asignar a los
artefactos en una de cuatro industrias definidas por atributos tecnológicos: la
industria de navajas prismáticas, la industria de retoque bifacial, la industria de
percusión casual y la industria de percusión bipolar (Peniche, 2004: 70).
Peniche clasificó los artefactos en diez tipos tecnológicos: bifaciales, lascas
de adelgazar, lascas de descortezamiento, lascas de percusión bipolar, lascas de
percusión casual, navajas prismáticas, navajas pequeñas de percusión bipolar,
núcleos de navajas prismáticas, núcleos de percusión casual y pedazos. Cada tipo
a su vez fue subdividido en subtipos.
Ella sostiene que para corroborar la existencia de producción de
instrumentos bifaciales debe existir evidencia, no sólo de lascas de
adelgazamiento, sino también de preformas y bifaciales rotos, fallas de
manufactura y núcleos. La presencia de lascas de adelgazamiento y bifaciales
terminados es indicio —más que de producción— de mantenimiento o reciclaje de
instrumentos bifaciales.
En las conclusiones la arqueóloga define la temporalidad de sus piezas o
desechos en asociación contextual con la arquitectura donde fueron encontrados
los artefactos. Además de referirse a la cerámica como indicador de fechamientos
absolutos en asociación con el mismo contexto.
Su estudio es básicamente en excavaciones de unidades habitacionales,
por lo que difiere grandemente del nuestro. Si bien las similitudes radican en que
ambos trabajos pretenden definir al grupo o grupos sociales que ejercieron control
sobre la producción de los instrumentos de pedernal en el respectivo sitio.
Nuestro análisis inició clasificando los artefactos de la muestra en tipos
morfológicos, tomando en cuenta como rasgo distintivo la técnica de manufactura
que se aprecia a simple vista. De entre las principales formas identificadas
tenemos: bifaciales, cuchillos, hachas de mano, hachuelas, gubias, raspadores,
112
puntas de proyectil, lascas con retoque y lascas de adelgazamiento. De cada tipo
se definieron las siguientes características: forma general (geométrica), sección
transversal, tipo de retoque, características básicas de los extremos tanto
proximal como distal o medial (en su caso); estado de conservación como
fragmento proximal, medial, distal, lateral, casi completo o completo. Los atributos
métricos de largo ancho y espesor así como el porcentaje estimado de presencia
de corteza sobre la superficie fueron registrados. Las medidas representadas en
centímetros y el porcentaje de corteza en rangos arbitrarios desde 5% hasta
100%.
Cabe destacar que también se tomó en cuenta la presencia o ausencia de
zona de trabajo y el color del pedernal. Además de las características propias que
distintos autores han definido para puntas, cuchillos, hachas, etcetera. Para
corroborar la existencia de producción de instrumentos bifaciales, debe existir
evidencia de preformas y bifaciales rotos, fallas de manufactura y núcleos,
además de lascas de adelgazamiento.
Según McAnany (1989: 338) los instrumentos (“herramientas” como los
denomina la autora) bifaciales durante su vida de uso pueden pasar por los
siguientes estadios identificables:
• Instrumento completo sin reafilamiento en el borde.
• Instrumento completo con reafilamiento en el borde.
• Fragmento de instrumento roto o quemado.
• Fragmento de instrumento con daño posterior a la fractura.
• Fragmento de instrumento con modificación subsiguiente a través del
desbaste de lascas.
• Fragmento de instrumento modificado con daño en el borde modificado.
Si se encuentra este tipo de artefactos en las excavaciones, se tiene el
primer indicio que permite proponer una o varias etapas de manufactura,
mantenimiento o reciclaje de los instrumentos líticos.
113
Proceso productivo
El procedimiento de manufactura de cualquier utensilio o instrumento creado por
una sociedad pasa por una serie de etapas. En éstas, los artefactos adquieren
distintas formas, hasta llegar a su forma final que determina asimismo el uso que
tendrán, y en algunos casos, continúan sufriendo modificaciones (en forma y uso)
hasta quedar totalmente inservibles.
En el caso de la fabricación de instrumentos, el proceso de producción de
piedra resulta un proceso reductivo que integra etapas sucesivas de manufactura
y uso, donde los artefactos pueden pertenecer a una o varias etapas a la vez.
Es bien sabido que mediante los análisis de artefactos de piedra se pueden
obtener deducciones de procesos económicos y sociales. Esto propicia que los
estudios actuales sobre materiales líticos tiendan a interpretar procesos
productivos, en especial de los materiales menos trabajados en la región, como lo
es la industria lítica de pedernal. La falta de conocimiento de los metales para la
elaboración de herramientas usadas en distintas labores, explica la importancia
del material lítico en la elaboración de instrumentos utilizados en diversas
actividades económicas y rituales de la sociedad maya.
Aunque en el área maya son todavía pocas las investigaciones que buscan
este tipo de información. Se ha comenzado a prestar interés por las distintas
actividades asociadas al desarrollo de la cosmovisión prehispánica en aspectos
económicos, políticos y religiosos, entre estas el desarrollo de la actividad
productiva de instrumentos líticos de pedernal.
Estadios que atraviesa el material
Es bien conocido que de los análisis de artefactos de piedra se pueden obtener
deducciones de procesos económicos y sociales (Cervera, 1996: 8). Es un gran
avance que exista la preocupación por responder este tipo de dudas, pues de esta
manera se desarrollan estudios que generan hipótesis y modelos que abren el
camino a diversos tipos de investigaciones al respecto.
114
La fabricación de instrumentos de piedra es un proceso reductivo. Las
etapas que lo integran corresponden al conjunto de momentos que atraviesa el
material lítico, desde su forma como materia prima susceptible de ser trabajada
hasta el objeto final: un instrumento de piedra con características particulares y un
fin de uso específico, según haya sido la intención del artesano o grupo de
artesanos que las elaboraron.
Previo a describir las etapas del proceso de producción que atraviesa el
material lítico, se menciona una definición que aclara el término tecnología como:
…el proceso de aplicación del conocimiento a fines prácticos, este proceso incluye tres
elementos: el individuo (que inicia y lleva adelante el proceso), el mecanismo (la técnica
o el instrumento especial que se emplea), y aquello sobre lo que se actúa, es decir, el
material sobre la cual se aplica el mecanismo (Luna, 1986: 3).
En todo este proceso intervienen las relaciones sociales que se establecen
entre individuos y tecnología. La tecnología está presente en todo el proceso de
trabajo sin excluir los aspectos sociales de la producción de los aspectos
tecnológico-económicos.
Una vez definido el término de tecnología, que depende del grado de
desarrollo de una sociedad, se precisarán las etapas del proceso de fabricación
que atraviesa un artefacto lítico antes de concluir su vida útil. Dichas etapas
constituyen el desarrollo de la vida de un instrumento, desde el abastecimiento de
la materia prima con la que se elaborará hasta su desgaste total y el consiguiente
desuso.
Los artefactos de la muestra son: instrumentos completos, instrumentos
rotos, instrumentos modificados en su forma después de sufrir una fractura. Así
como artefactos en proceso de fabricación, entre los que destacan las preformas,
pocos núcleos y desecho de talla. En los instrumentos que desempeñan el papel
de herramientas para el trabajo sobre piedra se tienen percutores y cinceles.
Además del material que se identificó durante los recorridos de superficie y del
cual solo hay registro fotográfico. Con respecto a los instrumentos de poca
abundancia hay pesas de balanza, hachas votivas, fragmentos de esculturas,
palmas y yugos.
115
Dentro del proceso de producción de instrumentos líticos, hay tres fases
generales que atraviesa un instrumento. Primero la fábrica inicial, en la que se da
forma al instrumento con la finalidad de un uso específico; segundo el
mantenimiento que depende de la abundancia o escasez de dicho material; y por
último como consecuencia del desgaste del instrumento y su reutilización puede
pasar o no por la fase del reciclaje. Dentro de estas fases, el instrumento lítico
puede pasar sólo por uno o por los tres, dependiendo de varios factores tanto
sociales como naturales.
Así la primera fase corresponde a la fábrica o manufactura, y las primeras
tres etapas que se describen pertenecen a ésta fase. Seguidas de las etapas que
atraviesa en el mantenimiento y reciclaje de los instrumentos.
Como primer etapa esta la selección del material adecuado , seguido por
el descortezamiento de la pieza que deja como huella de su ejecución, cierto tipo
de lascas, llamadas de descortezamiento; las cuales poseen gran cantidad de
corteza en su superficie externa.
Sigue la preparación de una preforma , representada por un artefacto de
talla burda, con la silueta apenas discernible de un simple trozo de roca y la
peculiar característica de huellas abruptas por el desprendimiento de lascas de
distintos tamaños.
A la preforma prosigue la fabricación de un instrumento definido ,
caracterizada por el desprendimiento de lascas más finas y definidas, distintas a
las primeras. Conviene destacar esta etapa, pues entra en juego el artesano, cuya
preconcepción del instrumento depende de las necesidades inmediatas que la
sociedad a que pertenece le exija. Por lo tanto, es probable que la elaboración de
instrumentos útiles para la caza, pesca, trabajo en madera, destazamiento de
animales y con fines constructivos, pudieran tener prioridad.
Aunque no se debe descartar que los fabricantes de instrumentos líticos
estuvieran especializados entre sí, logrando un equilibrio entre los diversos
requerimientos de piezas líticas que se les solicitasen.
116
Entrando en detalle, los desechos de producción de instrumentos bifaciales
están constituidos principalmente por lascas de adelgazamiento, las cuales —a
medida que avanza el trabajo sobre las piezas— tienden a ser más pequeñas y
tienen más huellas negativas de lascas en su superficie dorsal. Sin embargo, hay
que tomar en cuenta que las lascas de adelgazamiento también pueden ser
producto de las actividades de mantenimiento y/o reciclaje de instrumentos
bifaciales (Peniche, 2004: 71).
Observando los materiales de desecho que produce la elaboración de un
instrumento, es posible discernir el tipo de lascas que resultan: de
descortezamiento, primarias, secundarias y/o de adelgazamiento (Cervera, 1996:
52). Las lascas terciarias son características del acabado final de los artefactos, de
su mantenimiento o del reciclaje para el uso como un instrumento distinto,
aprovechando el material al máximo (Cervera, 1996:53).
Respecto a la fase de reciclaje , es pertinente mencionar que la razón más
frecuente para reciclar los instrumentos líticos es la pérdida de funcionalidad de
los instrumentos, después de un periodo prolongado de uso y mantenimiento.
También el mantenimiento propicia como consecuencia el reciclaje de un
instrumento lítico devastado por el uso. Reciclaje:
Se refiere al proceso por el que un artefacto que ha pasado por descarte/abandono, se
vuelve a usar. Se observa en el objeto a partir de la diferencia de colores de los
lascados, por ejemplo, permitiendo inferir que fueron realizados sobre filos que habían
sufrido pátina (Winchckler, 2006: 252).
Daniel Potter define reciclaje como el acto de recobrar el uso de un
instrumento agotado, modificando sus formas y alterando su función (Cervera,
1996: 52). Según Potter (1991:10) el reciclaje es usado como un indicador que
refleja la disponibilidad del recurso. En áreas donde la materia prima es abundante
se espera que el reciclaje sea raro. Por el contrario, cuando la materia prima es
escasa, existe alto grado de reciclaje. Lo mismo sucede con el mantenimiento.
La manufactura de artefactos líticos, así como el mantenimiento y el
reciclaje son relativamente más fáciles de estudiar que la distribución y el uso,
debido a que las actividades de producción son más aptas para ser identificadas.
117
Además, los eventos de manufactura, mantenimiento y reciclaje dejan registros
más claros en la forma de desecho y rasgos (Peniche, 2004: 25). En la
separación o división de los desechos se marcan tres tipos: los desechos de
manufactura, los desechos de mantenimiento y los desechos de reciclaje.
Metodológicamente, los elementos culturales que dan mayor información al
investigador en lo que se refiere a tecnología son los instrumentos, siendo el
aspecto más importante sus cualidades funcionales.
En este caso sólo se cuenta con instrumentos acabados, artefactos rotos,
pocas herramientas (definiendo herramientas como los artefactos que permiten
transformar la materia prima en un instrumento útil), prácticamente una pequeña
muestra de desechos y la arquitectura asociada —más que con su producción—
con su lugar de uso final, resguardo o simplemente las áreas de su deposición.
Entre las temáticas de estudio para los materiales líticos son el uso y
producción de instrumentos líticos los dos aspectos menos estudiados, mientras
que la distribución se ha atendido más en investigaciones realizadas en las tierras
bajas mayas. Con respecto al uso de los instrumentos es el reciclaje, el aspecto
más relegado.
Identificación de contextos
Un estudio relevante que se realiza a los artefactos líticos es el patrón de
distribución espacial de los materiales al interior del asentamiento y entre distintos
sitios (Cervera, 1996: 9). En este caso se analiza básicamente la distribución de
los artefactos dentro de El Tigre. Para ello, se debe especificar, primero, el tipo de
contexto que se ha definido. Los indicadores apropiados para identificar los
lugares de producción de bienes artesanales incluyen materia prima, desecho,
instrumentos y arquitectura asociada con la producción.
Son tres contextos generales los que se toman en cuenta para analizar la
distribución de los artefactos en el sitio. Primero la localización de yacimientos,
ubicando los lugares según la cercanía, que presenten abundancia y calidad del
material. Ahí el artesano ejecuta algunas acciones in situ que le permite
118
seleccionar y tal vez preparar la materia prima para transportarla al lugar donde
será trabajada.
El siguiente son los talleres correspondientes a lugares donde se lleva
acabo las etapas que atraviesa el material lítico durante la transformación en
instrumentos. Es el área de actividad donde se manufactura la mayoría de los
instrumentos de piedra que sirven para uso doméstico, ritual y ornamental de la
sociedad a la que pertenecen. Este lugar pueden ser simples áreas de actividad,
todo depende del grado de especialización y nivel de producción que exista en el
asentamiento.
Clark habla de una definición de taller, diferenciada del área de actividad.
Menciona que el área de actividad son lugares donde se llevan a cabo tareas
similares, caracterizadas por la dispersión de artefactos, desechos y materia prima
correspondientes a la misma actividad (Clark, 1989: 213).
Clark asienta que la tipificación de talleres se da con la identificación de
ciertas características en conjunto. De manera aislada, dichas características no
sustentarían la definición de un taller. Para Clark los talleres son:
Lugares delimitados donde los artesanos regularmente llevaban a cabo alguna actividad
especializada, para fabricar productos también especializados, destinados a venta o
intercambio. Su producción debe rebasar las propias necesidades del grupo que
manufactura los instrumentos al interior de la sociedad (Clark, 1989: 213).
Los lugares (talleres) donde se da la fabricación de instrumentos
terminados presenta una secuencia de reducción representada por cierto tipo de
artefactos: núcleos, lascas de distintas formas —según el estadio de manufactura
en que se encuentre el instrumento— navajillas, percutores, instrumentos
inconclusos y algunos fragmentados, etc.
Por último se analizan los diversos lugares de deposición, donde fueron
encontrados los instrumentos que conforman la muestra. Incluyendo los edificios
alejados del área central, pero que exponen una acumulación importante de
materiales líticos en superficie, permitiéndonos inferir la existencia de algunos
centros de producción lítica a distintas escalas, donde se ejecuta la manufactura
de diversos instrumentos.
119
Por lo tanto quedaron definidos tres tipos distintos de contextos donde se
puede identificar una o varias de las etapas que atraviesa un instrumento lítico
antes de llegar a su destino final, que puede ser de uso doméstico popular o
selectivo, de elite o ritual. Los contextos son:
- Yacimientos o áreas de extracción de la materia prima, donde los bloques
de pedernal sufren su primera transformación al ser desprendidos de su
matriz o por el simple hecho de ser transportados (es el caso de los
nódulos) de su lugar de origen a otro espacio donde será modificado y/o
preparado como pieza base para la fabricación de un instrumento.
- Los talleres, que son espacios definidos por el tipo de materiales
identificados en superficie. Normalmente están compuestos por desechos
de talla, restos de piezas rotas o incompletas que seguramente no pudieron
ser concluidas en su forma preconcebida, debido a que el artesano la
desechó. También es común identificar en los talleres instrumentos
utilizados como herramientas para el trabajo de la piedra, básicamente
percutores.
- Por último, los Lugares de uso y/o resguardo, almacenamiento y
distribución. En este caso, son las plataformas en la Estructura 4 y la
Estructura 2, donde fueron extraídos todos los instrumentos y/o artefactos
que conforman la muestra. Como lugares de resguardo es difícil definirlos,
puesto que en realidad los artefactos están asociados a un contexto
arqueológico que sólo permite inferir la forma en que fueron depositados
por el desuso de los edificios o tal vez en relación con alguna ofrenda. Se
puede interpretar las concentraciones de cuchillos, en particular, como una
forma de almacenamiento de los artefactos líticos, pero también como
ofrendas de dedicación.
120
CAPÍTULO 5. SISTEMA CLASIFICATORIO
El estudio del material lítico se centra en la clasificación y análisis de los
materiales recuperados durante varias temporadas consecutivas de excavaciones
realizadas en las Estructuras 2 y 4. Uno de los principales objetivos es reconstruir
el patrón de disposición de los artefactos de pedernal en cada una de las
plataformas que conforman la Estructura 4, para así determinar la variabilidad de
las concentraciones y su relación contextual. Además, identificar en la medida de
lo posible, áreas de actividad asociadas con la manufactura, mantenimiento y
reciclaje de los instrumentos de pedernal.
Para la descripción de las piezas cuya forma es similar a las hachas, se ha
tomado como base el esquema propuesto por Constanza Vega Sosa. Si bien su
esquema describe instrumentos de lítica pulida, se utilizó su sistema descriptivo
para las características generales, puesto que en este caso no se diferencian de
las que presentan los instrumentos de lítica tallada.
En el caso de los cuchillos, comparten las mismas características básicas
de cualquier bifacial, por lo que se tomó el esquema descriptivo de características
formales —para ser más específicos en cuanto a atributos particulares—
implementado por Andre Leroi (1972) y retomado posteriormente por Lorena
Mirambel (1974).
Debido al uso indistinto de términos que se utilizan para hacer referencia a
los materiales líticos recuperados durante el proceso de excavación en cualquier
sitio arqueológico, se debe esclarecer algunos conceptos utilizados en el texto.
Para este trabajo se tomó como base el diccionario de terminología lítica
elaborado por Winckler. La autora intenta unificar los criterios de definición de
terminología lítica, tomando como base a los distintos autores que han escrito
sobre el tema.
Lo anterior es importante porque el uso indistinto ha generado confusión y
diversificación en el discurso académico, provocando que nos perdamos entre la
terminología sin prestar atención a lo verdaderamente relevante que es la
121
investigación de las actividades realizadas por los grupos humanos del pasado,
que estudiamos a través de sus restos materiales.
INDUSTRIA LÍTICA
Nos referimos a industria lítica como el término que se emplea para designar al
conjunto de artefactos de una misma materia prima (en sentido amplio: industria
lítica con respecto a otras industrias como la del hueso o la ceramica, por ejemplo;
en sentido más restringido: industria de la obsidiana, del pedernal, del cuarzo,
etcetera). Pero también al conjunto de artefactos que comparten una tecnología de
fabricación como la industria de la piedra tallada, que se diferencia de la industria
de la piedra pulida o pulimentada (Winchkler, 2006:149).
En este caso, se toma el término industria lítica como el conjunto de
artefactos que comparte una tecnología de fabricación, inferida mediante el
análisis del proceso de manufactura o fabricación que está inserto dentro del ciclo
de vida para cualquier artefacto lítico, como su inicio. La manufactura del
instrumento lítico se efectúa previó a los estadíos de vida, siendo el punto de
partida para generar cualquier tipo de instrumento lítico. Los estadíos son: uso,
mantenimiento y desecho, a estos hay que añadir el transporte — que puede
presentarse intercalados en la secuencia e involucrar los diversos tipos de
distribución— y el almacenaje. Además existe un estadío más, puesto que los
instrumentos también pueden ser reutilizados, éste es el reciclaje que
normalmente se les otorga a los instrumentos (Figura 43).
El mantenimiento involucra un cambio relativamente menor de forma en el
artefacto, el cual reasume su función primaria (Schiffer, 1987: 29). El objetivo de
esta actividad es mantener y extender la vida útil del artefacto lítico. Mientras que
el reciclaje se refiere al retorno del artefacto al proceso de manufactura, durante el
cual es modificado de tal manera que su forma y función originales se pierden
parcial o totalmente.
122
Reciclaje
Ciclaje lateral
Obtención manufactura uso desecho basura
Mantenimiento
Continuamos con la definición del término instrumento, en el caso de la
presente investigación se define como:
un artefacto, producto de un proceso de fabricación intencionado que, por sus
características tanto formales como de fabricación, pudo ser utilizado para trabajar otros
materiales (Winchkler, 2006: 150).
Se nombra instrumento a todos los artefactos que, aunque no se sabe con
certeza su función, se puede aseverar que son un producto terminado. Se decidió
no usar el término herramienta, aunque éste ha sido muy utilizado en el discurso
arqueológico cuando se hace referencia al trabajo de piedra sobre piedra o a un
gran número de artefactos líticos, en esta ocasión se maneja únicamente el
término instrumento, porque es más amplio y dentro de sus posibles variantes
incluye a los artefactos definidos erróneamente como herramientas.
El término herramienta proviene del latin ferramenta, pl. n. de
ferramentum y lo refiere el diccionario de la real academia de la lengua como un
instrumento, por lo común de hierro o acero con que trabajan los artesanos. En
cambio el instrumento que proviene del latin instrumentum que se refiere a un
conjunto de diversas piezas combinadas adecuadamente para que sirvan con
determinado objeto en el ejercicio de las artes y oficios; aquello de que nos
servimos para hacer algo y por último aquello que sirve de medio para hacer algo
o conseguir un fin.
Figura 43. Ciclo de vida de los artefactos. Tomado de Schiffer 1987: 85
123
La funcionalidad del instrumento se considera activa, frente al papel pasivo
de objetos (a veces aludidos como “artefacto”) que han sido descartados,
desechados (por ejemplo, lascas de descarte, desechos de talla, etc.), o que se
usaron para obtener de ellos la base que se conformará como instrumento (como
por ejemplo, núcleos), pero de los que no puede decirse que hayan sido el objetivo
final de un proceso de fabricación, o que se hayan usado para realizar un trabajo
sobre otros materiales (Winchkler, 2006: 151).
Existe una diferenciación en el término herramienta informal y herramienta
formal, (Peniche, 2004: 10). La primera se refiere a cualquier artefacto que forma
parte del proceso de fabricación de todos o cualquier otro instrumento más
elaborado, incluyendo los desechos que su fabricación (la del instrumento final)
propicia.
La herramienta formal es el instrumento concluido, aunque se encuentre
fracturado durante la exploración, forma parte del corpus de instrumentos
completos con o sin huellas macroscópicas de uso, con o sin modificaciones
posteriores de reutilización, pero al fin de cuentas un instrumento final. Esta
separación se menciona, para hacer notar que el término herramienta se usa
frecuentemente, pero en este trabajo se prefirió el término instrumento al
considerarlo menos ambiguo.
Existen diversas categorizaciones de instrumentos basadas en aspectos
como: el uso que se les pueda dar, la tecnología bajo la cual fueron elaborados o
la materia prima sobre la que están elaborados. En este caso, la primer
separación de los materiales se basa en la materia prima con la que fueron
elaborados los instrumentos, en este caso el pedernal, sin dejar de mencionar el
resto de artefactos que fueron elaborados con otros materiales como calizas,
basaltos, piedra verde, y que conforman un porcentaje mínimo dentro de la
muestra analizada.
La siguiente separación se basa en la industria lítica a que pertenecen los
instrumentos dando por resultado dos grupos generales: la lítica tallada y la lítica
pulida. Con esta división se puede distinguir bajo que tecnología fueron
124
elaborados los instrumentos, además de las características generales que los
unen como conjunto. Agrupándolos según las características que definieron su
forma final y seguramente su funcionalidad.
Posteriormente los grupos se separan en la categoría de forma,
dividiéndolos en grupos que comparten características formales propias de cierto
tipo de artefacto y que permiten diferenciarlos del resto de artefactos. Dentro de
estas características resaltan: la semejanza con alguna forma geométrica, las
dimensiones (largo, ancho y espesor), el tipo de retoque que las piezas muestran.
A partir de tales atributos se separaron los artefactos en tipos11; aunque con
esta división se otorga nombres previamente establecidos a los artefactos líticos,
hay que aclarar que las características formales sustentan la separación realizada
y no la certeza de una función determinada por la forma del instrumento.
Además existen trabajos como los diccionarios de términos arqueológicos y
clasificaciones tipológicas, que permiten proporcionar un nombre a cada conjunto
de instrumentos que por su forma comparten ciertas características. Con base en
lo anterior, se detalla —mediante un esquema— el formato descriptivo utilizado
durante la clasificación del material. Dicho formato contempla todos los atributos
visibles macroscópicamente, agrupando los instrumentos por forma, tomando en
cuenta la técnica de manufactura.
ESQUEMA DESCRIPTIVO
(Aplicado para el análisis morfológico de los instr umentos)
El formato descriptivo en el que se basó el análisis, es una combinación de
distintos sistemas clasificatorios que se han utilizado constantemente y que —por
diversas circunstancias— sólo tratan algún atributo o característica particular. En
este caso, los atributos de los instrumentos que conforman la muestra son
básicamente morfológicos, pero asociados a contextos particulares de deposición.
El esquema resalta las características básicas, mediante la descripción de
las formas geométricas convencionales, además de tomar en cuenta el nombre 11 Se utiliza el concepto de tipo como: la categoría mínima con la que se divide a los artefactos de la muestra.
125
otorgado a diferentes formas de instrumentos, por su semejanza con algún
elemento natural como una hoja de laurel o sauce. Las características bajo las
cuales se ha descrito el material arqueológico son:
Materia Prima: refiere el tipo de roca utilizada para la elaboración de los
implementos de piedra en El Tigre. Aunque se ha reiterado constantemente que el
pedernal es la materia prima entorno a la cual gira el trabajo, en el texto también
se incluye las descripciones de algunos implementos elaborados en otro tipo de
roca, como la caliza, serpentina, basalto, piedra verde, etcetera.
Industria Lítica: se refiere al tipo de trabajo general que se realiza sobre la pieza,
ésta puede ser tallada o pulida.
Técnica de manufactura: es la técnica empleada para la elaboración de los
instrumentos. Existen tres técnicas generales: percusión, presión y desgaste, cada
una con sus respectivas particularidades.
Forma: La forma puede corresponder a un objeto natural como cualquier hoja de
alguna planta común y conocida o a una simple forma geométrica. Las mas
comunes son: ovalada, amigdaloide, cordiforme, hoja de laurel, circular, triangular,
trapezoidal, discoidal, naviforme, hoja de sauce, entre otras. Algunos de los
nombres de las formas de instrumentos líticos, corresponden a nombres de la
localidad donde fueron identificadas por primera vez, o también a alguna etapa
cronológica, o la cultura con que son asociadas directamente las formas.
Lados: pueden ser convexos, rectos o cóncavos en combinación con
convergentes, paralelos o divergentes. Tomando en cuenta las dimensiones de la
pieza, los lados se refieren a las líneas laterales que constituyen o dan la forma a
la pieza y siempre tienen en dos características combinadas en cualquiera de sus
variantes, dependiendo de la forma particular de la pieza.
126
Sección transversal: La sección es el corte transversal imaginario o visible que
observa la pieza y puede ser ojival, ovalada, trapezoidal, triangular, plano-
convexa, cóncavo-convexa, etcetera.
Retoque: contempla una combinación de características; puede ser:
- bifacial o unifacial.
- invadiente (abrupto, plano irregular), cubriente (transversal, oblicuo,
paralelo, etc) o parcial (marginal, escamoso, paralelo, abrupto).
- continuo, discontinuo (proximal, medial o distal), sobre una sola cara,
alterno (en un lado de una cara y otro lado de la otra cara), alterno
discontinuo.
Después de estas características generales, sigue la descripción particular,
con sus principales características: los atributos medidos para los instrumentos de
mayor abundancia (hacha de mano) son las siguientes:
- Talón.
- Extremo distal (midiendo los filos en vista lateral, frontal, tipo de bisel).
- Zona de trabajo o desgaste.
- Filo y astillamiento en bordes laterales.
Para los cuchillos, la descripción incluye bordes laterales y una descripción
minuciosa de los retoques que presenta. Es importante el tipo de acabado que
presenta y la como es el filo en los bordes de la pieza.
Para las puntas de proyectil, lanza o flecha, la descripción es más
minuciosa y contempla los siguientes atributos: pedunculada o no pedunculada.
Pedunculadas:
- Pedúnculo de bordes: paralelos, convergentes o divergentes; rectilíneos,
convexos o cóncavos. El extremo del pedúnculo puede ser puntiagudo,
rectilíneo, convexo o cóncavo.
- Muescas: rectas, agudas, obtusas o redondeadas.
- Aletas: recortadas rectas, oblicuas o redondeadas.
127
No pedunculadas:
- Base con prolongación rectilínea, convexa o cóncava.
- Hojas de bordes convergentes (invertidos): rectos, cóncavos o convexos.
- Base sin prolongación: recta convexa, cóncava.
El resto de datos que se incluyen en la cédula descriptiva corresponde a la
ubicación espacial de los instrumentos.
Por último, están las características propias de los artefactos incluidos en el
grupo de lítica pulida. Dentro de esta muestra conforman un pequeño porcentaje,
pero esto no los excluye del proceso elaboración de implementos líticos. Por lo
tanto, el esquema utilizado para la clasificación y análisis morfológico resultó
práctico y pertinente.
Como dato relevante de la descripción de los artefactos, está la localización
exacta del hallazgo, determinada por el cuadrante ubicado dentro de la retícula
general que abarca las Estructura 2 y 4. Además de referir las plataformas con las
que los artefactos están asociados.
Básicamente son tres tipos de instrumentos los que contiene la muestra:
bifaciales, puntas, cuchillos. Hay además, algunas piezas de formas poco
ordinarias, como son las esferas de piedra, hachas pulidas, o fragmentos de
esculturas. Entre estos fragmentos destacan seis piezas: un yugo, dos palmas,
dos hachas votivas y un falo (que seguramente formó parte de una escultura
mayor dedicada a la fertilidad).
Estos implementos sumados a las cuatro esferas-pesas de balanza,
localizados en la Estructura 4, reafirman la hipótesis del intercambio que se dió en
el asentamiento a través del río, y que era controlado por el grupo gobernante.
Salvo las esferas y el falo, el resto de artefactos son de manufactura foránea,
típicos de la región de Veracruz.
128
CÉDULA DE REGISTRO
El empleo de la cédula (Figura 44) de clasificación, permitió ordenar los datos de
cada tipo de artefacto.
Dicha cédula utilizada fue creada en el programa de access, como parte del
sistema de inventario que genera el proyecto. Si bien nuestra muestra lítica no
cubre todo el proceso de producción, permite ahondar en dos aspectos
importantes entorno al proceso: el análisis morfo-tecnológico y su relación
contextual.
1. El análisis morfológico inicial para la descripción, catalogación e
identificación de los instrumentos líticos. Los alcances de este análisis son
meramente superficiales con objeto de incluirlos dentro de una categoría de
instrumentos (previamente definida por otros autores), además de hacer
una separación que nos permita diferenciar los tipos de instrumentos que
contiene la muestra y apreciar la variabilidad, ya sea reducida o abundante,
según los datos que arroje el análisis.
2. La relación contextual de los instrumentos o identificación de contextos.
Aquí se insertan los análisis estadísticos realizados a la muestra completa.
Figura 44. Cédula de registro lítico, perteneciente al proyecto.
129
Además, dentro de este tipo de análisis se integra la información arrojada
por el análisis de distribución espacial, que abarca las Estructuras 2 y 4,
incluyéndolas dentro del contexto general del sitio. Otro contexto importante
que se debe identificar son los yacimientos de materia prima, de donde
seguramente se realizaba la extracción del material, que posteriormente se
convertiría en los instrumentos. Por último, los lugares donde se elaboraban
las piezas para convertirlas en instrumentos. En cuanto a los yacimientos
solo hay una propuesta de probables áreas con abundancia de materia
prima.
Con base en los dos aspectos del proceso productivo, podremos arrojar
una serie de interpretaciones. Además de algunas propuestas de continuidad para
la investigación de los posibles lugares de extracción de la materia prima,
argumentando preliminarmente su origen local dentro de la región del río
Candelaria.
ORDENAMIENTO DE LOS ARTEFACTOS LÍTICOS TALLADOS
Agrupación, clasificación y tipología
Los sistemas de ordenamiento o clasificatorios de los materiales arqueológicos
permiten procesar los datos recuperados durante excavación en los sitios
arqueológicos, además de facilitar las interpretaciones de conjuntos de piezas que
comparten atributos semejantes.
Estos se establecen con bases teóricas, cubriendo tres aspectos
importantes dentro del ordenamiento de los datos. Primero la agrupación de los
objetos mediante un criterio unificado. Luego las clasificaciones que se han
empleado, y de éstas cual es útil con base en el material analizado.
Por último, determinar si se pretende llegar a la tipología de instrumentos
líticos o sólo a un análisis clasificatorio, que permita asociar los instrumentos con
sus contextos de fábrica y deposición arqueológica, buscando o tratando de definir
el trayecto que siguieron, para explicar porque fueron encontrados en determinado
lugar y no en otro.
130
CARACTERÍSTICAS DEL CONJUNTO DE ARTEFACTOS
Una particularidad relevante del conjunto de artefactos fue la presencia de
abundantes impurezas, producto de los vacíos o burbujas-oquedades en el
material. Esto, sin duda repercute en la calidad de pedernal utilizado durante la
elaboración de cierto tipo de artefactos. El pedernal de calidad media presenta
estas oquedades rellenas de otros materiales posiblemente distintos minerales en
forma de cristales, que le dan su forma y contenido. A diferencia de la corteza de
intemperismo que tiene sobre la pieza, de textura y estructura totalmente distinta.
La cubierta o corteza que se presenta es de textura rugosa, color beige en
la mayoría de los casos, con presencia de pequeñas oquedades formadas por
carbonatos de calcio o un tipo de roca caliza. En otras piezas, bajo esa capa hay
un núcleo de pedernal de color más oscuro que la pieza en general. El color de las
piezas de esta muestra no es homogéneo, suele contener en combinación dos o
más colores distintos o un mismo color en distintas tonalidades.
Se observa una constante combinación de colores, donde predominan el
gris claro, gris medio y rosáceo, con sus respectivas variaciones. La coloración del
material, como se ha mencionado, depende de los minerales contenidos durante
el proceso de precipitación con el que se formó la roca, correspondiente a la
formación del pedernal como roca sílicea.
Dentro de la muestra existen piezas constituidas por dos tipos de roca:
caliza y pedernal, esto sucede debido a que la roca huésped del pedernal
normalmente es caliza, por las características geológicas predominantes en la
región. En el apartado de antecedentes geológicos del pedernal se hizo más
extensa la información referente a la estructura mineralógica y a las características
físicas propias del pedernal como formación natural y como materia prima, esta
última es en la que hacemos hincapié.
Respecto al tamaño y forma de los dos tipos de artefactos de mayor
abundancia dentro de la muestra (bifaciales-hachas y cuchillos), existen para los
bifaciales tres tamaños de instrumentos que, aunque comparten las mismas
características formales, difieren mucho en dimensiones, por lo tanto, también
131
debió ser distinto el uso para que fueron fabricadas. Refiriendo aquí a las hachas,
al parecer fueron instrumentos agotados o devastados hasta que ya no hubo
posibilidades de que los utilizaran más.
Con respecto a los cuchillos la variación depende de la forma mas alargada,
mas ancha, más delgada, Sin que esto propicie diferencias sustanciales entre los
artefactos de este tipo.
Es posible determinar cuales instrumentos fueron elaborados sobre un
instrumento roto o desgastado por el uso. Con los tres tamaños de bifaciales se
puede demostrar que el reciclaje fue parte fundamental en el trayecto de vida útil
de las hachas de mano identificadas en la Estructura 4. La forma de algunas
piezas de menor tamaño, demuestra que son fragmentos reutilizados de
instrumentos que fueron de mayor tamaño (Figura 45).
Por ejemplo el largo de la pieza se acorta por una fractura en su extremo
distal (o útil) reduciendo la longitud más no el ancho, se devasta la fractura
mediante retoque que se sobreponen a la huella del fragmento desprendido; en un
artefacto reducido siempre queda la huella de su forma original, en las hachas por
ejemplo el ángulo que presenta el extremo proximal desde su fabricación original
perdura en la pieza reducida, al contrario de lo que sucede con un artefacto que
fue planeado desde el inicio con tal o cual tamaño y proporción. La desproporción
de medidas es una característica constante en los instrumentos que han pasado
por un proceso de reciclaje.
Otra característica relevante del material es el color. A partir de esta
propiedad física los instrumentos se pueden dividir en varios grupos. Pese a que la
clasificación no se determina por la coloración de la materia prima, éste es un
rasgo importante, porque seguramente en la selección del material para elaborar
los instrumentos, intervino la preferencia de los artesanos por el color de la
materia prima.
132
Este rasgo o característica visible y tal vez determinante en la elaboración
de los instrumentos como productos, es indicador de un comportamiento social del
grupo dedicado a la fabricación de los instrumentos. El color se eligió según el
instrumentos que se tuviera que fabricar: si era para cuchillos (Figura 46), se
utilizó el pedernal gris claro en mayor abundancia, el café, el marrón y el rosáceo,
en menor medida, pero presente siempre; para las puntas de proyectil (Figura 47)
se utilizó un pedernal libre de impurezas, de color café y café claro en su mayoría,
con algunas excepciones en marrón, beige, blanco, gris claro, gris oscuro, amarillo
y un solo artefacto guinda.
Figura 45. Tamaños de Bifaciales u hachas de mano.
Figura 46. Muestra de Cuchillos, en distintos colores.
133
Para el grupo de las hachas de mano se utilizó, en mayor medida, el
pedernal gris en todas sus tonalidades y combinaciones, siendo materia de menor
calidad que la utilizada en los cuchillos y en las puntas. Dentro de las hachas o
bifaciales se encontró materia prima con abundantes impurezas, las que
provocaron la fractura de los instrumentos incluso durante el proceso de
fabricación inicial o en sus primeros momentos de uso.
Para estos bifaciales (hachas de mano) se determinaron los colores gris
oscuro, gris claro, gris traslucido (en alto porcentaje), café oscuro, rosáceo, beige,
blanco, arena, amarillo y marrón (en bajas cantidades), la gran mayoría en
combinación de uno o varios de los colores mencionados (Figura 48). En lo que
respecta al resto de artefactos como las esferas en su mayoría son grises, blancas
o beige puesto que fueron fabricadas en pedernal con alto contenido de impurezas
o con caliza deleznable (llamada sascab), los raspadores, perforadores, cinceles,
compartían los colores característicos de las hachas de mano.
En la muestra contamos con pedernal de grano fino, imperceptible a simple
vista y de grano medio que da la apariencia de tener una textura rugosa. Algunas
de las áreas de corteza en las piezas (un porcentaje de éstas) presentan un alto
contenido de óxido, posiblemente de hierro.
Figura 47. Tipos y colores de puntas.
134
Las piezas completas incluidas dentro del grupo de hachas de mano
presentan por lo regular uno de los bordes con el filo más abatido que el otro.
Dentro de la categoría definida como hachas de mano existen, por lo menos, 20
variedades distintas en cuanto a forma y otras distintas en color. La combinación
de colores se da en la gran mayoría de los artefactos, siendo pocos los que
cuentan con un color homogéneo. La corteza de algunos instrumentos es de color
negro aunque cubierta de cal (como un tipo de calizas intemperizadas). También
presentan bandas debido a la deposición y precipitación química del material
cuando la roca se formó como tal.
Las formas de mayor abundancia son hachas de mano, cuchillos, puntas,
preformas, cinceles, gubias, raspadores, punzones y percutores (todos
instrumentos bifaciales). También se cuenta con manos de metate, metates y
morteros de diversas materias primas como pedernal, caliza, granito, un tipo de
Figura 48. Algunos ejemplos de hachas de mano
135
piedra verde, posiblemente una arenisca. Dentro de los instrumentos bifaciales
hay asimismo perforadores, esferas y discos (posibles tapas).
La técnica de manufactura de la mayoría de las piezas se realizó por
percusión, lo que da como resultado un mayor porcentaje de artefactos
pertenecientes a la industria de lítica tallada.
Contamos con seis piezas únicas: dos palmas, un yugo, dos hachas votivas
y el fragmento de una escultura: un falo. Las características de las dos palmas es
que son de roca caliza, una de ellas probablemente se elaboró en roca arenisca
cementada con carbonato de calcio. Esta palma tiene grabado un rostro zoomorfo
y la segunda motivos fitomorfos (Figura 49).
El yugo es, igualmente, de roca caliza, se encuentra labrado con un relieve
esculpido dentro de un pequeño cuadro. El par de hachas votivas son de dos
materiales la que representa un rostro humano es de granito y la que representa
un ave (guacamaya) de basalto gris. Son particularmente especiales, debido a
que el material sobre el que están elaboradas es foráneo. Los animales
representados, así como las formas de yugo y palma están directamente
relacionados con el ritual del juego de pelota.
Por último, dentro de este grupo de piezas esta el falo de piedra,
seguramente formó parte de una escultura mayor que aludía a la fertilidad. El falo
fue encontrado en el costado norte de la plataforma 4A y es un elemento más que
ratifica la importancia del edificio.
Otra pieza única en la muestra es un nódulo de pedernal cubierto por roca
caliza intemperizada, el nódulo presenta una oquedad ovalada (casi circular o
semicircular) profunda con su respectiva capa de intemperismo conteniendo óxido
de hierro como relleno, al parecer este relleno llegó ahí por un proceso de
hidrolización o hidrólisis, donde los minerales que componen el óxido de hierro,
posiblemente componentes de lutita y otra roca que se diluyeron y solidificaron
dentro de la cavidad en el nódulo.
136
Figura 49. a) palma zoomorfa, b) palma fitomorfa, c) yugo d-e) hachas votivas f) falo (fragmento de escultura).
a) b)
d) c)
e) f)
137
La presencia de estos elementos en El Tigre, permite interpretarlos como
productos del intercambio regional e interregional entre los distintos asentamientos
humanos existentes durante el periodo Clásico terminal.
Por otro lado, la diferencia de materia prima permite proponer la factura
foránea de los mismos. El hecho de que estos materiales se hallaron en la
Estructura 4, permite asumirlos como símbolos de poder empleados por la clase
dirigente.
138
CAPÍTULO 6. CLASIFICACIÓN DE LOS INSTRUMENTOS
LÍTICOS
Se inicia la descripción de los artefactos con las ofrendas de cuchillos de la
Estructura 2, La ubicación y forma en que las ofrendas de cuchillos fueron
depositadas revelan su asociación con un ritual, es por estas circunstancias que
se considera necesaria la descripción particular de las mismas.
DESCRIPCIÓN DE LAS OFRENDAS LOCALIZADAS EN LA ESTRUCTURA 2
Son tres ofrendas y una concentración localizadas en la Estructura 2. Llamamos
ofrendas a dos grandes concentraciones de instrumentos que, por las
características formales que presentan denominamos cuchillos, y a un par de
artefactos encontrados en asociación a la base o altar de una estela: Éstos últimos
son dos cuchillos de pedernal de hoja delgada y gran tamaño. Los tres conjuntos
de instrumentos líticos denominadas ofrendas 1, 2 y 3 respectivamente, guardan
relación directa con algún evento o ritual importante, puesto que fueron hallados
en el desplante de la escalinata perteneciente al templo superior de la Estructura 2
y en la base o altar donde desplantaba una estela. La última concentración es de
cuatro cuchillos y comparte las mismas características que los cuchillos de las
primeras dos ofrendas. Los cuatro cuchillos se localizaron en el desplante de la
plataforma 2A, aproximadamente a cuatro o cinco metros de distancia, al sur de
las ofrendas #1 y #2.
Las dos primeras ofrendas tienen una característica particular que las
diferencia y al mismo tiempo las asocia. La ofrenda #1 contiene solamente
cuchillos completos, mientras que la ofrenda #2 esta compuesta por fragmentos
de cuchillos que seguramente están matados. Las características formales de los
cuchillos que componen la ofrenda #3 permiten conjeturar que se trata de otra
ofrenda. Por último, se describe la concentración de cuchillos identificada en la
plataforma 2A, que no se considera como ofrenda pero comparte las
características formales de los cuchillos pertenecientes a las ofrendas.
139
Aparentemente, las primeras dos ofrendas de cuchillos constituyen
aparentemente parte de un mismo evento ritual. Ambas se localizaron en el
extremo noreste de la estructura, en la esquina sureste del templo superior. Junto
al primer muro del edificio (en su desplante), sobre una base de piedras de
pedernal y cubiertos por algunas piedras de sascab bien acomodadas. En los dos
casos, los cuchillos presentaron un arreglo de forma circular, como si hubiesen
estado colocados al interior de un canasto.
La ofrenda #1 presenta un acomodo indicando que estuvieron dentro de un
contenedor, probablemente de material perecedero, quizá un cesto o canasto
(Figura 50). Los cuchillos de esta ofrenda son instrumentos completos. Algunas
de las piezas presentaron pequeños fragmentos de materia orgánica adherida a
su superficie, quizá restos de carbón quemado. Tal vez los restos procedan de un
cesto de palma.
Al clasificar los cuchillos se apreció la variabilidad de colores que tienen. De
los 131 cuchillos que conforman la ofrenda #1,la mayor parte tienen forma de hoja
de laurel. La variedad de colores van desde un blanco opaco o lechoso, gris claro
Figura 50. Ofrenda de cuchillos #1
140
opaco y traslucido, gris medio y gris oscuro opaco y traslucido, café amarillento,
marrón-mostaza, café amarillento, café claro y café oscuro (Figura 51). Además,
los cuchillos presentan filo agudo pero sin huellas de uso. Esto permite inferir que
fueron elaborados exprofeso para un evento que no implicó su utilización como
instrumentos.
El registro de la ofrenda se realizó con la misma clasificación lítica del resto
del material analizado. Las características formales de los artefactos, se muestran
en la cédula de registro.
No. de inventario: 1716L al 1846L, con un total de 131 piezas.
Industria lítica: Tallada.
Técnica de manufactura: percusión - presión
Tipo de objeto: Bifacial.
Forma general: Cuchillo.
Color: Rosa, Beige, amarillo verdoso, arena, gris claro, gris medio, gris oscuro,
marrón, café. Las piezas presentan uno a más colores en combinaciones de
tonalidades variadas del mismo color, en manchas, bandas o puntos.
Figura 51. Colores y tamaños de los cuchillos. Ofrenda #1
141
Características morfológicas: instrumentos de lados convexo-convergentes,
sección transversal ojival, retoque bifacial parcial, bifacial cubriente, bifacial
invadiente con microastillamientos en los bordes laterales, extremo proximal
redondeado, extremo distal en punta aguda, filo agudo en los bordes laterales
aunque algunas piezas lo tienen abatido. La forma particular en el caso de los
cuchillos es ojival, ovalada, de hoja de laurel y hoja de sauce. Estas últimas
formas tomadas de las descripciones hechas por Mirambel (1974), donde hace
referencia a las hojas de dos árboles conocidos que se han utilizados como
modelo para la forma de artefactos líticos. Presencia de cortéx en varias de las
piezas, normalmente las que aún conservan el talón de percusión.
Dimensiones: Las medidas oscilan entre 10 y 17.5cm de largo, 0.6 y 1.8cm de
espesor, 3.5 y 6cm de ancho.
Estado de conservación: artefactos completos, algunas presentan fracturas
menores de no más del 5% de la pieza.
Ubicación: Estructura 2, Plataforma 2A, Cuadrante N5W21, Capa III. En la Base
de las escalinatas.
Observaciones: la temporada en que fueron exploradas y registradas las ofrendas
fue 2005. La mayoría de las piezas presenta restos de cortéx en uno o ambos
extremos, lo cual indica que fueron elaboradas a partir de un nódulo del que se
obtenían las lascas sobre las que se trabajó la forma de cuchillo. Cada artefacto
presenta alguna particularidad que no se repite en otro. Los rasgos más
representativos son: presencia del plano de percusión y del bulbo de
desprendimiento como una cara del artefacto. Existe un grupo de instrumentos
con cuerpo masivo y retoque abrupto o burdo, algunos de los artefactos están
elaborados sobre pedernal con abundantes impurezas (Figura 52), refiriéndonos
con esto a oquedades de distintos tamaños que hacen de los artefactos
instrumentos poco útiles.
142
La cercanía de la ofrenda #1 con la ofrenda #2 fue de un metro al sur,
localizadas bajo el desplante de las escalinatas. Exactamente al interior de los
muros laterales que flanqueaban la escalinata.
En lo que respecta a la ofrenda #2 está conformada por 91 fragmentos,
que, en algunos casos, forman piezas completas y en otros sólo parte del artefacto
(Figura 53). El arreglo de las piezas en el lugar donde se exploró la ofrenda #2, al
igual que la ofrenda #1, indica que estuvieron contenidas en un cesto o canasto,
posiblemente de material perecedero como la palma o guano.
Figura 52. Ejemplos de cuchillos con impurezas. Ofrenda #1.
Figura 53. Ofrenda #2. in situ.
143
De los artefactos tres son cuchillos completos, 16 semicompletos a los
cuales solamente se les fracturó un extremo (en la mayoría de los casos el
extremo distal). Entre los cuchillos semicompletos hay un artefacto que presenta
una muesca lateral, por lo que podría ser similar a los cuchillos de las ofrendas
localizadas en la Estructura 1, formadas por un conjunto de excéntricos sumado a
cuchillos que presentaban muescas laterales (una por cada lado).
Uniendo los fragmentos descubrimos que hay 28 cuchillos matados, de los
cuales uno está partido en cuatro pedazos, otro en tres pedazos y 26 cuchillos
más están fracturados en dos partes (Figura 54). Por último tenemos los
fragmentos que no se unieron entre sí, que forman un total de 13, de los cuales
dos son extremos distales, seis son extremos proximales y cinco fragmentos
mediales.
Figura 54. Cuchillos de la ofrenda #2. a) cuchillos semicompletos y uno completo, b) cuchillos en dos partes, c) cuchillo en cuatro partes y d) cuchillos en tres partes.
a) b)
c) d)
144
Por lo tanto, se puede hablar de una ofrenda que contuvo 61 cuchillos.
Donde 48 tienen todas sus partes (están completos aunque rotos) y sólo 13 son
menos de la mitad del artefacto.
La ofrenda #2 contiene piezas con colores que varían desde el blanco
opaco o lechoso, rosa en distintos tonos, gris claro opaco y traslucido, gris medio y
gris oscuro opaco y traslucido, amarillo verdoso, beige, marrón-mostaza, café
amarillento, café claro y café oscuro. Además, el filo que tienen es agudo y sin
huellas de uso, esto indica que se elaboraron para un evento que no implicaba el
uso de los artefactos como instrumentos de trabajo, sino como elementos rituales.
La ofrenda se registró bajo la misma clasificación lítica del material
analizado. Las características de la ofrenda #2 son:
No. de inventario: 1625L al 1715L, con un total de 91 piezas.
Industria lítica: Tallada.
Técnica de manufactura: percusión – presión.
Tipo de objeto: Bifacial.
Forma general: Cuchillo.
Color: Rosa, Beige, amarillo verdoso, blanco, gris claro, gris medio, gris oscuro,
marrón, café amarillento, marrón-mostaza. Las piezas presentan uno o más
colores en combinaciones de tonalidades variadas del mismo color, en manchas,
bandas o puntos.
Características morfológicas: instrumentos de lados convexo-convergentes,
sección transversal ojival, retoque bifacial invadiente con microastillamientos en
los bordes laterales, artefactos fragmentados, donde abundan los extremos
distales en punta aguda, fragmentos mediales que solo nos proporcionan la forma
de sus lados y su sección transversal, en algunos casos existe el extremo proximal
con forma redondeada. Filo agudo en los bordes laterales aunque algunas piezas
lo tienen abatido. La forma particular en el caso de los cuchillos es ojival o de hoja
de laurel, aunque no es posible afirmarlo con exactitud en todos los casos, debido
a lo fragmentado de los artefactos. Algunas piezas conservan restos de cortéx,
debido a que conservan el talón de percusión.
145
Dimensiones: las medidas oscilan entre 2.7 y 14.3cm de largo, 0.6 y 1.7cm de
espesor, 3.3 y 6.4cm de ancho.
Estado de conservación: fragmentos de artefactos, la mayoría son fragmentos
distales, aunque también tenemos proximales y mediales, las piezas conforman
del 20 al 80% de un instrumento completo.
Ubicación: Estructura 2, Plataforma 2A, Cuadrante N5W21, Capa III. En la Base
de las escalinatas.
Observaciones: la temporada en que fue explorada la ofrenda fue 2005. La
mayoría de las piezas presenta restos de cortéx, lo cual indica su elaboración a
partir de un nódulo del que se obtenían lascas sobre las que se trabajaron los
cuchillos. Existen algunos rasgos particulares de ciertos artefactos que no
comparten con el resto. Por ejemplo, las diferencias de los cuchillos rotos son
mínimas; mencionaremos las más importantes: hay un artefacto (el número
1701L) que presenta una muesca lateral bien elaborada con retoques por presión,
presente en el borde lateral izquierdo. Sobre el borde lateral derecho aparecen
otras dos posibles muescas, pero una gran fractura impide precisar si lo son o no.
Estos rasgos son representativos de los llamados excéntricos, que normalmente
tienen formas muy elaboradas y abundantes muescas de diversos tamaños sobre
una pieza.
Al igual que en la ofrenda #1, en algunos cuchillos de la ofrenda #2 existe la
presencia del plano de percusión, sin embargo en algunos artefactos el bulbo de
desprendimiento es menos común debido a que solo son fragmentos. Un rasgo
importante que presenta la mayoría de las piezas es el retoque homogéneo,
aparentemente por factura con percutor suave y por presión.
En El Tigre se ha encontrado este tipo de artefactos como ofrenda en la
Estructura 1 (Figura 55), en la base de la escalinata, formando un conjunto de
piezas líticas con una caja de cerámica. Por lo tanto, cabe la posibilidad de que el
cuchillo con muesca haya sido un excéntrico.
146
La ofrenda #3 son dos cuchillos de aproximadamente 30-35cm de largo,
7cm de ancho y 0.9cm de espesor (Figura 56). Se localizaron al interior del altar
sobre el que desplantaba una estela, ubicada al este del templo superior en la
Estructura 2. Ambos son de pedernal color café, textura fina con forma de hoja de
laurel, filo agudo en ambos bordes laterales, son de hoja muy delgada para las
dimensiones que tienen los artefactos. El trabajo a que se sometieron fue retoque
por presión para darles la forma final.
La ofrenda se registró bajo la misma clasificación lítica del material
analizado. Las características de los cuchillos de la ofrenda #3.
No. de inventario: 1850L y 1851L.
Industria lítica: Tallada.
Técnica de manufactura: presión.
Tipo de objeto: Bifacial.
Forma general: Cuchillo.
Color: café oscuro. Uno de los cuchillos presenta una capa de caliche beige. La
textura del pedernal es fina, sin impurezas.
Figura 55. Ofrenda de la Estructura 1. Tomada de Vargas, 2007: 224.
147
Características morfológicas: instrumentos de lados convexo-convergentes,
sección transversal ojival, retoque bifacial invadiente con microastillamientos en
los bordes laterales, los extremos distal y proximal tienen punta aguda, filo agudo
en los bordes laterales. La forma particular es ojival o de hoja de laurel.
Dimensiones: sus medidas son: 31.4-35.2cm de largo, 7-7.7cm de ancho y 0.9-
1.3cm de espesor (Figura 57).
Figura 56. Cuchillos de la ofrenda #3. Ofrenda a la estela.
148
Estado de conservación: Completos, solo un cuchillo presenta fractura en el
extremo proximal.
Ubicación: Estructura 2, Plataforma 2A, Cuadrante N5W21, Capa III. En la Base
de la Estela.
Observaciones: la temporada en que fue encontrada la ofrenda fue 2005. Ambas
piezas están asociadas al altar que debió sostener la Estela en el frente este del
templo superior en la Estructura 2.
Por último, mencionaremos cuatro cuchillos (Figuras 58-59) localizados al
sur de las ofrendas 1 y 2, los cuchillos son similares a los de la ofrenda #1, pero
con la diferencia que se encontraron dispersos sobre el cuadrante N3W21,
aproximadamente 3 o 4 metros al sur de las ofrendas 1 y 2, al lado del muro norte
de la plataforma 2A. No obstante que se consideró como una ofrenda, dada la
dispersión en el cuadrante, sí es importante tomar en cuenta su localización. Estos
artefactos en particular parecen haber sido elaborados sobre lascas, suposición
basada en la presencia de una parte mínima del talón de percusión en el extremo
Figura 57. Dimensiones del cuchillo de la ofrenda #3.
149
proximal. Son de color beige, blanco y gris con beige, tienen la punta aguda con
filo vivo en los bordes y la base redondeada. La descripción particular de estos
cuchillos se inserto en la descripción del tipo cuchillos, dentro de la clasificación
general.
CLASIFICACIÓN FORMAL
El conjunto de artefactos que conforman la muestra contiene 956 instrumentos, la
mayoría fragmentados. 719 piezas corresponden a la Estructura 4 y 237 a la
Estructura 2. De los últimos, 224 forman parte de las ofrendas de cuchillos. La
primera ofrenda contiene cuchillos rotos, mientras que la segunda cuenta con
instrumentos completos y la tercera ofrenda son únicamente dos cuchillos de
grandes dimensiones.
Cada artefacto tiene asignado un número consecutivo, como número de
inventario que inicia en el 980L hasta el 1851L, inicia en el número 980 porque es
Figura 59. Dibujo de uno de los cuchillos dispersos.
Figura 58. Cuchillos dispersos. Estructura 2
150
la continuación de la numeración otorgada previamente por el proyecto a
artefactos de excavaciones previas en la Estructura 1 y la Estructura 5 (Juego de
pelota). Cabe mencionar que algunos instrumentos de la Estructura 4 están dentro
de la numeración previa, entre el numero 500 y el 980. Lo importante es que cada
pieza cuenta con un número de inventario que permite identificarla dentro del
conjunto de instrumentos.
Con base en la industria a la que pertenece el material, el análisis
morfológico permitió dividir los materiales en dos grupos: industria de lítica tallada
e industria de lítica pulida. Luego, a partir de la forma general de los artefactos, se
definieron las categorías mediante la forma general de los artefactos y las
variantes a tarves de rasgos particulares como variedades mínimas en la forma y
el posible uso de los artefactos.
La mayor parte de la muestra consta de instrumentos pertenecientes a la
industria de lítica tallada. Los instrumentos representativos o de mayor abundancia
son piezas de cuerpo masivo, con retoque abrupto o burdo y posible forma de
hacha de mano, aunque también tenemos instrumentos como cuchillos, puntas,
fragmentos de piezas en proceso y algunos percutores, además de diversas
piezas de lítica pulida. La primera agrupación permite la separación más general
de los artefactos, para así distinguir a que industria pertenecen y comenzar la
agrupación.
Lítica tallada
La descripción de los instrumentos va en orden de importancia, comenzando con
los artefactos de mayor abundancia dentro del material. Entre estos artefactos
destacan las hachas de mano y los cuchillos. Los primeros son instrumentos de
manufactura burda que conservan la forma particular que nos permite describirlas
como hachas de mano. Winchkler define el hacha de mano como:
un artefacto bifacial tallado por percusión a partir de un núcleo o lasca gruesa. La
expresión fue usada: a) para designar un artefacto bifacial elaborado por percusión, que
morfológicamente es semejante a un biface, del que se diferencia por su más compleja
151
elaboración y por tener una función específica, semejante a la de las hachas actuales; b)
como sinónimo de BIFACE, CHOPPER, HACHA (Winchkler, 2006: 141).
En varios de estos instrumentos se aprecia el uso del pedernal con alto
contenido de impurezas como materia prima. En otros, las huellas de uso o
desgaste se observan como sectores ligeramente pulidos, seguramente por
haberse frotado contra otro material.
El otro tipo de instrumento —los cuchillos— es de manufactura mucho más
fina, pero guarda características similares a las hachas en cuanto a técnica de
manufactura. Una de las diferencias entre ambos tipos de artefacto es el retoque
que presenta. Las hachas tienen retoques burdos, probablemente por percusión,
mientras que los cuchillos tienen siempre retoques finos, tal vez ejecutados por
presión. La diferencia entre ambos tipos de retoque radica en la profundidad de las
huellas de lasqueo que quedan marcadas, además cuando la lasa se obtuvo por
percusión las ondas radiales son muy profundas. En cambio, cuando la lasca se
obtuvo por presión las ondas radiales son muy tenues.
La clasificación de instrumentos arrojó los siguientes tipos de artefactos:
lascas con retoque, preformas de hacha, preformas de cuchillo, cepillos, cinceles,
gubias, cuñas, hachas de mano, cuchillos, puntas, raspadores, raederas,
percutores, nódulos y núcleos, rocas con retoque, perforadores, tajadores (los
últimos en menor cantidad).
La descripción que se presenta a continuación sigue un orden específico,
desde el instrumento menos elaborado al más elaborado, dejando al final los
elementos más abundantes en la muestra. Por lo tanto el orden para describir los
tipos de artefactos comienza con las lascas retocadas, rocas con retoque y las
preformas tanto de hachas como cuchillos o cualquier otro instrumento que se
encuentre en el estado de preforma. Seguido por la descripción de los percutores,
nódulos y núcleos, por ser artefactos que forman parte del conjunto de
herramientas útiles para la fabricación de los demás instrumentos líticos, así como
tajadores, raspadores, raederas, cuñas, cepillos, cinceles, gubias, perforadores,
152
puntas, hachas de mano y cuchillos. Al final se describen los desechos de talla
identificados sobre la Estructura 4.
Lascas Retocadas
Estos artefactos son considerados como instrumentos por tener huellas de haber
sido modificados por el hombre, al presentar retoques abruptos en alguno de sus
bordes, aunque su forma es irregular y no guarda semejanza con ningún otro
artefacto de la muestra. Es importante mencionar su existencia, ya que se puede
notar la relevancia del material lítico, en especial el pedernal para las labores
cotidianas. Independientemente de contar con instrumentos terminados, los
habitantes de El Tigre podían tomar una piedra de pedernal y transformarla
inmediatamente en un instrumento de trabajo.
Las lascas retocadas de la muestra son ocho piezas (Figuras 60-61), lo que
permite inferir la predilección que tuvieron los pobladores por instrumentos de
manufactura más elaborada. Este tipo de instrumentos forman un grupo que
comparte las características descritas conforme a la clasificación morfológica.
No. de inventario: 1103L, 1160L, 1198L, 1199L, 1212L, 1264L, 1267L y 1566L.
Industria lítica: tallada.
Técnica de manufactura: percusión directa.
Tipo de objeto: lasca.
Forma general: lasca con retoque marginal.
Color: Beige, gris claro, gris oscuro, marrón y café. Las piezas presentan uno a
más colores en combinaciones de manchas o bandas.
Características morfológicas: instrumentos de lados rectos-convergentes,
convexos-convergentes, recto-convexo convergentes. Sección transversal plano-
convexa asimétrica, ojival, ojival asimétrica, trapezoidal e irregular. Retoque
monofacial marginal, bifacial marginal, bifacial parcial, una pieza con retoque
bifacial cubriente en cara ventral y parcial en cara dorsal. Extremo proximal
abrupto que corresponde al talón o plano de percusión, en punta, en punta
redondeada, redondeado, recto. Extremo distal rectilíneo, en punta y redondeado.
153
Superficie de desgaste en el borde distal y lateral izquierda, en algunos artefactos
no se aprecia. La presencia de cortéx varía entre 5%, 20%, 25% y 40% sobre las
caras dorsal, ventral y ambos extremos.
Las lasca retocadas toman apariencia de preformas de instrumentos más
elaborados, por ejemplo hay una con forma de raspador, pero sin huellas de uso;
otra tiene forma de punta retocada y parece de manufactura reciente; una más de
un hacha de mano, pero por la falta de huellas de uso queda solo como lasca
retocada, en la cara ventral aún presenta el bulbo de percusión. Todas las lascas
presentan bulbo de desprendimiento, plano de percusión y retoques abruptos en
gran parte de la pieza, además de un filo agudo sobre los borde laterales (en uno
o ambos).
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 5 y 13cm de largo, 1.6 y 2.7cm de
espesor, 3.5 y 9.1cm de ancho.
Ubicación: 4A (2), 4A-6 (1), 4G (4) y 4E (1).
Observaciones: a pesar de ser pocos los artefactos de este tipo, es importante
mencionarlos porque al igual que las preformas, los percutores, los artefactos
rotos y los desechos de talla, forman parte del proceso de fabricación del resto de
instrumentos.
Figuras 60.Lascas con retoque marginal.
154
Preformas bifaciales
Esta categoría incluye todos los artefactos que están en proceso de fabricación,
en general son de factura burda, con huellas de lasqueos abruptos, tienen retoque
bifacial que ocasionalmente cubre ambas caras, pero en general es irregular.
Normalmente presenta fracturas grandes en los bordes laterales, ejecutadas con
la intención de darle forma preliminar a la pieza que se transformará en hacha de
mano, cuchillo o algún otro instrumento lítico. La base de las preformas
comúnmente es un nódulo de pedernal.
La cantidad de artefactos que contiene esta categoría son 18 piezas, el
resto de materiales de este tipo se identificó en los talleres delimitados en otros
conjuntos arquitectónicos dentro del sitio. El tamaño de los instrumentos oscila
entre 13 y 18cm de longitud, pero solo tenemos dos piezas completas, el resto son
fragmentos tanto distales como proximales (Figuras 62-63).
No. de inventario: 993L, 994L, 1013L, 1047L, 1084L, 1115L, 1144L, 1176L, 1545L-
1553L (10 piezas), 1568L, 1569L, 1570L, 1574L. Son 20 artefactos en total.
Industria lítica: tallada.
Técnica de manufactura: percusión directa.
Figuras 61.Lasca con retoque marginal y cortéx en la cara dorsal.
155
Tipo de objeto: Bifaciales.
Forma general: Preformas de hachas, cuchillos, raspadores o otros implementos
líticos.
Color: Beige con puntos negros y grises, rosáceo, blanco lechoso, gris traslucido,
gris claro, gris jaspeado, gris oscuro, amarillo, arena, marrón y café. Las piezas
presentan uno a más colores en combinaciones de manchas, bandas o vetas.
Figuras 62 -63. Preformas bifaciales.
156
Características morfológicas: instrumentos de forma ovalada, amigdaloide o
irregular (abrupta). Lados convexos convergentes, recto-convexo convergentes,
convexos paralelos, rectos-irregular convergentes, convexos-irregulares paralelos,
convexos-paralelos, para la preforma de punta los lados eran cóncavos-
divergentes. Sección transversal ojival, irregular, ojival asimétrica, plano-convexa,
plano-irregular y ovalada irregular. Retoque bifacial burdo, bifacial cubriente,
bifacial parcial, bifacial invadiente, bifacial marginal, unifacial, la mayoría presenta
retoque invadiente, por lo burdo de las formas.
El extremo distal puede ser redondeado, rectilíneo, redondeado en punta,
en arco rebajado con astillamientos irregulares y en punta aguda. Extremo
proximal redondeado, con talón de percusión, en punta con presencia de talón de
percusión, redondeado en punta y recto. Bordes laterales con astillamiento
sinuoso irregular y filo abatido en los borde. Algunas preformas presenta superficie
de desgaste, pero la mayoría se encuentran en proceso de fabricación. La
presencia de cortéx es abundante, llegando a cubrir hasta en 80% las piezas.
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 4.9 y 12.8cm de largo, 3.3 y 8.1cm de
ancho, 0.8 y 3.7cm de espesor.
Ubicación: en Estructura 4, plataformas 4B (1), 4A (5), 4F (1), 4H-3 (2), 4H-2 (2),
4E (1), 4H-5 (2), 4H (1), 4G (1). Tenemos algunos artefactos de la Estructura 2
localizados en la plataforma 2A (4).
Observaciones: la mayoría de los artefactos aún conservan el plano de percusión
con cortéx. Son piezas elaboradas sobre lascas, conservan también parte del
talón y el bulbo de percusión. Hay una preforma de punta de proyectil, por lo que
sus características formales difieren un poco del resto, esta pieza cuenta con
pedúnculo de lados rectos convergentes, base fracturada, aletas obtusas,
presenta filo agudo en los bordes laterales.
Percutores
Este tipo de instrumentos es poco común en la muestra, puesto que las
excavaciones se realizaron únicamente en el centro ceremonial, y los lugares
157
donde pueden abundar son precisamente las áreas de talleres como lugares de
fábrica de los instrumentos (Figura 64).
No. de inventario: 1153L, 1154L, 1330L y 1613L.
Industria lítica: tallada.
Técnica de manufactura: percusión directa.
Tipo de objeto: Percutor.
Forma general: Percutor.
Color: Beige, blanco, gris veteado, gris oscuro, guinda. Las piezas presentan uno
a más colores en combinaciones de bandas o vetas.
Características morfológicas: instrumentos de forma ovoide, ovalada. Lados
convexos convergentes, rectos paralelos, convexos irregulares convergentes en
ambos extremos. Sección transversal ojival y plano convexa, retoque bifacial,
bifacial cubriente, extremo proximal redondeado, extremo distal redondeado
Superficie de desgaste distal-ventral. Bordes laterales con astillamiento sinuoso
irregular, filo abatido por retoques marginales superpuestos. El borde presenta
picoteo y pulimento en ambas caras. Con 15% de cortéx.
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 5.8 y 9.4cm de largo, 2.6 y 7.8cm de
ancho, 0.5 y 5.1cm de espesor.
Ubicación: en la Estructura 4 se localizaron en las plataformas 4A, 4F y 4D, y una
de las piezas en las excavaciones de la escuela.
Figura 64. Dibujo y fotografía de un percutor de pedernal.
158
Nódulos y núcleos
Al igual que los percutores estos artefactos no son abundantes, pero su presencia
nos permite apreciar las primeras formas de artefactos que conforman el proceso
de fabricación.
No. de inventario: 1621L, 1622L, 1099L, 1406L.
Industria lítica: tallada.
Técnica de manufactura: percusión directa.
Tipo de objeto: Roca modificada.
Forma general: Nódulos y núcleos.
Color: Blanco, gris oscuro y marrón.
Características morfológicas: los nódulos (Figura 65) son artefactos de forma
semiesférica, amigdaloide, paredes irregulares, lados convexos irregulares
convergentes, sección transversal ovalada, extremos proximal y distal
redondeados, cubiertos por cortéx (95%), uno de ellos presenta una oquedad
perfectamente ovalada cubierta por cortéx en su exterior e interior y con un relleno
de óxido de fierro solidificado o un metal, en su cara semiplana. El cortéx que
cubre los nódulos comparte las características de la roca caliza, podría
compararse en algunos casos con el sascab por su textura deleznable.
Los núcleos (Figura 65) tienen el talón de percusión con cortéx, lados rectos
paralelos, sección transversal ojival y cuadrada-rectangular, retoque bilateral,
extremo proximal recto, extremo distal redondeado, superficie de desgaste
bilateral, cuatro caras con huella de desprendimiento de lascas y cortéx en la parte
inferior (40%). Uno de los artefactos es un guijarro que solo fue retocado en los
bordes laterales y preserva 95% de corteza sobre la pieza.
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 6.7 y 12.8cm de largo, 5.8 y 10.1cm de
ancho, 3.1 y 6.2cm de espesor.
Ubicación: Estructura 4 plataforma 4A (1) y 4D (2), Estructura 1 plataforma 1C (1).
Observaciones: estos artefactos forman parte de la materia prima utilizada para la
fabricación de instrumentos líticos con mayores transformaciones. Uno es
159
particularmente especial, debido a la intrusión de metal que tiene en una pequeña
oquedad.
Tajador
No. de inventario: 1091L (Figura 66).
Industria lítica: tallada.
a)
Figura 65. Nódulos (a-b) y núcleo de pedernal (c).
c)
b)
160
Técnica de manufactura: percusión directa.
Tipo de objeto: Bifacial.
Forma general: Tajador.
Color: Gris oscuro.
Características morfológicas: instrumento de lados rectos convergentes abruptos,
sección transversal ojival asimétrica, retoque bifacial cubriente, extremo proximal
recto abrupto, extremo distal rectilíneo abrupto, bordes laterales con lasqueos
masivos de descortezamiento, presencia de cortéx en 2%.
Dimensiones: sus medidas son 11.7cm de largo, 8.9cm de ancho y 4.7cm de
espesor.
Ubicación: Estructura 4, plataforma 4 A (S2E14).
Observaciones: Por sus dimensiones se asemeja a un tajador, pero no presenta
huellas de desgaste por uso, solamente lasqueos mayores por descortezamiento.
Azadón
No. de inventario: 1158L (Figura 67).
Industria lítica: tallada.
Figura 66. Tajador. Figura 67. Azadón.
161
Técnica de manufactura: Desgaste.
Tipo de objeto: Bifacial.
Forma general: Azadón.
Color: Beige rosáceo con puntos amarillos.
Características morfológicas: Instrumento de lados cóncavo-recto paralelos,
sección transversal ojival, retoque bifacial cubriente, extremo proximal
redondeado, extremo distal rectilíneo, bisel doble recto, microastillamientos
superpuestos en los extremos distal y proximal.
Dimensiones: sus medidas son 11.5cm de largo, 2.5cm de espesor, 5cm de
ancho.
Ubicación: Estructura 4, plataforma 4A.
Observaciones: artefacto elaborado en pedernal, muy semejante en forma a los
artefactos llamados hachas de mano, solamente que las dimensiones de este son
mucho mayores.
Raspadores
No. de inventario: 1096L, 1122L, 1123L, 1124L, 1125L, 1126L, 1127L, 1143L,
1181L, 1182L, 1183L, 1184L, 1185L, 1205L, 1293L, 1405L, 1543L, 1558L, 1616L.
En total son 19 piezas las que conforman esta categoría.
Industria lítica: tallada.
Técnica de manufactura: percusión directa.
Tipo de objeto: Bifacial.
Forma general: Raspador.
Color: Beige, gris claro, gris oscuro, amarillo, rosáceo, gris lechoso, arena, marrón
y café. Las piezas presentan uno a más colores en combinaciones de manchas,
jaspeado o bandas.
Características morfológicas: instrumentos de lados convexos-convergentes,
rectos convergentes, rectos paralelos, convexos-cóncavos. Sección transversal
plano convexa, plano convexa asimétrica, semielíptica irregular, ojival o
trapezoidal. Retoque bifacial cubriente, marginal, invadiente. Extremo distal
162
redondeado o rectilíneo. Talón o extremo proximal recto, recto-convexo. Superficie
de desgaste ventral, distal-ventral, sin cortéx. Presenta filo agudo-sinuoso irregular
sobre todo el borde de la pieza exceptuando el talón.
Algunas piezas presentan filo sinuoso irregular ligeramente abatido en
ambos bordes laterales, con fracturas que desprenden parte del extremo proximal
y algunas huellas de desprendimiento. Otros instrumentos están fabricados sobre
lascas gruesas, presentando parte del bulbo de percusión. El filo en los bordes
laterales es abatido-sinuoso irregular y presenta microastillamiento superpuesto en
el extremo distal (Figura 68).
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 7.3 y 14.3cm de largo, 3.1 y 7.3cm de
ancho, 1.2 y 4.7cm de espesor.
Ubicación: 4A (7), 4B (1), 4C (1), 4D (4), 4E (1), 4F (2), 4H (1), 4H-2 (1), 2A (1),
Figura 68. Distintas formas de raspadores de pedernal.
163
Observaciones: las formas geométricas de estos instrumentos varían entre formas
trapezoidales, circulares o triangulares, casi siempre su superficie de desgaste se
encuentra en su cara interior o ventral. Y los bordes laterales en general
conservan su filo puesto que el extremo distal y en su cara ventral es la superficie
útil.
Raederas
No. de inventario: 1146L, 1147L, 1150L, 1159L, 1408L.
Industria lítica: tallada.
Técnica de manufactura: percusión directa.
Tipo de objeto: Monofacial.
Forma general: Raedera (Figura 69).
Figura 69. Distintas formas de raederas de pedernal.
164
Color: Blanco lechoso, gris claro, amarillo, marrón y café. Las piezas presentan
uno a más colores en combinaciones de manchas o bandas.
Características morfológicas: instrumentos de lados cóncavo - convexo
convergentes, convexos convergentes. Sección transversal triangular, plano-
convexa asimétrica, ojival. Retoque bifacial cubriente, bilateral, lateral. Extremo
proximal redondeado, recto, redondeado curvo. Extremo distal rectilíneo,
redondeado. Presenta filo abrupto, sinuoso regular y con ligeros astillamientos en
el borde lateral izquierdo, bisel doble convexo, superficie de desgaste bilateral.
30% de cortéx, elaborada sobre lasca.
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 5.5 y 13.7cm de largo, 4 y 8.2cm de
ancho, 1.9 y 3.4cm de espesor.
Ubicación: se localizaron únicamente en la Estructura 4 sobre las plataformas 4A
(3), 4A-3 (1) y 4B-2 (1).
Observaciones: Instrumentos sobre lasca de descortezamiento (algunos),
presentan el talón de percusión y la cara ventral con cortéx. Su forma geométrica
puede ser ovalada asimétrica.
Cuñas
No. de inventario: 803L, 1193L y 1194L.
Industria lítica: tallada.
Técnica de manufactura: percusión directa.
Tipo de objeto: Bifacial.
Forma general: Cuña (Figura 70).
Color: Beige-amarillento y gris oscuro.
Características morfológicas: Instrumentos de forma rectangular, de lados
convexos-paralelos y rectos convergentes. Sección transversal ojival y trapezoidal.
Retoque bifacial invadiente (fino) y cubriente. Extremo distal en arco rebajado
(pulido), extremo proximal fracturado, filo distal curvo en vista frontal, bisel doble
convexo y sólo convexo. Presentan un pulido muy marcado en el extremo distal
165
sobre ambas caras de la pieza, los bordes laterales tienen el filo ligeramente
abatido, la superficie de desgaste es distal, cortéx (5%) en extremo distal.
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 6.5 y 7.4cm de largo, 2.8 y 3.7cm de
ancho, 1 y 1.4cm de espesor.
Ubicación: 4D (2) y 4H (1).
Observaciones: son instrumentos con trabajo muy fino sobre toda la pieza, bordes
laterales con filo abatido por pulimento y superficie de desgaste distal con poco
cortéx. Una de las piezas es de piedra verde.
Cepillos
Esta forma la describe Leroi y la retoma para su análisis de lítica pulida Constanza
Vega Sosa. En nuestro caso son únicamente dos piezas de este tipo con las que
contamos en la muestra, pero cubre perfectamente las características descritas
por los autores para identificar la forma de cepillo. Su función sólo puede ser
certificada mediante análisis de huellas de uso.
Figura 70. Cuñas de pedernal.
166
No. de inventario: 1186L y 1187L.
Industria lítica: tallada.
Técnica de manufactura: percusión directa.
Tipo de objeto: Bifacial.
Forma general: Cepillo.
Color: Beige, rosáceo y amarillo. Las piezas presentan los colores en combinación
de manchas.
Características morfológicas: instrumentos de lados rectos-convergentes y
convexos-convergentes. Sección transversal plano-convexa y ojival asimétrica.
Retoque bifacial invadiente y cubriente. Extremo distal fracturado, talón o extremo
proximal redondeado y redondeado en punta. Superficie de desgaste ventral, sin
cortéx (Figura 71).
Dimensiones: sus medidas son 12.2 y 13.8cm de largo, 3.8 y 5.1cm de ancho, 1.3
y 2.7cm de espesor.
Ubicación: Estructura 4 plataformas 4E y 4D.
Observaciones: Presentan un acabado mucho mas fino que los raspadores
(aunque en forma son similares), los bordes laterales tienen el filo ligeramente
abatido sinuoso regular (como aserrado) y ligeramente pulido en los bordes
laterales, con microastillamiento superpuestos y abundantes en ambos bordes.
Figura 71. Cepillos de pedernal
167
Perforadores
No. de inventario: 1163L, 1609L, 1610L, 1611L, 1614L.
Industria lítica: tallada.
Técnica de manufactura: percusión directa.
Tipo de objeto: Bifacial.
Forma general: Perforador.
Color: Beige, gris claro, gris oscuro, arena, amarillo, guinda y blanco. Las piezas
presentan uno a más colores en combinaciones de manchas, vetas o bandas.
Características morfológicas: instrumentos de forma oval alargada, puntiaguda.
Lados convexo-recto convergentes, convexo-convergentes en ambos extremos.
Sección transversal ojival. Retoque bifacial invadiente o cubriente. Extremo
proximal en punta, con presencia de talón de percusión en algunos casos, recto
con restos de cortéx. Extremo distal en punta aguda, bordes laterales con
astillamiento y filo sinuoso regular o irregular, ligeramente abatido. Cortéx en cara
ventral (1%). El extremo útil es el proximal. Presenta el plano de percusión en el
extremo proximal mostrando el área de desprendimiento de una lasca (Figura 72).
Figura 72. Perforadores de pedernal.
168
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 5.8 y 10.5cm de largo, 2.6 y 3.1cm de
ancho, 0.5 y 1.8cm de espesor.
Ubicación: Estructura 4 plataformas 4D (1), 4G (1) y 4H-1(3).
Observaciones: una de las piezas presenta una arista pronunciada en medio y a lo
largo, sobre ambas caras (ventral y dorsal), y es la única con punta de perforador.
Gubias
Estos instrumentos tiene forma trapezoidal visto en sección transversal y
ligeramente triangular alargado visto en planta, una característica relevante de
este tipo de instrumentos es que un área del extremo distal en su cara ventral
presenta pulimento. Tiene un filo en arco rebajado, con todo el borde pulido,
además de presentar un retoque fino, que permite inferir su manufactura final por
presión. La cantidad de instrumentos de este tipo son 10 (Figura 73).
No. de inventario: 783L, 806L, 1188L, 1189L, 1190L, 1191L, 1192L, 1606L, 1607L,
1615L.
Industria lítica: tallada.
Técnica de manufactura: percusión directa.
Tipo de objeto: Bifacial.
Figura 73. Gubias.
169
Forma general: Gubia.
Color: Beige, gris veteado, gris claro, blanco, gris oscuro, arena, amarillo. Las
piezas presentan uno a más colores en combinaciones de manchas o bandas.
Características morfológicas: instrumentos de forma rectangular, triangular-
trapezoidal. Lados convexos-convergentes, rectos-convergentes, rectos-paralelos.
Sección transversal plano-convexa, triangular, trapezoidal y ojival. Retoque bifacial
total-cubriente o invadiente. Extremo distal rectilíneo o trapezoidal, con pulimento
en ambas caras, una de las piezas presenta el extremo distal en arco rebajado
con zona de trabajo triangular pulida en ambas caras. Talón o extremo proximal
redondeado, redondeado en punta, superficie de desgaste ventral. Con filo
abatido-pulido en los bordes laterales, filo recto o curvo en vista frontal y pulimento
por uso en la cara ventral cerca al extremo distal. Algunos artefactos tienen cortéx
en 5% de la base.
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 7.3 y 13.3cm de largo, 3.7 y 5.5cm de
ancho, 1.6 y 2.7cm de espesor.
Ubicación: Estructura 4 plataformas 4A (4), 4B (1), 4D (1), 4E (2), 4H-2 (1) y en la
Estructura 1 sobre la plataforma 1E (1).
Observaciones: Este tipo de instrumentos presentan el extremo distal en ambas
caras (ventral y dorsal) pulido perfectamente, seguramente el pulimento es
ocasionado por el uso.
Cinceles
Esta categoría de instrumentos cuenta con 26 piezas, 10 completas y el resto
fragmentos. De acuerdo a las características que muestran, los fragmentos se
dividen en tres tipos: proximales, mediales o distales. Se definen como cinceles
por presentar un extremo semi-puntiagudo, utilizado como parte del sistema de
factura de otros instrumentos líticos con el resto de instrumentos de la muestra. La
diferencia de este instrumento con los bifaciales de la categoría de hachas de
mano, es que los lados son casi paralelos y el extremo distal o útil, presenta
170
microastillamientos que muestran la utilización del implemento en la percusión
(Figura 74).
No. de inventario: 807L, 984L, 1129L, 1130L, 1131L, 1132L, 1140L, 1145L, 1151L,
1162L, 1165L, 1166L, 1167L, 1168L, 1170L, 1173L, 1174L, 1175L, 1196L, 1197L,
1534L, 1559L, 1565L, 1577L, 1589L, 1612L. En total son 26 artefactos.
Industria lítica: tallada.
Técnica de manufactura: percusión directa.
Tipo de objeto: Bifacial.
Forma general: Cincel.
Color: Beige, blanco lechoso, amarillo, rosáceo, gris claro, gris oscuro y café
traslucido. Las piezas presentan uno a más colores en combinaciones de
manchas o vetas o jaspeado.
Características morfológicas: instrumentos de forma ovalada, lados convexos
paralelos, rectos asimétricos paralelos, rectos paralelos, convexos-irregulares
paralelos, rectos-convergentes o convexos convergentes. Sección transversal
Figura 74. Cinceles de pedernal
171
ojival, ojival asimétrica, plano convexa, elíptica. Retoque bifacial cubriente, lateral,
marginal. Extremo distal redondeado, en punta redondeada, recto. Extremo
proximal redondeado, redondeado irregular, recto, punta redondeada aguda, en
una pieza aún se aprecia el talón de percusión. Superficie de desgaste bilateral,
bilateral-distal, distal, proximal, distal-ventral. Bordes laterales semipulidos, bisel
lateral recto o doble convexo. Presentan astillamientos superpuestos en ambos
bordes laterales, algunas con filo aserrado o filo sinuoso irregular en los bordes
laterales. El porcentaje de cortéx que aún conservan varía entre 5 y 25%.
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 4.1 y 19.8cm de largo, 2.2 y 6.5cm de
ancho, 1.3 y 4.8cm de espesor.
Ubicación: Estructura 4 lado sur (4), plataformas 4A (10), 4A-3 (1) 4B-3 (1), 4D (5),
4F (1), 4H (3), 4H-2 (1).
Observaciones: la categoría de cinceles ha sido definida como instrumentos
bifaciales utilizados para el trabajo sobre otra piedra. Su acabado comúnmente es
burdo puesto que no se busca la armonía de su forma, por el contrario como
herramienta de trabajo, se requiere la resistencia que ofrece.
Puntas
En esta categoría se agrupan todos los instrumentos bifaciales que cuentan con
un extremo reducido que forma una punta y con una base o pedúnculo,
particularidad que es exclusiva de este tipo de instrumentos. Esta categoría consta
de 76 piezas, de las cuales 53 están completas. Estos implementos están
descritos mediante dos grupos de atributos, los correspondientes a la pieza
completa y los concernientes a la parte que forma su pedúnculo o base. Las
características que se describen para cada conjunto de atributos son muy
similares, es por eso que se divide la descripción en el extremo distal constituido
por la parte masiva de la pieza y su pedúnculo.
La diferenciación entre estos instrumentos, la otorga la forma particular de
la punta y del pedúnculo o base, siendo la clasificación tan extensa como los tipos
de pedúnculos y puntas que se han logrado definir a lo largo de los estudios sobre
172
material lítico que existen. Las variaciones que existen en cada atributo descrito
para estos instrumentos tiene variaciones que ningún otro instrumento presenta,
así como puede tener lados convexos, cóncavos, rectos, combinados, también
puede presentar variaciones minúsculas como el tipo de muescas en los costados
de la base o del pedúnculo (Figuras 75-76).
No. de inventario: 867L, 868L, 872L, 873L, 875L, 880L, 902L, 905L, 909L, 913L,
915L, 916L, 917L, 918L, 922L, 923L, 927L, 929L, 937L, 938L, 942L, 945L, 948L,
953L, 958L, 959L, 960L, 961L, 969L, 971L, 986L, 988L, 989L, 992L, 994L, 1001L,
1009L, 1011L, 1033L-1038L, 1040L, 1041L, 1064L-1070L, 1072L-1078L, 1116L,
1514L-1528L. Son un total de 76 piezas.
Industria lítica: tallada.
Técnica de manufactura: percusión directa.
Tipo de objeto: Bifacial.
Forma general: Punta.
Figura 75. Diversos tipos de puntas.
173
Color: Beige, blanco, gris claro, gris oscuro, amarillo, marrón y café, café oscuro,
rosáceo. Las piezas presentan uno a más colores en combinaciones de manchas
o bandas.
Características morfológicas: instrumentos con forma triangular. De lados
convexos divergentes, convexos paralelos, rectos divergentes, convexos
convergentes. Sección transversal ojival, ojival alargada. Retoque bifacial
cubriente, invadiente. Extremo distal en punta. Bordes laterales con filo agudo, con
filo abatido sinuoso-irregular. Las puntas pedunculadas tienen el pedúnculo de
bordes convergentes rectos, convexos-convergentes, convexos, paralelos-
convexos con extremo redondeado o rectilíneo y muescas obtusas. Superficie de
desgaste unilateral, distal. Otras son de base redondeada, muescas obtusas y
bordes laterales con filo abatido.
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 3.2 y 11.9cm de largo, 2 y 5.7cm de
ancho, 0.5 y 2.3cm de espesor del cuerpo.
Figura 76. Tipos de Puntas.
174
Ubicación: Estructura 4 Lado sur (2), plataformas 4A-altares (10), 4A (28), 4B (4),
4B-2 (1), 4B-3 (1), 4D (8), 4E (1), 4F (7), 4G (4), 4H (4), 4H-2 (3), 4H-3 (2) y en la
Estructura 1 plataforma 1G (1).
Observaciones: las puntas12 se han descrito en la literatura arqueológica por
varios autores. Son artefactos de manufactura fina, elaborados mediante presión
con algún instrumento de material blando como madera o hueso.
Hachas de mano
Estos instrumentos componen el 24% de la muestra. El total son 235 artefactos —
entre fragmentos y piezas completas, de este tipo. Son instrumentos de talla
bifacial, con la zona funcional en el extremo distal, en algunos casos, visible en los
bordes laterales. En la mayoría de las hachas de mano se aprecian huellas de uso
o fracturas por uso en la parte distal de la pieza.
En esta categoría hay dos formas generales determinadas por su
semejanza con una forma geométrica: ovaladas o amigdaloides, elaboradas bajo
la técnica de manufactura de percusión directa (Figura 77). Otra característica
importante es el tamaño, hay hachas miniatura, pequeñas, medianas y grandes;
las de mayor abundancia son las de tamaño mediano. En algunos instrumentos el
tamaño —sobretodo en los pequeños— es seña del reciclaje que han sufrido los
artefactos al ser usados constantemente.
Por último hay un tipo de hachas de mano que presenta el filo o extremo
distal con pulimento. Sería muy aventurado afirmar que se debe al uso, pero por
las características generales de este tipo de instrumentos, parece que ese
pulimento se debe a la función para la cual se destinaron. También puede
12 Artefacto que se caracteriza por un extremo penetrante formado por dos bordes convergentes en un
extremo que se considera distal, opuesto a un extremo que se considera borde o extremo basal, el cual puede
ir unido a un astil; como denominación funcional que comprende la punta de proyectil, la punta de lanza, la
punta de flecha, la punta de dardo, etc. y, aún, es posible que se incluyan hojas de puñales o cuchillos, objetos
cuya diferenciación requiere de estudios etnográficos (Winchkler 2006: 239).
175
pensarse en la factura de un instrumento utilizando dos técnicas: percusión y
desgaste, pero esta inferencia tiene menos probabilidades que la anterior.
Las demás características descritas para cada pieza, corresponden a
variantes como lados, retoque, filo, tipo de astillamiento, presentan y que varios
autores han tomado para diferenciar los instrumentos en familias, tipos y
variedades, organizando en base a dichas particularidades las tipologías líticas
que se conocen hasta el momento. Una clasificación que consideramos relevante
por la similitud de materiales que contiene, fue la elaborada para el sitio de
Yaxchilan, por el arqueólogo Akira Kaneko, quien clasifica en categorías usando
como base el sistema clasificatorio de García Cook.
La descripción del material lítico se fundamenta en una combinación de
distintos sistemas clasificatorios que, aunque utilizan términos que parecen
opuestos o muy distintos, son semejantes. En este caso no se hará mención de
cada detalle en la pieza, por no ser parte de los objetivos particulares (Figura 78).
Figura 77. Formas bifaciales, conocidas como hachas de mano.
176
No. de inventario: 773L, 774L, 790L, 792L, 832L, 835L, 869L, 876L, 879L, 882L,
883L, 884L, 885L, 888L, 890L, 891L, 895L, 901L, 903L, 904L, 907L, 908L, 911L,
921L, 925L, 926L, 935L, 946L, 949L, 950L, 955L, 963L,1046L, 1079L, 1081L-
1083L, 1085L, 1086L, 1088L, 1089L, 1092L-1095L, 1097L, 1098L, 1100L-1102L,
1104L-1114L, 1117L, 1135L-1139L, 1141L, 1142L, 1148L, 1152L, 1155L, 1156L,
1161L, 1172L, 1177L, 1180L, 1201L-1204L, 1206L-1211L, 1213L, 1214L, 1216L-
1223L, 1225L-1263L, 1265L, 1266L, 1268L-1292L, 1294L-1309L, 1409L 1529L-
1533L, 1535L, 1536L, 1537L, 1538L, 1540L, 1541L, 1542L, 1544L, 1555L, 1556L,
1557L, 1560L-1564L, 1567L, 1571L-1573L, 1575L, 1576L, 1578L-1588L, 1590L-
Figura 78. Tamaños de hachas de mano.
177
1605L. Son 235 artefactos distribuidos —la gran mayoría— en distintas
plataformas sobre la Estructura 4.
Industria lítica: tallada.
Técnica de manufactura: percusión directa.
Tipo de objeto: Bifacial.
Forma general: Hacha de mano.
Color: Beige, blanco lechoso, rosáceo, café oscuro, gris veteado, gris traslucido,
arena, guinda, amarillo, gris claro, gris oscuro, marrón y café. Las piezas
presentan uno a más colores en combinaciones de vetas, manchas o bandas.
Características morfológicas: instrumentos de forma ovalada o amigdaloide. Lados
rectos convergentes o convexos convergentes. Sección transversal ojival, ojival
asimétrica. Retoque bifacial cubriente, invadiente y/o marginal. Extremo distal
redondeado, en arco rebajado o rectilíneo (la mayoría de los artefactos tienen el
extremo distal fracturado), bisel doble convexo, filo en bordes laterales sinuoso-
irregular, aserrado, recto o curvo en vista frontal. Talón recto, en punta, en punta
redondeada o redondeado. Superficie de desgaste distal, distal bilateral.
La gran mayoría son piezas de cuerpo masivo y manufactura fina,
presentan microastillamientos superpuestos en los bordes laterales, en algunas
piezas se aprecia la zona de trabajo ligeramente pulimentada y frecuentemente en
la cara dorsal. La presencia de cortéx en los artefactos es variable desde su
ausencia hasta un 40% sobre ambas caras del artefacto.
Son pocos las hachas de garganta (Figura 79), pero cabe mencionar que
sus características son: lados convexos-convergentes, sección transversal ojival,
retoque bifacial invadiente, extremo distal redondeado (ligeramente fracturado),
bisel doble convexo, talón redondeado, superficie de desgaste distal.
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 6.8 y 24cm de largo, 4.3 y 9.7cm de
ancho, 1.7 y 5.9cm de espesor.
Ubicación: Estructura 4, plataformas 4A-altares (6), 4A (87), 4A-3 (2), 4B (19), 4B-
2 (1), 4B-3 (5), 4C (2), 4D (44), 4E (16), 4F (7), 4G (15), 4H (13), 4H-2 (11), 4H-5
(4); de la Estructura 2 (1), la escuela (2).
178
Observaciones: las hachas de mano junto con los cuchillos, conforman el tipo de
artefactos más abundantes, clasificados para el material lítico del Tigre en la
Estructura 4. El concepto de hacha de mano retomado ya ha sido mencionado con
antelación, por lo que resta mencionar que la cédula descriptiva contiene
únicamente las características básicas de los elementos denominados hachas de
mano, sin mencionar las particularidades que tienen en cuanto a variación de
tamaño y formas particulares entre cada artefacto.
Existen tres formas particulares que permiten agrupar las hachas. La
primera son las hachas de cuerpo masivo, manufactura burda y huellas de fractura
en el extremo distal. El siguiente son las hachas con manufactura fina, tamaño
regular, huellas de uso en el extremo distal y/o bordes laterales, estas por lo
regular también presenta fracturas.
Por último el grupo de las hachas reutilizadas (Figura 80-81), su tamaño es
menor y en general son consideradas pequeñas dentro de nuestra clasificación.
Creemos que fueron reutilizadas por presentar el extremo proximal del mismo
Figura 79. Hacha de garganta.
179
tamaño que lo tienen las piezas de mayor tamaño, pero con modificaciones por
retoque en los bordes laterales y el extremo proximal.
Los instrumentos se elaboraron sobre lascas, nódulos o piedras ya
trabajadas. La materia prima varía de calidad, en general como son piezas de
manufactura burda, el pedernal presenta muchas impurezas.
Figura 81. Hachas pequeñas.
Figura 80. Hachas pequeñas, algunas pasaron por el proceso de reciclaje.
180
Cuchillos
Como menciona A. Kaneko, la distinción entre cuchillos y puntas de proyectil ha
sido un problema para las clasificaciones líticas, debido a las características
similares que presenta en cuanto al borde funcional. La confusión se da sobretodo
entre fragmentos de piezas, porque la falta del extremo proximal en una punta
crea la duda de su forma original.
Contamos con 368 piezas en esta categoría, de las cuales solo 134
pertenecen a la Estructura 4 (Figura 82). De los 234 que se localizan fuera de la
Estructura 4, apenas 10 pertenecen a otros edificios y el resto conforman las
ofrendas encontradas en la Estructura 2. En el caso de las piezas encontradas en
la Estructura 4, la mayoría son fragmentos y solo hay 47 piezas completas; a
diferencia de las que pertenecen a la Estructura 2, en este caso una ofrenda es de
piezas rotas contando con 91 fragmentos de cuchillos y la otra son un total de 131
cuchillos completos y la tercer ofrenda de dos cuchillos grandes, por lo
concerniente a los cuchillos dispersos fueron 5.
Figura 82. Formas de cuchillos pertenecientes a la Estructura 4.
181
La particularidad de pertenecer a dos ofrendas, permite hablar de la
importancia que jugó el pedernal como material para la elaboración de
implementos tan diversos, como instrumentos de trabajo o implementos
puramente rituales.
Los instrumentos son de lados convexos convergentes en ambos extremos,
presentan retoques finos, ejecutados bajo la técnica de presión, con punta aguda
en ambos extremos, aunque hay piezas que tienen un extremo en punta aguda y
otro con ángulo más abierto, depende de la forma. En el caso de los cuchillos hay
dos formas que se presentaron con regularidad: la llamada hoja de sauce en la
clasificación lítica de Lorena Mirambell y la hoja de laurel, definidas así por la
similitud que tienen con este tipo de follaje. Otra característica relevante es el filo
agudo que tienen en los bordes laterales.
Por último, el tipo de pedernal sobre el que fueron elaborados, en el caso
de las hachas de mano el pedernal presentó abundantes impurezas, reflejadas
con oquedades y puntos en los instrumentos. Con respecto a los cuchillos, el
acabado fue de mayor calidad, comenzando por la selección de pedernal con poca
porosidad visible y mayor homogeneidad en la coloración. Aunque persisten los
tonos grisáceos en la mayoría de las piezas, existe una marcada diferencia entre
las mismas. El espesor de estos instrumentos no rebasa un centímetro, salvo
algunas excepciones donde tuvo hasta 1.3cm de espesor, pero no más (Figura
83).
Las características descritas en la cédula son iguales a las
correspondientes a las dos ofrendas de cuchillos de la Estructura 2, con la
diferencia de que las piezas localizadas sobre la Estructura 4 se encontraron
dispersas en varios edificios sin formar parte de un conjunto, como fueron las
concentraciones de cuchillos en la Estructura 2.
No. de inventario: 870L, 871L, 874L, 878L, 889L, 898L, 899L, 910L, 924L, 930L,
933L, 936L, 943L, 944L, 954L, 965L, 967L, 968L, 980L-983L, 985L, 987L, 990L,
991L, 995L-1000L, 1002L-1008L, 1010L, 1012L, 1014L-1032L, 1039L, 1042L-
1045L, 1047L-1063L, 1071L, 1087L, 1118L, 1128L, 1133L, 1134L, 1149L, 1164L,
182
1169L, 1171L, 1178L, 1179L, 1200L, 1215L, 1224L, 1466L-1513L. Forman un total
de 134 piezas entre fragmentos y pocas piezas completas pertenecientes a la
Estructura 4, las 10 piezas restantes pertenecen una a la Estructura 2, tres a la
Estructura 1 y dos a la Escuela. Aquí dejamos fuera solamente a las ofrendas de
la Estructura 2, por haberse cuantificado y descrito en su respectiva cédula.
Industria lítica: tallada.
Técnica de manufactura: percusión directa.
Tipo de objeto: Bifacial.
Forma general: Cuchillo.
Color: Beige, rosáceo, guinda, blanco traslucido, blanco lechoso, amarillo, gris
claro, gris oscuro, marrón, rojizo, café claro y café oscuro. Las piezas presentan
uno a más colores en combinaciones de manchas o bandas.
Características morfológicas: instrumentos de lados convexos-convergentes en
ambos extremos, sección transversal ojival u ojival alargada, retoque bifacial
Figura 83. Tamaños de cuchillos.
183
cubriente e invadiente, extremo distal en punta redondeada o punta aguda y
extremo proximal redondeado o recto, filo agudo regular o irregular en ambos
lados de los bordes laterales, presenta microastillamientos en los bordes laterales,
superficie de desgaste bilateral. Uno de los cuchillos presenta dos muescas en
los bordes laterales, aparentemente le intentaban dar la forma de un excéntrico.
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 3.4 y 22.5cm de largo, 2.2 y 7.2cm de
ancho, 0.5 y 2.8cm de espesor.
Ubicación: Estructura 4 plataformas 4A-altares (8) 4A (42), 4B (6), 4B-2 (4), 4B-3
(1), 4D (18), 4E (1), 4F (19), 4G (13), 4G-1 (1), 4G-2 (1), 4H (6), 4H-1 (3), 4H-2 (7),
4H-3 (2), 4H-4 (2); Estructura 1 plataforma 1E (3), Escuela (2), Estructura 2
plataforma 2A (5), altar de la Estela (2), ofrendas (222).
Observaciones: En la Estructura 4 son 46 artefactos completos (Figura 84) y el
resto fragmentos que van desde el 30% hasta el 85% de la pieza.
Los cuchillos son semejantes a los descritos para la Estructura 2 que se
definieron como ofrendas por encontrarse en dos concentraciones. Dentro de este
grupo se incluyó un artefacto que comparte las características básicas de
fabricación con los cuchillos, pero ha sido nombrado excéntrico por la forma
extraña que toma con su acabado final (Figura 84).
De los artefactos, sólo tres tipos forman parte del proceso inicial de
fabricación de instrumentos, el resto son artefactos terminados, que fueron
usados, reutilizados y desechados. Dichos artefactos son los percutores, los
desechos de talla y las lascas con retoque. El primero permite definir el tipo de
herramienta que utilizó el artesano para darle formas determinadas al pedernal y
que por su poca abundancia nos permite inferir que las tareas de fabricación no se
gestaban sobre el edificio (Estructura 4). Probablemente en otros lugares, por
ejemplo los talleres se pueden encontrar percutores en abundancia.
Además, las lascas identificadas como desechos de talla son indicador del
reavivamiento de los instrumentos o tal vez del acabado final que se les daba a los
instrumentos como cuchillos o puntas, una vez resguardados en algunos edificios
184
sobre la Estructura 4, seguramente son producto de una labor que requería mayor
delicadeza para instrumentos de manufactura fina.
Los desechos de talla (Figura 85) de instrumentos bifaciales están
constituidos principalmente por lascas de adelgazamiento, las cuales, a medida
que avanza el trabajo sobre las propias piezas, tienden a ser más pequeñas y
tienen más huellas negativas de lascas en su superficie dorsal. Sin embargo, hay
que tomar en cuenta que las lascas de adelgazamiento también pueden ser
Figura 84. Ejemplo de un cuchillo completo y un excéntrico de la Estructura 4.
185
producto de las actividades de mantenimiento y/o reciclaje de herramientas
bifaciales.
En el caso de las lascas encontradas como relleno en la plataforma 4D, se
puede afirmar que la mayoría son del tipo “lascas de adelgazamiento”. Esto
permite suponer que en el edificio se ejecutaron las labores de acabado final o
mantenimiento de los instrumentos de lítica tallada que se manejaban a un nivel
mayor que las labores cotidianas. Además de que en un momento dado decidieron
usar los restos o desechos de la actividad como relleno en una etapa posterior de
ocupación en el mismo edificio.
Lítica pulida
Los instrumentos pertenecientes a esta industria son pocos en comparación con
los artefactos de lítica tallada recuperados. Sin embargo, es importante mencionar
su presencia. En general, la mayoría son rocas esféricas o semiesféricas. Hay
también fragmentos de figuras zoomorfas y antropomorfas, fragmentos de metates
Figura 85. Muestra de lascas, desechos de talla encontrados como relleno en la plataforma 4D.
186
y de manos de metate, piedras de molienda en general, pulidores y pesas (Figura
86), un par de tejos, alisadores y cuatro fragmentos de yugo.
Aunque no son abundantes los artefactos de esta industria, si es relevante
hacer mención de su peculiaridad como formas, debido a que muchos son
fragmentos de implementos suntuarios o tal vez ceremoniales, que tuvieron
relación con eventos de índole religioso más que económico.
Este tipo de inferencias se logran a partir de analizar la abundancia o
escasez, tanto de la materia prima como de la forma final que presenta el objeto.
Entre las piezas que se cree fueron de intercambio tenemos los yugos, la palma y
las hachas-rostro, localizadas en la plataforma 4H-2.
Las esferas o semiesferas, fabricadas por desgaste, elaboradas con
pedernal, parecen haber tenido la función de pulidores, por el hecho de mostrar
huellas de desgaste desigual sobre su superficie y otras piezas tienen forma de
percutores. Pero aún no es claro el uso que se dió a este tipo de instrumentos, ni
si fueron o no útiles en las labores de la vida cotidiana maya.
El resto de instrumentos forma parte del proceso de molienda de distintos
materiales, tanto alimentos como pigmentos o cualquier elemento que se deba
moler. Entre los instrumentos de molienda destacan las manos de metate y los
metates (fragmentos) que se presentaron con relativa abundancia.
También existen discos de piedra que tienen la apariencia de haberse
utilizado como tapas de alguna vasija cerámica. Pero por la falta de ésta solo
podemos decir que son formas discoidales, sin conocer con certeza la función real
que cumplieron.
La intención de las descripciones y el consecuente análisis es determinar
en cual fase del proceso de manufactura, se encuentran los instrumentos; además
tratar de inferir su utilidad o uso social, relacionando los instrumentos con el
contexto donde se encontraron. A continuación se describen los artefactos
pertenecientes a la industria de lítica pulida.
187
Figura 86. Lítica pulida, Pesas de balanza, esferas y manos de metate.
188
Afilador
No. de inventario: 1435L.
Industria lítica: Pulida.
Técnica de manufactura: Desgaste.
Tipo de objeto: Afilador.
Forma general: Afilador.
Color: Beige con blanco.
Características morfológicas: instrumento de forma cuadrada, lados ligeramente
convexos, sección transversal elíptica-recta, extremo proximal recto, extremo
distal rectilíneo, con una acanaladura al centro sobre el borde distal, presenta
pulimento por desgaste, los otros bordes planos, porosidad media (Figura 87).
Dimensiones: sus medidas son 7.3cm de largo, 2.5cm de espesor, 7.4cm de
ancho.
Ubicación: Estructura 4 plataforma 4H.
Alisador
No. de inventario: 1383L, 1388L, 1389L, 1391L, 1847L, 1849L.
Industria lítica: Pulida.
Técnica de manufactura: Desgaste.
Figura 87. Afilador, fotografía y dibujo.
189
Tipo de objeto: lítica pulida.
Forma general: alisador.
Color: Beige, gris claro, guinda, rosáceo y café. Las piezas presentan uno a más
colores en combinaciones de manchas o bandas.
Características morfológicas: instrumentos de forma ovalada o circular, lados
convexos, forma rectangular, esquinas redondeadas, sección transversal
rectangular, semicircular o elíptica, toda la superficie pulida por uso, en un par de
artefactos se parecían cristales en la superficie, otros tienen restos de estuco
incrustado en pequeñas oquedades (Figura 88).
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 2.4 y 11.2cm de largo, 1.4 y 3.3cm de
espesor, 1.8 y 5.5cm de ancho. El único artefacto circular tiene 3.8cm de diámetro.
Figura 88. Distintos tipos y formas de alisador. También son de materiales diferentes.
190
Ubicación: Estructura 4 plataformas 4A (1), 4B-3 (2), 4D (1), 4H-1 (1), Estructura 2
escalinata (1).
Observaciones: los artefactos son dos de arenisca dos de caliza y dos de
pedernal.
Pulidor
No. de inventario: 777L, 804L, 956L, 1195L, 1387L, 1460L, 1461L, 1462L, 1463L,
1464L.
Industria lítica: Pulida.
Técnica de manufactura: Desgaste.
Tipo de objeto: Lítica pulida.
Forma general: Pulidor (Figura 89).
Color: Beige, Blanco traslucido, rosáceo, guinda, gris oscuro. Las piezas
presentan uno a más colores en distintas combinaciones pueden ser manchas o
bandas.
Figura 89. Pulidores.
191
Características morfológicas: instrumentos de forma ovalada, elíptica o triangular
(con ángulos matados), lados convexos-paralelos, sección transversal ojival o
elíptica, retoque monofacial (se aprecia algunos retoques en la cara dorsal),
extremo distal redondeado, todo el cuerpo de la pieza está pulido, superficie de
desgaste toda la pieza. Algunas piezas presentan restos de estuco. Una de ellas
es un pequeño canto rodado pulimentado que se encontró asociado a dos
pequeñas piedras de no más de 4mm de diámetro, igualmente pulidas.
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 3.8 y 6.8cm de largo, 1 y 2.8cm de
espesor, 2.9 y 4.4cm de ancho.
Ubicación: Localizados en la Estructura 4 plataformas 4A (2), 4D (2), 4H (1), 4H-2
(4), 4B (1). En total de este tipo de artefacto tenemos diez.
Observaciones: es común encontrar este tipo de artefacto, pero difícil de identificar
porque guardan gran similitud con cualquier piedra de río, incluso las piedras de
río son usadas como pulidores por el tipo de superficie pulida y porosa que
presentan.
Metate
No. de inventario: 814L, 914L, 1352L, 1353L, 1354L, 1355L, 1356L, 1357L, 1363L,
1385L, 1441L, 1442L, 1443L.
Industria lítica: Pulida.
Técnica de manufactura: Desgaste.
Tipo de objeto: Piedra de molienda.
Forma general: Metate (Figura 90).
Color: Gris, verde, café, gris rosáceo. Algunas piezas presentan combinación de
los colores mencionados, pero la mayoría conservan una tonalidad homogénea.
Características morfológicas: instrumentos de forma rectangular o rectangular con
esquinas redondeadas; borde redondeado; lados convexos, rectos, sección
transversal semielíptica invertida (convexo-concava) o elíptica-recta, cara ventral
pulida por uso, superficie de desgaste ventral- monofacial; con soportes en forma
192
de botón. Algunos artefactos presentan una línea incisa en el contorno cerca del
borde lateral y la cara ventral muy pulida.
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 11.6 y 21cm de largo, 13 y 16.4cm de
ancho, 2 y 5.1cm de espesor.
Ubicación: Estructura 4, plataformas 4A-escalinata (2), 4A (4), 4B (1), 4B-3 (1), 4D
(2), 4F (2), y en la Estructura 1 sobre 1E (1), en total para este tipo de artefacto
contamos con 13 piezas.
Figura 9O. Tipos de metates.
193
Observaciones: Las piezas de piedra verde son de una roca que se exfolia de
modo laminar; las de arenisca o caliza suave son de textura arenosa, ambas de
porosidad baja. Sin embargo los metates de caliza dura y pedernal son rocas de
gran dureza, con microcristales de alta dureza y gran porosidad, con la cara dorsal
o exterior presenta picoteo13 mientras que la interior totalmente pulida por el uso.
Los materiales con que están elaborados los metates son: arenisca, piedra verde,
pedernal, caliza y pocas de basalto. La porosidad de la pieza depende del material
con que está elaborada, y puede ser baja o alta.
Mano de metate
No. de inventario: 775L, 778L, 779L, 919L, 951L, 952L, 1351L, 1364L, 1365L,
1366L, 1367L, 1368L, 1369L, 1370L, 1371L, 1372L, 1373L, 1374L, 1375L, 1376L,
1377L, 1378L, 1436L, 1437L, 1438L, 1439L, 1440L, 1444L, 1445L, 1446L, 1447L,
1448L, 1449L, 1450L, 1451L, 1452L, 1453L, 1454L, 1455L, 1456L, 1457L. Con un
total de 41 piezas.
Industria lítica: Pulida.
Técnica de manufactura: Desgaste.
Tipo de objeto: piedra de molienda.
Forma general: Mano de metate.
Color: Gris, gris verdoso, beige, rosáceo, blanco, guinda, gris oscuro, marrón y
café. Las piezas presentan uno a más colores en combinaciones de manchas o
bandas.
Características morfológicas: instrumentos de forma elíptica-recta o elíptica-
rectangular, rectangular. Lados rectos-convergentes, convexos-rectos-paralelos,
convexos-paralelos, rectos-paralelos, cóncavo-convexo. Sección transversal
elíptica-recta, semielíptica, elíptica, circular, triangular, rectangular con ángulos
redondeados (Figura 91). Extremos convexos. Bordes ligeramente convexos,
superficie de desgaste monofacial o bifacial, cilíndrica, semicilíndrica o elíptica.
13 Picoteo se denomina al trabajo sufrido por una superficie, da como resultado una superficie homogénea con pequeñas oquedades ocasionadas por el mismo picoteo.
194
Porosidad de baja a alta, son piezas muy pulidas en toda su superficie. Una de las
piezas presenta restos de coral y algunas oquedades con cristales sobre su
superficie a modo de impurezas, además de ser de un material muy deleznable.
Otro artefacto presenta carenado en los bordes no útiles.
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 8.7 y 23.2cm de largo, 4.7 y 9.7cm de
ancho, 3.2 y 6.1cm de espesor.
Fig.91. Manos de metate de distintos materiales. a) pedernal, b)basalto, c)caliza.
a) b)
c)
195
Ubicación: Estructura 4 plataformas 4A-altares (2), 4A (8), 4A-2 (3), 4B-2 (1), 4B-3
(1), 4D (9) 4G (3), 4G-2 (1), 4F (1), 4H-1 (7), 4H-2 (3) en el juego de pelota lateral
5A (1), en la estructura dos plataforma 2A (1).
Observaciones: entre las piezas contamos con dos artefactos que son manos de
mortero de basalto que contiene mica. El material en el que están elaborados es
variado, desde pedernal, piedra verde (no jadeita), basalto, caliza y roca
sedimentaria.
Piedra de molienda
No. de inventario: 1427L, 1428L.
Industria lítica: Pulida.
Técnica de manufactura: Desgaste.
Tipo de objeto: piedra de molienda.
Forma general: no determinada.
Color: Gris rosáceo.
Características morfológicas: instrumento de forma semicircular, lados convexos,
sección transversal elíptica, superficie de desgaste bifacial, contorno o borde
irregular-redondeado, presenta una superficie muy porosa y las caras útiles
ligeramente pulidas (Figura 92).
Figura 92. Piedras de molienda.
196
Dimensiones: sus medidas son 4.8cm y 5.4cm de espesor, 7.5cm y 8cm de
ancho, se desconoce su largo puesto que solo son fragmentos.
Ubicación: 4H-1 y 4G.
Observaciones: artefactos elaborados sobre piedra caliza.
Machacador
No. de inventario: 776L, 1379L, 1380L, 1381L, 1382L.
Industria lítica: Pulida.
Técnica de manufactura: Desgaste.
Tipo de objeto: Bifacial.
Forma general: Macerador.
Color: gris verdoso y gris rosáceo.
Características morfológicas: instrumentos de forma rectangular con esquinas
redondeadas, lados redondeados, ambas caras cubiertas de incisiones, una con
incisiones delgadas y la otra con mas gruesas, sección transversal elíptica con
cavidades a los costados, superficie de desgaste bifacial, acanaladuras en los
costados, con líneas incisas en una cara y la otra totalmente lisa, la acanaladura
rodea todo el borde (Figura 93).
Figura 93. Machacadores de papel amate.
197
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 9 y 7cm de largo, 5.4 y 6.3cm de ancho,
3.5 y 4.7cm de espesor.
Ubicación: Estructura 4, plataformas 4A (3) y 4D (1), Estructura 1, sobre la
escalinata (1).
Observaciones: probablemente se utilizó para machacar o desfibrar la corteza del
árbol para la posterior elaboración del papel amate. Elaborados con roca
sedimentaria o arenisca, una pieza es de andesita.
Disco
No. de inventario: 1343L, 1344L, 1345L, 1346L, 1347L, 1348L, 1349L, 1458L,
1459L, 1608L.
Industria lítica: Pulida.
Técnica de manufactura: Desgaste.
Tipo de objeto: Discoidal.
Forma general: Disco o tapa (Figura 94).
Figura 94.Discos o tapas de roca caliza, deleznable.
198
Color: Gris claro, beige, marrón, magenta y blanco. Las piezas presentan uno a
más colores en combinaciones de manchas o bandas.
Características morfológicas: instrumentos con forma circular o discoidal, contorno
convexo, sección transversal elíptica alargada o rectangular, no presenta
superficie de desgaste, borde regular, es probablemente una tapa de olla. Ambas
caras presentan pequeñas oquedades con restos de coral. Porosidad alta, es un
material altamente deleznable. Una de las piezas presenta el talón de percusión y
gran cantidad de retoques superpuestos en el extremo distal, todo el borde de la
pieza presenta astillamientos superpuestos.
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 1.3cm y 10.2cm de diámetro.
Ubicación: Estructura 4, plataformas 4A (2), 4B (1), 4D (5), 4E (1), 4H-2 (1).
Observaciones: el material en que se elaboraron en pedernal y caliza.
Esferas
No. de inventario: 840L, 877L, 912L, 973L, 1310L-1320L, 1322L, 1323L-1329L,
1332L, 1333L-1342L, 1350L, 1410L-1418L, 1420L-1426L, 1429L, 1431L, 1620L.,
con un total de 55 artefactos con esta forma y sus respectivas variantes.
Industria lítica: Pulida.
Técnica de manufactura: Desgaste.
Tipo de objeto: Lítica pulida.
Forma general: Esfera (Figura 95).
Color: Beige, blanco, café traslucido, gris claro, gris oscuro, amarillo, rosáceo,
marrón y café claro. Las piezas presentan uno a más colores en combinaciones de
manchas o bandas.
Características morfológicas: instrumentos de forma esférica, sección transversal
circular, elipsoidal o irregular. Superficie de desgaste cilíndrica, esférica o basal.
La mayoría presentan impurezas en forma de pequeñas oquedades sobre la
pieza, otras tienen picoteo o carenado sobre una parte de su superficie. Algunas
tienen una forma que no es totalmente esférica, es un poco amorfa, o presenta los
extremos como caras achatadas o planas.
199
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 2.9cm y 9cm de diámetro.
Ubicación: Estructura 4, plataformas 4A (20), 4B (5), 4B-3 (2), 4D (8), 4E (2), 4F
(1), 4G-3 (3), 4H (6), 4H-2 (6), Estructura 2 (1) y Escuela (1).
Observaciones: el material en el que se elaboraron la mayoría de las esferas es
caliza, aunque también hay unas elaboradas en pedernal.
Pesa
No. de inventario: 1358L, 1359L, 1360L, 1361L, 1465L, 1623L.
Industria lítica: Pulida.
Técnica de manufactura: Desgaste.
Tipo de objeto: lítica pulida.
Forma general: Pesa.
Color: Beige amarillento con manchas grises.
Características morfológicas: son seis artefactos de este tipo, dos son pequeñas
pesas de red (Figura 96b) con una hendidura en medio de la pieza, de pequeñas
dimensiones. Las otras cuatro son un conjunto de instrumentos de forma esférica,
probablemente pesas de balanza (Figura 96a). Tienen la base plana, tienen una
Figura 95. Esferas de pedernal y caliza.
200
pequeña oquedad al centro, en la parte superior tienen una asa rectangular con
una perforación entre el asa y la esfera. Son muy pesadas y elaboradas en una
sola pieza. Podríamos compararla en forma con una olla. En la segunda pieza el
hueco que atraviesa el asa es más ancho en comparación con la anterior. El tercer
artefacto tiene su base plana con un diámetro de 6cm y tiene una pequeña
oquedad de 2,2cm de diámetro al centro. El cuarto artefacto tiene la misma
oquedad en la base de 2.3cm de diámetro, el asa tiene una perforación
pronunciada.
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 6.1 y 14.9cm de largo, 2.4 y 5.7cm de
espesor, 3.1 y 8.2cm de ancho.
Ubicación: Estructura 4 plataformas 4A (4) y 4H (2).
Figura 96b. Pesa de red.
Figura 96a. Conjunto de pesas de balanza.
201
Observaciones: artefactos manufacturados con caliza dura, probablemente fueron
utilizados como pesas de balanza. Se localizaron en el costado norte del edificio
(4A). Su peso oscila entre los 3.4 y 3.5kg para un par de pesas y 4.2 y 4.3kg para
el otro; la diferencia de pesos entre ambas parejas de pesas es considerable,
además de la fisonomía particular que las hace diferentes entre sí (Figura 97), el
tamaño de la oquedad entre el asa y el cuerpo, la marca circular en la base de dos
artefactos únicamente.
Tejo
No. de inventario: 1390L.
Industria lítica: Pulida.
Técnica de manufactura: Desgaste.
Tipo de objeto: Lítica pulida.
Forma general: Tejo.
Fig.97. Diferencias sustanciales entre los dos pares de pesas de balanza.
202
Color: Beige amarillento.
Características morfológicas: Artefacto de forma circular, borde pulido, sección
transversal elíptica, tiene dos caras semiplanas y toda la superficie pulida.
Dimensiones: sus medidas son 1.4cm de diámetro (Figura 98).
Ubicación: Estructura 4 (N2W34).
Observaciones: elaborado sobre piedra caliza.
Hachuela
No. de inventario: 1384L, 1409L.
Industria lítica: Pulida.
Técnica de manufactura: Desgaste.
Tipo de objeto: Bifacial.
Forma general: Hacha pulida.
Color: Verde oscuro y verde claro, las cuatro piezas presentan tonalidades
distintas.
Características morfológicas: instrumentos de lados convexos paralelos, talón
recto-convexo, extremo distal en arco rebajado, sección transversal rectangular de
lados convexos, filo en vista frontal recto, bisel doble convexo, zona de trabajo
elíptica, superficie de desgaste distal.
Figura 98. Tejo.
203
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 4.5 y 7.4cm de largo, 1.7 y 3.8cm de
espesor, 3.4 y 4.2cm de ancho. Dos artefactos son fragmentos y los otros dos
están completos.
Ubicación: Estructura 4, plataformas 4H (1) y 4F (1).
Observaciones: este tipo de artefacto se asocia normalmente con la cultura
olmeca de la Costa del Golfo. En el caso del Tigre solamente se han identificado
cuatro artefactos (Figura 99), de los cuales sólo dos están completos, por lo tanto
suponemos que fueron implementos muy preciados y traídos mediante el
comercio a larga distancia. El material en que están elaborados aparentemente es
jadeita.
Pendiente o dije
No. de inventario: 1398L.
Industria lítica: Pulida.
Técnica de manufactura: Desgaste.
Tipo de objeto: Implemento suntuario.
Forma general: Pendiente o dije.
Figura 99. Hachas miniatura de piedra verde, probablemente jadeita.
204
Color: Beige.
Características morfológicas: Artefacto de forma ovalada alargada, sección
transversal elíptica, presenta una perforación (oquedad) circular perfecta que
atraviesa la pieza y se localiza cerca de uno de los extremos, sobre la pieza hay
pequeñas oquedades con restos de concha incrustados (Figura 100).
Dimensiones: sus medidas son 8cm de largo, 1.6cm de espesor, 3.1cm de ancho.
Ubicación: Estructura 4, plataforma 4A.
Observaciones: elaborado en roca sedimentaria.
Cuenta de collar
No. de inventario: 755L, 947L, 966L, 970L y 972L.
Industria lítica: Pulida.
Técnica de manufactura: Desgaste.
Tipo de objeto: Implemento suntuario.
Forma general: Cuenta de collar.
Color: Beige.
Características morfológicas: Artefactos de forma circular, base plana y cuerpo
ligeramente cónico, sección transversal elíptica, presenta una perforación
(oquedad) circular perfecta que atraviesa la pieza al centro. Otras dos cuentas son
de forma esférica con perforación central bicónica. La cuarta cuenta no tiene
perforación central, es circular con ambas caras planas (Figura 101). Por ultimo, la
Figura 100. Pendiente de collar. Roca caliza.
205
quinta cuenta es rectangular y plana, con dos perforaciones paralelas,
probablemente no fue una cuenta de collar sino parte de un pectoral.
Dimensiones: sus medidas son 1.2cm de alto por 2.5cm de diámetro
aproximadamente.
Ubicación: Estructura 4, plataforma 4A.
Observaciones: elaboradas en roca sedimentaria.
Escultura
No. de inventario: 896L y 1619L.
Industria lítica: Pulida.
Técnica de manufactura: Desgaste.
Tipo de objeto: Escultura.
Forma general: Fragmento de pedestal y falo (Figuras 102-103).
Color: Verde.
Características morfológicas: la base o pedestal tiene forma rectangular, sección
transversal rectangular, sobre el pedestal se aprecia en la cara frontal una
pequeña oquedad pulida que pudo servir para un implemento de 1cm de diámetro.
Este espacio perforado tiene la característica de época prehispánica que es cónica
Figura 101. Cuentas de collar.
206
doble. El falo fue esculpido en alto relieve, seguramente formó parte de una
escultura mayor.
Dimensiones: las medidas del pedestal son 10.7cm de largo, 4.1cm de espesor y
9.3cm de ancho, mientras que el falo tiene 11cm de largo, 6cm de espesor y 4cm
de ancho.
Ubicación: Estructura 4, plataforma 4H-2 y edificio 4A.
Observaciones: el pedestal es un fragmento proximal, elaborado en piedra verde
(poco común en la región). Mientras que el falo esta elaborado en roca caliza.
Palma
No. de inventario: 865L y 1617L.
Industria lítica: pulida.
Técnica de manufactura: desgaste por picoteo.
Tipo de objeto: escultura.
Forma general: Palma.
Color: Beige rosáceo.
Características morfológicas: Objetos identificados como palmas, sus
características formales son: una es de base curva debido a una depresión que da
Figura103. Falo, fragmento de una escultura, Estructura 4, plataforma 4A.
Figura102. Pedestal o base de escultura.
207
soporte al objeto, rectangular en su cara dorsal, más ensanchada en la base, lisa
en la cara posterior y con una representación zoomorfa al frente (Figura 104). La
segunda pieza es de base recta, cuerpo oval, superficie ventral plana y dorsal
convexa, representa una flor por ambos lados.
Dimensiones: sus medidas son 21.8 a10.30cm de largo, 17 a 13.2cm de ancho y
4.9 a 7.4cm de espesor.
Ubicación: Estructura 4, plataforma 4H-2, unidad de excavación E16S21, capa II,
para la palma zoomorfa, la fitomorfa se localizó en la plataforma 4D, unidad de
excavación N25E16, cerca de la esquina NE del edificio.
Observaciones: elaboradas sobre roca caliza y arenisca cementada con caliza. De
la palma zoomorfa solamente se conservó el fragmento proximal o base de la
palma, no sabemos cual fue su altura real y mucho menos su forma. Mientras que
la otra palma esta casi completa, con un pequeño golpe lateral.
Observaciones: las palmas son artefactos o formas asociadas directamente con el
juego de pelota, identificadas o asociadas con el área del Golfo, por lo tanto su
presencia indica intercambio con regiones distantes.
Figura 104. Palma con figura zoomorfa en el dorso, fragmento proximal.
208
Yugo
No. de inventario: 1395L, 1396L.
Industria lítica: Pulida.
Técnica de manufactura: Desgaste.
Tipo de objeto: Escultura.
Forma general: Yugo.
Color: Beige – blanco.
Características morfológicas: los instrumentos tienen formas variadas, pero en
general son de forma circular. La sección transversal varía de pieza a pieza, una
es en forma de aro y presenta cuatro prominencias como botones en pares sobre
el borde y una amplia oquedad al centro.
Figura 105. Yugos.
209
Otro artefacto de forma semicircular, presenta la sección transversal de silueta
compuesta, tiene la base plana, en los costados dos perforaciones circulares que
casi atraviesan la pieza (Figura 105). El siguiente artefacto es de forma
hexagonal, con las caras planas como si formase una estrella, una oquedad al
centro que atraviesa la pieza y todos los lados pulidos.
Por último, hay un artefacto con forma de herradura, de lados curvos
paralelos, sección transversal compuesta, cara interior lisa con presencia de
carenado y pulimento por abrasión; la cara exterior presenta dos acanaladuras
profundas al lado izquierdo y un cartucho probablemente ubicado en el centro de
la pieza, que tiene representaciones iconográficas difusas.
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 5.2 y 8.7cm de largo, 3.8 y 6.8cm de
espesor, 10.8cm de ancho.
Ubicación: Estructura 4, plataforma 4H-2 (1), Estructura de la Escuela (1).
Observaciones: el material lítico en que fueron elaborados estos instrumentos es
caliza. La variedad en las formas indica su procedencia foránea. Además, es
pertinente mencionar que este tipo de artefactos son comunes en la Costa del
Golfo y no así en el área maya.
Hachas votivas
No. de inventario: 1392L, 1393L.
Industria lítica: Pulida.
Técnica de manufactura: Desgaste.
Tipo de objeto: Escultura.
Forma general: Hacha votiva.
Color: Gris (basalto).
Características morfológicas: Es una figura humana, que presenta rasgos muy
bien definidos, este fragmento conserva la nariz, ojos, el labio superior y parte de
las mejillas (Figura 106). Fragmento con el rostro de un ave con un pico como de
Guacamaya o Tucan, tiene ambos ojos a los costados y la forma del pico muy bien
trabajado, mediante incisiones que resaltan los rasgos del rostro del ave.
210
Dimensiones: sus medidas oscilan entre 10 y 11cm de largo, 3.8 5cm de ancho,
3cm de espesor.
Ubicación: Estructura 4 plataforma 4G, cuadro S33W4 capa II y plataforma 4A,
cuadro N1W41 capa II.
Observaciones: el material lítico en que estos instrumentos fueron elaborados es
basalto. La variedad en las formas indica su procedencia foránea, Al igual que los
yugos, las hachas votivas son comunes en sitios de la Costa del Golfo y su
localización en El Tigre sólo indica intercambio y/o comercio con regiones lejanas.
El resto del material se componen por nueve artefactos de formas no
identificadas, 10 artefactos que son pequeños fragmentos de figuras como aves
(picos, tal vez), o de formas geométricas o fitomorfas, pero muy fragmentadas.
En cuanto al contexto donde se localizaron, representamos la concentración
de artefactos líticos, utilizando el plano general del sitio y ubicando en cada
plataforma los tipos de artefactos que fueron recurrentes para cada edificio (Figura
107), señalando también el porcentaje de artefactos que se concentraron en los
respectivos edificios. La localización de cada tipo de artefacto se realizó por
Figura 106. Hachas votivas de basalto.
211
cuadrante. Esto reafirma la importancia de ubicar tridimensionalmente los
materiales arqueológicos producto de las excavaciones.
Figura 107. Plano general de la Estructura 4 con retícula y la representación de las concentraciones de los instrumentos líticos más abundantes
0m 2 4 8m
S7
4A−2
W2 0W 2 1W2 2W 2 3W2 4
W 2 6W2 7W2 8W 29W3 0W3 1W 32W3 3W 34W 35W3 6W3 7W3 8W3 9W 40W 41W 4 2W 43W4 4
W19 W 18 W17 W 16 W15 W 14 W13 W 12 W11 W10 W9 W8 W 7 W6 W 5 W4 W3 W2 W1 E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10 E11 E12 E13 E14 E15 E16 E17 E18 E19 E2 0 E21
S3 7
S36
S35
S3 4
S3 3
S3 2
S31
S3 0
S2 9
S2 8
S27
S26
S25
S24
S23
S2 2
S2 1
S2 0
S19
S18
S17
S16
S15
S14
S13
S12
S11
S10
S9
S8
S7
S6
S5
S4
S3
S2
S1
N 1
N2
N 3
N 4
N 5
N 6
N7
N 8
N9
N11
N 10
N 12
N13
N14
N15
N16
N17
N18
N 19
N2 0
N 21
N2 2
N2 3
N2 4
N2 5
N 26
S3 7
S36
S35
S3 4
S33
S3 2
S31
S30
S29
S2 8
S2 7
S2 6
S25
S2 4
S2 3
S2 2
S2 1
S2 0
S19
S18
S17
S16
S15
S14
S13
S12
S11
S10
S9
S8
S6
S3
S5
S4
S2
S1
N1
N 2
N 3
N 5
N 4
N8
N6
N7
N11
N 9
N10
N12
N13
palmazoomorfa
N14
N15
N16
N17
N18
N19
N2 0
N 21
N 22
N2 3
N2 4
N2 5
N 26
E1 E2 E3 E4 E5 E6 E7 E8 E9 E10 E11 E12 E13 E14 E15 E16 E17 E18 E19 E2 0 E21
Conc
entra
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Conce
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lleno
)
PROYECTO ARQUEOLÓGICO
"EL TIGRE" TEMPORADA 2004-2005
ESTRUCTURA 4DIBUJO: ERNESTO VARGAS P.
ANGELICA DELGADO S.
CAROLINA MEZA R.
DIGITALIZO: J. CUAUHTLI MEDINA R.
MODIFICADO POR CAROLINA MEZA.
4A−1
4A-34A-4
4A-5
4A-6
4A-7
4A-8
4A-9
4A-10 4A-12
4A-13
4A-14
4B-14B-2
4A-11
Plataforma 4F
Plataforma 4G
Plataforma 4H-1
Plataforma 4H-2
Plataforma 4E
4E-sub
Plataforma 4D
Plataforma 4C
Plataforma 4B
4G-1
4G-2
4G-3 4H-34H-4
4H-5
Hachas de manoEsferasPesas debalanzaCuchillosPiedras demoliendaPuntas
Plataforma 4A
Concentración deDesecho de talla
cincoesferas
Simbología
W1W 3 W 2W4W7 W 5W6W11 W8W 9W 10W 15 W12W 13W14W16W 17W18W19W 20W2 1W2 2W2 3W 2 4W 25W 26W2 7W2 8
W 45W 46
Excentrico y Falo
palma
Altares 4A
W2 5
212
CAPÍTULO 7. ANÁLISIS ESTADÍSTICO Y RESULTADOS
Durante los últimos años se ha incrementado el uso de la estadística en los
estudios líticos. Uno de los principales objetivos para utilizar esta técnica
matemática es presentar información resumida en gráficas, que muestren el
patrón de comportamiento de las variantes enumeradas según sea el objetivo
general del estudio efectuado.
Los métodos estadísticos son útiles en varios aspectos del estudio de la
lítica: en el tratamiento de colecciones muy grandes de artefactos o sitios, en la
evaluación de distribuciones y en la comprobación de una hipótesis arqueológica
(Lewenstein, 1990: 72).
En este caso se utiliza el análisis estadístico para resumir los patrones de
distribución de artefactos líticos en dos edificios importantes del centro ceremonial
en El Tigre. Son diversos los atributos en que se basó el análisis, principalmente
se hacen comparaciones —de tipos de artefactos lítico— entre las Estructuras 2 y
4, además de la comparación entre las plataformas de la Estructura 4. Las
comparaciones tienen como finalidad determinar el comportamiento de cierto tipo
de instrumentos en comparación con otro tipo, para así resaltar las posibles
diferencias existentes entre dos de los principales edificios del centro ceremonial.
Comparando la abundancia de cierto tipo de artefacto con respecto a otro,
en este caso, nos referimos a los dos instrumentos más comunes: hachas y
cuchillos, haciendo también la comparación en porcentaje con respecto a los
demás tipos de artefactos. La distribución espacial de los artefactos resumida en
gráficas permite apreciar la composición de las distintas concentraciones en
cuanto a formas líticas.
Para el análisis estadístico y comparativo de los artefactos líticos que integran
la presente investigación, se eligieron dos características relevantes: forma y
distribución. Con la primera podemos agrupar el conjunto de artefactos en varias
categorías generales (tipos). Las categorías se enumeran por orden de
importancia: hachas de mano, cuchillos, puntas, preformas, esferas, raspadores,
213
raederas, tajadores, perforadores, gubias, fragmentos de esculturas, etcetera
(Figura 108). Con base en la segunda característica se señala tentativamente su
localización en el lugar de extracción, manufactura o resguardo de los materiales
líticos.
Como el material fue producto de las excavaciones de las Estructuras 4 y 2
(ésta última excavada parcialmente), sólo hay artefactos provenientes de lugares
de deposición, probable uso y/o resguardo, y tal vez de algún espacio de desecho.
Dejando la propuesta de lugares de extracción como una posibilidad, dadas las
características de algunos lugares mencionados para el área particular y la región
en general.
Fig.108. Porcentaje de tipos.
0.00%
5.00%
10.00%
15.00%
20.00%
25.00%
30.00%
35.00%
40.00%
Tipo de Artefacto
PORCENTAJE DE TIPOS EN LA MUESTRALASCA RETOCADA
PREFORMA BIFACIAL
PERCUTOR
NODULO Y NUCLEO
TAJADOR
AZADON
RASPADOR
RAEDERA
CUÑA
CEPILLO
PERFORADOR
GUBIA
CINCEL
PUNTA
HACHA DE MANO
CUCHILLO
EXCENTRICO
AFILADOR
ALISADOR
PULIDOR
METATE
MANO DE METATE
PIEDRA DE MOLIENDA
MACERADOR
DISCO
ESFERA
PESA DE RED
PESA DE BALANZA
TEJO
HACHUELAS
PENDIENTE O DIJE
CUENTA
MALACATE
PEDESTAL DE ESCULTURA
PALMA
YUGO
HACHA VOTIVA
FRAGM. FIGURA
N.I.
214
La base del análisis fue un conjunto de artefactos que cuenta con 956
piezas líticas, compuestas por distintos instrumentos, entre los cuales destaca un
tipo particular de bifaciales conocido como hachas de mano, determinado así por
las características formales que presenta y con las cuales se ha definido
constantemente en la literatura arqueológica referente a materiales líticos.
Sumado a las hachas hay otro tipo de artefacto: los cuchillos14, que resultó
igualmente abundante en la muestra.
El resto de artefactos lo conforman: puntas15, raederas, raspadores, gubias,
perforadores, punzones, tajadores, formas esféricas, fragmentos de esculturas,
manos de metate, metates, cuentas, dijes, malacates, pesas de red, pesas de
balanza, algunas de estas piezas fabricadas en piedra verde, serpentina o basalto.
Una vez delimitado el tamaño de la muestra se realizaron diversas tablas de
ordenamiento que incluyen datos como: tipos de artefactos con su relación
porcentual (Figura 109), se hizo un cuadro comparativo de concentraciones de
lítica tallada y pulida entre la Estructura 4 y la Estructura 2 (Figura 110) para
mostrar la desigual distribución de los materiales en ambos edificios—Estructura 4
y 2—. Es probable que la información obtenida sirva para corroborar si la variación
en las concentraciones permite sustentar la función del espacio donde fueron
depositados los artefactos líticos.
Asimismo se elaboraron dos tablas que muestran las concentraciones de
material lítico por tipo de artefacto en las distintas plataformas que conforman
cada estructura (Figuras 111-112), conteniendo el total de piezas clasificadas. La
primera representa la concentración por tipo de instrumentos en la Estructura 4
(Figura 111) y la segunda las concentraciones en la Estructura 2, constituidas
primordialmente por cuchillos (Figura 112).
14 El cuchillo se ha definido como instrumento con borde convexo en ángulo muy agudo, de menos de 30 grados, astillado mono o bifacialmente o con microastillamiento por uso (L.Bate en Winchkler 2006:77). 15 Artefacto que se caracteriza por un extremo penetrante formado por dos bordes convergentes en un extremo que se considera distal, opuesto a un extremo que se considera borde o extremo basal, el cual puede ir unido a un astil (L.Bate en Winchkler 2006: 239).
215
TIPO DE ARTEFACTO CANTIDAD PORCENTAJE
LASCA RETOCADA 8 0.83%
PREFORMA BIFACIAL 17 1.78%
PERCUTOR 3 0.32%
NODULO Y NUCLEO 3 0.32%
TAJADOR 1 0.10%
AZADON 1 0.10%
RASPADOR 19 1.99%
RAEDERA 5 0.52%
CUÑA 3 0.32%
CEPILLO 2 0.21%
PERFORADOR 5 0.52%
GUBIA 9 0.94%
CINCEL 26 2.72%
PUNTA 75 7.85%
HACHA DE MANO 229 24.00%
CUCHILLO 364 38.06%
EXCENTRICO 1 0.10%
AFILADOR 1 0.10%
ALISADOR 6 0.62%
PULIDOR 10 1.05%
METATE 12 1.26%
MANO DE METATE 40 4.18%
PIEDRA DE MOLIENDA 2 0.21%
MACERADOR 4 0.42%
DISCO 10 1.05%
ESFERA 54 5.65%
PESA DE RED 3 0.32%
PESA DE BALANZA 4 0.42%
TEJO 1 0.10%
HACHUELAS 2 0.21%
PENDIENTE O DIJE 1 0.10%
CUENTA 4 0.42%
MALACATE 1 0.10%
PEDESTAL DE ESCULTURA 1 0.10%
PALMA 2 0.21%
YUGO 2 0.21%
HACHA VOTIVA 2 0.21%
FRAGM. FIGURA 11 1.15%
N.I. 12 1.26% TOTAL
956 100.00%
Figura 109. Tabla de concentración de tipos. Total de artefactos en la muestra.
216
TIPO DE ARTEFACTO ESTRUCTURA 4 ESTRUCTURA 2
LASCA RETOCADA 8 0
PREFORMA BIFACIAL 16 4
PERCUTOR 3 0
NODULO Y NUCLEO 3 0
TAJADOR 1 0
AZADON 1 0
RASPADOR 18 1
RAEDERA 5 0
CUÑA 3 0
CEPILLO 2 0
PERFORADOR 5 0
GUBIA 9 0
CINCEL 25 0
PUNTA 75 0
HACHA DE MANO 228 1
CUCHILLO 134 228
EXCENTRICO 1 0
AFILADOR 5 0
ALISADOR 5 1
PULIDOR 10 0
METATE 12 0
MANO DE METATE 39 1
PIEDRA DE MOLIENDA 2 0
MACERADOR 4 0
DISCO 10 0
ESFERA 53 1
PESA DE RED 3 0
PESA DE BALANZA 4 0
TEJO 1 0
HACHUELAS 2 0
PENDIENTE O DIJE 1 0
CUENTA 1 0
MALACATE 1 0
PEDESTAL DE ESCULTURA 1 0
PALMA 2 0
YUGO 1 0
HACHA VOTIVA 2 0
FRAGM. FIGURA 11 0
N.I. 12 0
TOTAL 719 237
Figura 110. Cuadro comparativo entre la Estructura 4 y la Estructura 2, conteniendo todos los tipos de artefactos con la respectiva cantidad.
217
ESTRUCTURA 4 PLATAFORMAS
TIPO DE ARTEFACTO
4A 4A altares
4B 4B altares
4C 4D 4E 4F 4G 4G altares
4H-1 4H-2 4H altares
LASCA RETOCADA 2 1 0 0 0 0 1 0 4 0 0 0
4
PREFORMA BIFACIAL 5 0 1 0 0 0 1 1 1 0 1 2
0
PERCUTOR 1 0 0 0 0 1 0 1 0 0 0 0
0
NODULO Y NUCLEO 1 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0
0
TAJADOR 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
0
AZADON 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
0
RASPADOR 7 0 1 0 1 4 1 2 0 0 1 1
0
RAEDERA 3 1 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0
0
CUÑA 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 1 0
0
CEPILLO 0 0 0 0 0 1 1 0 0 0 0 0
0
PERFORADOR 0 0 0 0 0 1 0 0 1 0 3 0
0
GUBIA 4 0 1 0 0 1 2 0 0 0 0 1
0
CINCEL 14 1 0 1 0 5 0 1 0 0 3 1
0
PUNTA 28 12 4 2 0 8 1 7 4 0 4 3
2
HACHA DE MANO 87 7 19 6 2 44 16 7 14 0 11 11
4
CUCHILLO 42 8 6 5 0 18 1 19 13 2 9 7
4
EXCENTRICO 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
0
AFILADOR 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0
0
ALISADOR 1 0 0 2 0 1 0 0 0 0 1 0
0
PULIDOR 1 1 1 0 0 2 0 0 0 0 1 4
0
METATE 6 0 1 1 0 2 0 2 0 0 0 0
0
MANO DE METATE 8 5 0 2 0 9 0 1 3 1 7 3
0
PIEDRA DE MOLIENDA 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1 0
0
MACERADOR 3 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0
0
DISCO 2 0 1 0 0 5 1 0 0 0 0 1
0
ESFERA 20 1 5 2 0 8 1 1 0 3 6 6
0
PESA DE RED 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 2 0
0
PESA DE BALANZA 4 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
0
TEJO 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
0
HACHUELAS 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 1 0
0
PENDIENTE O DIJE 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
0
CUENTA 1 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
0
MALACATE 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
0
PEDESTAL DE ESCULTURA 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0
0
PALMA 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1
0
YUGO 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1
0
HACHA VOTIVA 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0
0
FRAGM. FIGURA 1 0 2 0 0 3 0 2 0 0 3 0
0
N.I. 3 0 0 0 0 2 1 3 0 0 1 2
0
TOTAL 249 42 42 22 3 121 28 48 42 6 58 44 14
75.2% 719
Figura 111. Tabla de concentración de artefactos por plataforma. Estructura 4.
218
Con base en los distintos atributos calificados se generaron las gráficas.
Primero la comparación entre las Estructuras 2 y 4 con respecto al porcentaje de
lítica pulida y lítica tallada que se identificó en cada edificio. Posteriormente las
gráficas que representan los porcentajes de tipos líticos identificados para cada
plataforma de las Estructuras 4 y 2.
COMPARACIÓN DE CONCENTRACIONES LÍTICAS
Con base en las tablas anteriores, se crearon diversas gráficas con la intención de
comparar concentraciones de material entre edificios. Primero comparando el
porcentaje de material lítico entre ambas estructuras (Figura 113); el porcentaje de
instrumentos correspondientes a lítica tallada o lítica pulida (Figura 114); y la
comparación entre porcentajes de industria lítica tallada y pulida para las
Estructuras 4 y 2 (Figura 115). Una vez representado gráficamente el aspecto
general de los materiales, las variantes más importantes fueron: tipos de
artefactos para cada Estructura (Figura 116); la industria lítica a la que pertenecen
los artefactos, su respectivo porcentaje con respecto al total de materiales; y la
comparación entre los tipos de artefactos.
ESTRUCTURA 2
TIPO DE ARTEFACTO LÍTICO TEMPLO SUPERIOR
2A ALTAR-ESTELA
PREFORMA BIFACIAL 0 4 0
RASPADOR 0 1 0
HACHA DE MANO 1 0 0
CUCHILLO 222 4 2
ALISADOR 1 0 0
METATE 0 0 0
MANO DE METATE 0 1 0
ESFERA 1 0 0
TOTAL 225 10 2
24.8% 237
Figura 112. Tabla de concentración de artefactos. Estructura 2
219
Comparación de lítica tallada con lítica pulida
80%
20%
LITICA TALLADA
LITICA PULIDA
Figura 114. Porcentaje de industrias líticas.
Figura 113.Porcentajes de lítica por Estructura.
0.00%10.00%20.00%30.00%40.00%50.00%60.00%70.00%80.00%
PO
RC
EN
TA
JE
ESTRUCTURA 4 ESTRUCTURA 2
EDIFICIO
CONCENTRACIONES DE LITICA
Figura 115. Porcentaje comparativo por industria entre ambas estructuras.
0.00%
10.00%
20.00%
30.00%
40.00%
50.00%
60.00%
litica tallada litica pulida
Comparación por industria líticade concentraciones entre E4 y E2
Estructura 4
Estructura 2
220
Mediante el cuadro comparativo entre los artefactos de las Estructuras 2 y
4, se aprecia la radical diferencia de concentración de instrumentos líticos
(Fig.116) lo que indica, en primer lugar, la frecuencia de dos tipos de artefactos
específicos (cuchillos y hachas de mano), en segundo lugar, el cuadro lleva a
afirmar la falta de exploraciones en la Estructura 2, como justificación de la
escasez de artefactos líticos. Apoyados con las gráficas comparativas se
obtuvieron interpretaciones acerca del papel que jugó la lítica dentro del sitio en
general y a su vez en los edificios denominados Estructura 4 y 2.
Figura 116. Grafica comparativa entre artefactos de las Estructuras 4 y 2.
0
50
100
150
200
250
CA
NT
IDA
DLA
SC
A R
ETO
CAD
A
PRE
FOR
MA
BIF
AC
IAL
PER
CUT
OR
NO
DULO
Y N
UC
LEO
TAJA
DO
RAZ
ADO
NR
ASPA
DO
RR
AED
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CU
ÑA
CEP
ILLO
PER
FOR
ADO
RG
UBI
AC
INC
ELPU
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HAC
HA
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ANO
CU
CH
ILLO
EXC
ENTR
ICO
AFIL
ADO
RAL
ISAD
OR
PULI
DO
RM
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MA
NO D
E M
ETAT
E
PIE
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A D
E M
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END
A
MA
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ADO
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ED
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IJE
CU
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MA
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PED
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L D
E E
SCU
LTU
RA
PALM
AYU
GO
HAC
HA
VOTI
VA
FRAG
M. F
IGU
RA
N.I.
COMPARACIONES ENTRE E4 Y E2
ESTRUCTURA 4
ESTRUCTURA 2
221
Figura 118. Porcentaje por tipo de artefacto.
0.00%
1.00%
2.00%
3.00%
4.00%
5.00%
6.00%
Por
enta
je
AFILA
DOR
ALISAD
OR
PULIDO
R
META
TE
MAN
O D
E METATE
PIEDR
A DE M
OLIEN
DA
MAC
ERADOR
DISCO
ESFERA
PESA DE R
ED
PESA DE B
ALANZA
TEJO
HACH
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S
PENDIE
NTE O D
IJE
CUENTA
MALA
CATE
PEDESTA
L DE E
SCULT
URA
PALMA
YUGO
HACH
A VOTIVA
Tipo de artefacto
LITICA PULIDA
0
50
100
150
200
250
cuchillos hachas de mano
Comparación de concentraciones de cuchillos y hacha s de mano entre E4 y E2
Estructura 4
Estructura 2
Figura 119. Concentraciones de hachas de mano y cuchillos en ambas estructuras.
Figura 117. Porcentaje por tipo de artefacto.
0.00%5.00%
10.00%15.00%20.00%25.00%30.00%35.00%40.00%
Por
cent
aje
LASCA R
ETOCADA
PREFORM
A BIF
ACIAL
PERCUTOR
NODULO Y
NUC
LEO
TAJA
DOR
AZADON
RASPADOR
RAEDERA
CUÑA
CEPILLO
PERFORADOR
GUBIA
CINCEL
PUNTA
HACHA DE M
ANO
CUCHIL
LO
Tipo de artefacto
LITICA TALLADA
222
0
50
100
150
200
250
CA
NT
IDA
D
TEMPLO SUPERIOR PLATAFORMA 2A ALTAR DE ESTELA
Estructura 2
LITICA TALLADA
LITICA PULIDA
Figura 120. Comparación de concentraciones de lítica tallada y pulida en cada plataforma de la Estructura 2.
Figura 121. Comparación de concentraciones de lítica tallada y pulida en cada plataforma de la Estructura 4.
0
20
40
60
80
100
120
140
160
180
CA
NT
IDA
D
4A 4AALTARES
4B 4BALTARES
4C 4D 4E 4F 4G 4GALTARES
4H1 4H2 4HALTARES
Estructura 4
Litica tallada
Lítica pulida
223
Los principales lugares o espacios donde se ubicaron concentraciones de
material lítico dentro del sitio arqueológico son:
• Un montículo pequeño, aproximadamente a medio kilómetro en dirección
E de la Estructura 4 (taller 1).
• Un edificio de gran altura que desplanta sobre una plataforma y constituye
parte de un conjunto de edificios que forma una plaza al NE de la
Estructura 4. En esta área se identificaron desechos de talla sobre el
edificio principal y también sobre la plataforma, con la mayor
concentración en el costado NE del edificio (taller 2).
• Espacio que cuenta con dos pequeños basamentos, ubicados al NE del
montículo anterior (taller 3), este sector se encuentra alejado del centro
ceremonial. Éste albergó la mayor cantidad de desechos de talla y algunos
instrumentos no terminados, además de piedras que pudieron funcionar
como percutores (Figura 122).
• En cuanto a las concentraciones ubicadas sobre la Estructura 4, en el
edificio 4D, 4G y 4H, se presentó una deposición relativamente abundante
de objetos líticos.
• Por último las concentraciones de cuchillos identificadas en la Estructura
2, consideradas como ofrendas por la forma en que se encontraron
depositadas y la cantidad de artefactos acumulados en un espacio menor
a 1m2 (Figura 123).
224
Taller 3
Taller 1
Taller 2
Figura 122. Ubicación de las áreas con concentración de desechos y artefactos líticos de pedernal identificadas en el plano general del sitio arqueológico “El Tigre”.
225
Son las concentraciones identificadas sobre la Estructura 4 y la 2, la base
de los análisis estadísticos del material lítico, mientras que las concentraciones de
la Estructura 1, se tomaron solamente de parámetro, sin ahondar más, dado que
es material de otra investigación. Con los resultados obtenidos para la Estructura 4
0m 2 4 8m
Concentracion decuchillos
Ofrenda decuchillos #1
Ofrenda decuchillos #2
Ofrenda decuchillos #3
Figura 123. Planta de la Estructura 2 con localización de las ofrendas y la concentración de cuchillos.
226
y 2 mediante las gráficas, se puede mencionar el papel que jugaron dichos
espacios en el resguardo y la reproducción simbólica de elementos, ya sean estos
instrumentos utilitarios o suntuarios, ornamentales o de cualquier otro tipo,
artefactos líticos elaborados principalmente en pedernal.
Sectores de la Estructura 4 con concentraciones líticas
Las áreas de mayor concentración en la Estructura 4 fueron las esquinas de los
edificios o plataformas, la base de las escalinatas de acceso a los edificios y el
centro mismo de cada una de las plataformas que conforman la gran estructura
(Figura 125). Existe solamente un área de concentración que rompe con el patrón
de deposición que tienen las piezas líticas y es en la plataforma 4D (Figura 124),
En el extremo sur de ésta se identificó un relleno de lascas de pedernal,
aparentemente desechos de talla que cubrieron un espacio de 1.50m de ancho y
la longitud de la plataforma en su eje E-W. Las plataformas con mayor cantidad de
artefactos líticos fueron 4A, 4D y 4H-1.
C oncent ra c ión dedesechos de t a lla (relleno)
P la ta form a 4D
Figura 124. Localización del relleno de lascas en la plataforma 4D.
227
0m 2 4 8m
4A−2
p a l mazoo morfa
Conc
entra
ción d
eha
chas
de m
ano
Conce
ntrac
ión de
desec
hos d
e talla
(relle
no)
PROYECTO ARQUEOLÓGICO
"EL TIGRE" TEMPORADA 2004-2005
ESTRUCTURA 4DIBUJO: ERNESTO VARGAS P.
ANGELICA DELGADO S.
CAROLINA MEZA R.
DIGITALIZO: J. CUAUHTLI MEDINA R.
MODIFICADO POR CAROLINA MEZA.
4A−1
4A-34A-4
4A-5
4A-6
4A-7
4A-8
4A-9
4A-10 4A-12
4A-13
4A-14
4B-14B-2
4A-11
Plataforma 4F
Plataforma 4G
Plataforma 4H-1
Plataforma 4H-2
Plataforma 4E
4E-sub
Plataforma 4D
Plataforma 4C
Plataforma 4B
4G-1
4G-24G-3 4H-3
4H-4
4H-5
Hachas de manoEsferasPesas debalanzaCuchillosPiedras demoliendaPuntas
Plataforma 4A
Concentración deDesecho de talla
cincoesferas
Simbología
Excentrico y Falo
pa lma
Altares 4A
Figura 125. Planta de la Estructura 4 con la representación de las concentraciones de los instrumentos más abundantes y relevantes de la muestra.
228
Las siguientes gráficas ejemplifican las concentraciones de instrumentos
por plataforma para la Estructura 4 (Figuras 126-130), comenzando por la
pirámide principal de la Estructura 4 denominada plataforma 4A y concluyendo con
el conjunto de las dos últimas plataformas exploradas (4H-1,4H-2). Además de la
gráfica, se realizó el plano de concentración de artefactos líticos que integra los
instrumentos más representativos de la muestra para cada plataforma.
0
10
20
30
40
50
60
70
80
CA
NT
IDA
D
TIPO DE ARTEFACTO
PLATAFORMA 4A
LASCA RETOCADA
PREFORM A BIFACIAL
PERCUTOR
NODULO Y NUCLEO
TAJADOR
AZADON
RASPADOR
RAEDERA
GUBIA
CINCEL
PUNTA
HACHA DE M ANO
CUCHILLO
EXCENTRICO
ALISADOR
M ETATE
M ANO DE M ETATE
M ACERADOR
DISCO
ESFERA
PESA DE BALANZA
PENDIENTE O DIJE
CUENTA
HACHA VOTIVA
FRAGM . DE FIGURA
N.I.
0
2
4
6
8
10
12
CA
NT
IDA
D
TIPO DE ARTEFACTO
ALTARES DE PLATAFORMA 4A
LASCA RETOCADA
RAEDERA
CINCEL
PUNTA
HACHA DE M ANO
CUCHILLO
M ANO DE M ETATE
TEJO
Figura 126. Concentración por tipo de artefacto. Plataforma 4A y altares.
229
Figura 127. Concentraciones por tipo de instrumento. Plataforma 4B, altares 4B y plataforma 4C.
0
5
10
15
20
CA
NT
IDA
D
1TIPO DE ARTEFACTO
PLATAFORMA 4B
PREFORMA BIFACIAL
RASPADOR
GUBIA
PUNTA
HACHA DE MANO
CUCHILLO
PULIDOR
METATE
DISCO
ESFERA
FRAG.FIGURA
0
1
2
3
4
5
CA
NT
IDA
D
RASPA DOR HACHA DE M ANO
TIPO DE ARTEFACTO
PLATAFORMA 4C
0
1
2
3
4
5
6
CA
NT
IDA
D
TIPO DE ARTEFACTO
ALTARES DE PLATAFORMA 4B
PREFORMA BIFACIAL
RAEDERA
CINCEL
PUNTA
HACHA DE MANO
CUCHILLO
ALISADOR
METATE
MANO DE METATE
ESFERA
230
Figura 128. Concentraciones por tipo de artefacto en plataformas 4D y 4E.
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
CA
NT
IDA
D
TIPO DE ARTEFACTO
PLATAFORMA 4D
PERCUTOR
NODULO Y NUCLEO
RASPADOR
CUÑA
CEPILLO
PERFORADOR
GUBIA
CINCEL
PUNTA
HACHA DE M ANO
CUCHILLO
ALISADOR
PULIDOR
M ETATE
M ANO DE M ETATE
PALM A
M ACERADOR
DISCO
ESFERA
FRAGM . FIGURA
N.I.
0
2
4
6
8
10
12
14
16
CA
NT
IDA
D
1
TIPO DE ARTEFACTO
PLATAFORMA 4E
LASCA RETOCADA
PREFORM ABIFACIALRASPADOR
CEPILLO
GUBIA
PUNTA
HA C HA D E M A N O
CUCHILLO
DISCO
ESFERA
N.I.
231
02468
101214161820
CA
NT
IDA
D
1
TIPO DE ARTEFACTO
PLATAFORMA 4F
PREFORM A BIFACIAL
PERCUTOR
RASPADOR
CINCEL
PUNTA
HACHA DE M ANO
C U C HILLO
M ETATE
M ANO DE M ETATE
PIEDRA DE M OLIENDA
ESFERA
HACHUELAS
FRAGM . FIGURA
N.I.
0
2
4
6
8
10
12
14
CA
NT
IDA
D
TIPO DE ARTEFACTO
PLATAFORMA 4G
LASCA RETOCADA
PREFORM A BIFACIAL
PERFORADOR
PUNTA
HA C HA DE M A N O
CU C HILLO
MANO DE METATE
PIEDRA DE M OLIENDA
HACHA VOTIVA
0
1
2
3
4
5
CA
NT
IDA
D
TIPO DE ARTEFACTO
ALTARES DE PLATAFORMA 4G
CUCHILLO
MANO DEMETATE
ESFERA
Figura 129. Concentraciones por tipo de artefacto en plataformas 4F, 4G y 4G-altares.
232
0
2
4
6
8
10
12
CA
NT
IDA
D
TIPO DE ARTEFACTO
PLATAFORMA 4H-1PREFORM A BIFACIAL
RASPADOR
CUÑA
PERFORADOR
CINCEL
PUNTA
HA C HA D E M AN O
CUCHILLO
AFILADOR
ALISADOR
PULIDOR
M ANO DE M ETATE
PIEDRA DE M OLIENDA
ESFERA
PESA DE RED
HACHUELAS
PEDESTAL DE ESCULTURA
FRAGM. FIGURA
N.I.
0
2
4
6
8
10
12
CA
NT
IDA
D
TIPO DE ARTEFACTO
PLATAFORMA 4H-2
PREFORM A BIFACIAL
RASPADOR
GUBIA
CINCEL
PUNTA
HACHA DE MANO
CUCHILLO
PULIDOR
M ANO DE M ETATE
DISCO
ESFERA
PALM A
YUGO
N.I
0
1
2
3
4
5
CA
NT
IDA
D
TIPO DE ARTEFACTO
ALTARES DE PLATAFORMA 4H
PREFORM A BIFACIAL
PUNTA
HACHA DE M ANO
CUCHILLO
Figura 130. Concentraciones por tipo en plataformas 4H-1, 4H-2 y sus respectivos altares asociados.
233
Por último, se compararon los artefactos por industria lítica para la
Estructura 4, obteniendo como resultado las siguientes dos gráficas (Figura 131).
En estas se puede apreciar en cuales plataformas se concentró la mayor cantidad
de artefactos, tanto de lítica tallada como de lítica pulida.
Fig.131. Porcentajes de concentración de artefactos por industria lítica para las plataformas de la Estructura 4.
0.00%
5.00%
10.00%
15.00%
20.00%
25.00%
4A
4A A
LTARES 4B
4B A
LTARES
4C 4D 4E 4F 4G
4G A
LTARES
4H1
4H2
4H A
LTARES
PLATAFORMAS
ESTRUCTURA 4 Concentración de lítica tallada
0.00%
1.00%
2.00%
3.00%
4.00%
5.00%
6.00%
PO
RC
EN
TA
JE
4A
4A A
LTARES 4B
4B A
LTARES
4C 4D 4E 4F 4G
4G A
LTARES
4H1
4H2
4H A
LTARES
PLATAFORMAS
ESTRUCTURA 4 Concentración de lítica pulida
234
Concentraciones en la Estructura 2
Para la Estructura 2 se cuenta con algunas piezas bifaciales identificadas como
cuchillos formando dos grandes ofrendas. Los instrumentos son de pedernal y se
localizaron en la base de la escalinata principal del templo superior en la
estructura. También se localizó una ofrenda de dos grandes cuchillos en la base
de la estela y una concentración de cuatro cuchillos al sur de las primeras
ofrendas, la última no se consideró como ofrenda por la dispersión de los
artefactos al momento de recuperarlos en la excavación. En lo que respecta a otro
tipo de artefactos son apenas nueve piezas entre lítica pulida y lítica tallada
(Figuras 132-133).
Lo anterior debido a que este edificio (Estructura 2) aún se encuentra en
proceso de exploración, además de ser una construcción de menores dimensiones
en cuanto a la superficie que ocupa, puesto que si nos referimos a la altura que
tiene, parece ser el edificio más alto del conjunto central en El Tigre.
0
50
100
150
200
250
CA
NT
IDA
D
PR
EF
OR
MA
BIF
AC
IAL
RA
SP
AD
OR
HA
CH
A D
E M
AN
O
CU
CH
ILLO
ALI
SA
DO
R
MA
NO
DE
ME
TA
TE
ES
FE
RA
ESTRUCTURA 2
TEMPLO SUPERIOR
2A
ALTAR-ESTELA
Figura 132. Concentración por tipo de artefacto lítico asociado al respectivo edifico.
235
Como se aprecia, son pocos los tipos de artefactos recuperados en la
Estructura 2, pero abundantes los cuchillos pertenecientes a las dos ofrendas
principales. Dentro de los artefactos recuperados en la Estructura 1, se repite la
constante de la Estructura 4, una abundante cantidad de bifaciales, denominados
0
50
100
150
200
250
CA
NT
IDA
D
TIPO DE ARTEFACTO
TEMPLO SUPERIOR ESTRUCTURA 2
HACHA DE MANO
CUCHILLO
ALISADOR
ESFERA
0
1
2
3
4
5
CA
NT
IDA
D
PREFORMABIFACIAL
RASPADOR CUCHILLO MANO DEMETATE
PLATAFORMA 2A Y ALTAR DE LA ESTELA ESTRUCTURA 2
PLATAFORMA 2A
ALTAR
Figura 133.Tipos de artefactos por plataforma en la Estructura 2. Templo superior, plataforma 2A y altar de la Estela.
236
hachas. La mayoría de las hachas de pedernal provienen de los altares
localizados al noreste de la Estructura 1 (Vargas; Delgado, 2007: 230), y
constituyen un elemento de importancia en la cosmovisión maya. Aunque en la
Estructura 1 se registraron también ofrendas y concentraciones de cuchillos
similares a las de la Estructura 2. Por lo tanto la estructura 1 conjuga las
características de ambas estructuras.
Distribución de hachas y cuchillos
La principal variante dentro del análisis estadístico fue la distribución que
presentaron dos tipos de instrumentos: los cuchillos y las hachas, representada en
la figura 119. Las gráficas muestran que en la Estructura 4 predominó la presencia
de hachas de mano en todas las plataformas, con excepción de los altares
asociados a las plataformas 4G y 4H. Por mínima que fuese la diferencia siempre
predominó la presencia de hachas de mano en todas las plataformas. Mientras
que los cuchillos fueron abundantes sólo en la plataforma 4A, 4D y 4G, siempre en
menor cantidad que las hachas.
Un dato importante es la manera en que se distribuyeron los instrumentos
en ambos edificios. La distribución de artefactos en la Estructura 4 se presentó de
manera dispersa, tanto cuchillos como hachas de mano, normalmente asociados a
las esquinas de plataformas, escalinatas, alfardas o pequeños basamentos
(altares). Con respecto a la Estructura 2 los cuchillos en particular se localizaron
concentrados a manera de ofrendas.
Comparando el comportamiento —en cuanto a distribución— de los
instrumentos más representativos para cada edificio, en este caso cuchillos para la
Estructura 2 (Figura 134) y hachas para la Estructura 4 (Fig.135), con los
materiales obtenidos de la Estructura 1, podemos aseverar un comportamiento
semejante entre E1 y E2 a diferencia de la dispersión de materiales dado en la
Estructura 4.
Por citar un ejemplo, las concentraciones de cuchillos localizados en la
Estructura 1 (Figura136) comparten atributos semejantes a los presentes en las
237
ofrendas identificadas en la Estructura 2, como acomodo de las piezas, asociación
al edificio y número de piezas contenidas.
Figura 135. Tipos de hachas localizadas en la Estructura 4.
Figura 134. Ofrenda de cuchillos en la Estructura 2.
238
En la Estructura 1 se identificaron cuatro o cinco concentraciones de
artefactos líticos de probable uso ritual, una fue la ofrenda asociada con una caja
cerámica que contenía excéntricos con forma de media luna, cuchillos con
muescas laterales, un excéntrico con forma zoomorfa y un enorme cuchillo, todos
los implementos elaborados en pedernal (Figura 137). Por último, la ofrenda
compuesta por un enorme cuchillo de obsidiana y dos de pedernal asociados al
mascaron 3 (Figura 138).
Figura 137. Ofrenda en caja de cerámica, Estructura 1.
Figura136. Ofrenda de cuchillos, Estructura 1.
239
Por lo anterior, se infiere el uso ritual de los espacios que conformaron las
plataformas localizadas en la Estructura 1 y en la Estructura 2. La concentración
de mayor cantidad de ofrendas y artefactos suntuarios en dos edificios a diferencia
de los materiales recuperados en la Estructura 4, son el primer indicador que me
permite proponer la función para cada edificio. De manera general, se puede
afirmar que las Estructuras 1 y 2 sustentaron principalmente funciones religiosas,
mientras la Estructura 4, aunque es el edificio más grande del centro ceremonial,
tuvo mayor importancia político – económica, sin que ello excluya los rituales o
actos religiosos. Recordemos que en la cosmovisión prehispánica los tres ámbitos
estuvieron estrechamente vinculados. Como el análisis de materiales en esta
muestra pertenece únicamente a las Estructuras 2 y 4, remitiré sólo las
comparaciones a estos dos edificios.
RESULTADOS
Con respecto a la propuesta de lugares de extracción y espacios de manufactura
y/o resguardo, los resultados se resumen en el siguiente apartado sobre
producción lítica en “El Tigre”. En cuanto a los resultados del análisis estadístico
logramos la definición de categorías líticas, en las cuales se representa la
Figura 138. Ofrenda asociada al mascaron 3. Estructura 1.
240
tendencia de producción que tuvieron los distintos grupos de artesanos dedicados
a la manufactura de instrumentos líticos.
La variabilidad de la probable función a que fueron destinados los
instrumentos líticos, se derivó a partir de la forma en que fueron adquiridos ya sea
por intercambio con otro tipo de materiales como obsidiana o cerámicas que no
son materiales locales, o mediante la propia producción de ciertos implementos
utilizados para eventos sociales de importancia dentro del grupo como rituales de
construcción (de inicio o terminación de una obra). Tales eventos pudieron ser
rituales que implicaron a los instrumentos líticos como parte en las ceremonias.
Proceso productivo en “El Tigre”
Las clasificaciones mencionadas en el apartado de la metodología sirvieron
de guía y ejemplo para el análisis e interpretación de datos en este trabajo. Por lo
tanto, el procedimiento a seguir es la definición e identificación de probables
lugares de extracción, seguido de los espacios de manufactura, para concluir en la
relación contextual de los artefactos con la arquitectura, basada en la previa
clasificación de los artefactos líticos que componen el cuerpo de la investigación.
Para definir la temporalidad de los instrumentos o desechos, fue necesario
definirlos en asociación contextual con la arquitectura donde fueron encontrados.
Sumado a lo anterior, los recorridos realizados al interior del asentamiento en
áreas distintas al centro ceremonial, dieron la opción de identificar posibles áreas
de manufactura de instrumentos líticos.
Con los datos referidos anteriormente, se propone que hubo dos grupos
sociales que ejercieron control sobre la producción de los instrumentos de
pedernal. Primero los grupos que ostentaban el poder político de la sociedad allí
establecida, dicho grupo controló la producción y el destino de cierto tipo de
artefactos líticos, manipulando y manejando la distribución que tenían
instrumentos como los cuchillos, las pesas de balanza, las esferas, los yugos,
hachas votivas y palmas y aquellos que requirieron mayor tiempo de elaboración,
241
destinados seguramente a actividades poco comunes pero muy importantes para
la sociedad asentada en el lugar.
Segundo, los grupos de artesanos que se dedicaron a la fábrica de
instrumentos útiles en la vida cotidiana de la comunidad, pero que además
pertenecieron, en algunos casos, al grupo especializado que se encargaba de
producir los instrumentos utilizados en eventos religiosos. También controlaron la
selección del material para cada tipo de instrumento, el contexto con que se
asocia a este grupo son los llamados talleres.
Explotación y lugares de extracción
El entorno geomorfológico de la cuenca que surca el río Candelaria a lo largo de
su trayecto hacia el Golfo de México —que primero desemboca en la laguna de
Panlao, para finalmente desaguar en la de Términos— ha dejado al descubierto
extensas áreas con material pétreo susceptible a ser utilizado como materia prima
para la elaboración de instrumentos y como yacimientos de material para la
construcción de las ciudades prehispánicas que se asentaron a lo largo de su
rivera o cauce, en sus orillas.
Estas áreas fueron explotadas en época prehispánica por los pobladores
más cercanos y aquellos que ejercieran el control directo o indirecto sobre los
yacimientos. Desde el ejido del Tigre hasta el ejido Benito Juárez, unos kilómetros
al noroeste del poblado de Candelaria y al suroeste en el área circundante a Salto
Grande, se localizan distintos afloramientos de roca caliza que a su vez funciona
como la roca huésped del pedernal.
Las áreas susceptibles de explotación son diversas y variadas, cerca al
asentamiento en el extremo sureste se localiza un banco de roca caliza que
presenta cortes, donde se pueden apreciar algunos nódulos masivos de pedernal;
además de bandas de pedernal que se aprecian claramente en el perfil
estratigráfico del corte. Este banco de piedra y arena (sascab) se ha explotado
hasta la actualidad, conformando el paisaje —de erosión— que apreciamos
actualmente. Este tipo de bancos de material sirvieron por supuesto para la
242
extracción de rocas utilizadas en la construcción de edificios, además de la
obtención de nódulos y bloques para la fabricación de instrumentos menores.
Al norte del asentamiento se localiza un lugar, definido por Ivan Urdapilleta
como taller lítico. En un principio supuso que era un taller utilizado para la
obtención de bloques de pedernal, caliza y sascab, útiles para la construcción,
dato refutado mediante el recorrido, después de recolectar muestras de las lascas
de desecho y de encontrar preformas de raspadores y hachas (Urdapilleta, 2006:
70-71).
Urdapilleta menciona que fueron encontrados otros afloramientos de
pedernal y caliza en el sitio. Estos afloramientos se consideraron como parte de
las áreas de extracción de material para la construcción, por estar asociados a las
canteras. Además se localizó un taller en el montículo que se encuentra 200 m al
sureste de la Cantera 9, localizada dentro del área definida como cuadrante I. La
cantera se caracteriza por varios afloramientos cercanos entre sí, con presencia
de cortes y bloques preparados para su extracción. En general, sobre el montículo
se observan desechos de actividad lítica (Urdapilleta, 2006: 104). Dicho taller
corresponde al que aquí se define como taller 3.
Lugares de manufactura
La producción, distribución y consumo forman parte elemental del sistema
económico, por lo tanto deben ser estudiados en conjunto y no aisladamente. Se
debe entender el contexto social, político y económico para lograr explicar
adecuadamente la forma de producción (Peniche, 2004: 25).
En primer lugar, se deben definir las características generales de los
lugares de manufactura de instrumentos líticos, dichos espacios —en el caso de El
Tigre— están conformados por talleres. Localizados en el sector I, sector II y parte
del sector III.
Se visitaron tres áreas con este tipo de concentraciones. Presuponemos
que son talleres líticos, por la cantidad de desechos de talla, los instrumentos
inconclusos y algunos percutores que se identificaron en superficie (Figura 139).
243
Los tres lugares visitados son distintos entre sí y se localizan al noreste del centro
ceremonial. Las características generales que comparten son: abundantes
desechos de talla dispersos sobre los montículos o en áreas cercanas a los
mismos; instrumentos inacabados o fracturados igualmente dispersos, pero en
menor cantidad que los desechos de talla; artefactos bifaciales que apenas se
diferencian de la materia prima por burdos retoques, correspondientes a las
preformas bifaciales; y artefactos que formaron parte en el proceso de fabricación
de los instrumentos, básicamente percutores.
Para diferenciarlos se denominaron de la siguiente forma: taller 1, taller 2, y
taller 3 (Figura 140). Los que se ubicaron mediante coordenadas UTM en el plano
general del sitio, ubicando los edificios donde se hallaron las mayores
concentraciones, con dichos datos se dio la ubicación tentativa dentro del mismo
plano.
Figura 139. Concentraciones de lascas e instrumentos desechados en los talleres de El Tigre.
244
El taller 1 se ubica en las coordenadas UTM N2005081 E0729488, con una
altitud de 53 msnm. Se encuentra al noreste de la Estructura 4, muy cercano a dos
grandes basamentos. Es un pequeño montículo con concentración de fragmentos
de pedernal, nódulos parcialmente descortezados asociados a una gran cantidad
de lascas del mismo material y de diversos tipos. La mayor cantidad de lascas son
de descortezamiento y desechos de talla. El área que cubre esta concentración es
de aproximadamente 15m2 con una altura de no más de 1.5m, en este montículo
Figura 140. Plano general con la ubicación de las canteras en negro (urdapilleta, 2006), con los talleres líticos en rojo.
245
no se apreció la cantidad real de lítica que puede observarse en superficie, debido
al espesor de la maleza presente entre noviembre y diciembre.
El taller 2 se ubica en las coordenadas UTM N2005322 E0730068, ocupa
un área más amplia que el anterior, corresponde a una gran plataforma con
distintos niveles o cuerpos, en su parte más alta alcanza hasta los 15m de altura
—esto corresponde al edificio principal sobre la plataforma— mientras que sobre
la parte más baja de la plataforma es donde se ubican las mayores
concentraciones de material lítico.
Aquí, además de los materiales mencionados para el primer taller,
encontramos instrumentos ya terminados pero fragmentados, son bifaciales que
se parecen a los comúnmente encontrados durante la excavación. Los nódulos y
lascas de pedernal que se encuentra son, en su mayoría, de color blanco lechoso
o grisáceo claro.
Sobre la plataforma se observan artefactos fracturados, grandes cantidades
de pequeñas lascas (desecho de talla) y nódulos de pequeño, mediano y gran
tamaño. Además en las lascas se aprecian los distintos momentos por los que
atraviesa la materia prima dentro del proceso de manufactura. Este taller se ubicó
al noreste del taller 1, a 638.66m de distancia y a 66º de azimut del mismo.
Por último, identificamos el taller 3 que se encuentra, cerca del taller dos en
dirección norte del mismo, es un área extensa cubierta por desechos de talla y
nódulos. Además encontramos entre los materiales de superficie preformas y
formas acabadas, algo que no se apreciaba en los anteriores.
Encontramos también percutores —instrumento indispensable para la
fabricación del resto de implementos líticos— y todo tipo de desecho de talla. Este
taller parece el más completo, aunque no se encuentre asociado directamente a
un edificio de enormes dimensiones, se ubica muy cerca del que definimos como
taller 2. La ubicación exacta con coordenadas UTM es N2005320 y E0730162.
Con lo anterior es posible definir algunos contextos de deposición de
materiales líticos, principalmente desechos de talla de pedernal, que son un buen
indicador de la presencia de áreas de actividad, en este caso talleres de
246
manufactura lítica. Los talleres se han definido como espacios donde un
especialista lleva a cabo las labores propias de su especialidad, en este caso la
fabricación de instrumentos de piedra, comenzando con la elección del material
adecuado que le permita llevar a buen término el instrumento que tiene en mente.
La materia prima: el pedernal, debe tener ciertas características que lo
hagan tenaz pero maleable: poca porosidad, homogeneidad de textura, en el caso
de nódulos tener una forma general que permita descortezarlo y generar la
preforma que le permitirá al artesano crear un cuchillo, un hacha, una punta, un
excéntrico, una esfera entre otros; el instrumento que tenga previsto elaborar.
En el siguiente apartado se definen las áreas de distribución de
instrumentos sobre los edificios que conforman la Estructura 4 y algunos rellenos
de desechos de talla identificados igualmente dentro de una de las plataformas de
la Estructura 4. Dichos espacios se insertan dentro de las áreas de resguardo uso
y distribución de los instrumentos líticos.
Edificios asociados
Los edificios como contextos arqueológicos en donde se localizaron los
instrumentos líticos e incluso desechos de talla, son las Estructuras 2 y 4 con sus
respectivas plataformas. Aquí podemos resaltar ciertas características particulares
de cada estructura y/o plataformas.
Con respecto a la Estructura 4, referiremos tres plataformas en que se
ubicaron parte considerable de artefactos líticos, distribuidos de forma especial,
normalmente ubicados en esquinas, o en la base exterior de los edificios (Figura
141). Las plataformas son la 4G, 4H y 4D.
En la plataforma 4D, que por su arquitectura y asociación con la cerámica
identificada parece datar del Clásico terminal, se localizó un relleno de pequeñas
lascas de adelgazamiento con aproximadamente 90cm de ancho por 50cm de
espesor y 3m de largo W-E, que atravesaba el edificio de Este a Oeste.
La concentración consiste en abundantes desechos de talla de pedernal, el
relleno se identificó en otros sectores del edificio, aunque en este espacio al
247
interior del edificio —cerca de su lado sur— fue donde se registró la mayor
concentración. El resto de artefactos líticos se encontró asociado a las esquinas
de la plataforma, varios artefactos ubicados en la base del edificio, otros en la
parte superior y cerca de las escalinatas de acceso.
En la plataforma 4G, la distribución de instrumentos líticos fue variada, en
su mayoría se localizaron cerca de las esquinas de muros divisorios, en el pasillo
sur entre dos habitaciones, en las esquinas de la escalinata de acceso norte, en la
base del muro oriente y dispersos sobre la plataforma en su sector NW.
La plataforma 4H se conforma por dos edificios de características distintas,
la plataforma 4H-1 se ubica al sur y la 4H-2 al norte, con los accesos en
direcciones opuestas, además de tener forma y estructura arquitectónica
totalmente distintas.
En la plataforma 4H-2 los instrumentos se localizaron en sectores similares
a los de la 4G, con la salvedad que en ésta identificamos un tiradero o basurero en
la fachada norte del edificio que contenía grandes cantidades de materiales
arqueológicos en una concentración que abarcaba entre cuatro y seis metros de
largo y dos a cuatro metros de ancho en la base norte del edificio.
En la plataforma 4H-1, fue menor la cantidad de material lítico identificado.
Aunque cabe resaltar la localización que tuvieron en asociación con un par de
ofrendas de cajetes ubicadas en las esquinas externas de dos escalinatas, justo
en la esquina que forma el muro con la alfarda, en ambos casos.
Para la Estructura 2, son específicos los espacios donde encontramos las
concentraciones de implementos; dos ofrendas de cuchillos en la base de la
escalinata principal que conducía al templo, un par de cuchillos de mayor tamaño
como ofrenda de la estela ubicada al este del templo, sobre la estructura y un
conjunto de cuatro cuchillos al sur de las ofrendas (Figura 142).
248
Figura 141. Plano que muestra las concentraciones de material lítico en la Estructura 4.
0m 2 4 8m
4A−2
p a lm azoo morfa
Conc
entra
ción d
eha
chas
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ano
Conce
ntrac
ión de
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chos
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lleno
)
PROYECTO ARQUEOLÓGICO
"EL TIGRE" TEMPORADA 2004-2005
ESTRUCTURA 4DIBUJO: ERNESTO VARGAS P.
ANGELICA DELGADO S.
CAROLINA MEZA R.
DIGITALIZO: J. CUAUHTLI MEDINA R.
MODIFICADO POR CAROLINA MEZA.
4A−1
4A-34A-4
4A-5
4A-6
4A-7
4A-8
4A-9
4A-10 4A-12
4A-13
4A-14
4B-14B-2
4A-11
Plataforma 4F
Plataforma 4G
Plataforma 4H-1
Plataforma 4H-2
Plataforma 4E
4E-sub
Plataforma 4D
Plataforma 4C
Plataforma 4B
4G-1
4G-24G-3 4H-3
4H-4
4H-5
Hachas de manoEsferasPesas debalanzaCuchillosPiedras demoliendaPuntas
Plataforma 4A
Concentración deDesecho de talla
c incoesferas
Simbología
Excentrico y Falo
p a lm a
Altares 4A
249
Tipos de artefactos
La muestra arrojó 38 tipos distintos de artefactos, 17 correspondientes a la
industria de lítica tallada y 21 a la industria de lítica pulida. Cabe mencionar que en
la lítica pulida hay instrumentos de molienda y artefactos suntuarios así como
esculturas o implementos religiosos como los excéntricos, las cuatro pesas de
balanza, el yugo y las palmas encontrados en la Estructura 4. No obstante que la
mayoría de los artefactos de lítica pulida no pertenece a la industria del pedernal,
incluimos su descripción en la tesis para contrastar la recurrencia de cierto tipo de
artefacto en comparación con el resto de la muestra.
De la lítica tallada destacan los bifaciales, en distintas etapas de su
fabricación, desde las burdas preformas a las que apenas se les había eliminado
0m 2 4 8m
Concentracion decuchillos
Ofrenda decuchillos #1
Ofrenda decuchillos #2
Ofrenda decuchillos #3
Figura 142. Localización de las ofrendas en la Estructura 2
250
un poco de cortéx, obtenidas de algún nódulo o fragmento de pedernal, hasta los
bifaciales que presentaban pulimento en el extremo distal. Al mismo tiempo son
importantes las concentraciones de cuchillos en la Estructura 2, que permiten
apreciar una marcada diferencia entre el tipo de artefactos identificados para cada
uno de los edificios.
El porcentaje de cada tipo de artefacto quedó registrado en la tabla
correspondiente (Fig.109), el tipo más abundante fueron los cuchillos (37.58%),
seguidos de las hachas de mano (24%), a estas últimas se suman los artefactos
de lítica tallada que pertenecen a la misma familia: preformas bifaciales (1.84%),
raspadores (1.94%), cinceles (2.66%), gubias (1.02%) y raederas (0.51%).
Si bien es más alto el porcentaje de cuchillos, son pocos los lugares donde
se encontraron, localizados en pequeños espacios como concentraciones,
mientras que los otros instrumentos estuvieron dispersos abarcando más espacios
dentro de las áreas de deposición en las Estructuras. Para la lítica pulida los
elementos más frecuentes fueron las esferas o rocas semiesféricas con 55
artefactos que corresponden al 5.61% del total.
Mediante las formas se logró distinguir en que fase del proceso de
producción se encontraban los artefactos líticos (Figura 143), tomando como
referencia para la fase de selección del material los núcleos y nódulos
identificados en los lugares que se denominaron llamado talleres.
Para la fase de preparación del material , las lascas retocadas, los
percutores y las preformas, los bifaciales burdos. Para la fase de uso y resguardo
los instrumentos acabados y con huellas de pulimento por uso (hachas de mano,
cuchillos, puntas, gubias, cinceles). Por último, para la fase de reciclaje o reuso ,
que no siempre se logra definir, se tienen las concentraciones de lascas y los
artefactos reavivados que por su forma y dimensiones parecen haber sido parte de
un instrumento más grande que al fracturarse se utilizó para fabricar otro artefacto
de menor tamaño. Lo anterior en términos productivos o de economía.
Con respecto al significado que tuvieron los instrumentos recuperados, hay
dos grupos relevantes. El primero incluye todos los instrumentos líticos que
251
tuvieron como finalidad la ejecución de labores utilitarias en actividades de la vida
común, como parte importante en la economía de cualquier pueblo. Dentro de este
rubro quedan incluidos los artefactos denominados instrumentos, por la posible
función a la que fueron designados.
En segundo lugar, está el conjunto de artefactos o implementos líticos que
seguramente formaron parte en algún rito o celebración entorno a la construcción
o renovación de elementos ideológicos en la vida de la comunidad, entre estos
sobresalen las concentraciones de cuchillos encontrados en sectores particulares
sobre la Estructura 2. Conformándose como parte de ofrendas o implementos
suntuarios, a los cuales se les dio algo más que un simple uso en una actividad
socio-económica. Lo anterior da la pauta para inferir el tipo de actividades
económicas, políticas y religiosas que se venían desarrollando.
Por ejemplo la abundancia de bifaciales —hachas de mano— permite
deducir la utilidad de este instrumento en actividades de índole económico, por la
lo práctico de su forma y la facilidad con que puede manipularse. Además por ser
el instrumento que presentó la mayoría de fracturas ocasionadas por el uso.
Figura 143. Bifaciales en tres momentos de manufactura. a) Nódulo, b) Preforma, c) Hacha de mano.
a) b) c)
252
Por otra parte, la abundancia de cuchillos localizados como
concentraciones en el desplante de plataformas en las Estructuras 1 y 2 muestra
su probable utilidad como implementos ceremoniales que debieron contener cierta
carga simbólica dentro de la cosmovisión de los pobladores de El Tigre. Además,
parecen no haber sido utilizados en ninguna actividad económica que provocara
su deterioro.
En cuanto a los lugares de extracción de material solo se ubicaron los
posibles yacimientos en la región (Figura 144), como una propuesta que puede
corroborarse mediante recorridos de superficie en la cuenca del río Candelaria,
además de las áreas de extracción de material localizadas en El Tigre.
Yacimiento Benito Juarez
Yacimiento Salto Grande
Figura 144. Ubicación de los posibles yacimientos de pedernal. En el ejido Benito Juárez, Salto Grande y El Tigre.
253
Asociación espacial de los instrumentos
La localización de los distintos artefactos responde, probablemente, al evento que
les dio vida o utilidad durante su existir como instrumentos. Así, la ubicación de los
cuchillos como ofrendas en la base de la escalinata en el templo principal sobre la
Estructura 2, tuvo un significado particular. También la concentración de lascas de
pedernal —localizadas como relleno dentro de la plataforma 4D— formó parte del
proceso final de fabricación de instrumentos líticos como los cuchillos, las puntas y
los bifaciales de manufactura fina. Dicha concentración hace pensar en la
acumulación de desechos generados por una actividad recurrente en el edificio, en
este caso el retoque final mediante presión para la terminación de instrumentos de
pedernal.
La concentración de cierto tipo de artefacto se asocia directamente con la
función del edificio donde se encontraron. Así, la concentración de instrumentos
utilitarios fue mayor en el edificio que consideramos de uso público-político
(Estructura 4) y las ofrendas de instrumentos rituales, en el edificio considerado de
índole religioso (Estructura 2).
Aunque es imposible disgregar uno del otro, es importante hacer notar que
dentro de la producción lítica pudo existir una especialización, en cuanto al tipo de
artefactos elaborados. De acuerdo con Nieto Ugalde, la mayor parte de la
población pudo fabricar instrumentos utilizados en la vida cotidiana, para usos
múltiples de los artefactos. Mientras que un pequeño grupo se especializó en la
elaboración de implementos utilizados durante rituales u algún tipo de ceremonia
que requiriera artefactos manufacturados con delicadeza.
Sin olvidar que otra pequeña parte del conjunto de artefactos pertenece a
aquellos obtenidos mediante el intercambio, por ejemplo las palmas, el yugo, las
hachas votivas (que son elementos poco representados en el área maya), la
obsidiana y otros artefactos de diversos materiales como cerámica, hueso o
concha, que no son comunes en la región. Donde la ubicación estratégica del
asentamiento permite pensar en el constante tránsito de mercaderes, con los que
254
se comerciaba varios objetos preciados por la rareza de los materiales en que
estaban fabricados.
Como la mayoría del material pertenece a la Estructura 4, y es en éste
donde se distribuyeron los instrumentos de manera dispersa, centramos el análisis
comparativo de concentración de artefactos, en cada plataforma desplantada
sobre la Estructura 4.
Enseguida se presenta el plano de cada plataforma, comenzando por el
edificio de mayores dimensiones (plataforma 4A) y concluyendo con el conjunto de
edificios denominado 4H. Solamente se presentarán los edificios con el porcentaje
más alto de materiales de la muestra. En este caso son los edificios 4A, 4D, 4F y
4H. Los artefactos de mayor abundancia, tomados en cuenta para las
comparaciones, fueron los bifaciales o hachas de mano, los cuchillos, las puntas,
esferas, piedras de molienda y pesas de balanza (estas por la rareza de su fábrica
y la especial ubicación al norte de la plataforma principal o templo superior de la
estructura). A cada tipo de artefacto se le asignó un color. Por lo tanto, observando
con detenimiento, se aprecia la constancia o recurrencia de cada tipo de artefacto
en los distintos edificios (Figuras 145-148).
La representación gráfica de la relación contexto-tipo de artefacto, permite
observar las diferencias entre tipos, así como la desigualdad en la distribución de
los instrumentos en cada edificio. También deja apreciar la tendencia de
concentración de los diversos instrumentos en cada plataforma.
Es lógico pensar en el control ejercido por los artesanos sobre la producción
de los diversos tipos de industrias ejecutadas en el Tigre. En lo que respecta a la
industria lítica, este control seguramente fue distinto dependiendo del tipo de
artefacto manufacturado. Dentro del material analizado hay dos tipos de artefactos
predominantes: cuchillos y hachas de mano. La recurrencia de cada tipo de
artefacto en los edificios y su distribución, ya sea dispersa o concentrada sobre
estos, abre la pauta para sustentar la hipótesis del control sobre la producción
lítica y a que grado o intensidad se manejó la producción, tanto de los cuchillos
como de las hachas de mano.
255
Figura 145. Distribución diferencial de instrumentos en el templo superior o plataforma 4A.
4A−2
4A−1
4A-34A-4
4A-5
4A-6
4A-7
4A-8
4A-9
4A-10 4A-12
4A-13
4A-14
4A-11
Plataforma 4A
Altares 4A
0m 2 4 8m
Hachas de manoEsferasPesas debalanzaCuchillosPiedras demoliendaPuntas
Concentración deDesecho de talla
Simbología
Excentrico y Falo
C o n c e n t r a c i ó n d eh a c h a s d e m a n o
C o n c e n t r a c i ó n d ed e s e c h o s d e t a l l a( r e l l e n o )
Plataforma 4D
p a l m a
Figura 146. Distribución de instrumentos en la plataforma 4D.
256
palmazoomorfa
Plataforma 4H-1
Plataforma 4H-2
4H-34H-4
4H-5
cincoesferas
0m 2 4 8m
Hachas de manoEsferasPesas debalanzaCuchillosPiedras demoliendaPuntas
Concentración deDesecho de talla
Simbología
Excentrico y Falo
Figura 148. Distribución de instrumentos en las plataformas 4H-1, 4H-2 y sus altares (4H-3, 4H-4 y 4H-5).
Plataforma 4F
Figura 147. Concentración de instrumentos en la plataforma 4F.
257
Existen diferencias relevantes entre ambos tipos de artefactos, además del
porcentaje de concentración de cada tipo en las Estructuras 4 y 2, las huellas
macroscópicas de uso. Las diferencias más importantes que existen entre los dos
tipos de artefactos líticos se enumeran a continuación.
Las hachas de mano, presentan microastillamientos profundos y
sobrepuestos en los bordes y ocasionalmente en el extremo distal. La mayoría
tienen fracturado el extremo distal, lo que permite inferir el uso constante del
instrumento. Dentro de este tipo de artefactos hay una variedad con el extremo
distal en arco redondeado con el extremo distal pulido por ambas caras, el
pulimento pudieron adquirirlo mediante el uso. Otra variedad importante son los
artefactos reutilizados, aquí se incluyen las hachas de mano de pequeñas
dimensiones, aparentemente fueron instrumentos mayores que sufrieron alguna
fractura y se sometieron a la fase de reciclaje, regenerándolos en forma de hacha
de mano pero con dimensiones menores y seguramente uso distinto al inicial.
Una vez resaltados los rasgos más importantes de éste tipo de artefacto,
queda incluido dentro de la categoría de instrumentos utilitarios, que funcionaron
en diversas actividades económicas, como la tala de árboles, como parte de un
conjunto de implementos útiles en la agricultura, la propia manufactura de otros
elementos líticos, el curtido de pieles, como artefacto para devastar superficies
mediante percusión o abrasión y diversas actividades económicas de la vida
cotidiana, que necesitaron de un artefacto como las hachas de mano o bifaciales.
La fábrica de estos instrumentos debió tener un control mínimo y ser
ejercido por un grupo de artesanos dentro de la comunidad, encargado de
redistribuirlo como un bien común en una red horizontal de intercambio al interior
del propio asentamiento y tal vez a nivel regional con las poblaciones que
coexistieron con los habitantes del Tigre, comunicándose a través del río.
Con respecto a los cuchillos se puede aseverar un control y acceso
restringido para su adquisición. Las características que permiten suponer la idea
de una producción controlada y limitada, pese a la abundancia con que se han
encontrado este tipo de instrumentos en el sitio, es que los cuchillos son artefactos
258
de fábrica delicada, prácticamente son hojas de pedernal muy delgadas (en pocas
ocasiones rebasan un centímetro de espesor), los colores del pedernal son de los
más comunes en la muestra —salvo los de la ofrenda en la estela que son de
color café— como el gris, beige, rosáceo con manchas, bandas o vetas en
distintas tonalidades; con la diferencia que la materia prima casi no presenta
impurezas, como el que sirvió para las hachas de mano.
Las huellas de uso son casi nulas, algunos cuchillos se presentan
fracturados pero con filo agudo en los bordes, tienen la apariencia de nunca haber
sido utilizados. Es importante mencionar que 228 cuchillos pertenecieron a
ofrendas de la Estructura 2. Sus características formales son bordes con filo
agudo, extremo distal en punta y proximal redondeado, la forma más común es la
hoja de laurel con diversas variantes de ancho o largo. Son en extremo delgados,
por mencionar un ejemplo están los cuchillos de la ofrenda #3 que son dos
cuchillos de 0.9 y 1.3cm de espesor con 32 y 35cm de largo cada uno.
Para confirmar la idea de que la producción con mayor control y
especialización fue la de instrumentos como los cuchillos, se mencionaron otras
concentraciones de cuchillos identificadas durante las primeras temporadas de
campo en la Estructura 1. Fueron tres concentraciones importantes sobre la
estructura y otra en el conjunto llamado palacio.
Otros artefactos dignos de mención y atención fueron los implementos
suntuarios, seguramente producto del intercambio. Entre los que contamos con las
cuatro pesas de balanza, las dos palmas, los yugos y las dos hachas votivas.
Dichos artefactos se localizaron en la Estructura 4, las palmas (Figura 149)
en dos edificios la fitomorfa en la esquina noreste de la plataforma 4D y la
zoomorfa en la esquina noreste de la plataforma 4H-2. Los yugos (Figura 150) se
localizaron, uno cerca de la esquina noroeste de la plataforma 4H-2 y el segundo
en la estructura de la escuela (dentro del ejido a un costado de la actual escuela
primaria). Mientras que las hachas votivas (Figura 151) se encontraron en las
plataformas 4A y 4G. Por último las pesas de balanza (Figura 152), aunque son
las únicas que parecen de manufactura local, son implementos importantes por la
259
rareza de su forma y ubicación, éstas se encontraron en el lado norte de la
plataforma 4A.
Figura 150. Yugo.
Figura 151. Hachas votivas.
Figura 149. Palmas.
260
La importancia de los artefactos suntuarios radica en su procedencia,
probablemente fueron producto del intercambio con algunos grupos de la costa del
golfo, por lo menos las hachas votivas, palmas y yugos que son característicos de
esa región, además dichos artefactos se han asociado constantemente con el
juego de pelota y coincidentemente al norte de la Estructura 4 se localiza un juego
de pelota en la base de la esquina noroeste del edificio. Además que otro lugar
donde se localizaron dos yugos fue precisamente en el juego de pelota, localizado
al suroeste de la estructura antes mencionada, entre las Estructuras 2 y 3.
Con respecto a las pesas de balanza son signo de un sistema de pesas y
medidas, que seguramente utilizaron los pobladores como parte del intercambio y
comercio que realizaban con los mercaderes que transitaban a través del río, y
probablemente para el intercambio interno.
Asociación temporal de los instrumentos líticos
La temporalidad adjudicada a los instrumentos líticos de la muestra, se propone
con base en la cronología relativa otorgada por el análisis cerámico y en
asociación a elementos arquitectónicos, como materiales de construcción (tipo de
Figura 152. Pesas de balanza
261
piedras utilizadas en la manufactura de muros), tipo de acabado y decoración de
los edificios.
Tomando en cuenta que el auge del asentamiento, como centro rector de la
región del río Candelaria, se ha fechado para el Clásico terminal, es lógico
suponer que la época de mayor esplendor corresponde también al momento de
mayor flujo en el intercambio intra e inter-regional de El Tigre con otros
asentamientos cercanos e incluso lejanos. Esto incluye el intercambio de
implementos de piedra como cuchillos, hachas de mano, excéntricos, etc.,
fabricados por los pobladores del Tigre.
Por otro lado, los instrumentos están asociados en su mayoría, a edificios
que corresponden al período clásico terminal, fechados así por los tipos cerámicos
que abundan en la misma capa de los artefactos líticos. Además las plataformas
4B, 4H-1 y 4H-2 (Figura 153) se definieron como edificios de estilo rio Bec, por el
acabado de sus fachadas, esto apoya su fechamiento para el periodo Clásico
terminal, puesto que el estilo arquitectónico mencionado es característico de ese
periodo.
Así, en asociación con el material cerámico y la arquitectura, proponemos
que el material lítico de la presente muestra perteneció al periodo Clásico terminal,
puesto que las formas de instrumentos líticos sufren pocas variaciones a través
del tiempo.
Figura 153. Lado Oeste de la plataforma 4H-1
262
CONSIDERACIONES FINALES
El análisis de los instrumentos líticos de El Tigre, permitió conocer los parámetros
de distribución del material dentro del centro ceremonial, además de su relación
directa con eventos religiosos y político-económicos.
Las interpretaciones surgidas del análisis resaltan el valor social de los
artefactos, mencionando las actividades humanas que los generaron y las que les
dieron utilidad o vida dentro de la concepción del mundo que tuvieron los
pobladores del sitio, desde el ámbito más simple en la vida cotidiana hasta el más
complejo como son los rituales.
NIVELES DE CONTROL PRODUCTIVO Y DISTRIBUCIÓN CON BA SE EN EL COMERCIO
La provincia de Acalan jugó un papel preponderante dentro de las rutas de
comercio descritas para el Posclásico tardío, pero que por las características
geográficas que guarda pueden tomarse en cuenta para periodos anteriores como
el Clásico terminal. En la región del Golfo de México A. Chapman señala cinco
grupos de puertos de intercambio, de estos son Xicalango y Potonchan los que
mantienen relación estrecha con Acalan, puesto que dentro de este grupo se
integra a la provincia de Acalan (Figura 154) como importante área de tránsito
para la comunicación comercial que sirvió para el tráfico de mercancías entre los
golfos de Honduras y México, a través de las zonas pantanosas de Guatemala
(Vázquez, 2003: 94).
Debido a las características geográficas peculiares de la provincia de
Acalan, suponemos que tener el control centralizado en un gran asentamiento,
propiciaba la centralización y control de diversas actividades económicas
originadas al interior de la comunidad. Dentro de estas actividades económicas la
producción, distribución y consumo de los instrumentos líticos elaborados con
materia prima local o foránea, son las de más importancia
263
Con la síntesis presentada en el capítulo 1, observamos como los chontales
fueron un grupo conocedor de las rutas fluviales. Esto nos hace pensar en el
dominio y control ejercido por los chontales sobre lugares especiales de
abastecimiento, donde el área de sustentación fue de fácil acceso a través del río.
Mediante la comunicación que mantenía con sus distintos batabil pudieron
allegarse de todo lo necesario para la manutención de una gran ciudad, como
debió ser El Tigre (Itzamkanac).
Aunado a lo anterior, la producción de instrumentos líticos de pedernal
dentro del sitio quedó restringida a áreas particulares constituidas por edificios
distintos, congregados en el sector noreste del sitio. Dichos espacios son los
talleres que por su ubicación se pueden asociar a un pequeño puerto identificado
Fig.154.Mapa de las principales entidades políticas del oeste de las Tierras Bajas
del sur en el Posclásico Tardío (límites aproximados marcados con una línea de
puntos). Mapa basado en Roys 1957 ; Scholes y Roys 1996 e Izquierdo 1997.
264
en el extremo noroeste del sitio, cerca del conjunto de talleres líticos, ubicados al
interior del asentamiento.
Con esto podemos inferir que la producción de diversos instrumentos líticos
estaba controlada por un grupo social que seguramente corresponde al cuchteel,
puesto que las áreas denominadas talleres son conjuntos de edificios de posible
uso habitacional. Siendo congruente la hipótesis de que existieron cuchteelob’16
dedicados específicamente a la producción de instrumentos e implementos líticos,
donde los miembros poseían una tradición artesanal del tallado de piedra.
Ernesto Vargas habla de la importancia que tuvo el comercio a larga
distancia en la región. La relación existente entre la división político territorial y el
comercio, se fundamenta en que los distintos puntos de control sobre el transporte
mercantil, pertenecieron a uno de los distintos batabilob’ existentes para el
momento de auge en la ruta comercial sobre el río Candelaria. Es por ello que el
comercio como actividad, me permite pensar en el control ejercido sobre la
explotación directa del material lítico, mediante la producción de instrumentos de
pedernal, que podrían ser el producto que ofrece la provincia de Acalan hacia el
exterior y que también se distribuye de manera interna.
El grado de control de la élite sobre los sistemas económicos incide en la
complejidad del sistema económico de la sociedad maya del período Clásico. Es
pertinente hacer una distinción entre los bienes utilitarios y los bienes suntuarios.
Para la presente investigación son tres formas de control que se ejercieron
en El Tigre: el control sobre los yacimientos, sobre la producción y sobre su
distribución, siendo esta última a nivel local y de intercambio entre diversas
regiones intercomunicadas mediante el sistema fluvial existente dentro de la
provincia.
Cabe resaltar que en el caso de los materiales de El Tigre, se propone que
la Estructura 4, fue el edificio que resguardo o tuvo una función más política que
religiosa, determinado así por las diferencias en tipos de artefactos líticos
16 Plural de cuchteel.
265
identificados y en su distribución sobre las plataformas que constituyen la gran
plataforma.
La peculiaridad de este edificio con respecto a los otros dos que se han
excavado hasta el momento, me permite aseverar la idea de un edificio que
concentrase las funciones políticas para el control de las economías (en este caso
de la industria lítica) desarrolladas al interior del asentamiento.
Con respecto a otros tipos de análisis a que puede someterse cualquier
material lítico, existe una variabilidad de técnicas empleadas en el estudio de
diversos aspectos, atributos o características intrínsecas del material que pueden
ayudarnos para apoyar, corroborando o refutando ciertas hipótesis; así que con lo
expuesto en la presente investigación dejamos abierta la propuesta de un análisis
petrográfico a una pequeña muestra de lascas producto de los objetos elaborados,
para corroborar la procedencia de los materiales con que fueron fabricados los
instrumentos utilitarios y suntuarios que conforman la presente tesis.
Sería interesante verificar si dicho tipo de análisis proporciona la información
necesaria para obtener la respuesta deseada (de donde proviene el material),
puesto que hasta el momento seguimos utilizando una sola propuesta (la de Irwin
Rovner) sin tener alternativas.
COMENTARIOS FINALES
A lo largo del presente trabajo surgieron distintas preguntas como ¿Cuales son
los indicadores que nos permiten inferir que en un yacimiento hubo extracción de
materia prima para la elaboración de instrumentos líticos? y ¿como determinamos
en que etapa del proceso productivo se encontraban los artefactos, asociándolos
al contexto de donde fueron extraídos?, estas preguntas nos permitieron dilucidar
los grandes vacíos que aún existen dentro del conocimiento acerca de las
actividades que los antiguos pobladores, de sitios como El Tigre, realizaban
cotidianamente.
Una pregunta importante fue ¿Cómo estuvo organizado el grupo de
artesanos dentro de la sociedad maya del Tigre, para efectuar las diversas labores
266
que constituyen la producción de instrumentos líticos? La gran incógnita detrás de
la definición de un proceso de manufactura de instrumentos de uso ordinario y no
ordinario fue ¿Cómo?, ¿Por qué y para qué se ejecutaba cierto tipo de labores en
espacios muy particulares de un asentamiento, donde habitó una sociedad
compleja?, ¿Cómo fue la organización del trabajo?
En esta ocasión el análisis y las comparaciones realizadas propiciaron el
surgimiento de más dudas, lo que ratifica la necesidad de continuar investigando y
generando trabajos que permitan inferir, desde distintos ámbitos, el desarrollo
social de las antiguas culturas.
La investigación ofreció el análisis de los instrumentos líticos tanto utilitarios
como suntuarios con que cuenta la muestra, de los primeros se propone vida larga
que propicia que a nuestras manos lleguen artefactos fracturados o disminuidos
por la constante reutilización y modificación de los instrumentos en su forma
original. Mientras que para el segundo tipo de instrumentos se propone una
trayectoria de vida aparentemente corta, pero que les permite llegar en formas
más completas y comprensibles a nuestras manos, por el destino específico que
tienen desde su elaboración.
Las actividades realizadas durante cualquier etapa del proceso de
manufactura de diversos instrumentos, implican una dinámica social en la que se
combinan jerarquías, especialización y dirección. Dicha dinámica requiere de
conocimientos previos sobre el oficio desarrollado por el grupo, desde la
extracción hasta la elaboración y reutilización de instrumentos acabados, tomando
en cuenta también el transporte, comercio e intercambio de que son objeto.
Sumado a lo anterior y de la misma importancia es la concepción religiosa e
ideológica que permite a una comunidad dar un significado a los instrumentos,
quedando insertos como parte y/o producto de un sistema social complejo y a su
vez particular de una sociedad. En este caso la sociedad desarrollada en El Tigre.
Las grandes culturas nos legaron la ardua tarea de reconstruir el pasado
mediante comparaciones, contrastaciones y asociaciones de elementos que se
conformaron como parte medular de su vida social en todos los ámbitos. Es por
267
ello que nos corresponde proporcionar los datos y las primeras interpretaciones
por someras que parezcan, para así abrir paso a cualquier tipo de discusión que
propicie avances en el conocimiento de la forma de vida de los grupos humanos
que nos precedieron por centurias y que hasta el momento no hemos logrado
comprender del todo.
Los campos de estudio que se pueden cubrir asociando los materiales con su
contexto tanto de deposición, como de uso y extracción, son múltiples y tan
variados como la diversidad de grupos humanos asentados en todas las regiones
de Mesoamérica. Está en nosotros arqueólogos la tarea de aportar información
que responda a una duda pero al mismo tiempo haga surgir cien más, para que el
conocimiento avance.
268
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