los generales de dios i

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  • 1. Los GeneralesDeDios

2. Los Generales De Dios Las claves de sus xitos. ypor qu algunos fallaron. Roberts Liardon Buenos Aires - San Jos - New York 3. Los Generales de Dios Roberts Liardon Publicado por Editorial Peniel Boedo 25 (1260) Buenos Aires - Argentina Tel/Fax: 4981-6178 / 6034 e-mail: [email protected] Publicado originalmente con el ttulo: God's Generals By Albury Publishng Tulsa, Oklahoma 74147-0406 Traduccin al Espaol por: Virginia Lpez Grandjean Copyright 2000 Editorial Peniel ISBN N: 987-9038-37-1 Producto N: 316054 Ninguna parte de esta publicacin puede ser reproducida en ninguna forma sin el permiso escrito de Editorial Peniel. Impreso en Colombia Printed in Colombia 4. llgllnas opinionessobre este libro La f0l1aleza y el poder del cuerpo de Cristo en la actualidad no son obra de la casualidad. Cierto, son obra del Espiritu Santo, pero el Es- pritu Santo unge a sus siervos fieles y humildes para llevar a cabo sus propsitos. En este libro, Roberts Liardon ha hecho una obra maestra al abrir nuevas puertas que nos penniten ver por dentro las vidas de algunos de los ms grandes hroes de la fe. Los Generales de Dios le alentar y le dar fuerzas para llegar al xito en cualquier propsito que Dios tenga para usted en su Reino. Dr. C. Peter Wagner Escritor y profesor de Crecimiento de la Iglesia en el Seminario Teolgico Puller, Pasadena, California. Haca tiempo que era necesario contar con una obra que combina- ra las historias de grandes predicadores pentecostales del siglo XX en un libro. y estoy seguro de que esta publicacin ser grandemente apreciada. Estoy feliz de que mi madre, Aimee Semple McPherson, haya sido incluida entre los otros Generales de Dios, dado que sirvi con todo su corazn como pionera en las trincheras del frente al ms grande de todos los Generales: su Seor, Jesucristo. Agradezco since- ramente el tributo que este libro le brinda. Rolf K. McPherson Presidente de la Iglesia Internacional del Evangelio Cuadrangular, Los ngeles, California. Muy poca gente aqu saba algo sobre John Alexander Dowie, Ma- ria Woodworth-Etter, Jack Cae y otros como ellos, hasta que lleg Rober1s Liardon. Sus enseanzas han tenido un profundo impacto so- bre las jvenes iglesias de Asia. Las lecciones que podemos aprender de estos grandes evangelistas del siglo XX, tanto de sus xitos como de sus fracasos, son absolutamente vitales para impulsar a la genera- cin que est surgiendo, a alcanzar nuevas alturas espirituales mien- tras entramos en un nuevo milenio. Hee Kong Pastor de la Iglesia City Harvest, Presidente del Centro de Capacitacin Bblica City Harvest, Singapur. *"s"1if* 5. Conozco a Roberts Liardon desde que era un adolescente. Lo co- noc cuando buscaba informacin sobre mi padre, Jack Cae Sr., uno de los doce generales que se estudian en este libro. En ese momento me impresion su entusiasmo por la tarea, y me alegra ver el fruto que ha producido su vida y su ministerio en el da de hoy. Recomien- do este libro, no slo por su valor histrico, sino por su verdadera comprensin de lo que es necesario para contar con el verdadero po- der de Dios Jack Cae, Jr. Evangelista internacional, Presidente de Christian Fellowship, DalIas, Texas. Roberts Liardon es uno de los principales expertos en los dinmi- cos ministerios de sanidad de los siglos XIX y Xx. Despus de pasar casi dos dcadas investigando y estudiando a los lderes espirituales ms importantes cuyas vidas han estado caracterizadas por seales, prodigios y milagros, Liardon presenta un impactante e inspirador pa- norama de sus ministerios. Este es el primer volumen en el que se presenta un estudio detallado de estos gigantes de la fe. Es historia de la iglesia, y de la mejor. Paul G. Chappell Ph. D. Decano de Estudios de Posgrado de la Facultad de Teologa de la Universidad Oral Roberts, Tulsa, Oklahoma. Los pioneros de Dios son figuras controversiales. Muchas veces se equivocan, porque pocos, antes, se han aventurado por los caminos que ellos recorren. Roberts Liardon ha hecho un trabajo excelente, proveyendo un extraordinario material de investigacin sobre Los Generales de Dios, los pioneros de la historia pentecostal y carism- tica. Al leer este libro, su fe recibir inspiracin, y aprender algunas lecciones en el camino. Gerald Coates Pioneer International. Debemos redescubrir nuestro legado pentecostal. Mientras busca- mos tomar agua de la fresca y pura corriente de Pentecosts, que co- rre desde las pginas del Nuevo Testamento hasta los avivamientos de este siglo, veremos cmo Dios nos lleva a alcanzar nuestro mximo potencial en l. Roberts Liardon ha reconocido la importancia de hon- 6. rar a quienes han recorrido el camino antes que nosotros, aprendien- do de sus errores, y permitiendo que sus testimonios nos inspiren. He odo la presentacin que el pastor Roberts hace del material incluido en este libro, y s que los aos que ha pasado estudiando las vidas de estos grandes hombres y mujeres de Dios han producido un material que servir para alentar, exhortar y educar a muchos en esta genera- cin. Por lo tanto, lo recomiendo especialmente, sabiendo que cam- biar vidas y nos presentar una vez ms aspectos de la vida pente- costal que muchos no conocen. Colin Dye, B. D. Pastor del Kensington Temple, Londres, Inglaterra. 7. Dedicatoria Quisiera dedicar este libro a tres grupos de personas: A mis pastores asociados, Lany y Kathy Burden, y a mi congre- gacin en el Embassy Christian Center en Irvine, California. Quiero agradecerles especialmente por su fidelidad, su lealtad y su confiabi- lidad. Deseo que sepan que los reconozco como uno de los mejores dones que tengo en el llamado de Dios. A los pastores Hee y Sun Kong y la congregacin de la Iglesia City Harvest en Singapur. Quiero agradecerles principalmente por su aliento y la especialsima amistad que compartimos. La comunin con ustedes es una parte muy importante de mi vida. Es hermoso ser miembro oficial de su iglesia, aunque yo est a miles de kilmetros de ella! A los pastores Richard y Gail Perinchief y su congregacin en el Spirit Life Christian Center en Florida. Quisiera agradecerles espe- cialmente por su amistad, que se ha mantenido lealmente a lo largo de los aos. Y quiero agradecerles por ese carcter especial que apa- rentemente compartimos en nuestro llamado celestial: parece que siempre terminamos predicando juntos en el mismo pas, al mismo tiempol Es maravilloso ministrar en diferentes naciones con ustedes, y ser considerado su amigo. Amigos mos, nunca nos demos por vencidos en nuestra bsque- da de alcanzar el elevado llamado de Dios! 8. Contenido Algunas opiniones sobre este libro 5 Dedicatoria 9 Prlogo 13 Prefacio 15 Agradecimientos 17 Introduccin 19 John Alexander Dowie "El apstol de la sanidad" 21 2 Mara Woodworth-Etter "La Mujer que Mostr el Espritu de Dios" 53 3 Evan Roberts "Lder del avivamiento en Gales" 91 4 Charles F. Parham "El padre de Pentecosts" 127 5 William J. Seymour "El catali::ador de Pentecosts" 161 6 John G. Lake "Hombre de sanidad" 197 7 Smith Wigglesworth "Apstol de fe" 231 8 Aimee Semple McPherson "Mujer de la Providencia" 269 9 Kathryn Kuhlman "La Mujer que Crea en los Milagros" 317 10 William Branham "Un Hombre de Notables Seiiales y Prodigios" 363 11 Jack Coe "El Hombre de la fe Temeraria" .407 12 A. A. Allen "El Hombre de los Milagros" .443 9. Prlogo Quisiera felicitar a mi querido amigo y compaero en el ministerio, Roberts Liardon, por esta contribucin que hace conocer la historia. del gran mover de Dios por medio del ministerio de sus verdaderos Gene- rales. Este libro le mostrar sus fortalezas y sus puntos dbiles. Es claro que esto no es obra de un hombre, sino del Espritu San- to del Dios viviente. Esta obra le ensear a usted que Dios no depen- de de lo que somos, ni lo que poseemos, isino de lo que l puede ha- cer en nosotros! Al leer este inspirador libro, usted recordar que el Dios de Elas es su Dios; as como fue el Dios de sus otros Generales en el pasado. Tome su Biblia ahora y lea Hebreos 11: 1-12:2 antes de embarcarse en este histrico viaje, y ver que "toda verdad es paralela". Dios siempre ha tenido sus Generales: "Porque muchos son llama- dos, y pocos escogidos" (Mateo 22: 14). Dios no desea que olvidemos esto mientras vemos a muchos nuevos Generales emergiendo en los campos de batalla en la actualidad. Por tanto, miremos siempre a "Je- ss, el autor y consumador de la fe" (Hebreos 12:2). Esta obra literaria est destinada a ser un clsico espiritual que le mostrar que aun la persona ms pequea y aparentemente insignifi- cante puede ser usada por Dios. El comentario de Roberts es podero- so y prctico, y dejar en usted una gran esperanza de lograr la meta. Los Generales de Dios fueron diamantes en bruto; la mayora de ellos sencillos, sin gran cultura a los ojos del mundo; pero fueron ca- nales en los que Dios reconoci las caractersticas nicas que l po- dra usar si ellos se rendan a su llamado. Querr usted rendirse tambin? Dr. Morris Cerrullo, Presidente Morris Cerrullo World Evangelism San Diego, California. 10. Prefacio Roberts siempre ha tenido un especial anhelo por comprender el llamado de grandes hombres y mujeres de Dios. Como su madre, vi desarrollarse este anhelo espiritual en dos maneras. Primero. siendo un nio muy pequeo, el inters de Roberts cre- ci porque mi madre le contaba muchas historias sobre los grandes ministerios y sus reuniones en carpas, de las que ella haba participa- do. Sus descripciones eran vvidas y coloridas, y en casi cada una de estas historias ella tena una leccin para ensear. Segundo. cuando Roberts cumpli doce aos, el Seor se le apa- reci y le indic que estudiara las vidas de los grandes hombres y mu- jeres de Dios. El Seor le dijo que este estudio intensivo sera una parte importante de su preparacin para el ministerio. Inmediatamente despus de esta visitacin del Seor, Roberts co- menz a estudiar. En nuestra casa ya haba una atmsfera de estudio. Yo pas muchos aos avanzando en mi educacin mientras los nios creCan. y tena una biblioteca bien provista. La combinacin de la in- fluencia de mi madre y mi diligencia para el estudio aparentemente impartieron a Roberts lo que l necesitaba en ese momento. Recuer- do muchas noches en que todos nos sentbamos a la mesa, inclinados sobre los libros que leamos y destacando las partes ms importantes. Roberts comenz a zambullirse en cada libro que poda encontrar, que hablara de un mover de Dios. Si encontraba un nombre en un li- bro, investigaba todo lo posible sobre esa persona. Si en su investiga- cin descubra que la persona haba muerto, buscaba hasta encontrar al pariente o amigo ms cercano a ella. El favor de Dios en la vida de Roberts era evidente. Siempre, estas personas le otorgaban entrevis- tas, e inevitablemente l comenzaba a desarrollar una relacin perso- nal con ellas. Estas personas aparentemente estaban dispuestas a dar- le todo lo que pidiera, ya fueran materiales, fotograflas o libros. PareCa que Roberts nunca senta inhibiciones o temor en su bs- queda. Recuerdo un incidente en particular, cuando mi hijo recin co- menzaba sus estudios secundarios. Cierto da regres a casa y descu- br que, de alguna manera, Robelts se haba puesto en contacto con alguien en el extranjero que estaba ansioso por ayudarlo a investigar ** 15 11. sobre reformadores y lderes de avivamientos como Evan Roberts y John Wesley. Cuanto ms estudiaba, ms se le abran las puertas. Es- taba obedeciendo a Dios, por lo que era natural que las puertas se abrieran. Cuando otras personas que buscaban lo mismo que l se en- teraban de su xito en conseguir materiales para sus investigaciones, le preguntaban: "Cmo conseguiste eso?", y l simplemente respon- da: "Lo ped". Durante los aos en que Roberts estaba investigando la vida de Los Generales, yo estudiaba y trabajaba en la Universidad Oral Ro- berts. Mi hijo pasaba mucho tiempo all, estudiando los materiales del Centro de Investigaciones del Espritu Santo. En realidad, l trabaj all dos veranos, como voluntario, cuando lo necesitaban. Cuando el personal de la universidad descubri todo el material que Roberts ha- ba obtenido por s mismo, se sorprendieron mucho y le ofrecieron comprarlo. l estudi la oferta, pero yo me puse firme. Hoy, esos materiales estn en la Biblioteca de los Reformadores y Lderes de Avivamientos, en su instituto bblico. El deseo de Roberts de conocer y comprender las vidas de estos hombres y mujeres era tan puro como diligente. Recuerdo claramen- te que cuando subi por primera vez al plpito, a los diecisis aos, su investigacin estaba completa. Haba cumplido su tarea para ese momento. No tena educacin formal, ni contactos, ni experiencia. Simplemente haba obedecido a Dios. Fue fiel a lo que se le puso por delante, y esa fidelidad madur hasta convertirse en un llamado inter- nacional. Para m es un testimonio de alguien que no slo compren- de una etapa de su vida, sino que la completa. Roberts probablemente siempre contine estudiando las vidas de Los Generales de Dios, ya que esto es an parte de su llamado. Aho- ra, el ministerio tiene un departamento de investigaciones que es el responsable de continuar la bsqueda donde Roberts la dej para se- guir el llamado de ayudar a las naciones para el regreso del Seor. Carol M. Liardon. B. S.. M.L. S. Vicepresidenta Ejecutiva, Ministerios de Roberts Liardon. Irvine, California. **16 12. Agradecimientos Quiero agradecer especialmente a dos personas: Mi editora, Denyse Cummings, y mi director de investigacio- nes, Laurel McDonald. Como equipo, hemos atravesado intermina- bles estudios, entrevistas, escritos y ediciones, para dar forma a es- te libro y hacer que cumpla su cometido. Ustedes dos me han ayu- dado a completar una parte vital de mi llamado en la Tierra. Gra- . . . Clas, amIgos mIos. 13. Introduccin Cuando yo tena casi doce aos, el Seor se me apareci en una visin. En esta visin, me dijo que estudiara las vidas de los grandes predicadores. para aprender de sus xitos y sus fracasos. A partir de ese da dediqu una gran parte de mi vida al estudio de la historia de la iglesia. Cuando muere un personaje prominente del mundo secular, las personas observan sus logros naturales. Pero cuando muere un lder en el cuerpo de Cristo, creo que Jess desea que estudiemos no slo lo que esta persona logr en el mbito natural, sino lo que ha logrado dentro del cuerpo de Cristo. El propsito de ese recuerdo no es alabar ni criticar al lder, sino verlo como un ejemplo para nuestras vidas. Los 11 generales11 sobre los que escribo en este libro son humanos. Sus historias son una representacin de cmo es la vida. No he con- vertido a nadie en un sper ser humano, ni un hombre O una mujer binicos. He reflejado sus lgrimas, sus risas, sus xitos, y sus fraca- sos. A todos los persiguieron; les mintieron; los calumniaron; los trai- cionaron; as como tambin los honraron, adoraron y apoyaron. Pero lo ms importante es que he tratado de revelar los secretos del poder en cada uno de sus llamados al ministerio: cmo actuaban, qu crean, qu los motiv, a cada uno, a CAMBIAR a su generacin para Dios. Los fracasos que se produjeron en las vidas de estos grandes hom- bres y mujeres de Dios amenazarn con repetirse. Pero sus xitos tambin son un desaflo para nosotros, y estn esperando ser alcanza- dos una vez ms. No hay nada nuevo bajo el Sol. Si algo de esto es nuevo para ti, es porque t eres nuevo bajo el Sol. Se necesita algo ms que un deseo para cumplir la voluntad de Dios; se necesita fortaleza espiritual. Al leer estos captulos, permite que el Espritu Santo te lleve en un viaje que seale las reas de tu vi- da en que necesitas concentrarte o rendirte. Luego, decdete a que tu vida y ministerio sean en esta generacin un xito espiritual que ben- diga a las naciones de la tierra para la gloria de Dios. Roberts Liardon 14. CAPTULO UNO Jobo Alexaoder Dowie "El apstol de la sanidad" 15. " 1 el ftPOSIOl De lft SftnlDftD" " Se atrever a orar por lluvia? Si lo hace y no ( llueve, entonces no es Elas. Si no lo hace, en- tonces es porque tiene miedo... yeso es an peor." "Finalmente el predicador cay de rodillas detrs del plpito. Nunca antes la gente haba escuchado sus oraciones con tanta tensin en la espera. 'Dios, Padre Nuestro, hemos visto el sufrimiento de esta tierra... mrala ahora en tu misericordia, y enva la lluvia... " "De repente, el Sobreveedor General se detuvo; lue- go dijo: 'Vayan pronto a sus hogares, porque hay so- nido de abundancia de lluvia.' Y tan pronto como la multitud se volvi para salir, la lluvia descendi en torrentes. "1 Pocos, en nuestra generacin actual, conocen el fascinante y dramtico mi- nisterio de John Alexander Dowie. Sin duda, este hombre logr sacudir al mun- do de principios de este siglo. l trajo a la vista de todos en la sociedad la Igle- sia visible del Dios vivo, especialmente en el rea de la sanidad divina y el arre- pentimiento. Sea que uno estuviera de acuerdo con el Dr. Dowie, o no, es un hecho que la suya es una increble histo- ria de una fe inquebrantable y una pode- rosa visin. La cantidad de personas convertidas por el ministerio de Alexan- der Dowie suman incontables millones. Aunque el final de su ministerio es tr- gico, rara vez ha habido una misin ms vigorosa y vital. Su ministerio apostli- Contra el ataque de religiosos hipcritas que se le oponan, publicaciones feroces y calumniadoras, multitudes que buscaban matarlo, y autoridades gubernamentales implacables, el Dr. Dowie mostr su llamado apostlico como una corona de Dios, y su persecucin como un distintivo de honor. 16. ...Dios le hablaba vez tras vez. Su corazn continuamente se senta atrado hacia el ministerio de tiempo completo. Dowie comprenda q'J,e haba muchas verdades en la Biblia que haban sido dejadas de lado por los religiosos de esa poca. LOS GENERALES DE DIOS co cambi el mundo. De costa a costa. por s solo, desafi y triunf sobre la gran apostasa y el letargo de su poca, demostrando clara- mente que Jesucristo es el mismo ayer. hoy y por siempre. Contra el ataque de religiosos hipcritas que se le oponan, publi- caciones feroces y calumniadoras, multitudes que buscaban matarlo, y autoridades gubernamentales implacables, el Dr. Dowie mostr su llamado apostlico como una corona de Dios, y su persecucin como un distintivo de honor. fXTRftORDlnftRIO John Alexander Dowie naci el 25 de mayo de 1847 en Edimbur- go, Escocia. Sus padres, John Murray Dowie y su esposa, que eran cristianos, lo llamaron con nombres que, segn ellos esperaban, ex- presaban lo que su hijo llegara a ser cuando creciera: "John", que sig- nifica "por gracia de Dios", y "Alexander", que significa "que ayuda a los hombres". John Dowie naci en la pobreza. Habra que mirarlo con los ojos de la fe para creer lo que el futuro le deparara a este pequeo nio. Aunque su asistencia a la escuela fue irregular debido a las frecuen- tes enfermedades, Dowie era la imagen del nio brillante y entusiasta. Sus pa- dres lo formaron y lo ayudaron porque tenan esperanza en su llamado. El jo- ven Dowie participaba activamente en sus reuniones de oracin y sus estudios bblicos. Nunca lo dejaron fuera del mi- nisterio, y lo amaban profundamente. Esta seguridad del amor paterno fue un elemento clave en sus primeros aos. A la edad de slo seis aos. Dowie ley la Biblia de tapa a tapa. Con una profunda conviccin nacida de su lectu- ra. desarroll un intenso odio por el uso de bebidas alcohlicas. En esa poca. en Escocia se estaba formando un movi- miento de abstinencia. y sin siquiera darse cuenta de que la mano de Dios estaba sobre l. Dowie hizo campaa contra el abuso del alcohol y firm un compromiso de no 17. Jolm Alexander Dowie - "El apstol de la sanidad" practicarlo jams. Dowie continu leyendo la Biblia y acompaando a su padre tan- to como le era posible en sus viajes a los lugares donde iba a predi- car. En uno de estos viajes, conoci a un humilde predicador calleje- ra llamado Henry Wright. Despus de escuchar el evangelio de boca de este hombre. Dowie entreg su corazn a Jesucristo. A la tierna edad de siete aos. recibi su llamado al ministerio. Pe- ro an no saba cmo responder. A los trece aos John parti con sus padres en un viaje de seis me- ses por Australia. Una vez ubicado en este nuevo pas, comenz a ga- narse la vida trabajando para su to, que era zapatero. Pronto dej a su to y comenz a trabajar en otras lugares, siempre en puestos casi insignificantes. An entonces, sus compaeros notaban que era un joven hombre de negocios realmente extraordinario. Dowie pronto se convirti en asistente del socio de una firma que facturaba ms de dos millones de dlares al ao. Durante estos aos de "ascensos laborales". Dios le hablaba vez tras vez. Su corazn continuamente se senta atrado hacia el ministe- rio de tiempo completo. Dowie comprenda que haba muchas verda- des en la Biblia que haban sido dejadas de lado por los religiosos de esa poca. Una de ellas, la sanidad divina, le haba sido revelada a costa de su propio sufrimiento. Dowie haba sido un nio enfermizo, y sufra de "dispepsia crnica", una severa indigestin que lo acos en su adolescencia. Pero despus de leer sobre la voluntad divina con respecto de la sanidad, clam al Seor y fue "completamente libera- do de tal afliccin".! Y esta manifestacin divina fue slo una mues- tra de la revelacin que llegara a su vida. Finalmente, a la edad de veintin aos, tom la decisin absoluta de responder al llamado de Dios. Tomara el dinero que haba ahorra- do con su trabajo y comenzara a estudiar con un profesor privado pa- ra prepararse para el ministerio. Quince meses despus, sali de Aus- tralia para inscribirse en la Universidad de Edimburgo, para estudiar en la Facultad de la Iglesia Libre. Aunque se especializ en teologa y ciencias polticas, no era considerado un estudiante modelo debido a sus desacuerdos con los profesores y sus doctrinas. l desafiaba sus letrgicas interpretaciones en forma brillante. John Dowie tena un hambre y sed extraordinarias por la Palabra de Dios. Lea constante- mente y tena memoria fotogrfica. Esto hizo que sobrepasara larga- 18. LOS GENERALES DE DIOS mente a sus superiores en conceptos y exactitud. Mientras estaba en Edimburgo, Dowie se convirti en "capelln honorario" de la Enfermera. All tuvo la oportunidad nica de escu- char a los famosos cirujanos de su poca, y comparar sus diagnsti- cos con la Palabra de Dios. Pero mientras los pacientes yacan sin es- peranzas bajo los efectos del cloroformo, Dowie escuchaba a estos mdicos hablar sobre sus fracasos como profesionales. Entonces fue cuando comprendi que estos mdicos no podan curar, y que su ni- co recurso era extraer los rganos enfermos, esperando que de este modo los pacientes mejoraran. Dowie observ muchas operaciones que acabaron en la muerte de los pacientes. Al or de labios de estos profesores de medicina la confesin de que trabajaban a oscuras, s- lo guindose por su parecer, Dowie desarroll una tremenda antipata por la ciruga y la medicina.] Muchos, an hoy, acusan a Dowie de condenar a toda la medici- na. Pero quisiera destacar que en esa poca, la prctica de la medici- na era muy primitiva. Y l fue uno de los pocos privilegiados que pu- do ver detrs de bastidores. Fue testigo de cmo los mdicos de su poca ofrecan grandes esperanzas a los pacientes, pero luego, en pri- vado, confesaban que no saban nada. Vea a las pobres vctimas pa- gando fortunas con la esperanza de ser curadas, para luego recibir los peores resultados. Dowie despreciaba la falsedad, por lo que buscaba una respuesta. Y cuando comenz a oponerse pblicamente a estos mtodos engaosos, se comprob que sus acusaciones eran ciertas. Mientras estudiaba en la Universidad de Edimburgo, recibi un te- legrama de su padre en Australia. Como respuesta al mismo, regres rpidamente a su hogar para liberarse de cualquier herencia del nego- cio familiar, debido a su amor al ministerio. Al dejar todo y regresar al hogar tan repentinamente, qued en grandes apuros econmicos. Pero decidi que esta dificultad no sera un obstculo para l, y prometi que cumplira la misin de su vida: sera un embajador de Dios en un ministerio de tiempo completo. Poco despus, acept la invitacin a pastorear la iglesia congrega- cional de Alma, Australia. Su tarea all se divida entre varias iglesias. y como era de esperarse, su osada manera de predicar hizo que la congregacin se sintiera algo incmoda. Pronto comenz la persecu- cin contra l y debido a su penetrante mtodo de ministrar, las voces del resentimiento se hicieron or. Dowie era un visionario, pero a pe- 19. Saba que era un hombre que tena una misin, pero no tena idea de cmo o dnde su misin se cumplira. Jolm Alexander Dowie - "El apstol de la sanidad" sar de sus repetidos esfuerzos, no logr despertar a la gente de su le- targo. Aunque necesitaba el apoyo econmico de la iglesia, decidi renun- ciar al pastorado porque senta que continuar era una prdida de tiempo. John Alexander Dowie era un reformador, un lder de avivamien- tos. Esta clase de llamado hace que la persona deba ver resultados, debido a la pasin por Dios que arde con tremenda fuerza en su inte- rior. l amaba a las personas, pero su compromiso con la verdad ha- ca que se concentrara nicamente en aquellas que le respondan. Poco despus de renunciar a ese pastorado, fue invitado a ser pas- tor de la iglesia congregacional de Manly Beach, donde fue recibido muy clidamente. Pero una vez ms le afect la falta de arrepenti- miento y sensibilidad a la Palabra de Dios de parte de la congre- gacin. An as, continu con su pastorado. Su congregacin era pe- quea y le dejaba tiempo para ocuparse de sus estudios y buscar orientacin en cuanto al futuro. Pasaba el tiempo, y Dowie senta una inquietud constante en su espritu. Saba que era un hombre que tena una misin, pero no te- na idea de cmo o dnde su misin se cumplira. Comenz a desear una congregacin ms grande, y pronto se le abri la oportunidad de pastorear un grupo mayor en Newton, un su- burbio de Sydney. As que, en 1875, cambi nuevamente de iglesia. Aunque l no lo saba en ese momento, este cambio lo llevara a la revelacin que lanzara su ministerio a la aclamacin mundial. "iO~, VEn(jft fnSf(jUIDftl MftRY fSTft MURIEnDO..." Mientras pastoreaba la iglesia de Newton, una plaga mortal barri con la regin, particularmente en los alrededores de Sydney. La gen- te mora en tales cantidades que la poblacin estaba totalmente para- lizada de terror. A pocas semanas despus de haber asumido el pasto- rado en su nueva iglesia, Dowie ya haba oficiado ms de cuarenta fu- nerales. La enfermedad y la muerte parecan estar esperando a la vuelta de cada esquina. La tragedia de esta situacin golpe el cora- zn de Dowie de tal manera, que comenz a buscar inmediatamente 20. LOS GENERALES DE DIOS respuestas. Y saba que esas respuestas estaban a su alcance en la Pa- labra de Dios. Escuchemos la nota trgica en las propias palabras del joven pastor: "Estaba sentado en mi oficina en la Iglesia Con gregacional de Newton, un suburbio de Sydney, Aus tralia. Mi corazn estaba muy cargado, porque haba estado visitando en sus lechos de enfermedad y muer- te a ms de treinta miembros de mi congregacin, y haba devuelto el polvo al polvo de la tierra en ms de treinta tumbas en unas pocas semanas. Dnde, oh, dnde estaba aqul que sanaba a sus hijos sufrientes? Ninguna oracin por sanidad pareca llegar a sus o- dos, pero yo saba que su mano no se haba acorta- do... A veces me pareca que poda or la triunfante burla de los enemigos creciendo en mis odos mien- tras yo hablaba a los deudos las palabras de cristia- na esperanza y consolacin. La enfermedad, la sucia hija de Satans y el pecado, manchaba y destrua... y no haba un liberador. "Y ah estaba yo, sentado con mi cabeza hundida bajo el peso de la pena por mi pueblo afligido, hasta que lgrimas amargas vinieron a aliviar mi corazn ardiente. Entonces or pidiendo un mensaje... y las palabras del Espritu Santo inspiradas en Hechos 10:38 se me presentaron en toda la brillantez de su luz, revelando a Satans como el Opresor, y Jess co- mo el Sanador. Mis lgrimas fueron enjugadas, mi corazn se fortaleci; vi el camino hacia la sanidad... y dije: 'Dios, aydame ahora a predicar la Palabra a todos los que estn muriendo a mi alrededor, y decir- les que es Satans quien an enferma, y Jess quien an libera, porque l sigue siendo el mismo hoy.' "El sonido de la campanilla y varios golpes en la puerta... dos mensajeros casi sin aliento que decan: 'Oh, venga enseguida, Mary est muriendo; venga y 21. 10hn Alexander Dowie - "El apstol de la sanidad" ore.' ...Sal apresuradamente de mi casa, sin siquiera ponerme el sombrero, corr calle abajo, entr al cuar- to de lat dama que mora. All estaba, gimiendo, apre- tando I,os dientes en medio de la agona del conflicto con el d,tstructor... La mir, y se encendi mi ira... "Suce di en forma muy extraa la espada que necesitab.l estaba an en mis manos y ya nunca la pondra a un lado. El mdico, un buen cristiano, ca- minaba en silencio de un lado a otro del cuarto... Entonces SE ~ acerc y me dijo: 'Seor, no son miste- riosos los caminos de Dios?' 'Los caminos de Dios!... No, ~ ,eor, esto es obra del demonio y es ho- ra de que da tmemos a Aquel que vino a destruir la obra del diab. lo" .+ Ofendido por las p 'alabras de Dowie, el mdico sali del cuarto. Dowie se volvi hacia la madre de Mary y le pregunt por qu lo ha- ba mandado llamar. LUI ego de escuchar que ella quera una oracin de fe, el pastor se inclin jL mto a la cama de la nia y clam a Dios. Ins- tantneamente la nia se . qued quieta. La madre pregunt si su hija haba muerto, pero Dowl ~ contest: "No... vivir. La fiebre se fue".' Pronto, la jovencita es ~aba sentada en su cama y comiendo. Se dis- culp por haber dormido tanto y exclam cun bien se senta. Y mien- tras el pequeo grupo agn ldeca al Seor, Dowie fue al cuarto de su hermano y su hermana, on :) por ellos, y tambin ellos fueran instan- tneamente sanados.6 A partir de ese momente ), la plaga se mantuvo alejada de la con- gregacin de Dowie. Ning. n otro miembro de su iglesia muri de la epidemia. Y como resultado de esta revelacin, surgi el gran minis- terio de sanidad de John Ale xander Dowie. Poco despus de esta natal lle revelacin de la sanidad divina, Do- wie comenz a pensar en la pe lsibilidad de encontrar una esposa. En- tonces descubri que estaba en tamorado de su prima hermana Jeanie, y que no podra ser feliz sin el Ha. Despus de muchas discusiones y *~"***29 . 22. LOS GENERALES DE DIOS controversias con sus familia- res, acordaron que se casaran. As que a la edad de 29 aos, el 26 de mayo de 1876, John Do- wie se cas con Jeanie y los dos comenzaron su increble misin juntos. Su primer hijo, Gladstone, naci en 1877. Pero Dowie se haba equivocado con respecto de ciertas personas en asuntos financieros, y se encontr en grandes apuros econmicos. As que Jeanie y Gladstone fue- ron a vivir con los padres de ella hasta que la situacin pu- diera arreglarse. Obviamente. De derecha a i~quierda: Jolm, Gladstolle, esta decisin caus an mayo- Jeanie y Esther Dowie. res discordias, debido a la des- confianza que sus padres polticos sentan por Dowie. Sin embargo, a pesar de estas dificultades, continu siendo un hombre con una visin divina. En medio del caos, se aferr a la obra que tenan por de- lante y escribi a su amada esposa: "...Velo el futuro mucho ms claramente de lo que puedo resolver los misterios del presente inmediato" .7 Todo ministerio tiene su futuro. Pero debemos creer en ese futuro, o jams daremos ese primer paso. Como Dowie, debemos decidirnos a aferrarnos a la Palabra de Dios y luchar por lo que es nuestro en la Tierra. Siempre habr contratiempos, pero nosotros somos los que de- cidimos si el problema ser permanente..Aunque somos llamados, te- nemos an que luchar contra males espirituales que son enviados pa- ra destruir nuestra visin y desanimarnos. Los ngeles de Dios pue- den ayudarnos, pero la guerra por nuestro destino es una responsabi- lidad personal que debemos ganar. i~ftSTft DE REliGin! Durante este tiempo de pruebas, Dowie tom la decisin sin pre- cedentes de abandonar la denominacin a la que perteneca. No po- 23. ...decidi que su misin alcanzara a las multitudes agonizantes de las que nadie cuidaba en la ciudad, con la revelacin de que Cristo es el mismo ayer, hoy y siempre. John Alexander Dowie - "El apstol de la sanidad" da comprender, ni trabajar con el estado letrgico y fro de sus lde- res. l arda con la pasin de proclamar el mensaje de la sanidad di- vina por toda la ciudad. Sus congregaciones haban crecido hasta ms del doble de las dems. Pero su xito hablaba a odos sordos, y cons- tantemente deba luchar contra la poltica y la teologa de "la letra de la ley" que amenazaba con apagar su fe. Debido a la hostilidad que le mostraban los lderes de la denomi- nacin. se encontraba constantemente a la defensiva. En una carta a su esposa en la que proclama su decisin de comenzar un ministerio independiente. Dowie escribi que el sistema poltico de su denomi- nacin... "...mataba la iniciativa y la energa individual, haca que los hombres fueran herramientas de la de nominacin o, an peor, les haca tener una mentali dad mundana, y los dejaba, en su mayora, altaneros y secos, intiles; buenos barcos, pero mal piloteados y terriblemente sobrecargados con mundanalidad y apata" .' Dowie haba llegado a darse cuenta de que era posible un aviva- miento. si se lograba despertar a la iglesia. Consider las vastas opor- tunidades que se abran delante de l. Estudi el lado letrgico de la iglesia. y luego estudi a los que no asistan a la iglesia. Y tom la de- cisin de que alcanzar el vasto nmero de los que no asistan a la iglesia produ- cira un mayor fervor por Jesucristo. En- tonces decidi dejar de trabajar entre los cnicos. Por eso decidi que su misin alcanzara a las multitudes agonizantes de las que nadie cuidaba en la ciudad, con la revelacin de que Cristo es el mismo ayer, hoy y siempre. En 1878, Dowie se apart de su de- nominacin y consigui el Royal Thea- tre en Sydney para comenzar un minis- terio independiente. Cientos de personas 24. LOS GENERALES DE DIOS se agolpaban en el teatro para escuchar sus potentes mensajes. Pero una vez ms, la falta de fondos detuvo su tarea. Aunque el nmero de personas que asistan era enorme, muchas de ellas no tenan ingresos. La nica respuesta que Dowie hall fue vender su hogar y sus mue- bles, poner el dinero en la obra y mudarse a un lugar ms pequeo. Despus de esto, la obra floreci. En un mensaje en el que hablaba de su decisin, Dowie manifest: "Haban desaparecido mis hermosos muebles y mis cuadros, pero en su lugar llegaron hombres y mujeres que fueron trados a los pies de Jess por la venta de mis bienes personales".9 En su pasin, Dowie no haba previsto la tremenda oposicin que se levant contra l. Dowie denunciaba con vehemencia los males de la poca, y form un grupo para distribuir literatura en toda la ciudad. Estos panfletos provocaron una violenta persecucin por gran parte de parte de los pastores locales. Pero l continu denunciando sin mi- sericordia a los lderes letrgicos, y no se ahorr palabras, respon- diendo que l "no les reconoca derecho para pedirle informacin alguna sobre sus acciones, ni respetaba sus juicios". Dowie con- test a un ministro: "Considero que su juicio es tan dbil e incapaz co- mo su ministerio... Deseara saber quin distribuy es- tos 'repugnantes tratados' entre su rebao; ciertamen te lo felicitara por haber elegido bien el campo... "10 Parte del llamado de Dowie era atacar los males morales. Una fir- me posicin moral generalmente va acompaada por un ministerio de sanidad fuerte. (Gran parte de las enfermedades y dolencias son cau- sadas por el pecado.) Pero Dowie paralizaba a sus crticos con tal aguda astucia, que esto los llev a unirse y planear en secreto cmo destruirlo. As se prepar el escenario para la cada del aparentemen- te invencible John Alexander Dowie. un LLfttftDO tftL InTfRPRfTftDO Dowie era un apstol, pero no comprenda en su totalidad ese ofi- ~**j0i, 32 25. Jo/m Alexander D01'ie - "El apstol de la sanidad" cio. La uncin que l tena atraves las teocracias religiosas de su poca. pero pocos lo comprendan. incluyendo a l mismo. Como consecuencia. Dowie interpret mal algunas de las facetas de la pa- sin de su oficio. Una de ellas era la poltica. El liderazgo de Dowie estaba creciendo en influencia en todo el pas. Viendo su potencial y conociendo su posicin, la Sociedad de Abstinencia le pidi que se postulara para integrar el Parlamento. Al principio. Dowie se neg. Pero luego. pensando que posiblemente en el campo de la poltica podra influir mucho ms, cambi de idea y entr en calTera. Pero Dowie sufri una terrible denota en las elecciones. Los pe- ridicos locales que haban sido tan daados por su ministerio lo ata- caron sin misericordia. Los polticos y la industria de las bebidas al- cohlicas pagaron sumas siderales para verlo calumniado y derrota- do. Despus de las elecciones. Dowie haba herido a su iglesia y aver- gonzado a su ministerio. Dowie se mova por un anhelo espiritual tan poderoso que intent satisfacerlo en lo natural. Slo puedo especular en cuanto a la razn por la que actu de esa manera. Podra haber sido porque la iglesia no estaba captando la verdad con la rapidez que l hubiera deseado. Cualquiera fuera la razn, se equivoc al interpretar el plan y los tiempos de Dios para su ministerio. Debemos comprender que Dios tiene un punto central a partir del cual opera cada aspecto de nuestras vidas, ya sea individualmente o en forma conjunta con otros. Esa rea se llama "oportunidad". Segn la forma en que se maneje esa palabra, las vidas pueden avanzar en el plan de Dios. o detenerse. Las naciones pueden avanzar, o retroceder. La vida en el mbito espiritual tiene un tiempo y una oportunidad, de la misma manera que los tiene la vida natural. Por lo tanto, es muy importante que sigamos la gua de nuestro espritu. Debemos apren- der que no siempre es correcto pasar a la accin slo porque parece que es "lo que hay que hacer". Esta clase de obediencia slo debe ser resultado de un tiempo de oracin e intercesin. Los polticos y el campo de la poltica jams han cambiado al mundo, ya sea a travs de la iglesia o del gobierno. Slo un pueblo cuyos corazones son cambiados por el evangelio puede transformar las leyes y las normal civiles. Los polticos tienden siempre a ceder para gozar del favor del pueblo en general. El oficio apostlico pre- 26. Los dones del Espritu comenzaron a manifestarse en su vida, y la revelacin abundaba como nunca antes. Debido a su obediencia espiritual, miles de personas fueron sanadas por medio de su ministerio. LOS GENERALES DE DIOS senta la Palabra del Seor; luego, depende de las personas conformar- se a ella y seguirla. Lo apostlico y lo poltico no se mezclan. Dowie. con su llamado, jams debera haberse dedicado a la poltica. Mientras haca campaa para entrar en el Parlamento, tambin descuid el mandato de predicar la sanidad divina. Simplemente se apart de su llamado para buscar una meta personal, pensando que podra alcanzar a un nmero mayor de personas. Como consecuencia. el resto de su tiempo en Australia fue oscuro e intil. lft CifnH Yfnft Df TODftS PftRHS Finalmente, Dowie se arrepinti, y en 1880 regres al mensaje de sanidad divi- na, lo cual le trajo grandes bendiciones fsicas y espirituales. Los dones del Esp- ritu comenzaron a manifestarse en su vi- da, y la revelacin abundaba como mll1- ca antes. Debido a su obediencia espiri- tuaL miles de personas fueron sanadas por medio de su ministerio. La persecu- cin tambin abundaba. a tal punto que una vez. sus enemigos en el crimen orga- nizado planearon colocar una bomba de- bajo de su escritorio. La bomba deba ex- plotar a altas horas de la noche. mientras Dowie generalmente trabajaba. pero ese da. Dowie escuch una voz que le deca: "Levntate y anda!" A la tercera vez que escuch esa voz. Dowie to- m su abrigo y fue a terminar su trabajo a casa. Pocos minutos des- pus que l llegara a salvo a su hogar. la bomba estall bajo su escri- torio, a varias calles de distancia. En 1888. Dowie sinti que deba trasladarse a los Estados Unidos. y luego, posiblemente. a Inglaterra. Esta uncin se hizo realidad en junio de ese ao, mientras pasaba bajo el puente Golden Gate en San Francisco. Los peridicos publicaron la noticia de que Dowie iba ha- cia Amrica. y que gente de todas partes de California vena para ser sanada. De la maana a la noche. los salones se llenaban de personas que deseaban una audiencia con l, ya que l oraba solamente por una persona a la vez. 27. Jolm Alexander Dowie - "El apstol de la sanidad" El reformador tena una manera nica de orar por los enfermos. l crea fervientemente que nadie poda ser sanado sin primero haber nacido de nuevo y haberse arrepentido de cualquier estilo de vida que fuera contrario al evangelio. Generalmente se indignaba si captaba mundanalidad en alguna persona que vena para ser sanada. Como consecuencia. al principio de su ministerio, or por muy pocas perso- nas... pero aquellas por las que oraba eran instantneamente sanadas. OlVID lO DIVIMO Pronto Dowie comenz a realizar cruzadas de sanidad por toda _ la costa de California. Fue en esta poca que conoci a Maria Woodworth-Etter. la gran evangelista y ministradora de sanidad. Pero se produjo un cont1icto entre ellos. y Dowie critic la forma de ministrar de Maria. Personalmente. creo que esto fue un error trgi- co de su parte. En nuestras vidas tenemos muchas relaciones; algunas casuales, otras que llegan a ser ntimas. Pero las ms significativas para el rei- no de Dios son las "relaciones divinas". En cada llamado, sea secular o ministeriaL Dios nos enva relaciones divinas que ayudan a fortale- cer nuestro andar con l. Tenemos muchas relaciones casuales, pero muy pocas son las relaciones divinas. Generalmente se las puede con- tar con los dedos de una mano. Creo que Dowie y su familia se perdieron una tremenda oportuni- dad de tener una relacin divina con Maria Woodworth-Etter. Pero por alguna razn, probablemente cierto "orgullo ministerial machis- ta" Dowie crucific a Etter en cada oportunidad que pudo hacerlo. Una vez asisti a una de sus reuniones, subi a la plataforma y pro- clam que ella era una mujer de Dios. Pero luego se apart de esa pa- labra del Espritu, y no quiso saber nada ms de Maria. El mtodo de ministrar de Etter pona incmodo a Dowie, porque no lo comprenda. Pero nunca se tom el tiempo para hablar con ella en privado, de corazn a corazn, sobre ese tema. Su "preferencia" por un estilo determinado de ministerio, hizo que descalificara cate- gricamente a Maria. Etter tambin posea una revelacin de sanidad divina. pero tena ms experiencia en trabajar con el Espritu. Y tena la fOlialeza espiritual para poder hablar a la vida de Dowie. Ella po- dra haberle indicado cmo vivir en el espritu al mismo tiempo que descansaba su cuerpo. Dowie tena un problema en este sentido. Al- 28. LOS GENERALES DE DIOS gunas veces trabajaba cuarenta y tres horas seguidas. movido por su pasin. Por medio de Maria. podra haberse hecho amigo de otras personas de igual fe y el mismo llamado. haciendo avanzar as su pro- pio ministerio. Pero no lo hizo. Como consecuencia. Dowie tuvo relaciones slo casuales con al- gunos de sus seguidores, en lugar de la clase de relacin divina que podra haber tenido con otros lderes como l. Creo que es interesante destacar que entrevist al gran impostor de su poca, ]acob Schweinfurth. que deca ser]esucristo. l Tambin de- safi al famoso ateo Robert Ingersoll. a una confrontacin. I ' Pero nunca dio a la hermana Etter, siquiera la cOltesa de una conversacin. No pierdas las relaciones divinas que puedes tener en tu vida. Siempre habr colaboradores. pero las relaciones divinas son pocas y aisladas. flnfilMfnH, El ~O(jftR La persecucin de varios ministros envidiosos comenz a levan- tarse furiosamente contra Dowie. Para esta poca. l ya se haba con- vertido en un veterano en el arte de enfrentar la oposicin. La perse- cucin haca surgir toda su brillantez y toda su fuerza. y nunca dedi- c siquiera un pensamiento a quienes lo perseguan. a menos que es- tuvieran en el camino inmediato de su misin. Dowie recorri los Estados Unidos y finalmente decidi estable- cerse en Evanston, IIIinois. en las afueras de Chicago. Los peridicos de Chicago lo atacaron amargamente. llamndolo falso profeta e im- postor, y declararon con osada que no era persona deseable en esa ciudad. Pero ninguno de sus ataques hizo retroceder a Dowie. quien permaneci all donde haba elegido estar. y ministraba dondequiera que se senta llamado a ir. Cierta vez. mientras hablaba en una convencin sobre sanidad di- vina en Chicago. fue llamado a orar por una mujer que estaba mLlrien- do de un tumor fibroide. En ese momento. Chicago era la segunda ciudad ms grande de los Estados Unidos. Haba fuertes influencias espirituales malignas dominando la ciudad. y Dowie estaba muy in- teresado en establecer su base all. Por eso. tom el pedido de sani- dad de esta mujer como una prueba sobre si debera o no comenzar una obra en ese lugar. El tumor era. segn decan. del tamao de un coco, y haba crecido en varios lugares de su cuerpo. Cuando DOvie :::: :::z 36 29. Dowie construy una pequea "choza" a sus puertas. En lo alto de la choza, haba una bandera que deca "Cristo es todo". 1011/1 Ale.mnder DOH'ie - "El apstol de la sanidad" or por la mujer. ella fue sanada inmediatamente. Fue una sanidad tan extraordinaria que varios peridicos de Chicago dieron la noticia. Ahora DOie estaba convencido. as que estableci la sede mun- dial de su ministerio en esta ciudad. A sus enemigos no les caus demasiada gracia. pero a Dowie eso no le import. La Feria IvIundial sera inaugurada en unos pocos meses. as que que Dowie construy una pequea "choza" a sus puertas. En lo alto de la choza. llamada "Tabernculo de Sin". haba una bande- ra que deca "Cristo es todo". All se ha- can reuniones da y noche. Aunque en sus comienzos la asistencia era escasa. fue creciendo regularmente. y poco tiempo despus, la gente tena que quedarse de pie fuera de la estructura. en la nieve. para poder es- piar las milagrosas sanidades que se producan all. Como haba sucedido antes en Australia. Dowie se haba abierto las puertas de la ciudad de Chicago a travs de la sanidad divina. Nunca antes. ni despus que l. un hombre ha atrapado de tal mane- ra a una ciudad. An as. vivi la lucha de su vida en esos primeros aos. l demostraba la Palabra de Dios con todo poder, y al hacerlo, los profesionales mdicos y las iglesias sufran estragos en sus ingre- sos. As que los peridicos formaron rpidamente una lista de aliados, incluyendo ministros. que se dedicaron a tratar de detener su ministe- rio por todos los medios posibles. Pero nadie poda manchar su mi- nisterio. Para desconsuelo de sus rivales, los artculos y las calumnias que se publicaban sin cesar slo lo hacan crecer ms. OTRO ~O(jftR ... iLft CftRCfL! Para este entonces. cientos de personas inundaban la ciudad de Chicago para asistir a las reuniones de Dowie. Como consecuencia, era difcil conseguir hospedaje; as que Dowie abri varias casas grandes para alojar a estas personas, llamadas "Hogares de sanidad". Aqu. los enfermos que haban venido por sanidad podan encontrar refugio y descanso entre los cultos que se desarrollaban en el "Taber- nculo de Sin". Una vez que estaban all. podan recibir ministracin constante de la Palabra hasta que su fe llegaba al punto de la manifes- 30. LOS GENERALES DE DIOS tacin total. Pero los peridicos, especialmente el Chicago Dispatch, los atacaban sin misericordia, y llamaban a estos hogares "asilos de lunticos", adems de imprimir todas las mentiras imaginables.'" Gracias a la existencia de estos hogares de sanidad. los enemigos de Dowie pensaron que haban hallado un punto vulnerable en su mi- nisterio. Por eso, a principios de 1895, lo hicieron anestar por "prc- tica ilegal de la medicina". Lo cual era obviamente falso. ya que l hubiera sido la ltima persona en permitir que se practicara medicina en sus hogares. Dowie contrat un brillante abogado, pero este slo lo aconsejaba en temas legales. Por tanto, decidi representarse a s mismo en la corte, ya que nadie podra expresar su llamado en forma tan exacta como l mismo. El intelecto superior de Dowie no fue suficiente para contranestar el maligno dominio que pesaba sobre la corte. A pesar de sus profun- dos argumentos, la corte le impuso una multa. Pero nunca soaron que l Jlevara el caso a un tribunal superior. lo cual cost mucho ms dinero que lo que ellos le haban impuesto en multas. Dowie lo hizo y el tribunal superior denunci el mal en que haba incunido el tribu- nal inferior, y revirti la decisin. La ciudad esperaba que Dowie se desalentara si continuaban anestndolo y aplicndole multas. Por eso. antes que terminara ese ao, lo haban anestado cien veces. Aunque la persecucin era terri- ble, Dowie nunca perdi el nimo. La persecucin le daba ms fuer- za a su carcter. En realidad. las aflicciones y los interrogatorios a que lo sometan sus perseguidores hacan surgir lo mejor de s mismo. El mal siempre tratar de perseguir el bien de Dios. Pero John tena una seguridad sobrenatural y estaba anclado firmemente en su autoridad divina. Lo sobrenatural nunca se inclina ante lo natural. HOJftS Df SftMIDftD Despus de intentar sin xito derrotarlo por medio del sistema le- gal, los enemigos de Dowie se complotaron para quitarle sus privile- gios postales. En 1894, el boletn publicado por l. Hojas de sanidad. se distribua semanalmente a todo el mundo. Este boletn estaba lle- no de enseanzas y testimonios de sanidad. Obviamente. era algo muy especial para Dowie. quien siempre hablaba con cario del mis- mo y lo llamaba "palomita blanca". Coherente consigo mismo. Dowie nunca ahorraba palabras en sus 31. 101m Alexander Dowie - "El apstol de la sanidad" escritos, denunciaba fervientemente el pecado y expona las indus- trias malignas. Y quienes ms sufran a causa de su publicacin lo vieron como una nueva oportunidad de terminar con su ministerio. Hojas de sanidad tambin adverta a sus lectores sobre las denomina- ciones letrgicas y controladoras. La gente disfrutaba de la charla directa y cargada de dramatismo de Dowie. Muchos deseaban decir esas mismas cosas, por lo que lo consideraban su voz. Aun aquellos que lo despreciaban lean su bole- tn para ver qu tena que decir. Por esto, la circulacin de la publica- cin creca rpidamente. Gran parte del apoyo a su ministerio se atri- bua a esta publicacin. El Jefe de Correos de Chicago era un devoto catlico, as que los enemigos de Dowie le mostraron uno de sus sermones en que ataca- ba la infalibilidad del Papa, para que le quitara sus privilegios posta- les. Inmediatamente, el jefe se sinti ofendido y retir los privilegios para correspondencia de segunda clase de que gozaban los envos de Dowie. con lo cual lo obligaba a pagar catorce veces el precio usual. Pero nadie poda vencer a Dowie. l pag el precio requerido y solicit a sus lectores que escribieran a Washington DC quejndose por esta injusticia. Sus seguidores hicieron sentir su peso, e inmedia- tamente se le otorg a Dowie una audiencia con el Jefe General de Correos en Washington. Una vez que Dowie le cont su historia y le mostr las mentiras maliciosas que imprima el peridico de Chica- go, el gobierno de los Estados Unidos denunci tanto al editor como al peridico. En realidad, para 1896, este editor en particular, que era uno de los mayores perseguidores de Dowie, fue enviado a la crcel por otra acusacin, y se convirti en un espectculo pblico. Estaba arruinado para siempre. Mientras estaba en Washington, a Dowie se le otorg una audiencia con el presidente William McKinley. Dowie le asegur que orara por l mientras estuviera en su cargo y el presidente se lo agradeci clida- mente. Mientras sala de la Casa Blanca, Dowie coment a sus colabo- radores que tema por la vida de McKinley. Luego pidi a sus seguido- res que oraran por la seguridad del presidente, ya que este no tena su- ficiente proteccin.P A pesar de las advertencias profticas de Dowie, el presidente McKinley fue atacado con un arma de fuego en Buffalo, Nueva York, e16 de setiembre de 1901, y muri ocho das despus. Fue el tercer presidente de los Estados Unidos que muri asesinado. 32. Pronto, apenas haba alguna persona en Chicago que no haba escuchado el mensaje del evangelio LOS GENERALES DE DIOS "sln ~ft llfGftDO" A fines de 1896, Dowie haba ganado gran influencia sobre la ciu- dad de Chicago. Sus enemigos estaban muertos, en la crcel. o guar- daban silencio. La polica local, que lo haba anestado cien veces. era ahora su amiga, y cona a protegerlo apenas fuera necesario. Las au- toridades polticas, incluyendo al intendente, haban sido votadas por la gente de Dowie. La sanidad divina se predicaba en cada esqui- na. John haba dividido los distritos de la ciudad. y haba envia- do equipos llamados "Los setenta". que proclamaban el evangelio en cada rea. Pronto. apenas haba alguna persona en Chicago que no haba escuchado el mensaje del evangelio. Ahora. cada se- mana, Dowie oraba para que miles de personas recibieran la sanidad divina. Sadie Cody. sobrina de Buffalo Bill Cody. fue milagrosamente sanada luego de leer un ejemplar de Hojas de SClIli- dad. Entre otras notables sanidades se cuentan las de Amanda Hicks. prima de Abraham Lincoln: la Dra. Lillian Yeomans: el Rev. F.A. Graves; la esposa de John G. Lake. y la esposa de un congresista de los Estados Unidos. Por medio de su manto apostlico. John Alexander Dowie literal- mente gobernaba la ciudad de Chicago para Jesucristo. Alquil el au- ditorio ms grande de Chicago por seis meses. y mud el gran Taber- nculo de Sin a este edificio. Los seis mil asientos se llenaban en ca- da culto. Ahora Dowie poda, finalmente. proseguir con el sueo que haca tiempo tena en su corazn: organizar una iglesia sobre los principios apostlicos. El deseo de toda su vida haba sido regresar a las ense- anzas y los fundamentos de la iglesia primitia que se encontraban en el Libro de los Hechos. Esta obra se llam "Obra Catlica Cristia- na", en la cual la palabra "Catlica" significaba "universal". sin cone- xin alguna con la Iglesia Catlica Romana. l jams permitira que su iglesia fuera conocida como" algo nue- vo". La consideraba una "restauracin" de los principios que el cuer- po de Cristo haba perdido. Su teologa era buena en el sentido de que 33. 101m Ale.rander Do'ie - "El apstol de la sanidad" adyerta que si algo era "nueyo". entonces era "falso". En pocos aos, la Iglesia Catlica Cristiana se haba multiplicado y tena decenas de miles de miembros. Creo. sin duda alguna. que los cinco ministerios que menciona Efesios 4 estn viYOS y actiyos hoy (yer vv. 11-13). El oficio apost- lico no termin cuando los primeros doce apstoles murieron. Tam- poco permiti Dios que su plan para la iglesia muriera cuando la car- ne de los apstoles pereci. Los principios de su nuevo pacto deben continuar hasta el regreso de Cristo. No estn limitados por las ideas humanas ni por su teologa: y las promesas de Dios no se terminan cuando los hombres se ponen nerviosos. Ha habido muchos ms que los doce apstoles originales. y hay hombres que en la actualidad an son llamados a ese oficio. Efesios 2:20 dice que los fundamentos de la iglesia estn basados en los apstoles y los profetas. con Jesucristo mismo como piedra an- gular. El oficio de apstol trae consigo gran autoridad, y creo que Dios. soberanamente. elige y equipa a quienes desea para ese puesto. Pero siempre ha faltado conocimiento en lo relativo a la administra- cin de ese oficio. Creo que Dowie fue llamado soberanamente y equipado como un apstol. Y no creo que su ministerio haya fallado porque l acept ese llamado apostlico. S creo que a causa de su fal- ta de conocimiento y comprensin, se equivoc al interpretar la for- ma en que este oficio operaba espiritualmente. Y creo que esto, en s, fue la principal deficiencia que hizo que utilizara mal su autoridad. Durante la poca en que la iglesia de Dowie se estaba establecien- do. se produjeron ciertos hechos muy interesantes. Este perodo ha si- do llamado "los aos dorados" de Sin.' Los tres aos siguientes fueron tranquilos. prsperos y de gran influencia. Fue entonces que Dowie hizo sus planes secretos para una ciudad muy especial. 4] 34. LOS GENERALES DE DIOS Dowie y su e,lposa Jeanie sentados freme a una pared llena de trofeos en la Iglesia Carlica Cristiana Dmvie predicando en Australia 35. Jolm Alexander Dowie - "El apstol de la sanidad" ltillla /Jtograj/a de DOIt'ie poco antes de su lIluerte 36. LOS GENERALES DE DIOS Sabiendo que tal esfuerzo provocara curiosidad, Dowie distrajo la atencin de las multitudes declarando una "guelTa santa" y anunci un mensaje prximo que llevara por ttulo "Mdicos. drogas y demo- nios". El mensaje fue anunciado durante semanas y caus no poco re- vuelo. Entonces, mientras sus enemigos estaban distrados por todo esto, Dowie secretamente contrat algunas personas que fueran a ob- servar unas tierras a unos setenta kilmetros al norte de Chicago. pa- ra construir una ciudad. Cuando ellos encontraron seis mil seiscien- tos acres sobre el Lago Michigan, Dowie se disfraz de vagabundo para no ser reconocido, y recorri el terreno. Antes que sus enemigos pudieran descubrir lo que estaba sucediendo, el telTeno haba sido comprado y ya se estaban haciendo planes decisivos para construir la ciudad de Sin. en Illinois. Dowie revel los planes de construccin de Sin en la Vigilia de Ao Nuevo. ello de enero de 1900. Cuando inici la Asociacin de Inversiones Inmobiliarias Sin. tanto sus seguidores como el mundo secular elogiaron su capacidad para hacer negocios. Se hicieron sub- divisiones y comenz la construccin. La tielTa no se vendera. sino que se dara en alquiler durante un perodo de mil cien aos. Los tr- minos de este "alquiler" prohiban estrictamente la posesin y el uso de tabaco, licor. y carne de cerdo dentro de los lmites de la ciudad." Dos aos despus, ya haba casas completamente edificadas y la ciu- dad estaba tomando forma. fl COMPLfJO DE flAS Aunque su "utopa moral" pareca florecer. quienes estaban ms cercanos a Dowie notaron un cambio. En Sion estaban comenzando a surgir problemas. Ya no haba tiempo para predicar la sanidad divi- na porque Dowie tena todos sus esfuerzos concentrados el~ dirigir la ciudad. l se haba nombrado a s mismo Sobreveedor General de la ciudad. El gobierno de la misma deba estar absolutamente en sus ma- nos. Astutamente, comenzaron a surgir problemas y ms problemas que lo apartaban del mandato original de su ministerio. Durante este tiempo. algunos ministros se acercaron a Dowie pro- clamando que l era el Elas que la Biblia anunciaba. Al principio. Dowie, sanamente. rechaz ~us afirmaciones. Pero esas palabras si- guieron sonando en sus odo~. Luego. despus de un tiempo. Dowie mismo dijo que una voz pareca decirle: "Elas tiene que venir... y 37. Finalmente, Dowie se haba apartado tan tristemente del plan de Dios para su vida, que acept las sugerencias de algunos seguidores y las proclam como verdaderas, creyendo que l era Elas Jolm Alexallder DOl'ie - "El apstol de la sanidad" quin est haciendo la obra de Elas. sino t?'W Finalmente. Dowie se haba apartado tan tristemente del plan de Dios para su vida. que acept las sugerencias de algunos seguidores y las proclam como verdaderas. cre- yendo que l era Elas. Hasta lleg a creer que estableciendo otras ciudades como Sin a las pue11as de cada ciudad importante de los Estados Unidos. po- dra eventualmente reunir el dinero ne- cesario para construir cerca de Jerusa- ln. Su plan era comprar a los turcos. los musulmanes y los judos. para poder to- mar Jerusaln para Cristo. de manera que el Seor pudiera establecer su ciu- dad para el reinado del milenio. Dowie estaba totalmente engaado. Pronto su predicacin se deterior al punto que slo atacaba a sus enemigos. Tambin" disertaba" sobre puntos de vista de poltica mientras exhor- taba a sus seguidores a invertir ms en la obra de la ciudad. 's No acep- taba consejos de nadie. excepto en temas menores. Y quit todas las restricciones que podan haber puesto freno a su poder o haber sido obstculo para sus planes. KnOCK-OUT fn n l~ftDISOn SQUftRf GfiRDfM Lo que una eZ fuera una batalla en la persecucin contra la Pala- bra de Dios se haba conve11ido en una guelTa personal para mante- ner el nivel de la influencia personal de Dowie. La persecucin por ser un hombre de Dios haba sido la que haba activado el manto de su oficio apostlico. pero ahora estaba luchando para mantener su propia influencia y su xito personal. Yeso lo destruy. Un ejemplo tristemente claro de la vanidad de Dowie en esta rea fue lo que sucedi en la llamada "visitacin de Nueva York". El Dr. Buckley. obispo de la Iglesia Metodista y editor de su peridico de- nominacionaL pidi una entrevista con Dowie. ste le otorg una au- diencia y pens que lo haba persuadido totalmente de que creyera sus afirmaciones. Pero no era as. Segn el artculo que luego Buc- kley escribi en su peridico, Dowie estaba "en la tierra fronteriza de la locura. donde algunas veces se han originado grandes movimien- 38. LOS GENERALES DE DIOS tos de duracin limitada." Tam- bin agregaba: "Lo crea o no. [Dowie] no es ms que un nue- vo impostor. "19 Enfurecido, Do- wie alquil el Madison Square Garden y, aun con grandes es- fuerzos econmicos. hizo los arreglos necesarios para que ocho trenes transportaran a mi- les de sus seguidores a Nueva York. Una vez all, planeaba hacer una demostracin abierta de las fuerzas de ambos, [Buc- kley y l mismo] para demos- trar el poder que an tena. Lo que una vez haba sido inspira- Jolm Alexander DOH'ie, Sobrereedor General de Sil1. restido con su atuendo de do por la direccin divina de sumo sacerdote Dios, ahora quedaba reducido a una iniciativa solamente de Dowie, Fue algo hecho totalmente en la carne. Dowie reaccion frente a una herida y al dolor emocional que esta le provocaba, y estaba decidido a vengarse. El acto fue un fracaso estrepitoso. Aunque miles de personas acompaaron a Dowie, miles ms vinieron con un plan diferente en mente. Llenaron el Garden, pero cuando Dowie subi a la plataforma para hablar, comenzaron a salir por decenas, La escena confundi te- rriblemente a Dowie y le impidi hablar como haba planeado hacer- lo originalmente. En general, la ciudad de Nueva York ni siquiera te- na idea de que haba tenido lugar esta reunin. Fue como si Dios hu- biera silenciado los peridicos por misericordia para con su siervo. fl flnftl fftTftl Para este entonces, la ciudad de Sion estaba en quiebra. Dowie busc entonces la manera de escapar iniciando un carsimo viaje por todo el mundo, durante el cual en muchas ciudades le negaron la bienvenida. Durante este viaje, su tren lleg a Pomona. California. Haba habido una grave sequa en la tierra, y no haba llovido duran- te ocho meses. Por lo tanto, los reporteros provocaron a Dowie. re- cordndole que Elas haba orado en un tiempo de sequa en IsraeL y 39. 101m Alexander Dmvie - "El apstol de la sanidad" a consecuencia de ello haba llovido. Si l era Elas, seguramente po- dra hacer lo mismo por California. Dowie or verdaderamente pi- diendo lluvia al final del culto. y antes que la multitud comenzara a dispersarse. la lluvia caa a tOlTentes. Al salir de California, Dowie plane un viaje a Mxico, donde es- tablecera la "plantacin Sin". Esperaba que esta nueva empresa pa- gara las deudas de la anterior. Pero sus seguidores, quebrados econ- micamente y desilusionados, lo haban abandonado. No podan evitar ver que ellos mismos haban empobrecido, mientras Dowie viva en el otro extremo. daba fiestas fastuosas y se iba de viaje por todo el mundo. Algunos dicen que Dowie construy su propia ciudad porque es- taba cansado de las persecuciones. Pero en mi opinin personal, no creo que sea as. Aunque era grandemente ungido y enviado por Dios. aparentemente tena debilidad por el poder y el xito. l mis- mo manifestaba: "Para ser un apstol, no es cuestin de elevarse, sino de ponerse por debajo... no creo haber alcanza- do la profundidad suficiente para una verdadera hu- mildad... para negarme a m mismo verdaderamente y borrarme de la superficie, lo suficiente como para practicar el elevado oficio de un apstoL.. "20 Jess nunca nos orden que construyramos comunidades: Nos orden "Id!". no "protegeos". La comunidad que vemos en el Libro de los Hechos tampoco dur demasiado tiempo (Hechos 2:44-47; 5: 1-10). La persecucin golpe al grupo, que se dispers por todas las regiones de la Tierra (Hechos 8: 1). Por qu? Para que pudiera cum- plirse la Gran Comisin de Mateo 28: 19-20. Debemos ser luces del mundo y penetrar en las tinieblas de Satans. Si nos quedamos todos juntos. protegindonos unos a otros, no llegaremos a cumplir la tarea. La mayor prueba de un lder no es la persecucin, aunque muchos caen en ella. Creo que una de las ms grandes trampas se presenta ba- jo la apariencia del poder y el xito. Nunca debemos pensar que "lo logramos" y comenzar a dictar a partir de nuestro poder personal co- mo consecuencia del xito que Dios nos ha dado. El xito trae consi- go una multitud de caminos y empresas. Si nos atrapa alguna de las 40. Nunca debemos pensar que "lo logramos" y comenzar a dictar a partir de nuestro poder personal como consecuencia del xito que Dios nos ha dado. El xito trae consigo una multitud de caminos y empresas. Si nos atrapa alguna de las numerosas avenidas que surgen del xito y no desarrollamos nuestra tenacidad espiritual, podemos caer vctimas del "torbellino". LOS GENERALES DE DIOS numerosas avenidas que surgen del xito y no desarrollamos nuestra tenacidad espiritual, podemos caer vctimas del "torbellino". No po- demos tener paz con el pasado utilizando el poder del presente. Con cada nueva altura. debemos desarrollar una nueva tenacidad. Es por eso que al- gunas iglesias crecen hasta un determi- nado niveL y luego se vuelven "cmo- das". o caen. Los lderes se ocupan de- masiado en las "avenidas" y pierden el tiempo y la energa que deberan dedi- car a desanollarse a s mismos y a sus miembros para nuevas alturas en Dios. Cuando obedecemos a Dios. tendre- mos xito. Por eso. nunca temas al xi- to! Pero para adri1inistrarlo correcta- mente. debemos mantenernos en la for- taleza del Espritu, escuchando atenta- mente para seguir su direccin: no la nuestra. Slo con la f0l1aleza del Espri- tu y teniendo hambre de Dios podremos continuar en el camino que Dios ha ha- blado. como pioneros hacia el prximo nivel. Dowie se proclam poco despus Primer Apstol de una iglesia renovada de los ltimos tiempos, renunci a su apellido. y comenz a firmar documentos con el nombre de "John Alexander. Primer Apstol".cl No mucho despus de este "autonombramiento". sufri un ataque en la plataforma, mientras predicaba su ltimo sennn. Mien- tras estaba fuera de la ciudad, recuperndose, la ciudad de Sin se reuni en asamblea para votar la expulsin de Dowie. Dowie luch contra esta decisin con sus ltimas fuerzas. pero no logr retomar su puesto. Se le permiti vivir sus ltimos das dentro de la Casa de Silo, su hogar durante muchos aos. y muri el 9 de marzo de 1907. Su muerte fue documentada con estas palabras por el juez V. V. Barnes: "...la ltima noche que John Alexander pas en esta Tiena. estaba una vez ms en el espritu, sobre la plataforma. hablando a la multi- tud de su gente. Esa noche predic pensando que expona los princi- 41. 101m Alexander D01'ie - "El apstol de la sanidad" pios del evangelio a miles de personas. Mientras enseaba las mismas viejas verdades... cay otra vez en un sopor, despertando de tanto en tanto para continuar con la dispensacin del viejo mensaje del evan- gelio. La ltima cancin que cant. mientras la luz del da comenza- ba a asomarse. fue: "Soy un soldado de la cruz". Entonces ellos pres- taron atencin para escuchar su ltima frase, y l dijo: 'Ha llegado el milenio: regresar por mil aos'. Estas fueron las ltimas palabras que habl. la ltima frase que pronunci".'2 Cmo pudo una gran vida como esa acabar tan tristemente? Existe alguna respuesta? Una vez ms, creo que la respuesta se en- cuentra en una mala interpretacin de los principios espirituales. Dios haba asignado a Dowie a la ciudad de Chicago, y l la con- quist. Mientras vivi en esa ciudad, y llev a cabo la tarea que Dios le haba ordenado. los principados y las potestades no pudieron tocar- lo. Pero Dowie. aparentemente, sali de Chicago movido por su pro- pio deseo de poder. y de esa manera dio al diablo la libertad de des- truir su vida. Cuando dej la ciudad a la que haba sido llamado, el enemigo mat la influencia que l tena en todo el mundo por medio del engao. mat a un miembro de su familia, destruy su matrimo- nio. y destruy a Dowie mismo. con "toda clase de enfermedades" que comenzaron a afectar su cuerpo."; Debemos quedarnos con el plan original que ha sido ungido por Dios para nuestras vidas. y permitir que sea l quien abra los caminos necesarios para administrarlo. Quiz Dowie debera haber construido iglesias e institutos bblicos en lugar de construir una ciudad. Ese ca- mino habra impulsado a miles de personas al ministerio a travs de su influencia como hombre de Dios. Dowie se fue en paz. para estar con el Seor. Quienes estuvieron con l en el final dijeron que haba regresado a la fe de sus primeros aos. Muchos incluso testifican que se haba conveltido en un hom- bre suave y amoroso que actuaba como si se hubiera quitado un tre- mendo peso de encima. Y la ciudad de Sin, Illinois, permanece has- ta la actualidad, pero el liderazgo est dividido entre muchos herma- nos... "...porque no existe una sola persona que pueda ocupar por completo el lugar del Dr. Dowie".2+ unft GRftn lECCin O~Jnlvft Gordon Lindsay. bigrafo oficial de John Alexander Dowie y fun- 42. John Alexander Dowie pas a la historia como un impostor, pero fue un genio llamado por Dios. LOS GENERALES DE DIOS dador de Cristo para las Naciones en DalIas, Texas, describi el mi- nisterio de Dowie como "la ms grande leccin objetiva en la histo- ria de la iglesia. "25 En cuanto al ministerio, su vida estuvo llena de detalles vvidos e instructivos. Las lecciones que podemos aprender no tienen intencin de degradar ni criticar de ninguna manera a este gran hombre de Dios. Debemos separar sus problemas personales del llamado de Dios. John Alexander Dowie pas a la historia como un impostor, pero fue un genio llamado por Dios. Aun en medio de su error, profetiz la venida de la radio y la televisin en nuestra generacin. Tuvo sus fracasos, pero de su influencia surgieron grandes hombres de Dios. Su ministerio produjo a John G. Lake. el gran apstol de Sudfrica: F. F. Bosworth y su herma- no B. B. Bosworth. cuyas campaas de sanidad tocaron a millones y millones de personas: Gordon Lindsay, cuya vida y ministerio dieron inicio a la gran univer- sidad interdenominacional Cristo para las Naciones, en DalIas. Texas: Raymond T. Richey. que condujo cru- zadas de sanidad; y Charles Parham. el "padre de Pentecosts". cuyo instituto bblico en Topeka. Kansas, fue utilizado como puerta de en- trada para un nuevo mover del Espritu Santo. Muchos otros de sus seguidores han tenido grandes ministerios radiales y obras misione- ras llenas de poder. Sin duda, John Alexander Dowie logr hacer que la Biblia cobra- ra vida para millones de personas. Fue un instrumento usado por Dios para restaurar las claves de la sanidad divina y la revelacin del arre- pentimiento a una generacin tibia y aletargada. Si existe una mora- leja en el mensaje del fracaso de su vida. es esta: Nunca te apartes de lo que Dios te ha llamado a hacer en la Tierra. No importa cul sea tu edad, tu generacin no ha pasado hasta que salgas de la Tierra para entrar al cielo. As que, si Dios te ha encomendado cumplir una co- misin, haz que ella sea tu prioridad absoluta durante toda tu vida. 43. Jolm AlexclIJder Duwie - "El apstol de la sanidad" CAPITULO UNO: JOHN ALEXANDER DOWIE Referencias Gordon Lindsay. John A1exander Dowie: ALife Story of Tria1s, Tragedies and Triumphs (John Alexander Dowie: La historia de una vida de pruebas. tragedias y triunfos) (Dallas, TX: Christ for the Nations. 1986). pgs. 228-229. Ibid.. pg. 15. Ibid. -1 Ibid.. pgs. 22-24. Ibid.. pg. 25. 6 Ibid. 7 Ibid., pg. 43. 8 Ibid.. pgs. 44-45. 9 Ibid.. pg. 46. 10 Ibid., pg. 49. 11 Ibid.. pg. 95. L2 Ibid.. pg. 15 1. 13 Ibid., pgs. 107-109. 1-1 Ibid.. pgs. 133-135. 15 Ibid.. pg. 161. 16 Ibid.. pg. 173. 17 Ibid., pg. 188. 18 Ibid.. pg. 199. 19 Ibid., pg. 221. 20 Ibid.. pgs.155-156. 21 Ibid.. pg. 235. 22 Ibid.~ pg. 260-261. 23 Ibid.. pg. 2S l. 24 This We Believe (Esto creemos), Manual de la Iglesia Catlica Cristiana. pg. 7. 25 Lindsay, John A1exander Dowie: ALife Story... Introduccin. 44. CAPTULO DOS ~ . ~ Mara lVoodvvorth-Etter "La Mujer que Mostr el Espritu de Dios" 45. llEscuch la voz de Jess llamndome a ir a los caminos y los arbustos para reunir a las ovejas perdidas. " 1 "lft MUJfR QUf MOSTRO1 fl fSPIRITU Df DIOS" El Seor me ha dado una misin especial para traer un espritu de unidad y amor... Dios est levantando un pueblo en cada tierra, que busca ms de l y que dice: 'Ven y aydanos. Queremos el espritu de amor. Queremos las seales y las maravillas'." 1 D esde el Libro de los Hechos. no ha habido una persona que mostrara mejor el Espritu de Dios en la historia pentecostal, que Mara Woodworth-Etter. Fue una mujer increble de visin y fortaleza espiritual, que se plant firmemente frente a la fe- roz oposicin, levant su pequea mano, y permiti que el Espritu Santo esparciera su fuego. La hermana Etter vivi en el mbito del es- pritu como un canal poderoso de la gua de Dios y sus manifestacio- nes sobrenaturales. Fue una fiel amiga del cielo, y prefiri perder su reputacin terrenal para ganar una celestial. Mara naci en 1844 en una granja en Lisbon, Ohio y naci de nuevo al comienzo del Tercer Gran Avivamiento, a la edad de trece aos. El predicador que la llev a los pies de Cristo or para que su vida fuera "una luz brillante"." No tena forma de saber que esta nia por la que acababa de orar sera la abuela del movimiento pentecos- tal que se extendera por todo el mundo. Mara escuch inmediatamente el llamado del Seor y le dedic su vida. Ms tarde, dira sobre su llamado: "Es- cuch la voz de Jess llamndome a ir a los caminos y los arbustos para reu- nir a las ovejas perdidas. "3 Pero algo la detena: era una mujer, y en esa poca, no se permita predicar a las mujeres. A mediados del siglo XIX, las mujeres ni siquiera podan votar en las elecciones nacionales, as que ser predi- **'**' 55 *' 46. LOS GENERALES DE DIOS cadora era decididamente algo impensable. Y estar en el ministerio siendo una mujer soltera estaba completamente fuera de lugar. Por lo tanto, Mara pes en su corazn lo que el Seor le haba dicho. y de- cidi que tendra que casarse con un misionero para cumplir con su llamado. Por eso plane continuar con su educacin y luego entrar en una universidad para prepararse. Pero su familia, que era muy unida. fue azotada por la tragedia. Su padre muri mientras trabajaba en los campos de su granja. por lo que Mara debi regresar inmediatamente para ayudar a sostener a la fa- milia. Ahora sus sueos de obtener una educacin formal haban de- saparecido, y se acomod a lo que segn ella pensaba. sera una vida cristiana normal. "fnTRftROn finCflfS ft MI CUftRTO... " Durante la GuelTa Civil, Mara conoci a P. H. Woodworth. que ha- ba regresado a su casa de la guelTa. con licencia. debido a que haba sido herido en la cabeza. Despus de un breve e intenso noviazgo. se cas con el ex soldado. Juntos se dedicaron a trabajar en la granja. pe- ro sus labores no producan fruto. Pareca que todo fracasaba. Con el paso de los aos, Mara se convirti en madre de seis hijos. y trat de establecerse en una vida de hogar normal. mientras el Se- or continuaba llamndola. Pero ella. absorbida por su rol como es- posa y madre, no poda responder a ese llamado. Estaba casada con un hombre que no tena deseos de estar en el ministerio. tena seis hi- jos que criar, y era de constitucin enfermiza. Entonces una verdade- ra tragedia sacudi su hogar. Los Woodworth perdieron a cinco de sus seis hijos a causa de diversas enfermedades. Mara pudo recuperarse de este terrible episodio. pero su esposo nunca logr volwr a ser el mismo. Ella hizo su mayor esfuerzo para ayudarlo mientras criaba a la nica hija que haba sobrevivido. En medio de todas estas luchas. jams sinti amargura hacia Dios. ni su corazn se endureci como resultado de sus prdidas. Pero ella necesitaba respuestas para el dolor que oprima su cora- zn a causa de la calamidad que haba atacado a su familia. :egn- dose a darse por vencida. comenz a buscar en la Palabra de Dios. Y al leerla, vio cmo las mujeres haban sido utilizadas por Dios en re- petidas ocasiones en toda la Biblia. Ley la profeca de Joel que dice que el Espritu del Seor se deITamara sobre hombres y mujeres. Pe- 47. Mara Woochl'Ortlz-Etter - "La Mujer que Mostr el Espritu de Dios" ngeles entraron a su cuarto, y la llevaron hacia el Oeste, por sobre praderas, lagos, bosques, y ros, donde vio un amplio campo sembrado de granos dorados. Mientras la visin se desarrollaba, Mara comenz a predicar y vio que los granos caan como gavillas. "MUJfR" no fS SinniMO Df "Df~ll" Muchas mujeres que estn leyendo este libro han sido llamadas por Dios pa- ra predicar. Has tenido visiones y uncio- nes del Espritu de Dios para ir a liberar a los cautivos. Dios te ha hablado en el rea de la sanidad divina. de la libera- cin. de la libertad en el Espritu. Nunca permitas que un espritu de religiosidad silencie lo que el Seor te ha hablado. A la religin le agrada supri- mir a las mujeres y sus ministerios. especialmente si son jvenes. Ne- cesitas aprender a obedecer a Dios sin cuestionamientos. Si Mara hu- biera respondido desde su juventud. posiblemente sus hijos no ha- bran muerto. No digo que Dios haya matado a sus hijos. Lo que di- go es que si desobedecemos directamente a Dios. nuestras acciones abren la pue11a a la obra del diablo. Su obra es destruir; la obra de Dios es dar vida. Aprende a obedecer a Dios con osada. La osada trae el poder de Dios y dejar a tus acusadores sin palabras en tu pre- sencia. Tambin. busca mujeres fue11es, que tengan ministerios sli- dos. de las que puedas aprender. Y permite que estas palabras de la ro Mara miraba al cielo y deca: 11 Seor, yo no puedo predicar. No s qu decir y no tengo educacin." Pero continuaba leyendo y en- contrando verdades en la Palabra de Dios. mientras luchaba con su llamado. Luego escribira: 11 Cuanto ms investigaba, ms hallaba para condenarme 11 ." Entonces tuvo una gran visin. ngeles entraron a su cuarto, y la llevaron hacia el Oeste. por sobre praderas, lagos. bosques, y ros, donde vio un amplio campo sembrado de granos dorados. Mientras la visin se desarrollaba. Mara comenz a predicar y vio que los gra- nos caan como gavillas. Entonces Jess le dijo que "as como caa el grano. caeran las personas" cuando ella predicara.) Finalmente comprendi que jams sera feliz hasta que respondiera al llamado. En respuesta a esta gran visin divina, di- jo humildemente 11 s11 al llamado de Dios para su vida. y le pidi que la ungiera con gran poder. 48. LOS GENERALES DE DIOS hermana Etter conmuevan tu corazn: "Mi querida hermana en Cristo, que al escuchar estas palabras el Espritu de Cristo venga sobre ti, y te d el deseo de hacer la obra que el Seor te ha asig- nado. Es ya tiempo de que las mujeres hagan brillar su luz; que saquen a la luz los talentos que han esta- do escondidos, arrumbndose; que los utilicen para la gloria de Dios, y que hagan con sus fuerzas lo que le viene a la mano hacer, confiando en que Dios les dar fuerzas, ya que l ha dicho: 'Nunca te dejar'. No digamos que somos dbiles; Dios utilizar lo dbil del mundo para asombrar a los sabios. Somos hijos e hijas del Dios Altsimo. No deberamos honrar nues- tro elevado llamado y hacer todo lo que podamos pa- ra salvar a quienes estn en el valle de la sombra de muerte? Acaso l no envi a Moiss, Aarn y Mara a ser vuestros lderes? Barac no se atrevi a enfren- tar al enemigo a menos que Dbora liderara la cara- vana. El Seor levant hombres, mujeres y nios que l mismo eligi: Ana, Huida, Ana, Febe, Narciso, Tri- fena, Prsida, Julia, las Maras y las hermanas que colaboraban con Pablo. Es acaso ahora menos dig- no para una mujer trabajar en la via de Cristo y en su reino, de lo que era en ese entonces?" 6 Busca al Espritu de Dios por ti misma. Si eres llamada. tendrs que responder por ello. Obedece a Dios sin preguntas. l arreglar los detalles. ~U~O llftnTO En lft CftSft Al principio, Mara inici su ministerio dentro de su propia comu- nidad. No tena idea de lo que dira, pero Dios le dijo que fuera, y que l pondra en su boca las palabras.- Y el Seor cumpli su Palabra. Mara, de pie frente al primer grupo de personas que la escuchara, compuesta en gran parte por sus propios familiares, abri la boca, y la gente comenz a llorar y caer al suelo. Algunos se levantaron y hu- yeron, llorando. Despus de esto, todos buscaban a Mara en la comu- 49. Mara WoodH'orth-Etter - "La Mujer que Mostr el Espritu de Dios" nidad. Varias iglesias le pidieron que fuera a revivir sus congregacio- nes. Pronto haba expandido su ministerio hacia el oeste y realizado nueve campaas evangelsticas. predicado doscientos sermones e ini- ciado dos iglesias con una asistencia a la escuela dominical de ms de cien personas. Dios honr a Mara y compens los aos que haba perdido en un breve tiempo. Una reunin en particular se realiz en una ciudad llamada "La Cueva del Diablo". Ningn ministro haba tenido xito all jams, y la gente vino solamente a burlarse de ella. Queran ver a la mujer evangelista que pronto saldra coniendo de la ciudad, destruida y vencida. Pero se llevaron la sorpresa ms grande de sus vidas. La her- mana Etter podra ser simplemente una mujer, pero no era para tomar- la a la ligera. Conoca la clave de la guena espiritual, y la oracin fer- viente que abra los cielos. Durante tres das. Mara predic y cant. Nadie se movi. Final- mente. el cuarto da. ejerci su autoridad espiritual por medio de la intercesin y destroz el principado demonaco que gobernaba La Cueva del Diablo. Or para que Dios mostrara en gran manera su po- der para romper la dureza y la formalidad de la gente, y esa noche, durante toda la reunin, hubo personas que se anepentan, llorando, ante Dios. Fue la mayor manifestacin de la presencia de Dios que la ciudad hubiera experimentado jams. PODfR DfMOl.fDOR No somos llamados a darnos por vencidos. Somos llamados para obedecer a Dios sea cual fuere el costo. y que nuestro xito sea la res- puesta para quienes nos critican. Si te parece que has llegado a un du- ro obstculo en tu vida o en tu ministerio, no te quejes ni llores. No trates de explicarlo. Ora! Las explicaciones y las excusas nos quitan fortaleza y poder. No sacudas la cabeza ni canas. Utiliza la autoridad que te ha sido dada por medio de Jess y denota a los poderes demo- nacos que ciegan a las personas. Por medio de la oracin, toma au- toridad y limpia el camino para que el Espritu de Dios ministre a los corazones de las personas. La hermana Etter preparaba su espritu por medio de la oracin, y as obtena una fortaleza invencible. Lleg a ser conocida como una lder de avivamientos que poda romper las fuerzas que cenaban una ciudad. **59 * 50. LOS GENERALES DE DIOS llfGftROn ClftMftnDO POR MISfRICORDlft La hermana Etter fue pionera de las manifestaciones pentecostales que hoy son tan comunes en este movimiento. Solo cuando predic en una iglesia al oeste de Ohio que haba perdido su poder, el signifi- cado de la visin de las espigas de trigo cobr claridad para ella.' Fue en esta iglesia que las personas cayeron en "trance". Esta fue la ma- nifestacin espiritual que se constituy en la marca distintiva de su ministerio, y tambin la que ms oposicin le atrajo. Hasta este punto, tal manifestacin no era conocida en la iglesia como lo es ahora. En sus propias palabras. Mara explicaba: "Quince personas vinieron al altar gritando y cla- mando por misericordia. Hombres y mujeres caye- ron y quedaron como muertos. Nunca he visto nada como esto. Sent que era obra de Dios, pero no saba cmo explicarlo, o qu decir".') Despus de yacer en el suelo durante un tiempo. estas personas se pusieron de pie sin dificultad. con rostros radiantes y gritando alaban- zas a Dios. La hermana Etter dijo que ella nunca haba visto conver- siones tan brillantes. Los ministros y los ancianos lloraban y alababan al Seor por su "poder pentecostal". Y a partir de esa reunin. el mi- nisterio de la hermana Etter estara marcado por esta particular mani- festacin que siempre segua su predicacin. tras la cual cientos de personas se entregaban a Cristo. ~ftblftnDO SObRf lOS "TRfinCfr Los "trances" se convirtieron en la comidilla del da. Cientos de personas se agolpaban intentando probar ese poder, mientras otros se acercaban para observar o burlarse. Cierta vez. quince mdicos. pro- venientes de diferentes ciudades. aparecieron en una reunin con el objeto de investigar los trances. Uno de los mdicos era un lder mun- dial en su campo. La hermana Etter lo relata de esta forma: "l no quera admitir que el poder era de Dios, y habra sido muy feliz si hubiera podido comprobar que se trataba de otra cosa. Vino a investigar... pero 51. Mara Wood'ort/z-Etter - "La Ml(jer que Mostr el Espritu de Dios" alguien lo llam a otra parte de la casa. Fue, esperan- do encontrar algo nuevo. Para su sorpresa, encontr a su hijo en el altar, deseando que su padre orara por l. l no poda orar. Dios le mostr lo que era, y lo que estaba haciendo. Entonces comenz a orar por s mismo. Mientras oraba cay en trance, y vio los ho- rrores del infierno en el que iba a caer. Despus de una terrible lucha Dios lo salv, y se fue a trabajar y ganar almas para Cristo" .j(I En la ruta La hermana Etter tambin habl de una fiesta en la que varias jve- nes pensaban divertirse imitando caer en trance, Pero inmediatamen- te el poder de Dios las atrap, y sus burlas se convirtieron en clamo- res por la misericordia de Dios,:[ Cierta vez, un hombre anciano que haba viajado por todo el mLII1- do estaba de visita en un lugar donde Mara estaba ministrando. Era un hombre religioso. por lo que decidi asistir a una de sus reuniones, para satisfacer su curiosidad. Mientras participaba de la reunin, hi- zo un comentario jocoso a sus amigos en relacin con el poder que 52. LOS GENERALES DE DIOS all se manifestaba. Lleno de orgullo, el hombre se acerc osadamen- te a la plataforma para investigar. Pero antes que llegara al plpito, fue "derribado al suelo por el poder de Dios" y estuvo all tendido du- rante ms de dos horas. Mientras estaba en este estado, Dios le mos- tr una visin del cielo y el infierno. El hombre comprendi que de- ba elegir; inmediatamente eligi a Dios y naci de nuevo. Entonces se levant, alabando a Dios. Lo nico que poda decir este hombre al salir del trance era que la- mentaba haber pasado sesenta aos perdido en la religin, sin haber conocido personalmente a Jesucristo. 12 Aun as, los peridicos y los ministros incrdulos advertan a la gente que se mantuviera alejada de esas reuniones. Decan que "hacan volver locas a las personas". Sin embargo, miles de personas eran salvas, y muchas de ellas eran "de- rribadas al suelo, cayendo como muertas", aun cuando iban camino a sus hogares. Se dice que muchas personas tambin cayeron bajo el poder del Espritu estando en sus casas. a kilmetros de distancia de donde se realizaban las reuniones. Qu son los "trances"? Son una de las cuatro formas en que Dios se manifiesta en una visin. La primera forma es una "visin interna". La figura que vemos en nuestro hombre interior. en nuestro hombre espiritual, nos ser de gran bendicin si hacemos caso de ella. En se- gundo lugar, est la "visin abierta". Esta visin se produce con los ojos abiertos. Es como ver la pantalla de un cine abrirse delante de nosotros para mostrarnos la escena que Dios desea que veamos. En tercer lugar, tenemos la "visin nocturna". sta es un sueo que Dios nos da para mostrarnos algo determinado. La ltima clase de visin es la "visin en trance". En esta visin. las capacidades naturales se congelan y de esa manera Dios puede ministrar todo lo que sea nece- sario. Cuando las personas se levantaban despus de haber tenido un trance en las reuniones de la hermana Etter. decan haber visto tanto el cielo como el infierno. La hermana Etter tena un estilo "diferente". por llamarlo de algu- na manera, de los de los ministros de su poca. Jams prohiba a la congregacin que participara. Al contrario del estoico orden eclesis- tico de fines del siglo XIX, Mara estaba de acuerdo con que la gen- te gritara, cantara, danzara y predicara. Crea que la expresin emo- cional era importante, mientras fuera realizada con orden. Y crea que la falta de manifestaciones fsicas era una seal de apostasa. 53. Al contrario del estoico orden eclesistico de fines del siglo XIX, Maria estaba de acuerdo con que la gente gritara, cantara, danzara y predicara. Crea que la expresin emocional era importante, mientras fuera realizada con orden. Y crea que la falta de manifestaciones fsicas era una seal de apostasa. Mara WoodH'ortlz-Etter - "La Mujer que Mostr el Espritu de Dios" CfRfnts O CUMPlIMlfnTO) Creo que Dios est molesto con algu- nas iglesias en la actualidad, porque se niegan a permitir que las personas se ex- presen ante l con toda libel1ad. Si las personas no pueden expresarse ante Dios, entonces Dios no puede moverse sobre sus vidas. Algunas personas tienen miedo de expresar emociones en la igle- sia. No tienen problema en hacerlo en casa. o en un evento deportivo. Pero por alguna razn "religiosa". creen que la iglesia debera ser silenciosa y serena. Quisiera decirles algo: El cielo no es si- lencioso ni sereno! Algunas personas se van a llevar una tremenda sorpresa cuando mueran y llegue