lnr del 30 de agosto de 2009

13
VIDA PRIVADA Y TECNOLOGIA CUANDO LA INTIMIDAD VIAJA DEL DISCO DURO A LA RED UNA HISTORIA COLOMBIANA LA DIOSA QUE GARCIA MARQUEZ CORONO ARRANCAME LA VIDA LOS NEGOCIOS QUE GENERAN LOS FAMOSOS DESPUES DE SU MUERTE LN R LA NACION REVISTA 30 DE AGOSTO DE 2009 Sessa, un emblema de la fotografía argentina, en el Sur, uno de sus sitios preferidos, en 2008 MIS 50 AñOS CON LA FOTOGRAFIA ALDO SESSA

Upload: carlos-guyot

Post on 17-Mar-2016

218 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

LNR del 30 de agosto de 2009. La fotografiaALDO SESSA.

TRANSCRIPT

Page 1: LNR del 30 de agosto de 2009

vida privada y tecnologia cuando la intimidad viaja del disco duro a la red

una historia colombianala diosa que garcia marquez corono

arrancame la vida los negocios que generan los famosos despues de su muerte

LN

R

la nacionrevista

30 de agostode 2009

Sessa, un emblema de la fotografía argentina, en el Sur, uno de

sus sitios preferidos, en 2008

mis 50 años con la fotografia

aldo sessa

Page 2: LNR del 30 de agosto de 2009

20

aldo sessa

Nació en Buenos Aires en 1939. En 1960 comenzó a trabajar como fotógrafo para La NacioN y en 1976 fundó el sello editorial que lleva su nombre. Con más de 40 libros de fotosen su haber, este ícono de la cultura argentina

celebra medio siglo con la fotografía

Notade tapaEntrevista

C incuenta ojos, tres cora-zones, cinco manos y un radar en la espalda.

Es lo mínimo indispensable, el equipaje básico para convertir-se en un buen cazador. O en un buen fotógrafo, asegura él, po-cos antes de la apertura de una de las mues-tras más importantes de su trayectoria, Aldo Sessa. 50 años, con la que celebra me-dio siglo de trabajo detrás de la cámara. A lo largo de la entrevista él no dirá una sola vez “cámara”. Siempre se referirá a la “máquina”. Hablará de cuánto se parece esa máquina a otros instrumentos de trabajo. Y de cómo un fotógrafo se asemeja a alguien que acecha a su presa

con todos los sentidos. La charla con LNR transcu-

rre en un salón de su galería-estudio, en el pasaje Bollini, un viernes ajetreado por los pre-parativos de la muestra. Una tarde con rastros de apuro y

olor a copias frescas. El salón donde conver-samos es amplio. Fotos, pruebas de impresión, computadoras, colaboradores, clima fabril. Sessa acomoda su silla junto a la ventana, de espaldas a una estantería repleta de libros.

Libros de lomos gruesos que llevan su apellido bien grande, junto a pala-

bras que titulan los temas que ha tocado a lo largo de su trayecto-ria: Patagonia, Buenos Aires, Teatro Colón, Gauchos, Polo, Ar-

p o r m aria eugenia

ludueña f oto s

aldo sessa

Page 3: LNR del 30 de agosto de 2009

21

sessa Fotografiado por Bruce Weber, en 1995. Izq.: la tapa de su nuevo libro

Page 4: LNR del 30 de agosto de 2009

22

obras Izquierda, arriba, Picado (La Boca, Buenos Aires, 2001). Arriba, Obelisco reflejado en un charco (Buenos Aires, 2001). Antes del principio (tríptico, colección de la NASA)

gentinos, por citar sólo algunos de los más de 40 libros de Sessa Editores, que fundó en 1976. Esos libros están en más de cien bi-bliotecas nacionales de diferentes países del mundo. Pero estamos acá con motivo de la muestra –de la que también resultó un libro, Aldo Sessa. Pasión por la imagen– que resu-me su vida como fotógrafo, sus cincuenta años de fotografía.

–No son 50 años –corrige Sessa. –¿Cuántos son?–Son más de 100. A través de la fotografía

he vivido muy intensamente. Es una gran exposición: ciento cincuenta fotos que acla-ran mi pasado.

–¿Aclaran?–Sí, digo “aclaran” porque fue difícil hacer

una síntesis. He trabajado con muchas temá-ticas, materiales, formatos. Elegir ciento cin-cuenta fotografías fue como escoger la prosa de un telegrama; menos que eso. Imaginate: saco unas quinientas fotos por semana.

–¿Las cuenta?–No. Digo un promedio. Siempre estoy ha-

ciendo fotos. Siempre salgo con una cámara. Pero no tengo idea de cuántas hice.

–Siendo tan prolífico su trabajo, ¿có-mo fue el proceso de selección para la muestra?

–Quise tomar un camino que mostrara las mejores imágenes del recorrido. Es una sín-tesis muy subjetiva; creo que las síntesis siempre son positivas. Empezaron a aparecer negativos y fotos con fuerte carga emocional, recuerdos, miles de historias. Me encontré con imágenes que nunca había visto copiadas en el tamaño en que las veo ahora para la muestra. O algunas que no había mostrado, como las polaroids.

–¿Algo que lo sorprendió en esta edi-ción de medio siglo de fotos?

–Me dio mucho placer descubrir desde las primeras fotos hasta hoy una coherencia. En el arte es muy importante hacer las cosas de

Page 5: LNR del 30 de agosto de 2009

23

una manera particular, tratar de dejar una marca de esta forma de pensar y sentir. A eso le llamaría estilo. Y me parece que eso está.

En el principio había una mujer. De espal-das, con un sombrero de paja. Esta es la prime-ra foto que tomó Sessa, a los 17 años. “La saqué en Punta del Este, con una máquina prestada. El negativo lo tenía un amigo mío; me lo rega-ló. Es una foto que podría haberla sacado ayer.” Tenía 17 años y no era un novato.

Aldo niño asistía con su madre a las clases de escultura de Lucio Fontana. Aplastaba la arcilla entre sus dedos. A los diez empezó a jugar en serio con el dibujo y la pintura en el taller de Marcelo De Ridder. A los doce ya se apersonó con su caballete en la avenida Santa Fe, un Día de la Primavera, y partici-pó del tradicional concurso de pintura. A esa misma edad mostró sus obras junto a una treintena de niñitos pintores en la ga-lería Müller. “En mi casa había muchísimo interés por la pintura y la fotografía. Iba a galerías con mi madre. Cuando llegué a la foto, conocía los aspectos cromáticos, luz, sombra, volumen, composición.” En la pa-tria de su infancia había genes propicios. Su abuelo había fundado, en 1928, los labo-ratorios fotográficos Alex, que hicieron historia en el cine argentino. Su abuela revelaba fotos. Su padre tenía una impren-ta donde Aldo trabajó tres años. “Mi fami-lia fue muy trabajadora, un gran ejemplo. Y la fotografía estuvo delante de mis nari-ces muchos años antes de que sacara fotos. La había postergado porque era tan natural en mi casa...”, dice.

escenas Arriba, Toto (Jardín Zoológico, 1990). Derecha, arriba, El baile (Buenos Aires, 1998). Derecha, al centro, Ginkgo biloba (1989). Dere-cha, abajo, Comodoro Juan José Güiraldes (San Antonio de Areco, Pcia. de Buenos Aires, 1995)

Page 6: LNR del 30 de agosto de 2009

24

Hizo sus primeras armas en el círculo de los fotoclubes. “Iba a La Boca todos los sá-bados; me quedaba todo el día. Me encanta-ba; me sigue encantando. He sido muy feliz siempre con la fotografía. La fotografía me humanizó mucho. La pintura es muy ins-tropectiva. Uno vive en un plano, por ahí se aísla de la realidad. Cuando empecé, sentí que la fotografía me conectaba con el soni-do, con la dinámica de la vida”, dice.

Empezó a trabajar como fotógrafo cola-borando con La NacioN allá por 1960. Duran-te varios años, fotografió y pintó. Por enton-ces decía que la pintura era “mi estado cóncavo”; y la fotografía, “mi estado con-vexo”. Ahora cree que la pintura es una batalla campal y que la fotografía da más

satisfacciones. La luz, la sombra; todo se fabrica muy rápido.

–¿Qué es la fotografía para usted?–Es la profunda observación y, en gene-

ral, una realidad dibujada. Cuando salgo, voy mirando lo que tengo a un metro, a diez metros. Miradas rápidas; todo lo que puedo abarcar. Trato de tener mi cámara siempre preparada. Y si cambio de vereda, o camino por la sombra, coloco la exposición adecua-da aunque aún no haya elegido qué fotogra-fiar. Voy preparado, y si cruzo al sol sé que diafragma tengo.

–¿Va por la vida va con la cámara a cuestas?

–Sí. Casi siempre me cuelgo al cuello una Leica con blanco y negro. Tengo varias, las

colecciono. Su sonido es para mí como una nota de Beethoven. Con esa máquina nau-fragaría en una isla. Es muy silenciosa, la usé mucho en el Teatro Colón. Pasás inad-vertido. Incluso me he olvidado una Leica en un bar y me la han devuelto. Es tan sim-ple, tan poca cosa. Liviana: es importante tener un equipo muy liviano.

Ha cruzado varias veces el puente entre la fotografía y la literatura. En 1976, Aldo Sessa hizo su primer libro con Borges, Cos-mogonías.

–Borges era absolutamente genial, como Ray Bradbury. He tenido la suerte de traba-jar con personalidades muy interesantes, que me marcaron mucho. En el caso de Bradbury, tiene una gran calidez, casi co-

iconos Quinquela Martín, Sandro, Alicia Jurado, María Luisa Bemberg y Adolfo Cambiaso, según Aldo Sessa

Page 7: LNR del 30 de agosto de 2009

25

DE EXPERTOConsejos

–¿Qué es importante para ser buen fotógrafo?–Usar un equipo simple y confiable. Arreglarse con pocos elementos. –¿Las lentes son fundamentales?–No es necesario usar muchas lentes. Casi siempre me arreglo con una. Veo a mucha gente con una gran foto adelante, pero tan ocupada en hacer funcionar la maquinaria o en mirar el visor, que se pierde la foto. –¿Alguna fórmula propia para compartir?–Muchos están más preocupados por la tecnología que por mirar y cazar. Y en esto hay que ir sobre la presa, preconcebir un ángulo, atacar por ahí. Seguir la teoría del opuesto: girar alrededor con los sentidos geográficos y ver desde todos los ángulos. –¿Qué relevancia tiene la luz natural?–Hay que trabajar con la luz hasta el momento en que uno crea que ha podido agotar todo el juego, todo lo que una situación pueda dar. Y no dejar nunca de sacar fotos. La fotografía es aprender a mirar. Todo tiene un momento. –¿Las nuevas tecnologías ayudan o quitan la magia?–Creo que el universo de lo digital es una maravilla y ha logrado unos avances increíbles. Hay copias perfectas hechas de manera industrial, aunque las artesanales conservan el encanto del laboratorio.

Page 8: LNR del 30 de agosto de 2009

26

Arriba, junto a Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 1976); con él hizo su primer libro, Cosmogonías. Abajo, con Ray Bradbury (Century City, Los Angeles, 1979). Página opuesta, Flores secas sobre un acolchado (Colección Polaroid, 1991)

LA MUESTRA

• La exposición Aldo Sessa. Pasión por la imagen podrá verse desde el 1° de septiembre hasta el 1° de octubre en la Sala Cronopios del Centro Cultural Recoleta, Junín 1930. Cuenta con el auspicio de HP (que imprimió el 95% de las fotos con Designjet Z3200), y de BMW, Omint, Norton, Getty Images. Apoyan la muestra La NacioN, Telefé y Fundación Leer.

• También se inauguró recientemente la primera instalación fotográfica en el subte, en la estación Juramento de la línea D. La pieza, de Aldo Sessa, es Tango. Serie del baile.

mo un pastor, cariñoso, cálido. Muy buen amigo. Muy libre. Cree mucho en la suma, en la potenciación de las personalidades; no le interesa si el libro es literatura o fotogra-fía, dónde empieza una cosa o termina la otra. Es de una gran generosidad.

Una de sus fotos preferidas es la que hizo para la tapa del libro con Bradbury Sesiones en fantasmas. En tanto, Bradbury escribió sobre las fotos de su amigo: “Lo que hace una buena fotografía es captar lo que está allí, pero parte de su calidad consiste en que también lo haga con lo que no está. Más que delinear, sugiere. Es una sesión de espiritismo dentro del cuarto oscuro, donde lo que no se ve se le-vanta de la muerte”.

Sessa también trabajó con las hermanas Victoria y Silvina Ocampo.

–Ellas me transmitieron su amor por el mundo vegetal. Eran unas enamoradas de los árboles y de las flores. Me compenetré con esa visión que tenían, tan acabada. Silvina era increíble: me enseñó a ver los árboles de una manera diferente. Hicimos juntos un libro, Arboles de Buenos Aires.

También rescata el impacto que tuvieron sobre su mirada Manuel Mujica Lainez –con quien hizo varios libros– y el arquitecto José María Peña. Algunas de estas fotos que cru-zan hacia la literatura también forman parte de la muestra.

–¿Qué quiere capturar al hacer clic?–Siempre estoy buscando una gran foto.

Yo les digo a los chicos: traten de hacer dos fotos buenas por año. En 20 años tendrán 40 fotos; no está mal.

Habla como si nunca terminara de apren-der qué pasa con la luz. Y se entusiasma con-tando cómo el azar de lo que encuentra en la calle se incorpora a sus fotos. Vidrios, pie-dras, flores, perlas, tules. Una copa rota, un reflejo sobre la vía, el cielo en un charco. Cosas de un minuto.

–¿Qué cambió con la Web?–Lo que está cambiando es el modo de

circulación de las fotos. Eso atenta en cierta medida contra el registro fotográfico. Nos

Page 9: LNR del 30 de agosto de 2009

27

Video. Para Ver mas sobre esta nota httP://www.lanacion.com.ar/

estamos perdiendo muchas buenas fotos porque cada vez se hacen menos copias. Las imágenes hacen su circuito por Internet, van de teléfono a teléfono, o mueren en un mail. Con las cámaras digitales, al común de la gente le resulta difícil ordenar un ar-chivo. Se pierden materiales que iconográ-ficamente pueden ser importantes.

–¿También en familia saca fotos?–¡Miles! Me critican mucho (se ríe). Dicen

que no las ven nunca. No puedo copiar todo lo que saco. Pero a mis nietos los fotografío bastante. Todo el tiempo estoy viendo acá y allá. Tengo un gran sentido de la luz. La res-piro. Si estoy en un lugar con una luz mara-villosa, puedo vivir con los ojos de lo que veo,

no necesito nada más. Vivo intensamente la luz, las formas, los volúmenes. Si tengo una gran escena adelante y no llevo la máquina encima, anoto en mi cuaderno la hora y el lugar, y vuelvo otro día a sacarla.

–¿Es así en otros planos de su vida?–Es que vivo en ese plano. Es una obse-

sión. Y quiero destacar que en esto mi fa-milia ha sido muy importante. Es un traba-jo en el que tenés que tener mucha libertad. Mi esposa es una gran compañera de viaje, capaz de estar en el auto desde el amanecer hasta las doce de la noche. Mis tres hijos también. La menor, Carolina, es diseñado-ra grafica: ella ha diseñado los libros. Luis se ocupa de la editorial; descanso mucho

en él y en mis valiosos colaboradores.–¿Qué proyectos le quitan el sueño?–Tengo ganas de agarrar una máquina e

irme unos días al Valle de la Luna. Jugar más. Ese tipo de cosas. Con el tiempo, el mundo se agranda y la visión se comprime. Pero tam-bién, como con la muestra, se hace una sínte-sis. Hoy quiero tener mi agenda lo más libre posible para disponer del tiempo necesario y sacar más fotos. ✖

[email protected]

Page 10: LNR del 30 de agosto de 2009

John Lennon, Jimmi Hendrix, Janis Joplin, y más recientemente Michael Jackson, no hacen más que integrar una larga lista de celebridades que corroboran que la partida al otro mundo les mejora el negocio. Venden más, se convierten poco menos que en santos. Pero Jackson sigue siendo, sin dudas, el rey...

p o r juana libedinsky i lu st r ac i o n nunö

{el mundo}

Page 11: LNR del 30 de agosto de 2009

35

Page 12: LNR del 30 de agosto de 2009

36

LONDRES.– Cuando Elvis Presley murió, en 1977, su manager, el coronel Tom Parker, sugirió que esto había sido “una buena mo-vida en términos de su carrera”. En efecto, el fallecimiento de Presley dio un impulso considerable a las ventas de sus discos y al culto a su persona. Algo similar ocurrió tras la prematura muerte de John Lennon, John-ny Cash, Kurt Cobain, Jimmi Hendrix, Jim Morrison, Janis Joplin, Buddy Holly o el rapero Notorius Big, entre otros. En la Ar-gentina, cómo olvidar, no sólo la inesperada muerte de Gardel, sino, más recientemente, la de los bailanteros Gilda y Rodrigo –este último no sólo fue comparado con un héroe griego, sino que llegó a elevar el precio de las parcelas vecinas a la suya en el cementerio donde fue enterrado–.

Pero nada se asemeja al fenómeno emo-cional y comercial desatado tras la muerte de Michael Jackson. Su caso volvió a poner sobre el tapete la cuestión de la fama des-pués de la muerte, aunque remixada: a pesar de haberse convertido en un ser ex-travagante y recluido en los últimos años, con acusaciones de abuso de menores man-chando su imagen, las nuevas tecnologías hicieron que el fenómeno de su falleci-miento no tuviera paralelo.

Por ejemplo, Ethan Zuckerman, investiga-dor de la Universidad de Harvard, calculó que un 15 por ciento de los mensajes de Twit-ter mencionaban a Jackson el día en que

comenzaron a circular rumores sobre su muerte, mientras que temas álgidos como Irán o la gripe A jamás lograron superar el 5 por ciento. Al día siguiente, 9 de cada 10 ál-bumes vendidos en iTunes eran de Michael Jackson; Amazon.com había agotado todos los CD del cantante y las casas de música en todo el planeta se estaban quedando sin stock de sus discos más famosos.

En Internet, los sitios de noticias, Face-book y los blogs personales se inundaron de tributos, y hubo desde vigilas en Tokio y París hasta “moonwalks” masivas en Londres y peregrinaciones a su placa en el Paseo de las Estrellas de Los Angeles. No sólo todos los medios llevaron el tema en sus noticias centrales, sino que hubo casos como Smash Hits, una legendaria revista de pop británica desaparecida en 2004, que revivió por un solo número para marcar la muerte de Michael Jackson.

En Inglaterra, destino de la gira para la cual el Rey del Pop estaba incansablemente ensayando al momento de morir, en vez de devolver el dinero a quienes habían compra-do entradas ofreció una entrada conmemo-rativa del fallecimiento del astro –y la medi-da fue increíblemente popular–. Por deman-da del público, el espectáculo seguirá adelan-te, y aunque no se sabe bien quién reempla-zará a Jackson, ni cómo lo hará, todas las localidades están agotadas.

Esto, además, recién empieza: se estima que Michael Jackson será el artista de todos los tiempos que más dinero recaudará des-pués de su muerte, superando incluso sus ganancias en vida.

Mucho puede decirse sobre la genialidad creativa e interpretativa de Jackson, pero su fallecimiento puso en evidencia, ade-más, el fenómeno mundial de las celebrity deaths, o muertes de celebridades y sus efectos sobre las masas.

Kate Woodthorpe es una investigadora de la Open University, del Reino Unido, que se ha dedicado a estudiar la muerte en las so-ciedades mediáticas. En diálogo con LNR explicó que el gran debate gira en torno a la forma en que la gente expresa públicamente su respuesta al fallecimiento de una celebri-dad que nunca conoció personalmente: ¿es una forma posmoderna de conexión humana o sólo una especie de “dolor recreacional”?

“Todo –asegura– está atado al debate contemporáneo sobre la «autenticidad» de la muerte, sus efectos sobre terceros y el punto hasta el cual los medios amplifican los acontecimientos, tema sobre el que hubo mucha especulación tras la muerte de la princesa Diana.”

lazos afectivosPero no todo el sentimiento que se ve en

casos como el de Jackson, asegura, es falso o inventado: para las personas comunes existe un factor movilizador genuino en la nostal-gia y el deseo de sentirse parte de un aconte-cimiento que está teniendo tanta repercu-sión en sociedades de individuos aislados.

“Existe una teoría muy popular dentro del mundo académico respecto de que las perso-nas mantienen lazos que permanecen en el tiempo con los muertos célebres y puede ser que veamos esto de una manera sin preceden-tes con Jackson –sostiene Woodthorpe–. Si se combina el legado musical que deja con los incentivos financieros de muchos para man-tener su trabajo vigente, posiblemente sus herederos ganen más dinero con él muerto que en vida. Pero la pregunta se mantiene: ¿la nostalgia que motiva a los consumidores po-drá mantenerse o su dinero disponible pronto pasará a la siguiente noticia caliente?”

Simon Warner, profesor de música popu-lar en la Universidad de Leeds, ya ve señales que levantan dudas al respecto. El impacto, aunque sin precedente, se predijo que po-dría ser más fuerte aún (Jackson no logró un número uno póstumo en los charts bri-tánicos, por ejemplo) y Warner lo adjudica a que las manifestaciones de dolor on-line, como fue la mayor parte, no suelen reflejar la misma profundidad de sentimiento que las de la vida real.

“Me parece que las tan comentadas can-ciones que se bajaron masivamente de Inter-net fueron un tributo superficial al astro. Fans o curiosos con un interés mórbido no tenían más que hacer un clic en la pantalla

al dia siguiente de su muerte, 9 de cada 10 albumes vendidos en itunes eran de michael jackson; amazon.com habia agotado todos sus cd del cantante y las casas de musica en todo el planeta se estaban quedando sin stock de los discos mas famosos

“las comparaciones en los medios

hablan del fallecimiento de elvis, del de john

lennon, pero para mi la muerte de

jackson solo fue cercana a otra

muerte de una celebridad: la de

la princesa diana”, dice c. Wiley,

director de la maes-tria en musica

de la city university de londres

Page 13: LNR del 30 de agosto de 2009

37

de su computadora para rendir su ciberho-menaje. No reflejan lo mismo que el gesto activo de un fan que visita la ciudad natal de su ídolo o va a la disquería a comprar física-mente un disco”, subraya Warner.

Aunque, naturalmente, de esto último también hubo. “Las comparaciones en los medios hablan del fallecimiento de Elvis, del de John Lennon, pero, para mí, la muer-te de Michael Jackson sólo fue cercana a otra muerte de una celebridad: la de la prin-cesa Diana. Desde un punto de vista britá-nico, las escenas que presenciamos en los días inmediatamente posteriores a la muer-te de Jackson, los peregrinajes, los altares paganos, los admiradores devastados, eran altamente reminiscentes de la muerte de la princesa en 1997”, dice Christopher Wiley, director de la maestría en Música de la City University de Londres.

Wiley cuenta cómo ambas muertes fue-ron un shock absoluto: “Estoy seguro de que no fui la única persona que se quedó hasta tarde en la noche pegado a la tele-visión para ver si los rumores se con-firmaban”. Y recuerda haber pensado que estaba viendo una de las grandes historias de nuestra década desarrollar-se, “uno de esos momentos de noticias muy especiales: uno siempre recordará exactamante dónde estaba y qué estaba haciendo cuando se enteró”.

cuestion de edadDe Kennedy a la princesa Diana, eviden-

temente, uno de los factores que tradicio-nalmente más han potenciado el efecto de la muerte de una celebridad es la idea de que se cortó una vida antes de florecer del todo. ¿Cómo entra la muerte de Jackson, que para muchos se había convertido en “Wacko Jacko”, o un delirante con lo mejor de su carrera bien enterrado en el pasado, en este esquema?

“No debemos olvidar que Jackson estaba trabajando en su próximo tour al morir –se-ñala Wiley–. Así que, aunque no murió tan joven como otras figuras de la industria del entretenimiento, su vida acabó cuando toda-vía estaba activo como artista, y eso es im-

portante: sugiere que todavía tenía mucho para brindarle al mundo.”

“En el rock –señala por su parte Warner– existe el llamado Club 27, conformado por estrellas tales como Hendrix, Morrison, Joplin, Jones, Cobain, que murieron a esa edad enfatizando el ethos de live fast, die young («vive rápido, muere joven») de esa escena musical. Pero Michael Jackson mu-rió a la relativamente tardía edad de 50. Cuando Presley murió, pudo haber sido considerado un hombre obeso de edad ma-dura cuyo estrellato musical estaba bien en el pasado. En 2009, tenemos otra idea de lo que es ser estrella pop: alguien de 70 ya no se considera viejo, y Mick Jagger, Paul Mc-

Cartney, Bob Dylan y Elton John continúan tocando en vivo como si tuvieran 25 y no 65 años. Jackson era distinto de ellos, sin embargo.

Había trabajado tanto para cul-tivar el mito de Peter Pan, la

idea del niño que nunca cre-ce, que su muerte envió un

fuerte sacudón a la psi-quis universal. Si hasta

el niño genio puede morir, también nos puede ocurrir a to-dos nosotros.”

Woodthorpe acla-ra que, más que morir

joven, un factor fundamen-tal es la causa de la muerte.

“¡Hay algo inherentemente más magnético en la muerte de James Dean

en un accidente de auto que en la muerte de Elvis en un inodoro! Tiene que ver con lo que los estudiosos del tema han llamado lo sexy de la muerte”, sostiene.

Y, en ese sentido, la muerte de Jackson, ro-deada de misterio, fue comprensiblemente fascinante. Jackson no sólo era un artista in-creíblemente talentoso y original. Según War-ner, Jackson no sólo era un cantante, compo-sitor y bailarín extraordinario: era también un enigma, una tragedia, un alma perdida, una prueba del culto a la juventud del siglo XX, una reflexión viva de que las heridas raciales en EE.UU. no han cicatrizado y un emblema de lo disfuncional de la familia contemporá-nea, tanto en cuanto a la que lo vio nacer como a la que formó a su alrededor. Sus propias aventuras maritales y como padre, tanto con Lisa Marie Presley como con las madres de sus hijos, fueron absolutamente confusos.

Su fallecimiento, rodeado de detalles oscu-ros y teorías conspirativas, de la misma ma-nera que su vida, no hace más que provocar mayores interrogantes que respuestas, y el misterio que siempre envolvió a Michael Jackson continúa. ✖

[email protected]

se estima que michael jackson

sera el artista de todos los tiempos que mas dinero

recaudara despues de su muerte, superando incluso sus

ganancias en vida