Las vitaminas

Las vitaminas son indispensables para la vida. Las personas las requerimos para estar sanas, es decir, para que nuestro organismo pueda cumplir con todas sus funciones.En toda alimentacin balanceada, las vitaminas ocupan un lugar muy importante. Se encuentran, principalmente, en las verduras y en las frutas.Aunque tambin existen en algunos alimentos de origen animal, como la carne, la leche y sus derivados y los huevos.Hay muchas clases de vitaminas. Las vitaminas se nombran con las letras del abecedario.Necesitamos la vitamina A para el buen funcionamiento de la vista.Se encuentra en hortalizas como las zanahorias y las espinacas, en los huevos y en el aceite de hgado de pescado.La vitamina B regula las funciones del sistema nervioso y digestivo.Se encuentra en los cereales, en la carne y en la leche.La vitamina C ayuda a combatir las infecciones, como la gripe y los resfros. Tambin favorece la formacin y el crecimiento de nuestros huesos. Se encuentra en las frutas ctricas y en las papas.La vitamina D contribuye a dar dureza a nuestros huesos y favorece el buen estado de la piel. Se encuentra en los pescados grasos, en el aceite de hgado de pescado y en las alverjas.La vitamina E es necesaria para la formacin de los glbulos rojos.Se encuentra en la margarina, en los granos enteros de cereales y en frutos secos.Si nuestra dieta carece de alguna vitamina, nuestro organismo padecer alguna enfermedad.

La noche del fantasma

Edith es una nia valiente. Nunca se espanta cuando se queda sola en casa y ni siquiera teme cuando se va la luz. Esa noche, sus padres y su hermanito ya se haban dormido. Ella se acost y apag su lmpara, pero no poda dormir. Se haba desatado una tormenta con relmpagos y truenos.Edith pensaba que esa era la noche perfecta para que apareciera un fantasma; cuando, de pronto, sinti que unas manos heladas le tocaban la espalda.Ah estaba! Un pequeo fantasma tembloroso y blanco parado junto a su cama. La nia sinti un susto grande.Ya estaba a punto de gritar cuando el fantasma exclam:Shhhhh! No grites! Si lo haces, me asustar y gritar tambin. Luego vendr tu familia a ver qu sucede y tambin los vecinos. No, no, no! No soporto a la gente escandalosa!Edith se qued desconcertada y le dijo:A m no me han dicho que los fantasmas son malvados, pero s que a ustedes les gusta asustar a la gente con gritos espantosos.Eso no es cierto se irrit el visitante, yo slo soy un fantasma al que le gustan los rincones oscuros para dormir la siesta sin que nadie lo moleste.

La nia, muy confundida, le contest:Pero t me espantaste cuando me tocaste con esas manos tan fras.T crees que puedo tener las manos calientes viviendo en una casa sin puertas y con los vidrios de las ventanas rotos?El fantasma se cubri la cara con las manos transparentes y, llorando despacito, se dirigi a la puerta.No llores dijo Edith conmovida.Para que te duermas, te contar un cuento que se llama La noche del fantasma. Empieza as: Edith es una nia valiente. Nunca se espanta cuando se queda sola en casa

Santiago ayuda a cosechar

Santiago es un nio de ocho aos. Vive en un pueblo de la sierra llamado Hatunmarca.A l le gusta el nombre de su pueblo. Y tambin le gusta explicar que Hatunmarca es una palabra quechua que quiere decir pueblo grande.Santiago trabaja en el campo. Ayuda a su pap y a su mam en la poca de siembra.Durante los meses siguientes, cuida los sembros.Sabe que despus de un tiempo podr recoger los frutos maduros. Para l, no hay nada ms entretenido que cosechar. Este ao van a recoger muchos alimentos: papas, choclos, zanahorias, habas, lechugas, ollucos y frutas.Todas las maanas, cuando sale el sol, Santiago aprovecha para correr por el campo, chupar el jugo de la dulce caa de maz que tanto le gusta y jugar con otros nios campesinos.A Santiago y a sus amigos se les ve sanos y alegres, porque se alimentan de los ricos y nutritivos frutos que la naturaleza les brinda.

El sonido

Qu triste sera el mundo si no pudisemos or msica o cantar cuando estamos contentos!Muchos otros sonidos nos proporcionan placer, como el canto de los pjaros, el susurro de la brisa entre las hojas, el vaivn de las olas del marPero los sonidos no slo nos dan placer: nuestra propia seguridad depende en gran parte del sonido.Por ejemplo, el llanto del beb hace que la madre corra en su auxilio. Si alguien grita Socorro!, todos se darn cuenta de que est en peligro y acudirn ayudarlo.Qu difcil sera evitar daos en un mundo sin sonidos!El medio ms comn de la humanidad para comunicar pensamientos es el habla; esto es, sonidos a los que llamamos palabras. Pensemos qu sera nuestra vida si no pudiramos or lo que la gente nos dice.Desde luego, podramos comunicarnos por seas, como lo hacen las personas sordas, pero tendramos que estar mirando constantemente a quien hablara con nosotros.Jams podramos hablar con alguien que estuviera en otra habitacin, o llamar a un amigo que viramos en la calle. La comunicacin entre grandes grupos de personas sera muy difcil.Nadie habra inventado la radio y probablemente existira una televisin silenciosa.Podemos concluir, entonces, que sin el sonido el mundo hubiera perdido parte de su belleza y sera ms peligroso.Qu importante es el sonido! Lo habas pensado alguna vez?

Doa Matilde y sus amigos

No todos los animales tienen la suerte de ser las mascotas preferidas por sus dueos.Existen indefensos perros que sufren una serie de maltratos: algunos son golpeados, otros son considerados enfermos, viejos e inservibles y son arrojados sin piedad a la calle, donde el peligro o la muerte los amenaza.Pero, gracias a Dios, todava existen personas caritativas que se conmueven con el sufrimiento de estos animalitos, los recogen de las calles y les dan cobijo y alimento en sus casas.Este es el caso de Doa Matilde Sierra, gran amante y defensora de los animales.Doa Mati es psicloga de profesin y alberga en su casa a ms de cien perros.Toda una poblacin!Desde hace treinta aos, su casa se ha convertido en un albergue al que van a parar los perros abandonados, enfermos y maltratados por sus dueos.Esta buena mujer trabaja incansablemente en la bsqueda de alguna familia que quiera adoptar y darle un dulce hogar a alguno de los perros que ella recoge de las calles.Ella va y viene de Chaclacayo a Lima dos veces a la semana, a bordo de su camioneta azul, para atender las denuncias que llegan a sus odos sobre amos abusivos que no tratan bien a sus mascotas. Y, de paso, recoger la comida que le regalan varios restaurantes amigos.Con un poco de tristeza, doa Matilde manifiesta que su casa est quedando muy chica y que ya no puede acoger a ms animales.Cuenta que, a medida que va encontrando un hogar para sus perros, ella recibe a otros.El gran sueo de Doa Matilde es el de conseguir un terreno donde pueda construir un albergue para animales, y para eso necesita del apoyo de todos.