las pantallas y su influencia en la vida cotidiana...
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Comunicación y música: mensajes, manifestaciones y negocios Universidad de La Laguna, diciembre de 2018
ISBN-13: 978-84-16458-93-6/ D.L.: TF-799-2018 / DOI del libro: 10.4185/cac144 Página | 1261
Libro colectivo en línea: http://www.revistalatinacs.org/18SLCS/libro-colectivo-2018.html
Las pantallas y su influencia en la vida cotidiana. Estudio de caso: grupos de
estudiantes universitarios de la ciudad de Loja -Ecuador
The screens and their influence on everyday life.
Case study: groups of university students from the city of Loja - Ecuador
Hernán Antonio Yaguana Romero - [email protected] - Universidad Técnica Particular de Loja.
María Noralma Romero Camacho - [email protected] - Universidad Técnica Particular de Loja.
Abstract: La presente investigación tiene por objeto darnos a conocer, a partir
de una perspectiva social, cuáles son las nuevas interacciones que se dan con
el uso de las pantallas, desde la representación y el accionar del hogar de los
estudiantes universitarios de los últimos años de carrera. Nuestro recorrido
empieza con una conceptualización teórica, destacando la influencia técnico-
social que las pantallas están construyendo en nuestro tiempo, y cómo desde
esa dualidad edifican nuevas comunidades, donde los individuos alteran sus
ritmos y rutinas con otras totalmente nuevas, mezcla de lo real con lo simulado,
pero que a la final no se logran distinguir, pues, es tan fuerte la influencia de la
una con la otra que no da tiempo a mirar detalles.
La metodología aplicada combina técnicas cualitativas y cuantitativas, merced
a su éxito en investigaciones similares. La población, objeto de estudio,
contempla una muestra de 600 encuestas y 50 entrevistas no estructuras
efectuadas durante junio y septiembre del 2018. En la interpretación de
resultados combinamos ambas técnicas, buscando los hallazgos que nos
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permitan entender cuáles las situaciones, los momentos y circunstancias donde
las pantallas han redefinido nuestro entorno.
Keywords: Pantallas; jóvenes; sociedad; rutinas; tecnología.
1. Introducción
La predicción que McLuhan hacía en 1964 respecto a que el hombre requiere
construir extensiones de su cuerpo para recabar toda la información necesaria,
hoy en día, se está cumpliendo a cabalidad. De todas sus necesidades,
parecería que es la visión quien se ha impuesto al resto de los sentidos, sino
basta mirar a nuestro alrededor para contar el sinnúmero de pantallas que nos
acompañan. Vivimos en un mundo inmerso de pantallas, como señala Márquez
(2015) la pantalla es omnipresente, copa nuestro espacio público y el privado,
es la ingeniería mecánica que más cercanía y complicidad ha tenido con el ser
humano. A diferencia de la fotografía, del cine y de la pintura, donde hay un
escenario y una mirada, tanto la imagen vídeo como la pantalla del computador
inducen a una especie de inmersión, de relación umbilical táctil (Baudrillard,
2000); merced a ello, la pantalla es en la actualidad uno de los componentes
principales para el desarrollo de las nuevas generaciones. Para Barthes (1968),
la pantalla se vuelve un concepto omnicomprensivo que abarca incluso el
funcionamiento de la representación no visual, aunque él realiza una apelación
a un modelo visual en concreto, que es el de la perspectiva visual. Este
abanico de definiciones resulta especialmente pertinente para una primera
tentativa de comprensión de lo que es y de lo que representa la sociedad de
las pantallas.
Las pantallas pueden ser instrumentos que potencian y amplían la visión o
instrumentos que la limitan o impiden. “Es una paradoja sumamente fecunda
para ilustrar las contradicciones de la sociedad de las pantallas, o las
contradictorias funciones que las pantallas juegan en las sociedades
desarrolladas” (Ferrés, 2014: 61). Pero también la pantalla nos crea un mundo
simulado (Perniola, 2011) una nueva dimensión, un entorno paralelo parecido a
los que Planells (2015) hace referencia cuando menciona a los videojuegos. O
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a lo que Manovich señala “la existencia de otro espacio virtual, de otro mundo
tridimensional, que está encerrado en un marco y situado dentro de nuestro
espacio normal. Cuadro que separa dos espacios absolutamente distintos, que,
de algún modo, coexisten” (2005: 147). La preocupación nuestra, motivo de la
presente investigación es ver cómo esas pantallas están redefiniendo la vida
cotidiana de las personas, cómo su introducción en el hogar y en el trabajo
crea nuevas prácticas individuales y colectivas, entre construcción de uno
mismo y del grupo (Flichy, 2006). Uno de los elementos que nos da pie para
argumentar nuestro propósito es el informe Nielsen denominado “Screen Wars:
The battle for eye-space in a tv every-where world” realizado en marzo del 2015
expone una diversidad de indicadores sobre la presencia de la pantalla en la
actualidad.
- El 76% de las personas disfrutan la libertad de encontrarse
conectados en cualquier lugar y en cualquier momento.
- El 69% de las interacciones cara-cara están siendo reemplazadas
por interacciones electrónicas.
- El 63% de la población cree que mientras la pantalla sea más
grande es mejor.
- El 65% prefiere ver en vivo la programación de vídeo, en su hora
regularmente programada.
- El 49% dice que prefiere ver contenido de la programación de vídeo
en directo si este tiene un lazo con las redes sociales.
- Los teléfonos móviles son los dispositivos más citados a la mano
para visualizar contenido mientras se llevan a cabo otras
actividades.
- Crecientes oportunidades digitales de espacios en blanco incluyen
industrias como la sanidad, la educación, el comercio minorista de
comestibles y las finanzas. (Nielsen, 2015)
Los indicadores expuestos revelan una verdad sorprendente sobre como las
pantallas han abarcado el espacio de atención por completo, pero esta realidad
no viene por sí sola. La demanda de los usuarios por abarcar un mundo de
pantallas en el cual pueden dominar los contenidos que ven y el tiempo en que
lo hacen, ha significado un desafío, denominándola una guerra de pantallas.
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Estamos viviendo en un mundo de conectividad 24/7. Tenemos
acceso a contenidos en nuestros propios términos, y nos gusta que
sea así. En todo el mundo, más de las tres cuartas partes (76%) de
los encuestados en línea por Nielsen sobre las actitudes y
comportamientos digitales, menciona que las personas disfrutan de
la libertad de estar conectados en cualquier lugar, en cualquier
momento. Mientras que esta flexibilidad puede ser un beneficio para
nosotros, representa un enorme desafío para las marcas y los
proveedores de contenidos que compiten por nuestra atención.
(Nielsen, 2015: 2)
2. Método
El presente estudio lo llevamos a cabo en la ciudad de Loja – Ecuador, la
población objetivo, fueron personas, de manera principal universitarios de los
últimos años de carrera. Elegimos este público porque, en investigaciones
anteriores, han demostrado tener un mayor grado de entendimiento y de
reflexión, respecto al uso de tecnologías en su vida diaria. Los métodos
planteados; más que tratar de enumerar las prácticas de consumo, o las
competencias y habilidades de los usuarios, buscan entender las interacciones
sociales que se dan con el uso de las pantallas en el hogar, a partir de la
experiencia de los sujetos. Los instrumentos usados fueron: la entrevista no
estructurada personalizada (50 entrevistados) y la encuesta (600): la primera
técnica se la empleó para realizar preguntas sobre la experiencia de incorporar
las pantallas en su vida cotidiana; mientras que la encuesta nos ayudó a
sistematizar datos técnicos de: lugar, cantidad, miembros de la familia, usos y
tiempos dedicados a la vida en las pantallas.
Estas combinaciones de técnicas ya han sido aplicadas para determinar
objetivos similares, como es el caso de la investigación sobre el uso de Internet
y celulares que la profesora Winocur (2009) realizó en México con el afán de
determinar la incidencia simbólica que los artefactos culturales (Hine, 2004)
provoca en los jóvenes.
La población estudiantil universitaria es de aproximadamente 4600 estudiantes.
La muestra recogida, con un nivel de confianza del 95%, y un margen de error
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del 0.04% es de 532 personas; por la coyuntura y cercanía que existe con los
estudiantes, se sobrepasó a 600 encuestas.
3. Resultados
3.1 Pantallas en el hogar
Como dato preliminar el número de encuestados refleja que el 60% son
mujeres y el 40% hombres.
Los resultados de la cantidad de televisores en el hogar, gráfico 1, nos muestra
que el 36% de las personas encuestadas tienen una pantalla, el 23.71%
poseen dos, el 19.59% tienen tres, el 8.25% manifiesta que en su hogar hay
cuatro, el 6.19% responden que no tienen pantallas en su casa, el 2.06%
señalan que tienen cinco, el 1.03% se pronuncian que hay siete, y por último el
2.06% cuentan con diez pantallas en su hogar.
Gráfico 1. Cantidad de televisores en el hogar
Fuente: Elaboración propia
La cantidad de computadores en el hogar se muestra en el gráfico 2. El 41.94%
de las personas encuestadas tienen una computadora, el 28% cuentan con
dos, el 13.98% tienen tres, el 5.38% responden que tienen cuatro, el 2.44%
contestan que tienen nueve, el 1.08% señalan que existen diez computadores
en su vivienda.
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Gráfico 2. Cantidad de computadoras en el hogar
Fuente: Elaboración propia
El número de Tablets en el hogar se constata en el gráfico 3. El 39% de las
personas encuestadas no tienen, así mismo el 39% detallan que tienen una, el
8.54% cuentan con dos, el 1.22% manifiesta que en su hogar hay cuatro, el
2.44% responden que tienen nueve, y finalmente el 6.10% responden que
tienen diez tabletas para utilizar en su hogar.
Gráfico 3. Cantidad de tablets en el hogar
Fuente: Elaboración propia
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El número de celulares en el hogar se señala en el gráfico 4. El 24.49% de los
encuestadas tienen dos celulares, el 22.45% poseen tres herramientas
tecnológicas, el 18.37% tienen cuatro celulares en el domicilio, el 5.10%
responden que tienen cinco, el 6.12% manifiesta que en el hogar tienen seis, el
4.08% señalan que tienen diez, y para terminar el 1.02% no tienen y con el
mismo porcentaje del 1.02% tienen siete celulares en el hogar.
Gráfico 4. Cantidad de celulares en el hogar
Fuente: Elaboración propia
Si nos damos cuenta el número de elementos visuales disponibles en el hogar
es alto, incrementan las pantallas interactivas, mientras que disminuyen las
pantallas de televisión. Esta investigación, nos deja ver entre otras cosas, que
los hogares están pantallizados, sin lugar a dudas la influencia de la imagen es
poderosa, lo cual advierte que gran parte de la información que llega a los
jóvenes son por estos dispositivos. Diego, estudiante de Economía, uno de los
entrevistados manifiesta “todo lo que debemos comprar, incluso como debe ser
nuestra moda la vemos en la televisión o en los celulares. Incluso cuando no tengo
conectividad propia a internet, nos ingeniamos para tomarla de lugares aledaños… Es
más bonito lo visual, hace que me aburra menos…” (Entrevista personal, agosto
2018)
Otra de las variantes poco advertidas en investigaciones y que aquí se señala,
es que los jóvenes son influenciados, principalmente por el sistema académico
para disponer de pantallas, muchos de los entrevistados señalaron que es la
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misma universidad quien les provee instrumentos visuales para la enseñanza,
por tanto, a ellos no les queda más que adaptarse al sistema.
Rosa estudiante de Psicología, lo corrobora “todas las tareas, deberes son
enviados por los sistemas virtuales, en mí caso me vi obligada a exigirles a mis padres
que me compren un ordenador…no quedaba otra alternativa caso contrario iba a
perder el ciclo de estudios…” (Entrevista personal, septiembre 2018).
Bien sea por: influencia, moda, necesidad o placer los hogares han cambiado
la manera de consumir información, es lo audiovisual el primer canal por el cual
la gente consume, y también produce información. Franklin, estudiante de
Comunicación, él está entre las familias que disponen más de 10 pantallas en
el hogar; él señala que sólo para sus necesidades profesionales requiere de 6
pantallas, pues es un youtuber que produce información “…me he dado cuenta
que por las pantallas se puede incidir en el mundo. Desde hace meses me consideran
youtuber, soy un crítico de la sociedad, produzco mucha información para varios
dispositivos…” (Entrevista personal, julio 2018)
3.2 Uso de las pantallas
Al preguntar a los estudiantes sobre este tema, los resultados están en el
gráfico 5. La encuesta nos dio como resultado que el mayor uso que le dan a
las pantallas 54% es para el estudio, entendiéndose las actividades propias de
su formación en línea, exámenes, foros académicos, realización de tareas,
lecturas etc. Aquí hay una característica importante que las entrevistas nos
dejaron ver: para todo lo que son tareas importantes y de entrega inmediata la
mayor confianza está en los ordenadores personales, de escritorio o, en caso
de disponer, tabletas; mientras que para las respuestas inmediatas usan los
celulares. Entre los entrevistados, la razón principal es la confianza que
generan las pantallas grandes para aspectos tan delicados.
Esther, alumna de séptimo ciclo de Derecho, “Un examen o un foro calificado no
me atrevería hacerlo desde el celular, puede que toque una tecla no deseada y todo
se arruine…” (Entrevista personal, julio 2018).
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Para la lectura de textos, cada vez la tendencia va cambiando, algunos
entrevistados coinciden que hace pocos años la lectura de textos digitales
estaba condicionada a las pantallas grandes; en la actualidad se puede leer
desde un dispositivo móvil sin inconvenientes.
Darwin, alumno de arquitectura, lo deja ver en su comentario “…Con el
incremento de la capacidad del celular y la mejora de las pantallas es fácil leer un
texto desde un celular. A veces lo hago cuando voy en colectivo, lo importante es
ahorrar tiempo” (Entrevista personal, julio 2018).
El segundo uso que le dan a las pantallas 28% es para el entretenimiento,
dentro de esta categoría están todas las actividades de ocio. En ese sentido
debemos ser consecuentes y reconocer que las pantallas, desde las primeras
de cine y televisión, ingresaron a nuestras vidas para la vía de la distracción,
más que por cualquier otra. No creo que haga falta profundizar este tema,
existen cientos de investigaciones que demuestran cómo las pantallas son una
puerta para el entretenimiento.
En tercer lugar, con un 18% está la información. Se usan las pantallas para
recibir noticias, alertas u otro tipo de elementos considerados informativos. En
las entrevistas dieron a notar que las pantallas del móvil le van ganando la
batalla a los televisores tradicionales; la mayoría de los entrevistados sienten
que la proximidad que da el móvil, jamás se lo puede comparar con las “otras”
pantallas.
Camilo, estudiante de informática, “por el móvil me entero de forma más rápida y al
instante de las noticias, además no tengo que esperar anuncios de publicidad u otras
cosas que me interrumpan, por la televisión sólo lo hago cuando estoy en casa y mis
padres ponen para ver noticias…” (Entrevista personal, julio 2018).
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Gráfico 5. Uso de las pantallas
Fuente: Elaboración propia
3.3 Tiempo de uso de cada pantalla en el hogar
3.3.1 Televisión
El tiempo de uso del televisor en el hogar de los encuestados está en el gráfico
6. El 5% no disponen de un televisor, el 37.37% de los encuestados miran la
TV por el lapso de menos de hora, el 45.45% utilizan de 1-3 horas, el 12.12%
usan el aparato electrónico por un período de 4-a más horas.
Gráfico 6. Tiempo de uso del televisor
Fuente: Elaboración propia
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3.3.2 Computador
El tiempo de uso del computador en el hogar de los encuestados se presenta
en el gráfico 7. El 11% no tiene un computador en el hogar, el 26.53% utilizan
la pantalla menos de hora, con el 40.82% utilizan de 1-3 horas y el 21.43%
usan el computador entre 4-a más horas.
Gráfico 7. Tiempo de uso del computador
Fuente: Elaboración propia
3.3.3 Tablet
Los resultados del uso de la Tablet están en el gráfico 8. El 59% de los
encuestados no disponen de la herramienta tecnológica, con el 25.77% la
utilizan menos de hora, el 11.34% el uso es de 1-3 horas y con el 4.12% usan
la Tablet por un tiempo de 4-a más horas.
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Gráfico 8. Tiempo de uso de la Tablet
Fuente: Elaboración propia
3.3.4 Celular
El tiempo de uso del celular se muestra en el gráfico 9. El 1% población
encuestada no usan el celular, el 7.07% utilizan menos de hora, con un 50.51%
usan de 1-3 horas el celular y con el 41.41% ocupan el celular entre 4-a más
horas.
Gráfico 9. Tiempo de uso del celular
Fuente: Elaboración propia
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4. Conclusiones
Las pantallas en el hogar se han convertido en un instrumento tecnológico de
gran valor para los jóvenes universitarios, no cabe la menor duda que su uso
va en aumento, sobre todo las pantallas móviles. La utilidad más la influencia
crea una necesidad de estos dispositivos, transformándolos de dispositivos
mecánicos a parte sustancial de su convivencia. El uso de pantallas en el
hogar, además de convertirse en un hábito, va generando una disolución
social, pues cada persona crea un nuevo mundo, aislado del resto construye
un espacio único donde sólo vive él y nadie más, el resto de la comunidad se
encuentra ahí en una pantalla. El hogar como sitio de encuentro y de
compartimiento va perdiendo espacio, como nos dimos cuenta el tiempo que
suman las personas frente a una pantalla está por encima del tiempo que
tenemos para compartir en la familia.
Si bien por ahora, se le atribuye a lo educativo el mayor porcentaje de
dedicación de las pantallas, eso no condiciona a que luego de concluir sus
estudios, estos jóvenes universitarios, disminuyan su uso, serán otras
necesidades que irán despertando y aventurando a tener una nueva, o quizá
mayor dependencia de las pantallas.
A la final, el asunto no es qué tan expuestos están los jóvenes universitarios a
las pantallas, sino las consecuencias negativas que ello está trayendo, antes
ya dijimos la desintegración familiar, pero colateralmente existen otras
afecciones tanto físicas como mentales que pueden llegar a producir un cambio
radical del comportamiento humano, llegando a crear dependencias o cualquier
otro tipo de relación hacia una máquina.
La línea de investigación de este tema es amplia, a partir de poner el primer pie
en ella nos damos cuenta que quedan pendientes cientos de inquietudes que
deberemos irles dando respuesta cuanto antes, pues, el tema no espera
mucho tiempo; sabemos que hay una transformación del mundo por la furia de
las imágenes (Fontacuberta, 2016) por tanto quienes hemos despertando ante
esta situación debemos poner las alertas necesarias.
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