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    6Formas de lectura estudiantil

    categoras escolaresde la comprensin de la Iectur-a-

    Bernard Lahire

    Formas de estudio diferenciadas

    Despus de haber sealado durante mucho tiempo a los jvenesadultos con escaso nivel de estudios y ya fuera del sistema esco-lar, luego a los alumnos con dificultades escolares, los discursosque deploran el retroceso de las prcticas de lectura comenzarona apuntar, finalizando la dcada de 1980, a poblaciones que pa-

    recan hasta entonces inmunes a tales inquietudes: las poblacio-nes estudiantiles (Fraisse, 1993).As, cada vez ms nios termi-naran los dos cursos elementales sin saber leer, leeran cada vezmenos durante su escolaridad secundaria y estaran cadavez ' menos dispuestos a lolargo de su escolaridad superior a de-dicar tiempo a la -lectura. Esta lamentacin fatalista apareci enun perodo de significativa transformacin de las relaciones conla cultura legtima . Sabemos, por ejemplo, que prcticamentetodos los estudiantes de 1967 lean por lo menos un libro pormes mientras que en 1987 solo eran dos de cada tres en ese ca -so. De igual modo, las t res cuartas partes de ellos eran lec toresasiduos (por lo menos t res libros por mes) cont ra solo un tercio20 aos ms tarde (Dumont ier, De Singly y Thlot , 1990: 65).Otras encuestas mostraron tambin el perfi l de los nuevos estu-diantes secundarios que pertenecen a las clases superiores y sonbuenos alumnos en matemtica e incluso a veces en lengua, ysin embargo son lectores medios o pocolectores (De Singly, 1993y luego Dtrez, 1998).

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    Paralelamente HO produce III1U diaminucion do A fa lidnA 111 ton-tro o vi s it as a mu se o s en e l caso do lo s ojOCUtiVOH jerurquizndoso de los eg resado s de en seanza s up eri or (Du m onti er, De S in g lyy Thlot, 1990: 73) yeso tend e ra a proba r, en l neas generales ,ya sea el retroceso real de prcticas culturales clsicamente leg -timas (que se vo lv ieron menos distintivas), ya sea el deb il ita-mie n to del nivel de creencia en la legitimidad de esta culturaliteraria y art stica q ue impulsa a los encuesta dos a no sobrees -timar tanto como antes sus prcticas efectivas (Mauger , 1992).

    Ambas hiptesis no son incompatib les ya que el debili tamientode la fe cultural puede preparar el terreno para la reduccin delas p rct icas por efecto de la competencia de ot ras ofertas de en-trete n imiento o de cultura.

    Pero e l mismo discurso que deplora el retroceso del nivelo ladecad e ncia de la lectura no at r ibuye g ran importancia a las di -ferencias entre las poblaciones y las subpoblaci o nes que a me -nud o seala de manera ha rto general como los jvenes o losestudiantes . Ahora bien, e x isten distintos tipo s de estudiantes :hay estudios en los que la lectura de obras y /o artculos es cen-

    tra l , en o tr o s no ; para algunos de ellos se requ iere el uso inten-sivo d e salas de inf o rmtica, pa ra otros , el de la biblioteca; en al-gunas situaci o nes escolares la demanda de tiempo es intensa,en otras es men o r. En sntesis , es evidente que l o s estudiantesse di ferencian segn la c lase d e estudios que siguen y especial-mente segn las modalidades de t rabajo acad mico y la re lacincon el saber y con el estudio. Podramos recon struir verdaderasmatrices socializado ras escolares-universitarias a partir de losdatos (vase cuadro en la pgina siguiente ) sob re los vo lmenesde trabaj o escolar restringido y personal , los niveles de direc-t ivas pedaggicas y de intensidad del t rab a jo intelectual exigi-

    d o , lo s nive les de c o ncentracin en objeti v os especficamenteacadmico s, la s modalidades d e t rabajo escolar, los modos deevaluacin de las di fe rentes competencias , las prct icas de lec -tura , el uso de la biblioteca , de las sa las d e trabajo o de inform -tica y de las fotocopiado ra s, las re lacio n e s con dif e rentes prcti -cas cultural es o de entretenimie n to, etc te ra. f

    150

    L a enc u esta Condiciones de vida de 108 estudiantes(OVE,199 7 )

    La encuesta que sumini s tra los datos estad stico s p ar a este cap-

    tu lo es la segunda gran encuesta naciona l sobre l a s condiciones de

    v id a de l o s estudiantes llevada a cabo en el ma rco del OVE . Se ba-

    sa e n 28.141 respuestas a cuestionarios enviados por corre o en la

    pr imavera de 1997 a estudiantes y alumnos de universidades ,

    IUT, STS, y clases preparatori as para l as Grandes coles. Lam u est ra (que se c onstruy a part ir de una eleccin al aza r en ca -

    da establecimiento) fue ponde ra da y establecida en funcin del

    sex o ,la edad , la localizacin re g ional , el t ipo d e establecimien to , el

    ci clo de estudios , la orientacin d isciplina r ia y e l tip o de baccalau-rat o btenido .

    Esta encuesta tena po r obje t ivo, al igual que la de 1994 , dise-

    ar e l cuadro ms completo po s ible de los diferent e s aspectos de

    la vida estudiantil: c ondiciones econmica s, vi vi enda, transporte ,

    sal ud , alimentacin, prctic a s de estudio , consumos cultu rales ,

    entretenimientos, etc . ' Aunque n o se refiere especficam e nte a las

    pr c ticas cultu rales y de lectu ra de lo s estudiantes, present a dos

    ventajas decisivas para abord ar las dis tancias entre cada una de

    estas pr c tic a s . En pr imer t r mino , se apoya en u na mue stra mu-

    ch o ms ampli a que las de las precedente s encuestas sobre la lec -

    tura estudiantil: por ejemplo, 1520encue st ados para el t rabajo de l

    Min iste rio de Investigaci n y Tecnolog a /MP et Conseil Fluo d e19 9 0; 1552 encuestados pa ra el sondeo SCP I Comunicacin (Mi-nisterio de Educaci n Nacion a l y C ul tu ra y Le Monde: Les tu-diants et la lecture e n 1992 ) . En segundo trmino, no reduc e e lcampo de in v est igacin a l a uni v e rs idad o a un d ete rmi n ado n ive l

    de estudios , comolo hacen mucha s e ncuestas r e cientes , q u e d an

    una imagen mu y par c ial de la re a lidad de las formas de e st udio s

    su periores; un ejemplo de ello e s el e s tud io MRT que se r ea liz e n

    cinco campus univers itarios; el sondeo SCPILe Monde e xc lu a alos estudi a nt es del te rcer c ic lo ; por lt im o , la encuesta Directiondu livre et de la lecture IFrance Loisirs de 1992 se centrab a e n las

    151

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    lect u ras de entretenimiento do 10 1:1estudiantes d (11 Hmeu n d o H1\O dnes tudio s s up eri o res.

    El impo rtante aument o de l nmero d e es tud iantes durante lo s

    lt imos 30 a os se aco m paa po r la diversificacin de lo s tipo s d e

    estudios (conla creacin de los STS en 1959 y de los IUT en 1966) ,

    por las diferent e s maneras d e estudiar y de vivi r una vida escola rdespus dellyce CErlich , 1998; Grign o n y G ruel , 1999) . C ubrir ungran abanico de situaciones en e l seno de la enseanza superior

    parece se r indi sp en sable para captar las e specificidades de cadatipo de estudio s, mezcla d e la cla se de es tabl e cimiento y de la n a-

    turaleza d e un a fo rmac in o de u n grupo de form a cione s .

    Podra dec irs e q u e el tipo de estudios -Let ras y Ciencias hu -manas, Der e cho y Ci enci a s econmicas, Ciencias y tcn icas , Me -dicina, STS p roduccin o tercia r io , IUT p rodu c cin o terciario,Clases p reparato r ias c ientf icas o lite raria s- es a l espacio de laenseanza superio r lo que l a categora socioprof e sio n al es al es-pacio social global, ya que la divisin del trabajo e scola r p refi-gura la divi s in del t rabajo social . Por un lado, los efectos de se-leccin hacen que los diferentes tipos de estudios no seanrealizados por cualquier clase de estudiantes desde el punto devista del pa sado escola r (serie del baccalaurat, mencin en elbaccalaurat y del o r ig en soci a l, y , por otro lado , e x isten marcos(inclu so tr adiciones ) pedaggicos y disciplina rio s especficosms o menos an tiguos . Al ob se rvar los efectos d e la pe rtenenciaa los dife re nte s secto res de la enseanza supe rio r s e apr ecia elefecto conjugado de la c omposicin social del p bl ico (de sde la

    ms bu rguesa ha s ta l a m s popular ) , de la composicin desexos (a menudo muy marcada ), del aspecto s elect ivo de l a for-macin, del ma rco pedaggico , de la naturaleza (ms c ie ntfica oms litera r ia) d e los es tudios, del grado de asceti s mo escolare x igido , de las relaciones mu y espec ficas con el futuro profesio-nal y con el mundo soci a l, y esto desde la perspectiva del mayoro meno r r esp e to a los valo res y pr cticas escola re s . Todolo d icho

    1 52

    hace que In vnriuhle ..tipo dI' uHt.udioH) H ( 'U slntucu (J)OI:m>Hires , G o y y Thovunot, t H H :n y sub suma una gran ca ntid a d d e pro -pied ad es y rasgoa distintivos.

    En m a ter ia de de termi n antes s o ci al es de l as p rcticas de lec-tura, lo que e x pl ica gra n pa rte de las di ferencias d e co s tu mb re sy de g u stos es l a opo s icin en tre las f o rmaci o nes lit e rar ia, c ie n -tfic a y tcni c a . E s fu ndamental la d ife rencia , a m enudo igno ra-da po r los analistas q ue la c o ns idera n u na evi den c ia falsa , en -tre lo s estudi os cientfic o s y tcn ic o s (c o n may o ri tari a pre se ncia

    m as cu lina) y lo s estudios literar io s en e l sen ti do am plio d e l t r-mino (es tud iantes d e De rec ho y C iencias e con m ic as) o en el m srestringido (L etras y Cie n cias humanas y C u rs o p rep ar a to ri o deLetra s), se g n e l c as o . S i lo s s o c il o g o spen saba n t an to en t rm i-n os de sociolo g a d e l co no cimient o (d e las t cni ca s y hbito s i n -telectuale s) y de las prcti cas pedagg ic a s co m o e n tr mino s desociologa del p od er, d e las legitimi d a d es dife ren ci ale s y de lasde s igu a ldad es s o cia les ante la e scu e la (L a h ire , 1999) , tend ra naho ra que reco n siderar la importancia de l a n at ur a leza (m s li-te raria o m s c ie ntfica d e la s forma c ione s) q ue c o n stitu y e algu -na s de las d isp o si cio nes cult u rales a m en udo m u y pode rosas enel mundo social .

    En este captu lo verem o s que l o s es tud ian tes d e for ma c i ncientfic a, en e sp e ci a l lo s d e lo s curs o s p re par a to r ios , vi v en un aparadoj a en m ater ia d e p r ct icas d e lectu ra y de p rcticas c ul tu-rales en gener a l: se e ncu en tran en e l pu nto ms a lto de l a legiti-midad escola r (ya q u e l a m a temti ca c o n stitu y e u n instr u mentoesencial d e s el e cc i n es co lar), p e ro fu era d e l ma rco e sc ola r s e d e -senvuel v en e n u n u n ivers o que privilegia abiertame nte la cu ltu -ra litera ria y artstica y p o r ello se vu e lcan hac ia pr oducto s ypr c tica s cu ltur a les que a me nudo los acercan ms a estud ian -

    te s s o cia l y e sc ola rmen te me n o s d o ta do s (STS , IUT) 6 q u e lo s es-tudiante s de fo rm ac i n e sco la r ms no bl e , p e ro tam bi n m s li -te ra ria. Ms a ll de las c o nstataci on es cuanti ta ti v a s s ob re lasdife ren c ia s d e in tereses y g u s to s po r la lec tur a e n el seno delas pobla c ione s e studia nti les , que impl ic an u n a sociologa delconsumo cult ura l, la situa c in de los estudi ante s de fo rm acincientfica y t cn ic a no s o b liga a inte rro gar no s s ob re las con d ic io-

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    nos requeridas pura declarur lus prcticua de Iecturn y H>lm~ lasc a te go ras dom in an tes d e la c o m p re n s in le cto r

    El peso del libro en las di fe r entes formacio n es

    Sibien no todos los estudiantes establecen la misma relacin conla lec tura , los resultados de la encuesta demuest ran que la va-riable que presenta la ms est recha correlacin con los compor-

    tamientos observados es la clase de estudios realizados. Este he-cho no afecta la fuerza explicat i v a de variables e x genas (conrespecto a la situacin escolar) tales como el origen social, el ni-vel de estudios de los pad res o e l se x o del e st udia n te ; solo indicaque las diferencias de esta naturaleza ob se rv ables a esta escalason mayores entre dos e s tud ian te s que se i n sc ri be n en marcospedaggico-disciplinarios rad ic a lme n te d ife rentes . que ent re dosestudiantes que realizan los mismos e st udios pe ro que se dife-rencian por sus orgenes soci a le s y culturales o po r su se x o. Losdiferentes marcos escolares son , e n consecuencia , motivado resmuy dispares en materia de prcticas de lectura.

    El efec to del marco escolar se percibe en primer trmino enlos gneros de los libros ledos. La lectu ra de obras de dist intosgneros depende a la vez del g rado relativo de legitimidad cultu-ral de los libros y de la naturaleza ( sea esta literaria o cientficay tcnica ) de la formacin recibida.s De este modo,los libros cul-turalmente ms legtimos (no v ela s y nouvelles, ensayos y obrasfilosficas , teatro y poesa, libro s de ar te , obra s de ciencias huma-nas) son elegidos preferentement e p or los estudiantes de los cur-sos preparatorios literarios, lo s est u diantes de Let ras y Cienciashumanas, luego por los de De recho y Ciencias econmicas. Es im-

    portante sealar que los estudiant es de STS y de IUT tercia r io(que a su vez se dist inguen not a blement e de sus co m p a e ros delas orientaciones ms tcnicas) preceden en gene ral a los delCurso preparatorio de Ciencia s y de Cie n cia y tcnica; incluso ladiferencia entre los STS tercia r ios y los alumnos del Curso pre-paratorio en Ciencias puede llega r a los diez puntos en materiade lectura de novelas y nouvelles.

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    Cuo r o tra pa rt o, IUH o br us c u y Itlf.ti ti III iclncl cul 1;11rul IlH m e nor(novelas poli caca s , d e ci enci a ficcin o Cmi(:H), y q u e s o n a m e -nudo desdeadas po r lo s es tu diant es d e L e tr as, a tr ae n p bl i-cos muy diferentes pero que se caracteriz a n por e l mismo nivelde distanciamiento con respecto a la legtima cultura clsica(literaria y artstica); as, alumnos de los cursos preparatoriosen ciencia se equiparan con estudiantes de IUT y de STS, deCiencia y tcnica y de Medicina. Los cmics y las novelas deciencia ficcin , por ejemplo, convocan tanto a alumnos de cla-

    ses preparatorias cient fica s ( ma y oritarios en a mbos casos ) co-mo a estudiantes de Cienci a y tcnica, de lo s IUT y del STSproduccin , p er o intere s an mucho menos a los e s tudiante s delos STS y de lo s IUT te rci a rios . Lo s estud ian tes de formacincientfica , y en especi a l los d e lo s cu rs os p rep ara torios , se apro -pian entonce s de lo s p roducto s de menor g ra do de legitimidadcultural .

    Poseer una biblioteca con lib ros propios es el signo de una in-versin particular de este tipo de patrimonio cultural . Las inver-siones ms fuertes indican que los estudiantes dependen porcompleto del libro en su definicin escolar , cultural y social . Noes sorprendente entonces que los que cuentan con ms librossean los estudiantes que eligieron los baccalaurats ms litera-rios y generales (opuestos a las series ms tcnicas yespeciali-zadas) y que opta ron luego por lo s estudios ms literarios , comoel Curso prepa ratorio de Letras y Letras y Ciencias humanas . Una vez ms los estudiant e s de fo rmacin cientfica en universi-dades y en clases prepar a to r ias estn a mucha distancia de losalumnos que realizan estudios l iterarios .

    Del mismo modo , los qu e gas ta n ms din e ro en la compra delibros, revistas y peridico s s o n lo s alumnos del Curso prep ara-

    torio de Letras (el 33,3 % de lo s cuales ha h echo un gasto supe-ri or o igual a 100 euro s du ra nte la s dos semanas que preceden ala encuesta, cont ra soloel 11 ,1 delosdel Cu rso preparatorio deCiencias) ; en el extremo opue s to , los de similar curso de Cien-cias , son los que menos gastan en esa materia si se los comparacon los estudiant e s de un IUT o d e STS. Los ot ros e s tudiantes sereparten entre e s tos dos polo s segn tengan un a formacin ms

    - - -- --Ms de 10 0-

    Curso preparatorio de Letras 54,71 -

    Letras y C ie nc ia s h um a na s 44,4

    Medicina 34,0

    D e re ch o y C ie n ci as e c on m ic as 31,7

    C u rs o p re pa ra to rio d e C ie n ci as 26,8

    C ie n ci a y t c ni ca 23,9

    IUT terciario 19,1

    S TS te r cia rio 17,6

    I U T p r o d u cci n 17,3

    S T S p r od u c ci n 12,5

    Conjunto 31,5

    Cuadro 3. Ningn gasto en l ib ros, revistas y diarios

    duran te los l timos 15d as (% )

    C u rs o p re pa ra to rio d e C ie n cia s 44 ,6

    I U T p r o d u cci n 41,2

    S TS te r cia rio 40,8

    S T S p r od u c ci n 40,0

    C ie n ci a y t c n ic a 34 ,2

    Medicina 33,6

    IUT terciar ia 33 ,5

    D e re ch o y C ie n ci as e co n m i ca s 24 ,5

    L et ra s y C ie nc ia s h um a na s 24,2

    C ur so p re pa ra to rio d e L etr as 16,3

    C o nju n to P ri m er c ic lo34,4

    Conjunto 33,3

    15 715 6

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    lit erar ia (L e trus y Cienciu hu nuuiua , Derecho y Uionciu (ICOIlOmicas) o m s ci e nt fic a y tc ni ca (lU T , S T S, Cicncius y tcnicas).

    El prstamo de biblioteca es un a co s tumbr e es col ar y c ultur a lclaramente ligada a los estudios ms lite rarios . La frecuencia deconsulta en la biblioteca universitaria por parte de los estudian -tes de p en d e ante t o do del tipo de e s tudios que realizan, y es p e-c ia lmente del lugar que en ell o s o cupa l a lectura de revistas y li-br o s; variables c o mo el sex o , el niv el de est u di o s que se cursa oe l nivel de estudios y la pr o fesin d e l o s padres desempean aqu

    un papel secundario.De hecho, los estudiantes que siguen las formaci o nes c o rtas,

    que apu n tan a la profesi o nalizacin, poco presti g io sa s y relati-vamente alejadas de los mode los de orientaci n literaria, son l o sq u e menos recurren a la bib lioteca. L o s siguen muy de cercalo s estudiantes de clases preparator ias c ientficas que s olo rara-mente necesitan recurrir a bases libres cas para efe c tuar su tra-ba jo pers o na l. Com o contrapart ida, la bib lio teca se impone com ou n lugar-instrumento natural de trabajo intelectua l para a qu e-llas formaci o nes ms literarias, en las que la cultura se basa e n

    la inc o rp o racin de referencias a aut o res y ob ras (o artcu lo s)que sern explcita o implci tamente c itad o s en las diserta c io -nes, fichas de lectura , tra b aj o s integradores, memorias , exp o si -c io nes o ra les, etc . La necesida d e scol ar de leer una gran can ti-d ad de o bras y revistas de ma n era t o ta l o parcial ha cepr c tic amente imp o si bl e la co m p ra de la to ta lidad de la masado cumenta l. 10

    Para la c onfe ccin de este cuadro se h an imp lementa do l asm o dalidades va a la biblioteca men o s de una a tres veces pormes y nunca .

    L o s resultad o s no son tan taut o lgicos com o parecen; a tribu-

    yen c laramente al orden escolar las razones de la re lativa imp o r-tanc ia de l li b ro en general y a los gneros de libros ms legtimosen particu lar. La encuesta SCP / Comunicacin de 1 9 92 inf o rma-ba qu e l o s a lumnos de orientaciones literarias rec iben ayuda d esus pr o fesores para la eleccin de sus lecturas (el 55 % contra e l31 % en Ciencias econmicas y jurd icas, y el 26 % en Ciencias),que sol o e l 40 % de l o s estudiantes de Ciencias han accedi do a

    15 8

    u a d ro blbllott ou (%)

    r - - -- - --- _~ c: __ -STS produccin 59,6

    - - ~ -S TS terciario 56,2

    1 ---

    IUT producc in 44,7

    Cur so p re paratorio de Ciencias 34,7

    IUT terc iar io 31

    Medicina 28,5

    De los cuale s en Primer ciclo 21,5

    Ciencia y tc nica 23,5

    D e los c ua l es en Pr i m e r iclo 21,7

    Letras y Ciencias hum anas 20,9

    D e los cuales en P rime r iclo 21,1

    Derechoy Ciencias ec onmicas 16,7

    D e lo s c ua les e n Primer ic lo 17,7

    Curso prepa rat orio de L et ras 9,9

    u n a bib liog rafia general a lo largo del ao (c o ntra el 76 % de l o sd e o ri en tacin literaria y el 79 % de los que estudian Cienciasec o n micas y j u rdicas) y que el 9 0 % de l o s a lu mnos d e orienta -c i n lit er aria s o n estimulados por sus pro fes o re s a le e r con regu-lar ida d libros de referencia: es el caso del 7 6 %d e los estudiantesd e Ci e ncias econmicas y jurdicas y solam ente del 57%de lo s deCienci a s. La misma encuesta demostraba q u e los estudiantesd e C iencias s o n los que ms aluden a la lectura de foto copias c o-

    m o e l m ejo r medio para aprobar e x menes (e l 21 % contra el9%d e lo s que realizan estudi o s literarios yel 7%de l o s estudian-tes d e Ciencias econmicas y ju r dicas); la encu e sta RT P

    Conseil et Fluo (1990) confirmaba que los e s tud iantes de Cien-cia s (62,6%) tienen una tendenc ia much o ms mar c ada a la com-pr a de fo to copias que los de Letras (34,6%);es ta dif e rencia refle-ja e n g ran medida el estado de la oferta segn la s disciplinas. Por

    15 9

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    consiguiente, la mayora de 1 08 estudiantes de Cienclaa rnnnlflosta un gra n rea lis mo di sc ip linar io a l dud ar d e la u til id a d d o lee rmucho para aprobar lo s ex m e n es (solo e l 35 % d e lo s e st ud ia n -tes de Ciencias declaran que esto es til para aprob a r, mi e ntr asque el porcentaje se eleva al 47 % para los de Ciencias econmi -cas y jurdicas y el 64 % de los que realizan estudios litera r ios).

    Nodebe extraar la poca importancia que tiene la lectura delibros entre los estudiantes porque se sabe que la explosin de lamatrcula se t radujo en una mult iplicacin de los inscriptos de

    los STS y de los IUT ; incluso , rec ientemente se regist r un au-mento significativo en las formaciones cient ficas . '

    Tampoco sorp rende que una gran parte de los estudiantes in-vierta menos en la lectura hoy que hace 30 aos, cuando la mis-ma institucin escolar promovi la matemtica como materiafundamental en e l proceso de seleccin escolar.

    Monstruos de dos cabezas

    Hemos visto que lo s estudiantes de formacin cient fica , los quesiguen las opciones m s pre s tigiosas , se apropian de los b ienesculturales que tienen valo re s muy diferentes, incluso opuestos,en el orden de legitimidades culturales . Manejan productos muycot izados en la oferta de la cultura acadmica, de primer ordenen la legit imidad e scola r -las series cientficas del baccalauratson de lejos las ms valoradas y la matemtica es el instrumen-to de seleccin escolar quejuega un papel determinante desde laescuela bsica y el collge-, pero no por ello consumen menos g-neros de libros (fuera de las e x igencias escolares ), cuya legitimi-dad cultural es incomparablemente ms pobre: cmics , novelas

    policacas y ciencia ficcin . Mientras que un estudiante de for-macin m s literaria puede genera lmente const ruir un sen tidobastante slido de la legitimidad cultural y juzga ciertos tipos dematerial impre so como incompatible con su alta dignidad cultu-ral, un estudiante de fo rmacin cientfica, que goza de una dig-nidad escolar igualmente elevada (inclu so sup er io r en algunoscasos ), se los apropia ms f recuentemente y sin ret icenci a s .

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    Debemos busear l rnr. ln da t Mt.UdilhrClndll en (\1 pnhro lugaratr ibuido u In cu ltur n dcmWku u n 01 dominio pbli c o : la a lt a le -gitimid a d esco lur d (, In cu ltu ru c ie n tfica no prot e ge de l o s pro -d uctos cul tu ra le s m s popu la res en un mund o so cia l t od a v aampli ament e domin a do po r las de finici o nes literaria y a r tsticade la c u ltura . Todo esto genera perfiles cultura le s p ar tic u lar -me n te in te resantes para el s o cil o g o qu e se i n te rr og a s o br e laposibilidad de t rans ferir esqu e mas c ultura les (e n est e c a so desentido d e l eg iti midad) desde un camp o d e prc tica s a ot ro (La -

    hire, 1998 a y 2 00 2). Si util izamos las categ o ras c ul tu ra le s queparticipa n d e la dominacin simblica de la cul tu ra l i terari a yartstica , los e studiantes de cien c ias son b r ill a n tes en un mi -crouniverso e scol ar, per o casi b r b ar o s e n e l e sp a c io cultu ra lglobal . Se const a ta aqu qu e n in g n s en tid o general (es deci r, in-dependien te d e l o s c amp o s es tudiad o s e n e l ma rco escola r) de lalegitim idad c ult u ra l se construye escolarmente : los e studiante sde Ciencia s a p are c en as c o mo u n a espec ie de m o ns truos d e do scabezas, una c ul ta, la o tra p o pular. Est a h ip t esis se confi rmacuando se co nsi d eran alguna s p r cticas c u ltura les e xt raescola-res , como po r ej em plo l a lectura de la prensa c o tidiana, de l a quedesertan con m ay o r facilidad los estud iantes de f or m ac in cie n -tfica y tcni ca . L o s c u rsos prepar a to rios c ien tfi co s y l o s est u d iosde Med icin a pr e sen tan el may o r po rcentaje de d eserto res: el24,2 % de los estu dian tes de lo s c urs o s preparat o r ios ci e n tfico s yel 22 % de lo s de M e d icina d e cl aran que nu nc a l e e n los p e ri d ico s(contra solame n te el 4,9 % de lo s estudi ant es de D e recho y Ci e n -ci a s econmica s) . L o s estud ia ntes de f o rm aci n c ie n tfica , qu eson regulares p o r excelencia (Lahi re, 19 9 7),hac e n con m ay o r fre-cuencia q ue lo s ot ro s un c o rte rad ical c o n re laci n a l a a c tu a li-

    dad econ mic a y s o cial del mund o .

    Pero , al c o nside rar las d ife re ncias cultu rales en mat e ria delectu ra de pe ri dic o s, todo suc e de c o m o s i s e rec o mpusiera el es-pacio soci al en s u conjunto , con un polo de estudi a n te s (STS, IUTproducci n, formac in c ientfi ca y tcn ica) c a racte riz ados po r lo sgustos m s pop u lares (pe ridicos r e g io nales y depor tiv o s )y otro po lo de estudiantes ( Pr eparatori o s de Letras , Derecho yCiencias e c o nmica s, Let ras y C ie n c ias humanas . .. ) que p o seen

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    loa g U H tO H culturulmonte ma leg.imos (p re n sa cotidi ana nacio-nal y ex tr anj era ) . Fu er a d e l es pacio escolar, una parte de losestudiantes de formacin cientfica se vuelca tam b in h ac ia pro-duc to s cu lt ur a les (en espe c ial, prens a r egi o nal y d ep o rtiv a ) quelo s acer c an ms a lo s estu d iantes men o s d o ta do s que a lo s de fo r-mac ione s es co lares nob les per o ms li te rar ias.

    Cuadro 5.L e ctores de p e ridicos (% )

    NacionalEx tranjero

    R eg ional D eportivoLe tras y Ciencias hum ana s 68,2 24,0 47,1 11,7

    D erecho y Cie nc ia s e co n mica s 74,6 13,3 38,9 17,9

    Ciencia ytcnica 53,6 8,5 52,2 34,0

    Medicina 67, 2 6,8 44 ,6 18,6

    IUT produccin 44,5 4,2 59 ,3 41 ,6

    IUT terciario 54,6 7,4 58,3 22,1

    S TS p r o du cc i n 43,0 5,8 64,4 48,5

    S T S t er c iario 44 ,6 8,3 60,8 22,2

    Cu r so p r epar a to r iod e C ie n ci as 61,3 17,5 39 ,9 35,5

    Cu r so p r epar a to r iod e Le tras 83,5 26,8 32,2 11,0

    C o nj un to e s tu d ia n te sde Prim er Ciclo 58,5 13,3 52,1 25,2

    Conjunto 62,8 14,3 48,3 21,6

    Lo mismo se obs e rva en las salidas culturales (teatr o , c o nci e rt os ,muse o s o exp osi c iones) y en l o s entret enimient o s ( espect culo sd ep o rtiv o s), q u e estn esencialmente d e terminad o s por el tip o deestu d ios rea liz ad o s. El sex o , la situa c in familiar o el nivel delcursus de un estudiante, as como el nivel de estu dio s y la pr ofe -s i n de los padres, c ons ti tuyen vari abl es me nos e xp licat iv as ,a unque no deben men ospreciarse, en especia l lo s ind icad o res de lor ig en s o cial y del capital es colar de lo s padres ( L ahire, 2 000 :359-365).

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    C u ad u lturo lt, y tm trt ,tmlimltm to

    Itl Iml uH tud io nt cs (% )- --... ;= .. =-- -

    Concierto Mu seo Teatro Espectculo

    de m s ica o deportivo

    clsica expo sicin

    Letras y Ciencias hum anas 11,1 39,7 17,916,9

    D erecho y Cienc ias econmicas 8,2 29,3 11 ,225,4

    C ie nc ia ytcn ica 6,722,7 9,0 30,3

    Medicina 9, 9 25,5 11 ,214 ,5

    Curso preparatorio de Ciencias 5,9 14,2 8,321 ,0

    Curso prepar atorio de Letras 15,1 42,237,5 14, 2

    S T S p r od u ccin 3,0 20,63,9 39,8

    STS terciario 3,2 19,36,4 27,1

    I UT p ro d uccin 3,2 16,05,2 33 ,6

    I U T t e rciario 5,0 20,28,1 29,3

    Primero s c ic los 6,2 23, 510,1 26,6

    Conjunto 8,128,7 12,1 23,7

    \ ~

    \ \1

    Si tomamos el caso de la c o ncurrencia a l teatro veremos en pri -mer lugar que s e trata de una pequea proporcin d e estudian-tes (el 12,1 en e l conjunto de la poblacin estudiantil ) .17 Evi-dent e mente, el teatro atrae a lo s estudiantes de Letras y no a l o sde C iencia y tcnica, sean estos de las c lases preparatorias o d e

    la fa cu ltad . Per o s in duda el grupo ms numeroso en prop o rcinde espectadores c o rresponde a los estudiantes de los Cursos pre-para to ri o s de Letras que se llevan las palmas de la distinci n

    cu ltural comparados con los estudiantes de STS y de lUT, en es -

    pe c ia l con aquel lo s que se orientan a la produccin.La misma lgica se aplica a las visitas a museos y exposicio -

    nes (que c o mpr e nden a ms de un cuart o de los estudiantes), con

    el agregado de que los alumn o s de las clases preparatorias cien-

    tficas se encuentran en lt ima posicin , despus de l o s estu -

    diantes de STS y de lUTo

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    S ol am e n te e l H, 1 d o IO HoH tudinnt oH hn c on c u rri d o I l u n c on -ci e rto de msica cl sic a dur a nt e lo s 3 0 d as pr e vio s a la e n c u es -ta : se trat a d e lo s es tu d iantes de las form a ci o n es ms literar ias,y en especi a l lo s q ue est n m ejo r prepara do s ( P rep ar ato rio deLetr a s) y ms im pli c ados en este ti p o de prctica cultural , queadems aument a c o n el n ive l d e estu d ios de los padres.

    Por lo tanto , las cl a se s p repa ra to ri as de Letras se destacanclaramente del conj u nto de l a s ot ras fo rm aciones po r sus gustosculturales legtimos. Los a lumnos de los lyces que asisten a lasclases preparato rias pa ra la cole Normale Suprieure (Letras)son los primeros en i r al teatro , en visi tar m useos y exposiciones,en asistir a concie rtos de msica cl s ica (en la universidad, estelugar corre sponde a lo s estudiant es de L et ras y de Ciencias hu-manas), y los ltimos en ap recia r lo s e spectculos deportivos.PLas otras catego ras de estudiante s s e alejan de este polo cultu-ral con una mez c la sutil de di s tanc ia es c olar (fo rmaciones cient -ficas y tcnicas) y social (los STS qu e ocupan el ltimo lugar sonestudiantes poco brillantes en el mbito escolar y muy p o pu-lares socialmente) con respecto a la cultura clsica legtima.

    La distancia que separa a los alumnos de las clases prepara-torias cient ficas y de la cultura clsica legtima es notable :alejados de los entretenimientos se rios , culturales (en el sen-tido de cultos ),estos alumnos viven una discontinuidad inevi -table entre, de un lado , la impl icacin a veces intensa en una cul -tura escolar totalmente legtima pe ro de natu raleza cientfica, y,del otro, una cultura legtima extraes colar decididamente litera-r ia y artstica .

    in puede tambin In t. rp rn t.l lr Hoc omo 0 1 indi cu dor d o cie rt a sm od ificacion e a hlMtlu'j('UH d o lu : re la ci o n es d e fu erz a e ntr e dif e-rent es fo rma s d o c a p ita l c u ltura l , como sug er a Pi er re B o ur di e u : La cot a d e las humanida des t radicionales , que se v alo ri za ba nmenos por su utilid a d profesional o su rentabilidad econmicaque por el carcter restringido de su difusin , es decir p or sup o der de distincin , t iende a ret raerse en beneficio del capitalcultural en su forma cientfica y tcnica, y,sobre todo , burocrti -co-poltica, cuya rentabilidad econmica est asegurada po r el au-mento de las nuevas demandas de servicios simblicos (Bou r-dieu, 1989: 484). Para completar la idea , aadiremos a l a lista elcapital cultural de naturaleza comercial . Entre el intelectual le-trado tradicional (catedrtico de Letras o de Filosofa) , y el inge-niero, el funcionario jerarquizado o el ejecutivo come rcial newlook hay un cambio evidente de gestos de estudio , hbitos inte-lectua les , preferencias y disposiciones culturales : el luga r de lalectura acompaada de anotaciones, la disertacin , el coment a-rio de textos, la ficha de lectura, la resolucin de problemas , elejercicio prctico, el aprendizaje memorstico, el uso de software ,

    los trabajos prcticos, las competencias textuales, relacionales opragmticas vara considerablemente segn la formacin. Se re-gistra tambi n un cambio evidente en la relacin que mantienen(crtica? erudita? util itaria? prctica?) con el saber y con elmundo social . Se trata de hombres y mujeres de letras, de razo-namiento formal y clculo , de concepcin y accin tcnicas , deproyectos y de acciones comerciales o de dossiers , minutas y sn-tesis? Se t rata de competencias literarias y art s ticas , cientfi-cas y tcnicas, comerciales o burocrticas? Al pa sar de una fo r-ma de capital cultural a otra la lectura l itera ria y la culturaartstica pierden el luga r central que ocupaban y pueden con v er-t irse en algo molesto desde el punto de vista de una cultu ra p ro-fesi o nal , en situaciones marcadas por una fuerte co m pete n ciaeconmica (Erickson , 1996) . No es casua lidad que aquellos quemanifiestan preocupacin por el tema de la situacin de la lectu-ra (y de la cultura clsica) en Francia sean muy a menudo inte -lectuales identificados con la antigua definicin de intelectualletrado (filsofo,escrito r, etc.) y que demuestren , al expresar p -

    L e c tur as i n vi sibles

    La relativa debilidad d e la s pr ctic as de le ctu ra y/o de la fe en lacultu ra cl s ica legtima ca ract er st ic a de los nuevos herederos se-leccionados -a diferencia de aquello s d e la dcada de 1960 (Bour-dieu y Passeron, 1964)- sobre la base de su nivel de rendimient oen matemtica evidencia un cambio impo rtante de la jerarquade valores en el seno del sis tema e scola r. Pero esta transforma-

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    b li c a m e nt e s u s inqui e tud e s , q u e lo q u e es t e n ju eg u son 11tH re -laciones de fuerza entre defensores d e c a pit a les cu ltura les d e d i-ferente naturaleza.

    Sin embarg o , estas transformacio ne s no implican el pasa je delo s lect o res a l o s no lectores . L o s estudiantes de formac incientfica leen, pero el mate rial que l ee n y l a manera en que lo h a -cen dificultan q u e en las encuestas sea ob jet ivad o y compatib iliza -d o c o mosucede c o n las lecturas liter ar ias. P ara comprender mej o rla situacin , la s o ciologa de la lectura est obligada a pasar de

    una sociolog a del consumo cultural (quin lee? cunto? qu selee?) a una s o ci o lo ga del conocim iento que inte rr oga las ca tego-ras hist ricas de la comprensin de la lectura (qu es leer ?enqu caso una determinada categora d e p o blacin tiene la impre-sin de leer de verdad ? qu f o rmas de lectura c o rresp o n d e n adeterm inad o tipo de saber o de apropiacin de ese saber?, etc.) (La-hire , 1995 ; Baudelot, Ca rtier y Dtrez, 1999 : 81-89).

    Se sabe , p o r ejemplo, que s o lo el 15 % de los estudiantesde Ciencias leen integ ral mente los libr o s, mientras que el44 % delos estud iante s de Letras lo hacen. Una aplastante may o rade estudiantes de Ciencias lee solamente lo s pasajes o las partesque les interesan . Adems, el 53 % d e lo s estudiantes de Letras ,el 5 0 % de los alumnos de los Cursos preparatorios de Letras, e l45 % de los estudiantes de Ciencias humanas y s olo e l 26 % de lo sa lumnos de los Preparatorios cientfic o s, el 23 % de l o s Prepara-to rios come rciales, e l 21 % de las Grandes coles de c o merci o , e l17 % de los estudiantes de STS producc in, el 14 % de los de lasGrandes coles de ingeniera y el 1 5 % de l o s estu d iantes deCienci as decla ra n lee r libros para sus estudios desde e l comien-zohasta e l f inal (segn l a encuesta SCP / Communication, 1992.Todo esto es un indicio de la e x isten c ia de m o dos espec ficos de

    lectura (ms document a les que lite rarios) que implican funda-mentalmente la bsqueda de inf o rmac iones precisas .

    Debemos agrega r que no todas las maneras posib les de lectu -ra se dec laran con la misma faci lidad (Donnat, 1990; Chartier,Deba y le y Jachimowicz , 1993; Lahire, 1998b ).Varias con d icionesso n necesarias para qu e una condicin se declare. El materia limpreso m s declarable es , en p r imer lugar, el ms leg tim o , en

    .emun\lmt loH, pollcucus () d o c ie n c ia ficcin,lo s cmic a y 10M l ib rn p rnc tic o a ti e n e n t e nd e ncia a d e saparecerpo rqu e 1 0 8 obj e to s me no s leg t imos son olvi d ad o s o s ubes tima -do s . Lo s dif e re nt es g n er os del ma ter ial impreso tambin se de -

    c laran de m anera desigual .Pe ro la sociolog a d e la cul tu ra (a l a m p a ro de la t e ora de la

    le g itimidad) ha desde ado a me nu do ot ros aspect o s que contr i-b uy en a d ificul tar o a tornar impo sible la decla raci n d e la s prc-ti cas . Po r ejemplo, el material i m p reso que mejor re gi s tra la me-

    m o ria d e l o s encuestados es a q uel que le insume ti e m po (unale ct u ra prol o ngada du ra nte va rios das o v a rias s e manas, c o n se-c ue n c ia s lo suficientemente largas como para se r id e ntificables)y qu e se lee de mane ra integral . No se alude a las l ec turas cor -tas y /o disc o ntinuas : artculos de peridicos led o s e n p o cos mi-nut o s, magazine s hojeados y ledos parcia lmente y de manerasu pe rfi ci a l, manuales esc o lares u obras cientficas y tcnicas le -do s p or m ot iv o s prec isos para buscar una in fo rmaci n esp ec fica ,b as e s de dat o s, diccionarios , fotocopias de artculos, o apuntes dec las es c o ns u ltad o s (incluso regula rmente ). L o s e ncu e sta do s tam-p o c o co n tabilizan c o molecturas las que rea lizan para ot r o , c o m opueden se r las que un adu lto hace a un nio , y con esto se evi-d e n cia l lno de l o s grandes criterios implcit o s de la verdaderale c tura : la lectura para uno mismo. Adems, l o s textos que seident if ic an c o n el n o mbre de l aut o r se recuerdan c o n may o r faci-li d ad qu e lo s que n o tienen esta caracterst ica (como l o s manua-le s e scol ares) . Por ltim o , los act o s de lectura que se pueden per -c ibi r y de c larar con ma y o r facilidad s o n los ms aut n o m o s, esdec ir lo s que co rresponden a tiempos especficos de lectura ( leerp o r leer). Todas aquellas lectu ras que se inse r tan en actividadesd e o tr o o rden , que son medios de llegar a otros fines (que no s~n

    e l s imple placer de le e r), o que se pe rciben c o mo actividades dese g un d o orden con respecto a otras , desaparecen. En efecto ,cua ndo un encuestado decla ra haber cocinado y n o haber led oun a r e ceta de c o cina , cuando dice haber realizado u n a act ividadde b ri col aje y n o haber ledo las instruc c io nes de arma do , es por-que l a act ividad de lectura solo se consider un medio para lle-g ar a u n fin (preparar la comida , armar un mueble ) y ent ra en-

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    ton ces en lu c u teg orm d o microactivid lld sec und u ri u e n (11 m a rc ode una macroactividad principal . La visibilidad d e un acto de lec -tura no dep e nd e s ol amen te de su legitimidad cultura l , sino de s umodo de insercin en e l curso de la a c ci n .

    La sociolog a de las pr cticas u suale s de e scritura y de lec-tu ra ha perm itido demostr a r la necesidad d e combatir los cor -tes habituales de las actividades social es qu e ti ende n a hacer-las invi s ible s incluso para aque ll o s qu e la s p ractican (Lahi re ,1995 ) . A menudo se t rata de prcticas de corta dur ac in, i ns e r-

    ta s en marco s d e acti v idad m s am pl io s y qu e s on me dios pa ralleg ar a la r e a li z acin de otros fines q ue lo s d e la le ctura o l ae scritura . Inclu so cu an do l as p regu n tas fo rmulad as a lo s e n -cue s tado s se c e ntr an ex pl c ita m e nt e en las prc ti cas de esc ri-tu ra y de l e ctu ra, so n nu mer osos los desli z a miento s d e estaspr ctica s h a cia l as a ct iv id ad es de la v id a co tid ia n a : cu and o e lsocilogo p regunta so br e la s li s tas de com pras, lo s e ncues ta do sterminan p or hablar d e su s com pras y d e s u s g u s to s alim e nta -r ios; cua n do se le s m e ncion a la li s ta de cosa s q ue se lle va n enun vi a je , oper a n un de s liz a mien to di scu rsiv o d e l es c r it o h a ci alas va c a c iones ; cu a ndo se lo s int err oga so br e l a cons u lta al pro-grama imp re so de la s emi s iones d e tele vis in o sobr e la utiliza-cin d e un a r ece ta d e co c ina qu e es t e scr it a, los e ncu estad o shacen c o men ta rio s s ob re las emi s io n e s te lev isiva s o sob re l a ac -tivid a d culi n ari a. El h e cho d e que e l e ncu estador se v e a p er ma-n e n te men te fo rz a do a c e nt rar la s re spu est a s en la le ctura y laes c r itu ra pr u e b a la resis te nc ia q ue existe fre n te a la d is o cia-cin d e e s tas p r ctic as en re la ci n co n l os c amp os e n lo s c u a le sse ins e r tan.

    Lo s d iferen tes criteri o s men c io nad o s se c ombinan a menu doe n tre s ; p o r eje m plo , una no ve la de un g n er o men o s leg timo

    p u e d e le ers e s in q ue se re te nga el n o m b re d e l au tor (que a vecesno es un aut o r e n el se ntido leg tim o de l trmin o , es de cir u nap e rs onalid ad a l a que p ue d e atr ib u irs e un a ob ra, u n est ilo o unama n era p ro p ias) o el t tu lo , lo q u e c ont ri b uye a h a c e r lo a la v e zms di f cil m ente reco rd a bl e y co nfesa bl e. L a s f o toco p ias de und et er min a do cu rs o , po r legt imas qu e s ean, presen tan c ie rt o s in -co nveni e n tes: c are ce n de l n o m b re del a u tor, s o n o bjet o d e u n a

    lee tur u cor ta , llr cln ly diaoontinuu, e n e l marc o d e unu ac tivid a dprincipnl d o r( W iH i n ,ntre otras cosas.

    A la luz cl o IOH diferentes criterios citados se dibuja el m o deloimplcito de l a lec tura recordable y de c larable: lectura autno-ma, para uno mismo, de un texto legtimo, relativamente largo,ledo de principio a fin y atribuible a un autor. Y se aprecia tam-bin que los estudiantes de formaci o nes ms literarias, lectoresde libros legtim o s de ficcin o de ensayos (connombre de aut o r)qu e se prestan a la lectura in extenso, son fav o recidos por las en -cu es tas s o bre las prc ticas d e lec tura : las suyas son las que me -jo r se prestan a l o s recuerdos de la cantidad de horas destinadasa la lectura en una semana o la cantid a d de libros ledos en unm e s o a lolargo de los ltimos 12meses.

    P o r otra parte hemos visto que los estud iantes de formacincientfica y tcnica eran los ms asidu o s lect o res de obras c ient -fi ca s y t c nicas, y tambin de fotocopias de cursos , de n o velas d ecie n cia ficcin , de novelas policacas y de cmics.Por este moti -vo,baj o e l efecto combinado de la menor legitimidad de los gne-ros de libros ledos y de la lec tura indefec tiblemente corta y /odisc o ntinua que supone el uso adecuado de numer o sas obrascientficas y tcnicas y de las fotocopias de curso, estos estudian -tes no se encuent ran en una situacin apropiada para hablar d esu s prcticas reales de lectura. Los lectores cientficos, y aquellosq ue se les asemejan , estn en una posicin inadecuada para re-f lej ar en las encuestas sobre la lectura la especificidad de suspr c ticas de lectura, que no corresponden al formato clsico . Pe -ro po demos agregar que los redactores de encuesta s tampoco losayudan, ya que estn, sin sabe r lo, demasiado condicionados porlo s fo rmatos de lectura que corresponden a una definicin litera -ria d e las prcticas de lectura.

    En la s ituacin a c tual las lecturas entrecortada s, disconti-n ua s, informativas, rpidas, tcnicas, d o cumentales, etc. apare -ce n , para la mayora de los e specialistas (ypara los representan-tes de este tipo de prctica de lec tu ra) como no lecturas . Ene fe ct o , en las representaciones estudiantiles habituales, abrir unli b ro de fsica o un manual de matemt ica para hace r un ejerci -ci o no es leer. Releer (v revi sa r , trabajar o tragar como di -

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    ('OI' lll i H t l d

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    cen lo s estu d ia n tes ) lo s apu nt e s d e c la se o la s fotocopius p a ra r c o rda rlos o, eventu a lm en te , p ar a memo riz ar c ie rto s p a sa jes,tampoco e s l e er. Consu ltar una base de datos, un cuadro, und icc io nari o o el ndice de un libro, se g uir las indicaci o nes escri -tas d e un manual de instrucciones, tampoco e s leer . La escue lacre u n a e qu ivalen ci a entre lo s trmino s e scribir y red a ct a r ,lo c ual hac e que h o y los encuestados, pocoo muy esc o larizad o s,interp reten la pregunta: Usted escribe] como Usted redactatextos l; asimismo la institucin escolar impuso el hbit o de con-

    sid e rar lec tura so lo las prcticas que s e enmarcan en la e nse-anza de la lengua sobre un co rpus de textos literari o s, pero n odesigna de esta manera las que se e nmarcan en la enseanza dela matemtica, de la qum ica o de la tecnologa . Ah o ra bien, l o sestudiantes de Cienc ia s siguen dominados por representacionesliterarias de la lect u ra , q ue sin embargo es tn muy lejos de suspr o pias p r c ticas esco lares y que los lleva a hablar de lopocoli-terario que hay en e llo s y de sus pobres lecturas extrauniv e r-sitarias. El siguiente pasaje de la entrev ista mantenida c on u n ae studiante de la licenciatura en matemtica ilustra lo que aca -bamos de decir . La encuestada insisti a lo larg o de t o da la en-trevista en el hecho de que lea muy POC o )) ;e repente, cuand ose la autoriza a considerar ciertas prct icas c o mo prcti c as delectura , cambia de parece r, con una mezcla de sorpresa y t o made conciencia :

    moro IOH Ltllll tllllllH y 111M ('OI'olllrioH, t UHPUH unoto las d e m o s trac io -n es importantes y, dtlHPU

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    Sin to mar p ar tido a fa vo r o en c o n tr a d o lu c ultu ra lite ru ri ode la cultu ra c ie nt fica y t cn ic a , e l socilo g o d e la e du c a cin y dla cultura solo pu e de obse rvar aqu la in ju s tici a int er p re tativaque generalmente se comete con aqu e ll o s que no tienen prcti-cas de lectura reconocibles en tanto tales a partir de esquemasculturales que definen aun hoy (y a p esar del retroceso observa -do en la creencia en la legitimidad de la cultura let rada) loquequiere decir leer. Los encuestados no disponen a veces de mar-cos adecuados pa ra hablar de lo que realmente hacen y el pape l

    del socilogo consiste en este caso en p ermitirles retomar el con -trol sobre loque saben y hacen, en anular los efectos de los mar-cos inadecuados , de las represent a ciones pa rsitas y de losrecortes culturales o rdina ri os que impiden una apropiada des -cripcin de las p rcticas . El t rab aj o d e l so c ilogo, cuando estbien hecho, consi s te en sum inist ra r a l encuestado los medios pa -ra que diga aquello q ue , en pr incip io , le re sulta dificultoso expre-sar . Este trabajo solose comp rende si se tiene en cuenta el efec-to de filt ro que desempean las estructuras culturales depercepcin y de exp resin , indisociables de las instituciones quelos crean y difunden .

    Algunos representantes de las corrientes subjetivistas deciencias sociales piensan que todoindividuo est bien posiciona-do para exponer sus conoc imientos a t ra v s del resumen y del re-lato que hace de su s p ropias prcticas (Pharo , 1985: 17 ). Si seadhiere a esta idea no sera pertinente concebir la ent revista so-ciolgica como un trabajo y no podran considerarse en su justadimensin los efectos de la inte rio riza c in de las categoras do -minantes de pe rcepcin que co n tri bu y en a l a eficacia social de ladominacin simblic a . De h e c ho , lo p eor q ue p o dr amos hacer conun practic a nte es d eja r lo en l a c reen cia de que puede fcilmente

    decir lo que hace y d e q u e no ex is te ni ng una diferencia importan-te ent re el o rden de l dis cur so y el de la p rctica , ignorando todoslos obstculos c u lturales que i m piden el desarrollo de esa tareaen u nciativa. Esto es sumamente negativo, ya que la posicinsubjetivista -que p rete n de se r re sp etuosa del sent ido que los ac-tores dan a sus ac c iones y sostiene que no q u iere considera rloscomo idiota s cultu rale s - descon o c e los efectos d e olvido, cegue-

    ra, v ig il ia, inhibic i n o reduccin a l s il e n ci o q u e e jer c e e l mund oso c ia l sob re lo s acto res, a menudo sin q ue e sto s se p er c a ten de

    ello.La sociologa de la lectura y, de manera ms gene ral , de la

    educacin y de la cultura , ganara muchas posibilidades de refle-xin si integrara (ms de lo que lo hace hoy) en sus interpreta -ciones el anlisis de esquemas escolares de percepcin que preo-cupan a los responsables de las encuestas, a los encuestados y alos comentadores (ms o menos preparados) de los resultados .

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