la web que tenemos que salvar

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Reportaje sobre internet y medios digitales.

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  • La web que tenemos quesalvar

    La web rica, diversa y libre que yo amabay por la quepas aos en una crcel iranest muriendo. Por qu

    nadie lo para?

  • Por Hossein DerakhshanIlustraciones de Tim McDonagh

    Traducido por Cristina Juesas y Luna Snchez

    . . .

    ace siete meses, me sent en la mesita de la cocina

  • de mi apartamento de los aos 60, ubicado enla planta ms alta de un edicio de un

    vibrante y cntrico barrio de Tehern, e hice algoque haba hecho miles de veces anteriormente. Abrmi porttil y poste en mi nuevo blog. Pero sta erala primera vez en seis aos. Y casi me rompe elcorazn.

    Unas semanas antes, me haban indultadorepentinamente y liberado de la prisin de Evin, alnorte de Tehern. Contaba con pasar la mayorparte de mi vida en esas celdas: en noviembre de2008 me haban sentenciado a casi 20 aos decrcel, sobre todo por cosas que haba escrito en miblog.

    Pero en el momento, cuando ocurri, fueinesperado. Fum un cigarro en la cocina con unode mis compaeros de prisin, y volv a lahabitacin que comparta con una docena dehombres ms. Estbamos compartiendo una taza det cuando la voz del locutor de la plantaotropresollen todas las salas y pasillos. Con sumontona voz, anunci en persa: Queridoscompaeros de prisin, el pjaro de la suerte se haposado una vez ms sobre los hombros de uncompaero. Seor Hossein Derakhshan, desde estemismo momento, eres libre.

    H

  • Esa noche fue la primera vez que sal de aquellaspuertas como un hombre libre. Todo pareca nuevo:la fresca brisa otoal, el ruido del trco de unpuente cercano, el olor, los colores de la ciudad enla que haba vivido la mayor parte de mi vida.

    A mi alrededor, observ un Tehern muy diferentedel que haba estado acostumbrado. La auencia denuevos bloques de apartamentosdesvergonzadamente lujosos haba remplazado lascasitas encantadoras que me eran familiares.Carreteras nuevas, autopistas nuevas, hordas deinvasivos todoterrenos de ciudad. Grandes vallaspublicitarias con anuncios de relojes suizos ytelevisiones coreanas de pantalla plana. Mujerescon pauelos y sobretodos coloridos, hombres conpelo teido y barba y cientos de agradables cafscon msica moderna occidental y personalfemenino. Son el tipo de cambios que aparecensigilosamente; el tipo que slo detectas realmentecuando se te quita la vida normal.

    Dos semanas despus, empec a escribir de nuevo.Algunos amigos accedieron a dejarme empezar unblog dentro de su revista de arte. Lo llamKetabkhan (signica lector de libros en persa).

  • Seis aos es mucho tiempo para estar en la crcel,pero es toda una era online. Escribir en Internet ens mismo no haba cambiado, pero leero, almenos, el conseguir que las cosas se leanse habaalterado dramticamente. Me haban contado loesenciales que se haban vuelto las redes socialesmientras yo haba estado ausente, y por eso sabauna cosa: si quera atraer a la gente a leer misescritos, ahora tena que usar los medios sociales.

    As, prob a postear en Facebook un enlace a unade mis historias. Resulta que a Facebook no leimport mucho. Acab pareciendo un aburridoanuncio clasicado. Sin descripcin. Sin imagen.Nada. Consigui tres Me gusta. Tres! Eso fuetodo.

    Me qued claro, ah mismo, que las cosas habancambiado. No estaba equipado para jugar en estenuevo csped: toda mi inversin y todo mi esfuerzose haban desvanecido. Estaba desolado.

    os blogs eran oro y los blogueros eran estrellasdel rock en 2008, cuando fui arrestado. En ese

    momento, a pesar de que el estado tena bloqueadoel acceso a mi blog desde dentro de Irn, tena una

    L

  • audiencia de alrededor de 20.000 personas al da.Todo aquel al que enlazaba tena un sbito eimportante aumento de trco: poda dar poder oavergonzar a quien quisiera.

  • La gente sola leer atentamente mis posts y dejarmuchos comentarios relevantes, e incluso muchosde los que no estaban en absoluto de acuerdo

  • conmigo pasaban a leerlo. Otros blogs enlazaban almo para hablar sobre lo que yo deca. Me sentacomo un rey.

    El iPhone tena un poco ms de un ao porentonces, pero los smartphones se usaban sobretodo para hacer llamadas y enviar SMS, gestionare-mails, y navegar por la web. No haba apps reales,desde luego no como las conocemos hoy en da. Nohaba Instagram, ni SnapChat, ni Viber, niWhatsApp.

    En su lugar, estaba la web, y en la web haba blogs:el mejor sitio para encontrar pensamientos, noticiasy anlisis alternativos. Eran mi vida.

    . . .

    Todo haba empezado el 11-S. Yo estaba enToronto, y mi padre acababa de llegar de Tehernde visita. Estbamos desayunando cuando elsegundo avin choc contra el World Trade Center.Estaba perplejo y confundido y, buscandoreexiones y explicaciones, me encontr con losblogs. Despus de haber ledo unos pocos, pens:eso es, debera empezar uno, y animar a todos losiranes a empezar a bloguear tambin. As, usandoel Notepad de Windows, comenc a experimentar.

  • Enseguida acab escribiendo en hoder.com, usandola plataforma de publicacin de Blogger antes deque Google la comprase.

    Luego, el 5 de noviembre de 2001, publiqu unagua paso a paso sobre cmo empezar un blog. Esoinici algo que ms tarde se llam revolucinbloguera: pronto, cientos y miles de iranes hicierondel pas una de las 5 naciones lderes en nmero deblogs, y yo me sent orgulloso de tener un papel enesta democratizacin sin precedentes de laescritura.

    En esos das, sola mantener una lista de todos losblogs en persa y, por un tiempo, fui la primerapersona con la que contactaba cualquier nuevobloguero en Irn, para poder estar en la lista. Poreso, con 25 aos, me llamaban el blogfather[padrino bloguero]era un apodo tonto, pero almenos daba una pista sobre cunto me importaba.

    Cada maana, desde mi pequeo apartamento en elcentro de Toronto, abra mi porttil y me encargabade los blogs nuevos, ayudndoles a ganarexposicin y audiencia. Eran una multitud diversadesde autores y periodistas exiliados, mujerescronistas y expertos en tecnologa, hasta periodistaslocales, polticos, clrigos y veteranos de guerray

  • yo siempre animaba a aumentarla. Invit a mshombres y mujeres religiosos, a favor de laRepblica Islmica, personas que vivan en Irn, aunirse y empezar a escribir.

    La amplitud de lo que estaba disponible en esos dasnos asombr a todos. Por eso en parte es por lo quepromov el bloguear tan seriamente. Haba dejadoIrn a nales del 2000 para experimentar el vivir enOccidente, y tema estar perdindome todas latendencias que rpidamente emergan en mi pas.Pero leer blogs iranes en Toronto era laexperiencia ms cercana que poda tener acompartir un taxi en Tehern y escuchar lasconversaciones colectivas entre el conductorparlanchn y pasajeros aleatorios.

    ay una historia en el Corn en la cual pensmucho durante mis primero ocho meses en

    aislamiento. En ella, un grupo de cristianosperseguidos encuentran refugio en un cueva. Ellos,y un perro que tienen, caen en un profundo sueo.Se despiertan con la impresin de que han echadouna siesta, pero en realidad, han pasado 300 aos.Una versin de la historia habla de cmo uno deellos sale a comprar comiday puedo imaginar

    H

  • cunta hambre tenan tras 300 aosy descubreque su dinero est obsoleto, es una pieza de museo.Es entonces cuando se da cuenta de cunto tiempohan estado ausentes realmente.

    El hipervnculo era mi moneda hace seis aos.Partiendo de la idea del hipertexto, el hipervnculoproporcionaba una diversidad y descentralizacinque el mundo real no tena. El hipervnculorepresentaba el espritu abierto, interconectado dela World Wide Webuna visin que comenz consu inventor, Tim Berners-Lee. El hipervnculo erauna manera de abandonar la centralizacintodoslos enlaces, lneas y jerarquasy reemplazarla conalgo ms distribuido, un sistema de nodos y redes.

    Los blogs dieron forma a ese espritu dedescentralizacin: eran ventanas a vidas de las queraramente sabras mucho; puentes que conectabandiferentes vidas entre s, y consecuentemente lascambiaban. Los blogs eran cafeteras donde laspersonas intercambiaban ideas diversas sobrecualquier tema que te pueda interesar. Eran los taxisde Tehern con maysculas.

    Desde que sal de la crcel, sin embargo, me hedado cuenta de lo mucho que el hipervnculo se hadevaluado, quedando casi obsoleto.

  • Ahora casi todas las redes sociales tratan un enlaceigual que tratan cualquier otro objetouna foto oun textoen lugar de verlo como una manera dehacer el texto ms rico. Se te anima a publicar unsolo hipervnculo y exponerlo a un proceso cuasi-democrtico de Me gusta y +1 y corazones: laadicin de varios enlaces a un texto por lo generalno est permitida. Los hipervnculos estnobjetivizados, aislados, despojados de sus poderes.

    Al mismo tiempo, esasredes sociales tiendena tratar los textos eimgenes nativoslascosas que se publicandirectamente en elloscon mucho ms

    respeto que los que residen en pginas webexternas. Un amigo fotgrafo me explic cmo lasimgenes que sube directamente a Facebookreciben un gran nmero de Me gusta, que a su vezsignica que aparecen ms en las pginas de iniciode otra gente. Por otro lado, cuando se publica unenlace a la misma imagen en algn lugar fuera deFacebooksu ahora polvoriento blog, por ejemplolas imgenes son mucho menos visibles para elmismo Facebook, y por lo tanto obtienen un

  • nmero mucho menor de Me gusta. El ciclo serefuerza a s mismo.

    Algunas redes, como Twitter, tratan loshipervnculos un poco mejor. Otros, serviciossociales inseguros, son mucho ms paranoicos.Instagrampropiedad de Facebookno permite asus audiencias dejar el sitio de ninguna forma.Puedes poner una direccin web junto con tus fotos,pero no ir a ninguna parte. Muchas personascomienzan su rutina diaria online en estoscallejones sin salida de los medios sociales y susviajes terminan ah. Muchos ni siquiera se dancuenta de que estn utilizando la infraestructura deInternet cuando le dan a Me gusta en unafotografa en Instagram o dejan un comentario en elvdeo de un amigo en Facebook. Es slo una app.

    Pero los hipervnculos no son slo el esqueleto dela red: son sus ojos, una ruta a su alma. Y unapgina web ciega, una sin hipervnculos, no puedemirar o contemplar otra pgina weby esto tienegraves consecuencias para la dinmica del poder enla web.

    Ms o menos, todos los tericos han pensado en lamirada, en relacin con el poder, y sobre todo enun sentido negativo: el observador desnuda al

  • observado y lo convierte en un objeto impotente,carente de inteligencia o agencia. Pero en el mundode las pginas web, la mirada funciona de formadiferente: da ms poder. Cuando un sitio poderosocomo Google o Facebookmira, o enlaza, a otrapgina web, no slo la conecta: la trae a laexistencia; le da vida. Metafricamente, sin estamirada empoderadora, la pgina web no respira. Noimporta el nmero de enlaces que hayas puesto enuna pgina web, a menos que alguien la estmirando, en realidad est tanto muerta como ciega;y por lo tanto es incapaz de transferir poder acualquier pgina web externa.

    Por otro lado, las pginas web ms potentes son lasque tienen muchos ojos sobre ellas. Al igual que losfamosos que extraen una especie de poder de losmillones de ojos humanos observndoles en unmomento dado, las pginas web pueden capturar ydistribuir su poder a travs de hipervnculos.

    Pero las apps como Instagram son ciegaso casiciegas. Su mirada no va a ninguna parte, exceptohacia dentro, reacia a transferir ninguno de susvastos poderes a otros, llevndolos a muertessilenciosas. La consecuencia es que las pginas webfuera de los medios sociales estn muriendo.

  • poder de los hipervnculos ya se estabafrenando incluso antes de ir yo a la crcel. Su

    mayor enemigo era una losofa que combinaba dosde los activos ms poderosos y sobrevalorados denuestros tiempos: la novedad y la popularidad,reejados por el dominio de los jvenes famosos enel mundo real. Esta losofa es la Corriente.

    Ahora la Corriente domina la forma en la que lagente recibe informacin en la web. Hay menosusuarios leyendo webs directamente pero, sinembargo, se alimentan de un ujo de informacininterminable que es recogido para ellos poralgoritmos complejos. Y secretos.

    La Corriente implicaque ya no necesitasabrir tantas pginasweb. No necesitasmuchas pestaas. Nisiquiera necesitas unexplorador. AbresTwitter o Facebook en

    tu smartphone y navegas desde all. La montaa havenido a ti. Los algoritmos te lo dan todo. Predicenlo que te gustara ver de acuerdo con lo que t o tus

    El

  • amigos habis ledo o visto antes. Y sienta muy bienno tener que perder tiempo buscando cosasinteresantes en un montn de sitios web.

    Pero, estamos perdindonos algo? Qu estamoscambiando por esta eciencia?

    En muchas aplicaciones, los votos que emitimoslos Me gusta, los +1 , las estrellas, loscorazonesestn ms relacionados con losavatares bonitos y con el estatus de famoso que conla esencia de lo publicado. Un prrafo brillante deuna persona de aspecto comn, se puede quedarfuera de la Corriente, mientras que las divagacionesestpidas de cualquier famoso obtienen repercusininstantnea en Internet.

    Los algoritmos en los que se basa la Corriente, nosolo equiparan la novedad y la popularidad con laimportancia, tambin tienden a mostrarnos mscosas parecidas a las que ya nos han gustado. Estosservicios escanean cuidadosamente nuestrocomportamiento y construyen delicadamentenuestros feeds con los posts, fotos y vdeos que creenque nos pueden gustar ms.

  • La popularidad no es mala en s misma, pero tienesus propios peligros. En una economa de libremercado, los productos de baja calidad con preciosequivocados estn condenados al fracaso. A nadie lemolesta cuando quiebra una tranquila cafetera deBrooklyn que ofrece un mal caf con leche y cuyoscamareros son maleducados. Sin embargo, las

  • opiniones no estn hechas de la misma pasta quelos productos o servicios. No desaparecen cuandoson impopulares o malas. De hecho, la historia haprobado que muchas grandes ideas (algunas deellas malas) han sido bastante impopulares duranteun tiempo y, precisamente, este estatus demarginalidad ha sido el que las ha reforzado. Lospuntos de vista minoritarios se radicalizan cuandono pueden expresarse ni son reconocidos.

    Hoy la Corriente domina la forma en la que seorganiza la informacin en los medios digitales. Esten todas las redes sociales y tambin en lasaplicaciones mviles. Desde que sal en libertad,cada vez que me doy la vuelta, veo la Corriente. Ycreo que no pasar mucho tiempo antes de queveamos cmo las webs de noticias organizan todosu contenido basndose en los mismos principios.Hoy, la prominencia de la Corriente no solo sesgagrandes partes de Internet independientemente desu calidad, tambin traiciona la diversidad queoriginalmente estaba prevista en la World WideWeb.

    me cabe duda de que la diversidad detemas y opiniones online ahora est menosNo

  • presente que en el pasado. Ideas nuevas, distintas ydesaantes hoy quedan suprimidas por las redessociales porque sus estrategias de ranking priorizanla popularidad y la habitualidad. (No me extraaque Apple est contratando a editores humanospara su nueva app). Pero la diversidad se estviendo reducida de otras formas y con otrospropsitos.

    Una parte es visual. Es cierto que todos mis posts enTwitter y Facebook se parecen a un blog personal:ordenados de forma cronolgica inversa, en unaweb especca, con URLs directas a cada post. Perono tengo apenas control sobre su aspecto y apenaspuedo personalizarlo. Mi pgina debe tener unaspecto uniforme, el que los diseadores de la redsocial deciden por m.

    Esta centralizacin de la informacin tambin mepreocupa, porque hace que sea ms fcil quedesaparezcan cosas. Despus de mi arresto, miservicio de hosting cerr mi cuenta porque no podapagar la cuota mensual. Pero por lo menos, tena unbackup de todos mis posts en la base de datos de mipropio servidor. (La mayor parte de las plataformasde blogs te dejaban transferir los posts y archivos atu propio espacio web, hoy, sin embargo, la mayorade plataformas no te permiten hacerlo.) Aunque yo

  • no lo hiciera, el archivo de Internet podra guardaruna copia. Pero, qu pasa si alguien cierra miscuentas de Facebook o Twitter por cualquiermotivo? Estos servicios puede que no mueran acorto plazo, pero no es difcil imaginar que un da,muchos de estos servicios estadounidenses podrancerrar las cuentas de cualquier iran comoconsecuencia del actual rgimen de sanciones. Siesto pasara, quiz podra descargar mis posts dealguno de estos servicios, y asumamos que estebackup podra ser fcilmente importado a cualquierotra plataforma. Pero, qu pasa con la URL nicade mi perl en esta red social? Podra reclamarlams tarde, cuando alguien la hubiera usado?Tambin los dominios cambian de manos, pero sugestin es ms sencilla y transparentesobre todoporque existe una relacin nanciera entre elvendedor y t que hace que este proceso sea menospropenso a decisiones repentinas y pocotransparentes.

    De cualquier forma, lo que ms asusta de estacentralizacin de la informacin en la era de lasredes sociales es otra cosa: estamos perdiendopoder con respecto a gobiernos y corporaciones.

    La vigilancia se impone cada vez ms en nuestras

  • vidas civilizadas yadems, empeora amedida que vapasando el tiempo. Lanica forma demantenerse al margende este vasto aparatode vigilancia seraentrar en una cueva ydormir, aunque nopuedas hacerlo

    durante 300 aos.

    Al nal tendremos que acostumbrarnos a serobservados y vivir con ello y, lamentablemente, notiene nada que ver con nuestro pas de residencia.Irnicamente, los estados que cooperan conFacebook y Twitter saben mucho ms sobre susciudadanos que aquellos en los que, como Irn, elestado mantiene un frreo control sobre Internetpero no tiene acceso legal a las empresas de mediossociales.

    Sin embargo, ser controlado asusta ms que sermeramente observado. Cuando Facebook puedaconocernos mejor que nuestros padres con solo 150Me gusta y mejor que nuestras mujeres con 300Me gusta, el mundo ser bastante previsible, tanto

  • para los gobiernos como para los negocios. Yprevisibilidad signica control.

    os iranes de clase media, como la mayora delas personas en este mundo, estn obsesionados

    con las nuevas tendencias. La utilidad o la calidadde las cosas normalmente pasa a segunda posicincon respecto de su ultramodernidad. En losprimeros aos 2000, escribir blogs te haca guay ymoderno, alrededor de 2008 apareci Facebook yluego Twitter. Desde 2014 el hype est en Instagramy nadie sabe qu vendr despus. Pero, cuanto mspienso en estos cambios, ms me doy cuenta de queincluso mis preocupaciones podran haber estadomal encaminadas. A lo mejor me estoypreocupando por lo que no debo. A lo mejor no esexactamente la muerte del hipervnculo o lacentralizacin.

    A lo mejor es que el texto mismo es el que estdesapareciendo. Despus de todo, los primerosvisitantes de la web pasaban el tiempo leyendorevistas online. Despus vinieron los blogs, despusFacebook, despus Twitter. Ahora mismo, loslugares donde la gente pasa la mayor parte de sutiempo son los vdeos de Facebook e Instagram y

    L

  • SnapChat. Cada vez hay menos texto que leer en lasredes sociales y ms y ms vdeo para ver y ms yms imgenes para mirar. Estamos siendo testigosdel declive de la lectura en internet a favor de ver yescuchar?

    Est esta tendencia impulsada por un cambio enlos hbitos culturales de la gente? O est la gentesiguiendo las nuevas normas de las redes sociales?No lo ses algo que tendrn que averiguar losinvestigadorespero parece que estamosreviviendo viejas guerras culturales. Despus detodo, la web comenz imitando los libros y fue asdurante muchos aos, estaba fuertementedominada por texto, por hipertexto. Los motores debsqueda invirtieron mucho en estas cosas y semontaron empresas enterasmonopolios enterosdebido a ello. Pero esto est cambiando con elcrecimiento exponencial del nmero de escneresde imgenes, fotos digitales y videocmaras. Lasherramientas de bsqueda comienzan a aadiralgoritmos avanzados de reconocimiento deimgenes; es hacia donde est uyendo el dinero dela publicidad.

    Pero la Corriente, las aplicaciones mviles y lasimgenes en movimiento, todas ellas nos marcan elcamino de un Internet-libros hacia un Internet-

  • televisin. Parece que hemos pasado de una formano lineal de comunicacincon nodos, redes yenlaces a una lineal, centralizada y jerrquica.

    Cuando se invent, la web no se concibi como untipo de televisin. Pero, nos guste o no, cada vez seest pareciendo ms a la TV: lineal, pasiva,programada e introspectiva.

    Cuando me conecto a Facebook es como encendermi televisin personal. Lo nico que necesito esdesplazarme: nuevas fotos de perl de mis amigos,piezas de opinin cortas sobre temas de actualidad,enlaces a nuevas historias con titulares, publicidady, por supuesto, vdeos que se autorreproducen. Devez en cuando hago clic en Me gusta o en elbotn de compartir, leo los comentarios de la genteo me animo a dejar uno, o abro un artculo. Perome quedo dentro de Facebook, que sigueretransmitindome lo que se supone que me puedegustar. Esta no es la web que yo conoc antes de ir ala crcel. Este no es el futuro de la web. Este futuroes la televisin.

    . . .

    A veces pienso que quiz me estoy volviendodemasiado estricto a medida que envejezco. Tal vez

  • todo esto es la evolucin natural de la tecnologa.Pero no puedo cerrar los ojos a lo que estpasando: una prdida de poder intelectual y dediversidad y en el gran potencial que podra teneren estos tiempos difciles. Antes, la web erapoderosa y lo sucientemente seria para que yoterminara en la crcel. Hoy parece poco ms quepuro entretenimiento. Tanto, que ni Irn se tomaalgunasInstagram, por ejemplotan en seriocomo para bloquearlas.

    Echo de menos cuando la gente se tomaba sutiempo para exponerse a opiniones diferentes y semolestaba en leer ms que un prrafo o 140caracteres. Echo de menos los das en los que podaescribir cualquier cosa en mi propio blog ypublicarlo en mi propio dominio sin necesidad deutilizar el mismo tiempo para promover estecontenido en un montn de redes sociales; cuandoa nadie le importaban los Me gusta y loscompartidos.

    Esta es la web que recuerdo de antes de ir a lacrcel. Esta es la web que tenemos que salvar.

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