la verdad - injusticia en el caso...
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La verdad
descubierta
por el
tiempo
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Caso Parras
Homicidio de Patricia Cortés Hernández
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Tras su muerte:
Dieciocho años
Tres Gobernadores
Cinco Procuradores de Justicia
Ocho Agentes del Ministerio Público
Un juzgado en materia penal
Un juzgado de Distrito
Un tribunal Colegiado de Circuito
Un Supremo Tribunal de Justicia
Y, un común denominador:
La impunidad
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Ésta fue la investigación oficial
El 31 de agosto de 1991, quedó marcado en la memoria de mucha gente de la localidad y sobre todo de nuestra familia, ese día tu mamá fue salvajemente asesinada.
El Agente del Ministerio Público adscrito a la Policía Judicial del estado Marco Antonio Rivera Campos,
encabezó la averiguación previa 2075|91 por la comisión del delito de Homicidio Intencional en agravio de Patricia
Cortés Hernández contra quien resultase responsable.
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Ese mismo día, se emitió un dictamen de Criminalística por peritos de la Procuraduría en donde de manera
categórica, en su apreciación inicial sostuvieron que un indigente-limosnero como le llamaron, había sido el que
entró a la casa, atacó a tu mamá en la sala, abusó sexualmente de ella, la amarró y luego la mató… también
dijeron que luego de cometer tal atrocidad utilizó los servicios de la vivienda y desapareció.
Pero no hay crimen perfecto, sino malas investigaciones.
El acceso al domicilio no fue violentado, las huellas de
violencia se localizaron en la recámara, en donde se encontró a mi hija Patricia sin vida y en su cuerpo no hubo manifestación alguna de haber sido propasada
sexualmente.
Así las cosas, tiempo después se logró determinar que el supuesto limosnero no utilizó el baño y mucho menos se
hizo de comer…
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Impunidad anunciada
Cuando recién tuvimos noticia del fatal desenlace, estando en casa de tu tía Sandra que vivía casi enfrente de ustedes, un elemento de la Procuraduría del que por el momento que estaba pasando no pude identificar plenamente, me sugirió dispensar la autopsia que por ley se realiza en éste
tipo de acontecimientos.
Como yo era conocido por ser empresario del transporte urbano y presidente de una línea de camiones, el sujeto se
dirigió a mi persona indicándome: “Señor Cortés, por tratarse de usted si gusta no le hacemos la necropsia a su hija, nada más me firma estos papeles para que se haga su
voluntad…”
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Dicha propuesta yo la rechacé sin pensar siquiera lo importante que sería el llevarla efecto para esclarecer los hechos y localizar así al responsable de la muerte de tu
madre.
Lo raro en todo esto apenas comenzaba, ¿por qué se dirigieron a mí y no a tu papá?
Un rato después llegó Rafael, al que yo creí que habían
detenido como principal sospechoso porque cuando arribé al domicilio de mi hija Sandra, lo tenían dentro de una
patrulla municipal.
Tuvimos un cruce de miradas y a través del vidrio me dijo: “me la quitaron, me la quitaron…”, según él angustiado.
Después no supe el motivo, ya estaba en la casa de Sandra, casi frente al lugar del crimen. Se quedó parado recargado
en la pared, evadiéndome en todo momento. Se encontraba sollozando cuando llegó su mamá
acompañada de su papá.
Su madre se le acercó discretamente y en voz moderada exclamó: ¡Ya mi hijito, no te preocupes, todo va a salir
bien…!
¡Qué era lo que tenía que salir bien, si mi hija estaba
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muerta y ya no había nada qué hacer!
Esa frase que aún cala hondo en nosotros, se refería a lo que descubrimos tiempo después.
El dictamen de Necropsia se realizó en el anfiteatro del
DEMEFO a las 4:35 de la tarde de ese 31 de agosto y entre tanta información que se desprende de un estudio como
ese, los doctores Aurelio Núñez Salas y Guillermo Avendaño Muñoz oficialmente determinaron que Patricia Cortes Hernández tuvo una muerte violenta producida por estrangulación, que el cuerpo estaba en total rigidez y que
existió semen en la cavidad vaginal.
La violación
”Los resultados de laboratorio están
relacionados con una probabilidad que en ocasiones es suficiente para establecer una
prueba de culpabilidad o inocencia”
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La presencia de semen en la cavidad vaginal de mi hija, provocó el desenfreno de la psicosis de todo el que se
enteró de la noticia. Todavía no la sepultábamos y ya se rumoraba acerca de un violador asesino que andaba por las
calles en busca de su próxima presa.
En un examen llamado Himenograma y Anograma que le fue practicado al cuerpo ya sin vida, los doctores antes
mencionados, a simple vista, a manera de especulación y sin cautela, aseguraron haber dado positivo para semen en la cavidad vaginal. En definitiva: fue violada. Sin embargo, el resultado de los químicos que practicaron el examen al muestreo levantado en el lugar de los hechos y los de ella
propios, fue emitido dos días después cuando ya se le había dado sepultura.
Queremos que te quede claro Jorge Rafael, que la certeza
de haber localizado líquido seminal en el cuerpo de tu mamá, no la hacía merecedora de esas aseveraciones que
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dramatizaron aún más las condiciones del homicidio. Si existió semen pero no fue violada.
Ese mismo día tu padre Rafael aseguró haber tenido una
conversación secreta con el director de Servicios Periciales de la Procuraduría y lo platicó así:
“…Fue éste, Lechuga, el doctor Lechuga. Yo platiqué con él. El me preguntó ¿Tuviste anoche relaciones con tu
señora? Luego que dije que si, me dijo: “No digas nada que tuviste relaciones anoche porque si dices pueden decir que
no hubo violación, entonces a la hora que detengan al fulano le van a echar menos, menos años o menos cárcel.
No digas que tuviste relaciones anoche con ella para que el semen que aparezca sea del fulano y no vaya a haber
alguna discrepancia”...
¿Porqué el doctor Aguilar Lechuga no desmintió la
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opinión vertida por tu padre?
¿Por qué se prestó a alterar el expediente?
Video.
Como de película
Dos días después del asesinato, en un programa de radio llamado Buenos Días Aguascalientes, fue entrevistado el ya
fallecido, entonces Procurador del Estado licenciado Humberto Pérez Macías, quien textualmente narró una
película insólita…
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“En primer lugar, dijo, se trata de un acto brutal fuera del esquema del crimen común. Es un sujeto que arremete
contra la señora, la ata, le destroza la tráquea, la asfixia, la viola, todo estando al lado el hijo de la señora,
un pequeño de siete meses al que se encontró llorando.
Después de cometer los delitos, se baña, se cambia de ropa y usa la ropa del esposo de la finada. Se sienta,
fuma dos cigarrillos, pasa a la cocina, se prepara huevos fritos los que se come.
Deja unos tenis usados que eran de él, se lleva una
grabadora y probablemente una máquina de contabilidad…”
A finales de octubre de ese mismo año, siendo director de la Policía Judicial del Estado el general José Luis
Domínguez Valdez solicitó al primer comandante de la corporación Arturo Estrada Carreón que se evocara a una
serie de investigaciones relacionadas con violaciones que se habían estado sucediendo en la ciudad.
Obró entonces en su poder, el expediente incompleto del
Caso Parras como se le llamó para su identificación y solicitó ante sus superiores se le practicara la prueba de
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ADN a tu padre Rafael quien desde entonces apoyaba la teoría de que un limosnero había violado y matado a tu
madre.
Lo que se pretendía era que a partir de las pruebas recopiladas por los peritos en el lugar de los hechos, de las tomadas al cuerpo de tu mamá y de las que resultaran de los exámenes que se le practicarían a tu papá, se pudiera
deslindar el hecho de la violación.
Pero esta propuesta no dio fruto debido a que en ese entonces, realizar un examen de ADN era cuestión de primer mundo y se tendrían que mandar las muestras a
Estados Unidos con un costo que ascendía a los 10 millones de pesos de ese entonces,
más los gastos de los peritos de la Procuraduría quien no pudo generar esa erogación y simplemente los análisis
nunca se llevaron a efecto.
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El día 3 de diciembre de ese mismo año, se le informó al gobernador del estado, al también finado ingeniero
Miguel Ángel Barberena Vega que se había procedido a la detención de 20 personas, que reunían las características
del limosnero a quien se señalaba como presunto responsable del homicidio, pero ninguno fue identificado
plenamente por los testigos. Y que también se tenía detectado en la ciudad de Durango, a
un sujeto que contaba con antecedentes penales por violación y asalto en esta ciudad y al cual los agentes de la
judicial habían ido a entrevistar.
Fuera de la jugada
Como regalo de reyes del año 1992, el gobernador del
estado nombró como Procurador de Justicia del Estado al Licenciado Efrén González Cuéllar quien tenía relación
muy cercana con la familia de tu padre y quien a decir de él mismo, siempre lo ayudó…
Video.
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Y cómo por arte de magia, 52 días después, el 2 de marzo, el sub procurador de investigaciones del estado, licenciado Alfonso Ramírez Calvillo determinó “archivar en reserva” las diligencias de la investigación de la muerte de mi hija porque no existían elementos suficientes para ejercitar
acción penal contra un probable responsable de su asesinato.
Entonces ¿porqué si Efrén González siendo Procurador de Justicia, siempre auxilió a tu padre según su propio dicho y
teniendo como su subalterno el licenciado Ramírez Calvillo, no le evitó a éste que archivara el expediente?
O ¿sería ésta la forma de ayudarlo?
Ver evidencias
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Situación incómoda
Pasado el tiempo nosotros seguimos conviviendo con tu papá y tú eras el motivo. Esa relación luego de la
muerte de tu mamá, hizo aumentar nuestra sospecha de que algo tenía que ver él en la comisión del ilícito,
sospecha que quedó instaurada desde el día del crimen cuando comandantes y agentes de la policía lo referían.
Y sí… tu padre Rafael Murillo González nunca mostró un interés real por esclarecer lo acontecido. Echó para abajo
el trámite de pensión del Seguro Social que te correspondía a ti y que te respaldaría de manera económica hasta el día
de hoy que cumples tu mayoría de edad.
Y ¿Sabes por qué? Porque como única condición era hacer una investigación acuciosa del crimen… y prefirió perderlo
todo.
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El detective
Pláticas entre gente muy cercana me hizo decidir la búsqueda de un investigador privado que ya tenía
conocimiento del caso por haber trabajado en la Policía Judicial durante muchos años y que lo respaldaba el haber sido director de esa institución policíaca. El comandante
Arturo Estrada Carreón.
Tan pronto como empezó a trabajar en el expediente, llevó a efecto dos entrevistas interrogatorio a tu papá con
la intención principal de evaluar su dicho y en caso de encontrarlo responsable ver la disponibilidad que tuviera
este para declarar ante la autoridad competente.
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En los primeros resultados, no faltó quien hiciera algún
comentario a externos y se publicó en el periódico Hidrocálido la presunta responsabilidad de Rafael Murillo
como homicida de tu madre.
Cuando éste se enteró de lo dicho en el diario se presentó fuera de sí en nuestra casa y de manera amenazante nos
advirtió que “… dejáramos las cosas en paz porque se iba a llevar a mucha gente entre las patas…”
El dolor tan grande por la pérdida de Patricia nunca nos hizo desistir. Creíamos que la justicia habría de llegar en cualquier momento… pero mientras esto sucedía y con nuevas esperanzas de que nos hicieran caso, en junio de
1996 me volví a presentar ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Aguascalientes para aportar nuevos elementos probatorios que apoyarían a la investigación y
desempolvarían el expediente.
Cual sería mi sorpresa cuando la agente del ministerio público en turno la licenciada Ivonne Guerrero Navarro me informó tan claro como te lo manifiesto: “que para recibir nuevos elementos de prueba necesitaba línea de
arriba…”
En ese momento fungía como Procurador del Estado el
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finado licenciado Luis Flores Vázquez quien de manera velada se dedicó a objetar cualquier evidencia presentada
por nosotros.
Análisis Militar
Tu tío, de ocupación militar con residencia en la ciudad de México y trabajando en ese tiempo en las oficinas de la Defensa Nacional, a petición mía, solicitó a sus amigos instruídos en Criminalística, para que analizaran lo que hasta esa fecha se tenía en el expediente; resultado que
hicimos llegar al titular de los Derechos Humanos, licenciado José Silva Badillo quien a manera de comentario
en corto manifestó que era un magnífico trabajo.
Ver evidencias
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También se le hizo llegar al Ministerio Público y no hubo
quien tomara en cuenta el resultado del mismo.
Todo quedó instalado justo dentro de su lógica de proteccionismo, porque de no haber sido así, de
inmediato se hubiera turnado el expediente al juez.
Y las cosas no cambiaron, el titular de la PGJE siguió en su postura de que no existían pruebas suficientes en contra
del victimario de mi hija.
Fuera de quicio
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Durante el mismo periodo de tiempo, tu papá volvió a
perder el control de sus emociones puesto que una tarde de ese mismo mes, se presentó en la oficina del investigador Arturo Estrada y aunque quiso hacerlo de
manera cautelosa, no tenía nada que hacer allí…
Cuando el detective se percató de su presencia, activó de inmediato un audio casete y grabó la conversación que en ese momento se generó y donde no sabemos si en forma
de soborno, intento de burla o persuasión para que ya se detuviera la indagación preguntó:
¿Porqué así como tu investigación apunta hacia mi, no haces otra que diga que no fui yo?
Mientras tanto el fiscal Flores Vázquez seguía haciendo de las suyas. Un buen día llamó a la prensa y al reportero de la fuente policiaca del periódico El Heraldo de Aguascalientes
le aseguró: “…No cederé a presiones para dirigir la investigación hacia
una determinada persona. En ese tiempo el titular de la Procuraduría era Humberto Pérez Macías y como
comandante del grupo de homicidios se encontraba precisamente Estrada Carreón que si en su tiempo no
logró resolver el caso, hoy está atizándolo, dirigiendo línea
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concreta hacia el esposo de la contadora porque, según él, es el autor del crimen. No hay indicios directos hacia
Rafael Murillo González en la indagatoria…”
Ya eran cinco años
El 30 de agosto de 1996, a sólo un día de que se cumplieran 5 años de cometido el homicidio, el diario
El Sol del Centro publicó una entrevista con el Procurador que no quitaba el dedo del reglón en el asunto.
“Localizan a la testigo clave del Caso de la mujer asesinada en Parras”, versó el encabezado, y el funcionario dueño de
la situación afirmó:
“…La única testigo que trató al homicida es la parte fundamental del drama. El asesino, un depravado sexual
tenía tiempo de merodear el fraccionamiento Parras,
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dándose cuenta de que la testigo como su vecina, ahora occisa, se quedaban solas porque sus maridos se iban a trabajar, aprovechó para el asedio y el acoso con
miras a la sexualidad. Desgraciadamente a la que le tocó mala suerte fue a Patricia pues su vecina cuando llegó el
presunto responsable a ofrecer sus servicios para componer el aljibe, no aceptó que penetrara, lo que si hizo la hoy
occisa y esa fue su perdición. Además ni siquiera la estrangularon, murió por asfixia…”
Y así siguió este funcionario con declaraciones a uno y
otro medio de comunicación.
Esta situación logró que en el editorial del Periódico El Heraldo de Aguascalientes, dentro de la columna “Tiempo
sin Tregua” se estableciera: “… Así, las autoridades se quedaron con la teoría de un
violador desconocido que entró por la fuerza o por voluntad de la ocupante de la casa marcada con el 115 de la calle Parras del fraccionamiento del mismo nombre a recoger algunas herramientas para hacer un trabajo de
albañilería y cometió el artero crimen. Si la Procuraduría actúa con el interés de la ley por delante, sin reaccionar a
agresiones, no habrá quien se oponga para que el ministerio público reciba los documentos periciales que
son contrarios a los dictámenes oficiales, los valore con la comparecencia de los firmantes y de encontrar que son
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elementos suficientes consignarlo ante la instancia judicial, pues tendría que hacerlo. Esto daría un vuelco al caso
Parras y tomaría otro derrotero. Sería una forma fehaciente de demostrar que no hubo violador…”
El servidor público no sabía ni que decía. Su enojo
principal era personal con el investigador Estrada Carreón con quien tiempo atrás había tenido un desatino
importante, pues cuando se desempeñó como titular de la Policía Judicial del Estado, lo acusó
públicamente de ser líder de una banda de roba carros y lo cesó de su puesto sin haber siquiera un indicio en su
contra.
El comandante dio la cara ante la sociedad y nunca se le pudo comprobar lo imputado por el funcionario. Además
en su trayectoria policial de casi 15 años, nunca fue comandante del grupo de Homicidios.
Siempre cuestionamos el hecho de que muchos funcionarios que se atrevieron a dar su versión al respecto nunca tuvieron a la vista el expediente, así que no tenían las bases suficientes siquiera para hacer un comentario. El mismo Luis Flores Vázquez fue víctima de su ignorancia
cuando dijo que a tu mamá “…ni siquiera la estrangularon, sino que murió por asfixia…”sin percatarse
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que en el resultado de la necropsia se lee“…la muerte violenta se debió a la asfixia por estrangulación…”
Sin embargo, el caso se ventiló mucho en los medios de información local pero el proceso legal siempre estuvo
lleno de trancas, entrampado…
Y de manera contundente de nuestra parte contestamos a los señalamientos del Procurador y en el diario El
Hidrocálido logramos un encabezado audaz:
“…El fiscal Flores Vázquez es el gran obstáculo para esclarecer el crimen del fraccionamiento Parras. Aunque tiene recomendación de la Procuraduría de Protección
Ciudadana de reabrir el expediente, se ha negado a recibir pruebas y testimonios del padre de la occisa.
En lugar de cumplir con su obligación, ha tratado de
desviar la atención de la comunidad al ofrecer conferencias de prensa que a nada conducen. Los crímenes de manera científica se pueden esclarecer aún pasados los años…”
Seguimos sorteando obstáculos y el 11 de septiembre en la
agencia del Ministerio Público No. 6 fueron recibidos nuevos elementos de prueba cuando el detective privado
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Arturo Estrada Carreón en calidad de perito en criminalística, presentó ante la autoridad dos entrevistas
interrogatorio filmadas en video casero que señalaban por dicho propio como probable
responsable a tu papá Rafael Murillo.
Cuatro meses después fueron refutados bajo pretexto de que se habrían de turnar ante un nuevo juzgador.
Es importante, que te quede claro que el trabajo de
investigación no fue hecho al vapor. Esas entrevistas que a cámara escondida fueron realizadas a tu papá se analizaron científicamente mediante una técnica llamada Kinesis que
se practica en la milicia estadounidense y por la que se obtiene con éxito
confesiones criminales a partir de la interpretación del lenguaje corporal y del análisis de respuesta aún cuando el
individuo esté predispuesto a no confesar mediante un dicho.
De cuerdo a los rasgos fundamentales de la entrevistas, el
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mismo manejó nombres, incurrió en discrepancias y afloró compromisos. Entre otras muchas dijo que como cosa
curiosa el día en que descubrió el cadáver de tu madre aún sin saber nada, él ya estaba nervioso…
Que así como la había dejado por la mañana, la vio y se supone que él la debió dejar con vida… Por otra parte
asegura que no fue el limosnero el que la mató, que no es por allí la situación… Primero dice que si hubo violación, que la amarraron, la tuvieron que golpear y luego violado y matado… y que fue alguien conocido que tuvo el valor
de entrar a la casa para noquearla porque traía golpes en la cabeza y en la tráquea, que de
hecho por eso murió, por asfixia porque aparentemente la golpearon contra el respaldo del… titubea -¿colchón?-y corrige de la sala… Que una ex amiga de tu mamá pudo haber contratado a un fulano para que la violara y tuviera
problemas con él y causarle un divorcio…
Que las trusas encontradas en el baño no era porque el fulano se había bañado, que las trusas eran de él, que ese
día él se había bañado y que le hicieron mucho al cuento… Que ese día el ni lloró, que no le salieron
lágrimas durante todo ese día… Que cuando llegaron los de la judicial apenas con el conocimiento del hecho ya lo
señalaban a él como el principal sospechoso… Que el licenciado Efrén González Cuéllar, Procurador de
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Protección Ciudadana y posteriormente Procurador de Justicia del Estado de Aguascalientes y compadre de sus papás, siempre lo ayudó para que no le hicieran
exámenes de ningún tipo… Pero más tarde dice que no, que tu madre no fue violada, que el semen encontrado en
su vagina era de él, de tu padre.
Que eso de sostener lo de la violación era un acuerdo con el director de Servicios Periciales para que cuando se
localizara a un culpable se le dieran más años por homicidio y violación…
Lo cierto es que la técnica de la Kinesis puede leer a la
persona como a un libro. Al momento de conducirse, todo tiene que ver, la manera
de contestar, de su nariz, de la posición de las manos, si están en la cabeza o encima de ella, del tronco, de los brazos, de las piernas, de la inclinación del cuerpo…
Todo se puede leer y tiene una traducción, aclarando que la práctica de un interrogatorio kinésico en ocasiones es
determinante y en otras se convierte en parte de un
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rompecabezas para lograr el esclarecimiento de un hecho fatal.
Para entonces como viacrucis, ya nos habían cambiado por
tercera ocasión de agente del Ministerio Público, ahora era la abogada María Eugenia Álvarez quien al
desconocer la técnica mencionada, mostró reticencia a la traducción de los videos que entrarían como indicio no como prueba plena, no hizo válido el hecho de que una
conducta no verbal puede proporcionar una visión interna de los sentimientos no importa lo que se pueda estar
expresando con palabras.
Beatriz Eugenia Álvarez, fue la tercera autoridad por la que desfilaba el expediente en tres meses y ocho días luego de
reabierta la investigación. Al menos recibió los documentos, pero no los turnó al juzgado.
Horas después de que fueran recibidos los documentos junto con el investigador, ofrecí una conferencia de prensa
a los medios de comunicación que se
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encontraban en el edificio de la Procuraduría General de Justicia y el contenido de la información fue
contundente:
El periódico El hidrocálido lo tradujo así:
“…Solucionado el crimen de Parras. Un familiar íntimo es el matón.
Arturo Estrada Carreón resolvió el caso pese a la oposición del fiscal, la PGJE obligada a detenerlo
y presentarlo de inmediato a un juez…”
El contenido de la nota versó: “…Se descarta el robo como móvil del homicidio. Se descarta la violación y la supuesta intervención del limosnero que durante mucho tiempo
fue señalado como presunto homicida. Se demuestra que una persona muy allegada a la víctima fue quien la
ultimó. El limosnero si existió pero nunca entró a la casa de la víctima, las cosas que la vecina le entregó fueron
colocadas estratégicamente por el asesino con el propósito de desviar las investigaciones.
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Se reafirma la teoría, con el estudio de tiempo de muerte al momento de la necropsia y a partir de los signos
tanatológicos que presentó el cadáver, Patricia Cortés tenía a entre doce y quince horas de muerte al momento
de la auscultación.
El diario El Sol del Centro destacó:
“…El criminal de Parras tiene que caer. Piden reconstruyan los hechos. El martes, el marido de la occisa declarará y
habrá nuevos indicios…”
El periódico El Heraldo de Aguascalientes:
“…Ahondan las investigaciones sobre el crimen de Parras…”
Mientras tanto el fiscal, ciego y sordo a lo que acontecía a
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su alrededor, afirmó que los datos aportados ante el Ministerio Público no ofrecían nada nuevo a la
investigación.
El 24 de septiembre tu padre tuvo que presentarse ante el agente del ministerio público y aunque se le aplicó un interrogatorio carente de elementos suficientes para
agotar la línea de investigación, siguió mostrando situaciones que aumentaron la sospecha de su
participación en la autoría material del crimen de mi hija.
Describió perfectamente la ropa que usó tu mamá un día antes de que fuera encontrada sin vida y aunque pasó la
noche, ella no se cambió de ropa, de allí la sospecha de que ni siquiera se acostó a dormir.
Que después de tener relaciones, se quedó portando un camisón del ratón Miguelito mismo que nunca apareció
en la escena del crimen.
A su salida de casa la mañana del 31 de agosto no recordó haber saludado a nadie, pero su vecina de casa Constanza
Mercado Becerra afirmó que apenas sí saludó y que ese día Patricia no salió a despedirlo como a diario acostumbraba.
También comentó que estuvo en el despacho de
contadores en donde trabajaba pero el contador del
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despacho con el que tuvo cita esa mañana, aseguró que nunca acudió al compromiso.
Que cuando llegó a la casa encontró a tu mamá muerta, semi-desnuda y la base de la cama sólida y a ti en el suelo
al lado contrario de tu mamá.
Otra de sus grandes equivocaciones es que define que “el día posterior a los hechos cuando llegué…”¿cómo es
posible que el evaluador del dicho no se diera cuenta de que en su declaración manifestó la frase “… el día
posterior…”, si se supone que cuando él salió por la mañana tu madre todavía estaba viva?
Dijo también que a ti te había buscado y que te había encontrado al otro lado de la cama, que te recogió y que te fue a llevar a la casa de una de sus hermanas
vecina del fraccionamiento, a unas cuadras de la casa.
¿No era mucho más lógico haberse atravesado la calle y dejarte en casa de tu tía Sandra, hermana de tu madre
quien vivía casi enfrente?
¿No era más importante que fuera tu tía Sandra por ser hermana de tu madre la primera en saberlo todo?
Bueno actuó así, tal vez porque era como lo rezaba el plan
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a llevarse a cabo.
La vecina Constanza también nos hizo reflexionar. Ella que colindaba pared con pared con la casa en la que ocurrió el
asesinato y que no abandonó su domicilio ni un momento durante esa mañana, dice no haber escuchado signos de un ataque violento pero que si te escuchó llorar
gran parte de la mañana y que a diferencia de ese día tu mamá no te atendió, que por lo regular se escuchaba
como te hablaba y te consolaba y que cuando llegó tu papá y se descubrió todo, se oyeron
perfectamente los golpes y portazos antes de que se presentara con ella a decirle que tu madre había sido estrangulada cuando ni siquiera la necropsia se había
llevado a efecto.
A estas alturas del partido, contundentemente te puedo demostrar que no existió limosnero alguno, que sólo fue una persona habilitada con peluca y disfraz para recabar
los utensilios con la vecina Constanza y ya teniéndolos en su poder entregárselos a Rafael para que los hiciera aparecer
dentro de su casa.
El que seguía haciendo gala de que sólo sabía que no sabía nada, era el fiscal Flores Vázquez quien al titular
del programa radiofónico Buenos Días Aguascalientes, Alberto Viveros Lozano le sostuvo una vez más la teoría
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del limosnero, asegurando que ya no se podía hacer nada por la distancia de años con el acontecimiento.
Pero minutos después en el programa de radio Clave 860, a su conductor José Luis Morales Peña sin objeción alguna
dijo que el autor material del homicidio había sido un violador-albañil-karateca-ex policía por la forma en que
tu mamá fue asesinada.
Mi paciencia estaba acabando porque el tiempo transcurría sin que el expediente fuera turnado al juzgado penal, para nosotros, la familia de tu mamá no nos quedaba duda de
quien era el asesino y queríamos que fuera apresado.
Los mismos diarios locales nos dieron todo el apoyo y exhibieron que la fiscalía lo estaba protegiendo y se
especuló que había otorgado 400 millones de viejos pesos, por su protección.
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Pero también dieron cuenta de un nuevo actor en este caso, acusé al licenciado Efrén González Cuéllar como
encubridor del presunto homicida, quien abiertamente defendió a sus compadres y al propio
doctor Aurelio Núñez en los mismos periódicos, detonando más sospechas.
¿Por qué no les aconsejó mejor que se defendieran ellos
solos?
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¿Por qué Efrén González Cuéllar?
El 7 de octubre de 1996 advertí públicamente: “Si mi ex
yerno quisiera demostrar su inocencia, debería utilizar sus influencias para que la investigación llegue hasta sus
últimas consecuencias y así como él mismo asegura que Efrén González Cuéllar, ex Procurador de Protección
Ciudadana, ex Procurador de Justicia y Ex Secretario de Gobierno, lo ha ayudado en todo momento para casos de menor importancia, pedí que en ese momento interviniera
para que el expediente fuera turnado ante el juez…”
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La sospecha que mi familia tuvo de la pretensión de archivar el expediente es porque quiso encubrir a algunas personas que directamente se vieron involucradas en el
asunto, pues presumimos de que para dar por terminado el caso, en aquel entonces
hubo cerca de 400 millones de viejos pesos que quedaron en manos de funcionarios señalados por el propio asesino,
como el que le aconsejó asegurar que se trataba de una violación… entre otros.
Todo hasta entonces estuvo lleno de maña, a cada testigo
que presentábamos ante el Ministerio Público, el fiscal Flores Vázquez lo quería entrevistar primero y en privado
en su despacho como sucedió con la vecina Constanza Mercado Becerra quien después ya no quiso volver a verter su opinión y quien tuvo la sospecha de que cuando salió tu padre Rafael de la casa ese 31 de agosto, tu madre ya
estaba muerta.
Rafael Murillo siguió hostigando en mi domicilio con el objeto de crear situaciones embarazosas, fue a buscar a mis
hijas y a mis yernos para decir que ya paráramos la investigación porque reiteraba, se iba a llevar “a mucha
gente entre las patas” y que no obstante el dinero que yo pudiera invertir en este asunto, el tenía muchas personas
con la obligación de defenderlo.
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Tiempos violentos
El 10 de octubre de 1996, luego de saberse involucrado en mis señalamientos, Efrén González Cuéllar en entrevista a
un periódico local
El Heraldo de Aguascalientes dijo: “…que la sarta de calumnias en su contra que yo mismo ventilé no tenían fundamento y fueron expresadas de
mala fe. Y todavía se atrevió a decir que las imputaciones que hice eran falsas, que atentaban contra su dignidad y su
honor y que eran producto de un hombre envenenado, obsesionado y esquizofrénico además de mal
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informado...”
No me tardé mucho y publiqué una carta abierta en la que le indiqué al funcionario en cuestión que no era
yo el que lo señalaba deliberadamente como auxiliador del presunto homicida, fue quien le quitó la vida a mi hija, quien lo involucró como su protector en más de una ocasión, pero si me hice responsable de encarar mis
reclamos.
Allí volví a exigir que se turnara el expediente a un juez, ¿Porqué tanta protección? También exhibí a los doctores Aurelio Núñez Salas y Guillermo Aguilar Lechuga como
partícipes de éste complot al alterar los resultados de tiempo de muerte que tenía mi hija y dar posibilidad así de
que apareciera un posible homicida que deslindara de la autoría material a tu padre…
Y sí, sigo siendo un padre dolido, ofendido por el
homicidio de mi hija y mucho más dolido por la tardanza de la justicia.
Como reacción inmediata en la PGJE, nos presentaron a un nuevo Agente del Ministerio Público que conocería del caso, el licenciado Marco Vinicio Cruz Trujillo, quien
de manera inmediata solicitó al ahora finado Carlos Peineman Aguirre, Director de la Policía Judicial del
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Estado que se investigara la denuncia formulada por nuestra parte, pero nuevamente nadie hizo nada.
Fue entonces que producto de la investigación privada
logramos la comparecencia de Armando Torres Molina, amigo el mejor de tu padre y a quien debes conocer. De tu
tío Juan Jáuregui Rincón, su cuñado. De tu tía Blanca Lilia Murillo González, su hermana.
El AMP decía, hay que fortalecer la indagatoria para
cuando sea turnada ante el juez vaya fortalecida y se gire sin problema la Orden de Aprehensión.
Pero el primero de noviembre que nos cambia la jugada,
en la Agencia del Ministerio Público Especial se inició una nueva averiguación previa la
A96 / 07409, pero esta ocasión por disparatado que se pueda escuchar era en contra de mi persona.
El propio Efrén González Cuéllar se querelló por los delitos de calumnias y difamación de honor, exhibiendo además
su dicho:
“…Las declaraciones de Cortés, constituyen una versión mentirosa de cargos delictuosos, actuó con el dolo de
quien se conduce con falsedad… Cuando asumí el cargo de Procurador de Justicia desarchivé el expediente del
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crimen de Parras y después giré instrucciones para que se reinvestigara hasta las
últimas consecuencias. Lo que a todas luces resulta ilógico y apartado de la realidad es que el hecho en el
fraccionamiento Parras ocurrió seis meses antes de que me hiciera cargo de la Procuraduría de Justicia y ya el titular lo
tenía archivado…”
Quizá en ese momento ya hasta le sonaba molesto a la sociedad el pleito personal, pero no me pude quedar sin
hacer algo al respecto y también presenté ante la AMP una contradenuncia de hechos por los delitos de Difamación,
Injurias y Calumnias, y sostengo, nunca he estado envenenado por nadie porque personalmente me volví el
investigador del homicidio de mi hija, tampoco soy un hombre obsesionado ni esquizofrénico, y pude
demostrarle al “líder moral de Aguascalientes” que el expediente se archivó el 2 de marzo de 1992 y nunca
volvió a salir la investigación hasta junio de 1996, por lo que González Cuéllar nunca ordenó recuperar las
investigaciones que al caso Parras se referían y que cuando él llegó a la Procuraduría del Estado -6 de enero de 1992-,
no estaba archivada la averiguación, fue mediante el licenciado Alfonso Ramírez Calvillo que se archivó a los 52
días de estar a su cargo.
Ver evidencias
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Ese primero de noviembre decidí acusar formalmente al
fiscal Luis Flores Vázquez por encubrimiento y protección a quien según las investigaciones se perfiló como asesino
de mi hija Patricia.
El documento lo presenté ante el ejecutivo licenciado Otto Granados Roldán y con fundamento en el artículo 39 de la Ley de Responsabilidades de Servidores Públicos de la Ciudad de Aguascalientes, también lo hice por abuso de autoridad y coalición de servidores públicos, pero a decir verdad no tenía posibilidades de ser siquiera escuchado
porque en ese tiempo todavía no se podían señalar abiertamente las atrocidades cometidas por los intocables
funcionarios públicos.
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Fundamental
El 7 de enero de 1997 fue nombrado Procurador de Justicia del Estado el licenciado José Andrade Ríos quien
19 días después de iniciar sus labores como fiscal, instruyó de manera directa al AMP Marco Vinicio Cruz Trujillo para
que efectuara las diligencias de manera correcta.
El 25 de junio del mismo año, a petición nuestra, se realizó una junta de peritos para debatir las discrepancias
existentes en el tiempo de muerte original.
Los peritos oficiales firmantes de la necropsia debatieron con los doctores Enrique Octavio Torres y Mario Noguez Blancas, médico forense de la PGJ de Zacatecas, el primero
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y Miembro del Consejo Mexicano de Medicina Forense y este último representante personal del reconocido doctor
Ramón Fernández Pérez titular del SEMEFO del DF.
Nuestros peritos, luego de una fiel interpretación de los signos tanatológicos que presentó el cadáver al momento
de su auscultación, defendieron la siguiente posición:
Patricia Cortés Hernández de 28 años de edad, perdió la vida por asfixia por estrangulación y su muerte se efectuó entre las dos y las cinco de la mañana de ese 31 de agosto
de 1991.
Y de aquí se derivó algo fundamental, el doctor Aurelio Núñez Salas, perito de la instancia local modificó su
término inicial y prolongó el espacio de tiempo de muerte mínimo de seis y máximo de ocho horas, episodio que propicio que de nueva cuenta se situara en el lugar del
homicidio a tu padre Rafael, quien según su propia versión abandonó su domicilio aproximadamente entre nueve y
nueve con diez minutos el día de los hechos.
Ver evidencias
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Así era tu padre
El mismo día, en la subdirección del Instituto de Capacitación de la PGJE, el psicólogo Oscar Javier Pérez
Jiménez presentó un reporte importante de unos estudios realizados a tu padre los días 11, 12 y 13 previos.
Lo catalogó como una persona con control de impulsos medio que quiere influir en los demás a pesar de que sus
circunstancias sean desfavorables. Y también se exhibió que tiene conductas obsesivas cargadas de ansiedad y se
sublima como mecanismo de defensa.
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Lo que nos mostró el resultado del especialista fue que Rafael, tu papá esconde problemas profundos que lo llevan a no poder frenar sus tentaciones, emociones e instintos y
siempre trató de causar buena apariencia mostrando sus cualidades positivas para que en un momento de juicio de
su persona saliera bien librado.
Por esto, cuando obraron en mi poder los resultados, quise quitarme de cualquier duda y contraté el servicio de dos profesionales en la materia, especialistas en psiquiatría y salud mental, los doctores Víctor Manuel Aguilar Soria y
Enrique Rosales Acevedo.
Ellos al analizar los resultados que les hice llegar proporcionaron una evaluación reveladora:
Los problemas de celos de tu papá fueron quizá
determinantes para que cometiera el homicidio en contra de tu madre.
Dijeron los especialistas que como familia Murillo Cortés se encontraban en la parte final de su encuentro como pareja y estaban iniciando la etapa de los hijos, pues tu
tenías apenas siete meses de nacido. En su relación, estaban viviendo la etapa de ajuste marital que se vive entre el
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primer y tercer año de convivencia, tiempo en que resurgieron los conflictos del noviazgo con más
intensidad.
Esta mala relación dio como resultado la violencia física, tu papá le pegaba a tu mamá y la violentaba también de manera psicológica.
Eso se pudo demostrar el día de los hechos cuando al hacer la inspección del cuerpo al practicarle la necropsia, mi hija
presentaba manchas verdosas por golpes contusos antiguos de más de tres días de evolución, esos, nada
tuvieron que ver con el atentado que finalizó con su vida.
Jorge Rafael:
Hay unos datos que son muy duros porque son producto de las estadísticas pero tan reales que tú mismo los puedes indagar. Estos nos muestran que la violencia intra familiar
es pan de todos los días en muchos hogares, desgraciadamente, en tu familia había esta serie de
vejaciones de las que nosotros nos enteramos hasta el día en que le realizaron la autopsia a tu mamá.
Si quiero ser muy objetivo, tu mamá era una mujer muy
reservada de sus asuntos personales y nunca nos iba a
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preocupar dándonos a conocer como es que le iba en su relación al respecto. Ustedes venían a casa casi todos los viernes, allí convivíamos y al final del día regresaban a su
hogar.
Francamente fue un golpe fuerte para nosotros enterarnos por medio de los doctores que los malos momentos de su matrimonio
habían quedado registrados en su cuerpo.
En efecto, como tu padre mismo lo dice “…alguien muy cercano a ella la golpeó… pero no la quería matar…
” Es muy posible que todo haya comenzado con una
discusión como las de “costumbre” pero las cosas subieron de tono y “se le pasó la mano”, aunque no la quería matar
ya era demasiado tarde”.
Ver evidencias
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¿Sabes? Las hora más frecuentes del maltrato son las
nocturnas si consideramos el horario de las 7 de la noche a las 6 de la mañana son un 73% de casos reportados.
Se considera que tu mamá fue ultimada en las primeras
horas del 31 de agosto de 1991.
En cuanto al día de la victimización, la mitad de las agresiones se llevan a cabo en fin de semana.
Su final llegó una madrugada del sábado.
El lugar de la comisión del hecho es por lo general la propia casa, alcanza el 96% y un 98% en la recámara.
Fue en la calle Parras, del fraccionamiento del mismo nombre y efectivamente en la recámara en donde fue
localizado su cuerpo ya sin vida.
Y el dato más importante, que aún cuando la agresión se convierta en la casa, no se realiza en privado, sino que se
efectúa en presencia de terceros, generalmente los hijos en un 90%.
Y lamentablemente allí estabas tú, padeciendo apenas de
siete meses de nacido.
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Los mismos especialistas informaron más datos de la
personalidad de tu papá asegurando que posee un grado superior de agresividad y que tiene posibilidades de
reincidir en hechos violentos. Que es un hombre que alberga rencores por mucho tiempo, que no olvida
insultos, injurias y desprecios.
Que es susceptible a recibir ataques a su persona aún cuando no haya algo claro a la vista, derivándose en ira.
Que tiene dificultad para controlar su enojo y además
transforma su irritabilidad en violencia física.
Pero lo que a nosotros nos impactó luego del análisis de su personalidad, es saber que registra falta de
remordimientos, quizá porque está convencido que no la quería matar.
Transcurrieron pocos días y el AMP Marco Vinicio Cruz
Trujillo se encontró ante un dilema, de manera extra oficial habló con nosotros y nos manifestó que los
indicios aportados en nuestra investigación era suficientes para que se girara la Orden de Aprehensión
(Ver Evidencias), este comentario nos hizo dar un respiro que mal tardamos en empezar a dar porque horas después oficialmente se presentó así: “…En el caso Parras no se han
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incluido nuevos indicios, no hay nada, como autoridad creo insuficiente la nueva indagación como para aseverar
que el contador Murillo González sea responsable del hecho…
El necesitar como parte ofendida que el expediente fuera turnado a un juez, era para que fuera girada una Orden de
Aprehensión en su contra, enfrentara el proceso y de considerar su “inocencia”, quedara allí el
asunto.
No era para dar una sentencia. Pero estuvo muy bien protegido para que no se le molestara siquiera.
Aún cuando el AMP manifestó lo anterior, el 21 de agosto de 1997, en el juzgado Tercero de lo Penal fue recibido el
oficio no.00984 , con la averiguación previa, pero parte de ésta había quedado retenida.
Como cuento de nunca acabar y luego de una serie de
alegatos, el documento fue completado.
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Un destello de
esperanza
Ocho días después, el juez en turno Miguel Ángel Romero Rosales, instruyó en contra de tu padre Rafael Murillo González por su probable responsabilidad penal en la
comisión del Homicidio Doloso Calificado con premeditación, alevosía, ventaja y brutal ferocidad;
previstos en los artículos 96° y 110° fracciones I, II, III, IV, V y VI del código penal vigente, en contra de tu madre
Patricia Cortés Hernández, una Orden de Arresto.
Pero una sorpresa más nos estaba esperando, “alguien” de manera intrusa avisó al presunto responsable lo que a la
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postre sucedería y éste con dos días de antelación solicitó un amparo ante el Juzgado II de Distrito, argumentando
que no sabía el porqué se le acusaba.
El juez que conoció la causa por razones de turno, dictó sentencia ante la petición hecha por Rafael y el
día 25 de septiembre ofreció un único punto resolutivo:
“La justicia de la Unión no ampara ni protege a Rafael Murillo González en contra de los actos y por la
autoridades que especificados quedaron en el resultado primero de la resolución y argumentó algo determinante:
“…las probanzas demuestran que el peticionario de
garantías, es decir, tu papá; se ubicó en las circunstancia de modo, tiempo y lugar de ejecución del ilícito que se
trata…”
Huyó
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Tu padre sintió que el tiempo le había llegado y en lugar
de tener el valor de enfrentar, máxime cuando el aseguraba no haber ultimado a mi hija, prefirió emprender la huída.
Se presume que estuvo en la ciudad de Monterrey y
después en algún lugar de los Estados Unidos. Ya estaba casado de nuevo, con Norma Gutiérrez González y mientras todo esto sucedía a ustedes los dejó con su
familia.
Estando ausente contrató a un abogado muy audaz en el cual depositó su esperanza. El 22 de octubre de ese mismo año interpuso un recurso de revisión del expediente dada
su inconformidad de la sentencia emitida por el Juez II de Distrito, todo ante el Tribunal Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito de Zacatecas en donde se admitió y se
integró un amparo de revisión penal por el magistrado licenciado Gilberto Pérez Herrera.
Lejos de defenderse y aceptando según él su terrible
tragedia, su argumento principal versó en que tu madre no se suicidó, que independientemente lo que
dijeran los testigos que convivían a diario con ellos como pareja, en tu madre no había el más mínimo interés de
quitarse la vida y que como madre y esposa era plenamente feliz.
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En su defensa impugnó que no existían elementos
serios, válidos y congruentes que acreditaran su
participación en tan lamentables hechos y se negó haberlo hecho.
Alegó fuertemente que no existía ningún señalamiento en
su contra de alguien que haya visto matando a mi hija.
Que ni siquiera había quien pudiera señalar que en vida de Patricia, él haya lastimado su humanidad, ni siquiera
verbalmente.
Que tenía muchos testimonios de que su relación conyugal era buena y estable y que todos los comentarios de una mala relación entre ellos, surgieron luego de cuatro
años cuando una de tus tías y yo manifestamos haber percibido un distanciamiento entre ellos en los días
cercanos a la comisión del homicidio.
Dijo además que en un documento tan íntimo como es el diario personal de su esposa, nunca registró
que él la violentara física o verbalmente y que el día de los hechos luego de que se percató lo que le había sucedido a
tu mamá, lo que hizo fue primero ponerte a salvo y después ir a buscar ayuda para socorrerla, siendo que tu
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únicamente llorabas y quien se encontraba en peores condiciones era ella.
Suicidio no fue pero si murió de asfixia por
ahorcamiento, aseguró que fue sometida violentamente, atada de manos con un alambre, que en su cuerpo se
encontraron moretones y que el mobiliario de la sala y la recámara fueron movidos por el forcejeo y la violencia.
Que después de los hechos fue ubicado en el interior del domicilio a un sujeto que lo acredita claramente como el autor del crimen y por todo lo anterior concluyó que no existían elementos de juicio para señalarlo responsable.
Que él siempre respetó la integridad física y espiritual de tu
madre y que por ello no tenía motivo o razón para agredirla y mucho menos con fines de aproximación
sexual.
En estas cosas legales la astucia cuenta mucho, se alegó que a distancia, luego de cuatro años cada uno
de los testigos que fui presentando ya estaban viciados en información y por tanto no era válida su intervención, que
las primeras declaraciones son las que merecen crédito y terminó por argumentar que todos los indicios
presentados por nosotros traían una intensión mañosa y ningún dato creíble que acreditara su participación en el
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fatal hecho.
Estos argumentos bastaron para que el Juez Gilberto Pérez Herrera, el 28 de enero de 1998, desde la ciudad de
Zacatecas donde analizó el expediente, le concediera el amparo de la Justicia de la Unión y lo protegiera para que no lo aprehendieran, pero no por ello, lo deslindó de su
total responsabilidad.
Antes de que fuéramos presas de este doloroso suceso, no teníamos conceptos claros de un proceso legal, lo
fuimos aprendiendo y comprendiendo sobre la marcha.
Cada paso que oficialmente se daba era registrado minuciosamente por especialistas del ramo que por mi
cuenta fueron contratados.
Invertí mucho dinero para que nuestra intervención fuera correcta, sin vicios, simplemente queríamos que la muerte de tu madre tuviera como consecuencia el castigo para su
autor.
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Con el tiempo pudimos tener en claro que un juez no debe ser un simple jurista, sino una persona con
conocimientos bastos en ciencias como la moral, la psicología y la medicina y a partir de esa forma personal de
apreciar, sepa dictar una sentencia.
Todos esos incidentes que alegó tu padre en su recurso de revisión, que denominó falsos y mañosos
podían ser verificados plenamente y lo situaban a él en la comisión del delito, pero no fue así.
Tu madre acostumbró por un tiempo a escribir un diario
personal mismo que presenté ante la autoridad y demostré que mi hija si era violentada y tan sólo en una de sus
páginas escrita el 20-03-90 de su puño y letra avalado por un perito en grafoscopía, tu mamá escribió:
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“…Para que yo reconozca así que le dije que sí, que era como él decía, pues peor genio le dio, hasta me aventó y
que ya se iba… …Ahora para variar me disgusté con Rafael, Total, pues
otra vez estaba molesta pero no tanto. Llegamos a mi casa y no se porqué salió otra vez, el caso
es que me dijo que como yo me enojo siempre que me dice algo, que ya no me iba a decir nada, estuviera bien o mal, pero que lo que quería era que yo reconociera.
Así que me da genio, porque si yo ya había dicho que no era como el dijo, pero no, él aferrado a que era como el
me había dicho. Me dijo otro discurso de que yo era muy infantil, que ya tenía 24 años y que pensaba como si
tuviera 15 y me dice que todo me vale, que como ya se como es él por eso mismo no me apura, porque ya se que él es quien me busca y todo un rollo y luego me pregunta
que si es o no cierto, como el siempre ha pensado así, le digo no va a
decir que no es cierto, que lo único que quiere es…”
Todavía después de haber aceptado que las trusas encontradas en el baño eran de él, que no hubo violador
que no era por allí la cosa… se atrevió a insistir en el violador homicida.
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Reconoció que en el cuerpo de Patricia había moretones,
pero los médicos legistas determinaron que no tenían nada que ver con las agresiones que sufrió al
momento de su muerte, que existían en su relación la violencia intra familiar, pues tenían más de tres días de
evolución.
En la casa no se encontró desorden alguno que no fuera en la recámara. La sala estaba en perfecto orden, Rafael
siempre quiso cambiar el lugar de la comisión del homicidio, pero cuando se efectúa uno de ellos, cada
objeto encontrado en el lugar de los hechos habla por si mismo.
Bueno hasta aseguró que luego de cometido el crimen se
localizó a un sujeto dentro de su casa y esto si que nadie lo observó.
Y lo peor es que en son de burla alegó que en su
diario, tu mamá no escribió quien la mató.
Después de todo esto, ¿Crees tú que este recurso fue evaluado por un juzgador de
altura?
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“No pretendas ser hecho juez si no tienes la fuerza suficiente para reprimir la injusticia,
para que no te acobardes ante el poderoso y pongas en peligro tu rectitud”
Eclesiástico 6-61
El Magistrado del Tribunal Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito de Zacatecas resolvió de forma más no de fondo y
pidió al titular del juzgado III de lo penal Miguel Ángel Romero Rosales fundara y motivara su dicho a efecto de
girar la Orden de Aprehensión.
El funcionario aseguró no “haber recibido línea” para elaborar en los términos de ley su trabajo y por eso había
procedido en contra de tu padre.
El 10 de junio de 1998, publiqué una carta abierta en los medios locales dirigida a la opinión pública en la cual
reclamé a la Procuraduría de Justicia el haber desaprovechado el término de 10 hábiles para apelar dicha
resolución.
Se alejó de nueva cuenta la posibilidad de avanzar.
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Muchos se preguntaron y se siguen preguntando el porque tardamos tanto en aflorar este problema, quiero que sepas
que fue por temor.
Porque algunas personas que estaban en el gobierno pudieran seguir mutilando, atorando y manipulando el
expediente y aún más… extraviarlo.
En ningún momento fue porque tu papá contrajo matrimonio nuevamente,
eso no, prueba de ello es que su señora fue invitada y acudió a distintas bodas de mis hijos, siempre fue bien
recibida cuantas veces visitó nuestro hogar.
En este caso vimos de todo, según el artículo 56 de la Constitución Política del Estado de Aguascalientes los jueces son nombrados por el Consejo de la Judicatura
Estatal mediante examen de oposición, duran 10 años en su cargo y serán Inamovibles, es decir no podrán alternar salvo caso de mala conducta debidamente comprobada o
previo juicio de responsabilidad ante el Congreso del Estado.
No sabemos cual fue el origen pero lo cierto fue que el
juez Romero Rosales abandonó la titularidad de su puesto, pasando a ocuparlo la licenciada Mariana de Jesús Galindo,
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a quien se le relacionó de manera cercana con el abogado de tu padre licenciado Sergio Rodríguez Prieto.
Con base al contenido imprudencial de haber dejado pasar
el término de apelación correspondiente, ésta concedió un término de seis meses para que el AMP
aportara nuevos elementos de prueba, previendo con ello, evitar se llegara al sobreseimiento del caso.
Pues todavía con esperanzas, planee la integración de un grupo interdisciplinario de especialistas quienes mediante
dictámenes diversos lograran demostrar de nueva cuenta la responsabilidad de Rafael Murillo.
Doctor Víctor Manuel Guerrero García, especialista en medicina forense, miembro del Consejo Mexicano de
Medicina Forense en ese momento se desempeñaba como jefe de departamento de Medicina Legal de la dirección general de Servicios Periciales de la PGJE de Zacatecas.
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Doctor Enrique Octavio Torres Hernández, miembro del
Consejo Mexicano de Medicina Forense y se desempeñaba como médico legista en la dirección general
de Servicios Periciales de la PJGE Zacatecas.
Doctor Ricardo Alberto Landaeta Prado, ratificado por el Consejo Mexicano de Cirugía General y miembro activo
de la Asociación Mexicana de Cirugía General, de la Asociación Mexicana de Gastroenterología, del Colegio de
Especialistas en Cirugía General del Estado de Jalisco.
El c. Arturo Estrada Carreón, quien además de ser el investigador privado en la nueva etapa de indagación,
perito en Criminalística, con amplia trayectoria policial incluyendo su desempeño como Director de la
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Policía Judicial del Estado de Aguascalientes.
Su especialización fue instruida en College San Antonio Law Enforcemen Trainig center de san Antonio, Texas en Estados Unidos de América, así como en
instituciones públicas: la PGR, la Secretaría de Gobernación, el Gobierno Japonés y la Policía Nacional de
Tokio.
Licenciado Gustavo del Real Sandoval y Médico Cirujano María de la Luz Margarita Díaz Palma.
Doctor Víctor Manuel Aguilar Soria, Médico Cirujano con especialidad en Psiquiatría y Maestría Forense, director del
Centro de Salud Mental de Zacatecas.
El maestro en ciencias Enrique Rosales Acevedo, licenciado en Psicología con maestría en salud mental.
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Los abogados Rubén Morales Y Mónica Dávila de la Torre,
asesores jurídicos del caso.
Aniversario luctuoso
Llegó el 31 de agosto de 1998, día en que se cumplían 7 años de la muerte de tu mamá.
Coincidió que los peritos de Criminalística Arturo Estrada
Carreón y en medicina legal doctor Ricardo Alberto Landaeta Prado, presentaron ante el juez penal los
resultados periciales de nuestra causa.
Hubo dos conclusiones finales.
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El tiempo de muerte que mostró tu madre al momento de
la necropsia, corresponde al de un cuerpo entre doce y quince horas y que el victimario, es el contador público
Rafael Murillo González, tu papá.
Los especialistas narraron lo siguiente:
Siendo las 11 de la noche del día 30 de agosto de 1991, arribaron a su domicilio
particular el señor Rafael Murillo González y la señora Patricia Cortés
Hernández, llevando con ellos a su menor hijo, según se plantea en el acta
circunstanciada de fecha 17 de agosto de 1998.
Dejaron la pañalera en la sala. -foto 2,
dictamen oficial criminalística-.
Procedió la señora Patricia a terminar un
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trabajo que debería presentar en el despacho contable para el cual prestaba sus servicios, situándose por ello en el área del comedor
de su vivienda. -Foto 8, dictamen criminalística integrado el día de los
hechos-.
Terminó de escribir aproximadamente a la una de la madrugada del 31 de agosto de
1991. Por la atención que había prestado a su trabajo, permaneció con su
misma ropa y accesorios, entre ellos las arracadas y el moño que portó el día
viernes, cabe hacer la observación que tampoco se había despintado los ojos. -
Fotos 17,18 y 21, dictamen Criminalística y 1 y 2 dictamen de necropsia-. En los que se
aprecia que el rimel no está desvanecido en sus pómulos, lo que
demuestra que no se había dormido, de lo
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contrario se hubieran observado residuos de pintura en el área cercana de los ojos.
Ya en la recámara se inició la discusión, en la que la pareja posiblemente se ofendió de
manera mutua y de gravedad, procediendo el señor Murillo González a
agredir físicamente a la señora Cortés Hernández -foto17 y 18 dictamen
criminalística, única parte de la casa en donde existieron indicios de violencia-.
Luego la golpeó en la cabeza con un objeto
contundente -foto 3 dictamen de necropsia-.
Posterior a esto, la señora Cortés fue
jaloneada, acción que llevó al desprendimiento de los botones de la blusa,
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la pérdida del moño que le sujetaba el cabello y una de las arracadas que utilizaba
como arete, sin que ella opusiera resistencia.
Consecuentemente la señora Cortés fue hincada a la altura del borde del colchón
y el señor Rafael auxiliándose con la rodilla sobre la nuca de su esposa, ejerció presión al tiempo que jalaba del cabello,
provocando con ello, la fractura longitudinal del cartílago tiroides -foto 5 y
27 dictamen de necropsia-.
Fue entonces que se dio inicio a la primera fase de la muerte, la cerebral,
causando a la víctima un estado de semi inconciencia.
Esta situación llevó al señor Rafael a
reacomodar el cuerpo de su esposa, a la
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altura del tórax sobre el colchón para luego proceder a buscar con qué sujetarle las
extremidades superiores. Sacó ropa del clóset con la intensión de
utilizar un gancho, depositando las prendas de vestir que ocupaban este, en el pasillo
entre la cama y el clóset -foto 17 y 18 dictamen criminalística-.
Al no poder maniobrar manualmente el
gancho, lo arrojó al piso -foto 16 dictamen criminalística-.
Intentó de nuevo la acción con un gancho
de menor tamaño, haciendo factible su manejo.
Tomó entonces las manos de su esposa para
luego dar comienzo a la inmovilización. Fue entonces cuando se percató de la
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presencia de la segunda fase de la muerte, siendo esta etapa la
convulsiva, motivo por el cual suspendió el amarre de las manos de su señora y una vez concluida esta etapa continuó sus fines de
sujeción.
Minutos después se presentó la tercera fase de la muerte denominada “apnea”, paro
respiratorio y consecuentemente el paro cardiaco. Lo anterior se fundamenta en las fases de toda asfixia mecánica, además de las heridas post-mórtem provocadas por el
agente constrictor, en este caso un alambre.
Esta acción terminó aproximadamente a las 2 de la mañana del 31 de agosto de 1991.
Instantes después, el señor Rafael Murillo
González, depositó el cadáver sobre las
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Prendas de vestir que había tirado en el piso quedando el cuerpo en posición de cubito dorsal, misma que registra la Fe Ministerial
e insiste en continuar con su agresión, cometiendo el acto de
necrofilia -abusó sexualmente del cadáver-, porque no se había percatado del deceso de
su mujer.
¡Ya basta!
Varios años habían pasado desde que hacíamos pública toda información que se iba generando en cuanto al caso.
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En todo este tiempo, tu padre nunca había dado la cara y mucho menos se había tratado de defender abiertamente.
Creo que esta ocasión fue diferente porque estaba guiado
por el abogado que estaba llevando su defensa.
El 4 de septiembre de 1998, durante el programa radiofónico denominado Clave 860 conducido por su
titular José Luis Morales Peña, se informó acerca de una carta abierta publicada en los diarios de la localidad en la
que de manera determinante Rafael Murillo González expresó que por primera y última ocasión se presentaba
ante la comunidad para hacer varias aclaraciones.
Aseguró, que las versiones que hasta ese momento lo habían involucrado en el deceso de la que fuera su esposa
Patricia Cortés Hernández, eran imputaciones calumniosas con ningún fundamento legal
ya que en el proceso que se llevaba en su contra no existían un solo elemento probatorio.
Se dijo dañado en su integridad moral y subrayó un ya
basta, porque según argumentó, han sido años muy tristes ya que fue muy difícil poder superar la etapa de cuando la
encontró sin vida.
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Argumentó que era necesario encontrar al verdadero culpable porque todas las acusaciones tendenciosas las había echado para abajo la autoridad correspondiente.
Rafael agregó que en un principio trató de entender a las personas que lo estaban agrediendo, ya que comprendía y
compartía su dolor, pero que de ninguna manera aceptaba que de manera dolosa y sin
fundamento alguno estuvieran haciendo lo que hacían, por lo que amenazó con presentar una serie de denuncias
contra quienes lo atormentaban ante las instancias correspondientes.
Y exigió además a los medios de comunicación a que se
apegaran a la ética profesional cumpliendo con su finalidad única de proporcionar información veraz y
objetiva y sugirió que dejaran a las autoridades que emitieran los juicios correspondientes.
Presentó una lista importante de firmas de gente amigos y
familiares que confiaban en la inocencia de Rafael.
Dada la dinámica del programa, el conductor leyó de manera íntegra la carta y decidió dar voz a Rafael, quien se
sentía agobiado según lo manifestaba en el documento publicado.
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No se pudo hacer un enlace telefónico con su persona, por lo que Morales Peña decidió hacer un
llamado a varias de las que firmaron el documento y habían proporcionado un número telefónico de
referencia.
Coincidentemente ninguno contestó y algo más, una contadora que si atendió el enlace, al darse cuenta de que era lo que sucedía y que se iba a comprometer al aire con alguna opinión, decidió colgar el auricular. Sin embargo, no pasó un minuto cuando la producción del programa
volvió a hacer contacto al mismo número telefónico y cuando
preguntaron por dicha persona, les respondieron que había salido a hacer deporte.
Curiosamente nadie quiso comprometerse públicamente con él.
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Nuevas diligencias
El 10 de septiembre de 1998, presentamos ante el juzgado tercero un nuevo dictamen que reforzó lo dicho en el que de manera contundente se había ofrecido apenas unos días
antes.
El 2 de octubre, junto con nuestros especialistas en salud mental, doctor Aguilar Soria y Rosales Acevedo,
presentamos el estudio de personalidad realizado a Rafael.
En el se le informó a la juzgadora, que tu padre presentaba un trastorno paraniode combinado con
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trastorno antisocial y límite de personalidad con
características como preocupación por los detalles, las normas, las listas, el orden, el horario.
Que era perfeccionista hasta en su arreglo personal.
Que la relación de pareja que llevaron tus padres hasta el
fin de tu mamá, fue la de un binomio sádico -Rafael-, masoquista -Patricia-.
Que la violencia conyugal se denotó una semana antes del homicidio, traducida en moretones corporales provocados
por golpes contusos con más de tres días de evolución.
Que el móvil de este homicidio fueron los resentimientos del contador para con su
esposa y sus celos infundados.
También aseguraron, que el homicidio de tu madre, reflejó características de una psicopatología grave y de alta
peligrosidad de tu papá.
Que la combinación de su virilidad y cometer un homicidio se presenta sólo en parejas con involucramiento
emocional entre el amor y el odio y nunca con un desconocido, no hubo limosnero.
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Además, los especialistas compararon la forma
en que fue sujetada de las manos con la que aprendió en actividades realizadas junto a su padre, en una empacadora
de carne donde se sacrificaba el ganado atándolo de las extremidades y acabando con sus vidas por el cuello.
Los medios de comunicación volvieron a exhibir la
necesidad de Justicia que nuestra familia exigía y sortearon encabezados como:
“… ¡Que se acabe el teatrito de Parras! Se exige legalidad tras siete años de cometido el homicidio….”
Intocable
Corría el 13 de octubre de 1998, la jueza en turno para la
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valoración del caso consideró lo siguiente de nuestros elementos probatorios.
Nulo. El dictamen médico forense porque “…los médicos que
contrató el progenitor del sujeto pasivo se apoyaron únicamente en los datos asentados en la autopsia,
mientras que los peritos oficiales que participaron en ella, auscultaron y tuvieron a la vista el cadáver, por lo que a
través de los sentidos pudieron constar los signos y demás condiciones de las lesiones que causaron la muerte…”
No constituye prueba que demuestre malas relaciones de
la pareja Murillo Cortés, La declaración de Genaro Cardona Calvillo.
No le concedió valor probatorio.
A la declaración hecha por Gabriela Mireya Martínez Hernández acerca de los comentarios realizados por tu padre de su participación en la comisión del homicidio.
No constituyó confesión de parte.
Todos los dichos registrados en las grabaciones de video de las entrevistas - interrogatorio realizadas por el
investigador a su persona y que manifiestan una gran
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cantidad de indicios sobre la forma en que vivió los últimos momentos con tu madre y más… su argumento
exacto de cómo es que fue ultimada.
No se demostró que tu madre haya escrito en su diario quien fue la persona que atentó contra su vida.
Esto argumentó la brillante juzgadora acerca de los diarios íntimos presentados ante su representación y en los cuales
en más de una ocasión tu madre manifestó la violencia que ya existía previo a su enlace matrimonial y cuando
estaba embarazada. Donde además mostró el carácter violento y explosivo de
Rafael en circunstancias que lo llevaban a la ira.
Una prueba si fue aceptada y fue la ofrecida por Manuel Flores Silva, en relación a que dijo haber sido chofer el día
de los hechos, cuando de casa de tu tía Lilia, hermana de tu papá, ocurrieron a dar parte a las autoridades, sin embargo,
ésta no acreditó responsabilidad alguna en el hecho delictivo registrado.
El dictamen de criminalística ofrecido por los peritos
Estrada Carreón y Landaeta Prado, es una especulación de cómo posiblemente sucedieron las cosas, pero no
constituyeron prueba plena.
Al igual que los anteriores el dictamen ofrecido por los
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peritos Del Real Sandoval y Díaz Palma.
Resultó también nula la eficacia probatoria del dictamen Psico - patológico del Homicidio, por lo que no se le
acreditó como prueba plena.
Es importante, que te des cuenta que el actuar de la juzgadora fue como una especie de defensa para quien ultimó a mi hija, argumentando que si bien el AMP presentó pruebas para acreditar responsabilidad del
indiciado, Rafael Murillo González, fue cierto que ninguna quedó aceptada.
Ahora a la distancia, cuando los medios de comunicación
tienen más apertura de temas en sus carteleras podrás observar series policíacas cercanas a esta realidad que como
familia vivimos.
Nos podemos dar cuenta, que en efecto los homicidios se pueden esclarecer aún cuando hayan pasado muchísimos
años de haber sido efectuados. Que existen estudios patológicos, antropología criminal, aplicación de kinesis,
biología molecular…infinidad de caminos para desempolvar expedientes y llegar hasta los asesinos.
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Entonces, en este caso ¿porque tanto argumento de que si no se resolvió el día de los hechos ya no se logró resolver?
La única forma de llegar a la verdad es yendo a ella de manera natural, es decir, de manera racional: sin prejuicios ni ideas trastocadas y en este caso todo hubo menos eso.
Lo cierto es que la juzgadora Mariana de Jesús Galindo
Díaz aplicó un criterio subjetivo y de conjuro…
¿influenciada, apoyada, manipulada, comprada?
Sólo ella lo sabe, lo que si evidenció fue su total ignorancia a la traducción de uno y otro indicio que presentamos,
pues el único objetivo era lograr que se girara una Orden de Aprehensión en contra de Rafael Murillo González para
que este encarara un juicio.
La jueza mencionada hizo caso omiso al artículo 254 del Código de Procedimientos Penales quien textualmente
señala que cuando las opiniones de los peritos discordaren, el servidor público que practique las
diligencias los citará en una junta en la cual se discutirán los puntos de diferencia, haciéndose constar en el acta el
resultado de la discusión.
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Si los peritos no se pusieron de acuerdo se nombrará un
perito tercero en discordia. Las partes están facultadas para preguntar a los peritos en las diligencias correspondientes,
respecto de las opiniones vertidos por aquellos en sus dictámenes.
Esa jueza únicamente se concretó a objetar el trabajo técnico científico que de manera profesional le fue
expuesto por nuestro experimentado cuerpo de peritos, mostró su estrecho criterio ya que los
principios básicos de la Criminalística, en este caso la fijación del lugar de los hechos mediante fotografías o
planos de piso, permiten realizar una reconstrucción de los hechos sin necesidad previa de presentarse en el lugar de la comisión del delito y mucho menos pretender exhumar un cadáver para su posterior auscultación, por eso es la
necropsia.
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Cree Jorge Rafael, que me orillaron a pensar en la justicia por propia mano.
Hubo un matón que se acercó a mí y por 30 mil pesos y
poco después por 15 mil, quería hacerme el “trabajito”, me aseguraba traerme el cuerpo destazado de tu padre, así
como la identidad del que figuró como limosnero y más aún “también me lo traía hecho carnitas”, pero no era por allí el asunto. Yo tenía fe en que la justicia llegaría…algún
día, pero llegaría.
A propóstito del descanso… eterno
Dijo tu papá muy tranquilo en una entrevista:
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“Tres meses después de la muerte de Patricia, yo andaba en Cancún…”
Esto también fue motivo de estudio de especialistas,
porque según Miembros de la Asociación Mexicana de Tanatología, el duelo que produce un ser querido tan
cercano como el del esposo o esposa, puede durar aproximadamente un año y medio de manera profunda; más o menos tiempo permite a los estudiosos opinar que
debe haber algo que no se está manejando de manera adecuada.
Cuando acontece la muerte de alguien tan íntimo se deben enfrentar todos los sentimientos, el hecho de
hacer de cuenta que no pasó nada, implica la necesidad de que la persona sea atendida
especialmente para delimitar algún tipo de trastorno o en su momento ayudar a encausarla para que pueda
encontrarle sentido a la pérdida.
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Ellos ya sabían…
Cuando comparecieron ante la autoridad para aportar datos de lo sucedido el 31 de agosto de 1991, Blanca Lilia -
hermana de tu papá-, Juan Jáuregui Rincón -esposo de ésta-, Armando Torres Molina -en ese tiempo
mejor amigo de tu padre-, Manuel Flores Silva -amigo común de tus tíos y tu papá-; cada uno
argumentó un comentario diferente sobre una misma observación, actitud que los colocó en la sospecha de que ellos auxiliaron a tu papá cuando se le “pasó la mano” en la violencia doméstica que practicaba.
Fíjate las contradicciones:
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¿Quienes estaban en la casa Blanca la
hermana de Rafael Murillo -Emperador No.111-, el día de los
hechos, aproximadamente a las 12 horas?
Rafael: Blanca, Armando, Juan y Manuel.
Blanca: Yo no estaba, yo me fui a la casa de mis papás a la colonia Las Flores. Se quedaron Juan Armando y Manuel.
Juan: Armando, Manuel y yo, porque mi esposa se
había ido a casa de sus padres.
Armando: Blanca, Juan, Manuel y yo.
Manuel: Blanca, Armando, Juan y yo. Blanca nunca se fue a la casa de sus padres a la colonia las Flores.
¿Quién dice la verdad?
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¿Con quién llegó Rafael al domicilio mencionado?
Rafael: Procedí a llevarme a mi hijo a la casa de mi
hermana que vive a dos cuadras.
Blanca: Yo no vi cuando llegó Rafael, porque estaba en casa de mis papás.
Armando: Llegó Rafael en el carro con su hijo
preguntándome por Juan.
Juan: Rafael llegó sólo y le dijo a Armando que lo acompañara a su casa.
Manuel: Entró sólo a la sala de la casa, si mal no recuerdo
traía un bebé.
Constanza -la vecina del 113 de Parras-: Me percaté de la presencia del señor Rafael en su domicilio, el niño no dejó de llorar. Luego salió de nueva cuenta de la casa sin llevarse
al bebé y en cuestión de pocos minutos, llegó acompañado de otra persona que fue la que se llevó al
niño.
¿Quién dice la verdad?
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¿Qué información dio Rafael?
Rafael: A mi cuñado no le dije qué había sucedido. A Armando le dije que me acompañara a mi domicilio
porque habían matado a Patricia. A la señora Constanza que si no había escuchado nada
porque habían matado a mi esposa.
Blanca: No supe, cuando llegó Rafael yo estaba en casa de nuestros padres.
Armando: Me dijo que a Patricia la habían golpeado y
robado, le pregunté si había sangre o estaba lesionada para hablarle a la Cruz Roja, dijo que no se había dado cuenta si
estaba herida.
La doctora: Fue a mi domicilio, me dijo que fuera urgente, que no sabía que tenía su esposa.
Juan: Rafael llegó sólo y le dijo a Armando que lo
acompañara a su casa.
Constanza: Me dijo, mataron a mi esposa, la ESTRANGULARON.
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Manuel: Yo no supe que pasó, al momento de la
confusión llegó Rafael y habló con Juan y su esposa, esta se soltó a llorar.
Para ese momento, ¿quién había tenido a la vista el cadáver?
Rafael quien llegó, lo “descubrió” y avisó a su amigo y a su
cuñado de manera personal.
Armando, quien acompañó solidariamente a su amigo Rafael a “ver lo que le había sucedido a su esposa”.
¿Quién avisó a la Policía Judicial?
Juan: Diez minutos después de que Armando y Rafael se fueron, Armando regresó con el niño y dijo:
“…Que Patricia estaba muerta, que fuéramos a dar parte a las autoridades…”, de ahí fuimos a dejar al niño de Rafael a la casa de los padres de mi esposa y como en el trayecto no nos encontramos a ninguna patrulla, le dije que había un incidente de poca importancia en la casa de Rafael para
que regresara tranquila a la casa, nosotros nos fuimos a la
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policía judicial a dar parte.
Manuel: Yo acompañé a Juan directamente al edificio de la Policía Judicial ya que en el trayecto no nos encontramos
a patrulla o policía que nos auxiliara.
No hicimos escala en ningún lado, porque la familia de Juan, es decir Blanca y sus hijos y el hijo de Rafael se
quedaron en su casa de Parras, donde siempre permanecieron.
¿Qué información dieron?
Juan: Que en el fraccionamiento Parras, calle Parras no. 115, había una mujer a la que habían VIOLADO,
MATADO Y AMARRADO.
Manuel: Yo me enteré hasta el día siguiente por los medios de comunicación lo que exactamente pasó.
Pues sí, Jorge Rafael, el hecho de que no exista concordancia en lo que uno y otro dice, en un proceso
legal se traduce como indicio y uno sólo basta para que se gire una Orden de Aprehensión.
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Pero en este caso no fue así.
Y aquí te muestro más aspectos sobresalientes:
Armando regresó de casa de Juan, luego de dejarte en casa de tus tíos e informar de la muerte de Patricia; aún cuando
tu papá no estaba en el domicilio, su amigo ingresó y acudió al cuarto donde yacía el cuerpo sin vida de tu
madre.
Allí como en escena familiar permaneció sin ningún obstáculo hasta que llegó la doctora a quien recibió en la
antesala y le dijo que Patricia estaba muerta.
Cuando la doctora Martínez Murillo le ratificó a Rafael que tu madre había fallecido, este golpeó las paredes y las
puertas de su vivienda argumentando: “¡Mataron a mi esposa!”.
Fue hasta entonces que reaccionó de manera explosiva,
pues primero llegó a su casa, advirtió la forma en la que se encontraban las cosas, te recogió del suelo, te puso a salvo
entregando tu custodia a tu tía Blanca Lilia, avisó a su amigo Armando para que lo acompañara con la doctora
María Guadalupe Martínez Murillo para que fuera a ver en que condiciones se encontraba su mujer.
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La vecina de casa, Constanza Mercado Becerra declaró que en el transcurso de esa mañana, no se escucharon ruidos extraños en tu casa a reserva del llanto que te envolvía, diferente de cualquier día normal pues esa mañana tu
mamá ya no te atendió, desde temprana hora, extrañamente ya no te atendió.
Esta presunción hace ubicar al crimen en el horario
anterior a las nueve con diez minutos de la mañana. Se puede demostrar que los vecinos del 113 estuvieron fuera
durante esa madrugada, situación que tu propio padre asegura:
“…cuando sucedió el asesinato, no había vecinos en sus casas…”
pero la señora Constanza toda la mañana no salió de su hogar.
Dijo tu tía Blanca -hermana de tu papá-, que luego de que
llegó de la colonia Las Flores, ella tuvo conocimiento de un hecho menor en la casa de Patricia, sin embargo, cuando acudió al domicilio de Sandra mi
hija, informó con detalle que a tu mamá la habían estrangulado.
¿Si no tuvo contacto con nadie más, porqué aseguraron la
forma en que fue ultimada tu mamá?
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Porque ya sabían como…ellos sabían cómo había muerto tu madre.
No hay más ciego, que el que no quiere ver
Según sus propias declaraciones, tu padre, en un lapso menor a una hora y media luego de “haber descubierto a
tu mamá ya sin vida”, argumentó:
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Primero. “…Mataron a mi esposa…”
Segundo.
“…Robaron mi casa y mataron a mi esposa…”
Tercero. “…No me di cuenta si está herida…”
Cuarto.
“…No se qué tiene mi esposa…”
Quinto. “…Mataron a mi esposa, la estrangularon…”
¿No era esto motivo de sospecha?
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El seguro de vida
Dos semanas después de que sepultamos a tu mamá, tu padre solicitó a la PGJE, copias certificadas de las
actuaciones practicadas a esa fecha con fines específicos del cobro de un Seguro de Vida de quien fuera su esposa.
La ley del IMSS establece que la prima de orfandad
mensual será hasta la edad de 25 años si se estudia en escuelas gubernamentales y/o prima mensual hasta los 16
años si no se estudia.
Surgió entonces el inconveniente, como tu madre no murió por riesgo de trabajo, se tenía que presentar un
diagnóstico de los términos en que se registró el deceso.
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Tu papá meditó el procedimiento y reportó al auditor que
llevaría el caso, que ya nada se podía hacer al respecto porque a la Procuraduría se le habían “extraviado los
documentos”.
Tu mamá estuvo afiliada al IMSS bajo registro 51 84 63 05442, había sumado 343 semanas laborales que le eran reconocidas, mismas que le dieron el derecho de otorgarte a ti como su hijo único y menor de edad el título de beneficiario legal de la pensión de orfandad
correspondiente.
Esta debió haber sido solicitada antes del 01 de julio de 1997, sin embargo, tu papá nunca registró solicitud alguna.
Él estaba cierto de que tu mamá por decisión propia adquirió un seguro de vida de Seguros La Comercial,
mismo que ella pagaba.
Dijo entonces que no supo cuando se hizo de él, pero que los beneficiarios éramos:
tu abuela María de la Luz Hernández con un 25%, mi persona -tu abuelo- Carlos Cortés con 25% y
tú Jorge Rafael Murillo Cortés con el 50% restante.
Fue cobrado como se indicó, pero por tu condición de
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menor de edad, tu papá Rafael Murillo recibió 50 mil pesos que a ti te correspondían.
La empresa Gossler en donde tu madre prestaba su
servicios de contadora, le entregó directo a tu padre una indemnización por la muerte de mi hija de
aproximadamente tres meses de salario.
La casa ubicada en Parras 115, fraccionamiento del mismo nombre se estaba pagando con un crédito hipotecario en
donde tu papá era el titular de la deuda y tu mamá el deudor solidario, les faltaba por pagar 13
años y como el contrato de hipoteca de interés social incluía seguro de vida, al morir Patricia, la casa la pagó el seguro quedando totalmente pagada a nombre de Rafael
Murillo González.
El carro que personalmente le regalé a tu madre por la ubicación lejana de su vivienda, se quedó con tu padre
quien poco tiempo después rifó entre los cuates y sospechosamente él mismo sacó el número premiado. Más
delante también dispuso de él y lo vendió.
Dijo que todo el dinero lo metería al banco, en ahorro para cuando tuvieras 18 años pudieras disponer de lo que te correspondía al ser el beneficiario de los bienes de tu
madre.
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Distinguidos en el mundo…
En el mes de marzo del año 2000, se llevó a cabo en esta
ciudad el Primer Encuentro internacional de Actualización en Ciencias Forenses.
Hasta allí recurrí, para hacer llegar a los participantes del
coloquio un documento en el que exhibía de manera clara y contundente los ilícitos en los que incurrieron los
médicos legistas locales, doctores Aurelio Núñez Salas y Guillermo Avendaño Muñoz al trastocar las horas de
muerte al momento de realizar la necropsia de mi hija, diagnóstico que conllevó a la integración de un
expediente manipulado que dio como resultado la impunidad.
Les mostré los documentos oficiales firmados por los legistas en cuestión y también los que tras estudios
técnicos y científicos fueron integrados por los médicos que contraté ex profeso para resolver el caso.
Los organizadores del evento se descontrolaron, debido a que la situación los ponía bajo la disyuntiva de hacer o no
pública mi solicitud, ya que en ella enfaticé que al ser culpables los galenos oficiales nos informaran:
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¿A qué castigo se harían merecedores, si eran doctores reconocidos en muchos países?
La respuesta recibida por el cuerpo organizador fue:
“no se logró atender la petición por no encontrarse
presentes los médicos involucrados”.
No era un chivo expiatorio
Hubo muchas situaciones por las que decidí denunciar a Rafael Murillo González como asesino de mi hija Patricia. Fueron varios orígenes, no el hecho de que se haya casado
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nuevamente.
La acusación fue más de fondo. Un día antes de que apareciera asesinada tu mamá estuvo contigo y con tu
papá en nuestra casa para almorzar, comer y cenar como acostumbraban todos los viernes.
En la noche como a las diez y media se despidieron porque mi muchacha tenía que terminar un trabajo contable para
el despacho Gossler para el que prestaba sus servicios.
Decía tu papá que el 31 de agosto, él se bañó y aproximadamente a las nueve con diez minutos salió de su casa. Se despidió de beso de Patricia quien según él estaba despierta pero seguía acostada y vestida con un camisón del ratón Miguelito mismo que nunca apareció no en la
escena del crimen sino en toda su casa.
Dijo la vecina que a las nueve con quince minutos, llegó un supuesto indigente quien le precisó que había tocado en casa de mi hija y no le habían abierto, que era posible
que la señora todavía estuviera dormida.
El asunto es que pasaron sólo 5 minutos entre lo que dice tu papá y la aparición del limosnero y no es
creíble que en tan poco tiempo ella se haya vestido con la misma ropa con la que nosotros la vimos el viernes, se
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haya puesto sus aretes -arracadas grandes-, acomodado el moño y hasta puesto rimel y
delinearse los ojos para abrirle la puerta a un indigente desconocido.
Fue una de las sospechas que me llevó a que fuera
analizado el asunto de tiempo de muerte que tenía mi hija al momento en que le hicieron la necropsia.
Además de que tu padre, desde el primer momento
detalló a su vecina el cómo la habían matado, diciendo que la habían estrangulado. Mi inquietud fue ¿cómo lo
supo?
Si Patricia tenía huellas de martirio en distintas partes del cuerpo. Antes del resultado de la autopsia, pudieron haber existido una serie de especulaciones acerca de la forma en que fue ultimada, lo cual quiere decir que mi ex yerno, entonces esposo de mi hija ya sabía que había muerto
estrangulada porque él la estranguló.
En alguna declaración que hizo éste ante el AMP, infirió que el día de los hechos mi hija vestía de manera
inapropiada, propiciando así la especulación de que esto fue el motivo de la supuesta violación.
Yo como el padre de Patricia afirmo tajantemente que tu
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mamá nunca vistió de manera deshonesta, tu mamá nunca vistió en forma provocativa. Desgraciadamente evitaron con su muerte que pudieras convivir con ella, para darte cuenta la clase de madre que tuviste, sencilla, amorosa,
comprometida con sus ideas, profesional pero sobre todo íntegra.
La supervisora de Patricia, me comentó que esa mañana del 31, estuvo platicando con Rafael tu padre por espacio de hora y media, ya que este llevó al despacho el trabajo
que la noche anterior había concluído Patricia y que argumentó su ausencia porque no tuvo en donde dejarte.
Quiero que te quede claro, que entre mis hijas Sandra y
Patricia quienes vivían una frente a otra siempre hubo ayuda mutua. No sería la primera ocasión en que tu mamá
hubiera pedido a su hermana que se encargara de ti por unas horas, si en verdad era el impedimento para cumplir
con su compromiso laboral. Además por eso le había regalado yo el auto, para que no
tuviera problemas y curiosamente ese día el vehículo lo condujo tu papá.
Del limosnero ni qué decir. Sigo insistiendo que fue
fabricado. Dice la vecina de la casa alterna que el indigente que tocó a su puerta dijo que no era de esta ciudad y que
necesitaba dinero para comer.
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Si supuestamente era capaz de matar, con más razón era
capaz de robar ya que sus necesidades de comer y de solvencia económica eran primordiales.
Habiendo muchas cosas de valor, nada robó.
Luego tu propio padre reconoció que no fue violada,
entonces, ¿porqué permitir tanta mancha sobre la imagen de mi hija?
Del limosnero también se dijo que traía una mochilita y
que cuando aparecieron las prendas grandes en el domicilio, éstas ni en mochila grande hubieran cabido,
prueba de que se sembraron más artículos para desvirtuar las averiguaciones.
En este caso tan lamentable,
tu padre fue quien involucró directamente al licenciado Efrén González Cuéllar en esto, argumentó una y otra vez
que él siempre lo ayudó.
A esta fecha, me es inconcebible que la relación entre tus papás no se llevaba a cabo en los mejores términos, en
aquel tiempo cuando mi hija afloró sus problemas conyugales, yo solventé los gastos de ese hogar, pero
Patricia nada más exhibió los altibajos económicos nunca
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el maltrato psicológico y físico al que estuvo expuesta.
Esto nos demuestra que no fueron un matrimonio ejemplar. Sus diarios privados contienen de manera
explícita “el genio de ambos”, como tu madre describió.
Hay situaciones muy privadas como pareja que no voy a ventilar en este momento, pero que fueron un punto esencial para que se desencadenaran agresiones físicas y verbales que a la postre dieron fin a la vida de mi hija.
Tu padre no es un chivo expiatorio, un gran número de
indicios reflexionados y comprobados nos llevaron a saber que es el homicida de tu mamá.
Por si te queda alguna inquietud te mostraré el camino
legal de la injusticia cometida:
1. Luego de la investigación oficial, el Juez III de lo penal tras evaluar el expediente, dictó Orden de Aprehensión en
contra de Rafael Murillo González en contra de quien fuera su cónyuge Patricia Cortés Hernández.
2. El victimario solicitó un Amparo de la justicia ante el Tribunal II de Distrito.
Ver evidencias
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3. Este tribunal negó la solicitud y confirmó la Orden de Aprehensión.
4. El presunto responsable apeló el supuesto atropello de sus garantías individuales ante el Tribunal
Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito de Zacatecas.
5. Esa institución luego de evaluar el contenido de la apelación, negó la Orden de Aprehensión, pero no absolvió de culpa al sospechoso, sino que solicitó al
mediador del Juzgado III en materia penal, que fundamentara y motivara su dicho para poder en su
momento girar o de nueva cuenta la Orden de Aprehensión.
6. La autoridad competente del Juzgado III en materia penal, desestimó los diez días hábiles establecidos en el
Código de Procedimientos Penales par apelar dicha resolución.
7. A petición de la parte acusadora, se reabrió un periodo semestral para que en el juzgado correspondiente se
presentaran nuevos elementos de prueba.
8. La parte afectada presentó una serie de dictaménes periciales de Criminalística, Psiquiátricos, Psicológicos y
nuevos testimonios de testigos para fincar la responsabilidad del marido de la occisa en el asesinato
cometido.
Ver evidencias
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9. Tras ser evaluados los elementos probatorios, la
juzgadora no hizo válida ninguna prueba y negó la Orden de Aprehensión.
10. El agente del Ministerio Público adscrito al juzgado competente del caso, presentó una apelación en la que sustentó formalmente su desacuerdo con la resolución
dictada por la jueza, ante el Tribunal Superior de Justicia.
11. En resolución, este tribunal favoreció a dicha jueza y negó la Orden de Aprehensión.
12. La parte acusadora interpuso una apelación ante la misma instancia judicial por el desacuerdo con la
determinación.
|3. El Supremo Tribunal de Justicia falló a favor del Sobreseimiento del caso a favor de Rafael Murillo
González, argumentando que los nuevos elementos de prueba no modificaron su situación jurídica y desde ese momento no volvería a juzgarse por el mismo delito.
Lo cierto es que ya no había nada que hacer, las instancias
legales estaban agotadas.
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En casos como este, un abogado corrupto puede lograr que la verdad histórica de un hecho sea transformada en
verdad jurídica con cualquier artimaña.
Puede degenerar la realidad y más aún, quien es responsable de un acto delictivo llegue a ser objeto de un
“usted disculpe”.
Esa pequeña esperanza que estaba pendiente del Supremo Tribunal de Justicia se extinguió bajo pretexto de no haber
presentado más pruebas.
¡Cuáles más!
Peleamos hasta el cansancio para que se hicieran válidas todas aquellas sustanciales,
¿no fue suficiente el que se haya probado que murió antes de las 9.10 horas del 31 de agosto de 1991, antes de que
Rafael Murillo abandonara el domicilio? …
Pero no lo logramos. Desde ese momento fuimos testigos del nacimiento de la
impunidad.
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Somos tu familia
Querido nieto Jorge Rafael:
Hoy, después de 6 mil 004 días de transcurrido el homicidio de tu madre, nosotros seguimos clamando
justicia y en esa justicia entras tú, que no tuviste la oportunidad de conocer y convivir con tu mamá y
que por las circunstancias que nos tocó vivir también fuiste separado de nosotros.
Queremos que sepas que tienes una familia que siempre
pide por ti, que te extraña y que hoy que cumples 18 años desea tener un acercamiento
contigo, para que tu mismo determines que si tu padre fue quien ultimó a tu mamá fue debidoa ese mal interminable
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de muchos hogares que se llama violencia intra familiar.
Queremos dejarte la semilla de fomentar los valores esenciales del ser humano encabezados por el respeto por
uno mismo y por los demás.
No debes olvidar que las víctimas de la violencia intra familiar, lo son por lo general personas de baja estima,
inmaduras, inseguras de si mismas, que en el fondo lo que buscan en la pareja es el reflejo de una autoridad.
Que más allá de las secuelas gubernamentales que esto
conllevó, tuvo un costo moral para cada uno de los integrantes de nuestras familias y amigos que no dejamos
de dolernos por la muerte de tu mamá.
También tuvo un costo político traducido en el repudio que se generó a partir de la evidencia de la vulnerabilidad
de algunos servidores públicos a cumplir “compromisos” para cuidar su espacio laboral, y
con ello robustecer a unas cuantas figuras morales.
Tuvo un costo social porque la ciudadanía expresó su dificultad de creer que se está luchando tan fuerte
como se dice en contra de los fenómenos de injusticia y corrupción.
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El costo legal equivale a haber perdido la pelea “antes de subir al ring”, es decir, ni siquiera haber llegado a un juicio
de una sentencia definitiva.
Y el costo económico es incalculable, ocurrió por mi cuenta y mi inversión la quise encausar como si hubiera
heredado a mi hija. Empleé una gran cantidad de dinero pasando por los
procesos devaluatorios de la moneda : millones, nuevos pesos y pesos, porque decidí integrar un grupo
interdisciplinario con experiencia que mostrara mediante procesos científicos, al autor material del homicidio de mi
hija…
Patricia nos dejó un sentimiento de pérdida, pero pérdida de credibilidad, pérdida de esperanza…
Nadie nos la va a regresar. Ni las declaraciones, ni las
excusas, ni los arrepentimientos, ni las buenas intenciones.
Es por eso, insisto, que el día de hoy que cumples tu mayoría de edad, queremos nos des la oportunidad de un acercamiento a tu persona para que constates quien fue tu madre y tengas presente que somos tu familia y deseamos
algún día ser parte también de tu vida.
Perdona si mi manera de llegar a ti es a través de este
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medio, pero no nos dejaron otra alternativa. Perdona el dolor que te pueda causar y comprende en el
que estoy inmerso desde aquel fatídico día 31 de agosto de 1991...
Sigo teniendo fe de que la justicia llegará...y parte de esa
justicia es saberte con nosotros…
Tu abuelo, Carlos Cortés Flores.
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Por estar conmigo…
Voy a aprovechar este momento para dirigirme a mi familia a la que además del dolor que les causó el artero
crimen, a través de 18 años vivieron el desconsuelo de ver como la lucha quedaba en el vacío… Y a la que quiero
entrañablemente…
A la ciudadanía de Aguascalientes que estuvo aquí desde el día que se cometió el asesinato en contra de mi hija Patricia Cortés Hernández hasta el día en que fuimos
presas de la impunidad…
A toda esa gente conocida y no, que ha estado con nosotros, a nuestro lado enarbolando la bandera de lucha
por la Justicia…
A toda esa gente que cree que la lucha de un padre para que el asesino de su hija sea castigado, no es de un hombre
enfermo y esquizofrénico como fui señalado...
Al experimentado grupo de peritos contratados por nosotros, quienes de manera profesional y valiente
ayudaron a que no se tenga la menor duda de que el asesino de mi hija es Rafael Murillo González.
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A los medios de comunicación local.
Prensa escrita, radio y televisión quienes fueron testigos de una historia que si bien tiene un final no deseado, nos
deja a todos una enseñanza prioritaria: La lucha por la justicia.
Y a aquellos que me invitaron a desistir de la lucha, para
que nunca se den por vencidos y siempre lleguen hasta las últimas consecuencias en la búsqueda de los objetivos que
se tracen en la vida.
Me dirijo hoy a todos y les digo: Por estar conmigo…Gracias.
Carlos Cortés Flores.
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Al asesino de mi hija
Rafael Murillo González
A Efrén González Cuéllar
Al médico Aurelio Núñez Salas, perito oficial en el Caso Parras y actualmente Director de Servicios
Periciales de la PGJE.
A los médicos Guillermo Avendaño Muñoz y Guillermo Aguilar Lechuga
Y todos los que coadyuvaron para que este asesinato
quedara impune…
Los dejamos al arbitrio de Dios para que los premie según sus acciones.
MISIÓN CUMPLIDA.
PATRICIA, DESCANSA EN PAZ
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