la tirania de la mayoria

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Página 1 La tiranía de la mayoría JOHN STUART MILL (1806-1873) En este ensayo, Mill está de acuerdo con John Locke en favor de una representación demo- democracia. Pero él no acepta la idea de Locke de los derechos naturales, que él se refiere como "sin sentido sobre pilotes. "Las únicas bases fundadas para el gobierno es el utilitarismo, que promueve la mayor suma de felicidad para los ciudadanos a través de su compromiso con la persona liber- dad. Mill es el primer filósofo político para que aparezca el concepto de la tiranía de la mayoría. Esto ocurre cuando la mayoría se aprovecha de una minoría dentro de la sociedad. Mill sostiene que esta forma de tiranía puede ser tan diabólica como cualquier otra forma de tiranía. Molino sostiene que la única razón legítima para que el gobierno limita la libertad individual es pro- proteger a otros del peligro. Mill también habla de la libertad de expresión, de pensamiento, de prensa, mon- blea General y el estilo de vida. Vocabulario Latente: presente pero invisible, o inactivo, la mentira oculta Sobresaliente: obvio Tiranía: explotación Antagónicos: actuando en oposición Harpías: una persona imprudente, codicioso Eficazmente: eficaz Predomina: influencia dominante Enfermedades: defectos, debilidades John Stuart Mill: la tiranía de la mayoría 419 Página 2 Axiomática: evidente Usurpación: para derrocar a Despotismo: el imperio de un tirano o un gobernante malvado De jure:

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de como la mayoria tiraniza mediante el poder al individuo sometido a tales infarcciones

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La tiranía de la mayoría JOHN STUART MILL (1806-1873) En este ensayo, Mill está de acuerdo con John Locke en favor de una representación demo- democracia. Pero él no acepta la idea de Locke de los derechos naturales, que él se refiere como "sin sentido sobre pilotes. "Las únicas bases fundadas para el gobierno es el utilitarismo, que promueve la mayor suma de felicidad para los ciudadanos a través de su compromiso con la persona liber- dad. Mill es el primer filósofo político para que aparezca el concepto de la tiranía de la mayoría. Esto ocurre cuando la mayoría se aprovecha de una minoría dentro de la sociedad. Mill sostiene que esta forma de tiranía puede ser tan diabólica como cualquier otra forma de tiranía. Molino sostiene que la única razón legítima para que el gobierno limita la libertad individual es pro- proteger a otros del peligro. Mill también habla de la libertad de expresión, de pensamiento, de prensa, mon- blea General y el estilo de vida. Vocabulario Latente: presente pero invisible, o inactivo, la mentira oculta Sobresaliente: obvio Tiranía: explotación Antagónicos: actuando en oposición Harpías: una persona imprudente, codicioso Eficazmente: eficaz Predomina: influencia dominante Enfermedades: defectos, debilidades John Stuart Mill: la tiranía de la mayoría 419

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Axiomática: evidente Usurpación: para derrocar a Despotismo: el imperio de un tirano o un gobernante malvado De jure:

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por el derecho de establecimiento o jurídica Automatismos: máquina como Conceptos: La tiranía de la mayoría: Libertad: Utilitarismo: Daño Principio: Patriota: 1. ¿Cuál es el propósito de este ensayo? 2. ¿Cómo Mill define un patriota? 3. ¿De qué manera el patriota limitar el poder del gobierno? 4. ¿Cómo surgió la idea de un gobierno elegido democráticamente parecen para curar la tiranía? 5. ¿Qué significa Molino por la tiranía de la mayoría? 6. ¿Cuándo se justifica en el gobierno interfiere con nuestra libertad? 7. ¿Tiene Argee Molino de los derechos naturales? ¿Por qué o por qué no? 8. ¿Qué libertades se Molino de discutir? Parte VII. Filosofía Política 420

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CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN EL tema de este ensayo La libertad no es la llamada de la voluntad, por lo que por desgracia, se opuso a la mal llamada doctrina de la necesidad filosófica, pero La libertad civil o social: la naturaleza y límites del poder que puede ser legítima- aproximadamente ejercida por la sociedad sobre el indivi- individual. Una pregunta rara vez se dijo, y casi nunca se discute, en términos generales, pero que influye profundamente en la prác- controversias prácticos de la época por su latente presencia, y es el hijo probable que se haga reconocida como la cuestión vital de la futuro. Es tan lejos de ser nueva, que, en cierto sentido, se ha dividido a la humanidad, casi desde las más remotas edades, pero en el etapa de progreso en la que el más CIV- esterilizado partes de las especies tienen ahora entró, se presenta bajo el nuevo con- condiciones, y requiere una diferente y más el tratamiento fundamental. La lucha entre la libertad y Autoridad es la característica más sobresaliente en las porciones de la historia con la que son más temprana conocida, particularmente en el de Grecia, Roma e Inglaterra. Pero en la vieja veces este concurso fue entre los sujetos,

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o algunas clases de sujetos, y las Gobierno. Por la libertad, se entiende pro- protección contra la tiranía de la política los gobernantes. Los gobernantes fueron concebidos (excepto en algunos de los gobiernos populares de Grecia) como en un necesariamente antagónica colocar a las personas que gobernaban. Consistían de un gobernante, o un que rige la tribu o la casta, que se deriva su autoridad de la herencia o con- búsqueda, que, en todo caso, no lo sostenga en la el placer de los gobernados, y cuya los hombres la supremacía no se atrevió, tal vez no deseo, de oposición, cualquiera que sea pre- precauciones podrían tomarse en contra de su ejercicio opresivo. Su poder era considerarse necesaria, sino también como altamente peligroso, como un arma que lo harían tratar de usar en contra de sus súbditos, no menos que contra los enemigos externos. Para pre- rienda suelta a los miembros más débiles de la comuni- nidad de ser presa de innumer- buitres capaces, era necesario que se debe ser un animal de presa que más fuerte el resto, el encargado de mantenerlos abajo. Pero como el rey de los buitres no sería menos curvado al aprovecharse de los rebaño que cualquiera de las arpías menores de edad, fue indispensable para estar en una actitud perpetuo de defensa en contra de su pico y garras. El objetivo, por tanto, de los patriotas era fijar límites al poder que el gobernante debe sufrir a ejercer sobre la comu- dad, y la limitación que esto era lo que significado de la libertad. Se trató en dos maneras. En primer lugar, mediante la obtención de un reconocimiento de ciertas inmunidades llamadas políticas de liberalización los vínculos o derechos, que debía ser considerado John Stuart Mill: la tiranía de la mayoría 421

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como una violación de los derechos del soberano para infringir, y que si se ha infringido, específica rebelión de la resistencia, o general, se llevó a cabo ser justificable. Una segunda, y en general una tarde conveniente, fue el establecimiento de los controles constitucionales, mediante el cual el consentimiento de la comunidad, o de un cuerpo de algún tipo, que se supone que representará a su inter-

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intereses, se realizó una condición necesaria para algunos de los actos más importantes del rector de alimentación. Para el primero de estos modos de limitación, el poder de decisión, en mayoría de los países europeos, se vio obligado, más o menos, a presentar. No fue así con el segundo, y, para lograr esto, o cuando ya en cierto grado poseía, a lograr que sea más completo, se convirtió en toda- donde el objetivo principal de los amantes de la libertad. Y mientras la humanidad se con- tienda de campaña para combatir a un enemigo por otro, y a ser gobernados por un maestro, con la condición de está garantizado más o menos efica- ciously contra su tiranía, no lo hicieron llevar a sus aspiraciones más allá de este punto. Un tiempo, sin embargo, vino, en el el progreso de los asuntos humanos, cuando los hombres dejó de pensar que es una necesidad de la naturaleza que sus gobernantes debe ser una organización independiente el poder, se opuso en el interés de ellos mismos. Se les apareció mucho mejor que el diversos magistrados del Estado debe ser sus inquilinos o los delegados, revocables en su placer. De este modo solo, que Parecía que hubieran podido completar la seguri- dad de que los poderes del gobierno lo haría no ser objeto de abuso en su contra. Por grados esta nueva demanda para la elección y los gobernantes temporales se convirtió en el destacado objeto de los esfuerzos de la popular partido, siempre que cualquiera de las partes existía tal; y sustituida, en una medida considerable, los esfuerzos previos para limitar el poder de los gobernantes. A medida que la lucha continuó durante MAK- ING en el poder de decisión emana de la la elección periódica de los gobernados, algunos-por hijos comenzaron a pensar que mucha impor- tancia había sido unida a la limitación de la misma potencia. Eso (lo que parece) era un recurso contra los gobernantes, cuya inter- intereses se oponían habitualmente a los de las personas. Lo que se necesitaba ahora era, que los gobernantes deben ser identificados con el pueblo, que su interés y voluntad debe ser el interés y la voluntad del nación. La nación no tenía necesidad de ser pro- protegidos contra su propia voluntad. No hubo el miedo de su tiranizar a sí mismo. Deje que el gobernantes es efectivamente responsable de ella,

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rápidamente desmontable por ella, y podría permitirse el lujo de confiar en ellos con el poder de los cuales se podía dictar el uso que se haga. Su poder no era más que la nación propia potencia, se concentró y en una forma con- veniente para el ejercicio. Este modo de pensaba, o más bien quizá de la sensación, era común entre la última generación de Parte VII. Filosofía Política 422

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Liberalismo europeo, en el Continental sección de la cual todavía aparentemente pre- domina. Los que no admite ningún límite lo que un gobierno puede hacer, salvo en el caso de los gobiernos, como piensan no debería existir, de pie, fuera tan brillante excepciones entre los pensadores políticos de el continente. Un tono similar de sentimientos podría en ese momento han prevalecido en nuestro propio país, si las circunstancias que durante un tiempo se animó, tuvo con- continuó inalterada. Pero, en política y filosófica teorías, así como en las personas, el éxito da a conocer las fallas y debilidades, que no logran- Ure podría haber ocultado a observación ción. La noción de que la gente no tiene necesidad de limitar su poder sobre sí mismos, Podría parecer axiomático, cuando el popular go- gobierno era algo soñado, o leer como haber existido en algún dis- periodo importante del pasado. Ni era que noción necesariamente perturbado por ejemplo TEM- aberraciones temporales como los de la francesa Revolución, el peor de los que fueron trabajar de unos pocos usurpando, y que, en cualquier caso, pertenecía, no a la permanente trabajo de las instituciones populares, pero a una brote repentino y convulsiva contra el despotismo monárquico y aristocrático. En tiempo, sin embargo, una República Democrática llegó a ocupar una gran parte de la superficie de la tierra, y se hizo sentir como una de los miembros más poderosos de la comunidad de naciones, y electiva y gobierno responsable se convirtió en objeto a las observaciones y críticas que esperar en un hecho existente grande. Ahora era

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cuenta de que frases como "auto-gobierno- gobierno ", y" el poder del pueblo sobre sí mismos, "no expresan la verdad Estado de la caja. El 'pueblo' que ejer- cicio del poder no son siempre los mismos las personas con aquellos sobre los que se ejer- cised, y se habla de la 'autonomía' de no es el gobierno de cada uno por él- sí, pero de cada uno por todos los demás. La voluntad de las personas que, por otra parte, significa prácticamente la voluntad de los más numerosos o más parte activa de las personas, la mayoría, o los que tienen éxito en hacerse aceptado como la mayoría, la gente, con- posteriormente puede desear oprimir a una parte de su número, y las precauciones son como muy necesaria contra esto como contra cualquier otros abusos de poder. La limitación, por lo tanto, del poder del gobierno sobre los individuos no pierde nada de su importancia, importancia cuando los titulares del poder son regis- cialmente responsables ante la comunidad, que es decir, a la parte más fuerte en el mismo. Este visión de las cosas, recomendándose igual a la inteligencia de los pensadores y a la inclinación de los importante clase- es en la sociedad europea a cuyo real o la democracia supone que los intereses es adverso, John Stuart Mill: la tiranía de la mayoría 423

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ha tenido ninguna dificultad en el establecimiento de sí mismo, y en especulaciones políticas de la tiranía de la mayoría es normalmente incluida entre los males contra los cuales la sociedad obliga a estar en guardia. Al igual que otras tiranías, la tiranía de la mayoría fue en un primer momento, y sigue siendo vulnera- Garly, que se celebró en el temor, sobre todo como operar a través de los actos de los poderes públicos. Pero las personas que reflejan que la percepción de cuando la sociedad es en sí misma el tirano - socie- dad colectiva de la separada indivi- als que la componen - sus medios de Tyran- nizing no se limitan a los actos que lo puede hacer por las manos de su política funcionarios. La sociedad puede y no ejecu- lindos sus propios mandatos, y si emite mandatos equivocadas y no de derecha, o cualquier otro

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mandatos de todos en las cosas con las que no debe meterse, que practica una sociales tiranía más formidable de lo que muchos tipos de la opresión política, ya que, aunque no generalmente sostenida por estas sanciones extremas, deja menos medios de evacuación, de penetrante Ing mucho más profundamente en los detalles de la vida, y esclavizar a la propia alma. Protección, por lo tanto, contra la tiranía del juez no es suficiente: hay También necesita protección contra la tiranía de la opinión que prevalece y el sentimiento; en contra de la tendencia de la sociedad a imponer, por medios distintos de sanciones civiles, sus propias ideas y prácticas como reglas de con- ductos en los que disienten de ellos, para coartar el desarrollo, y si es posible, evitar la formación, de cualquier individualización dad no está en armonía con sus caminos, y com- izquierdo propulsa todos los personajes de la moda a sí mismos en el modelo de su propia. Existe un límite a la intervención legítima de la negociación colectiva opinión con la independencia individual;: y para encontrar ese límite, y mantenerlo contra la invasión, es tan indispensable a un buen estado de los asuntos humanos, como protección contra el despotismo político. El objeto de este ensayo es afirmar un principio muy simple, como dere- cho a regir absolutamente las relaciones de la sociedad con el individuo en el camino de la la coacción y el control, si el medios utilizados es la fuerza física en forma de las sanciones legales o la coacción moral de la opinión pública. Este principio es, que el único fin para el que la humanidad se justifican- ed, individual o colectivamente, en el inter- sin interferir en la libertad de acción de cualquiera de su número, es la auto-protección. Que el único propósito para el cual el poder puede ser ejercer legítimamente sobre cualquier miembro de un comunidad civilizada contra su voluntad, es prevenir el daño a los demás. Su propio bien, ya sea física o moral, no es suficiente orden de arresto. Él no puede legítimamente ser com- sintieron la necesidad de hacer u omitir, ya que será mejor para que lo haga, porque va a le hacen más feliz, porque, en la opi- Parte VII. Filosofía Política 424

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iones de los demás, para ello sería conveniente, o incluso a la derecha. Estas son buenas razones para discutiendo con él, o razonar con él, o persuadirle, o suplicando él, pero no para obligarle o visita- Ing él con algún mal en caso de que hacer otra cosa- sabio. Para justificar esto, la conducta de que se desea para disuadir a él debe ser calculada para producir el mal a alguien otra cosa. La única parte de la conducta de cualquier uno, por la que se presta a la sociedad, es la que se refiere a los demás. En la parte que sólo se preocupa, su indepen- independencia es, por derecho, absoluta. Por encima de él- sí mismo, sobre su propio cuerpo y la mente, el individuo es soberano. Es, tal vez, muy necesario decir que esta doctrina se entiende que se aplican a los seres humanos en la madurez de su fac- ulties. No estamos hablando de los niños, o de los jóvenes por debajo de la edad de la que el la ley puede fijar como el de la virilidad o WOM anhood. Los que todavía están en un estado de requiere ser atendido por otros, deben estar protegidos contra su propia acciones, así como contra las lesiones externas. Por la misma razón, podemos dejar fuera de consideración aquellos estados atrasados de sociedad en la que la carrera en sí puede ser considerado como en su minoría de edad. El DIF-principios de cultades en el camino de la espontánea los avances son tan grandes, que no es rara vez cualquier elección de los medios para superar ellos, y un gobernante lleno de espíritu de mejora se justifica en el uso de ningún medio que alcanzan un extremo, por quizás de otro modo inalcanzables. El despotismo es un modo legítimo de gobierno en el acuerdo- ción con los bárbaros, siempre y cuando el fin sea su mejora, y los medios justifi- dero notificado por afectar realmente a ese fin. La libertad, como principio, no tiene aplicación a cualquier estado de cosas anterior al tiempo en que la humanidad se convirtió en capa- ble de ser mejorada por libres e iguales discusión. Hasta entonces, no hay nada que ellos, pero la obediencia implícita a un Akbar o un Carlomagno, si son tan afortunados

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como para encontrar una. Pero tan pronto como la humanidad han alcanzado la capacidad de ser guiado para su propio mejoramiento por convicción o la persuasión (un período de tiempo que llegó a en todas las naciones con las que necesitamos aquí se refieren a nosotros mismos), la coacción, ya sea en forma directa o en la de los dolores y sanciones por incumplimiento, ya no es admisible como un medio para su propio bien, y justificable sólo en la seguridad de OTH- res. Es correcto afirmar que renunciar cualquier ventaja que pudiera derivarse a mi argumento de la idea abstracta de la derecho como una cosa independiente de la utilidad. Yo Considero la utilidad como la suprema apelación en todos los cuestiones éticas, pero debe ser de utilidad en el sentido más amplio, basado en la perma- John Stuart Mill: la tiranía de la mayoría 425

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los intereses permanentes del hombre como una progresiva ser. Esos intereses, afirmo, el autor- esfuerzo para estandarizar la sujeción de la persona espontáneamente- dad de control externo, únicamente con relación a las acciones de cada uno, que afecten a la interés de otras personas. Si alguno hace un acto que hace daño a los demás, hay una prima caso prima para castigarla, por ley, o, donde las sanciones legales que no son de manera segura aplica- por cable, por desaprobación general. Hay también muchos actos positivos para el beneficio de los demás, que con razón puede ser obligado a realizar; tal como, para dar prueba en un tribunal de justicia, a llevar su participación equitativa en la defensa común, o en cualquier otro trabajo necesario para el conjunto de interés de la sociedad de la que goza la protección, y para llevar a cabo ciertos actos de beneficencia individual, como el ahorro un semejante de la vida, o la interposición de proteger a los indefensos contra los malos tratos, las cosas que siempre que es obviamente una el deber del hombre de hacer, que con razón puede ser hace responsable a la sociedad por no hacer. Una persona puede causar el mal a otros, no sólo por sus acciones sino por su inacción, y en ningún caso que es justamente la cuenta- capaz de ellos por la lesión. El último caso,

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Es cierto que requiere un mucho más prudente ejercicio de la coacción que el primero. Para hacer cualquiera para hacer rendir cuentas el mal a otros, es la regla, para hacer de él responsables por no prevenir el mal, es decir, comparativamente hablando, la excepción. Sin embargo, hay muchos casos lo suficientemente clara y lo suficientemente grave como para justificar esa excepción. En todas las cosas que consideran que la relación externa de ciones de la persona, que es de jure, susceptibles de aquellos cuyos intereses son que se trate, y si es necesario, a la sociedad en su protector. A menudo hay una buena razón- hijos para que no lo sostenía a la respon- dad, pero estas razones deben surgir de las conveniencias particulares del caso: ya sea debido a que es un tipo de caso en el que él está en el conjunto probable que actúe mejor, cuando se le deja a su propio criterio, que cuando controlado de cualquier manera en que la sociedad tienen en su poder para controlar, o porque el intento de ejercer un control se producen otros males mayores que aquellos que impediría. Cuando tales razones como éstas se oponen a la aplicación de de la responsabilidad, la conciencia de la propio agente debe caminar en el vacío tribunal, y proteger los intereses de otros que no tienen ninguna protección externa ción; juzgarse a sí mismo aún más rígida, porque el caso no admite su siendo responsable ante el juicio de sus semejantes. Pero hay una esfera de acción en que la sociedad, a diferencia de la individuo, tiene, en su caso, sólo una indirecta interés; comprender todo lo que parte de de una persona la vida y la conducta que afecta a Parte VII. Filosofía Política 426

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sólo a sí mismo, o, si también afecta a los demás, sólo con su voluntaria libre, y unde- el consentimiento y la participación percibida. Cuando dicen que sólo a sí mismo, es decir directamente, y en el primer caso: para todo lo que afecta sí mismo, puede afectar a otros a través de él- sí, y la objeción que puede ser basada en esta contingencia, se

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recibirán una consideración en la secuela. Esto, entonces, es la región adecuada de los derechos humanos libertad. Se comprende, en primer lugar, el interior dominio de la conciencia, exigiendo lib- pobreza de la conciencia, en la mayoría de Compre- integral sentido, la libertad de pensamiento y la sensación ción, la libertad absoluta de opinión y de sen- timent en todas las materias, prácticas o de especulación legislativa, científica, moral o teológico. La libertad de expresar y publicar opiniones puede parecer que cae bajo una dife- principio de ENT, ya que pertenece a esa parte de la conducta de un individuo que se refiere a otras personas, pero, siendo casi de tanta importancia como la libertad de el pensamiento mismo, y descansando en gran parte de las mismas razones, es prácticamente inseparables- ble de él. En segundo lugar, el principio exige la libertad de gustos y actividades, de los la elaboración del plan de nuestra vida para adaptarse a nuestra propio carácter, de hacer lo que queramos, sub- sujeto a las consecuencias de los que pueda seguir; sin impedimento de nuestro compañero criaturas, siempre y cuando lo que no hace hacerles daño, a pesar de que debe pensar nuestra conducta tonta, perversa o equivocada. En tercer lugar, a partir de esta libertad de cada indivi- manual, sigue a la libertad, dentro de la misma límites, de la combinación entre los individuos; la libertad para unir, para cualquier propósito que no que implica daño a los demás: las personas combinando siendo supone que es de plena edad, y no forzado o engañado. Ninguna sociedad en la que éstos liber- lazos no son, en el respetado conjunto, se libre, cualquiera que sea su forma de gobierno ción, y ninguno es totalmente libre en el que no existen absoluto y sin reservas. La única libertad que merece el nombre, es la de buscar nuestro propio bien a nuestra manera, siempre y cuando se no trate de privar a otros de los suyos, o impedir sus esfuerzos para lograrlo. Cada uno es el guardián apropiado de su propia salud, ya sea corporal o mental y espiritual. La humanidad son mayores beneficiados por el sufrimiento unos a otros para vivir como parece bueno para ellos- mismos, que al obligar a cada uno a vivir como parece bueno para el resto. A pesar de esta doctrina es nada

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pero nuevo, y, en algunas personas, puede tener el aire de una verdad de Perogrullo, no hay una doctrina que se encuentra más directamente opuesta a la tendencia general de la opinión existente y la práctica. La sociedad ha invertido más completa mucho esfuerzo en el intento (de acuerdo con las luces) o obligar a la gente para cumplir con John Stuart Mill: la tiranía de la mayoría 427

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sus nociones de personal como social, de la exce- lencia. CAPÍTULO II. DE LA LIBERTAD DE Reflexión y el debate El tiempo, es de esperar, se ha ido por, cuando cualquier defensa sería necesario de la "libertad de prensa 'como uno de los contra los valores corruptos o tiránicos gobierno. Ningún argumento, podemos apoyar- postura, ahora puede ser necesario, en contra de permiso ting de una legislatura o el ejecutivo, no identificados en interés con la gente, para prescriben las opiniones de ellos, y determinar qué doctrinas y qué argumentos se Se permitirá oír. Este aspecto de la cuestión, además, ha sido tan a menudo y tan triunfalmente aplicada por anteriores escritores, no es que necesita ser especialmente insistió en que en este lugar. Aunque la ley de Inglaterra, sobre el tema de la prensa, es tan servil a este día como lo fue en el tiempo de los Tudor, hay poco peligro de su sea efectivamente de la fuerza contra los polí- la discusión cal, excepto durante un tem- el pánico temporal, cuando el miedo a la insurrección unidades de ministros y jueces de su corrección, y, hablando en general, es no, en los países constitucionales, para ser detenidos, que el gobierno, si toda la responsabilidad a la personas o no, a menudo se intenta controlar la expresión de opinión, salvo en el haciendo así que se hace el órgano de la la intolerancia general del público. Vamos a Supongo, por tanto, que el gobierno es todo en uno con la gente, y nunca piensa ejercer ningún poder de coerción menos de acuerdo con lo que con- cibe para ser su voz. Pero negar la

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derecho del pueblo para ejercer tal coerción- cion, ya sea por sí mismos o por su go- gobierno. El poder mismo es ilegítimo. El mejor gobierno tiene el título de no más de que a lo peor. Es como nocivo, o más nociva, cuando se ejerce en conformidad con opinión pública, que cuando en oposición a la misma. Si toda la humanidad menos uno eran de una opinión, y la única persona que uno fuera de la la opinión contraria, la humanidad sería no más justificada en silenciar a que uno persona, que él, si él tenía el poder, estaría justificada en el silenciamiento de la humanidad. Eran una opinión una posesión personal de la ningún valor, excepto para el propietario, y si para ser obstaculizado en el disfrute de la misma fueron simplemente una lesión privado, sería alguna diferencia si la lesión era infligiera a unas pocas personas o en muchos. Pero el mal peculiar de silenciar la expresión de una opinión es, que es robando a la raza humana; la posteridad, así como la generación actual, los que des- enviada desde la opinión, aún más aquellos que lo detentan. Si la opinión es correcta, se les priva de la oportunidad de Parte VII. Filosofía Política 428

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el intercambio de error por la verdad: Si se equivoca, que perder, lo que es casi tan grande beneficio, el más clara la percepción y la impresión más viva de la verdad, producida por su colisión con error. Como es conveniente que, si bien la humanidad son imperfectos no debería ser diferente opiniones, por lo que es que no debe haber dife- experimentos diferentes de la vida, que sin ámbito de aplicación se debe dar a las variedades de ca- , empezará a corto de daños a terceros, y que la el valor de los diferentes modos de vida debe ser demostrado en la práctica, cuando uno piensa en condiciones de probar. Es deseable, en suma, que en las cosas que no afecten principalmente a otros, la individualidad debe imponerse. Donde, no propio carácter de la persona, pero las tradiciones y costumbres de la otra perso- ejemplo son la regla de conducta, no es desea- Ing. uno de los ingredientes principales de

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la felicidad humana, y muy al jefe ingrediente de la individual y social progreso. En el mantenimiento de este principio, el mayor dificultad que se encontró hace no radica en la apreciación de los medios hacia un extremo reconocido, pero en el la indiferencia de las personas en general a la poner fin a sí mismo. Si se considera que la libre desarrollo de la individualidad es uno de los principios esenciales del bienestar; que es no sólo un elemento de coordenadas con todo, como que es designado por los términos civilización ción, la enseñanza, la educación, la cultura, pero es misma una parte necesaria y condición de toda esas cosas, no habría ningún peligro que la libertad debe ser infravalorada, y el ajuste de los límites entre y el control social que no presentaría ningún extraordinaria dificultad. Pero el mal es, que la espontaneidad individual no es recomen- son reconocidos por los modos comunes de pensamiento ción, ya que tener ningún valor intrínseco, o merecen ninguna consideración por su propia cuenta. El que deja el mundo, o su propia parte del mismo, elija su plan de vida para él, no tiene necesidad de ninguna facultad que no sea -mono como uno de imitación. El que elige su plan por sí mismo, cuenta con todos los sus facultades. Se debe utilizar la observación de ver, el razonamiento y el juicio para prever la actividad para reunir los materiales para la toma, la discriminación que decidir, y cuando tiene decidido, la firmeza y dominio de sí mismo para mantener a su decisión deliberada. Y estas cali- dades que requiere y el ejercicio exactamente en la proporción en que la parte de su conducta que determina de acuerdo con su propia juicio y sentimientos es grande. Es posible que pudiera ser guiada en algunos buen camino, y mantenerse fuera de peligro, sin que ninguna de estas cosas. Pero, ¿qué ser su valor comparativo como un ser humano ser? Realmente es de suma importancia, no sólo lo que hacen los hombres, sino también qué clase de los hombres son los que lo hacen. Entre las obras John Stuart Mill: la tiranía de la mayoría 429

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del hombre, que la vida humana es justamente empleada en el perfeccionamiento y embellecimiento, el primero en importancia es sin duda el hombre le- uno mismo. Suponiendo que fuera posible obtener las casas construidas, el maíz cultivado, batallas libradas, causas intentado, y aun las iglesias erigidas y las oraciones, dijo, por las máquinas - por autómatas con forma humana - que sería una pérdida considerable para el intercambio de éstos autómatas e incluso los hombres y mujeres que en la actualidad habitan en la más civilizada partes del mundo, y que seguramente son pero los especímenes muertos de hambre de lo que la naturaleza puede y va a producir. La naturaleza humana no es un máquina que se construyó después de que un modelo, y establecer para hacer exactamente el trabajo prescrito para ello, pero un árbol, que requiere para crecer y desarrollar sí o todos los lados, de acuerdo con el tendencia de las fuerzas internas que lo convierten en un ser vivo. ... Desde John Stuart Mill, On Liberty, 1859. Parte VII. Filosofía Política 430