la solidaridad en rorty
TRANSCRIPT
-
8/17/2019 La Solidaridad en Rorty
1/8
21
La solidaridad,
en Richar Rorty,una mirada extensiva del “nosotros”,que, mediante la narrativa y la conversación, se propone evitar la crueldad
Licenciado en Filosofía Pontica Universidad JaverianaEspecialista en Pedagogía de los Valores Ponticia Universidad Javeriana
Magíster en Educación Pontica Universidad JaverianaDocente de la Fundación Universitaria Luis Amigo
Recepción: 24 de Junio de 2008 Aprobación: 16 de Septiembre de 2008
Resumen
La solidaridad, como creación, es la contrapartida queRorty plantea frente a toda clase de crueldad y humillación,
porque posibilita la elaboración de léxicos contingentes en
lugar de dogmatizar a un léxico privilegiado y omnisciente,
cuya tiranía se constata en quienes se han acoplado a lo
heredado. La solidaridad, como creación, hace plausible tanto
la redescripción, en lugar de enmudecer toda posibilidad de
redescripción de sí mismo, como la capacidad para que el
“nosotros” pueda expandirse a quienes se considera “ellos”.
Rorty recurre a la narrativa y a la conversación con la esperanza
de que se erradique la humillación que sufren muchos seres
humanos en manos de otros. La educación a lo mejor muestre
que por estos medios, narrativo y conversacional, las personas
construyan la solidaridad desprendidos de odios prolongados.
Paabra cavSolidaridad, “nosotros”, literatura, conversación,
crueldad, contingencia del lenguaje, el Otro, la comunidad.
ABsTRACT
Solidarity, as a creation, is the contrasting approachthat Rorty states to face any kind of cruelty and humiliation,
considering that it makes the elaboration of lexical contingents
possible instead of dogmatizing a privileged, omniscient
lexicon, whose tyranny can be evidenced in those who have
adapted to what has been inherited. Solidarity as a creation
allows both a re-description, instead of hiding any possibility
of self-redescription, and the capability for “us” to expand
to those who consider themselves as “them”. Rorty appeals
to narrative and conversation with the hope of eradicating
the humiliation that many people suffer because of others.
Education can maybe show that, through these narrative and
conversational means, people may build solidarity getting rid
of prolonged hates.
Ky WrSolidarity, “us”, literature, conversation, cruelty, lan-
guage contingence, the Other, community.
Solidarity, in Richard Rorty.An extensive glance to that part of “us”that attempts to avoid cruelty through narrative and conversation
-
8/17/2019 La Solidaridad en Rorty
2/8
22
InTRoduCCIn
Las marchas que en Colombia se realizaron, el 4 de
febrero y el 6 marzo del 2008, a propósito de la condena al
secuestro o las distintas formas de violencia, evidenciaron la
imperiosa necesidad de pensar la concepción de solidaridad
que subyace en la sociedad. Los distintos actores sociales,
al parecer, mostraron denodado respaldo por ciertas víctimas
-sea por anidades afectivas, familiares o políticas- que por
otras. El particular clamor contra las Farc, los paramilitares o el
Estado podrían hacer pensar una solidaridad todavía mezquina,
agotada, tal vez, a un “pequeño gueto” en detrimento de
un “nosotros” extendido en el que quepan “ellos”, “esos” o
“aquellos”. Entonces la solidaridad se reviste, intencional o no,
de los intereses perversos de quienes persisten en divorciarse
irreconciliablemente del “Otro” por profesar una ideología y una
forma de pensar y de creer distintas.
El concepto de solidaridad que Richard Rorty
propuso, cobra actualidad en momentos en que ciertos
sectores anuncian la necesidad de “recuperar” o de pensarlos valores. Este valor, en particular, se ha convertido en un
valor clave al interior de un mundo abatido por el odio, la
crueldad, la codicia y la indiferencia crecientes. La violencia
se ha encargado de: “colapsar la responsabilidad social del
yo”, silenciar las voces, volver trizas cualquier germen de vida
colectiva y de atemorizar, sin tregua, a los más frágiles. Por
eso es preciso empezar a asumir una mirada crítica de los
valores que han pasado inmutables y que siguen habitando
corazones petricados por una razón instrumental pues,
como lo arma Drewerman (1994), se vuelven cada vez más
impenetrables; se encierran en la coraza de sus prejuicios.
Seguramente que la literatura y la conversación que
Rorty trata van a soportar la solidaridad de aquellos que,
desde la educación, se esfuerzan por construir comunidades
de indagación cada vez más extensivas, y por ende, más
cuidadosas del pensamiento propio y del Otro. En esos
escenarios educativos los sujetos crecen en la sensatez y en
la actitud para construir alteridad. Ahí, en la colectividad, los
sujetos conrman su condición de hablantes en la medida en
que les sea favorable la interacción plural para: desinstalarse
de viejos conceptos, interpelar y ser interpelado, ventilar las
ideas más dispares, exponerse a los demás sin reparos,
y, sacar a la luz aquellas ideas, por lo general negadas o
censuradas.
La solidaridad, como descubrimiento, y que Rorty
denuncia, está relacionada con algo que se encuentra en lo
profundo del ser humano; un yo esencial que se comunica
con un léxico único y privilegiado. Está sustentada por un tipo
ideal de ser humano conforme a una perspectiva universalista,
perenne y necesaria, cuya forma de tratar l a solidaridad surge
del reconocimiento de una naturaleza humana que nos es
común. En contraposición a esa concepción, Rorty preere
hablar de la solidaridad en la perspectiva de la contingencia
del lenguaje al describirla y redescribirla en el marco de la
creación.Por lo anterior, resulta valioso involucrarse en la
construcción del concepto de solidaridad como creación, sujeto
al tiempo y al azar, sin pretender, llegar de antemano, a una
denición acabada. En este sentido, Richard Rorty trabaja la
solidaridad como una propuesta distinta al universalismo ético
pues éste ha estado preñado de crueldad; en nombre de la
magnicencia de la razón, ha ahogado la individualidad:
“no podemos encontrar un asidero celestial que nos
eleve desde nuestra mera coherencia, mero consenso,
con algo como la corresponsabilidad con la realidad tal
cual es en sí misma”1.
1 RORT Y, Richard. Objetivismo,relativismo y verdad. Traducciónde Jorge Vigil Rubio, EscritosFilosóficos 1. Barcelona: Paidós, 1aedición, 1991. p. 61.
Hagamos que “ellos”, “aquéllos” y” esos”
hagan parte de un “nosotros” extendido.Edilberto Lasso
-
8/17/2019 La Solidaridad en Rorty
3/8
23
de lA CRueldAd A lA solIdARIdAd
Rorty indica que las variadas formas de crueldad 2
han marcado los últimos siglos de historia europea ynorteamericana. Destaca, en varios de sus artículos, que
las formas de crueldad dan para pensar el concepto de
solidaridad como creación y no como descubrimiento.
Algunas de las novelas de Orwel l jalonan a Rorty a
presentar la política del siglo XX. Este lósofo está empeñado
en despertar la sensibilidad de las personas ante prácticas
como la prisión sin juicio, la utilización de prisioneros de
guerra, las ejecuciones públicas, la tortura como medio de
obtener una confesión, el uso de rehenes y la deportación de
poblaciones enteras. En “1984”, en “Rebelión en la granja”
Orwell describe todas las artimañas del totalitarismo político
ejercidas cruelmente en los pensamientos y conciencia de
los individuos más indefensos a quienes, por lo demás, se
les niega intencionadamente todo ejercicio reexivo, es decir,
la redescripción de sí mismos. El miedo, la crueldad y los
desquiciados nervios de varias generaciones se han convertido
insistentemente en las herramientas ecaces de algunos
estados, como de grupos al margen de la ley, para justicar la
inequidad, la injusticia y la violencia so pretexto de garantizaren nombre del “estado” o del “pueblo” respectivamente “la
seguridad” o la “revolución”.
Rorty se aparta de quienes, pregonando las guerras,
las amenazas nucleares y campos de concentración, esperan
encontrar en sus teorías y en sus deniciones el secreto de las
cosas. Por eso, con la búsqueda de esperanzas de mañanas
mejores, confía en las sugerencias del sentimiento en vez
de las órdenes de la razón, lo cual equivale a abandonar la
relación del ser humano con algo ahistórico y ver más bien una
forma particular de solidaridad, históricamente condicionada
y transitoria; no como algo que está en el nivel más profundo
del yo, ni constitutiva, sino como un mero articio de la
socialización humana.
Este lósofo va a desembarazarse de la búsqueda de
fundamentos incontrovertibles y racionales para el pensar y
el actuar moral y político de los sujetos. La moralidad, según
Oakeshott, no se entiende como un sistema de principiosuniversales ni como un código de reglas. Ella se puede
aceptar en tanto no sea concebida como la voz de la parte
divina y sea vista mejor como la propia voz de la comunidad.
Así, la losofía moral toma la forma de una narración histórica
antes que la de una búsqueda de principios generales. Este
modo propuesto por Oakeshott y por Sellars, de presentar
la moralidad como un conjunto de prácticas, muestra la
diferencia existente entre la concepción de la moralidad
como la voz divinizada y la moralidad como la voz de una
construcción humana contingente, que se ha desarrollado en
el tiempo y al azar.
La solidaridad por la que va propender Rorty, no está
identicada con la humanidad denitiva, antes bien, la concibe
como la duda respecto de sí mismo:
“(...) la duda acerca de la sensibilidad que se tiene al
dolor y a la humillación de los otros, la duda acerca desi los ordenamientos institucionales actuales son aptos
para hacer frente a ese dolor y a esa humillación, y
curiosidad por las alternativas posibles”3.
La solidaridad frena el desarrollo de la crueldad en
nuestras sociedades. El liberal sólo desea que las posibilidades
de los sujetos de evitar la crueldad, la humillación de los Otros
se expanda por medio de la redescripción:
“(...) el ironista considera que la definición decisiva de
la persona del sujeto moral es la de evitar que aquel
pueda ser humillado”4.
2 En lo que respecta a Colombia,
las novelas de Gabriel GarcíaMárquez como El Coronel no
tiene quien le escriba, La malahora, y La Vorágine de José E.Rivera muestran el trasfondo
de escenarios de violencia. Enla Vorágine, se ve, por ejemplo,
el trato inhumano a que sonsometidos los caucheros. En
Cien años de soledad muestrala masacre de los obreros de lasbananeras. La fatalidad juega
un papel preponderante en esteautor. En Macondo es posible
pensar que estas formas deviolencia y crueldad se pueden
llevar a cabo en cualquier parte,en Irak, en Palestina, en Ruanda,
en Colombia etc. Asistimos a losfunerales de todo aquello quepropenda por la creación de sí
como persona.3 RORTY, Richard. Contingencia,Ironía y Solidaridad, Traducciónde A. E. Sinnot, revisión de J.
Vigil, Barcelona: Paidós, 1a.edición, 1989. p.216.
4 Ibíd. p.109.
-
8/17/2019 La Solidaridad en Rorty
4/8
24
de lA solIdARIdAd ComodesCuBRImIenTo A lA solIdARIdAdComo CReACIn
“Hay dos constataciones que hace Rorty: la
humillación y la crueldad. ¿Cómo enfrentar estas
verdades, el hecho de que la deshumanización del
prójimo sea un asunto de percepción diaria, ya sea en
el propio terreno o por la comunicación mediática?
La tortura, la vejación, el sadismo más variado, la
conversión del hombre cautivo en carroña, lo quemostró Auschwitz, el Gulag, Sarajevo. El proceso, esto
es lo que le preocupa a Rorty; la crueldad, el dolor
gratuito que se inflige al desarmado, la alegría de la
sangre ajena ¿Cómo disponer a los hombres a rechazar
el placer de la humillación del más débil?”5
La perspectiva universalista y fundacionalista de la
“solidaridad humana” consiste en decir, que hay dentro decada uno, nuestra humanidad esencial, algo que resuena
ante la presencia de eso mismo en otros seres humanos. Al
contrario, Rorty se inclina por ver la solidaridad, en voz de
Sellars, como una creación, producida en el devenir de la
historia antes que como descubrimiento6.
El propósito de Rorty es aseverar que la solidaridad
humana es sostenible; es decir, viable y valiosa al mismo
tiempo, aún cuando tal convicción resulte de la contingencia
de las circunstancias históricas. Señala que el hombre intenta
dar un sentido a su vida narrando el relato de su aportación
a una comunidad que es histórica y real, no en la humanidad
como tal o denitiva. Así, con el abandono de los supuestos
metafísicos, no se pierde el sentido de la solidaridad humana;
subsiste la obligación moral de experimentar un sentimiento
de solidaridad con todos los demás seres humanos. Para el
ironista liberal, la crueldad padecida por muchos, sí reclama
la solidaridad. No se trata tanto de alegar que la violencia
nos haga igual a todos cuanto de indicar que, aquello que
compartimos con los demás es el ser susceptibles de padecer
dolor. Y el dolor no es algo lingüístico.
La noción de solidaridad es el sentimiento propio delironista liberal, que se siente un “nosotros” colectivo. En la
persona del ironista liberal, conado en su contingencia, se
puede encarnar la solidaridad de aquel que evita toda forma
de crueldad junto con una actitud irónica ante la verdad.
el “nosoTRos”
“Las identidades deben construirse por medio
de nuevas perspectivas apuntadas por el lenguaje,
sólo aquellas que permitan una nueva dimensión
llegarán a construir un nuevo “nosotros”. La
literatura y la poesía deben ser entonces partes
sustantivas de la edificación de cada ser humano y
del ensanchamiento de nuestros horizontes hacia
un objetivo común: vivir en una democracia” 7.
El “nosotros” se crea efectivamente en pequeños
espacios con la posibilidad de extenderse a otros. Procura
congurar nuevas identidades culturales. A esto va a contribuir
la literatura y la conversación por cuanto nos sensibilizan ante
la humillación a la que están sometidos los miembros más
débiles y frágiles de la sociedad. El tratar de evitar la crueldad
que se causa a los otros es una característica especial a la
hora de hablar o de crear la solidaridad.
Rorty percibe que su posición no es incompatible
con la exhortación a extender el sentimiento de “nosotros”
a personas que anteriormente se consideraba como
“ellos” ¿Pero cómo interpretar entonces el lema: tenemos
obligaciones para con los seres humanos simplemente como
tales? Habría dos formas de hacerlo: una aconsejable, que
consiste en proponer crear un sentimiento de solidaridad más
amplio que el que se tiene ahora; otra menos favorable, que
consiste en reconocer una solidaridad como algo que existe
5 ABRAHAM, Tomás. Batallas
éticas. Buenos Aires: Nueva Visión,1995. p. 19.
6 RORTY, Contingencia, ironía ysolidaridad, Op. cit., p.213.
7 PIA LARA, María. LaDemocracia como proyectode identidad ética. Barcelona:Anthropos, 1 a. edición, 1992. p.138-139.
-
8/17/2019 La Solidaridad en Rorty
5/8
25
con anterioridad al reconocimiento que se hace de ella. Rorty
se inclina por la primera forma cuando dene la solidaridad:
la litratra y a Cra
“Por otro lado, el pragmatista cree que la búsqueda
de una comunidad humana universal conducirá a
su propio fracaso desde el momento en que intente
preservar los elementos de toda tradición intelectual,
todas las intuiciones “profundas” que cualquiera pueda
haber tenido (...) La alcanzaremos, si es que podemos,
mediante actos de creación, más que de descubrimiento,
mediante los logros poéticos en vez de Filosóficos”�9.
“(...) como la capacidad de percibir cada vez con
mayor claridad que las diferencias tradicionales, de
tribu, de religión, de raza (…), carecen de importancia
cuando se las compara con las similitudes referentes
al dolor y la humillación; se la concibe pues, como la
capacidad de considerar a personas muy diferentes de
nosotros incluidas en la categoría de nosotros”8.
lA solIdARIdAd en lA eduCACIn
El valor de la solidaridad no puede considerarse
entonces, como lo ha expuesto Rorty, como un valor dado y
que los individuos deben internalizar acríticamente, sino como
un valor que se crea gracias a la contingencia del lenguaje.
Posiblemente este lósofo, que acude a la redescripción,
comulga con Nietzsche al momento de rearmar la intención,por parte del individuo, de “poner alguna vez en entredicho el
valor mismo de esos valores (…)”; “se trata de recorrer con
preguntas totalmente nuevas y, por así decirlo, con nuevos
ojos, el inmenso, lejano y tan recóndito país de la moral (…).
El aula se convierte en el escenario propicio donde
la comunidad de investigación se redescribe y se pone en
entredicho; se cohesiona y se tensiona; aprende y desaprende
sin el menoscabo del Otro y sin acudir a la crueldad. Rorty ve
en la literatura y en la conversación unas formas de sensibilizar
a los sujetos frente al dolor y la crueldad.
Es persistente la alusión que Rorty hace respecto a
la crueldad: “(...) se los puede humillar destruyendo a través
de la violencia las estructuras particulares del lenguaje y de
creencias en los que fueron socializados”10. Está de acuerdo
con Scarry en que lo más lamentable que se puede causar en
una persona no tiene que ver con la agonía que ésta maniesta
cuanto que ella no puede reconstituirse o redescubrirse.
Sencillamente se ha “deshecho su mundo” sin la posibilidad
de usar un lenguaje nuevo.
La tarea de elaborar el concepto de solidaridad sedará en los nuevos léxicos propiciados por la imaginación y la
narrativa en cuanto que éstas sensibilizan a las personas y les
permiten evitar, mediante la redescripción11 permanente del
“nosotros”, la humillación y la crueldad para con las personas
y las sociedades. La imaginación es el vínculo que hace
plausible transitar hacia dimensiones como la otredad, con
algo distinto de “nosotros” mismos. Es un plegarse al dolor
del otro en la medida en que se tome distancia de las propias
identidades y se acceda a otras identicaciones. De modo
que la solidaridad se va logrando por la capacidad imaginativa
de ver a los extraños como compañeros en el sufrimiento. La
literatura estimula la capacidad imaginativa; posibilita que la
persona se desterritorialice impidiendo que margine aquellas
personas que no comparten su manera de pensar. En igual
sentido Macintyre (1987) y Paul Ricoeur (2003) ven en la
narración la alternativa razonable para sensibilizar y vincular
a las personas alrededor del yo y el otro. Especícamente
8 RORT Y, Contingencia, ironía ysolidaridad, Op. cit., p. 210.
9RORTY, Richard. Consecuenciasdel Pragmatismo, Traducción de José Miguel Esteban Cloquell.España: Tecnos, 1982.
10 RORT Y, Contingencia, ironía ysolidaridad, Op. cit., p. 195.
11 La redescripción es la
posibilidad de cambiar la manerade ver, de considerar las cosas, loshechos, las situaciones a través dela utilización de un nuevo léxico.Este léxico es revisable por estarsujeto a la contingencia mediantela redescripción que de él se haga.En este sentido el yo es entendidocomo un tejido de contingencias.
-
8/17/2019 La Solidaridad en Rorty
6/8
26
Macintyre comenta que: “por una parte, soy el tema de una
historia que es la mía propia y la de nadie más, que tiene su
propio y peculiar signicado -vida con sentido-. Y segundo,
no sólo soy alguien que tiene que dar cuentas a los demás,que puede poner a los demás en cuestión. Soy parte de
sus historias, como ellos son parte de la mía. El relato de
la vida de cualquiera es parte de un conjunto de relatos
interconectados”. Paul Ricoeur es contundente cuando
piensa que: “las historias vividas de unos se imbrican en las
historias de los demás. Episodios enteros de mi vida forman
parte de la historia de la vida de los otros”.
la cvració a cració aiaria
conversación es una práctica como recurso de comprensión
de otras culturas y de ot ras formas de pensar. En igual sentido
algunos autores rearman la importancia que representa para
los actores sociales compartir, sin descartar el disenso, unaspreocupaciones y búsquedas colectivas. Rafael del Águila así
lo ratica cuando expresa:
“Para los que como Rorty también quieren evitar
la guerra, la estrategia es diferente. La humanidad
en actitud conversacional reconoce la pluralidad de
lenguajes, poco le importa establecer los fundamentos
de una lengua verdadera, declara la contingencia de las
creencias y reconoce como único valor apreciable, lacreación de nuevas metáforas y nuevos vocabularios. En
la conversación se disfruta el placer del don de sí en el
lenguaje a través de una palabra propia”�12.
Así como José Olimpo Suárez: asegura que “la
solidaridad propuesta resulta ser un producto de la socialización
del individuo alcanzada a partir de la imaginación que permite
distinguir a los nuestros de los Otros,”13 Rorty, atestigua que la
interacción de los nuevos léxicos acontece en una comunidad
liberal. El ironista enfatiza que la humillación de seres humanos
ha de cesar. La solidaridad es necesaria para la constitución de
identidades colectivas de grupos especícos, pues ella no se
distancia de las personas reales de carne y hueso. La identidad
cultural se construye conversacionalmente;14 se produce
cuando las plurales voces conversan y se autointerpretan. La
“Rorty afirma que lo cierto es que todos somos
etnocéntricos, porque para conversar y actuar en común,
necesitamos compartir mínimamente con el interlocutor un
conjunto de creencias etnocéntricamente definidas”15.
Del mismo modo Pía Lara avala la apreciación de Rorty, en
común acuerdo con Rafael del Águila, cuando alude:
“aquí, la acción se caracteriza por “compartir vocabularios
y objetivos” mediante procesos de deliberación colectiva y
reacomodos mutuos, más que por la lucha para alcanzar la
gloria y la inmortalidad”16.
La conversación hace posible que el sujeto vele por el
cuidado de su pensamiento y por el cuidado del pensamiento
del Otro en conformidad con la consideración que hace
Jaime Parra, al citar a Batesosn como a Von Foerster, según
la cual existe una mente social que está caracterizada por un
conjunto de redes lingüísticas que unen las ideas de los seres
humanos. Precisamente en la conversación e interacción, unos
conguran la cognición distribuida, que no es otra cosa que
entender el intelecto en la acción y en l a relación con Otros. En
la conversación uyen y transitan, sin censura, la debili dad, el
error y la incompletud del yo. Ahí se hace evidente el principio
del altruismo cognitivo: el intelecto se pone a disposición de
los Otros y no de sí mismo. Asimismo Ann Margaret Sharp
(1997)17, al rearmar la preocupación que el Otro representa
para la comunidad conversacional, expone:
12 ABRAHAM, Tomás, “Batallaséticas”, Op. cit., p. 15.
13 SUAREZ M, José Olimpo.‘’Richard Rorty: la nueva crítica a lametafísica”. En: Revista Universidadde Antioquia, Medellín, No. 244,Abril-junio, 1996. p.70.
14 Si bien Rorty no trabaja el tema
de la conversación en su libro deContingencia, ironía y solidaridad,lo hará posteriormente según losconstatan varios comentaristascuando hacen constante alusióna dicho asunto como elementoimportante a la hora de crear lasolidaridad. Tomás Abraham , porejemplo, hace especial referenciaa la conversación en boca de Rortycomo un término introducido en lafilosofía por Oakeshott.
15 DEL AGUILA, Rafael. ElCaballero Pragmático: RichardRorty o el liberalismo con rostrohumano. En: Isegoría, Revista de
Filosofía moral y política. Madrid:No. 8, Octubre, 1993. p.35.
16 PIA LARA, María, Op.cit.,p. 163.
17 SHARP, Ann Margaret. Lacomunidad de cuestionamiento einvestigación filosóficos: educaciónpara la democracia”. En: KOHAN, Walter y WAKSMAN, Vera(comps): ¿Qué es filosofía paraniños? Ideas y propuestas parapensar la educación, Buenos Aires:Universidad de Buenos Aires, 1997.p. 175 - 186.
-
8/17/2019 La Solidaridad en Rorty
7/8
27
“(...) el grupo manifiesta un cierto cuidado, no sólo
por los procedimientos lógicos sino por el crecimiento
de cada miembro de la comunidad: este cuidado
presupone una disposición a ser abierto, a ser capaz de
cambiar sus opiniones y prioridades en vistas a tener
cuidado por el Otro. En un sentido real, cuidar del
Otro supone la voluntad de ser transformado por el
Otro, de ser afectado por él (...)”. A su vez Lipman
se vincula, en su apuesta por la filosofía para niños
(FpN), a las insinuaciones aquí esbozadas de Jaime
Parra y de Ann Margaret Shar: “(…) en la comunidad,
los sujetos se liberan de la necesidad de tener siempre
la razón, aprenden de sus propios errores y, sobre todo,
se preocupan del crecimiento vital de cada uno de sus
miembros”.
Enhorabuena Rorty se convierte en una referencia,
para quienes no claudican en los esfuerzos de buscar
salidas razonables a la interminable cadena de odios, que
perviven en los distintos actores sociales. La educacióndebe resistirse a que la violencia no sólo la atreviese
sino que anide impunemente en sus aulas. La reflexión,
la crítica y la indagación expresadas cooperativamente
en el arte, el teatro, la palabra, la escritura y en otras
expresiones, les corresponde evidenciar a la violencia a fin
de desenmascararla, denunciarla, no con más muerte sino
con más vida; no con crueldad, sino con más ternura; no
con alaridos sino con serenidad; no con agresividad sino
con la conversación y la acogida. En definitiva la creación
de sociedades solidarias será sensata, en la medida en
que los ciudadanos, que las conforman, tengan el arrojo de
vincular, incluir y extender el “nosotros” a quienes muchos
se obstinan en seguir denominando “ellos”; esos a quienes
se les impone fronteras, y, se los rotula para someterlos,
marginarlos y discriminarlos.
-
8/17/2019 La Solidaridad en Rorty
8/8
28
ReFeRenCIAs BIBlIoGRÁFICAs
ABRAHAM, Tomás. Batal las éticas. Buenos Aires:
Nueva Visión, 1995.
DEL AGUILA, Rafael. El Caballero Pragmático: Richard
Rorty o el liberalismo con rostro humano. En: Isegoría, Revista
de Filosofía moral y política. Madrid: No. 8, Octubre, 1993.
DREWERMANN, Eugen Lo esencial es invisible. El
principito de Saint-Exupéry: una interpretación psicoanalítica.
España: Herder, 1994.
LIPMAN, Matthew. Pensamiento completo y educa-
ción. Madrid: La Torre, 1998.
MACINTYRE, Alsdair. Las virtudes, la unidad de la
vida humana y el concepto de tradición, en Tras la virtud.
Barcelona: Critica, 1987.
NIETZSCHE, F. Genealogía de la moral. Madrid:
Alianza, 1983.
PARRA, Jaime. El cuidado del intelecto. En la
educación desde las éticas del cuidado y la compasión,
Bogotá: Ponticia Universidad Javeriana, 2005.
PÉREZ, Gómez, Ángel Ignacio. Socialización y
educación en la época postmoderna. En: Goikoetxea, J. Y
García Peña, J. Ensayos de pedagogía crítica. Caracas:
Laboratorio educativo, 1997.
PIA LARA, María. La Democracia como proyecto de
identidad ética. Barcelona: Anthropos, 1 a. edición, 1992.
RORTY, Richard. Objetvismo, relativismo y verdad. Traducción de Jorge Vigil Rubio, Escritos Filosócos 1.
Barcelona: Paidós, 1 a edición, 1991.
__________. El Giro Lingüístico. Traducción de Gabriel
Bello. México: Paidós, 1990.
__________. Contingencia, ironía y solidaridad,
Traducción de A. E. Sinnot , revisión de J. Vigil , Barcelona:
Paidós, 1a. edición, 1989.
__________. Consecuencias del Pragmatismo,
Traducción de José Miguel Esteban Cloquell. España: Tecnos,
1982.
RICOEUR, Paul. Sí mismo como otro. México: Siglo
XXI, segunda edición, 2003.
SHARP, Ann Margaret. La comunidad de
cuestionamiento e investigación losócos: educación para lademocracia”. En: KOHAN, Walter y WAKSMAN, Vera (comps):
¿Qué es losofía para niños? Ideas y propuestas para pensar la
educación, Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires, 1997.
SUÁREZ M, José Olimpo. ‘’Richard Rorty: la nueva
crítica a la metafísica”. En: Revista Universidad de Antioquia,
Medellín, No. 244, Abril – junio, 1996.