la política económica en una sociedad conflictiva

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La política económica en una sociedad conflictiva (capitulo 1) Richard Mallon y Juan Sourrouille Introducción. hay dos limitaciones que complican la conducción de la política macroeconómica en los países menos desarrollados: Una de estas limitaciones consiste en la mayor dependencia directa de las economías menos desarrolladas con respecto a los sectores extranjeros. La segunda clase de limitaciones en la conducción de la política macroeconómica de los países en desarrollo consiste en el alto grado de conflicto sociopolítico. Los esfuerzos para incorporar en una política nacional a una población de gran movilidad y en buena medida inmigrante, así como para nacionalizar las instituciones comerciales, financieros y de servicios públicos, han tenido un éxito muy limitado. La hipótesis central de este libro es que en los países en desarrollo, los factores que complican la feliz resolución de las brechas malignas deben buscarse en el entorno institucional en que se ejecutan sus políticas. Más aún, en la medida en que los conflictos en las políticas macroeconómicas son síntomas de las dificultades para concretar acuerdos sobre las nuevas reglas de juego en la sociedad en transición y si se prefieren las instituciones verdaderamente pluralistas a los sistemas absolutistas, el manejo político y la mediación en los conflictos deben formar parte integral del mismo proceso de decisión . El resultado es que la economía que a el en un síndrome de crisis que destruye toda apariencia continuidad política y en ausencia de una dirección orgánica las decisiones de política económica tienden a quedar bajo el control de funcionarios subalternos ubicadas en puestos claves, quienes manejan las pocas herramientas políticas de que disponen en beneficios de los estrechos intereses de sus instituciones particulares. Formulación de la política económica en la Argentina: antecedentes y experiencia, 1948-1970. En la historia argentina reciente, la mayoría de las discrepancias con respecto a la política económica tienen sus raíces en el conflicto entre dos corrientes de pensamiento: El liberalismo del tipo de la escuela británica de Manchester. Este exalta las virtudes de una sociedad abierta a las oportunidades e influencias del capitalismo internacional. El populismo nacionalista hace mayor hincapié en el desarrollo autónomo y autóctono. En un principio, las ideas nacional-populistas encontraron su principal expresión en Partido Radical, el cual fuera de su retorica, poco hicieron para poder ser considerado antiliberal. La UCR representaba una conjunción de intereses, principalmente de clase media sin un programa claramente definido, salvo en lo que respecta a su apoyo a la democracia constitucional. Esto estimuló la formación de otros movimientos políticos que luchaban por arrogarse el papel de estandartes del nacional populismo. Sin embargo, ninguno de ello fue capaz de lograr un apoyo popular amplio, ni siquiera los partidos socialistas o comunistas. El golpe de estado de junio de 1943, que luego llevaría a Perón al poder consiguió amalgamar elementos nacionalistas y populistas. Con su decisión de reducir la deuda externa, nacionalizar la mayor parte de los servicios públicos en manos de empresas extranjeras y de desarrollar una línea dura frente al capital foráneo, Perón atrajo para sí el apoyo de elementos nacionalistas, tanto de derecha como de izquierda. El populismo argentino ha tendido a interesarse tanto por la participación popular en la conducción de la vida política y económica cuanto por la distribución del ingreso y

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Política económica y sus conflictos

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La poltica econmica en una sociedad conflictiva (capitulo 1)

La poltica econmica en una sociedad conflictiva (capitulo 1)

Richard Mallon y Juan Sourrouille

Introduccin. hay dos limitaciones que complican la conduccin de la poltica macroeconmica en los pases menos desarrollados:

Una de estas limitaciones consiste en la mayor dependencia directa de las economas menos desarrolladas con respecto a los sectores extranjeros.

La segunda clase de limitaciones en la conduccin de la poltica macroeconmica de los pases en desarrollo consiste en el alto grado de conflicto sociopoltico. Los esfuerzos para incorporar en una poltica nacional a una poblacin de gran movilidad y en buena medida inmigrante, as como para nacionalizar las instituciones comerciales, financieros y de servicios pblicos, han tenido un xito muy limitado.

La hiptesis central de este libro es que en los pases en desarrollo, los factores que complican la feliz resolucin de las brechas malignas deben buscarse en el entorno institucional en que se ejecutan sus polticas. Ms an, en la medida en que los conflictos en las polticas macroeconmicas son sntomas de las dificultades para concretar acuerdos sobre las nuevas reglas de juego en la sociedad en transicin y si se prefieren las instituciones verdaderamente pluralistas a los sistemas absolutistas, el manejo poltico y la mediacin en los conflictos deben formar parte integral del mismo proceso de decisin. El resultado es que la economa que a el en un sndrome de crisis que destruye toda apariencia continuidad poltica y en ausencia de una direccin orgnica las decisiones de poltica econmica tienden a quedar bajo el control de funcionarios subalternos ubicadas en puestos claves, quienes manejan las pocas herramientas polticas de que disponen en beneficios de los estrechos intereses de sus instituciones particulares.

Formulacin de la poltica econmica en la Argentina: antecedentes y experiencia, 1948-1970. En la historia argentina reciente, la mayora de las discrepancias con respecto a la poltica econmica tienen sus races en el conflicto entre dos corrientes de pensamiento:

El liberalismo del tipo de la escuela britnica de Manchester. Este exalta las virtudes de una sociedad abierta a las oportunidades e influencias del capitalismo internacional.

El populismo nacionalista hace mayor hincapi en el desarrollo autnomo y autctono. En un principio, las ideas nacional-populistas encontraron su principal expresin en Partido Radical, el cual fuera de su retorica, poco hicieron para poder ser considerado antiliberal. La UCR representaba una conjuncin de intereses, principalmente de clase media sin un programa claramente definido, salvo en lo que respecta a su apoyo a la democracia constitucional. Esto estimul la formacin de otros movimientos polticos que luchaban por arrogarse el papel de estandartes del nacional populismo. Sin embargo, ninguno de ello fue capaz de lograr un apoyo popular amplio, ni siquiera los partidos socialistas o comunistas. El golpe de estado de junio de 1943, que luego llevara a Pern al poder consigui amalgamar elementos nacionalistas y populistas. Con su decisin de reducir la deuda externa, nacionalizar la mayor parte de los servicios pblicos en manos de empresas extranjeras y de desarrollar una lnea dura frente al capital forneo, Pern atrajo para s el apoyo de elementos nacionalistas, tanto de derecha como de izquierda. El populismo argentino ha tendido a interesarse tanto por la participacin popular en la conduccin de la vida poltica y econmica cuanto por la distribucin del ingreso y de la riqueza. Ese inters por la participacin constituy el gran atractivo del Partido Radical.

Pern no pretendi, sin embargo, poner en marcha una reforma agraria u otorgar mayor participacin a los obreros en la conduccin de las empresas (?). Ni siquiera el IAPI alter de manera significativa el sistema tradicional de comercializacin de las exportaciones, que continu bajo el control de importantes firmas privadas como Bunge y Born y Dreyfus.

El periodo de asalto de Pern lleg a su fin en 1948, ao que divide aguas en la historia econmica argentina. Durante el cuarto de siglo siguiente, la economa qued atrapada en un persistente proceso de marchas y contramarchas, a causa de los severos problemas de balance de pagos y de inflacin interna, acompaado de una gran inestabilidad poltica.

Del periodo de asalto al de consolidacin: 1948-1955. La aplicacin del programa nacional-populista de Pern se vio facilitado por la slida posicin del balance de pagos del pas al finalizar la Segunda Guerra Mundial y por el rpido crecimiento de la economa en perodo posblico. Entre 1945 y 1948, el volumen de las mercancas importadas se cuadruplic y el Producto Interno Bruto real aument.

Asimismo, se observ un mejoramiento los trminos del intercambio con el exterior y en la reduccin en los servicios de los prstamos e inversiones extranjeras. Este boom permiti al gobierno nacional aumentar el total de sus gastos, sin provocar serias repercusiones inflacionarias inmediatas. Sin embargo, en 1948 era evidente que esa poltica de extremo expansiva haba estado basada en extraordinarias condiciones de corto plazo, con respecto a las cuales no poda esperarse que continuaran.

El primer obstculo se present a fines de 1948 en la balanza de pagos, cuando las reservas de oro cayeron. De esta manera, en 1949, tanto las importaciones como las exportaciones declinaron y permanecieron en niveles bajos durante los cuatro aos siguientes. Una importante disminucin del comercio oblig al gobierno a considerar medios para reducir la demanda total generada sobre los recursos disponibles por sus polticas socioeconmicas.

Las medias que se adoptaron fueron insuficientes para solucionar este problema y en consecuencia, la produccin exportable disminucin y la demanda interna se desvi de las inversiones fijas en maquinaria y equipos hacia el consumo personal y la construccin. Fue as como, entre 1948 y 1952, la disponibilidad real de bienes y servicios disminuy lo cual, unido a una poltica monetaria fiscal que continuaban expansin y a un sostenido aumento de salarios, contribuy a impulsar una espiral inflacionaria que alcanz su punto crtico en 1951. estos acontecimientos, sumados a la desastrosa sequa de 1951-1952 convencieron a Pern de que deba adoptar un programa de estricta austeridad econmica.

Este cambio de rumbo requiri una hbil manipulacin de la coalicin que originalmente se haba manifestado en apoyo de un programa nacional-populista muy distintos. Pern no tuvo mayores dificultades en conseguir el apoyo de los trabajadores. De esta manera se cre una Comisin Nacional de Precios y Salario, se introdujo un sistema de convenios salariales bienal es y los sucesivos aumentos de sueldos fueron moderados, con el resultado de que en 1954 la tasa anual de inflacin se haba reducido.

Sin embargo, la estabilidad de los ndices de precios no trajo aparejada la eliminacin de presiones inflacionarias subyacentes, teniendo que otorgar el gobierno subsidios al consumo interno de pan, carne, otros productos agrcolas y servicios pblicos. Estos subsidios tambin permitieron al gobierno proteger a los productores agrarios de la declinacin que sufrieron los precios internacionales de las mercancas al termino de la guerra de Corea. Ello represent un cambio importante en la poltica oficial y consigui detonar la tendencia disminuye el rea sembrada y la produccin. A partir de 1953 no se produjo ningn incremento significativo en la disponibilidad para la exportacin.

La balanza del poder de Pern qued as a merced del apoyo que pudieran seguir prestndole los elementos nacionalistas del ejrcito.

La carencia de nuevas tecnologas haba creado serios estrangulamientos en la produccin de bienes y servicio claves y obstaculizado la modernizacin industrial. Limitado por su reducida capacidad importaron y por la incapacidad del gobierno para incrementar sus gastos de capital sin generar dficits fiscales inflacionarios, pero decidi acudir a la ayuda de capitales extranjeros. Con este propsito, en 1953 se dict una nueva ley sobre inversiones extranjeras, que elev el monto permisible de las remesas de utilidades al exterior. Como consecuencia de ello se firmaron convenios especiales con varias compaas extranjeras para establecer una industria de tractores en la argentina; Mercedes Benz y Kaiser Motors fueron estimuladas por iniciar la produccin de vehculos automotores y se comenzaron negociaciones con el EXIMBANK a los efectos de financiar la construccin de la acera San Nicols y hacia 1955 se contrataron otros prstamos extranjeros. El ms controvertido de ellos fue el acuerdo de concesin que deba celebrarse con la California Petroleum Company.

Desde la creacin de Yacimientos Petrolferos Fiscales en la dcada del 20', la reserva de los recursos naturales para la explotacin nacional se haba constituido en uno de los principales motivos para agrupar a los nacionalistas argentinos. El intento de revocar est poltica combinado con un drstico cambio en la actitud oficial hacia el capital extranjero en general, trajo aparejado el retiro de apoyo nacionalista al rgimen. Este problema con los militares se vio agravado por el intento de poner a Evita como compaera de frmula en la eleccin presidencial de 1952.

La tctica de Pern fue dividida a la oposicin, alentando a la militancia del pueblo que lo segua. Esto se tradujo en violentos ataques a los opositores al rgimen como el caso del Jockey Club y la Catedral de Buenos Aires, los cuales fueron incendiados. Como consecuencia, se rompieron la relacin con Iglesia Catlica y se expuls de la argentina al representante papal.

Hacia 1955, poco quedaba de la que jug Alicia original de Pern excepto los dirigentes de la CGT y los camaradas militares con estrechos lazos de lealtad personal.

El gobierno provisional: 1955-1958. En septiembre de 1955, Pern fue derrocado por un levantamiento militar dirigido por el general Lonardi, un nacionalista cuya principal objecin al lder depuesto fue su ruptura con Iglesia Catlica. Lonardi fue depuesto, su vez, por el federal Aramburu quien intent desmantelar el aparato administrativo de Pern y el poder poltico que le serva de base.

Tanto los peronistas como los trabajadores quedaron excluidos del proceso puesto en marcha por Aramburu para desarrollar un nuevo consenso poltico nacional, aunque la mayora de los otros grupos de inters estuvieron representados. El procedimiento que se utiliz fue el de someter una serie de estudios y recomendaciones preparados por el grupo encabezado por Ral Prebisch a las criticas de los representantes de las agrupaciones polticas ms importantes. Si bien el peso de la opinin se inclin hacia un programa nacional-populista, los objetivos generales de mayor apertura de la economa, reduccin de los controles estatales y eliminacin de las distorsiones recibieron amplio apoyo.

Las medidas que tuvieron mayor aceptacin se adoptaron sin demora, tal es el caso de la devaluacin del peso. Los tratados bilaterales de comercio con la mayora de los pases de Europa occidental fueron anulados cuando la Argentina adhiri a la Unin Europea de Pagos, como miembro asociado, mediante el acuerdo conocido como El Club de Paris. Adems, la Argentina paso a integrar el FMI y el Banco Mundial, se desnacionalizaron los depsitos bancarios y el IAPI fue disuelto.

El primer equipo economico de Aramburu fue dirigido por el radical Eugenio Blanco y tuvo como objetivo principal reintegrar al pas a una democracia constitucional, siguiendo la estrategia destinada a obtener el apoyo de los nacionalpopulistas. En 1957, debido a discrepancias con respecto al manejo de una concesin de servicios pblicos a una empresa extranjera fue reemplazado por Adalbert Krieger Vasena, cuyo principal objetivo consista en alcanzar una rpida estabilizacin de la economa, antes de que el poder volviera a un gobierno electo.

La poltica cambiaria fue abordada con la idea de que la oferta y la demanda de divisas alcanzara su punto de equilibrio con el creciente nivel de la actividad econmica. En lo que respecta a la oferta, los ejecutores de las polticas sobreestimaron la velocidad con que la produccin agrcola respondera al incentivo de precios ms favorables y subestimaron la tendencia declinante en los precios internacionales de las exportaciones, que en la Argentina se vea agravada por una poltica de precios internos que induca a los agricultores a sustituir los campos de pastoreo por sembrados y a malvender la carne vacuna en el ya saturado mercado britnico.

Las entradas de capital fueron escasas luego de la ayuda especial recibida en 1956, debido a la cautelosa poltica adoptada con respecto a las inversiones privadas, que incluy la cancelacin de las negociaciones con la California Petroleum Company. Por otra parte, las autoridades no previeron la presin de las demandas de divisas que se pondra de manifiesto al abolirse el control de las importaciones.

El balance comercial continu deteriorndose hasta que en 1958 las restricciones fueron reimplantadas. El informe Prebisch prevea que el efecto inicial de la devaluacin sobre el nivel de los precios internos sera de 10% y sobre esta base se otorgaron a fines de 1955- un ajuste general de los salarios. Pero en los meses posteriores se hizo evidente que los empresarios consideraban que los precios y sus mrgenes de ganancia, reducidos durante muchos aos de controles, tambin requeran ajustes.

Cuando los precios aumentaron ms all del 10% otorgado como aumento las huelgas se generalizaron y la economa qued casi paralizada. Esto oblig a otorgar un nuevo aumento esta vez del 40%. A principios de 1957 se congelaron los salarios por un ao.

En consecuencia, entre 1955 y 1957 se produjo un aumento de la redistribucin de ingresos que tendi a aumentar el consumo de los pudientes a costa de los asalariados. El gobierno decidi equilibrar el presupuesto fiscal no tanto incrementando los impuestos cuanto cercenando los aumentos de gastos, con lo que reforz la tendencia declinante de la inversin pblica.

Finalmente, la poltica oficial fracas en promover el crecimiento sano con estabilidad y contribuy a que los polticos retiraran su apoyo al regimen.

La tentativa de estructurar una nueva coalicin nacional-populista liberal: 1958-1962. Con el objetivo de captar para s los votos del peronismo proscripto, Frondizi, condujo su campaa electoral con un marcado tono nacional-populista. Una vez elegido presidente, procedi a revocar los decretos anti-CGT sancionados durante el gobierno de Aramburu. Adems, estableci un aumento salarial del 60%.

Paralelamente, se puso en practica una poltica monetaria y fiscal ms flexible que tuvo como consecuencia elevar la oferta monetaria.

La estrategia desarrollista de Frondizi est asociada con el pensamiento de su principal consejero economico, Rogelio Frigerio y sus puntos fundamentales eran:

1- Desarrollar en la Argentina un complejo industrial integrado, poniendo mayor nfasis en las industrias bsicas (acero, qumica, celulosa y papel, maquinaria y equipos). Asimismo, se buscara explotar de manera intensiva los recursos naturales de la nacin, fortaleciendo el desarrollo regional.

2- Rechazar el concepto de divisin internacional del trabajo.

3- En la produccin agrcola se propone seguir una estrategia de desarrollo parecida a la industrial, enfatizando en las mejoras tecnolgicas y en la rpida mecanizacin. La redistribucin de la tierra se consideraba un paso retrogrado, puesto que la tecnologa moderna requera unidades ms extensas y eficientes y no pequeas chacras.

4- Atraer un flujo masivo de capital extranjero, de manera de proveer los recursos requeridos por la estrategia desarrollista.

El atractivo del desarrollismo para los distintos sectores no era el mismo. De hecho, para los empresarios la nueva estrategia supona perder el miedo a la competencia extranjera; para los propietarios rurales era una garanta de que sus propiedades no seran tocadas; los militares contaran con la produccin interna de material estratgico y con economas regionales fuertes para poder resistir la infiltracin de los pases limtrofes; los nacionalistas podran encontrar apoyo en las razones fuertemente antiimperialistas de la estrategia, una vez que superasen sus prejuicios con respecto al capital extranjero y los trabajadores comprenderan a corto plazo que el camino ms efectivo para elevar sus salarios reales era el rpido crecimiento de la produccin y el empleo.

La primera preocupacin de Frondizi fue ganarse la confianza de los inversores internos y de la comunidad financiera internacional y para ello design a lvaro Alzogaray un liberal fervoroso de la libre empresa- nuevo ministro de economa. En diciembre de 1958 concret un acuerdo Stand By con el FMI y como consecuencia de la cual se establecieron las siguientes medidas:

Se elevaron los requerimientos marginales de efectivo mnimo bancario.

Se elimin la financiacin hipotecaria del gobierno para construcciones residenciales.

La financiacin del dficit fiscal por el Banco Central fue drsticamente disminuida.

Se abolieron de inmediato la mayora de los controles de precios.

Se eliminaron las restricciones cuantitativas al gobierno.

El tipo e cambio fue liberado para que alcanzara su nivel propio.

Las nuevas inversiones se vieron favorecidas con importantes reducciones en el impuesto a los rditos. Tambin se eliminaron los recargos sobre las importaciones de bienes de capital.

El aumento de salarios estuvo muy por debajo del aumento de los precios y luego fueron congelados.

En julio de 1958 se celebraron convenios de concesiones petrolferas con compaas extranjeras, cinco de las cuales correspondan a reas ya explotadas por YPF. Asimismo, se aprob una ley que conceda a los inversores extranjeros los mismos derechos de que gozaban los locales y adems permita repatriar las utilidades al exterior sin ningn tipo de trabas.

Finalmente, la tasa de inflacin se desaceler en el segundo semestre de 1959. Hacia 1962, la Argentina haba llegado a autoabastecerse teniendo incluso que exportar pequeas cantidades de crudo, por cuanto se haba visto colmado la capacidad de almacenamiento y de refinacin del pas.

Sin embargo, las dificultades para sincronizar el conjunto de las polticas pronto comenzaron a abrir brechas entre el frente economico y el frente poltico.

En lo que respecta al sector laboral, el aumento en el empleo, con el que Frondizi haba contado para compensar la declinacin inicial del salario real provocada por la aplicacin de los programas de estabilizacin, no se produjo, sino que el empleo se mantuvo constante. Esto se explica porque las nuevas inversiones fueron muy intensivas en capital y adems porque las industrias de elaboracin de productos tradicionales de consumo, los cuales requieren una mayor mano de obra declinaron durante el periodo, a causa del descenso de la demanda provocada por la cada del ingreso de los asalariados.

Estas dificultades llegaron a su punto critico en 1961, como consecuencia de las malas condiciones climticas y la renovacin de los convenios salariales. El continuo estancamiento de las exportaciones se agudiz debido a la pobre cosecha de principios de ao. Esto determin que por primera vez n dos aos el Banco Central tuviera que adoptar una poltica de vendedor neto de divisas y desde entonces comenz a perder reservas.

En este contexto, Frondizi decidi no reestablecer los controles de cambio y opto por mantener la cotizacin del dlar considerando a ambas piedras angulares de su programa desarrollista. La perdida de confianza en la economa se agudiz an ms a raz del prolongado enfrentamiento con los sindicatos por mejoras salariales y por la racionalizacin del sector pblico, especialmente en ferrocarriles. Esto llev a que Frondizi no adoptara una lnea dura con respecto a los salarios y moder su poltica hacia los empleados pblicos, teniendo en cuenta que en 1962 se produciran elecciones provinciales.

Las concesiones en material laboral determinaron las renuncias sucesivas de dos ministros de economa. El derrocamiento del gobierno despus de algunas impresionantes victorias de los peronistas en las elecciones provinciales puso de manifiesto, una vez ms, la imposibilidad de desarrollar polticas que no cuenten con una coalicin suficientemente amplia como para mantener al gobierno en el poder. El error fundamental de Frondizi consisti en persistir en un conjunto de polticas que no quiso cambiar ni siquiera despus de que la realidad demostr que no daban los resultados esperados. Como Pern cuyo error fue no tratar una nueva coalicin cuando el rumbo de sus polticas haba cambiado- Frondizi procedi a improvisar medidas encaminadas a obtener el apoyo popular, con la esperanza de que ello poda compensar el alejamiento de importantes miembros de su alianza poltica.

Reconstruccin de un gobierno nacional-populista bajo el tradicional partido radical: 1963-1966. El periodo entre el derrocamiento de Frondizi y la eleccin del nuevo presidente constituye el ejemplo de la crisis cuando la formulacin de polticas pasa a manos de funcionarios de menor nivel que ocupan organismos estables como el Banco Central. La coordinacin de polticas se hizo imposible por una abierta lucha entre dos facciones militares:

Los azules, que fueron los vencedores de este enfrentamiento, estaban conducidos por el general Ongania y propiciaban la inmediata eleccin de un gobierno civil, pero sin la participacin de los candidatos peronistas.

Los colorados, apoyaban la constitucin de un gobierno militar nacionalista.

Las elecciones de 1963 fueron libres excepto por la exclusin del peronismo. Illia de la rama tradicional del partido radical (UCRP) obtuvo una estrecha mayora de menos del 30% del electorado.

Los radicales del pueblo no se dispusieron a formar una coalicin ms amplia de grupos de intereses, dado que su caballo de campaa haba sido la restauracin de la legalidad constitucional. Los grupos de inters ms poderosamente organizados (los trabajadores peronistas, los militares y los intereses financieros y empresariales) tuvieron poca representacin en el Congreso y no fueron nominados para integrar puestos en el ejecutivo. Esto no hizo ms que aumentar el aislamiento del gobierno con respecto a las fuentes ltimas del poder poltico.

Eugenio Blanco fue designado nuevamente ministro de economa por el presidente Illia y consider que su primer objetivo deba ser reactivar la economa con polticas expansivas en los mbitos monetario, fiscal y salarial. Como consecuencia de estas medidas, el producto interno bruto real creci y el desempleo se redujo a la mitad. Estos resultados hicieron temer que la rpida recuperacin de la economa y el servicio de la deuda externa, pblica y privada, pudiesen originar una nueva crisis en la balanza de pagos. En consecuencia, s reintrodujeron los controles de cambios sobre las transacciones de capital y las invisibles y se tomaron mediadas especiales para reducir el monto de insumos importados en la produccin, estableciendo controles selectivos de crditos y un aumento en la proporcin mnima legal de componentes nacionales para la fabricacin de automotores.

En este periodo las exportaciones aumentaron debido a las condiciones climticas favorables y el mejoramiento de los precios internacionales. Se cree que este aumento tambin se debi a que constitua el resultado del aumento de la productividad tan esperado y como una respuesta al curso favorable del tipo de cambio y de otros incentivos. An cuando reimplant los controles de cambio, el gobierno de Illia adopt una poltica de ajustes graduales, para evitar que los precios de exportacin se apartasen de los crecientes costos internos y promovi, a su vez, una modernizacin tecnolgica en la agricultura.

Estas realizaciones fueron insuficientes para obtener la aceptacin de los tres poderosos sectores que no tenan participacin activa en el gobierno debido a que:

Los grupos empresariales y financieros se asustaron cuando el gobierno decidi cancelar los contratos con las compaas petroleras extranjeras y desarroll una poltica de hostilidad hacia la comunidad internacional, cuya manifestacin ms importante fue la abrupta terminacin del acuerdo stand by con el FMI. Adems consideraron la reimplantacin de los controles cambiarios como un resurgimiento del estatismo excesivo.

El sector laboral le origin crecientes dificultades al gobierno. A esto se agrega la critica de la existencia de un exceso de empleados en las empresas estatales, los cuales eran la causa del dficit creciente de esas entidades.

Asimismo, los aumentos salariales haban superado los limites recomendados por el equipo economico.

La presin militar buscaba lograr que l ejercito contase con mayores facultades para imponer disciplina a los trabajadores, lo cual fue rechazado por Illia considerndola una violacin de la legalidad constitucional.

Reimplantacin de la poltica liberal por el gobierno militar: 1966-1970. Hacia 1966 no exista dentro de los militares consenso respecto a las polticas que deba seguir el gobierno de Ongana recin instalado en el poder.

La bsqueda de un equipo economico aceptable y de nuevas orientaciones polticas hicieron de sus primeros ocho meses en el poder un periodo de deriva. En marzo de 1967 el general Ongana decidi designar a Krieger Vasena al frente del ministerio de economa, para implementar la primera etapa de su programa de tres tiempos: El economico, el social y el poltico.

La estrategia de Krieger Vasena consisti en eliminar la inflacin de manera acelerada, por medio de una poltica de ingresos que congel la participacin en la distribucin de los ingresos en los niveles medios de 1966. las principales medidas adoptadas fueron:

Se realiz una devaluacin compensada, dado que, se aumentaron las retenciones a las exportaciones tradicionales y se redujeron los derechos a la importacin, para atenuar as el efecto de la devaluacin sobre el nivel de precios internos y proporcionar un incentivo a las exportaciones no tradicionales.

Las escalas de salarios de los diferentes convenios colectivos fueron ajustados por etapas.

Los empresarios fueron inducidos a aceptar arreglos voluntarios con el gobierno para limitar los aumentos de precios, a cambio de mayores posibilidades de obtener crditos bancarios y tratamiento preferencial en contratos de ventas a las reparticiones oficiales.

El gobierno intent reducir el dficit fiscal aumentando la recaudacin de impuestos, elevando las tarifas de los servicios pblicos y disminuyendo l numero de empleados del gobierno y reduciendo las perdidas de las empresas estatales.

La confianza de los inversores se vio estimulada por las expectativas de mayor estabilidad, la eliminacin de los controles de cambio, la renovacin de los contratos con las compaas petroleras, un nuevo acuerdo con el FMI, lo cual determin un mejoramiento de las relaciones con la comunidad financiera internacional.

Hacia fines de 1968, Krieger Vasena poda vanagloriarse de que la tasa anual de inflacin haba sido reducido a menos del 10%, de que las reservas haban aumentado, el desempleo no haba crecido y la economa haba comenzado a expandirse a un ritmo acelerado.

Sin embargo, el programa de estabilizacin de Krieger Vasena fracas en consolidar un nuevo acuerdo. Esto se debi a que el plan estuvo basado en un conjunto de rgido objetivos con respecto al ingreso real de 1966 y al tipo de cambio, que dejaron poco margen para negociar. La presin sobre los salarios se alivi al financiar un pequeo aumento con una reduccin de los aportes jubilatorios, lo cual, adems de producir un dficit en el sistema previsional no evit la disminucin de los salarios reales. Por su parte el mantenimiento del tipo de cambio trajo aparejado un empeoramiento de los precios relativos de la agricultura.

Asimismo, un nuevo acuerdo tambin se vio entorpecido por las drsticas mediadas adoptadas por el regimen de Ongana, que intervino las universidades, reprimi las disidencias, impuso la censura a la prensa y elimin todo esbozo de autonoma provincial.

El estallido del cordobazo determin la renuncia de Krieger Vasena, que fue reemplazado por Jos Mara Dagnino Pastore. El cambio de equipo economico no alter el rumbo economico dado la menor influencia en el gobierno que su predecesor.

En 1970 la etapa se cerraba con otro golpe de estado que llevaba a la presidencia al general Roberto Marcelo Levingston, quien se hallaba desvinculado de toda filosofa poltica o economa particular y se consideraba que no tena l suficiente prestigio personal para convertirse en un dictador personalista. Moyano Llerena fue el primero de los ministros de economa de Levingston.

Sin capacidad de maniobra fue depuesto por el general Lanusse en marzo de 1971, quien posea mayor prestigio y poder. Este buscara acuerdo con todos los sectores del pas, incluyendo los peronistas.La poltica econmica de Martnez de Hoz

Jorge Schvarser

Prologo. Los cinco aos trascurridos entre 1976 y 1981 ofrecen una de las mejores oportunidades para explorar el funcionamiento de la sociedad y la economa de la Argentina. En ese periodo, Jos Alfredo Martnez de Hoz, desde su cargo de ministro de economa, emprendi el ms slido intento de reestructuracin global de la Nacin que se haya conocido en las ltimas dcadas, en consonancia con los criterios y expectativas de los grupos dominantes.

Primera parte. La lgica poltica de la poltica econmica.

Capitulo 1. Poltica econmica y explicaciones polticas. Una larga permanencia en el poder. Martnez de Hoz estuvo durante cinco aos en el ministerio de economa, desde 1976 hasta 1981. Su permanencia es sorprendente si se tiene en cuenta que su gestin no obtuvo xitos indiscutibles, sino, por el contrario, la mayora de los indicadores tienden a sealar escasos resultados positivos, cuando no abiertamente negativos, en el periodo. De hecho, el ritmo de desarrollo se desaceler mientras el producto per capita caa en trminos absolutos, los salarios reales descendieron mientras la inflacin no disminuy a niveles controlables, lo cual provoc una distorsin permanente de los precios relativos. El creciente endeudamiento externo alcanz niveles explosivos a mediados de 1980.

Si bien al comienzo de la gestin de Martnez de Hoz hubo pocas quejas en torno a las medidas, debido a la represin ejercida. Pero la ilusin dur poco, las quejas comenzaron a llegar desde los ms diferentes sectores. A pesar de ello, el modelo economico instaurado a partir de 1976 pareci inmune a la critica terica, a los desafos sociales y a las fisuras polticas internas.

Las explicaciones politicosociales. Se han propuesto distintas explicaciones para explicar la permanencia de Martnez de Hoz en el ministerio de economa:

La primera explicacin afirma que el rgido encuadramiento del sistema poltico-social impidi la exteriorizacin del disenso, creando la base para que los nuevos regentes de la economa pudieran ir fortaleciendo su posicin. En una primera etapa el silenciamiento de la oposicin pareci afectar a los representantes y voceros de los grupos populistas, reformistas e izquierdistas, pero la lgica de la censura y la represin tendi a estrechar progresivamente los mrgenes de cualquier critica, desde la econmica hasta la cultural. En ese entorno cerrado en el que la posibilidad de disentir quedaba severamente recortada ofreca una serie de ventajas, principalmente, la ruptura radical con el pasado, la posibilidad de sentar nuevas bases para el desarrollo sobre pautas diferentes a las aplicadas anteriormente y la aplicacin de criterios autotitulados cientficos. Esto implic que se tendiese a enfatizar los aspectos negativos del periodo anterior.

Para esta postura sin el condicionamiento poltico no hubiese sido posible la aplicacin de la nueva poltica econmica, sin embargo, para Schvarser esto no alcanza para explicar la estrategia econmica. Schvarser afirma que el bloqueo no se dio en todos los mbitos de decisin ni dur mucho tiempo. A esto, el mencionado autor agrega que, la victoria de la nueva lnea fue el resultado de una intensa batalla en el seno del equipo que asumi en 1976, lo que hace sospechar que existieron otras alternativas prcticamente- desde el comienzo del gobierno militar. En consecuencia, la lnea econmica que se sigui no fue el resultado fatal de la nueva estructura de poder poltico.

Las tensiones no se limitaron al interior del equipo economico. Por otro lado, las criticas a la conduccin econmica haban alcanzado niveles elevados en el seno de las Fuerzas Armadas a partir, por lo menos, del segundo ao de aplicacin de la nueva estrategia militar. Hay que tener en cuenta tambin que las Fuerzas Armadas reciban las demandas y expectativas de otros sectores de la sociedad, incluso de aquellos que presentaban alternativas.

La segunda explicacin tendi a resaltar la importancia de los apoyos externos prestados a la poltica econmica aplicada en el plano local. Los centros financieros internacionales llevaron a cabo una doble poltica que consisti en, por un lado, el otorgamiento de prestamos y la realizacin de declaraciones de apoyo, y por el otro, la condena a las polticas represivas. El aislamiento poltico de dichos regmenes favoreca la posicin de los grupos econmicos con buenos contactos en el exterior, al ser imprescindible la mediacin de estos para conseguir prestamos internacionales. Pero para Schvarser esto no es suficiente explicar la forma en que los grupos favorecidos ejercieron el poder y captaron las riquezas correspondientes sin oposicin social ni poltica.

Capitulo 2. La practica de la poltica econmica. Para Schvarser durante el periodo 1976-1981 no existieron intentos serios de organizar un mercado de capitales a largo plazo a travs del cual se canalizaran los recursos de ahorro y se orientara la inversin. Ms precisamente, la poltica econmica favoreci casi exclusivamente- la creacin de un mercado de dinero de corto plazo y alta liquidez, lo cual oper como un factor permanente de inestabilidad del sistema economico. La nueva estructura increment el desequilibrio encontrado en la plaza en marzo de 1976, al tiempo que alentaba otros factores negativos como el mantenimiento de una alta inflacin.

El desarrollo de este mercado fue acompaado por una permanente voluntad de destruir todas las barreras existentes para el movimiento de capitales desde y hacia el exterior. Los beneficios obtenidos por la aplicacin de la poltica econmica fueron el resultado de un proceso de redistribucin del ingreso donde la reduccin de los salarios permiti la liberacin de fondos que fueron destinados a la especulacin.

La combinacin de las mencionadas estrategias mercado de corto plazo y libertad para los movimientos de divisas- determin condiciones particulares en donde el estado autolimitaba su funcin regulatoria a favor de los movimientos espontneos del dinero. Como consecuencia de esto, los grandes agentes econmicos lograban elevados beneficios en la medida en que desplazaban sus actividades para aprovechar los sucesivos mecanismos financieros que las autoridades econmicas ponan en marcha. Estas autoridades, a su vez, iban autocercenando sus posibilidades de controlar el sistema. En estas condiciones, la clave del mantenimiento de los beneficios consista en la continuidad del desequilibrio, lo cual, al mismo tiempo, operaba como un reaseguro de la permanencia del equipo economico desde el momento en que ese equipo era el nico que lograba generar la confianza de los grandes factores privados de decisin.

La trasformacin ms profunda y duradera de la gestin de Martnez de Hoz fue la transferencia de ingresos en perjuicio de los asalariados y de importantes sectores productivos. Esa transferencia signific una cuantiosa acumulacin de riquezas en manos de pequeos grupos sociales, en especial de aquellos que dominaban los flujos financieros. Las modificaciones introducidas por Martnez de Hoz determinaron que el capital financiero pasara a desempear un papel central en la economa argentina. De esta manera, las empresas privadas, las empresas pblicas, el estado nacional y las provincias se encontraron en una posicin dependiente frente al capital financiero. Al mismo tiempo, las facilidades otorgadas al movimiento internacional de capitales y divisas despojaron al estado del control que antes ejerca y lo transfirieron a los grupos privados que manipulaban dichos fondos.

Las vsperas del cambio de poder. En marzo de 1976 la economa argentina haba llegado a una crisis sin precedentes. Una situacin poltica y social candente realimentaba e desequilibrio economico.

El rodrigazo: el 4 de junio de 1975, el ministro de economa, Celestino Rodrigo, anunci una devaluacin del 160% para el tipo de cambio utilizado en las transacciones comerciales y 100% para el tipo de cambio usado en las transacciones financieras. A ello se agregaban variaciones significativas en los cuadros tarifarios y la liberacin de las tasas de inters. La poltica de shock adoptada en junio de 1975 provoc un brusco salto de la inflacin.

La inflacin se acelera: las agudas fluctuaciones de los precios relativos tendieron a deteriorar el nivel de los salarios reales y a elevar el valor de la divisa. Este proceso generaba un profundo desequilibrio del sector externo, una violenta expansin del dficit fiscal y un rpido cambio de actitud de los operadores frente al sistema monetario y financiero. Cada de los salarios: la baja de los salarios no poda ser compensada por nuevos aumentos nominales. Adems, los intentos de responder con aumentos salariales a las presiones sindicales aceleraban la espiral inflacionaria. Los sindicatos pierden poder: en condiciones de elevada inflacin y de auge especulativo se formaba un mercado prcticamente incontrolable por el poder poltico. Asimismo, la coyuntura tenda a mellar rpidamente la capacidad reivindicativa de los dirigentes sindicales.

La corrida hacia el dlar: la inflacin incentiv la fuga masiva y desesperada de la tenencia de pesos para tratar de mantener el valor posedo adquiriendo divisas. El mercado de compra-venta de dlares se transform en uno de los mecanismos fundamentales de la especulacin en el segundo semestre de 1975. El activo mercado negro de divisas alentaba la fuga de estas del mercado oficial tendiendo a generar un creciente dficit de la balanza de pagos.

El reino del papel: el surgimiento de las aceptaciones fue el primer instrumento de un mercado libre de capitales que favoreci la expansin de las compaas financieras ms dinmicas a costa de los establecimientos bancarios. En ese mismo periodo de segundo semestre de 1975 se generaliz el uso de los valores nacionales ajustables, cuyo carcter de titulo indexado de elevada liquidez, con garanta estatal, los converta en la proteccin ideal contra la inflacin.

La iliquidez: la intensa emisin a la que deban recurrir las autoridades para atender el dficit creciente del sector pblico no lograba mantener la liquidez de un mercado que hua de toda tenencia de dinero.

El dficit publico: el deterioro de los ingresos del sector pblico es otro de los efectos nocivos de la espiral inflacionaria.

El gobierno a la deriva: las dificultades econmicas aceleraban las disensiones en el seno del poder, debilitado a su vez por la situacin poltica, y preparaban las condiciones para su reemplazo.

Una nueva geografa poltica: los meses siguientes al rodrigazo implicaron el surgimiento de una nueva relacin de fuerzas en la sociedad argentina. El proceso de elevada inflacin desatado erosion las bases de la sustentacin del poder poltico y sindical y tendi a centrar los requerimientos de una solucin en los sectores ligados a los centros financieros internacionales.

Las soluciones relativamente fciles de 1976. En este contexto, las reservas del pas estaban prcticamente agotadas y todo indica que el espectro de la cesacin de pagos fue uno de los elementos que galvaniz la decisin militar de actuar sin mayor demora.

Por qu Martnez de Hoz?: la critica situacin del sector externo parece confirmar la versin de que sus vinculaciones internacionales tuvieron mucha ms importancia que cualquier otra variable en la designacin de Martnez de Hoz. Un segundo factor a favor de su designacin fue su posicin dentro del establishment local. En la escala de importancia asignada a cada una de las razones para su designacin, el programa economico recin se puede colocar en el tercer lugar.

El salvavidas externo: la efectividad de su nombramiento se observa en la buena disposicin que mostr el FMI. Apenas producido el cambio de gobierno, ese organismo aprob un prstamo de 100 millones de dlares.

Devaluacin y corrida hacia el peso: Martnez de Hoz cre dos tipos de cambio: el primero, denominado financiero, regulaba las transacciones de ese tipo y qued en un nivel alto. El segundo, llamado comercial, afectaba las transacciones del comercio exterior y su valor se fue elevando hasta unificarse con el primero.

Este periodo de dos tipos de cambio garantizaba un valor flexible de las divisas para los exportadores, que sigui la evolucin de los precios internos, mientras se mantena un tipo de cambio estable para las transacciones en divisas. Como esta ltima alternativa pona fin a la especulacin cambiaria, los operadores se desprendieron de una masa considerable de divisas para volcarlas las nuevas inversiones en pesos, que ofrecan una considerable rentabilidad.

El frente interno: la poltica econmica busc en esta etapa, otros tres objetivos de corto plazo:

Disminuir el dficit fiscal: el congelamiento de los salarios del sector pblico fue la primera medida adoptada para atenuar el dficit presupuestario. La baja de las erogaciones oficiales, va contraccin salarial, fue acompaada por medidas para recuperar los anteriores ingresos del sector pblico. El equipo economico adopt rpidas decisiones para indexar sus recursos impositivos que se vean incesantemente erosionados por la inflacin. La reduccin de los gastos pblicos, lograda mediante la cada de los salarios reales antes que por medidas de racionalizacin, y el esfuerzo por incrementar la presin impositiva va indexacin, antes que por el incremento de la carga tributaria nominal, daban la posibilidad de reducir el dficit a niveles manejables en un plazo relativamente breve. Por eso se iba eliminando gradualmente los requerimientos de emisin monetaria para cubrir los gastos de tesorera, que alimentaba la inflacin.

La contraccin de los salarios reales: la cada de ingresos de los asalariados permita en general la acumulacin de fondos en el sector empresario y la reconstitucin de los activos privados. Martnez de Hoz seal que la libertad de precios decidida el 2 de abril de 1976 no se aplicaba a los salarios y utiliz diversos instrumentos para lograr su retraso en trminos reales.

La modificacin de los precios relativos: los precios relativos tenan que encontrar un nuevo equilibrio en las condiciones de menor salario real.

Ensayos financieros y aliento a la especulacin. El intento de realizar una modificacin de fondo en el funcionamiento de la economa argentina se centr en el intento de cambio en el funcionamiento del mercado de capitales.

El alza de las tasas de inters. La brusca marea inflacionaria iniciada en junio de 1975 haba desbordado el sistema financiero tradicional. El mercado despleg a partir de entonces una intensa actividad a travs de las entidades no bancarias y en la utilizacin de ttulos pblicos, entre los cuales se destacaban los valores ajustables. Desde abril de 1976, las autoridades estimularon el uso de esos instrumentos an a costa de promover una intensa oleada especulativa en todo el periodo.

Especulacin financiera: los valores ajustables. Las operaciones con los valores ajustables fueron estimuladas en los primeros meses de 1976 debido a la inflacin. Estos llegaron a ocupar un papel preponderante como reemplazo del dinero y reserva de valor.

A partir de junio de 1976, con las primeras reducciones visibles del proceso inflacionario, el pblico abandon con rapidez esos ttulos que se encontraban fuertemente sobrevaluados en el mercado debido a la persistencia de las expectativas de alza intensa de precios. En este momento, el Banco Central emisor de los mismos- decidi absorberlos, a los precios de mercado, antes que permitir una brusca cada de sus cotizaciones por exceso de oferta. Los costos oficiales eran la contrapartida de los beneficios privados que se captaban a travs de mecanismos financieros.

La hiptesis de Schvarser es que no se trataba de malas reglas de juego sino que se trataba de la aplicacin irrestricta de un modelo de funcionamiento de la economa que, ms all de responder a la ideologa de sus autores y a ciertos intereses sectoriales, tena una enorme importancia funcional en el sostn futuro de la poltica econmica. Por eso la creacin del nuevo mercado financiero era un objetivo que superaba al inters de frenar la inflacin en una etapa que todava ello era posible debido al reducido lapso de vigencia de tasas muy elevadas de aumento de precios.

Especulacin financiera: letras de Tesorera. La liquidacin de los valores ajustables llev al pblico a buscar otras alternativas de inversin. Por otro lado, Tesorera precisaba cubrir el dficit provocado por la adquisicin a partir de junio de 1976 de los valores ajustables. Es por ello que se decide emitir letras que permitieran absorber los fondos lquidos que entregaba al mercado. Las letras ofrecan colocaciones a dinero a inters fijo, en lugar de indexado, por un periodo establecido de antemano.

En consecuencia, el Banco Central absorba ttulos indexados (valores ajustables) y colocaba letras a un inters preestablecido. Con esto Tesorera perda doblemente: por un lado, pagaba los valores ajustables por encima de su paridad contable y por otro, entregaba letras a tasas de inters ms elevadas que el incremento esperado para los valores ajustables.

A medida que la poltica oficial intervena a favor de una mayor liquidez, a costa del Tesoro, aumentaba la proporcin de depsitos colocados a plazos cortos en el sistema financiero.

Especulacin financiera: el boom de la bolsa. El dinero saltaba de un mercado a otro, protagonizando ganancias apreciables mediante el arbitraje de distintos beneficios y costos posibles.

El equipo economico: cerebro y ejecutor. Cada una de estas sucesivas oleadas del dinero demostraba que el mercado financiero slo poda operar en condiciones meramente especulativas frente al elevado ritmo inflacionario. Pero nada de esto anul la voluntad del equipo economico de proseguir con sus ensayos de liberacin cortoplacista del sistema. La casi totalidad de las medidas se resolvieron por va administrativa, a travs de las resoluciones del Banco Central.

La estrategia de la reforma financiera de 1977. Un balance optimista. La mejora reforz la posicin del equipo economico y cre posibilidades para que emprendiera los cambios que deseaba aplicar. Los xitos si bien no eran muchos- contrastaban con el periodo anterior a marzo de 1976. La inflacin bajo, tambin se estaba superando la recesin y mejoraron los distintos indicadores econmicos. Una cosecha de trigo arrojaba grandes esperanzas sobre las posibilidades del agro pampeano para resolver los problemas del sector externo y se notaba cierta recuperacin de la produccin industrial.

La reforma financiera. El instrumento esencial en el cambio estructural que se estaba emprendiendo era la legislacin financiera que se aprob. En lo esencial, la ley autorizaba:

Un mercado libre del dinero, en el que las tasas de inters se definiran a travs de la oferta y la demanda.

Un sistema que estableca la igualdad de tratamiento para los depsitos a inters y las cuentas corrientes, lo cual alent la especulacin.

Se creaban amplias facilidades para la instalacin de nuevas entidades que incrementaran la competencia en el sector.

La tregua de precios, una condicin necesaria?. En marzo de 1977 Martnez de Hoz adopt la decisin de congelar los precios por 120 das, lo cual violaba sus proclamados principios contra el dirigismo estatal. Sin embargo, la tregua se diriga a un objetivo mucho ms inmediato ya que se trataba de lograr una moderacin del alza de los precios en el momento en que se iba a aplicar la reforma financiera.

Los peligros del xito: hay que aprovechar la coyuntura. Si la economa comenzaba a marchar bien, con una suave tendencia a la desaceleracin de la inflacin, al mejoramiento de los salarios reales y de la produccin fsica, en condiciones en que una buena cosecha aflojaba el estrangulamiento externo, entonces Martnez de Hoz y su equipo comenzaban a dejar de ser funcionalmente necesarios, lo cual instauraba la posibilidad de un cambio.

Emprender la transformacin del mercado financiero en medio de la acelerada inflacin que todava atravesaba el pas implicaba relegar la prioridad de la lucha antiinflacionaria a un segundo plano, generar nuevas e intensas transferencias de ingresos entre sectores y aceptar el inicio de un nuevo ciclo recesivo apenas superado el anterior.

Reciclaje inflacionario y recesin provocada. Reforma financiera e inflacin. Si en 1976 los precios buscaban, a travs de la inflacin, un nuevo estado de equilibrio a partir de la situacin de salarios reales ms bajos que en el pasado. En 1977 lo buscaran, siempre a travs de la inflacin, a partir de una nueva situacin en que los salarios bajos se agregaban los costos financieros sbitamente crecientes. Para el equipo economico, la reactivacin de la inflacin no era un fenmeno inesperado. Los banqueros sentan que haca falta una dosis de inflacin para operar. La continua onda inflacionaria logr que resultara menos visible el costo real de los prstamos en el nuevo sistema financiero.

La aquiescencia del FMI. Es imprescindible destacar que esta renuncia a dar prioridad a la lucha antiinflacionaria, implcitamente adoptada por el equipo economico, fue seguramente objeto de negociaciones especiales con los centros financieros del exterior en el curso de 1977. Conviene destacar la amplia capacidad de maniobra que el apoyo del FMI le proporcionaba a Martnez de Hoz y a su poltica, permitindole consolidar su posicin.

El estado impulsa el alza de las tasas de inters. El estado cre las condiciones para el alza de las tasas de inters, luego adopt una actitud pasiva frente a su evolucin. El alza de las tasas de inters se produjo luego del incremento de la demanda de fondos en septiembre-octubre de 1977 de diversas empresas pblicas.

La poltica financiera provoca la recesin. El efecto recesivo del alza del precio del dinero fue prcticamente instantneo. Los tomadores de crditos se encontraron frente a costos crecientes y reaccionaron mediante la liquidacin de stocks, lo que impuls la cada de la actividad industrial. En consecuencia, el sistema productivo ingres otra vez en un proceso recesivo mientras la inflacin retomaba su impulso ascendente.

Nuevo impulso a la entrada de divisas. La evolucin del sistema financiero en esa etapa tuvo tambin una influencia considerable sobre el sector externo de la economa argentina. El mecanismo ensayado permitira observar que la estrecha relacin entre el mercado financiero local y el externo arrojaba como consecuencia el ingreso de capitales al pas en el supuesto de que la tasa nominal de inters se mantuviera por encima del ritmo de devaluacin. Esta sera la base de la poltica posterior que culminara en el programa de pautas de evolucin del tipo de cambio de 1979-1980. Frenkel seal que ese ingreso de capital extranjero configuraba una situacin inestable que reduca el margen de maniobra del estado. En cambio, para Schvarser, la poltica aplicada tenda a incentivar los movimientos del mercado pero no reduca simtricamente el papel del estado. Por el contrario para Schvarser- incrementaba el peso de las decisiones asumidas por la conduccin econmica, que buscaba imprimirle cierto ritmo y cierta direccin.

Transicin poltica y tanteos econmicos en 1978. El ao 1978 marc una transicin difcil en ms de un sentido. Los problemas derivaron de las dificultades en el sistema poltico global as como de enfrentamientos en el mismo seno del equipo econmico.

Cambios en la Junta Militar. En 1978 se produce el cambio de los tres comandantes de las Fuerzas Armadas y se toma la decisin sobre la reeleccin del presidente. A mediados de 1978 el general Videla es confirmado por un periodo adicional de tres aos, a contar desde el 24 de marzo anterior, y se decide que dejar de ocupar el cargo de comandante en jefe del ejercito. Es as como en julio se decide la designacin en ese cargo del general Viola, el cual asume a fines de ese mes.

En septiembre pasa a retiro el almirante Massera y es reemplazado en su cargo por el almirante Lambruschini. Finalmente, en los primeros das de 1979 asume el comando de la Fuerza Area el brigadier Graffigna en reemplazo del brigadier Agosti.

Todo indica que la decisin de reelegir al general Videla como presidente significaba un refuerzo para Martnez de Hoz. Esto se vera compensado por el nombramiento de Viola en la comandancia del ejercito. Este ltimo comenz a marcar sus disidencias con el equipo economico desde que asumi el nuevo cargo. La resistencia a la poltica econmica se hizo sentir tambin en la Armada, donde el almirante Massera luego de su pase a retiro comenz a actuar polticamente, criticando cada vez ms la estrategia de Martnez de Hoz.

Crecen los conflictos con los sectores productivos. Los conflictos entre diversas posiciones se reflejaban con fuerza en el equipo economico. En particular a lo largo de 1978 hubo una batalla interna sobre el manejo del tipo de cambio entre quienes deseaban mantenerlo para alentar las exportaciones y quienes buscaban seguir utilizndolo como instrumento para regular los flujos financieros del exterior, objetivo que exiga un continuo proceso de subvaluacin real.

Como resultado de los sucesivos desplazamientos se evidenci el avance de los sectores ms ortodoxos, que consolidaron sus posiciones en el interior del equipo economico, fortaleciendo su unidad frente a otros sectores del poder.

En busca de mayor vinculacin entre mercados interno y externo. La consolidacin del equipo economico se ve acompaada por un creciente nfasis en la poltica cambiaria como arma para estrechar las relaciones entre el mercado local de capitales y el exterior.

El manejo de la poltica cambiaria se vio apoyada por el auge el auge exportador de la economa argentina, basado en el salto de la produccin agraria de la zona pampeana que liber considerable saldos exportables desde 1977.

La corriente de ingresos era tan intensa que las autoridades adoptaron nuevas medidas restringiendo los crditos externos. Esto se realiz mediante la exigencia de un deposito del 20% de los fondos tomados en el exterior, lo cual terminaban encareciendo los mismos. Paralelamente, se produjo un proceso de creciente liberalizacin de las transacciones cambiarias en el mercado local, que tendi a suprimir toda regulacin anterior.

Hacia un funcionamiento irrestricto del mercado financiero. La lgica de un mercado funcionando de manera irrestricta se convirti en una lgica de poder. La libertad absoluta de desplazamiento en el mercado financiero y la apertura al sector externo ligaban fuertemente los dos mercados a la confianza que despertaba el equipo economico.

El sistema muy liquido, con tasas libres, no era resultado espontneo de las fuerzas del mercado sino la consecuencia directa de un persistente esfuerzo oficial en ese sentido.

La cuenta de Regulacin Monetaria y sus costos. A mediado de 1978 el Banco Central adopt una poltica de pasividad en lo que respecta al calculo de la tasa de compensacin. Con esta medida el Banco Central renunci a dos facultades esenciales: la de regular sus propias erogaciones en este caso, las originadas en la Cuenta de Regulacin Monetaria- y la de influir por esa misma va- en la evolucin de las tasas de inters en el mercado. Los efectos eran de esperar: la tasa de inters qued liberada de una restriccin adicional pese a que la inflacin no bajaba- y por ende, se alent el componente especulativo inherente a su formacin. Por otro lado, el Banco Central incurri en un costo creciente, a travs de la Cuenta de Regulacin Monetaria, para alimentar el funcionamiento de las entidades.

Cambios en la oferta monetaria e inestabilidad potencial. El efecto monetario de estas polticas se vio reforzado por la evolucin de la balanza de pagos, influida por la relacin cada vez ms estrecha entre la plaza financiera local y la internacional. El saldo de la balanza comercial de 1978 fue positivo, resultado de buenas exportaciones con reducidas compras en el exterior originadas en la recesin interna. Esa poltica de supervit no impidi que se continuara con la poltica de alentar los crditos financieros del exterior. La entrada de divisas tena una influencia predominante en la formacin y crecimiento de los depsitos a inters en el mercado local.

La inestabilidad financiera comienza a actuar como factor para exigir estabilidad poltica. El agravamiento del conflicto fronterizo con Chile en los ltimos meses de 1978 determin que quienes actuaban en el mercado financiero eligieran comprar dlares por miedo a las perspectivas, provocando fuertes presiones en el mercado cambiario y la tendencia a la elevacin de las tasas de inters. Las medidas adoptadas a lo largo del ao haban alentado la formacin de una masa de maniobra de depsitos a corto plazo, acentuando la extrema liquidez de la plaza financiera. La combinacin de estas medidas con la apertura de las transferencias de divisas con el exterior haba generado una combinacin explosiva.

Un mecanismo para ganar poder?. Las autoridades aceptaban los riesgos implcitos en el mecanismo economico que estaban forjando en la medida en que este les aseguraba su preeminencia en la conduccin de la estrategia. La inestabilidad del mercado era la contraparte de su creciente estabilidad poltica.

La pauta cambiaria acelera la convergencia entre economa y poltica. El momento poltico de implantacin de la nueva estrategia se caracterizaba por presentar una coyuntura nacional sumamente difcil debido al rpido incremento de las tensiones con Chile en torno a la zona del Canal de Beagle. La inminencia de un posible conflicto blico, cada vez ms sentida en el segundo semestre de 1978, moviliz la atencin pblica y tuvo efectos dispares sobre la poltica econmica: por un lado, la poltica econmica se vio asediada por algunos movimientos del mercado que incentivaron la demanda de divisas. A pesar de esto, las relaciones con el exterior le permitieron compensar las posibles cadas de las reservas a travs de nuevos crditos. Por otro lado, las facilidades que brindaban dichas reservas para la compra de armamentos en momentos de sumo inters para las FF.AA.- deben haber brindado un considerable refuerzo poltico al equipo economico en el seno del poder. La importancia de este ltimo fenmeno debe haber compensado los inconvenientes menores de la intranquilidad del mercado.

Nace la tablita cambiaria. En diciembre de 1978 el conflicto alcanz su mxima intensidad. El enfrentamiento armado entre ambas naciones pareca inminente cuando surgi la intervencin del Papa. Fue en esos das, en los que la perspectiva poltica se concentraba en el corto plazo, cuando se lanz el plan de pautas del tipo de cambio que tendra vigencia en 1979.

En el programa del 20 de diciembre de 1978, el ministro de economa anunci un cronograma de devaluacin gradual del tipo de cambio, con ritmo descendente en el tiempo, que se convertira en la principal arma de ajuste del sistema. La primera tabla de devaluacin cubra ocho meses -hasta fines de agosto de 1979- y se combinaba con la apertura irrestricta al mercado de capitales del exterior.

Discusiones tericas y realidades prcticas. La apertura financiera haba culminado a fines de 1978 funcion sin restricciones a lo largo de 1979 y 1980. no ocurri lo mismo con la apertura comercial debido al efecto de las barreras arancelarias y extraarancelarias que regan en el pas desde tiempo atrs. La entrada de divisas agudiz las caractersticas de inestabilidad del sistema mientras se estrechaba an ms la relacin entre el mercado financiero local y el externo.

Retraso cambiario y conflicto con los productores. El sistema de pautas gener un retraso cambiario. Este modificaba algunas intenciones en el sentido de mantener elevado el tipo de cambio para fomentar las exportaciones y proteger a productores locales contra la competencia de los bienes importados.

Ajustes abruptos de la poltica arancelaria. Las decisiones sobre rebajas arancelarias que se tomaron en diciembre de 1978 definan un programa de reduccin gradual de la proteccin que durara cinco aos. Pero con la aplicacin de la pauta result evidente que ese programa no coincida con la necesidad de una liberalizacin de las importaciones lo suficientemente rpida como para que el efecto de los precios internacionales se hiciera sentir en el mercado interno. Las barreras arancelarias podan proteger buena parte de la produccin local contra la competencia del exterior mientras el tipo de cambio no se atrasara demasiado, postergando el impacto de la apertura sobre los precios internos. Esto determin que en los primeros meses de 1979 se modificara el programa quinquenal anterior mediante varias medidas. La ms significativa de las modificaciones fue la resolucin mediante la cual se autoriz rebajas arancelarias en aquellos rubros donde los precios no siguieran las pautas esperadas por las autoridades. La aplicacin extensiva de esa resolucin elimin, en los hechos, los efectos gradualistas esperados de la poltica arancelaria y suprimi el horizonte de mediano y largo plazo para los empresarios locales.

La supeditacin de la poltica arancelaria al programa de pautas lleva a suponer que esta estrategia fue decidida abruptamente, debido ms a necesidades y conveniencias polticas percibidas por los responsables de la economa que a las oportunidades ofrecidas por la coyuntura.

Importancia del factor poltico en el empalme del corto y el largo plazo. En el segundo semestre de 1978 comenz a percibirse una creciente resistencia al programa de conduccin econmica. Uno de los principales representante fue el general Viola. En el ltimo trimestre de 1978, el ex ministro de economa lvaro Alzogaray fue uno de los voceros que difundi la preocupacin de ciertos grupos sobre la posibilidad de seguir adelante con la poltica econmica.

El empalme del corto plazo con el largo plazo, para el equipo economico, se producira a travs de la poltica de pautas cambiarias. Esta estrategia con la justificacin de la lucha antiinflacionaria- permitira profundizar la apertura de la economa y la liberalizacin financiera, dos objetivos caros al equipo economico. Adems, una buena combinacin de pautas, tasas de inters e inflacin permitira avanzar en dichos frentes sin recurrir ni al desempleo ni al control de los mercados.

En consecuencia, podra afirmarse que las pautas ofrecan una estrategia de bajo costo que permitira avanzar entre las brechas de menor resistencia del regimen. Al postergar la estrategia recesiva, el equipo economico lograba disminuir las presiones para cambiar su poltica. Al mismo tiempo, la apertura financiera fortaleca al equipo economico a medida que la confianza defina el movimiento de capitales haca el mercado local, controlaba la resistencia de otros sectores y en camino de mayor fortalecimiento propio, poda seguir aplicando su programa en diversos ordenes. El empalme entre el corto y el largo plazo se estableca con medidas de efecto poltico y economico.

Los costos del programa concreto: emisin e inflacin. La poltica argentina fue mucha ms permisiva en los aspectos financieros que la chilena. No decidi ninguna limitacin a los crditos del exterior aparte del plazo mnimo de un ao que, en rigor, slo era formal; la liberacin irrestricta del mercado de cambios posibilitaba que en cualquier momento pudieran salir las divisas que ingresaban atradas por el sistema financiero local.

La poltica de alentar el ingreso masivo de divisas gener, va aumento de reservas, un ritmo de emisin que explica que no se registrara una cada del ritmo inflacionario.

Inflacin, recesin y nuevos cuestionamientos. La poltica aplicada por el equipo economico encontraba otro tipo de limitaciones. Ellas se derivaban de la persistente espiral inflacionaria que el equipo economico se haba comprometido al menos verbalmente- a combatir.

Nuevo comandante en jefe y fortalecimiento de Martnez de Hoz. En el ltimo trimestre de 1979 es elegido el general Galtieri como comandante en jefe, asumiendo el 29 de diciembre, y Martnez de Hoz mejora su posicin. Sin embargo, la economa comienza a entrar en un proceso recesivo como resultado de la aplicacin de las pautas y de las fuertes tasas positivas de inters en pesos.

En agosto se produce una intensa discusin en el seno del equipo econmico, en la que Martnez de Hoz decide continuar con el programa por razones polticas antes que econmicas.

Alza de tasas reales con endeudamiento con endeudamiento y recesin. Adems de deseada, la recesin era inevitable dadas las reglas de funcionamiento establecidas para el mercado financiero. La posibilidad de bajar la tasa de inters para reducir su efecto recesivo se vea neutralizada por los requisitos de equilibrio externo. En efecto, la incertidumbre requerida por los capitales provenientes del exterior creca a medida que el tipo de cambio se retrasaba y, por lo tanto, elevaba la tasa de inters a posiciones insoportables para las empresas endeudadas.

Retraso cambiario y especulacin de divisas. Era evidente que el claro retraso del tipo de cambio respecto de los requerimientos del comercio exterior se converta en una amenaza latente de devaluacin que preocupaba a los capitales del exterior. Los inversores apreciaban ese desfasaje que aumentaba la prima de riesgo demandada provocando el alza de las tasas de inters. Esta actuaba empeorando la situacin de los sectores endeudados y agudizando las expectativas inflacionarias.

La inestabilidad del sistema era cada vez ms grande. En consecuencia, era necesario mantener la estabilidad del equipo economico, responsable de ese desequilibrio y, al mismo tiempo, garante de la estabilidad frente al mercado. Para lograrlo, hacan falta tasas de inters muy elevadas que preparaban la recesin. El proceso iniciado en el ltimo trimestre de 1979 se complic an ms con la crisis bancaria de marzo de 1980.

La primera crisis politicofinanciera de 1980. Desde fines de 1979 haba sordos anuncios de una puja entre los miembros del equipo economico y los directivos de algunos de los bancos que ms haban crecido en los aos anteriores. El enfrentamiento entre ambos grupos se vea mediatizado por la presuncin de que algunos de los nuevos bancos estaban operando en condiciones que escapaban a las normas y regulaciones en vigor. La decisin de cerrar el mayor de los bancos locales adoptada en marzo de 1980 abri una crisis complicada, provocando un pnico generalizado entre los inversores y una ola de demanda especulativa de divisas.

Pnico de los inversores y retroceso oficial para calmar la plaza. La desconfianza creciente sobre el sistema financiero, combinada con la conviccin de que el tipo de cambio estaba retrasado, llevaron a una fuerte presin de la demanda de divisas. All se pudo apreciar la importancia de la masa acumulada de reservas. Una de las primeras medidas adoptadas fue la reinstauracin de la garanta oficial de los depsitos. Este cambio es sumamente significativo, luego de casi cuatro aos de puja, el equipo economico volva a retroceder hasta aplicar una garanta ms extensa que lo deseado con el objetivo de contener la fuga masiva de depsitos. La reinstalacin de la garanta obligaba al Banco Central a aportar montos considerables para la devolucin de los fondos colocados en las entidades intervenidas o liquidadas. A esos montos deben agregarse los adelantos que se vio obligado a conceder a los bancos y financieras que perdan depsitos por los temores del pblico.

Una bomba de tiempo que unos pocos pueden detonar. El sistema ha sido organizado de tal manera que su funcionamiento depende, en lo esencial, de la confianza de los operadores. A la menor crisis, se convierte en un barril de plvora. La reaccin a las intervenciones bancarias lo demostr con fuerza en ese periodo.

El problema poltico de la transicin como trasfondo. A principios de 1980 se daba por aceptado que el general viola era el candidato presidencial para el periodo que comenzara en marzo de 1981, sin embargo hubo resistencias. Algunos sectores intentaban modificar la poltica econmica y buscaban apoyos sociales a travs de alguna forma de apertura poltica. El general Viola pareca ligado a esta perspectiva. Otros sectores, en cambio, pretendan mantener la poltica econmica y, por lo tanto, necesitaban postergar la apertura poltica hasta que lograban asegurar el xito de aquella. Es evidente que el equipo economico no poda ser ajeno a la discusin.

Retraso cambiario versus continuidad del equipo. En el contexto del cambio de presidente en marzo de 1981, el 10 de julio de 1980 el ministro de economa anunci una serie de medidas que tendan a reducir el efecto competitivo de los bienes provenientes del exterior en el sector industrial:

Derogacin del aporte jubilatorio a cargo de los empresarios.

Derogacin del aporte al Fondo Nacional de la Vivienda sobre los montos salariales pagados.

Modificacin del IVA y extensin de su aplicacin.

La medida ms importante fue:

La eliminacin del plazo mnimo de un ao para tomar crditos en el exterior. A partir de ese momento los particulares podran renovar sus crditos en divisas por el plazo deseado.

En la perspectiva del tercer trimestre de 1980, tomar crditos en el exterior a un ao significaba una apuesta arriesgada, dado que el vencimiento correspondera al periodo de gestin de otra conduccin econmica. La eliminacin del plazo mnimo permita a los operadores ajustar sus renovaciones de deudas en divisas de acuerdo con el cronograma poltico, disminuyendo el riesgo previsible.

La poltica econmica como arma de presin poltica. La eleccin de Viola como presidente para el periodo 1981-1984 implicaba el triunfo de la lnea que este representaba, lo cual pronto se hizo sentir en diferentes mbitos, en los que se incluye el economico. La designacin del presidente se concret en el momento en que el debate economico nacional se centraba en el valor del tipo de cambio. Su retraso estaba provocando situaciones difciles en las actividades exportadores y en aquellas sometidas a la presin de las importaciones. Por otra parte, se saba que Lorenzo Sigaut, candidato de Viola para el ministerio de economa, estaba en contra de la poltica de pautas y sus efectos. No era extrao que a partir de ese momento, la confianza sobre la continuidad o no de la pauta cambiaria se convirtiera en el tema fundamental de los operadores.

La devaluacin de febrero de 1981 da la seal de largada hacia la especulacin cambiaria. La nueva pauta cambiaria slo rigi tres meses. En febrero de 1981, sbitamente, se anunci una devaluacin excepcional de 10% y una nueva pauta de devaluacin mensual constante de 3% hasta agosto de 1981. el cambio de pautas termin por eliminar toda certidumbre sobre la permanencia de la poltica econmica ms all de marzo de 1981. la devaluacin aplicada resultaba insignificante frente a un retraso cambiario estimado en ms del 50% y abra perspectiva de nuevas devaluaciones. La avalancha sobre el mercado de divisas result incontenible a partir de ese momento y se mantuvo hasta el cambio de gobierno.

El equipo economico designado por el general Viola se convirti en un testigo impotente de la rpida desercin de los ahorristas del mercado financiero, la compra masiva de divisas, y la evaporacin de las reservas. El nuevo equipo economico se vio obligado a decretar un feriado cambiario para decidir la devaluacin.

1981. Del poder en el gobierno al poder fuera de el. La actitud del equipo economico frente a su reemplazo. La crisis del pas se agudizaba por el combate entre los sectores con diferentes posiciones polticas antes que por la supuesta conviccin ideolgica de los sectores defensores de la poltica econmica que se estaba llevando a cabo. El equipo economico haba tirado varias veces por la borda sus principios cuando se trataba de defender algunos aspectos coyunturales. En consecuencia, su rigidez en la etapa final buscaba un efecto poltico muy claro: recrear condiciones econmicas tales que maniataran la capacidad de accin del nuevo equipo de gobierno.

El costo de la transicin. a) la emisin masiva de dinero. Como se ha sealado anteriormente, el cierre de varias entidades oblig al Banco Central a otorgar adelantos sin limites para cubrir la garanta de los depsitos de los bancos liquidados as como los faltantes de fondos de aquellos que sufrieron la corrida. Esos gastos se contabilizaron como adelantos del Banco Central en la suposicin implcita de que seran recobrados en el periodo siguiente, lo cual pareci sumamente difcil. Estos adelantos transitorios fueron la causa de la emisin del periodo.

Los motivos de la emisin monetaria pueden describirse de la siguiente manera:

En 1978 una parte sustancial de la emisin se origin en la Cuenta de Regulacin Monetaria.

En 1979 la emisin se origin en el alza desproporcionada de las reservas de divisas como consecuencia del aliento a la entrada masiva de capitales especulativos desde el exterior.

En 1980 la emisin se origin en los adelantos a las entidades intervenidas por irregularidades.

b) La evaporacin de las reservas de divisas. La crisis financiera coincidi con la fuga de divisas. Esta comenz en el segundo trimestre de 1980, luego del cierre del Banco de Intercambio Regional y alcanz dimensiones apreciables en los primeros meses de 1981. La combinacin de la crisis financiera con el retraso cambiario y la perspectiva de un cambio de orientacin poltica sumaban sus efectos para incrementar la demanda de divisas en el mercado de cambios. El equipo economico opto por mantener librado el mercado financiero y liberalizar an ms la entrada de crditos, lo que preparaba las condiciones para una situacin explosiva.

La demanda de divisas por parte del sector privado obligaba a las autoridades a tomar nuevos crditos externos para atenderla, manteniendo el tipo de cambio en el mercado interno de acuerdo con la pauta. En este contexto, la salida de divisas alcanz proporciones inusitadas. Al mismo tiempo, salan divisas por otros arbitrios, como la cancelacin de crditos con el exterior, que erosionaban la situacin externa.

c) La creacin de una gigantesca deuda externa. Hasta fines de 1979 el incremento de la deuda externa se diriga casi exclusivamente a la acumulacin de reservas. A partir de ese momento, las reservas comenzaron a actuar como compensadoras de la demanda de divisas por parte del sector privado local antes que para atender los requerimientos del sector externo. Ms an, la intensa demanda de divisas que se agudiz a medida que se acercaba marzo de 1981- llev a las autoridades a tomar crditos adicionales para atender los requerimientos del mercado. Los crditos obtenidos por el sector pblico amortiguaban la prdida de reservas.

d) Los condicionamientos para el futuro empresario. A principios de 1981 eran ya evidentes los signos de la recesin que se acentuara en el resto del ao. En el corto plazo el problema ms grave que present el sistema financiero consisti en su extremada liquidez, que frenaba toda posibilidad de corregir el estado de cosas existente en el sector externo como se experiment a lo largo de la nueva gestin econmica despus de 1981.

La deuda externa se convirti en la restriccin ms importante y permanente a todo tipo de cambio de poltica econmica. Sus enormes dimensiones relativas exigen un esfuerzo considerable por exportar, obligan a mantener un tipo de cambio relativo alto y eleva el papel politicoecnomico de dos sectores claves: los productores agropecuarios de la Pampa Hmeda que pueden ofrecer los saldos exportables necesarios y exigen, en cambio, precios altos y polticas de apertura- y los acreedores del exterior, que impone sus objetivos a travs del FMI y especialmente de sus contactos locales formados esencialmente por los miembros del establishment.

e) La socializacin del despilfarro. El tipo de cambio retrasado que se sostuvo en 1980 y comienzos de 1981 implic que amplios sectores medios y altos tuvieran oportunidades de viajar al exterior y adquirir bienes en otros mercados en condiciones que implicaban un verdadero subsidio de parte de la comunidad. La conviccin generalizada de que el tipo de cambio retrasado no poda durar impuls a los sectores privilegiados a aprovechar al mximo la oportunidad que se les presentaba en una actitud dilapidadora.

La sucesin paga las cuentas mientras el equipo prepara el retorno. A partir del segundo trimestre de 1981 la recesin comenz a hacerse sentir con fuerza en la economa argentina. La inevitable devaluacin mejor la posicin del agro y de algunos sectores exportadores, pero acumul efectos recesivos sobre las restantes ramas productivas.

La presin de los costos financieros y de las deudas tomadas en divisas generaliz la crisis del sector empresario. La presin de los enormes stocks acumulados de bienes importados impeda la reactivacin del aparato productivo. La cada de los salarios reduca las dimensiones del mercado interno y preparaba las condiciones para el incremento de la desocupacin. La etapa posterior a Martnez de Hoz estara signada por la crisis y el reajuste sera cargado al equipo economico siguiente, lo cual dara margen al establishment para tratar de imponer nuevamente a sus hombres. Esto ltimo lo lograran con la designacin de Roberto Alemann.

La cascada de devaluaciones y algunas causas. En abril de 1981 el nuevo equipo economico decidi una devaluacin del 30%. A partir de mayo de dicho ao el dinero migr nuevamente hacia el dlar preparando las condiciones para una nueva corrida. El 2 de junio se decidi una nueva devaluacin del 30% que evidenciaba la libertad y la movilidad del mercado financiero impidiendo el control de la plaza cambiaria y desestabilizando todos los planes del equipo economico. Se comenzaron a otorgar una serie de subsidios a los tomadores de crditos en el exterior, dado que, la presin de la escasez de divisas impona apoyar a cualquier costo a quienes las generaban va exportaciones o a travs del sistema financiero mediante la renovacin de los crditos con el exterior.

El 22 de junio las autoridades vieron obligadas a decidir una nueva devaluacin que se efectu a travs de la creacin de un doble mercado cambiario, el financiero o libre y el comercial. Las cotizaciones del dlar en el mercado financiero se colocaron 30% arriba del comercial.

Los frutos del mercado financiero: iliquidez, alza de tasas de inters, quiebras y recesin. El desgaste poltico del gobierno y los movimientos internos en otras esferas del poder preparaban el reemplazo del presidente Viola por el general Galtieri.

Un retorno triunfal? Diversos miembros del equipo de Martnez de Hoz se integraron al gabinete de Roberto Alemann bajo la presidencia de Galtieri, lo cual dejaba traslucir una continuidad no solo de la ideologa sino de los hombres que la aplicaban.

El equipo economico de Martnez de Hoz haba logrado modificar las condiciones de funcionamiento de la economa y la sociedad argentina de manera profunda. Numerosos comentaristas han hablado del fracaso de la poltica de Martnez de Hoz debido a su incapacidad para contener la inflacin, generar un crecimiento econmico razonable y evitar la crisis del sector externo. Dicha falta de resultados es innegable pero el trmino fracaso supone la voluntad de obtener ciertos objetivos que no se pudieron conseguir. La experiencia de esos aos sugiere que la estrategia poltica de la poltica econmica tena un objetivo principal en el que no fracas y al que se subordinaron todos los otros: ganar y preservar un poder decisivo dentro del pas para los representantes ms conspicuos de quienes manejaban el dinero y las relaciones con los centros financieros internacionales.

Capitulo 3. La poltica econmica como poltica de poder. Como se ha afirmado anteriormente, la hiptesis central de este libro es que el equipo economico de Martnez de Hoz otorg prioridad a las opciones que le permitieran ampliar al mximo de su poder economico y, por ende, poltico; dichos efectos adems deban hacerse sentir en el corto plazo.

Poltica de coyuntura y objetivos de largo plazo. Si bien Martnez de Hoz logr el control formal de la economa argentina cuando lo designaron como Ministro, en marzo de 1976, eso no garantizaba su permanencia. En consecuencia, es razonable pensar que uno de sus objetivos bsicos consisti en encontrar mecanismos para que su poltica durara y su equipo permaneciera en el puesto de mando del aparato estatal. A largo plazo, su estrategia buscaba lograr una reestructuracin de la organizacin econmica, en el mercado y en la sociedad, que favoreca a los sectores que lo apoyaban. En el corto plazo, en consecuencia, deba preparar las condiciones que garantizaran el largo plazo.

Estrategia econmica y autoritarismo poltico. La relacin entre autoritarismo poltico y la estrategia econmica no era simtrica. Sin el autoritarismo poltico no se podran haber aplicado las medidas propuestas como se hizo. Pero la observacin contraria no surge de esa observacin fctica. La estrategia econmica no solo garantizaba la fortaleza del poder poltico sino que lo erosionaba a medida que los problemas planteados no se resolvan. La estrategia econmica, adems, generaba dudas y enfrentamientos en el seno del propio bloque de fuerzas de poder. Entonces, qu es lo que explica la aptitud de Martnez de Hoz para mantenerse en el timn tanto tiempo?.

En los anlisis ms conocidos, la capacidad del equipo economico de mantenerse en el poder aparece como prcticamente independiente de la poltica que aplic. Esto se relaciona con el enfoque especializado con que han tratado tanto los anlisis econmicos como los polticos. Los anlisis econmicos tomaron la lnea econmica como un hecho y se plantearon la contradiccin formal que aparece entre el fracaso de para alcanzar ciertos objetivos y la permanencia de Martnez de Hoz en el gobierno. Los estudios polticos analizaron la relacin entre los modelos propuestos y los resultados obtenidos discutiendo la razonabilidad de las ideas de las que se haba partido y las conclusiones a las que se haba llegado.

En este trabajo, en cambio, hemos intentado mostrar que detrs de las decisiones aparentemente ms econmicas hubo una lgica poltica que predomin hasta convertirse en el principal elemento para explicar cmo se llego a ciertos resultados fundamentales.

La construccin de un mercado como herramienta de poder. El principal objetivo de la poltica de Martnez de Hoz consisti en sustituir el mercado financiero existente por otro totalmente distinto que se consolid a lo largo de su gestin. La caracterstica de dicho mercado elevada liquidez, facilidad de entrada y salida, amplias y estrechas conexiones con el exterior- termin por crear una poderosa barrera contra todo intento de alterar el estado de cosas alcanzado a travs de esa misma poltica.

Este mercado no fue resultado espontneo de la liberalizacin de la economa, sino que fue resultado de una accin deliberada de la conduccin econmica. Los costos aceptados por el equipo economico pueden apreciarse en los compromisos afrontados por el Banco Central o en la imposibilidad de reducir el proceso inflacionario, los cuales daban la imagen de fracaso. Estos costos fueron aceptados porque, al crear cierta inestabilidad en el mercado, se reforzaba el poder del equipo economico.

Las fluctuaciones del poder y sus consecuencias. La acumulacin de poder lograda fue suficiente como para vetar a otras polticas pero no para continuar sin resistencias por el camino trazado.

El equipo econmico y el establishment. El establishment aport el principal apoyo social a la poltica de Martnez de Hoz, siendo el grupo ms beneficiado. Los miembros del establishment aceptaron ciertos costos de la gestin econmica, en la medida en que as se afianzaba una estrategia que los favoreca y se acercaba al cumplimiento de objetivos de largo plazo en los que crean firmemente.

En consecuencia, los miembros del equipo economico se vieron obligados a combinar los deseos y objetivos sociales de su grupo de pertenencia con las necesidades burocrticas y operativas del sistema estatal. Las diferencias entre el establishment y el equipo econmico se originaron en torno a lo que era polticamente realizable y lo que era econmicamente deseable.

La lgica del equipo econmico a la luz de las experiencias anteriores a 1976. Martnez de Hoz lleg al ministerio de economa en 1976 con algunas ideas bsicas dada la antigedad de la relacin con las FF.AA. La primera de estas ideas es que las Fuerzas Armadas configuraban el aliado ms importante para su arribo al poder y un factor decisivo en la reorganizacin politicosocial necesaria para aplicar su poltica econmica. Al mismo tiempo, no desconocan que esas Fuerzas Armadas no ofrecan seguridades de apoyar en forma permanente y sin discusiones esa poltica. De ah que uno de sus objetivos centrales deba consistir en la neutralizacin de la oposicin militar a algunas de sus opciones bsicas.

La capitalizacin de la experiencia chilena. Las ventajas de contar con los antecedentes de la experiencia chilena, que se desarrollaba con cierta antelacin, y la evaluacin constante de los resultados que se iban obteniendo en la Argentina, elimina la hiptesis de ingenuidad o error. La poltica econmica no dej en ningn momento de atender a ciertas lgicas de beneficio privado y concentracin de riqueza mientras buscaba crear las condiciones necesarias para perpetuarse en el poder.

Segunda parte. Mito y realidad del modelo de las ventajas comparativas.

Capitulo 1. introduccin. El estado de la Argentina en 1976 no ofreca razones especiales para la aplicacin de la nueva estrategia. La economa nacional vena de un proceso relativamente largo de crecimiento, que se haba mantenido ininterrumpido desde la crisis de 1962-1963 hasta el comienzo de la recesin de 1975 y esta ltima pareca, a todas luces, coyuntural. La industria haba crecido y se haba fortalecido durante el periodo 1963-1974 y ya exhiba cierta capacidad para incursionar en los mercados del exterior.

Paralelamente a este reforzamiento de la industria, se notaba una expansin considerable de la produccin agraria pampeana, actividad que entrara en eclosin a partir de 1976. Tan importante como ese proceso era la evolucin de los precios internacionales de los cereales y oleaginosas, que en 1973-1974 registraron un mximo histrico. El alza de los precios del petrleo tambin constitua una seal positiva. Los resultados de la accin de la OPEP planteaban la posibilidad de incrementar la produccin local de combustible y hasta exportar excedentes en un plazo relativamente breve.

Estos antecedentes ofrecan una slida base para cualquier tipo de poltica econmica y sirvieron de base para la estrategia que se dibuj a partir de 1976. El equipo econmico de Martnez de Hoz comenz a pensar que haba renovadas posibilidades de utilizar ciertas ventajas comparativas de la Argentina para ordenar su desarrollo, especialmente las referidas a la disponibilidad de alimentos y energa. Los responsables de esta estrategia comenzaron a considerar que el papel de la industria poda ser complementario y se debera impulsar su mayor eficiencia, an a costa de algunos cierres que no afectaran el proceso global en la medida en que el impulso al desarrollo fuera promovido por los sectores primarios de agro y energa.

La poltica econmica termin por convertirse en un fin en si misma y los xitos logrado hicieron pensar al equipo economico en convertir a la Argentina en una Suiza del desarrollo que podra crecer tan solo a travs de la intermediacin del dinero de otros pases.

Capitulo 2. Produccin agropecuaria pampeana: la resurreccin de Prometeo. La asuncin del equipo economico en 1976 despert la euforia de los productores agropecuarios de la pampa hmeda. Esto se produca en un contexto del alza de los precios internacionales, con lo cual la presencia en el gabinete de representantes del sector terrateniente pampeano constitua una seguridad ms para el futuro. A esto se agreg un tipo de cambio excepcionalmente favorable.

La respuesta de los productores pampanos fue la ampliacin de la superficie sembrada con trigo. Dicha ampliacin represent un incremento del 40% por encima del promedio quinquenio anterior y la cosecha arroj un record. Sin embargo, la capacidad potencial de los productores y el apoyo oficial no se mantuvo en el tiempo.

a) Declaraciones y real