ha hecho tan mal las cosas que la gente decidió juntar-se porque existe una repug-nancia social. Repugnancia es la palabra.

Repugnancia a un gobierno que comete actos de co-rrupción y tiene funcionarios corruptos y los solapa; a un gobierno que pisotea las libertades, pisotea la demo-cracia, se adueña de los jueces, le mete la mano al bolsillo de la gente.

¿Fue una marcha multi-

tudinaria. Quiénes fue-

ron los que en realidad

participaron en ella?

Antes de que se realice la marcha los cálculos más opti-mistas señalaban que asisti-rían 10 mil personas, pero ayer fueron más de 15 cua-dras copadas por la ciudada-nía, eso me permite pensar que estuvieron más de 25.000 personas.

Obviamente acudió gente de los sectores sindicales, estu-vimos cinco políticos activos, yo como un ciudadano más. Acudieron médicos, periodis-tas y lo más interesante es que hubo gran cantidad de ciudadanos que no pertene-cen a ningún grupo, que deja-ron su jornada laboral para salir a expresar su indigna-ción contra este gobierno.

Si bien fue una marcha con-vocada por los sectores gre-miales, desbordó las expecta-tivas, porque a ella se unió toda la gente que quería ex-presar su rechazo personal al gobierno.

Pocas veces se han

visto marchas en don-

de exista una combina-

ción de sectores. ¿Por

qué esta vez se unie-

ron todos los sectores?

El 17 de febrero de 2013 Alianza País obtuvo una ga-nancia electoral brutal. En esa fecha era imposible pen-sar que un grupo de 25.000 personas marcharían contra el gobierno. En menos de un año y medio, el gobierno

Entrevista

Ramiro Aguilar Torres

Asambleísta Nacional de Concertación

18 de septiembre de 2014

LA MARCHA DEL 17S

desde una visión política Por: Belén Merizalde

Es verdad que hubo

gran convocatoria, sin

embargo al llegar a la

Plaza de San Francisco

la cantidad de gente se

redujo considerable-

mente. ¿Por qué se des-

vaneció la marcha?

Es verdad. De las 25.000 personas que marcharon, muchas llegaron, pero solo unas 3.000 se quedaron en la Plaza de San Francisco.

Varios factores confluyeron. Primero el audio era precario, solo diez personas alcanza-ban a escuchar y segundo no existió un discurso con conte-nido político.

La gente se iba porque no

había nada que escuchar.

¿Para qué tener un dis-

curso político? La ciu-

dadanía generalmente

repudia que los políti-

cos utilicen estas mani-

festaciones como tari-

ma.

Si bien es cierto la marcha de ayer fue de iniciativa ciudada-na, no se puede negar que tenía un contenido político, porque no era una marcha para ir a ver un partido de fútbol o una procesión.

Todos los que asistimos ayer teníamos en la cabeza una sola idea: rechazar la actitud del gobierno.

Si al final de la marcha no se verbaliza esa idea, a través de un discurso político, en-tonces quedará solo como

una idea.

Ayer estuvimos solo 5 asam-bleístas, se preguntarán por qué no fueron los otros 20 y tantos de oposición. Es pre-cisamente ese temor de ser rechazados, por esos acti-vistas políticos que se creen químicamente puros y pre-tenden que la ciudadanía se exprese sola.

Se debe reconocer que si la

ciudadanía marcha es con

un objetivo político.

¿Cuál fue el logro que

se consiguió con la

marcha?

La marcha como tal fue el

logro. Le demostramos a

este gobierno que los votan-

tes no le entregaron un che-

que en blanco .

¿Por qué estas mani-

festaciones que se di-

cen pacíficas terminan

siempre con actos vio-

lentos?

Mientras estuvimos cami-nando hacia la Plaza de San Francisco todo fue pacífico. La policía resguardó la mar-cha y nos respetó.

Tampoco recibimos ofensas de la gente del gobierno. Sin embargo, aún existen esos grupos de extrema izquierda que hacen una especie de ritual de iniciación con chi-cos que quieren demostrar su valentía política y los obligan a cometer desma-nes.

Esos malos dirigentes debe-rían darse cuenta del daño que causan a los chicos y en general, pues la manifes-tación termina con una man-cha.

Además esos desmanes

provocan que otras perso-

nas no quieran acudir a futu-

ras marchas por temor a

que vuelva a ocurrir algún

incidente.

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