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LA IGLESIA EN LA MIRA DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA EN 1914.
--Noticias y opiniones de la revista America de Nueva York—1
Manuel Olimón Nolasco. Academia Mexicana de la Historia
1.- Pórtico.
En 1885, el cardenal James Gibbons, arzobispo de Baltimore y pilar indiscutible para la
consolidación de la Iglesia católica en Estados Unidos expresó: “In the United States the real force
is public opinion.” (“En Estados Unidos la verdadera fuerza es la opinión pública.”)2
Esa afirmación que no requiere prueba tuvo como consecuencia que la comunidad católica
estadounidense, situada desde el principio en un espacio plural de cultura e intercambio social, se
hiciera presente en la opinión pública mediante medios propios o entrando en diálogo no pocas
veces polémico con otras corrientes de opinión. De modo especial, por lo menos dos congregaciones
religiosas masculinas estuvieron y siguen estando presentes en ese ámbito: los jesuitas y los
paulistas. Del archivo formado por uno de los más destacados paulistas, el Padre John Burke,
secretario primeramente de la National Catholic War Conference, instrumento del episcopado
estadounidense para ayudas humanitarias durante la Gran Guerra y después de la National Catholic
Welfare Conference, de mayor estabilidad, pude obtener material para escribir cinco libros acerca
de lo que él, sirviendo de enlace con distintas instancias (los obispos estadounidenses, el
Departamento de Estado, las delegaciones apostólicas en Washington y en México y la Santa Sede)
logró en bien de la paz religiosa en México entre 1925 y su muerte en 1936. Al primero de ellos, que
1 Conferencia presentada en el Congreso: 1914. La revolución y la Gran Guerra, organizado por la Asociación Mexicana de Archivos y Bibliotecas Privados, Ciudad de México, 9 de abril de 2014. 2 John Tracy Ellis, The Life of James Cardinal Gibbons, Archbishop of Baltimore, 1834-1921, vol. I, Milwaukee 1952, p. 607.
le da sentido al resto le titulé Diplomacia insólita, precisamente porque no fue llevada adelante por
un diplomático de carrera sino por un sacerdote consciente de la importancia de la opinión pública.3
La fuente para esta intervención mía, ha sido una revista publicada por los jesuitas de la provincia
de Nueva York a partir de 1909, America, que desde entonces hasta el día de hoy ha sido, como lo
expone su subtítulo, a catholic review of the week, (revista católica de la semana), lo que bien podría
decirse: revisión de la semana desde el punto de vista católico. La publicación, desde luego, es la
manifestación externa de los contactos que, a fin de dar a conocer ese punto de vista tanto para
coincidir como para disentir de otros, constituyó una instancia multifacética que bien podía
reconocerse como un “lobby” dentro de la pluralidad cultural y política de la peculiar nación de
Norteamérica.4
México y la revolución comenzada en 1910 fue motivo de observación atenta desde este punto
estratégico y tanto las noticias que se consignan en las páginas semanales como las opiniones
editoriales, no exentas de agudezas e ironías, constituyen una interesante y poco conocida
aportación a la tarea de unir piezas sueltas de nuestra historia que nos ha convocado en esta
ocasión.
Esta observación, desde luego, es conveniente enmarcarla en el espacio del interés creciente tanto
de los gobiernos como de los grandes capitales estadounidenses en lo que pasaba en México e
incluso en la idea y hasta cierto punto la realización de intervenciones diplomáticas o militares para
orientar el curso de las cuestiones mexicanas. El presente trabajo es una pequeñísima aportación
dentro del inmenso acervo bibliográfico acerca, sobre todo, de la política y la “nueva diplomacia”
3 Los libros son: Diplomacia insólita. El conflicto entre la Iglesia y el Estado en México y las negociaciones cupulares 1926-1929, Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (IMDOSOC), México 2007, Paz a medias. El “modus vivendi” entre la Iglesia y el Estado y su crisis, 1929-1931, Id., 2008; Confrontación extrema. El quebranto del “modus vivendi”, 1931-1933, 2008; Asalto a las conciencias. Educación, política y opinión pública, 1934-1935, 2008; Hacia un país diferente. El difícil camino hacia un“modus vivendi” estable, 1936-1938, 2008. 4 Hice notar la importancia de esta publicación en: Una revista católica europea y la reforma mexicana, en: Brian Connaughton (coord.), Las fuentes eclesiásticas para la historia social de México, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa/ Instituto Mora, México 1996. Teniendo como fuente esta revista presenté una conferencia que se publicó más tarde: El ocaso del porfiriato y los comienzos de la revolución. Una visión externa, Efemérides Mexicana (Revista de la Universidad Pontificia de México) 9/25(1991), pp. 39-56. En ambos casos he utilizado la colección que se encuentra en la hemeroteca de la Universidad Pontificia de México en la Ciudad de México, que perteneció de 1937 a 1972 al Seminario Nacional Mexicano de Montezuma, Nuevo México, E.U.A.
de Woodrow Wilson, capaz de formar por sí solo una biblioteca, señal clara del interés que presenta
el tema.5
Advierto, sobre todo para quienes no están familiarizados con los relatos persecutorios o les
parezcan increíbles, que éstos forman parte del acervo de historia oral del catolicismo mexicano y
que, además de haberse convertido muchos de ellos en leyendas urbanas, son verificables en su
mayoría por medio del método histórico. La percepción generalizada, basada en experiencias
múltiples, va más allá de un anticlericalismo radical y sólo es comparable en el sentimiento católico
con la percepción del jacobinismo de la revolución francesa. El vocabulario y sobre todo los adjetivos
que se utilizan a la hora de juzgar acontecimientos y personajes de la revolución mexicana, dan a
conocer que la opinión católica no fue favorable a los revolucionarios constitucionalistas tanto en
cuanto a la facción carrancista como a la villista, en contraste con la versión oficial vigente al menos
hasta hace unos pocos años acerca de la aceptación por el pueblo. Cierta doctrina “providencialista”,
de línea vertical, hace que no siempre prevalezca la horizontalidad en los juicios que se vierten sobre
los acontecimientos. La pluralidad de opiniones que el tiempo ha madurado, la inclusión en la labor
historiográfica del importante ingrediente de la subjetividad y el acceso a la memoria popular que
utilizó—y tal vez utiliza aún—el verbo “carrancear” como sinónimo de robar, permiten a cien años
de distancia temperar los adjetivos y captar lo sustantivo de lo escrito antes de que se conocieran
los resultados que ahora conocemos.
2.- El caso mexicano y sus dimensiones internacionales.
El traslado de poderes en Washington en 1913 de William Taft a Woodrow Wilson supuso un
cambio notorio en cuanto a la manera de afrontar los asuntos internacionales. Desde luego, en
referencia a la revolución mexicana y especialmente a la situación derivada del asesinato del
presidente Francisco I. Madero y el vicepresidente Pino Suárez, así como a la toma del poder por
5 Enlisto algunas obras fundamentales: Arthur S. Link, Woodrow Wilson and the Progressive Era, 1910-1917, Harper, New York 1954. P. Edward Haley, Revolution and Intervention: The Diplomacy of Taft and Wilson with Mexico, MIT Press, Cambridge (Mass.) 1970. Norman Gordon Levin, Woodrow Wilson and World Politics. American Response to War and Revolution, Oxford University Press, Oxford/ New York 1968. Berta Ulloa, La revolución intervenida: relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos (1910-1914), El Colegio de México, México 1976. John S. D. Eisenhower, Intervention!: The United States and the Mexican Revolution, 1913-1917, Norton, New York 1995. Ronald J. Prestitto, Woodrow Wilson and the Roots of Modern Liberalism, Rowman & Littlefield, Lanham (Maryland) 2005. La relación entre la presidencia de Estados Unidos y la prensa en los dos períodos anteriores al de Wilson: Doris Kearns Goodwin, The Bully Pulpit: Theodore Roosevelt, William Howard Taft and the Golden Age of Journalism, Simon & Schuster, New York 2013.
Victoriano Huerta, este cambio fue drástico. Un historiador acucioso sobre el reflejo de este vuelco
de la política hacia los acontecimientos mexicanos, Peter Edward Haley, escribió: “[…] La diplomacia
de Taft y Wilson de hecho reflejó dos versiones de Estados Unidos, ‘la primera encarnada,
corporativa y pragmática; la otra ascética, religiosa e idealista.’ La expansión económica y la
apertura de mercados e inversiones en el extranjero, le dio cuerpo a la ‘diplomacia del dólar’ de
Taft, reflejada en México por su énfasis en la no intervención a lo largo de un período relativamente
tranquilo y moderada por su interés en colocar el orden antes que la reforma cuando se trataba de
proteger y estabilizar los intereses económicos ahí. Por otro lado, la ‘nueva diplomacia’ de Woodrow
Wilson refleja su deseo de ser líder para que otras naciones trasciendan sus esquemas tradicionales
de acción y los asimilen al modelo estadounidense y británico de desarrollo político.”6
Después de esta pequeña incursión en el contexto, útil para ponernos en situación, abramos las
páginas de America.
Uno de los puntos por aclarar que se esperaban en los inicios del período de Wilson eran los
relativos a su política internacional y, dentro de ella, la que se llevaría con los países de América
Latina. Leemos: “[…] El presidente, en un discurso en Mobile, Alabama, indicó el curso que la
administración seguirá en sus relaciones con las repúblicas latinoamericanas. Declaró con énfasis
que Estados Unidos no considera una guerra de conquista ni buscará agregar ni un solo pie de
territorio. Sostuvo que mediante la motivación de ‘moralidad y no practicidad’ Estados Unidos desea
llevar a las repúblicas del sur a una ‘emancipación de la inevitable subordinación a la empresa
extranjera.’ Al mismo tiempo, indicó que Estados Unidos tiene el propósito de jugar un papel
dominante en el futuro de las repúblicas latinoamericanas no mediante ninguna idea de ‘interés
material’ sino por medio del amor al principio de libertad constitucional.”7
Teniendo a la vista la situación crítica que se gestaba en México, las potencias europeas y Estados
Unidos estaban a la expectativa y podía pensarse en una intervención armada de uno o de otras.
Sobre ello se recibieron noticias más o menos aclaratorias: “[…] A solicitud de Estados Unidos,
Inglaterra, Francia y Alemania convinieron en no intentar ninguna acción en México sin antes oír
más de parte de Washington…Se cree que el presidente Wilson tendrá una tarea difícil si trata de
6 P. Edward Haley, Revolution and Intervention. Texto tomado de la “Amazon’s P. Edward Haley Page.”(Consulta, 29 de marzo de 2014). Texto en inglés, traducción mía. 7 Chronicle. Policy Toward Latin America, vol. X, n. 5, November 8, 1913, p. 97. Todas las citas de la revista America las he traducido de su original en inglés. Advierto que, salvo en algún caso excepcional, traduzco american por estadounidense y no por americano, por razones obvias a quienes pertenecemos también a las naciones del continente americano.
ofrecer un programa de intervención de corta duración que satisfaga a los otros gobiernos, a pesar
de que sus representantes oficiales en México ya han expresado que una intervención no sólo es
deseable sino inevitable…El envío de buques de guerra alemanes a México y la actitud de Gran
Bretaña se han visto como causas que han contribuido a la decisión del presidente de pedir a las
potencias que difieran toda acción en México hasta que oigan sus puntos de vista. Alemania ha
ordenado después del despacho de un crucero a Veracruz que otro se dirija a la costa occidental de
México desde el Lejano Oriente…”8
El tema de México regresó en el número del 15 de noviembre de 1913, a propósito de lo que la
prensa estadounidense dio a conocer en relación a un ultimátum supuestamente enviado por el
Departamento de Estado de Washington a Huerta para que “renunciara sin demora.” La noticia fue
muy pronto negada tanto por el secretario de Estado Bryan como por el encargado de negocios en
México, Nelson O’Shaugnessy. No obstante, The New York Times, en un comunicado editorial hizo
responsable a Bryan de la difusión del rumor, pues—expuso-- “[…] los reportes no se publican sino
después de que se han hecho todos los esfuerzos para verificarlos.” El asunto, que pudiera parecer
sin importancia, preocupó a las cancillerías europeas al grado que el secretario de Estado “[…] envió
una nota a la Gran Bretaña y a otras potencias extranjeras prometiendo que Estados Unidos no haría
ningún movimiento de importancia sin dar información previa a las potencias extranjeras más
interesadas.”9
Lo que pasaba en México, pues, tenía repercusión internacional.
Poco más adelante se comentaron algunos rumores sobre la situación mexicana y en particular
acerca de la posición de Huerta en medio de las circunstancias que habían sobrevenido. Se tocó el
tema de la apertura de las sesiones del congreso y el discurso suyo en el que “[…] dio una breve
explicación sobre los motivos de disolver el antiguo, muchos de cuyos miembros se encuentran en
la penitenciaría acusados de sedición.” A la vez, se indica que “[…] la disolución del congreso fue
uno de los puntos en los que insistió [el gobierno] de Estados Unidos en la más reciente
comunicación hecha a Huerta por el enviado especial, Lind. Todos los miembros del cuerpo
diplomático estuvieron presentes, a excepción de Nelson O’Shaughnessy, encargado de negocios
estadounidense que había recibido instrucciones especiales de Washington de no asistir. La
8 Powers Ready to Cooperate, Ib. Hay que recordar que Alemania, hasta el final de la Primera Guerra Mundial tenía posesiones en el Pacífico insular: las Carolinas, las Marianas y otras islas menores. 9 Chronicle. Mexico, vol. X, n. 6, November 15, 1913, pp. 121s.
presencia del resto de miembros se comentó como indicación de que Europa no apoya la política
estadounidense.”10
La silenciosa discrepancia europea no fue tal dentro de Estados Unidos. Con dureza se criticó la
“nueva política” a base de “enviados especiales”, uno a Huerta y otro a Carranza. Acerca del enviado
a Huerta se dijo: “[…] El Honorable Jacob M. Dickinson, secretario de guerra del presidente Taft, en
una cena en Washington hizo los siguientes comentarios sobre la misión del ‘enviado especial’…: ‘Es
una violación de todas las leyes y precedentes internacionales…Estoy obligado a declarar que el
experimento será un fracaso no sólo en cuanto al esfuerzo del presidente de cumplir su propósito
en México, sino por su efecto en las naciones extranjeras. Esto ha debilitado nuestra posición recta
como nación y ha manchado nuestro nombre con desgracia.’”11 Y respecto al ministro presbiteriano
William Hale, enviado a Carranza, el diario New York Sun expuso: “[…] El Reverendo William Bayard
Hale, está tan activo como un demonio impulsado por el viento en los asuntos mexicanos, mucho
antes de que el Señor Lind se dé cuenta.’ ‘Las peculiares idas y venidas del Reverendo William Hale
constituyen el factor más desconcertante y quizá más preocupante de la situación mexicana en lo
que concierne al gobierno de Estados Unidos.’”12
3.- El incidente de Tampico y la ocupación de Veracruz.
El 12 de abril de 1914 el buque Dolphin, con bandera de Estados Unidos fue detenido y abordado
en el puerto de Tampico, sus tripulantes arrestados y poco tiempo después liberados. El gobierno
estadounidense exigió como “reparación” un saludo oficial a su bandera, lo que en el derecho
internacional marítimo supone una gran humillación, por lo que fue negado por las autoridades
mexicanas. Nueve días más tarde, el 21, se procedió al bloqueo y posterior desembarco de infantes
de marina en Veracruz, ciudad que fue defendida pero pronto quedó en manos de los invasores. Los
hechos fueron narrados para los lectores del semanario jesuita: “[…] Huerta se negó a saludar la
bandera en el modo que lo pidió el presidente [Wilson] quien, sin esperar la autorización del senado,
ordenó la ocupación de Veracruz…Se ha reportado que México está encendido de indignación
contra Estados Unidos…La situación se ha complicado más a causa de Carranza, quien formalmente
ha pedido que cesen nuestros actos hostiles arguyendo que de acuerdo a nuestro propia confesión
10 Chronicle. Mexican Congress Opens, Vol. XI, n. 8, November 29, 1913, p. 169. 11 Mexico, ib. 12 Ib.
Huerta es un usurpador y por consiguiente no puede recibir o responder una demanda oficial para
reparar el insulto a nuestra bandera. Invitó a nuestro gobierno a suspender las hostilidades y poner
nuestra queja con él. Por supuesto esto supondría el reconocimiento, que es el objeto
deseado…América del Sur en general no está contenta con nuestra posición, sospechando nuestros
motivos. El 25 de abril, las repúblicas de Chile, Brasil y Argentina ofrecieron actuar como
mediadores.13 El presidente [Wilson] aceptó, pero insistió en que ninguna solución sería aceptable
si no provee la eliminación de Huerta y la restauración del gobierno constitucional. A instancias del
secretario Bryan los poderes extranjeros ejercieron presión sobre Huerta y él respondió por medio
de su secretario de relaciones exteriores que ‘acepta la mediación en principio.’”14
En el ámbito público, estos hechos desataron las opiniones: “[…] Aunque el pueblo está dispuesto
a permanecer con el presidente en sus dificultades, en general no está entusiasmado a propósito
de la guerra. Entre los hombres de Estado hay quienes favorecen las hostilidades y otros, igualmente
equilibrados y conscientes que se oponen a ellas. Los periódicos están divididos en cuanto a la
opinión…[El diario] Truth…después de acusar al presidente de detenerse en el incidente de Tampico
para cubrir sus fallas en su cuidadosa política de espera [¿], continuó así: ‘Quiere sacrificar miles de
vidas estadounidenses y millones [de dólares] del tesoro para satisfacer si inseguro prejuicio contra
Huerta…’
“La prensa europea también es reticente y en no pequeña escala, hostil. Los diarios italianos y
franceses denuncian abiertamente nuestra política. Seis de los principales periódicos de París,
incluido el confiable Figaro, están alineados con México. El innombrable [Georges] Clemencau…15
criticó nuestra política en L’Homme Libre…”16
Unas líneas publicadas en The New York Herald, el periódico de Randolph Hearst que se había
especializado desde la guerra de Cuba y Filipinas en sus enfoques tendenciosos, merecieron la
reacción del semanario en su edición del 2 de mayo. El Herald, cuya nota se cita completa (Friars
13 Se trata de la alianza denominada ABC (Argentina, Brasil y Chile) que tuvo importancia en negociaciones diplomáticas durante buena parte del siglo XX. Su actuación en el conflicto entre México y Estados Unidos fue un antecedente de la firma del tratado entre las tres naciones, realizada en Buenos Aires el 25 de mayo de 1915. (Véase: Historia general de las relaciones exteriores de Argentina, página electrónica. Consulta: 29 de marzo de 2014). 14 Chronicle. Home News. The Mexican War. Vol. XI, n. 3, p. 49. 15 Político francés “de izquierda” muy influyente sobre todo en las dos primeras décadas del siglo XX. Fue primer ministro de 1917 a 1919 y participó activamente en las conversaciones de Versalles para el reacomodo mundial al fin de la Gran Guerra. 16 Judgments of The War, Id., pp. 49s.
Fire on Americans) (Frailes disparan contra los “americanos”) había propagado que “[…Los
“marines”] no sólo tuvieron que enfrentar a los soldados de Huerta. Muchos civiles lucharon contra
ellos y se ha sabido hoy que una de las más fuertes acciones de oposición a las fuerzas [nuestras]
vino de los frailes guerreros de la antigua iglesia parroquial—La Parroquia—quienes al modo de
los…de los templos de Moctezuma que fueron los más ardientes en la lucha contra los españoles en
la guerra de conquista de 1521…el fuego más nutrido contra las columnas de las fuerzas
estadounidenses venía de las torres de la iglesia…”17
En un texto firmado por el Padre Henry Woods S.J., con argumentación de reminiscencias
escolásticas se analizan las palabras que exponen el hecho y se refutan a base de lógica, con
elementos noticiosos de The Sun y The Times y finalmente, la “gran montaña” del Herald resulta ser
un “ridículo ratón”, pues el mismo Herald publicó lo siguiente en el número del día 26: “[…] El Padre
Blanco, el Padre León y otros ‘frailes’ de la iglesia parroquial que fueron arrestados bajo el cargo de
sospechosos [¿ Sniping] fueron liberados por orden del Vicealmirante Fletcher, después de una
investigación. En ningún momento se les llevó a la prisión, sino que gozaron de libertad. Su labor
humanitaria hacia los heridos y para enterrar a los muertos gano para ellos el respeto de todo
‘americano’ en Veracruz. Los sacerdotes de La Parroquia se encuentran entre los héroes del día.”18
Para cerrar este punto, hemos de decir que en la misma revista se aclara que en efecto hubo
tiroteos desde las torres y se encontraron armas y municiones en el interior de la iglesia, lo cual es
lógico y hasta meritorio en las circunstancias de la invasión de la ciudad.
4.- ¿Huerta, Villa o Carranza?
En la tercera semana de mayo las facciones revolucionarias mostraban abiertamente sus
diferencias y no dejaban de ser vistas con perplejidad desde Estados Unidos. Existían dudas muy
extendidas en la población sobre la “amistad” hacia el país vecino del norte, el destino de los
intereses petroleros sobre todo en Tamaulipas y la conducta hacia la Iglesia, sus instituciones y los
miembros del sacerdocio y las congregaciones religiosas: “[…] La actitud de México hacia nosotros
ha cambiado poco. Villa continúa expresando su afecto que no perece; Carranza no está seguro de
su amor. La situación se ha complicado por el desembarco de infantes de marina holandeses en el
17 Topics of Interest. The firing Friars in Veracruz, cita de The Herald. Friars Fire on Americans, Vol. XI, n. 3, May 2, 1914, p. 53. 18 The “Sun”. Ammunition Found in Church, Id., p. 54.
distrito del Pánuco, para defender los intereses de su país…19 Estados Unidos ha concordado en el
deseo de Huerta de que se evite la guerra [pero] el sábado 16 de mayo el secretario de Estado ha
dicho…: ‘El Señor Wilson quiere la paz y no la guerra y espera que la mediación de potencias amigas
sea exitosa, pero si la mediación falla, debo declara que el Señor Wilson está preparado para
cualquier emergencia que pueda surgir.’”20
Aparecen por vez primera indicios de la persecución a la Iglesia: “[…] Este infortunado país está
amenazado desde dentro y desde fuera. Su destino final dependerá del hombre que luche mejor. Si
Zapata conquista la Ciudad de México el resultado será asesinato y pillaje. Si Villa y Carranza
conquistan la ciudad, es difícil decir cuáles serán los resultados. Si hemos de creer a algunos
reportajes, la Iglesia no puede esperar justicia de ninguno. Un despacho reciente dice que los
constitucionalistas han cerrado las iglesias de Monterrey y conducido a la cárcel a los sacerdotes
bajo guardia armada. Entre ellos se encontraba un estadounidense apellidado Pratt, que fue
liberado por medio de la intervención del cónsul y recibió la orden de dejar el país como
indeseable.”21
Hechos que tienen como objetivo la Iglesia continúan siendo reportados. Después de apuntar que
es incierto el panorama de los movimientos de las facciones revolucionarias en México comenta:
“[…] Esto no impide que [Villa y Carranza] continúen su guerra sin descanso contra sacerdotes,
Hermanos y Hermanas religiosas. Comunidades enteras han sido expulsadas sin razón y las iglesias
de Tampico han sido convertidas en establos. Como siempre, todo esto ha sido hecho en nombre
de la libertad, pero una libertad que sólo los tiranos pueden entender.”22
Del 20 de mayo al 1° de julio tuvo lugar en Niagara Falls la conferencia internacional que tenía por
objeto facilitar una solución pacífica a la situación mexicana. Si bien en alguno de sus días parecía
que habría de llegarse a acuerdos, los intereses de las partes y la abierta falta de neutralidad de
Estados Unidos dificultaron su marcha. Leemos: “[…] Los delegados estadounidenses insistieron que
el presidente provisional de México [Huerta] debería ser tomado como uno de los líderes
19 La compañía angloholandesa “Shell” tenía fuertes intereses en la región mencionada. Cuando llegaron noticias de guerra, una fragata que se encontraba ordinariamente en Curazao navegó por el Mar Caribe y el Golfo de México desde las Antillas Holandesas a fin de llevar a territorio holandés a algunos empleados y sus familias a Curazao. Desembarcaron en Tampico y permanecieron poco tiempo en territorio mexicano. (Información del Doctor Arjen van der Sluis. Ciudad de México. Conversación telefónica, 31 de marzo de 2014). 20 Mexico. Attitude Towards the United States, vol. XI, n. 6, p. 124. 21 The Progress of the Revolution, Ib. 22 Mexico. Aspects of the War, vol. XI, n. 9, p. 196.
revolucionarios y les agradaría que Carranza estuviera representado en la conferencia; este líder,
mientras tanto, se negó a suspender las operaciones militares contra los federales [algo que quizá
se le ponía como condición para participar]. Huerta y los mediadores del ABC no admitían a los
delegados de Carranza en ese estado de la situación. El 12 de junio, los mediadores esbozaron un
protocolo para la formación de un gobierno provisional…La insistencia de la administración de
Wilson de que delegados de Carranza formaran parte de las deliberaciones y que un
constitucionalista activo sería el sucesor de Huerta, volvieron imposible hacer un arreglo. La
evidente admiración del Señor Wilson a Villa y a Carranza es tan difícil de explicar como su aversión
a Huerta. Ciertamente la administración está haciendo poco para hacer de la tarea de los
mediadores algo fácil.”23
La conferencia de Niagara Falls terminó sin llegar a un acuerdo. A cien años de distancia podemos
notar sobre todo su color intervencionista más del lado de Estados Unidos que de los países del ABC,
obstáculo fundamental para cualquier avance. Por otra parte, podemos también percibir la
dificultad de que quienes se habían agrupado en un frente antihuertista aceptaran a representantes
de Huerta en las conversaciones. Cito de nuevo a Peter Edward Haley: “[…] Cuando estalló la guerra
en México, Wilson intentó y falló de persuadir a que las dos partes aceptaran un armisticio y un
gobierno provisional neutral mientras mediante elecciones nacionales se podía establecer un nuevo
gobierno constitucional.”24
5.- Sufrimientos del pueblo y persecución a los católicos.
Un amplio artículo de fondo titulado An Appeal for Mexico (Un llamado por México), publicado en
el número del 4 de julio, fecha conmemorativa de la independencia de Estados Unidos, constituyó
una emotiva alerta a los católicos estadounidenses y con ellos a los ciudadanos en general para
reaccionar con humanidad a la situación de los mexicanos, sobre todo de las clases humildes, las
mujeres y los niños que eran “carne de cañón” para las facciones u objeto de denigración y
explotación en su dignidad. Este tipo de llamados ocuparán a las instancias de opinión católica en el
país vecino con perseverancia a lo largo de varias décadas de sufrimiento del pueblo mexicano: “[…]
Un país afligido clama por ayuda. Hombres moribundos, niños famélicos, mujeres ultrajadas elevan
sus voces pidiendo a Dios y a sus vecinos piedad y ayuda...La vida, la libertad, la religión son más
23 Chronicle. Home News. The Mediation Conference, vol. XI, n. 10, June 20, 1914, p. 217. 24 Revolution and Intervention. Véase nota n. 2.
baratas que el cobre; son la diversión de hombres lujuriosos y brutales que no respetan nada, ni a
Dios, ni el honor de su país ni a sí mismos…Nunca en la historia de los tiempos modernos se han
visto las escenas ahora contempladas…”25
Tras describir escenas dantescas, el editorial apela a las conciencias de los lectores y de los
ciudadanos de Estados Unidos: “[…] La sangre recientemente derramada en Colorado26 trajo
indignadas protestas de todas partes del país. La sangre derramada en Colorado fue una gota en
comparación del océano que se ha derramado en México…Los hechos son verdaderos. Y, nuestra
parte, ¿qué? ¿Esta guerra está fomentada por la ambición de oro de Estados Unidos? ¿Es el oro el
que la prolonga? ¿Cómo puede explicarse nuestra conducta respecto a las armas y municiones?
¿Qué parte tenemos en la construcción y manejo de estaciones inalámbricas para los rebeldes?
¿Quién podrá explicar otras acciones que aún no se revelan? ¿Cuál es la razón de todo? Es difícil
decirlo, pero una cosa está clara: Dios vive y reina y a su tiempo escuchará los gritos de los hombres
moribundos, los sollozos de los niños famélicos, lamentos de las mujeres ultrajadas…” Y concluye
ironizando: “[…] Mientras tanto que se consuelen los que puedan con aquello de que ‘A pesar de
que Villa es romanista, no fuma ni bebe.’”27
El 9 de julio, después de un largo recorrido desde Sonora y dejando huellas de despojo en Sinaloa
y el territorio de Tepic, las fuerzas constitucionalistas encabezadas por Álvaro Obregón tomaron la
ciudad de Guadalajara y presagiaron con ello el final del régimen huertista. De hecho el 15 del mes
25 Topics of Interest. An Appeal for Mexico, Vol. XI, n. 12, p. 269. 26 America presentó este asunto en sus páginas. Se trató de incidentes que tituló como “guerra industrial” (“industrial war”) de fines de abril de 1914 provocada por la negativa de John D. Rockefeller a las demandas de los mineros de una de sus empresas en Colorado. Grupos de obreros lucharon contra las tropas del estado y al abrir fuego éstas contra campamentos compuestos de tiendas de campaña provocaron un enorme incendio de consecuencias fatales: “[…] las mujeres y los niños se refugiaron de las balas en agujeros hechos para tal propósito. Las llamas los alcanzaron y murieron atrapados como ratas. En uno de los refugios se encontraron los cuerpos calcinados de diez niños y dos mujeres. Los mineros acusaron a las tropas de haber iniciado el ataque y de prender fuego a las tiendas. Ambas acusaciones fueron negadas con indignación por el alcalde Hamrock…Los obreros cuentan con el apoyo de los sindicatos y la simpatía de los sindicatos y de la simpatía de muchísima gente. Mil rifles y veinte mil dólares han sido enviados a los mineros. El gobernador del estado ha pedido ayuda federal y cien ciudadanos prominentes han telegrafiado al presidente exigiendo su intervención…Hasta hoy el presidente ha atrasado la decisión del envío de tropas y ha hecho un fuerte llamado al Señor John D. Rockefeller Jr. para que ponga fin a las condiciones que causaron la huelga. Este problema presenta un ejemplo de las tensas relaciones entre empleados y empleadores. No habrá esperanza de arreglo permanente hasta que ambos, capitalistas y trabajadores, se entiendan en el suelo común de la justicia y la buena voluntad. Una legislación parchada no traerá esto; solamente la religión.” (Colorado Riots. Vol. XI, n. 3, May 2, 1914, p. 50) He subrayado las últimas líneas porque muestran una posición editorial congruente con la doctrina social católica de la encíclica Rerum Novarum de León XIII de 1891 en la materia de las relaciones entre el capital y el trabajo. 27 Ib.
citado Huerta salió del país dejando en la tambaleante silla presidencial a Francisco Carvajal como
provisional. “[…] No hay duda—dice America—que Carvajal…dejará las riendas del gobierno a los
constitucionalistas a la primera voz de mando. Aunque Villa y Carranza difieren en muchos puntos,
están de acuerdo en su política hacia la Iglesia. Ésta será perseguida. Los ultrajes a sacerdotes y
miembros de órdenes religiosas continúan. Un venerable obispo ha sido forzado a barrer las calles
bajo guardia de indios yaquis.28 Dos de los más prominentes religiosos lasallistas [Hermanos de las
Escuelas Cristianas] fueron asesinados recientemente y once más fueron hechos prisioneros. En
general el panorama está lejos de ser esperanzador. Si Carranza llega a la presidencia, algunas de
las grandes potencias europeas no lo reconocerán. Hay que considerar también las concesiones de
Huerta a capitalistas extranjeros y miles de otros detalles que pueden llevar a serias desavenencias.
Por último, el carácter de los hombres en ascenso da pocas esperanzas para la paz en el futuro.
Carranza ha sido denunciado por falta de probidad. También, como miembro de la clase de los
‘científicos’ es incapaz de tener políticas constructivas y carece de influencia importante en el
ejército.”29
Seguían llegando a las oficinas de redacción en Nueva York, noticias sobre la persecución: “[…] Uno
de los hermanos lasallistas apenas liberado de la prisión ha descrito el trato brutal al que estuvo
sujeto junto con sus compañeros para recolectar dinero de ellos y de sus amigos…Dos de los
hermanos y un santo [sic] sacerdote, el Padre L’Aumonier,30 fueron asesinados. El encargado de
negocios francés en Washington ha asegurado que Villa no es responsable directo por el crimen.
Esto probablemente significa que él no disparó las balas fatales por su propia mano. La última
persona nombrada ha tenido la desfachatez de responderle al cardenal Gibbons que [Villa] no
pretende abolir a la Iglesia del todo. ¡Esto es muy considerado de su parte e iluminador para los
católicos! Carranza se ha hecho Papa y Villa obispo. El primero nombró un obispo para una sede
vacante y el segundo ha nombrado un párroco en [Ciudad] Juárez. Se reporta que se trata del primer
nombramiento bajo la regla de Villa, pues él y sus lugartenientes nombrarán a los sacerdotes de las
28 Se trató de don Andrés Segura y Domínguez, durante la toma de la ciudad de Tepic por las tropas constitucionalistas en junio de 1914. Fue acusado de “huertista” y se pusieron como prueba algunas notas del periódico “El obrero de Tepic” en que se criticaba la violencia carrancista. Obregón da su versión en su libro Ocho mil kilómetros en campaña. 29 Mexico. The crisis. Vol. XI, n. 15, July 25, 1914, p. 340. 30 Por una indicación posterior (America del 5 de septiembre de 1914) se sabe que no se trata de un sacerdote de apellido L’Aumonier sino del capellán de los religiosos de La Salle, pues en francés aumonier equivale a capellán en español. Leemos en esa entrega: “[…] and the chaplain, who was a Mexican priest.” (Véase la nota n. 40 del presente texto).
parroquias. México, además, recibirá la luz del Evangelio puro también desde otra fuente. Cinco
sectas religiosas, que en Estados Unidos están en guerra unas con otras, se han unido bajo el nombre
de “Iglesia Evangélica para la Cristianización de México.” Una cristiandad como esa, concebida en la
iniquidad de un fraude palpable difícilmente progresará entre los mexicanos…Nuestro presidente
parece estar muy contento con los avances de su política. Ha recibido a los delegados de Carranza
y en compañía del ahora famoso Hopkins,31el cónsul Silliman asistió a una comida en honor de
Carranza, lo felicitó por su éxito y le aseguró nuestra sincera amistad. En vista de las dificultades con
las que habrá de encontrarse, convendrá que las naciones extranjeras no tomen este
pronunciamiento muy en serio. De otro modo, Estados Unidos se encontrará en poco tiempo en
una posición incómoda y difícil.”32
Mientras los asuntos mexicanos tenían esas repercusiones, en Europa el ambiente se caldeaba en
extremo. El 23 de julio Austria envió un ultimátum al gobierno de Servia con exigencias perentorias
en orden a aclarar el asesinato del archiduque Francisco Fernando. La respuesta pareció insuficiente
en Viena. Rotas las relaciones diplomáticas, movilizados los ejércitos y contando Austria con la
simpatía germana, se rompieron las hostilidades y se abrieron las compuertas para el comienzo de
la Primera Guerra Mundial, de consecuencias entonces imprevisibles.33
6.- Vientos más intensos de persecución.
A fines de julio era un hecho la entrada a la capital del país de los constitucionalistas y al mismo
tiempo el aumento de las diferencias entre Carranza y Villa: “[…] La Iglesia mientras tanto, continúa
siendo objeto de amargos ataques. [Antonio] Villarreal, gobernador de Nuevo León ha emitido una
proclama que contiene los términos siguientes: ‘1.- Todos los sacerdotes católicos extranjeros y los
jesuitas de cualquier nacionalidad, deberán ser expulsados del estado. 2.- De los restantes, los que
no puedan probar su completa abstención de la política, serán expulsados. 3.- Las iglesias
permanecerán abiertas todos los días de las 6 de la mañana a la 1 de la tarde. Sólo los sacerdotes
que tengan permiso podrán oficiar. 4.- La confesión está prohibida. 5.- El público tiene prohibido
entrar a la sacristía. 6.- Las campanas solamente se tocarán para celebrar fiestas en honor del país
31 Hombre de negocios neoyorquino que había representado intereses de Carranza en círculos políticos y de negocios en Washington y Nueva York. 32 Mexico. Peace and Strife, vol. XI, n. 16, pp. 363s. 33 America relata los detalles de los incidentes en una nota especial: Servia. The Ultimatum from Austria, id., p. 364.
o los triunfos del ejército constitucionalista. 7.- Los colegios católicos que no obedezcan los
programas y los textos oficiales serán cerrados así como los que no tengan como cabeza a algún
profesor que se haya graduado en las Escuelas Normales del país, quien será responsable ante el
gobierno de cualquier infracción de las reglas. 8.- Cualquier infracción de las reglas será punible por
una multa de $100 a $500 pesos, o arresto y cárcel de dos a cuatro meses o multa y cárcel…’”34
Esas pretensiones de ordenamientos legales no son extraños entre los radicales del tiempo y
algunas fueron presentadas en el Congreso Constituyente de 1917 para quedar inscritas dentro de
la constitución. Sin entrar mucho en su análisis, a todas luces se nota que se va más allá de la
separación Iglesia-Estado y se trata de integrar una especie de Iglesia nacional según los intereses y
prejuicios de un momento de particular tensión. De igual manera, “inmiscuirse en política”
significaba la emisión de cualquier crítica a lo que sucedía en la revolución.
El semanario neoyorquino cita unas palabras atribuidas a Francisco Villa: “[…] Creo haber arreglado
el problema de la Iglesia. Voy a nombrar yo mismo a los sacerdotes, párrocos y otros clérigos, en
lugar de que sean nombrados por un obispo que no los conoce y que no comprende a la gente del
distrito al que envía sus emisarios. Desde luego, mi primera selección será de los clérigos que hay
en México pero que se han abstenido de mezclarse en la política de la nación. Cuando se haya
terminado este filón, escogeré hombres educados y que realmente comprendan lo que significa la
Iglesia.”35
Los redactores sospechan que ese manifiesto y otro que citaremos enseguida, emitido a nombre
de la “Iglesia evangélica” de la que hicimos mención antes, fueron redactados por un
estadounidense que “[…] escribió muchos de sus despachos y entrevistas. Villa es incapaz de
hacerlo. La “Iglesia evangélica” ha dado también a conocer un proyecto para la conquista de México:
‘1.- Comenzar un programa educativo para las masas ignorantes en el interior de México. 2.-
Construir por lo menos doscientas escuelas elementales. 3.- Fundar una escuela superior para cada
uno de los sexos en cada territorio que se invada. 4.- Construir una universidad central bajo los
auspicios de las denominaciones combinadas. 5.- Emplear cientos de profesores de Escuela
Dominical y expertos en la Biblia. 6.- Redistribuir todo el territorio de misión actualmente ocupado
por distintas denominaciones en forma combinada.”36
34 Mexico. Facts and Prognostications, vol. XI, n. 17, August 8. 1914, pp. 387s. 35 P. 388. 36 Ib.
Es posible—lo colegimos por lo que sucedió constantemente en años posteriores—que el cardenal
Gibbons y diversas instancias católicas habían comenzado a presentar llamados al Departamento de
Estado a propósito no sólo de los hechos persecutorios sino de los proyectos de legislación.
Comentó America teniendo como telón de fondo la separación entre Iglesia y Estado propia del
sistema constitucional de Estados Unidos: “[…] Es digno de mención que la misma influencia que
protege a los ‘evangélicos’ en su campaña, no se extiende a salvar las vidas de sacerdotes y
Hermanos religiosos. Al comentar el manifiesto de Villarreal, nuestro secretario de Estado manifestó
que no le habían llegado protestas a este propósito. El sentido no es claro. Tal vez ha querido dar a
entender que los católicos estadounidenses no están muy involucrados en el asunto o que él mismo,
patrocinador oficial del programa constitucionalista no quiere darse cuenta. En este caso
probablemente aparecerá frente al mundo como el promotor de la unión de Iglesia y Estado, la
primera subordinada al segundo.”37
El 3 de agosto el secretario de Estado William J. Bryan respondió una carta enviada el 28 de julio
por la “American Federation of Catholic Societies” de la diócesis de Brooklyn solicitando apoyo para
llamar la atención sobre la persecución en México. Se lee en ella: “[…] este gobierno ha interpuesto
en diversas ocasiones sus buenos oficios a favor de los miembros de todas las órdenes religiosas en
México y continuará urgiendo a las autoridades constitucionalistas el trato justo y moderado hacia
las personas y las propiedades que pertenecen a las órdenes religiosas.”38
A mediados de agosto entraron las tropas constitucionalistas a la Ciudad de México: “[…] La
continuidad de la paz depende ahora en gran medida de la buena voluntad del ‘primer jefe.’ Si su
curso se reconoce por justicia para todos se ganará a los más influyentes federales. Su manera de
tratar a Carvajal, sin embargo, manifiesta poca disposición para ser conciliador y fuera de las
fronteras existe el sentimiento de que abusará del poder. No obstante, es más que justo darle la
oportunidad. En lo que corresponde a su actitud hacia la Iglesia, ésta está marcada por la severidad
y la injusticia extremas y ha entrado a la Ciudad de México bajo la sospecha de enemistad con las
instituciones católicas. Esto se debe a su manifiesto contra la Iglesia y a los abusos cometidos por
soldados constitucionalistas contra sacerdotes y religiosas y hasta con las niñas de las escuelas de
religiosas. Los ojos del mundo civilizado están sobre Carranza…Gente de pensamiento claro estaría
contenta de saber que últimamente nuestro gobierno ha tomado interés en el bienestar de la
37 Ib. 38 Mexico. Progress and Plans of the Constitutionalists, vol. XI, n. 18, August 15, 1914, p. 412.
Iglesia, sacerdotes y religiosas mexicanos y el mismo Carranza ha prometido justicia. Existe la
esperanza de mejores tiempos.”39
A fines de agosto se externó que México sufre una fuerte crisis económica y financiera: “[…] El
crédito es bajo y para hacer el problema más grave, Carranza recientemente se excedió emitiendo
bonos por $60’000,000 de dólares…Francia e Inglaterra no parece que puedan ofrecer un préstamo
y los financieros de Estados Unidos es probable que también se opongan a no ser que se les ofrezcan
a cambio valiosas concesiones a cambio, algo difícil de hacer por México en el presente.” Por lo que
toca al tema de la Iglesia católica, “[…] por lo que se sabe, sacerdotes y religiosas no están sufriendo
brutalidades, pero la Iglesia sigue estando en vilo. En El Paso hay treinta y seis sacerdotes refugiados;
en San Antonio están dos obispos y un arzobispo así como un importante número de sacerdotes.
Notas de la prensa del 22 de agosto reportan la expulsión de cincuenta más. Las congojas de estos
hombres son grandes y merecen la simpatía y el ánimo de sus colegas católicos en Estados
Unidos.”40
America, en su número fechado el 5 de septiembre, da a conocer ciertos contrastes en la política
estadounidense respecto a los miembros de la Iglesia perseguida en México. No sin fina ironía
apunta: “[…] Villa y Obregón fueron recibidos con honores militares en Fort Bliss, Texas y fueron
agasajados con un banquete por el general Pershing, su comandante. En ese mismo día 400
sacerdotes y 200 religiosas que habían encontrado refugio de Villa dentro de las líneas
estadounidenses en Veracruz, viven con muchas carencias. Entre nueces y vino tal vez el general
Pershing y el general [sic] Villa tal vez comentaron caminos y medios para aliviar de sus males
presentes a los 600 confesores en Veracruz y para regresar a sus hogares a los numerosos
sacerdotes y religiosos que han sido forzados a salir de su país para buscar seguridad en
Cuba…[También] grupos de refugiados, entre los cuales se encuentran varios Padres eudistas, cinco
religiosas de Jesús y María y veintiocho Hermanos lasallistas llegaron a Nueva York la semana
pasada.”41
La noticia acerca del asesinato y prisión de los hermanos lasallistas que ya había sido dada,42 se
confirmó y se conocieron algunos detalles gracias a un representante de la revista que entrevistó a
algunos sobrevivientes después de su llegada a Nueva York: “[…] A la casa…[en Zacatecas] entraron
39 Mexico. Constitutionalists’ Triumph, vol. XI, n. 19, August 22, 1914, p. 440. 40 Mexico. Present Conditions, vol. XI, n. 20, August 29, 1914, p. 464. 41 Mexico. The Refugees, vol XI, n. 21, September 5, 1914, p. 492. 42 Véase la nota n. 27 del presente escrito.
hombres armados y exigieron una gran suma de dinero. Los Hermanos no la tenían de modo que
los revolucionarios tomaron al director y subdirector de la casa, que eran franceses y al capellán, un
sacerdote mexicano, los condujeron a una colina cercana y los ejecutaron. Los demás fueron
conducidos a la prisión y la casa fue saqueada. Los sobrevivientes fueron conducidos a Torreón
donde se encontraba Villa. Él se eximió de toda responsabilidad en los asesinatos que se debieron,
sin duda, al excesivo celo de sus seguidores, pero ordenó a los Hermanos que le entregaran de
inmediato $5,000. Como sólo tenían $2,100, les ordenó que encontraran el resto en alguna parte.
Los Hermanos anduvieron pidiendo el dinero en esa ciudad donde eran desconocidos pero
consiguieron lo solicitado. Villa entonces les ordenó que salieran en el siguiente tren, pero como no
estaban circulando, dependieron durante los siguientes diez días de la caridad de ciudadanos
compasivos. Por fin, en un carro de ganado fueron enviados a la frontera. Francia, como se
recordará, protestó al presidente Wilson cuando los dos Hermanos fueron asesinados, sin embargo,
se recibió muy poca satisfacción.”43
Una pequeña esperanza surgió con un nombramiento realizado por Wilson: “[…] Personalmente el
presidente…ha confirmado la noticia de que el Señor Paul Fuller, eminente abogado de Nueva York
ha sido comisionado para discutir algunos asuntos con el general [sic] Carranza. Dado que el Señor
Fuller es católico, auguramos que esta sabia medida del presidente resulte en el final de la cruel
persecución de la Iglesia que está presente en la infeliz tierra más allá del Río Grande.”44
Una nota publicada el 19 de septiembre expone las dificultades para obtener datos fidedignos de
lo que sucede en México a causa “de la censura mexicana y del profundo silencio observado en
Washington.” Por consiguiente, las “declaraciones oficiales” revolucionarias que indican, por
ejemplo, “que ‘la paz y la mejor de las armonías’ prevalece a lo largo de la república,” son
desmentidas en “cartas personales, por viajeros que regresan y religiosos exilados.” Se incluyen
algunos relatos y se anuncia el fin del embargo para la introducción de armas a territorio mexicano
desde Estados Unidos, cuyo único beneficiario será Villa. Comenta la revista: “[…] De este modo el
perseguidor más fiero de la Iglesia será provisto con recursos de Estados Unidos a fin de continuar
sus pillajes.”45
43 Ib. 44 Ib. 45 Mexico. “Official” vs. Private Intelligence, vol. XI, n. 23, Septembre 19, 1914, p. 544.
“[…] Por un grupo de jesuitas exiliados que pasaron por Nueva York recientemente y por cartas
personales, hemos obtenido más detalles sobre la hostilidad de Carranza para con la Iglesia. Al
entrar a la Ciudad de México delante de él iba un estandarte con las palabras: El clero es la oscuridad.
La libertad es la luz. Cuatro jesuitas fueron apresados y sujetos a una ejecución aparente. Estuvieron
frente al pelotón de fusilamiento en calma y fueron después llevados de nuevo a la cárcel. Las
iglesias están cerradas en la mayor parte del país así como las escuelas católicas. En algunos lugares
ningún sacerdote puede oír confesiones ni pueden los fieles confesarse sin pagar a los
revolucionarios una cuota por el privilegio…la casa de los jesuitas ha sido convertida en cuartel y su
biblioteca incendiada…46 Expulsadas de sus colegios y conventos en Guadalajara llegaron a San
Francisco el 9 de septiembre noventa y tres religiosas.”
A pesar de lo anterior, se esboza alguna esperanza de mejoramiento de la situación: “[…] Ahora
que el Señor Paul Fuller, después de su conversación con Carranza ha salido hacia Washington,
esperamos que la administración pronto se entere de la verdadera situación de los asuntos en
México y tome prontas medidas para controlar las actividades persecutorias de los revolucionarios.
Simplemente con solicitar que se garantice la libertad religiosa en México el presidente Wilson
pondría término de inmediato a los abominables ultrajes que la Iglesia está padeciendo allí.”47
7.- Algunas cosas cambian, otras permanecen.
El 15 de septiembre de 1914, el presidente Wilson dio órdenes de que el ejército estadounidense
abandonara Veracruz, “en vista de que las circunstancias que justificaron la ocupación se han
removido.” El general Funston, comandante de la plaza, ha solicitado que la evacuación no se realice
antes del 10 de octubre, “[…] pues hay más o menos 25,000 refugiados en Veracruz y considera que
hay que darles la oportunidad de dejar la ciudad antes de la entrada de los constitucionalistas. El
obispo de Los Ángeles48 ha solicitado al Departamento de Estado en Washington que ofrezca
protección y alivio a los 400 ó 500 sacerdotes y religiosas que han encontrado refugio dentro de las
líneas estadounidenses en Veracruz, pero ha sido informado de que nuestro gobierno sólo puede
trasportar a un lugar seguro a los estadounidenses y que sus propios colegas habrán de dar a los
46 Puede tratarse del Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe en la ribera de San Cosme, situado en la “Casa de los Mascarones” a causa de la decoración de su fachada, en la Ciudad de México. En 1914 era institución jesuita. Ese mismo año fue nacionalizada la casa por órdenes de Carranza. 47 Continued Persecution, ib. 48 Se trata de Monseñor Thomas James Conaty, quien fue obispo de Monterey-Los Ángeles de 1903 a 1915.
400 o más refugiados la ayuda que necesitan. Carranza ha hecho ilegal su presencia en México por
lo que no pueden permanecer con seguridad en Veracruz. Se conoce que el reconocimiento de la
nueva república por nuestro país está cerca. Esto hará completo el triunfo de los constitucionalistas
y México quedará prácticamente sin sacerdotes, algo para lo que una facción en México y en Estados
Unidos gastó muchas energías. Algún día se hará pública la historia de esta monstruosa injusticia.
Mientras tanto, Dios espera su tiempo.”49
El 20 de septiembre se conoció el rompimiento entre Villa y Carranza y el apoyo al último de parte
de Álvaro Obregón. Este último depuso al villista Benjamín Hill y Villa envió 5,000 soldados a Sonora.
Al parecer por la lejanía de los hechos, el gobierno de Estados Unidos no cambió la decisión de
retirarse de Veracruz y se realizaron pláticas para entregar a Carranza el puerto. Leemos en America:
“[…] ‘Habrá sin duda confiscación de propiedad’ subrayó el coronel Martínez, oficial de Carranza,
‘algunas personas serán fusiladas’, sólo un número fijo de sacerdotes serán permitidos en Veracruz
y los demás tendrán que buscar ‘empleo.’ Las religiosas no serán toleradas a no ser que encuentren
‘empleo’. Explicó este término diciendo: ‘Pueden coser, bordar y realizar otras cosas útiles más que
vivir de las supersticiones del pueblo…’”50 Sin comentarios.
A estas alturas, los editores del semanario jesuita neoyorquino incluyeron en sus páginas otro
artículo acerca de las condiciones de la Iglesia en México. La tinta parece salir de papel a causa de
la intensa emotividad puesta al escribir las palabras. Sin embargo, a pesar de ello, por otras fuentes
se tienen testimonios, algunos fotográficos, de excesos carrancistas de esta índole. Transcribo
algunas líneas: “[…] El desorden reina en México. Dominan las pasiones animales. La brutalidad
desvergonzada está a la orden del día. Los carrancistas están en el poder; también el demonio del
odio y la lujuria…La religión es blasfemada, Dios es ultrajado…Es el triunfo de una política concebida
en la iniquidad y ejecutada con sangre humana. Nunca, desde los días de la revolución francesa, se
habían realizado tales crímenes contra hombres y mujeres inocentes. Nunca se había blasfemado a
Dios más desvergonzadamente…
“Han entrado a los templos de Dios y los han convertido en salones de baile; los altares
consagrados, donde las esperanzas y los gozos de los hombres se edifican y los han usado para
propósitos bestiales; para ello también han utilizado los cálices consagrados; han sacado
49 Mexico. The Army Ordered Home, vol. XI, n. 24, September 26, 1914, p. 568. 50 Mexico. Revolution the Fourth. The Administration’s Attitude, vol. XI, n. 25, October 3, 1914, p. 596.
ornamentos sagrados y vestidos con ellos se han fotografiado junto a mujeres de la calle…¿Qué más
podrá hacerse?: ¡He ahí a los campeones de la libertad..!
“Son también amigos de la educación. Han destruido escuelas, incendiado una excelente
biblioteca, destruido y echado a la calle los instrumentos de un excelente laboratorio de física,
vendido máquinas de escribir robadas en las calles de Saltillo a un dólar cada una.51 A solicitud de
un buscador de ofertas estadounidense [catch-penny American] poco mejor que ellos en
honorabilidad, enviaron la excelente biblioteca de un obispo a un país extranjero para su venta. En
nombre de la democracia, han realizado en verdad la obra del diablo.”52
Al finalizar ese artículo, se cita una escueta declaración del gobernador de Tamaulipas aparecido
en el periódico constitucionalista de Tampico: “[…] ‘No más iglesias católicas romanas. No más
sacerdotes. No necesitamos más iglesias, sólo escuelas. No es necesario que la gente crea en Dios,
a quien nadie puede ver. No permitiremos que se abran las iglesias.’”53
Unos días después, America sentenció: “[…] No parece haber esperanza de mejores tiempos: existe
tanto la voluntad como acciones sistemáticas de destruir no solamente las iglesias y a los sacerdotes,
sino a la religión misma.”54
Las noticias sobre la persecución se seguían recibiendo en el escritorio de la redacción en Nueva
York: cierre de iglesias en Orizaba, quema de confesionarios en Puebla y pintas masónicas en el
interior de la catedral, convertida en un gran salón, en la capilla del colegio de los jesuitas “[…] se
realizó un baile y en lugar de la estatua de Cristo se colocó en el altar una mujer desnuda…” En
materia de disposiciones legales, en Toluca, capital del estado de México se hizo público un decreto
sobre las condiciones de realización del culto católico (cito sólo algunas)55: “1.- Se prohíbe la
predicación como se ha hecho hasta hoy, provocando en el pueblo el fanatismo…3.- Toda clase de
ofrendas con motivo de bautismos, matrimonios, etc. y cualquier limosna al clero o a la Iglesia
católica, están prohibidas…5.- Solamente se permitirán dos Misas en domingo; pero no se tocarán
51 Referencia a la biblioteca del Colegio de “Mascarones.” No fue la única: por lo menos fueron también destruidas las de los Seminarios de Tepic y Guadalajara. El laboratorio de física de Mascarones tampoco fue el único; se destruyó también el del Seminario de Guadalajara. Las máquinas de escribir pueden haber pertenecida al colegio jesuita de Saltillo. 52 Topics of Interest, Id., p. 597. 53 Ib. 54 Mexico. A Stormy Week, vol. XI, n. 26, October 10, 1914, p. 620. 55 El gobernador y comandante militar era Francisco Murguía. Tuvo este cargo del 27 de agosto (día en que sus tropas ocuparon la ciudad de Toluca) al 30 de noviembre de 1914. (Página electrónica: Estado de México. Gobernadores. Consulta: 1° de abril de 2014).
las campanas para llamar al pueblo. 6.- Están absolutamente prohibidas las confesiones tanto
dentro como fuera de las iglesias y cualquier sacerdote que escuche una confesión merece no
solamente su destitución sino la pena capital…7.- Sólo un sacerdote, designado por el gobernador
del estado tiene permiso de decir misa el domingo en la ciudad de Toluca y no debe vivir cerca de
la iglesia sino en una casa particular. 8.- Este sacerdote deberá vestir como cualquier civil…9.-
Deberá ser el más anciano de la ciudad, aunque se haya retirado a causa de su edad…10.- Está
prohibido saludar a quienes fueron sacerdotes o al único permitido en la ciudad besándoles la
mano…El sacerdote puesto por el gobernador deberá firmar un documento en el que manifiesta su
obediencia a las autoridades civiles en asuntos de la Iglesia.”56
Después de citar el bizarro decreto del gobernador del estado de México, se transcribe en las
páginas de la revista una carta que el Señor Martin Stecker envió al secretario de Estado Bryan
sobre el caso de la Iglesia católica en México enlistando testimonios que había recibido al respecto.
Se presenta en su escrito como quien “[…] no ha puesto nada de lo que no esté totalmente seguro
y puedo afirmar de manera personal. He vivido en México veintitrés años, soy alemán de
nacimiento, de religión luterana y tengo sesenta años.”57 Según ese escrito, el Padre Tierney,58
editor de America, había tenido antes una entrevista con Bryan, hablado de una conversación tenida
con Stecker y el secretario le había sugerido que este último le diera a conocer lo que sabía. Los
datos que aporta este escrito corroboran lo que el semanario había dado a conocer en distintos
momentos.
8.- Epílogo.
Año difícil, abundante en noticias dolorosas, en incógnitas y en el que los prejuicios tuvieron tanta
importancia como las convicciones fue 1914, el de los comienzos del régimen de Woodrow Wilson
en Estados Unidos, del triunfo de los constitucionalistas en México y, desde luego, el del inicio de la
Gran Guerra, de cuyas consecuencias ni la más remota población del mundo se libró. México vio
llegar, además de los vientos del mundo, las tormentas de sus propias contradicciones y búsquedas.
Muchos años faltaban para recobrar o encontrar su identidad abierta y tal vez todavía no hemos
56 Mexico, vol. 12, n. 1, October 17, 1914, pp. 3s. 57 Id., p. 4. 58 El único dato que obtuve sobre él es que escribió el prefacio a: Floyd Keeler, Catholic Medical Missions, (s.e., s.f.). (Página electrónica amazon.books. Consulta: 1° de abril de 2014.