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La Guerra Cristera Integradora Realizar en Word un ensayo sobre tema libre con las siguientes características y elementos: Configuración de página: Tamaño carta Margen izquierdo 2.5 cm Margen derecho 2 cm Margen superior e inferior 1.5 cm Interlineado 2.0 Tipo de fuente: Arial 12 en párrafos y fuentes diversas en títulos, encabezados y pies de pagina Sangría: primera línea o francesa Letra capital en cada capítulo o tema Utilizar bordes y sombreados Insertar los siguientes elementos multimedia: Imagen, forma, texto artístico, hipervínculos. Insertar tabla, tabulación o columnas( solo uno de estos elementos) Insertar encabezado, pie de página y número de pagina Construir un índice de máximo una cuartilla en forma de lista y con tabulación para indicar el número de página. El ensayo deberá ir distribuido de la siguiente manera: Máximo 10 paginas No. 1 portada No. 2 Índice No. 3 Contenido No, 4 Bibliografía o referencias electrónicas SÁNCHEZ HUAUTLA OSWALDO Página 1

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La Guerra Cristera

La Guerra Cristera

Integradora

Realizar en Word un ensayo sobre tema libre con las siguientes características y elementos:

Configuración de página:

· Tamaño carta

· Margen izquierdo 2.5 cm

· Margen derecho 2 cm

· Margen superior e inferior 1.5 cm

· Interlineado 2.0

· Tipo de fuente: Arial 12 en párrafos y fuentes diversas en títulos, encabezados y pies de pagina

· Sangría: primera línea o francesa

· Letra capital en cada capítulo o tema

· Utilizar bordes y sombreados

· Insertar los siguientes elementos multimedia: Imagen, forma, texto artístico, hipervínculos.

· Insertar tabla, tabulación o columnas( solo uno de estos elementos)

· Insertar encabezado, pie de página y número de pagina

· Construir un índice de máximo una cuartilla en forma de lista y con tabulación para indicar el número de página.

El ensayo deberá ir distribuido de la siguiente manera:

· Máximo 10 paginas

· No. 1 portada

· No. 2 Índice

· No. 3 Contenido

· No, 4 Bibliografía o referencias electrónicas

Práctica 6: Integradora

UaEH

PREPARATORIA NÚMERO 2

lA GUERRA CRISTERA

Sánchez Huautla Oswaldo

Grupo 205

No. de cuenta: 277818

Informática II

Profesor: Julio Cesar Gómez Gayosso

ÍNDICE

1. ÍNDICEpág. 4(2)

2. LEY CALLES(INTRODUCCIÓN)pág.5(3)

3. LOS CRISTEROSpág.6(4)

4. LA GUERRA(DESARROLLO)pág.7(5)

5. REELECCIÓN Y MUERTE DE ÁLVARO OBREGÓNpág.8 7)

6. LAS NEGOGIACIONESpág.9(8)

7. FIN DEL CONFLICTO (CONCLUSIÓN)pág.10(9)

8. TABLA CON REFERENCIAS ELECTRONICASpág.11(10)

Ley Calles

E

n 1927, el presidente Plutarco Elías Calles y José Rodríguez Rojas, general revolucionario, promovieron la reglamentación del artículo 130 de la Constitución a fin de contar con instrumentos más precisos ´para ejercer los controles que la Constitución a fin de contar con instrumentos más precisos para ejercer los controles que la Constitución de 1917 estableció como parte del modelo de sujeción de las iglesias al Estado aprobado por los constituyentes. Estos instrumentos buscaban limitar o suprimir la participación de las iglesias en general en la vida pública, pero dadas algunas características de la legislación, en algunos estados se llegaron a establecer leyes que obligaban a que los ministros de culto fueran personas casadas y se prohibía la existencia de comunidades religiosas

La ley reglamentaria del 130 constitucional facultaba, siguiendo el dictado de la Constitución, a los gobernantes de los estados de la República a imponer cuotas y requisitos especiales a lo “ministros del culto”. Tal fue el caso de los gobernadores más radicales, como Tomás Garrido Canabal del estado de Tabasco quien decretó normas que iban incluso más lejos, pues obligaban a los "ministros del culto" a ser personas con estado civil de casados para poder oficiar, mientras que en estados como Chihuahua se pretendió forzar a la Iglesia católica a operar con un número mínimo de presbíteros, mientras que en Tamaulipas se prohibió oficiar a los sacerdotes extranjeros.

Es de 1925, con apoyo de la CROM se creó la Iglesia Católica Mexicana, dotándola de edificios, recursos y medios para romper con El Vaticano. Confrontada con esta situación, la Iglesia intentó reunir dos millones de firmas para proponer una reforma constitucional. La petición de los católicos mexicanos fue rechazada. Los católicos llamaron y realizaron un boicot para no pagar impuestos, minimizar el consumo de productos comercializados por el gobierno, no comprar billetes de la Lotería Nacional, ni utilizar vehículos a fin de no comprar gasolina. Esto causó severos daños a la economía nacional, al tiempo que sirvió para que las posiciones de distintos grupos dentro de la propia Iglesia católica en México se radicalizaran.

Los Cristeros

L

a radicalización hizo que en zonas de los estados de Guanajuato, Jalisco, Querétaro,Aguascalientes, Nayarit, Colima, Michoacán y parte de Zacatecas, en la Ciudad de México, y en la península de Yucatán creciera un movimiento social que reivindicaba los derechos de libertad de culto en México. La dirigencia del movimiento, cercana pero autónoma respecto de los obispos mexicanos, creyó viable una salida militar al conflicto. En enero de 1927, empezó el acopio de armas; las primeras guerrillas estuvieron compuestas por campesinos. El apoyo a los grupos armados fue creciendo, cada vez se unían más personas a las proclamas de ¡Viva Cristo Rey! y ¡Viva Santa María de Guadalupe! lanzadas por quienes fueron conocidos como los cristeros.

En todo caso, los que se conocían como cristeros fueron capaces de articular rápidamente una serie de descontentos locales con las consecuencias de la Revolución Mexicana, así como de aglutinar en torno suyo a grupos que, por distintas razones, se oponían a lo que ya para entonces se conocía como el "Grupo Sonora", nombre creado por el origen sonorense de los presidentes Adolfo de la Huerta, Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles. No sólo eso, la Cristiada, como también se le conoce, logró un uso muy eficaz de símbolos religiosos profundamente arraigados en las prácticas colectivas en México. Este uso de símbolos como la Virgen de Guadalupe.

La Guerra

U

no de los movimientos más importantes fue el ocurrido en Valparaíso , cuando el 14 de agosto de 1926 por la noche apareció don Pedro Quintanar, personaje de gran importancia en toda la lucha cristera. Se preparó el levantamiento que Aurelio Acevedo y sus amigos tenían preparado desde el primero de agosto, ya que el gobierno al saber de la presencia de Quintanar se movilizó más rápido. Se realizó la movilización en Peñitas y Peñas Blancas. Quintanar entraba a combate el 29 de agosto a Huejuquilla el Alto(Jalisco), comenzó así, la primera lucha cristera en forma, quedando como vencedores con el grito ahora triunfante de: ¡Viva Cristo Rey!

Los alzamientos siguieron en Jalisco, Nayarit, Zacatecas, Guanajuato y Michoacán por el año 1926, luego se sumó casi la totalidad del centro del país. El conflicto tuvo un carácter fundamentalmente rural aunque la dirección de la Liga fue eminentemente urbana. Los cálculos más optimistas consideran que hacia 1927, las fuerzas cristeras rondaban los 12 mil efectivos y dos años después, en 1929, habían alcanzado los 20 mil. Semejantes números son dignos de consideración por varias razones. En primer lugar, los obispos mexicanos, con muy contadas excepciones se distanciaron rápidamente del movimiento armado, desconocieron a la Liga y trataron de negociar la paz con el gobierno de Calles con la mediación del gobierno de los Estados Unidos.

En segundo lugar, porque México recién había superado un prolongado y muy costoso conflicto armado que ensangrentó durante poco más de siete años buena parte del país. No sólo eso, los cristeros eran un ejército irregular (a pesar de que contaron con algunos militares de carrera en sus filas), que no esperaban recibir pago y que no contaban con mecanismos formales de aprovisionamiento, reclutamiento, entrenamiento, atención a sus heridos o cuidado de los deudos. A diferencia de otros grupos armados en la historia de México, no practicaron la así llamada 'leva' (una práctica por la que se obliga a personas a sumarse a un ejército).

Citando vivencias sobre personas que vivieron en carne propia la guerra, cuentan que el gobierno mandó quemar todos los documentos de la iglesia, incluidas la Fe de bautizo de todas las personas. Fue una guerra muy tortuosa. Finalmente, a diferencia muchos grupos armados durante la revolución y antes, durante el siglo XIX, el mercado estadounidense de armas estuvieron —al menos formalmente-- cerrados para este grupo, por lo que no pudieron adquirir armas o municiones y debían depender de armamento anticuado (mucho de él excedente de la Revolución de 1910-1917) y operar con muy escasa munición.

Reeleción y muerte de Alvaro Obregón

E

s en este contexto Álvaro Obregón, retirado de la vida política, en la cual seguía teniendo gran peso, decide lanzar su candidatura a la reelección. Calles había intentado desmembrar al ejército y a las organizaciones campesinas, con lo que la figura de Obregón cobró aún más fuerza. Morones, nuevamente, le ofreció la postulación presidencial, la que Obregón aceptó. Sin embargo, poco antes de llegar a México, fue objeto de un intento de asesinato por un grupo de indígenas Yaqui.

La constitución mexicana sufrió una reforma para permitir la reelección en enero de 1927, con lo que Obregón ganaba partido para su candidatura, principalmente en el terreno de los agraristas.

Obregón viajó a la capital, donde al ir a una corrida de toros fue atacado con una bomba, lanzada por militantes cristeros. Más tarde se descubrió un complot para asesinar al caudillo.

El 15 de julio de 1928, pocos días después de ser proclamado presidente del período 1928-1932, Obregón llegó acompañado de su comitiva a la capital de la república en un tren custodiado por varios miembros del Estado Mayor Presidencial. Mientras tanto, José de León Toral, joven capitalino, miembro de la ACJM, había decidido matar a Obregón.

Entre la clase política se había difundido el rumor de un posible asesinato de Obregón, pero el presidente electo hizo caso omiso de las advertencias. La mañana del 17 de julio salió a comer invitado por los diputados del estado de Guanajuato, en el restaurante "La Bombilla", ubicado en San Ángel. José de León Toral acudió al lugar tras varios días de espiar a Obregón, y se hizo pasar por un dibujante. Hizo un dibujo a varios diputados, y finalmente llegó a Obregón, a quien también retrató. Cuando todos los comensales se descuidaron, Toral sacó su pistola y lanzó seis disparos a Álvaro Obregón, quien cayó muerto al instante. El asesino fue rápidamente detenido y algunos policías intentaron matarle, pero el diputado Ricardo Topete le salvó arguyendo su importancia para esclarecer el crimen.

El lugar de Obregón fue ocupado por Emilio Portes Gil, en 1929, y entonces fue que comenzó el período conocido como Maximato.

Las negociaciones

A

l llegar a Emilio Portes Gil, comenzó una larga negociación, en la que participó como mediador, el recién llegado embajador estadounidense Dwight Morrow. Por su parte, laSanta Sede designó al todavía Obispo de Tabasco Pascual Díaz Barreto, como secretario del Comité Episcopal nombrándolo "intermediario oficial" para solucionar el conflicto Iglesia-Estado. Junto con el delegado apostólico Señor Leopoldo Ruiz y Flores, se entrevistaron con el presidente, Lic. Emilio Portes Gil, para llegar a un acuerdo el 21 de junio de 1929 sobre la cuestión religiosa.

Entrevista de los jefes Cristeros y el jefe de Operaciones Militares del Estado de Colima el 21 de Junio de 1929. Tercero de izquierda a derecha el General Cristero Alberto B. Gutiérrez

Se logró un acuerdo de amnistía general para todos los levantados en armas que quisieran rendirse. Se acordó devolver las casas curales y episcopales, y evitar mayores confrontaciones en lo sucesivo. Sin embargo, para ese entonces existía una profunda división en el seno de la Iglesia en México. La fractura afectaba desde la cúpula episcopal hasta los laicos. Entre los obispos, la mayoría estaba a favor de un acuerdo con el gobierno, pero habían tres, muy combativos, opuestos al acuerdo. El más decidido de los obispos en contra del acuerdo fue monseñor Leopoldo Lara y Torres, obispo de Tacámbaro en Michoacán. En el otro extremo, presionando para que se lograra un acuerdo con el gobierno, se encontraban los obispos de la Ciudad de México José Mora y del Río y de Tabasco Pascual Díaz Barreto S.J.

Más importantes, acaso, que las divisiones fueron las consecuencias que el conflicto y el desempeño de los laicos católicos vinculados a la Liga tuvieron para marcar el futuro de las relaciones entre laicos y obispos en el seno de la Iglesia católica en México. Como consecuencia de la ruptura entre la Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa y los obispos mexicanos, estos últimos desarrollaron una política de creciente centralización y control de las actividades de los laicos católicos mexicanos por medio de la Acción Católica Mexicana.

En todo caso, la Liga y la mayoría de los efectivos de los ejércitos cristeros no aceptaron el acuerdo, así que estimaciones de personajes cercanos a la Liga señalan que de unas 50 mil personas involucradas directa o indirectamente en las acciones militares, sólo 14 mil depusieron las armas, aunque estas cifras han sido motivo de debate.

Fin del conflicto

B

ajo la fuerte presión del gobierno de Estados Unidos, que a su vez respondía a las peticiones repetidas de obispos y laicos católicos en ese país, el presidente Portes Gil anunció que la Iglesia católica se sometería a la ley sin que la Constitución sufriera alguna modificación. A partir de ese momento, sin embargo, el país entró en lo que investigadores de la relación Iglesia-Estado en México han calificado como un periodo de "relaciones nicodémicas", en referencia a Niodemo, el fariseo que se acercaba a Jesús de noche (de ahí el término nicodemo, "el que viene de noche"). Otros calificaron a este periodo, que se extendería hasta 1929, como un "modus vivendi", un modo de vivir, en el que el Estado renunciaba a la aplicación de la ley y la Iglesia renunciaba a exigir sus derechos. Estas relaciones nicodémicas o modus vivendi debieron enfrentar, sin embargo un severo momento de prueba cuando Calles, presionado por los efectos devastadores de la crisis de 1929 pronunció el así llamado Grito de Guadalajara.

BIBLIOGRAFÍA

Tema

HIPERVÍNCULO: REFERENCIAS ELECTRONICAS

GUERRA CRISTERA

http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_Cristera

RELIGIÓN CATOLICA

http://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia_cat%C3%B3lica

PLUTARCO E. CALLES

http://es.wikipedia.org/wiki/Plutarco_El%C3%ADas_Calles

ALVARO OBREGÓN

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/o/obregon_alvaro.htm

http://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81lvaro_Obreg%C3%B3n

SÁNCHEZ HUAUTLA OSWALDOPágina 1