la fibra celia y cora[1]
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LA fiebre de la fibra
Realizado por:CELIA BARTOLOMÉ Y CORA DONCEL
Estamos rodeados de la palabra “fibra” en la
mayoría de los envases de los productos alimenticios. Sin duda, la fibra está de moda,
pero ¿por qué?
El consumidor, sumido en su ignorancia, asocia “fibra” a defecar, y tras defecar
adelgazar. Que la fibra acelera el tránsito intestinal es muy cierto, pero no
por ello se adelgaza.
Si observamos cualquier producto rico en fibra y nos
fijamos en la información nutricional,
podemos observar que los hidratos de carbono (azúcares)
son altos (34g).
Encontramos fibra en una elevada cantidad de productos
que incitan al consumidor a comprarlos. Además de galletas,
yogures, y cereales, hay hasta leche con fibra, chocolate e
incluso cerveza.
No podemos negar que la fibra tiene
numerosas ventajas. Al acelerar el tránsito
intestinal se disminuye la permanencia de
sustancias tóxicas en el intestino. Esto se puede utilizar como medida preventiva si existe un
alto riesgo de desarrollar cáncer de
colón.
Además es importante para disminuir el colesterol sanguíneo, ya que arrastra los ácidos biliares que
produce el hígado. Éstos son absorbidos por el intestino y vueltos a procesar por el hígado, de modo que el colesterol se incrementa por éste mecanismo de
recaptación del colesterol de los ácidos biliares. Al arrastrar los ácidos biliares, logra que el colesterol se elimine con la materia fecal. De éste modo el hígado debe consumir el colesterol sanguíneo para formar
nuevos ácidos biliares, lográndose así una diminución del colesterol malo (LDL) a nivel sanguíneo.
Con esta figura estilizada atraen al consumidor, que piensa que puede
alcanzar un cuerpo bonito.
La palabra “pura” y “natural”así como el trigo de fondo, hacen olvidar al lector que este producto viene de una fábrica industrial.
Mensajes subliminales
Aquí también podemos observar el trigo, junto con
el sol (es el nombre de la marca) como
“representante” de la Naturaleza.
El nombre del producto (Senzial Línea) hace
pensar que es esencial para poder mantener la
línea, esto queda representado por la cinta
métrica.
La fibra junto con la cintura iluminada llama la atención recordando que la fibra acelera el
tránsito intestinal.
¡¡Atención a las “47 Kcal”!!
Por detrás del envase se observa el engaño. Por dos rebanadas
hay 95,1 Kcal, ¡con un sandwich ya has ingerido el doble!
En realidad debemos evitar todos estos alimentos enriquecidos con fibra, máxime si pretendemos que ellos
sustituyan la fuente de fibra natural. El contenido de fibra de dichos alimentos es bajo y no siempre
comprobable, o peor aún, no siempre es el que indican en sus rótulos. La única forma de consumir los nutrientes
que el cuerpo necesita y entre ellos la fibra, es tener certeza de estar consumiéndola. Para ello, debemos
consumir alimentos naturales que la posean.
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