la evolución paralela del diseño medioambiental y de la envolvente
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Una historia inconclusaLa evolucin paralela del diseo medioambiental y de la envolventeIgnacio Fernndez Solla. Arquitecto, director del departamento de fachadas en Arup
Las palabras esconden muchas cosas. El primer signicado de la palabra hogar en el
diccionario de la RAE es el sio donde se hace la lumbre en las cocinas y el segundo
casa o domicilio. Hogar viene del lan focus, fuego. Es decir, la casa es una extensin
del fuego. En otras palabras, el fuego es el primer elemento acvo de la arquitectura,
en tanto que la cabaa es el primer elemento pasivo. Si saltamos al siglo XXI, un panel
fotovoltaico viene a ser como un fuego tecnolgico, mientras que un muro corna de
doble piel no es ms que una (per)versin del caizo que recubre una choza.
Este arculo tratar de caizos y no de fuegos. Hay muchas historias de la ciencia
y de la tecnologa, aunque no hay muchas historias de la construccin. Todava hay
menos historias de las tecnologas medioambientales aplicables a los edicios, quiz
dos o tres librosI. Pues bien, todos esos libros enen un claro sesgo hacia los elemen-
tos acvos: tratan sobre todo de venlacin, calefaccin, climazacin e iluminacin
arcial. En este texto presentar un esbozo de la evolucin, todava por cubrir, de
las estrategias pasivas en edicacin: cmo y por qu nacieron la venlacin natural,
el aislamiento trmico, la proteccin solar o la iluminacin natural. Una historia del
diseo medioambiental pasivo debe ser al mismo empo una historia de las envol -
ventes, otro tema muy poco estudiado.
FIGURA 1: Control solar y venlacin natural en una escuela inglesa hacia 1950.
Imagen tomada del catlogo de ventanas de Hope, 1951.La iluminacin, la radiacin
energca solar y el aire estn bajo control, pero probablemente este aula no fueseel mejor sio para estudiar en una fra maana de invierno.
ILos tres textos clsicos son estos: La Mecanizacin toma el mando de Sigfried Giedion (1948); La arquitectura del entorno bien climazado de Reyner Banham
(1969) y 3000 years of Design, Engineering and Construconde Bill Addis (2007). De hecho, el tercero es un texto general sobre historia de la construccin, pero resu-
me muy bien la evolucin de los elementos de venlacin, calefaccin y clima arcial.
Cmo se consegua el confort climco antes de la mecanizacin? Las
cargas trmicas exteriores, ya fuesen de fro o de calor, se minimiza-
ban con la gran masa del muro que reduca la variacin da - noche,
con la orientacin de los huecos y con la ausencia o presencia de vo-
ladizos para ganar o para protegerse del calor por radiacin. Adems
se usaban la venlacin cruzada y la evaporacin para migar las al-
tas temperaturas en verano. El rango de aceptacin trmica interior
era amplio, de 160 a 280C, lo que no es insoportable: ms o menos lo
que ene hoy cualquier pensionista en su casa. El edicio acta como
soporte del atemperamiento trmico; la forma y la envolvente aqu
son un elemento pasivo fundamental. El material que sirve de soporte
estructural (ladrillo o piedra) sirve a la vez de soporte trmico: lo que
hace soportable la temperatura interior.
El confort climco despus de la mecanizacin cambia por completo.
En primer lugar las cargas trmicas ya no se atemperan; se contrarres-
tan (con agua o con aire tratado) para mantener la temperatura y la
humedad en un rango muy estrecho de confort (21 +/- 10) por ejem-
plo). El fuego originario se sustuye por un fuego termoelctrico que
no se apaga nunca. Las instalaciones de iluminacin y climazacin se
convierten en el gran elemento acvo, un elemento tan grande que
degenera en un dinosaurio que todo lo consume. Cuando la energa
es abundante y barata exigimos el mximo confort siempre y en todo
momento, como los nios con los juguetes. Cuando los costes suben
o las fuentes de energa escasean nos hacemos juiciosos y aceptamos
entornos ms austeros, soportamos el clima mejor.
Hablo de hoy? No necesariamente: las crisis energcas no son una
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exclusiva de nuestra era. Los historiadores de la economa griega
han documentado la deforestacin de los bosques para obtener
lea como una de las causas de la decadencia de la Grecia clsica.
En las ciudades del ca se prohibi la quema de ramas de olivo
en el siglo IV a.C., cien aos despus de construir el Partenn. La
escasez de lea, fruto del xito demogrco, oblig a muchas ciu-
dades a crear colonias como medio de garanzar su superviven-
cia (globalizacin a la griega). Haca falta una fuente de energa
alternava, y esta se encontr en el sol. El diseo de las ciudades
coloniales como Prene segua un eje norte-sur para garanzar
el mximo aprovechamiento del calor solar y atemperar as sus
viviendas en invierno, reduciendo el uso de lea en los braseros
al mnimo (ver gura 2).
De entonces a hoy, ya lo vemos, no hemos cambiado tanto. La de
la envolvente bioclimca es una historia inconclusa porque to-
dava quedan muchas cosas por aprender, pero tambin porque
siempre olvidamos las lecciones aprendidas de pocas anteriores.
En cada generacin saludamos con algaraba el feliz redescubri-
miento de los mismos principios. La incomprensin por parte de
los arquitectos e ingenieros de los conceptos climcos bsicos
es, como veremos, sorprendente. Tanto como la separacin en -
tre el conocimiento cienco a parr del siglo XIX y su aplicacin
prcca para mejorar el confort en la edicacin.
Venlacin natural: el aire limpio nos mantendr sanos
La necesidad de recircular el aire viciado dentro de los edicioses tan angua como el fuego. El humo de la lumbre ene que
tener salida, pero esa salida tambin deja escapar gran parte del
calor. Los romanos fueron los primeros inventores de un sistema
de calefaccin acva sin humo: el hipocaustus, donde el calor de
un horno se conduca bajo el suelo cermico del edicio y se libe-
raba en el otro extremo. En resumen, el suelo actuaba como una
estufa radiante.
El problema no solo es el humo; el aire se vicia si no se renuevay acaba siendo daino para el ser humano. Los egipcios atribu-
yeron la alta tasa de mortalidad de los canteros que trabajaban
en tneles al polvo de la piedra, y crearon el primer sistema de
venlacin en tneles de canteras subterrneas.
En el ao 1600 el rey Carlos I de Inglaterra decret que la altura libre
de los edicios deba ser como mnimo de tres metros, y que las ven-
tanas tendran que ser ms altas que anchas para eliminar el humo
acumulado en el techo de la habitacin. En 1775 Lavoisier idencuna de las parculas que provocaban la asxia de los mineros como el
dixido de carbono. Von Peenkofer plante el primer ensayo de ci-
do carbnico fcil de realizar en 1857. Hoy seguimos midiendo el CO2
como un indicador de la calidad del aire, y acvamos la renovacin
FIGURA 2. Esquema de una casa griega en Prene, Asia Menor. Las zonas abiertas se
orientan al sur para captar energa solar en invierno, con el sol bajo.
forzada si se superan por bastante empo las mil partes por milln
de CO2. En 1836 un ingeniero de minas de Cornualles, Thomas Tred-
gold, public el primer tratado prcco sobre la venlacin en minas
y en edicios. Con Tredgold empieza una de las disputas ms largas
de la tecnologa aplicada a edicios: la del rao de venlacin de aire
adecuado para mantener condiciones de confort o de salubridad. El
primer valor (menos de 7m3 por persona y hora) era mucho ms bajo
que el que usamos hoy, cuando ASHRAE ha jado la cifra mnima en
FIGURA 3. Esquema de venlacin instalado en la angua casa de los Lores, Londres, en
1836. Fuente: Reid, Illustraons of the theory and pracce of venlaon, 1844.
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torno a 30m3 por persona y hora. Curiosamente este valor coincide
con el establecido por Cloquet en 1898 despus de haber subido por
encima de 100m3/p.h en hospitales a lo largo del siglo pasado. La alta
venlacin en hospitales, bien fundada, buscaba evitar que el aire vi-
ciado transmiese enfermedades. Ver gura 3.
Una serie de experimentos entre 1880 y 1914 estableci que la ven-
lacin era necesaria no solo para reducir el nivel de CO2 sino adems
para evitar el sobrecalentamiento y el exceso de humedad relava en
el aire interior. Aqu aparece por primera vez el sico francs Eugne
Pclet, uno de los padres desconocidos del confort en los edicios. La
venlacin no poda conseguirse a travs de ventanas o rejillas durante
todo el ao (el ro baja si las temperaturas interior y exterior son simi-
lares), as que se hizo necesario emplear venladores mecnicos, cuya
inuencia arranca con el siglo XX hasta llegar a apoderarse por comple-
to del sistema de venlacin. De ah a prescindir de las ventanas prac-
cables haba un solo paso, que se dio cuando Willis Carrier introdujo el
aire acondicionado hacia 1930: la borrachera del derroche energco
acababa de empezar. Hoy estn volviendo los sistemas hbridos, basa-
dos en venlacin natural apoyada puntualmente por venladores o
climazadores, debido a su reducido consumo energco. Un ejemplo
cuya construccin acaba de iniciarse es el gora Bogot, un centro de
congresos diseado por Juan Herreros y Daniel Bermdez en Colombia
con la colaboracin de Arup. Volvemos al efecto chimenea y a la ven -
lacin cruzada, asisdos por un sistema de lgica de control que per-
mite abrir y cerrar automcamente las compuertas de venlacin en
funcin de las condiciones interiores y exteriores. Leccin aprendida: a
parr de ahora las fachadas tendrn branquias.
La transmisin trmica: historias para morirse de fro (o de calor)
Estamos tan acostumbrados a reducir las prdidas de calor por trans-
misin eso del coeciente U que nos parece que han estado ah
desde siempre. Una vez ms la historia es ms compleja y descubrimos
giros sorprendentes.
El aislamiento trmico fue usado por primera vez en las fbricas ingle-
sas de la primera revolucin industrial para proteger a los trabajadores
de las altas temperaturas de los motores de vapor. Al comprender las
ventajas del aislamiento trmico se inici la bsqueda de materiales
aislantes (ver gura 4). Uno de esos materiales fue la lana mineral o
lana de roca, descubierta accidentalmente en un horno de Gales hacia
1840 a parr de escoria mineral. Su produccin comercial arranca en
1871 en Alemania, tambin para el aislamiento de hornos de acero a
altas temperaturas. Parece que, al otro lado del Atlnco, los primeros
rellenos de lana mineral se estaban instalando en las ligeras viviendas
norteamericanas de po baloon frame a principios del siglo XX: la
necesidad (y la falta de inercia trmica) agudiz el ingenio. Esta tras -
ferencia de tecnologa de la industria a la construccin, como tantas
otras, parece que fue movada simplemente por el sendo comn. Si
la lana mineral acta como una manta, en casa proteger del fro igual
que en la fbrica protege del calor. El uso de aislamiento trmico en
las viviendas fue recomendado en un arculo de Scienc American
FIGURA 4. Aislamiento INSULITE, catlogo de 1936. Paneles de viruta de madera sobre una cubierta plana con membrana asflca. Se aprecia lo que parece una barrera
de vapor bajo el aislamiento. Los paneles aislantes se atornillan al entarimado de madera de la cubierta para evitar el despegue por succin.
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en 1887. Todava 50 aos ms tarde, en
1937, su introduccin era cuando menos
escasa: otro arculo en la revista ameri-
cana House and Garden describa su uso
como comn en los mejores pos de
vivienda. Qu pasaba con el resto? La
respuesta es que nada: el primer comit
para desarrollar una normava de aisla-
miento trmico en edicacin, el ASTM
C-16, se form en 1938 y la primera nor-
ma americana de aislamiento aplicable a
viviendas no se public hasta 1946. Ver
gura 5.
La vieja Europa no lo estaba haciendo
mucho mejor, pese a que las bases sicas
de la transmisin trmica a travs de un
cerramiento eran bien conocidas. El con-
cepto de coeciente U fue propuesto por
Eugne Pclet hacia 1830. Pclet lo denomin factor U, y parece que
con la letra U se refera a un factor unitario, algo que no solo tuviese
en cuenta la conduccin a travs de diferentes capas sino tambin la
trasferencia entre las capas extremas y el aire exterior e interior. Pclet
realiz muchos ensayos para determinar la conducvidad trmica de
disntos materiales opacos y de disntos pos de muro, y as poder
determinar su coeciente U unitario. No se qued ah: Peclet ademsestudi las prdidas de calor por conveccin y radiacin en el vidrio, y
comprendi las ventajas de usar varias capas de vidrio con una o dos
cmaras de aire entre medias. Todo esto antes de 1850. Su frmula
para calcular el coeciente U del vidrio doble o triple a parr del vidrio
sencillo era tan simple como para reproducirse aqu: bastaba con mul-
plicar el coeciente U del vidrio sencillo por el factor 2 / (1 + n), donde
n es el nmero de capas de vidrio. Esta frmula solo es adecuada para
cmaras de aire pequeas, de 3 a 4 milmetros, pero reeja una com-prensin del fenmeno principal: el aire estco entre dos capas de
vidrio es un buen aislante. Todava ms, Pclet deni el aislamiento
radiante a parr del comportamiento de lminas metlicas que pare-
can reejar el calor en lugar de permir su paso.
Cul fue la traduccin prcca de esta acumulacin de conocimien-
to terico y experimental? Durante demasiados aos, ninguna. Los
estudios de Pclet, fallecido en 1858, fueron traducidos al alemn y
al ingls y sus invesgaciones se connuaron por otros entre 1860 y
FIGURA 5. Transmisin de calor a travs de un muro homogneo considerando los efectos de borde con el aire
exterior e interior. Tomado de A study of the Heat Transmission of Building Materials, Willard y Litchy 1917.
II A study of the heat transmission of building materials; A. Willard y L. Lichty (1917). University of Illinois, Urbana. El libro original se puede descar-
gar de Internet en la pgina www.archive.org
1900. Encontramos libros con tulos tan claros como A study of the
heat transmission of building materials publicado en 1917 en Esta-
dos UnidosII, basados en invesgaciones propias y de otros autores
europeos, donde todos los conceptos estn clarsimos (ver gura 5).
Las diferencias que se indican en ese libro entre los coecientes U de
diferentes pos de fachada son enormes: un muro de ladrillo macizo
de 46 cenmetros pierde 2,6 veces ms calor que un muro de hormi -gn de 15 cenmetros revesdo interiormente con 10 cenmetros de
planchas de corcho y un panel cemencio interior. Es decir, en 1917 ya
sabamos que un muro ms l igero y de menor espesor pero mulcapa
(de 28 cenmetros frente a 46) asla ms del doble que otro de ladrillo
macizo. Ver gura 6.
FIGURA 6. Coeciente U de dos pos de muro, sin aislamiento (izquierda) y con
aislamiento de planchas de corcho (derecha). Tomado de A study of the Heat
Transmission of Building Materials, Willard y Litchy 1917.
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Es evidente que la diferencia estaba en las planchas de corcho, un ma-
terial al alcance de los arquitectos en aquel momento: por qu su uso
no se generaliz como aislante de fachadas a parr de inicios del siglo
XX? No lo sabemos; lo que s sabemos es que un gigante del aislamien-
to como Rockwool empez con una mida produccin de lana de roca
en Dinamarca tan tarde como en 1937. Su mercado eran los primeros
proyectos en Escandinavia con aislamiento trmico en la cara interior
del muro, toda una novedad. Rockwool sobrevivi durante los aos 40
a 60 manteniendo la lana de roca para aislamiento trmico como una
acvidad secundaria, y no fue hasta los aos 70, tras la primera crisis
del petrleo, cuando las cosas le empezaron a ir realmente bien.
No tenemos empo aqu para tratar el desarrollo de la solucin tan
britnica del cavity wall; baste decir que su desarrollo se produjo hacia
1850 para evitar la inltracin de agua de l luvia, y que slo de manera
lateral se descubrieron las ventajas del aire en la cmara como aislante
trmico (ver gura 7). Aislar la cmara fue un paso muy posterior, que
se dio hacia 1950 en los pases fros ms avanzados. Colocar el aisla -
miento en la cara exterior del muro para eliminar los puentes trmicos
ha sido un paso todava ms reciente, ya en los 80, gracias a los aislan-
tes sintcos de clula cerrada. Signica eso que los qumicos se ha-
ban dormido en los laureles y no inventaron el poliesreno hasta esa
dcada? En absoluto: BASF comercializ el poliesreno expandido en
1930 en Europa y Dow Chemical hizo lo propio en 1937 en el mercado
norteamericano. Es verdad que el poliesreno extruido (el Styrofoam
de Dow Chemical) lleg algo ms tarde, en 1954. Pero ni uno ni otro
se usaron en fachadas o en cubiertas de manera regular hasta los aos
70, cuando las normas de ahorro energco forzaron a los arquitectos
a disear edicios ms ecientes.
La misma historia se puede contar del vidrio doble, y es para sentir
una cierta vergenza ajena. Nos resulta extrao que la Lever House
FIGURA 7. Pgina del catlogo de ventanas Crial de 1929. Se aprecia cmola ventana se sita sobre la hoja exterior del cavity wall, que no est aislado
trmicamente. El riesgo de entrada de agua a travs del ladrillo en la jamba es
muy alto: solo hay un msc exterior sobre un relleno de mortero. Eso s, se
indica la conveniencia de instalar un gotern bajo el dintel de ladrillo.
FIGURA 8. Pisburg Corning, pgina del catlogo de aislamiento
FOAMGLAS trasdosado sobre paneles de acero vitricado. Ao 1954,
espesor de aislamiento 50mm.
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o el Seagram Building de Nueva York, terminados en 1952 y 1958
respectivamente, tuviesen un muro cortina de vidrio simple, pese
a que los dobles acristalamientos ya eran comunes en los aos 40.
Pero lo realmente sorprendente es que pasara lo mismo en la Torre
Sears en Chicago, terminada en 1973, o en la sede de la Willis Faber
Dumas de Norman Foster, inaugurada en 1975. Est claro que el
ahorro energtico o el control del clima con estrategias pasivas no
formaron parte de la agenda arquitectnica hasta antes de ayer.
La radiacin solar o el edicio invernadero
El uso del vidrio en ventanas para ganar calor solar (y luz) se ha
documentado en Roma desde el siglo I. Sneca se refiere a esta
novedad en la carta a un amigo en el ao 65 d.C.: Ciertos inven -
tos se han producido en el curso de nuestra propia vida, como por
ejemplo el uso de hojas de ventana que admiten la luz a travs de
un material transparente. Los venecianos mejoraran la tcnica de
fabricacin del vidrio plano para conseguir lunas ms grandes y de
menor coste. Desde mediados del siglo XIX, pero sobre todo a partir
del desarrollo del vidrio plano estirado entre 1901 y 1915, asistimos
a un aumento imparable de las dimensiones del vidrio, y en conse -
cuencia a un aumento del porcentaje de huecos acristalados en las
fachadas.
Sabemos desde siempre o sea, desde cuando no haba fuentes de
energa abundante a bajo coste que una orientacin adecuada y
una alta inercia trmica nos ayudan a calentar una vivienda en in-
vierno y a mantener el calor por la noche, o a que suceda lo contra-rio en verano. El problema se complica en los climas de calor exce -
sivo, y se hace insoportable cuando la construccin se va haciendo
cada vez ms ligera y ms transparente. Las elegantes soluciones
pasivas de las viviendas ligeras en climas trridos como Nueva Or-
leans (terrazas con viseras que protegen del sol, ventilacin cru -
zada, la vivienda elevada del terreno y con la cubierta volada para
reducir la radiacin) se olvidaron tan pronto como los americanos
pudieron pagarse un equipo de aire acondicionado en sus casas. Ladelgadez de la envolvente se combin con la transparencia de las
grandes superficies vidriadas para formar un cctel explosivo: ms
cargas trmicas por radiacin, ms aumento rpido de temperatu-
ra, ms necesidad de consumir electricidad para impulsar aire fro
en ese horno solar que los americanos del sur llaman su vivienda.
Baste decir que la demografa aument en las ciudades del Sun Belt
a partir de los aos 50: el aire acondicionado empuj a los america-
nos del norte a buscar fortuna en el negocio del petrleo en Tejas,
por ejemplo. El mundo se llen pronto de cajas de cristal con una
temperatura interior constante de 210, fuera cual fuese el clima ex-
terior, a base de aportar energa que se perda por la envolvente.
Ver figuras 9a y 9b.
Figura 9a. Seccin por el antepecho del Reliance Building de Chicago, Burn-
ham & Atwood 1895. La altura del antepecho entre ventanas es de 1,10 metros
(3-8). El nico aislamiento trmico son las bolsas de aire connadas entre la
terracota y el muro de ladrillo interior. El vidrio es sencillo. Comparar esta gura
con la 6b: aqu la proporcin de vidrio es mayor!
Figura 9b. Seccin por el an-
tepecho de la Lever House de
Nueva York, SOM / Gordon
Bunsha 1952. La altura del
antepecho entre ventanas es
de 1,80 metros contando con
el descuelgue bajo el forjado.
El nico aislamiento trmico
es el panel de vidrio celular
jado a la cara interior del
muro de ladrillo. El forjado es
un puente trmico. El vidrio
es sencillo. Aunque la imagen
exterior es muy d iferente, tr-
micamente no hemos avanza-
do mucho en los casi 60 aos
desde el Reliance Building.
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Estaban todos en la inopia? No. Al menos dos profesores universita -
rios de origen hngaro mantuvieron encendida la llama del sendo
comn al otro lado del Atlnco: los hermanos Vctor y Aladar Olgyay.
Desde su primer arculo, The temperate house (1951) hasta Envi-
ronment and building shape (1954) y Solar control and shading de-
vices (1957), los Olgyay mostraron el camino del control solar y de
la arquitectura adaptada al clima. Su obra cumbre, compendio de su
invesgacin en los aos 50 en Princeton, fue el libro Arquitectura y
Clima (1963)III. De estos libros y arculos bebieron unos pocos arqui-
tectos americanos y europeos, aunque su acvidad fue despreciada
para la profesin en general.
Uno de esos pocos fue Iannis Xenakis, un arquitecto-ingeniero griego
que posteriormente se dara a conocer como compositor musical de
vanguardia. Xenakis dej Grecia en 1947 escapando de un campo de
internamiento y rehzo su carrera en Pars, donde fue colaborador de
Le Corbusier entre 1947 y 1959. Su lectura de los Olgyay le permi
dar forma a las intuiciones de Le Corbusier sobre el brise-soleil para
lograr un adecuado control solar en climas clidos. El Corbu ya habairteado con el concepto de las lamas exteriores para protegerse del
sol tras sus viajes al norte de frica y a Brasil en los aos 30, pero
Xenakis dio carcter tcnico a los escarceos intuivos del maestro.
Las cartas solares y el heliodn usados por Xenakis y algunos otros en
aquellos aos fueron los precursores de la sencilla herramienta que
hoy tenemos en AutoCAD para determinar las sombras en los huecos
de un edicio a lo largo del da y del ao.
La iluminacin natural o no lo es tanto?
La luz ha sido el factor determinante de la arquitectura moderna. Pero
no porque lo haya dicho Le Corbusier en su famosa denicin de la
arquitectura como el juego correcto y magnco de los volmenes
bajo la luz. La luz abundante es la clave de la producvidad, y tanto
en la ocina como en la fbrica moderna la producvidad es la nica
divinidad a la que se rinde culto (ver gura 10). Louis Sullivan, uno de
los maestros de la Escuela de Chicago, poda hablar del rascacielos en1896IV como del ejemplo donde la forma sigue a la funcin, pero sera
ms adecuado decir que la forma sigue a las nanzas. Quien reclamaba
abundante luz natural no era el arquitecto (al menos no al principio)
sino el inmobiliario que construa edicios de ocinas para alquilar en
Nueva York y en Chicago a nales del siglo XIX. Y por cierto hoy sigue
reclamando lo mismo.
Sin embargo la luz natural no siempre ha estado tan protegida. En In-
glaterra y en otros pases, entre 1700 y 1850 aproximadamente, exis
un impuesto municipal que se pagaba en funcin del nmero de venta-
nas en un edicio: el conocido como Window Tax. Al parecer, tasar los
ingresos anuales pareca entonces ms duro que tasar la riqueza del
individuo medida por el nmero de ventanas de su casa. Como resul-
tado de ese impuesto tan peculiar, muchos propietarios de viviendas
empezaron a tapiar algunas de sus ventanas para pagar menos tasas.
A parr de 1832, en un giro sorprendente, la legislacin inglesa pas
a proteger los derechos de luces de los propietarios mediante la ley
conocida como Ancient Lights. Ahora, un propietario cuyas ventanas
hubiesen recibido luz natural durante 20 aos o ms tena el derecho
de prohibir la construccin de un edicio vecino que le privase del dis-
frute de esa luz natural. No hay que tener una gran experiencia en
ligios para suponer que esta ley iba a originar abundantes disputas
legales, como as sucedi.
III De este libro existe una esplndida traduccin castellana a la venta en la editorial Gustavo Gili. Su precio es irrisorio en comparacin con lo que se
puede aprender leyndolo, todava hoy.
IV Louis Sullivan, The Tall Oce Building Arscally Considered; arculo publicado en marzo de 1896 en la revista Lippincos Magazine y disponible
en Scribd. Aqu aparece su famosa frase Form (ever) follows funcon. Merece la pena leer este arculo para comprobar que Sullivan no menciona
la luz natural como una de las funciones que juscan la forma en un rascacielos. Solo se reere a la luz al hablar de la planta baja y de los paos
interiores.
Figura 10. Grco tomado de The Orientaon of Buildings, W. Aknson 1912.
Huella de la incidencia luminosa directa desde un hueco de ventana sobre el
suelo, en disntas orientaciones.
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La historia nos interesa porque un experto ingls (perito en luces) lla-
mado Percy Waldram fue llamado a declarar en un juicio sobre derecho
de luces en 1909. Waldram determin que la mejor forma de evaluar
si la candad de luz era suciente consisa en expresar la iluminacin
natural interior no en valor absoluto sino mediante un porcentaje, una
proporcin respecto a la luz que llegaba al exterior de la ventana su-
poniendo el cielo no obstruido. Ese porcentaje se denomin daylight
factor o factor luz da, y hoy sigue siendo el mtodo ms usado para
medir la candad de luz natural en los proyectos del Reino Unido. El
bueno de Waldram, que deba de estar pagado por el vecino que pre-
Figura 11. Envolventes de la vivienda experimental Aluminaire de Kocher y Frey
en 1931. El espesor total de aislamiento es de 2,5 cenmetros; claramente in-
suciente. La vivienda carece de inercia trmica.
Fuente: The Evolving House III, A. Bemis 1936.
Figura 12. Envolventes de las viviendas de la colonia Weissenhof en Stugart
de Walter Gropius en 1927. El espesor total de aislamiento es de unos 10 cen-
metros en fachadas (paneles de corcho) y de hormign aligerado, corcho y bra
de madera Celotex en la cubierta. La proporcin de huecos y su orientacin sonadecuadas para requerir una baja demanda de calefaccin y refrigeracin. Este
proyecto industrializado se ajust en costes a lo previsto y fue ocupado por dos
familias hasta su destruccin en la Segunda Guerra Mundial.
Fuente: The Evolving House III, A. Bemis 1936.
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tenda construir frente a la ventana del demandante, concluy que un
factor luz da del 0,2% era suciente y no conculcaba la ley de Ancient
Lights. Hoy sabemos que ese valor es bajsimo, y de hecho usamos un
factor luz da mnimo del 2% medido en los primeros tres a cuatro me-
tros alrededor de una ventana para suponer que la iluminacin natural
es adecuada. O sea, diez veces ms. Diferentes valores son aplicables
a escuelas, hospitales, salas de ciruga o bibliotecas, dando lugar a la
ciencia de la iluminacin natural, que busca un equilibrio delicado en-
tre candad de luz y calidad de luz; como debe ser.
Todo se complica
Las cosas seran ms sencillas para ingenieros y arquitectos si cada pa-
rmetro de los que hemos denido hasta ahora (y otros que no hemos
denido pero que debemos considerar, como la atenuacin acsca o
la inltracin de aire en las fachadas) fuese independiente de los de-
ms. Pero no ocurre as: la interrelacin entre unos y otros parmetros
es la norma y no la excepcin. Por ejemplo, si queremos gozar de una
amplia luz natural a lo largo de todo el da y en todas las orientacionesnos pueden suceder dos cosas desagradables: que ganemos demasia-
do calor en climas clidos con alta radiacin solar, o que perdamos
demasiado calor en climas fros a travs de la envolvente acristalada,
como bien demostr el bueno de Pclet. Esto, que sabemos bien los
que nos dedicamos al diseo de envolventes, no poda pasar desaper-
cibido a los arquitectos de los aos 20, 40 o 60 del siglo pasado. Las
guras 11 y 12 muestran dos ejemplos, uno malo y otro bueno, de las
opciones al alcance de los arquitectos para resolver una envolventebioclimca. Claro que, mientras no haya cdigos de obligado cum-
plimiento que impongan ciertos valores mnimos o mximos, siempre
podemos mirar para otro lado y hacer lo que nos parezca. Que es lo
que hemos estado haciendo durante demasiado empo.
Podemos iniciar la historia de la envolvente ligera y de la arquitectura
moderna en 1851 con la construccin del Crystal Palace en Londres. O
podemos esperar hasta 1911 con la primera fase de la fbrica Fagus
de Gropius en Alemania, con ese muro corna en esquina sin soporte.Incluso podemos ser ms exigentes y situar el principio del eslo inter-
nacional en 1951 con la Lever House de Nueva York. Pongamos donde
pongamos el origen, una contradiccin salta a la vista: la denominada
arquitectura funcionalista, o movimiento moderno, o racionalismo, no
lo es tanto. No es cierto que la vivienda se proyectase como una m -
quina para habitar, ni que las referencias de la arquitectura moderna
estuviesen en artefactos tan precisos como los transatlncos o los
aviones. Los aviones volaban y los barcos cruzaban el ocano mientras
la nueva arquitectura se hunda en un baburrillo de falta de confort,
escasa durabilidad y elevadsimo consumo energco para poder ha-
cerse habitable. Esto es una generalizacin; afortunadamente algunos
arquitectos han hecho obras magncas a lo largo de estos aos, que
se han conservado bien y que han sasfecho a sus ocupantes desde el
primer da. Pero es hora de decir que esas fueron las excepciones, no
la regla. Y que la culpa no fue de la industria por falta de productos,
ni de la ciencia por falta de conocimientos o de ensayos: todo estaba
disponible mucho antes de que fuese usado. Tenemos una leccin de
humildad que asumir aqu, pues arquitectos e ingenieros salimos bas-
tante mal parados.
Basta de lagazos morales, miremos al futuro. Podremos hacerlo me-
jor a parr de ahora? Hoy asismos al balbuceo de una nueva herra-
mienta (una especie de heliodn cibernco) que debera ser funda-
mental: la modelizacin energca del proyecto para simular con todo
detalle su demanda energca futura. No me reero a esos artefactos
ortopdicos llamados Calener o Lder, sino a herramientas muy preci-sas que pueden modelizar las ganancias y prdidas de calor en todas
las estancias de un volumen terico de cualquier forma, con las orien-
taciones y huecos reales. El resultado es que podemos encontrar la
combinacin ideal de orientacin, porcentaje de huecos, factor solar,
coeciente U y venlacin por sectores, para acercarnos en el proyec-
to al edicio de consumo casi nulo. Hoy existen estas herramientas y
su uso no es complicado, aunque habitualmente solo las manejan los
ingenieros. La clave est en la interpretacin de los resultados, parapoder integrar las estrategias pasivas con los sistemas de climazacin
y de iluminacin que todava necesitaremos, pero minimizados. La ni-
ca ventaja de una crisis larga, si dura diez aos ms, es que en ese pe-
rodo habremos logrado integrar el uso de la simulacin energca en
la arquitectura. Si los costes de la energa bajasen demasiado pronto,
la historia nos demuestra que volveremos en seguida al Pleistoceno
del derroche.
Francisco Javier Senz de Oza, uno de los mejores y ms olvidadosarquitectos espaoles del siglo XX, arranc su carrera profesional re-
prochando a la generacin de sus mayores, a principios de los aos 50,
que no fuesen capaces de dejar atrs el historicismo. Menos piedras
y ms frigoras fue lo que les dijo. Alto y claro. No es fcil encontrar
una frase igual de contundente para cerrar aqu esta historia inconclu-
sa; quizs ahora toca decir menos renders y ms prestaciones. Pero
prestaciones de verdad, de las que se pueden vericar con nmeros.