la estirpe de morelos

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LA ESTIRPE Y EL LINAJE

DE JOS MARIA MORELOS


INSTITUTO DE INVESTIGACIONES BIBLIOGRFICAS

DIRECCIN GENERAL DE PUBLICACIONES


IGNACIO GONZLEZ-POLO

LA ESTIRPE Y EL LINAJE

DE

JOS MARA MORELOS

Prlogo de Ernesto Lemoine

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTNOMA DE MXICO

MXICO 1997


Primera edicin: 1997

D.R. 1997. Universidad Nacional Autnoma de Mxico

Ciudad Universitaria, 04510. Mxico, D. F.

DIRECCIN GENERAL DE PUBLICACIONES

Impreso y hecho en Mxico

ISBN 968-36-5549-1


In memoriam ERNESTO LEMOINE; a mi nieto Diego


PRLOGO


La lectura de este trabajo suscit en m un par de

comentarios que su autor antiguo discpulo y des-

pus apreciado colega se empe en que redactara

para acompaar, a manera de prlogo, la versin im-

presa del mismo. Creo que no es para tanto; pero, as

por mi inters creciente en la figura y la poca del cau-

dillo insurgente Jos Mara Morelos, como porque me

cuesta trabajo resistir cualquier peticin que venga

de Nacho Polo nombre con que lo conocemos sus

amigos, accedo a su instancia, no porque piense

que mis palabras preliminares sirvan de soporte a su

escrito que no lo necesita,, sino por considerar que

podran ser tiles las reflexiones y precisiones de un

"conocedor" del tema abordado por el historiador Igna-

cio Gonzlez-Polo.

No soy muy afecto a los estudios genealgicos

y herldicos. Quiz mi prejuicio provenga de una leja-

na experiencia en las bibliotecas y archivos espaoles,

cuando observaba el trabajo de varios "expertos" que,

previo un pago ms o menos ventajoso, revolvan

infolios y gruesos volmenes para "descubrir" las

races genealgicas y reconstruir la mayora de

las veces se trataba de mera invencin los blasones

y escudos nobiliarios de sus clientes, rastacueros y nue-

vos ricos latinoamericanos, a quienes de pronto consu-

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ma la presuncin de negar sus verdaderas estirpes,

entroncadas con porqueros de Extremadura, gaanes

de Castilla o busconas que, con la vista gorda de los

inspectores de la Casa de Contratacin, se haban

embarcado en Sevilla para hacer su "carrera indiana".

Pero una cosa es la manipulacin indebida de una

disciplina, y otra, muy distinta, el valor intrnseco de

la misma. La genealoga es una importante rama

de nuestro .tronco intelectual, auxiliar a menudo im-

prescindible para esclarecer determinadas cuestiones

historiogrficas. No, desde luego, problemas sociales

y gnesis e ideologas de los movimientos de masas;

pero s en la bsqueda de races y orgenes de "perso-

nas", de figuras que, en una u otra forma y en niveles

variables, han sido intrpretes o conductores del pro-

ceso histrico.

Ignacio Gonzlez-Polo es una de esas rara avis estu-

diosa en profundidad de las cuestiones herldicas

y genealgicas, cuyos hallazgos e intuiciones stas, derivadas de aqullos me interesan cada vez ms, por su aplicacin utilitaria a casos concretos de nuestros

planteamientos historiogrficos. Tal es el resultado

de su interesante, documentado y sugestivo trabajo

que hoy comento: incursin fructfera en el espinoso

asunto de la ascendencia y descendencia de Morelos.

Dice bien l, a propsito de este tipo de investigacio-

nes, que, pese a "que por nuestros principios morales

y formacin intelectual rechacemos el predominio exclu-

yente del peso de la sangre, no podemos ignorar que

en l ha de buscarse muchas veces la honda raigambre

de algunas reacciones y actitudes del hombre". Que es

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decir: ciertos rasgos de la psique y el carcter de un

individuo podran explicarse a partir del conocimiento

de sus antecedentes ancestrales.

En el caso concreto de Morelos, el presente estudio

nos hace avanzar en lo que toca al origen del apellido,

probablemente galaico, del que Gonzlez-Polo detecta

una remota mencin de finales del siglo XV. Pero an

son oscuros los datos de fecha y circunstancias de la

irrupcin del tronco Morelos en la Nueva Espaa.

No parece que el fundador de la estirpe en nuestro

pas se remonte ms atrs del siglo XVII. Y mientras

no se d con un testimonio confiable que la desvirte,

hoy por hoy tenemos que aceptar la conclusin del

autor: "Los Morelos de ms abolengo en Mxico por

su antigedad son los que se originan en lo que fue el

obispado de Michoacn a partir del primer tercio del

siglo XVII", casi seguro en la regin del Bajo. Des-

pus, una rama se asienta en la Nueva Galicia, donde

en el siglo XVIII figuran varios Morelos en la clase

de hacendados. La directamente vinculada al prcer de

la independencia se domicilia en la ciudad de Vallado-

lid, en la primera mitad de esa centuria, con la muy

cercana hacienda de Zindurio como base patrimonial.

Ah echa races. Se trata de una familia ya mestizada,

con mentalidad rural y semiurbana, trabajadora de

una tierra que, con no ser muy pinge, es, adems, mal

administrada. Econmicamente y en el trmino de dos

generaciones, el clan de Valladolid-Zindurio disminuye

su "capacidad de pago". Por lo mismo, amengua su

posicin social. Algunos miembros, como Manuel

Morelos, padre del futuro revolucionario, de la cate-

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gora de "hijos de hacendados" pasan a Valladolid

a ocuparse de menestrales, mezquinamente remune-

rados, y a vivir en "accesorias". Es casi seguro que

tanto el padre como los tos paternos de Morelos hayan

sido analfabetas, pues uno de ellos, Felipe, el ms for-

mal y el que mejor cuid su patrimonio, "por no saber

escribir" utilizaba los servicios de su sobrino en fun-

ciones de amanuense y gestor.

Gonzlez-Polo aprovecha el viaje de sus indagacio-

nes para rectificar o poner en duda algunos asertos

de Gabriel Ibarrola, autor, por lo dems, de un libro

muy consultable sobre cuestiones genealgicas: Fami-

lias y casas de la vieja Valladolid.

Con base en las fuentes habituales: archivos muni-

cipales y parroquiales, y respaldado con una biblio-

grafa selecta, alguna poco conocida, el autor recons-

truye en erudita sntesis los avatares de la genealoga

de Morelos. Genealoga que encierra miss de un drama

interior, efecto tanto de circunstancias genticas como

de situaciones derivadas de la propia conducta. Con un

padre irresponsable que abandona a la familia, la sal-

vacin de Morelos nio recae en la energa y el coraje

de la madre, la admirable doa Juana Pavn. Luego,

en la juventud y en la madurez, a su propio esfuer-

zo, en el trabajo de Tierracaliente, en los estudios de

San Nicols y el Seminario y en el vigilante gobierno

de sus feligresas, deber Morelos su superacin y la

recuperacin del nivel econmico-social perdido duran-

te el ciclo que precedi a su nacimiento. As, cuando

fallece doa Juana, su hijo puede ya solventar unos

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funerales dignos de la clase "acomodada". Y, poco

despus, comprar casa de "calicanto" en Valladolid

y mejorarla echndole una segunda planta.

Suena fuerte uno de los subttulos del trabajo de

Gonzlez-Polo: "Los hijos del cura Morelos". Pero

el autor, empeado en documentar la estirpe del pr-

cer, no quiso e hizo bien prescindir de este espi-

noso asunto ni camuflar terminologa. Yo veo as el

punto: el problema crucial problema bsicamente

de conciencia en la vida de Morelos anterior a su

actividad revolucionaria, a partir de su ordenacin

sacerdotal, se centr en la necesidad de conciliar sus

apetitos sexuales con los deberes de continencia que

le impona su estado clerical. Imposible tal simbiosis,

el resultado fue una "doble vida" rasgo comn a la

mayora de los curas de su tiempo que desde la mira

psicolgica no debi ser ni estable ni tranquilizante.

Obligado a mantener en la ms estricta clandestinidad

un aspecto para l muy importante de su existencia,

Morelos se vio en la necesidad de disimular o de negar

de plano ese aspecto tan caro a su propio ser, y en

ello creo se ubica el eje axial de su drama inte-

rior. Presionado en los interrogatorios del Santo Ofi-

cio, hubo de declarar al fin, como si se desprendiese

de un peso que lo asfixiaba, que "slo reconoca" haber

engendrado tres hijos, de tres diferentes mujeres.

Gonzlez-Polo, citando a autores no todos de dudosa

veracidad, apunta que pudieron ser muchos ms los

cros y las mams de stos; no es improbable, pero,

hasta la fecha, documentalmente hablando, tal presun-

cin malthusiana no ha sido confirmada.

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Ahora bien, de tantas, nicamente dos mujeres afec-

taron y moldearon el carcter de Morelos: su madre

y la mujer que ms am, Brgida Almonte. De sta,

que debi haber sido hembra de "muy buena plantilla",

quiz hija del administrador de una hacienda de ail

cercana a Carcuaro dato que debo a mi gentil amiga Ofelia Mendoza, directora del Archivo Histrico de

la Casa de Morelos, en Morelia, Morelos hubo al hijo que se convirti en su ms entraable pasin, en

su compaero de andanzas, de triunfos y desventuras, y

en su pesadilla: Juan Nepomuceno Almonte. La

madre muri cuando el hijo apenas frisaba los dos aos.

Morelos vio en l las facciones y el alma de la

desaparecida; por eso lo recogi, lo tuvo siempre a su

lado, lo cuid y educ y lo hizo hombre siendo an nio en el fragor de la revolucin. Lo hizo hombre, pero no le dio su nombre: "T eres mi hijo, pero estoy

impedido de llamarte Morelos; tu apellido ser Almonte,

el de tu madre." Las consecuencias de esta negacin

fueron catastrficas.

Gonzlez-Polo las intuye con agudeza. Incursiona

en la trayectoria del hijo por antonomasia. Nos revela

la partida de matrimonio de Almonte, documento que,

en lo crptico y elusivo de su contenido, desnuda un

morboso rencor, un trauma sin cura: el del individuo

despojado, oficial y socialmente, de su prosapia "pater-

nal"; sin ser paliativo el hecho de que esa prosapia

fuese la del "ms grande prcer de la patria". Octavio

Paz, con frases de antologa, ha expuesto el complejo

mexicano en torno a la madre (desde la Tonan-

tzin, hasta la nuestra y la del vecino); en Almonte se

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da, hasta lmites inimaginables, el del padre. Si Morelos

le haba negado su nombre, l, que no tuvo escrpulos

en aprovechar para su carrera tan ilustre y cotizada ascendencia, decidi a su vez negarlo en los mbitos

familiar, oficial y social. Pblicamente nunca se

enorgulleci de su padre del padre que, intuyendo su cercana muerte, lo haba enviado a estudiar en un

medio "liberal y democrtico" a los Estados Uni-

dos, sustrajo sus restos del "Panten Nacional" para hacrselos perdedizos al pueblo mexicano que los

veneraba y, finalmente, en las proximidades de la

muerte, cuando el individuo se halla en "la hora de

la verdad" y no tiene ya nada terrenal que perder,

Almonte, motivo de estudio para otra historia de un

resentimiento del doctor Gregorio Maran, declara

en acta notarial (Pars, 1869) que era hijo de "Jos

Mara Almonte y de Brgida Gonzlez".

De todo lo anterior, Ignacio Gonzlez-Polo nos ha

dado informaciones y pistas que a buen seguro con-

tribuirn, aparte de motivarnos, a incentivar los estu-

dios sobre Morelos y su tiempo. Tal es la razn que

me ha animado a pergear, gustosamente, estas pgi-

nas, para acompaar las muy recomendables de mi

amigo y colega, Nacho Polo.

ERNESTO LEMOINE

Mxico, marzo de 1981

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INTRODUCCIN


Hace justo quince aos di a conocer, en una conferencia que public el Centro de Estudios de Historia de Mxico Condumex,1 las primicias de la investigacin que hoy presento con ms informacin.

En aquel entonces, mi maestro Ernesto Lemoine a quien dedico in memoriam y a mi segundo nieto, Diego, los resultados de este trabajo tuvo a bien acompaar, como hoy lo hacemos "a manera de prlogo", la primera versin en la que l expresaba que no era "muy 'afecto a los estudios genealgicos ni herldicos", porque su "prejuicio" provena:

...de una lejana experiencia en las bibliotecas y archivos espaoles, cuando observaba el trabajo de varios "expertos" que, previo un pago ms o menos ventajoso, revolvan info-lios y gruesos volmenes para "descubrir" las races genea-lgicas y reconstruir la mayora de las veces se trataba [aade], de mera invencin los blasones y escudos nobi-liarios de sus clientes, rastacueros y nuevos ricos latinoame-ricanos, a quienes de pronto consuma la presuncin de negar sus verdaderas estirpes ...

"Pero una cosa es", dice l, "la manipulacin indebida de una disciplina y otra, muy distinta, el valor intrnseco de la misma:

1Ignacio Gonzlez-Polo, La estirpe y el linaje de Jos Mara Morelos, Mxico, Centro de Estudios de Historia de Mxico Condumex, 1981, 52p. (Serie de Conferencias, 3). Una segunda edicin public, con el mismo ttulo, el Instituto de Estudios y Documentos del Claustro Sor Juana, en 1982, en su Serie Cuadernos, nmero 20.

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La genealoga es una importante rama de nuestro tronco intelectual, auxiliar a menudo imprescindible para esclarecer determinadas cuestiones historiogrficas. No, desde luego, problemas sociales y gnesis e ideologas de los movimientos de masas; pero s en la bsqueda de races y orgenes de "personas", de figuras que, en una u otra forma y en niveles variables, han sido intrpretes o conductores del proceso histrico.

Modernamente, algunos estudios genealgicos han mos-trado que la compulsa de los influjos ancestrales como nico medio para aquilatar los ingredientes gensicos, determina la personalidad y el carcter de los grandes actores de la Historia.

De tal suerte que, por ms que por nuestros prin-cipios morales y formacin intelectual rechacemos el predominio excluyente, del peso de la sangre, no pode-mos ignorar que en l ha de buscarse, muchas veces, la honda raigambre de algunas reacciones y actitudes del hombre. Por mucho que sobre ese germen biolgico ejerzan su influjo posterior las complicadas corrientes del ambiente familiar, la vida y la educacin social que necesariamente aaden facetas y matices a ese fondo insobornable no logran en ocasiones igualar y prevalecer sobre la fuerza pura de la herencia.

Por ello, en lo que atae al cura insurgente Jos Mara Morelos y Pavn, su vida, antes y despus de que recibiera la encomienda de don Miguel Hidalgo para propagar la insurreccin en el sur de Nueva Espa-a, tiene inters para la historia, porque los orgenes, educacin y comportamiento posterior de un hombre marcan, por lo general, profundas huellas.

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Y aunque ciertamente: "La importancia historio-grfica de llenar estas lagunas", ha expresado Carlos Herrejn, "no reside precisamente en valorar los ante-cedentes del prcer como causales adecuadas de 'su acti-tud y actividad insurgentes, pues al fin y al cabo la gesta de Morelos entra en corrientes ms amplias y profundas, la explicacin por las individualidades es insuficiente, aunque nunca despreciable."2

Morelos, el hombre, tal vez no aparezca ms alto ni ms admirable dice Teja Zabre, pero Morelos, el hroe y representativo, es cada da ms digno de admiracin. No solamente por su aureola de guerrillero, sino por el movimiento social y poltico que pudo encar-nar. Sin embargo, las muchedumbres se empean en creer a sus hroes semidioses, sin debilidades humanas, y el osado que se aparta de prejuicios y desdea las leyendas es sealado como iconoclasta. Por fortuna, ningn sentimiento patritico puede ser ofendido al contar la existencia de Morelos, la de sus antepasados y sus descendientes directos. Para l, la dura verdad es la mejor reveladora de 'su alma superior.

Antes de disponernos a dar comienzo a la versin final de este trabajo, quiero agradecer el especial inte-rs que mostr por l el doctor Jos G. Moreno de Alba, director del Instituto de Investigaciones Biblio-grficas, quien hizo posible esta publicacin, e igual-mente expresar mi gratitud al licenciado Augusto Vallejo y al ingeniero Isaac Velzquez, que ms de

2 Morelos, vida preinsurgente y lecturas. Estudio introductorio y com-pilacin de Carlos Herrejn Peredo [Guadalajara, Jai.] El Colegio de Michoacn, 1984, p. 27.

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una vez alentaron y enriquecieron, con informacin y sus agudas observaciones, el resultado de esta inves-tigacin. De igual forma agradezco la colaboracin desinteresada del licenciado Jos Ignacio Conde y de mi querida discpula Amparo Gmez, investigadora del Museo Nacional de Historia, por sus valiosas apor-taciones iconogrficas. Asimismo hago patente mi reconocimiento a todos aquellos que, de un modo u otro, me auxiliaron generosamente: mi amigo Fer-nando Muoz Altea, autor del dibujo del blasn de la familia Morelos; la maestra Aurora Cano Andaluz, coordinadora de la Hemeroteca Nacional; Ludmila Valadez, jefa del Departamento de Informacin y Ser-vicios al Pblico y Liborio Villagmez, encargado del Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional. Sin la intervencin de stos y del ingeniero Ricardo Jimnez Rivera, jefe de la Unidad de Microfilmacin y Foto-grafa, as como del diligente cuidado a cargo del maestro Vicente Quirarte, director de la Imprenta Universitaria, y los licenciados Arturo Gmez, Silvia Juregui y Javier Ortiz Corts Mora, jefe y correctores de estilo del Departamento Editorial del Instituto de Investigaciones Bibliogrficas, no hubiera sido posible que este libro se realizara con el decoro que dese su autor.

IGNACIO GONZLEZ -POLO

Marzo de 1996

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I. ALGUNOS ASPECTOS PRELIMINARES


Mucho se ha especulado sobre los antecedentes etnol-gicos de Morelos y, aunque se ha aceptado que las races de su madre son criollas, procedentes del pueblo de Apaseo, poco o nada se ha inquirido sobre los or-genes de su familia paterna que, curiosamente, arran-can de la vecina villa de Celaya, donde naci su quinto abuelo, Diego de Morelos Ortega.

El nico historiador que ha espigado sobre este asunto es el padre Ibarrola, en su libro : Familias y casas de la vieja Valladolid,1 pero su obra, lamenta-blemente, carece de aparato crtico, y su informa-cin a menudo incurre en omisiones e imprecisiones notables.

Lucas Alamn, quien no conoci a Morelos, afirma sin aportar pruebas que el cura insurgente : "pro-

ceda de una de las castas mezcladas de indio y negro."2 Y aunque ciertamente aparecen registrados como "mes-tizos" los padres del insurgente en la partida de bautizo de su hermana Mara Antonia Rafaela, en 1771 (vid. nota 49), el acta de bautismo del hroe, como las del resto de sus hermanos, seala que todos

1 Gabriel Ibarrola Arriaga. Familias y casas de la vieja Valladolid.

Prl. de Jos Bravo Ugarte, Morelia, Fimax Publicistas, 1969, 562 p., Ils. 2 Historia de Mjico desde los primeros movimientos que prepararon su

independencia en el ao de 1808 hasta la poca presente, 5 v, Mxico, J. M. Lara, 1849-1852; III, p. 16.

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eran "espaoles", lo mismo que sus padres. 3 As lo

reitera el propio insurgente cuando, al ser juzgado por

la Inquisicin, declar en 1815 que sus padres y abuelos eran "espaoles por ambas lneas."4 Cabe suponer

entonces sin prejuicios de ninguna especie que Morelos era criollo? Entendiendo que este concepto

se refiere a aquellos individuos nacidos en Amrica,

hijos o descendientes de europeos directamente por

ambas lneas, desde luego que no.

Su aspecto fsico, segn sus retratos al menos los ms fiables, y la descripcin biotipolgica que realiz con base en stos el doctor Nicols Len, "gritan

a voz en cuello", expresa el maestro Lemoine, que su

filiacin era mestiza y que por sus venas "pro-

bablemente" corra cierta dosis de sangre tarasca

o pirinda.5

Si bien es cierto que en la Colonia, la discriminacin

social sin recato oblig a muchos individuos a decla-

3 Texto de la partida priginal, hoy perdida, sustrada del Archivo del Sagrario Metropolitano de Morelia: "Jos Mara Teclo. En la ciudad de Valladolid en cuatro das del mes de octubre de mil setecientos sesenta y cinco arios, yo el bachiller D. Francisco Gutirrez de Robles, teniente de cura, exorcis solemnemente, puse leo, bautiz y puse crisma a un infante que naci el da treinta de septiembre, a el cual puse por nombre Jos Mara Teclo, hijo legtimo de Manuel Morelos y de Juana Pabn, espaoles; fueron padrinos Lorenzo A. Sendejas y Cecilia Sagrero, a quienes hice saber su obligacin; y para que conste lo firm Bachiller Francisco Gutirrez de Robles (rbrica). Apud Enrique Arre-guin. A Morelos; importantes revelaciones histricas, Morelia, Talleres de la Escuela Industrial Militar, 1913, p. 61.

4 Proceso de la Inquisicin contra Morelos, en "El seor fiscal de este Santo Oficio contra ..., cura de Carcuaro, cabecilla de la insurrec-cin, capitn general de insurgentes". Boletn del Archivo General de la Nacin, Mxico, XXIX, nm. 2, abril-junio 1958, p. 204.

5 Ernesto Lemoine Villicaa. Morelos: su vida revolucionaria a travs de sus escritos y de otros testimonios de su poca, Mxico, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 1965. (Publicaciones de la Coordinacin de Humanidades), p. 13.

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rarse como espaoles, sin serlo, tambin lo es que Alamn, influido por su desprecio o por testimonios confusos sobre el fsico del hroe, incurre en exage-raciones. No existe ninguna base formal para afirmar que Morelos fuese de origen mulato.

La procedencia criolla de la madre de nuestro cau-dillo est ms que evidenciada;6 no as la filiacin del padre que, como sabemos, durante muchos aos aban-don a su familia para huir a San Luis Potos, llevando consigo a su hijo Nicols.7

La cala y cata hecha por el secretario de la Inqui-sicin, Casiano de Chvarri, en 1815, hace constar que el insurgente tena 51 aos de edad, y de estatura, "poco menos de 5 pies [1.40 cms] ; grueso de cuerpo y cara ; barba negra poco poblada ; nariz regular ; ceja negra poblada ; un lunar entre la oreja y extremo izquierdo [de la quijada] ; dos verrugas inmediatas al cerebro [sic] por el lado izquierdo [y] una cicatriz en la pantorrilla izquierda".8

Por su parte, Nicols Len, en su detallada des-cripcin, concluye que la estatura del hroe, con base en las medidas que tom a la casaca de su uniforme de gala de capitn general, debi ser aproximadamente de un metro sesenta y un centmetros, y que su faz

6 Jos R. Bentez. Morelos, su casta y su casa en Valladolid (Morelia),

Guadalajara, Jal., "Grfica", 1947, p. 27 y ss. Cfr. Ernesto Lemoine

Villicaa. Morelos y la revolucin de 1810. Mxico, Gobierno del Estado de Michoacn, 1979, p. 23 y ss.

7 Ibarrola, op. cit., p. 310. Lemoine. Morelos y la revolucin, p. 28. 8 Aunque esta diligencia figura en los autos del proceso inquisitorial

ya citado (nota 4), nos hemos basado en la versin paleogrfica del

maestro Lemoine, que est inserta en su Morelos: su vida revolucionaria,

op. cit., p. 608, por estar completa.

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y crneo, segn los retratos ms confiables, como lo son el annimo pintado al leo, realizado en Oaxaca en 1812, y cogido por los realistas en el combate de Tlacotepec en 1814; el grabado de perfil que repro-duce Lucas Alamn en su Historia de Mjico: p. 727, y el que model en cera "Rodrguez" cuando el insurgente estaba preso (en la Ciudadela), repro-ducido por Jos Bentez en su libro sobre Morelos, manifiestan caracteres fisonmicos bien definidos en la frente, nariz, arcadas orbitarias, pmulos, boca, barbilla y oreja, produciendo el tipo oval o europeo con rasgos de sangre indgena, pero no anota en nin-gn momento huellas de origen negroide.9

El doctor Nicols Len reconoce que su laboriosa tarea pudo evitarse, y haber obtenido resultados ms efectivos "con slo haber hecho la medicin y estudio del esqueleto del seor Morelos" que se hallaba, segn l, en la capilla de San Jos de la Catedral de Mxico. Pero, a pesar de sus "reiteradas gestiones", nunca logr este objetivo. Por qu? Porque ya no estaba ah.

Se sabe que antes de partir a Europa Juan Nepo-muceno Almonte, primognito de Morelos (abril de 1866), en misin especial de Maximiliano como mi-nistro plenipotenciario ante Napolen III, "penetr secretamente" a la cripta de su padre y extrajo sus restos para reinhumarlos en un sitio que se desconoce,

9 Nicols Len. "Informe y estudio crtico de la supuesta mascarilla tomada en el cadver del general insurgente don Jos Mara Morelos", en Morelos, documentos inditos y poco conocidos. Mxico, Secretara de Educacin Pblica, 1927. (Coleccin de Documentos del Museo Nacio-nal de Arqueologa, Historia y Etnologa, III, pp. 189-236.

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quiz en Pars,10 o en Carcuaro, junto a los restos de su madre.

Pese a que, recientemente, el 20 de junio de 1991, fue extrado y abierto en Pars el atad de Almonte y se comprob, con la asistencia de autoridades y tes-tigos de Mxico y Francia, que no haba en dicho atad ms que el cuerpo de Juan Nepomuceno "vestido de levita y en un excepcional estado de conservacin", esto no echa por tierra todava la posibilidad de que en Pars hayan quedado los restos inmortales de Morelos. Se averigu que Almonte fue enterrado originalmente en el panten de Saint Philipe du Roule, de donde fue trasladado despus al cementerio del Pre Lachaise, y an permanece en el misterio la exis-tencia del acta en que se dice que el abate Darrs, director de la Biblioteca Nacional de Pars, dio fe en 1869 de la inhumacin de los restos de Morelos en la fosa en que fue enterrado su hijo, el general Almonte.11

10 Lemoine, Morelos y la revolucin, op. cit., pp. 139-140. Cfr. Alfonso Teja Zabre. Vida de Morelos, nueva versin. Mxico, Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 1959 (Publicaciones del Instituto de Historia, primera serie, 48), pp. 297-298.

11 Vid, Luis Reed Torres y Jos Manuel Villalpando Csar. Los restos de don Jos Mara Morelos y Pavn: itinerario de una bsqueda que an no termina. Mxico, Espejo de Obsidiana Ediciones, 1993, 31 p.

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5. Escudo de armas de la familia Morelos. Rbrica de Diego de Morelos, quinto abuelo del generalsimo.

Jos Mara Morelos y Pavn.


II. LOS ORGENES DE MORELOS


Algunos autores recogen la tradicin ingenua de que, en Michoacn, los ascendientes paternos del caudillo llevaron el apellido Sandoval, vecinos que fueron de la hacienda de Zindurio, y que, por ser vendedores de moras, los llamaron "moreros", y despus, por corrup-cin, "Morelos". Otros ms, como Bentez, -llegan a la conclusin de que el patronmico Morelos ni por torcidos senderos podra considerarse como corrupcin de "Morella", "Morales" o "Morell".12 Y aun hay quien ha afirmado que el apellido de nuestro ilustre insurgente, de plano, "es de origen mexicano".

Y aunque no aparece Morelos en los nobiliarios galaicos que he consultado,13 Fernando Muoz Altea cree que este apellido es una castellanizacin de Mou-relos, "muy frecuente en Galicia".14 Lo cierto es que, en 1496, un Pedro Morelos, "vecino de la Corua", inici su litigio de hidalgua ante la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillera de Valladolid." Dato por dems contundente.

12 Op. cit., pp. 70-71. 13 Ignacio Gonzlez-Polo. "Catlogo de libros de genealoga y herl-

dica en las bibliotecas pblicas de la ciudad de Mxico", Boletn del Instituto de Investigaciones Bibliogrficas. Mxico, nm. 12, enero-diciembre 1975, pp. 227-295.

14 "Morelos", en Exclsior, Mxico, 1 marzo 1978, p. 5 b. 15 Alfredo Basanta de la Riva. Archivo de la Real Chancillera de

Valladolid. Sala de hijosdalgo; catlogo de todos los pleitos, expedientes

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Etimolgicamente, Mourelos o Morelos, plural de Mourelo o Morelo, es un adjetivo diminutivo que sig-nifica en lengua galaica "moruno", quiz el verdadero origen de este linaje.

Como blasn de esta familia, se describen las siguientes armas: Escudo cuartelado con el campo de los cuatro cuarteles de oro. Primero, dos bandas de gules; segundo, tres flores de lis de azur, bien ordenadas; tercero, una cruz floreteada de gules, y cuarto, trece roeles de gules, colocados de tres en tres y uno en punta."

Durante el virreinato, en Nueva Espaa hubo indi-viduos de este apellido que se distinguieron en las letras y en algunos puestos pblicos; pero los Morelos de ms abolengo en Mxico, por su antigedad, son los que se originan en lo que fue el obispado de Michoa-cn, a partir del primer tercio del siglo XVII, concre-tamente en la regin del Bajo.

Existen constancias parroquiales de ramas de esta familia que, procedentes de Celaya, Yuriria, Irapuato, Ciudad Hidalgo y Valle de Santiago, se extendieron en las provincias de Guanajuato, Quertaro, Michoa-cn y Guadalajara. A esta ltima pertenece el famoso poeta del siglo XVIII, Antonio Morelos, "muy favore-cido de las musas". Segn Beristin, ste "era natural

y probanzas, formado directamente de los documentos, 2 v., 2a ed., prl. de Francisco Mendizbal. Madrid, Instituto Internacional de Genea-loga y Herldica, 1955-1956, t. i p. 299.

16 Ibarrola, op. cit., sin embargo, Vicente de Cadenas y Vicent, en su Repertorio de blasones de la comunidad hispnica. Madrid, Hidalgua, 1966, letra M, p. 144, bajo el registro del apellido "Morelo", dice que este linaje tena las siguientes armas : "En campo de azur, dos peces, puestos en aspa, de oro."

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o domiciliario en la Nueva Galicia", en donde, ocupado como escribano de la Real Audiencia de Guadalajara, escribi un canto muy inspirado, dedicado al puente de Tololotln, impreso en Mxico por Juan Ortega en 1721.17

Por una escritura de confirmacin de empleos en la intendencia de Guadalajara, sabemos que en 1798 Francisco Javier Morelos, nieto del anterior, era sub-delegado de las jurisdicciones de "Tlaxomulco y Caxis-titln".18

Juan de Dios Morelos, "cirujano de San Blas", hallndose en 1802 en el presidio de Monterrey, soli-cit su gratificacin por los servicios prestados en ese lugar.19

Como dato curioso, un descendiente sin duda de este cirujano, llamado Jos Mara Morelos, cas con Genoveva, hermana menor del general Zaragoza, el hroe del 5 de mayo, siendo ambos progenitores de Ignacio Morelos Zaragoza, militar, poltico, orador y escritor, nacido en Monterrey en 1860, quien en 1914 tuvo a su cargo la defensa de Tampico, asu-miendo una actitud muy digna contra los marines de los Estados Unidos de Norteamrica.20

Segn Ibarrola, en su obra ya citada, el tronco de los Morelos en la provincia de Michoacn fue :

17 Jos Mariano Beristin de Souza. Biblioteca hispanoamericana septentrional... 3 v., Mxico, Oficina de Alexandro Valds, 1816-1821, v. II, p. 337.

18 Archivo General de la Nacin, Mxico (en adelante citado AGN), Subdelegados: XVI, exp. 2, f. 22 V.

19 AGN, Provincias internas: VI, exp. 29, fs. 391-403. 20 Diccionario Porra de historia, biografa y geografa de Mxico,

ed., correg. y aum., con un apndice, 2 v., Mxico, Porra, 1971, v. Ir, p. 1412.

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Don Juan de Morelos, hidalgo procedente de Castilla y pobla-dor de los ms antiguos del pueblo de Acmbaro, en donde pas su vida dedicado a la agricultura y a la cra de ganados mayores y menores. Su hijo don Diego de Morelos, que naci en el citado pueblo, desempe el cargo de Justicia Mayor en 1640, y fue progenitor de numerosa descendencia, 21

Sin desestimar su aserto ni poner en duda la pro-bidad del padre Ibarrola tmese en cuenta que su obra fue impresa pstumamente, s quisiera aadir que la informacin que l proporciona omite la refe-rencia obligada de las fuentes que utiliz. No nos indi-ca, por ejemplo, en qu documentacin se bas para afirmar que Juan de Morelos tronco de esta familia y antepasado directo del cura Morelos era "hidalgo procedente de Castilla [en qu ao ?] y poblador de los ms antiguos del pueblo de Acmbaro ..." Y aade que "su hijo don Diego de Morelos, que naci en el citado pueblo, desempe el cargo de Justicia Mayor [dnde ?] en 1640..."

Lo cierto es que, aunque ignoramos cundo lleg Juan de Morelos a Nueva Espaa, he podido indagar que en 1631 l era uno de los primeros colonos espaoles avecindados en Acmbaro, estanciero y propietario de la hacienda de labor de San Buenaventura, donde se producan "seiscientas fanegas de trigo al ario; 22 ade-ms; rentaba "dos mil ovejas", pagando mil pesos anuales a las confradas del Santsimo Sacramento y de

21 Op. cit., p. 303. 22 El obispado de Michoacn en el siglo XVII. Informe indito de

beneficios, pueblos y lenguas. Nota preliminar de Ramn Lpez Lara. Morelia, Fimax Publicistas, 1937, pp. 168-170.

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Nuestra Seora del Rosario.23 Por declaracin suya, supimos que su hijo no naci en Acmbaro, como afir-ma Ibarrola, sino en la villa de Celaya, y no fue "Jus-ticia Mayor en 1640", sino uno de los colonos del Valle de Guatzindeo que gestionaron ante el virrey Garca Sarmiento de Sotomayor la fundacin de la ciudad de Salvatierra en 1643.24

Pudimos saber tambin gracias a la informacin que nos proporcion gentilmente el licenciado Augusto Vallejo, quien consult escrupulosamente el Archivo Histrico Municipal de Morelia25 que en 1615 Juan de Morelos arrendaba, de los religiosos carmelitas, una hacienda en el pueblo de Cuitzeo26 y que, en 1618, compareci en el pueblo de Zinapcuaro, comprome-tindose a pagar un adeudo que tena con los religiosos de la orden de San Agustn.27

Pero, todava ms: supimos que Juan de Morelos arrendaba en 1643, los diezmos de Yuririapndaro y Acmbaro que pertenecan a la catedral de Vallado-lid (hoy Morelia), por lo que termin en pleito con

un adeudo de 8 000 pesos en 1646; 28 lo que me llev a averiguar la razn por la cual su nico hijo, Diego de Morelos, tenido con Isabel de Ortega no hubo

23 Ibid. 24 Melchor Vera. Guatzindeo Salvatierra; apuntes para una historia

local, civil y religiosa. [Mxico, Moderna], 1939, pp. 44-45. 25 Cfr., Archivo Histrico Municipal de Morelia. ndice Fondo Colo-

nial, siglos XVI y XVII. Morelia, H. Ayuntamiento, 1989. 26 Archivo Histrico Municipal de Morelia (en adelante citado

AHMM), Protocolos: v, caja 4, exp. 6. 27 /bid., v, caja 5, exp. 11. 28 Ibid., v, caja 1, exp. 4, y AHMM, Justicia: III, caja 9, exp. 2 y caja 21,

exp. 2.

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sucesin con su segunda consorte, Isabel Durn,29" huy a la ciudad de Guadajara donde muri el 4 de octubre de 1654, como se asienta en la partida 221 del libro segundo de Entierros del Sagrario Metropolitano de la capital tapata.30 Segn su testamento, suscrito en Guadalajara el 2 de octubre de 1654,31 Diego de More-los era "natural y originario de la villa de Celaya", pero se traslad huyendo a la metrpoli jalisciense por :

...haber tenido pleito con la Santa Iglesia Catedral de la ciudad de Valladolid de la provincia de Michoacn, cerca de los diezmos que fueron a cargo del dicho mi padre, que fue fiador de Bernab de Vigil, vecino de Quertaro, a quien yo le hice una obligacin como debe constar, y hubo en esta parte algunas diferencias por no haber podido yo obligarme a mi voluntad, que de esto sean testigos mis albaceas y que en esta razn se tome la resolucin y conocimiento que ms convenga...

Gracias a la "industria" de su segunda mujer, quien con gran empeo lo "ayud a ganar muchos dineros que por adversidad de tiempos se han consumido y gastado", dice l, para pagar en parte "muchas deu-

29 "Testamento de Diego de Morelos" Guadalajara, 2 octubre 1654. Archivo de Instrumentos Pblicos de Guadalajara, Jal., Protocolos de Hernando Enrquez del Castillo (1654-1655), fs. 219-220v. Agradezco la localizacin, reproduccin y transcripcin paleogrfica de este docu-mento a la atencin comedida de dos generosos amigos, el ingeniero Isaac Velzquez Morales y la investigadora Mara de la Luz Montejano Hilton.

30 Eugenia Irma Vizcarra de Jimnez y Miguel Claudio Jimnez y Vizcarra. Noticias biogrficas contenidas en las partidas de entierro de los libros segundo, tercero y cuarto de defunciones del Archivo del Sagrario Metropolitano de la ciudad de Guadalajara, 1634-1667. Guada-lajara, Jal., Sociedad de Historia, Genealoga y Herldica de Jalis co, A. C., 1981, p. 40.

31 Vid., nota 29, fs. 219v-220.

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das",32 sus ltimos aos fueron ms llevaderos. Por eso pide, por ella y los hijos que procrearon, "piedad" a sus acreedores por "la suma pobreza" en que los dejaba.33

Casado en primeras nupcias "con Ana Durn posi-blemente hija o hermana de su madrastra, vecina del pueblo de Acmbaro", don Diego procre dos hijas, a saber:

Isabel de Ortega, casada con Sebastin Altamirano,'4 vecino de Acmbaro, y a Mara Ortega, casada con Pedro Lorenzo,

vecino de la provincia de Michoacn...35

De su segundo matrimonio "con Mariana Velzquez [Milin ]", don Diego de Morelos hubo dos hijos que fueron : "Juan y Francisca Morelos",36 ambos casados en Guadalajara. Del primero procede el poeta Antonio Morelos, ya citado (vid. nota 17), casado hacia 1693 con Cecilia Vizcarra y Cabrera, y de la segunda, que contrajo matrimonio con Roque de Gozcozabal y Aran-guren el 24 de agosto de 1664,37 con quien hubo una hija de nombre Micaela Morelos, casada con Antonio de Soto Cevallos, sabemos que en 1700 era "duea de

32 Ibid., f. 220v. 33 /bid., f. 219v. 34 De este matrimonio sabemos por el ingeniero y genealogista Isaac

Velzquez Morales, que uno de sus descendientes: Juan Altamirano Morelos, cas en Quertaro con Sebastiana de Mora, el 23 de marzo de 1692. (Archivo del Sagrario de Santiago de Quertaro, Matrimonios de espaoles: I, f. 88v).

35 "Testamento de Diego de Morelos", loc. cit. (nota 29), f. 219v. 36 Ibid., f. 220. 37 Archivo del Sagrario de la Catedral de Guadalajara, Bautismos,

casamientos y entierros de espaoles (1656-1667), v, f. 76.

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la hacienda de Atequiza", en las proximidades de la ciudad de Guadalajara.38

Por todo lo anterior, mi hiptesis es que el cura insurgente desciende de la segunda hija del primer matrimonio de Diego de Morelos, es decir, de "Mara", que figura en el testamento de su progenitor con el apelativo de su abuela paterna.

Al carecer de apellido el consorte indudablemente indgena o mestizo de Mara Ortega, suponemos que sus hijos se apellidaron Morelos, como su abuelo, del mismo modo que lo hicieron Juan y Felipe, hijos "de Lorenzo Felipe y de Ana Morelos", casados el 20 de enero de 1688,39 y nietos por lnea materna de "Die-go Morelos y de Mariana Juana", casados el 2 de octubre de 1645,40 todos registrados como "mestizos" originarios y vecinos del barrio de San Andrs en Yuriria.

Juan y Felipe Morelos casaron, respectivamente, el primero con Nicolasa Lpez, el 13 de abril de 1711,41

38 Vid., Moiss Gonzlez Navarro. Repartimientos che indios en Nueva Galicia. Mxico, Instituto Nacional de Antropologa e Historia [1977], pp. 169-170. Testamento y poder para testar de Francisca Velzquez y Morelos, respectivamente con fecha 21 de abril de 1730 y 30 de mayo de 1725, en Archivo de Instrumentos Pblicos de Guadalajara, Jal., Protocolos de Juan Garca de Argomaniz, vols. 23, f. 204 y 29, f. 158. Cuyos datos agradezco a la atencin de Mara de la Luz Montejano.

39 Archivo parroquial de Yuriria, Gto. (en adelante citado APY), Matrimonios de espaoles, castas e indios: iii f. 111v.

40 Dato proporcionado por el licenciado Augusto Vallejo de Villa, tomado del APY, libro primero de Matrimonios de todas calidades, Barrio de San Andrs (1606-1654), s. f. Lamentablemente, en la partida matrimonial de stos no se consigna de quines eran hijos ambos. Sera este Diego el mismo que procre Juan de Morelos, tronco del apellido en el obispado de Michoacn?

41 APY, Casamientos de indios y otras calidades: IV, f. 168v.

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y el segundo con Mara Santoyo, el 6 de octubre de 1718.42

Lamentablemente, para confirmar mi hiptesis he topado con la ausencia 'del primer libro parroquial de Celaya (instrumento indispensable para nuestro obje-to), y con otras lagunas documentales como es el caso de la carencia de informaciones matrimoniales y el faltante en el quinto libro de Casamientos de espaoles, del Sagrario Metropolitano de Morelia (1652-1745), de cinco aos, es decir de 1707 a 1711, en que se hallaba seguramente la partida matrimonial del bisabuelo del cura insurgente, Diego Manuel Morelos. De igual modo ha sido infructuoso el hallazgo de la fe de bautizo de ste, no as el de su consorte Juana Nez Villaln (conocida tambin por Sandoval), bautizada en Valla-dolid (hoy Morelia), el 28 de abril de 1683.43

De la casa troncal, dice Ibarrola, pasaron algunos Morelos a Valladolid, con asiento en Zindurio, una hacienda al poniente en las proximidades de dicha ciu-dad. De sta proviene la rama de nuestro ilustre insur-gente, cuya genealoga podemos documentar a partir de Diego Manuel Morelos, que con su esposa ya citada, Juana Nez Villaln, dio vida a seis hijos,44 uno de

42 Ibid., VI, f. 71. 43 ASCM, Bautismos de espaoles (1652-1699), v, f. 91. Vid., genea-

loga de esta seora en Ibarrola, op. cit., pp. 308-309.

44 Ibarrola dice (op. cit., pp. 303-304 y 310) que stos fueron los siguientes: 10 Mara Bernarda casada en 1738 con Juan Martnez Cal-villa; 20 Alejandro, casado en 1732 con Rosa de Smano; 30 Mara Teresa, casada en 1734 con Manuel de la Feria; 40 Jos Gabriel, casado en 1736 con Ana Francisca de Artiga y Cardona; 50 Jos, casado en 1737 con Antonia Serafina de Ortuo (padres de Felipe Morelos Ortuo, cuyo influjo y apoyo seran determinantes en la carrera del futuro caudillo), y 60, el que sera el abuelo del cura insurgente, Domingo More-los, casado en 1741 con Luisa de Robles. Sin embargo, Ibarrola no con-

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los cuales fue Domingo Jernimo, abuelo paterno del generalsimo, casado en Valladolid el 15 de mayo de 1741, con Luisa de Robles, oriunda de Ptzcuaro e hija legtima de Tiburcio de Robles y de Nicolasa Garca,45 De este matrimonio hubo un hijo nico que fue Jos Manuel Morelos Robles, nacido en Zindurio y "resi-dente desde pequeo en Valladolid", en donde ofici como carpintero y se despos a los 18 aos de edad, el 18 de febrero de 1760, con Juana Mara Guadalupe Prez Pabn, originaria de Quertaro e hija legtima de Jos Antonio Prez Pabn y de Juana Mara de Estrada.46

signa en qu fecha fueron bautizados stos, por lo que yo citar en el orden en que los localic con sus respectivos nombres de pila: 10 Alejandro (12 septiembre 1711) ASCM, Bautismos de espaoles: VIII, f. 106v; 20 Jos Florin (30 septiembre 1713) ASCM, B E: VIII, f. 129; 30 Teresa de Jess (21 octubre 1715) ASCM, B E: IX, f. 16v; 40 Gabriel Jos (27 marzo 1718) ASCM, B E: IX, f. 47; 50 y 60, respectivamente, Jernimo y Bernarda, hermanos gemelos seguramente, aunque no se haga explcito en sus partidas, una despus de otra y ambas con fecha 3 de octubre de 1720, ASCM, B E: IX, f. 76-76v. Pero adems apareci un "Miguel", bautizado el 17 de mayo de 1723, ASCM, B E: IX, f. 106, "hijo legtimo de Diego Morelos y de Juana de Chavarra" [?], quien, por cierto, figura como padrino con Matilde de Andisavar en el matrimonio de los abuelos paternos del cura insurgente. Vid., nota siguiente.

45 Texto de la partida, "Casamiento y velacin de Domingo Jernimo Morelos y Luisa Robles. En el ao del seor de mil setecientos quarenta y uno, en el da quince de mallo, el Bachiller don Joseph Carrillo, Tte. de cura, cas por palabras de presente y vel segn orden de Nuestra Santa Madre Yglesia a Domingo Gernimo, hijo legtimo de Diego de Morelos y de Juana de Sandoval, con Luisa de Robles, originaria de la Cd. de Pzcuaro, hija legtima de Tiburcio de Robles y de Nicolasa Garca. Fueron sus padrinos Miguel Morelos y Matilde de Andisavar ; testigos Bicente Agilar [sic] y Antonio Francisco, y para que conste lo firm. Bachiller Jos Carrillo [rbrica]". ASCM, Matrimonios de espaoles: II, f., 134.

46 Vid., texto de la partida matrimonial en: J. Ignacio Rubio Ma "Los padres de Jos Mara Morelos". Boletn del Archivo General de la Nacin. Mxico, 2 serie, IV, nm. 3, julio-septiembre 1963, pp. 381-384.

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De dicho matrimonio hubo ocho hijos no cuatro como refiere Ibarrola,47 siendo el tercero el general-simo Jos Mara Teclo Morelos y Pabn, "exorcisado" antes del bautizo a escasos das de su nacimiento en Valladolid (30 septiembre 1765).48 Sus hermanos fue-ron, en el siguiente orden, Mara Guadalupe, bautizada el 11 de diciembre de 1761; Juan de Dios Nicols, bautizado el 3 de marzo de 1763; Mara Josefa Eulalia, bautizada el 16 de febrero de 1770 ; Mara Antonia Rafaela Eusebia, bautizada el 7 de noviembre de 1771; Mara Rosala, bautizada el 5 de septiembre de 1774; Jos Antonio Venancio, bautizado el 4 de agosto de 1779, y Juana Mara Vicenta, bautizada el 28 de di-ciembre de 1784.49

As, nuestro prcer, cuyo mestizaje proviene de su familia paterna y posiblemente, tambin, de su bisabue-la materna (cuya identidad se oculta en el testamento de su marido Pedro Prez Pabn Ocampo, que la menciona simplemente como "mujer libre"), tuvo una infancia pobre, llena de sobresaltos.

47 Op. cit., pp. 310-312. 48 Vid., nota 3. 49 Con excepcin de Mara Antonia Rafaela registrada en el libro

xxv de Bautizos de mestizos, negros, mulatos y lobos, f. 76, todos los dems hermanos aparecen bautizados como espaoles en el Archivo del Sagrario de la Catedral de Morelia, respectivamente en: xx, fs. 37v, 59v, 197 y 309v; XXIV, f. 102, y XXXII, f. 128v. El texto de la partida de Mara Antonia Rafaela Eusebia, hermana del insurgente, dice a la letra: "En la ciudad de Valladolid en siete das del mes de noviembre de mil setecientos setenta y un aos, yo el bachiller don Joseph Bernardo Morales, teniente de cura, exorcis solemnemente, puse leo, bautic y puse chrisma a una infanta que naci el da cinco de dicho mes, a la que puse por nombre Mara Antonia Rafaela Eusebia, hija legtima de Manuel Morelos y de Juana Mara Pagn [sic], mestizos. Fueron padrinos Joseph Salvador Corts y Mara Josepha Castillo, a quien amonest su obligacin, y para que conste lo firm. Br. Joseph Bernardo Morales rbrica."

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Su padre, desobligado y vicioso que tirara por la borda, como su suegro, el patrimonio heredado al ven-der en 1760 unos terrenos que posea en el rancho de La Quemada, prximos a Valladolid,50 abandonara a la familia huyendo a San Luis Potos en 1775, cuando Morelos frisaba los diez aos de edad.

Con tales vicisitudes y desazones, los infantiles aos del gran caudillo, que transcurrieron envueltos en la miseria, obligaron a la madre confiarlo cuando el prcer tena catorce aos (1779) al cuidado de su to Felipe Morelos Ortuo, primo hermano de su pa-dre, para que trabajara con l en San Rafael Tahuejo, rancho o hacienda de su propiedad muy cerca de Apatzingn.51 Ah, Jos Mara permanecera once aos como "labrador", segn declara el propio insurgente,52 no como el vulgar "vaquero" o "atajador" que han querido ver en l algunos historiadores seguidores de Alamn, sino de aprendiz y administrador de las labores del campo y los menesteres relacionados con el comercio de los productos agrcolas que se fabrica-ban en aquella regin (piloncillo y el ail).53

Es probable que Jos Mara haya ejercido la arriera, como lo consigna Bustamante, de manera eventual, y que haya efectuado varios viajes, particularmente

50 Ibarrola, op. cit., p. 313. Sobre la imprevisin y derroche de Jos Antonio Prez Pabn, abuelo de Morelos, vid., Lemoine, Morelos y la revolucin, pp. 24-25.

51 Ibid., p. 307. Vid., Morelos, vida preinsurgente, op. cit., p. 86. 52 Proceso del Santo Oficio contra Morelos, doc. cit., p. 204. 53 Y aunque no tenemos noticias de sus primeros estudios, lo que s

se deduce es que fue instruido por su abuelo materno, profesor de letras, hasta 1776 en que muri. Existen constancias de que Morelos auxiliaba a su to Felipe en la contabilidad de la hacienda de Tahuejo en 1785, porque ste "no saba escribir". Vid., Lemoine, Morelos y la revolucin, pp. 25-26, y a Herrejn, Morelos, vida preinsurgente, p. 86.

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a Apatzingn, Valladolid, Uruapan, Mxico y Aca-pulco, dirigiendo algunas recuas de su to, dedicadas al comercio. As parece confirmarlo el extraordinario conocimiento que tena Morelos del terreno y la topo-grafa de esas regiones que recorri en sus campaas militares.

En 1790, a los 25 aos de edad, con grandes apre-mios econmicos pero un tesn ejemplar, Jos Mara Morelos y Pavn inici sus estudios eclesisticos, reci-biendo la uncin sacerdotal el 21 de diciembre de 1797; sucesivamente fue prroco de los pueblos de Churu-muco, La Huacana, Nocuptaro y Carcuaro, saliendo de este ltimo para abrazar, por encargo de Hidalgo, la causa de la Independencia, por la que sucumbi fusilado en aras de la libertad en San Cristbal Eca-tepec el 22 de diciembre de 1815.

Sobre su actuacin como estadista, militar y legis-lador, los mejores estudios son los escritos por Ernesto Lemoine, Alfonso Teja Zabre y Ernesto de la Torre Villar. Sin embargo, sobre su persona y los suyos, las fuentes no han sido agotadas, y en muchos casos se ha omitido la tarea de dilucidar la autenticidad o exac-titud de algunos datos y testimonios generalmente aceptados, que no nos permiten sino conocer fragmen-tariamente sus cuarenta y cinco aos de vida.

Por ejemplo, los nombres que cita Ibarrola para los abuelos paternos del cura insurgente, y los que men-cionan para los mismos Teja Zabre y Rubio Ma, suscitan de entrada confusiones que es indispensable aclarar.

Mientras el primero dice, sin aadir el texto en que se apoy, que los abuelos del cura insurgente fueron:

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"Domingo Morelos y Sandoval y Luisa de Robles",54 el segundo, fundamentado en la solicitud que present Morelos "para entrar al colegio de San Nicols en calidad de capense", cita que el caudillo era nieto de "don Guillermo y de doa Mara Luisa Morelos" [?].55 .Finalmente, el tercero, con base en el acta de matrimo-nio de los progenitores del insurgente, que solicit cer-tificada al Archivo del Sagrario de la Catedral de Morelia, asienta que Jos Mara era nieto de "Jer-nimo Morelos y de Luca [sic] de Robles".56

Lo cierto es que el abuelo del cura insurgente tena dos nombres: "Domingo Jernimo", con los que apa-rece en la partida de su matrimonio, no as en la de su bautizo."

En lo que respecta a las variantes del nombre de la abuela paterna de Morelos entre Ibarrola y Rubio Ma, es decir : "Luca" por "Luisa", esto se debe a que hay una errata del amanuense que redact el acta de matrimonio de los padres del insurgente, po-niendo "Luica", en lugar de Luisa.

El propio insurgente no estaba seguro, o muy ente-rado que digamos, ni le preocup, segn parece, saber quines fueron sus antepasados.

Durante el interrogatorio que le hizo el tribunal de la Inquisicin sobre los nombres de sus abuelos pater-nos, el hroe respondi que uno tena el nombre de "Jos Morelos", y que de su abuela "no se acuerda cmo

54 Ibarrola, op. cit., p. 310. 55 Alfonso Teja Zabre. Vida de Morelos, nueva versin. Mxico,

Universidad Nacional Autnoma de Mxico, 1959, p. 15. 55 Rubio Ma, loc. cit. 57 Vid., notas 44 y 45.

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se llamaba".58 As por el estilo estn sus contestaciones

sobre sus abuelos maternos y sus propios hijos; en el

caso de stos, quiz por escrpulo.

A tal grado que el doctor Antonio Tirado y Priego,

promotor fiscal del Santo Oficio, emiti el siguiente

veredicto:

Que si todos los cargos hasta aqu hechos, tuvieran toda su fuerza, aunque este reo hubiera sido antes de la rebelin de una vida sacerdotal y virtuosa, y su cuna hubiera sido de aquellas ilustres en que naturalmente se heredan los buenos sentimientos, se robustecen demasiado atendiendo a su baja extraccin, pues, ni dice quienes eran Manuel Morelos y Juana Pavn, sus padres, ni acierta a dar el nombre de su abuela paterna, ni se puede afirmar en el de su abuela materna, y sus costumbres se indican bien en su ingenua confesin de que tiene dos hijos [teniendo ms].59

58 Proceso de Inquisicin contra Morelos, loc. cit., p. 203. 59 Ibid., p. 224, 232 y 253.

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III. LOS HIJOS DEL CURA

MORELOS


Uno de los aspectos sin duda ms controvertidos e inte-resantes en la genealoga de Morelos es su propia des-cendencia que, aunque sacrlega, fue declarada por el clero "incursa en las penas de infamia".

Aun cuando fue prroco ejemplar con inquebranta-bles convicciones religiosas, don Jos Mara fue un hombre sensual nacido para actuar, crear, mandar y dirigir. Fue un individuo que se distingui por la sintona o aptitud para vibrar con el medio humano, sin inhibiciones morales ni fisiolgicas.

Siendo sacerdote, ciertamente no se comport como un catlico, pero es inconcuso que fue buen cristiano. Su concepto de la justicia social estaba ms all del dogma, de la verdad ligada a un sistema poltico y so-cial en franca descomposicin.

Estratega, legislador, estadista, Morelos fue un hombre de tremenda accin que forj sus convicciones entre la oracin y la realidad cruda que lo rode. Sus contrastes de crueldad y generosidad ponen de manifiesto que sus sentimientos se regan conforme a las circunstancias del momento.

Todo hombre declara l mismo en 1814 debe ser huma-no por naturaleza [aludiendo quiz a sus inevitables debi-lidades], porque en este orden no es ms que hombre, corrupcin como los dems [como todos] : vanidad en el

51


orden de la fortuna y en el orden de la gracia; an le sera mejor [agrega] no verse elevado a tanta dignidad.60

Formado y moldeado en un medio hostil, Morelos no fue educado ni preparado para la virtud, enten-diendo sta como acto de no pecar y ser hombre sin destino ni accin. Su firme afn de superacin, su energa y su poder de resistencia, lo hicieron ingresar a la Iglesia como nica salida para evadir las limita-ciones en que se ahogaba su clase social.

Su abuelo materno fue "hijo natural" de una des-conocida "mujer libre" y, el mismo, aunque profesor de letras, llev una vida nada edificante.61 Su proge-nitor, Manuel Morelos, abandon el hogar huyendo a San Luis Potos, "oprimido dicen las fuentespor muchas persecuciones que se acarre en fuerza de sus perversas costumbres".62 Su abuelo paterno, don Jernimo, muri siendo "viudo" de una mujer que no sabemos si fue su concubina o estuvo finalmente casada con l.63 As por el estilo estuvo su "fantasmal" hermano mayor, Juan de Dios Nicols, cuya vida a la deriva ocult siempre misteriosamente a sus hijos des-parramados en la provincia.64

A un individuo as, en dichas circunstancias y con tales antecedentes, no se le puede exigir templanza sexual.

60 Lemoine. Morelos, su vida revolucionaria, p. 465, documento 161. 01 Bentez, op. cit., p. 27 y ss. Vid., Ernesto Lemoine, Morelos y la revolucin, pp. 23-25.

61 Ibarrola, op. cit., p. 310. 63 Rubio Ma, loc. cit., p. 383. 64 Vid., Bentez, op. cit., p. 64, y Lemoine, Morelos y la revolu-

cin, p. 29.

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Fue tan dura la vida de Morelos, tan breve su gloria y tantos los sufrimientos que enturbiaron su carrera heroica, que nadie puede ignorar lo que significaba a este gran hombre contener los impulsos de su virili-dad, mezclados de voluptuosidad y remordimientos.

Ni Hidalgo ni Morelos ni Matamoros fueron los ni-cos curas que han tenido y tienen, en todos los tiem-pos, hijos fuera de matrimonio.

El celibato en Mxico durante el virreinato, dice Lemoine :

acab siendo slo un slogan inscrito en los estatutos del Concilio de Trento; un requisito tan violado como el de la "pureza de sangre" o el de la "legitimidad" ... Los gobiernos diocesanos lo saban, se hacan de la vista gorda y, salvo unas cuantas llamadas de atencin que nunca llegaban a noticia del pblico, slo se limitaban a recomendar a sus clrigos que fuesen discretos y no ostentaran sus "deslices". As, el "sobrino del seor cura" lleg a convertirse en una presencia tan familiar y cotidiana como, digamos, la celebracin anual del Corpus.65

Aun cuando Morelos estim el hbito y respet a sus feligreses, no fue la excepcin sino la regla de una generalizada costumbre entre los clrigos de su poca.

Cuando le pregunt el tribunal de la Inquisicin al hroe de qu edad eran los hijos que haba declarado tener con los nombres de Juan Nepomuceno y Jos,66 y si los hubo en matrimonio o fuera de l, respondi :

que el primero tiene trece arios y el segundo uno, y ambos los tuvo fuera de matrimonio, porque no fue casado. Que el primero lo tuvo en Brgida Almonte, soltera, vecina de Car-

65 Morelos y la revolucin, qp. cit., p. 138. 66 Proceso de Inquisicin contra Morelos, loc. cit., p. 204.

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cuaro, difunta, y el segundo en Francisca Ortiz, que an vive, que vive en Oaxaca, de estado soltera. Que por ahora no puede decir otra cosa, y lo har en otra audiencia si se acuerda...67

Y ms adelante, al final, casi aplicndosele en este proceso los mtodos que hoy conocemos como del "ter-cer grado", hubo de reconocer, acosado con un sadismo mezquino, "por escrpulo, que slo ha declarado dos hijos, teniendo tres, pues tiene una nia de edad de seis aos, que se halla en Nocuptaro". Pero no men-ciona los nombres ni de la hija ni de la madre.68

Habr tenido ms vstagos? A ciencia cierta no lo sabemos. El historiador Teja Zabre dice que: "Gene-ralmente se tratan los amores de Morelos sin ahondar mucho, y realmente no hay manera de mencionarlos sin recurrir a falsificaciones impropias por la abso-luta falta de datos."69 Sin embargo, no escasean los escritores que, como Silverio O. Ruiz, sostienen que el insurgente tuvo siete hijos, a saber : I) Juan Nepo-muceno y Eligio, tenidos en la seora Brgida Almon-te, de Carcuaro ; II) Jos Vicente y Jos Francisco, tenidos en doa Francisca Ortiz, de Chilpancingo ; III) Mara, tenida en doa Juana Rodrguez, que segn parece era nativa de Taxco y muri en Quer-taro; IV) Luciano y Jess Mara, tenidos en doa Manuela de Aponte, de Oaxaca.70

Una periodista muy seria, Mara Luisa Ross, publi-c, hace algunos aos, datos de algunos documentos

67 Ibid., p. 207. 68 Ibid., pp. 232 y 262. 66 Op. cit., p. 31. 70 Cuadernos de apuntes histricos, citado por Leopoldo Carranco

Cardoso en "Mosaico histrico". Memoria del Symposium Nacional de Historia sobre el Primer Congreso de Anhuac, Mxico, Sociedad

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que se encontraron en el Archivo del Museo Nacional de Historia, con el ttulo de "secretos". stos se refie-ren a la existencia de otro hijo de Morelos con el nombre de Jos Victoriano. En ellos informa la ma-dre, Mara Ramona. Galvn, que ste naci en Nocu-ptaro el 5 de septiembre de 1808. Y aunque dice esta seora que su hijo fue bautizado, no se asent en los libros parroquiales "por cubrir su honor y engaar a los hombres".71

La seorita Ross supone que, con motivo de una denuncia que se hizo a las autoridades virreinales, en 1812, se dieron pasos en Guanajuato con el propsito de secuestrar a este nio y usarlo como rehn, para obligar a su padre a deponer las armas. Pese a las averiguaciones que se hicieron, su rapto result frus-trado y desapareci misteriosamente hasta que unos documentos, fechados en 1833 y 1836, manifiestan nuevamente su existencia, informando que se hallaba en Mxico, estudiando en un Colegio Seminario, pero con el apelativo Flores, mismo que ostentaba su pro-tector.72

A pesar de su aparente fuerza, no es posible admitir estos testimonios con absoluta certidumbre de veraci-dad porque, como lo ha indicado Teja Zabre, y lo ha indicado bien : "la elaboracin de certificados para obtener pensiones o reclamar derechos hereditarios, ha sido por desgracia un negocio demasiado frecuen-

Mexicana de Geografa y Estadstica. Seccin de Historia, 1964, pp. 226-227. Cfr., del mismo autor, la edicin publicada por sus hijos con el ttulo : El Sierva de la Nacin y sus descendientes. Morelia, Fimax Publicistas, 1984.

71 Apud., Teja Zabre, op. cit., pp. 31-33. 72 Ibid.

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te, y la prueba de la paternidad tiene siempre un carc-ter problemtico y delicado".73

El propio Almonte ( Juan Nepomuceno), en 1823, se dirigi a Iturbide para protestar contra las preten-siones de un individuo Morelos que, hacindose pasar por hijo del insurgente, "andaba robando y engaando a muchas gentes de la Provincia de Puebla".74

En todo caso, la personalidad de ste y otros pre-suntos descendientes, como los que menciona Hctor Almazn, 75 se desvanecen de tal manera que slo pue-den citarse a ttulo de curiosidad, porque por s mis-mos no dejaron una trascendental huella ni en la historia ni en la vida afectiva, y menos en la vida pblica, del gran insurgente.

Resumiendo: el nico hijo significativo para Morelos fue Juan Nepomuceno, y sus romances ms destacados fueron los que protagoniz con Brgida Almonte y Mara Francisca Ortiz, esta ltima, por su belleza , llamada la "Orqudea del Sur".

De la primera hubo un hijo ms, se dice, que oca-sion la muerte de ella al darlo a luz en fecha que se desconoce. De la segunda sabemos que falleci en Tepecoacuilco, el 14 de abril de 1819,76 y que est enterrada en dicha poblacin, en el convento de San Agustn.77

73 Ibid. 74 Ibid. Bien vale la pena recordar aqu las pretensiones mezquinas

del hermano mayor de Morelos, Juan de Dios Nicols, que despus de 1821 hizo tambin valer su parentezco para sacar ventajas burocrticas. Vid., Lemoine, Morelos y la revolucin, p. 29, nota 27.

75 "Descendientes [de Morelos]". Mxico en la Cultura, Suplemento de Novedades, Mxico, 3a p., 862, 26 septiembre 1965, pp. 1 y 4.

76 Ibid., p. 1. 77 Silverio O. Ruiz, loc. cit., p. 235.

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IV. JUAN NEPOMUCENO ALMONTE Y SUS DESCENDIENTES


Sentimentalmente, el nico hijo que afect a Morelos, sin duda, fue su "adivino", "Pamuceno", Juan Nepo-muceno Almonte, por el que siempre mostr el hroe una excepcional predileccin.

Naci en Carcuaro, el 15 de mayo de 1803, y muri en Pars el 21 de marzo de 1869.78 Sus restos reposan actualmente en el cementerio del Pre-Lachaise.

Desde muy pequeo, el "rapazuelo" Almonte, luego que muri su madre, ocup un lugar destacado en el corazn del clebre insurgente.

A los diez aos de edad, el generalsimo rayando en la exageracin, lo hizo brigadier de su ejrcito," y en 1812, a los nueve, tuvo una actuacin destacada en el sitio de Cuautla, en donde como capitn integr una compaa infantil llamada "de los Emulantes".80

Mandado a estudiar por su padre en 1815 a los Estados Unidos de Norteamrica, fue encomendado al

78 Vicente de P. Andrade, "Don Juan Nepomuceno Almonte". Boletn de la Sociedad de Geografa y Estadstica de la Repblica Mexicana. Mxico, 5a p., II, 1907, p. 128 y anteriores.

79 Ernesto Lemoine Villicaa, "Zitcuaro, Chilpancingo y Apatzingn. Tres grandes momentos de la insurgencia mexicana". Boletn del Archivo General de la Nacin. Mxico, 2a serie, IV, nm. 3, julio-septiembre 1963, p. 532.

99 Teja Zabre, op. cit., pp. 100-101. Vid. idem al respecto a Jorge Gurra Lacroix. "Narciso Mendoza y Juan N. Almonte en el sitio de Cuauhtla". Estudios de historia moderna contempornea de Mxico. Mxico, VII,, 1979, pp. 51-57.

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cuidado del licenciado Jos Manuel Herrera, quien fue enviado al vecino pas en misin diplomtica.81

Consumada nuestra Independencia, Almonte volvi a Mxico, donde fue reconocido en 1823 como teniente coronel, y form parte de la delegacin diplomtica mexicana en Londres, encabezada por Michelena. Ms tarde, por primera vez figura en el escenario poltico como diputado al Congreso General por el estado de Michoacn, en 1828.

Comisionado a la Secretara de la Legacin Extra-ordinaria de la Repblica para estar en contacto diplo-mtico en 1831 con Per, Bolivia, Chile, Buenos Aires y Brasil, en 1834 hizo un informe agudo, extenso y acertado de la situacin que prevaleca en Texas en aquella poca.82 En l, Almonte muestra sus grandes dotes de conocimiento geogrfico, poltico, econmico y social de aquella provincia, y advierte sobre el peli-gro inminente de los Estados Unidos en aquel territo-rio. Ms tarde, al lado del general Santa Anna, par-ticip en la campaa militar contra las huestes al mando de Samuel Houston, cayendo prisionero, en compaa de su jefe, en la batalla de San Jacinto.

Ministro de Guerra y Marina en 1839, y plenipo-tenciario en Washington de 1841 a 1845, su postura fue enrgica a favor de Mxico, en el delicado asunto intervencionista del vecino pas del norte en Texas. Posteriormente, en la guerra del 47 contra el ejrcito

81 Proceso de Inquisicin contra Morelos, loc. cit., pp. 209, 228, 260. 82 Vid., Celia Gutirrez Ibarra. Cmo Mxico perdi. Texas. Anlisis

y transcripcin del Informe secreto (1834), de Juan Nepomuceno Almonte. Mxico, Instituto Nacional de Antropologa e Historia, 1987. (Fuentes).

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invasor estadounidense en nuestro territorio, su actua-cin fue destacada.

Inteligente y cultivado domin con gran soltura el ingls y el francs y perteneci a varias corporacio-nes cientficas, nacionales y extranjeras, escribi, entre otros libros, una Gua de forasteros, un Catecis-mo de geografa universal, Noticias estadsticas sobre

Tejas, y una Galera histrica y crtica del siglo XIX, en francs.

Sin embargo, su aspiracin poltica sin lmites lo llev a la intriga y al resentimiento contra los gene-rales Paredes y Herrera. Cado en desgracia por esto, se lig con Jurez y otros liberales progresistas, to-mando partido contra Santa Anna.

Despus de la derrota de su candidatura a la Pre-sidencia de la Repblica contra el general Arista, se retir, frustrado, a la vida privada en 1850, hasta que Comonfort lo llam, confirindole el cargo de repre-sentante ante la Gran Bretaa en 1856, y sucesiva-mente en Austria, Francia y Espaa.

Otros cargos ocup Almonte, pero ninguno tan in-fausto como el que le encomend el gobierno conser-vador del general Flix Mara Zuloaga, para que concertara en Pars el oneroso tratado Mont-Almonte (27 septiembre 1859), repudiado por Jurez, quien lo declar ante el Congreso de. Mxico "Traidor a la Patria".

Quin le iba a decir al gran Morelos que su hijo, por azares del destino, sera finalmente partidiario de establecer en Mxico un gobierno monrquico, con

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un prncipe europeo que rigiera nuestro destino, y uno de los instigadores prominentes de la expedicin inva-sora franco-inglesa y espaola.

Aprovechando las circunstancias anmalas de su patria, se uni a los intervencionistas franceses y com-bati, con la complacencia de stos, a las tropas mexi-canas, siendo "ge

la estirpe de morelos

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