“la entrañable misericordia - hermanas hospitalarias · somos conscientes de que nuestra...

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HOJA HOJA HOJA VOCACIONAL VOCACIONAL VOCACIONAL “la entrañable misericordia del padre” 24 marzo 2016 Nº: 3

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HOJA HOJA HOJA VOCACIONALVOCACIONALVOCACIONAL

“la entrañable

misericordia

del padre”

24 marzo 2016

Nº: 3

AMBIENTACIÓN - REFLEXIÓN: “ ANDA Y HAZ TU LO MISMO ” es la invitación que nos surge cuando leemos, contemplamos la Parábola del Buen Samaritano. Somos conscientes de que nuestra vocación consiste en “seguir a Cristo, virgen, pobre y obediente, que pasó por la tierra como divino samari-tano de la humanidad haciendo el bien a todos y sanando a los enfer-mos” Const.4; cf. Hch 10,38 “ Por nuestro carisma somos llamadas a ser testigos de que el Cristo compasivo y misericordioso del Evangelio permanece vivo entre los hombres”. Const.5 La claridad de estos textos de las Constituciones despeja cualquier duda sobre los aspectos de nuestro seguimiento de Jesús. El carisma nos hace partícipes de la misericordia del Padre que entrega a su pro-pio Hijo; y nos hace partícipes de la realización que el Hijo hace en el mundo de la misericordia del Pa-dre, compadeciéndose de las multitudes, curando enfermos y toda dolencia. Por eso también nosotras estamos llamadas a apropiarnos el texto del profeta Isaías que Jesús hizo suyo

en Nazaret, y que abre la Constitución Fundamental de nuestro Instituto, “ el Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido, me ha envia-do a dar la Buena Nueva a los pobres, a vendar los corazones rotos, a pregonar a los cautivos la liberación y a dar la libertad a los oprimi-dos”Lc4,18; cf Is 61,1-2

NOS PREGUNTAMOS: Los interrogantes sobre nuestra misión hoy, no pueden tender la más pequeña sombra sobre lo que en ella es esencial. Para conocer en qué consiste, qué actitudes requiere, cómo debemos situarnos en la realización de nuestra misión, no tenemos otro paradig-ma que a Jesús tal como ha sido visto por aquellos a quienes ha puesto el Señor para iniciar y guiar nuestro camino carismático en la Iglesia: nuestro P. Fundador, nuestras primeras hermanas y San Juan de Dios. Es verdad, que para poder cumplir el encargo del Señor, ·anda y haz tú lo mismo”, ne-cesitamos el mismo amor. Pero no estamos desasistidas en esto, pues “el amor de Dios ha sido derrama-do en nuestros corazones por el Espíritu que se nos ha dado” Rm 5,5

No busquemos otra fuente sino aquélla que brota de la

entrañable misericordia del Padre, ni pensemos apoyarnos en otra roca sino en la que ha sido puesta como piedra angular. Ha de ser en “el retorno constante a las fuentes de toda vida cristiana y a la primigenia inspiración de nuestro Ins-tituto dónde y cómo pueda renovarse nuestra vida” cf.PC,2 Si algo resalta en este recorrido de los principales puntos de mira, es la “misericordia entrañable” con que el Padre quiere envolver y ver rodeada la rugosidad y dureza de la vida humana; que la doliente humanidad pueda acudir a la Iglesia y a nosotras como acudía a Jesús y sea curada, pues creemos que nuestra misión es hacer vivo y presente al Cristo compasivo y misericordioso. A la postre esta Iglesia, nosotras, no hacemos sino secundar una gracia, una fuerza interior que nos hace sentirnos hijas del Padre, cumpliendo así el encargo de Jesús, “sed misericordiosos como Dios vuestro Padre es misericordioso” Lc 6,36 (cf. C. Cir. T. López Beorlegui, hsc)

“ DICHOSOS LOS MISERICORDIOSOS ”

La vocación, el seguimiento de Jesús nos

convoca. Las necesidades de los hombres nos

apremian y nos interpelan. En medio de nuestra

debilidad vivimos para ayudar, socorrer, conso-

lar, curar, compadecernos, amar. Ahí están

nuestras obras y una gran multitud de deshere-

dados y enfermos, pobres entre los pobres, que

no sólo ocupan nuestro tiempo y usufructúan

nuestra atención y desvelos, sino que para nosotras son pró-

jimos, son hermanos.

Antf. MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE. ( BIS)

Nos sentimos impulsadas por el amor, la compasión y la mi-

sericordia. Somos una comunidad samaritana. Formamos

parte de una Iglesia samaritana. Agradecemos a nuestro Fun-

dador y a las Hermanas que nos han precedido… en vida es-

tuvieron al servicio de los hombres más necesitados. Noso-

tras somos sus hijas, somos sus hermanas . Hemos recibido

su herencia. Pero ellas y nosotras somos antes que nada be-

neficiarias de la misericordia divina que ha querido servirse

de nosotras para ayudar y consolar al débil y al afligido.

Antf. MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE. ( BIS)

Hemos sido llamadas, a ser prolongación en el mundo de la

entrañable misericordia de nuestro Dios. Este es nuestro ca-

risma, ésta es nuestra gracia. El Padre, por su Espíritu, nos ha

encerrado en el Corazón de Jesús, para prolongarle en la tie-

rra, para hacernos el regalo de sus mismos sentimientos y

amor hacia los más necesitados. “ Tened los mismos senti-

mientos de Cristo Jesús” Fip 2,5

Antf. MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE. ( BIS)

Tener un corazón semejante al suyo ¡esa es nuestra aspira-

ción! Y a la postre oiremos de sus labios la palabra más espe-

rada y confortadora, “ bienaventurados los misericordiosos”

Mt 5,7 Así trata de confirmarnos nuestro P. Fundador, “ no

dudo que el Corazón de Jesús hablará con misericordia a

vuestros corazones; pues misericordia grande espera a los

corazones que se consagran al bien de su prójimo”. C.346

Antf. MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE. ( BIS)

(cf. C. Cir. T. López Beorlegui, hsc)

CANTO:

TUVE HAMBRE Y ME DISTE DE COMER Folleto: Bendito eres, Señor Autor: Cesáreo Gabarain

Tú me dijiste,

Señor, que en mi camino,

iré encontrando

hambrientos de mi pan.

Que habrá sedientos

que vengan a mi fuente,

enfermos tristes de frío y soledad.

Tú me dijiste,

que sufres en el pobre,

que estás desnudo

o no tienes libertad.

Que en el anciano

que espera tú me esperas

y en ese niño, de hambre morirás.

AQUÍ ME TIENES, SEÑOR, YO QUIERO AMARTE, AMANDO AL POBRE Y A AQUÉL QUE SUFRE MÁS. TUYO ES MI PAN Y EL AGUA DE MI FUENTE, VEN A MI CASA Y AMOR ENCONTRARÁS. (BIS) En el camino

hay siempre un hombre herido,

que necesita

mi ayuda y mi amistad.

No mil discursos

que hablan de justicia,

no mil palabras

que el viento llevará.

En el camino,

Jesús, me estás mirando,

y en tu mirada hay pena y soledad.

Quiero entregarte

mi alma y mi alegría,

toda mi vida,

en ofrenda de hermandad.

DEMOS GRACIAS A DIOS

¡ Cómo no impulsar y fortalecer entre nosotras el amor a la vocación, un amor que se extiende de forma singular hacia cada una de las hermanas de la Congregación, a cada una de las que hemos recibido el mismo don, la misma gracia!

¡ Cómo no amar la Congregación, ámbito, seno en el que se fomenta, se educa, se vive el amor misericordioso hacia los más débiles!

“ Demos gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia”, porque nos ha elegido, porque nos ha ungido, porque nos ha cargado de entrañas de com-pasión y misericordia para con nuestros hermanos. Es verdad que todavía gemimos en nuestro interior esperando la mani-festación gloriosa; cuando se desvele todo cuanto estamos lla-madas a ser, cuando veamos al Señor tal cual es, cuando nos quedemos asombradas al descubrir mucho más de lo que ahora somos capaces de pensar y decir, oiremos de su voz con

gozo inefable, “todo cuanto hicisteis a uno de esos mis hermanos más débiles me lo hicisteis a mi” Mt 25,40

CANTO A MI LEMA

Partitura Autora: Francisca Hernández h.s.c

QUEREMOS CANTAR AL AMOR,

QUEREMOS CANTAR A LA VI-DA

QUEREMOS GRITAR

QUE EL AMOR ES VERDAD,

QUE SE DA EN LA VIDA.

Servir y amar a Dios es vida que da vida, servir y amar a Dios la fuerza de mi vida. Rogar y trabajar el lema de mi vida, orando sin cesar trabajo todo el día.

Sufrir ya no es sufrir si sufro con mi hermano, es gozo compartir con el necesitado.

Callar es aceptar el plan de cada día, callar es permitir que Dios lleve mi vida.

Acción de gracias a María, Nuestra Madre María, Nuestra Madre, Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús. Te damos gracias Porque eres la Madre de la Congregación. Porque por tu voluntad “se hizo la fundación”: Porque Tú misma nos has unido a nuestros Fundadores Para dar inicio a esta tan “prodigiosa obra”. María, Nuestra Madre, Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús. Te damos gracias Porque nos llevas al Corazón de tu Hijo; Porque nos obtienes entrada y permanencia en ese Corazón “para vivir en él y reproducir en nosotras sus sentimientos”. María, Nuestra Madre, Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Jesús. Te damos gracias Porque eres Madre de Misericordia; Porque Contigo aprendemos “la entrega incondicional al Se-ñor” Y el “amor maternal” a los hermanos que sufren. Porque Contigo y como Tú Compartimos el dolor de nuestros hermanos enfermos Y lo ofrecemos a Dios para la salvación del mundo…

NUESTRA MADRE (F. Hernández)

CD “UN CORAZÓN SIN FRONTERAS”

Nuestra Madre del

Sagrado Corazón,

abogada del que acude a ti

no nos dejes, no nos dejes

de dar tu favor.

1.Cristo te ha nombrado

tesorera de su Corazón.

MADRE NUESTRA.

Abre el manantial inagotable

de su Redención.

2. Obra del Espíritu y tu Hijo,

la Congregación,

TÚ, LA MADRE,

abre las compuertas

y fecunda nuestra tierra de Hospitalidad.