la cerámica a la almagra en andalucia

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  • LA CERAMICA A LA ALMAGRA EN ANDALUCIA:ENSAYO TIPOLOGICO *

    Encarnacin Rivero Galn

    Dentro del complejo mundo u horizonte cultural del Neolticopeninsular, no cabe duda que, aun a grandes rasgos, podemos dis-tinguir varias zonas geogrficas en las que dicho horizonte cultu-ral adquiere, a travs de elementos determinados, unas caracters-ticas precisas, imprimindole de esta forma una personalidadpropia.

    Entre todos los elementos culturales que caracterizan este pe-rodo en Andaluca hay uno, la cermica a la almagra, que consi-deramos como uno de los ms cualificados para definir el Neo-ltico andaluz.

    Dicha cermica es el resultado de la aplicacin de una disolu-cin de xido de hierro y agua a la superficie de los vasos antesde su coccin, resultando as una ligera capa o engobe de tonali-dades comprendidas dentro de la gama del rojo.

    Esta forma de decorar los vasos con tonalidades rojas fue dadaa conocer por primera vez en 1920, en la publicacin que hizoM. Such de la excavacin realizada en la cueva del Hoyo de laMina, en la provincia de Mlaga A partir de dicha fecha y de-

    * Este trabajo fue la comunicacin que llevamos al Colloque Internacional sobre Premirescommunauts paysannes en Mediterrane Occidentale, celebrado en Montpellier, cuyas actas nohan sido publicadas, por lo que optamos por su publicacin, considerando que los nuevosaportes que hay sobre dicho tipo de decoracin en la actualidad no modifican sustancialmentenuestro estudio.

    1. Such, M., Avance al estudio de la caverna del 'Hoyo de la Mina' en Mlaga. Boletnde la Sociedad malaguea de Ciencias. Mlaga, 1919-1920.

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  • ENCARNACION RIVERO GALAN

    bido a nuevos hallazgos, siempre de material encontrado en super-ficie, de este tipo de decoracin, han sido muchos los investiga-dores que la han estudiado. De entre ellos cabe destacar al pro-fesor J. Martnez Santa-Olalla, que le dio un origen y una crono-loga que hoy, debido a nuevos hallazgos bien estratificados, a losque se le ha aplicado los nuevos avances de las tcnicas, v. gr. elC. 14, para las dataciones absolutas, han quedado un tanto desfa-sados. Dicho autor pone su origen en el Creciente Frtil, dedonde se expande hacia Anatolia y Siria septentrional. De all pa-sara a Chipre, adquiriendo aqu su mayor auge en la cultura per-teneciente a Vounous, en una fecha posterior al 2400-2300 a. C.Desde Chipre y a travs del Mediterrneo llegara a Espaa, enfechas posteriores lgicamente a las de Vounous. Se bas para di-cha teora en dos razones: una, en la tcnica depurada de la fabri-cacin de los vasos con almagra y otra, en el relleno de pastablanca de la decoracin 2.

    En la dcada de los arios cincuenta, el matrimonio G. y V. Leis-ner, con motivo del estudio realizado en los ajuares de las sepul-turas megalticas de Reguengos de Monsaraz (Alentejo, Portugal),en los que aparece este tipo de cermica, hacen un estudio de lamisma plantendose varias hiptesis. La primera sera la posiblerelacin que puede existir con las cuevas meridionales de la Pe-nnsula en el perodo Neoltico, basndose para ello en la calidadde la cermica, al mismo tiempo que comprueban que el colorrojo se usa en esta zona para realizar las pinturas rupestres desdemuy antiguo, con lo que admiten la posibilidad de que tenga susraces en la misma Pennsula Ibrica, puesto que a veces coincidenlas pinturas rojas en la misma cueva en las que aparecen vasospintados con almagra. Una segunda hiptesis sera el creer quelos constructores de los tholoi la trajesen consigo, dada la con-siderable propagacin que de ella hay en este tipo de tumbas enla zona de Farisoa (Portugal). Esta hiptesis la descartan pronto,dado que no hay vestigios de dicha cermica ni en los tholoi deleste de Almera, Cultura de los Millares, ni en Vila Nova de SaoPedro, ni en los de Alcal (Portugal), observando que los sepulcrosmegalticos de Pogo da Gateira y el nmero 2 de Comenda fueronconstruidos antes que los tholoi y en ambos hay presencia de

    2. Martnez Santa Olalla, J., La fecha de la cermica a la almgra en el Neoltico hispano-mauritano.. Cuad. Hist. Primva. III. (Madrid, 1948). pp. 97 y SS.

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  • LA CERAMICA A LA ALMAGRA EN ANDALUCIA: ENSAYO TIPOLOGICO

    cermica a la almagra. La tercera hiptesis sera relacionarla conel crculo cultural del denominado por ellos dolo almeriense,o lo que es lo mismo, con el crculo cultural de Almera en susegunda fase, viendo en sta unas relaciones, desde muy antiguo,entre la Pennsula Ibrica y el Prximo Oriente. La relacin condicho dolo almeriense la basan en las pinturas megalticas, quelo representan en rojo y con los motivos ondulados y en zig-zag,que se dan tanto en los dolos como en los vasos con almagra.

    Parece que, de las tres hiptesis que proponen, la que ven conms posibilidades de veracidad es la tercera, dado que consideransignificativo el hecho de que la aparicin del dolo almeriensecoincida con las primeras manifestaciones de esta cermica a laalmagra en la misma regin, dndole por tanto un encuadre cul-tural calcoltico 3.

    En los arios sesenta los conocimientos sobre la cermica a laalmagra van a sufrir un cambio, debido a que aparece por primeravez estratificada en dos cuevas andaluzas. Una en la zona interiorde la provincia de Granada, cueva de la Carigela de Priar, dondeaparece ya en los primeros niveles XV y XVI, pertenecientes alhorizonte cultural neoltico inicial de la cueva, asociada a cer-mica con decoracin cardial, aunque ser en los niveles XII, XIIIy XIV, pertenecientes al Neoltico medio, y sobre todo en los fina-les X y XI, donde se hace caracterstica. Sigue en los niveles V,VI, VII y VIII, pertenecientes al horizonte cultural calcoltico,aunque con una calidad inferior 4.

    La otra cueva en la que aparece bien estratificada est en lazona costera de la provincia de Mlaga, concretamente la cuevade Nerja, en la que su excavador la situ en el contexto culturalperteneciente al Neoltico medio-final del yacimiento 5.

    Ser en dicha cueva donde, por primera vez, se sita crono-lgicamente en la segunda mitad del IV milenio, debido a losresultados obtenidos del anlisis de cereal procedente de un silo,que dio una fecha absoluta de 3115 150 a. C. debajo del cualestaba situado 6.

    3. Leisner, G. y V., Antas do Concelho de Reguengos de Monsaraz. Lisboa, 1951, pp. 78 y SS.4. Pellicer, M., El Neoltico y el Bronce de la cueva de la Carigela de Inflar, Granada.

    Trab. Preh. n.. XV. (Madrid, 1964).5. Pellicer, M., Estratigrafa prehistrica de la cueva de Nerja. Primera campaa. Exc.

    Arg. Esp. n.. 16. (Madrid, 1963).6. Hopf, M. y Pellicer, M., Neolitische Getreidefunde in der Hle von Nerja (Mlaga).

    Madrider Mitteinlungen 11. (Heidelberg, 1970), pp. 18-34.

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  • ENCARNACION RIVERO CALAN

    Dicha cronologa no slo la corrobora otro yacimiento anda-luz, la cueva de los Murcilagos de Zuheros (Crdoba), sino quela sube a los ltimos siglos del V milenio, segn las muestras decereal encontrado y analizado por el C-14, que dio para el estrato Vunas fechas que van entre 4311-4010-130 a. C. y para el estrato IV4200-4240-130 a. C., que sus excavadoras consideran pertenecientesa un Neoltico medio-final andaluz 7.

    Con estos valiosos datos se va perfilando no slo su antige-dad en la regin sino tambin su no pertenencia exclusiva al hori-zonte calcoltico, dentro del cual se situ durante largo tiempo.

    Otro dato de sumo inters fue el comprobar que nada tenaque ver este tipo de cermica con la que se da en Chipre 8 , que-dando descartada la posibilidad que el profesor J. Martnez Santa-Olalla apuntaba acerca de su procedencia. Todos estos datos han contribuido a que se deje a un lado las

    teoras que ponan su origen y cronologa en momentos posterio-res a los que en la actualidad se est comprobando su presencia,situndola en el Neoltico medio-final de Andaluca.

    Estas nuevas teoras son aceptadas por la mayor parte de losinvestigadores actuales. Entre ellos podemos citar a M. S. Nava-rrete, que tras el estudio de los materiales de la cueva de la Cari-gela comprob que esta cermica est combinada con la decora-cin cardial ya desde los niveles ms profundos pertenecientes alNeoltico inicial de la cueva. Al relacionarla con la fecha dada porel C-14 en la cueva de Nerja, lleg a la misma conclusin queAna M.5 Muoz y Ana M.5 Vicent, es decir que este tipo de cer-mica, caracterstica de la regin andaluza, no tiene nada que vercon las cermicas rojas de Chipre, dado que las fechas de estasltimas son un milenio posteriores a las que se encuentran enAndaluca 9.

    En esta misma lnea de creerla propia del Neoltico andaluz seencuentran los profesores A. Arribas y F. Molina, basndose en losestratos correspondientes a la cultura de las cuevas del pobladode los Castillejos (Montefro, Granada), ampliando las fases pos-

    7. Vicent, Ana M.. y Muoz, Ana M. , La cueva de los Murcilagos de Zuheros (Crdoba).Segunda campaa 1969. Exc. Arq. Esp. n.. 77. (Madrid, 1972), pp. 112-113.

    8. Vicent y Muoz, op. cit., p. 96, nota 33.9. Navarrete, M. S., La cultura de las cuevas con cermicas decoradas en Andaluca Oriental.

    (Granada, 1976), p. 73.

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  • LA CERA/1ICA A LA ALMAGRA EN ANDALUC1A: ENSAYO TIPOLOGICO

    tenores de esta tcnica en los estratos pertenecientes al Cobre An-tiguo y Pleno, desapareciendo posteriormente en el Tardo 1"

    En la actualidad, los profesores M. Pellicer y P. Acosta estnllevando a cabo una serie de campaas de excavaciones en la zonacomprendida dentro de Andaluca Occidental " que sin duda apor-tarn nuevos y muy valiosos datos sobre esta tcnica decorativapor encontrarse bien representada y con una excelente calidad yriqueza de motivos decorativos. Esperamos su pronta publicacin,que sin duda va a contribuir al mejor conocimiento del Neolticoandaluz, puesto que son, junto con la cueva de los Murcilagos(Zuheros, Crdoba), las primeras excavaciones que se estn ha-ciendo en dicha zona pertenecientes a este horizonte cultural.

    En el presente trabajo damos a conocer de una manera orde-nada la diversidad de formas que presentan los vasos con decora-cin a la almagra. Indistintamente de que, a su vez, dichos vasospresenten otras tcnicas decorativas.

    Para su ordenacin, y partiendo de la base de que todo reci-piente cermico describe una figura geomtrica, ms o menos per-fecta, dado que fueron realizados a mano, hemos establecido unatipologa basada en las diferentes figuras geomtricas, procuran-do a su vez que fuese flexible y abierta con el fin de poder irincorporando las aportaciones tanto de futuras investigacionescomo de las que en la actualidad se encuentran en proceso deestudio.

    Nuestro estudio recoge todas las formas que presentan dichadecoracin, indistintamente de que pertenezcan al perodo culturalNeoltico o Calcoltico.

    En relacin con la adherencia de la capa o pintura a la pastacermica, calidad de las superficies y la coloracin, que aunquedentro de la gama del rojo presentan los vasos, hemos distinguidoentre almagra y almagroide. Perteneciendo al grupo de lasalmagras todos los vasos cuya capa o pintura es de muy buena

    10. Arribas, A. y Molina, F., El poblado de Los Castillejos en las peas de los gitanos(Montefro, Granada. Cuad. Preh. Univ. Granada n.. 3. (Granada, 1978), p. 64.

    11. Cueva de Parralejo. Excavada por el profesor M. Pellicer. Cuevas de la Dehesilla yChica de Santiago. Excavadas por la profesora P. Acosta. Cuyo material hemos estudiado ennuestro trabajo, puesto a nuestra entera disposicin por sus excavadores, lo que agradecemossinceramente desde estas pginas.

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  • ENCARNACION RIVERO GALAN

    calidad, con un color rojo intenso, muy bruido y bien cocidos,presentando un aspecto acharolado. Dicha capa est bien adhe-rida a la pasta del vaso formando un solo cuerpo. Al segundo,almagroides, los vasos cuya almagra es de inferior calidad quela primera, presentando tonos rojizos, por lo general no muy bru-idos, a veces notndosele las huellas de espatulacin, cuya capade almagra se desprende del vaso con relativa facilidad.

    En nuestra tipologa hemos incluido adems los vasos cuyosmotivos decorativos, ya sean de impresin, incisiones, etc., estnrellenos con una pasta formada por almagra diluida en poca agua,por considerar que, aunque el procedimiento utilizado sea dife-rente, el fin era el mismo, decorar el vaso con tonos rojos.

    As pues, la ordenacin tipolgica ha quedado de la siguienteforma:

    Tipo I esfricos.Tipo II elipsoidales.Tipo III ovoides.Tipo IV troncocnicos.Tipo V cilndricos.Tipo VI varios (figs. 1 y 2).

    En el tipo VI incluimos aquellos vasos cuya forma tienen entidadpropia, como es el caso de los vasos campaniformes.

    Atendiendo a la altura del cuerpo del vaso, hemos creido con-veniente establecer unos subtipos, dentro de los tipos, que desig-namos con la numeracin rabe y son los siguientes:

    Subtipo 1: Incluye todos aquellos vasos cuya altura es supe-rior al radio mximo medido en sentido vertical.

    Subtipo 2: Al que pertenecen todos los vasos cuya altura esigual al radio mximo medido en sentido vertical.

    Subtipo 3: En el que incluimos todos los vasos cuya altura esinferior al radio mximo medido en sentido vertical.

    Los platos los consideramos pertenecientes a este subtipo.No todos los tipos tienen igual nmero de subtipos, ya que

    stos los tenemos establecidos, como antes expresamos, en fun-cin a la altura del vaso.

    As tenemos que el tipo I esfricos tiene tres subtipos corres-pondientes a vasos de tendencia esfrica, semiesfrica y de cas-quete esfrico respectivamente.

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    i b CD i5-1-7Fig. 1.Tipologa de los vasos de la almagra en el Neoltico y Calcoltico. Tipo I, Esf-

    ricos; II, Elipsoidales.

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    12/WY GJ LO Ir IFig. 2.Tipos: III, Ovo'des; IV, Troncocicnicos; V, Cilndricos .: VI, Varios.

  • LA CERMICA A LA ALMAGRA EN ANDALUCIA: ENSAYO TIPOLOGICO

    El II elipsoidales, el III ovoides y el IV troncocnicos, tienendos subtipos: subtipo 1, cuyos vasos tienden a la figura que repre-sentan respectivamente, y subtipo 2, al que pertenecen los vasoscuya forma corresponde a la mitad de las correspondientes for-mas geomtricas.

    El resto de los tipos, es decir, el tipo V cilndricos y el VI va-rios, slo tienen un subtipo, correspondiente a la forma respectiva.

    Dado que dentro de cada tipo hay una serie de elementos quehacen que los vasos sean diferentes, hemos creado unas variantes,que se designan con letras maysculas y son cuatro en total:

    A: Vasos que son la representacin ms fiel del tipo.B: Vasos con base plana.C: Vasos con paredes rectas.D: Vasos con carena.Para diferenciar los distintos matices de formas de inicio y de-

    sarrollo del cuello que presentan dichos vasos, hemos a su vezcreado unas subvariantes, que designamos con letras minsculasy son tres:

    a: Cuello indicado o gollete.b: Cuello indicado y bordes exvasados.c: Cuello desarrollado, en el que incluimos los de tendencia

    troncocnica, troncocnica invertida y los rectos (figs. 1 y 2).Los datos porcentuales, en lo que puedan resultar de expresi-

    vos, los exponemos slo a modo de referencia, dado que no nosmerece absoluta fiabilidad hacer un porcentaje con gran nmerode fragmentos, que es posible pertenezcan a un mismo vaso; porotro lado, las excavaciones no son sino levantamientos, a vecesmnimos, de una parte del lugar de habitacin, con lo que no nospueden dar de forma real o precisa un criterio exacto del materialutilizado por el grupo social que all vivi.

    Una vez hechas estas salvedades y centrndonos en el tema dela tipologa, nos disponemos a dar los datos obtenidos de las esta-dsticas en las diferentes formas de los vasos.

    Tipo I: Esfricos. Son los ms abundantes con un 48,40 % deltotal (fig. 3). Analizando cada subtipo con sus variantes y subva-riantes, observamos que dentro de este tipo I la forma msabundante es la perteneciente al subtipo 3-A, vasos de tendenciade casquete esfrico. Le siguen los vasos de forma 3-A-o, es decir,

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  • ENCARNACION RIVERO GALN

    n rir reFig. 3.Porcentajes de los tipos de vasos a la almagra en los horizontes culturales

    Neoltico y Calcoltico.

    vasos con tendencia a casquete esfrico y borde engrosado. Mu-chos de ellos pertenecen a lo que conocemos como platos de bor-de engrosado. En menor nmero tenemos representados los va-sos de forma 3-B y 3-B-a, correspondientes la primera a vasos detendencia de casquete esfrico con base plana y a vasos de ten-dencia o casquete esfrico con base plana y borde engrosado.

    Al subtipo 3 le sigue por orden de frecuencia el subtipo 2. Den-462

  • LA CERAMICA A LA ALMAGRA EN ANDALUCIA: ENSAYO TIPOLOGICO

    tro del mismo, los ms numerosos son los correspondientes a laforma 2-A, o vasos de tendencia semiesfrica; a continuacin tene-mos la forma 2-C, vasos de tendencia semiesfrica con paredesrectas o peraltadas. Y por ltimo tenemos la forma 2-D, vasos detendencia semiesfrica con carena.

    El subtipo 1, perteneciente a vasos de tendencia esfrica I-A,es el menos numeroso. Dentro del mismo la forma ms represen-tada es la 1-A-a, correspondiente a vasos de tendencia esfrica coninicio del cuello. Le sigue la forma 1-A, vasos de tendencia esf-rica. A continuacin tenemos la forma 1-A-b, vasos de tendenciaesfrica con inicio de cuello exvasado y la forma 1-A-c, vasos detendencia esfrica con cuello de paredes rectas. Le siguen los va-sos de tendencia esfrica y base plana, forma 1 -B. Finalmentetenemos los vasos de tendencia esfrica con carena e inicio decuello, forma 1-D-a.

    Dentro de dicho tipo 1 la decoracin no es muy frecuente,no obstante las que se dan con ms frecuencia son las incisiones,impresiones, que suelen ser cardialoides ", puntillado, de peque-os trazos continuos situados en el cuerpo del vaso o bien deco-rando solamente el borde y las acanaladas, que siempre se pre-sentan asociadas a las incisiones o las impresiones.

    Los vasos que suelen llevar estas decoraciones son por lo ge-neral los pertenecientes al subtipo 1, de tendencia esfrica.

    En el subtipo 2 la tnica dominante son los vasos sin decora-cin, no obstante hay algunos que s la presentan.

    En el subtipo 3 no tenemos ningn vaso que presente otra de-coracin que la propia almagra.

    Los elementos de suspensin, que se nos han presentado en losvasos pertenecientes a este tipo I, son por orden de frecuencialos siguientes:

    Asas pitorro, de cinta, de puente, los mamelones perforados ono y las de tnel. Las asas pitorro las tenemos en vasos pertene-cientes al subtipo 1, las de puente en vasos semiesfricos o sub-tipo 2 y las de tnel y los mamelones en el subtipo 3 o casquetesesfricos.

    12. Designamos con dicho nombre los motivos decorativos realizados con una concha engeneral, para distinguir de cardial que implica su realizacin con Cardium Edule.

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  • ENCARNACION RIVERO GALAN

    Tipo II: Elipsoidales. Aparecen con un 11,9 % (fig. 3). En dichotipo, el mayor porcentaje de vasos corresponde al subtipo 1, conun 8,48 %. El subtipo 2 es notablemente ms reducido, con sloun 2,60 %.

    Tras el estudio de los diferentes subtipos pertenecientes a estetipo II, hemos comprobado que el mayor nmero de vasos co-rresponden al subtipo 1, variante A, o lo que es lo mismo, vasosde tendencia elipsoidal. Siguiendo en el mismo subtipo 1, otraforma que se da con relativa abundancia es la 1-A-a, vasos de ten-dencia elipsoidal con inicio de cuello. Le sigue la forma 1-A-b, ovasos de tendencia elipsoidal con inicio de cuello y borde exva-sado. Los vasos de tendencia elipsoidal con base plana, forma 1-Cy los de tendencia elipsoidal con paredes rectas o peraltadas, for-ma 1-C, son poco numerosos. Lo mismo podemos decir de la forma1-D-a, es decir, vasos de tendencia elipsoidal con carena e iniciode cuello.

    En el subtipo 2 slo tenemos las formas 2-A y 2-A-a, es decirvasos de tendencia semielipsoidal y de tendencia semielipsoidalcon inicio de cuello, as como la forma 2-C, vasos de tendenciasemielipsoidal con paredes rectas.

    En lo referente a la decoracin tienen un claro predominio losvasos no decorados con otra tcnica que no sea la propia almagra;hay algunos vasos que presentan incisiones, formando motivos di-versos y variados, distribuidas bien cerca del borde o cubriendotodo el cuerpo; las impresiones y los cordones con frecuencia es-tn asociados a acanaladuras y mamelones. Estas decoraciones sedan en vasos correspondientes al subtipo 1. En el subtipo 2 notenemos ningn vaso decorado.

    Las asas y elementos de suspensin son, por orden de frecuen-cia, las de cinta, de pitorro y los mamelones perforados, dndoseen su totalidad en vasos del subtipo 1.

    Tipo III: Ovoides. Sigue en abundancia al tipo I con un 24,84 0/0(fig. 3). Dentro de este tipo, los vasos ms abundantes son loscorrespondientes al subtipo 1, o de tendencia ovoide, con un21,55 %; el subtipo 2, o vasos de tendencia semiovoide 13 , es pocofrecuente, pues slo lo tenemos representado en un 1,95 %.

    13. Usamos convencionalmente y para simplificar el trmino de seiniovoide para designara vasos que suponen la mitad inferior del tipo ovoide puro, aunque somos conscientes de que

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  • LA CERAMICA A LA ALMAGRA EN ANDALUCIA: ENSAYO TIPOLOGICO

    Al estudiar, dentro de este tipo, los subtipos con sus variantesy subvariantes, observamos que los vasos ms abundantes son lospertenecientes al subtipo 1, variante A, o lo que es lo mismo, va-sos de tendencia ovoidal. Le siguen los vasos de la forma 1-A-b,es decir vasos de tendencia ovoidal con inicio de cuello y bordeexvasado. A continuacin tenemos los vasos pertenecientes a lasformas 1-A-a, vasos de tendencia ovoidal con inicio de cuello, y1-A-c, vasos de tendencia ovoidal y cuello desarrollado. Siguiendodentro del subtipo 1, tenemos la variante C, correspondiente a va-sos de tendencia ovoidal con paredes rectas y cuello con bordeexvasado. Otra variante que tenemos, dentro an del subtipo 1,es la 1-D-c, vasos de tendencia ovoidal con carena y cuello desa-rrollado.

    En el subtipo 2 tenemos la forma 2-A, vasos de tendencia semi-ovoidal. El resto de las variantes o subvariantes no las tenemosrepresentadas.

    Los vasos decorados de este tipo III representan un 50 %.Las tcnicas utilizadas, por orden de frecuencia, son las incisiones,con gran variedad de motivos ; las acanaladuras, que a veces sealternan con las impresiones, estas ltimas decorando el borde,y por ltimo la otra tcnica decorativa que tenemos es la impre-sin, siendo muy frecuente el puntillado.

    Hemos observado que en algunos vasos se dan, alternndose,las incisiones y las impresiones, rellenas a la vez de pasta roja.Estos vasos doblemente decorados pertenecen prcticamente alsubtipo 1. En el subtipo 2 slo tenemos un vaso con decoracinde impresiones en el borde; el resto no presenta otra decoracinque la propia almagra.

    Los elementos de suspensin que tenemos en vasos del men-cionado tipo III son variados. Por orden de frecuencia son lossiguientes: asas de cinta verticales, horizontales, mamelones conperforacin vertical, asas de tnel vertical, asas de puente, ma-melones sin perforacin y asas de cinta multiforadas. Todas ellasestn en vasos del subtipo 1.

    Tipo IV: Troncocnicos. Representan una frecuencia de un13,05 % del total de las formas estudiadas (fig. 3). Dentro de di-realmente en trminos geomtricos responde a lo que se llamaran vasos de tendencia cnicainvertida.

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  • ENCARNACION RIVERO GALAN

    cho tipo el mayor nmero de vasos corresponde al subtipo 2, conun 7,83 %; el subtipo 1 representa un 5,22 0/0.

    Al analizar este tipo, en sus respectivos subtipos, hemos com-probado que un elevado nmero de vasos pertenecen a la formade tendencia troncocnica invertida, es decir 2-A. Le siguen den-tro de dicho subtipo 2 los vasos de tendencia troncocnica conbase plana 2-B y los vasos de tendencia troncocnica con carena,forma 2-D.

    En el subtipo 1, perteneciente a vasos de tendencia tronco-cnica, los ms numerosos son los pertenecientes a la forma 1-D,o vasos de tendencia troncocnica con carena, y 1-D-b, vasos detendencia troncocnica con carena y cuello. Los vasos de tenden-cia troncocnica con inicio de cuello y borde exvasado son pocofrecuentes.

    En lo referente a la decoracin, igual que el tipo II, hay unclaro predominio en este tipo de vasos que no presentan otra tc-nica decorativa que la propia almagra; no obstante, algunos deestos vasos presentan otras tcnicas decorativas, que suelen serpor orden de frecuencia las impresiones, situadas bajo el bordeo en el mismo borde, los cordones multiforados y las incisiones.

    No hemos constatado, dentro de dicho tipo, ningn vaso quepresente elementos de suspensin.

    Tipo V: Cilndricos. Este es el que tenemos menos represen-tado, slo en un 2,6 % (fig. 3). Dado que en este tipo no tenemosnada ms que un subtipo, el porcentaje es el mismo.

    En este tipo slo tenemos las formas 1-A y 1-B, es decir, vasosde tendencia cilndrica con base cncava y vasos de tendencia ci-lndrica con base plana.

    En cuanto a la decoracin, tan slo un vaso presenta un cor-dn formando motivo curvo, el resto estn sin decorar.

    Los elementos de suspensin tampoco son muy frecuentes,pues slo tenemos un vaso con asa de puente vertical.

    Tipo VI: Varios. En este tipo incluimos los vasos de formacampaniforme. El reducido nmero que de ellos tenemos no nospermite hacer un estudio muy exhaustivo.

    La decoracin es la tcnica campaniforme, a base de bandasparalelas incisas, que encierran en s un reticulado.

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  • LA CERAMICA A LA ALMAGRA EN ANDALIJCIA: ENSAYO TIPOLOGICO

    Pese a que gran parte del material procedente de los yacimien-tos registrados en nuestro estudio carece de contexto cultural porser de superficie (ver inventario de yac.), basndonos en aquelque s lo tienen, bien por aparecer en estratigrafa o en yacimien-tos tpicos de un momento cultural determinado, como son losenterramientos de inhumacin colectiva, pertenecientes al hori-zonte cultural Calcoltico, hemos estudiado las formas de los va-sos en los dos horizontes culturales, Neoltico y Calcoltico, lle-gando a las siguientes conclusiones:

    El tipo I, Esfricos, los vasos comprendidos en el subtipo 1corresponden al horizonte Neoltico casi en su totalidad. Los per-tenecientes al subtipo 2, su frecuencia es similar en los dos hori-zontes culturales. Sin embargo, el subtipo 3 se presenta con unamayor frecuencia y abundancia en el Calcoltico, siendo muy fre-cuentes en los ajuares de las sepulturas megalticas.

    En el tipo II, Elipsoidales, el subtipo 1 es ms numeroso enel Neoltico que en el Calcoltico. El subtipo 2 slo lo tenemosregistrado en el horizonte cultural Calcoltico.

    En el tipo III, Ovoides, el subtipo 1 es predominante en elhorizonte cultural Neoltico, mientras que en el Calcoltico su pre-sencia baja notablemente. El subtipo 2 sigue la misma tnica queel subtipo 1, es decir, predomina en el Neoltico y es escasa supresencia en el Calcoltico.

    En el tipo IV, Troncocnicos, el subtipo 1, perteneciente avasos de tendencia troncocnica, es ms abundante en el Calco-ltico que en el Neoltico, mientras que el subtipo 2, vasos de ten-dencia troncocnica, pertenecientes a cuencos, est presente, aun-que no muy abundante, en el Neoltico, estando ausente total-mente en el Calcoltico.

    En el tipo V, Cilndricos, subtipo 1, vasos de tendencia ciln-drica, la gran mayora de los mismos pertenecen al horizonte cul-tural Calcoltico, siendo muy frecuente su presencia en los ajuaresde las tumbas megalticas.

    Lo mismo podemos decir de los vasos pertenecientes al tipoVI, Varios, pues los que tenemos son procedentes de ajuares detumbas, una megaltica y otra de enterramiento en silo 14.

    14. Gmez Moreno, M., La cermica primitiva ibrica. Miscelneas. (Madrid, 1949), pp. 102-103. Lo define como sepultura en hoyo, creemos que debe tratarse de un enterramiento ensilo, dado que en la zona de donde procede y en este momento cultural son frecuentes estetipo de enterramientos.

    467

  • ENCARNACION RIVERO GALAN

    En cuanto a la calidad del tratamiento y distribucin de lasalmagras y almagroides en los horizontes culturales que he-mos estudiado, observamos que las almagras en el Neolticotienen una supremaca absoluta, llegando a un 61,3 %, mientrasque las almagroides estn bastante menos representadas, sloen un 25 % del total del material estudiado.

    En el Calcoltico, las almagras son un 9,6 % y las alma-groides un 4,1 % (fig. 4). Ante esto, y tanto por la calidad de latcnica como por las formas, su abundancia y la frecuencia conque dichos vasos presentan motivos decorativos, como son lasimpresiones, incisiones, en relieve, etc., creemos que esta tcnicaa la almagra es puramente neoltica, con un fuerte arraigo en laregin andaluza, llevndonos a estar completamente de acuerdocon Ana M. Muoz y Ana M. Vicent en que es uno de los ele-mentos que mejor definen el Neoltico Andaluz 15 .

    En el Calcoltico pervive, aunque su porcentaje ha disminuidoconsiderablemente, tanto en calidad como en cantidad.

    Las denominadas almagroides tienen igual comportamiento,es decir abundan ms en el Neoltico que en el Calcoltico (fig. 4),lo que nos hace pensar que ms que una tcnica en proceso dege-nerativo seran intentos fallidos de conseguir dicha tcnica.

    Hemos comprobado la presencia de vasos a la almagra en unelevado nmero de yacimientos dentro de la regin y observamosque su distribucin geogrfica es bastante significativa en Anda-luca, habiendo un predominio claro de su presencia en yacimien-tos situados en el interior de la regin, siguiendo las cadenas mon-taosas Btica y Penibtica (fig. 5).

    Al analizar los diferentes tipos, advertimos que el tipo I,Esfricos, donde con ms frecuencia estn presentes es en yaci-mientos en cuevas ubicadas en las provincias de Sevilla, Cdiz,Mlaga, Crdoba y Granada.

    Le sigue en los ajuares de sepulturas megalticas, registradasen las provincias de Huelva y Almera.

    Por ltimo, donde su presencia es menos abundante es en lospoblados situados en las provincias de Jan y Granada.

    El tipo II se distribuye prcticamente igual que el anteriorpor toda la regin, siendo los yacimientos ms frecuentes, en los

    15. Vicent y Muoz, op. cit., p. 93.

    468

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    LA CERAMICA A LA ALMAGRA EN ANDALUCIA: ENSAYO TIPOLOGICO

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    Fig. 4.Porcentajes del total de la cermica estudiada en los dos horizontes culturales.

    469

  • ,ENCARNACION RIVERO GALAN

    Fig. 5.Distribucin de yacimientos.

    que hay constancia de dichos vasos a la almagra, los situados enzonas muy alejadas de la costa, con un claro predominio en yaci-mientos en cuevas situadas en las provincias de Sevilla, Cdiz,Crdoba, Jan, Mlaga y Granada. Le siguen en los ajuares de losenterramientos megalticos de la provincia de Huelva. Slo haypresencia de este tipo en un poblado en la provincia de Cdiz.

    Hemos observado que dichos vasos son frecuentes en yacimien-tos situados en la zona occidental de Andaluca.

    Los vasos que hemos agrupado dentro del tipo III tienen unrea de dispersin amplia, pues si exceptuamos la provincia deCrdoba, en el resto de las provincias hay constancia de ellos.

    Predominan en yacimientos situados lejos de la costa. Igualque los tipos ya descritos, hemos observado una mayor abundan-cia en yacimientos en cuevas situadas en las provincias de Mlagay Granada, le siguen Sevilla, Cdiz y Almera. Siguiendo el ordende frecuencia, a continuacin tenemos los poblados de las provin-cias de Granada y Almera. Y por ltimo, en los ajuares de lassepulturas megalticas de Huelva y Almera.

    470

  • . O ESFERICOSO ELPSOIDALES OVOIDES

    TRCNCOCOMCOS GUNDRICOS VARIOS

    LA CERMICA A LA ALMAGRA EN ANDALUCIA : ENSAYO TIPOLOGICO

    El tipo IV, Troncocnicos, se distribuye prcticamente portoda la regin, menos en las provincias de Jan y Granada. Si-guiendo la misma tnica que los tipos anteriores, predominan enyacimientos lejanos de la costa. En cuanto a la naturaleza de losyacimientos en los que son ms abundantes, no cambia nada conrespecto a los otros tipos, es decir hay un predominio en yaci-mientos en cuevas ubicadas en las provincias de Sevilla, Cdiz yGranada. Y por ltimo en los ajuares de los enterramientos me-galticos de las provincias de Huelva y Granada.

    Para el tipo V, Cilndricos, notamos una distribucin geo-grfica muy reducida. Slo tenemos su presencia en las provinciasde Huelva, Cdiz y Almera. Predominan en ajuares funerarios deenterramientos pertenecientes al Calcoltico.

    Finalmente, respecto al tipo VI, su distribucin geogrficaes sumamente reducida, pues slo los tenemos registrados en laprovincia de Sevilla (fig. 6).

    Fig. 6.Distribucin de los tipos de vasos.

    471

  • ENCARNAC1ON RIVERO GALAN

    Sintetizando y aunque tenga un carcter marcadamente provi-sional, en espera de los datos que aportarn los trabajos en cursoy que sern sin duda muy valiosos, hemos visto cmo este tipode decoracin ha sido motivo de estudio, a lo largo de varias d-cadas, por prestigiosos investigadores, y cmo en la actualidad hasufrido cambios muy significativos que, no cabe duda, son tenidosen cuenta a la hora de valorar el horizonte cultural en el que porvez primera la tenemos presente, es decir en el Neoltico.

    Respecto a las formas de los vasos que presentan dicha deco-racin, hemos podido comprobar que es variada y lo sera mssi no fuese por lo fragmentadas que aparecen en los yacimientos,sobre todo aquellos que han servido de habitacin, ya que en losde enterramiento suelen aparecer bien los vasos enteros o frag-mentados, pero que sin ninguna dificultad dan la forma.

    La decoracin que presentan estos vasos, adems del engobeo capa de almagra, tambin es muy variada, destacando por ordende frecuencia las incisiones, impresiones, acanaladuras y los mo-tivos en relieve.

    Todas ellas con gran riqueza de motivos y que por razonesobvias de espacio nos es imposible presentar en el presente estudio.

    Lo mismo podemos decir de los elementos de suspensin, cuyavariedad igualmente es significativa, siendo por orden de frecuen-cia los mamelones, perforados o no, las asas de cinta, las asaspitorro, las de puente y las de tnel.

    La distribucin geogrfica nos pone de manifiesto varias cosas:la primera, que la cermica a la almagra, dadas las ltimas data-ciones absolutas obtenidas en algunos yacimientos ubicados enAndaluca occidental, as como su fuerte arraigo en la regin, pa-rece ser que es un tipo de decoracin autctono, cuyo foco origi-nal, segn M. Pellicer y P. Acosta, estara en la parte ms occi-dental de las Sierras Subbticas, desde donde se expandir alresto de la regin 16.

    La segunda, que dentro de los crculos y subcrculos en los quedividi el Neoltico andaluz M. Pellicer ", hay una unidad regionalmarcada, entre otros elementos, por esta decoracin.

    16. Pellicer, M. y Acosta, P., El Neoltico Antiguo en Andaluca Occidental. Colloque duNeolithique Anden. (Montpellier, 1981), p. 60.

    17. Pellicer, M., Las civilizaciones neolticas hispanas. Las Races de Espaa. (Madrid,1967), pp. 31-32.

    472

  • LA CERMICA A LA ALMAGRA EN ANDALUCIA: ENSAYO TIPOLOGICO

    La tercera, que entre los diversos focos de habitat que, encierta forma, se dan dentro del contexto geogrfico regional (fig. 5),por lo general en cuevas, tales como las situadas en la serranade la provincia de Crdoba, las de la provincia de Cdiz y Gra-nada, etc., debieron existir fuertes contactos entre estas primerascivilizaciones hispanas neolticas.

    Y finalmente, que dicha cermica, de marcado carcter neol-tico andaluz, contina como pervivencia en el horizonte culturalcalcoltico, llegando hasta su fase final o campaniforme.

    Los paralelos que tenemos para dicha cermica y dentro delcontexto neoltico, aunque no son muchos los yacimientos en losque est constatada, s son muy variados en cuanto a su disper-sin geogrfica.

    As tenemos en la zona levantina yacimientos en cuevas talescomo Coya de l'Or (Beniarrs, Alicante), cuyo material nos infor-ma solamente de su presencia, puesto que procede de recogida ensuperficie. Las cuevas de Sarsa (Bocairente, Valencia), Rates Pe-naes (Rotova, Valencia) y Barranc Fondo (Xtiva, Valencia), cuyomaterial procede de excavaciones, pero que por estar los nivelesrevueltos tampoco aportan otra cosa que no sea el constatar supresencia ". Y Coya Fosca (Ares del Maestre, Castelln), en cuyoyacimiento aparece bien estratificada y en un contexto muy simi-lar culturalmente al que se da en algunas cuevas andaluzas, segnlas noticias publicadas por su excavadora C. Olaria '9.

    Otro yacimiento en el que hay presencia de esta cermica, yque dista bastante de la zona meridional y levantina, es la cuevade la Vaquera (Torreiglesias, Segovia), en la que aparece en losniveles inferiores (XVIII-XXIII), correspondientes al Neoltico engeneral segn su excavador 2`), presentando dichos vasos, a su vez,otra tcnica decorativa a base de incisiones, cuyos motivos se pue-den confundir con ls de cualquier n, a c imien t o andaluz pertene-ciente a dicho horizonte cultural.

    18. Mart, B., El Neoltico de la Pennsula Ibrica: Estado actual de los problemas rela-tivos al proceso de neolitizacin y evolucin de las culturas neolticas. Saguntun n.. 13. (Va-lencia, 1978), p. 90.

    19. Olaria, C. y Gusi, F., Cueva Fosca: Nuevas fechas de C-14 para el Neoltico medite-rrneo de la Pennsula Ibrica. Comunicacin de la reunin sobre los problemas del C-14.(Madrid, 1978), p. 63.

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  • ENCARNACION RIVERO GALAN

    Para el horizonte calcoltico, los paralelos que tenemos son:los niveles (X-XVIII) de la cueva de la Vaquera, que su excava-dor A. Zamora asimila al Bronce I 21 , los poblados localizadosen la regin de Extremadura, denominados El Lobo y La Pijotillarespectivamente.

    Al primero, su excavador L. Molina lo sita cronolgicamenteen los inicios del Bronce I, con unos claros indicios de arcaismo,basndose para ello en que en los estratos III y II hay presenciarelativamente numerosa de vasos pintados a la almagra, en la au-sencia de cobre, en las cabaas sin zcalo de piedra, etc. ".

    El otro poblado es La Pijotilla, cuyo material se encuentra enavanzado estudio para su publicacin, excavado por V. Hurtado,al que agradecemos su amabilidad al poner a nuestra entera dis-posicin el material para su estudio. De este yacimiento procedeun vaso campaniforme cordado, recubierto de una capa o engobede almagra 23 , que junto con otro encontrado en un sepulcro me-galtico de Entretrminos (Villalba, Madrid), que igualmente pre-senta decoracin cordada ", los vasos tambin campaniformes en-contrados en dos tumbas en la provincia de Sevilla, as como otroprocedente de Fojo dos Morcegos (Sintra, Portugal) 25 , son losejemplares que nos hacen llevar el final de este tipo de decoracina los momentos finales del Calcoltico.

    Adems hay presencia de dicha cermica en la zona de Reguen-gos de Monsaraz (Alentejo, Portugal), segn el matrimonio G. yV. Leisner 26 , en el estudio que hicieron sobre los ajuares de lassepulturas megalticas de Gateira 1, Comenda 2, Gor ginos 3, Vidi-gueiras 1 y 2, Gorginos 2, Quinta 1, Passo 1, Areiras 7 y en lostholoi de Farioa y Comendas, para los que dan la siguientecronologa: pertenecientes a un Neoltico puro seran Poo da Ga-teira 1 y Vidigueiras 2. En el Neoltico avanzado sitan Vidiguei-ras 1, Gateira 2 y Gorginos 2. En el Neoltico, Passo 1, Olival daPega, Farioa 1 y 7 y Comenda 2, as como los tholoi de Fari-oa y Comenda.

    20. Zamora Canalladas, A., Excavaciones en la cueva de la Vaquera. Torreiglesias, Segovia.Edad del Bronce. Segovia, 1976.

    21. Su excavador A. Zamora los da como datos provisionales. Op. cit.' 22. Molina Lemos, L., El poblado del Bronce 1 El Lobo (Badajoz). Not. Arg. Hisp. n.. 9.(Madrid, 1980), pp. 107-109.

    23. Hurtado, V. y Amores, F., Relaciones culturales entre el sudeste francs y La Pijotilla(Badajoz) en el Calcoltico: las pastillas repujadas y el campaniforme cordado. Habis n.. 13.(Sevilla, 1982), pp. 189-209.

    474

  • LA CERAMICA A LA ALMAGRA EN AND.ALUCIA: ENSAYO TIPOLOGICO

    Igualmente hay presencia de ella entre el material recogido ensuperficie de los poblados de Famao y Aboboreira, ambos perte-necientes al municipio de Marinela de Baixo (Portugal) n, y enLapa do Fumo (Sesimbra, Portugal), en donde aparece en el es-trato B, perteneciente a un Neoltico II o medio, segn sus exca-vadores E. da Cunha Serrao y G. Mrquez, con una fecha C-14de 3100 a. C. 28.

    Yacimientos con presencia de cermica a la almagra

    A continuacin damos los nombres de los yacimientos registra-dos en nuestro estudio, el cual est basado fundamentalmente enlos materiales publicados, aunque como ya aludimos en pginasanteriores, tambin hemos utilizado el material procedente de ya-cimientos que estn en estudio para su publicacin, lo que indi-camos en cada caso.

    En cada uno de los yacimientos indicaremos la naturaleza, elnombre, trmino municipal y provincia en la que est situado, ascomo si el material procede de excavaciones (M. Exc.) o de super-ficie (M. Sup.), y la bibliografa.1.Tholos de la Zarcita.Santa Brbara de Casas (Huelva).

    (M. Exc.). Cerd Marques, C. y Leisner, G. y V., Los sepul-cros megalticos de Huelva. Informes y Memorias n. 26 (Ma-drid, 1952).

    2.Poblado de Papauvas.Aljaraque (Huelva). (M. Sup.), en laactualidad en excavacin. Garrido Roig, J. P., Los pobladosdel Bronce I Hispnico del estuario del ro Tinto-Odiel y lasecuencia cultural megaltica en la regin de Huelva. Trab.Prh. n. 28 (Madrid, 1971).

    3.Dolmen de Martn Gil.Zalamea la Real (Huelva). (M. Exc.).Gmez, A., Nuevas aportaciones al estudio de los dlmenesde El Pozuelo, el dolmen de Martn Gil. Huelva ArqueolgicaIV. (Huelva, 1978), pp. 11-63.

    24. Castillo, A. del, La gran cultura hispnica del pleno Eneoltico: el vaso campaniforme.H. Esp. M. Pida! I, p. 617. (Madrid, 1975).

    25. Mrquez, F., Fojo de morcegos, Assafora-Sintra.. Actas II C. N. Ara. (Coimbra, 1971),pp. 70-75.

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  • ENCARNACION RIVERO GALAN

    4.-Dlmenes de El Pozuelo.-Zalamea la Real (Huelva). (M.Exc.). Cerd, C. y Leisner, G. y V., op. cit.

    5.-Tholos de El Moro.-Niebla (Huelva). (M. Exc.). GarridoRoiz, J. P. y Orta M. 5, E., Excavaciones en Niebla (Huelva):el Tholos de El Moro. Exc. Arq. Esp. n. 57. (Madrid, 1965).

    6.-Cueva Grande de Santiago.-Cazalla de la Sierra (Sevilla). (M.Sup.) 29.

    7.-Cueva Chica de Santiago.-Cazalla de la Sierra (Sevilla). Apocos metros de la anterior. (M. Exc.). En estudio para supublicacin.

    8.-Sepulcro de corredor con cmara circular, La Caada Honda.Alcal de Guadaira (Sevilla). (M. Exc.). Leisner, G. y V., DieMegalithgridber der iberischen Halbinsel. 1 der Suden. Berln,1943, p. 67.

    9.-Poblado Los Pozos.-Lebrija (Sevilla). (M. Sup.) 3010.-Poblado Caos de Trebujena.-Lebrija (Sevilla). (M. Sup.) 3111.-Poblado de Asta Regia.-Jerez de la Frontera (Cdiz). (M.

    Exc.). Estvez Guerrero, M., Excavaciones de Asta Regia.Mesas de Asta, Jerez de la Frontera. Actas Arq. Hisp. n. III.(Madrid, 1945).

    12.-Cueva de Parralejo.-San Jos del Valle (Cdiz). (M. Exc.).En estudio para su publicacin.

    13.-Cueva de Picao.-Jerez de la Frontera (Cdiz). (M. Sup.).Mora Figueroa, L. de, El yacimiento prehistrico de la cuevade Picao, Cdiz. Trab. Preh. n. 27. (Madrid, 1970).

    14.-Cueva de La Dehesilla.-Algar (Cdiz). (M. Exc.). En estudiopara su publicacin.

    15.-Enterramiento en silo? 32.-Marchena (Sevilla). (M. Sup.). G-mez Moreno, M., La cermica primitiva ibrica. Miscelnea.(Madrid, 1949).

    26. Leisner, G. y V., op. cit., pp. 73-75.27. Morais Arnaud, J., Os Povoados "Neo-Eneoltico" de Famao e Aboboreira, Ciladas Vila

    Vicosa. Noticia preliminar. Actas II C. N. Arg. (Coimbra, 1971), pp. 199-222.28. Da Cunha Serra, E., Estrato pre-campaniforme de Lapa do Fumo, Sesimbra. Actas II

    C. N. Aro. (Coimbra, 1971), pp. 121-141.29. Material facilitado para su estudio por Genaro Alvarez, miembro del grupo de espeleo-

    loga GEOS de Sevilla. Agradecemos su generosidad.30 y 31. Material indito recogido con motivo de la Memoria de Licenciatura de A. Caro

    Bellido. Agradecemos su generosidad.

    32. Vide nota 15.

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  • LA CERAMICA A LA ALMAGRA EN ANIYALUCIA: ENSAYO TIPOLOGICO

    16.-Cueva de San Doroteo.-Algmitas (Sevilla). (M. Sup.)33.17.-Cueva Sima 3-4.-Benaocaz (Cdiz). (M. Sup.). Guerrero Mi-

    sa, L., Avance sobre algunos descubrimientos neolticos enla Sierra de Cdiz. Homenaje a Conchita Fernndez Chicarro.(Madrid, 1982), pp. 57-72.

    18.-Cueva del Gato.-Benaojan (Mlaga). (M. Exc.). La cueva delGato, Benaojan-Mlaga. Sevilla, 1975. Navarrete, M. S., Lacultura de las cuevas con cermica decorada en AndalucaOriental. Granada, 1976, p. 365.

    19.-Cueva de la Pileta.-Benaojan (Mlaga). (M. Exc.). Navarre-te, M. S., op. cit., p. 362.

    20.-Cueva del Algarrobo.-Alozaina (Mlaga). (M. Sup.). Navarre-te, M. S., op. cit., p. 375.

    21.-Cueva de los Botijos.-Benalmdena (Mlaga). (M. Sup.). Na-varrete, M. S., op. cit., p. 357. Olaria, C., La cueva de los Bo-tijos y de la Zorrera en Benalmdena. Benalmdena, 1977.

    22.-Cueva de las Palomas.-Tebas (Mlaga). (M. Sup.). AguadoMancha, T. y Baldomero, A., Estudio de los materiales desuperficie de la cueva de las Palomas. Teba, Mlaga. Mai-nake I. (Mlaga, 1979), pp. 29-59. Actualmente en excavacin.

    23.-Cueva del Toro.-Antequera (Mlaga). Martn Socas, D., No-ta de la excavacin en la cueva del Toro. Antequera, Mlaga.Arqueologa 80. (Madrid, 1980), p. 105. En la actualidad enexcavacin.

    24.-Cueva de Belda.-Cuevas de San Marcos (Mlaga). (M. Sup.).Leiva Riojano, J. A. y Ruiz Gonzlez, B., Materiales arqueo-lgicos de la cueva de Belda. Jbega 19. (Mlaga, 1977). Ac-tualmente en excavacin.

    25.-Cueva de la Murcielaguina.-Priego de Crdoba (Crdoba).(M. Sup.). Bernier Luque, J., Exploraciones en Crdoba.C. N. Arg. VIII. (Zaragoza, 1965), p. 141. En la actualidad enexcavacin.

    26.-Cueva de los Mrmoles.-Priego de Crdoba (Crdoba). (M.Sup.). Bernier Luque, J., op. cit., p. 134.

    27.-Cueva de los Murcilagos.-Zuheros (Crdoba). (M. Exc.).Vicent, Ana M. y Muoz, Ana M. a, La cueva de los Murci-lagos de Zuheros, Crdoba. Campaa 1969. Exc. Arq. Esp.n. 77. (Madrid, 1972).

    33. Vide nota 28.

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  • ENCARNACION RIVERO GALAN

    28.-Cueva de Huerta Anguita.-Priego de Crdoba (Crdoba). (M.Sup.) 34.

    29.-Cueva de Caaveralejo.-Adamuz (Crdoba). (M. Sup.). Ber-nier Luque, J., op. cit., p. 143.

    30.-Cueva del Plato.-Castillo de Locubn (Jan). (M. Sup.). Na-varrete, M. S. y Carrasco, J., Neoltico en la provincia deJan. Cuad. Preh. Univ. Granada n. 3. (Granada, 1977-78),pp. 54-55.

    31.-Poblado de Las Tiesas.-Espeluy (Jan). (M. Sup.). Carrasco,J. y otros, Aproximacin al poblamiento eneoltico en el altoGuadalquivir. Museo de Jan n. 8. (Granada, 1980), p. 56.

    32.-Poblado de Cerro Venate.-Arjonilla (Jan). (M. Sup.). Ca-rrasco, J. y otros, op. cit., p. 26.

    33.-Cueva del Canjorro.-Jan. (M. Exc.). Navarrete, M. S. y Ca-rrasco, J., op. cit., pp. 45-66.

    34.-Poblado de Huerto Berenguer.-Jan. (M. Sup.). Carrasco, J.y otros, op. cit., p. 39.

    35.-Poblado de los Castillejos.-Montefro (Granada). (M. Exc.).Arribas, A. y Molina, F., op. cit.

    36.-Cueva de la Pulsera.-Colmenar (Mlaga). (M. Sup.). Nava-rrete, M.5 S., op. cit., pp. 385-386.

    37.-Cueva del Hoyo de la Mina.-Mlaga. (M. Exc.). (Revuelto).Such, M., op. cit.

    38.-Cueva de la Victoria.-La Cala del Moral (Mlaga). (M. Exc.).Jimnez Reina, S., Memorias arqueolgicas de la provinciade Mlaga hasta 1946. Informes y Memorias n. 12. (Madrid,1946), pp. 11-31.

    39.-Cueva de la Cantera.-La Cala del Moral (Mlaga). (M. Sup.).Navarrete, M.a S., op. cit., p. 350.

    40.-Cueva del Higuern.-La Cala del Moral (Mlaga). (M. Exc.revuelto). Lpez, P. y Cacho, C., La cueva del Higuern, M-laga. Trab. Preh. n. 36. (Madrid, 1979), pp. 42-46.

    41.-Cueva de la Mujer.-Alhama de Granada (Granada). (M. Exc.).Pellicer, M., Actividades de la Delegacin de la provincia deGranada durante los aos 1957-62. Not. Arq. Hisp. VI. (Ma-drid, 1964). Navarrete, M. S., op. cit., pp. 286-295.

    34. Datos facilitados por Rosa M.. Tardieu, que ha trabajado sobre el tema en su Memoriade Licenciatura. Darnos las gracias desde estas pginas.

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  • LA CERAMICA A LA ALMAGRA EN ANDALUCIA: ENSAYO TIPOLOGICO

    42.-Cueva del Agua.-Alhama de Granada (Granada). (M. Sup.).Pellicer, M., op. cit. Navarrete, M. S., op. cit., pp. 259-285.

    43.-Cueva de Nerja.-Nerja (Mlaga). (M. Exc.). Pellicer, M.,op. cit. En excavacin actualmente.

    44.-Cueva del Capitn.-Lobres (Granada). (M. Exc.). Navarrete,M .

    S., op. cit., pp. 301-306.45.-Cueva de los Murcilagos.-Alburios (Granada). (M. Sup.).

    Gmez Moreno, M., op. cit.46.-Las Majlicas.-Alfacar (Granada). (M. Sup.). Molina, F., Ya-

    cimiento prehistrico de Alfacar. C. N. Arq. XI. (Zaragoza,1970), pp. 797-804. Navarrete, M. S., op. cit., pp. 309-313.

    47.-Cueva del Agua de Prado Negro.-Iznalloz (Granada). (M.Sup.). Navarrete, M.a

    S. y Capel, J., Cueva del Agua de Pra-do Negro. Cuad. Preh. Univ. Granada n. 2. (Granada, 1981),pp. 19-62.

    48.-Cueva del Cerro del Castelln.-Campotejar (Granada). (M.Exc.). Molina Fajardo, F., La cueva eneoltica del Cerro delCastelln. Campotejar, Granada. C. N. Arq. XV. (Zaragoza,1977), pp. 145-160.

    49.-Cueva de la Carigela de Priar.-Granada. (M. Exc.). Pellicer,M., El Neoltico y el Bronce de la Carigela de Priar, Gra-nada. Trab. Preh. n. XV. (Madrid, 1964). Navarrete, M. a S.,op. cit., p. 85.

    50.-Sepulcro de corredor Moreno 3.-Fonelas (Granada). (M.Exc.). Ferrer Palma, J., La necrpolis megaltica de Fonelas,Granada. El sepulcro 'Moreno 3'. Cuad. Preh. Univ. Granadan. 1. (Granada, 1976), pp. 88-97.

    51.-Poblado del Cerro de la Chinchilla.-Rioja (Almera). (M.Exc.). En estudio para su publicacin.

    52.-Poblado y necrpolis de Los Millares.-Santa Fe de Mondjar(Almera). (M. Exc.). Almagro, M. y Arribas, A., El pobladode la necrpolis megaltica de Los Millares. Blca. Preh. Hisp.vol. III. Madrid, 1963.

    53.-Poblado de Terrera Ventura.-Tabernas (Almera). (M. Exc.).Gusi, F., La aldea eneoltica de Terrera Ventura. Tabernas,Almera. C. N. Arq. XIII, t. 1. (Zaragoza, 1975), pp. 311-314.

    54.-Poblado y necrpolis de El Barranquete.-Njar (Almera).(M. Exc.). Almagro Gorbea, M . J., El poblado y la necrpo-lis de El Barranquete, Almera. Acta Arq. Hisp. n. 6. (Ma-drid, 1973).

    479

  • ENCARNACION RIVERO GALAN

    55.Cueva del Castillico.Cobdar (Almera). (M. Sup.). Navarre-te, M. S., op. cit., pp. 395-397.

    56.Poblado del Cerro de la Virgen.Orce (Granada). (M. Exc.).Schle, W. y Pellicer, M., El Cerro de la Virgen. Orce, Gra-nada. Exc. Arq. Esp. n. 46. (Madrid, 1966).

    57.Cueva de Ambrosio.Vlez Blanco (Almera). (M. Exc.). Ji-mnez Navarro, E., Excavaciones en cueva Ambrosio. Not.Arq. Hisp. V. (Madrid, 1962), pp. 13-48.

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