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LA BASTIDA DE LES ALCUSSES DE MOIXENT
“DE LA SOLEDAD DE LAS RUINAS A LA VIDA DEL YACIMIENTO”
SUMARIO:
1.- INTRODUCCIÓN
1.1-Historia de la investigación
1.2.-Hallazgos arqueológicos y su influencia en la vida cotidiana
2.- OBJETIVOS DEL ESTUDIO
3.- PUESTA EN VALOR DEL YACIMIENTO Y NUEVAS PROPUESTAS MUSEOGRÁFICAS
3.1.-Recuperación y consolidación
3.2.-Señalización
3.3.-Proyecto de investigación: Arqueología experimental
3.4.-Talleres de experimentación y Jornadas de visita
4.- CONCLUSIONES
5.-BIBLIOGRAFÍA
6.-APÉNDICE ICONOGRÁFICO
LA BASTIDA DE LES ALCUSSES DE MOIXENT
“DE LA SOLEDAD DE LAS RUINAS A LA VIDA DEL YACIMIENTO”
1.- INTRODUCCIÓN
La Bastida de les Alcusses, yacimiento arqueológico, fue una de las ciudades más
importantes del norte de la Contestania1 ibérica en el siglo IV a.C. Sin embargo, desconocemos
su nombre, así como las causas históricas que motivaron su destrucción y abandono en torno al
325 a.C., tras una corta existencia de apenas 100 años de máximo apogeo de la Cultura Ibérica.
Situado en el término municipal de Moixent (Valencia), la Bastida ocupa una de las
cumbres alargadas del sistema montañoso de la Serra Grossa, a 741 m de altitud,
contemplándose desde lo alto un área de más de 6 km de radio. Limitando al norte con el Pla de
les Alcusses y el corredor del río Cányoles, al sur con la Vall de l´Alforí de Fontanars, al este se
encuentra el corredor de Montesa y al oeste la Rambla del Fosino. En este punto se cruzan dos
vías de gran importancia histórica que aprovechan sendos corredores naturales: el camino que
pone en comunicación la costa con la meseta y la Alta Andalucía, conocido en época romana
como la Vía Augusta y el curso del río Vinalopó que se dirige hacia las tierras alicantinas. Esta
privilegiada situación convierte a la Bastida además de un oppidum defensivo, en un centro
económico donde materias primas y productos manufacturados indígenas se intercambian por
objetos de prestigio importados, como las cerámicas griegas.
La fundación del oppidum de la Bastida de les Alcusses se produjo según los diferentes
estudios realizados en la zona sobre el periodo Ibérico Antiguo (siglos VI-V a.C.) en un paisaje
intensamente poblado en el Pla de les Alcusses, en el corredor de Motesa y en la cabecera del
río Cányoles, incluso con indicios de posible jerarquización del poblamiento comarcal para este
periodo. Esta proliferación de asentamientos, muchos de ellos amurallados, algunos destruidos y
abandonados, invita a pensar en la existencia de relaciones de poder entre ellos.
1.1- Historia de la investigación
Las noticias sobre restos antiguos en la loma de la Bastida de les Alcusses de Moixent
se remontan al verano de 1909, cuando Luis Tortosa comunicaba a Isidro Ballester, la existencia
de los restos arqueológicos. Por la importancia y la superficie del asentamiento, se fue
consciente que sólo se podría abordar una gran excavación desde el respaldo de una gran
institución, empresa que se llevó a cabo en 1927 con la creación del Servicio de Investigación
1 Según Llobregat existen dificultades para fijar las fronteras de la Contestania de las fuentes clásicas. Su propuesta es: el río Júcar por el norte, el Valle de Montesa por el occidente y los ríos Vinalopó y Segura por el Sur. En Llobregat EA, 1972, Contestania Ibérica, Alicante, Instituto de Estudios Alicantinos, p 12-22.
Prehistórica (SIP), siendo la primera excavación oficial de esta institución, trabajos que no
comenzaron hasta 1928.
Las cuatro campañas de excavación realizadas entre 1928 y 1931, descubrieron 250
departamentos y proporcionaron tal cantidad de materiales, entre ellos piezas tan famosas como
el guerrer de Moixent o el plomo escrito de la Bastida.
La Bastida, un desconocido asentamiento prehistórico, resultó ser de gran revelación
para los estudios ibéricos por la riqueza de sus hallazgos y por la espectacularidad de sus
ruinas, llegándose a denominar como “la nueva Pompeya”, artículo publicado en la Semana
Gráfica sobre las excavaciones de las Bastida en 1928. No en vano, las ruinas de la Bastida
fueron declaradas Monumento Histórico-Artístico por Real Decreto de 3 de junio de 1931 del
Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes.
Las excavaciones en la Bastida quedaron interrumpidas en 1931 debido a una drástica
reducción presupuestaria que afectó todo el plan de trabajo e Ballester. No se volvió a intervenir
en el yacimiento hasta 1975. En ese año la Diputación de Valencia a través del SIP y en
colaboración con el ayuntamiento de Moixent, emprendió un proyecto de protección y
reconstrucción de muros porque el monte bajo y los pinos habían ocultado casi prácticamente
todas las estructuras. Parte de estos trabajos se realizaron para acondicionar el yacimiento y
preparar la visita que se hizo a la Bastida, en 1978 con motivo de los actos programados por el
SIP en su 50 aniversario.
La envergadura del conjunto urbanístico de la Bastida de les Alcusses, así como la
propia historia de su investigación, hacían imprescindible una intervención que revalorizase este
importante yacimiento ibérico, por lo que, a partir de 1990, se retoma un amplio proyecto de
puesta en valor del yacimiento y prosecución de las investigaciones, realizando varios sondeos y
cinco campañas de excavación entre 1992 y 2002.
1.2.-Hallazgos arqueológicos y su influencia en la vida cotidiana
El sistema defensivo de la Bastida de les Alcusses consiste en un perímetro amurallado
de forma elíptica, más estrecho en el lado este, de tendencia sinuosa, aunque sin ángulos ni
retranqueos, ya que se adapta perfectamente a las curvas del nivel de la cima de la colina sobre
la que se sitúa, y delimita un espacio de 4,6 ha.
La muralla asentada directamente sobre el terreno, está formada por un doble
paramento de piedras trabadas con tierra, relleno de piedras más pequeñas. Su anchura oscila
entre los 3.5 m y 4 m en el frente oeste y 2 m en el resto del recinto, mientras que la altura
máxima conservada es de 2 metros. Un camino de ronda aísla la muralla del resto de las
estructuras de hábitat confiriéndole, además, un carácter monumental.
Ya en las excavaciones de 1928 ya se identificó otro recinto en la parte occidental que
definen un área de 1.4 ha. Esta construcción ha sido tradicionalmente interpretada como una
albarca para guardar ganado. No obstante su entidad constructiva y su situación en la parte más
accesible al poblado, lleva a considerarlo como una segunda línea de muralla, a modo de un
refuerzo del sistema defensivo o como una ampliación del sistema habitado. Se trata de una
estructura inacabada, lo cual permite mantener la hipótesis de que sea una ampliación del
espacio habitado emprendida en un momento de peligro o de cierta inestabilidad, así se
intentaría reforzar el frente del poblado (el acceso principal) mediante una construcción que
nunca se acabó.
Se han documentado tres torres, dos entre la Puerta Oeste y la Puerta Sur y otra junto a
la Puerta Este, mucho más grande que las anteriores. Se trata de torres macizas, adosadas a la
muralla para la vigilancia del entorno.
En cuanto a las puertas del se han identificado cuatro que daban acceso al poblado. Hay
tres puertas en el sector occidental y una en el extremo oriental. Todas ellas son construcciones
cerradas por su parte superior y con bancos corridos en los laterales, posiblemente como
puestos de guardia o espacios para el control de mercancías. Dos de ellas, la Puerta Norte y la
Sur fueron tapiadas mientras el poblado seguía habitado. Estos tapiados quizás sean indicativos
de la existencia de amenazas. Ante un asalto o un peligro los habitantes de la Bastida
reorganizaron las defensas, tapiando los dos accesos laterales, dejando abiertas solo las dos
puertas de los extremos oriental y occidental.
Tanto las puertas como la muralla conservan actualmente un zócalo de mampostería,
pero en su día el alzado estaba hecho de adobes. Además un adarve permitía la circulación por
la muralla, las torres y las puertas.
La organización interna, el urbanismo y arquitectura doméstica: La Bastida muestra un
urbanismo complejo, con casas agrupadas en manzanas y dispuestas a un lado y otro de la calle
central que recorre todo el poblado. De esta calle principal arrancan las calles secundarias
perpendiculares así como las plazas, una de ellas con una gran cisterna. Un camino de ronda
recorre todo el perímetro amurallado.
Las viviendas de la Bastida son de una sola planta, compartimentada en varias
habitaciones y con una superficie entre 80 y 150 m2. Los espacios se distribuyen de manera
distinta según las necesidades y actividades de sus ocupantes. Predomina el modelo de
habitación principal en donde se encuentra el hogar, centro de la vida doméstica, y estancias
secundarias que se destinan a almacenes, áreas de trabajo o establos. Muchas de estas casas
muestran remodelaciones y ampliaciones que en muchos casos invaden y reducen el espacio de
las calles. La arquitectura emplea los mismos elementos que los utilizados en la muralla y las
puertas. Los muros eran de adobe sobre un zócalo o base de piedras; después todas las
fachadas y los espacios interiores eran encalados y, a veces, pintados.
Fotografía del yacimiento
La vida en el poblado, el trabajo cotidiano:
La vida cotidiana del poblado giraba en torno a las tareas relacionadas con la
transformación, preparación de alimentos y su almacenaje. Los molinos giratorios para moler el
cereal y los centenares de vasos cerámicos así lo dan a entender. La cerámica fabricada a torno
y decorada con motivos geométricos, comprendía una gran variedad de formas como ánforas y
tinajas para almacenar alimentos, vajilla fina de mesa y ollas más bastas para cocinar. También
es frecuente la presencia de vasos griegos, verdaderas piezas de lujo, que son un claro
exponente del comercio con otros pueblos mediterráneos. Así desde el Estrecho de Gibraltar
llegaban ánforas que contenían productos derivados de la pesca y salazones, y desde Atenas se
transportaba vajilla de mesa, empleados por los iberos junto a sus propias vajillas. Muchas de
estas piezas eran a veces imitadas por los alfareros iberos como muestra de su interés por ellas.
En la Bastida se han hallado juegos de pesas y balanzas de precisión, sin duda utilizados para
transacciones y cuentas relacionadas, quizás con el intercambio de lingotes de plata obtenidos
mediante procesos de copelación argentífera.
La actividad textil queda atestiguada por los contrapesos de arcilla, que tensaban la
urdimbre de los telares de madera, y por las fusayolas, pequeñas piezas cerámicas asociadas a
los husos para hilar.
La manufactura textil fue una actividad destacada en la antigüedad al formar parte de la
vida cotidiana de la sociedad, ya que repercutía en todas las esferas: social, política y religiosa.
Además del telar vertical pudieron utilizarse otros tipos de telares como el de placas o el de
rejilla. La manufactura de tejidos fue una tarea eminentemente familiar dentro del ámbito ibero.
Las agujas de hierro y los restos de esparto carbonizado muestran el aprovechamiento de las
fibras vegetales para la fabricación de esteras, capazos, albardas o alpargatas.
El trabajo de los metales ha dejado numerosas huellas en la Bastida de les Alcusses a
través de escorias, hornos metalúrgicos y objetos metálicos. Los iberos fabricaron en hierro todo
tipo de aperos de labranza e instrumentos artesanales de carpintería, curtido o cantería, así
como un magnífico armamento compuesto de falcatas, espadas, cuchillos, lanzas, dardos,
espuelas y escudos. Los objetos de uso personal, como fíbulas, botones, bronces de cinturón o
anillos, son de bronce, mientras que la plata y el oro se reservaban para la joyería fina de
pendientes, diademas o sortijas.
El trabajo en el campo: la agricultura era la principal actividad productiva de los iberos,
complementada con la ganadería. Poseían un variado instrumental agrícola de hierro, muy
semejante al utilizado hasta nuestros días, compuesto por rejas de arado y arrejadas, hoces,
podones, layas, alcotanas, etc. que nos hablan junto con los restos carbonizados de semillas, de
la importancia del cultivo de secano. La introducción del arado de timón, tirado por bueyes,
permitía cultivar en extensión tierras antes improductivas. Así a los pies del poblado se extendían
los campos de cereales (trigo, cebada y en menor medida, mijo), de viñedos y de olivos,
mientras que junto a los cursos de agua, en zonas bien irrigadas, se cultivaban leguminosas y se
plantaban árboles frutales.
Los animales domésticos comprendían rebaños de ovejas y cabras, fundamentalmente
para el aprovisionamiento de carne y leche, pero también de pieles y lana. No hay que olvidar la
importancia del consumo del cerdo y del ganado vacuno. El buey era muy apreciado como
fuerza de tiro, el burro como animal de carga, mientras que el caballo era considerado un animal
noble de monta. La caza fue un recurso económico poco significativo.
Hallazgos relevantes: Destacan por su importancia y difusión, entre otros, el llamado
Guerrer de Moixent y el plomo escrito de la Bastida.
Con respecto al primero decir que si bien a partir de lo excavado en la Bastida se puede
señalar que no hay un espacio de culto de carácter público a modo de santuario, al parecer sí se
practicaban rituales domésticos destinados a conmemorar eventos o ancestros y a potenciar las
cualidades de las casas y de las actividades productivas y de mantenimiento que en ellas tenían
lugar. No obstante no se trata de espacios destinados al culto claramente diferenciados de la
propia vivienda sino de la simple presencia de objetos y ajuares ritualizados.
En relación con lo anterior, en la Bastida hay dos exvotos de bronce que merecen un
comentario: la conocida figurita de bronce que representa a un guerrero desnudo a caballo,
tocado con casco de gran cimera y armado con falcata y escudo redondo, siempre ha
despertado un gran interés, no sólo por el significado social del guerrero en la sociedad ibérica
sino por su valor arqueológico e icónico. Fue hallado en el Departamento 218, en una de las dos
viviendas que configuran el Conjunto 4, dando a esta casa un valor añadido a su situación
privilegiada dentro del oppidum. La pieza formaría parte, en un primer momento, de un objeto
más complejo, ya que es el remate de un cetro. En concreto la figurita del jinete remataría un
enmangue, igualmente de bronce, que iría ensartado en un astil de madera, como se ha visto en
ejemplares similares aparecidos en diversos contextos. En un momento indeterminado de la vida
del poblado y por motivos que desconocemos, se recortó la pieza por los pies del caballo,
cambiando entonces sustancialmente el significado y pasando a ser un exvoto del ámbito
doméstico, quizás visto como la imagen de un ancestro.
Este bronce conocido como el Guerrer de Moixent o el jinete de la Bastida, en la
segunda mitad de la década de los años 70 del siglo XX, adquirió relevancia iconográfica en el
marco de las celebraciones del 50 aniversario del SIP en 1977, y a partir de ahí pasará a ocupar
la portada de la guía del museo editado ese mismo año, como precursor del logotipo que hoy
conocemos, además de ser un elemento de identidad del municipio de Moixent.
Guerrer de Moixent
La figurita que representa un buey de bronce hallada en el Departamento 237, tiene un
gran interés al tratarse de una de las escasas representaciones de bueyes con yugo que existen
en el imaginario ibérico, pero es mucho menos conocido que el exvoto del jinete. La pieza
representa un buey uncido a un yugo con parte del timón del arado, hoy desprendido del
conjunto, y formaría parte de una escena más compleja, quizás junto a otro buey uncido al
mismo yugo. El exvoto podría estar relacionado con los ritos agrarios y ser por tanto un ejemplo
de las conexiones estrechas que había en esta sociedad, entre lo funcional y lo ritual.
Homenajes a este objeto son la portada del Ayuntamiento de Moixent con motivo del 50
aniversario de la declaración de Monumento Histórico-Artístico (Ajuntament de Moixent 1981) y
la elección de su imagen como logotipo en la III Reunión sobre la Economía en el Mon Ibéric
celebrada en Valencia en el año 20002.
2 Bonet, H.; Soria, L.; Vives-Ferrándiz, J., La vida en las casas, producción doméstica alimentación, enseres y ocupantes. En: La Bastida de les Alcusses, 1928-2010 (2011), Valencia, Museu de Prehistòria de València, p 159
Buey de bronce de la Bastida
El ámbito cultural en que se integra la Bastida, la Contestania, es una región
epigráficamente muy rica, en la que la escritura está directamente atestiguada desde el siglo IV o
tal vez desde el V a.C., en la que se han utilizado los tres tipos de escritura conocidas por los
íberos, levantina, meridional y greco-ibérica.
Los textos importantes de Moixent están escritos en la variedad meridional. Si bien las
inscripciones de la Bastida son siete, destacan por su interés, dos plomos de cierta longitud y
considerable importancia, los llamados Bastida I y Bastida VI. El plomo Bastida I apareció en el
Departamento 48, bajo una piedra de molino, al parecer como ocultación deliberada. Se trata de
una delgada lámina rectangular de plomo que mide 18 cm de largo por 5 cm de ancho. El plomo
Bastida VI apareció enrollado en 1992 en una terrera de las excavaciones que parece provenir
del Departamento 158. La lámina de plomo es uno de los soportes más utilizados en el mundo
ibérico, tratándose en general de textos de carácter privado y relacionados con actividades
económicas.
El plomo mayor de la Bastida (Bastida I) está escrito por ambas caras, a diferencia de
otros, en este caso los textos son independientes. La cara A fue grabada anteriormente con un
texto tal vez largo del que sólo se conservan las dos líneas fragmentarias que denominamos Aa.
Posteriormente, al parecer, una mano diferente añadió el texto Ab, invertido con respecto a Aa,
pero tal vez aprovechando las pautas previamente preparadas para el texto anterior. En B
obtenemos una serie de nombres propios atestiguados como ibéricos, o de formas que podrían
serlo y que sin duda juegan en el plomo el mismo papel, seguidos de numerales tachados, lo
que se interpreta como un documento comercial de cuentas canceladas. Al igual que las series
de pesas y platillos de balanza, todo ello nos habla de activos comerciantes conviviendo con los
artesanos y campesinos en la misma ciudad.3,4
3 Fletcher, D. (1982), El plomo ibérico de Mogente, Valencia, Servicio de Investigación Prehistórica, p 7-10
1.3.-La destrucción del poblado y su abandono
El asentamiento tuvo una vida muy corta, la fecha fundacional de la Bastida está fijada
hacia finales del siglo V o principios del siglo IV a.C. Tuvo una corta ocupación, pues se
abandonó repentinamente al cabo de no más de tres generaciones dentro de ese mismo siglo.
Diversas pistas que extraemos de la excavación indican que este abandono no fue un hecho
pacífico y voluntario sino que fue generado por un conflicto. Así lo dan a entender que dos de las
cuatro puertas se tapiaran quizá debido a amenazas percibidas, que muchas casas estén
incendiadas, que muchas joyas se encuentren en las calles, al igual que armas, herramientas y
enseres dispersos. Los ocupantes abandonaron la Bastida sin poder recuperar muchos objetos
que aún estaban en perfecto estado.
Probablemente el conflicto que generó este final está en relación con el propio poder
político-económico que proyectaba el oppidum sobre el territorio. Los recursos y tierras
controlados por el poblado, y los contactos y el comercio que atraía, conllevaron acciones de
otros grupos iberos que acabaron por forzar el abandono del poblado.
2.-OBJETIVOS DEL ESTUDIO
Las excavaciones en la Bastida de les Alcusses han sacado a la luz restos materiales,
muebles e inmuebles, con los que los arqueólogos reconstruyen algunos pedazos de historia. Si
bien el pasado ya no existe, el yacimiento sí, y ambos, pasado y yacimiento, son presente y
forman parte de nuestro mundo. Intentamos comprender y relatar estas historias desde otros
tiempos, con otro sistema de valores y con otros ojos.
La presentación de estos restos arqueológicos parte de su consideración como ruinas
que se deben valorar y musealizar. Si queremos comprender de qué modo el pasado se ha
convertido en presente, hemos de comprender también nuestras complejas relaciones con el
pasado, y éstas incluyen la necesidad histórica de transformarlo. Una parte esencial de la labor
que pretende compartir puentes con el pasado implica la intervención en los restos
arqueológicos para mejorar su presentación al público, para hacerlos legibles.
El objetivo principal de este trabajo es mostrar el cambio de actitud frente a un espacio
patrimonial, en este caso un yacimiento arqueológico: la Bastida de les Alcusses de Moixent, que
mediante diversas líneas de actuación, ha permitido con el devenir de los años, pasar de ser una
ruina arqueológica aislada, destinada a la simple contemplación, a ser un espacio patrimonial
4 De Hoz, J., Lengua y escritura. En: La Bastida de les Alcusses, 1928-2010 (2011), Valencia, Museu de Prehistòria de València, p 221-224.
sobre el que se ha actuado, modificándolo, para intentar establecer vínculos con el pasado que
nos ayuden a reconstruirlo, y a su comprensión, además de lograr ser un espacio para el disfrute
público.
3.-PUESTA EN VALOR DEL YACIMIENTO Y NUEVAS PROPUESTAS MUSEOGRÁFICAS
La génesis de la puesta en valor de la Bastida de les Alcusses se remonta al año 1990.
La iniciativa fue coordinada entre la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana y la
Diputación de Valencia.
En 1990 se retoma el proyecto de investigación y puesta en valor del yacimiento y
prosecución de las investigaciones, realizando varios sondeos y campañas de excavación entre
1992 y 2002. Estas últimas intervenciones se centran en problemáticas concretas que permiten
profundizar en aspectos urbanísticos, sociales y paleoambientales que nunca fueron tratados en
las primeras campañas. Este proyecto, actualmente en desarrollo, conlleva también un interés
especial por la didáctica y la difusión de los resultados de las investigaciones a través de las
diferentes líneas de trabajo.
La Bastida de les Alcusses ha abordado un proyecto de musealización completo, cuyo
objetivo final es recuperar y hacer comprensible el patrimonio arqueológico. Las líneas de
actuación se han centrado principalmente en varios campos: Un programa de recuperación y
consolidación de parte del conjunto urbanístico, que incluye la señalización, mediante paneles
explicativos, del recorrido aconsejado para su visita. Un proyecto de investigación y de
arqueología experimental, reflejado a través de las excavaciones y la reconstrucción de una
vivienda ibérica. Una oferta al público de visitas guiadas y talleres didácticos para grupos
concertados.
3.1.-Recuperación y consolidación
Uno de los primeros trabajos fue el estudio previo del sector excavado entre 1928 y
1931, cotejando todos los restos conservados con todos los restos urbanísticos y planimetrías de
la documentación existente. También se revisó la distribución de los materiales y enseres
arqueológicos de los conjuntos más comprensibles y, lógicamente, se tuvo en cuenta la
conservación de las estructuras con el objetivo de atribuir posibles funcionalidades a los
espacios. Hoy en día, aún se continúa esta labor con los conjuntos inéditos e incluso se están
revisando y reinterpretando muchos aspectos de las manzanas restauradas y publicadas
recientemente.
Las fases de trabajo han alternado las excavaciones con las intervenciones de
consolidación de estructuras.
La puesta en valor del yacimiento implicaba planificar una consolidación que permitiera
la comprensión de los restos que se habían excavado, o que estaban en fase de excavación, a la
vez que se protegieran que una preocupante y progresiva degradación debido a la vegetación y
a los continuos expolios.
La muralla y las puertas: Las excavaciones en la muralla y en las puertas han servido no
sólo para conocer como fueron los sistemas de acceso y su organización en el marco más
amplio de todo el sistema defensivo, sino también para ofrecer una entrada y salida al yacimiento
a través de las puertas originales, lo que otorga un valor añadido al recorrido al ser espacios que
también fueron entrada y salida del oppidum en el pasado. Ya desde los primeros
reconocimientos del cerro se intuía que una de las entradas al poblado se abría en el frente
oeste de la muralla, aunque muy enmascarada por los derrumbes de adobes y piedras. De
hecho el uso continuado de este acceso había provocado destrucción parcial de los niveles
arqueológicos y el derrumbe parcial de la propia muralla. Los criterios de consolidación en esta
fase siguen respetando la reversibilidad y la importancia de la selección de mampuestos y de las
mezclas y porcentajes de arena, cal y tierra para la traba.
Se optó por una intervención mimética, respetando siempre el modo en que los
paramentos ibéricos habían sido construidos pero señalando la obra nueva con ladrillos partidos
situados a distancias regulares. Tras la limpieza y retirada de bloques se restituyó el zócalo de la
muralla hasta la altura máxima conservada en el interior, a fin de impedir la erosión del borde del
coronamiento y en el caso de las torres hasta la altura de la última hilada original conservada.
Mientras que el coronamiento y acabado de la muralla se realizó mediante relleno de piedra
suelta, en las torres se colocó una capa de grava sobre el relleno, que parece haber dado
mejores resultados, para frenar la el crecimiento de la vegetación entre los muros. Finalmente,
toda la estructura, tanto la parte original como la nueva, fue objeto de un rejuntado entre los
bloques mediante una mezcla de tono similar a la traba original.
Las puertas Norte y Sur estaban tapiadas en el momento de la destrucción y abandono
del poblado. No obstante se decidió retirar los tapiados para facilitar la circulación de las visitas.
Los conjuntos de las viviendas: De los conjuntos consolidados hasta la fecha
destacaremos el conjunto 1 que corresponde a la casa 1 y es uno de los edificios que muestra
con mayor claridad los espacios domésticos y por ello fue elegido como modelo para la
reconstrucción didáctica de una vivienda ibérica.
La primera tarea antes de iniciar los trabajos de consolidación, fue retirar los modernos
alzados levantados en seco entre 1983 y 1985 para poder documentar las estructuras
originales. En esta fase también se retiraron las enormes terreras de las excavaciones, que en
ocasiones se habían depositado sobre los muros, enmascarando la lectura espacial y
arquitectónica. La tierra retirada en estas fases se empleó para acondicionar el recorrido y como
relleno parcial de los suelos. Durante la retirada de tierras de la criba situada al norte de las
casas 3 y 4 se recogió una plancha de plomo enrollada (Bastida VI) que pasó desapercibida en
las excavaciones de esa zona en 1930, y que al desplegarse en el Museo de Prehistoria resultó
estar escrita.
Dado que las únicas estructuras conservadas en los conjuntos de las viviendas eran los
muros y algunos enlosados de las viviendas, la consolidación se limitó al recrecimiento de los
zócalos con una o varias hiladas de piedra, y la restitución de los pavimentos para evitar su
erosión y desfalcado. Para la consolidación y restitución de los muros se empleó tanto la piedra
de los alzados en piedra seca descritos como la de los derrumbes hallados en las terreras, así
como piedra de la misma loma de la Bastida, para respetar el tipo de mampuestos empleados
originalmente.
Los suelos son siempre de tierra apisonada salvo en los casos en que se trata de suelos
enlosados.
3.2.-Señalización
La necesidad de combinar la protección de los restos con su presentación al público ha
exigido intervenir con un objetivo didáctico. Así, se ha tratado de dar información sobre los
límites de las casas y su distribución interna, diferencias de los pavimentos de las habitaciones
del suelo de la calle, hacer comprensibles las técnicas de construcción de las casas ibéricas y,
finalmente, facilitar la visión del urbanismo del poblado. Uno de los objetivos es que las
intervenciones arqueológicas deben estar encaminadas a la investigación, pero también a la
creación de un espacio patrimonial de disfrute público. La solución utilizada desde el año 1992
es el de la visita gratuita a través de un recorrido con información comprensible y adaptada, bien
con folletos o bien con la ayuda de paneles explicativos. La rotulación se proyectó para que el
visitante pudiera realizar el recorrido auto guiado cuando no se ofrecía la posibilidad de visitas
guiadas. Una serie de pequeños rótulos direccionales para indicar el circuito (15x15 cm) se
combinaron con otras planchas de acero más grandes (100x50 cm), de 3 mm de espesor, con
tratamientos anticorrosivos y serigrafiados a tres tintas, inclinadas y con pies sujetos al suelo
mediante dados de hormigón. Estos paneles explican desde 1999 con varios puntos de interés
repartidos a lo largo de un recorrido lineal, que empieza en el aparcamiento y acaba en la casa
ibérica reconstruida. Hasta la excavación de las puertas Oeste y Norte en 1998 las visitas
entraban y salían por una rampa artificial junto a la Puerta Norte. A partir de ese año se
excavaron y consolidaron ambas estructuras, integrándose inmediatamente en la visita. Se
diseñó entonces el recorrido circular vigente hoy en día: se entra por la Puerta Oeste, se recorre
la calle central, con la visita a los conjuntos de viviendas consolidados y se sale por la Puerta
Norte. En este circuito, la visita a la casa ibérica puede hacerse antes o después de ver el
yacimiento, aunque cada una de las opciones implica una percepción diferente de este recurso
didáctico: o bien se visita en primer lugar para entender los restos de estructuras que se van a
ver en el recorrido del yacimiento, o bien, al final del mismo, como una propuesta para entender
cómo fueron las casas de las que sólo se han conservado los zócalos de piedra.
Los folletos que actualmente se reparten están editados en valenciano, castellano, inglés
y francés, y son un complemento para las visitas auto guiadas. Resaltan los puntos principales
del yacimiento, desde la historia de las excavaciones, hasta la gestión de los recursos
económicos, el urbanismo, la defensa o la vida cotidiana5.
3.3-Proyecto de investigación: Arqueología experimental
Vinculado al proyecto de puesta en valor del yacimiento se creó en 1999, el Área
Didáctica y de investigación Arqueológica. Esta zona ocupa un espacio rectangular de 340 m2 y
está ubicada a la entrada del poblado, fuera del propio yacimiento. En ella se construyó una gran
vivienda que reproduce la llamada Casa 1, excavada en 1928, y un área adyacente destinada a
actividades didácticas y talleres experimentales. La construcción de la casa ha permitido someter
a prueba las hipótesis de trabajo sobre arquitectura ibérica y, al mismo tiempo, dotar de un
recurso didáctico complementario a la visita del yacimiento.
Se trataba de un reto arquitectónico ya que la construcción del edificio se realizó a partir
de los datos proporcionados por las excavaciones antiguas, con los materiales de la época y
siguiendo, en lo posible, las técnicas constructivas de los iberos. Todo ello obligó a abordar
directamente muchos de los interrogantes y problemas que plantea esta arquitectura, y a tomar
soluciones reales sobre la construcción doméstica, y que se eluden en los dibujos, acuarelas o
modelados digitales. Al mismo tiempo la experimentación permitió hacer un estudio de todo el
5 Bonet,H.; Vives-Ferrándiz, J. La ruina modificada. Consolidación y puesta en valor del yacimiento. En: La Bastida de les Alcusses, 1928-2010 (2011), Valencia, Museu de Prehistòria de València, p 256-273
proceso constructivo, los tiempos y los periodos de la ejecución de la obra y la organización del
trabajo.
Los materiales empleados en su edificación fueron los mismos que utilizaron los
constructores iberos: la piedra para los zócalos, escalones y vanos; la tierra para adobes, trabas,
revestimientos y suelos; la madera para cubiertas, vanos, puertas y elementos auxiliares; la cal
para enlucidos y pintura; y el romero y otros elementos vegetales para las cubiertas. Todos estos
materiales procedían del entorno del poblado, en un área de captación que no supera los 2,5 km
de distancia calculada siguiendo caminos, pasos y accesos tradicionales. Dentro de esta área
hay puntos de agua y buenas arcillas en el Pla de les Alcusses; zonas boscosas en las laderas
del cerro y montes circundantes; piedra de la misma loma; y una cantera de piedra caliza de
buena calidad, en la parte sur. Para la construcción moderna y por motivos de coste y tiempo,
hubo que recurrir a materiales ya comercializados.
Los equipamientos domésticos: Una vez terminada la obra se procedió al equipamiento
del interior con objeto de recrear ante el público visitante el ambiente doméstico de una familia
de hace más de 2300 años. La selección y ubicación de los enseres domésticos se hizo con
rigurosidad, siguiendo la información registrada en la excavación de 1928. Toda la ambientación
se ha hecho con réplicas y piezas actuales, a excepción de un molino de piedra original hallado
en la Bastida. Las piezas de cerámica se hicieron siguiendo la tipología de los vasos
recuperados en este yacimiento, mientras que se han recuperado aperos agrícolas tradicionales
de hierro y madera. El escaso mobiliario de madera instalado en la casa, como el telar, bancos,
banquetas, estantes y un pequeño torno de alfarero, se ha envejecido para obtener un mayor
aspecto de autenticidad. Otros elementos de material perecedero que sin duda se hallaban en el
interior de las casas ibéricas, pero que no se han documentado en las excavaciones, como
lanas, pieles, esteras, capazos de esparto, así como manojos de romero, tomillo, haces de
cereal, etc., se han dispuesto en diversos puntos para ambientar las estancias. En las cuatro
habitaciones que componen el núcleo principal del edificio se fueron distribuyendo los distintos
enseres para hacer comprensibles las diferentes actividades que en ellas se realizaban.
En el otro cuerpo de la vivienda, utilizado en parte como almacén actual, se ha habilitado
una zona para experimentar la molienda del cereal con un molino rotatorio actual de Marruecos,
junto a un torno de alfarero de madera, de giro manual. Aquí se ha incorporado también un
equipamiento didáctico consistente en una cerradura instalada en una gran lámina de metacrilato
para observar y practicar el funcionamiento de las llaves. Finalmente en el patio, donde muy
posiblemente se guardaría el carro y los animales que formarían parte de la cabaña ganadera de
esta familia, se instaló un abrevadero de madera6.
Reconstrucción de una casa ibérica
3.4.-Talleres de experimentación y Jornadas de visita
Los restos del pasado son signos que han llegado hasta nosotros, como representación
del universo de productos que la humanidad generó en un momento dado. Su inmediatez y su
presencia real es lo que los hace únicos e insustituibles. Producen en quien los contempla un
gran poder de atracción ya que, al situarse frente a ellos en cierta manera, permite traspasar la
barrera del tiempo
En el caso de los yacimientos arqueológicos, la sensación que invade al visitante puede
ser desconcertante. Se encuentra en el mismo espacio físico que ocuparon los antiguos
pobladores, camina por sus calles y entra en sus casas, pero aún así, solo percibe un inmenso
vacío en un lugar que estuvo lleno de vida y actividad. Aprovechar este espacio “vacío” para
desarrollar actividades que nos hagan reflexionar sobre la vida y costumbres de sus antiguos
habitantes es una fórmula maravillosa no sólo para quien lo visita, que por fin puede establecer
una comunicación efectiva con los restos del pasado, sino también para el propio yacimiento que
durante unas horas vuelve a “respirar” a través de sus visitantes.
La tarea de la didáctica del patrimonio es ir más allá del efecto de mostración que tienen
los restos arqueológicos, dotándolos de significado. Para ello, aplica los métodos y genera los
recursos necesarios para transformar esta atracción inicial que despiertan los restos del pasado
6 Bonet, H.; Vives-Ferrándiz, J. Arqueología experimental. Reconstrucción arquitectónica y una experiencia en recipientes cerámicos. En: La Bastida de les Alcusses, 1928-2010 (2011), Valencia, Museu de Prehistòria de València, p 275-288
en conocimiento significativo. En definitiva, su objetivo último es buscar los estímulos que
permitan al visitante conectar con aquello que se le está presentando.
En el yacimiento de la Bastida, para la realización de los diversos talleres, se fabricaron
expresamente todos aquellos útiles necesarios para la elaboración y manipulación exigida en
cada taller, desde diversos tipos de telares (vertical, rejilla…), hasta una muestra variada de
pinceles y compases múltiples para la decoración de cerámica. Siempre teniendo en cuenta que
los materiales y herramientas empleados fueran coherentes con los aparecidos en época ibérica
y sobre todo que fueran fácilmente manipulables por los participantes.
La elección del lugar donde se llevarían a cabo los talleres no supuso ningún
inconveniente, puesto que ya existía un espacio destinado a usos didácticos con todas las
infraestructuras necesarias: el patio adyacente a la casa ibérica reconstruida a la entrada del
yacimiento.
Actualmente en la Bastida de les Alcusses de Moixent se llevan a cabo cuatro talleres de
experimentación con las siguientes temáticas: Joyería, Tejido, Cerámica y Epigrafía de época
ibérica.
El yacimiento cuenta en la actualidad con una amplia oferta didáctica y de divulgación.
De hecho, todo este esfuerzo de difusión ha dado sus frutos, tal y como lo demuestra el
importante aumento en el número de visitantes, año tras año.
Desde 2008 se vienen celebrando las Jornadas de visita con el lema Viu un cap de
setmana amb el ibers, que han tenido su continuidad hasta el presente año. La organización de
las actividades corre a cargo del Museu de Prehistoria de la Diputación de Valencia, con la
participación activa del Ajuntament de Moixent y la colaboración de empresas locales.
Durante las Jornadas los visitantes se convierten en parte activa de la visita al
yacimiento. Cada grupo, acompañado por un monitor, visita las paradas establecidas en lugares
de especial interés del asentamiento, e interactúa con diferentes personajes, como
comerciantes, guerreros, damas y caballeros. El recorrido permite a los participantes conocer
algunos aspectos de la vida cotidiana de los iberos. Una de las paradas más valoradas por el
público es la excavación, ya que se tiene la oportunidad de aproximarse a las últimas novedades
de la investigación arqueológica del yacimiento de la mano de los propios arqueólogos.
Cada año se intenta abordar un aspecto diferente de la vida del poblado ibérico, así en el
presente año las Jornadas que se celebraron los días 29 y 30 de septiembre tenían por lema
“Llinatges i aliances”. A la entrada se repartió entre el grupo de visitantes un folleto ilustrado para
poder seguir los diálogos y poder interactuar con facilidad con los personajes, los cuales iban
ataviados de época ibérica. Se iban haciendo paradas en lugares de interés que servían además
de conocer el yacimiento a través de las explicaciones dadas por el guía, para conocer cómo era
la vida cotidiana en el poblado, mostrando escenas tales como mujeres tejiendo, el uso de
diversas herramientas, etc. en las distintas paradas, a la vez que se iban desarrollando los
diálogos entre los personajes y los visitantes referidos al tema en cuestión de la Jornada.
En la última parada se tuvo la oportunidad de conversar con un responsable de la
excavación que explicó el curso de las investigaciones, y mostró algunos de los últimos
hallazgos a los visitantes, quienes tuvimos, por otra parte, la oportunidad de poder preguntar
directamente a este arqueólogo las diferentes dudas o curiosidades, lo que resultó de gran
interés.
Como complemento de la visita, se organizan talleres, demostraciones y degustaciones
para los que se cuenta con la colaboración de empresas de difusión del patrimonio y
agroalimentarias locales. Además a fin de involucrar y dar a conocer las Jornadas entre la
población local, también se programan actividades en el casco urbano de Moixent, así como
talleres didácticos en el Museo Arqueológico de la localidad.
Junto a todas estas iniciativas se está desarrollando un proyecto didáctico que permitirá
mejorar la calidad de la visita para todos los públicos, en especial para el visitante individual, y
disfrutar de la experiencia de forma autónoma. El objetivo prioritario de esta propuesta es
generar una comunicación estratégica activa que propicie la reflexión e interacción del visitante
con este recurso patrimonial y su entorno.7,8
7 Fortea, L.; Ripollés, E. La didáctica en los espacios patrimoniales. Talleres de experimentación y jornadas de visita. En: La Bastida de les Alcusses, 1928-2010 (2011), Valencia, Museu de Prehistòria de València, p 299-313 8 Bonet, H.; Vives-Ferrándiz, J; Caruana, I. La Bastida de les Alcusses (Moixent, Valencia). Investigación y Musealización. En: Actas de las I Jornadas de Arqueología Ibérica organizadas por el área de Arqueología de la Universidad de Alicante, Facultad de Filosofía y Letras, del 24 al 26 de octubre de 2002. Universidad de Alicante, p 267-279.
4.-CONCLUSIONES
Todas estas intervenciones han estado dirigidas a valorar el resto arqueológico y a
convertirlo en una ruina modificada. Se podrían extraer varias conclusiones:
En primer lugar, se ha mejorado la comprensión de los restos considerando los criterios
de intervención expuestos. Como ya se ha señalado, la actuación ha consistido en la
consolidación de aquello conservado in situ en las excavaciones, esto es, el zócalo de piedras y
la restitución de suelos a su nivel original. Con todo, el resultado final sigue siendo una visión
parcial, incluso irreal, tanto de la muralla, las puertas y las manzanas de las casas. No sólo
resultan difíciles de comprender los volúmenes construidos sino que también se ofrece una falsa
impresión de predominio de la piedra cuando el elemento fundamental empleado fue la tierra y la
madera. La réplica de una vivienda en el Área Didáctica y de investigación Arquitectónica se
acometió con el fin de paliar estos problemas interpretativos y ofrecer una visión más completa y
aproximada a los materiales y a los elementos arquitectónicos de las viviendas ibéricas.
En segundo lugar, al visitar la Bastida, se obtiene una sensación de instantaneidad
frente a la dinámica de la vida pasada. Donde antes hubo vida ahora vemos restos silenciosos,
frente al dinamismo que hubo. Sin embargo para paliar este hecho se desarrollan en el
yacimiento las actividades didácticas (talleres), pero quizá lo más interesante en cuando al
dinamismo que ofrecen son las Jornadas de visita, que mediante recreaciones históricas que se
desarrollan en los mismos lugares donde vivieron sus primitivos habitantes, a través de diversas
escenas de la vida cotidiana del poblado, hacen que el yacimiento por unas horas cobre
dinamismo y “vida”. De la forma de actuar o interactuar con el público a la hora de dar vida al
poblado dependerá el éxito de la visita.
Se pretende en el futuro desarrollar actividades a lo largo del recorrido que inciten a los
visitantes a interactuar con los restos, partiendo de preguntas y buscando respuestas, jugando
con réplicas o realizando actividades en los restos conservados y con los restos reconstruidos,
siguiendo un modelo que prima la acción antes que la recepción de información como base para
el aprendizaje.
5.-BIBLIOGRAFÍA
-ABAD, L; SALA F. dir. (2002). La Contestania Ibérica treinta años después. Actas de las I
Jornadas de Arqueología Ibérica organizadas por el Área de Arqueología de la Universidad de
Alicante, Facultad de Filosofía y Letras, del 24 al 26 de octubre de 2002. Alicante, Universidad de
Alicante.
-BONET, H.; VIVES-FERRÁNDIZ, J. dir. (2011), La Bastida de les Alcusses, 1928-2010,
Valencia, Museu de Prehistòria de València.
-FLETCHER, D.; PLA, E.; ALCACER, J. (1965), La Bastida de les Alcuses (Mogente-Valencia),
Valencia, Servicio de Investigación Prehistórica, serie trabajos varios, núm. 24.
-FLETCHER, D. (1982), El plomo ibérico de Mogente, Valencia, Servicio de Investigación
Prehistórica, serie trabajos varios, núm. 76.
-LA BASTIDA (1982), La Bastida de les Alcuses, 50e aniversari declaración Monument Històric-
Artístic Nacional (1931-1981), Moixent, Ajuntament de Moixent, Publicacions del Museu Històric-
Artístic.
-LLOBREGAT, E.A. (1972), Contestania Ibérica, Alicante, Instituto de Estudios Alicantinos.
-LA BASTIDA (2012) La Bastida de les Alcusses (Moixent), Folleto divulgativo, València, Museu
de Prehistòria, Diputació de València.
- <http://contestania.com> (12-10-2012)
- <http://museuprehistoriavalencia.es> (12-10-2012 y 24-10-2012)
6.-APÉNDICE ICONOGRÁFICO
Cartel anunciador de las últimas Jornadas de puertas abiertas.
En el reverso del cartel anunciador, figuraba este folleto explicativo para facilitar la comprensión y la
interactuación con los personajes a lo largo de la visita.
Uno de los carteles que anunciaban los diferentes talleres que se realizan en la Bastida de les Alcusses.
A continuación se exponen algunas fotografías tomadas el día 30 de septiembre, con motivo de las
últimas Jornadas realizadas en la Bastida de les Alcusses y que reflejan distintos momentos de la visita,
interactuando los personajes con los visitantes. Las dos últimas fotografías en relación con los talleres.