la achira: mucho más que una planta ornamental

5
La Achira: mucho más que una planta ornamental Ricardo Carrere, enero de 2007 En Uruguay, la mayoría de la gente conoce a la Achira (Canna spp), dado que su uso ornamental está bastante extendido en el país. Sin embargo, más allá del deleite visual que provocan sus grandes flores rojas, amarillas o manchadas con ambos colores, seguramente son muy pocos quienes tienen idea de las múltiples aplicaciones de esta planta, entre las que se cuenta la de ser comestible. En un muy interesante artículo sobre el tema publicado en Ecuador por Javier Carrera (ver referencia al final del artículo), su autor informa que hace más de 6000 años ya se cultivaba esta planta como alimento, tanto en Ecuador como en Colombia. También cuenta que “durante la invasión estadounidense a Vietnam en los años 60 los vietnamitas, privados de arroz por la destrucción de los canales de riego, recurrieron a la humilde achira como medio alternativo de sustento”.

Upload: lehanh

Post on 11-Feb-2017

269 views

Category:

Documents


5 download

TRANSCRIPT

Page 1: La Achira: mucho más que una planta ornamental

La Achira: mucho más que una planta ornamental Ricardo Carrere, enero de 2007

En Uruguay, la mayoría de la gente conoce a la Achira (Canna spp), dado

que su uso ornamental está bastante extendido en el país. Sin embargo, más

allá del deleite visual que provocan sus grandes flores rojas, amarillas o

manchadas con ambos colores, seguramente son muy pocos quienes tienen

idea de las múltiples aplicaciones de esta planta, entre las que se cuenta la

de ser comestible.

En un muy interesante artículo sobre el tema publicado en Ecuador por

Javier Carrera (ver referencia al final del artículo), su autor informa que

hace más de 6000 años ya se cultivaba esta planta como alimento, tanto en

Ecuador como en Colombia. También cuenta que “durante la invasión

estadounidense a Vietnam en los años 60 los vietnamitas, privados de arroz

por la destrucción de los canales de riego, recurrieron a la humilde achira

como medio alternativo de sustento”.

Page 2: La Achira: mucho más que una planta ornamental

Luego de mencionar varios usos de la achira (artesanías con sus semillas,

alimento para cerdos y ganado, envoltorio para comidas típicas, producción

de almidón, uso como abono verde, cortina rompevientos, etc.) el autor se

refiere a su uso como alimento humano. Al respecto dice que “el rizoma [la

raíz] es similar a la papa, aunque requiere más tiempo de cocción. Cortado

en rodajas finas, se puede freír, queda delicioso con mantequilla. En

cocción en agua demora más que la papa”. Agrega que también “los brotes

tiernos se pueden comer como vegetales”.

El caso es que en mi jardín tengo tres especies de achira. Por un lado están

dos ornamentales de origen andino (una de flor roja y otra de flor amarilla

manchada con rojo), pero la que más abunda es una especie nativa

uruguaya, de flor roja aunque más pequeña y menos llamativa que las otras.

Decidí entonces experimentar las cualidades culinarias de esta última.

En primer lugar, se extrajeron varias plantas con pala de dientes tratando de

evitar daños a los rizomas. Una vez extraídas, se separaron los rizomas de

la parte aérea y se lavaron con agua. Se pusieron luego a secar.

Page 3: La Achira: mucho más que una planta ornamental

El primer ensayo fue la cocción en agua. Primero se pelaron los rizomas

antes de ponerlos a hervir, dado que la parte externa es muy fibrosa.

Comparada con el pelado de la papa, dicha operación es relativamente

engorrosa y para facilitarla se cortaron los rizomas en pequeños trozos, lo

que facilitó el posterior pelado. Se hirvieron en agua con sal durante 30

minutos. Para consumirlos se hizo una vinagreta con aceite, sal, vinagre y

mostaza, en la que se mojaron los trozos antes de ser ingeridos. El plato

resultó sumamente apetitoso.

Page 4: La Achira: mucho más que una planta ornamental

El segundo ensayo consistió en pelar y cortar en trozos finos los rizomas

(algunos en forma transversal y otros perpendicular al largo), para luego

freírlos en aceite. Luego de fritos se les echó sal y no hubo diferencia entre

los trozos redondos y los alargados: ambos supieron bien. Recomendable

como aperitivo.

Finalmente, se ensayaron las hojas para descubrir qué entiende Carrera por

“brotes tiernos”, que “se pueden comer como vegetales”. Probando con

distintas hojas y tallos tiernos, se halló que la mayoría eran muy fibrosos y

que los “brotes tiernos” son las hojas terminales cuando aún se encuentran

enrolladas; en ese estado son sumamente tiernas y sabrosas. Se utilizaron

para envolver los rizomas hervidos y se ingirieron con vinagreta, resultando

así una combinación muy disfrutable.

Lo anterior prueba entonces que la achira es efectivamente comestible. A

ello se agrega (de acuerdo con Carrera), que “no tiene ni plagas ni

enfermedades importantes y se adapta a muchos suelos y climas distintos.

En el caso de Uruguay, sus hojas sirven de alimento a las orugas de una

pequeña mariposa, no por casualidad llamada “achirera” (Quinta cannae),

así como a las de otra llamada “Saltarina amarilla” (Hylephila phyleus). Sin

embargo, ninguna de ellas producen daños de importancia.

Page 5: La Achira: mucho más que una planta ornamental

Carrera dice que la achira “crece en condiciones de fertilidad consideradas

pobres para otros cultivos, pero se beneficia mucho de la aplicación de

abono orgánico”. El mismo autor agrega que “en el huerto familiar y en

producciones agroecológicas puede ocupar espacios complementarios

importantes como bordes, zanjas de infiltración, etc.” En este sentido, cabe

mencionar que la achira se encuentra entre un conjunto de especies (totora,

berro, camalotes, etc.) utilizados en un predio orgánico familiar de

Montevideo, con el objetivo de depurar el agua del lavado y de la cocina

para su posterior utilización en el riego (Alicia Teixeira, com.pers. 2007).

En definitiva, la achira puede resultar una novedad, con grandes

posibilidades de desarrollar la inventiva culinaria, no solo a través del uso

de su rizoma y hojas, sino también por la utilización de sus hojas como

envoltorio para cocinar otros alimentos, tal como se hace con los “tamales”

y los “quimbolitos” en Ecuador.

Pero fundamentalmente la achira resulta muy interesante para incorporar a

predios que realizan agricultura agroecológica, por los múltiples aportes

que puede hacer a dicha producción.

Referencias

- Canals, Gustavo (2000).- Mariposas bonaerenses. Buenos Aires, L.O.L.A.

- Carrera, Javier (2006).- Cultivando la Achira. Allpa. Boletín de

agroecología y semillas 2, enero. Ecuador

- Klimaitis, Juan (2000).- Cien mariposas argentinas. Buenos Aires,

Albatros