kippel nº0

52
A d o r a b l e s C a b e z a s C u a d r a d a s C a r l o s G a r d e a z a b a l O h ! L a C Æ l i d a T e l e v i s i ó n G ab r ie l R e s t r ep o E l t e r r o r d e l as T e l e p a n t al la s A l b e r t o C o n d e H a c i a l a R e s e n s i b i l i z a c i ó n T e l e v i si v a A l b e r t o G ó m e z E l m i e d o a l a T e l e v i s i ó n e n l a U n i v e rs i d a d J o r g e L o n d o æ o E l S i l l ó n C a m i l o C o n d e T r a g i c o m e d i a e n D o s A c t o s G e r m Æ n S e r v e n t i REVISTA CULTURAL KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. AÑO 2000. PRECIO: COLOMBIA $10.000. LATINOAMERICA US$ 15. RESTO DEL MUNDO US$25 descuento del 10 % para docentes y estudiantes.

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Revista Cultural de Gran Formato. Nominada al premio Lapíz de Acero 2001 Categoria Concepto de Diseño Revista Proyecto Diseño 35*50 cm (cerrada) Tema No 0. La Televisión Cuerpo Editorial: Director: Dario Vargas. Comité editorial: Dario Vargas, Alberto Conde, Alberto Gómez. Redacción: Lina Conde, Silvia Buitrago , Diego Sosa, Juan Camilo Osorio, Alberto Gómez, Alberto Conde. Comité Gráfico: Camilo Conde, Camilo Colmenares, John Castro, Esteban Muñoz, Evelyn López. Diseño y diagramación: Dario Vargas. Fotografía: Dario Vargas, Camilo Colmenares. Coordinación: Fredy Chaparro. Impresión: Museo de Arquitectura Leopoldo Rother. Revista Cultural KIPPEL Publicación trimestral. (Santafé de) Bogotá. Febrero de 2000 Mas info: http://kippel.org/kippelno0latv/kippel_revista.html

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REVISTA CULTURAL KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. AÑO 2000.PRECIO: COLOMBIA $10.000. LATINOAMERICA US$ 15. RESTO DEL MUNDO US$25

descuento del 10 % para docentes y estudiantes.

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publicidad

Page 4: Kippel nº0

00:o4 REVISTA CULTURAL KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. AÑO 2000.

Agradecimientos.

Al Museo de Arquitectura Leopoldo Rother y en especial a Marta Devia; a OdileHenault y su apoyo y visión; a Fredy Chaparro y su guia; a Roberto García y suapreciación sonora; a Gabriel Restrepo, Jorge Londoño y Carlos Gardeazabal porpublicar en éste experimento; a Leonardo Vasquez y su Zip; a Alfonso Acosta y sutarjeta capturadora de video ATI; a Consuelo Saza y a su cámara HI8...Danke.

¡Oh! La calida televisiónGabriel Restrepo

00:14

Hacia la resensibilización

televisivaAlberto Gómez

00:16

Animación

Tarde de 2 segundos

Realización: Dario VargasMusicalización: Roberto GarcíaActuación: María Fernanda Ibañez

Camila Alejandra IbañezDaniela Ibanez

Duración: 2 segundos.Grabada en HI8.Cuadros capturados en ATI

Canal izquierdo

Canal derechoAudio

Video

00:12

00:0

800

:06

00:0

1

Portada

Videograma y Montaje:Dario VargasModelo:María Fernanda Ibañez

Page 5: Kippel nº0

00:o5REVISTA CULTURAL KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. AÑO 2000.

Director: Dario Vargas. Comité editorial: Dario Vargas�Alberto Conde�Alberto Gómez. Redacción: Lina Conde�Silvia Buitrago�Diego

Sosa�Juan Camilo Osorio�Alberto Gómez�Alberto Conde. Comité Gráfico: Camilo Conde�CamiloColmenares�John Castro�Esteban Muñoz�Evelyn López. Diseño y diagramación: Dario Vargas.Fotografía: Dario Vargas�Camilo Colmenares. Coordinación: Fredy Chaparro. Impresión:Museo de Arquitectura Leopoldo Rother.

Revista Cultural KIPPEL Publicación trimestral. Santafé de Bogota. Febrero del 2000. E-mail: [email protected].

Entrevista a Satoshi KonManga Films

00:18

El miedo a la televisiónen la UniversidadJorge LondoñoAd

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El sillonCamilo Conde

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Tragicomedia en dos actosGermán Serventi

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0 El terror a las telepantallasAlgunos mitos sobre la televisiónen la ciencia ficciónAlberto Conde

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El título es ininteligible, no

hay significado...Dario Vargas

Libros, Exposiciones,Música y Audiovisuales

Page 6: Kippel nº0

S

Ello nos remite a la otra característicade ese objeto de consumo denominado revistacultural, que nos obligaría a asumirlo comoperteneciente al orden del kippel: su comple-ta inutilidad, con relación a las necesidadesbásicas del ser humano, incluso si entreellas incluyéramos las necesidades creadas,residuales, en el ámbito del consumo. Unalejanísima mirada idealista las incluiría comoparte de la necesidad de conocimiento, peroen una época en la que el conocimientoinstantáneo, ligero y multifocal invade todaslas esferas de la existencia, tal miradalegitimaría plenamente el carácter kippel deuna revista cultural.

En este orden de ideas, podemos afirmarque una revista cultural se encuentra osci-lando en la frontera entre el kippel y el no-kippel: cerrada, abandonada en una estante-ría o en la bodega personal de los editores,entra a formar parte de esa materia muertaque consume el espacio hasta invadirlo todo.

i nos atenemos a la

definición que da K.

Dick, es difícil determinar a qué categoría

pertenece esa clase de objeto denominado

revista cultural.

Por un lado, podría consi-

derarse como no-kippel, pues, a diferencia de

éste, tal tipo de publicaciones son escasas y

mueren rápido, sin llegar a constituir un

estorbo físico de dimensiones considerables

(aunque cualquier editorial académica afirma-

ría algo muy distinto). Además, su cobertura

es limitada, sus tirajes reducidos y no están

supeditadas a ningún otro producto del cual

puedan desprenderse, perdiendo así

su fun-

ción social.

A menos,

claro, que hablemos en

términos de mercado

intelectual,

en cuyo

caso los artículos, ensayos y

reseñas, e

incluso las modas académicas o culturales,

constituirían esa materia central,

cuyo en-

voltorio desechable

serían este tipo de pu-

blicaciones.

00:o6 REVISTA CULTURAL KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. AÑO 2000.

Page 7: Kippel nº0

nas, girando siempre en torno a un problema,objeto o concepto concreto, seleccionado entrela serie �inabordable en su totalidad� detemas sobre los que se configuran las expe-riencias cotidianas del hombre contemporá-neo.

Como proyecto editorial, somos concientesdel reto que representa ingresar en unaindustria aparentemente cerrada en nuestropaís, buscando, incluso, proyección interna-cional. Por ello queremos respaldar nuestrotrabajo con una propuesta novedosa en laque se establezca un equilibrio entre ellogos y la imagen, entre la palabra y elcolor, tras lo cual deseamos conformar unaidentidad sincrética que de cuenta de ladiversidad de los modos de representación yde las opiniones críticas que subyacen para-lelamente a otros discursos oficializados yamparados por aquellos que, eufemísticamente,podemos denominar, del mercado.

Este, nuestro número 0, está dedicado auno de los fenómenos culturales más impor-tantes de este siglo, un invento que inicial-mente no tenía claros sus objetivos y que enpocas décadas se convirtió en el escenariocentral de la vida moderna: la televisión. Unmedio que, a pesar de su inmaterialidad,constituye una de las fuentes más abundan-tes de aquella materia degradada definidapor Dick.

Como ente cultural vivo, es kippel en poten-cia que se vale de la reproducción delconocimiento e incluso del abuso de la pala-bra, hasta concluir en el �desecho intelec-tual�, apenas valorado por el instintoinvestigativo, en tanto es kippelizado por elplacer de consumo y apenas salvaguardado porel aprensivo ojo del coleccionista. Leída,asimilada, extraídos de su cuerpo los posi-bles trayectos reflexivos que generen movi-lidad cultural, dinámica, cuestionamiento,volverá al kippel, pero su estela habráconstituido una fuerza neg-entrópica quejustificaría nuestro intento de presentaruna lectura del presente.

A través de esta revista nos proponemosgenerar nuevos puntos de contacto, propi-ciando una serie de diálogos interactivos delos que resultaría un concierto a partir delcaos. Sus participantes serán autores que sehan trazado como meta generar discursos queconfiguren en abstracto un mapa de la cul-tura, abierto a nuevas maneras de interpre-tación, en las que se definan posicionescríticas. Lo que se propone aquí es cohesionaruna serie multiforme de fuentes, apreciacio-nes y perspectivas desde diversas discipli- L

OS EDITORES.

00:o7REVISTA CULTURAL KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. AÑO 2000.

Page 8: Kippel nº0

00:08 REVISTA CULTURAL KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. AÑO 2000.

Nuestro

primer número esta dedicado

a la televisión. La propuesta

editorial

de ésta rev ista

lo inc luye

a usted ,

nuestro

lector. Si quiere participar en

esta revista , enviandonos

articulos

o

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a vi sa mo s q ue

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proximo

número estará dedicado a

la

moda. Podran enviarnos

su material al

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de Bogotá o

por

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K ip pe lm ag az in e@ ya ho o. co m y

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nuestra

pagina web

www.kippel.com.

Page 9: Kippel nº0

00:09REVISTA CULTURAL KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. AÑO 2000.

Page 10: Kippel nº0

Espaciopara

publicidad

Page 11: Kippel nº0

Espaciopara

publicidad

Page 12: Kippel nº0

Carlos Bonil. Estudiante de IV semestre,Artes Plasticas. Universidad Nacional.

¿Cómo alguien puede vivir con la opor-tunidad de ver por lo menos una hora detelevisión diariamente y no aprovechar-la? La televisión es digna de toda nues-tra atención, define nuestro entorno, yes capaz incluso de transformarnos (noimporta si es para bien o para mal, mutares lo mejor).

Juan Carlos Cadavid. Estudiante de Cine yTelevisión. Trabajo de Grado. UniversidadNacional.

El cine, la imagen en movimiento y elvideo tambien han utilizado la pantallacomo pagina completa, como foto por foto,yo creo que puede existir la posibilidad,asi como la han utilizado los diagramadoresde revistas en no hacer foto por foto,sino en diagramar cada pagina aprove-chando más el espacio, haciendo unadiagramación dentro del cuadro mismo.Asi se puede crear un tipo de hipertexto,dentro del cuadro de cada frame de lapantalla...es como de alguna manera unamultilectura que puede tener diferentescuadros, púes en una misma pantalla (uhmm)como ya he dicho, se pueden generardistintas metáforas.

Ya la metafora no se genera por ante-poner un cuadro y luego en otro tiempocolocar otro cuadro, y de esa unión ge-nerar una metáfora, sino se puede gene-rar simultaneamente al haber dos cuadroso dos imágenes video, dos imágenes cineo una imagen y un texto simultaneos.Creo que es una de las posibilidades quepodia tener el video como estilo dediagramación de video.

(Tambien su opinion visual. Parte de la obrade Carlos, ganadora del XXVI Salón Cano)

Eduardo Esquivel. Estudiante de Trabajo deGrado, Antropología. Universidad Nacional.

Como antropólogo creo que no se puededesconocer la necesidad de que se elevenvoces de denuncia acerca de la complici-dad de la televisión con las manipulacio-nes del poder y los no siempre clarosintereses del mercado, así como del lugarestratégico que la televisión ocupa enlas dinámicas de la cultura en la trans-formación de las sensibilidades y en losmodos de construir imaginarios e identi-dades. Se hace necesaria una antropolo-gía, con unas categorías de pensamientoy percepción, que den cuenta de cómo elmundo del sujeto está atravesado por elmundo de la imagen y ambos mundos permeanotros como el social, el político y eleconómico. La imagen funciona en el in-dividuo como recuerdo, punto de referen-cia, creación y recreación de la imagina-ción. Finalmente creo que la antropologíano puede seguir ignorando que los nuevosmodos de simbolización y ritualizacióndel lazo social se hallan cada día masrelacionados al dispositivo comunicacionale informativo ligado a las imágenes. Estonos llevaría al reconocimiento de la exis-tencia de un régimen de representacio-nes, el cual actúa sobre la forma comopercibimos la realidad social.

00:12REVISTA CULTURAL KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. AÑO 2000.

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Ivan Martín.Guitarrista español.

La tele es un medio de informaciónque no se usa para el cual creo quedebería ser, hoy en día nos invadenprogramas basura que son lamentablemen-te los que más audiencia tienen.

Los medios de noticias, están manipu-lados, no dicen la verdad que existe, yno te puedes fiar de lo que dicen.

No existe un solo programa que meinterese, por eso desde pequeño he deci-dido ver única y exclusivamente dibujosanimados que creo que es lo único que medivierte, y alguna película.

Bueno la verdad es que hay dos pro-gramas que los veo de vez en cuando, loshacen en la televisión catalana, y son deun grupo teatral en cachondeo, se llama,Malalts de tele y La cosa nostra.

Hector David López CancinoIngeniero Geógrafo

Desde su aparición en Colombiaa amediados del siglo pasado , la televisiónha procurado un cambio extraordinario enla actitud y el pensamiento de la po-blación, la cual tenía una relación masestrecha con la radio, la cual sin ningu-na equivocación, imperaba sobre los de-más medios de comunicación.

Pero, desde la aceptación de la tele-visión como un «miembro» dentro de loshogares colombianos, las relaciones so-ciales, los esquemas culturales y de Na-cionalidad se han modificado continua-mente hasta lograr inducir las actitudes,maneras de pensar y actuar de la masatelevidente y lograr así un nuevo genotipode individualidad colombiana, sin res-tricción de la más elemental concienciadesde el punto de vista, puramentehumanístico.

Daniel Oswaldo RuizVIII semestre de antropología. UniversidadNacional de Colombia.

Pienso en temas específicos como elactual proceso de paz. No es raro escu-char, cuando se entabla una conversa-ción, alguna frase repetida que cualquierperiodista o presentador enunció en al-gún noticiero. Más que informar, la ma-yoría de espacios televisivos se encargande modelar en la gente sus percepcionessobre la realidad. Poco a poco lo querepiten los medios se convierte en es-tructuras específicas de pensamiento quesirven, en forma muy parcializada, paradar cuenta del conflicto. A veces nisiquiera nos preocupamos por cuestionarlas informaciones que recibimos y damospor sentado que lo que vemos en lapequeña pantalla es fiel reflejo de cuantoacontece, cuando todo ello no constituyesino un estratégico discurso de poder quelegítima y reproduce el mismo razona-miento que se encargan de transmitirnos.

00:13REVISTA CULTURAL KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. AÑO 2000.

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Page 14: Kippel nº0

¿P

Esa inmediatez aparente de la televisión, esa pre-

sencia que suscita, quizás haya sido la razón para que

McLuhan hablara de este medio de comunicación como de

algo cálido, en contraposición a lo frío de la escritura,

la cual es, según la expresión de Freud, �el lenguaje del

ausente�.

¿Qué nexo de asociaciones hay entre la nominación de

la televisión como algo femenino, la presencia que parece

suscitar y la calidez de su lenguaje frente a la hierática

escritura, el supremo legado de la cultura masculina?

Antes de responder a esta pregunta, vale la pena sin

embargo poner entre paréntesis o interrogantes la noción

de la presencia o de la inmediatez de la televisión. Pues

ocurre una paradoja: si bien la televisión acerca lo

distante, aleja lo próximo. Cualquier fenomenología del

acto de ver televisión concluirá en ello. No se trata,

aquí, de ese extrañamiento que crean los medios en un

país excéntrico, sin centro, descentrado, deslocalizado

(pues el centro siempre remite aquí a un afuera). Ex-

trañamiento que conduce a que sea más fácil comunicarse

desde Acandí con todas partes del mundo que con la

capital de Chocó.

No. Es un fenómeno de sugestión, casi se diría de

hipnosis, por el cual el televidente es sustraído de la

copresencia en el hogar y se ve aherrojado o preso en esa

deliciosa superficie visible y hablante, esa delgada pe-

lícula tras la cual corren todas las películas posibles,

esas aguas de Narciso en las cuales se ahoga con dulzura

el vidente, ese teatrino ante el cual se queda pequeño

or qué la televisión es la televisión? En otras palabras,

¿por qué es femenina LA televisión? No hablamos del aparato,

que, como máquina, aunque sea posmoderna, es decir, suave,

estilizada, estetizada, es un artificio propio de la cultura

masculina. Hablamos de la televisión como de ese emisor de

imágenes y

palabras habladas que, aunque telemáticas, nos

recuerdan la oralidad y visualidad primarias.

La televisión ha tornado

caduco el mundo de la

ideología, con su preten-

sión serial, escritural,

racional, coherente.

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00:14REVISTA CULTURAL KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. AÑO 2000.

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el de Maese Pedro de El Quijote, esa posmoderna caverna de Platón �el reino de la opinión, de la publicidad, de la habladuría,del lugar común de encuentro� de la cual nadie quiere ser extraído para ser llevado a los supuestos encantos sutiles osecretos de la episteme, ese espejo de espejos, esa bola mágica, esa cajita de sorpresas.

¿Por qué, pues, la televisión como un género de comunicación �cálido� y �femenino�?Aquí, en estas pocas líneas, se aventura una hipótesis.La situación o acto de ver la televisión responde en casi igual forma a la etapa infantil en la que uno es hablado,

sin que pueda reaccionar con el logos o siquiera con una respuesta emocional. En otros términos, la televisión evoca el actoinfantil de la lactancia. Infantil quiere decir en su etimología �el que no habla�.

Con frecuencia los críticos de la televisión apuntan a reiterar el carácter no interactivo del medio televisivo, a insistiren lo no dialogal de la televisión. Ello tiende a realzar la pasividad del espectador (aunque éste pueda seleccionar el canalo prender y apagar el televisor).

Pero habría que ir más allá. Pensar la televisión como el sucedáneo telemático de los pechos maternos que proporcionanel alimento visual y oral del que se nutre el hombre contemporáneo. Ya no es en éste caso la boca la que recibe este alimento(que, como todo alimento, puede incluir mucha basura), sino los ojos, aunque habría que sugerir cierta continuidad entre laingestión visual y la ingestión de comida: de hecho, un fenómeno observable entre muchos adictos a la televisión es laasociación entre ver y tragar (observable también en los cines). Ello, por supuesto, no se limita al acto de ver la televisión:se prolonga en el deseo de consumo que la publicidad o los simples programas suscitan.

Porque así como hay un deseo de ver, hay una envidia de lo visto. Ya lo decía Proust, según lo ha recordado Bourdieu:�ver es envidiar�. La obsesión infinita del ser humano por la imagen no parece saciarse con la cinética de esos proyectiles(ametralladoras los llamaron en su comienzo), que son el cine y la televisión, hoy verdaderas bombas de fusión y de fisiónque conectan las redes del capital simbólico con los ships o neuronas de cada sujeto delmundo contemporáneo para organizar el sentido de una vida que muchas veces carece desentido.

La televisión ha tornado caduco el mundo de la ideología, con su pretensión serial,escritural, racional, coherente. Nos ha devuelto al mundo primitivo y terrorífico delespectáculo, ya no de la naturaleza, sino de la deriva social. Es un universo que no seentiende con la hermenéutica, sino con la semiología, que no se descifra con la críticaliteraria, sino con las herramientas del psicoanálisis descubiertas por Freud en LaInterpretación de los Sueños. Porque lo que esa gigantesca y enmarañada ubre produce esun �bricollage�, un magazín de imaginarios.

Cabría indagar �en una especie de sociología del conocimiento, en este caso de losmedios� por qué McLuhan fue pionero en admitir el carácter distinto de la televisión. Misugerencia ronda el siguiente argumento: Su adhesión al catolicismo y su repudio expresodel protestantismo favoreció una comprensión no iconoclasta de la televisión, lo mismo queuna benevolencia frente a la dimensión �materna� de los nuevos medios. Sugerencia detrabajo, no debería descartarse. Adviértase el papel de los jesuítas en el uso de la imagencomo medio de evangelización, tan firme aquí en América Latina con todo el dispositivo delBarroco.

Ello apuntaría también a descifrar por qué la televisión ha calado tanto en Colombia.Pueblo mimético por doble vía, por lo español (y su gusto por el espectáculo) y por loindígena ( y su proclividad por el sacrificio), en el fondo la escritura siempre se ha vistocon ambivalencia, pues, pese a que hayan sido el secreto del dominio de la �ciudad letrada�,ella significó la expropiación de la tierra (�escrituras�, en sentido notarial) y de lacultura (�escrituras� sagradas).

Habría que trabajar, por ello, nuestra historia de la televisión como una sucesión enla cual la �ciudad letrada� comprende muy pronto el sentido de la �ciudad imaginada� yadopta este medio como una forma de control simbólico (no por azar, la difusión de latelevisión fue auspiciada por un general en la presidencia) ya no expresado en latradicional figura del presidente gramático. Razón por la cual hoy no se sienta en el soliode Bolívar nadie distinto a un presidente que fuera presentador de noticias, hijo de unpresidente que a su vez fuera estandarte de esa otra gramática moderna, la de la economía.

La situación o acto de ver latelevisión responde en casiigual forma a la etapa infantilen la que uno es hablado, sinque pueda reaccionar con ellogos o siquiera con una res-puesta emocional.

este m

edio al orden de lo femenino?

mentos e

n favor d

e esta hipótesis.

00:15REVISTA CULTURAL KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. AÑO 2000.

Page 16: Kippel nº0

A

comunicacionales como el computador, laRed o la televisión, inciden profundamenteen la relación cotidiana entre los indivi-

duos de cualquier lugar del planeta.Pero estos instrumentos son valorados

en razón del mercado en el que generan ose generan como productos, sin importar,como ocurre en el caso de la televisióncolombiana, las posibilidades estéticas oexpresivas que ofrecen para ser aprovecha-dos en beneficio de los procesoscomunicativos.

Los bien llamados Medios Masivos deComunicación, funcionan como mecanismosreguladores de la realidad desde sus dis-tintos ámbitos. Para nadie es un secretoque la televisión ha llegado a constituir-se en el quizá más importante medio decomunicación de masas. Su eficacia no sólose comprueba con la inmediatez y la simul-taneidad con que transmite informacionesdesde cualquier parte del mundo �atributoque ahora comparte con la Red� sino, ytal vez principalmente, por el carácter derealismo que induce a aceptar las imágenestransmitidas bajo determinados parámetrosde verosimilitud, lo que implica ciertocondicionamiento sobre las posibilidades derelacionarnos con el mundo. Cosa nada gra-tuita para la civilización actual que, enun siglo en el que se descree de la ver-

pesar de que el siglo XX ha constituidopara los diversos discursos históricos lagran época del aceleramiento de la Huma-nidad, dados los logros y satisfacciones

sucesivos que motivaron descubrimientos detoda índole y replanteamientos filosóficos,el género humano no ha dado en la prác-

tica con la solución de los principalesproblemas que le aquejan. Para mala fortu-na de todos, el adelanto tecnológico, enlugar de unirnos, parece cada vez disten-

der los lazos socio-afectivos.El caso es paradójico, porque a pesar

de que la percepción de la realidad, decierta manera, nos proporciona una seguri-dad frente al futuro, en cuanto a la ma-nipulación y la facilidad para acceder nosólo a diversa información en tiempo re-ducido sino a herramientas de gran y di-

versa utilidad para el hombre promediocontemporáneo, la velocidad que proporcio-

na la tecnología, impulsa al hombremoderno a limitar su relación con el en-torno a meras exigencias utilitarias. Ins-

trumentos técnicos, virtuales y

Con

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La televisión se convierte en un objeto peligroso para una para asimilarla adecuadamente. Sin embargo, el ojo del televiden los esquematismos del mercado que en la actualidad la determin

Alberto Gómez Melo.Estudiante VII Semestre de Literatura.Universidad Nacional.

00:16MAGAZINE CULTURELLE KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. ANNE 2000.

Page 17: Kippel nº0

en el aparato televisivo. Cada vez cumplemejor su papel de circo romano ofreciéndo-nos liberalidad a toda costa.

Pero podemos ver, con menos júbilo,cómo nos sentamos frente a la pantalla, o

qué actitud asumimos como colectividadfrente al medio de comunicación. Paradóji-camente, mientras más banalizamos nuestrocontacto con la realidad, sometiéndonos ala trivialidad de una violencia descarnada,

más ritualizamos el apego al monitor.Nuestras familias viven en su entorno.

Nosotros lo hacemos. Pero sin una actitudlúdica puede que no halla comprensión de

los contenidos ni beneficio interrelacional.Nuestra propuesta va en este sentido: latelevisión debe reformarse desde sus ci-mientos, mediante un trabajo conjunto delos distintos sectores de la sociedad, en

dad absoluta a causa de la relativizaciónde la verdad, busca hacer más impactanteel mensaje que transmite a partir de lareproducción de la realidad.

Por lo que toca a la televisión produ-cida en Colombia, el caso raya en el pa-

tetismo. Con contadas excepciones, losprogramas generan pobres expectativas aun público que requiere urgentemente de

un medio en el que se exploten, artísticae intelectualmente, las capacidades profe-sionales de los realizadores. La programa-ción de los actuales canales colombianosparece que fuera pensada para mediocres

que se contentan con el bullicio y la es-pectacularidad amarillista; con lo que seconvierten en noticias importantes hastalas más triviales declaraciones de cual-quier ídolo de la farándula. Raro es el

noticiero que no emula un magazín hacien-do de los chismes secretos el punto culmi-nante de cada tanda de noticias. Los pro-gramas humorísticos y de concurso, como

por dogma, rayan en la chabacanería bajoel argumento del gusto popular. El caso essimilar con las telenovelas, que como in-grediente especial, tienden a desperdiciar

millonadas para alcanzar burdas copiasestereotipadas que el televidente acepta,más que por gusto, por que no queda otrocamino. Igual, la televisión siempre tendrá

un público, pero con estas propuestastelevisivas, dicho público, educado para

ver puras fruslerías, poco entenderá cuan-do ante sí se presente un programa de

calidad.La televisión cumple un papel tan pre-

ponderante en la sociedad que, en tantoincita a la reflexión a las mentes culti-vadas y suspicaces, invade de amodorra-miento e inacción a las mayorías, sin res-petar raza, credo, jerarquía o inteligen-cia. ¿Cuántos no han sido presa en algúnmomento de sus vidas de ese estado abúli-co frente a la pantalla? Podría asegu-rarse que en lo que concierne a nuestrocaso, la televisión no ha sido aún descu-bierta, por cuanto la sociedad ha encon-trado una función meramente espectacular

donde se incentive una lectura reflexivasobre la forma y los contenidos de lo que

ofrece el medio.La televisión no sólo hace parte de

nuestro presente. Está prefijada suoperacionalidad en el futuro. Pero podemosesperar consecuencias tan desastrosas comolas que nos ofrecen las elucubracionesfilosóficas del arte en novelas comoFahrenheit 451 de Ray Bradbury o 1984 deGeorge Orwell, donde el artefacto fuera deser un ente comunicador sirve como instru-mento de dominación, sin ser posible laopinión sobre el medio; como también po-demos esperar que mediante un trabajoconjunto de la sociedad, se logre enrique-cer los horizontes de conocimiento conimparcialidad y sin espectacularizacionesdesde los noticieros y programas de opi-nión, y se propicie un sano divertimentosin alimentar la vulgaridad, la chabacane-ría y especialmente el chovinismo. La ex-periencia nos dice, que tanto apasiona-miento sin sentido no nos deja más quemuertos y olvido.

Finalmente no podemos considerar que elinstrumento sea malo o bueno por defini-ción. Tenemos que tener presente que esel uso que se le da el que condiciona lavaloración. Si nosotros no vivimos a laaltura del invento, no podemos explotarsus posibilidades. Y la televisión nosofrece muchas, tanto estéticas comocomunicativas o pedagógicas. Depende, en-tonces, de quienes hacen televisión, queentiendan que el sometimiento a las reglasdel mercado esta condicionando la experi-mentación y el contacto entre consumido-res, restringiendo desde dentro las posibi-lidades de interacción. De otro lado estarea de los educadores incentivar, nosólo frente a la televisión sino frente acualquier otro producto audiovisual, unespíritu reflexivo en los jóvenes tantorespecto a los contenidos como a la formade seducción de los medios.

La televisión cumple un papeltan preponderante en la socie-dad que, en tanto incita a lareflexión a las mentes cultiva-das y suspicaces, invade deamodorramiento e inacción alas mayorías, sin respetarraza, credo, jerarquía o inteli-gencia.

sociedad que no está preparada te puede ser la mejor arma contraan.

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No deseé sólo leer manga (libros cómi-cos), sino ir y escribirlos yo mismo. Fuifuertemente influenciado por el �Domu� deKatsuhiro Otomo (1980) y �Akira� (1982). Megusta especialmente �Domu� y pensé que si seme permitiera hacer sólo una película detodos los mangas que había leído, sería elde esa historia. Al comienzo disfrutaba dibu-jando cuadros y muy pronto mis �scribbles�se comenzaron a desarrollar para formar uneventual manga. Entonces, una historia queterminé ganó el concurso de Kodansha Mangay desde entonces, he estado dibujando mangano como pasatiempo, sino como mi sustento.

Fragmentos de la entrevista realizada porMangafilms.Traducción de Diego Sosa.

Por las �extrañas aventuras de Jojo� (1993),en la que trabajé previamente supervisandoel script, la continuidad y la producción;mas el sonido, el doblaje y el resto eran eltrabajo del director. Quería ir y encargarmede todo y �Azul Perfecto� me presentó laoportunidad ideal para cumplir este deseo.

00:18MAGAZINE CULTURELLE KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. ANNEE 2000.

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En la época en la que estaba cursando la secundaria, vi varios animés de Miyazaki como �Yamato�(1974) y �Gundam� (1979). Compré mucho manga cuando era más joven, pero después de que entrar ala universidad yo pensé que me había aficionado demasiado a las películas vivas de acción. Lamayoría de ellas las vi en vídeo, y he hecho que una de mis políticas sea la de observar laconfiguración, el formato y la producción de las escenas para los mangas que dibujaba.

En realidad, no puedo pensar en una película específica o en un director determinado querealmente me haya �influenciado�, pero absorbí gradualmente las cosas que vi. Por ejemplo, el formatode Akira Kurosawa es sólido y de fácil entendimiento. Sin embargo, el hecho de que lo he visto nosignifica que deba imitarlo, pero a la larga este procedimiento demostró ser mi mejor método deestudio para hacer películas. Pero sería tonto decir que sólo por éste hecho ya he sido�influenciado� por Kurosawa (risas).

La mayoría de la película se fija dentro. Elweb de Mima, Uchida y su habitación de fanático,igual el estudio donde se rueda la película. Laotra Mima hace su primera aparición desde lapantalla de la PC ubicada en el cuarto de Mima.Para decir la verdad, pensé mucho de cómo elotro Mima debía aparecer lo mejor posible, y fueMurai que vino con la idea del Internet: elcuarto del homepage de Mima. De esta manera,decidímos hacer que todos de los cuartos evoquenla misma cosa. Hay tres pantallas en el cuarto endonde vive Mima: una TV, una PC y una pecera conlas mismas dimensiones 3x4 de un monitor. Tam-bién intentamos que el sitio de Mima fuera vistocomo si estuviera en una pantalla de la TV. Estoes porque deseamos dar un sentido diluido de larealidad, como si todos los acontecimientos ocu-rrieran dentro de una pantalla de una TV decierta clase. Más adelante, cuando el libretistaShibutani viene en la escena del estacionamien-to, la entrada se enmarca como si fuera unapantalla de la TV, con las mismas dimensiones de3:4.

00:19MAGAZINE CULTURELLE KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. ANNEE 2000.

En Roujin Z (1991) éramos responsables de diseño del conjunto. Endiseño determinado del anime especialmente, la cosa más importante eshacer que estos lugares se miren en vivo, de alguna manera parezcanverdaderos. Incluso los objetos vagos puestos del fondo tienen que mirarsecomo si «tuvieran un pasado», y que vinieron a estar allí por un proceso,no por el hombre que los dibuja. Así pues, por ejemplo, si estoyrepresentando un apartamento sucio, hay alguien que se está viviendoallí, las áreas alrededor donde él pegó los carteles en las paredes tienenque ser decoloradas levemente.

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¿Qué usted trajo de Roujin Z, su primeranime?

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00:20RIVISTA CULTURALE KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. ANNO 2000.

La Televisión: la gran ausente en el ám-bito universitario

Silenciosamente, sin que nos diéramos cuenta, laTelevisión nos ha rodeado, cercándonos con su presen-cia insistente y aún no la usamos, ni la trabajamos,ni nos apropiamos de ella para desarrollar nuestrastareas universitarias. Si en algún lugar de Bogotá seignora totalmente la Televisión es en la «CiudadUniversitaria». No hay, por ejemplo, en la UniversidadNacional un canal de televisión, ni se genera desdeella programación que informe, enseñe, o dé pautassobre tantos asuntos del conocimiento y de la expre-sión que deberían ser difundidos entre los ciudadanos.Existe un distanciamiento entre los profesores y laTelevisión y su incorporación a la docencia universi-taria; si bien encontramos intenciones aisladas parautilizar los recursos de la Televisión en la docencia,en general no hay una conciencia colectiva de lo queesto puede significar. De éste distanciamiento surgenpreguntas como: ¿debemos ocuparnos de la Televisión.?¿es importante la Televisión para los profesores de

Tratando de superar los prejuicios académicos co la televisión y otros medios audiovisuales en la ed da la cuestión de la competencia audiovisual comllarse en los distintos ámbitos de enseñanza, de m de considerarse como meros instrumentos de tra auténticos generadores de saber.

Introducción

Teniendo en cuenta las diferencias de soporte, producción y recepción entre cine,televisión, video y multimedia, es necesario precisar como se asume el concepto detelevisión dentro de los límites de este trabajo, aceptando las diferencias y por tantolas diversas posibilidades de acceso a estos medios.

Partiendo de su acepción etimológica (tele: a distancia, visión: ver) y ateniéndonos asu función específica, podemos considerar que la Televisión es la transmisión sincrónicade imágenes y sonidos a distancia, en el momento en que ocurren o, en momentos anteriores

registrados en diferentes me-dios: químicos, físicos, elec-tromagnéticos, digitales u otros.Es decir que ocurrieron en otromomento diferente al de la trans-misión y fueron fotografiados,f i l m a d o s , g r a b a d o s odigitalizados. Esto nos obliga aprecisar que toda producción re-gistrada en cualquiera de estosmedios (Cine, video, multimedia...)es susceptible de ser televisaday por lo tanto, en potencia, esTelevisión. Este concepto ampliode Televisión es el que subyaceen los planteamientos del pre-sente trabajo y junto con reco-nocimiento de estar viviendo enuna sociedad fundamentalmentetelevidente, pasaremos a con-templar su importancia en elámbito de la educación.P

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00:21RIVISTA CULTURALE KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. ANNO 2000.

los niveles superiores de educación y de todaslas áreas del conocimiento? ¿debemos tener unaTelevisión Universitaria? ¿Quiénes deberían pro-ducir dicha Televisión? ¿Cómo?

Comencemos por precisar, para iniciar el ca-mino de las respuestas, que existe una apropia-ción distorsionada del concepto de Televisión,algo que podríamos llamar una visión fetiche,según la cual, la Televisión es portadora de unlenguaje inapropiado para la educación y parala expresión de las esferas de la producciónsimbólica, científica, social, etc.; de acuerdocon esta visión, este medio de comunicación,representa una amenaza tecnológica que reem-plazaría al profesor. Por otro lado, existe lacreencia de que la producción televisiva implicagrandes cantidades de dinero. De la primeradistorsión se deriva una gran discusión quetiene que ver con los medios legítimos e ilegítimospara servir de soporte a los descubrimientoscientíficos, a los análisis o abstracciones con-ceptuales. La respuesta previsible es que elmedio escrito es el más adecuado, si no elúnico capaz para soportar el bagaje científicode la humanidad. No es de extrañar; llevamosmás de quinientos años centrados en la palabraimpresa y su difusión masiva, medio que porotra parte ha demostrado que puede soportarcualquier cosa: desde los descubrimientos y con-ceptos más imbricados, hasta las descripcionesmás banales o inútiles. El «papel aguanta todo»,es el dicho popular que acuña esta clara rea-lidad.

Pero cada época ha aportado sus propiastecnologías y sus propios criterios que, sinquitarle validez a las otras, avanzan o encuen-tran nuevas formas de registrar, transmitir y

n relación a la presencia deucación, este artículo abor-

mo un recurso por desarro- anera que los medios dejen nsmisión y se conviertan en

posibilitar nuevos caminos para conocer. ¿Porqué han de ser menos válidos los medios dehoy? El desarrollo tecnológico que ha desem-bocado en el multimedia confirma, con sobradosejemplos y contundencia, que el uso combina-do de todos los lenguajes fusionados a tra-vés del audiovisual será la forma de expre-sión más común en el futuro próximo. ¿porqué, entonces, la resistencia a aceptarlo?

Los CD-ROM, archivos de imágenes, pala-bras, fotografías, escritura, textos.. etc.,pueden ser el soporte ideal para la expre-sión, acumulación y conservación del conoci-miento de la humanidad. Allí cabe todo: loslibros y las imágenes, las palabras, la músi-ca y los sonidos. «Leerlos», «escribirlos»,es decir, hacerlos, es una capacidad que todociudadano debe poseer, al menos potencial-mente. La Televisión, transmisión de imáge-nes y sonidos de manera sincrónica, en vivoo pregrabados, de un lugar a otro, por víascomo las ondas herzianas, el cable o la fibraóptica, es también el medio sincrético por

excelencia, el canal donde todos los lenguajespueden combinarse para producir multitud dediscursos. Es un medio suficiente y sobradamen-te idóneo para soportar los postulados cientí-ficos más profundos y complejos, tanto comolas expresiones artísticas mas sublimes y no alrevés, como presenta la visión fetiche. Inclusose puede ir más allá, y afirmar y comprobarque la televisión es un instrumento de indaga-ción, de investigación que puede generar cono-cimiento y sentido.

La Televisión: modo de expresión /lenguaje audiovisual

La imagen en movimiento y las posibilidadesde captarla y reproducirla han generado des-pués de un siglo el lenguaje audiovisual. Comoopina el investigador José Pérez Tornero sesuele asociar la escritura textual a los proce-sos de razonamiento, cosa que hace difícilconjugar la idea del texto audiovisual con elpensamiento. En su misma opinión, tal vez estose deba a que lo audiovisual lo vivimos fre-cuentemente solo como receptores, de un modopasivo. En tanto que la lectura de un textoescrito la asociamos más fácilmente a la escri-tura y al arte de combinar y crear relacionesentre palabras.

Pero Tornero también nos hace caer en cuen-ta de que, en términos lógicos, cabe hablar deescritura audiovisual, o sea la posibilidad deengendrar, mediante la combinación de imáge-nes, sonidos y palabras, textos capaces deexpresar ideas y sentimientos, de describirespacios y situaciones, y de narrar aconteci-mientos e imaginar mundos posibles. Pero másallá del desarrollo de los medios audiovisuales,de sus formas de expresión, y de sus usos enel contexto escolar, está lo que Jesús MartínBarbero ha denominado: «modelos de comunica-ción» que subyacen a la educación. Barberoapunta claramente a que la escuela encarna yprolonga, como ninguna otra institución, elrégimen de saber que instituyó la comunicacióndel texto escrito. La hegemonía de la palabraescrita que se inició y consolidó desde el sigloXIV, durante cinco siglos, ha sido quebrantadapor unas nuevas formas de percibir el mundoque se están imponiendo de manera contundentey que hacen parte del consumo cultural coti-diano de la población urbana.

Este hecho importantísimo del audiovisualcomo lenguaje es el reto más grande de laescuela, pues no se trata solamente de educara través de los audiovisuales, sino de educarpara la lectura y escritura de los audiovisuales,para verlos críticamente y para producir oestar en capacidad de hacerlo. En resumidascuentas, es un problema de competencia. Lacultura audiovisual educativa aún está en morade construirse; lo que hasta ahora se ha rea-lizado debe superarse y dar a los mediosaudiovisuales presencia real en los procesoseducativos. El gran reto de la educación estáen proporcionar herramientas que permitan alos individuos discernir, entre la saturación deimágenes, la información que recibe, asumién-dola críticamente, e incluso beneficiándose alpoder expresarse por estos medios.

La Televisión asunto de especia-listas

La otra cara del fetiche, aquella que nos hahecho creer desde siempre que la televisiónsólo pueden realizarla especialistas y emporioseconómicos, ha causado no menos inercia en su

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infrecuente uso educativo y pone una barrera falsa, reforzando el distanciamiento del medio de todos losmortales que no sean especialistas o dueños de un gran capital. Pero la misma tecnología se ha idoencargando de develar esta distorsión. Desde 1965, cuando Nan Jun Paik, el artista coreano, grabóelectromagnéticamente, por primera vez con un equipo portátil, las calles de Nueva York, llegó a las manosdel ciudadano común la posibilidad de elaborar el mensaje y de contestar a través de la Televisión, almenos potencialmente. Posibilidad que se ha visto favorecida con el vertiginoso desarrollo del video y delmultimedia, que cada día pone al alcance de los ciudadanos instrumentos para grabar (y/o digitalizar)imágenes y para transmitirlas, a más bajos costos y de más fácil uso.

Primero fueron los jóvenes de los sesentas y setentas en Europa y Norteamérica quienes enarbolaron labandera del video y sus posibilidades democráticas en contra de la televisión unidireccional y monopolizada;de esta forma, se iniciaron los periódicos-video que daban la información local del barrio, del grupo. Hoyson miles de ciudadanos los que pueden grabar con sus cámaras los hechos más inusitados y esto ha generadoun mercado del video que a puesto en laspantallas todo tipo de realidades, prove-nientes de las manos del público común ycorriente, que está comenzando a partici-par con sus registros en los canales detelevisión.

En la ciudades colombianas han surgidocanales comunitarios que han generado ex-periencias colectivas de producción de Te-levisión; en Santa Fe de Bogotá debehaber cerca de treinta de esos canales, yya existen asociaciones de televidentes yde canales comunitarios. El desarrollotecnológico nos ha puesto a hacer Televi-sión sin que nos demos cuenta. Existe asímismo una legislación, que aún está enproceso de reglamentación, sobre estosasuntos.

El campo de la Televisión edu-cativa y su producción

No tenemos un «lenguaje»/«modo deexpresión» de la Televisión Educativa yhay que desarrollarlo. Y no lo tenemosporque crearlo y desarrollarlo es un pro-blema directo de quienes son los estamentosesenciales de los procesos educativos: losestudiantes y los profesores. ¿Por qué nopodemos hacer los profesores programaspara Televisión Educativa? Es decir, ¿por-qué no nos dedicamos a desarrollar unaTelevisión Educativa desde los profesoresy los estudiantes y no desde los especia-listas, que generalmente tienden a serlomás en el manejo de los medios que eneducación o en los temas de que se trata?Esto les incapacita para desarrollar unlenguaje para la Televisión Educativa quepueda decirse que no aburra, ni peguecomo ladrillo, pero que sí informe o pro-picie la búsqueda del saber. Ese lenguajees el que tenemos que crear nosotrosdesde las prácticas investigativas y do-centes cotidianas. Aparece, entonces, unasunto clave: «la competencia televisiva».

Potencialmente todos podemos expresar-nos, utilizando las características de latelevisión; ya vimos que es algo necesariopara todos; quien no lo haga, en el 2002o próximo a ese año, por ejemplo, seráconsiderado analfabeta de estos nuevoslenguajes de expresión que se imponen díaa día, y se impondrán del todo en elmomento menos esperado.

En el hipotético caso de que todost u v i é s e m o s u n a mín i n a c omp e t e n c i atelevisiva, comenzarían a desarrollarse losdiscursos específicos de la Televisióncientífica, artística o educativa. Muchosde ellos realizados con especialistas en elmedio, otros por profesores e investiga-dores que por sí mismos pueden producirsus propias realizaciones. Seguiríamos ne-cesitando los realizadores periodísticos ydel espectáculo, pero estos tendrían que

delimitar su lenguaje y su campo; así, la programación televisiva estaría más enmanos de todos los interesados en difundir saberes, y no sólo en los periodistas,profesionales y actuales poseedores del medio.

Si el profesor de básica primaria, secundaria, técnica y superior introduce latelevisión en sus clases, transforma el método. Pero la utopía debe ir más lejos,nos debe permitir soñar que los profesores y los estudiantes nos metamos enaventuras video, Internet, multimedia, cine y televisión y produzcamos la televi-sión educativa, haciendo presencia activa en una programación en la que debemosser actores de primera línea. Los realizadores de cine y televisión, y en generallos que conocen las técnicas de producción de estos medios, por un lado tienen supropio campo de trabajo y por otro noson los más idóneos para trabajar lostemas que deben presentarse en la Tele-visión Educativa. Es decir, los de todoslos niveles educativos, desde el básico alsuperior, los temas en que los profesoresson especialistas, junto con su forma deenseñarlos; los temas que estudian losestudiantes, construyendo también méto-dos para hacerlo. Los aportes de los pro-fesionales del Cine y la Televisión a losprofesionales de la docencia son sin em-bargo necesarios y valiosos, pero debenbuscar el rompimiento con los patronesactuales del lenguaje televisivo, paradesarrollar los patrones del lenguaje dela Nueva Televisión Educativa, que tengaen cuenta todos los lenguajes desarrolla-dos por el Cine y la Televisión pero quese justifique en una estructura didácti-ca.

Por otro lado, en la mayoría de loscasos, con la Televisión Educativa se re-produce el esquema de canal emisor-es-cuela receptora. Una concepción de larecepción pasiva, que ha sido refutadapor muchos autores dedicados a estos temas.Una Televisión Educativa debe ser genera-da desde el seno mismo de la escuela,desde sus profesores y estudiantes, paratener la posibilidad de emitir desde laescuela para la escuela, las otras escue-las y para la ciudad (o para el municipio).Pero esto depende de que los educadoresasumamos la tarea de hacer la TelevisiónEducativa. Hasta ahora no sólo su lengua-je ha estado influido por el discursocomercial, sino que su producción, engeneral, no es de iniciativa de los edu-cadores y estudiantes, sino de otras ins-tancias (como el Fondo de CapacitaciónPopular, Acción Cultural Popular-ACPO,Ministerio de Educación o programaciónproveniente de grandes productoras ex-tranjeras). La Televisión Educativa haestado en manos de expertos aislados dela escuela misma. La Televisión en generaly la educativa en particular han dependi-do en Colombia de los vaivenes políticos,de los cambios de gobierno y de lascuotas burocráticas que han impedido quelos educadores, quienes son los que debenasumir el papel de hacer la TelevisiónEducativa, no lo puedan hacer.

En cuanto al aspecto económicoel primer obstáculo son las altísi-mas inversiones en equipo y luegola misma situación de auge de laTelevisión comercial con altísimoscostos de producción. Lo que serefleja en políticas de poca dota-ción institucional y en equipos einfraestructura técnica para la pro-ducción de Televisión, asunto queen primera instancia es consideradocomo de altísimas derogaciones, peroque en una perspectiva social deacceso a la educación y desarrollode competencias ciudadanas sería unainversión, además de necesaria, ren-table.

La escuela debe ser Productora yProgramadora de Televisión Educati-va, debe generar sus propios pro-gramas, desde sus áreas de investi-gación y docencia. Los profesoresque diariamente construyen el pro-ceso educativo, deben plantearse elproblema de hacerlo para televi-sión, dejando de lado la concepciónsegún la cual la televisión es unmedio y un lenguaje de segunda cla-se, que no puede trabajarse para laeducación o que por su costos esimposible hacerlo. Cuando al finaceptemos la trascendencia de estosmedios y la cultura esté centradatotalmente en ellos, tal vez nosdemos cuenta que la mejor comuni-cación es la directa y tal vez apren-damos a hacerlo telepáticamente, sinnecesidad de medios, ni de media-ciones. Entre tanto continuaremosencerrados en los altos y estrechosmuros que la Televisión ha cons-truido a nuestro alrededor hastaque le demos su verdadero valordemocrático y podamos expresarnosplenamente a través de ella.

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E Pienso que fueron los pobres más virtuo-

sos y

queridos de la historia, cultos e

inteligentes como ellos solos, valientes,

poseedores de una visión estética de la cual

somos herederos aún, nos dieron lo mejor de

la filosofía y la política. Esta gente se

merecía

y necesitaba de una

muy

buena

entretención, a la vez que necesitaba de

lazos fuertísimos de cohesión social. Ahí

tenían la tragedia para eso, además de otras

cosas.

¿Criticaba la tragedia a la sociedad

griega? No lo creo. Por algo Platón no la

recomendaba del todo para formar a los ciu-

dadanos

de su República, a

menos

que

reconsideraran sus autores ciertos asuntos

que podían llegar a ser malos ejemplos. No

creo que tuviera mucho eco su propuesta. Los

autores trágicos estaban más de parte de

los héroes de Maratón que del mamerto de

Sócrates, el revolucionario que corrompía la

juventud de Atenas.

En la Colombia del siglo XX sí hay tele-

visión y

también existe la tragedia. Una

sirve graciosamente para ayudar a perpetuar

a la otra.

La televisión es el más delicioso y letal

de todos los sueños apocalípticos hechos

realidad en este siglo. Como la tragedia, la

televisión resulta

bastante efectiva para

perpetuar el sistema que la creó. Ningún

sistema político totalitarista imaginó jamás

tener el poder de éste aparatico: mientras

divierte, encamina los comportamientos de

n la Grecia del siglo V a.C. no existía latelevisión, pero sí existía la tragedia. Enla tragedia, los bienamados griegos veíanreflejadas todas sus preocupaciones y angus-tias, sus mitos fundadores, los problemastípicos de su comunidad, su historia, sumoral, sus arquetipos... la tragedia servíacomo sistema de reproducción de las costum-bres y modos de pensar que servían, a suvez, para conservar la comunidad griega mis-ma. La tragedia, y su contraparte crítica,la comedia, hacían todo ésto mientras diver-tían �recreaban, a decir verdad� al jodidopueblo griego, un pueblo que cuando no te-nía una guerra entre ciudades la tenía conlos persas, los macedonios o los romanos,dependiendo de la época, que a pesar de suscolonias y su comercio, nunca fue lo sufi-cientemente rico, comparado con civilizacio-nes pares.

¿Es posib

le encontrar a

lguna relac

ión entre la

tragedia g

riega y

un culebrón co

ntemporáneo? G

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iensa que sí,

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televisión

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hay televisión y también exis-

te la tragedia. U

na sirve

graciosamente para ayudar a

perpetuar a la otra.

Carlos Gardeazabal B.Estudiante de VI semestre de Filosofía.Universidad Nacional de Colombia.

00:23RIVISTA CULTURALE KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. ANNO 2000.

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los individuos de tal manera que el sistema

se puede desentender de la vigilancia de

estos; basta con poner atención a la efec-

tividad de la propaganda nazi y luego obser-

var sus efectos, multiplicados por mil, en la

sociedad post-industrial actual, para darse

cuenta de las consecuencias del satánico

electrodoméstico.

Las preocupaciones y cuidados por conse-

guir una tecnología capaz de obtener clones

útiles para la guerra, la compra de bienes

inservibles, el sostenimiento de un sistema

político ineficiente y

mil cosas más, las

suple completamente la divertida caja cua-

drada. El aparatico, como el resto del siste-

ma, no suple nuestros deseos reales, sino

que los crea. ¿Quién necesitaba o quién pidió

los CDs? ¿Quién pedía a gritos un walkman

para vivir decentemente? ¿Quién requiere de

unos jeans Girbaud para mejorar su estilo de

vida? Me temo que nadie. El confort que crea

toda esa mierda es artificial de punta a

punta. Pero, ¿quién necesita del té para

vivir bien, del cigarrillo o de cualquier ropa

que no sea pieles de animales salvajes? Tam-

poco hay alguien. Entre más artificial algo,

resulta más humano, más interviene el hom-

bre y menos la naturaleza.

¿Qué sucedería si tuviésemos una televi-

sión racional, utilizando las mismas armas de

propaganda fascista para crear una mentali-

dad abierta, democrática, ética o al menos

un poco humana en el individuo? ¿Qué suce-

dería si se sedujera de un modo tan pode-

roso al individuo pero para que pensara

autónomamente, tuviera

sentimientos huma-

nos, se supiera miembro de una comunidad de

homo sapiens, no de bestias compradoras y se

comunicara de un modo real y eficaz con sus

semejantes? Si el manejo del deseo �su apla-

zamiento, sublimación, transformación, o cum-

plimiento a gusto propio�

es lo que nos

diferencia de los animales, la televisión nos

puede hacer más humanos o mejores bestias

útiles. Bien, aunque, ¿no es cierto que fren-

te a un tipo bien educado no hay Robocop ni

Jorge Barón que valga? Un tipo bien educado

no pierde su tiempo en eso y si lo hace

puede que resulte inmune, pero ¿quién quiere

ser bien educado, quién quiere ser autónomo

y pensante? A Sócrates también lo quebra-

rían en nuestra época, me parece, pero por

feo . S i h ic iera

e l mismo

trabajo

de

culturización una vieja como Viena Ruiz, con

una buena campaña publicitaria atrás, buena

producción y

hasta efectos especiales, la

cosa sería otra. Se crearía el deseo de ser

persona y no de usar celulares diminutos. De

pronto hasta los dos �cool, ¿no?�

A la televisión le agradezco muchos ratosde felicidad y hasta de cultura, pero tam-bién le debo mi pertenencia a la serie deprácticas estúpidas que me hacen miembro deesta sociedad irracional e infeliz. Mientrasla televisión se somete a terapia intensivapienso seguir disfrutando de su goce culpa-ble. Después de todo, la mayoría de misamistades las he iniciado o conservado gra-cias a conversaciones sobre T.V. Gracias aella, soy un sujeto social. ¿No pasaba lomismo con los griegos, sólo que de maneramenos loba? ¿Acaso no eran los griegos cos-teños? La verdad es que no hay nada mejorque tener, por ahora, un pie en Las Vegas yotro en Cambridge.

Entre más artific

ial algo, r

esul-

ta más humano, m

ás interviene

el hombre y m

enos la naturaleza.

00:24RIVISTA CULTURELLE KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. ANNO 2000.

Page 25: Kippel nº0

Por Camilo C

onde

00:25RIVISTA CULTURELLE KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. ANNO 2000.

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Espaciopara

publicidad

Page 29: Kippel nº0

Espaciopara

publicidad

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�B

He aquí un regresus ad uterum de un alucinado enfrentado a de la existencia. Una parodia trágica que hace del ascensor el más propicio para encarnar el drama del eterno retorno.

uenos días señorita, a la celda número100, es que vengo a ver al doctor... Sí, esque me duelen los ojos... ¿El doctor estaocupado?...¡Oh! No importa, lo esperaré... Sí,ese es mi nombre... Sí, subiré por el ascen-sor.

La señorita sonrió con un enorme signo deinterrogación entre sus labios. Caminé a travésdel pasillo y, a pesar del ruido y de latrivialidad que se protagonizaba en el lugar,sentí un ambiente solemne. Algo extraño seurdía detrás del telón de mis sentidos.Caminé y llegué frente a la puerta delascensor.

Me sentí incómodo: �No debería estar aquí�,pensé. Esperé mientras una estridente pica-zón me destemplaba la piel. El ascensor sedetuvo. Entré. Oprimí el botón que represen-taba el espacio de mi destino, con un cincomarcado, y se cerraron las puertas delantede mí.

El ascensor se empezó a elevar. Comencé asentirme asqueroso. Mi cuerpo se empezó aacelerar. El vértigo se apoderó de todas misneuronas, de mis músculos, de mi estómago;me desplazaba internamente a una velocidadexageradamente estática; daba vueltas en mímismo sin moverme. Un extraño ritmo se em-pezó a acelerar; sonaba una música, que noescuchaba, cada vez más fuerte. Todo iba aterminar, todo; todo me sentía yo, todo erayo, mi pensamiento era uno, era ¡Maldición!¡Era!

Lloro a lo largo de un inconmensurabletiempo. Estoy acurrucado y enclaustrado enun ascensor que supuestamente me lleva conel doctor. Ya no me duelen los ojos o, talvez, ya no me importa. Mis funciones vitalesno las siento, sin embargo, no estoy muerto.El ascensor no ha dejado de moverse haciaarriba. El sueño se me confunde con la vigi-lia: no sé si estoy dormido o despierto pero

Por Germán Serventi.Estudiante de IV semestre de LiteraturaUniversidad Nacional de Colombia.

00:30RIVISTA CULTURALE KIPPEL. NUMERO 0. TRIMESTRE 1. ANNO 2000.

TRAGICOMEDIA EN

A Silvia

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sé que me ha ocurrido algo de lo que no soyconsciente, y no me siento igual que antes.

Pero, ¿antes de qué? Siento que mi cuerpoy mi mente se funden en una forma de estre-lla marina. Sin embargo, me observo y soy unhombre. Todo me es naturalmente extraño.Inesperadamente empiezo a escuchar la voz demis padres, mientras suena, a la par, aquelladiabólica música infantil de cuna, ritmada nomuy armónicamente por continuas explosionesde cañón. Me dicen, no sé si las voces, o mispadres, o ellos, cómo debo comportarme, cómono debo comportarme; la voz de mamá, depronto, me abraza. Bueno, eso es lo quesiento; también siento cómo la de mi padreme golpea; me siento mal, pero el golpe lorecibo con agrado, lo siento justo. Luego meveo, sin dejar de sentir lo anterior, co-rriendo en círculos por un inmenso jardíntemporal: primero, llevando una lonchera azuly vistiendo un uniforme colegial, de algunatropa. Corro llevando el ritmo galopantede un caballo, parezco inocentemente feliz;después, corriendo todavía por aquel inmu-table y ridículo jardín, vestido como un

adolescente rebelde, llevo una inmensa gui-tarra, que unas veces cuelga a la espalda yotras, mientras marcho con un estúpido or-gullo, toco algo incoherente, sonidos vacíosde ritmo y armonía, horribles...

Mientras alucino mi propia vida ante misnuevos sentidos, el ascensor se detiene muyrotundamente. Las puertas se abren, y apa-rece ante nosotros, la puerta y yo, unahermosa mujer, a la cual recuerdo y olvidoen un mismo instante. No se ve nada más quela mujer. El espacio rectangular piramidalque debiera haber insinuado la ausente puer-ta se contrae en la forma misma de la mujer.Sin embargo, la observo y es una mujer. Memira fijamente, se sonríe y entra sinpronunciar todas las palabras. Las puertasestán cerradas apenas la mujer está adentro.Se pasea en círculos larga y apaciblementepor el ascensor, mientras pone su dedo ín-dice sobre mi cabeza a modo de eje. Compren-do que ya lo conoce y lo recuerda; sinembargo, juega con el tiempo y lo vuelve aconocer, lo reconoce. Se para frente a mí,se arrodilla y me contempla oscuramente. Seacerca infinitamente despacio pero sobrepa-sa a la tortuga y me besa. Hacemos el amorm i e n t r a s e l a s c e n s o r d a n z a e n s uperpendicularidad, la mujer jadea cantando asu placer; yo, me esfuerzo lo más que puedopara agotar todas mis fuerzas y caer rendi-do, pero no lo logro, no logro nada, nosiento nada, solo un lascivo movimiento enel que no soy más que materia nerviosa. Lamujer empieza a titilar ante mis ojos. Alprincipio se lo atribuyo a mi dolencia visualpero luego, cuando entiendo que mis ojos noson los que ven, me doy cuenta que estásufriendo una metamorfosis: su cabeza, mien-tras sus jadeos que son más intensos y queson atravesados por una horrible risa, setransforma en una especie de templo antiguo:su nariz se apodera de la forma de un mucosocampanario; su boca, por medio de una dila-tación de los labios, se toma el empleo deuna gruesa y reseca puerta abierta, susorejas adquieren la forma de unos disparesábsides donde brillan unas pequeñas ventanascolor cera; su cráneo se convierte en labóveda hueca de la nave central; y su len-gua, donde las Quimeras y las aberracionesmitomaniacas danzan en un inmundo ritualfalaz y sin sentido, se transfigura, pormedio de unas pocas convulsiones nerviosas,

en un adiposo altar, donde se evocan magnasmentiras: creaciones controladas por la rien-da impotente de la obsesión humana, por sucomplejo de dios creyente, incoherente; crea-ciones que en sí se rebelan y corren porlos túneles iluminados artificialmente de nues-tro mundo-submundo; creaciones que danzancon sus grandes falos erectos dispuestos aviolar la desechada naturaleza absurda delhombre; vendas veneradas, amputaciones ino-centes, reinas depravadas, besos legislados.Repugnado por la inmunda escena empujo a lamujer, me zafo de sus provocativos brazosabrazadores y la escupo. Empieza a hablar, aminarme, y todo lo que dice es mentira:fetos inmundos que me hieren y me lacerantodo el cuerpo. Se ríe horriblemente, se ríetoda de mí, pero sus ojos, faltos del vitalbrillo, de la madre lágrima, muestran unadebilidad que yo trato de conocer. Sin em-bargo, cuando estoy a punto de descubrir loque empero es obvio, se convierte en unapequeña gatita que empieza a bailar muysensualmente alrededor mío haciéndome cos-quillas en la espalda con su misteriosa ytersa cola. Me encanta y me calma, comocuando la mentira deleita a la víctima. Latrato de acariciar pero, antes de poderlatocar, se desvanece como una ilusión; des-aparece del ascensor y de mi memoria. Noobstante, está.

Transpiro frío y veo que las paredes delascensor están cubiertas por una efímeracapa de vapor orgánico. Sigo viéndome en eljardín ya eclipsado por una artificiosa ha-bitación cuadrada que sólo tiene un muro, elcual está construido toscamente con fajos desangre pegados con abundantes billetes. Caminodescuidadamente hacia una puerta que estáubicada en el centro de la pared, la abromientras las bisagras ríen, la atravieso yllego, como era de esperarse, al otro ladodel mismo cuarto, pero éste ya con dospuertas ubicadas una al lado de la otra.Abro otra de estas dos puertas y llego almismo cuarto pero ahora con cuatro puertasen el muro. Me veo repitiendo la operaciónvarias veces mientras las puertas se multi-plican incesantemente y parece que entiendoel juego, la tragedia, aunque no entiendaque es un juego, una farsa. La habitación-muro, que empero es la misma, tiene cada vezmayor cantidad de puertas: girar el picapor-te y la puerta abrirá espacio para una

la claustrofóbica escena espacio contemporáneo

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DOS ACTOS

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trador: �Señor, lamento informarle que debi-do a unas fallas mecánicas el ascensor sedesplomó y se destrozó contra el piso, murióuna persona que estaba adentro�.

...la mujer gritaba de dolor y todas susvenas y músculos se concentraban para vomi-tar fuera aquel gracioso y ensangrentadohijo. �Un poco más, Un poco más� decía eldoctor, mientras la mujer y el universo su-frían unos horrorosos espasmos en sus vien-tres, �ya viene, ya viene, eso, así, un pocomás , más fuerte . ¡Oh, mi lagro de lanaturaleza! Es una hermosa niña. Felicitacio-nes señora, es ahora usted madre�. Un efí-mero aplauso, adornado por algunas inocentescarcajadas, resonó por la celda.

...al otro día en un periódico local seleía: �mientras una hermosa niña ciega nacíaen una clínica en el centro de la ciudad, unode sus ascensores se precipito al suelo ma-tando a un ocupante, lo único que quedóreconocible de él fue su cabeza hinchada,donde sus ojos parecían mirar hacia el va-cío. La mujer, en un acto de humanidad, y apesar del extraño nombre, llamará a la niñaTempora, en memoria del difunto, cuyo nombrees Tempus�.

No pasa un larguísimo tiempo. Yo sigo acurrucado en el piso del ascensor;éste, sigue subiendo.

Me siento incómodo: �No debo estar aquí�, pienso. Soy, mientras una estri-dente picazón me destempla la piel. El ascensor se detiene. Quieto. Se oprime unbotón que representa el espacio de mi destino, con un sensual cero marcado, ylas puertas siguen cerradas delante de mí.

Presiento lo que va a suceder. Soy lo que va a pasar. Sin embargo, todosentimiento trágico desaparece; la tragedia ya es, la tragedia del ser mientrasllega a ser. El cosmos se ríe y entiendo mi pantomima: Caigo en el Abismo.

Desde la parte superior de las paredes del ascensor, mientras éste caevelozmente en el vacío, empieza a chorrear un viscoso liquido blanco, espeso ygrumoso. Siento un profundo asco. De la irregular manta que va cubriendo elgrisáceo metal se desprende un hilo que veloz alcanza el suelo, se desliza porentre mis pies desnudos y, cosa extraña, se precipita por un sifón del cual, cosatodavía más extraña, pareciese que nace mi nudosa melena. El líquido se deslizapor entre mis cabellos mientras atraviesa un ambiguo e infinito abismo, y va aestrellarse contra un punto, en el que todo es y está. Éste se lo consume amedida que el chorro cae. El pequeño cuarto se desfigura en sus dimensiones ygracias a este trastorno se convierte en una bolsa sanguinolenta y carnosa. Unaextraña fuerza me oprime, paulatinamente voy tomando una posición fetal, y medoy cuenta que el ascensor, que ya no es ascensor, está lleno de un espesolíquido transparente. Siento un inefable dolor en mi vientre y veo comovertiginosamente se forma un cordón que se desprende de mi ombligo y se pierdeen el infinito. Recuerdo todo y olvido todo. Ya no soy más. Ya no veo más. Latragedia vuelve, volvió y volverá, a comenzar.

...un aseador se deslizó pensativo y nervioso por el pasillo hacia laadministración del edificio. Golpeó indeciso la puerta, mitad de vidrio, mitad demadera. Luego entró, se quitó la gorra azul vieja, la puso atrás, a la alturade los glúteos, agachó apenadamente la cabeza y dijo, dirigiéndose al adminis-

cantidad infinita de puertas, todas poseídaspor el mismo mecanismo. Yo, aquí en elascensor, me quedo aguardando la ridículaacción, mi gran actuación, en la que parezcoun celador ansioso que corre veloz para abrirla puerta, cualquier puerta, para satisfacerel capricho de algún amo invisible, irracio-nal, y para llenar mi tiempo por él pago, conla primera basura que flota al alcance de mimano y de mis palabras, de mis nombres...

Soy, infinita y eternamente, mientrasalucino a un mismo tiempo toda mi vida:recorro y repaso el tubo finito de mi exis-tencia, el cual en su dinámica pareciese quese llenara de sí mismo una y otra vez. Elascensor vuelve a detenerse, las puertas seabren mientras el vértigo me inunda de va-cío. Aparece ante mí, muy augusto, un an-ciano que me da la impresión de no ser en sunaturaleza un verdadero hombre. Una Quimeralo envuelve. Reza un paso hacia adelante, laspuertas siguen cerradas, y saca un gran librode su largo hábito sagrado. Con la otra manose rasca violentamente la espalda, y al cesede esta reacción, su mano aparece ante misojos ensangrentada y sus uñas retienen al-gunos jirones de tejido epidérmico y dérmico.Sin mirarme abre el libro y comienza a leer:el lenguaje que pronuncia es extraño, loreconozco pero no lo entiendo. El sujeto memira, dispone una cara de ser muy obvio loque lee y parece que me pregunta: me quedotarado tratando de entender lo que predicapero no puedo. Luego de un silencio, median-te el cual la expresión de la cara delanciano se trastoca en inquisitiva, me vuel-ve el libro donde se ve esta sucesión defiguras: �Díjose entonces Dios: �Hagamos alhombre a nuestra imagen y a nuestra seme-janza, para que domine sobre los peces delmar, sobre las aves del cielo, sobre losganados y sobre todas las bestias da latierra y sobre cuantos animales se muevan enella�. No entiendo, me exaspero y grito fuer-temente. El hombre da media vuelta sobre sustalones y veo que su espalda es, en reali-dad, otro hombre: menos robusto y más joven.Me observa detalladamente. Mi curiosidad mecalma y me quedo esperando ante el absurdo.El hombre saca de uno de los bolsillos de subata inmaculada un pequeño cuaderno de no-tas y al mismo tiempo, con su otra mano, sepeina dócilmente la cabellera que le caetras su nuca y espalda: algunos cabellos serompen entre sus dedos; sin embargo, noparece importarle. Luego de balbucear conlas páginas del librejo, lee. Sigo sin enten-der su lenguaje, él se queda esperando algu-na reacción mía. Sin respuesta, me vuelve elcuadernillo donde veo: �e=mc2�.

Me quedo un momento tratando de desci-frar el misterio pero, antes de alcanzar loinalcanzable, el ansia empieza a corroermelos sesos y no soporto más la presencia deeste o estos sujetos y, en un acto casi deviolencia, lo insulto y trato de agredirlosin mayores consecuencias, pues se desvaneceentre mis puños como una estatua de ceniza.

00:32KULTURELLE ZEITSCHRIFT KIPPEL. NUMMER 0. VIERTELJAHRE 1. JAHR 2000.

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JOSEPH BEUYS Plástico |

contemporáneo

| la cultura

_will_ |

energía���� el movimiento, ritmo, alma,que se siente�����| _intellect_

caótico | la idea

| pensando

| la forma

¿Y puede usted ver la Escultura Social -la sociedad como una obra de arte? La socie-dad es una palabra abstracta. No hay nadaque usted puede ver.

Extraido de http://www.geocities.com/SoHo/Studios/9484/U3.html

El principio de la persistencia de lassensaciones ópticas en el ser humano y de laformación de imágenes unitarias a base defragmentos suyos transmitidos de modo suce-sivo, tendrá una proyección �o conexión�pictórica: el neo-impresionismo o puntillismo.Aunque el hecho televisivo en las primerasetapas -entre 1874 y 1889- se encuentrealejado del arte se partirá de los mismosprincipios; este es uno de ellos, y permitióconcebir al estaunidense G. Carey en 1874 unsistema pionero de transmisión televisiva,que consistía en una pantalla de emisión con2500 células fotoeléctricas de selenio, unapantalla de recepción con asimismo 2500bombillas eléctricas y, uniendo a ambos, otrostantos 2500 hilos eléctricos.

El museo sólo puede cumplir su tema cuan-do no es un enunciado o una sucesión detesis demostradas, sino la persuasión silen-ciosa y movible de lo sensible, proposición ala abertura del tiempo presente; cuando suobjetivo no es querer ser visto, sino mirado,excavado por la interioridad del sujeto, porla temporalidad del presente que el sujetoaporta cuando, al querer comprender, es élmismo la razón del acto de percepción. Pri-macía del movimiento como inestabilidad, comofluctuación organizada, el museo necesita elmovimiento del espectador-actor para ser com-prendido, re-conocido. El museo sólo es pre-sencia cuando se abre a la espacializacióndel tiempo y se propone como �viaje� en eltiempo. Pero no en cualquier tiempo, sino ensu ruptura, en su �vértigo�. El viaje es unaempresa en el tiempo cuya temporalidad no esun dislocamiento, sino una diferenciación in-terna permanente, un modo de existencia delpresente como un �mundo� siempre en trans-formación. Así y sólo así, el museo espresentación de imágenes que se anunciancomo significados vivos de lo estético-cul-tural y reclaman un profundo impulso haciael reconocimiento.

Extraido de http://www.arch-mag.com

Aunque a inicios de siglo para la nacientetelevisión no se habían prefijado más queintereses experimentales que tendían a larealización del mejoramiento de la telegra-fía y la telefonía, no pasaron muchos añosen que se perfilaran intereses políticos yeconómicos para su uso; prueba de ello esque la primera transmisión televisada masi-vamente fue el discurso de inaguración delos Juegos Olímpicos de Berlín en 1936presidida por el propio Adolfo Hitler y re-cibida por cerca de 180.000 berlineses.

Cuando Vladimir Zworykin presentó en 1933su revolucionario tubo iconoscopio, que hizoposible la televisión electrónica, no lo hizocomo un medio de comunicación de masas sinocomo un �medio para aumentar la amplitud dela visión humana�, llegando a proponer lainstalación de una cámara de televisión enun cohete para la observación de lugaresinaccesibles.

La televisión por cable o cable visión(CATV= Comunniti Antenna Television) tuvo suantecedente remoto en las experiencias derecepción radiofónica mediante cables conec-tados a una gran antena comunitaria y bienubicada, que se desarrollaron en Estados Unidosdesde 1923. Este principio, aplicado a latelev is ión para burlar los obstácu lostopográficos opuestos a la propagación delas ondas, conoció su primera experimenta-ción por obra del operador de radio L. E.Parsons en Astoria (Oregón) en 1949, paracomplacer a su esposa que quería ver lasemisiones provenientes de Seattle situada a125 millas de distancia.

En Julio de 1962 Telstar inauguró la erade sátelites activos de comunicaciones quehicieron posible la Mundivisión, con motivode los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964. Elprimer satélite para uso de comunicacionescomerciales fue el Early Bird (Intelsat I)lanzado el 6 de abril de 1965, que teníacapacidad para doscientos cuarenta circuitostelefónicos o un canal de comunicación, demodo que cuando se usaba para televisióntodas las líneas quedaban bloqueadas. Resul-tó demasiado caro para las estacionestelevisoras, pues su tarifa era 8500 dólarespor cada diez minutos en horas punta dedías laborales.

La crisis del imperio monopolístico de lasempresas de televisión aumenta durante laprimera mitad de los años sesenta, hasta elextremo de que en los Estados Unidos sereglamenta la apertura de canales libres enlas CTV, mientras en Europa aparecen esasestaciones hertzianas de planteamientos opues-tos a las vigentes y que se denominan TV-pirata. Además, el video prosigue su laborde zapa y las CTV se extienden por el mundo.Todo ello converge en torno a un concepto:bidireccionalidad, que significa participacióny dominio de las masas precisamente sobrelos medios de comunicación masivos.

00:33KULTURELLE ZEITSCHRIFT KIPPEL. NUMMER 0. VIERTELJAHR 1. JAHR 2000.

Page 34: Kippel nº0

Stummen e

ine Stim

me geben!

Heute

ist Fer

nsehen in

der

Hand von

Monopolen zentralisiert.

Heute Ist Fernse

hen vergewaltigt von Film

und

Teather.

Heute ist Fernse

hen wirklichkeitsf

remd und

schafft nur

Scheinö

ffenlichkeit.

Heute

ist Fer

nsehen ein

seitige Konsum-

Vermitt

lung.

Heute ist Fernseh

en eine Sache von Elit

ären

Spezialisten.

Heute

ist Fer

nsehen vorproduzie

rt und

mechanisch.

Heute

ist Fernsehen

ein komplizier

ter

Produktionsv

organg unter aussch

luß des

Volkes.

Heute ist Fernse

hen nur wenige Sender und

Millionen K

onsummenten

ohne S

timme.

Aber:

Die w

irklichen

Möglichkeiten

des

Fernse

hens

werden versch

leitert d

urch

fadensc

heinige Gese

tze und Argumente der

Industrie.

DENN:

Fernse

hen ist ein

Mediu

m des Volkes!

Fernse

hen ist kein Heim

kino und kein

Teather!

Fernse

hen ist VIDEO �Lat.

Ich sehe� ein

Spiegel

der Wir

klichkeit.

Fernsehen ist ein Bewußtseinsinstrument

für die wahren Interessen!

Fernse

hen ist d

ezentralisiert und

prizipiell

allen zugänlich!

Fernse

hen ist elektronisch und sofort

kontrolliertbar!

Fernse

hen ist kinderleicht zu machen und

zu sehen!

Fernse

hen ist tausen

de von ¡Sendern und

Empfängern in einem!

JEDER KOMMT Z

U WORT.

Nachbarschaft - Tele- Vision1000 Berlin 65Bastinnstraße 23Telefon (030) 4 85 11 08

00:34KULTURELLE ZEITSCHRIFT KIPPEL. NUMMER 0. VIERTELJAHR 1. JAHR 2000.

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¡Dar una voz a los mudos!

Hoy la

televisión está

centralizada

en

manos

del monopolio.

Hoy la

televisión está

violada por

el

cine y el

teatro.

Hoy la

televisión está

lejos

de la

rea-

lidad y solam

ente crea

una imagen

pública

aparente.

Hoy la

televisión es

una mediación

uni-

lateral para

el consum

o.

Hoy la

televisión es

cosa de

especia-

listas elitistas.

Hoy la

televisión está

prefabricada

y

mecá

nica.

Hoy la

televisión es

un com

plicado pro-

ceso de

producción bajo

exclusión del

pueblo.

Hoy la

televisión es

muy

pocas emisoras

y millones

de consum

idores sin

voz.

Nachbarschaft - Tele- Vision1000 Berlin 65Bastinnstraße 23

Teléfono (030) 4 85 11 08

Pero:Las verdaderas

posibilidades de

la tele-

visión son

ocultadas por

leyes gratuitas

y

argumentos de

la industria.

Porque:

La televisión

es un

medio del

pueblo!

La televisión

no es

cine domiciliario

ni

teatro!

La televisión

es VIDEO

�Lat. Yo

veo�

un espejo

de la

realidad.

La televisión

es un

instrumento de

concientización para

los verdaderos

inte-

reses!La televisión

es descentralizada

y por

principio accesible

para todos!

La televisión

es electrónica

e inmedia-

tamente

controlable!

La televisión

es facilísima

de hacer

y

de ver!

La televisión

es miles

de emisores

y

receptores en

uno!

TOD

OS TIEN

EN LA

PALA

BRA.

00:35KULTURELLE ZEITSCHRIFT KIPPEL. NUMMER 0. VIERTELJAHR 1. JAHR 2000.

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Evelyn Lopez.Estudiante de Artes Plasticas. V Semestre.Animación (Fragmentos).El juego de vestirse y desvestirse.

John Castro.Estudiante de Cine y Televisión. Trabajo de Grado.Videogramas.Sin título.

Esteban Muñoz.Estudiante de Cine y Televisión. Trabajo de Grado.Videogramas.Fortuna.

Camilo Colmenares.Estudiante de Cine y Televisión. Trabajo de Grado.Fotograf ías.Sin título.

00:36KULTURELLE ZEITSCHRIFT KIPPEL. NUMMER 0. VIERTELJAHR 1. JAHR 2000.

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L

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a ciencia ficción se ha consolidado como la máquina narrativa de mayor acierto yprecisión a la hora de generar mitos desde la literatura, el cine, el cómic y otros mediosde expresión que han hecho de ella el territorio de sus exploraciones. Ya lo dijoEstapledon cuando reflexionó sobre su inclinación a escribir novelas ambientadas en elfuturo: ��nuestro objetivo no consiste pura y simplemente en crear una ficción admirabledesde el punto de vista estético. No se trata de crear ni historia ni ficción solamente,sino un mito. Un mito verdadero es aquel que, en el marco de una cierta cultura, (vivao muerta), expresa de manera sublime, y a veces de un modo trágico, las creencias másimportantes de esa cultura�.

Por otro lado, si nos acercamos a cualquiera de las reflexiones teóricas sobre nuestrotiempo, los medios de comunicación aparecen como el eje central sobre el cual se articula-para desgracia de algunos y dicha de otros - la cultura contemporánea. De ahí quetambién se conviertan en uno de los temas principales de los mitos que atemorizan oconsuelan al hombre solitario de fin de siglo (y aquella imagen del hombre solitario yaislado de fin de siglo es uno de esos mitos). La televisión es un caso en el que podemosrastrear algunos de esos relatos míticos, en tanto ha llegado a encarnar por antonomasiala generalidad de los medios, debido a su casi omnipresencia en el mundo contemporáneo.Se tratará de considerar en este artículo, (para nada exhaustivo), un conjunto de relatosque, desde la ciencia ficción, configuran todo un horizonte mitológico en el que latelevisión es protagonista.

Las ventanas del gran hermano

Tomemos como un primer ejemplo el caso de aquellas ya famosas telepantallas queaparecen en la obra de George Orwell, 1984. En esta novela se presenta un mundo�socialista� en el que impera un estado represivo que proyecta su sombra de dominio ycontrol sobre todos los estratos de la condición humana. El protagonista es un individuodiscreto que pertenece a la clase burocrática, la cual posee un aparente grado superiorque le brinda acceso a comodidades y oportunidades. Pero en cada habitación, en cadaespacio del hogar o del trabajo, existe una telepantalla a través de la cual el individuorecibe informaciones y comunicados por parte del organismo estatal, a la cabeza del cual

Estas telepantallas tienen

la particularidad de que,

además de observar en

ellas, l

os sujetos son ob-

servados y controlados de

manera que, lo que p

odría

ser un primer atisbo de

medio interactivo, s

e con-

vierte en la fo

rma más

efectiva de d

ominio.

Más que del futuro, por lo general la ciencia ficción nos habla del preseun medio como la televisión, escenario central de nuestra época? Aqpermiten pensar en este medio como protagonista de los más vigente

Juan Alberto CondeComunicador Social.Estudiante de V Semestre de Literatura.Universidad Javeriana.

�Así que todos están de acuerdo�pensó Chien�. Lo que vemos to-das las noches en la pantalla no esreal. La cuestión es: ¿Hasta qué pun-to es irreal? ¿Parcialmente? ¿O com-pletamente?�

�La fe de nuestros padres�Philip K. Dick

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de ejercicio represivo sobre la conducta y la construcción controladade la subjetividad. De hecho, las tecnologías de la imagen se hanmostrado, a lo largo de este siglo que muere, tanto o más efectivasque aquella construcción arquitectónica inventada en el siglo XVIII porJeremías Bentham como espacio de vigilancia, que permitía contemplarlos comportamientos de los presos -o internos, estudiantes, etc- en sutotalidad, sin que ellos pudieran ver a los vigilantes. La omnipresenciade los mecanismos productores de imágenes en la vida cotidiana delhombre, que no se encuentran restringidos a ámbitos punitivos oescolares sino que están anidados en el seno de la vida privada, haceque el alcance de su poder llegue a límites escalofriantes, como elplanteado en la novela de Orwell. No sobra aclarar, empero, que estasreflexiones contemporáneas, así como las ficciones especulativas, handado lugar a toda una paranoia panóptica de la que se alimenta uno delos mitos apocalípticos al que más se recurre, con profundidad ycerteza en algunos casos, con facilismo en muchos otros, a la hora deimaginar el futuro del mundo.

Una idea similar nos presenta Philip K. Dick en su relato �La fe denuestros padres�. En esta historia también hay un Gran Líder, al quesólo se ve a través de la pantalla de televisión. Aquí los aparatos detransmisión cumplen una función similar a la de la novela de Orwell yla novedad que incluye Dick es el hecho de que la imagen que presentael televisor está sujeta a una doble distorsión: primero, el protago-nista descubre que el Gran Líder, el cual se ha presentado hasta elmomento como un hombre oriental que sustenta su política estatal enuna extraña fusión de las ideologías socialistas con filosofías ytradiciones de oriente como el Zen, resulta ser un hombre caucásicocuya vida personal se desenvuelve en la ostentación y el desenfreno.Esta es sólo la primera falsedad. Más allá de esa personalidad, seesconde una entidad extraterrestre amorfa y oscura, de la cual sesospecha es la parte maléfica de la divinidad desarrollada por elgnostisismo, y a la cual K. Dick echa mano una vez más en sus últimasnovelas, como Sivainvi. De cualquier modo, aquellas entidades oscuras,

está el Gran Hermano. Estas telepantallas tiene laparticularidad de que, además de observar en ellas, lossujetos son observados y controlados, de manera que, loque podría ser un primer atisbo de medio interactivo,se convierte en la forma más efectiva de dominio.

Esta historia de Orwell anticipó de alguna maneratoda la desconfianza frente a la televisión que seexacerbó con la integración de aquella figura delpanóptico, estudiada por Michel Foucault en su rigurosorastreo de las manifestaciones del poder y las formas enque este crea distintos dispositivos de control sobre elindividuo, con otras reflexiones acerca de las tecnolo-gías de la imagen que cumplen tales funciones. Enparticular, el trabajo de Paul Virilio ha definido demanera lúcida las prótesis ópticas -incluidos en ellaslos medios audiovisuales-, como las formas más recientes

Las casas de nuestro cielopsicológico ya no están habi-tadas por carneros, cabras ycangrejos, sino por misilesde crucero y espiralesintrauterinas...

ente. ¿Qué puede decirnos entonces dequí se exploran algunos ejemplos quees mitos escatológicos de final de siglo.

Escenas de la película 1984Basada en la novela de George Orwell.

de dudosa procedencia y que nunca sonlo que aparentan ser en un primermomento, anticipan un nuevo tipo derelatos, distintos de aquellos inspira-dos por un estado represor o una figu-ra de autoridad radical, que ya no estan común en la realidad contemporá-nea. La pérdida de poder de los estadosen la política y la economía de fin demilenio es tal vez la causa de quehayan surgido otro tipo de mitos, re-lacionados también con la televisión,pero derivando la mirada hacia otrasproblemáticas, que no dejan de serapocalípticas.

El empíreo catódico

El esquema configurado por la relación Gran Hermano - hipercontrol - telepantalla - individuotransgresor - grupo disidente - identificación - castigo final, puede considerarse ya un mitema,siguiendo la terminología de Levi-Strauss para definir la unidad básica del mito, entendida como�haces de relaciones� que �sólo en forma de relaciones adquieren una función significante�. Elmitema produce un sinnúmero de versiones, que tratan de dar cuenta de la función fundamentaldel mito para Levi-Strauss, cual es la de resolver una contradicción al interior del pensamientohumano.

En este sentido, la versión de Dick introduce en esta nueva versión un tópico fundamental,de carácter metafísico: la referencia a una instancia trascendente, ese dios o demonio querepresenta, a través de la ambigüedad y el mimetismo, los poderes ocultos que se esconden traslos medios y que por sus repercusiones en el mundo el hombre se resiste a ver comopertenecientes a instituciones o individuos concretos. Pues si uno de los atributos constantesde la divinidad fue su ocultamiento, y ahora no vemos a esos seres que controlan el mundo a

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una empleada de mantenimiento,

llamada

Vera Tilley, que se muestra demasiado fa-

miliar,

lo cual

dispara la obsesión de

Pangborn, quien pretende que el supuesto

extraño está relacionado con ella.

Él es

un ser que lleva doce años

aislado del

mundo, confinado por voluntad propia a la

silla de ruedas desde la que contempla las

pantallas, como recomiendan los programas

de mantenimiento psicológico; la aparición

del extraño, así como la de Vera, lo han

obligado a alternar sus

extensas

sesiones

de análisis y desglosamiento de la escena

mencionada (plano por plano, fragmentando

y congelando encuadres en cada una de sus

muchas pantallas), con constantes recorri-

dos por los otros lugares del solarium que

no solía visitar. Poco a poco siente más

amenazante y cercana la presencia del ex-

traño, a la vez que se da cuenta de que

sus gustos y comportamientos son muy si-

milares

a los

suyos. Finalmente, Pangborn

descubre a Vera asesinada en el

baño,

emulando la escena de Hitchcock, y después

de darse cuenta de que el extraño no era

través de los medios, ¿Por qué no inte-grarlos en una misma figura, símbolo com-plejo y de múltiples fachadas?

Podemos calificar como pertenecientes aeste mismo conjunto de mitemas a la �Iglesiadel Rayo Catódico� que en el fi lm�Videodrome�, de David Cronemberg, reclutaa diversos personajes en torno a la pan-talla de televisión como el nuevo recintode lo sagrado; así mismo, la novela �Luzvirtual� de William Gibson, describe unareligión que sustenta todo su credo en laidea de que viendo televisión se puedeacceder a Dios.

La ventana que oculta

En otro orden simbólico podemos incluir,en este sucinto bosquejo de mitologíafuturista, el Zodíaco de Ballard, que pre-tende una actualización moderna del ho-róscopo caldeo; pues, en sus propias pala-bras, �las casas de nuestro cielo psico-lógico ya no están habitadas por carneros,cabras y cangrejos, sino por misiles decrucero y espirales intrauterinas, y portodo los espectros del pabellón psiquiá-trico�. Ballard incluye en este intento unafigura de interés para esta reflexión: �encuanto al carnero, el incansable guardiándel rebaño doméstico, su equivalente ennuestras propias casas parece ser la cáma-ra Polaroid que pastorea nuestros recuer-dos y emociones más insignificantes, nues-tros actos sexuales más tiernos�. En laactualidad, esta función que Ballard atri-buye a las cámaras Polaroid podemos ad-judicársela a la handycam y a los videoscaseros.

Sin embargo, la mirada de Ballard sobrelos medios, y en específico sobre la te-levisión, alcanza zonas más polémicas yoscuras. En otro de sus relatos, el escri-tor británico imagina una sociedad en laque los individuos viven aislados en suscasas, reducidos no sólo a la soledad queparasita su existencia de la adicción a losmedios electrónicos, sino al delirio deri-vado de ella. Se trata del cuento Laarquitectura de los moteles, protagonizadopor uno de estos hombres solitarios, lla-mado Pangborn, que vive confinado en unsolarium, especie de habitáculo aislado, yque pasa sus días contemplando en unpánel compuesto de muchas pantallas detelevisión, la escena de la ducha de lapelícula Psicosis. Según se afirma, Pangbornencuentra en esta escena �la clave delverdadero significado de todo lo que ha-bía en su mundo, de la relación no decla-rada entre su propia musculatura y elinmaculado universo de cromo y cristal delsolarium�.

En un magistral contrapunteo con elfilme de Hitchcock, Ballard relata la ma-nera en que su personaje empieza a viviruna fantasía paranoica en la que intuyeun extraño oculto que lo persigue paramatarlo. Todo empieza con la irrupción de

La mente del hom

bre gira tan

aprisa a impulso de los edito-

res, explotadores, locutores,

que la fuerza centrífuga elimi-

na todo pensamiento innece-

sario, origen de una pérdida de

tiempo.

Escenas de la película VideodromeDirigida por David Cronenberg

otro que él mismo, converti-do ahora en asesino, decidequitarse la vida.

Además de entablar un ma-gistral juego intertextual conPsicosis, este relato planteauna nueva faceta de la in-fluencia televisiva sobre elhombre, que entra en conso-nancia con los planteamien-tos de Virilio sobre las trans-formaciones de lo humano enla videosfera. Por un lado,P a n gbo r n e s un e j emp l oexacervado del usuario de lasprótesis ópticas, que renun-cia al cuerpo y a la expe-riencia, acondicionando supercepción a las pantallas.Por otro lado, este persona-

je ejemplifica lo que para Virilio es lacondición de todos nosotros como televi-dentes: �encerrados en nuestros escapara-tes catódicos, nos volvemos teleactores,las teleactrices de un cine viviente cuyoreciente desarrollo de las manifestaciones«sonido y luz» señala el momento, bajo elpretexto constantemente repetido, a par-tir de Malraux hasta Lyotard, pasando porJack Lang, de salvaguardar nuestro patri-monio inmobiliario�.

Un sentido similar puede encontrarse enotro de los relatos de Ballard, compiladosprecisamente bajo el título de Mitos delfuturo próximo, que está inscrito en unambiente similar al anterior. En Unidad decuidados intensivos se nos relata un mundoen el cual toda relación posible entre losseres humanos está mediatizada por la te-levisión y las tecnologías de video. Losniños son concebidos por medios artificia-les, pues cualquier contacto físico estáprohibido, y las familias se conocen einteractúan a través de producciones devideo, en las que sus apariencias sonmejoradas gracias al maquillaje, por unlado, y a los efectos especiales, por otro.

El equilibrio en este mundo se rompecuando el protagonista del relato decide,en complicidad con su esposa, romper esadistancia y tener un encuentro directo conella y con sus hijos. Una vez tomada la

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1 Este artículo es una reelaboración de un fragmento de la tesisHermes acelerado o las mitologías diseminadas, por JuanAlberto Conde y Diego H. Sosa.2 Citado por David Pringle en Ciencia ficción: las 100 mejo-res novelas. Ed. Minotauro, 1990.3 Gran parte de la obra del filósofo francés está dedicada a estetema. Se pueden consultar en particular su libro Vigilar y casti-gar. México, 1985.4 La máquina de la visión. Ed. Cátedra, Madrid, 1989.5 Claude Levi-Strauss, Antropología estructural, Ed. Paidós, Bar-celona, 1976.6 J.G. Ballard, Zodiaco 2000, en Mitos del futuro próximo.Ed. Minotauro, 1990.7 Ibid.8 Paul Virilio, El último vehículo. En Videoculturas de fin desiglo. Ed. Cátedra, Madrid, 1990.9 J. G. Ballard, Op cit.10 Ray Bradbury., Farenheit 451. Ed. Hyspamérica, Madrid, 1985.11 Jean Baudrillard. Videosfera y sujeto fractal. EnVideoculturas�, op. Cit.

decisión del encuentro físico, el primerexperimento fue decepcionante: ambos des-cubrieron que la imagen que se presenta-ban mutuamente en las pantallas no eramás que un artificio técnico, y que larealidad de ambos era mucho menos atrac-tiva. Sin embargo, a pesar de este fraca-so, ambos deciden continuar con su expe-rimento, y fijan un encuentro en el queparticiparán también sus hijos. El resulta-do, todavía más fatídico: cada uno de losmiembros de la familia, al verse enfrenta-do a las mo lestas y desagradab le scorporeidades de los demás, emprende unabatalla en la que todos se agreden ymutilan, terminando en una auténtica ba-talla campal, al seno del núcleo familiar.Una vez más, Ballard convierte a la tele-visión en el blanco de sus críticas a lasnuevas formas de socialidad, mediatizadaspor las tecnologías audiovisuales que apesar de ser llamadas �de comunicación�,en realidad interponen barreras a lainteracción y la convivencia, planteandouna muerte de lo social, que ya empezamosa experimentar.

Una proyección inversa: lassombras ajenas

Para concluir este sucinto y excluyenterecorrido, es necesario hacer una aclara-ción con respecto al papel de la televi-sión manifiesto en los relatos anterior-mente mencionados. Resulta preocupante elhecho de que casi la totalidad de narra-ciones míticas que incluyan en su discursoa la televisión, la presenten como unafuerza oscura y nociva para la libertad, lacreatividad o la riqueza ética y estéticade la cultura. Así por ejemplo, la popularhistoria de Bradbury, Farenheith 451, des-cribe un mundo en que los libros sonquemados pues contienen la semilla de unpeligro latente: hacen pensar a las perso-nas. En este mundo, en cambio, la televi-sión -grandes pantallas que ocupan pare-des enteras- son el mecanismo ideal paramantener a la gente en una esfera de lavanalidad y la superficialidad; esto es, dela inmediatez de las imágenes: �Acelera laproyección, Montag, aprisa, ¿Click? ¿Pe-lícula?, Mira, Ojo, Ahora, Adelante, Aquí,Allí, Aprisa, Ritmo, Arriba, Abajo, Den-tro, Fuera, Por Qué, Cómo, Quién, Qué,Dónde, ¿Eh?, ¡Oh!, ¡Bang!, ¡Zas!, Golpe,Bing, Bong, ¡Bum! Selecciones de seleccio-nes. ¿Política? ¡Una columna, dos frases,un titular! Luego, en pleno aire, tododesaparece. La mente del hombre gira tanaprisa a impulso de los editores, explota-dores, locutores, que la fuerza centrífugaelimina todo pensamiento innecesario, ori-gen de una pérdida de tiempo�. Bradburyhace aquí una atinada aproximación a unfenómeno que, con la aparición de las

redes informáticas, ha llegado a un punto que ni él mismo imaginó, y queJean Baudrillard define contundentemente: �hoy el medio más seguro paraneutralizar a alguien no es el de saberlo todo sobre él, sino el de darlelos medios para saber todo sobre todo. Ya no lo neutralizaréis con larepresión y el control, sino con la información y la comunicación, porquelo encadenaréis a la única necesidad de la pantalla�. Sin embargo, surgetambién en este relato ese temor que tanto hace temblar en la actualidada muchos intelectuales, y que se ha planteado como una de las rupturasmás radicales de las culturas contemporáneas: el desplazamiento del librocomo eje del conocimiento, en una lógica absurda que supone la sustitu-ción de la palabra por la imagen.

En esta misma lógica, la �satanización� de la televisión se desarrollaen éstos y otros relatos fílmicos, literarios, teóricos, cotidianos y detodos los órdenes, que la muestran como la causante de la violencia, lacorrupción, la alienación o el decaimiento de los valores vigentes hastael momento. Y aunque los cuestionamientos que estos mitos plantean a lasobrevaloración y omnipresencia de los medios en la actualidad deben serescuchados, hay que cuidarse de asumirlos como la única causa de unaproblemática compleja y de múltiples raíces. Pues, al parecer, en eseterror apocalíptico de fin de siglo, la televisión es algo así como �elmonstruo de las siete cabezas� sobre el cual cabalgan rampantes la granprostituta y el falso profeta. Podemos evocar entonces la figura arquetípicajunguiana de la Sombra, que representa ese factor de oscuridad inmanenteal hombre, la cual éste trata de negar proyectándola fuera de sí. Tales, según hemos visto, la posición que ha asumido la modernidad frentea la televisión.

En la escena cultural actual, una gran porción de las institucionessociales han convertido a la televisión en el �chivo expiatorio� sobre elcual proyectan todos los errores, las carencias y corrupciones que desdesus ámbitos particulares han contribuido al ambiente de crisis que seexperimenta con desconcierto hoy en día. Así, a la verdadera y profundasombra de la televisión, se suma la de tantos otros inadvertidosadversarios.

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S

IDORUWilliam Gibson

Editorial Minotauro,1998.

Además de ser el creador del neo-logismo, William Gibson es el granetnólogo del Ciberespacio. ¿Quién mejorque él para introducir en la aldeadigital nuevas figuras arquetípicas,ya presentes en el mundo real? Pri-mero, la Idoru �título de la novela�es el extranjerismo que los japonesesu t i l i z a n pa r a de n om i n a r a l a ssuperestrellas virtuales del pop, he-chas de pura información. Segundo, laCiudad Amurallada, una comunidad vir-tual cerrada y compleja, tal vez elfuturo de la socialidad en la eradigital.

Superponiendo al mundo de las cor-poraciones del espectáculo las oscu-ras transacciones de la mafia rusa,el mundillo de los fans en internet yl o s ú l t i m o s d e s a r r o l l o s d e l ananotecnología que ayudaron a re-construir Tokio después de un terre-moto, Gibson aprovecha los recursosde la novela negra para desplegaruna trama sencilla pero rica enambientación y desarrollo, que loconvierte una vez más en un lúcido�profeta del presente�.

CUENTOS DE AMOR,TERROR Y OTROSMISTERIOSRené Rebetez.

Cooperativa editorial MagisterioColección Piedra de Sol1998

En éste, su más reciente libro decuentos, René Rebetez muestra unavez más que las fronteras entre laciencia ficción y la literatura fantás-tica le son poco menos que indife-rentes. Procedentes de distintas etapasde su carrera literaria �lo cual seevidencia en la desigual calidad y enla diversidad de temas y tratamien-tos�, estos relatos suponen un con-junto de exploraciones por los in-tersticios de la realidad, a partirde los horizontes abiertos por laciencia, la magia, las filosofías orien-tales o las profundidades de laconciencia, desplegados en un mundocotidiano que se desestabiliza antela irrupción del asombro.

Fertilizadas por los diversos viajesdel autor alrededor del mundo, empo-brecidas a veces por un afán morali-zante o reflexivo, estas historias deRebetez lo ubican una vez más entrelos pocos escritores colombianos quese atreven a distanciarse (sin elu-dirlo u obviarlo) de manera honesta,aunque a veces ingenua, de ese fan-tasma denominado �realidad nacional�.

see la madurez de un Muñoz Molina o unJavier Marías, y menos su prestigio y uni-versalidad. Tercero, y tal vez este es elpunto clave, Suso de Toro es un escritor deGalicia, que ha escrito parte de su obra engallego, lo cual lo convierte en lo que aquíllamaríamos un escritor �de provincia�, aun-que sus relatos no adolecen necesariamentede localismo. Es quizás por eso que, a pesarde haber ganado el Premio Nacional de laCrítica con dos de sus novelas y de quealgunos de sus libros han sido traducidos alfrancés, difícilmente alguno de ellos arribea las desiertas costas de nuestras librerías.

Por azares del destino, ha llegado a nues-tras manos la novela que ahora reseñamos, yque constituye una discreta incursión en losterrenos de la ciencia ficción. Decimos dis-creta, pues si se juzga a la luz de losparámetros tradicionales que rigen el géne-ro, este relato aparece, cuando menos, comoingenuo. Y tal vez esa sea una de las vir-tudes de la novela, una actitud explícita yconsciente para un relato protagonizado pordos adolescentes que apenas dejan el mundode la infancia. La novela nos narra la his-toria de Clara y su hermano, huérfanos demadre, quienes después de vivir aislados delmundo en una finca con su padre, al moriréste se ven obligados a salir y a enfrentarla persecución a la que los somete unaextraña entidad virtual, al parecer el señoromnipotente de los medios de comunicación.

Lo paradójico es que esa entidad fue creadaa su imagen y semejanza por el padre de losmuchachos, como un simple presentador detelevisión que termina convertido en un dic-tador presente en las miles de pantallas queinundan el mundo.

El tema no es novedoso �véase el artículosobre las telepantallas�, y el sustentocognitivo es más bien pobre si se le comparacon los grandes relatos que muy probable-mente constituyen su fuente. Sin embargo,tal juicio es precipitado si se supone que lanovela está libre de pretensiones en esesentido. Su tono, su desarrollo, se inscribenmás en una c.f. �blanda�, que, a través deuna prosa sencilla y envolvente, pone susénfasis en la fuerza y emotividad de lospersonajes, así como en la construcción deun ethos marcado por el deterioro de lafamilia y las instituciones de cohesión so-cial, ante la fría omnipresencia de losmedios. Es el caso de las tribus de adoles-centes que recorren la ciudad a la buena deDios, procreando al capricho mientras suspadres viven en el deterioro del enclaustra-m i e n t o , c o n s t i t u y e n d o u n a c o h e r e n t eextrapolación de la sociedad actual. En esesentido, el poco creíble dictador massmediático que imagina de Toro, adquiere sulegitimidad simbólica como una explícitametáfora del alto precio que se paga por elentretenimiento en la sociedad del espectá-culo: la muerte del afecto. Una muerte queno es definitiva, ya que al final el afectotriunfa en la novela, convirtiéndola en unaparábola honesta y cálida.

La sombra cazadoraSuso de Toro

Ediciones B - Tiempos modernos1995

ería difícil encontrar citado entre elnuevo panteón de la literatura española elextraño nombre del autor de la novela �Lasombra cazadora�, por más de una razón.Primero, no comparte la precocidad con auto-res como Ray Lóriga, José Ángel Mañas oJuan Manuel de Prada. Segundo, tampoco po-

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Como parte de las actividades culturalesrealizadas por las distintas dependencias dela Universidad Nacional en torno a lo que sedenominó �la UN cuenta�, en el Museo deArquitectura Leopoldo Rother se llevó a cabo,del 12 de octubre al 12 de noviembre delaño anterior, un sentido homenaje a quienfuese uno de los maestros y arquitectos másdestacados con los que ha contado el depar-tamento de arquitectura y la Facultad deArtes a lo largo de su historia. Se trata delarquitecto bogotano Guillermo Bermúdez Umaña.

En esta exposición se reprodujeron losplanos de la casa Bermúdez sobre las paredesy pisos del Museo, orientando a los especta-dores sobre el sentido de espacialidad ytranquilidad que evoca dicha construcción.No olvidemos que fue premiada como la mejorresidencia en la primera bienal de arquitec-tura 1960-1962. Para los organizadores deesta exposición era importante destacar lasensación de libertad que transmiten susobras arquitectónicas. Nacido en 1924, hizo

MUNTADAS

Biblioteca Luis Angel ArangoCasa de Moneda

25 de agosto al 31 de octubre de 1999.Curaduria de Carlos Jiménez.

Perteneciente al grupo de artistas que en los años setenta comenzaron a explorar las posibilidades estéticas de los medios electrónicos,Antoni Muntadas aborda en sus obras el rol de los medios de comunicación en la sociedad contemporánea, cuestionándolos a partir de sus mismoslenguajes y recursos tecnológicos.

Video-instalación, video-arte, fotografía y medios de reproducción gráfica están presentes en esta exposición de Muntadas, la cual, exponeuna crítica directa a la estrecha y problemática cercanía entre el fascismo y la cultura del espectáculo, manifiesta en escenarios distintoscomo los estadios y certámenes deportivos o los noticieros de televisión, que convierten la violencia en un teatro cotidiano de variedades.En este sentido, hay que mencionar en particular la video-instalación que Muntadas concibió especialmente para el caso de Colombia y lavanalización de la muerte que contemplamos a diario en nuestros medios.

sus estudios de bachillerato en Santiago deChile y allí mismo inició la carrera dearquitecto en la Universidad Católica, dondepermaneció tan solo dos años. Hacia 1944regresó a Bogotá para continuar sus estudiosen la Universidad Nacional de la que obtuvosu diploma en 1948. Su innegable talento lepermitió desde muy joven vincularse a laFacultad en calidad de profesor de Taller,siendo así que, desde mediados de los seten-ta, en compañía del maestro Reynaldo Valen-cia se encargó de desarrollar en su cátedrauna labor docente de gran significación. Va-rias promociones de arquitectos se benefi-ciaron de sus enseñanzas. Guillermo Bermúdezno sólo se caracterizaba por ser un hombrejovial y sarcástico que gustaba tanto delbillar como de discutir con sus compañerosde temas íntimamente ligados a su que hacer.También era un hombre riguroso y organizadoque permanecía en constante reflexión ytransmitía sus inquietudes profesionales alos alumnos. Era un reconocido diseñador devivienda pero a la vez desarrolló obras so-bresalientes de diversa destinación, como elEdificio de la Bolsa de Bogotá, el ColegioNueva Granada o el Instituto de Investiga-ciones Tecnológicas de la Universidad Nacio-nal. Era un arquitecto detallista que vigila-ba cada parte del proceso de construcción.De ahí que fuese caracterizado por muchosde sus alumnos como un hombre eminentementepragmático que enseñaba tanto a seleccionarmateriales como a reconocer las expectativasde aquellos que habitarían las viviendas.

El maestro Guillermo Bermúdez falleció en1995; sin embargo, su legado ha sido asimi-lado por las nuevas generaciones de arqui-tectos que ven en él más allá de una figurapública, un maestro en todo el sentido de lapalabra que no olvidaba recordar que �lasobras arquitectónicas deben ser pensadas enfunción de las personas que las habitan�.

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HOMENAJE A GUILLERMOBERMUDEZ UMAÑA.

Museo de Arquitectura Leopoldo Rother.

Universidad Nacional de Colombia.12 de Octubre al 12 de Noviembre de1999.Curaduría de Marta Devia.

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�M

Es muy interesante la transformación que presenta la banda liderada por la carismáticavocalista Sara Valenzuela en éste, su tercer trabajo en carrera seguramente con miras a encararel nuevo milenio. En �Hidro�, La Dosis ha decidido adentrarse musicalmente en terrenos que bordeanmás la música eléctrónica, los sampleos, abandonando de manera más contundente el sonido funkque ya se delineaba como un distintivo del grupo. Tal vez a ésto se debe la salida de la secciónde vientos y una mayor preponderancia a la guitarra eléctrica. Interesante el desempeño deRicardo Arreola en el bajo, quien provee al nuevo sonido de La Dosis el soporte que permite unamayor compenetración con el estilo vocal de S. Valenzuela. Un trabajo que por su facturarecomendamos a ojo cerrado.

Con gran expectativa era esperada la segunda producción de uno de las más gratas sorpresasal nivel del rock nacional en 1997: Los Superlitio. Con �el sonido mostaza�, este quinteto caleñocierra la boca de escépticos y abre la de sus fanáticos, quienes al escuchar corte a corte sientenla profunda depuración de su música (una mezcolanza de Funk, disco, rock y hard) y de selloindependiente para más veras. Perentorio es acusar un trabajo más elaborado en las letras, quetemáticamente se ampliaron. Sin duda, algunos de ustedes al escucharlo coincidirán con nosotrosque están oyendo uno de los mejores, si no el mejor, álbum de rock nacional en este año, vé.

�Los viejos rockeros nunca mueren� dice Miguel Ríos en uno de sus temas. Y esto se adaptaperfectamente a la carrera del �hombre del mostacho bicolor�, quien a pesar de su inestabilidademocional y psíquica, álbum a álbum reafirma su vitalidad como rockero, espíritu inamovible quelo ha acompañado en ya casi 30 años de vida artística. �Demasiado Ego�, vigésimoséptimo trabajoen la cuenta personal de Charly, recoge un recital efectuado a principios de 1999 en Buenos Airesante 300.000 personas, con motivo de una serie de conciertos por los desaparecidos. Incluyeademás tres temas nuevos, que junto a los ya clásicos de este bonaerense, demuestran que hayGarcía para rato... aunque a veces muchos crean que no.

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Dicen qu

e lo qu

e muest

ra en vi

vo evide

ncia una

Habla de las cosas como son.

i perro tiene cara de pe-

rro�.

Defensa: Es una flor fuxia con

Un artículo que cobra importancia

Un sonido uniforme que se repite.

Qué ver?

El disco sienta el precedente de colores

La música gira.Su encanto está en la capacidad que

Insiste incisivamente:

amarillo sobre un fondo ver-

de... Recuerda la caja de klee-

nex en la emancipación chévere

del popó.

en sí mismo.

Una en

ergía

nueva

que vi

bra.

actitud ir

reverente

contra lo

que

todos quieren ver.

fuertes en un diseño novedoso, por encimade un sonido convencional.

tiene de

repetir insistiendo...

Letra, un

llamado de

atención.

Reefs

de guitarra a lo

Helm

et que

se apoyan

en la

base sólid

a de bajo

y batería en fuerte articu

lació

n.

�mi perro tiene cara de perro�

y la flo

r tiene

cara de flo

r.

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B Mima consulta su home page, en la que aparece su vida ntima y se da cuenta de que alguien la conoce demasiado bien, entonces se encuentra ante otra Mima, la cantante de Cham, y desde ese momento comienza a verla en todas partes; el asesinato del libretista de la serie y del fot grafo de los desnudos, contribuyen a su confusi n, viéndose perdida y asustada ante la presencia constante de Uchida, un fervoroso admirador de su antigua imagen, todo esto mientras la frontera entre la realidad y la ficci n, su vida y la de su personaje se hace cada vez m s difusa.

Perfect Blue es una historia de terror que a diferencia del manejo acostumbrado en este génerodentro de la animaci n japonesa, no recurre a elementosobrenaturales para crear un efecto sobrecogedor, sque explora los quiebres de la identidad y de la consciegenerados en el mundo de continuos simulacros constituye la cultura de los medios masivos de comuniencarnados en este caso por la industria de la m sica ptelevisi n en Jap n.

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asada en la novela de Takeuchi Yoshikazu, dirigida por Satoshi Kon y con la colaboraci n especial de Katsuhiro Otomo, Perfect Blue nos presenta a Mima, integrante central de Cham, un tr o de pop idols, quien en medio de un concierto anuncia a sus fans su retiro para incursionar en la actuaci n, en una serie de televisi n llamada Double Bind.

Bajo la influencia de uno de sus manejadores y el desacuerdo de Rumi, su

manejadora personal y ex-pop idol, acepta una escena en la que su personaje es violado,

y posar desnuda para unas fotograf as, lo que acelera su popularidad.

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Videodrome.David Cronenberg.1984

-Brian Oblivion: La pantalla del televisor esla retina del ojo de la mente, por lo tanto lapantallla del televisor es parte de la estruc-tura fisica del cerebro...lo que aparece por lapantalla del televisor emerge como experienciasin diluir para aquellos que lo ven...la televi-sión es realidad y la realidad es menos que latelevisión...

(Extraido de la película Videodrome)

Ojo al talentoConcurso Dirección de Cinematografía.Ministerio de Cultura

Los altos costos compromet idos en laelaboración de imágenes cinematográficas,han creado una espec i e de «ESPERANTO»audiovisual. Las culturas más poderosas, y porconsiguiente con más capacidad de generar imá-genes sobre sí mismas, invaden con su visión delmundo a otras culturas menos fuertes.

Estas últimas, a fuerza de consumir exclusi-vamente imágenes ajenas, desarrollan un procesode aculturación, de soñar sueños ajenos.

PARA REVERSAR ESTE PROCESO Y COMPARTIRLOS ESPACIOS AUDIOVISUALES nacionales, in-ternacionales, el MINISTERIO DE CULTURA hadiseñado estrategias, programas y proyectos end o n d e a p r o v e c h a n d o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ......................................................................

Así mismo, las convocatorias Cinematográficastienen como objetivo complementar las diversasgestiones que en todas las áreas de la cine-matografía se están desarrollando para lograrun avance GLOBAL y ARMÓNICO del sector.

La Convocatoria en sí misma es un CONCEPTOporque �SÓLO GENERARÁ EL CINE QUE LA CUL-TURA QUIERE HACER.�

El propósito de la convocatoria es contribuira la creación de una cultura cinematográfica enla que participen en condiciones de IGUALDADTODOS los creadores en un PROCESO DEMOCRÁ-TICO Y PARTICIPATIVO

............................................................................ASÍCOMO FUE FLEXIBLE CON RELACIÓN A LOS DIS-TINTOS GÉNEROS DE EXPRESIÓN CINEMATOGRÁFI-CA, tales como largometraje...................................................................................................................................................

Contrario a lo anteriorNo hay modalidad para trabajos experimenta-

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