justicia compensatoria y calificaciÓn de pÉrdida de
TRANSCRIPT
7
JUSTICIA COMPENSATORIA Y CALIFICACIÓN DE PÉRDIDA DE CAPACIDAD
LABORAL EN COLOMBIA.
ROSA ELENA SOLANO SUÁREZ
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
INSTITUTO DE BIOÉTICA
BOGOTÁ, D.C.
2016
8
JUSTICIA COMPENSATORIA Y CALIFICACIÓN DE PÉRDIDA DE CAPACIDAD
LABORAL EN COLOMBIA.
ROSA ELENA SOLANO SUÁREZ
TRABAJO DE GRADO PARA OPTAR EL TÍTULO DE MAGÍSTER EN BIOÉTICA
DIRECTOR: EDUARDO ALFONSO RUEDA BARRERA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
INSTITUTO DE BIOÉTICA
BOGOTÁ, D.C.
2016
9
Agradecimiento: A mi amado Señor Jesús, por darme la
oportunidad de cumplir éste anhelo de mi corazón.
10
“El futuro pertenece a quienes creen, en la belleza de sus sueños”.
Anónimo.
11
Dedicatoria:
Dedico este trabajo a mi amada familia, a mi hermana Virginia, por su paciencia
y cuidados, a mi sobrino Pablo, por su respaldo absoluto. A la memoria del Doctor
Guillermo Hoyos, un maestro que deja huella. Al Doctor Eduardo Rueda, por ser luz,
guía en el camino. A mis amigos, Denise Castellar, Rubén Gómez y Rubén Aguilar, por
su apoyo incondicional. También a aquellos muchos otros, que de muchas maneras
contribuyeron al logro de éste sueño.
12
Contenido
Introducción ..................................................................................................................... 14
1. Los Sistemas de calificación de pérdida de capacidad laboral. ............................... 23
1.1. Estados Unidos ........................................................................................................... 25
1.1.1. Actividades y participación ................................................................................. 32
1.1.2. Factores ambientales ........................................................................................... 33
1.2. España ....................................................................................................................... 34
1.3. Colombia ................................................................................................................... 40
2. Límites y alcances en la calificación de la pérdida de capacidad laboral ............... 47
2.1. Las Guías ................................................................................................................... 48
2.2. La Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud. ......... 50
2.2.1. Generalidades ...................................................................................................... 50
2.2.2. La CIF en patologías relevantes en el sistema general de riesgos laborales ...... 59
2.2.3. La CIF y los servicios de asistencia social .......................................................... 67
3. El enfoque de capacidades y nuestro sistema de calificación de pérdida de
capacidad laboral. ............................................................................................................ 72
3.1. Teoría del Enfoque de Capacidades ............................................................................ 73
3.1.1. Amartya Sen – Enfoque Económico ................................................................... 76
3.1.2. Martha Nussbaum- Enfoque Filosófico .............................................................. 77
3.1.3. Las diez capacidades básicas .............................................................................. 79
3.2. La calificación de pérdida de capacidad laboral a la luz de las capacidades humanas
básicas ....................................................................................................................... 82
3.2.1. Caracterización y análisis de los decretos .......................................................... 83
4. Conclusiones ........................................................................................................... 134
Bibliografía .................................................................................................................... 140
13
GLOSARIO DE ABREVIATURAS
AMA: Asociación Médica Americana.
CAT: Carga de adherencia al tratamiento.
CCAA: Comunidades Autónomas.
CIDDM: Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades y Minusvalías.
CIF: Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud.
DSM - IV: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales.
MMM: Mejoría médica máxima.
MUCI: Manual Único de Calificación.
OMS: Organización Mundial de la Salud.
OSHA: Occupational Safety and Health Administration.
PNUD: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
14
Introducción
El presente trabajo busca establecer si la legislación propia del Sistema General de
Riesgos Laborales de nuestro país, en materia de calificación de pérdida de capacidad laboral,
asegura una compensación justa cuando evalúa a los trabajadores con secuelas de accidentes de
trabajo y enfermedades laborales. Si bien éste sistema de calificación es utilizado también para
las secuelas por enfermedad de origen común, el contexto principal para el desarrollo del
presente trabajo es el de los riesgos laborales, por tener un mayor desarrollo dentro de la
legislación.
Ministerio de la Protección Social (2006) señala cómo la discapacidad constituye un tema
fundamental de derechos humanos en el ámbito nacional e internacional. Las Naciones Unidas
hacen énfasis en la importancia de la igualdad de oportunidades de las personas con
discapacidad, cuando expresan:
Los Estados deben reconocer el principio de que las personas con discapacidad deben
estar facultadas para ejercer sus derechos humanos, en particular en materia de empleo.
Tanto en las zonas rurales como en las urbanas debe haber igualdad de oportunidades
para obtener un empleo productivo y remunerado en el mercado de trabajo. (Ministerio de
la Protección Social, 2006)
Dentro del marco legal, se encuentra normatividad amplia en relación con este tema: La
ley 361 de 1997, ley marco por la cual se establecen mecanismos de integración social de las
personas con limitaciones; la Ley 1346 de 2009 por medio de la cual se aprueba la “Convención
sobre los derechos de las personas con discapacidad” adoptada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas el 13/12/2006; y la ley estatutaria 1618 de 2013, por medio de la cual se
establecen las disposiciones para garantizar el pleno ejercicio de los derechos de las personas con
discapacidad.
Adicionalmente, Ministerio de la Protección Social (2010) tiene dentro de su programa de
asistencia a los trabajadores con secuelas, la búsqueda de la integración socio-ocupacional, la
cual incluye además de su ubicación, reubicación laboral u orientación ocupacional, la
recuperación de los roles familiares y sociales que le corresponden (Ministerio de la Protección
Social, 2010).
15
En la primera parte de esta Introducción propongo un cuadro general sobre acceso laboral
de las personas en condición de discapacidad y evaluar el alcance y límites de algunas estrategias
para garantizar la igualdad de oportunidades laborales y educativas para esta población. En un
segundo momento, muestro la evolución legislativa en materia de compensaciones por pérdida
de capacidad laboral a partir de la Ley 100 de 1993 y anticipo algunos de sus problemas. En la
salida explico los propósitos del trabajo y esbozo el contenido de sus capítulos.
1. Discapacidad y acceso al trabajo en Colombia.
La caracterización de la población Colombiana en condición de discapacidad, de acuerdo
con las estadísticas del DANE 2005 (Véase cuadro 1), está compuesta por un porcentaje muy
alto (93.4%) de personas en edad de trabajar, de las cuales un porcentaje muy bajo (16.3 %) se
encuentra laborando. DANE 2010 (Véase cuadro 2), caracteriza una muestra significativa de
esta población en condición de discapacidad de acuerdo con la actividad principal realizada en
los últimos seis meses, de la cual se concluye, entre otros, que 15,2% se encuentra trabajando,
29.5% se encuentra en incapacidad permanente para trabajar y no recibe pensión y que 3.4 % se
encuentra en incapacidad permanente para trabajar y si recibe pensión. Se encuentran jubilados
el 1.7 %, recibe renta el 0.7 % y estudia el 7.2 %. Estas cifras nos hacen ver cómo sigue siendo
una necesidad prioritaria la implementación de todas las acciones encaminadas a la
materialización de las políticas de inclusión socio-laboral de las personas en condición de
discapacidad en nuestro país.
CUADRO 1. Población colombiana discapacitada en términos porcentuales
Fuente: DANE 2005
16
CUADRO 2. Población colombiana discapacitada, según actividad principal realizada en los
últimos seis meses
Actividad principal Total
Total Hombres Mujeres Porcentaje
Trabajando 120.083 79.364 40.719 15,2%
Buscando trabajo 34.025 21.826 12.199 4,3%
Incapacitado permanente para trabajar - sin pensión 233.072 120.099 112.973 29,5%
Incapacitado permanente para trabajar - con
pensión
27.042 14.962 12.080 3,4%
Estudiando 57.223 30.559 26.664 7,2%
Realizando oficios del hogar 183.955 26.547 157.408 23,3%
Recibiendo renta 5.754 2.514 3.240 0,7%
Pensionado – jubilado 13.118 7.103 6.015 1,7%
Realizando actividades de autoconsumo 23.295 16.201 7.094 2,9%
Otra actividad 67.656 37.794 29.862 8,5%
Sin información 25.815 12.259 13.556 3,3%
Total 791.038 369.228 421.810 100%
Fuente: DANE Marzo 2010 - Dirección de Censos
Demografía
Se puede apreciar entonces que las oportunidades de educación, trabajo y cobertura por el
Sistema de Seguridad Social Integral que tiene la población en condición de discapacidad en
nuestro país son muy bajas y que la materialización de las políticas implementadas por el Estado
en materia de inclusión social y laboral, no han tenido el impacto que se requiere; siendo ésta una
problemática a nivel mundial, no sólo nacional.
17
En el artículo titulado “Introducción al tema especial en discapacidad y trabajo: Hacia
una nueva conceptualización de la “carga” en la discapacidad” (Lero, 2012) se hace énfasis sobre
cómo en la intersección de trabajo y discapacidad median o se encuentran intereses económicos
junto con los derechos de igualdad en el empleo y de otros bienes sociales. Las construcciones
sociales de discapacidad pueden conducir a exclusión social y dependencia, teniendo en cuenta
que los individuos con discapacidad son identificados a menudo, en el marco de estas
construcciones, como una “carga” en la sociedad, lo que se ve reforzado por los paradigmas bio
– médico y económico presentes1.Transformar estos prejuicios de manera que las barreras para el
acceso al trabajo sean disminuidas o eliminadas es importante por muchas razones, como tratar
de reducir la pobreza, maximizar el recurso humano y promover la dignidad humana (Lero,
2012).
Varios estudios, conducidos en diversos lugares del mundo, ponen en evidencia estos
prejuicios y sus efectos en el acceso al trabajo de la población en condición de discapacidad. El
estudio titulado “Discapacidad y trabajo: Políticas de trabajo en las personas con discapacidad de
la República Unida de Tanzania, Acta de 2010” (Aldersey, 2012) señala que las políticas en este
país incluyen un sistema que exige a los empleadores con veinte o más empleados, contratar y
retener personas con discapacidad por encima del 3 % de la fuerza de trabajo que contratan.
A pesar de una serie de mecanismos incluidos en el Acta de 2010, entrevistas recientes
del autor con personas con discapacidad, revelan una diferencia sustancial entre la política y la
práctica. La falta de conocimiento por parte de los empleadores de sus obligaciones legales y
1 El paradigma biomédico ve al individuo en condición de discapacidad como la fuente y responsable
principal de su discapacidad, sin darle importancia a las diferentes situaciones que desde el punto de vista social,
económico y cultural le atañen. Estas personas son difícilmente aceptados en el ámbito laboral, por ser vistos como
una pérdida económica para la empresa, en la medida que son considerados limitados y lentos en la producción, así
mismo percibidos muchas veces como fuente de ganancia secundaria. Un abordaje biopsicosocial de la
discapacidad, como lo veremos más adelante, permitiría a las personas en ésta condición, minimizar en forma
significativa sus limitaciones y desventajas, ofreciéndoles la oportunidad del desarrollo de sus capacidades
residuales, permitiéndoles ser agentes activos y partícipes en la búsqueda de comunidades y sociedades más
incluyentes. No se trata del logro de compensaciones per se, sino de la búsqueda de condiciones que les brinden
autonomía e independencia en el logro de sus objetivos en condiciones dignas.
18
actitudes negativas hacia personas con discapacidad, incluyendo percepciones en cuanto a que su
condición sería una carga para la organización, parecen ser los factores principales. En la
ausencia de incentivos, modelos positivos y mecanismos de reforzamiento, parece improbable
que las metas de la legislación o las aspiraciones de personas con discapacidad sean realizadas
(Aldersey, 2012).
Un segundo estudio titulado “Un tema de (In) justicia ocupacional: Un estudio de caso”
(Gupta, 2012), proporciona un análisis crítico acerca del modo en que los Americanos en
condición de discapacidad alcanzan acceso al empleo y logran acomodarse en el sitio de trabajo.
El estudio muestra la importancia de un compromiso institucional de políticas y prácticas que
aseguren que toda la gente tenga las oportunidades, los derechos para engancharse en
ocupaciones significativas que reúnan tanto las necesidades intrínsecas como las expectativas
sociales. En la práctica, sin embargo, para los individuos en condición de discapacidad,
conseguir y mantenerse en un empleo remunerado constituye una gran dificultad a pesar de los
progresos de la legislación (Gupta, 2012).
En otra investigación titulada “Participación en el mercado laboral español de las
personas con discapacidad y en situación de dependencia” (Albarran, 2010), resalta el hecho de
que “las personas con discapacidad (....) se encuentran con más dificultades y barreras de todo
tipo en su acceso al mundo laboral que el resto de los ciudadanos sin discapacidad” (p. 247). Las
mujeres con discapacidad en edad de trabajar se encuentran en situación más desventajosa ante
el empleo que los hombres y presentan mayores tasas de inactividad (Albarran, 2010).
En el mismo estudio se documenta una clara y lógica correlación entre el nivel de
estudios y la situación en el empleo. En tanto más alto es el nivel de estudios, mayor es el
porcentaje de los que están trabajando y menor el de los inactivos. Así mismo, en las personas
con al menos estudios primarios, el porcentaje de las que están trabajando es significativamente
superior frente a los índices de las que no poseen estudios. “La situación más ventajosa la
presentan las que poseen estudios universitarios, ya que es el único grupo en el que las personas
activas superan a las inactivas” (p. 248). Estos datos destacan la importancia que tiene una
formación adecuada para conseguir la incorporación al mundo laboral de las personas con
discapacidad (Albarran, 2010).
19
En un artículo centrado en nuestra realidad, “El concepto de la discapacidad: Una crítica
a la jurisprudencia de la Corte Constitucional Colombiana” (Coral, 2009) se señala que la
exclusión y los estigmas sociales han relegado a la población con discapacidad a un segundo
nivel, ya que en la toma de decisiones que les afectan se han visto sustituidas por posturas, a
menudo de personas sin discapacidad, que consideran a las personas con discapacidad, o bien
como incompetentes para tomar decisiones importantes para ellas, o bien como destinatarios
pasivos de entornos ante los que no les queda sino adaptarse, postura que excluye la posibilidad
de tematizar el modo en que magnifican una desventaja y estabilizan la exclusión y la
discriminación (Coral, 2009)2.
En “Las acciones afirmativas: ¿Una opción adecuada para promover la educación
superior de personas en condición de discapacidad?” (Ríos, 2007), se ha documentado muy bien
la magnitud de la desigualdad entre estas personas y la población general para ingresar,
permanecer y egresar de la educación superior. El Censo de nuestro país en el 2005 confirma la
inequidad existente. La discriminación positiva o acción afirmativa es útil para superar este
problema. De la sentencia C- 371 de 2000, se extrajo que al ser las personas en condición de
discapacidad un grupo marginado, se exige, en justicia, que hacia ellas se dirijan acciones
afirmativas (Ríos, 2007). A pesar de estas provisiones, en materia laboral son escasos los
avances. La Corte ha entendido la exigencia de igualdad de maneras diferentes: en algunos casos
ha querido responder a ella fijando directrices para el incremento de oportunidades laborales; en
otros, ha procurado en cambio, la igualación de las condiciones para ingresar o no ser despedida
de un determinado cargo (Coral, 2009).
Estos estudios, y otros, revelan que a pesar de la legislación establecida por Naciones Unidas en
materia de igualdad de oportunidades laborales y educativas para las personas en condición de
discapacidad, es enorme la brecha existente entre la norma y su materialización eficaz.
2 Aunque las sentencias de control de constitucionalidad y algunas de tutela han mostrado un mayor avance
en el concepto de discapacidad, gracias a los tratados internacionales, intentando vincular los entornos o ambientes
para las personas en esta condición y mostrando desarrollos de otros países para incluir a las mismas, las medidas de
inclusión laboral y educativa han sido ineficaces (Coral, 2009)
20
2. Desarrollo legislativo en materia de compensación.
Es importante resaltar la evolución que ha presentado la legislación en el tema de
compensaciones en Colombia, de acuerdo con el origen de los eventos a cubrir. La norma ha
tomado caminos diferentes en los casos de patologías de origen común y en las de origen laboral.
Teniendo en cuenta que el interés de este trabajo está dirigido particularmente a la compensación
por eventos de origen laboral, haremos un recuento rápido de la evolución de la misma en este
tema.
Antes de la ley 100/93, la determinación de la pérdida de capacidad laboral para eventos
relacionados con el trabajo se realizaba a través de las tablas de calificación establecidas en el
Acuerdo 258/67, y para efectos de liquidación e indemnización de trabajadores afiliados al
Seguro Social se utilizaba el Decreto 3170/64, artículo 20. Esta norma era más ventajosa cuando
se comparaba con la presente en el Código Sustantivo del trabajo, artículo 209, que cubría a los
trabajadores no afiliados al Seguro Social y sólo les otorgaba indemnización. En cambio, el
Decreto 3170/64 daba derecho a pensión parcial por incapacidad permanente parcial y pensión
por incapacidad permanente total, absoluta y gran invalidez. Las cajas y empresas del Estado
tenían su propia reglamentación, existiendo regímenes especiales (Suárez, 2013).
Con la Ley 100 de 1993, se crea el Sistema General de Riesgos Profesionales y, a su
amparo, el Decreto Ley 1295 de 1994, en el cual se reglamenta la indemnización para pérdidas
de capacidad laboral iguales o > 5% y pensión para las iguales o >50%. Posteriormente, se crea
la Ley 776 de 2002 y la Ley 1562 de 2012. El Manual Único de Calificación de Invalidez
(MUCI) después de la ley 100, ha sido definido progresivamente en los Decretos 1836/94,
692/95 y 917/99, éste último vigente a la fecha. Antes de ley 100, las tablas eran copias de la
Asociación Médica Americana (AMA), basadas en caracterizaciones anatomo-patológicas
(Suárez, 2013).
Después de la ley 100, se instauró la Clasificación Internacional de Deficiencias,
Discapacidades y Minusvalías (CIDDM). La novedad fue que se incluyeron conceptos de
discapacidad y minusvalía, los cuales se integraron con tablas de la AMA de 1982.
Arbitrariamente, se asignaron los valores de 50% para deficiencia, 30% para discapacidad y
20% para minusvalía, estableciéndose como estructura-base en los Decretos 692/95 y 917/99, ya
mencionados. En el Decreto 917/99, lo nuevo fue la inclusión de Manual diagnóstico y
21
estadístico de los trastornos mentales (DSM – IV), de la Asociación Americana de Psiquiatría.
Actualmente, existe un proyecto de MUCI en el que se incluye la Clasificación Internacional del
Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud (CIF). (Suárez, 2013).
3. Evaluación crítico-normativa del sistema de calificación de pérdida de capacidad
laboral en Colombia.
Se observa, entonces, un desarrollo significativo en el tema de calificación de pérdida de
capacidad laboral dentro del Sistema General de Riesgos Laborales. Con el ánimo de establecer
si este desarrollo logra una compensación justa, en términos de lo que, por buenas razones, ha
sido considerado como una cesta mínima de bienes compatibles con la dignidad humana, me
propongo realizar un análisis crítico de nuestro sistema de calificación a la luz del enfoque de las
capacidades, formulado por Martha Nussbaum.
La idea de realizar éste análisis crítico de los manuales de calificación, nace de las quejas
continuas que los trabajadores presentan a las acciones desarrolladas dentro de un sistema que si
bien busca mejorar las condiciones de los mismos, cuando han sido mermados en su capacidad
de trabajo por cuenta de un accidente de trabajo o una enfermedad laboral, las normas
establecidas no se materializan en la práctica. Puesto que después de un accidente laboral,
muchos son desvinculados de sus empresas, incluso a veces sin terminar tratamiento. Aunque
ingresan a los programas de rehabilitación y se establecen recomendaciones para su reintegro
laboral, adaptación de puesto de trabajo o reconversión de mano de obra, de acuerdo con la
severidad del caso, en muchísimas ocasiones las empresas se muestran renuentes a éste reintegro,
porque consideran una carga económica el realizar ajustes en el puesto de trabajo para un
empleado que consideran presenta mayor riesgo de volver a accidentarse y su productividad está
muy lejos de ser la esperada. Por otro lado, muchas veces no sólo les falta el respaldo del
empleador, sino que los mismos compañeros de trabajo los rechazan porque sienten que están
tratando de obtener ganancia secundaria de su condición. Adicionalmente, los casos en que las
secuelas son tan importantes que está indicada la reconversión de mano de obra, lo que se ve es
que no ha existido mayor interés por parte de las instituciones competentes, excepto por algunas
contadas entidades, para establecer un programa sólido y eficaz, que permita a estos trabajadores
en condición de discapacidad o desventaja, el acceso a la capacitación adecuada que les permita
22
desarrollar actividades de emprendimiento o aprender un nuevo oficio que les brinde la
oportunidad de ser económicamente activos como trabajadores independientes o del sector
informal, teniendo en cuenta su dificultad para el ingreso y permanencia en el mercado laboral.
El recibir una indemnización o pensión no es lo que soluciona sus vidas, aunque significa un
respaldo económico, necesitan también de las condiciones mínimas desde el punto de vista
social, político, educativo, cultural, ambiental, y laboral, que les permitan adaptarse y forjar
una nueva vida, que les permita sentirse útiles para sí mismos, su familia y su comunidad, en
condiciones dignas de un ser humano.
En el primer capítulo, reviso nuestro sistema de calificación en comparación con los
utilizados en países donde parecen haberse tematizado mucho mejor las obligaciones de
compensación por discapacidad, como son Estados Unidos y España. En el segundo capítulo,
evaluaré los alcances y límites del sistema actual de calificación de la pérdida de capacidad
laboral, dándole especial preponderancia a los logros y falencias alcanzados en la aplicación de
la Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud (CIF), establecida
por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el 2001. Por último, en el capítulo tres,
aprovechando el lenguaje en común que tiene con la CIF, me propongo evaluar, desde el enfoque
de capacidades de M. Nussbaum, la pertinencia del modelo y determinar los aspectos en que
nuestro sistema de calificación debería reformarse para garantizar, a quienes han resultado
afectados, el disfrute de una vida más acorde con la justicia y la dignidad humana.
23
1. Los Sistemas de calificación de pérdida de capacidad laboral.
Dentro del abordaje de la problemática de la calificación de la pérdida de capacidad
laboral, vamos a tomar en contexto y de manera tangencial, los sistemas que buscan la
compensación de los trabajadores que han sufrido lesiones por accidentes de trabajo o
enfermedades laborales. El desarrollo de estos sistemas tiene unas connotaciones propias de
acuerdo con la legislación de cada país y, aunque no es el objetivo del presente trabajo realizar
un análisis de ella, es muy importante que las tengamos en cuenta como marco de referencia.
El análisis de los sistemas de Estados Unidos y la Unión Europea pone en evidencia
importantes diferencias. En Estados Unidos, el sistema de compensación de los trabajadores es
diferente en cada Estado, en términos de cobertura, excepciones y beneficios. La afiliación puede
ser obligatoria o electiva y la cobertura generalmente se da hasta que se determine la mejoría
médica máxima (Spevak, 2006). Si comparamos la regulación de accidentes de trabajo en
Estados Unidos y países de la Unión Europea por razones de tamaño, población y peso
industrial, vemos cómo existe legislación de amplia cobertura en Estados Unidos, a través de la
leyes Federales y Estatales, mientras que para los países de la Unión Europea existe sólo una
norma que “coordina” las diferentes legislaciones internas pero que no ofrece una regla común
que determine la reparación en estos casos (Martínez & Arufe, 2008). En Colombia, toda la
legislación al respecto se encuentra consignada en la Ley 1562 del 11/07/2012, que modificó el
Decreto Ley 1295/94 y la Ley 776 de 2002 como parte del Sistema General de Riesgos
Laborales del Sistema General de Seguridad Social.
También son bastante diferentes las prácticas de publicidad de siniestralidad. Mientras la
Occupational Safety and Health Administration (OSHA) norteamericana la divulga amplia y
gratuitamente en web, la Unión Europea se caracteriza por un alto grado de oscurantismo
estadístico (Martínez & Arufe, 2008). En España, particularmente, se evidenció una mejora en la
declaración de enfermedades laborales de 1990 a 2005 y un retroceso del 2006 al 2007, además
de una brecha entre Comunidades Autónomas (CCAA), lo cual alerta sobre la falta de equidad en
el sistema y desafía la definición de políticas eficaces de prevención (García & Castañeda, 2009).
En Colombia, en el artículo 4, parágrafo 2 de la Ley 1562/2012 se realza la importancia de
24
actualizar la tabla de enfermedades laborales por lo menos cada tres años, en aras de lograr
mejora en acciones de promoción y prevención.
En un estudio realizado en países europeos se encontró que la política laboral debería
incluir la promoción de medidas para aumentar la productividad de las personas en condición de
discapacidad, como estrategia para aumentar sus salarios y enfatizar la eficacia de las medidas
antidiscriminatorias (Malo & Pagán, 2012). Estas medidas aún no se aplican con fuerza y/o está
pendiente una evaluación de los alcances de lo hecho hasta ahora. En Estados Unidos, aunque las
leyes en contra de la discriminación, implementadas por parte del Estado o del sistema de
compensación de los trabajadores, ha favorecido la adecuación de puestos de trabajo, no han
resultado suficientes para alcanzar las ambiciosas metas de empleo propuestas desde el
Congreso, teniendo en cuenta que el índice de empleo para trabajadores discapacitados en edad
productiva ha continuado tremendamente bajo desde los años ochenta (Burkhauser, Schemeiser
& Weathers II, 2012). En Colombia, también se establece como objetivo para la población con
secuelas de accidentes de trabajo y enfermedades laborales, el reintegro y adecuaciones de
puestos de trabajo, tal como lo establece el Manual de procedimientos para la rehabilitación y
reincorporación ocupacional de los trabajadores en el Sistema General de Riesgos Profesionales
(Ministerio de la Protección Social, 2010). La materialización de este propósito es aún pobre. Sin
embargo, es evidente que en diversas regiones del mundo se considera prioritaria la
implementación de todas las acciones encaminadas a la inclusión socio laboral de estos
trabajadores.
En general, el sistema de compensación en el área de riesgos laborales ha implicado un
proceso de cambios no siempre favorable para el trabajador. Así por ejemplo, un estudio
realizado al sistema de compensación de los trabajadores en Estados Unidos, mostró cómo para
algunos trabajadores la experiencia podía ser positiva en la medida que recibían los beneficios
requeridos; sin embargo, para otros resultaba frustrante, humillante y denigrante la presunción de
las aseguradoras de recibir solicitudes fraudulentas y su táctica de demorar los pagos para
presionar el reintegro temprano de los trabajadores, o de rechazar sistemáticamente el pago de
beneficios, aumentando el costo para los trabajadores lesionados (Strunin & Boden, 2004). En
los últimos años, se evidenció el costo, complejidad e insuficiencia de este sistema y, si bien
algunos Estados mostraron mejoría en sus beneficios, se han dado numerosas quejas sobre el
25
hecho de que el ahorro se hubiese logrado colocando barreras a los trabajadores lesionados,
cuando buscaban compensaciones plenas por sus secuelas (Whittingon, 2004; Meza & Kleiner,
2010; Maida & Schulte, 2010).
En este primer capítulo, se presentan en forma global los métodos de evaluación que para
la calificación de la pérdida de capacidad laboral se utilizan en países como Estados Unidos y
España, y luego se comparan con el sistema de evaluación utilizado en nuestro país. Como
veremos, estos tres sistemas tienen varios aspectos en común y también varias diferencias.
En Estados Unidos se utilizan las Guías AMA, que reflejan la experiencia en las
calificaciones del deterioro a través de los siglos, comenzando en 1958 con la publicación
editada por AMA del artículo Una Guía para la Evaluación del Deterioro Permanente en las
extremidades y la Espalda. Por los siguientes 12 años aparecieron 12 guías adicionales en la
Revista de la Asociación Médica Estadounidense y en 1971 un compendio de estas 13 guías se
convirtió en la Primera Edición de las Guías. Estas Guías son revisadas periódicamente para
incorporar un conocimiento y criterio clínico-científico actualizados. La Sexta edición representa
esta evolución continuada y presenta un “cambio paradigmático” en la evolución del deterioro
(Rondinelli, 2008). Sin embargo, y teniendo en cuenta que se presentaban muchas
inconformidades por el resultado de la calificación por parte de los asegurados, la Comisión
Laboral del Estado de Utah creó sus propias guías, buscando corregir las deficiencias en la
evaluación del deterioro. Tanto AMA como las guías de Utah utilizan el concepto de
“discapacidad” de la CIF.
Para el caso de España, tomé como referencia el Real Decreto 1971/99 y aquellos que lo
modifican y, en el caso de Colombia, el Decreto 917/99.
1.1. Estados Unidos
En los Estados Unidos se utilizan las Guías de la Asociación Médica Americana para la
evaluación del deterioro permanente, sexta edición, 2008. Estas guías son utilizadas en la
mayoría de los Estados con el fin de dar respuesta a las reclamaciones presentadas por los
trabajadores que han sufrido lesiones o enfermedades asociadas con el trabajo, y se encuentran
vinculados al llamado sistema de compensación de los trabajadores.
26
El concepto de compensación por lesiones personales y las discapacidades resultantes son
difícilmente un concepto contemporáneo, el documento histórico evidencia que la justicia social
y los sistemas de compensación hacia terceros lesionados, han existido desde los inicios de la
historia (Rondinelli, 2008).
Las Guías adoptan la terminología y el marco conceptual de la discapacidad como es
propuesto por la CIF. La CIF fue desarrollada a través de un proceso de consenso mundial, el
cual incorpora amplios valores y perspectivas culturales, siendo aprobada por la Asamblea
Mundial de la Salud en mayo de 2001 y es actualmente miembro de la Familia de Clasificaciones
Internacionales OMS. La CIF se soporta más en los diagnósticos, buscando en lo posible que
estos se respalden en medicina basada en la evidencia. Busca que el método sea simple y
práctico, y prioriza la búsqueda de precedentes en lo posible y el desarrollo de las funciones, con
el objeto de optimizar la fiabilidad inter evaluadora e intra evaluadora (Rondinelli, 2008). El
marco CIF consta de 3 componentes fundamentales:
- Funciones corporales y estructuras corporales: las funciones fisiológicas y las partes
corporales, respectivamente; estas pueden variar desde su estado normal, en términos de
pérdida o desviaciones, las cuales son denominadas deterioros.
- Actividad: realización de tareas por parte del individuo y limitaciones de actividad son
las dificultades que el individuo puede experimentar para llevar a cabo dichas
actividades.
- Participación: participación en las situaciones de la vida y restricciones de participación
son las barreras al experimentar dicha participación.
Estos tres componentes se relacionan en forma interactiva en el individuo con una
condición de salud, trastorno o enfermedad, teniendo en cuenta los factores personales y
ambientales de cada caso en particular. Estas relaciones entre deterioro, limitaciones de
actividad y participación, no deben asumirse como lineales o unidireccionales, sino como
relaciones complejas y dinámicas (Rondinelli, 2008).
Este es un gran paso dado en la evaluación de la pérdida de capacidad laboral, pues no se
evalúan estos factores como consecuencia de la enfermedad en forma lineal, sino en un proceso
27
dinámico en que todos los elementos presentes interactúan y pueden establecer relaciones de
causalidad en diferentes direcciones, de acuerdo con el contexto en que se presenten.
Por otro lado, la discapacidad está dada por las limitaciones en la actividad y/o
restricciones de participación de un individuo con una condición de salud, trastorno o
enfermedad.
La calificación del deterioro permite al médico presentar una valoración cuantitativa de
las pérdidas en el individuo como resultado de su condición de salud, trastorno o enfermedad.
Las calificaciones del deterioro se definen mediante criterios anatómicos, estructurales,
funcionales y de diagnóstico. Se refiere a la valoración porcentual originada por consenso de una
pérdida de actividad que refleja la severidad por una condición de salud determinada y el grado
de limitaciones relacionadas en términos de actividades de la vida diaria (Rondinelli, 2008).
Existen dos campos en la función personal que mayormente son afectados por los
deterioros, y corresponden a la “movilidad” y el “cuidado personal”. Dentro de la movilidad se
contemplan los cambios de posición y los diferentes tipos de desplazamiento, tales como
caminar, subir escaleras o desplazamiento en silla de ruedas. El cuidado personal, contempla las
actividades básicas cotidianas, como alimentación, baño, higiene y vestido; y las actividades de
la vida diaria, las cuales se refieren a las actividades complejas del cuidado personal, como la
administración financiera, medicamentos y preparación de alimentos. Estas actividades de la
movilidad y el cuidado personal, pueden ser realizadas en forma independiente, requerir ayudas
adaptativas o personal de asistencia (Rondinelli, 2008).
En 1993, la Comisión Laboral del Estado de Utah de la Consejería para la compensación
de los trabajadores, comisionó al Comité para la calificación de deterioros, (Labor Comission
State of Utah, 2006) redireccionar las necesidades de reclamaciones de pago de compensación de
los trabajadores. Se creyó que mejorando los criterios médicos requeridos para realizar la
calificación, disminuiría la variabilidad en la determinación de estas alteraciones. También fue
notorio que la experiencia y un cierto nivel de habilidad era necesario para ajustar y calcular en
forma consistente las calificaciones de las alteraciones. La misión del comité era promover las
mejores prácticas en metodología de la calificación (Labor Comission State of Utah, 2006).
28
Así las cosas, se hizo necesario el desarrollo de un sistema, el cual representara la ciencia
médica actual y fuera tan objetivo como posible, teniendo en cuenta las limitaciones tecnológicas
del momento. En 1994, después de revisar diferentes sistemas de calificación, el comité
desarrolló y el sistema de Utah cambió, la quinta edición de las guías de AMA por un sistema
completamente nuevo de calificación de deterioros o deficiencias de Utah. Estas guías fueron
actualizadas en 1997 y en el 2001, aportando claridad a la calificación para condiciones de la
médula espinal, neuropatía periférica de las extremidades superiores, disfunción de la
articulación temporo mandibular, pérdida dentaria y condiciones de dolor en extremidades
superiores e inferiores. Posterior a la adopción de estas guías de Utah, se estima que los litigios
relacionados con la calificación de estos deterioros o deficiencias se han reducido en menos del
uno por ciento. Esta disminución de los litigios ha contribuido a hacer del Estado de Utah el
menos costoso en la nación para que un empresario se vincule al sistema de compensación de los
trabajadores, mientras que mantiene el esquema de honorarios médicos por encima del promedio
nacional. Las actualizaciones se espera que sean periódicamente realizadas de acuerdo con los
adelantos de la ciencia médica y tal como lo promueve las guías de AMA (Labor Comission
State of Utah, 2006).
Miembros del comité ocupacional de Utah para las guías de calificación de las
alteraciones, creyeron que mejorando los criterios de requerimientos de las calificaciones, estas
podrían mejorar en justicia y solución para los trabajadores lesionados. Al reducir variabilidad,
se disminuyen los sobrecostos innecesarios para los reguladores, pagadores y el paciente, por la
calificación de los deterioros.
Utah tiene además un beneficio estatutario para discapacidad parcial permanente. Estos
beneficios han sido usados como una plantilla para las guías de Utah. La mayoría de estas
condiciones estatutarias se utilizan para condiciones particulares como son la amputación,
enucleación de un ojo, pérdida de la visión unilateral y pérdida total de la audición bilateral.
Estos son listados que se dan como “semanas”, siendo 312 el puntaje máximo para un deterioro o
deficiencia del 100%. Los médicos deben informar el valor del deterioro, aproximándolo al
número entero más cercano, hacia arriba o hacia abajo, los cuales son convertidos por la ley en
semanas de compensación por indemnización. El porcentaje de calificación deber ser redondeado
29
al entero más cercano y no se establece diferencia entre la extremidad dominante y no dominante
(Labor Comission State of Utah, 2006).
Este beneficio adicional nos parece que busca una compensación más amplia, en la
medida que incluye una serie de lesiones de alta incidencia en el área de los riesgos laborales,
que si bien puede que no determinen una condición de invalidez, si ocasionan una desventaja
importante en el desarrollo de las actividades y participación del individuo en sus diferentes
roles.
Se exige además un informe médico de “estabilidad”, el cual se realiza una vez el
trabajador lesionado está medicamente estable, algunas veces referido a la mejoría médica
máxima (MMM), estabilidad médica, estado de recuperación logrado, permanente y estacionario.
Los períodos de tiempo sugeridos para que ciertas condiciones alcancen estabilidad
médica, incluyen:
- Quejas por lesiones de tejidos blandos en columna: generalmente se recuperan sin
alcanzar deterioro permanente. Para considerar una calificación en estos casos, los síntomas del
paciente deben haber estado presentes por un mínimo de seis meses consecutivos.
- Rango de movimiento: el máximo rango de movimiento es obtenido hasta un año
después de la cirugía. La pérdida de movimiento no está para ser considerada permanente hasta
que no haya pasado siquiera seis meses de la lesión o cirugía y haya alcanzado una estabilidad en
su progreso.
- Síndromes orgánicos dolorosos de las extremidades superiores e inferiores: estos
esquemas son para condiciones músculo esqueléticos, caracterizados por dolor (y debilidad) con
el uso del miembro afectado, atribuida a una lesión en los tejidos blandos (cápsula, ligamento,
tendón, fascia, músculo) y documentado por hallazgos clínicos que han estado presentes por un
período mayor a seis meses.
- El deterioro o deficiencia por dolor puede ser considerado solamente en aquellas
condiciones de dolor extraordinariamente severo y persistente, que son típicos de un desorden
30
médico bien reconocido, relativamente infrecuente y que ha persistido por un mínimo de seis
meses. Estas condiciones son limitadas e incluyen amputaciones con dolor fantasma, cefalea
secundaria a trauma craneoencefálico severo o fractura del cráneo y dolor secundario a
paraplejía.
- Cefalea postraumática severa: el trauma en la cabeza habría sido resultado de
hematoma subdural o epidural, contusión cerebral vista en la resonancia o un puntaje igual o
menor de diez en la escala de Glasgow a la llegada a la sala de urgencias rápidamente después de
la lesión.
- En el caso del síndrome doloroso regional crónico, tipo 1 y 2, el comité de Utah
recomienda que para dar este diagnóstico, debe reunir una serie de criterios, los cuales están
descritos en las guías de AMA, quinta edición. Dada la variabilidad entre calificadores y
teniendo en cuenta que algunos signos y síntomas pueden ser reproducidos mediante la
inmovilización, las calificaciones por este diagnóstico están para ser asignadas solamente en
algunos casos, cuando hay una preponderancia de hallazgos que justifiquen ese nivel de
deterioro. Así, solamente cuando se encuentren presentes por lo menos ocho de los criterios
listados en la tabla pertinente de la quinta edición de AMA, entonces una calificación puede ser
asignada. Para los casos en que están presentes los signos y síntomas, pero no se reúnen ocho
criterios por lo menos, otros métodos de calificación deben ser utilizados (Labor Comission State
of Utah, 2006).
Como podemos ver las guías AMA y las desarrolladas por el Estado de Utah, han
trabajado exhaustivamente el tema del deterioro o deficiencia, con el fin de brindar cada vez
mejores herramientas y criterios técnico científicos con base en los adelantos de la medicina, que
permitan disminuir la subjetividad y acercarse a una calificación más justa y más exacta, en lo
posible.
Por otra parte, la CIF, busca brindar un lenguaje unificado, estandarizado y un marco
conceptual para la descripción de la salud y los “estados relacionados con la salud” y el
bienestar, tales como educación, trabajo, etc. Los dominios de la CIF pueden ser considerados
como dominios de “salud” o dominios “relacionados con la salud”. Estos dominios se describen
desde la perspectiva corporal, individual y mediante dos listados básicos, el relacionado con las
31
estructuras y funciones corporales y el que se refiere a las actividades y participación
(Organización Mundial de la Salud, 2001).
La CIF constituye una revisión de la CIDDM, la cual fue publicada inicialmente por la
OMS con carácter experimental en 1980. El 22 de mayo de 2001 se aprobó su uso a nivel
internacional.
La CIF clasifica sistemáticamente los distintos dominios de una persona en un
determinado estado de salud (lo que una persona con una enfermedad o trastorno, hace o puede
hacer). El concepto de funcionamiento engloba o hace referencia a todas las funciones
corporales, actividades y de participación. La discapacidad se refiere a las limitaciones en la
actividad y restricciones en la participación. La CIF también tiene en cuenta factores ambientales
que interactúan con estos constructos (Organización Mundial de la Salud, 2001).
Dentro de las Clasificaciones Internacionales de la OMS, los estados de salud
(enfermedades, trastornos, lesiones, etc.), se clasifican principalmente en la CIE 10
(Clasificación Internacional de Enfermedades, Décima Revisión), la cual brinda un marco
conceptual basado en la etiología. Teniendo en cuenta que el funcionamiento y la discapacidad
están asociados con el estado de salud, se clasifican en la CIF. La CIE 10 y la CIF son
complementarias.
La CIF ha pasado de ser una “clasificación de consecuencias de enfermedades” (versión
de 1980) a una clasificación de “componentes de salud”. Estos identifican los constituyentes de
la salud, mientras que las consecuencias se refieren a los efectos de las enfermedades u otras
condiciones de salud.
La CIF organiza la información en dos partes: la primera versa sobre funcionamiento y
discapacidad y la segunda sobre factores contextuales. La primera se establece en relación con
las funciones de estructuras y sistemas del organismo, así como la de actividades y participación,
que cubre el rango completo de dominios que indican aspectos relacionados con el
funcionamiento, desde una perspectiva individual y social. Los factores contextuales, por su
parte, incluyen factores ambientales y personales. El componente actividades y participación, se
compone de dos constructos, capacidad y desempeño/realización. El constructo básico de los
32
factores ambientales está constituido por el efecto facilitador o de barrera de las características
del mundo físico, social y actitudinal (Organización Mundial de la Salud, 2001).
1.1.1. Actividades y participación
Los dominios para este componente, están incluidos en un listado que cubre todo el rango
de áreas vitales. Los calificadores para este componente son el correspondiente a desempeño/
realización y el de capacidad. El primero describe lo que una persona hace en su contexto/
entorno actual. En la medida que este entorno actual incorpora un contexto/ entorno social, el
desempeño/realización puede ser entendido también como “el acto de involucrarse en una
situación vital” o en el contexto real en que viven, incluyendo los factores ambientales que hacen
referencia al mundo físico, social y actitudinal en el que se desenvuelven. Por otro lado, el
calificador de capacidad describe la aptitud de un individuo para realizar una tarea o acción y
busca determinar el nivel máximo probable de funcionamiento que una persona puede alcanzar
en un dominio o un momento dados (Organización Mundial de la Salud, 2001).
Comprende los siguientes ítems:
- Aprendizaje y aplicación del conocimiento, en relación con los procesos de pensar,
aprender, razonar y decidir.
- Tareas y demandas generales, en relación con la puesta en práctica de tareas sencillas y
complejas, organizar rutinas y manejar el estrés.
- Comunicación, relacionado con aspectos generales y específicos de la comunicación,
incluyendo los signos o los símbolos, utilización de instrumentos o técnicas de
comunicación.
- Movilidad, relacionado con la disposición del cuerpo y su desplazamiento, incluyendo el
transporte, así como la movilización de objetos.
- Autocuidado, en relación con el cuidado personal, entendido como lavarse y secarse, el
cuidado del cuerpo y de la propia salud.
- Vida doméstica, en relación a cómo llevar a cabo acciones y tareas cotidianas. Incluye lo
relacionado con adquisición de lo necesario para vivir, dado por adquisición de un lugar
para vivir y adquisición de bienes y servicios.
33
- Interacción y relaciones interpersonales, en relación a cómo se realizan las acciones y
conductas que son necesarias para establecer interacciones con otras personas, de manera
adecuada para el contexto y el entorno social.
- Áreas principales de la vida, en relación con las tareas y acciones requeridas para
participar en las actividades educativas, en el trabajo, en el empleo y las actividades
económicas.
- Vida comunitaria, social y cívica, en relación con las acciones y tareas necesarias para
participar en la vida social organizada fuera del ámbito familiar. Incluye áreas de la vida
comunitaria, tiempo libre y ocio, dado por juego, deportes, arte y cultura, manualidades,
aficiones y socialización, religión y espiritualidad, derechos humanos, vida política y
ciudadanía y otros (Organización Mundial de la Salud, 2001).
1.1.2. Factores ambientales
Los factores ambientales están dados por el ambiente físico, social y actitudinal en el que
las personas viven y realizan sus vidas. Comprende los siguientes ítems:
- Productos y tecnología, en relación con cualquier producto, instrumento, equipo o
tecnología adaptada o diseñada específicamente para mejorar el funcionamiento de una
persona con discapacidad.
- Entorno natural y cambios en el entorno derivados de la actividad humana, en
relación con los elementos animados e inanimados del entorno natural o físico, así como
sobre los componentes de ese entorno que han sido modificados por el hombre y también
sobre las características de las poblaciones humanas de ese entorno.
- Apoyo y relaciones, en relación con las personas y animales que proporcionan apoyo
físico o emocional a otras personas, en aspectos como la nutrición, protección, asistencia
y relaciones, para el desempeño de cualquier tipo de actividad dentro o fuera de la casa.
No contempla las actitudes de la persona o personas que brindan el apoyo.
- Actitudes, en relación con las conductas que los demás mantienen con relación a la
persona cuya situación está siendo descrita, y no las propias de la persona objeto de
estudio. Se considera que los valores y las creencias constituyen la fuerza impulsora que
está detrás de las actitudes.
34
- Servicios, sistemas y políticas. Servicios en relación con los beneficios, programas
estructurados y operaciones, diseñados para satisfacer las necesidades de los individuos.
Sistemas, diseñados para organizar, controlar y supervisar estos servicios. Políticas, que
regulan el correcto funcionamiento de estos sistemas (Organización Mundial de la Salud,
2001).
La importancia de la CIF radica entonces en la evaluación puntual que trata de hacer de
los diferentes aspectos del funcionamiento y desempeño de un individuo, en términos de aptitud
o capacidad en la solución de sus necesidades básicas o de la vida diaria, así como de aquellas
que le permitirán su participación y realización integral como persona dentro de una sociedad.
1.2.España
Para el caso de España, tomaremos las disposiciones del Real Decreto 504 del
20/04/2007, Real Decreto 1856 del 04/12/2009, Real Decreto 174 del 11/02/2011 y Real Decreto
1364 del 27/09/2012, por los cuales se modifica el Real Decreto 1971 del 23/12/99, de
procedimiento para el reconocimiento, declaración y calificación del grado de discapacidad.
La calificación del grado de discapacidad responde a criterios técnicos unificados, fijados
mediante los baremos descritos en el anexo I del Real Decreto 1971/99 modificado y serán
objeto de valoración no sólo las discapacidades que presente la persona, sino también los
factores sociales complementarios en relación con su entorno familiar, situación laboral,
educativa y cultural, que dificulten su integración social. El grado de discapacidad se expresará
en porcentaje (Ayuntamiento de Granada, 2012).
La valoración de las limitaciones en la actividad, expresada en porcentajes, se llevará a
cabo mediante la aplicación de los baremos incluidos en el anexo I apartado A y la valoración de
los factores sociales complementarios, mediante la aplicación de los baremos incluidos en el
anexo I apartado B. El porcentaje mínimo de valoración de las limitaciones en la actividad
tendrá que ser igual o mayor al veinticinco por ciento, para que pueda ser aplicado el
baremo de factores sociales complementarios, el cual no puede sobrepasar los quince
puntos. (Ayuntamiento de Granada, 2012).
35
Determinación del porcentaje de discapacidad
Se establecen cinco categorías o clases, ordenadas de menor a mayor porcentaje.
Clase I, se consideran aquí las deficiencias permanentes que han sido diagnosticadas y
demostradas objetivamente mediante pruebas o paraclínicos, tratadas adecuadamente y no
producen discapacidad, siendo su calificación del cero por ciento.
Clase II, para las deficiencias permanentes que cumplen los parámetros objetivos de cada
sistema y originan una discapacidad leve, siendo su calificación del uno al veinticuatro por
ciento.
Clase III para las deficiencias permanentes que cumplen los parámetros objetivos de
cada sistema y originan una discapacidad moderada, siendo su calificación del veinticinco al
cuarenta y nueve por ciento.
Clase IV para las deficiencias permanentes que cumplen los parámetros objetivos de cada
sistema y originan una discapacidad severa, siendo su calificación del cincuenta al setenta por
ciento.
Clase V, para las deficiencias permanentes severas que cumplen los parámetros objetivos
de cada sistema, originan una discapacidad muy grave, siendo su calificación del setenta y cinco
por ciento.
Los baremos utilizados establecen normas para la evaluación de la consecuencia de la
enfermedad, de acuerdo con el modelo propuesto por la clasificación internacional de
deficiencias, discapacidades y minusvalías de la OMS. Esta clasificación define la discapacidad
como la restricción o ausencia de la capacidad para realizar una actividad dentro de lo que se
considera normal para un ser humano, siendo entonces la severidad de las limitaciones para las
actividades, el criterio fundamental para el desarrollo de estos baremos (Ayuntamiento de
Granada, 2012).
36
Factores sociales complementarios – Anexo IB
La minusvalía se establece en relación con la desventaja social que presenta un
individuo con una deficiencia o discapacidad. Se da en la interacción de la persona con el medio,
por la presencia de factores familiares, económicos, laborales, culturales y del entorno, que
impiden su integración adecuada dentro de la sociedad. Se trata de un valor absoluto a otorgar de
acuerdo con el criterio del profesional, quien tras el estudio del contexto dado por las diferentes
situaciones a contemplar, determinará la puntuación dentro del margen máximo establecido de
quince puntos, lo cual no significa de ninguna manera que equivale a la suma de las diferentes
situaciones descritas. Es importante resaltar que esta calificación sólo podrá otorgarse cuando la
discapacidad sea igual o mayor al veinticinco por ciento (Ayuntamiento de Granada, 2012).
El baremo de factores sociales, incluye:
- Factor familiar: problemas graves en miembros de la familia, dados por la presencia de
discapacidad o enfermedad grave de los padres, de los hijos, hermanos u otros familiares
con los que convive; ausencia de miembros responsables de la unidad familiar; relaciones
intrafamiliares que dificultan la integración del discapacitado, la sobreprotección, el
abandono encubierto y la explotación, entre otros; las situaciones generales marginantes,
bajo nivel cultural, inhabilidad social y otros, para una puntuación máxima de cinco.
- Factor económico, para lo cual se tendrá como referencia el salario mínimo
interprofesional con base en las siguientes pautas: 1. Suma de la totalidad de los ingresos
familiares, 2. De esta totalidad, se debe restar (a+b), teniendo en cuenta que a)
corresponde a gastos de vivienda, tales como alquiler, amortización de primera vivienda y
eliminación de barreras arquitectónicas entre otros, y b) corresponde a gastos
extraordinarios de carácter prolongado, tales como los requeridos en educación y
asistencia sanitaria, tratamientos farmacológicos y de rehabilitación, entre otros, 3. El
resultado de la diferencia anterior se debe dividir entre el número de personas que
componen la unidad familiar, y de acuerdo con estos datos se aplica una tabla que
combina en el eje Y la renta per cápita y en eje X el número de miembros de la familia,
permitiendo asignar una puntuación máxima de cuatro.
37
- Factor laboral, se determinará en relación con la edad y las distintas situaciones en
relación con el empleo, como son el desempleo, más de tres años sin empleo, el
subempleo, el cual es definido por el trabajo desempeñado por debajo de la capacidad, o
en condiciones laborales precarias por tratarse de trabajos temporales, sin contrato,
explotados. Tiene una puntuación máxima de tres puntos. Es importante anotar que las
personas con discapacidades incompatibles con cualquier actividad laboral, no se valoran
en este factor. Las situaciones de invalidez parcial, total, absoluta y gran invalidez, se
valoran sólo en los casos que exista demanda explícita de empleo. Las situaciones de
jubilación no se puntúan. Las amas de casa, religiosos y drogodependientes se les
establecerá analogía con la población en general.
- Factor cultural, se determinará de acuerdo a si presenta situación cultural deprimida por
no poder acceder a los sistemas escolares obligatorios, situación cultural inferior porque
no lograron el rendimiento o los conocimientos apropiados, accediendo únicamente al
certificado de escolaridad, situación cultural primaria con estudios primarios antes de la
ley de 1970 y sin compensar en post escolaridad por falta de información o de recursos y
situación cultural ordinaria, con enseñanza básica posterior a la ley de 1970 y que por
diversas circunstancias no han seguido formación profesional académica. Presenta
puntuación máxima de cuatro puntos.
- Factor entorno, en relación con A) la carencia o dificultad de acceso a recursos
sanitarios, de rehabilitación, educativos, culturales, profesionales, ocupacionales, de
medios de comunicación entre otros, siempre y cuando se consideren necesarios en el
proceso integrador. B) Dificultades en la vivienda por carencia o inadecuación, barreras
arquitectónicas en el entorno y carencia de transporte adaptado. C) Problemas de rechazo
social. Puntuación máxima será de cuatro para la suma de estos ítems.
La puntuación máxima a otorgar para la suma de todos los factores será de quince puntos
(Ayuntamiento de Granada, 2012).
Como vemos entonces, en estos baremos se incluye en el de discapacidad, los deterioros
o deficiencias y las limitaciones en la actividad, en uno solo. Y si el resultado es igual o mayor al
38
veinticinco por ciento, se le aplica el de minusvalía, que se refiere a las restricciones en la
participación y no puede ser mayor a quince puntos. Los ítems tomados en consideración son en
términos generales, muy parecidos a los de la CIF, aunque organizados de una manera levemente
diferente, buscando el mismo objetivo.
Baremo para determinar la necesidad de asistencia de otra persona, de acuerdo con
la ley 39 de 2006 de promoción de la autonomía personal y atención a las personas en
situación de dependencia (Ayuntamiento de Granada, 2012):
- Desplazamiento: Se tomará como asignación para este apartado, el puntaje asignado para
la situación que corresponda entre las diferentes posibilidades referidas, tales como:
confinado en cama, confinado en silla de ruedas, usuario de silla de ruedas, camina pero
no puede ponerse de pie o sentarse sin ayuda, camina pero necesita la ayuda de otra
persona.
- Cuida de sí mismo: Se asigna un puntaje en cada situación, si no la puede realizar total o
parcialmente, tales como en relación con la cama: acostarse, levantarse, cambios
posturales, manejo de la ropa de cama. Vestido: ponerse y quitarse prendas de la parte
superior e inferior del cuerpo, zapatos, medias, calcetines, abrochar botones y correr
cremalleras. Higiene personal: Bañarse, hacer uso del sanitario (sin contar que sea por
falta de control de esfínteres), actividades de higiene de la mitad superior e inferior del
cuerpo, otras actividades como afeitarse, cortarse las uñas, lavado del pelo, etc.
Alimentación (excluyen problemas de masticación o disfagia): sujetar y manejar
cubiertos y otros utensilios, jarras y vasos, servirse, cortar carne, untar la mantequilla.
- Comunicación: Se le asigna puntuación en el caso de que la persona no pueda obtener
ayuda en una urgencia, no pueda contestar llamadas a la puerta, ni usar el teléfono. En el
ítem de obtener ayuda en una urgencia, se incluyen las dificultades para el
desplazamiento así como los problemas de comunicación derivados de deficiencias
mentales y sensoriales.
- Otras actividades dentro de la casa: Se le asigna puntuación en el caso de que no tenga
seguridad o acceso a manejo de pestillos, llaves, cerrojos, abrir y cerrar puertas y
39
ventanas, manejar dispositivos domésticos como grifos, enchufes o interruptores, manejar
objetos como radio, libros, periódicos, etc.
- Cuidados especiales: Se le asigna puntuación en el caso de que haya dependencia de
aparatos especiales que requieran la ayuda de otra persona para su utilización, tenga
necesidad de precauciones especiales como en el caso de tendencia a sangrados, crisis de
epilepsia frecuente o pérdidas de la conciencia, así como dependencia en la colocación de
prótesis, órtesis, etc.
- Adaptación personal y social: Se le asigna puntuación a uno de los ítems de cada
apartado: Convivencia, en relación con la incapacidad total o grave dificultad para
mantener relaciones interpersonales incluso con los más próximos, presentar socialmente
hábitos inaceptables o conductas agresivas, conductas inadaptadas con vecinos, amigos o
compañeros. Autoprotección, si necesita una protección absoluta o un cuidado constante
para no sufrir daños debido a su incapacidad de eludir riesgos, o precisa una
disponibilidad continua o supervisión intermitente en ambientes controlados. Conducta
social, en relación con la incapacidad total para conocer, cumplir y asumir las normas y
costumbres corrientes en su entorno, presenta un grado limitado en el conocimiento de las
normas y usos, pero no es responsable ni se vale por sí mismo, presenta capacidad de
adaptarse a normas especiales adecuadas a situaciones y ambientes de carácter
restringido. Autosuficiencia psíquica, dada por la incapacidad total, grave dificultad o
incapacidad intelectual para organizar la rutina diaria y hacer frente a situaciones
especiales.
Se definirá la necesidad de asistencia de tercera persona siempre que se obtenga en
el presente baremo un mínimo de quince puntos (Ayuntamiento de Granada, 2012).
La relación exigida entre el grado de discapacidad y la determinación de la presencia de
dificultades para la movilidad para utilizar transportes públicos, se llevará a cabo
mediante aplicación del baremo incluido en el anexo III, que pasa a denominarse anexo II,
según modificación presentada por el Real Decreto 1364 del 27 de septiembre de 2012
(Ayuntamiento de Granada, 2012):
Se considerará la existencia de dificultades de movilidad siempre que el presunto beneficiario
se encuentre en alguna de las siguientes situaciones: se encuentre confinado a una silla de ruedas,
40
dependa absolutamente de dos bastones para deambular, o en el caso que pueda deambular, pero
presente conductas agresivas o molestas de difícil control a causa de deficiencias intelectuales
que dificultan la utilización de medios normalizados de transporte.
Si al solicitante no se le aplica ninguno de los puntos anteriores, se pondrá en consideración
de los siguientes ítems: si no tiene dificultad o presenta algún grado de dificultad de leve a muy
grave (no puede): deambular en terreno llano, deambular en terreno con obstáculos, subir o bajar
un tramo de escaleras, sobrepasar un escalón de cuarenta centímetros, sostenerse en pie en una
plataforma de un medio normalizado de transporte.
Se considerará entonces la existencia de dificultades de movilidad, siempre que el
solicitante obtenga en estos ítems, un mínimo de siete puntos. (Ayuntamiento de Granada,
2012).
Es importante resaltar cómo entonces en España, le dan una connotación especial e
independiente a la hora de evaluar el hecho de que la persona en estudio requiera de la asistencia
de tercera persona y dificultades para acceder al transporte público, asignándole una calificación
adicional por el grado de limitación y requerimientos especiales que presenta en estas áreas.
1.3. Colombia
En nuestro país, la determinación de la pérdida de capacidad laboral por accidente de
trabajo y enfermedad laboral, se realiza a través del Decreto 917 del 28 de mayo de 1999. En el
artículo siete del mismo, se aclara que con el fin de calificar en forma integral la invalidez, se
tendrán en cuenta los componentes funcionales biológico, psíquico y social de la persona,
entendidos en términos de las consecuencias de la enfermedad, el accidente o la edad y se
definen de la siguiente manera:
Deficiencia: define toda pérdida o anormalidad de una estructura o función psicológica,
fisiológica o anatómica, que puede darse en un miembro, órgano o sistema, las cuales pueden ser
temporales o permanentes y se le otorga un puntaje máximo del 50%.
Discapacidad: define la restricción o ausencia de la capacidad de realizar una actividad
dentro del margen que se considera normal para una persona, la cual surge a consecuencia de una
41
deficiencia y pueden ser temporales, permanentes o progresivas, otorgándosele un puntaje
máximo del 20%.
Minusvalía: define toda situación desventajosa para una persona dentro de los roles que
le corresponden en función de la edad, sexo, factores sociales, culturales y ocupacionales,
generada a consecuencia de una deficiencia o discapacidad, otorgándosele un puntaje máximo
del 30%.
Cuando no exista deficiencia, o su valor sea cero, no podrá calificarse la discapacidad ni
la minusvalía. También se tiene en cuenta que si un paciente que presenta una deficiencia,
mejora su estado funcional al recibir una prótesis, se debe en consecuencia, reducir una
proporción definida de la deficiencia global del segmento que la recibe, por lo tanto: para
prótesis estética se resta el 10% del valor de la deficiencia global encontrada; para prótesis
funcional el 20% del valor de la deficiencia global encontrada y para prótesis estética y
funcional, el 30% del valor de la deficiencia global encontrada.
Por otro lado, en los casos en que se encuentren afectados dos o más órganos o sistemas,
los valores parciales de las respectivas deficiencias globales deben ser combinados de acuerdo
con la fórmula especial determinada en este decreto. Se deberá calcular, primero, la deficiencia
correspondiente a cada capítulo y, posteriormente, se hará la combinación de valores entre
capítulos, para hallar la deficiencia global final. La deficiencia debe ser demostrable anatómica,
fisiológica y psicológicamente, a través de ayudas diagnósticas o paraclínicos. Las
discapacidades y minusvalías se deben sumar aritméticamente cada una por aparte y al final
sumarse de la misma manera con la deficiencia global, para obtener la calificación integral de la
pérdida de capacidad laboral (Mintrabajo y Seguridad Social, 1999).
El primer libro entonces, describe cada sistema por aparte en capítulos diferentes,
como el músculo esquelético, sistema nervioso periférico, aparato respiratorio, digestivo,
genitourinario, cardiovascular, endocrino, piel, sistema nervioso central, trastornos mentales y
del comportamiento, órganos de los sentidos, sistema hematopoyético, un capítulo dedicado a las
enfermedades reumatológicas y otro a la enfermedad neoplásica, para un total de catorce
capítulos, con sus respectivas tablas clasificatorias que otorgan una deficiencia determinada de
acuerdo con la severidad de las diferentes alteraciones (Mintrabajo y Seguridad Social, 1999).
42
El libro segundo, de las discapacidades, cada una de ellas con excepción de las
discapacidades de la situación, tiene un nivel de gravedad diferente: cuando no presenta
discapacidad, se le asigna un puntaje de cero, para cuando hay dificultad en la ejecución se le
asigna 0.1, ejecución ayudada 0.2 y ejecución asistida, dependiente o incrementada 0.3. La
clasificación de las discapacidades se hace por categorías y cada una tiene un puntaje máximo de
3.0, excepto la de situación con un puntaje máximo de 2.0. Así, existe la categoría
correspondiente a la discapacidad de la conducta, de la comunicación, del cuidado personal, de la
locomoción, de la disposición del cuerpo, de la destreza, y de la situación, para un total de 20
puntos (Mintrabajo y Seguridad Social, 1999):
La discapacidad de la conducta, hace referencia a la dificultad que tienen las personas
para conducirse tanto en las actividades de la vida diaria como en la relación con otros, dado por
problemas de conciencia, pérdida de la motivación o dificultades para el aprendizaje. Aquí se
hace referencia a la discapacidad de la conciencia del yo, a la localización en el tiempo y en el
espacio, otra discapacidad de identificación, discapacidad de la seguridad personal, de la
conducta situacional, en la adquisición del conocimiento y de carácter educativo. Discapacidad
del rol familiar, ocupacional y social.
La discapacidad de la comunicación se establece en la dificultad por parte de la persona
para generar y emitir mensajes, así como para recibir y comprender mensajes. Incluye la
discapacidad para entender el habla, para hablar, para escuchar el habla, para escuchar.
Discapacidades para ver de conjunto, en detalle y otras similares. Discapacidad para escribir y
otras de la comunicación.
La discapacidad del cuidado personal hace referencia a la dificultad de la persona para
cuidarse en relación con las actividades fisiológicas básicas, tales como la alimentación y la
excreción, el cuidado propio, la higiene y el vestido. Incluye la dificultad excretora controlada e
incontrolada, la discapacidad para desplazarse, hacer uso del sanitario y otros elementos para la
excreción, discapacidad para bañarse y de la higiene personal, para ponerse la ropa y arreglarse.
Discapacidad para los preparativos de la comida, para alimentarse y del cuidado personal.
La discapacidad de la locomoción hace referencia a la dificultad de la persona para
llevar a cabo actividades características asociadas con el movimiento de un lugar a otro, de sí
mismo y de los objetos. Incluye la discapacidad para caminar, salvar desniveles, subir escaleras,
43
subir, correr y otra de ambulación. Discapacidad para cambiar de posición en la cama y en la
silla, para usar el transporte, para levantarse y otra de la locomoción.
La discapacidad de la disposición del cuerpo se establece en relación con la dificultad
que presenta una persona para realizar actividades asociadas con la disposición de las partes del
cuerpo, por deficiencias físicas o mentales. Incluye la discapacidad para proveer la subsistencia,
para las tareas del hogar, para recoger, alcanzar, arrodillarse, agacharse, del movimiento del
cuerpo, postural, de la disposición del cuerpo.
La discapacidad de la destreza se establece en relación con la habilidad de los
movimientos corporales, incluidas las habilidades manuales y la capacidad para regular los
mecanismos de control. Incluye la discapacidad para regular el entorno y de la vida diaria.
Discapacidad para manejar los dedos, para agarrar, sujetar, uso de la mano y de la actividad
manual. Discapacidad para controlar el pie, control del cuerpo y otro de la destreza.
La discapacidad de situación, considera la dependencia circunstancial para referirse a
aquella que brindan los equipos para la conservación de la vida o de procedimientos especiales
de asistencia para continuar viviendo o en actividad, también incluye la discapacidad en la
resistencia, la relativa a la tolerancia de temperatura, a la tolerancia de otras características
climáticas, al ruido, a la iluminación, a la tolerancia al estrés en el trabajo y de otros factores
ambientales, así como restricciones generalizadas de la actividad por delicado estado de salud o
propensión a sufrir traumas.
El libro tres de las minusvalías, las clasifica en siete categorías, cada una con un puntaje
máximo de 2.5, para un total de 30.0. Para dicha asignación debe tenerse en cuenta que cuando
se presente duda de la categoría que corresponde, se debe asignar la menos favorable o de mayor
puntaje. Esta asignación debe hacerse de acuerdo con la situación real y no en función de lo que
el evaluador piense que pueda ser capaz de realizar. Las categorías a considerar son las
siguientes: (Mintrabajo y Seguridad Social, 1999)
Minusvalía de orientación, en relación con la desventaja del individuo para manejar su
entorno debido a la alteración de la función de la conciencia. Las subcategorías corresponden a si
está completamente orientado, si presenta impedimento para la orientación completamente
44
compensado o si requiere de ayudas adicionales, impedimento para la orientación no
compensado, ausencia de orientación o inconsciencia.
Minusvalía de independencia física, se establece en relación con la desventaja del
individuo causada por la pérdida o disminución de su autonomía física. Las subcategorías
corresponden a si es plenamente independiente, presenta independencia con ayuda,
independencia adaptada, dependencia situacional, dependencia asistida, dependencia de cuidados
especiales y/o permanentes.
Minusvalía de desplazamiento, se refiere a la desventaja del individuo derivada de la
disminución o pérdida de su capacidad para desplazarse en forma eficaz en su entorno. Las
subcategorías corresponden a si tiene desplazamiento pleno, restricciones intermitentes del
desplazamiento, desplazamiento deficiente, desplazamiento reducido al ámbito de la vecindad,
del domicilio o confinamiento al ámbito de la silla o de la cama.
Minusvalía ocupacional, se establece en relación con la desventaja del individuo
derivada de la disminución o pérdida de su capacidad para desempeñar una actividad laboral
remunerada para la cual el individuo ha sido capacitado y/o contratado. Las subcategorías están
dadas de acuerdo con si está habitualmente ocupado, presenta ocupación recortada, adaptada,
cambio de ocupación, ocupación reducida, restringida, protegida o confinada, o si se encuentra
sin posibilidad de ocupación.
Minusvalía de integración social, se establece en relación con la desventaja del
individuo derivada de la disminución o pérdida de su capacidad para participar y mantener las
relaciones sociales que le corresponden con base a su contexto socio-cultural. Incluye las
subcategorías correspondientes a si está socialmente integrado, presenta participación inhibida,
disminuida, empobrecida, relaciones reducidas o de aislamiento social.
Minusvalía de autosuficiencia económica, se define en relación con la desventaja del
individuo derivada de la disminución o pérdida de su capacidad para atender sus necesidades y
los gastos generados por su patología, como consecuencia de su pérdida de capacidad laboral.
Las subcategorías que le corresponden están dadas si es plenamente autosuficiente,
autosuficiente, si presenta autosuficiencia reajustada, si es precariamente autosuficiente,
económicamente débil o inactivo económicamente.
45
Minusvalía en función de la edad, considera seis subcategorías: menor de dieciocho
años, de dieciocho a veintinueve años, de treinta a treinta y nueve años, de cuarenta a cuarenta y
nueve años, de cincuenta a cincuenta y cuatro años, de cincuenta y cinco o más años.
Así las cosas, vemos cómo el esquema que aún se utiliza en nuestro país, corresponde a
un modelo unidireccional de consecuencia de la enfermedad, en la que se plasman en forma
básica y muy general, las limitaciones en la actividad que configuran las discapacidades y las
restricciones en la participación que determinan las minusvalías.
En conclusión y si comparamos los tres modelos, podemos observar:
- El modelo utilizado en Estados Unidos se concibe como un modelo dinámico,
multidireccional, entre los diferentes elementos constituyentes de la salud, utilizando el
marco establecido por la CIF. A diferencia de los modelos utilizados en España y
Colombia, que establecen una clasificación para la evaluación de la consecuencia de la
enfermedad, a partir de la clasificación internacional de deficiencias, discapacidades y
minusvalías, propuesto por la OMS. Sin embargo, en España utilizan dos baremos
adicionales, relacionados con la necesidad de asistencia de terceras personas y la
dificultad para el acceso al transporte público.
- En el modelo utilizado en Estados Unidos califican aparte el deterioro o deficiencia
causada por una patología establecida, y se complementa con los diferentes dominios de
la salud establecidos en la CIF, que configuran la discapacidad.
- En el esquema utilizado en España, la discapacidad está dada por el deterioro y la
limitación de la actividad en conjunto. Cuando ésta discapacidad alcanza un nivel mínimo
determinado, se incluye en la evaluación de la calificación, la restricción en la
participación o minusvalía resultante.
- En el caso de Colombia, las evaluaciones se establecen por aparte para la deficiencia,
discapacidad y minusvalía y la suma total establece la pérdida de capacidad laboral.
46
Si bien en los tres esquemas se tocan aspectos puntuales que reflejan las limitaciones en las
actividades básicas cotidianas y de la vida diaria de los individuos con alteraciones y en sus
diferentes roles en la sociedad, se presenta el modelo utilizado en Estados Unidos, dentro del
marco de la CIF, como el más funcional y objetivo, acorde también con el modelo multicausal de
la enfermedad. España, si bien no se enmarca esquemáticamente dentro de la CIF, establece
baremos anexos que le permiten hacer una evaluación más amplia en relación con aspectos
fundamentales como son los correspondientes a la asistencia de terceras personas y la
accesibilidad al transporte público.
- También es importante anotar que si bien es cierto en nuestro país no utilizamos baremo
adicional al previamente descrito, la legislación vigente en riesgos laborales, permite
adicionar un quince por ciento a la calificación final de pérdida de capacidad laboral,
cuando el trabajador evaluado requiere de la ayuda de terceras personas. El asunto es que
en nuestro país no utilizamos baremo alguno que nos permita evaluar en forma objetiva y
unificar los criterios que definen la necesidad de ésta asistencia.
- En todos los casos y en todos los esquemas evaluados, es claro que se necesita la revisión
periódica de los mismos, en la búsqueda de evaluaciones cada vez más exactas y
confiables en la determinación del deterioro o deficiencia, así como en la consideración
de aspectos adicionales y de actualidad, que puedan generar impacto significativo en la
evaluación de la capacidad de una persona para ser o hacer, y no exclusivamente en el
marco de las actividades y participación, sino en lo concerniente al ambiente físico, social
y actitudinal de su entorno.
47
2. Límites y alcances en la calificación de la pérdida de capacidad laboral
En este capítulo se traerán a consideración los límites y alcances en la calificación de la
pérdida de capacidad laboral, dadas por la aplicación de las Guías utilizadas en la determinación
de las deficiencias o deterioros, así como en la establecida por la Clasificación Internacional de
Funcionamiento, Discapacidad y Salud (CIF).
Tanto las guías de Utah como las de AMA han sido diseñadas como herramientas para
convertir información médica acerca de pérdidas permanentes en valores numéricos, deterioros o
deficiencias. Estos valores son utilizados para calificaciones permanentes, no para determinar
causación. Como lo respalda la literatura, el cálculo de estas alteraciones no es una ciencia
objetiva y está ampliamente basado en el consenso más que en la evidencia científica. Muchos de
los Estados de USA no reconocen las guías completas de AMA para la calificación de estas
alteraciones y han desarrollado sus propios estándares internos o guías para calificar. Recuperado
de (http://laborcommission.utah.gov/).
Se encuentra que las Guías AMA y las de la comisión laboral de Utah están en constante
actualización de acuerdo a los adelantos de la ciencia y la tecnología en medicina y que sus
variaciones están relacionadas frecuentemente, entre otras, con la habilidad del evaluador. Sin
embargo, en relación con la aplicación de la CIF, existen muchos estudios que tratan de analizar
su objetividad y utilidad práctica en diferentes áreas. Por lo tanto, y conociendo que ésta
clasificación considera directamente los aspectos relacionados con la actividad y participación,
factores ambientales y de personalidad, es allí donde enfocaremos mayormente éste capítulo.
Un estudio titulado “Implementando la evaluación de la discapacidad y servicios de
asistencia social basados en el marco de la clasificación internacional del funcionamiento,
discapacidad y salud: experiencias en Taiwán” (2013), resalta dos avances importantes que han
ocurrido recientemente en investigación de discapacidad: la primera es la promulgación de la
CIF en el 2001 por la Organización Mundial de la Salud. Tradicionalmente, las personas con
discapacidad han sido vistas desde una perspectiva médica y la discapacidad ha sido
estrechamente equiparada con la condición de salud, deficiencias o limitación en la capacidad de
las personas. Esta visión extremadamente medicalizada, falla en la valoración de los factores
sociales, discriminación, pre juicio y barrera de los factores ambientales, que evitan la
participación plena de las personas con discapacidad y es incapaz de describir factores tales
48
como la asistencia tecnológica, que contribuye a la experiencia global de discapacidad. El
sistema de la CIF proporciona un marco universal en la evaluación del funcionamiento de una
persona, así como un excelente enfoque científico para obtener estadísticas confiables en la
población discapacitada (Chiu, y otros, 2013).
La CIF se soporta más en los diagnósticos, buscando en lo posible que estos se respalden
en medicina basada en la evidencia. Busca que el método sea simple y práctico, y prioriza la
búsqueda de precedentes en lo posible y el desarrollo de las funciones, con el objeto de optimizar
la fiabilidad inter evaluadora e intra evaluadora (Rondinelli, 2008).
2.1. Las Guías
Dentro de las Guías AMA, un aspecto fundamental para la definición del deterioro está
dado por los conceptos de precisión, exactitud, sensibilidad, fiabilidad y validez. La precisión se
refiere a la unidad más pequeña de cambio que un instrumento de medición puede distinguir, la
sensibilidad al cambio crítico en la medición de los efectos clínicos del tratamiento, la fiabilidad
es el grado en el cual una medición suministra información consistente y la validez es el grado en
el cual un instrumento mide lo que se va a medir.
La rejilla correspondiente al deterioro, que es adoptada en los diferentes capítulos,
aumenta la uniformidad y consistencia. Las determinaciones del tipo de deterioro se basan en el
factor clave del paciente, los cuales generalmente serán los Antecedentes de Presentación
Clínica, los Resultados Físicos (Examen Físico) o los Resultados de Prueba Objetiva (Estudios
Clínicos). El tipo de deterioro generalmente se divide en 5 grados diferentes con porcentajes
específicos relativos al deterioro. El grado de porcentaje medio en cada tipo, por lo general, será
la clasificación predeterminada, y se vuelve a modificar para reflejar los ajustes para los factores
no claves. Si el ajuste de la clasificación del deterioro que utiliza este sistema desplaza la
clasificación hacia otro tipo, el examinador deberá detenerse en el grado más alto o más bajo en
el tipo de deterioro asignado por el factor clave. Aunque los factores claves y no claves
tradicionalmente incluirán Antecedentes de Presentación Clínica, Resultados Físicos (Examen
Físico) y Resultados de Prueba Objetiva (Estudios Clínicos), existirán algunos procesos de
49
sistemas o enfermedades por las que la clasificación del deterioro estará fundamentada
únicamente en 1 o 2 de estos factores, o incluso en alguna alternativa (Rondinelli, 2008).
Por otro lado, las Guías del Estado de Utah han considerado que uno de los mayores
problemas con la calificación del deterioro o deficiencia es la falta de consistencia entre las
mismas. Desafortunadamente, ésta variabilidad llega a ser motivo de controversia, la cual genera
costos para el empleador, asegurador, regulador del Estado y es estresante para el empleado.
Por lo tanto, regular la variabilidad en la calificación y cálculo de los deterioros o
deficiencias, presenta beneficios significativos para el sistema de compensación de los
trabajadores, tales como:
- Mayor equidad entre los trabajadores, independiente de quien calificó la alteración.
- Pagos más rápidos a los trabajadores, dado que disminuyen las preguntas y reclamaciones
de ajustes.
- Solución a las frustraciones de los trabajadores lesionados, dándoles un impulso a sus
vidas.
- Menos controversias y litigios, teniendo en cuenta que las reglas para la calificación y
cálculo de los deterioros o deficiencias son claras y aplicadas en forma consistente,
disminuyen costos administrativos.
- Estadísticas comparables entre jurisdicciones, su trayectoria e investigación.
- Evolución de un estándar internacional para ser considerado por las jurisdicciones.
Recuperado de: (http://laborcommission.utah.gov/).
En nuestro país también se observa una variabilidad significativa en el cálculo de las
deficiencias o los deterioros, estrechamente relacionada con la experiencia y habilidad del
calificador. Sin embargo y aun cuando el calificador sea lo suficientemente experimentado,
vemos cómo la falta de actualizaciones periódicas en el manual vigente en cuanto a criterios
médico-científicos y apoyo con pruebas de tecnología de punta, que vayan de la mano o paralelas
con el desarrollo de la ciencia en la práctica clínica, influyen también en la generación de dichas
inconsistencias. Es muy importante resaltar aquí la trascendencia de los informes médicos
solicitados a los especialistas tratantes para realizar estas calificaciones, pues muchas veces son
realizados con un enfoque eminentemente clínico o a veces muy general y no con la perspectiva
50
y meticulosidad requerida para que se ajuste a las exigencias de la norma en la determinación de
las deficiencias o deterioros.
2.2.La Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud.
Al analizar la CIF, iré a través de logros y dificultades encontrados en su utilización, las
objeciones a su implementación, los alcances en la definición de actividades y participación, los
factores evaluados y los no considerados, los alcances de los factores ambientales y las
propuestas a incluir en los factores de la personalidad aún no desarrollados por la CIF. También
haré una aproximación a los conjuntos básicos de la CIF, los cuales han sido diseñados para
mejorar su aplicación práctica en determinadas patologías. Para esto, he tomado en consideración
las que presentan una incidencia significativa en el área de los riesgos laborales.
Adicionalmente, he querido plasmar la utilidad que ofrece la CIF no sólo en la evaluación de la
discapacidad, sino en la determinación de beneficios de asistencia social.
2.2.1. Generalidades
La Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud (CIF) se
considera un avance significativo en la manera de entender y abordar la discapacidad, cuando a
partir de la definición de los componentes de un estado de salud, explora el funcionamiento y la
discapacidad, como constructos dados por la actividad y la participación, desde una perspectiva
individual y social, así como por los factores ambientales y personales que los acompañan.
En una investigación denominada “Monitoreando la Convención de las Naciones Unidas
y los derechos de las personas con discapacidades: datos y la Clasificación Internacional del
Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud” (2011), se resalta como la CIF ejemplifica en su
modelo de funcionamiento y discapacidad el así llamado “enfoque biopsicosocial de la
discapacidad”, en el cual ésta es conceptualizada de una forma multidimensional y constituye el
resultado de interacciones entre los hallazgos intrínsecos de la persona, el ambiente físico,
actitudinal, social y político que rodea a la persona. Esta concepción está completamente
alineada con el llamado “enfoque de los derechos de los discapacitados” expresados en la
Convención de las Naciones Unidas para los derechos de las personas en condición de
discapacidad, en el cual el foco de las políticas de discapacidad ha cambiado de una disminución
51
de la condición de salud de una persona a una experiencia de vida completamente
contextualizada de funcionamiento con efectos positivos y negativos, de acuerdo con el ambiente
físico y social del individuo. La CIF es simultáneamente un instrumento científico y está basado
en derechos (Bickenbach, 2011).
Es de resaltar entonces, el cambio de paradigma del enfoque puramente médico de la
discapacidad, basado en la condición de salud de una persona posterior a finalizar su tratamiento
médico y de rehabilitación pertinente, a un enfoque que trasciende al individuo y le asigna una
gran responsabilidad al ambiente y a la sociedad en la cual ésta persona debe desenvolverse, pero
que no ha sido concebida ni preparada para ello.
Así mismo en otro estudio, titulado “Evaluando la visión en relación con la discapacidad,
utilizando la Clasificación Internacional del Funcionamiento” (2006), aclara como la CIF está
empezando a ser usada en clínica, investigación, desarrollo de políticas y en el campo de la salud
pública.
Desde el nuevo enfoque de discapacidad no es pues el diagnóstico médico el que
determina el nivel de funcionamiento de una persona; más que eso, el funcionamiento de un
individuo con algún grado de deficiencia es al menos parcialmente, y quizá mayormente,
determinado por factores ambientales que actúan como barreras y facilitadores. Por lo tanto, si el
ambiente es una causa, modificar el ambiente es parte de la solución. Acudir a intervenciones
sociales y ambientales, pone en juego una gran variedad de explicaciones interdisciplinarias y
modalidades. El uso del marco de la CIF puede soportar tales cambios y proporcionar un
lenguaje común para su interpretación.
Los programas más recientes comparan dos principales iniciativas de políticas públicas,
el Sistema de Beneficios de la Discapacidad de la Seguridad Social y el Acta de los Americanos
con Discapacidades, contrastando su presunción de base acerca de los factores que afectan la
habilidad para trabajar de las personas con una alteración física. El Sistema de la Seguridad
Social se basa en el determinismo de las condiciones médicas mientras el Acta de Americanos
con Discapacidades invoca la necesidad de adecuaciones ambientales y eliminación de la
discriminación en contra de las personas con deficiencias (Hendershot, Placek, & Goodman,
2006).
52
Contemplando la realidad de nuestro país, nos interrogamos acerca del impacto que las
políticas públicas tienen no solamente en relación con las posibilidades que les brinda el Sistema
General de Seguridad Social vigente a las personas en condición de discapacidad en el campo de
la rehabilitación integral, sino también en relación con los avances en la legislación que buscan
disminuir las barreras ambientales y sociales que afectan a ésta población.
En otro estudio, titulado “Recreación Terapéutica, la Clasificación Internacional del
Funcionamiento, Discapacidad y Salud y el Enfoque de Capacidades” (2011), se señala que el
propósito de ésta discusión es aumentar la asociación entre la recreación terapéutica con la CIF,
mediante la introducción del enfoque de capacidades, un marco social que ha sido
favorablemente asociado con la CIF. Las recomendaciones incluyen mayor atención a la justicia
social en recreación terapéutica para hacerla más compatible con el principio de cuidado
holístico que se encuentra en la CIF y el enfoque de capacidades.
La CIF ha sido vista por los programas de educación en terapia recreativa, como un
método para evaluar el funcionamiento de los individuos y el impacto de las limitaciones en la
actividad y las restricciones en la participación, en las actividades de la vida diaria,
independencia, satisfacción y calidad de vida. Bajo el modelo médico, los individuos podían
completar exitosamente los tratamientos de acuerdo con el criterio médico, pero fallaban cuando
volvían a sus casas en razón a que no podían participar en sus comunidades. Así por ejemplo,
una persona totalmente recuperada según los criterios médicos de una lesión en médula espinal,
podría aún ser incapaz de acceder a oportunidades vocacionales y recreativas debido a factores
ambientales, tales como barreras ambientales y actitudes discriminatorias. La CIF busca una
solución al problema a través de la aproximación que hace a la salud y a la discapacidad,
integrando el modelo médico (discapacidad atribuida al individuo) y el modelo social
(discapacidad es socialmente creada).
Las diferencias entre los individuos son transformadas en discapacidades causadas por
una sociedad no solidaria, que pone a los individuos en desventaja, en comparación con aquellos
que son percibidos como normales o no discapacitados. El modelo social trata las desigualdades
que discriminan en contra de las personas con deficiencias, tales como las barreras físicas y
discriminación en el trabajo (Sylvester, 2011).
53
La asociación entre la CIF y el enfoque de capacidades, el cual trataremos más a fondo en
el próximo capítulo, se da en la medida que ambos ponen en consideración diferentes aspectos
importantes en la realización integral de cualquier individuo, en llevar a cabo lo que para él o
ella es importante en el logro de una vida con calidad.
Sylvester para dar un ejemplo, comparte la experiencia que tuvo hace cuarenta años
aproximadamente en una clase de recreación en la que participaba una persona que utilizaba una
silla de ruedas. La clase incluía danza folclórica y un día mientras todas las personas aprendían a
danzar, el papel de la persona en condición de discapacidad se limitó a manipular el tocadiscos,
comenzando y deteniendo la música de acuerdo a las necesidades del resto de la clase. De
acuerdo con el modelo médico, ésta persona requería que su condición médica fuera tratada y
tuviera la capacidad de bailar como sus otros compañeros de clase, no discapacitados. De
acuerdo al modelo social, su participación no era el resultado de ser incapaz de pararse y mover
sus piernas. Por el contrario, ella estaba discapacitada a causa de las actitudes de su profesor y
compañeros de clase, quienes suponían que las personas que utilizaban silla de ruedas eran
incapaces de bailar hasta que ellos pudieran ponerse de pie y mover sus cuerpos como la gente
que no utilizaba silla de ruedas. Puede ser que la medicina un día haga posible que las personas
con lesiones en medula espinal, caminen otra vez. Pero mientras tanto, mucha gente que utiliza
silla de ruedas hoy, está danzando en el interior de sus corazones, agradeciendo principalmente
las actitudes sociales transformadoras más que los cambios en su condición física (Sylvester,
2011).
Aparece en éste testimonio, un claro ejemplo de discapacidad como constructo social,
pues la danza como una forma de expresión corporal tiene diferentes manifestaciones posibles,
también para una persona que no pueda mover su cuerpo en la misma forma como lo hace el
resto del grupo. Esta anécdota de hace cuarenta años, sigue teniendo vigencia en la sociedad de
hoy. ¿Cómo sería una sociedad que fuera incluyente y no excluyente? ¿Cómo se lograría
sensibilizar a los individuos, desde la niñez, para que sean no solamente más abiertos y
tolerantes a la diversidad, sino también partícipes en las acciones de cambio en la búsqueda de
una sociedad más justa?
Otros autores han observado que el problema no es el modelo médico per se, el cual tiene
una función apropiada. El problema es la tendencia de la medicina a situar todos los problemas
54
en el individuo, sin tomar en cuenta los ambientes que sitúan en condición de discapacidad a los
individuos con deficiencias. Para estos autores, la medicalización de la discapacidad ha
aumentado las tasas de supervivencia y prolongado la esperanza de vida para mucha gente en
condición de discapacidad, así como también ha erradicado algunas condiciones generadoras de
discapacidad. Sin embargo, el tema para nuestros tiempos no es precisamente de esperanza de
vida, sino de expectativa de vida y es aquí donde se expone a la crítica la visión parcial y
negativa que establece la medicalización (Sylvester, 2011).
El último propósito de la CIF es que la gente en condiciones de salud sea actualmente
capaz de participar en sus vecindarios, comunidades y sociedad. La manera cómo ellos
participan está profundamente afectada por los recursos en salud, económicos, políticos,
educativos, recreativos, de vivienda y otros, como parte de la justicia social (Sylvester, 2011).
También es importante anotar cómo la connotación negativa que encierra la discapacidad
en nuestra cultura, establece brechas significativas que se reflejan en situaciones de
discriminación y restricción consecuente de la participación plena de esta población en
actividades de la vida familiar, social, laboral y de la comunidad.
En otra investigación denominada “Utilidad de una evaluación basada en la CIF desde la
perspectiva de los terapeutas ocupacionales” (2012), se hace énfasis en que éste método es
demasiado amplio e incluye demasiadas categorías. Los participantes sugieren la necesidad de
reducir el número de categorías y propender por el desarrollo de los conjuntos básicos. Un
conjunto básico es una selección estándar de componentes de la CIF, dominios y categorías,
diseñados para cubrir los aspectos más comunes de funcionamiento y discapacidad de un
diagnóstico en particular. Sin embargo, el desarrollo de un conjunto básico ha sido cuestionado
por su tendencia a focalizar en los dominios que corresponden a la estructura y función del
cuerpo, actividades y participación, restándole importancia a los factores ambientales.
Otros autores critican el concepto de participación de la CIF, definida como la
participación en las situaciones de la vida y restricciones de participación como las
barreras al experimentar dicha participación. Porque pierde interés en la experiencia
subjetiva de significado. La experiencia subjetiva de participación compromete la
autonomía y autodeterminación del individuo, los cuales son aspectos importantes para
experimentar participación en las actividades de la vida diaria. (Kjellberg, Bolic, &
Haglund, 2012)
55
Sería importante reflexionar si las actividades de participación desarrolladas por los
individuos en condición de discapacidad, son consecuencia de una elección propia y libre, acorde
con sus propósitos y metas en la vida, o si son el resultado simplemente de una serie de
situaciones que han tenido que vivir.
Otro estudio, titulado “La dimensión subjetiva del funcionamiento y discapacidad: ¿qué
es y para qué sirve?” (2013), resalta como la CIF ha dado un gran paso hacia adelante, al
introducir dos tipos de factores contextuales que influencian el funcionamiento y la discapacidad:
los factores ambientales y personales. Ahora bien, todos estos niveles y factores pertenecen al
mundo objetivo, o la dimensión objetiva de la vida humana. Hay otro no menos importante, el
mundo subjetivo o la dimensión subjetiva del funcionamiento y la discapacidad, que está ausente
en la CIF.
Las bases de este énfasis en la dimensión subjetiva la conciben Ueda &Okawa, a través
de su práctica clínica como médicos especializados en rehabilitación. Encontraron que la
mayoría de los pacientes no tenían problemas físicos pero sí una seria crisis existencial y
psicológica. También encontraron que algunas veces este sufrimiento subjetivo podía
permanecer como uno de los mayores problemas, aún después de que la condición de
discapacidad había sido aparentemente superada (como podría darse por el retorno al trabajo
previo), en la forma de baja autoestima, el sentimiento de tristeza de tener una desventaja física,
el cual estaba en correspondencia con el prejuicio social y discriminación en contra de la
discapacidad. También observaron que la mayoría de pacientes adultos, antes de que adquirieran
alguna discapacidad, habían ya asimilado dentro de ellos mismos, y de forma inconsciente, el
sistema de valor social prevaleciente, que incluía prejuicios en contra de la discapacidad. Ahora,
siendo ellos mismos discapacitados, no podían liberarse de los efectos adversos del sistema de
valores que están en contra de la discapacidad y, por ende, en contra de ellos mismos. Esta es la
causa fundamental de su sufrimiento. Solamente, cuando ellos lograron una re-estructuración del
sistema de valores, consiguieron liberarse del sufrimiento y comenzar una nueva (y a menudo
muy positiva) vida.
La dimensión subjetiva de funcionamiento y discapacidad, provisionalmente llamada
“Experiencia Subjetiva” es una combinación única por un lado, de una experiencia de
discapacidad, una reflexión (influencia) de condiciones de salud existentes, deficiencias,
56
limitaciones en la actividad, restricciones en la participación y factores ambientales negativos
(obstáculos) dentro de la mente de la persona (experiencia subjetiva negativa) y por otro lado, de
una experiencia de una naturaleza positiva, la cual incluye entre otras cosas, el desarrollo de
habilidades psicológicas, a menudo inconscientes, en orden a superar estas influencias negativas
(experiencia subjetiva positiva).
Este estado de superación de la actitud negativa hacia uno mismo es a menudo llamado
“aceptación de la discapacidad”. “Aceptación” puede ser erróneamente interpretado como
“resignación”, pero es justo lo opuesto y significa ganar nuevamente una actitud positiva hacia la
vida. El hecho de superar la restricción en la participación, automáticamente no produce
aceptación de la discapacidad; se necesita además la reorganización del sistema de valores (Ueda
& Okawa, 2013).
La dimensión subjetiva aparece entonces como un factor determinante, pero no evaluado
por la CIF, requiriendo además definir mediante cuáles características (dominios o categorías)
puede acercarse el evaluador a la existencia y severidad de ésta condición. También se interroga
cómo intervenir no sólo a la persona en condición de discapacidad que pueda presentar una
dimensión subjetiva negativa, sino también a las personas directamente relacionadas con ella de
una forma tal que por su influencia marcada y en la presencia de ésta misma dimensión
subjetiva, puedan contribuir a dilatar la participación plena e inclusión de ésta persona en la
sociedad.
En otro estudio, titulado “Evaluando participación de acuerdo a la Clasificación
Internacional del Funcionamiento, Discapacidad y Salud (CIF)” (2003), no utilizan los
calificadores de capacidad y desempeño para distinguir entre nivel de actividad y nivel de
participación como ha sido propuesto por la CIF. Consideran que el desempeño en sí mismo no
se refiere necesariamente a participación, mientras que el no desempeño no necesariamente
significa que alguien no está participando. Así por ejemplo, la participación es medida por
indicadores como: “la posibilidad para hacer o contar con alguien que haga cosas de la forma que
yo lo deseo”. Una persona completamente dependiente de otros desde el punto de vista físico,
pero que tiene el control de cómo y cuándo las cosas deben hacerse de acuerdo con sus deseos,
está participando en el cumplimiento de su rol social y de sus metas personales (Perenboom &
Chorus, 2003).
57
Se pensaría que ésta persona cuenta con la suficiente autonomía y autodeterminación para
llevar a cabo sus planes de vida, porque aunque no puede realizar muchas cosas personalmente,
tiene la capacidad para saber delegar las acciones pertinentes en la búsqueda de un objetivo.
En otra investigación, denominada “La utilidad de la Clasificación Internacional del
Funcionamiento, Discapacidad y Salud (CIF) en el cuidado de salud indígena: una revisión
sistemática de la literatura” (2013), se indica, desde una perspectiva indígena, que la salud se
extiende más allá del modelo biomédico tradicional a un concepto más amplio, lo cual implica
“una comunidad más holística, enfocada hacia una comprensión espiritual del ser humano”,
influenciada fuertemente por factores contextuales, incluyendo factores históricos, sociales y
culturales, conectados a la tierra y el campo. Los indígenas australianos han demostrado
resiliencia para sobrevivir a los desafíos que han tenido que enfrentar, tales como “la
colonización y subsecuente asimilación de políticas que han minado la cultura indígena e
identidad espiritual”, destruyendo su autonomía y autodeterminación, privándolos del control de
la comunidad y su habilidad para participar de lleno en la sociedad, contribuyendo a ejercer un
impacto devastador en la salud indígena.
Resultados de algunos estudios han mostrado que el marco de la CIF fue incapaz de
capturar el significado espiritual de las prácticas tradicionales y la consecuencia de pena,
aislamiento y soledad, es consistente con resultados de otros estudios, los cuales reportaron que
la CIF no incorpora el contexto de las emociones y sentido de autosatisfacción. Investigaciones
posteriores deberían considerar si estos factores podrían de hecho ser capturados dentro del
componente de factores personales de la CIF o si la modificación del marco sería necesaria
(Alford, Remedios, Webb, & Ewen, 2013).
Si uno de los propósitos de la CIF es su universalidad, es necesario recalcar que se
requiere probablemente ampliación del marco de funcionamiento de ésta, de manera que permita
ser incluyente de otros valores, con la significancia y trascendencia propia de otras culturas que
por ser diferentes a la convencional, suponen también un abordaje diferente.
En otro estudio, titulado “El papel del ambiente en la Clasificación Internacional del
Funcionamiento, Discapacidad y Salud (CIF)” (2003), se reconoce que el eje central jugado por
los factores ambientales ha cambiado el núcleo del problema y que, por lo tanto, el objeto de
intervención ha cambiado del individuo al ambiente en el cual los individuos viven. La
58
discapacidad no es más comprendida como una característica de un individuo, sino como el
resultado de una interacción de la persona con una condición de salud y los factores ambientales.
En un contexto donde las condiciones físicas presentan accesibilidad, las actitudes
sociales y normas son positivas y las políticas y servicios presentan un enfoque incluyente, esta
experiencia de discapacidad no tendría fuerza. La CIF focaliza la intervención donde es más
apropiada. Esto incluye intervenciones dirigidas no sólo al individuo, sino también a la
sociedad, para eliminar barreras y desarrollar facilitadores. Este giro dado dentro de la CIF
reconoce que la discapacidad no es una característica estática de la persona, pero si un resultado
de la interacción entre esa persona y su entorno (Schneidert, Hurst, Miller, & Ustun, 2003).
Serán pocos los esfuerzos que se realicen en todos los ámbitos para materializar ésta
concepción amplia que presenta la discapacidad, no sólo a través de políticas públicas,
participación de entidades públicas y privadas, academia, sociedades científicas, gremios, entre
otros, sino en la búsqueda de una sensibilización y concientización a nivel grupal e individual
que permita lograr el impacto que requiere una nueva forma de concebir la discapacidad.
En otra investigación denominada “La Clasificación Internacional del Funcionamiento,
Discapacidad y Salud (CIF) en rehabilitación ocupacional y evaluación de discapacidad en
Eslovenia: Estado de la ley y perspectiva de los usuarios” (2011), se resalta como la CIF es vista
por la OMS como un marco de trabajo para aplicar en diferentes sectores de la práctica clínica,
para hacer políticas y en investigación, así también como un “lenguaje común” que permita
establecer comunicación entre diferentes profesiones. La rehabilitación vocacional en Eslovenia
se define como los servicios proporcionados a los discapacitados para que desarrollen
habilidades requeridas para el empleo, conseguir y mantener el empleo, así como para alcanzar
crecimiento profesional o cambio de su carrera profesional.
Aunque en este país, la CIF es considerada básica para la evaluación de la discapacidad,
solamente la parte de la CIF que se relaciona con las funciones del cuerpo es considerada de uso
obligatorio y los usuarios de la misma sienten la necesidad de ser educados en la construcción de
competencias y habilidades en la aplicación de ésta.
59
Las principales ventajas de la CIF están dadas porque presenta una visión holística de la
persona, evalúa funciones y consecuencias en forma detallada, proporciona un lenguaje
unificado y ofrece una rápida y fácil forma de adentrarse en el funcionamiento.
Por otro lado, algunas desventajas de la CIF fueron identificadas alrededor de la
terminología complicada y la extensión de la misma. La subjetividad percibida del asesor puede
estar parcialmente relacionada con el entrenamiento imperfecto en la CIF. La principal
desventaja que debería ser señalada es la restricción a la parte de la CIF relacionada con las
estructuras del cuerpo, omitiendo la correspondiente a las actividades, participación y factores
ambientales. Se consideran cruciales los cambios requeridos para que se utilicen todos los
componentes de la CIF, con el fin de medir indicadores relevantes desde el punto de vista
vocacional y de discapacidad, tales como retorno temprano al trabajo, re-entrenamiento exitoso
de habilidades y participación sostenida en la fuerza de trabajo (Ptyushkin, Burger, Maricenk, &
Escorpizo, 2011).
Es necesario aquí hacer énfasis en la importancia que tiene el entrenamiento adecuado de
los profesionales que utilizan la CIF, con el fin de disminuir la subjetividad manifiesta y por otro
lado, para que el amplio número de categorías presentes no sea la causa de un abordaje
inadecuado, limitante y poco práctico, que repercutiría en la evaluación final, así como en una
interpretación inadecuada de indicadores de discapacidad y de resultados en programas de
rehabilitación como el vocacional, supremamente importantes en la definición de políticas
públicas.
2.2.2. La CIF en patologías relevantes en el sistema general de riesgos laborales
En otro estudio titulado, “Las dificultades psicosociales en desórdenes cerebrales que
explican cambios a corto plazo en resultados de salud” (2013), se establece que el propósito de
este estudio es identificar un conjunto de dificultades psicosociales o discapacidades, utilizando
la CIF, que están asociadas con cambios a corto plazo en resultados de salud a través de
diferentes desórdenes mentales, tales como enfermedad bipolar, depresión, migraña, esclerosis
múltiple, enfermedad de Parkinson, enfermedad cerebro vascular y trauma craneoencefálico. La
solución de problemas es un dominio de actividad y participación que no es constantemente
60
tomado en cuenta en los estudios de personas que experimentan desórdenes mentales. Esta
investigación proporciona alguna evidencia de que éste dominio es una dificultad psicosocial
importante y relevante en la descripción detallada de la experiencia de vivir con un desorden
mental.
Los autores consideran que las dificultades psicosociales no deben ser definidas
solamente en términos de condiciones de salud que producen disminución en el funcionamiento
en varios dominios, sino también en términos del ambiente físico, social y actitudinal, el cual
cuando es tomado en cuenta, contribuye a explicar el impacto de los desórdenes mentales en la
vida de las personas. El ambiente social y actitudinal, especialmente en el caso de los desórdenes
mentales, incluye barreras tales como temor, incomprensión, estigma y discriminación, así como
la ausencia de políticas sociales para acomodar a las personas con desórdenes mentales en su
sitio de trabajo y en la sociedad (Cieza, y otros, 2013).
En nuestro país, la ley 1616 del 21 de enero del 2013, que corresponde a la promoción de
la salud mental, la prevención del trastorno mental, la atención integral e integrada de la salud
mental en el ámbito del Sistema General de Seguridad Social en Salud, establece la
obligatoriedad de las acciones encaminadas a promover la participación e inclusión social de las
personas con afecciones mentales en el ámbito educativo, social y laboral (Presidencia de la
República, 2013). Si bien se han encaminado políticas en el Sistema General de Riesgos
Laborales que buscan el reintegro y adecuación de puestos de trabajo a las personas con déficit
cognitivo, emocional o mental, ya sea como consecuencia de enfermedad mental o trauma
craneoencefálico, se observa una gran dificultad en la implementación de estas políticas,
partiendo muchas veces de actitudes de rechazo y discriminación no solamente de parte de los
patronos, sino también de los compañeros de trabajo y de la comunidad en general.
En otro estudio, denominado “Conectando los problemas funcionales auto determinados
de pacientes con dolor de cuello a La Clasificación Internacional del Funcionamiento,
Discapacidad y Salud (CIF)” (2012), se describen los problemas funcionales determinados por
los pacientes con dolor de cuello que son comúnmente informados y evalúan su ajuste con los
componentes de la CIF. El estudio encontró que pacientes con problemas de cuello mostraron
una más alta proporción de alteraciones en el funcionamiento del cuerpo que aquellos
informados por pacientes con dolor músculo esquelético en otras regiones del cuerpo. Disturbio
61
del sueño fue uno de los problemas de alteración de la función más frecuentemente reportado.
Algunos autores han sugerido que la sensibilización neurobiológica a nivel somático, cognitivo y
comportamental, puede aumentar la prevalencia de los problemas de sueño. Otra posible
explicación es que los problemas del sueño sean secundarios a las consecuencias de vivir con
dolor crónico. Alteraciones en rangos de movimiento y espasmo muscular pueden ser
marcadores físicos tempranos del desarrollo de dolor crónico en el cuello. Los pacientes también
informaron problemas con actividades estáticas, tales como trabajo en el computador, manejando
y manteniendo una posición corporal (actividades sedentarias), levantando y acarreando objetos.
Los problemas funcionales, incluyendo trabajo de la casa, recreación, esparcimiento y
empleo, fueron las principales áreas limitadas en los componentes de actividades y participación.
Actividades de trabajo en la casa, tales como la limpieza y problemas con un estilo de vida
activa, incluyendo entrenamiento regular, nadar y montar bicicleta, también fueron notados
(Andelic, y otros, 2012).
Es importante resaltar cómo la cervicalgia es motivo de consulta cada vez más frecuente
en el ámbito laboral, especialmente en las ocupaciones sedentarias que implican conexión
permanente a terminales de computador, bajo estrés prolongado e importante carga de trabajo.
Las cervicalgias agudas pueden ser limitantes, pero transitorias y nunca tienen el impacto en la
actividad y participación que presentan las crónicas, a partir del dolor que se instaura y perpetua,
afectando sensiblemente a la persona desde el punto de vista emocional, con cuadros frecuentes
de depresión, dados por la misma limitación para desempeñar normalmente las actividades
requeridas en su ocupación, actividades de esparcimiento y participación en la comunidad.
Otra investigación titulada “Una revisión sistemática de las medidas de dolor de hombro
y funcionamiento, utilizando la Clasificación Internacional del Funcionamiento, Discapacidad y
Salud” (2013), resalta cómo el dolor del hombro está caracterizado por movimientos
restringidos, lo cual resulta en dificultades en el desarrollo de las actividades. En décadas
recientes, la investigación ha demostrado que el funcionamiento psicológico y social puede ser
afectado por el dolor de hombro; adicionalmente, los factores ambientales pueden contribuir al
desarrollo o persistencia de la condición.
Usando la CIF como referencia, estos autores identificaron y cuantificaron los conceptos
incluidos en las mediciones frecuentemente utilizadas de dolor de hombro y su funcionamiento.
62
Como era de esperar la categoría de la CIF correspondiente a la “sensación de dolor”, fue la más
altamente clasificada. Esto es consistente con recomendaciones previas en relación con el dolor
como un constructo global, medido por la intensidad del dolor y su interferencia con las
actividades. Las categorías de la CIF correspondientes a “movilidad de la articulación,
estructuras de la región del hombro y funciones de fuerza muscular”, fueron clasificadas como
segunda, tercera y cuarta. La “función de sueño”, clasificada en la CIF como una función mental,
fue la quinta más frecuente en las categorías de la CIF.
Varios de los conceptos predominantes en las medidas de dolor de hombro y su
funcionamiento se encontraban en los componentes de actividades y participación, relacionados
con funciones de movilidad, autocuidado y vida doméstica. El uso de la mano y el brazo,
levantando y acarreando, estuvo entre las cinco actividades más altamente clasificadas y
categorías de participación. Esto demuestra que la tarea de movimientos orientados de las
extremidades superiores se encuentra en el núcleo de la evaluación del dolor de hombro.
Investigaciones previas muestran también que el funcionamiento social puede ser
afectado por el dolor de hombro y el impacto del ambiente en el funcionamiento, no está
suficientemente tomado en consideración dentro de la evaluación del dolor de hombro. De
acuerdo con la CIF, el ambiente contiene un gran número de factores físicos, sociales y
actitudinales, los cuales pueden limitar o facilitar el funcionamiento, incluyendo los factores de
riesgo en el ambiente de trabajo.
Al establecer comparaciones con lesiones de espalda baja, se encontró que el dolor de
hombro contenía un alto número de conceptos relacionados con el autocuidado y la vida
doméstica, mientras que las mediciones de dolor de espalda baja, contenían un alto número de
conceptos de factores ambientales, relacionados con el apoyo y relaciones con las personas y las
actitudes de los profesionales de la salud.
Los conceptos de significancia en las mediciones referidas a factores personales en la
CIF, tales como la evitación del miedo y adoptando estrategias, no fueron informados. Las guías
que conectan y son capaces de identificar los “factores personales”, no están aún clasificadas
en la CIF (Roe, Soberg, Bautz - Holter, & Ostensjo, 2013).
63
Es importante resaltar que si comparamos las limitaciones en actividades y participación
en lesiones de cuello y hombro, vemos cómo las de hombro comprometen más las referidas con
autocuidado, vida doméstica y esparcimiento. Si hablamos de ocupación, las de cuello están más
asociadas con aquellas sedentarias como puede ser el trabajo en computador y las de hombro con
las que requieren movimientos repetitivos, fuera de los ángulos de confort y postura
antigravitacional, acorde con la idea de que aún no se evalúan e intervienen en forma suficiente
los factores ambientales cuando se trata de la presencia de dolor en el hombro. Otra variable,
siempre difícil de manejar en éste tipo de patologías, así como en la presencia de dolor lumbar,
es la severidad del dolor, el cual es difícil de cuantificar, además porque no se dispone de los
factores personales, directamente asociados con la evaluación de ésta sintomatología.
En otro estudio titulado “ Desarrollo de los conjuntos básicos para las condiciones de
mano de la Clasificación Internacional del Funcionamiento, Discapacidad y Salud – resultados
de un proceso de consenso internacional de la Organización Mundial de la Salud” (2012), se
destaca cómo los conjuntos básicos de la CIF para las condiciones de mano, proporcionan el
modelo estándar internacional de lo que debería ser medido e informado para describir el
funcionamiento y la discapacidad en los pacientes con alteraciones en las manos.
El estudio tuvo limitaciones en relación con el conocimiento y familiaridad con los
códigos de la CIF, definiciones y terminología. Los expertos a menudo consideraron que las
definiciones de las categorías particulares de la CIF no eran obvias, formuladas de una manera
demasiado general. Por ejemplo, la “intolerancia al frio” fue vista como parte de la “sensibilidad
a la temperatura” por algunos participantes y como parte de “funciones termorreguladoras” por
otros. Otra limitación observada fue la falta de información específica y suficiente en las
categorías correspondientes al tercer y cuarto nivel de la clasificación, teniendo en cuenta que
especialmente en lo que tiene que ver con los componentes de estructuras y funciones del cuerpo,
no son lo suficientemente específicas para reflejar los problemas de las personas con deficiencias
en las manos. El nivel de especificación seleccionado por los expertos fue el segundo nivel, con
el fin de mantener el conjunto básico de la CIF, tan breve como fuera posible. (Rudolf, y otros,
2012).
En otra investigación titulada “ El Conjunto básico para dolor lumbar de la Clasificación
Internacional del Funcionamiento, Discapacidad y Salud (CIF), abarca los problemas de los
64
pacientes? – Un estudio transversal de validación con una población Noruega” (2008), resalta
cómo las más frecuentes limitaciones y restricciones informadas, estuvieron en las categorías de
la CIF correspondientes a mantenimiento de la postura corporal, recreación y esparcimiento,
levantando y cargando objetos, cambiando la postura básica del cuerpo, haciendo trabajo de la
casa y en empleo remunerativo. Los facilitadores más frecuentes fueron miembros de la familia,
colegas, profesionales de la salud y sus actitudes, así como los servicios de salud. El clima y la
vibración fueron los factores ambientales más frecuentemente informados como barreras. La
seguridad social, el trabajo, el empleo y los servicios de salud, fueron clasificados tanto como
barreras como facilitadores, por encima del 20% de los pacientes. Además, personas en posición
de autoridad fueron experimentadas como una barrera en el 11% de los pacientes y consideradas
un facilitador en el 18% de ellas. Los profesionales de la salud comentaron que los factores
ambientales en la CIF son demasiado inespecíficos en relación con los problemas de los
pacientes con dolor lumbar, en la medida que las categorías fueron informadas tanto facilitadoras
como barreras.
Los autores consideraron que el conjunto básico de la CIF para dolor lumbar, es viable y
útil en la medida que mejore la experiencia en el uso del mismo y se logre una reducción
modesta en el número de categorías. En todo caso, el dolor, los problemas musculares y
relacionados con el movimiento, con consecuencias para el empleo y actividades de
esparcimiento, son bien reconocidos como el cuadro clínico típico en pacientes con dolor
lumbar.
Vale la pena anotar que aunque los pacientes con dolor lumbar informaron varios
problemas con la posición y función muscular, el movimiento y la movilidad dentro del
componente de actividad y participación, los factores ambientales relacionados con la movilidad
y el transporte no representaron mayores barreras. En cambio, la vibración fue informada como
una barrera, acorde con la experiencia clínica por la cual se encuentra que la vibración de cuerpo
entero exacerba el dolor lumbar. Por otro lado, el clima fue informado como una barrera, siendo
relacionado con el frio y la nieve, propios del tiempo de invierno en Noruega.
Las actitudes de los profesionales de la salud, la familia y los amigos representaron
ambos, barreras y facilitadores para estos pacientes, siendo evidente que el apoyo social es un
importante factor pronóstico en estos pacientes. Dentro de los componentes ambientales, se
65
evidencia que los facilitadores son importantes y allí debería quizá ser focalizado más el interés
en estos aspectos, para un desarrollo posterior del conjunto básico de la CIF en dolor lumbar
(Bautz - Holter, Sveen, Cieza, Geyh, & Roe, 2008).
De acuerdo con este estudio, no se encuentran muy claros los aspectos a intervenir en el
manejo del dolor lumbar, teniendo en cuenta que se documentan varias categorías consideradas
como facilitadores y barreras simultáneamente, siendo necesario investigación más exhaustiva en
la definición de las categorías predominantemente afectadas en el conjunto básico
correspondiente al dolor lumbar, especialmente en lo concerniente a la influencia de los factores
ambientales. Aparecen entonces como recursos de gran importancia, los esfuerzos encaminados
a la disminución significativa de los aspectos considerados como barreras y fortalecer los
percibidos como facilitadores, dentro de las características propias de cada país o comunidad; los
cuales varían notablemente, como por ejemplo puede darse en la calidad, seguridad y comodidad
de los diferentes servicios de transporte que existen en los países desarrollados, en comparación
con aquellos como los nuestros, en vías de desarrollo.
En otra investigación denominada “Funcionamiento y Discapacidad en lesiones de
médula espinal desde la perspectiva del usuario: un estudio internacional cualitativo utilizando
grupos focales y la CIF” (2010), se buscó examinar la experiencia de vida de personas con
lesión de medula espinal de seis países de diferentes regiones del mundo. El propósito específico
fue identificar los aspectos importantes de funcionamiento y discapacidad para este grupo de
personas, tanto en el contexto de la fase temprana post aguda y a largo plazo, utilizando la CIF
como marco y aplicando la metodología de grupos focales.
El inicio agudo fue definido por un trauma o evento no traumático que resulta en
disfunción de la medula espinal dentro de los catorce días del inicio. El contexto temprano post
agudo empieza con la rehabilitación activa y finaliza con la rehabilitación detallada completa,
después de la lesión de medula espinal aguda, la cual varía de país a país. El contexto a largo
plazo es el que sigue al contexto de la fase temprana post aguda.
Dentro de los resultados, 3% no fueron clasificados por la CIF, como por ejemplo,
“discriminación”, 10% podría ser asignado al componente de factores personales, que está
pendiente de ser clasificado, como por ejemplo, “fe y optimismo”.
66
En relación con la CIF y el componente de las funciones del cuerpo, aspectos relevantes
como el dolor en las personas con lesión de la medula espinal estuvo soportada por una revisión
sistemática reciente, indicando una prevalencia de dolor crónico del 26% al 96% en 42 estudios.
En la literatura, la disfunción de la vejiga y el intestino, son informados como problemas
comunes y están asociados con bajos niveles de calidad física de dominios de la vida y
satisfacción con la vida, siendo predictivos de mortalidad, ocurrencia de complicaciones y re-
admisiones. La alteración de las funciones sexuales informadas por los participantes en este
estudio, fue confirmada por estudios que mostraron que la lesión de medula espinal no sólo altera
la función eréctil masculina y habilidad eyaculatoria, sino que altera la excitación sexual en
hombres y mujeres. Adicionalmente, la pérdida de fuerza muscular, espasticidad y falta de
coordinación de movimientos, fueron identificados como problemas mayores por los
participantes del estudio.
También informaron la presencia de ulceras de presión y un amplio rango de problemas
emocionales, tales como depresión y ansiedad, las cuales son cubiertas por la CIF en la categoría
de funciones emocionales. Una revisión sistemática reciente sugiere que aproximadamente el
30% de las personas con lesión de medula espinal presentan el riesgo de tener un trastorno
depresivo en la fase de rehabilitación y aproximadamente el 27% presentan el riesgo de que les
aumenten los síntomas depresivos cuando viven en comunidad, siendo relacionados estos
cuadros no solamente con una pérdida de calidad de vida sino con un mayor riesgo de
mortalidad.
En relación con el componente de la CIF de actividades y participación, los problemas de
autocuidado y movilidad, así como las restricciones en cuanto a educación, empleo y actividades
de tiempo libre, fueron las más frecuentemente señaladas por los participantes en este estudio.
Investigaciones previas han demostrado consistentemente que las personas con lesiones de
medula espinal experimentan disminución en las oportunidades de empleo, acceso limitado a
actividades recreacionales y pérdida de accesibilidad al transporte, encontrando la participación
fuertemente relacionada con la satisfacción en la vida.
En relación con el componente de factores ambientales de la CIF, sin tener en cuenta el
contexto, ambos grupos mencionaron los capítulos correspondientes a productos y tecnologías,
apoyo, relaciones y actitudes. El gran número de categorías de la CIF asignadas al componente
67
de factores ambientales muestra que muchos aspectos del ambiente de un individuo, pueden ser
facilitadores importantes o barreras para las personas con lesión de la medula espinal. Estudios
previos han destacado el papel de los factores ambientales en la participación e informaron
inclusive un efecto potencial en la mortalidad. La categoría de la CIF correspondiente a sistemas
de salud, servicios y políticas, fue identificada en casi todos los grupos, independiente del
contexto y del país, algunos informados como barreras y otros como facilitadores.
La mayoría de los factores personales mencionados se refieren a estrategias de
afrontamiento del trauma. Específicamente, el mantener una actitud positiva y siendo optimista
fue identificado frecuentemente como una forma de influenciar positivamente la vida de alguien,
después de sufrir una lesión de medula espinal. La relevancia de este hallazgo es soportado por
estudios, los cuales investigaron el significado de la “esperanza” en el proceso de afrontamiento
de una lesión de medula espinal o la influencia de factores personales tales como la evaluación
cognitiva y de afrontamiento en el proceso de ajuste al trauma. Parece entonces esencial que se
consideren estos aspectos cuando se aplique la CIF. Describir los factores personales de una
manera sistemática y detallada en el componente de factores personales de la CIF, podría ser de
gran ayuda en el futuro (Kirchberger, y otros, 2010).
Es importante resaltar cómo los servicios de salud, sistemas y políticas, marcan un factor
preponderante como ente facilitador o de barrera para este tipo de pacientes en diferentes países.
Para nosotros es supremamente importante ésta reflexión, cuando contamos con un sistema de
salud en crisis, donde la calidad, oportunidad y cobertura en rehabilitación se encuentra
significativamente menguada, sin darle la importancia y trascendencia que requiere, así como la
implementación de un sistema y políticas que tengan impacto en la calidad de vida de las
personas en condición de discapacidad. Aspectos como acceso a la salud, esparcimiento,
educación y trabajo, rechazo a la discriminación, son requeridos para abrir espacios en la
búsqueda de inclusión social y laboral.
2.2.3. La CIF y los servicios de asistencia social
En otro estudio titulado “Implementando evaluación de la discapacidad y servicios de
asistencia social basados en el marco de la clasificación internacional del funcionamiento,
68
discapacidad y salud: experiencias en Taiwán” (2013), se indica cómo en el año 2007 Taiwán
realizó una enmienda constitucional conocida como el Acta para la protección de los derechos de
las personas en condición de discapacidad. Desde julio de 2012, el Acta estableció que los
criterios de elección de los individuos para recibir los beneficios de discapacidad, deberían estar
basados en el marco de la CIF. El propósito de este nuevo modelo a nivel nacional busca
establecer enlaces entre la evaluación de la discapacidad, la evaluación de necesidades y
servicios de asistencia social, con el fin de promover la participación de personas en condición
de discapacidad.
Existen diferentes tipos de servicio de asistencia social, que incluyen permiso de
parqueadero para los discapacitados, apoyo personal y cuidado (rehabilitación vocacional,
cuidado en casa, vivienda en comunidad, etc.), apoyo al cuidador (cuidado temporal y a corto
plazo, programa de entrenamiento para cuidadores, etc.), apoyo financiero (pensión por la
discapacidad, reducción de impuestos, etc.) y otros (subsidio para la tecnología en la asistencia,
etc.).
El modelo CIF conceptualiza la discapacidad como resultado de la interacción entre la
condición de salud de una persona con su ambiente físico, cultural y político. Si los factores
ambientales estuvieran diseñados para permitir el rango pleno de funcionamiento humano e
incorporaran, servicios apropiados y de apoyo, las personas con problemas de funcionamiento no
serían discapacitadas y serían capaces de tener participación plena en la sociedad. Servicios y
apoyo no son requeridos solo a nivel individual (como por ejemplo, tratamiento médico), sino
también a nivel social. El gobierno de Taiwán seleccionó a la CIF como el modelo preferido para
asistir la reforma de evaluación de discapacidad en el país.
En su antiguo sistema de servicio de discapacidad, Taiwán adoptó un modelo de
asistencia residual. Todas las personas con discapacidad tenían beneficios similares del gobierno,
como por ejemplo acceso a parqueadero de discapacitados y subsidio para dispositivos de
asistencia. El gobierno asignaba los beneficios dependiendo principalmente de la severidad en
lugar de las necesidades. Este apoyo podría no ser capaz de aumentar la participación de
personas con discapacidad. Después de la reforma, con el nuevo sistema, solamente 46.9%
tenían acceso a parqueadero de discapacitados y 23.7% consiguió subsidio para dispositivos de
69
asistencia. Adicionalmente, el gobierno proporcionó servicios de acuerdo con los resultados de la
evaluación funcional y de necesidades.
Basados en las experiencias en la evaluación de discapacidad en Taiwán, utilizando la
CIF, se sugieren las orientaciones siguientes para otros países: Para hospitales y otros centros
médicos, un enfoque por un equipo multidisciplinario se hace necesario para completar las
evaluaciones, el número de examinadores y consultorios para las pruebas deben ser ampliados.
Para el gobierno local, el presupuesto para evaluaciones de discapacidad debería ser
incrementado en relación con el establecido para el modelo médico tradicional. Se recomienda
apoyo continuo y compartir información entre los diferentes sectores involucrados (tales como
salud, asistencia social y trabajo y grupos de discapacidad), con el fin de resolver los casos en
conflicto. El gobierno central, debería establecer los requisitos a exigir para asegurar la calidad
de los profesionales que evaluarán la discapacidad y los resultados de estas evaluaciones
deberían ser integrados con otros sistemas de asistencia social, tal como cuidado a largo plazo o
cuidado médico, con el fin de evitar las evaluaciones redundantes. Los diferentes recursos y
sistemas de entrega deberían ser organizados de forma eficiente y efectiva, con el fin de dar
respuesta a las diferentes necesidades de las personas en condición de discapacidad. Algunas
personas en ésta condición y sus familias, podrían sentirse afectados por un cambio en el nuevo
sistema, tal como que los beneficios de la pensión podrían verse disminuidos; sin embargo, los
servicios relacionados con la participación social, serian aumentados.
Dentro de las limitaciones presentes, los autores consideran que la validez de los valores
de corte para determinar el grado de discapacidad aún tiene que ser establecido y requiere
investigación posterior. Los instrumentos y métodos requieren ser aprobados y validados
posteriormente (Chiu, y otros, 2013).
Podríamos entonces enfocar también el uso de la CIF como herramienta en la definición
de necesidades y servicios de asistencia social requeridos en nuestro país en la búsqueda de las
ayudas pertinentes y requeridas en poblaciones en condición de discapacidad. Así por ejemplo, si
nos referimos al tema de los cuidadores en las clases media y baja: generalmente es una persona
de la familia quien se entrega al cuidado de aquella que lo requiere, negándose la posibilidad de
acceder a un empleo remunerado con los beneficios de ley, muchas veces en situaciones donde la
persona discapacitada era cabeza de familia y única proveedora, debilitando aún más los escasos
70
ingresos percibidos. El derecho a este tipo de ayuda debería tener una cobertura amplia en el
sistema de salud, no solamente tomando como referencia la severidad del caso, sino la necesidad
explícita de la misma y sin tener la familia que acudir a los mecanismos de ley, tales como la
acción de tutela.
Los valores de corte referidos para la inclusión en un determinado servicio o ayuda
adicional, deberán también ser investigados y validados en nuestro país.
En conclusión, vemos cómo se materializa un avance significativo en lo que representa la
calificación de la pérdida de capacidad laboral, no sólo en el campo de las deficiencias o
deterioros, sino en el desarrollo de herramientas que como la CIF, tiene múltiples aplicaciones,
no sólo en el abordaje que hace de la discapacidad, sino también en su importante contribución
en la clínica, en el diseño de políticas públicas, investigación y definición de acceso a beneficios
de asistencia social, entre otros.
Desde el punto de vista de las Guías, las cuales permiten definir las deficiencias o
deterioros, se resalta la importancia de las actualizaciones periódicas, ajustándose al desarrollo
de la ciencia y tecnología en medicina y en la práctica clínica, teniendo en cuenta que estos
avances permiten disminuir significativamente la variabilidad y aumentar la consistencia en las
calificaciones efectuadas por evaluadores debidamente entrenados.
Por otro lado, la CIF emerge como una herramienta valiosa, ofreciendo un abordaje
“biopsicosocial” de la discapacidad, cambiando el foco de las políticas para el manejo de la
misma. Trasciende el enfoque puramente médico de la discapacidad, centrado en la patología del
individuo y la rehabilitación pertinente, la cual busca mejorar su funcionamiento en actividades y
participación. Abre un campo significativo a todos los factores relacionados con el ambiente que
rodea al individuo, no solamente desde el punto de vista físico, sino que además trae a
consideración el contexto social, cultural, político, económico y educativo, entre otros, que se
establecen como barreras o facilitadores en la integración del individuo en condición de
discapacidad y su entorno, para el logro de su desarrollo como ser integral.
Entre las desventajas de la CIF, se incluyen su extensión y su terminología complicada,
que incluye demasiadas categorías formuladas de una manera muy general, lo cual hace su
aplicación tediosa y engorrosa, siendo ésta una de las razones por las que se propende por la
71
investigación y desarrollo de los conjuntos básicos de la CIF, buscando disminuir tiempos al
considerar solamente las categorías determinadas como significativas para un tipo de
enfermedad. En este punto, las objeciones están dadas a la instauración de patrones establecidos
en cuanto a estructura, funcionamiento, actividad y participación, restándole importancia a
factores determinantes cómo son el ambiente y los personales, este último aún no desarrollado en
la presente clasificación.
Otros autores han considerado que la CIF no toma en cuenta el significado subjetivo de la
participación, no como el hecho en sí mismo, sino de acuerdo con las expectativas y propósitos
con sentido más profundo que tenga el individuo. Igualmente, se ha interrogado la inclusión del
sistema de “valores” propios de cada uno, y/o de la comunidad a la que pertenece, así sea
diferente a la convencional, los cuales repercuten en la manera de verse a sí mismo, en la
posibilidad de realización plena y positiva que se abre campo dentro de un lenguaje universal.
Sigue considerándose un reto el desarrollo de una clasificación sistemática y detallada en
relación con los factores personales, los cuales podrían incluir aspectos como la presencia de fe
y optimismo, el sentido de esperanza, factores que han sido documentados como aliados
positivos durante el proceso de afrontamiento de cualquier contingencia.
Otro aspecto de difícil evaluación corresponde especialmente a la calificación de la
severidad del dolor crónico, presente en múltiples patologías y con gran repercusión en el estado
emocional, siendo generador de estados depresivos importantes que instauran círculos viciosos,
pues mientras aumentan el dolor, limitan más las actividades y la participación.
72
3. El enfoque de capacidades y nuestro sistema de calificación de pérdida de
capacidad laboral.
El presente capítulo tiene como objetivo realizar un análisis de los sistemas de
calificación de pérdida de capacidad laboral de utilización más reciente en nuestro país a la luz
de la teoría del enfoque de capacidades de Martha Nussbaum. Consideramos de gran relevancia
el enfoque de capacidades de Martha Nussbaum, teniendo en cuenta que es una teoría que busca
el logro de funcionamientos valiosos de los individuos como agentes activos dentro de una
sociedad democrática, incluyente y pluralista, en la búsqueda de condiciones de vida acordes con
la dignidad humana.
Inicialmente se hará una presentación de éste enfoque con el fin de dar a conocer sus
bases, contenido y planteamientos centrales. Se ha tomado como modelo este enfoque de
capacidades, porque además de estar encaminado a la evaluación de justicia en la sociedad, “ha
comenzado a jugar un papel muy importante a la hora de diseñar políticas para el desarrollo por
parte de Gobiernos y agencias internacionales, y ha sido muy influyente en los informes sobre
Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que se han
venido elaborando a partir de 1993” (Calderón, 2013, p. 119). El enfoque de capacidades
establece, en su núcleo, una lista de diez capacidades centrales, las cuales no describen, per se,
una concepción total de la buena vida de cada ser humano. Más que esto, la lista de capacidades
humanas básicas identifica un nivel mínimo de libertad, umbrales de capacidades y
funcionamientos, los cuales cada sociedad debería asegurar a sus ciudadanos. Por debajo de estos
umbrales, los seres humanos no contarían con aquellos funcionamientos básicos necesarios para
llevar una vida digna (Nussbaum, 2007).
Posteriormente.se analizará el Decreto 917/99 y el reciente Decreto 1507/14, tomando
como indicadores las diez capacidades centrales, con el fin de identificar en estas dos últimas
normas que aplican al sistema de calificación de pérdida de capacidad laboral, cuál es la que más
se acerca a un modelo de justicia social como el establecido por el enfoque de capacidades.
Adicionalmente, buscaremos resaltar cuáles serían los aspectos que tendrían mayor
repercusión en el diseño de políticas que permitan mejorar la calidad de vida de la población en
condición de discapacidad en nuestro país.
73
3.1. Teoría del Enfoque de Capacidades
El enfoque de capacidades ha sido trabajado por Amartya Sen (filósofo y economista
indio, Premio Nobel de economía en 1998) y Martha Nussbaum (filósofa estadounidense, Premio
Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2012). Sin embargo, fue Nussbaum la que definió las
capacidades humanas básicas de éste enfoque. El interés inicial de Nussbaum está motivado por
las observaciones de filósofos como Aristóteles, quien se preocupaba por lo que los individuos
son capaces de ser y hacer. Las diez capacidades centrales son vistas como derechos pre
políticos, los cuales identifican algunos principios políticos básicos para la organización de
una sociedad liberal mínimamente justa. Nussbaum identifica claramente que la meta social es
asegurar que los individuos tengan capacidades y no inducir sus logros (“funcionamientos”) a
menos que la dignidad se encuentre en juego (Venkatapuram, 2011).
El enfoque de las capacidades parte de la concepción aristotélica – marxista del ser
humano como un ser social y político, que se realiza a través de sus relaciones con otros
seres humanos. Esta concepción política de la persona incluye la idea del ser humano
como un ser político “por naturaleza“, es decir, un ser que encuentra una profunda
realización en las relaciones políticas, sobre todo las relaciones caracterizadas por la
virtud de la justicia. (Nussbaum, 2007)
La tradición occidental ha producido muchas teorías de la justicia social, siendo una de
las más poderosas y duraderas, la idea del contrato social, según la cual un conjunto de
individuos racionales se unen en busca de un beneficio mutuo y acuerdan abandonar el estado de
naturaleza con el fin de gobernarse a sí mismos a través de la ley. “La idea de que los principios
políticos básicos son el resultado de un contrato social es una de las grandes contribuciones de la
filosofía política liberal a la tradición occidental” (Nussbaum, 2007, p 30).
Sin embargo, uno de los aspectos no resueltos por las tradicionales doctrinas del contrato
social, es el problema de la justicia en relación con las personas con discapacidades físicas y
mentales, en la medida que conciben la justicia entre personas iguales, con una rigurosidad
procedimental que no da cabida a aquellas en las condiciones descritas; además, porque la
noción moral básica dentro de la tradición es el beneficio mutuo y la reciprocidad entre las
personas que establecen el contrato. También articulan en una sola pieza a aquellos quienes
diseñan los principios básicos de la sociedad y aquellos para quienes están pensados los
principios básicos de la sociedad. Por tal razón, la exclusión de las personas con discapacidades
74
de la elección inicial de los principios políticos básicos tiene importantes consecuencias para su
igualdad como ciudadanos dentro de la sociedad, en virtud de la estructura que caracteriza las
teorías del contrato social. La lógica misma de un contrato orientado al beneficio mutuo sugiere
la exclusión de aquellos agentes cuya contribución al bienestar social general será probablemente
muy inferior a la de los demás (Nussbaum, 2007).
Con el fin de ilustrar mejor ésta concepción, Nussbaum destaca la teoría de la justicia de
John Rawls, al considerarla la más poderosa e influyente del siglo XX dentro de ésta tradición.
El objetivo de Rawls es generar unos principios políticos básicos a partir de un conjunto muy
reducido de premisas y ofrecer un ejemplo de lo que llama “justicia procedimental pura”, en la
cual el procedimiento correcto define el resultado correcto. Introduce el supuesto moral
correspondiente al “velo de la ignorancia”, mediante el cual se representa la imparcialidad moral,
estrechamente relacionada con la idea Kantiana de que ninguna persona debe servir como medio
para los fines de otra.
Las partes en la Posición Original de Rawls persiguen también su propio beneficio por
vía prudencial. No persiguen la justicia como un fin en sí misma; se supone que tratan de
alcanzar su propia concepción del bien y en ningún lugar se estipula que esta concepción deba
incluir ningún elemento altruista. El velo de la ignorancia, supone la imposición de una serie de
restricciones en la información sobre las partes: desconocen su propia raza, clase, género, origen
o su concepción del bien, con el objetivo de alcanzar la imparcialidad moral que las personas
realmente pueden lograr si se lo proponen. Se entiende que los ciudadanos de la sociedad bien
ordenada suscriben los principios sociales en búsqueda de su propio beneficio; pero el velo
garantiza que sólo lo harán en unos términos que sean equitativos para todos. La equidad exige
que cada persona sea respetada como igual y como fin en sí misma. Pero a la pregunta de la
razón para llegar a algún acuerdo, la respuesta sigue siendo básicamente el beneficio mutuo y no
la benevolencia, el amor o la justicia. Dentro de éste contexto, su análisis de libertad,
reciprocidad y el papel que juegan los bienes primarios, establece como requisito un elevado
grado de racionalidad tanto moral como prudencial, que hace imposible concebir como
ciudadanos iguales a las personas con graves deficiencias mentales. Así las cosas, es muy difícil
que Rawls pueda incluir plenamente los intereses de las personas con deficiencias físicas y
75
mentales atípicas en la fase de configuración de los principios básicos de justicia (Nussbaum,
2007).
Con el fin de dar solución a este problema, Nussbaum propone una extensión de la teoría
de Rawls, partiendo de la idea básica de que toda persona posee una “inviolabilidad fundada en
la justicia que ni siquiera el bienestar de la sociedad en conjunto puede anular”, descubriendo
poderosas razones para buscar unos principios de justicia que garanticen un trato plenamente
justo y equitativo hacia las personas en condición de discapacidad, a pesar de la carga económica
que pueda suponer esto para los ciudadanos “normalmente productivos”.
Los teóricos procedimentales como Rawls, deben estructurar las condiciones del contrato
en términos rígidos para que genere un determinado conjunto de resultados, de ahí la razón de
especificar con cierta precisión la situación de las partes. En cambio, el enfoque de capacidades
va directamente al contenido del resultado, lo examina y se pregunta si parece compatible con
una vida acorde con la dignidad humana. Esta estructura es lo que le permite visualizar una gran
variedad de situaciones que podrían ocultar problemas de justicia (Nussbaum, 2007).
El enfoque de capacidades no incluye nada parecido a la concepción contractualista de las
personas como “iguales” en poderes y capacidades. Las necesidades de asistencia y
recursos varían notablemente de una persona a otra, y la misma persona puede tener
necesidades muy distintas en un momento y otro de su vida. Tampoco supone que las
personas sean “independientes”. (…) En la medida que son animales políticos sus
intereses están completamente entretejidos con los intereses de otros a lo largo de sus
vidas, y sus fines compartidos. Como son animales políticos, dependen asimétricamente
de otros durante ciertas fases de sus vidas, y algunos permanecen en una situación de
dependencia asimétrica durante toda su vida. (Nussbaum, 2007, p 99 -100)
Si bien Rawls considera elemento clave en sus argumentos el “Principio de la Diferencia
(el principio según el cual las desigualdades serán aceptables sólo si mejoran las condiciones de
los menos favorecidos)” (Nussbaum, 2007, p 78), éste no se convierte en un elemento esencial de
su teoría. Nussbaum a través del enfoque de capacidades busca también como Rawls, la justicia
a través de la equidad y encuentra en la aplicación del principio de la diferencia un elemento
esencial que le permite incluir a las personas en condición de discapacidad, para que obtengan
una retribución no acorde a su capacidad productiva, sino acorde a sus necesidades para el logro
de una vida digna a través de la figura de la compensación, en la búsqueda del equilibrio, la
equidad y la justicia.
76
La teoría del enfoque de capacidades pretende definir algunas condiciones necesarias
para que una sociedad sea considerada justa en términos de mínimos y en relación con un
conjunto de derechos fundamentales que tienen como objetivo el logro de una vida acorde con la
dignidad humana. Estos derechos estarían plasmados a través del cumplimiento de una lista de
garantías constitucionales, que deberían implementarse a través de la legislación pertinente
(Nussbaum M. C., 2007):
Pertenece a la esencia del enfoque de las capacidades insistir en que los bienes primarios
que deberá distribuir la sociedad son plurales y no únicos, y que no son comparables en
términos de ningún estándar cuantitativo unitario.” (…) “Por más tentativa y abierta que
sea la lista de capacidades, constituirán los derechos humanos básicos en función de los
cuales se irá a definir la justicia social básica. (p. 172)
3.1.1. Amartya Sen – Enfoque Económico
Sen considera inadecuado el uso de los ingresos y la riqueza como índices del bienestar
de las personas, teniendo en cuenta la variabilidad con la que los individuos requieren de los
recursos y la variabilidad en sus capacidades para convertir esos recursos en funcionamientos.
Esto es evidente cuando se trata de personas en condición de discapacidad. Presenta el caso de
una persona que se moviliza en silla de ruedas y tiene los mismos ingresos y riqueza que una
persona no afectada por esta circunstancia. La razón por la cual ésta persona en silla de ruedas se
encuentra menos capacitada para movilizarse comparada con la persona normal es
principalmente social, teniendo en cuenta que la sociedad no ha previsto mayormente el acceso a
los espacios públicos para las personas en ésta condición (Nussbaum M. C., 2007).
Encuentra mucha lógica el concepto de Sen, cuando confirmamos todos los días a nuestro
alrededor, que si bien los ingresos y la riqueza tienen la capacidad de resolver significativamente
ciertas necesidades básicas, existen otra serie de necesidades no ligadas a los ingresos que
resultan ser fundamentales para el logro de lo que cualquier individuo puede considerar
importante para su desarrollo como persona y digno de ser vivido.
77
3.1.2. Martha Nussbaum- Enfoque Filosófico
Nussbaum utiliza el “enfoque de capacidades” como base filosófica para el desarrollo de
una teoría de los derechos básicos de los seres humanos que deben ser respetados y aplicados
por los gobiernos de todos los países como requisito mínimo del respeto por la dignidad humana
y afirma:
Las capacidades se presentan así como la fuente de los principios políticos para una
sociedad liberal y pluralista; su contexto es un tipo de liberalismo político que los
convierte en fines específicamente políticos y los formula de un modo que evita toda
fundamentación metafísica específica. (p. 83)
Para Nussbaum:
La mejor forma de plantear la idea de un mínimo social básico es un enfoque basado en
las capacidades humanas, es decir, en aquello que las personas son efectivamente capaces
de hacer y ser, según una idea intuitiva de lo que es una vida acorde con la dignidad del
ser humano. (p.83)
La idea intuitiva básica de su enfoque es que se debe partir de una concepción de la
dignidad del ser humano y de una vida acorde con ella, de tal modo que pueda tratarse a cada
persona como fin y no como medio (Mesa, 2009).
Nussbaum (2007) defiende la idea según la cual todos los ciudadanos tienen un derecho
basado en la justicia, a todas las capacidades en un umbral mínimo adecuado y que cuando se
encuentran por debajo de ese umbral en cualquiera de ellas, aun cuando se encuentren elevados
sus niveles en todas las demás, los ciudadanos afectados se encuentran ante una carencia de
justicia básica:
Se entiende que estas diez capacidades son metas generales que luego podrán ser
especificadas por cada sociedad, en el proceso de elaborar una versión de los derechos
básicos que esté dispuesta a reconocer. Pero de un modo u otro se afirma que todas
forman parte de una teoría mínima de la justicia social: una sociedad que no las garantice
a todos sus ciudadanos, en un nivel mínimo adecuado, no llega a ser una sociedad
plenamente justa, sea cual sea su nivel de opulencia. Y aunque es posible que a nivel
práctico sea necesario fijar prioridades temporales, se entiende que las capacidades se
refuerzan mutuamente y que todas tienen una importancia básica para la justicia social.
Una sociedad que desatienda alguna de ellas para promover las otras, está en falta con sus
ciudadanos y ésta falta atenta contra la justicia. (p. 87)
78
Más adelante aclara lo siguiente:
La pregunta importante que debemos hacer no es cuánto dinero tienen las personas con
discapacidades, sino qué son o no son capaces de hacer. Y una vez hemos establecido
eso, debemos preguntar cuáles son los obstáculos que les impiden llegar al umbral
adecuado de funcionamiento. (p. 174)
Nussbaum plantea la tesis de que las capacidades humanas básicas deben ser
desarrolladas y promovidas a través de la asistencia, la disposición de recursos y la educación,
los cuales se constituyen como tarea prioritaria del Estado (Mesa, 2009).
Por otro lado:
Queda claro que la necesidad de asistencia en momentos de dependencia aguda o
asimétrica forma parte de las necesidades primarias de los ciudadanos, cuya satisfacción
hasta un nivel adecuado, constituirá uno de los rasgos definitorios de una sociedad justa.
[…]Dado el lugar íntimo y fundamental que ocupa la asistencia en la vida de los
asistidos, debemos decir que abarca, o debería abarcar, todo el espectro de las
capacidades humanas básicas. (Nussbaum 2007, pp. 174 y 175)
Nussbaum (2007) resalta que el enfoque de capacidades reserva un lugar importante para
la norma del respeto al pluralismo, en seis sentidos distintos:
1. Considera la lista abierta y sujeta a una revisión y un replanteamiento constantes.
2. Los elementos de la lista deberían recibir una formulación en cierto modo abstracta y
general, buscando dejar espacio para la especificación y la deliberación de los
ciudadanos, sus parlamentos y sus tribunales.
3. La lista es una “concepción moral parcial” e independiente, es decir, se introduce única y
explícitamente para fines políticos y sin recurrir a ideas metafísicas que puedan dividir a
las personas en función de su cultura y religión.
4. También protege el pluralismo al insistir en que la finalidad política debe ser la capacidad
y no el funcionamiento. Muchas personas que estarían dispuestas a apoyar una cierta
capacidad como derecho fundamental, se sentirían agraviadas si se instaura como básico
el funcionamiento asociado.
5. Las principales libertades que protegen el pluralismo son elementos centrales de la lista:
la libertad de expresión, la libertad de asociación y la libertad de conciencia.
79
6. Si bien ésta lista se justifica como una buena base para establecer unos principios
políticos para todo el mundo, esto no significa que demos licencia a la intervención en los
asuntos de un Estado que no los reconozca.
Los seguidores del enfoque de capacidades consideran que el mismo respeto por el valor
moral de cada ser humano conlleva al aseguramiento de suficientes y equitativas capacidades de
los individuos para concebir y llevar a cabo sus planes de vida. Más aún, en una sociedad liberal
el Estado debería proponerse asegurar las capacidades de las personas y no los funcionamientos,
excepto en casos de niños y adultos severamente discapacitados, teniendo en cuenta el valor
intrínseco que existe en la libre elección para determinar los planes de vida de cada uno. Para
cada capacidad, hay que tener en cuenta las características internas de la persona, las
necesidades, conversión de habilidades y las condiciones externas físicas y sociales: todas deben
encajar de forma suficiente y de una manera tal que permita crear la posibilidad práctica para que
una persona alcance el ser o hacer lo que para ella es valioso (Venkatapuram, 2011).
Nussbaum (2012) enfatiza que “en el caso de la nación, la solución a las desigualdades
atañe de pleno a su estructura política, a su esquema de instituciones y a su atribución de deberes
y responsabilidades”. Puntualiza así el papel preponderante que ejerce la constitución política
de un país, su orden institucional y la sensibilización de sus ciudadanos a todo nivel, en el
camino para la implementación del enfoque de capacidades.
Al remitirse Martha Nussbaum a la defensa de los derechos humanos en la búsqueda de
una vida acorde con la dignidad humana en relación con las personas en condición de
discapacidad, presenta un enfoque integral y dinámico en términos de principios políticos y en la
reclamación de una sociedad mínimamente justa.
3.1.3. Las diez capacidades básicas
Las capacidades humanas básicas son definidas puntualmente por Martha Nussbaum, de
la siguiente manera:
1. Vida. Poder vivir hasta el término de una vida humana de una duración normal; no
morir de forma prematura o antes de que la propia vida se vea tan reducida que no
merezca la pena vivirla.
80
2. Salud física. Poder mantener una buena salud, incluida la salud reproductiva; recibir
una alimentación adecuada; disponer de un lugar adecuado para vivir.
3. Integridad física. Poder moverse libremente de un lugar a otro; estar protegido de
los asaltos violentos, incluidos los asaltos sexuales y la violencia doméstica; disponer
de oportunidades para la satisfacción sexual y para la elección en cuestiones
reproductivas.
4. Sentidos, imaginación y pensamiento. Poder usar los sentidos, la imaginación, el
pensamiento y el razonamiento, y hacerlo de un modo “auténticamente humano”, un
modo que se cultiva y se configura a través de una educación adecuada, lo cual
incluye la alfabetización y la formación matemática y científica básica, aunque en
modo alguno se agota en ello. Poder usar la imaginación y el pensamiento para la
experimentación y la producción de obras y eventos religiosos, literarios, musicales,
etc., según la propia elección. Poder usar la propia mente en condiciones protegidas
por las garantías de la libertad de expresión tanto en el terreno político como en el
artístico, así como de la libertad de prácticas religiosas. Poder disfrutar de
experiencias placenteras y evitar los dolores no beneficiosos.
5. Emociones. Poder mantener relaciones afectivas con personas y objetos distintos de
nosotros mismos, poder amar a aquellos que nos aman y se preocupan por nosotros, y
dolernos por su ausencia; en general, poder amar, penar, experimentar ansia, gratitud
y enfado justificado. Que nuestro desarrollo emocional no quede bloqueado por el
miedo y la ansiedad. (Defender esta capacidad supone defender formas de asociación
humana de importancia crucial y demostrable para este desarrollo).
6. Razón práctica. Poder formarse una concepción del bien y reflexionar críticamente
sobre los propios planes de la vida. (Esto implica una protección de la libertad de
conciencia y de la observancia religiosa).
7. Afiliación.
- A. Poder vivir con y para los otros, reconocer y mostrar preocupación por otros
seres humanos, participar en diversas formas de interacción social; ser capaz de
imaginar la situación del otro. (Proteger esta capacidad implica proteger las
instituciones que constituyen y promueven formas de afiliación, así como proteger
la libertad de expresión y de asociación política).
81
- B. Que se den las bases sociales del auto respeto y la no humillación; ser tratado
como un ser dotado de dignidad e igual valor que los demás. Eso implica
introducir disposiciones contrarias a la discriminación por razón de raza, sexo,
orientación sexual, etnia, casta, religión y origen nacional.
8. Otras especies. Poder vivir una relación próxima y respetuosa con los animales, las
plantas y el mundo natural.
9. Juego. Poder reír, jugar y disfrutar de actividades recreativas.
10. Control sobre el propio entorno.
- A. Político. Poder participar de forma efectiva en las elecciones políticas que
gobiernan la propia vida, tener derecho a la participación política y a la protección
de la libertad de expresión y de asociación.
- B. Material. Poder disponer de propiedades (ya sean bienes mobiliarios o
inmobiliarios), y ostentar los derechos de propiedad en un plano e igualdad con
los demás; tener derecho a buscar trabajo en un plano de igualdad con los demás;
no sufrir persecuciones y detenciones sin garantías. En el trabajo, poder trabajar
como un ser humano, ejercer la razón práctica y entrar en relaciones valiosas de
reconocimiento mutuo con los demás trabajadores. (p. 88-89)
Por otro lado, Mesa (2009) hace una síntesis de las capacidades humanas básicas, en la
siguiente forma:
- La capacidad de vivir hasta su fin una vida humana normal y plena.
- La capacidad de mantener una buena salud.
- La capacidad de moverse libremente de un lugar a otro.
- La capacidad de usar los sentidos, la imaginación, el pensamiento y el razonamiento de
un modo “auténticamente humano”.
- La capacidad de tener relaciones afectivas con personas y objetos distintos de nosotros
mismos.
- La capacidad de formarse una concepción del bien y reflexionar críticamente sobre los
propios planes de vida.
- La capacidad de vivir con y para los otros, de acuerdo a las bases del respeto hacia sí
mismo.
82
- La capacidad de vivir en una relación respetuosa con otras especies diferentes a la
humana.
- La capacidad de jugar y disfrutar de actividades recreativas.
- La capacidad de participar en las elecciones políticas que gobiernan la propia vida, como
también de disponer de propiedades y gozar de los derechos que las garantizan.
Como dice Nussbaum, el enfoque de capacidades es una especificación del enfoque de
los derechos humanos, en la medida que éstos han sido frecuentemente asociados a la idea de la
dignidad humana.
3.2. La calificación de pérdida de capacidad laboral a la luz de las capacidades
humanas básicas
Es importante recordar que cuando hablamos de justicia compensatoria y calificación de
pérdida de capacidad laboral para el propósito del presente estudio, nos referimos a las formas de
compensación legalmente establecidas por las lesiones o daños generados a un trabajador por la
ocurrencia de accidentes de trabajo o enfermedades laborales, y la cuantificación de ese daño en
la fase de secuelas.
En la fase de finalización de la presente investigación, el Ministerio de Trabajo de la
República de Colombia aprobó para su publicación y cumplimiento, el Decreto 1507 del 12 de
agosto del 2014, Manual Único para la Calificación de la Pérdida de la Capacidad Laboral y
Ocupacional, incluyendo lo concerniente o de aplicación específica para bebés, niños,
adolescentes y para el adulto mayor, derogando así el Decreto 917 de 1999, Manual Único para
la Calificación de la Invalidez, vigente hasta el 12 de febrero de 2015.
Con el fin de saber si, con respecto al Decreto 917/99, el nuevo Decreto aseguraba mejor
que el anterior el trato justo hacia los afectados, utilizamos el enfoque de capacidades de Martha
Nussbaum. De este modo, tomamos cada capacidad humana básica establecida en este enfoque
como indicador de análisis para las normas referidas.
83
3.2.1. Caracterización y análisis de los decretos
Para entrar en contexto, es importante recordar brevemente, como se planteó en el primer
capítulo de este trabajo, que el Decreto 917/99 consta de tres libros, el de las deficiencias
(alteración de la estructura, función psicológica, fisiológica o anatómica del organismo),
discapacidades (restricción o ausencia de la capacidad para realizar una actividad) y minusvalías
(situación desventajosa en los roles propios de una persona, de acuerdo con la edad, sexo.
contexto ocupacional y sociocultural).
Por su parte, el Decreto 1507/14 está compuesto de dos libros principales: El Título I de
Valoración de las Deficiencias y el Título II que corresponde a la Valoración del Rol laboral, Rol
Ocupacional y Otras Áreas Ocupacionales. En relación con la calificación de la Pérdida de
Capacidad Laboral, estará dada por el valor final del Título I (ponderado al 50%) + el valor final
del Título II (rol laboral + autosuficiencia económica + edad + otras áreas ocupacionales).
Es importante aclarar también que las discapacidades y minusvalías del Decreto 917 no
van a encontrarse con la misma denominación en el 1507, pero sí en su forma genérica y con una
distribución diferente. Así pues, las discapacidades de la conducta, comunicación, cuidado
personal, locomoción, disposición del cuerpo, destreza y situación van a encontrarse, en su
mayoría, contempladas en la calificación de otras áreas ocupacionales, como son el aprendizaje y
aplicación del conocimiento, comunicación, movilidad, cuidado personal y vida doméstica. Sin
embargo, las discapacidades de la conducta, denominadas de las relaciones, como son las
incluidas en aspectos del rol familiar, ocupacional y social, que se encontraban en el 917, no se
encuentran en el 1507. Las referidas en la disposición del cuerpo y de la destreza del 917, se
encuentran contempladas en las áreas ocupacionales de la movilidad y vida doméstica del 1507.
Las de situación (tolerancia al estrés e intolerancia a otros factores ambientales) del 917, no se
encuentran tampoco en el 1507.
Por otro lado, las minusvalías de la orientación, independencia física, desplazamiento,
ocupacional, integración social, autosuficiencia económica y de la edad, del 917, son
disminuidas a tres en el 1507, y corresponden a las restricciones en el rol laboral, en función de
la autosuficiencia económica y de la edad cronológica por edad cumplida al momento de
calificar.
84
Es importante anotar que el peso asignado en porcentaje a las minusvalías de orientación,
independencia física, desplazamiento e integración social en el 917, es trasladado en el 1507 a la
valoración del rol laboral3. (Suárez, 2014).
De ésta manera, el valor máximo del 15% asignado a la minusvalía ocupacional en el
917, tiene un aumento significativo y alcanza un 25% como valor máximo en la calificación de
las restricciones en el rol laboral del 1507.
Teniendo en cuenta que las capacidades humanas básicas establecidas en el enfoque de
capacidades de Martha Nussbaum se encuentran estrechamente relacionadas con los aspectos
definidos en las discapacidades y minusvalías contempladas en el Decreto 917/99, así como en la
calificación de las restricciones del rol laboral (título II, capítulo II) y de otras áreas
ocupacionales (título II, capítulo III) del 1507/14; serán éstas capacidades humanas básicas, los
indicadores tomados para el análisis comparativo de las normas referidas. No tendremos en
cuenta la valoración de los roles ocupacionales en bebés, niños, adolescentes y adultos mayores
(título II, capítulo IV), por no encontrarse en el ámbito de la calificación del rol laboral,
concerniente al Sistema General de Riesgos Laborales.
Es importante anotar que estas capacidades que vamos a tomar como indicadores no son
aisladas y excluyentes como veremos, hay muchas de ellas que se entremezclan entre sí, en la
misma dinámica que implica el funcionamiento amplio y complejo del ser humano:
3 Recordemos que en el Dcto. 917/99, la minusvalía de orientación se refiere a la desventaja del individuo
para manejar su entorno debido a la alteración de la función de la conciencia, la noción de la propia persona, del
propio cuerpo, del tiempo y el espacio. La de independencia física es la desventaja causada por la pérdida o
disminución de su autonomía física, por la dificultad o imposibilidad para el desempeño de las actividades de la vida
diaria. La del desplazamiento, es la desventaja del individuo por la disminución o pérdida de su capacidad para
desplazarse eficazmente. La de integración social, es la desventaja por la disminución o pérdida de su capacidad
para mantener las relaciones sociales que le corresponden, de acuerdo a su contexto sociocultural. (Decreto 917/99).
Por otro lado, de acuerdo con el 1507, el rol laboral se refiere a cómo llevar las tareas y acciones necesarias para
ejecutar las actividades de un trabajo o empleo, de acuerdo con las actitudes y aptitudes de orden psico-cognitivo y
físico de las personas, desarrolladas y acumuladas por los aprendizajes, los conocimientos, las destrezas y las
habilidades operativas, organizativas, estratégicas y resolutivas que se ponen en juego como capacidad productiva.
Esta capacidad productiva se define y mide en términos de desempeño en un determinado contexto laboral. (Decreto
1507/2014).
85
1. Vida.
El Decreto 917/99 en relación con las discapacidades del cuidado personal, “hace
referencia a la capacidad del sujeto para cuidarse en lo concerniente a las actividades fisiológicas
básicas, tales como la alimentación y la excreción, el cuidado propio, la higiene y el vestido”. En
las “discapacidades de la excreción”, incluye:
Dificultad excretora controlada: control mediante mecanismos de adaptación, control
mediante estimuladores eléctricos, derivacióon gastrointestinal, sonda vesical
permanente, otra derivación urinaria, control mediante ropa protectora especial, otro
control de la dificultad excretora; dificultad excretora incontrolada: severa incontinencia
doble, moderada incontinencia doble, otra incontinencia; discapacidad para desplazarse y
hacer uso del sanitario y/u otros elementos para la excreción: asociada con la dificultad de
desplazarse en el hogar, asociada con la dificultad de trasladarse y/o usar las instalaciones
sanitarias fuera del hogar, otra dificultad para la utilización de las instalaciones sanitarias
y otros elementos para la excreción.
En las “discapacidades del aseo personal”, incluye:
Discapacidad para bañarse: asociada con la dificultad de desplazarse, otra dificultad al
utilizar el baño, dificultad para utilizar la ducha, otra discapacidad para bañarse; otra
discapacidad del aseo personal: lavarse la cara, lavarse el pelo, cuidado de las manos,
cuidado de los pies, higiene post excreción, higiene menstrual, higiene dental, cuidado
específico según el sexo.
En las “discapacidades en el vestir”, incluye:
Discapacidad para ponerse la ropa: ropa interior, parte inferior del cuerpo, por encima de
los hombros y brazos, por encima de la cabeza, ropa exterior, abrocharse; discapacidad
para arreglarse: calcetería, calzado, cobertura protectora de las manos, prendas de cabeza,
cosmética, otro aspecto del adorno personal.
En las “discapacidades para alimentarse y otras del cuidado personal”, incluye:
Discapacidad en los preparativos de la comida: servir bebidas, sujetar jarras de bebida,
repartir comida, preparar comida, utensilios de comer; otra discapacidad para alimentarse:
beber, comer, mascar, tragar, gastrostomía, apetito escaso; otra discapacidad del cuidado
86
personal: dificultad para hacer uso de la cama y dormir, dificultad en la cama. (pp. 294 -
301)
En el Decreto 1507 de 2014, en relación con el “área ocupacional del cuidado
personal” incluye: “lavarse, cuidado de partes del cuerpo, higiene personal relacionada con los
procesos de excreción, vestirse, quitarse la ropa, ponerse calzado, comer, beber”. Incluye
también Cuidado de la propia salud:
Asegurar la salud y bienestar físico y mental, en un contexto/entorno uniforme, como
mantener una dieta balanceada/equilibrada, un nível adecuado de actividad física, una
temperatura corporal adecuada, prevenir daños para la salud, seguir prácticas sexuales
seguras, incluyendo el uso de preservativos, seguir los planes de inmunización y realizar
exámenes físicos regulares; control de la dieta y la forma física: cuidar de uno mismo
siendo consciente de las propias necesidades, por ejemplo seleccionando y consumiendo
conida nutritiva y manteniendo la forma física. (p. 178)
Se observa cómo el decreto 1507 engloba, en relación con el 917, un concepto mucho
más completo del cuidado personal de la salud que permita mejorar la esperanza de vida a la luz
del enfoque de capacidades. Va más allá de los mínimos planteados en el 917 y toma en
consideración el bienestar mental y físico, la importancia de una dieta adecuada y balanceada, la
actividad física, la salud sexual y reproductiva, los planes de inmunización y otras acciones de
medicina preventiva. (Decreto 1507 de 2014, título II, capítulo III, tabla 9).
2. Salud física.
Vemos cómo este indicador comparte aspectos de la salud, considerados en el ítem
anterior. Sin embargo, incluye un factor adicional: la disposición de un lugar adecuado para
vivir.
87
Este aspecto no se considera en el 917, pero sí en el 1507 (2014) dentro del área
ocupacional correspondiente a la vida doméstica:
Adquisición de un lugar para vivir: comprar, alquilar, amoblar y organizar una casa,
apartamento u otra vivienda. Dentro de la vida doméstica también se contempla la
Adquisición de bienes y servicios: Seleccionar, obtener y transportar todos los bienes y
servicios necesarios para la vida diaria, como seleccionar, obtener, transportar y
almacenar comida, bebida, ropa, productos de limpieza, combustible, artículos para la
casa, utensilios, baterías de cocina, aparatos domésticos y herramientas; procurarse
servicios y utilidades domésticas. Comprar: Conseguir a cambio de dinero, bienes y
servicios necesarios para la vida diaria (incluyendo enseñar y supervisar a otra persona
para que haga la compra), como la selección de alimentos, bebidas, productos de
limpieza, artículos para la casa o ropa en un mercado o tienda; comparar la calidad y
precio de los productos necesarios, negociar y pagar por los bienes o servicios
seleccionados y transportar los bienes. Preparar comidas: Idear, organizar, cocinar y
servir comidas sencillas y complicadas para uno mismo o para otras personas, como
decidir el menú, seleccionar alimentos y bebidas, reunir los ingredientes para preparar
una comida, poner al fuego los alimentos y preparar comidas y bebidas frías, y servir la
comida. Realizar los quehaceres de la casa: Ocuparse de la casa limpiándola, lavando la
ropa, usando aparatos domésticos, almacenando comida y eliminando la basura, como
barrer, pasar el trapeador, limpiar las encimeras, paredes y otras superficies, recoger y
eliminar la basura de la casa; ordenar habitaciones, armarios y cajones; recoger, lavar,
secar, doblar y planchar ropa, limpiar calzado, utilizar escobas, cepillos y aspiradoras;
utilizar lavadoras, secadoras y planchas. Limpieza de la vivienda: limpiar la vivienda,
ordenar y quitar el polvo, barrer, fregar y pasear el trapeador a los suelos, limpiar
ventanas y paredes, limpiar cuartos de baño e inodoros/excusados, limpiar muebles.
Cuidado de los objetos del hogar: mantener y reparar los objetos del hogar y otros
objetos personales, incluyendo la casa y su contenido, la ropa, los vehículos y los
dispositivos de ayuda y el cuidado de plantas y animales, como pintar o empapelar las
habitaciones, reparar los muebles, reparar las cañerías, asegurarse de que los vehículos
funcionan adecuadamente, regar las plantas, cuidar y alimentar mascotas y animales
domésticos. Ayudar a los demás: Ayudar a miembros de la casa y a otras personas en
su aprendizaje, en la comunicación, en el autocuidado o en el desplazamiento dentro o
fuera de la casa, preocuparse por el “bienestar” de los miembros de la casa y de otras
personas. Mantenimiento de los dispositivos de ayuda: Reparar y cuidar de los
dispositivos de ayuda como prótesis, órtesis y de herramientas especializadas y de
dispositivos de ayuda para la casa y el autocuidado, mantenimiento y reparación de
dispositivos de ayuda para la movilidad personal como bastones, andadores, sillas de
ruedas y ciclomotores; y mantenimiento de dispositivos de ayuda para la comunicación y
el tiempo libre. Cuidado de los animales: Cuidar de los animales domésticos y las
mascotas, alimentar, limpiar, cepillar y sacar a hacer ejercicio a las mascotas; cuidar de la
salud de animales y mascotas; asegurarse del bienestar y cuidado de animales o mascotas
cuando uno está ausente. (Título II, capítulo III, tabla 10, p. 179)
88
Sin embargo, es importante resaltar que si bien el Decreto 1507 toma en cuenta la
adquisición de un lugar para vivir, no menciona aspectos como la facilidad de acceso a la
vivienda desde el punto de vista físico o topográfico, o la presencia de adecuaciones pertinentes
dentro de la misma de acuerdo con las limitaciones en las actividades que presenta la persona,
tales como la ausencia de barreras físicas, baños amplios y acondicionados que brinden
seguridad y máximo desplazamiento. En este punto también sería importante resaltar la
importancia de considerar la posibilidad de acceso a los baños públicos para personas en
condición de discapacidad, pues en muchas ocasiones, cuando existen, no son funcionales de
acuerdo con la norma. En éste aspecto, el Decreto 917/99 es más amplio, pues deja entrever
dificultades adicionales, como pudiera ser el asunto de la accesibilidad, cuando en el capítulo de
las discapacidades del cuidado personal, menciona los aspectos relacionados con la discapacidad
para desplazarse y hacer uso del sanitario y/u otros elementos para la excreción, así como en las
discapacidades del aseo personal. (Decreto 917/99, capítulo III)
3. Integridad física.
El Decreto 917/99 en relación con las discapacidades de la locomoción, “hace
referencia a la capacidad del sujeto para llevar a cabo actividades características asociadas con el
movimiento de un lugar a otro, de sí mismo y de los objetos”. En las “discapacidades de
ambulación”, incluye “discapacidad para caminar, discapacidad para salvar desniveles,
discapacidad para subir escaleras, otra discapacidad para subir, discapacidades para correr, otra
discapacidad de ambulación”. “Discapacidad para cambiar posiciones” incluye “discapacidad
para cambiar posiciones en la cama y/o en la silla: incorporarse estando acostado, incorporarse
estando sentado, alcanzar una cama o una silla; discapacidad para usar el transporte: transporte
personal, otros vehículos, otra dificultad para ir de compras a lugares alejados, otra discapacidad
de transporte”. “Otras discapacidades de la locomoción”, incluye “discapacidad para levantar,
otra discapacidad de la locomoción” (Capítulo IV, pp. 302 - 305).
89
El Decreto 917/99, en los capítulos referentes a las minusvalías de independencia física y
de desplazamiento, trata estos aspectos, de la siguiente forma: “La minusvalía de
independencia física es la desventaja del individuo causada por la pérdida o la disminución de
su autonomía física, derivada de su dificultad o imposibilidad para desempeñar las actividades de
la vida diaria”. Incluye las siguientes categorías:
Plenamente independiente: Incluye independencia en el cuidado personal y sin
dependencia de ayudas, dispositivos, modificación del entorno o asistencia de otra gente,
o dependiente sólo de ayudas menores no esenciales para la independencia.
Independencia física con ayuda: requiere del uso de ayudas y dispositivos para ser
totalmente independiente en su ámbito laboral, social y cultural. Independencia física
adaptada: requiere además del uso de ayudas y dispositivos, la modificación de su
entorno. Dependencia situacional: el individuo además de requerir ayudas, dispositivos
y modificaciones del entorno, no logra independencia física y requiere la ayuda ocasional
de otras personas para necesidades que surgen por lo menos cada 24 horas. Dependencia
asistida: el individuo depende de la disponibilidad continua de otras personas para que lo
asistan en sus actividades básicas cotidianas. Dependencia de cuidados especiales y/o
permanentes: el individuo requiere de la atención constante durante las 24 horas.
(Capítulo II, pp. 329 - 330)
Así mismo, la “minusvalía de desplazamiento es la desventaja del individuo derivada de
la disminución o pérdida de su capacidad para desplazarse en forma eficaz en su entorno”.
Incluye las siguientes categorías:
Desplazamiento pleno: el individuo puede desplazarse libre y rápidamente. Restricción
intermitente del desplazamiento: el individuo ve restringido su desplazamiento de
forma intermitente por ataque de la enfermedad, en los períodos intercríticos o fases de
remisión presenta normalidad. Desplazamiento deficiente: el individuo debido a su
patología, al realizar grandes esfuerzos se fatiga, o experimenta inseguridad, lo cual
interfiere en su desplazamiento. Desplazamiento reducido al ámbito de la vecindad: el
individuo debido a su patología, sólo puede realizar esfuerzos moderados que le
restringen su desplazamiento a ámbitos de la vecindad propia. Desplazamiento reducido
al ámbito del domicilio: el individuo debido a su patología sólo puede realizar pequeños
esfuerzos que le restringen su desplazamiento, al ámbito del domicilio. Confinamiento al
ámbito de la silla o de la cama: el individuo debido a su patología permanece
restringido al ámbito de la cama o su silla. (Capítulo III, pp. 331 - 332)
El Decreto 1507 de 2014, toca éste aspecto, en el área ocupacional de la movilidad, de la
siguiente manera:
90
Cambiar las posturas corporales básicas y cambiar de lugar: Adoptar y dejar de
mantener una postura y pasar de una postura a otra, como levantarse de una silla para
tumbarse en una cama y adoptar y salir de las posiciones de arrodillamiento y levantarse.
Mantener la posición del cuerpo: mantener el cuerpo en la misma posición durante el
tiempo necesario, como permanecer sentado o permanecer de pie en el trabajo o colegio.
Levantar y llevar objetos: levantar un objeto y llevarlo de un sitio a otro, como levantar
una taza o llevar a un niño de una habitación a otra. Uso fino de la mano: realizar
acciones coordinadas relacionadas con manejar, recoger, manipular y soltar objetos,
utilizando una mano, los dedos y el pulgar (los dedos de la mano), como levantar
monedas de una mesa, o girar un tirador/perilla/picaporte. Uso de la mano y el brazo:
realizar las acciones coordinadas que se requieren para manipular y mover objetos,
utilizando las manos y los brazos, como girar tiradores/perillas/picaportes o lanzar o
coger un objeto. Andar y desplazarse por el entorno: avanzar sobre una superficie a
pie, paso a paso, de manera que al menos un pie esté siempre en el suelo, como caminar
hacia delante, hacia atrás o de lado. Mover todo el cuerpo de un sitio a otro de una
manera que no sea andando, como escalar una roca, correr por una calle, saltar en un pie,
corretear, brincar, correr esquivando obstáculos. Desplazarse por distintos lugares:
Andar y moverse por varios lugares y situaciones, como andar por las habitaciones de una
casa, dentro de un edificio o por la calle de un pueblo. Desplazarse utilizando algún
tipo de equipo: la habilidad para mover todo el cuerpo de un lugar a otro, en cualquier
superficie o espacio, utilizando dispositivos específicos diseñados para facilitar el
movimiento o crear métodos distintos de moverse, como equipo para patinar, esquiar,
bucear, o moverse por una calle en una silla de ruedas o con un andador. Utilización de
transporte como pasajero: la habilidad para utilizar cualquier tipo de transporte para
desplazarse como pasajero, como ser llevado en un coche, autobús, minibús, carro tirado
por personas, animal, transporte impulsado por animales, taxi público o privado, autobús,
tren, tranvía, metro, barco o avión. Conducción: dirigir y mover un vehículo o el animal
que lo empuja; conducir u operar cualquier medio de transporte, ya sea con motor, de
tracción humana o animal, como un coche, una bicicleta, un barco/bote montar animales.
(Título II, capítulo III, tabla 8, p. 177)
Este indicador se encuentra contemplado en ambos decretos, siendo más amplio en el
1507, pues considera el transporte en condiciones de pasajero o conduciendo, por sus propios
medios, diferentes clases de vehículos. Sin embargo, no toma en cuenta la accesibilidad a los
diferentes tipos de transporte ni la seguridad que ellos brindan. Como se puede ver en el Decreto
917/99 a través de la clasificación establecida por las minusvalías de desplazamiento y la muy
ligada de independencia física, entre más limitación física de cualquier índole y su consecuente
dependencia de ayudas y/u otros, es más vulnerable en su integridad física en todos los sentidos.
Puede ser más propenso a sufrir traumas, asaltos violentos de cualquier índole, así como ser
víctimas en situaciones de desastres naturales, por su dificultad muchas veces en tomar
91
decisiones, en evacuaciones rápidas y en tomar posiciones en sitios estratégicos que aumentan la
probabilidad de sobrevida. Sin embargo, estas minusvalías, no son contempladas como tal en el
Decreto 1507 y su valor en el 917 es trasladado a la restricción en el rol laboral del 1507.
Ninguno de los decretos contempla la exposición a la violencia doméstica ni a la inseguridad en
los sitios públicos.
4. Sentidos, imaginación y pensamiento.
El Decreto 917/99 se acerca a estos aspectos, cuando trata sobre las discapacidades de la
conducta y de la comunicación, así como en las minusvalías de orientación y de integración
social. En las “discapacidades de la conducta”, hace referencia “a la restricción o falta de
capacidad de los sujetos para conducirse, tanto en las actividades de la vida diaria como en la
relación con otros, ya sea por problemas de conciencia, por pérdida de la motivación o
dificultades para el aprendizaje”.
En las “discapacidades de la conciencia”, incluye:
Discapacidad de la conciencia del yo: discapacidad en la orientación del esquema
corporal, de la apariencia personal, otra perturbación de la presentación del yo;
discapacidad en lo referente a la localización en el tiempo y el espacio, discapacidad
de identificación: conducta fuera de contexto; discapacidad de la seguridad personal:
tendencias a causarse heridas, discapacidad para garantizar la seguridad personal en
situaciones especiales, conducta irresponsable o potencialmente peligrosa para el sujeto
mismo, extravíos, otro desvarío; discapacidad en lo referente a la conducta
situacional: discapacidad para comprender las situaciones, discapacidad para interpretar
92
las situaciones, discapacidad para hacer frente a la situación; discapacidad en la
adquisición del conocimiento, otra discapacidad de carácter educativo.
En las Discapacidades de las relaciones, incluye:
Discapacidad del rol familiar: discapacidad en la participación en actividades del hogar,
discapacidad en el rol conyugal afectivo, discapacidad del rol marital, discapacidad del
rol parental, otra discapacidad del rol familiar. Discapacidad del rol ocupacional:
discapacidad en la motivación, discapacidad en la cooperación, discapacidad en la rutina
laboral, discapacidad para organizar la rutina cotidiana, otra discapacidad en la
realización del trabajo, discapacidad en actividades recreativas, discapacidad del
comportamiento en situaciones críticas, otra discapacidad del rol ocupacional.
Discapacidad del rol social: discapacidad de la interacción social, indiferencia a las
normas sociales aceptadas, conducta antisocial, otra discapacidad del rol social. (Capítulo
I, pp. 279 – 288)
El Decreto 917/99 en las “discapacidades de la comunicación”, hace referencia:
A la restricción o falta de capacidad del sujeto para generar y emitir mensajes, así como
para recibir y comprender mensajes”. En las “discapacidades del hablar”, incluye
discapacidad para entender el habla, discapacidad para hablar, otras
discapacidades del hablar: discapacidad para entender otros mensajes audibles,
discapacidad para expresar mediante códigos de lenguaje sustitutivos, otra discapacidad
con códigos de lenguaje sustitutivos, otra; “discapacidades para escuchar”, incluye:
discapacidad para escuchar el habla, otra discapacidad para escuchar;
“discapacidades para ver”, incluye: discapacidad para tareas visuales de conjunto,
discapacidad para tareas visuales de detalle, otra discapacidad para ver y
actividades similares: discapacidad para la visión nocturna, discapacidad para el
reconocimiento de los colores, discapacidad para la comprensión de mensajes escritos,
otra discapacidad para la lectura del lenguaje escrito, discapacidad para leer otros
sistemas de rotación, discapacidad para la lectura labial. “Otras discapacidades de la
comunicación” incluyen: discapacidad para escribir, otra discapacidad de la
comunicación: discapacidad para la comunicación simbólica, otra discapacidad para la
expresión no verbal, otra discapacidad para la comunicación no verbal, otra. (Capítulo II,
pp. 289-293)
Así mismo, el decreto 917/99, define la “minusvalía de orientación”, como la
“desventaja del individuo para manejar su entorno debido a la alteración de la función de la
conciencia, que implica la noción de la propia persona, del propio cuerpo o del tiempo y el
espacio en que se encuentra”. Incluye las siguientes categorías: “completamente orientado,
impedimento para la orientación plenamente compensado, impedimento para la
orientación compensado, impedimento para la orientación no compensado, impedimentos
graves de la orientación, ausencia de orientación e inconsciencia”. (Capítulo I, pp. 327 –
93
328). La “minusvalía de integración social es la desventaja del individuo derivada de la
disminución o pérdida de su capacidad para participar y mantener las relaciones sociales que le
corresponden con base a su contexto socio-cultural”. Incluye las siguientes categorías:
“socialmente integrado, participación inhibida, participación disminuida, participación
empobrecida, relaciones reducidas, aislamiento social”. (Capítulo V, pp. 337 -338).
Por otro lado, el Decreto 1507 de 2014, trata estos aspectos en el área ocupacional de
aprendizaje y aplicación de conocimiento, y en el de la comunicación, de la siguiente manera:
“Aprendizaje y aplicación del conocimiento”, incluye:
Mirar: usar el sentido de la vista intencionalmente para apreciar estímulos visuales,
como ver un acontecimiento deportivo o niños jugando. Escuchar: Usar el sentido del
oído para apreciar estímulos auditivos, como escuchar la radio, música o una lección.
Aprender a leer, escribir y calcular: desarrollar una competencia en la lectura de
material escrito (incluido braille) con fluidez y exactitud, como reconocer caracteres y
alfabetos, vocalizar palabras, leer en voz alta con una correcta pronunciación y
comprender las palabras y frases. Desarrollar competencia para producir símbolos en
forma de texto que representen sonidos, palabras o frases de manera que tengan un
significado (incluida escritura Braille), como deletrear correctamente y usar la gramática
correcta. Aprender a calcular: desarrollar competencia para manipular números y
realizar operaciones matemáticas simples y complejas, como la habilidad de usar signos
matemáticos (+,-) para sumar y restar, y aplicar el procedimiento matemático apropiado a
cada problema. Pensar: formular y manipular ideas, conceptos e imágenes, tanto
orientadas como no a metas específicas, y que pueden ir acompañadas o no, como crear
una ficción, probar un teorema, jugar con ideas, hacer una tormenta de ideas, meditar,
valorar o ponderar, especular o reflexionar. Leer: realizar actividades involucradas en la
comprensión e interpretación de lenguaje escrito (ejemplo: libros, instrucciones o
periódicos, en texto o Braille) con el propósito de obtener conocimientos generales o
información específica. Escribir: Usar o producir símbolos escritos para transmitir
información, como describir por escrito un evento o hacer un borrador de una carta.
Calcular: realizar cálculos aplicando principios matemáticos para resolver problemas que
son descritos mediante palabras y producción o exposición de los resultados, tales como
calcular la suma de tres números o encontrar el resultado de dividir un número entre otro.
Resolver problemas y tomar decisiones: encontrar soluciones a problemas y situaciones
detectando y analizando las consecuencias, desarrollando opciones y soluciones,
evaluando efectos potenciales de las soluciones y ejecutando la solución escogida, como
resolver una disputa entre dos personas. Llevar a cabo tareas simples: Llevar a cabo,
acciones sencillas o complejas y coordinadas relacionadas con los componentes mentales
y físicos implicados en una tarea, como iniciar una tarea, organizar el tiempo, espacio y
materiales para realizar una tarea, llevarla a cabo, completarla y mantener la actividad.
(Título II, capítulo III, p. 175)
94
El decreto 1507 de 2014, en el” área ocupacional de la Comunicación”, incluye:
Comunicarse con -recepción de- mensajes verbales. Comunicarse con –recepción de-
mensajes no verbales: comprender el significado literal e implícito de mensajes creados
con gestos, símbolos y dibujos, como darse cuenta de que un niño está cansado cuando se
frota los ojos o que una alarma significa que hay fuego. Comunicarse con –recepción de-
mensajes en lenguaje de signos formal: recibir y comprender mensajes en lenguaje de
signos formal con un significado implícito y literal. Comunicarse con – recepción de-
mensajes escritos: comprender el significado literal e implícito de mensajes que están
estructurados a través del lenguaje escrito (incluido Braille), como seguir eventos
políticos en el periódico o entender el mensaje de una escritura religiosa o de una historia.
Habla: producir palabras, frases y párrafos en mensajes hablados con significado literal e
implícito, como la habilidad de expresar un hecho o contar una historia en lenguaje oral.
Producción de mensajes no verbales: usar gestos, símbolos para dar a entender
mensajes, como la habilidad de asentir con la cabeza para indicar que estamos de acuerdo
o dibujar un diagrama para ilustrar o expresar una idea compleja, incluye: producir gestos
corporales, señales, símbolos, dibujos y fotografías. Mensajes escritos: la habilidad de
producir mensajes con significado literal o implícito, expresados mediante el lenguaje
escrito, como escribir una carta a un amigo. Conversación: Iniciar, sostener y finalizar un
intercambio de pensamientos e ideas, llevado a cabo a través de lenguaje hablado, escrito,
de signos u otras formas de lenguaje, con una o más personas conocidas o extraños, en un
ambiente formal o informal. Discusión: iniciar, mantener y finalizar la evaluación de un
problema, con argumentos a favor o en contra, o llevar a cabo un debate mediante
lenguaje hablado, escrito, de signos u otras formas de lenguaje, con una o más personas
conocidas o extraños, en un ambiente formal o informal. Utilización de dispositivos y
técnicas de comunicación: Usar dispositivos, técnicas y otros medios con el propósito de
comunicarse, como llamar a un amigo por teléfono. (Título II, capítulo III, p. 176)
Si bien en ambos decretos se tiene en cuenta la educación, no se preguntan sobre la
accesibilidad a los centros educativos y si estos proporcionan las instalaciones adecuadas para
lograr autonomía e independencia (rampas y/o ascensores con acceso a todas las dependencias de
la institución, baños amplios, concebidos de acuerdo con la norma). Además, sería importante
saber si estos centros educativos cuentan con la tecnología en las comunicaciones requerida y el
recurso humano calificado, de acuerdo con la diversidad funcional de la población objeto de este
estudio. También es importante resaltar que el decreto 1507 de 2014, no contempla la
“discapacidad de las relaciones, referida dentro de las discapacidades de la conducta,
consideradas en el decreto 917/99, como tampoco las minusvalías referidas como de orientación
y de integración social en el mismo manual. Estos dominios consideramos son de suma
importancia para el fomento de ésta capacidad, correspondiente a los “sentidos, imaginación y
95
pensamiento”, teniendo en cuenta que se trata de seres humanos, esencial e integralmente
sociales, en los que los diferentes tipos de relaciones en el ambiente socio cultural que les
corresponda, se convierte en un estímulo constante para el desarrollo de la capacidad en
mención. Los aspectos que tienen que ver con la “discapacidad en las relaciones y las
minusvalías referidas, son considerados muy globalmente y de manera tangencial en los ítem
referidos de “resolver problemas y tomar decisiones” en el área ocupacional de aprendizaje y
aplicación de conocimiento” y en los ítems de “conversación” y “discusión”, en el área
ocupacional de la “comunicación”, como acabamos de verlo. También serán contempladas de
una forma similar, en el ítem de “ayudar a los demás”, correspondiente a la “vida doméstica”,
como lo veremos más adelante.
5. Emociones.
Como se describió anteriormente en el decreto 917/99, en relación con las
discapacidades de la conducta: “hace referencia a la restricción o falta de capacidad de los
sujetos para conducirse, tanto en las actividades de la vida diaria como en la relación con otros,
ya sea por problemas de conciencia, por pérdida de la motivación o dificultades para el
aprendizaje”.
En las “discapacidades de la conciencia”, incluye:
Discapacidad de la conciencia del yo: discapacidad en la orientación del esquema
corporal, de la apariencia personal, otra perturbación de la presentación del yo;
discapacidad en lo referente a la localización en el tiempo y el espacio, discapacidad
96
de identificación: conducta fuera de contexto; discapacidad de la seguridad personal:
tendencias a causarse heridas, discapacidad para garantizar la seguridad personal en
situaciones especiales, conducta irresponsable o potencialmente peligrosa para el sujeto
mismo, extravíos, otro desvarío; discapacidad en lo referente a la conducta
situacional: discapacidad para comprender las situaciones, discapacidad para interpretar
las situaciones, discapacidad para hacer frente a la situación; discapacidad en la
adquisición del conocimiento, otra discapacidad de carácter educativo. (Decreto
917/99, capítulo I, pp. 279 - 283)
Adicionalmente, en las “discapacidades de las relaciones”, incluidas dentro de las
relaciones de las “discapacidades de la conducta” del párrafo anterior, queremos describir cada
categoría que consideramos particularmente significativa en el análisis del indicador de las
emociones, que nos compete:
Discapacidad del rol familiar: Discapacidad en la participación en actividades del
hogar: incluye: alteración de la capacidad para desarrollar actividades comunes
habituales tales como comer juntos, realizar tareas domésticas, salir juntos de visita,
participar en juegos y ver la televisión y conducirse durante estas actividades, así como
la dificultad y el desinterés en la toma de decisiones sobre asuntos del hogar; como
pueden ser las decisiones relativas a los hijos y al dinero. Discapacidad en el rol
conyugal afectivo. Incluye: perturbación de la relación afectiva continuada con la
pareja habitual y de la comunicación (así, hablar sobre los hijos, noticias y sucesos de la
vida cotidiana), de la capacidad para mostrar afecto y calor (pero excluyendo estallidos
culturalmente habituales de ira o irritabilidad) y generar el sentimiento de constituir una
fuente de apoyo para el otro cónyuge. Discapacidad del rol marital. (…) Incluye:
perturbación de las relaciones sexuales con la pareja habitual (incluida la práctica del
coito y si el sujeto y su pareja hallan satisfactorias las relaciones sexuales).
Discapacidad del rol parental. (…) Incluye: perturbación de la capacidad para asumir
y realizar las tareas propias del cuidado de los hijos que corresponden a la posición que
ocupa el sujeto en el hogar (así, dar de comer, meter en la cama o llevar al colegio, por
lo que se refiere a los niños pequeños, y ocuparse de las necesidades de los hijos, en el
caso de los hijos mayores) y para manifestar interés por los hijos (así, jugar con ellos,
leerles un cuento e interesarse por los problemas de los hijos o por sus deberes
escolares). Otra discapacidad del rol familiar. Discapacidad del rol ocupacional.
Incluye: perturbación de la capacidad para organizar y participar en actividades
ocupacionales, lúdicas o recreativas rutinarias: Discapacidad en la motivación.
Incluye: interferencia con la capacidad de trabajar en virtud de una severa deficiencia de
impulso. Discapacidad en la cooperación. Incluye: incapacidad para cooperar con
otros y para “dar y tomar” en la interacción social. Discapacidad en la rutina laboral.
Incluye: perturbación de otros aspectos de adaptación a la rutina laboral (como ir a
trabajar regularmente y a tiempo y observar las reglas). Discapacidad para organizar
la rutina cotidiana. Incluye: perturbación de la capacidad para organizar actividades de
acuerdo con una secuencia temporal y dificultad de tomar decisiones sobre temas de la
97
vida cotidiana. Otra discapacidad en la realización del trabajo. Incluye: otras
dificultades en la realización y resultados del trabajo. Discapacidad en actividades
recreativas. Incluye: falta de interés en las actividades de ocio (tales como la televisión,
escuchar la radio, leer periódicos o libros, participar en juegos y tener hobbies) y en
sucesos de carácter local y mundial (incluidos los esfuerzos por obtener información).
Discapacidad del comportamiento en situaciones críticas. Incluye: respuestas
insatisfactorias o inadecuadas a incidentes (enfermedad, accidente u otros incidentes
que afectan a un miembro de la familia o a otras personas), emergencias (como el
fuego) y otras experiencias que normalmente requieren una rápida decisión y acción.
Otra discapacidad del rol ocupacional. Incluye: para los sujetos que no trabajan, la
perturbación del interés por conseguir un trabajo o volver al antiguo puesto, y los pasos
dados para alcanzar esta finalidad (…). Discapacidad del rol social: (…) pueden
perder el interés por la interacción social. Incluye: alteración de las relaciones
interpersonales fuera del hogar (amigos, compañeros de trabajo y comunidad en
general) (...): Discapacidad en la interacción social. Incluye: conducta del sujeto que
implique dificultades para la interacción social, ya sea por exceso o defecto
(aislamiento, irritabilidad acusada u otras fricciones suscitadas en situaciones sociales
fuera del propio hogar) (…). Indiferencia a las normas sociales aceptadas. Incluye:
conducta que resulta embarazosa (como hacer sugerencias o insinuaciones sexuales)
(…), irrespetuosa (como cantar, hacer chistes tontos u observaciones impertinentes, o
mostrar exceso de familiaridad) o histriónico (como expresar los sentimientos de forma
exagerada, dramática) (…). Conducta antisocial. Incluye: severamente inadaptado,
psicópata y delincuente. Otra discapacidad de rol social. Incluye: otra perturbación de
la conducta por exceso o defecto que presenta problemas de control (como agresividad,
destructividad extrema, hiperactividad e intento de llamar la atención o extrema
pasividad). (Decreto 917/99, capítulo I, pp. 284 – 288)
La “minusvalía de integración social es la desventaja del individuo derivada de la
disminución o pérdida de su capacidad para participar y mantener las relaciones sociales que le
corresponden con base a su contexto socio-cultural”. Incluye las siguientes categorías:
Socialmente integrado. El individuo participa en todas las relaciones sociales usuales.
Participación inhibida. El individuo debido a su patología se inhibe de participar en
toda la gama de actividades sociales que le corresponden a su contexto sociocultural,
(incluye timidez, vergüenza y otros casos derivados de problemas de imagen a causa de
un desfiguramiento u otras (…). Participación disminuida. El Individuo debido a su
patología se inhibe de participar en toda la gama de actividades sociales en las que
participen personas desconocidas, pero la situación puede experimentar mejoría.
Participación empobrecida. El individuo debido a su patología solamente mantiene
relaciones con sus padres, cónyuge, o hijos y no hay señales de mejoría. Relaciones
reducidas. El individuo debido a su patología, tiene dificultades serias para relacionarse
aún con sus padres, cónyuge, hijos o hermanos. Aislamiento social. El individuo debido
a su patología tiene dificultades severas para relacionarse con cualquier persona, por lo
98
cual precisa de atención institucional permanente (…). (Decreto 917/99, capítulo V, pp.
337 -338)
El decreto 1507 de 2014, en el” área ocupacional de la Comunicación”, incluye:
Comunicarse con -recepción de- mensajes verbales. Comunicarse con –recepción de-
mensajes no verbales: comprender el significado literal e implícito de mensajes creados
con gestos, símbolos y dibujos, como darse cuenta de que un niño está cansado cuando se
frota los ojos o que una alarma significa que hay fuego. Comunicarse con –recepción de-
mensajes en lenguaje de signos formal: recibir y comprender mensajes en lenguaje de
signos formal con un significado implícito y literal. Comunicarse con – recepción de-
mensajes escritos: comprender el significado literal e implícito de mensajes que están
estructurados a través del lenguaje escrito (incluido Braille), como seguir eventos
políticos en el periódico o entender el mensaje de una escritura religiosa o de una historia.
Habla: producir palabras, frases y párrafos en mensajes hablados con significado literal e
implícito, como la habilidad de expresar un hecho o contar una historia en lenguaje oral.
Producción de mensajes no verbales: usar gestos, símbolos para dar a entender
mensajes, como la habilidad de asentir con la cabeza para indicar que estamos de acuerdo
o dibujar un diagrama para ilustrar o expresar una idea compleja, incluye: producir gestos
corporales, señales, símbolos, dibujos y fotografías. Mensajes escritos: la habilidad de
producir mensajes con significado literal o implícito, expresados mediante el lenguaje
escrito, como escribir una carta a un amigo. Conversación: Iniciar, sostener y finalizar un
intercambio de pensamientos e ideas, llevado a cabo a través de lenguaje hablado, escrito,
de signos u otras formas de lenguaje, con una o más personas conocidas o extraños, en un
ambiente formal o informal. Discusión: iniciar, mantener y finalizar la evaluación de un
problema, con argumentos a favor o en contra, o llevar a cabo un debate mediante
lenguaje hablado, escrito, de signos u otras formas de lenguaje, con una o más personas
conocidas o extraños, en un ambiente formal o informal. Utilización de dispositivos y
técnicas de comunicación: Usar dispositivos, técnicas y otros medios con el propósito de
comunicarse, como llamar a un amigo por teléfono. (Título II, capítulo III, p. 176)
Este aspecto no se considera en el 917, pero sí en el 1507 dentro del área ocupacional
correspondiente a la vida doméstica:
Adquisición de un lugar para vivir: comprar, alquilar, amueblar y organizar una casa,
apartamento u otra vivienda. Dentro de la vida doméstica también se contempla la
Adquisición de bienes y servicios: Seleccionar, obtener y transportar todos los bienes y
servicios necesarios para la vida diaria, como seleccionar, obtener, transportar y
almacenar comida, bebida, ropa, productos de limpieza, combustible, artículos para la
casa, utensilios, baterías de cocina, aparatos domésticos y herramientas; procurarse
servicios y utilidades domésticas. Comprar: Conseguir a cambio de dinero, bienes y
servicios necesarios para la vida diaria (incluyendo enseñar y supervisar a otra persona
para que haga la compra), como la selección de alimentos, bebidas, productos de
99
limpieza, artículos para la casa o ropa en un mercado o tienda; comparar la calidad y
precio de los productos necesarios, negociar y pagar por los bienes o servicios
seleccionados y transportar los bienes. Preparar comidas: Idear, organizar, cocinar y
servir comidas sencillas y complicadas para uno mismo o para otras personas, como
decidir el menú, seleccionar alimentos y bebidas, reunir los ingredientes para preparar
una comida, poner al fuego los alimentos y preparar comidas y bebidas frías, y servir la
comida. Realizar los quehaceres de la casa: Ocuparse de la casa limpiándola, lavando la
ropa, usando aparatos domésticos, almacenando comida y eliminando la basura, como
barrer, pasar el trapeador, limpiar las encimeras, paredes y otras superficies, recoger y
eliminar la basura de la casa; ordenar habitaciones, armarios y cajones; recoger, lavar,
secar, doblar y planchar ropa, limpiar calzado, utilizar escobas, cepillos y aspiradoras;
utilizar lavadoras, secadoras y planchas. Limpieza de la vivienda: limpiar la vivienda,
ordenar y quitar el polvo, barrer, fregar y pasear el trapeador a los suelos, limpiar
ventanas y paredes, limpiar cuartos de baño e inodoros/excusados, limpiar muebles.
Cuidado de los objetos del hogar: mantener y reparar los objetos del hogar y otros
objetos personales, incluyendo la casa y su contenido, la ropa, los vehículos y los
dispositivos de ayuda y el cuidado de plantas y animales, como pintar o empapelar las
habitaciones, reparar los muebles, reparar las cañerías, asegurarse de que los vehículos
funcionan adecuadamente, regar las plantas, cuidar y alimentar mascotas y animales
domésticos. Ayudar a los demás: Ayudar a miembros de la casa y a otras personas en
su aprendizaje, en la comunicación, en el autocuidado o en el desplazamiento dentro o
fuera de la casa, preocuparse por el “bienestar” de los miembros de la casa y de otras
personas. Mantenimiento de los dispositivos de ayuda: Reparar y cuidar de los
dispositivos de ayuda como prótesis, órtesis y de herramientas especializadas y de
dispositivos de ayuda para la casa y el autocuidado, mantenimiento y reparación de
dispositivos de ayuda para la movilidad personal como bastones, andadores, sillas de
ruedas y ciclomotores; y mantenimiento de dispositivos de ayuda para la comunicación y
el tiempo libre. Cuidado de los animales: Cuidar de los animales domésticos y las
mascotas, alimentar, limpiar, cepillar y sacar a hacer ejercicio a las mascotas; cuidar de la
salud de animales y mascotas; asegurarse del bienestar y cuidado de animales o mascotas
cuando uno está ausente. (Decreto 1507 de 2014, título II, capítulo III, tabla 10, p. 179)
En relación con éste indicador, es notoria la diferencia entre los dos decretos. Mientras
que el 917 contempla el aspecto de las emociones tanto en las discapacidades de la conducta,
dentro del hogar (rol familiar), con los amigos, compañeros de trabajo y en relación con las
motivaciones para la recreación, rutina diaria y dentro de la comunidad en general (rol familiar,
ocupacional y social), así como en la minusvalía de integración social, refiriéndose a las
relaciones sociales que corresponden con base al contexto socio – cultural del afectado;
encontramos que el 1507 sólo toca tangencial y escasamente el tema de las emociones en el área
ocupacional de las comunicaciones (elementos para la conversación y discusión) y en el área
ocupacional de la vida doméstica, cuando se refiere a la preocupación por el bienestar de los
100
miembros de la casa y de otras personas (ayudar a los demás). Adicionalmente, el 1507 elimina
por completo el rol equivalente a la minusvalía de integración social en la calificación del rol
laboral, de la autosuficiencia económica, de la edad y otras áreas ocupacionales. Aun cuando
algunos pudieran considerar que ésta minusvalía quedaría implícita en las áreas ocupacionales
descritas en éste indicador y en el resultado del proceso de rehabilitación integral, inmerso en la
calificación del rol laboral, consideramos que no se le da la trascendencia o significancia que
tiene para cualquier individuo, las dificultades u obstáculos en la búsqueda de un reintegro pleno
desde el punto de vista familiar, social y laboral.
Se considera entonces que en el Decreto 1507 el indicador emocional pierde en relación
con el indicador de las emociones, a pesar de constituir un aspecto primordial de la esencia del
ser humano que muy frecuentemente se ve comprometido por efecto de las secuelas originadas
por cualquier tipo de contingencia, ya sea de origen común o laboral.
6. Razón práctica.
El Decreto 917/99 se acerca a éste aspecto, cuando trata sobre las discapacidades de la
conducta y de la comunicación. En las “discapacidades de la conducta”, hace referencia a la
restricción o falta de capacidad de los sujetos para conducirse, tanto en las actividades de la vida
diaria como en la relación con otros, ya sea por problemas de conciencia, por pérdida de la
motivación o dificultades para el aprendizaje”. En las “discapacidades de la conciencia”,
incluye
Discapacidad de la conciencia del yo: discapacidad en la orientación del esquema
corporal, de la apariencia personal, otra perturbación de la presentación del yo;
discapacidad en lo referente a la localización en el tiempo y el espacio, discapacidad
de identificación: conducta fuera de contexto; discapacidad de la seguridad personal:
tendencias a causarse heridas, discapacidad para garantizar la seguridad personal en
situaciones especiales, conducta irresponsable o potencialmente peligrosa para el sujeto
101
mismo, extravíos, otro desvarío; discapacidad en lo referente a la conducta
situacional: discapacidad para comprender las situaciones, discapacidad para interpretar
las situaciones, discapacidad para hacer frente a la situación; discapacidad en la
adquisición del conocimiento, otra discapacidad de carácter educativo”.
“Discapacidades de las relaciones”, incluye “discapacidad del rol familiar:
discapacidad en la participación en actividades del hogar, discapacidad en el rol conyugal
afectivo, discapacidad del rol marital, discapacidad del rol parental, otra discapacidad del
rol familiar. Discapacidad del rol ocupacional: discapacidad en la motivación,
discapacidad en la cooperación, discapacidad en la rutina laboral, discapacidad para
organizar la rutina cotidiana, otra discapacidad en la realización del trabajo, discapacidad
en actividades recreativas, discapacidad del comportamiento en situaciones críticas, otra
discapacidad del rol ocupacional. Discapacidad del rol social: discapacidad de la
interacción social, indiferencia a las normas sociales aceptadas, conducta antisocial, otra
discapacidad del rol social. (Capítulo I, pp. 279 – 288).
El Decreto 917/99 en las “discapacidades de la comunicación”, hace referencia a la
restricción o falta de capacidad del sujeto para generar y emitir mensajes, así como para recibir y
comprender mensajes”. En las “discapacidades del hablar”, incluye “discapacidad para
entender el habla, discapacidad para hablar, otras discapacidades del hablar: discapacidad
para entender otros mensajes audibles, discapacidad para expresar mediante códigos de lenguaje
sustitutivos, otra discapacidad con códigos de lenguaje sustitutivos, otra; “discapacidades para
escuchar”, incluye:
Discapacidad para escuchar el habla, otra discapacidad para escuchar;
“discapacidades para ver”, incluye; discapacidad para tareas visuales de conjunto,
discapacidad para tareas visuales de detalle, otra discapacidad para ver y
actividades similares: discapacidad para la visión nocturna, discapacidad para el
reconocimiento de los colores, discapacidad para la comprensión de mensajes escritos,
otra discapacidad para la lectura del lenguaje escrito, discapacidad para leer otros
sistemas de rotación, discapacidad para la lectura labial. “Otras discapacidades de la
comunicación” incluyen discapacidad para escribir, otra discapacidad de la
comunicación: discapacidad para la comunicación simbólica, otra discapacidad para la
expresión no verbal, otra discapacidad para la comunicación no verbal, otra. (Capítulo II,
pp. 289-293).
Por otro lado, el Decreto 1507 de 2014, trata estos aspectos en el área ocupacional de
aprendizaje y aplicación de conocimiento, y en el de la comunicación, de la siguiente manera:
Aprendizaje y aplicación del conocimiento”, incluye: Mirar: usar el sentido de la vista
intencionalmente para apreciar estímulos visuales, como ver un acontecimiento deportivo
102
o niños jugando. Escuchar: Usar el sentido del oído para apreciar estímulos auditivos,
como escuchar la radio, música o una lección. Aprender a leer, escribir y calcular:
desarrollar una competencia en la lectura de material escrito (incluido braille) con fluidez
y exactitud, como reconocer caracteres y alfabetos, vocalizar palabras, leer en voz alta
con una correcta pronunciación y comprender las palabras y frases. Desarrollar
competencia para producir símbolos en forma de texto que representen sonidos, palabras
o frases de manera que tengan un significado (incluida escritura Braille), como deletrear
correctamente y usar la gramática correcta. Aprender a calcular: desarrollar
competencia para manipular números y realizar operaciones matemáticas simples y
complejas, como la habilidad de usar signos matemáticos (+,-) para sumar y restar, y
aplicar el procedimiento matemático apropiado a cada problema. Pensar: formular y
manipular ideas, conceptos e imágenes, tanto orientadas como no a metas específicas, y
que pueden ir acompañadas o no, como crear una ficción, probar un teorema, jugar con
ideas, hacer una tormenta de ideas, meditar, valorar o ponderar, especular o reflexionar.
Leer: realizar actividades involucradas en la comprensión e interpretación de lenguaje
escrito (ejemplo: libros, instrucciones o periódicos, en texto o Braille) con el propósito de
obtener conocimientos generales o información específica. Escribir: Usar o producir
símbolos escritos para transmitir información, como describir por escrito un evento o
hacer un borrador de una carta. Calcular: realizar cálculos aplicando principios
matemáticos para resolver problemas que son descritos mediante palabras y producción o
exposición de los resultados, tales como calcular la suma de tres números o encontrar el
resultado de dividir un número entre otro. Resolver problemas y tomar decisiones:
encontrar soluciones a problemas y situaciones detectando y analizando las
consecuencias, desarrollando opciones y soluciones, evaluando efectos potenciales de las
soluciones y ejecutando la solución escogida, como resolver una disputa entre dos
personas. Llevar a cabo tareas simples: Llevar a cabo, acciones sencillas o complejas y
coordinadas relacionadas con los componentes mentales y físicos implicados en una
tarea, como iniciar una tarea, organizar el tiempo, espacio y materiales para realizar una
tarea, llevarla a cabo, completarla y mantener la actividad. (Título II, capítulo III, p. 175)
El decreto 1507 de 2014, en el” área ocupacional de la Comunicación”, incluye:
Comunicarse con -recepción de- mensajes verbales. Comunicarse con –recepción de-
mensajes no verbales: comprender el significado literal e implícito de mensajes creados
con gestos, símbolos y dibujos, como darse cuenta de que un niño está cansado cuando se
frota los ojos o que una alarma significa que hay fuego. Comunicarse con –recepción de-
mensajes en lenguaje de signos formal: recibir y comprender mensajes en lenguaje de
signos formal con un significado implícito y literal. Comunicarse con – recepción de-
mensajes escritos: comprender el significado literal e implícito de mensajes que están
estructurados a través del lenguaje escrito (incluido Braille), como seguir eventos
políticos en el periódico o entender el mensaje de una escritura religiosa o de una historia.
Habla: producir palabras, frases y párrafos en mensajes hablados con significado literal e
implícito, como la habilidad de expresar un hecho o contar una historia en lenguaje oral.
Producción de mensajes no verbales: usar gestos, símbolos para dar a entender
mensajes, como la habilidad de asentir con la cabeza para indicar que estamos de acuerdo
103
o dibujar un diagrama para ilustrar o expresar una idea compleja, incluye: producir gestos
corporales, señales, símbolos, dibujos y fotografías. Mensajes escritos: la habilidad de
producir mensajes con significado literal o implícito, expresados mediante el lenguaje
escrito, como escribir una carta a un amigo. Conversación: Iniciar, sostener y finalizar un
intercambio de pensamientos e ideas, llevado a cabo a través de lenguaje hablado, escrito,
de signos u otras formas de lenguaje, con una o más personas conocidas o extraños, en un
ambiente formal o informal. Discusión: iniciar, mantener y finalizar la evaluación de un
problema, con argumentos a favor o en contra, o llevar a cabo un debate mediante
lenguaje hablado, escrito, de signos u otras formas de lenguaje, con una o más personas
conocidas o extraños, en un ambiente formal o informal. Utilización de dispositivos y
técnicas de comunicación: Usar dispositivos, técnicas y otros medios con el propósito de
comunicarse, como llamar a un amigo por teléfono. (Título II, capítulo III, p. 176)
Este indicador se contempla de manera muy similar en ambos decretos, sólo que con un
abordaje diferente en cada uno; catalogados como discapacidades en el 917, las cuales ahora son
consideradas dentro de otras áreas ocupacionales en el 1507.
7. Afiliación.
Como se describió anteriormente en el decreto 917/99, en relación con las
“discapacidades de la conducta, hace referencia a la restricción o falta de capacidad de los
sujetos para conducirse, tanto en las actividades de la vida diaria como en la relación con otros,
ya sea por problemas de conciencia, por pérdida de la motivación o dificultades para el
aprendizaje”. En las “discapacidades de la conciencia”, incluye:
Discapacidad de la conciencia del yo: discapacidad en la orientación del esquema
corporal, de la apariencia personal, otra perturbación de la presentación del yo;
104
discapacidad en lo referente a la localización en el tiempo y el espacio, discapacidad
de identificación: conducta fuera de contexto; discapacidad de la seguridad personal:
tendencias a causarse heridas, discapacidad para garantizar la seguridad personal en
situaciones especiales, conducta irresponsable o potencialmente peligrosa para el sujeto
mismo, extravíos, otro desvarío; discapacidad en lo referente a la conducta
situacional: discapacidad para comprender las situaciones, discapacidad para interpretar
las situaciones, discapacidad para hacer frente a la situación; discapacidad en la
adquisición del conocimiento, otra discapacidad de carácter educativo. (Capítulo I,
pp. 279 – 283)
Adicionalmente, en las “discapacidades de las relaciones”, incluidas dentro de las
relaciones de las “discapacidades de la conducta” del párrafo anterior, queremos describir cada
categoría que consideramos particularmente significativa en el análisis del indicador de
afiliación, que nos compete:
Discapacidad del rol familiar: Discapacidad en la participación en actividades del
hogar: incluye: alteración de la capacidad para desarrollar actividades comunes
habituales tales como comer juntos, realizar tareas domésticas, salir juntos de visita,
participar en juegos y ver la televisión y conducirse durante estas actividades, así como la
dificultad y el desinterés en la toma de decisiones sobre asuntos del hogar; como pueden
ser las decisiones relativas a los hijos y al dinero. Discapacidad en el rol conyugal
afectivo. Incluye: perturbación de la relación afectiva continuada con la pareja habitual y
de la comunicación (así, hablar sobre los hijos, noticias y sucesos de la vida cotidiana), de
la capacidad para mostrar afecto y calor (pero excluyendo estallidos culturalmente
habituales de ira o irritabilidad) y generar el sentimiento de constituir una fuente de apoyo
para el otro cónyuge. Discapacidad del rol marital (…) Incluye: perturbación de las
relaciones sexuales con la pareja habitual (incluida la práctica del coito y si el sujeto y su
pareja hallan satisfactorias las relaciones sexuales). Discapacidad del rol parental (…)
Incluye: perturbación de la capacidad para asumir y realizar las tareas propias del cuidado
de los hijos que corresponden a la posición que ocupa el sujeto en el hogar (así, dar de
comer, meter en la cama o llevar al colegio, por lo que se refiere a los niños pequeños, y
ocuparse de las necesidades de los hijos, en el caso de los hijos mayores) y para
manifestar interés por los hijos (así, jugar con ellos, leerles un cuento e interesarse por los
problemas de los hijos o por sus deberes escolares). Otra discapacidad del rol familiar.
Discapacidad del rol ocupacional. Incluye: perturbación de la capacidad para organizar
y participar en actividades ocupacionales, lúdicas o recreativas rutinarias: Discapacidad
en la motivación. Incluye: interferencia con la capacidad de trabajar en virtud de una
severa deficiencia de impulso. Discapacidad en la cooperación. Incluye: incapacidad
para cooperar con otros y para “dar y tomar” en la interacción social. Discapacidad en la
rutina laboral. Incluye: perturbación de otros aspectos de adaptación a la rutina laboral
(como ir a trabajar regularmente y a tiempo y observar las reglas). Discapacidad para
organizar la rutina cotidiana. Incluye: perturbación de la capacidad para organizar
actividades de acuerdo con una secuencia temporal y dificultad de tomar decisiones sobre
105
temas de la vida cotidiana. Otra discapacidad en la realización del trabajo. Incluye:
otras dificultades en la realización y resultados del trabajo. Discapacidad en actividades
recreativas. Incluye: falta de interés en las actividades de ocio (tales como la televisión,
escuchar la radio, leer periódicos o libros, participar en juegos y tener hobbies) y en
sucesos de carácter local y mundial (incluidos los esfuerzos por obtener información).
Discapacidad del comportamiento en situaciones críticas. Incluye: respuestas
insatisfactorias o inadecuadas a incidentes (enfermedad, accidente u otros incidentes que
afectan a un miembro de la familia o a otras personas), emergencias (como el fuego) y
otras experiencias que normalmente requieren una rápida decisión y acción. Otra
discapacidad del rol ocupacional. Incluye: para los sujetos que no trabajan, la
perturbación del interés por conseguir un trabajo o volver al antiguo puesto, y los pasos
dados para alcanzar esta finalidad. (…). Discapacidad del rol social: (…) pueden perder
el interés por la interacción social. Incluye: alteración de las relaciones interpersonales
fuera del hogar (amigos, compañeros de trabajo y comunidad en general) (...):
Discapacidad en la interacción social. Incluye: conducta del sujeto que implique
dificultades para la interacción social, ya sea por exceso o defecto (aislamiento,
irritabilidad acusada u otras fricciones suscitadas en situaciones sociales fuera del propio
hogar). (…). Indiferencia a las normas sociales aceptadas. Incluye: conducta que
resulta embarazosa (como hacer sugerencias o insinuaciones sexuales) (…), irrespetuosa
(como cantar, hacer chistes tontos u observaciones impertinentes, o mostrar exceso de
familiaridad) o histriónico (como expresar los sentimientos de forma exagerada,
dramática). (…). Conducta antisocial. Incluye: severamente inadaptado, psicópata y
delincuente. Otra discapacidad de rol social. Incluye: otra perturbación de la conducta
por exceso o defecto que presenta problemas de control (como agresividad, destructividad
extrema, hiperactividad e intento de llamar la atención o extrema pasividad). (Capítulo I,
pp. 284 – 288)
La “minusvalía de integración social es la desventaja del individuo derivada de la
disminución o pérdida de su capacidad para participar y mantener las relaciones sociales que le
corresponden con base a su contexto socio-cultural”. Incluye las siguientes categorías:
Socialmente integrado. El individuo participa en todas las relaciones sociales usuales.
Participación inhibida. El individuo debido a su patología se inhibe de participar en
toda la gama de actividades sociales que le corresponden a su contexto sociocultural,
(incluye timidez, vergüenza y otros casos derivados de problemas de imagen a causa de
un desfiguramiento u otras (…). Participación disminuida. El Individuo debido a su
patología se inhibe de participar en toda la gama de actividades sociales en las que
participen personas desconocidas, pero la situación puede experimentar mejoría.
Participación empobrecida. El individuo debido a su patología solamente mantiene
relaciones con sus padres, cónyuge, o hijos y no hay señales de mejoría. Relaciones
reducidas. El individuo debido a su patología, tiene dificultades serias para relacionarse
aún con sus padres, cónyuge, hijos o hermanos. Aislamiento social. El individuo debido
a su patología tiene dificultades severas para relacionarse con cualquier persona, por lo
cual precisa de atención institucional permanente (…). (Capítulo V, pp. 337 -338)
106
El decreto 1507 de 2014, en el” área ocupacional de la Comunicación”, incluye:
Comunicarse con -recepción de- mensajes verbales. Comunicarse con –recepción de-
mensajes no verbales: comprender el significado literal e implícito de mensajes creados
con gestos, símbolos y dibujos, como darse cuenta de que un niño está cansado cuando se
frota los ojos o que una alarma significa que hay fuego. Comunicarse con –recepción de-
mensajes en lenguaje de signos formal: recibir y comprender mensajes en lenguaje de
signos formal con un significado implícito y literal. Comunicarse con – recepción de-
mensajes escritos: comprender el significado literal e implícito de mensajes que están
estructurados a través del lenguaje escrito (incluido Braille), como seguir eventos
políticos en el periódico o entender el mensaje de una escritura religiosa o de una historia.
Habla: producir palabras, frases y párrafos en mensajes hablados con significado literal e
implícito, como la habilidad de expresar un hecho o contar una historia en lenguaje oral.
Producción de mensajes no verbales: usar gestos, símbolos para dar a entender
mensajes, como la habilidad de asentir con la cabeza para indicar que estamos de acuerdo
o dibujar un diagrama para ilustrar o expresar una idea compleja, incluye: producir gestos
corporales, señales, símbolos, dibujos y fotografías. Mensajes escritos: la habilidad de
producir mensajes con significado literal o implícito, expresados mediante el lenguaje
escrito, como escribir una carta a un amigo. Conversación: Iniciar, sostener y finalizar un
intercambio de pensamientos e ideas, llevado a cabo a través de lenguaje hablado, escrito,
de signos u otras formas de lenguaje, con una o más personas conocidas o extraños, en un
ambiente formal o informal. Discusión: iniciar, mantener y finalizar la evaluación de un
problema, con argumentos a favor o en contra, o llevar a cabo un debate mediante
lenguaje hablado, escrito, de signos u otras formas de lenguaje, con una o más personas
conocidas o extraños, en un ambiente formal o informal. Utilización de dispositivos y
técnicas de comunicación: Usar dispositivos, técnicas y otros medios con el propósito de
comunicarse, como llamar a un amigo por teléfono. (Título II, capítulo III, p. 176)
El decreto 1507 de 2014, en el área ocupacional correspondiente a la vida doméstica, incluye:
Adquisición de un lugar para vivir: comprar, alquilar, amueblar y organizar una casa,
apartamento u otra vivienda. Dentro de la vida doméstica también se contempla la
Adquisición de bienes y servicios: Seleccionar, obtener y transportar todos los bienes y
servicios necesarios para la vida diaria, como seleccionar, obtener, transportar y
almacenar comida, bebida, ropa, productos de limpieza, combustible, artículos para la
casa, utensilios, baterías de cocina, aparatos domésticos y herramientas; procurarse
servicios y utilidades domésticas. Comprar: Conseguir a cambio de dinero, bienes y
servicios necesarios para la vida diaria (incluyendo enseñar y supervisar a otra persona
para que haga la compra), como la selección de alimentos, bebidas, productos de
limpieza, artículos para la casa o ropa en un mercado o tienda; comparar la calidad y
precio de los productos necesarios, negociar y pagar por los bienes o servicios
seleccionados y transportar los bienes. Preparar comidas: Idear, organizar, cocinar y
servir comidas sencillas y complicadas para uno mismo o para otras personas, como
decidir el menú, seleccionar alimentos y bebidas, reunir los ingredientes para preparar
una comida, poner al fuego los alimentos y preparar comidas y bebidas frías, y servir la
107
comida. Realizar los quehaceres de la casa: Ocuparse de la casa limpiándola, lavando la
ropa, usando aparatos domésticos, almacenando comida y eliminando la basura, como
barrer, pasar el trapeador, limpiar las encimeras, paredes y otras superficies, recoger y
eliminar la basura de la casa; ordenar habitaciones, armarios y cajones; recoger, lavar,
secar, doblar y planchar ropa, limpiar calzado, utilizar escobas, cepillos y aspiradoras;
utilizar lavadoras, secadoras y planchas. Limpieza de la vivienda: limpiar la vivienda,
ordenar y quitar el polvo, barrer, fregar y pasear el trapeador a los suelos, limpiar
ventanas y paredes, limpiar cuartos de baño e inodoros/excusados, limpiar muebles.
Cuidado de los objetos del hogar: mantener y reparar los objetos del hogar y otros
objetos personales, incluyendo la casa y su contenido, la ropa, los vehículos y los
dispositivos de ayuda y el cuidado de plantas y animales, como pintar o empapelar las
habitaciones, reparar los muebles, reparar las cañerías, asegurarse de que los vehículos
funcionan adecuadamente, regar las plantas, cuidar y alimentar mascotas y animales
domésticos. Ayudar a los demás: Ayudar a miembros de la casa y a otras personas en
su aprendizaje, en la comunicación, en el autocuidado o en el desplazamiento dentro o
fuera de la casa, preocuparse por el “bienestar” de los miembros de la casa y de otras
personas. Mantenimiento de los dispositivos de ayuda: Reparar y cuidar de los
dispositivos de ayuda como prótesis, órtesis y de herramientas especializadas y de
dispositivos de ayuda para la casa y el autocuidado, mantenimiento y reparación de
dispositivos de ayuda para la movilidad personal como bastones, andadores, sillas de
ruedas y ciclomotores; y mantenimiento de dispositivos de ayuda para la comunicación y
el tiempo libre. Cuidado de los animales: Cuidar de los animales domésticos y las
mascotas, alimentar, limpiar, cepillar y sacar a hacer ejercicio a las mascotas; cuidar de la
salud de animales y mascotas; asegurarse del bienestar y cuidado de animales o mascotas
cuando uno está ausente. (Título II, capítulo III, tabla 10, p. 179)
El indicador de afiliación en su forma de preocupación por los otros en las diversas
formas de interacción social, en la búsqueda de la dignidad y el respeto mutuo, se ve
ampliamente contemplado en las discapacidades de la conducta (discapacidad en lo referente a la
conducta situacional), las referidas en el rol familiar, rol ocupacional, rol social y en la
minusvalía de integración social del 917. En cambio, pobremente en el 1507, en las áreas
ocupacionales de la comunicación (mensajes escritos, conversación, discusión) y de la vida
doméstica (ayudar a los demás). Adicionalmente, porque como se consideró previamente, no
existe categoría equivalente para la minusvalía de integración social en el 1507 en lo que
respecta a la calificación del rol laboral.
Por otro lado, este indicador de afiliación en relación con actitudes o situaciones de
discriminación no se encuentra contemplado en el 917 como tampoco en el 1507, a pesar de la
importancia que tiene en cualquier comunidad y sociedades como la nuestra, por el impacto y
108
consecuencias de todo tipo que acarrea en la persona objeto de discriminación en cualquiera de
sus formas.
8. Otras especies.
El decreto 1507 de 2014, en el área ocupacional correspondiente a la vida doméstica,
incluye:
Adquisición de un lugar para vivir: comprar, alquilar, amueblar y organizar una casa,
apartamento u otra vivienda. Dentro de la vida doméstica también se contempla la
Adquisición de bienes y servicios: Seleccionar, obtener y transportar todos los bienes y
servicios necesarios para la vida diaria, como seleccionar, obtener, transportar y
almacenar comida, bebida, ropa, productos de limpieza, combustible, artículos para la
casa, utensilios, baterías de cocina, aparatos domésticos y herramientas; procurarse
servicios y utilidades domésticas. Comprar: Conseguir a cambio de dinero, bienes y
servicios necesarios para la vida diaria (incluyendo enseñar y supervisar a otra persona
para que haga la compra), como la selección de alimentos, bebidas, productos de
limpieza, artículos para la casa o ropa en un mercado o tienda; comparar la calidad y
precio de los productos necesarios, negociar y pagar por los bienes o servicios
seleccionados y transportar los bienes. Preparar comidas: Idear, organizar, cocinar y
servir comidas sencillas y complicadas para uno mismo o para otras personas, como
decidir el menú, seleccionar alimentos y bebidas, reunir los ingredientes para preparar
una comida, poner al fuego los alimentos y preparar comidas y bebidas frías, y servir la
comida. Realizar los quehaceres de la casa: Ocuparse de la casa limpiándola, lavando la
ropa, usando aparatos domésticos, almacenando comida y eliminando la basura, como
barrer, pasar el trapeador, limpiar las encimeras, paredes y otras superficies, recoger y
eliminar la basura de la casa; ordenar habitaciones, armarios y cajones; recoger, lavar,
secar, doblar y planchar ropa, limpiar calzado, utilizar escobas, cepillos y aspiradoras;
utilizar lavadoras, secadoras y planchas. Limpieza de la vivienda: limpiar la vivienda,
ordenar y quitar el polvo, barrer, fregar y pasear el trapeador a los suelos, limpiar
ventanas y paredes, limpiar cuartos de baño e inodoros/excusados, limpiar muebles.
Cuidado de los objetos del hogar: mantener y reparar los objetos del hogar y otros
objetos personales, incluyendo la casa y su contenido, la ropa, los vehículos y los
dispositivos de ayuda y el cuidado de plantas y animales, como pintar o empapelar las
habitaciones, reparar los muebles, reparar las cañerías, asegurarse de que los vehículos
funcionan adecuadamente, regar las plantas, cuidar y alimentar mascotas y animales
domésticos. Ayudar a los demás: Ayudar a miembros de la casa y a otras personas en
109
su aprendizaje, en la comunicación, en el autocuidado o en el desplazamiento dentro o
fuera de la casa, preocuparse por el “bienestar” de los miembros de la casa y de otras
personas. Mantenimiento de los dispositivos de ayuda: Reparar y cuidar de los
dispositivos de ayuda como prótesis, órtesis y de herramientas especializadas y de
dispositivos de ayuda para la casa y el autocuidado, mantenimiento y reparación de
dispositivos de ayuda para la movilidad personal como bastones, andadores, sillas de
ruedas y ciclomotores; y mantenimiento de dispositivos de ayuda para la comunicación y
el tiempo libre. Cuidado de los animales: Cuidar de los animales domésticos y las
mascotas, alimentar, limpiar, cepillar y sacar a hacer ejercicio a las mascotas; cuidar de la
salud de animales y mascotas; asegurarse del bienestar y cuidado de animales o mascotas
cuando uno está ausente. (Título II, capítulo III, tabla 10, p. 179)
Este indicador no se encuentra incluido en el 917, pero sí está considerado en el 1507
dentro del área ocupacional de la vida doméstica, cuando se refiere al cuidado de las plantas, de
la salud y bienestar de las mascotas y los animales domésticos (cuidados de los objetos del hogar
y cuidado de los animales).
9. Juego.
Como se describió anteriormente en el decreto 917/99, en relación con las
discapacidades de la conducta, hace referencia: “A la restricción o falta de capacidad de los
sujetos para conducirse, tanto en las actividades de la vida diaria como en la relación con otros,
ya sea por problemas de conciencia, por pérdida de la motivación o dificultades para el
aprendizaje”. En las “discapacidades de la conciencia”, incluye:
Discapacidad de la conciencia del yo: discapacidad en la orientación del esquema
corporal, de la apariencia personal, otra perturbación de la presentación del yo;
discapacidad en lo referente a la localización en el tiempo y el espacio, discapacidad
de identificación: conducta fuera de contexto; discapacidad de la seguridad personal:
tendencias a causarse heridas, discapacidad para garantizar la seguridad personal en
situaciones especiales, conducta irresponsable o potencialmente peligrosa para el sujeto
mismo, extravíos, otro desvarío; discapacidad en lo referente a la conducta
110
situacional: discapacidad para comprender las situaciones, discapacidad para interpretar
las situaciones, discapacidad para hacer frente a la situación; discapacidad en la
adquisición del conocimiento, otra discapacidad de carácter educativo. (Capítulo I,
pp. 279 - 283)
Adicionalmente, en las “discapacidades de las relaciones”, incluidas dentro de las
relaciones de las “discapacidades de la conducta” del párrafo anterior, queremos describir cada
categoría que consideramos particularmente significativa en el análisis del indicador de juego,
que nos compete:
Discapacidad del rol familiar: Discapacidad en la participación en actividades del
hogar: incluye: alteración de la capacidad para desarrollar actividades comunes
habituales tales como comer juntos, realizar tareas domésticas, salir juntos de visita,
participar en juegos y ver la televisión y conducirse durante estas actividades, así como la
dificultad y el desinterés en la toma de decisiones sobre asuntos del hogar; como pueden
ser las decisiones relativas a los hijos y al dinero. Discapacidad en el rol conyugal
afectivo. Incluye: perturbación de la relación afectiva continuada con la pareja habitual y
de la comunicación (así, hablar sobre los hijos, noticias y sucesos de la vida cotidiana), de
la capacidad para mostrar afecto y calor (pero excluyendo estallidos culturalmente
habituales de ira o irritabilidad) y generar el sentimiento de constituir una fuente de apoyo
para el otro cónyuge. Discapacidad del rol marital (…) Incluye: perturbación de las
relaciones sexuales con la pareja habitual (incluida la práctica del coito y si el sujeto y su
pareja hallan satisfactorias las relaciones sexuales). Discapacidad del rol parental (…)
Incluye: perturbación de la capacidad para asumir y realizar las tareas propias del cuidado
de los hijos que corresponden a la posición que ocupa el sujeto en el hogar (así, dar de
comer, meter en la cama o llevar al colegio, por lo que se refiere a los niños pequeños, y
ocuparse de las necesidades de los hijos, en el caso de los hijos mayores) y para
manifestar interés por los hijos (así, jugar con ellos, leerles un cuento e interesarse por los
problemas de los hijos o por sus deberes escolares). Otra discapacidad del rol familiar.
Discapacidad del rol ocupacional. Incluye: perturbación de la capacidad para organizar
y participar en actividades ocupacionales, lúdicas o recreativas rutinarias: Discapacidad
en la motivación. Incluye: interferencia con la capacidad de trabajar en virtud de una
severa deficiencia de impulso. Discapacidad en la cooperación. Incluye: incapacidad
para cooperar con otros y para “dar y tomar” en la interacción social. Discapacidad en la
rutina laboral. Incluye: perturbación de otros aspectos de adaptación a la rutina laboral
(como ir a trabajar regularmente y a tiempo y observar las reglas). Discapacidad para
organizar la rutina cotidiana. Incluye: perturbación de la capacidad para organizar
actividades de acuerdo con una secuencia temporal y dificultad de tomar decisiones sobre
temas de la vida cotidiana. Otra discapacidad en la realización del trabajo. Incluye:
otras dificultades en la realización y resultados del trabajo. Discapacidad en actividades
recreativas. Incluye: falta de interés en las actividades de ocio (tales como la televisión,
escuchar la radio, leer periódicos o libros, participar en juegos y tener hobbies) y en
sucesos de carácter local y mundial (incluidos los esfuerzos por obtener información).
111
Discapacidad del comportamiento en situaciones críticas. Incluye: respuestas
insatisfactorias o inadecuadas a incidentes (enfermedad, accidente u otros incidentes que
afectan a un miembro de la familia o a otras personas), emergencias (como el fuego) y
otras experiencias que normalmente requieren una rápida decisión y acción. Otra
discapacidad del rol ocupacional. Incluye: para los sujetos que no trabajan, la
perturbación del interés por conseguir un trabajo o volver al antiguo puesto, y los pasos
dados para alcanzar esta finalidad (…). Discapacidad del rol social: (…) pueden perder
el interés por la interacción social. Incluye: alteración de las relaciones interpersonales
fuera del hogar (amigos, compañeros de trabajo y comunidad en general) (...):
Discapacidad en la interacción social. Incluye: conducta del sujeto que implique
dificultades para la interacción social, ya sea por exceso o defecto (aislamiento,
irritabilidad acusada u otras fricciones suscitadas en situaciones sociales fuera del propio
hogar) (…). Indiferencia a las normas sociales aceptadas. Incluye: conducta que
resulta embarazosa (como hacer sugerencias o insinuaciones sexuales) (…), irrespetuosa
(como cantar, hacer chistes tontos u observaciones impertinentes, o mostrar exceso de
familiaridad) o histriónico (como expresar los sentimientos de forma exagerada,
dramática) (…). Conducta antisocial. Incluye: severamente inadaptado, psicópata y
delincuente. Otra discapacidad de rol social. Incluye: otra perturbación de la conducta
por exceso o defecto que presenta problemas de control (como agresividad, destructividad
extrema, hiperactividad e intento de llamar la atención o extrema pasividad). (Decreto
917/99, capítulo I, pp. 284 - 288)
La “minusvalía de integración social es la desventaja del individuo derivada de la
disminución o pérdida de su capacidad para participar y mantener las relaciones sociales que le
corresponden con base a su contexto socio-cultural”. Incluye las siguientes categorías:
Socialmente integrado. El individuo participa en todas las relaciones sociales usuales.
Participación inhibida. El individuo debido a su patología se inhibe de participar en
toda la gama de actividades sociales que le corresponden a su contexto sociocultural,
(incluye timidez, vergüenza y otros casos derivados de problemas de imagen a causa de
un desfiguramiento u otras (…). Participación disminuida. El Individuo debido a su
patología se inhibe de participar en toda la gama de actividades sociales en las que
participen personas desconocidas, pero la situación puede experimentar mejoría.
Participación empobrecida. El individuo debido a su patología solamente mantiene
relaciones con sus padres, cónyuge, o hijos y no hay señales de mejoría. Relaciones
reducidas. El individuo debido a su patología, tiene dificultades serias para relacionarse
aún con sus padres, cónyuge, hijos o hermanos. Aislamiento social. El individuo debido
a su patología tiene dificultades severas para relacionarse con cualquier persona, por lo
cual precisa de atención institucional permanente (…). (Decreto 917/99, capítulo V, pp.
337 -338)
El Decreto 1507 de 2014, toca éste aspecto, en el área ocupacional de la movilidad, de la
siguiente manera:
112
Cambiar las posturas corporales básicas y cambiar de lugar: Adoptar y dejar de
mantener una postura y pasar de una postura a otra, como levantarse de una silla para
tumbarse en una cama y adoptar y salir de las posiciones de arrodillamiento y levantarse.
Mantener la posición del cuerpo: mantener el cuerpo en la misma posición durante el
tiempo necesario, como permanecer sentado o permanecer de pie en el trabajo o colegio.
Levantar y llevar objetos: levantar un objeto y llevarlo de un sitio a otro, como levantar
una taza o llevar a un niño de una habitación a otra. Uso fino de la mano: realizar
acciones coordinadas relacionadas con manejar, recoger, manipular y soltar objetos,
utilizando una mano, los dedos y el pulgar (los dedos de la mano), como levantar
monedas de una mesa, o girar un tirador/perilla/picaporte. Uso de la mano y el brazo:
realizar las acciones coordinadas que se requieren para manipular y mover objetos,
utilizando las manos y los brazos, como girar tiradores/perillas/picaportes o lanzar o
coger un objeto. Andar y desplazarse por el entorno: avanzar sobre una superficie a
pie, paso a paso, de manera que al menos un pie esté siempre en el suelo, como caminar
hacia delante, hacia atrás o de lado. Mover todo el cuerpo de un sitio a otro de una
manera que no sea andando, como escalar una roca, correr por una calle, saltar en un pie,
corretear, brincar, correr esquivando obstáculos. Desplazarse por distintos lugares:
Andar y moverse por varios lugares y situaciones, como andar por las habitaciones de una
casa, dentro de un edificio o por la calle de un pueblo. Desplazarse utilizando algún
tipo de equipo: la habilidad para mover todo el cuerpo de un lugar a otro, en cualquier
superficie o espacio, utilizando dispositivos específicos diseñados para facilitar el
movimiento o crear métodos distintos de moverse, como equipo para patinar, esquiar,
bucear, o moverse por una calle en una silla de ruedas o con un andador. Utilización de
transporte como pasajero: la habilidad para utilizar cualquier tipo de transporte para
desplazarse como pasajero, como ser llevado en un coche, autobús, minibús, carro tirado
por personas, animal, transporte impulsado por animales, taxi público o privado, autobús,
tren, tranvía, metro, barco o avión. Conducción: dirigir y mover un vehículo o el animal
que lo empuja; conducir u operar cualquier medio de transporte, ya sea con motor, de
tracción humana o animal, como un coche, una bicicleta, un barco/bote montar animales.
(Título II, capítulo III, tabla 8, p. 177)
En el Decreto 1507 de 2014, en relación con el “área ocupacional del cuidado
personal” incluye:
Lavarse, cuidado de partes del cuerpo, higiene personal relacionada con los procesos de
excreción, vestirse, quitarse la ropa, ponerse calzado, comer, beber”. Incluye también
“cuidado de la propia salud: asegurar la salud y bienestar físico y mental, en un
contexto/entorno uniforme, como mantener una dieta balanceada/equilibrada, un nível
adecuado de actividad física, una temperatura corporal adecuada, prevenir daños para la
salud, seguir prácticas sexuales seguras, incluyendo el uso de preservativos, seguir los
planes de inmunización y realizar exámenes físicos regulares; control de la dieta y la
forma física: cuidar de uno mismo siendo consciente de las propias necesidades, por
ejemplo seleccionando y consumiendo conida nutritiva y manteniendo la forma física.
(Título II, capítulo III, tabla 9, p. 178)
113
Se encuentra contemplado ampliamente en el 917, cuando hace referencia a las
discapacidades de la conducta (discapacidad de la seguridad personal), discapacidades de las
relaciones (rol familiar, rol ocupacional y rol social), así como en la minusvalía de integración
social. En cambio, en el 1507 para la calificación de rol laboral es abordado muy pobremente (en
el área ocupacional de la movilidad) cuando se refiere a la utilización de equipos específicos o
métodos alternativos en la realización de algún tipo de deporte, en el ítem correspondiente a
desplazarse utilizando algún tipo de equipo; así como (en el área ocupacional del cuidado
personal) en los ítems correspondientes al cuidado de la propia salud, control de la dieta y la
forma física En general, se ve cómo el 917 contempla en el ámbito de la interacción familiar o
social, la participación en actividades ocupacionales, lúdicas o recreativas y el 1507, se enfoca a
la realización de algún tipo de deporte, en el cuidado de la salud a través de la actividad física,
entre otros.
Este indicador es abordado en el 1507 para la valoración de los roles ocupacionales en
niños y niñas mayores de tres años y adolescentes, así como el relacionado con el uso de tiempo
libre y del esparcimiento en adultos mayores, lo cual no es tema de nuestro estudio. (Decreto
1507 de 2014, título II, capítulo I, pp. 166 - 167).
10. Control sobre el propio entorno.
Como se describió anteriormente en el decreto 917/99, en relación con las
discapacidades de la conducta, hace referencia: “A la restricción o falta de capacidad de los
sujetos para conducirse, tanto en las actividades de la vida diaria como en la relación con otros,
114
ya sea por problemas de conciencia, por pérdida de la motivación o dificultades para el
aprendizaje”. En las “discapacidades de la conciencia”, incluye:
Discapacidad de la conciencia del yo: discapacidad en la orientación del esquema
corporal, de la apariencia personal, otra perturbación de la presentación del yo;
discapacidad en lo referente a la localización en el tiempo y el espacio, discapacidad
de identificación: conducta fuera de contexto; discapacidad de la seguridad personal:
tendencias a causarse heridas, discapacidad para garantizar la seguridad personal en
situaciones especiales, conducta irresponsable o potencialmente peligrosa para el sujeto
mismo, extravíos, otro desvarío; discapacidad en lo referente a la conducta
situacional: discapacidad para comprender las situaciones, discapacidad para interpretar
las situaciones, discapacidad para hacer frente a la situación; discapacidad en la
adquisición del conocimiento, otra discapacidad de carácter educativo. (Capítulo I,
pp. 279 - 283)
Adicionalmente, en las “discapacidades de las relaciones”, incluidas dentro de las
relaciones de las “discapacidades de la conducta” del párrafo anterior, queremos describir cada
categoría que consideramos particularmente significativa en el análisis del indicador de control
sobre el propio entorno, que nos compete:
Discapacidad del rol familiar: Discapacidad en la participación en actividades del
hogar: incluye: alteración de la capacidad para desarrollar actividades comunes
habituales tales como comer juntos, realizar tareas domésticas, salir juntos de visita,
participar en juegos y ver la televisión y conducirse durante estas actividades, así como la
dificultad y el desinterés en la toma de decisiones sobre asuntos del hogar; como pueden
ser las decisiones relativas a los hijos y al dinero. Discapacidad en el rol conyugal
afectivo. Incluye: perturbación de la relación afectiva continuada con la pareja habitual y
de la comunicación (así, hablar sobre los hijos, noticias y sucesos de la vida cotidiana), de
la capacidad para mostrar afecto y calor (pero excluyendo estallidos culturalmente
habituales de ira o irritabilidad) y generar el sentimiento de constituir una fuente de apoyo
para el otro cónyuge. Discapacidad del rol marital (…) Incluye: perturbación de las
relaciones sexuales con la pareja habitual (incluida la práctica del coito y si el sujeto y su
pareja hallan satisfactorias las relaciones sexuales).Discapacidad del rol parental (…)
Incluye: perturbación de la capacidad para asumir y realizar las tareas propias del cuidado
de los hijos que corresponden a la posición que ocupa el sujeto en el hogar (así, dar de
comer, meter en la cama o llevar al colegio, por lo que se refiere a los niños pequeños, y
ocuparse de las necesidades de los hijos, en el caso de los hijos mayores) y para
manifestar interés por los hijos (así, jugar con ellos, leerles un cuento e interesarse por los
problemas de los hijos o por sus deberes escolares). Otra discapacidad del rol familiar.
Discapacidad del rol ocupacional. Incluye: perturbación de la capacidad para organizar
y participar en actividades ocupacionales, lúdicas o recreativas rutinarias: Discapacidad
en la motivación. Incluye: interferencia con la capacidad de trabajar en virtud de una
severa deficiencia de impulso. Discapacidad en la cooperación. Incluye: incapacidad
115
para cooperar con otros y para “dar y tomar” en la interacción social. Discapacidad en la
rutina laboral. Incluye: perturbación de otros aspectos de adaptación a la rutina laboral
(como ir a trabajar regularmente y a tiempo y observar las reglas). Discapacidad para
organizar la rutina cotidiana. Incluye: perturbación de la capacidad para organizar
actividades de acuerdo con una secuencia temporal y dificultad de tomar decisiones sobre
temas de la vida cotidiana. Otra discapacidad en la realización del trabajo. Incluye:
otras dificultades en la realización y resultados del trabajo. Discapacidad en actividades
recreativas. Incluye: falta de interés en las actividades de ocio (tales como la televisión,
escuchar la radio, leer periódicos o libros, participar en juegos y tener hobbies) y en
sucesos de carácter local y mundial (incluidos los esfuerzos por obtener información).
Discapacidad del comportamiento en situaciones críticas. Incluye: respuestas
insatisfactorias o inadecuadas a incidentes (enfermedad, accidente u otros incidentes que
afectan a un miembro de la familia o a otras personas), emergencias (como el fuego) y
otras experiencias que normalmente requieren una rápida decisión y acción. Otra
discapacidad del rol ocupacional. Incluye: para los sujetos que no trabajan, la
perturbación del interés por conseguir un trabajo o volver al antiguo puesto, y los pasos
dados para alcanzar esta finalidad (…). Discapacidad del rol social: (…) pueden perder
el interés por la interacción social. Incluye: alteración de las relaciones interpersonales
fuera del hogar (amigos, compañeros de trabajo y comunidad en general) (...):
Discapacidad en la interacción social. Incluye: conducta del sujeto que implique
dificultades para la interacción social, ya sea por exceso o defecto (aislamiento,
irritabilidad acusada u otras fricciones suscitadas en situaciones sociales fuera del propio
hogar) (…). Indiferencia a las normas sociales aceptadas. Incluye: conducta que
resulta embarazosa (como hacer sugerencias o insinuaciones sexuales) (…), irrespetuosa
(como cantar, hacer chistes tontos u observaciones impertinentes, o mostrar exceso de
familiaridad) o histriónico (como expresar los sentimientos de forma exagerada,
dramática) (…). Conducta antisocial. Incluye: severamente inadaptado, psicópata y
delincuente. Otra discapacidad de rol social. Incluye: otra perturbación de la conducta
por exceso o defecto que presenta problemas de control (como agresividad, destructividad
extrema, hiperactividad e intento de llamar la atención o extrema pasividad). (Decreto
917/99, capítulo I, pp. 284 – 288)
Así mismo, el decreto 917/99, define la “minusvalía de orientación”, como la
“desventaja del individuo para manejar su entorno debido a la alteración de la función de la
conciencia, que implica la noción de la propia persona, del propio cuerpo o del tiempo y el
espacio en que se encuentra”. Incluye las siguientes categorías:
Completamente orientado. Impedimento para la orientación plenamente
compensado: con la utilización constante de ayudas logra compensar en forma total y
siempre los impedimentos para la orientación, o una vez superada la crisis. (...).
Impedimento para la orientación compensado: individuos que aunque utilicen ayudas,
necesitan condiciones ambientales especiales. Impedimento para la orientación no
compensado: a pesar del uso permanente de ayudas o medicamentos en cualquier
116
circunstancia la persona tiene alguna desorientación porque no ve bien, no escucha bien,
siente alguna insensibilidad en el tacto, no percibe dolor, calor, frio, o no reconoce los
objetos por el tacto o está confundido necesitando la ayuda de otra persona para sentirse
seguro. Impedimentos graves de la orientación: el impedimento de orientación no se
compensa a pesar de tener ayudas individuales y condiciones ambientales especiales.
Ausencia de orientación e inconsciencia: casos en los cuales el individuo es incapaz de
orientarse en su entorno. (Capítulo I, pp. 327 - 328)
La minusvalía ocupacional es la desventaja del individuo derivada de la disminución o
pérdida de su capacidad para desempeñar una actividad laboral remunerada para la cual el
individuo ha sido capacitado y/o contratado. Características: Para cuantificar esta
minusvalía deben tenerse en cuenta los siguientes criterios: a) Aspectos socio –
demográficos: género, edad, cultura, nivel de formación (formal e informal); b)
Resultados del proceso de rehabilitación integral en el trabajador entendidos como
reinserción, reubicación, readaptación y reconversión. (Capítulo IV, p. 334)
“La evaluación de la minusvalía ocupacional requiere de la comparación juiciosa entre las
características y las capacidades del trabajador (perfil) y características y exigencias del puesto
de trabajo o labor a desempeñar (evaluación puesto de trabajo)” (p. 334).
La minusvalía ocupacional comprende las siguientes categorías según el Decreto 917/99:
Habitualmente ocupado: el individuo se encuentra en un estado en el cual, como
consecuencia de la enfermedad o el accidente y luego de la rehabilitación integral o sin
ella, es capaz de desempeñar su labor habitual u otra de mayor estatus ocupacional y
económico en condiciones competitivas, pudiendo trabajar durante toda la jornada
laboral. El individuo ocupa la totalidad de sus días de la semana, sin presentar ninguna
dificultad en la ocupación específica que desarrolla, tales como estudiar, trabajar y
realizar tareas del hogar. (p. 335)
Ocupación recortada: el individuo se encuentra en un estado en el cual, como
consecuencia de la enfermedad o el accidente y luego de la rehabilitación integral, es
capaz de realizar su labor habitual, solo realizando las tareas básicas y no algunas
secundarias sin afectar la competitividad, trabajando durante toda la jornada laboral. (p.
335)
Ocupación adaptada: el individuo se encuentra en un estado en el cual, como
consecuencia de la enfermedad o el accidente y luego de la rehabilitación integral, es
capaz de desempeñar su labor habitual, con modificaciones del puesto de trabajo y/o con
aditamentos, o en otra ocupación con tareas similares, en condiciones competitivas,
pudiendo trabajar durante toda la jornada laboral. (p. 335)
Cambio de ocupación: el individuo se encuentra en un estado en el cual, como
consecuencia de la enfermedad o el accidente y luego de la rehabilitación integral, no
117
puede desempeñarse en su labor habitual ni en otra similar y necesariamente debe
capacitarse para desarrollar aptitudes y destrezas que le permitan ejecutar un nuevo
oficio. Esta nueva ocupación puede mantener su estatus ocupacional y socioeconómico.
(p. 335)
Ocupación reducida: el individuo se encuentra en un estado en el cual, como
consecuencia de la enfermedad o el accidente y luego de la rehabilitación integral, no
logra recuperar ni adquirir aptitudes y destrezas que le permitan desarrollar o ejercer un
nuevo oficio con el cual pueda conservar su estatus ocupacional y socioeconómico.
Implica disminución en su jornada laboral y no es competitivo. (p. 336)
Ocupación restringida, protegida o confinada: el individuo se encuentra en un estado
en el cual, como consecuencia de la enfermedad o el accidente y luego de la
rehabilitación integral, sus limitaciones son tan severas que sólo le permiten desarrollar
labores en su casa o en una institución especializada. Puede tener alguna remuneración,
pero su finalidad es ocupar el tiempo. (p. 336).
Sin posibilidades de ocupación: el individuo se encuentra en un estado tal, como
consecuencia de la enfermedad o el accidente y después de la rehabilitación integral, que
no está en condiciones de desarrollar actividades laborales ni para ocupar su tiempo.
La “minusvalía de integración social es la desventaja del individuo derivada de la
disminución o pérdida de su capacidad para participar y mantener las relaciones sociales que le
corresponden con base a su contexto socio-cultural”. Incluye las siguientes categorías:
Socialmente integrado. El individuo participa en todas las relaciones sociales usuales
reducidas. El individuo debido a su patología, tiene dificultades serias para relacionarse
aún con sus padres, cónyuge, hijos o hermanos. Aislamiento social. El individuo debido
a Participación inhibida. El individuo debido a su patología se inhibe de participar en
toda la gama de actividades sociales que le corresponden a su contexto sociocultural,
(incluye timidez, vergüenza y otros casos derivados de problemas de imagen a causa de
un desfiguramiento u otras (…). Participación disminuida. El Individuo debido a su
patología se inhibe de participar en toda la gama de actividades sociales en las que
participen personas desconocidas, pero la situación puede experimentar mejoría.
Participación empobrecida. El individuo debido a su patología solamente mantiene
relaciones con sus padres, cónyuge, o hijos y no hay señales de mejoría. Relaciones su
patología tiene dificultades severas para relacionarse con cualquier persona, por lo cual
precisa de atención institucional permanente (…). (Decreto 917/99, capítulo V, pp. 337 -
338)
118
Por otro lado, el Decreto 1507 de 2014, trata este indicador de control sobre el propio
entorno, en el área ocupacional de aprendizaje y aplicación del conocimiento, de la
comunicación, vida doméstica y del rol laboral, de la siguiente manera: “Aprendizaje y
aplicación del conocimiento”, incluye:
Mirar: usar el sentido de la vista intencionalmente para apreciar estímulos visuales,
como ver un acontecimiento deportivo o niños jugando. Escuchar: Usar el sentido del
oído para apreciar estímulos auditivos, como escuchar la radio, música o una lección.
Aprender a leer, escribir y calcular: desarrollar una competencia en la lectura de
material escrito (incluido braille) con fluidez y exactitud, como reconocer caracteres y
alfabetos, vocalizar palabras, leer en voz alta con una correcta pronunciación y
comprender las palabras y frases. Desarrollar competencia para producir símbolos en
forma de texto que representen sonidos, palabras o frases de manera que tengan un
significado (incluida escritura Braille), como deletrear correctamente y usar la gramática
correcta. Aprender a calcular: desarrollar competencia para manipular números y
realizar operaciones matemáticas simples y complejas, como la habilidad de usar signos
matemáticos (+,-) para sumar y restar, y aplicar el procedimiento matemático apropiado a
cada problema. Pensar: formular y manipular ideas, conceptos e imágenes, tanto
orientadas como no a metas específicas, y que pueden ir acompañadas o no, como crear
una ficción, probar un teorema, jugar con ideas, hacer una tormenta de ideas, meditar,
valorar o ponderar, especular o reflexionar. Leer: realizar actividades involucradas en la
comprensión e interpretación de lenguaje escrito (ejemplo: libros, instrucciones o
periódicos, en texto o Braille) con el propósito de obtener conocimientos generales o
información específica. Escribir: Usar o producir símbolos escritos para transmitir
información, como describir por escrito un evento o hacer un borrador de una carta.
Calcular: realizar cálculos aplicando principios matemáticos para resolver problemas que
son descritos mediante palabras y producción o exposición de los resultados, tales como
calcular la suma de tres números o encontrar el resultado de dividir un número entre otro.
Resolver problemas y tomar decisiones: encontrar soluciones a problemas y situaciones
detectando y analizando las consecuencias, desarrollando opciones y soluciones,
evaluando efectos potenciales de las soluciones y ejecutando la solución escogida, como
resolver una disputa entre dos personas. Llevar a cabo tareas simples: Llevar a cabo,
acciones sencillas o complejas y coordinadas relacionadas con los componentes mentales
y físicos implicados en una tarea, como iniciar una tarea, organizar el tiempo, espacio y
materiales para realizar una tarea, llevarla a cabo, completarla y mantener la actividad. (p.
175)
El decreto 1507 de 2014, en el” área ocupacional de la Comunicación”, incluye:
Comunicarse con -recepción de- mensajes verbales. Comunicarse con –recepción de-
mensajes no verbales: comprender el significado literal e implícito de mensajes creados
con gestos, símbolos y dibujos, como darse cuenta de que un niño está cansado cuando se
frota los ojos o que una alarma significa que hay fuego. Comunicarse con –recepción de-
119
mensajes en lenguaje de signos formal: recibir y comprender mensajes en lenguaje de
signos formal con un significado implícito y literal. Comunicarse con – recepción de-
mensajes escritos: comprender el significado literal e implícito de mensajes que están
estructurados a través del lenguaje escrito (incluido Braille), como seguir eventos
políticos en el periódico o entender el mensaje de una escritura religiosa o de una historia.
Habla: producir palabras, frases y párrafos en mensajes hablados con significado literal e
implícito, como la habilidad de expresar un hecho o contar una historia en lenguaje oral.
Producción de mensajes no verbales: usar gestos, símbolos para dar a entender
mensajes, como la habilidad de asentir con la cabeza para indicar que estamos de acuerdo
o dibujar un diagrama para ilustrar o expresar una idea compleja, incluye: producir gestos
corporales, señales, símbolos, dibujos y fotografías. Mensajes escritos: la habilidad de
producir mensajes con significado literal o implícito, expresados mediante el lenguaje
escrito, como escribir una carta a un amigo. Conversación: Iniciar, sostener y finalizar un
intercambio de pensamientos e ideas, llevado a cabo a través de lenguaje hablado, escrito,
de signos u otras formas de lenguaje, con una o más personas conocidas o extraños, en un
ambiente formal o informal. Discusión: iniciar, mantener y finalizar la evaluación de un
problema, con argumentos a favor o en contra, o llevar a cabo un debate mediante
lenguaje hablado, escrito, de signos u otras formas de lenguaje, con una o más personas
conocidas o extraños, en un ambiente formal o informal. Utilización de dispositivos y
técnicas de comunicación: Usar dispositivos, técnicas y otros medios con el propósito de
comunicarse, como llamar a un amigo por teléfono. (Título II, capítulo III, p. 176)
El decreto 1507 de 2014, en el área ocupacional correspondiente a la vida doméstica,
incluye:
Adquisición de un lugar para vivir: comprar, alquilar, amueblar y organizar una casa,
apartamento u otra vivienda. Dentro de la vida doméstica también se contempla la
Adquisición de bienes y servicios: Seleccionar, obtener y transportar todos los bienes y
servicios necesarios para la vida diaria, como seleccionar, obtener, transportar y
almacenar comida, bebida, ropa, productos de limpieza, combustible, artículos para la
casa, utensilios, baterías de cocina, aparatos domésticos y herramientas; procurarse
servicios y utilidades domésticas. Comprar: Conseguir a cambio de dinero, bienes y
servicios necesarios para la vida diaria (incluyendo enseñar y supervisar a otra persona
para que haga la compra), como la selección de alimentos, bebidas, productos de
limpieza, artículos para la casa o ropa en un mercado o tienda; comparar la calidad y
precio de los productos necesarios, negociar y pagar por los bienes o servicios
seleccionados y transportar los bienes. Preparar comidas: Idear, organizar, cocinar y
servir comidas sencillas y complicadas para uno mismo o para otras personas, como
decidir el menú, seleccionar alimentos y bebidas, reunir los ingredientes para preparar
una comida, poner al fuego los alimentos y preparar comidas y bebidas frías, y servir la
comida. Realizar los quehaceres de la casa: Ocuparse de la casa limpiándola, lavando la
ropa, usando aparatos domésticos, almacenando comida y eliminando la basura, como
barrer, pasar el trapeador, limpiar las encimeras, paredes y otras superficies, recoger y
eliminar la basura de la casa; ordenar habitaciones, armarios y cajones; recoger, lavar,
secar, doblar y planchar ropa, limpiar calzado, utilizar escobas, cepillos y aspiradoras;
120
utilizar lavadoras, secadoras y planchas. Limpieza de la vivienda: limpiar la vivienda,
ordenar y quitar el polvo, barrer, fregar y pasear el trapeador a los suelos, limpiar
ventanas y paredes, limpiar cuartos de baño e inodoros/excusados, limpiar muebles.
Cuidado de los objetos del hogar: mantener y reparar los objetos del hogar y otros
objetos personales, incluyendo la casa y su contenido, la ropa, los vehículos y los
dispositivos de ayuda y el cuidado de plantas y animales, como pintar o empapelar las
habitaciones, reparar los muebles, reparar las cañerías, asegurarse de que los vehículos
funcionan adecuadamente, regar las plantas, cuidar y alimentar mascotas y animales
domésticos. Ayudar a los demás: Ayudar a miembros de la casa y a otras personas en
su aprendizaje, en la comunicación, en el autocuidado o en el desplazamiento dentro o
fuera de la casa, preocuparse por el “bienestar” de los miembros de la casa y de otras
personas. Mantenimiento de los dispositivos de ayuda: Reparar y cuidar de los
dispositivos de ayuda como prótesis, órtesis y de herramientas especializadas y de
dispositivos de ayuda para la casa y el autocuidado, mantenimiento y reparación de
dispositivos de ayuda para la movilidad personal como bastones, andadores, sillas de
ruedas y ciclomotores; y mantenimiento de dispositivos de ayuda para la comunicación y
el tiempo libre. Cuidado de los animales: Cuidar de los animales domésticos y las
mascotas, alimentar, limpiar, cepillar y sacar a hacer ejercicio a las mascotas; cuidar de la
salud de animales y mascotas; asegurarse del bienestar y cuidado de animales o mascotas
cuando uno está ausente. (Título II, capítulo III, tabla 10, p. 179)
El decreto 1507 de 2014, en relación con las restricciones en el rol laboral, establece las
siguientes categorías:
Activo: Sin limitaciones para la actividad laboral. La persona se encuentra en un
estado en el cual, como consecuencia de la deficiencia (s) y luego de la Mejoría Médica
Máxima (MMM) o terminado el proceso de rehabilitación integral o en todo caso antes de
los 540 días calendario de ocurrido el accidente o diagnosticada la enfermedad, puede
realizar su labor habitual, sin limitación ni restricción alguna en y para: Tareas y
operaciones: Puede realizar todas las tareas principales o básicas y las secundarias o
accesorias sin ningún tipo de limitación en la labor habitual. Componentes del
desempeño: Sensorio motor, integración cognitiva y componentes cognitivos, destrezas
psicosociales y componentes psicológicos: adecuados, sin limitación, ni restricción.
Tiempo de ejecución: Sin limitación en el 100% de acuerdo a la jornada de trabajo que
haya tenido la persona antes de la enfermedad o accidente. Forma de integración
laboral: Reintegro sin modificaciones en el puesto de trabajo. (p. 168)
Rol laboral recortado: limitaciones leves para la actividad laboral. La persona se
encuentra en un estado en el cual, como consecuencia de la deficiencia (s) y luego de la
Mejoría Médica Máxima (MMM) o terminado el proceso de rehabilitación integral o en
todo caso antes de los 540 días calendario de ocurrido el accidente o diagnosticada la
enfermedad, puede realizar su labor habitual, con limitaciones y restricciones leves en y
para: Tareas y operaciones: Realiza las tareas básicas o principales y no puede realizar
o participar en algunas de las tareas secundarias de la labor habitual. Componentes del
desempeño: Sensorio motor, integración cognitiva y componentes cognitivos, destrezas
121
psicosociales y componentes psicológicos: con limitaciones leves para la ejecución de los
mismos según demandas de la actividad laboral. Tiempo de ejecución: Sin limitación en
el 80% de acuerdo con la jornada de trabajo que haya tenido la persona antes de la
enfermedad o accidente. Forma de integración laboral: Reintegro con modificaciones
en el puesto de trabajo. (p. 169)
Rol laboral o puesto de trabajo adaptado. La persona se encuentra en un estado en el
cual, como consecuencia de la deficiencia (s) y luego de la Mejoría Médica Máxima
(MMM) o terminado el proceso de rehabilitación integral o en todo caso antes de los 540
días calendario de ocurrido el accidente o diagnosticada la enfermedad, puede realizar su
labor habitual, con limitaciones y restricciones moderadas en y para: Tareas y
operaciones: Necesita contar con ayudas técnicas, modificaciones en el puesto de
trabajo, aditamentos, férulas, tratamientos continuos y permanentes e incluso ayuda de
otro para iniciar, desarrollar y finalizar las tareas principales o secundarias de la labor
habitual. Componentes del desempeño: Sensorio motor, integración cognitiva y
componentes cognitivos, destrezas psicosociales y componentes psicológicos: Con
limitaciones moderadas para la ejecución de los mismos según demandas de la actividad
laboral. Tiempo de ejecución: Sin limitación en el 50% de acuerdo con la jornada de
trabajo que haya tenido la persona antes de la enfermedad o accidente. Forma de
integración laboral: Reintegro con modificaciones en el puesto de trabajo o reubicación
temporal. (p. 169)
Cambio de rol laboral o de puesto de trabajo. La persona se encuentra en un estado en
el cual, como consecuencia de la deficiencia (s) y luego de la Mejoría Médica Máxima
(MMM) o terminado el proceso de rehabilitación integral o en todo caso antes de los 540
días calendario de ocurrido el accidente o diagnosticada la enfermedad, puede realizar su
labor habitual, con limitaciones y restricciones graves en y para: Tareas y operaciones:
Con el uso de ayudas técnicas, modificaciones en el puesto de trabajo, aditamentos,
férulas, tratamientos continuos y permanentes e incluso ayuda de otro, la persona solo se
puede desempeñar en otro puesto de trabajo, con limitaciones para iniciar, desarrollar y
finalizar las tareas principales o secundarias de este nuevo puesto. Componentes del
desempeño: Sensorio motor, integración cognitiva y componentes cognitivos, destrezas
psicosociales y componentes psicológicos: Con limitaciones moderadas para la ejecución
de los mismos según demandas de la actividad laboral. Tiempo de ejecución: sin
limitación en el 100% de acuerdo a la jornada asignada. Forma de integración laboral:
reubicación definitiva. (p. 170)
Cambio de rol laboral o de puesto de trabajo con actividades recortadas. La persona
se encuentra en un estado en el cual, como consecuencia de la deficiencia (s) y luego de
la Mejoría Médica Máxima (MMM) o terminado el proceso de rehabilitación integral o
en todo caso antes de los 540 días calendario de ocurrido el accidente o diagnosticada la
enfermedad, puede realizar su labor habitual, con limitaciones y restricciones completas
en y para: Tareas y operaciones: Con el uso o no de ayudas técnicas, modificaciones en
el puesto de trabajo, aditamentos, férulas, tratamientos continuos y permanentes e incluso
ayuda de otro, la persona solo se puede desempeñar en algunas tareas u operaciones del
nuevo puesto de trabajo, con limitaciones moderadas o completas para iniciar, desarrollar
y finalizar las tareas principales o secundarias del puesto. Componentes del desempeño:
Sensorio motor, integración cognitiva y componentes cognitivos, destrezas psicosociales
122
y componente psicológicos: con limitaciones moderadas para la ejecución de los mismos
según demandas de la actividad laboral. Tiempo de ejecución: Con limitación para el
50% de acuerdo a la jornada asignada. Forma de integración laboral: La persona
amerita o cuenta con el concepto de reconversión de mano de obra. (p. 170)
Rol laboral en condiciones especiales o sin posibilidad de rol laboral – restricciones
completas. La persona se encuentra en un estado en el cual, como consecuencia de la
deficiencia (s) y luego de la Mejoría Médica Máxima (MMM) o terminado el proceso de
rehabilitación integral o en todo caso antes de los 540 días calendario de ocurrido el
accidente o diagnosticada la enfermedad, no puede realizar ninguna actividad laboral
habitual y presenta limitaciones y restricciones completas en y para: Tareas y
operaciones: Con o sin el uso de ayudas técnicas, modificaciones en el puesto de trabajo,
aditamentos, férulas, tratamientos continuos y permanentes e incluso ayuda de otra
persona, no se puede desempeñar en ninguna actividad laboral. Puede requerir
rehabilitación vocacional en alguna institución o solo desarrolla actividades para el uso
del tiempo. Componentes del desempeño: Sensorio motor, integración cognitiva y
componentes cognitivos, destrezas psicosociales y componentes psicológicos: con
limitaciones completas para la ejecución de los mismos según demandas de la actividad
laboral. Tiempo de ejecución: Limitación total para cualquier tipo de jornada laboral.
Forma de integración laboral: No existe, la persona permanece en casa o en una
institución de cuidado especial. (p. 171)
En lo “político”, el 917 contempla este indicador en relación con la discapacidad de la
conducta, a través de la “adquisición del conocimiento y de carácter educativo”, el rol familiar,
ocupacional y social, así como en las minusvalías de orientación y de integración social. El 1507
toca el aspecto político de forma tangencial, a través del área ocupacional del aprendizaje y
aplicación del conocimiento en la resolución de problemas y toma de decisiones y en el área
ocupacional de la comunicación, cuando se refiere a iniciar, sostener y finalizar un intercambio
de pensamientos e ideas (conversación) o llevar a cabo un debate (discusión).
Así mismo, en el aspecto “material” de este indicador, el 917 no contempla lo relacionado
con la disponibilidad de propiedades, pero sí lo referente al trabajo a través de las discapacidades
de la conducta, en el rol ocupacional y social, así como en la minusvalía ocupacional y de
integración social. El 1507 por su parte, contempla la disponibilidad de propiedades en el área
ocupacional de la vida doméstica, a través de la adquisición de un lugar para vivir, la adquisición
y compra de bienes y servicios.
En lo referente al trabajo, el 1507 le asigna un papel preponderante a la calificación del
rol laboral, contemplando las tareas y operaciones, los componentes del desempeño, el tiempo de
123
ejecución en relación con la jornada de trabajo y la forma de reintegro laboral. Sin embargo, no
considera los aspectos relacionados con la construcción de relaciones valiosas de reconocimiento
mutuo con los demás trabajadores ni con el empleador. Por su parte, el 917 esboza de alguna
manera la presencia de reconocimiento mutuo entre los pares, cuando contempla dentro de las
discapacidades de la conducta, las discapacidades en el rol social. Sin embargo, el 917 enfoca la
minusvalía de integración social, desde el punto de vista de la patología del afectado y no toma
en consideración el clima laboral al que éste pudiera estar expuesto entre sus pares y empleador,
como reacción a su discapacidad, producto de secuelas de una enfermedad o accidente.
Desafortunadamente, podemos ver casos en los que por ejemplo, como producto de una
reubicación definitiva sugerida por el equipo de rehabilitación integral, lo que recibe el
trabajador del empleador a cambio del despido, es literalmente “arrumarlo” como cualquier
objeto de inventario de pasivos de la compañía, sin la asignación de tareas, buscando en muchas
ocasiones que el trabajador se aburra y decida su renuncia voluntaria, quitándose el empleador,
como se dice “coloquialmente”, el problema de encima.
Si consideramos que un individuo, durante su vida productiva, pasa mayor tiempo en su
trabajo que en su casa, el poder relacionarse y compartir con sus pares es motivo de fortaleza,
seguridad, sentido familiar y de pertenencia en sus vidas.
En un estudio titulado “Cultura organizacional en una empresa propiedad de sus
trabajadores” (2013), se refiere a la identidad dentro de una organización en los siguientes
términos: “La identidad se asocia con el sentido de pertenencia, expresión que recoge el nivel de
implicación o compromiso afectivo que un individuo tiene con su grupo que es producto de
filiación social y que lo lleva a considerar las características del grupo como auto-descriptivas”
(Alvarado Muñoz & Monroy del Castillo, 2013). Si en condiciones normales, esas relaciones
intra laborales de respeto y reconocimiento mutuo entre los colaboradores y el empleador,
favorecen la presencia de un clima laboral saludable y construyen identidad, sentido de
pertenencia, motivación, trabajo en equipo, fortaleza y seguridad entre otros, la ausencia de
estos elementos en el entorno laboral de un trabajador por causa de su condición de discapacidad,
resultado de actitudes de discriminación y rechazo, generan en el trabajador sentimientos de baja
autoestima, depresión, aislamiento, en la medida que es atropellado en su dignidad como ser
humano y tácitamente excluido de la “familia corporativa”.
124
En relación con el proceso de rehabilitación integral, no se específica en ninguno de los
decretos, si se llevó a cabo y el resultado real alcanzado en el proceso de reconversión de mano
de obra. En el 1507 se tiene en cuenta solamente que “la persona amerita o cuenta con el
concepto de reconversión de mano de obra”, pero no permite evaluar si el afectado ingresó
realmente a programa y los resultados obtenidos.
En resumen y en relación con el indicador de control sobre el propio entorno, podemos
decir que el 1507 perdió en lo “político” en comparación con el 917. Por el contrario y en
relación con el aspecto “material”, el 1507 sale avante en relación con el 917 en asuntos de
disponibilidad de propiedades y en la calificación del rol laboral, por el amplio espectro de
factores que toma en cuenta en relación con el desempeño en el trabajo y por asignarle un peso
mayor dentro de la calificación de éste rol, que el que tenía en el 917.
Sin embargo, el 1507 no contempla las relaciones valiosas de reconocimiento mutuo con
los demás trabajadores, como sí lo hace el 917 de alguna manera a través de las discapacidades
de la conducta, en el rol social y en la minusvalía de integración social. También es importante
resaltar que ninguno de los dos decretos, contempla el acceso efectivo o real a centros de trabajo
para reconversión de mano de obra, a instituciones de rehabilitación vocacional y/o
emprendimiento, cuando el caso así lo amerita, en la búsqueda de autonomía y empoderamiento.
En conclusión y a la luz del enfoque de capacidades, podemos ver que al comparar el
decreto 1507 de 2014 con el 917 de 1999, se encuentran cambios importantes en aspectos que
dan a conocer avances, retrocesos y la emergencia de otros que nunca han sido considerados
como relevantes dentro de la compensación que se trata de establecer por secuelas de una
contingencia en la calificación de pérdida de capacidad laboral.
Dentro de los avances, es importante resaltar la incorporación de un concepto más amplio
en relación con la salud, la inclusión de la disponibilidad de vivienda y derechos de propiedad de
la misma, el poder cuidar de mascotas y plantas y establecer una evaluación más detallada en
relación con el desempeño laboral.
Dentro de los retrocesos se encuentra que se resta importancia, incluso hasta desaparecer,
a la gran mayoría de los aspectos que tienen que ver con las emociones, las relaciones de pareja,
familiares, el preocuparse por otros y participar en diferentes formas de integración social.
125
También en el juego, las actividades recreativas y de ocio; el poder participar de forma efectiva
en las elecciones políticas que gobiernan la propia vida, los aspectos laborales en relación con lo
social y el reconocimiento mutuo.
También se encuentra que no están siendo considerados en estos decretos, los temas
relacionados con la accesibilidad a la vivienda, al trabajo, a las instituciones educativas, al
transporte público y a los sitios públicos, incluyendo los culturales, de recreación y deporte; la
seguridad en la movilización en los sitios públicos y en el transporte público. Tampoco la
exposición a la violencia doméstica y ser objeto de discriminación en cualquier ámbito, familiar,
social o laboral.
Hay también otro aspecto ausente en ambos decretos: es el concerniente al acceso real o
efectivo a los centros de reconversión de mano de obra, formación vocacional y/o de
emprendimiento, los cuales son en su gran mayoría los grandes ausentes dentro del proceso de
rehabilitación y reincorporación ocupacional establecido desde la época del Ministerio de la
Protección Social. (Ministerio de la Protección Social, 2010).
Si bien se trata de calificar la pérdida de capacidad laboral y por ello se encuentra
razonable el realce dado al desempeño en el ámbito laboral, es muy importante recalcar que se
están dejando a un lado los aspectos relacionados con la interacción y reconocimiento mutuo con
los compañeros de trabajo, así como la parte emocional, que se ve frecuentemente afectada por
las secuelas de cualquier tipo de contingencia que afecta al individuo en forma integral.
Los retrocesos percibidos, así como las ausencias que persisten, sugieren que en el 1507
se aborda la discapacidad principalmente desde el punto de vista biomédico (discapacidad
atribuida al individuo) y se desconoce en forma significativa el papel que juega el entorno físico,
familiar, social, actitudinal y de políticas públicas en la manifestación y severidad de la
discapacidad.
Si bien es cierto que el Decreto 1507 busca principalmente hacer justicia en relación con
las secuelas que una contingencia de cualquier índole establece en el desempeño de las tareas en
el ámbito laboral, es sesgado evaluar el funcionamiento humano solamente en éste único aspecto,
sin contemplar otros dados por las relaciones con los colaboradores, la cooperación, el trabajo en
equipo, el reconocimiento y el respeto mutuo. Adicionalmente, es de resaltar que si bien el
126
trabajo se debe constituir como fuente de satisfacción para los individuos, existen otras facetas
en el funcionamiento del ser humano que son vitales para su realización en forma íntegra y
digna, las cuales no deben ser subestimadas en ningún caso ni por una buena causa. Si bien es
cierto que el 1507 gana en objetividad en relación con la calificación de las deficiencias y de las
restricciones en el rol laboral, pierde en forma franca y robusta en el abordaje de los individuos
como seres integrales y sociales por naturaleza, que determinan y son determinados por el
ambiente que los rodea.
Con el fin de ilustrar el impacto que tendrían las capacidades aquí mencionadas en las
evaluaciones médico laborales por secuelas de accidentes de trabajo o enfermedades laborales,
tomaremos en consideración los siguientes casos hipotéticos:
Caso 1: Consideremos a manera de ejemplo el de un trabajador, género masculino,
veintitrés años, bachiller, quien se desempeñaba como operario de troqueladora y sufre un
accidente de trabajo en su mano derecha (dominante), presentando pérdida funcional de la
misma. Ingresa al programa de rehabilitación integral, logrando sustitución funcional en su mano
izquierda e independencia en la mayoría de las actividades básicas cotidianas y de la vida
diaria. Reubicado laboralmente, como ayudante de empaque con desempeño satisfactorio. En su
vida personal y por causa de su discapacidad actual, su novia rompió con él y fue retirado
paulatinamente del equipo de basquetbol de su barrio. Fue su familia y amigos más cercanos los
que lo apoyaron en todo éste proceso. Al ser evaluado, recibió una calificación de pérdida de
capacidad laboral, que le dio derecho a una indemnización. A la luz del enfoque de capacidades,
consideraríamos comprometida la integridad física, teniendo en cuenta que podría ser más
vulnerable a los asaltos violentos, al estar comprometida su capacidad para defenderse.
Comprometidas las emociones, en la medida que podría llegar a sentir ansiedad en establecer
relaciones de pareja, al temer ser rechazado por su discapacidad, como ocurrió en su última
relación. Comprometido en la afiliación y algunas actividades en el juego, por haber sido
discriminado por sus pares en el desarrollo de su actividad física. Comprometido el control
sobre el propio entorno, en el aspecto “material”, teniendo en cuenta que no le es fácil buscar
trabajo en un plano de igualdad, en el evento de querer cambiar de ocupación o ser desvinculado
del actual.
127
Caso 2: Analicemos también el caso anterior, en la situación imaginaria que no hubiese
logrado una sustitución funcional tan satisfactoria en la mano izquierda, no se hubiese logrado la
reubicación laboral y se hubiese definido por el equipo de rehabilitación integral que amerita o
cuenta con el concepto de “reconversión de mano de obra”. En éste caso, consideramos que la
evaluación medico laboral estableció una pérdida de capacidad laboral que le dio derecho a una
pensión, aunque se encuentren comprometidas las mismas capacidades que en la situación
previa. La pensión se otorga en la medida que no se alcanzaron las metas esperadas en el proceso
de rehabilitación integral y queda como opción o recomendación, el ingreso a un programa de
reconversión de mano de obra, que desafortunadamente excepcionalmente se da, pues son muy
pocas las entidades comprometidas con éste propósito.
Caso 3: Imaginemos ahora el caso de una mujer de cuarenta años, música de profesión,
estudiosa del saxofón desde muy joven, siendo éste el instrumento que le permitía desempeñarse
en forma exitosa en diferentes bandas del más alto nivel. En la cúspide de su carrera, un día
empezó a presentar dificultad para tocar apropiadamente las notas, sus labios no respondían,
sentía débil la musculatura alrededor de la boca y en poco tiempo fue diagnosticada con
“distonía de la embocadura”, considerada enfermedad de origen laboral y de pronóstico muy
reservado por ser poco conocida en nuestro medio. Su dificultad para tocar le generó muchas
veces el rechazo de sus pares en la medida que no comprendían lo que le ocurría. A pesar de
múltiples tratamientos de neurología y rehabilitación, tuvo que dejar de tocar en la imposibilidad
de lograr un mínimo desempeño y suspender sus presentaciones en público. Todo esto le generó
además “depresión” importante, que terminó afectando significativamente su matrimonio, hasta
decidir separarse. Finalmente, fue reubicada en un cargo administrativo y se dedicó a la
docencia, permitiéndole de alguna forma mejorar su autoestima. Recibió una calificación de
pérdida de capacidad laboral, correspondiente a una indemnización. Desde el enfoque de
capacidades, vemos afectados principalmente el indicador correspondiente a las emociones, en la
medida que debe dejar a un lado el desempeño del instrumento que es su pasión de toda la vida,
como suele ocurrir en los músicos de profesión, que es en lo que “se les va la vida”; además
porque no se preparan para tocar varios instrumentos, sino que su estudio es tan especializado y
de tanta dedicación y práctica, que se casan con un solo instrumento, “el instrumento”.
Igualmente, su trastorno emocional que en conjunto con sus otras pérdidas, le lleva a la
descomposición familiar. Por otro lado, la capacidad de afiliación se ve afectada, en la medida
128
que sufre el rechazo y discriminación de sus pares, por el desconocimiento de su enfermedad que
afecta singularmente su desempeño. Igualmente, se encuentra afectada la capacidad que hace
referencia al control sobre el propio entorno en lo “material”, en la medida que no puede
buscar trabajo en las mismas condiciones de igualdad que los demás, a pesar de su vasta
experiencia, con la dificultad de construir relaciones valiosas de reconocimiento mutuo con sus
compañeros, en razón a su discapacidad actual.
Caso 4: Pensemos por ejemplo ahora, en un minero de 55 años, quien ha trabajado en
minas de carbón como piquero desde los quince años, sin utilización adecuada de elementos de
protección personal. Presenta desde hace aproximadamente tres años, sintomatología de tos,
dificultad respiratoria y pérdida de peso, que lo van limitando hasta incluso suspender la práctica
de tejo con sus amigos, actividad obligatoria de todos los fines de semana en su pueblo natal,
Cucunubá, Cundinamarca. Recibió tratamiento sintomático y sólo hace dos años realizan
diagnóstico de neumoconiosis tipo silicosis de origen laboral, que ha cursado adicionalmente con
la presencia de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, con pobre respuesta al tratamiento
instaurado, incluyendo el retiro de la exposición a sílice en los socavones y requiriendo suplencia
de oxígeno las veinticuatro horas del día, permaneciendo recluido en su domicilio, la mayor parte
del tiempo. Le fue practicada evaluación médico laboral y se estableció una pérdida de capacidad
laboral, que le dio derecho a una pensión. Al mirar este caso a la luz del enfoque de capacidades,
vemos comprometidas las capacidades correspondientes a la vida, salud física, integridad
física, afiliación, otras especies, juego y control sobre el propio entorno desde el punto de
vista “material”, en la medida que su compromiso funcional respiratorio, que lo hace oxigeno
dependiente, le merma significativamente su calidad de vida, lo hace más vulnerable a cualquier
agente externo, le restringe significativamente su participación en actividades familiares y
sociales, incluyendo ese tiempo especialmente respetado en que se reunía con sus pares a jugar
tejo, con una significancia muy grande en el compartir y en la pertenencia. Como además tiene
un fondo alérgico, la cercanía de mascotas y/o matas, le aumentan el broncoespasmo.
Adicionalmente, su imposibilidad para seguir desempeñando el trabajo de toda su vida, lo marca
de forma importante, pues ésta ocupación ha sido el sustento de sus familias por muchas
generaciones.
129
Caso 5: Consideremos ahora un electricista de treinta años, quien sufre accidente de
trabajo al caer de una torre de alta tensión, de aproximadamente ocho metros de altura, sufriendo
politraumatismo dado por trauma craneoencefálico severo y fracturas en radio y tibia derechas,
las cuales evolucionaron satisfactoriamente. Sin embargo, y después de recibir el tratamiento
adecuado por rehabilitación y las especialidades pertinentes, sus secuelas neurológicas son
consideradas significativas e irreversibles, por la presencia de alteraciones importantes desde el
punto de vista cognitivo y afectivo. Se evidencia parcialmente orientado en persona,
desorientado en tiempo y espacio. Neuropsicología documenta alteraciones de la memoria,
atención, abstracción y aprendizaje; juicio y raciocinio comprometidos. Psiquiatra documenta
también trastornos importantes en el comportamiento, apatía, indiferencia, depresión,
dificultades muy importantes en las relaciones de pareja, familiares y sociales, las cuales se
hacen aún más notorias al tratarse de un individuo que forma parte del grupo de socorrismo de la
Cruz Roja Colombiana, con gran experiencia en situaciones de desastre. Consideran la presencia
de síndrome frontal y realizan calificación de pérdida de capacidad laboral que le da derecho a
una pensión, aclarando que requiere de la asistencia de terceras personas para la realización de
las actividades básicas cotidianas y de la vida diaria. Si vemos este caso a la luz del enfoque de
las capacidades, se evidencia compromiso de todos los indicadores. de vida, salud física e
integridad física, sentidos, imaginación y pensamiento, emociones y razón práctica, así
como también en los de afiliación, otras especies, juegos, y control sobre el propio entorno,
tanto en lo “político”, como en lo “material”, teniendo en cuenta que su salud mental se
encuentra severamente comprometida, afectando su capacidad de análisis y raciocinio, la
posibilidad de preocuparse por otros, que era un compromiso, una “misión” en su vida, de llevar
relaciones afectuosas y placenteras con los seres que lo rodean, volviéndose una persona aislada
“en su mundo”, totalmente vulnerable y dependiente completamente de otros, con pérdida total
de su autonomía y sin calidad de vida.
Cuando tratamos de establecer en estos casos, una conexión, un enlace entre el resultado
de evaluación de una determinada pérdida de capacidad laboral y el compromiso de las
capacidades aquí consideradas a la luz del enfoque de Martha Nussbaum, podemos ver cómo las
capacidades comprometidas no son fáciles de aislar, de independizar, se afectan en conjunto, se
superponen, como queriendo gritar a voces que los seres humanos somos seres integrales,
finalmente no nos pueden escindir para evaluarnos por piezas, por partes. Somos un conjunto de
130
capacidades, que cuando una se afecta, termina otra afectada, en el engranaje de nuestra
integralidad, cuerpo, mente, emociones, espíritu. Por esto, el efecto de cualquier contingencia
que afecte nuestro ser, se refleja en nuestra vida en muchos aspectos, va a tener implicaciones a
todo nivel y el efecto de compensación o resarcimiento por daños sufridos que busca una
determinación de pérdida de capacidad laboral, nunca podrá ser cercanamente “justa”, sino en la
medida que abarque en términos de mínimos, todas las áreas que permitirán al hombre una
realización en su “ser “y “hacer”.
Por eso, en los casos ejemplo, aquí hipotéticamente descritos, nos preguntamos si una
indemnización o pensión, lleva al resarcimiento en términos de “justicia compensatoria”, el daño
causado.
Traigamos a consideración el primer caso, del operario de troqueladora de veintitrés años,
que pierde su funcionalidad en la mano derecha. Si bien es cierto que recibió el tratamiento
adecuado y el equipo de rehabilitación integral tuvo grandes logros en funcionalidad y su
intervención en la empresa fue exitosa, al lograr su reubicación laboral, nos preguntamos cómo
irá a hacer su tránsito en el campo emocional y de interacción social, cuando tenga nuevamente
la oportunidad de conocer a alguien que le interese como pareja, con el ánimo de formar una
familia o de ingresar nuevamente a un equipo a practicar baloncesto, algún otro deporte o
actividad lúdica. También pensamos en el mismo caso, pero en situación diferente, en la que por
su evolución, se emitió el concepto de “reconversión de mano de obra”. El beneficio de la
pensión le será muy útil, pero ¿le será suficiente para el logro de sus metas y propósitos de vida?
Ojalá tomáramos conciencia de la importancia que tienen los programas de reconversión de
mano de obra en casos como éste, en que la posibilidad de aprender otro oficio y seguir siendo
útiles a sus familias y a la sociedad, se convierte en motivo de satisfacción y autorrealización.
Igualmente, en cualquiera de las dos situaciones descritas, la oportunidad de recibir una
educación técnica o profesional a otro nivel, se convertiría en una llave importante para abrir
puertas a un sin número de posibilidades y capacidades, que le ayudarían significativamente a
recobrar su confianza, mejorar su autoestima y seguridad en el establecimiento de relaciones de
pareja, sociales y de reconocimiento mutuo.
Por otro lado, en el caso de la mujer de profesión músico, que tocaba el saxofón, vemos
que la falencia es otra. La falta de instituciones especializadas en nuestro país para el tratamiento
131
adecuado de enfermedades propias de los músicos, hubiese hecho probablemente una diferencia
marcada en este caso, teniendo en cuenta que pocos músicos tienen la posibilidad de ir a tratarse
a Estados Unidos o a Europa, por sus propios medios.
En el caso del minero con silicosis, vemos cómo la posibilidad de disponer en forma
oportuna de los servicios médicos asistenciales adecuados y la tecnología requerida, como por
ejemplo, un equipo de oxigeno portátil, le brindaría una mejor oportunidad de interacción
familiar y social con sus pares, lo cual compensaría en algo sus capacidades más comprometidas.
Así mismo, en casos como el del electricista que tiene secuelas neurológicas importantes,
nos preguntamos por la disponibilidad de instituciones especializadas como pueden ser los
“hospitales de día” para el manejo de pacientes mentales crónicos, que necesitan un estímulo
constante a nivel cognitivo, de interacción familiar y social. Con la disponibilidad de
instituciones como estas, se ayuda al afectado y a su familia, dando apoyo a los cuidadores de
tiempo completo, requeridos por estas personas.
En este orden de ideas, vemos cómo la “capacidad laboral” surge como una capacidad
compleja, que se conforma a partir de la integración de varias capacidades básicas. El análisis
del impacto que establece en ellas la presencia de una contingencia en el individuo, nos permitirá
dentro de la determinación de pérdida de capacidad laboral orientada por propósitos de justicia
compensatoria, definir el contenido de la compensación. Como se resalta en el ejercicio
realizado, no es precisamente a través del monto de una indemnización, ni los ingresos o salario
percibido a través de una pensión, que ellos reciben una compensación real, teniendo en cuenta
que la renta por sí misma, no puede transformarse en algunas de las capacidades básicas
comprometidas, como son las emocionales o de integración social.
Retomando a Nussbaum y Rawls, quienes consideran la equidad como el valor guía de la
justicia, podríamos aceptar la desigualdad social sólo en la medida que implique la protección de
los miembros más desfavorecidos de la sociedad, como los discapacitados. En estos casos, la
desigualdad opera en forma retributiva: no es igual salario por igual trabajo. Se busca que los
afectados, puedan contar con ingresos, asistencia médica adecuada y oportuna, la disponibilidad
de la tecnología de ayudas en mejorar la condición de salud: problemas de la comunicación,
movilidad, desplazamiento, de centros de asistencia especializados, formación vocacional,
reconversión de mano de obra, programas de emprendimiento y todas aquellas otras en el
132
individuo y en su entorno, que promuevan la autonomía e independencia de acuerdo con la
diversidad funcional. De manera que podamos retribuir, resarcir o compensar siquiera
parcialmente o en términos de mínimos, las capacidades afectadas o comprometidas y que
constituyen para ellos, experiencias dignas de ser vividas.
En este orden de ideas y después del análisis efectuado, consideramos pertinente la
inclusión de los siguientes dominios y categorías en la calificación de otras áreas ocupacionales,
como también en la calificación del rol laboral, con el objetivo de enriquecer la calificación de
pérdida de capacidad laboral en el Decreto 1507 de 2014.
Áreas ocupacionales:
- Interacción y relaciones interpersonales, en relación a cómo se realizan las acciones y
conductas que son necesarias para establecer interacciones con otras personas, de manera
adecuada para el contexto y el entorno social (OMS, 2001): Participación en actividades
del hogar, rol conyugal afectivo, rol marital, rol parental, rol social, reconocimiento
mutuo con compañeros de trabajo y empleador, cooperación, trabajo en equipo,
comportamiento en situaciones críticas, indiferencia a las normas sociales aceptadas.
(Decreto 917/99).
- Vida comunitaria, social y cívica, en relación con las acciones y tareas necesarias para
participar en la vida social organizada fuera del ámbito familiar. Incluye áreas de la vida
comunitaria, tiempo libre y ocio, dado por juego, deportes, arte y cultura, manualidades,
aficiones y socialización, religión y espiritualidad, derechos humanos, vida política,
ciudadanía y otros. (OMS, 2001).
- Factores ambientales, están dados por el ambiente físico, social y actitudinal en el que
las personas viven y realizan sus vidas. Comprende los siguientes ítems (OMS, 2001):
- Productos y tecnología, en relación con cualquier producto, instrumento, equipo
o tecnología adaptada o diseñada específicamente para mejorar el funcionamiento
de una persona con discapacidad.
- Entorno natural y cambios en el entorno derivados de la actividad humana,
en relación con los elementos animados e inanimados del entorno natural o físico,
133
así como sobre los componentes de ese entorno que han sido modificados por el
hombre y también sobre las características de las poblaciones humanas de ese
entorno. (OMS, 2001). Incluir la tolerancia a factores ambientales: estrés,
temperatura, humedad, ruido, iluminación, polvo, alérgenos, agentes químicos,
radiaciones, otros. (Decreto 917/99). Incluir las modificaciones realizadas o
requeridas en el entorno, que permitan la accesibilidad, adecuaciones físicas y en
condiciones de seguridad a diferentes ambientes: vivienda, sitio de trabajo,
instituciones educativas, transporte público, sitios públicos.
- Apoyo y relaciones, en relación con las personas que proporcionan apoyo físico o
emocional a otras personas, en aspectos como la nutrición, protección, asistencia y
relaciones, para el desempeño de cualquier tipo de actividad dentro o fuera de la
casa. No contempla las actitudes de la persona o personas que brindan el apoyo.
- Actitudes, en relación con las conductas que los demás mantienen con relación a
la persona cuya situación está siendo descrita, y no las propias de la persona
objeto de estudio. Se considera que los valores y las creencias constituyen la
fuerza impulsora que está detrás de las actitudes. (OMS, 2001). Incluir
discriminación, rechazo, exposición a la violencia doméstica.
- Servicios, sistemas y políticas. Servicios en relación con los beneficios,
programas estructurados y operaciones, diseñados para satisfacer las necesidades
de los individuos. Sistemas, diseñados para organizar, controlar y supervisar estos
servicios. Políticas, que regulan el correcto funcionamiento de estos sistemas.
Rol laboral
Modificación del concepto actual: “amerita o cuenta con el concepto de reconversión de
mano de obra” (Decreto 1507/2014, Titulo II, Cap. II, Tabla 1, Categoría 5), por el siguiente:
“resultado logrado en el programa de reconversión de mano de obra”.
Incluir estos aspectos que no fueron considerados y que tienen impacto en la población en
condición de discapacidad, permitirá enriquecer la calificación de pérdida de capacidad laboral
en nuestro país a la luz del enfoque de capacidades.
134
4. Conclusiones
Al comparar los diferentes sistemas de calificación de pérdida de capacidad laboral
utilizados en países como Estados Unidos, España y Colombia, sobresale el de Estados Unidos
desde el punto de vista de integralidad y objetividad, por las siguientes razones: Primero, por la
actualización periódica de las Guías utilizadas en la evaluación de las deficiencias o deterioros,
de acuerdo con el desarrollo de la tecnología y la ciencia en medicina. Segundo, por el abordaje
que hace de la discapacidad a través del protocolo establecido por la CIF, en la cual se hace una
aproximación de forma dinámica e interactiva con los diferentes componentes que constituyen
la salud, de acuerdo con la OMS, 2001.
En Estados Unidos a partir de la CIF, la discapacidad se aborda a través de las
limitaciones en la actividad, restricciones en la participación y la presencia de elementos
facilitadores o de barrera para la integración social dentro de los factores ambientales dados por
el entorno.
En España, la evaluación de la discapacidad se establece en conjunto con la deficiencia
y se requiere que logre un porcentaje mínimo establecido, para que se le asigne a la persona la
minusvalía correspondiente a los factores sociales complementarios. Si bien es muy amplio en
considerar múltiples facetas que inciden en la integración social del individuo, así como incluir
baremos especiales para la definición de asistencia de terceras personas y dificultad para la
movilidad en el transporte público, presenta un abordaje de la discapacidad como consecuencia
de la enfermedad, más acorde con el esquema correspondiente a deficiencia, discapacidad y
minusvalía, que trabajaba la OMS antes de la promulgación de la CIF.
En el caso de Colombia, se estableció un avance muy importante en el esquema de
evaluación de las deficiencias, inspirado en la sexta edición de las Guías de AMA y planteando
el abordaje de la discapacidad desde la CIF, en el decreto 1507 de 2014. Sin embargo en éste
sentido, su abordaje es parcial y limitado a solamente algunos dominios de la CIF, que resaltan la
discapacidad atribuida al individuo y las restricciones en el rol laboral, sacrificando otros
aspectos fundamentales del individuo como ser social, constituyente vital de una familia y una
comunidad.
135
En ambos decretos las deficiencias se establecen en cada sistema del organismo y de
acuerdo con la clase funcional o severidad de una patología determinada. Incluye historia clínica,
examen físico y pruebas objetivas, como son los estudios clínicos o paraclínicos. El Decreto
1507 de 2014 adiciona en éste capítulo otros elementos, tales como: la carga de adherencia al
tratamiento (CAT), el factor principal, los factores moduladores y la mejoría médica máxima
(MMM). La determinación de la deficiencia se constituye entonces en un proceso más detallado
en el Decreto 1507.
El decreto 1507 de 2014 no incluye todos los dominios de actividades y participación
que contempla la Clasificación Internacional del Funcionamiento, Discapacidad y Salud. Deja
por fuera y en forma significativa, ítems correspondientes a:
- Interacción y relaciones interpersonales, en relación a cómo se realizan las acciones y
conductas que son necesarias para establecer interacciones con otras personas, de
manera adecuada para el contexto y el entorno social.
- Áreas principales de la vida, en relación con las tareas y acciones requeridas para
participar en las actividades educativas, en el trabajo, en el empleo y las actividades
económicas. El 1507 contempla parcialmente los aspectos relacionados con las tareas y
acciones requeridas para participar en actividades educativas y del trabajo. Sí contempla
la autosuficiencia económica y la edad.
- Vida comunitaria, social y cívica, en relación con las acciones y tareas necesarias para
participar en la vida social organizada fuera del ámbito familiar. Incluye áreas de la
vida comunitaria, tiempo libre y ocio, dado por juego, deportes, arte y cultura,
manualidades, aficiones y socialización, religión y espiritualidad, derechos humanos,
vida política, ciudadanía y otros. (Organización Mundial de la Salud, 2001).
- Factores ambientales, en relación con productos y tecnología, entorno natural, apoyo y
relaciones, actitudes, servicios, sistemas y políticas. (Organización Mundial de la Salud,
2001).
A la luz del enfoque de capacidades, ésta falta de inclusión de dominios de la CIF en el
Decreto 1507/14, se traduce en pérdida o ausencia de aspectos considerados primordiales para la
vida digna de un ser humano. Aspectos como el experimentar sentimientos que se traducen en
136
emociones a nivel de pareja, familiar, laboral, social y en la comunidad. El poder interactuar con
otros a nivel del juego, el ocio y la recreación. La accesibilidad a una vivienda adecuada,
transporte público, instituciones educativas, lugar de trabajo y sitios públicos, en condiciones de
seguridad, con la asistencia necesaria y previendo los requerimientos pertinentes para una
población en condición de discapacidad, en su diversa funcionalidad. La exposición a la
violencia doméstica y el ser objeto de discriminación de cualquier tipo o en cualquier ámbito. La
afiliación con otros, en la definición y búsqueda conjunta de intereses comunes para el logro de
objetivos individuales y de grupo.
El Decreto 1507 en el abordaje que hace de la pérdida de capacidad laboral, busca darle
una especial preponderancia a la restricción en el rol laboral, unido a la autosuficiencia
económica y de la edad, sacrificando los aspectos correspondientes a las minusvalías de
orientación, independencia física, desplazamiento e integración social, tomadas en consideración
en el 917/99. Esto, con el fin de aumentar el porcentaje asignado en la calificación dada a la
restricción en el rol laboral, sin considerar, la accesibilidad al sitio de trabajo, la disponibilidad
de un baño funcional en el lugar de trabajo, el ser objeto de discriminación, ni la interacción del
individuo con otros colaboradores, como parte del talento humano de una organización.
Tampoco el 1507 en el capítulo correspondiente a la restricción laboral, deja plasmado la
incursión efectiva y real del trabajador en los programas de rehabilitación y reincorporación
ocupacional que en los temas de reconversión de mano de obra y rehabilitación vocacional, se
establecieron desde la Dirección General de Riesgos Profesionales del entonces Ministerio de la
Protección Social.
Es de vital importancia dar el paso en el abordaje de la discapacidad como un constructo
social, aprovechando la visión holística que ofrece la CIF a pesar de sus limitaciones, con el fin
de poder acercarse a los factores del entorno que la determinan, promoviendo los facilitadores y
eliminando las barreras.
Facilitadores tan importantes como la educación, para que así como fue aumentado el
rubro por parte del gobierno nacional para que tengamos un país con mayor cobertura y de
buena calidad en educación, también promueva los alcances para que ésta política tenga impacto
en la población objeto de este estudio, en las áreas tanto rural como urbana. Está claro que entre
mayor es el nivel de educación, existen mejores y mayores posibilidades de incursión en el
137
ámbito sociolaboral. Pero para ello, se requieren instituciones educativas que brinden
accesibilidad, docentes preparados y la disponibilidad de la tecnología de la información y de las
comunicaciones requeridas, que permitan transmitir el conocimiento de acuerdo con las
necesidades de esta población en condición de discapacidad.
Barreras tan difíciles de eliminar, como son la actitud social, de prejuicios y
discriminatoria, tan propias de nuestra cultura y nuestros valores. Requiere de una sensibilización
social y concientización a todo nivel, que se inicie desde la infancia, en la familia, en el colegio,
basados en el respeto y la solidaridad, en la aceptación de la diversidad funcional.
En nuestro país, tenemos ya dentro de la legislación, la normatividad mínima requerida
en el abordaje de la discapacidad como un constructo social. Si revisamos por ejemplo, la ley
estatutaria 1618 del 27 de febrero de 2013, en ella se establecen las disposiciones para garantizar
el pleno ejercicio de los derechos de las personas en condición de discapacidad. Podemos ver en
ella cómo se trasciende el modelo biomédico de la discapacidad, resaltando no solamente el
derecho obligatorio a la salud y la rehabilitación de las personas en ésta condición, sino la
necesidad de disponer de todas las acciones que permitan la accesibilidad, la educación, el
trabajo, la protección social, el transporte, la cultura, la información y las comunicaciones,
vivienda, justicia, recreación, deporte y participación ciudadana, entre otras.
Nos preguntamos entonces, ¿qué hacer con toda ésta legislación, tan rica en buenos
propósitos, y la falta de políticas con el impacto requerido que permitan la materialización de las
mismas?
Después de revisar nuestro sistema de calificación de pérdida de capacidad laboral a la
luz de una teoría de evaluación de la justicia, como es el enfoque de capacidades, vemos que el
espíritu de la ley se materializa parcialmente en nuestro sistema de calificación, y a la luz del
enfoque de capacidades nos quedamos cortos en alcanzar los umbrales deseados para lo que
pudiéramos considerar una vida digna en términos de mínimos.
Tendríamos que revisar y poner en consideración si las falencias detectadas en nuestro
sistema de calificación, pudiesen ser corregidas con un abordaje holístico de la discapacidad,
integrando el modelo biomédico y el modelo social, buscando compensar en la población en
condición de discapacidad, no sólo las deficiencias, limitaciones en la actividad y restricciones
138
en la participación, sino también los factores ambientales, físicos, sociales, actitudinales y
culturales que limitan su autonomía e independencia, magnifican su desventaja y se consolidan
como verdaderos obstáculos en la realización de seres y haceres, en el logro de lo que para cada
individuo es valioso y digno de ser vivido, dentro de una sociedad pluralista e incluyente.
Así las cosas, ponemos en consideración una propuesta cuyo ánimo es enriquecer el
decreto 1507 de 2014, en los siguientes términos:
A. Considerar la inclusión de los siguientes dominios y categorías en la calificación de
otras áreas ocupacionales:
- Interacción y relaciones interpersonales, en relación a cómo se realizan las acciones y
conductas que son necesarias para establecer interacciones con otras personas, de manera
adecuada para el contexto y el entorno social (OMS, 2001): Participación en actividades
del hogar, rol conyugal afectivo, rol marital, rol parental, rol social, reconocimiento
mutuo con compañeros de trabajo y empleador, cooperación, trabajo en equipo,
comportamiento en situaciones críticas, indiferencia a las normas sociales aceptadas.
(Decreto 917/99).
- Vida comunitaria, social y cívica, en relación con las acciones y tareas necesarias para
participar en la vida social organizada fuera del ámbito familiar. Incluye áreas de la vida
comunitaria, tiempo libre y ocio, dado por juego, deportes, arte y cultura, manualidades,
aficiones y socialización, religión y espiritualidad, derechos humanos, vida política,
ciudadanía y otros. (OMS, 2001).
- Factores ambientales, están dados por el ambiente físico, social y actitudinal en el que
las personas viven y realizan sus vidas. Comprende los siguientes ítems (OMS, 2001):
- Productos y tecnología, en relación con cualquier producto, instrumento, equipo
o tecnología adaptada o diseñada específicamente para mejorar el funcionamiento
de una persona con discapacidad. (OMS, 2001).
- Entorno natural y cambios en el entorno derivados de la actividad humana,
en relación con los elementos animados e inanimados del entorno natural o físico,
así como sobre los componentes de ese entorno que han sido modificados por el
hombre y también sobre las características de las poblaciones humanas de ese
139
entorno. (OMS, 2001). Incluir la tolerancia a factores ambientales: estrés,
temperatura, humedad, ruido, iluminación, polvo, alérgenos, agentes químicos,
radiaciones, otros. (Decreto 917/99). Incluir las modificaciones realizadas o
requeridas en el entorno, que permitan la accesibilidad, adecuaciones físicas y en
condiciones de seguridad a diferentes ambientes: vivienda, sitio de trabajo,
instituciones educativas, transporte público, sitios públicos.
- Apoyo y relaciones, en relación con las personas que proporcionan apoyo físico o
emocional a otras personas, en aspectos como la nutrición, protección, asistencia y
relaciones, para el desempeño de cualquier tipo de actividad dentro o fuera de la
casa. No contempla las actitudes de la persona o personas que brindan el apoyo.
- Actitudes, en relación con las conductas que los demás mantienen con relación a
la persona cuya situación está siendo descrita, y no las propias de la persona
objeto de estudio. Se considera que los valores y las creencias constituyen la
fuerza impulsora que está detrás de las actitudes. (OMS, 2001). Incluir
discriminación, rechazo, exposición a la violencia doméstica.
- Servicios, sistemas y políticas. Servicios en relación con los beneficios,
programas estructurados y operaciones, diseñados para satisfacer las necesidades
de los individuos. Sistemas, diseñados para organizar, controlar y supervisar estos
servicios. Políticas, que regulan el correcto funcionamiento de estos sistemas.
(OMS, 2001).
B. Considerar en el Decreto 1507/2014, Titulo II, capítulo II, Tabla 1, Categoría 5
calificación del rol laboral, forma de reintegro laboral: La modificación del
contenido: “amerita o cuenta con el concepto de reconversión de mano de obra”, por:
“resultado logrado en el programa de reconversión de mano de obra”.
140
Bibliografía
Albarran, I. A. (2010). Paraticipación en el mercado laboral español de las personas con discapacidad y en
situación de dependencia. Papeles de población, 217 - 256.
Aldersey, H. (2012). Disability and work: The United Republic of Tanzania´s workplace policies in the
persons with disabilities Act of 2010. Obtenido de Disability studies quarterly: http://dsq-
sds.org/issue/view/95
Alford, V., Remedios, L., Webb, G., & Ewen, S. (2013). The use of the International Classification of
Functioning, Disability and Health (ICF) in indigenous healthcare: a systematic literature review.
International Journal for Equity in Health, 1 - 10.
Andelic, N., Johansen, J. B., Bautz - Holter, E., Mengshoel, A. M., Bakke, E., & Roe, C. (2012). Linking
self- determined functional problems of patients with neck pain to the International Classification
of Functioning, Disability, and Health. Patient Preference and Adherence, 749 - 755.
Ayuntamiento de Granada. (11 de Octubre de 2012). Real Decreto 1971/1999, de 23 de diciembre, de
procedimiento para el reconocimiento, declaración y calificación del grado de minusvalía y los
Decretos Reales que lo modifican. Recuperado el 20 de Octubre de 2013, de
http://www.granada.org/inet/wordenanz.nsf/02ccd74c639fe3bfc125735500242007/8e0dbbc8ffc0
9df8c1256e35007bd0ad!OpenDocument#art2
Bautz - Holter, E., Sveen, U., Cieza, A., Geyh, S., & Roe, C. (2008). Does the International Classification
of Functioning, Disability and Health (ICF) Core Set for low back pain cover the patients´
problems? A cross - sectional content - validity study with a Norwegian population. European
Journal of Physical and Rehabilitation Medicine, 387 - 397.
Bickenbach, J. E. (2011). Monitoring the United Nation´s Convention on the Rights of Persons with
Disabilities: data and the International Classification of Functioning, Disability and Health. BMC
Public Health, 1 - 8.
Burkhauser, R., Schmeiser, M., & Weathers II, R. (2012). The importance of antidiscrimination and
workers' compensation laws on the provision of workplace accomodations following the onset of
a disability. Industrial and labor relations review, 161 - 180.
Calderón, G. (2013). Bioética, derechos y capacidades humanas. Bogotá: Pontificia Universidad
Javeriana.
141
Chiu, W. -T., Yen, C. -F., Teng, S. -W., Liao, H. -F., Chang, K. -H., Chi, W. -C., . . . Liou, T. -H. (2013).
Implementing disability evaluation and welfare services based on the framework of the
international classification of functioning, disabilitiy and health: experiences in Taiwan. . BMC
Heallth Services Research , 1 - 24.
Cieza, A., Bostan, C., Ayuso - Mateos, J. L., Oberhauser, C., Bickenbach, J., Raggi, A., . . . Chatterji, S.
(2013). The psychosocial difficulties in brain disorders that explain short term changes in health
outcomes. BMC Psychiatry, 1 - 12.
Coral, J. (2009). El concepto de la discapacidad: Una crítica a la jurisprudencia de la Corte Constitucional
Colombiana. Magister en Derecho. . Bogotá, Colombia: Universidad de los Andes.
Fundación Salud 2000. (2012). Aspectos bioéticos, jurídicos y médicos de la discapacidad. . Colección
Bioética y Derecho Sanitario. Madrid, España.
García, M., & Castañeda, R. (2009). Desigualdades interterritoriales en la compensación e las
enfermedades profesionales en España de 1990 a 2007. Gac Sanit, 373 - 379.
Gupta, J. (2012). An issue of occupational (in) justice: A case study. Obtenido de Disability studies
quarterly: http://dsq-sds.org/issue/view/95
Hendershot, G. E., Placek, P. J., & Goodman, N. (2006). Taming the Beast: Measuring Visión - Related
Disability Using the International Classification of Functioning . Journal of Visual Impairment &
Blindness, 806 - 823.
Kirchberger, I., Sinnott, A., Charlifue, S., Kovindha, A., Luthi, H., Campbell, R., . . . Cieza, A. (2010).
Functioning and disability in spinal cord injury from the consumer perspective: an international
qualitative study using focus groups and the ICF. Spinal Cord, 603 - 613.
Kjellberg, A., Bolic, V., & Haglund, L. (2012). Utilization of an ICF - based assessment from
occupational therapists´ perspectives . Scandinavian Journal of Occupational Therapy, 274 - 281.
Labor Comission State of Utah. (11 de July de 2006). Utah Labor Commission’s Supplemental 2006
Impairment Rating Guides. Recuperado el 30 de September de 2013, de
http://laborcommission.utah.gov/media/pdfs/industrialaccidents/pubs/2006UtahImpairmentGuide
s-May162006_.pdf
Lero, D. P. (2012). Introduction to the special issue on disability and work: Toward re - conceptualizing
the " burden " of disability. Obtenido de Disability studies quarterly: http://dsq-
sds.org/issue/view/95
142
Maida, T., & Schulte, L. (2010). What's ahead for workers' . Florida underwriter, 8 -10.
Malo, M., & Pagán, R. (2012). Diferencias salariales y discapacidad en Europa: Discriminación o menos
productividad? Revista internacional del trabajo, 47 - 66.
Martínez, J., & Arufe, A. (2008). La regulación del accidente de trabajo en el Derecho de los Estados
Unidos de Norte América, Federal y Estatal, y en el Derecho de la Unión Europea, "Ad Extra" y
"Ad Intra". Revista de Derecho, 261 - 278.
Mesa, D. S. (2009). Materiales para una crítica: John Rawls y Martha Nussbaum, los bienes primarios y
el enfoque de las capacidades. Foro Saga 10 años, 1 - 9.
Meza, A., & Kleiner, B. (2010). New developments in the workers' compensation system in California:
The workers' compensation system in California in constant evolution. Public Personnel
Management , 259 - 269.
Ministerio de la Protección Social. (2006). Discapacidad e integración sociolaboral en Colombia. Guía
metodológica para la implementación del modelo. Bogotá, Colombia.
Ministerio de la Protección Social. (2010). Manual de procedimientos para la rehabilitación y
reincorporación ocupacional de los trabajadores en el Sistema General de Riesgos Profesionales.
Bogotá, Colombia.
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. (1999). Decreto 917 de 1999: Manual Unico para la
calificación de la Invalidez. Santa Fe de Bogotá.
Nussbaum, M. (2012). Crear capacidades. Propuesta para el desarrollo humano. Barcelona: Paidós.
Nussbaum, M. C. (2007). Las Fronteras de la Justicia. Consideraciones sobre la exclusión. Barcelona:
Paidós.
Organización Mundial de la Salud. . (2001). Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la
Discapacidad y de la Salud: CIF. Recuperado el 15 de Octubre de 2013, de
http://www.conadis.salud.gob.mx/descargas/pdf/CIF_OMS_abreviada.pdf
Perenboom, R., & Chorus, A. (2003). Measuring participation according to the International
Classification of Functioning, Disability and Health (ICF). Disability and Rehabilitation , 577 -
587.
Pirenaica Digital. (27 de Septiembre de 2012). REAL DECRETO 1364. Recuperado el 3 de Octubre de
2013, de http://www.lapirenaicadigital.es/SITIO/RD1364_2012.pdf
143
Presidencia de la República. (21 de 01 de 2013). Presidencia de la República. Recuperado el 18 de 05 de
2014, de
http://wsp.presidencia.gov.co/Normativa/Leyes/Documents/2013/LEY%201616%20DEL%2021
%20DE%20ENERO%20DE%202013.pdf
Ptyushkin, G., Burger, H., Maricenk, C., & Escorpizo, R. (2011). The International Classification of
Functioning, Disability and Health (ICF) in vocational rehabilitation and disability assessment in
Slovenia: State of law and users´perspective. Disability and Rehabilitation, 130 - 136.
República de Colombia. (2013). Ley estatutaria 1618. Obtenido de ICBF:
http://www.icbf.gov.co/cargues/avance/docs/ley_1618_2013.htm
República de Colombia. (2014). Decreto 1507 de 2014. Obtenido de Diario Oficial :
http://www.google.com.co/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&v
ed=0CB0QFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.arlsura.com%2Ffiles%2Fdecreto1507_14.pdf&ei
=NwEyVMzUC9i4ggSEmoAQ&usg=AFQjCNHplmjWHSTIFiSw8ID4pVM4L4_XzA&bvm=bv
.76802529,d.eXY
Ríos, M. (2007). Las acciones afirmativas: Una opción adecuada para promover la educación superior de
personas en condición de discapacidad? Bogotá, Colombia: Universidad de los Andes.
Roe, Y., Soberg, H., Bautz - Holter, E., & Ostensjo, S. (2013). A systematic review of measures of
shoulder pain and functioning using the International Classification of Functioning, Disability and
Health (ICF). BMC Musculoskeletal Disorders, 1 - 12.
Rudolf, K. -D., Kus, S., Chung, K. C., Johnston, M., Le Blanc, M., & Cieza, A. (2012). Development of
the International Classification of Functioning, Disability and Health Core Sets for Hand
Conditions - results of the World Health Organization International Consensus Process. Disability
& Rehabilitation, 681 - 693.
Schneidert, M., Hurst, R., Miller, J., & Ustun, B. (2003). The role of Environment in the International
Classification of Functioning, Disability and Health. Disability and Rehabilitation, 588 - 595.
Spevak, C. (2006). Workers' Compensation 101: A primer for the physician executive. The physician
executive. , 70 - 74.
Strunin, L., & Boden, L. (2004). The workers' compensation system: worker friend or foe? American
Journal of Industrial Medicine, 338 - 345.
144
Suárez, H. (15 de 05 de 2013). Evolución de la calificación por pérdida de capacidad laboral en el
Sistema General de Riesgos Laborales. (R. E. Solano, Entrevistador)
Suárez, H. (10 de 09 de 2014). Anállisis del Decreto 1507 de 2014. (R. Solano, Entrevistador)
Sylvester, C. (2011). Therapeutic Recreation, the International Classification of Functioning, Disability,
and Health, and the Capability Approach . Therapeutic Recreation Journal, 85 - 104.
Ueda, S., & Okawa, Y. (2013). The subjective dimension of functioning and disability: what is it and
what is it for? Disability and Rehabilitation, 596 - 601.
Venkatapuram, S. (2011). Health Justice: an argument from the capabilities approach. Cambridge:
Polity.
Whittington, G. (2004). Changes in workers compensation laws in 2003. Montly Labor Review, 30 - 36.
145