junio césar
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Libro de poemas (auto) publicado en 2010 y reeditado en 2013.TRANSCRIPT
Anuar Cichero
Junio Césarpoesía de bolsillo y camisón
diezmil cosas editora
Cichero, Anuar
Junio César – 2a ed.
Córdoba: diezmil cosas, 201 3
48 pags. 1 8 x 1 2 cm.
Edición, diseño de tapa e ilustraciones: antü
Anuar Cichero, 201 0
e-mail : anuar. cichero@ gmail. com
diezmilcosas. blogspot. com
Junio César está bajo la Licencia CreativeCommons
Atribución-CompartirI gual 2. 5 Argentina. Para ver una copia
de en línea de esta licencia, visita
http: //creativecommons. org/l icenses/by-sa/2. 5/ar/.
A continuación, se detallan algunas consideraciones
que el lector quizás quiera tener en cuenta antes de
emprender la lectura de las siguientes páginas.
En primer lugar, se trata de un libro breve (librito
podríamos decir, afectivamente) y su lectura no
demanda demasiado tiempo. Razón por la cual se
puede disfrutar de él en diversas circunstancias
cotidianas. Por ejemplo: durante el viaje en colectivo
desde la casa a la universidad, en la cola para pagar
algún servicio, mientras uno se afeita, o incluso
cuando se hace ejercicio. De esta manera el lector
puede salir a correr al parque, supongamos, y al
mismo tiempo recitar con voz fuerte y argentina los
poemitas de este volumen. La poesía y el atletismo
pueden ir de la mano y a la misma velocidad. Al
tratarse de un libro pequeño, es posible guardarlo
casi en cualquier parte: en el bolsillo del saco o la
funda de la almohada, debajo de la maceta, adentro
de la boca del perro (adentro del perro también),
etcétera. Podríamos decir que, al igual que las
palabras, los poemas pueden ser ubicuos.
Este librito no quiere caer en un género y morir allí,
no quiere ser atrapado por la poesía ni quedarse
demasiado tiempo en las manos de su destinatario.
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Por el contrario, prefiere perderse en el asiento del
colectivo, caer de las manos del atleta, crecer
secretamente en los ojos de un perro callejero.
Confío en que entonces el lector sabrá desprenderse
de estas palabras y redirigirlas a quién sea. Son aptas
para todo público: analfabetos, médicos de guardia,
escribanos, peatones, jubilados, relojeros,
enfermeras, políticos de turno, mujeres polares,
asesinos a sueldo y desempleados, prostitutos,
fugitivas, vendedores ambulantes, niños disidentes y
otros habitantes de la patria cósmica.
Lo anterior más que la descripción de un producto
se asemeja a una pequeña declaración de principios,
un suspiro de guerra o una banderita de lata. Si he
de referirme a los poemas de este volumen, debo
admitir que abusé de las haches, las consonantes y
los espacios en blanco. Me declaro culpable de ello y
con placer. Dejo a la libre interpretación del lector el
uso de ésas y otras “desviaciones”. Son huellas
apenas de dadaísmo infantil y de absurdo artesanal.
Al igual que con el título del libro, sus ilustraciones y
el nombre de la “editorial”, se trata de un juego. En
definitiva, lo que hice fue jugar a que escribía un
libro de poemas y luego lo editaba. Creo haber sido
feliz mientras lo hice.
A.C
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monzón
creía en la continuidad de nuestros cuerpos
pero no
hay distancias irremontables
infinitas personas entre vos y yo
esperaba alguna señal de humo
un destello luminoso
una mosca mensajera
al menos una onda telepática
nos hemos hundido
en las raíces más profundas de la noche
todo el viento ha venido a llevarnos
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inquilino
alguien me está borrando:
un pájaro que retrocede
o vos al dejar de pensarme
¿adónde vamos a parar los despensados?
quizás exista un refugio entre dos pájaros
para la lluvia de ayer
y yo pueda sobrevivir
en las palabras que dije
y ahora otros usan
incluso vos que aun callada
no estás tan sola
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la lluvia nos tiene
la soledad no existe cuando llueve
dijeron por ahí
pero nuestros reflejos
viajan por el agua sin poder escapar
condenados a repetir cada instante
compartimos la lluvia alguna vez
mientras sucedía
luego salió el sol, esa mancha de ausencia
cuando el agua evapore
seremos tiempo ajeno
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ppoema
me pongo remera blanca
las zapatillas con que más duele caminar
y salgo
a perderte entre una multitud peatonante
estampararte contra sus caras desconocidas
para luego juntarte en sombras vagas
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tradición oral
puedo escribir estos signos en el aire
verlos aparecer
en la noche de pizarrón
no es el lenguaje de las estrellas lo que minventa
sino vos.
decís mi nombre
y tu boca me sos tiene
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lo que nos separa no es el tiempo
ahora entre vos y yo:
todas estas palabras rotas
en el agua vieja de lavarnos
somos dos ausencias cotidianas
no más.
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oh!toño
caen ¡cómo!
los verdedos de los árboles sobre la muerte
un poteta dice: oh!toño surrealista
pero las tetas yacen toda la la vereda
el frío frío las hace bri-brar
sentí su aromazul
porque después
vendrá la temprana vieja a barrer la muerte
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retuerdo
en la noche preciosauria:
tanto grillo-crucrupir qué bullavicencio!
de las calles que me saben
aún no han regresado mis pasopasos
mirá mis cordones de la vereda
sentado esperando sin la sombra
con un palito te dibujo de Harena
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conservos
se viene tu beso
ya Próximo Augusto ha mi piel
mientras tanto en la guarida del jefe
telaraño por tu espalda
tooda, hasta y
mEduardo tus piernas de pollo
así tengo un poco de vos para amañana
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poema de una planta que cae
¿durante cuántos siglos caí
antes de besar el suelo
y aspirar la muerte de la lluvia
por última vez?
(en silencio me contemplan)
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onda ala Menganita
me trotura tu retuerto ¡qué-herida!
el verdedor de tus ojos no-verdes címarrones
adejado 1 hueco en Elmirar (que yo sé)
¡volvé Menganita, volvé!
te entraño tanto
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la deseparación de los cuerpos
despegajarse
comuna sombra y su cuerpo
cuando ya no setocan
ni siquiera en su frontera de luz
la hartroz certidumbre de sabernos
inalcanzables
- aún en la contigoedad de hoy-día -
ad-heridos a un vacío que crece
1 8
apología del vértigo
caer esa fuga inevitable
un puentendido hacia la nada
es preciso agarrarse del aire con uñas
calcular el tiempo en negativo del suspenso
demorar el vértigo
detenernos antes de sentirlo
el beso final de la sueledad
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fauna
un hombre se sube al colectivo
con un pedazo de pastafrola en la mano
y eso en el frío Hazul de la noche
es extraño
los demás pasajeros
nos vamos apretando al aire
unpoquitocadavez
quizá porque estamos solos
ni siquiera nos miramos
y somos un archipiélago
en la masa frría del colectivo
pero la pastafrola va perdiéndose en el hombre
como todo lo que en este mundo
vino a morir antes que nosotros
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feriado
cuando las cosas se hunden
en su lado más “bello”
y nos dejan completamente solos
sangrando la sombra por la espalda
eventualmente
volveremos de no habernos ido
con la certeza de que nada nos espera
del otro lado de la lluvia
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otredad
cuando el cuenco que forma mi mano
se va llenando con una de tus tetas
y tu lengua
me arranca de la otredad
22
afasia
abajo del mundo vive un anti dios
creador del antisigno
y aún más abajo
estamos anti nosotros
mirándonos sin sabernos
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poema para no decir chau
un ojo nos mira desde el viento
mientras se borra
y una palabra que no existe
sabe nuestros nombres
tal vez eso sea el adiós
y necesitemos otro gesto para el olvido:
suspender el párpado en su punto ciego
para que congele nuestras imágenes
tal vez eso sea el vacío
y necesitemos inventar un mundo
para volver
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llanto polar
suspiro de aljibe
late una piedra
reposo interno de lo que termina
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sombrosidades
no busco en los signos de ayer
tu mirada-cosa
fui barro.
.
.
.
dij ísme
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el trip
abro paréntesis
(para sacar al viento del viento,sostener sus ciscos Hazules
será preciso otro paréntesis(para detener el vuelo de los moscos
dibujarlo
otro paréntesis(cuando duerma bajo esa sombra
y otro paréntesis
(
. . .
(
jamás regresaré
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minoraciones
- desintegrar el fin
en infinitas muertes
- dividir a Dios en pequeños dioses
- organizar un mundo para no existir
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no me fui
esto no es una huella tardía
s
o
v
r
o
no son mis manos las que suben p
ni mis ojos los que caen
en las cosas hasta perderlas
no me fui
llegué tarde a las palabras
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AbriL,
se llamaba.
por su espalda
una serpiente de fuego
c
r
e
c
í
a
y
c
r
e
c
í
a
pero de noche nos apagábamos
(con las sombras de otros)
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el poema folkk
el arte popular
es tocarno con las mano, mamacita
[sentir la libertad de este papel]
mirá que los colores no existen
no existen
no existen
pero el arte es perder el mundo,
la historia de tu risa
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ana, alecsis
fuimos niños una vez
antes questas palabras
yo revolvía hormigueros
para que la tierra dibujara
caminos sobre mi piel
vos eras "bonita" en alguna parte,
sin mí
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pateando la piedrita
una piedrita en la zapatilla
me demuestra que no estoy flotando
(algo me une al suelo)
no es el deseo alar
cuando salgo en cualquier dirección
a encontrarte
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36
2
abrís el diccionario
dos veces en la misma página
la misma palabra
estás de un lado y del otro de la puerta
sin sombra
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el plan
alguna noche que no me sé
otro sopló por tu ombligo
para que una noche que no sabré
cuando te muerda la boca
escapen tus vientos abrasantes
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díptico
I
llueve sin ruido ni velocidad
las personas y las cosas
se mojan sin saberlo
II
si atravieso la ventana con las manos
la espalda las piernas
el agua no me toca
y el sol es aún una presencia que acaricia
entonces ni la lluvia ni el poema
realmente suceden
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aéreo
pero a veces me duele algo minúsculo
la muerte de una mosca
azúcar derramada en los cafés
entonces necesito estirarme
hasta tocar el hocico húmedo de un pichicho
o sentir el roce de tu pelo que pasa
y me abandona
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babel
necesito un lenguaje para no decir
llegar a vos sin mediación de las palabras
quizá
regalarte un ojo de árbol
tomar tu mano repentinamente
no sé, inventarte acá
en medio de la pieza
y que te derrrames en mí
necesito un lenguaje para no tenerte
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l ihuén
en lo más hondo del sueño
una mujer roja
- que vibra -
me acaricia los párpados
amo esta sombra
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anti orilla
es en vano
ya no se trata de persistir
a la maquinaria del tiempo
sino a cierto silencio irreversible
la poesía será el mar en fuga
donde encallarnos
o los gestos de un hombre risible
es el lenguaje lo que nos empuja
hacia su anti orilla
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escamas
hay un signo grabado en la piel anterior
que este poema no puede recordar
cada tanto me borro un pedazo de cuerpo
para decir lo que no sé
pero el signo también cambia de piel
y se se cae sin mí
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octubre
ese día, a la hora señalada,todas las palabrasse acercaron al margen de la poesía
y saltaron
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el llamado de la naturaleza
hay un momento violeto
en el que se rompe mi nombre
y caen todas mis máscaras
entonces soy estas palabras
cruídas malpariadas punzanantes
ya no puedo fingirme poesido por la poseía (ese
vil engaño ha los sentidos)
dejo este libro en la intemperie
a la merced de las fuerzas climáticas
y lecturas-críticas de animales salvajes
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Junio César se diseña y diagrama con software libre y
herramientas freeware mientras suena de fondo una
canción de Fleet Foxes. Sea libre, reproduzca este libro
como mejor le parezca.