LOS INCREÍBLES REPORTAJES DE IVÁN ANDRADE:

REPORTAJE AL HOMRE QUE ASEGURA QUE MATT GROENING SE BASÓ EN ÉL PARA CREAR AL PERSONAJE DE JUAN TOPO

“Si logras encontrar una cara de frente en un papiro egipcio te harás millonario” – me dijo mi padre antes de morir. Perdí muchos años de mi vida mirando documentales, intentando encontrar esa cara de frente. Hasta que mi padre adoptivo, mi segundo padre, me dijo antes de morir: “Era una metáfora, Grandísimo idiota.” Estuve muy deprimido, tratando de borrar de mi mente el extraño sonido que emitió mi segundo padre al morir en mis brazos: “…Idiotaaaaaaaaeeeeeuuuugh”. Pero nunca estuve tan deprimido como estos últimos días. Resulta que estaba saliendo con una mina. Toda una mujer: 54 años, pero bien llevados. Todo en su lugar. Bueno, más o menos, pero no entremos en detalles que me pongo picante y no puedo seguir escribiendo y termino en Internet en una de esas páginas que te abren 5 pop-ups por segundo. La cuestión es que Mirta de esas minas que te absorben. Las que, por alguna razón inexplicable, hacen que les hables muy bajito por teléfono. Mirta me tenía hecho un hueón. Vivía en Playa Ancha y me hacia ir a buscarla a su casa todos los días para llevarla a la Universidad. A Vender libros, no pensarán que a esa edad una mujer cursa “Sociedad y Estado”. Mirta me llama por teléfono y me dice: “tenemos que hablar”. Zas la frase letal. Prefiero que me digan: “No te soporto más” o “Anda a ver si esta lloviendo en la esquina” que “tenemos que hablar”.

Al encontrarnos, Mirta me muestra en su celular un SMS que recibió de su sobrino, que reza: “siempre te amé, pasa que lo nuestro es imposible”. -Pero…tu sobrino tiene 27 años...-alcanzo a decirle. -No importa mi sobrino, lo que importa es el hecho… -¿Qué hecho?

-Que…Iván, te veo y siento que estoy para más. Vuelvo a casa destruido, cabizbajo pateando piedritas. Una piedrita se levanta del suelo y le pega en el visor del casco a un delivery en motoneta, que pierde el equilibrio y choca contra una camioneta estacionada. Nada me conmueve, el dolor tapa todas mis emociones. El chico de la motoneta me dice desde el piso, entre lágrimas: “ahora nunca voy a ser jugador de fútbol profesional”; y yo… no siento nada. Desesperado, agarro la cartilla de mi seguro social, y entonces comprendí por qué pagaba solo 5 Lucas de seguro medico. Mi tarjeta decía “Twist Medical Group” y no “Swiss Medical” como yo creía. Me habían estafado, necesitaba un medico y en la cartilla eran todos curanderos. Así que saco turno con la menos peor: una psicóloga que, por lo menos en la foto de la cartilla, había salido linda. Se llamaba Cristina. Cuando empiezo a contarle mi problema con las mujeres, Cristina me interrumpe diciendo: - Espera un poco, flaco ¿Conoces el sistema de curación por hipnosis? -No, Bueno, no uno que sea serio… -Con hipnosis te hago retroceder en el tiempo mentalmente, hasta que veas el recuerdo que causa tu problema actual, y lo borramos. -¿Así, tan fácil? – pregunto, inocente. -Eeeeeh… si. Pero te va a costar 350 Lucas. - 300. - Ok. Inmediatamente abre su cartera y comienza a sacar cosas. Primero un reloj de bolsillo. ¡Claro! Para la hipnosis. Luego un equipo de música. ¡Claro! Para crear un ambiente apropiado. Después una cerveza de litro… ¿Cómo hace para tener todo eso adentro de su cartera? Pero mientras intento responderme esa pregunta, comienzo a sentirme cansado… me pesan los brazos… los párpados tengo calor. En eso puedo entrever que Cristina sigue sacando cosas… Un látigo… ¡Claro!... por… si no me puede… despertar… de la… hipnosis…De pronto veo que saca un… pote… de ¡Vaselina!... ¡Claro!... por si… Abro los ojos: estoy dentro de un ascensor que me resulta familiar. En una de sus paredes dice: “Iván estuvo aquí. 05/11/02. Puto El Que Lee”. Ahora me acuerdo. Estoy en el edificio de Raúl, el viejo que habla con su tostadora, al que vine hacerle

mi primer reportaje para la revista NAH! ¡Funcionó! Volví en el tiempo. ¡Grande Cristina! Mientras espero que el ascensor baje los 12 pisos, me pongo a pensar cómo había terminado esa entrevista, y me doy cuenta de que por haberme hecho el canchero y el enigmático, le había dejado un final abierto, y nunca había podido asegurarme que la tostadora había realmente hablado. Una vez en la planta baja me encuentro con el mismo portero que seguía mirando en Chavo del 8. Pero al ver dentro del ascensor y vuelvo a marcar el piso 12 para aclarar este misterio de una vez por todas, me mira extrañado. Es que me olvidé algo arriba… fue sin querer queriendo. Y le tiro un guiño de complicidad. El portero se sonroja y me hace una sonrisita media rara. Creo que le gusto. ¡Rechanfles! – Pienso por dentro. Por suerte el ascensor se cierra justo en ese momento y me hace zafar de la situación. Cuando llego al 12 A y veo la puerta abierta, me acuerdo que al salir había olvidado cerrarla. ¡Que oportuno para este relato! Una vez adentro advierto que la casa esta vacía. De pronto escucho que tiran la cadena del baño. ¡No puede ser! ¡Esto ya lo había vivido antes de bajar! ¡Es un déja vu! ¡Un error de la Matrix! Maldita Cristina, no tenia que haberle regateado 50 Lucas. ¡Ayuda Neo! ¡Despierta! – exclamo con desesperación. En eso sale Raúl del baño. -¿Me llamaste? – responde inocentemente. – Disculpa que te hice esperar mucho – continua – pero fui al baño y, hace como dos semanas que no iba, hice uno del tamaño del Titanic que quedó perpendicular al tubo de la cañería y no quería hundirse. Tuve que tirar la cadena como 15 veces. Si el Titanic hubiera sido tan resistente como éste se salvaban todos, jeje. -Gracias Neo – susurro por lo bajo, por las dudas de que “el elegido” haya tenido que ver en esto. ¿le estás hablando a la tostadora? – Exclamo contento - ¿te animaste a hablar? le dice Raúl a la tostadora. Silencio. ¡¡Hija de puta!! Siempre me haces lo mismo, ¡me vas a volver loco! Mientras le sigue gritando se acerca para intentar apuñalarla con una cucharita. Logro frenarlo a tiempo, pero me doy cuenta de que estoy en la misma situación que antes y me acuerdo por que me había ido. Esto no va para ningún lado. Para calmarlo trato de sacarle tema. ¿Desde cuándo se conocen? – pregunto. Me la regalo un viejo amigo, Matt Groening – dice de pasada, como si hubiera dicho que era amigo del verdulero. – Pero no entiendo por qué no quiere habl… - ¡¿Quién?! ¡¿Matt Groening?! – Lo interrumpo antes de que siga con lo mismo.

- Si, somos viejos amigos, y hace unos meses me regalo esta tostadora. Me dijo que estábamos hechos unos para el otro. – Su rostro melancólico, antes estaba mirando el piso, ahora mira la tostadora mientras le acaricia cariñosamente la perilla que regula el nivel de calor. -¿No es así? Silencio. -¡¡¡Hija de Puta!!! – Agarra un vaso de agua y se lo arroja para electrocutarla. Pero me lanzo al aire y logro interceptar el chorro. Por suerte tenia puesta una polera que estaba sucia y con esta mojadita la haría durar unas semanas más. Me incorporo triunfante, al mejor estilo Mel Gibson, y continúo con mi reportaje. ¿Por qué le dijo que estaban hechos uno para el otro? -Matt me contó que una noche sin ideas para escribir un capitulo de Los Simpsons, y que no sabia si había sido por el alcohol que había tomado o por las 64 donas que se había comido, pero de pronto la tostadora empezó a hablarle y, después de discutir varias veces acerca de si el pan de salvado diet era realmente diet o era una gran patraña del marketing capitalista, le sugirió un capitulo donde Homero viaja en el tiempo con una tostadora. Sus ojos se le iluminaron y, en agradecimiento, le dijo a la tostadora que haría cualquier cosa que ella le pidiese. Ella le dijo que se sentía sola y que deseaba pasar los últimos años de su vida con un buen hombre que la cuidase, y que le pasara una lustrada de vez en cuando. Ahí fue cuando Matt me llamó. ¿Por qué a usted? – le pregunto. Hace varios años, solía juntarme con el a tomar unas ginebras. En ese entonces el estaba escribiendo una historieta , “Life In Hell”,y tenia un proyecto de unos dibujitos animados con personajes amarillos, al que provisoriamente había llamado “La Taberna de Moe”, donde Moe era un barman perdedor al que todo le salía mal y siempre respondía “Yo no fui”. Pero me dijo que le faltaban más personajes. Ahí fue cuando le sugerí que hiciera un personaje inspirado en mí. En ese momento sus ojos se iluminaron, me miró y exclamó: “¡Juan Topo!”, Se fue corriendo, sin pagar las ginebras que se había tomado, y dijo que algún día me iba a recompensar. -¡Claro! Y la recompensa fue la tostadora, porque ambos lo habían ayudado a Matt Groening con Los Simpsons y debían estar juntos – me anticipé en tono soberbio sintiéndome Sherlock Holmes cuando resuelve un caso. -¡Estas Loco!, si me daba sólo una tostadora por haberle ayudado a ganar mil millones de dólares, lo mataba. Me mandó un cheque por USD 500.000. Igual ya me los gasté todos viajando por el mundo. ¿Quieres ver las fotos? La situación ya me había superado por completo: tanta información en tan poco tiempo me había

abrumado. Hubiera querido investigar más sobre la tostadora o estar en mi casa durmiendo, pero

no tuve más remedio que aceptar su ofrecimiento. Para mi sorpresa, en vez de mostrarme un

álbum de fotos donde todas las fotos son iguales y lo único que cambia es el paisaje de fondo,

saca un álbum negro que en la tapa decía: “Raúl y Pirucha Uncensored XXX”.

Al empezar a ver las fotos sólo me viene a la mente la escena de la película “Apocalipsis Now”, en la que Marlon Brando dice, desde la penumbra: “The Horror…The Horror”…El Horror…El Horror…

¡Ahí esta! – me despierta súbitamente la psicóloga. - ¡Ahí esta el momento en que te vuelve un perdedor con las mujeres! – Repite a los gritos.- ¡Las imágenes de dos ancianos de luna de miel (sobre todo la parte de la miel) hace que rechaces a las mujeres inconscientemente!

¡Es verdad, doctora! ¿Estoy curado entonces? - No sé, ¡pruebe conmigo!

Me lanzo encima de Cristina y se suceden cosas que poco importan a la nota, pero que me sirvieron para entender el por qué de la cerveza, el látigo y por sobre todo el resto de las cosas, el por qué de la vaselina. Después entendí también el por qué de una tarifa tan elevada...

Es un nuevo servicio “Psico-Sex”.Psicología y Prostitución 2 en 1. Escucho tus problemas y, cuando estas curado, festejamos en la cama. El servicio es irreprochable y vale la pena al menos una vez más. La miro y le digo, mientras me termino de vestir: Solucionado mi problema de amores, je je… ahora faltaría ese pequeño complejo de Edipo que me aqueja… Por 200 Lucas más, me puedes decir “Mamita” mientras te hago un “Remolino”- me dice mientras desenfunda nuevamente el látigo.

Edipo solucionado.