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CARTA APOSTÓLICA ROSARIUM VIRGINIS MARIAE DEL SUMO PONTÍFICE JUAN PABLO II AL EPISCOPADO, AL CLERO Y A LOS FIELES SOBRE EL SANTO ROSARIO INTRODUCCIÓN 1. El Rosario de la Virgen María, difundido gradualmente en el segundo Milenio bajo el soplo del Espíritu de Dios, es una oración apreciada por numerosos Santos y fomentada por el Magisterio. En su sencillez y profundidad, sigue siendo también en este tercer Milenio apenas iniciado una oración de gran significado, destinada a producir frutos de santidad. Se encuadra bien en el camino espiritual de un cristianismo que, después de dos mil años, no ha perdido nada de la novedad de los orígenes, y se siente empujado por el Espíritu de Dios a «remar mar adentro» (duc in altum!), para anunciar, más aún, 'proclamar' a Cristo al mundo como Señor y Salvador, «el Camino, la Verdad y la Vida» (Jn14, 6), el «fin de la historia humana, el punto en el que convergen los deseos de la historia y de la civilización».[1] El Rosario, en efecto, aunque se distingue por su carácter mariano, es una oración centrada en la cristología. En la sobriedad de sus partes, concentra en sí la profundidad de todo el mensaje evangélico, del cual es como un compendio.[2] En él resuena la oración de María, su perenne Magnificat por la obra de la Encarnación redentora en su seno virginal. Con él, el pueblo cristiano aprende de María a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de su amor. Mediante el Rosario, el creyente

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Page 1: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

CARTA APOSTOacuteLICA ROSARIUM VIRGINIS MARIAE

DEL SUMO PONTIacuteFICE JUAN PABLO II

AL EPISCOPADO AL CLERO Y A LOS FIELES

SOBRE EL SANTO ROSARIO

INTRODUCCIOacuteN

1 El Rosario de la Virgen Mariacutea difundido gradualmente en el segundo Milenio bajo el soplo del Espiacuteritu de Dios es una oracioacuten apreciada por numerosos Santos y fomentada por el Magisterio En su sencillez y profundidad sigue siendo tambieacuten en este tercer Milenio apenas iniciado una oracioacuten de gran significado destinada a producir frutos de santidad Se encuadra bien en el camino espiritual de un cristianismo que despueacutes de dos mil antildeos no ha perdido nada de la novedad de los oriacutegenes y se siente empujado por el Espiacuteritu de Dios a laquoremar mar adentroraquo (duc in altum) para anunciar maacutes auacuten proclamar a Cristo al mundo como Sentildeor y Salvador laquoel Camino la Verdad y la Vidaraquo (Jn14 6) el laquofin de la historia humana el punto en el que convergen los deseos de la historia y de la civilizacioacutenraquo[1]

El Rosario en efecto aunque se distingue por su caraacutecter mariano es una oracioacuten centrada en la cristologiacutea En la sobriedad de sus partes concentra en siacute la profundidad de todo el mensaje evangeacutelico del cual es como un compendio[2] En eacutel resuena la oracioacuten de Mariacutea su perenne Magnificat por la obra de la Encarnacioacuten redentora en su seno virginal Con eacutel el pueblo cristiano aprende de Mariacutea a contemplar la belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de su amor Mediante el Rosario el creyente

obtiene abundantes gracias como recibieacutendolas de las mismas manos de la Madre del Redentor

Los Romanos Pontiacutefices y el Rosario

2 A esta oracioacuten le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores Un meacuterito particular a este respecto corresponde a Leoacuten XIII que el 1 de septiembre de 1883 promulgoacute la Enciacuteclica Supremi apostolatus officio[3] importante declaracioacuten con la cual inauguroacute otras muchas intervenciones sobre esta oracioacuten indicaacutendola como instrumento espiritual eficaz ante los males de la sociedad Entre los Papas maacutes recientes que en la eacutepoca conciliar se han distinguido por la promocioacuten del Rosario deseo recordar al Beato Juan XXIII[4] y sobre todo a PabloVI que en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus en consonancia con la inspiracioacuten del Concilio Vaticano II subrayoacute el caraacutecter evangeacutelico del Rosario y su orientacioacuten cristoloacutegica

Yo mismo despueacutes no he dejado pasar ocasioacuten de exhortar a rezar con frecuencia el Rosario Esta oracioacuten ha tenido un puesto importante en mi vida espiritual desde mis antildeos joacutevenes Me lo ha recordado mucho mi reciente viaje a Polonia especialmente la visita al Santuario de Kalwaria El Rosario me ha acompantildeado en los momentos de alegriacutea y en los de tribulacioacuten A eacutel he confiado tantas preocupaciones y en eacutel siempre he encontrado consuelo Hace veinticuatro antildeos el 29 de octubre de 1978 dos semanas despueacutes de la eleccioacuten a la Sede de Pedro como abriendo mi alma me expreseacute asiacute laquoEl Rosario es mi oracioacuten predilecta iexclPlegaria maravillosa Maravillosa en su sencillez y en su profundidad [] Se puede decir que el Rosario es en cierto modo un comentario-oracioacuten sobre el capiacutetulo final de la Constitucioacuten Lumen gentium del Vaticano II capiacutetulo que trata de la presencia admirable de la Madre de Dios en el misterio de Cristo y de la Iglesia En efecto con el trasfondo de las

Avemariacuteas pasan ante los ojos del alma los episodios principales de la vida de Jesucristo El Rosario en su conjunto consta de misterios gozosos dolorosos y gloriosos y nos ponen en comunioacuten vital con Jesuacutes a traveacutes ndashpodriacuteamos decirndash del Corazoacuten de su Madre Al mismo tiempo nuestro corazoacuten puede incluir en estas decenas del Rosario todos los hechos que entraman la vida del individuo la familia la nacioacuten la Iglesia y la humanidad Experiencias personales o del proacutejimo sobre todo de las personas maacutes cercanas o que llevamos maacutes en el corazoacuten De este modo la sencilla plegaria del Rosario sintoniza con el ritmo de la vida humana raquo[5]

Con estas palabras mis queridos Hermanos y Hermanas introduciacutea mi primer antildeo de Pontificado en el ritmo cotidiano del Rosario Hoy al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de servicio como Sucesor de Pedro quiero hacer lo mismo Cuaacutentas gracias he recibido de la Santiacutesima Virgen a traveacutes del Rosario en estos antildeos Magnificat anima mea Dominum Deseo elevar mi agradecimiento al Sentildeor con las palabras de su Madre Santiacutesima bajo cuya proteccioacuten he puesto mi ministerio petrino Totus tuus

Octubre 2002 - Octubre 2003 Antildeo del Rosario

3 Por eso de acuerdo con las consideraciones hechas en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la que despueacutes de la experiencia jubilar he invitado al Pueblo de Dios laquo a caminar desde Cristo raquo[6] he sentido la necesidad de desarrollar una reflexioacuten sobre el Rosario en cierto modo como coronacioacuten mariana de dicha Carta apostoacutelica para exhortar a la contemplacioacuten del rostro de Cristo en compantildeiacutea y a ejemplo de su Santiacutesima Madre Recitar el Rosario en efecto es en realidad contemplar con Mariacutea el rostro de Cristo Para dar mayor realce a esta invitacioacuten con ocasioacuten del proacuteximo ciento veinte aniversario de la mencionada

Enciacuteclica de Leoacuten XIII deseo que a lo largo del antildeo se proponga y valore de manera particular esta oracioacuten en las diversas comunidades cristianas Proclamo por tanto el antildeo que va de este octubre a octubre de 2003 Antildeo del Rosario

Dejo esta indicacioacuten pastoral a la iniciativa de cada comunidad eclesial Con ella no quiero obstaculizar sino maacutes bien integrar y consolidar los planes pastorales de las Iglesias particulares Confiacuteo que sea acogida con prontitud y generosidad El Rosario comprendido en su pleno significado conduce al corazoacuten mismo de la vida cristiana y ofrece una oportunidad ordinaria y fecunda espiritual y pedagoacutegica para la contemplacioacuten personal la formacioacuten del Pueblo de Dios y la nueva evangelizacioacuten Me es grato reiterarlo recordando con gozo tambieacuten otro aniversario los 40 antildeos del comienzo del Concilio Ecumeacutenico Vaticano II (11 de octubre de 1962) el laquogran don de graciaraquo dispensada por el espiacuteritu de Dios a la Iglesia de nuestro tiempo[7]

Objeciones al Rosario

4 La oportunidad de esta iniciativa se basa en diversas consideraciones La primera se refiere a la urgencia de afrontar una cierta crisis de esta oracioacuten que en el actual contexto histoacuterico y teoloacutegico corre el riesgo de ser infravalorada injustamente y por tanto poco propuesta a las nuevas generaciones Hay quien piensa que la centralidad de la Liturgia acertadamente subrayada por el Concilio Ecumeacutenico Vaticano II tenga necesariamente como consecuencia una disminucioacuten de la importancia del Rosario En realidad como puntualizoacute Pablo VI esta oracioacuten no soacutelo no se opone a la Liturgia sino que le da soporte ya que la introduce y la recuerda ayudando a vivirla con plena participacioacuten interior recogiendo asiacute sus frutos en la vida cotidiana

Quizaacutes hay tambieacuten quien teme que pueda resultar poco ecumeacutenica por su caraacutecter marcadamente mariano En realidad se coloca en el maacutes liacutempido horizonte del culto a la Madre de Dios tal como el Concilio ha establecido un culto orientado al centro cristoloacutegico de la fe cristiana de modo que laquomientras es honrada la Madre el Hijo sea debidamente conocido amado glorificadoraquo[8] Comprendido adecuadamente el Rosario es una ayuda no un obstaacuteculo para el ecumenismo

Viacutea de contemplacioacuten

5 Pero el motivo maacutes importante para volver a proponer con determinacioacuten la praacutectica del Rosario es por ser un medio sumamente vaacutelido para favorecer en los fieles la exigencia de contemplacioacuten del misterio cristiano que he propuesto en la Carta Apostoacutelica Novo millennio ineunte como verdadera y propia pedagogiacutea de la santidad laquoes necesario un cristianismo que se distinga ante todo en el arte de la oracioacutenraquo[9] Mientras en la cultura contemporaacutenea incluso entre tantas contradicciones aflora una nueva exigencia de espiritualidad impulsada tambieacuten por influjo de otras religiones es maacutes urgente que nunca que nuestras comunidades cristianas se conviertan en laquoauteacutenticas escuelas de oracioacutenraquo[10]

El Rosario forma parte de la mejor y maacutes reconocida tradicioacuten de la contemplacioacuten cristiana Iniciado en Occidente es una oracioacuten tiacutepicamente meditativa y se corresponde de alguacuten modo con la laquooracioacuten del corazoacutenraquo u laquooracioacuten de Jesuacutesraquo surgida sobre el humus del Oriente cristiano

Oracioacuten por la paz y por la familia

6 Algunas circunstancias histoacutericas ayudan a dar un nuevo impulso a la propagacioacuten del Rosario Ante todo la urgencia

de implorar de Dios el don de la paz El Rosario ha sido propuesto muchas veces por mis Predecesores y por miacute mismo como oracioacuten por la paz Al inicio de un milenio que se ha abierto con las horrorosas escenas del atentado del 11 de septiembre de 2001 y que ve cada diacutea en muchas partes del mundo nuevos episodios de sangre y violencia promover el Rosario significa sumirse en la contemplacioacuten del misterio de Aqueacutel que laquoes nuestra paz el que de los dos pueblos hizo uno derribando el muro que los separaba la enemistadraquo (Ef 2 14) No se puede pues recitar el Rosario sin sentirse implicados en un compromiso concreto de servir a la paz con una particular atencioacuten a la tierra de Jesuacutes auacuten ahora tan atormentada y tan querida por el corazoacuten cristiano

Otro aacutembito crucial de nuestro tiempo que requiere una urgente atencioacuten y oracioacuten es el de la familia ceacutelula de la sociedad amenazada cada vez maacutes por fuerzas disgregadoras tanto de iacutendole ideoloacutegica como praacutectica que hacen temer por el futuro de esta fundamental e irrenunciable institucioacuten y con ella por el destino de toda la sociedad En el marco de una pastoral familiar maacutes amplia fomentar el Rosario en las familias cristianas es una ayuda eficaz para contrastar los efectos desoladores de esta crisis actual

laquo iexclAhiacute tienes a tu madre raquo (Jn 19 27)

7 Numerosos signos muestran coacutemo la Santiacutesima Virgen ejerce tambieacuten hoy precisamente a traveacutes de esta oracioacuten aquella solicitud materna para con todos los hijos de la Iglesia que el Redentor poco antes de morir le confioacute en la persona del disciacutepulo predilecto laquoiexclMujer ahiacute tienes a tu hijoraquo (Jn 19 26) Son conocidas las distintas circunstancias en las que la Madre de Cristo entre el siglo XIX y XX ha hecho de alguacuten modo notar su presencia y su voz para exhortar al Pueblo de Dios a recurrir a esta forma de oracioacuten contemplativa Deseo en particular recordar por la incisiva influencia que conservan

en el vida de los cristianos y por el acreditado reconocimiento recibido de la Iglesia las apariciones de Lourdes y Faacutetima[11] cuyos Santuarios son meta de numerosos peregrinos en busca de consuelo y de esperanza

Tras las huellas de los testigos

8 Seriacutea imposible citar la multitud innumerable de Santos que han encontrado en el Rosario un auteacutentico camino de santificacioacuten Bastaraacute con recordar a san Luis Mariacutea Grignion de Montfort autor de un preciosa obra sobre el Rosario[12] y maacutes cercano a nosotros al Padre Piacuteo de Pietrelcina que recientemente he tenido la alegriacutea de canonizar Un especial carisma como verdadero apoacutestol del Rosario tuvo tambieacuten el Beato Bartolomeacute Longo Su camino de santidad se apoya sobre una inspiracioacuten sentida en lo maacutes hondo de su corazoacuten laquo iexclQuien propaga el Rosario se salva raquo[13] Basaacutendose en ello se sintioacute llamado a construir en Pompeya un templo dedicado a la Virgen del Santo Rosario colindante con los restos de la antigua ciudad apenas influenciada por el anuncio cristiano antes de quedar cubierta por la erupcioacuten del Vesuvio en el antildeo 79 y rescatada de sus cenizas siglos despueacutes como testimonio de las luces y las sombras de la civilizacioacuten claacutesica

Con toda su obra y en particular a traveacutes de los laquoQuince Saacutebadosraquo Bartolomeacute Longo desarrolloacute el meollo cristoloacutegico y contemplativo del Rosario que ha contado con un particular aliento y apoyo en Leoacuten XIII el laquoPapa del Rosarioraquo

CAPIacuteTULO I

CONTEMPLAR A CRISTO CON MARIacuteA

Un rostro brillante como el sol

9 laquoY se transfiguroacute delante de ellos su rostro se puso brillante como el solraquo (Mt 17 2) La escena evangeacutelica de la transfiguracioacuten de Cristo en la que los tres apoacutestoles Pedro Santiago y Juan aparecen como extasiados por la belleza del Redentor puede ser considerada como icono de la contemplacioacuten cristiana Fijar los ojos en el rostro de Cristo descubrir su misterio en el camino ordinario y doloroso de su humanidad hasta percibir su fulgor divino manifestado definitivamente en el Resucitado glorificado a la derecha del Padre es la tarea de todos los disciacutepulos de Cristo por lo tanto es tambieacuten la nuestra Contemplando este rostro nos disponemos a acoger el misterio de la vida trinitaria para experimentar de nuevo el amor del Padre y gozar de la alegriacutea del Espiacuteritu Santo Se realiza asiacute tambieacuten en nosotros la palabra de san Pablo laquoReflejamos como en un espejo la gloria del Sentildeor nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez maacutes asiacute es como actuacutea el Sentildeor que es Espiacuterituraquo (2 Co 3 18)

Mariacutea modelo de contemplacioacuten

10 La contemplacioacuten de Cristo tiene en Mariacutea su modelo insuperable El rostro del Hijo le pertenece de un modo especial Ha sido en su vientre donde se ha formado tomando tambieacuten de Ella una semejanza humana que evoca una intimidad espiritual ciertamente maacutes grande auacuten Nadie se ha dedicado con la asiduidad de Mariacutea a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Los ojos de su corazoacuten se concentran de alguacuten modo en Eacutel ya en la Anunciacioacuten cuando lo concibe por obra del Espiacuteritu Santo en los meses sucesivos empieza a sentir su presencia y a imaginar sus rasgos Cuando por fin lo da a luz en Beleacuten sus ojos se vuelven tambieacuten tiernamente sobre el rostro del Hijo cuando lo laquoenvolvioacute en pantildeales y le acostoacute en un pesebreraquo (Lc 2 7)

Desde entonces su mirada siempre llena de adoracioacuten y asombro no se apartaraacute jamaacutes de Eacutel Seraacute a veces una mirada interrogadora como en el episodio de su extraviacuteo en el templo laquo Hijo iquestpor queacute nos has hecho esto raquo (Lc 2 48) seraacute en todo caso una mirada penetrante capaz de leer en lo iacutentimo de Jesuacutes hasta percibir sus sentimientos escondidos y presentir sus decisiones como en Canaacute (cf Jn 2 5) otras veces seraacute una mirada dolorida sobre todo bajo la cruz donde todaviacutea seraacute en cierto sentido la mirada de la parturienta ya que Mariacutea no se limitaraacute a compartir la pasioacuten y la muerte del Unigeacutenito sino que acogeraacute al nuevo hijo en el disciacutepulo predilecto confiado a Ella (cf Jn 19 26-27) en la mantildeana de Pascua seraacute una mirada radiante por la alegriacutea de la resurreccioacuten y por fin una mirada ardorosa por la efusioacuten del Espiacuteritu en el diacutea de Pentecosteacutes (cf Hch 1 14)

Los recuerdos de Mariacutea

11 Mariacutea vive mirando a Cristo y tiene en cuenta cada una de sus palabras laquo Guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazoacuten raquo (Lc 2 19 cf 2 51) Los recuerdos de Jesuacutes impresos en su alma la han acompantildeado en todo momento llevaacutendola a recorrer con el pensamiento los distintos episodios de su vida junto al Hijo Han sido aquellos recuerdos los que han constituido en cierto sentido el rosario que Ella ha recitado constantemente en los diacuteas de su vida terrenal

Y tambieacuten ahora entre los cantos de alegriacutea de la Jerusaleacuten celestial permanecen intactos los motivos de su accioacuten de gracias y su alabanza Ellos inspiran su materna solicitud hacia la Iglesia peregrina en la que sigue desarrollando la trama de su papel de evangelizadora Mariacutea propone continuamente a los creyentes los misterios de su Hijo con el deseo de que sean contemplados para que puedan derramar toda su fuerza salvadora Cuando recita el Rosario

la comunidad cristiana estaacute en sintoniacutea con el recuerdo y con la mirada de Mariacutea

El Rosario oracioacuten contemplativa

12 El Rosario precisamente a partir de la experiencia de Mariacutea es una oracioacuten marcadamente contemplativa Sin esta dimensioacuten se desnaturalizariacutea como subrayoacute Pablo VI laquoSin contemplacioacuten el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecaacutenica repeticioacuten de foacutermulas y de contradecir la advertencia de Jesuacutes Cuando oreacuteis no seaacuteis charlatanes como los paganos que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad (Mt 6 7) Por su naturaleza el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso que favorezca en quien ora la meditacioacuten de los misterios de la vida del Sentildeor vistos a traveacutes del corazoacuten de Aquella que estuvo maacutes cerca del Sentildeor y que desvelen su insondable riquezaraquo[14]

Es necesario detenernos en este profundo pensamiento de Pablo VI para poner de relieve algunas dimensiones del Rosario que definen mejor su caraacutecter de contemplacioacuten cristoloacutegica

Recordar a Cristo con Mariacutea

13 La contemplacioacuten de Mariacutea es ante todo un recordar Conviene sin embargo entender esta palabra en el sentido biacuteblico de la memoria (zakar) que actualiza las obras realizadas por Dios en la historia de la salvacioacuten La Biblia es narracioacuten de acontecimientos salviacuteficos que tienen su culmen en el propio Cristo Estos acontecimientos no son solamente un ayer son tambieacuten el hoy de la salvacioacuten Esta actualizacioacuten se realiza en particular en la Liturgia lo que Dios ha llevado a cabo hace siglos no concierne solamente a los testigos directos de los acontecimientos sino que alcanza

con su gracia a los hombres de cada eacutepoca Esto vale tambieacuten en cierto modo para toda consideracioacuten piadosa de aquellos acontecimientos laquohacer memoriaraquo de ellos en actitud de fe y amor significa abrirse a la gracia que Cristo nos ha alcanzado con sus misterios de vida muerte y resurreccioacuten

Por esto mientras se reafirma con el Concilio Vaticano II que la Liturgia como ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo y culto puacuteblico es laquola cumbre a la que tiende la accioacuten de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerzaraquo[15] tambieacuten es necesario recordar que la vida espiritual laquo no se agota soacutelo con la participacioacuten en la sagrada Liturgia El cristiano llamado a orar en comuacuten debe no obstante entrar tambieacuten en su interior para orar al Padre que ve en lo escondido (cf Mt 6 6) maacutes auacuten seguacuten ensentildea el Apoacutestol debe orar sin interrupcioacuten (cf 1 Ts 5 17) raquo[16] El Rosario con su caraacutecter especiacutefico pertenece a este variado panorama de la oracioacuten incesante y si la Liturgia accioacuten de Cristo y de la Iglesia es accioacuten salviacutefica por excelencia el Rosario en cuanto meditacioacuten sobre Cristo con Mariacutea es contemplacioacuten saludable En efecto penetrando de misterio en misterio en la vida del Redentor hace que cuanto Eacutel ha realizado y la Liturgia actualiza sea asimilado profundamente y forje la propia existencia

Comprender a Cristo desde Mariacutea

14 Cristo es el Maestro por excelencia el revelador y la revelacioacuten No se trata soacutelo de comprender las cosas que Eacutel ha ensentildeado sino de comprenderle a Eacutel Pero en esto iquestqueacute maestra maacutes experta que Mariacutea Si en el aacutembito divino el Espiacuteritu es el Maestro interior que nos lleva a la plena verdad de Cristo (cf Jn 14 26 15 26 16 13) entre las criaturas nadie mejor que Ella conoce a Cristo nadie como su Madre

puede introducirnos en un conocimiento profundo de su misterio

El primero de los signos llevado a cabo por Jesuacutes ndashla transformacioacuten del agua en vino en las bodas de Canaacutendash nos muestra a Mariacutea precisamente como maestra mientras exhorta a los criados a ejecutar las disposiciones de Cristo (cf Jn 2 5) Y podemos imaginar que ha desempentildeado esta funcioacuten con los disciacutepulos despueacutes de la Ascensioacuten de Jesuacutes cuando se quedoacute con ellos esperando el Espiacuteritu Santo y los confortoacute en la primera misioacuten Recorrer con Mariacutea las escenas del Rosario es como ir a la escuela de Mariacutea para leer a Cristo para penetrar sus secretos para entender su mensaje

Una escuela la de Mariacutea mucho maacutes eficaz si se piensa que Ella la ejerce consiguieacutendonos abundantes dones del Espiacuteritu Santo y proponieacutendonos al mismo tiempo el ejemplo de aquella laquoperegrinacioacuten de la feraquo[17] en la cual es maestra incomparable Ante cada misterio del Hijo Ella nos invita como en su Anunciacioacuten a presentar con humildad los interrogantes que conducen a la luz para concluir siempre con la obediencia de la fe laquo He aquiacute la esclava del Sentildeor haacutegase en miacute seguacuten tu palabra raquo (Lc 1 38)

Configurarse a Cristo con Mariacutea

15 La espiritualidad cristiana tiene como caracteriacutestica el deber del disciacutepulo de configurarse cada vez maacutes plenamente con su Maestro (cf Rm 8 29 Flp 3 10 21) La efusioacuten del Espiacuteritu en el Bautismo une al creyente como el sarmiento a la vid que es Cristo (cf Jn 15 5) lo hace miembro de su Cuerpo miacutestico (cf 1 Co 12 12 Rm 12 5) A esta unidad inicial sin embargo ha de corresponder un camino de adhesioacuten creciente a Eacutel que oriente cada vez maacutes el comportamiento del disciacutepulo seguacuten la loacutegica de Cristo laquoTened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristoraquo

(Flp 2 5) Hace falta seguacuten las palabras del Apoacutestol laquorevestirse de Cristoraquo (cf Rm 13 14 Ga 3 27)

En el recorrido espiritual del Rosario basado en la contemplacioacuten incesante del rostro de Cristo ndashen compantildeiacutea de Mariacuteandash este exigente ideal de configuracioacuten con Eacutel se consigue a traveacutes de una asiduidad que pudieacuteramos decir amistosa Eacutesta nos introduce de modo natural en la vida de Cristo y nos hace como respirar sus sentimientos Acerca de esto dice el Beato Bartolomeacute Longo laquoComo dos amigos frecuentaacutendose suelen parecerse tambieacuten en las costumbres asiacute nosotros conversando familiarmente con Jesuacutes y la Virgen al meditar los Misterios del Rosario y formando juntos una misma vida de comunioacuten podemos llegar a ser en la medida de nuestra pequentildeez parecidos a ellos y aprender de estos eminentes ejemplos el vivir humilde pobre escondido paciente y perfectoraquo[18]

Ademaacutes mediante este proceso de configuracioacuten con Cristo en el Rosario nos encomendamos en particular a la accioacuten materna de la Virgen Santa Ella que es la madre de Cristo y a la vez miembro de la Iglesia como laquomiembro supereminente y completamente singularraquo[19] es al mismo tiempo Madre de la Iglesia Como tal engendra continuamente hijos para el Cuerpo miacutestico del Hijo Lo hace mediante su intercesioacuten implorando para ellos la efusioacuten inagotable del Espiacuteritu Ella es el icono perfecto de la maternidad de la Iglesia

El Rosario nos transporta miacutesticamente junto a Mariacutea dedicada a seguir el crecimiento humano de Cristo en la casa de Nazaret Eso le permite educarnos y modelarnos con la misma diligencia hasta que Cristo laquosea formadoraquo plenamente en nosotros (cf Ga 4 19) Esta accioacuten de Mariacutea basada totalmente en la de Cristo y subordinada radicalmente a ella laquofavorece y de ninguna manera impide la unioacuten inmediata de los creyentes con Cristoraquo[20] Es el principio

iluminador expresado por el Concilio Vaticano II que tan intensamente he experimentado en mi vida haciendo de eacutel la base de mi lema episcopal Totus tuus[21] Un lema como es sabido inspirado en la doctrina de san Luis Mariacutea Grignion de Montfort que explicoacute asiacute el papel de Mariacutea en el proceso de configuracioacuten de cada uno de nosotros con Cristo laquoComo quiera que toda nuestra perfeccioacuten consiste en el ser conformes unidos y consagrados a Jesucristo la maacutes perfecta de la devociones es sin duda alguna la que nos conforma nos une y nos consagra lo maacutes perfectamente posible a Jesucristo Ahora bien siendo Mariacutea de todas las criaturas la maacutes conforme a Jesucristo se sigue que de todas las devociones la que maacutes consagra y conforma un alma a Jesucristo es la devocioacuten a Mariacutea su Santiacutesima Madre y que cuanto maacutes consagrada esteacute un alma a la Santiacutesima Virgen tanto maacutes lo estaraacute a Jesucristoraquo[22] De verdad en el Rosario el camino de Cristo y el de Mariacutea se encuentran profundamente unidos iexclMariacutea no vive maacutes que en Cristo y en funcioacuten de Cristo

Rogar a Cristo con Mariacutea

16 Cristo nos ha invitado a dirigirnos a Dios con insistencia y confianza para ser escuchados laquoPedid y se os daraacute buscad y hallareacuteis llamad y se os abriraacuteraquo (Mt 7 7) El fundamento de esta eficacia de la oracioacuten es la bondad del Padre pero tambieacuten la mediacioacuten de Cristo ante Eacutel (cf 1 Jn 2 1) y la accioacuten del Espiacuteritu Santo que laquointercede por nosotrosraquo (Rm 8 26-27) seguacuten los designios de Dios En efecto nosotros laquono sabemos coacutemo pedirraquo (Rm 8 26) y a veces no somos escuchados porque pedimos mal (cf St 4 2-3)

Para apoyar la oracioacuten que Cristo y el Espiacuteritu hacen brotar en nuestro corazoacuten interviene Mariacutea con su intercesioacuten materna laquoLa oracioacuten de la Iglesia estaacute como apoyada en la oracioacuten de Mariacutearaquo[23] Efectivamente si Jesuacutes uacutenico

Mediador es el Camino de nuestra oracioacuten Mariacutea pura transparencia de Eacutel muestra el Camino y laquoa partir de esta cooperacioacuten singular de Mariacutea a la accioacuten del Espiacuteritu Santo las Iglesias han desarrollado la oracioacuten a la santa Madre de Dios centraacutendola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misteriosraquo[24] En las bodas de Canaacute el Evangelio muestra precisamente la eficacia de la intercesioacuten de Mariacutea que se hace portavoz ante Jesuacutes de las necesidades humanas laquoNo tienen vinoraquo (Jn 2 3)

El Rosario es a la vez meditacioacuten y suacuteplica La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesioacuten lo puede todo ante el corazoacuten del Hijo Ella es laquoomnipotente por graciaraquo como con audaz expresioacuten que debe entenderse bien dijo en su Suacuteplica a la Virgen el Beato Bartolomeacute Longo[25] Basada en el Evangelio eacutesta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente siguiendo a san Bernardo cuando canta laquoMujer eres tan grande y tanto vales que quien desea una gracia y no recurre a ti quiere que su deseo vuele sin alasraquo[26]En el Rosario mientras suplicamos a Mariacutea templo del Espiacuteritu Santo (cf Lc 1 35) Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno rogando con nosotros y por nosotros

Anunciar a Cristo con Mariacutea

17 El Rosario es tambieacuten un itinerario de anuncio y de profundizacioacuten en el que el misterio de Cristoes presentado continuamente en los diversos aspectos de la experiencia cristiana Es una presentacioacuten orante y contemplativa que trata de modelar al cristiano seguacuten el corazoacuten de Cristo Efectivamente si en el rezo del Rosario se valoran adecuadamente todos sus elementos para una meditacioacuten

eficaz se da especialmente en la celebracioacuten comunitaria en las parroquias y los santuarios una significativa oportunidad catequeacutetica que los Pastores deben saber aprovechar La Virgen del Rosario continuacutea tambieacuten de este modo su obra de anunciar a Cristo La historia del Rosario muestra coacutemo esta oracioacuten ha sido utilizada especialmente por los Dominicos en un momento difiacutecil para la Iglesia a causa de la difusioacuten de la herejiacutea Hoy estamos ante nuevos desafiacuteos iquestPor queacute no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de quienes nos han precedido El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador

CAPIacuteTULO II

MISTERIOS DE CRISTO MISTERIOS DE LA MADRE

El Rosario laquocompendio del Evangelioraquo

18 A la contemplacioacuten del rostro de Cristo soacutelo se llega escuchando en el Espiacuteritu la voz del Padre pues laquonadie conoce bien al Hijo sino el Padreraquo (Mt 11 27) Cerca de Cesarea de Felipe ante la confesioacuten de Pedro Jesuacutes puntualiza de doacutende proviene esta clara intuicioacuten sobre su identidad laquoNo te ha revelado esto la carne ni la sangre sino mi Padre que estaacute en los cielosraquo (Mt 16 17) Asiacute pues es necesaria la revelacioacuten de lo alto Pero para acogerla es indispensable ponerse a la escucha laquoSoacutelo la experiencia del silencio y de la oracioacuten ofrece el horizonte adecuado en el que puede madurar y desarrollarse el conocimiento maacutes auteacutentico fiel y coherente de aquel misterioraquo[27]

El Rosario es una de las modalidades tradicionales de la oracioacuten cristiana orientada a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Asiacute lo describiacutea el Papa Pablo VI laquo Oracioacuten evangeacutelica centrada en el misterio de la Encarnacioacuten redentora el Rosario es pues oracioacuten de orientacioacuten profundamente cristoloacutegica En efecto su elemento maacutes caracteriacutestico ndashla repeticioacuten litaacutenica del Dios te salve Mariacuteandash se convierte tambieacuten en alabanza constante a Cristo teacutermino uacuteltimo del anuncio del Aacutengel y del saludo de la Madre del Bautista Bendito el fruto de tu seno (Lc 142) Diremos maacutes la repeticioacuten del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplacioacuten de los misterios el Jesuacutes que toda Ave Mariacutea recuerda es el mismo que la sucesioacuten de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgenraquo[28]

Una incorporacioacuten oportuna

19 De los muchos misterios de la vida de Cristo el Rosario tal como se ha consolidado en la praacutectica maacutes comuacuten corroborada por la autoridad eclesial soacutelo considera algunos Dicha seleccioacuten proviene del contexto original de esta oracioacuten que se organizoacute teniendo en cuenta el nuacutemero 150 que es el mismo de los Salmos

No obstante para resaltar el caraacutecter cristoloacutegico del Rosario considero oportuna una incorporacioacuten que si bien se deja a la libre consideracioacuten de los individuos y de la comunidad les permita contemplar tambieacuten los misterios de la vida puacuteblica de Cristo desde el Bautismo a la Pasioacuten En efecto en estos misterios contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelador definitivo de Dios Eacutel es quien declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo en el Jordaacuten anuncia la llegada del Reino dando testimonio de eacutel con sus obras y proclamando sus exigencias Durante la vida puacuteblica es cuando el misterio de Cristo se manifiesta de

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 2: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

obtiene abundantes gracias como recibieacutendolas de las mismas manos de la Madre del Redentor

Los Romanos Pontiacutefices y el Rosario

2 A esta oracioacuten le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores Un meacuterito particular a este respecto corresponde a Leoacuten XIII que el 1 de septiembre de 1883 promulgoacute la Enciacuteclica Supremi apostolatus officio[3] importante declaracioacuten con la cual inauguroacute otras muchas intervenciones sobre esta oracioacuten indicaacutendola como instrumento espiritual eficaz ante los males de la sociedad Entre los Papas maacutes recientes que en la eacutepoca conciliar se han distinguido por la promocioacuten del Rosario deseo recordar al Beato Juan XXIII[4] y sobre todo a PabloVI que en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus en consonancia con la inspiracioacuten del Concilio Vaticano II subrayoacute el caraacutecter evangeacutelico del Rosario y su orientacioacuten cristoloacutegica

Yo mismo despueacutes no he dejado pasar ocasioacuten de exhortar a rezar con frecuencia el Rosario Esta oracioacuten ha tenido un puesto importante en mi vida espiritual desde mis antildeos joacutevenes Me lo ha recordado mucho mi reciente viaje a Polonia especialmente la visita al Santuario de Kalwaria El Rosario me ha acompantildeado en los momentos de alegriacutea y en los de tribulacioacuten A eacutel he confiado tantas preocupaciones y en eacutel siempre he encontrado consuelo Hace veinticuatro antildeos el 29 de octubre de 1978 dos semanas despueacutes de la eleccioacuten a la Sede de Pedro como abriendo mi alma me expreseacute asiacute laquoEl Rosario es mi oracioacuten predilecta iexclPlegaria maravillosa Maravillosa en su sencillez y en su profundidad [] Se puede decir que el Rosario es en cierto modo un comentario-oracioacuten sobre el capiacutetulo final de la Constitucioacuten Lumen gentium del Vaticano II capiacutetulo que trata de la presencia admirable de la Madre de Dios en el misterio de Cristo y de la Iglesia En efecto con el trasfondo de las

Avemariacuteas pasan ante los ojos del alma los episodios principales de la vida de Jesucristo El Rosario en su conjunto consta de misterios gozosos dolorosos y gloriosos y nos ponen en comunioacuten vital con Jesuacutes a traveacutes ndashpodriacuteamos decirndash del Corazoacuten de su Madre Al mismo tiempo nuestro corazoacuten puede incluir en estas decenas del Rosario todos los hechos que entraman la vida del individuo la familia la nacioacuten la Iglesia y la humanidad Experiencias personales o del proacutejimo sobre todo de las personas maacutes cercanas o que llevamos maacutes en el corazoacuten De este modo la sencilla plegaria del Rosario sintoniza con el ritmo de la vida humana raquo[5]

Con estas palabras mis queridos Hermanos y Hermanas introduciacutea mi primer antildeo de Pontificado en el ritmo cotidiano del Rosario Hoy al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de servicio como Sucesor de Pedro quiero hacer lo mismo Cuaacutentas gracias he recibido de la Santiacutesima Virgen a traveacutes del Rosario en estos antildeos Magnificat anima mea Dominum Deseo elevar mi agradecimiento al Sentildeor con las palabras de su Madre Santiacutesima bajo cuya proteccioacuten he puesto mi ministerio petrino Totus tuus

Octubre 2002 - Octubre 2003 Antildeo del Rosario

3 Por eso de acuerdo con las consideraciones hechas en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la que despueacutes de la experiencia jubilar he invitado al Pueblo de Dios laquo a caminar desde Cristo raquo[6] he sentido la necesidad de desarrollar una reflexioacuten sobre el Rosario en cierto modo como coronacioacuten mariana de dicha Carta apostoacutelica para exhortar a la contemplacioacuten del rostro de Cristo en compantildeiacutea y a ejemplo de su Santiacutesima Madre Recitar el Rosario en efecto es en realidad contemplar con Mariacutea el rostro de Cristo Para dar mayor realce a esta invitacioacuten con ocasioacuten del proacuteximo ciento veinte aniversario de la mencionada

Enciacuteclica de Leoacuten XIII deseo que a lo largo del antildeo se proponga y valore de manera particular esta oracioacuten en las diversas comunidades cristianas Proclamo por tanto el antildeo que va de este octubre a octubre de 2003 Antildeo del Rosario

Dejo esta indicacioacuten pastoral a la iniciativa de cada comunidad eclesial Con ella no quiero obstaculizar sino maacutes bien integrar y consolidar los planes pastorales de las Iglesias particulares Confiacuteo que sea acogida con prontitud y generosidad El Rosario comprendido en su pleno significado conduce al corazoacuten mismo de la vida cristiana y ofrece una oportunidad ordinaria y fecunda espiritual y pedagoacutegica para la contemplacioacuten personal la formacioacuten del Pueblo de Dios y la nueva evangelizacioacuten Me es grato reiterarlo recordando con gozo tambieacuten otro aniversario los 40 antildeos del comienzo del Concilio Ecumeacutenico Vaticano II (11 de octubre de 1962) el laquogran don de graciaraquo dispensada por el espiacuteritu de Dios a la Iglesia de nuestro tiempo[7]

Objeciones al Rosario

4 La oportunidad de esta iniciativa se basa en diversas consideraciones La primera se refiere a la urgencia de afrontar una cierta crisis de esta oracioacuten que en el actual contexto histoacuterico y teoloacutegico corre el riesgo de ser infravalorada injustamente y por tanto poco propuesta a las nuevas generaciones Hay quien piensa que la centralidad de la Liturgia acertadamente subrayada por el Concilio Ecumeacutenico Vaticano II tenga necesariamente como consecuencia una disminucioacuten de la importancia del Rosario En realidad como puntualizoacute Pablo VI esta oracioacuten no soacutelo no se opone a la Liturgia sino que le da soporte ya que la introduce y la recuerda ayudando a vivirla con plena participacioacuten interior recogiendo asiacute sus frutos en la vida cotidiana

Quizaacutes hay tambieacuten quien teme que pueda resultar poco ecumeacutenica por su caraacutecter marcadamente mariano En realidad se coloca en el maacutes liacutempido horizonte del culto a la Madre de Dios tal como el Concilio ha establecido un culto orientado al centro cristoloacutegico de la fe cristiana de modo que laquomientras es honrada la Madre el Hijo sea debidamente conocido amado glorificadoraquo[8] Comprendido adecuadamente el Rosario es una ayuda no un obstaacuteculo para el ecumenismo

Viacutea de contemplacioacuten

5 Pero el motivo maacutes importante para volver a proponer con determinacioacuten la praacutectica del Rosario es por ser un medio sumamente vaacutelido para favorecer en los fieles la exigencia de contemplacioacuten del misterio cristiano que he propuesto en la Carta Apostoacutelica Novo millennio ineunte como verdadera y propia pedagogiacutea de la santidad laquoes necesario un cristianismo que se distinga ante todo en el arte de la oracioacutenraquo[9] Mientras en la cultura contemporaacutenea incluso entre tantas contradicciones aflora una nueva exigencia de espiritualidad impulsada tambieacuten por influjo de otras religiones es maacutes urgente que nunca que nuestras comunidades cristianas se conviertan en laquoauteacutenticas escuelas de oracioacutenraquo[10]

El Rosario forma parte de la mejor y maacutes reconocida tradicioacuten de la contemplacioacuten cristiana Iniciado en Occidente es una oracioacuten tiacutepicamente meditativa y se corresponde de alguacuten modo con la laquooracioacuten del corazoacutenraquo u laquooracioacuten de Jesuacutesraquo surgida sobre el humus del Oriente cristiano

Oracioacuten por la paz y por la familia

6 Algunas circunstancias histoacutericas ayudan a dar un nuevo impulso a la propagacioacuten del Rosario Ante todo la urgencia

de implorar de Dios el don de la paz El Rosario ha sido propuesto muchas veces por mis Predecesores y por miacute mismo como oracioacuten por la paz Al inicio de un milenio que se ha abierto con las horrorosas escenas del atentado del 11 de septiembre de 2001 y que ve cada diacutea en muchas partes del mundo nuevos episodios de sangre y violencia promover el Rosario significa sumirse en la contemplacioacuten del misterio de Aqueacutel que laquoes nuestra paz el que de los dos pueblos hizo uno derribando el muro que los separaba la enemistadraquo (Ef 2 14) No se puede pues recitar el Rosario sin sentirse implicados en un compromiso concreto de servir a la paz con una particular atencioacuten a la tierra de Jesuacutes auacuten ahora tan atormentada y tan querida por el corazoacuten cristiano

Otro aacutembito crucial de nuestro tiempo que requiere una urgente atencioacuten y oracioacuten es el de la familia ceacutelula de la sociedad amenazada cada vez maacutes por fuerzas disgregadoras tanto de iacutendole ideoloacutegica como praacutectica que hacen temer por el futuro de esta fundamental e irrenunciable institucioacuten y con ella por el destino de toda la sociedad En el marco de una pastoral familiar maacutes amplia fomentar el Rosario en las familias cristianas es una ayuda eficaz para contrastar los efectos desoladores de esta crisis actual

laquo iexclAhiacute tienes a tu madre raquo (Jn 19 27)

7 Numerosos signos muestran coacutemo la Santiacutesima Virgen ejerce tambieacuten hoy precisamente a traveacutes de esta oracioacuten aquella solicitud materna para con todos los hijos de la Iglesia que el Redentor poco antes de morir le confioacute en la persona del disciacutepulo predilecto laquoiexclMujer ahiacute tienes a tu hijoraquo (Jn 19 26) Son conocidas las distintas circunstancias en las que la Madre de Cristo entre el siglo XIX y XX ha hecho de alguacuten modo notar su presencia y su voz para exhortar al Pueblo de Dios a recurrir a esta forma de oracioacuten contemplativa Deseo en particular recordar por la incisiva influencia que conservan

en el vida de los cristianos y por el acreditado reconocimiento recibido de la Iglesia las apariciones de Lourdes y Faacutetima[11] cuyos Santuarios son meta de numerosos peregrinos en busca de consuelo y de esperanza

Tras las huellas de los testigos

8 Seriacutea imposible citar la multitud innumerable de Santos que han encontrado en el Rosario un auteacutentico camino de santificacioacuten Bastaraacute con recordar a san Luis Mariacutea Grignion de Montfort autor de un preciosa obra sobre el Rosario[12] y maacutes cercano a nosotros al Padre Piacuteo de Pietrelcina que recientemente he tenido la alegriacutea de canonizar Un especial carisma como verdadero apoacutestol del Rosario tuvo tambieacuten el Beato Bartolomeacute Longo Su camino de santidad se apoya sobre una inspiracioacuten sentida en lo maacutes hondo de su corazoacuten laquo iexclQuien propaga el Rosario se salva raquo[13] Basaacutendose en ello se sintioacute llamado a construir en Pompeya un templo dedicado a la Virgen del Santo Rosario colindante con los restos de la antigua ciudad apenas influenciada por el anuncio cristiano antes de quedar cubierta por la erupcioacuten del Vesuvio en el antildeo 79 y rescatada de sus cenizas siglos despueacutes como testimonio de las luces y las sombras de la civilizacioacuten claacutesica

Con toda su obra y en particular a traveacutes de los laquoQuince Saacutebadosraquo Bartolomeacute Longo desarrolloacute el meollo cristoloacutegico y contemplativo del Rosario que ha contado con un particular aliento y apoyo en Leoacuten XIII el laquoPapa del Rosarioraquo

CAPIacuteTULO I

CONTEMPLAR A CRISTO CON MARIacuteA

Un rostro brillante como el sol

9 laquoY se transfiguroacute delante de ellos su rostro se puso brillante como el solraquo (Mt 17 2) La escena evangeacutelica de la transfiguracioacuten de Cristo en la que los tres apoacutestoles Pedro Santiago y Juan aparecen como extasiados por la belleza del Redentor puede ser considerada como icono de la contemplacioacuten cristiana Fijar los ojos en el rostro de Cristo descubrir su misterio en el camino ordinario y doloroso de su humanidad hasta percibir su fulgor divino manifestado definitivamente en el Resucitado glorificado a la derecha del Padre es la tarea de todos los disciacutepulos de Cristo por lo tanto es tambieacuten la nuestra Contemplando este rostro nos disponemos a acoger el misterio de la vida trinitaria para experimentar de nuevo el amor del Padre y gozar de la alegriacutea del Espiacuteritu Santo Se realiza asiacute tambieacuten en nosotros la palabra de san Pablo laquoReflejamos como en un espejo la gloria del Sentildeor nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez maacutes asiacute es como actuacutea el Sentildeor que es Espiacuterituraquo (2 Co 3 18)

Mariacutea modelo de contemplacioacuten

10 La contemplacioacuten de Cristo tiene en Mariacutea su modelo insuperable El rostro del Hijo le pertenece de un modo especial Ha sido en su vientre donde se ha formado tomando tambieacuten de Ella una semejanza humana que evoca una intimidad espiritual ciertamente maacutes grande auacuten Nadie se ha dedicado con la asiduidad de Mariacutea a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Los ojos de su corazoacuten se concentran de alguacuten modo en Eacutel ya en la Anunciacioacuten cuando lo concibe por obra del Espiacuteritu Santo en los meses sucesivos empieza a sentir su presencia y a imaginar sus rasgos Cuando por fin lo da a luz en Beleacuten sus ojos se vuelven tambieacuten tiernamente sobre el rostro del Hijo cuando lo laquoenvolvioacute en pantildeales y le acostoacute en un pesebreraquo (Lc 2 7)

Desde entonces su mirada siempre llena de adoracioacuten y asombro no se apartaraacute jamaacutes de Eacutel Seraacute a veces una mirada interrogadora como en el episodio de su extraviacuteo en el templo laquo Hijo iquestpor queacute nos has hecho esto raquo (Lc 2 48) seraacute en todo caso una mirada penetrante capaz de leer en lo iacutentimo de Jesuacutes hasta percibir sus sentimientos escondidos y presentir sus decisiones como en Canaacute (cf Jn 2 5) otras veces seraacute una mirada dolorida sobre todo bajo la cruz donde todaviacutea seraacute en cierto sentido la mirada de la parturienta ya que Mariacutea no se limitaraacute a compartir la pasioacuten y la muerte del Unigeacutenito sino que acogeraacute al nuevo hijo en el disciacutepulo predilecto confiado a Ella (cf Jn 19 26-27) en la mantildeana de Pascua seraacute una mirada radiante por la alegriacutea de la resurreccioacuten y por fin una mirada ardorosa por la efusioacuten del Espiacuteritu en el diacutea de Pentecosteacutes (cf Hch 1 14)

Los recuerdos de Mariacutea

11 Mariacutea vive mirando a Cristo y tiene en cuenta cada una de sus palabras laquo Guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazoacuten raquo (Lc 2 19 cf 2 51) Los recuerdos de Jesuacutes impresos en su alma la han acompantildeado en todo momento llevaacutendola a recorrer con el pensamiento los distintos episodios de su vida junto al Hijo Han sido aquellos recuerdos los que han constituido en cierto sentido el rosario que Ella ha recitado constantemente en los diacuteas de su vida terrenal

Y tambieacuten ahora entre los cantos de alegriacutea de la Jerusaleacuten celestial permanecen intactos los motivos de su accioacuten de gracias y su alabanza Ellos inspiran su materna solicitud hacia la Iglesia peregrina en la que sigue desarrollando la trama de su papel de evangelizadora Mariacutea propone continuamente a los creyentes los misterios de su Hijo con el deseo de que sean contemplados para que puedan derramar toda su fuerza salvadora Cuando recita el Rosario

la comunidad cristiana estaacute en sintoniacutea con el recuerdo y con la mirada de Mariacutea

El Rosario oracioacuten contemplativa

12 El Rosario precisamente a partir de la experiencia de Mariacutea es una oracioacuten marcadamente contemplativa Sin esta dimensioacuten se desnaturalizariacutea como subrayoacute Pablo VI laquoSin contemplacioacuten el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecaacutenica repeticioacuten de foacutermulas y de contradecir la advertencia de Jesuacutes Cuando oreacuteis no seaacuteis charlatanes como los paganos que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad (Mt 6 7) Por su naturaleza el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso que favorezca en quien ora la meditacioacuten de los misterios de la vida del Sentildeor vistos a traveacutes del corazoacuten de Aquella que estuvo maacutes cerca del Sentildeor y que desvelen su insondable riquezaraquo[14]

Es necesario detenernos en este profundo pensamiento de Pablo VI para poner de relieve algunas dimensiones del Rosario que definen mejor su caraacutecter de contemplacioacuten cristoloacutegica

Recordar a Cristo con Mariacutea

13 La contemplacioacuten de Mariacutea es ante todo un recordar Conviene sin embargo entender esta palabra en el sentido biacuteblico de la memoria (zakar) que actualiza las obras realizadas por Dios en la historia de la salvacioacuten La Biblia es narracioacuten de acontecimientos salviacuteficos que tienen su culmen en el propio Cristo Estos acontecimientos no son solamente un ayer son tambieacuten el hoy de la salvacioacuten Esta actualizacioacuten se realiza en particular en la Liturgia lo que Dios ha llevado a cabo hace siglos no concierne solamente a los testigos directos de los acontecimientos sino que alcanza

con su gracia a los hombres de cada eacutepoca Esto vale tambieacuten en cierto modo para toda consideracioacuten piadosa de aquellos acontecimientos laquohacer memoriaraquo de ellos en actitud de fe y amor significa abrirse a la gracia que Cristo nos ha alcanzado con sus misterios de vida muerte y resurreccioacuten

Por esto mientras se reafirma con el Concilio Vaticano II que la Liturgia como ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo y culto puacuteblico es laquola cumbre a la que tiende la accioacuten de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerzaraquo[15] tambieacuten es necesario recordar que la vida espiritual laquo no se agota soacutelo con la participacioacuten en la sagrada Liturgia El cristiano llamado a orar en comuacuten debe no obstante entrar tambieacuten en su interior para orar al Padre que ve en lo escondido (cf Mt 6 6) maacutes auacuten seguacuten ensentildea el Apoacutestol debe orar sin interrupcioacuten (cf 1 Ts 5 17) raquo[16] El Rosario con su caraacutecter especiacutefico pertenece a este variado panorama de la oracioacuten incesante y si la Liturgia accioacuten de Cristo y de la Iglesia es accioacuten salviacutefica por excelencia el Rosario en cuanto meditacioacuten sobre Cristo con Mariacutea es contemplacioacuten saludable En efecto penetrando de misterio en misterio en la vida del Redentor hace que cuanto Eacutel ha realizado y la Liturgia actualiza sea asimilado profundamente y forje la propia existencia

Comprender a Cristo desde Mariacutea

14 Cristo es el Maestro por excelencia el revelador y la revelacioacuten No se trata soacutelo de comprender las cosas que Eacutel ha ensentildeado sino de comprenderle a Eacutel Pero en esto iquestqueacute maestra maacutes experta que Mariacutea Si en el aacutembito divino el Espiacuteritu es el Maestro interior que nos lleva a la plena verdad de Cristo (cf Jn 14 26 15 26 16 13) entre las criaturas nadie mejor que Ella conoce a Cristo nadie como su Madre

puede introducirnos en un conocimiento profundo de su misterio

El primero de los signos llevado a cabo por Jesuacutes ndashla transformacioacuten del agua en vino en las bodas de Canaacutendash nos muestra a Mariacutea precisamente como maestra mientras exhorta a los criados a ejecutar las disposiciones de Cristo (cf Jn 2 5) Y podemos imaginar que ha desempentildeado esta funcioacuten con los disciacutepulos despueacutes de la Ascensioacuten de Jesuacutes cuando se quedoacute con ellos esperando el Espiacuteritu Santo y los confortoacute en la primera misioacuten Recorrer con Mariacutea las escenas del Rosario es como ir a la escuela de Mariacutea para leer a Cristo para penetrar sus secretos para entender su mensaje

Una escuela la de Mariacutea mucho maacutes eficaz si se piensa que Ella la ejerce consiguieacutendonos abundantes dones del Espiacuteritu Santo y proponieacutendonos al mismo tiempo el ejemplo de aquella laquoperegrinacioacuten de la feraquo[17] en la cual es maestra incomparable Ante cada misterio del Hijo Ella nos invita como en su Anunciacioacuten a presentar con humildad los interrogantes que conducen a la luz para concluir siempre con la obediencia de la fe laquo He aquiacute la esclava del Sentildeor haacutegase en miacute seguacuten tu palabra raquo (Lc 1 38)

Configurarse a Cristo con Mariacutea

15 La espiritualidad cristiana tiene como caracteriacutestica el deber del disciacutepulo de configurarse cada vez maacutes plenamente con su Maestro (cf Rm 8 29 Flp 3 10 21) La efusioacuten del Espiacuteritu en el Bautismo une al creyente como el sarmiento a la vid que es Cristo (cf Jn 15 5) lo hace miembro de su Cuerpo miacutestico (cf 1 Co 12 12 Rm 12 5) A esta unidad inicial sin embargo ha de corresponder un camino de adhesioacuten creciente a Eacutel que oriente cada vez maacutes el comportamiento del disciacutepulo seguacuten la loacutegica de Cristo laquoTened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristoraquo

(Flp 2 5) Hace falta seguacuten las palabras del Apoacutestol laquorevestirse de Cristoraquo (cf Rm 13 14 Ga 3 27)

En el recorrido espiritual del Rosario basado en la contemplacioacuten incesante del rostro de Cristo ndashen compantildeiacutea de Mariacuteandash este exigente ideal de configuracioacuten con Eacutel se consigue a traveacutes de una asiduidad que pudieacuteramos decir amistosa Eacutesta nos introduce de modo natural en la vida de Cristo y nos hace como respirar sus sentimientos Acerca de esto dice el Beato Bartolomeacute Longo laquoComo dos amigos frecuentaacutendose suelen parecerse tambieacuten en las costumbres asiacute nosotros conversando familiarmente con Jesuacutes y la Virgen al meditar los Misterios del Rosario y formando juntos una misma vida de comunioacuten podemos llegar a ser en la medida de nuestra pequentildeez parecidos a ellos y aprender de estos eminentes ejemplos el vivir humilde pobre escondido paciente y perfectoraquo[18]

Ademaacutes mediante este proceso de configuracioacuten con Cristo en el Rosario nos encomendamos en particular a la accioacuten materna de la Virgen Santa Ella que es la madre de Cristo y a la vez miembro de la Iglesia como laquomiembro supereminente y completamente singularraquo[19] es al mismo tiempo Madre de la Iglesia Como tal engendra continuamente hijos para el Cuerpo miacutestico del Hijo Lo hace mediante su intercesioacuten implorando para ellos la efusioacuten inagotable del Espiacuteritu Ella es el icono perfecto de la maternidad de la Iglesia

El Rosario nos transporta miacutesticamente junto a Mariacutea dedicada a seguir el crecimiento humano de Cristo en la casa de Nazaret Eso le permite educarnos y modelarnos con la misma diligencia hasta que Cristo laquosea formadoraquo plenamente en nosotros (cf Ga 4 19) Esta accioacuten de Mariacutea basada totalmente en la de Cristo y subordinada radicalmente a ella laquofavorece y de ninguna manera impide la unioacuten inmediata de los creyentes con Cristoraquo[20] Es el principio

iluminador expresado por el Concilio Vaticano II que tan intensamente he experimentado en mi vida haciendo de eacutel la base de mi lema episcopal Totus tuus[21] Un lema como es sabido inspirado en la doctrina de san Luis Mariacutea Grignion de Montfort que explicoacute asiacute el papel de Mariacutea en el proceso de configuracioacuten de cada uno de nosotros con Cristo laquoComo quiera que toda nuestra perfeccioacuten consiste en el ser conformes unidos y consagrados a Jesucristo la maacutes perfecta de la devociones es sin duda alguna la que nos conforma nos une y nos consagra lo maacutes perfectamente posible a Jesucristo Ahora bien siendo Mariacutea de todas las criaturas la maacutes conforme a Jesucristo se sigue que de todas las devociones la que maacutes consagra y conforma un alma a Jesucristo es la devocioacuten a Mariacutea su Santiacutesima Madre y que cuanto maacutes consagrada esteacute un alma a la Santiacutesima Virgen tanto maacutes lo estaraacute a Jesucristoraquo[22] De verdad en el Rosario el camino de Cristo y el de Mariacutea se encuentran profundamente unidos iexclMariacutea no vive maacutes que en Cristo y en funcioacuten de Cristo

Rogar a Cristo con Mariacutea

16 Cristo nos ha invitado a dirigirnos a Dios con insistencia y confianza para ser escuchados laquoPedid y se os daraacute buscad y hallareacuteis llamad y se os abriraacuteraquo (Mt 7 7) El fundamento de esta eficacia de la oracioacuten es la bondad del Padre pero tambieacuten la mediacioacuten de Cristo ante Eacutel (cf 1 Jn 2 1) y la accioacuten del Espiacuteritu Santo que laquointercede por nosotrosraquo (Rm 8 26-27) seguacuten los designios de Dios En efecto nosotros laquono sabemos coacutemo pedirraquo (Rm 8 26) y a veces no somos escuchados porque pedimos mal (cf St 4 2-3)

Para apoyar la oracioacuten que Cristo y el Espiacuteritu hacen brotar en nuestro corazoacuten interviene Mariacutea con su intercesioacuten materna laquoLa oracioacuten de la Iglesia estaacute como apoyada en la oracioacuten de Mariacutearaquo[23] Efectivamente si Jesuacutes uacutenico

Mediador es el Camino de nuestra oracioacuten Mariacutea pura transparencia de Eacutel muestra el Camino y laquoa partir de esta cooperacioacuten singular de Mariacutea a la accioacuten del Espiacuteritu Santo las Iglesias han desarrollado la oracioacuten a la santa Madre de Dios centraacutendola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misteriosraquo[24] En las bodas de Canaacute el Evangelio muestra precisamente la eficacia de la intercesioacuten de Mariacutea que se hace portavoz ante Jesuacutes de las necesidades humanas laquoNo tienen vinoraquo (Jn 2 3)

El Rosario es a la vez meditacioacuten y suacuteplica La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesioacuten lo puede todo ante el corazoacuten del Hijo Ella es laquoomnipotente por graciaraquo como con audaz expresioacuten que debe entenderse bien dijo en su Suacuteplica a la Virgen el Beato Bartolomeacute Longo[25] Basada en el Evangelio eacutesta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente siguiendo a san Bernardo cuando canta laquoMujer eres tan grande y tanto vales que quien desea una gracia y no recurre a ti quiere que su deseo vuele sin alasraquo[26]En el Rosario mientras suplicamos a Mariacutea templo del Espiacuteritu Santo (cf Lc 1 35) Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno rogando con nosotros y por nosotros

Anunciar a Cristo con Mariacutea

17 El Rosario es tambieacuten un itinerario de anuncio y de profundizacioacuten en el que el misterio de Cristoes presentado continuamente en los diversos aspectos de la experiencia cristiana Es una presentacioacuten orante y contemplativa que trata de modelar al cristiano seguacuten el corazoacuten de Cristo Efectivamente si en el rezo del Rosario se valoran adecuadamente todos sus elementos para una meditacioacuten

eficaz se da especialmente en la celebracioacuten comunitaria en las parroquias y los santuarios una significativa oportunidad catequeacutetica que los Pastores deben saber aprovechar La Virgen del Rosario continuacutea tambieacuten de este modo su obra de anunciar a Cristo La historia del Rosario muestra coacutemo esta oracioacuten ha sido utilizada especialmente por los Dominicos en un momento difiacutecil para la Iglesia a causa de la difusioacuten de la herejiacutea Hoy estamos ante nuevos desafiacuteos iquestPor queacute no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de quienes nos han precedido El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador

CAPIacuteTULO II

MISTERIOS DE CRISTO MISTERIOS DE LA MADRE

El Rosario laquocompendio del Evangelioraquo

18 A la contemplacioacuten del rostro de Cristo soacutelo se llega escuchando en el Espiacuteritu la voz del Padre pues laquonadie conoce bien al Hijo sino el Padreraquo (Mt 11 27) Cerca de Cesarea de Felipe ante la confesioacuten de Pedro Jesuacutes puntualiza de doacutende proviene esta clara intuicioacuten sobre su identidad laquoNo te ha revelado esto la carne ni la sangre sino mi Padre que estaacute en los cielosraquo (Mt 16 17) Asiacute pues es necesaria la revelacioacuten de lo alto Pero para acogerla es indispensable ponerse a la escucha laquoSoacutelo la experiencia del silencio y de la oracioacuten ofrece el horizonte adecuado en el que puede madurar y desarrollarse el conocimiento maacutes auteacutentico fiel y coherente de aquel misterioraquo[27]

El Rosario es una de las modalidades tradicionales de la oracioacuten cristiana orientada a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Asiacute lo describiacutea el Papa Pablo VI laquo Oracioacuten evangeacutelica centrada en el misterio de la Encarnacioacuten redentora el Rosario es pues oracioacuten de orientacioacuten profundamente cristoloacutegica En efecto su elemento maacutes caracteriacutestico ndashla repeticioacuten litaacutenica del Dios te salve Mariacuteandash se convierte tambieacuten en alabanza constante a Cristo teacutermino uacuteltimo del anuncio del Aacutengel y del saludo de la Madre del Bautista Bendito el fruto de tu seno (Lc 142) Diremos maacutes la repeticioacuten del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplacioacuten de los misterios el Jesuacutes que toda Ave Mariacutea recuerda es el mismo que la sucesioacuten de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgenraquo[28]

Una incorporacioacuten oportuna

19 De los muchos misterios de la vida de Cristo el Rosario tal como se ha consolidado en la praacutectica maacutes comuacuten corroborada por la autoridad eclesial soacutelo considera algunos Dicha seleccioacuten proviene del contexto original de esta oracioacuten que se organizoacute teniendo en cuenta el nuacutemero 150 que es el mismo de los Salmos

No obstante para resaltar el caraacutecter cristoloacutegico del Rosario considero oportuna una incorporacioacuten que si bien se deja a la libre consideracioacuten de los individuos y de la comunidad les permita contemplar tambieacuten los misterios de la vida puacuteblica de Cristo desde el Bautismo a la Pasioacuten En efecto en estos misterios contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelador definitivo de Dios Eacutel es quien declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo en el Jordaacuten anuncia la llegada del Reino dando testimonio de eacutel con sus obras y proclamando sus exigencias Durante la vida puacuteblica es cuando el misterio de Cristo se manifiesta de

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Page 3: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

Avemariacuteas pasan ante los ojos del alma los episodios principales de la vida de Jesucristo El Rosario en su conjunto consta de misterios gozosos dolorosos y gloriosos y nos ponen en comunioacuten vital con Jesuacutes a traveacutes ndashpodriacuteamos decirndash del Corazoacuten de su Madre Al mismo tiempo nuestro corazoacuten puede incluir en estas decenas del Rosario todos los hechos que entraman la vida del individuo la familia la nacioacuten la Iglesia y la humanidad Experiencias personales o del proacutejimo sobre todo de las personas maacutes cercanas o que llevamos maacutes en el corazoacuten De este modo la sencilla plegaria del Rosario sintoniza con el ritmo de la vida humana raquo[5]

Con estas palabras mis queridos Hermanos y Hermanas introduciacutea mi primer antildeo de Pontificado en el ritmo cotidiano del Rosario Hoy al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de servicio como Sucesor de Pedro quiero hacer lo mismo Cuaacutentas gracias he recibido de la Santiacutesima Virgen a traveacutes del Rosario en estos antildeos Magnificat anima mea Dominum Deseo elevar mi agradecimiento al Sentildeor con las palabras de su Madre Santiacutesima bajo cuya proteccioacuten he puesto mi ministerio petrino Totus tuus

Octubre 2002 - Octubre 2003 Antildeo del Rosario

3 Por eso de acuerdo con las consideraciones hechas en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la que despueacutes de la experiencia jubilar he invitado al Pueblo de Dios laquo a caminar desde Cristo raquo[6] he sentido la necesidad de desarrollar una reflexioacuten sobre el Rosario en cierto modo como coronacioacuten mariana de dicha Carta apostoacutelica para exhortar a la contemplacioacuten del rostro de Cristo en compantildeiacutea y a ejemplo de su Santiacutesima Madre Recitar el Rosario en efecto es en realidad contemplar con Mariacutea el rostro de Cristo Para dar mayor realce a esta invitacioacuten con ocasioacuten del proacuteximo ciento veinte aniversario de la mencionada

Enciacuteclica de Leoacuten XIII deseo que a lo largo del antildeo se proponga y valore de manera particular esta oracioacuten en las diversas comunidades cristianas Proclamo por tanto el antildeo que va de este octubre a octubre de 2003 Antildeo del Rosario

Dejo esta indicacioacuten pastoral a la iniciativa de cada comunidad eclesial Con ella no quiero obstaculizar sino maacutes bien integrar y consolidar los planes pastorales de las Iglesias particulares Confiacuteo que sea acogida con prontitud y generosidad El Rosario comprendido en su pleno significado conduce al corazoacuten mismo de la vida cristiana y ofrece una oportunidad ordinaria y fecunda espiritual y pedagoacutegica para la contemplacioacuten personal la formacioacuten del Pueblo de Dios y la nueva evangelizacioacuten Me es grato reiterarlo recordando con gozo tambieacuten otro aniversario los 40 antildeos del comienzo del Concilio Ecumeacutenico Vaticano II (11 de octubre de 1962) el laquogran don de graciaraquo dispensada por el espiacuteritu de Dios a la Iglesia de nuestro tiempo[7]

Objeciones al Rosario

4 La oportunidad de esta iniciativa se basa en diversas consideraciones La primera se refiere a la urgencia de afrontar una cierta crisis de esta oracioacuten que en el actual contexto histoacuterico y teoloacutegico corre el riesgo de ser infravalorada injustamente y por tanto poco propuesta a las nuevas generaciones Hay quien piensa que la centralidad de la Liturgia acertadamente subrayada por el Concilio Ecumeacutenico Vaticano II tenga necesariamente como consecuencia una disminucioacuten de la importancia del Rosario En realidad como puntualizoacute Pablo VI esta oracioacuten no soacutelo no se opone a la Liturgia sino que le da soporte ya que la introduce y la recuerda ayudando a vivirla con plena participacioacuten interior recogiendo asiacute sus frutos en la vida cotidiana

Quizaacutes hay tambieacuten quien teme que pueda resultar poco ecumeacutenica por su caraacutecter marcadamente mariano En realidad se coloca en el maacutes liacutempido horizonte del culto a la Madre de Dios tal como el Concilio ha establecido un culto orientado al centro cristoloacutegico de la fe cristiana de modo que laquomientras es honrada la Madre el Hijo sea debidamente conocido amado glorificadoraquo[8] Comprendido adecuadamente el Rosario es una ayuda no un obstaacuteculo para el ecumenismo

Viacutea de contemplacioacuten

5 Pero el motivo maacutes importante para volver a proponer con determinacioacuten la praacutectica del Rosario es por ser un medio sumamente vaacutelido para favorecer en los fieles la exigencia de contemplacioacuten del misterio cristiano que he propuesto en la Carta Apostoacutelica Novo millennio ineunte como verdadera y propia pedagogiacutea de la santidad laquoes necesario un cristianismo que se distinga ante todo en el arte de la oracioacutenraquo[9] Mientras en la cultura contemporaacutenea incluso entre tantas contradicciones aflora una nueva exigencia de espiritualidad impulsada tambieacuten por influjo de otras religiones es maacutes urgente que nunca que nuestras comunidades cristianas se conviertan en laquoauteacutenticas escuelas de oracioacutenraquo[10]

El Rosario forma parte de la mejor y maacutes reconocida tradicioacuten de la contemplacioacuten cristiana Iniciado en Occidente es una oracioacuten tiacutepicamente meditativa y se corresponde de alguacuten modo con la laquooracioacuten del corazoacutenraquo u laquooracioacuten de Jesuacutesraquo surgida sobre el humus del Oriente cristiano

Oracioacuten por la paz y por la familia

6 Algunas circunstancias histoacutericas ayudan a dar un nuevo impulso a la propagacioacuten del Rosario Ante todo la urgencia

de implorar de Dios el don de la paz El Rosario ha sido propuesto muchas veces por mis Predecesores y por miacute mismo como oracioacuten por la paz Al inicio de un milenio que se ha abierto con las horrorosas escenas del atentado del 11 de septiembre de 2001 y que ve cada diacutea en muchas partes del mundo nuevos episodios de sangre y violencia promover el Rosario significa sumirse en la contemplacioacuten del misterio de Aqueacutel que laquoes nuestra paz el que de los dos pueblos hizo uno derribando el muro que los separaba la enemistadraquo (Ef 2 14) No se puede pues recitar el Rosario sin sentirse implicados en un compromiso concreto de servir a la paz con una particular atencioacuten a la tierra de Jesuacutes auacuten ahora tan atormentada y tan querida por el corazoacuten cristiano

Otro aacutembito crucial de nuestro tiempo que requiere una urgente atencioacuten y oracioacuten es el de la familia ceacutelula de la sociedad amenazada cada vez maacutes por fuerzas disgregadoras tanto de iacutendole ideoloacutegica como praacutectica que hacen temer por el futuro de esta fundamental e irrenunciable institucioacuten y con ella por el destino de toda la sociedad En el marco de una pastoral familiar maacutes amplia fomentar el Rosario en las familias cristianas es una ayuda eficaz para contrastar los efectos desoladores de esta crisis actual

laquo iexclAhiacute tienes a tu madre raquo (Jn 19 27)

7 Numerosos signos muestran coacutemo la Santiacutesima Virgen ejerce tambieacuten hoy precisamente a traveacutes de esta oracioacuten aquella solicitud materna para con todos los hijos de la Iglesia que el Redentor poco antes de morir le confioacute en la persona del disciacutepulo predilecto laquoiexclMujer ahiacute tienes a tu hijoraquo (Jn 19 26) Son conocidas las distintas circunstancias en las que la Madre de Cristo entre el siglo XIX y XX ha hecho de alguacuten modo notar su presencia y su voz para exhortar al Pueblo de Dios a recurrir a esta forma de oracioacuten contemplativa Deseo en particular recordar por la incisiva influencia que conservan

en el vida de los cristianos y por el acreditado reconocimiento recibido de la Iglesia las apariciones de Lourdes y Faacutetima[11] cuyos Santuarios son meta de numerosos peregrinos en busca de consuelo y de esperanza

Tras las huellas de los testigos

8 Seriacutea imposible citar la multitud innumerable de Santos que han encontrado en el Rosario un auteacutentico camino de santificacioacuten Bastaraacute con recordar a san Luis Mariacutea Grignion de Montfort autor de un preciosa obra sobre el Rosario[12] y maacutes cercano a nosotros al Padre Piacuteo de Pietrelcina que recientemente he tenido la alegriacutea de canonizar Un especial carisma como verdadero apoacutestol del Rosario tuvo tambieacuten el Beato Bartolomeacute Longo Su camino de santidad se apoya sobre una inspiracioacuten sentida en lo maacutes hondo de su corazoacuten laquo iexclQuien propaga el Rosario se salva raquo[13] Basaacutendose en ello se sintioacute llamado a construir en Pompeya un templo dedicado a la Virgen del Santo Rosario colindante con los restos de la antigua ciudad apenas influenciada por el anuncio cristiano antes de quedar cubierta por la erupcioacuten del Vesuvio en el antildeo 79 y rescatada de sus cenizas siglos despueacutes como testimonio de las luces y las sombras de la civilizacioacuten claacutesica

Con toda su obra y en particular a traveacutes de los laquoQuince Saacutebadosraquo Bartolomeacute Longo desarrolloacute el meollo cristoloacutegico y contemplativo del Rosario que ha contado con un particular aliento y apoyo en Leoacuten XIII el laquoPapa del Rosarioraquo

CAPIacuteTULO I

CONTEMPLAR A CRISTO CON MARIacuteA

Un rostro brillante como el sol

9 laquoY se transfiguroacute delante de ellos su rostro se puso brillante como el solraquo (Mt 17 2) La escena evangeacutelica de la transfiguracioacuten de Cristo en la que los tres apoacutestoles Pedro Santiago y Juan aparecen como extasiados por la belleza del Redentor puede ser considerada como icono de la contemplacioacuten cristiana Fijar los ojos en el rostro de Cristo descubrir su misterio en el camino ordinario y doloroso de su humanidad hasta percibir su fulgor divino manifestado definitivamente en el Resucitado glorificado a la derecha del Padre es la tarea de todos los disciacutepulos de Cristo por lo tanto es tambieacuten la nuestra Contemplando este rostro nos disponemos a acoger el misterio de la vida trinitaria para experimentar de nuevo el amor del Padre y gozar de la alegriacutea del Espiacuteritu Santo Se realiza asiacute tambieacuten en nosotros la palabra de san Pablo laquoReflejamos como en un espejo la gloria del Sentildeor nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez maacutes asiacute es como actuacutea el Sentildeor que es Espiacuterituraquo (2 Co 3 18)

Mariacutea modelo de contemplacioacuten

10 La contemplacioacuten de Cristo tiene en Mariacutea su modelo insuperable El rostro del Hijo le pertenece de un modo especial Ha sido en su vientre donde se ha formado tomando tambieacuten de Ella una semejanza humana que evoca una intimidad espiritual ciertamente maacutes grande auacuten Nadie se ha dedicado con la asiduidad de Mariacutea a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Los ojos de su corazoacuten se concentran de alguacuten modo en Eacutel ya en la Anunciacioacuten cuando lo concibe por obra del Espiacuteritu Santo en los meses sucesivos empieza a sentir su presencia y a imaginar sus rasgos Cuando por fin lo da a luz en Beleacuten sus ojos se vuelven tambieacuten tiernamente sobre el rostro del Hijo cuando lo laquoenvolvioacute en pantildeales y le acostoacute en un pesebreraquo (Lc 2 7)

Desde entonces su mirada siempre llena de adoracioacuten y asombro no se apartaraacute jamaacutes de Eacutel Seraacute a veces una mirada interrogadora como en el episodio de su extraviacuteo en el templo laquo Hijo iquestpor queacute nos has hecho esto raquo (Lc 2 48) seraacute en todo caso una mirada penetrante capaz de leer en lo iacutentimo de Jesuacutes hasta percibir sus sentimientos escondidos y presentir sus decisiones como en Canaacute (cf Jn 2 5) otras veces seraacute una mirada dolorida sobre todo bajo la cruz donde todaviacutea seraacute en cierto sentido la mirada de la parturienta ya que Mariacutea no se limitaraacute a compartir la pasioacuten y la muerte del Unigeacutenito sino que acogeraacute al nuevo hijo en el disciacutepulo predilecto confiado a Ella (cf Jn 19 26-27) en la mantildeana de Pascua seraacute una mirada radiante por la alegriacutea de la resurreccioacuten y por fin una mirada ardorosa por la efusioacuten del Espiacuteritu en el diacutea de Pentecosteacutes (cf Hch 1 14)

Los recuerdos de Mariacutea

11 Mariacutea vive mirando a Cristo y tiene en cuenta cada una de sus palabras laquo Guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazoacuten raquo (Lc 2 19 cf 2 51) Los recuerdos de Jesuacutes impresos en su alma la han acompantildeado en todo momento llevaacutendola a recorrer con el pensamiento los distintos episodios de su vida junto al Hijo Han sido aquellos recuerdos los que han constituido en cierto sentido el rosario que Ella ha recitado constantemente en los diacuteas de su vida terrenal

Y tambieacuten ahora entre los cantos de alegriacutea de la Jerusaleacuten celestial permanecen intactos los motivos de su accioacuten de gracias y su alabanza Ellos inspiran su materna solicitud hacia la Iglesia peregrina en la que sigue desarrollando la trama de su papel de evangelizadora Mariacutea propone continuamente a los creyentes los misterios de su Hijo con el deseo de que sean contemplados para que puedan derramar toda su fuerza salvadora Cuando recita el Rosario

la comunidad cristiana estaacute en sintoniacutea con el recuerdo y con la mirada de Mariacutea

El Rosario oracioacuten contemplativa

12 El Rosario precisamente a partir de la experiencia de Mariacutea es una oracioacuten marcadamente contemplativa Sin esta dimensioacuten se desnaturalizariacutea como subrayoacute Pablo VI laquoSin contemplacioacuten el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecaacutenica repeticioacuten de foacutermulas y de contradecir la advertencia de Jesuacutes Cuando oreacuteis no seaacuteis charlatanes como los paganos que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad (Mt 6 7) Por su naturaleza el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso que favorezca en quien ora la meditacioacuten de los misterios de la vida del Sentildeor vistos a traveacutes del corazoacuten de Aquella que estuvo maacutes cerca del Sentildeor y que desvelen su insondable riquezaraquo[14]

Es necesario detenernos en este profundo pensamiento de Pablo VI para poner de relieve algunas dimensiones del Rosario que definen mejor su caraacutecter de contemplacioacuten cristoloacutegica

Recordar a Cristo con Mariacutea

13 La contemplacioacuten de Mariacutea es ante todo un recordar Conviene sin embargo entender esta palabra en el sentido biacuteblico de la memoria (zakar) que actualiza las obras realizadas por Dios en la historia de la salvacioacuten La Biblia es narracioacuten de acontecimientos salviacuteficos que tienen su culmen en el propio Cristo Estos acontecimientos no son solamente un ayer son tambieacuten el hoy de la salvacioacuten Esta actualizacioacuten se realiza en particular en la Liturgia lo que Dios ha llevado a cabo hace siglos no concierne solamente a los testigos directos de los acontecimientos sino que alcanza

con su gracia a los hombres de cada eacutepoca Esto vale tambieacuten en cierto modo para toda consideracioacuten piadosa de aquellos acontecimientos laquohacer memoriaraquo de ellos en actitud de fe y amor significa abrirse a la gracia que Cristo nos ha alcanzado con sus misterios de vida muerte y resurreccioacuten

Por esto mientras se reafirma con el Concilio Vaticano II que la Liturgia como ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo y culto puacuteblico es laquola cumbre a la que tiende la accioacuten de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerzaraquo[15] tambieacuten es necesario recordar que la vida espiritual laquo no se agota soacutelo con la participacioacuten en la sagrada Liturgia El cristiano llamado a orar en comuacuten debe no obstante entrar tambieacuten en su interior para orar al Padre que ve en lo escondido (cf Mt 6 6) maacutes auacuten seguacuten ensentildea el Apoacutestol debe orar sin interrupcioacuten (cf 1 Ts 5 17) raquo[16] El Rosario con su caraacutecter especiacutefico pertenece a este variado panorama de la oracioacuten incesante y si la Liturgia accioacuten de Cristo y de la Iglesia es accioacuten salviacutefica por excelencia el Rosario en cuanto meditacioacuten sobre Cristo con Mariacutea es contemplacioacuten saludable En efecto penetrando de misterio en misterio en la vida del Redentor hace que cuanto Eacutel ha realizado y la Liturgia actualiza sea asimilado profundamente y forje la propia existencia

Comprender a Cristo desde Mariacutea

14 Cristo es el Maestro por excelencia el revelador y la revelacioacuten No se trata soacutelo de comprender las cosas que Eacutel ha ensentildeado sino de comprenderle a Eacutel Pero en esto iquestqueacute maestra maacutes experta que Mariacutea Si en el aacutembito divino el Espiacuteritu es el Maestro interior que nos lleva a la plena verdad de Cristo (cf Jn 14 26 15 26 16 13) entre las criaturas nadie mejor que Ella conoce a Cristo nadie como su Madre

puede introducirnos en un conocimiento profundo de su misterio

El primero de los signos llevado a cabo por Jesuacutes ndashla transformacioacuten del agua en vino en las bodas de Canaacutendash nos muestra a Mariacutea precisamente como maestra mientras exhorta a los criados a ejecutar las disposiciones de Cristo (cf Jn 2 5) Y podemos imaginar que ha desempentildeado esta funcioacuten con los disciacutepulos despueacutes de la Ascensioacuten de Jesuacutes cuando se quedoacute con ellos esperando el Espiacuteritu Santo y los confortoacute en la primera misioacuten Recorrer con Mariacutea las escenas del Rosario es como ir a la escuela de Mariacutea para leer a Cristo para penetrar sus secretos para entender su mensaje

Una escuela la de Mariacutea mucho maacutes eficaz si se piensa que Ella la ejerce consiguieacutendonos abundantes dones del Espiacuteritu Santo y proponieacutendonos al mismo tiempo el ejemplo de aquella laquoperegrinacioacuten de la feraquo[17] en la cual es maestra incomparable Ante cada misterio del Hijo Ella nos invita como en su Anunciacioacuten a presentar con humildad los interrogantes que conducen a la luz para concluir siempre con la obediencia de la fe laquo He aquiacute la esclava del Sentildeor haacutegase en miacute seguacuten tu palabra raquo (Lc 1 38)

Configurarse a Cristo con Mariacutea

15 La espiritualidad cristiana tiene como caracteriacutestica el deber del disciacutepulo de configurarse cada vez maacutes plenamente con su Maestro (cf Rm 8 29 Flp 3 10 21) La efusioacuten del Espiacuteritu en el Bautismo une al creyente como el sarmiento a la vid que es Cristo (cf Jn 15 5) lo hace miembro de su Cuerpo miacutestico (cf 1 Co 12 12 Rm 12 5) A esta unidad inicial sin embargo ha de corresponder un camino de adhesioacuten creciente a Eacutel que oriente cada vez maacutes el comportamiento del disciacutepulo seguacuten la loacutegica de Cristo laquoTened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristoraquo

(Flp 2 5) Hace falta seguacuten las palabras del Apoacutestol laquorevestirse de Cristoraquo (cf Rm 13 14 Ga 3 27)

En el recorrido espiritual del Rosario basado en la contemplacioacuten incesante del rostro de Cristo ndashen compantildeiacutea de Mariacuteandash este exigente ideal de configuracioacuten con Eacutel se consigue a traveacutes de una asiduidad que pudieacuteramos decir amistosa Eacutesta nos introduce de modo natural en la vida de Cristo y nos hace como respirar sus sentimientos Acerca de esto dice el Beato Bartolomeacute Longo laquoComo dos amigos frecuentaacutendose suelen parecerse tambieacuten en las costumbres asiacute nosotros conversando familiarmente con Jesuacutes y la Virgen al meditar los Misterios del Rosario y formando juntos una misma vida de comunioacuten podemos llegar a ser en la medida de nuestra pequentildeez parecidos a ellos y aprender de estos eminentes ejemplos el vivir humilde pobre escondido paciente y perfectoraquo[18]

Ademaacutes mediante este proceso de configuracioacuten con Cristo en el Rosario nos encomendamos en particular a la accioacuten materna de la Virgen Santa Ella que es la madre de Cristo y a la vez miembro de la Iglesia como laquomiembro supereminente y completamente singularraquo[19] es al mismo tiempo Madre de la Iglesia Como tal engendra continuamente hijos para el Cuerpo miacutestico del Hijo Lo hace mediante su intercesioacuten implorando para ellos la efusioacuten inagotable del Espiacuteritu Ella es el icono perfecto de la maternidad de la Iglesia

El Rosario nos transporta miacutesticamente junto a Mariacutea dedicada a seguir el crecimiento humano de Cristo en la casa de Nazaret Eso le permite educarnos y modelarnos con la misma diligencia hasta que Cristo laquosea formadoraquo plenamente en nosotros (cf Ga 4 19) Esta accioacuten de Mariacutea basada totalmente en la de Cristo y subordinada radicalmente a ella laquofavorece y de ninguna manera impide la unioacuten inmediata de los creyentes con Cristoraquo[20] Es el principio

iluminador expresado por el Concilio Vaticano II que tan intensamente he experimentado en mi vida haciendo de eacutel la base de mi lema episcopal Totus tuus[21] Un lema como es sabido inspirado en la doctrina de san Luis Mariacutea Grignion de Montfort que explicoacute asiacute el papel de Mariacutea en el proceso de configuracioacuten de cada uno de nosotros con Cristo laquoComo quiera que toda nuestra perfeccioacuten consiste en el ser conformes unidos y consagrados a Jesucristo la maacutes perfecta de la devociones es sin duda alguna la que nos conforma nos une y nos consagra lo maacutes perfectamente posible a Jesucristo Ahora bien siendo Mariacutea de todas las criaturas la maacutes conforme a Jesucristo se sigue que de todas las devociones la que maacutes consagra y conforma un alma a Jesucristo es la devocioacuten a Mariacutea su Santiacutesima Madre y que cuanto maacutes consagrada esteacute un alma a la Santiacutesima Virgen tanto maacutes lo estaraacute a Jesucristoraquo[22] De verdad en el Rosario el camino de Cristo y el de Mariacutea se encuentran profundamente unidos iexclMariacutea no vive maacutes que en Cristo y en funcioacuten de Cristo

Rogar a Cristo con Mariacutea

16 Cristo nos ha invitado a dirigirnos a Dios con insistencia y confianza para ser escuchados laquoPedid y se os daraacute buscad y hallareacuteis llamad y se os abriraacuteraquo (Mt 7 7) El fundamento de esta eficacia de la oracioacuten es la bondad del Padre pero tambieacuten la mediacioacuten de Cristo ante Eacutel (cf 1 Jn 2 1) y la accioacuten del Espiacuteritu Santo que laquointercede por nosotrosraquo (Rm 8 26-27) seguacuten los designios de Dios En efecto nosotros laquono sabemos coacutemo pedirraquo (Rm 8 26) y a veces no somos escuchados porque pedimos mal (cf St 4 2-3)

Para apoyar la oracioacuten que Cristo y el Espiacuteritu hacen brotar en nuestro corazoacuten interviene Mariacutea con su intercesioacuten materna laquoLa oracioacuten de la Iglesia estaacute como apoyada en la oracioacuten de Mariacutearaquo[23] Efectivamente si Jesuacutes uacutenico

Mediador es el Camino de nuestra oracioacuten Mariacutea pura transparencia de Eacutel muestra el Camino y laquoa partir de esta cooperacioacuten singular de Mariacutea a la accioacuten del Espiacuteritu Santo las Iglesias han desarrollado la oracioacuten a la santa Madre de Dios centraacutendola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misteriosraquo[24] En las bodas de Canaacute el Evangelio muestra precisamente la eficacia de la intercesioacuten de Mariacutea que se hace portavoz ante Jesuacutes de las necesidades humanas laquoNo tienen vinoraquo (Jn 2 3)

El Rosario es a la vez meditacioacuten y suacuteplica La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesioacuten lo puede todo ante el corazoacuten del Hijo Ella es laquoomnipotente por graciaraquo como con audaz expresioacuten que debe entenderse bien dijo en su Suacuteplica a la Virgen el Beato Bartolomeacute Longo[25] Basada en el Evangelio eacutesta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente siguiendo a san Bernardo cuando canta laquoMujer eres tan grande y tanto vales que quien desea una gracia y no recurre a ti quiere que su deseo vuele sin alasraquo[26]En el Rosario mientras suplicamos a Mariacutea templo del Espiacuteritu Santo (cf Lc 1 35) Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno rogando con nosotros y por nosotros

Anunciar a Cristo con Mariacutea

17 El Rosario es tambieacuten un itinerario de anuncio y de profundizacioacuten en el que el misterio de Cristoes presentado continuamente en los diversos aspectos de la experiencia cristiana Es una presentacioacuten orante y contemplativa que trata de modelar al cristiano seguacuten el corazoacuten de Cristo Efectivamente si en el rezo del Rosario se valoran adecuadamente todos sus elementos para una meditacioacuten

eficaz se da especialmente en la celebracioacuten comunitaria en las parroquias y los santuarios una significativa oportunidad catequeacutetica que los Pastores deben saber aprovechar La Virgen del Rosario continuacutea tambieacuten de este modo su obra de anunciar a Cristo La historia del Rosario muestra coacutemo esta oracioacuten ha sido utilizada especialmente por los Dominicos en un momento difiacutecil para la Iglesia a causa de la difusioacuten de la herejiacutea Hoy estamos ante nuevos desafiacuteos iquestPor queacute no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de quienes nos han precedido El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador

CAPIacuteTULO II

MISTERIOS DE CRISTO MISTERIOS DE LA MADRE

El Rosario laquocompendio del Evangelioraquo

18 A la contemplacioacuten del rostro de Cristo soacutelo se llega escuchando en el Espiacuteritu la voz del Padre pues laquonadie conoce bien al Hijo sino el Padreraquo (Mt 11 27) Cerca de Cesarea de Felipe ante la confesioacuten de Pedro Jesuacutes puntualiza de doacutende proviene esta clara intuicioacuten sobre su identidad laquoNo te ha revelado esto la carne ni la sangre sino mi Padre que estaacute en los cielosraquo (Mt 16 17) Asiacute pues es necesaria la revelacioacuten de lo alto Pero para acogerla es indispensable ponerse a la escucha laquoSoacutelo la experiencia del silencio y de la oracioacuten ofrece el horizonte adecuado en el que puede madurar y desarrollarse el conocimiento maacutes auteacutentico fiel y coherente de aquel misterioraquo[27]

El Rosario es una de las modalidades tradicionales de la oracioacuten cristiana orientada a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Asiacute lo describiacutea el Papa Pablo VI laquo Oracioacuten evangeacutelica centrada en el misterio de la Encarnacioacuten redentora el Rosario es pues oracioacuten de orientacioacuten profundamente cristoloacutegica En efecto su elemento maacutes caracteriacutestico ndashla repeticioacuten litaacutenica del Dios te salve Mariacuteandash se convierte tambieacuten en alabanza constante a Cristo teacutermino uacuteltimo del anuncio del Aacutengel y del saludo de la Madre del Bautista Bendito el fruto de tu seno (Lc 142) Diremos maacutes la repeticioacuten del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplacioacuten de los misterios el Jesuacutes que toda Ave Mariacutea recuerda es el mismo que la sucesioacuten de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgenraquo[28]

Una incorporacioacuten oportuna

19 De los muchos misterios de la vida de Cristo el Rosario tal como se ha consolidado en la praacutectica maacutes comuacuten corroborada por la autoridad eclesial soacutelo considera algunos Dicha seleccioacuten proviene del contexto original de esta oracioacuten que se organizoacute teniendo en cuenta el nuacutemero 150 que es el mismo de los Salmos

No obstante para resaltar el caraacutecter cristoloacutegico del Rosario considero oportuna una incorporacioacuten que si bien se deja a la libre consideracioacuten de los individuos y de la comunidad les permita contemplar tambieacuten los misterios de la vida puacuteblica de Cristo desde el Bautismo a la Pasioacuten En efecto en estos misterios contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelador definitivo de Dios Eacutel es quien declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo en el Jordaacuten anuncia la llegada del Reino dando testimonio de eacutel con sus obras y proclamando sus exigencias Durante la vida puacuteblica es cuando el misterio de Cristo se manifiesta de

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 4: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

Enciacuteclica de Leoacuten XIII deseo que a lo largo del antildeo se proponga y valore de manera particular esta oracioacuten en las diversas comunidades cristianas Proclamo por tanto el antildeo que va de este octubre a octubre de 2003 Antildeo del Rosario

Dejo esta indicacioacuten pastoral a la iniciativa de cada comunidad eclesial Con ella no quiero obstaculizar sino maacutes bien integrar y consolidar los planes pastorales de las Iglesias particulares Confiacuteo que sea acogida con prontitud y generosidad El Rosario comprendido en su pleno significado conduce al corazoacuten mismo de la vida cristiana y ofrece una oportunidad ordinaria y fecunda espiritual y pedagoacutegica para la contemplacioacuten personal la formacioacuten del Pueblo de Dios y la nueva evangelizacioacuten Me es grato reiterarlo recordando con gozo tambieacuten otro aniversario los 40 antildeos del comienzo del Concilio Ecumeacutenico Vaticano II (11 de octubre de 1962) el laquogran don de graciaraquo dispensada por el espiacuteritu de Dios a la Iglesia de nuestro tiempo[7]

Objeciones al Rosario

4 La oportunidad de esta iniciativa se basa en diversas consideraciones La primera se refiere a la urgencia de afrontar una cierta crisis de esta oracioacuten que en el actual contexto histoacuterico y teoloacutegico corre el riesgo de ser infravalorada injustamente y por tanto poco propuesta a las nuevas generaciones Hay quien piensa que la centralidad de la Liturgia acertadamente subrayada por el Concilio Ecumeacutenico Vaticano II tenga necesariamente como consecuencia una disminucioacuten de la importancia del Rosario En realidad como puntualizoacute Pablo VI esta oracioacuten no soacutelo no se opone a la Liturgia sino que le da soporte ya que la introduce y la recuerda ayudando a vivirla con plena participacioacuten interior recogiendo asiacute sus frutos en la vida cotidiana

Quizaacutes hay tambieacuten quien teme que pueda resultar poco ecumeacutenica por su caraacutecter marcadamente mariano En realidad se coloca en el maacutes liacutempido horizonte del culto a la Madre de Dios tal como el Concilio ha establecido un culto orientado al centro cristoloacutegico de la fe cristiana de modo que laquomientras es honrada la Madre el Hijo sea debidamente conocido amado glorificadoraquo[8] Comprendido adecuadamente el Rosario es una ayuda no un obstaacuteculo para el ecumenismo

Viacutea de contemplacioacuten

5 Pero el motivo maacutes importante para volver a proponer con determinacioacuten la praacutectica del Rosario es por ser un medio sumamente vaacutelido para favorecer en los fieles la exigencia de contemplacioacuten del misterio cristiano que he propuesto en la Carta Apostoacutelica Novo millennio ineunte como verdadera y propia pedagogiacutea de la santidad laquoes necesario un cristianismo que se distinga ante todo en el arte de la oracioacutenraquo[9] Mientras en la cultura contemporaacutenea incluso entre tantas contradicciones aflora una nueva exigencia de espiritualidad impulsada tambieacuten por influjo de otras religiones es maacutes urgente que nunca que nuestras comunidades cristianas se conviertan en laquoauteacutenticas escuelas de oracioacutenraquo[10]

El Rosario forma parte de la mejor y maacutes reconocida tradicioacuten de la contemplacioacuten cristiana Iniciado en Occidente es una oracioacuten tiacutepicamente meditativa y se corresponde de alguacuten modo con la laquooracioacuten del corazoacutenraquo u laquooracioacuten de Jesuacutesraquo surgida sobre el humus del Oriente cristiano

Oracioacuten por la paz y por la familia

6 Algunas circunstancias histoacutericas ayudan a dar un nuevo impulso a la propagacioacuten del Rosario Ante todo la urgencia

de implorar de Dios el don de la paz El Rosario ha sido propuesto muchas veces por mis Predecesores y por miacute mismo como oracioacuten por la paz Al inicio de un milenio que se ha abierto con las horrorosas escenas del atentado del 11 de septiembre de 2001 y que ve cada diacutea en muchas partes del mundo nuevos episodios de sangre y violencia promover el Rosario significa sumirse en la contemplacioacuten del misterio de Aqueacutel que laquoes nuestra paz el que de los dos pueblos hizo uno derribando el muro que los separaba la enemistadraquo (Ef 2 14) No se puede pues recitar el Rosario sin sentirse implicados en un compromiso concreto de servir a la paz con una particular atencioacuten a la tierra de Jesuacutes auacuten ahora tan atormentada y tan querida por el corazoacuten cristiano

Otro aacutembito crucial de nuestro tiempo que requiere una urgente atencioacuten y oracioacuten es el de la familia ceacutelula de la sociedad amenazada cada vez maacutes por fuerzas disgregadoras tanto de iacutendole ideoloacutegica como praacutectica que hacen temer por el futuro de esta fundamental e irrenunciable institucioacuten y con ella por el destino de toda la sociedad En el marco de una pastoral familiar maacutes amplia fomentar el Rosario en las familias cristianas es una ayuda eficaz para contrastar los efectos desoladores de esta crisis actual

laquo iexclAhiacute tienes a tu madre raquo (Jn 19 27)

7 Numerosos signos muestran coacutemo la Santiacutesima Virgen ejerce tambieacuten hoy precisamente a traveacutes de esta oracioacuten aquella solicitud materna para con todos los hijos de la Iglesia que el Redentor poco antes de morir le confioacute en la persona del disciacutepulo predilecto laquoiexclMujer ahiacute tienes a tu hijoraquo (Jn 19 26) Son conocidas las distintas circunstancias en las que la Madre de Cristo entre el siglo XIX y XX ha hecho de alguacuten modo notar su presencia y su voz para exhortar al Pueblo de Dios a recurrir a esta forma de oracioacuten contemplativa Deseo en particular recordar por la incisiva influencia que conservan

en el vida de los cristianos y por el acreditado reconocimiento recibido de la Iglesia las apariciones de Lourdes y Faacutetima[11] cuyos Santuarios son meta de numerosos peregrinos en busca de consuelo y de esperanza

Tras las huellas de los testigos

8 Seriacutea imposible citar la multitud innumerable de Santos que han encontrado en el Rosario un auteacutentico camino de santificacioacuten Bastaraacute con recordar a san Luis Mariacutea Grignion de Montfort autor de un preciosa obra sobre el Rosario[12] y maacutes cercano a nosotros al Padre Piacuteo de Pietrelcina que recientemente he tenido la alegriacutea de canonizar Un especial carisma como verdadero apoacutestol del Rosario tuvo tambieacuten el Beato Bartolomeacute Longo Su camino de santidad se apoya sobre una inspiracioacuten sentida en lo maacutes hondo de su corazoacuten laquo iexclQuien propaga el Rosario se salva raquo[13] Basaacutendose en ello se sintioacute llamado a construir en Pompeya un templo dedicado a la Virgen del Santo Rosario colindante con los restos de la antigua ciudad apenas influenciada por el anuncio cristiano antes de quedar cubierta por la erupcioacuten del Vesuvio en el antildeo 79 y rescatada de sus cenizas siglos despueacutes como testimonio de las luces y las sombras de la civilizacioacuten claacutesica

Con toda su obra y en particular a traveacutes de los laquoQuince Saacutebadosraquo Bartolomeacute Longo desarrolloacute el meollo cristoloacutegico y contemplativo del Rosario que ha contado con un particular aliento y apoyo en Leoacuten XIII el laquoPapa del Rosarioraquo

CAPIacuteTULO I

CONTEMPLAR A CRISTO CON MARIacuteA

Un rostro brillante como el sol

9 laquoY se transfiguroacute delante de ellos su rostro se puso brillante como el solraquo (Mt 17 2) La escena evangeacutelica de la transfiguracioacuten de Cristo en la que los tres apoacutestoles Pedro Santiago y Juan aparecen como extasiados por la belleza del Redentor puede ser considerada como icono de la contemplacioacuten cristiana Fijar los ojos en el rostro de Cristo descubrir su misterio en el camino ordinario y doloroso de su humanidad hasta percibir su fulgor divino manifestado definitivamente en el Resucitado glorificado a la derecha del Padre es la tarea de todos los disciacutepulos de Cristo por lo tanto es tambieacuten la nuestra Contemplando este rostro nos disponemos a acoger el misterio de la vida trinitaria para experimentar de nuevo el amor del Padre y gozar de la alegriacutea del Espiacuteritu Santo Se realiza asiacute tambieacuten en nosotros la palabra de san Pablo laquoReflejamos como en un espejo la gloria del Sentildeor nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez maacutes asiacute es como actuacutea el Sentildeor que es Espiacuterituraquo (2 Co 3 18)

Mariacutea modelo de contemplacioacuten

10 La contemplacioacuten de Cristo tiene en Mariacutea su modelo insuperable El rostro del Hijo le pertenece de un modo especial Ha sido en su vientre donde se ha formado tomando tambieacuten de Ella una semejanza humana que evoca una intimidad espiritual ciertamente maacutes grande auacuten Nadie se ha dedicado con la asiduidad de Mariacutea a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Los ojos de su corazoacuten se concentran de alguacuten modo en Eacutel ya en la Anunciacioacuten cuando lo concibe por obra del Espiacuteritu Santo en los meses sucesivos empieza a sentir su presencia y a imaginar sus rasgos Cuando por fin lo da a luz en Beleacuten sus ojos se vuelven tambieacuten tiernamente sobre el rostro del Hijo cuando lo laquoenvolvioacute en pantildeales y le acostoacute en un pesebreraquo (Lc 2 7)

Desde entonces su mirada siempre llena de adoracioacuten y asombro no se apartaraacute jamaacutes de Eacutel Seraacute a veces una mirada interrogadora como en el episodio de su extraviacuteo en el templo laquo Hijo iquestpor queacute nos has hecho esto raquo (Lc 2 48) seraacute en todo caso una mirada penetrante capaz de leer en lo iacutentimo de Jesuacutes hasta percibir sus sentimientos escondidos y presentir sus decisiones como en Canaacute (cf Jn 2 5) otras veces seraacute una mirada dolorida sobre todo bajo la cruz donde todaviacutea seraacute en cierto sentido la mirada de la parturienta ya que Mariacutea no se limitaraacute a compartir la pasioacuten y la muerte del Unigeacutenito sino que acogeraacute al nuevo hijo en el disciacutepulo predilecto confiado a Ella (cf Jn 19 26-27) en la mantildeana de Pascua seraacute una mirada radiante por la alegriacutea de la resurreccioacuten y por fin una mirada ardorosa por la efusioacuten del Espiacuteritu en el diacutea de Pentecosteacutes (cf Hch 1 14)

Los recuerdos de Mariacutea

11 Mariacutea vive mirando a Cristo y tiene en cuenta cada una de sus palabras laquo Guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazoacuten raquo (Lc 2 19 cf 2 51) Los recuerdos de Jesuacutes impresos en su alma la han acompantildeado en todo momento llevaacutendola a recorrer con el pensamiento los distintos episodios de su vida junto al Hijo Han sido aquellos recuerdos los que han constituido en cierto sentido el rosario que Ella ha recitado constantemente en los diacuteas de su vida terrenal

Y tambieacuten ahora entre los cantos de alegriacutea de la Jerusaleacuten celestial permanecen intactos los motivos de su accioacuten de gracias y su alabanza Ellos inspiran su materna solicitud hacia la Iglesia peregrina en la que sigue desarrollando la trama de su papel de evangelizadora Mariacutea propone continuamente a los creyentes los misterios de su Hijo con el deseo de que sean contemplados para que puedan derramar toda su fuerza salvadora Cuando recita el Rosario

la comunidad cristiana estaacute en sintoniacutea con el recuerdo y con la mirada de Mariacutea

El Rosario oracioacuten contemplativa

12 El Rosario precisamente a partir de la experiencia de Mariacutea es una oracioacuten marcadamente contemplativa Sin esta dimensioacuten se desnaturalizariacutea como subrayoacute Pablo VI laquoSin contemplacioacuten el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecaacutenica repeticioacuten de foacutermulas y de contradecir la advertencia de Jesuacutes Cuando oreacuteis no seaacuteis charlatanes como los paganos que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad (Mt 6 7) Por su naturaleza el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso que favorezca en quien ora la meditacioacuten de los misterios de la vida del Sentildeor vistos a traveacutes del corazoacuten de Aquella que estuvo maacutes cerca del Sentildeor y que desvelen su insondable riquezaraquo[14]

Es necesario detenernos en este profundo pensamiento de Pablo VI para poner de relieve algunas dimensiones del Rosario que definen mejor su caraacutecter de contemplacioacuten cristoloacutegica

Recordar a Cristo con Mariacutea

13 La contemplacioacuten de Mariacutea es ante todo un recordar Conviene sin embargo entender esta palabra en el sentido biacuteblico de la memoria (zakar) que actualiza las obras realizadas por Dios en la historia de la salvacioacuten La Biblia es narracioacuten de acontecimientos salviacuteficos que tienen su culmen en el propio Cristo Estos acontecimientos no son solamente un ayer son tambieacuten el hoy de la salvacioacuten Esta actualizacioacuten se realiza en particular en la Liturgia lo que Dios ha llevado a cabo hace siglos no concierne solamente a los testigos directos de los acontecimientos sino que alcanza

con su gracia a los hombres de cada eacutepoca Esto vale tambieacuten en cierto modo para toda consideracioacuten piadosa de aquellos acontecimientos laquohacer memoriaraquo de ellos en actitud de fe y amor significa abrirse a la gracia que Cristo nos ha alcanzado con sus misterios de vida muerte y resurreccioacuten

Por esto mientras se reafirma con el Concilio Vaticano II que la Liturgia como ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo y culto puacuteblico es laquola cumbre a la que tiende la accioacuten de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerzaraquo[15] tambieacuten es necesario recordar que la vida espiritual laquo no se agota soacutelo con la participacioacuten en la sagrada Liturgia El cristiano llamado a orar en comuacuten debe no obstante entrar tambieacuten en su interior para orar al Padre que ve en lo escondido (cf Mt 6 6) maacutes auacuten seguacuten ensentildea el Apoacutestol debe orar sin interrupcioacuten (cf 1 Ts 5 17) raquo[16] El Rosario con su caraacutecter especiacutefico pertenece a este variado panorama de la oracioacuten incesante y si la Liturgia accioacuten de Cristo y de la Iglesia es accioacuten salviacutefica por excelencia el Rosario en cuanto meditacioacuten sobre Cristo con Mariacutea es contemplacioacuten saludable En efecto penetrando de misterio en misterio en la vida del Redentor hace que cuanto Eacutel ha realizado y la Liturgia actualiza sea asimilado profundamente y forje la propia existencia

Comprender a Cristo desde Mariacutea

14 Cristo es el Maestro por excelencia el revelador y la revelacioacuten No se trata soacutelo de comprender las cosas que Eacutel ha ensentildeado sino de comprenderle a Eacutel Pero en esto iquestqueacute maestra maacutes experta que Mariacutea Si en el aacutembito divino el Espiacuteritu es el Maestro interior que nos lleva a la plena verdad de Cristo (cf Jn 14 26 15 26 16 13) entre las criaturas nadie mejor que Ella conoce a Cristo nadie como su Madre

puede introducirnos en un conocimiento profundo de su misterio

El primero de los signos llevado a cabo por Jesuacutes ndashla transformacioacuten del agua en vino en las bodas de Canaacutendash nos muestra a Mariacutea precisamente como maestra mientras exhorta a los criados a ejecutar las disposiciones de Cristo (cf Jn 2 5) Y podemos imaginar que ha desempentildeado esta funcioacuten con los disciacutepulos despueacutes de la Ascensioacuten de Jesuacutes cuando se quedoacute con ellos esperando el Espiacuteritu Santo y los confortoacute en la primera misioacuten Recorrer con Mariacutea las escenas del Rosario es como ir a la escuela de Mariacutea para leer a Cristo para penetrar sus secretos para entender su mensaje

Una escuela la de Mariacutea mucho maacutes eficaz si se piensa que Ella la ejerce consiguieacutendonos abundantes dones del Espiacuteritu Santo y proponieacutendonos al mismo tiempo el ejemplo de aquella laquoperegrinacioacuten de la feraquo[17] en la cual es maestra incomparable Ante cada misterio del Hijo Ella nos invita como en su Anunciacioacuten a presentar con humildad los interrogantes que conducen a la luz para concluir siempre con la obediencia de la fe laquo He aquiacute la esclava del Sentildeor haacutegase en miacute seguacuten tu palabra raquo (Lc 1 38)

Configurarse a Cristo con Mariacutea

15 La espiritualidad cristiana tiene como caracteriacutestica el deber del disciacutepulo de configurarse cada vez maacutes plenamente con su Maestro (cf Rm 8 29 Flp 3 10 21) La efusioacuten del Espiacuteritu en el Bautismo une al creyente como el sarmiento a la vid que es Cristo (cf Jn 15 5) lo hace miembro de su Cuerpo miacutestico (cf 1 Co 12 12 Rm 12 5) A esta unidad inicial sin embargo ha de corresponder un camino de adhesioacuten creciente a Eacutel que oriente cada vez maacutes el comportamiento del disciacutepulo seguacuten la loacutegica de Cristo laquoTened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristoraquo

(Flp 2 5) Hace falta seguacuten las palabras del Apoacutestol laquorevestirse de Cristoraquo (cf Rm 13 14 Ga 3 27)

En el recorrido espiritual del Rosario basado en la contemplacioacuten incesante del rostro de Cristo ndashen compantildeiacutea de Mariacuteandash este exigente ideal de configuracioacuten con Eacutel se consigue a traveacutes de una asiduidad que pudieacuteramos decir amistosa Eacutesta nos introduce de modo natural en la vida de Cristo y nos hace como respirar sus sentimientos Acerca de esto dice el Beato Bartolomeacute Longo laquoComo dos amigos frecuentaacutendose suelen parecerse tambieacuten en las costumbres asiacute nosotros conversando familiarmente con Jesuacutes y la Virgen al meditar los Misterios del Rosario y formando juntos una misma vida de comunioacuten podemos llegar a ser en la medida de nuestra pequentildeez parecidos a ellos y aprender de estos eminentes ejemplos el vivir humilde pobre escondido paciente y perfectoraquo[18]

Ademaacutes mediante este proceso de configuracioacuten con Cristo en el Rosario nos encomendamos en particular a la accioacuten materna de la Virgen Santa Ella que es la madre de Cristo y a la vez miembro de la Iglesia como laquomiembro supereminente y completamente singularraquo[19] es al mismo tiempo Madre de la Iglesia Como tal engendra continuamente hijos para el Cuerpo miacutestico del Hijo Lo hace mediante su intercesioacuten implorando para ellos la efusioacuten inagotable del Espiacuteritu Ella es el icono perfecto de la maternidad de la Iglesia

El Rosario nos transporta miacutesticamente junto a Mariacutea dedicada a seguir el crecimiento humano de Cristo en la casa de Nazaret Eso le permite educarnos y modelarnos con la misma diligencia hasta que Cristo laquosea formadoraquo plenamente en nosotros (cf Ga 4 19) Esta accioacuten de Mariacutea basada totalmente en la de Cristo y subordinada radicalmente a ella laquofavorece y de ninguna manera impide la unioacuten inmediata de los creyentes con Cristoraquo[20] Es el principio

iluminador expresado por el Concilio Vaticano II que tan intensamente he experimentado en mi vida haciendo de eacutel la base de mi lema episcopal Totus tuus[21] Un lema como es sabido inspirado en la doctrina de san Luis Mariacutea Grignion de Montfort que explicoacute asiacute el papel de Mariacutea en el proceso de configuracioacuten de cada uno de nosotros con Cristo laquoComo quiera que toda nuestra perfeccioacuten consiste en el ser conformes unidos y consagrados a Jesucristo la maacutes perfecta de la devociones es sin duda alguna la que nos conforma nos une y nos consagra lo maacutes perfectamente posible a Jesucristo Ahora bien siendo Mariacutea de todas las criaturas la maacutes conforme a Jesucristo se sigue que de todas las devociones la que maacutes consagra y conforma un alma a Jesucristo es la devocioacuten a Mariacutea su Santiacutesima Madre y que cuanto maacutes consagrada esteacute un alma a la Santiacutesima Virgen tanto maacutes lo estaraacute a Jesucristoraquo[22] De verdad en el Rosario el camino de Cristo y el de Mariacutea se encuentran profundamente unidos iexclMariacutea no vive maacutes que en Cristo y en funcioacuten de Cristo

Rogar a Cristo con Mariacutea

16 Cristo nos ha invitado a dirigirnos a Dios con insistencia y confianza para ser escuchados laquoPedid y se os daraacute buscad y hallareacuteis llamad y se os abriraacuteraquo (Mt 7 7) El fundamento de esta eficacia de la oracioacuten es la bondad del Padre pero tambieacuten la mediacioacuten de Cristo ante Eacutel (cf 1 Jn 2 1) y la accioacuten del Espiacuteritu Santo que laquointercede por nosotrosraquo (Rm 8 26-27) seguacuten los designios de Dios En efecto nosotros laquono sabemos coacutemo pedirraquo (Rm 8 26) y a veces no somos escuchados porque pedimos mal (cf St 4 2-3)

Para apoyar la oracioacuten que Cristo y el Espiacuteritu hacen brotar en nuestro corazoacuten interviene Mariacutea con su intercesioacuten materna laquoLa oracioacuten de la Iglesia estaacute como apoyada en la oracioacuten de Mariacutearaquo[23] Efectivamente si Jesuacutes uacutenico

Mediador es el Camino de nuestra oracioacuten Mariacutea pura transparencia de Eacutel muestra el Camino y laquoa partir de esta cooperacioacuten singular de Mariacutea a la accioacuten del Espiacuteritu Santo las Iglesias han desarrollado la oracioacuten a la santa Madre de Dios centraacutendola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misteriosraquo[24] En las bodas de Canaacute el Evangelio muestra precisamente la eficacia de la intercesioacuten de Mariacutea que se hace portavoz ante Jesuacutes de las necesidades humanas laquoNo tienen vinoraquo (Jn 2 3)

El Rosario es a la vez meditacioacuten y suacuteplica La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesioacuten lo puede todo ante el corazoacuten del Hijo Ella es laquoomnipotente por graciaraquo como con audaz expresioacuten que debe entenderse bien dijo en su Suacuteplica a la Virgen el Beato Bartolomeacute Longo[25] Basada en el Evangelio eacutesta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente siguiendo a san Bernardo cuando canta laquoMujer eres tan grande y tanto vales que quien desea una gracia y no recurre a ti quiere que su deseo vuele sin alasraquo[26]En el Rosario mientras suplicamos a Mariacutea templo del Espiacuteritu Santo (cf Lc 1 35) Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno rogando con nosotros y por nosotros

Anunciar a Cristo con Mariacutea

17 El Rosario es tambieacuten un itinerario de anuncio y de profundizacioacuten en el que el misterio de Cristoes presentado continuamente en los diversos aspectos de la experiencia cristiana Es una presentacioacuten orante y contemplativa que trata de modelar al cristiano seguacuten el corazoacuten de Cristo Efectivamente si en el rezo del Rosario se valoran adecuadamente todos sus elementos para una meditacioacuten

eficaz se da especialmente en la celebracioacuten comunitaria en las parroquias y los santuarios una significativa oportunidad catequeacutetica que los Pastores deben saber aprovechar La Virgen del Rosario continuacutea tambieacuten de este modo su obra de anunciar a Cristo La historia del Rosario muestra coacutemo esta oracioacuten ha sido utilizada especialmente por los Dominicos en un momento difiacutecil para la Iglesia a causa de la difusioacuten de la herejiacutea Hoy estamos ante nuevos desafiacuteos iquestPor queacute no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de quienes nos han precedido El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador

CAPIacuteTULO II

MISTERIOS DE CRISTO MISTERIOS DE LA MADRE

El Rosario laquocompendio del Evangelioraquo

18 A la contemplacioacuten del rostro de Cristo soacutelo se llega escuchando en el Espiacuteritu la voz del Padre pues laquonadie conoce bien al Hijo sino el Padreraquo (Mt 11 27) Cerca de Cesarea de Felipe ante la confesioacuten de Pedro Jesuacutes puntualiza de doacutende proviene esta clara intuicioacuten sobre su identidad laquoNo te ha revelado esto la carne ni la sangre sino mi Padre que estaacute en los cielosraquo (Mt 16 17) Asiacute pues es necesaria la revelacioacuten de lo alto Pero para acogerla es indispensable ponerse a la escucha laquoSoacutelo la experiencia del silencio y de la oracioacuten ofrece el horizonte adecuado en el que puede madurar y desarrollarse el conocimiento maacutes auteacutentico fiel y coherente de aquel misterioraquo[27]

El Rosario es una de las modalidades tradicionales de la oracioacuten cristiana orientada a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Asiacute lo describiacutea el Papa Pablo VI laquo Oracioacuten evangeacutelica centrada en el misterio de la Encarnacioacuten redentora el Rosario es pues oracioacuten de orientacioacuten profundamente cristoloacutegica En efecto su elemento maacutes caracteriacutestico ndashla repeticioacuten litaacutenica del Dios te salve Mariacuteandash se convierte tambieacuten en alabanza constante a Cristo teacutermino uacuteltimo del anuncio del Aacutengel y del saludo de la Madre del Bautista Bendito el fruto de tu seno (Lc 142) Diremos maacutes la repeticioacuten del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplacioacuten de los misterios el Jesuacutes que toda Ave Mariacutea recuerda es el mismo que la sucesioacuten de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgenraquo[28]

Una incorporacioacuten oportuna

19 De los muchos misterios de la vida de Cristo el Rosario tal como se ha consolidado en la praacutectica maacutes comuacuten corroborada por la autoridad eclesial soacutelo considera algunos Dicha seleccioacuten proviene del contexto original de esta oracioacuten que se organizoacute teniendo en cuenta el nuacutemero 150 que es el mismo de los Salmos

No obstante para resaltar el caraacutecter cristoloacutegico del Rosario considero oportuna una incorporacioacuten que si bien se deja a la libre consideracioacuten de los individuos y de la comunidad les permita contemplar tambieacuten los misterios de la vida puacuteblica de Cristo desde el Bautismo a la Pasioacuten En efecto en estos misterios contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelador definitivo de Dios Eacutel es quien declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo en el Jordaacuten anuncia la llegada del Reino dando testimonio de eacutel con sus obras y proclamando sus exigencias Durante la vida puacuteblica es cuando el misterio de Cristo se manifiesta de

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 5: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

Quizaacutes hay tambieacuten quien teme que pueda resultar poco ecumeacutenica por su caraacutecter marcadamente mariano En realidad se coloca en el maacutes liacutempido horizonte del culto a la Madre de Dios tal como el Concilio ha establecido un culto orientado al centro cristoloacutegico de la fe cristiana de modo que laquomientras es honrada la Madre el Hijo sea debidamente conocido amado glorificadoraquo[8] Comprendido adecuadamente el Rosario es una ayuda no un obstaacuteculo para el ecumenismo

Viacutea de contemplacioacuten

5 Pero el motivo maacutes importante para volver a proponer con determinacioacuten la praacutectica del Rosario es por ser un medio sumamente vaacutelido para favorecer en los fieles la exigencia de contemplacioacuten del misterio cristiano que he propuesto en la Carta Apostoacutelica Novo millennio ineunte como verdadera y propia pedagogiacutea de la santidad laquoes necesario un cristianismo que se distinga ante todo en el arte de la oracioacutenraquo[9] Mientras en la cultura contemporaacutenea incluso entre tantas contradicciones aflora una nueva exigencia de espiritualidad impulsada tambieacuten por influjo de otras religiones es maacutes urgente que nunca que nuestras comunidades cristianas se conviertan en laquoauteacutenticas escuelas de oracioacutenraquo[10]

El Rosario forma parte de la mejor y maacutes reconocida tradicioacuten de la contemplacioacuten cristiana Iniciado en Occidente es una oracioacuten tiacutepicamente meditativa y se corresponde de alguacuten modo con la laquooracioacuten del corazoacutenraquo u laquooracioacuten de Jesuacutesraquo surgida sobre el humus del Oriente cristiano

Oracioacuten por la paz y por la familia

6 Algunas circunstancias histoacutericas ayudan a dar un nuevo impulso a la propagacioacuten del Rosario Ante todo la urgencia

de implorar de Dios el don de la paz El Rosario ha sido propuesto muchas veces por mis Predecesores y por miacute mismo como oracioacuten por la paz Al inicio de un milenio que se ha abierto con las horrorosas escenas del atentado del 11 de septiembre de 2001 y que ve cada diacutea en muchas partes del mundo nuevos episodios de sangre y violencia promover el Rosario significa sumirse en la contemplacioacuten del misterio de Aqueacutel que laquoes nuestra paz el que de los dos pueblos hizo uno derribando el muro que los separaba la enemistadraquo (Ef 2 14) No se puede pues recitar el Rosario sin sentirse implicados en un compromiso concreto de servir a la paz con una particular atencioacuten a la tierra de Jesuacutes auacuten ahora tan atormentada y tan querida por el corazoacuten cristiano

Otro aacutembito crucial de nuestro tiempo que requiere una urgente atencioacuten y oracioacuten es el de la familia ceacutelula de la sociedad amenazada cada vez maacutes por fuerzas disgregadoras tanto de iacutendole ideoloacutegica como praacutectica que hacen temer por el futuro de esta fundamental e irrenunciable institucioacuten y con ella por el destino de toda la sociedad En el marco de una pastoral familiar maacutes amplia fomentar el Rosario en las familias cristianas es una ayuda eficaz para contrastar los efectos desoladores de esta crisis actual

laquo iexclAhiacute tienes a tu madre raquo (Jn 19 27)

7 Numerosos signos muestran coacutemo la Santiacutesima Virgen ejerce tambieacuten hoy precisamente a traveacutes de esta oracioacuten aquella solicitud materna para con todos los hijos de la Iglesia que el Redentor poco antes de morir le confioacute en la persona del disciacutepulo predilecto laquoiexclMujer ahiacute tienes a tu hijoraquo (Jn 19 26) Son conocidas las distintas circunstancias en las que la Madre de Cristo entre el siglo XIX y XX ha hecho de alguacuten modo notar su presencia y su voz para exhortar al Pueblo de Dios a recurrir a esta forma de oracioacuten contemplativa Deseo en particular recordar por la incisiva influencia que conservan

en el vida de los cristianos y por el acreditado reconocimiento recibido de la Iglesia las apariciones de Lourdes y Faacutetima[11] cuyos Santuarios son meta de numerosos peregrinos en busca de consuelo y de esperanza

Tras las huellas de los testigos

8 Seriacutea imposible citar la multitud innumerable de Santos que han encontrado en el Rosario un auteacutentico camino de santificacioacuten Bastaraacute con recordar a san Luis Mariacutea Grignion de Montfort autor de un preciosa obra sobre el Rosario[12] y maacutes cercano a nosotros al Padre Piacuteo de Pietrelcina que recientemente he tenido la alegriacutea de canonizar Un especial carisma como verdadero apoacutestol del Rosario tuvo tambieacuten el Beato Bartolomeacute Longo Su camino de santidad se apoya sobre una inspiracioacuten sentida en lo maacutes hondo de su corazoacuten laquo iexclQuien propaga el Rosario se salva raquo[13] Basaacutendose en ello se sintioacute llamado a construir en Pompeya un templo dedicado a la Virgen del Santo Rosario colindante con los restos de la antigua ciudad apenas influenciada por el anuncio cristiano antes de quedar cubierta por la erupcioacuten del Vesuvio en el antildeo 79 y rescatada de sus cenizas siglos despueacutes como testimonio de las luces y las sombras de la civilizacioacuten claacutesica

Con toda su obra y en particular a traveacutes de los laquoQuince Saacutebadosraquo Bartolomeacute Longo desarrolloacute el meollo cristoloacutegico y contemplativo del Rosario que ha contado con un particular aliento y apoyo en Leoacuten XIII el laquoPapa del Rosarioraquo

CAPIacuteTULO I

CONTEMPLAR A CRISTO CON MARIacuteA

Un rostro brillante como el sol

9 laquoY se transfiguroacute delante de ellos su rostro se puso brillante como el solraquo (Mt 17 2) La escena evangeacutelica de la transfiguracioacuten de Cristo en la que los tres apoacutestoles Pedro Santiago y Juan aparecen como extasiados por la belleza del Redentor puede ser considerada como icono de la contemplacioacuten cristiana Fijar los ojos en el rostro de Cristo descubrir su misterio en el camino ordinario y doloroso de su humanidad hasta percibir su fulgor divino manifestado definitivamente en el Resucitado glorificado a la derecha del Padre es la tarea de todos los disciacutepulos de Cristo por lo tanto es tambieacuten la nuestra Contemplando este rostro nos disponemos a acoger el misterio de la vida trinitaria para experimentar de nuevo el amor del Padre y gozar de la alegriacutea del Espiacuteritu Santo Se realiza asiacute tambieacuten en nosotros la palabra de san Pablo laquoReflejamos como en un espejo la gloria del Sentildeor nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez maacutes asiacute es como actuacutea el Sentildeor que es Espiacuterituraquo (2 Co 3 18)

Mariacutea modelo de contemplacioacuten

10 La contemplacioacuten de Cristo tiene en Mariacutea su modelo insuperable El rostro del Hijo le pertenece de un modo especial Ha sido en su vientre donde se ha formado tomando tambieacuten de Ella una semejanza humana que evoca una intimidad espiritual ciertamente maacutes grande auacuten Nadie se ha dedicado con la asiduidad de Mariacutea a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Los ojos de su corazoacuten se concentran de alguacuten modo en Eacutel ya en la Anunciacioacuten cuando lo concibe por obra del Espiacuteritu Santo en los meses sucesivos empieza a sentir su presencia y a imaginar sus rasgos Cuando por fin lo da a luz en Beleacuten sus ojos se vuelven tambieacuten tiernamente sobre el rostro del Hijo cuando lo laquoenvolvioacute en pantildeales y le acostoacute en un pesebreraquo (Lc 2 7)

Desde entonces su mirada siempre llena de adoracioacuten y asombro no se apartaraacute jamaacutes de Eacutel Seraacute a veces una mirada interrogadora como en el episodio de su extraviacuteo en el templo laquo Hijo iquestpor queacute nos has hecho esto raquo (Lc 2 48) seraacute en todo caso una mirada penetrante capaz de leer en lo iacutentimo de Jesuacutes hasta percibir sus sentimientos escondidos y presentir sus decisiones como en Canaacute (cf Jn 2 5) otras veces seraacute una mirada dolorida sobre todo bajo la cruz donde todaviacutea seraacute en cierto sentido la mirada de la parturienta ya que Mariacutea no se limitaraacute a compartir la pasioacuten y la muerte del Unigeacutenito sino que acogeraacute al nuevo hijo en el disciacutepulo predilecto confiado a Ella (cf Jn 19 26-27) en la mantildeana de Pascua seraacute una mirada radiante por la alegriacutea de la resurreccioacuten y por fin una mirada ardorosa por la efusioacuten del Espiacuteritu en el diacutea de Pentecosteacutes (cf Hch 1 14)

Los recuerdos de Mariacutea

11 Mariacutea vive mirando a Cristo y tiene en cuenta cada una de sus palabras laquo Guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazoacuten raquo (Lc 2 19 cf 2 51) Los recuerdos de Jesuacutes impresos en su alma la han acompantildeado en todo momento llevaacutendola a recorrer con el pensamiento los distintos episodios de su vida junto al Hijo Han sido aquellos recuerdos los que han constituido en cierto sentido el rosario que Ella ha recitado constantemente en los diacuteas de su vida terrenal

Y tambieacuten ahora entre los cantos de alegriacutea de la Jerusaleacuten celestial permanecen intactos los motivos de su accioacuten de gracias y su alabanza Ellos inspiran su materna solicitud hacia la Iglesia peregrina en la que sigue desarrollando la trama de su papel de evangelizadora Mariacutea propone continuamente a los creyentes los misterios de su Hijo con el deseo de que sean contemplados para que puedan derramar toda su fuerza salvadora Cuando recita el Rosario

la comunidad cristiana estaacute en sintoniacutea con el recuerdo y con la mirada de Mariacutea

El Rosario oracioacuten contemplativa

12 El Rosario precisamente a partir de la experiencia de Mariacutea es una oracioacuten marcadamente contemplativa Sin esta dimensioacuten se desnaturalizariacutea como subrayoacute Pablo VI laquoSin contemplacioacuten el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecaacutenica repeticioacuten de foacutermulas y de contradecir la advertencia de Jesuacutes Cuando oreacuteis no seaacuteis charlatanes como los paganos que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad (Mt 6 7) Por su naturaleza el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso que favorezca en quien ora la meditacioacuten de los misterios de la vida del Sentildeor vistos a traveacutes del corazoacuten de Aquella que estuvo maacutes cerca del Sentildeor y que desvelen su insondable riquezaraquo[14]

Es necesario detenernos en este profundo pensamiento de Pablo VI para poner de relieve algunas dimensiones del Rosario que definen mejor su caraacutecter de contemplacioacuten cristoloacutegica

Recordar a Cristo con Mariacutea

13 La contemplacioacuten de Mariacutea es ante todo un recordar Conviene sin embargo entender esta palabra en el sentido biacuteblico de la memoria (zakar) que actualiza las obras realizadas por Dios en la historia de la salvacioacuten La Biblia es narracioacuten de acontecimientos salviacuteficos que tienen su culmen en el propio Cristo Estos acontecimientos no son solamente un ayer son tambieacuten el hoy de la salvacioacuten Esta actualizacioacuten se realiza en particular en la Liturgia lo que Dios ha llevado a cabo hace siglos no concierne solamente a los testigos directos de los acontecimientos sino que alcanza

con su gracia a los hombres de cada eacutepoca Esto vale tambieacuten en cierto modo para toda consideracioacuten piadosa de aquellos acontecimientos laquohacer memoriaraquo de ellos en actitud de fe y amor significa abrirse a la gracia que Cristo nos ha alcanzado con sus misterios de vida muerte y resurreccioacuten

Por esto mientras se reafirma con el Concilio Vaticano II que la Liturgia como ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo y culto puacuteblico es laquola cumbre a la que tiende la accioacuten de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerzaraquo[15] tambieacuten es necesario recordar que la vida espiritual laquo no se agota soacutelo con la participacioacuten en la sagrada Liturgia El cristiano llamado a orar en comuacuten debe no obstante entrar tambieacuten en su interior para orar al Padre que ve en lo escondido (cf Mt 6 6) maacutes auacuten seguacuten ensentildea el Apoacutestol debe orar sin interrupcioacuten (cf 1 Ts 5 17) raquo[16] El Rosario con su caraacutecter especiacutefico pertenece a este variado panorama de la oracioacuten incesante y si la Liturgia accioacuten de Cristo y de la Iglesia es accioacuten salviacutefica por excelencia el Rosario en cuanto meditacioacuten sobre Cristo con Mariacutea es contemplacioacuten saludable En efecto penetrando de misterio en misterio en la vida del Redentor hace que cuanto Eacutel ha realizado y la Liturgia actualiza sea asimilado profundamente y forje la propia existencia

Comprender a Cristo desde Mariacutea

14 Cristo es el Maestro por excelencia el revelador y la revelacioacuten No se trata soacutelo de comprender las cosas que Eacutel ha ensentildeado sino de comprenderle a Eacutel Pero en esto iquestqueacute maestra maacutes experta que Mariacutea Si en el aacutembito divino el Espiacuteritu es el Maestro interior que nos lleva a la plena verdad de Cristo (cf Jn 14 26 15 26 16 13) entre las criaturas nadie mejor que Ella conoce a Cristo nadie como su Madre

puede introducirnos en un conocimiento profundo de su misterio

El primero de los signos llevado a cabo por Jesuacutes ndashla transformacioacuten del agua en vino en las bodas de Canaacutendash nos muestra a Mariacutea precisamente como maestra mientras exhorta a los criados a ejecutar las disposiciones de Cristo (cf Jn 2 5) Y podemos imaginar que ha desempentildeado esta funcioacuten con los disciacutepulos despueacutes de la Ascensioacuten de Jesuacutes cuando se quedoacute con ellos esperando el Espiacuteritu Santo y los confortoacute en la primera misioacuten Recorrer con Mariacutea las escenas del Rosario es como ir a la escuela de Mariacutea para leer a Cristo para penetrar sus secretos para entender su mensaje

Una escuela la de Mariacutea mucho maacutes eficaz si se piensa que Ella la ejerce consiguieacutendonos abundantes dones del Espiacuteritu Santo y proponieacutendonos al mismo tiempo el ejemplo de aquella laquoperegrinacioacuten de la feraquo[17] en la cual es maestra incomparable Ante cada misterio del Hijo Ella nos invita como en su Anunciacioacuten a presentar con humildad los interrogantes que conducen a la luz para concluir siempre con la obediencia de la fe laquo He aquiacute la esclava del Sentildeor haacutegase en miacute seguacuten tu palabra raquo (Lc 1 38)

Configurarse a Cristo con Mariacutea

15 La espiritualidad cristiana tiene como caracteriacutestica el deber del disciacutepulo de configurarse cada vez maacutes plenamente con su Maestro (cf Rm 8 29 Flp 3 10 21) La efusioacuten del Espiacuteritu en el Bautismo une al creyente como el sarmiento a la vid que es Cristo (cf Jn 15 5) lo hace miembro de su Cuerpo miacutestico (cf 1 Co 12 12 Rm 12 5) A esta unidad inicial sin embargo ha de corresponder un camino de adhesioacuten creciente a Eacutel que oriente cada vez maacutes el comportamiento del disciacutepulo seguacuten la loacutegica de Cristo laquoTened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristoraquo

(Flp 2 5) Hace falta seguacuten las palabras del Apoacutestol laquorevestirse de Cristoraquo (cf Rm 13 14 Ga 3 27)

En el recorrido espiritual del Rosario basado en la contemplacioacuten incesante del rostro de Cristo ndashen compantildeiacutea de Mariacuteandash este exigente ideal de configuracioacuten con Eacutel se consigue a traveacutes de una asiduidad que pudieacuteramos decir amistosa Eacutesta nos introduce de modo natural en la vida de Cristo y nos hace como respirar sus sentimientos Acerca de esto dice el Beato Bartolomeacute Longo laquoComo dos amigos frecuentaacutendose suelen parecerse tambieacuten en las costumbres asiacute nosotros conversando familiarmente con Jesuacutes y la Virgen al meditar los Misterios del Rosario y formando juntos una misma vida de comunioacuten podemos llegar a ser en la medida de nuestra pequentildeez parecidos a ellos y aprender de estos eminentes ejemplos el vivir humilde pobre escondido paciente y perfectoraquo[18]

Ademaacutes mediante este proceso de configuracioacuten con Cristo en el Rosario nos encomendamos en particular a la accioacuten materna de la Virgen Santa Ella que es la madre de Cristo y a la vez miembro de la Iglesia como laquomiembro supereminente y completamente singularraquo[19] es al mismo tiempo Madre de la Iglesia Como tal engendra continuamente hijos para el Cuerpo miacutestico del Hijo Lo hace mediante su intercesioacuten implorando para ellos la efusioacuten inagotable del Espiacuteritu Ella es el icono perfecto de la maternidad de la Iglesia

El Rosario nos transporta miacutesticamente junto a Mariacutea dedicada a seguir el crecimiento humano de Cristo en la casa de Nazaret Eso le permite educarnos y modelarnos con la misma diligencia hasta que Cristo laquosea formadoraquo plenamente en nosotros (cf Ga 4 19) Esta accioacuten de Mariacutea basada totalmente en la de Cristo y subordinada radicalmente a ella laquofavorece y de ninguna manera impide la unioacuten inmediata de los creyentes con Cristoraquo[20] Es el principio

iluminador expresado por el Concilio Vaticano II que tan intensamente he experimentado en mi vida haciendo de eacutel la base de mi lema episcopal Totus tuus[21] Un lema como es sabido inspirado en la doctrina de san Luis Mariacutea Grignion de Montfort que explicoacute asiacute el papel de Mariacutea en el proceso de configuracioacuten de cada uno de nosotros con Cristo laquoComo quiera que toda nuestra perfeccioacuten consiste en el ser conformes unidos y consagrados a Jesucristo la maacutes perfecta de la devociones es sin duda alguna la que nos conforma nos une y nos consagra lo maacutes perfectamente posible a Jesucristo Ahora bien siendo Mariacutea de todas las criaturas la maacutes conforme a Jesucristo se sigue que de todas las devociones la que maacutes consagra y conforma un alma a Jesucristo es la devocioacuten a Mariacutea su Santiacutesima Madre y que cuanto maacutes consagrada esteacute un alma a la Santiacutesima Virgen tanto maacutes lo estaraacute a Jesucristoraquo[22] De verdad en el Rosario el camino de Cristo y el de Mariacutea se encuentran profundamente unidos iexclMariacutea no vive maacutes que en Cristo y en funcioacuten de Cristo

Rogar a Cristo con Mariacutea

16 Cristo nos ha invitado a dirigirnos a Dios con insistencia y confianza para ser escuchados laquoPedid y se os daraacute buscad y hallareacuteis llamad y se os abriraacuteraquo (Mt 7 7) El fundamento de esta eficacia de la oracioacuten es la bondad del Padre pero tambieacuten la mediacioacuten de Cristo ante Eacutel (cf 1 Jn 2 1) y la accioacuten del Espiacuteritu Santo que laquointercede por nosotrosraquo (Rm 8 26-27) seguacuten los designios de Dios En efecto nosotros laquono sabemos coacutemo pedirraquo (Rm 8 26) y a veces no somos escuchados porque pedimos mal (cf St 4 2-3)

Para apoyar la oracioacuten que Cristo y el Espiacuteritu hacen brotar en nuestro corazoacuten interviene Mariacutea con su intercesioacuten materna laquoLa oracioacuten de la Iglesia estaacute como apoyada en la oracioacuten de Mariacutearaquo[23] Efectivamente si Jesuacutes uacutenico

Mediador es el Camino de nuestra oracioacuten Mariacutea pura transparencia de Eacutel muestra el Camino y laquoa partir de esta cooperacioacuten singular de Mariacutea a la accioacuten del Espiacuteritu Santo las Iglesias han desarrollado la oracioacuten a la santa Madre de Dios centraacutendola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misteriosraquo[24] En las bodas de Canaacute el Evangelio muestra precisamente la eficacia de la intercesioacuten de Mariacutea que se hace portavoz ante Jesuacutes de las necesidades humanas laquoNo tienen vinoraquo (Jn 2 3)

El Rosario es a la vez meditacioacuten y suacuteplica La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesioacuten lo puede todo ante el corazoacuten del Hijo Ella es laquoomnipotente por graciaraquo como con audaz expresioacuten que debe entenderse bien dijo en su Suacuteplica a la Virgen el Beato Bartolomeacute Longo[25] Basada en el Evangelio eacutesta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente siguiendo a san Bernardo cuando canta laquoMujer eres tan grande y tanto vales que quien desea una gracia y no recurre a ti quiere que su deseo vuele sin alasraquo[26]En el Rosario mientras suplicamos a Mariacutea templo del Espiacuteritu Santo (cf Lc 1 35) Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno rogando con nosotros y por nosotros

Anunciar a Cristo con Mariacutea

17 El Rosario es tambieacuten un itinerario de anuncio y de profundizacioacuten en el que el misterio de Cristoes presentado continuamente en los diversos aspectos de la experiencia cristiana Es una presentacioacuten orante y contemplativa que trata de modelar al cristiano seguacuten el corazoacuten de Cristo Efectivamente si en el rezo del Rosario se valoran adecuadamente todos sus elementos para una meditacioacuten

eficaz se da especialmente en la celebracioacuten comunitaria en las parroquias y los santuarios una significativa oportunidad catequeacutetica que los Pastores deben saber aprovechar La Virgen del Rosario continuacutea tambieacuten de este modo su obra de anunciar a Cristo La historia del Rosario muestra coacutemo esta oracioacuten ha sido utilizada especialmente por los Dominicos en un momento difiacutecil para la Iglesia a causa de la difusioacuten de la herejiacutea Hoy estamos ante nuevos desafiacuteos iquestPor queacute no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de quienes nos han precedido El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador

CAPIacuteTULO II

MISTERIOS DE CRISTO MISTERIOS DE LA MADRE

El Rosario laquocompendio del Evangelioraquo

18 A la contemplacioacuten del rostro de Cristo soacutelo se llega escuchando en el Espiacuteritu la voz del Padre pues laquonadie conoce bien al Hijo sino el Padreraquo (Mt 11 27) Cerca de Cesarea de Felipe ante la confesioacuten de Pedro Jesuacutes puntualiza de doacutende proviene esta clara intuicioacuten sobre su identidad laquoNo te ha revelado esto la carne ni la sangre sino mi Padre que estaacute en los cielosraquo (Mt 16 17) Asiacute pues es necesaria la revelacioacuten de lo alto Pero para acogerla es indispensable ponerse a la escucha laquoSoacutelo la experiencia del silencio y de la oracioacuten ofrece el horizonte adecuado en el que puede madurar y desarrollarse el conocimiento maacutes auteacutentico fiel y coherente de aquel misterioraquo[27]

El Rosario es una de las modalidades tradicionales de la oracioacuten cristiana orientada a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Asiacute lo describiacutea el Papa Pablo VI laquo Oracioacuten evangeacutelica centrada en el misterio de la Encarnacioacuten redentora el Rosario es pues oracioacuten de orientacioacuten profundamente cristoloacutegica En efecto su elemento maacutes caracteriacutestico ndashla repeticioacuten litaacutenica del Dios te salve Mariacuteandash se convierte tambieacuten en alabanza constante a Cristo teacutermino uacuteltimo del anuncio del Aacutengel y del saludo de la Madre del Bautista Bendito el fruto de tu seno (Lc 142) Diremos maacutes la repeticioacuten del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplacioacuten de los misterios el Jesuacutes que toda Ave Mariacutea recuerda es el mismo que la sucesioacuten de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgenraquo[28]

Una incorporacioacuten oportuna

19 De los muchos misterios de la vida de Cristo el Rosario tal como se ha consolidado en la praacutectica maacutes comuacuten corroborada por la autoridad eclesial soacutelo considera algunos Dicha seleccioacuten proviene del contexto original de esta oracioacuten que se organizoacute teniendo en cuenta el nuacutemero 150 que es el mismo de los Salmos

No obstante para resaltar el caraacutecter cristoloacutegico del Rosario considero oportuna una incorporacioacuten que si bien se deja a la libre consideracioacuten de los individuos y de la comunidad les permita contemplar tambieacuten los misterios de la vida puacuteblica de Cristo desde el Bautismo a la Pasioacuten En efecto en estos misterios contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelador definitivo de Dios Eacutel es quien declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo en el Jordaacuten anuncia la llegada del Reino dando testimonio de eacutel con sus obras y proclamando sus exigencias Durante la vida puacuteblica es cuando el misterio de Cristo se manifiesta de

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 6: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

de implorar de Dios el don de la paz El Rosario ha sido propuesto muchas veces por mis Predecesores y por miacute mismo como oracioacuten por la paz Al inicio de un milenio que se ha abierto con las horrorosas escenas del atentado del 11 de septiembre de 2001 y que ve cada diacutea en muchas partes del mundo nuevos episodios de sangre y violencia promover el Rosario significa sumirse en la contemplacioacuten del misterio de Aqueacutel que laquoes nuestra paz el que de los dos pueblos hizo uno derribando el muro que los separaba la enemistadraquo (Ef 2 14) No se puede pues recitar el Rosario sin sentirse implicados en un compromiso concreto de servir a la paz con una particular atencioacuten a la tierra de Jesuacutes auacuten ahora tan atormentada y tan querida por el corazoacuten cristiano

Otro aacutembito crucial de nuestro tiempo que requiere una urgente atencioacuten y oracioacuten es el de la familia ceacutelula de la sociedad amenazada cada vez maacutes por fuerzas disgregadoras tanto de iacutendole ideoloacutegica como praacutectica que hacen temer por el futuro de esta fundamental e irrenunciable institucioacuten y con ella por el destino de toda la sociedad En el marco de una pastoral familiar maacutes amplia fomentar el Rosario en las familias cristianas es una ayuda eficaz para contrastar los efectos desoladores de esta crisis actual

laquo iexclAhiacute tienes a tu madre raquo (Jn 19 27)

7 Numerosos signos muestran coacutemo la Santiacutesima Virgen ejerce tambieacuten hoy precisamente a traveacutes de esta oracioacuten aquella solicitud materna para con todos los hijos de la Iglesia que el Redentor poco antes de morir le confioacute en la persona del disciacutepulo predilecto laquoiexclMujer ahiacute tienes a tu hijoraquo (Jn 19 26) Son conocidas las distintas circunstancias en las que la Madre de Cristo entre el siglo XIX y XX ha hecho de alguacuten modo notar su presencia y su voz para exhortar al Pueblo de Dios a recurrir a esta forma de oracioacuten contemplativa Deseo en particular recordar por la incisiva influencia que conservan

en el vida de los cristianos y por el acreditado reconocimiento recibido de la Iglesia las apariciones de Lourdes y Faacutetima[11] cuyos Santuarios son meta de numerosos peregrinos en busca de consuelo y de esperanza

Tras las huellas de los testigos

8 Seriacutea imposible citar la multitud innumerable de Santos que han encontrado en el Rosario un auteacutentico camino de santificacioacuten Bastaraacute con recordar a san Luis Mariacutea Grignion de Montfort autor de un preciosa obra sobre el Rosario[12] y maacutes cercano a nosotros al Padre Piacuteo de Pietrelcina que recientemente he tenido la alegriacutea de canonizar Un especial carisma como verdadero apoacutestol del Rosario tuvo tambieacuten el Beato Bartolomeacute Longo Su camino de santidad se apoya sobre una inspiracioacuten sentida en lo maacutes hondo de su corazoacuten laquo iexclQuien propaga el Rosario se salva raquo[13] Basaacutendose en ello se sintioacute llamado a construir en Pompeya un templo dedicado a la Virgen del Santo Rosario colindante con los restos de la antigua ciudad apenas influenciada por el anuncio cristiano antes de quedar cubierta por la erupcioacuten del Vesuvio en el antildeo 79 y rescatada de sus cenizas siglos despueacutes como testimonio de las luces y las sombras de la civilizacioacuten claacutesica

Con toda su obra y en particular a traveacutes de los laquoQuince Saacutebadosraquo Bartolomeacute Longo desarrolloacute el meollo cristoloacutegico y contemplativo del Rosario que ha contado con un particular aliento y apoyo en Leoacuten XIII el laquoPapa del Rosarioraquo

CAPIacuteTULO I

CONTEMPLAR A CRISTO CON MARIacuteA

Un rostro brillante como el sol

9 laquoY se transfiguroacute delante de ellos su rostro se puso brillante como el solraquo (Mt 17 2) La escena evangeacutelica de la transfiguracioacuten de Cristo en la que los tres apoacutestoles Pedro Santiago y Juan aparecen como extasiados por la belleza del Redentor puede ser considerada como icono de la contemplacioacuten cristiana Fijar los ojos en el rostro de Cristo descubrir su misterio en el camino ordinario y doloroso de su humanidad hasta percibir su fulgor divino manifestado definitivamente en el Resucitado glorificado a la derecha del Padre es la tarea de todos los disciacutepulos de Cristo por lo tanto es tambieacuten la nuestra Contemplando este rostro nos disponemos a acoger el misterio de la vida trinitaria para experimentar de nuevo el amor del Padre y gozar de la alegriacutea del Espiacuteritu Santo Se realiza asiacute tambieacuten en nosotros la palabra de san Pablo laquoReflejamos como en un espejo la gloria del Sentildeor nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez maacutes asiacute es como actuacutea el Sentildeor que es Espiacuterituraquo (2 Co 3 18)

Mariacutea modelo de contemplacioacuten

10 La contemplacioacuten de Cristo tiene en Mariacutea su modelo insuperable El rostro del Hijo le pertenece de un modo especial Ha sido en su vientre donde se ha formado tomando tambieacuten de Ella una semejanza humana que evoca una intimidad espiritual ciertamente maacutes grande auacuten Nadie se ha dedicado con la asiduidad de Mariacutea a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Los ojos de su corazoacuten se concentran de alguacuten modo en Eacutel ya en la Anunciacioacuten cuando lo concibe por obra del Espiacuteritu Santo en los meses sucesivos empieza a sentir su presencia y a imaginar sus rasgos Cuando por fin lo da a luz en Beleacuten sus ojos se vuelven tambieacuten tiernamente sobre el rostro del Hijo cuando lo laquoenvolvioacute en pantildeales y le acostoacute en un pesebreraquo (Lc 2 7)

Desde entonces su mirada siempre llena de adoracioacuten y asombro no se apartaraacute jamaacutes de Eacutel Seraacute a veces una mirada interrogadora como en el episodio de su extraviacuteo en el templo laquo Hijo iquestpor queacute nos has hecho esto raquo (Lc 2 48) seraacute en todo caso una mirada penetrante capaz de leer en lo iacutentimo de Jesuacutes hasta percibir sus sentimientos escondidos y presentir sus decisiones como en Canaacute (cf Jn 2 5) otras veces seraacute una mirada dolorida sobre todo bajo la cruz donde todaviacutea seraacute en cierto sentido la mirada de la parturienta ya que Mariacutea no se limitaraacute a compartir la pasioacuten y la muerte del Unigeacutenito sino que acogeraacute al nuevo hijo en el disciacutepulo predilecto confiado a Ella (cf Jn 19 26-27) en la mantildeana de Pascua seraacute una mirada radiante por la alegriacutea de la resurreccioacuten y por fin una mirada ardorosa por la efusioacuten del Espiacuteritu en el diacutea de Pentecosteacutes (cf Hch 1 14)

Los recuerdos de Mariacutea

11 Mariacutea vive mirando a Cristo y tiene en cuenta cada una de sus palabras laquo Guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazoacuten raquo (Lc 2 19 cf 2 51) Los recuerdos de Jesuacutes impresos en su alma la han acompantildeado en todo momento llevaacutendola a recorrer con el pensamiento los distintos episodios de su vida junto al Hijo Han sido aquellos recuerdos los que han constituido en cierto sentido el rosario que Ella ha recitado constantemente en los diacuteas de su vida terrenal

Y tambieacuten ahora entre los cantos de alegriacutea de la Jerusaleacuten celestial permanecen intactos los motivos de su accioacuten de gracias y su alabanza Ellos inspiran su materna solicitud hacia la Iglesia peregrina en la que sigue desarrollando la trama de su papel de evangelizadora Mariacutea propone continuamente a los creyentes los misterios de su Hijo con el deseo de que sean contemplados para que puedan derramar toda su fuerza salvadora Cuando recita el Rosario

la comunidad cristiana estaacute en sintoniacutea con el recuerdo y con la mirada de Mariacutea

El Rosario oracioacuten contemplativa

12 El Rosario precisamente a partir de la experiencia de Mariacutea es una oracioacuten marcadamente contemplativa Sin esta dimensioacuten se desnaturalizariacutea como subrayoacute Pablo VI laquoSin contemplacioacuten el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecaacutenica repeticioacuten de foacutermulas y de contradecir la advertencia de Jesuacutes Cuando oreacuteis no seaacuteis charlatanes como los paganos que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad (Mt 6 7) Por su naturaleza el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso que favorezca en quien ora la meditacioacuten de los misterios de la vida del Sentildeor vistos a traveacutes del corazoacuten de Aquella que estuvo maacutes cerca del Sentildeor y que desvelen su insondable riquezaraquo[14]

Es necesario detenernos en este profundo pensamiento de Pablo VI para poner de relieve algunas dimensiones del Rosario que definen mejor su caraacutecter de contemplacioacuten cristoloacutegica

Recordar a Cristo con Mariacutea

13 La contemplacioacuten de Mariacutea es ante todo un recordar Conviene sin embargo entender esta palabra en el sentido biacuteblico de la memoria (zakar) que actualiza las obras realizadas por Dios en la historia de la salvacioacuten La Biblia es narracioacuten de acontecimientos salviacuteficos que tienen su culmen en el propio Cristo Estos acontecimientos no son solamente un ayer son tambieacuten el hoy de la salvacioacuten Esta actualizacioacuten se realiza en particular en la Liturgia lo que Dios ha llevado a cabo hace siglos no concierne solamente a los testigos directos de los acontecimientos sino que alcanza

con su gracia a los hombres de cada eacutepoca Esto vale tambieacuten en cierto modo para toda consideracioacuten piadosa de aquellos acontecimientos laquohacer memoriaraquo de ellos en actitud de fe y amor significa abrirse a la gracia que Cristo nos ha alcanzado con sus misterios de vida muerte y resurreccioacuten

Por esto mientras se reafirma con el Concilio Vaticano II que la Liturgia como ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo y culto puacuteblico es laquola cumbre a la que tiende la accioacuten de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerzaraquo[15] tambieacuten es necesario recordar que la vida espiritual laquo no se agota soacutelo con la participacioacuten en la sagrada Liturgia El cristiano llamado a orar en comuacuten debe no obstante entrar tambieacuten en su interior para orar al Padre que ve en lo escondido (cf Mt 6 6) maacutes auacuten seguacuten ensentildea el Apoacutestol debe orar sin interrupcioacuten (cf 1 Ts 5 17) raquo[16] El Rosario con su caraacutecter especiacutefico pertenece a este variado panorama de la oracioacuten incesante y si la Liturgia accioacuten de Cristo y de la Iglesia es accioacuten salviacutefica por excelencia el Rosario en cuanto meditacioacuten sobre Cristo con Mariacutea es contemplacioacuten saludable En efecto penetrando de misterio en misterio en la vida del Redentor hace que cuanto Eacutel ha realizado y la Liturgia actualiza sea asimilado profundamente y forje la propia existencia

Comprender a Cristo desde Mariacutea

14 Cristo es el Maestro por excelencia el revelador y la revelacioacuten No se trata soacutelo de comprender las cosas que Eacutel ha ensentildeado sino de comprenderle a Eacutel Pero en esto iquestqueacute maestra maacutes experta que Mariacutea Si en el aacutembito divino el Espiacuteritu es el Maestro interior que nos lleva a la plena verdad de Cristo (cf Jn 14 26 15 26 16 13) entre las criaturas nadie mejor que Ella conoce a Cristo nadie como su Madre

puede introducirnos en un conocimiento profundo de su misterio

El primero de los signos llevado a cabo por Jesuacutes ndashla transformacioacuten del agua en vino en las bodas de Canaacutendash nos muestra a Mariacutea precisamente como maestra mientras exhorta a los criados a ejecutar las disposiciones de Cristo (cf Jn 2 5) Y podemos imaginar que ha desempentildeado esta funcioacuten con los disciacutepulos despueacutes de la Ascensioacuten de Jesuacutes cuando se quedoacute con ellos esperando el Espiacuteritu Santo y los confortoacute en la primera misioacuten Recorrer con Mariacutea las escenas del Rosario es como ir a la escuela de Mariacutea para leer a Cristo para penetrar sus secretos para entender su mensaje

Una escuela la de Mariacutea mucho maacutes eficaz si se piensa que Ella la ejerce consiguieacutendonos abundantes dones del Espiacuteritu Santo y proponieacutendonos al mismo tiempo el ejemplo de aquella laquoperegrinacioacuten de la feraquo[17] en la cual es maestra incomparable Ante cada misterio del Hijo Ella nos invita como en su Anunciacioacuten a presentar con humildad los interrogantes que conducen a la luz para concluir siempre con la obediencia de la fe laquo He aquiacute la esclava del Sentildeor haacutegase en miacute seguacuten tu palabra raquo (Lc 1 38)

Configurarse a Cristo con Mariacutea

15 La espiritualidad cristiana tiene como caracteriacutestica el deber del disciacutepulo de configurarse cada vez maacutes plenamente con su Maestro (cf Rm 8 29 Flp 3 10 21) La efusioacuten del Espiacuteritu en el Bautismo une al creyente como el sarmiento a la vid que es Cristo (cf Jn 15 5) lo hace miembro de su Cuerpo miacutestico (cf 1 Co 12 12 Rm 12 5) A esta unidad inicial sin embargo ha de corresponder un camino de adhesioacuten creciente a Eacutel que oriente cada vez maacutes el comportamiento del disciacutepulo seguacuten la loacutegica de Cristo laquoTened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristoraquo

(Flp 2 5) Hace falta seguacuten las palabras del Apoacutestol laquorevestirse de Cristoraquo (cf Rm 13 14 Ga 3 27)

En el recorrido espiritual del Rosario basado en la contemplacioacuten incesante del rostro de Cristo ndashen compantildeiacutea de Mariacuteandash este exigente ideal de configuracioacuten con Eacutel se consigue a traveacutes de una asiduidad que pudieacuteramos decir amistosa Eacutesta nos introduce de modo natural en la vida de Cristo y nos hace como respirar sus sentimientos Acerca de esto dice el Beato Bartolomeacute Longo laquoComo dos amigos frecuentaacutendose suelen parecerse tambieacuten en las costumbres asiacute nosotros conversando familiarmente con Jesuacutes y la Virgen al meditar los Misterios del Rosario y formando juntos una misma vida de comunioacuten podemos llegar a ser en la medida de nuestra pequentildeez parecidos a ellos y aprender de estos eminentes ejemplos el vivir humilde pobre escondido paciente y perfectoraquo[18]

Ademaacutes mediante este proceso de configuracioacuten con Cristo en el Rosario nos encomendamos en particular a la accioacuten materna de la Virgen Santa Ella que es la madre de Cristo y a la vez miembro de la Iglesia como laquomiembro supereminente y completamente singularraquo[19] es al mismo tiempo Madre de la Iglesia Como tal engendra continuamente hijos para el Cuerpo miacutestico del Hijo Lo hace mediante su intercesioacuten implorando para ellos la efusioacuten inagotable del Espiacuteritu Ella es el icono perfecto de la maternidad de la Iglesia

El Rosario nos transporta miacutesticamente junto a Mariacutea dedicada a seguir el crecimiento humano de Cristo en la casa de Nazaret Eso le permite educarnos y modelarnos con la misma diligencia hasta que Cristo laquosea formadoraquo plenamente en nosotros (cf Ga 4 19) Esta accioacuten de Mariacutea basada totalmente en la de Cristo y subordinada radicalmente a ella laquofavorece y de ninguna manera impide la unioacuten inmediata de los creyentes con Cristoraquo[20] Es el principio

iluminador expresado por el Concilio Vaticano II que tan intensamente he experimentado en mi vida haciendo de eacutel la base de mi lema episcopal Totus tuus[21] Un lema como es sabido inspirado en la doctrina de san Luis Mariacutea Grignion de Montfort que explicoacute asiacute el papel de Mariacutea en el proceso de configuracioacuten de cada uno de nosotros con Cristo laquoComo quiera que toda nuestra perfeccioacuten consiste en el ser conformes unidos y consagrados a Jesucristo la maacutes perfecta de la devociones es sin duda alguna la que nos conforma nos une y nos consagra lo maacutes perfectamente posible a Jesucristo Ahora bien siendo Mariacutea de todas las criaturas la maacutes conforme a Jesucristo se sigue que de todas las devociones la que maacutes consagra y conforma un alma a Jesucristo es la devocioacuten a Mariacutea su Santiacutesima Madre y que cuanto maacutes consagrada esteacute un alma a la Santiacutesima Virgen tanto maacutes lo estaraacute a Jesucristoraquo[22] De verdad en el Rosario el camino de Cristo y el de Mariacutea se encuentran profundamente unidos iexclMariacutea no vive maacutes que en Cristo y en funcioacuten de Cristo

Rogar a Cristo con Mariacutea

16 Cristo nos ha invitado a dirigirnos a Dios con insistencia y confianza para ser escuchados laquoPedid y se os daraacute buscad y hallareacuteis llamad y se os abriraacuteraquo (Mt 7 7) El fundamento de esta eficacia de la oracioacuten es la bondad del Padre pero tambieacuten la mediacioacuten de Cristo ante Eacutel (cf 1 Jn 2 1) y la accioacuten del Espiacuteritu Santo que laquointercede por nosotrosraquo (Rm 8 26-27) seguacuten los designios de Dios En efecto nosotros laquono sabemos coacutemo pedirraquo (Rm 8 26) y a veces no somos escuchados porque pedimos mal (cf St 4 2-3)

Para apoyar la oracioacuten que Cristo y el Espiacuteritu hacen brotar en nuestro corazoacuten interviene Mariacutea con su intercesioacuten materna laquoLa oracioacuten de la Iglesia estaacute como apoyada en la oracioacuten de Mariacutearaquo[23] Efectivamente si Jesuacutes uacutenico

Mediador es el Camino de nuestra oracioacuten Mariacutea pura transparencia de Eacutel muestra el Camino y laquoa partir de esta cooperacioacuten singular de Mariacutea a la accioacuten del Espiacuteritu Santo las Iglesias han desarrollado la oracioacuten a la santa Madre de Dios centraacutendola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misteriosraquo[24] En las bodas de Canaacute el Evangelio muestra precisamente la eficacia de la intercesioacuten de Mariacutea que se hace portavoz ante Jesuacutes de las necesidades humanas laquoNo tienen vinoraquo (Jn 2 3)

El Rosario es a la vez meditacioacuten y suacuteplica La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesioacuten lo puede todo ante el corazoacuten del Hijo Ella es laquoomnipotente por graciaraquo como con audaz expresioacuten que debe entenderse bien dijo en su Suacuteplica a la Virgen el Beato Bartolomeacute Longo[25] Basada en el Evangelio eacutesta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente siguiendo a san Bernardo cuando canta laquoMujer eres tan grande y tanto vales que quien desea una gracia y no recurre a ti quiere que su deseo vuele sin alasraquo[26]En el Rosario mientras suplicamos a Mariacutea templo del Espiacuteritu Santo (cf Lc 1 35) Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno rogando con nosotros y por nosotros

Anunciar a Cristo con Mariacutea

17 El Rosario es tambieacuten un itinerario de anuncio y de profundizacioacuten en el que el misterio de Cristoes presentado continuamente en los diversos aspectos de la experiencia cristiana Es una presentacioacuten orante y contemplativa que trata de modelar al cristiano seguacuten el corazoacuten de Cristo Efectivamente si en el rezo del Rosario se valoran adecuadamente todos sus elementos para una meditacioacuten

eficaz se da especialmente en la celebracioacuten comunitaria en las parroquias y los santuarios una significativa oportunidad catequeacutetica que los Pastores deben saber aprovechar La Virgen del Rosario continuacutea tambieacuten de este modo su obra de anunciar a Cristo La historia del Rosario muestra coacutemo esta oracioacuten ha sido utilizada especialmente por los Dominicos en un momento difiacutecil para la Iglesia a causa de la difusioacuten de la herejiacutea Hoy estamos ante nuevos desafiacuteos iquestPor queacute no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de quienes nos han precedido El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador

CAPIacuteTULO II

MISTERIOS DE CRISTO MISTERIOS DE LA MADRE

El Rosario laquocompendio del Evangelioraquo

18 A la contemplacioacuten del rostro de Cristo soacutelo se llega escuchando en el Espiacuteritu la voz del Padre pues laquonadie conoce bien al Hijo sino el Padreraquo (Mt 11 27) Cerca de Cesarea de Felipe ante la confesioacuten de Pedro Jesuacutes puntualiza de doacutende proviene esta clara intuicioacuten sobre su identidad laquoNo te ha revelado esto la carne ni la sangre sino mi Padre que estaacute en los cielosraquo (Mt 16 17) Asiacute pues es necesaria la revelacioacuten de lo alto Pero para acogerla es indispensable ponerse a la escucha laquoSoacutelo la experiencia del silencio y de la oracioacuten ofrece el horizonte adecuado en el que puede madurar y desarrollarse el conocimiento maacutes auteacutentico fiel y coherente de aquel misterioraquo[27]

El Rosario es una de las modalidades tradicionales de la oracioacuten cristiana orientada a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Asiacute lo describiacutea el Papa Pablo VI laquo Oracioacuten evangeacutelica centrada en el misterio de la Encarnacioacuten redentora el Rosario es pues oracioacuten de orientacioacuten profundamente cristoloacutegica En efecto su elemento maacutes caracteriacutestico ndashla repeticioacuten litaacutenica del Dios te salve Mariacuteandash se convierte tambieacuten en alabanza constante a Cristo teacutermino uacuteltimo del anuncio del Aacutengel y del saludo de la Madre del Bautista Bendito el fruto de tu seno (Lc 142) Diremos maacutes la repeticioacuten del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplacioacuten de los misterios el Jesuacutes que toda Ave Mariacutea recuerda es el mismo que la sucesioacuten de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgenraquo[28]

Una incorporacioacuten oportuna

19 De los muchos misterios de la vida de Cristo el Rosario tal como se ha consolidado en la praacutectica maacutes comuacuten corroborada por la autoridad eclesial soacutelo considera algunos Dicha seleccioacuten proviene del contexto original de esta oracioacuten que se organizoacute teniendo en cuenta el nuacutemero 150 que es el mismo de los Salmos

No obstante para resaltar el caraacutecter cristoloacutegico del Rosario considero oportuna una incorporacioacuten que si bien se deja a la libre consideracioacuten de los individuos y de la comunidad les permita contemplar tambieacuten los misterios de la vida puacuteblica de Cristo desde el Bautismo a la Pasioacuten En efecto en estos misterios contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelador definitivo de Dios Eacutel es quien declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo en el Jordaacuten anuncia la llegada del Reino dando testimonio de eacutel con sus obras y proclamando sus exigencias Durante la vida puacuteblica es cuando el misterio de Cristo se manifiesta de

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 7: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

en el vida de los cristianos y por el acreditado reconocimiento recibido de la Iglesia las apariciones de Lourdes y Faacutetima[11] cuyos Santuarios son meta de numerosos peregrinos en busca de consuelo y de esperanza

Tras las huellas de los testigos

8 Seriacutea imposible citar la multitud innumerable de Santos que han encontrado en el Rosario un auteacutentico camino de santificacioacuten Bastaraacute con recordar a san Luis Mariacutea Grignion de Montfort autor de un preciosa obra sobre el Rosario[12] y maacutes cercano a nosotros al Padre Piacuteo de Pietrelcina que recientemente he tenido la alegriacutea de canonizar Un especial carisma como verdadero apoacutestol del Rosario tuvo tambieacuten el Beato Bartolomeacute Longo Su camino de santidad se apoya sobre una inspiracioacuten sentida en lo maacutes hondo de su corazoacuten laquo iexclQuien propaga el Rosario se salva raquo[13] Basaacutendose en ello se sintioacute llamado a construir en Pompeya un templo dedicado a la Virgen del Santo Rosario colindante con los restos de la antigua ciudad apenas influenciada por el anuncio cristiano antes de quedar cubierta por la erupcioacuten del Vesuvio en el antildeo 79 y rescatada de sus cenizas siglos despueacutes como testimonio de las luces y las sombras de la civilizacioacuten claacutesica

Con toda su obra y en particular a traveacutes de los laquoQuince Saacutebadosraquo Bartolomeacute Longo desarrolloacute el meollo cristoloacutegico y contemplativo del Rosario que ha contado con un particular aliento y apoyo en Leoacuten XIII el laquoPapa del Rosarioraquo

CAPIacuteTULO I

CONTEMPLAR A CRISTO CON MARIacuteA

Un rostro brillante como el sol

9 laquoY se transfiguroacute delante de ellos su rostro se puso brillante como el solraquo (Mt 17 2) La escena evangeacutelica de la transfiguracioacuten de Cristo en la que los tres apoacutestoles Pedro Santiago y Juan aparecen como extasiados por la belleza del Redentor puede ser considerada como icono de la contemplacioacuten cristiana Fijar los ojos en el rostro de Cristo descubrir su misterio en el camino ordinario y doloroso de su humanidad hasta percibir su fulgor divino manifestado definitivamente en el Resucitado glorificado a la derecha del Padre es la tarea de todos los disciacutepulos de Cristo por lo tanto es tambieacuten la nuestra Contemplando este rostro nos disponemos a acoger el misterio de la vida trinitaria para experimentar de nuevo el amor del Padre y gozar de la alegriacutea del Espiacuteritu Santo Se realiza asiacute tambieacuten en nosotros la palabra de san Pablo laquoReflejamos como en un espejo la gloria del Sentildeor nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez maacutes asiacute es como actuacutea el Sentildeor que es Espiacuterituraquo (2 Co 3 18)

Mariacutea modelo de contemplacioacuten

10 La contemplacioacuten de Cristo tiene en Mariacutea su modelo insuperable El rostro del Hijo le pertenece de un modo especial Ha sido en su vientre donde se ha formado tomando tambieacuten de Ella una semejanza humana que evoca una intimidad espiritual ciertamente maacutes grande auacuten Nadie se ha dedicado con la asiduidad de Mariacutea a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Los ojos de su corazoacuten se concentran de alguacuten modo en Eacutel ya en la Anunciacioacuten cuando lo concibe por obra del Espiacuteritu Santo en los meses sucesivos empieza a sentir su presencia y a imaginar sus rasgos Cuando por fin lo da a luz en Beleacuten sus ojos se vuelven tambieacuten tiernamente sobre el rostro del Hijo cuando lo laquoenvolvioacute en pantildeales y le acostoacute en un pesebreraquo (Lc 2 7)

Desde entonces su mirada siempre llena de adoracioacuten y asombro no se apartaraacute jamaacutes de Eacutel Seraacute a veces una mirada interrogadora como en el episodio de su extraviacuteo en el templo laquo Hijo iquestpor queacute nos has hecho esto raquo (Lc 2 48) seraacute en todo caso una mirada penetrante capaz de leer en lo iacutentimo de Jesuacutes hasta percibir sus sentimientos escondidos y presentir sus decisiones como en Canaacute (cf Jn 2 5) otras veces seraacute una mirada dolorida sobre todo bajo la cruz donde todaviacutea seraacute en cierto sentido la mirada de la parturienta ya que Mariacutea no se limitaraacute a compartir la pasioacuten y la muerte del Unigeacutenito sino que acogeraacute al nuevo hijo en el disciacutepulo predilecto confiado a Ella (cf Jn 19 26-27) en la mantildeana de Pascua seraacute una mirada radiante por la alegriacutea de la resurreccioacuten y por fin una mirada ardorosa por la efusioacuten del Espiacuteritu en el diacutea de Pentecosteacutes (cf Hch 1 14)

Los recuerdos de Mariacutea

11 Mariacutea vive mirando a Cristo y tiene en cuenta cada una de sus palabras laquo Guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazoacuten raquo (Lc 2 19 cf 2 51) Los recuerdos de Jesuacutes impresos en su alma la han acompantildeado en todo momento llevaacutendola a recorrer con el pensamiento los distintos episodios de su vida junto al Hijo Han sido aquellos recuerdos los que han constituido en cierto sentido el rosario que Ella ha recitado constantemente en los diacuteas de su vida terrenal

Y tambieacuten ahora entre los cantos de alegriacutea de la Jerusaleacuten celestial permanecen intactos los motivos de su accioacuten de gracias y su alabanza Ellos inspiran su materna solicitud hacia la Iglesia peregrina en la que sigue desarrollando la trama de su papel de evangelizadora Mariacutea propone continuamente a los creyentes los misterios de su Hijo con el deseo de que sean contemplados para que puedan derramar toda su fuerza salvadora Cuando recita el Rosario

la comunidad cristiana estaacute en sintoniacutea con el recuerdo y con la mirada de Mariacutea

El Rosario oracioacuten contemplativa

12 El Rosario precisamente a partir de la experiencia de Mariacutea es una oracioacuten marcadamente contemplativa Sin esta dimensioacuten se desnaturalizariacutea como subrayoacute Pablo VI laquoSin contemplacioacuten el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecaacutenica repeticioacuten de foacutermulas y de contradecir la advertencia de Jesuacutes Cuando oreacuteis no seaacuteis charlatanes como los paganos que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad (Mt 6 7) Por su naturaleza el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso que favorezca en quien ora la meditacioacuten de los misterios de la vida del Sentildeor vistos a traveacutes del corazoacuten de Aquella que estuvo maacutes cerca del Sentildeor y que desvelen su insondable riquezaraquo[14]

Es necesario detenernos en este profundo pensamiento de Pablo VI para poner de relieve algunas dimensiones del Rosario que definen mejor su caraacutecter de contemplacioacuten cristoloacutegica

Recordar a Cristo con Mariacutea

13 La contemplacioacuten de Mariacutea es ante todo un recordar Conviene sin embargo entender esta palabra en el sentido biacuteblico de la memoria (zakar) que actualiza las obras realizadas por Dios en la historia de la salvacioacuten La Biblia es narracioacuten de acontecimientos salviacuteficos que tienen su culmen en el propio Cristo Estos acontecimientos no son solamente un ayer son tambieacuten el hoy de la salvacioacuten Esta actualizacioacuten se realiza en particular en la Liturgia lo que Dios ha llevado a cabo hace siglos no concierne solamente a los testigos directos de los acontecimientos sino que alcanza

con su gracia a los hombres de cada eacutepoca Esto vale tambieacuten en cierto modo para toda consideracioacuten piadosa de aquellos acontecimientos laquohacer memoriaraquo de ellos en actitud de fe y amor significa abrirse a la gracia que Cristo nos ha alcanzado con sus misterios de vida muerte y resurreccioacuten

Por esto mientras se reafirma con el Concilio Vaticano II que la Liturgia como ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo y culto puacuteblico es laquola cumbre a la que tiende la accioacuten de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerzaraquo[15] tambieacuten es necesario recordar que la vida espiritual laquo no se agota soacutelo con la participacioacuten en la sagrada Liturgia El cristiano llamado a orar en comuacuten debe no obstante entrar tambieacuten en su interior para orar al Padre que ve en lo escondido (cf Mt 6 6) maacutes auacuten seguacuten ensentildea el Apoacutestol debe orar sin interrupcioacuten (cf 1 Ts 5 17) raquo[16] El Rosario con su caraacutecter especiacutefico pertenece a este variado panorama de la oracioacuten incesante y si la Liturgia accioacuten de Cristo y de la Iglesia es accioacuten salviacutefica por excelencia el Rosario en cuanto meditacioacuten sobre Cristo con Mariacutea es contemplacioacuten saludable En efecto penetrando de misterio en misterio en la vida del Redentor hace que cuanto Eacutel ha realizado y la Liturgia actualiza sea asimilado profundamente y forje la propia existencia

Comprender a Cristo desde Mariacutea

14 Cristo es el Maestro por excelencia el revelador y la revelacioacuten No se trata soacutelo de comprender las cosas que Eacutel ha ensentildeado sino de comprenderle a Eacutel Pero en esto iquestqueacute maestra maacutes experta que Mariacutea Si en el aacutembito divino el Espiacuteritu es el Maestro interior que nos lleva a la plena verdad de Cristo (cf Jn 14 26 15 26 16 13) entre las criaturas nadie mejor que Ella conoce a Cristo nadie como su Madre

puede introducirnos en un conocimiento profundo de su misterio

El primero de los signos llevado a cabo por Jesuacutes ndashla transformacioacuten del agua en vino en las bodas de Canaacutendash nos muestra a Mariacutea precisamente como maestra mientras exhorta a los criados a ejecutar las disposiciones de Cristo (cf Jn 2 5) Y podemos imaginar que ha desempentildeado esta funcioacuten con los disciacutepulos despueacutes de la Ascensioacuten de Jesuacutes cuando se quedoacute con ellos esperando el Espiacuteritu Santo y los confortoacute en la primera misioacuten Recorrer con Mariacutea las escenas del Rosario es como ir a la escuela de Mariacutea para leer a Cristo para penetrar sus secretos para entender su mensaje

Una escuela la de Mariacutea mucho maacutes eficaz si se piensa que Ella la ejerce consiguieacutendonos abundantes dones del Espiacuteritu Santo y proponieacutendonos al mismo tiempo el ejemplo de aquella laquoperegrinacioacuten de la feraquo[17] en la cual es maestra incomparable Ante cada misterio del Hijo Ella nos invita como en su Anunciacioacuten a presentar con humildad los interrogantes que conducen a la luz para concluir siempre con la obediencia de la fe laquo He aquiacute la esclava del Sentildeor haacutegase en miacute seguacuten tu palabra raquo (Lc 1 38)

Configurarse a Cristo con Mariacutea

15 La espiritualidad cristiana tiene como caracteriacutestica el deber del disciacutepulo de configurarse cada vez maacutes plenamente con su Maestro (cf Rm 8 29 Flp 3 10 21) La efusioacuten del Espiacuteritu en el Bautismo une al creyente como el sarmiento a la vid que es Cristo (cf Jn 15 5) lo hace miembro de su Cuerpo miacutestico (cf 1 Co 12 12 Rm 12 5) A esta unidad inicial sin embargo ha de corresponder un camino de adhesioacuten creciente a Eacutel que oriente cada vez maacutes el comportamiento del disciacutepulo seguacuten la loacutegica de Cristo laquoTened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristoraquo

(Flp 2 5) Hace falta seguacuten las palabras del Apoacutestol laquorevestirse de Cristoraquo (cf Rm 13 14 Ga 3 27)

En el recorrido espiritual del Rosario basado en la contemplacioacuten incesante del rostro de Cristo ndashen compantildeiacutea de Mariacuteandash este exigente ideal de configuracioacuten con Eacutel se consigue a traveacutes de una asiduidad que pudieacuteramos decir amistosa Eacutesta nos introduce de modo natural en la vida de Cristo y nos hace como respirar sus sentimientos Acerca de esto dice el Beato Bartolomeacute Longo laquoComo dos amigos frecuentaacutendose suelen parecerse tambieacuten en las costumbres asiacute nosotros conversando familiarmente con Jesuacutes y la Virgen al meditar los Misterios del Rosario y formando juntos una misma vida de comunioacuten podemos llegar a ser en la medida de nuestra pequentildeez parecidos a ellos y aprender de estos eminentes ejemplos el vivir humilde pobre escondido paciente y perfectoraquo[18]

Ademaacutes mediante este proceso de configuracioacuten con Cristo en el Rosario nos encomendamos en particular a la accioacuten materna de la Virgen Santa Ella que es la madre de Cristo y a la vez miembro de la Iglesia como laquomiembro supereminente y completamente singularraquo[19] es al mismo tiempo Madre de la Iglesia Como tal engendra continuamente hijos para el Cuerpo miacutestico del Hijo Lo hace mediante su intercesioacuten implorando para ellos la efusioacuten inagotable del Espiacuteritu Ella es el icono perfecto de la maternidad de la Iglesia

El Rosario nos transporta miacutesticamente junto a Mariacutea dedicada a seguir el crecimiento humano de Cristo en la casa de Nazaret Eso le permite educarnos y modelarnos con la misma diligencia hasta que Cristo laquosea formadoraquo plenamente en nosotros (cf Ga 4 19) Esta accioacuten de Mariacutea basada totalmente en la de Cristo y subordinada radicalmente a ella laquofavorece y de ninguna manera impide la unioacuten inmediata de los creyentes con Cristoraquo[20] Es el principio

iluminador expresado por el Concilio Vaticano II que tan intensamente he experimentado en mi vida haciendo de eacutel la base de mi lema episcopal Totus tuus[21] Un lema como es sabido inspirado en la doctrina de san Luis Mariacutea Grignion de Montfort que explicoacute asiacute el papel de Mariacutea en el proceso de configuracioacuten de cada uno de nosotros con Cristo laquoComo quiera que toda nuestra perfeccioacuten consiste en el ser conformes unidos y consagrados a Jesucristo la maacutes perfecta de la devociones es sin duda alguna la que nos conforma nos une y nos consagra lo maacutes perfectamente posible a Jesucristo Ahora bien siendo Mariacutea de todas las criaturas la maacutes conforme a Jesucristo se sigue que de todas las devociones la que maacutes consagra y conforma un alma a Jesucristo es la devocioacuten a Mariacutea su Santiacutesima Madre y que cuanto maacutes consagrada esteacute un alma a la Santiacutesima Virgen tanto maacutes lo estaraacute a Jesucristoraquo[22] De verdad en el Rosario el camino de Cristo y el de Mariacutea se encuentran profundamente unidos iexclMariacutea no vive maacutes que en Cristo y en funcioacuten de Cristo

Rogar a Cristo con Mariacutea

16 Cristo nos ha invitado a dirigirnos a Dios con insistencia y confianza para ser escuchados laquoPedid y se os daraacute buscad y hallareacuteis llamad y se os abriraacuteraquo (Mt 7 7) El fundamento de esta eficacia de la oracioacuten es la bondad del Padre pero tambieacuten la mediacioacuten de Cristo ante Eacutel (cf 1 Jn 2 1) y la accioacuten del Espiacuteritu Santo que laquointercede por nosotrosraquo (Rm 8 26-27) seguacuten los designios de Dios En efecto nosotros laquono sabemos coacutemo pedirraquo (Rm 8 26) y a veces no somos escuchados porque pedimos mal (cf St 4 2-3)

Para apoyar la oracioacuten que Cristo y el Espiacuteritu hacen brotar en nuestro corazoacuten interviene Mariacutea con su intercesioacuten materna laquoLa oracioacuten de la Iglesia estaacute como apoyada en la oracioacuten de Mariacutearaquo[23] Efectivamente si Jesuacutes uacutenico

Mediador es el Camino de nuestra oracioacuten Mariacutea pura transparencia de Eacutel muestra el Camino y laquoa partir de esta cooperacioacuten singular de Mariacutea a la accioacuten del Espiacuteritu Santo las Iglesias han desarrollado la oracioacuten a la santa Madre de Dios centraacutendola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misteriosraquo[24] En las bodas de Canaacute el Evangelio muestra precisamente la eficacia de la intercesioacuten de Mariacutea que se hace portavoz ante Jesuacutes de las necesidades humanas laquoNo tienen vinoraquo (Jn 2 3)

El Rosario es a la vez meditacioacuten y suacuteplica La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesioacuten lo puede todo ante el corazoacuten del Hijo Ella es laquoomnipotente por graciaraquo como con audaz expresioacuten que debe entenderse bien dijo en su Suacuteplica a la Virgen el Beato Bartolomeacute Longo[25] Basada en el Evangelio eacutesta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente siguiendo a san Bernardo cuando canta laquoMujer eres tan grande y tanto vales que quien desea una gracia y no recurre a ti quiere que su deseo vuele sin alasraquo[26]En el Rosario mientras suplicamos a Mariacutea templo del Espiacuteritu Santo (cf Lc 1 35) Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno rogando con nosotros y por nosotros

Anunciar a Cristo con Mariacutea

17 El Rosario es tambieacuten un itinerario de anuncio y de profundizacioacuten en el que el misterio de Cristoes presentado continuamente en los diversos aspectos de la experiencia cristiana Es una presentacioacuten orante y contemplativa que trata de modelar al cristiano seguacuten el corazoacuten de Cristo Efectivamente si en el rezo del Rosario se valoran adecuadamente todos sus elementos para una meditacioacuten

eficaz se da especialmente en la celebracioacuten comunitaria en las parroquias y los santuarios una significativa oportunidad catequeacutetica que los Pastores deben saber aprovechar La Virgen del Rosario continuacutea tambieacuten de este modo su obra de anunciar a Cristo La historia del Rosario muestra coacutemo esta oracioacuten ha sido utilizada especialmente por los Dominicos en un momento difiacutecil para la Iglesia a causa de la difusioacuten de la herejiacutea Hoy estamos ante nuevos desafiacuteos iquestPor queacute no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de quienes nos han precedido El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador

CAPIacuteTULO II

MISTERIOS DE CRISTO MISTERIOS DE LA MADRE

El Rosario laquocompendio del Evangelioraquo

18 A la contemplacioacuten del rostro de Cristo soacutelo se llega escuchando en el Espiacuteritu la voz del Padre pues laquonadie conoce bien al Hijo sino el Padreraquo (Mt 11 27) Cerca de Cesarea de Felipe ante la confesioacuten de Pedro Jesuacutes puntualiza de doacutende proviene esta clara intuicioacuten sobre su identidad laquoNo te ha revelado esto la carne ni la sangre sino mi Padre que estaacute en los cielosraquo (Mt 16 17) Asiacute pues es necesaria la revelacioacuten de lo alto Pero para acogerla es indispensable ponerse a la escucha laquoSoacutelo la experiencia del silencio y de la oracioacuten ofrece el horizonte adecuado en el que puede madurar y desarrollarse el conocimiento maacutes auteacutentico fiel y coherente de aquel misterioraquo[27]

El Rosario es una de las modalidades tradicionales de la oracioacuten cristiana orientada a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Asiacute lo describiacutea el Papa Pablo VI laquo Oracioacuten evangeacutelica centrada en el misterio de la Encarnacioacuten redentora el Rosario es pues oracioacuten de orientacioacuten profundamente cristoloacutegica En efecto su elemento maacutes caracteriacutestico ndashla repeticioacuten litaacutenica del Dios te salve Mariacuteandash se convierte tambieacuten en alabanza constante a Cristo teacutermino uacuteltimo del anuncio del Aacutengel y del saludo de la Madre del Bautista Bendito el fruto de tu seno (Lc 142) Diremos maacutes la repeticioacuten del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplacioacuten de los misterios el Jesuacutes que toda Ave Mariacutea recuerda es el mismo que la sucesioacuten de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgenraquo[28]

Una incorporacioacuten oportuna

19 De los muchos misterios de la vida de Cristo el Rosario tal como se ha consolidado en la praacutectica maacutes comuacuten corroborada por la autoridad eclesial soacutelo considera algunos Dicha seleccioacuten proviene del contexto original de esta oracioacuten que se organizoacute teniendo en cuenta el nuacutemero 150 que es el mismo de los Salmos

No obstante para resaltar el caraacutecter cristoloacutegico del Rosario considero oportuna una incorporacioacuten que si bien se deja a la libre consideracioacuten de los individuos y de la comunidad les permita contemplar tambieacuten los misterios de la vida puacuteblica de Cristo desde el Bautismo a la Pasioacuten En efecto en estos misterios contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelador definitivo de Dios Eacutel es quien declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo en el Jordaacuten anuncia la llegada del Reino dando testimonio de eacutel con sus obras y proclamando sus exigencias Durante la vida puacuteblica es cuando el misterio de Cristo se manifiesta de

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 8: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

Un rostro brillante como el sol

9 laquoY se transfiguroacute delante de ellos su rostro se puso brillante como el solraquo (Mt 17 2) La escena evangeacutelica de la transfiguracioacuten de Cristo en la que los tres apoacutestoles Pedro Santiago y Juan aparecen como extasiados por la belleza del Redentor puede ser considerada como icono de la contemplacioacuten cristiana Fijar los ojos en el rostro de Cristo descubrir su misterio en el camino ordinario y doloroso de su humanidad hasta percibir su fulgor divino manifestado definitivamente en el Resucitado glorificado a la derecha del Padre es la tarea de todos los disciacutepulos de Cristo por lo tanto es tambieacuten la nuestra Contemplando este rostro nos disponemos a acoger el misterio de la vida trinitaria para experimentar de nuevo el amor del Padre y gozar de la alegriacutea del Espiacuteritu Santo Se realiza asiacute tambieacuten en nosotros la palabra de san Pablo laquoReflejamos como en un espejo la gloria del Sentildeor nos vamos transformando en esa misma imagen cada vez maacutes asiacute es como actuacutea el Sentildeor que es Espiacuterituraquo (2 Co 3 18)

Mariacutea modelo de contemplacioacuten

10 La contemplacioacuten de Cristo tiene en Mariacutea su modelo insuperable El rostro del Hijo le pertenece de un modo especial Ha sido en su vientre donde se ha formado tomando tambieacuten de Ella una semejanza humana que evoca una intimidad espiritual ciertamente maacutes grande auacuten Nadie se ha dedicado con la asiduidad de Mariacutea a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Los ojos de su corazoacuten se concentran de alguacuten modo en Eacutel ya en la Anunciacioacuten cuando lo concibe por obra del Espiacuteritu Santo en los meses sucesivos empieza a sentir su presencia y a imaginar sus rasgos Cuando por fin lo da a luz en Beleacuten sus ojos se vuelven tambieacuten tiernamente sobre el rostro del Hijo cuando lo laquoenvolvioacute en pantildeales y le acostoacute en un pesebreraquo (Lc 2 7)

Desde entonces su mirada siempre llena de adoracioacuten y asombro no se apartaraacute jamaacutes de Eacutel Seraacute a veces una mirada interrogadora como en el episodio de su extraviacuteo en el templo laquo Hijo iquestpor queacute nos has hecho esto raquo (Lc 2 48) seraacute en todo caso una mirada penetrante capaz de leer en lo iacutentimo de Jesuacutes hasta percibir sus sentimientos escondidos y presentir sus decisiones como en Canaacute (cf Jn 2 5) otras veces seraacute una mirada dolorida sobre todo bajo la cruz donde todaviacutea seraacute en cierto sentido la mirada de la parturienta ya que Mariacutea no se limitaraacute a compartir la pasioacuten y la muerte del Unigeacutenito sino que acogeraacute al nuevo hijo en el disciacutepulo predilecto confiado a Ella (cf Jn 19 26-27) en la mantildeana de Pascua seraacute una mirada radiante por la alegriacutea de la resurreccioacuten y por fin una mirada ardorosa por la efusioacuten del Espiacuteritu en el diacutea de Pentecosteacutes (cf Hch 1 14)

Los recuerdos de Mariacutea

11 Mariacutea vive mirando a Cristo y tiene en cuenta cada una de sus palabras laquo Guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazoacuten raquo (Lc 2 19 cf 2 51) Los recuerdos de Jesuacutes impresos en su alma la han acompantildeado en todo momento llevaacutendola a recorrer con el pensamiento los distintos episodios de su vida junto al Hijo Han sido aquellos recuerdos los que han constituido en cierto sentido el rosario que Ella ha recitado constantemente en los diacuteas de su vida terrenal

Y tambieacuten ahora entre los cantos de alegriacutea de la Jerusaleacuten celestial permanecen intactos los motivos de su accioacuten de gracias y su alabanza Ellos inspiran su materna solicitud hacia la Iglesia peregrina en la que sigue desarrollando la trama de su papel de evangelizadora Mariacutea propone continuamente a los creyentes los misterios de su Hijo con el deseo de que sean contemplados para que puedan derramar toda su fuerza salvadora Cuando recita el Rosario

la comunidad cristiana estaacute en sintoniacutea con el recuerdo y con la mirada de Mariacutea

El Rosario oracioacuten contemplativa

12 El Rosario precisamente a partir de la experiencia de Mariacutea es una oracioacuten marcadamente contemplativa Sin esta dimensioacuten se desnaturalizariacutea como subrayoacute Pablo VI laquoSin contemplacioacuten el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecaacutenica repeticioacuten de foacutermulas y de contradecir la advertencia de Jesuacutes Cuando oreacuteis no seaacuteis charlatanes como los paganos que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad (Mt 6 7) Por su naturaleza el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso que favorezca en quien ora la meditacioacuten de los misterios de la vida del Sentildeor vistos a traveacutes del corazoacuten de Aquella que estuvo maacutes cerca del Sentildeor y que desvelen su insondable riquezaraquo[14]

Es necesario detenernos en este profundo pensamiento de Pablo VI para poner de relieve algunas dimensiones del Rosario que definen mejor su caraacutecter de contemplacioacuten cristoloacutegica

Recordar a Cristo con Mariacutea

13 La contemplacioacuten de Mariacutea es ante todo un recordar Conviene sin embargo entender esta palabra en el sentido biacuteblico de la memoria (zakar) que actualiza las obras realizadas por Dios en la historia de la salvacioacuten La Biblia es narracioacuten de acontecimientos salviacuteficos que tienen su culmen en el propio Cristo Estos acontecimientos no son solamente un ayer son tambieacuten el hoy de la salvacioacuten Esta actualizacioacuten se realiza en particular en la Liturgia lo que Dios ha llevado a cabo hace siglos no concierne solamente a los testigos directos de los acontecimientos sino que alcanza

con su gracia a los hombres de cada eacutepoca Esto vale tambieacuten en cierto modo para toda consideracioacuten piadosa de aquellos acontecimientos laquohacer memoriaraquo de ellos en actitud de fe y amor significa abrirse a la gracia que Cristo nos ha alcanzado con sus misterios de vida muerte y resurreccioacuten

Por esto mientras se reafirma con el Concilio Vaticano II que la Liturgia como ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo y culto puacuteblico es laquola cumbre a la que tiende la accioacuten de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerzaraquo[15] tambieacuten es necesario recordar que la vida espiritual laquo no se agota soacutelo con la participacioacuten en la sagrada Liturgia El cristiano llamado a orar en comuacuten debe no obstante entrar tambieacuten en su interior para orar al Padre que ve en lo escondido (cf Mt 6 6) maacutes auacuten seguacuten ensentildea el Apoacutestol debe orar sin interrupcioacuten (cf 1 Ts 5 17) raquo[16] El Rosario con su caraacutecter especiacutefico pertenece a este variado panorama de la oracioacuten incesante y si la Liturgia accioacuten de Cristo y de la Iglesia es accioacuten salviacutefica por excelencia el Rosario en cuanto meditacioacuten sobre Cristo con Mariacutea es contemplacioacuten saludable En efecto penetrando de misterio en misterio en la vida del Redentor hace que cuanto Eacutel ha realizado y la Liturgia actualiza sea asimilado profundamente y forje la propia existencia

Comprender a Cristo desde Mariacutea

14 Cristo es el Maestro por excelencia el revelador y la revelacioacuten No se trata soacutelo de comprender las cosas que Eacutel ha ensentildeado sino de comprenderle a Eacutel Pero en esto iquestqueacute maestra maacutes experta que Mariacutea Si en el aacutembito divino el Espiacuteritu es el Maestro interior que nos lleva a la plena verdad de Cristo (cf Jn 14 26 15 26 16 13) entre las criaturas nadie mejor que Ella conoce a Cristo nadie como su Madre

puede introducirnos en un conocimiento profundo de su misterio

El primero de los signos llevado a cabo por Jesuacutes ndashla transformacioacuten del agua en vino en las bodas de Canaacutendash nos muestra a Mariacutea precisamente como maestra mientras exhorta a los criados a ejecutar las disposiciones de Cristo (cf Jn 2 5) Y podemos imaginar que ha desempentildeado esta funcioacuten con los disciacutepulos despueacutes de la Ascensioacuten de Jesuacutes cuando se quedoacute con ellos esperando el Espiacuteritu Santo y los confortoacute en la primera misioacuten Recorrer con Mariacutea las escenas del Rosario es como ir a la escuela de Mariacutea para leer a Cristo para penetrar sus secretos para entender su mensaje

Una escuela la de Mariacutea mucho maacutes eficaz si se piensa que Ella la ejerce consiguieacutendonos abundantes dones del Espiacuteritu Santo y proponieacutendonos al mismo tiempo el ejemplo de aquella laquoperegrinacioacuten de la feraquo[17] en la cual es maestra incomparable Ante cada misterio del Hijo Ella nos invita como en su Anunciacioacuten a presentar con humildad los interrogantes que conducen a la luz para concluir siempre con la obediencia de la fe laquo He aquiacute la esclava del Sentildeor haacutegase en miacute seguacuten tu palabra raquo (Lc 1 38)

Configurarse a Cristo con Mariacutea

15 La espiritualidad cristiana tiene como caracteriacutestica el deber del disciacutepulo de configurarse cada vez maacutes plenamente con su Maestro (cf Rm 8 29 Flp 3 10 21) La efusioacuten del Espiacuteritu en el Bautismo une al creyente como el sarmiento a la vid que es Cristo (cf Jn 15 5) lo hace miembro de su Cuerpo miacutestico (cf 1 Co 12 12 Rm 12 5) A esta unidad inicial sin embargo ha de corresponder un camino de adhesioacuten creciente a Eacutel que oriente cada vez maacutes el comportamiento del disciacutepulo seguacuten la loacutegica de Cristo laquoTened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristoraquo

(Flp 2 5) Hace falta seguacuten las palabras del Apoacutestol laquorevestirse de Cristoraquo (cf Rm 13 14 Ga 3 27)

En el recorrido espiritual del Rosario basado en la contemplacioacuten incesante del rostro de Cristo ndashen compantildeiacutea de Mariacuteandash este exigente ideal de configuracioacuten con Eacutel se consigue a traveacutes de una asiduidad que pudieacuteramos decir amistosa Eacutesta nos introduce de modo natural en la vida de Cristo y nos hace como respirar sus sentimientos Acerca de esto dice el Beato Bartolomeacute Longo laquoComo dos amigos frecuentaacutendose suelen parecerse tambieacuten en las costumbres asiacute nosotros conversando familiarmente con Jesuacutes y la Virgen al meditar los Misterios del Rosario y formando juntos una misma vida de comunioacuten podemos llegar a ser en la medida de nuestra pequentildeez parecidos a ellos y aprender de estos eminentes ejemplos el vivir humilde pobre escondido paciente y perfectoraquo[18]

Ademaacutes mediante este proceso de configuracioacuten con Cristo en el Rosario nos encomendamos en particular a la accioacuten materna de la Virgen Santa Ella que es la madre de Cristo y a la vez miembro de la Iglesia como laquomiembro supereminente y completamente singularraquo[19] es al mismo tiempo Madre de la Iglesia Como tal engendra continuamente hijos para el Cuerpo miacutestico del Hijo Lo hace mediante su intercesioacuten implorando para ellos la efusioacuten inagotable del Espiacuteritu Ella es el icono perfecto de la maternidad de la Iglesia

El Rosario nos transporta miacutesticamente junto a Mariacutea dedicada a seguir el crecimiento humano de Cristo en la casa de Nazaret Eso le permite educarnos y modelarnos con la misma diligencia hasta que Cristo laquosea formadoraquo plenamente en nosotros (cf Ga 4 19) Esta accioacuten de Mariacutea basada totalmente en la de Cristo y subordinada radicalmente a ella laquofavorece y de ninguna manera impide la unioacuten inmediata de los creyentes con Cristoraquo[20] Es el principio

iluminador expresado por el Concilio Vaticano II que tan intensamente he experimentado en mi vida haciendo de eacutel la base de mi lema episcopal Totus tuus[21] Un lema como es sabido inspirado en la doctrina de san Luis Mariacutea Grignion de Montfort que explicoacute asiacute el papel de Mariacutea en el proceso de configuracioacuten de cada uno de nosotros con Cristo laquoComo quiera que toda nuestra perfeccioacuten consiste en el ser conformes unidos y consagrados a Jesucristo la maacutes perfecta de la devociones es sin duda alguna la que nos conforma nos une y nos consagra lo maacutes perfectamente posible a Jesucristo Ahora bien siendo Mariacutea de todas las criaturas la maacutes conforme a Jesucristo se sigue que de todas las devociones la que maacutes consagra y conforma un alma a Jesucristo es la devocioacuten a Mariacutea su Santiacutesima Madre y que cuanto maacutes consagrada esteacute un alma a la Santiacutesima Virgen tanto maacutes lo estaraacute a Jesucristoraquo[22] De verdad en el Rosario el camino de Cristo y el de Mariacutea se encuentran profundamente unidos iexclMariacutea no vive maacutes que en Cristo y en funcioacuten de Cristo

Rogar a Cristo con Mariacutea

16 Cristo nos ha invitado a dirigirnos a Dios con insistencia y confianza para ser escuchados laquoPedid y se os daraacute buscad y hallareacuteis llamad y se os abriraacuteraquo (Mt 7 7) El fundamento de esta eficacia de la oracioacuten es la bondad del Padre pero tambieacuten la mediacioacuten de Cristo ante Eacutel (cf 1 Jn 2 1) y la accioacuten del Espiacuteritu Santo que laquointercede por nosotrosraquo (Rm 8 26-27) seguacuten los designios de Dios En efecto nosotros laquono sabemos coacutemo pedirraquo (Rm 8 26) y a veces no somos escuchados porque pedimos mal (cf St 4 2-3)

Para apoyar la oracioacuten que Cristo y el Espiacuteritu hacen brotar en nuestro corazoacuten interviene Mariacutea con su intercesioacuten materna laquoLa oracioacuten de la Iglesia estaacute como apoyada en la oracioacuten de Mariacutearaquo[23] Efectivamente si Jesuacutes uacutenico

Mediador es el Camino de nuestra oracioacuten Mariacutea pura transparencia de Eacutel muestra el Camino y laquoa partir de esta cooperacioacuten singular de Mariacutea a la accioacuten del Espiacuteritu Santo las Iglesias han desarrollado la oracioacuten a la santa Madre de Dios centraacutendola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misteriosraquo[24] En las bodas de Canaacute el Evangelio muestra precisamente la eficacia de la intercesioacuten de Mariacutea que se hace portavoz ante Jesuacutes de las necesidades humanas laquoNo tienen vinoraquo (Jn 2 3)

El Rosario es a la vez meditacioacuten y suacuteplica La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesioacuten lo puede todo ante el corazoacuten del Hijo Ella es laquoomnipotente por graciaraquo como con audaz expresioacuten que debe entenderse bien dijo en su Suacuteplica a la Virgen el Beato Bartolomeacute Longo[25] Basada en el Evangelio eacutesta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente siguiendo a san Bernardo cuando canta laquoMujer eres tan grande y tanto vales que quien desea una gracia y no recurre a ti quiere que su deseo vuele sin alasraquo[26]En el Rosario mientras suplicamos a Mariacutea templo del Espiacuteritu Santo (cf Lc 1 35) Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno rogando con nosotros y por nosotros

Anunciar a Cristo con Mariacutea

17 El Rosario es tambieacuten un itinerario de anuncio y de profundizacioacuten en el que el misterio de Cristoes presentado continuamente en los diversos aspectos de la experiencia cristiana Es una presentacioacuten orante y contemplativa que trata de modelar al cristiano seguacuten el corazoacuten de Cristo Efectivamente si en el rezo del Rosario se valoran adecuadamente todos sus elementos para una meditacioacuten

eficaz se da especialmente en la celebracioacuten comunitaria en las parroquias y los santuarios una significativa oportunidad catequeacutetica que los Pastores deben saber aprovechar La Virgen del Rosario continuacutea tambieacuten de este modo su obra de anunciar a Cristo La historia del Rosario muestra coacutemo esta oracioacuten ha sido utilizada especialmente por los Dominicos en un momento difiacutecil para la Iglesia a causa de la difusioacuten de la herejiacutea Hoy estamos ante nuevos desafiacuteos iquestPor queacute no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de quienes nos han precedido El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador

CAPIacuteTULO II

MISTERIOS DE CRISTO MISTERIOS DE LA MADRE

El Rosario laquocompendio del Evangelioraquo

18 A la contemplacioacuten del rostro de Cristo soacutelo se llega escuchando en el Espiacuteritu la voz del Padre pues laquonadie conoce bien al Hijo sino el Padreraquo (Mt 11 27) Cerca de Cesarea de Felipe ante la confesioacuten de Pedro Jesuacutes puntualiza de doacutende proviene esta clara intuicioacuten sobre su identidad laquoNo te ha revelado esto la carne ni la sangre sino mi Padre que estaacute en los cielosraquo (Mt 16 17) Asiacute pues es necesaria la revelacioacuten de lo alto Pero para acogerla es indispensable ponerse a la escucha laquoSoacutelo la experiencia del silencio y de la oracioacuten ofrece el horizonte adecuado en el que puede madurar y desarrollarse el conocimiento maacutes auteacutentico fiel y coherente de aquel misterioraquo[27]

El Rosario es una de las modalidades tradicionales de la oracioacuten cristiana orientada a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Asiacute lo describiacutea el Papa Pablo VI laquo Oracioacuten evangeacutelica centrada en el misterio de la Encarnacioacuten redentora el Rosario es pues oracioacuten de orientacioacuten profundamente cristoloacutegica En efecto su elemento maacutes caracteriacutestico ndashla repeticioacuten litaacutenica del Dios te salve Mariacuteandash se convierte tambieacuten en alabanza constante a Cristo teacutermino uacuteltimo del anuncio del Aacutengel y del saludo de la Madre del Bautista Bendito el fruto de tu seno (Lc 142) Diremos maacutes la repeticioacuten del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplacioacuten de los misterios el Jesuacutes que toda Ave Mariacutea recuerda es el mismo que la sucesioacuten de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgenraquo[28]

Una incorporacioacuten oportuna

19 De los muchos misterios de la vida de Cristo el Rosario tal como se ha consolidado en la praacutectica maacutes comuacuten corroborada por la autoridad eclesial soacutelo considera algunos Dicha seleccioacuten proviene del contexto original de esta oracioacuten que se organizoacute teniendo en cuenta el nuacutemero 150 que es el mismo de los Salmos

No obstante para resaltar el caraacutecter cristoloacutegico del Rosario considero oportuna una incorporacioacuten que si bien se deja a la libre consideracioacuten de los individuos y de la comunidad les permita contemplar tambieacuten los misterios de la vida puacuteblica de Cristo desde el Bautismo a la Pasioacuten En efecto en estos misterios contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelador definitivo de Dios Eacutel es quien declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo en el Jordaacuten anuncia la llegada del Reino dando testimonio de eacutel con sus obras y proclamando sus exigencias Durante la vida puacuteblica es cuando el misterio de Cristo se manifiesta de

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 9: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

Desde entonces su mirada siempre llena de adoracioacuten y asombro no se apartaraacute jamaacutes de Eacutel Seraacute a veces una mirada interrogadora como en el episodio de su extraviacuteo en el templo laquo Hijo iquestpor queacute nos has hecho esto raquo (Lc 2 48) seraacute en todo caso una mirada penetrante capaz de leer en lo iacutentimo de Jesuacutes hasta percibir sus sentimientos escondidos y presentir sus decisiones como en Canaacute (cf Jn 2 5) otras veces seraacute una mirada dolorida sobre todo bajo la cruz donde todaviacutea seraacute en cierto sentido la mirada de la parturienta ya que Mariacutea no se limitaraacute a compartir la pasioacuten y la muerte del Unigeacutenito sino que acogeraacute al nuevo hijo en el disciacutepulo predilecto confiado a Ella (cf Jn 19 26-27) en la mantildeana de Pascua seraacute una mirada radiante por la alegriacutea de la resurreccioacuten y por fin una mirada ardorosa por la efusioacuten del Espiacuteritu en el diacutea de Pentecosteacutes (cf Hch 1 14)

Los recuerdos de Mariacutea

11 Mariacutea vive mirando a Cristo y tiene en cuenta cada una de sus palabras laquo Guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazoacuten raquo (Lc 2 19 cf 2 51) Los recuerdos de Jesuacutes impresos en su alma la han acompantildeado en todo momento llevaacutendola a recorrer con el pensamiento los distintos episodios de su vida junto al Hijo Han sido aquellos recuerdos los que han constituido en cierto sentido el rosario que Ella ha recitado constantemente en los diacuteas de su vida terrenal

Y tambieacuten ahora entre los cantos de alegriacutea de la Jerusaleacuten celestial permanecen intactos los motivos de su accioacuten de gracias y su alabanza Ellos inspiran su materna solicitud hacia la Iglesia peregrina en la que sigue desarrollando la trama de su papel de evangelizadora Mariacutea propone continuamente a los creyentes los misterios de su Hijo con el deseo de que sean contemplados para que puedan derramar toda su fuerza salvadora Cuando recita el Rosario

la comunidad cristiana estaacute en sintoniacutea con el recuerdo y con la mirada de Mariacutea

El Rosario oracioacuten contemplativa

12 El Rosario precisamente a partir de la experiencia de Mariacutea es una oracioacuten marcadamente contemplativa Sin esta dimensioacuten se desnaturalizariacutea como subrayoacute Pablo VI laquoSin contemplacioacuten el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecaacutenica repeticioacuten de foacutermulas y de contradecir la advertencia de Jesuacutes Cuando oreacuteis no seaacuteis charlatanes como los paganos que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad (Mt 6 7) Por su naturaleza el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso que favorezca en quien ora la meditacioacuten de los misterios de la vida del Sentildeor vistos a traveacutes del corazoacuten de Aquella que estuvo maacutes cerca del Sentildeor y que desvelen su insondable riquezaraquo[14]

Es necesario detenernos en este profundo pensamiento de Pablo VI para poner de relieve algunas dimensiones del Rosario que definen mejor su caraacutecter de contemplacioacuten cristoloacutegica

Recordar a Cristo con Mariacutea

13 La contemplacioacuten de Mariacutea es ante todo un recordar Conviene sin embargo entender esta palabra en el sentido biacuteblico de la memoria (zakar) que actualiza las obras realizadas por Dios en la historia de la salvacioacuten La Biblia es narracioacuten de acontecimientos salviacuteficos que tienen su culmen en el propio Cristo Estos acontecimientos no son solamente un ayer son tambieacuten el hoy de la salvacioacuten Esta actualizacioacuten se realiza en particular en la Liturgia lo que Dios ha llevado a cabo hace siglos no concierne solamente a los testigos directos de los acontecimientos sino que alcanza

con su gracia a los hombres de cada eacutepoca Esto vale tambieacuten en cierto modo para toda consideracioacuten piadosa de aquellos acontecimientos laquohacer memoriaraquo de ellos en actitud de fe y amor significa abrirse a la gracia que Cristo nos ha alcanzado con sus misterios de vida muerte y resurreccioacuten

Por esto mientras se reafirma con el Concilio Vaticano II que la Liturgia como ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo y culto puacuteblico es laquola cumbre a la que tiende la accioacuten de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerzaraquo[15] tambieacuten es necesario recordar que la vida espiritual laquo no se agota soacutelo con la participacioacuten en la sagrada Liturgia El cristiano llamado a orar en comuacuten debe no obstante entrar tambieacuten en su interior para orar al Padre que ve en lo escondido (cf Mt 6 6) maacutes auacuten seguacuten ensentildea el Apoacutestol debe orar sin interrupcioacuten (cf 1 Ts 5 17) raquo[16] El Rosario con su caraacutecter especiacutefico pertenece a este variado panorama de la oracioacuten incesante y si la Liturgia accioacuten de Cristo y de la Iglesia es accioacuten salviacutefica por excelencia el Rosario en cuanto meditacioacuten sobre Cristo con Mariacutea es contemplacioacuten saludable En efecto penetrando de misterio en misterio en la vida del Redentor hace que cuanto Eacutel ha realizado y la Liturgia actualiza sea asimilado profundamente y forje la propia existencia

Comprender a Cristo desde Mariacutea

14 Cristo es el Maestro por excelencia el revelador y la revelacioacuten No se trata soacutelo de comprender las cosas que Eacutel ha ensentildeado sino de comprenderle a Eacutel Pero en esto iquestqueacute maestra maacutes experta que Mariacutea Si en el aacutembito divino el Espiacuteritu es el Maestro interior que nos lleva a la plena verdad de Cristo (cf Jn 14 26 15 26 16 13) entre las criaturas nadie mejor que Ella conoce a Cristo nadie como su Madre

puede introducirnos en un conocimiento profundo de su misterio

El primero de los signos llevado a cabo por Jesuacutes ndashla transformacioacuten del agua en vino en las bodas de Canaacutendash nos muestra a Mariacutea precisamente como maestra mientras exhorta a los criados a ejecutar las disposiciones de Cristo (cf Jn 2 5) Y podemos imaginar que ha desempentildeado esta funcioacuten con los disciacutepulos despueacutes de la Ascensioacuten de Jesuacutes cuando se quedoacute con ellos esperando el Espiacuteritu Santo y los confortoacute en la primera misioacuten Recorrer con Mariacutea las escenas del Rosario es como ir a la escuela de Mariacutea para leer a Cristo para penetrar sus secretos para entender su mensaje

Una escuela la de Mariacutea mucho maacutes eficaz si se piensa que Ella la ejerce consiguieacutendonos abundantes dones del Espiacuteritu Santo y proponieacutendonos al mismo tiempo el ejemplo de aquella laquoperegrinacioacuten de la feraquo[17] en la cual es maestra incomparable Ante cada misterio del Hijo Ella nos invita como en su Anunciacioacuten a presentar con humildad los interrogantes que conducen a la luz para concluir siempre con la obediencia de la fe laquo He aquiacute la esclava del Sentildeor haacutegase en miacute seguacuten tu palabra raquo (Lc 1 38)

Configurarse a Cristo con Mariacutea

15 La espiritualidad cristiana tiene como caracteriacutestica el deber del disciacutepulo de configurarse cada vez maacutes plenamente con su Maestro (cf Rm 8 29 Flp 3 10 21) La efusioacuten del Espiacuteritu en el Bautismo une al creyente como el sarmiento a la vid que es Cristo (cf Jn 15 5) lo hace miembro de su Cuerpo miacutestico (cf 1 Co 12 12 Rm 12 5) A esta unidad inicial sin embargo ha de corresponder un camino de adhesioacuten creciente a Eacutel que oriente cada vez maacutes el comportamiento del disciacutepulo seguacuten la loacutegica de Cristo laquoTened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristoraquo

(Flp 2 5) Hace falta seguacuten las palabras del Apoacutestol laquorevestirse de Cristoraquo (cf Rm 13 14 Ga 3 27)

En el recorrido espiritual del Rosario basado en la contemplacioacuten incesante del rostro de Cristo ndashen compantildeiacutea de Mariacuteandash este exigente ideal de configuracioacuten con Eacutel se consigue a traveacutes de una asiduidad que pudieacuteramos decir amistosa Eacutesta nos introduce de modo natural en la vida de Cristo y nos hace como respirar sus sentimientos Acerca de esto dice el Beato Bartolomeacute Longo laquoComo dos amigos frecuentaacutendose suelen parecerse tambieacuten en las costumbres asiacute nosotros conversando familiarmente con Jesuacutes y la Virgen al meditar los Misterios del Rosario y formando juntos una misma vida de comunioacuten podemos llegar a ser en la medida de nuestra pequentildeez parecidos a ellos y aprender de estos eminentes ejemplos el vivir humilde pobre escondido paciente y perfectoraquo[18]

Ademaacutes mediante este proceso de configuracioacuten con Cristo en el Rosario nos encomendamos en particular a la accioacuten materna de la Virgen Santa Ella que es la madre de Cristo y a la vez miembro de la Iglesia como laquomiembro supereminente y completamente singularraquo[19] es al mismo tiempo Madre de la Iglesia Como tal engendra continuamente hijos para el Cuerpo miacutestico del Hijo Lo hace mediante su intercesioacuten implorando para ellos la efusioacuten inagotable del Espiacuteritu Ella es el icono perfecto de la maternidad de la Iglesia

El Rosario nos transporta miacutesticamente junto a Mariacutea dedicada a seguir el crecimiento humano de Cristo en la casa de Nazaret Eso le permite educarnos y modelarnos con la misma diligencia hasta que Cristo laquosea formadoraquo plenamente en nosotros (cf Ga 4 19) Esta accioacuten de Mariacutea basada totalmente en la de Cristo y subordinada radicalmente a ella laquofavorece y de ninguna manera impide la unioacuten inmediata de los creyentes con Cristoraquo[20] Es el principio

iluminador expresado por el Concilio Vaticano II que tan intensamente he experimentado en mi vida haciendo de eacutel la base de mi lema episcopal Totus tuus[21] Un lema como es sabido inspirado en la doctrina de san Luis Mariacutea Grignion de Montfort que explicoacute asiacute el papel de Mariacutea en el proceso de configuracioacuten de cada uno de nosotros con Cristo laquoComo quiera que toda nuestra perfeccioacuten consiste en el ser conformes unidos y consagrados a Jesucristo la maacutes perfecta de la devociones es sin duda alguna la que nos conforma nos une y nos consagra lo maacutes perfectamente posible a Jesucristo Ahora bien siendo Mariacutea de todas las criaturas la maacutes conforme a Jesucristo se sigue que de todas las devociones la que maacutes consagra y conforma un alma a Jesucristo es la devocioacuten a Mariacutea su Santiacutesima Madre y que cuanto maacutes consagrada esteacute un alma a la Santiacutesima Virgen tanto maacutes lo estaraacute a Jesucristoraquo[22] De verdad en el Rosario el camino de Cristo y el de Mariacutea se encuentran profundamente unidos iexclMariacutea no vive maacutes que en Cristo y en funcioacuten de Cristo

Rogar a Cristo con Mariacutea

16 Cristo nos ha invitado a dirigirnos a Dios con insistencia y confianza para ser escuchados laquoPedid y se os daraacute buscad y hallareacuteis llamad y se os abriraacuteraquo (Mt 7 7) El fundamento de esta eficacia de la oracioacuten es la bondad del Padre pero tambieacuten la mediacioacuten de Cristo ante Eacutel (cf 1 Jn 2 1) y la accioacuten del Espiacuteritu Santo que laquointercede por nosotrosraquo (Rm 8 26-27) seguacuten los designios de Dios En efecto nosotros laquono sabemos coacutemo pedirraquo (Rm 8 26) y a veces no somos escuchados porque pedimos mal (cf St 4 2-3)

Para apoyar la oracioacuten que Cristo y el Espiacuteritu hacen brotar en nuestro corazoacuten interviene Mariacutea con su intercesioacuten materna laquoLa oracioacuten de la Iglesia estaacute como apoyada en la oracioacuten de Mariacutearaquo[23] Efectivamente si Jesuacutes uacutenico

Mediador es el Camino de nuestra oracioacuten Mariacutea pura transparencia de Eacutel muestra el Camino y laquoa partir de esta cooperacioacuten singular de Mariacutea a la accioacuten del Espiacuteritu Santo las Iglesias han desarrollado la oracioacuten a la santa Madre de Dios centraacutendola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misteriosraquo[24] En las bodas de Canaacute el Evangelio muestra precisamente la eficacia de la intercesioacuten de Mariacutea que se hace portavoz ante Jesuacutes de las necesidades humanas laquoNo tienen vinoraquo (Jn 2 3)

El Rosario es a la vez meditacioacuten y suacuteplica La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesioacuten lo puede todo ante el corazoacuten del Hijo Ella es laquoomnipotente por graciaraquo como con audaz expresioacuten que debe entenderse bien dijo en su Suacuteplica a la Virgen el Beato Bartolomeacute Longo[25] Basada en el Evangelio eacutesta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente siguiendo a san Bernardo cuando canta laquoMujer eres tan grande y tanto vales que quien desea una gracia y no recurre a ti quiere que su deseo vuele sin alasraquo[26]En el Rosario mientras suplicamos a Mariacutea templo del Espiacuteritu Santo (cf Lc 1 35) Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno rogando con nosotros y por nosotros

Anunciar a Cristo con Mariacutea

17 El Rosario es tambieacuten un itinerario de anuncio y de profundizacioacuten en el que el misterio de Cristoes presentado continuamente en los diversos aspectos de la experiencia cristiana Es una presentacioacuten orante y contemplativa que trata de modelar al cristiano seguacuten el corazoacuten de Cristo Efectivamente si en el rezo del Rosario se valoran adecuadamente todos sus elementos para una meditacioacuten

eficaz se da especialmente en la celebracioacuten comunitaria en las parroquias y los santuarios una significativa oportunidad catequeacutetica que los Pastores deben saber aprovechar La Virgen del Rosario continuacutea tambieacuten de este modo su obra de anunciar a Cristo La historia del Rosario muestra coacutemo esta oracioacuten ha sido utilizada especialmente por los Dominicos en un momento difiacutecil para la Iglesia a causa de la difusioacuten de la herejiacutea Hoy estamos ante nuevos desafiacuteos iquestPor queacute no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de quienes nos han precedido El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador

CAPIacuteTULO II

MISTERIOS DE CRISTO MISTERIOS DE LA MADRE

El Rosario laquocompendio del Evangelioraquo

18 A la contemplacioacuten del rostro de Cristo soacutelo se llega escuchando en el Espiacuteritu la voz del Padre pues laquonadie conoce bien al Hijo sino el Padreraquo (Mt 11 27) Cerca de Cesarea de Felipe ante la confesioacuten de Pedro Jesuacutes puntualiza de doacutende proviene esta clara intuicioacuten sobre su identidad laquoNo te ha revelado esto la carne ni la sangre sino mi Padre que estaacute en los cielosraquo (Mt 16 17) Asiacute pues es necesaria la revelacioacuten de lo alto Pero para acogerla es indispensable ponerse a la escucha laquoSoacutelo la experiencia del silencio y de la oracioacuten ofrece el horizonte adecuado en el que puede madurar y desarrollarse el conocimiento maacutes auteacutentico fiel y coherente de aquel misterioraquo[27]

El Rosario es una de las modalidades tradicionales de la oracioacuten cristiana orientada a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Asiacute lo describiacutea el Papa Pablo VI laquo Oracioacuten evangeacutelica centrada en el misterio de la Encarnacioacuten redentora el Rosario es pues oracioacuten de orientacioacuten profundamente cristoloacutegica En efecto su elemento maacutes caracteriacutestico ndashla repeticioacuten litaacutenica del Dios te salve Mariacuteandash se convierte tambieacuten en alabanza constante a Cristo teacutermino uacuteltimo del anuncio del Aacutengel y del saludo de la Madre del Bautista Bendito el fruto de tu seno (Lc 142) Diremos maacutes la repeticioacuten del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplacioacuten de los misterios el Jesuacutes que toda Ave Mariacutea recuerda es el mismo que la sucesioacuten de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgenraquo[28]

Una incorporacioacuten oportuna

19 De los muchos misterios de la vida de Cristo el Rosario tal como se ha consolidado en la praacutectica maacutes comuacuten corroborada por la autoridad eclesial soacutelo considera algunos Dicha seleccioacuten proviene del contexto original de esta oracioacuten que se organizoacute teniendo en cuenta el nuacutemero 150 que es el mismo de los Salmos

No obstante para resaltar el caraacutecter cristoloacutegico del Rosario considero oportuna una incorporacioacuten que si bien se deja a la libre consideracioacuten de los individuos y de la comunidad les permita contemplar tambieacuten los misterios de la vida puacuteblica de Cristo desde el Bautismo a la Pasioacuten En efecto en estos misterios contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelador definitivo de Dios Eacutel es quien declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo en el Jordaacuten anuncia la llegada del Reino dando testimonio de eacutel con sus obras y proclamando sus exigencias Durante la vida puacuteblica es cuando el misterio de Cristo se manifiesta de

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 10: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

la comunidad cristiana estaacute en sintoniacutea con el recuerdo y con la mirada de Mariacutea

El Rosario oracioacuten contemplativa

12 El Rosario precisamente a partir de la experiencia de Mariacutea es una oracioacuten marcadamente contemplativa Sin esta dimensioacuten se desnaturalizariacutea como subrayoacute Pablo VI laquoSin contemplacioacuten el Rosario es un cuerpo sin alma y su rezo corre el peligro de convertirse en mecaacutenica repeticioacuten de foacutermulas y de contradecir la advertencia de Jesuacutes Cuando oreacuteis no seaacuteis charlatanes como los paganos que creen ser escuchados en virtud de su locuacidad (Mt 6 7) Por su naturaleza el rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso que favorezca en quien ora la meditacioacuten de los misterios de la vida del Sentildeor vistos a traveacutes del corazoacuten de Aquella que estuvo maacutes cerca del Sentildeor y que desvelen su insondable riquezaraquo[14]

Es necesario detenernos en este profundo pensamiento de Pablo VI para poner de relieve algunas dimensiones del Rosario que definen mejor su caraacutecter de contemplacioacuten cristoloacutegica

Recordar a Cristo con Mariacutea

13 La contemplacioacuten de Mariacutea es ante todo un recordar Conviene sin embargo entender esta palabra en el sentido biacuteblico de la memoria (zakar) que actualiza las obras realizadas por Dios en la historia de la salvacioacuten La Biblia es narracioacuten de acontecimientos salviacuteficos que tienen su culmen en el propio Cristo Estos acontecimientos no son solamente un ayer son tambieacuten el hoy de la salvacioacuten Esta actualizacioacuten se realiza en particular en la Liturgia lo que Dios ha llevado a cabo hace siglos no concierne solamente a los testigos directos de los acontecimientos sino que alcanza

con su gracia a los hombres de cada eacutepoca Esto vale tambieacuten en cierto modo para toda consideracioacuten piadosa de aquellos acontecimientos laquohacer memoriaraquo de ellos en actitud de fe y amor significa abrirse a la gracia que Cristo nos ha alcanzado con sus misterios de vida muerte y resurreccioacuten

Por esto mientras se reafirma con el Concilio Vaticano II que la Liturgia como ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo y culto puacuteblico es laquola cumbre a la que tiende la accioacuten de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerzaraquo[15] tambieacuten es necesario recordar que la vida espiritual laquo no se agota soacutelo con la participacioacuten en la sagrada Liturgia El cristiano llamado a orar en comuacuten debe no obstante entrar tambieacuten en su interior para orar al Padre que ve en lo escondido (cf Mt 6 6) maacutes auacuten seguacuten ensentildea el Apoacutestol debe orar sin interrupcioacuten (cf 1 Ts 5 17) raquo[16] El Rosario con su caraacutecter especiacutefico pertenece a este variado panorama de la oracioacuten incesante y si la Liturgia accioacuten de Cristo y de la Iglesia es accioacuten salviacutefica por excelencia el Rosario en cuanto meditacioacuten sobre Cristo con Mariacutea es contemplacioacuten saludable En efecto penetrando de misterio en misterio en la vida del Redentor hace que cuanto Eacutel ha realizado y la Liturgia actualiza sea asimilado profundamente y forje la propia existencia

Comprender a Cristo desde Mariacutea

14 Cristo es el Maestro por excelencia el revelador y la revelacioacuten No se trata soacutelo de comprender las cosas que Eacutel ha ensentildeado sino de comprenderle a Eacutel Pero en esto iquestqueacute maestra maacutes experta que Mariacutea Si en el aacutembito divino el Espiacuteritu es el Maestro interior que nos lleva a la plena verdad de Cristo (cf Jn 14 26 15 26 16 13) entre las criaturas nadie mejor que Ella conoce a Cristo nadie como su Madre

puede introducirnos en un conocimiento profundo de su misterio

El primero de los signos llevado a cabo por Jesuacutes ndashla transformacioacuten del agua en vino en las bodas de Canaacutendash nos muestra a Mariacutea precisamente como maestra mientras exhorta a los criados a ejecutar las disposiciones de Cristo (cf Jn 2 5) Y podemos imaginar que ha desempentildeado esta funcioacuten con los disciacutepulos despueacutes de la Ascensioacuten de Jesuacutes cuando se quedoacute con ellos esperando el Espiacuteritu Santo y los confortoacute en la primera misioacuten Recorrer con Mariacutea las escenas del Rosario es como ir a la escuela de Mariacutea para leer a Cristo para penetrar sus secretos para entender su mensaje

Una escuela la de Mariacutea mucho maacutes eficaz si se piensa que Ella la ejerce consiguieacutendonos abundantes dones del Espiacuteritu Santo y proponieacutendonos al mismo tiempo el ejemplo de aquella laquoperegrinacioacuten de la feraquo[17] en la cual es maestra incomparable Ante cada misterio del Hijo Ella nos invita como en su Anunciacioacuten a presentar con humildad los interrogantes que conducen a la luz para concluir siempre con la obediencia de la fe laquo He aquiacute la esclava del Sentildeor haacutegase en miacute seguacuten tu palabra raquo (Lc 1 38)

Configurarse a Cristo con Mariacutea

15 La espiritualidad cristiana tiene como caracteriacutestica el deber del disciacutepulo de configurarse cada vez maacutes plenamente con su Maestro (cf Rm 8 29 Flp 3 10 21) La efusioacuten del Espiacuteritu en el Bautismo une al creyente como el sarmiento a la vid que es Cristo (cf Jn 15 5) lo hace miembro de su Cuerpo miacutestico (cf 1 Co 12 12 Rm 12 5) A esta unidad inicial sin embargo ha de corresponder un camino de adhesioacuten creciente a Eacutel que oriente cada vez maacutes el comportamiento del disciacutepulo seguacuten la loacutegica de Cristo laquoTened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristoraquo

(Flp 2 5) Hace falta seguacuten las palabras del Apoacutestol laquorevestirse de Cristoraquo (cf Rm 13 14 Ga 3 27)

En el recorrido espiritual del Rosario basado en la contemplacioacuten incesante del rostro de Cristo ndashen compantildeiacutea de Mariacuteandash este exigente ideal de configuracioacuten con Eacutel se consigue a traveacutes de una asiduidad que pudieacuteramos decir amistosa Eacutesta nos introduce de modo natural en la vida de Cristo y nos hace como respirar sus sentimientos Acerca de esto dice el Beato Bartolomeacute Longo laquoComo dos amigos frecuentaacutendose suelen parecerse tambieacuten en las costumbres asiacute nosotros conversando familiarmente con Jesuacutes y la Virgen al meditar los Misterios del Rosario y formando juntos una misma vida de comunioacuten podemos llegar a ser en la medida de nuestra pequentildeez parecidos a ellos y aprender de estos eminentes ejemplos el vivir humilde pobre escondido paciente y perfectoraquo[18]

Ademaacutes mediante este proceso de configuracioacuten con Cristo en el Rosario nos encomendamos en particular a la accioacuten materna de la Virgen Santa Ella que es la madre de Cristo y a la vez miembro de la Iglesia como laquomiembro supereminente y completamente singularraquo[19] es al mismo tiempo Madre de la Iglesia Como tal engendra continuamente hijos para el Cuerpo miacutestico del Hijo Lo hace mediante su intercesioacuten implorando para ellos la efusioacuten inagotable del Espiacuteritu Ella es el icono perfecto de la maternidad de la Iglesia

El Rosario nos transporta miacutesticamente junto a Mariacutea dedicada a seguir el crecimiento humano de Cristo en la casa de Nazaret Eso le permite educarnos y modelarnos con la misma diligencia hasta que Cristo laquosea formadoraquo plenamente en nosotros (cf Ga 4 19) Esta accioacuten de Mariacutea basada totalmente en la de Cristo y subordinada radicalmente a ella laquofavorece y de ninguna manera impide la unioacuten inmediata de los creyentes con Cristoraquo[20] Es el principio

iluminador expresado por el Concilio Vaticano II que tan intensamente he experimentado en mi vida haciendo de eacutel la base de mi lema episcopal Totus tuus[21] Un lema como es sabido inspirado en la doctrina de san Luis Mariacutea Grignion de Montfort que explicoacute asiacute el papel de Mariacutea en el proceso de configuracioacuten de cada uno de nosotros con Cristo laquoComo quiera que toda nuestra perfeccioacuten consiste en el ser conformes unidos y consagrados a Jesucristo la maacutes perfecta de la devociones es sin duda alguna la que nos conforma nos une y nos consagra lo maacutes perfectamente posible a Jesucristo Ahora bien siendo Mariacutea de todas las criaturas la maacutes conforme a Jesucristo se sigue que de todas las devociones la que maacutes consagra y conforma un alma a Jesucristo es la devocioacuten a Mariacutea su Santiacutesima Madre y que cuanto maacutes consagrada esteacute un alma a la Santiacutesima Virgen tanto maacutes lo estaraacute a Jesucristoraquo[22] De verdad en el Rosario el camino de Cristo y el de Mariacutea se encuentran profundamente unidos iexclMariacutea no vive maacutes que en Cristo y en funcioacuten de Cristo

Rogar a Cristo con Mariacutea

16 Cristo nos ha invitado a dirigirnos a Dios con insistencia y confianza para ser escuchados laquoPedid y se os daraacute buscad y hallareacuteis llamad y se os abriraacuteraquo (Mt 7 7) El fundamento de esta eficacia de la oracioacuten es la bondad del Padre pero tambieacuten la mediacioacuten de Cristo ante Eacutel (cf 1 Jn 2 1) y la accioacuten del Espiacuteritu Santo que laquointercede por nosotrosraquo (Rm 8 26-27) seguacuten los designios de Dios En efecto nosotros laquono sabemos coacutemo pedirraquo (Rm 8 26) y a veces no somos escuchados porque pedimos mal (cf St 4 2-3)

Para apoyar la oracioacuten que Cristo y el Espiacuteritu hacen brotar en nuestro corazoacuten interviene Mariacutea con su intercesioacuten materna laquoLa oracioacuten de la Iglesia estaacute como apoyada en la oracioacuten de Mariacutearaquo[23] Efectivamente si Jesuacutes uacutenico

Mediador es el Camino de nuestra oracioacuten Mariacutea pura transparencia de Eacutel muestra el Camino y laquoa partir de esta cooperacioacuten singular de Mariacutea a la accioacuten del Espiacuteritu Santo las Iglesias han desarrollado la oracioacuten a la santa Madre de Dios centraacutendola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misteriosraquo[24] En las bodas de Canaacute el Evangelio muestra precisamente la eficacia de la intercesioacuten de Mariacutea que se hace portavoz ante Jesuacutes de las necesidades humanas laquoNo tienen vinoraquo (Jn 2 3)

El Rosario es a la vez meditacioacuten y suacuteplica La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesioacuten lo puede todo ante el corazoacuten del Hijo Ella es laquoomnipotente por graciaraquo como con audaz expresioacuten que debe entenderse bien dijo en su Suacuteplica a la Virgen el Beato Bartolomeacute Longo[25] Basada en el Evangelio eacutesta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente siguiendo a san Bernardo cuando canta laquoMujer eres tan grande y tanto vales que quien desea una gracia y no recurre a ti quiere que su deseo vuele sin alasraquo[26]En el Rosario mientras suplicamos a Mariacutea templo del Espiacuteritu Santo (cf Lc 1 35) Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno rogando con nosotros y por nosotros

Anunciar a Cristo con Mariacutea

17 El Rosario es tambieacuten un itinerario de anuncio y de profundizacioacuten en el que el misterio de Cristoes presentado continuamente en los diversos aspectos de la experiencia cristiana Es una presentacioacuten orante y contemplativa que trata de modelar al cristiano seguacuten el corazoacuten de Cristo Efectivamente si en el rezo del Rosario se valoran adecuadamente todos sus elementos para una meditacioacuten

eficaz se da especialmente en la celebracioacuten comunitaria en las parroquias y los santuarios una significativa oportunidad catequeacutetica que los Pastores deben saber aprovechar La Virgen del Rosario continuacutea tambieacuten de este modo su obra de anunciar a Cristo La historia del Rosario muestra coacutemo esta oracioacuten ha sido utilizada especialmente por los Dominicos en un momento difiacutecil para la Iglesia a causa de la difusioacuten de la herejiacutea Hoy estamos ante nuevos desafiacuteos iquestPor queacute no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de quienes nos han precedido El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador

CAPIacuteTULO II

MISTERIOS DE CRISTO MISTERIOS DE LA MADRE

El Rosario laquocompendio del Evangelioraquo

18 A la contemplacioacuten del rostro de Cristo soacutelo se llega escuchando en el Espiacuteritu la voz del Padre pues laquonadie conoce bien al Hijo sino el Padreraquo (Mt 11 27) Cerca de Cesarea de Felipe ante la confesioacuten de Pedro Jesuacutes puntualiza de doacutende proviene esta clara intuicioacuten sobre su identidad laquoNo te ha revelado esto la carne ni la sangre sino mi Padre que estaacute en los cielosraquo (Mt 16 17) Asiacute pues es necesaria la revelacioacuten de lo alto Pero para acogerla es indispensable ponerse a la escucha laquoSoacutelo la experiencia del silencio y de la oracioacuten ofrece el horizonte adecuado en el que puede madurar y desarrollarse el conocimiento maacutes auteacutentico fiel y coherente de aquel misterioraquo[27]

El Rosario es una de las modalidades tradicionales de la oracioacuten cristiana orientada a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Asiacute lo describiacutea el Papa Pablo VI laquo Oracioacuten evangeacutelica centrada en el misterio de la Encarnacioacuten redentora el Rosario es pues oracioacuten de orientacioacuten profundamente cristoloacutegica En efecto su elemento maacutes caracteriacutestico ndashla repeticioacuten litaacutenica del Dios te salve Mariacuteandash se convierte tambieacuten en alabanza constante a Cristo teacutermino uacuteltimo del anuncio del Aacutengel y del saludo de la Madre del Bautista Bendito el fruto de tu seno (Lc 142) Diremos maacutes la repeticioacuten del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplacioacuten de los misterios el Jesuacutes que toda Ave Mariacutea recuerda es el mismo que la sucesioacuten de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgenraquo[28]

Una incorporacioacuten oportuna

19 De los muchos misterios de la vida de Cristo el Rosario tal como se ha consolidado en la praacutectica maacutes comuacuten corroborada por la autoridad eclesial soacutelo considera algunos Dicha seleccioacuten proviene del contexto original de esta oracioacuten que se organizoacute teniendo en cuenta el nuacutemero 150 que es el mismo de los Salmos

No obstante para resaltar el caraacutecter cristoloacutegico del Rosario considero oportuna una incorporacioacuten que si bien se deja a la libre consideracioacuten de los individuos y de la comunidad les permita contemplar tambieacuten los misterios de la vida puacuteblica de Cristo desde el Bautismo a la Pasioacuten En efecto en estos misterios contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelador definitivo de Dios Eacutel es quien declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo en el Jordaacuten anuncia la llegada del Reino dando testimonio de eacutel con sus obras y proclamando sus exigencias Durante la vida puacuteblica es cuando el misterio de Cristo se manifiesta de

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Page 11: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

con su gracia a los hombres de cada eacutepoca Esto vale tambieacuten en cierto modo para toda consideracioacuten piadosa de aquellos acontecimientos laquohacer memoriaraquo de ellos en actitud de fe y amor significa abrirse a la gracia que Cristo nos ha alcanzado con sus misterios de vida muerte y resurreccioacuten

Por esto mientras se reafirma con el Concilio Vaticano II que la Liturgia como ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo y culto puacuteblico es laquola cumbre a la que tiende la accioacuten de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerzaraquo[15] tambieacuten es necesario recordar que la vida espiritual laquo no se agota soacutelo con la participacioacuten en la sagrada Liturgia El cristiano llamado a orar en comuacuten debe no obstante entrar tambieacuten en su interior para orar al Padre que ve en lo escondido (cf Mt 6 6) maacutes auacuten seguacuten ensentildea el Apoacutestol debe orar sin interrupcioacuten (cf 1 Ts 5 17) raquo[16] El Rosario con su caraacutecter especiacutefico pertenece a este variado panorama de la oracioacuten incesante y si la Liturgia accioacuten de Cristo y de la Iglesia es accioacuten salviacutefica por excelencia el Rosario en cuanto meditacioacuten sobre Cristo con Mariacutea es contemplacioacuten saludable En efecto penetrando de misterio en misterio en la vida del Redentor hace que cuanto Eacutel ha realizado y la Liturgia actualiza sea asimilado profundamente y forje la propia existencia

Comprender a Cristo desde Mariacutea

14 Cristo es el Maestro por excelencia el revelador y la revelacioacuten No se trata soacutelo de comprender las cosas que Eacutel ha ensentildeado sino de comprenderle a Eacutel Pero en esto iquestqueacute maestra maacutes experta que Mariacutea Si en el aacutembito divino el Espiacuteritu es el Maestro interior que nos lleva a la plena verdad de Cristo (cf Jn 14 26 15 26 16 13) entre las criaturas nadie mejor que Ella conoce a Cristo nadie como su Madre

puede introducirnos en un conocimiento profundo de su misterio

El primero de los signos llevado a cabo por Jesuacutes ndashla transformacioacuten del agua en vino en las bodas de Canaacutendash nos muestra a Mariacutea precisamente como maestra mientras exhorta a los criados a ejecutar las disposiciones de Cristo (cf Jn 2 5) Y podemos imaginar que ha desempentildeado esta funcioacuten con los disciacutepulos despueacutes de la Ascensioacuten de Jesuacutes cuando se quedoacute con ellos esperando el Espiacuteritu Santo y los confortoacute en la primera misioacuten Recorrer con Mariacutea las escenas del Rosario es como ir a la escuela de Mariacutea para leer a Cristo para penetrar sus secretos para entender su mensaje

Una escuela la de Mariacutea mucho maacutes eficaz si se piensa que Ella la ejerce consiguieacutendonos abundantes dones del Espiacuteritu Santo y proponieacutendonos al mismo tiempo el ejemplo de aquella laquoperegrinacioacuten de la feraquo[17] en la cual es maestra incomparable Ante cada misterio del Hijo Ella nos invita como en su Anunciacioacuten a presentar con humildad los interrogantes que conducen a la luz para concluir siempre con la obediencia de la fe laquo He aquiacute la esclava del Sentildeor haacutegase en miacute seguacuten tu palabra raquo (Lc 1 38)

Configurarse a Cristo con Mariacutea

15 La espiritualidad cristiana tiene como caracteriacutestica el deber del disciacutepulo de configurarse cada vez maacutes plenamente con su Maestro (cf Rm 8 29 Flp 3 10 21) La efusioacuten del Espiacuteritu en el Bautismo une al creyente como el sarmiento a la vid que es Cristo (cf Jn 15 5) lo hace miembro de su Cuerpo miacutestico (cf 1 Co 12 12 Rm 12 5) A esta unidad inicial sin embargo ha de corresponder un camino de adhesioacuten creciente a Eacutel que oriente cada vez maacutes el comportamiento del disciacutepulo seguacuten la loacutegica de Cristo laquoTened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristoraquo

(Flp 2 5) Hace falta seguacuten las palabras del Apoacutestol laquorevestirse de Cristoraquo (cf Rm 13 14 Ga 3 27)

En el recorrido espiritual del Rosario basado en la contemplacioacuten incesante del rostro de Cristo ndashen compantildeiacutea de Mariacuteandash este exigente ideal de configuracioacuten con Eacutel se consigue a traveacutes de una asiduidad que pudieacuteramos decir amistosa Eacutesta nos introduce de modo natural en la vida de Cristo y nos hace como respirar sus sentimientos Acerca de esto dice el Beato Bartolomeacute Longo laquoComo dos amigos frecuentaacutendose suelen parecerse tambieacuten en las costumbres asiacute nosotros conversando familiarmente con Jesuacutes y la Virgen al meditar los Misterios del Rosario y formando juntos una misma vida de comunioacuten podemos llegar a ser en la medida de nuestra pequentildeez parecidos a ellos y aprender de estos eminentes ejemplos el vivir humilde pobre escondido paciente y perfectoraquo[18]

Ademaacutes mediante este proceso de configuracioacuten con Cristo en el Rosario nos encomendamos en particular a la accioacuten materna de la Virgen Santa Ella que es la madre de Cristo y a la vez miembro de la Iglesia como laquomiembro supereminente y completamente singularraquo[19] es al mismo tiempo Madre de la Iglesia Como tal engendra continuamente hijos para el Cuerpo miacutestico del Hijo Lo hace mediante su intercesioacuten implorando para ellos la efusioacuten inagotable del Espiacuteritu Ella es el icono perfecto de la maternidad de la Iglesia

El Rosario nos transporta miacutesticamente junto a Mariacutea dedicada a seguir el crecimiento humano de Cristo en la casa de Nazaret Eso le permite educarnos y modelarnos con la misma diligencia hasta que Cristo laquosea formadoraquo plenamente en nosotros (cf Ga 4 19) Esta accioacuten de Mariacutea basada totalmente en la de Cristo y subordinada radicalmente a ella laquofavorece y de ninguna manera impide la unioacuten inmediata de los creyentes con Cristoraquo[20] Es el principio

iluminador expresado por el Concilio Vaticano II que tan intensamente he experimentado en mi vida haciendo de eacutel la base de mi lema episcopal Totus tuus[21] Un lema como es sabido inspirado en la doctrina de san Luis Mariacutea Grignion de Montfort que explicoacute asiacute el papel de Mariacutea en el proceso de configuracioacuten de cada uno de nosotros con Cristo laquoComo quiera que toda nuestra perfeccioacuten consiste en el ser conformes unidos y consagrados a Jesucristo la maacutes perfecta de la devociones es sin duda alguna la que nos conforma nos une y nos consagra lo maacutes perfectamente posible a Jesucristo Ahora bien siendo Mariacutea de todas las criaturas la maacutes conforme a Jesucristo se sigue que de todas las devociones la que maacutes consagra y conforma un alma a Jesucristo es la devocioacuten a Mariacutea su Santiacutesima Madre y que cuanto maacutes consagrada esteacute un alma a la Santiacutesima Virgen tanto maacutes lo estaraacute a Jesucristoraquo[22] De verdad en el Rosario el camino de Cristo y el de Mariacutea se encuentran profundamente unidos iexclMariacutea no vive maacutes que en Cristo y en funcioacuten de Cristo

Rogar a Cristo con Mariacutea

16 Cristo nos ha invitado a dirigirnos a Dios con insistencia y confianza para ser escuchados laquoPedid y se os daraacute buscad y hallareacuteis llamad y se os abriraacuteraquo (Mt 7 7) El fundamento de esta eficacia de la oracioacuten es la bondad del Padre pero tambieacuten la mediacioacuten de Cristo ante Eacutel (cf 1 Jn 2 1) y la accioacuten del Espiacuteritu Santo que laquointercede por nosotrosraquo (Rm 8 26-27) seguacuten los designios de Dios En efecto nosotros laquono sabemos coacutemo pedirraquo (Rm 8 26) y a veces no somos escuchados porque pedimos mal (cf St 4 2-3)

Para apoyar la oracioacuten que Cristo y el Espiacuteritu hacen brotar en nuestro corazoacuten interviene Mariacutea con su intercesioacuten materna laquoLa oracioacuten de la Iglesia estaacute como apoyada en la oracioacuten de Mariacutearaquo[23] Efectivamente si Jesuacutes uacutenico

Mediador es el Camino de nuestra oracioacuten Mariacutea pura transparencia de Eacutel muestra el Camino y laquoa partir de esta cooperacioacuten singular de Mariacutea a la accioacuten del Espiacuteritu Santo las Iglesias han desarrollado la oracioacuten a la santa Madre de Dios centraacutendola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misteriosraquo[24] En las bodas de Canaacute el Evangelio muestra precisamente la eficacia de la intercesioacuten de Mariacutea que se hace portavoz ante Jesuacutes de las necesidades humanas laquoNo tienen vinoraquo (Jn 2 3)

El Rosario es a la vez meditacioacuten y suacuteplica La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesioacuten lo puede todo ante el corazoacuten del Hijo Ella es laquoomnipotente por graciaraquo como con audaz expresioacuten que debe entenderse bien dijo en su Suacuteplica a la Virgen el Beato Bartolomeacute Longo[25] Basada en el Evangelio eacutesta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente siguiendo a san Bernardo cuando canta laquoMujer eres tan grande y tanto vales que quien desea una gracia y no recurre a ti quiere que su deseo vuele sin alasraquo[26]En el Rosario mientras suplicamos a Mariacutea templo del Espiacuteritu Santo (cf Lc 1 35) Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno rogando con nosotros y por nosotros

Anunciar a Cristo con Mariacutea

17 El Rosario es tambieacuten un itinerario de anuncio y de profundizacioacuten en el que el misterio de Cristoes presentado continuamente en los diversos aspectos de la experiencia cristiana Es una presentacioacuten orante y contemplativa que trata de modelar al cristiano seguacuten el corazoacuten de Cristo Efectivamente si en el rezo del Rosario se valoran adecuadamente todos sus elementos para una meditacioacuten

eficaz se da especialmente en la celebracioacuten comunitaria en las parroquias y los santuarios una significativa oportunidad catequeacutetica que los Pastores deben saber aprovechar La Virgen del Rosario continuacutea tambieacuten de este modo su obra de anunciar a Cristo La historia del Rosario muestra coacutemo esta oracioacuten ha sido utilizada especialmente por los Dominicos en un momento difiacutecil para la Iglesia a causa de la difusioacuten de la herejiacutea Hoy estamos ante nuevos desafiacuteos iquestPor queacute no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de quienes nos han precedido El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador

CAPIacuteTULO II

MISTERIOS DE CRISTO MISTERIOS DE LA MADRE

El Rosario laquocompendio del Evangelioraquo

18 A la contemplacioacuten del rostro de Cristo soacutelo se llega escuchando en el Espiacuteritu la voz del Padre pues laquonadie conoce bien al Hijo sino el Padreraquo (Mt 11 27) Cerca de Cesarea de Felipe ante la confesioacuten de Pedro Jesuacutes puntualiza de doacutende proviene esta clara intuicioacuten sobre su identidad laquoNo te ha revelado esto la carne ni la sangre sino mi Padre que estaacute en los cielosraquo (Mt 16 17) Asiacute pues es necesaria la revelacioacuten de lo alto Pero para acogerla es indispensable ponerse a la escucha laquoSoacutelo la experiencia del silencio y de la oracioacuten ofrece el horizonte adecuado en el que puede madurar y desarrollarse el conocimiento maacutes auteacutentico fiel y coherente de aquel misterioraquo[27]

El Rosario es una de las modalidades tradicionales de la oracioacuten cristiana orientada a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Asiacute lo describiacutea el Papa Pablo VI laquo Oracioacuten evangeacutelica centrada en el misterio de la Encarnacioacuten redentora el Rosario es pues oracioacuten de orientacioacuten profundamente cristoloacutegica En efecto su elemento maacutes caracteriacutestico ndashla repeticioacuten litaacutenica del Dios te salve Mariacuteandash se convierte tambieacuten en alabanza constante a Cristo teacutermino uacuteltimo del anuncio del Aacutengel y del saludo de la Madre del Bautista Bendito el fruto de tu seno (Lc 142) Diremos maacutes la repeticioacuten del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplacioacuten de los misterios el Jesuacutes que toda Ave Mariacutea recuerda es el mismo que la sucesioacuten de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgenraquo[28]

Una incorporacioacuten oportuna

19 De los muchos misterios de la vida de Cristo el Rosario tal como se ha consolidado en la praacutectica maacutes comuacuten corroborada por la autoridad eclesial soacutelo considera algunos Dicha seleccioacuten proviene del contexto original de esta oracioacuten que se organizoacute teniendo en cuenta el nuacutemero 150 que es el mismo de los Salmos

No obstante para resaltar el caraacutecter cristoloacutegico del Rosario considero oportuna una incorporacioacuten que si bien se deja a la libre consideracioacuten de los individuos y de la comunidad les permita contemplar tambieacuten los misterios de la vida puacuteblica de Cristo desde el Bautismo a la Pasioacuten En efecto en estos misterios contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelador definitivo de Dios Eacutel es quien declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo en el Jordaacuten anuncia la llegada del Reino dando testimonio de eacutel con sus obras y proclamando sus exigencias Durante la vida puacuteblica es cuando el misterio de Cristo se manifiesta de

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 12: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

puede introducirnos en un conocimiento profundo de su misterio

El primero de los signos llevado a cabo por Jesuacutes ndashla transformacioacuten del agua en vino en las bodas de Canaacutendash nos muestra a Mariacutea precisamente como maestra mientras exhorta a los criados a ejecutar las disposiciones de Cristo (cf Jn 2 5) Y podemos imaginar que ha desempentildeado esta funcioacuten con los disciacutepulos despueacutes de la Ascensioacuten de Jesuacutes cuando se quedoacute con ellos esperando el Espiacuteritu Santo y los confortoacute en la primera misioacuten Recorrer con Mariacutea las escenas del Rosario es como ir a la escuela de Mariacutea para leer a Cristo para penetrar sus secretos para entender su mensaje

Una escuela la de Mariacutea mucho maacutes eficaz si se piensa que Ella la ejerce consiguieacutendonos abundantes dones del Espiacuteritu Santo y proponieacutendonos al mismo tiempo el ejemplo de aquella laquoperegrinacioacuten de la feraquo[17] en la cual es maestra incomparable Ante cada misterio del Hijo Ella nos invita como en su Anunciacioacuten a presentar con humildad los interrogantes que conducen a la luz para concluir siempre con la obediencia de la fe laquo He aquiacute la esclava del Sentildeor haacutegase en miacute seguacuten tu palabra raquo (Lc 1 38)

Configurarse a Cristo con Mariacutea

15 La espiritualidad cristiana tiene como caracteriacutestica el deber del disciacutepulo de configurarse cada vez maacutes plenamente con su Maestro (cf Rm 8 29 Flp 3 10 21) La efusioacuten del Espiacuteritu en el Bautismo une al creyente como el sarmiento a la vid que es Cristo (cf Jn 15 5) lo hace miembro de su Cuerpo miacutestico (cf 1 Co 12 12 Rm 12 5) A esta unidad inicial sin embargo ha de corresponder un camino de adhesioacuten creciente a Eacutel que oriente cada vez maacutes el comportamiento del disciacutepulo seguacuten la loacutegica de Cristo laquoTened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristoraquo

(Flp 2 5) Hace falta seguacuten las palabras del Apoacutestol laquorevestirse de Cristoraquo (cf Rm 13 14 Ga 3 27)

En el recorrido espiritual del Rosario basado en la contemplacioacuten incesante del rostro de Cristo ndashen compantildeiacutea de Mariacuteandash este exigente ideal de configuracioacuten con Eacutel se consigue a traveacutes de una asiduidad que pudieacuteramos decir amistosa Eacutesta nos introduce de modo natural en la vida de Cristo y nos hace como respirar sus sentimientos Acerca de esto dice el Beato Bartolomeacute Longo laquoComo dos amigos frecuentaacutendose suelen parecerse tambieacuten en las costumbres asiacute nosotros conversando familiarmente con Jesuacutes y la Virgen al meditar los Misterios del Rosario y formando juntos una misma vida de comunioacuten podemos llegar a ser en la medida de nuestra pequentildeez parecidos a ellos y aprender de estos eminentes ejemplos el vivir humilde pobre escondido paciente y perfectoraquo[18]

Ademaacutes mediante este proceso de configuracioacuten con Cristo en el Rosario nos encomendamos en particular a la accioacuten materna de la Virgen Santa Ella que es la madre de Cristo y a la vez miembro de la Iglesia como laquomiembro supereminente y completamente singularraquo[19] es al mismo tiempo Madre de la Iglesia Como tal engendra continuamente hijos para el Cuerpo miacutestico del Hijo Lo hace mediante su intercesioacuten implorando para ellos la efusioacuten inagotable del Espiacuteritu Ella es el icono perfecto de la maternidad de la Iglesia

El Rosario nos transporta miacutesticamente junto a Mariacutea dedicada a seguir el crecimiento humano de Cristo en la casa de Nazaret Eso le permite educarnos y modelarnos con la misma diligencia hasta que Cristo laquosea formadoraquo plenamente en nosotros (cf Ga 4 19) Esta accioacuten de Mariacutea basada totalmente en la de Cristo y subordinada radicalmente a ella laquofavorece y de ninguna manera impide la unioacuten inmediata de los creyentes con Cristoraquo[20] Es el principio

iluminador expresado por el Concilio Vaticano II que tan intensamente he experimentado en mi vida haciendo de eacutel la base de mi lema episcopal Totus tuus[21] Un lema como es sabido inspirado en la doctrina de san Luis Mariacutea Grignion de Montfort que explicoacute asiacute el papel de Mariacutea en el proceso de configuracioacuten de cada uno de nosotros con Cristo laquoComo quiera que toda nuestra perfeccioacuten consiste en el ser conformes unidos y consagrados a Jesucristo la maacutes perfecta de la devociones es sin duda alguna la que nos conforma nos une y nos consagra lo maacutes perfectamente posible a Jesucristo Ahora bien siendo Mariacutea de todas las criaturas la maacutes conforme a Jesucristo se sigue que de todas las devociones la que maacutes consagra y conforma un alma a Jesucristo es la devocioacuten a Mariacutea su Santiacutesima Madre y que cuanto maacutes consagrada esteacute un alma a la Santiacutesima Virgen tanto maacutes lo estaraacute a Jesucristoraquo[22] De verdad en el Rosario el camino de Cristo y el de Mariacutea se encuentran profundamente unidos iexclMariacutea no vive maacutes que en Cristo y en funcioacuten de Cristo

Rogar a Cristo con Mariacutea

16 Cristo nos ha invitado a dirigirnos a Dios con insistencia y confianza para ser escuchados laquoPedid y se os daraacute buscad y hallareacuteis llamad y se os abriraacuteraquo (Mt 7 7) El fundamento de esta eficacia de la oracioacuten es la bondad del Padre pero tambieacuten la mediacioacuten de Cristo ante Eacutel (cf 1 Jn 2 1) y la accioacuten del Espiacuteritu Santo que laquointercede por nosotrosraquo (Rm 8 26-27) seguacuten los designios de Dios En efecto nosotros laquono sabemos coacutemo pedirraquo (Rm 8 26) y a veces no somos escuchados porque pedimos mal (cf St 4 2-3)

Para apoyar la oracioacuten que Cristo y el Espiacuteritu hacen brotar en nuestro corazoacuten interviene Mariacutea con su intercesioacuten materna laquoLa oracioacuten de la Iglesia estaacute como apoyada en la oracioacuten de Mariacutearaquo[23] Efectivamente si Jesuacutes uacutenico

Mediador es el Camino de nuestra oracioacuten Mariacutea pura transparencia de Eacutel muestra el Camino y laquoa partir de esta cooperacioacuten singular de Mariacutea a la accioacuten del Espiacuteritu Santo las Iglesias han desarrollado la oracioacuten a la santa Madre de Dios centraacutendola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misteriosraquo[24] En las bodas de Canaacute el Evangelio muestra precisamente la eficacia de la intercesioacuten de Mariacutea que se hace portavoz ante Jesuacutes de las necesidades humanas laquoNo tienen vinoraquo (Jn 2 3)

El Rosario es a la vez meditacioacuten y suacuteplica La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesioacuten lo puede todo ante el corazoacuten del Hijo Ella es laquoomnipotente por graciaraquo como con audaz expresioacuten que debe entenderse bien dijo en su Suacuteplica a la Virgen el Beato Bartolomeacute Longo[25] Basada en el Evangelio eacutesta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente siguiendo a san Bernardo cuando canta laquoMujer eres tan grande y tanto vales que quien desea una gracia y no recurre a ti quiere que su deseo vuele sin alasraquo[26]En el Rosario mientras suplicamos a Mariacutea templo del Espiacuteritu Santo (cf Lc 1 35) Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno rogando con nosotros y por nosotros

Anunciar a Cristo con Mariacutea

17 El Rosario es tambieacuten un itinerario de anuncio y de profundizacioacuten en el que el misterio de Cristoes presentado continuamente en los diversos aspectos de la experiencia cristiana Es una presentacioacuten orante y contemplativa que trata de modelar al cristiano seguacuten el corazoacuten de Cristo Efectivamente si en el rezo del Rosario se valoran adecuadamente todos sus elementos para una meditacioacuten

eficaz se da especialmente en la celebracioacuten comunitaria en las parroquias y los santuarios una significativa oportunidad catequeacutetica que los Pastores deben saber aprovechar La Virgen del Rosario continuacutea tambieacuten de este modo su obra de anunciar a Cristo La historia del Rosario muestra coacutemo esta oracioacuten ha sido utilizada especialmente por los Dominicos en un momento difiacutecil para la Iglesia a causa de la difusioacuten de la herejiacutea Hoy estamos ante nuevos desafiacuteos iquestPor queacute no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de quienes nos han precedido El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador

CAPIacuteTULO II

MISTERIOS DE CRISTO MISTERIOS DE LA MADRE

El Rosario laquocompendio del Evangelioraquo

18 A la contemplacioacuten del rostro de Cristo soacutelo se llega escuchando en el Espiacuteritu la voz del Padre pues laquonadie conoce bien al Hijo sino el Padreraquo (Mt 11 27) Cerca de Cesarea de Felipe ante la confesioacuten de Pedro Jesuacutes puntualiza de doacutende proviene esta clara intuicioacuten sobre su identidad laquoNo te ha revelado esto la carne ni la sangre sino mi Padre que estaacute en los cielosraquo (Mt 16 17) Asiacute pues es necesaria la revelacioacuten de lo alto Pero para acogerla es indispensable ponerse a la escucha laquoSoacutelo la experiencia del silencio y de la oracioacuten ofrece el horizonte adecuado en el que puede madurar y desarrollarse el conocimiento maacutes auteacutentico fiel y coherente de aquel misterioraquo[27]

El Rosario es una de las modalidades tradicionales de la oracioacuten cristiana orientada a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Asiacute lo describiacutea el Papa Pablo VI laquo Oracioacuten evangeacutelica centrada en el misterio de la Encarnacioacuten redentora el Rosario es pues oracioacuten de orientacioacuten profundamente cristoloacutegica En efecto su elemento maacutes caracteriacutestico ndashla repeticioacuten litaacutenica del Dios te salve Mariacuteandash se convierte tambieacuten en alabanza constante a Cristo teacutermino uacuteltimo del anuncio del Aacutengel y del saludo de la Madre del Bautista Bendito el fruto de tu seno (Lc 142) Diremos maacutes la repeticioacuten del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplacioacuten de los misterios el Jesuacutes que toda Ave Mariacutea recuerda es el mismo que la sucesioacuten de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgenraquo[28]

Una incorporacioacuten oportuna

19 De los muchos misterios de la vida de Cristo el Rosario tal como se ha consolidado en la praacutectica maacutes comuacuten corroborada por la autoridad eclesial soacutelo considera algunos Dicha seleccioacuten proviene del contexto original de esta oracioacuten que se organizoacute teniendo en cuenta el nuacutemero 150 que es el mismo de los Salmos

No obstante para resaltar el caraacutecter cristoloacutegico del Rosario considero oportuna una incorporacioacuten que si bien se deja a la libre consideracioacuten de los individuos y de la comunidad les permita contemplar tambieacuten los misterios de la vida puacuteblica de Cristo desde el Bautismo a la Pasioacuten En efecto en estos misterios contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelador definitivo de Dios Eacutel es quien declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo en el Jordaacuten anuncia la llegada del Reino dando testimonio de eacutel con sus obras y proclamando sus exigencias Durante la vida puacuteblica es cuando el misterio de Cristo se manifiesta de

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 13: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

(Flp 2 5) Hace falta seguacuten las palabras del Apoacutestol laquorevestirse de Cristoraquo (cf Rm 13 14 Ga 3 27)

En el recorrido espiritual del Rosario basado en la contemplacioacuten incesante del rostro de Cristo ndashen compantildeiacutea de Mariacuteandash este exigente ideal de configuracioacuten con Eacutel se consigue a traveacutes de una asiduidad que pudieacuteramos decir amistosa Eacutesta nos introduce de modo natural en la vida de Cristo y nos hace como respirar sus sentimientos Acerca de esto dice el Beato Bartolomeacute Longo laquoComo dos amigos frecuentaacutendose suelen parecerse tambieacuten en las costumbres asiacute nosotros conversando familiarmente con Jesuacutes y la Virgen al meditar los Misterios del Rosario y formando juntos una misma vida de comunioacuten podemos llegar a ser en la medida de nuestra pequentildeez parecidos a ellos y aprender de estos eminentes ejemplos el vivir humilde pobre escondido paciente y perfectoraquo[18]

Ademaacutes mediante este proceso de configuracioacuten con Cristo en el Rosario nos encomendamos en particular a la accioacuten materna de la Virgen Santa Ella que es la madre de Cristo y a la vez miembro de la Iglesia como laquomiembro supereminente y completamente singularraquo[19] es al mismo tiempo Madre de la Iglesia Como tal engendra continuamente hijos para el Cuerpo miacutestico del Hijo Lo hace mediante su intercesioacuten implorando para ellos la efusioacuten inagotable del Espiacuteritu Ella es el icono perfecto de la maternidad de la Iglesia

El Rosario nos transporta miacutesticamente junto a Mariacutea dedicada a seguir el crecimiento humano de Cristo en la casa de Nazaret Eso le permite educarnos y modelarnos con la misma diligencia hasta que Cristo laquosea formadoraquo plenamente en nosotros (cf Ga 4 19) Esta accioacuten de Mariacutea basada totalmente en la de Cristo y subordinada radicalmente a ella laquofavorece y de ninguna manera impide la unioacuten inmediata de los creyentes con Cristoraquo[20] Es el principio

iluminador expresado por el Concilio Vaticano II que tan intensamente he experimentado en mi vida haciendo de eacutel la base de mi lema episcopal Totus tuus[21] Un lema como es sabido inspirado en la doctrina de san Luis Mariacutea Grignion de Montfort que explicoacute asiacute el papel de Mariacutea en el proceso de configuracioacuten de cada uno de nosotros con Cristo laquoComo quiera que toda nuestra perfeccioacuten consiste en el ser conformes unidos y consagrados a Jesucristo la maacutes perfecta de la devociones es sin duda alguna la que nos conforma nos une y nos consagra lo maacutes perfectamente posible a Jesucristo Ahora bien siendo Mariacutea de todas las criaturas la maacutes conforme a Jesucristo se sigue que de todas las devociones la que maacutes consagra y conforma un alma a Jesucristo es la devocioacuten a Mariacutea su Santiacutesima Madre y que cuanto maacutes consagrada esteacute un alma a la Santiacutesima Virgen tanto maacutes lo estaraacute a Jesucristoraquo[22] De verdad en el Rosario el camino de Cristo y el de Mariacutea se encuentran profundamente unidos iexclMariacutea no vive maacutes que en Cristo y en funcioacuten de Cristo

Rogar a Cristo con Mariacutea

16 Cristo nos ha invitado a dirigirnos a Dios con insistencia y confianza para ser escuchados laquoPedid y se os daraacute buscad y hallareacuteis llamad y se os abriraacuteraquo (Mt 7 7) El fundamento de esta eficacia de la oracioacuten es la bondad del Padre pero tambieacuten la mediacioacuten de Cristo ante Eacutel (cf 1 Jn 2 1) y la accioacuten del Espiacuteritu Santo que laquointercede por nosotrosraquo (Rm 8 26-27) seguacuten los designios de Dios En efecto nosotros laquono sabemos coacutemo pedirraquo (Rm 8 26) y a veces no somos escuchados porque pedimos mal (cf St 4 2-3)

Para apoyar la oracioacuten que Cristo y el Espiacuteritu hacen brotar en nuestro corazoacuten interviene Mariacutea con su intercesioacuten materna laquoLa oracioacuten de la Iglesia estaacute como apoyada en la oracioacuten de Mariacutearaquo[23] Efectivamente si Jesuacutes uacutenico

Mediador es el Camino de nuestra oracioacuten Mariacutea pura transparencia de Eacutel muestra el Camino y laquoa partir de esta cooperacioacuten singular de Mariacutea a la accioacuten del Espiacuteritu Santo las Iglesias han desarrollado la oracioacuten a la santa Madre de Dios centraacutendola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misteriosraquo[24] En las bodas de Canaacute el Evangelio muestra precisamente la eficacia de la intercesioacuten de Mariacutea que se hace portavoz ante Jesuacutes de las necesidades humanas laquoNo tienen vinoraquo (Jn 2 3)

El Rosario es a la vez meditacioacuten y suacuteplica La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesioacuten lo puede todo ante el corazoacuten del Hijo Ella es laquoomnipotente por graciaraquo como con audaz expresioacuten que debe entenderse bien dijo en su Suacuteplica a la Virgen el Beato Bartolomeacute Longo[25] Basada en el Evangelio eacutesta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente siguiendo a san Bernardo cuando canta laquoMujer eres tan grande y tanto vales que quien desea una gracia y no recurre a ti quiere que su deseo vuele sin alasraquo[26]En el Rosario mientras suplicamos a Mariacutea templo del Espiacuteritu Santo (cf Lc 1 35) Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno rogando con nosotros y por nosotros

Anunciar a Cristo con Mariacutea

17 El Rosario es tambieacuten un itinerario de anuncio y de profundizacioacuten en el que el misterio de Cristoes presentado continuamente en los diversos aspectos de la experiencia cristiana Es una presentacioacuten orante y contemplativa que trata de modelar al cristiano seguacuten el corazoacuten de Cristo Efectivamente si en el rezo del Rosario se valoran adecuadamente todos sus elementos para una meditacioacuten

eficaz se da especialmente en la celebracioacuten comunitaria en las parroquias y los santuarios una significativa oportunidad catequeacutetica que los Pastores deben saber aprovechar La Virgen del Rosario continuacutea tambieacuten de este modo su obra de anunciar a Cristo La historia del Rosario muestra coacutemo esta oracioacuten ha sido utilizada especialmente por los Dominicos en un momento difiacutecil para la Iglesia a causa de la difusioacuten de la herejiacutea Hoy estamos ante nuevos desafiacuteos iquestPor queacute no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de quienes nos han precedido El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador

CAPIacuteTULO II

MISTERIOS DE CRISTO MISTERIOS DE LA MADRE

El Rosario laquocompendio del Evangelioraquo

18 A la contemplacioacuten del rostro de Cristo soacutelo se llega escuchando en el Espiacuteritu la voz del Padre pues laquonadie conoce bien al Hijo sino el Padreraquo (Mt 11 27) Cerca de Cesarea de Felipe ante la confesioacuten de Pedro Jesuacutes puntualiza de doacutende proviene esta clara intuicioacuten sobre su identidad laquoNo te ha revelado esto la carne ni la sangre sino mi Padre que estaacute en los cielosraquo (Mt 16 17) Asiacute pues es necesaria la revelacioacuten de lo alto Pero para acogerla es indispensable ponerse a la escucha laquoSoacutelo la experiencia del silencio y de la oracioacuten ofrece el horizonte adecuado en el que puede madurar y desarrollarse el conocimiento maacutes auteacutentico fiel y coherente de aquel misterioraquo[27]

El Rosario es una de las modalidades tradicionales de la oracioacuten cristiana orientada a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Asiacute lo describiacutea el Papa Pablo VI laquo Oracioacuten evangeacutelica centrada en el misterio de la Encarnacioacuten redentora el Rosario es pues oracioacuten de orientacioacuten profundamente cristoloacutegica En efecto su elemento maacutes caracteriacutestico ndashla repeticioacuten litaacutenica del Dios te salve Mariacuteandash se convierte tambieacuten en alabanza constante a Cristo teacutermino uacuteltimo del anuncio del Aacutengel y del saludo de la Madre del Bautista Bendito el fruto de tu seno (Lc 142) Diremos maacutes la repeticioacuten del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplacioacuten de los misterios el Jesuacutes que toda Ave Mariacutea recuerda es el mismo que la sucesioacuten de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgenraquo[28]

Una incorporacioacuten oportuna

19 De los muchos misterios de la vida de Cristo el Rosario tal como se ha consolidado en la praacutectica maacutes comuacuten corroborada por la autoridad eclesial soacutelo considera algunos Dicha seleccioacuten proviene del contexto original de esta oracioacuten que se organizoacute teniendo en cuenta el nuacutemero 150 que es el mismo de los Salmos

No obstante para resaltar el caraacutecter cristoloacutegico del Rosario considero oportuna una incorporacioacuten que si bien se deja a la libre consideracioacuten de los individuos y de la comunidad les permita contemplar tambieacuten los misterios de la vida puacuteblica de Cristo desde el Bautismo a la Pasioacuten En efecto en estos misterios contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelador definitivo de Dios Eacutel es quien declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo en el Jordaacuten anuncia la llegada del Reino dando testimonio de eacutel con sus obras y proclamando sus exigencias Durante la vida puacuteblica es cuando el misterio de Cristo se manifiesta de

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 14: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

iluminador expresado por el Concilio Vaticano II que tan intensamente he experimentado en mi vida haciendo de eacutel la base de mi lema episcopal Totus tuus[21] Un lema como es sabido inspirado en la doctrina de san Luis Mariacutea Grignion de Montfort que explicoacute asiacute el papel de Mariacutea en el proceso de configuracioacuten de cada uno de nosotros con Cristo laquoComo quiera que toda nuestra perfeccioacuten consiste en el ser conformes unidos y consagrados a Jesucristo la maacutes perfecta de la devociones es sin duda alguna la que nos conforma nos une y nos consagra lo maacutes perfectamente posible a Jesucristo Ahora bien siendo Mariacutea de todas las criaturas la maacutes conforme a Jesucristo se sigue que de todas las devociones la que maacutes consagra y conforma un alma a Jesucristo es la devocioacuten a Mariacutea su Santiacutesima Madre y que cuanto maacutes consagrada esteacute un alma a la Santiacutesima Virgen tanto maacutes lo estaraacute a Jesucristoraquo[22] De verdad en el Rosario el camino de Cristo y el de Mariacutea se encuentran profundamente unidos iexclMariacutea no vive maacutes que en Cristo y en funcioacuten de Cristo

Rogar a Cristo con Mariacutea

16 Cristo nos ha invitado a dirigirnos a Dios con insistencia y confianza para ser escuchados laquoPedid y se os daraacute buscad y hallareacuteis llamad y se os abriraacuteraquo (Mt 7 7) El fundamento de esta eficacia de la oracioacuten es la bondad del Padre pero tambieacuten la mediacioacuten de Cristo ante Eacutel (cf 1 Jn 2 1) y la accioacuten del Espiacuteritu Santo que laquointercede por nosotrosraquo (Rm 8 26-27) seguacuten los designios de Dios En efecto nosotros laquono sabemos coacutemo pedirraquo (Rm 8 26) y a veces no somos escuchados porque pedimos mal (cf St 4 2-3)

Para apoyar la oracioacuten que Cristo y el Espiacuteritu hacen brotar en nuestro corazoacuten interviene Mariacutea con su intercesioacuten materna laquoLa oracioacuten de la Iglesia estaacute como apoyada en la oracioacuten de Mariacutearaquo[23] Efectivamente si Jesuacutes uacutenico

Mediador es el Camino de nuestra oracioacuten Mariacutea pura transparencia de Eacutel muestra el Camino y laquoa partir de esta cooperacioacuten singular de Mariacutea a la accioacuten del Espiacuteritu Santo las Iglesias han desarrollado la oracioacuten a la santa Madre de Dios centraacutendola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misteriosraquo[24] En las bodas de Canaacute el Evangelio muestra precisamente la eficacia de la intercesioacuten de Mariacutea que se hace portavoz ante Jesuacutes de las necesidades humanas laquoNo tienen vinoraquo (Jn 2 3)

El Rosario es a la vez meditacioacuten y suacuteplica La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesioacuten lo puede todo ante el corazoacuten del Hijo Ella es laquoomnipotente por graciaraquo como con audaz expresioacuten que debe entenderse bien dijo en su Suacuteplica a la Virgen el Beato Bartolomeacute Longo[25] Basada en el Evangelio eacutesta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente siguiendo a san Bernardo cuando canta laquoMujer eres tan grande y tanto vales que quien desea una gracia y no recurre a ti quiere que su deseo vuele sin alasraquo[26]En el Rosario mientras suplicamos a Mariacutea templo del Espiacuteritu Santo (cf Lc 1 35) Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno rogando con nosotros y por nosotros

Anunciar a Cristo con Mariacutea

17 El Rosario es tambieacuten un itinerario de anuncio y de profundizacioacuten en el que el misterio de Cristoes presentado continuamente en los diversos aspectos de la experiencia cristiana Es una presentacioacuten orante y contemplativa que trata de modelar al cristiano seguacuten el corazoacuten de Cristo Efectivamente si en el rezo del Rosario se valoran adecuadamente todos sus elementos para una meditacioacuten

eficaz se da especialmente en la celebracioacuten comunitaria en las parroquias y los santuarios una significativa oportunidad catequeacutetica que los Pastores deben saber aprovechar La Virgen del Rosario continuacutea tambieacuten de este modo su obra de anunciar a Cristo La historia del Rosario muestra coacutemo esta oracioacuten ha sido utilizada especialmente por los Dominicos en un momento difiacutecil para la Iglesia a causa de la difusioacuten de la herejiacutea Hoy estamos ante nuevos desafiacuteos iquestPor queacute no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de quienes nos han precedido El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador

CAPIacuteTULO II

MISTERIOS DE CRISTO MISTERIOS DE LA MADRE

El Rosario laquocompendio del Evangelioraquo

18 A la contemplacioacuten del rostro de Cristo soacutelo se llega escuchando en el Espiacuteritu la voz del Padre pues laquonadie conoce bien al Hijo sino el Padreraquo (Mt 11 27) Cerca de Cesarea de Felipe ante la confesioacuten de Pedro Jesuacutes puntualiza de doacutende proviene esta clara intuicioacuten sobre su identidad laquoNo te ha revelado esto la carne ni la sangre sino mi Padre que estaacute en los cielosraquo (Mt 16 17) Asiacute pues es necesaria la revelacioacuten de lo alto Pero para acogerla es indispensable ponerse a la escucha laquoSoacutelo la experiencia del silencio y de la oracioacuten ofrece el horizonte adecuado en el que puede madurar y desarrollarse el conocimiento maacutes auteacutentico fiel y coherente de aquel misterioraquo[27]

El Rosario es una de las modalidades tradicionales de la oracioacuten cristiana orientada a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Asiacute lo describiacutea el Papa Pablo VI laquo Oracioacuten evangeacutelica centrada en el misterio de la Encarnacioacuten redentora el Rosario es pues oracioacuten de orientacioacuten profundamente cristoloacutegica En efecto su elemento maacutes caracteriacutestico ndashla repeticioacuten litaacutenica del Dios te salve Mariacuteandash se convierte tambieacuten en alabanza constante a Cristo teacutermino uacuteltimo del anuncio del Aacutengel y del saludo de la Madre del Bautista Bendito el fruto de tu seno (Lc 142) Diremos maacutes la repeticioacuten del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplacioacuten de los misterios el Jesuacutes que toda Ave Mariacutea recuerda es el mismo que la sucesioacuten de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgenraquo[28]

Una incorporacioacuten oportuna

19 De los muchos misterios de la vida de Cristo el Rosario tal como se ha consolidado en la praacutectica maacutes comuacuten corroborada por la autoridad eclesial soacutelo considera algunos Dicha seleccioacuten proviene del contexto original de esta oracioacuten que se organizoacute teniendo en cuenta el nuacutemero 150 que es el mismo de los Salmos

No obstante para resaltar el caraacutecter cristoloacutegico del Rosario considero oportuna una incorporacioacuten que si bien se deja a la libre consideracioacuten de los individuos y de la comunidad les permita contemplar tambieacuten los misterios de la vida puacuteblica de Cristo desde el Bautismo a la Pasioacuten En efecto en estos misterios contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelador definitivo de Dios Eacutel es quien declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo en el Jordaacuten anuncia la llegada del Reino dando testimonio de eacutel con sus obras y proclamando sus exigencias Durante la vida puacuteblica es cuando el misterio de Cristo se manifiesta de

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 15: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

Mediador es el Camino de nuestra oracioacuten Mariacutea pura transparencia de Eacutel muestra el Camino y laquoa partir de esta cooperacioacuten singular de Mariacutea a la accioacuten del Espiacuteritu Santo las Iglesias han desarrollado la oracioacuten a la santa Madre de Dios centraacutendola sobre la persona de Cristo manifestada en sus misteriosraquo[24] En las bodas de Canaacute el Evangelio muestra precisamente la eficacia de la intercesioacuten de Mariacutea que se hace portavoz ante Jesuacutes de las necesidades humanas laquoNo tienen vinoraquo (Jn 2 3)

El Rosario es a la vez meditacioacuten y suacuteplica La plegaria insistente a la Madre de Dios se apoya en la confianza de que su materna intercesioacuten lo puede todo ante el corazoacuten del Hijo Ella es laquoomnipotente por graciaraquo como con audaz expresioacuten que debe entenderse bien dijo en su Suacuteplica a la Virgen el Beato Bartolomeacute Longo[25] Basada en el Evangelio eacutesta es una certeza que se ha ido consolidando por experiencia propia en el pueblo cristiano El eminente poeta Dante la interpreta estupendamente siguiendo a san Bernardo cuando canta laquoMujer eres tan grande y tanto vales que quien desea una gracia y no recurre a ti quiere que su deseo vuele sin alasraquo[26]En el Rosario mientras suplicamos a Mariacutea templo del Espiacuteritu Santo (cf Lc 1 35) Ella intercede por nosotros ante el Padre que la ha llenado de gracia y ante el Hijo nacido de su seno rogando con nosotros y por nosotros

Anunciar a Cristo con Mariacutea

17 El Rosario es tambieacuten un itinerario de anuncio y de profundizacioacuten en el que el misterio de Cristoes presentado continuamente en los diversos aspectos de la experiencia cristiana Es una presentacioacuten orante y contemplativa que trata de modelar al cristiano seguacuten el corazoacuten de Cristo Efectivamente si en el rezo del Rosario se valoran adecuadamente todos sus elementos para una meditacioacuten

eficaz se da especialmente en la celebracioacuten comunitaria en las parroquias y los santuarios una significativa oportunidad catequeacutetica que los Pastores deben saber aprovechar La Virgen del Rosario continuacutea tambieacuten de este modo su obra de anunciar a Cristo La historia del Rosario muestra coacutemo esta oracioacuten ha sido utilizada especialmente por los Dominicos en un momento difiacutecil para la Iglesia a causa de la difusioacuten de la herejiacutea Hoy estamos ante nuevos desafiacuteos iquestPor queacute no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de quienes nos han precedido El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador

CAPIacuteTULO II

MISTERIOS DE CRISTO MISTERIOS DE LA MADRE

El Rosario laquocompendio del Evangelioraquo

18 A la contemplacioacuten del rostro de Cristo soacutelo se llega escuchando en el Espiacuteritu la voz del Padre pues laquonadie conoce bien al Hijo sino el Padreraquo (Mt 11 27) Cerca de Cesarea de Felipe ante la confesioacuten de Pedro Jesuacutes puntualiza de doacutende proviene esta clara intuicioacuten sobre su identidad laquoNo te ha revelado esto la carne ni la sangre sino mi Padre que estaacute en los cielosraquo (Mt 16 17) Asiacute pues es necesaria la revelacioacuten de lo alto Pero para acogerla es indispensable ponerse a la escucha laquoSoacutelo la experiencia del silencio y de la oracioacuten ofrece el horizonte adecuado en el que puede madurar y desarrollarse el conocimiento maacutes auteacutentico fiel y coherente de aquel misterioraquo[27]

El Rosario es una de las modalidades tradicionales de la oracioacuten cristiana orientada a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Asiacute lo describiacutea el Papa Pablo VI laquo Oracioacuten evangeacutelica centrada en el misterio de la Encarnacioacuten redentora el Rosario es pues oracioacuten de orientacioacuten profundamente cristoloacutegica En efecto su elemento maacutes caracteriacutestico ndashla repeticioacuten litaacutenica del Dios te salve Mariacuteandash se convierte tambieacuten en alabanza constante a Cristo teacutermino uacuteltimo del anuncio del Aacutengel y del saludo de la Madre del Bautista Bendito el fruto de tu seno (Lc 142) Diremos maacutes la repeticioacuten del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplacioacuten de los misterios el Jesuacutes que toda Ave Mariacutea recuerda es el mismo que la sucesioacuten de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgenraquo[28]

Una incorporacioacuten oportuna

19 De los muchos misterios de la vida de Cristo el Rosario tal como se ha consolidado en la praacutectica maacutes comuacuten corroborada por la autoridad eclesial soacutelo considera algunos Dicha seleccioacuten proviene del contexto original de esta oracioacuten que se organizoacute teniendo en cuenta el nuacutemero 150 que es el mismo de los Salmos

No obstante para resaltar el caraacutecter cristoloacutegico del Rosario considero oportuna una incorporacioacuten que si bien se deja a la libre consideracioacuten de los individuos y de la comunidad les permita contemplar tambieacuten los misterios de la vida puacuteblica de Cristo desde el Bautismo a la Pasioacuten En efecto en estos misterios contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelador definitivo de Dios Eacutel es quien declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo en el Jordaacuten anuncia la llegada del Reino dando testimonio de eacutel con sus obras y proclamando sus exigencias Durante la vida puacuteblica es cuando el misterio de Cristo se manifiesta de

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 16: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

eficaz se da especialmente en la celebracioacuten comunitaria en las parroquias y los santuarios una significativa oportunidad catequeacutetica que los Pastores deben saber aprovechar La Virgen del Rosario continuacutea tambieacuten de este modo su obra de anunciar a Cristo La historia del Rosario muestra coacutemo esta oracioacuten ha sido utilizada especialmente por los Dominicos en un momento difiacutecil para la Iglesia a causa de la difusioacuten de la herejiacutea Hoy estamos ante nuevos desafiacuteos iquestPor queacute no volver a tomar en la mano las cuentas del rosario con la fe de quienes nos han precedido El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso importante en el bagaje pastoral de todo buen evangelizador

CAPIacuteTULO II

MISTERIOS DE CRISTO MISTERIOS DE LA MADRE

El Rosario laquocompendio del Evangelioraquo

18 A la contemplacioacuten del rostro de Cristo soacutelo se llega escuchando en el Espiacuteritu la voz del Padre pues laquonadie conoce bien al Hijo sino el Padreraquo (Mt 11 27) Cerca de Cesarea de Felipe ante la confesioacuten de Pedro Jesuacutes puntualiza de doacutende proviene esta clara intuicioacuten sobre su identidad laquoNo te ha revelado esto la carne ni la sangre sino mi Padre que estaacute en los cielosraquo (Mt 16 17) Asiacute pues es necesaria la revelacioacuten de lo alto Pero para acogerla es indispensable ponerse a la escucha laquoSoacutelo la experiencia del silencio y de la oracioacuten ofrece el horizonte adecuado en el que puede madurar y desarrollarse el conocimiento maacutes auteacutentico fiel y coherente de aquel misterioraquo[27]

El Rosario es una de las modalidades tradicionales de la oracioacuten cristiana orientada a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Asiacute lo describiacutea el Papa Pablo VI laquo Oracioacuten evangeacutelica centrada en el misterio de la Encarnacioacuten redentora el Rosario es pues oracioacuten de orientacioacuten profundamente cristoloacutegica En efecto su elemento maacutes caracteriacutestico ndashla repeticioacuten litaacutenica del Dios te salve Mariacuteandash se convierte tambieacuten en alabanza constante a Cristo teacutermino uacuteltimo del anuncio del Aacutengel y del saludo de la Madre del Bautista Bendito el fruto de tu seno (Lc 142) Diremos maacutes la repeticioacuten del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplacioacuten de los misterios el Jesuacutes que toda Ave Mariacutea recuerda es el mismo que la sucesioacuten de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgenraquo[28]

Una incorporacioacuten oportuna

19 De los muchos misterios de la vida de Cristo el Rosario tal como se ha consolidado en la praacutectica maacutes comuacuten corroborada por la autoridad eclesial soacutelo considera algunos Dicha seleccioacuten proviene del contexto original de esta oracioacuten que se organizoacute teniendo en cuenta el nuacutemero 150 que es el mismo de los Salmos

No obstante para resaltar el caraacutecter cristoloacutegico del Rosario considero oportuna una incorporacioacuten que si bien se deja a la libre consideracioacuten de los individuos y de la comunidad les permita contemplar tambieacuten los misterios de la vida puacuteblica de Cristo desde el Bautismo a la Pasioacuten En efecto en estos misterios contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelador definitivo de Dios Eacutel es quien declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo en el Jordaacuten anuncia la llegada del Reino dando testimonio de eacutel con sus obras y proclamando sus exigencias Durante la vida puacuteblica es cuando el misterio de Cristo se manifiesta de

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 17: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

El Rosario es una de las modalidades tradicionales de la oracioacuten cristiana orientada a la contemplacioacuten del rostro de Cristo Asiacute lo describiacutea el Papa Pablo VI laquo Oracioacuten evangeacutelica centrada en el misterio de la Encarnacioacuten redentora el Rosario es pues oracioacuten de orientacioacuten profundamente cristoloacutegica En efecto su elemento maacutes caracteriacutestico ndashla repeticioacuten litaacutenica del Dios te salve Mariacuteandash se convierte tambieacuten en alabanza constante a Cristo teacutermino uacuteltimo del anuncio del Aacutengel y del saludo de la Madre del Bautista Bendito el fruto de tu seno (Lc 142) Diremos maacutes la repeticioacuten del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplacioacuten de los misterios el Jesuacutes que toda Ave Mariacutea recuerda es el mismo que la sucesioacuten de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgenraquo[28]

Una incorporacioacuten oportuna

19 De los muchos misterios de la vida de Cristo el Rosario tal como se ha consolidado en la praacutectica maacutes comuacuten corroborada por la autoridad eclesial soacutelo considera algunos Dicha seleccioacuten proviene del contexto original de esta oracioacuten que se organizoacute teniendo en cuenta el nuacutemero 150 que es el mismo de los Salmos

No obstante para resaltar el caraacutecter cristoloacutegico del Rosario considero oportuna una incorporacioacuten que si bien se deja a la libre consideracioacuten de los individuos y de la comunidad les permita contemplar tambieacuten los misterios de la vida puacuteblica de Cristo desde el Bautismo a la Pasioacuten En efecto en estos misterios contemplamos aspectos importantes de la persona de Cristo como revelador definitivo de Dios Eacutel es quien declarado Hijo predilecto del Padre en el Bautismo en el Jordaacuten anuncia la llegada del Reino dando testimonio de eacutel con sus obras y proclamando sus exigencias Durante la vida puacuteblica es cuando el misterio de Cristo se manifiesta de

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 18: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

manera especial como misterio de luz laquoMientras estoy en el mundo soy luz del mundoraquo (Jn 9 5)

Para que pueda decirse que el Rosario es maacutes plenamente compendio del Evangelio es conveniente pues que tras haber recordado la encarnacioacuten y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo) y antes de considerar los sufrimientos de la pasioacuten (misterios de dolor) y el triunfo de la resurreccioacuten (misterios de gloria) la meditacioacuten se centre tambieacuten en algunos momentos particularmente significativos de la vida puacuteblica (misterios de luz) Esta incorporacioacuten de nuevos misterios sin prejuzgar ninguacuten aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oracioacuten se orienta a hacerla vivir con renovado intereacutes en la espiritualidad cristiana como verdadera introduccioacuten a la profundidad del Corazoacuten de Cristo abismo de gozo y de luz de dolor y de gloria

Misterios de gozo

20 El primer ciclo el de los laquomisterios gozososraquo se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnacioacuten Esto es evidente desde la anunciacioacuten cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitacioacuten a la alegriacutea mesiaacutenica laquoAleacutegrate Mariacutearaquo A este anuncio apunta toda la historia de la salvacioacuten es maacutes en cierto modo la historia misma del mundo En efecto si el designio del Padre es de recapitular en Cristo todas las cosas (cf Ef 1 10) el don divino con el que el Padre se acerca a Mariacutea para hacerla Madre de su Hijo alcanza a todo el universo A su vez toda la humanidad estaacute como implicada en el fiat con el que Ella responde prontamente a la voluntad de Dios

El regocijo se percibe en la escena del encuentro con Isabel doacutende la voz misma de Mariacutea y la presencia de Cristo en su seno hacen laquosaltar de alegriacutearaquo a Juan (cf Lc 1 44) Repleta

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 19: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

de gozo es la escena de Beleacuten donde el nacimiento del divino Nintildeo el Salvador del mundo es cantado por los aacutengeles y anunciado a los pastores como laquouna gran alegriacutearaquo (Lc 2 10)

Pero ya los dos uacuteltimos misterios aun conservando el sabor de la alegriacutea anticipan indicios del drama En efecto la presentacioacuten en el templo a la vez que expresa la dicha de la consagracioacuten y extasiacutea al viejo Simeoacuten contiene tambieacuten la profeciacutea de que el Nintildeo seraacute laquosentildeal de contradiccioacutenraquo para Israel y de que una espada traspasaraacute el alma de la Madre (cf Lc 2 34-35) Gozoso y dramaacutetico al mismo tiempo es tambieacuten el episodio de Jesuacutes de 12 antildeos en el templo Aparece con su sabiduriacutea divina mientras escucha y pregunta y ejerciendo sustancialmente el papel de quien ensentildea La revelacioacuten de su misterio de Hijo dedicado enteramente a las cosas del Padre anuncia aquella radicalidad evangeacutelica que ante las exigencias absolutas del Reino cuestiona hasta los maacutes profundos lazos de afecto humano Joseacute y Mariacutea mismos sobresaltados y angustiados laquono comprendieronraquo sus palabras (Lc 2 50)

De este modo meditar los misterios laquogozososraquo significa adentrarse en los motivos uacuteltimos de la alegriacutea cristiana y en su sentido maacutes profundo Significa fijar la mirada sobre lo concreto del misterio de la Encarnacioacuten y sobre el sombriacuteo preanuncio del misterio del dolor salviacutefico Mariacutea nos ayuda a aprender el secreto de la alegriacutea cristiana recordaacutendonos que el cristianismo es ante todo evangelion buena noticia que tiene su centro o mejor dicho su contenido mismo en la persona de Cristo el Verbo hecho carne uacutenico Salvador del mundo

Misterios de luz

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 20: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

21 Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida puacuteblica de Jesuacutes la contemplacioacuten nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial laquomisterios de luzraquo En realidad todo el misterio de Cristo es luz Eacutel es laquola luz del mundoraquo (Jn 8 12) Pero esta dimensioacuten se manifiesta sobre todo en los antildeos de la vida puacuteblica cuando anuncia el evangelio del Reino Deseando indicar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos ndashmisterios laquoluminososraquondash de esta fase de la vida de Cristo pienso que se pueden sentildealar 1 su Bautismo en el Jordaacuten 2 su autorrevelacioacuten en las bodas de Canaacute 3 su anuncio del Reino de Dios invitando a la conversioacuten 4 su Transfiguracioacuten 5 institucioacuten de la Eucaristiacutea expresioacuten sacramental del misterio pascual

Cada uno de estos misterios revela el Reino ya presente en la persona misma de Jesuacutes Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordaacuten En eacutel mientras Cristo como inocente que se hace pecado por nosotros (cf 2 Co 5 21) entra en el agua del riacuteo el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf Mt 3 17 par) y el Espiacuteritu desciende sobre Eacutel para investirlo de la misioacuten que le espera Misterio de luz es el comienzo de los signos en Canaacute (cf Jn 2 1-12) cuando Cristo transformando el agua en vino abre el corazoacuten de los disciacutepulos a la fe gracias a la intervencioacuten de Mariacutea la primera creyente Misterio de luz es la predicacioacuten con la cual Jesuacutes anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversioacuten (cf Mc 1 15) perdonando los pecados de quien se acerca a Eacutel con humilde fe (cf Mc 2 3-13 Lc 747-48) iniciando asiacute el ministerio de misericordia que Eacutel continuaraacute ejerciendo hasta el fin del mundo especialmente a traveacutes del sacramento de la Reconciliacioacuten confiado a la Iglesia Misterio de luz por excelencia es la Transfiguracioacuten que seguacuten la tradicioacuten tuvo lugar en el Monte Tabor La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo mientras el

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Page 21: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

Padre lo acredita ante los apoacutestoles extasiados para que lo laquo escuchen raquo (cf Lc 9 35 par) y se dispongan a vivir con Eacutel el momento doloroso de la Pasioacuten a fin de llegar con Eacutel a la alegriacutea de la Resurreccioacuten y a una vida transfigurada por el Espiacuteritu Santo Misterio de luz es por fin la institucioacuten de la Eucaristiacutea en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino dando testimonio de su amor por la humanidad laquo hasta el extremo raquo (Jn13 1) y por cuya salvacioacuten se ofreceraacute en sacrificio

Excepto en el de Canaacute en estos misterios la presencia de Mariacutea queda en el trasfondo Los Evangelios apenas insinuacutean su eventual presencia en alguacuten que otro momento de la predicacioacuten de Jesuacutes (cf Mc 3 31-35 Jn 2 12) y nada dicen sobre su presencia en el Cenaacuteculo en el momento de la institucioacuten de la Eucaristiacutea Pero de alguacuten modo el cometido que desempentildea en Canaacute acompantildea toda la misioacuten de Cristo La revelacioacuten que en el Bautismo en el Jordaacuten proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista aparece tambieacuten en labios de Mariacutea en Canaacute y se convierte en su gran invitacioacuten materna dirigida a la Iglesia de todos los tiempos laquoHaced lo que eacutel os digaraquo (Jn 2 5) Es una exhortacioacuten que introduce muy bien las palabras y signos de Cristo durante su vida puacuteblica siendo como el teloacuten de fondo mariano de todos los laquomisterios de luzraquo

Misterios de dolor

22 Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo La piedad cristiana especialmente en la Cuaresma con la praacutectica del Via Crucis se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasioacuten intuyendo que ellos son el culmen de la revelacioacuten del amor y la fuente de nuestra salvacioacuten El Rosario escoge algunos momentos de la Pasioacuten invitando al orante a fijar en ellos la mirada de su corazoacuten y a revivirlos El itinerario meditativo se abre con

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Page 22: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

Getsemaniacute donde Cristo vive un momento particularmente angustioso frente a la voluntad del Padre contra la cual la debilidad de la carne se sentiriacutea inclinada a rebelarse Alliacute Cristo se pone en lugar de todas las tentaciones de la humanidad y frente a todos los pecados de los hombres para decirle al Padre laquono se haga mi voluntad sino la tuyaraquo (Lc 22 42 par) Este laquosiacuteraquo suyo cambia el laquonoraquo de los progenitores en el Edeacuten Y cuaacutento le costariacutea esta adhesioacuten a la voluntad del Padre se muestra en los misterios siguientes en los que con la flagelacioacuten la coronacioacuten de espinas la subida al Calvario y la muerte en cruz se ve sumido en la mayor ignominia Ecce homo

En este oprobio no soacutelo se revela el amor de Dios sino el sentido mismo del hombre Ecce homo quien quiera conocer al hombre ha de saber descubrir su sentido su raiacutez y su cumplimiento en Cristo Dios que se humilla por amor laquohasta la muerte y muerte de cruzraquo (Flp 2 8) Los misterios de dolor llevan el creyente a revivir la muerte de Jesuacutes ponieacutendose al pie de la cruz junto a Mariacutea para penetrar con ella en la inmensidad del amor de Dios al hombre y sentir toda su fuerza regeneradora

Misterios de gloria

23 laquoLa contemplacioacuten del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado iexclEacutel es el Resucitadoraquo[29] El Rosario ha expresado siempre esta conviccioacuten de fe invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasioacuten para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurreccioacuten y en su Ascensioacuten Contemplando al Resucitado el cristiano descubre de nuevo las razones de la propia fe (cf 1 Co 15 14) y revive la alegriacutea no solamente de aquellos a los que Cristo se manifestoacute ndashlos Apoacutestoles la Magdalena los disciacutepulos de Emauacutesndash sino tambieacuten el gozo de Mariacutea que experimentoacute de modo intenso la nueva vida del

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 23: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

Hijo glorificado A esta gloria que con la Ascensioacuten pone a Cristo a la derecha del Padre seriacutea elevada Ella misma con la Asuncioacuten anticipando asiacute por especialiacutesimo privilegio el destino reservado a todos los justos con la resurreccioacuten de la carne Al fin coronada de gloria ndashcomo aparece en el uacuteltimo misterio gloriosondash Mariacutea resplandece como Reina de los Aacutengeles y los Santos anticipacioacuten y culmen de la condicioacuten escatoloacutegica del Iglesia

En el centro de este itinerario de gloria del Hijo y de la Madre el Rosario considera en el tercer misterio glorioso Pentecosteacutes que muestra el rostro de la Iglesia como una familia reunida con Mariacutea avivada por la efusioacuten impetuosa del Espiacuteritu y dispuesta para la misioacuten evangelizadora La contemplacioacuten de eacuteste como de los otros misterios gloriosos ha de llevar a los creyentes a tomar conciencia cada vez maacutes viva de su nueva vida en Cristo en el seno de la Iglesia una vida cuyo gran icono es la escena de Pentecosteacutes De este modo los misterios gloriosos alimentan en los creyentes la esperanza en la meta escatoloacutegica hacia la cual se encaminan como miembros del Pueblo de Dios peregrino en la historia Esto les impulsaraacute necesariamente a dar un testimonio valiente de aquel laquogozoso anuncioraquo que da sentido a toda su vida

De los misterios al Misterio el camino de Mariacutea

24 Los ciclos de meditaciones propuestos en el Santo Rosario no son ciertamente exhaustivos pero llaman la atencioacuten sobre lo esencial preparando el aacutenimo para gustar un conocimiento de Cristo que se alimenta continuamente del manantial puro del texto evangeacutelico Cada rasgo de la vida de Cristo tal como lo narran los Evangelistas refleja aquel Misterio que supera todo conocimiento (cf Ef 3 19) Es el Misterio del Verbo hecho carne en el cual laquoreside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmenteraquo (Col 2 9) Por eso el

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 24: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

Catecismo de la Iglesia Catoacutelica insiste tanto en los misterios de Cristo recordando que laquotodo en la vida de Jesuacutes es signo de su Misterioraquo[30] El laquoduc in altumraquo de la Iglesia en el tercer Milenio se basa en la capacidad de los cristianos de alcanzar laquoen toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios en el cual estaacuten ocultos todos los tesoros de la sabiduriacutea y de la cienciaraquo (Col 2 2-3) La Carta a los Efesios desea ardientemente a todos los bautizados laquoQue Cristo habite por la fe en vuestros corazones para que arraigados y cimentados en el amor [] podaacuteis conocer el amor de Cristo que excede a todo conocimiento para que os vayaacuteis llenando hasta la total plenitud de Diosraquo (3 17-19)

El Rosario promueve este ideal ofreciendo el secreto para abrirse maacutes faacutecilmente a un conocimiento profundo y comprometido de Cristo Podriacuteamos llamarlo el camino de Mariacutea Es el camino del ejemplo de la Virgen de Nazaret mujer de fe de silencio y de escucha Es al mismo tiempo el camino de una devocioacuten mariana consciente de la inseparable relacioacuten que une Cristo con su Santa Madre los misterios de Cristo son tambieacuten en cierto sentido los misterios de su Madre incluso cuando Ella no estaacute implicada directamente por el hecho mismo de que Ella vive de Eacutel y por Eacutel Haciendo nuestras en el Ave Maria las palabras del aacutengel Gabriel y de santa Isabel nos sentimos impulsados a buscar siempre de nuevo en Mariacutea entre sus brazos y en su corazoacuten el laquofruto bendito de su vientreraquo (cf Lc 1 42)

Misterio de Cristo misterio del hombre

25 En el testimonio ya citado de 1978 sobre el Rosario como mi oracioacuten predilecta expreseacute un concepto sobre el que deseo volver Dije entonces que laquo el simple rezo del Rosario marca el ritmo de la vida humana raquo[31]

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 25: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

A la luz de las reflexiones hechas hasta ahora sobre los misterios de Cristo no es difiacutecil profundizar en esta consideracioacuten antropoloacutegica del Rosario Una consideracioacuten maacutes radical de lo que puede parecer a primera vista Quien contempla a Cristo recorriendo las etapas de su vida descubre tambieacuten en Eacutel la verdad sobre el hombre Eacutesta es la gran afirmacioacuten del Concilio Vaticano II que tantas veces he hecho objeto de mi magisterio a partir de la Carta Enciacuteclica Redemptor hominis laquoRealmente el misterio del hombre soacutelo se esclarece en el misterio del Verbo Encarnadoraquo[32] El Rosario ayuda a abrirse a esta luz Siguiendo el camino de Cristo el cual laquorecapitularaquo el camino del hombre[33] desvelado y redimido el creyente se situacutea ante la imagen del verdadero hombre Contemplando su nacimiento aprende el caraacutecter sagrado de la vida mirando la casa de Nazaret se percata de la verdad originaria de la familia seguacuten el designio de Dios escuchando al Maestro en los misterios de su vida puacuteblica encuentra la luz para entrar en el Reino de Dios y siguiendo sus pasos hacia el Calvario comprende el sentido del dolor salvador Por fin contemplando a Cristo y a su Madre en la gloria ve la meta a la que cada uno de nosotros estaacute llamado si se deja sanar y transfigurar por el Espiacuteritu Santo De este modo se puede decir que cada misterio del Rosario bien meditado ilumina el misterio del hombre

Al mismo tiempo resulta natural presentar en este encuentro con la santa humanidad del Redentor tantos problemas afanes fatigas y proyectos que marcan nuestra vida laquoDescarga en el sentildeor tu peso y eacutel te sustentaraacuteraquo (Sal 55 23) Meditar con el Rosario significa poner nuestros afanes en los corazones misericordiosos de Cristo y de su Madre Despueacutes de largos antildeos recordando los sinsabores que no han faltado tampoco en el ejercicio del ministerio petrino deseo repetir casi como una cordial invitacioacuten dirigida a todos para que hagan de ello una experiencia personal siacute

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Page 26: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

verdaderamente el Rosario laquo marca el ritmo de la vida humana raquo para armonizarla con el ritmo de la vida divina en gozosa comunioacuten con la Santiacutesima Trinidad destino y anhelo de nuestra existencia

CAPIacuteTULO III

laquo PARA MIacute LA VIDA ES CRISTO raquo

El Rosario camino de asimilacioacuten del misterio

26 El Rosario propone la meditacioacuten de los misterios de Cristo con un meacutetodo caracteriacutestico adecuado para favorecer su asimilacioacuten Se trata del meacutetodo basado en la repeticioacuten Esto vale ante todo para el Ave Maria que se repite diez veces en cada misterio Si consideramos superficialmente esta repeticioacuten se podriacutea pensar que el Rosario es una praacutectica aacuterida y aburrida En cambio se puede hacer otra consideracioacuten sobre el Rosario si se toma como expresioacuten del amor que no se cansa de dirigirse a la persona amada con manifestaciones que incluso parecidas en su expresioacuten son siempre nuevas respecto al sentimiento que las inspira

En Cristo Dios ha asumido verdaderamente un laquocorazoacuten de carneraquo Cristo no solamente tiene un corazoacuten divino rico en misericordia y perdoacuten sino tambieacuten un corazoacuten humano capaz de todas las expresiones de afecto A este respecto si necesitaacuteramos un testimonio evangeacutelico no seriacutea difiacutecil encontrarlo en el conmovedor diaacutelogo de Cristo con Pedro despueacutes de la Resurreccioacuten laquoSimoacuten hijo de Juan iquestme quieresraquo Tres veces se le hace la pregunta tres veces Pedro responde laquoSentildeor tuacute lo sabes que te quieroraquo (cf Jn 21 15-17) Maacutes allaacute del sentido especiacutefico del pasaje tan importante para la misioacuten de Pedro a nadie se le escapa la belleza de esta triple repeticioacuten en la cual la reiterada pregunta y la respuesta se expresan en teacuterminos bien

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Page 27: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

conocidos por la experiencia universal del amor humano Para comprender el Rosario hace falta entrar en la dinaacutemica psicoloacutegica que es propia del amor

Una cosa estaacute clara si la repeticioacuten del Ave Maria se dirige directamente a Mariacutea el acto de amor con Ella y por Ella se dirige a Jesuacutes La repeticioacuten favorece el deseo de una configuracioacuten cada vez maacutes plena con Cristo verdadero programa de la vida cristiana San Pablo lo ha enunciado con palabras ardientes laquoPara miacute la vida es Cristo y la muerte una gananciaraquo (Flp 1 21) Y tambieacuten laquoNo vivo yo sino que es Cristo quien vive en miacuteraquo (Ga 2 20) El Rosario nos ayuda a crecer en esta configuracioacuten hasta la meta de la santidad

Un meacutetodo vaacutelido

27 No debe extrantildearnos que la relacioacuten con Cristo se sirva de la ayuda de un meacutetodo Dios se comunica con el hombre respetando nuestra naturaleza y sus ritmos vitales Por esto la espiritualidad cristiana incluso conociendo las formas maacutes sublimes del silencio miacutestico en el que todas las imaacutegenes palabras y gestos son como superados por la intensidad de una unioacuten inefable del hombre con Dios se caracteriza normalmente por la implicacioacuten de toda la persona en su compleja realidad psicofiacutesica y relacional

Esto aparece de modo evidente en la Liturgia Los Sacramentos y los Sacramentales estaacuten estructurados con una serie de ritos relacionados con las diversas dimensiones de la persona Tambieacuten la oracioacuten no lituacutergica expresa la misma exigencia Esto se confirma por el hecho de que en Oriente la oracioacuten maacutes caracteriacutestica de la meditacioacuten cristoloacutegica la que estaacute centrada en las palabras laquoSentildeor Jesucristo Hijo de Dios ten piedad de miacute pecadorraquo[34] estaacute vinculada tradicionalmente con el ritmo de la respiracioacuten que mientras favorece la perseverancia en la invocacioacuten da como

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 28: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

una consistencia fiacutesica al deseo de que Cristo se convierta en el aliento el alma y el todo de la vida

que no obstante se puede mejorar

28 En la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he recordado que en Occidente existe hoy tambieacuten una renovada exigencia de meditacioacuten que encuentra a veces en otras religiones modalidades bastante atractivas[35] Hay cristianos que al conocer poco la tradicioacuten contemplativa cristiana se dejan atraer por tales propuestas Sin embargo aunque eacutestas tengan elementos positivos y a veces compaginables con la experiencia cristiana a menudo esconden un fondo ideoloacutegico inaceptable En dichas experiencias abunda tambieacuten una metodologiacutea que pretendiendo alcanzar una alta concentracioacuten espiritual usa teacutecnicas de tipo psicofiacutesico repetitivas y simboacutelicas El Rosario forma parte de este cuadro universal de la fenomenologiacutea religiosa pero tiene caracteriacutesticas propias que responden a las exigencias especiacuteficas de la vida cristiana

En efecto el Rosario es un meacutetodo para contemplar Como meacutetodo debe ser utilizado en relacioacuten al fin y no puede ser un fin en siacute mismo Pero tampoco debe infravalorarse dado que es fruto de una experiencia secular La experiencia de innumerables Santos aboga en su favor Lo cual no impide que pueda ser mejorado Precisamente a esto se orienta la incorporacioacuten en el ciclo de los misterios de la nueva serie de los mysteria lucis junto con algunas sugerencias sobre el rezo del Rosario que propongo en esta Carta Con ello aunque respetando la estructura firmemente consolidada de esta oracioacuten quiero ayudar a los fieles a comprenderla en sus aspectos simboacutelicos en sintoniacutea con las exigencias de la vida cotidiana De otro modo existe el riesgo de que esta oracioacuten no soacutelo no produzca los efectos espirituales deseados sino

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Page 29: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

que el rosario mismo con el que suele recitarse acabe por considerarse como un amuleto o un objeto maacutegico con una radical distorsioacuten de su sentido y su cometido

El enunciado del misterio

29 Enunciar el misterio y tener tal vez la oportunidad de contemplar al mismo tiempo una imagen que lo represente es como abrir un escenario en el cual concentrar la atencioacuten Las palabras conducen la imaginacioacuten y el espiacuteritu a aquel determinado episodio o momento de la vida de Cristo En la espiritualidad que se ha desarrollado en la Iglesia tanto a traveacutes de la veneracioacuten de imaacutegenes que enriquecen muchas devociones con elementos sensibles como tambieacuten del meacutetodo propuesto por san Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales se ha recurrido al elemento visual e imaginativo (la compositio loci) consideraacutendolo de gran ayuda para favorecer la concentracioacuten del espiacuteritu en el misterio Por lo demaacutes es una metodologiacutea que se corresponde con la loacutegica misma de la Encarnacioacuten Dios ha querido asumir en Jesuacutes rasgos humanos Por medio de su realidad corpoacuterea entramos en contacto con su misterio divino

El enunciado de los varios misterios del Rosario se corresponde tambieacuten con esta exigencia de concrecioacuten Es cierto que no sustituyen al Evangelio ni tampoco se refieren a todas sus paacuteginas El Rosario por tanto no reemplaza la lectio divina sino que por el contrario la supone y la promueve Pero si los misterios considerados en el Rosario aun con el complemento de los mysteria lucis se limita a las liacuteneas fundamentales de la vida de Cristo a partir de ellos la atencioacuten se puede extender faacutecilmente al resto del Evangelio sobre todo cuando el Rosario se recita en momentos especiales de prolongado recogimiento

La escucha de la Palabra de Dios

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 30: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

30 Para dar fundamento biacuteblico y mayor profundidad a la meditacioacuten es uacutetil que al enunciado del misterio siga la proclamacioacuten del pasaje biacuteblico correspondiente que puede ser maacutes o menos largo seguacuten las circunstancias En efecto otras palabras nunca tienen la eficacia de la palabra inspirada Eacutesta debe ser escuchada con la certeza de que es Palabra de Dios pronunciada para hoy y laquopara miacuteraquo

Acogida de este modo la Palabra entra en la metodologiacutea de la repeticioacuten del Rosario sin el aburrimiento que produciriacutea la simple reiteracioacuten de una informacioacuten ya conocida No no se trata de recordar una informacioacuten sino de dejar hablar a Dios En alguna ocasioacuten solemne y comunitaria esta palabra se puede ilustrar con alguacuten breve comentario

El silencio

31 La escucha y la meditacioacuten se alimentan del silencio Es conveniente que despueacutes de enunciar el misterio y proclamar la Palabra esperemos unos momentos antes de iniciar la oracioacuten vocal para fijar la atencioacuten sobre el misterio meditado El redescubrimiento del valor del silencio es uno de los secretos para la praacutectica de la contemplacioacuten y la meditacioacuten Uno de los liacutemites de una sociedad tan condicionada por la tecnologiacutea y los medios de comunicacioacuten social es que el silencio se hace cada vez maacutes difiacutecil Asiacute como en la Liturgia se recomienda que haya momentos de silencio en el rezo del Rosario es tambieacuten oportuno hacer una breve pausa despueacutes de escuchar la Palabra de Dios concentrando el espiacuteritu en el contenido de un determinado misterio

El laquoPadrenuestroraquo

32 Despueacutes de haber escuchado la Palabra y centrado la atencioacuten en el misterio es natural que el aacutenimo se eleve

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 31: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

hacia el Padre Jesuacutes en cada uno de sus misterios nos lleva siempre al Padre al cual Eacutel se dirige continuamente porque descansa en su seno (cf Jn 1 18) Eacutel nos quiere introducir en la intimidad del Padre para que digamos con Eacutel laquoiexclAbbaacute Padreraquo (Rm 8 15 Ga 4 6) En esta relacioacuten con el Padre nos hace hermanos suyos y entre nosotros comunicaacutendonos el Espiacuteritu que es a la vez suyo y del Padre El laquoPadrenuestroraquo puesto como fundamento de la meditacioacuten cristoloacutegico-mariana que se desarrolla mediante la repeticioacuten del Ave Maria hace que la meditacioacuten del misterio aun cuando se tenga en soledad sea una experiencia eclesial

Las diez laquoAve Mariaraquo

33 Este es el elemento maacutes extenso del Rosario y que a la vez lo convierte en una oracioacuten mariana por excelencia Pero precisamente a la luz del Ave Maria bien entendida es donde se nota con claridad que el caraacutecter mariano no se opone al cristoloacutegico sino que maacutes bien lo subraya y lo exalta En efecto la primera parte del Ave Maria tomada de las palabras dirigidas a Mariacutea por el aacutengel Gabriel y por santa Isabel es contemplacioacuten adorante del misterio que se realiza en la Virgen de Nazaret Expresan por asiacute decir la admiracioacuten del cielo y de la tierra y en cierto sentido dejan entrever la complacencia de Dios mismo al ver su obra maestra ndashla encarnacioacuten del Hijo en el seno virginal de Mariacuteandash anaacutelogamente a la mirada de aprobacioacuten del Geacutenesis (cf Gn 1 31) aquel laquopathos con el que Dios en el alba de la creacioacuten contemploacute la obra de sus manosraquo[36] Repetir en el Rosario el Ave Maria nos acerca a la complacencia de Dios es juacutebilo asombro reconocimiento del milagro maacutes grande de la historia Es el cumplimiento dela profeciacutea de Mariacutea laquoDesde ahora todas las generaciones me llamaraacuten bienaventuradaraquo (Lc1 48)

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Fuente wwwvaticanva

Page 32: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

El centro del Ave Maria casi como engarce entre la primera y la segunda parte es el nombre de Jesuacutes A veces en el rezo apresurado no se percibe este aspecto central y tampoco la relacioacuten con el misterio de Cristo que se estaacute contemplando Pero es precisamente el relieve que se da al nombre de Jesuacutes y a su misterio lo que caracteriza una recitacioacuten consciente y fructuosa del Rosario Ya Pablo VI recordoacute en la Exhortacioacuten apostoacutelica Marialis cultus la costumbre practicada en algunas regiones de realzar el nombre de Cristo antildeadieacutendole una claacuteusula evocadora del misterio que se estaacute meditando[37] Es una costumbre loable especialmente en la plegaria puacuteblica Expresa con intensidad la fe cristoloacutegica aplicada a los diversos momentos de la vida del Redentor Es profesioacuten de fe y al mismo tiempo ayuda a mantener atenta la meditacioacuten permitiendo vivir la funcioacuten asimiladora innata en la repeticioacuten del Ave Maria respecto al misterio de Cristo Repetir el nombre de Jesuacutes ndashel uacutenico nombre del cual podemos esperar la salvacioacuten (cf Hch 4 12)ndash junto con el de su Madre Santiacutesima y como dejando que Ella misma nos lo sugiera es un modo de asimilacioacuten que aspira a hacernos entrar cada vez maacutes profundamente en la vida de Cristo

De la especial relacioacuten con Cristo que hace de Mariacutea la Madre de Dios la Theotogravekos deriva ademaacutes la fuerza de la suacuteplica con la que nos dirigimos a Ella en la segunda parte de la oracioacuten confiando a su materna intercesioacuten nuestra vida y la hora de nuestra muerte

El laquoGloriaraquo

34 La doxologiacutea trinitaria es la meta de la contemplacioacuten cristiana En efecto Cristo es el camino que nos conduce al Padre en el Espiacuteritu Si recorremos este camino hasta el final nos encontramos continuamente ante el misterio de las tres Personas divinas que se han de alabar adorar y agradecer

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

Copyright copy Libreria Editrice Vaticana

Fuente wwwvaticanva

Page 33: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

Es importante que el Gloria culmen de la contemplacioacuten sea bien resaltado en el Rosario En el rezo puacuteblico podriacutea ser cantado para dar mayor eacutenfasis a esta perspectiva estructural y caracteriacutestica de toda plegaria cristiana

En la medida en que la meditacioacuten del misterio haya sido atenta profunda fortalecida ndashde Ave en Ave ndash por el amor a Cristo y a Mariacutea la glorificacioacuten trinitaria en cada decena en vez de reducirse a una raacutepida conclusioacuten adquiere su justo tono contemplativo como para levantar el espiacuteritu a la altura del Paraiacuteso y hacer revivir de alguacuten modo la experiencia del Tabor anticipacioacuten de la contemplacioacuten futura laquoBueno es estarnos aquiacuteraquo (Lc 9 33)

La jaculatoria final

35 Habitualmente en el rezo del Rosario despueacutes de la doxologiacutea trinitaria sigue una jaculatoria que variacutea seguacuten las costumbres Sin quitar valor a tales invocaciones parece oportuno sentildealar que la contemplacioacuten de los misterios puede expresar mejor toda su fecundidad si se procura que cada misterio concluya con una oracioacuten dirigida a alcanzar los frutos especiacuteficos de la meditacioacuten del misterio De este modo el Rosario puede expresar con mayor eficacia su relacioacuten con la vida cristiana Lo sugiere una bella oracioacuten lituacutergica que nos invita a pedir que meditando los misterios del Rosario lleguemos a laquoimitar lo que contienen y a conseguir lo que prometenraquo[38]

Como ya se hace dicha oracioacuten final puede expresarse en varias forma legiacutetimas El Rosario adquiere asiacute tambieacuten una fisonomiacutea maacutes adecuada a las diversas tradiciones espirituales y a las distintas comunidades cristianas En esta perspectiva es de desear que se difundan con el debido discernimiento pastoral las propuestas maacutes significativas experimentadas tal vez en centros y santuarios marianos que

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

Copyright copy Libreria Editrice Vaticana

Fuente wwwvaticanva

Page 34: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

cultivan particularmente la praacutectica del Rosario de modo que el Pueblo de Dios pueda acceder a toda auteacutentica riqueza espiritual encontrando asiacute una ayuda para la propia contemplacioacuten

El rosario

36 Instrumento tradicional para rezarlo es el rosario En la praacutectica maacutes superficial a menudo termina por ser un simple instrumento para contar la sucesioacuten de las Ave Maria Pero sirve tambieacuten para expresar un simbolismo que puede dar ulterior densidad a la contemplacioacuten

A este propoacutesito lo primero que debe tenerse presente es que el rosario estaacute centrado en el Crucifijo que abre y cierra el proceso mismo de la oracioacuten En Cristo se centra la vida y la oracioacuten de los creyentes Todo parte de Eacutel todo tiende hacia Eacutel todo a traveacutes de Eacutel en el Espiacuteritu Santo llega al Padre

En cuanto medio para contar que marca el avanzar de la oracioacuten el rosario evoca el camino incesante de la contemplacioacuten y de la perfeccioacuten cristiana El Beato Bartolomeacute Longo lo consideraba tambieacuten como una cadena que nos une a Dios Cadena siacute pero cadena dulce asiacute se manifiesta la relacioacuten con Dios que es Padre Cadena filial que nos pone en sintoniacutea con Mariacutea la laquosierva del Sentildeorraquo (Lc 1 38) y en definitiva con el propio Cristo que aun siendo Dios se hizo laquosiervoraquo por amor nuestro (Flp 2 7)

Es tambieacuten hermoso ampliar el significado simboacutelico del rosario a nuestra relacioacuten reciacuteproca recordando de ese modo el viacutenculo de comunioacuten y fraternidad que nos une a todos en Cristo

Inicio y conclusioacuten

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

Copyright copy Libreria Editrice Vaticana

Fuente wwwvaticanva

Page 35: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

37 En la praacutectica corriente hay varios modos de comenzar el Rosario seguacuten los diversos contextos eclesiales En algunas regiones se suele iniciar con la invocacioacuten del Salmo 69 laquoDios miacuteo ven en mi auxilio Sentildeor date prisa en socorrermeraquo como para alimentar en el orante la humilde conciencia de su propia indigencia en otras se comienza recitando el Credo como haciendo de la profesioacuten de fe el fundamento del camino contemplativo que se emprende Eacutestos y otros modos similares en la medida que disponen el aacutenimo para la contemplacioacuten son usos igualmente legiacutetimos La plegaria se concluye rezando por las intenciones del Papa para elevar la mirada de quien reza hacia el vasto horizonte de las necesidades eclesiales Precisamente para fomentar esta proyeccioacuten eclesial del Rosario la Iglesia ha querido enriquecerlo con santas indulgencias para quien lo recita con las debidas disposiciones

En efecto si se hace asiacute el Rosario es realmente un itinerario espiritual en el que Mariacutea se hace madre maestra guiacutea y sostiene al fiel con su poderosa intercesioacuten iquestCoacutemo asombrarse pues si al final de esta oracioacuten en la cual se ha experimentado iacutentimamente la maternidad de Mariacutea el espiacuteritu siente necesidad de dedicar una alabanza a la Santiacutesima Virgen bien con la espleacutendida oracioacuten de la Salve Regina bien con las Letaniacuteas lauretanas Es como coronar un camino interior que ha llevado al fiel al contacto vivo con el misterio de Cristo y de su Madre Santiacutesima

La distribucioacuten en el tiempo

38 El Rosario puede recitarse entero cada diacutea y hay quienes asiacute lo hacen de manera laudable De ese modo el Rosario impregna de oracioacuten los diacuteas de muchos contemplativos o sirve de compantildeiacutea a enfermos y ancianos que tienen mucho tiempo disponible Pero es obvio ndashy eso vale con mayor razoacuten si se antildeade el nuevo ciclo de los mysteria lucisndash que

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

Copyright copy Libreria Editrice Vaticana

Fuente wwwvaticanva

Page 36: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

muchos no podraacuten recitar maacutes que una parte seguacuten un determinado orden semanal Esta distribucioacuten semanal da a los diacuteas de la semana un cierto color espiritual anaacutelogamente a lo que hace la Liturgia con las diversas fases del antildeo lituacutergico

Seguacuten la praxis corriente el lunes y el jueves estaacuten dedicados a los laquomisterios gozososraquo el martes y el viernes a los laquodolorososraquo el mieacutercoles el saacutebado y el domingo a los laquogloriososraquo iquestDoacutende introducir los laquomisterios de la luzraquo Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el saacutebado y el domingo y que el saacutebado es tradicionalmente un diacutea de marcado caraacutecter mariano parece aconsejable trasladar al saacutebado la segunda meditacioacuten semanal de los misterios gozosos en los cuales la presencia de Mariacutea es maacutes destacada Queda asiacute libre el jueves para la meditacioacuten de los misterios de la luz

No obstante esta indicacioacuten no pretende limitar una conveniente libertad en la meditacioacuten personal y comunitaria seguacuten las exigencias espirituales y pastorales y sobre todo las coincidencias lituacutergicas que pueden sugerir oportunas adaptaciones Lo verdaderamente importante es que el Rosario se comprenda y se experimente cada vez maacutes como un itinerario contemplativo Por medio de eacutel de manera complementaria a cuanto se realiza en la Liturgia la semana del cristiano centrada en el domingo diacutea de la resurreccioacuten se convierte en un camino a traveacutes de los misterios de la vida de Cristo y Eacutel se consolida en la vida de sus disciacutepulos como Sentildeor del tiempo y de la historia

CONCLUSIOacuteN

laquoRosario bendito de Mariacutea cadena dulce que nos unes con Diosraquo

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

Copyright copy Libreria Editrice Vaticana

Fuente wwwvaticanva

Page 37: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

39 Lo que se ha dicho hasta aquiacute expresa ampliamente la riqueza de esta oracioacuten tradicional que tiene la sencillez de una oracioacuten popular pero tambieacuten la profundidad teoloacutegica de una oracioacuten adecuada para quien siente la exigencia de una contemplacioacuten maacutes intensa

La Iglesia ha visto siempre en esta oracioacuten una particular eficacia confiando las causas maacutes difiacuteciles a su recitacioacuten comunitaria y a su praacutectica constante En momentos en los que la cristiandad misma estaba amenazada se atribuyoacute a la fuerza de esta oracioacuten la liberacioacuten del peligro y la Virgen del Rosario fue considerada como propiciadora de la salvacioacuten

Hoy deseo confiar a la eficacia de esta oracioacuten ndashlo he sentildealado al principiondash la causa de la paz en el mundo y la de la familia

La paz

40 Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que soacutelo una intervencioacuten de lo Alto capaz de orientar los corazones de quienes viven situaciones conflictivas y de quienes dirigen los destinos de las Naciones puede hacer esperar en un futuro menos oscuro

El Rosario es una oracioacuten orientada por su naturaleza hacia la paz por el hecho mismo de que contempla a Cristo Priacutencipe de la paz y laquonuestra pazraquo (Ef 2 14) Quien interioriza el misterio de Cristo ndashy el Rosario tiende precisamente a esondash aprende el secreto de la paz y hace de ello un proyecto de vida Ademaacutes debido a su caraacutecter meditativo con la serena sucesioacuten del Ave Maria el Rosario ejerce sobre el orante una accioacuten pacificadora que lo dispone a recibir y experimentar en la profundidad de su ser y a

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

Copyright copy Libreria Editrice Vaticana

Fuente wwwvaticanva

Page 38: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

difundir a su alrededor paz verdadera que es un don especial del Resucitado (cf Jn 14 27 20 21)

Es ademaacutes oracioacuten por la paz por la caridad que promueve Si se recita bien como verdadera oracioacuten meditativa el Rosario favoreciendo el encuentro con Cristo en sus misterios muestra tambieacuten el rostro de Cristo en los hermanos especialmente en los que maacutes sufren iquestCoacutemo se podriacutea considerar en los misterios gozosos el misterio del Nintildeo nacido en Beleacuten sin sentir el deseo de acoger defender y promover la vida hacieacutendose cargo del sufrimiento de los nintildeos en todas las partes del mundo iquestCoacutemo podriacutean seguirse los pasos del Cristo revelador en los misterios de la luz sin proponerse el testimonio de sus bienaventuranzas en la vida de cada diacutea Y iquestcoacutemo contemplar a Cristo cargado con la cruz y crucificado sin sentir la necesidad de hacerse sus laquocireneosraquo en cada hermano aquejado por el dolor u oprimido por la desesperacioacuten iquestCoacutemo se podriacutea en fin contemplar la gloria de Cristo resucitado y a Mariacutea coronada como Reina sin sentir el deseo de hacer este mundo maacutes hermoso maacutes justo maacutes cercano al proyecto de Dios

En definitiva mientras nos hace contemplar a Cristo el Rosario nos hace tambieacuten constructores de la paz en el mundo Por su caraacutecter de peticioacuten insistente y comunitaria en sintoniacutea con la invitacioacuten de Cristo a laquoorar siempre sin desfallecerraquo (Lc 181) nos permite esperar que hoy se pueda vencer tambieacuten una batalla tan difiacutecil como la de la paz De este modo el Rosario en vez de ser una huida de los problemas del mundo nos impulsa a examinarlos de manera responsable y generosa y nos concede la fuerza de afrontarlos con la certeza de la ayuda de Dios y con el firme propoacutesito de testimoniar en cada circunstancia la caridad laquoque es el viacutenculo de la perfeccioacutenraquo (Col 3 14)

La familia los padres

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

Copyright copy Libreria Editrice Vaticana

Fuente wwwvaticanva

Page 39: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

41 Ademaacutes de oracioacuten por la paz el Rosario es tambieacuten desde siempre una oracioacuten de la familia y por la familia Antes esta oracioacuten era apreciada particularmente por las familias cristianas y ciertamente favoreciacutea su comunioacuten Conviene no descuidar esta preciosa herencia Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias utilizando todaviacutea esta forma de plegaria

Si en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte he alentado la celebracioacuten de la Liturgia de las Horas por parte de los laicos en la vida ordinaria de las comunidades parroquiales y de los diversos grupos cristianos[39] deseo hacerlo igualmente con el Rosario Se trata de dos caminos no alternativos sino complementarios de la contemplacioacuten cristiana Pido por tanto a cuantos se dedican a la pastoral de las familias que recomienden con conviccioacuten el rezo del Rosario

La familia que reza unida permanece unida El Santo Rosario por antigua tradicioacuten es una oracioacuten que se presta particularmente para reunir a la familia Contemplando a Jesuacutes cada uno de sus miembros recupera tambieacuten la capacidad de volverse a mirar a los ojos para comunicar solidarizarse perdonarse reciacuteprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espiacuteritu de Dios

Muchos problemas de las familias contemporaacuteneas especialmente en las sociedades econoacutemicamente maacutes desarrolladas derivan de una creciente dificultad para comunicarse No se consigue estar juntos y a veces los raros momentos de reunioacuten quedan absorbidos por las imaacutegenes de un televisor Volver a rezar el Rosario en familia significa introducir en la vida cotidiana otras imaacutegenes muy distintas las del misterio que salva la imagen del Redentor la imagen de su Madre santiacutesima La familia que reza unida el Rosario reproduce un poco el clima de la casa de Nazaret Jesuacutes estaacute

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

Copyright copy Libreria Editrice Vaticana

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Page 40: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

en el centro se comparten con eacutel alegriacuteas y dolores se ponen en sus manos las necesidades y proyectos se obtienen de eacutel la esperanza y la fuerza para el camino

y los hijos

42 Es hermoso y fructuoso confiar tambieacuten a esta oracioacuten el proceso de crecimiento de los hijos iquestNo es acaso el Rosario el itinerario de la vida de Cristo desde su concepcioacuten a la muerte hasta la resurreccioacuten y la gloria Hoy resulta cada vez maacutes difiacutecil para los padres seguir a los hijos en las diversas etapas de su vida En la sociedad de la tecnologiacutea avanzada de los medios de comunicacioacuten social y de la globalizacioacuten todo se ha acelerado y cada diacutea es mayor la distancia cultural entre las generaciones Los mensajes de todo tipo y las experiencias maacutes imprevisibles hacen mella pronto en la vida de los chicos y los adolescentes y a veces es angustioso para los padres afrontar los peligros que corren los hijos Con frecuencia se encuentran ante desilusiones fuertes al constatar los fracasos de los hijos ante la seduccioacuten de la droga los atractivos de un hedonismo desenfrenado las tentaciones de la violencia o las formas tan diferentes del sinsentido y la desesperacioacuten

Rezar con el Rosario por los hijos y mejor auacuten con los hijos educaacutendolos desde su tierna edad para este momento cotidiano de laquointervalo de oracioacutenraquo de la familia no es ciertamente la solucioacuten de todos los problemas pero es una ayuda espiritual que no se debe minimizar Se puede objetar que el Rosario parece una oracioacuten poco adecuada para los gustos de los chicos y los joacutevenes de hoy Pero quizaacutes esta objecioacuten se basa en un modo poco esmerado de rezarlo Por otra parte salvando su estructura fundamental nada impide que para ellos el rezo del Rosario ndashtanto en familia como en los gruposndash se enriquezca con oportunas aportaciones

simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

Copyright copy Libreria Editrice Vaticana

Fuente wwwvaticanva

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simboacutelicas y praacutecticas que favorezcan su comprensioacuten y valorizacioacuten iquestPor queacute no probarlo Una pastoral juvenil no derrotista apasionada y creativa ndashiexcllas Jornadas Mundiales de la Juventud han dado buena prueba de ellondash es capaz de dar con la ayuda de Dios pasos verdaderamente significativos Si el Rosario se presenta bien estoy seguro de que los joacutevenes mismos seraacuten capaces de sorprender una vez maacutes a los adultos haciendo propia esta oracioacuten y recitaacutendola con el entusiasmo tiacutepico de su edad

El Rosario un tesoro que recuperar

43 Queridos hermanos y hermanas Una oracioacuten tan faacutecil y al mismo tiempo tan rica merece de veras ser recuperada por la comunidad cristiana Hagaacutemoslo sobre todo en este antildeo asumiendo esta propuesta como una consolidacioacuten de la liacutenea trazada en la Carta apostoacutelica Novo millennio ineunte en la cual se han inspirado los planes pastorales de muchas Iglesias particulares al programar los objetivos para el proacuteximo futuro

Me dirijo en particular a vosotros queridos Hermanos en el Episcopado sacerdotes y diaacuteconos y a vosotros agentes pastorales en los diversos ministerios para que teniendo la experiencia personal de la belleza del Rosario os convirtaacuteis en sus diligentes promotores

Confiacuteo tambieacuten en vosotros teoacutelogos para que realizando una reflexioacuten a la vez rigurosa y sabia basada en la Palabra de Dios y sensible a la vivencia del pueblo cristiano ayudeacuteis a descubrir los fundamentos biacuteblicos las riquezas espirituales y la validez pastoral de esta oracioacuten tradicional

Cuento con vosotros consagrados y consagradas llamados de manera particular a contemplar el rostro de Cristo siguiendo el ejemplo de Mariacutea

Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Pienso en todos vosotros hermanos y hermanas de toda condicioacuten en vosotras familias cristianas en vosotros enfermos y ancianos en vosotros joacutevenes tomad con confianza entre las manos el rosario descubrieacutendolo de nuevo a la luz de la Escritura en armoniacutea con la Liturgia y en el contexto de la vida cotidiana

iexclQueacute este llamamiento miacuteo no sea en balde Al inicio del vigeacutesimo quinto antildeo de Pontificado pongo esta Carta apostoacutelica en las manos de la Virgen Mariacutea postraacutendome espiritualmente ante su imagen en su espleacutendido Santuario edificado por el Beato Bartolomeacute Longo apoacutestol del Rosario Hago miacuteas con gusto las palabras conmovedoras con las que eacutel termina la ceacutelebre Suacuteplica a la Reina del Santo Rosario laquoOh Rosario bendito de Mariacutea dulce cadena que nos une con Dios viacutenculo de amor que nos une a los Aacutengeles torre de salvacioacuten contra los asaltos del infierno puerto seguro en el comuacuten naufragio no te dejaremos jamaacutes Tuacute seraacutes nuestro consuelo en la hora de la agoniacutea Para ti el uacuteltimo beso de la vida que se apaga Y el uacuteltimo susurro de nuestros labios seraacute tu suave nombre oh Reina del Rosario de Pompeya oh Madre nuestra querida oh Refugio de los pecadores oh Soberana consoladora de los tristes Que seas bendita por doquier hoy y siempre en la tierra y en el cieloraquo

Vaticano 16 octubre del antildeo 2002 inicio del vigeacutesimo quinto de mi Pontificado

JUAN PABLO II

Notas

[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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[1] Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 45

[2]Pablo VI Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 42 AAS 66 (1974) 153

[3]Cf Acta Leonis XIII 3 (1884) 280-289

[4]En particular es digna de mencioacuten su Carta ap sobre el Rosario Il religioso convegno del 29 septiembre 1961 AAS 53 (1961) 641-647

[5]Angelus LOsservatore Romano ed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[6]AAS93 (2002) 285

[7]En los antildeos de preparacioacuten del Concilio Juan XXIII invitoacute a la comunidad cristiana a rezar el Rosario por el eacutexito de este acontecimiento eclesial cf Carta al Cardenal Vicario del 28 de septiembre de 1960 AAS 52 (1960) 814-817

[8]Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 66

[9]N 32 AAS 93 (2002) 288

[10]Ibiacuted 33 l c 289

[11]Es sabido y se ha de recordar que las revelaciones privadas no son de la misma naturaleza que la revelacioacuten puacuteblica normativa para toda la Iglesia Es tarea del Magisterio discernir y reconocer la autenticidad y el valor de las revelaciones privadas para la piedad de los fieles

[12]El secreto admirable del santiacutesimo Rosario para convertirse y salvarseen Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 313-391

[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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[13]Beato Bartolo Longo Storia del Santuario di Pompei Pompei 1990 p59

[14]Exhort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 47 AAS 66 (1974) 156

[15]Const sobre Sagrada Liturgia Sacrosanctum Concilium10

[16]Ibiacuted 12

[17]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 58

[18]I Quindici Sabati del Santissimo Rosario27 ed Pompeya 1916) p 27

[19]Conc Ecum Vat II Const dogm sobre la Iglesia Lumen gentium 53

[20]Ibiacuted 60

[21]Cf Primer Radiomensaje Urbi et orbi (17 octubre 1978) AAS 70 (1978) 927

[22]Tratado de la verdadera devocioacuten a la Santiacutesima Virgen 120 en Obras de San Luis Mariacutea G de Montfort Madrid 1954 p505s

[23]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica 2679

[24]Ibiacuted 2675

[25]La Suplica a la Reina del Santo Rosario que se recita solemnemente dos veces al antildeo en mayo y octubre fue compuesta por el Beato Batolomeacute Longo en 1883 como adhesioacuten a la invitaciograven del Papa Leon XIII a los catoacutelicos en

su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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su primera Enciacuteclica sobre el Rosario a un compromiso espiritual orientado a afrontar los males de la sociedad

[26]Divina ComediaPar XXXIII 13-15

[27]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 20 AAS 93 (2001) 279

[28]Exort ap Marialis cultus (2 febrero 1974) 46 AAS 66 (1974) 155

[29]Carta ap Novo millennio ineunte (6 enero 2001) 28 AAS 93 (2001) 284

[30]N 515

[31]Angelus del 29 de octubre 1978 LOsservatore Romanoed semanal en lengua espantildeola 5 noviembre 1978 1

[32]Const past sobre la Iglesia en el mundo actual Gaudium et spes 22

[33]S Ireneo de Lyon Adversus haereses III 181 PG 7 932

[34]Catecismo de la Iglesia Catoacutelica2616

[35]Cf n 33 AAS 93 (2001) 289

[36]Carta a los artistas(4 abril 1999) 1 AAS 91 (1999) 1155

[37]Cf n 46 AAS 66 (1974) 155 Esta costumbre ha sido alabada recientemente por la Congregacioacuten para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos Directorio sobre la piedad popular y la liturgia Principios y orientaciones (17 diciembre 2001) n201

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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Page 46: JUAN PABLO II - autorescatolicos.org · Los Romanos Pontífices y el Rosario 2. A esta oración le han atribuido gran importancia muchos de mis Predecesores. Un mérito particular

[38]laquo concede quaeligsumus ut haeligc mysteria sacratissimo beataelig Mariaelig Virginis Rosario recolentes et imitemur quod continent et quod promittunt assequamur raquo Missale Romanum (1960) in festo B M Virginis a Rosario

[39]Cf n 34 AAS 93 (2001) 290

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