jaramillo angel rodolfo-calarca en anecdotas

Upload: diego-armando-ramirez-quevedo

Post on 03-Mar-2016

129 views

Category:

Documents


3 download

DESCRIPTION

JARAMILLO Angel Rodolfo-Calarca en Anecdotas

TRANSCRIPT

  • Rodolfo lsramillo Angel

    lgt6

  • Rodotfo J aramllo Angel

    -r-

  • /tF-rn Y-'ls - 75

  • ll

    -rl(J4

    (J

  • CALARCA EN ANECDOTAS

    Cmo eran

    ll,uis Tabares Pero quin fu Luis Tabares? Conese nombre y siendo mayor de edad cualquiera puedetener cdula de ciudadana pero nada ms.

    Luis Tabares contaba el 29 de junio de 1886 ochoaos de edad y viva con sus padres en tierra quindia-na, en pleno corazn de la selva, entre sementerasincipientes, en un rancho de vara en tierra.

    Sus progenitores se haban afincado all, ansio-sos de crearse un porvenir desatrogado, atrados porla feracidad de la Hora Quindiana.

    Separadas por anchsimas fajas de selva virgenotras mejoras empezaban a surgir. Eran nuevos colo-nos que llegaban, como Luis Tabares, padre, armadosde hacha y machete, resueltns a disputarle a las fierasun dominio eentenario.

    All a muchas leguas, recostado al pi de la Cor-dillera Central, Salento iniciaba su vida civil conver-tido en ptresto de avanzacla para la que sera unaasombrosa conquista.

  • RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    Colonos establecidos en Ia faja de tierra aprisio-nad.a por el "Quindo" y el "santodornirlgo", en gru-por pitu defenderse de las emboscadas del oso y del'tigru^, por entre trochas abiertas en la intrincadamraR, iban hasta Salento a proveerse de vveres'-r-opas y herramientas.

    Cmo evitar viajes tan necesarios pero a La veztan penosos?

    -Fundemos un poblado- propuso Segundo

    Henao.

    Y las palabras de Henao fueron semillas fecun-das sembradas en nimos resueltos, en corazones va-lientes, cobrando importancia hasta convertirse enrealidad.

    lUna nueva pobiacin! Luis Tabares padre, Co-misario de la regin, eneargado de citar a los colonoscuando las autoridades de Salento haba de ellos me-nester, fu del mismo Parecer.

    En mejoras ptantadas por Ramn Franco, cedi-das a ttulo de venta por la suma de ciento cincuentapesos a la recin organizada Junta Pobladora, eI 29e junio de 1886 cinco colonos estamparon sus fir-mas en un histrico documento: El Acta de Fundacinde Calarc.

    A falta de escritorio, e pliego de papel fu co-locad.o sobre un tronco de "arenillo". Ifno a uno loscinco colones fueron garabateando la firma avaladapor el Comisario Luis Tabares.

    Luis Tabares hijo, con los infantiles ojos muyabiertos, presenciaba el acto sin sospechar la inmen-sa trascendencia que con el transcurso de los aoshabra de tener.

    -Cmo eran los fundadores, amigo Tabares?

    -Que cmo eran? No Ie miento si le digo que

    todos eran cojonudos Y machos.EI da que Ie hice a Tabares Ia pregunta estaba

    cumpliendo ochenta Y ocho aos'

    CALARCA EN ANE,CDO:I'AS

    0oloso el animalifo

    En et ao de 196? eI nico sobeviviente de quie-nes firmaron o presenciaron la firma del acta de laFundacin de Calarc, era Luis Tabares, hijo'

    A pesar de sus ochenta y ocho aos, ocho msq,r. iu .iodud, Tabares se encontraba lcido y baca"r" " una excelente memoria' Rememorando eIsolemneeuantosencilloacto,Tabaresdejabaescapar""o

    q"u otro detaiie humorstico refirindose a losfundadores.

    *De los fundadores -palabras del

    aneiano-el menos pendejo era don Segundo Henao y tambineI ms conudo. Romn Mara Valencia era msbruto.

    Con frecuencia, segn Tabares, Valencia vena avisitar Ia tierra quindiana y a dar rienda suelta a suaficindecazadordemariposas.Lasexticas,mala.villosas mariposas de la regin, hoy desaparecidas'frr.ro"t reemplazadas por bpedos humanos de malaentraa Y Prfidos instintos'

    Las mariposas para Valencia; para Antonio Bui-ttugq-otto Oe tos fiindadores, los caballos de paso deuJn iarante y alzada; para Segundo-Henao el gana-o uu.rr.ro, las minas y un desmesurado afn por fun-r p".rs "por todas partes" como Robledo o Be-lloirur, "matia" confesda en su libro "Miscelnea"al titular uno de los captulos, quizs eI ms tras-cendental de la humilde obra, ..Fundando pueblos',.

    En su parcela situada por los lados del hoy "Ba-rrio Versalles", en Calate, Henao soaba con apode-rarse del fb,buloso tegoro de Ia laguna ds "Maravf,ea"mientras ordeaba sus vacas' La leyenda del tesorolahabaescuchadoaosatrsenPereiraysulocali-

  • RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    zacin pudo haber sido uno de los motivos que loimpulsaron a explorar el Quindo.

    -Recuerdo -palabras de Luis Tabares- que unda mi padre, cuyas mejoras estaban enclavadas enel paraje de "La Pradera", me orden ir a la casa deHenao a cumplir un encargo.

    F\r en las primeras horas de la maana. Tabareslleg en los precisos momentos en que Henao se ocu-paba en el ordeo de sus vacas, tres en total. rleposi-tando la ieche en barril de amplia boca, colocado aprudente distancia, fuera del aleance de ios vacunospara evitar el que la derramaran.

    -Don Segundo, que mi pap le manda decir...Tabares, ochenta y ocho aos, no record, en el

    momento de relatar eI detalle, a qu Io haba man_dado su progenitor.

    Record muy bien que, mientras l daba el re_cado, el caballo dei ordeador, molltura para sus fre_euentes viajes, habindose acercado al barril. se dia 1a tarea de escanciar la leche.

    -Fu tal la enverracada que se di _termindiciendo Tabares, refirindose a Henao_ que aga_rrando un garrote las emprendi con et ponre animal, diciendo:

    --Que agradezca este tparo hijueputa el quese las bajaron hace mucho tiempo, porque si no aqumismo lo tumbo y se las saco.

    Acoslndonos fempnno

    En Abejorral naci mi padre Vicente Jaramillo R.;y mi madre, Ana Josefa Anget Meja, en La Ceja,

    CALARCA EN ANECDOTAS

    dos poblaciones de Antioquia la Grande, rezandera ycampesina, goda, tradicionalista y austera.

    Y los padres de mis progenitores fueron antio-queos puros, de todo eL ma2, gajos de vetustos r-boles genealgicos enraizados en tierras de Espaa,orgullosos de su sangre as su bolsa permarecierahurfana de pesos sonsoneos,

    Cundo arribaron de Espaa los Anget y losJaramillo? No 1o s. La primera vez que se cita elapellido Jaramillo en la Historia patria, cmulo deerrores y de mentiras, se hace referencia a un capi-tn de Arcabuceros, Pedro Jaramillo, defensor de SanBonifacio de Ibagu del Valle de las Lanzas al seratacada por los Pijaos en 1602.

    De los Angel no poseo dato alguno cor ancestroy con leyenda. Ni falta que hace. No creo en prima-cas de sangre, noblezas y cosas por el estilo, intilesa ms de estorbosas.

    Emigrando de Antioquia, mis abuelos paternosy maternos vinieron a parar al municipio de Pereira.Una larga estada all y un salto a la recin fundadaCalarc. Llegaron atrados por la fama de feracesque estas tierras quindianas tenan ya.

    Las dos familias aqu se conocieron, se amistaron,se trataron acabando por mezclarse aI unirse en ma-trimonio mis progenitores. Numerosas las dos fami-lias. Mi abuelo materno, viudo y vuelto a casar, hubode procrear, entre hijos e hijas, la bobadita de vein-ticuatro. No se aeostaba el hombre a perder el tiem-po....

    A mi padre le toc ayudar a la mensura de lossolares que la Junta Pobladora iba entregando a quie-nes llegaban a radicarse aqn con eI compromiso,siempre cumplido, de edificar; y iro fu ajeno al inci-dente que le diera pie a "Tigrelo" para fundar aArmenia.

    Para quien intente escribir una historia generalde la colonizacn del Quindo, ser "imperativo ca-

  • RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    tegrico" el incluir un capltuto cuyo ttulo podra ser"DeI Otn al. Quindo va Salento" por haber sidosta Ia ruta seguida por los colonizadores antioqueos.

    Pero no todos los colonizadores llegaron de An-tioquia. Un crecido nmero lleg, va lbagu, deotras tatitudes: Tolima, Cundinamarca, Boyac, losSantanderes, conformndose as dos grupos tnicosbien definidos: el integrado por los "maiceros" y eIintegrado por los "rolos".

    En Ia actualidad el Quindo es territorio densa-mente poblado; Ios grupos tnicos se entrelazaron,se mezclaton, cumplindose una a rnanera de predic-cin que hiciera don Romn Mara Valencia en di-logo sostenido con mi progenitor.

    -Usted si cree, don Romn, que llegue eI daen que se vea el Quindo en su totalidad pobiado?--Claro que llegar, don Vicente. Acostndonos

    ternprano, antes de veinte aos 1o tendrernos pobla-do porque si para algo somos buenos los paisas, espara reventar horqueta y fabricar muchachos.

    -Los "rolos" tampoco lo hacen rrral- agtegmi padre.

    Una comisin

    Poco agradable la comisin que les "echarn en-cima" los calarqueos a Segundo Henao, fun-dador, Benjamn Palacio y Eduardo Angel, personasde excelente reputacin y "de Io mejorcito".

    Se trataba, nada menos pero nada ms, de quese trasladaran a tierras dei Valie e hicieran contactocon el seor Pedro Antonio Molina, Secretario de

    CALARCA EN ANECDOTAS

    Obras Obras Pblicas de ese Departamento, para "es-tudiar las posibilidades de abrir un camino de herra-dura que con el Valle uniera a C6.lavc"'

    Fu fecunda la gestin de los comisionados quese entrevistaron con Molina en el "salado de SanMiguel" como entonces se llamaba lo que se conoceno! como Andaluca. De la apertura del camino quepasara por "Barr agrr" se encargara el Batallnig " Artillera al mando del General Pedro SicardBriceo.

    Tamaa sorpresa se llevaron los calarqueoscuando se dieron cuenta de que el camino haba sidoabierto pero no por "Barragft", para llegat a Ca-larc, sino ms aI occidente, para llegar directamentea Armenia, va que se conoci con el nombre de "Ca-mino del Alambrado".

    -Se llam "Camino del Alambl'fle"- me ex-plic quien suministr los datos- poi'que el puentesobre eI ro fu sostenido con tirantes de alambre depas trenzado.

    Para que el camino no se abriera por "Barraga",sino por donde se abri, haba mediado una circuns-tancia demasiado simple: Una comisin de armenios,entrevistndose con Sicard Briceo, Io haba conven-cido de que Ia construccin de la va por "Battag,n"resultara ms difcil y por ende ms costosa.

    Comentando el insuceso Segundo Henao, no sincierta amargura y despreciativo sarcasmo, Ies dijo aalgunos amigos entre quienes estaba mi informante:

    -Tena qu jugrnosla sucio ese militarote queno es Sicard sino un "sicario" sin pantalones y sinpalabra, que se dej comprar por los armenios queno son otra cosa que una partida de hijueputas.

    As era don Segundo.

    ll

  • RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    Esa vecindad

    -Ambrosio parece a todas horas entregado a ladefecacin!Esta afirmacin sola hacerla, con su pronun-

    ciacin nasal, el Tuso Jaramillo, refirindose a donAmbrosio Campuzano, tendero, peluquero e infatiga-ble conversador.

    Don Ambrosio tena establecida a cincuenta me-tros de La plaza, en la entonces "Calle Real", unaflamante "Calle Real" con una extensin de dos ymedia cuadras, hoy Carrera 25, su peluquera do-blada de tienda.

    EI que el -fuso Jaramillo hiciera semejante afir-macin tena su raz6n de ser, sus fundamentos: DonAmbrosio, cuando no tena clientes, cosa muy fre-cuente, se sala a la calle a entablarle conversacinal primero que pasara.

    Al iniciarse el dilogo, don Ambrosio, quieras queno, se pona en cuclillas, permanecierdo en tan inc-moda posicin horas si a ello habla iugar.

    Pero no paraba en sto el comportamiento delseor Canrpuzano. Ya en cuclillas se armaba de unlpiz, de un chuzo de guadua o cualquiera otro ob-jeto puntudo, y a medida que iba habtando iba tra-zando sobre la dura tierra de la calle croquis, mapas,diagramas, signos y nmeros encaminados a expiicarmejor sus ideas.

    -Usted es que no se cansa en esa posicin donAmbrosio? -Ie pregunt cierto da don ValentinianoGiraldo Alvarez.

    -No don Valentiniano, ya estoy acostumbrado.Sabe?, sentado o de pi me canso ms, -le respon_di Campuzano.

    12 CALARCA EN ANECDOTAS

    Como vecino y competidor don Ambrosio tenaa don Fidelino Capador, propietario de una tiendaque era alavez restaurante y juego de "Cucunub"'

    Esa vecindad le di pi a don Catarino Cardona'que a veces las tiraba de poeta, para darle vida a Iasiguiente maliciosa cuarteta:

    "Don Ambrosio CamPuzanovive lleno de temor,porque es el vecino suyoFldelino CaPador".

    0ler a chivo

    Antes de la "invasin rola", productiva y no des-tructiva como la invasin de las hormigas "tambo-chas" de "La Vorgine", ya haban llegado a tierrascalarqueas, "graneados", no mas de media docenade rolos.

    Y parte de esa media docena se haba "aposen-tado", Ios Guevara, Julio, R'icardo y Juan de Diosentre ellos, en donde mas tarde sera el asiento dela poblacin an no fundada. Eran colonos, como loeran los antioqueos, dispuestos a enfrentarse a laselva.

    Y parte de esa media docena se hatfa "aposen-queos. Eran amigos. Pero surgi la idea de fundar lapoblacin. A buscar eI terreno apropiado para esemenester, se dieron ios colonos. Fueror visitados, ex-plorados varios. La cosa iba en serio.

    Y bien en serio. Pero surgi una disparidadde criterios. Unos queran que eI asiento de la pobla-

    13

  • t4 RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    cin fuera el que al fin se eligi; otros que fuera en elparaje hoy conocido como "La Bella" o terrenos in-termedios.

    Surgi un problema. Y eI agua para la pobla-cin? De dnde tornarla, en "La Bella", para el acue-ducto que necesariamente tendra que ser constru-do? No haba de donde. En cambio..

    -.

    En cambio resultaba "mogollo" Ilevar hasta eIpoblado, de hacerse la fundacin en donde al fin sehizo, agua de las quebradas "La Prad.era,', .,I.[aran-jal" "El Salado" y hasta del mismo ro ,,Santodo-mingo"!!!....

    Dicen que don Segund.o Henao Ie pregunt aJuan de Jess Herretra, un "Co-fundador',, el por ququera que la poblacin se fundara por los lados de"La Bella", y tro en donde hoy est, a lo cual Herrerale contest:

    -Porque quedaramos, don Segundo, muy cer-quita de los "rolos" y todos acabaramos oliendo achivo como huelen ellos, y los hombres debemos olera puro "verraco".

    Esa frase, se asegur, inici et distanciamientoque ms tarde surgi entre los dos grupos tnicos,distanciamiento que habra de durar cerca de cua-renta aos!!

    F rlLon ese sueldo . . .

    PiJao y Gnova, antes de convertirse en munici-pios, formaban parte del territorio calarqueo. Eransus corregimientos. Pijao no era pijao. Se llamabaCbiOn como homenaje rend.ido por los fundadores aI

    CALAIICA IiN ANIlCI)O'I'AS

    presunto descubridor de Amrica, cl muy obstinadocuanto buen navegante don Clistbal. Coln, espaolpor mas seas.

    -Espaot don Cristbal CoIn?

    -Si seor, espaol don Cristbal Coln. Conbuenos fundamentos se asegura que naci en la aldeade Verd, provincia de Catalua' Pero eso "es harinade otro talego".

    Gnova s naci y morir siendo Gnova, nombreque le "charttata" segundo Henao, su fundador. Porqu Segundo le puso a ese pueblo ese nombre?", lepregunt alguna vez a mi padre.

    -Sera porque le di la gana. .. .

    -Queda muy lejos Gnova, PaP?--En la quinta porra.En la quinta porra. En la "cola del mundo", se-

    gn mi infantil apreciacin, deba quedar ese corre-gimiento; y sin embargo, Lzaro Angel, hermano demi rnadre, all tena que ir todas las semanas"echando quimba" a llevar el correo.

    En eI ao de 1925, el bueno de "Lazarif6" -]e5sobrinos as lo llamhamos empleando eI diminuti-

    vo- muri, no en olor de santidad, sino en "gelor"de pobreza segn Ia frase empleada por el Tuso Ja-ramillo.

    Y no poda ser de otra manera si se tiene encuenta que los Itimos aos de su vida Lazarito losdedic a servirle a Calatc,, como encargado de llevarel correo a Ios corregimientos primero, luego comopolica escolar, devengando un sueldo mensual de...!quince pesos sin derecho a viticos.!!

    Exiga suma en verdad esa de quince pesos pa-ra un hombre con mujer e hijos para mantener' pe-ro le era suficiente. Con esos quince pesos' en losaos diez, una familia poda subsistir perfectamente,siempre y cuando tuviera un techo de su propiedad.

    t.5

  • 16 RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    Mi to lo tena. Una casita situada a la margen de-recha d.el camino que conduca al paraje de "I Be-lla", una cuadra antes de llegar aI cementerio.

    Viva una familia con esa suma en los aos diez,porque por dos centavos se compraba un atado depanela por cinco, una pucha de frjotes o dos de maz;por quince centavos una gallina; por cincuenta, uncerdo y por ocho pesos, una buena vaca de leche.

    Como si esto fuera poco, dos o tres costales erannecesarios para transportar de la plaza al hogar lasyucas, los pltanos, Ias arracachas, las cebollas y lostomates y las derns verduras que se adquirlau conun msero billete de a Peso.

    Intrigando un poco, valindole de influyentes pa-drinos, Lazarito consigui que se Ie cambiara su ocll-pacin de "corresta" como entonces se deca por lams descansada de "Policla Escolar", entrando areemplazar en ese ltimo cargo a Jos Marla Duque(o'Josemarita" 1o llambamos), quien a su vez habareemplazado a Efran Guarn.

    Los deberes del polica escolar eran bien pocos:hacerse presente en las primeras horas de la maanay de Ia tarde en la nica escuela existente; recibirla lista de los chicos que no haban asistido, e ir aeasa de los padres en averiguacin de las razonespor las cuales no haban asistido a las clases.

    El ejercicio del cargo se complicaba cuando lospadres informaban haber despachado a sus hijos pa-ra la escuela. Eso quera decir que se haban quedadojuganito en Ia calle. El polica escolar, perrero enmano, se daba a la tarca de localizarlos y llevarlosal plantel "a como diera lugar".

    A como cliera lugar! Muy bien. Pero quin al-eanzaba, por entre solares y caadas, a ur1 mucha-cho empeado en no asistir a la escuela? Cuntasveces a mis hermanos y a m nos toc trasegar porsolares y caadas huyndole a nuestro to o a quienfu su sucesor en el cargo, Adolfito GottzLezt''!'

    CAI-ARCA EN ANtsCDOTASl,tt

    Y cuntas veces a "Josemarittl"' & Lazilrito' aAdolfito les toc correr tras Jos Botcro Gaviria' Her-nando Ortiz Crdenas, Reinel Giralclo' Carlos Aris-tlbal Ocampo, Narciso y Pedro Juan Aguirre Car-uujuf, Santiago y Benicio Montoya, I{ermgenes Vi-Ilurtgu y un-puaAo ms de estudiantes que faltabanu tu

    ""rr"lu pot irse a baar al "Chamburgo "'en el

    ro "santodomingo"!Se cuenta que alguna vez' Benicio Herrera le

    p'-egunt a Lazirlto las razones por las cuales eraiun"nu.o, tan hurfano de earnes' obteniendo comorespuesta un:

    -Cmo quiere usted' don Beuico' que

    gordo siendo como soy empleado pblieo ysueldo que gano?

    Vyase usled, Mercedilas

    En Ia poca actual cuando un Alcalde de puebloasume el mando, eI primer decreto que promulga'invariablemente, est encaminado a lograr la mora-Iizacin de las costumbres y el enlucimiento de lasresidencias ubicadas dentro det permetro ulbano '

    Lo primero, buscando defender a ia sociedad,a las familias honestas, del morbo del vicio; lo se-gundo, para meiorar la esttica del burgo encomen-dado a sus manos.

    Don Benjamn Palacio fu el primer Alcaldeque Calarc tuvo. Don Benjamn, al asumir strs fun-a-iorr.r, se traz un programa que inclua, lno faitabams!, la moralizacit de las costumbres, y dict el

    yo seacon el

  • 18 RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    consabido decreto ordenando a las mujeres pblicasobservar buena conducta o abandonar la poblacin'

    Las leyes son para cumplirlas. Don Benjamndestac un agente de polica para que se eneargarade citar, a su despacho, con el fin de hacerles Ia co-rrespondi.ente notificacin, a las sej"s r'' ocho damise-tas que en la locaiidact ejercan la prostitucin'

    Una a una fueron cornparecienclo' Nativiciad Gu-li&rez y Mercedes Neira gczaban en ese entonces debuen prestigio entre las muehachas "clescartiadas"del rebao por la cordialidad conque trataban a los"parroquian-os", stl bu.en genio, la elegra que ie co-municaban a las parrnnrls' lVlercedes Neira gozahaadems de fama como mujer bonita'

    A Mercedes le toc eI turno de presentarse a laAlcalda. Personalmente la recibi don Benjamn ensu despacfro, desarrollndose entre los dos el siguien-te dilogo:

    -Vea Merceditas -te dijo don Benjamn-' Ia

    he mandado llamar para notificarle que debe cam-biar su vida y moderr sus costumbres; o en su de-fecto, abandonar ta poblacin' Usted ver'

    -Bueno, seor Alcalde, si as es la cosa' yo estoy

    dispuesta a largarme de aqu, pero si Io que piensaes

    -moralizar eI pueblo debe principiar por lo alto y

    notificarle a.... (aqu eI nombre de varias seoras)que se larguen, pues viven enmozad'as con' ' ' ' (Dilos nombres de conocidos cabatlero's de ta localidad)a espaldas de sus maridos.

    -As es la cosa, Merceditas?

    -As es Ia cosa seor Alcalde'Ponindose en pi don Benjamn, con eI tono

    ms co;:dial que pudo 1e dijo a Ia Neira:-Vea Merceditas:

    Lo mejor que puede hacer esirse de este despacho antes cle que me le acomode un"mozo" a Rosario, mi esposa' pues estoy completa-mente seguro de que me es fiel.

    ('AI.AR( A liN AN f |CD()1'AS l()

    La Neira abandon cI despacho [)et'o no Ia po-blacin, termi"nancLo, con el dilogo transcrito, lar:iunpaa moralizadora.

    No le pegrle al AlcaldeEl expendio oficial de licores (estanco), estaba

    situado en el costado norte de la plaza en una edi-ficacin de una sola planta, un rancho. Era el lugarcn dond.e so1an reunirse los "notebles" &1 iniclarselu noche, a comentar los sucesos loeales, pocos einh'ascencientes, o a escuchar la lecbura de los pe-riciicos. bastante atrasados por cierto, que en altavoz haca don Po Agustn LPez'

    Los dorningos, telminado el mercado' Ias reu-niones de notables en el estanco eran ms nutridasj animadas, participando en ellas- Ios propietarios deias tiendas, uno que otro expendedor de carne y aveces un funcionario de la Administracin local' En-tre trago y trago brotaban los chistes flojos, los chas-calillosl ts crticas rnordaces, en un ambiente defraternal camaradera'

    La inmensa plaza al iniciarse las sombras de lanoche presentaba un aspecto fantasmal' Slo se veanen ella algunos semovientes que acudan a darseopparas cenas con los pltanos, las yucas, las ver-auias que los campe'sinos, imposibilitada la venta,dejaban abandonadas.

    El aseo de la plaza era efectuado los lunes' Loscncargados de llevarlo a cabo no eran otros que lospresos d.e confianua recludos en la crcel local. Aialta de stos, aquellos ciudadanos que por embria-3uez, escndalo o irrespetos a la autoridad haban si-do d.etenidos durante la noche del dotningo. Basuras,cleperdicios, hortalizas, eran barridas con abulta-das escobas de ramas. Arr'oli{,onadas de trecho en tre-cho por barrenderos, l.;o;o eran transportadas encarretillas de madera a ul)a cer,lada vecina. Mientraslos presos barran, ios aficionados a las rias cle ga-Ilos "casaban" Ias peleas y entrecruzaban apuestas,cercados por los curiosos.

  • 20 RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    Un domingo en Ia tarde (suena a paso doble)entre contertulios del Esianco se encontraba JosM', Espinosa, propietario de una talabattera, numis-rntico en potencia, tomador de trago y parranderocomo el qu.e ms, cuandc para mal de sus culpas seCetu-vo frente al establecirnienlo un asno. Tomandodel suelo un piedra, un ctriquiiio que ocasional.mentepasaila por el lugar, se la arl'oj al asnal semoviente,lo que le vali que Espincsa le gritara:

    -Chino hijueputa, no le pegues al Alcalde.La mala fortuna de Espinosa hizo que su excla-

    macin fuera escuchada por don Pedro Pablo Valen-cia, qui.en ejerca las funciones de Alcalde y llegabaen ese preciso instante.

    Jos Mara Espinosa ("Chepe" como todo eI mun-do le cleca) fu risto a la rna.ana siguiente con unaenorme escoba cle ramas barriendo la plaza.

    Muchos amigos de Espinosa que a su vez lo erandel Alcaide, acud,ieron a ste en solicitud de que albarrendero se le conrnutera la pena por una multa.Don Pedro Fablo fu inflcxible. .rlaba que sostenereI principio de autoriclad y 1o sostuvo.

    Ley secn

    Tl1 ::edoblante, hbilmente manejado por don Sin-Joroso l,frroz, uno de los tres agentes de polica queplestag:an ;us servicios en la poblacin, empez a so-ti,l' {.'rr lo:-: }.;lcones de la Alcatda en el preciso ins-t,..te cn q;e las gentes saiaa de la Misa Mayor.

    Mientras las mujeres se diligan a sus hogares,los hombres fueron acercndose a la Alcalda a fin

    ( AI,ARCA EN ANECDOTAS

    rkr escuchar la lectura del bando. T,o ley personal-rncnte el burgomaestre don Benjamn Palacio.

    Todo se redujo a advertirles a los ciudadanos({uc no deban dejar animales sueltos vagando por lasr:lllles "porque s'.:. i,ir llevados al coso" y "abstenerserlc ingerir licores durante el jueves y viernes santo".

    -Al que encuentre la polica borracho .-especi-lic claramente don Benjamn- durante esos dosrlias santos, lo llevar a la crcel y se le colgar ent.l "muequero" hasta que se le pase la rasca.

    El "muequero -yo 1o conoc- estaba formadoror dos fuertes vigas horizontales colocadas a mas

    tle metro y medio de altura, fija la inferior, moviblela superior, con muescas equidistantes para introdu-t:ir en ellas las muecas de los "condenados" que sevcan obligados a perfi)anecer con i,cs aprisiclnadosbrazos en alto.

    El "muequero", esas s son pendejadas, hacellorar hasta el ms cojonriCo

    -coment Emilio Ar,-cila, liberal, borracho consuetudinario, terrninado eIbando en un corrillo que se formara frente a la ,,Bo-l,ica" de Heliodoro Ospina sitLrada en el costado orien-t,al de 7a plaza, a pocos metros de Ia Alcalda.

    Del corrilio forrnaban parte Ismae1 Zapata, le-legrafista; Jesris Snchez, sacristn; Manuel Naranjov mi to Lzaro Angel, todos conservadores.

    -_Te jodiste, Emilio- le dijo a Arcila don Is-mael-. Lo que es jueves y viernes no vas a poderjalarle al aguardiente, ernpinar el cocno. Cuntas ve-ces has probacio el "rnuequero"?

    -Pilas de veces, Isrnaelito -Ie respondi Arcila-Pilas de veces -repiti-. Lo que es jueves y viernesno voy a poder emborracharme. Se cag en m don

    Benjamn, pero siendo l godo no se por qu se cagtambin en los godos.

    -En los godos por qu, Emilio? -le preguntoLzaro Angel.

    2l

  • 22 RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    -No oiste pues el bando? -le respondi Arcila-.Los animales no pueden vagat' por las calles y comotodos los godos son unos animales. . . .

    A peso muerfo

    EI negocio tuvo lugar un da martes, a las nue'.'ede Ia maana, en la puerta del humilde despacho delPadre Valencia, encargado de conducir por el caminorecto a la muy escasa feligresa lugarea.

    Tres personas intervinieron en ia negociacin:EI Padre Valencia qr.re a esa hora ya tena entre pe-cho y espalda ms de media docena de aguardientesy don Antonio Henao, partes contratantes, y Valen-tiniano Giraldo Alvarez como nico testigo.

    EI problema se Ie hba presentado ai Levita sor-presivamente, al morir de repente la seorita MaraJaramillo, recin llegada de Antioquia a visitar unosfamiliares: En eI cementerio local no existan sepul-turas abiertas!

    -Renase con algunos vecinos- le dijo eI Pa-dre Valencia a Valentiniano Giraldo que fue a ges-tionar el entierro

    -y lieven el cadver al cementerio;abran un hoyo y io entierran porque no hay sepul-turero.

    -Debi iluminarme en ese momento el EsprituSanto- coment Valentiniano Giraldo al narrar pos-teriormente la negociauin

    -al ocurrrseme propo-nerle al levita que contratara un sepulturero quemantuviera dos o tres fosas abiertas. Me pidi can-didato y le d a Toito Henao.

    ('ALARCA EN ANECDOTAS

    Las elusulas contractuales no pudieron ser mssimples: Por cada sepultura abierta en el cemente-rio, don Antonio recibira un peso que sera pagado"por los dueos del difunto", pudiendo cuitivar enralte del terreno ma2, yuca y legumbres, para supropio provecho.

    -EI primer peso -palabras de Giraldo- se logan don Antonio abriendo eI hoyo para sepultar a laseorita Jaramillo, segundo "inquilino" del cemen-tofio actual.

    Aos y aos desempe don Antonio el cargo desepulturero. Con ei regatn y la pala aI hombro semarchaba todas las maanas para los terrenos delr:cmenterio, a preparar "habitaciones', para Ios even-l,uales inquilinos y a cultivar sus legumbres.

    Cailico convencido y practicante, a don AntonioIe repugnaba tener que abrir sepulturas en una co-rraleja que el padre Valencia destin para cemente-r"io laico. Abra los hoyos, pero cobral:a por cada unola suma de dos pesos.

    Don Antonio, para cobrar los dos pesos, alegaba-_me 1o comunic Giraldo- que eso le pagaban donAntonio Buitrago )' don Rudecindo Herrera cuandode enterrar un cabalio se trataba.

    '.. .:..:i rHerrera, Buitrago y don Valentiniano Giraldci

    Maya, fueron los plopietarios de los mejores caballosde paso que en Calarc hayan existido.

    A peso muerto y era caro. . . .

    hlez, volfiarepas

    Un detalle curioso y "diciente" que no ha siclotenido en cuenta por quienes en una u otra forma

  • RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    se han ocupado de la fundacin de Calarc y quienesIa llevaron a efecto, es el de que todos los fundado-res estaban afiliados al partido liberal.

    Y liberales fueron, en su gran mayora, las fa-milias que llegaron a radicarse en la villa antes deque terminara eI sigio, as procedieran de Salento,Pereira, Manizales, Santa Rosa, Marinilla o Abejo-rral, Sonsn o La Ceja, del Tolima Grande o deSantander. Conservadores apenas los Guevara, IosAristizbaL y ios Angel.

    Durante la guerra de los Mil Das las tropas go-biernistas estaban perfectamente enteradas de queIos partidarios de Uribe Uribe, Tulio Varn y el Ne-gro Marn, etctera, eran el noventa por ciento de loshabitantes, pero saban, as mismo, e los calar-queos eran gentes de paz, laboriosas, de sanas cos-tumbres, ajenas a las lides de la guerra. Dentro delterritorio calarqueo, durante la contienda civil, slose libr un combate entre las fuerzas del Gobiernocomandadas por el General Carlos Meja y las fuer-zas iiberales al mando del General Aristbulo lbez

    El encuentro armado tuvo lugar al sur de Ia po-blacin, en el sitio conocido con eI nombre de ,,Ib-ez" as bautizado por el rnismo General, ya que te-na all unas mejoras, extendindose la accin hastaeI sitio de "Balcones". Las fuerzas Gobiernistas setomaron la poblacin.

    At da siguiente det combate fu detenido miprogenitor y llevado ai cuartel gobiernista atado con1azos, en compaa de sus dos concuados Nicolsy Alejandro Jaramillo. En la familia de mi abuelomaterno Poiicarpo Angel no eran sino tres las hijasy las tres haban contrado matrimonio con tres Ja-'ramillos que, como hecho curioso, pertenecan a tresramas distintas de ese apellido.

    Siendo los tres hombres de paz y liberales, ladetencin haba sido ordenada porque se rumorabaque mi padre, nico cerrajero, o herrero del villo-rrio, sola repararle a las tropas liberales los fusiles,

    CALARCA EN ANECDOTAS 25

    1o que no pudieron comprobarle a pesar de las mI-tiples requisas practicadas en su taller y en su casa.Durante una de esas requisas en poder suyo se encon-traban varios fusiies, perc enterrados a tiernpo en elsolar de Ia casa, no dieron con ellos.

    Gracias a la rpida intervencin de mi abuelo,conservador convencido que gozaba en Ia locatidadde excelente reputacin como hornbre de bien, sustres yernos fueron puestos en libertad bajo palabrade que para nada intervendran en la revuelta ar-mada, cosa que por lo dems no haban pensado hacer.

    Terminada la guerra civil, nuevas familias lle-garon a radicarse en la poblacin, tanto de un par-tido como del otro, entre ellas la de don GuillermoGiraldo, don Agustn Villegas, don Ismael Zapata,que lleg en 1903 por haber sido designado Telegra-fista (el primero de Ia poblacin), y otras.

    La mayora liberal ha qu.edado demostrada enCalarc en todas las elecciones. por algo el destinohaba dispuesto que en ia fundacin intervinieranslo liberales.

    Sobre el acendrado liberalismo de Segundo He_nao, el cabecilla de ios fundadores, existe una exce_lente ancdota que lo retrata de cuerpo entero y esuna radiografa de su personalidad.

    La ancdota fu consignada en el ,,Diario perso-nal" que llevaba de sus actividades sociales y de suvida don Catarino Cardona, de donde parece haberlatomado el novelista Jaime tsuitrago, Calarqueo, in_tercalndola en su libro ,,I{ombrs Traspl-antaos,,,pgina 184, publicado en 1g43. Dice as:

    -Julio 20. La banda de los prez hizo su irrup-cin en el corregimiento tccando el himno nacionI."Todos los colonos se quitaron el sombrero, menos

    Segundo Henao. Por esta caust ur:t lll_rscarruidos se lotumb de una trompacia. (debi tratarse de ZabulnPea) salt en defensa de don Segundo y se armuna trifulca terrible. AI preguntarle mas tarde a He-

  • RODOLFO JARAMILLO ANGEL26

    nao por qu no se haba quitado el sombrero' con-test:

    --Porque eI Himno Nacional fu compl:estc por

    Nez Y ese fu un traidor"'

    -I{ez- solia decir don Segundo en su vejez

    -no fu otra cosa que un clesvergonzado "Voltia-

    repas".

    Maravilla mecnica

    El Quindio es tierra cafetera' De los municipiosqou ili"t.gt* n9 hay uno solo en donde los cafetosno luzcan su veroor esmeraidino aI amparo de fron-;;;-;;*os' Es de aqu que sale' rumbo a los mer-; ".-ott*u*rica, el mejor caf' el ms suave'"i *et aromtico

    y el ms barato' Tiene que ser bue-ro--tlr.ttto caf porque est abonado con el sudory la sangre de los quindianos'

    Esos rniilones de cafetos que crecen en las 11a-nadas, en las vegas y en las mismas-faldas de Ia cor-dillera central, no frn tenido ni su historiador ni sucantor. Los escritores quinclianos hemos subestimadoiu-ituy."toria del caf, e ignoramos de qu lugar lle-;;;;;" estas tierras las primeras semillas o los pri-turo, arbustos (colinos)

    ' quin los trajo y el punto

    preciso en donde fueron plantados'

    En conversacin sostenida hace poco eon uncalarqueo perteneciente a la primera generacinde este siglo, logr entelarme de algunos dutgt'. T-clos de "primera tn-ano" relaeionados con la industriacafetera^quindiana' Los nombres propios fueron

    sur-

    i.to un fo.*a espontnea' mezclados con los nom-

    ).1(:Al,Al{( A liN ANlr( lX)'l A:;

    bres de algunas zonas dc ste tnrttricilio' datos que he

    tlctttilizarencrrricasquoalgrrdfacscribir'La primera despulpadola cle ct fu trada al

    pequeo viilorr-io q"; ;; Calarc' en- la' primera d-tcl,;'e" est" ,igro'^iu ttotttport Jess Londoo des-

    "-.o"iiuia e o"at erJ oriundo:-tt uno de loso.u qrr" tti"i." a visitar a sus pa'rientes'

    La novedad, la curiosidad despertada por el apa-rato, fu tan grandu qtu el propietario' orgulloso desu compra y ra aomiraeiO" q'u dausaba' resolvi

    exhi-

    birla en una tienOa situada en la esquina sureste delque hoy es earquJ t eouut' tienda de propiedadnadameno.,rr,"udums'cuedeRomnMaraVa-lencia, uno cle los gestores Jta fundacin de la aldea'

    Ya existan' en los amplios solares de las casasv trrr.rro, aledaros aLazoia urbana' pequeas

    plan-

    t#;;ile caf. una o dos docenas de rboles por;;;;;i;; sembrados por curiosi'laa.mf's que como ne-il. il;-u.t ttuu:ar Ia mquina importada pordon Jess, iou gt'''itt'rebuseaba hasta el ltimo dero, g.urro* mad-uros existentes en sus cafetos e ibancon ellos hasta eI lugar de exhibicin' All los desce-,uruu" maravilladoi, previo permiso otorgado porValencia.

    La exhibicin de ese "prodigio-mecnico"' de esa

    "r:laravitta m(}cnica"' fu corta' Don Jess Ia tras-larf6 a su finca

    jnlvttg"r" situada a orillas del ro^Jurrtoo*ingo, donde psea un

    -cafetal con algunos

    e.ientos Oe arnoies"V puilu ui beneficio ctrel grano haba

    trado desde antiqiia la clespulpadora'No fue, sin embargo' Ia finca "EI Vergel" (

    (to{a-va existen atl buena^ cafeteras y el nombre no havariado) ta prinie piantacin cle caf de importan-cia dentro dei municiPio'

    En la vereda de "Quebradancr-a"' riqusima re-

    giOn?tera,.ol" t"t'i' oelgacto ya vea levantarsesus cafeteru,,

    "'it s abundJntes' De esas plantacio-

    nes del seor "ttd;

    proviencn los miliones de cafe-

  • RODOLFO JARAMILLO A\IGEL28

    tos regados a todo Io ancho y a todo to largo del mu-nicipio Y del Quindo'

    Mirando trabajar Ia despulpadora de don JessLondoo, colocada en el mostrador de la tienda der, norrian Mara Valencia, don valentiniano Giral-o nfaya, con sus buenos agulardientes entre pecho yespald, le cleca a don Guillermo Norris:

    -Vea don Guillermo Io pendejas que scn estas

    gentes. Embobadas mirando trabajar ese fierrr'uand.o la mejor mquina que exste en el mundo laIlevan entre las Piernas!!

    Consuefa distraido

    Las funciones de Secretario de la 'A'lcalda lasejerca, siendo el burgomaestre don Benjamn Palacio'ei seor Ricardo Ottiz, hombre de alguna prepara-cin intelectual, primer periodista quindiano, comoque era corresponsal de "EI Republicano" de BogotitigiOo por eI doctor Enrique Olaya Herrera' En unejempuf de 1908 me encontr eon una de sus corres-ponsalas.

    EI seor Ortiz, como el "intelectual" del villorio'tena a su cargo, por delegacin del Alcalde' eI pro-nunciar los dicursos durante las celebraciones de lasfechas clsicas nacionales' En esta "Iabor" lo sucedi*er tut" Francisco Mario Patio cuya estampa yvozeranlaadmiracindeloslugareos.Eraagra:-dabie escuchar a "Pacho Mario" cttando irablaba enpblico'

    Puesbien:DonRicardoOrtiz'apesardesusco-nocimientos, de las "ideas generales"

    -lmanes del

    2t)(IALAI{CA lrN AN IiODO'I'AS

    lilsofo de Ia Montaa Fernanclo Gonzlezt'- era in-capaz de improvisar cuatro palabras seguidas' as elauditorio esiuviera integrado por gentes del agrosin ninguna preparacin intelectual, por los nios ylliiias cir: las escuelas o cornerciant'es anaifabstos'l)on Ricardo escliba sus discursos y''''

    . . . .Y como era vanidoso hasta mas no poder'para dar la sensacin de que improvisaba, haca co-iocar estratgicamente a su hermano Eduardo paraque le sirvier de consueta (no pronunciaba discursos.i ,ro era desde un balcn). As las "improvisaciones"le satan siempre bien y la aureola de gran orador noa\canzaha a destersele.

    Como eL diablo es diablo y suele jugarle sucio a loshumanos, en un veinte de julio don Ricardo ocup Iatliiuna para pronunciar etr disci-riso de rigor elogian-do a los prceres cle la Independencia, con acluelloclcl flollero de marras, Ios "chapetolles", ia proclamacle Acevedo y Gmez, etctera. EI discurso escriLo iohaba puesto don Ricardo en manos de don Eduarcl'o'

    Un numeroso pblico integrado por las escuelasph}:-cas, ios ediles, alg;unos cornerciantes y algunasgentes del agro, esperaban en la plTza las palabras[.l. prorrrrrrclaa ei orador. Et Alcalde y algulas.dS';"t, a.t otras tribunas, daban realce a la "fiesta"'

    Impaciente, detrs de Ia puerta, don Eduardo es-peraba qn. to hermano hiciera la introduccin paraontinuar "soplando" las parrafadas'

    -Seor Alcade Municipal, seores ediles' se

    ores profesores, distinguidos estudiantes' seoras'seorei. . . .- principi don Ricardo con voz enrgica'moviendo tos brazoJ como un molino de viento lasaspas.

    Discretamente don Eduardo empez a "soplar"'Todo marchaba a tas mil maravillas cuando alguien,no enterado de las funciones que estaba desempean-d.o, le llam la atencin, y ah fue Troya!!

  • 30 RODOI-FO .IARAMILLO ANGEL

    Don Ricardo, en la tribuna, no ilegndole el tex-fo de su diseurso, fren en seco, esper un poco ycomo Dics le ayud le di rernate a su intervencin;se entr, enjug con un pauelo el abundante sudorque le empapaba la frente y se dej caer en un asientopresa de la ms terriJIe de las iras.

    En ese mornento aicanz a ver a su hermano quecon eI papel del discurso en la mano conversaba conquien le llamara la atencin. Sin pensarlo dos veces,sin valorar eI sentido de sus palabras ni parar mientesen quien pudiera oirlo le espet a quemarropa:

    -Y vos gran hijo de puta, malparido por quinfiernos te callaste la jeta?Un testigo presencial del hecho comentaba algu-

    nos aos despui::

    -Es ja madre ms bien remachacla que he odoen toda mi puerca vida.

    Cosas de San Pedro

    En el diseulrir de estas pginas ho venido em-pieando con preferencia el termino "villorrio" paradesignar a la ciudad. Eso era, en la deada de 1910a 1920 en que tuvieron ocurrencia muchas de lasancdotas recogidas en ste libro. Calarc.

    Un villorric. NaC.a rns c1t;e un villorrio con suenorme plaza sin arborizacin, sus calles sin nivelar,con altos barrancos a lado y lado, menos de trescien-tas easas en su. mayora de una sola planta disemina-das en 1o que entonces era "zorra urbana", y muchasgentes buenas y trabajadoras.

    (]AI-4tr(CA EN ANECDOTAS

    AI ser instalado eI primer acueducto (ya tendroportundad de hablar de eso), en eI centro de Ial)lazn se consiru.y- una "pila": Un tubo vertical det,res pulgadas de cliuretro y dos rnetros de altura, conleclucein a media pulgada en la parte superior paraque eI agLra, lleganclo con presin, elevara bastante.

    AI pi de} tubo y en circunferencia convexa dedos met:ros, el terreno haba sido errpedraCo pat'acvjlar eiiosiones. Desage estratgico irnpeda el es-tancarniento del agua. Empedrados eran los poct"rsandenes existentes.

    Las eerernonias religiosas dulante la $ernanaSlanta tenan como epicentro la plaza. Las proce-siones recci.ran tres o cuatro cuar-L'as polque tro exis-tan ms transitables. Lcs "pasos" eran arregladoscon imgeiles de "bulto", de suyo pesadas in-cmoclas paia el transporte, a simple vista.

    He dicho a "sirnple vista" porque en realidad lasimgenes debieron ser livianas dada Ia forma en queestaban construdas: La cabeza, las manos y los pies,de yeso, macizos. EI resto un andamiaje de madera.Cuntas veces secundando a mi hermano Digenesies levant los trajes a los santos para curiosear eseandarniaje!. . . .

    La mayor aglomeracin de gentes poda verseel viernes Santo. Las casas iugare.as y las del campose quedaban vacas. Dada la estrechez de la capiilaias gentes se agrui:lban en laplaza. Por eso y porqueen Ia plaza eran "levantados", en las esquinas, los"patracios" de Ios mandarnases que intervinieron enIa condena de Jess.

    Cuatro esquinas, cuatro palacios. La interpreta-cin a lo vivo de los personajes era encomendada poreI Prroco a destacados elementos de la sociedad. APilatos lo encarnaba siernpre clon L,traxirniliano Restrepo Zorrilla, maestro de escuela; a Claudia, AgripinaRestrepo Pernberti, maestla; de Ans, haca don Is-mael Zapata, telegrafista. A estos recuerdo.

    3l

  • 32 RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    De "palacio a palacio" el Cristo era custodiadopor ciudadanos enfundados en capuchones asimilandoa, los judos y por jvenes vistiendo atuendos "roma-nos". Los encapuchados infunda^n en nosotros loschiquilios un miedo cerval. Cada soldado llevaba unalanza y cada encapuchado un ltigo. Todos haca^nlo posible por desempear bien sus papeles bajo lasrdenes de Jess Snchez, el sacristn. Los gritos de"crucifcale" resoneban guturales en la plaza.

    El mismo Jesrs Snchez era el encargado de arre-glar dentro del sagrado recinto el Monte Calvario.Con ayuda de aigunos feiigreses transportaba, de don-de los hallara, grandes sauees que "paraba", forman-do un semicrculo tapado, por el frente, con un ampl-simo teln negro.

    AI pronunciar el sacerdote las palabras de "Padremo en tus manos encomiendo mi espritu", reven-taban detrs del teln y de los sauces decenas depetardos y todo se llenaba de un humo negro y densoque al disiparse dejaba ver, aI fondo, al Crucificado enmedio de los ladrones pintados sobre madera por esegran artista que fue Abel Ortega Jaramillo.

    Era costumbre en esa poca estrenar traje eljueves santo y vestir de riguroso luto el viernes, asis-tiendo a Ia procesin del Santo Sepulcro en absolutosilencio y portando cada feligr:s o feligresa un eirioo vela encendidos.

    No todas las gentes lugareas se mostraban pia-dosas durante ias ceiebraciones de Semana Santa.Algunos ciudadanos preferan colarse a las cantinasa ingerir aguardiente y si se hacan presentes en lasprocesiones era en completo estado de embriaguez.

    Para castigar a esos "descredos", masones eirrespetuosos borrachos, e,l instrumento de torturaera la pila. Los borrachitos, reciban all, de manos delos indignados feligreses, un bao como jams llega-ran a drselo en el transcurso del ao.

    ( ^I,AI{CA EN ANECDOTAS

    Por ser un "boruacho consuetudinario", Emilio Ar-('rlrr cra uno de los mas frecuentes baados. Despusrlc rrn remojn muy de padre y seor mo se Ie acere:rrr "colega" Emiliano Ospina, dicindole con cierta:iolna: "Oye, qu diablos te pas que ests tan empa-l rrlo? "

    -Casi nada, mijo, que me mi San Pedro -fuel:L lcspuesta de Arcila.-

    Miedo

    Tenan en los aos diez los "cachacos" y seoresrrincipales del villorrio establecidos sus tertuliaderos,"Grutas Simblicas" en miniatura, mentideros pbli-(:os.

    Eran cinco los puntos de reunin. En ellos orga-nizaban los "piquetes", las parrandas, estructurabanlirs farras: EI Estanco en eI costado norte de la pla-'/,, a cargo de Germn Valencia, hijo del fundadorItomn Mara Valencia; el almacn de Roberto Po-sLda en el costado sur; la tienda de vveres y ferre-t,cra de Aldemar Palacio Meja, bautizada con el nom-bre de "La Andina", situada en la primera cuadra dela calle real hoy carrera 25; un granero, iugaderotle "Turmequ" y "Cucunub", con venta de comes-tibles preparados ai fondo, situado a continuacin dela tienda de Aldemar, de propiedad de Fidelino Capa-dor, y el Saln de Billares de Desiderio Aristizbal,cn la misma calle real.

    Fidelino Capador era el nico rolo que se, habartrevido a organzar un negocio fuera de la "Calle deFusa", entre los estabtecidos por antioqueos. Los con-tertulios iban ya a un establecimiento, ya aI otro, aI

    JJ

  • 34 RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    iniciarse la noche, para entregarse a sus paliques des_potricando de lo lindo de, cuanto les vena r, g*rr".De la tienda de A.l

  • 3 RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    Media hora despus eI levita se asom a la puertadel establecimiento, mir hacia Ia plaza sumida en Iaoscuridad y dirigindose a Benicio Herrera y a JulioHenao, les dijo:

    -Como que est bastante oscuro' Por qu no me

    acompaan hasta la casa? Con ese cuento de Manuelme ha entrado culillo y solo no me voy ni por eI putas.

    Henao y Herrera lo acompaaron pensando en quea un buen miedo no le corta calzones nadie.

    H nico peca{io

    Si por estas calendas los caminos vecinales calar-queos resultan a veces intransitables, imagnesecmo podan ser hace catorce lustros. Senderos es-trechos, trochas abiertas por entre la maraa de laselva virgen. Recorrerlos era bazafia para hombresde pelo en pecho.

    En eI paraje de "santodomigo", en la primeraestribacin de la cordillera, tena sus mejoras Vicen-te Mon, un rolo cuarentn, ignorante y rezandero,devoto de la Virgen de Chiquinquir'

    Una maana cualquiera Mon lleg aI villorrioen busca del cura.

    -Mi Pad.recito -le dijo- le trei-go un caballo pa que su merc vaya a confesar a mimujer que ta grave y no quero que se muera sin"confisin".

    '{1 Padre Ismael Valencia, nacido en Neira en eIhogar formado por Indalecio y Simona Marn el L2de marzo de 1856, es verdad que le gustaba empinarel codo, correrse sus vidrios como deca don PoAgustn Lpez, "jattar" aguardiente como deca don

    r i\I AI{CA EN ANECDOTAS

    iir'11rrnclo Henao, pero no retroceda ante ningn sa-lrrlicio cuando cle cumplir con s deber se trataba.

    ,Vamos hijo mo -ie dijo a Mor- Cmpraterrrur lrotell.a de lo que sabemo6 y nos vamos a confesar

    :r l,rr rnujer para que muera en gracia de Dios.Al llegar a 1a parcela de Mon y preguntar por

    l;r. cnlerma, sta se encontraba en la cocina ocupada( n sus quehaceres domsticos' Su vientre denuncia-lrir url embarazo celcano a los nueve meses.

    -Es injusto hacerme venir por aqu, por estasl,r'ochas, a confesar a una mujer llena de vida y re-lrosante de salud- le dijo eI sacerdote a Mon.

    -Y si se muere al tener el gipa?,-fue Ia res-rrrcsta del campesino-.Por la noche, comentando eI viaje en eI Estanco

    crn don Po Agustn Lpez y don Catarino Cardonarrrc estaba recin llegado al villorrio, entre trago yt,r'ago de aguardiente, el Padre Valencia exclam:

    -Et nico pecado que se le puede imputar a Dioscs el haber hecho a estos hijueperras rolos.

    Para los pendejos

    En el cementerio de Ibagu fue sepultado eI ca'clver del sacerdote Juan de Dios Jaramillo Restre-po, mi to, fallecido en San Miguel de Perdomo, hoyCajamarca, cuando ejerca su ministerio en esa po-blacin y en Ia de Anaime. La tumba del levita, se-gn informes que poseo, es visitada por gentes sen-cillas que se hacen lenguas hablando de Ia santidad

    5I

  • J RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    de ese Ministro de Dios, atenindose a una vieja tra-dicin.! Linda que es la credulidad de las g."tu.:.:., .1

    Dei Padre Jaramilio que vivi y muri en olorde santidad (cnl ser eI olor de la santidad).tr'ernando Gonzlez, el filsofo tle ia Montaa, afir-maba que ese olor es el mismo que tiene los billetesviejos, se conservan un buen nmero de ancdotasque 1o hecen aparecel como hombre mal geniado,i.iusco eif sus ademanes, poco meciido en el voca-k''ullai'io criando Ia ignorancia o la maia f de iosfeligreses hacan que "perdiera los estribos''.

    Con frecuencia eI Padre Jaramillo viajaba de sucurato a Calarc con el exclusivo fin de visitar a suslrermanos (la pendejadita de diez de eilos estabanresidenciados en estas latitudes), hospedndose encasa de mis padres.

    El viaje era duro. Tena que ssr hecho a lomode mula por eI psimo camino que una al Quindo conel Tolima, atravesando la Cordillera por eI sitio de"LaLnea".

    Tres ventas pco palecidas a las del Quijote exis-tan en el trayecto: La de "LaLora" de propiedad dedon Jacinto Baena, administrada por l personalmen-te; la de don Jess Antonio Jaramillo (Toto) y doallermelina (Nina) Jaramillo, su esposa, denominada"La Cucarronera"; y la de "El Recreo" de propiedadde la seora Santos Silva..

    EI Padre Jaramiilo posea algunos bienes de for-tuna. Muchos, decan unos; pocos, decan otros. Es-tos tiienes, lo afirmala mi padr"e, a la muerte dellevita, se Ios rob un "avivato" que muri e Iamiseria, cuyo nombre omito piadosamente, para noofender su familia.

    Afirman que quien menos cree en las pruebases el payaso. Parece que tal era Ia manera de pensardel Padre Jaramillo respecto a su Ministerio. Va decuento.

    (.ALARCA EN ANECDOTAS

    -Si Padre, -lss:.ryuno.--Y Ia carne erl

    respondi 11a,- ese es su de-

    dnde diabtos est?

    39

    Alguna vez, luego de celebrar la Santa Misa enl:r pequefia capilla pueblerina, lleg a casa de misrir

  • RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    A una de esas ferias sac Cornelio Arias el "ni-co animai de peio que tena no contando a mi mujer",una yegua bastante vieja y falta de carnes, con ni-mo de venderla si ie resultaba comprador, o cam-biarla por cualquier cosa.

    Y a Ia misma feria acert a venir de Cartago unnegociante con un variado surtido de santos de yesoqu puso en exhibicin sobre una lona en un costadode la plaza. Las horas pasaron, lleg Ia tarde, la fe-ria termin sin que Arias lograra vender la yegua ocambiarla, ni ei vendedor de santos expender su sur-tido, lo que a los dos los tena descorazonados.

    -Oiga paisa -Ie dijo eI ('5nfs6"- le propon-

    go un cambio. Le doy todos estos santos por Ia yeguaquiere?

    La negociacin se efectu "mano a mano" El ex-propietario de 1os santos, llevando del cabestro layegua que fuera de Arias, se alej con ella, dejandoa ste encartado con la variada coleccin de imgenes.

    -Met las cuatro -se dijo Arias contemplandosu abigarrada coieccin- -Ahora qu diablos voya hacer con esta parranda de muecos? Cmo hago

    para salir de ellos?.

    Abandonando la mercanca, Arias fu hasta sucasa de habitacin regresando a poeo, no con cos-tales o cajones para ilevrsela, sino con una escopeta.

    Tranquila, parsimoniosamente, agrup las imge-nes, se retir a prudente distancia y dispar sobreellas, "volando yeso a los infiernos" segn eI decir deun pariente suyo, Arturo Arias, testigo presencial delos hechos.

    Ocurri el masivo fusilamiento a las cinco dela tarde de un soledoso da de agosto de mil novecien-tos tres.

    CALARCA EN ANECDOTAS

    Pobrecifos hombres

    Se llamaba Hermelinda. Hermelinda es un nom-bre perfecto para una retardada mental y Hermelin-da lo era, pero no hasta el punto de que llegara has-ta la idiotez.

    Hermelinda viva con su madre, Juanita Fonse-ca, en "Rincn Santo", barrio con docena y mediade casuchas de guad'ua tan espaciadas como los pla-zos que solan d.ar, para el pago de Ias mercancas,los comerciantes sirio libaneses ambulantes'

    -Me 1o paga cuando usted quiera,

    -deca YunesYusef e iba todas las semanas a cobrar'Juanita y Hermelinda se ganaban la vida lavan-

    do ropas ajenas en Ia quebrada "Naranjal" o en Ia"Sapdra", ayudando en las cocinas de las familias"bien", juntas algunas veces' otras separadas'

    Un da cualquiera Hermelinda que haca ratohaba pasado por los veinte aos de su edad, resulten embarazo. El hijo, dbil, desnutrido, muri a lospocos das de nacido.

    -Pobrecita la nia -deca Juanita condolin-

    dose de su hija- Quin sabe qu sinvergenza laengaara. Le embutieron el muchacho y nin sesabe quien ju. Pa brutas nosotras las mujeres'

    A poco de morrsete eI hijo, Ilermelinda resultde nuevo en embarazo. Le sobraron consejos y re-prensiones por parte de las seoras a cuyas casas ibaa trabajar. Que una vez "lTletiera la pata" pasaba,pe-ro que recayera, s era eI colmo ' . !

    Hermelinda cailada, trabajaba y vea cmo ibacreciendo su vientre fecundado. Contenta con suestado? Resignada? lQuin poda saberlo!. .

    4l

  • 42 RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    Cierta maana en que se encontraba ayudnd.olea los oficios domsticos a mi ta Filomena Angel (lva_liente nombrecito!), a Ia buena seora Ie cli porsermonearla. La sermone largo y tendido.

    Herrnelinda soport y soport la ,,cantaleta', demi ta con estica resignacin por largo rato hastaque no pudiendo ms le di esta respuesta despam-pananfe:

    -Pobrecitos hombres, no les puedo decir que no!

    Ayuda oficial

    En la hoy vereda de "La Pradera", situada al nor-te de la ciudad se establecieron desde 1BB2 algunos delos primeros cclcnizadores de las tierras calarqueas.Entre ellos figuraban don Julio Guevara, don Ricar-do Guevara y don Luis Tabares; este ltimo, Comisa-rio en la poca en que se ilev a cabo la fundaeinCel villorrio, en 1886.

    Las obligaciones adscritas al Comisario por lasautoridades de Salento, estaban circunscritas a lacitacin de los colonos cuando por cualquier motivoeran solicitados para la prctica de diligencias yafueran de carcter civil, penal o policivo, y a velarporque entre ellos reinara la paz y ia armona.

    Fundada Ia poblacin e iniciados en ella los mer-cados semanales, los vecinos de Ia pradera procedie-ron a la apertura de un camino de ,,herradura', queuniera sus predios con el poblado, camino que seprolong hasta Ia vereda de ,,Cagual', en donclenuevos colonos haban abierto sus mejoras.

    CALARCA EN ANECDOTAS

    La via, para los colonos, era fundamental. Sint'ila el sacar al mercado los productos de sus parcelasr;c convrta en un imposible, en tlabajo de hroes,rs como eI llevar a sus hogares ropas, herramientasv vveres por elios no producidos.

    El villorrio ya constitudo en municipio (don Luis'fabales haba peidido eL cargo), gozerba de muy par-cas rentas, las cuales no le permitan darse eI lujotle ayudar a los colonos en el arreglo de las vas decomunicacin. Las entradas at fisco apanas s alcan-zaban para atender al pago de los sueldos de losIuncionarios.

    Ignoralrdo Ia penuria del tesoro municipal y es-tando al frente de la administracin como Alcaldecl seor Benjamn Palacio, los vecinos de "La Pra-clera" y "Chagual" se reunieron y designaron unacomisin para que visitara al burgomaestre y le pi-cliera ayuda moneiaria para la reparacin de su ca-mino, convertido en fangales intransitables por cau-sa del invierno.

    Tan en psimo estado estaba la va que los co-misionados no pudieron apelar a sus cabalgaduraspara arribar al pobiado, vindose en la necesidadde hacer el viaje a pi, con eI barro hasta las rodillas,

    Cubiertos de fango los comisionados entraronal despacho del seor Alcalde. Pidiendo excusas porhaberse presentado en tan desastrosa situacin, leexpusieron en forma detallada el motivo de su visitaterminando por pedirle fuera asignada dentro delpresupuesto atrguna suma de dinero para la repara-cin de "su camino".

    Don Benjamn, hombre de pocas palabras y desuyo socarrn, escuch con paciencia a los comisio-nados, terminando por preguntarlcs, con sonrisa ma-liciosa:

    Y cunto dinero consideran que debe apropiar-se para ese camino?

    43

  • RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    EI menos tmido de los comisionados, don Ju1ioGuevara, respondi:

    -Eso es cosa suya, seor Alcalde. lrlosotros iie-mos venido solo a preguntar si eI municipio nos va aayudar y con cuanto.

    Don Benjamn guard silencio algunos minutosy luego muy serio, muy tranquilo, di a los eomisio-nados esta despampanante respuesta:

    -Pues mis amigos, cotrno en el municipio no te-nemos cineo centavos, pero a ustedes les asiste Ia ra-zn, Ies vamos a ayudar con tres das de sol para elarreglo del camino!!

    El hecho es histrico.

    los vasos sagrados

    Atrs dej relatadas una de las muchas anc-dotas relacionadas con actuaciones de mi to el cura,Juan de Dios Jaramillo administrador de las feligre-sas de San Miguel de Perdomo y Anaime.

    Recojo sta otra:Cierta vez el levita lleg a Calarc a visitar a

    sus hermanos, pero antes de hacerse presente en al-guna de las casas de stos, penetr a la capilla a darlegracias a Dios por haberle deparado un buen viaje,un viaje sin contratiempos a pesar del psimo carninotransitado.

    Estando postrado de hinojos ante el altar, acer-t a penetrar al "sagrado recinto" el cura Titular queIo era, si mal no recuerdo, eI Padre Pineda. Ver al

    "penitente" sudoroso, desaliado, embarrados Ios za-

    (]ALARCA EN ANECDOTAS 4-)

    llatos y faldones de la sotana y ordenarle salir' fuel,oclo uno para el Padre Pineda.

    Pero no fueron los trminos en que 1o hizo, losmirs aconsejados por la decencia. De farsante, embau-cador, aparecido y otras lindezas lo trat, poniendorun entredicho Ia calidad de sacerdote del viajero'

    Abandonando la capilla como se le ordenaba' mito se traslad a casa de mis padres, llam a su pencle estribo y con un perentorio plazo de dos das paracl viaje e ida y tegreso, lo envi a su sede con el"rrcurgo

    de traerle los doeumentos con los cuales po-cia acreditar su calidad de clrigo y el estar autori-zado para celebrar la Santa Misa en donde se encon-trara y existiela un Templo o una CapiIIa'

    Con los documentos que haba menest'er en susmanos mi to fu en busca de1 Padre Pineda, hizo quelos leyera y examinara detenidamente, sin ocultar sulesentimiento Y mal humor.

    -Perdneme usted, Padre Jaramillo

    -le dijo etPadre Pineda al terminar la lectura de los papeles-eI que haya dudado de su calidad de sacerdote y em-pi"uOo con usted y contra usted trninos que no deber:rplear. Los ornamentos, los vasos sagrados y la ca-pil estn a su disposicin. Puede celebrar la SantaMisa cuando usted guste.

    Ni corto ni perezoso, el padre Jaramillo le res-pondi:

    -Los ornamentos, Padre Pineda? Los vasos

    sagrads? La Capilla? La celebracin de la SantaMisa? Vea Padre: Todo eso puede metrselo ustedpor eI culo arriba porque ya no los necesito'

  • 46 RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    No llrore, mijifo

    Un to de mi espose, hombre de bastante edad.suele relatarme de veu en cuando sucesos ocurridosen la Villa de'l Cacique hace cincuenta o ms aosen los cuales los protagonistas no fueron otros quelos fundadores o lcs prin:eros pobladores, entre los,cuales se encontraron su progenitor y el mo,

    Hablando de Segundo llenao, el fundador,mi interlocutoi afirm en cierta ocasin que don Se-gundo era un hcmbre cordial, sencillo y bue,no, conmuy escasos bienes de fortuna a pesar d-e haber sidotrabajador incansable, fuerte talador de montaas,es decir arboricida, experto minero y empecinadoplantador de semenieras.

    Personalmente conoc a don Segundo Henao.Ya relatar cmo y en qu circunstancias. Entre sufamilia y la ma existan firmes iazos de amistad de-mostrados, como en ese entonces era de usanza, pormedio de "visitas" que entre s se hacan Ias fa-milias.

    A una de esas visitas fui llevado por mis padresy fue durante elia ql.e tuve el ms tremendo sustoy Ia ms perdurable de las vivencias. Don Segundo,un poco presumido por sus capacidades artsticas, qui-so mostrarle a mis padres la ,,imagen,' del CaciqueCalarc que personaimente haba modelado. Se trata-ba de una estatua de tamao natural, colocada con-tra una de las paredes de la pieza contigua a Ia salade su residencia ubicada en la que es hoy calte 41entre carrera 26 y 27.

    Quien fuera a entr.ar a La pieza d.e marras, con loprimero que se topaba, necesariamente, era con laimagen del fiero cacique. Con ta1 fin don Segund.ola haba colocado en la pared del frente.

    ( AI,AIi.CA EN ANECDOTAS

    Cmo era esa "interpretacin" de Ia figura delllrlcndario Cacique hecha por don Segundo Flenao?I;nlrosible recordarlo. Slo recuerdo que al entrar,rrr:ndiclo de lcs faldones cle la saya de mi madre, yv('r' esa monstruosa escultura adornada con abundan-t,cs plumas de papagayo y embadurnada con coloresr:lrillones, lanc un grito de espanto y me "emperr"rr llolar inconsolablemente.

    Don Segundo, posando su mano encallecida so-ll'e mi cabeza, me dijo:

    -No llore mijito que "eso no hace nada".tr'cco tiempo despus (o fue aigunos aos ms

    tarde?) dcn Segund.o nuri siendo seruitado en loqlle se ilamaba "cementerio laico", un lote rec|an-1ulal aleCao al cementerio catlico, por habersernostrado durante toda su vida como un furibundoanticlerical.

    IVIis padres, temerosos de que volviera a repetirsela escena del llanto que los hizo "quedar en ver-gt\e-nza", jams volvieron a llevarme a la casa de donSegundo. Por tal razn no volv a ver su famoso Ca-ciquc cuyo paradero jams se supo.

    5i se looran

    De muy lejos, de un pasado que est siendo pararn lejano, llega la imagen de un nio que puede tenercinco aos de edad y que se sienta, muy quietecito, alborde de una zanja de treinta centmetros de anchopor cincuenta de profundidad, abierta por el centrode la calle y en toda la extensin de sta.

    Dentro de la zar\a un hombre fuelte y mus-culoso, en mangas de camisa, se entrega a la tarea de

    ^n

  • 48 RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    empatar (unir dirian otros) algunos tubos metti-cos. Est tendiendo por las principales calles delvillorrio la red para el primer acueducto. Es mi padre.El nio soy yo.

    De esa fecha hasta hoy ha corrido ms de me-dio siglo. El ao, eI mes y eI da no podra decirlos.La escena y ta imagen s continan grabadas en mimemoria.

    Mi padre me haba llevado consigo no para quele sirviera como compaia o como ayudante, ambascosas fsicamente imposibles, sino para que dejara des-eansar a mi madre de mis llantos y necedades y asella poder entregarse a las labores de ama de casa.

    La Entidad Municipal, con sus parcas entradas,haba resuelto dotar a la poblacin de agua potableconducindola por tubera de hierro galvanizado a lossectores ms poblados, pero sin permitirle a los habi-tantes darse el lujo de efectuar conexiones particu-lares y as tener dentro de sus residencias eI pre-cioso lquido.

    Cada dos o tres cuadras (vacila la memoria eneste punto) se conectaba un tubo de un metro o deun metro con veinte centmetros de altura, al "tubomadre", y el grifo correspondiente para que los ve-cinos se proveyeran all del agua. La "poceta" (aseran llamadas esas llaves) se instalaban en las es-quinas, nunca en mitad de la cuadra.

    La "bocatoma" de este primer acueducto estabaubicada en el paraje de "La Pradera" donde existauna quebradita de caudal suficiente para abasteceraI poblado. La acequia se construy por tiqrra sinningn revestimiento y los tanques con fuertes ta-blones de madera aserrada, a la margen izquierda delcamino que conducia (y conduce) a la fraccin de"El Chagualo".

    Estando ocupado mi padre en la dura faena (norecuerdo que tuviera ayudante) de empatar los tu-bos, con pasos lentos se acerc al sitio en donde

    ( ^I,AI{CA EN ANECDOTAS

    rros encontrbamos un hombre de bastante edad. vis-t,ilrrclo un sencillo pantaln de dril, zapatos de cuerorlc color negro con cerradura de botones y no derorrlones, y encima de ese "atuendo" una grande ylirnpia ruana de pao oscuro. Debajo de la ruana podairrlt:ciarse una camisa blanca y en su cabeza un som-lrrcro aguadeo. La barba blanca tre caa al ancianolrirsta el pecho tornndolo semejante a los patliarcaslrilrlicos segn las ilustraciones que despus, cuandolrrf matriculado en la escuela pblica, v en los textostlc Historia Sagrada.

    Parnclose al borde de la zanja, el anciano se di-rlgi a mi padre para saludarlo:

    -Buenos dias, don Vicente.Mi padre, enderezndose un poco para ver quien

    Io saludaba tan respetuosamente eomo cordialmente,lc contest:

    -Buenos das don Segundo. Cmo ie va?Fu as como conoc ai fundador de mi ciudad

    natal.Despus de cruzado eI saludo protocolario y ha-

    bcrle eI uno al otro inquirido por la familia, Ios doshombres, don Segundo y mi padre, se trabaron en unaconversacin animada que debi durar varics mi-nutos.

    Et fundador Ie averigu a mi padre por el di-rnetro de Ia tubera que conectaba y si sta iba a se:'prolongada hasta la cercana calle de "Fusa". Al re-cibir una respuesta afirmativa, don Segundo coment:

    -Caramba Vicentico, qu bestialidad! !

    -Por qu don Segundo?

    -Porque esos rolos no necesitan el agua pa-ra nada ya que nunca se baan. Su chicha bien pue-clen prepararla con agua lluvia u orines de caballopara que les sepa mejor. Si las rolas se baaran. .

    . .

    pues hasta para otras cositas podran servir!

    49

  • 50 RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    Tumbando rolos

    Fusa!!En Ia actualidad ese sector de Ia ciudad se co-

    noce simplemente con las cifras de la nomenclatura:Calle 37 entre carrera 19 a 23, y en l existen tresobras importantes, producto de la crilti'tra: El Instituto Catarc, plantel de segunda enseanza para se-oritas; el Colegio "San Jos" regentado por una Co-munidad religiosa, tambin para seoritas, y Ia Ca-pi1la de "La Milagrosa" perteneciente a e'ste ltimocentro educativo.

    Esos trescientos o cuatrocientos metros de vapblica urbana fueron conocidos en otro tiempo con1 nombre de "fusa", ignorndose quien pudo bauti-zarlo as, pero no las razones que para ponertre talnombre existieron.

    Corrida la'voz por todos los mbitos de la Rep-blica de que en la Zona del Quindo se haloan funda-do dos nuevos pueblos, "Calatc" y Armenia", empe-zaron a llegar nuevos pobladores para los villorriosy nuevos colonos para sus tierras baldas de cuya fe-racidad todos se hacan lenguas.

    La primera "ola migratoria" lleg a Calarc delNorte, por la va de Pereira. Eran gentes procedentesde Antioquia. La segunda ola, como los Reyes de latradicin cristiana, arrib procedente del Oriente porel camino de "herradura" que una, trasmontandola Cordillera Central por el punto de "La Lnea", lafrtil regin quindiana con la vieja ciudad de Ibaguy estaba formada por gentes oriundas del Departa-mento de Cundinamarca, de los Santanderes y de Bo-yac y del mismo Tolima.

    Mientras que los antioqueos se regaban e inva-dan las tierras pianas abrierido mejoras, constru-

    (.AI,ARCA EN ANECDOTAS

    vcnd-o sus ranchos y plantando stts sementoras y enr'l permetro urbano edificaban por todas partes, los

  • \) RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    chocolate o caf con leche a ia hora de Ia "merienda"despus de entrad.a la noclle y cuando se haba reza-do el rosario en familia.

    "Changua" (caldo con papas y cilantro, comi-nos y cebolla en abundancia), chocolate o agua depanela al desayuno; almuerzo preparado a base depapas, yucas, arracachas u otros tubrculos alimen-ticios, como "algo" una "totumada" de chicha demaz bien fuerte o cle "guarapo" dulzn; comidaidntica al almuerzo pasada entre sorbo y sorbo dechicha, tal la alimentacin de los "rolos". No co-miendo Ia arepa antioquea, la reemplazaban conpan de trigo o pan de queso.

    As naci para la zona ocupada por los cundi-namarqueses, los tolimenses, los boyacenses y lossantandereanos, el nombre de "Calle de Fusa" o sim-plemente "Fusa", coto vedado para los antioqueos.La presencia de sbos era mal vista y mal la acogidaque se les daba. Los antioqueos mostraban por los"rolos" malquerencia en vista de que stos solan, conmayor frecuencia de la necesaria, pegarle a sus mu-jeres, cosa que nunca hace un antioqueo que se res-pete y estime.

    SoIo dos antioqueos eran cordialmente acogi-dos en "Fusa": Mi padre y el seor Apolinar Fer-nndez. Los das sbados y domingos, en el barriode "Fusa" o calle de "Fusa" se formaban tremendaszambapalos por la intromisin, en los bailes y iol-gorios de sus habitantes, de algunos antioqueos"rascapulgas" y parranderos.

    Uno de tales parranderos y "rascapulgas" eraTistica Gonzlez, eI cual frecuentemente se vea en-vuelto en los con las autoridades por sus rias en"Fusa". Al preguntarle por qu su mana de reinci-dir, sola contestar:

    -Mijo, porque no hay cosa mejor que tumbart'rolos" a planazos.Pero de esto hablar ms adelante.

    ('ALARCA EN ANECDOTAS

    Reina de Cajamarca

    No se trata de un titulo nobiliario. N. Pero sde una persona cle carne y hueso, sin sangre azul enlas venas, ni pergaminos; sin ttulos de nobleza, sinsbditos, sin territorios bajo su jurisdiccin y mando,I)cro con una bien conquistada fama por Ia maestraconque sola preparar una gallina, un lechn o unpisco (pavo) y e,t excelente punto de fermentacinque saba darle a la chicha por ella fabricada y ex-pendida.

    Se llamaba Domitila Reina y era esposa del se-or Jos Cajamarca, procedentes ambos de tierrascundinamarquesas. Llegados a Calarc, Jos Caja-marca y su esposa buscaron establecerse dentro delgrupo de sus coterrneos y ocuparon una casa en laCalle de "Fusa", en la cuadra comprendida entre lascarreras 20 y 2L con calle 37 de la nomenclaturaactual.

    La colonia antioquea, cuando de festejar algnacontecimiento se trataba, colectivo o familiar, acu-da invariablemente en solicitud de los servicios dedoa Dornitila para que les preparara una opparacena, un suculento sancocho de gallina, un lechno un pavo asados, o un "piquete". No se negaba.

    Las yucas, las papas, las arracachas, los plta-nos pintones o maduros, todo adobado con Ia can-tidad exacta de ajos y cebollas, perejil y cilantro,sal y azafranes, tomate y mostazas, salan de 'lasolias de Domitiia humeantes y en un punto perfectode sazn, convertidas en una verdadera golosina pa-ra el paladar.

    Violentando su innata repugnancia por la chicha,Ios antioqueos aceptaban tomarse un poco encimade los manjares. Un poco nada ms porque la chicha

    53

  • RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    preparacta por doila Domitila "agattaba de 1o lindo"al deeir de las geutes. En los barriles en que Ia pre-paraba, et amarillento lquido burbujeaba y se estre-meca por eI fermento. Accicarse a olerlos era ya unprincipio de erulrriaguez.

    Muchas veces en compaa de mi padre estuveen la casa de doi=la Domitila. Entre la colonia "rala",ya 1o ctije antes, mi padre era bien acogido' Se le es-timaba. Se le respetaba. Mi padre era el nico herre-ro del pueblo, el nico cerrajero, y a su tailer acudantodos los habitantes del viilorrio a encargarle las ce-rrad-u:as paia ias puertas de las casas' Ios regatones,Ios "calabozos" los "ginches", los "almocafres", losazadones, las hachas y dems herramientas para sustra'najos agrcolas, o a que les herrara las bestiasde lahor o las de silla, les I'eparaa las escopetas paxala eaza de guatines y tatabras, de ardillas y de cu-zurnbos, o les resanara los muy deteriorados imple-mentos de cocina.

    Los "rolos" eran magnficos clientes de mi padre'

    No era doa Dornitila Reina de Ca.iamarca lanica que en la 1:obiaci.n fabricaba la ciricha, peros ta uiiica soiicitad para la preparacin de exqui-sitas comidas. En ningn hogar o comercio de lostolimenses, cundinamalqueses, boyacenses o santan-dereanos dejaba de prepararse eI prestigiosos licor,Ia fermentada y amarillenta chicira, herencia incon-testable de las tribus indgenas que atltes del des-cul:rirniento de Ami'ica pcblaban los territorios co-lombianos. Ancestro Chibcha el de doa Domitila.Seguramente.

    Doa Domititra muri de avanzada edad. -Sefu- coment don lVlarcelino Naranjo, su vecino du-

    rante muchos aos, al enterarse del fallecimiento-a prepararle chicha al putas la vieja esa".

    Don Jos le entreg su alma a Dios en una pe-quea parcela de su propiedad situada al margende la carretera que conduce al Departamento del Va-

    r ,\I,ARCA EN ANECDOTAS

    llr', cn eI paraje de "El Prado", a la edad de cientocrnLl,r'o aos.

    ,{lguien que ie preguntara a don Jos si habar;r'rrlido mucho Ia falta de su compaera, obtuvo de,'l csta desparnpalante respuesta:

    --5i selor, Domitila me ha hecho mucha faltalx)!'que naclie 'ian hbil como elIa para sacar los ra-l,onos que se ahogaban en los barriles donde prepa-riLbrrnos Ia chicha.

    A centavo la Yarda

    --EI qu.e quiera quedarse en-Ia ruina -sola de-cir mi paCre- que aga negocios con Pedro JuanJaramillo.

    Y para teforzar tal concepio narraba las inciden-cias d una negociacin en Ia cual la habilidad deileilrc Juan se puso de manifiesto, y bien de mani-fiesto por cierto.

    El negocio en referencia "hizo poca" y de 1 selrabl durante muchos arios (y se habla todava) enlas tertuiies puebierinas dando pi a un dicho quese hizo famoso: "&fs hbil y ms pcaro que Pedro 2fJuan".

    Pedro Juan Jaramillo era propietario de un al-rnacn de telis situado en el costado sur de la plaza,ltastante acreditaCo por La calidad de la mercanca ylos precios razonables para eI pblico. Los comercian-tes en telas se surtan en las plazas de Pereira y Ma-nizales con preferencia a las de Ibagu y Cartago porser el transporte de la carga, desde las dos ltimasciudades citadas, bastante dificultoso y caro'

  • 56 RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    Un da cualquiera, a Pedto Juan ie result uncompiador para su almacn. Entraron en conversa-eiones. Una propuesta por aqu, otra propuesta porali, visitas reiteradas del presunto comprador paraexaminar la caiidad, cantidad y estado de las mer-cancas, averiguaciones sobre el precio de las telasy dems.

    Ei trato, tras muchas idas y venidas, fu cerra-do ante testigos para evitar que alguno de los doscontratantes echara pi atrs". Pedro Juan recibira,por cada yarda de mercanca existente "dentro dellocal" l-a cantidaci de un centavo.

    Sobre eI mostrador los peritos medidores inicia-rorl su labor. De Ios estantes fueron bajadas las "pie-zas" de pao ingls, de lienzo y terciopelo, de dril ycoleta, de cintas y letines, de tules y zatazas, en pre-sencia del vendedor y del comprador. Pedro Juan, muyserio, observaba la operacin, mirando de reojo lasatisfaccin reflejada en eI rostro del "ya nuevo pro-pietario" por la excelencia det trato celebrado, puesen verdad todas las mercancas medidas tenan unvalor muy superior al fijado en Ia compraventa de"un centavo por yarda".

    AI ser terminado eI inventario y medicin de to-das ias mercancas encontradas en vitrinas, estantesy mostradores y cuando los peritos se disponan aefectuar las sumas correspondientes, Pedro Juar lesadvirti que debajo del mostrador quedaba algunamercanca por examinar y medir.

    En efecto, debajo del mostrador de madera losperitos encontraron una inmensa cantidad de hiloen "carretas" y "cartones".

    -Usted me ha engaado -dijo el comprador di-rigindose a Pedro Juan. -Me ha engaado porqueno me advirti sobre Ia existencia de esa enorme ean-

    tidad de hilo.Muy fresco Pedro Juan le contest:

    (:ALARCA EN ANECDOTAS

    -Le he vendido de eontado y a raz6n de un een-tavo la yarda de todas las mercancas existentes den'tro del local y ese hilo tambin es mercanca.

    Mejor que una eseritura pblica debidamenteregistrada era Ia palabra empeada por los hombresde esa poca. EI hilo fu medido y contabilizado y eIpago se efectu conforme a lo pactado. Pedro Juan,astutamente y al cerrar eI trato, haba procedido a re-coger todo el hilo en cartones y earretas existente enel comercio local y en el de Armenia, trasladndolo,en las horas de la noche, a su almacn.

    Por tres veces su valor real, vendi su negocio.El nombre del ciudadano que tan cndidamente

    cay en las garras de Pedro Juan Jaramillo, no 1ologr averiguar, pero la ancdota es rigurosamentecierta.

    Crislo fue el Crisfo

    Entre los primeros cundinamarqueses que llega-ron como colonizadores a las tierras quindianas, figu-raba don Ricardo Guevara, aparentemente una "al-ma de Dios". Espritu hondamente religioso, catli-co praeticante y militante, en la casa de su parcelaubicada en eI paraje de "La Pradera" Las paredesestaban "sembradas" de santos. Vitelas, oleografase imgenes de "bulto", sobresaliendo entre tan abi-garrada como milagrosa concurrencia un enormeCristo. Enorme pues meda de Ia base aI "Inri" nomenos de metro y medio.

    Legumbres de todas clases cultivaba el seor Gue-vara en su pequeo pegujal, antes de que eI cultivo

    JI

  • ) RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    del caf tornara el auge y Ia preponderancia que aho-ra tiene. Los repollos, las lechugas, el maizy los frjo-les cedier"on eI paso en los predios de Guevara a los ar-bustos cie caf que lucan su verdor desde las llndesdel patio, sombreados por frondosas matas de pltano.

    Los amigos de 1o ajeno, aprovechndose de Iaoscuridad de la noche, se dieron a la tarea de apro-piarse los poeos granos de caf cogidos por Guevarade sus i:boles, granos que se sustraan del peiaderouna vez descerezados.

    Para ponerle coto al huito continuadc, don Ri-cardo se ingeni una estratagema que su alma decreyente consider infaiible y para tal efecto se dia la trea de trasiadar, por Ia t:oche y cuando ha-ba grano para euidar, el abultaclo Santo Cristo has-ta el pelacle]:o, y ali Io dejaba como "cuidand'ero"'Estala seguro de que Ia imagen velara mejor porel caf que cualquier fulano de carne y hueso.

    Y sucedi que una noche ernpezaron a oirse rui-dos sospechosos en el pelaclero. Don Ricardo, presu-miendo que pcda tratarse de los ladrones, se levantcon presteza, tom de un rincn la escopeta de fistoque no le faitaba y que perrnaneca lista para serclisparad"a, sali al patio, mir hacia e1 peladero yalcanz a ver eI "blulto"de Lrna persona. IrIi ccrtoni perezoso apunt con eI arma y dispar.

    El disparo reson en la oquedad de ias caadas';ecinas pero en eI pelad.ero no se movi una paja.Con cautela el buen hombre se fu acercando. Nada.Todo estaba en completo orden. En el cajn de made-la eI caf estaha intacto, prueba irrefutable de quelos ladrones no haban apareciclo por all esa noche.Ill Cristo ha-na resulbaclo buen cuir:landeio.

    iil Cristo!! Don Ricaido lnir con amoroso afec-to Ia imagen y oh sacrilegio!!, vi qile en el pechotena las escoriaciones producidas por los "balines"conque Ia escopeta estaba cargada. Ateriado, el po-bre hombre qued fuera de s. Hal:a disparado el

    C.ALARCA EN ANECDOTAS

    :r,r'ma sin fijarse y haba herido nada menos que a.lr:sucristo. Como un torcedor tremendo ia idea delsrrcrilegio principi a torturarle ei alma.

    Muy de maclrugada dc;r Ricarclo se visti consrrs "ropas domingueras" y se dirigi al villorrio enbusca del Cura para confesar eI :nonstruoso pecado

  • *RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    ranapaliza a su esposa, cosa que ocurra con ms fre-cuencia de la que era conveniente, sacar de las ha-bitaeiones todos los santos y ocultarlos debajo de unpalo de cafpara que no presenciaran el castigo.

    En poder de los descendientes del seor Guevaraest eI Cristo de esta historia, un poco ms real quela misma realidad.

    Para albndigas

    lQu insignificante persona fue, en las postri-meras de su vida, Adolfito GonzIez! Adolfito murihace poco, si se hacen cuentas, a la edad de cientocinco aos, la edad que deca tener. A los quinceaos se enrol con las fuerzas liberales en la guerradel85!!.

    Dos meses antes de morir Adolfito, sentados en un es-cao del parque de Bolvar, me dijo:

    -Ole Rodolfo, todava soy un berraco para "gua-quiar". No me da miedo metmele a una de veinti-cinco varas. He sido muy de malas. No le he dado auna grande. Narigueras, torsales, argollitas nadams....

    -Asi de mal te fu en la guerra Adolfo?,- lspregunt y agregu: -Cuntos godoS mandaste paraeI otro toldo?.

    -Ni se, ole -me cotest- lpero hijue si fueronhartos! No sabe ni eI putas a cuntos les par eIculo! Cuando les asaltamos el cuartel en Armeniaen Ia guerra de los mil das. .. .

    (.AI-ARCA EN ANECDOTAS

    Adolfito no recordaba la fecha exacta de ese:rsrlto al casern que como cuartel habilitara la tro-l)rr conservadora en Armenia. Ni siquiera el ao' Furrrra madrugada....

    -Llegamos -eontaba Adolfito- a las cuatro de

    lrr ma)ana, todos armados de machetes y desnudosdc la cintura para arriba.

    La consigna que los atacantes llevaban era larle darle machete "a todo aquel que tocramos y tu-viera camisa. Como estaba tan oscuro... comentabaAdolfito.

    Fu ese ataque aI cuartel conservador, en Arme-nia, por parte de los liberales, una de las ms pavoro-sas carniceras durante la guerra de los mil das'

    _.No se nos escap ni uno solo -afirmaba Adol-fito-. Repartimos machete como el putas y bien afi-

    Iados que los llevbamos!!! Los dejamos como paraalbndigas. . ..

    Terminada Ia guerra, con remordimientos en laconciencia, Adolfito, buen eatlico, fu a confesarse'Haba dado tanto machete, repartido tanto plomo!

    Para asombro de Adolfito, el sacerdote con elcual se confes, no recordaba el nombre, termindicindole:

    -Matar prjimos en la guerra, hijo mo, no especado y lo absolvi.

    6t

  • 62 {ODOLFO JARAMILLO ANGEL

    Muy pendejo

    Rascapulgas, y bien rascapulgas que era Vida1Pea. Y tena bien amerrados los pantalones. EI ju-garse la vida, para 1, era "Ll.it jilego".

    Y Vida.l Felia, rin da cualquiera, tuvo un en-cuentro a rnano a,rmada con Jess Chica, otro ciu-tladano arnigo de camorras. En ese encuentro el maliibrado result ser Chica. Pas de "comeyucas" a di-funto en un santiarnn.

    Los restos mortales de Chica tenan qu ser in-humados como los de cualquiera otro difunto y fuas como los "semhraron" en el pequeo cementerioexistente en el sitio denominado "Palo $egro", hoyla manzana comprendida entre las carrras 25 y 24y las calles 32 y 33.

    Un da las autoridades municipales de comnacuerdo con las eelesisticas, resolvieron trasladar elcementerio al sitio de "Las Partidas" u "Horqueta deMariana" que viene a ser lo mismo. Aquellos de losfamiliares que tenan a sus seres queridos "sembra-dos" en "Palo Negro", con la determinacin de lasautoridades, se vieron en Ia oi:ligacin de hacer exhu-mar los restos y trastear con ellos para la "Ilorquetade Marlana", su nueva sede.

    Pocos, en verdad, haban sido los cadveres "sem-brados" en "Palo Negro", no en bvedas, sino en pro-fundos hoyos abiertos en la tierra. El iujo de lasbvedas vino despus. El traslado fue rpido. Y cornoes de lgica suFoner, uno de los "difuntos" trastea-dos fu Jess Chica, para o,ue continuara "d'Jrmien-do su sueo de eternidad" en la "ilorqueta de Ma-riana",

    (Por all en el ao de 1950, cuando yo desem-peaba el cargo de Personero Municipal _*fu ecira-do de ese puestc por el grave delito de ser liberal-,

    ( ,\t.ARCA EN ANECDOTAS OJ

    :rI disponer la apertura de u.na va pblica que atia-vr:sara eI terreno que ocupara el cementerio de "Lasl'artidas", el b'"tlldozer, con su tremenda cuchilla, notraca rns que arrastrar huesos humaiios que revuel-l,r,ls con Ia tierra fueron a rellenar una vaga por esosidos existente.

    Entre esos "d-espojos mortales" arrastrados porcl }:ullclozer debieron encontrarse los de Jess Chicasi todava queclaba aigo de 1: un fmur, unas rrruei?-s'la calavera....).

    Fcro mejor es hacer a un lado estas "vivencias"recientes y regresar a la poca deL tiaslado Cel ce-menterio d.e "Palo Negro" a Ia "Horqueta de Ma-riana", es decir, a los albo:es del presente siglo, y ina'sr;specficamente al traslado de los "gesos" de Ciea'

    Resulta que el cadver de Ia vctirna de Pea ha-ha sido sepultaclo (como el de su-s cclegas difi;"ntoscle "PaLo Negro"), en la tierra; y at desiapar eL hoyo,recuperados los huesos, quienes e.lecutaban el trabajose dieron cuenta de que una de las paredes cLe Ia fosaexhiba tcdas las caractersticas de una sepultura in-dgena o "Guaca".

    Ni cortos ni perezosos }os exhurnadores proce-dier"or:" a "barrer" esa scipresiva "guaca" que les sa-la "rtr paso" y en ella se toparoir nada rnenos que conuna oila de ordinaiia hechura indgena y deutro deeIla oro en polvo en cantidad que pesada result selexactamente de ceho libras.

    -'(l1 i me toc prescnci.ar la ";esada" flr'} 66-me inform Valentiniano Giraldo Alvxez, al rela-tarrne el hecho.

    -Una caritidad afireciable para quie-nes no pensaron encontrar en el sepulcl"o de Chicams que unos "gesos pelados".

    Mucho se coment el hallazgo de la "guaca"entreIos habitantes del Villorrio y fueron muchos los chas-carrillos que al efecto circularon. Rien que daba eItema para elIo. Pero el ms grfico, eI rns "sale-

  • 64 RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    roso" de todos fue el que se le antojara hacer a donBeiisario Ospina:

    Qu opina seor Ospina, del hallazgo en lasepultura de Jess Chica?

    -Que qu opino? Carajo, que ese Jess Chicafu muy pendejo cuando con ocho libras de oro alrincn no resucit y se fu a tomar trago a Pereira.

    -Y cmo iba a resucitar?-Tambin es cierto, nadie resucita estando re-ventando espalda en la "Horqueta de Mariana".

    C l, I)e po0tan perer , . .

    Con un tabaco en la boca, la mayora de lasveces apagado, se vea salir a don Benicio Herrerade su casa de habitacin situada a solo cuarenta me-tros de la esquina de la plaza, casa que an existe.

    Eso del tabaco -pucho- apagado, fu una he-rencia indirecta que le dej don Benicio a don Vctor

    Echeverri. Como don Benicio, a todas horas se veaa don Vctor con el tabaco apagado! Ni para comerse lo quitaba de Ia boca segn don Apolinar Palacio!!

    Persona correcta fu don Benicio. Todo un ca-ballero con palabra que tena valor de escritura re-gistrada. Pero don Benicio no fu hombre feliz. Suhermano Juan. .. .

    -Caco- deca don Catarino Cardona que lastiraba de hombre ilustrado- comparado con Juan-eho, el hermano de Benicio, era honrado. Juanchose robaba hasta unas saludes. Todo lo que vea erasuyo. .. .

    ('AT,ARCA EN ANECDOTAS

    Se equivoeaba don Catarino. De buena f se equi-vocaba. Juancho Herrera no era ladrn, no era r&-tcro. Era un enfermo. Un cleptmano. Una gallina'un martillo, un regatn, una caja con fsforos y" "venga a nos!..

    Don Federico Gonzlez sola contar' rindose'que alguna vez haba ejecutado un trabajo de ban-qu"o. eor algunos minutos se haba tenido que ale-iar del lugai en donde el trabajo estaba siendo eje-utado, OJSanOo un regatn y una pala que habanclesaparecido en "una exalacin"!

    -Quin pas por aqu? -averigu don Federi-

    co y alguien le inform que Juancho Herrera'Pensando, por conocer bien a Juaneho, que este

    haba sido quien se llevara las herramientas, donFederico fu en su busca, 1o encontr y sin prem-bulo alguno ie dijo:

    -Oye Juancho, no jods, te me trajiste la pala

    y et regatn y no voy a poder seguir el banqueo. De-vulvemelos.

    Con toda tranquilidad Juancho, sin ms ni mas,Ie respondi:

    -Camin hombre te los entrego. Fu que pas

    por donde estabas sacando el barranco, los v y pensque podan robrselos. . . .

    Por pensar en los comportamientos de su her-mano a don Benicio se Ie olvidaba chupar eI tabaco'Por eso lo mantena aPagado. . . .

    5

  • 66 RODOLFO JARAMILLO ANGEL

    Caminando al revs!

    Si, caminando al revs' Y cmo puede caminarse aI revs?

    Muy sencilio: Dando Ia cara hacia el sitio que," qoi.rt abandonar y no hacia el lugar al cual sequiere llegar.

    En eJta forma de trasladarse de un lugar a otro'bastante "cangrejiana", no se obra ciertamente conlorAoru. Se sale de 1o comn y corriente' se aparta. i" i." y est reida con el sentido comn' lPeroqu le vamos a hacer!:

    As, al revs, puede argumentarse (la dialcticaes muy bonita), no caminara sino un demente o un;;;;h. Y a quin yo vea caminar al revs' dandoiu

    "uru hacia el sitio del cual quera alejarse' 1o ha-

    ca precisamente debido al estado de embriaguez pro-ducida por el exceso en el consumo de la chicha' Iafamosa ehicha preparada por doa Domitila Reinade Cajamarca en su casa y negocio de la calle dettFusatt.

    La casa de mis padres (Io he dicho ya) estabasituada cerca a "FuJa" y por frente a ella era fre-cuente ver pasar a quienes se dirigan al centro odel centro a "Fusa". La edificacin se levantaba amitad de la cuadra. Tena la calie un pronunciadodeclive que se inieiaba en Ia esquina de la cawera 22y terminaba en la esquina de la carrera 23, donde seievartaba la casa de propiedad de don Sandalio Or'tiz (hoy de sus herederos